MISAL AGOSTO DEL 2014 / www.laverdadcatolica.org |
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Intenciones del Santo Padre para el mes de Agosto del 2014 |
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INTENCIÓN UNIVERSAL | |
Para que los refugiados, obligados a abandonar sus casas por causa de la violencia, sean acogidos con generosidad y sean respetados en sus derechos. |
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INTENCIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN | |
Para que los cristianos en Oceanía anuncien con alegría la fe a todos los pueblos del continente. |
LOS PROFETAS Y EL ESCÁNDALO
Jr 26, 1-9; Mt 13,54-58
Jeremías vivió horas difíciles. Lo mismo conoció la renovación impulsada por el rey Josías que el desmoronamiento del reino de Judá, fragmentado por los bandos pro-babilonios y pro-egipcios que desgarraron a la nación. El pueblo se refugiaba entonces en el culto del templo pensando que Dios los libraría de la desgracia, sin tener que moverse un ápice de sus actitudes injustas y violentas. La desunión y la violencia interna los volverían vulnerables y sus instituciones serían arrasadas por los invasores. Jeremías lo presentía y lo anunció con toda claridad. Un desencuentro semejante enfrentó el Señor Jesús en la sinagoga de Nazaret, cuando sus paisanos lo ningunearon, pensando que su escasa instrucción formal lo hacía una persona tan común y corriente, que no podía ser en manera alguna un intérprete autorizado de la voluntad de Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 36, 30-31)
La boca del justo proclama la sabiduría, y su lengua manifiesta lo que es verdadero. Porque la ley de su Dios está en su corazón.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que promueves siempre en tu Iglesia nuevos ejemplos de santidad, concédenos seguir de tal modo las huellas del admirable celo por las almas del obispo san Alfonso María de Ligorio, que también nosotros alcancemos con él la recompensa del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
La gente se amotinó contra Jeremías en el templo del Señor.
Del libro del profeta Jeremías: 26, 1-9
Al principio del reinado
de Joaquín, hijo de Josías y rey de Judá, el Señor
le habló a Jeremías y le dijo: "Esto dice el Señor:
'Ve al atrio del templo y diles a todos los habitantes de Judá que entran
en el templo para adorar al Señor, todas las palabras que yo te voy a
ordenar, sin omitir ninguna. A ver si las escuchan y se convierten de su mala
vida, y me arrepiento del castigo que he pensado imponerles a causa de sus malas
acciones'.
Diles, pues: 'Esto dice el Señor: Si no me obedecen, ni cumplen la ley
que he dado, ni escuchan las palabras de mis siervos, los profetas, que sin
cesar les he enviado y a quienes ustedes no han escuchado, entonces yo trataré
a este templo como al de Siló y haré que esta ciudad sirva de
escarmiento para todos los pueblos de la tierra' ".
Los sacerdotes, los profetas y el pueblo oyeron a Jeremías pronunciar
estas palabras en el templo del Señor. Y cuando él terminó
de decir cuanto el Señor le había mandado, los sacerdotes y los
profetas lo apresaron, diciéndole al pueblo: "Este hombre debe morir,
porque ha profetizado en nombre del Señor que este templo será
como el de Siló y que esta ciudad será destruida y quedará
deshabitada". Entonces la gente se amotinó contra Jeremías
en el templo del Señor.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 68 R/.
Escúchanos, Señor, conforme a tu clemencia.
Son más que mis cabellos los que me odian sin tener un motivo y más
fuertes que yo los que pretenden con sus calumnias acabar conmigo. Lo que yo
no robé, ¿acaso tengo yo que restituirlo? R/.
Por ti he sufrido injurias y la vergüenza cubre mi semblante. Extraño
soy y advenedizo, aun para aquellos de mi propia sangre; pues me devora el celo
de tu casa, el odio del que te odia, en mí recae. R/.
A ti, Señor, elevo mi plegaria, ven en mi ayuda pronto; escúchame
conforme a tu clemencia, Dios fiel en el socorro. R/.
ACLAMACIÓN
(1 P 1, 25) R/. Aleluya, aleluya.
La palabra de Dios permanece para siempre. Y ésa es la palabra que se
les ha anunciado. R/.
¿No es éste el hijo del carpintero? ¿De dónde, pues, ha sacado esa sabiduría y esos poderes milagrosos?
Del santo Evangelio según san Mateo: 13, 54-58
En aquel tiempo, Jesús
llegó a su tierra y se puso a enseñar a la gente en la sinagoga,
de tal forma, que todos estaban asombrados y se preguntaban: "¿De
dónde ha sacado éste esa sabiduría y esos poderes milagrosos?
