SANTORAL OCTUBRE 2004
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Santos: Teresa del Niño Jesús o de Liseaux, Romano el Cantor.
SAN ROMANO EL CANTOR, del latín romanus, "perteneciente a Roma".(490[?]-555[?]). Diácono. Los escasos datos biográficos sobre este santo proceden de dos documentos litúrgicos: el Sinasario y el Meneo, en los cuales se menciona que nació en Emesa, Siria. Fue ordenado diácono en Beirut. Viajó a Constantinopla y se integró a la iglesia de la Santísima Madre de Dios, donde dio ejemplo de oración, penitencia y gran fervor mariano. Su obra comprende más de mil himnos -muchos de ellos desaparecidos-; entre ellos hay uno que alaba el nacimiento del Señor, y numerosos kondakia, himnos para las principales festividades litúrgicas del año, especialmente las de Cristo y la Virgen. Destacan entre sus composiciones las mariológicas, en las cuales trata la figura de María a la luz de la vida y obra redentora de Jesús. El documento más antiguo que conmemora la natividad de la santísima Virgen Maria data del siglo VI, y para ella compuso san Romano un himno. Fue sepultado en la iglesia de Ciro. Es considerado el gran lírico eclesiástico de la Iglesia griega. Iconografía: ataviado con dalmática de la Iglesia oriental, un incensario y un modelo de la iglesia donde desempeñó su ministerio.
Los Santos Ángeles Custodios
Santos: Eleuterio de Nicomedia y Tomás.
LOS SANTOS ÁNGELES CUSTODIOS, del griego y del latín eclesiástico, "nuncios" o "mensajeros" de Dios. Los ángeles custodios son espíritus puros creados por Dios. Dentro de la jerarquía angélica se ubican en el tercer coro, junto a principados y arcángeles. Los ángeles custodios, o de la guarda, son los que Dios asigna a cada mortal para custodiarlo o guardarlo. El Catecismo de la Iglesia Católica (336) dice: "Desde la infancia a la muerte, la vida humana está rodeada de su custodia y de su intercesión. 'Nadie podrá negar que cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor para conducir su vida [san Basilio Magno]". Jesucristo dijo: "... Los ángeles en los cielos están siempre viendo el rostro de mi Padre" (Mt 18, 1°). Aunque fueron dotados de la gracia, es necesario invocarlos y darles a conocer nuestras aflicciones y necesidades, ya que, al decir de santo Tomás de Aquino: "... No pueden leer en el interior de nuestras conciencias" (Suma teológica). Iconografía: la Iglesia afirma que los ángeles son seres espirituales e inmateriales; sólo para referencia se les representa como hombres con alas, las cuales simbolizan la ágil comunicación entre Dios y los hombres; su figura humana es una prueba de su cercanía con nosotros los humanos.
Santos: Francisco de Borja, Gerardo de Broña, maría Josefa Roselló.
SAN FRANCISCO DE BORJA, del italiano antiguo, "franco", “francés" (1510-1572). Presbítero. Vio 1a primera luz en Gandía, España, de familia acaudalada. Su vida transcurrió entre los nobles, hasta contraer nupcias. Ocupó el cargo de virrey en Cataluña y duque en su tierra natal. Al enviudar, ingresó en la Compañía de Jesús; se ordenó de sacerdote en 1554. Se le envió a América, donde estableció la primera provincia de Jesuitas de la Nueva España, además de fundar colegios. Su trabajo arduo de evangelización y su trato afable para los nativos de las tierras recién descubiertas le hicieron lograr numerosas conversiones. Por sus méritos y experiencia, se le nombró superior general de su orden (1565), cargo que desempeñó hasta su muerte, acaecida en Roma. Fue canonizado por Clemente XI en 1671. Iconografía: con sotana, en éxtasis y con custodia, en alusión a su devoción por la Eucaristía. Su lema era "Buscad primero el Reino de Dios".
Santos: Francisco de Asís, Áurea u Oriana de París, Amón el Grande.
