Folleto EVC 70

LEGITIMIDAD DE LA IGLESIA CATÓLICA

 

OBJETO DE ESTE FOLLETO :

Creemos los católicos que la única autoridad religiosa LEGAL que hay sobre la tierra, es la IGLESIA CATOLICA y nos fundamos para creerlo en el hecho de que el Jefe supremo de ella, el Papa, como sucesor legítimo que es de San Pedro, ha heredado la autoridad que Cristo concedió a éste al hacerlo el Pastor Supremo de su Iglesia y al entregarle las llaves del reino de los cielos.

En tal concepto reconocemos la obligación que tiene todo aquel que con razón pretenda ser cristiano, de aceptar como ciertas las enseñanzas religiosas que Él nos da por boca de los sacerdotes, en acatamiento de estas palabras suyas: Quien a vosotros oye a mí me oye, quien a vosotros desprecia, a mí desprecia

Esto es tan sencillo, de tal manera claro y tan terminante, que verdaderamente inútil sería entrar en más explicaciones sino fuera por que los protestantes PROTESTAN precisamente contra esta autoridad religiosa de la Iglesia Católica y, tratando de sincerar su protesta inventan cuantas mentiras y calumnias pueden para negarla, asegurando, al mismo tiempo, que la única autoridad religiosa, legítima, es uno de los libros sagrados de la Iglesia Católica, la Biblia, mutilada y adulterada según el capricho de cada una de sus innumerables sectas, e interpretada libremente como cada quien pueda o quiera.

Ahora bien, hemos dedicado el folleto E.V.C. No.72, a DEMOSTRAR que "Es un Absurdo la Libre Interpretación de la Biblia", como autoridad religiosa, y

es el Objeto de este Folleto el DEMOSTRAR plenamente la falsedad de las siguientes afirmaciones protestantes:

Obj. 80.- San Pedro nunca fue jefe de la Iglesia.

Obj. 81.- El Papa no es el sucesor legítimo de San Pedro.

Obj. 82.-Yo no creo en la infalibilidad del Papa.

 

Obj. 80. SAN PEDRO NUNCA FUE JEFE DE LA IGLESIA PUES NUNCA TUVO NINGUNA SUPREMACIA SOBRE LOS DEMÁS APÓSTOLES.

Esto es falso: San Pedro fue desde un principio escogido por Cristo para ser el jefe supremo de su Iglesia, por tal lo consagró El mismo, y tal posición desempeñó Pedro, desde la resurrección de Cristo hasta su muerte.

Msr. Benson, en su obra "St. Peter in the New Testament aud in the Fathers" (C.T.S.), analiza nada menos que 29 pasajes del Nuevo Testamento, en los que de manera clara se evidencia esa supremacía de San Pedro, "Su primado" en otros términos.

Vamos a exponer en este folleto unos cuantos cae estos pasajes, pero antes haremos constar que mientras que en los 4 evangelios se repite 91 veces el nombre de San Pedro, y SIEMPRE EN PRIMER LUGAR, el de San Juan, que es el que le sigue en números, aparece tan sólo 38 veces y si en la segunda parte de los Hechos de los Apóstoles, se repite con mucha frecuencia el nombre de San Pablo, esto no es de extrañar, desde el momento que San Lucas dedica esa parte a narrar nada más el ministerio de San Pablo, en cambio en la primera parte de este Libro que comprende los 12 primeros capítulos, San Lucas narra la Historia de la Iglesia Primitiva, los Hechos de los Apóstoles; y es de llamar la atención como en ellos aparece de tal manera importante la figura de San Pedro, que mientras su nombre se repite en ellos 55 veces, el del Apóstol San Juan que es el que le sigue en número, tan solo se repite 7 veces. Sólo aquellos que tienen ojos y no ven, podrán no ver en este simple hecho, la supremacía de San Pedro sobre los demás Apóstoles.

1.-El simple nombre de Pedro es una prueba de la supremacía de San Pedro. ¿Por qué se llama Pedro cuando su nombre era Simón? ¿Quién le cambió el nombre? ¿Por qué y para qué se lo cambió?

San Juan en el versículo 42 del primer capítulo de su evangelio, nos contesta estas preguntas. El nos dice que apenas ve Jesús a Pedro por primera vez, le dice: Tú eres Simón hijo de Joná, tú serás llamado CEPHAS, que quiere decir Piedra 0 Pedro.

