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MISAL SEPTIEMBRE DEL 2014 / www.laverdadcatolica.org |
Intenciones del Santo Padre para Septiembre del 2014 |
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INTENCIÓN UNIVERSAL | |
Para que los discapacitados mentales reciban el amor y la ayuda que necesitan para llevar una vida digna. |
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INTENCIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN | |
Para que los cristianos, inspirados en la Palabra de Dios, se comprometan al servicio de los pobres y de los que sufren. |
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Nuestra Señora de los Remedios
Santos: Gil de Casayo, abad; Juana Soderini de Florencia, religiosa. Feria (Verde)
JESÚS CRUCIFICADO
1 Co 2, 1-5, Lc 4, 16-30
San Pablo rememora su primera llegada a Corinto, en medio de incertidumbres. La enorme ciudad también impresionaba al experimentado orador judío. No obstante, no buscó congraciarse con sus oyentes, aligerando las exigencias del Evangelio. Al contrario, expuso con toda claridad el mensaje fundamental: Cristo crucificado. La respuesta creyente al mensaje no es el resultado de una deducción lógica, procede de la atracción interior que el Padre suscita en las personas bien dispuestas. El episodio de la sinagoga de Nazaret que nos refiere san Lucas, pone en evidencia la importancia de la disposición interna del oyente. Los asistentes a la sinagoga se muestran admirados y atentos, para pasar luego a la sorpresa, el rechazo y la agresión hacia Jesús. Las emociones perturbaron el ánimo de los oyentes y terminaron rechazando al mensajero y consecuentemente también el mensaje, que los libraría de las diversas alienaciones que padecían.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Rm 5, 5; cfr. 8, 11)
El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que habita en nosotros.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que has ilustrado los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo, concédenos que, bajo su inspiración, sepamos discernir lo que es recto y experimentemos siempre el gozo de su consuelo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Les he anunciado a Cristo crucificado.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 2, 1-5
Hermanos: Cuando llegué
a la ciudad de ustedes para anunciarles el Evangelio, no busqué hacerlo
mediante la elocuencia del lenguaje o la sabiduría humana, sino que resolví
no hablarles sino de Jesucristo, más aún, de Jesucristo crucificado.
Me presenté ante ustedes débil y temblando de miedo. Cuando les
hablé y les prediqué el Evangelio, no quise convencerlos con palabras
de hombre sabio; al contrario, los convencí por medio del Espíritu
y del poder de Dios, a fin de que la fe de ustedes dependiera del poder de Dios
y no de la sabiduría de los hombres.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 118 R/.
¡Cuánto amo, Señor, tu voluntad!
¡Cuánto amo tu voluntad! Todo el día la estoy meditando.
Tus mandatos me hacen más sabio que mis enemigos, porque siempre me acompañan.
R/.
Soy más prudente que todos mis maestros, porque medito tus preceptos.
Soy más sagaz que los ancianos, porque cumplo tus leyes. R/.
Aparto mis pies de toda senda mala para cumplir tus palabras. No me aparto de
tus mandamientos, porque tú me has instruido. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Lc 4, 18) R/. Aleluya, aleluya.
El Espíritu del Señor está sobre mí; Él me
ha enviado para llevar a los pobres la buena nueva. R/.
Me ha enviado para llevar a los pobres la buena nueva. - Nadie es profeta en
su tierra.
Del santo Evangelio según san Lucas: 4, 16-30
En aquel tiempo, Jesús
fue a Nazaret, donde se había criado. Entró en la sinagoga, como
era su costumbre hacerlo los sábados, y se levantó para hacer
la lectura. Se le dio el volumen del profeta Isaías, lo desenrolló
y encontró el pasaje en que estaba escrito:
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha
ungido para llevar a los pobres la buena nueva, para anunciar la liberación
a los cautivos y la curación a los ciegos, para dar libertad a los oprimidos
y proclamar el año de gracia del Señor
Enrolló el volumen, lo devolvió al encargado y se sentó.
Los ojos de todos los asistentes a la sinagoga estaban fijos en Él. Entonces
comenzó a hablar, diciendo: "Hoy mismo se ha cumplido este pasaje
de la Escritura que acaban de oír".
Todos le daban su aprobación y admiraban la sabiduría de las palabras
que salían de sus labios, y se preguntaban: "¿No es éste
el hijo de José?"
Jesús les dijo: "Seguramente me dirán aquel refrán:
`Médico, cúrate a ti mismo, y haz aquí, en tu propia tierra,
todos esos prodigios que hemos oído que has hecho en Cafarnaúm'
".
Y añadió: "Yo les aseguro que nadie es profeta en su tierra.
Había ciertamente en Israel muchas viudas en los tiempos de Elías,
cuando faltó la lluvia durante tres años y medio, y hubo un hambre
terrible en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado
Elías, sino a una viuda que vivía en Sarepta, ciudad de Sidón.
Había muchos leprosos en Israel, en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo,
ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, que era de Siria".
Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se llenaron de ira,
y levantándose, lo sacaron de la ciudad y lo llevaron hasta un precipicio
de la montaña sobre la que estaba construida la ciudad, para despeñarlo.
Pero Él, pasando por en medio de ellos, se alejó de allí.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDA
Santifica, Señor, los dones que te ofrecemos y purifica nuestros corazones con la luz del Espíritu Santo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO I DEL ESPÍRITU SANTO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque Él, después de subir al cielo donde está sentado
a tu derecha, derramó sobre tus hijos de adopción el Espíritu
Santo que había prometido.
Por eso, Señor, con todos los ángeles, te aclamamos ahora y siempre,
diciendo: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Sal 67, 29-30)
Confirma, Señor, las obras que realizaste por nosotros, desde tu templo santo de Jerusalén.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la efusión de tu Espíritu Santo, Señor, purifique nuestros corazones y los fecunde con la aspersión íntima de su divino rocío. Por Jesucristo, nuestro Señor.
DE LA PERTURBACIÓN A LA CORDURA
1 Co 2, 10-16; Lc 4,31-37
El relato evangélico reporta el entusiasmo desbordante que despierta la misión de Jesús: la gente se alegra por su presencia. Es una reacción genuina, puesto que Jesús iba aliviando a la gente que vivía atribulada por perturbaciones emocionales. El poseso de la sinagoga no conseguía vivir de manera cuerda y sensata porque una presencia desgarradora lo fragmentaba interiormente. Jesús le restituye la armonía y lo libera de sus enormes miedos. La Carta a los Corintios explica que la dimensión íntima de cada persona solo es accesible a ella misma. Cada cual conoce su propia espiritualidad, es decir, el dinamismo interior que lo hace vivir. Los cristianos hemos recibido una nueva dinámica: la del Espíritu de Dios. Con ese impulso podemos entender las realidades profundas de nuestra fe, desde otra perspectiva.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 30, 3-4)
Sírveme de defensa, Dios mío, de roca y fortaleza salvadoras. Tú eres mi baluarte y mi refugio, por tu nombre condúceme y guíame.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que prometiste
poner tu morada en los corazones rectos y sinceros, concédenos, por tu
gracia, vivir de tal manera que te dignes habitar en nosotros.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El hombre con su sola inteligencia no puede comprender las cosas del Espíritu de Dios. En cambio, el hombre espiritual puede juzgar correctamente todo.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 2, 10-16
Hermanos: El Espíritu
conoce perfectamente todo, hasta lo más profundo de Dios. En efecto,
¿quién conoce lo que hay en el hombre, sino el espíritu
del hombre, que está dentro de él? Del mismo modo, nadie conoce
lo que hay en Dios, sino el Espíritu de Dios. Nosotros no hemos recibido
el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios, para
que conozcamos las gracias que Dios nos ha otorgado. De estas gracias hablamos,
no con palabras aprendidas de la sabiduría humana, sino aprendidas del
Espíritu y con las cuales expresamos realidades espirituales en términos
espirituales.
El hombre, con su sola inteligencia, no puede comprender las cosas del Espíritu
de Dios, porque para él son una locura; no las puede entender porque
son cosas que sólo se comprenden a la luz del Espíritu. Pero el
hombre iluminado por el Espíritu puede juzgar correctamente todas las
cosas, y nadie que no tenga el Espíritu lo puede juzgar correctamente
a él. Por eso dice la Escritura: ¿Quién ha entendido el
modo de pensar del Señor, como para que pueda darle lecciones? Pues bien,
nosotros poseemos el modo de pensar de Cristo.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 144 R/.
El Señor es justo y bondadoso.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso
para perdonar. Bueno es el Señor para con todos y su amor se extiende
a todas sus creaturas. R/.
Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan.
Que proclamen la gloria de tu reino y den a conocer tus maravillas. R/.
Que muestren a los hombres tus proezas, el esplendor y la gloria de tu reino.
Tu reino, Señor, es para siempre, y tu imperio, por todas las generaciones.
R/.
El Señor es siempre fiel a sus palabras y bondadoso en todas sus acciones.
Da su apoyo el Señor al que tropieza y al agobiado alivia. R/.
ACLAMACIÓN
(Lc 7, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo. R/.
Sé que tú eres el Santo de Dios.
Del santo Evangelio según san Lucas: 4, 31-37
En aquel tiempo, Jesús
fue a Cafarnaúm, ciudad de Galilea, y los sábados enseñaba
a la gente. Todos estaban asombrados de sus enseñanzas, porque hablaba
con autoridad.
Había en la sinagoga un hombre que tenía un demonio inmundo y
se puso a gritar muy fuerte: "¡Déjanos! ¿Por qué
te metes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido a destruirnos?
Sé que tú eres el Santo de Dios".
Pero Jesús le ordenó: "Cállate y sal de ese hombre".
Entonces el demonio tiró al hombre por tierra, en medio de la gente,
y salió de él sin hacerle daño. Todos se espantaron y se
decían unos a otros: "¿Qué tendrá su palabra?
Porque da órdenes con autoridad y fuerza a los espíritus inmundos
y éstos se salen". Y su fama se extendió por todos los lugares
de la región.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que esta ofrenda, Señor, nos purifique y nos renueve, y se convierta en causa de recompensa eterna para quienes cumplimos tu voluntad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 3, 16)
Tanto amó Dios al mundo, que le dio a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Saciados, Señor, por este manjar celestial, te rogamos que nos hagas anhelar siempre este mismo sustento por el cual verdaderamente vivimos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN COLECTA
Te suplicamos, Señor Dios todopoderoso, que, por la intercesión de tu bienaventurado mártir Bartolomé Gutiérrez, nos libres de todas las desgracias corporales y purifiques nuestras almas de todo mal pensamiento. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al recordar el martirio de san Bartolomé Gutiérrez, traemos, Señor, a tu altar nuestros dones, y te pedimos que quienes celebramos los misterios de la pasión del Señor, imitemos lo que realizamos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Ya que hemos celebrado el banquete celestial, te pedimos, Señor, que el recuerdo del martirio de san Bartolomé Gutiérrez y nuestra oración fervorosa, nos alienten a seguir el ejemplo generoso de su fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
INTENTARON RETENERLO
1 Co 3, 1-9, Lc 4, 38-44
Las personas nos adherimos desmedidamente a ciertas personas, por razones tan diversas, como llenar vacíos o satisfacer nuestro ego. Los cristianos de Corinto habían quedado admirados por las cualidades de los misioneros cristianos que fundaron aquella iglesia. Unos se habían vuelto "fanáticos" de Pedro, otros de Pablo o Apolo. La vinculación había llegado al extremo de formar bandos que fragmentaban la comunión eclesial. El apóstol Pablo afronta el malentendido y llama a la sensatez: en la Iglesia es Dios quién hace crecer, los demás son simplemente auxiliares, que no deben ser objeto de culto o veneración. Los galileos que seguían a Jesús en Cafarnaúm, también experimentaron una tentación enfermiza, querían apropiarse de Jesús, lo querían acaparar porque les reportaba beneficios abundantes. La tentación del populismo ya había prendido en las comunidades galileas. Jesús no se dejó manipular ni por la fama ni por las adhesiones superficiales.
ANTÍFONA DE ENTRADA
San Gregorio, elevado a la cátedra de Pedro, siempre buscaba el rostro del Señor, y permanecía en la contemplación de su amor.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que cuidas de tu pueblo con bondad y lo gobiernas con amor, por intercesión del Papa san Gregorio Magno concede tu espíritu de sabiduría a quienes has encomendado el gobierno de la Iglesia, a fin de que el progreso de las ovejas en la santidad sea el gozo eterno de sus pastores. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Nosotros somos colaboradores de Dios, y ustedes, campo de Dios y construcción de Dios.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 3, 1-9
Hermanos: Anteriormente
no pude hablarles como a hombres movidos por el Espíritu Santo, sino
como a individuos sujetos a sus pasiones. Como a cristianos todavía niños,
les di leche y no alimento sólido, pues entonces no lo podían
soportar. Pero ni aun ahora pueden soportarlo, pues sus pasiones los siguen
dominando. Porque, mientras haya entre ustedes envidias y discordias, ¿no
es cierto que siguen sujetos a sus pasiones y viviendo en un nivel exclusivamente
humano?
Cuando uno dice: "Yo soy de Pablo", "Yo soy de Apolo", ¿no
proceden ustedes de un modo meramente humano? En realidad, ¿quién
es Apolo y quién es Pablo? Solamente somos servidores, por medio de los
cuales ustedes llegaron a la fe, y cada uno de nosotros hizo lo que el Señor
le encomendó. Yo planté, Apolo regó, pero fue Dios quien
hizo crecer. De modo que ni el que planta ni el que riega tienen importancia,
sino sólo Dios, que es quien hace crecer. El que planta y el que riega
trabajan para lo mismo, si bien cada uno recibirá el salario conforme
a su propio trabajo. Así pues, nosotros somos colaboradores de Dios y
ustedes son el campo de Dios, la casa que Dios edifica. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 32 R/.
Dichoso el pueblo escogido por Dios.
Feliz la nación cuyo Dios es el Señor, dichoso el pueblo que escogió
por suyo. Desde el cielo el Señor, atentamente, mira a todos los hombres.
R/.
Desde el lugar de su morada observa a todos los que habitan en el orbe. Él
formó el corazón de cada uno y entiende sus acciones. R/.
En el Señor está nuestra esperanza, pues Él es nuestra
ayuda y nuestro amparo; en el Señor se alegra el corazón y en
Él hemos confiado. R/.
ACLAMACIÓN
(Lc 4, 18) R/. Aleluya, aleluya.
El Señor me ha enviado para llevar a los pobres la buena nueva y anunciar
la liberación a los cautivos. R/.
También a los otros pueblos tengo que anunciarles el Reino de Dios, pues para eso he sido enviado.
Del santo Evangelio según san Lucas: 4, 38-44
En aquel tiempo, Jesús
salió de la sinagoga y entró en la casa de Simón. La suegra
de Simón estaba con fiebre muy alta y le pidieron a Jesús que
hiciera algo por ella. Jesús, de pie junto a ella, mandó con energía
a la fiebre, y la fiebre desapareció. Ella se levantó enseguida
y se puso a servirles.
Al meterse el sol, todos los que tenían enfermos se los llevaron a Jesús
y Él, imponiendo las manos sobre cada uno, los fue curando de sus enfermedades.
De muchos de ellos salían también demonios que gritaban: "¡Tú
eres el Hijo de Dios!". Pero Él les ordenaba enérgicamente
que se callaran, porque sabían que Él era el Mesías.
Al día siguiente se fue a un lugar solitario y la gente lo andaba buscando.
Cuando lo encontraron, quisieron retenerlo, para que no se alejara de ellos;
pero Él les dijo: "También tengo que anunciarles el Reino
de Dios a las otras ciudades, pues para eso he sido enviado". Y se fue
a predicar en las sinagogas de Judea. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, que en la celebración de san Gregorio nos aproveche esta ofrenda, por cuya inmolación quisiste que se perdonen los pecados del mundo entero. Por Jesucristo, nuestro Señor. ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Lc 12, 42)
Éste es el siervo fiel y prudente, a quien el Señor puso al frente de su familia, para darles a su tiempo la ración de trigo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
A quienes alimentas con Cristo, pan de vida, instrúyenos, Señor, por Cristo, verdadero maestro, para que en la festividad de san Gregorio, aprendamos tu verdad y la llevemos a la práctica en la caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Moisés, profeta y legislador; Rosalía de Viterbo, laica. Beato Nicolás Rusca, mártir. Feria (Verde)
TODO ES DE USTEDES
1 Co 3, 18-23, Lc 5, 1-11
La confusión que se había generado entre los bandos de la iglesia de Corinto no debía seguir fragmentando a la comunidad. Si se aceptaban ciertas premisas no había lugar a confusión: todos los bautizados, sin importar el ministerio que ejercieran, compartían la misma dignidad, la de ser templo de Dios. Desde esa condición compartida no había manera de fomentar particularismos ni posturas sectarias. La urgencia principal apuntaba a la construcción de la comunión y no al fomento de los bandos. Lo que advertimos en esta iglesia no lo encontramos afortunadamente en la comunidad de los discípulos de Jesús. El relato de la pesca milagrosa presenta a unos pescadores asociados, que comparten sus faenas y desvelos, que se auxilian para las labores de la pesca y el comercio de los peces. Jesús abona a esa comunión, solidarizándose con sus problemas y orientándolos para conseguir una pesca abundante.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 109, 4)
Juró el Señor y no ha de retractarse: "Tú eres sacerdote para siempre, como Melquisedec".
ORACIÓN COLECTA
Dios y Padre nuestro, que para gloria tuya y salvación del género humano constituiste a Cristo sumo y eterno sacerdote, concede al pueblo redimido con su Sangre, por la participación en este memorial, experimentar el poder de la cruz y la resurrección de tu Hijo. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Todo es de ustedes, ustedes son de Cristo, y Cristo es de Dios.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 3, 18-23
Hermanos: Que nadie se engañe:
si alguno se tiene a sí mismo por sabio según los criterios de
este mundo, que se haga ignorante para llegar a ser verdaderamente sabio. Porque
la sabiduría de este mundo es ignorancia ante Dios, como dice la Escritura:
Dios hace que los sabios caigan en la trampa de su propia astucia. También
dice: El Señor conoce los pensamientos de los sabios y los tiene por
vanos.
Así pues, que nadie se gloríe de pertenecer a ningún hombre,
ya que todo les pertenece a ustedes: Pablo, Apolo y Pedro, el mundo, la vida
y la muerte, lo presente y lo futuro: todo es de ustedes; ustedes son de Cristo,
y Cristo es de Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 23 R/.
El Señor bendice al hombre justo.
Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los que en
él habitan, pues Él lo edificó sobre los mares, Él
fue quien lo asentó sobre los ríos. R/.
¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién
podrá entrar en su recinto santo? El de corazón limpio y manos
puras y que no jura en falso. R/.
Ése obtendrá la bendición de Dios, y Dios, su salvador,
le hará justicia. Ésta es la clase de hombres que te buscan y
vienen ante ti, Dios de Jacob. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 4, 19) R/. Aleluya, aleluya.
Síganme, dice el Señor, y yo los haré pescadores de hombres.
R/.
Dejándolo todo, lo siguieron.
Del santo Evangelio según san Lucas: 5, 1-11
En aquel tiempo, Jesús
estaba a orillas del lago de Genesaret y la gente se agolpaba en torno suyo
para oír la palabra de Dios. Jesús vio dos barcas que estaban
junto a la orilla. Los pescadores habían desembarcado y estaban lavando
las redes. Subió Jesús a una de las barcas, la de Simón,
le pidió que la alejara un poco de tierra, y sentado en la barca, enseñaba
a la multitud.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: "Lleva la barca mar
adentro y echen sus redes para pescar". Simón replicó: "Maestro,
hemos trabajado toda la noche y no hemos pescado nada; pero, confiado en tu
palabra echaré las redes". Así lo hizo y cogieron tal cantidad
de pescados, que las redes se rompían. Entonces hicieron señas
a sus compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a ayudarlos.
