MISAL ABRIL DEL 2021 / www.laverdadcatolica.org |
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INTENCIONES
DEL SANTO PADRE PARA ABRIL 2021 |
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INTENCIÓN UNIVERSAL: | |
Derechos fundamentales. | |
Recemos por aquellos que arriesgan sus vidas luchando por los derechos fundamentales en dictaduras, en regímenes autoritarios e incluso en democracias en crisis. | |
INTENCIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN: |
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(El
Papa presentará al inicio de cada mes, una intención relacionada
con algún evento de actualidad que necesite la oración
de toda la Iglesia.). |
El número de página del Misal Romano que indica nuestro misal, Asamblea Eucarística, ha sido actualizado conforme a su última edición en 2018. El número entre paréntesis en MR ( ) corresponde al Misal Romano edición para México de Editorial BAC.
Las celebraciones del Triduo Sacro deben llevarse a cabo sólo en las Iglesias catedrales y parroquiales y en aquellas donde puedan celebrarse dignamente, es decir, con presencia de fieles, con un número conveniente de ministros y con la posibilidad de cantar al menos algunas partes.
Es necesario, por consiguiente, que las pequeñas comunidades, asociaciones y los grupos peculiares de todo género se reúnan en estas iglesias, para llevar a cabo las celebraciones de una forma más noble. MR 278,3.
Blanco Jueves Santo Según una antiquísima tradición, en este día se prohíben todas las Misas sin participación del pueblo.
Misa crismal
La bendición del óleo de los enfermos, del óleo de los catecúmenos y la consagración del Crisma las hace el obispo normalmente el día de hoy, en una misa especial, que se celebrar por la mañana. MR, p. 262 (276) / Lecc. I, p. 811
JUEVES 1
Blanco Inicia el Triduo sacro Jueves Santo de la Cena del Señor Misa vespertina
Institución de la Eucaristía, del Sacerdocio y Mandamiento del Amor MR, p. 279 (291) / Lecc. I, p. 816
En la tarde, a la hora más oportuna, se celebra la misa de la Cena del Señor, con la participación de toda la comunidad local y con la intervención, según su propio oficio, de todos los sacerdotes y ministros. La sagrada comunión se puede distribuir a los fieles sólo dentro de la misa; pero a los enfermos se les puede llevar a cualquier hora del día. El sagrario debe estar completamente vacío. Conságrense en esta misa suficientes hostias, de modo que alcancen para la comunión del clero y del pueblo, hoy y mañana.
EL ENIGMA DE LA
ÚLTIMA CENA
Éx 12,1-8,11-14; Sal 115; 1 Cor 11,23-26; Jn 13,1-15
La narración en el cuarto Evangelio es una obra enigmática. El preludio y la pasión son originales respecto a los sinópticos. Omite la institución de la Eucaristía, aunque ésta sea considerada como el centro del mismo momento en los otros Evangelios. En lugar de ella, presenta el lavado de los pies. Este lavado, además, es contrario a lo que se esperaba: algunas veces lo realizaban los discípulos con los maestros como signo de reverencia, pero nunca a la inversa. Para muchos exégetas, por tanto, el capítulo 13 de Juan es un enigma. Sin embargo, su uso en la liturgia de hoy resuelve el enigma. Revela que Juan nos explica el significado de la Eucaristía: no es un rito mágico, ni mucho menos una oportunidad de dominar a los demás, sino un don que nos llama al servicio humilde y a la fraternidad.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Ga 6, 14
Debemos gloriarnos en la
cruz de nuestro Señor Jesucristo, porque en él está nuestra
salvación, nuestra vida y nuestra resurrección, y por él
fuimos salvados y redimidos.
Se dice Gloria. Mientras se canta este himno, se tocan las campanas. Terminado
el canto, las campanas no vuelven a tocarse hasta la Vigilia Pascual. En este
mismo tiempo, también pueden usarse el órgano y los demás
instrumentos musicales, pero sólo para acompañar el canto.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, reunidos para celebrar la santísima Cena en la que tu Hijo unigénito, antes de entregarse a la muerte, confió a la Iglesia el nuevo y eterno sacrificio, banquete pascual de su amor, concédenos que, de tan sublime misterio, brote para nosotros la plenitud del amor y de la vida. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Prescripciones sobre la cena pascual.
Del libro del Éxodo: 12,1-8 11-14
En aquellos días,
dijo el Señor a Moisés y a Aarón en tierra de Egipto: "Este
mes será para ustedes el primero de todos los meses y el principio del
año. Díganle a toda la comunidad de Israel: 'El día diez
de este mes, tomará cada uno un cordero por familia, uno por casa. Si
la familia es demasiado pequeña para comérselo, que se junte con
los vecinos y elija un cordero adecuado al número de personas y a la
cantidad que cada cual pueda comer. Será un animal sin defecto, macho,
de un año, cordero o cabrito.
Lo guardarán hasta el día catorce del mes, cuando toda la comunidad
de los hijos de Israel lo inmolará al atardecer. Tomarán la sangre
y rociarán las dos jambas y el dintel de la puerta de la casa donde vayan
a comer el cordero. Esa noche comerán la carne, asada a fuego; comerán
panes sin levadura y hierbas amargas. Comerán así: con la cintura
ceñida, las sandalias en los pies, un bastón en la mano y a toda
prisa, porque es la Pascua, es decir, el paso del Señor.
Yo pasaré esa noche por la tierra de Egipto y heriré a todos los
primogénitos del país de Egipto, desde los hombres hasta los ganados.
Castigaré a todos los dioses de Egipto, yo, el Señor. La sangre
les servirá de señal en las casas donde habitan ustedes. Cuando
yo vea la sangre, pasaré de largo y no habrá entre ustedes plaga
exterminadora, cuando hiera yo la tierra de Egipto.
Ese día será para ustedes un memorial y lo celebrarán como
fiesta en honor del Señor. De generación en generación
celebrarán esta festividad, como institución perpetua' ".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 115,
12-13. 15-16bc. 17-18.
R/. Gracias, Señor, por tu sangre que nos lava.
¿Cómo
le pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Levantaré
el cáliz de salvación e invocaré el nombre del Señor.
R/.
A los ojos del Señor es muy penoso que mueran sus amigos. De la muerte,
Señor, me has librado, a mí, tu esclavo e hijo de tu esclava.
R/.
Te ofreceré con gratitud un sacrificio e invocaré tu nombre. Cumpliré
mis promesas al Señor ante todo su pueblo. R/.
SEGUNDA LECTURA
Cada vez que ustedes comen de este pan y beben de este cáliz, proclaman la muerte del Señor.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 11,23-26
Hermanos: Yo recibí
del Señor lo mismo que les he trasmitido: que el Señor Jesús,
la noche en que iba a ser entregado, tomó pan en sus manos, y pronunciando
la acción de gracias, lo partió y dijo: "Esto es mi cuerpo,
que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía".
Lo mismo hizo con el cáliz después de cenar, diciendo: "Este
cáliz es la nueva alianza que se sella con mi sangre. Hagan esto en memoria
mía siempre que beban de él".
Por eso, cada vez que ustedes comen de este pan y beben de este cáliz,
proclaman la muerte del Señor, hasta que vuelva. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn 13, 34
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Les doy un mandamiento nuevo, dice el Señor, que se amen los unos a los otros, como yo los he amado. R/.
EVANGELIO
Los amó hasta el extremo.
Del santo Evangelio según san Juan: 13,1-15
Antes
de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la
hora de pasar de este mundo al Padre y habiendo amado a los suyos, que estaban
en el mundo, los amó hasta el extremo.
En el transcurso de la cena, cuando ya el diablo había puesto en el corazón
de Judas Iscariote, hijo de Simón, la idea de entregarlo, Jesús,
consciente de que el Padre había puesto en sus manos todas las cosas
y sabiendo que había salido de Dios y a Dios volvía, se levantó
de la mesa, se quitó el manto y tomando una toalla, se la ciñó;
luego echó agua en una jofaina y se puso a lavarles los pies a los discípulos
y a secárselos con la toalla que se había ceñido.
Cuando llegó a Simón Pedro, éste le dijo: "Señor,
¿me vas a lavar tú a mí los pies?". Jesús le
replicó: "Lo que estoy haciendo tú no lo entiendes ahora,
pero lo comprenderás más tarde". Pedro le dijo: "Tú
no me lavarás los pies jamás". Jesús le contestó:
"Si no te lavo, no tendrás parte conmigo". Entonces le dijo
Simón Pedro: "En ese caso, Señor, no sólo los pies,
sino también las manos y la cabeza". Jesús le dijo: "El
que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque
todo él está limpio. Y ustedes están limpios, aunque no
todos". Como sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo:
'No todos están limpios'.
Cuando acabó de lavarles los pies, se puso otra vez el manto, volvió
a la mesa y les dijo: "¿Comprenden lo que acabo de hacer con ustedes?
Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. Pues
si yo, que soy el Maestro y el Señor, les he lavado los pies, también
ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros. Les he dado ejemplo, para
que lo que yo he hecho con ustedes, también ustedes lo hagan".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
REFLEXIÓN: Comienza -con el Triduo Pascual- la conmemoración del misterio de la redención humana realizada por la pasión, muerte y resurrección del Señor. Un día por demás señalado: "jueves único" en el año litúrgico. Si la celebración eucarística es siempre memorial de la muerte y resurrección de Cristo, hoy lo es "mucho más", si cabe la expresión... Entre los temas que destacan en la liturgia: Eucaristía, Sacerdocio ministerial y Amor fraterno, el primero y determinante es la Eucaristía, celebración de la pasión y muerte del Señor hasta que él vuelva: "nueva pascua" y "banquete sacrificial" del pueblo cristiano, que viene a sustituir a la cena pascual judía, como recuerdo de la liberación de Egipto.
Lavatorio de los pies
Después de la homilía,
donde lo aconseje el bien pastoral, se lleva a cabo el lavatorio de los pies.
Las personas designadas van, acompañadas por los ministros, o ocupar
los asientos preparados para ellas. [Hay que tener en cuenta que: «...también
puede estar compuesto de hombres y mujeres, y es conveniente que formen parte
de él jóvenes y ancianos, sanos y enfermos, clérigos, consagrados,
laicos». Cfr. Decreto In Coena Domini, Congregación para
el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, a 6 de enero de 2016, solemnidad
de la Epifanía del Señor]. El sacerdote, se quita la casulla si
es necesario, y se acerca a cada una de las personas designadas. Con la ayuda
de los ministros, les lava los pies y se los seca. Mientras tanto, se cantan
algunas de las siguientes antifonas o algún canto apropiado.
ANTÍFONA 1 Cfr. Jn 13, 4. 5. 15
El Señor se levantó de la mesa, echó agua en un recipiente y se puso a lavar los pies de sus discípulos para darles ejemplo.
ANTÍFONA 2 Cfr. Jn 13, 12. 13. 15
El Señor Jesús, después de haber cenado con sus discípulos, lavó sus pies y les dijo: "¿Comprenden lo que acabo de hacer con ustedes, yo, el Señor y el Maestro? Les he dado ejemplo, para que también ustedes lo hagan".
ANTÍFONA 3 Cfr. Jn 13, 6. 7. 8
Señor, ¿pretendes tú lavarme a mí los pies? Jesús le respondió: Si no te lavo los pies, no tendrás nada que ver conmigo.
V. Fue
Jesús hacia Simón Pedro y éste le dijo: -Señor,
¿pretendes tú lavarme a mí los pies…
V. Lo que yo estoy haciendo, tú no lo entiendes ahora;
lo entenderás más tarde. -Señor, ¿pretendes tú
lavarme a mí los pies?...
ANTÍFONA 4 Cfr. Jn 13, 14
Si yo, que soy el Maestro y el Señor, les he lavado los pies, ¡con cuánta mayor razón ustedes deben lavarse los pies unos a otros!
ANTÍFONA 5 Jn 13, 35
En esto reconocerán todos que son mis discípulos: en que se amen los unos a los otros.
V. Jesús les dice a sus discípulos. -En esto reconocerán todos ...
ANTÍFONA 6 Jn 13, 34
Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado, dice el Señor.
ANTÍFONA 7 1 Co 13, 13
Que permanezcan en ustedes fe, la esperanza y el amor; pero la mayor de estas tres virtudes es el amor.
V. Ahora
tenemos la fe, la esperanza y el amor; pero la mayor de éstas tres virtudes
es el amor. -Que permanezcan en ustedes ...
Inmediatamente después del lavatorio de los pies o, si éste no
tuvo lugar, después de la homilía, se hace la Oración universal.
Sería conveniente organizar la procesión de ofrendas en la que,
además de pan y vino, se lleven dones para los pobres. Sería bueno
cantar el Ubi caritas et amor... u otro canto apropiado. Hay que tener presente
también las variantes propias de este día en la Plegarias Eucaristicas.
No se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Supliquemos, hermanos,
a Cristo, el Ungido de Dios, en cuyas manos el Padre ha puesto todas las cosas,
y pidámosle que escuche nuestra oración:
Para que todos los cristianos sepan seguir el ejemplo de humildad del Señor,
que lavó los pies de sus discípulos, e imiten la bondad de aquel
que aceptó las lágrimas de Pedro, que lo había negado,
roguemos al Señor.
Para que nuestro obispo N., y sus presbíteros, que en estos días
han recordado el inicio de su ministerio y han renovado sus promesas, vivan
plenamente conforme a Jesús y sean siempre fieles a lo que en su ordenación
prometieron, roguemos al Señor.
Para que el Señor, que se entregó a la muerte para reunir a los
hijos de Dios que estaban dispersos, inspire sentimientos de conversión
a los que por el pecado o la indiferencia se han alejado de la Iglesia, roguemos
al Señor.
Para que los enfermos, al ser ungidos con el óleo de la salvación
que nuestro obispo acaba de consagrar, experimenten la protección del
Señor y sientan mejora en su enfermedad y alivio en sus dolores, roguemos
al Señor.
Para que el Señor, que con su humillación nos exalta, con su entrega
nos merece el perdón, con su sangre nos purifica y con su carne nos alimenta,
ilumine también nuestras mentes para que comprendamos y amemos los misterios
que hoy conmemoramos, roguemos al Señor.
Señor Jesucristo, ya que mientras vivimos aún en este mundo,
nos invitas a participar en la mesa que es imagen del banquete eterno, escucha
nuestra oración y haz que los que ahora nos reunimos para celebrar el
sacramento de tu triunfo podamos ser también tus comensales en el banquete
de la Pascua eterna. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, participar dignamente en esta Eucaristía, porque cada vez que celebramos el memorial de la muerte de tu Hijo, se realiza la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO: El sacrificio y el sacramento de Cristo MR, p. 283 (521).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Co 11, 24. 25
Esto es mi Cuerpo, que
se entrega por ustedes. Este cáliz es la nueva alianza establecida por
mi Sangre; cuantas veces lo beban, háganlo en memoria mía, dice
el Señor.
En la Comunión, en un momento oportuno el sacerdote, tomando del altar
la Eucaristía, la entrega a los diáconos, acólitos u otros
ministros extraordinarios, para que la lleven a los enfermos en sus casas. Después
de distribuir la comunión, se deja sobre el altar un copón con
hostias para la comunión del día siguiente, y se termina la misa
con esta oración.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios todopoderoso, que así como somos alimentados en esta vida con la Cena pascual de tu Hijo, así también merezcamos ser saciados en el banquete eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Traslado del Santísimo Sacramento
Después de incensar
al Santísimo, el sacerdote, cubriendo con el paño de hombros el
copón, inicia la procesión hacia el SITIO donde se le va aguardar,
en donde será adorado por turnos
hasta la media noche. Antes de depositar al Señor en el lugar preparado,
se repite la incensación. En ambos casos y durante el trayecto se usan
cantos adecuados. Esta adoración, después de la media noche, hágase
sin solemnidad.
Viernes Santo De la Pasión del Señor
Rojo MR, p. 293 (297) / Lecc. I, p. 820 Conviene celebrar el Oficio de lectura y Laudes con el pueblo. (IGLH 210) Día de ayuno y abstinencia
Otros santos: Francisco de Paula, fundador; Pedro Calungsod, mártir. Beata María de San José, virgen fundadora.
CÓMO
SE REVELA DIOS
Is 52, 13-53. 12; Sal 30; Heb 4, 14-16; 5, 7-9; Jn 18, 1-19.42
En su narrativa de la pasión,
el evangelista Juan resalta la sublime majestad de Jesús. La declaración,
"yo soy", repetida tres veces, intenta revelar la divinidad de Jesús.
Asume el valor de una teofanía (p. ej. Éx 3, 14). Quizá
por esto, Juan no menciona la agonía, el beso de Judas, ni la huida de
los discípulos. No es que Juan desconozca el sufrimiento humano de Jesús
o que quiera esconder el que Cristo es la víctima de los poderosos. Es
que, para Juan (como dice lsaías) fue en Jesús, tan maltratado
que "tenía el aspecto que no parecía hombre, ni su apariencia
era humana", que se manifiesta su divinidad. No es a pesar de sus sufrimientos
que brilla la sublimidad de Dios, sino en medio de ellos. Dios habitualmente
revela su grandeza en medio de la pequeñez.
El día de hoy y el de mañana, por una antiquísima tradición,
la Iglesia omite por completo la celebración del sacrificio eucaristico.
El altar debe estar desnudo por completo: sin cruz, sin candelabros y sin manteles.
Celebración de la Pasión del Señor
El sacerdote y el diácono, si está presente, revestidos de color rojo como para la misa, se dirigen al altar, y hecha la debida reverencia, se postran rostro en tierra o, si se juzga mejor, se arrodillan, y todos oran en silencio durante algún espacio de tiempo. Después el sacerdote se dirige a la sede donde, mientras todos permanecen de rodillas, dice la siguiente oración:
No se dice "Oremos".
ORACiÓN
Acuérdate, Señor, de tu gran misericordia, y santifica a tus siervos con tu constante protección, ya que por ellos Cristo, tu Hijo, derramando su sangre, instituyó el misterio pascual. Él, que vive y reina contigo por los siglos de los siglos. R. Amén.
O bien:
Señor Dios, que por la Pasión de nuestro Señor Jesucristo nos libraste de la muerte heredada del antiguo pecado, concédenos asemejarnos a tu Hijo y haz que, así como naturalmente llevamos en nosotros la imagen del hombre terreno, por la gracia de la santificación, llevemos también la imagen del hombre celestial. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.
PRIMERA PARTE
Liturgia de la Palabra
PRIMERA LECTURA
Él fue traspasado por nuestros crímenes.
Del libro del profeta Isaías: 52,13-53,12
He aquí que mi siervo
prosperará, será engrandecido y exaltado, será puesto en
alto. Muchos se horrorizaron al verlo, porque estaba desfigurado su semblante,
que no tenía ya aspecto de hombre; pero muchos pueblos se llenaron de
asombro. Ante él los reyes cerrarán la boca, porque verán
lo que nunca se les había contado y comprenderán lo que nunca
se habían imaginado.
¿Quién habrá de creer lo que hemos anunciado? ¿A
quién se le revelará el poder del Señor? Creció
en su presencia como planta débil, como una raíz en el desierto.
No tenía gracia ni belleza. No vimos en él ningún aspecto
atrayente; despreciado y rechazado por los hombres, varón de dolores,
habituado al sufrimiento; como uno del cual se aparta la mirada, despreciado
y desestimado.
Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores;
nosotros lo tuvimos por leproso, herido por Dios y humillado, traspasado por
nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. Él soportó
el castigo que nos trae la paz. Por sus llagas hemos sido curados.
Todos andábamos errantes como ovejas, cada uno siguiendo su camino, y
el Señor cargó sobre él todos nuestros crímenes.
Cuando lo maltrataban, se humillaba y no abría la boca, como un cordero
llevado a degollar; como oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría
la boca.
Inicuamente y contra toda justicia se lo llevaron. ¿Quién se preocupó
de su suerte? Lo arrancaron de la tierra de los vivos, lo hirieron de muerte
por los pecados de mi pueblo, le dieron sepultura con los malhechores a la hora
de su muerte, aunque no había cometido crímenes, ni hubo engaño
en su boca.
El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento. Cuando entregue su vida
como expiación, verá a sus descendientes, prolongará sus
años y por medio de él prosperarán los designios del Señor.
Por las fatigas de su alma, verá la luz y se saciará; con sus
sufrimientos justificará mi siervo a muchos, cargando con los crímenes
de ellos.
Por eso le daré una parte entre los grandes, y con los fuertes repartirá
despojos, ya que indefenso se entregó a la muerte y fue contado entre
los malhechores, cuando tomó sobre sí las culpas de todos e intercedió
por los pecadores.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 30, 2
y 6. 12-13.15-16.17 y 25.
R/. Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.
A ti, Señor,
me acojo, que no quede yo nunca defraudado. En tus manos encomiendo mi espíritu
y tú, mi Dios leal, me librarás. R/.
Se burlan de mí mis enemigos, mis vecinos y parientes de mí se
espantan, los que me ven pasar huyen de mí, Estoy en el olvido, como
un muerto, como un objeto tirado en la basura. R/.
Pero yo, Señor, en ti confío. Tú eres mi Dios, y en tus
manos está mi destino. Líbrame de los enemigos que me persiguen.
R/.
Vuelve, Señor, tus ojos a tu siervo y sálvame, por tu misericordia.
Sean fuertes y valientes de corazón, ustedes, los que esperan en el Señor.
R/.
SEGUNDA LECTURA
Aprendió a obedecer y se convirtió en la causa de la salvación eterna para todos Los que Lo obedecen.
De la carta a los hebreos: 4, 14-16; 5,7.9
Hermanos: Jesús,
el Hijo de Dios, es nuestro sumo sacerdote, que ha entrado en el cielo. Mantengamos
firme la profesión de nuestra fe. En efecto, no tenemos un sumo sacerdote
que no sea capaz de compadecerse de nuestros sufrimientos, puesto que él
mismo ha pasado por las mismas pruebas que nosotros, excepto el pecado. Acerquémonos,
por tanto, con plena confianza al trono de la gracia, para recibir misericordia,
hallar la gracia y obtener ayuda en el momento oportuno.
Precisamente por eso, Cristo, durante su vida mortal, ofreció oraciones
y súplicas, con fuertes voces y lágrimas, a aquel que podía
librarlo de la muerte, y fue escuchado por su piedad. A pesar de que era el
Hijo, aprendió a obedecer padeciendo, y llegado a su perfección,
se convirtió en la causa de la salvación eterna para todos los
que lo obedecen. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Flp 2, 8-9
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Cristo se humilló por nosotros y por obediencia aceptó incluso la muerte y una muerte de cruz. Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre. R/.
No se llevan velas ni incienso para la lectura de la Pasión del Señor, ni se hace al principio el saludo, ni se signa el libro. La lectura la hace un diácono o, en su defecto, el sacerdote. Puede también ser hecha por lectores, reservando al sacerdote, si es posible, la parte correspondiente a Cristo.
Pasión de Nuestro Señor Jesucristo según san Juan: 18, 1-19,42
Puede elegirse la lectura
breve por razones pastorales*.
Cuando la lectura se hace alternada:
C = Cronista; S = "Sinagoga"; y † = Cristo
C = Cronista; S = "Sinagoga"; y † = Cristo
C En aquel tiempo, Jesús
fue con sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón, donde
había un huerto, y entraron allí él y sus discípulos.
Judas, el traidor, conocía también el sitio, porque Jesús
se reunía a menudo allí con sus discípulos.
Entonces Judas tomó un batallón de soldados y guardias de los
sumos sacerdotes y de los fariseos y entró en el huerto con linternas,
antorchas y armas. Jesús, sabiendo todo lo que iba a suceder, se adelantó
y les dijo:
† "¿A quién buscan?".
C Le contestaron:
S "A Jesús, el nazareno".
C Les dijo Jesús:
† "Yo soy".
C Estaba también con ellos Judas, el traidor. Al decirles 'Yo soy', retrocedieron
y cayeron a tierra. Jesús les volvió a preguntar:
† "¿A quién buscan?".
C Ellos dijeron:
S "A Jesús, el nazareno".
C Jesús contestó:
† "Les he dicho que soy yo. Si me buscan a mí, dejen que éstos
se vayan".
C Así se cumplió lo que Jesús había dicho: "No
he perdido a ninguno de los que me diste". Entonces Simón Pedro,
que llevaba una espada, la sacó e hirió a un criado del sumo sacerdote
y le cortó la oreja derecha. Este criado se llamaba Maleo. Dijo entonces
Jesús a Pedro:
† "Mete la espada en la vaina. ¿No voy a beber el cáliz
que me ha dado mi Padre?".
C El batallón, su comandante y los criados de los judíos apresaron
a Jesús, lo ataron y lo llevaron primero ante Anás, porque era
suegro de Caifás, sumo sacerdote aquel año. Caifás era
el que había dado a los judíos este consejo: 'Conviene que muera
un solo hombre por el pueblo'.
Simón Pedro y otro discípulo iban siguiendo a Jesús. Este
discípulo era conocido del sumo sacerdote y entró con Jesús
en el palacio del sumo sacerdote, mientras Pedro se quedaba fuera, junto a la
puerta. Salió el otro discípulo, el conocido del sumo sacerdote,
habló con la portera e hizo entrar a Pedro. La portera dijo entonces
a Pedro:
S "¿No eres tú también uno de los discípulos
de ese hombre?".
C Él dijo:
S "No lo soy".
C Los criados y los guardias habían encendido un brasero, porque hacía
frío, y se calentaban. También Pedro estaba con ellos de pie,
calentándose. El sumo sacerdote interrogó a Jesús acerca
de sus discípulos y de su doctrina. Jesús le contestó:
† "Yo he hablado abiertamente al mundo y he enseñado continuamente
en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos,
y no he dicho nada a escondidas. ¿Por qué me interrogas a mí?
Interroga a los que me han oído, sobre lo que les he hablado. Ellos saben
lo
que he dicho".
C Apenas dijo esto, uno de los guardias le dio una bofetada a Jesús,
diciéndole:
S "¿Así contestas al sumo sacerdote?".
C Jesús le respondió:
† "Si he faltado al hablar, demuestra en qué he faltado; pero
si he hablado como se debe, ¿por qué me pegas?".
C Entonces Anás lo envió atado a Caifás, el sumo sacerdote.
Simón Pedro estaba de pie, calentándose, y le dijeron:
S “¿No eres tú también uno de sus discípulos?".
C Él lo negó diciendo:
S "No lo soy".
C Uno de los criados del sumo sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro le
había cortado la oreja, le dijo:
S “¿Qué no te vi yo con él en el huerto?".
C Pedro volvió a negarlo y en seguida cantó un gallo. Llevaron
a Jesús de casa de Caifás al pretorio: Era muy de mañana
y ellos no entraron en el palacio para no incurrir en impureza y poder así
comer la cena de Pascua. Salió entonces Pilato a donde estaban ellos
y les dijo:
S ¿De qué acusan a este hombre?".
C Le contestaron:
S "Si éste no fuera un malhechor, no te lo hubiéramos traído".
C Pilato les dijo:
S "Pues llévenselo y júzguenlo según su ley".
C Los judíos le respondieron:
S "No estamos autorizados para dar muerte a nadie".
C Así se cumplió lo que había dicho Jesús, indicando
de qué muerte iba a morir. Entró otra vez Pilato en el pretorio,
llamó a Jesús y le dijo:
S "¿Eres tú el rey de los judíos?".
C Jesús le contestó:
† "¿Eso lo preguntas por tu cuenta o te lo han dicho otros?".
C Pilato le respondió:
S "¿Acaso soy yo judío? Tu pueblo y los sumos sacerdotes
te han entregado a mí. ¿Qué es lo que has hecho?".
C Jesús le contestó:
† "Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuera de este mundo,
mis servidores habrían luchado para que no cayera yo en manos de los
judíos. Pero mi Reino no es de aquí".
C Pilato le dijo:
S "¿Conque tú eres rey?".
C Jesús le contestó:
† "Tú lo has dicho. Soy rey. Yo nací y vine al mundo
para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz".
C Pilato le dijo:
S “¿Y qué es la verdad?".
C Dicho esto, salió otra vez a donde estaban los judíos y les
dijo:
S "No encuentro en él ninguna culpa. Entre ustedes es costumbre
que por Pascua ponga en libertad a un preso. ¿Quieren que les suelte
al rey de los judíos?".
C Pero todos ellos gritaron:
S "¡No, a ése no! ¡A Barrabás!".
C (El tal Barrabás era un bandido). Entonces Pilato tomó a Jesús
y lo mandó azotar. Los soldados trenzaron una corona de espinas, se la
pusieron en la cabeza, le echaron encima un manto color púrpura, y acercándose
a él, le decían:
S "¡Viva el rey de los judíos!",
C y le daban de bofetadas. Pilato salió otra vez afuera y les dijo:
S "Aquí lo traigo para que sepan que no encuentro en él ninguna
culpa".
C Salió, pues, Jesús, llevando la corona de espinas y el manto
color púrpura. Pilato les dijo:
S "Aquí está el hombre".
C Cuando lo vieron los sumos sacerdotes y sus servidores, gritaron:
S "¡Crucificalo, crucificalo!".
C Pilato les dijo:
S "Llévenselo ustedes y crucifíquenlo, porque yo no encuentro
culpa en él".
C Los judíos le contestaron:
S "Nosotros tenemos una ley y según esa ley tiene que morir, porque
se ha declarado Hijo de Dios".
C Cuando Pilato oyó estas palabras, se asustó aún más,
y entrando otra vez en el pretorio, dijo a Jesús:
S "¿De dónde eres tú?".
C Pero Jesús no le respondió. Pilato le dijo entonces:
S “¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad
para soltarte y autoridad para crucificarte? ".
C Jesús le contestó:
† "No tendrías ninguna autoridad sobre mí, si no te
la hubieran dado de lo alto. Por eso, el que me ha entregado a ti tiene un pecado
mayor".
C Desde ese momento Pilato trataba de soltarlo, pero los judíos gritaban:
S "¡Si sueltas a ése, no eres amigo del César!; porque
todo el que pretende ser rey, es enemigo del César".
C Al oír estas palabras, Pilato sacó a Jesús y lo sentó
en el tribunal, en el sitio que llaman "el Enlosado" (en hebreo Gábbata).
Era el día de la preparación de la Pascua, hacia el mediodía.
Y dijo Pilato a los judíos:
S "Aquí tienen a su rey".
C Ellos gritaron:
S "¡Fuera.fuera!” ¡Crucificalo!".
C Pilato les dijo:
S “¿A su rey voy a crucificar?".
C Contestaron los sumos sacerdotes:
S "No tenemos más rey que el César".
C Entonces se lo entregó para que lo crucificaran. Tomaron a Jesús
y él, cargando con la cruz, se dirigió hacia el sitio llamado
"la Calavera" (que en hebreo se dice Gólgota), donde lo crucificaron,
y con él a otros dos uno de cada lado, y en medio Jesús. Pilato
mandó escribir un letrero y ponerlo encima de la cruz; en él estaba
escrito: 'Jesús el nazareno, el rey de los judíos'. Leyeron el
letrero muchos judíos, porque estaba cerca el lugar donde crucificaron
a Jesús y estaba escrito en hebreo, latín y griego. Entonces los
sumos sacerdotes de los judíos le dijeron a Pilato:
S "No escribas: 'El rey de los judíos', sino: Este ha dicho: Soy
rey de los judíos '".
C Pilato les contestó:
S "Lo escrito, escrito está".
C Cuando crucificaron a Jesús, los soldados cogieron su ropa e hicieron
cuatro partes, una para cada soldado, y apartaron la túnica. Era una
túnica sin costura, tejida toda de una pieza de arriba a abajo. Por eso
se dijeron:
S "No la rasguemos, sino echemos suertes para ver a quién le toca".
C Así se cumplió lo que dice la Escritura: Se repartieron mi ropa
y echaron a suerte mi túnica y eso hicieron los soldados.
Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María
la de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a su madre y junto a
ella al discípulo que tanto quería, Jesús dijo a su madre:
† "Mujer, ahí está tu hijo".
C Luego dijo al discípulo:
† "Ahí está tu madre".
C y desde entonces el discípulo se la llevó a vivir con él.
Después de esto, sabiendo Jesús que todo había llegado
a su término, para que se cumpliera la Escritura dijo:
† "Tengo sed".
C Había allí un jarro lleno de vinagre. Los soldados sujetaron
una esponja empapada en vinagre a una caña de hisopo y se la acercaron
a la boca. Jesús probó el vinagre y dijo:
† "Todo está cumplido",
C e inclinando la cabeza, entregó el espíritu. [Aquí se
arrodillan todos y se hace una breve pausa]
C Entonces, los judíos, como era el día de la preparación
de la Pascua, para que los cuerpos de los ajusticiados no se quedaran en la
cruz el sábado, porque aquel sábado era un día muy solemne,
pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y los quitaran de la cruz. Fueron
los soldados, le quebraron las piernas a uno y luego al otro de los que habían
sido crucificados con él. Pero al llegar a Jesús, viendo que ya
había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados
le traspasó el costado con una lanza e inmediatamente salió sangre
y agua.
El que vio da testimonio de esto y su testimonio es verdadero y él sabe
que dice la verdad, para que también ustedes crean. Esto sucedió
para que se cumpliera lo que dice la Escritura: No le quebrarán ningún
hueso; y en otro lugar la Escritura dice: Mirarán al que traspasaron.
Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de
Jesús, pero oculto por miedo a los judíos, pidió a Pilato
que lo dejara llevarse el cuerpo de Jesús. Y Pilato lo autorizó.
Él fue entonces y se llevó el cuerpo. Llegó también
Nicodemo, el que había ido a verlo de noche, y trajo unas cien libras
de una mezcla de mirra y áloe.
Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en lienzos con esos aromas,
según se acostumbra enterrar entre los judíos. Había un
huerto en el sitio donde lo crucificaron, y en el huerto, un sepulcro nuevo,
donde nadie había sido enterrado todavía. Y como para los judíos
era el día de la preparación de la Pascua y el sepulcro estaba
cerca, allí pusieron a Jesús. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
REFLEXIÓN:
El viernes santo es un día centrado en la pasión del
Señor y su muerte ignominiosa en la cruz. Hoy se cumple el repetido anuncio
sobre su violento final en Jerusalén, al aceptar, "por nosotros
y por nuestra salvación", los misteriosos planes de su Padre: «Tanto
amó Dios al mundo que le entregó a su propio Hijo» (Jn,
3, 16) ... No hay modo más verídico de expresarlo, que dando la
vida por aquellos a quienes se ama. Un amor
fuente de vida, que nos une a Dios y a nuestros hermanos. Un amor capaz de cambiar
el mundo, si los que nos decimos sus discípulos seguimos su ejemplo de
humildad, servicio, obediencia y renuncia.
No se dice Credo.
ORACIÓN UNIVERSAL
I Por la santa Iglesia
Oremos, queridos hermanos, por la santa Iglesia de Dios, para que nuestro Dios
y Señor le conceda la paz y la unidad, se digne protegerla en toda la
tierra y nos conceda glorificarlo, como Dios Padre omnipotente con una vida
pacífica y serena.
Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:
Dios todopoderoso y eterno, que en Cristo revelaste tu gloria a todas las naciones,
conserva la obra de tu misericordia, para que tu Iglesia, extendida por toda
la tierra, persevere con fe inquebrantable en la confesión de tu nombre.
Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén.
II. Por el Papa
Oremos también por nuestro Santo Padre, el Papa N., para que Dios nuestro
Señor, que lo escogió para el orden de los obispos, lo conserve
a salvo y sin daño para bien de su santa Iglesia, a fin de que pueda
gobernar al pueblo santo de Dios.
Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:
Dios todopoderoso y eterno, cuya sabiduría gobierna el universo, atiende
favorablemente nuestras súplicas y protege con tu amor al Papa que nos
diste, para que el pueblo cristiano, que tú mismo pastoreas, progrese
bajo su cuidado en la firmeza de su fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
III. Por el pueblo
de Dios y sus Ministros
Oremos también por nuestro obispo N., por todos los obispos, presbíteros
y diáconos de la Iglesia, y por todo el pueblo santo de Dios.
Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:
Dios todopoderoso y eterno, que con tu Espíritu santificas y gobiernas
a toda la Iglesia, escucha nuestras súplicas por tus ministros, para
que, con la ayuda de tu gracia, te sirvan con fidelidad. Por Jesucristo, nuestro
Señor. R/. Amén.
IV. Por los catecúmenos
Oremos también por los (nuestros) catecúmenos, para que Dios nuestro
Señor abra los oídos de sus corazones y les manifieste su misericordia,
y para que, mediante el bautismo, se les perdonen todos sus pecados y queden
incorporados a Cristo, Señor nuestro.
Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:
Dios todo poderoso y eterno, que sin cesar concedes nuevos hijos a tu Iglesia,
acrecienta la fe y el conocimiento a los (nuestros) catecúmenos, para
que, renacidos en la fuente bautismal, los cuentes entre tus hijos de adopción.
Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén.
V. Por la unidad
de los cristianos
Oremos también por todos los hermanos que creen en Cristo, para que Dios
nuestro Señor se digne congregar y custodiar en la única Iglesia
a quienes procuran vivir en la verdad.
Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:
Dios todopoderoso y eterno, que reúnes a los que están dispersos
y los mantienes en la unidad, mira benignamente la grey de tu Hijo, para que,
a cuantos están consagrados por el único bautismo, también
los una la integridad de la fe y los asocie el vínculo de la caridad.
Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén.
VI. Por los judíos
Oremos también por los judíos, para que a quienes Dios nuestro
Señor habló primero, les conceda progresar continuamente en el
amor de su nombre y en la fidelidad a su alianza.
Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:
Dios todopoderoso y eterno, que confiaste tus promesas a Abraham y a su descendencia,
oye compasivo los ruegos de tu Iglesia, para que el pueblo que adquiriste primero
como tuyo, merezca llegar a la plenitud de la redención. Por Jesucristo,
nuestro Señor. R/. Amén.
VII. Por los que
no creen en Cristo
Oremos también por los que no creen en Cristo, para que, iluminados por
el Espíritu Santo, puedan ellos encontrar el camino de la salvación.
Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:
Dios todopoderoso y eterno, concede a quienes no creen en Cristo, que, caminando
en tu presencia con sinceridad de corazón, encuentren la verdad; y a
nosotros concédenos crecer en el amor mutuo y en el deseo de comprender
mejor los misterios de tu vida, a fin de que seamos testigos cada vez más
auténticos de tu amor en el mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
VIII. Por los que
no creen en Dios
Oremos también por los que no conocen a Dios, para que, buscando con
sinceridad lo que es recto, merezcan llegar hasta él.
Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:
Dios todopoderoso y eterno, que creaste a todos los hombres para que deseándote
te busquen, y para que al encontrarte descansen en ti; concédenos que,
en medio de las dificultades de este mundo, al ver los signos de tu amor y el
testimonio de las buenas obras de los creyentes,
todos los hombres se alegren al confesarte como único Dios verdadero
y Padre de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén.
IX. Por los gobernantes
Oremos también por todos los gobernantes de las naciones, para que Dios
nuestro Señor guíe sus mentes y corazones, según su voluntad
providente, hacia la paz verdadera y la libertad de todos.
Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:
Dios todopoderoso y eterno, en cuyas manos están los corazones de los
hombres y los derechos de las naciones, mira con bondad a nuestros gobernantes,
para que, con tu ayuda, se afiance en toda la tierra un auténtico progreso
social, una paz duradera y una verdadera libertad religiosa. Por Jesucristo,
nuestro Señor. R/. Amén.
X. Por los que
se encuentran en alguna tribulación
Oremos, hermanos muy queridos, a Dios Padre todopoderoso, para que libre al
mundo de todos sus errores, aleje las enfermedades, alimente a los que tienen
hambre, libere a los encarcelados y haga justicia a los oprimidos, conceda seguridad
a los que viajan, un buen retorno a los que se hallan lejos del hogar, la salud
a los enfermos y la salvación a los moribundos.
Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:
Dios todopoderoso y eterno, consuelo de los afligidos y fortaleza de los que
sufren, escucha a los que te invocan en su tribulación, para que todos
experimenten en sus necesidades la alegría de tu misericordia. Por Jesucristo,
nuestro Señor. R/. Amén.
SEGUNDA PARTE
ADORACIÓN DE LA SANTA CRUZ
Segunda parte
Adoración de la Santa Cruz
Terminada la oración universal, se hace la adoración solemne de la santa Cruz, elijase la forma (hay dos previstas) que se juzgue más apropiada pastoralmente, de acuerdo con las circunstancias.
Presentación de la Santa Cruz. Hay dos formas.
V. Miren
el árbol de la cruz, donde estuvo clavado Cristo, el salvador del mundo.
R. Vengan y adoremos.
V. Miren el árbol de la cruz, donde estuvo clavado Cristo,
el salvador del mundo.
R. Vengan y adoremos.
V. Miren el árbol de la cruz, donde estuvo clavado Cristo,
el salvador del mundo.
R. Vengan y adoremos.
Adoración de la Santa Cruz.
El sacerdote, el clero y los fieles se acercan procesionalmente y adoran la cruz, haciendo delante de ella una genuflexión simple o algún otro signo de veneración (como el de besarla), según la costumbre de la región. Mientras tanto, se canta la antífona "Tu Cruz adoramos" (p. 302ss), los Improperios, u otros cánticos apropiados. Terminada la adoración, la cruz es llevada al altar y puesta en un lugar relevante, con los ciriales o los candeleros a su lado.
Tercera parte
Sagrada Comunión
Se extiende un mantel sobre
el altar y se pone sobre él un corporal y el misal. Entre tanto, el diácono
o, en su ausencia, el mismo sacerdote, habiéndose colocado el paño
de hombros, trae el Santísimo Sacramento del lugar de la reserva directamente
al altar, mientras todos permanecen de pie y en silencio. Dos ministros con
candeleros encendidos acompañan al Santísimo Sacramento y depositan
luego los candeleros junto al altar o sobre él.
Después de que el diácono, si está presente, ha depositado
el Santísimo Sacramento sobre el altar y ha descubierto el copón,
se acerca el sacerdote al altar y hace genuflexión.
A continuación, el sacerdote, teniendo las manos juntas, dice con voz clara:
C. Fieles
a la recomendación del Salvador, y siguiendo su divina enseñanza,
nos atrevemos a decir:
T. Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado
sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra
como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras
ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos
dejes caer en la tentación, y libranos del mal.
C. Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos
la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos
siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras
esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador, Jesucristo.
T. Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre,
Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que nos has redimido con la gloriosa muerte y resurrección de tu Hijo Jesucristo, prosigue en nosotros la obra de tu misericordia, para que, mediante nuestra participación en este misterio, permanezcamos dedicados a tu servicio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Envía, Señor,
sobre este pueblo tuyo, que ha conmemorado la muerte de tu Hijo, en espera de
su resurrección, la abundancia de tu bendición; llegue a él
tu perdón, reciba tu consuelo, se acreciente su fe santa y se consolide
su eterna redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Y todos, haciendo genuflexión a la Cruz, se retiran en silencio. Después
de la celebración se desnuda el altar, dejando, sin embargo, sobre él
la Cruz con dos o cuatro candeleros. Los que asistieron a esta solemne acción
litúrgica de la tarde, no celebran la hora de Vísperas.
Rojo Sábado Santo Este día se recomienda el ayuno (Cfr. SC, n. 110)
Durante el Sábado
Santo, la Iglesia permanece en ayuno y oración, junto al sepulcro del
Señor, meditando en su pasión y muerte, así como en su
descenso al lugar de los muertos, y esperando su resurrección.
Manteniendo el altar enteramente desnudo, la Iglesia se abstiene de celebrar
el sacrificio de la Misa hasta que, después de la Vigilia solemne o espera
nocturna de la resurrección, se desborda la alegría pascual, cuya
exuberancia inunda los cincuenta días subsiguientes.
Este día la sagrada Comunión puede administrarse sólo como
viático.
Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor
Blanco Tiempo Pascual, Vigilia Pascual en la noche santa MR, p. 315 (317) / Lecc. I, p. 829 LH, Todo propio. T. II, p. 501; Fieles: p. 271; Popular: 20 y 442.
LA PRUEBA
DE LA RESURRECIÓN
Gén 1,1-2,2; Sal 103; Gén 22,1-18; Sal 15; Éx 14,15-15,1;
Éx 15; Is 54,5-14; Sa129; Is 55,1-11; Is 12; Bar 3,9-15.32-4,4; Sa1 l8;
Ez 36,16-28; Sal 41 y 42; Rom 6,3-11; Sal 117; Mc 16, 1-7
Los cuatro Evangelios refieren que algunas mujeres descubren la tumba vacía
el domingo por la mañana, temprano. En su forma primitiva, sin embargo,
la lista de testigos parece reducirse a una mujer sola porque el único
nombre que se refiere en todos los textos es el de María de Magdala.
Todo esto quiere decir que el hecho de la resurrección no depende de
la tumba vacía. Ésta, es sólo un signo de la singularidad
de lo que aconteció a Jesús, un acto de Dios semejante a aquel
con que creó por primera vez, de la materia muerta, ese misterio que
llamamos vida. La certeza de la resurrección descansa sobre el hecho
de que Jesús salió al encuentro de sus discípulos en su
condición de viviente, como hizo en el día de Pascua, y como sigue
haciendo en nuestras vidas.
Primera parte
Solemne inicio de la Vigilia o "Lucernario"
Bendición del fuego y preparación del cirio
Se apagan todas las luces de la iglesia.
En un lugar adecuado, fuera
de la iglesia, se prepara un fuego que llamee. Congregado allí el pueblo,
llega el sacerdote con los ministros, uno de los cuales lleva el cirio pascual.
No se usan ni la cruz procesional, ni los ciriales. Si las circunstancias no
permiten encender el fuego, fuera de la iglesia, todo este rito se desarrolla
como se indica en el número 13 en el Misal Romano.
El sacerdote y los fieles se signan, mientras él dice: En el nombre del
Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseguida saluda al pueblo,
como de costumbre, le hace una breve monición sobre la vigilia de esta
noche, con estas palabras u otras semejantes:
Hermanos: En esta noche santa, en que nuestro Señor Jesucristo pasó
de la muerte a la vida, la Iglesia invita a todos sus hijos, diseminados por
el mundo, a que se reúnan para velar en oración. Conmemoremos,
pues, juntos, la Pascua del Señor, escuchando su Palabra y participando
en sus sacramentos, con la esperanza cierta de participar también en
su triunfo sobre la muerte y de vivir con él para siempre en Dios.
Enseguida se bendice el fuego, diciendo con las manos extendidas:
OREMOS
Dios nuestro, que por medio de tu Hijo comunicaste a tus fieles el fuego de tu luz, santifica este fuego nuevo y concédenos que, al celebrar estas fiestas pascuales, se encienda en nosotros el deseo de las cosas celestiales, para que podamos llegar con un espíritu renovado a las fiestas de la eterna claridad. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.
Una vez bendecido el fuego nuevo, uno de los ministros lleva el cirio pascual ante el celebrante. Éste con un punzón grava una cruz en el Cirio. Después, traza sobre él la letra griega Alfa y, debajo, la letra Omega; entre los brazos de la cruz traza los cuatro números del año en curso, mientras dice:
1. Cristo
ayer y hoy, traza la línea vertical;
2. Principio y fin, traza la línea horizontal;
3. Alfa, traza la letra Alfa, arriba de la línea vertical;
4. y Omega, traza la letra Omega abajo de la línea vertical;
5. Suyo es el tiempo, traza el primer número del año
en curso en el ángulo superior izquierdo de la cruz;
6. y la eternidad, traza el segundo número del año,
en el ángulo superior derecho;
7. A él la gloria y el poder, traza el tercer número
del año en el ángulo inferior izquierdo;
8. por los siglos de los siglos. Amén. traza el cuarto
número del año en el ángulo inferior derecho.
Después de haber trazado la cruz y los demás signos, el sacerdote incrusta al cirio cinco granos de incienso, en forma de cruz, diciendo al mismo tiempo:
1. Por
sus santas llagas
2. gloriosas,
3. nos proteja
4. y nos guarde
5. Jesucristo nuestro Señor. Amén.
El celebrante enciende el cirio pascual con el fuego nuevo, diciendo:
Que la luz de Cristo, resucitado y glorioso, disipe las tinieblas de nuestro corazón y de nuestro espíritu.
Procesión
En la puerta de la iglesia, el diácono se detiene y elevando el cirio, canta:
V. Luz
de Cristo.
R. Demos gracias a Dios.
El sacerdote enciende
su vela de la llama del cirio pascual.
Enseguida el diácono avanza hasta la mitad de la Iglesia, se detiene
y elevando el crio, canta por segunda vez:
V. Luz
de Cristo.
R. Demos gracias a Dios.
En este momento todos
encienden sus velas en la llama del cirio y avanzan.
Al llegar ante el altar, el diácono, vuelto hacia el pueblo, canta por
tercera vez:
V. Luz
de Cristo.
R. Demos gracias a Dios.
A continuación,
el diácono pone el cirio pascual en el candelabro que está preparado
junto al ambón o, en medio del presbiterio.
Y entonces se encienden las luces de la iglesia, con excepción de las
velas del altar.
El Pregón Pascual
El sacerdote se dirige a la sede. El diácono pone el cirio pascual en el candelabro, que está preparado en medio del presbiterio o junto al ambón. Después de poner incienso en el incensario, si éste se ha utilizado, el diácono pide y recibe, como lo hace en la misa antes del Evangelio, la bendición del sacerdote.
Pregón Pascual
Alégrense, por fin, los coros de los ángeles; alégrense las jerarquías del cielo y, por la victoria de rey tan poderoso, que las trompetas anuncien la salvación. Goce también la tierra, inundada de tanta claridad, y que, radiante con el fulgor del rey eterno, se sienta libre de la tiniebla que cubría el orbe entero. Alégrese también nuestra madre, la Iglesia, revestida de luz tan brillante; resuene este templo con las aclamaciones del pueblo. (Por eso, queridos hermanos, que asisten a la admirable claridad de esta luz santa, invoquen conmigo la misericordia de Dios omnipotente, para que aquel que, sin mérito mío, me agregó al número de los diáconos, complete mi alabanza a este cirio, infundiendo el resplandor de su luz).
V. El
Señor esté con todos ustedes.
R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario
aclamar, con nuestras voces y con todo el afecto del corazón, a Dios
invisible, el Padre todopoderoso, y a su único Hijo, nuestro Señor
Jesucristo. Porque él ha pagado por nosotros al eterno Padre la deuda
de Adán, y ha borrado con su sangre inmaculada la condena del antiguo
pecado. Porque éstas son las fiestas de Pascua, en las que se inmola
el verdadero Cordero, cuya sangre consagra las puertas de los fieles. Ésta
es la noche en que sacaste de Egipto a los israelitas, nuestros padres, y los
hiciste pasar a pie el mar Rojo. Ésta es la noche en que la columna de
fuego esclareció las tinieblas del pecado. Ésta es la noche que
a todos los que creen en Cristo, por toda la tierra, los arranca de los vicios
del mundo y de la oscuridad del pecado, los restituye a la gracia y los agrega
a los santos. Ésta es la noche en que, rotas las cadenas de la muerte,
Cristo asciende victorioso del abismo. ¿De qué nos serviría
haber nacido si no hubiéramos sido rescatados? ¡Qué asombroso
beneficio de tu amor por nosotros! ¡Qué incomparable ternura y
caridad! ¡Para rescatar al esclavo entregaste al Hijo! Necesario fue el
pecado de Adán, que ha sido borrado
por la muerte de Cristo. ¡Feliz la culpa que mereció tal Redentor!
¡Qué noche tan dichosa! Sólo ella conoció el momento
en que Cristo resucitó del abismo. Ésta es la noche de la que
estaba escrito: "Será la noche clara como el día, la noche
iluminada por mi gozo". Y así, esta noche santa ahuyenta los pecados,
lava las culpas, devuelve la inocencia a los caídos, la alegría
a los tristes, expulsa el odio, trae la concordia, doblega a los potentes. En
esta noche de gracia, acepta, Padre santo, el sacrificio vespertino de esta
llama, que la santa Iglesia te ofrece en la solemne ofrenda de este cirio, obra
de las abejas. Sabemos ya lo que anuncia esta columna de fuego, que arde en
llama viva para la gloria de Dios. Y aunque distribuye su luz, no mengua al
repartirla, porque se alimenta de cera fundida que elaboró la abeja fecunda
para hacer esta lámpara preciosa. ¡Qué noche tan dichosa,
en que se une el cielo con la tierra, lo humano con lo divino! Te rogamos, Señor,
que este cirio consagrado a tu nombre para destruir la oscuridad de esta noche,
arda sin apagarse y, aceptado como perfume, se asocie a las lumbreras del cielo.
Que el lucero matinal lo encuentre ardiendo; ese lucero que no conoce ocaso,
Jesucristo, tu Hijo, que, volviendo del abismo, brilla sereno para el linaje
humano, y vive y reina por los siglos de los siglos. R. Amén.
Terminado el pregón, todos apagan sus velas y se sientan.
Segunda parte
Liturgia de la Palabra
En esta vigilia se proponen
nueve lecturas, siete del Antiguo Testamento y dos del Nuevo (la epístola
y el Evangelio). Si las circunstancias pastorales lo piden, el número
de lecturas del Antiguo Testamento puede reducirse hasta tres y, en casos muy
urgentes, hasta dos. Aun en este último caso, nunca se omite la tercera
lectura, tomada del Éxodo, sobre el paso del mar Rojo. Terminado el pregón,
todos apagan sus velas y se sientan. Antes de comenzar las lecturas, el sacerdote
exhorta a la asamblea con estas palabras u otras semejantes:
Hermanos, habiendo iniciado solemnemente la Vigilia Pascual, escuchemos con
recogimiento la palabra de Dios. Meditemos cómo, en la antigua alianza,
Dios salvó a su pueblo y en la plenitud de los tiempos, envió
al mundo a su Hijo para que nos redimiera. Oremos para que Dios lleve a su plenitud
la obra de la redención realizada por el misterio pascual.
Lo que va entre [...] puede suprimir por motivos pastorales.
PRIMERA LECTURA **
Vio Dios todo lo que había hecho y lo encontró muy bueno.
Del libro del Génesis: 1, 1-2, 2
En el principio creó
Dios el cielo y la tierra. [La tierra era soledad y caos; y las tinieblas cubrían
la faz del abismo. El espíritu de Dios se movía sobre la superficie
de las aguas.
Dijo Dios: "Que exista la luz", y la luz existió. Vio Dios
que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas.
Llamó a la luz "día" y a las tinieblas, "noche".
Fue la tarde y la mañana del primer día.
Dijo Dios: "Que haya una bóveda entre las aguas, que separe unas
aguas de otras". E hizo Dios una bóveda y separó con ella
las aguas de arriba, de las aguas de abajo. Y así fue. Llamó Dios
a la bóveda "cielo". Fue la tarde y la mañana del segundo
día.
Dijo Dios: "Que se junten las aguas de debajo del cielo en un solo lugar
y que aparezca el suelo seco". Y así fue. Llamó Dios "tierra"
al suelo seco y "mar" a la masa de las aguas. Y vio Dios que era bueno.
Dijo Dios: "Verdee la tierra con plantas que den semilla y árboles
que den fruto y semilla, según su especie, sobre la tierra". Y así
fue. Brotó de la tierra hierba verde, que producía semilla, según
su especie, y árboles que daban fruto y llevaban semilla, según
su especie. Y vio Dios que era bueno. Fue la tarde y la mañana del tercer
día.
Dijo Dios: "Que haya lumbreras en la bóveda del cielo, que separen
el día de la noche, señalen las estaciones, los días y
los años, y luzcan en la bóveda del cielo para iluminar la tierra.
Y así fue. Hizo Dios las dos grandes lumbreras: la lumbrera mayor para
regir el día y la menor, para regir la noche; y también hizo las
estrellas. Dios puso las lumbreras en la bóveda del cielo para iluminar
la tierra, para regir el día y la noche, y separar la luz de las tinieblas".
Y vio Dios que era bueno. Fue la tarde y la mañana del cuarto día.
Dijo Dios: "Agítense las aguas con un hervidero de seres vivientes
y revoloteen sobre la tierra las aves, bajo la bóveda del cielo".
Creó Dios los grandes animales marinos y los vivientes que en el agua
se deslizan y la pueblan, según su especie. Creó también
el mundo delas aves, según sus especies. Vio Dios que era bueno y los
bendijo, diciendo: "Sean fecundos y multiplíquense; llenen las aguas
del mar; que las aves se multipliquen en la tierra". Fue la tarde y la
mañana del quinto día.
Dijo Dios: "Produzca la tierra vivientes, según sus especies: animales
domésticos, reptiles y fieras, según sus especies". Y así
fue. Hizo Dios las fieras, los animales domésticos y los reptiles, cada
uno según su especie. y vio Dios que era bueno.]
Y dijo Dios: "Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que domine
a los peces del mar, a las aves del cielo, a los animales domésticos
y a todo animal que se arrastra sobre la tierra". Y creó Dios al
hombre a su imagen; a imagen suya lo creó; hombre y mujer los creó.
Y los bendijo Dios y les dijo: "Sean fecundos y multiplíquense,
llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves
del cielo y a todo ser viviente que se mueve sobre la tierra".
Y dijo Dios: "He aquí que les entrego todas las plantas de semilla
que hay sobre la faz de la tierra, y todos los árboles que producen frutos
y semilla, para que les sirvan de alimento. Ya todas las fieras de la tierra,
a todas las aves del cielo, a todos los reptiles de la tierra, a todos
los seres que respiran, también les doy por alimento las verdes plantas".
Y así fue. Vio Dios todo lo que había hecho y lo encontró
muy bueno. Fue la tarde y la mañana del sexto día.
Así quedaron concluidos el cielo y la tierra con todos sus ornamentos,
y terminada su obra, descansó Dios el séptimo día de todo
cuanto había hecho. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 103, l-2a.
5-6. 10 y 12. 13-14. 24 y 35c.
R/. Bendice al Señor, alma mía.
Bendice al Señor,
alma mía; Señor y Dios mío, inmensa es tu grandeza. Te
vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como un manto. R/.
Sobre bases inconmovible s asentaste la tierra para siempre. Con un vestido
de mares la cubriste y las aguas en los montes concentraste. R/.
En los valles haces brotar las fuentes, que van corriendo entre montañas;
junto al arroyo vienen a vivir las aves, que cantan entre las ramas. R/.
Desde tu cielo riegas los montes y sacias la tierra del fruto de tus manos;
haces brotar hierba para los ganados y pasto para los que sirven al hombre.
R/.
¡Qué numerosas son tus obras, Señor, y todas las hiciste
con maestría! La tierra está llena de tus creaturas. Bendice al
Señor, alma mía. R/.
O bien:
Del salmo 32
R/. La tierra llena está de tus bondades.
Sincera es la palabra del
Señor y todas sus acciones son leales. Él ama la justicia y el
derecho, la tierra está llena de sus bondades. R/.
La palabra del Señor hizo los cielos y su aliento, los astros. Los mares
encerró como en un odre y como en una presa los océanos. R/.
Feliz la nación cuyo Dios es el Señor; dichoso el pueblo que escogió
por suyo. Desde el cielo el Señor, atentamente, mira a todos los hombres.
R/.
En el Señor está nuestra esperanza, pues él es nuestra
ayuda y nuestro amparo. Muéstrate bondadoso con nosotros, puesto que
en ti, Señor, hemos confiado. R/.
OREMOS
Dios todopoderoso y
eterno, que en todas las obras de tu amor te muestras admirable, concédenos
comprender que la redención realizada por Cristo, nuestra Pascua, es
una obra más maravillosa todavía que la misma creación
del universo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
O bien: Creación del hombre.
Dios nuestro, que de modo admirable creaste al hombre y de modo más admirable aún lo redimiste, concédenos sabiduría de espíritu, para resistir a los atractivos del pecado y poder llegar así a las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Lo que va entre [...] puede suprimir por motivos pastorales.
SEGUNDA LECTURA **
El sacrificio de nuestro patriarca Abraham.
Del libro del Génesis: 22, 1-18
En aquel tiempo, Dios le
puso una prueba a Abraham y le dijo: "¡Abraham, Abraham!". Él
respondió: ''Aquí estoy". Y Dios le dijo: "Toma a tu
hijo único, Isaac, a quien tanto amas; vete a la región de Moria
y ofrécemelo en sacrificio, en el monte que yo te indicaré".
[Abraham madrugó, aparejó su burro, tomó consigo a dos
de sus criados y a su hijo Isaac; cortó leña para el sacrificio
y se encaminó al lugar que Dios le había indicado. Al tercer día
divisó a lo lejos el lugar. Les dijo entonces a sus criados: "Quédense
aquí con el burro; yo iré con el muchacho hasta allá, para
adorar a Dios y después regresaremos".
Abraham tomó la leña para el sacrificio, se la cargó a
su hijo Isaac y tomó en su mano el fuego y el cuchillo. Los dos caminaban
juntos. Isaac dijo a su padre Abraham: "¡Padre!". Él
respondió: "¿Qué quieres, hijo?". El muchacho
contestó: "Ya tenemos fuego y leña, ¿pero dónde
está el cordero para el sacrificio?". Abraham le contestó:
"Dios nos dará el cordero para el sacrificio, hijo mío".
Y siguieron caminando juntos.]
Cuando llegaron al sitio que Dios le había señalado, Abraham levantó
un altar y acomodó la leña. Luego ató a su hijo Isaac,
lo puso sobre el altar, encima de la leña, y tomó el cuchillo
para degollarlo.
Pero el ángel del Señor lo llamó desde el cielo y le dijo:
"¡Abraham, Abraham!". Él contestó: ''Aquí
estoy". El ángel le dijo: "No descargues la mano contra tu
hijo, ni le hagas daño. Ya veo que temes a Dios, porque no le has negado
a tu hijo único". Abraham levantó los ojos y vio un carnero,
enredado por los cuernos en la maleza. Atrapó el carnero y lo ofreció
en sacrificio, en lugar de su hijo. Abraham puso por nombre a aquel sitio "el
Señor provee", por lo que aun el día de hoy se dice: "el
monte donde el Señor provee".
El ángel del Señor volvió a llamar a Abraham desde el cielo
y le dijo: "Juro por mí mismo, dice el Señor, que por haber
hecho esto y no haberme negado a tu hijo único, yo te bendeciré
y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y las arenas
del mar. Tus descendientes conquistarán las ciudades enemigas. En tu
descendencia serán bendecidos todos los pueblos de la tierra, porque
obedeciste a mis palabras". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 15,5
y 8.9-10.11.
R/. Protégeme, Dios mío, porque me refugio en ti.
El Señor es la parte
que me ha tocado en herencia: mi vida está en sus manos. Tengo siempre
presente al Señor y con él a mi lado, jamás tropezaré.
R/.
Por eso se me alegran el corazón y el alma y mi cuerpo vivirá
tranquilo, porque tú no me abandonarás a la muerte, ni dejarás
que sufra yo la corrupción. R/.
Enséñame el camino de la vida, sáciame de gozo en tu presencia
y de alegría perpetua junto a ti. R/.
OREMOS
Dios nuestro, excelso Padre de los creyentes, que por medio de la gracia de la adopción y por el misterio pascual sigues cumpliendo la promesa hecha a Abraham de multiplicar su descendencia por toda la tierra y de hacerlo el padre de todas las naciones, concede a tu pueblo responder dignamente a la gracia de tu llamada. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
TERCERA LECTURA
Los israelitas entraron en el mar sin mojarse.
Del libro del Éxodo: 14, 15-15, 1
En aquellos días,
dijo el Señor a Moisés: "¿Por qué sigues clamando
a mí? Diles a los israelitas que se pongan en marcha. Y tú, alza
tu bastón, extiende tu mano sobre el mar y divídelo, para que
los israelitas entren en el mar sin mojarse. Yo voy a endurecer el corazón
de los egipcios para que los persigan, y me cubriré de gloria a expensas
del faraón y de todo su ejército, de sus carros y jinetes. Cuando
me haya cubierto de gloria a expensas del faraón, de sus carros y jinetes,
los egipcios sabrán que yo soy el Señor".
El ángel del Señor, que iba al frente de las huestes de Israel,
se colocó tras ellas. Y la columna de nubes que iba adelante, también
se desplazó y se puso a sus espaldas, entre el campamento de los israelitas
y el campamento de los egipcios. La nube era tinieblas para unos y claridad
para otros, y así los ejércitos no trabaron contacto durante toda
la noche.
Moisés extendió la mano sobre el mar, y el Señor hizo soplar
durante toda la noche un fuerte viento del este, que secó el mar, y dividió
las aguas. Los israelitas entraron en el mar y no se mojaban, mientras las aguas
formaban una muralla a su derecha y a su izquierda. Los egipcios se lanzaron
en su persecución y toda la caballería del faraón, sus
carros y jinetes, entraron tras ellos en el mar.
Hacia el amanecer, el Señor miró desde la columna de fuego y humo
al ejército de los egipcios y sembró entre ellos el pánico.
Trabó las ruedas de sus carros, de suerte que no avanzaban sino pesadamente.
Dijeron entonces los egipcios: "Huyamos de Israel, porque el Señor
lucha en su favor contra Egipto.
Entonces el Señor le dijo a Moisés: "Extiende tu mano sobre
el mar, para que vuelvan las aguas sobre los egipcios, sus carros y sus jinetes".
Y extendió Moisés su mano sobre el mar, y al amanecer, las aguas
volvieron a su sitio, de suerte que al huir, los egipcios se encontraron con
ellas, y el Señor los derribó en medio del mar. Volvieron las
aguas y cubrieron los carros, a los jinetes y a todo el ejército del
faraón, que se había metido en el mar para perseguir a Israel.
Ni uno solo se salvó.
Pero los hijos de Israel caminaban por lo seco en medio del mar. Las aguas les
hacían muralla a derecha e izquierda. Aquel día salvó el
Señor a Israel de las manos de Egipto. Israel vio a los egipcios, muertos
en la orilla del mar. Israel vio la mano fuerte del Señor sobre los egipcios,
y el pueblo temió al Señor y creyó en el Señor y
en Moisés, su siervo. Entonces Moisés y los hijos de Israel cantaron
este cántico al Señor:
No se dice Palabra del Señor, se pasa directamente al Salmo.
SALMO RESPONSORIAL
Ex 15, 1b-2. 3-4.
5-6.17-18.
