SANTORAL JUNIO DEL 2010/ www.laverdadcatolica.org
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Santos: Justino de Palestina, mártir; y Bernardo, Maria y Gracia de Poblet, mártires. Beato Juan Bautista Scalabrini fundador. Memoria (Rojo)
BEATO JUAN BAUTISTA SCALABRINI, del hebreo, "Dios ha hecho misericordia" (1839-1905). Fundador. Nace en Fino Monasco, Italia; tercero de ocho hermanos, sus padres: Columba y Luis Scalabrini, piadosos católicos de clase media. Cursa estudios en la población italiana de Como. Definida su vocación, ingresa en el seminario diocesano de ese lugar y, terminada su academia, recibe la ordenación sacerdotal en 1863. A la vez que ejerce su ministerio; es maestro de novicios y después rector en el seminario italiano de San Abundio. En 1870 es nombrado párroco de San Bartolomé. Por sus méritos se le confiere obispo de Piacenza (1876). Desempeña vasta misión episcopal, realiza visitas a cada una de las 365 parroquias de su diócesis --en algunas de éstas a caballo—, organiza tres sínodos locales; propaga la práctica de la comunión frecuente y la adoración al Santísimo. Optimizó la organización de los seminarios, reforma los estudios eclesiásticos, además participa en la consagración de 200 templos. Propicia la enseñanza del catecismo con método en cada parroquia, tanto para niños como para adultos. Preside el Congreso Catequístico, en 1889, y funda la primera publicación catequética en su país. Por lo anterior el beato Pío IX (1846-1878) el 7 de febrero, lo nombra "Apóstol del catecismo". Establece un instituto para sordomudas, cajas de ahorro rurales, sociedades de ayuda mutua, asociaciones y cooperativas obreras, entre otras obras de beneficio colectivo. Dándose cuenta de la innumerable emigración de italianos, a fin de preservar en ellos la fe católica, atendió a quienes vivían en otros países; visitó a los que radicaban en Estados Unidos (1901), Brasil y Argentina (1904). Asimismo, envía a la Santa Sede un documento con proyectos para atender a los migrantes, los que —pasado el tiempo— implementa la Iglesia. Para atender a los emigrados funda en 1887 la congregación de Misioneros de San Carlos Borromeo (scalabrinianos), aprobada por León XIII (1878-1903); así como la congregación de Hermanas Misioneras de San Carlos Borromeo (scalabrinianas) en 1895; el apostolado de ambas fundaciones es: "Proporcionar asesoría religiosa, moral, social y legal a los emigrantes". El lema del obispo fue: "Hacerme todo a todos para ganarlos a todos para Cristo". Apasionado de la adoración a la Eucaristía, la Pasión del Señor y de María Santísima, organiza peregrinaciones a santuarios marianos. Este ejemplo de santidad fallece en su diócesis y es sepultado con todo lo necesario para la celebración de la Asamblea Eucarística. Sus restos-reliquia se trasladan a la catedral de Piacenza en 1919, siendo meta de peregrinaciones. Al paso del tiempo, en 1961, surgen las Misioneras seglares scalabrinianas, quienes cumplen con la misma misión de las citadas fundaciones. El venerable Juan Pablo II (1975-2005) lo beatifica en 1997. Iconografía: con atavío común episcopal, a lo lejos numerosos fieles, a los que beneficia con sus obras.
Santos: Marcelino y Pedro de Roma, mártires; Eugenio I, Papa y Potino de Lyon y compañeros, mártires. Feria (Verde)
SAN POTINO
DE LYON Y COMPAÑEROS, etimología
desconocida (177). Mártires. Se da constancia de la existencia y martirio
de estos santos en escritos realizados por varios prisioneros, quienes atestiguan
y recopilan los hechos. De origen francés y, por las circunstancias de
su época, se desconocen detalles de su vida familiar. En aquellos años
los cristianos padecen persecuciones y son victimas del pagano Marco Aurelio
(121-180) en Lyon, Francia. Numerosos creyentes eran capturados y morían
mártires en aras de la fe; en tanto que otros —al ver los terribles
tormentos y humillaciones renunciaban al cristianismo y regresaban al paganismo
y a la idolatría para dejar de sufrir, no ser condenados a muerte y ser
liberados. En una cárcel, entre los prisioneros, se encontraba el obispo
Potino quien, unido en oración con otros cristianos, invocaba a Dios
con
fervor para fortalecer su fe. Era tal el odio contra estos cristianos, que se
les calumnia de ser antropófagos y el pueblo pagano se enardece contra
ellos y clama su muerte. Por tanto, se les condena a muerte y se les martiriza;
en el caso del obispo —pese a sus 90 años de edad—, es arrastrado
por las calles, hasta que llega al tribunal donde reafirma a los jueces su fe
cristiana; es golpeado y a consecuencia de esto muere. Sus compañeros:
una joven de nombre Blandina, muere después de múltiples fuetazos;
en tanto que Alejandro y Atalo, son llevados al circo romano para ser devorados
por los leones; sin embargo, las fieras los respetan y los paganos furiosos
los someten a tormentos inenarrables hasta su muerte. Su veneración se
pierde en los anales de la historia.
EL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO
Santos: Carlos Lwanga y compañeros, mártires; y Clotilde de Francia, reina. Solemnidad. (Blanco)
El. CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO, del latín Corpus Christi, Cuerpo de Cristo (siglo XIII). En la exhortación apostólica El Sacramento del amor (2007), su Santidad Benedicto XVI indica: "La Eucaristía es, pues, constitutiva del ser y del actuar de la Iglesia. Por eso la antigüedad cristiana designó con las mismas palabras Corpus Christi el Cuerpo nacido de la Virgen María, el Cuerpo eucarístico y el Cuerpo eclesial de Cristo (...) El Señor Jesús, ofreciéndose a sí mismo en sacrificio por nosotros, ha preanunciado eficazmente en su donación el misterio de la Iglesia" (confrontar ordinal 15). La solemnidad que hoy celebramos tiene su origen en Lieja, Bélgica; por una revelación de Jesús a la religiosa santa Juliana del Monte Cornelio (1193-1258 -5 de abril-), solicita una conmemoración especial de la Eucaristía en fecha posterior al Jueves Santo. Tomando en cuenta, además, el milagro eucarístico de Orvieto y Bolsena, Italia, ocurrido en 1264, cuando una hostia sangró hasta empapar un lienzo corporal (pieza de lino cuadrada y ornamentada, que se extiende, para colocar sobre ella los vasos sagrados, durante la Asamblea Eucarística). Hechos los estudios correspondientes, Urbano IV (1261-1264), instituye esta solemnidad a la Iglesia universal y le asigna conmemoración en jueves, sin precisar fecha, sesenta días después del Domingo de la Resurrección del Señor. A través de los siglos se celebra con procesiones en las principales plazas del mundo católico; en su momento San Pío X (1903-1914 -21 de agosto-), apoya las procesiones del Corpus, fomenta la comunión frecuente y los congresos Eucarísticos. Más adelante, el venerable Pío XII (1939-1958) renueva la celebración comunitaria de la Cena del Señor, alentado en los acuerdos del Concilio Vaticano II (1962-1965) y llevado a la práctica por Pablo VI (1963-1978). En México, el pueblo católico celebra con alegría, y da relevancia al "jueves de Corpus" con una procesión que, con la presencia de numerosos católicos, sobre todo niños, es guiada por el Santísimo Sacramento, con fervor y cantos, desde el interior de la Catedral Metropolitana, hacia la Plaza de la Constitución, en el Centro Histórico de la capital. Las personas que asisten a la Asamblea Eucarística visten a la usanza indígena a sus pequeños hijos; también los ingeniosos artesanos confeccionan las típicas mulitas de barro o de palma, que se expenden en el lugar, al evocar esas lejanas épocas, cuando los nativos vendían sus mercaderías en esa plaza y participaban en la Santa Misa celebrada en nuestra catedral. Es recomendable que nos preparemos con el Sacramento de la Reconciliación, a fin de recibir —sin pecado— el Cuerpo de Cristo en esta solemnidad. Desde 1994 este jueves, por disposición de la Arquidiócesis de México, es considerado de precepto.