SAN FRANCISCO DE ASÍS, del italiano antiguo. "franco" o "francés" .(1182-1226). Fundador. Nació y vivió en Asís, Italia. Perteneció a una familia acaudalada. Su padre 1o llamaba francés, de ahí Francisco, nombre que se difundió después de su canonización. A los veinte años, participó en la guerra contra Perusa, en la cual fue encarcelado, 1o que afectó su salud. Al ser liberado, guardó cama; se dice que, entonces, una voz interior le indicó servir al Todopoderoso; por ello renunció a su cuantiosa herencia y posición social y se convirtió en ermitaño dedicado a la oración, la penitencia y la atención a indigentes. Su fama de santo varón atrajo a varios compañeros con ideas afines; formó una comunidad y construyó ermitas. Redactó una regla para normar esta unión; venció dificultades al respecto, pero, finalmente, logró la aprobación pontificia, lo que originó la Orden de Frailes Menores (1221). Con Clara de Asís, apoyó la fundación de las clarisas. Escribió Cántico del hermano Sol y Florecillas, entre otras composiciones. Su obra evangélica es reconocida por la historia universal y aun por quienes no profesan nuestra fe. Recibió los estigmas de Cristo en 1224, con los que vivió el resto de sus días. Su perfección espiritual era tal, que lograba comunicarse con la naturaleza e incluso con los animales. Su austeridad llegó al extremo. Gozó de los dones de profecía y de taumaturgia, que le dieron fama de santo, por la cual, Gregorio IX lo elevó a los altares dos años después de su muerte. Múltiple iconografía lo representa, con hábito, crucifijo, calavera (vida eremítica) o estigmatizado. Patrono de Italia, de ecologistas y de numerosas poblaciones.
Santos: Placido, Beato Francisco Javier Seelos y Faustina Kowalska.
BEATO FRANCISCO JAVIER SEELOS, del italiano antiguo, "franco" o "francés", y del vasco, "casa nueva" (1819-1867?). Presbítero. Nació en Baviera, Alemania. Ingresó al seminario de la Congregación del Santísimo Redentor en 1842. En 1843 viaja a Estados Unidos de América. Al año siguiente, se ordenó de sacerdote, en Baltimore. Trabajó nueve años en la parroquia de Santa Filomena, en Pittsburgh, donde fue maestro de novicios. Junto con san Juan Newmann, inició amplia y fecunda labor misionera. Sus feligreses lo describieron como "el misionero de la sonrisa permanente en los labios y de corazón generoso". Su labor continuó en Cumberland y Anápolis. En 1860, declinó el nombramiento de obispo de Pittsburgh para dedicarse a su misión itinerante. Predicó en inglés y alemán en más de diez estados. Se trasladó a Nueva Orleáns, donde se contagió de fiebre amarilla, que le causó la muerte. Juan Pablo II resume su labor en la homilía de su beatificación: "En los diversos lugares en los que trabajó, el padre Francisco Javier mostró entusiasmo, espíritu de sacrificio y celo apostólico. A los marginados y a los perdidos les predicó el mensaje de Jesucristo, 'fuente de salvación eterna' (Hb 5,9), y en las horas que pasó en el confesionario convenció a muchos a volver a Dios". Fue beatificado por Juan Pablo II el 9 de abril de 2000. Iconografía: con sotana, crucifijo en la mano y rodeado de niños e inmigrantes.
Santos: Bruno de Colonia beato Bartolomé Longo y Fe o Foy.
BEATO BARTOLOMÉ LONGO, del arameo, "abundante en surcos" (1841-1926). Laico. Nació en Italia. Recibió cristiana educación. Cuando cursaba estudios de Leyes ingresó en una secta satánica. Sin embargo, las conversaciones con un antiguo amigo y, después, el contacto con un padre dominico provocaron su arrepentimiento. Ingresó en un grupo de ayuda a pobres y enfermos. Según él mismo relata, "durante un trayecto por Pompeya... escuché una voz que decía: 'Aquel que propague mi Rosario, se salvará'. Caí de rodillas exclamando: Esta es tu voz, ¡oh, María!... Si es verdad... yo me salvaré... y casi como aceptación de mi propósito escuché la campana de una capilla... invitándome al rezo del Ángelus, que salió de mi boca con más fervor... como firma a mi decisión...". Organizó una misión e invitó a sacerdotes y laicos a que se unieran y propagaran la devoción al rosario. Para reafirmar esta devoción, se valió de una imagen de la santísima Virgen, cuyo culto produjo para los fieles numerosos prodigios; pronto, cuantiosas peregrinaciones llegaban al santuario de "Nuestra Señora de Pompeya". La misión de Bartolomé incluyó el apostolado en favor de los "huérfanos de la ley" (hijos de criminales encarcelados). Fue promotor vocacional y fundador de las Hermanas Dominicanas Hijas del Santo Rosario de Pompeya. Juan Pablo II lo beatificó y nombró "apóstol del rosario", en 1980. Fue gran y fervoroso escritor de textos sobre el rosario; como la Novena para alcanzar de la Virgen las gracias en los casos más desesperados. Iconografía: con rosario y rodeado de niños.
Santos: Nuestra Señora del Rosario. Marcos y Julia de Egipto.
NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO, del latín, "corona de rosas". Pío V instituyó esta celebración en 1573. Pío X estableció la conmemoración en esta fecha en 1913. El beato Juan XXIII concedió especial relevancia a la presencia de Nuestra Señora en la vida de Cristo en la constitución dogmática Lumen Gentium, (capítulo VIII). Pablo VI, en la exhortación El culto mariano (1974) destacó el carácter evangélico y la orientación cristológica del Rosario. Juan Pablo II, en su carta apostólica El rosario de la Virgen María (2002), le añadió los misterios luminosos, que recuerdan hechos de la vida pública de Jesús; dice: "... Si la liturgia, acción de Cristo y de la Iglesia, es acción salvífica por excelencia, el rosario, en cuanto meditación sobre Cristo con María, es contemplación saludable." En los misterios de esta bella oración, recorremos la vida, los milagros, la institución de la Eucaristía, la pasión, la muerte y la gloriosa resurrección de Jesucristo. Nuestro actual pontífice recomienda y expresa: "Recorrer con María las escenas del rosario es como ir a la 'escuela' de María para leer a Cristo, para penetrar sus secretos, para entender su mensaje". Iconografía: María santísima con túnica rosa y manto azul, con el Niño Jesús en sus brazos y el rosario en sus manos.
Santos: Sergio y Baco, Tais de Egipto, Simeón y Ana.
SANTA TAIS DE EGIPTO, de etimología desconocida (siglo IV). Penitente. Egipcia. Su vida se conoce desde su juventud. Como era bella, fue cortesana acaudalada; sin embargo, la vida de lujos no la hacía feliz. Dios se valió de un monje de la Tebaida, quien más tarde sería san Pafnucio, para darle consejo y ejemplo de vida; así logró ella convertirse. Como penitencia y señal de su sincero arrepentimiento, vivió en permanente oración y penitencia en la celda de un monasterio; esto hizo posible que fuese aceptada en la vida religiosa, en la que dio testimonio de piedad hasta su muerte, ocurrida en olor de santidad. Iconografía: con hábito. en actitud orante y una calavera (penitencia). Intercesora de los pecadores arrepentidos de una vida disipada.
Santos: Eleuterio, Rústico, Juan Leonardi y Dionisio.
SAN JUAN LEONARDI, del hebreo, "Dios ha hecho gracia" (1541-1609). Fundador. Originario de la Toscana, Italia. Estudió farmacología en Luca; ahí se unió a un grupo en el convento dominicano. Ingresó al seminario, y en 1571 celebró su primera misa. Destacó en su labor pastoral como excelente confesor, predicador y esmerado catequista; escribió un folleto llamado Doctrina cristiana (1575), en virtud de que el obispo le encomendó catequizar la diócesis de Luca. Fundó la Fraternidad de Sacerdotes Reformados de la Santísima Virgen, con la aprobación pontificia, en 1584; cinco años después de su muerte, se otorgó ala Fraternidad el nombre de Clérigos Regulares de la Madre de Dios (1614). Estableció el Colegio Urbano de Propaganda Fide, importante centro de estudios misionales. Su vida de servicio al prójimo fue entregada al Creador en Roma. Pío XI lo canonizó en Iconografía: con hábito, una imagen de Maria, a quien dedico su obra, y varios personajes de color, a quienes concedió especial atención.
Santos: Hugolino, Daniel Comboni y Luis Bertrand.
SAN DANIEL COMBONI, del hebreo, "mi juez es Dios" (1831-1881). Fundador. Nació en Limone, Italia, de padres humildes. Asistió, becado, al internado de Verona, donde recibió instrucción y formación religiosa. Ingresó en el seminario, y recibió la ordenación sacerdotal en 1854. Ejerció su ministerio y estudió medicina, música e idiomas. Viajó a África en 1857, donde conoció la precaria condición de los esclavos negros (pese a que se había abolido la esclavitud). Decía: "... A todos los esclavos fugitivos que encuentre en mi camino, me los llevaré conmigo y nunca los devolveré a sus amos". En Egipto y Sudán, estableció misiones para dar asilo y trato digno a los fugitivos que acudían a él. Dos años después, él y seis misioneros regresaron a su país, enfermos; sin embargo, no podía olvidar ni desamparar a los africanos, por lo que trazó un plan para la regeneración de África. Fundó dos congregaciones: Misioneros (1867) y Misioneras Combonianas (1872); Ocupó los cargos de vicario apostólico (1873) y obispo de África Central (1877). Estableció centros misionales en Sudán, restableció la dignidad a los que habían sido esclavos, propició vocaciones sacerdotales y religiosas, y proporcionó instrucción y asistencia a los necesitados, hasta que, extenuado por el trabajo y minada su salud por las condiciones climatológicas, murió en Jartum; bendijo a sus compañeros con estas palabras: "No teman, yo muero, pero mi obra no morirá", Juan Pablo II lo canonizó en 200
Santos: Alejandro, beatos Elías del Socorro y Juan XXIII.