R/. Alabemos al Señor por su victoria.
Cantemos al Señor,
sublime es su victoria: caballos y jinetes arrojó en el mar. R/.
Mi fortaleza y mi canto es el Señor, él es mi salvación,
él es mi Dios, yo lo alabaré; es el Dios de mis padres, yo le
cantaré. R/.
El Señor es un guerrero, su nombre es el Señor. Precipitó
en el mar los carros del faraón y a sus guerreros; ahogó en el
mar Rojo a sus mejores capitanes. R/.
El mar cayó sobre ellos; en las temibles aguas como plomo se hundieron.
Extendiste tu diestra, Señor, y se los tragó la tierra. R/.
Tú llevas a tu pueblo para plantarlo en el monte que le diste en herencia,
en el lugar que convertiste en tu morada, en el santuario que construyeron tus
manos. Tú, Señor, reinarás para siempre. R/.
OREMOS
Señor Dios, cuyos antiguos prodigios los percibimos resplandeciendo también en nuestros tiempos, puesto que aquello mismo que realizó la diestra de tu poder para liberar a un solo pueblo de la esclavitud del faraón, lo sigues realizando también ahora, por medio del agua del bautismo para salvar a todas las naciones, concede que todos los hombres del mundo lleguen a contarse entre los hijos de Abraham y participen de la dignidad del pueblo elegido. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
O bien:
Dios nuestro, que manifestaste a la luz del Nuevo Testamento el sentido profundo de los prodigios realizados en los tiempos antiguos, dejándonos ver en el paso del Mar Rojo, una imagen del bautismo y del pueblo liberado de la esclavitud, un anuncio de los sacramentos del pueblo cristiano, haz que todos los hombres, mediante la fe, participen del privilegio del pueblo elegido y sean regenerados por la acción santificadora de tu Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
CUARTA LECTURA
Con amor eterno se ha apiadado de ti tu redentor.
Del libro del profeta Isaias: 54,5-14
"El que te creó,
te tomará por esposa; su nombre es 'Señor de los ejércitos'.
Tu redentor es el Santo de Israel; será llamado 'Dios de toda la tierra'.
Como a una mujer abandonada y abatida te vuelve a llamar el Señor. ¿Acaso
repudia uno a la esposa de la juventud?, dice tu Dios.
Por un instante te abandoné, pero con inmensa misericordia te volveré
a tomar. En un arrebato de ira te oculté un instante mi rostro, pero
con amor eterno me he apiadado de ti, dice el Señor, tu redentor.
Me pasa ahora como en los días de Noé: entonces juré que
las aguas del diluvio no volverían a cubrir la tierra; ahora juro no
enojarme ya contra ti ni volver a amenazarte. Podrán desaparecer los
montes y hundirse las colinas, pero mi amor por ti no desaparecerá y
mi alianza de paz quedará firme para siempre. Lo dice el Señor,
el que se apiada de ti.
Tú, la afligida, la zarandeada por la tempestad, la no consolada: He
aquí que yo mismo coloco tus piedras sobre piedras finas, tus cimientos
sobre zafiros; te pondré almenas de rubí y puertas de esmeralda
y murallas de piedras preciosas.
Todos tus hijos serán discípulos del Señor, y será
grande su prosperidad. Serás consolidada en la justicia. Destierra la
angustia, pues ya nada tienes que temer; olvida tu miedo, porque ya no se acercará
a ti". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 29, 2
y 4. 5-6.11 Y 12a. y 13h.
R/. Te alabaré, Señor, eternamente.
Te alabaré, Señor,
pues no dejaste que se rieran de mí mis enemigos. Tú, Señor,
me salvaste de la muerte y a punto de morir, me reviviste. R/.
Alaben al Señor quienes lo aman, den gracias a su nombre, porque su ira
dura un solo instante y su bondad, toda la vida. El llanto nos visita por la
tarde; por la mañana, el júbilo. R/.
Escúchame, Señor, y compadécete; Señor, ven en mi
ayuda. Convertiste mi duelo en alegría, te alabaré por eso eternamente.
R/.
OREMOS
Dios, todopoderoso y eterno, multiplica, en honor a tu nombre, cuanto prometiste a nuestros padres en la fe y acrecienta la descendencia por ti prometida mediante la santa adopción filial, para que aquello que los antiguos patriarcas no dudaron que habría de acontecer, tu Iglesia advierta que ya está en gran parte cumplido. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
QUINTA LECTURA
Vengan a mí y vivirán. Sellaré con ustedes una alianza perpetua.
Del libro del profeta Isaias: 55, 1-11
Esto dice el Señor:
"Todos ustedes, los que tienen sed, vengan por agua; y los que no tienen
dinero, vengan, tomen trigo y coman; tomen vino y leche sin pagar. ¿Por
qué gastar el dinero en lo que no es pan y el salario, en lo que no alimenta?
Escúchenme atentos y comerán bien, saborearán platillos
sustanciosos. Préstenme atención, vengan a mí, escúchenme
y vivirán.
Sellaré con ustedes una alianza perpetua, cumpliré las promesas
que hice a David. Como a él lo puse por testigo ante los pueblos, como
príncipe y soberano de las naciones, así tú reunirás
a un pueblo desconocido, y las naciones que no te conocían acudirán
a ti, por amor del Señor, tu Dios, por el Santo de Israel, que te ha
honrado.
Busquen al Señor mientras lo pueden encontrar, invóquenlo mientras
está cerca; que el malvado abandone su camino, y el criminal, sus planes;
que regrese al Señor, y él tendrá piedad; a nuestro Dios,
que es rico en perdón.
Mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes, sus caminos no son mis
caminos. Porque así como aventajan los cielos a la tierra, así
aventajan mis caminos a los de ustedes y mis pensamientos a sus pensamientos.
Como bajan del cielo la lluvia y la nieve y no vuelven allá, sino después
de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, a fin de que dé
semilla para sembrar y pan para comer, así será la palabra que
sale de mi boca: no volverá a mí sin resultado, sino que hará
mi voluntad
y cumplirá su misión". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Is 12, 2-3. 4bcd.
5-6.
R/. El Señor es mi Dios y salvador.
El Señor es mi Dios
y salvador: con él estoy seguro y nada temo. El Señor es mi protección
y mi fuerza, y ha sido mi salvación. Sacarán agua con gozo de
la fuente de salvación. R/.
Den gracias al Señor, invoquen su nombre, cuenten a los pueblos sus hazañas,
proclamen que su nombre es sublime. R/.
Alaben al Señor por sus proezas, anúncienlas a toda la tierra.
Griten jubilosos, habitantes de Sión, porque el Dios de Israel ha sido
grande con ustedes. R/.
OREMOS
Dios todopoderoso y eterno, única esperanza del mundo, tú que anunciaste por voz de los profetas, los misterios que estamos celebrando esta noche, multiplica en el corazón de tu pueblo los santos propósitos porque no podría ningún santo anhelo alcanzar crecimiento sin el impulso que procede de ti. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
SEXTA LECTURA
Sigue el camino que te conduce a la luz del Señor.
Del libro del profeta: Baruc 3,9-15.32-4,4
Escucha, Israel, los mandatos
de vida, presta oído para que adquieras prudencia. ¿A qué
se debe, Israel, que estés aún en país enemigo, que envejezcas
en tierra extranjera, que te hayas contaminado por el trato con los muertos,
que te veas contado entre los que descienden al abismo?
Es que abandonaste la fuente de la sabiduría. Si hubieras seguido los
senderos de Dios, habitarías en paz eternamente.
Aprende dónde están la prudencia, la inteligencia y la energía,
así aprenderás dónde se encuentra el secreto de vivir larga
vida, y dónde la luz de los ojos y la paz. ¿Quién es el
que halló el lugar de la sabiduría y tuvo acceso a sus tesoros?
El que todo lo sabe, la conoce; con su inteligencia la ha escudriñado.
El que cimentó la tierra para todos los tiempos, y la pobló de
animales cuadrúpedos; el que envía la luz, y ella va, la llama,
y temblorosa le obedece; llama a los astros, que brillan jubilosos en sus puestos
de guardia, y ellos le responden: "Aquí estamos", y refulgen
gozosos para aquel que los hizo. Él es nuestro Dios y no hay otro como
él; él ha escudriñado los caminos de la sabiduría
y se la dio a su hijo Jacob, a Israel, su predilecto. Después de esto,
ella apareció en el mundo y convivió con los hombres.
La sabiduría es el libro de los mandatos de Dios, la ley de validez eterna;
los que la guardan, vivirán, los que la abandonan, morirán.
Vuélvete a ella, Jacob, y abrázala; camina hacia la claridad de
su luz; no entregues a otros tu gloria, ni tu dignidad a un pueblo extranjero.
Bienaventurados nosotros, Israel, porque lo que agrada al Señor nos ha
sido revelado. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo18, 8.
9.10.11.
R/. Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna.
La ley del Señor
es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables son las palabras del Señor
y hacen sabio al sencillo. R/.
En los mandamientos del Señor hay rectitud y alegría para el corazón;
son luz los preceptos del Señor para alumbrar el camino. R/.
La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los mandatos del Señor
son verdaderos y enteramente justos. R/.
Más deseables que el oro y las piedras preciosas las normas del Señor,
y más dulces que la miel de un panal que gotea. R/.
OREMOS
Dios nuestro, que haces crecer continuamente a tu Iglesia con hijos llamados de todos los pueblos, dígnate proteger siempre con tu gracia a quienes has hecho renacer con el agua del bautismo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
SÉPTIMA LECTURA
Los rociaré con agua pura y les daré un corazón nuevo.
Del libro del profeta Ezequiel: 36, 16-28
En aquel tiempo, me fue
dirigida la palabra del Señor en estos términos: "Hijo de
hombre, cuando los de la casa de Israel habitaban en su tierra, la mancharon
con su conducta y con sus obras; como inmundicia fue su proceder ante mis ojos.
Entonces descargué mi furor contra ellos, por la sangre que habían
derramado en el país y por haberlo profanado con sus idolatrías.
Los dispersé entre las naciones y anduvieron errantes por todas las tierras.
Los juzgué según su conducta, según sus acciones los sentencié.
Y en las naciones a las que se fueron, desacreditaron mi santo nombre, haciendo
que de ellos se dijera: 'Este es el pueblo del Señor, y ha tenido que
salir de su tierra'.
Pero, por mi santo nombre, que la casa de Israel profanó entre las naciones
a donde llegó, me he compadecido. Por eso, dile a la casa de Israel:
'Esto dice el Señor: no lo hago por ustedes, casa de Israel. Yo mismo
mostraré la santidad de mi nombre excelso, que ustedes profanaron entre
las naciones. Entonces ellas reconocerán que yo soy el Señor,
cuando, por medio de ustedes les haga ver mi santidad. Los sacaré a ustedes
de entre las naciones, los reuniré de todos los países y los llevaré
a su tierra. Los rociaré con agua pura y quedarán purificados;
los purificaré de todas sus inmundicias e idolatrías.
Les daré un corazón nuevo y les infundiré un espíritu
nuevo; arrancaré de ustedes el corazón de piedra y les daré
un corazón de carne. Les infundiré mi espíritu y los haré
vivir según mis preceptos y guardar y cumplir mis mandamientos. Habitarán
en la tierra que di a sus padres; ustedes serán mi pueblo y yo seré
su Dios' ". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
De los salmos 41,3.
5bcd; 42, 3. 4.
R/. Estoy sediento del Dios que da la vida.
Como el venado busca el
agua de los ríos, así, cansada, mi alma te busca a ti, Dios mío.
R/.
Del Dios que da la vida está mi ser sediento. ¿Cuándo será
posible ver de nuevo su templo? R/.
Recuerdo cuando íbamos a casa del Señor, cantando, jubilosos,
alabanzas a Dios. R/. Envíame, Señor, tu luz y tu verdad; que
ellas se conviertan en mi guía y hasta tu monte santo me conduzcan, allí
donde tú habitas. R/.
Al altar del Señor me acercaré, al Dios que es mi alegría,
y a mi Dios, el Señor, le daré gracias al compás de la
cítara. R/.
O bien, cuando hay bautizos:
Isaías 12
R/. El Señor es mi Dios y salvador.
El Señor es mi Dios
y salvador con él estoy seguro y nada temo. El Señor es mi protección
y mi fuerza y ha sido mi salvación. Sacarán agua con gozo de la
fuente de salvación. R/.
Den gracias al Señor, invoquen su nombre, cuenten a los pueblos sus hazañas,
proclamen que su nombre es sublime. R/.
Alaben al Señor por sus proezas, anúncienlas a toda la tierra.
Griten jubilosos, habitantes de Sión, porque el Dios de Israel ha sido
grande con ustedes. R/.
O bien:
Del salmo 50
R/. Crea en mí Señor, un corazón puro.
Crea en mí, Señor,
un corazón puro, un espíritu nuevo para cumplir tus mandamientos.
No me arrojes, Señor, lejos de ti, ni retires de mí tu santo espíritu.
R/.
Devuélveme tu salvación, que regocija, y mantén en mí
un alma generosa. Enseñaré a los descarriados tus caminos y volverán
a ti los pecadores. R/.
Tú, Señor, no te complaces en los sacrificios y si te ofreciera
un holocausto, no te agradaría. Un corazón contrito te presento,
y a un corazón contrito, tú nunca lo desprecias. R/.
OREMOS
Dios de inmutable poder y eterna luz, mira propicio el admirable misterio de la Iglesia entera y realiza serenamente, en virtud de tu eterno designio, la obra de la humana salvación; que todo el mundo vea y reconozca que los caídos se levantan, que se renueva lo que había envejecido y que, por obra de Jesucristo, todas las cosas concurren hacia la unidad que tuvieron en el origen. El que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
O bien:
OREMOS
Señor Dios, que con
las enseñanzas de ambos Testamentos nos instruyes para celebrar el sacramento
de la Pascua, haz que comprendamos la hondura de tu misericordia, para que los
dones que hoy recibimos afiancen en nosotros la esperanza de los bienes futuros.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Terminada la oración de la última lectura del Antiguo Testamento, con el responsorio y la oración correspondiente, se encienden las velas del altar y resto de las luces. El sacerdote entona solemnemente el Gloria, que todos prosiguen. Mientras tanto se tocan las campanas, de dentro y de fuera del templo, de acuerdo a las costumbres de cada lugar.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que haces resplandecer esta noche santa con la gloria del Señor resucitado aviva en tu Iglesia el espíritu filial, para que, renovados en cuerpo y alma, nos entreguemos plenamente a tu servicio. Por nuestro Señor Jesucristo ...
EPÍSTOLA
Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya nunca morirá.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 6, 3-11
Hermanos: Todos los que
hemos sido incorporados a Cristo Jesús por medio del bautismo, hemos
sido incorporados a su muerte. En efecto, por el bautismo fuimos sepultados
con él en su muerte, para que, así como Cristo resucitó
de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros
llevemos una vida nueva.
Porque, si hemos estado íntimamente unidos a él por una muerte
semejante a la suya, también lo estaremos en su resurrección.
Sabemos que nuestro viejo yo fue crucificado con Cristo, para que el cuerpo
del pecado quedara destruido, a fin de que ya no sirvamos al pecado, pues el
que ha muerto queda libre del pecado.
Por lo tanto, si hemos muerto con Cristo, estamos seguros de que también
viviremos con él; pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre
los muertos, ya nunca morirá. La muerte ya no tiene dominio sobre él,
porque al morir, murió al pecado de una vez para siempre; y al resucitar,
vive ahora para Dios. Lo mismo ustedes, considérense muertos al pecado
y vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Terminada la epístola todos se ponen de pie y el sacerdote entona solemnemente el Aleluya, que todos repiten. Luego un salmista o un cantor dice el salmo, al que el pueblo responde: Aleluya. Si hace falta, el mismo salmista canta el Aleluya.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 117,
1-2. 16ab-17. 22-23.
R/. Aleluya, aleluya.
Te damos gracias, Señor,
porque eres bueno, porque tu misericordia es eterna.
Diga la casa de Israel: "Su misericordia es eterna". R/.
La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es nuestro
orgullo. No moriré, continuaré viviendo, para contar lo que el
Señor ha hecho. R/.
La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Esto
es obra de la mano del Señor, es un milagro patente. R/.
Para el Evangelio no se llevan los ciriales, sino solamente el incienso.
EVANGELIO
Jesús de Nazaret, que fue crucificado, resucitó.
Del santo Evangelio según san Marcos: 16, 1-7
Transcurrido el sábado,
María Magdalena, María (la madre de Santiago) y Salomé,
compraron perfumes para ir a embalsamar a Jesús. Muy de madrugada, el
primer día de la semana, a la salida del sol, se dirigieron al sepulcro.
Por el camino se decían unas a otras: "¿Quién nos
quitará la piedra de la entrada del sepulcro?". Al llegar, vieron
que la piedra ya estaba quitada, a pesar de ser muy grande.
Entraron en el sepulcro y vieron a un joven, vestido con una túnica blanca,
sentado en el lado derecho, y se llenaron de miedo. Pero él les dijo:
"No se espanten. Buscan a Jesús de Nazaret, el que fue crucificado.
No está aquí; ha resucitado. Miren el sitio donde lo habían
puesto. Ahora vayan a decirles a sus discípulos y a Pedro: 'Él
irá delante de ustedes a Galilea. Allá lo verán, como él
les dijo' ". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
REFLEXIÓN: La fiesta por excelencia de los cristianos es, como bien lo sabemos, la Pascua de Resurrección y la Vigilia Pascual su más bella expresión ... En sus numerosas lecturas bíblicas tenemos un valioso resumen de toda la historia de nuestra salvación. Cristo resucitado es el nuevo Adán que restituye al hombre -especialmente por el "nuevo nacimiento" realizado en la fuente bautismal- la dignidad perdida por el pecado (Rm 6, 3 ss). Con la luz y la fuerza de su Espíritu, Él nos obtiene, o nos concede de nuevo, la dignidad de hijos muy amados del Padre. ¡Despojémonos, pues, de la "antigua levadura" y decidámonos a llevar una vida de resucitados!
Tercera parte
Liturgia Bautismal
Hermanos, acompañemos con nuestra oración a quienes anhelan renacer a nueva vida en la fuente del bautismo, para que Dios, nuestro Padre, les otorgue su protección y su amor.
Si se bendice la fuente, pero no va a haber bautismos:
Hermanos, pidamos a Dios
todopoderoso que con su poder santifique esta fuente bautismal, para que cuantos
en el bautismo van a ser regenerados en Cristo, sean agregados al número
de hijos adoptivos de Dios.
Si no hay bautismos ni bendición de la fuente, omitidas las letanías
se procede inmediatamente a la bendición del agua.
Letanías de los santos
En las letanías se pueden añadir algunos nombres de santos, especialmente el del titular de la iglesia, el de los patronos del lugar y el de los que van a ser bautizados.
Coro Asamblea
Señor, ten piedad
de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros, Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros.
San Miguel, ruega por nosotros.
Santos Angeles de Dios, rueguen por nosotros.
San Juan Bautista, ruega por nosotros.
San José, ruega por nosotros.
Santos Pedro y Pablo, rueguen por nosotros.
San Andrés, ruega por nosotros.
San Juan, ruega por nosotros.
Santa María Magdalena, ruega por nosotros.
San Esteban, ruega por nosotros.
San Ignacio de Antioquía, ruega por nosotros.
San Lorenzo, ruega por nosotros.
San Felipe de Jesús, ruega por nosotros.
Santos Cristóbal Magallanes
y compañeros mártires, rueguen por nosotros.
Santas Perpetua y Felícitas, rueguen por nosotros.
Santa Inés, ruega por nosotros.
San Gregorio, ruega por nosotros.
San Agustín, ruega por nosotros.
San Atanasio, ruega por nosotros.
San Basilio, ruega por nosotros.
San Martín, ruega por nosotros.
San Benito, ruega por nosotros.
Santos Francisco y Domingo, rueguen por nosotros.
San Francisco Javier, ruega por nosotros.
San Juan María Vianney, ruega por nosotros.
San Rafael Guízar y Valencia, ruega por nosotros.
San José María de Yermo y Parres, ruega por nosotros.
Santa Catalina de Siena, ruega por nosotros.
Santa Teresa de Jesús, ruega por nosotros.
Santa Teresa del Niño de Jesús, ruega por nosotros.
Santa María de Jesús
Sacramentado Venegas, ruega por nosotros.
Santa María Guadalupe
García Zavala, ruega por nosotros.
San Juan Diego, ruega por nosotros.
Todos los santos y santas
de Dios, rueguen por nosotros.
Muéstrate propicio, Líbranos, Señor.
De todo mal, Líbranos, Señor.
De todo pecado, Líbranos, Señor.
De la muerte eterna, Líbranos, Señor.
Por tu encarnación, Líbranos, Señor.
Por tu muerte y resurrección, Líbranos, Señor.
Por el don del Espíritu Santo, Líbranos, Señor.
Nosotros, que somos pecadores, te rogamos, óyenos.
Si hay bautizos:
Para que estos elegidos
renazcan
a la vida nueva por medio del
bautismo, te rogamos, óyenos.
Si no hay bautizos:
Para que santifiques esta
fuente
bautismal por la que renacerán
tus hijos, a la vida nueva, te rogamos, óyenos.
Jesús, Hijo de Dios vivo, te rogamos, óyenos.
Cristo, óyenos. Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.
Si hay bautizos, el sacerdote, con las manos juntas, dice la siguiente oración:
Derrama, Señor, tu infinita bondad en este sacramento del bautismo y envía tu santo Espíritu para que haga renacer de la fuente bautismal a estos nuevos hijos tuyos que van a ser santificados por tu gracia, mediante la colaboración de nuestro ministerio. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.
Bendición del agua bautismal
Dios nuestro, que
con tu poder invisible realizas obras admirables por medio de los signos sacramentales
y has hecho que tu creatura, el agua, signifique de muchas maneras la gracia
del bautismo. Dios nuestro, cuyo Espíritu aleteaba sobre la superficie
de las aguas en los mismos principios del mundo, para que ya desde entonces
el agua recibiera el poder de dar la vida. Dios nuestro, que incluso en las
aguas torrenciales del diluvio prefiguraste el nuevo nacimiento de los hombres,
al hacer que de una manera misteriosa un mismo elemento diera final pecado y
origen a la virtud. Dios nuestro, que hiciste pasar a pie, sin mojarse, el Mar
Rojo a los hijos de Abrahán, a fin de que el pueblo liberado de la esclavitud
del faraón prefigurara al pueblo de los bautizados. Dios nuestro, cuyo
Hijo, al ser bautizado por el Precursor en el agua del Jordán, fue ungido
por el Espíritu Santo; suspendido en la cruz, quiso que brotaran de su
costado sangre y agua; y después de su resurrección mandó
a sus apóstoles: "Vayan y enseñen a todas las naciones bautizándolas
en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo". Mira
ahora a tu Iglesia en oración y abre para ella la fuente del bautismo.
Que por la obra del Espíritu Santo esta agua adquiera la gracia de tu
Unigénito, para que el hombre, creado a tu imagen, limpio de su antiguo
pecado por el sacramento del bautismo, renazca a la vida nueva por el agua y
el Espíritu Santo. Te pedimos, Señor, que por tu Hijo, descienda
sobre el agua de esta fuente el poder del Espíritu Santo, para que todos,
sepultados con Cristo en su muerte por el bautismo, resuciten también
con él a la vida nueva. Él que vive y reina... R. Amén.
Se puede decir la aclamación siguiente o alguna otra adecuada:
Fuentes del Señor, bendigan al Señor; alábenlo y glorifíquenlo
por los siglos.
Bendición del agua bendita
Si no hay bautizos, ni bendición de la fuente bautismal el sacerdote prepara a los fieles para la bendición del agua, diciendo:
Pidamos, queridos hermanos, a Dios nuestro Señor, que se digne bendecir esta agua, con la cual seremos rociados en memoria de nuestro bautismo, y que nos renueve interiormente, para que permanezcamos fieles al Espíritu que hemos recibido.
Y después de una breve pausa en silencio, dice la siguiente oración, con las manos extendidas:
Señor, Dios nuestro, mira con bondad a este pueblo tuyo, que vela en oración en esta noche santísima, recordando la obra admirable de nuestra creación y la obra más admirable, todavía, de nuestra redención. Dígnate bendecir † esta agua, que tú creaste para dar fertilidad a la tierra, frescura y limpieza a nuestros cuerpos. Tú, además, convertiste el agua en un instrumento de tu misericordia: por ella, liberaste a tu pueblo de la esclavitud y en el desierto saciaste su sed; con la imagen del agua viva, los profetas anunciaron la nueva alianza que deseabas establecer con los hombres; por ella, finalmente, santificada por Cristo en el Jordán, renovarse, mediante el bautismo que nos da la vida nueva, nuestra naturaleza, corrompida por el pecado. Que esta agua nos recuerde ahora nuestro bautismo y nos haga participar en la alegría de nuestros hermanos, que han sido bautizados en esta Pascua. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.
Renovación de las promesas del bautismo
Terminada la ceremonia del
bautismo (y de la confirmación) o, si no hubo bautismos, después
de la bendición del agua, todos, de pie y teniendo en sus manos las velas
encendidas, hacen la renovación de las promesas del bautismo.
Hermanos, por medio del bautismo hemos sido hechos partícipes del misterio
pascual de Cristo, es decir, por medio del bautismo hemos sido sepultados con
él en su muerte, para resucitar con él a una vida nueva. Por eso,
culminado nuestro camino cuaresmal, es muy conveniente que renovemos las promesas
de nuestro bautismo, con las cuales un día renunciamos a Satanás
y a sus obras y nos comprometimos a servir a Dios en la santa Iglesia católica.
Por consiguiente:
Sacerdote: Todos
¿Renuncian ustedes
a Satanás? Sí, renuncio.
¿Renuncian a todas sus obras? Sí, renuncio.
¿Renuncian a todas sus seducciones? Sí, renuncio.
O bien:
Sacerdote: Todos
¿Renuncian ustedes
al pecado para vivir
en la libertad de los hijos de Dios? Sí, renuncio.
¿Renuncian a todas las seducciones del mal
para que el pecado no los esclavice? Sí, renuncio.
¿Renuncian a Satanás,
padre y autor de todo pecado? Sí, renuncio.
Sacerdote: Todos
¿Creen ustedes en Dios, Padre todopoderoso,
creador del cielo y de la tierra? Sí, creo.
¿Creen en Jesucristo,
su Hijo único y Señor nuestro,
que nació de la Virgen María. Padeció y murió por
nosotros, resucitó
y está sentado a la derecha del Padre? Sí, creo.
¿Creen en el Espíritu Santo,
en la santa Iglesia católica,
en la comunión de los santos,
en el perdón de los pecados,
en la resurrección de los muertos
y en la vida eterna? Sí, creo.
Que Dios todopoderoso,
Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos liberó del pecado y
nos ha hecho renacer por el agua y el Espíritu Santo, nos conserve con
su gracia unidos a Jesucristo nuestro Señor, hasta la vida eterna. Amén.
El sacerdote rocía al pueblo con el agua bendita, mientras todos cantan
la siguiente antífona o algún otro canto bautismal:
Vi brotar agua del lado derecho del templo, aleluya. Vi que en todos aquellos
que recibían el agua, surgía una vida nueva y cantaban con gozo:
Aleluya, aleluya.
Cuarta parte
Liturgia Eucarística
Concluida la liturgia bautismal la celebración sigue como siempre.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, las súplicas de tu pueblo, junto con los dones que te presentamos para que los misterios de la Pascua que hemos comenzado a celebrar, nos obtengan, con tu ayuda, el remedio para conseguir la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I de la Pascua: El misterio Pascual p. 504 (500).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Cor 5,7-8
Cristo, nuestro Cordero pascual, ha sido inmolado. Aleluya. Celebremos, pues, la Pascua, con el pan sin levadura, que es sinceridad y verdad. Aleluya.
Conviene cantar el salmo 117.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Infúndenos, Señor, el espíritu de tu caridad, para que, saciados con los sacramentos pascuales, vivamos siempre unidos en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
DESPEDIDA
Para despedir al pueblo, el diácono, o, en su ausencia, el mismo sacerdote canta o dice:
C. Anuncien a todos la alegría del Señor resucitado.
Pueden ir en paz, aleluya, aleluya.
R. Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya.
El cirio pascual se
enciende en todas las celebraciones litúrgicas de este tiempo pascual:
Misa, en Laudes y Vísperas. Una vez concluido el Tiempo Pascual, conviene
que el Cirio
se conserve dignamente en el bautisterio, y no en el presbiterio.
La Resurrección del Señor
Blanco Domingo I de Pascua de la Resurrección del Señor Selemnidad con Octava Misa del día MR, P. 343 (345) / Lecc. I, p. 206 LH, la Semana de Salterio
LA RESURRECCIÓN
TRAE CONSIGO UN NUEVO ENTENDIMIENTO
Hech 10, 34. 37-43; Sal 117; Co13, 1-4; Jn 20, 1-9; o bien Mc 16,1-7 (en la
tarde Lc 24,13-35)
En los Evangelios, el discípulo Pedro no parece entender mucho acerca de Jesús y su mensaje. Concibe la obra de Cristo, como un privilegio destinado únicamente para unos pocos. Pero en el libro de Hechos, que ha sido considerado siempre como el complemento del tercer Evangelio, se transforma. Comienza predicando que Dios no hace distinciones entre personas, que acepta a cualquiera que sea bueno y honrado, sin mirar la raza o nación de la que proceda. Finalmente ha comprendido. El mismo proceso se evidencia en la narración del camino a Emaús. Dos discípulos anónimos empiezan su viaje en medio de la decepción, la tristeza y la frustración. Pero al final del camino se les abren los ojos y sus corazones arden dentro de ellos. ¿Qué propició tal cambio de entendimiento en Pedro y en los dos discípulos? La respuesta es la presencia del Señor resucitado.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 139, 19. 5-6
He resucitado y estoy contigo, aleluya: has puesto tu mano sobre mí, aleluya: tu sabiduría ha sido maravillosa, aleluya, aleluya.
O bien: Lc 24,34; cfr. Apoc 1,6
El Señor ha resucitado verdaderamente, aleluya. A él la gloria y el poder por toda la eternidad, aleluya, aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que por medio de tu Unigénito, vencedor de la muerte, nos has abierto hoy las puertas de la vida eterna, concede a quienes celebramos la solemnidad de la resurrección del Señor, resucitar también en la luz de la vida eterna, por la acción renovadora de tu Espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Hemos comido y bebido con Cristo resucitado.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 10, 34. 37-43
En aquellos días,
Pedro tomó la palabra y dijo: "Ya saben ustedes lo sucedido en toda
Judea, que tuvo principio en Galilea, después del bautismo predicado
por Juan: cómo Dios ungió con el poder del Espíritu Santo
a Jesús de Nazaret y cómo éste pasó haciendo el
bien, sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.
Nosotros somos testigos de cuanto él hizo en Judea y en Jerusalén.
Lo mataron colgándolo de la cruz, pero Dios lo resucitó al tercer
día y concedió verlo, no a todo el pueblo, sino únicamente
a los testigos que él, de antemano, había escogido: a nosotros,
que hemos comido y bebido con él después de que resucitó
de entre los muertos.
Él nos mandó predicar al pueblo y dar testimonio de que Dios lo
ha constituido juez de vivos y muertos. El testimonio de los profetas es unánime:
que cuantos creen en él reciben, por su medio, el perdón de los
pecados".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 117,
1-2. 16ab-17. 22-23.
R/. Este es el día del triunfo del Señor. Aleluya.
Te damos gracias, Señor,
porque eres bueno, porque tu misericordia es eterna. Diga la casa de Israel:
"Su misericordia es eterna". R/.
La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es nuestro
orgullo. No moriré, continuaré viviendo para contar lo que el
Señor ha hecho. R/.
La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Esto
es obra de la mano del Señor, es un milagro patente. R/.
SEGUNDA LECTURA
Busquen los bienes del cielo, donde está Cristo.
De la carta del apóstol san Pablo a los colosenses: 3, 1-4
Hermanos: Puesto que han resucitado con Cristo, busquen los bienes de arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios. Pongan todo el corazón en los bienes del cielo, no en los de la tierra, porque han muerto y su vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando se manifieste Cristo, vida de ustedes, entonces también ustedes se manifestarán gloriosos, juntamente con él. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
O bien:
Tiren la antigua levadura, pues Cristo, nuestro cordero pascual, ha sido inmolado.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintíos: 5, 6-8
Hermanos: ¿No saben
ustedes que un poco de levadura hace fermentar toda la masa? Tiren la antigua
levadura, para que sean ustedes una masa nueva, ya que son pan sin levadura,
pues Cristo, nuestro cordero pascual, ha sido inmolado.
Celebremos, pues, la fiesta de la Pascua, no con la antigua levadura, que es
de vicio y maldad, sino con el pan sin levadura, que es de sinceridad y verdad.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SECUENCIA:
[Sólo el día de hoy es obligatoria; durante la octava es opcional].
