MISAL ABRIL DEL 2017/ www.laverdadcatolica.org | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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Morado Feria de Cuaresma o Beatos José Luis Padilla Gómez, Jorge Ramón y Ramón Vicente Vargas González, mártires mexicanos*, memoria parcial. MR p. 234 (246). 881 / Lecc. I, p. 775 LH, Vísperas I del domingo: la. Semana del Salterio Tomo II: pp. 1099, 3 y 314 Para los fieles: pp. 472 y 178 Edición popular: pp. 13 y 435 Otros santos: Venancio, Anastasio y compañeros, mártires; María Egipciaca, penitente; Nuño Álvares de Pereira, religioso. YO, COMO CORDERO MANSO Jer 11,18-20; Jn 7,40-53 El profeta Jeremías habló con libertad y firmeza ante gente de toda condición social. Lo mismo exhibía los abusos de los gobernantes que la idolatría de la gente común. Tanta claridad le acarreó enemistades por todas partes. Hasta su misma parentela se alió para quitarlo de en medio. El profeta no se desmoralizó, sino que puso su causa en manos de Dios, que juzga rectamente. La misma tensión apreciamos en la confrontación entre los dirigentes de Israel y Jesús. Aquellos lo quieren descalificar por sus orígenes pueblerinos: Jesús es un galileo y, según su extraña argumentación, como en el pasado no había surgido ningún profeta de Galilea, tampoco Jesús podría ser un profeta, llamado así por la gente que lo escuchaba con agrado. Ante tanta cerrazón, resalta la sensatez de Nicodemo, que invitaba a escucharlo con apertura y sin prejuicios racistas. ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 17, 5-7 Me cercaban olas mortales, los dolores del infierno me acorralaban; pero en mi angustia invoqué al Señor, y Él escuchó mi voz desde su templo. ORACIÓN COLECTA Que la acción de tu misericordia, Señor, dirija nuestros corazones, ya que sin tu ayuda no podemos agradarte. Por nuestro Señor Jesucristo... O bien: Señor y Dios nuestro, que diste a tus santos José Luis Padilla Gómez, Jorge Ramón y Ramón Vicente Vargas González, la gracia de llegar a la gloria del martirio, concédenos, por su intercesión, el perdón de los pecados y vivir libre de toda adversidad. Por nuestro Señor Jesucristo... LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Yo era como un manso cordero, que es llevado a degollar. Del libro del profeta Jeremías: 11, 18-20 En aquel tiempo, dijo Jeremías: "El Señor me instruyó y yo comprendí; él me explicó lo que hacían. Yo era como un manso cordero que es llevado a degollar, y no sabía lo que tramaban contra mí, diciendo: 'Talemos el árbol en su pleno vigor, arranquémoslo de la tierra de los vivos y que su nombre no se pronuncie más'. Ahora tú, Señor de los ejércitos, justo juez, que sondeas lo más íntimo del corazón, haz que yo vea tu venganza contra ellos, porque a ti he encomendado mi causa". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor. SALMO RESPONSORIAL R/. En ti, Señor, me refugio. En ti, Dios mío,
me refugio: de mis perseguidores, sálvame. No permitas que algunos,
como fieras, me destrocen y nadie me rescate. R/. ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 8, 15 Dichosos los que cumplen la palabra del Señor con un corazón bueno y sincero, y perseveran hasta dar fruto. R/. EVANGELIO ¿Acaso de Galilea va a venir el Mesías? Del santo Evangelio según san Juan: 7, 40-53 En aquel tiempo, algunos
de los que habían escuchado a Jesús comenzaron a decir:
"Éste es verdaderamente el profeta". Otros afirmaban:
"Éste es el Mesías". Otros, en cambio, decían:
"¿Acaso el Mesías va a venir de Galilea? ¿No
dice la Escritura que el Mesías vendrá de la familia de
David, y de Belén, el pueblo de David?" Así surgió
entre la gente una división por causa de Jesús. Algunos
querían apoderarse de él, pero nadie le puso la mano encima. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Recibe, Señor, con agrado nuestras ofrendas y atrae hacia ti bondadosamente nuestras voluntades rebeldes. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio I-V de Cuaresma. ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Pe 1, 18-19 Hemos sido rescatados con la Sangre preciosa de Cristo, el Cordero sin defecto y sin mancha. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Concédenos, Señor, que tus santos misterios nos purifiquen y que con su eficacia nos hagan gratos a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor. ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO Opcional Protege, Señor, a tu pueblo, que camina presuroso hacia la Pascua, y acompáñalo con el generoso auxilio de tu gracia celestial, para que, animado con los consuelos visibles, se sienta mucho más atraído hacia los bienes invisibles. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado V Domingo de Cuaresma MR p. 235 (247) / Lecc. I, p. 71 [Se omite la memoria de San Francisco de Paula] Otros santos: Pedro Calungsod, mártir. Beata Isabel Vendramini, fundadora. En este domingo se celebra el tercer escrutinio preparatorio para el Bautismo de los catecúmenos que van a ser admitidos a los sacramentos de la Iniciación Cristiana en la Vigilia Pascual. Se emplean las oraciones e intercesiones propias, que aparecen en las pp. 940-941 (979-980). CUANDO ABRA SUS SEPULCROS Ez 37, 12-14; Rom 8,8-11; Jn 11, 1-45 La palabra del profeta Ezequiel tenía una doble misión, primero, debía animar a los israelitas desterrados a reconocer su responsabilidad en la ruina de Jerusalén y una vez que ocurrió el desastre, tenía que alentarlos para que recuperaran la esperanza y lucharan por la restauración del pueblo. El profeta asocia la restauración con la imagen de unos huesos calcinados que reviven. Este mensaje profético no anunciaba de manera explícita la resurrección de los muertos. Esa enseñanza vendría posteriormente. En el Evangelio de san Juan se nos narra la reanimación de Lázaro, amigo y seguidor de Jesús. Esta señal milagrosa acrecentó la molestia de los sumos sacerdotes que se confabularon para eliminarlo. Jesús se conduce con una enorme confianza en su Padre, Él sabe que siempre lo escucha y por eso, antes de devolverle la vida a Lázaro, se abandona en sus manos. ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 42, 1-2 Señor, hazme justicia. Defiende mi causa contra gente sin piedad, sálvame del hombre injusto y malvado, tú que eres mi Dios y mi defensa. No se dice Gloria. ORACIÓN COLECTA Te rogamos, Señor Dios nuestro, que, con tu auxilio, avancemos animosamente hacia aquel grado de amor con el que tu Hijo, por la salvación del mundo, se entregó a la muerte. El que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Les infundiré mi espíritu y vivirán. Del libro del profeta Ezequiel: 37, 12-14 Esto dice el Señor Dios: "Pueblo mío, yo mismo abriré sus sepulcros, los haré salir de ellos y los conduciré de nuevo a la tierra de Israel. Cuando abra sus sepulcros y los saque de ellos, pueblo mío, ustedes dirán que yo soy el Señor. Entonces les infundiré mi espíritu y vivirán, los estableceré en su tierra y ustedes sabrán que yo, el Señor, lo dije y lo cumplí". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor. SALMO RESPONSORIAL R/. Perdónanos, Señor, y viviremos. Desde el abismo de
mis pecados clamo a ti; Señor, escucha mi clamor; que estén
atentos tus oídos a mi voz suplicante. R/. SEGUNDA LECTURA El Espíritu de aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos, habita en ustedes. De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 8, 8-11 Hermanos: Los que
viven en forma desordenada y egoísta no pueden agradar a Dios.
Pero ustedes no llevan esa clase de vida, sino una vida conforme al Espíritu,
puesto que el Espíritu de Dios habita verdaderamente en ustedes.
Quien no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo. En cambio,
si Cristo vive en ustedes, aunque su cuerpo siga sujeto a la muerte a
causa del pecado, su espíritu vive a causa de la actividad salvadora
de Dios. ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn 11, 25. 26 Yo soy la resurrección y la vida, dice el Señor; el que cree en mí no morirá para siempre. R/. EVANGELIO Yo soy la resurrección y la vida. Del santo Evangelio según san Juan: 11, 1-45 En aquel tiempo, se
encontraba enfermo Lázaro, en Betania, el pueblo de María
y de su hermana Marta. María era la que una vez ungió al
Señor con perfume y le enjugó los pies con su cabellera.
El enfermo era su hermano Lázaro. Por eso las dos hermanas le mandaron
decir a Jesús: "Señor, el amigo a quien tanto quieres
está enfermo". Credo. PLEGARIA UNIVERSAL Oremos, amados
hermanos, y pidamos la misericordia del Señor para que, compadecido
de su pueblo penitente, escuche nuestras plegarias: (R/. Escúchanos,
Señor) ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Escúchanos, Dios todopoderoso, y concede a tus siervos, en quienes infundiste la sabiduría de la fe cristiana, quedar purificados, por la eficacia de este sacrificio. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio: La resurrección de Lázaro. ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 11, 26 Cuando se lee el pasaje de Lázaro: Todo el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre, dice el Señor. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Te rogamos, Dios todopoderoso, que podamos contarnos siempre entre los miembros de aquel cuyo Cuerpo y Sangre acabamos de comulgar. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO Bendice, Señor, a tu pueblo, que espera los dones de tu misericordia, y concédele recibir de tu mano generosa lo que tú mismo lo mueves a pedir. Por Jesucristo, nuestro Señor. UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- En la última encuesta sobre prácticas y creencias de los mexicanos, realizada en 2014, aparecieron algunos datos sorprendentes en relación con la fe en Dios y con la vida después de la muerte. Por un lado, un 90% afirma creer en Dios y por otro, un 56% no cree que exista alguna forma de vida después de la muerte. Dos creencias que en la realidad actual de los creyentes mexicanos, hacen "corto circuito". La fe cristiana está asentada en la muerte y resurrección de Jesús. Aceptar la victoria de Jesucristo crucificado sobre la muerte es el centro de nuestra esperanza. Aunque los cristianos vivamos en una cultura que parece cerrarse a la posibilidad de trascender a la vida plena, no estamos exentos de documentar de manera creíble nuestra esperanza. En la medida que seamos más libres y desapegados de las realidades materiales, más estaremos transparentando nuestra confianza en Cristo resucitado.
Morado Feria de Cuaresma MR p. 237 (250); Lecc. 1. p. 781 Otros santos: Ricardo de Wych, obispo; Sixto I, papa y mártir. Beato Lorenzo Pak Chwi-Deuk, mártir. DE INOCENTES Y CULPABLES Dn 13,1-9.15-17.19-30.33-62; Jn 8,1-11 Los dos relatos tienen rasgos semejantes y no faltan las diferencias. En ambos relatos la víctima a ser juzgada por los "más viejos" es una mujer; el motivo de la acusación es el mismo, es decir, el adulterio; aparece un defensor que, en el primer caso es el joven Daniel, y en el último, es el mismo Señor Jesús; ahora bien, en cuanto a las diferencias, encontramos que en el caso de Susana se procede a realizar un juicio en toda forma —aquí aparece Daniel como defensor de la legalidad, que desbarata los argumentos de los acusadores—, mientras que en el Evangelio, se verifica un diálogo breve solamente entre los acusadores y Jesús. Mientras que Daniel no dirige la palabra a Susana, la mujer inculpada, Jesús sí lo hace y además, a la anónima mujer adúltera la perdona y la invita a no volver incurrir en adulterio. Susana era inocente, la mujer del Evangelio no. Jesús está promoviendo la compasión, mientras que Daniel está haciendo prevalecer la justicia. ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 55, 2 Ten compasión de mí, Señor, porque me pisotean y me acosan todo el día mis enemigos. ORACIÓN COLECTA Señor Dios, por cuya inefable gracia nos enriqueces con toda clase de bendiciones, concédenos pasar de nuestros antiguos pecados a una vida nueva, para prepararnos a la gloria del reino celestial. Por nuestro Señor Jesucristo... LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA La inocencia de Susana. Del libro del profeta Daniel: 13, 1-9. 15-17. 19-30. 33-62 En aquel tiempo vivía
en Babilonia un hombre llamado Joaquín, casado con Susana, hija
de Quelcías, mujer muy bella y temerosa de Dios. Sus padres eran
virtuosos y habían educado a su hija según la ley de Moisés.
Joaquín era muy rico y tenía una huerta contigua a su casa,
donde solían reunirse los judíos, porque era estimado por
todos. Aquel año habían sido designados jueces dos ancianos
del pueblo; eran de aquellos de quienes había dicho el Señor:
"En Babilonia, la iniquidad salió de ancianos elegidos como
jueces, que pasaban por guías del pueblo". Estos frecuentaban
la casa de Joaquín y los que tenían litigios que resolver
acudían ahí a ellos. Hacia el mediodía, cuando toda
la gente se había retirado ya, Susana entraba a pasear en la huerta
de su marido. Los dos viejos la veían entrar y pasearse diariamente,
y se encendieron de pasión por ella, pervirtieron su corazón
y cerraron sus ojos para no ver al cielo ni acordarse de lo que es justo.
R/. Nada temo, Señor, porque tú estás conmigo. El Señor es
mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace reposar y hacia fuentes
tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas. R/. ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Ez 33, 11 No quiero la muerte del pecador, sino que se arrepienta y viva, dice el Señor. R/. EVANGELIO Aquel de ustedes que no tenga pecado, que tire la primera piedra. Del santo Evangelio según san Juan: 8, 1-11 En aquel tiempo, Jesús
se retiró al monte de los Olivos y al amanecer se presentó
de nuevo en el templo, donde la multitud se le acercaba; y Él,
sentado entre ellos, les enseñaba. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Concédenos, Señor, a quienes nos disponemos a celebrar los santos misterios, que podamos presentarte con alegría nuestras almas ya purificadas, como fruto de nuestra penitencia corporal. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio I de la Pasión del Señor, ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 8, 10-11 ¿Nadie te ha condenado, mujer? Nadie, Señor. Yo tampoco te condeno. Ya no vuelvas a pecar. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Que los sacramentos que hemos recibido, Señor, nos purifiquen de nuestras malas inclinaciones y, fortalecidos con tu bendición, corramos a tu encuentro siguiendo las huellas de Cristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO Opcional. Dios y Padre nuestro, purifica de sus pecados al pueblo que te suplica, para que llevando una vida santa se vea libre de toda adversidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Feria de Cuaresma o Memoria parcial de San Isidoro, obispo y doctor de la Iglesia* MR p. 239 (251). 695 (714) / Lecc. I, p. 789 Otros santos: Benito "el Moro" de Palermo, abad; Cayetano Catanoso, fundador. LA SERPIENTE Y EL CRUCIFICADO Núm 21,4-9; Jn 8,21-30 La liturgia cristiana asoció desde épocas muy tempranas este relato, del libro de los Números, con las narraciones sobre la crucifixión de Jesús. La tradición siguió el modelo de interpretación tipológica, mostrando que la serpiente es apenas un tipos, es decir, una imagen que prefigura simbólicamente a la realidad plena, llamada también antitipo. Entre ambos relatos hay otras similitudes: la serpiente y Jesús son levantados hacia lo alto, el pueblo tiene que mirarlos con una fe confiada para alcanzar la salvación. El relato antiguo se inspiraba en una creencia sobre el poder curativo de las serpientes. En cambio, Jesús asume voluntariamente su muerte, sabiendo que el Padre que lo envió, jamás lo abandonará, sino que lo rescatará de la muerte, para salvación de todos. ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 26, 14 Espera en el Señor y sé fuerte; ten valor y abandónate al Señor. ORACIÓN COLECTA Concédenos, Padre, perseverar en el cumplimiento de tu voluntad para que, en este tiempo en que vivimos, el pueblo consagrado a tu servicio crezca en número y en santidad. Por nuestro Señor Jesucristo... LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Si alguno era mordido y miraba la serpiente de bronce, quedaba curado. Del libro de los Números: 21, 4-9 En aquellos días,
los hebreos salieron del monte Hor en dirección al Mar Rojo, para
rodear el territorio de Edom; pero por el camino, el pueblo se impacientó
y murmuró contra Dios y contra Moisés, diciendo: "Para
qué nos sacaste de Egipto? ¿Para que muriéramos en
el desierto? No tenemos pan ni agua y ya estamos hastiados de esta miserable
comida". SALMO RESPONSORIAL R/. Señor, escucha mi plegaria. Señor, escucha
mi plegaria; que a tu presencia lleguen mis clamores. El día de
la desgracia, Señor, no me abandones. Cuando te invoque, escúchame
y enseguida respóndeme. R/. ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO La semilla es la palabra de Dios y el sembrador es Cristo; todo aquel que lo encuentra vivirá para siempre. R/. EVANGELIO Cuando hayan levantado al Hijo del hombre, entonces sabrán que Yo Soy. Del santo Evangelio según san Juan: 8, 21-30 En aquel tiempo, Jesús
dijo a los judíos: "Yo me voy y ustedes me buscarán,
pero morirán en su pecado. A donde yo voy, ustedes no pueden venir".
Dijeron entonces los judíos: "¿Estará pensando
en suicidarse y por eso nos dice: 'A donde yo voy, ustedes no pueden venir'?"
Pero Jesús añadió: "Ustedes son de aquí
abajo y yo soy de allá arriba; ustedes son de este mundo, yo no
soy de este mundo. Se lo acabo de decir: morirán en sus pecados,
porque si no creen que Yo Soy, morirán en sus pecados". ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Te ofrecemos, Señor, este sacrificio de reconciliación, para que perdones benignamente nuestros pecados y dirijas tú mismo nuestro vacilante corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio I de la pasión del Señor En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque mediante la pasión salvadora de tu Hijo diste a los hombres una nueva comprensión de tu majestad y una nueva manera de alabarla, al poner de manifiesto, por la eficacia inefable de la cruz, el poder del crucificado y el juicio que del mundo has hecho. Por eso, ahora nosotros, llenos de alegría, te aclamamos con los ángeles y los santos diciendo: Santo, Santo, Santo... ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 12, 32 Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice el Señor. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Concédenos, Dios todopoderoso que participando asiduamente en tus divinos misterios, merezcamos alcanzar los dones del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO Opcional. Señor Dios, que prefieres compadecerte en vez de enojarte con los que esperan en ti, concede a tus fieles enmendarse de los males cometidos, para que merezcan hallar la gracia de tu consuelo. Por Jesucristo, nuestro Señor. ORACIÓN COLECTA Escucha, Señor, las súplicas que te dirigimos al celebrar a san Isidoro de Sevilla, y haz que tu Iglesia, iluminada por sus enseñanzas, encuentre ayuda en su intercesión. Por nuestro Señor Jesucristo...
Morado Feria de Cuaresma o Memoria parcial de San Vicente Ferrer, presbítero* MR p. 239 (252). 696 (715). / Lecc. I, p. 791 Otros santos: Juliana del Monte Cornelio, abadesa; María Crescencia Hoss, laica. CONOCERÁN LA VERDAD Dn 3,14-20.49-50.91-92.95; Jn 8.31-42 En el Evangelio de san Juan resurgen constantemente las discusiones entre Jesús y los judíos cuyos alegatos giran siempre sobre la misión, el origen y la identidad de Jesús. En esta ocasión, invita a sus oyentes a vivir como sus discípulos. Quien vive como discípulo de Jesús conoce la verdad, es decir, el sentido último de la vida y aprende a vivir en libertad. Los adversarios de Jesús se sienten libres y rehúsan la oferta de libertad de Jesús, alegando ser legítimos hijos de Abrahán. El Señor Jesús no los reconoce como hijos del patriarca, porque actúan de manera violenta. De esa misma violencia homicida da muestras Nabucodonosor, en el libro de Daniel, al pretender obligar a los jóvenes israelitas a que veneraran su estatua a riesgo de morir. Los jóvenes se rehúsan porque conocen la verdad sobre Dios y sobre el hombre, ellos saben que solamente Dios está por encima de los hombres y que no hay que humillarse ni venerar a ningún mortal. ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 17, 48-49 Tú me liberas, Señor, de la ira de los pueblos, me haces triunfar sobre mis adversarios y me salvas del hombre malvado. ORACIÓN COLECTA Ilumina, Dios compasivo, los corazones de tus hijos que tratan de purificarse por la penitencia con amor, dígnate escuchar paternalmente nuestras súplicas. Por nuestro Señor Jesucristo... LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Dios mandó a su ángel para liberar a sus siervos. Del libro del profeta Daniel: 3, 14-20. 49-50. 91-92. 95 En aquellos días
dijo el rey Nabucodonosor: "¿Es cierto, Sedrak, Mesak y Abednegó,
que no quieren servir a mis dioses, ni adorar la estatua de oro que he
mandado levantar? Pues bien, si no es cierto, estén dispuestos
para que, al oír sonar el cuerno, la flauta, la cítara,
el salterio, la chirimía y toda clase de instrumentos, se postren
y adoren la estatua que he mandado hacer. Pero si no la adoran, serán
arrojados inmediatamente a un horno encendido. ¿Y qué dios
podrá librarlos entonces de mis manos?". SALMO RESPONSORIAL R/. Bendito seas para siempre, Señor. Bendito seas, Señor,
Dios de nuestros padres. Bendito sea tu nombre santo y glorioso. R/. ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 8, 15 Dichosos los que cumplen la palabra del Señor con un corazón bueno y sincero, y perseveran hasta dar fruto. R/. EVANGELIO Si el Hijo les da la libertad, serán realmente libres. Del santo Evangelio según san Juan: 8, 31-42 En aquel tiempo, Jesús
dijo a los que habían creído en él: "Si se mantienen
fieles a mi palabra, serán verdaderamente discípulos míos,
conocerán la verdad y la verdad los hará libres". Ellos
replicaron: "Somos hijos de Abraham y nunca hemos sido esclavos de
nadie. ¿Cómo dices tú: 'Serán libres'?" ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Acepta, Señor, estos dones que recibimos de ti y ahora te presentamos; y ya que los destinaste para alabanza de tu nombre, haz también que nos procuren la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio I de la Pasión del Señor (p. 15). ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Col 1, 13-14 Dios nos ha hecho entrar al Reino de su Hijo amado, por cuya sangre recibimos la redención y el perdón de los pecados. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Que el sacramento recibido, Señor, nos proporcione un remedio celestial para que purifique nuestros corazones de sus vicios y nos fortalezca con su constante protección. Por Jesucristo, nuestro Señor. ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO Opcional. Atiende, Dios todopoderoso, las súplicas de tu pueblo y a quienes, compadecido, les das la confianza de esperar en tu amor, concédeles, benigno, experimentar el efecto de tu acostumbrada misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor. ORACIÓN COLECTA Dios nuestro, que elegiste a san Vicente Ferrer, presbítero, como predicador infatigable del Evangelio, concédenos ver, dichosos, reinar en el cielo a quien él anunció en la tierra como juez que había de venir. Por nuestro Señor Jesucristo...