Vinieron ellos y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían.
Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús
y le dijo: "¡Apártate de mí, Señor, porque soy
un pecador!". Porque tanto él como sus compañeros estaban
llenos de asombro, al ver la pesca que habían conseguido. Lo mismo les
pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de
Simón.
Entonces Jesús le dijo a Simón: "No temas; desde ahora serás
pescador de hombres". Luego llevaron las barcas a tierra y, dejándolo
todo, lo siguieron.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, participar dignamente en estos misterios, porque cada vez que se celebra el memorial de este sacrificio, se realiza la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Co 11, 24-25)
Éste es mi Cuerpo que se entrega por ustedes. Este cáliz es la nueva alianza que se sella con mi Sangre, dice el Señor. Hagan esto en memoria mía siempre que beban de él.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por la participación de este sacrificio que tu Hijo nos mandó ofrecer en conmemoración suya, te rogamos, Señor, que, unidos a Él, seamos una oblación perenne. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
A QUIÉN RENDIRLE CUENTAS
1 Co 4, 1-5; Lc. 5, 33-39
El apóstol san Pablo disponía de una autonomía y una libertad interior tal que no se dejaba intimidar por la opinión dominante. Aunque pareciera que estaba luchando de forma empecinada contra el sentir mayoritario, no claudicaba, porque sabía que no era decisivo agradar a las personas, sino a Dios. Sabía a quién tenía que rendirle cuentas: a Dios. Por tanto, no se preocupaba de los juicios favorables o desfavorables que se generaban en torno de su vida y su misión apostólica. Dios daría a cada evangelizador su merecido. En ese mismo sentido, el Señor Jesús no se dejaba intimidar por la devoción farisea que multiplicaba los ayunos, con tal de alcanzar el perdón de sus pecados. Él sabía que la misericordia de Dios era enorme y que había llegado la hora de la compasión y no de la penitencia. Para Jesús era indispensable conocer el designio de Dios, en lugar de atender a las tradiciones arraigadas por la simple inercia.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 32, 11. 19)
Los proyectos de su corazón subsisten de generación en generación, para librar de la muerte a sus fieles y reanimarlos en tiempo de hambre.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, haz que nos revistamos con las virtudes del corazón de tu Hijo y nos encendamos con el amor que lo inflama, para que, configurados a imagen suya, merezcamos ser partícipes de la redención eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El Señor pondrá al descubierto las intenciones del corazón.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 4, 1-5
Hermanos: Procuren que todos
nos consideren como servidores de Cristo y administradores de los misterios
de Dios. Ahora bien, lo que se busca en un administrador es que sea fiel. Por
eso, lo que menos me preocupa es que me juzguen ustedes o un tribunal humano;
pues ni siquiera yo me juzgo a mí mismo. Es cierto que mi conciencia
no me reprocha nada, pero no por eso he sido declarado inocente. El Señor
es quien habrá de juzgarme. Por lo tanto, no juzguen antes de tiempo;
esperen a que venga el Señor. Entonces Él sacará a la luz
lo que está oculto en las tinieblas, pondrá al descubierto las
intenciones del corazón y dará a cada uno la alabanza que merezca.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 36 R/.
La salvación del justo es el Señor.
Pon tu esperanza en Dios, practica el bien y vivirás tranquilo en esta
tierra. Busca en Él tu alegría y te dará el Señor
cuanto deseas. R/.
Pon tu vida en las manos del Señor, en Él confía, y hará
que tu virtud y tus derechos brillen igual que el sol de mediodía. R/.
Apártate del mal, practica el bien y tendrás una casa eternamente,
porque al Señor le agrada lo que es justo y vela por sus fieles; en cambio,
a los injustos los borrará de la tierra para siempre. R/.
La salvación del justo es el Señor; en la tribulación Él
es su amparo. A quien en Él confía, Dios lo salva de los hombres
malvados. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 8, 12) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá
la luz de la vida. R/.
Vendrá un día en que les quiten al esposo y entonces sí ayunarán.
Del santo Evangelio según san Lucas: 5, 33-39
En aquel tiempo, los fariseos
y los escribas le preguntaron a Jesús: "¿Por qué los
discípulos de Juan ayunan con frecuencia y hacen oración, igual
que los discípulos de los fariseos, y los tuyos, en cambio, comen y beben?".
Jesús les contestó: "¿Acaso pueden ustedes obligar
a los invitados a una boda a que ayunen, mientras el esposo está con
ellos? Vendrá un día en que les quiten al esposo, y entonces sí
ayunarán".
Les dijo también una parábola: "Nadie rompe un vestido nuevo
para remendar uno viejo, porque echa a perder el nuevo, y al vestido viejo no
le queda el remiendo del nuevo. Nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque
el vino nuevo revienta los odres y entonces el vino se tira y los odres se echan
a perder. El vino nuevo hay que echarlo en odres nuevos y así se conservan
el vino y los odres. Y nadie, acabando de beber un vino añejo, acepta
uno nuevo, pues dice: 'El añejo es mejor' ". Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, Padre de misericordia, que por el inmenso amor con que nos has amado, nos diste con inefable bondad a tu Unigénito, concédenos que, unidos íntimamente a Él, te ofrezcamos una digna oblación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
El cual, con inmenso amor, se entregó por nosotros en la cruz e hizo
salir sangre y agua de su costado herido, de donde habrían de brotar
los sacramentos de la Iglesia, para que todos los hombres, atraídos hacia
el corazón abierto del Salvador, pudieran beber siempre, con gozo, de
la fuente de la salvación.
Por eso, con todos los ángeles y los santos te alabamos, diciendo sin
cesar: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 19, 34)
Uno de los soldados le traspasó el costado con su lanza, e inmediatamente salió sangre y agua.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo participado de tu sacramento de amor, imploramos, Señor, tu clemencia, para que, configurados con Cristo en la tierra, merezcamos compartir su gloria en el cielo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Santos: Zacarías, Profeta; Eleuterio de Espoleto, presbítero. Beato Bertrán de Garrigue, presbítero.
Vísperas I del domingo: 3a semana del Salterio. Tomo IV: pp. 945 y 188. Para los fieles: pp. 642 y 414. Edición popular: pp. 202 y 478. Feria (Verde)
EL ENGREIMIENTO Y LA TOZUDEZ
1 Co 4, 6-15; Lc 6, 1-5
Los cristianos de Corinto se habían llenado de engreimiento. Se sentían adornados de tantos dones y carismas que pretendían estar muy por encima de sus hermanos; más aún, utilizaban a los apóstoles como bandera para autoafirmarse de manera protagónica. Faltando al principio fundamental de la caridad, habían menospreciado a Pablo, que los había engendrado en la fe para Cristo. Para llamarlos a la cordura, el apóstol exhibe de manera sarcástica su falsa presunción y les invita a dejarse conducir por el mensaje genuino del Evangelio. Por su parte, el Evangelio nos muestra a los fariseos que se empecinaban en imponer sus interpretaciones rigurosas acerca del reposo sabático. Efectivamente, las normas presentes en el Pentateuco, imponían un cese de los quehaceres ordinarios, aduciendo el reposo de Dios en la creación y la experiencia de la opresión egipcia. Desde ambas perspectivas, el descanso sabático era una norma que promovía la libertad y no la opresión.
MISA DE SANTA MARÍA EN SÁBADO
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Lc 1, 47-48)
Entonces dijo María: mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad de su esclava.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que te dignaste elegir el seno virginal de la santísima Virgen María como morada en que habitara tu Palabra, concédenos que, fortalecidos con su protección, podamos tomar parte, llenos de gozo, en esta celebración. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Pasamos hambre y sed, vamos pobremente vestidos y recibimos golpes.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 4, 6-15
Hermanos: Si he hablado
de Apolo y de mí, ha sido para que aprendieran con este ejemplo a no
enorgullecerse de uno despreciando al otro, como ya se lo he escrito a ustedes.
Pues, ¿quién te ha hecho superior a los demás? ¿Qué
tienes, que no lo hayas recibido? Y si lo has recibido, ¿por qué
presumes como si no lo hubieras recibido?
Conque ya están ustedes satisfechos, ya son ricos, ya han obtenido el
Reino sin nuestra ayuda... Ojalá fuera esto verdad, para que también
nosotros reináramos con ustedes. Porque me parece que a nosotros, los
apóstoles, Dios nos trata como a los últimos de todos, como a
gente condenada a las fieras, pues nos hemos convertido en todo un espectáculo
para el mundo, tanto para los ángeles como para los hombres.
En efecto, nosotros somos los locos a causa de Cristo y ustedes los sensatos
en las cosas de Cristo; nosotros los débiles y ustedes los fuertes; nosotros
los despreciados y ustedes los dignos de respeto. Hasta el presente pasamos
hambre y sed, vamos pobremente vestidos y recibimos golpes; andamos errantes
y nos fatigamos trabajando con nuestras propias manos. Nos maldicen y nosotros
les deseamos el bien; nos persiguen y los soportamos; nos calumnian y correspondemos
con bondad. Nos tienen, incluso hasta el día de hoy, como la basura del
mundo y el desecho de la humanidad.
Les escribo esto, no para avergonzarlos, sino para llamarles la atención
como a hijos queridos. Pues aunque como cristianos tuvieran ustedes diez mil
maestros, no tienen muchos padres, porque solamente soy yo quien los ha engendrado
en Cristo Jesús, por medio del Evangelio. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Del salmo 144 R/.
El Señor cuida de quienes lo aman.
Siempre es justo el Señor en sus designios y están llenas
de amor todas sus obras. No está lejos de aquellos que lo buscan; muy
cerca está el Señor, de quien lo invoca. R/.
Satisface los deseos de sus fieles, escucha sus gritos de auxilio y los salva;
el Señor cuida de los que lo aman, pero destruye a los malvados. R/.
Que mis labios alaben al Señor, que todos los seres lo bendigan ahora
y para siempre. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 6) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre si no es por mí,
dice el Señor. R/.
¿Por qué hacen lo que está prohibido hacer en sábado?
Del santo Evangelio según san Lucas: 6, 1-5
Un sábado, Jesús
iba atravesando unos sembrados y sus discípulos arrancaban espigas al
pasar, las restregaban entre las manos y se comían los granos. Entonces
unos fariseos les dijeron: "¿Por qué hacen lo que está
prohibido hacer en sábado?"
Jesús les respondió: "¿Acaso no han leído lo
que hizo David una vez que tenían hambre él y sus hombres? Entró
en el templo y tomando los panes sagrados, que sólo los sacerdotes podían
comer, comió de ellos y les dio también a sus hombres".
Y añadió: "El Hijo del hombre también es dueño
del sábado". Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sean aceptables, Señor, los dones que tu pueblo te ofrece en la conmemoración de la santísima Virgen María, quien por su virginidad fue grata a tus ojos y por su humildad concibió a tu Hijo, Señor nuestro. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Prefacio de santa María Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 2, 19)
María guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Hechos partícipes
del alimento espiritual, te pedimos, Señor Dios nuestro, que imitando
asiduamente a la bienaventurada Virgen María, nos encontremos siempre
diligentes para el servicio de la Iglesia y experimentemos el gozo de ser tus
servidores. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XXIII DOMINGO ORDINARIO
Santos: Regina de Francia, mártir; Juan de Lodi, obispo. Beato Juan Bautista Mazzuconi. Mártir. (Verde)
LES DARÁS LA ALARMA
Ez 33,7-9; Rm 13,8-10; Mt 18,15-20
El profeta Ezequiel conocía la función del vigilante o atalaya, éste debía estar atento a las señales que aparecieran en el horizonte, para comunicarlas de forma oportuna, alertando al pueblo del peligro de posibles amenazas militares. Ezequiel no necesitaba levantar una torre en el Monte de los Olivos para desentrañar las señales de peligro que amenazaban al pueblo. Bastaba mirarlo con atención y advertir si vivía conforme a la voluntad de Dios o no. Como profeta que era, tenía una mirada diestra para leer los entretelones de la convivencia cotidiana y descubrir qué valores movían a sus contemporáneos. El Evangelio de san Mateo anima a los discípulos a establecer mecanismos eficaces para alcanzar la reconciliación. En las primeras comunidades cristianas los conflictos eran tan comunes como lo son en las nuestras. La condición humana es la misma hoy y siempre. El diálogo y la palabra son las herramientas que pueden aproximar a las personas. La fuerza y la presión solamente agudizan los conflictos.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 118, 137. 124)
Eres justo, Señor, y rectos son tus mandamientos; muéstrate bondadoso con tu siervo.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, de quien nos viene la redención y a quien debemos la filiación adoptiva, protege con bondad a los hijos que tanto amas, para que todos los que creemos en Cristo obtengamos la verdadera libertad y la herencia eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Si no amonestas al malvado, te pediré cuentas de su vida.
Del libro del profeta Ezequiel: 33, 7-9
Esto dice el Señor:
"A ti, hijo de hombre, te he constituido centinela para la casa de Israel.
Cuando escuches una palabra de mi boca, tú se la comunicarás de
mi parte.
Si yo pronuncio sentencia de muerte contra un hombre, porque es malvado, y tú
no lo amonestas para que se aparte del mal camino, el malvado morirá
por su culpa, pero yo te pediré a ti cuentas de su vida.
En cambio, si tú lo amonestas para que deje su mal camino y él
no lo deja, morirá por su culpa, pero tú habrás salvado
tu vida".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 94 R/.
Señor, que no seamos sordos a tu voz.
Vengan, lancemos vivas al Señor, aclamemos al Dios que nos salva. Acerquémonos
a Él, llenos de júbilo, y démosle gracias. R/.
Vengan, y puestos de rodillas, adoremos y bendigamos al Señor, que nos
hizo, pues Él es nuestro Dios y nosotros su pueblo, Él nuestro
pastor y nosotros, sus ovejas. R/.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su
corazón, como el día de la rebelión en el desierto, cuando
sus padres dudaron de mí, aunque habían visto mis obras".
R/.
Cumplir perfectamente la ley consiste en amar.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 13, 8-10
Hermanos: No tengan con nadie otra deuda que la del amor mutuo, porque el que ama al prójimo, ha cumplido ya toda la ley. En efecto, los mandamientos que ordenan: "No cometerás adulterio, no robarás, no matarás, no darás falso testimonio, no codiciarás" y todos los otros, se resumen en éste: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo", pues quien ama a su prójimo no le causa daño a nadie. Así pues, cumplir perfectamente la ley consiste en amar. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(2 Co 5, 19) R/. Aleluya, aleluya.
Dios reconcilió al mundo consigo por medio de Cristo, y a nosotros nos
confió el mensaje de la reconciliación. R/.
Si tu hermano te escucha, lo habrás salvado.
Del santo Evangelio según san Mateo: 18, 15-20
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Si tu hermano comete un pecado, ve y amonéstalo
a solas. Si te escucha, habrás salvado a tu hermano. Si no te hace caso,
hazte acompañar de una o dos personas, para que todo lo que se diga conste
por boca de dos o tres testigos. Pero si ni así te hace caso, díselo
a la comunidad; y si ni a la comunidad le hace caso, apártate de él
como de un pagano o de un publicano.
Yo les aseguro que todo lo que aten en la tierra quedará atado en el
cielo, y todo lo que desaten en la tierra quedará desatado en el cielo.
Yo les aseguro también, que si dos de ustedes se ponen de acuerdo para
pedir algo, sea lo que fuere, mi Padre celestial se lo concederá; pues
donde dos o tres se reúnen en mi nombre, ahí estoy yo en medio
de ellos".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Formando comunidad,
oremos unidos a Dios, nuestro Padre.
Después de cada petición diremos: Escúchanos, Padre.
Por todos los cristianos. Que aprendamos a amar como Dios mismo nos ha
amado. Oremos.
Por nuestra comunidad. Que sepamos acoger a todos aquellos que se sienten lejos
de la Iglesia y aprendamos a vivir llenos de confianza, de esperanza y comprometidos
con los más débiles. Oremos.
Por nuestra sociedad. Que las relaciones entre las personas se basen en la fraternidad,
el respeto y la comprensión. Oremos.
Por la paz en nuestra patria. Que todos unamos nuestros esfuerzos en favor de
la justicia y una paz verdaderas. Oremos.
Por todas las personas que se ven obligadas a emigrar a otro país. Que
encuentren trabajo, se sientan bienvenidas y puedan vivir con dignidad junto
a sus familias. Oremos.
Por todos nosotros. Que sepamos valorar lo que hay de positivo en las personas
con las que tenemos problemas o nos sentimos en conflicto. Oremos.
Escucha, Padre, nuestra oración, y haz de tu Iglesia un hogar de
confianza y de amor mutuo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor Dios, fuente de toda devoción sincera y de la paz, concédenos honrar de tal manera, con estos dones, tu majestad, que, al participar en estos santos misterios, todos quedemos unidos en un mismo sentir. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Sal 41, 2-3)
Como la cierva busca el agua de las fuentes, así, sedienta, mi alma te busca a ti, Dios mío. Mi alma tiene sed del Dios vivo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concede, Señor, a tus fieles, a quienes alimentas y vivificas con tu palabra y el sacramento del cielo, aprovechar de tal manera tan grandes dones de tu Hijo amado, que merezcamos ser siempre partícipes de su vida. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Si damos una mirada autocrítica a nuestra sociedad, y nos incluimos como parte sustancial del problema a analizar, encontraremos hallazgos sorprendentes y dolorosos. Somos un país que experimenta grandes dificultades para resolver los conflictos. Las descalificaciones verbales, los enfrentamientos violentos de un bando contra otro, han sido la constante no solo en los meses recientes, sino a lo largo de nuestra historia. Escucharnos civilizadamente, deliberar en un clima de civilidad y sin descalificamos es algo que se nos complica. Los calificativos y las etiquetas sólo ahondan la disolución social existente. No alcanzamos a construir una verdadera plataforma común donde nos reconozcamos como parte de un nosotros. La espiritualidad del perdón y la reconciliación, que es parte de la herencia cristiana, podrá ser el aporte que como ciudadanos cristianos, tendremos que darle a la sociedad. Es una manera concreta de vivir como constructores de la paz.
La Natividad de la Santísima Virgen María
Santos: San Pedro de Chavanon, canónigo. Beata Serafina Sforza, abadesa. Fiesta (Blanco)
EL HERMANO MAYOR
Rm 8,28-30; Mt 1,18-23
El anuncio del futuro nacimiento de Jesús sorprendió a José y modificó para siempre su vida. Su prometida esperaba un hijo por obra de Dios. A los ojos del carpintero y de los vecinos de Nazaret aquello resultaría incomprensible. El misterio del amor de Dios por su pueblo Israel, afectaría la existencia cotidiana de aquella pareja, que tendría que apresurar los desposorios y acoger al niño que se convertiría en el Emanuel, la presencia viva de Dios en medio de su pueblo. Cuando José asimiló aquel desafío, se puso en obra y acogió a María y a su hijo Jesús, como suyos. La Carta a los romanos nos expone de manera elocuente el proceso de identificación con Cristo, que hemos de concretar todos los bautizados. Es nuestro hermano mayor, nuestro referente y modelo. La vida cristiana consiste en modelar la propia existencia, siguiendo las actitudes y las opciones fundamentales que asumiera Jesús en relación a Dios, a los necesitados y a los pecadores. No se trata de negar nuestra personalidad, sino de asimilar creativamente la mentalidad y el proceder de Cristo Jesús.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Celebremos con júbilo el nacimiento de la santísima Virgen María, de quien nació el sol de justicia, Cristo, nuestro Señor.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Concede, Señor, a tus siervos el don de la gracia celestial, para que, a cuantos hemos recibido las primicias de la salvación por la maternidad de la Virgen María, la fiesta de su nacimiento nos traiga un aumento de paz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
A quienes Dios conoce de antemano, los predestina.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 8, 28-30
Hermanos: Ya sabemos que todo contribuye para bien de los que aman a Dios, de aquellos que han sido llamados por Él según su designio salvador. En efecto, a quienes conoce de antemano, los predestina para que reproduzcan en sí mismos la imagen de su propio Hijo, a fin de que Él sea el primogénito entre muchos hermanos. A quienes predestina, los llama; a quienes llama, los justifica; y a quienes justifica, los glorifica. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 12 R/.