Ofrezcan los cristianos | los ángeles testigos, | |
ofrendas de alabanza | sudarios y mortaja. | |
a gloria de la víctima | ¡Resucitó de veras | |
propicia de la Pascua. | mi amor y mi esperanza! | |
Cordero sin pecado, | Venid a Galilea, | |
que a las ovejas salva, | allí el Señor aguarda; | |
a Dios y a los culpables | allí veréis los suyos | |
unió con nueva alianza. | la gloria de la Pascua. | |
Lucharon vida y muerte | Primicia de los muertos, | |
en singular batalla, | sabemos por tu gracia | |
y, muerto el que es la vida, | que estás resucitado; | |
triunfante se levanta. | la muerte en ti no manda. | |
"¿Qué has visto de camino, | Rey vencedor, apiádate | |
María, en la mañana?". | de la miseria humana | |
A mi Señor glorioso, | y da a tus fieles parte | |
la tumba abandonada, | en tu victoria santa |
ACLAMACiÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. 1 Co 5, 7-8
R/. Aleluya, aleluya.
Cristo, nuestro cordero pascual, ha sido inmolado; celebremos, pues, la Pascua. R/.
EVANGELlO***
Él debía resucitar de entre los muertos.
Del santo Evangelio según san Juan: 20, 1-9
El primer día después del sábado, estando todavía
oscuro, fue María Magdalena al sepulcro y vio removida la piedra que
lo cerraba. Echó acorrer, llegó a la casa donde estaban Simón
Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: "Se
han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo habrán
puesto".
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos iban
corriendo juntos, pero el otro discípulo corrió más aprisa
que Pedro y llegó primero al sepulcro, e inclinándose, miró
los lienzos puestos en el suelo, pero no entró.
En eso llegó también Simón Pedro, que lo venía siguiendo,
y entró en el sepulcro. Contempló los lienzos puestos en el suelo
y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, puesto
no con los lienzos en el suelo, sino doblado en sitio aparte. Entonces entró
también el otro discípulo, el que había llegado primero
al sepulcro, y vio y creyó, porque hasta entonces no habían entendido
las Escrituras, según las cuales Jesús debía resucitar
de entre los muertos.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
O bien:
Jesús de Nazaret, que fue crucificado, resucitó.
Del santo Evangelio según san Marcos: 16, 1-7
Transcurrido el sábado,
María Magdalena, María (la madre de Santiago) y Salomé,
compraron perfumes para ir a embalsamar a Jesús. Muy de madrugada, el
primer día de la semana, a la salida del sol, se dirigieron al sepulcro.
Por el camino se decían unas a otras: "¿Quién nos
quitará la piedra de la entrada del sepulcro?". Al llegar, vieron
que la piedra ya estaba quitada, a pesar de ser muy grande.
Entraron en el sepulcro y vieron a un joven, vestido con una túnica blanca,
sentado en el lado derecho, y se llenaron de miedo. Pero él les dijo:
"No se espanten. Buscan a Jesús de Nazaret, el que fue crucificado.
No está aquí; ha resucitado. Miren el sitio donde lo habían
puesto. Ahora vayan a decirles a sus discípulos y a Pedro: 'El irá
delante de ustedes a Galilea. Allá lo verán, como él les
dijo' ".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
O bien, en las misas vespertinas del domingo:
Quédate con nosotros, porque ya es tarde.
Del santo Evangelio según san Lucas: 24, 13-35
El mismo día de la
resurrección, iban dos de los discípulos hacia un pueblo llamado
Emaús, situado a unos once kilómetros de Jerusalén, y comentaban
todo lo que había sucedido.
Mientras conversaban y discutían, Jesús se les acercó y
comenzó a caminar con ellos; pero los ojos de los dos discípulos
estaban velados y no lo reconocieron. Él les preguntó: "¿De
qué cosas vienen hablando, tan llenos de tristeza?".
Uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: "¿Eres
tú el único forastero que no sabe lo que ha sucedido estos días
en Jerusalén?". El les preguntó: "¿Qué
cosa?". Ellos le respondieron: "Lo de Jesús el nazareno, que
era un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo.
Cómo los sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para que lo
condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él
sería el libertador de Israel, y sin embargo, han pasado ya tres días
desde que estas cosas sucedieron. Es cierto que algunas mujeres de nuestro grupo
nos han desconcertado, pues fueron de madrugada al sepulcro, no encontraron
el cuerpo y llegaron contando que se les habían aparecido unos ángeles,
que les dijeron que estaba vivo. Algunos de nuestros compañeros fueron
al sepulcro y hallaron todo como habían dicho las mujeres, pero a él
no lo vieron".
Entonces Jesús les dijo: "¡Qué insensatos son ustedes
y qué duros de corazón para creer todo lo anunciado por los profetas!
¿Acaso no era necesario que el Mesías padeciera todo esto y así
entrara en su gloria?". Y comenzando por Moisés y siguiendo con
todos los profetas, les explicó todos los pasajes de la Escritura que
se referían a él.
Ya cerca del pueblo a donde se dirigían, él hizo como que iba
más lejos; pero ellos le insistieron, diciendo: "Quédate
con nosotros, porque ya es tarde y pronto va a oscurecer". Y entró
para quedarse con ellos. Cuando estaban a la mesa, tomó un pan, pronunció
la bendición, lo partió y se lo dio. Entonces se les abrieron
los ojos y lo reconocieron, pero él se les desapareció. Y ellos
se decían el uno al otro: "¡Con razón nuestro corazón
ardía, mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras!".
.
Se levantaron inmediatamente y regresaron a Jerusalén, donde encontraron
reunidos a los Once con sus compañeros, los cuales les dijeron: "De
veras ha resucitado el Señor y se le ha aparecido a Simón".
Entonces ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo
lo habían reconocido al partir el pan. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Llenos de gozo por la
santa Resurrección del Señor, purificados nuestros sentimientos
y renovado nuestro espíritu, supliquemos con insistencia al Señor,
diciendo: Rey vencedor, escúchanos. R/. Rey vencedor, escúchanos.
A Cristo, que, con su gloriosa resurrección ha sido constituido
Cabeza de la Iglesia, pidámosle que, por su amor, conceda gozo y exultación
a todos los fieles que celebran su triunfo.
A Cristo, que, con su santa resurrección ha otorgado el perdón
y la paz a los pecadores, supliquémosle que quienes han regresado al
camino de la vida conserven íntegramente los dones que la misericordia
del Padre les ha restituido.
A Cristo, que, con su gloriosa resurrección ha inaugurado la resurrección
universal, pidámosle que alegre el corazón de los hombres que
aún desconocen [los frutos de] su victoria y, con el anuncio evangélico,
llene de gozo a todos los pueblos y naciones.
A Cristo, que, con su santa resurrección, ha colmado de alegría
a los pueblos, los ha enriquecido con sus dones y ha hecho vibrar de gozo nuestros
corazones, pidámosle que renueve la esperanza de los que sufren y lloran.
A Cristo, que, con su gloriosa resurrección, ha alegrado al mundo entero,
pidámosle que renueve nuestro espíritu y nos conceda la esperanza
firme de compartir su triunfo y de resucitar con él a una vida nueva.
Señor Jesucristo, que en el cielo eres glorificado por los ángeles
y los santos y en la tierra eres enaltecido y adorado por tu Iglesia, en esta
fiesta gloriosa de tu Resurrección te pedimos que escuches nuestras plegarias
y extiendas tu diestra misericordiosa sobre este pueblo que tiene puesta toda
su esperanza en tu resurrección. Tú, que vives y reinas, inmortal
y glorioso, por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Llenos de júbilo por el gozo pascual te ofrecemos. Señor, este sacrificio, mediante el cual admirablemente nace y se nutre tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I de Pascua: El misterio pascual. (en este día) MR, p. 504 (500).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Co 5,7-8
Cristo nuestro Cordero Pascual ha sido inmolado. Aleluya. Celebremos, pues, la Pascua, con el pan sin levadura, que es sinceridad y verdad. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios de bondad, protege paternalmente con amor incansable a tu Iglesia, para que renovada por los misterios pascuales, pueda llegar a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Despedida
Anuncien a todos la alegría
del Señor resucitado. Pueden ir en paz. Aleluya, aleluya.
R. Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Vivimos en una época de abundante información. Gracias al Internet, a los teléfonos inteligentes y a mucha tecnología innovadora, estamos viajando por la supercarretera de la información. Por desgracia, los múltiples pedazos de información que recibimos cada día, no nos traen el entendimiento sino la confusión. Somos como los personajes de la novela La ceguera, del Premio Nobel, José Saramago, cegados con demasiada luz. El Evangelio de hoy nos sugiere cómo evitar la ceguera y alcanzar el entendimiento. Ahí, los discípulos siguen prácticas sugestivas. Leen la Escritura. Tienen una conversación profunda acerca de la vida y de la fe. Siguen viajando en el camino a Emaús, símbolo de sus vidas, e imitando la de Jesús. Rezan y toman parte en la fracción del pan. Por medio de estos recursos, logran entender. Nosotros, hoy, podemos alcanzar el entendimiento por medio de esas mismas prácticas.
Durante la Octava de Pascua:
Se dice Gloria Después del Salmo responsorial: Secuencia [opcional],
Lecc. I, p. 855 Prefacio I de Pascua (en este día), p. 504 (500). Si
se usa el Canon Romano, se dice Reunidos en comunión, p. 563 (559), y
Acepta, Señor, p. 564 (561). En las otras Plegarias eucaristicas también
se dicen las partes propias para esta Misa. La despedida puede hacerse como
en el día de Pascua, p. 344 (346).
Blanco Lunes de la Octava de Pascua [Se omite la Memoria de san Vicente Ferrer, presbítero] MR, p. 345 (347) / Lecc. I, p. 854
LA CALUMNIA
ES UNA BRISA
Hech 2, 14. 22-33; Sal l5; Mt 28, 8-15
En su ópera, El Barbero de Sevilla, el compositor italiano Gioacchino Rossini pone en boca de uno de los personajes el aria "La calumnia es una brisa"; Explica que una mentira comienza pequeña, como una brisita, pero crece hasta ser un gran huracán destructivo. En el Evangelio de hoy, los sumos sacerdotes cantan la misma canción. Los guardias del sepulcro les informan que ha ocurrido algo extraordinario a este Jesús. En lugar de castigarlos, los sacerdotes se ponen a pensar. También ellos están convencidos de que la tumba está vacía. Deciden fraguar una mentira: pagan bien a los guardias para decir que, mientras ellos dormían, los discípulos corrieron la piedra y robaron el cadáver. Esta vez, sin embargo, la mentira no sirvió y la verdad ha movido a muchos a la fe pascual. ¿Cuántas mentiras intentan encubrir la verdad hoy?
ANTÍFONA DE ENTRADA
El Señor resucitó, como lo había predicho; llenémonos de gozo y de alegría, porque reina eternamente. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que haces crecer siempre a tu Iglesia dándole nuevos hijos, concédenos la gracia de vivir de acuerdo con la fe que recibimos en el sacramento del bautismo. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
A este Jesús, Dios lo ha resucitado, y de ello somos testigos.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 2, 14. 22-33
El día de Pentecostés,
se presentó Pedro, junto con los Once, ante la multitud, y levantando
la voz, dijo: "Israelitas, escúchenme. Jesús de Nazaret fue
un hombre acreditado por Dios ante ustedes, mediante los milagros, prodigios
y señales que Dios realizó por medio de él y que ustedes
bien conocen. Conforme al plan previsto y sancionado por Dios, Jesús
fue entregado, y ustedes utilizaron a los paganos para clavarl o en la cruz.
Pero Dios lo resucitó, rompiendo las ataduras de la muerte, ya que no
era posible que la muerte lo retuviera bajo su dominio. En efecto, David dice,
refiriéndose a él: Yo veía constantemente al Señor
delante de mí, puesto que él está a mi lado para que yo
no tropiece. Por eso se alegra mi corazón y mi lengua se alboroza; por
eso también mi cuerpo vivirá en la esperanza, porque tú,
Señor, no me abandonarás a la muerte, ni dejarás que tu
santo sufra la corrupción. Me has enseñado el sendero de la vida
y me saciarás de gozo en tu presencia.
Hermanos, que me sea permitido hablarles con toda claridad. El patriarca David
murió y lo enterraron, y su sepulcro se conserva entre nosotros hasta
el día de hoy. Pero como era profeta y sabía que Dios le había
prometido con juramento que un descendiente suyo ocuparía su trono, con
visión profética habló de la resurrección de Cristo,
el cual no fue abandonado a la muerte ni sufrió la corrupción.
Pues bien, a este Jesús, Dios lo resucitó, y de ello todos nosotros
somos testigos. Llevado a los cielos por el poder de Dios, recibió del
Padre el Espíritu Santo prometido a él y lo ha comunicado, como
ustedes lo están viendo y oyendo". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo
15, l-2a y 5.7-8.9-10.11.
R/. Protege, Señor, a los que esperamos en ti. Aleluya.
Protégeme, Dios mío,
pues eres mi refugio. Yo siempre he dicho que tú eres mi Señor.
El Señor es la parte que me ha tocado en herencia; mi vida está
en sus manos. R/.
Bendeciré al Señor, que me aconseja, hasta de noche me instruye
internamente. Tengo siempre presente al Señor y con él a mi lado,
jamás tropezaré. R/.
Por eso se me alegran el corazón y el alma y mi cuerpo vivirá
tranquilo, porque tú no me abandonarás a la muerte ni dejarás
que sufra yo la corrupción. R/.
Enséñame el camino de la vida, sáciame de gozo en tu presencia
y de alegría perpetua junto a ti. R/.
SECUENCIA Opcional Lecc I. pág. 855.
ACLAMACiÓN
ANTES DEL EVANGELIO Sal 117, 24
R/. Aleluya, aleluya.
Éste es el día del triunfo del Señor, día de júbilo y de gozo. R/.
EVANGELIO
Vayan a decir a mis hermanos que se dirijan a Galilea. Allá me verán.
Del santo Evangelio según san Mateo: 28, 8-15
Después de escuchar
las palabras del ángel, las mujeres se alejaron a toda prisa del sepulcro,
y llenas de temor y de gran alegría, corrieron a dar la noticia a los
discípulos. Pero de repente Jesús les salió al encuentro
y las saludó. Ellas se le acercaron, le abrazaron los pies y lo adoraron.
Entonces les dijo Jesús: "No tengan miedo. Vayan a decir a mis hermanos
que se dirijan a Galilea. Allá me verán".
Mientras las mujeres iban de camino, algunos soldados de la guardia fueron a
la ciudad y dieron parte a los sumos sacerdotes de todo lo ocurrido. Éstos
se reunieron con los ancianos, y juntos acordaron dar una fuerte suma de dinero
a los soldados, con estas instrucciones: "Digan: 'Durante la noche, estando
nosotros dormidos, llegaron sus discípulos y se robaron el cuerpo'. Y
si esto llega a oídos del gobernador, nosotros nos arreglaremos con él
y les evitaremos cualquier complicación".
Ellos tomaron el dinero y actuaron conforme a las instrucciones recibidas. Esta
versión de los soldados se ha ido difundiendo entre los judíos
hasta el día de hoy. Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, con
bondad, las ofrendas de tu pueblo y haz que, renovados por la confesión
de tu nombre y por el bautismo, consigamos la felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I de Pascua (en este día), MR, p. 504 (500).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Rm 6, 9
Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no morirá nunca. La muerte ya no tiene dominio sobre él. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la gracia de este sacramento
pascual fructifique, Señor, en nuestros corazones para que podamos corresponder
a los dones de tu amor, que nos abrió el camino de la salvación
eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
La despedida se hace como el día de Pascua.
Blanco Martes de la Octava de Pascua I MR, p. 346 (348) / Lecc. I, p. 857
LA NUEVA
HUMANIDAD
Hech 2, 36-41; Sal 32; Jn 20, 11-18
Jesús había anunciado a los suyos la tristeza por su muerte, pero asegurándoles la brevedad de la prueba y la alegría que les produciría su vuelta. María, en cambio, se ha olvidado de sus palabras. Llora sin esperanza y busca al Señor, como la amada busca a su amado en el Cantar de los cantares. De hecho, la idea del huerto-jardín remite a ese libro muchas veces olvidado. No es casual. El tema de la perícopa de Juan es el encuentro de Jesús, vivo después de su muerte, con María Magdalena, que es figura de la comunidad, como esposa. En el huerto-jardín, aparece la nueva pareja: después del fracaso de la primera humanidad en Génesis, Jesús da comienzo a la nueva humanidad prevista en el Cantar de los cantares y cuya realización plena, la Iglesia, está continuamente llamada a realizar.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Si 15, 3-4
El Señor les dará a beber el agua de la sabiduría; se apoyarán en él y no vacilarán. El los llenará de gloria eternamente. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que nos has hecho experimentar la fuerza vivificante del misterio pascual, sigue acompañando a tu pueblo con tu divina gracia, para que, conseguida la perfecta libertad, se convierta en gozo celestial la alegría que ahora lo inunda aquí en la tierra. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Arrepiéntanse y bautícense en el nombre de Jesucristo.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 2, 36-41
El día de Pentecostés,
dijo Pedro a los judíos: "Sepa todo Israel, con absoluta certeza,
que Dios ha constituido Señor y Mesías al mismo Jesús,
a quien ustedes han crucificado".
Estas palabras les llegaron al corazón y preguntaron a Pedro y a los
demás apóstoles: "¿Qué tenemos que hacer, hermanos?".
Pedro les contestó: "Arrepiéntanse y bautícense en
el nombre de Jesucristo, para el perdón de sus pecados y recibirán
el Espíritu Santo. Porque las promesas de Dios valen para ustedes y para
sus hijos y también para todos los paganos que el Señor, Dios
nuestro, quiera llamar, aunque estén lejos".
Con éstas y otras muchas razones los instaba y exhortaba, diciéndoles:
"Pónganse a salvo de este mundo corrompido". Los que aceptaron
sus palabras se bautizaron, y aquel día se les agregaron unas tres mil
personas.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 32,4-5.18-19.20
Y 22.
R/. En el Señor está nuestra esperanza. Aleluya.
Sincera es la palabra del
Señor y todas sus acciones son leales. El ama la justicia y el derecho,
la tierra llena está de sus bondades. R/.
Cuida el Señor de aquellos que lo temen y en su bondad confían;
los salva de la muerte y en épocas de hambre les da vida. R/.
En el Señor está nuestra esperanza, pues él es nuestra
ayuda y nuestro amparo. Muéstrate bondadoso con nosotros, puesto que
en ti, Señor, hemos confiado. R/.
SECUENCIA Opcional Lecc. I, pág. 855.
ACLAMACiÓN
ANTES DEL EVANGELIO Sal 117,24
R/. Aleluya, aleluya.
Este es el día del triunfo del Señor, día de júbilo y de gozo. R/.
EVANGELIO
He visto al Señor y me ha dado este mensaje.
Del santo Evangelio según san Juan: 20, 11-18
El día de la resurrección,
María se había quedado llorando junto al sepulcro de Jesús.
Sin dejar de llorar, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos
de blanco, sentados en el lugar donde había estado el cuerpo de Jesús,
uno en la cabecera y el otro junto alos pies. Los ángeles le preguntaron:
"¿Por qué estás llorando, mujer?". Ella les contestó:
"Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo
habrán puesto".
Dicho esto, miró hacia atrás y vio a Jesús de pie, pero
no sabía que era Jesús. Entonces él le dijo: "Mujer,
¿por qué estás llorando? ¿A quién buscas?".
Ella, creyendo que era el jardinero, le respondió: "Señor,
si tú te lo llevaste, dime dónde lo has puesto". Jesús
le dijo: "¡María!". Ella se volvió y exclamó:
"¡Rabuní!", que en hebreo significa 'maestro'. Jesús
le dijo: "Déjame ya, porque todavía no he subido al Padre.
Ve a decir a mis hermanos: 'Subo a mi Padre y su Padre, a mi Dios y su Dios'
".
María Magdalena se fue a ver a los discípulos para decirles que
había visto al Señor y para darles su mensaje. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, con bondad, estas ofrendas de tu familia santa, para que, con la ayuda de tu protección, conserve los dones recibidos y llegue a poseer los eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I de Pascua (en este día), MR, p. 504 (500).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Col 3, 1-2
Puesto que ustedes han resucitado con Cristo, busquen los bienes del cielo, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios; pongan todo el corazón en los bienes del cielo, no en los de la tierra. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Escúchanos, Dios
todopoderoso, y, ya que colmaste los corazones de tus hijos con la gracia incomparable
del bautismo, prepáranos para alcanzar la felicidad eterna. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
La despedida se hace como el día de Pascua.
Blanco Miércoles de la Octava de Pascua MR, p. 347 (349) / Lecc. I, p. 860 [Se omite la memoria de san Juan Bautista de la Salle, presbítero]
DESCUBRIENDO
LA FUERZA DE LA RESURRECCIÓN
Hech 3, 1-10; Sal l04; Lc 24, 13-35
La Iglesia primitiva necesitaba tiempo para entender la fuerza revolucionaria de la resurrección de Jesús. Esto lo vemos en la primera lectura de hoy. Allí, los apóstoles Pedro y Juan, siguen viviendo la rutina cotidiana judía que fue estructurada por el culto público en el Templo, uno por la mañana y otro por la tarde. En medio de sus preocupaciones, encuentran a un paralítico en la entrada, que les hace cambiar radicalmente. El paralítico no es simplemente un mendigo pidiendo una limosna, sino que representa al pobre y al pueblo, marginados por el templo. Pedro no tiene oro ni plata pero descubre que tiene algo mucho más valioso, un don de un valor incalculable: el poder que emana del corazón, de la misma esencia o "nombre" de Jesús resucitado. Todavía hoy, descubrimos este poder en las ocasiones más inesperadas.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Mt 25, 34
Vengan, benditos de mi Padre, tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que cada año nos inundas de alegría por la solemnidad de la resurrección del Señor, concédenos propicio que, por estas fiestas que celebramos en el tiempo, merezcamos llegar al gozo de la eternidad. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Te voy a dar lo que tengo: En el nombré de Jesús, camina.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 3,1-10
En aquel tiempo, Pedro y
Juan subieron al templo para la oración vespertina, a eso de las tres
de la tarde. Había allí un hombre lisiado de nacimiento, a quien
diariamente llevaban y ponían ante la puerta llamada la "Hermosa",
para que pidiera limosna a los que entraban en el templo.
Aquel hombre, al ver a Pedro y a Juan cuando iban a entrar, les pidió
limosna. Pedro y Juan fijaron en él los ojos, y Pedro le dijo: "Míranos".
El hombre se quedó mirándolos en espera de que le dieran algo.
Entonces Pedro le dijo: "No tengo ni oro ni plata, pero te voy a dar lo
que tengo: En el nombre de Jesucristo nazareno, levántate y camina".
Y, tomándolo de la mano, lo incorporó.
Al instante sus pies y sus tobillos adquirieron firmeza. De un salto se puso
de pie, empezó a andar y entró con ellos al templo caminando,
saltando y alabando a Dios.
Todo el pueblo lo vio caminar y alabar a Dios, y al darse cuenta de que era
el mismo que pedía limosna sentado junto a la puerta "Hermosa"
del templo, quedaron llenos de miedo y no salían de su asombro por lo
que había sucedido. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 104, 1-2.
3-4. 6-7. 8-9.
R/. Cantemos al Señor con alegría. Aleluya.
Aclamen al Señor
y denle gracias, relaten sus prodigios a los pueblos. Entonen en su honor himnos
y cantos, celebren sus portentos. R/.
Del nombre del Señor enorgullézcanse y siéntase feliz el
que lo busca. Recurran al Señor y a su poder y a su presencia acudan.
R/.
Descendientes de Abraham, su servidor, estirpe de Jacob, su predilecto, escuchen:
el Señor es nuestro Dios y gobiernan la tierra sus decretos. R/.
Ni aunque transcurran mil generaciones, se olvidará el Señor de
sus promesas, de la alianza pactada con Abraham, del juramento a Isaac, que
un día le hiciera. R/.
SECUENCIA Opcional, Lecc. I, pág. 855.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Sal 117,24
R/. Aleluya, aleluya.
Este es el día del triunfo del Señor, día de júbilo y de gozo. R/.
EVANGELIO
Lo reconocieron al partir el pan.
Del santo Evangelio según san Lucas: 24, 13-35
El mismo día de la
resurrección, iban dos de los discípulos hacia un pueblo llamado
Emaús, situado a unos once kilómetros de Jerusalén, y comentaban
todo lo que había sucedido.
Mientras conversaban y discutían, Jesús se les acercó y
comenzó a caminar con ellos; pero los ojos de los dos discípulos
estaban velados y no lo reconocieron. Él les preguntó: "¿De
qué cosas vienen hablando, tan llenos de tristeza?".
Uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: "¿Eres
tú el único forastero que no sabe lo que ha sucedido estos días
en Jerusalén?". Él les preguntó: "¿Qué
cosa?". Ellos le respondieron: "Lo de Jesús el nazareno, que
era un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo.
Cómo los sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para que lo
condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él
sería el libertador de Israel, ¡y sin embargo, han pasado ya tres
días desde que estas cosas sucedieron. Es cierto que algunas mujeres
de nuestro grupo nos han desconcertado, pues fueron de madrugada al sepulcro,
no encontraron el cuerpo y llegaron contando que se les habían aparecido
unos ángeles, que les dijeron que estaba vivo. Algunos de nuestros compañeros
fueron al sepulcro y hallaron todo como habían dicho las mujeres, pero
a él no lo vieron".
Entonces Jesús les dijo: "¡Qué insensatos son ustedes
y qué duros de corazón para creer todo lo anunciado por los profetas!
¿Acaso no era necesario que el Mesías padeciera todo esto y así
entrara en su gloria?". Y comenzando por Moisés y siguiendo con
todos los profetas, les explicó todos los pasajes de la Escritura que
se referían a él.
Ya cerca del pueblo a donde se dirigían, él hizo como que iba
más lejos; pero ellos le insistieron, diciendo: "Quédate
con nosotros, porque ya es tarde y pronto va a oscurecer". Y entró
para quedarse con ellos. Cuando estaban a la mesa, tomó un pan, pronunció
la bendición, lo partió y se lo dio. Entonces se les abrieron
los ojos y lo reconocieron, pero él se les desapareció. Y ellos
se decían el uno al otro: "¡Con razón nuestro corazón
ardía, mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras!".
Se levantaron inmediatamente y regresaron a Jerusalén, donde encontraron
reunidos a los Once con sus compañeros, los cuales les dijeron: "De
veras ha resucitado el Señor y se le ha aparecido a Simón".
Entonces ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo
lo habían reconocido al partir el pan. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, estas ofrendas de la humanidad redimida, y realiza a favor nuestro, la plena salvación del cuerpo y el alma. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I de Pascua (en este día), MR, p. 504 (500).
ANTIFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Lc 24, 35
Los discípulos reconocieron al Señor Jesús, al partir el pan. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor,
que, purificados de nuestra antigua condición pecadora, la santa recepción
del sacramento de tu Hijo nos transforme en nuevas creaturas.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
La despedida se hace como el día de Pascua.
Blanco Jueves de la Octava de Pascua MR, p. 348 (350) / Lecc. I, p. 863
LA UTILIDAD
DE LAS DUDAS
Hech 3, 11-26; Sal 8; Lc 24,35-48
Lucas nos comparte el recuerdo de una manifestación de Jesús a sus discípulos, la tarde del domingo de resurrección. Ésta es la única aparición al grupo entero en el Evangelio de Lucas, por ello, adquiere un valor especial. Nos hace conocer las dudas e interrogantes que las primeras comunidades cristianas del mundo griego tenían sobre la resurrección de Jesús. ¿Es el cuerpo resucitado, una realidad física? ¿Hay continuidad entre el Jesús que conocieron antes y el Jesús resucitado? ¿Es Jesús un fantasma que quiere asustarnos? Quizá algunas preguntas parecen extrañas y hasta irrisorias. No obstante, Jesús las contesta con paciencia y amor, llevando a los discípulos a la fe. Lo que es más, nos asegura que nuestras dudas no son extrañas o irrisorias, ni mucho menos pecaminosas. Fundamentan un camino hacia una fe más madura, caminando con el Resucitado.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sb 10, 20-21
Todos alabaron, Señor, tu poder y tu sabiduría, porque has abierto la boca de los mudos y has hecho elocuentes las lenguas de los niños. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que uniste a todos los pueblos diversos en la confesión de tu nombre, concede que, quienes renacieron en la fuente bautismal, tengan una misma fe en sus pensamientos y un mismo amor en sus obras. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Ustedes le dieron muerte al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles; 3, 11-26
Como el paralítico
curado por Pedro y Juan no se les despegaba, todo el pueblo, asombrado, corrió
hacia ellos al pórtico de Salomón. Al ver a la muchedumbre, Pedro
les dirigió la palabra:
"Israelitas: ¿Por qué les causa admiración esto y
por qué nos miran de ese modo, como si por nuestro poder o nuestra virtud
hubiéramos hecho andar a este hombre? El Dios de Abraham, de Isaac y
de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús,
a quien ustedes entregaron a Pilato, y a quien rechazaron en su presencia, cuando
él ya había decidido ponerlo en libertad.
Rechazaron al santo, al justo, y pidieron el indulto de un asesino; han dado
muerte al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos
y de ello nosotros somos testigos. El nombre de Jesús y la fe en él
es lo que ha robustecido los miembros de este hombre al que están viendo
y todos conocen. Esta fe es la que le ha restituido completamente la salud,
como pueden observar.
Ahora bien, hermanos, yo sé que ustedes han obrado por ignorancia, de
la misma manera que sus jefes; pero Dios cumplió así lo que había
predicho por boca de los profetas: que su Mesías tenía que padecer.
Por lo tanto, arrepiéntanse y conviértanse, para que se les perdonen
sus pecados y el Señor les mande el tiempo de la consolación y
les envíe de nuevo a Jesús, el Mesías que les estaba destinado;
aunque él tiene que quedarse en el cielo hasta la restauración
universal, de la que habló Dios por boca de su profeta desde muy antiguo.
En efecto, Moisés dijo: El Señor Dios hará surgir de entre
sus hermanos un profeta como yo. Escuchen todo cuanto les diga; quien no escuche
al profeta, será expulsado del pueblo. Y todos los profetas, a partir
de Samuel, anunciaron igualmente estos días.
Ustedes son herederos de los profetas y beneficiarios de la alianza que Dios
hizo con sus padres, cuando le dijo a Abraham: Tu descendencia será fuente
de bendición para toda la humanidad. Para ustedes, en primer lugar, ha
resucitado Dios a su siervo y lo ha enviado para bendecirlos y ayudarlos a que
cada uno se aparte de sus iniquidades". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 8, 2a
y 5. 6-7. 8-9.
R/. ¡Qué admirable, Señor, es tu poder! Aleluya.
¡Qué admirable
es, Señor y Dios nuestro, tu poder en toda la tierra! ¿Qué
es el hombre, para que de él te acuerdes; ese pobre ser humano, para
que de él te preocupes? R/.
Sin embargo, lo hiciste un poquito inferior a los ángeles, lo coronaste
de gloria y dignidad; le diste el mando sobre las obras de tus manos y todo
lo sometiste bajo sus pies. R/.
Pusiste a su servicio los rebaños y las manadas, todos los animales salvajes,
las aves del cielo y los peces del mar, que recorren los caminos de las aguas.
R/.
SECUENCIA Opcional Lecc. I, pág. 855.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Sal 117, 24
R/. Aleluya, aleluya.
Este es el día del triunfo del Señor, día de júbilo y de gozo. R/.
EVANGELIO
Está escrito que Cristo tenía que padecer y tenía que resucitar de entre los muertos al tercer día.
Del santo Evangelio según san Lucas: 24, 35-48
Cuando los dos discípulos
regresaron de Emaús y llegaron al sitio donde estaban reunidos los apóstoles,
les contaron lo que les había pasado en el camino y cómo habían
reconocido a Jesús al partir el pan.
Mientras hablaban de esas cosas, se presentó Jesús en medio de
ellos y les dijo: "La paz esté con ustedes". Ellos, desconcertados
y llenos de temor, creían ver un fantasma. Pero él les dijo: "No
teman; soy yo. ¿Por qué se espantan? ¿Por qué surgen
dudas en su interior? Miren mis manos y mis pies. Soy yo en persona. Tóquenme
y convénzanse: un fantasma no tiene ni carne ni huesos, como ven que
tengo yo". Y les mostró las manos y los pies. Pero como ellos no
acababan de creer de pura alegría y seguían atónitos, les
dijo: "¿Tienen aquí algo de comer?". Le ofrecieron un
trozo de pescado asado; él lo tomó y se puso a comer delante de
ellos.
Después les dijo: "Lo que ha sucedido es aquello de que les hablaba
yo, cuando aún estaba con ustedes: que tenía que cumplirse todo
lo que estaba escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas
y en los salmos".
Entonces les abrió el entendimiento para que comprendieran las Escrituras
y les dijo: "Está escrito que el Mesías tenía que
padecer y había de resucitar de entre los muertos al tercer día,
y que en su nombre se había de predicar a todas las naciones, comenzando
por Jerusalén, la necesidad de volverse a Dios para el perdón
de los pecados. Ustedes son testigos de esto". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, acepta bondadoso
estas ofrendas que te presentamos en agradecimiento por los que han renacido
en el bautismo y para apresurar los auxilios celestiales.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I de Pascua (en este día), MR, p. 504 (500).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. 1 P 2, 9
Pueblo redimido por Dios, anuncia las maravillas del Señor, que te ha llamado de las tinieblas a su luz admirable. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro,
escucha nuestras oraciones, para que la participación en los sacramentos
de nuestra redención nos ayude en la vida presente y nos alcance las
alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
La despedida se hace como en el día de Pascua.