BEATO ELÍAS DEL SOCORRO NIEVES, del hebreo, "mi Dios es Yahvé" (1882[?]-1928). Mártir. Originario de Yuriria, Guanajuato; hijo de humildes campesinos. Ingresó en la orden agustina en 1910, donde recibió la ordenación sacerdotal. Ejerció su ministerio en la parroquia de Caracheo, Michoacán (1921), durante la época de la persecución religiosa; destacó por su entrega y espíritu de servicio. Continuó su misión pastoral en forma oculta, incluso disfrazándose, y, al ser descubierto, se le encarceló y fue fusilado en las cercanías de la población guanajuatense de Cortazar. Es recomendable solicitar la intercesión de este testigo de Cristo, que dio su vida en aras de la fe, ya que se requiere un milagro para que sea proclamado santo. Juan Pablo II lo beatificó en 1997. Iconografía: en fotografía con sotana.
Santos: Nuestra Señora del Pilar, Félix, Cipriano y Edwin.
NUESTRA SEÑORA DEL PILAR, del latín, "pilastra, pilar". Esta imagen de la santísima Virgen María con el Niño Jesús en sus brazos se encuentra de pie sobre un pilar, de ahí su nombre. La tradición nos dice que la bella Señora se "apareció" al apóstol Santiago el Mayor cuando éste evangelizaba la península ibérica, en la actual ciudad de Zaragoza. En este sitio se construyó un templo, que después fue elevado al rango de basílica. Clemente XIII (siglo XVIII) señala su conmemoración en esta fecha y difunde su culto a la Iglesia universal. En la ciudad de México (Donceles, 102, centro histórico) se puede visitar el hermoso templo conocido como La Enseñanza, dedicado a esta advocación mariana.
Santos: Eduardo, Gerardo y beata Alejandrina María da Costa.
BEATA ALEJANDRINA MARÍA DA COSTA, del griego, femenino diminutivo de Alejandro, "vencedor de los hombres" (1904-1955). Laica, cooperadora salesiana. Nace y muere en Balasar, Portugal. A los catorce años, para evitar una violación, salta por una ventana, lo cual le provoca parálisis total que la postra en cama el resto de su vida. Con entereza se pone en manos del Creador y ofrece su enfermedad y sufrimientos para la conversión de los pecadores y la paz del mundo: "No pretendo otra cosa que dar gloria a Dios y salvarle muchas almas". Su enfermedad no la limita en cuanto a su piedad y trabajo para difundir el Reino. A lo largo de cuatro años (1938-1942) rememora todos los viernes la pasión de Cristo y, en 1942, logra que el papa Pío XII formule la consagración del mundo al Corazón Inmaculado de María. Se atestigua que, a partir del 27 de marzo de 1942 y hasta su muerte, no comió ninguna bebida ni alimento aparte de la Eucaristía diaria. Alejandrina se une a la congregación salesiana como cooperadora: "Me siento muy unida a los salesianos y a los cooperadores de todo el mundo. ¡Cuántas veces reafirmo mi testimonio de pertenencia y ofrezco mis sufrimientos, unida a todos ellos, por la salvación de la juventud! Amo a la congregación. La quiero tanto y no la olvidaré jamás, ni en la tierra ni en el cielo". Beatificada el 25 abril de 2004 por Juan Pablo II, quien aseveró que su vida se podía resumir como un permanente diálogo de amor entre ella y el Señor.
Santos: Calixto I, Juan Ogilvie y beata María Poussepin.
BEATA MARIA POUSSEPIN, del arameo, "señora" (1653-1744). Fundadora. Nace en la población francesa de Dourdan. Cuando mueren sus padres, se hace responsable del taller de medias de éstos (1684), hasta que su hermano se hizo cargo del negocio. Es integrante de la cofradía de la caridad en su parroquia, dedicada a obras benéficas, ya que esta época fue de hambre y epidemias. Conoce la orden dominica, participa como terciaria seglar y se instala en Sainville, pequeño pueblo donde la pobreza era general. Mientras colabora en la atención de niños y enfermos, se unen a este servicio otras jóvenes, con las que obtiene en 1724 la aprobación pontificia de la congregación de Hermanas de la Caridad Dominicas de la Presentación de la Santísima Virgen. Su celo apostólico y acendrado amor a los marginados, aunados a su pobreza extrema y confianza en la Providencia, le hacen ser amada por sus hermanas. Reconocida por su santidad, muere recomendando la instrucción a la juventud y la dedicación a los que carecen de salud y medios para ser atendidos. Su obra, en la actualidad se ha difundido por Europa, Asia, África y América. Beatificada por Juan Pablo II en 1994.
Santos: Teresa de Jesús, Aurelia y Leonardo.