Morado Feria de Cuaresma MR p. 241 (253) / Lecc. I, p. 794 Otros santos: Eutiquio de Constantinopla, obispo; Pedro de Verona, mártir; Gala de Roma, laica. ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE Gén 17, 3-9; Jn 8, 51-59 El Señor Jesús sabe muy bien cuál es el alcance de su mensaje salvífico: trae la vida a quien lo reciba con fe. Al ofrecer Jesús una vida permanente, provoca la indignación de sus oyentes, que imaginan les estaría ofreciendo una prolongación indefinida de la vida biológica. Jesús está hablando de otra dimensión, de la vida sobrenatural que Dios le regalará a todos cuantos crean en el Hijo. El atrevimiento del Señor Jesús es tan notorio que se apropia de un título reservado a Dios, cuando dice: "Yo Soy el que soy". Aunque los judíos se consideren hijos de Dios, puesto que lo llaman Padre, su comportamiento los descalifica. Los verdaderos hijos de Dios realizan obras en favor de la vida y en manera alguna promueven la violencia contra, quienes, como Jesús, defienden y promueven la vida verdadera. ANTÍFONA DE ENTRADA Hb 9, 15 Cristo es el mediador de la nueva alianza, para que, por su muerte, los que han sido llamados reciban la herencia eterna que les había prometido. ORACIÓN COLECTA Atiende, Señor, a quienes te dirigen sus ruegos y protege en tu bondad a quienes hemos puesto la esperanza en tu misericordia, para que, purificados de toda mancha de pecado, perseveremos en una vida santa y lleguemos a ser herederos de tus promesas. Por nuestro Señor Jesucristo... LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Serás padre de una multitud de pueblos. Del libro del Génesis: 17, 3-9 Cuando Dios se le
apareció, Abram se postró con el rostro en el suelo y Dios
le dijo: "Aquí estoy. Esta es la alianza que hago contigo:
Serás padre de una multitud de pueblos. Ya no te llamarás
Abram, sino Abraham, porque te he constituido como padre de muchas naciones. SALMO RESPONSORIAL R/. El Señor nunca olvida sus promesas. Recurran al Señor
y a su poder, búsquenlo sin descanso. Recuerden los prodigios que
él ha hecho, sus portentos y oráculos. R/. ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Sal 94, 8 Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su corazón". R/. EVANGELIO Su padre Abraham se regocijaba con el pensamiento de verme. Del santo Evangelio según san Juan: 8, 51-59 En aquel tiempo, Jesús
dijo a los judíos: "Yo les aseguro: el que es fiel a mis palabras
no morirá para siempre". Los judíos le dijeron: "Ahora
ya no nos cabe duda de que estás endemoniado. Porque Abraham murió
y los profetas también murieron, y tú dices: 'El que es
fiel a mis palabras no morirá para siempre'. ¿Acaso eres
tú más que nuestro padre Abraham, el cual murió?
Los profetas también murieron. ¿Quién pretendes ser
tú?" ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Mira con agrado, Señor, este sacrificio, y concédenos que sirva para nuestra conversión y para la salvación del mundo entero. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio I de la Pasión del Señor. ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Rm 8, 32 Dios no escatimó la vida de su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros y en Él nos dio todo. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Alimentados por estos dones de salvación, suplicamos, Señor, tu misericordia, para que este sacramento, que nos nutre en nuestra vida temporal, nos haga partícipes de la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO Opcional. Sé propicio
a tu pueblo, Señor, para que, rechazando día con día
lo que te desagrada, se sacie sobre todo con las delicias de tus mandamientos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Feria de Cuaresma o Memoria parcial de San Juan Bautista de La Salle, presbítero* MR p. 242 (254). 696 (715) / Lecc. I, p. 796 Día de abstinencia Otros santos: Jorge de Mitilene, obispo. Beata María Asunta Pallota, religiosa. EL SEÑOR ESTÁ CONMIGO Jer 20,10-13; Jn 10,31-42 Jeremías se enfrentó en repetidas ocasiones con sus vecinos y conocidos, nunca procuró complacerlos, ni cantarles al oído las promesas mentirosas que les recitaban los profetas embusteros. Fue un crítico implacable de sus poses y gestos idolátricos. Con esa libertad ejercida a plenitud, se acarreó el resentimiento de la gente que buscaba eliminarlo. Jeremías no se asustó ni interrumpió su misión profética. Al contrario, reafirmó su misión y se puso en las manos del examinador justo que lo había mandado a profetizar. Sabiendo que contaba con la asistencia y el auxilio del Señor, persistió en su encargo misionero. La misma violencia y la misma cerrazón advertimos en aquellos judíos que quieren quitar de en medio a Jesús, porque se presenta como el verdadero enviado del Padre. ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 30, 10. 16. 18 Ten piedad de mí, Señor, porque estoy en peligro, líbrame y sálvame de la mano de mis enemigos y de aquellos que me persiguen; Señor, que no quede yo defraudado de haberte invocado. ORACIÓN COLECTA Perdona, Señor, las culpas de tu pueblo, para que, por tu bondad, nos libres de las ataduras de los pecados que por nuestra fragilidad hemos cometido. Por nuestro Señor Jesucristo... LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA El Señor está a mi lado como guerrero poderoso. Del libro del profeta Jeremías: 20, 10-13 En aquel tiempo, dijo
Jeremías: "Yo oía el cuchicheo de la gente que decía:
'Terror por todas partes. Denunciemos a Jeremías, vamos a denunciarlo'.
Todos los que eran mis amigos espiaban mis pasos, esperaban que tropezara
y me cayera, diciendo: 'Si se tropieza y se cae, lo venceremos y podremos
vengarnos de él'. Pero el Señor, guerrero poderoso, está
a mi lado; por eso mis perseguidores caerán por tierra y no podrán
conmigo; quedarán avergonzados de su fracaso y su ignominia será
eterna e inolvidable. SALMO RESPONSORIAL R/. Sálvame, Señor, en el peligro. Yo te amo, Señor,
tú eres mi fuerza, el Dios que me protege y me libera. R/. ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Jn 6, 63. 68 Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes palabras de vida eterna. R/. EVANGELIO Intentaron apoderarse de él, pero se les escapó de las manos. Del santo Evangelio según san Juan: 10, 31-42 En aquel tiempo, cuando
Jesús terminó de hablar, los judíos cogieron piedras
para apedrearlo. Jesús les dijo: "He realizado ante ustedes
muchas obras buenas de parte del Padre, ¿por cuál de ellas
me quieren apedrear?" ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Que tu ayuda, Dios misericordioso, nos haga dignos de servir siempre a tu altar, a fin de que la asidua participación en este sacrificio nos obtenga la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio I de la Pasión del Señor ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Pe 2, 24 Jesús, cargado con nuestros pecados, subió al madero de la cruz, para que, muertos al pecado, vivamos para la justicia; por sus llagas hemos sido curados. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Que no deje de protegernos continuamente, Señor, la recepción de este sacramento y que aleje siempre de nosotros todo mal. Por Jesucristo, nuestro Señor. ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO Opcional. Concede, Dios
todopoderoso, que tu siervos, que anhelan la gracia de tu protección,
puedan servirte con ánimo confiado, libres ya de todo mal. Por
Jesucristo, nuestro Señor. ORACIÓN COLECTA Dios nuestro, que elegiste a san Juan Bautista de la Salle para educar cristianamente a la juventud, suscita en tu Iglesia maestros que se consagren de todo corazón a la formación humana y cristiana de los jóvenes. Por nuestro Señor Jesucristo...
Morado Feria de Cuaresma MR p. 244 (256); Lecc. I, p. 799 LH. A partir de las Vísperas de hoy, se usan los himnos y oficio de la Semana Santa. Otros santos: Agabo de Cesarea, profeta; Julia Billiart, fundadora. Beato Agustín Jeong Yak-jong, mártir. LA BÚSQUEDA DE LA UNIDAD Ez 37,21-28; Jn 11,45-46 El profeta Ezequiel se lamentó de la división de Israel. Los descendientes de Judá y los descendientes de José conformaron dos reinos que, después de algunos siglos, terminaron siendo arrollados por los imperios vecinos. Para el profeta, aquel desastre solamente tenía una explicación: el pueblo había confiado ciegamente en las alianzas militares, en los "adelantos" astronómicos de los cananeos, que no eran otra cosa que la divinización de las fuerzas de la naturaleza. En todo ese proceso, se olvidaron de confiar en el Señor con el que habían hecho alianza. Cuando el Señor Jesús comenzó su misión en Israel, suscitó una profunda división de opiniones, por un lado, una porción importante de la comunidad, creyó decisivamente en sus señales, pero, por otro lado, los dirigentes del Sanedrín, en particular los letrados del partido fariseo, se oponían radicalmente a su propuesta y sus señales. La tensión subía y Jesús apareció como un dolor de cabeza para los dirigentes de Israel, que finalmente lo quitaron de en medio. ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 21, 20. 7 Tú, Señor, no te quedes lejos; fuerza mía, ven aprisa a ayudarme; pues yo soy un gusano, no un hombre, despreciado por la gente y rechazado por el pueblo. ORACIÓN COLECTA Señor Dios, que hiciste que todos los renacidos en Cristo, vinieran a ser linaje escogido y sacerdocio real, concédenos querer y poder cumplir lo que mandas, para que tu pueblo, llamado a la vida eterna, tenga unidos sus corazones en una misma fe y actúe movido por el mismo amor. Por nuestro Señor Jesucristo... LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Haré de ellos un solo pueblo. Del libro del profeta Ezequiel: 37, 21-28 Esto dice el Señor
Dios: "Voy a recoger de las naciones a donde emigraron, a todos los
israelitas; de todas partes los congregaré para llevarlos a su
tierra. Haré de ellos un solo pueblo en mi tierra, en los montes
de Israel; habrá un solo rey para todos ellos y nunca más
volverán a ser dos naciones, ni a dividirse en dos reinos. Ya no
volverán a mancharse con sus ídolos, sus abominaciones y
con todas sus iniquidades; yo los salvaré de las infidelidades
que cometieron y los purificaré; ellos van a ser mi pueblo y yo
voy a ser su Dios. SALMO RESPONSORIAL
R/. El Señor cuidará a su pueblo como un pastor a su rebaño. Escuchen, pueblos,
la palabra del Señor, anúncienla aun en las islas más
remotas: "El que dispersó a Israel lo reunirá y lo
cuidará como el pastor a su rebaño". R/. ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Ez 18, 31 Purifíquense de todas sus iniquidades; renueven su corazón y su espíritu, dice el Señor. R/. EVANGELIO Jesús debía morir pura congregar a los hijos de Dios, que estaban dispersos. Del santo Evangelio según san Juan: 11, 45-56 En aquel tiempo, muchos
de los judíos que habían ido a casa de Marta y María,
al ver que Jesús había resucitado a Lázaro, creyeron
en él. Pero algunos de entre ellos fueron a ver a los fariseos
y les contaron lo que había hecho Jesús. Entonces los sumos
sacerdotes y los fariseos convocaron al sanedrín y decían:
"¿Qué será bueno hacer? Ese hombre está
haciendo muchos prodigios. Si lo dejamos seguir así, todos van
a creer en él, van a venir los romanos y destruirán nuestro
templo y nuestra nación". ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Que te sea aceptable, Señor, la ofrenda de nuestro ayuno, para que, purificados, nos haga dignos de tu gracia y nos lleve a participar de los bienes prometidos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio I de la Pasión del Señor. ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 11, 52 Cristo fue entregado a la muerte, para congregar en la unidad a los hijos de Dios, que estaban dispersos. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Señor, suplicamos a tu majestad que así como nos nutres con el sagrado alimento del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, nos hagas participar de la naturaleza divina. Por Jesucristo, nuestro Señor. ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO Opcional. Ten misericordia, Señor, de tu Iglesia suplicante y mira compasivo a quienes se inclinan de corazón ante ti, para que no permitas que los que redimiste con la muerte de tu Unigénito, queden expuestos al pecado ni consientas que los opriman las adversidades. Por Jesucristo, nuestro Señor. Algunas notas pastorales para el Domingo de Ramos: I.
En todas las Misas, incluso en las vespertinas del sábado se ha
de hacer la conmemoración de la entrada del Señor en Jerusalén,
con alguna de las tres formas indicadas en el Misal. Domingo de Ramos, "De la Pasión del Señor" Rojo MR p 247 (257) / Lecc. I p. 78 LH Semana II del Salterio Otros santos: Hugo de Rouen, obispo; Casilda de Burgos, virgen. Beata Celestina Catalina Faron, mártir. EL SEÑOR ME AYUDA Is 50,4-7, Flp 2,6-11; Mt 26, 14-27,66 La entereza con que el Siervo de Yahvé se confronta con el sufrimiento y el maltrato es sorprendente. Extrañamente ofrecía su espalda a los verdugos que lo maltratan y a los torturadores que lo lastimaban. No procedía de esta manera por algún trastorno psicológico que lo empujara a disfrutar del dolor. Antes bien, es un creyente que sabe que el Dios justo, en su momento, fallará en su favor y lo rescatará de la prueba. Sus últimas palabras resultan hasta retadoras y desafiantes: "¿Quién tiene algo contra mí? Que se me acerque". El Señor Jesús cuando enfrentó su pasión no desestimó la gravedad de su sufrimiento, se quejó abiertamente ante el Padre, solicitó le apartara de aquella prueba, experimentó el doloroso abandono, pero finalmente, asumió confiadamente su muerte, sabiendo que cumplía el designio del Padre, que lo resucitaría y manifestaría su victoria sobre el mal. 1.
En este día la Iglesia recuerda la entrada de Cristo nuestro Señor
a Jerusalén para consumar su Misterio Pascual. Por lo tanto en
todas las Misas se conmemora esta entrada del Señor mediante una
procesión o una entrada solemne, antes de la Misa principal, y
por medio de una entrada sencilla antes de las demás Misas. Pero
puede repetirse la entrada solemne (no la procesión), antes de
algunas otras Misas que se celebren con gran asistencia del Pueblo. Primera forma: Procesión 2. A la hora señalada, los fieles se reúnen en una iglesia menor o en algún otro lugar adecuado, fuera de la iglesia hacia la cual va a dirigirse la procesión. Los fieles llevan sus ramos en las manos. 3. El sacerdote y el diácono, revestidos con las vestiduras rojas requeridas para la Misa, acompañados por los otros ministros, se acercan al lugar donde el pueblo está congregado. El sacerdote, en lugar de casulla, puede usar la capa pluvial, que dejará después de la procesión, y se pondrá la casulla. 4. Entretanto se canta la siguiente antífona u otro cántico adecuado: ANTÍFONA Mt 21, 9 Hosanna al Hijo de David. Bendito el que viene en nombre del Señor, el Rey de Israel. Hosanna en el cielo. 5. Enseguida
el sacerdote y los fieles se santiguan mientras el sacerdote dice: "En
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo". Después
el sacerdote saluda al pueblo de la manera acostumbrada y hace una breve
monición para invitar a los fieles a participar activa y conscientemente
en la celebración de este día: Puede hacerlo con éstas
o semejantes palabras. 6. Después
de esta monición, el sacerdote, teniendo extendidas las manos,
dice una de las dos oraciones siguientes: O bien: Aumenta, Señor
Dios, la fe de los que esperan en ti y escucha con bondad las súplicas
de quienes te invocan, para que, al presentar hoy nuestros ramos a Cristo
victorioso, demos para ti en El frutos de buenas obras. Él, que
vive y reina por los siglos de los siglos. R/. Amén. 7. Enseguida el diácono, o en su ausencia el sacerdote, proclama del modo acostumbrado el Evangelio de la entrada del Señor en Jerusalén, según alguno de los cuatro evangelistas. Si es oportuno se usa el incienso. "Bendito el que viene en nombre del Señor" EVANGELIO (Ciclo A) Bendito el que viene en nombre del Señor. Del santo Evangelio según san Mateo: 21, 1-11 Cuando se aproximaban
ya a Jerusalén, al llegar a Betfagé, junto al monte de los
Olivos, envió Jesús a dos de sus discípulos, diciéndoles:
"Vayan al pueblo que ven allí enfrente; al entrar, encontrarán
amarrada una burra y un burrito con ella; desátenlos y tráiganmelos.
Si alguien les pregunta algo, díganle que el Señor los necesita
y enseguida los devolverá". 8.
Después del Evangelio, si se cree oportuno, puede tenerse una breve
homilía. Al iniciar la procesión, el celebrante u otro ministro
idóneo puede hacer una exhortación con estas palabras u
otras parecidas: 9. Y se inicia la procesión hacia el templo donde va a celebrarse la misa. Si se usa el incienso, el turiferario va adelante con el incensario, en el cual habrá puesto incienso previamente; enseguida, un ministro con la cruz adornada y, a su lado, dos acólitos con velas encendidas. Sigue luego el sacerdote con los ministros y, detrás de ellos, los fieles con ramos en las manos. Al avanzar la procesión, el coro y el pueblo entonan los siguientes cánticos u otros apropiados. ANTÍFONA I Los niños hebreos, llevando ramos de olivo, salieron al encuentro del Señor, clamando: "Hosanna en el cielo". Si se cree conveniente, puede alternarse esta antífona con los versículos del salmo 23. SALMO 23 Del Señor es
la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los, que en él habitan,
pues Él lo edificó sobre los mares, Él fue quien
lo asentó sobre los ríos. ¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién podrá entrar en su recinto santo? El de corazón limpio y manos puras y que no jura en falso. Se repite la antífona. Ése obtendrá la bendición de Dios, y Dios, su salvador, le hará justicia. Ésta es la clase de hombres que te buscan y vienen ante ti, Dios de Jacob. Se repite la antífona. ¡Puertas, ábranse de par en par; agrándense, portones eternos, porque va a entrar el rey de la gloria! Se repite la antífona. Y ¿quién es el rey de la gloria? Es el Señor, fuerte y poderoso, el Señor, poderoso en la batalla. Se repite la antífona. ¡Puertas, ábranse de par en par; agrándense, por-tones eternos, porque va a entrar el rey de la gloria! Se repite la antífona. Y ¿quién es el rey de la gloria? El Señor, Dios de los ejércitos, es el rey de la gloria. Se repite la antífona. ANTÍFONA II Los niños hebreos extendían sus mantos por el ca-mino y clamaban: "Hosanna al Hijo de David, bendito el que viene en nombre del Señor". Si se cree oportuno, puede alternarse esta antífona con los versículos del siguiente salmo. SALMO 46 Aplaudan, pueblos todos; aclamen al Señor, de gozo llenos; que el Señor, el Altísimo, es terrible y de toda la tierra, rey supremo. Se repite la antífona. Fue Él quien nos puso por encima de todas las naciones y los pueblos, al elegirnos como herencia suya, orgullo de Jacob, su predilecto. Se repite la antífona. Entre voces de júbilo y trompetas, Dios, el Señor, asciende hasta su trono. Cantemos en honor de nuestro Dios, al rey honremos y cantemos todos. Se repite la antífona. Porque Dios es el rey del universo, cantemos el mejor de nuestros cantos. Reina Dios sobre todas las naciones desde su trono santo. Se repite la antífona. Los jefes de los pueblos se han reunido con el pueblo de Dios, Dios de Abraham, porque de Dios son los grandes de la tierra. Por encima de todo Dios está. HIMNO A CRISTO REY Coro: Gloria, alabanza y honor, a ti Cristo rey, redentor; a quien infantil cortejo entonó piadoso Hosanna. Todos repiten: Gloria, alabanza y honor... Coro: Tú eres el rey de Israel, prole ínclita de David, rey bendito, que vienes en el nombre del Señor. Todos repiten: Gloria, alabanza y honor... Coro: Toda la corte celestial te alaba en las alturas, y el hombre mortal, con todas las creaturas. Todos repiten: Gloria, alabanza y honor... Coro: El pueblo hebreo salió con palmas a tu encuentro; nosotros con preces, votos e himnos venimos a ti. Todos repiten: Gloria, alabanza y honor... Coro: Aquellos cuando ibas a padecer te tributaban loores; nosotros ahora que reinas, te ofrecemos nuestro canto. Todos repiten: Gloria, alabanza y honor... Coro: Aquellos te agradaron, que te agrade también nuestra devoción: ¡Rey bueno, rey clemente, a quien agrada todo lo bueno! Todos repiten: Gloria, alabanza y honor... O bien: HIMNO A CRISTO REY HIMNO A CRISTO REY ¡Que viva mi
Cristo, 1. Mexicanos, un Padre
tenemos 2. Demos gracias al
Padre 3. Dios le dio el
poder, la 4. Rey eterno, Rey
universal, 10. Al entrar la procesión en la iglesia, se canta el siguiente responsorio u otro cántico alusivo a la entrada del Señor en Jerusalén: RESPONSORIO R. Al entrar el Señor
en la ciudad santa, los hijos de Israel, anticipándose a la resurrección
del Señor de la vida, con palmas en las manos, clamaban: Hosanna
en el cielo. 11. El sacerdote, al llegar al altar, hace la debida reverencia y, si lo juzga oportuno, lo inciensa. Luego se dirige a la sede (se quita la capa pluvial, si la usó, y se pone la casulla) y, omitidos los demás ritos iniciales de la Misa, incluso el Señor, ten piedad, da fin a la procesión diciendo la oración colecta y prosigue la misa de la manera acostumbrada. SEGUNDA FORMA: ENTRADA SOLEMNE 12. Donde no se pueda hacer la procesión fuera de la iglesia, la entrada del Señor se celebra dentro del templo por medio de una entrada solemne, antes de la misa principal. 13. Los fieles se reúnen ante la puerta de la iglesia, o bien, dentro de la misma iglesia, llevando los ramos en la mano. El sacerdote, los ministros y algunos de los fieles, van a algún sitio adecuado de la iglesia, fuera del presbiterio, en donde pueda ser vista fácilmente la ceremonia, al menos por la mayor parte de la asamblea. 14. Mientras el sacerdote se dirige al sitio indicado, se canta la antífona "Hosanna al Hijo de David" (n. 4) o algún otro cántico adecuado. Después se bendicen los ramos y se lee el Evangelio de la entrada del Señor en Jerusalén, como se indicó en los nn. 5-7. Después del Evangelio, el sacerdote va solemnemente hacia el presbiterio a través del templo, acompañado por los ministros y por algunos fieles, mientras se canta el responsorio "Al entrar el Señor" (n. 10), u otro cántico apropiado. 15. Al llegar al altar, el sacerdote hace la debida reverencia. Enseguida va a la sede y omitidos los ritos iniciales de la Misa, incluso el Señor, ten piedad, si es oportuno, dice la colecta de la Misa, que prosigue luego de la manera acostumbrada. TERCERA FORMA: ENTRADA SENCILLA 16. En todas las demás misas de este domingo, en las que no se hace la entrada solemne, se recuerda la entrada del Señor en Jerusalén por medio de una entrada sencilla. 17. Mientras el sacerdote se dirige al altar, se canta la antífona de entrada con su salmo u otro cántico sobre el mismo tema. El sacerdote, al llegar al altar, hace la debida reverencia, va a la sede y saluda al pueblo. Luego sigue la misa de la manera acostumbrada. 18. En las demás misas en que no es posible cantar la antífona de entrada, el sacerdote, después de llegar al altar y de haber hecho la debida reverencia, saluda al pueblo, lee la antífona de entrada y prosigue la misa de la manera acostumbrada. ANTÍFONA DE ENTRADA Jn 12,1. 12-13 Seis días antes de la Pascua, cuando el Señor entró en Jerusalén, salieron los niños a su encuentro llevando en sus manos hojas de palmera y gritando: Hosanna en el cielo. Bendito tú, que vienes lleno de bondad y de misericordia. Sal 23, 9-10 Puertas, ábranse
de par en par; agrándense, portones eternos, porque va a entrar
el Rey de la gloria. Y ¿quién es ese Rey de la gloria? El
Señor de los ejércitos es el Rey de la gloria. Hosanna en
el cielo. Bendito tú, que vienes lleno de bondad y de misericordia. LA MISA 19. Después de la procesión o de la entrada solemne, el sacerdote comienza la misa con la oración colecta. ORACIÓN COLECTA Dios todopoderoso y eterno, que quisiste que nuestro Salvador se hiciera hombre y padeciera en la cruz para dar al género humano ejemplo de humildad, concédenos, benigno, seguir las enseñanzas de su pasión y que merezcamos participar de su gloriosa resurrección. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. 20.