Blanco Viernes de la Octava de Pascua MR, p. 349 (351) / Lecc. I, p. 866
LA PERSECUCIÓN
ES UNA OPORTUNIDAD
Hech 4, 1-12; Sal 117; Jn 21, 1-14
En la primera lectura, observamos el Gran Consejo con todo su poder social, político, económico y religioso; y, por el otro lado, a los acusados, Pedro y Juan, hombres sencillos de escasa cultura. La acusación consiste en el anuncio del nombre de Jesús en lo que aquellos señores poderosos de Israel consideran "su templo". Se esperaba que, por ser humildes y sencillos, Pedro y Juan agacharan la cabeza ante la acusación, pidieran perdón, y esperaran el castigo. Sin embargo, algo inusitado sucede: los acusados se convierten en acusadores. Pedro aprovecha la ocasión para dar testimonio de Jesús. Así muestra lo que los cristianos deben hacer ante un elemento que es nuevo en la vida de la comunidad primitiva, es decir, la persecución. También muestra lo que podemos hacer hoy frente a una oposición injusta: cambiarla en una oportunidad de evangelización.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 77, 53
El Señor liberó a su pueblo y lo llenó de esperanza, y a sus enemigos los sumergió en el mar. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que estableciste el misterio pascual como alianza de la reconciliación humana, concédenos manifestar en las obras lo que celebramos con fe. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Fuera de Jesús no hay salvación.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 4,1-12
En aquellos días,
mientras Pedro y Juan hablaban al pueblo, se presentaron los sacerdotes, el
jefe de la guardia del templo y los saduceos, indignados porque los apóstoles
enseñaban al pueblo y anunciaban la resurrección de los muertos
por el poder de Jesús. Los aprehendieron, y como ya era tarde, los encerraron
en la cárcel hasta el día siguiente. Pero ya muchos de los que
habían escuchado sus palabras, unos cinco mil hombres, habían
abrazado la fe.
Al día siguiente, se reunieron en Jerusalén los jefes del pueblo,
los ancianos y los escribas, el sumo sacerdote Anás, Caifás, Juan,
Alejandro y cuantos pertenecían a las familias de los sumos sacerdotes.
Hicieron comparecer ante ellos a Pedro y a Juan y les preguntaron: "¿Con
qué poder o en nombre de quién han hecho todo esto?".
Pedro, lleno del Espíritu Santo, dijo: "Jefes del pueblo y ancianos:
Puesto que hoy se nos interroga acerca del beneficio hecho a un hombre enfermo,
para saber cómo fue curado, sépanlo ustedes y sépalo todo
el pueblo de Israel: este hombre ha quedado sano en el nombre de Jesús
de Nazaret, a quien ustedes crucificaron y a quien Dios resucitó de entre
los muertos. Este mismo Jesús es la piedra que ustedes, los constructores,
han desechado y que ahora es la piedra angular. Ningún otro puede salvarnos,
pues en la tierra no existe ninguna otra persona a quien Dios haya constituido
como salvador nuestro". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 117,
1-2 y 4. 22-24. 25-27a.
R/. La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular.
Aleluya.
Te damos gracias, Señor,
porque eres bueno, porque tu misericordia es eterna. Diga la casa de Israel:
"Su misericordia es eterna". Digan los que temen al Señor:
"Su misericordia es eterna". R/.
La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Esto
es obra de la mano del Señor, es un milagro patente. Este es el día
del triunfo del Señor, día de júbilo y de gozo.
R/.
Libéranos, Señor, y danos tu victoria. Bendito el que viene en
nombre del Señor. Que Dios desde su templo nos bendiga. Que el Señor,
nuestro Dios, nos ilumine. R/.
SECUENCIA Opcional Lecc. I, pág. 855.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Sal 117,24
R/. Aleluya, aleluya.
Este es el día del triunfo del Señor, día de júbilo y de gozo. R/.
EVANGELIO
Se acercó Jesús, tomó el pan y se lo dio a sus discípulos y también el pescado.
Del santo Evangelio según san Juan: 21, 1-14
En aquel tiempo, Jesús
se les apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades.
Se les apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás
(llamado el Gemelo), Natanael (el de Cana de Galilea), los hijos de Zebedeo
y otros dos discípulos. Simón Pedro les dijo: "Voy a pescar".
Ellos le respondieron: "También nosotros vamos contigo". Salieron
y se embarcaron, pero aquella noche no pescaron nada.
Estaba amaneciendo, cuando Jesús se apareció en la orilla, pero
los discípulos no lo reconocieron. Jesús les dijo: "Muchachos,
¿han pescado algo?". Ellos contestaron: No". Entonces él
les dijo: "Echen la red a la derecha de la barca y encontrarán peces".
Así lo hicieron, y luego ya no podían jalar la red por tantos
pescados.
Entonces el discípulo a quien amaba Jesús le dijo a Pedro: "Es
el Señor". Tan pronto como Simón Pedro oyó decir que
era el Señor, se anudó a la cintura la túnica, pues se
la había quitado, y se tiró al agua. Los otros discípulos
llegaron en la barca, arrastrando la red con los pescados, pues no distaban
de tierra más de cien metros.
Tan pronto como saltaron a tierra, vieron unas brasas y sobre ellas un pescado
y pan. Jesús les dijo: "Traigan algunos pescados de los que acaban
de pescar". Entonces Simón Pedro subió a la barca y arrastró
hasta la orilla la red, repleta de pescados grandes. Eran ciento cincuenta y
tres, y a pesar de que eran tantos, no se rompió la red. Luego les dijo
Jesús: "Vengan a almorzar". Y ninguno de los discípulos
se atrevía a preguntarle: '¿Quién eres?', porque ya sabían
que era el Señor. Jesús se acercó, tomó el pan y
se lo dio y también el pescado.
Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos
después de resucitar de entre los muertos. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, realiza bondadoso
en nosotros el intercambio de este sacrificio pascual, para que pasemos de los
afectos terrenos al deseo de los bienes del cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I de Pascua (en este día), MR, p. 504 (500).
ANTIFONA DE LA COMUNIÚN Cfr. Jn 21, 12-13
Dijo Jesús a sus discípulos: Vengan a comer. Y tomó un pan y lo repartió entre ellos. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Protege, Señor, con
amor constante a quienes has salvado, para que, una vez redimidos por la pasión
de tu Hijo, se llenen ahora de alegría por su resurrección. Él,
que vive y reina por los siglos de los siglos.
La despedida se hace como en el día de Pascua.
Blanco Sábado de la Octava de Pascua MR, p. 350 (352) / Lecc. I, p. 869 LH, I Vísperas de mañana, todo propio. T. II: p. 616; Fieles: p. 273; Popular: pp. 446 y 443
NO HEMOS
DE CALLAR
Hech 4,13-21; Sal 117; Mc 16,9-15
Lucas echa mano de muchos recursos literarios conocidos en el mundo cultural de su tiempo para armar su historia: una mezcla del realismo de las acciones humanas con lo maravilloso de las apariciones y prodigios; los "sumarios" que son pausas narrativas y que permiten mirar hacia atrás y hacia adelante; y sobre todo "los discursos" que Lucas pone en boca de los personajes principales. Se trata de 14 discursos, cuidadosamente elaborados por Lucas, que tienen como fin la proclamación de la buena noticia. En el texto de hoy, los poderosos prohíben a Pedro y a Juan hablar en nombre de Jesús. Sin embargo, Pedro tiene la última palabra, que repetirán en el futuro todos los hombres y mujeres que abrazan la causa de los pobres y enfrentan a los poderosos constituidos: "no hemos de callar lo que hemos visto y oído".
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 104, 43
El Señor liberó a su pueblo y lo llenó de alegría; al pueblo elegido lo colmó de júbilo. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que, con la abundancia de tu gracia, no cesas de aumentar en todos los pueblos el número de los que creen en ti, mira propicio a tus elegidos y haz que, renacidos ya por el sacramento del bautismo, queden un día revestidos de gozosa inmortalidad. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
No podemos callar lo que hemos visto y oído.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 4,13-21
En aquellos días,
los sumos sacerdotes, los ancianos y los escribas, se quedaron sorprendidos
al ver el aplomo con que Pedro y Juan hablaban, pues sabían que eran
hombres del pueblo sin ninguna instrucción. Ya los habían reconocido
como pertenecientes al grupo que andaba con Jesús, pero no se atrevían
a refutarlos, porque ahí estaba de pie, entre ellos, el hombre paralítico
que había sido curado.
Por consiguiente, les mandaron que salieran del sanedrín, y ellos comenzaron
a deliberar entre sí: "¿Qué vamos a hacer con estos
hombres? Han hecho un milagro evidente, que todo Jerusalén conoce y que
no podemos negar; pero a fin de que todo esto no se divulgue más entre
el pueblo, hay que prohibirles con amenazas hablar en nombre de Jesús".
Entonces mandaron llamar a Pedro y a Juan y les ordenaron que por ningún
motivo hablaran ni enseñaran en nombre de Jesús. Ellos replicaron:
"Digan ustedes mismos si es justo delante de Dios obedecerlos a ustedes
antes que a Dios. Nosotros no podemos dejar de contar lo que hemos visto y oído".
Los miembros del sanedrín repitieron las amenazas y los soltaron, porque
no encontraron la manera de castigarlos, ya que el pueblo entero glorificaba
a Dios por lo sucedido. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 117,
1. 14-15. 16ab-18.19-21.
R/. La diestra del Señor ha hecho maravillas. Aleluya.
Te damos gracias, Señor,
porque eres bueno, porque tu misericordia es eterna. El Señor es mi fuerza
y mi alegría; en el Señor está mi salvación. Escuchemos
el canto de victoria que sale de la casa de los justos: R/.
"La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es
nuestro orgullo". No moriré, continuaré viviendo para contar
lo que el Señor ha hecho. Me castigó, me castigó el Señor,
pero no me abandonó a la muerte. R/.
Ábranme las puertas del templo, que quiero entrar a dar gracias a Dios.
Esta es la puerta del Señor y por ella entrarán los que le viven
fieles. Te doy gracias, Señor, pues me escuchaste y fuiste para mí
la salvación. R/.
SECUENCIA Opcional, Lecc. I, pág. 855.
ACLAMACiÓN
ANTES DEL EVANGELIO Sal 117, 24
R/. Aleluya, aleluya.
Este es el día del triunfo del Señor, día de júbilo y de gozo. R/.
EVANGELIO
Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio.
Del santo Evangelio según san Marcos: 16, 9-15
Habiendo resucitado al amanecer
del primer día de la semana, Jesús se apareció primero
a María Magdalena, de la que había arrojado siete demonios. Ella
fue a llevar la noticia a los discípulos, los cuales estaban llorando,
agobiados por la tristeza; pero cuando la oyeron decir que estaba vivo y que
lo había visto, no le creyeron.
Después de esto, se apareció en otra forma a dos discípulos,
que iban de camino hacia una aldea. También ellos fueron a anunciarlo
a los demás; pero tampoco a ellos les creyeron.
Por último, se apareció Jesús a los Once, cuando estaban
a la mesa, y les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón,
porque no les habían creído a los que lo habían visto resucitado.
Jesús les dijo entonces: "Vayan por todo el mundo y prediquen el
Evangelio a toda creatura". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor,
vivir siempre llenos de gratitud por estos misterios pascuales que celebramos,
para que, continuamente renovados por su acción, se conviertan para nosotros
en causa de eterna felicidad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I de Pascua (en este día), MR, p. 504 (500).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Ga 3, 27
Todos ustedes que han sido bautizados en Cristo, se han revestido de Cristo. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dirige, Señor, tu
mirada compasiva sobre tu pueblo, al que te has dignado renovar con estos misterios
de vida eterna, y concédele llegar un día a la gloria incorruptible
de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
La despedida se hace como en el día de Pascua.
La Divina Misericordia
Blanco Domingo II de Pascua MR, p. 351 (353) / Lecc. I, p. 212 LH, del Domingo de Pascua. 2das vísperas del domingo II de Pascua
Otros santos: Estanislao de Cracovia, obispo y Beata Elena Guerra, virgen fundadora
LA UTOPÍA
DE LA VIDA CRISTIANA
Hech 4,32-35; Sal 17 71; 1 Jn 5, 1-6; Jn 20,19-31
Nuestro texto, del
libro de los Hechos de los apóstoles, es uno de los famosos sumarios
de la vida de los primeros cristianos, similar, por ejemplo, al de 2, 44-45.
La mayor parte de los comentaristas coincide en señalar que tales descripciones
son una idealización. El compartir y la solidaridad no debieron ser así
de completos como se describen. Lucas está presentando
la fraternidad, en el sentido más pleno de la palabra, como una exigencia
radical del mismo Evangelio e intenta demostrar que no es un sueño ni
una ilusión, porque comenzó a hacerse realidad entre los primeros
creyentes. Parece que, en la comunidad, había un problema serio de pobreza
y la comunidad respondió a la necesidad de los pobres de un modo notable.
Muestran que la utopía de la vida cristiana ilumina y empuja la historia.
ANTÍFONA DE ENTRADA 1 P 2, 2
Como niños recién nacidos, anhelen una leche pura y espiritual que los haga crecer hacia la salvación. Aleluya.
O bien: 4 Esd 2, 36-37
Abran el corazón con alegría, y den gracias a Dios, que los ha llamado al Reino de los cielos. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios de eterna misericordia, que reanimas la fe de este pueblo a ti consagrado con la celebración anual de las fiestas pascuales, aumenta en nosotros los dones de tu gracia, para que todos comprendamos mejor la excelencia del bautismo que nos ha purificado, la grandeza del Espíritu que nos ha regenerado y el precio de la Sangre que nos ha redimido. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Tenían un solo corazón y una sola alma.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 4, 32-35
La multitud de los que habían
creído tenía un solo corazón y una sola alma; todo lo poseían
en común y nadie consideraba suyo nada de lo que tenía.
Con grandes muestras de poder, los apóstoles daban testimonio de la resurrección
del Señor Jesús y todos gozaban de gran estimación entre
el pueblo. Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían terrenos o
casas, los vendían, llevaban el dinero y lo ponían a disposición
de los apóstoles, y luego se distribuía según lo que necesitaba
cada uno. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 117,
2-4. 16ab-18. 22-24.
R/. La misericordia del Señor es eterna. Aleluya.
Diga la casa de Israel:
"Su misericordia es eterna". Diga la casa de Aarón: "Su
misericordia es eterna". Digan los que temen al Señor: ''Su misericordia
es eterna". R/.
La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es nuestro
orgullo. No moriré, continuaré viviendo para contar lo que el
Señor ha hecho. Me castigó, me castigó el Señor;
pero no me abandonó a la muerte. R/.
La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Esto
es obra de la mano del Señor, es un milagro patente. Este es el día
del triunfo del Señor, día de júbilo y de gozo. R/.
SEGUNDA LECTURA
Todo el que ha nacido de Dios vence al mundo.
De la primera carta del apóstol san Juan: 5, 1-6
Queridos hermanos: Todo
el que cree que Jesús es el Mesías, ha nacido de Dios. Todo el
que ama a un padre, ama también a los hijos de éste. Conocemos
que amamos a los hijos de Dios, en que amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos,
pues el amor de Dios consiste en que cumplamos sus preceptos. Y sus mandamientos
no son pesados, porque todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Y nuestra
fe es la que nos ha dado la victoria sobre el mundo. Porque, ¿quién
es el que vence al mundo? Sólo el que cree que Jesús es el Hijo
de Dios.
Jesucristo es el que se manifestó por medio del agua y de la sangre;
él vino, no sólo con agua, sino con agua y con sangre. Y el Espíritu
es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
SECUENCIA Opcional, Lecc. I, pág. 208.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn 20, 29
R/. Aleluya, aleluya.
Tomás, tú crees, porque me has visto. Dichosos los que creen sin haberme visto, dice el Señor. R/.
EVANGELIO
Ocho días después, se les apareció Jesús.
Del santo Evangelio según san Juan: 20, 19-31
Al anochecer del día
de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se
hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó
Jesús en medio de ellos y les dijo: "La paz esté con ustedes".
Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Cuando los discípulos
vieron al Señor, se llenaron de alegría.
De nuevo les dijo Jesús: "La paz esté con ustedes. Como el
Padre me ha enviado, así también los envío yo". Después
de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: "Reciban al Espíritu
Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y
a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar".
Tomás, uno de los Doce, a quien llamaban el Gemelo, no estaba con ellos
cuando vino Jesús, y los otros discípulos le decían: "Hemos
visto al Señor". Pero él les contestó: "Si no
veo en sus manos la señal de los clavos y si no meto mi dedo en los agujeros
de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré".
Ocho días después, estaban reunidos los discípulos a puerta
cerrada y Tomás estaba con ellos. Jesús se presentó de
nuevo en medio de ellos y les dijo: "La paz esté con ustedes".
Luego le dijo a Tomás: "Aquí están mis manos; acerca
tu dedo. Trae acá tu mano, métela en mi costado y no sigas dudando,
sino cree". Tomás le respondió: "¡Señor
mío y Dios mío!". Jesús añadió:
"Tú crees porque me has visto; dichosos los que creen sin haber
visto".
Otras muchas señales milagrosas hizo Jesús en presencia de sus
discípulos, pero no están escritas en este libro. Se escribieron
éstas para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el
Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengan vida en su nombre. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Llenos de gozo por la
santa resurrección del Señor, purificados nuestros sentimientos
y renovado nuestro espíritu, supliquemos con insistencia al Señor,
diciendo: Rey vencedor, escúchanos.
R/. Rey vencedor, escúchanos.
A Cristo que con su gloriosa resurrección, ha vencido la muerte
y ha destruido el pecado, pídamosle que todos los cristianos sean siempre
fieles a las promesas del bautismo que renovaron en la noche santa de Pascua.
A Cristo, que, con su santa resurrección, ha otorgado el perdón
y la paz a los pecadores, supliquémosle que quienes han regresado al
camino de la vida conserven los dones que la misericordia del Padre les ha restituido.
A Cristo, que, con su gloriosa resurrección, ha dado al mundo la vida
verdadera y ha renovado toda la creación, pidámosle por los que,
por no creer en su triunfo, viven sin esperanza.
A Cristo, que, con su santa resurrección, ha colmado de alegría
a los pueblos y los ha enriquecido con sus dones y ha hecho vibrar de gozo nuestros
corazones, pidámosle que renueve la esperanza de los que sufren y lloran.
A Cristo, que, con su gloriosa resurrección, anunció la alegría
a las mujeres, y por medio de las mujeres a los apóstoles, y por medio
de los apóstoles al mundo entero, pidámosle por los que nos hemos
reunido para celebrar su triunfo.
Dios nuestro, que en la Pascua de cada domingo nos haces revivir las maravillas
de la salvación, escucha la oración de tu pueblo y haz que siempre
sepamos reconocer a Cristo presente en la asamblea de los hermanos y que, juntamente
con ellos, demos testimonio de la resurrección inaugurada por cristo,
tu Hijo. Él, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos de
los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, las ofrendas de tu pueblo (y de los recién bautizados), para que, renovados por la confesión de tu nombre y por el bautismo, consigamos la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I de Pascua (en este día), MR, p. 504 (500).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 20, 27
Jesús dijo a Tomás: Acerca tu mano, toca los agujeros que dejaron los clavos y no seas incrédulo, sino creyente. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso, concédenos que la gracia recibida en este sacramento pascual permanezca siempre en nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne, p. 341 (602).
Para despedir al pueblo se canta o se dice "Pueden ir en paz, aleluya, aleluya." A lo cual se responde "Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya".
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Las utopías han adquirido una mala fama en nuestros tiempos. El cinismo y el egoísmo son alabados en muchos círculos como los únicos valores realistas, en un mundo tan frío, despiadado, y severo como el nuestro. Creer en una visión que pretenda explicar el sentido de la vida, es burlado por los que se aferran a un relativismo que se focaliza únicamente en lo individual. Sin embargo, tal actitud es, de hecho, poco realista. No se puede vivir sin una visión de la vida que atraiga la atención, nuestra la esperanza y provea de energía para levantarse de la cama y enfrentar los retos de cada día. Además, las utopías unen personas y permiten superar la soledad. El Evangelio de Cristo provee la utopía más radical: retrata un mundo de amor profundo entre los seres humanos, la creación entera, y Dios mismo.
Blanco Lunes II de Pascua MR, p. 353 (354) / Lecc. p. 872
EL MODELO
DE ORACIÓN
Hech 4,23-31; Sal 2; Jn 3,1-8
El Salmo 2 es una oración dramática. El salmista considera las maquinaciones que habrá en todas las épocas, de reyes y pueblos, contra el Señor y contra su ungido. Se recocija porque el Señor se burla de los miserables mortales, contesta a su desafío y somete a los rebeldes. Sin negar la validez de esta oración, y sin fingir que ellos no tengan enemigos o que algunos no tramen maquinaciones contra ellos, los cristianos, en Hechos, elevan su manera de orar. No piden castigos para los perseguidores, ni siquiera protección para sí mismos, sino valentía para seguir dando testimonio y para confirmar el testimonio, mediante nuevos milagros en nombre de Jesús. Esta oración serena, amorosa, y confiada, puede servir como un modelo para toda nuestra vida litúrgica, aun en medio de violencia e injusticia.
ANTÍFONA DE ENTRADA Rm 6, 9
Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no morirá nunca. La muerte ya no tiene dominio sobre él. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Te pedimos, Dios todopoderoso, que, renovados por los auxilios pascuales que nos han librado de la herencia del pecado, adquiramos la belleza del Creador celestial.
Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Se pusieron a orar y quedaron llenos del Espíritu Santo y anunciaron la palabra de Dios con valentía.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 4,23-31
En aquellos días,
tan pronto como Pedro y Juan quedaron en libertad, volvieron a donde estaban
sus compañeros y les contaron lo que les habían dicho los sumos
sacerdotes y los ancianos. Al oír esto, todos juntos clamaron a Dios,
diciendo:
"Señor, tú has creado el cielo y la tierra, el mar y todo
cuanto contiene; por medio del Espíritu Santo y por boca de tu siervo
David, nuestro padre, dijiste: ¿Por qué se amotinan las naciones
y los pueblos hacen planes torpes? Se sublevaron los reyes de la tierra y los
príncipes se aliaron contra el Señor y contra su Mesias.
Esto fue lo que sucedió, cuando en esta ciudad se aliaron Herodes y Poncio
Pilato con los paganos y el pueblo de Israel, contra tu santo siervo Jesús,
tu ungido, para que así se cumpliera lo que tu poder y tu providencia
habían determinado que sucediera.
Y ahora, Señor, mira sus amenazas y concede a tus siervos anunciar tu
palabra con toda valentía. Extiende tu mano para realizar curaciones,
señales y prodigios en el nombre de tu santo siervo, Jesús".
Al terminar la oración tembló el lugar donde estaban reunidos,
los llenó a todos el Espíritu Santo y comenzaron a anunciar la
palabra de Dios con valentía. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 2.1-3.4-6.
7-9.
R/. Dichosos los que esperan en el Señor. Aleluya.
¿Por qué se
amotinan las naciones y los pueblos hacen planes torpes? Se sublevan los reyes
de la tierra y los príncipes se alían contra el Señor y
contra su Mesías, diciendo: "Rompamos sus cadenas, sacudamos sus
ataduras". R/.
El que vive en el cielo sonríe; desde lo alto, el Señor se ríe
de ellos. Después les habla con ira y los espanta con su cólera:
"Yo mismo lo he constituido como rey en Sión, mi monte santo".
R/.
Anunciaré el decreto del Señor. He aquí lo que me dijo:
"Hijo mío eres tú, yo te he engendrado hoy. Te daré
en herencia las naciones y como propiedad toda la tierra. Podrás gobernarlas
con cetro de hierro, y despedazarlas como jarros". R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Col 3, 1
R/. Aleluya, aleluya.
Puesto que han resucitado con Cristo, busquen los bienes de arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios. R/.
EVANGELIO
El que no nace del agua y del Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios.
Del santo Evangelio según san Juan: 3, 1-8
Había un fariseo
llamado Nicodemo, hombre principal entre los judíos, que fue de noche
a ver a Jesús y le dijo: "Maestro, sabemos que has venido de parte
de Dios, como maestro; porque nadie puede hacer las señales milagrosas
que tú haces, si Dios no está con él".
Jesús le contestó: "Yo te aseguro que quien no renace de
lo alto, no puede ver el Reino de Dios". Nicodemo le preguntó: "¿Cómo
puede nacer un hombre siendo ya viejo? ¿Acaso puede, por segunda vez,
entrar en el vientre de su madre y volver a nacer?".
Le respondió Jesús: "Yo te aseguro que el que no nace del
agua y del Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios. Lo que nace
de la carne, es carne; lo que nace del Espíritu, es espíritu.
No te extrañes de que te haya dicho: 'Tienen que renacer de lo alto'.
El viento sopla
donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde
va. Así pasa con quien ha nacido del Espíritu". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, los
dones que, jubilosa, tu Iglesia te presenta, y puesto que es a ti a quien debe
su alegría, concédele también disfrutar de la felicidad
eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I- V de Pascua, MR, pp. 504-508 (500-504).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 20, 19
Jesús se presentó en medio de sus discípulos y les dijo: "La paz esté con ustedes". Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dirige, Señor, tu mirada compasiva sobre tu pueblo, al que te has dignado renovar con estos misterios de vida eterna, y concédele llegar un día a la gloria incorruptible de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Blanco Martes II de Pascua o San Martín I, papa y mártir* o san Sabás Reyes Salazar, mártir mexicano** (Memoria en donde se conservan sus reliquias) MR, pp. 354 (355) / Lecc. I, p. 875
Otros santos: Beato Rolando Rivi, seminarista mártir.
EL ESPÍRITU
ENTONCES Y AHORA
Hech 4, 32-37; Sal 92; Jn 3, 7-15
Jesús explica a Nicodemo que el nuevo nacimiento es obra de Dios, pero Nicodemo permanece escéptico: "¿Cómo es posible?". El diálogo se torna tenso. Jesús lo llama "maestro de Israel", porque el magisterio fariseo pretendía perpetuar a Moisés como maestro, aunque los mismos fariseos parecieran ignorantes. El uso de los plurales "hablamos de lo que sabemos" y "damos testimonio", amplían el sentido de la escena. Ya no es solamente una controversia entre Jesús y Nicodemo, sino que incluye a la comunidad de Juan, en controversia con el fariseísmo de su tiempo. La comunidad tiene experiencia inmediata de la acción del Espíritu y de ella da testimonio, pero los círculos legalistas no la aceptan. Nosotros, tenemos que ser respetuosos hacia la presencia del Espíritu en la Iglesia de hoy: tal vez está actuando en los momentos, movimientos y personas que menos esperaríamos.
ANTÍFONA DE ENTRADA Ap 19, 7.6
Alegrémonos, regocijémonos y demos gracias, porque el Señor, nuestro Dios omnipotente, ha empezado a reinar. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Te pedimos, Dios todopoderoso, que nos concedas anunciar la victoria de Cristo, resucitado, para que alcancemos en plenitud los bienes eternos, cuyo anticipo hemos recibido. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Tenían un solo corazón y una sola alma.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 4, 32-37
La multitud de los que habían
creído tenía un solo corazón y una sola alma; todo lo poseían
en común y nadie consideraba suyo nada de lo que tenía.
Con grandes muestras de poder, los apóstoles daban testimonio de la resurrección
del Señor Jesús y todos gozaban de gran estimación entre
el pueblo. Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían terrenos o
casas, los vendían, llevaban el dinero y lo ponían a disposición
de los apóstoles, y luego se distribuía según lo que necesitaba
cada uno.
José, levita nacido en Chipre, a quien los apóstoles llamaban
Bernabé (que significa hábil para exhortar), tenía un campo;
lo vendió y puso el dinero a disposición de los apóstoles.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 92, 1ab.
lc-2. 5.
R/. El Señor es un rey magnífico. Aleluya.
Tú eres, Señor,
el rey de todos los reyes. Estás revestido de poder y majestad. Tú
mantienes el orbe y no vacila. Eres eterno, y para siempre está firme
tu trono. R/.
Muy dignas de confianza son tus leyes y desde hoy y para siempre, Señor,
la santidad adorna tu templo. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Jn 3, 15
R/. Aleluya, aleluya.
El Hijo del hombre debe ser levantado en la cruz, para que los que creen en él tengan vida eterna. R/.
EVANGELIO
Nadie ha subido al cielo sino el Hijo del hombre, que bajó del cielo.
Del santo Evangelio según san Juan: 3, 7-15
En aquel tiempo, Jesús dijo a Nicodemo: "No te extrañes de
que te haya dicho: Tienen que renacer de lo alto'. El viento sopla donde quiere
y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así
pasa con quien ha nacido del Espíritu". Nicodemo le preguntó
entonces: "¿Cómo puede ser esto?".
Jesús le respondió: "Tú eres maestro de Israel, ¿y
no sabes esto? Yo te aseguro que nosotros hablamos de lo que sabemos y damos
testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio.
Si no creen cuando les hablo de las cosas de la tierra, ¿cómo
creerán si les hablo de las celestiales? Nadie ha subido al cielo sino
el Hijo del hombre, que bajó del cielo y está en el cielo. Así
como levantó Moisés la serpiente en el desierto, así tiene
que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea en él
tenga vida eterna". Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, vivir siempre llenos de gratitud por estos misterios pascuales que celebramos, para que, continuamente renovados por su acción, se conviertan para nosotros en causa de eterna felicidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I- V de Pascua, MR, pp. 504-508 (500-504).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Lc 24, 46. 26
Era necesario que Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos, y así entrara luego en su gloria. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, escucha nuestras oraciones, para que la participación en los sacramentos de nuestra redención nos ayude en la vida presente y nos alcance las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
O bien:
*San Martín, papa y mártir MR, pp. 729 (716)
Es el último de los papas mártires (646•654). El emperador
lo mandó arrestar por defender la fe cristiana de que Cristo tiene voluntad
divina y voluntad humana, puesto que es Dios y hombre verdadero. Lo enviaron
a Constantinopla, lo encarcelaron, lo condenaron a muerte, lo degradaron públicamente
y, por fin, lo enviaron al Quersoneso (Sebastopol), en donde murió de
hambre (656).
Del Común de mártires: para un mártir en Tiempo Pascual,
p. 935 (927), o del Común de pastores: para un Papa, p. 941 (933).
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. 4 Esd 2, 35
Una luz eterna, Señor, brillará para tus santos y vivirán para siempre. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso, soportar con invencible constancia de espíritu las adversidades del mundo, tú que no permitiste que san Martín, Papa y mártir, fuera atemorizado por las amenazas ni doblegado por los tormentos. Por nuestro Señor Jesucristo ...
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, con bondad, estas ofrendas de tu familia santa, para que, con la ayuda de tu protección, conserve los dones recibidos y llegue a poseer los eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua, MR, pp. 504-508 (500-504).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Rm 4, 25
Cristo fue condenado a muerte por nuestros pecados, y resucitó para nuestra justificación. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Protege, Señor, con amor constante a quienes has salvado, para que, una vez redimidos por la pasión de tu Hijo, se llenen ahora de alegría por su resurrección. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. 4 Esd 2, 35
Una luz eterna, Señor, brillará para tus santos y vivirán para siempre. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios y Padre nuestro, que para gloria de tu Iglesia te dignaste coronar con la victoria del martirio a san Sabás Reyes Salazar, concede, bondadoso, que así como él imitó la pasión de tu Hijo, así nosotros, siguiendo sus huellas, merezcamos llegar a los gozos eternos. Por nuestro Señor Jesucristo ...
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, el sacrificio de reconciliación y alabanza que ofrecemos a tu majestad en la conmemoración del santo mártir Sabás, para que nos lleve a obtener el perdón y nos haga permanecer en continua acción de gracias. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 12, 24
Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda infecundo; pero, si muere, da fruto abundante. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al celebrar con alegría
esta festividad y habiendo recibido tus dones celestiales, te pedimos, Señor,
que concedas, a quienes en este divino banquete proclamamos la muerte de tu
Hijo, que podamos participar, con los santos mártires, de su resurrección
y de su gloria.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Blanco Miércoles II de Pascua MR, p. 355 (356) / Lecc. I, p. 877 / LH 2a. semana
LO DIVINO
Y LO HUMANO
Hech 5,17-26; Sal 33; Jn 3,16-21
Para algunos, Dios y el ser humano son dos opuestos: la divinidad borra todo lo humano. Pero no es así para Juan. Dios no anula lo humano, sino que lo acepta y eleva. En el Evangelio de hoy, Dios ofrece dones magníficos. Son dones que, por un lado, ya hemos conocido, como el amor y la verdad. Por otro lado, son elevados más allá del horizonte usual de la vida humana: el amor es incondicional, supera cualquier juicio por parte de los demás, y la verdad, ilumina toda la vida, no sólo una parte. Santo Tomás de Aquino, expuso esto en sus propios términos: la gracia perfecciona la naturaleza. Hoy podremos decir que Dios abre los horizontes de la humanidad para que realice todo su potencial, siempre por medio de la fe en Cristo.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 17, 50; 21, 23
Te alabaré, Señor, ante las naciones y anunciaré tu nombre a mis hermanos. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Al conmemorar cada año los misterios por los que devolviste a la naturaleza humana su dignidad original y le infundiste la esperanza de la resurrección, te suplicamos, Señor, confiadamente, que en tu clemencia nos concedas recibir con perpetuo amor lo que conmemoramos llenos de fe. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Los hombres que habían metido en la cárcel están en el templo, enseñando al pueblo.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 5, 17-26
En aquellos días,
el sumo sacerdote y los de su partido, que eran los saduceos, llenos de ira
contra los apóstoles, los mandaron aprehender y los metieron en la cárcel.