SANTA TERESA DE JESÚS, del latín, "la que cosecha" (1515-1582). Doctora de la Iglesia. Una de sus hermanas religiosas la define "de mediana estatura..., hermosa, y hasta su última edad mostraba serlo..., apacible...". Teresa de Cepeda y Ahumada nace en Avila, España, y fue educada en la virtud cristiana. En su autobiografía menciona que ella comunica "lo que el Señor me ha dado por experiencia". (Vida, 10). Desde adolescente era inteligente, aficionada a la lectura, diferente de las jóvenes de su edad. Convencida de su entrega a Dios, pese a la oposición de su padre, a los 21 años ingresa en un convento carmelita y profesa en 1537. Años más tarde ocupa el cargo de superiora. Su vida de oración fue de estricta disciplina. Aportó notables reformas en la orden carmelitana; propició la fundación de numerosos monasterios. Su obra literaria consta de poemas y cartas; destacan los libros Las moradas y Libro de las fundaciones, y además de su autobiografía. Teresa de Jesús vivió la plenitud del misticismo; tuvo éxtasis y revelaciones; recibió el fuego del amor de Cristo en lo que se conoce como la transverberación, cuando un ángel le atravesó el corazón con una flecha de fuego (amor de Cristo) y una paloma flotó sobre su cabeza. Superó con oración y penitencia las tentaciones del espíritu del mal. Murió en Alba de Tormes; sus restos se veneran en su tierra natal. Gregorio XV la elevó a los altares en 1622 y Pablo VI la proclamó doctora de la Iglesia en 1970. Iconografía: con hábito, birrete doctoral, libro y pluma. Intercesora en los padecimientos del corazón.
Santos: Eduviges, Margarita María, Beata Petra de San José.
BEATA PETRA
DE SAN JOSÉ, del arameo, femenino de Pedro,
"piedra" (1845-1906). Fundadora. Nació en Málaga, España.
Huérfana de madre, desde los tres años estuvo bajo la tutela de
su abuela materna, de quien recibió formación en Cristo. En su
juventud sintió el llamado de Dios: "No pensaba más que en
ser monja y me consumía en estos deseos". A los 19 años,
su padre se opuso a su ingreso al convento; suplicó con vehemencia la
intercesión de san José y, vencida la oposición, se dedicó
a ayudar a los pobres de su pueblo, con el dinero que obtenía de pedir
limosna. Varias jóvenes se unieron a ella atraídas por su don
de servicio, alegría y sencillez. Rentaron una casa para albergar ancianos
abandonados y en Alora fundaron otra; a ambas las llamaron Casa de la Caridad.
En 1880, el obispo de Málaga le concedió el título de "madre
de los desamparados", y en 1881 recibió el hábito, con el
nombre de Petra de San José. Inició la Congregación de
Madres de los Desamparados y San José de la Montaña. Propició
la construcción del templo de san José de la Montaña, en
Barcelona (1895). En una ocasión expresó: "Hemos llegado
a los tiempos de san José... y no le podemos prestar a la santísima
Virgen otro servicio más grande que trabajar por extender la devoción
a él". La madre Petra aceptó la llamada a la gloria celestial,
premio a su caridad misericordiosa. Fue beatificada por Juan Pablo II (1994).
En la ciudad de México se localiza un templo dedicado a san José
de la Montaña, en Patriotismo y Benjamín Franklin, colonia Escandón.
Santos:Ignacio de Antioquía, Ricardo y Florentino.
SAN IGNACIO DE ANTIOQUÍA, del latín, modificación del celtibérico Egnatius (40?-107). Mártir. Sirio. Al parecer era contemporáneo de los Doce y de los primeros sirios conversos. Quizá trató con Pedro y Pablo; según crónicas de la época, fue discípulo de Juan el evangelista. Fue nombrado obispo de Antioquía hacia el año 70 y cumplió el cargo hasta su muerte. En la persecución de Trajano, cuando se dictó un decreto que declaraba que "no era lícito ser cristiano", y en plena labor episcopal, realizada con fidelidad, y ya de avanzada edad, se le encarceló y envió a Roma para ser ejecutado. Durante este viaje, pese a haber sido encadenado, escribió cartas para confortar a las comunidades de Filadelfia, Efeso y Esmirna, entre otras, en las que exhortaba a permanecer firmes en la fe cristiana. En una de éstas exclamaba, con gozo de ir al martirio: "¡Bello es que el sol de mi vida, saliendo del mundo, trasponga en Dios a fin de que amanezca en Él!". Se dice que, al pasar por las diversas comunidades, los recién convertidos lo saludaban. Murió devorado por las fieras en el Coliseo. Considerado como uno de los Padres apostólicos, por haber sido discípulo de éstos. Iconografía: con atuendo episcopal del Oriente, palma por su martirio y leones.
