Santoral Agosto del 2005

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Santos: Benito de Nursia, abad; Pío I. papa y mártir, y Ana Xin de China, mártir.

SAN ALFONSO MARÍA LIGORIO, del germánico, "hombre noble, preparado para el combate" (1696-1787). Fundador. Originario de Marianella (Italia), de familia noble, desde su niñez gozó de recursos. Excepcional estudiante, obtuvo a los 17 años el doctorado en derecho civil y canónico. Siempre destacó su devoción por María Santísima. Fue un brillante abogado, pero al darse cuenta de la corrupción que había en las cortes, expresó: "Mundo, te he conocido. ¡Adiós tribunales!". Pese a la oposición paterna, ingresó al seminario hasta recibir la ordenación sacerdotal en 1726. Distinguido predicador, daba a sus sermones esmerada preparación; con las palabras adecuadas, logró que la feligresía los comprendiera. Amable confesor y guía espiritual, en 1732 fundó la Congregación del Santísimo Redentor (redentoristas). Emprendió una vasta misión evangelizadora a lo largo de 30 años en ciudades y países vecinos. Sólo por obediencia aceptó el obispado en Santa Águeda, del que se hizo cargo durante 14 años. Su obra literaria es amplia y contiene, entre otros, Teología Moral, además de estudios y manuscritos. Su máxima obra es Las glorias de María, que cuenta con más de 800 ediciones en todo el mundo traducidas a varios idiomas. Los últimos años de su vida los dedicó a la contemplación. Después de sufrir un doloroso padecimiento en la columna vertebral, murió en la población italiana de Campania. Fue canonizado por Gregorio XVI en 1839. Pío IX lo proclamó doctor de la Iglesia en 1875. Protector de moralistas y confesores. Iconografía: con atuendo episcopal y libro.

Santos : Santos Eusebio de Vercelle, obispo, y Pedro Julián Eymard, fundador.

NUESTRA SEÑORA DE LOS ÁNGELES, del latín,"mensajeros de Dios". En esta fecha la orden franciscana conmemora la dedicación de la Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles en Asís, Italia. Por eso extiende a los templos franciscanos de todo el mundo, el conocido "Perdón de Asís" o "Indulgencia de la Porciúncula", en virtud de que piadosas tradiciones indican que san Francisco de Asís, ante una manifestación que recibió de Jesús y María Santísima (1216), solicitó la gracia de la Indulgencia plenaria para los fieles que acudían a dicho templo. El pontífice Honorio III aprobó esta devoción a fin de que quienes, confesados y arrepentidos de sus faltas, hicieran una devota visita a Nuestra Señora logrando la remisión de sus culpas. Tan especial gracia -que es recomendable aprovechar-, continúa vigente de acuerdo con el Decreto de Juan Pablo II (1988). En la ciudad de México se puede visitar un templo ubicado en la colonia Guerrero, dedicado a esta advocación mariana. Iconografía: María Santísima de pie, ataviada con vestido rosa, manto azul, coronada y con una aureola de estrellas. Sobre su cabeza hay un triángulo equilátero que representa a la Santísima Trinidad y una paloma, símbolo del Espíritu Santo y a sus pies la Luna, rodeada por un resplandor y ángeles.

Santos: Lidia de Filipo. Mártir: Nicodemo de Jerusalén, diácono, y Pedro de Anagni, obispo.

SANTA LIDIA DE FILIPO, del griego "la que procede de Lidia" (siglo I). Mártir. La tradición la ha considerado originaria de Tiatira, ubicada en la antigua Grecia asiática. Residente de la ciudad griega de Filipos, era una acaudalada dama dedicada al comercio de púrpura (fina tela teñida con esa tonalidad, que era utilizada en la confección de atuendos para nobles y sacerdotes). Escuchó la predicación de san Pablo y tanto ella como su familia se convirtieron a la fe en Cristo, y fueron bautizados por el apóstol. Colaboró con sus amplios recursos y hospedó en su casa al Apóstol de los gentiles y a sus acompañantes (Hch 16.13-15). En el siglo XVI, fue incluida en el martirologio romano como la primera cristiana de Europa, Es posible que haya muerto victima de las persecuciones de su época, iconografía: con elegante vestuario de su tiempo y un manto, bajo el que se refugian unos niños.

Santos: Juan María Vianney. presbítero; Aristarco de Tesalónica, mártir, y beato Federico Janssoon, presbítero.

SAN JUAN MARÍA VIANNEY, del hebreo, "Dios ha hecho gracia", y del arameo,"señora", respectivamente (1786-1859). Presbítero. Nació en Dardilly, Francia, de padres campesinos, quienes le infundieron la piedad. Ayudó a cuidar el rebaño de su familia y era caritativo con los necesitados. Hasta su juventud, su vida transcurrió en la época de la Revolución Francesa, por eso acudió adolescente a la escuela elemental (1803). Aprendió a leer a los 18 años y, con anuencia paterna, inició estudios eclesiásticos con el cura de Ecully (1806). Fue requerido para integrar las tropas napoleónicas; sin embargo, debido a una enfermedad, no participó en la guerra. Una vez sano, huyó hacia las montañas. Meses después ingresó al seminario, donde permaneció hasta recibir la ordenación sacerdotal (1815). Ejerció su ministerio en la capellanía de Ars, en su país. Se distinguió por su misión paciente y comprensiva con la feligresía, en especial al administrar el sacramento de la penitencia. Se dice que los transportes a dicha población enviaban "salidas extra", para cubrir la demanda de quienes, en busca de la gracia, acudían a quien llamaban "el Santo Cura de Ars.". Sin importarle su descanso, atendía con esmero a todos. Tuvo los dones de la profecía, el discernimiento y la capacidad de leer en las conciencias. Combatió ataques del maligno con el valor que le dio su permanente oración. Su servicio fue interrumpido días antes de su muerte, acaecida en su capilla. Canonizado por Pío XI en 1925 y nombrado "Patrono de los párrocos". Iconografía: siempre sonriente, con sotana, estola (símbolo de su sacerdocio) y un confesionario.