Me llenaré de alegría en el Señor.
Confío, Señor, en tu lealtad, mi corazón se alegra con
tu salvación. R/.
Cantaré al Señor por el bien que me ha hecho, tocaré mi
música en honor del Dios altísimo. R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Dichosa tú, santísima Virgen María, y digna de toda alabanza,
porque de ti nació el sol de justicia, Jesucristo, nuestro Dios. R/.
Ella ha concebido por obra del Espíritu Santo.
Del santo Evangelio según san Mateo: 1, 18-23
Cristo vino al mundo de
la siguiente manera: Estando Maria, su madre, desposada con José, y antes
de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra del Espíritu
Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo, que era hombre justo,
no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto.
Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en
sueños: "José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa
a Maria, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo.
Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de Jesús,
porque Él salvará a su pueblo de sus pecados".
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el
Señor por boca del profeta Isaías: He aquí que la virgen
concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre
de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al celebrar el nacimiento de la Virgen Maria, te presentamos, Señor, nuestras ofrendas y te pedimos humildemente que nos auxilie la bondad de tu Hijo, que se dignó encarnarse en el seno de la Virgen. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de santa María Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Is 7, 14; Mt 1, 21)
La Virgen dará a luz un hijo, que salvará al pueblo de sus pecados.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que se alegre, Señor,
tu Iglesia, alimentada con tus sagrados misterios y se regocije por la natividad
de la Virgen Maria, esperanza y aurora de la salvación para el mundo
entero. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne.
Santos: Pedro Claver, presbítero; María de la Cabeza, viuda. Beato Federico Ozanam, laico. Feria (Verde)
UNA FUERZA QUE CURABA
1 Co 6, 1-11; Lc 6, 12-19
La narración sumaria que nos comparte el evangelista san Lucas transmite una situación de entusiasmo y exaltación popular. Jesús ha desatado un movimiento favorable en torno suyo: la gente lo busca porque su vida mejora; sus palabras tienen una novedad que llama la atención y hace reflexionar en la necesidad de cambiar la forma de relacionarse con Dios y con las personas. Jesús no es el típico seductor que manipula a las multitudes jugando con sus emociones, es un profeta que llama al cambio interior y que no demanda una fidelidad a ciegas. Cuando se ha dado el paso es necesario reajustar las inercias añejas. Éste es el planteamiento que propone san Pablo a los cristianos de Corinto. No pueden seguir los procesos jurídicos establecidos de manera ingenua. El diálogo, la reconciliación y el restablecimiento de la justicia son tareas ineludibles cuando los cristianos viven conflictos; el recurso al arbitraje de un juez es la última posibilidad. Primero conviene abrirle espacio al entendimiento y el perdón fraterno.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 12, 6)
Confío, Señor, en tu misericordia. Se alegra mi corazón con tu auxilio; cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso, que la constante meditación de tus misterios nos impulse a decir y hacer siempre lo que sea de tu agrado. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
¿Van ustedes a pleitear, hermano contra hermano, ante los infieles?
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 6, 1-11
Hermanos: Cuando alguno
de ustedes tiene algo contra un hermano, ¿cómo se atreve a llevar
el asunto ante los tribunales paganos y no ante los hermanos? ¿No saben
que los hermanos van a juzgar al mundo? Y si ustedes van a juzgar al mundo,
¿no son acaso capaces de juzgar esas pequeñeces? ¿No saben
que vamos a juzgar a los ángeles? Pues, cuánto más los
asuntos de esta vida.
Sin embargo, ustedes, cuando tienen que resolver asuntos de esta vida, se los
llevan a los que no tienen ninguna autoridad sobre la comunidad cristiana. ¿No
les da vergüenza? ¿De modo que no hay entre ustedes ninguna persona
competente, que pueda ser juez de ustedes, y van a pleitear, hermano contra
hermano, ante los infieles? El mismo hecho de que haya pleitos entre ustedes
ya es una desgracia. ¿Por qué mejor no soportan la injusticia?
¿Por qué mejor no se dejan robar? Pero no, ustedes son los que
hacen injusticias y despojan a los demás, que son sus propios hermanos.
¿Acaso no saben que los injustos no tendrán parte en el Reino
de Dios? No se engañen: ni los impuros, ni los idólatras, ni los
adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni
los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los estafadores tendrán
parte en el Reino de Dios.
Y eso eran algunos de ustedes. Pero han sido lavados, consagrados y justificados
en el nombre del Señor Jesucristo y por medio del Espíritu de
nuestro Dios.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 149 R/.
El Señor es amigo de su pueblo.
Entonen al Señor un canto nuevo, en la reunión litúrgica
proclámenlo. En su creador y rey, en el Señor, alégrese
Israel, su pueblo santo. R/.
En honor de su nombre, que haya danzas, alábenlo con arpa y tamboriles.
El Señor es amigo de su pueblo y otorga la victoria a los humildes. R/.
Que se alegren los fieles en el triunfo, que inunde el regocijo sus hogares,
que alaben al Señor con sus palabras, porque en esto su pueblo se complace.
R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Jn 15, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Yo los he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayan y den fruto
y su fruto permanezca. R/.
Pasó la noche en oración y eligió a doce discípulos, a los que llamó apóstoles.
Del santo Evangelio según san Lucas: 6, 12-19
Por aquellos días,
Jesús se retiró al monte a orar y se pasó la noche en oración
con Dios.
Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, eligió
a doce de entre ellos y les dio el nombre de apóstoles. Eran Simón,
a quien llamó Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y Juan; Felipe
y Bartolomé; Mateo y Tomás; Santiago, el hijo de Alfeo, y Simón,
llamado el Fanático; Judas, el hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que
fue el traidor.
Al bajar del monte con sus discípulos y sus apóstoles, se detuvo
en un llano. Allí se encontraba mucha gente, que había venido
tanto de Judea y Jerusalén, como de la costa de Tiro y de Sidón.
Habían venido a oírlo y a que los curara de sus enfermedades;
y los que eran atormentados por espíritus inmundos quedaban curados.
Toda la gente procuraba tocarlo, porque salía de Él una fuerza
que sanaba a todos. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al celebrar con la debida reverencia tus misterios, te rogamos, Señor, que los dones ofrecidos en honor de tu gloria nos sirvan para la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 11, 27)
Señor, yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo, el que tenía que venir al mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios todopoderoso, que alcancemos aquel fruto celestial, cuyo adelanto acabamos de recibir mediante estos sacramentos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LA FUERZA DE LAS BIENAVENTURANZAS
1 Co 7, 25-31; Lc 6, 20-26
Tanto la proclama de las bienaventuranzas como la exhortación del apóstol san Pablo a los corintios manejan una perspectiva de futuro. Las situaciones cotidianas van a cambiar; no se puede seguir viviendo como se hacía en el pasado. Las injusticias, las carencias y el sufrimiento de la gente humilde, llegarán pronto a su término. Dios inaugura su señorío e invita a la gente de buen corazón a sumarse a ese movimiento de renovación interior, que tendrá repercusiones en las relaciones sociales. El reino ha llegado y nada será igual. En la perspectiva de san Pablo, emerge la certidumbre del final de los tiempos; Cristo glorioso recapitulará todas las cosas. De ahí que los proyectos y realidades mundanas quedarán relativizados. Las cosas que tanto nos afanan en este mundo son efímeras, no tiene caso apegarnos excesivamente a ellas, porque se incrementa la dependencia y el sufrimiento.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 105, 47)
Sálvanos, Señor y Dios nuestro; reúnenos de entre las naciones, para que podamos agradecer tu poder santo y nuestra gloria sea alabarte.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, a quien está sometido todo poder humano, concede a nuestro presidente Enrique Peña un próspero ejercicio de su mandato, de modo que, en el respeto de tu ley y en el empeño de actuar conforme a tu agrado, mantenga y procure siempre un orden tranquilo y libre, en favor del pueblo que tiene encomendado. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
¿Estás casado? No te separes de tu esposa. ¿Eres soltero? No te cases.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 7, 25-31
Queridos hermanos: En cuanto
a los jóvenes no casados, no he recibido ningún mandamiento del
Señor; pero les voy a dar un consejo, pues por la misericordia del Señor,
soy digno de confianza.
Yo opino que, en vista de las dificultades de esta vida, lo que conviene es
que cada uno se quede como está. ¿Estás casado? No te separes
de tu esposa. ¿Eres soltero? No te cases; pero si te casas, no haces
mal, y si una joven se casa, tampoco hace mal. Sin embargo, los que se casan
sufren en esta vida muchas tribulaciones, que yo quisiera evitarles.
Hermanos, les quiero decir una cosa: el tiempo apremia. Por lo tanto, conviene
que los casados vivan como si no lo estuvieran; los que sufren, como si no sufrieran;
los que están alegres, como si no se alegraran; los que compran, como
si no compraran; los que disfrutan del mundo, como si no disfrutaran de él;
porque este mundo que vemos es pasajero.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 44 R/.
El rey está prendado de tu belleza.
Escucha, hija, mira y pon atención: olvida tu pueblo y la casa paterna.
El rey está prendado de tu belleza; ríndele homenaje, porque él
es tu señor. R/.
Con todos los honores entra la princesa, vestida de oro y de brocados, y es
conducida hasta el rey; un cortejo de doncellas la acompaña. R/.
Entre alegría y regocijo van entrando en el palacio real. A cambio de
tus padres, tendrás hijos, que nombrarás príncipes por
toda la tierra. R/.
ACLAMACIÓN
(Lc 6, 23) R/. Aleluya, aleluya.
Alégrense ese día y salten de gozo, porque su recompensa será
grande en el cielo, dice el Señor. R/.
Dichosos los pobres. - ¡Ay de ustedes, los ricos!
Del santo Evangelio según san Lucas: 6, 20-26
En aquel tiempo, mirando
Jesús a sus discípulos, les dijo: "Dichosos ustedes los pobres,
porque de ustedes es el Reino de Dios. Dichosos ustedes los que ahora tienen
hambre, porque serán saciados. Dichosos ustedes los que lloran ahora,
porque al fin reirán.
Dichosos serán ustedes cuando los hombres los aborrezcan y los expulsen
de entre ellos, y cuando los insulten y maldigan por causa del Hijo del hombre.
Alégrense ese día y salten de gozo, porque su recompensa será
grande en el cielo. Pues así trataron sus padres a los profetas.
Pero, ¡ay de ustedes, los ricos, porque ya tienen ahora su consuelo! ¡Ay
de ustedes, los que se hartan ahora, porque después tendrán hambre!
¡Ay de ustedes, los que ríen ahora, porque llorarán de pena!
¡Ay de ustedes, cuando todo el mundo los alabe, porque de ese modo trataron
sus padres a los falsos profetas!"
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, complacido, estos dones que ponemos sobre tu altar en señal de nuestra sumisión a ti y conviértelos en el sacramento de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 5, 3-4)
Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos los humildes, porque heredarán la tierra.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor, que, alimentados con el don de nuestra redención, este auxilio de salvación eterna afiance siempre nuestra fe en la verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LA VIVENCIA COMUNITARIA
1 Co 8,1-13; Lc 6,27-38
La toma de decisiones es un asunto personal, que conviene realizar en un clima de reflexión y discernimiento. Si bien la norma suprema es la propia conciencia, no es un criterio exclusivo. Las decisiones de un cristiano también deben atender a la sensibilidad de los hermanos en la fe. Esa merma de autonomía, no es contraria a la propia dignidad, si se realiza de forma consciente y por solidaridad con los hermanos que tienen una sensibilidad moral más estrecha. Vivir de esa manera es descentrar nuestro propio yo, incorporando a la persona de Cristo y a los hermanos a nuestra vida. Quien se haya decidido a seguir a Cristo, reajustará sus relaciones humanas. No puede seguir viviendo como prisionero de los viejos esquemas de conducta. El descubrimiento del amor bondadoso de Dios es un cambio radical que nos anima a tratar a las personas con quienes interactuamos con la misma bondad que Dios nos trata.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 77, 23-25)
Abrió Dios las compuertas del cielo e hizo llover sobre ellos el maná para que lo comieran; les dio un trigo celeste, y el hombre comió pan de ángeles.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que llevaste a cabo la obra de la redención humana por el misterio pascual de tu Unigénito, concede, benigno, que quienes anunciamos llenos de fe por medio de los signos sacramentales, su muerte y resurrección, experimentemos un continuo aumento de tu salvación. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Haciendo daño a la conciencia de sus hermanos, pecan ustedes contra Cristo.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 8, 1-13
Queridos hermanos: Ya sé
que todos ustedes conocen lo que está permitido con respecto a la carne
inmolada a los ídolos. Pero, ¡cuidado!, porque el puro hecho de
conocer, llena de soberbia; el amor, en cambio, hace el bien. Y si alguno piensa
que ese conocimiento le basta, no tiene idea de lo que es el verdadero conocimiento.
Pero aquel que ama a Dios, es verdaderamente conocido por Dios.
Ahora bien, con respecto a comer la carne ofrecida a los ídolos, sabemos
que un ídolo no representa nada real y que no hay más que un solo
Dios. Pues, aun cuando se hable de dioses del cielo y de la tierra, como si
hubiera muchos dioses y muchos señores, sin embargo, para nosotros no
hay más que un solo Dios, el Padre, de quien todo procede y es nuestro
destino, y un solo Señor Jesucristo, por quien existen todas las cosas
y por el cual también nosotros existimos.
Más no todos saben esto. Pues algunos, acostumbrados a la idolatría
hasta hace poco, siguen comiendo la carne como si estuviera consagrada a los
ídolos, y puesto que su conciencia está poco formada, pecan. No
es, ciertamente, la comida lo que nos hará agradables a Dios, ni vamos
a ser mejores o peores por comer o no comer. Pero tengan cuidado de que esa
libertad de ustedes no sea ocasión de pecado para los que tienen la conciencia
poco formada. Porque si a ti, que sabes estas cosas, te ve alguien sentado a
la mesa en un templo de los ídolos, ¿no se creerá autorizado
por su conciencia, que está poco formada, a comer de lo sacrificado a
los ídolos?
Entonces, por culpa de tu conocimiento haces que se pierda el hermano que tiene
la conciencia poco formada, por quien murió Cristo. De esta manera, al
pecar ustedes contra sus hermanos, haciendo daño a su conciencia poco
formada, pecan contra Cristo. Por lo tanto, si un alimento le es ocasión
de pecado a mi hermano, nunca comeré carne para no darle ocasión
de pecado.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 138 R/.
Señor, no dejes que me pierda.
Tú me conoces, Señor, profundamente: tú conoces cuándo
me siento y me levanto, desde lejos sabes mis pensamientos, tú observas
mi camino y mi descanso, todas mis sendas te son familiares. R/.
Tú formaste mis entrañas, me tejiste en el seno materno. Te doy
gracias por tan grandes maravillas; soy un prodigio y tus obras son prodigiosas.
R/.
Examíname, Dios mío, para conocer mi corazón, ponme a prueba
para conocer mis sentimientos, y si mi camino se desvía, no dejes que
me pierda. R/.
ACLAMACIÓN
(1 Jn 4, 12) R/. Aleluya, aleluya.
Si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha
llegado en nosotros a su plenitud. R/.
Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso.
Del santo Evangelio según san Lucas: 6, 27-38
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Amen a sus enemigos, hagan el bien a los
que los aborrecen, bendigan a quienes los maldicen y oren por quienes los difaman.
Al que te golpee en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite
el manto, déjalo llevarse también la túnica. Al que te
pida, dale; y al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. Traten a los demás
como quieran que los traten a ustedes; porque si aman sólo a los que
los aman, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores
aman a quienes los aman. Si hacen el bien sólo a los que les hacen el
bien, ¿qué tiene de extraordinario? Lo mismo hacen los pecadores.
Si prestan solamente cuando esperan cobrar, ¿qué hacen de extraordinario?
También los pecadores prestan a otros pecadores, con la intención
de cobrárselo después.
Ustedes, en cambio, amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar
recompensa. Así tendrán un gran premio y serán hijos del
Altísimo, porque Él es bueno hasta con los malos y los ingratos.
Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso.
No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados;
perdonen y serán perdonados. Den y se les dará: recibirán
una medida buena, bien sacudida, apretada y rebosante en los pliegues de su
túnica. Porque con la misma medida con que midan, serán medidos".
Palabra del Señor, Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, al celebrar el memorial de nuestra salvación, imploramos humildemente tu clemencia, a fin de que esté sacramento de amor sea para nosotros signo de unidad y vínculo de caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I o II de la Eucaristía.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 51-52)
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor. El que coma de este pan vivirá eternamente. Y el pan que yo les voy a dar es mi carne, para que el mundo tenga vida.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios nuestro, que la participación en este banquete celestial nos santifique, de modo que, por la recepción del Cuerpo y la Sangre de Cristo, se estreche entre nosotros la unión fraterna. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Santo Nombre de María
Santos: San Apolinar de Ravena, mártir. Beata María de Jesús López, religiosa. Memoria libre (Blanco)
LAS MOTIVACIONES DEL APÓSTOL
1 Co 9, 16-19. 22-27; Lc 6, 39-42
San Pablo nos comparte las motivaciones profundas que animan su labor como evangelizador. En primer lugar se siente orgulloso de haber sido invitado a sumarse a la misión evangelizadora, habiendo sido como bien sabemos, un perseguidor de los cristianos. Es tanta la gratitud que siente con Cristo Jesús, que se desvive por servir de manera intachable a comunidades y personas de las más diferentes condiciones. La congruencia con que vive su fe cristiana es la mejor estrategia para allegarse la credibilidad. En ese sentido, ensambla la exhortación inicial del Evangelio: el discípulo tiene que asemejarse a su Maestro. Pablo se identificó plenamente con el Señor Jesús, que hablaba con autoridad (hacía lo que decía), por eso el apóstol aprendió a vivir congruentemente con el evangelio de la gracia que predicaba. Era un pastor exigente consigo mismo y por tanto, podía ser exigente con las comunidades a su cargo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Jdt 13, 18-19)
Virgen María, el Altísimo te ha bendecido más que a todas las mujeres de la tierra; porque de tal manera te ha glorificado que la humanidad no cesa de alabarte.
ORACIÓN COLECTA
Concede, Dios todopoderoso, que a todos los que celebramos el glorioso nombre de la santísima Virgen María, ella misma nos obtenga los dones de tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Me he hecho todo a todos, a fin de ganarlos a todos.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 9, 16-19. 22-27
Hermanos: No tengo por qué
presumir de predicar el Evangelio, puesto que ésa es mi obligación.
¡Ay de mí, si no anuncio el Evangelio! Si yo lo hiciera por propia
iniciativa, merecería recompensa; pero si no, es que se me ha confiado
una misión. Entonces, ¿en qué consiste mi recompensa? Consiste
en predicar el Evangelio gratis, renunciando al derecho que tengo a vivir de
la predicación.
Aunque no estoy sujeto a nadie, me he convertido en esclavo de todos para ganarlos
a todos. Con los débiles me hice débil, para ganar a los débiles.