¿Por qué Jesús llama a Simón, piedra? Nada de lo que Él hacía, nada de lo que decía, era sin un objeto.

¿Por qué llama piedra solo a Simón, y no a otro de sus Apóstoles? Encontramos en la Biblia que entre los hebreos, cuando el nombre de alguna persona se cambiaba, el nuevo nombre significaba el trabajo al que Dios lo había destinado. Así por ejemplo, a Abraham Dios dijo: "Y no se llamará más tu nombre Abraham, sino que será tu nombre Abraham, porqué te he puesto por padre de muchedumbre de gentes." (Gen.17-5). Y el ángel mandado por el Todopoderoso a Jacob habló así: "No se dirá más tu nombre Jacob sino Israel: porque has peleado con Dios y con los hombres y has vencido".

Los orientales dan a los nombres mucha más importancia que nosotros los occidentales. Podremos imaginar cómo los demás discípulos se preguntarían: ¿Por qué habrá llamado el Maestro Piedra a Simón?

2.- Jesús satisface plenamente su curiosidad aquel día que Él les pregunta: (Mat XVI, 15-19) ¿Y vosotros quién decís que soy yo? y Pedro le contesta: Tú eres el Cristo, el hijo de Dios vivo. Entonces Jesús le dice:

Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado eso la carne y sangre, sino mi Padre que esta en los cielos. Y yo te digo que tú eres PEDRO y que sobre esta piedra edificaré MI IGLESIA y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Y A TI DARE LAS LLAVES DEL REINO DE LOS CIELOS; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos, y todo lo que desataras sobre la tierra será también desatado en los cielos.

Y así en presencia de los demás discípulos, hace conocer a Simón el significado de su nuevo nombre. Le llama piedra o roca, porque él será la fundación de su Iglesia sobre la tierra, la Iglesia de Cristo será así la fundada sobre Pedro.

En español, la traducción literal pierde mucha de la fuerza que esta frase tiene en arameo, la lengua que hablaba Cristo, y no el griego, como por ignorancia CRASA o por mala fe pretenden algunos pastores protestantes.

SIMON, tú eres la piedra fundamental sobre la que edificaré mi Iglesia y es por esto que te llamarás Piedra.

Pero según las propias palabras de Cristo, Pedro no va a ser solamente la piedra fundamental de su Iglesia sobre la tierra, va a ser además SU AUTORIDAD SUPREMA, pues le dice: A TI DARE LAS LLAVES DEL REINO DE LOS CIELOS . En la antigüedad entregar las llaves quería decir: entregar la autoridad suprema, así por ejemplo, entregar la llave de una ciudad sitiada quería decir rendirla al que se le entregaba, reconocerlo por su supremo gobernador: por tal reconoce Jesús a Pedro.

El le dice además: Todo lo que atáreis sobre la tierra será atado en el cielo, etc. ¿Puede concederse una autoridad más limitada?Pues en el Oriente atar y desatar, significaba aún mucho más que lo que literalmente pudiera entenderse, significaba dar sentencia jurídica definitiva; porque los procesos se entregaban al juez en rollos de pergamino: si el juez los cerraba y los ataba, la sentencia era condenatoria; si los desataba y desarrollaba, era absolutorio; además, "todo lo que"¿indica alguna limitación?

Más adelante, en el Cap. XVIII de San Mateo, leemos que Jesús concedió también esta facultad de atar y desatar a sus demás Apóstoles; pero de todos modos, fue a Pedro a quien se la concedió en primer lugar y fue a él individualmente y a EL SOLO a quien prometió las llaves y a quien llamó PEDRO.

3.-Se acercaba la hora de la pasión, los Apóstoles que aun no habían recibido el espíritu Santo, estaban llenos de debilidades: Aun después de haber recibido la Sagrada Comunión, se ponen a discutir unos con otros sobre quién de ellos será el mayor, y Jesús, después de reprobar su orgullo y de recomendarles el espíritu de humildad que debía reinar entre ellos, dice a Pedro: (Lucas XXII, 31, 32).

Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; mas YO HE ROGADO POR TI QUE TU FE NO FALTE: Y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.

