Santoral Septiembre del 2017 / www.laverdadcatolica.org

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SAN JOSUÉ, del hebreo, "Yahvé salva" (s. XII o XIII a.C.). Profeta. Al final del libro del Deuteronomio se cita que el profeta Moisés lo designó como jefe de las tribus en busca de la Tierra Prometida (34, 9). Josué aparece en la Biblia como prefigura de Jesús (misma raíz etimológica, del hebreo, "Yahvé Salva"). Era hijo del siervo del Señor Nun y es figura central del libro homónimo en el Antiguo Testamento, narrándose sus hazañas en 24 capítulos. Perteneció a la tribu de Efraín. Su nombre era Hosea; pero Moisés, para acentuar su cometido en la tierra de Canaán, le cambió el nombre (Nm 13, 8-16). Fue un cercano ayudante del citado legislador hebreo quien le encomendó el mando de las tropas que lucharon victoriosas contra los amalequitas (Ex 17, 9 y sigs.); asimismo, acompañó a Moisés al Monte Sinaí cuando recibió las Tablas de la Ley (Ex 32, 17). Al morir Moisés, siguió las indicaciones de Yahvé haciendo que el Arca de la Alianza marchara delante del ejército, y al pasar por el río Jordán, cuando las aguas se abrieron dejando el paso libre a los israelitas que lo atravesaron a pie (Jos 3, 1-21); después, sitió a Jericó (Jos 6, 1-27) e hizo que el Sol se detuviera sobre Gabaón, a fin de vencer a los amorreos (Jos 10), por ello se le nombra "el Hombre que detuvo al Sol". Se dice que vivió 110 años y recibió sepultura en Timnat Seraj, en la montaña de Efraím, al norte del monte Gaas (Jos 24, 29-30). Ha sido integrado en el Santoral de hoy, con base en el párrafo 61 del Catecismo de la Iglesia Católica (C/C), que indica: "Los patriarcas, los profetas y otros personajes del Antiguo Testamento, han sido y serán siempre venerados como santos en todas las tradiciones litúrgicas de la Iglesia".

Santos: Habib, diácono y mártir; Agrícola de Aviñón, obispo; Antolín de Palencia, mártir.

SAN HABIB, del hebreo javiv, "querido" (322). Diácono y mártir. Se cuenta con pocos datos de la vida de este diácono que dio su vida por amor y fidelidad a Cristo Jesús; sin embargo, su passio, fue escrita en fecha cercana a su sacrificio, entre los años 340 y 360. Se tiene la certeza que Habib era diácono y desarrollaba su misión durante el gobierno de Licinio. Enfrentó de forma heroica al mandatario declarándose cristiano, sometiéndole a suplicios e interrogatorios para forzarle a renegar de su fe. Todo resultó inútil, incluso la amenaza de muerte. Al ver que los castigos corporales no producían el efecto deseado, se le condujo a la hoguera y se le prendió fuego; el santo resistió. Al convencerse de que los tormentos sólo generaban admiración y nuevos adeptos a Cristo fue decapitado. Con frecuencia, en los Santorales aparece conmemorado en esta fecha, junto con los igualmente mártires Gurias y Samonas, llamados los "Tres confesores de Edessa", aunque no fueron inmolados en la misma fecha ni el mismo año. También se le conoce como Abibos de Edessa.

SAN MARINO DE RÍMINI, del latín, "perteneciente al mar" (s. IV). Anacoreta. De su vida, se conoce que era albañil o cantero. Sin precisarse detalles, se le capturó con varias decenas de cristianos y se le sentenció a realizar trabajos forzados en la construcción de la ciudad italiana de Rímini. Posteriormente, junto con su amigo san León (obispo y mártir; 14 de marzo), se le condenó a trabajar en las canteras del monte Titano. En cautiverio propagó la Palabra y animó a sus compañeros a confiar en la Misericordia Divina. Tres años después, fue liberado, se separó del santo obispo y regresó a la ciudad de Rímini. Su santidad de vida logró numerosas conversiones. Se cuenta que, para desprestigiarlo, el maligno se introdujo en el cuerpo de una mujer quien decía ser la esposa abandonada del santo y le denunció ante las autoridades. Marino buscó refugio en las cuevas del monte Titano donde vivió muchos años como ermitaño. Por su prestigio de hombre virtuoso y poseedor del don de la taumaturgia y su labor en favor de presos y condenados, fue llamado por el obispo san Gaudencio de Rímini (14 de octubre) quien le ordenó diácono. Marino construyó una choza en el monte Titano, donde continuó su ejemplar vida de ermitaño dedicado a la penitencia y oración. Por su prestigio de santidad y taumaturgo acudían a él cientos de peregrinos; por ello alrededor de su morada se fue construyendo una aldea la cual, al transcurrir de los siglos, se convirtió en el núcleo de la actual República de San Marino, en la península itálica. A su muerte, dio inicio su culto inmemorial.

Santos: Moisés, profeta y legislador; Bonifacio, papa. Beato José (Giuseppe) Toniolo, economista y sociólogo laico.

BEATO JOSÉ (GIUSEPPE) TONIOLO, del hebreo, "Dios acrecentará" (1845-1918). Economista y sociólogo laico, originario de Treviso, Italia. Se graduó en Derecho y Sociología Económica en la Universidad de Padua (1867). Ejerció la docencia en las facultades de Padua, Módena y Pisa. En ésta última dictó cátedra a partir de 1879. Su labor estuvo enmarcada en el nacimiento y propagación del pensamiento liberal italiano, que había logrado enajenar los Estados Pontificios. Con destreza combinó su fe con los principios de su naciente país. Fundó sus principios pedagógicos en las ideas de santa Teresa de Ávila y de santo Tomás; por ello, subordinó las relaciones económicas a la justicia, tal como lo dictaba la Escolástica. Asimismo, vinculaba la Ética con la Economía y a ésta la identificaba como un elemento de la civilización. Rechazaba los cánones del Liberalismo y Socialismo, objetando que, sin tener una base teológica, no podrían subsistir. Preponderaba en sus postulados los principios axiológicos del cristianismo como esenciales para el desarrollo de una sociedad justa. Fue pionero de la Sociología económica. Colaboró de forma destacada en la redacción de la Encíclica, publicada en 1891 por León XIII (1878-1903), Rerum Novarum, que trata del trabajo y la política social, la cual sentó las bases de la democracia cristiana. Dirigió la Acción Católica Italiana, la Asociación de Mujeres Católicas y la Revista Internacional de Ciencias Sociales, de la cual fue fundador. Para defensa y capacitación de los trabajadores, creó las Semanas Sociales. Fue promotor de derechos, hoy fundamentales de la clase obrera como: el descanso dominical, el límite de las horas de trabajo y la protección a las obreras. A partir de 1848 es líder del movimiento de la "Democracia Cristiana". Sus doctrinas las dejó plasmadas en escritos como el Tratado de economía social. Siempre enarboló los principios de la ética y del espíritu cristiano sobre las duras leyes de la economía. El Estado italiano incorporó a la legislación, sus tesis del corporativismo católico. Murió en Pisa. Beatificado por Benedicto XVI en 2012, quien fijó su memoria litúrgica este día, fecha en que contrajo matrimonio.