Dedicación de La Basílica de Santa María la Mayor; Nuestra Señora de las Nieves.

NUESTRA SEÑORA DE LAS NIEVES, del latín nevé, "suprema blancura" (siglo V). La tradición ha considerado una piadosa leyenda como origen de esta advocación en Roma. Antiguas narraciones dicen que el matrimonio de Juan y su esposa, ambos de edad avanzada, no había logrado engendrar hijos. Como buenos devotos cristianos, hacían oración para implorar a María Santísima que les enviara un heredero a quien otorgar su fortuna. Una noche de verano, se les manifestó en sueños la Madre de Dios quien les ordenó dedicar parte de su fortuna a obras de caridad y, con otra parte, edificarle un templo en la colina romana de Esquilmo, en el sitio que encontraran cubierto de nieve. A la mañana siguiente acudieron a dar a conocer su visión al sumo pontífice Liberio (352-356); pese a ser época veraniega, no dudaron en buscar hasta que llegaron juntos a un sitio delimitado por la blancura de la nieve. Juan proporcionó los recursos necesarios y la Santa Sede mandó construir el templo, que en nuestra época se conoce como la Basílica de Santa María la Mayor, primera edificación en ese país dedicada a la Virgen Santísima. En el año 432, Sixto III efectuó su consagración. En el siglo XVII, Pío V difundió a la Iglesia universal la devoción a Nuestra Señora de las Nieves, y desde 1941 ha sido propagada en América. Iconografía: María, de pie con vestido rosa, manto azul, el Niño Jesús en sus brazos, parece flotar sobre la blancura de la nieve rodeada por un nimbo de nubes.

Santos: María Francisca de Jesús, fundadora, y beato Carlos López, mártir.

LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR, del latín "transfigurarse", "transformar su figura". Desde el siglo V, los griegos efectuaban esta celebración con el nombre de Fiesta del Monte Tabor. A partir de 1456 el pontífice Calixto III instituyó la festividad para la Iglesia universal en esta fecha, debido a que un día como hoy llegó la noticia a Roma acerca del triunfo de los ejércitos europeos sobre los turcos en Belgrado. El evangelio de Mateo (17, 1-9) narra este acontecimiento que manifiesta la majestad de Jesús ante los apóstoles Pedro, Santiago y Juan, quienes contemplaron al Mesías; "...mientras oraba, el aspecto de su rostro se transformó y sus vestidos eran de una blancura fulgurante". conversaban con Él dos hombres: Moisés y Elías... hablaban de su partida que iba a cumplir en Jerusalén... Una voz decía; "Este es mi Hijo amado, en quien me complazco, escúchenlo". Iconografía: Cristo con rúnica blanca resplandeciente en la cumbre del Monte Tabor; a su derecha está el profeta Elías con un libro, y a su izquierda, Moisés con las Tablas de la Ley; a sus pies, los apóstoles, admirados, contemplan la escena.

Santos: Sixto II, papa y mártir; Cayetano de Thiene, fundador, y Alberto Trápani, presbítero.

SAN SIXTO II, del latín, "sexto" (siglo III). Papa y mártir. Era de origen griego. Ocupa el sitio vigésimo cuarto en la cronología pontificia, electo en agosto del año 257. Gracias a su carácter afable solucionó discordias que eran la preocupación de la Iglesia. Dio indicaciones a fin de realizar el traslado de los restos de san Pedro y san Pablo apóstoles. Durante su pontificado se inició la pronunciación de la plegaria Deo gratias. Víctima de las persecuciones del pagano Valeriano, fue decapitado en 258, quizás en compañía de varios diáconos (del griego, "servidores"), cuando se les descubrió en la asamblea eucarística, celebrada en las catacumbas de san Calixto, lugar donde fue sepultado. En el siglo IX, sus restos fueron trasladados al templo que se le dedicó. Es invocado en la plegaria de la santa misa.

Santos: Domingo de Guzmán, fundador; Emiliano de Cyzico, obispo, y beata Margarita Caiani, fundadora.

SANTO DOMINGO DE GUZMÁN, del latín, perteneciente al Señor". Fundador. Originario de Calaruega (España). Leía con avidez libros religiosos y gustaba de ser generoso con los pobres. En una época de hambruna vendió sus amados libros y dispuso de su propia despensa para atender a los necesitados. Decidió entregar su vida a Dios y en su juventud ingresó al seminario; recibió la ordenación sacerdotal en 1195. Se desempeñó como párroco en Franjeaux, Francia, donde destacó por su elocuencia. Por lo anterior, el pontífice Inocencio III (1198-1216) lo envió a predicar contra las herejías de los albigenses (cataros), a quienes logró desterrar. Creó un método para misionar y logró multitud de conversiones, por lo docto que era en la difusión de la Palabra de Dios. En unión con varios presbíteros, fundó la comunidad de Vicarios para la Predicación, antecedente de la orden de Predicadores (dominicos), que obtuvo la aprobación de la Santa Sede en 1217. Destacó por su celo pastoral. Fue contemporáneo de Francisco de Asís, con quien, en fraternal abrazo, expresó: "Los dos trabajaremos unidos para conseguir el Reino de Dios", de ahí la estrecha amistad que se estableció entre ambas órdenes religiosas. Propagó, en forma intensa, el rezo del santo rosario por solicitud expresa de María Santísima, quien en un momento de éxtasis le indicara hacerlo. Dejó una herencia de santidad a su muerte ocurrida en Bolonia. Italia. Fue canonizado por Gregorio IX en 1234. Iconografía: con hábito dominico, rosario en sus manos; a sus pies, un perro con una antorcha encendida en el hocico, que simboliza la fidelidad a Cristo y la llama de la verdad.