Me he hecho todo a todos, a fin de ganarlos a todos. Todo lo hago por el Evangelio,
para participar yo también de sus bienes.
¿No saben que en el estadio todos los corredores compiten, pero uno solo
recibe el premio? Corran de manera que consigan el premio. Además, todos
los atletas se privan de muchas cosas: ellos lo hacen por un premio que se acaba;
nosotros, en cambio, por uno que dura para siempre.
Así pues, yo corro, pero no a ciegas, y lucho, pero no dando golpes al
aire, sino que domino mi cuerpo y lo obligo a que me sirva, no sea que, después
de predicar a los demás, quede yo descalificado. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 83 R/.
Qué agradable, Señor, es tu morada.
Anhelando los atrios del Señor se consume mi alma. Todo mi ser de gozo
se estremece y el Dios vivo es la causa. R/.
Hasta el gorrión encuentra casa y la golondrina un lugar para su nido,
cerca de tus altares, Señor de los ejércitos, Dios mío.
R/.
Dichosos los que viven en tu casa, te alabarán para siempre; dichosos
los que encuentran en ti su fuerza y la esperanza de su corazón. R/.
El Señor es sol y escudo, Dios concede favor y gloria. El Señor
no niega sus bienes a los de conducta intachable. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Jn 17, 17) R/. Aleluya, aleluya.
Tu palabra, Señor, es la verdad; santifícanos en la verdad. R/.
¿Puede un ciego guiar a otro ciego?
Del santo Evangelio según san Lucas: 6, 39-42
En aquel tiempo, Jesús
propuso a sus discípulos este ejemplo: "¿Puede acaso un ciego
guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un hoyo? El discípulo
no es superior a su maestro; pero cuando termine su aprendizaje, será
como su maestro.
¿Por qué ves la paja en el ojo de tu hermano y no la viga que
llevas en el tuyo? ¿Cómo te atreves a decirle a tu hermano: 'Déjame
quitarte la paja que llevas en el ojo', si no adviertes la viga que llevas en
el tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga que llevas en tu ojo
y entonces podrás ver, para sacar la paja del ojo de tu hermano"
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Señor, que la intercesión de la bienaventurada siempre
Virgen María haga dignas nuestras ofrendas, y que, al venerar su santo
nombre, seamos agradables a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Lc 1, 48) 2
Me llamarán dichosa todas las generaciones, porque Dios puso sus ojos en la humildad de su esclava.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que por intercesión de María, la Madre de Dios, obtengamos, Señor, la gracia de tu bendición, para que cuantos celebramos su venerable nombre recibamos su auxilio en todas las necesidades. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Vísperas I del domingo: 4a semana del Salterio. Tomo IV: pp. 1076 y 220. Para los fieles: pp. 722 y 415. Edición popular: pp. 289 y 479. Memoria (Blanco)
FORMAMOS UN SOLO CUERPO
1 Co 10,14-22; Lc 6, 43-49
El criterio que proporciona el Evangelio de san Lucas para distinguir a los cristianos genuinos de los que no lo son, es el de los frutos. No es posible escuchar distraídamente la Palabra de Dios y tomar al vuelo algunas "buenas intenciones" para cumplirlas en un hipotético futuro. El oyente atento de la Palabra pasa de inmediato a la acción. En ese sentido la carta a los Corintios no puede aprobar que un cristiano viva con el corazón dividido, pretendiendo servir a Dios y dejándose arrastrar por las prácticas idolátricas. Son opciones totalizadoras que implican a toda la persona. El que se vincula a través del bautismo con Cristo Jesús, no puede estar al servicio de prácticas religiosas que propagan el servilismo, la alienación y la pérdida del autocontrol de la voluntad, para dejarse arrastrar por alguna pasión egoísta.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Dn 12, 3)
Los guías sabios brillarán como el esplendor del firmamento, y los que enseñaron a muchos la justicia, resplandecerán como estrellas por toda la eternidad.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, fortaleza de los que en ti esperan, que quisiste que el obispo san Juan Crisóstomo brillara por su admirable elocuencia y por su firmeza en las tribulaciones, concédenos que, instruidos por sus enseñanzas, nos fortalezca el ejemplo de su invencible paciencia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque todos comemos del mismo pan.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 10, 14-22
Queridos hermanos: Huyan
de la idolatría. Me dirijo a ustedes como a hombres sensatos; ustedes
mismos juzguen lo que voy a decir: El cáliz de la bendición con
el que damos gracias, ¿no nos une a Cristo por medio de su sangre? Y
el pan que partimos, ¿no nos une a Cristo por medio de su cuerpo? El
pan es uno, y así nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo,
porque todos comemos del mismo pan. Consideren al pueblo de Israel: ¿no
es cierto que los que comen de la víctima sacrificada en el altar quedan
unidos a él?
Con esto no quiero decir que el ídolo represente algo real, ni que la
carne ofrecida a los ídolos tenga algún valor especial. Lo que
quiero decir es que, cuando los paganos ofrecen sus sacrificios, se los ofrecen
a los demonios y no a Dios.
Ahora bien, yo no quiero que ustedes se asocien con los demonios. No pueden
beber el cáliz del Señor y el cáliz de los demonios. No
pueden compartir la mesa del Señor y la mesa de los demonios. ¿O
queremos provocar acaso la indignación del Señor creyéndonos
más poderosos que Él? Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 115 R/.
Señor, te ofreceré con gratitud un sacrificio.
¿Cómo le pagaré al Señor todo el bien que me ha
hecho? Levantaré el cáliz de salvación e invocaré
el nombre del Señor. R/.
Te ofreceré con gratitud un sacrificio e invocaré tu nombre. Cumpliré
mis promesas al Señor ante todo su pueblo. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 23) R/. Aleluya, aleluya.
El que me ama, cumplirá mi palabra, dice el Señor; y mi Padre
lo amará y vendremos a él. R/.
¿Por qué me dicen 'Señor, Señor', y no hacen lo que yo les digo?
Del santo Evangelio según san Lucas: 6, 43-49
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "No hay árbol bueno que produzca frutos
malos, ni árbol malo que produzca frutos buenos. Cada árbol se
conoce por sus frutos. No se recogen higos de las zarzas, ni se cortan uvas
de los espinos.
El hombre bueno dice cosas buenas, porque el bien está en su corazón,
y el hombre malo dice cosas malas, porque el mal está en su corazón,
pues la boca habla de lo que está lleno el corazón.
¿Por qué me dicen 'Señor, Señor', y no hacen lo
que yo les digo? Les voy a decir a quién se parece el que viene a mí
y escucha mis palabras y las pone en práctica. Se parece a un hombre,
que al construir su casa, hizo una excavación profunda, para echar los
cimientos sobre la roca. Vino la creciente y chocó el río contra
aquella casa, pero no la pudo derribar, porque estaba sólidamente construida.
Pero el que no pone en práctica lo que escucha, se parece a un hombre
que construyó su casa a flor de tierra, sin cimientos. Chocó el
río contra ella e inmediatamente la derribó y quedó completamente
destruida". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te agrade, Dios nuestro, el sacrificio que alegres te presentamos en la conmemoración de san Juan Crisóstomo, por cuyas enseñanzas te alabamos y nos entregamos enteramente a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. 1 Co 1, 23-24)
Nosotros predicamos a Cristo crucificado: a Cristo, fuerza de Dios y sabiduría de Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concede, Dios misericordioso, que el sacramento que recibimos en la conmemoración de san Juan Crisóstomo, nos haga crecer en tu amor y nos haga fieles testigos de la verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XXIV DOMINGO ORDINARIO
Santos: Materno de Colonia obispo; Cipriano de Cartago, obispo; Notburga de Rotemburgo, laica (Verde)
TEN PACIENCIA CONMIGO
Si 27, 33-38,9; Rm 14, 7-9; Mt 18, 21-35
Jesús Ben Sira no desconocía la virulencia de la venganza, ni tampoco la desfachatez de quienes recibiendo el perdón de parte de Dios, se obstinaban en negarlo a sus hermanos. Ese doble discurso es cuestionado de forma radical. No se puede usar dos reglas para medir una misma conducta. La incongruencia de tal proceder está ampliamente retratada en la parábola del Evangelio. El Señor Jesús contrapone a dos deudores que debían deudas bastante dispares; mientras que uno debía millones, el otro unos cientos de pesos. El proceder insensato del que estaba sumido en deudas resulta más detestable, porque habiendo experimentado con anticipación la cancelación de su deuda, no lo recordó unos instantes después. El descaro está retratado de forma contundente. De ahí que el Señor nos invite a perdonar las ofensas con la misma prontitud que acogemos el perdón de parte del Padre. Recordar nuestra experiencia de pecadores perdonados, nos ayuda a mantenernos compasivos con los demás.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Si 36, 18)
Concede, Señor, la paz a los que esperan en ti, y cumple así las palabras de tus profetas; escucha las plegarias de tu siervo, y de tu pueblo Israel.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, creador y soberano de todas las cosas, vuelve a nosotros tus ojos y concede que te sirvamos de todo corazón, para que experimentemos los efectos de tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Perdona la ofensa a tu prójimo para obtener tú el perdón.
Del libro del Sirácide (Eclesiástico): 27, 33-28,
Cosas abominables son el
rencor y la cólera; sin embargo, el pecador se aferra a ellas. El Señor
se vengará del vengativo y llevará rigurosa cuenta de sus pecados.
Perdona la ofensa a tu prójimo, y así, cuando pidas perdón,
se te perdonarán tus pecados. Si un hombre le guarda rencor a otro, ¿le
puede acaso pedir la salud al Señor?
El que no tiene compasión de un semejante, ¿cómo pide perdón
de sus pecados? Cuando el hombre que guarda rencor pide a Dios el perdón
de sus pecados, ¿hallará quien interceda por él?
Piensa en tu fin y deja de odiar, piensa en la corrupción del sepulcro
y guarda los mandamientos.
Ten presentes los mandamientos y no guardes rencor a tu prójimo. Recuerda
la alianza del Altísimo y pasa por alto las ofensas. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 102 R/.
El Señor es compasivo y misericordioso.
Bendice al Señor, alma mía; que todo mi ser bendiga su santo nombre.
Bendice al Señor, alma mía y no te olvides de sus beneficios.
R/.
El Señor perdona tus pecados y cura tus enfermedades; él rescata
tu vida del sepulcro y te colma de amor y de ternura. R/.
El Señor no nos condena para siempre, ni nos guarda rencor perpetuo.
No nos trata como merecen nuestras culpas, ni nos paga según nuestros
pecados. R/.
Como desde la tierra hasta el cielo, así es de grande su misericordia;
como un padre es compasivo con sus hijos, así es compasivo el Señor
con quien lo ama. R/.
En la vida y en la muerte somos del Señor.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 14, 7-9
Hermanos: Ninguno de nosotros vive para sí mismo, ni muere para sí mismo. Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Por lo tanto, ya sea que estemos vivos o que hayamos muerto, somos del Señor. Porque Cristo murió y resucitó para ser Señor de vivos y muertos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Jn 13, 34) Aleluya, aleluya.
Les doy un mandamiento nuevo, dice el Señor, que se amen los unos a los
otros, como yo los he amado. R/.
No te digo que perdones siete veces, sino hasta setenta veces siete.
Del santo Evangelio según san Mateo: 18, 21-35
En aquel tiempo, Pedro se
acercó a Jesús y le preguntó: "Si mi hermano me ofende,
¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?".
Jesús le contestó: "No sólo hasta siete, sino hasta
setenta veces siete".
Entonces Jesús les dijo: "El Reino de los cielos es semejante a
un rey que quiso ajustar cuentas con sus servidores. El primero que le presentaron
le debía muchos millones. Como no tenía con qué pagar,
el señor mandó que lo vendieran a él, a su mujer, a sus
hijos y todas sus posesiones, para saldar la deuda. El servidor, arrojándose
a sus pies, le suplicaba, diciendo: 'Ten paciencia conmigo y te lo pagaré
todo'. El rey tuvo lástima de aquel servidor, lo soltó y hasta
le perdonó la deuda.
Pero, apenas había salido aquel servidor, se encontró con uno
de sus compañeros, que le debía poco dinero. Entonces lo agarró
por el cuello y casi lo estrangulaba, mientras le decía: 'Págame
lo que me debes'. El compañero se le arrodilló y le rogaba: 'Ten
paciencia conmigo y te lo pagaré todo'. Pero el otro no quiso escucharlo,
sino que fue y lo metió en la cárcel hasta que le pagara la deuda.
Al ver lo ocurrido, sus compañeros se llenaron de indignación
y fueron a contar al rey lo sucedido. Entonces el señor lo llamó
y le dijo: 'Siervo malvado. Te perdoné toda aquella deuda porque me lo
suplicaste. ¿No debías tú también haber tenido compasión
de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?'. Y el señor,
encolerizado, lo entregó a los verdugos para que no lo soltaran hasta
que pagara lo que debía.
Pues lo mismo hará mi Padre celestial con ustedes, si cada cual no perdona
de corazón a su hermano".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Nosotros somos la familia
de Dios y, cada vez que nos reunimos para celebrar la Eucaristía, presentamos
ante Él las necesidades y los anhelos de nuestros hermanos, los hombres
y mujeres del mundo entero.
Después de cada petición diremos: Escúchanos, Padre.
Por la Iglesia, por todos los que estamos llamados a dar testimonio del amor
y el perdón de Dios. Oremos.
Por nuestro país, por nuestros gobernantes y por todos nuestros conciudadanos.
Oremos.
Por quienes formamos nuestra patria, hombres y mujeres, jóvenes y ancianos,
ricos y pobres, una sola familia que quiere ser fiel al Evangelio. Oremos.
Por los enfermos, por los ancianos, por todos los que viven en el dolor y la
debilidad. Oremos.
Por los que nos han ofendido o nos han hecho daño. Oremos.
Por los que estamos aquí reunidos celebrando la Eucaristía del
domingo. Oremos.
Escúchanos, Padre, y mira con amor a esta familia tuya por la que
tu Hijo Jesucristo entregó la vida. Él que vive y reina por los
siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Sé propicio, Señor, a nuestras plegarias y acepta benignamente estas ofrendas de tus siervos, para que aquello que cada uno ofrece en honor de tu nombre aproveche a todos para su salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Sal 35, 8)
Señor Dios, qué preciosa es tu misericordia. Por eso los hombres se acogen a la sombra de tus alas.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el efecto de este don celestial, Señor, transforme nuestro cuerpo y nuestro espíritu, para que sea su fuerza, y no nuestro sentir, lo que siempre inspire nuestras acciones. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- No cabe duda que los refranes populares están cargados de sabiduría. Efectivamente "nadie da lo que no tiene". Quien no ha interiorizado el perdón recibido no puede perdonar. Las personas que consiguen una condonación de su deuda, una amnistía o cualquier manifestación de compasión, no solamente reciben un beneficio material (cancelación de una multa) sino una oportunidad para humanizarse y crecer interiormente. Quien no interioriza la fuerza de los acontecimientos decisivos, aprende a vivir de manera oportunista, guiándose por cálculos mezquinos: obtener el máximo provecho y realizar el mínimo esfuerzo. Desde esa perspectiva le apuestan a llevarse "todo el pastel", dejando al adversario con las boronas. La nobleza de espíritu se manifiesta cuando se sabe ser generoso en la victoria y no se humilla al vencido. No se entiende la brutalidad contra policías desarmados, cuando se protesta por los abusos padecidos a manos de terceros. Quien se queja de la injusticia sufrida, no tiene derecho a tratar injustamente a personas inermes.
Nuestra Señora de los Dolores
Santos: Santos Nicomedes de Roma, mártir. Beato Camilo Constanzo, mártir. Memoria (Blanco)
BANDERA DISCUTIDA
1 Co 11, 17-26; Lc 2, 33-35
La Carta a los corintios recoge una tradición hermosa sobre la Eucaristía y a su vez, contiene una crítica frontal a los excesos que desfiguraban la celebración de la fracción del pan. La comunión que crea la copa y el pan compartidos no termina al concluir la celebración. Es una acción cumbre que va acompañada de gestos de comunión y solidaridad, tanto anteriores como posteriores a la celebración. Cuando dichos gestos están ausentes, la celebración se desdibuja y termina siendo un ritual artificial. Como memorial de la vida de Cristo que se entrega, tiene que animar a los participantes a entregar algo de sí mismos a sus hermanos. El profeta Simeón aparece como un israelita sabio que desentraña de manera anticipada el misterio de Jesús. Efectivamente su prédica incluía una renovación profunda de la vida de Israel, y como todos los cambios radicales, generaría adhesiones y rechazos. La muerte violenta de Jesús, fue un aparente triunfo de sus adversarios.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Lc 2, 34-35)
El anciano Simeón dijo a María: Este niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento de muchos en Israel, como signo que provocará contradicción; y a ti, una espada te atravesará el alma.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que quisiste que junto a tu Hijo en la cruz estuviera de pie su Madre, compartiendo su dolor, concede a tu Iglesia que, asociada con ella a la pasión de Cristo, merezca participar de su gloriosa resurrección. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Si hay divisiones entre ustedes, entonces ya no se reúnen para celebrar la cena del Señor.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 11, 17-26
Hermanos: Con respecto a
las reuniones de ustedes ciertamente no puedo alabarlas, porque les hacen más
daño que provecho. En efecto, he sabido que, cuando se reúnen
en asamblea, hay divisiones entre ustedes, y en parte lo creo. Es cierto que
tiene que haber divisiones, para que se ponga de manifiesto quiénes tienen
verdadera virtud. De modo que, cuando se reúnen en común, ya no
es para comer la cena del Señor, porque cada uno se adelanta a comer
su propia cena, y mientras uno pasa hambre, el otro se embriaga. ¿Acaso
no tienen su propia casa para comer y beber? ¿O es que desprecian a la
asamblea de Dios y quieren avergonzar a los que son pobres? ¿Qué
quieren que les diga? ¿Que los alabe? En esto no los alabo.
Porque yo recibí del Señor lo mismo que les he transmitido: que
el Señor Jesús, la noche en que iba a ser entregado, tomó
pan en sus manos, y pronunciando la acción de gracias, lo partió
y dijo: "Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria
mía".
Lo mismo hizo con el cáliz después de cenar, diciendo: "Este
cáliz es la nueva alianza que se sella con mi sangre. Hagan esto en memoria
mía siempre que beban de él". Por eso, cada vez que ustedes
comen de este pan y beben de este cáliz, proclaman la muerte del Señor,
hasta que vuelva. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 39 R/.
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Sacrificios y ofrendas no quisiste, abriste, en cambio, mis oídos a tu
voz. No exigiste holocaustos por la culpa, así que dije: "Aquí
estoy". R/.
En tus libros se me ordena hacer tu voluntad; esto es, Señor, lo que
deseo: tu ley en medio de mi corazón. R/.
He anunciado tu justicia en la gran asamblea; no he cerrado mis labios, tú
lo sabes, Señor. R/.
Que se gocen en ti y que se alegren todos los que te buscan. Cuantos quieren
de ti la salvación, repiten sin cesar: "¡Qué grande
es Dios!". R/.
SECUENCIA
Esta secuencia es opcional
tanto en su forma larga como en su forma breve, desde * ¡Oh dulce fuente
de amor!