Santos: Bertín o Bertino de Sithiu, abad; Teresa de Calcuta, fundadora; Lorenzo Justiniano, obispo.

SAN BERTÍN O BERTINO DE SITHIU, del germánico, "el que ama el brillo" (709?). Abad. Nacido en los alrededores de Coutances, Francia. Ingresó en la abadía Benedictina de Luxeuil, al noroeste de su país. Fue enviado, junto con dos monjes, a evangelizar la región francesa de Thérouanne, en Pas-de-Calais, donde desarrollaron extenuante y fructífera labor. Edificaron dos abadías: Saint Mommolinus y la Sithiu, de ésta última, Bertín fue abad desde 661 y hasta su muerte. Además de difundir la Palabra, los monjes formaron a los pobladores en labores agrícolas y pecuarias. Su benéfica obra se extendió a toda la región, construyéndose la hoy catedral de Saint-Omer (663). Su trabajo fue decisivo para la posterior evangelización de la Gran Bretaña. Cabe señalar que 22 de sus discípulos han sido canonizados. Fue reconocido, amado y admirado por su santidad y su extrema austeridad de vida. Iconografía: como Benedictino, con hábito negro con báculo y barco en la mano, esto porque Sithiu era accesible sólo por mar. También se le conoce como Bertín "el Grande".

Santos: Zacarías, profeta; Eleuterio de Espoleto, presbítero. Beato Liberato de Loro, presbítero.

BEATO LIBERATO DE LORO, del latín "el liberado" (1214-1258). Presbítero. Nació en la población de Loro Piceno, Italia. En 1234 renunció a sus posesiones y título nobiliario para incorporarse al convento de Roccabruna; ahí fue consagrado sacerdote. Posteriormente, se dirigió al eremitorio franciscano de Soffiano donde se hizo anacoreta. Se dice que su incorporación como Terciario se debió a un encuentro que tuvo con san Francisco de Asís (4 de octubre), cuando éste pasó por su región. En las Florecillas de San Francisco se detalla su vida plena de santidad y espiritualidad, al decir: "...de tan gran santidad y gracia, que parecía totalmente endiosado; frecuentemente estaba arrobado en Dios. Y sucedía que, mientras se hallaba todo elevado en Dios, porque poseía en grado notable la gracia de la contemplación, venían a él los pájaros de toda especie y se posaban confiadamente en sus hombros, cabeza, brazos y manos, poniéndose a cantar maravillosamente. Él era muy amante de la soledad y raras veces hablaba; pero, cuando le preguntaban alguna cosa, respondía con tal gracia y sabiduría, que más parecía ángel que hombre; y vivía muy entregado a la oración y a la contemplación. Los hermanos le profesaban gran reverencia. Al final de su virtuosa vida, tenía unos 45 años, este hermano cayó enfermo de muerte por divina disposición, hasta el punto de no poder tomar nada [...] él [...] ponía toda su confianza en el médico celestial, Jesucristo bendito, ye n su bendita Madre, de la cual mereció, por la divina clemencia, ser milagrosamente visitado y consolado. Porque, hallándose en cama, preparándose para la muerte con todo el corazón y con la mayor devoción, se le apareció la gloriosa Virgen María, rodeada de gran muchedumbre de ángeles y de santas vírgenes, en medio de maravilloso resplandor, y se acercó a su cama. Al verla, él experimentó gran consuelo y alegría de alma y de cuerpo, y comenzó a suplicarle humildemente que rogara a su amado Hijo que, por sus méritos, lo sacara de la prisión de esta carne miserable. Y como prosiguiera en esta súplica con muchas lágrimas, le respondió la Virgen María llamándolo con su nombre: «No temas, hijo, que tu oración ha sido escuchada, y yo he venido para confortarte antes de tu partida de esta vida»". Pío IX (1846-1878) en 1868 concedió oficio y misa en su honor.

Santos: Regina de Francia, mártir; Juan de Lodi, obispo. Beato Ignacio Klopotowski, fundador.

BEATO IGNACIO KLOPOTWOSKI, quizá del vasco, "lugar en la pendiente de una extremidad montañosa" (1866-1931). Fundador. Nació en Korzeniówka, Polonia. Ingresó al seminario mayor de Lublin y para, completar su preparación, viajó a San Petersburgo (antigua Leningrado; ciudad de la Federación de Rusia), donde obtuvo el grado de Licenciado en Teología. Se ordenó sacerdote en 1891. Fue vicario de la iglesia de la Conversión de san Pablo y, en 1892, capellán del hospital de san Vicente. Durante 14 años impartió diversas cátedras en el seminario de San Vicente, lo cual no le impidió mantenerse en contacto con la feligresía; de esta forma se percató de la miseria moral y material que padecía el pueblo, de su falta de educación y de la carencia de instrucción religiosa, para paliar esta situación, fundó obras de carácter social, como el hospicio de san Antonio, para albergar a mujeres y a niñas en situación de calle, con el objetivo de alejarlas de la prostitución. Asimismo, edificó orfanatos, casas de asistencia para ancianos y redactó y publicó el diario Polaco-Católico y las revistas El Buen Domingo, El ángel custodio y Círculo del Rosario; además de oraciones y libros de. Con la colaboración de las religiosas Esclavas de la Inmaculada estableció una serie de escuelas en zonas rurales, estas obras le acarrearon la animadversión de las autoridades civiles rusas, por lo que fue perseguido. En 1908 se mudó a Varsovia, Polonia. En 1920, con el apoyo de monseñor Achille Ratti —quien sería el pontífice Pío XI (1922-1939)— fundó la Congregación de las Hermanas de la Virgen de Loreto, cuya misión sería el utilizar los medios de comunicación impresa para difundir la Palabra. Entregó su vida al Creador en la citada ciudad. Elevado a los altares por Benedicto XVI (2005-2013) en junio de 2005. Una de sus frases que sintetiza su filosofía es la siguiente: "Todo niño abrazado contra el corazón, toda existencia humana salvada de la muerte, todo centésimo sumido a una buena obra, son un gran mérito ante la patria".

BEATA SERAFINA SFORZA, del hebreo, serafim, hace referencia a cada uno de los espíritus bienaventurados que forman el "primer coro" de la inicial jerarquía de los ángeles; persona de singular hermosura (1434-1478). Abadesa. Nació en Urbino, Italia. A tierna edad murieron sus padres; después de vivir con varios familiares, en 1446, quedó bajo la tutela de su tío, el cardenal Próspero Colonna, quien radicaba en Roma. En 1448 contrajo matrimonio con Alejandro Sforza, Señor de la ciudad italiana de Pésaro. Cuando su marido fue requerido para participar en una guerra, Serafina asumió el mando del Estado. Por envidias fue injuriada, las calumnias llegaron a su marido quien, al retornar del combate, seis años después, trató de deshacerse de ella. El "ofendido" despreció, humilló y maltrató a su legítima esposa y vivió en concubinato. Finalmente, hizo valer la fuerza política y logró recluir a Serafina en el convento de Clarisas, Corpus Domini de Pésaro (Piceno). Después de obtener una dispensa papal, profesó, en 1457, como Sor Serafina. Durante 21 años rogó e hizo penitencias para que su esposo reconociera sus errores y llevara cristiana existencia. Debido a la santidad de vida fue designada abadesa en 1475. Sus plegarias fueron escuchadas y Alejandro se presentó ante ella para pedirle su perdón. A este encuentro sucedieron varios hasta que, en 1473, el arrepentido marido falleció. Cinco años después Serafina murió. Benedicto XIV (1740-1758) aprobó su culto en 1754.