Santos: Santa Teresa Benedicta de la Cruz, mártir; San Román, mártir, y beato Florentino Asensio. obispo.

BEATO FLORENTINO ASENSIO, del latín florens, "el floreciente" (1877-1936). Mártir. Nació en Valladolid, España, de padres católicos; fue educado en los valores cristianos. Desde niño manifestó inclinación por la religión; aprendió latín en la parroquia de Villavieja. En su juventud ingresó al seminario, en donde permaneció hasta ser ordenado sacerdote en 1901. Trabajó como párroco en Dueñas, después fue capellán en varios conventos y ocupó cargos en el arzobispado (1905). Impartió cátedra en la Universidad Pontificia y fungió como conciliador de problemas socio-religiosos en el sindicato de obreras (1918); de él la gente expresaba: "Es todo corazón y un verdadero santo". Fue consagrado obispo de Barbastro (1936), cuando en su país se desata la persecución religiosa. Con extremas precauciones se dirigió a su diócesis y, al llegar a la catedral, expresó: "He aquí que subimos a Jerusalén". Pese a las graves dificultades que enfrentó por el conflicto citado, ejerció su misión con celo pastoral, administró los sacramentos, impulsó la adoración nocturna, impartió la catequesis y se presentó ante los anarquistas en plan conciliatorio. Al ser asaltado el seminario, con ayuda de los feligreses salvó lo más valioso: el Santísimo Sacramento. Ante tan grave situación, se le propuso dejar su diócesis, a lo que respondió: "Yo no abandono la viña que el Señor me ha confiado". Como resultado de su "sublevación", permaneció incomunicado en el obispado y padeció malos tratos, hasta ser encarcelado. En su soledad lo confortó el rezo del rosario. Horas después se le condujo al lugar del martirio, donde sufrió inenarrables vejaciones y mutilación; después de excesiva crueldad, murió, habiendo agonizado sobre otros cadáveres ya victimados. Fue beatificado por Juan Pablo II en 1997.

Santos: San Lorenzo de Roma, y Asteria. mártires. Beato Hugo de Cluny, obispo.

SAN LORENZO DE ROMA, del latín, "laurel" (258). Mártir. No se conocen pormenores de su vida. La tradición indica que vivió en Roma en el siglo III y que era encargado de los asuntos financieros del pontífice Sixto II (257-258). Fue ordenado diácono (del griego, "servidor"). Fungió como moderador entre la Santa Sede y los cautivos cristianos victimas del pagano emperador Valeriano. Como en innumerables situaciones de la Iglesia naciente, realizaba su ministerio ocultándose de las tropas. Con oración constante fortificó su espíritu y proporcionó la luz del Espíritu Santo a los primeros creyentes para que soportaran las persecuciones o el encarcelamiento. Sin embargo, fue descubierto por los paganos, quienes, enterados de que administraba "las riquezas de la Iglesia" y al suponer la existencia de un tesoro material, pretendieron obligarle a entregarlas para el culto de los ídolos. Con santa paciencia, Lorenzo condujo a sus captores a los calabozos donde sufrían los cristianos y les dijo: "Éstas son las riquezas de la Iglesia: sus fieles", por lo que fue encarcelado y, al no negar su fe cristiana, murió martirizado sobre una parrilla ardiente. Iconografía: ataviado con dalmática (túnica con mangas amplias y cortas), la palma del martirio y, a su lado, una parrilla. Intercesor de los trabajadores expuestos al fuego, y de los bibliotecarios, por el cuidado que prodigó a los libros litúrgicos.

Santso: Santa Clara de Asís, fundadora; Alejandro el Carbonero, mártir, y Digna de Todi, eremita.

SAN ALEJANDRO el Carbonero, del griego, 'vencedor de los hombres" (250). Mártir. Los datos que se conocen de su vida fueron escritos por san Gregorio de Niza. Se narra que fue originario del Ponto (antigua provincia de Asia Menor) y que recibió educación esmerada; algunos biógrafos mencionan que pertenecía a una familia rica que donó sus bienes a los necesitados. Alejandro aparece en fecha indeterminada, cuando Gregorio el Taumaturgo pretende iniciar una comunidad cristiana en la ciudad de Comana; entonces los pobladores pidieron que Alejandro la dirigiera, ya que era respetado y admirado por su vida ascética. Al ver su apariencia, san Gregorio dudó e interrogó al "carbonero", quien lo dejó asombrado por su misticismo y fe profunda, razón por la cual lo nombró obispo de Comana. De esta forma inició una fructífera labor evangelizadora en su región, la cual sólo fue interrumpida cuando inició la feroz persecución de Decio contra los cristianos, en la cual Alejandro fue capturado y martirizado. Siempre expresaba: "soy carbonero por necesidad, pero mi vocación es la de ser penitente".

Santos: Santa Juana Francisca de Chantal, fundadora. Beatos Inocencio XI, papa, Isidoro Bakanja. Mártir.