¿Acaso no es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama
María su madre y no son sus hermanos Santiago, José, Simón
y Judas? ¿Qué no viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De
dónde, pues, ha sacado todas estas cosas?" Y se negaban a creer
en Él.
Entonces, Jesús les dijo: "Un profeta no es despreciado más
que en su patria y en su casa". Y no hizo muchos milagros allí por
la incredulidad de ellos.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Inflama, Señor, bondadosamente nuestros corazones con el fuego celestial del Espíritu, tú que concediste a san Alfonso María celebrar estos misterios y ofrecerse a sí mismo por medio de este santo sacrificio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Sal 1, 2-3)
El que día y noche medita la ley del Señor, al debido tiempo dará su fruto.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios nuestro, que quisiste que san Alfonso María fuera un fiel administrador y predicador de este gran misterio, concede a tus fieles participar con frecuencia en él y que, al recibirlo, te alaben sin cesar. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Nuestra Señora de los Ángeles
Santos: Eusebio de Vercelli, obispo. Pedro Julián Eymard, fundador.
Vísperas I del domingo: 2a semana del Salterio. Tomo IV: pp. 806 y 8. Para los fieles: pp. 555 y 408. Edición popular: pp. 108 y 474. Feria (Verde)
UN POCO DE SENSATEZ
Jr 36, 11-16. 24; Mt 14,1-12
Hace falta tener sensatez para escuchar y obedecer las advertencias de los profetas. Jeremías no era un comparsa de la degradación social y religiosa que vivía Judá a principios del siglo VI a. C., por eso profetizó, escribió un rollo y lo hizo llegar a los dirigentes próximos al rey, esperando que algún consejero sensato, le hiciese comprender la gravedad de la situación. Esfuerzo inútil, porque el rey Joaquín no acogió el mensaje y lanzó el rollo al brasero. Una advertencia desoída. El Evangelio de San Mateo parece la repetición del mismo fracaso: otro profeta desoído y violentamente silenciado. Herodes no tolera cuestionamientos ni críticas a sus excesos mundanos. Atemorizado por el arrastre popular de Juan Bautista, el virrey Herodes se vale de los caprichos de una cortesana para quitarlo de enfrente.
MISA DE SANTA MARÍA EN SÁBADO
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 44, 13. 15. 16)
Todos los nobles del pueblo buscan tu favor: te llevan ante el Rey, con séquito de vírgenes, te siguen tus compañeras en medio de alegría y cantos.
ORACIÓN COLECTA
Perdona, Señor, los pecados de tus siervos; y, a quienes no logramos agradarte con nuestros actos, sálvanos por la intercesión de la Madre de tu Hijo, nuestro Señor. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Es cierto que el Señor me ha enviado a ustedes para predicarles todas estas cosas.
Del libro del profeta Jeremías: 26, 11-16. 24
En aquellos días,
los sacerdotes y los profetas dijeron a los jefes y al pueblo: "Ese hombre,
Jeremías, merece la muerte, porque ha profetizado contra esta ciudad,
como ustedes mismos lo han oído".
Pero Jeremías les dijo a los jefes y al pueblo: "El Señor
me ha enviado a profetizar todo lo que han oído contra este templo y
esta ciudad. Pues bien, corrijan su conducta y sus obras, escuchen la voz del
Señor, su Dios, y el Señor se retractará de la amenaza
que ha pronunciado contra ustedes. Por mi parte, yo estoy en manos de ustedes:
hagan de mí lo que les parezca justo y conveniente. Pero sépanlo
bien: si me matan, ustedes, la ciudad y sus habitantes serán responsables
de la muerte de un inocente, porque es cierto que el Señor me ha enviado
a ustedes para anunciarles todas estas cosas".
Los jefes y todo el pueblo dijeron a los sacerdotes y a los profetas: "Este
hombre no merece sentencia de muerte, porque nos ha hablado en nombre del Señor,
nuestro Dios".
Entonces Ajicam, hijo de Safán, defendió a Jeremías, para
que no fuera entregado en manos del pueblo y lo mataran. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 68 R/.
Defiéndeme y ayúdame, Dios mío.
Sácame de este cieno, no vaya a ser que me hunda; ponme a salvo, Señor,
de los que me odian y de estas aguas tan profundas. R/.
No dejes que me arrastre la corriente y que me trague el remolino; no dejes
que se cierre sobre mí la boca del abismo. R/.
Mírame enfermo y afligido; defiéndeme y ayúdame, Dios mío.
En mi cantar exaltaré tu nombre, proclamaré tu gloria, agradecido.
R/.