LA NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, del latín nativitas, "nacimiento" (siglo I a. C.). La Tradición ubica Jerusalén como lugar de nacimiento de la Santísima Virgen María, en el sitio donde actualmente se erige la Basílica de santa Ana. Las narraciones sobre su nacimiento se basan en relatos apócrifos e indican que sus padres eran Joaquín y Ana. Celebración conocida en Oriente desde el siglo VI. Fue fijada en esta fecha ya que es el día con el que se abre el año litúrgico bizantino, el cual se cierra con la Dormición, en agosto. En Occidente fue introducida hacia el siglo VII. Quedó establecida en el siglo XIX, exactamente nueve meses posteriores a su Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre. San Pío X (1903-1914; 21 de agosto) le otorgó el rango de fiesta.

BEATA MARÍA EUTIMIA, del hebreo Miryam, cuyo significado y etimología son discutidos; quizá —según diversos Padres de la Iglesia— "señora", "soberana", y del griego, "de buen ánimo" (1914-1955). Religiosa. Emma Uffing, su nombre en el siglo, nació en Halverde, Steinfurt, Alemania. Formó parte de una cristiana y numerosa familia. En su niñez padeció raquitismo, lo que marcó su salud y desarrollo físico toda su vida. En 1911, en el poblado de Hopsten inició su aprendizaje de economía doméstica; ahí colaboró en el hospital de Sant'Anna atendido por las Hermanas de la Misericordia de Münster. En 1928 sintió el llamado del Señor y emprendió una preparación personal para culminar su deseo. En 1934 se unió a la citada congregación; al profesar, en 1940, eligió el nombre de María Eutimia. Asignada como enfermera al hospital de San Vicente ubicado en Dinslaken, donde amorosa y cuidadosamente atendió a los pacientes "aislados" en la sala Santa Bárbara. Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) se distinguió por su trabajo tenaz, entre los heridos y prisioneros de guerra, sin importar credo o nacionalidad, y desarrollando, de forma paralela, intensa actividad apostólica entre los mismos, siempre procurando acercarlos a Dios, reconciliarlos con Él o incrementando su fe. Al finalizar la contienda, su misión continuó, asistiendo principalmente a obreros. Por su entrega, caridad y profesionalismo, le valió el nombre de "el Ángel de Santa Bárbara". Falleció víctima de un cáncer que le hizo sufrir intensos dolores físicos durante los últimos días de su vida. San Juan Pablo II (1978-2005); 22 de octubre) la elevó a los altares en 2001.

Santos: Nicolás de Tolentino, presbítero; Nemesio de Alejandría, mártir. Beato Santiago Gagnot, mártir.

SAN NICOLÁS DE TOLENTINO, del griego "victorioso" (1245-1305). Presbítero. Nació en Castel Sant' Angelo, el actual Sant' Angelo in Pontano, Italia. En su juventud decidió hacer vida eremítica y dejar la casa paterna para morar en una cueva. Ingresó en la Orden de san Agustín recibiendo el Orden sacerdotal hacia 1270. Cinco años después, se le trasladó a la población de Tolentino —donde pasó el resto de su existencia—, con el propósito de evangelizar, corrigiendo las desordenadas costumbres que había dejado la guerra. Su piedad le hizo destacar entre la feligresía: ayudó a los necesitados, auxilió enfermos y agonizantes, apaciguó problemas familiares, confortó encarcelados; por sus virtudes, la gente lo solicitaba como guía espiritual y confesor. Tuvo numerosas experiencias místicas y se le otorgó el don de la taumaturgia. Antes de partir de este mundo expresó: "Veo a mi Señor, Jesucristo, su Madre y san Agustín que me dicen: Enhorabuena buen y fiel servidor". En el Sumario de los procesos de canonización: se le describe así: "...era puro, modesto, afable, comunicativo, tranquilo, enemigo de la envidia y del escándalo [...] recto, sabio, prudente, atento para sus dependientes, hombre de buen sentido, leal, humilde [...] Era tenido comúnmente como santo y respetado y venerado". Canonizado en 1446 por Eugenio IV (1431-1447). Patrono de las almas del purgatorio. Intercesor de embarazadas, enfermos contagiosos y moribundos. Una piadosa leyenda cuenta que cuando se le solicitaba acudir a realizar alguna visita nocturna, las estrellas le iluminaban el camino, por ello, en su iconografía se le aprecia con su hábito revestido de estrellas.

Santos: Nuestra Señora de Coromoto, Patrona de Venezuela. Proto y Jacinto de Roma, mártires; Pafnucio "el Grande" de la Tebaida, obispo.

SAN PAFNUCIO "EL GRANDE" DE LA TEBAIDA, algunos lingüistas citan que este nombre está relacionado con la ciudad de Pafos, situada en Chipre (s. IV). Obispo. Probablemente fue originario de Egipto. Fue un anacoreta que vivió en el desierto de la Tebaida (región situada al sur de Egipto donde habitaron los primeros ermitaños cristianos), alimentándose de agua, pan, hierbas y raíces silvestres. Su ejemplar vida motivó a los cristianos de ese lugar el proponerle asumir el cargo de obispo de la Tebaida, con lo que abandonó su retiro. En su tiempo, las cacerías de cristianos por parte de los romanos eran constantes y feroces, siendo el santo prelado víctima de una de ellas en la cual se le atormentó y sufrió la pérdida de un ojo y, para evitar que huyera, la mutilación del tendón de una pierna; algunas Crónicas citan que fue condenado a realizar duros trabajos en las minas egipcias. Al finalizar las persecuciones, asistió al Concilio de Nicea I —celebrado en el año 325— convocado por Constantino "el Grande" y presidido por san Silvestre (31 de diciembre), donde se reunieron todos los obispos para fijar el dogma cristiano; ahí se redactó el Credo o Símbolo de Nicea y se condenó el arrianismo. También formó parte de los obispos que asistieron al Sínodo de Tiro (335). No estuvo de acuerdo con que los eclesiásticos casados abandonaran a sus esposas como condición para que continuaran ejerciendo su ministerio; pero sí apoyó la idea de que en adelante sólo accedieran al sacerdocio hombres solteros. Algunos hagiógrafos afirman que fue inmolado, crucificado en una palmera; pero, la mayoría cita que fue muerte natural. También se le nombra Pafnucio de Egipto.

SAN GUIDO DE ANDERLECHT, del germánico, "selva", "bosque" (1012). Laico. Nació en Anderlecht, cerca de Bruselas, (Bélgica); sus padres eran campesinos. Fue sacristán en la iglesia belga de Nuestra Señora de Laken, donde dio ejemplo de caridad y vida cristiana. Algunas biografías citan que reunió una considerable cantidad de dinero, compró un barco e inició una travesía comercial, pero en alta mar le sorprendió una tormenta y la nave naufragó, Guido tomó esto como una señal del cielo y abandonó su intento de ser comerciante. Peregrinó por siete años a Roma y a los Santos Lugares. Agotado por las penitencias y severas condiciones y penurias del recorrido regresó a su patria siendo hospedado por un clérigo; poco tiempo después murió con olor a santidad. El pueblo reconoció sus virtudes y heroica vida cristiana e inició su culto inmemorial, acudiendo a su sepulcro donde verificaron numerosos milagros. Patrono de agricultores y sacristanes. También se conoce como Guidón, o Guy.