¿Qué puede ser más significativo que este pasaje? Satanás os ha pedido para zarandearos (plural) como a trigo; mas yo he rogado por ti (singular) para que TU fe no falle; y TU, una vez vuelto (en la versión católica: cuando te conviertas y arrepientas) confirma a tus hermanos.

Satanás andará tras todos ellos y a pesar de eso, Jesús ÚNICAMENTE rogó por Pedro, por el que tendrá las llaves de su reino. Él sabe que Pedro lo negará tres veces pero ha rogado por él para que después se arrepienta y sea cambiado y echo digno del gran cargo que le confiere; tan fuerte se volverá, que sobre él deberá tomar las tareas de confirmar y de fortificar a sus hermanos.

4.-Ahora bien, después de su resurrección, es a Pedro a quien Jesús se aparece antes que a sus demás Apóstoles, (Luc. XXIV, 34) (Pablo I Cor. XV, 5); y en fin, antes de ausentarse ya pronto para ascender al ciclo, Jesús, que se ha llamado asimismo el Buen Pastor, nombra a Pedro Pastor Supremo en su lugar, confiándole el cuidado de TODO SU REBAÑO: tanto el de sus ovejas, como el de sus corderos, es decir, el de los sacerdotes; y el de los simples fieles, diciendo a Pedro tres veces: Apacienta MIS corderos, apacienta MIS ovejas. (Juan XXI, 15-17).

¿Necesitamos decir más? ¿Puede alguno que analice estas escenas DE BUENA FE guardar la menor duda de que Jesucristo fundó su Iglesia sobre San Pedro? ¿De qué dio a este una supremacía ABSOLUTA sobre todos los demás Apóstoles? Si no se acepta esto ¿cómo pueden contestarse estas preguntas? : ¿Por qué cambió a Simón su nombre por el de Pedro? ¿Por qué le prometió hacerlo la piedra fundamental de su Iglesia? ¿Por qué le prometió entregarle las llaves del reino de los cielos? ¿Por qué oró especialmente por él y. le encomendó a él el que confirmara a sus hermanos? ¿Por qué después de resucitado, apareció primero a él antes que a sus demás Apóstoles? ¿Y por qué, en fin, encomendó a él el cuidado de todo su rebaño? ¿Por qué sino porque quiso hacerlo la cabeza de SU Iglesia? ¿Puede establecerse algo con mayor claridad? Pues a pesar de esto, a pesar de leer todo esto los protestantes en su misma Biblia, juran y perjuran, que San Pedro (Pedro, como generalmente ellos lo llaman), nunca tuvo supremacía alguna sobre los demás Apóstoles, y llega su cinismo y MALA FE a afirmar que tan esto es así que en todo el Nuevo Testamento no se encuentra ni una sola constancia de que San Pedro haya ejercido dicha supremacía.

Para poner en evidencia su perfidia, vamos a dar a continuación una docena de citas tomadas del Nuevo Testamento que demuestran lo contrario.

Demostración de que la Supremacía de San Pedro sobre los demás apóstoles no fue sólo de DERECHO, sino también de HECHO.

Es una verdad incontestable que Pedro después de la partida de Cristo asumió, del modo más natural, con gran serenidad, la jefatura de la Iglesia de Cristo, y que los demás apóstoles, que antes disputaban sobre quién sería el mayor, del mismo modo la aceptación, sin disputas, como un hecha ya decidido de antemano. Ellos sabían bien que tal era la voluntad de Cristo. He aquí unas de las innumerables citas del Nuevo Testamento que tal prueban hasta más allá de la evidencia.

1.- Es Pedro el que predicó el primer sermón. (Hechos de los Apóstoles 1, 15).

2.- Es Pedro el que preside la asamblea de los discípulos, en las que expone la necesidad de sustituir a Judas, y preside la elección de San Matías (Hech-I.15-26). (La Iglesia se preocupa por contemplar el número de los 12 y no por lo mucho más importante de tener un jefe. ¡Como que ya lo tenía!).

3.- Cuando el Espíritu Santo descendió sobre ellos ¿a quién sino al jefe tocaba el tomar la palabra en esta ocasión solemne? ¿Y quién fue éste sino Pedro? (Hech. II, 14).