Se alegrarán al verlo los que sufren, quienes buscan a Dios tendrán
más ánimo, porque el Señor jamás desoye al pobre,
ni olvida al que se encuentra encadenado. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 5, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino
de los cielos, dice el Señor. R/.
Herodes mandó degollar a Juan. Los discípulos de Juan fueron a avisarle a Jesús.
Del santo Evangelio según san Mateo: 14, 1-12
En aquel tiempo, el rey
Herodes oyó lo que contaban de Jesús y les dijo a sus cortesanos:
"Es Juan el Bautista, que ha resucitado de entre los muertos y por eso
actúan en él fuerzas milagrosas".
Herodes había apresado a Juan y lo había encadenado en la cárcel
por causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo, pues Juan le decía
a Herodes que no le estaba permitido tenerla por mujer. Y aunque quería
quitarle la vida, le tenía miedo a la gente, porque creían que
Juan era un profeta.
Pero llegó el cumpleaños de Herodes, y la hija de Herodías
bailó delante de todos y le gustó tanto a Herodes, que juró
darle lo que le pidiera. Ella, aconsejada por su madre, le dijo: "Dame,
sobre esta bandeja, la cabeza de Juan el Bautista".
El rey se entristeció, pero a causa de su juramento y por no quedar mal
con los invitados, ordenó que se la dieran; y entonces mandó degollar
a Juan en la cárcel. Trajeron, pues, la cabeza en una bandeja, se la
entregaron a la joven y ella se la llevó a su madre.
Después vinieron los discípulos de Juan, recogieron el cuerpo,
lo sepultaron, y luego fueron a avisarle a Jesús. Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, los dones que te ofrecemos; y haz que nuestros corazones, iluminados con la luz del Espíritu Santo, siguiendo el ejemplo de la bienaventurada Virgen María, puedan buscar y cumplir siempre tu voluntad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de santa María Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Alaben al Señor, Dios nuestro, porque en María, su sierva, ha realizado su misericordia, prometida a la casa de Israel.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo recibido el sacramento de la salvación y de la fe, te pedimos, Señor, que, al conmemorar con devoción a la santísima Virgen María, merezcamos participar con ella del amor divino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XVIII DOMINGO ORDINARIO
Santos: Asprenato de Nápoles, obispo; Lidia de Filipos, mártir; Pedro de Anagni, obispo. (Verde)
UN CAMBIO TOTAL
Is 55, 1-3; Rm 8, 35. 37-39; Mt 14, 13-21
El profeta Isaías proclama una invitación aparentemente demasiado atractiva y sencilla: se trata de comer y beber sin pagar un centavo. Las preguntas retóricas exhiben el proceder erróneo de un pueblo que desperdicia sus escasos recursos en balde. El camino propuesto por Isaías es más sencillo. La vida del ser humano no depende de sus puras fuerzas, también cuenta con la bendición y el cariño de Dios; no tiene sentido afanarse excesivamente por los bienes materiales, si se cuenta con su protección. La ilustración de esta certidumbre queda de manifiesto en el relato de la multiplicación de los panes. El Señor Jesús se acogía a la bendición del Padre, a la solidaridad de sus discípulos y alimentaba a los necesitados. Como alguien afirma: "cuando se comparte nunca falta; cuando se acapara, nunca alcanza". La solidaridad y el intercambio de bienes son dos diques que debemos poner a las riquezas para que no se tornen peligrosas.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 69, 2. 6)
Dios mío, ven en mi ayuda; Señor, date prisa en socorrerme. Tú eres mi auxilio y mi salvación; Señor, no tardes.
ORACIÓN COLECTA
Ayuda, Señor, a tus siervos, que imploran tu continua benevolencia, y ya que se glorían de tenerte como su creador y su guía, renueva en ellos tu obra creadora y consérvales los dones de tu redención. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Vengan a comer.
Del libro del profeta Isaías: 55, 1-3
Esto dice el Señor: "Todos ustedes, los que tienen sed, vengan por agua; y los que no tienen dinero, vengan, tomen trigo y coman; tomen vino y leche sin pagar. ¿Por qué gastar el dinero en lo que no es pan y el salario, en lo que no alimenta? Escúchenme atentos y comerán bien, saborearán platillos sustanciosos. Préstenme atención, vengan a mí, escúchenme y vivirán. Sellaré con ustedes una alianza perpetua, cumpliré las promesas que hice a David". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 144 R/.
Abres, Señor, tu mano y nos sacias de favores.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso
para perdonar. Bueno es el Señor para con todos y su amor se extiende
a todas sus creaturas. R/.
A ti, Señor, sus ojos vuelven todos y tú los alimentas a su tiempo.