Se lee la historia de la Pasión del Señor. No se llevan
ciriales ni incienso, ni se hace al principio el saludo, ni se signa el
libro. La lectura la hace un diácono o, en su defecto, el sacerdote.
Puede también ser hecha por lectores, reservando al sacerdote,
si es posible, la parte correspondiente a Cristo. 21.
Después de la lectura de la Pasión, puede tenerse, si se
cree oportuno, una breve homilía. También se puede guardar
un momento de silencio. LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA No aparté mi rostro de los insultos, y sé que no quedaré avergonzado. Del libro del profeta Isaías: 50, 4-7 En aquel entonces,
dijo Isaías: "El Señor me ha dado una lengua experta,
para que pueda confortar al abatido con palabras de aliento. SALMO RESPONSORIAL R/. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? Todos los que me ven,
de mí se burlan; me hacen gestos y dicen: "Confiaba en el
Señor, pues que Él lo salve; si de veras lo ama, que lo
libre". R/. SEGUNDA LECTURA Cristo se humilló a sí mismo, por eso Dios lo exaltó. De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 2, 6-11 Cristo, siendo Dios,
no consideró que debía aferrarse a las prerrogativas de
su condición divina, sino que, por el contrario, se anonadó
a sí mismo, tomando la condición de siervo, y se hizo semejante
a los hombres. Así, hecho uno de ellos, se humilló a sí
mismo y por obediencia aceptó incluso la muerte, y una muerte de
cruz. ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Flp 2,8-9 Cristo se humilló por nosotros y por obediencia aceptó incluso la muerte y una muerte de cruz. Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre. R/. EVANGELIO PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEGÚN SAN MATEO: 26, 14-27, 66 (La señal de cruz, se refiere a Cristo; la C, al cronista, y la S. a la sinagoga). C En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a ver a los sumos sacerdotes y les dijo: S "¿Cuánto me dan si les entrego a Jesús?" C Ellos quedaron en darle treinta monedas de plata. Y desde ese momento andaba buscando una oportunidad para entregárselo. El primer día de la fiesta de los panes Ázimos, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: S "¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?" C Él respondió: † "Vayan a la ciudad, a casa de fulano y díganle: El Maestro dice: Mi hora está ya cerca. Voy a celebrar la Pascua con mis discípulos en tu casa". C Ellos hicieron lo que Jesús les había ordenado y prepararon la cena de Pascua. Al atardecer, se sentó a la mesa con los Doce, y mientras cenaban, les dijo: † "Yo les aseguro que uno de ustedes va a entregarme". C Ellos se pusieron muy tristes y comenzaron a preguntarle uno por uno: S "¿Acaso soy yo, Señor?" C El respondió: † "El que moja su pan en el mismo plato que yo, ése va a entregarme. Porque el Hijo del hombre va a morir, como está escrito de Él; pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre va a ser entregado! Más le valiera a ese hombre no haber nacido". C Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: S "¿Acaso soy yo, Maestro?" C Jesús le respondió: † "Tú lo has dicho". C Durante la cena, Jesús tomó un pan, y pronunciada la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: † "Tomen
y coman. Éste es mi Cuerpo". † "Beban todos de ella, porque ésta es mi Sangre, Sangre de la nueva alianza, que será derramada por todos, para el perdón de los pecados. Les digo que ya no beberé más del fruto de la vid, hasta el día en que beba con ustedes el vino nuevo en el Reino de mi Padre". C Después de haber cantado el himno, salieron hacia el monte de los Olivos. Entonces Jesús les dijo: † "Todos ustedes se van a escandalizar de mí esta noche, porque está escrito: Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas del rebaño. Pero después de que yo resucite, iré delante de ustedes a Galilea". C Entonces Pedro le replicó: S "Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré". C Jesús le dijo: † "Yo te aseguro que esta misma noche, antes de que el gallo cante, me habrás negado tres veces". C Pedro le replicó: S "Aunque tenga que morir contigo, no te negaré". C Y lo mismo dijeron todos los discípulos: Entonces Jesús fue con ellos a un lugar llamado Getsemaní y dijo a los discípulos: † "Quédense aquí mientras yo voy a orar más allá". C Se llevó consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo y comenzó a sentir tristeza y angustia. Entonces les dijo: † "Mi alma está llena de una tristeza mortal. Quédense aquí y velen conmigo". C Avanzó unos pasos más, se postró rostro en tierra y comenzó a orar, diciendo: † "Padre mío, si es posible, que pase de mí este cáliz; pero que no se haga como yo quiero, sino como quieres tú". C Volvió entonces a donde estaban los discípulos y los encontró dormidos. Dijo a Pedro: † "¿No han podido velar conmigo ni una hora? Velen y oren, para no caer en la tentación, porque el espíritu está pronto, pero la carne es débil". C Y alejándose de nuevo, se puso a orar, diciendo: † "Padre mío, si este cáliz no puede pasar sin que yo lo beba, hágase tu voluntad". C Después volvió y encontró a sus discípulos otra vez dormidos, porque tenían los ojos cargados de sueño. Los dejó y se fue a orar de nuevo, por tercera vez, repitiendo las mismas palabras. Después de esto, volvió a donde estaban los discípulos y les dijo: † "Duerman ya y descansen. He aquí que llega la hora y el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. ¡Levántense! ¡Vamos! Ya está aquí el que me va a entregar". C Todavía estaba hablando Jesús, cuando llegó Judas, uno de los Doce, seguido de una chusma numerosa con espadas y palos, enviada por los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo. El que lo iba a entregar les había dado esta señal: S "Aquel a quien yo le dé un beso, ése es. Aprehéndanlo". C Al instante se acercó a Jesús y le dijo: S "¡Buenas noches, Maestro!" C Y lo besó. Jesús le dijo: † "Amigo, ¿es esto a lo que has venido?" C Entonces se acercaron a Jesús, le echaron mano y lo apresaron. Uno de los que estaban con Jesús, sacó la espada, hirió a un criado del sumo sacerdote y le cortó una oreja. Le dijo entonces Jesús: † "Vuelve la espada a su lugar, pues quien usa la espada, a espada morirá. ¿No crees que si yo se lo pidiera a mi Padre, Él pondría ahora mismo a mi disposición más de doce legiones de ángeles? Pero, ¿cómo se cumplirían entonces las Escrituras, que dicen que así debe suceder?" C Enseguida dijo Jesús a aquella chusma: † "Han salido ustedes a apresarme como a un bandido, con espadas y palos? Todos los días yo enseñaba, sentado en el templo, y no me aprehendieron. Pero todo esto ha sucedido para que se cumplieran las predicciones de los profetas". C Entonces todos los discípulos lo abandonaron y huyeron. Los que aprehendieron a Jesús lo llevaron a la casa del sumo sacerdote Caifás, donde los escribas y los ancianos estaban reunidos. Pedro los fue siguiendo de lejos hasta el palacio del sumo sacerdote. Entró y se sentó con los criados para ver en qué paraba aquello. Los sumos sacerdotes y todo el sanedrín andaban buscando un falso testimonio contra Jesús, con ánimo de darle muerte; pero no lo encontraron, aunque se presentaron muchos testigos falsos. Al fin llegaron dos, que dijeron: S "Este dijo: 'Puedo derribar el templo de Dios y reconstruirlo en tres días"'. C Entonces el sumo sacerdote se levantó y le dijo: S "¿No respondes nada a lo que éstos atestiguan en contra tuya?". C Como Jesús callaba, el sumo sacerdote le dijo: S "Te conjuro por el Dios vivo a que nos digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios". C Jesús le respondió: † "Tú lo has dicho. Además, yo les declaro que pronto verán al Hijo del hombre, sentado a la derecha de Dios, venir sobre las nubes del cielo". C Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras y exclamó: S "¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Ustedes mismos han oído la blasfemia. ¿Qué les parece?" C Ellos respondieron: S "Es reo de muerte". C Luego comenzaron a escupirle en la cara y a darle de bofetadas. Otros lo golpeaban, diciendo: S "Adivina quién es el que te ha pegado". C Entretanto, Pedro estaba fuera, sentado en el patio. Una criada se le acercó y le dijo: S "Tú también estabas con Jesús, el Galileo". C Pero él lo negó ante todos, diciendo: S "No sé de qué me estás hablando". C Ya se iba hacia el zaguán, cuando lo vio otra criada y dijo a los que estaban ahí: S "También ése andaba con Jesús, el nazareno". C Él de nuevo lo negó con juramento: S "No conozco a ese hombre". C Poco después se acercaron a Pedro los que estaban ahí y le dijeron: S "No cabe duda de que tú también eres de ellos, pues hasta tu modo de hablar te delata". C Entonces él comenzó a echar maldiciones y a jurar que no conocía a aquel hombre. Y en aquel momento cantó el gallo. Entonces se acordó Pedro de que Jesús había dicho: "Antes de que cante el gallo, me habrás negado tres veces". Y saliendo de ahí se soltó a llorar amargamente. Llegada la mañana, todos los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo celebraron consejo contra Jesús para darle muerte. Después de atarlo, lo llevaron ante el procurador, Poncio Pilato, y se lo entregaron. Entonces Judas, el que lo había entregado, viendo que Jesús había sido condenado a muerte, devolvió arrepentido las treinta monedas de plata a los sumos sacerdotes y a los ancianos, diciendo: S "Pequé, entregando la sangre de un inocente". C Ellos dijeron: S "¿Y a nosotros qué nos importa? Allá tú". C Entonces Judas arrojó las monedas de plata en el templo, se fue y se ahorcó. Los sumos sacerdotes tomaron las monedas de plata y dijeron: S "No es lícito juntarlas con el dinero de las limosnas, porque son precio de sangre". C Después de deliberar, compraron con ellas el Campo del alfarero, para sepultar ahí a los extranjeros. Por eso aquel campo se llama hasta el día de hoy "Campo de sangre". Así se cumplió lo que dijo el profeta Jeremías: "Tomaron las treinta monedas de plata en que fue tasado aquel a quien pusieron precio algunos hijos de Israel, y las dieron por el Campo del alfarero, según lo que me ordenó el Señor". C Jesús compareció ante el procurador, Poncio Pilato, quien le preguntó: S "¿Eres tú el rey de los judíos?" C Jesús respondió: † "Tú lo has dicho". C Pero nada respondió a las acusaciones que le hacían los sumos sacerdotes y los ancianos. Entonces le dijo Pilato: S "¿No oyes todo lo que dicen contra ti?" C Pero El nada respondió, hasta el punto de que el procurador se quedó muy extrañado. Con ocasión de la fiesta de la Pascua, el procurador solía conceder a la multitud la libertad del preso que quisieran. Tenían entonces un preso famoso, llamado Barrabás. Dijo, pues, Pilato a los ahí reunidos: S "¿A quién quieren que les deje en libertad: a Barrabás o a Jesús, que se dice el Mesías?". C Pilato sabía que se lo habían entregado por envidia. Estando él sentado en el tribunal, su mujer mandó decirle: S "No te metas con ese hombre justo, porque hoy he sufrido mucho en sueños por su causa". C Mientras tanto, los sumos sacerdotes y los ancianos convencieron a la muchedumbre de que pidieran la libertad de Barrabás y la muerte de Jesús. Así, cuando el procurador les preguntó: S "¿A cuál de los dos quieren que les suelte?", C ellos respondieron: S "A Barrabás". C Pilato les dijo: S "¿Y qué voy a hacer con Jesús, que se dice el Mesías?" C Respondieron todos: S "Crucifícalo". C Pilato preguntó: S "Pero, ¿qué mal ha hecho?" C Más ellos seguían gritando cada vez con más fuerza: S "¡Crucifícalo!" C Entonces Pilato, viendo que nada conseguía y que crecía el tumulto, pidió agua y se lavó las manos ante el pueblo, diciendo: S "Yo no me hago responsable de la muerte de este hombre justo. Allá ustedes". C Todo el pueblo respondió: S "¡Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos!" C Entonces Pilato puso en libertad a Barrabás. En cambio a Jesús lo hizo azotar y lo entregó para que lo crucificaran. Los soldados del procurador llevaron a Jesús al pretorio reunieron alrededor de Él a todo el batallón. Lo desnudaron, le echaron encima un manto de púrpura, trenzaron una corona de espinas y se la pusieron en la cabeza; le pusieron una caña en su mano derecha, y arrodillándose ante Él, se burlaban diciendo: S "¿Viva el rey de los judíos!", C
y le escupían. Luego, quitándole la caña, lo golpeaban
con ella en la cabeza. Después de que se burlaron de Él,
le quitaron el manto, le pusieron sus ropas y lo llevaron a crucificar.
Juntamente con Él crucificaron a dos ladrones. Al salir, encontraron
a un hombre de Cirene, llamado Simón, y lo obligaron a llevar la
cruz. Al llegar a un lugar llamado Gólgota, es decir, "Lugar
de la Calavera", le dieron a beber a Jesús vino mezclado con
hiel; Él lo probó, pero no lo quiso beber. Los que lo crucificaron
se repartieron sus vestidos, echando suertes, y se quedaron sentados ahí
para custodiarlo. Sobre su cabeza pusieron por escrito la causa de su
condena: "Éste es Jesús, el rey de los judíos".
Juntamente con Él, crucificaron a dos ladrones, uno a su derecha
y El otro a su izquierda. Los que pasaban por ahí lo insultaban
moviendo la cabeza y gritándole: C También se burlaban de Él los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos, diciendo: "Ha salvado a otros y no puede salvarse a sí mismo. Si es el rey de Israel, que baje de la cruz y creeremos en Él. Ha puesto su confianza en Dios, que Dios lo salve ahora, si es que de verdad lo ama, pues Él ha dicho: "Soy el Hijo de Dios". C Hasta los ladrones que estaban crucificados a su lado lo injuriaban. Desde el mediodía hasta las tres de la tarde, se oscureció toda aquella tierra. Y alrededor de las tres, Jesús exclamó con fuerte voz: † "Elí, Elí, ¿lemá sabactaní?", C que quiere decir: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?" Algunos de los presentes, al oírlo, decían: S "Está llamando a Elías". C Enseguida uno de ellos fue corriendo a tomar una esponja, la empapó en vinagre y sujetándola a una caña, le ofreció de beber. Pero los otros le dijeron: S "Déjalo. Vamos a ver si viene Elías a salvarlo". C Entonces Jesús, dando de nuevo un fuerte grito, expiró. (Aquí todos se arrodillan y guardan silencio por unos instantes) C Entonces el velo del templo se rasgó en dos partes, de arriba a abajo, la tierra tembló y las rocas se partieron. Se abrieron los sepulcros y resucitaron muchos justos que habían muerto, y después de la resurrección de Jesús, entraron en la ciudad santa y se aparecieron a mucha gente. Por su parte, el oficial y los que estaban con él custodiando a Jesús, al ver el terremoto y las cosas que ocurrían, se llenaron de un gran temor y dijeron: S "Verdaderamente éste era Hijo de Dios". C Estaban también allí, mirando desde lejos, muchas de las mujeres que habían seguido a Jesús desde Galilea para servirlo. Entre ellas estaban María Magdalena, María, la madre de Santiago y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo. Al atardecer, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que se había hecho también discípulo de Jesús. Se presentó a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús, y Pilato dio orden de que se lo entregaran. José tomó el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia y lo depositó en un sepulcro nuevo, que había hecho excavar en la roca para sí mismo. Hizo rodar una gran piedra hasta la entrada del sepulcro y se retiró. Estaban ahí María Magdalena y la otra María, sentadas frente al sepulcro. Al otro día, el siguiente de la preparación de la Pascua, los sumos sacerdotes y los fariseos se reunieron ante Pilato y le dijeron: S "Señor, nos hemos acordado de que ese impostor, estando aún en vida, dijo: 'A los tres días resucitaré'. Manda, pues, asegurar el sepulcro hasta el tercer día; no sea que vengan sus discípulos, lo roben y digan luego al pueblo: 'Resucitó de entre los muertos', porque esta última impostura sería peor que la primera". C Pilato les dijo: S "Tomen un pelotón de soldados, vayan y aseguren el sepulcro como ustedes quieran". C
Ellos fueron y aseguraron el sepulcro, poniendo un sello sobre la puerta
y dejaron ahí la guardia. Se dice Credo PLEGARIA UNIVERSAL Imploremos, hermanos,
a Jesús, el Sumo Sacerdote de la fe que profesamos, que en la cruz
presentó, con lágrimas en los ojos, oraciones y súplicas
al Padre, y oremos también nosotros por todos los hombres: (R/.
Escúchanos, Señor.) ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Que la pasión de tu Unigénito, Señor, nos atraiga tu perdón, y aunque no lo merecemos por nuestras obras, por la mediación de este sacrificio único, lo recibamos de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor. PREFACIO La Pasión del Señor ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 26, 42 Padre mío, si no es posible evitar que yo beba este cáliz, hágase tu voluntad. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Tú que nos has alimentado con esta Eucaristía, y por medio de la muerte de tu Hijo nos das la esperanza de alcanzar lo que la fe nos promete, concédenos, Señor, llegar, por medio de su resurrección, a la meta de nuestras esperanzas. Por Jesucristo, nuestro Señor. ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO Dios y Padre nuestro, mira con bondad a esta familia tuya, por la cual nuestro Señor Jesucristo no dudó en entregarse a sus verdugos y padecer el tormento de la cruz. Por Jesucristo, nuestro Señor. UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Normalmente los seres humanos evitamos los golpes y los castigos como acciones arbitrarias y carentes de significado. Consideramos como malo y reprobable cuanto nos provoca sufrimiento. Sin embargo, hay ocasiones en que aceptamos algunos sufrimientos porque comprendemos que son inevitables y porque intuimos que posteriormente nos acarrearán resultados favorables. Los hombres generosos que han padecido largos años en prisión sin dejarse marchitar el corazón por el odio y el resentimiento son conocidos: ahí tenemos a Mandela, Gandhi y Luther King. Hombres y mujeres religiosos que sostuvieron su misión en alguna convicción creyente. La Pasión del Señor Jesucristo se nos presenta como un camino viable para enfrentar los reveses de la vida. Jesús entendió que la entrega de su existencia, desataría el amanecer del reino de Dios, por eso se decidió a beber el cáliz que tanto trabajo le costó beber: por amor a su Padre.
Morado Lunes Santo MR p. 259 (272) / Lecc. I, p. 802 / 2a. Semana del Salterio Otros santos: Macario de Gante, obispo; Miguel de los Santos "el Extático", presbítero. Beato Bonifacio Zukowski, mártir. NO VACILARÁ NI SE QUEBRARÁ Is 42,1-7; Jn 12.1-11 El Señor presenta con gran entusiasmo a su siervo, a sabiendas que cumplirá sobradamente su misión. La tarea es desmedida, puesto que deberá implantar el derecho en la tierra. La torcedura de la justicia y el aumento de la impunidad no son algo privativo de nuestra época o de nuestro país. En mayor o menor medida, las sociedades se organizan inequitativamente, favoreciendo a los poderosos y excluyendo a los débiles. El Señor Jesús y su amigo Lázaro se perfilan, en el Evangelio de san Juan como víctimas de los poderosos. Lázaro, en particular, se convirtió en un sujeto peligroso por haber sido beneficiario de la vida abundante que Jesús le regaló. El Evangelio muestra las reacciones contrastantes de los presentes: de un lado, Judas solamente sabe de dinero e intereses económicos, por otro lado, María, hermana de Lázaro, comprende el lenguaje del amor y la gratitud. ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 34, 1-2; Sal 139, 8 Juzga, Señor, a los que me hacen daño, ataca a los que me atacan, toma las armas y el escudo, levántate y ven en mi ayuda. Señor, mi fuerza de salvación. ORACIÓN COLECTA Te rogamos, Dios todopoderoso, que quienes desfallecemos a causa de nuestra debilidad, nos recuperemos gracias a la pasión de tu Unigénito. El, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA No gritará ni hará oír su voz en las plazas. Del libro del profeta Isaías: 42, 1-7 Miren a mi siervo,
a quien sostengo, a mi elegido, en quien tengo mis complacencias. En él
he puesto mi espíritu, para que haga brillar la justicia sobre
las naciones. No gritará ni clamará, no hará oír
su voz en las plazas, no romperá la caña resquebrajada,
ni apagará la mecha que aún humea. Proclamará la
justicia con firmeza, no titubeará ni se doblegará, hasta
haber establecido el derecho sobre la tierra y hasta que las islas escuchen
su enseñanza. SALMO RESPONSORIAL R. El Señor es mi luz y mi salvación. El Señor es
mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo?
El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién podrá
hacerme temblar? R/. ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Señor Jesús, rey nuestro, sólo tú has tenido compasión de nuestras faltas. R/. EVANGELIO Déjala. Esto lo tenía guardado para el día de mi sepultura. Del santo Evangelio según san Juan: 12, 1-11 Seis días antes
de la Pascua, fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro,
a quien había resucitado de entre los muertos. Allí le ofrecieron
una cena; Martha servía y Lázaro era uno de los que estaban
con Él a la mesa. María tomó entonces una libra de
perfume de nardo auténtico, muy costoso, le ungió a Jesús
los pies con él y se los enjugó con su cabellera, y la casa
se llenó con la fragancia del perfume. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Mira con bondad, Señor, los sagrados misterios que estamos celebrando y ya que en tu misericordia dispusiste que nos sirvieran para desechar nuestros falsos criterios, concédenos que nos ayuden a producir verdaderos frutos de vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. ANTÍFONA DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Sal 101, 3 No apartes tu rostro de mí. En el día de mi tribulación, inclina a mí tu oído, y, siempre que te invoque, respóndeme enseguida. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Visita, Señor, a tu pueblo y protege con tu constante amor a quienes has santificado por estos misterios, para que recibamos de tu misericordia y conservemos con tu protección, los auxilios para nuestra salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO Opcional. Dios y Padre nuestro, que tu protección socorra a los humildes y asista continuamente a quienes confían en tu misericordia, para que se preparen a celebrar las fiestas pascuales no sólo con acciones corporales, sino sobre todo con pureza de corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Martes Santo M R p. 261 (273) / Lecc. 1, p. 805 [Se omite la memoria de San Estanislao, obispo y mártir] Otros santos: Felipe de Gortina, obispo. Beato Jorge Gervase, mártir. MI DERECHO LO DEFENDÍA EL SEÑOR Is 49,1-6; Jn 13,21-33; 36-38 El secreto de la fidelidad del Señor Jesús al Padre aparece anticipado en los cánticos del Siervo de Yahvé. El siervo obediente reflexiona en su destino y comprende que su misión salvadora no fue un fracaso ni un desatino. La misión era de Dios y con la ayuda de Dios, la habría de cumplir. Indudablemente que también el Señor Jesús debió llenarse de una gran fortaleza interior para asumir su dolorosa pasión. La escena que nos presenta el Evangelio es desgarradora por donde se le quiera ver. Dos de sus discípulos, Judas Iscariote y Pedro, el pescador de Betania, estaban a punto de traicionarlo y desconocerlo. Él lo sabía y asumía esa ingratitud sin resentimiento ni violencia. En este discurso de despedida, Jesús reinterpretaba que su muerte infamante, acelerada por un delator y traidor, se convertiría en la manifestación de su gloria. ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 26, 2 No me entregues, Señor, al odio de los que me persiguen, pues han surgido contra mí testigos falsos que respiran violencia. ORACIÓN COLECTA Concédenos, Dios todopoderoso y eterno, celebrar de tal modo los sacramentos de la pasión del Señor, que nos hagamos dignos de recibir tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo... LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Te convertiré en luz de las naciones, para que llegue mi salvación hasta los últimos rincones de la tierra. Del libro del profeta Isaías: 49, 1-6 Escúchenme,
Islas; pueblos lejanos, atiéndanme. El Señor me llamó
desde el vientre de mi madre: cuando aún estaba yo en el seno materno.