4.-Y cuando la multitud pregunta a los Apóstoles: "Hermanos, ¿qué haremos?" es Pedro quien toma a su cargo la respuesta: "Haced penitencia y bautizaos cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo". .(Hech.II, 38) (La versión protestante interpreta 'arrepentíos').

5.- Y fue Pedro quien hace los primeros convertidos en número de 3000. (Hech.II, 41).

6.- Y el PRIMER MILAGRO Hechos III, ; y todos primeros milagros (Hechos V, 3-10; IX, 34; IX 36 a 41); por lo menos es de referimos los suyos de lo que más se preocupa el autor de los Hechos.

7.-Y fue él quien hizo los segundos conversos, esta vez en número de 5000. San Pablo es considerado como el Apóstol de los gentiles, pero a Pedro es el menos a quien estaba reservado hacer las primeras conversiones en ellos. (Hech. IV, 4).

Y encontramos así evidenciada la supremacía de San Pedro, en toda la Historia de la fundación de la Iglesia, consignada en los 12 primeros capítulos de los "HECHOS DE LOS APOSTOLES", a pesar de que este libro escrito por San Lucas, discípulo y compañero de viajes de San Pablo, era natural se refiriera más bien a todo lo que a este Apóstol atañare. Pero sigamos, poniendo en evidencia la buena fe e instrucción de los pastores protestantes.

8.- Cuando los sacerdotes judíos, preguntaron a los Apóstoles con qué potestad habían curado a un hombre enfermo, fue Pedro el que contestó que en nombre de Jesús. (IV, 8).

9.- Y fue Pedro con Juan el que pronunció el primer NO PODEMOS. (IV, 20).

10.- Fue Pedro quien reprobó y castigó milagrosamente a Ananías a Saphira y a Simón Mago. (V, 3-10).

11.- Y fue también Pedro quien, inspirado por una visión divina, decretó que los gentiles recibieran el bautismo, lo mismo que los judíos, y a su palabra los demás apóstoles que estaban al principio inclinados a protestar, "callaron y glorificaron a Dios" diciendo:

"De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida". (Hechos XI, 1-18).

12.-Habiéndose desarrollado la Iglesia en la Judea, la Galicia y la Samaria, es Pedro quien en Jefe, visita pastoralmente todas esas comunidades. (IX, 31-43).

13.-Más todavía: con respecto a la discusión acerca de si todos los cristianos deberían ser circuncidados, fue la palabra de Pedro la que vino a ser la regla de la Iglesia y leemos que San Pedro dijo: (XV, 7. Biblia Católica): "Hermanos míos, bien sabéis que mucho tiempo hace, fui yo escogido por Dios, entre nosotros, para que los gentiles oyesen por mi boca la palabra evangélica y creyesen", etc., a lo que toda la multitud cayó (XV-12); Pasaje que, aunque muy adulterado en la Biblias protestantes, aun puede leerse en ellas.

14.-Y fue San Pedro quien resolvió el conflicto que dio lugar al primer concilio de Jerusalén. (Hechos 7-12).

15.-Y lo vemos, en sus epístolas, como verdadero jefe del Episcopado, dictando regla de vida a todos sus colegas en el cargo pastoral. (I Pedro, V, 1-4).

16.-Y en fin, juzgando en soberano, la interpretación de las, escrituras, aun las Epístolas del propio San Pablo. (II, Pedro III, 15-16).

Pero nunca acabaríamos: recomendamos al lector la lectura de los "Hechos de los Apóstoles", es en ellos de tal manera, la personalidad de Pedro dominante, sobre todo en los 12 primeros capítulos, que bien podía haberse titulado: HECHOS DE SAN PEDRO.

Sólo a un cegado que voluntariamente no quiera verlo, dejará de aparecer San Pedro, el primero en confesar la fe, el primero de todos los apóstoles que vio a Jesús resucitado, el primero que fue su testigo delante de todo el pueblo; el primero que confirmó la fe con un milagro; el primero que trata de completar el número de los apóstoles; el primero de convertir a los gentiles y judíos el primero en, etc., !!!El primero en TODO!!!

Y terminaremos de una vez, en fin, esta demostración que sería interminable, dando un ejemplo de lo querida que era a los cristianos la persona de San Pedro: En Hechos XII-5 (versión protestante), leemos: "Así que Pedro era guardado en la cárcel y la Iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él", Los otros apóstoles estuvieron frecuentemente presos, pero es SOLO de Pedro de quien leemos fuera hecha oración pública por la Iglesia para su liberación.