BEATO ISIDORO BAKANJA, del griego, “don de Isis" (1885-1909). Mártir. Originario de Boangi, Congo; de padres paganos. Sus datos remiten a su juventud, cuando trabajó como obrero de la construcción (1905); de forma paralela, estaba en el catecumenado con los monjes de La Trapa. Bautizado hacia los 21 años, recibió el escapulario de la Virgen del Carmen, a quien profesó profunda devoción. Vivía en Coquilhatvile, donde fue un cristiano ejemplar. Trabajó en una empresa cuyo gerente tenía aversión a los cristianos y quien, le prohibió usar el escapulario, pero Isidoro no se lo quitó. Por ello fue azotado. Su ejemplo de vida provocó que sus compañeros le pidieran que fuera su catequista. Hacía oración y comulgaba con frecuencia. Todo esto provocó el odio de su jefe, quien lo mandó asesinar; a él le dijo: "No he robado. No me he acercado a tu mujer ni a tus concubinas... He hecho cuanto me has mandado; ¿por qué quieres matarme?". En respuesta, su jefe lo golpeó con saña, le arrancó el escapulario y lo encerró en un calabozo, de donde logró escapar. Consiguió recuperarse y continuó catequizando. Otra vez fue azotado y encerrado; se le llevo a Isako, lugar del que escapó con heridas infectadas. Se refugió con unos monjes misioneros, a quienes les narró lo ocurrido; ellos le ayudaron a bien morir. Antes de fallecer expresó: "No estoy enojado con el blanco... Si muero, pediré por él en el cielo". Fue beatificado por Juan Pablo II en 1994.

Santos: Ponciano e Hipólito, mártires, y Benildo Romacon, religioso. Beato Santiago Gapp. mártir.

BEATO SANTIAGO GAPP, del árabe, derivado de Jacob, "que Dios proteja'' (1897-1943). Mártir. De familia obrera y humilde, nació en Wattens (Tirol austríaco). Con bases católicas, su educación escolar fue elemental. Durante la Primera Guerra Mundial fue reclutado para combatir en el frente de batalla (1915), por lo que recibió una condecoración. Cuando resultó derrotada su patria, permaneció cautivo nueve meses (1918). Al regresar a su casa, parecía que el marxismo lo había dominado, haciéndole olvidar su fe cristiana (1919), pero las oraciones de su madre lograron su conversión, después de lo cual ingresó en el seminario de los marianistas (1920). Cursó estudios en Friburgo, Suiza, y recibió la ordenación sacerdotal en 1930. Retornó a su país, donde trabajó como profesor en colegios marianistas, hasta que el nazismo impidió a los católicos ejercer sus funciones (1938): en adelante, su ministerio fué clandestino. Predicó la Palabra de Dios pese a que la Gestapo lo persiguió el resto de su vida. Huyó a Francia y España (1939), trabajó en San Sebastián y Valencia; en este último lugar, denunció las acciones nazis hasta que sus perseguidores fingieron desear ser convertidos al catolicismo y, engañándolo, lo llevaron a Francia (1942), donde fue enjuiciado. Encarcelado, escuchó su sentencia de muerte y escribió a su superior: "Cuando esta carta llegue a sus manos estaré ya en un mundo mejor..,". Días después fue ejecutado en la guillotina. Fue beatificado por Juan Pablo II en 1996.

Santos: Maximiliano María Kolbe, mártir, Marcelo de Apamea, obispo. Beato Antonio Primaldo. obispo, y 800 compañeros, mártires de Otranto.

BEATO ANTONIO PRIMALDO, y 800 COMPAÑEROS, del latín, quizá del etrusco, "de la familia Antonia" (1480). Mártires. Los hechos de su martirio ocurrieron del 28 de julio al 11 de agosto, cuando los turcos del pachá Acmet sitiaron la ciudad de Otranto, Italia, con la finalidad de expandir el imperio. Después de encontrar feroz resistencia, entraron en la ciudad y destruyeron todo a su paso. Sólo sobrevivieron 813 habitantes, quienes se refugiaron en la colina de Minerva. Duró poco su resistencia ante el ataque de los invasores; frente a la disyuntiva de morir o negar a Cristo, los cristianos respondieron: "Jesucristo es Hijo de Dios, nuestro Señor, y Dios verdadero, y preferimos morir mil veces a renegar de Él". Antonio Pezzulla, quien había exhortado a sus compañeros para que permanecieran fieles, fue el primero (Primaldí) en ser muerto por su fe. Las crónicas relatan que su cuerpo decapitado permaneció en pie hasta que fue sacrificado el último de los cristianos. Ante tal portento, el verdugo Bernabei adoptó en ese lugar la fe en Cristo e inmediatamente fue empalado. La ciudad fue retomada por los ejércitos cristianos el 18 de septiembre de 1481, cuando se dirigieron hacia la colina, donde aún permanecían los cuerpos de los mártires; al llegar, contemplaron asombrados que la mayoría de ellos se hallaban incorruptos. Su culto fue reconocido en 1778 por Clemente XIV

LA ASUNCIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, del latín eclesiástico, "elevación de la Virgen desde la tierra al cielo". El dogma (verdad a la luz de la fe) de la Asunción de la bienaventurada Virgen María fue proclamado por el pontífice Pío XII en 1950, celebración que en este día adquiere rango de solemnidad en la Iglesia universal. El antecedente se remonta a los siglos IV-V, con la festividad celebrada en el Oriente. María Santísima, que fue elevada al cielo en cuerpo y alma, para unirse en la gloria con su Hijo Jesucristo, representa para la humanidad la esperanza segura de salvación después de una vida de gracia. Iconografía: María ataviada con vestido blanco, manto azul, al ser elevada al cielo, sobre un nimbo de nubes y rodeada de ángeles. Es patrona de la ciudad de México; se le venera en el altar mayor de la catedral metropolitana, y en varias poblaciones que llevan su nombre.