Abres, Señor, tus manos generosas y cuantos viven quedan satisfechos.
R/.
Siempre es justo el Señor en sus designios y están llenas de amor
todas sus obras. No está lejos de aquellos que lo buscan; muy cerca está
el Señor, de quien lo invoca. R/.
Nada podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 8, 35. 37-39
Hermanos: ¿Qué
cosa podrá apartarnos del amor con que nos ama Cristo? ¿Las tribulaciones?
¿Las angustias? ¿La persecución? ¿El hambre? ¿La
desnudez? ¿El peligro? ¿La espada?
Ciertamente de todo esto salimos más que victoriosos, gracias a aquel
que nos ha amado; pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los
ángeles ni los demonios, ni el presente ni el futuro, ni los poderes
de este mundo, ni lo alto ni lo bajo, ni creatura alguna podrá apartarnos
del amor que nos ha manifestado Dios en Cristo Jesús. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Mt 4, 4) R/. Aleluya, aleluya.
No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que
sale de la boca de Dios. R/.
Comieron todos hasta saciarse.
Del santo Evangelio según san Mateo: 14, 13-21
En aquel tiempo, al enterarse
Jesús de la muerte de Juan el Bautista, subió a una barca y se
dirigió a un lugar apartado y solitario. Al saberlo la gente, lo siguió
por tierra desde los pueblos. Cuando Jesús desembarcó, vio aquella
muchedumbre, se compadeció de ella y curó a los enfermos.
Como ya se hacía tarde, se acercaron sus discípulos a decirle:
"Estamos en despoblado y empieza a oscurecer. Despide a la gente para que
vayan a los caseríos y compren algo de comer". Pero Jesús
les replicó: "No hace falta que vayan. Denles ustedes de comer".
Ellos le contestaron: "No tenemos aquí más que cinco panes
y dos pescados". Él les dijo: "Tráiganmelos".
Luego mandó que la gente se sentara sobre el pasto. Tomó los cinco
panes y los dos pescados, y mirando al cielo, pronunció una bendición,
partió los panes y se los dio a los discípulos para que los distribuyeran
a la gente. Todos comieron hasta saciarse, y con los pedazos que habían
sobrado, se llenaron doce canastos. Los que comieron eran unos cinco mil hombres,
sin contar a las mujeres y a los niños. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Jesús sentía compasión por la gente, curaba a los enfermos, ayudaba a los necesitados. Presentemos también nosotros a Dios nuestras necesidades, las de la Iglesia y las del mundo entero.
Después de cada
petición diremos: Escúchanos, Padre.
Por la Iglesia, por todos los cristianos. Que sepamos ofrecer al mundo la fe
en Jesús, alimento que sacia el hambre más profunda de las personas.
Oremos.
Por todos los que gozan de unos días de descanso, por todos los que están
lejos de su tierra y de sus seres queridos. Oremos.
Por todas las actividades pastorales de verano para niños y jóvenes
que se realizan en nuestra parroquia (comunidad). Que ayuden a transmitir y
a vivir los valores del Evangelio. Oremos.
Por todos nosotros, reunidos para celebrar la Eucaristía. Que esta celebración
alimente nuestra vida de fe y nos mueva a dar testimonio. Oremos.
Escucha, Padre, nuestras oraciones, y haz que podamos saciarnos de la vida que
nos ofreces. Por Jesucristo, nuestro Señor...
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, por tu piedad, estos dones y al recibir en oblación este sacrificio espiritual, conviértenos para ti en una perenne ofrenda. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sb 16, 20)
Nos has enviado, Señor, pan del cielo, que encierra en sí toda delicia, y satisface todos los gustos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Acompaña, Señor, con tu permanente auxilio, a quienes renuevas con el don celestial, y a quienes no dejas de proteger, concédeles ser cada vez más dignos de la eterna redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA
REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.-
El bienestar integral de las personas y de las sociedades no se consigue pronto
ni a solas. Para el profeta Isaías, dicho logro implica una renovación
prácticamente completa de la vida. Las relaciones se comienzan a reajustar
primeramente a nivel personal. El ser humano recupera su capacidad de escuchar,
redescubre sus limitaciones y en diálogo orante con Dios, decide reajustar
sus opciones. Cuando se vive este proceso de renovación interior, las
energías no se desgastan inútilmente. La persona redimensiona
sus necesidades y deseos, ya no vive exclusivamente pensando en las cosas más
inmediatas, sino distingue entre lo esencial y lo secundario. El alimento sigue
siendo indispensable y se realiza lo necesario para conseguirlo, pero sin angustia,
ni desesperación; a sabiendas de que los esfuerzos que realizamos, son
sustentados y potenciados por el amor benevolente del Padre que nos ama.