!!Pero si hasta en la propia Biblia protestante leemos en (Hecho V, 15 y 16, )que bastaba con que la SOMBRA DE SAN PEDRO tocase a algún enfermo para que quedara éste libre de sus dolencias!!

 

Obj.81. EL PAPA NO ES EL SUCESOR LEGITIMO DE SAN PEDRO.

Sí, sí lo es. La historia nos enseña que al morir San Pedro, siendo Obispo de Roma, San Lino, le sucedió en aquel mando supremo, y que éste se ha transmitido así por una serie ininterrumpida de 264 Papas hasta el Papa Juan Pablo II Obispo de Roma y Jefe Supremo de la Iglesia Católica.

Tan el Papa actual es el sucesor legítimo de San Pedro, que no hay en el mundo quien se atreva a disputarle este puesto. Podrá llegar la ceguedad de los protestantes a pretender negar la Supremacía de San Pedro sobre toda la Iglesia Primitiva, o negar que el Papa la haya legítimamente heredado, pero nunca se ha llegado ni se llegará a disputársela.

En efecto, los protestantes comienzan por negar la Supremacía de San Pedro, primero de hecho y luego de derecho y acorralados ante las pruebas irrefutables que de ellos su misma Biblia nos proporciona, recurren al burdo expediente de negar:

1.Que San Pedro estuvo en Roma

2.Que fue Obispo de esa Ciudad y Jefe Supremo de la Iglesia y

3.Que esta Supremacía fue heredada por los sucesivos Obispos de Roma y reconocida en ellos hasta la fecha.

Naturalmente que sobran testimonios históricos y arqueológicos al alcance de cualquier estudioso que establecen estos hechos, y podemos citar, por ejemplo, la Enciclopedia Británica, insospechable de partidarismo, y otros muchos autores de rigurosas disciplinas científicas. (E.V.C.. #98)

Así por ejemplo: la presencia de San Pedro en Roma es un hecho de evidencia histórica. Si el protestante lo ignora ¿cuál es su ciencia? y si lo sabe ¿cuál es su conciencia?

Existen además pruebas de otro orden para demostrar que el Papa es el sucesor legítimo de San Pedro, como el verlo no solamente en el orden temporal, poseyendo la UNICA Catedral Cristiana que ha sido dedicada a San Pedro en todo el mundo, construida sobre la tumba que contiene los restos de San Pedro y sobre criptas en que se encuentran 20,000 de los primeros mártires inmolados por la fe de Cristo, entre ellos los 38 primeros Papas.

En estas criptas hay evidencias arqueológicas e históricas irrefutables abiertas al público que por miles las visitan todos los días.

Además de estas evidencias, vemos al Papa en el orden, ESPIRITUAL usando de la autoridad y poder ilimitados que Cristo otorgó a San Pedro de ATAR y DESATAR, confirmando Obispos que den a su vez a los Sacerdotes católicos el poder indisputado exclusivo de ellos, de perdonar los pecados y en fin, de transformar el pan y el vino en el VERDADERO CUERPO Y SANGRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, cumpliéndose en ellos, con tan estupendo prodigio, aquellas palabras de Cristo: Quien crea en Mí, hará las obras que yo hago y las hará mayores (Jn X, IV 12).

Y por si hicieran falta más testimonios, ahí está el voto unánime de 700,000,000 millones de católicos que al unísono en todas las partes del mundo, lo proclaman por el sucesor LEGITIMO de San Pedro, el VICARIO DE CRISTO SOBRE LA TIERRA.

 

Obj. 82.-YO NO CREO EN LA INFALIBILIDAD DEL PAPA

¿Cómo vas a creer en la infalibilidad del Papa si no sabes en que consiste esa infalibilidad?

Es la idea equivocada, la ignorancia respecto de ella, lo que hace que muchas personas la nieguen, que nieguen así lo que no saben.

Hay personas que creen que porque el Papa sea infalible debe entenderse que no puede caer en pecado, esto es un error: el Papa puede pecar como tú y como yo.

Otros se imaginan que la infalibilidad del Papa, consiste en que habla con Dios, en que a toda hora lo inspira el Espíritu Santo, en que Jesucristo le haga nuevas revelaciones, o en fin en que platique con la virgen o con los santos. Nada de esto es cierto.