Él pronunció mi nombre. SALMO RESPONSORIAL R/. En ti, Señor, he puesto mi esperanza. Señor, tú
eres mi esperanza, que no quede yo jamás defraudado. Tú,
que eres justo, ayúdame y defiéndeme; escucha mi oración
y ponme a salvo. R/. ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Señor Jesús, Rey nuestro, para obedecer al Padre, quisiste ser llevado a la cruz como manso cordero al sacrificio. R/. EVANGELIO Uno de ustedes me entregará. No cantará el gallo antes de que me hayas negado tres veces. Del santo Evangelio según san Juan: 13, 21-33.36-38 En aquel tiempo, cuando
Jesús estaba a la mesa con sus discípulos, se conmovió
profundamente y declaró: "Yo les aseguro que uno de ustedes
me va a entregar". Los discípulos se miraron perplejos unos
a otros, porque no sabían de quién hablaba. Uno de ellos,
al que Jesús tanto amaba, se hallaba reclinado a su derecha. Simón
Pedro le hizo una seña y le preguntó: "¿De quién
lo dice?" Entonces él, apoyándose en el pecho de Jesús,
le preguntó: "Señor, ¿quién es?"
Le contestó Jesús: "Aquel a quien yo le dé este
trozo de pan, que voy a mojar". Mojó el pan y se lo dio a
Judas, hijo de Simón el Iscariote; y tras el bocado, entró
en él Satanás. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Mira con bondad, Señor, las ofrendas de esta familia tuya y, ya que la hiciste partícipe de tus sagrados dones, concédele obtener plenamente su fruto. Por Jesucristo, nuestro Señor. ANTÍFONA DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Rm 8, 32 Dios no escatimó la vida de su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Alimentados por estos dones de salvación, suplicamos, Señor tu misericordia, para que este Sacramento, que nos nutre en nuestra vida temporal, nos haga partícipes de la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO Opcional. Dios y Padre nuestro, al pueblo que quiere obedecerte, purifícalo de la antigua maldad por tu misericordia y hazlo capaz de una santa renovación. Por Jesucristo, nuestro Señor. Miércoles Santo Morado MR p. 262 (274) / Lecc. I, p. 808 [Se omite la memoria de San David Uribe Velasco, mártir mexicano*] Otros santos: Julio I, papa; Giuseppe (José) Moscati, médico; Teresa de Jesús de los Andes, religiosa. NO FUE UNA SORPRESA Is 50, 4-9 Mt 26, 14-25 Esta escena de la cena pascual de Jesús con sus discípulos, lo mismo que su ingreso a Jerusalén, no fueron incidentes imprevistos, que lo tomaron por sorpresa. Jesús preveía el rumbo de los acontecimientos violentos que su forma de enseñar y de vivir, habían provocado. Los defensores del viejo orden capitalizaron la ansiedad y la codicia de Judas Iscariote para atraparlo. Jesús se anticipó a los hechos, los asimiló con tristeza y decisión, confiando en la fidelidad de Dios. Cuando Jesús dialoga con Judas, no trasluce resentimiento alguno en su contra. La clave de la fortaleza y la serenidad con que Jesús afrontará su pasión, podemos encontrarla en los cánticos del Siervo de Yahvé. El Señor Jesús sabe que su defensor está cerca y que los violentos no podrán desmontar el plan de Dios. Dios responderá al llamado y a la entrega de Jesús; Él sabe que ese destino misterioso desembocará en la victoria del reinado de Dios. ANTÍFONA DE ENTRADA Flp 2, 10. 8. 11 Que al nombre de Jesús, toda rodilla se doble, en el cielo, en la tierra y en los abismos, porque el Señor se hizo obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Jesucristo es el Señor para gloria de Dios Padre. ORACIÓN COLECTA Padre misericordioso, que para librarnos del poder del enemigo quisiste que tu hijo sufriera por nosotros el suplicio de la cruz, concédenos alcanzar la gracia de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo... LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA No he sustraído mi rostro a los insultos y salivazos. Del libro del profeta Isaías: 50, 4-9 En aquel entonces, dijo Isaías: "El Señor me ha dado una lengua experta, para que pueda confortar al abatido con palabras de aliento. Mañana tras mañana, el Señor despierta mi oído, para que escuche yo, como discípulo. El Señor Dios me ha hecho oír sus palabras y yo no he opuesto resistencia, ni me he echado para atrás. Ofrecí la espalda a los que me golpeaban, la mejilla a los que me tiraban de la barba. No aparté mi rostro a los insultos y salivazos. Pero el Señor me ayuda, por eso no quedaré confundido, por eso endureció mi rostro como roca y sé que no quedaré avergonzado. Cercano está de mí el que me hace justicia, ¿quién luchará contra mí? ¿Quién es mi adversario? ¿Quién me acusa? Que se me enfrente. El Señor es mi ayuda, ¿quién se atreverá a condenarme? Palabra de Dios. Te alabamos, Señor. SALMO RESPONSORIAL R/. Por tu bondad, Señor, socórreme. Por ti he sufrido
injurias y la vergüenza cubre mi semblante. Extraño soy y
advenedizo, aun para aquellos de mi propia sangre: pues me devora el celo
de tu casa, el odio del que te odia, en mí recae. R/. ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Señor Jesús, Rey nuestro, para obedecer al Padre, quisiste ser llevado a la cruz como manso cordero al sacrificio. R/. EVANGELIO ¡Ay de aquel por quien el Hijo del hombre va a ser entregado! Del santo Evangelio según san Mateo: 26, 14-25 En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a ver a los sumos sacerdotes y les dijo: ¿Cuánto me dan si les entrego a Jesús?" Ellos quedaron en darle treinta monedas de plata. Y desde ese momento andaba buscando una oportunidad para entregárselos. El primer día de la fiesta de los panes Ázimos, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: "Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?" El respondió: "Vayan a la ciudad, a casa de fulano y díganle: `El Maestro dice: Mi hora está ya cerca. Voy a celebrar la Pascua con mis discípulos en tu casa'. Ellos hicieron lo que Jesús les había ordenado y prepararon la cena de Pascua. Al atardecer, se sentó a la mesa con los Doce y mientras cenaban, les dijo: "Yo les aseguro que uno de ustedes va a entregarme". Ellos se pusieron muy tristes y comenzaron a preguntarle uno por uno: "¿Acaso soy yo, Señor?" Él respondió: "El que moja su pan en el mismo plato que yo, ése va a entregarme. Porque el Hijo del hombre va a morir, como está escrito de Él; pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre va a ser entregado! Más le valiera a ese hombre no haber nacido". Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: "¿Acaso soy yo Maestro?" Jesús le respondió: "Tú lo has dicho". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Recibe, Señor, los dones que te presentamos y concédenos que la pasión de tu Hijo, que celebramos en este sacramento, fructifique plenamente en nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 20,28 El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida para redención de todos. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Concédenos, Señor, Dios nuestro, creer profundamente que por la muerte temporal de tu Hijo, proclamada en estos santos misterios, tú nos has dado la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO Opcional. Dios y Padre nuestro, concede a tu pueblo frecuentar los sacramentos pascuales y esperar con vive deseo los bienes futuros para que, manteniéndose fiel a los santos misterios de los que ha renacido, se sienta impulsado por ellos a una vida nueva. Por Jesucristo, nuestro Señor. Jueves Santo Blanco [Se omite la memoria de San Martín I, papa y mártir] Misa Crismal MR p. 264 (276) / Lecc. I p. 811 La bendición
del óleo de los enfermos; del óleo de los catecúmenos
y la consagración del Crisma las hace el obispo normalmente el
día de hoy, en una misa especial, que se celebrar por la mañana. UN GESTO CARGADO DE SIMBOLISMO Ex 12,1-8. 11-14; 1 Cor 11,23-26; Jn 13,1-15 La escena del lavatorio
de los pies es muy conocida en el mundo católico. Jesús
lava los pies de sus discípulos con la intención deliberada
de comunicar un mensaje: El, que es el Maestro, asume la tarea del siervo,
que acoge con gestos de hospitalidad y cortesía a su amo que regresa
a casa. Jesús decide provocar a los suyos, llamar su atención
y mostrar que ha ocurrido una inversión de funciones: el mayor
vive como el menor, sirviendo. Sin embargo, el gesto no se agota en esta
interpretación. Jesús se humilla de manera libre y voluntaria
ante sus discípulos, anticipando que la entrega de su vida no es
el resultado de una confabulación del traidor y los jefes judíos,
sino antes que todo, una decisión soberana del mismo Jesús.
El decide entregar su vida, para hacernos partícipes de la vida
eterna. Estamos dentro de la narrativa pascual, la sangre de un cordero
es ofrecida como expiación para preservar con vida a todo un pueblo. ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Ga 6, 14 Debemos gloriarnos
en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, porque en él está
nuestra salación, nuestra vida y nuestra resurrección, y
por él fuimos salvados y redimidos. ORACIÓN COLECTA Dios nuestro, reunidos para celebrar la santísima Cena en la que tu Hijo unigénito, antes de entregarse a la muerte, confió a la Iglesia el nuevo y eterno sacrificio, banquete pascual de su amor, concédenos que, de tan sublime misterio, brote para nosotros la plenitud del amor y de la vida. Por nuestro Señor Jesucristo... LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Prescripciones sobre la cena pascual. Del libro del Éxodo: 12, 1-8. 11-14 En aquellos días,
dijo el Señor a Moisés y a Aarón en tierra de Egipto:
"Este mes será para ustedes el primero de todos los meses
y el principio del año. Díganle a toda la comunidad de Israel:
'El día diez de este mes, tomará cada uno un cordero por
familia, uno por casa. Si la familia es demasiado pequeña para
comérselo, que se junte con los vecinos y elija un cordero adecuado
al número de personas y a la cantidad que cada cual pueda comer.
Será un animal sin defecto, macho, de un año, cordero o
cabrito. SALMO RESPONSORIAL R/. Gracias, Señor, por tu sangre que nos lava. ¿Cómo
le pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Levantaré
el cáliz de salvación e invocaré el nombre del Señor.
R/. SEGUNDA LECTURA Cada vez que ustedes comen de este pan y beben de este cáliz, proclaman la muerte del Señor De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 11, 23-26 Hermanos: Yo recibí
del Señor lo mismo que les he trasmitido: que el Señor Jesús,
la noche en que iba a ser entregado, tomó pan en sus manos, y pronunciando
la acción de gracias, lo partió y dijo: "Esto es mi
cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía". ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn 13, 34 Les doy un mandamiento nuevo, dice el Señor, que se amen los unos a los otros, como yo los he amado. R/. EVANGELIO Los amó hasta el extremo. Del santo Evangelio según san Juan: 13,1-15 Antes de la fiesta
de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de
pasar de este mundo al Padre y habiendo amado a los suyos, que estaban
en el mundo, los amó hasta el extremo. REFLEXIÓN: Comienza—con el Triduo Pascual— la conmemoración del misterio de la redención humana realizada por la pasión, muerte y resurrección del Señor. Un día por demás señalado: "jueves único" en el año litúrgico. Si la celebración eucarística es siempre memorial de la muerte y resurrección de Cristo, hoy lo es "mucho más", si cabe la expresión... Entre los temas que destacan en la liturgia: Eucaristía, Sacerdocio ministerial y Amor fraterno, el primero y determinante es la Eucaristía, celebración de la pasión y muerte del Señor hasta que Él vuelva: "nueva pascua" y "banquete sacrificial" del pueblo cristiano, que viene a sustituir a la cena pascual judía, como recuerdo de la liberación de Egipto. LAVATORIO DE LOS PIES Los varones designados para el rito van, acompañados por los ministros, a ocupar los asientos preparados para ellos en un lugar visible. El celebrante, quitada la casulla si es necesario, se acerca a cada una de las personas designadas y, con la ayuda de los ministros, les lava los pies y se los seca. Mientras tanto, se canta alguna de las siguientes antífonas o algún canto apropiado. ANTÍFONA PRIMERA Cfr. Jn 13, 4. 5. 15 El Señor se levantó de la mesa, echó agua en un recipiente y se puso a lavar los pies de sus discípulos para darles ejemplo. ANTÍFONA SEGUNDA Jn 13, 6. 7. 8 Señor, ¿pretendes tú lavarme a mí los pies? Jesús le respondió: Si no te lavo los pies, no tendrás nada que ver conmigo. ANTÍFONA TERCERA Cfr. Jn 13, 14 Si yo, que soy el maestro y el Señor, les he lavado los pies, ¡con cuánta mayor razón ustedes deben lavarse los pies unos a otros! ANTÍFONA CUARTA Jn 13, 35 En esto reconocerán todos que son mis discípulos: en que se amen los unos a los otros. ANTÍFONA QUINTA Jn 13, 34 Este nuevo mandamiento les doy: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado, dice el Señor. ANTÍFONA SEXTA 1 Co 13, 13 Ahora tenemos la fe, la esperanza y el amor; pero la mayor de estas tres virtudes es el amor. Inmediatamente después del lavatorio de los pies o, si éste no tuvo lugar, después de la homilía, se hace la Oración universal. Sería conveniente organizar la procesión de ofrendas en la que, además de pan y vino, se lleven dones para los pobres. Sería bueno cantar el Ubi caritas et amor... u otro canto apropiado. Hay que tener presente también las variantes propias de este día en la Plegarias Eucarísticas. No se dice Credo. PLEGARIA UNIVERSAL Supliquemos, hermanos,
a Cristo, el Ungido de Dios, en cuyas manos el Padre ha puesto todas las
cosas, y pidámosle que escuche nuestra oración: ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Concédenos, Señor, participar dignamente en esta Eucaristía, porque cada vez que celebramos el memorial de la muerte de tu Hijo, se realiza la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor. PREFACIO El sacrificio y el sacramento de Cristo MR, p. 283 (521). ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Co 11, 24. 25 Esto es mi Cuerpo,
que se entrega por ustedes. Este cáliz es la nueva alianza establecida
por mi Sangre; cuantas veces lo beban, háganlo en memoria mía,
dice el Señor. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Concédenos, Dios todopoderoso, que así como somos alimentados en esta vida con la Cena pascual de tu Hijo, así también merezcamos ser saciados en el banquete eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor. TRASLADO DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO Después de incensar al Santísimo, el sacerdote, cubriendo con el paño de hombros el copón, inicia la procesión hacia el SITIO donde se le va a guardar, en donde será adorado por turnos hasta la media noche. Antes de depositar al Señor en el lugar preparado, se repite la incensación. En ambos casos y durante el trayecto se usan cantos adecuados. Esta adoración, después de la media noche, hágase sin solemnidad. Viernes Santo de La Pasión Del Señor Rojo MR p. 292 (297) / Lecc. I, p. 820 Conviene celebrar el Oficio de Lectura y Laudes con el pueblo. (IGLH 210) Día de ayuno y abstinencia Otros santos: Máximo, Tiburcio y Valerio de Roma, mártires; Ludivina o Liduvina de Shiedam, laica. UNA PORCIÓN ENTRE LOS GRANDES Is 52,13-53,12, Heb 4,14-16; 5,7-9; Jn 18,1-19.42 La promesa final del
cuarto cántico del Siervo de Yahvé afirma que Dios asignará
una porción para él entre los grandes. El Siervo mostró
una confianza y una fidelidad inquebrantable a la misión que el
Padre le asignó. Por esa confianza aceptó entregar su vida
como rescate para que los suyos prolongarán su vida. En la escena
culminante de la crucifixión que nos narra san Juan, Jesús
asume su condición real, pero no a la manera arbitraria de los
gobernantes mundanos. Desde la cruz reparte sus dones a sus discípulos.
Los soldados se apropian de sus únicos bienes (sus vestidos y túnica).
Pero, Jesús ejerce su libertad soberana para entregar una madre
al discípulo preferido y un hijo para su madre. Además,
a cuantos lo miramos con fe y confianza nos entrega el aliento de vida.
Al morir Jesús, nos regala el Espíritu, dador de vida. El
don del agua viva, prometido a la samaritana, se cumple a la hora de su
muerte. ORACIÓN Acuérdate, Señor, de tu gran misericordia, y santifica a tus siervos con tu constante protección, ya que por ellos Cristo, tu Hijo, derramando su sangre, instituyó el misterio pascual. Él, que vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén. PRIMERA PARTE LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Él fue traspasado por nuestros crímenes. Del libro del profeta Isaías: 52, 13-53, 12 He aquí que
mi siervo prosperará, será engrandecido y exaltado, será
puesto en alto. Muchos se horrorizaron al verlo, porque estaba desfigurado
su semblante, que no tenía ya aspecto de hombre; pero muchos pueblos
se llenaron de asombro. Ante él los reyes cerrarán la boca,
porque verán lo que nunca se les había contado y comprenderán
lo que nunca se habían imaginado. SALMO RESPONSORIAL R/. Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. A ti, Señor,
me acojo, que no quede yo nunca defraudado. En tus manos encomiendo mi
espíritu y tú, mi Dios leal, me librarás. R/. SEGUNDA LECTURA Aprendió a obedecer y se convirtió en la causa de la salvación eterna para todos los que lo obedecen. De la carta a los hebreos: 4, 14-16; 5, 7.9 Hermanos: Jesús,
el Hijo de Dios, es nuestro sumo sacerdote, que ha entrado en el cielo.
Mantengamos firme la profesión de nuestra fe. En efecto, no tenemos
un sumo sacerdote que no sea capaz de compadecerse de nuestros sufrimientos,
puesto que él mismo ha pasado por las mismas pruebas que nosotros,
excepto el pecado. Acerquémonos, por tanto, con plena confianza
al trono de la gracia, para recibir misericordia, hallar la gracia y obtener
ayuda en el momento oportuno. ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Flp 2, 8-9 Cristo se humilló
por nosotros y por obediencia aceptó incluso la muerte y una muerte
de cruz. Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas y le otorgó
el nombre que está sobre todo nombre. R/. PASIÓN
DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO Puede elegirse la lectura breve por razones pastorales *. Cuando la lectura se hace alternada: C = Cronista; S = "Sinagoga"; y † = Cristo C En aquel tiempo,
Jesús fue con sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón,
donde había un huerto, y entraron allí él y sus discípulos.