Santos: Emma de Gurk, viuda; Pedro de Verona, mártir y Francisco Caracciolo, fundador. Feria (Verde)
SAN FRANCISCO CARACCIOLO, del italiano antiguo. "franco”, "francés' (1564 1608). Fundador. Natural de los Abruzos italianos, nace en la villa de Santa Maria; se le bautiza con el nombre de Ascanio. Hijo de Francisco e Isabel, ejemplares cristianos con recursos, quienes procrean cinco vástagos; cuatro de ellos se consagran a Dios. En su juventud es alegre y buen deportista. Se prepara en el comercio y la política e ingresa en la carrera de las armas, hasta que a los veinte años se le presenta un padecimiento en la piel semejante a la lepra, que la medicina de su tiempo, juzga incurable. Por lo anterior, suplica con fe al Señor: "Si me curas de esta enfermedad, dedicaré mi vida al sacerdocio y al apostolado". Después queda milagrosamente sano. Ingresa al seminario en Nápoles, Italia, hasta que, al terminar los estudios eclesiásticos, recibe la ordenación sacerdotal en 1587; ejerce su ministerio con especial atención a los encarcelados. Un suceso que marcaría su existencia ocurre en 1588 cuando un hombre, Juan Agustín Adorno, tiene la inspiración de fundar una comunidad religiosa y para ello escribe una carta dirigida a otro hombre: Ascanio Caracciolo (homónimo de nuestro santo), a quien solicita su colaboración en tal proyecto; el hecho fue que la carta -por equivocación- se le entrega al padre Caracciolo y como sus ideas eran afines, localiza a Juan Agustín y ambos redactan las Constituciones de la congregación de Clérigos Regulares Menores, en la cual, además de los tres votos habituales, adicionan el cuarto voto de no aceptar dignidades eclesiásticas. Su fundación la aprueba el pontífice Sixto V (1585-1590) en 1588 y se establece en Nápoles con Juan Agustín como superior. Un año después Ascanio, en su profesión, elige el nombre de Francisco, en memoria de San Francisco de Asís (4 de octubre). Su vida es austera, su vestimenta sencilla y duerme en las gradas del altar o sobre unas tablas. Destaca por su generosidad con los pobres, paciencia, comprensión en el confesonario, vigilias de oración, penitencia y numerosos éxtasis; realiza sólo con la señal de la cruz la curación de los enfermos; la gente se arrodillaba cuando lo veía, teniéndolo por santo. Entre 1595 y 1598 expande su congregación en las ciudades españolas de Madrid, Valladolid y Alcalá. Padece calumnias con humildad. Algunos obstaculizan su apostolado; sin embargo, él guarda silencio ante esas imputaciones. Su oratoria acerca de la inconmensurable misericordia de Dios, permite que se le reconozca como "el Predicador del amor de Dios"; además, son frecuentes sus predicaciones con el tema de María Santísima. Posteriormente, se le fue asigna el priorato del monasterio de Santa María la Mayor y es maestro de novicios. En 1607 renuncia a sus actividades para dedicarse a la oración contemplativa, habita en un cuarto bajo la escalera en el convento napolitano; ahí de continuo se le atestiguan éxtasis. Al dirigirse al santuario de Nuestra Señora de Loreto, en la población de Agnone, enferma y, antes de morir, sus últimas palabras son: "¡Vámonos, vámonos! ¡Al cielo, al cielo!". Se dice que su cuerpo durante tres días, emana agradables fragancias. Pío VII (1800-1823) lo canoniza en 1807. Es copatrono de la ciudad italiana de Nápoles. En la Audiencia general del 4 de junio de 2008, S.S. Benedicto XVI, al referirse a Francisco Caracciolo, exhorta a los jóvenes: "Que el testimonio evangélico heroico les sirva de apoyo en el compromiso de la cotidiana fidelidad a Cristo". En nuestros días los Clérigos Regulares Menores están presentes en Estados Unidos, la India, Filipinas, Italia, Alemania, Kenia y en la República Democrática del Congo. Iconografía: con hábito de la orden, en actitud orante.
Santos: Bonifacio de Alemania, mártir y Doroteo de Tiro, obispo. Beato Sancho o Sancio de Córdoba mártir.
Vísperas I del domingo: 2a semana del Salterio. Memoria (Rojo)
BEATO SANCHO O SANCIO DE CÓRDOBA, del latín Sanctius, gentilicio de Sanctus "el que pertenece a Sanctus” (1851). Mártir. Se le conoce también por la traducción al italiano de su nombre: Sancio. Su nacimiento se ubica en Albi, provincia francesa. Recibe formación cristiana. Sin embargo, sus datos fidedignos son mínimos, sin conocerse rasgos anteriores a su sacrificio martirial, el cual fue atestiguado por numerosos fieles. Por ser creyente de la fe de Cristo, es perseguido y, al ser capturado por los musulmanes, se le encarcela, en la población española de Córdoba. Al poco tiempo se le conduce a la corte de los moros, ahí se le da adiestramiento militar, y se le integra al ejército del emir. En esas condiciones se pretende hacerle negar su fe y al negarse padece el martirio hasta morir empalado. Este cruel asesinato fue atestiguado por piadosos cristianos, quienes inician su veneración inmemorial.
X DOMINGO ORDINARIO
Santos: Norberto de Magdeburgo, obispo; y Marcelino Champagnat fundador. Beato Lorenzo de Villamagna, presbítero (Verde)
SAN MARCELINO CHAMPAGNAT, del latín, Marcellinus, diminutivo de Marcus = Marcos o sea Marte (1789-1840). Fundador. Esta es la síntesis de la vida ejemplar de un maestro que será recordado por siempre. Ve la primera luz en la casi desconocida aldea francesa de El Rosey, en Loira, Francia. En el bautismo recibe los nombres de Marcelino José Benito; hijo de los fervorosos católicos Teresa Chirat y Juan Bautista Champagnat, quienes le procuran esmerada formación en los valores evangélicos, amor a Cristo y gran devoción a María Santísima, a quien llama con cariño Nuestra Buena Madre. Vive su infancia y parte de la juventud en la época de la Revolución Francesa (1789-1799), cuando, además de persecuciones contra los cristianos, muchos pequeños quedaban sin estudios. No obstante, sus padres le proporcionan educación básica en su propio hogar, en particular se dedicó a la formación de Marcelino una tía paterna religiosa, quien se aloja con la familia Champagnat al cerrar las autoridades los conventos. En su juventud, la difícil situación sociopolítica del País disminuye, entonces al visitar su hogar un sacerdote, promotor vocacional, inspirado por el Espíritu Santo, decide consagrar su vida a Dios en el ministerio sacerdotal. Por lo anterior, inicia en 1806 los estudios eclesiásticos en el seminario recién establecido, y al terminar su preparación en 1816, recibe la ordenación sacerdotal. Dios le reserva una difícil misión ya que al iniciar su ministerio, se le asigna una parroquia en la zona montañosa de La Valla, cuya feligresía carece de valores, viviendo en el desorden, sin religión, en medio del alcoholismo y otros vicios. En tan penosa situación el padre Champagnat, hace oración por su comunidad y, al paso del tiempo, propicia el acercamiento a Dios. Una característica que el Señor le otorga es su cariño por los niños quienes se acercan a él para aprender el catecismo; ante esto el sacerdote decide luchar contra la falta de instrucción en su País y el abandono en que numerosos menores quedaban después de la revolución. Confiado en la Providencia, unido a dos jóvenes altruistas con ideas afines, funda el 2 de enero de 1817 el Instituto de Hermanos Maristas de la Enseñanza, cuya misión es, hasta nuestros días, la formación de niños y jóvenes en los valores cristianos, así como proporcionarles instrucción pedagógica. Sin embargo, después del citado conflicto bélico, Francia carece de maestros para este importante trabajo, por lo cual expresaba: "...necesitamos Hermanos para educar a los niños, para dedicarse a la niñez desamparada y carente de recursos, haciendo de ellos 'buenos cristianos y virtuosos ciudadanos'. En su fundación instruye a los Hermanos Maristas para educar a los menores y darles formación en la doctrina de Cristo. El Padre Champagnat, sin tomar en cuenta horarios ni inclemencias del tiempo, se dedica en cuerpo y alma en agotadoras jornadas de trabajo a la oración y a dirigir a los hermanos de su Instituto. Muchas veces su salud, minada por el apostolado, se debilita, padece enfermedades, las que supera con oración y penitencia. Esta magna tarea se difunde en Francia y más adelante por Europa, debido a que San Marcelino se entrega por amor a Dios, en el servicio al prójimo hasta su muerte, ocurrida en la casa generalicia de Notre Dame de L'Hermitage, Francia. La herencia de amor a la niñez y a la juventud, a través de los siglos, ha sido y es reconocida por la historia universal de la pedagogía. En la época actual esta herencia se ha desarrollado en todo el mundo en forma de escuelas, institutos, editoriales y universidades, en las que más de cuatro mil trescientos Hermanos Maristas de la Enseñanza hacen realidad el lema de San Marcelino Champagnat: "Todo a Jesús por María, todo a María para Jesús". El venerable Juan Pablo II (1978-2005) lo eleva al honor de los altares como santo el 18 de abril de 1999, en la Plaza de San Pedro de la Ciudad del Vaticano, en medio de una multitud de laicos y Hermanos Maristas que con gozo agradecen a Dios esta canonización. Iconografía: con hábito sacerdotal, lo rodean niños a quienes entregó su vida, a su la lado la imagen de Nuestra Buena Madre. El mundo reconoce al padre Champagnat como "Un corazón sin fronteras", en virtud de que su obra ha traspasado ciudades e impartido educación a menores sin importar raza o credo.
Santos: San Roberto de Newminster, abad; Antonio María Gianelli fundador. Beata Ana de San Bartolomé, religiosa. Feria (Verde)
SAN ANTONIO MARÍA GIANELLI del latín: "de la familia Antonia" y del arameo: "señora" (1789-1846). Fundador. Oriundo de Cereta, Italia; sus padres fueron humildes agricultores. Aprende a leer y escribir con la dirección del párroco de su tierra natal; sus biógrafos no proporcionan mayor información de su infancia. A los 19 años manifiesta su deseo de ser sacerdote y, gracias al apoyo de una piadosa dama quien lo conduce a Génova para presentarlo con el cardenal Giuseppe Spina, ingresa en el seminario. Sus maestros se percatan de su buena conducta y facilidad de palabra y le permiten —aún siendo seminarista— dedicarse a la predicación. Al terminar su academia (1812) se ordena sacerdote. Luego de dos años se desempeña en el seminario como docente en la materia de literatura; después en la cátedra de retórica, que imparte durante una década. En esa época escribe Preceptos retóricos y, poco más tarde, Reglas cívicas de buena crianza. Cuando la provincia italiana de Liguria padece una hambruna (1816 a 17), el padre Gianelli atiende con generosidad a los necesitados. En 1826 se le asigna el cargo de arcipreste en la colegiata de Chiavari, de la cual se ocuparía durante 12 años. Ese mismo año funda un seminario propio, en el que implanta como texto de dogmática la Summa Teológica de santo Tomás de Aquino (28 de enero) y respecto a la moral se apoya en las obras de san Alfonso María de Ligorio (1 de agosto). Fomenta la cultura y promueve obras de beneficencia; también ocupa la dirección de un hospicio para huérfanas; de esta obra surge un apostolado social femenino que da origen (1829) a la fundación de las Hijas de María Santísima del Huerto (gianelinas), quienes atienden una escuela y el citado hospicio, donde se les instruye en pedagogía y religión y les proporcionan formación para el trabajo. Más adelante, la congregación y el padre Gianelli se hacen cargo de un hospital y del hospicio de la caridad; cuando azota al pueblo la epidemia de cólera, nuestro santo y las religiosas dan ejemplo de amor al atender a los contagiados (1835). Su fundación se extiende en su país, en Europa, y en 1856 en América. Por su celo pastoral se le otorga el cargo de obispo de Bobbio (1837), ya desde entonces la gente lo consideraba santo. Continúa con su predicación y dirección de ejercicios espirituales; reforma su diócesis, para lo cual funda a los Oblatos de San Alfonso. Celebra un Sínodo diocesano y se opone a las invasiones de laicos en la Iglesia. Este extenso trabajo pastoral se interrumpe por su fallecimiento, en la ciudad italiana de Piacenza. El venerable, Pío XII (1939 -1958) lo canoniza en 1951. Sus reliquias se veneran en la capilla del monasterio de San Columbano de Bobbio. Iconografía: con atavío común episcopal.