Santos: Esteban de Hungría, rey, y Roque de Montpellier, peregrino. Beato Bartolomé Laurel. mártir,

BEATO BARTOLOMÉ LAUREL y compañeros, del arameo. "el hijo del arador" (1627). Mártires. Originario de la Ciudad de México (entonces Nueva España), no se conocen datos precisos de su vida antes de su ingreso en la orden franciscana, en la que fue hermano lego y adquirió conocimientos de enfermería. Se le envió a evangelizar a Filipinas y de ahí a Japón, para continuar su misión, en especial con los enfermos. Pese a lo adverso de las circunstancias, debido a las persecuciones contra los cristianos, ejerció con firmeza su apostolado. Al pasar el tiempo fue denunciado, aprehendido y encarcelado junto con el sacerdote Francisco de Santa María y el laico Gaspar Vaz; los tres fueron sentenciados y murieron mártires quemados en la hoguera. Fue beatificado por el beato Pío IX en 1867. Los estudios para su canonización se siguen realizando en nuestros días. Iconografía: en la hoguera, con hábito y con la palma que simboliza el martirio.

Santos: Jacinto de Cracovia, religioso; Beatriz de Silva, fundadora, y Juana Delanoue. fundadora.

SANTA JUANA DELANOÜE, del hebreo, "Dios ha hecho gracia" (1660-1736). Fundadora. Nació en Samur, Francia. Fue hija de un próspero comerciante. Su padre murió y su madre tomó el control del negocio. Cuando tenía veinticinco años murió su madre y, a partir de ese momento, Juana se encarga del almacén, ubicado cerca del santuario de Nuestra Señora de Ardillier. Por ese tiempo, ella misma se describe como "...una joven egoísta, llena de orgullo y avaricia", al grado de abrir su negocio incluso los domingos, hecho que era mal visto en ese siglo. Se dice que en 1698 tuvo dos experiencias místicas que le hicieron cambiar el rumbo de su vida. A partir de entonces se dedicó por completo a los desposeídos. Convirtió su hogar en "casa de asistencia" para quienes lo necesitaran (huérfanos, ancianos, enfermos, etc.). Su cambio —en su forma de vestir, conducta y sus actitudes— fue tan radical, que los vecinos desconfiaban de ella. Sin embargo, el tiempo convenció a los incrédulos de su sinceridad. Poco a poco fue creciendo su reputación como mujer entregada al servicio de Dios, a través de la ayuda al prójimo, y varias mujeres se unieron a su causa. En 1704 funda la congregación de las Hermanas de Santa Ana de la Providencia de Samur, la cual dirige y hace crecer mediante la fundación de orfelinatos, asilos, hospitales, etc. Juana murió de causas naturales en Fencet, Francia. Fue canonizada en 1982 por su Santidad Juan Pablo II. Iconografía: con el hábito de su orden frente a un crucifijo.

Santos: Elena de la Cruz, emperatriz; León y Juliana de Mira, mártires, y beato Alberto Hurtado, presbítero.

BEATO ALBERTO HURTADO, del germánico, contracción de Adalberto, "el que brilla por la nobleza de su linaje" (1901-1952). Presbítero. Vio la primera luz en Viña del Mar, Chile. A la edad de los cuatro años quedó huérfano de padre y su madre le procuró educación por medio de una beca en el colegio de San Ignacio, en Santiago de Chile. En su adolescencia perteneció a una congregación mariana, fue catequista y colaboró en obras de beneficio social. Se inclinó por la vocación sacerdotal e inició el noviciado con los jesuitas en 1923, además de estudiar derecho; con la abogacía auxilia en asuntos jurídicos a los marginados. Continuó estudios eclesiales y fue ordenado sacerdote en 1933. Se desempeñó como docente en el seminario y en la universidad Católica de su país. Se distinguió por su obra pastoral, pedagógica y literaria; autor de Sindicalismo y humanismo social, entre otros textos. Sus libros reflejan su incansable lucha contra la desigual repartición de la riqueza. Es considerado líder nato, guía y modelo de la sociedad trabajadora. Fundó la Acción Sindical Chilena (1948). Su vida fue ejemplo de entrega y servicio al prójimo, a pesar de ser víctima de cáncer en el páncreas, padecimiento que le ocasionó la muerte en Santiago de Chile. En 1994 fue canonizado por Juan Pablo II, quien expresó: "El padre Hurtado se hizo servidor para acercar a los hombres a Dios".

Santos: Beatos Pedro Zúñiga y Luis Flores, mártires; santos Juan Eudes, fundador, y Ezequiel Moreno, obispo.

SAN EZEQUIEL MORENO, del hebreo, "Dios es mi fuerza" (1848-1906).Obispo. Nativo de Tarazona, España. No se cuenta con datos acerca de su niñez y juventud. Sus biógrafos afirmaban que: "Siguiendo el ejemplo de su hermano Eustaquio, el 21 de septiembre de 1864, vistió el hábito en el convento de los agustinos recoletos de Monteagudo (Navarra) y tomó el nombre de fray Ezequiel de la Virgen del Rosario". En 1871 es ordenado sacerdote y enviado a Filipinas, donde realiza una labor fructífera durante quince años, hasta que la orden decide asignarlo a Colombia con la finalidad de renovar la congregación. Gracias a sus virtudes y méritos es nombrado, en 1893, Vicario Apostólico de Casanare, Colombia, y obispo de Finara. Un año después es designado obispo de Pasto. Su celo apostólico, dedicación al trabajo y vida ejemplar le atraen envidias y es víctima de calumnias y ataques, por lo que viaja a Roma a solicitarle —sin éxito— a León XIII ser removido de su cargo. Regresó a Colombia en 1895. En 1905 le afecta un cáncer de garganta, por lo cual decide viajar a España, en donde es sometido a varias operaciones. Presintiendo su muerte, solicita ser trasladado al convento de Monteagudo en Navarra, donde fallece. Fue canonizado por Juan Pablo II en 1992. Iconografía: con el hábito de su orden. Patrono de los enfermos de cáncer.