Judas, el traidor, conocía también el sitio, porque Jesús
se reunía a menudo allí con sus discípulos. † "¿A quién buscan?" C Le contestaron: S "A Jesús, el nazareno". C Les dijo Jesús: † "Yo soy". C Estaba también con ellos Judas, el traidor. Al decirles 'Yo soy', retrocedieron y cayeron a tierra. Jesús les volvió a preguntar: † "¿A quién buscan?" C Ellos dijeron: S "A Jesús, el nazareno". C Jesús contestó: † "Les he dicho que soy yo. Si me buscan a mí, dejen que éstos se vayan". C Así se cumplió lo que Jesús había dicho: "No he perdido a ninguno de los que me diste". Entonces Simón Pedro, que llevaba una espada, la sacó e hirió a un criado del sumo sacerdote y le cortó la oreja derecha. Este criado se llamaba Maleo. Dijo entonces Jesús a Pedro: † "Mete la espada en la vaina. ¿No voy a beber el cáliz que me ha dado mi Padre?" C
El batallón, su comandante y los criados de los judíos apresaron
a Jesús, lo ataron y lo llevaron primero ante Anás, porque
era suegro de Caifás, sumo sacerdote aquel año. Caifás
era el que había dado a los judíos este consejo: 'Conviene
que muera un solo hombre por el pueblo'. S “¿No eres tú también uno de los discípulos de ese hombre?" C Él dijo: S "No lo soy". C Los criados y los guardias habían encendido un brasero, porque hacía frío, y se calentaban. También Pedro estaba con ellos de pie, calentándose. El sumo sacerdote interrogó a Jesús acerca de sus discípulos y de su doctrina. Jesús le contestó: † "Yo he hablado abiertamente al mundo y he enseñado continuamente en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y no he dicho nada a escondidas. ¿Por qué me interrogas a mí? Interroga a los que me han oído, sobre lo que les he hablado. Ellos saben lo que he dicho". C Apenas dijo esto, uno de los guardias le dio una bofetada a Jesús, diciéndole: S "¿Así contestas al sumo sacerdote?" C Jesús le respondió: † "Si he faltado al hablar, demuestra en qué he faltado; pero si he hablado como se debe, ¿por qué me pegas?" C Entonces Anás lo envió atado a Caifás, el sumo sacerdote. Simón Pedro estaba de pie, calentándose, y le dijeron: S “¿No eres tú también uno de sus discípulos?" C Él lo negó diciendo: S "No lo soy". C Uno de los criados del sumo sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro le había cortado la oreja, le dijo: S "¿Qué no te vi yo con él en el huerto?" C
Pedro volvió a negarlo y en seguida cantó un gallo. Llevaron
a Jesús de casa de Caifás al pretorio. Era muy de mañana
y ellos no entraron en el palacio para no incurrir en impureza y poder
así comer la cena de Pascua. S ¿De qué acusan a este hombre?" C Le contestaron: S "Si éste no fuera un malhechor, no te lo hubiéramos traído". C Pilato les dijo: S "Pues llévenselo y júzguenlo según su ley". C Los judíos le respondieron: S "No estamos autorizados para dar muerte a nadie". C
Así se cumplió lo que había dicho Jesús, indicando
de qué muerte iba a morir. S "¿Eres tú el rey de los judíos?" C Jesús le contestó: † "¿Eso lo preguntas por tu cuenta o te lo han dicho otros?" C Pilato le respondió: S "¿Acaso soy yo judío? Tu pueblo y los sumos sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué es lo que has hecho?" C Jesús le contestó: †
"Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuera de este mundo, mis
servidores habrían luchado para que no cayera yo en manos de los
judíos. Pero mi Reino no es de aquí". S "¿Conque tú eres rey?" C Jesús le contestó: † "Tú lo has dicho. Soy rey. Yo nací y vine al mundo para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz". C Pilato le dijo: S “¿Y qué es la verdad?" C Dicho esto, salió otra vez a donde estaban los judíos y les dijo: S "No encuentro en él ninguna culpa. Entre ustedes es costumbre que por Pascua ponga en libertad a un preso. ¿Quieren que les suelte al rey de los judíos?" C Pero todos ellos gritaron: S "¡No, a ése no! ¡A Barrabás!" C (El
tal Barrabás era un bandido). S "¡Viva el rey de los judíos!", C
y le daban de bofetadas. S "Aquí lo traigo para que sepan que no encuentro en él ninguna culpa". C Salió, pues, Jesús, llevando la corona de espinas y el manto color púrpura. Pilato les dijo: S "Aquí está el hombre". C Cuando lo vieron los sumos sacerdotes y sus servidores, gritaron: S "¡Crucifícalo, crucificalo!" C Pilato les dijo: S "Llévenselo ustedes y crucifíquenlo, porque yo no encuentro culpa en él". C Los judíos le contestaron: S "Nosotros tenemos una ley y según esa ley tiene que morir, porque se ha declarado Hijo de Dios". C Cuando Pilato oyó estas palabras, se asustó aún más, y entrando otra vez en el pretorio, dijo a Jesús: S "¿De dónde eres tú?" C Pero Jesús no le respondió. Pilato le dijo entonces: S "¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para soltarte y autoridad para crucificarte?" C Jesús le contestó: † "No tendrías ninguna autoridad sobre mí, si no te la hubieran dado de lo alto. Por eso, el que me ha entregado a ti tiene un pecado mayor". C Desde ese momento Pilato trataba de soltarlo, pero los judíos gritaban: S "¡Si sueltas a ése, no eres amigo del César!; porque todo el que pretende ser rey, es enemigo del César". C Al oír estas palabras, Pilato sacó a Jesús y lo sentó en el tribunal, en el sitio que llaman "el Enlosado" (en hebreo Gábbata). Era el día de la preparación de la Pascua, hacia el mediodía. Y dijo Pilato a los judíos: S "Aquí tienen a su rey". C Ellos gritaron: S "¡Fuera, fuera! ¡Crucifícalo!" C Pilato les dijo: S "¿A su rey voy a crucificar?" C Contestaron los sumos sacerdotes: S "No tenemos más rey que el César". C Entonces se lo entregó para que lo crucificaran. Tomaron a Jesús y él, cargando con la cruz, se dirigió hacia el sitio llamado "la Calavera" (que en hebreo se dice Gólgota), donde lo crucificaron, y con él a otros dos, uno de cada lado, y en medio Jesús. Pilato mandó escribir un letrero y ponerlo encima de la cruz; en él estaba escrito: 'Jesús el nazareno, el rey de los judíos'. Leyeron el letrero muchos judíos, porque estaba cerca el lugar donde crucificaron a Jesús y estaba escrito en hebreo, latín y griego. Entonces los sumos sacerdotes de los judíos le dijeron a Pilato: S "No escribas: 'El rey de los judíos', sino: 'Este ha dicho: Soy rey de los judíos—. C Pilato les contestó: S "Lo escrito, escrito está". C Cuando crucificaron a Jesús, los soldados cogieron su ropa e hicieron cuatro partes, una para cada soldado, y apartaron la túnica. Era una túnica sin costura, tejida toda de una pieza de arriba a abajo. Por eso se dijeron: S "No la rasguemos, sino echemos suertes para ver a quién le toca". C
Así se cumplió lo que dice la Escritura: Se repartieron
mi ropa y echaron a suerte mi túnica Y eso hicieron los soldados. † "Mujer, ahí está tu hijo". C Luego dijo al discípulo: † "Ahí está tu madre". C Y desde entonces el discípulo se la llevó a vivir con él. Después de esto, sabiendo Jesús que todo había llegado a su término, para que se cumpliera la Escritura dijo: † "Tengo sed". C Había allí un jarro lleno de vinagre. Los soldados sujetaron una esponja empapada en vinagre a una caña de hisopo y se la acercaron a la boca. Jesús probó el vinagre y dijo: † "Todo está cumplido", C
e inclinando la cabeza, entregó el espíritu. C
Entonces, los judíos, como era el día de la preparación
de la Pascua, para que los cuerpos de los ajusticiados no se quedaran
en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día
muy solemne, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y los quitaran
de la cruz. Fueron los soldados, le quebraron las piernas a uno y luego
al otro de los que habían sido crucificados con él. Pero
al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron
las piernas, sino que uno de los soldados le traspasó el costado
con una lanza e inmediatamente salió sangre y agua. REFLEXIÓN: El viernes santo es un día centrado en la pasión del Señor y su muerte ignominiosa en la cruz. Hoy se cumple el repetido anuncio sobre su violento final en Jerusalén, al aceptar, "por nosotros y por nuestra salvación", los misteriosos planes de su Padre: «Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su propio Hijo» (Jn, 3, 16)... No hay modo más verídico de expresarlo, que dando la vida por aquellos a quienes se ama. Un amor fuente de vida, que nos une a Dios y a nuestros hermanos. Un amor capaz de cambiar el mundo, si los que nos decimos sus discípulos seguimos su ejemplo de humildad, servicio, obediencia y renuncia. No se dice el Credo ORACIÓN UNIVERSAL I. Por la santa Iglesia Oremos, queridos
hermanos, por la santa Iglesia de Dios, para que nuestro Dios y Señor
le conceda la paz y la unidad, se digne protegerla en toda la tierra y
nos conceda glorificarlo, como Dios Padre omnipotente con una vida pacífica
y serena. II. Por el Papa Oremos también
por nuestro Santo Padre, el Papa N., para que Dios nuestro Señor,
que lo escogió para el orden de los obispos, lo conserve a salvo
y sin daño para bien de su santa Iglesia, a fin de que pueda gobernar
al pueblo santo de Dios. III. Por el pueblo de Dios y sus ministros Oremos también
por nuestro obispo N., por todos los obispos, presbíteros y diáconos
de la Iglesia, y por todo el pueblo santo de Dios. IV. Por los catecúmenos Oremos también
por los (nuestros) catecúmenos, para que Dios nuestro Señor
abra los oídos de sus corazones y les manifieste su misericordia,
y para que, mediante el bautismo, se les perdonen todos sus pecados y
queden incorporados a Cristo, Señor nuestro. V. Por la unidad de los cristianos Oremos también
por todos los hermanos que creen en Cristo, para que Dios nuestro Señor
se digne congregar y custodiar en la única Iglesia a quienes procuran
vivir en la verdad. VI. Por los judíos Oremos también
por los judíos, para que a quienes Dios nuestro Señor habló
primero, les conceda progresar continuamente en el amor de su nombre y
en la fidelidad a su alianza. VII. Por los que no creen en Cristo Oremos también
por los que no creen en Cristo, para que, iluminados por el Espíritu
Santo, puedan ellos encontrar el camino de la salvación. VIII. Por los que no creen en Dios Oremos también
por los que no conocen a Dios, para que, buscando con sinceridad lo que
es recto, merezcan llegar hasta Él. IX. Por los gobernantes Oremos también
por todos los gobernantes de las naciones, para que Dios nuestro Señor
guíe sus mentes y corazones, según su voluntad providente,
hacia la paz verdadera y la libertad de todos. X. Por los que se encuentran en alguna tribulación Oremos, hermanos muy
queridos, a Dios Padre todopoderoso, para que libre al mundo de todos
sus errores, aleje las enfermedades, alimente a los que tienen hambre,
libere a los encarcelados y haga justicia a los oprimidos, conceda seguridad
a los que viajan, un buen retorno a los que se hallan lejos del hogar,
la salud a los enfermos y la salvación a los moribundos. SEGUNDA PARTE ADORACIÓN DE LA CRUZ Terminada la oración universal, se hace la adoración solemne de la santa Cruz, elíjase la forma (hay dos previstas) que se juzgue más apropiada pastoralmente, de acuerdo con las circunstancias. PRESENTACIÓN DE LA SANTA CRUZ V.
Miren el árbol de la cruz, donde estuvo clavado Cristo, el salvador
del mundo. El sacerdote, el clero y los fieles se acercan procesionalmente y adoran la cruz, haciendo delante de ella una genuflexión simple o algún otro signo de veneración (como el de besarla), según la costumbre de la región. Mientras tanto, se canta la antífona "Tu Cruz adoramos" (p. 298ss), los Improperios, u otros cánticos apropiados. Terminada la adoración, la cruz es llevada al altar y puesta en un lugar relevante, con los ciriales o los candeleros a su lado. TERCERA PARTE SAGRADA COMUNIÓN Se extiende un pequeño
mantel sobre el altar y se colocan sobre él un corporal, un purificador
y el libro. C. Fieles a la recomendación del Salvador, y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir: T. Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. C. Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador, Jesucristo. T. Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Dios todopoderoso y eterno, que nos has redimido con la gloriosa muerte y resurrección de tu Hijo Jesucristo, prosigue en nosotros la obra de tu misericordia, para que, mediante nuestra participación en este misterio, permanezcamos dedicados a tu servicio. Por Jesucristo, nuestro Señor. ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO Envía, Señor,
sobre este pueblo tuyo, que ha conmemorado la muerte de tu Hijo, en espera
de su resurrección, la abundancia de tu bendición; llegue
a él tu perdón, reciba tu consuelo, se acreciente su fe
santa y se consolide su eterna redención. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
Morado / Blanco Tiempo Pascual . Vigilia Pascual En la Noche Santa MR p.313 (317) / Ecce. 1, p. 829 LH Todo propio. T. H. p. 501: Fieles: p. 271; Popular: 20 y 442. Este día se recomienda el ayuno Otros santos: Teodoro y Pausilipo de Tracia, mártires; Damián de Veuster, presbítero. Beato César de Bus, fundador. VIGILIA PASCUAL Gén 1,1-2,2; Gén 22,1-18; Ex 14,15-15,1; Is 54,5-14; Is 55,1-11; Bar 3,9-15.32-4,4; Ez 36,16-28; Rom 6,3-11 , Mt 28,1-10 Los seres humanos
hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios y; llamados a vivir en
comunicación y diálogo con El. Quien aprende a escuchar
la palabra viva de Dios, camina y transita de la esclavitud y la sordera
a la libertad. Vive su propio éxodo. Cuando el creyente se dispone
a vivir en alianza con Dios, está pendiente de la orientación
que Dios le ofrece por medio de la palabra profética. Cuando la
rebeldía del pueblo se acentúa, Dios lo castiga, mandándolo
al exilio. Dios reorienta su estrategia, cambia por dentro el corazón
de su pueblo. Esa renovación interior para nosotros, los discípulos
de Jesús, se opera de manera sacramental al momento del Bautismo.
Quien confiesa a Jesús como Señor, muere al pecado y vive
para Dios. El camino cristiano comienza con una noticia esperanzadora:
Jesús ha resucitado y es necesario compartir esa esperanza con
todos los hermanos. PRIMERA PARTE SOLEMNE INICIO DE LA VIGILIA O "LUCERNARIO" Bendición del fuego nuevo y preparación del cirio Se apagan todas las luces de la iglesia. En un lugar adecuado,
fuera de la iglesia, se enciende el fuego. Congregado allí el pueblo,
llega el sacerdote con los ministros, uno de los cuales lleva el cirio
pascual. Enseguida se bendice el fuego. OREMOS Dios nuestro, que por medio de tu Hijo comunicaste a tus fieles el fuego de tu luz, santifica † este fuego nuevo y concédenos que, al celebrar estas fiestas pascuales, se encienda en nosotros el deseo de las cosas celestiales, para que podamos llegar con un espíritu renovado a las fiestas de la eterna claridad. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén. Después el sacerdote, con un punzón, graba una cruz en el Cirio; luego traza sobre él la letra griega Allá y debajo, la letra Omega; entre los brazos de la cruz traza los cuatro números del año en curso, mientras dice: 1.
Cristo ayer y hoy, traza la línea vertical; Después de haber trazado la cruz y los demás signos, el sacerdote incrusta al cirio cinco granos de incienso, en forma de cruz, diciendo al mismo tiempo: 1.
Por sus santas llagas El celebrante enciende el cirio con el fuego nuevo, diciendo: Que la luz de Cristo, resucitado y glorioso, disipe las tinieblas de nuestro corazón y de nuestro espíritu. PROCESIÓN A continuación, el diácono, o en su defecto el sacerdote, toma el cirio pascual y, manteniéndolo elevado, canta él solo: V.
Cristo luz del mundo. R. Demos gracias a Dios. V.
Cristo luz del mundo. R. Demos gracias a Dios. V. Cristo luz del mundo. R. Demos gracias a Dios. EL PREGÓN PASCUAL El sacerdote se dirige a la sede. El diácono pone el cirio pascual en el candelabro, que está preparado en medio del presbiterio o junto al ambón. Después de poner incienso en el incensario, si éste se ha utilizado, el diácono pide y recibe, como lo hace en la misa antes del Evangelio, la bendición del sacerdote. PREGÓN PASCUAL Alégrense, por fin, los coros de los ángeles; alégrense las jerarquías del cielo y, por la victoria de rey tan poderoso, que las trompetas anuncien la salvación. Goce también la tierra, inundada de tanta claridad, y que, radiante con el fulgor del rey eterno, se sienta libre de la tiniebla que cubría el orbe entero. Alégrese también nuestra madre, la Iglesia, revestida de luz tan brillante; resuene este templo con las aclamaciones del pueblo. (Por eso, queridos hermanos, que asisten a la admirable claridad de esta luz santa, invoquen conmigo la misericordia de Dios omnipotente, para que aquel que, sin mérito mío, me agregó al número de los diáconos, complete mi alabanza a este cirio, infundiendo el resplandor de su luz). V. El Señor esté con todos ustedes. R. Y con tu espíritu. V. Levantemos el corazón. R. Lo tenemos levantado hacia el Señor. V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R. Es justo y necesario. En verdad es justo y necesario aclamar, con nuestras voces y con todo el afecto del corazón, a Dios invisible, el Padre todopoderoso, y a su único Hijo, nuestro Señor Jesucristo. Porque Él ha pagado por nosotros al eterno Padre la deuda de Adán, y ha borrado con su sangre inmaculada la condena del antiguo pecado. Porque éstas son las fiestas de Pascua, en las que se inmola el verdadero Cordero, cuya sangre consagra las puertas de los fieles. Ésta es la noche en que sacaste de Egipto a los israelitas, nuestros padres, y los hiciste pasar a pie el mar Rojo. Esta es la noche en que la columna de fuego esclareció las tinieblas del pecado. Esta es la noche que a todos los que creen en Cristo, por toda la tierra, los arranca de los vicios del mundo y de la oscuridad del pecado, los restituye a la gracia y los agrega a los santos. Esta es la noche en que, rotas las cadenas de la muerte, Cristo asciende victorioso del abismo. ¿De qué nos serviría haber nacido si no hubiéramos sido rescatados? ¡Qué asombroso beneficio de tu amor por nosotros! ¡Qué incomparable ternura y caridad! ¡Para rescatar al esclavo entregaste al Hijo! Necesario fue el pecado de Adán, que ha sido borrado por la muerte de Cristo. ¡Feliz la culpa que mereció tal Redentor! ¡Qué noche tan dichosa! Sólo ella conoció el momento en que Cristo resucitó del abismo. Ésta es la noche de la que estaba escrito: "Será la noche clara como el día, la noche iluminada por mi gozo". Y así, esta noche santa ahuyenta los pecados, lava las culpas, devuelve la inocencia a los caídos, la alegría a los tristes, expulsa el odio, trae la concordia, doblega a los potentes. En esta noche de gracia, acepta, Padre santo, el sacrificio vespertino de esta llama, que la santa Iglesia te ofrece en la solemne ofrenda de este cirio, obra de las abejas. Sabemos ya lo que anuncia esta columna de fuego, que arde en llama viva para la gloria de Dios. Y aunque distribuye su luz, no mengua al repartirla, porque se alimenta de cera fundida que elaboró la abeja fecunda para hacer esta lámpara preciosa. ¡Qué noche tan dichosa, en que se une el cielo con la tierra, lo humano con lo divino! Te rogamos, Señor, que este cirio consagrado a tu nombre para destruir la oscuridad de esta noche, arda sin apagarse y, aceptado como perfume, se asocie a las lumbreras del cielo. Que el lucero matinal lo encuentre ardiendo; ese lucero que no conoce ocaso, Jesucristo, tu Hijo, que, volviendo del abismo, brilla sereno para el linaje humano, y vive y reina por los siglos de los siglos. R/. Amén. Terminado el pregón, todos apagan sus velas y se sientan. SEGUNDA PARTE LITURGIA DE LA PALABRA En esta vigilia se proponen nueve lecturas, siete del Antiguo Testamento y dos del Nuevo (la epístola y el Evangelio). Si las circunstancias pastorales lo piden, el número de lecturas del Antiguo Testamento puede reducirse hasta tres y en casos muy urgentes, hasta dos. Aun en este último caso, nunca se omite la tercera lectura, tomada del Éxodo, sobre el paso del mar Rojo. EXHORTACIÓN Hermanos, habiendo iniciado solemnemente la Vigilia Pascual, escuchemos con recogimiento la palabra de Dios. Meditemos cómo, en la antigua alianza, Dios salvó a su pueblo y en la plenitud de los tiempos, envió al mundo a su Hijo para que nos redimiera. Oremos para que Dios lleve a su plenitud la obra de la redención realizada por el misterio pascual. PRIMERA LECTURA Vio Dios todo lo que había hecho y lo encontró muy bueno. Del libro del Génesis: 1, 1-2, 2 En el principio creó
Dios el cielo y la tierra. [La tierra era soledad y caos; y las tinieblas
cubrían la faz del abismo. El espíritu de Dios se movía
sobre la superficie de las aguas. SALMO RESPONSORIAL R/. Bendice al Señor, alma mía. Bendice al Señor,
alma mía; Señor y Dios mío, inmensa es tu grandeza.
Te vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como un manto. R/.
O bien: del salmo 32 R/. La tierra llena está de tus bondades. Sincera es la palabra
del Señor y todas sus acciones son leales. Él ama la justicia
y el derecho, la tierra está llena de sus bondades. R/. OREMOS Dios todopoderoso
y eterno, que en todas las obras de tu amor te muestras admirable, concédenos
comprender que la redención realizada por Cristo, nuestra Pascua,
es una obra más maravillosa todavía que la misma creación
del universo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. El sacrificio de nuestro patriarca Abraham. Del libro del Génesis: 22, 1-18 En aquel tiempo, Dios
le puso una prueba a Abraham y le dijo: "¡Abraham, Abraham!"
Él respondió: "Aquí estoy". Y Dios le dijo:
"Toma a tu hijo único, Isaac, a quien tanto amas; vete a la
región de Moria y ofrécemelo en sacrificio, en el monte
que yo te indicaré". SALMO RESPONSORIAL R/. Protégeme, Dios mío, porque me refugio en ti. El Señor es
la parte que me ha tocado en herencia: mi vida está en sus manos.
Tengo siempre presente al Señor y con él a mi lado, jamás
tropezaré. R/. OREMOS Dios nuestro, excelso Padre de los creyentes, que por medio de la gracia de la adopción y por el misterio pascual sigues cumpliendo la promesa hecha a Abraham de multiplicar su descendencia por toda la tierra y de hacerlo el padre de todas las naciones, concede a tu pueblo responder dignamente a la gracia de tu llamada. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. TERCERA LECTURA Los israelitas entraron en el mar sin mojarse. Del libro del Éxodo: 14, 15-15, 1 En aquellos días,
dijo el Señor a Moisés: "¿Por qué sigues
clamando a mí? Diles a los israelitas que se pongan en marcha.
Y tú, alza tu bastón, extiende tu mano sobre el mar y divídelo,
para que los israelitas entren en el mar sin mojarse. Yo voy a endurecer
el corazón de los egipcios para que los persigan, y me cubriré
de gloria a expensas del faraón y de todo su ejército, de
sus carros y jinetes. Cuando me haya cubierto de gloria a expensas del
faraón, de sus carros y jinetes, los egipcios sabrán que
yo soy el Señor". No se dice Palabra de Dios, se pasa directamente al Salmo. SALMO RESPONSORIAL Ex 15, lb-2.3-4.5-6.17-18 R/. Alabemos al Señor por su victoria. Cantemos al Señor, sublime es su victoria: caballos y jinetes arrojó en el mar. Mi fortaleza y mi
canto es el Señor, él es mi salvación, él
es mi Dios, yo lo alabaré; es el Dios de mis padres, yo le cantaré.
R/. OREMOS Señor Dios,
cuyos antiguos prodigios los percibimos resplandeciendo también
en nuestros tiempos, puesto que aquello mismo que realizó la diestra
de tu poder para liberar a un solo pueblo de la esclavitud del faraón,
lo sigues realizando también ahora, por medio del agua del bautismo
para salvar a todas las naciones, concede que todos los hombres del mundo
lleguen a contarse entre los hijos de Abraham y participen de la dignidad
del pueblo elegido. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
CUARTA LECTURA Con amor eterno se ha apiadado de ti tu redentor. Del libro del profeta Isaías: 54, 5-14 "El que te creó,
te tomará por esposa; su nombre es 'Señor de los ejércitos'.
Tu redentor es el Santo de Israel; será llamado 'Dios de toda la
tierra'. Como a una mujer abandonada y abatida te vuelve a llamar el Señor.
¿Acaso repudia uno a la esposa de la juventud?, dice tu Dios. SALMO RESPONSORIAL R/. Te alabaré, Señor, eternamente. Te alabaré,
Señor, pues no dejaste que se rieran de mí mis enemigos.
Tú, Señor, me salvaste de la muerte y a punto de morir,
me reviviste. R/. OREMOS Dios, todopoderoso y eterno, multiplica, en honor a tu nombre, cuanto prometiste a nuestros padres en la fe y acrecienta la descendencia por ti prometida mediante la santa adopción filial, para que aquello que los antiguos patriarcas no dudaron que habría de acontecer, tu Iglesia advierta que ya está en gran parte cumplido. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. QUINTA LECTURA Vengan a mí y vivirán. Sellaré con ustedes una alianza perpetua. Del libro del profeta Isaías: 55, 1-11 Esto dice el Señor:
"Todos ustedes, los que tienen sed, vengan por agua; y los que no
tienen dinero, vengan, tomen trigo y coman; tomen vino y leche sin pagar.