La Madre piadosa estaba | ¡Oh cuán triste y afligida |
junto a la cruz, y lloraba | estaba la Madre herida, |
mientras el Hijo pendía; | de tantos tormentos llena, |
cuya alma triste y llorosa, | cuando triste contemplaba |
traspasada y dolorosa, | y dolorosa miraba |
fiero cuchillo tenía. | del Hijo amado la pena! |
¿Y cuál hombre no llorara | Hazme contigo llorar |
si a la Madre contemplara | y de veras lastimar |
de Cristo en tanto dolor? | de sus penas mientras vivo; |
¿Y quién no se entristeciera, | porque acompañar deseo |
Madre piadosa, si os viera | en la cruz, donde lo veo, |
sujeta a tanto rigor? | tu corazón compasivo. |
Por los pecados del mundo, | ¡Virgen de vírgenes santas!, |
vio a Jesús en tan profundo | llore ya con ansias tantas |
tormento la dulce Madre. | que el llanto dulce me sea; |
Vio morir al Hijo amado | porque su pasión y muerte |
que rindió desamparado | tenga en mi alma de suerte |
el espíritu a su Padre. | que siempre sus penas vea. |
¡Oh dulce fuente de amor!, | Haz que su cruz me enamore |
hazme sentir tu dolor | y que en ella viva y more |
para que llore contigo. | de mi fe y amor indicio; |
y que, por mi Cristo amado, | porque me inflame y encienda |
mi corazón abrasado | y contigo me defienda |
más viva en Él que conmigo. | en el día del juicio. |
Y, porque a amarlo me anime | Haz que me ampare la muerte |
en mi corazón imprime | de Cristo, cuando en tan fuerte |
las llagas que tuvo en sí. | trance, vida y alma estén; |
Y de tu Hijo, Señora, | porque, cuando quede en calma |
divide conmigo ahora | el cuerpo, vaya mi alma |
las que padeció por mí. | a su eterna gloria. Amén. |
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Dichosa la Virgen María, que sin morir, mereció la palma
del martirio junto a la cruz del Señor. R/.
Y a ti, una espada te atravesará el alma.
Del santo Evangelio según san Lucas: 2, 33-35
En aquel tiempo, el padre
y la madre del niño estaban admirados de las palabras que les decía
Simeón. Él los bendijo, y a María, la madre de Jesús,
le anunció: "Este niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento
de muchos en Israel, como signo que provocará contradicción, para
que queden al descubierto los pensamientos de todos los corazones. Y a ti, una
espada te atravesará el alma".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Dios misericordioso, las súplicas y ofrendas que te presentamos para alabanza de tu nombre, al venerar a la santísima Virgen María, a quien, bondadoso, nos entregaste como piadosísima Madre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de santa María Virgen (conmemoración).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. 1 P 4, 13)
Alégrense de compartir ahora los padecimientos de Cristo, para que cuando se manifieste su gloria, el júbilo de ustedes sea desbordante.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el sacramento de la redención eterna, te pedimos, Señor, que, al conmemorar el dolor de la santísima Virgen María, completemos, a favor de la Iglesia, lo que falta en nosotros a los padecimientos de Cristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
UN SOLO CUERPO
1 Co 12,12-14. 27-31, Lc 7,11-17
La exposición que hace el apóstol san Pablo en la Carta a los Corintios pretende animar a los lectores a que interactúen de forma armoniosa, poniendo sus diferentes dones y carismas al servicio de la comunidad. La presunción, la vanagloria, la rivalidad y otras actitudes inmaduras que complicaban la vida de la iglesia corintia, debían terminar. Era necesario actuar con sensatez, dejándose guiar por el Espíritu, promotor de la unidad, viviendo conforme a esa dinámica de la comunión profunda. Las carencias y fortalezas de un miembro tenían que ser asumidas en un clima de amor fraterno y ayuda mutua. En el Evangelio, observamos que las personas se acercan a Jesús, cada cual lleva presente sus necesidades y esperanzas. En esta ocasión una mujer viuda, que había perdido a su hijo único tiene la fortuna de cruzar su camino con Jesús. El evangelista nos refiere que el Maestro tomó la iniciativa, y realizando un gesto de misericordia y de poder, le devolvió sano y salvo al hijo, que era su único consuelo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sb 3, 1-2. 3)
Las almas de los justos están en las manos de Dios y no los alcanzará ningún tormento. Los insensatos pensaban que los justos habían muerto, pero están en paz.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que en los santos Cornelio y Cipriano diste a tu pueblo pastores llenos de celo y mártires victoriosos, concédenos, por su intercesión, ser fortalecidos en la fe y la constancia y trabajar esforzadamente por la unidad de la Iglesia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Ustedes son el cuerpo de Cristo y cada uno es un miembro de él.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 12, 12-14. 27-31
Hermanos: Así como
el cuerpo es uno y tiene muchos miembros y todos ellos, a pesar de ser muchos,
forman un solo cuerpo, así también es Cristo. Porque todos nosotros,
seamos judíos o no judíos, esclavos o libres, hemos sido bautizados
en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo, y a todos se nos ha
dado a beber del mismo Espíritu. El cuerpo no se compone de un solo miembro,
sino de muchos.
Pues bien, ustedes son el cuerpo de Cristo y cada uno es un miembro de él.
En la Iglesia, Dios ha puesto en primer lugar a los apóstoles; en segundo
lugar, a los profetas; en tercer lugar, a los maestros; luego, a los que hacen
milagros, a los que tienen el don de curar a los enfermos, a los que ayudan,
a los que administran, a los que tienen el don de lenguas y el de interpretarlas.
¿Acaso son todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Son
todos maestros? ¿Hacen todos milagros? ¿Tienen todos el don de
curar? ¿Tienen todos el don de lenguas y todos las interpretan? Aspiren
a los dones de Dios más excelentes. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 99 R/.
Sirvamos al Señor con alegría.
Alabemos a Dios todos los hombres, sirvamos al Señor con alegría
y con júbilo entremos en su templo. R/.
Reconozcamos que el Señor es Dios, que Él fue quien nos hizo y
somos suyos, que somos su pueblo y su rebaño. R/.
Entremos por sus puertas dando gracias, crucemos por sus atrios entre himnos,
alabando al Señor y bendiciéndolo. R/.
Porque el Señor es bueno, bendigámoslo, porque es eterna su misericordia
y su fidelidad nunca se acaba. R/.
ACLAMACIÓN
(Lc 7, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo. R/.
Joven, yo te lo mando: Levántate.
Del santo Evangelio según san Lucas: 7, 11-17
En aquel tiempo, se dirigía Jesús a una población llamada Naím, acompañado de sus discípulos y de mucha gente. Al llegar a la entrada de la población, se encontró con que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de una viuda, a la que acompañaba una gran muchedumbre. Cuando el Señor la vio, se compadeció de ella y le dijo: "No llores". Acercándose al ataúd, lo tocó, y los que lo llevaban se detuvieron. Entonces Jesús dijo: "Joven, yo te lo mando: Levántate". Inmediatamente el que había muerto se levantó y comenzó a hablar. Jesús se lo entregó a su madre. Al ver esto, todos se llenaron de temor y comenzaron a glorificar a Dios, diciendo: "Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo". La noticia de este hecho se divulgó por toda Judea y por las regiones circunvecinas. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, los dones de tu pueblo, que te presentamos al conmemorar el sacrificio de tus santos mártires; y te pedimos que el misterio que dio valor en la persecución a los santos Cornelio y Cipriano, nos dé también a nosotros constancia en la adversidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 10, 30. 31)
Todos los cabellos de su cabeza están contados; no tengan miedo, porque ustedes valen mucho más que los pájaros del mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por este sacramento que hemos recibido, te pedimos, Señor, que, a ejemplo de los santos mártires Cornelio y Cipriano, sostenidos con tu espíritu de fortaleza, podamos dar testimonio de la verdad del Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
EL AMOR Y LA SABIDURÍA
1 Co 12, 31-13,13, Lc 7,31-35
La generación a la que pertenecían Juan Bautista y Jesús fue privilegiada por la simple razón de que pudieron interactuar con dos profetas de extraordinaria personalidad. Dos personas radicalmente fieles a Dios, que en su misión evangelizadora, asumieron estilos y formas de misionar dispares. La frugalidad de Juan y la gustosa alegría del Señor Jesús, se convirtieron en pretextos en manos de sus adversarios, que pretendieron descalificarlos para excusarse de escuchar su mensaje. Aquella gente no tuvo la apertura para apreciar la novedad que Dios manifestaba en la misión de cada uno de sus enviados. En otra óptica el apóstol san Pablo también realiza una contraposición, entre los dones y carismas vistosos (sabiduría, elocuencia, generosidad) y el don supremo: el amor. Los rasgos del amor son extraordinarios porque reflejan la manera de ser de Dios, que acoge a cada persona de manera incondicional. El amor trasciende los límites de los mínimos y se desborda en una entrega ilimitada que busca el bienestar del amado.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 47, 10-11)
Meditamos, Señor, los dones de tu amor, en medio de tu templo. Tu alabanza llega hasta los confines de la tierra como tu fama. Tu diestra está llena de justicia.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que ordenas todas las cosas conforme a tu admirable designio, recibe con bondad las oraciones que te dirigimos por nuestra patria, a fin de que, por la sabiduría de sus gobernantes y la honestidad de los ciudadanos, se consoliden la concordia y la justicia y así sea posible construir, con paz, un progreso perdurable. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Entre estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor, el amor es la mayor de las tres.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 12, 31-13, 13
Hermanos: Aspiren a los
dones de Dios más excelentes. Voy a mostrarles el camino mejor de todos.
Aunque yo hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no
tengo amor, no soy más que una campana que resuena o unos platillos que
aturden. Aunque yo tuviera el don de profecía y penetrara todos los misterios,
aunque yo poseyera en grado sublime el don de ciencia y mi fe fuera tan grande
como para cambiar de sitio las montañas, si no tengo amor, nada soy.
Aunque yo repartiera en limosnas todos mis bienes y aunque me dejara quemar
vivo, si no tengo amor, de nada me sirve.
El amor es comprensivo, el amor es servicial y no tiene envidia; el amor no
es presumido ni se envanece; no es grosero ni egoísta; no se irrita ni
guarda rencor; no se alegra con la injusticia, sino que goza con la verdad.
El amor disculpa sin límites, confía sin límites, espera
sin límites, soporta sin límites.
El amor dura por siempre; en cambio, el don de profecía se acabará;
el don de lenguas desaparecerá, y el don de ciencia dejará de
existir, porque nuestros dones de ciencia y de profecía son imperfectos.
Pero cuando llegue la consumación, todo lo imperfecto desaparecerá.
Cuando yo era niño, hablaba como niño, sentía como niño
y pensaba como niño; pero cuando llegué a ser hombre, hice a un
lado las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo y oscuramente,
pero después será cara a cara. Ahora sólo conozco de una
manera imperfecta, pero entonces conoceré a Dios como Él me conoce
a mí. Ahora tenemos estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor;
pero el amor es la mayor de las tres. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 32 R/.
Dichoso el pueblo escogido por Dios.
Demos gracias a Dios al son del arpa, que la lira acompañe nuestros
cantos, cantemos en su honor nuevos cantares, al compás de instrumentos
aclamémoslo. R/.
Sincera es la palabra del Señor y todas sus acciones son leales. Él
ama la justicia y el derecho, la tierra llena está de sus bondades. R/.
Feliz la nación cuyo Dios es el Señor, dichoso el pueblo que escogió
por suyo. Muéstrate bondadoso con nosotros, porque en ti, Señor,
hemos confiado. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Jn 6, 63. 68) R/. Aleluya, aleluya.
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes palabras
de vida eterna. R/.
Tocamos la flauta y ustedes no bailaron, cantamos canciones tristes y no lloraron.
Del santo Evangelio según san Lucas: 7, 31-35
En aquel tiempo, Jesús
dijo: "¿Con quién compararé a los hombres de esta
generación? ¿A quién se parecen? Se parecen a esos niños
que se sientan a jugar en la plaza y se gritan los unos a los otros:
`Tocamos la flauta y no han bailado, cantamos canciones tristes y no han llorado'.
Porque vino Juan el Bautista, que ni comía pan ni bebía vino,
y ustedes dijeron: `Ése está endemoniado'. Y viene el Hijo del
hombre, que come y bebe, y dicen: 'Este hombre es un glotón y un bebedor,
amigo de publicanos y pecadores'. Pero sólo aquellos que tienen la sabiduría
de Dios, son quienes lo reconocen". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
La oblación que te ofrecemos, Señor, nos purifique, y nos haga participar, de día en día, de la vida del reino glorioso. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 11, 28)
Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados, y yo los aliviaré, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que nos has colmado con tantas gracias, concédenos alcanzar los dones de la salvación y que nunca dejemos de alabarte. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LA EXPERIENCIA DEL PERDÓN
1 Co 15,1-11; Lc 7,36-50
La mujer anónima que nos presenta el Evangelio de san Lucas no se intimida ante las miradas inquisidoras de los comensales. Traspasó las barreras, abriéndose paso en el "club" de los escrupulosos fariseos y expresó sin cortapisas la gratitud hacia Jesús. Con el lenguaje efusivo del afecto femenino mostró su enorme gratitud. Del suceso encontramos dos lecturas: la reprobatoria de Simón que desaprueba a Jesús y la aprobatoria del Maestro, que descifra los gestos de la mujer como expresión de gratitud por el perdón recibido. La lección que extrae es contundente: Jesús ofrece el perdón gratuitamente. El apóstol san Pablo tenía conciencia de haber sido un pecador, un apóstol que no ameritaba tal nombre. Esa certidumbre le sirvió como un acicate para rendir al máximo y exigirse una entrega sin fisuras al servicio del Evangelio.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Flp 2, 10-11)
Que al nombre de Jesús, todos doblen la rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y todos reconozcan públicamente que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
ORACIÓN COLECTA
A quienes veneramos el santísimo nombre de Jesús, concede, Señor, en tu bondad, que, disfrutando en esta vida de su dulzura, nos llenemos del gozo eterno en la patria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Esto es lo que predicamos y lo que ustedes han creído.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15, 1-11
Hermanos: Les recuerdo el
Evangelio que yo les prediqué y que ustedes aceptaron y en el cual están
firmes. Este Evangelio los salvará, si lo cumplen tal y como yo lo prediqué.
De otro modo, habrán creído en vano.
Les transmití, ante todo, lo que yo mismo recibí: que Cristo murió
por nuestros pecados, como dicen las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó
al tercer día, según estaba escrito; que se le apareció
a Pedro y luego a los Doce; después se apareció a más de
quinientos hermanos reunidos, la mayoría de los cuales vive aún
y otros ya murieron. Más tarde se le apareció a Santiago y luego
a todos los apóstoles.
Finalmente, se me apareció también a mí, que soy como un
aborto. Porque yo perseguí a la Iglesia de Dios y por eso soy el último
de los apóstoles e indigno de llamarme apóstol. Sin embargo, por
la gracia de Dios, soy lo que soy, y su gracia no ha sido estéril en
mí; al contrario, he trabajado más que todos ellos, aunque no
he sido yo, sino la gracia de Dios, que está conmigo. De cualquier manera,
sea yo, sean ellos, esto es lo que nosotros predicamos y esto mismo lo que ustedes
han creído.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 117 R/.
Te damos gracias, Señor, porque eres bueno.
Te damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu misericordia es
eterna. Diga la casa de Israel: "Su misericordia es eterna". R/.
Escuchemos el canto de victoria que sale de la casa de los justos: "La
diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es nuestro
orgullo". R/.
No moriré, continuaré viviendo para contar lo que el Señor
ha hecho. Tú eres mi Dios, y te doy gracias. Tú eres mi Dios,
y yo te alabo. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 11, 28) R/. Aleluya, aleluya.
Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la
carga, y yo les daré alivio, dice el Señor. R/.
Sus pecados le han quedado perdonados, porque ha amado mucho.
Del santo Evangelio según san Lucas: 7, 36-50
En aquel tiempo, un fariseo
invitó a Jesús a comer con él. Jesús fue a la casa
del fariseo y se sentó a la mesa. Una mujer de mala vida en aquella ciudad,
cuando supo que Jesús iba a comer ese día en casa del fariseo,
tomó consigo un frasco de alabastro con perfume, fue y se puso detrás
de Jesús, y comenzó a llorar, y con sus lágrimas le bañaba
los pies, los enjugó con su cabellera, los besó y los ungió
con el perfume.
Viendo esto, el fariseo que lo había invitado comenzó a pensar:
"Si este hombre fuera profeta, sabría qué clase de mujer
es la que lo está tocando; sabría que es una pecadora".
Entonces Jesús le dijo: "Simón, tengo algo que decirte".
El fariseo contestó: "Dímelo, Maestro". Él le
dijo: "Dos hombres le debían dinero a un prestamista. Uno le debía
quinientos denarios, y el otro, cincuenta. Como no tenían con qué
pagarle, les perdonó la deuda a los dos. ¿Cuál de ellos
lo amará más?" Simón le respondió: "Supongo
que aquel a quien le perdonó más".
Entonces Jesús le dijo: "Has juzgado bien". Luego, señalando
a la mujer, dijo a Simón: "¿Ves a esta mujer? Entré
en tu casa y tú no me ofreciste agua para los pies, mientras que ella
me los ha bañado con sus lágrimas y me los ha enjugado con sus
cabellos. Tú no me diste el beso de saludo; ella, en cambio, desde que
entró, no ha dejado de besar mis pies. Tú no ungiste con aceite
mi cabeza; ella, en cambio, me ha ungido los pies con perfume. Por lo cual,
yo te digo: sus pecados, que son muchos, le han quedado perdonados, porque ha
amado mucho. En cambio, al que poco se le perdona, poco ama". Luego le
dijo a la mujer: "Tus pecados te han quedado perdonados".
Los invitados empezaron a preguntarse a sí mismos: "¿Quién
es éste que hasta los pecados perdona?" Jesús le dijo a la
mujer: "Tu fe te ha salvado; vete en paz". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dígnate, Padre todopoderoso, aceptar nuestros dones en el nombre de Jesús, en el cual confiamos firmemente que obtendremos cuanto pidamos, conforme a la promesa bondadosa hecha por tu mismo Hijo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Hch 4, 12)
No hay otro nombre bajo el cielo que pueda salvarnos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor, por tu misericordia, que en estos sagrados misterios honremos con digno homenaje al Señor Jesús, ante cuyo nombre quisiste que toda rodilla se doble y por el que todos los hombres encuentren la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LA CENTRALIDAD DE LA RESURRECCIÓN
1 Co 15, 12-20; Lc 8, 1-3
En la cultura griega como bien sabemos, sonaba paradójico afirmar la resurrección. Por esa razón san Pablo argumenta con firmeza sobre la centralidad de dicho acontecimiento. Negar la resurrección de Cristo implica vaciar de sentido la fe cristiana. No queda sustentada nuestra salvación; además, dado que el verdadero cristiano enfrenta adversidades por causa de su fe, si sus padecimientos en esta vida, no encuentran consuelo en la venidera, resultamos engañados por una falsa promesa. Las mujeres que seguían a Jesús y que se solidarizaban con su causa, sirviendo a sus discípulos, no apostaban su vida en vano. Habían conocido por anticipado la fuerza vivificadora de Dios, a través de las curaciones que Jesús había obrado en su favor. Las mujeres curadas sabían por propia experiencia que la palabra de Jesús acarreaba una mejoría sustancial en sus condiciones de vida.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 111, 9)
Al pobre da con abundancia, obra siempre conforme a la justicia; su frente se alzará llena de gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios de misericordia y todopoderoso, que encendiste en el corazón de san José María de Yermo y Parres, presbítero y fundador, un amor ardiente a favor de los pobres y desamparados, concédenos que, a ejemplo suyo, descubramos en cada hermano el rostro de Cristo, tu Hijo, y nos pongamos a su servicio con sincera caridad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Si Cristo no resucitó, vana es la fe de ustedes.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15, 12-20
Hermanos: Si hemos predicado
que Cristo resucitó de entre los muertos, ¿cómo es que
algunos de ustedes andan diciendo que los muertos no resucitan? Porque si los
muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y si Cristo no resucitó,
nuestra predicación es vana, y la fe de ustedes es vana.