Santos: Bernardo de Claraval, doctor de la Iglesia: Samuel, profeta, y beata María Climent. mártir.

SAN SAMUEL, del hebreo, "escuchado por Dios" (hacia 1000 a. de C.). Profeta. La tradición dice que es originario de Ramatáyim, en la montaña de Efraím. Era hijo de Elcaná y Ana, quien hasta entonces se había considerado estéril. Desde niño, sus padres lo consagraron a Yahvé, para dar servicio en el templo. Su historia se narra en sus dos libros homónimos incluidos en el Antiguo Testamento. Es el profeta de la escucha y la disponibilidad: "Habla, Yahvé, que tu siervo te escucha" (1 S 3, 9-10). Entre otras profecías, predijo la condenación de la casa de Eli; predicó la justicia en Israel, Betel, Guilgal y Mispá, según se registra en 1 S 7, 16. AI regresara su tierra natal continuó desempeñando su cargo de juez. Guió a su pueblo para servir al Señor y aceptar sus caminos para ser libres. Se le ha considerado un caudillo religioso y político, así como el último de los "jueces "israelitas. Samuel ungió como reyes de Israel a Saúl y David, de cuya descendencia nacería Jesús

Santos: PÍO X, papa; Domingo de Armenteira, abad, y beato Ramón Peiró Victori. mártir.

BEATO RAMÓN PEIRÓ VÍCTOR, del germánico, derivado de Raimundo, "la protección del consejo divino" (1891 -1936). Mártir. Nació en Aiguafreda, Barcelona, España. Recibió la primera instrucción en una escuela católica de su pueblo. En 1906 ingresó en el convento dominico de San Juan Bautista de Corias (Asturias) y cinco años después fue asignado al convento de San Esteban de Salamanca, donde se unió al "grupo de restauradores de la Provincia de Aragón". Continuó sus estudios hasta graduarse en teología. Es ordenado sacerdote en 1915. Se traslada a Barcelona, donde desempeña la docencia en varios colegios. Al iniciarse la Guerra Civil española y ser exclaustrados los monjes, debido al feroz antíclericalismo que se desató, se refugió en varios hogares, hasta ser descubierto y fusilado —un día como hoy— en el lugar conocido como El Morrot, Barcelona. El padre Peiró fue canonizado por Juan Pablo II en marzo de 2001. Iconografía: fotografía con hábito de la orden dominica.

NUESTRA SEÑORA MARÍA REINA. Esta celebración fue instituida por el pontífice Pío XII (1954), y se otorgó a la Santísima Virgen María el título de Reina del cielo y la tierra. Después del Concilio Vaticano II, las reformas al calendario litúrgico fijaron la memoria en esta fecha, de acuerdo con el seguimiento de un orden cronológico en los acontecimientos, ocho días posteriores a la gloriosa Asunción de María a los cielos. Esta advocación es mencionada en las letanías lauretanas, que son rezadas al término del santo rosario. Como católicos, procuremos acercarnos a María Santísima y hacerla reinar en nuestras vidas, ya que siempre será para mejorar nuestra existencia en el mundo y, al término de ésta, lograr la salvación. Iconografía: entre variadas representaciones, la encontramos sentada en celestial trono, ataviada con vestido blanco, manto azul, coronada y con cetro; la rodean los ángeles.

Santos: Eugenio de Ardstraw, obispo; Felipe Benicio, religioso, y beato Pedro Gelabert. mártir.

BEATO PEDRO GELABERT, del arameo, "piedra", "roca" (1887-1936). Mártir. Oriundo de Manacor Baleares, España. Durante su niñez ayudaba en el cuidado del rebaño y en faenas agrícolas. Al parecer, no recibió instrucción escolar formal, pero sí una firme formación religiosa en su parroquia. Era un niño que hacía oración constante, asistía puntual a la santa misa y profesaba devoción a María Santísima con el rezo del santo rosario. Definida su vocación, a los 20 años de edad ingresó en el noviciado de la Compañía de Jesús, en Gandía. Ya profeso, se le envió al colegio de San José de Valencia. Residió durante catorce años en Montesino de Palma, Veruela, Alicante; después de ese tiempo, regresó a Gandía, donde pasaría el resto de su vida. En los diversos lugares de su país donde permaneció, manifestó obediencia y disponibilidad para servir al prójimo y a sus hermanos jesuitas. Gracias a sus conocimientos de enfermería, cuidaba a los enfermos con alegre caridad. Se le encomendó la atención de su superior, enfermo, a quien cuidaba. En ese momento fue aprehendido durante la feroz persecución religiosa desatada durante la Guerra Civil española. En prisión padeció vejaciones; finalmente, fue sacrificado por su fe en Cristo en la ciudad de Tavernes, Valencia. Fue beatificado por Juan Pablo II en 2001.

Santos: Bartolomé, apóstol; Áurea de Ostia, mártir, y beata María de la Encarnación, religiosa.

SAN BARTOLOMÉ, del arameo. "hijo del arador" o "abundante en surcos" (siglo I). Apóstol y mártir. La tradición lo ubica nativo de Cana de Galilea. El apóstol Felipe lo presentó a Jesús, quien le dijo "Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi" (Jn 1, 45-50). En el Evangelio de Juan es identificado con el nombre de Natanael (del hebreo, "don de Dios"). Existe la posibilidad de que en su tiempo utilizara dos nombres y tal vez Bartolomé era su apellido, patronímico o sobrenombre (Mc 3, 18). Formó parte de los doce. Cuando Cristo lo eligió, Bartolomé respondió: "Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de Israel". Se le atribuyen viajes en misión evangelizadora a Frigia, Armenia e India. No son precisos los datos de su martirio, pero es posible que fuese decapitado o desollado en Armenia o Persia. Iconografía: con los apóstoles o en su martirio; como atributo lleva un cuchillo en alusión a su martirio. Patrón de los curtidores.