SAN AMADO DE LUXEUIL, del latín amatus "amado" (ca 630). Abad. Nació en Grenoble, Francia. Una antigua Vita del santo indica que hacia 581 fue llevado por su padre a una abadía cercana a St. Moritz, donde se inició en la vida monástica y se desarrolló su vocación hacia la vida en soledad, por lo que escapó del convento y se recluyó en la soledad de una cueva permaneciendo en oración, ayuno y penitencia; siendo tal su virtud, el maligno le tentó en innumerables ocasiones. Su fama de santidad se expandió por toda la región y numerosos fieles acudían a solicitar del ermitaño consejo, su intercesión o su bendición. El conde Romarico, quien se hizo monje y predicaba la palabra de Dios en la región francesa de Metz, unió sus esfuerzos a los de Amado y juntos fundaron dos abadías en Remiremont, una para hombres —de la cual Amado fue nombrado abad— y otra para religiosas. En su cargo se distinguió por su apego a la Regla, prudencia y sabiduría; estableció el rezo cotidiano del Oficio Perpetuo. Cercano al final de su vida, dejó la dirección de la abadía a Romarico y se retiró a vivir en una gruta vecina al monasterio donde murió, iniciándose su veneración. En algunos Santorales aparece como san Amé o Amato de Remiremont.

En la República Mexicana, la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz se celebra el día 3 de mayo.

Santos: Materno de Colonia obispo; Gabriel Taurino Dufresse, mártir; Pedro de Tarantasia, obispo.

SAN GABRIEL TAURINO DUFRESSE, del hebreo, "Dios es mi fortaleza" y del latín, "relativo al toro" (1750-1815). Mártir. Nació en Lezoux, Francia. Siendo niño conoció en su país el apostolado de la Congregación de las Misiones Extranjeras de París, lo que le llevó a decidir consagrar su vida a Dios como sacerdote misionero. Ingresó en 1774 al seminario de la citada Congregación y, al término de su academia, fue ordenado sacerdote. Ejerció su ministerio en Francia y fue enviado a China en 1777. Desembarcó en Macao donde, a pesar de las constantes y sanguinarias persecuciones ordenadas por el emperador, se dedicó a dar a conocer el Evangelio. Por su ejemplo y convicción en la fe de Cristo, incrementó en forma notable las conversiones y fomentó y fortaleció el clero indígena. Para evitar ser descubierto realizó su labor pastoral disfrazado. Su peregrinar misionero le condujo a Beijín (Pekín), donde fue localizado y desterrado en 1784. Pero su amor a Dios era mayor y perseveró en su afán apostólico, por lo que, en 1789, regresó a Macao y por más de 10 años logró ejercer su misión. Por sus méritos fue nombrado obispo de Tabraca. Fue un prelado ejemplar, debido a las múltiples conversiones logradas, a su generosidad con los pobres y a las obras de beneficio social que creó para los habitantes de su diócesis. Los infieles lo encontraron, fue arrestado y conducido a en Tcheng-Tou, provincia china de Sichuan, donde se le sometió a juicio y fue condenado a morir decapitado. Canonizado y designado "el Gran obispo del oeste de China" por san Juan Pablo II (1978-2005; 22 de octubre) en el año 2000.

Otros santos: Nicomedes de Roma, mártir; Catalina Fieschi, viuda. Beato Rolando (u Orlando) de Médicis, anacoreta.

BEATO ROLANDO (ORLANDO) DE MÉDICIS, del germánico Hrod-land, "aquél que viene de una tierra gloriosa" (1386). Anacoreta. Nació en Milán, Italia, en el seno de la noble y poderosa familia de los Médicis. Nada se sabe de su vida hasta que a los 30 años dejó su hogar, lujos y comodidades para retirarse a los bosques de los Alpes, donde durante 26 años llevó una existencia de silencio, contemplación, oración y penitencia. Con hojas, paja y ramas se confeccionaba sus vestiduras o se cubría con pieles de animales muertos. Se mantenía comiendo raíces, frutos y hierbas silvestres. En el invierno al escasear su acostumbrado alimento, iba a la ciudad y hurgaba en los basureros; muchos de los lugareños le consideraban loco y lo insultaban y maltrataban; otros, por el contrario, admiraban su existencia consagrada al Señor a través de la vida de ermitaño. En uno de sus viajes, el marqués de Pallavicini le encontró tirado, casi muerto; lo llevó a su palacio, le alimentó y buscó un médico que le aliviase; asimismo, llevó al fraile Carmelita Domenico de Dominicis di Cremona, para que lo asistiera espiritualmente. Al sacerdote le narró su vida, manifestándole que así había vivido por amor a Dios y por espíritu de penitencia. Después de una breve estancia en el castillo falleció. Su culto inmemorial fue confirmado en 1853.

NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES, del latín, "penas" o "sufrimiento". Esta veneración data del siglo XIII. Su santidad Pío VII (1800-1823), en 1814, extendió esta memoria a la Iglesia universal. En 1912 san Pío X (1903-1914; 21 de agosto), estableció su celebración en esta fecha con el fin de preservar intactos los días de la Cuaresma; sin embargo, en algunas zonas de la República Mexicana, aún se conserva el nombrado "Viernes de Dolores".

Santos : Cornelio, papa y Cipriano, obispo, Edito Edita de Wilton, religiosa; Juan Macías, presbítero.

SAN CORNELIO, del latín, "coronado" (253). Papa y mártir. Fue romano, perteneció a la nobleza, decidió convertirse a la fe en Cristo al estudiar su doctrina. Tuvo conocimientos de Derecho y fue maestro en Cartago. En el año 251 fue electo Papa; se opuso al cisma de los novacianos, su autoridad Pontificia se reafirmó con la ayuda de Cipriano. Sostuvo la tesis de que el perdón divino llegaba a todos, incluyendo a los pecadores arrepentidos y a los que temiendo morir habían abjurado (llamados lapsos). Dos años después de su elección fue desterrado y murió martirizado en Civitavecchia.

SAN CIPRIANO, del griego, "sufrido" (258). Mártir. Originario de Cartago, África, abogado de ilustre familia, orador; convertido al cristianismo. Fue ordenado sacerdote y, por su labor, designado obispo de su ciudad natal en el año 249. Evangelizó su país y logró numerosas conversiones. Sostuvo que la misericordia divina es mayor que nuestras faltas. Encontró la paz en Cristo y donó sus bienes a los necesitados. Apoyó al pontífice Cornelio en su lucha contra los novacianos. Autor de valiosos documentos doctrinales y de la historia de la Iglesia. Fue decapitado en 258. El Martirologio Romano cita: "Memoria de los santos Cornelio, papa, y Cipriano, obispo, mártires, acerca de los cuales el 14 de septiembre se relata la sepultura del primero y la pasión del segundo. Juntos son celebrados en esta memoria por el orbe cristiano, porque ambos testimoniaron, en días de persecución, su amor por la verdad indefectible ante Dios y el mundo (252, 258)".