Pero durante la noche, un ángel del Señor les abrió las
puertas, los sacó de ahí y les dijo: "Vayan al templo y pónganse
a enseñar al pueblo todo lo referente a esta nueva vida". Para obedecer
la orden, se fueron de madrugada al templo y ahí se pusieron a enseñar.
Cuando llegó el sumo sacerdote con los de su partido convocaron al sanedrín,
es decir, a todo el senado de los hijos de Israel, y mandaron traer de la cárcel
a los presos. Al llegar los guardias a la cárcel, no los hallaron y regresaron
a informar: "Encontramos la cárcel bien cerrada y a los centinelas
en sus puestos, pero al abrir no encontramos a nadie adentro".
Al oír estas palabras, el jefe de la guardia del templo y los sumos sacerdotes
se quedaron sin saber qué pensar; pero en ese momento llegó uno
y les dijo: "Los hombres que habían metido en la cárcel están
en el templo, enseñando al pueblo".
Entonces el jefe de la guardia, con sus hombres, trajo a los apóstoles,
pero sin violencia, porque temían ser apedreados por el pueblo. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 33,2-3.4-5.6-7.8-9.
R/. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor. Aleluya.
Bendeciré al Señor
a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo. Yo me siento orgulloso
del Señor que se alegre su pueblo al escucharlo. R/.
Proclamemos la grandeza del Señor y alabemos todos juntos su poder. Cuando
acudí al Señor, me hizo caso y me libró de todos mis temores.
R/.
Confía en el Señor y saltarás de gusto, jamás te
sentirás decepcionado, porque el Señor escucha el clamor de los
pobres y los libra de todas sus angustias. R/.
Junto a aquellos que temen al Señor el ángel del Señor
acampa y los protege. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.
Dichoso el hombre que se refugia en él. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn 3, 16
R/. Aleluya, aleluya.
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él, tenga vida eterna. R/.
EVANGELIO
Dios envió a su Hijo al mundo para que el mundo se salve por él.
Del santo Evangelio según san Juan: 3, 16-21
"Tanto amó
Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el
que crea en él no perezca, sino que tenga la vida eterna. Porque Dios
no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se
salvara por él. El que cree en él no será condenado; pero
el que no cree ya está condenado por no haber creído en el Hijo
único de Dios.
La causa de la condenación es ésta: habiendo venido la luz al
mundo, los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran
malas. Todo aquel que hace el mal, aborrece la luz y no se acerca a ella, para
que sus obras no se descubran. En cambio, el que obra el bien
conforme a la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están
hechas según Dios". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, que por el
santo valor de este sacrificio nos hiciste participar de tu misma y gloriosa
vida divina, concédenos que, así como hemos conocido tu verdad,
de igual manera vivamos de acuerdo con ella.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua, MR, pp. 504-508 (500-504).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 15, 16. 19
Yo los elegí del mundo, dice el Señor, y los destiné para que vayan y den fruto, y su fruto permanezca. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, muéstrate benigno con tu pueblo, y, ya que te dignaste alimentarlo con los misterios celestiales, hazlo pasar de su antigua condición de pecado a una vida nueva. Por Jesucristo, nuestro, Señor.
Blanco Jueves II de Pascua MR, p. 356 (357) / Lecc. I, p. 879
UN EMPUJE
A LA HISTORIA
Hech 5,27-33; Sal 33; Jn 3,31-36
Para fortalecer la fe de su comunidad, amenazada por las polémicas, Juan profundiza sobre la superioridad de Jesús. Por eso, el evangelista nos presenta a Jesús que "viene de arriba", y "está por encima de todos", no solamente de Juan el Bautista, sino de todos los enviados de Dios anteriores a él, comenzando por Moisés. Tal posición fue intolerable para muchos judíos en tiempo de Jesús, para quienes la historia había pronunciado su última palabra con la figura de Moisés. Pero absolutizar a un personaje o considerar definitiva una etapa de la historia, es intentar detener el curso del desarrollo humano. Jesús es la plenitud de toda la revelación, de acuerdo con la Constitución dogmática Dei Verbum del Concilio Vaticano II, pero esto no detiene la historia, sino que le otorga un nuevo empuje hacia una evolución todavía más intensa.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 67, 8-9. 20
Cuando saliste, Señor, al frente de tu pueblo, y le abriste camino a través del desierto, la tierra se estremeció y hasta los cielos dejaron caer su lluvia.
Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que llevaste
a cabo el sacrificio pascual para que el mundo obtuviera la salvación,
escucha las súplicas de tu pueblo, y haz que, intercediendo por nosotros
Cristo, nuestro Pontífice, por su humanidad, que comparte con nosotros,
nos reconcilie, y por su divinidad, que lo hace igual a ti, nos perdone.
Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Nosotros somos testigos de todo esto, y también lo es el Espíritu Santo.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 5,27-33
En aquellos días,
los guardias condujeron a los apóstoles ante el sanedrín, y el
sumo sacerdote los reprendió, diciéndoles: "Les hemos prohibido
enseñar en nombre de ese Jesús; sin embargo, ustedes han llenado
a Jerusalén con sus enseñanzas y quieren hacernos responsables
de la sangre de ese hombre".
Pedro y los otros apóstoles replicaron: "Primero hay que obedecer
a Dios y luego a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús,
a quien ustedes dieron muerte colgándolo de la cruz. La mano de Dios
lo exaltó y lo ha hecho jefe y salvador, para dar a Israel la gracia
de la conversión y el perdón de los pecados. Nosotros somos testigos
de todo esto y también lo es el Espíritu Santo, que Dios ha dado
a los que lo obedecen".
Esta respuesta los exasperó y decidieron matarlos. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 33, 2.
9.17-18.19-20.
R/; Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor. Aleluya.
Bendeciré al Señor
a todas horas; no cesará mi boca de alabarlo. Haz la prueba y verás
qué bueno es el Señor. Dichoso el hombre que se refugia en él.
R/.
En contra del malvado está el Señor para borrar de la tierra su
recuerdo; escucha, en cambio, al hombre justo y lo libra de todas sus congojas.
R/.
El Señor no está lejos de sus fieles y levanta a las almas abatidas.
Muchas tribulaciones pasa el justo, pero de todas ellas Dios lo libra. R/.
ACLAMACiÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn 20. 29
R/. Aleluya, aleluya.
Tomás, tú crees, porque me has visto. Dichosos los que creen sin haberme visto, dice el Señor. R/.
EVANGELIO
El Padre ama a su Hijo y todo lo ha puesto en sus manos.
Del santo Evangelio según san Juan: 3, 31-36
''El que viene de lo alto
está por encima de todos; pero el que viene de la tierra pertenece a
la tierra y habla de las cosas de la tierra. El que viene del cielo está
por encima de todos. Da testimonio de lo que ha visto y oído, pero nadie
acepta su testimonio. El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz.
Aquel a quien Dios envió habla las palabras de Dios, porque Dios le ha
concedido sin medida su Espíritu.
El Padre ama a su Hijo y todo lo ha puesto en sus manos. El que cree en el Hijo
tiene vida eterna. Pero el que es rebelde al Hijo no verá la vida, porque
la cólera divina perdura en contra de él".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Suba hasta ti, Señor, nuestra oración, acompañada por estas ofrendas, para que, purificados por tu bondad, nos dispongas para celebrar el sacramento de tu inmenso amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua, MR, pp. 504-508 (500-504).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 28. 20
Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que, por la resurrección de Cristo, nos has hecho renacer a la vida eterna, multiplica en nosotros el efecto de este sacramento pascual, e infunde en nuestros corazones el vigor que comunica este alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Blanco Viernes II de Pascua MR, p. 357 (358) / Lecc. I, p. 881
LA NUEVA
VIDA
Hech 5, 34-21; Sa1 26; Jn 6, 1-15
En el Evangelio, Jesús deja el territorio de Judea, tierra de opresión; se va más allá del mar y sube al monte. Anuncia su plan: abrir camino para el nuevo éxodo, su pascua, que lleve al pueblo a una tierra prometida, la nueva vida resucitada. Revela el carácter de tal vida, no por medio de palabras sino de hechos: poniéndose al servicio de los seres humanos, multiplica los panes y produce la abundancia. La multitud no comprende, ve sólo el aspecto material del reparto del pan y del pescado. Pero Jesús está anunciando mucho más. El acaparamiento de los bienes creados y el sentido de propiedad privada insolidaria, crean la necesidad. Frente a la sociedad injusta que provoca la miseria, Jesús propone su alternativa: la abundancia se consigue rompiendo con el egoísmo acaparador y practicando la solidaridad en el compartir.
ANTÍFONA DE ENTRADA Apoc 5,9-10
Señor, con tu Sangre has rescatado a hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación, y has hecho de nosotros un reino de sacerdotes para Dios. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, tú que eres la luz y esperanza de los corazones sinceros, concédenos que sepamos dirigirnos a ti con una oración confiada y ofrecerte siempre el homenaje de nuestra alabanza. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Los apóstoles se retiraron del sanedrín, felices de haber padecido ultrajes por el nombre de Jesús.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 5, 34-42
En aquellos días,
un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley y respetado por todo el pueblo,
se levantó en el sanedrín, mandó que hicieran salir por
un momento a los apóstoles y dijo a la asamblea:
"Israelitas, piensen bien lo que van a hacer con esos hombres. No hace
mucho surgió un tal Teudas, que pretendía ser un caudillo, y reunió
unos cuatrocientos hombres. Fue ejecutado, dispersaron a sus secuaces y todo
quedó en nada. Más tarde, en la época del censo, se levantó
Judas el Galileo y muchos lo siguieron. Pero también Judas pereció
y se desbandaron todos sus seguidores. En el caso presente, yo les aconsejo
que no se metan con esos hombres; suéltenlos. Porque si lo que se proponen
y están haciendo es de origen humano, se acabará por sí
mismo. Pero si es cosa de Dios, no podrán ustedes deshacerlo. No se expongan
a luchar contra Dios".
Los demás siguieron su consejo: mandaron traer a los apóstoles,
los azotaron, les prohibieron hablar en nombre de Jesús y los soltaron.
Ellos se retiraron del sanedrín, felices de haber padecido aquellos ultrajes
por el nombre de Jesús.
Y todos los días enseñaban sin cesar y anunciaban el Evangelio
de Cristo Jesús, tanto en el templo como en las casas. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 26, 1.
4.13-14.
R/. El Señor es mi luz y mi salvación. Aleluya.
El Señor es
mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo? El
Señor es la defensa de mi vida, ¿quién podrá hacerme
temblar? R/.
Lo único que pido, lo único que busco, es vivir en la casa del
Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar
continuamente en su presencia. R/.
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor
y fortaleza y en el Señor confía. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Mt 4, 4
R/. Aleluya, aleluya.
No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios. R/.
EVANGELIO
Jesús distribuyó el pan a los que estaban sentados, hasta que se saciaron.
Del santo Evangelio según san Juan: 6, 1-15
En aquel tiempo, Jesús
se fue a la otra orilla del mar de Galilea o lago de Tiberíades. Lo seguía
mucha gente, porque habían visto las señales milagrosas que hacía
curando a los enfermos. Jesús subió al monte y se sentó
allí con sus discípulos.
Estaba cerca la Pascua, festividad de los judíos. Viendo Jesús
que mucha gente lo seguía, le dijo a Felipe: "¿Cómo
compraremos pan para que coman éstos?". Le hizo esta pregunta para
ponerlo a prueba, pues él bien sabía lo que iba a hacer. Felipe
le respondió: "Ni doscientos denarios de pan bastarían para
que a cada uno le tocara un pedazo de pan". Otro de sus discípulos,
Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: "Aquí
hay un muchacho que trae cinco panes de cebada y dos pescados. Pero, ¿qué
es eso para tanta gente?". Jesús le respondió: "Díganle
a la gente que se siente". En aquel lugar había mucha hierba. Todos,
pues, se sentaron ahí; y tan sólo los hombres eran unos cinco
mil.
Enseguida tomó Jesús los panes, y después de dar gracias
a Dios, se los fue repartiendo a los que se habían sentado a comer. Igualmente
les fue dando de los pescados todo lo que quisieron. Después de que todos
se saciaron, dijo a sus discípulos: "Recojan los pedazos sobrantes,
para que no se desperdicien". Los recogieron y con los pedazos que sobraron
de los cinco panes llenaron doce canastos.
Entonces la gente, al ver la señal milagrosa que Jesús había
hecho, decía: "Este es, en verdad, el profeta que habría
de venir al mundo". Pero Jesús, sabiendo que iban a llevárselo
para proclamarlo rey, se retiró de nuevo a la montaña, Él
solo. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, con bondad, estas ofrendas de tu familia santa, para que, con la ayuda de tu protección, conserve los dones recibidos y llegue a poseer los eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua, MR, pp. 504-508 (500-504).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Rm 4, 25
Cristo fue condenado a muerte por nuestros pecados, y resucitó para nuestra justificación. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Protege, Señor, con amor constante a quienes has salvado, para que, una vez redimidos por la pasión de tu Hijo, se llenen ahora de alegría por su resurrección. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Blanco Sábado II de Pascua MR, p. 358 (359) / Lecc. I, p. 884 LH, I vísperas del domingo: 3a. Semana del Salterio. T. II: pp. 1312,516 y 682; Fieles: pp. 642 y 274; Popular: pp. 202 y 446
RESOLVIENDO
CONFLICTOS ECLESIALES
Hech 6,1-7; Sal 32; Jn 6,16-21
En el libro de los Hechos obtenemos una visión de la Iglesia primitiva y una lección. En está Iglesia, aparece un nuevo grupo llamado "los helenistas". Eran originalmente judíos de la diáspora, es decir, venían de las regiones del imperio fuera de la tierra santa y hablaban griego. Ahora, aspiran a seguir el camino de Jesús y viven en Jerusalén. Sin embargo, en la misma ciudad y en la misma iglesia ya se había establecido otro grupo de cristianos, nativos de esa tierra y cuya lengua era el arameo. La comunidad cristiana, por lo tanto, integra dos grupos de diversa mentalidad, lengua, cultura y posición social. Los problemas y la división no tardarían en llegar. Lucas nos muestra su interés por presentar una solución pacífica, a la que se llegó sin que se rompiera la unidad. Todo un ejemplo para nuestra Iglesia.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. 1 P 2, 9
Pueblo redimido por Dios, anuncia las maravillas del Señor, que te llamó de las tinieblas a su luz admirable. Aleluya
ORACIÓN COLECTA
Aparta, Señor, de nosotros la sentencia condenatoria escrita en virtud de la ley del pecado, que ya anulaste en el misterio pascual por la resurrección de Jesucristo, tu Hijo. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
O bien:
Dios de piedad, que por medio de estos misterios pascuales abriste para tus fieles la puerta de tu misericordia, míranos y apiádate de nosotros, para que, siguiendo con tu gracia, el camino de tu voluntad, nunca nos desviemos del sendero de la vida. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Eligieron siete hombres llenos del Espíritu Santo.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 6, 1-7
En aquellos días,
como aumentaba mucho el número de los discípulos, hubo ciertas
quejas de los judíos griegos contra los hebreos, de que no se atendía
bien a sus viudas en el servicio de caridad de todos los días.
Los Doce convocaron entonces a la multitud de los discípulos y les dijeron:
"No es justo que, dejando el ministerio de la palabra de Dios, nos dediquemos
a administrar los bienes. Escojan entre ustedes a siete hombres de buena reputación,
llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a los cuales encargaremos
este servicio. Nosotros nos dedicaremos a la oración y al servicio de
la palabra".
Todos estuvieron de acuerdo y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y del
Espíritu Santo, a Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Pármenas
y Nicolás, prosélito de Antioquía. Se los presentaron a
los apóstoles y éstos, después de haber orado, les impusieron
las manos.
Mientras tanto, la palabra de Dios iba cundiendo; en Jerusalén se multiplicaba
grandemente el número de los discípulos. Incluso un grupo numeroso
de sacerdotes había aceptado la fe.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 32,1-2.4-5.18-19.
R/. El Señor cuida de aquellos que lo temen. Aleluya.
Que los justos aclamen al
Señor; es propio de los justos alabarlo. Demos gracias a Dios, al son
del arpa, que la lira acompañe nuestros cantos. R/.
Sincera es la palabra del Señor y todas sus acciones son leales. Él
ama la justicia y el derecho, la tierra llena está de sus bondades. R/.
Cuida el Señor de aquellos que lo temen y en su bondad confían;
los salva de la muerte y en épocas de hambre les da vida. R/.
ACLAMACiÓN
ANTES DEL EVANGELIO
R/. Aleluya, aleluya.
Resucitó Cristo, que creó el mundo, y se compadeció de todos los hombres. R/.
EVANGELIO
Vieron a Jesús caminando sobre las aguas.
Del santo Evangelio según san Juan: 6, 16-21
Al atardecer del día
de la multiplicación de los panes, los discípulos de Jesús
bajaron al lago, se embarcaron y empezaron a atravesar hacia Cafarnaúm.
Ya había caído la noche y Jesús todavía no los había
alcanzado. Soplaba un viento fuerte y las aguas del lago se iban encrespando.
Cuando habían avanzado unos cinco o seis kilómetros, vieron a
Jesús caminando sobre las aguas, acercándose a la barca, y se
asustaron. Pero él les dijo: "Soy yo, no tengan miedo". Ellos
quisieron recogerlo a bordo y rápidamente la barca tocó tierra
en el lugar a donde se dirigían. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, por tu piedad, estos dones y al recibir en oblación este sacrificio espiritual, conviértenos para ti en una perenne ofrenda. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua, MR, pp. 504-508 (500-504).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 17, 24
Padre, quiero que donde yo esté, estén también conmigo los que tú me has dado, para que contemplen la gloria que me diste, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al recibir, Señor, el don de estos sagrados misterios, te suplicamos humildemente que lo que tu Hijo nos mandó celebrar en memoria suya, nos aproveche para crecer en nuestra caridad fraterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Blanco Domingo III de Pascua MR, p. 359 (360) / Lecc. I, p. 215 LH, salmos de la 3a. Semana
LA REALIDAD
DE LA RESURRECCIÓN
Hech 3, 13-15. 17-19; Sal 4; 1 Jn 2, 1-5; Lc 24, 35-48
Parece que, para algunos, la resurrección de Jesús fue tan sorprendente y sobrecogedora que creyeron que era una ficción, una alucinación, o un caso de fantasmas. Estaban más dispuestos a creer en supersticiones que en la verdad. Por lo tanto, Lucas hace todo lo posible para enfatizar dos afirmaciones importantes: Jesús resucitado es la misma persona que los discípulos conocieron antes de su muerte en la cruz, aunque se ha transformado en algún sentido; y este Jesús resucitado es real, verdadero y vivo. El evangelista hace estas afirmaciones de manera narrativa. Primero, Jesús muestra sus manos y sus pies exclamando "soy yo mismo". Luego, toma el pez asado y lo come. ¡Un fantasma no come pez! Si todavía no entienden, hace precisamente lo que hizo antes de su muerte: enseña la verdad a sus discípulos, explicando el sentido de las Escrituras.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 65, 1-2
Aclama a Dios, tierra entera. Canten todos un himno a su nombre, denle gracias y alábenlo. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que tu pueblo se regocije siempre al verse renovado y rejuvenecido, para que, al alegrarse hoy por haber recobrado la dignidad de su adopción filial, aguarde seguro su gozosa esperanza el día de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Ustedes dieron muerte al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 3.13-15.17-19
En aquellos días,
Pedro tomó la palabra y dijo: "El Dios de Abraham, de Isaac y de
Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús,
a quien ustedes entregaron a Pilato, y a quien rechazaron en su presencia, cuando
él ya había decidido ponerlo en libertad. Rechazaron al santo,
al justo, y pidieron el indulto de un asesino; han dado muerte al autor de la
vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos y de ello nosotros somos
testigos.
Ahora bien, hermanos, yo sé que ustedes han obrado por ignorancia, de
la misma manera que sus jefes; pero Dios cumplió así lo que había
predicho por boca de los profetas: que su Mesías tenía que padecer.
Por lo tanto, arrepiéntanse y conviértanse para que se les perdonen
sus pecados". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 4, 2.
4. 7, 9.
R/. En ti, Señor, confío. Aleluya.
Tú que conoces lo
justo de mi causa, Señor, responde a mi clamor. Tú que me has
sacado con bien de mis angustias, apiádate y escucha mi oración,
R/.
Admirable en bondad ha sido el Señor para conmigo, y siempre que lo invoco
me ha escuchado; por eso en él confío. R/.
En paz, Señor, me acuesto y duermo en paz, pues sólo tú,
Señor, eres mi tranquilidad. R/.
SEGUNDA LECTURA
Cristo es la víctima de propiciación por nuestros pecados y por los del mundo entero.
De la primera carta del apóstol san Juan: 2, 1-5
Hijitos míos: Les
escribo esto para que no pequen. Pero, si alguien peca, tenemos como intercesor
ante el Padre, a Jesucristo, el justo. Porque él se ofreció como
víctima de expiación por nuestros pecados, y no sólo por
los nuestros, sino por los del mundo entero.
En esto tenemos una prueba de que conocemos a Dios: en que cumplimos sus mandamientos.
Quien dice: "Yo lo conozco", pero no cumple sus mandamientos, es un
mentiroso y la verdad no está en él. Pero en aquel que cumple
su palabra, el amor de Dios ha llegado a su plenitud, y precisamente en esto
conocemos que estamos unidos a él. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 24, 32
R/. Aleluya, aleluya.
Señor Jesús, haz que comprendamos la Sagrada Escritura. Enciende nuestro corazón mientras nos hablas. R/.
EVANGELIO
Está escrito que Cristo tenía que padecer y tenía que resucitar de entre los muertos al tercer día.
Del santo Evangelio según san Lucas: 24, 35-48
Cuando los dos discípulos
regresaron de Emaús y llegaron al sitio donde estaban reunidos los apóstoles,
les contaron lo que les había pasado por el camino y cómo habían
reconocido a Jesús al partir el pan.
Mientras hablaban de esas cosas, se presentó Jesús en medio de
ellos y les dijo: "La paz esté con ustedes". Ellos, desconcertados
y llenos de temor, creían ver un fantasma. Pero él les dijo: "No
teman; soy yo. ¿Por qué se espantan? ¿Por qué surgen
dudas en su interior? Miren mis manos y mis pies. Soy yo en persona. Tóquenme
y convénzanse: un fantasma no tiene ni carne ni huesos, como ven que
tengo yo". Y les mostró las manos y los pies. Pero como ellos no
acababan de creer de pura alegría y seguían atónitos, les
dijo: "¿Tienen aquí algo de comer?". Le ofrecieron un
trozo de pescado asado; él lo tomó y se puso a comer delante de
ellos.
Después les dijo: "Lo que ha sucedido es aquello de que les hablaba
yo, cuando aún estaba con ustedes: que tenía que cumplirse todo
lo que estaba escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas
y en los salmos".
Entonces les abrió el entendimiento para que comprendieran las Escrituras
y les dijo: "Está escrito que el Mesías tenía que
padecer y había de resucitar de entre los muertos al tercer día,
y que en su nombre se había de predicar a todas las naciones, comenzando
por Jerusaén, la necesidad de volverse a Dios para el perdón de
los pecados. Ustedes son testigos de esto".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Invoquemos, amados hermanos,
a Cristo, triunfador del pecado y de la muerte, que siempre intercede por nosotros
diciendo: Te rogamos, Señor. R/. Te rogamos, Señor. O bien: Rey
de la gloria, resucítanos contigo.
Para que Cristo, el Señor, atraiga hacia sí el corazón
de los fieles y fortalezca sus voluntades, de manera que busquen los bienes
de allá arriba, donde él está sentado a la derecha de Dios,
roguemos al Señor.
Para que Cristo, amo supremo de la creación, haga que todos los pueblos
gocen abundantemente de la paz que en sus apariciones otorgó a los discípulos,
roguemos al Señor.
Para que Cristo, el destructor de la muerte y el médico de toda enfermedad,
se compadezca de los débiles y desdichados y aleje del mundo el hambre,
las guerras y todos los males, roguemos al Señor.
Para que Cristo, el Señor, salve y bendiga nuestra parroquia (comunidad),
y conceda la paz, la alegría y el descanso de las fatigas a los que hoy
nos hemos reunido aquí para celebrar su triunfo, roguemos al Señor.
Señor Dios, que con la muerte gloriosa de tu Hijo, víctima
de propiciación por nuestros pecados, has puesto el fundamento de la
reconciliación y la paz, escucha las oraciones de tu Iglesia y haz de
nosotros signo y levadura de una humanidad nueva, pacificada por tu amor. Por
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos de
los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, los
dones que, jubilosa, tu Iglesia te presenta, y puesto que es a ti a quien debe
su alegría, concédele también disfrutar de la felicidad
eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua, MR, pp. 504-508 (500-504).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 24, 35
Los discípulos reconocieron al Señor Jesús, al partir el pan. Aleluya.
O bien: Lc 24, 46-47
Era necesario que Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día y que, en su nombre, se exhortara a todos los pueblos el arrepentimiento para el perdón de los pecados. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dirige, Señor, tu mirada compasiva sobre tu pueblo, al que te has dignado renovar con estos misterios de vida eterna, y concédele llegar un día a la gloria incorruptible de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne, p. 608 (602).
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- En la antigüedad, varios grupos, con nombres exóticos, negaron la realidad de Jesús. Los docetistas, por ejemplo, insistieron en que la humanidad de Jesús fue solo un velo que la Segunda Persona de la Trinidad asumió, para condescender a los seres humanos. Los gnósticos, sostuvieron que la humanidad de Jesús fue una prisión en la que el espíritu del Mesías fue atrapado. Los monofisitas, creían que la humanidad de Jesús fue absorta por su divinidad hasta que casi desapareció. Hoy, son pocos los que proponen tales doctrinas extrañas. Sin embargo, se puede negar la resurrección de formas más prácticas. Se la niega, viviendo sin la esperanza que el Señor llevó con su resurrección. Se la niega, ignorando a los pobres, que son las imágenes de Cristo. Se la niega, haciendo daño al cosmos, que es como el cuerpo prolongado de Cristo.
Blanco Lunes III de Pascua MR, p. 361 (362) / Lecc. I, p. 886
Otros santos: León IX, papa; Ernma de Bremen, viuda. Beato Conrado de Ascoli, presbítero de la Primera Orden Franciscana.
LA TÁCTICA
DE LOS PODEROSOS
Hech 6,8-15; Sal 118; Jn 6, 22-29
Hasta este momento en Hechos, Lucas había centrado su atención en los apóstoles, como si sólo ellos actuaran en nombre de Jesús. Ahora, su atención se dirige hacia los siete llamados diáconos, especialmente hacia Esteban. Se trata de un hombre poseído por el Espíritu, valiente; muy activo en el anuncio del Evangelio e incisivo en el arte de la dialéctica. Era un maestro en el uso de la palabra y, en síntesis, un profeta. Las autoridades judías no pueden igualar sus dotes, ni contrarrestar sus argumentos. Por lo tanto, inician una campaña de difamación para desacreditarlo ante el pueblo. Lo acusan de blasfemia por hablar contra la ley y el templo, símbolos de la identidad judía. La campaña funciona y el público se vuelve en su contra. ¿No es ésta, la misma táctica que utilizan los poderosos contra nuestros profetas de hoy?
ANTÍFONA DE ENTRADA
Ha resucitado el Buen Pastor, que dio la vida por sus ovejas y se entregó a la muerte por su rebaño. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso, que, despojándonos del modo de proceder del hombre viejo, nuestra forma de vida corresponda a la naturaleza que restauraste en nosotros gracias a los sacramentos pascuales. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
No podían refutar la sabiduría inspirada con que hablaba Esteban.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 6, 8-15
En aquellos días,
Esteban, lleno de gracia y de poder, realizaba grandes prodigios y señales
entre la gente.
Algunos judíos de la sinagoga llamada "de los Libertos", procedentes
de Cirene, Alejandría, Cilicia y Asia, se pusieron a discutir con Esteban;
pero no podían refutar la sabiduría inspirada con que hablaba.
Entonces sobornaron a algunos hombres para que dijeran: "Nosotros hemos
oído a este hombre blasfemar contra Moisés y contra Dios".
Alborotaron al pueblo, a los ancianos y a los escribas; cayeron sobre Esteban,
se apoderaron de él por sorpresa y lo llevaron ante el sanedrín.
Allí presentaron testigos falsos, que dijeron: "Este hombre no deja
de hablar contra el lugar santo del templo y contra la ley. Lo hemos oído
decir que ese Jesús de Nazaret va a destruir el lugar santo y a cambiar
las tradiciones que recibimos de Moisés".
Los miembros del sanedrín miraron a Esteban y su rostro les pareció
tan imponente como el de un ángel. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo
118,23-24.26-27.29-30.
R/. Dichoso el que cumple la voluntad del Señor. Aleluya.
Aunque los poderosos se
burlen de mí, yo seguiré observando fielmente tu ley. Tus mandamientos,
Señor, son mi alegría; ellos son también mis consejeros.
R/.
Te conté mis necesidades y me escuchaste; enséñame, Señor,
tu voluntad. Dame nueva luz para conocer tu ley y para meditar las maravillas
de tu amor. R/.
Apártame de los caminos falsos y dame la gracia de cumplir tu voluntad.
He escogido el camino de la lealtad a tu voluntad y a tus mandamientos. R/.
ACLAMACiÓN
ANTES DEL EVANGELIO Mt 4, 4
R/. Aleluya, aleluya.
No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios. R/.
EVANGELIO
No trabajen por el alimento que se acaba, sino por el que dura para la vida eterna.
Del santo Evangelio según san Juan: 6, 22-29
Después de la multiplicación
de los panes, cuando Jesús dio de comer a cinco mil hombres, sus discípulos
lo vieron caminando sobre el lago. Al día siguiente, la multitud, que
estaba en la otra orilla del lago, se dio cuenta de que allí no había
más que una sola barca y de que Jesús no se había embarcado
con sus discípulos, sino que éstos habían partido solos.
En eso llegaron otras barcas desde Tiberíades al lugar donde la multitud
había comido el pan. Cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos
estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaúm para buscar a
Jesús.
Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo
llegaste acá?". Jesús les contestó: "Yo les aseguro
que ustedes no me andan buscando por haber visto señales milagrosas,
sino por haber comido de aquellos panes hasta saciarse. No trabajen por ese
alimento que se acaba, sino por el alimento que dura para la vida eterna y que
les dará el Hijo del hombre; porque a éste, el Padre Dios lo ha
marcado con su sello".
Ellos le dijeron: "¿Qué necesitamos para llevar acabo las
obras de Dios?". Respondió Jesús: "La obra de Dios consiste
en que crean en aquel a quien él ha enviado".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Suba hasta ti, Señor, nuestra oración, acompañada por estas ofrendas, para que, purificados por tu bondad, nos dispongas para celebrar el sacramento de tu inmenso amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua, MR, pp. 504-508 (500-504).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 14, 27
La paz les dejo, mi paz les doy; pero yo no se la doy como la da el mundo, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que, por la resurrección de Cristo, nos has hecho renacer a la vida eterna, multiplica en nosotros el efecto de este sacramento pascual, e infunde en nuestros corazones el vigor que comunica este alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Blanco Martes III de Pascua MR, p. 362 (363) / Lecc. I, p. 888
EL ESCÁNDALO
DEL CRISTIANO INTERESADO
Hech 7, 51-8,1; Sal 30; Jn 6,30-35.
En el Evangelio de Juan, los que habían comido, acuden a Jesús, deseosos de continuar con una situación que les aseguraba el sustento, sin esfuerzo propio. Por desgracia, siempre ha habido este tipo de seguidores de Jesús a través de los años: se interesan en él por los bienes materiales o la atención pública que la fe cristiana puede, en ciertos casos, proveer a sus seguidores. De hecho, uno de los primeros estudiosos del estudio histórico-crítico de la Biblia, Hermann Samuel Reimarus (1694-1768), observó esta tendencia entre los cristianos de su tiempo, y por lo tanto, se dedicó a probar que los primeros seguidores de Cristo inventaron el Nuevo Testamento por su avaricia y su sed de fama. Hoy, utilizamos el método histórico-crítico para fines más serios, pero el problema del escándalo del cristiano, Cínicamente interesado, sigue siendo un desafío.