Santos: Luis IX de Francia, rey; José de Calasanz. fundador, y beata María de Jesús Crucificado, religiosa.

BEATA MARÍA DE JESÚS CRUCIFICADO, la Arabita, del arameo, "señora", y del hebreo, forma abreviada de Yehoshúah, o sea Josué, "Yahvé salva" (1846-1878). Religiosa. Nació en Abellyn, Galilea. Desde niña permanecía largos periodos abrazada a un crucifijo. Al quedar huérfana, va a vivir con un tío a Alejandría, Egipto, en 1849; sin precisarse fecha, pretenden casarla, pero ella había formulado voto personal de castidad, y huye. Al negarse a convertirse a la fe de Mahoma, fue herida y dejada por muerta en las afueras de la ciudad; se dice que fue sanada por la Virgen María. Su vocación la lleva a realizar acciones de caridad en Alejandría, Jerusalén, Beirut (Líbano) y Marsella (Francia). En esta última ciudad decide ingresar en la orden de las Hermanas de San José de la Aparición, donde permanece por dos años. En marzo de 1867, recibe los estigmas de la Pasión y los dolores aunados a ellos; en julio del mismo año ingresa en la orden del Carmelo en la ciudad de Pau, Francia. Tres años después es enviada a fundar el primer monasterio de clausura en Mangalore, India, donde recibe el hábito en 1871. La vida de María se ve envuelta en frecuentes y extraordinarias experiencias místicas, las cuales no siempre son comprendidas por quienes le rodean. Entre las gracias que el Señor le otorga, se cuentan éxtasis, levitaciones, estigmas, don de profecía, transverberación y visiones de su ángel de la guarda. A pesar de no haber realizado estudios, en sus escritos se observa la guía del Espíritu Santo. Gracias a su empeño, se funda el Carmelo de Belén (1876), donde reposan sus restos. Fue beatificada por Juan Pablo II en 1983. Iconografía: con hábito carmelita.

Santos: Ceferino, papa, y Teresa de Jesús Jornet, fundadora. Beato Junípero Serra. presbítero.

BEATO JUNÍPERO SERRA, del italiano antiguo, “ginebro” ó “enebro” (1713-1784) Presbitero. Nació en Petra de Mallorca, España. Hijo de humildes campesinos, realiza estudios en el convento de San Bernardino, en su ciudad natal. Después viaja a Pahua para ingresar con los hermanos franciscanos menores. Es ordenado sacerdote en 1731 o 1737, entonces adopta el nombre de Junípero. Se gradúa como doctor en filosofía y teología; por un tiempo se dedica a la docencia y la predicación. Al conocer los retos que significaba la evangelización de la Nueva España, se embarca rumbo a Veracruz en 1749. Al llegar, decide caminar hacia la capital mexicana; durante el viaje, un animal ponzoñoso lo pica y le causa una llaga que jamás sanó, por lo que se le conocía con el mote del "fraile de pata coja". Desarrolla su fecunda y exitosa labor evangelizadora en la Sierra Gorda de Querétaro, donde funda diversas misiones. Gracias a su carisma franciscano, establece relaciones paternales con los indígenas, a quienes evangeliza y orienta en su formación humana, laboral y social. Su lema era "No pedir nada y darlo todo". Recorre parte del México central y es designado responsable de la misión de California, donde funda nueve pueblos-misiones. Entre 1769 y 1782 explora la zona y funda las ciudades de Los Ángeles, San Francisco, San Antonio, San Bernardino, San Diego y Santa Clara. Las historias mexicana y estadounidense reconocen su fecunda labor. Juan Pablo II lo beatifica en 1988 y es nombrado apóstol de California. Iconografía: con hábito franciscano y cayado.

Santos: Mónica, viuda. y Cesáreo de Arles, obispo. Beata María del Pilar, fundadora

SAN CESÁREO DE ARLES, del latín, “que pertenece a Cesar" (hacía 470-543) Obispo y Padre de la Iglesia. Nació en territorio francés. Se desconocen datos de su infancia, juventud y educación. En 488 es admitido como clérigo en su ciudad natal (Chalón). Por su preparación e inteligencia fue enviado a Ródano, Francia, e ingresó en un monasterio en la isla de Lerins. Debido a su estricta disciplina personal, se debilita su salud, por lo que se le envía a recuperarse con unos familiares en Arles. En el año 500 es ordenado presbítero. Desde 503 y hasta su muerte fue obispo de dicha ciudad. Cuando tomó posesión, en su diócesis aún quedaban seguidores de la religión pagana de los godos y otros que habían aceptado las consignas de Arrio, a quienes combate con su palabra y escritos. Organizó y convocó diversos concilios regionales y sínodos. Destaca como uno de los principales predicadores de la Iglesia latina. Escritor fecundo, entre sus obras destacan más de doscientos sermones, dos Tratados contra el semi-pelagianismo y un tercero, más extenso, titulado El misterio de la Santa Trinidad; tres cartas pastorales de instrucción y consejo; dos reglas monásticas: la Regla para los monjes y la Regla para las vírgenes, y su Testamento. Murió en su sede episcopal. En su sermón sobre la misericordia divina y humana apunta: "Os pregunto, hermanos, ¿qué es lo que queréis o buscáis cuando venís a la iglesia? Ciertamente la misericordia. Practicad, pues, la misericordia terrena y recibiréis la misericordia celestial..."