SAN PEDRO DE ARBÚES, del arameo, "piedra", "roca" (1441-1485). Mártir. Nació en noble cuna en la ciudad de Épila, Zaragoza, España. Fue un buen estudiante, hizo estudios elementales en su tierra natal y los continuó en Bolonia, Italia, hasta obtener los títulos en Derecho Civil y Canónigo (1473), de inmediato le fue otorgada una plaza de docente en esa universidad. Un año después el Cabildo de la catedral de Zaragoza le confirió el cargo de canónigo regular de san Agustín, profesando sus votos solemnes en 1476. Al ejercer la canonjía, dio ejemplo de una vida virtuosa, trato amable y generoso con los necesitados, además de destacar por su cultura. En 1483 fue nombrado por la Santa Sede, Inquisidor General en el reino de Aragón. En el ejercicio de sus funciones eligió para colaborar con él a honorables oficiales y propagó edictos a fin de que el pueblo denunciara a falsos cristianos. Su celo en el servicio inquisitorio hizo que se iniciaran continuas detenciones y procesos de quienes no cumplían con el catolicismo, esto le originó represalias y dio inicio a una serie de difamaciones y calumnias en su contra; sin embargo, los Reyes Católicos no dieron importancia a los rumores. Los detractores se dirigieron a Roma, pero el Pontífice respaldó las acciones del Inquisidor. Pese a lo anterior, se fraguó una emboscada por parte de familiares de unos sentenciados; para tal efecto, lo acecharon por la noche cuando se dirigía a la Catedral; los malhechores lo esperaban en el interior del templo y al momento en que el sacerdote hizo una genuflexión ante el Santísimo, fue golpeado y apuñalado. Miembros del Cabildo catedralicio, testigos del atentado, lo llevaron moribundo hasta su casa. Aún sobrevivió dos días antes de fallecer otorgó el perdón a sus agresores. Por su sacrificio la Iglesia lo venera como mártir. El 29 de junio de 1867 fue canonizado por el beato Pío IX (1846-1878; 7 de febrero). Iconografía: antiguos grabados lo representan en actitud orante, al ser atacado por sus enemigos.

Santos: Juan Bautista y Jacinto de los Ángeles, mártires. Ariadna, mártir; José de Cupertino, presbítero.

SANTA ARIADNA, del griego, "indómita", "indomable" (siglo I). mártir. Las Actas que existen sobre ella, datan de los siglos V y VI, y narran pocos detalles de su vida, centrándose en su martirio, y tratando, como en muchos casos, de engrandecer la figura de esta virgen con detalles fantásticos; sin embargo, su existencia e inmolación por negarse a abjurar están fuera de duda. Se cita que nació en Frigia, antigua población de la hoy Turquía; que era esclava de un militar de alto rango y profesaba la fe de Cristo; su vida de piedad, humildad y servicio le ganó la admiración y cariño de sus vecinos. Al solicitársele realizara ofrendas y rindiera culto a los dioses paganos, ella declaró su fe y su negativa a adorar a los ídolos; de inmediato se ordenó fuera encarcelada y sometida a crueles tormentos; la joven, permaneció firme en su fe y los suplicios se prolongaron por tres días, los golpes recibidos ocasionaron la ruptura de varios huesos y se le desfiguró la cara. La liberaron para que repensara su posición. Ariadna con la ayuda de varios pobladores logró huir a las montañas. Al percatarse del escape se mandó a un destacamento a buscarla. La leyenda narra, que al verse acorralada solicitó ayuda al Altísimo, en ese momento, ante el asombro de los militares, se abrió un socavón en una roca, la joven ingresó, la cavidad se cerró y nunca más se supo de ella; al conocerse su milagrosa desaparición, los creyentes iniciaron su culto inmemorial. La Iglesia le considera mártir, ya que, aunque no murió al ser atormentada, soportó los castigos y estuvo dispuesta a ofrecer su vida por defender su fe. También aparece en algunos Santorales como Ariadna o Adriana de Prymnesso o de Frigia.

Santos: Memoria de San José María de Yermo y Parres, presbítero, o Memoria de San Jenaro*, obispo y mártir, María de Cervelló, religiosa.

SANTA MARÍA DE CERVELLÓ, del hebreo Miryam, cuyo significado y etimología son discutidos; quizá —según diversos Padres de la Iglesia— "señora", "soberana" (1230-1290). Religiosa. En noble cuna nació en la ciudad hispana de Barcelona. En su juventud pretendieron casarla con un caballero de la nobleza, pero ya había decidido consagrarse a Dios. Cuando murió su progenitor, se trasladó con su madre a una casa anexa al monasterio de la Merced y vistió el hábito Mercedario de las entonces llamadas "beatas", denominación que se daba a las jóvenes que a determinada edad no se habían casado, ni ingresado a la vida religiosa y permanecían en su hogar. Se deduce, que, después del Capítulo General de la Orden masculina de la Merced efectuado en Tarragona (1260), se establecieron normas para la profesión de piadosas damas que así lo solicitaran, por lo que María de Cervelló fue reconocida como la primera monja de la rama femenina Mercedaria y que en unión de varias compañeras profesaron hacia 1265. Se dedicó a la atención física y espiritual de los prisioneros de los musulmanes; para solventar gastos permanecía en los muelles solicitando limosnas a los viajeros y se mantenía ahí mismo en continua oración por los marinos. Se le atribuye haber escrito Máximas. Tuvo los dones de taumaturgia y profecía. Una leyenda dice que sin abandonar su reclusión salvó innumerables barcos de naufragar; asimismo como que numerosos cautivos fueron liberados por sus oraciones. Murió en Barcelona. Inocencio XII (1691-1700) confirmó su culto en 1692. Iconografía: con hábito Mercedario y una barca en sus manos. Se ha dicho de ella que es la "Santa marinera que nunca se embarcó"; protectora contra los peligros en el mar, por lo es llamada "santa María del Socorro". Su cuerpo incorrupto es venerado en la Catedral de Nuestra Señora de la Merced en Barcelona.

Santos: Memoria de los Santos Andrés Kim Taegon, presbítero, Pablo Chong Hasang y Compañeros, Beata María Teresa de San José, fundadora.