¿Por qué gastar el dinero en lo que no es pan y el salario,
en lo que no alimenta? SALMO RESPONSORIAL R/. El Señor es mi Dios y salvador. El Señor es
mi Dios y salvador: con él estoy seguro y nada temo. El Señor
es mi protección y mi fuerza, y ha sido mi salvación. Sacarán
agua con gozo de la fuente de salvación. R/. OREMOS Dios todopoderoso y eterno, única esperanza del mundo, tú que anunciaste por voz de los profetas, los misterios que estamos celebrando esta noche, multiplica en el corazón de tu pueblo los santos propósitos porque no podría ningún santo anhelo alcanzar crecimiento sin el impulso que procede de ti. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. SEXTA LECTURA Sigue el camino que te conduce a la luz del Señor. Del libro del profeta Baruc: 3, 9-15. 32-4, 4 Escucha, Israel, los
mandatos de vida, presta oído para que adquieras prudencia. ¿A
qué se debe, Israel, que estés aún en país
enemigo, que envejezcas en tierra extranjera, que te hayas contaminado
por el trato con los muertos, que te veas contado entre los que descienden
al abismo? SALMO RESPONSORIAL R/. Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna. La ley del Señor
es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables son las palabras
del Señor y hacen sabio al sencillo. R/. OREMOS Dios nuestro, que haces crecer continuamente a tu Iglesia con hijos llamados de todos los pueblos, dígnate proteger siempre con tu gracia a quienes has hecho renacer con el agua del bautismo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. SÉPTIMA LECTURA Los rociaré con agua pura y les daré un corazón nuevo. Del libro del profeta Ezequiel: 36, 16-28 En aquel tiempo, me
fue dirigida la palabra del Señor en estos términos: "Hijo
de hombre, cuando los de la casa de Israel habitaban en su tierra, la
mancharon con su conducta y con sus obras; como inmundicia fue su proceder
ante mis ojos. Entonces descargué mi furor contra ellos, por la
sangre que habían derramado en el país y por haberlo profanado
con sus idolatrías. Los dispersé entre las naciones y anduvieron
errantes por todas las tierras. Los juzgué según su conducta,
según sus acciones los sentencié. Y en las naciones a las
que se fueron, desacreditaron mi santo nombre, haciendo que de ellos se
dijera: 'Este es el pueblo del Señor, y ha tenido que salir de
su tierra'. SALMO RESPONSORIAL R/. Estoy sediento del Dios que da la vida. Como el venado busca
el agua de los ríos, así, cansada, mi alma te busca a ti,
Dios mío. R/. O bien, cuando hay bautizos: Isaías 12 R/. El Señor es mi Dios y salvador. El Señor es
mi Dios y salvador con él estoy seguro y nada temo. El Señor
es mi protección y mi fuerza y ha sido mi salvación. Sacarán
agua con gozo de la fuente de salvación. R/. O bien: Del salmo 50 R/. Crea en mí Señor, un corazón puro. Crea en mí,
Señor, un corazón puro, un espíritu nuevo para cumplir
tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti, ni retires
de mí tu santo espíritu. R/. OREMOS Dios de inmutable poder y eterna luz, mira propicio el admirable misterio de la Iglesia entera y realiza serenamente, en virtud de tu eterno designio, la obra de la humana salvación; que todo el mundo vea y reconozca que los caídos se levantan, que se renueva lo que había envejecido y que, por obra de Jesucristo, todas las cosas concurren hacia la unidad que tuvieron en el origen. Él que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén. O bien: OREMOS Señor Dios,
que con las enseñanzas de ambos Testamentos nos instruyes para
celebrar el sacramento de la Pascua, haz que comprendamos la hondura de
tu misericordia, para que los dones que hoy recibimos afiancen en nosotros
la esperanza de los bienes futuros. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén. ORACIÓN COLECTA Dios nuestro, que haces resplandecer esta noche santa con la gloria del Señor resucitado aviva en tu Iglesia el espíritu filial, para que, renovados en cuerpo y alma, nos entreguemos plenamente a tu servicio. Por nuestro Señor Jesucristo... EPÍSTOLA Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya nunca morirá. De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 6, 3-11 Hermanos: Todos los
que hemos sido incorporados a Cristo Jesús por medio del bautismo,
hemos sido incorporados a su muerte. En efecto, por el bautismo fuimos
sepultados con él en su muerte, para que, así como Cristo
resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así
también nosotros llevemos una vida nueva. Terminada la epístola todos se ponen de pie y el sacerdote entona solemnemente el Aleluya, que todos repiten. Luego un salmista o un cantor dice el salmo, al que el pueblo responde: Aleluya. Si hace falta, el mismo salmista canta el Aleluya. SALMO RESPONSORIAL R/. Aleluya, aleluya. Te damos gracias,
Señor, porque eres bueno, porque tu misericordia es eterna. EVANGELIO Ha resucitado e irá delante de ustedes a Galilea. Del santo Evangelio según san Mateo: 28, 1-10 Transcurrido el sábado,
al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena
y la otra María fueron a ver el sepulcro. De pronto se produjo
un gran temblor, porque el ángel del Señor bajó del
cielo y acercándose al sepulcro, hizo rodar la piedra que lo tapaba
y se sentó encima de ella. Su rostro brillaba como el relámpago
y sus vestiduras eran blancas como la nieve. Los guardias, atemorizados
ante él, se pusieron a temblar y se quedaron como muertos. El ángel
se dirigió a las mujeres y les dijo: "No teman. Ya sé
que buscan a Jesús, el crucificado. No está aquí;
ha resucitado, como lo había dicho. Vengan a ver el lugar donde
lo habían puesto. Y ahora, vayan de prisa a decir a sus discípulos:
'Ha resucitado de entre los muertos e irá delante de ustedes a
Galilea; allá lo verán'. Eso es todo". REFLEXIÓN: La fiesta por excelencia de los cristianos es, como bien lo sabemos, la Pascua de Resurrección y la Vigilia Pascual su más bella expresión... En sus numerosas lecturas bíblicas tenemos un valioso resumen de toda la historia de nuestra salvación. Cristo resucitado es el nuevo Adán que restituye al hombre —especialmente por el "nuevo nacimiento" realizado en la fuente bautismal— la dignidad perdida por el pecado (Rm 6, 3 ss). Con la luz y la fuerza de su Espíritu, Él nos obtiene, o nos concede de nuevo, la dignidad de hijos muy amados del Padre. ¡Despojémonos, pues, de la "antigua levadura" y decidámonos a llevar una vida de resucitados! TERCERA PARTE LITURGIA BAUTISMAL Hermanos, acompañemos
con nuestra oración a quienes anhelan renacer a nueva vida en la
fuente del bautismo, para que Dios, nuestro Padre, les otorgue su protección
y su amor. Si hay bautismos: Para que santifiques
esta Si hay bautizos, el sacerdote, con las manos juntas, dice la siguiente oración: Derrama, Señor, tu infinita bondad en este sacramento del bautismo y envía tu santo Espíritu para que haga renacer de la fuente bautismal a estos nuevos hijos tuyos que van a ser santificados por tu gracia, mediante la colaboración de nuestro ministerio. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén. BENDICIÓN DEL AGUA BAUTISMAL Dios nuestro, que con tu poder invisible realizas obras admirables por medio de los signos sacramentales y has hecho que tu creatura, el agua, signifique de muchas maneras la gracia del bautismo. Dios nuestro, cuyo Espíritu aleteaba sobre la superficie de las aguas en los mismos principios del mundo, para que ya desde entonces el agua recibiera el poder de dar la vida. Dios nuestro, que incluso en las aguas torrenciales del diluvio prefiguraste el nuevo nacimiento de los hombres, al hcer que de una manera misteriosa un mismo elemento diera fin al pecado y origen a la virtud. Dios nuestro, que hiciste pasar a pie, sin mojarse, el Mar Rojo a los hijos de Abrahán, a fin de que el pueblo liberado de la esclavitud del faraón prefigurara al pueblo de los bautizados. Dios nuestro, cuyo Hijo, al ser bautizado por el Precursor en el agua del Jordán, fue ungido por el Espíritu Santo; suspendido en la cruz, quiso que brotaran de su costado sangre y agua; y después de su resurrección mandó a sus apóstoles: "Vayan y enseñen a todas las naciones bautizándolas en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo". Mira ahora a tu Iglesia en oración y abre para ella la fuente del bautismo. Que por la obra del Espíritu Santo esta agua adquiera la gracia de tu Unigénito, para que el hombre, creado a tu imagen, limpio de su antiguo pecado por el sacramento del bautismo, renazca a la vida nueva por el agua y el Espíritu Santo. Te pedimos, Señor, que por tu Hijo, descienda sobre el agua de esta fuente el poder del Espíritu Santo, para que todos, sepultados con Cristo en su muerte por el bautismo, resuciten también con Él a la vida nueva. Él que vive y reina... R. Amén. Se puede decir la siguiente aclamación o alguna otra adecuada: Fuentes del Señor, bendigan al Señor; alábenlo y glorifíquenlo por los siglos. BENDICIÓN DEL AGUA BENDITA Si no hay bautizos, ni bendición de la fuente bautismal. Pidamos, queridos hermanos, a Dios nuestro Señor, que se digne bendecir esta agua, con la cual seremos rociados en memoria de nuestro bautismo, y que nos renueve interiormente, para que permanezcamos fieles al Espíritu que hemos recibido. Señor, Dios nuestro, mira con bondad a este pueblo tuyo, que vela en oración en esta noche santísima, recordando la obra admirable de nuestra creación y la obra más admirable, todavía, de nuestra redención. Dígnate bendecir † esta agua, que tú creaste para dar fertilidad a la tierra, frescura y limpieza a nuestros cuerpos. Tú, además, convertiste el agua en un instrumento de tu misericordia: por ella, liberaste a tu pueblo de la esclavitud y en el desierto saciaste su sed; con la imagen del agua viva, los profetas anunciaron la nueva alianza que deseabas establecer con los hombres; por ella, finalmente, santificada por Cristo en el Jordán, renovarse, mediante el bautismo que nos da la vida nueva, nuestra naturaleza, corrompida por el pecado. Que esta agua nos recuerde ahora nuestro bautismo y nos haga participar en la alegría de nuestros hermanos, que han sido bautizados en esta Pascua. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén. Renovación de las promesas del bautismo Terminada la ceremonia
del bautismo (y de la confirmación) o, si no hubo bautismos, después
de la bendición del agua, todos, de pie y teniendo en sus manos
las velas encendidas, hacen la renovación de las promesas del bautismo. Sacerdote: ¿Renuncian
ustedes a Satanás? O bien: Sacerdote: ¿Renuncian
ustedes al pecado, para vivir en la libertad de los hijos de Dios? El sacerdote rocía
al pueblo con el agua bendita, mientras todos cantan la siguiente antífona
o algún otro canto bautismal:
LITURGIA EUCARÍSTICA Concluida la liturgia bautismal la celebración sigue como siempre. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Recibe, Señor, las súplicas de tu pueblo, junto con los dones que te presentamos para que los misterios de la Pascua que hemos comenzado a celebrar, nos obtengan, con tu ayuda, el remedio para conseguir la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio I de la Pascua: El misterio Pascual p. 499 (500). ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Cor 5, 7-8 Cristo, nuestro Cordero pascual, ha sido inmolado. Aleluya. Celebremos, pues, la Pascua, con el pan sin levadura, que es sinceridad y verdad. Aleluya. Conviene cantar el salmo 117. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Infúndenos, Señor, el espíritu de tu caridad, para que, saciados con los sacramentos pascuales, vivamos siempre unidos en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. DESPEDIDA Para despedir al pueblo, el diácono, o, en su ausencia, el mismo sacerdote canta o dice: C. Anuncien a todos la alegría del Señor resucitado. Pueden ir en paz, aleluya, aleluya. R/. Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya. El cirio pascual se enciende en todas las celebraciones litúrgicas de este tiempo pascual: Misa, en Laudes y Vísperas. Una vez concluido el Tiempo Pascual, conviene que el Cirio se conserve dignamente en el bautisterio, y no en el presbiterio. Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor Blanco ler. Solemnidad con Octava Misa del Día MR p. 339 (345) / Lecc. 1, p. 92 LH. la. Semana del Salterio Otros santos: Bernardita Soubirous, religiosa; Engracia de Zaragoza y compañeros, mártires. Beato Joaquín de Siena, religioso. TODO EL QUE CREE EN ÉL Hech 10,34.37-43; Col 3,1-4; Jn 20,1-9 Pedro, Juan y Magdalena vivieron un proceso de fe doloroso y difícil. Se entusiasmaron con su maestro Jesús, se afligieron y hasta uno de ellos lo negó en la hora de la pasión. Pero la fidelidad del Padre hacia su Hijo los sorprendió y les arrancó del desaliento y la desilusión, anunciándoles la victoria sobre la muerte. La experiencia real e íntima de la resurrección de Jesús se fue abriendo paso en el corazón de los discípulos. Al principio, María no atinaba a interpretar el sepulcro vacío; tampoco Pedro lo comprendió, hasta que Juan el discípulo predilecto lo descifra y cree. Cuando revisan el mensaje de las Escrituras, recuerdan que Dios había prometido que su Siervo vería la luz y que transitaría por el sendero de la vida. Jesús, el hijo fiel, había alcanzado la vida y ahora estaba sentado a la diestra del Padre. ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 138, 18. 5-6 He resucitado y estoy contigo, aleluya: has puesto tu mano sobre mí, aleluya: tu sabiduría ha sido maravillosa, aleluya, aleluya. Se dice Gloria ORACIÓN COLECTA Señor Dios, que por medio de tu Unigénito, vencedor de la muerte, nos has abierto hoy las puertas de la vida eterna, concede a quienes celebramos la solemnidad de la resurrección del Señor, resucitar también en la luz de la vida eterna, por la acción renovadora de tu Espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo... LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Hemos comido y bebido con Cristo resucitado. Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 10, 34.37-43 En aquellos días,
Pedro tomó la palabra y dijo: "Ya saben ustedes lo sucedido
en toda Judea, que tuvo principio en Galilea, después del bautismo
predicado por Juan: cómo Dios ungió con el poder del Espíritu
Santo a Jesús de Nazaret y cómo éste pasó
haciendo el bien, sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque
Dios estaba con él. SALMO RESPONSORIAL R/. Este es el día del triunfo del Señor. Aleluya. Te damos gracias,
Señor, porque eres bueno, por tu misericordia es eterna. Diga la
casa de Israel: "Su misericordia es eterna". R/. SEGUNDA LECTURA Busquen los bienes del cielo, donde está Cristo. De la carta del apóstol san Pablo a los colosenses: 3,1-4 Hermanos: Puesto que
han resucitado con Cristo, busquen los bienes de arriba, donde está
Cristo, sentado a la derecha de Dios. Pongan todo el corazón en
los bienes del cielo, no en los de la tierra, porque han muerto y su vida
está escondida con Cristo en Dios. Cuando se manifieste Cristo,
vida de ustedes, entonces también ustedes se manifestarán
gloriosos, juntamente con él. O bien: Tiren la antigua levadura, pues Cristo, nuestro cordero pascual ha sido inmolado. De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 5, 6-8 Hermanos: ¿No
saben ustedes que un poco de levadura hace fermentar toda la masa? Tiren
la antigua levadura, para que sean ustedes una masa nueva, ya que son
pan sin levadura, pues Cristo, nuestro cordero pascual, ha sido inmolado. SECUENCIA Sólo
el día de hoy es obligatoria; durante la octava es opcional. Cordero sin pecado Lucharon vida y muerte ¿Qué
has visto de camino, A mi Señor
glorioso, ¡Resucitó
de veras Venid a Galilea, Primicia de los muertos, Rey vencedor, apiádate ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. 1Co 5, 7-8 Cristo, nuestro cordero pascual, ha sido inmolado; celebremos, pues, la Pascua. R/. EVANGELIO Él debía resucitar de entre los muertos. Del santo Evangelio según san Juan: 20, 1-9 El primer día
después del sábado, estando todavía oscuro, fue María
Magdalena al sepulcro y vio removida la piedra que lo cerraba. Echó
a correr, llegó a la casa donde estaban Simón Pedro y el
otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: "Se
han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo
habrán puesto". O bien: Ha resucitado e irá delante de ustedes a Galilea. Del santo Evangelio según san Mateo: 28, 1-10 Transcurrido el sábado,
al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena
y la otra María fueron a ver el sepulcro. De pronto se produjo
un gran temblor, porque el ángel del Señor bajó del
cielo y acercándose al sepulcro, hizo rodar la piedra que lo tapaba
y se sentó encima de ella. Su rostro brillaba como el relámpago
y sus vestiduras eran blancas como la nieve. Los guardias, atemorizados
ante él, se pusieron a temblar y se quedaron como muertos. El ángel
se dirigió a las mujeres y les dijo: "No teman. Ya sé
que buscan a Jesús, el crucificado. No está aquí;
ha resucitado, como lo había dicho. Vengan a ver el lugar donde
lo habían puesto. Y ahora, vayan de prisa a decir a sus discípulos:
'Ha resucitado de entre los muertos e irá delante de ustedes a
Galilea; allá lo verán'. Eso es todo". O bien, en la misas vespertinas del domingo: Quédate con nosotros, porque ya es tarde. Del santo Evangelio según san Lucas: 24, 13-35 El mismo día
de la resurrección, iban dos de los discípulos hacia un
pueblo llamado Emaús, situado a unos once kilómetros de
Jerusalén, y comentaban todo lo que había sucedido. Se dice Credo. ORACIÓN DE LOS FIELES Llenos de gozo por
la santa Resurrección del Señor, purificados nuestros sentimientos
y renovado nuestro espíritu, supliquemos con insistencia al Señor,
diciendo: Rey vencedor, escúchanos. R/. Rey vencedor, escúchanos. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Llenos de júbilo por el gozo pascual te ofrecemos, Señor, este sacrificio, mediante el cual admirablemente nace y se nutre tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio I de Pascua: El misterio pascual. (en este día) p. 499 (500). ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Co 5, 7-8 Cristo nuestro Cordero Pascual ha sido inmolado. Aleluya. Celebremos, pues, la Pascua, con el pan sin levadura, que es sinceridad y verdad. Aleluya. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Dios de bondad, protege paternalmente con amor incansable a tu Iglesia, para que renovada por los misterios pascuales, pueda llegar a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. DESPEDIDA Anuncien a todos la alegría del Señor resucitado. Pueden ir en paz. Aleluya, aleluya. R/. Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya.
Blanco Feria dentro de la Octava de Pascua MR p. 341 (347) / Lecc. I, p. 854 Otros santos: Simeón Bar-Sabas y compañeros, mártires; Aniceto I, papa y mártir; Roberto de la Casa de Dios, abad. NO ERA POSIBLE Hech 2,14.22-33; Mt 28,8-15 La relectura que los primeros discípulos, guiados por los profetas y maestros cristianos hicieron de las Escrituras sagradas de Israel, les fue despejando de obstáculos el camino hacia la fe en Cristo resucitado. De distintas maneras los salmos y los textos proféticos, como los que cita el apóstol Pedro en el libro de los Hechos, apuntaban a la victoria del justo sobre la muerte. Además, los discípulos estaban ciertos de que Jesús había pasado su vida haciendo el bien a los necesitados; por eso mismo, Dios no podía abandonarlo entre los muertos. Las murmuraciones y los malentendidos sobre el sepulcro vacío no desmoralizaron a los apóstoles, superaron su miedo y acogieron con confianza el mensaje de la resurrección. En Galilea volverían a reencontrarse con la nueva forma de presencia del Señor resucitado. En adelante vivirían como testigos de aquella esperanza, animando a los nuevos discípulos a vivir como él vivió. ANTÍFONA DE ENTRADA El Señor resucitó, como lo había predicho; llenémonos de gozo y de alegría, porque reina eternamente. Aleluya. Se dice Gloria. ORACIÓN COLECTA Dios nuestro, que haces crecer siempre a tu Iglesia dándole nuevos hijos, concédenos la gracia de vivir de acuerdo con la fe que recibimos en el sacramento del bautismo. Por nuestro Señor Jesucristo... LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA A este Jesús, Dios lo ha resucitado, y de ello somos testigos. Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 2, 14. 22-33 El día de Pentecostés,
se presentó Pedro, junto con los Once, ante la multitud, y levantando
la voz, dijo: "Israelitas, escúchenme. Jesús de Nazaret
fue un hombre acreditado por Dios ante ustedes, mediante los milagros,
prodigios y señales que Dios realizó por medio de Él
y que ustedes bien conocen. Conforme al plan previsto y sancionado por
Dios, Jesús fue entregado, y ustedes utilizaron a los paganos para
clavarlo en la cruz. SALMO RESPONSORIAL R/. Protege, Señor, a los que esperamos en ti. Aleluya. Protégeme,
Dios mío, pues eres mi refugio. Yo siempre he dicho que tú
eres mi Señor. El Señor es la parte que me ha tocado en
herencia; mi vida está en sus manos. R/. SECUENCIA opcional Lecc I. pág. 855. ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Sal 117, 24 R/. Aleluya, aleluya. Éste es el día del triunfo del Señor, día de júbilo y de gozo. R/. EVANGELIO Vayan a decir a mis hermanos que se dirijan a Galilea. Allá me verán. Del santo Evangelio según san Mateo: 28, 8-15 Después de
escuchar las palabras del ángel, las mujeres se alejaron a toda
prisa del sepulcro, y llenas de temor y de gran alegría, corrieron
a dar la noticia a los discípulos. Pero de repente Jesús
les salió al encuentro y las saludó. Ellas se le acercaron,
le abrazaron los pies y lo adoraron. Entonces les dijo Jesús: "No
tengan miedo. Vayan a decir a mis hermanos que se dirijan a Galilea. Allá
me verán". ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Recibe, Señor, con bondad, las ofrendas de tu pueblo y haz que, renovados por la confesión de tu nombre y por el bautismo, consigamos la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio I de Pascua (en este día), p. 499 (500). ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Rm 6, 9 Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no morirá nunca. La muerte ya no tiene dominio sobre Él. Aleluya. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Que la gracia de este sacramento pascual fructifique, Señor, en nuestros corazones para que podamos corresponder a los dones de tu amor, que nos abrió el camino de la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. La despedida se hace como el día de Pascua.
Blanco Feria dentro de la Octava de Pascua MR p. 342 (348) / Lecc. I, p. 857 Otros santos: Perfecto de Córdoba, mártir; Eusebio de Umbría, obispo. Beata Sabina Petrilli, fundadora. HE VISTO AL SEÑOR Hech 2, 36-41 Jn 20, 11-18 María Magdalena experimentó, como el resto de los discípulos, emociones contrastantes desde la muerte de Jesús. Comienza a llorar ante el descubrimiento de la desaparición del cuerpo de su Señor; cuando el Señor resucitado se le acerca, adquiere una figura desconocida, que Magdalena no atina a reconocer hasta que identifica el particular timbre de voz que utilizaba para llamarla: María. Este reencuentro la incita a abrazar al Maestro, sin comprender que el Señor, resucitado, participará de la gloria del Padre. Cuando Dios Padre le desvela el misterio, se convierte en intérprete y apóstol del mensaje pascual. Se acaban sus titubeos y dudas y testimonia contundentemente su certeza: "he visto al Señor". Ese mensaje fortaleció el corazón de los apóstoles, que comenzaron a animar a sus hermanos para confesar a Jesús como Señor y dador del perdón. ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Si 15, 3-4 El Señor les dará a beber el agua de la sabiduría; se apoyarán en Él y no vacilarán. El los llenará de gloria eternamente. Aleluya. Se dice Gloria. ORACIÓN COLECTA Señor Dios, que nos has hecho experimentar la fuerza vivificante del misterio pascual, sigue acompañando a tu pueblo con tu divina gracia, para que, conseguida la perfecta libertad, se convierta en gozo celestial la alegría que ahora lo inunda aquí en la tierra. Por nuestro Señor Jesucristo... LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Arrepiéntanse y bautícense en el nombre de Jesucristo. Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 2, 36-41 El día de Pentecostés,
dijo Pedro a los judíos: "Sepa todo Israel, con absoluta certeza,
que Dios ha constituido Señor y Mesías al mismo Jesús,
a quien ustedes han crucificado". SALMO RESPONSORIAL R/. En el Señor está nuestra esperanza. Aleluya. Sincera es la palabra
del Señor y todas sus acciones son leales. El ama la justicia y
el derecho, la tierra llena está de sus bondades. R/. SECUENCIA opcional Lecc. I, pág. 855. ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Sal 117, 24 R/. Aleluya, aleluya. Este es el día del triunfo del Señor, día de júbilo y de gozo. R/. EVANGELIO He visto al Señor y me ha dado este mensaje. Del santo Evangelio según san Juan: 20, 11-18 El día de la
resurrección, María se había quedado llorando junto
al sepulcro de Jesús. Sin dejar de llorar, se asomó al sepulcro
y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados en el lugar donde
había estado el cuerpo de Jesús, uno en la cabecera y el
otro junto a los pies. Los ángeles le preguntaron: "¿Por
qué estás llorando, mujer?" Ella les contestó:
"Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde
lo habrán puesto". ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Recibe, Señor, con bondad, estas ofrendas de tu familia santa, para que, con la ayuda de tu protección, conserve los dones recibidos y llegue a poseer los eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio I de Pascua (en este día), p. 499 (500). ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Col 3, 1-2 Puesto que ustedes han resucitado con Cristo, busquen los bienes del cielo, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios; pongan todo el corazón en los bienes del cielo, no en los de la tierra. Aleluya. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Escúchanos, Dios todopoderoso, y, ya que colmaste los corazones de tus hijos con la gracia incomparable del bautismo, prepáranos para alcanzar la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. La despedida se hace como el día de Pascua.