Santos: Agustín de Nipona, doctor de la iglesia; Alejandro de Constantinopla, patriarca, y Moisés Etíope, anacoreta.

SAN MOISES el Etíope, del hebreo. “sacado del agua" (400?). Anacoreta Se desconocen particularidades de su lugar y fecha de nacimiento, así como de su vida infantil. Algunas biografías mencionan, sin precisar su edad, que fue un temible asaltante y jefe de una banda. Sin conocerse mayores detalles, algo le hizo cambiar y, arrepentido de sus faltas, ingresó en un monasterio, donde llevó una vida de penitencia y oración muy estrictas; atrajo con él a varios de los malhechores miembros de su cuadrilla. Sin embargo, el enemigo no cesaba de asecharle: durante el sueño recordaba su anterior vida licenciosa, razón por la cual decidió hacer mayor ayuno y penitencia. Fue tanto el deseo del maligno de apartarle del camino recto, que el santo decidió no dormir por completo y permanecer por las noches de pie; se dice que así vivió durante seis años. Finalmente pudo vencer las tentaciones y vivir en paz consigo mismo, dedicado a la oración y a la penitencia, convirtiéndose en un ejemplo para sus hermanos y para los habitantes de la región. Sobre su muerte hay dos versiones: una afirma que murió de muerte natural; la segunda, que murió al ser asaltada su ermita por un ejército invasor, exclamando: "Salvaos vosotros, hermanos. Yo me quedo, pues no quiero desmentir al Señor cuando expresó: 'el que a hierro mata, a hierro muere'".

EL MARTIRIO DE SAN JUAN BAUTISTA, del hebreo, "Dios ha hecho gracia" (siglo I). Hijo de Zacarías y de santa Isabel, prima de la Virgen María. Es el profeta precursor del Mesías, a quien bautizó. Predicó a orillas del Jordán. La Iglesia universal lo celebra en el año litúrgico en dos ocasiones, el 24 de junio, por su nacimiento, y este día, por su martirio. El evangelista Marcos (Mc 6, 14-29) narra que Herodes Antipas (21 a. C.-39 d. C.) mandó encarcelar a Juan, ya que éste censuraba que viviera en amasiato con Herodías, quien había sido esposa de su hermano Filipo. A petición de Salomé, princesa judía, fue decapitado posiblemente en Sebaste o Maqueronte (actual Jordania) en el año 28. Esta conmemoración, tal vez surgió a causa de la dedicación de su antigua basílica, en Sebaste. Iconografía: su martirio por decapitación.

Santos: Rosa de Lima, religiosa; Margarita Ward, mártir, y Pedro de Trevi, misionero.

SANTA ROSA DE LIMA, del latín, "rosa" (1586-1617). Religiosa. Isabel Flores y de Oliva nació en Lima, Perú. Se dice, que por ser su piel sonrosada, se le dio por sobrenombre Rosa. Alegre y gustosa se dedicó a las labores del hogar, con una inclinación fuerte por la oración y amor especial y devoción a Jesús. Desde niña disfrutaba compartir sus pertenencias con los necesitados. Dejó la vida mundana para ingresar, a los 20 años de edad, en la orden dominica. Su vida religiosa estuvo plena de éxtasis y experiencias místicas; sin embargo, los embates del maligno eran constantes, y, para combatirlos, se dedicaba a la oración y se sometía a severas penitencias y ayunos, los cuales hicieron que fuese considerada como ejemplo. Su fama de santidad era atestiguada por sus hermanas espirituales. Su muerte aconteció en el monasterio de su tierra natal. Es la primera santa elevada a los altares en Latinoamérica por Clemente X en 1671. Iconografía: con hábito, en éxtasis, con el Niño Jesús en brazos, un crucifijo y sobre su cabeza una corona de rosas. Patrona de Latinoamérica.

Santos: Ramón Nonato, cardenal; Domingo de Val, niño mártir, y Paulino de Tréveris, obispo.

SAN RAMÓN NONATO, del germánico, derivado de Raimundo, "protección del consejo divino" (1204-1 240). Cardenal. No se conocen con certeza datos familiares y de su infancia. Se sabe que era oriundo de Portell, España, y que perteneció a una familia noble, aunque sus padres eran pobres. Su sobrenombre proviene de que —según cuentan las crónicas— su madre murió cuando estaba en los últimos meses de embarazo; al ver esto, su padre llamó a su pariente, el vizconde de Cardona, quien, al no encontrar una persona idónea para auxiliar el parto, se apresuró a extraer al bebé; así nació el nonato (non natus = no nacido), quien fue bautizado con el nombre de su salvador: Ramón. Sin precisarse fecha, ingresó en la recién creada orden de los mercedarios de Barcelona, donde recibió los hábitos de su fundador san Pedro Nolasco. Tan brillante y piadoso era Nonato, que, al morir Nolasco, fue elegido para el cargo de "redentor o rescatador de cautivos". Viaja a Argel, África, donde cumple exitosamente su misión, al grado que numerosos infieles se convirtieron, lo que atrajo la ira del gobernador, quien, para evitar que siguiera difundiendo la Buena Nueva, le perforó los labios y le cerró la boca con un candado; algunas biografías aseguran que aun así continuaba predicando. Cuando fue pagado su rescate, regresó a España y fue nombrado cardenal, en 1239). Murió en la ciudad de Cardona contagiado de la peste negra. Fue canonizado en 1628 por Urbano VII Su nombre fue inscrito en el Martirologio Romano por Alejandro VII en 1657. Patrono de embarazadas, parturientas y parteras. Iconografía; ataviado con atuendo cardenalicio, con un candado en la boca y rodeado de cautivos.