Otros, en fin porque el Papa sea infalible, entienden que él no puede hablar palabra que no sea un oráculo.

Ahora bien nada hay cierto en eso. NO Y MIL VECES NO. Esas son necedades, producto de la ignorancia. Cuando el Papa habla como persona privada puede perfectamente equivocarse, aun hablando de cosas santas, de religión. El Papa asi como hombre no es más infalible que tú o yo.

Y preguntarás tú entonces: si el Papa puede equivocarse, ¿en dónde pues está su infalibilidad? ¿En qué consiste?

Su infalibilidad consiste en no poder equivocarse cuando como Papa, es decir, con el carácter de Jefe Supremo de la Iglesia de Cristo, impone la obligación a todos los cristianos de creer una verdad religiosa, o de observar una regla de costumbres.

La infalibilidad del Papa se ejerce así únicamente cuando se reúnen estas cuatro condiciones:

1º Que se trate de doctrina religiosa, es decir, de dogma de fe o un precepto de moral.

2º Que hable como Pastor y Maestro de la Iglesia.

3º A todo el Pueblo Cristiano.

4º Con manifiesta intención de exigir la adhesión de toda la Iglesia.

Cuando estas cuatro condiciones se reúnen se dice que el Papa habla ex-cátedra, es decir: desde la silla de San Pedro, con su carácter oficial de legítimo sucesor de Pedro, el Soberano Pontífice.

Entremos en algunas explicaciones respecto de estas cuatro condiciones:

La infalibilidad papal únicamente se manifiesta en asuntos de fe o de moral, esto es: de creencias o de costumbres. Puede él así engañarse como cualquier otro tratándose de ciencia o de arte, como Química, Medicina, Astronomía, Pintura, etc. Podrá tal vez tener en estas materias un conocimiento profundo, su opinión o decisión respecto de ella podrá ser de gran peso, pero nunca, de ninguna manera estamos obligados a creerla infalible ni menos aun aceptarla como tal. Más aun, bien que todos los católicos debamos obedecer las disposiciones del Papa como gobernante de la Iglesia, sabemos que tales disposiciones no son motivo de infalibilidad.

Que hable como Pastor y Maestro de la Iglesia Universal: lo que quiere decir que no es infalible cuando habla, escribe o discute temas, aunque sean de fe o de moral pero tan solo como persona privada o como simple Obispo de Roma. Así el Papa Juan XXII, condenó como Papa, lo que él había defendido como teólogo privado.

A todo el pueblo cristiano. Es decir: que cuando el Papa predica por ejemplo a un gran número de peregrinos o de fieles romanos; cuando escribe a los miembros de una Iglesia Particular, aun de una nación, etc., etc., bien que a su palabra debamos siempre suma obediencia y profunda veneración, no es ella infalible en estos casos.

se requiere además: que el Papa manifieste expresamente su intención, de exigir la adhesión de toda la Iglesia; y así una simple recomendación del Papa, a toda la Iglesia Universal, no tiene el carácter de infalibilidad. Las decisiones con este carácter, están siempre definidas en una forma clara como ésta: "Y si alguien, lo que Dios no quiera, contradijera esta definición, sea anatematizado". ¿Se requiere mayor claridad?

Según lo expuesto, vemos que la infalibilidad del Papa, está limitada a un campo tan definido y sujeta a tantas restricciones que, al considerarlo infalible, le hacemos en verdad menos honor, que el que los protestantes conceden a cada uno de sus pastores lo que estos hacen sin detenerse siquiera a considerar el que sea la buena fe la que anime sus enseñanzas. Así el Papa después de maduro, largo y continuado examen, de consultas, de discusiones, después de analizar cual ha sido el criterio a este respecto de toda la Iglesia, de todos los tiempos, después de mucha oración, y en fin de gran consideración, hablando desde la silla de San Pedro, y dirigiéndose a todo el pueblo cristiano, nos dice por ejemplo:"A donde Uds. leen Este pan es mi cuerpo deben entender: "Este pan es mi cuerpo" y nosotros lo creemos, pues a parte de ir eso de acuerdo con nuestra razón, sabemos que la decisión del Papa en este caso es infalible, por reunir las 4 condiciones necesarias para ello.