Santos: San Medardo de Noyon, obispo; y Guillermo de York, obispo. Beato Nicolás de Gésturi, hermano Feria (Verde)
BEATO NICOLÁS DE GÉSTURI, del griego, "victorioso en el pueblo" (1882-1958). Hermano lego. Recibe las aguas bautismales con los nombres de Juan Ángel Salvador, oriundo de la provincia italiana de Oristano, en Cerdeña; hijo de Pirama y Juan Medda, quienes procrean cinco hijos de los cuales Juan Ángel es el cuarto. A los 13 años mueren sus progenitores cuando es empleado —sin sueldo—, como sirviente del adinerado suegro de su hermana. Cabe hacer notar que a la vez que trabaja en dicha casa, ayuda en la parroquia del lugar y da ejemplo de piedad y vida austera. Poco después padece una enfermedad reumática y una vez sano se afilia como terciario en la orden de Frailes Menores Capuchinos del convento de Cagliari en su país (1911). Dos años más tarde viste al hábito y elige el nombre de fray Nicolás; continúa el noviciado en Sanluri (1914), mismo año en que emite su primera profesión y en 1919 profesa como hermano lego. Se le envía a los conventos de Sassari, Oristano y a Sanluri como cocinero, hasta que, en 1924, se le traslada al convento de Buencamino, en Cagliari, donde se desempeña como limosnero (en ese tiempo la orden requería de religiosos que recorrieran las poblaciones aledañas, pidiendo limosna para el sostenimiento de cada monasterio). Se distingue por ser un religioso abandonado en el vestir, los pies descalzos, alforja sobre los hombros y el rosario entre los dedos; como casi no hablaba le llamaron "Fray silencio", e interpretan que callaba para escuchar el mensaje divino, percibir la presencia de Dios, comprender el amor, para volcarlo entre sus hermanos espirituales y hacia la gente que encontraba en sus diarios recorridos, al cumplir con su trabajo de limosnero. No obstante su contemplación al Altísimo, su bondad y agradecimiento por las limosnas recibidas, muchas veces pide perdón por las injurias de quienes lo llaman holgazán; así como por los agitadores comunistas posteriores a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), quienes, en abril de 1948, lo toman por un propagandista clerical y le dan una golpiza; fray Nicolás no los denuncia porque, según él, ese suceso "no era importante". Fallece con fama de santo en Cagliari, sepultado en el camposanto de Bonaria, de ese lugar; miles de fieles asisten a sus exequias, bajo la lluvia, hasta llegar al sitio del sepelio. Años más tarde en 1980 sus restos-reliquia se trasladan del mencionado cementerio a la iglesia del que había sido su convento. El Venerable, Juan Pablo II (1978-2005) lo beatifica el 3 de octubre de 1999. Iconografía: con hábito, luenga barba, con una actitud humilde.
Santos: Efrén de Siria, Doctor de la Iglesia y Primo y Feliciano de Roma mártires. Beata Ana María Taigi, laica. Feria (Verde)
SANTOS PRIMO
Y FELICIANO DE ROMA, del latín, "primero"
y "feliz', respectivamente (287).
Mártires. Hermanos de origen romano, hijos de célebre familia
cristiana. Sus biografías no aportan particularidades de su vida; los
únicos datos fidedignos dicen que vivieron en la época del monarca
Diocleciano (284- 305), tenaz perseguidor de cristianos. Como Primo y Feliciano
profesan la fe de Cristo, los paganos los conminan a adorar a los ídolos
y por no aceptar, se les somete a múltiples tormentos. Por último,
se les arroja a las fieras, pero –se dice— éstas no les dañan.
Lo anterior provoca conversiones entre los testigos del hecho y por ello las
autoridades los decapitan. Su veneración se pierde en la memoria de los
tiempos.
Santos: Getulio de Roma y compañeros, mártires e Itamar de Rochester, obispo. Beato Juan Dominici, cardenal. Feria (Verde)
BEATO JUAN DOMINICI, del hebreo, "Dios ha hecho gracia" (1356-1419). Cardenal. Natural de la provincia italiana de Florencia; sus padres humildes y piadosos cristianos, infunden en su hijo la fe en Cristo. Desde la adolescencia muestra apego a la religión cuando deja diversiones propias de la edad y dedica tiempo a orar en la capilla del convento de Santa María Novella. Más adelante, en su interior escucha la voz de Dios quien lo llama a su servicio y decide su vocación al sacerdocio. Pide, sin fortuna, su ingreso en la orden de Predicadores (dominicos), quizá por ser tartamudo. No obstante, el joven Juan insiste y logra integrarse en la citada orden. Cursa sus estudios eclesiásticos y se distingue por disciplinado y estudioso; al terminar éstos se ordena sacerdote; se ignora la fecha de su ordenación. Hasta esa importante ocasión el padre Domínici no vence el tartamudeo; sin embargo, su predicación es conmovedora, cuando le escucha la feligresía se admira de su elocuencia; así continúa en su ministerio. Cierta ocasión escribe una carta a su progenitora, a quien explica que al acudir a la intercesión de la religiosa dominica santa Catalina de Siena (29 de abril), al poco tiempo su habla adquiere fluidez. Cuando en su país surge la epidemia de peste negra, reforma su orden y promueve con ahínco las vocaciones; para tal fin se le otorga el cargo de ser prior en algunos conventos de su país. Con el tiempo es vicario general de la orden dominica en Roma y Venecia; propicia la edificación de un monasterio femenino en Florencia. Por su ejemplo de vida Gregorio XII (1406-1415), lo nombra arzobispo y posteriormente cardenal de Ragusa, en Sicilia, Italia. Una vez con el capelo cardenalicio, participa en el concilio local de Constanza (1414). Enfrenta las herejías de Hus y Wicklef (siglos XIV-XV), quienes no aceptan la autoridad del romano pontífice, por lo cual se le otorga el cargo Legado apostólico para acudir a Bohemia y acabar con las citadas herejías; pero no le es posible anularlas. Viaja a Hungría e inculca la fe católica entre la población. Entre su obra literaria se citan: Comentarios a los salmos, Cantorales, Tratados de espiritualidad, Comentarios a las cartas de san Pablo, etc. Fallece en la ciudad de Buda, Hungría, después de instaurar la fe en ese país. Recibe sepultura en el templo de San Pablo "el Ermitaño", de la misma localidad. El pontífice Gregorio XVI (1831-1846) lo eleva a los altares como santo en 1832.
El Sagrado Corazón de Jesús
Santos: Bernabé, apóstol y María Rosa Molas, fundadora. Solemnidad (Blanco)
EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, del latín cor, corazón, en sentido figurado: centro, ánimo, amor, valor; y del hebreo Yeoshúah, Josué, Jesús, "Dios salva" (siglo XVII). El relato evangélico de Juan (19, 37) nos dice: "Contemplarán al que traspasaron", cuando Jesús, clavado en la cruz, muere, y recibe de un militar una lanzada en el corazón. Éste es el origen bíblico de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Posteriormente, en el siglo V, san Agustín de Hipona (28 de agosto) al hacer una profunda meditación expresa: "La entrada es accesible: Cristo es la puerta. También se abrió para ti cuando su costado fue abierto por la lanza... Del costado del Señor que colgaba y moría en la Cruz salió sangre y agua, cuando fue abierto por la lanza. En el agua está tu purificación, en la sangre tu redención". En la Edad Media, mujeres y hombres insignes por su santidad, como san Bernardo, santa Lutgarda, san Buenaventura, santa Gertrudis Magna, entre otros, profundizan en el misterio del Corazón de Cristo, y lo designan como un refugio, la sede de la misericordia, el lugar del encuentro, la fuente del amor, la verdadera tierra prometida y el verdadero paraíso. El presbítero San Juan de Eudes (19 de agosto; 1680), rinde culto en forma privada al Sagrado Corazón de Jesús y compone un primer oficio y misa en su honor. Pero fue hasta que el propio Jesús —a través de cuatro apariciones— descubre su amor por el género humano y su deseo de que la humanidad lo ame, con el propósito de apartarnos del pecado y manifestar los tesoros de amor y salvación que para el hombre ha creado. Este suceso lo contempla la sencilla religiosa santa Margarita María Alacoque, entre los años 1673 a 1675, en el monasterio de la orden de la Visitación, de Paray-le-Monial, Francia, gracias a la intervención de su director espiritual el presbítero san Claudio de la Colombiére (1682), quien da fe de las apariciones de Jesús a Margarita María, a fin de que inicie la devoción al Corazón Sacratísimo de Jesús. Al correr de los años esta celebración la extiende la Iglesia universal en 1856 el beato Pío IX-1846-1878— (7 de febrero). León XIII (1878-1903) con su encíclica Annum Sacrum aprueba el culto y consagra a todo el mundo al Sagrado Corazón (1899). Pío XI (1922-1939) le otorga el rango de solemnidad (1928). El venerable Pío XII (19391958) en su documento Haurietis Aguas profundiza en esta advocación. El siempre recordado, venerable, Juan Pablo II (1978-2005) manifiesta su inconmensurable misericordia en su encíclica Dives in Misericordia (1980) y Su Santidad Benedicto XVI, en el documento Dios es Amor (2005) expresa: "Él sale a nuestro encuentro, trata de atraernos, llegando hasta la Ultima Cena, hasta el Corazón traspasado en la cruz..." (ordinal 16). Además, es notable que, entre la amplia obra literaria de la gran mística mexicana, venerable Concepción Cabrera de Armida (1862-1937) en su obra Cómo es Jesús; expresa: "El Corazón de Jesús está ávido de amor, de intimidad con las almas y goza cuando encuentra otro corazón con el cual pueda tenerla libremente; pero cuanto más puro, más humilde y más sacrificado sea ese corazón, su gozo será más completo". Entre las formas de devoción al Corazón de Cristo está la Consagración personal, que se recomienda rezar diario. Iconografía: como en la aparición a santa Margarita, Jesús de pie con nívea túnica y manto escarlata; con las heridas en pies y manos. Muestra en el pecho su corazón, rodeado por las llamas divinas de su amor y coronado por las espinas del dolor. Con su mano derecha nos bendice y con la izquierda muestra su Sagrado Corazón inflamado de amor por el género humano.