ANTÍFONA DE ENTRADA Ap 19, 5; 12, 10
Alaben a nuestro Dios todos cuantos lo temen, pequeños y grandes, porque ha llegado ya la salvación, el poder y el reinado de su Cristo. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que abres la entrada del reino celestial a los que han renacido por el agua y el Espíritu Santo, aumenta sobre tus siervos la gracia que les diste, para que, purificados de todo pecado no les falte ningún bien de los que, en tu bondad, les tienes prometido. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Señor Jesús, recibe mi espíritu.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 7,51-8, la
En aquellos días,
habló Esteban ante el sanedrín, diciendo: "Hombres de cabeza
dura, cerrados de corazón y de oídos. Ustedes resisten siempre
al Espíritu Santo; ustedes son iguales a sus padres. ¿A qué
profeta no persiguieron sus padres? Ellos mataron a los que anunciaban la venida
del justo, al que ahora ustedes han traicionado y dado muerte. Recibieron la
ley por medio de los ángeles y no la han observado".
Al oír estas cosas, los miembros del sanedrín se enfurecieron
y rechinaban los dientes de rabia contra él. Pero Esteban, lleno del
Espíritu Santo, miró al cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús,
que estaba de pie a la derecha de Dios, y dijo: "Estoy viendo los cielos
abiertos y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios".
Entonces los miembros del sanedrín gritaron con fuerza, se taparon los
oídos y todos a una se precipitaron sobre él. Lo sacaron fuera
de la ciudad y empezaron a apedrearlo. Los falsos testigos depositaron sus mantos
a los pies de un joven, llamado Saulo.
Mientras lo apedreaban, Esteban repetía esta oración: "Señor
Jesús, recibe mi espíritu". Después se puso de rodillas
y dijo con fuerte voz: "Señor, no les tomes en cuenta este pecado".
Diciendo esto, se durmió en el Señor. Y Saulo estuvo de acuerdo
en que mataran a Esteban. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 30, 3cd-4.
6ab. 7b. 8a.17. 21ab.
R/. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. Aleluya.
Sé tú, Señor,
mi fortaleza y mi refugio, la muralla que me salve. Tú, que eres mi fortaleza
y mi defensa, por tu nombre, dirígeme y guíame. R/.
En tus manos encomiendo mi espíritu y tú, mi Dios leal, me librarás.
En ti, Señor, deposito mi confianza y tu misericordia me llenará
de alegría. R/.
Vuelve, Señor, tus ojos a tu siervo y sálvame, por tu misericordia;
cuídame, Señor, y escóndeme junto a ti, lejos de las intrigas
de los hombres. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn 6, 35
R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el pan de la vida, dice el Señor; el que viene a mí no tendrá hambre. R/.
EVANGELIO
No fue Moisés, sino mi Padre, quien les da el verdadero pan del cielo.
Del santo Evangelio según san Juan: 6, 30-35
En aquel tiempo, la gente
le preguntó a Jesús: "¿Qué señal vas
a realizar tú, para que la veamos y podamos creerte? ¿Cuáles
son tus obras? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como
está escrito: Les dio a comer pan del cielo".
Jesús les respondió: "Yo les aseguro: No fue Moisés
quien les dio pan del cielo; es mi Padre quien les da el verdadero pan del cielo.
Porque el pan de Dios es aquel que baja del cielo y da la vida al mundo".
Entonces le dijeron: "Señor, danos siempre de ese pan". Jesús
les contesta: "Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no tendrá
hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, los
dones que, jubilosa, tu Iglesia te presenta, y puesto que es a ti a quien debe
su alegría, concédele también disfrutar de la felicidad
eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua, MR, pp. 504-508 (500-504).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Rm 6, 8
Si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dirige, Señor, tu mirada compasiva sobre tu pueblo, al que te has dignado renovar con estos misterios de vida eterna, y concédele llegar un día a la gloria incorruptible de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santo Niño Jesús de la Salud
Blanco / Rojo Miércoles III de Pascua o san Anselmo, obispo y doctor de la Iglesia* o san Román Adame Rosales. mártir mexicano** MR, p. 363 (364) / Lecc. I, p. 890
Otros santos: Agapito I, LII papa.
¿NOS
NEGAMOS A GUARDAR SILENCIO?
Hech 8, 1-8; Sal 65; Jn 6, 35-40
A raíz de la denuncia profética de Esteban, estalló la persecución. Se trató de una persecución selectiva, ya que el grupo cristiano, con los apóstoles a la cabeza, no fue molestado. Solamente los helenistas cristianos tuvieron que alejarse rápidamente de Jerusalén. Los demás, se quedaron. Tales persecuciones selectivas han abundado en todas las comunidades cristianas a lo largo de la historia. Los tiranos las encuentran muy útiles para silenciar una parte de la Iglesia y amedrentar a la parte que no es perseguida. En nuestro texto de Hechos, al menos, la parte perseguida de la Iglesia no permanece en silencio. Felipe, uno de los prófugos helenistas, lleva el Evangelio a Samaria y su misión fue todo un éxito. ¿Qué hacemos hoy cuando una parte de la Iglesia es perseguida? ¿Guardamos silencio o seguimos adelante con nuestra vocación de anunciar la verdad?
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 70, 8. 23
Mi boca, Señor, se llene de alabanzas, para que pueda cantarte; y así mis labios se llenarán de júbilo. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Muéstrate propicio, Señor, con tu familia santa y protégela benignamente, de manera que a quienes concediste la gracia de la fe, les otorgues también la participación eterna en la resurrección de tu Unigénito. El que vive y reina contigo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Al pasar de un lugar a otro, iban difundiendo el Evangelio.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 8, 1-8
El mismo día de la
muerte de Esteban, se desató una violenta persecución contra la
Iglesia de Jerusalén, y todos, menos los apóstoles, se dispersaron
por Judea y por Samaria. Unos hombres piadosos sepultaron a Esteban e hicieron
gran duelo por él. Entre tanto, Saulo hacía estragos en la Iglesia:
entraba en las casas para llevarse a hombres y mujeres y meterlos en la cárcel.
Los que se habían dispersado, al pasar de un lugar a otro, iban difundiendo
el Evangelio. Felipe bajó a la ciudad de Samaria y predicaba ahí
a Cristo. La multitud escuchaba con atención lo que decía Felipe,
porque habían oído hablar de los milagros que hacía y los
estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus
inmundos, lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados quedaban curados.
Esto despertó gran alegría en aquella ciudad.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo
65, 1-3a. 4-5.6-7a.
R/. Las obras del Señor son admirables. Aleluya.
Que aclame al Señor
toda la tierra. Celebremos su gloria y su poder, cantemos un himno de alabanza,
digamos al Señor: "Tu obra es admirable". R/.
Que se postre ante ti la tierra entera y celebre con cánticos tu nombre.
Admiremos las obras del Señor, los prodigios que ha hecho por los hombres.
R/.
Él transformó el Mar Rojo en tierra firme y los hizo cruzar el
Jordán a pie enjuto. Llenémonos por eso de gozo y gratitud: el
Señor es eterno y poderoso. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Jn 6, 40
R/. Aleluya, aleluya.
El que cree en mí tiene vida eterna, dice el Señor, y yo lo resucitaré en el último día. R/.
EVANGELIO
La voluntad de mi Padre consiste en que todo el que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna.
Del santo Evangelio según san Juan: 6, 35-40
En aquel tiempo, Jesús
dijo a la multitud: "Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí
no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed.
Pero como ya les he dicho: me han visto y no creen. Todo aquel que me da el
Padre viene hacia mí; y al que viene a mí yo no lo echaré
fuera, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad
del que me envió.
Y la voluntad del que me envió es que yo no pierda nada de lo que él
me ha dado, sino que lo resucite en el último día. La voluntad
de mi Padre consiste en que todo el que vea al Hijo y crea en él, tenga
vida eterna y yo lo resucite en el último día". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, vivir siempre llenos de gratitud por estos misterios pascuales que celebramos, para que, continuamente renovados por su acción, se conviertan para nosotros en causa de eterna felicidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua, MR, pp. 504-508 (500-504).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Resucitó el Señor y nos iluminó a nosotros, los redimidos con su Sangre. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, escucha nuestras oraciones, para que la participación en los sacramentos de nuestra redención nos ayude en la vida presente y nos alcance las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
O bien:
*San Anselmo,
obispo y doctor de la Iglesia MR, pp. 730 (717)
Nació en el norte de Italia, fue monje en Bec de Normandía
y después arzobispo de Canterbury. Durante toda su vida buscó
ardientemente a Dios, el ser perfecto, investigando a la luz de la inteligencia
y de la fe.
Y aun siendo un alma contemplativa, supo combatir para defender la libertad
de la Iglesia. (1033-1109).
Del Común de pastores: para un obispo, p. 943 (935), o del Común
de doctores de la Iglesia, p. 956 (948).
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Ez 34, 11. 23-24
Buscaré a mis ovejas, dice el Señor, y les daré un pastor que las apaciente, y yo, el Señor, seré su Dios. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que concediste
al obispo san Anselmo investigar y enseñar los secretos de tu sabiduría,
ilumina nuestra inteligencia con la luz de la fe, de manera que nuestro corazón
se deleite en lo que debemos creer.
Por nuestro Señor Jesucristo ...
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira favorablemente, Señor,
las ofrendas que presentamos en tu altar en esta festividad de san Anselmo,
para que nos alcancen tu perdón y den gloria a tu nombre.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 15, 16
No son ustedes los que me han elegido, dice el Señor, soy yo quien los ha elegido y los ha destinado para que vayan y den fruto y su fruto permanezca. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados por estos sagrados misterios, Señor, te suplicamos humildemente que, a ejemplo de san Anselmo, nos esforcemos en profesar lo que él creyó y en poner en práctica lo que enseñó. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. 4 Esd 2, 35
Una luz eterna, Señor, brillará para tus santos y vivirán para siempre. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios y Padre nuestro, que para gloria de tu Iglesia te dignaste coronar con la victoria del martirio a san Román Adame Rosales, concede, bondadoso, que así como él imitó la pasión de tu Hijo, así nosotros, siguiendo sus huellas, merezcamos llegar a los gozos eternos. Por nuestro Señor Jesucristo ...
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, el sacrificio de reconciliación y alabanza que ofrecemos a tu majestad en la conmemoración del santo mártir Román, para que nos lleve a obtener el perdón y nos haga permanecer en continua acción de gracias. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 12, 24
Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda infecundo; pero, si muere, da fruto abundante. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al celebrar con alegría esta festividad y habiendo recibido tus dones celestiales, te pedimos, Señor, que concedas, a quienes en este divino banquete proclamamos la muerte de tu Hijo, que podamos participar, con los santos mártires, de su resurrección y de su gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Blanco Jueves III de Pascua MR, p. 364 (365) / Lecc. I, p. 892
LA SABIDURÍA
DEL ESPÍRITU
Hech 8,26-40; Sal 65; Jn 6, 44-51
Como el viento, el Espíritu sopla donde quiere y, si somos sabios, nos dejamos llevar por él. Así es la lección de nuestro texto de Hechos. Allí, encontramos un cambio de escena en la campaña misionera de Felipe. Éste recibe una orden del Espíritu que lo lleva, no a la ciudad sino al desierto. A primera vista, esta orden no tiene mucho sentido. ¿Por qué dedicarse a un lugar tan abandonado, cuando las multitudes están en la ciudad? Pero el Espíritu sabe lo que hace y Felipe se deja llevar. Encuentra al eunuco, etíope, pagano, no circuncidado, y como tal, un excluido. Así, Felipe cumple la profécía de Isaías 56, 3: "No diga el extranjero que se ha unido al Señor: el Señor me ha excluido de su pueblo. No diga el eunuco: yo soy un árbol seco".
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Ex 15, 1-2
Cantemos al Señor, pues su victoria es grande. Mi fortaleza y mi alabanza es el Señor, él es mi salvación.
Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, concédenos aprovechar bien los dones de tu bondad en estos días en que, por gracia tuya, la hemos experimentado más plenamente, para que, libres de las tinieblas del error, nos hagas estar adheridos firmemente a tu verdad. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Aquí hay agua. ¿Hay alguna dificultad para que me bautices?
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 8, 26-40
En aquellos días,
un ángel del Señor le dijo a Felipe: "Levántate y
toma el camino del sur, que va de Jerusalén a Gaza y que es poco transitado".
Felipe se puso en camino. Y sucedió que un etíope, alto funcionario
de Candaces, reina de Etiopía, y administrador de sus tesoros, que había
venido a Jerusalén para adorar a Dios, regresaba en su carro, leyendo
al profeta Isaías.
Entonces el Espíritu le dijo a Felipe: "Acércate y camina
junto a ese carro". Corrió Felipe, y oyendo que el hombre leía
al profeta Isaías, le preguntó: "¿Entiendes lo que
estás leyendo?". Él le contestó: "¿Cómo
voy a entenderlo, si nadie me lo explica?". Entonces invitó a Felipe
a subir y a sentarse junto a él.
El pasaje de la Escritura que estaba leyendo, era éste: Como oveja fue
llevado a la muerte; como cordero que no se queja frente al que lo trasquila,
así él no abrió la boca. En su humillación no se
le hizo justicia. ¿Quién podrá hablar de su descendencia,
puesto que su vida ha sido arrancada de la tierra'? .
El etíope le preguntó a Felipe: "Dime, por favor: ¿De
quién dice esto el profeta, de sí mismo o de otro?". Felipe
comenzó a hablarle y partiendo de aquel pasaje, le anunció el
Evangelio de Jesús. Siguieron adelante, llegaron a un sitio donde había
agua y dijo el etíope: "Aquí hay agua. ¿Hay alguna
dificultad para que me bautices?". Felipe le contestó: "Ninguna,
si crees de todo corazón". Respondió el etíope: "Creo
que Jesús es el Hijo de Dios". Mandó parar el carro, bajaron
los dos al agua y Felipe lo bautizó.
Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató
a Felipe. El etíope ya no lo vio más y prosiguió su viaje,
lleno de alegría. En cuanto a Felipe, se encontró en la ciudad
de Azoto y evangelizaba los poblados que encontraba a su paso, hasta que llegó
a Cesarea. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 65,8-9.16-17.20.
R/. Tu salvación, Señor, es para todos. Aleluya.
Naciones, bendigan a nuestro
Dios, hagan resonar sus alabanzas, porque él nos ha devuelto la vida
y no dejó que tropezaran nuestros pies. R/.
Cuantos temen a Dios, vengan y escuchen, y les diré lo que ha hecho por
mí; a él dirigí mis oraciones y mi lengua le cantó
alabanzas. R/.
Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica, ni me retiró
su gracia. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn 6, 51
R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor; el que coma de este pan vivirá para siempre. R/.
EVANGELIO
Yo soy el pan vivo, que ha bajado del cielo.
Del santo Evangelio según san Juan: 6, 44-51
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los judíos: "Nadie puede venir a mí, si no lo atrae
el Padre, que me ha enviado; y a ése yo lo resucitaré el último
día. Está escrito en los profetas: Todos serán discípulos
de Dios. Todo aquel que escucha al Padre y aprende de él, se acerca a
mí. No es que alguien haya visto al Padre, fuera de aquel que procede
de Dios. Ese sí ha visto al Padre.
Yo les aseguro: el que cree en mí, tiene vida eterna. Yo soy el pan de
la vida. Sus padres comieron el maná en el desierto y sin embargo, murieron.
Este es el pan que ha bajado del cielo para que, quien lo coma, no muera. Yo
soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá
para siempre, y el pan que yo les voy a dar es mi carne para que el mundo tenga
vida". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, que por el santo valor de este sacrificio nos hiciste participar de tu misma y gloriosa vida divina, concédenos que, así como hemos conocido tu verdad, de igual manera vivamos de acuerdo con ella.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio 1-V de Pascua, MR, pp. 504-508 (500-504).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 2 Co 5, 15
Cristo murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí mismos, sino para él, que murió y resucitó por ellos. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, muéstrate benigno con tu pueblo, y ya que te dignaste alimentarlo con los misterios celestiales, hazlo pasar de su antigua condición de pecado a una vida nueva. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Blanco / Rojo Viernes III de Pascua o Memorias de san Jorge, mártir*, O san Adalberto, obispo y mártir** MR, p. 365 (366) / Lecc. I, p. 895
Otros santos: Beata Teresa María de la Cruz, virgen fundadora.
LAS PERSONALIDADES
GIGANTESCAS
Hech 9,1-20; Sal 116; Jn 6, 52-59
Lucas menciona tres veces la conversión de Pablo (Hech 9, 1-22; 22, 3-16; 16, 9-18), mientras que el mismo Pablo, nunca describe el acontecimiento y simplemente lo afirma (1 Cor 9, 1; 15,8; Gál1, 1-11). Lo anterior, nos lleva a deducir que la conversión era narrada y vuelta a contar muchas veces en las comunidades cristianas en el tiempo de Lucas, quien describe el acontecimiento muchos años después de la muerte de Pablo en Roma. No debemos sorprendernos. Pablo es una de esas personalidades gigantescas que, penetrando en el escenario de la historia humana, ya no se retiran más. Efectivamente, su conversión dramática y su vocación apostólica son una pieza central en el libro de los Hechos de los apóstoles y en todo el Nuevo Testamento. ¿Quiénes son las personalidades gigantescas en nuestras comunidades eclesiales? ¿Cómo preservamos sus historias para el futuro?
ANTÍFONA DE ENTRADA Ap 5, 12
Digno es el Cordero que fue sacrificado, de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza y el honor. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso, concede a quienes hemos conocido la gracia de la resurrección del Señor, resucitar, por el amor del Espíritu Santo, a una vida nueva. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Es el instrumento escogido por mí, para que me dé a conocer a las naciones.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 9,1-20
En aquellos días,
Saulo, amenazando todavía de muerte a los discípulos del Señor,
fue a ver al sumo sacerdote y le pidió, para las sinagogas de Damasco,
cartas que lo autorizaran para traer presos a Jerusalén a todos aquellos
hombres y mujeres que seguían la nueva doctrina.
Pero sucedió que, cuando se aproximaba a Damasco, una luz del cielo lo
envolvió de repente con su resplandor. Cayó por tierra y oyó
una voz que le decía: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?".
Preguntó él: "¿Quién eres, Señor?".
La respuesta fue: "Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Levántate.
Entra en la ciudad y ahí se te dirá lo que tienes que hacer".
Los hombres que lo acompañaban en el viaje se habían detenido,
mudos de asombro, pues oyeron la voz, pero no vieron a nadie. Saulo se levantó
del suelo, y aunque tenía abiertos los ojos, no podía ver. Lo
llevaron de la mano hasta Damasco y ahí estuvo tres días ciego,
sin comer ni beber.
Había en Damasco un discípulo que se llamaba Ananías, a
quien se le apareció el Señor y le dijo: "Ananías".
El respondió: "Aquí estoy, Señor". El Señor
le dijo: "Ve a la calle principal y busca en casa de Judas a un hombre
de Tarso, llamado Saulo, que está orando". Saulo tuvo también
la visión de un hombre llamado Ananías, que entraba y le imponía
las manos para que recobrara la vista.
Ananías contestó: "Señor, he oído a muchos
hablar de ese individuo y del daño que ha hecho a tus fieles en Jerusalén.
Además, trae autorización de los sumos sacerdotes para poner presos
a todos los que invocan tu nombre". Pero el Señor le dijo: "No
importa. Tú ve allá, porque yo lo he escogido como instrumento,
para que me dé a conocer a las naciones, a los reyes y a los hijos de
Israel. Yo le mostraré cuánto tendrá que padecer por mi
causa".
Ananías fue allá, entró en la casa, le impuso las manos
a Saulo y le dijo: "Saulo, hermano, el Señor Jesús, que se
te apareció en el camino, me envía para que recobres la vista
y quedes lleno del Espíritu Santo". Al instante, algo como escamas
se le desprendió de los ojos y recobró la vista. Se levantó
y lo bautizaron. Luego comió y recuperó las fuerzas. Se quedó
unos días con los discípulos en Damasco y se puso a predicar en
las sinagogas, afirmando que Jesús era el Hijo de Dios. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 116,1.2.
R/. Que aclamen al Señor todos los pueblos. Aleluya.
Que alaben al Señor,
todas las naciones, que lo aclamen todos los pueblos. R/.
Porque grande es su amor hacia nosotros y su fidelidad dura por siempre. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn 6, 56
R/. Aleluya, aleluya.
El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él, dice el Señor. R/.
EVANGELIO
Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida.
Del santo Evangelio según san Juan; 6, 52-59.
En aquel tiempo, los judíos
se pusieron a discutir entre sí: "¿Cómo puede éste
darnos a comer su carne?". Jesús les dijo: "Yo les aseguro:
Si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no podrán
tener vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna
y yo lo resucitaré el últimodía.
Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi
carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre,
que me ha enviado, posee la vida y yo vivo por él, así también
el que me come vivirá por mí.
Este es el pan que ha bajado del cielo; no es como el maná que comieron
sus padres, pues murieron. El que come de este pan vivirá para siempre".
Esto lo dijo Jesús enseñando en la sinagoga de Cafarnaúm.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, por tu piedad, estos dones y al recibir en oblación este sacrificio espiritual, conviértenos para ti en una perenne ofrenda. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua, MR, pp. 504-508 (500-504).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
El Crucificado resucitó de entre los muertos y nos ha redimido. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al recibir, Señor, el don de estos sagrados misterios, te suplicamos humildemente que lo que tu Hijo nos mandó celebrar en memoria suya, nos aproveche para crecer en nuestra caridad fraterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
O bien:
*San Jorge,
mártir MR, p. 730 (717)
Hay testimonio del culto a san Jorge desde finales del siglo IV, en Lod (cerca
de Tel Aviv). Las leyendas lo han convertido en soldado que nos defiende contra
"el Dragón", rival de san Miguel. Su culto está muy
difundido, especialmente en Grecia, Rusia e Inglaterra.
Del Común de mártires: para un mártir en Tiempo Pascual,
p. 935 (927).
ORACIÓN COLECTA
Al proclamar con entusiasmo tu poder, te suplicamos humildemente, Señor, que, así como san Jorge imitó a tu Hijo en su pasión, nos ayude generosamente en nuestra debilidad. Por nuestro Señor Jesucristo ...
O bien:
**San Adalberto,
obispo y mártir MR, p. 731 (718)
Nació en Bohemia (Libice) hacía el año 956. Hizo
sus estudios en Magdeburgo. Al regresar a su patria, se preparó para
el sacerdocio, y el año 983 fue elegido segundo obispo de Praga, donde
trabajó valientemente para extirpar las costumbres paganas. Como notaba
que obtenía poco fruto, se dirigió a Roma y allí se convirtió
en monje. Finalmente, acudió a Prusia a conquistar almas para Cristo.
Mas habiendo tenido mala acogida, fue coronado con el martirio el día
23 de abril de 997.
Del Común de mártires: para un mártir en Tiempo Pascual,
p. 935 (927), o del Común de pastores: para un obispo, p. 943 (935).
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que coronaste con el martirio al santo obispo Adalberto, inflamado en el celo por las almas, concédenos, por su intercesión, que no falte a los pastores la obediencia de su grey ni a las ovejas el cuidado de sus pastores. Por nuestro Señor Jesucristo ...
Nuestra Señora de los Buenos Aires, Patrona de la Capital de Argentina.
Blanco / Rojo Sábado III de Pasen o Memoria de san Fidel de Sigmaringa, presbítero y mártir* MR, p. 366 (367) / Lecc. I, p. 897 LH, Vísperas I del domingo: 4a semana del Salterio Tomo II: pp. 1412,516 y 747; Para los fieles: pp. 722 y 274; Edición popular: pp. 289 y 44
Otros santos: María de Santa Eufrasia Pelletier, virgen fundadora.
MILAGROS
Hech 9, 31-42; Sal 115; Jn 6, 60-69
En su narración del martirio de Esteban, que imita muy de cerca la pasión de Cristo, Lucas advierte a todos los cristianos que, de una u otra manera, van a compartir el destino doloroso que aguantó su Señor. Sin embargo, no es la única manera en que lo imitan. En el texto de hoy, les advierte que pueden compartir otra dimensión. Se trata de los milagros. Aunque empezó su camino con Jesús, cometiendo errores y hasta negándolo, Pedro llegó a ser un fiel imitador del Señor, y lo imita respecto a sus milagros: cura a un paralítico y resucita a una muerta, milagros que acontecieron también durante el ministerio de Cristo (por ejemplo, en Mc 5, 36-43). Tal vez nosotros no podamos producir prodigios tan asombrosos, pero eso no significa que seamos incapaces de hacer milagros sencillos, cotidianos y verdaderos.
ANTÍFONA DE ENTRADA Col 2, 12
Ustedes, por el bautismo,
han sido sepultados con Cristo, y con él han sido resucitados, porque
han creído en el poder de Dios, que lo resucitó de entre los muertos.
Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que renovaste
en la fuente bautismal a los que creen en ti, protege a quienes renacieron en
Cristo, para que, evitando todas las asechanzas del error, conserven fielmente
la gracia de tu bendición.
Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
La comunidad cristiana crecía, animada por el Espíritu Santo.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 9, 31-42
En aquellos días,
las comunidades cristianas gozaban de paz en toda Judea, Galilea y Samaria,
con lo cual se iban consolidando, progresaban en la fidelidad a Dios y se multiplicaban,
animadas por el Espíritu Santo.
Pedro recorría toda la región y una vez fue a visitar a los fieles
que vivían en Lida. Ahí encontró a un hombre, llamado Eneas,
que tenía ya ocho años de estar en cama, paralítico. Pedro
le dijo: "Eneas, Jesucristo te da la salud. Levántate y tiende tu
cama". Eneas se levantó inmediatamente; y todos los habitantes de
Lida y de la llanura de Sarón que lo vieron, se convirtieron al Señor.
Había en Jafa, entre los discípulos, una mujer llamada Tabitá
(que significa "gacela"), la cual hacía infinidad de obras
buenas y repartía limosnas. En aquellos días cayó enferma
y murió. Lavaron su cadáver y lo tendieron en una habitación
del segundo piso. Como Lida está cerca de Jafa, los discípulos,
sabiendo que Pedro estaba allá, enviaron dos hombres para suplicarle
que fuera a Jafa sin tardar.
Pedro fue con ellos. Tan pronto como llegó, lo condujeron a la habitación
del segundo piso. Allí lo rodearon todas las viudas, llorando y mostrándole
las túnicas y los vestidos que Tabitá les había hecho,
cuando aún vivía.
Pedro mandó salir a todos, se postró de rodillas y se puso a orar;
luego, dirigiéndose a la muerta, dijo: "Tabitá, levántate".
Ella abrió los ojos y al ver a Pedro, se incorporó. Él
la tomó de la mano y la levantó; llamó a los fieles y a
las viudas y se la entregó viva. Esto se supo por toda Jafa y muchos
creyeron en el Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 115,
12-3.14-15.16-17.
R/. ¿Cómo le pagaré al Señor todo el bien que
me ha hecho? Aleluya.
¿Cómo le pagaré
al Señor todo el bien que me ha hecho? Levantaré el cáliz
de salvación e invocaré el nombre del Señor. R/.
Cumpliré mis promesas al Señor ante todo su pueblo. A los ojos
de Dios es muy penoso que mueran sus amigos. R/.
De la muerte, Señor, me has librado, a mí, tu esclavo e hijo de
tu esclava. Te ofreceré con gratitud un sacrificio e invocaré
tu nombre. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Jn 6, 63. 68
R/. Aleluya, aleluya.
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes palabras de vida eterna. R/
EVANGELIO
Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
Del santo Evangelio según san Juan: 6, 60-69
En
aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús dijeron al oír
sus palabras: "Este modo de hablar es intolerable, ¿quién
puede admitir eso?".
Dándose cuenta Jesús de que sus discípulos murmuraban,
les dijo: "¿Esto los escandaliza? ¿Qué sería
si vieran al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El Espíritu
es quien da la vida; la carne para nada aprovecha. Las palabras que les he dicho
son espíritu y vida, y a pesar de esto, algunos de ustedes no creen".
(En efecto, Jesús sabía desde el principio quienes no creían
y quién lo habría de traicionar). Después añadió:
"Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no
se lo concede".
Desde entonces, muchos de sus discípulos se echaron para atrás
y ya no querían andar con él. Entonces Jesús les dijo a
los Doce: "¿También ustedes quieren dejarme?". Simón
Pedro le respondió: "Señor, ¿a quién iremos?
Tú tienes palabras de vida eterna; y nosotros creemos y sabemos que tú
eres el Santo de Dios". Palabra del Señor. Gloria a
ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, con bondad, estas ofrendas de tu familia santa, para que, con la ayuda de tu protección, conserve los dones recibidos y llegue a poseer los eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua, MR, pp. 504-508 (500-504).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 17, 20-21
Padre, te ruego por ellos, para que sean uno en nosotros y el mundo pueda creer que tú me has enviado, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Protege, Señor, con amor constante a quienes has salvado, para que, una vez redimidos por la pasión de tu Hijo, se llenen ahora de alegría por su resurrección. Él que vive y reina por los siglos de los siglos.
O bien:
*San Fidel de
Sigmaringa, presbítero y mártir MR, p. 731 (718)
Fue abogado y entró en la Orden de los Capuchinos, en Friburgo
de Brisgovia. Era un religioso lleno de amor al prójimo y un notable
predicador popular, por lo cual fue designado por la Congregación de
la Propagación de la Fe para predicar una misión entre los protestantes
de Suiza. Al poco tiempo fue asesinado (1578-1622).
Del Común de mártires: para un mártir en Tiempo Pascual,
p. 935 (927), o del Común de pastores: para un pastor, p. 947 (939).
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que te dignaste coronar con la palma del martirio a san Fidel de Sigmaringa, inflamado en tu amor para propagar la fe, concédenos, por su intercesión, que, arraigados en la caridad y unidos a él, merezcamos experimentar el poder de la resurrección de Cristo. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espiritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Blanco Dominco IV de Pascua Domingo del Buen pastor jornada Mundial de Oración por las Vocaciones [Se omiten las memorias de san Marcos, evangelista y de los beatos Andrés Solá y Molist y José Trinidad Rangel Montaño, presbíteros y Leonardo Pérez Larios, laico, mártires mexicanos] MR, p. 367 (368) / Lecc. I, p. 218 LH, 4a. Semana
Otros santos: Pedro de San José de Betancur, “Apostol de Guatemala”, presbítero de la Tercera Orden Regular de San Francisco
LA GRANDEZA DEL
CRISTIANO
Hech 4,8-12; Sal l17; 1 Jn 3,1-2; Jn 10. ll-18
Las tres cartas atribuidas a San Juan, presentan una temática común y están dirigidas a las comunidades cristianas que se encuentran en la misma región del mundo mediterráneo, a saber, la provincia de Asia Menor. La primera de estas cartas, es asumida como una especie de carta magna para toda la Iglesia. En ella, el apóstol habla con admiración y casi asombro, de la suprema grandeza del cristiano: desde ahora, somos hijos de Dios, conformes a la imagen de nada menos que el Hijo mismo. Para saber exactamente cómo es el Hijo, el Evangelio de Juan nos lo presenta como el Buen Pastor. Gracias a esta metáfora, que fue un modo antiguo de retratar a los reyes, sacerdotes, y otros líderes, sabemos que el Hijo es la bondad misma, la entrega total, la sabiduría completa y el amor sobreabundante.
ANTÍFONA ENTRADA Cfr. Sal 32,5-6
La tierra está llena del amor del Señor y su palabra hizo los cielos. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, te pedimos que nos lleves a gozar de las alegrías celestiales, para que tu rebaño, a pesar de su fragilidad, llegue también a donde lo precedió su glorioso Pastor. Él, que vive y reina contigo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Sólo Jesús puede salvarnos.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 4, 8-12
En aquellos días, Pedro, lleno del Espíritu Santo, dijo: "Jefes del pueblo y ancianos: Puesto que hoy se nos interroga acerca del beneficio hecho a un hombre enfermo, para saber cómo fue curado, sépanlo ustedes y sépalo todo el pueblo de Israel: este hombre ha quedado sano en el nombre de Jesús de Nazaret, a quien ustedes crucificaron y a quien Dios resucitó de entre los muertos. Este mismo Jesús es la piedra que ustedes, los constructores, han desechado y que ahora es la piedra angular. Ningún otro puede salvarnos, pues en la tierra no existe ninguna otra persona a quien Dios haya constituido como salvador nuestro". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 117,
1 y 8-9. 21-23. 26 y 28cd y 29.
R/. La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular.
Aleluya.
Te damos gracias, Señor,
porque eres bueno, porque tu misericordia es eterna. Más vale refugiarse
en el Señor, que poner en los hombres la confianza; más vale refugiarse
en el Señor, que buscar con los fuertes una alianza. R/.
Te doy gracias, Señor, pues me escuchaste y fuiste para mí la
salvación. La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra
angular. Esto es obra de la mano del Señor, es un milagro patente. R/.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Que Dios desde su templo nos
bendiga. Tú eres mi Dios, y te doy gracias. Tú eres mi Dios, y
yo te alabo. Te damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu misericordia
es eterna. R/.
SEGUNDA LECTURA
Veremos a Dios tal cual es.
De la primera carta del apóstol san Juan: 3, 1-2
Queridos hijos: Miren cuánto
amor nos ha tenido el Padre, pues no sólo nos llamamos hijos de Dios,
sino que lo somos. Si el mundo no nos reconoce, es porque tampoco lo ha reconocido
a él.
Hermanos míos, ahora somos hijos de Dios, pero aún no se ha manifestado
cómo seremos al fin. Y ya sabemos que, cuando él se manifieste,
vamos a ser semejantes a él, porque lo veremos tal cual es. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn 10, 14
R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el buen pastor, dice el Señor; yo conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí. R/.