Blanco Feria dentro de la Octava de Pascua MR p. 343 (349) / Lecc. I, p. 860 Otros santos: León IX, papa; Emma de Bremen, viuda. Beato Bernardo de Sithiu “el Penitente”. SE LES ABRIERON LOS OJOS Hech 3,1-10; Lc 24,13-35 La expresión que encabeza este comentario aparece como la clave que descifra el encuentro de los discípulos de Emaús con el resucitado. En una primera etapa del trayecto no habían conseguido reconocer al Señor, lo confundieron con un peregrino desconocido. Hasta que Jesús realizó los gestos acostumbrados al partir el pan, fue que lo reconocieron. Cuando se verificó el reencuentro, Jesús desapareció de su vista. Los dos discípulos deletrearon las señales de la Pascua con la ayuda de Dios. De igual manera, la gente que asistía al templo de Jerusalén, quedó sorprendida al descubrir que el paralítico que pedía limosna, se movía ahora con soltura y por su propio pie. Sin disponer de los detalles, advertían que detrás de aquella señal, estaba el favor de Dios. ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Mt 25, 34 Vengan, benditos de mi Padre, tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. Aleluya. Se dice Gloria. ORACIÓN COLECTA Dios nuestro, que cada año nos inundas de alegría por la solemnidad de la resurrección del Señor, concédenos propicio que, por estas fiestas que celebramos en el tiempo, merezcamos llegar al gozo de la eternidad. Por nuestro Señor Jesucristo... LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Te voy a dar lo que tengo: En el nombre de Jesús, camina. Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 3,1-10 En aquel tiempo, Pedro
y Juan subieron al templo para la oración vespertina, a eso de
las tres de la tarde. Había allí un hombre lisiado de nacimiento,
a quien diariamente llevaban y ponían ante la puerta llamada la
"Hermosa", para que pidiera limosna a los que entraban en el
templo. SALMO RESPONSORIAL R/. Cantemos al Señor con alegría. Aleluya. Aclamen al Señor
y denle gracias, relaten sus prodigios a los pueblos. Entonen en su honor
himnos y cantos, celebren sus portentos. R/. SECUENCIA opcional Lecc. I, pág. 855. ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Sal 117, 24 R/. Aleluya, aleluya. Este es el día del triunfo del Señor, día de júbilo y de gozo. R/. EVANGELIO Lo reconocieron al partir el pan. Del santo Evangelio según san Lucas: 24, 13-35 El mismo día
de la resurrección, iban dos de los discípulos hacia un
pueblo llamado Emaús, situado a unos once kilómetros de
Jerusalén, y comentaban todo lo que había sucedido. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Recibe, Señor, estas ofrendas de la humanidad redimida, y realiza a favor nuestro, la plena salvación del cuerpo y el alma. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio I de Pascua (en este día), p. 499 (500). ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Lc 24, 35 Los discípulos reconocieron al Señor Jesús, al partir el pan. Aleluya. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Te rogamos, Señor, que, purificados de nuestra antigua condición pecadora, la santa recepción del sacramento de tu Hijo nos transforme en nuevas creaturas. Por Jesucristo, nuestro Señor. La despedida se hace como el día de Pascua.
Blanco Feria dentro de la Octava de Pascua MR p. 344 (350) / Lecc. I, p. 863 Otros santos: Inés de Montepulciano, abadesa; Marcelino de Embrun, obispo. Beato Simón de Todi, presbítero. DEL DESCONCIERTO A LA FE Hech 3,11-26; Lc, 24, 35-48 Los peregrinos que ingresaban al templo imaginaron inicialmente que Pedro y Juan habían devuelto la movilidad al paralítico. Los apóstoles no se aprovecharon de su ingenuidad ni favorecieron el culto a su persona. Al contrario, con toda sencillez reconocieron que había sido el Padre quien, a través del Señor Jesús, lo había sanado y devuelto la alegría. Esa señal no suprimió la libertad del enfermo, antes bien, fue necesario que éste tuviera fe en el nombre de Jesús. Esa misma fe se suscitó como un don en el corazón de los discípulos, cuando superaron su miedo y reconocieron al Señor resucitado en medio de ellos. Las señales cumplidas por Jesús adquirieron su verdadero alcance, cuando el mismo ayudó a descifrar su misterio en las profecías hechas por Dios a Israel. ANTÍFONA DE ENTRADA Sb 10, 20-21 Todos alabaron, Señor, tu poder y tu sabiduría, porque has abierto la boca de los mudos y has hecho elocuentes las lenguas de los niños. Aleluya. Se dice Gloria. ORACIÓN COLECTA Dios nuestro, que uniste a todos los pueblos diversos en la confesión de tu nombre, concede que, quienes renacieron en la fuente bautismal, tengan una misma fe en sus pensamientos y un mismo amor en sus obras. Por nuestro Señor Jesucristo... LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Ustedes le dieron muerte al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos. Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 3, 11-26 Como el paralítico
curado por Pedro y Juan no se les despegaba, todo el pueblo, asombrado,
corrió hacia ellos al pórtico de Salomón. Al ver
a la muchedumbre, Pedro les dirigió la palabra: SALMO RESPONSORIAL R/. ¡Qué admirable, Señor, es tu poder! Aleluya. ¡Qué
admirable es, Señor y Dios nuestro, tu poder en toda la tierra!
¿Qué es el hombre, para que de él te acuerdes; ese
pobre ser humano, para que de él te preocupes? R/. SECUENCIA opcional Lecc. I, pág. 855. ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Sal 117, 24 Este es el día del triunfo del Señor, día de júbilo y de gozo. R/. EVANGELIO Está escrito que Cristo tenía que padecer y tenía que resucitar de entre los muertos al tercer día. Del santo Evangelio según san Lucas: 24, 35-48 Cuando los dos discípulos
regresaron de Emaús y llegaron al sitio donde estaban reunidos
los apóstoles, les contaron lo que les había pasado en el
camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir
el pan. Mientras hablaban de esas cosas, se presentó Jesús
en medio de ellos y les dijo: "La paz esté con ustedes".
Ellos, desconcertados y llenos de temor, creían ver un fantasma.
Pero él les dijo: "No teman; soy yo. ¿Por qué
se espantan? ¿Por qué surgen dudas en su interior? Miren
mis manos y mis pies. Soy yo en persona. Tóquenme y convénzanse:
un fantasma no tiene ni carne ni huesos, como ven que tengo yo".
Y les mostró las manos y los pies. Pero como ellos no acababan
de creer de pura alegría y seguían atónitos, les
dijo: "¿Tienen aquí algo de comer?" Le ofrecieron
un trozo de pescado asado; él lo tomó y se puso a comer
delante de ellos. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Señor, acepta bondadoso estas ofrendas que te presentamos en agradecimiento por los que han renacido en el bautismo y para apresurar los auxilios celestiales. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio I de Pascua (en este día), p. 499 (500). ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. 1 P 2, 9 Pueblo redimido por Dios, anuncia las maravillas del Señor, que te ha llamado de las tinieblas a su luz admirable. Aleluya. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Señor y Dios nuestro, escucha nuestras oraciones, para que la participación en los sacramentos de nuestra redención nos ayude en la vida presente y nos alcance las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor. La despedida se hace como en el día de Pascua.
Blanco Feria dentro de la Octava de Pascua MR p. 345 (351) / Lecc. I, p. 866 [se omite la memoria de San Anselmo, obispo y doctor de la Iglesia] Otros santos: Anastasio "el Sinaita", abad. Beato Juan Saziari, laico. POR OBRA DE QUIÉN Hech 4,1-12; Jn 21,1-14 Los dos relatos, tanto el de la pesca milagrosa de los 153 peces, como el de la curación del paralítico son presentados por la predicación apostólica como señales del señorío y la gloria de Jesús resucitado. Pedro y Juan están convencidos de su impotencia y reconocen que es el nombre y la persona del Señor Jesucristo, quien ha devuelto la salud al paralítico. A través de esas señales fueron confirmando la eficacia salvadora del resucitado. De igual manera, los siete discípulos superaron su desconcierto luego de una mala noche en que no pescaron nada, se acogieron a la palabra del Maestro y consiguieron una pesca inusual y generosa. Cuando almorzaron y Jesús realizó los gestos del pan compartido, se convencieron de haberse reencontrado con su Señor. Dios nos auxilia siempre en el camino de la fe. ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 77, 53 El Señor liberó a su pueblo y lo llenó de esperanza, y a sus enemigos los sumergió en el mar. Aleluya. Se dice Gloria. ORACIÓN COLECTA Dios todopoderoso y eterno, que estableciste el misterio pascual como alianza de la reconciliación humana, concédenos manifestar en las obras lo que celebramos con fe. Por nuestro Señor Jesucristo... LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Fuera de Jesús no hay salvación. Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 4, 1-12 En aquellos días,
mientras Pedro y Juan hablaban al pueblo, se presentaron los sacerdotes,
el jefe de la guardia del templo y los saduceos, indignados porque los
apóstoles enseñaban al pueblo y anunciaban la resurrección
de los muertos por el poder de Jesús. Los aprehendieron, y como
ya era tarde, los encerraron en la cárcel hasta el día siguiente.
Pero ya muchos de los que habían escuchado sus palabras, unos cinco
mil hombres, habían abrazado la fe. SALMO RESPONSORIAL R/. La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular. Aleluya. Te damos gracias,
Señor, porque eres bueno, porque tu misericordia es eterna. Diga
la casa de Israel: "Su misericordia es eterna". Digan los que
temen al Señor: "Su misericordia es eterna". R/. SECUENCIA opcional Lecc. 1, pág. 855. ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Sal 117, 24 Este es el día del triunfo del Señor, día de júbilo y de gozo. R/. EVANGELIO Se acercó Jesús, tomó el pan y se lo dio a sus discípulos y también el pescado. Del santo Evangelio según san Juan: 21, 1-14 En aquel tiempo, Jesús
se les apareció otra vez a los discípulos junto al lago
de Tiberíades. Se les apareció de esta manera: Estaban juntos
Simón Pedro, Tomás (llamado el Gemelo), Natanael (el de
Cana de Galilea), los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos.
Simón Pedro les dijo: "Voy a pescar". Ellos le respondieron:
"También nosotros vamos contigo". Salieron y se embarcaron,
pero aquella noche no pescaron nada. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Señor, realiza bondadoso en nosotros el intercambio de este sacrificio pascual, para que pasemos de los afectos terrenos al deseo de los bienes del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio I de Pascua (en este día), p. 499 (500). ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 21, 12-13 Dijo Jesús a sus discípulos: Vengan a comer. Y tomó un pan y lo repartió entre ellos. Aleluya. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Protege, Señor, con amor constante a quienes has salvado, para que, una vez redimidos por la pasión de tu Hijo, se llenen ahora de alegría por su resurrección. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. La despedida se hace como en el día de Pascua.
Blanco Feria dentro de la Octava de Pascua MR p. 346 (352) / Lecc. I, p. 869 LH, I Vísperas de mañana, todo propio. T. II: p. 616; Fieles; p. 273; Popular: pp. 446 y 443. Otros santos: Agapito I, papa; Sotero y Cayo, pontífices mártires; Mariább de Persia, obispo. PERMISO PARA HABLAR Hech 4, 13-21; Mc 16, 9-15 Cuando los poderosos no consiguen sostener con argumentos una postura, terminan por recurrir a la censura y la represión. Mala señal para la cultura de los derechos humanos y la democracia es la práctica de la censura y los límites a la libertad de expresión. Los miembros del Sanedrín judío no podían desmentir la realidad de la curación del paralítico. Por eso, no encontraron otra salida que recurrir a la represión: ¡prohibido pronunciar el nombre de Jesús en Jerusalén! Los apóstoles no se dejaron intimidar, sino que alegaron su libertad de conciencia: no podían dejar de hablar, porque iba de por medio su fidelidad y su obediencia a Dios. Tal como lo señala el Evangelio de san Marcos, quienes se encontraron con Jesús resucitado, hicieron un reajuste radical en su vida: en adelante, no entenderían su existencia sino como portavoces de Jesús resucitado. ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 104, 43 El Señor liberó a su pueblo y lo llenó de alegría; al pueblo elegido lo colmó de júbilo. Aleluya. Se dice Gloria. ORACIÓN COLECTA Dios nuestro, que, con la abundancia de tu gracia, no cesas de aumentar en todos los pueblos el número de los que creen en ti, mira propicio a tus elegidos y haz que, renacidos ya por el sacramento del bautismo, queden un día revestidos de gozosa inmortalidad. Por nuestro Señor Jesucristo... LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA No podemos callar lo que hemos visto y oído. Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 4, 13-21 En aquellos días,
los sumos sacerdotes, los ancianos y los escribas, se quedaron sorprendidos
al ver el aplomo con que Pedro y Juan hablaban, pues sabían que
eran hombres del pueblo sin ninguna instrucción. Ya los habían
reconocido como pertenecientes al grupo que andaba con Jesús, pero
no se atrevían a refutarlos, porque ahí estaba de pie, entre
ellos, el hombre paralítico que había sido curado. SALMO RESPONSORIAL R/. La diestra del Señor ha hecho maravillas. Aleluya. Te damos gracias,
Señor, porque eres bueno, porque tu misericordia es eterna. El
Señor es mi fuerza y mi alegría; en el Señor está
mi salvación. Escuchemos el canto de victoria que sale de la casa
de los justos: R/. SECUENCIA opcional, Lecc. I, pág. 855. ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Sal 117, 24 Este es el día del triunfo del Señor, día de júbilo y de gozo. R/. EVANGELIO Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio. Del santo Evangelio según san Marcos: 16, 9-15 Habiendo resucitado
al amanecer del primer día de la semana, Jesús se apareció
primero a María Magdalena, de la que había arrojado siete
demonios. Ella fue a llevar la noticia a los discípulos, los cuales
estaban llorando, agobiados por la tristeza; pero cuando la oyeron decir
que estaba vivo y que lo había visto, no le creyeron. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Concédenos, Señor, vivir siempre llenos de gratitud por estos misterios pascuales que celebramos, para que, continuamente renovados por su acción, se conviertan para nosotros en causa de eterna felicidad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio I de Pascua (en este día), p. 499 (500). ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Ga 3, 27 Todos ustedes que han sido bautizados en Cristo, se han revestido de Cristo. Aleluya. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Dirige, Señor, tu mirada compasiva sobre tu pueblo, al que te has dignado renovar con estos misterios de vida eterna, y concédele llegar un día a la gloria incorruptible de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. La despedida se hace como en el día de Pascua. La Divina Misericordia Blanco II Domingo de Pascua MR p. 347 (353) Lecc. I, p. 98 LH del Domingo de Pascua. 2das Vísperas del II domingo de Pascua [Se omiten las memorias de San Jorge, mártir y de San Adalberto, obispo y mártir] Otros santos: Beata Elena Valentini laica. LA IGLESIA, COMUNIDAD APOSTÓLICA Hech 2, 42-47; 1 Pe 1,3-9; Jn 20,19-31 El sumario que describe de manera un tanto idealizada la vida de la comunidad cristiana primitiva de Jerusalén no ha perdido su vigencia. Cualquier comunidad eclesial no podrá recibir tal nombre si no se organiza en torno de esos quehaceres, que finalmente son su esencia y su ser mismo. Efectivamente la iglesia surge de la escucha de la predicación y la enseñanza de los apóstoles. La iglesia es apostólica. Además, es una comunidad que celebra la fracción del pan para conmemorar el centro de su fe, a saber, la muerte y la resurrección de Cristo. Esa comunidad confiesa su filiación y por tanto vive en contacto permanente con Dios por medio de la oración y la escucha de su voluntad. Esa experiencia de fe se refleja en una intensa comunión espiritual y en una comunión de bienes, que se esfuerza seriamente por eliminar el número de personas necesitadas, a través de la solidaridad y la caridad. ANTÍFONA DE ENTRADA 1 Pe 2, 2 Como niños recién nacidos, anhelen una leche pura y espiritual que los haga crecer hacia la salvación. Aleluya. Se dice Gloria. ORACIÓN COLECTA Dios de eterna misericordia, que reanimas la fe de este pueblo a ti consagrado con la celebración anual de las fiestas pascuales, aumenta en nosotros los dones de tu gracia, para que todos comprendamos mejor la excelencia del bautismo que nos ha purificado, la grandeza del Espíritu que nos ha regenerado y el precio de la Sangre que nos ha redimido. Por nuestro Señor Jesucristo... LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Los creyentes vivían unidos y todo lo tenían en común. Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 2, 42-47 En los primeros días
de la Iglesia, todos los que habían sido bautizados eran constantes
en escuchar la enseñanza de los apóstoles, en la comunión
fraterna, en la fracción del pan y en las oraciones. Toda la gente
estaba llena de asombro y de temor, al ver los milagros y prodigios que
los apóstoles hacían en Jerusalén. SALMO RESPONSORIAL R/. La misericordia del Señor es eterna. Aleluya. Diga la casa de Israel:
"Su misericordia es eterna". Diga la casa de Aarón: "Su
misericordia es eterna". Digan los que temen al Señor: "Su
misericordia es eterna". R/. SEGUNDA LECTURA La resurrección de Cristo nos da la esperanza de una vida nueva. De la primera carta del apóstol san Pedro: 1, 3-9 Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo, por su gran misericordia, porque
al resucitar a Jesucristo de entre los muertos, nos concedió renacer
a la esperanza de una vida nueva, que no puede corromperse ni mancharse
y que él nos tiene reservada como herencia en el cielo. Porque
ustedes tienen fe en Dios, él los protege con su poder, para que
alcancen la salvación que les tiene preparada y que él revelará
al final de los tiempos. SECUENCIA
opcional, (Lecc. 1, p. 94). R/. Aleluya, aleluya. Tomás, tú crees porque me has visto; dichosos los que creen sin haberme visto, dice el Señor. R/. EVANGELIO Ocho días después, se les apareció Jesús. Del santo Evangelio según san Juan: 20, 19-31 Al anochecer del día
de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde
se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó
Jesús en medio de ellos y les dijo: "La paz esté con
ustedes". Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Cuando
los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría. Se dice Credo. PLEGARIA UNIVERSAL Llenos de gozo
por la santa resurrección del Señor, purificados nuestros
sentimientos y renovado nuestro espíritu, supliquemos al Señor,
diciendo: Rey vencedor, escúchanos. R/. Rey vencedor, escúchanos. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Recibe, Señor, las ofrendas de tu pueblo (y de los recién bautizados), para que, renovados por la confesión de tu nombre y por el bautismo, consigamos la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio I de Pascua (en este día), p. 499 (500). ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 20, 27 Jesús dijo a Tomás: Acerca tu mano, toca los agujeros que dejaron los clavos y no seas incrédulo, sino creyente. Aleluya. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Dios todopoderoso,
concédenos que la gracia recibida en este sacramento pascual permanezca
siempre en nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- La Iglesia se reconoce como una comunidad de vida y de fe. Los bautizados confesamos a un Padre amoroso, que nos ha amado de manera singular en la persona de su Hijo Jesucristo. Para nosotros, Jesucristo no es un simple personaje histórico ni un reformador religioso lejano a nuestra vida. Es una persona realmente viva y próxima a nosotros. Lo conocimos gracias a la fe testimoniada por nuestros padres, familiares y catequistas. Esa fe nos anima a vivir confiando en Dios y por eso, nos comunicamos juntos y de manera personal con él, por medio de la oración y la celebración de los sacramentos. Dado que estamos conscientes que la fe cristiana tiene que dar respuesta a nuestros interrogantes actuales, buscamos orientación y guía en la tradición apostólica, para discernir de manera personal y comunitaria, la mejor manera de servir cálida y eficazmente como discípulos, a nuestros hermanos.