El Corazón Inmaculado de María
Santos: Nabor y Nazario de Milán, mártires. Beata Mercedes de Jesús Molina, fundadora.
Vísperas I del Domingo: 3ª. semana del Salterio. Memoria (Blanco)
CORAZÓN INMACULADO DE MARIA, del latín, cor, "corazón", e inmaculatus, "sin mancha" y del arameo, "señora" (siglo XX). Esta bella devoción al Inmaculado Corazón de María, se difunde desde 1942, cuando el venerable Pío XII (1939-1958) consagra la Iglesia y a la humanidad al Corazón mariano. Posteriormente (1944), el propio pontífice extendió esta conmemoración a la Iglesia universal, y la fija –sin fecha exacta— en el sábado siguiente a la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. Su santidad, Benedicto XVI, en la exhortación apostólica El Sacramento del amor (2007) indica: "...En María Santísima vemos perfectamente realizado el modo sacramental con que Dios, en su iniciativa salvadora, se acerca e implica a la criatura humana. María de Nazaret desde la Anunciación a Pentecostés, aparece como la persona cuya libertad está totalmente disponible a la voluntad de Dios. Virgen a la escucha, vive en plena sintonía con la voluntad divina; conserva en su corazón las palabras que le vienen de Dios y, formando con ellas como un mosaico, aprende a comprenderlas más a fondo (cfr Lc, 2, 19. 51) (...) sufrió intensamente con su Hijo y se unió a su sacrificio con corazón de Madre que, llena de amor, daba su consentimiento a la inmolación de su Hijo como víctima" (cf, párrafo 33). María está íntimamente unida por el amor de madre con su hijo Jesucristo; ella guarda en su corazón desde la adolescencia del Niño entre los doctores, hasta obedecer a su hijo, quien clavado en la cruz le indica: Madre, he ahí a tu hijo, y a partir de entonces el apóstol Juan la toma a su cuidado. Encomendémonos al Corazón Inmaculado de Maria, para que su Corazón nos proteja de todo mal. Iconografía: María Santísima de pie, ataviada con vestido rosa o blanco y manto azul, extiende las manos para recibirnos. En el pecho se contempla su Inmaculado Corazón, con la llama de su amor hacia la humanidad y una corona de rosas.
XI DOMINGO ORDINARIO
Santos: Antonio de Padua Doctor de la Iglesia; y Aventino de los Pirineos, mártir. (Verde)
SAN ANTONIO DE PADUA, del latín o etrusco, "de la familia Antonia". (1191/92 1231). Doctor de la Iglesia. Otros especialistas indican que Antonio se puede traducir como "Floresciente" (de Antos flor) o - "Invencible" (Anteos, el que se enfrenta victorioso a los enemigos); por último, hay quien señala que significa defensor de la verdad. Natural de Lisboa, Portugal, bautizado con el nombre de Fernando; sus acaudalados padres, María y Martín de Bouillón, le procuran formación en los valores evangélicos. Estudia en la escuela de la catedral de su ciudad natal. En su juventud es un apuesto y amable caballero, que ejerce gran atracción entre las damas; sin embargo, él no las toma en cuenta. Hacia sus dieciocho años decide dejar las riquezas y comodidades, para ingresar en la austeridad de la orden de Clérigos Regulares de San Agustín. Para iniciar los estudios eclesiásticos se le envía al seminario de la población portuguesa de Coimbra; recibe la ordenación sacerdotal cerca del año 1210. Una vez en su ministerio, conoce la recién fundada orden de Frailes Menores (franciscanos) en Asís, Italia, y para practicar la pobreza y humildad, que eran sus máximas aspiraciones, se integra a la misma (1220). Durante esta época con los Clérigos Regulares las frecuentes visitas de familiares y amigos, le distraen de su vida religiosa; por tanto, en la orden franciscana cambia su nombre por el de fray Antonio, y así -en otro país y con otro nombre-, evade distracciones. Con el propósito de evangelizar, viaja a Marruecos, África; debido al clima enferma de malaria y regresa a Asís, donde el fundador San Francisco, al apreciar su elocuencia y vastos conocimientos, le indica dedicarse a la predicación. Se distingue por su obediencia y penitencia extremas; con humildad realiza exhaustivas tareas domésticas; siempre alegre expresaba: “Dios reserva sus consuelos al que hace penitencia por los propios pecados o por los ajenos; por las tristezas de este mundo o por la dilatación del Reino de Cristo"; asimismo, sobresale por su caridad, afecto a sus hermanos espirituales y especial devoción a María Santísima; además, el Señor le concede el don de realizar milagros (taumaturgia). Recorre parte de Italia y Francia y difunde la Palabra de Dios, es tal su fervor y sapiencia que San Francisco, con afecto y admiración lo llama "Mi obispo". En 1226, al ocurrir el deceso del fundador, fray Antonio es nombrado responsable de la orden en el norte de Italia y sur de Francia. Al predicar en la población italiana de Padua, acrecienta el fervor del pueblo; multitudes lo escuchan con atención, acérrimos pecadores se convierten, las familias se reconcilian, los usureros arrepentidos devuelven las ganancias ilícitas; en ese lugar se le atestiguan numerosos hechos milagrosos. Al poco tiempo presiente su muerte y recomienda: "...Quien se humilla con el pensamiento de la muerte, pone en orden toda su vida, y está atento a cuanto le rodea...". Este ejemplo de virtud, reconocido en la Iglesia universal, muere en Padua. Entre su obra literaria se citan: Seis sermones, dedicados a María Santísima, Sermonario y Sermones en las solemnidades de los santos. El pontífice Gregorio IX (1227-1241) lo canoniza en 1232. El Venerable, Pío XII (1939-1958) lo proclama Doctor Evangélico (1946). Iconografía: con hábito franciscano, el Niño Jesús en su brazos, en sus manos una azucena olido, símbolo de su pureza. Es un eficaz intercesor para encontrar objetos perdidos. Su Santidad Benedicto XVI, en su Audiencia general del miércoles 10 de febrero de 2010 dedicada a este santo señala: Sólo un alma que reza puede avanzar en la vida espiritual: este es el objeto privilegiado de la predicación de san Antonio. Conoce bien los defectos de la naturaleza humana, nuestra tendencia a caer en el pecado; por eso exhorta continuamente a luchar contra la inclinación a la avidez, al orgullo, a la impureza y, en cambio, a practicar las virtudes de la pobreza, la generosidad, la humildad, la obediencia, la castidad y la pureza. Meditando estas palabras podemos comprender mejor la importancia de la imagen del Crucifijo para nuestra cultura, para nuestro humanismo nacido de la fe cristiana. Precisamente contemplando el Crucifijo vemos, como dice san Antonio, cuán grande es la dignidad humana y el valor del hombre".
Santos: Eliseo Profeta; y Francisco de Bruselas, mártir. Beato Gerardo de Claraval, monje. Feria (Verde),
SAN ELISEO, del hebreo, "Dios es mi salvación" (siglo IX a. C.). Profeta. Es el santo titular de esta fecha; la Tradición lo incluye en el Santoral para dar fe a su testimonio, al cumplirse sus profecías. La historia se relata en los dos Libros de Reyes, del Antiguo Testamento. Desarrolla su misión en la segunda mitad del siglo IX a. C. en el reino de Israel. Entre los escasos datos conocidos se sabe que es hijo de Safat, originario de Abel Meholah. Discípulo y compañero del profeta San Elías (1R 19, 16/19-21) de cuyo espíritu —se dice— recibió "dos partes" (2 R 2, 9-15). Vive en el desierto, al parecer dirige una comunidad; los que se le unen en vida ascética se denominan "los Discípulos del profeta". En general, los relatos sobre Eliseo se basan en los de Elías. Participa en la vida política de su país, en la corte de Josafat (siglo IX a. C.), y con los monarcas de luda e Israel (2 R 3, 12-14). Actúa como pacificador en los conflictos con los moabitas (2 R 6, 8-23). Los exegetas sintetizan su mensaje en estos enunciados: la disponibilidad a dejar todo por la llamada del Creador, dedicar su vida a la oración y el apostolado, fidelidad a su maestro Elías y procurar el bien del prójimo. Iconografía: con burda túnica y manto, luenga barba, calvo, a su lado un oso, alusivo a su vida en retiro y un águila bicéfala, símbolo de Elías, su maestro (2 R 2, 11).