Seríamos, además, falsos testigos de Dios, puesto que hemos afirmado
falsamente que Dios resucitó a Cristo: porque, si fuera cierto que los
muertos no resucitan, Dios no habría resucitado a Cristo. Porque si los
muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó.
Y si Cristo no resucitó, es vana la fe de ustedes; y por lo tanto, aún
viven ustedes en pecado, y los que murieron en Cristo, perecieron. Si nuestra
esperanza en Cristo se redujera tan sólo a las cosas de esta vida, seriamos
los más infelices de todos los hombres. Pero no es así, porque
Cristo resucitó, y resucitó como la primicia de todos los muertos.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 16 R/.
Atiéndeme, Dios mío, y escucha mi oración.
Señor, hazme justicia y a mi clamor atiende; presta oído a mi
súplica, pues mis labios no mienten. R/.
A ti mi voz elevo, pues sé que me respondes. Atiéndeme, Dios mío,
y escucha mis palabras; muéstrame los prodigios de tu misericordia, pues
a quien acude a ti, de sus contrarios salvas. R/.
Protégeme, Señor, como a las niñas de tus ojos, bajo la
sombra de tus alas escóndeme, pues yo, por serte fiel, contemplaré
tu rostro y al despertarme, espero saciarme de tu vista. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Mt 11, 25) R/. Aleluya, aleluya.
Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado
los misterios del Reino a la gente sencilla. R/.
Los acompañaban algunas mujeres, que los ayudaban con sus propios bienes.
Del santo Evangelio según san Lucas: 8, 1-3
En aquel tiempo, Jesús
comenzó a recorrer ciudades y poblados predicando la buena nueva del
Reino de Dios. Lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que habían
sido libradas de espíritus malignos y curadas de varias enfermedades.
Entre ellas iban María, llamada Magdalena, de la que habían salido
siete demonios; Juana, mujer de Cusa, el administrador de Herodes; Susana y
otras muchas, que los ayudaban con sus propios bienes.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acoge, Señor, las ofrendas de tu pueblo, para que, al celebrar la obra de la caridad inmensa de tu Hijo, seamos confirmados en el amor a ti y al prójimo, a ejemplo de san José María. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Jn 13, 35)
En esto reconocerán todos que ustedes son mis discípulos: en que se aman los unos a los otros, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Renovados por este santo sacramento, concédenos, Señor, seguir los ejemplos de san José María, que te honró con su incansable piedad y con su inmensa caridad hizo tanto bien a tu pueblo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Andrés Kim Taegon, Pablo Chong Hasang y compañeros, mártires; Juan Carlos Cournay, mártir.
Vísperas I del domingo: la semana del Salterio. Tomo IV: pp. 671 y 255. Para los fieles: pp. 472 y 416. Edición popular: pp. 13 y 480. Memoria (Rojo)
LA REALIDAD DEL MISTERIO
1 Co 15, 35-37. 42-49; Lc 8,4-15
Los que no hemos tenido la experiencia de encontrarnos con el resucitado no disponemos de otro acceso al evento, que el testimonio de los que se encontraron con Jesús resucitado. No era una experiencia fácil de transmitir y comunicar; enfrentaban una dificultad para hacerse entender. Las experiencias sensibles que vivimos en este mundo no son equiparables a la vida plena de Cristo resucitado. Por esa razón san Pablo recurre a comparaciones del mundo vegetal y animal. Lo esencial es entender que al término de la vida biológica no termina, sino que prosigue nuestra existencia personal de forma definitiva. En cierto sentido, los apóstoles "conocían ya los secretos del Reinado de Dios", como dice la parábola del sembrador y por eso, disponían de una conciencia renovada para comprender el sentido último de la vida y de la muerte.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Los santos mártires derramaron su sangre por Cristo en la tierra; por eso han obtenido el premio eterno.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que has querido multiplicar el número de tus hijos de adopción en el mundo entero, y has hecho de la sangre de los santos mártires Andrés Kim Taegon y compañeros semilla muy fecunda de vida cristiana, concédenos la fuerza de su ayuda y el estímulo de su ejemplo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Se entierra un cuerpo corruptible y resucita incorruptible.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15, 35-37. 42-49
Hermanos: Hay algunos que
preguntan: "¿Cómo resucitan los muertos? ¿Qué
clase de cuerpo van a tener?". Es que no se han puesto a pensar que el
grano que se siembra tiene que morir, para que nazca la planta. Lo que se siembra
no es la planta que va a brotar, sino solamente la semilla, por ejemplo, de
trigo o de cualquier otra cosa.
Lo mismo sucede en la resurrección de los muertos: se siembra un cuerpo
corruptible y resucita incorruptible; se siembra un cuerpo miserable y resucita
glorioso; se siembra débil y resucita fuerte; se siembra un cuerpo puramente
humano y resucita un cuerpo vivificado por el espíritu divino.
Pues si existe un cuerpo puramente humano, también existe un cuerpo vivificado
por el espíritu. En efecto, la Escritura dice que el primer hombre, Adán,
fue un ser que tuvo vida; el último Adán es espíritu que
da la vida. Sin embargo, no existe primero lo vivificado por el Espíritu,
sino lo puramente humano; lo vivificado por el Espíritu viene después.
El primer hombre, hecho de tierra, es terreno; el segundo viene del cielo. Como
fue el hombre terreno, así son los hombres terrenos; como es el hombre
celestial, así serán los celestiales. Y del mismo modo que fuimos
semejantes al hombre terreno, seremos también semejantes al hombre celestial.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 55 R/.
Caminaré en la presencia del Señor.
Yo sé bien que el Señor está conmigo; por eso en Dios,
cuya promesa alabo, sin temor me confío. ¿Qué hombre ha
de poder causarme daño? R/.
Te debo, Señor, las promesas que te hice, te las cumpliré con
acción de gracias, porque libraste mi vida de la muerte, mis pies de
la caída, para que camine en la presencia de Dios, mientras tengo la
luz de la vida. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Lc 8, 15) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los que cumplen la palabra del Señor con un corazón bueno
y sincero, y perseveran hasta dar fruto. R/.
Lo que cayó en tierra buena representa a los que escuchan la palabra, la conservan en un corazón bueno y bien dispuesto, y dan fruto por su constancia.
Del santo Evangelio según san Lucas: 8, 4-15
En aquel tiempo, mucha gente
se había reunido alrededor de Jesús, y al ir pasando por los pueblos,
otros más se le unían. Entonces les dijo esta parábola:
"Salió un sembrador a sembrar su semilla. Al ir sembrando, unos
granos cayeron en el camino, la gente los pisó y los pájaros se
los comieron. Otros cayeron en terreno pedregoso, y al brotar, se secaron por
falta de humedad. Otros cayeron entre espinos, y al crecer éstos, los
ahogaron. Los demás cayeron en tierra buena, crecieron y produjeron el
ciento por uno". Dicho esto, exclamó: "¡El que tenga
oídos para oír, que oiga!"
Entonces le preguntaron los discípulos: "¿Qué significa
esta parábola?" Y él les respondió: "A ustedes
se les ha concedido conocer claramente los secretos del Reino de Dios; en cambio,
a los demás, sólo en parábolas para que viendo no vean
y oyendo no entiendan.
La parábola significa esto: la semilla es la palabra de Dios. Lo que
cayó en el camino representa a los que escuchan la palabra, pero luego
viene el diablo y se la lleva de sus corazones, para que no crean ni se salven.
Lo que cayó en terreno pedregoso representa a los que, al escuchar la
palabra, la reciben con alegría, pero no tienen raíz; son los
que por algún tiempo creen, pero en el momento de la prueba, fallan.
Lo que cayó entre espinos representa a los que escuchan la palabra, pero
con los afanes, riquezas y placeres de la vida, se van ahogando y no dan fruto.
Lo que cayó en tierra buena representa a los que escuchan la palabra,
la conservan en un corazón bueno y bien dispuesto, y dan fruto por su
constancia".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira benignamente, Dios todopoderoso, las ofrendas de tu pueblo y concédenos, por la intercesión de tus santos mártires, llegar a ser un sacrificio agradable a ti, para salvación del mundo entero. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 10, 32)
A quien me reconozca delante de los hombres, yo también lo reconoceré ante mi Padre, que está en los cielos, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Nutridos con el alimento de los fuertes, en esta celebración de los santos mártires, te pedimos humildemente, Señor, que, unidos fielmente a Cristo, trabajemos en la Iglesia para la salvación de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XXV DOMINGO ORDINARIO
Santos: Mateo, Apóstol y evangelista; Jonás, Profeta; Lorenzo Imbert y compañeros, mártires.
LOS CAMINOS DE DIOS
Is 55, 6-9; Flp 1, 20-24. 27; Mt 20, 1-16
La conexión entre la primera lectura y el Evangelio es evidente. El profeta Isaías recurre a una imagen ilustrativa, que compara la diferencia entre el proceder de Dios y el proceder de los humanos, apelando a la brecha existente entre el cielo y la tierra. Lo que para nuestros criterios humanos resulta ilógico para Dios no lo es, porque no se atiene al patrón de los méritos para sancionar nuestra conducta. La parábola del Evangelio de San Mateo, ilustra la inversión radical de planos que Jesús inaugura: los primeros son últimos y los últimos primeros. Dios nos conoce y sabe que los humanos hemos establecido normas e instituciones que segregan y excluyen a los más débiles y sabe que ese proceder es inequitativo. Los preferidos de Dios son los más vulnerables, puesto que requieren de apoyo especial. Jesús sorprende con su parábola a sus oyentes y sorprende con la bondadosa compasión que acoge a los que padecían rechazo de parte de los "buenos".
ANTÍFONA DE ENTRADA
Yo soy la salvación de mi pueblo, dice el Señor. Los escucharé cuando me llamen en cualquier tribulación, y siempre seré su Dios.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que has hecho del amor a ti y a los hermanos la plenitud de todo lo mandado en tu santa ley, concédenos que, cumpliendo tus mandamientos, merezcamos llegar a la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes.
Del libro del profeta Isaías: 55, 6-9
Busquen al Señor
mientras lo pueden encontrar, invóquenlo mientras está cerca;
que el malvado abandone su camino, y el criminal sus planes; que regrese al
Señor, y Él tendrá piedad; a nuestro Dios, que es rico
en perdón.
Mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes, sus caminos no son mis
caminos, dice el Señor. Porque así como aventajan los cielos a
la tierra, así aventajan mis caminos a los de ustedes y mis pensamientos
a sus pensamientos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 144 R/.
Bendeciré al Señor eternamente.
Un día tras otro bendeciré tu nombre y no cesará mi boca
de alabarte. Muy digno de alabanza es el Señor, por ser su grandeza incalculable.
R/.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso
para perdonar. Bueno es el Señor para con todos y su amor se extiende
a todas sus creaturas. R/.
Siempre es justo el Señor en sus designios y están llenas de amor
todas sus obras. No está lejos de aquellos que lo buscan; muy cerca está
el Señor, de quien lo invoca. R/.
Para mí, la vida es Cristo, y la muerte, una ganancia.
De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 1, 20-24. 27
Hermanos: Ya sea por mi
vida, ya sea por mi muerte, Cristo será glorificado en mí. Porque
para mí, la vida es Cristo, y la muerte, una ganancia. Pero si el continuar
viviendo en este mundo me permite trabajar todavía con fruto, no sabría
yo qué elegir.
Me hacen fuerza ambas cosas: por una parte, el deseo de morir y estar con Cristo,
lo cual, ciertamente, es con mucho lo mejor; y por la otra, el de permanecer
en vida, porque esto es necesario para el bien de ustedes. Por lo que a ustedes
toca, lleven una vida digna del Evangelio de Cristo. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Hch 16, 14) R/. Aleluya, aleluya.
Abre, Señor, nuestros corazones, para que aceptemos las palabras de tu
Hijo. R/.
¿Vas a tenerme rencor porque yo soy bueno?
Del santo Evangelio según san Mateo: 20, 1-16
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos esta parábola: "El Reino de los cielos
es semejante a un propietario que, al amanecer, salió a contratar trabajadores
para su viña. Después de quedar con ellos en pagarles un denario
por día, los mandó a su viña. Salió otra vez a media
mañana, vio a unos que estaban ociosos en la plaza y les dijo: 'Vayan
también ustedes a mi viña y les pagaré lo que sea justo'.
Salió de nuevo a medio día y a media tarde e hizo lo mismo. Por
último, salió también al caer la tarde y encontró
todavía a otros que estaban en la plaza y les dijo: `¿Por qué
han estado aquí todo el día sin trabajar?'. Ellos le respondieron:
'Porque nadie nos ha contratado'. Él les dijo: 'Vayan también
ustedes a mi viña'.
Al atardecer, el dueño de la viña le dijo a su administrador:
'Llama a los trabajadores y págales su jornal, comenzando por los últimos
hasta que llegues a los primeros'. Se acercaron, pues, los que habían
llegado al caer la tarde y recibieron un denario cada uno.
Cuando les llegó su turno a los primeros, creyeron que recibirían
más; pero también ellos recibieron un denario cada uno. Al recibirlo,
comenzaron a reclamarle al propietario, diciéndole: 'Esos que llegaron
al último sólo trabajaron una hora, y sin embargo, les pagas lo
mismo que a nosotros, que soportamos el peso del día y del calor'.
Pero él respondió a uno de ellos: 'Amigo, yo no te hago ninguna
injusticia. ¿Acaso no quedamos en que te pagaría un denario? Toma,
pues, lo tuyo y vete. Yo quiero darle al que llegó al último lo
mismo que a ti. ¿Qué no puedo hacer con lo mío lo que yo
quiero? ¿O vas a tenerme rencor porque yo soy bueno?'
De igual manera, los últimos serán los primeros, y los primeros,
los últimos".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos a Dios nuestro
Padre para que su amor, su paz, su luz, transformen nuestras vidas y las de
todos nuestros hermanos. Después de cada petición diremos: Escúchanos,
Padre.
Por todos los cristianos. Que seamos siempre buenos trabajadores de la
viña del Señor. Oremos.
Por nuestro obispo y por los obispos de nuestro país. Que en toda ocasión
den testimonio de la Buena Noticia de Jesús, y ayuden a que crezca en
todos el espíritu de concordia y de fraternidad. Oremos.
Por los que colaboran en grupos y asociaciones al servicio de la justicia, la
paz y la igualdad. Que Dios los bendiga y encuentren el apoyo que necesitan
en su labor. Oremos.
Por los campesinos. Que vean su esfuerzo más reconocido y valorado, y
puedan vivir dignamente de su trabajo. Oremos.
Por nosotros, que nos hemos reunido en esta Eucaristía. Que abramos nuestros
corazones para recibir el amor y la gracia del Señor y lo sepamos compartir.
Oremos.
Escucha, Señor, la oración de tu pueblo, y muéstranos tu
amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta benignamente, Señor, los dones de tu pueblo, para que recibamos, por este sacramento celestial, aquello mismo que el fervor de nuestra fe nos mueve a proclamar. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 118, 4-5)
Tú promulgas tus preceptos para que se observen con exactitud. Ojalá que mi conducta se ajuste siempre al cumplimiento de tu voluntad.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
A quienes alimentas, Señor, con tus sacramentos, confórtanos con tu incesante ayuda, para que en estos misterios recibamos el fruto de la redención y la conversión de nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Los que han propuesto establecer mecanismos de justicia innovadores, que garanticen el acceso de oportunidades para los más vulnerables, no recogen el suficiente apoyo de parte de los sectores privilegiados. La resistencia a redistribuir la riqueza es manifiesta en nuestra sociedad. Cada vez que se proponen medidas impositivas que limiten privilegios de un sector, se activan los mecanismos de los círculos económicos poderosos para frenarlas. Somos una sociedad insolidaria que no ha tenido la voluntad y la determinación necesarias para multiplicar las oportunidades. La frase evangélica no es un desplante retórico: "los últimos serán los primeros"; es un llamado a activar iniciativas de cambio social y mejora de las condiciones generales de vida de las personas, que han permanecido como los últimos en cuanto al acceso a las oportunidades. Cabe recordar que la justicia que no llega pronto, simplemente no es justicia.
NO NIEGUES UN FAVOR
Pr 3, 27-34; Lc 8, 16-18
La serie de proverbios que nos ofrece la primera lectura se encuadra dentro de la creencia generalizada en la justa retribución divina: Dios premia a los buenos y castiga a los malvados. En esa lógica no resulta indiferente el comportamiento hacia los necesitados. El exhorto fundamental invita a practicar la generosidad y la solidaridad eficaz con los necesitados de un préstamo o de cualquier auxilio. Las carencias del prójimo pueden ser vistas como situaciones molestas si nos dejamos aprisionar por el egoísmo, o como oportunidades para humanizarnos si nos conducimos por el mensaje de Jesús. La luz encendida de que nos habla el Evangelio no se reduce a prédicas discursos sobre el mensaje cristiano, es antes que todo, la práctica de las obras de caridad, que son la manifestación encarnada en nuestra vida, del amor misericordioso del Padre celestial.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 87, 2-3)
Señor, Dios mío, de día te pido auxilio, de noche grito en tu presencia. Que llegue hasta ti mi súplica, presta oído a mi clamor.
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y misericordioso, el único que ve los secretos de los corazones, que reconoces al justo y puedes justificar al culpable, escucha nuestros ruegos por tus siervos encarcelados y concede que, por su paciencia y esperanza, hallen alivio en su aflicción y, sin ningún obstáculo, puedan volver pronto a su vida cotidiana. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El Señor es amigo del hombre justo.
Del libro de los Proverbios: 3, 27-34
Hijo mío, no le niegues
un favor a quien lo necesita, si lo puedes hacer. Si le puedes dar ahora a tu
prójimo lo que te pide, no le digas: "Vete y vuelve mañana".
No pienses en hacerle daño a tu prójimo, que ha puesto su confianza
en ti. Con nadie entables pleito sin motivo, si no te ha hecho ningún
daño.
No envidies al hombre malvado ni imites nunca sus acciones, porque el Señor
aborrece a los perversos y es amigo del hombre justo.
El Señor maldice la casa del malvado y llena de bendiciones la del justo.
El Señor se burla de aquellos que se burlan y con los humildes se muestra
bondadoso. Los sensatos recibirán honores y los insensatos, ignominia.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 14 R/.
¿Quién será grato a tus ojos, Señor?
El hombre que procede honradamente y obra con justicia; el que es sincero en
todas sus palabras y con su lengua a nadie desprestigia. R/.
Quien no hace mal al prójimo ni difama al vecino; quien no ve con aprecio
a los malvados, pero honra a quienes temen al Altísimo. R/.
Quien presta sin usura y quien no acepta sobornos en perjuicio de inocentes,
ése será agradable a los ojos de Dios eternamente. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 5, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Que brille la luz de ustedes ante los hombres, dice el Señor, para que
viendo las obras buenas que ustedes hacen, den gloria a su Padre, que está
en los cielos. R/.
La vela se pone en el candelero, para que los que entren puedan ver.
Del santo Evangelio según san Lucas: 8, 16-18
En aquel tiempo, Jesús
dijo a la multitud: "Nadie enciende una vela y la tapa con alguna vasija
o la esconde debajo de la cama, sino que la pone en un candelero, para que los
que entren puedan ver la luz. Porque nada hay oculto que no llegue a descubrirse,
nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público.