BEATA MARÍA TERESA DE SAN JOSÉ, del hebreo Miryam, cuyo significado y etimología son discutidos; quizá —según diversos Padres de la Iglesia— "señora", "soberana", y del latín "la que cosecha" (1855-1938). Fundadora. Anna María Tauscher van den Bosch, nace en Sandow, Provincia de Brandeburg, actual territorio polaco. Su padre es pastor de la Iglesia luterana, por lo mismo Anna es educada bajo los principios de esa doctrina. Al cumplir los 30 años se le nombra directora del manicomio de la ciudad alemana de Colonia. En este lugar, entra en contacto con el catolicismo. Convencida de que ésta era la verdadera religión es bautizada en el año de 1888, su conversión le acarrea el ser despedida de su trabajo y el rechazo de su familia. Una señora católica le contrata como dama de compañía, viaja con ella y llega al convento de Zangberg, Bavaria, Alemania. Durante su estancia en el claustro lee la Autobiografia de santa Teresa de Jesús (15 de octubre). Emocionada escribe en su Diario:" ¡Había encontrado mi ideal! ¡Mi corazón sensible y apasionado estaba encantado, arrebatado con ferviente amor a Santa Teresa! El Carmelo y solamente el Carmelo, allí debía ir, esa era la única meta de mis deseos. ¡Mi ardiente anhelo era el de servir a Dios sufriendo y amando, y en una Orden Religiosa se cumpliría!". En 1891 funda la Congregación Religiosa de Hermanas Carmelitas del Divino Corazón de Jesús cuyo carisma será dar una respuesta a las grandes necesidades del tiempo, en el siglo XIX. Inicia su obra al establecer un hogar para niños desamparados, pobres, huérfanos o abandonados en Berlín, Alemania. Su naciente comunidad es mal vista por el Cardenal Protestante quien la acosa y le prohíbe usar el hábito; así, María Teresa vaga de pueblo en pueblo, de un país a otro. Llega a Roma donde se le otorga una vieja casona a la que llama el Carmelo del Divino Corazón de Jesús (1904); dos años después, junto con varias damas, emite sus votos religiosos y adopta el nombre de María Teresa. Regresa a su patria para continuar su obra y crear más casas de asistencia. En 1912 parte hacia América, donde crea el Carmelo del Divino Corazón de Jesús. Al estallar la Primera Guerra Mundial (1914-1918), el gobierno expropia su casa de Roma. Así que, al regresar del Nuevo Continente, en 1920, se encuentra sin la Casa Madre; sin embargo, lucha por renovar y consolidar su Instituto en Europa. Se establece en Sittard, Holanda, donde pasa los últimos años de su vida. Es beatificada en 2006. Nota: la Iglesia la conmemora el 20 de septiembre, en tanto que la Orden de Carmelitas Descalzas la celebra el 30 de octubre.

SANTA MAURA DE TROYES, del latín nacida o procedente de Mauritania, República de África noroccidental, (850). Virgen. Nativa de la ciudad francesa de Troyes. Su vida fue escrita por Prudencio, célebre poeta hispanolatino (348-410). Hija de nobles, se narra que debido a sus oraciones su padre volvió a la recta senda de vida. Desde pequeña se distinguió por su piedad, oración y servicio a los pobres y a la Iglesia. Al morir sus acaudalados padres, vendió sus bienes y repartió el monto entre la Iglesia, las fundaciones de asistencia y los pobres. Cuando se le cuestionaba acerca de su estado civil, se le escuchaba decir que tenía cuatro novios los "santos Pedro, Pablo, Gervasio y Protasio". Distribuía su tiempo en la oración frente al Santísimo, la penitencia, el ayuno y auxiliar a indigentes y enfermos. Testimonios de contemporáneos afirman que Dios obraba maravillas a través de su sierva; sin embargo, ella solicitaba a los favorecidos que mantuvieran estos hechos en silencio. Después de su muerte, ocurrida cuando sólo contaba con 23 años de edad, el pueblo inició su culto inmemorial.

Santos: Ignacio de Santhiá, presbítero; Mauricio de Agaunne y compañeros, mártires. Cristóbal, Antonio y Juan de Tlaxcala, niños mártires (su canonización está programada para el 15 de octubre de 2017).

IGNACIO DE SANTHIÁ, quizá del vasco, "lugar en la pendiente de una extremidad montañosa" (1686-1770). Presbítero. Nativo de Santhiá, Vercelli, Italia, su nombre en el siglo fue Lorenzo Mauricio Belvisotti. Huérfano de padre, desde temprana edad recibió educación en la fe por parte de un sacerdote de su comunidad. Ingresó al Seminario, con la idea de ser misionero. Después de ordenarse fue designado canónigo de la iglesia colegiata de su ciudad natal. Por humildad renunció a los altos cargos eclesiásticos que le fueron ofrecidos. En 1716 se unió a los Hermanos Menores Capuchinos y un año después profesó sus votos. Confesor y director espiritual prudente y sabio durante 25 años, a él acudían lo mismo que humildes creyentes, que pecadores arrepentidos, clérigos y miembros de la nobleza o del gobierno de todas jerarquías. Maestro de novicios en el monasterio de Monte Turín, donde fue modelo de virtudes y obediencia a la Regla. Al estallar la guerra, en 1743, se avocó a llevar consuelo espiritual y material a heridos. Al término del conflicto se dedicó a instruir en la doctrina a niños y adultos, labor que estaba llena de convicción, amor y dedicación. Impartió ejercicios espirituales, especialmente a religiosos a quienes imbuyó la espiritualidad franciscana, para este fin redactó las Meditaciones para un curso de ejercicios espirituales. Por sus virtudes y el don de taumaturgia con el que fue favorecido se le llamó "el Santo del Monte". Entregó su alma al Amado en Turín. Canonizado por san Juan Pablo II (1978-2005; 22 de octubre) en 2002, quien expresó: "La Iglesia lo saluda hoy como religioso admirable en todos los aspectos de su vida franciscana. De él se ha escrito con agudeza que fue un religioso 'dispuesto a todo', pues todos los momentos de su vida franciscana y todas las manifestaciones de su actividad apostólica demuestran esta diversidad en virtudes internas y externas que lo pueden hacer ejemplar para todos".

Santos: Memoria de San Pío de Pietrelcina, Presbítero, Pío de Pietrelcina, presbítero; Rebeca, laica; Lino I, papa. Beata María Bernardina Jablonska, cofundadora.

SANTA REBECA, del hebreo, "la que cautiva con su belleza" (a. C.). Laica. Hija de Betuel, hermana de Labán; esposa de Isaac y madre de los gemelos Jacob y Esaú. Este personaje bíblico aparece en el Génesis, cap. 24 —Eliezer busca esposa para Isaac—; ahí, el versículo 15 cita: "Y aconteció que antes que él acabase de hablar, he aquí Rebeca, que había nacido a Betuel, hijo de Milca mujer de Nacor hermano de Abraham"; en el siguiente versículo se le describe: "Y la doncella era de aspecto muy hermoso, virgen, a la que varón no había conocido"; el v. 29 dice: "Y Rebeca tenía un hermano que se llamaba Labán. Fue descubierta por un siervo de Abraham y se casó con Isaac. Durante 20 años no pudo procrear, al cabo de los cuales dio a luz gemelos: "Salió primero uno rojo, todo él peludo, como un manto, y se le llamó Esaú. Después salió su hermano, agarrando con la mano el talón de Esaú, y se le llamó Jacob" (Génesis, 25, 25-26), siendo el primero su favorito y mediante engaños hizo que Isaac le bendijera, con ello se aseguraba del importante título de primogénito, quien heredaría la jefatura de la familia (Gen 27, 15-17). Al enterarse el hermano del engaño, Rebeca envió a Jacob a Mesopotamia (Gen 27, 42-46), siendo ésta la última vez que aparece en los textos bíblicos. La Tradición indica que falleció antes que Isaac y fue sepultada en una cueva de Hebrón, junto a Moisés. Está considerada por exegetas y teólogos como una figura central del Antiguo Testamento, ya que sin su participación los derroteros del pueblo hebreo hubieran sido diferentes. Ha sido integrada en el Santoral de hoy, con base en el párrafo 61 del Catecismo de la Iglesia Católica (CIC), que indica: "Los patriarcas, los profetas y otros personajes del Antiguo Testamento, han sido y serán siempre venerados como santos en todas las tradiciones litúrgicas de la Iglesia".