Santos: Lucas, Justo y Amable.
SAN LUCAS,
del latín, "matinal", "luminoso" (siglo I). Mártir.
Lucas, autor de la tercera versión de los relatos evangélicos
y del libro de los Hechos de los Apóstoles, no perteneció al grupo
de los Doce. Es posible que haya sido originario de Antioquía, Turquía
educado en la cultura griega. Fue medico de profesión y aficionado a
la pintura; discípulo y compañero en los viajes de san Pablo.
Sus narraciones hacen hincapié en la bondad de Redentor y en algunos
detalles de su infancia. Destaca las parábolas del hijo pródigo
y la oveja perdida, y algunos datos de la santísima Virgen. Una leyenda
dice que fue el primero en pintar a Maria. De acuerdo con la tradición,
murió martirizado en Patrás, Grecia. Iconografía: con túnica
de época, pluma y libro, alusivos a sus escritos; un toro como atributo,
en señal de su fuerza de convencimiento. Intercesor de farmacéuticos,
pintores y médicos.
Santos: Juan de Brebeuf, Isaac Jogues, Pablo de la Cruz y Pedro.
SANTOS JUAN DE BREBEUF, ISAAC JOGUES y compañeros, del hebreo, "Dios ha hecho gracia" y "sonrisa de Dios". Mártires. En esta fecha, la Iglesia hace memoria de seis sacerdotes de la Compañía de Jesús y dos laicos que viajaron hacia América, durante los siglos XVI y XVII, con el fin de dar a conocer la palabra de Dios en Nueva Francia (actual Canadá). Lograron bautizar a numerosos feligreses; sin embargo, a los indígenas hurones e iroqueses que se opusieron a aceptar la doctrina cristiana los martirizaron. Fueron canonizados por Pío XI en 1930.
Santos: Artemio, Bertilia y Andrés.
SANTA BERTILIA BOSCARDÍN, del germánico, diminutivo de Berta, "brillo", "resplandor" (l888-1922). Religiosa. Nació en Brandola, Italia. Sus padres eran sencillos campesinos. Ingresó en la comunidad de santa Dorotea a los diecisiete años. Por su escasa instrucción, se le confinó a servir en la cocina. Profesó en 1907; se le envió a Treviso, donde colaboró en un orfanato. En la Primera Guerra Mundial, trabajó como enfermera en el hospital militar, donde fue estimada por su valor durante los bombardeos, además de su generosidad y espíritu de servicio. Al término del conflicto armado, retornó a su congregación y continuó en la realización de labores sencillas. Se dice que se le atestiguaron múltiples milagros y que siempre fue discreta, abnegada y modelo de oración. Por su desgastada salud, fue necesario someterla a una intervención quirúrgica, en la que murió. Canonizada por Juan XXIII en 1961.
Santos: Celia, beata Laura Montoya e Hilarión.
BEATA LADRA MONTOYA, del latín, "laurel", "victoria" (1874-1949). Fundadora. Nació en Jericó, Colombia. Su padre fue asesinado cuando ella tenía dos años de edad, por lo cual tuvo que vivir con su abuelo paterno. A los dieciséis años ingresó en la Escuela Normal Superior. Una vez graduada, inició su labor docente en varios pueblos de Antioquia, hasta que fue nombrada directora del Colegio de la Inmaculada, de Medellín. Redefinió su vocación y, en palabras de Juan Pablo II, viendo cómo tantos indígenas, lejos de los centros urbanos, vivían desconociendo a Dios, se decidió a fundar la Congregación de las Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena (1908), para llevar la luz del Evangelio a los habitantes de las selvas...", a quienes educa y cristianiza utilizando las Obras de los indios y "la pedagogía del amor, el respeto, el diálogo y realiza la evangelización partiendo de sus elementos culturales". Su obra actualmente abarca diecinueve países. Es reconocida como defensora de los derechos del indígena y símbolo de la mujer fuerte. La "maestrita de los indígenas" murió en Medellín. Fue beatificada por Juan Pablo II en 2004; él dijo: "Esta beata colombiana se sintió madre espiritual de los indígenas". Iconografía: con hábito, escribiendo ante un crucifijo.
XXVI ANIVERSARIO DE LA SOLEMNE INAUGURACION DEL SUPREMO PONTIFICADO DEL PAPA JUAN PABLO II (1978)
Santos: Elodia y Nunilona, María Salomé y Donato de Fiésole.
SANTAS ELODIA y NUNILONA, del griego, "ribera", y latín, "noveno" (siglo IX). Mártires. Vivían en Huesca (España); eran hermanas. Debido a un edicto del emir de Córdoba, en virtud de ser hijas de padre musulmán y madre cristiana, ellas debían profesar la religión islámica. Para evitar la persecución, se escondieron un tiempo; al ser descubiertas, no aceptaron renunciar a la doctrina de Cristo, y fueron martirizadas y decapitadas. Iconografía: con túnica de época, palma del martirio y lirio (alusivo a su pureza).