Santos: Vito, Modesto y Crescencia de Nápoles mártires; y Benilde de Córdoba, mártir. Beato Luis María Palazzolo, fundador. Feria (Verde)
SANTOS VITO, MODESTO Y CRESCENCIA DE NÁPOLES, del latín. "vital", "balanceado” y "creciente", respectivamente (siglo IV). Mártires. La existencia y veracidad del sacrificio martirial de estos santos, se hace constar en el Martirologio de San Jerónimo o Hyeronimiaun, son titulares en el Santoral de hoy. Su culto se pierde en los anales de la historia. Por la misma antigüedad de su existencia, se desconocen referencias familiares, pero se asegura su fe en Cristo, por lo cual las autoridades paganas los perseguían. Se dice que los tres realizaron hechos milagrosos. Cuando los descubren, las tropas los encarcelan, y al no negar a Cristo, se les somete a crueles torturas; mueren mártires en la ciudad italiana de Lucania, en Nápoles. Se hace notar que el más conocido y venerado es Vilo, y su devoción se extiende especialmente en Alemania. Es intercesor de epilépticos y de la enfermedad llamada "mal de san Vito". Iconografía: los tres con vestuario de su época, con la palma alusiva al martirio.
Santos: Ciriaco y Julita de Turquía, mártires y Juan Francisco Regis presbítero. Beato Tomás Reding, mártir. Feria (Verde)
SAN JUAN FRANCISCO REGIS, del italiano antiguo, "franco”, "francés" (1597-1640). Presbítero. De familia católica, acaudalada; nace en la provincia francesa de Narbona, sin detallarse mayores referencias. En la juventud no le satisfacen las diversiones mundanas y decide consagrar su vida a Dios. Elige la Compañía de Jesús, por su especial apostolado entre el pueblo. Por tanto solicita su ingreso y es admitido con los jesuitas. Desde el noviciado es fervoroso; uno de sus compañeros que lo atestigua señala: "Juan Francisco se humilla hasta el extremo; pero demuestra por los demás un aprecio admirable". Otro seminarista, compañero de habitación, lo acusa ante el superior de que por las noches no dormía, por rezar en la capilla. La citada autoridad le indica: "No le impidas sus devociones. No te opongas a sus comunicaciones con Dios ...me parece que este joven es un santo y que un día celebraremos una fiesta en su honor". Al pasar el tiempo, al concluir los estudios recibe la ordenación sacerdotal, a los 33 años de edad. Al ejercer su ministerio, sus superiores le encomiendan predicar misiones en el pueblo. Este servicio lo realiza con amor a Dios, gran entusiasmo y sencillez; al escucharlo se conmovían aun los corazones más indiferentes y todos comprendían con perfección su mensaje. Tal era su aceptación entre la feligresía que a donde llegaba a predicar lo llamaban "el Santo". En cierta ocasión unas personas, presumiblemente doctas, lo acusan con el superior de que su lenguaje es burdo y deshonraba la congregación. Para comprobar la queja ese sacerdote con toda su autoridad, se mezcla entre la gente para escuchar al padre Regis y queda tan conmovido que dice a los quejosos: "Ojalá quisiera Dios que todos los misioneros predicaran con toda unción como este sacerdote". El obispo, convencido de su magnífica oratoria, lo envía a una región que durante 40 años había sido sometida por protestantes calvinistas y cuya corrupción era grande, así como su odio contra los católicos, por lo cual al obispo se le rechaza. No obstante, la persuasión de Juan Francisco con su sermón penetra en los corazones y se convierte una multitud de sus escuchas. Muchas veces se olvida de comer por atender el confesonario o continuar la prédica. Funda varias casas para oración y retiro de pecadoras arrepentidas, a las que llama "hijas del refugio". También establece las Cofraternidades del Santísimo Sacramento. Su trabajo en las montañas y serranías no se detiene aun con las inclemencias del tiempo; esto, aunado a sus ayunos y penitencias debilitan su organismo y es víctima de neumonía; todavía así, pronuncia sermones, pasa una mañana confesando, celebra la Asamblea Eucarística y cuando se dirige al confesonario se desmaya. Lo llevan a su habitación –ya no había nada que hacer— y sus últimas palabras son: "Veo a Nuestro Señor y a su Santísima Madre que preparan un sitio en el cielo para mí". Su fallecimiento ocurre en La Louvesc, Dauphine, Francia. La vida de este excelente sacerdote la conoce el joven San Juan María Vianney (4 de agosto) y al visitar el sepulcro del padre Regis se propone ser sacerdote, sin importar el costo. Clemente XII (1730-1740) lo canoniza en 1737. El venerable Pío XII (1939 1958) declara: "Un predicador que merece muy bien ser llamado Patrono de las misiones populares es San Francisco Regis". Iconografía: de aspecto joven, alto y muy delgado, con sotana. Se hace notar que existe otro santo nacido en Grenoble, Francia, con nombre similar, es el mártir san Francisco Regis Clet (1748-1820); canonizado por el venerable Juan Pablo II (1978-2005) el I de octubre de 2000. Su conmemoración es el 17 de febrero.
Santos: Ismael, patriarca; Teresa de Portugal, religiosa y Emilia de Vialar, fundadora. Feria (Verde)
SAN ISMAEL, del hebreo, "Dios escucha" (hacia 1900-1837 a. C.). Patriarca. Su historia se narra en varios capítulos del libro del Génesis, en el Antiguo Testamento. Ismael es hijo de la relación entre Abrahán –anciano de más de 80 años— y su esclava Agar (Gn 16, 1-16). Lo anterior ocurre debido a que Sara, la esposa de Abraham, era estéril y de edad avanzada, por lo cual decide entregar a su esposo a la citada sierva (Gn 16, 2). Dios había hecho la promesa a Abraham de que procrearía un hijo con su esposa y al no cumplirse lo concibe con Agar. El plan de Abraham fracasa ya que su heredero no será el hijo nacido de un deseo carnal, sino un hijo nacido por un milagro. Sin embargo, el Plan de Dios se da a conocer cuando la promesa se cumple; aunque parece imposible de realizar, al año siguiente Sara engendra su primogénito, a quien llama Isaac (del hebreo: "risa" o "él ríe"). Ante esta situación, Agar recibe malos tratos y huye con su vástago al desierto (Gn 16, 4-6), donde el Creador los protege y por medio de un ángel les anuncia que Ismael establecerá una gran nación (Gn 21, 18). Permanecen en el desierto de Paran y cuando Ismael es mayor toma por mujer a una egipcia (Gn 21. 20-21). Más adelante, Ismael y su hermanastro Isaac dan sepultura en el Hebrón –región montañosa vecina a Jerusalén— al padre de ambos (Gn 29, 9). Al morir, Ismael deja doce descendientes, quienes son caudillos de otros tantos pueblos (Gn 25, 16) y se les conoce como los ismaelitas. El deceso de este patriarca ocurre cuando cumple ciento treinta y siete años de edad (Gn 25, 17). Es el santo titular de hoy, venerado en Arabia como Patriarca. La tradición lo incluye en el Santoral por su intervención en el Plan salvífico de Dios iniciado en el Antiguo Testamento. Éste y otros interesantes pasajes bíblicos, con un lenguaje accesible y bellas ilustraciones a color, se leen en el clásico Compendio de Historia Sagrada, de Editorial Progreso.
Santos: Armando de Burdeos, obispo e Isabel Shonau, abadesa y Ciriaco y Paula de Málaga mártires. Feria (Verde)
SANTOS CIRIACO Y PAULA DE MÁLAGA, del griego, "señorial” y del latín, "pequeña", respectivamente (siglo IV?). Mártires. Hacia el año 858 en el Martirologio del monje Usuardo, quien recorre la entonces península ibérica y registra, por escrito, las fechas de la memoria de mártires y santos en ese país, se localiza a estos santos. En otro aspecto, el Martirologio Jeronimiano ubica a estos mártires en la ciudad de Thomis. No obstante que existe otra versión, su vida ha sido comprobada, por lo cual el Martirologio Romano -aun sin presentar detalles de la época y datos biográficos—, les ofrece el siguiente elogio: "En Málaga de España, los santos mártires Ciriaco y Paula, virgen, que fueron apedreados y entre las piedras dieron sus almas al cielo". Se reconoce que por su intercesión se logró la reconquista de dicha ciudad hacia el siglo XV. El pontífice Inocencio VIII (1484-1492) les concede el patronazgo sobre la misma, con lo cual queda autorizada su veneración inmemorial.
Santos: Romualdo de Ravena, abad y Gervasio y Protasio de Milán mártires. Beata Michelena de Pesaro, laica.
Vísperas I del domingo: 4a semana del Salterio. Feria (Verde)
SANTOS GERVASIO Y PROTASIO DE MILÁN, quizá del griego, corrupción de Gerásimo, "premio, distinción, honor" y "el que está delante", "el preferido (de los hijos)", respectivamente (304?). Mártires. Los escasos datos fidedignos de estos hermanos de origen romano, han quedado para la posteridad gracias a los escritos de los santos Ambrosio de Milán (7 de diciembre) y Agustín de Hipona (28 de agosto); este último describe los hechos en sus Confesiones, libro IX, capítulo VII, párrafo 16. En este texto registra cómo, en una visión, se le revela a San Ambrosio, el lugar en el que sepultaron a los dos mártires, ya que durante varios años la tumba permaneció oculta. Al realizar la exhumación de los restos-reliquia, el 19 de junio de 386, se les encuentra incorruptos y en sus cuerpos huellas de haber sido azotados y decapitados; ejecución que se consumó quizá en época del pagano monarca Diocleciano (284-305), acérrimo perseguidor de cristianos. Dichas reliquias se trasladan a la Basílica de Milán, Italia, y durante el trayecto se efectúa el milagro de devolver la vista a un invidente, quien con su pañuelo toca los féretros de los santos y al colocarse la tela sobre sus ojos, de inmediato recupera la vista. De inmediato el obispo San Ambrosio les rinde culto, y es el primero en propagar su devoción inmemorial. Iconografía: con túnica de época, a su lado un azote con esferas de plomo y espada, instrumentos de su martirio.