Santos: Anatolio de Milán, obispo; Gerardo Sagredo, mártir; Pacífico de San Severino, presbítero.

SAN GERARDO SAGREDO, del germano "audaz con la lanza" (134). Mártir. Originario de Venecia, Italia, fue bautizado con el nombre de Jorge. A tierna edad sufrió grave enfermedad que puso en riesgo su vida; sus padres ofrecieron el pequeño a Dios si éste se salvaba. En su adolescencia, ingresó al monasterio Benedictino de San Giorgio Maggiore, en la isla Maggiore de Venecia, donde, en honor de su padre, cambió su nombre por el de Gerardo. Ocupó el cargo de prior y, después, el de abad, renunciando, por su deseo de peregrinar a los Santos Lugares. Embarcó rumbo a Tierra Santa, pero una tormenta forzó su nave a atracar en costas húngaras, en ese territorio encontró tierra fértil para difundir la Palabra y se estableció. Pronto su prestigio de santidad se propagó por la región; por ello fue nombrado preceptor del príncipe san Emerico (4 de noviembre), hijo y heredero del rey san Esteban (16 de agosto), puso como condición el permanecer alejado de la Corte y vivir como eremita. En el 1035 fue designado primer obispo de la nueva diócesis de Morisena (hoy Csanad), donde proliferaba el paganismo. Emprendió exitosas acciones para evangelizar. Su firme oposición al paganismo y prolífica conquista de almas, ocasionaron que los idólatras le asesinaran. San Gerardo es llamado "el Apóstol de Hungría.

NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED, del latín "rescate" (siglo XIII). Esta advocación mariana, tiene su origen en una aparición simultánea de María a san Pedro Nolasco (13 de mayo) y a su confesor san Raimundo de Peñafort (7 de enero), hecho que tuvo lugar en la ciudad española de Barcelona, el año de 1218. La Virgen, ataviada con un hábito y con escapulario blancos, llevando en su brazo izquierdo al Niño Jesús, les indicó que debían crear una Orden religiosa cuyo apostolado sería obtener la liberación de los cristianos cautivos de los musulmanes; éste es el origen de la Orden de Nuestra Señora de la Merced (padres Mercedarios), cuyos miembros, al profesar, agregaban a los votos de pobreza castidad y obediencia, un cuarto voto: el permanecer en calidad de rehenes en lugar de los prisioneros cristianos, en tanto se reunía el dinero para pagar el rescate. La celebración en esta fecha se debe a que las apariciones se efectuaron un día como hoy. En 1696, el pontífice Inocencio XII estableció en este día su conmemoración.

Santos: Sergio de Radonech, abad; Julián de Lodi, obispo: Marcos Criado, presbítero.

SAN SERGIO DE RADONECH, del latín "guardián" (1392). Abad. Bartolomé, su nombre en la tierra, nació en Rostov, Rusia. Hijo de terratenientes. Su familia se mudó a Moscú y perdió sus bienes. Sin precisarse fecha, murieron sus padres, por lo que Bartolomé y su hermano mayor, Esteban, decidieron vivir como ermitaños en un monte cercano a la ciudad de Radonech donde construyeron una choza y una pequeña capilla, éste es el origen de la gran Laura consagrada a la Santísima Trinidad. Pasado algún tiempo, Esteban dejó a su hermano. El maligno en vano intentó seducir al joven Bartolomé para que abandonara su estilo de vida. Se dice que lobos, osos y otros animales que habitaban la zona, le respetaban y le "visitaban". Hasta la comunidad vecina llegó su fama de santidad, entonces algunos religiosos y seglares se le unieron. En ese tiempo decide adoptar el nombre de Sergio. Sus discípulos le pedían que —según la costumbre—, tomara la bendición y se consagrara como sacerdote y su abad; sin embargo, por humildad no aceptó. Se dice que tuvo una visión donde se le indicaba que accediera al citado nombramiento. En 1354 fue consagrado Metropolita Catedrático de Moscú y abad de monasterio de la Santísima Trinidad en Pereyaslav Zalesky. Como Superior, san Sergio fue modelo de vida austera y oración. Por su ejemplar vida y sabiduría el Príncipe de Moscú san Dimitry Ivanovich —llamado Dimitry Donskoy (6 de julio)—, le nombró su consejero. Las acertadas recomendaciones de san Sergio fueron base para que se lograra la victoria definitiva sobre los mongoles en 1380. San Sergio fundó más de 40 monasterios. Su vida estuvo colmada de experiencias místicas (visiones y revelaciones), además se le otorgaron los dones de consejo y taumaturgia. Seis meses antes de morir renunció a su cargo y retornó a la vida eremítica. Fue canonizado en 1449 por Nicolás V (1447-1455). Se le considera Patrono de Rusia y el santo más importante de dicha nación. Es el santo titular del día de hoy. Se pueden encontrar algunas variantes ortográficas de su apellido: Radonech, Radomez, Radonezk.

Santos: Memoria de los Santos Cosme y Damián, Teresa Couderc, fundadora. Beato Pablo VI, papa.

SANTOS COSME Y DAMIÁN DE ARABIA, del griego, "observador" y "comprensivo", respectivamente (siglo IV). Mártires. Según la tradición, eran hermanos gemelos nacidos en Arabia, que estudiaron Medicina en Siria. Convertidos al cristianismo ponían sus conocimientos al servicio del prójimo en nombre de Jesús, sin recibir pago, por ello, eran conocidos como "Los sin dinero". Su fama como doctores les precedía y eran buscados por enfermos de todas las condiciones sociales. Vivieron en Cilicia (Asia Menor), donde atendían a innumerables pacientes, a quienes —además de curar sus padecimientos—, les instruían en la fe de Cristo. Se cuenta que fueron víctimas de las persecuciones y sometidos varias veces a torturas sin que los infieles lograran arrancarles la vida, ya que eran protegidos por Dios y salvados, en varias ocasiones, por ángeles. Una vez cumplida su misión terrenal el Señor permitió a su enemigo, el gobernador Lisias, les quitase la vida decapitándolos, junto con sus tres hermanos, Antimo, Leoncio y Euprepio. Sus discípulos llevaron los restos a Siria y fueron sepultados en Cirrhus, ciudad que se convirtió en centro de su veneración. Parte de sus restos se conservan en la Iglesia de San Miguel, en Múnich, Alemania. Los santos Cosme y Damián son nombrados en el canon de la misa y patronos de médicos y cirujanos. Iconografía: con vestidura e instrumental médicos de su época.

Santos: San Vicente De Paúl, presbítero, Adolfo y Juan de Córdoba, mártires; Lorenzo de Rippafratta, presbítero.