Santos: Juan de Capistrano, Servando, Germán y Pedro Pascual.
SAN JUAN DE CAPISTRANO, del hebreo, "Dios hace misericordia" (1386-1456). Presbítero. Oriundo de Capistrano, Italia, de familia alemana. En Perusa cursó estudios de arte y derecho, dentro de la carrera militar; al morir su padre, heredó el grado de capitán general en esa ciudad. Contrajo nupcias, y acordó con su esposa dejar la milicia e ingresar en la orden franciscana. Se ordenó de sacerdote en 1425, y recibió el cargo de vicario general. Fue misionero en su país y en Europa. Designado legado apostólico en Austria (1451), organizó una cruzada para defender Europa del Islam. Reconocido como excelente predicador, en lengua italiana o latín, de amplia formación teológica, autor de libros y cartas, en especial los de catequesis popular. Pacificador, en diversas ciudades luchó contra odio y discordias; decía: "Donde no hay justicia, no puede florecer la paz, donde hay paz, allí está Dios; donde hay discordia, allí reina el demonio". Rechazó el obispado en dos ocasiones, a fin de estar cerca del pueblo, hasta su muerte, acaecida en I1ock, Croacia. Canonizado por Benedicto XIII (1724). Iconografía: con hábito y cruz roja en el pecho (por las cruzadas de Belgrado) y estandarte con las siglas JHS, abreviatura de Jesús, salvador de los hombres, en latín, coronada por una estrella.
DOMINGO MUNDIAL DE LAS MISIONES
Santos: Beato Rafael Guízar y Valencia, Antonio María Claret y Félix.
BEATO RAFAEL GUÍZARY VALENCIA, del hebreo, "Dios ha sanado" (1878-1938). Obispo. Vio la primera luz en Cotija, Michoacán (México). Estudió en Zamora e ingresó al seminario; recibió 1á ordenación sacerdotal en 1901. Con entusiasmo, desempeñó amplia labor de evangelización en varios estados de México. Interrumpió su trabajo la persecución religiosa, y cambió su residencia a Cuba, donde continuó su ministerio, ejerciéndolo después en Guatemala, Panamá y otros países. Consagrado obispo de Veracruz ( 1919), regresó a México en 1920 para atender su diócesis. Durante veintiocho años dirigió misiones en la república y en el extranjero. Se reconoce su celo pastoral, a pesar de las consignas persecutorias de su tiempo. Padeció severas criticas suscitadas por intrigas, ya que su labor episcopal era encomiable. Murió en la Ciudad de México, donde dejó una estela de santidad. Sus restos fueron trasladados a la catedral de Veracruz. En 1950, su cadáver fue reinhumado: se le encontró incorrupto, y se le traslado a la catedral de Jalapa, Veracruz. Beatificado por Juan Pablo II en 1995; la causa de su canonización se encuentra en estudio. Iconografía: en fotografías con atavío episcopal.
Santos: Gaudencio o Gabino, Crispín, Crispiniano, Proto y Genaro.
SANTOS CRISPIN y CRISPINIANO, del latín, "de pelo rizado" (siglo III). Mártires. Hermanos de origen romano; profesaron la fe cristiana. Desempeñaron el oficio de zapateros; evangelizaban a los que acudían a ellos por cuestiones de su trabajo. Recorrieron varias ciudades europeas de su época huyendo de las persecuciones, a la vez que trabajaban y difundían la Palabra de Dios, procurando no despertar suspicacias de los paganos. Se establecieron en Soissons (Francia), proporcionando calzado sin costo a los necesitados, y lograron numerosas conversiones. Al ser delatados, se les encarceló, y sufrieron múltiples tormentos; murieron decapitados. Iconografía: con atuendo de época, en su oficio y evangelizando. Son invocados como patronos de los zapateros y peleteros.
Santos: Evaristo, Luciano, marciano y Alfredo.
SANTOS LUCIANO Y MARCIANO, del latín, “luz” y “perteneciente a Marte” (siglo III). Mártires. Nacieron en Vich, España, en el seno de una familia pagana. Se dedicaban al estudio de la astrología y la magia; sus conocimientos eran tan avanzados que, para conseguir sus propósitos, invocaban al espíritu del mal. Conocieron a una bella cristina consagrada a Dios, a quien quisieron conquistar con sus malévolos hechizos; sin embargo, la joven no accedió a sus pretensiones. Los magos acudieron al maligno, quien –se dice- les confesó que “...todo el averno no puede contra Jesucristo, y a Él había ofrecido su castidad la dama” Arrepentidos, en la plaza pública quemaron sus libros, objetos y todo lo relacionado con sus artificios. Se dedicaron a la oración en vida eremítica y después de predicar la Palabra de Dios en su ciudad, hasta que, descubiertos por las tropas del pagano Decio, fueron aprehendidos, y murieron quemados vivos. Los cristianos, testigos de su martirio, colocaron sus restos en la iglesia de San Saturnino, en Vich. Su culto se extendió por la península. Son los patronos de su tierra natal.