En cambio un pastor protestante explica a sus fieles: A dónde Uds. leen en su Biblia: "ESTO ES MI CUERPO" no lo entiendan así sino deben entender: esto representa mi cuerpo, y otro les dice: esto es el símbolo de mi cuerpo; y otro esto es la figura de cuerpo; y otro: esto es un recuerdo de mi cuerpo; etc., y en fin: ESTO NO ES MI CUERPO, y, aunque sea en contra de la razón de los fieles, el aceptar que Cristo fuera torpe bastante para no saber decir precisamente lo que quería; y sea también en contra de ella el aceptar como cierta una de estas múltiples interpretaciones más bien que otra, todos los protestantes creen estar en lo cierto, reconociendo así de hecho a su pastor la infalibilidad, que niegan al Papa. Ellos no aceptan así un Papa infalible, para venir a aceptar una INFINIDAD de papas infalibles.

Vamos ahora, para terminar, a dar las razones de esta infalibilidad que, aunque declarada dogma de fe en el año de 1870, ha sido creída y aceptada por TODA la Iglesia Católica, desde el tiempo de su primer Papa: de San Pedro.

Basta con la simple razón para descubrir que el Papa debe ser infalible en cuestiones de fe y de moral: El es la cabeza de la Iglesia, la piedra sobre la que ella está fundada. Ahora bien equivocándose el Papa, arrastra en su equivocación a toda la Iglesia, la que vendrá así a enseñarnos el error, lo que es absurdo el admitirlo, pues Jesucristo que se llamó así mismo Yo soy la Verdad dijo a su Iglesia: "Quien a vosotros os oye a mí me oye". Luego la Iglesia no puede enseñamos el error, para lo que se requiere que el Papa sea infalible.

Nos confirma esta creencia además, las mismas palabras de Jesucristo en otras muchas ocasiones, entre las cuales por falta de espacio mencionaremos tan sólo las tres siguientes:

lº. Tú eres Pedro la piedra sobre la que edificaré mi Iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.

Esto entre los hebreos quería decir, que la Iglesia no caería en el error, y ¿podría acaso la Iglesia estar protegida contra el error si su piedra fundamental cae en él?

2º. Todo lo que atareis en la tierra será atado en el cielo .

Según estas palabras los juicios de Pedro, deben ser ratificados en el cielo y como Dios no puede aprobar el error, para ello se requiere que Pedro no caiga en él.

3º. Pedro, he orado por ti para que tu fe no desfallezca confirma a tus hermanos .

Un hombre cuya fe no falla es infalible, luego Pedro es infalible, y también los Papas que lo suceden a quienes él confirma en la fe.

A.M.D.G.

 

¿PORQUÉ AMO A LOS SACERDOTES?

Amo a los Sacerdotes porque a pesar de todas las obstrucciones que para hacer el bien les ponen los gobiernos "liberales":

- fundan y sostienen casas de cuna en las que recogen y crían niños recién nacidos que abandonan sus padres y que yo quisiera recoger y cuidar;

- orfanatorios donde los niños que han perdido a sus padres encuentran casa, vestido, sustento y el amor que yo quisiera darles;

- casas para regenerar a la mujer caída que yo quisiera regenerar;

- hospitales para atender y curar enfermos que yo quisiera atender y curar;

- asilos donde recogen y sostienen a los mendigos y a los ancianos que ya no pueden trabajar y que yo quisiera socorrer;

- escuelas parroquiales donde instruir a los niños, colegios donde instruir a los adolescentes, universidades donde formar profesionistas que yo quisiera instruir y formar.

- porque bendicen a los fieles como yo quisiera bendecirlos;

- porque vasto que una sola vez dijera Nuestro Señor Jesucristo: Haced esto en memoria Mía para que ellos todos los días y a toda hora y en todas las naciones del mundo, obedeciendo aquellas palabras de Cristo, reproduzcan la Ultima Cena celebrando la Santa Misa.

Amo a los Sacerdotes porque en ellos se cumplen estas palabras de Cristo: Como mi Padre me envió así Yo os envío también a vosotros (Juan XX-21); Os envío como corderos entre lobos (Luc. 10, 3); Si el mundo os aborrece sabed que primero que a vosotros me aborreció a Mí (Luc. XV, 18); Si a Mí me han perseguido con mayor razón os perseguirán a vosotros (Juan XV, 18-20).