XII DOMINGO ORDINARIO
Santos: Silverio I, Papa y mártir y Florentina de Cartagena abadesa. Beata Margarita Ebner, religiosa (Verde)
SANTA FLORENTINA DE CARTAGENA, del latín, "floreciente" (540-633). Abadesa. Ve la primera luz en la población española de Cartagena. Su padre Severino era duque; de su progenitora no se conoce el nombre, sólo su recién conversión a la fe de Cristo. Este matrimonio sufre el destierro y con sus cuatro vástagos se refugian en tierras de Andalucía, donde mueren y dejan a Fulgencio y Florentina aún pequeños. El hermano mayor, Leandro, se hace cargo de sus dos hermanos; el niño, a través del tiempo, cursa estudios hasta ocupar el cargo de obispo y, por sus virtudes, la Iglesia lo canoniza y hoy lo conocemos como San Fulgencio de Écija, (16 de enero). Florentina, por su parte, adquiere una amplia cultura y formación en Sagrada Escritura, con el apoyo espiritual de una religiosa quien es su maestra. Define su vocación e ingresa en el noviciado; después de profesar, permanece en el monasterio de Ecija, donde con el tiempo ocupa el cargo de abadesa. Dios le otorga los dones de sabiduría y prudencia; por lo cual tiene a su cargo varios monasterios de los alrededores. Su vida es de constante oración y penitencia extrema, hasta entregar su alma al Creador en el citado convento. En la vida de esta santa se observa cómo influyó en ella el buen ejemplo y formación que le proporcionaron sus dos hermanos mayores, los santos obispos Leandro (13 noviembre) e Isidoro (26 abril) de Sevilla, quienes en su obra literaria incluyeron datos de su hermana Florentina, quien recibe sepultura al lado de sus hermanos. Su veneración es inmemorial y data del siglo XIII.
Santos: Luis Gonzaga, religioso y Raimundo de Barbastro, obispo. Beato Jacobo Kern, presbítero. Memoria (Blanco).
BEATO JACOBO KERN, del hebreo, "que Dios proteja” (1897-1924). Religioso. Originario de Viena, Austria; sus padres fueron humildes obreros. Se desconocen datos anteriores a cuando, al estallar la Primera Guerra Mundial (1914-1918), se ve obligado a abandonar el seminario de Hollabrunn, en la Baja Austria, donde estudiaba y se integra al ejército donde, en un combate, sufre una herida que le aqueja el resto de su vida. Al terminar el conflicto bélico retorna su vocación sacerdotal diocesana; sin embargo, al conocer la deserción de un sacerdote de la orden premonstratense para afiliarse a una secta, decide subsanar esta pérdida e ingresa a esa congregación; así llega al monasterio de Geras, Baja Austria. Hacia 1923, la herida supura pus y produce en el sacerdote dolores que sólo con oraciones puede soportar. Sus hermanos y la feligresía admiran al padre Jacobo por su entereza y fe en que el Señor le ayudaría a soportar sus sufrimientos. Otras lesiones de guerra le provocan la extracción de una costilla, operación que se realiza sin anestesia. Se le traslada a Meran, Italia, ahí sus pulmones se afectan. Se determina como fecha de su profesión sacerdotal el 20 de octubre de 1924, pero los doctores fijan ese día para someterlo a una nueva y urgente operación. Resignado y confiando en la misericordia divina, la noche anterior recibe la sagrada comunión y expresa: "Mañana será mi última sagrada comunión. Yo celebraré mi profesión solemne en el cielo". Así fue, durante la cirugía entrega su alma al Creador. Se le entierra en el monasterio de Geras. El venerable, Juan Pablo II (1978-2005), en la homilía de la misa de su beatificación (21 de junio de 1998) expresa: "El beato Jakob Kern se nos presenta como testigo de la fidelidad al sacerdocio. A través de la purificación del dolor, apareció el profundo significado de su vocación sacerdotal: unir su vida al sacrificio de Cristo en la cruz y ofrecerla en sustitución por la salvación de los demás".
Santos: Paulino de Nola, obispo; Juan Fisher, obispo y mártir y Tomás Moro, mártir. Beata María Luiller, religiosa. Feria (Verde)
SANTO TOMÁS MORO, del arameo, "mellizo", "gemelo" (1478-1535). Mártir. Oriundo de Londres, Inglaterra, no se conocen detalles de su infancia y familia. Al parecer en su juventud pretende integrarse a la vida monástica, sin lograrlo. Más tarde contrae nupcias con Jane Colt, con quien procrea cuatro hijos; al enviudar se casa con Alice Middleton. Es un padre y esposo ejemplar, así como un brillante abogado; alcanza el grado de lord canciller en la corte de Enrique VIII (1491-1547). Vive en la riqueza y goza de las concesiones que su alto cargo le conceden. Mantiene unida a su familia en el amor y en la constante oración, de él se afirma que fue servidor de un monarca terrenal sin dejar de ser siervo fiel del Rey de Reyes. Pero el haber sido colaborador del mencionado monarca, no lo obliga en conciencia a aceptar legalizar las relaciones licenciosas del mismo y al negarse es encarcelado, sin consideraciones, en los calabozos de la Torre de Londres, lugar donde escribe Diálogo de la fortaleza contra la tribulación, aunque con anterioridad había escrito su obra cumbre reconocida por la Literatura universal: Utopía, en la que define su deseo de que la humanidad conviva en un mundo de justicia y fraternidad. Después de innumerables canonjías, estando encarcelado, sin retractarse de su decisión, se mantiene fiel a sus convicciones, basadas en la Ley de Dios. Es conducido al martirio y muere decapitado en su tierra natal. Su cabeza se exhibe durante un mes en un poste de la plaza pública, hasta que su hija logra su entrega. En la actualidad es venerada en el templo de san Dunstan en Canterbury (Inglaterra). Pío XI (1922-1939) lo canoniza en 1935. En el año Jubilar 2000, el venerable Juan Pablo II (1978 2005) lo declara Patrono de los políticos y hombres de gobierno, que dedican su vida a servir al bien común; nuestro recordado pontífice expresa que Tomás Moro murió "...como buen siervo del rey, pero sobre todo como siervo de Dios". Iconografía: con elegante atuendo de su época, rodea su cuello un collar con la insignia de la Casa de Tudor, que señala su importante cargo político.
Santos: Alicia de Alemania, emperatriz; y José Cafasso, presbítero. Beato Inocencio V, Papa. Feria (Verde)
BEATO INOCENCIO V, del latín "que no daña", "inocente" (1224?-1276). Papa. Nace en el Condado de Tarantasia, Francia. Su nombre era Pedro, de Tarantasia por su lugar de origen; no se conocen detalles de familia e infancia. Inicia estudios eclesiásticos en el noviciado de la orden de Predicadores (dominicos), en la ciudad francesa de Lyon. Es alumno de santo Tomás de Aquino (28 de enero); cursa estudios de Sagrada Escritura y Teología y obtiene el doctorado. En 1272 se le nombra arzobispo de Lyon y al año siguiente se le otorga el título de cardenal, obispo de Ostia. En 1274 participa en el II Concilio de Lyon. A la muerte del beato Gregorio X (1272-1276) (10 de enero), es electo Pedro de Tarantasia con el nombre de Inocencio V, a partir del 21 de enero de 1276 e inicia su misión pontificia el 22 de febrero del mismo año. Ocupa la Sede Pontificia en el orden ciento ochenta y cinco de la cronología. Fija su residencia en la basílica de San Juan de Letrán, en Roma, el lema de su pontificado es: "Mis ojos están siempre fijos en el Señor". En el breve lapso de su ministerio pontificio, demuestra una vida piadosa; inicia la organización de una Cruzada, así como la consolidación de la Iglesia griega con la romana al preparar una embajada. Este trabajo se interrumpe por la súbita muerte del pontífice, en Roma, el 22 de junio de 1276, cinco meses después de su elección. Es el primer Papa dominico de la historia. Inhumado en la citada basílica. Un terremoto ocurrido en el siglo XIII, desaparece su sepultura. El 14 de marzo de 1898, León XIII (1878-1903), confirma su culto como beato. Cabe hacer notar que hay un obispo de origen francés con el nombre de San Pedro de Tarantasia (1098-1174); de quien se celebra su memoria el 8 de mayo.
La Natividad de San Juan Bautista, profeta precursor.