Blanco / Rojo Feria de Pascua o Memoria de San Fidel de Sigmaringa, presbítero y mártir MR p. 349 (354) / Lecc. p. 872 Otros santos: María Eufrasia Pelletier, fundadora. Beata María Isabel Hesselblad, religiosa. ESPÍRITU DE FORTALEZA Hech 4,23-31; Jn 3,1-8 El diálogo entre el Señor Jesús y Nicodemo destaca una experiencia fundamental en el camino del discipulado. Ser cristiano es un renacimiento debido a la acción del Espíritu en nosotros. Desde fuera, no podemos cambiar el corazón con base en rituales y leyes. Es necesario que la vida divina se asiente en nuestro interior. Estamos urgidos de que el Espíritu de Dios se humanice en nuestra persona, para que, con ese dinamismo, podamos vivir como discípulos de Jesucristo en una sociedad y en una cultura, que por otras razones, nos desalienta de vivir como cristianos congruentes. La comunidad cristiana de Jerusalén recibió el testimonio de Pedro y Juan sobre las amenazas y maltratos sufridos a manos del Sanedrín. Toda la comunidad se solidarizó con ellos, solicitando a Dios que les diera la fortaleza y la valentía para realizar su misión evangelizadora. ANTÍFONA DE ENTRADA Rm 6, 9 Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no morirá nunca. La muerte ya no tiene dominio sobre él. Aleluya. ORACIÓN COLECTA Te pedimos, Dios todopoderoso, que, renovados por los auxilios pascuales que nos han librado de la herencia del pecado, adquiramos la belleza del Creador celestial. Por nuestro Señor Jesucristo... LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Se pusieron a orar y quedaron llenos del Espíritu Santo y anunciaron la palabra de Dios con valentía. Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 4, 23-31 En aquellos días,
tan pronto como Pedro y Juan quedaron en libertad, volvieron a donde estaban
sus compañeros y les contaron lo que les habían dicho los
sumos sacerdotes y los ancianos. Al oír esto, todos juntos clamaron
a Dios, diciendo: SALMO RESPONSORIAL R/. Dichosos los que esperan en el Señor. Aleluya. ¿Por qué
se amotinan las naciones y los pueblos hacen planes torpes? Se sublevan
los reyes de la tierra y los príncipes se alían contra el
Señor y contra su Mesías, diciendo: "Rompamos sus cadenas,
sacudamos sus ataduras". R/. ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Col 3, 1 Si han resucitado con Cristo, busquen las cosas del cielo, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios. R/. Aleluya. EVANGELIO El que no nace del agua y del Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios. Del santo Evangelio según san Juan: 3,1-8 Había un fariseo
llamado Nicodemo, hombre principal entre los judíos, que fue de
noche a ver a Jesús y le dijo: "Maestro, sabemos que has venido
de parte de Dios, como maestro; porque nadie puede hacer las señales
milagrosas que tú haces, si Dios no está con él". ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Recibe, Señor, los dones que, jubilosa, tu Iglesia te presenta, y puesto que es a ti a quien debe su alegría, concédele también disfrutar de la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio I-V de Pascua, pp. 499-503 (500-504). ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 20, 19 Jesús se presentó en medio de sus discípulos y les dijo: "La paz esté con ustedes". Aleluya. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Dirige, Señor, tu mirada compasiva sobre tu pueblo, al que te has dignado renovar con estos misterios de vida eterna, y concédele llegar un día a la gloria incorruptible de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. ORACIÓN COLECTA Dios nuestro, que te dignaste coronar con la palma del martirio a san Fidel de Sigmaringa, inflamando en tu amor para propagar la fe, concédenos, por su intercesión, que, arraigados en la caridad y unidos a él, merezcamos experimentar el poder de la resurrección de Cristo. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
San Marcos, evangelista Rojo Fiesta MR p. 700 (719) / Lecc. 1, p. 1009 Otros santos: Pedro de San José de Betancur, fundador. Beato Juan Piamarta, fundador. Por sus lazos familiares, Marcos pertenecía a la comunidad cristiana de Jerusalén. Inicialmente acompañó a san Pablo en sus misiones y después a san Pedro, quien lo llamaba "su hijo". La tradición enseña que Marcos recogió en su Evangelio la predicación de Pedro a los cristianos romanos y que fundó la Iglesia de Alejandría. DESCARGUEN SUS PREOCUPACIONES EN DIOS 1 Pe 5,5-14; Mc 16,15-20 Los dos fragmentos que nos ofrece la liturgia se ambientan en un contexto misionero. En el Evangelio de san Marcos nos encontramos en el contexto de la Ascensión de Jesús que envía a sus discípulos a evangelizar. El encargo tiene dimensiones enormes, hay que ofrecer el mensaje a toda la humanidad. El mensaje nunca estaría exento de contratiempos y hostilidades y, por eso mismo, algunos podrían desalentarse. El Señor Jesús lo sabe y por eso promete a los misioneros que contarán con la asistencia y el auxilio de Dios. La Carta de Pedro alerta a los lectores sobre la inminencia de las persecuciones, que afligen a todos los cristianos. En la hora de la prueba, el cristiano no está solo, Dios le asiste y le sostiene. Además, es oportuno recordar, que los momentos de adversidad no son para siempre. También éstos, aunque parezcan interminables, un día pasarán. ANTÍFONA DE ENTRADA Mc 16, 15 Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura. Aleluya. Se dice Gloria. ORACIÓN COLECTA Dios nuestro, que enalteciste a tu evangelista san Marcos con la gracia de la predicación evangélica, concédenos aprovechar de tal manera sus enseñanzas, que podamos seguir fielmente las huellas de Jesucristo. El, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Los saluda mi hijo Marcos. De la primera carta del apóstol san Pedro: 5, 5-14 Queridos hermanos:
Que en su trato mutuo la humildad esté siempre presente, pues Dios
es enemigo de los soberbios, y en cambio, a los humildes les concede su
gracia. Humíllense, pues, ante la mano poderosa de Dios, para que
él los levante y encumbre en el momento oportuno. Dejen en sus
manos todas sus preocupaciones, pues él cuida de ustedes. SALMO RESPONSORIAL R/. Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor. Aleluya. Proclamaré
sin cesar la misericordia del Señor y daré a conocer que
su fidelidad es eterna, pues el Señor ha dicho: "Mi amor es
para siempre y mi lealtad, más firme que los cielos". R/. ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO 1 Co 1, 23. 24 Nosotros predicamos a Cristo crucificado, que es la fuerza y la sabiduría de Dios. R/. EVANGELIO Prediquen el Evangelio a todas las creaturas. Del santo Evangelio según san Marcos: 16, 15-20 En aquel tiempo, se
apareció Jesús a los Once y les dijo: "Vayan por todo
el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura. El que crea y se bautice,
se salvará; el que se resista a creer, será condenado. Estos
son los milagros que acompañarán a los que hayan creído:
arrojarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas,
cogerán serpientes en sus manos, y si beben un veneno mortal, no
les hará daño; impondrán las manos a los enfermos
y éstos quedarán sanos". ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Al celebrar la glorificación de san Marcos, te ofrecemos, Señor, este sacrificio de alabanza, y te suplicamos humildemente que la predicación evangélica se mantenga siempre firme en tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio II de los Apóstoles, p. 532 (533). ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 28, 20 Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo, dice el Señor. Aleluya. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN. Concédenos, Dios todopoderoso, que los dones recibidos de tu santo altar nos santifiquen y nos fortalezcan en la fe del Evangelio, que san Marcos predicó. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Blanco Feria De Pascua MR p. 351 (356) / Lecc. I, p. 877 Otros santos: Cleto y Marcelino, pontífices y mártires; Rafael Arnaíz Barón, laico. Beato Ramón Oromí Sullá, mártir. TANTO AMÓ DIOS AL MUNDO Hech 5,17-26; Jn 3,16-21 El capítulo tercero del Evangelio de san Juan condensa una de las certezas más profundas para el creyente. Dios ama a la humanidad con tan intenso amor que, envía a su Hijo único al mundo, para que documente y desvele de manera real y transparente, la intensidad de ese amor. Solo el amor de Dios, manifiesto en Jesús, nos deslumbra con tanta generosidad. Entusiasmados por esa revelación los discípulos de Jesús resucitado se llenan de entereza para cumplir con su misión, no obstante que enfrenten la cárcel, las prohibiciones y la censura del partido saduceo. Uno de los criterios para valorar las ofertas religiosas —en este caso, la disyuntiva para los apóstoles Juan y Pedro era, continuar con el camino judío o adherirse al nuevo camino cristiano— es la derrama de bondad, justicia y libertad que dichos caminos promueven. ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 17, 50; 21, 23 Te alabaré, Señor, ante las naciones y anunciaré tu nombre a mis hermanos. Aleluya. ORACIÓN COLECTA Al conmemorar cada año los misterios por los que devolviste a la naturaleza humana su dignidad original y le infundiste la esperanza de la resurrección, te suplicamos, Señor, confiadamente, que en tu clemencia, nos concedas recibir con perpetuo amor lo que conmemoramos llenos de fe. Por nuestro Señor Jesucristo... LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Los hombres que habían metido en la cárcel están en el templo, enseñando al pueblo. Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 5, 17-26 En aquellos días,
el sumo sacerdote y los de su partido, que eran los saduceos, llenos de
ira contra los apóstoles, los mandaron aprehender y los metieron
en la cárcel. Pero durante la noche, un ángel del Señor
les abrió las puertas, los sacó de ahí y les dijo:
"Vayan al templo y pónganse a enseñar al pueblo todo
lo referente a esta nueva vida". Para obedecer la orden, se fueron
de madrugada al templo y ahí se pusieron a enseñar. SALMO RESPONSORIAL Del salmo 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9 R/. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor. Aleluya. Bendeciré al
Señor a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo. Yo me
siento orgulloso del Señor que se alegre su pueblo al escucharlo.
R/. ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn 3, 16 Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que el que crea en él, tenga vida eterna. R/. Aleluya. EVANGELIO Dios envió a su Hijo al mundo para que el mundo se salve por él. Del santo Evangelio según san Juan: 3, 16-21 Tanto amó Dios
al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo
el que crea en él no perezca, sino que tenga la vida eterna. Porque
Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el
mundo se salvara por él. El que cree en él no será
condenado; pero el que no cree ya está condenado por no haber creído
en el Hijo único de Dios. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Dios nuestro, que por el santo valor de este sacrificio nos hiciste participar de tu misma y gloriosa vida divina, concédenos que, así como hemos conocido tu verdad, de igual manera vivamos de acuerdo con ella. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio I- V de Pascua, p. 499-503 (500-504). ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 15, 16. 19 Yo los elegí del mundo, dice el Señor, y los destiné para que vayan y den fruto, y su fruto permanezca. Aleluya. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Señor, muéstrate benigno con tu pueblo, y ya que te dignaste alimentarlo con los misterios celestiales, hazlo pasar de su antigua condición de pecado a una vida nueva. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Nuestra Señora de Monserrat Blanco Feria de Pascua o Memoria de Santa María Guadalupe García Zavala, virgen* MR p. 352 (357) / Lecc. I, p. 879 Otros santos: Beato Nicolás Roland, fundador. QUIEN VIENE DEL CIELO Hech 5,27-33; Jn 3,31-35 El relato de los Hechos de los Apóstoles continúa explicándonos el largo proceso judicial que tuvieron que enfrentar los primeros discípulos. Es obvio que comparecieron ante el Sanedrín judío porque en ese momento todavía era para ellos un referente importante a la hora de interpretar la voluntad del Padre. La ruptura de los cristianos con las instituciones judías, no se verificó en los meses inmediatos a la pascua del año 31. Durante varias décadas los judíos que reconocían a Jesús como Señor y Mesías, siguieron participando de la vida y el culto en el templo y respetando las instancias de autoridad en Israel. En un momento dado las tensiones subieron tanto de tono, que decidieron tomar una decisión dolorosa pero necesaria: obedecer a Dios antes que a los hombres. ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 67, 8-9. 20 Cuando saliste, Señor, al frente de tu pueblo, y le abriste camino a través del desierto, la tierra se estremeció y hasta los cielos dejaron caer su lluvia. Aleluya. ORACIÓN COLECTA Dios nuestro, que llevaste a cabo el sacrificio pascual para que el mundo obtuviera la salvación, escucha las súplicas de tu pueblo, y haz que, intercediendo por nosotros Cristo, nuestro Pontífice, por su humanidad, que comparte con nosotros, nos reconcilie, y por su divinidad, que lo hace igual a ti, nos perdone. Por nuestro Señor Jesucristo... LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Nosotros somos testigos de todo esto, y también lo es el Espíritu Santo. Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 5, 27-33 En aquellos días,
los guardias condujeron a los apóstoles ante el sanedrín,
y el sumo sacerdote los reprendió, diciéndoles: "Les
hemos prohibido enseñar en nombre de ese Jesús; sin embargo,
ustedes han llenado a Jerusalén con sus enseñanzas y quieren
hacernos responsables de la sangre de ese hombre". SALMO RESPONSORIAL R/. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor. Aleluya. Bendeciré al
Señor a todas horas; no cesará mi boca de alabarlo. Haz
la prueba y verás qué bueno es el Señor. Dichoso
el hombre que se refugia en él. R/. ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn 20, 29 Tomás, tú crees, porque me has visto. Dichosos los que creen sin haberme visto, dice el Señor. R/. EVANGELIO El Padre ama a su Hijo y todo lo ha puesto en sus manos. Del santo Evangelio según san Juan: 3, 31-36 El que viene de lo
alto está por encima de todos; pero el que viene de la tierra pertenece
a la tierra y habla de las cosas de la tierra. El que viene del cielo
está por encima de todos. Da testimonio de lo que ha visto y oído,
pero nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio certifica
que Dios es veraz. Aquel a quien Dios envió habla las palabras
de Dios, porque Dios le ha concedido sin medida su Espíritu. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Suba hasta ti, Señor, nuestra oración, acompañada por estas ofrendas, para que, purificados por tu bondad, nos dispongas para celebrar el sacramento de tu inmenso amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio I-V de Pascua, p. 499-503 (500-504). ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 28, 20 Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. Aleluya. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Dios todopoderoso y eterno, que, por la resurrección de Cristo, nos has hecho renacer a la vida eterna, multiplica en nosotros el efecto de este sacramento pascual, e infunde en nuestros corazones el vigor que comunica este alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor. ORACIÓN COLECTA Señor y Dios nuestro, que en el amor a ti y al prójimo has querido resumir tus mandamientos, concédenos que, a ejemplo de santa María Guadalupe García Zavala, no neguemos a nadie nuestra ayuda y merezcamos ser llamados con ella a compartir el Reino de tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Blanco Feria de Pascua o Memoria de San Pedro Chanel, presbítero y mártir,* o memoria de San Luis María Grignion de Montfort, presbítero** MR p. 353 (358) / Lecc. I, p. 881 Otros santos: Beato José Cebula, mártir. LUCHAR CONTRA DIOS Hech 5,34-42; Jn 6,1-15 Aparentemente los grandes principios y creencias religiosas entre judíos y cristianos son casi idénticos: Dios Padre creador, invita a unos y a otros a amar con la misma entrega al prójimo y a Dios, afirmando que una dignidad única asemeja a todas las personas. De ahí que las relaciones tendrán que favorecer la libertad, la justicia y la solidaridad. En eso no hay diferencias. Los cristianos de origen judío, sin embargo, fueron enfatizando la fe en Cristo sobre el cumplimiento de las obras de la ley y los preceptos relativos al culto. El camino cristiano se ofrecía a todas las personas, independientemente de su origen o raza, mientras que el camino judío, se reservaba para los descendientes de Abrahán y para los extranjeros que aceptaran la circuncisión. Dios pondría a cada camino en su sitio, como bien recomendaba Gamaliel al Consejo judío. ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Si 15, 5 Señor, con tu Sangre has rescatado a hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación, y has hecho de nosotros un reino de sacerdotes para Dios. Aleluya. ORACIÓN COLECTA Dios nuestro, tú que eres luz y esperanza de los corazones sinceros, concédenos que sepamos dirigirnos a ti con una oración confiada y ofrecerte siempre el homenaje de nuestra alabanza. Por nuestro Señor Jesucristo... LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Los apóstoles se retiraron del sanedrín, felices de haber padecido ultrajes por el nombre de Jesús. Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 5, 34-42 En aquellos días,
un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley y respetado por todo el
pueblo, se levantó en el sanedrín, mandó que hicieran
salir por un momento a los apóstoles y dijo a la asamblea: SALMO RESPONSORIAL R/. El Señor es mi luz y mi salvación. Aleluya. El Señor es
mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo?
El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién podrá
hacerme temblar? R/. ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Mt 4, 4 No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios. R/. EVANGELIO Jesús distribuyó el pan a los que estaban sentados, hasta que se saciaron. Del santo Evangelio según san Juan: 6, 1-15 En aquel tiempo, Jesús
se fue a la otra orilla del mar de Galilea o lago de Tiberíades.
Lo seguía mucha gente, porque habían visto las señales
milagrosas que hacía curando a los enfermos. Jesús subió
al monte y se sentó allí con sus discípulos. Estaba
cerca la Pascua, festividad de los judíos. Viendo Jesús
que mucha gente lo seguía, le dijo a Felipe: "¿Cómo
compraremos pan para que coman éstos?" Le hizo esta pregunta
para ponerlo aprueba, pues él bien sabía lo que iba a hacer.
Felipe le respondió: "Ni doscientos denarios de pan bastarían
para que a cada uno le tocara un pedazo de pan". Otro de sus discípulos,
Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: "Aquí
hay un muchacho que trae cinco panes de cebada y dos pescados. Pero, ¿qué
es eso para tanta gente?" Jesús le respondió: "Díganle
a la gente que se siente". En aquel lugar había mucha hierba.
Todos, pues, se sentaron ahí; y tan sólo los hombres eran
unos cinco mil. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Recibe, Señor, con bondad, estas ofrendas de tu familia santa, para que, con la ayuda de tu protección, conserve los dones recibidos y llegue a poseer los eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio I- V de Pascua, p. 499-503 (500-504). ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Rm 4, 25 Cristo fue condenado a muerte por nuestros pecados, y resucitó para nuestra justificación. Aleluya. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Protege, Señor, con amor constante a quienes has salvado, para que, una vez redimidos por la pasión de tu Hijo, se llenen ahora de alegría por su resurrección. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. MR, p. 701 (721). Religioso Marista
francés, fue enviado a Oceanía para predicar el Evangelio.
Enfrentó muchas dificultades, provenientes tanto de los autóctonos
paganos, como de los misioneros metodistas. Logró convertir a la
fe al hijo del rey Futuna, por lo cual el soberano lo mandó matar
inmediatamente. ORACIÓN COLECTA Dios nuestro, que para crecimiento de tu Iglesia coronaste a san Pedro Chanel con el martirio, concédenos, en estos días de gozo pascual, celebrar de tal modo los misterios de la muerte y resurrección de Cristo, que merezcamos ser testigos de la vida nueva. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. ORACIÓN COLECTA Dios nuestro, que quisiste dirigir los pasos de san Luis María Grignion de Montfort, presbítero, por el camino de la salvación y del amor a Cristo, acompañado por la santísima Virgen, concédenos que, siguiendo su ejemplo y meditando los misterios de tu amor, trabajemos incansablemente en la edificación de tu Iglesia. Por nuestro Señor Jesucristo...
Blanco Feria de Pascua o Memoria de Santa Catalina de Siena, virgen y doctora de la Iglesia MR p. 703 (722) / Lecc. I, p. 884 LH, I Vísperas del domingo: 3a. Semana del Salterio. T. II: pp. 1312, 516 y 682; Fieles: pp. 642 y 274; Popular: pp. 202 y 446. Otros santos: Hugo "el Grande" de Cluny, abad; Antonio Kim de Seúl, mártir. Su vida estuvo repartida entre la contemplación de Jesús crucificado y el servicio de la Iglesia, desgarrada por facciones. Plenamente imbuida en el espíritu de santo Domingo, encontró en el amor a Dios todas las energías necesarias para hacer regresar al Papa de Aviñón a Roma, y para hacer comprender a los pecadores lo que significa el llamamiento de la sangre redentora (1347-1380). DOTADOS DE FE Y ESPÍRITU SANTO Hech 6,1-7; Jn 6,16-21 Al aumentar el número de los bautizados, fueron surgiendo dos comunidades de discípulos en Jerusalén, de un lado, estaban los cristianos que organizaban su vida y sus costumbres de acuerdo a la cultura griega y de otro lado, estaban los cristianos más apegados a las tradiciones judías. Los primeros eran minoría y corrían el riesgo de ser desatendidos por la mayoría. La atención de las viudas y los pobres de las familias cristianas de lengua griega, animó a los apóstoles a estimular la organización colegial de los diáconos, para atender las tareas de la evangelización y la caridad. Los diáconos no fueron improvisados, antes bien, pusieron algunos filtros para admitirlos: debían ser personas de fe y abiertos al Espíritu Santo y con autoridad moral en la comunidad. ANTÍFONA DE ENTRADA Esta virgen sabia y prudente salió al encuentro de Cristo con la lámpara encendida. Aleluya. ORACIÓN COLECTA Dios nuestro, que hiciste arder en amor divino a santa Catalina de Siena, al contemplar la pasión de tu Hijo y al servir a tu Iglesia, concede, por su intercesión, que tu pueblo, asociado al misterio de Cristo, se alegre siempre en la manifestación de su gloria. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Eligieron siete hombres llenos del Espíritu Santo. Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 6, 1-7 En aquellos días,
como aumentaba mucho el número de los discípulos, hubo ciertas
quejas de los judíos griegos contra los hebreos, de que no se atendía
bien a sus viudas en el servicio de caridad de todos los días. SALMO RESPONSORIAL R/. El Señor cuida de aquellos que lo temen. Aleluya. Que los justos aclamen
al Señor; es propio de los justos alabarlo. Demos gracias a Dios,
al son del arpa, que la lira acompañe nuestros cantos. R/. ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Ha resucitado Cristo, el Señor, que creó el mundo, y que ha salvado a los hombres por su misericordia. R/. EVANGELIO Vieron a Jesús caminando sobre las aguas. Del santo Evangelio según san Juan: 6, 16-21 Al atardecer del día
de la multiplicación de los panes, los discípulos de Jesús
bajaron al lago, se embarcaron y empezaron a atravesar hacia Cafarnaúm.
Ya había caído la noche y Jesús todavía no
los había alcanzado. Soplaba un viento fuerte y las aguas del lago
se iban encrespando. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Recibe, Señor, este sacrificio de salvación que te ofrecemos en la conmemoración de santa Catalina, para que, instruidos por sus enseñanzas, podamos darte gracias con mayor fervor a ti, único Dios verdadero. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio de Pascua o de la Memoria. ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. 1 Jn 1, 7 Si caminamos en la luz, como Dios es luz, estamos unidos unos con otros, y la sangre de Jesucristo, su Hijo, nos purifica de todo pecado. Aleluya. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Concede, Señor, la vida eterna a quienes has alimentado en esta mesa celestial, la cual sostuvo la vida temporal de santa Catalina. Por Jesucristo, nuestro Señor. Blanco III Domingo de Pascua MR p. 355 (360)1 Lecc. 1, p. 101 LH, 3a. Semana del Salterio [Se omite la memoria de San Pío V, papa] Otros santos: María de la Encarnación (Guyart Martín), religiosa. Beata Paulina Mallinckrodt, fundadora. UN MENSAJE PROVOCADOR Hech 2,14.22-33; 1 Pe 1,17-21; Lc 24,13-35 La predicación cristiana enfrentó desde el principio una serie de retos para acreditarse como un mensaje razonable y válido ante los oídos de los oyentes judíos. En primer lugar, estaba el escándalo de la muerte de Jesús en la cruz. Si era realmente el Mesías y el Salvador, cómo había permitido el Padre que los soldados romanos y las autoridades judías, lo condenaran a muerte. El primero de los discursos de Pedro recuerda el historial bondadoso de Jesús. Él efectivamente murió, pero no como resultado de la sagacidad de sus enemigos. Dios Padre había decidido revelarse como un Dios celosamente respetuoso de la libertad humana. Si bien quería establecer un reinado de paz y armonía, no deseaba que Jesús lo impusiera por medio de señales aparatosas, sino invitando al seguimiento libre y voluntario. Dios nos ama sin otro límite, que el respeto cabal a nuestra libertad. ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 65, 1-2 Aclama a Dios, tierra entera. Canten todos un himno a su nombre, denle gracias y alábenlo. Aleluya. Se dice Gloria. ORACIÓN COLECTA Dios nuestro, que tu pueblo se regocije siempre al verse renovado y rejuvenecido, para que, al alegrarse hoy por haber recobrado la dignidad de su adopción filial, aguarde seguro su gozosa esperanza el día de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo... LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Yo era posible que la muerte lo retuviera bajo su dominio. Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 2, 14. 22-33 El día de Pentecostés,
se presentó Pedro, junto con los Once, ante la multitud, y levantando
la voz, dijo: "Israelitas, escúchenme. Jesús de Nazaret
fue un hombre acreditado por Dios ante ustedes, mediante los milagros,
prodigios y señales que Dios realizó por medio de él
y que ustedes bien conocen. Conforme al plan previsto y sancionado por
Dios, Jesús fue entregado, y ustedes utilizaron a los paganos para
clavarlo en la cruz. SALMO RESPONSORIAL R/. Enséñanos, Señor, el camino de la vida. Aleluya. Protégeme,
Dios mío, pues eres mi refugio. Yo siempre he dicho que tú
eres mi Señor. El Señor es la parte que me ha tocado en
herencia: mi vida está en sus manos. R/. SEGUNDA LECTURA Ustedes han sido rescatados con la sangre preciosa de Cristo, el cordero sin mancha. De la primera carta del apóstol san Pedro: 1, 17-21 Hermanos: Puesto que
ustedes llaman Padre a Dios, que juzga imparcialmente la conducta de cada
uno según sus obras, vivan siempre con temor filial durante su
peregrinar por la tierra. ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 24, 32 Señor Jesús, haz que comprendamos la Sagrada Escritura. Enciende nuestro corazón mientras nos hablas. R/. EVANGELIO Lo reconocieron al partir el pan. Del santo Evangelio según san Lucas: 24,13-35 El mismo día
de la resurrección, iban dos de los discípulos hacia un
pueblo llamado Emaús, situado a unos once kilómetros de
Jerusalén, y comentaban todo lo que había sucedido. Se dice Credo. PLEGARIA UNIVERSAL Invoquemos, amados
hermanos, a Cristo, triunfador del pecado y de la muerte, que siempre
intercede por nosotros diciendo: Rey de la gloria, resucítanos
contigo. R/. Rey de la gloria, resucítanos contigo. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Recibe, Señor, los dones que, jubilosa, tu Iglesia te presenta, y puesto que es a ti a quien debe su alegría, concédele también disfrutar de la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio I-V de Pascua, p. 499-503 (500-504) ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 21, 12-13 Los discípulos reconocieron al Señor Jesús, al partir el pan. Aleluya. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Dirige, Señor, tu mirada compasiva sobre tu pueblo, al que te has dignado renovar con estos misterios de vida eterna, y concédele llegar un día a la gloria incorruptible de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne. UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- El proceder de Pedro y los otros apóstoles continúa siendo un referente a la hora de proponer a las personas el camino cristiano. Ellos presentan el mensaje de la muerte y resurrección de Jesús de manera argumentada e inteligente; no obligan a nadie a creer a la fuerza, ni descalifican a quienes se resisten a creer. Apelan a un terreno común y compartido: las Escrituras que se leían en la sinagoga cada sábado. Los Profetas, Moisés y David habían anticipado veladamente la pasión y resurrección de Jesús. En una sociedad marcada por la diversidad de credos y convicciones, nos corresponde acreditar el camino cristiano con buenas razones, con apertura y sencillez de corazón. La mejor manera de proponer la fe cristiana es viviendo congruentemente como vivió Jesús.
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