ADOLFO Y JUAN DE CÓRDOBA, del germánico, "guerrero de noble estirpe" y del hebreo, "Dios hace gracia", respectivamente (825?). Mártires. Hermanos de origen sevillano, hijos de un noble caballero musulmán y de madre cristiana. Fueron educados como islamitas. Al morir su padre Artemia, su madre, se llevó a tres hermanos —Juan, Adolfo y santa Áurea (19 de julio)— a Córdoba donde fueron bautizados y pudieron profesar la fe en Cristo. Parientes musulmanes les denuncian ante el califa Abd-el-Rhaman II (822-852) y son arrestados y condenados a morir. Artemia ingresó en el convento de Cuteclara después de la muerte de sus hijos; Áurea se convirtió, entró al convento con su madre y en 856 murió martirizada. El Doctor de la Iglesia española, san Eulogio de Córdoba (9 de enero) exalta su figura diciendo: "Brillan como astros en el cielo, para gloria de la santa Iglesia y ejemplo de los débiles".

BEATO BERNARDINO DE FELTRE, del germánico, diminutivo de Bernardo, "oso fuerte, atrevido" (1439-1494). Presbítero. Martín Tomitano, su nombre en el siglo, nació en Feltre (Venecia, Italia), no se conocen pormenores de su familia y primeros estudios; sin embargo, ha trascendido su gran inteligencia ya que a la edad de 11 años dominaba el latín. Cursó estudios de Jurisprudencia en la Universidad de Pavía, los cuales abandonó al sentir el llamado de Dios. Ingresó en la Orden Franciscana en Padua (1456), donde eligió el nombre de Bernardino, en honor de san Bernardino de Siena (20 de mayo); recibió la ordenación sacerdotal en 1463. Ejerció su ministerio dedicado a la difusión de la Palabra, para el cumplimiento de su meta recorrió su país a pie, en ocasiones descalzo. Pese a padecer una tuberculosis superó dificultades y predicó con fervor atrayendo multitudes. A todos recomendaba la práctica de los sacramentos, la devoción a María Santísima y a Jesús Sacramentado. Sixto IV le designó Delegado Pontificio en 1494. Comprendió las necesidades y la opresión del pueblo, reprobó las costumbres frívolas, la vanidad y la injusticia, por esto los aludidos con su prédica trataron de ultimarlo, sin lograrlo. Debido a que en su época se padecía el mercantilismo, la extrema pobreza y la usura era el azote de los marginados, fundó los llamados "Montes de Piedad", para ayudar con préstamos de mínimo interés; estas instituciones de asistencia se propagaron por todo su país. Agotado por las condiciones extremas que impuso a su existencia falleció en Pavía. Elevado a los altares por Benedicto XIII (1724-1730) en 1728. Iconografía: con hábito, predicando y un monte al fondo, alusivo a sus establecimientos.

Otros santos: Liudvino de Tréveris, obispo. Beato Nicolás de Forca, presbítero.

BEATO NICOLÁS DE FORCA, del griego "victorioso en el pueblo" (1349-1449). Presbítero. Nativo de Forca Palena dei Peligni, Italia. Se desconocen pormenores de su vida anteriores a cuando siendo sacerdote se le designa párroco de Sulmona. Ahí da ejemplo de vida sacerdotal, oración, servicio y amor por los desposeídos y enfermos, ganándose el amor y respeto de los fieles. En 1404 viaja a Roma y se afilia a un grupo de ermitaños de la Tercera Orden Franciscana. Después viaja a Nápoles donde, con varios sacerdotes Cenobitas, funda el Eremitorio de Santa María y la Hermandad de Romitani de San Jerónimo. En 1419 regresa a Roma y erige la ermita de San Onofre. Conoce al beato Pedro Gambacorta (17 de junio), fundador de los Pobres Ermitaños de San Jerónimo (Girolamini) y ambos deciden unir sus hermandades. Nicolás es conocido por sus dotes intelectuales y morales, las cuales unidas a su fecunda labor pastoral son consideradas por el pontífice Eugenio IV (1431-1447), quien le comisiona, en 1434, para fundar y reformar monasterios en Florencia. Retornó a la abadía de san Onofre donde vivió hasta su muerte. Su culto es confirmado en 1771.

SANTOS ARCÁNGELES MIGUEL, GABRIEL Y RAFAEL. MIGUEL, del hebreo, "¿Quién como Dios?". Conocido como "Príncipe de la Milicia Celestial", en virtud de haber arrojado al infierno al demonio. De acuerdo a la Tradición tendrá un papel preponderante en el Juicio Final, al sopesar las obras buenas de los justos (Dan 12, 1). Intercesor eficaz, contra los enemigos del cuerpo y del espíritu. GABRIEL, del hebreo, "Fuerza de Dios". El Señor le encomendó importantes mensajes para comunicar en la Tierra. Su más honrosa misión fue anunciar a María Santísima el nacimiento del Redentor (Lc 1.26 ss.). Patrono de carteros y trabajadores de la comunicación. RAFAEL, del hebreo, "Dios ha sanado". En el Antiguo Testamento es narrada su historia en el libro de Tobías, a cuyo hijo Tobit acompañó en un viaje para atender un asunto de su padre anciano, a quien sanó de su ceguera con un ungüento elaborado con vísceras de un pescado. Protector contra las enfermedades de la vista y de los viajeros.

Santos: Gregorio "el Iluminador" de Armenia, obispo. Beata Feliz o Felicia de Milán, abadesa.

BEATA FELIZ o FELICIA DE MILÁN, del latín, "feliz" (1378-1444). Abadesa. Nació en Milán, Italia. Sus padres tuvieron tres hijos, de los cuales Felicia fue la mayor; al morir sus padres, la hoy beata se encargó de ellos. En 1498, distribuyó entre sus hermanos la herencia de sus padres y su parte la donó a los pobres; acto seguido se afilió al convento de las Hermanas Clarisas de Santa Úrsula. Por sus virtudes fue designada superiora. Soportó de forma heroica las tentaciones del maligno. En 1439 le visitó una acaudalada dama que le expresó su proyecto de construir un convento en la ciudad de Pesaro, con la condición de que Felicia fuera la Superiora; ésta, por humildad no aceptó. La duquesa acudió a san Bernardino de Siena (20 de mayo) quien a través de una carta le indicó: "Me he informado plenamente por testigos dignos de fe, de tu laudable vida, de tu honestidad, celo, prudencia, vigilancia, ejemplaridad; en los ejercicios claustrales eres infatigable, en las obras espirituales incansable, en las oraciones, eficaz, en el proveer, diligente, moderada en las correcciones, atemperada en los mandatos, excelente en la comprensión, rigurosa en el silencio, prudente en el hablar, diestra en el conciliar y dotada por el Altísimo de muchas prerrogativas y de singulares carismas en todas las cosas que miran al buen gobierno. No solamente con la autoridad del oficio mío, sino también de la Sede Apostólica, y con el consejo y el consentimiento de muchos padres, maestros y prelados de la Orden, te instituyo abadesa y madre del monasterio de Pesaro". Se dirigió a la citada ciudad donde sale a su encuentro una multitud que ansiaba verla y darle la bienvenida. Cuatro años duró la estancia en esa ciudad ya que, en 1444, el Amado la llamó. De inmediato el pueblo la aclamó como santa, iniciando su veneración. Pío VII (1800-1823) aprobó su culto en 1807. También se le conoce como Felicia Meda.