Santos: Juan y Festo de Roma, mártires y Simplicio de Autum, obispo. Solemnidad (Blanco)
LA NATIVIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA, del hebreo, "Dios ha hecho gracia" (siglo I). Profeta precursor. Hijo de sacerdote Zacarías —del templo de Jerusalén— y de su esposa Isabel, pariente de la Virgen María. Zacarías e Isabel eran ancianos y el Señor no les había concedido descendencia, lo cual en su tiempo era una ignominia. Hasta que, al estar en el templo, se le aparece el arcángel san Gabriel (29 de septiembre), anunciándole el nacimiento de un hijo, al que deberá imponer el nombre de Juan (Lc 1, 14 ss). Ante esto, Zacarías dada la avanzada edad de él y conocedor de que su esposa era estéril (Lc, 1 5-25), no da crédito a tal anuncio; entonces se queda mudo y sólo vuelve a hablar hasta el nacimiento de su hijo y la imposición del citado nombre. La Tradición ubica este milagroso alumbramiento en Ain Karim (actual Israel), lugar donde actualmente se encuentra una basílica en su memoria. El nacimiento ocurre seis meses antes de la del Niño Jesús. En el Nuevo Testamento, no se indican detalles de la infancia de Juan, sólo se expresa: "...el niño crecía y su espíritu se fortalecía; vivió en los desiertos hasta el día de su manifestación a Israel" (Lc 1, 80). Por tanto, Juan —llamado el Profeta precursor—, recorre la región del río Jordán donde proclama un bautismo de conversión, para el perdón de los pecados. Acuden a él los pobladores de Judea y de Jerusalén y se bautizan, a la vez que le confiesan sus pecados (cfr. Mc I, 4-5). Cuando los sacerdotes le preguntan si él era Elías, responde que él es la "voz del que clama en el desierto: 'Rectifiquen el camino del Señor’” (Jn 1, 23). Su misión termina después de bautizar a Jesús, en el citado río cerca del año 28 d. C.; es encarcelado y muere decapitado por orden del tetrarca de Galilea Herodes Antipas (21 a. C.-39 d. C.'?). Es el único santo en el Calendario Litúrgico al que se conmemora en dos fechas: hoy y el día de su martirio, en agosto 29. Iconografía: Juan de aspecto joven, cubre parte de su cuerpo con pieles, en el momento de bautizar a Cristo, sobrevuela sobre ambos una paloma, símbolo del Espíritu Santo.
Santos: Guillermo de Vercelli, abad y Máximo de Turín, obispo. Beata Dorotea de Montau, viuda Feria (Verde)
BEATA DOROTEA DE MONTAU, del griego, "donado por Dios" (1347 1394) Viuda. Oriunda de Montau, ciudad de la antigua Prusia, actual territorio de Polonia. De origen campesino, se consignan datos de su vida a partir de que a la edad de diecisiete años se casa con un rico fabricante de cuchillos llamado Alberto de Danzig (o Adalberto de Praga), con quien procrea nueve hijos, de los cuales sólo una hija sobrevive y es monja benedictina. Durante muchos años, el matrimonio de Dorotea es un verdadero calvario ya que el carácter violento de su esposo provocaba que la insultara y golpeara. La mujer sobrelleva esta situación con la oración, donde suplica al Creador que Alberto cambie su carácter y se arrepienta de sus pecados. La paciencia, amor y sobre todo las plegarias logran el milagro. A partir de este cambio, el matrimonio es modelo de vida cristiana; ambos realizan peregrinaciones a Colonia, Hachen, Alemania, y a Einsiedeln, Suiza, donde con fervor visitan la capilla de la abadía benedictina para venerar a la milagrosa imagen que se encuentra en ese lugar. Planean una peregrinación a Roma, pero Alberto enferma y Dorotea viaja sola; en el transcurso de este viaje el consorte muere (1390). Un año después cambia su residencia a Marienwerder, donde vive el resto de su vida y continúa su existencia plena de oración, penitencia, humildad extrema y amor a la Eucaristía. En 1393 solicita y obtiene permiso para edificar una ermita anexa a la catedral, donde se dice que vive hasta su muerte. Los pobladores de la villa acuden a ella en busca de su consejo y de palabras para encontrar consuelo a sus penas. Se le atestiguan revelaciones y otras experiencias místicas. El Señor plasma en su cuerpo los estigmas de la Pasión. En la citada ciudad conoce a su director espiritual, Juan Marienwerder (1343-1417), perteneciente a los Caballeros Teutónicos. Este profesor de Praga escribe su biografía en cuatro volúmenes, y las conversaciones que con Dorotea sostuvo en siete textos titulados Septilium. Su espiritualidad se equipara a la de grandes santas, como santa Catalina de Siena (29 de abril). Su culto lo confirma el 9 de enero de 1976 Su Santidad Paulo VI (1962-1978). Iconografía: abrazada a una cruz y cinco lanzas, las cuales hacen referencia a los estigmas. Patrona de Prusia. También se le conoce como Dorotea de Marienweder o Dorothea Swartz.
Santos: Antelmo de Belley, obispo; Pelayo o Pelagio de Córdoba, niño mártir y Josemaría Escrivá, fundador.
Vísperas I del domingo: 1ª. Semana del Salterio. Feria (Verde)
SAN PELAYO O PELAGIO DE CÓRDOBA, del latín, pelagius, pelagino, “marino” (912-925). Niño mártir. Esta es la historia de un mártir niño, de quien no se tienen amplios detalles, pero crónicas fidedignas atestiguan su existencia y su sacrificio en aras de la fe. Por tradición se considera que nace en Alveos, Pontevedra, España. Su breve existencia acontece en tiempos posteriores a la dominación musulmana en la península ibérica; pero aunque ya no había persecuciones contra los cristianos, a algunos de éstos se les capturaba y encarcelaba, hasta que se pagaba un rescate para liberarlos. El pequeño Pelayo recibe formación en valores cristianos y aprende a leer y escribir por las enseñanzas de su tío Hermigio, quien es obispo de la diócesis española de Tuy, Pontevedra, en Galicia. Haciendo referencia a las persecuciones, el citado obispo fue hecho prisionero en Córdoba; por tanto, cuando Pelayo cumple diez años viaja con su padre a dicha ciudad, a fin de acordar sobre el pago por su rescate. Al llegar donde estaba el prelado, no se sabe de quién surge la idea de que el niño quedase en Córcega en calidad de rehén, mientras el obispo y el padre del menor irían por el dinero del rescate a Tuy. Entonces Pelayo queda prisionero, y es protegido por el Creador, ya que al pasar tres años de espera durante ellos el niño realiza un apostolado entre los cautivos y difunde la Palabra de Dios. Pasado este tiempo el menor ya es un guapo adolescente; los servidores de rey Abderramán III (891-961), le informan al monarca sobre el joven y pretenden entregarlo a éste para satisfacer sus depravadas costumbres. Al llegar Pelayo al regio salón dialoga con Abderramán quien le solicita sus "favores" a cambio de su liberación. El adolescente se niega a complacerle, por lo cual es sometido a inenarrables tormentos y para ultimarlo su cuerpo es destazado y arrojado al río Guadalquivir. Algunos cristianos testigos del crimen, logran recuperar su cuerpo hecho pedazos y le dan cristiana sepultura. Años después sus reliquias se colocan en el monasterio benedictino de san Pelayo en Oviedo, donde en la actualidad se veneran. Su culto es inmemorial. Se le adjudica el patronazgo de la ciudad de Coimbra, Portugal. Iconografía: de aspecto juvenil, con túnica de época, lirio símbolo de su pureza y la palma del martirio. En la Ciudad de México, se le rinde culto en el templo de San Pelayo, mártir; ubicado en calle Río Juruá 99, colonia Nueva Argentina, Delegación Miguel Hidalgo.
XIII DOMINGO ORDINARIO
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
Santos: San Cirilo de Alejandría Doctor de la Iglesia. Beata Margarita Bays, laica. (Verde)
SAN CIRILO DE ALEJANDRÍA, del griego, diminutivo de Ciro, del persa, "trono", o bien de una voz homófona que significa "sol" (370?-444). Doctor de la Iglesia. Al parecer nace en la ciudad de Alejandría, en Egipto. Pocos son los datos de su vida familiar, infancia y juventud que de él se conservan; entre ellos se sabe que era sobrino de Theophilus, el Patriarca; otro que pertenecía a una acaudalada familia y que recibió esmerada educación. Hereda de su tío la dirección de la Iglesia de Egipto (385 a 412), en una época en que ésta era asolada por herejías y los ataques contra la doctrina cristiana. Enfrenta en el concilio de Éfeso (431) las ideas de Nestorio (380?-451), patriarca de Constantinopla, quien niega la unión de la naturaleza divina y humana en Cristo y afirma que la Virgen María sólo era madre de la persona humana de Jesucristo. Asimismo, combate con sus escritos al pagano Juliano el Apóstata (331-363), emperador romano (361 a 363), quien habiendo sido educado en la religión cristiana, la abandona, e intenta en vano reinstaurar el paganismo. Desarrolla intensa y fructífera labor pastoral. Estudioso de las Sagradas Escrituras y de textos filosóficos y teológicos. Entre éstos se conservan veintinueve homilías correspondientes a los años 414-442, donde el prelado anuncia el ayuno cuaresmal, fija la fecha de la pascua y exhorta a la feligresía a reflexionar acerca de la grandeza de la condición humana, la necesidad de austeridad y mortificación para alcanzar la Gloria celestial, entre otros temas de actualidad y relevancia para la comunidad cristiana de su tiempo. Muchos fueron los debates que el sabio patriarca de Alejandría sostuvo contra judíos y apóstatas, donde con brillantez salió avante en defensa de la verdadera fe y de la Iglesia dirigida por los pontífices. Después de una vida consagrada al servicio de la Iglesia, entrega su alma en Alejandría, Egipto. Reconocido como Doctor de la Maternidad Divina de María y proclamado Doctor de la Iglesia por León XIII (1878-1903) en 1883. Iconografía: con el atuendo propio de los obispos de la Iglesia oriental, un libro en la mano y una imagen de la Santísima Virgen María quien lleva al niño Jesús en sus brazos.