EVANGELIO
El buen pastor da la vida por sus ovejas.
Del santo Evangelio según san Juan: 10, 11-18
En
aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: "Yo soy el buen pastor.
El buen pastor da la vida por sus ovejas. En cambio, el asalariado, el que no
es el pastor ni el dueño de las ovejas, cuando ve venir al lobo, abandona
las ovejas y huye; el lobo se arroja sobre ellas y las dispersa, porque a un
asalariado no le importan las ovejas.
Yo soy el buen pastor, porque conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí,
así como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre. Yo doy
la vida por mis ovejas. Tengo además otras ovejas que no son de este
redil y es necesario que las traiga también a ellas; escucharán
mi voz y habrá un solo rebaño y un solo pastor.
El Padre me ama porque doy mi vida para volverla a tomar. Nadie me la quita;
yo la doy porque quiero. Tengo poder para darla y lo tengo también para
volverla a tomar. Este es el mandato que he recibido de mi Padre". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Levantemos, hermanos,
nuestros ojos a Cristo, obispo y pastor de nuestras almas, y pongamos en sus
manos, con toda confianza, las necesidades de los hombres diciendo: Te rogamos,
Señor. R. O bien: Jesús, Buen Pastor, sálvanos.
Para que los obispos, los presbíteros y diáconos apacienten santamente
a los pueblos que tienen encomendados, roguemos al Señor.
Para que la paz que Jesucristo concedió a los discípulos arraigue
con fuerza en nuestro mundo, y se alejen de las naciones el odio y las guerras,
roguemos al Señor.
Para que los enfermos, los pobres y todos los que sufren encuentren en Cristo
resucitado luz y esperanza, roguemos al Señor.
Para que Dios derrame en las familias cristianas el espíritu de piedad
y de renuncia a lo mundano, de manera que germinen abundantes vocaciones al
ministerio eclesial, roguemos al Señor.
Dios nuestro, Padre todopoderoso, que hiciste resplandecer la gloria de
Cristo resucitado cuando, en su nombre, devolviste la salud al inválido,
reúne en una sola familia a los hombres dispersos por el pecado y haz
que, uniéndose a Cristo, el buen pastor, experimenten la alegría
de pertenecer a tu rebaño. Por Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina,
inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor,
vivir siempre llenos de gratitud por estos misterios pascuales que celebramos,
para que, continuamente renovados por su acción se conviertan para nosotros
en causa de eterna felicidad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua, MR, pp. 504-508 (500-504).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Ha resucitado el Buen Pastor, que dio la vida por sus ovejas y se entregó a la muerte por su rebaño. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Buen Pastor, vela con solicitud por tu rebaño y dígnate conducir a las ovejas que redimiste con la preciosa sangre de tu Hijo, a las praderas eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne, MR, p. 608 (603).
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- ¿Cuál anunciante intenta vender sus productos, proclamando lánguidamente que son más o menos suficientes? ¿Cuál anunciante pretende atraer clientes a un negocio, declarando sin pasión que sus servicios sólo "están bien"? ¡Ningún anunciante lo hace así! Entonces, ¿por qué creemos que podemos evangelizar el mundo con una actitud de aburrimiento, tomando medios medidos, viviendo nuestra fe como si fuera otra obligación que, desgraciadamente, tenemos que cumplir? La evangelización requiere que nos demos cuenta de la grandeza increíble de ser cristiano y que comuniquemos dicha grandeza clara y plenamente. No se trata de un entusiasmo afectado, que utilizan algunos fundamentalistas. No se trata de la manipulación emocional y sicológica, que es un arma de ciertas sectas. Se refiere, en cambio, a la convicción de que la vida cristiana es realmente extraordinaria y a la voluntad de compartir esta grandeza con los demás.
Blanco Lunes IV de Pascua MR, p. 368 (369) / Lecc. I, p. 900
NO TEMAMOS EL CAMBIO
Hech 11, 1-18; Sal 41 y 42; Jn10, 1-10
No debemos temer el cambio, especialmente en la Iglesia. Nos asegura el texto de Hechos, que el crecimiento y la novedad en la comunidad eclesial pueden ser algo maravilloso y, a veces, divino. En la primera lectura, la iniciativa de Pedro de bautizar al pagano Cornelio causa alarma entre un grupo influyente de la comunidad de Jerusalén. Cuando regresa, le exigen una explicación de lo que ha hecho. Para ellos, Pedro ha comprometido su autoridad, en una iniciativa peligrosa. Pedro contesta, afirmando así que se pueden crear soluciones a problemas, y también cambios progresivos, sin que se rompiese la unidad tan necesaria entre los fieles. Aunque el problema no queda definitivamente resuelto, vendrá el llamado Concilio de Jerusalén para apoyar la iniciativa de Pedro, afirmar sus palabras y reconocer que, en medio de sus acciones, ha actuado el Espíritu mismo.
ANTÍFONA DE ENTRADA Rm 6, 9
Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no morirá nunca. La muerte ya no tiene dominio sobre él. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, luz perfecta
de los santos, que nos concediste celebrar en la tierra los misterios pascuales,
haz que gocemos siempre de la plenitud eterna de tu gracia.
Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
También a los paganos les ha concedido Dios la conversión que lleva a la vida.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 11, 1-18
En aquellos días,
los apóstoles y los hermanos que vivían en Judea se enteraron
de que también los paganos habían recibido la palabra de Dios.
Cuando Pedro regresó a Jerusalén, los circuncidados le hicieron
reproches, diciendo: "Has entrado en la casa de unos incircuncisos y has
comido con ellos".
Entonces Pedro les contó desde el principio lo que le había pasado:
"Estaba yo en la ciudad de Jafa, en oración, cuando tuve una visión
y vi algo semejante a un gran mantel, que sostenido por las cuatro puntas, bajaba
del cielo hasta donde yo me encontraba. Miré con atención aquella
cosa y descubrí que había en ella toda clase de cuadrúpedos,
fieras, reptiles y aves. Oí luego una voz que me decía: 'Levántate,
Pedro. Mata el animal que quieras y come'. Pero yo le respondí: 'Ni pensarlo,
Señor. Jamás he comido nada profano o impuro'. La voz del cielo
me habló de nuevo: 'No tengas tú por impuro lo que Dios ha hecho
puro'. Esto se repitió tres veces y luego todo fue recogido hacia el
cielo.
En aquel instante, se presentaron en la casa donde yo estaba tres hombres, que
venían de Cesárea, con un recado para mí. El Espíritu
me dijo entonces que me fuera con ellos sin dudar. También fueron conmigo
estos seis hermanos y todos entramos en casa de aquel hombre. Él nos
contó cómo había visto de pie, ante él, a un ángel
que le dijo: 'Manda a buscar en Jafa a Simón, llamado Pedro. Lo que él
te diga, te traerá la salvación a ti y a toda tu familia'. En
cuanto empecé a hablar, el Espíritu Santo descendió sobre
ellos, como había descendido al principio sobre nosotros. Entonces me
acordé de lo que había dicho el Señor: 'Juan bautizó
con agua; pero ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo'.
Por lo tanto, si Dios les ha dado a ellos el mismo don que a nosotros, por haber
creído en el Señor Jesús, ¿quién soy yo para
oponerme a Dios?".
Con esto se apaciguaron y alabaron a Dios, diciendo: "Por lo visto, también
a los paganos les ha concedido Dios la conversión que lleva a la vida".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
De los salmos 41,
2-3; y 42, 3.4.
R/. Estoy sediento del Dios que da la vida. Aleluya.
Como
el venado busca el agua de los ríos, así, cansada, mi alma te
busca a ti, Dios mío. R/.
Del Dios que da la vida está mi ser sediento. ¿Cuándo será
posible ver de nuevo su templo? R/.
Envíame, Señor, tu luz y tu verdad; que ellas se conviertan en
mi guía y hasta tu monte santo me conduzcan, allí donde tú
habitas. R/.
Al altar del Señor me acercaré, al Dios que es mi alegría,
y a mi Dios, el Señor, le daré gracias al compás de la
cítara. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn 10, 14
R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el buen pastor, dice el Señor; yo conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí. R/.
EVANGELIO
Yo soy la puerta de las ovejas.
Del santo Evangelio según san Juan: 10, 1-10
En
aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: "Yo les aseguro que el
que no entra por la puerta del redil de las ovejas, sino que salta por otro
lado, es un ladrón, un bandido; pero el que entra por la puerta, ése
es el pastor de las ovejas. A ése le abre el que cuida la puerta, y las
ovejas reconocen su voz; él llama a cada una por su nombre y las conduce
afuera. Y cuando ha sacado a todas sus ovejas, camina delante de ellas, y ellas
lo siguen, porque conocen su voz. Pero a un extraño no lo seguirán,
sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños".
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron lo
que les quería decir. Por eso añadió: "Les aseguro
que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes que yo, son
ladrones y bandidos; pero mis ovejas no los han escuchado. Yo soy la puerta;
quien entre por mí se salvará, podrá entrar y salir y encontrará
pastos. El ladrón sólo viene a robar, a matar y a destruir. Yo
he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, los dones que, jubilosa, tu Iglesia te presenta, y puesto que es a ti a quien debe su alegría, concédele también disfrutar de la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua, MR, pp. 504-508 (500-504).
ANTIFONA DE LA COMUNIÓN Jn 20, 1 9
Jesús se presentó en medio de sus discípulos y les dijo: "La paz esté con ustedes". Aleluya.
ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNIÓN
Dirige, Señor, tu mirada compasiva sobre tu pueblo, al que te has dignado renovar con estos misterios de vida eterna, y concédele llegar un día a la gloria incorruptible de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Nuestra Señora de Monserrat
Blanco Martes IV de Pascua o Memoria de santa María Guadalupe García Zavala, virgen * MR, pp. 369 (370) / Lecc. I, p. 903
Otros santos: Zita de Lucca, terciaria franciscana.
EL ORDEN NATURAL
Hech 11,19-26; Sal 86; Jn 10, 22-30
Antioquía era una de las ciudades más imponentes y majestosas del imperio romano. De hecho, respecto a su importancia, estaba en tercer lugar, después de Alejandría y Roma. Tenía más de medio millón de habitantes, y por su ubicación demográfica, sirvió como una encrucijada de razas y culturas diferentes. Cuando los helenistas cristianos huyeron de tierra santa y llegaron a esta ciudad magnífica, ciertamente quisieron dar testimonio de Jesús. Quizá, porque siguieron el orden que creyeron natural, primero a los judíos, luego a los demás pueblos; su primer intento de evangelización se dio entre los judíos, pero no tuvieron éxito. Por eso, su segundo intento se dirigió hacia los paganos y atrajeron un gran número de conversos. El narrador reflexiona que eso se debe al poder de Dios. Es que Dios invierte el orden, que los seres humanos creemos natural.
ANTÍFONA DE ENTRADA Ap 19, 7. 6
Alegrémonos, regocijémonos y demos gracias, porque el Señor, nuestro Dios omnipotente, ha empezado a reinar. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso, que quienes celebramos los misterios de la resurrección del Señor, merezcamos alcanzar el gozo de nuestra redención. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Comenzaron a predicar a los griegos el Evangelio del Señor Jesús.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 11, 19-26
En aquellos días,
algunos de los que se habían dispersado, huyendo de la persecución
desatada después de la muerte de Esteban, llegaron hasta Fenicia, Chipre
y Antioquía; pero predicaban el Evangelio solamente a los judíos.
Sin embargo, hubo entre ellos algunos chipriotas y cirenenses, que al llegar
a Antioquía, comenzaron a dirigirse también a los griegos y a
predicarles el Evangelio del Señor Jesús. Y como la mano del Señor
estaba con ellos, muchos se convirtieron y abrazaron la fe.
Cuando llegaron estas noticias a la comunidad cristiana de Jerusalén,
Bernabé fue enviado a Antioquía. Llegó Bernabé,
y viendo la acción de la gracia de Dios, se alegró mucho; y como
era hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe, exhortó a
todos a que, firmes en su propósito, permanecieran fieles al Señor.
Así se ganó para el Señor una gran muchedumbre.
Entonces Bernabé partió hacia Tarso, en busca de Saulo; y cuando
lo encontró, lo llevó consigo a Antioquía. Ambos vivieron
durante todo un año en esa comunidad y enseñaron a mucha gente.
Allí, en Antioquía, fue donde por primera vez los discípulos
recibieron el nombre de "cristianos". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 86,1-3.4-5.6-7.
R/. Alaben al Señor todos los pueblos. Aleluya.
Jerusalén
gloriosa, el Señor ha puesto en ti su templo. Tú eres más
querida para Dios que todos los santuarios de Israel. R/.
De ti, Jerusalén, ciudad del Señor, se dirán maravillas.
Egipto y Babilonia adorarán al Señor; los filisteos, con Tiro
y Etiopía, serán como tus hijos. R/.
Y de ti, Jerusalén, afirmarán: "Todos los pueblos han nacido
en ti y el Altísimo es tu fortaleza". R/.
El Señor registrará en el libro de la vida a cada pueblo, convertido
en ciudadano tuyo; y todos los pueblos te cantarán, bailando: "Tú
eres la fuente de nuestra salvación". R/.
ACLAMACiÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn 10, 27
R/. Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me siguen. R/.
EVANGELIO
Del santo Evangelio según san Juan: 10, 22-30
Por aquellos días,
se celebraba en Jerusalén la fiesta de la dedicación del templo.
Era invierno. Jesús se paseaba por el templo, bajo el pórtico
de Salomón.
Entonces lo rodearon los judíos y le preguntaron: "¿Hasta
cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías,
dínoslo claramente".
Jesús les respondió: "Ya se lo he dicho y no me creen. Las
obras que hago en nombre de mi Padre dan testimonio de mí, pero ustedes
no creen, porque no son de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco
y ellas me siguen. Yo les doy la vida eterna y no perecerán jamás;
nadie las arrebatará de mi mano. Me las ha dado mi Padre, y él
es superior a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. El Padre
y yo somos uno".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor,
vivir siempre llenos de gratitud por estos misterios pascuales que celebramos,
para que, continuamente renovados por su acción, se conviertan para nosotros
en causa de eterna felicidad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua, MR, pp. 504-508 (500-504).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Lc 24, 46. 26
Era necesario que Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos, y así entrara luego en su gloria. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, escucha nuestras oraciones, para que la participación en los sacramentos de nuestra redención nos ayude en la vida presente y nos alcance las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
O bien:
*Santa María
Guadalupe García Zavala, virgen MR, p. 733 (720)
Nació en 1878 en Zapopan, México, la "Madre Lupita"
fue una religiosa que con una fe profonda y una esperanza sin límites,
buscó la propia santificación desde el amor al Corazón
de Jesús y la fidelidad a la Iglesia. Cofundadora de la Congregación
de las Siervas de Santa Margarita María y de los Pobres, se distinguió
por sus obras a favor de los necesitados y de los enfermos. Fue llamada a la
casa de Padre celestial el 24 de junio de 1963, Y canonizada el 12 de mayo de
2013.
Del Común de vírgenes: para una virgen p. 960 (952), o del Común
de santos y santas: para los que hicieron obras de misericordia, p. 976 (968)
ORACIÓN COLECTA
Señor y Dios nuestro, que en el amor a ti y al prójimo has querido resumir tus mandamientos, concédenos que, a ejemplo de santa María Guadalupe García Zavala, no neguemos a nadie nuestra ayuda y merezcamos ser llamados con ella a compartir el Reino de tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Blanco / Rojo Miércoles IV de Pascua o Memoria de San Pedro Chanel, presbítero y mártir * o San Luis María Grignion de Monfort, presbítero** MR, p. 370 (371) / Lecc. I, p. 9063
Otros santos: Beata María Felicia de Jesús Sacramentado "Chiquitunga", religiosa de la Orden de Carmelitas Descalzas.
UNA COMUNIDAD BIEN
ARTICULADA
Hech 12,24-13,5; Sal 66; Jn 12,44-50
Cada comunidad tiene que organizarse. ¿Cuál comunidad puede sobrevivir, o aún vivir, sin una organización clara, estable e idónea a sus necesidades particulares? Esta verdad se manifiesta lúcidamente en nuestra primera lectura. Allí, la iglesia de Antioquía está presidida por los cinco líderes que menciona Lucas. Son encabezados por Bernabé y ya incluyen a Pablo, quien es, de momento, el último de la lista. También Lucas nos presenta otro grupo, los cinco "profetas y maestros de Antioquía". En el caso de la iglesia de Jerusalén, además de apóstoles, surgen "ancianos o presbíteros". Es decir, el movimiento del Espíritu no es algo informe, sino que va estructurando a las diferentes iglesias, motivando el surgimiento de líderes, guías, sabios y animadores que ostentan funciones y nombre diversos, según las circunstancias de cada iglesia, y que participan en las decisiones fundamentales de su vida.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 17, 50: 21, 23
Te alabaré, Señor, ante las naciones y anunciaré tu nombre a mis hermanos. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, vida de los creyentes, gloria de los humildes, felicidad de los justos, escucha, benigno, nuestras súplicas, para que quienes tienen sed de las promesas de tu generosidad, se vean siempre colmados de la plenitud de tus bienes. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Resérvenme a Saulo y a Bernabé.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 12,24-13, 5a
En aquel tiempo, la palabra
del Señor cundía y se propagaba. Cumplida su misión en
Jerusalén, Saulo y Bernabé regresaron a Antioquía, llevando
consigo a Juan Marcos.
Había en la comunidad cristiana de Antioquía algunos profetas
y maestros, como Bernabé, Simón (apodado el "Negro"),
Lucio el de Cirene, Manahén (que se crió junto con el tetrarca
Herodes) y Saulo. Un día estaban ellos ayunando y dando culto al Señor,
y el Espíritu Santo les dijo: "Resérvenme a Saulo y a Bernabé
para la misión que les tengo destinada". Todos volvieron a ayunar
y a orar; después les impusieron las manos y los despidieron.
Así, enviados por el Espíritu Santo, Saulo y Bernabé fueron
a Seleucia y zarparon para Chipre. Al llegar a Salamina, anunciaron la palabra
de Dios en las sinagogas de los judíos. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 66, 2-3.
5. 6 y 8.
R/. Que te alaben, Señor, todos los pueblos. Aleluya.
Ten
piedad de nosotros y bendícenos; vuelve, Señor, tus ojos a nosotros.
Que conozca la tierra tu bondad y los pueblos tu obra salvadora. R/.
Las naciones con júbilo te canten, porque juzgas al mundo con justicia;
con equidad tú juzgas a los pueblos y riges en la tierra a las naciones.
R/.
Que te alaben, Señor, todos los pueblos, que los pueblos te aclamen todos
juntos. Que nos bendiga Dios y que le rinda honor el mundo entero. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn 8, 12
R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá la luz de la vida. R/.
EVANGELIO
Yo he venido al mundo como luz.
Del santo Evangelio según san Juan: 12, 44-50
En
aquel tiempo, exclamó Jesús con fuerte voz: "El que cree
en mí, no cree en mí, sino en aquel que me ha enviado; el que
me ve a mí, ve a aquel que me ha enviado. Yo he venido al mundo como
luz, para que todo el que crea en mí no siga en tinieblas.
Si alguno oye mis palabras y no las pone en práctica, yo no lo voy a
condenar; porque no he venido al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo.
El que me rechaza y no acepta mis palabras, tiene ya quien lo condene: las palabras
que yo he hablado lo condenarán en el último día. Porque
yo no he hablado por mi cuenta, sino que mi Padre, que me envió, me ha
mandado lo que tengo que decir y hablar. Y yo sé que su mandamiento es
vida eterna. Así, pues, lo que hablo, lo digo como el Padre me lo ha
dicho". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, que por el
sano valor de este sacrificio nos hiciste participar de tu misma y gloriosa
vida divina, concédenos que, así como hemos conocido tu verdad,
de igual manera vivamos de acuerdo con ella.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua, MR, pp. 504-508 (500-504).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 15, 16. 19
Yo los elegí del mundo, dice el Señor, y los destiné para que vayan y den fruto, y su fruto permanezca. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, muéstrate benigno con tu pueblo, y ya que te dignaste alimentarlo con los misterios celestiales, hazlo pasar de su antigua condición de pecado a una vida nueva. Por Jesucristo, nuestro Señor.
O bien:
*San Pedro Chanel,
presbítero y mártir MR, p. 733 (721)
Religioso Marista francés, fue enviado a Oceanía
para predicar el Evangelio. Enfrentó muchas dificultades, provenientes
tanto de los autóctonos paganos, como de los misioneros metodistas. Logró
convertir a la fe al hijo del rey Futuna, por lo cual el soberano lo mandó
matar inmediatamente.
Del Común de mártires: para un mártir en Tiempo Pascual
p. 935 (927), o del Común de pastores: para los misioneros, p. 952 (944).
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que para crecimiento de tu Iglesia coronaste a san Pedro Chanel con el martirio, concédenos, en estos días de gozo pascual, celebrar de tal modo los misterios de la muerte y resurrección de Cristo, que merezcamos ser testigos de la vida nueva. Él, que vive y reina contigo ...
O bien:
**San Luis María
Grignion de Montfort, presbítero MR, p. 734 (721)
Nació en Montfort-sur-Meu, Francia, en 1673. Fue un sacerdote que evangelizó
las regiones occidentales de su país, anunciando el misterio de la Sabiduría
eterna. Fundador de dos congregaciones, predicó y escribió acerca
de la Cruz de Cristo y de la verdadera devoción a la Santísima
Virgen. Después de convertir a muchos, descansó de su peregrinación
terrena el 28 de abril de 1716, a los cuarenta y tres años de edad, en
la aldea de Sain-Laurent-sur-Sévre. Fue canonizado por el Papa Pío
XII en 1947.
Del Común de pastores: para un pastor, MR, p. 947 (939).
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que quisiste dirigir los pasos de san Luis María Grignion de Montfort, presbítero, por el camino de la salvación y del amor a Cristo, acompañado por la santísima Virgen, concédenos que, siguiendo su ejemplo y meditando los misterios de tu amor, trabajemos incansablemente en la edificación de tu Iglesia. Por nuestro Señor Jesucristo ...
Blanco Memoria de Santa Catalina de Siena, virgen y Doctora de la Iglesia MR, p. 735 (722) / Lecc. I, p. 908
Otros santos: Beatas: Itala Mela, oblata benedictina; Hanna Helena Chrzanowska, enfermera laica.
Su vida estuvo repartida entre la contemplación de Jesús crucificado y el servicio de la Iglesia, desgarrada por facciones. Plenamente imbuida en el espíritu de santo Domingo, encontró en el amor a Dios todas las energías necesarias para hacer regresar al Papa de Aviñón a Roma, y para hacer comprender a los pecadores lo que significa el llamamiento de la sangre redentora (1347-1380).
LA FE ES UNA AVENTURA
Hech 13,13-25; Sal 88; Jn 13,16-20
A partir del capítulo 13 de Hechos, Pedro desaparece prácticamente de la escena y Pablo asume el protagonismo. Desde allí, la narrativa se estructura en cuatro secciones, que corresponden a los cuatro viajes que realiza el apóstol. En el primer viaje, Pablo parte con Bernabé para la isla de Chipre. Después, ambos misioneros navegan hacia la costa meridional de la actual Turquía. De este punto, viajan tierra adentro y predican el Evangelio en varias ciudades: Antioquía de Pisidia, Iconio, Listra, y Derbe. No faltan episodios familiares: por ejemplo, la visita a Antioquía de Pisidia es muy semejante en forma y contenido a la que hizo Jesús a la sinagoga de Nazaret (Lc 4, 16-3). Luego, deshacen el camino hasta la costa y embarcan de nuevo a su punto de partida, Antioquía de Siria. ¡La fe es una aventura!
ANTÍFONA DE ENTRADA
Esta virgen sabia y prudente salió al encuentro de Cristo con la lámpara encendida. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que hiciste arder en amor divino a santa Catalina de Siena, al contemplar la pasión de tu Hijo y al servir a tu Iglesia, concede, por su intercesión, que tu pueblo, asociado al misterio de Cristo, se alegre siempre en la manifestación de su gloria. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Del linaje de David Dios hizo nacer un Salvador.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 13, 13-25
En aquellos días,
Pablo y sus compañeros se hicieron a la mar en Pafos; llegaron a Perge
de Panfilia, y allí Juan Marcos los dejó y volvió a Jerusalén.
Desde Perge siguieron hasta Antioquía de Pisidia, y el sábado
entraron en la sinagoga y tomaron asiento. Acabada la lectura de la ley y los
profetas, los jefes de la sinagoga les mandaron decir: "Hermanos, si tienen
alguna exhortación que hacer al pueblo, hablen".
Entonces se levantó Pablo, y haciendo señal de silencio con la
mano, les dijo: "Israelitas y cuantos temen a Dios, escuchen: El Dios del
pueblo de Israel eligió a nuestros padres, engrandeció al pueblo
cuando éste vivía como forastero en Egipto y lo sacó de
allí con todo su poder, lo alimentó en el desierto durante cuarenta
años, aniquiló siete tribus del país de Canaán y
dio el territorio de ellas en posesión a Israel por cuatrocientos cincuenta
años. Posteriormente les dio jueces, hasta el tiempo del profeta Samuel.
Pidieron luego un rey, y Dios les dio a Saúl, hijo de Quis, de la tribu
de Benjamín, que reinó cuarenta años. Después destituyó
a Saúl y les dio por rey a David, de quien hizo esta alabanza: He hallado
a David, hijo de Jesé, hombre según mi corazón, quien realizará
todos mis designios.
Del linaje de David, conforme a la promesa, Dios hizo nacer para Israel un Salvador,
Jesús. Juan preparó su venida, predicando a todo el pueblo de
Israel un bautismo de penitencia, y hacia el final de su vida, Juan decía:
'Yo no soy el que ustedes piensan. Después de mí viene uno a quien
no merezco desatarle las sandalias' ". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 88, 2-3.
21-22. 25. 27.
R/. Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor. Aleluya.
Proclamaré
sin cesar la misericordia del Señor y daré a conocer que su fidelidad
es eterna, pues el Señor ha dicho: "Mi amor es para siempre y mi
lealtad, más firme que los cielos. R/.
He encontrado a David, mi servidor, y con mi aceite santo lo he ungido. Lo sostendrá
mi mano y le dará mi brazo fortaleza. R/.
Contará con mi amor y mi lealtad y su poder aumentará en mi nombre.
Él me podrá decir: 'Tú eres mi padre, el Dios que me protege
y que me salva' ". R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Ap 1, 5
R/. Aleluya, aleluya.
Señor Jesús, testigo fiel, primogénito de entre los muertos, tu amor por nosotros es tan grande, que has lavado nuestras culpas con tu sangre. R/.
EVANGELIO
El que recibe al que yo envío, me recibe a mí.
Del santo Evangelio según san Juan: 13, 16-20
En
aquel tiempo, después de lavarles los pies a sus discípulos, Jesús
les dijo: "Yo les aseguro: el sirviente no es más importante que
su amo, ni el enviado es mayor que quien lo envía. Si entienden esto
y lo ponen en práctica, serán dichosos.
No lo digo por todos ustedes, porque yo sé a quiénes he escogido.
Pero esto es para que se cumpla el pasaje de la Escritura, que dice: El que
comparte mi pan me ha traicionado. Les digo esto ahora, antes de que suceda,
para que, cuando suceda, crean que Yo Soy.
Yo les aseguro: el que recibe al que yo envío, me recibe a mí;
y el que me recibe a mí, recibe al que me ha enviado". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, este
sacrificio de salvación que te ofrecemos en la conmemoración de
santa Catalina, para que, instruidos por sus enseñanzas, podamos darte
gracias con mayor fervor a ti, único Dios verdadero.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de santas vírgenes y santos religiosos, MR, p. 543 (539).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. 1 Jn 1. 7
Si caminamos en la luz, como Dios es luz, estamos unidos unos con otros, y la sangre de Jesucristo, su Hijo, nos purifica de todo pecado. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concede, Señor, la vida eterna a quienes has alimentado en esta mesa celestial, la cual sostuvo la vida temporal de santa Catalina. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Blanco Viernes IV de Pascua o San Pío V, papa MR, p. 372 (373) / Lecc. I, p. 910
Otros santos: José Benito Cottolengo, presbítero y fundador; María de la Encarnación (Guyart Martín), religiosa ursulina.
¿SABEMOS
ESCUCHAR?
Hech 13,26-33; Sal 88; Jn 14, 1-6
En su momento, el discurso de Pablo, el primero que recoge el libro de los Hechos,
era de una actualidad muy candente para los judíos que escuchaban. El
pueblo judío tenía grabada en su memoria colectiva las grandes
promesas que fueron hechas por Dios a lo largo de su historia y que apuntaban
a un Salvador. Los judíos escudriñaron los signos de los tiempos
para ver cuándo se cumplirían esas promesas. Viene Pablo y asegura
que ese Salvador ya ha
venido y es Jesús, muerto y resucitado. Hace un repaso de la historia
de Israel con los ojos iluminados por la fe y hace converger los hechos y promesas
hacia Jesús. Lo extraordinario del relato es que muchos paganos sí
lo entendieron. Los judíos, por el contrario, rechazaron el mensaje.
¿Escuchamos a los enviados por el Señor hoy?
ANTIFONA DE ENTRADA Ap 5,9-10
Señor, con tu sangre has rescatado a hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación, y has hecho de nosotros un reino de sacerdotes para Dios. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, autor de nuestra libertad y salvación, oye la voz de los que te suplican y a quienes redimiste por la sangre derramada de tu Hijo, concédeles vivir para ti y que puedan gozar en ti de inmortalidad eterna. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Resucitando a Jesús, Dios ha cumplido la promesa que nos hizo.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 13, 26-33
En aquellos días,
Pablo continuó su predicación en la sinagoga de Antioquía
de Pisidia con estas palabras: "Hermanos míos, descendientes de
Abraham, y cuantos temen a Dios: Este mensaje de salvación les ha sido
enviado a ustedes. Los habitantes de Jerusalén y sus autoridades no reconocieron
a Jesús, y al condenado, cumplieron las palabras de los profetas que
se leen cada sábado: no hallaron en Jesús nada que mereciera la
muerte, y sin embargo, le pidieron a Pilato que lo mandara ejecutar. Y después
de cumplir todo lo que de él estaba escrito, lo bajaron de la cruz y
lo pusieron en el sepulcro.
Pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y él, ya resucitado,
se apareció durante muchos días a los que lo habían seguido
de Galilea a Jerusalén. Ellos son ahora sus testigos ante el pueblo.
Nosotros les damos la buena nueva de que la promesa hecha a nuestros padres
nos la ha cumplido Dios a nosotros, los hijos, resucitando a Jesús, como
está escrito en el salmo segundo: Tú eres mi hijo, yo te he engendrado
hoy".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 2, 6-7.
8-9. 10-11.
R/. Jesucristo es el rey de las naciones. Aleluya.
El
Señor me ha consagrado como rey de Sión, su ciudad santa. Anunciaré
el decreto del Señor. He aquí lo que me dijo. R/.
"Hijo mío eres tú, yo te he engendrado hoy. Te daré
en herencia las naciones y como propiedad, toda la tierra. Podrás gobernarlas
con cetro de hierro, y despedazarlas como jarros". R/.
Escuchen y comprendan estas cosas, reyes y gobernantes de la tierra. Adoren
al Señor con reverencia, sírvanlo con temor. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn 14, 6
R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre si no es por mí, dice el Señor. R/.
EVANGELIO
Yo soy el camino, la verdad y la vida.
Del santo Evangelio según san Juan: 14, 1-6
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "No pierdan la paz. Si creen en Dios, crean
también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones.
Si no fuera así, yo se lo habría dicho a ustedes, porque ahora
voy a prepararles un lugar. Cuando me haya ido y les haya preparado un lugar,
volveré y los llevaré conmigo, para que donde yo esté,
estén también ustedes. Y ya saben el camino para llegar al lugar
a donde voy".
Entonces Tomás le dijo: "Señor, no sabemos a dónde
vas, ¿cómo podemos saber el camino?". Jesús le respondió:
"Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre si no es por
mí". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, con
bndad, estas ofrendas de tu familia santa, para que, con la ayuda de tu protección,
conserve los dones recibidos y llegue a poseer los eternos.
Por Jesucristo, nuestro Señor ...
Prefacio I-V de Pascua, MR, pp. 504-508 (500-504)
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Rm 4, 25
Cristo fue condenado a muerte por nuestros pecados y resucitó para nuestra justificación. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Protege, Señor, con amor constante a quienes has salvado, para que, una vez redimidos por la pasión de tu Hijo, se llenen ahora de alegría por su resurrección. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
O bien:
* Memoria de
san Pío V, papa MR, p. 736 (723)
Durante
los seis años de su pontificado (1566-1572), se dedicó a llevar
a la práctica la reforma decretada por el Concilio de Trento. Promulgó
el Catecismo del Concilio, el Breviario y el Misal Romanos. Reglamentó
el rezo del rosario y se esmeró en propagar esta devoción.
Del Común de pastores: para un papa, MR; p. 941 (933).
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que en tu providencia elegiste al Papa san Pío quinto para defender en tu Iglesia la fe y para darte culto dignamente, concédenos, por su intercesión, que podamos participar en tus santos misterios con fe viva y una caridad operante. Por nuestro Señor Jesucristo ...
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