Amo a los Sacerdotes porque como a Cristo dan a conocer al mundo a Dios;

- porque como Cristo cambian el pan y el vino en Su Cuerpo y en Su Sangre;

- porque como Cristo nos perdonan los pecados.

Amo a los Sacerdotes porque como Cristo pasan por el mundo haciendo el bien.

En fin en pocas palabras: amo a los Sacerdotes porque ellos son OTROS CRISTOS.

 

"HOMENAJE AL SACERDOTE"

Cuando se piensa ...

Por Hugo Wast

Cuando se piensa que ni la Santísima Virgen puede hacer lo que un sacerdote;

Cuando se piensa que ni los ángeles, ni los arcángeles, ni Miguel, ni Gabriel, ni Rafael, ni príncipe alguno de aquellos que vencieron a Lucifer pueden hacer lo que un sacerdote;

Cuando se piensa que Nuestro Señor Jesucristo, en la Ultima Cena, realizó un milagro más grande que la creación del universo con todos sus esplendores y fue convertir el pan y el vino en su Cuerpo y su Sangre para alimentar al mundo; y que este portento, ante el cual se arrodillan los ángeles y los hombres, puede repetirlo cada día un sacerdote;

Cuando se piensa en el otro milagro que solamente un sacerdote puede realizar; perdonar los pecados, y que lo que él ata en el fondo de su humilde confesionario, Dios, obligado por su propia Palabra, lo ata en el Cielo, y lo que él desata, en el mismo instante lo desata Dios;

Cuando se piensa que la humanidad se ha redimido y que el mundo subsiste porque hay hombres y mujeres que se alimentan cada día de ese Cuerpo y de esa Sangre redentora que sólo un sacerdote puede realizar;

Cuando se piensa que el inundo moriría de la peor hambre si llegara a faltarle ese poquito de Pan y ese poquito de Vino;

Cuando se piensa que eso puede ocurrir, porque están faltando las vocaciones sacerdotales; y que cuando eso ocurra se conmoverán los cielos y estallará la tierra, como si la mano de Dios hubiera dejado de sostenerla; y las gentes aullarán de hambre y de angustia, y pedirán ese Pan, y no habrá quien se los dé; y pedirán la absolución de sus culpas, y no habrá quien las absuelva y morirán con los ojos abiertos por el mayor de los espantos...

Cuando se piensa que un sacerdote hace más falta que un rey, más que un militar, más que un banquero, más que un médico, más que un maestro, porque él puede reemplazar a todos y ninguno puede reemplazarlo a él.

Cuando se piensa que un Sacerdote cuando celebra en el altar tiene una dignidad infinitamente mayor que un rey, y que eso no es ni un símbolo, ni siquiera un embajador de Cristo, sino que es Cristo mismo que está allí repitiendo el mayor milagro de Dios...

Cuando se piensa todo esto, uno comprende la inmensa necesidad de fomentar las vocaciones sacerdotales.

Uno comprende el afán con que, en tiempo antiguo, cada familia ansiaba que de su seno brotase, como una vara de nardo, una vocación sacerdotal.

Uno comprende el inmenso respeto que los pueblos tenían por los Sacerdotes, lo que se reflejaba en las leyes;

Uno comprende que el peor crimen que puede cometer alguien es impedir o desalentar una vacación;

Uno comprende que provocar una apostasía es ser como Judas y vender a Cristo de nuevo.

Uno comprende que si un padre o una madre obstruyen la vocación sacerdotal de un hijo, es como si renunciaran a un título de nobleza.

Uno comprende que más que una iglesia, y más que una escuela, y más que un hospital, es un seminario o un noviciado

Uno comprende que dar para construir o mantener un seminario o un noviciado es multiplicar los nacimientos del Redentor.

Uno comprende quedar para costear los estudios de un joven seminarista o de un novicio es allanar el camino por donde ha de llegar al altar un hombre, que durante media hora, cada día, será mucho más que todas las dignidades de la tierra y que todos los santos del cielo, pues será Cristo mismo, sacrificando su Cuerpo y su Sangre, para alimentar al mundo.

POR GRACIA DE DIOS, SOY LO QUE SOY, UN SACERDOTE.

 


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