Fíjense, pues, si están entendiendo bien, porque al que tiene
se le dará más; pero al que no tiene se le quitará aun
aquello que cree tener".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por el sacramento salvífico de la redención humana que te ofrecemos, concede Señor, que tus siervos sean liberados de su cautiverio y disfruten de perpetua libertad de espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 68, 31. 34)
En mi cantar exaltaré tu nombre, proclamaré tu gloria, agradecido. Porque el Señor jamás desoye al pobre, ni olvida al que se encuentra encadenado.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Recordando el precio de nuestra libertad, imploramos, Señor, tu clemencia por nuestros hermanos, para que sean liberados de sus cadenas y los conviertas en servidores de tu justicia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Pío de Pietrelcina, presbítero; Lino I, Papa; Rebeca, laica. Memoria (Blanco)
LA FAMILIA DE JESÚS
Pr 21, 1-6. 10-13; Lc 8, 19-21
La serie de pasajes evangélicos relativos a las relaciones de Jesús con su familia exhiben una relación un tanto distante durante su ministerio público. No es que Jesús rechazara a su familia, sino que con estas frases aparentemente displicentes y frías, estaba invitando a sus discípulos a que se sumaran a un proyecto nuevo de familia, donde no hubiese lugar para las relaciones de dominación y manipulación. Los discípulos que respetaran la dignidad de hermanos, parientes y vecinos conformarían una nueva familia en torno de Jesús. Tal como lo refiere el libro de los Proverbios "practicar el derecho y la justicia Dios lo prefiere a los sacrificios". Esa es la voluntad de Dios que es necesario cumplir con prontitud si se anhela formar parte de la nueva familia que Jesús quiere conformar con sus discípulos y discípulas
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Si 45, 20)
El Señor lo eligió para ser su sacerdote, a fin de que le ofrezca un sacrificio de alabanza.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que concediste a san Pío de Pietrelcina, presbítero, la gracia singular de participar de la cruz de tu Hijo, y renovaste, por su ministerio, las maravillas de tu misericordia, concédenos, por su intercesión, que, asociados siempre a los sufrimientos de Cristo, lleguemos felizmente a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Diversas sentencias del libro de los Proverbios.
Del libro de los Proverbios: 21, 1-6. 10-13
Como agua de riego es el
corazón del rey en manos del Señor: Él lo dirige a donde
quiere. Al hombre le parece bueno todo lo que hace, pero el Señor es
quien juzga las intenciones.
Proceder con rectitud y con justicia es más grato al Señor que
los sacrificios. Tras los ojos altaneros hay un corazón arrogante; la
maldad del pecador brilla en su mirada.
Los proyectos del diligente conducen a la abundancia, en cambio el perezoso
no sale de la pobreza. Los tesoros ganados con mentira se deshacen como el humo
y llevan a la muerte.
El malvado busca siempre el mal y nunca se apiada de su prójimo. Cuando
se castiga al arrogante, el sencillo aprende; cuando se amonesta al sabio, crece
su ciencia.
El Señor observa el proceder de los malvados y acaba por precipitarlos
en la desgracia. Quien cierra los oídos a las súplicas del pobre
clamará también, pero nadie le responderá. Palabra de Dios.
T. Te alabamos, Señor.
Del salmo 118 R/. Enséñame, Señor, a cumplir tu voluntad.
Dichoso el hombre de conducta intachable, que cumple la ley del Señor.
Dame nueva luz para conocer tu ley y para meditar las maravillas de tu amor.
R/.
He escogido el camino de la lealtad a tu voluntad y a tus mandamientos. Enséñame
a cumplir tu voluntad y a guardarla de todo corazón. R/.
Guíame por la senda de tu ley, que es lo que quiero. Cumpliré
tu voluntad sin cesar y para siempre. R/.
ACLAMACIÓN
(Lc 11, 28) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica,
dice el Señor. R/.
Mi madre y mis hermanos son aquellos que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica.
Del santo Evangelio según san Lucas: 8, 19-21
En aquel tiempo, fueron a ver a Jesús su madre y sus parientes, pero no podían llegar hasta donde Él estaba porque había mucha gente. Entonces alguien le fue a decir: "Tu madre y tus hermanos están allá afuera y quieren verte". Pero Él respondió: "Mi madre y mis hermanos son aquellos que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios todopoderoso, suplicamos humildemente a tu majestad que así como los dones ofrecidos en honor de san Pío manifiestan la gloria del poder divino, de la misma manera nos alcancen el fruto de tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 28, 20)
Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor, que los sacramentos recibidos nos preparen para los gozos eternos, que ya mereció san Pío por administrarlos con fidelidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Nuestra Señora de la Merced
Santos: Anatolio de Milán, obispo, Vicente María Strambi, obispo. Feria (Verde)
ALEJA DE MÍ
Pr 30, 5-9; Lc 9,1-6
El sabio que compuso este capítulo del libro de los Proverbios tenía una experiencia acendrada en el manejo de los bienes materiales. Conocía que tanto la pobreza como la riqueza se pueden convertir en situaciones amenazantes, que terminan vulnerando la justa relación del creyente con su Dios. La soberbia o la blasfemia surgen de una valoración equivocada de los bienes materiales. Ni la carencia ni el exceso son recomendables, sino el disfrute de lo necesario. Quien dispone de lo necesario y lo acepta con serenidad, trata a sus semejantes y a Dios con justicia. Desde esa confianza los discípulos podían marchar a la misión, aun cuando no dispusieran de bienes en abundancia, sabían que la benevolencia del Padre los acompañaba y que la generosidad de las personas serviría para cubrir sus necesidades inmediatas.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 17, 19-20)
El Señor es mi refugio, lo invoqué y me libró. Me salvó porque me ama.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, que tu poder pacificador dirija el curso de los acontecimientos del mundo y que tu Iglesia se regocije al poder servirte con tranquilidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
No me des pobreza ni riqueza; dame solamente lo necesario para vivir.
Del libro de los Proverbios: 30, 5-9
Toda palabra de Dios es verdadera. El Señor es un escudo para cuantos en Él confían. No alteres para nada sus palabras, no sea que te reprenda y resultes mentiroso. Dos cosas te pido, Señor, antes de morir, no me las niegues: líbrame de la falsedad y la mentira; no me des pobreza ni riqueza, dame tan sólo lo necesario para vivir, no sea que la abundancia me aparte de ti y me haga olvidarte; no sea que la pobreza me obligue a robar y me lleve a ofenderte. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 118 R/.
Condúceme, Señor, por tu camino.
Apártame de los caminos falsos y dame la gracia de cumplir tu voluntad.
Para mí valen más tus enseñanzas que miles de monedas de
oro y plata. R/.
Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo. Aparto
mi pie de toda senda mala para cumplir tus palabras. R/.
Medito tus decretos y odio el camino de la mentira. Detesto y aborrezco la mentira
y amo tu voluntad. R/.
ACLAMACIÓN
(Mc 1, 15) R/. Aleluya, aleluya.
El Reino de Dios ya está cerca, dice el Señor. Conviértanse
y crean en el Evangelio. R/.
Los envió a predicar el Reino de Dios y a curar a los enfermos.
Del santo Evangelio según san Lucas: 9, 1-6
En aquel tiempo, Jesús
reunió a los Doce y les dio poder y autoridad para expulsar toda clase
de demonios y para curar enfermedades. Luego los envió a predicar el
Reino de Dios y a curar a los enfermos.
Y les dijo: "No lleven nada para el camino: ni bastón, ni morral,
ni comida, ni dinero, ni dos túnicas. Quédense en la casa donde
se alojen, hasta que se vayan de aquel sitio. Y si en algún pueblo no
los reciben, salgan de ahí y sacúdanse el polvo de los pies en
señal de acusación".
Ellos se pusieron en camino y fueron de pueblo en pueblo, predicando el Evangelio
y curando en todas partes. Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor Dios, que haces tuyas nuestras ofrendas, que tú mismo nos das para dedicarlas a tu nombre, concédenos que también nos alcancen la recompensa eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 28, 20)
Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados por estos dones de salvación, suplicamos, Señor, tu misericordia, para que este sacramento que nos nutre en nuestra vida temporal nos haga partícipes de la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Sergio de Radonech, abad; Julián de Lodi, obispo: Marcos Criado, presbítero. Feria (Verde)
CUANTO LOS OJOS ME PEDÍAN
Qo,2-11, Le 9,7-9
El autor del libro del Eclesiastés, se presenta como un hombre experimentado, que se da el título de "predicador". El comparte su experiencia acumulada y confiesa que realizó numerosos intentos por adueñarse de la dicha a través del disfrute de placeres, riquezas, poderío y fama en proporciones excesivas. La cantidad parecía ser la clave de la dicha. El buscador de la sabiduría y la dicha tuvo que reajustar sus opciones, cuando entendió que todo eso no era sino caza de viento y persecución de vanidades. Con un horizonte nuevo reenfocó la perspectiva y comprendió que el disfrute del propio trabajo es lo que otorga felicidad al corazón humano. Por su parte Herodes Antipas aparece en el Evangelio como el típico personaje obsesionado por mantener el poder, por eso mismo está atento a detectar a líderes sociales y religiosos que puedan subvertir el orden, soliviantar al pueblo y poner en riesgo su poder. La aparente curiosidad del monarca por la persona de Jesús no era sino el olfato de un político suspicaz que no quería correr riesgo alguno.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 77, 23-25)
Abrió Dios las compuertas del cielo e hizo llover sobre ellos el maná para que lo comieran; les dio un trigo celeste, y el hombre comió pan de ángeles.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que llevaste a cabo la obra de la redención humana por el misterio pascual de tu Unigénito, concede, benigno, que quienes anunciamos llenos de fe por medio de los signos sacramentales, su muerte y resurrección, experimentemos un continuo aumento de tu salvación. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
No hay nada nuevo bajo el sol.
Del libro del Eclesiastés (Cohélet): 1, 2-11
Todas las cosas, absolutamente todas, son vana ilusión.
¿Qué provecho
saca el hombre de todos sus trabajos en la tierra? Pasa una generación
y viene otra, pero la tierra permanece siempre.
El sol sale y se pone; corre y llega a su lugar, de donde vuelve a salir. Sopla
el viento hacia el sur y gira luego hacia el norte, y dando vueltas y más
vueltas, vuelve siempre a girar. Todos los ríos van al mar, pero el mar
nunca se llena; regresan al punto de donde vinieron y de nuevo vuelven a correr.
Todo es difícil de entender: no deja el hombre de cavilar, no se cansan
los ojos de ver ni los oídos de oír. Lo que antes existió,
eso volverá a existir. Lo que antes se hizo, eso se volverá a
hacer. No hay nada nuevo bajo el sol.
Si de alguna cosa dicen: "Mira, esto sí es nuevo", aun esa
cosa existió ya en los siglos anteriores a nosotros. Nadie se acuerda
de los antiguos y lo mismo pasará con los que vengan: no se acordarán
de ellos sus sucesores. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 89 R/.
Tú eres, Señor, nuestro refugio.
Tú, Señor, haces volver al polvo a los humanos, diciendo a los
mortales que retornen. Mil años son para ti como un día, que ya
pasó; como una breve noche. R/.
Nuestra vida es tan breve como un sueño; semejante a la hierba, que despunta
y florece en la mañana y por la tarde se marchita y se seca. R/.
Enséñanos a ver lo que es la vida y seremos sensatos. ¿Hasta
cuándo, Señor, vas a tener compasión de tus siervos? ¿Hasta
cuándo? R/.
Llénanos de tu amor por la mañana y júbilo será
la vida toda. Que el Señor bondadoso nos ayude y dé prosperidad
a nuestras obras. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 6) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre si no es por mí,
dice el Señor. R/.
A Juan yo lo mandé decapitar. ¿Quién es entonces éste de quien oigo semejantes cosas?
Del santo Evangelio según san Lucas: 9, 7-9
En aquel tiempo, el rey Herodes se enteró de todos los prodigios que Jesús hacía y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado; otros, que había regresado Elías, y otros, que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. Pero Herodes decía: "A Juan yo lo mandé decapitar. ¿Quién será, pues, éste del que oigo semejantes cosas?" Y tenía curiosidad de ver a Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, al celebrar el memorial de nuestra salvación, imploramos humildemente tu clemencia, a fin de que este sacramento de amor sea para nosotros signo de unidad y vínculo de caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I o II de la Eucaristía.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 51-52)
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor. El que coma de este pan vivirá eternamente. Y el pan que yo les voy a dar es mi carne, para que el mundo tenga vida.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios nuestro, que la participación en este banquete celestial nos santifique, de modo que, por la recepción del Cuerpo y la Sangre de Cristo, se estreche entre nosotros la unión fraterna. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
SEÑALES DE LOS TIEMPOS
Qo 3,1-11, Lc 9,18-22
El fragmento que nos refiere el libro del Eclesiastés está ordenado en base a una serie de antítesis y oposiciones: los verbos elegidos hablan de acciones contrapuestas como llorar o reír. El tino y la sensatez de las personas les permiten discernir cuál es el momento y la circunstancia propicia para realizar cada acción. Quien no capta que las circunstancias históricas son cambiantes se aferra neciamente a situaciones que han desaparecido. Saber leer las señales de los tiempos es una de las recomendaciones que los sabios como Qohelet y Jesús nos ofrecen. Conforme con ese pensamiento, el Señor Jesús comienza un nuevo periodo en su vida pública, a mediados de su ministerio comenzará a desvelar su condición mesiánica, afirmándose como un mesías sufriente que enfrentará el rechazo y la oposición. En la primera etapa cumplió señales y realizó curaciones, en lo sucesivo subirá a Jerusalén para desafiar en nombre de Dios a las autoridades para que acogieran su llamado decisivo: el reinado de Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Ga 6, 14)
Que nuestro único orgullo sea la Cruz de nuestro Señor Jesucristo, porque en Él tenemos la salvación, la vida y la resurrección, y por Él hemos sido salvados y redimidos.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que quisiste que tu Unigénito sufriera la cruz para salvar al género humano, concédenos que quienes conocimos su misterio en la tierra, merezcamos alcanzar en el cielo el premio de su redención. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Hay un tiempo para cada cosa.
Del libro del Eclesiastés (Cohélet): 3, 1-11
Hay un tiempo para cada
cosa y todo lo que hacemos bajo el sol tiene su tiempo. Hay un tiempo para nacer
y otro para morir; uno para plantar y otro para arrancar lo plantado. Hay un
tiempo para matar y otro para curar; uno para destruir y otro para edificar.
Hay un tiempo para llorar y otro para reír; uno para gemir y otro para
bailar. Hay un tiempo para lanzar piedras y otro para recogerlas; uno para abrazarse
y otro para separarse. Hay un tiempo para ganar y otro para perder; uno para
retener y otro para desechar. Hay un tiempo para rasgar y otro para coser; uno
para callar y otro para hablar. Hay un tiempo para amar y otro para odiar; uno
para hacer la guerra y otro para hacer la paz. ¿Qué provecho saca
el que se afana en su trabajo? He observado todas las tareas que Dios ha encomendado
a los hombres para que en ellas se ocupen.
Todo lo ha hecho Dios a su debido tiempo y le ha dado el mundo al hombre para
que reflexione sobre él; pero el hombre no puede abarcar las obras de
Dios desde el principio hasta el fin.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 143 R/.
Bendito sea el Señor, mi fortaleza.
Bendito sea el Señor, mi roca firme; Él adiestró mis manos
y mis dedos para luchar en lides. R/.
Él es mi amigo fiel, mi fortaleza, mi seguro escondite, escudo en que
me amparo, el que los pueblos a mis plantas rinde. R/.
Señor, ¿qué tiene el hombre para que en él te fijes?
¿Qué hay en él de valor, para que así lo estimes?
El hombre es como un soplo; sus días, como sombra que se extingue. R/.
ACLAMACIÓN
(Mc 10, 45) R/. Aleluya, aleluya.
El Hijo del hombre vino a servir y a dar su vida por la redención de
todos. R/.
Tú eres el Mesías de Dios. - Es necesario que el Hijo del hombre sufra mucho.
Del santo Evangelio según san Lucas: 9, 18-22
Un día en que Jesús,
acompañado de sus discípulos, había ido a un lugar solitario
para orar, les preguntó: "¿Quién dice la gente que
soy yo?" Ellos contestaron: "Unos dicen que eres Juan el Bautista;
otros, que Elías; y otros, que alguno de los antiguos profetas, que ha
resucitado".
Él les dijo: "Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?"
Respondió Pedro: "El Mesías de Dios". Entonces Jesús
les ordenó severamente que no lo dijeran a nadie.
Después les dijo: "Es necesario que el Hijo del hombre sufra mucho,
que sea rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, que
sea entregado a la muerte y que resucite al tercer día". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te rogamos, Señor, que este sacrificio, que en el altar de la cruz borró el pecado del mundo entero, nos purifique de todas nuestras ofensas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque has puesto la salvación del género humano en el árbol
de la Cruz, para que, de donde tuvo origen la muerte, de allí resurgiera
la vida; y el que en un árbol venció, fuera en un árbol
vencido, por Cristo, Señor nuestro.
Por Él, celebran tu majestad los ángeles, te adoran las dominaciones,
se estremecen las potestades. Te celebran, unidos en la alegría, los
cielos, las virtudes celestiales y los bienaventurados serafines. Permítenos
asociarnos a sus voces cantando humildemente tu alabanza: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 12, 32)
Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor nuestro, Jesucristo, fortalecidos con este alimento santo, te pedimos que conduzcas a la gloria de tu resurrección a quienes redimiste por el madero vivificante de la Cruz. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
ORACIÓN COLECTA
Proclamamos, Señor, tu grandeza al celebrar la memoria de tus santos mártires Cosme y Damián, porque a ellos les diste el premio de la gloria eterna y a nosotros nos proteges con tu maravillosa providencia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al conmemorar la muerte dichosa de tus justos, te ofrecemos, Señor, aquel mismo sacrificio en el que tuvo su origen todo martirio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Conserva tus dones, Señor, en nosotros, y haz que lo que de tu bondad recibimos en la conmemoración de los santos mártires Cosme y Damián, sea para nosotros fuente de salvación y de paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Vicente de Paúl, fundador; Elzeario o Eliécer de Sabran, laico; Adolfo y Juan de Córdoba, mártires.
Vísperas I del domingo: 2a semana del Salterio. Tomo IV: pp. 806 y 295. Para los fieles: pp. 555 y 417. Edición popular: pp. 108 y 481. Memoria (Blanco)
RECHAZA LAS PENAS
Qo 11,9-12,8; Lc 9,43-45
Según el Qohelet el gozo de la vida es efímero, cuando llega la vejez se pierde la capacidad de disfrutar la vida, los atardeceres, el gozo de la comida y de todos los placeres propios de nuestra condición humana. La visión, el oído, el gusto y la movilidad disminuyen y se vuelve uno prisionero de sus propias limitaciones. La postura del autor no es una simple prédica del "carpe diem", es decir, de la postura de quienes recomiendan vivir al tope, sin desperdiciar oportunidades para el disfrute. El Qohelet no es un hedonista que pretenda maximizar a toda costa la búsqueda del placer, es un sabio que recomienda vivir con acierto tanto la juventud como la vejez. Cada una tiene sus fortalezas y debilidades y conviene vivir a tono con la edad. En ese sentido, Jesús descubre que el final violento se aproxima, no como un destino fatal, sino como el resultado de una serie de opciones y actitudes que Él asumió. Jesús se prepara para enfrentar el desenlace violento, haciendo una revisión serena de su vida y su fidelidad al Padre.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Lc 4, 18)
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar a los pobres la buena nueva y sanar a los de corazón contrito.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que, para el servicio de los pobres y la formación de los sacerdotes, colmaste de virtudes apostólicas a san Vicente de Paúl, presbítero, concédenos que, animados por el mismo espíritu, amemos lo que él amó, y pongamos por obra lo que enseñó. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Acuérdate de tu Creador en tus años jóvenes, antes de que el polvo vuelva a la tierra y el espíritu vuelva a Dios.
Del libro del Eclesiastés (Cohélet): 11, 9-12, 8
Alégrate, joven,
durante tu juventud, disfruta de corazón tus años jóvenes.