Santos: Ireneo de Lyon, obispo; Vicente Gerosa, fundadora y Bartolomea Capitanio, religiosa. Memoria (Rojo)
SANTA BARTOLOMEA CAPITANIO, del arameo, femenino italiano de Bartolomé, "abundante en surcos" (1807-1836?). Religiosa. Nativa de Lovere, Italia. Su padre era comerciante y desgraciadamente alcohólico; por ello maltrataba a su esposa, quien resignadamente rogaba al Señor por la redención de su marido. Para evitar que la pequeña viera el maltrato de que era víctima, su madre la interna en el convento de las Clarisas, donde por sus virtudes se le llama ragazza d’oro (joven de oro). Por su seriedad es víctima frecuente de burlas de sus compañeras, ella serenamente argumentaba: "La humildad, la abnegación y la oración me han de santificar". En 1822 obtiene el título de educadora. Su vocación a la vida religiosa la muestra desde pequeña; sin embargo, en su casa se oponen a que consagre su vida al servicio de Dios. Abandona el convento y regresa al hogar donde en privado hace voto de castidad. Su padre continúa sumergido en el vicio. Bartolomea se propone apartarle de él; para ello ora con infinita fe, realiza frecuentes penitencias, acude a la Santa Misa diariamente y va a las tabernas a pedirle que regrese a casa, una vez ahí le hace ver la pena que causa a su madre y a ella misma; después de varios años de esta labor, su padre se aleja del alcohol. Su vida la entrega al servicio de la educación académica y moral de los niñas de su localidad, para lo cual —con sus recursos—, abre una escuela. Su misión es fructífera y logra catequizar y formar a muchas pequeñas. Su director espiritual la pone en contacto con otra joven de ideas afines: santa Vicenta Gerosa (1847- 1926, a quien, igualmente, conmemoramos el día de hoy). Juntas dan forma al proyecto común y crean la comunidad llamada Hermanas de la Caridad de María Niña, en Lovere (1832), cuya Regla se basa en la de las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paul. Se instalan en una construcción abandonada conocida como la Casa Gaya, la cual con el tiempo el pueblo la llama "el Conventito". A él llegan niñas de toda la región a ser educadas por estas dos ejemplares mujeres a quienes pronto se les unen otras jóvenes. Las hermanas de la naciente congregación hacen los votos de pobreza, castidad y obediencia y se ofrecen al servicio del prójimo. Junto al plantel educativo, pronto instalan un orfanato y un hospital para atender a la población desamparada. La tarea es gigantesca, pero las hermanas con su vocación atienden, de forma casi milagrosa, a sus tres obras. La joven Bartolomea ve con agrado y agradece al Señor el aumento constante de nuevas hermanas y alumnas en el instituto; su labor es reconocida por la población y las autoridades. Sin embargo, un día enferma gravemente y entrega su alma al Creador a la temprana edad de veintiséis años. Es canonizada junto con Vicenta Gerosa por el venerable Pío XII (1939 -1958) en 1950. Iconografía: con hábito frente a un crucifijo del cual se desprende una luz que la ilumina; sobre su cabeza una paloma, símbolo del Espíritu Santo.
SAN PEDRO Y SAN PABLO
Santos: Pedro y Pablo, apóstoles; y Ciro de Génova, obispo. Beato Bienvenido de Gubbio, religioso. Solemnidad (Rojo)
SAN PEDRO Y SAN PABLO, del arameo: piedra" y del latín, "pequeño", respectivamente (siglo I). Apóstoles. El Catecismo de la Iglesia católica, en el párrafo 642, nos dice: "Como testigos del Resucitado, los Apóstoles son las piedras de fundación de su Iglesia. La fe de la primera comunidad de creyentes se funda en el testimonio de hombres concretos, conocidos de los cristianos, y de los que la mayor parte aún vivían entre ellos. Estos 'testigos de la Resurrección de Cristo' son ante todo Pedro y los Doce; pero no solamente ellos: Pablo habla claramente de más de quinientas personas a las que se apareció Jesús en una sola vez, además de Santiago y de todos los Apóstoles".
SAN PEDRO: Su nombre era Simón, hijo de Jonás (Jn 1, 42) y hermano del también apóstol Andrés. Pescador, nativo de Betsaida. Cuando conoce a Jesús, estaba casado y tenía casa en Cafarnaúm (Lc 4, 31-38). Entre los nombre de los Doce ocupa el primer lugar. Fue el portavoz de los discípulos y con Andrés, Juan y Santiago "el Mayor", eran de los más allegados al Redentor. Después de la muerte de Jesús, continúa en viajes de misión, sin ubicarse los lugares que visita. La Iglesia católica venera a Pedro y Pablo como "Príncipes de los apóstoles", en especial al primero. Los relatos evangélicos no coinciden cuándo Jesús cambió el nombre de Simón por Cefas (del griego, "Pedro", "piedra" (Mt 3, 16; Jn 1, 42). Asimismo, Jesús entrega a Pedro "las llaves del Reino" diciéndole: "A ti te daré las llaves del reino de los cielos..." (Lc 22, 32; Jn 21, 15). De acuerdo con la Tradición, Pedro es crucificado cabeza abajo en Roma, en tiempos de Nerón (64 o 67 d. C.). Se le sepultura en la colina Vaticana. Se le atribuyen dos Epístolas del Nuevo Testamento. Iconografía: túnica azul y manto dorado; con las llaves del Reino en sus manos. Puede estar con los apóstoles o sólo con San Pablo. Intercesor de asuntos eclesiásticos del Vaticano y de los cerrajeros.
SAN PABLO: Originario de Tarso, Turquía; su familia perteneció a la tribu de Benjamín, sin conocerse otros detalles. En la juventud se dedica a tejer redes y es discípulo del rabino Gamaliel. Perseguidor implacable de los cristianos, se convierte al cristianismo en el camino a Damasco al escuchar la voz de Cristo: "¿Saulo, por qué me persigues?". (Hch 9, 4); acontecimiento que la Iglesia conmemora el 25 de enero. Después de este encuentro con Cristo, será un fervoroso creyente, unido con los apóstoles, El Nuevo Testamento registra que realiza cuatro viajes misioneros para difundir la fe cristiana en Grecia, Asia Menor, Antioquía, Roma y, quizá, España. En su obra literaria se le atribuyen trece Cartas o Epístolas en el Nuevo Testamento, donde destaca su amor y su obsesión por Cristo, al estar seguro de que nada ni nadie lo separará de Él. Es aprehendido y encarcelado en Jerusalén, en el año 58 d. C., y trasladado a Cesarea, ya que por su nacimiento en Tarso era ciudadano romano y al hacer valer sus derechos como tal, solicita un juicio por el tribunal imperial, y se le embarca hacia Roma, cerca del año 60 d. C. En la Ciudad Eterna padece el martirio y muere decapitado. En el lugar de su sacrificio se encuentra la basílica a él dedicada. Iconografía: con túnica y manto de época, una espada alusiva a su martirio y en sus manos la Biblia. Patrono de cordeleros por su actividad de tejedor y protector contra mordeduras de serpiente.
Los primeros Santos Mártires de la Iglesia Romana.
Santos: San Adolfo de Osnabruck, monje. Beato Jenaro María Sarnelli, presbítero. Feria (Verde)
BEATO JENARO MARÍA SARNELLI, variante gráfica de Genaro, del latín, "enero” (1702-1744). Presbítero- Sus padres pertenecieron a la nobleza italiana. Su progenitor era el Barón de Ciorani de su madre no se conocen datos. Nace en Nápoles, se deduce su formación católica ya que a los 14 años decide su vocación al sacerdocio; sin embargo, su padre lo convence de que aún es muy joven para asumir esa importante decisión. Por lo anterior, inicia estudios de derecho, obtiene los títulos en derecho civil y canónigo (1722). Es un destacado abogado; se integra a la Congregación de Caballeros de las Profesiones Juristas y de Médicos. En dicha asociación se tenía por norma hacer visitas al hospital de enfermos incurables. Fue en esta altruista actividad cuando se renueva su vocación sacerdotal e ingresa al seminario (1728), un año después continúa el noviciado en el colegio de la Sagrada Familia, en la congregación de la Misiones Apostólicas, En 1732 recibe la ordenación sacerdotal. Con especial empeño enseña el catecismo a los niños quienes eran obligados a trabajar. Proporciona consuelo espiritual a los encarcelados condenados a muerte; atiende a los ancianos del centro geriátrico y a los marinos postrados en el nosocomio del puerto napolitano. En esa etapa hace amistad con san Alfonso María de Ligorio, (1 de agosto), conoce su apostolado y, unidos, dan clases de catecismo a los laicos y organiza las llamadas "Capillas del atardecer". Además al ser director de la catequesis que se impartía en la parroquia del barrio español, se percata de la conducta licenciosa de las jóvenes, por lo cual se da a la tarea de luchar contra la prostitución imperante. Asimismo, en 1733 se convierte en defensor de su amigo, el padre Ligorio, quien al fundar —un año antes la congregación del Santísimo Redentor (redentoristas), padece injustas críticas; por ello radica en la población italiana de Scala, donde tiene su sede dicha congregación. Colabora con san Alfonso y decide ingresar con los redentoristas en 1736, al tiempo que continúa con las Misiones Apostólicas, sin dejar su obra a favor de las jóvenes en peligro. Por su extenuante trabajo enferma de gravedad y regresa a Nápoles para someterse a un tratamiento, hasta recuperar la salud. En dicho lugar continúa con su misión entre las prostitutas; también propaga las meditaciones con los laicos. Su obra literaria principal es El mundo santificado, y deja más de 30 obras sobre meditación, teología, mística, derecho, moral, pedagogía y temas pastorales. Se anticipa a su época con una gran actividad a favor de la mujer, y se le considera una autoridad en estos temas en la Europa del siglo dieciocho. Su salud, minada por la enfermedad y ardua misión, nunca le impide la predicación recorriendo su país, hasta que grave regresa a Nápoles donde fallece. Sepultado en el primer templo redentorista ubicado en la provincia italiana de Ciorani. El venerable, Juan Pablo II (1978-2005) lo beatifica el 12 de mayo de 1996.
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