Santos: Frumencio de Etiopía y beata Antonieta de Brescia.
SAN FRUMENCIO DE ETIOPIA, del latín, "comerciante en trigo"(siglo N).. Obispo. De origen libanés, nació en Tiro. Con su padre y con su hermano Edesio, viajó por el Mediterráneo; la nave encalló en Etiopía, y el rey de este lugar ordenó matar a los pasajeros. Al parecer, la reina los protegió y salvó la vida de él y de su hermano. Vivieron en la corte como esclavos. Tiempo después, a Frumencio se le nombró ministro. Viajó a Alejandría a fin de solicitar un obispo y Misioneros para cristianizar el país. Dándose cuenta de su piedad y amor a Cristo, le otorgaron el cargo a él mismo. A su regreso, organizó la comunidad etíope y realizó admirable labor de evangelización, hasta que en Aksun (Etiopía) fue llamado por el Creador a la gloria. Reconocido como patrono de los etíopes.
Santos: Simón, Judas Tadeo, Fidel y Honorato.
SANTOS SIMÓN y JUDAS TADEO, del hebreo "Dios ha escuchado", "alabanzas sean dadas a Dios" y "valiente para proclamar su fe", respectivamente (siglo I). Apóstoles y mártires. Por su amplia misión evangelizadora, se les ha reconocido apóstoles, ya que, de acuerdo con la tradición, predicaban juntos la Palabra de Dios. Simón era conocido como "el cananeo". Judas Tadeo aparece último en la lista de los doce apóstoles de Jesucristo (Mateo, 10,3; Marcos, 3, 18). Se dice que era pariente de Jesús. Escribió en el Nuevo Testamento una de las epístolas canónicas. Antes que negar su fe en Cristo, ofrendaron a Él sus vidas. Quizá Simón murió mártir, aserrado en Edesa, y Judas, a golpes de garrote en Persia. Iconografía: ambos con túnica de época; Simón con una sierra, por su martirio, y Judas, con un mazo y medallón en el pecho con la efigie de Jesús. A san Judas Tadeo se le atribuyeron numerosos milagros; en nuestra época se le invoca para la solución de casos difíciles
Santos: Narciso de Jerusalén, Joaquín y Abraham de Rostov.
SAN NARCISO DE JERUSALEN, del griego, “sueño profundo" (siglo II). Obispo. La tradición indica que era originario de Jerusalén y atendía a las comunidades griegas.. Por su avanzada edad, renunció a su diócesis, por lo cual sufrió calumnias y severas críticas. Regresó a su sede episcopal, y participó en el Concilio de Jerusalén, en el que se fijó la fecha para la celebración de la Pascua de Resurrección. Murió en su tierra natal. Se le representa con atavío común de los obispos.
Santos: Marcelo, Claudio y beata Dorotea Swartz.
SAN MARCELO, del latín, "perteneciente' a Marte" (siglo III). Mártir. Nació en León, España. No se conocen detalles de su infancia. En su juventud se dedicó a la milicia y ocupó el grado de centurión. Durante los festejos imperiales depuso las armas y se convirtió al cristianismo, por lo cual se le encarceló y murió decapitado en su tierra natal. Otra tradición nos dice que, además de Marcelo, tres soldados de su tropa: Claudio, Lupercio y Victorico, también cristianos, fueron sus compañeros en el martirio. Desde el siglo XIX, sus restos reposan en la iglesia de San Marcelo, en la ciudad española de León. Iconografía, atuendo militar, palma, y corona por su martirio.
Santos: Quintín. Nicolás y Alonso.
SAN QUINTÍN, del latín, "quinto" (siglo III). Mártir. Se desconocen mayores datos biográficos. Al parecer fue romano cristiano. En Francia evangelizó Amiens y las Galias. Su ardua labor pastoral propició la ira de las autoridades paganas, por lo cual fue encarcelado y sufrió múltiples tormentos hasta morir decapitado, en aras de la fe. Después de cincuenta años, sus restos fueron rescatados y trasladados a Vermond, sitio de su martirio, que en la actualidad lleva su nombre (Saint Quintín). Iconografía: atuendo de época y los instrumentos de su martirio. Intercesor contra la tos y padecimientos de la garganta.