Sigue el camino que te indique el corazón y lo que deleita a tus ojos.
Pero no olvides que de todo ello Dios te pedirá cuentas. Aleja de tu
corazón la tristeza y de tu cuerpo el sufrimiento; pero recuerda que
los placeres de la juventud son cosas que se acaban.
Acuérdate de tu Creador en tus años jóvenes, antes de que
vengan los días amargos y se te echen encima los años en que dirás:
"No hallo gusto en nada". Antes de que se nuble la luz del sol, la
luna y las estrellas, y retornen las nubes tras la lluvia. Cuando tiemblen los
guardias de la casa y se dobleguen los valientes. Cuando las que muelen sean
pocas y dejen de trabajar y las que miran por las ventanas se queden ciegas.
Cuando las puertas de la calle se cierren y se apague el ruido del molino. Cuando
enmudezca el canto de las aves y cesen todas las canciones. Cuando den miedo
las alturas y los peligros del camino.
Cuando florezca el almendro y se arrastre la langosta y no dé gusto la
alcaparra, porque el hombre se va a su eterna morada y circulan por la calle
los dolientes.
Antes de que se rompa el cordón de plata, antes de que se quiebre la
lámpara de oro, antes de que se haga añicos el cántaro
junto a la fuente, antes de que se caiga la polea dentro del pozo, antes de
que el polvo vuelva a la tierra, a lo que era, y el espíritu vuelva a
Dios, que es quien lo ha dado.
Todas las cosas, absolutamente todas, dice Cohélet, son vana ilusión.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 89 R/.
Tú eres, Señor, nuestro refugio.
Tú, Señor, haces volver al polvo a los humanos, diciendo a los
mortales que retornen. Mil años son para ti como un día, que ya
pasó; como una breve noche. R/.
Nuestra vida es tan breve como un sueño; semejante a la hierba, que despunta
y florece en la mañana y por la tarde se marchita y se seca. R/.
Enséñanos a ver lo que es la vida y seremos sensatos. ¿Hasta
cuándo, Señor, vas a tener compasión de tus siervos? ¿Hasta
cuándo? R/.
Llénanos de tu amor por la mañana y júbilo será
la vida toda. Que el Señor bondadoso nos ayude y dé prosperidad
a nuestras obras. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. 2 Tm 1, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, nuestro Salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer la
vida por medio del Evangelio. R/.
El Hijo del hombre va a ser entregado. - Tenían miedo de preguntarle acerca de este asunto.
Del santo Evangelio según san Lucas: 9, 43-45
En aquel tiempo, como todos
comentaban, admirados, los prodigios que Jesús hacía, éste
dijo a sus discípulos:
"Presten mucha atención a lo que les voy a decir: El Hijo del hombre
va a ser entregado en manos de los hombres".
Pero ellos no entendieron estas palabras, pues un velo les ocultaba su sentido
y se las volvía incomprensibles. Y tenían miedo de preguntarle
acerca de este asunto. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, que diste a san Vicente la gracia de realizar en su vida lo que celebraba en estos santos misterios, concédenos, por este sacrificio, ser transformados en una ofrenda agradable a tus ojos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 106, 8-9)
Demos gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace en favor de su pueblo; porque da de beber al que tiene sed y les da de comer a los hambrientos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Renovados con este sacramento celestial, te suplicamos humildemente, Señor, que, para imitar a tu Hijo en su celo por la evangelización de los pobres, sigamos el ejemplo de san Vicente, ayudados por su protección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XXVI DOMINGO ORDINARIO
CUANDO EL MALVADO SE CONVIERTE
Ez 18, 25-28; Flp 2, 1-11; Mt 21, 26-32
El profeta Ezequiel representa un cambio sustancial en la comprensión de la justicia divina, puesto que afirma el principio de la responsabilidad personal. Cada persona se hace responsable de sus propias decisiones. En adelante, el proceder del Señor enfatizará la compasión y la misericordia sobre el castigo. El Dios de la vida se alegra cuando sus hijos reorientan sus opciones y reajustan sus relaciones con Él y con sus hermanos. De esa manera cosecharán vida en abundancia. La parábola de los dos hijos que nos refiere el Evangelio de san Mateo ilustra ese planteamiento. Para Dios no hay prisas ni plazos terminantes. Alarga las oportunidades, regala su perdón y acoge con alegría al hijo desobediente que depone su rebeldía. En el terreno de los hechos, eso fue lo que hizo el Señor Jesús al acoger a los descreídos y a las prostitutas. Esa compasión abierta despertó los recelos y el rechazo de la "gente decente" que cuestionó su proceder.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Dn 3, 31.29. 30. 43. 42)
Todo lo que hiciste con nosotros, Señor, es verdaderamente justo, porque hemos pecado contra ti y hemos desobedecido tus mandatos; pero haz honor a tu nombre y trátanos conforme a tu inmensa misericordia.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que manifiestas tu poder de una manera admirable sobre todo cuando perdonas y ejerces tu misericordia, multiplica tu gracia sobre nosotros, para que, apresurándonos hacia lo que nos prometes, nos hagas partícipes de los bienes celestiales. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Cuando el pecador se arrepiente, salva su vida.
Del libro del profeta Ezequiel: 18, 25-28
Esto dice el Señor:
"Si ustedes dicen: 'No es justo el proceder del Señor', escucha,
casa de Israel: ¿Conque es injusto mi proceder? ¿No es más
bien el proceder de ustedes el injusto?
Cuando el justo se aparta de su justicia, comete la maldad y muere; muere por
la maldad que cometió. Cuando el pecador se arrepiente del mal que hizo
y practica la rectitud y la justicia, él mismo salva su vida. Si recapacita
y se aparta de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 24 R/.
Descúbrenos, Señor, tus caminos.
Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la verdad
de tu doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en ti nuestra
esperanza. R/.
Acuérdate, Señor, que son eternos tu amor y tu ternura. Según
ese amor y esa ternura, acuérdate de nosotros. R/.
Porque el Señor es recto y bondadoso indica a los pecadores el sendero,
guía por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus caminos.
R/.
Tengan los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús.
De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 2, 1-11
Hermanos: Si alguna fuerza
tiene una advertencia en nombre de Cristo, si de algo sirve una exhortación
nacida del amor, si nos une el mismo Espíritu y si ustedes me profesan
un afecto entrañable, llénenme de alegría teniendo todos
una misma manera de pensar, un mismo amor, unas mismas aspiraciones y una sola
alma. Nada hagan por espíritu de rivalidad ni presunción; antes
bien, por humildad, cada uno considere a los demás como superiores a
sí mismo y no busque su propio interés, sino el del prójimo.
Tengan los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús.
Cristo, siendo Dios, no consideró que debía aferrarse a las prerrogativas
de su condición divina, sino que, por el contrario, se anonadó
a sí mismo, tomando la condición de siervo, y se hizo semejante
a los hombres. Así, hecho uno de ellos, se humilló a sí
mismo y por obediencia aceptó incluso la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas y le otorgó el nombre
que está sobre todo nombre, para que, al nombre de Jesús, todos
doblen la rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y todos reconozcan
públicamente que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Jn 10, 27) R/. Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me
siguen. R/.
El segundo hijo se arrepintió y fue. - Los publicanos y las prostitutas se les han adelantado en el Reino de Dios.
Del santo Evangelio según san Mateo: 21, 28-32
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: "¿Qué
opinan de esto? Un hombre que tenía dos hijos fue a ver al primero y
le ordenó: 'Hijo, ve a trabajar hoy en la viña'. Él le
contestó: 'Ya voy, señor', pero no fue. El padre se dirigió
al segundo y le dijo lo mismo. Éste le respondió: 'No quiero ir',
pero se arrepintió y fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad
del padre?". Ellos le respondieron: "El segundo".
Entonces Jesús les dijo: "Yo les aseguro que los publicanos y las
prostitutas se les han adelantado en el camino del Reino de Dios. Porque vino
a ustedes Juan, predicó el camino de la justicia y no le creyeron; en
cambio, los publicanos y las prostitutas sí le creyeron; ustedes, ni
siquiera después de haber visto, se han arrepentido ni han creído
en él". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Ahora, después
de haber proclamado nuestra fe, presentemos nuestra oración confiada
al Padre de todos. Después de cada petición diremos: Escúchanos,
Padre.
Por la Iglesia, por aquellos que quieren seguir a Jesucristo con fidelidad.
Oremos.
Por el Papa, por nuestro obispo y por todos los obispos del mundo. Oremos.
Por las autoridades civiles y sus colaboradores, que tienen como misión
hacer que funcione la vida colectiva. Oremos.
Por los hombres y mujeres del mundo entero, principalmente por aquellos que
sufren las consecuencias de una riqueza mal repartida. Oremos.
Por quienes, movidos por el amor, trabajan por el bien de sus hermanos: los
ancianos, los enfermos y los que se encuentran solos. Oremos.
Por la paz y la justicia en nuestra patria, que exigen el esfuerzo de todos
para alcanzarlas y conservarlas. Oremos.
Por los que estamos reunidos en esta Eucaristía, compartiendo la alegría
de la fe. Oremos.
Escucha, Padre, nuestra oración. Haznos cada vez más fieles
a tu amor, siguiendo el camino de tu Hijo Jesucristo. Que vive y reina por los
siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Dios misericordioso, que nuestra ofrenda te sea aceptable y que por ella quede abierta para nosotros la fuente de toda bendición. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Sal 118, 49-50)
Recuerda, Señor, la promesa que le hiciste a tu siervo, ella me infunde esperanza y consuelo en mi dolor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que este misterio celestial renueve, Señor, nuestro cuerpo y nuestro espíritu, para que seamos coherederos en la gloria de aquel cuya muerte, al anunciarla, hemos compartido. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Las
personas somos impacientes con los demás, administramos con tacañería
las oportunidades y vamos negándoles el perdón y la comprensión.
La longanimidad y la nobleza de corazón no son nuestra principal fortaleza.
Las personas que nos tratan con enorme compasión y tolerancia nos aman
de manera incondicional. Esas relaciones nos estimulan a ser mejores personas.
Dios nos trata siempre de esa manera. Si revisamos nuestra historia personal
podemos advertir que en distintos momentos de nuestra vida nos hemos equivocado
radicalmente y Dios nos ha dado otra oportunidad. La conciencia de haber sido
perdonados nos da confianza para recomenzar de nuevo. Nuestra fragilidad está
sustentada por el amor compasivo de Dios, que como Padre y creador nos cuida
y protege, con un amor mucho mayor que el de una madre por sus creaturas. Desde
esa certidumbre podemos vivir confiadamente nuestra vida.
LA VICTORIA DE NUESTRO DIOS
Ap 12,7-12; Jn 1,47-51
El Apocalipsis no es una especie de visión por anticipado del fin del mundo. Es una revisión profética de la historia que proyecta sobre el futuro las acciones decisivas que Dios ha realizado a favor de su pueblo. La fidelidad de Dios está fuera de toda duda para el autor del Apocalipsis, por eso aunque el presente que viven los creyentes a quienes les escribe, esté marcado por la persecución y la adversidad, la palabra decisiva no la tendrán la bestia, ni el dragón ni todos sus aliados. La victoria decisiva corresponderá a nuestro Dios. Esta creencia consolida la esperanza cristiana, da sentido a la historia y nos estimula a no cruzarnos de brazos, a no resignarnos ante el deficiente estado de cosas del tiempo presente. Natanael no se había dejado robar la esperanza, por eso siguió con atención a Jesús y descubrió que Dios se había acordado de su pueblo y venía como soberano a librarlo de todas sus aflicciones.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 102, 20)
Bendigan al Señor todos sus ángeles, poderosos ejecutores de sus órdenes, prontos a obedecer su palabra.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que con admirable armonía distribuyes las funciones de los ángeles y de los hombres, concede, benigno, que aquellos mismos que te asisten, sirviéndote siempre en el cielo, sean los que protejan nuestra vida en la tierra. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Miguel y sus ángeles pelearon contra el dragón.
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 12, 7-12
En el cielo se trabó
una gran batalla: Miguel y sus ángeles pelearon contra el dragón.
El dragón y sus ángeles lucharon ferozmente, pero fueron vencidos
y arrojados del cielo para siempre. Así, el dragón, que es la
antigua serpiente, la que se llama Diablo y Satanás, la que engaña
al mundo entero, fue precipitado a la tierra, junto con sus ángeles.
Entonces yo, Juan, oí en el cielo una voz poderosa, que decía:
"Ha sonado la hora de la victoria de nuestro Dios, de su dominio y de su
reinado, y del poder de su Mesías, porque ha sido reducido a la impotencia
el que de día y de noche acusaba a nuestros hermanos, delante de Dios.
Pero ellos lo han vencido por medio de la sangre del Cordero y por el testimonio
que dieron, pues su amor a la vida no les impidió aceptar la muerte.
Por eso, alégrense los cielos y todos los que en ellos habitan".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 137 R/.
Te cantaremos, Señor, delante de tus ángeles.
De todo corazón te damos gracias, Señor, porque escuchaste nuestros
ruegos. Te cantaremos delante de tus ángeles, te adoraremos en tu templo.
R/.
Señor, te damos gracias por tu lealtad y por tu amor: siempre que te
invocamos nos oíste y nos llenaste de valor. R/.
Que todos los reyes de la tierra te reconozcan, al escuchar tus prodigios. Que
alaben tus caminos, porque tu gloria es inmensa. R/.
ACLAMACIÓN
(Sal 102, 21) R/. Aleluya, aleluya.
Que bendigan al Señor todos sus ejércitos, servidores
fieles que cumplen su voluntad. R/.
Verán a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.
Del santo Evangelio según san Juan: 1, 47-51
En aquel tiempo, cuando Jesús vio que Natanael se acercaba, dijo: "Éste es un verdadero israelita en el que no hay doblez". Natanael le preguntó: "¿De dónde me conoces?" Jesús le respondió: "Antes de que Felipe te llamara, te vi cuando estabas debajo de la higuera". Respondió Natanael: "Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de Israel". Jesús le contestó: "Tú crees, porque te he dicho que te vi debajo de la higuera. Mayores cosas has de ver". Después añadió: "Yo les aseguro que verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te ofrecemos, Señor, este sacrificio de alabanza, llevado ante tu soberana presencia por ministerio de los ángeles, y te pedimos humildemente que lo recibas complacido y hagas que nos sirva para nuestra salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Y no cesar de alabarte, celebrando a tus ángeles y arcángeles,
ya que el honor que les tributamos, redunda en tu gloria y proclama tu grandeza;
pues, si es digna de admiración la creatura angélica, lo es inmensamente
más aquel que la creó. Por Cristo, Señor nuestro.
Por Él, adoran tu majestad todos los ángeles, y nosotros, a una
con ellos, te adoramos llenos de júbilo, diciendo: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 137, 1)
De todo corazón te doy gracias, Señor; te cantaré delante de tus ángeles.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que nos fortalezca, Señor, el pan celestial con que nos has alimentado, para que caminemos seguros por la senda de la salvación bajo la fiel custodia de los ángeles. Por Jesucristo, nuestro Señor.
NIÑA PONTE EN PIE
Jb 3,1-3.11.16.12.15.17. 20-23; Lc 8,51-56
El sufrimiento del inocente es el tema fundamental del libro de Job. El personaje literario es el símbolo de todos los creyentes que han vivido fielmente convencidos de la bondad de Dios y que no obstante, han sufrido maltratos y vejaciones sin haber encontrado una respuesta a sus quejas y sufrimientos. Por esa razón, Job protesta, maldice la vida y ansía morirse. El sufrimiento no tiene explicación razonable, es una experiencia desgarradora. El ser humano no es omnipotente y se enfrenta con situaciones límite que no puede superar. En ese momento su espíritu se quiebra como nos refiere la queja amarga de Job: ¡Muera el día en que nací! Ante la desgarradora situación del sufrimiento nos queda una esperanza. Jesús entregó su vida al servicio de los enfermos y necesitados. El dolor del jefe de la sinagoga no lo dejaba indiferente, por eso acudió a su casa, se solidarizó hasta el límite con su dolor y le devolvió sana y salva a su hija.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 1, 2-3)
Dichoso el hombre que medita la ley del Señor, de día y de noche; dará fruto a su tiempo.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que diste a san Jerónimo, presbítero, un suave y vivo afecto por la Sagrada Escritura, concede que tu pueblo se alimente de tu palabra con mayor abundancia y encuentre en ella la fuente de su vida. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
¿Para qué dar la luz de la vida a un miserable?
Del libro de Job: 3, 1-3. 11. 16. 12-15. 17. 20-23
Job abrió sus labios
y maldijo el día de su nacimiento, diciendo: "¡Maldito el
día en que nací, la noche en que se dijo: 'Ha sido concebido un
varón'! ¿Por qué no morí en el seno de mi madre?
¿Por qué no perecí al salir de sus entrañas o no
fui como un aborto que se entierra, una criatura que no llegó a ver la
luz? ¿Por qué me recibió un regazo y unos pechos me amamantaron?
Ahora dormiría tranquilo y descansaría en paz, con los reyes de
la tierra, que se construyen mausoleos, o con los nobles, que amontonan oro
y plata en sus palacios. Allí ya no perturban los malvados y forzosamente
reposan los inquietos.
¿Para qué dieron la luz de la vida a un miserable, aquel que la
pasa en amargura; al que ansía la muerte, que no llega, y la busca como
un tesoro escondido; al que se alegraría ante la tumba y gozaría
al recibir la sepultura; al hombre que no encuentra su camino, porque Dios le
ha cerrado las salidas?" Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 87 R/.
Señor, presta oído a mi clamor.
Señor, Dios mío, de día te pido auxilio, de noche grito
en tu presencia. Que llegue hasta ti mi súplica, presta oído a
mi clamor. R/.
Porque mi alma está llena de desdichas y mi vida está al borde
del abismo; ya me cuentan entre los que bajan a la tumba, soy como un inválido.
R/.
Tengo ya mi lugar entre los muertos, igual que los cadáveres que yacen
en las tumbas, de los cuales, Señor, ya no te acuerdas, porque fueron
arrancados de tu mano. R/.
Me has colocado en el fondo de la tumba, en las tinieblas del abismo. Tu cólera
pesa sobre mí, y estrellas contra mí todas tus olas. R/.
ACLAMACIÓN
(Mc 10, 45) R/. Aleluya, aleluya.
El Hijo del hombre vino a servir y a dar su vida por la redención de
todos. R/.
Jesús tomó la firme determinación de ir a Jerusalén.
Del santo Evangelio según san Lucas: 9, 51-56
Cuando ya se acercaba el
tiempo en que tenía que salir de este mundo, Jesús tomó
la firme determinación de emprender el viaje a Jerusalén. Envió
mensajeros por delante y ellos fueron a una aldea de Samaria para conseguirle
alojamiento; pero los samaritanos no quisieron recibirlo, porque supieron que
iba a Jerusalén. Ante esta negativa, sus discípulos Santiago y
Juan le dijeron: "Señor, ¿quieres que hagamos bajar fuego
del cielo para que acabe con ellos?" Pero Jesús se volvió
hacia ellos y los reprendió. Después se fueron a otra aldea.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, que, meditando tu palabra, a ejemplo de san Jerónimo, te ofrezcamos con mayor fervor el sacrificio de la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Jr 15, 16)
Siempre que oí tus palabras, Señor, las acepté con gusto; tus palabras eran mi gozo y la alegría de mi corazón.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que los sagrados dones que acabamos de recibir en la celebración gozosa de san Jerónimo, inflamen los corazones de tus fieles, para que, atentos a la enseñanza de la Sagrada Escritura, conozcamos lo que debemos seguir y, siguiéndolo, lleguemos a la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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