LA FALSA CONFIANZA
Jr 28,1-17; Mt 14,13-21
La confrontación que sostuvieron Jeremías y Ananías no era un simple alegato personal, era la contraposición de dos formas de entender la relación entre Dios y su pueblo. Para Ananías Dios estaba obligado a defender y proteger a rajatabla los intereses políticos de Israel. Era un aliado que no podía desdecirse. El profeta Jeremías preveía un periodo largo de opresión para el pueblo. Él sabía que no existía suficiente apertura para acoger aquel mensaje, por eso recurrió al gesto profético y se colocó un yugo para llamar la atención de un pueblo aletargado por la falsa confianza. La multiplicación de los panes también es un signo de salvación y a la vez es una señal profética. El Señor Jesús se interesa por las necesidades de la gente; palpa su desesperación, apela a la benevolencia del Padre y a la solidaridad de los discípulos. La lección queda patente: Dios acrecienta los dones que se comparten con generosidad. Por desgracia, la mezquindad nos hace olvidarlo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Si 45, 20)
El Señor lo eligió para ser su sacerdote, a fin de que le ofrezca un sacrificio de alabanza.
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y misericordioso, que hiciste admirable a san Juan María Vianney, presbítero, por su celo pastoral, concédenos que, a ejemplo suyo y por su intercesión, ganemos para Cristo, con la caridad, a los hermanos y con ellos podamos alcanzar la gloria eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
A ti, Jananías, no te ha enviado el Señor, y has hecho que el pueblo crea en una mentira.
Del libro del profeta Jeremías: 28, 1-17
El quinto mes del cuarto
año del reinado de Sedecías, Jananías, hijo de Azur y profeta
de Gabaón, le dijo a Jeremías en el templo, en presencia de los
sacerdotes y de todo el pueblo: "Esto dice el Señor de los ejércitos,
el Dios de Israel: 'Voy a romper el yugo del rey de Babilonia. Dentro de dos
años haré que se devuelvan todos los objetos del templo del Señor,
que el rey Nabucodonosor tomó de este lugar y se llevó a Babilonia;
haré volver a Jeconías, hijo de Joaquín y rey de Judá,
y a todos los desterrados de Judá que han ido a Babilonia, en cuanto
yo rompa, dice el Señor, el yugo del rey Nabucodonosor' ".
Entonces el profeta Jeremías le respondió a Jananías, en
presencia de los sacerdotes y de todo el pueblo que estaba en el templo del
Señor: "Amén. Que así lo haga el Señor. Que
el Señor confirme lo que has predicho y haga retornar de Babilonia a
este lugar los objetos del templo del Señor y a todos los desterrados.
Pero, pon atención a lo que voy a decirte delante de todo el pueblo:
Antes de mí y antes de ti, siempre ha habido profetas que predijeron
a muchos países y a grandes reinos la guerra, el hambre y la peste. Y
cuando un profeta predice la paz, sólo hasta que se cumplen sus palabras,
se puede reconocer que es verdadero profeta, enviado por el Señor".
Entonces Jananías tomó el yugo que traía Jeremías
en el cuello, lo rompió y dijo delante de todo el pueblo: "Esto
dice el Señor: 'Así romperé el yugo de Nabucodonosor, rey
de Babilonia, dentro de dos años y lo quitaré del cuello de todas
las naciones' ".
Jeremías se alejó de allí. Pero un tiempo después
de que Jananías había roto el yugo del cuello del profeta Jeremías,
el Señor le habló a éste y le dijo: "Ve y dile a Jananías:
'Esto dice el Señor: Has roto un yugo de madera, pero yo lo sustituiré
por uno de hierro. Porque esto dice el Señor de los ejércitos,
el Dios de Israel: He puesto en el cuello de todas estas naciones un yugo de
hierro, para someterlas al servicio de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y hasta
las bestias del campo lo servirán' ". Y Jeremías añadió:
"Escucha, Jananías: No te ha enviado el Señor y tú
has hecho que el pueblo crea en una mentira. Por eso el Señor te dice:
'Yo te borraré de la superficie de la tierra. Este año morirás,
por haber incitado a la rebelión contra el Señor' ". Y el
profeta Jananías murió aquel mismo año, en el mes séptimo.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 118 R/.
Enséñame, Señor, tus mandamientos.
Apártame de los caminos falsos y dame la gracia de cumplir tu voluntad.
No quites de mi boca las palabras sinceras, porque yo espero en tus mandamientos.
R/.
Que se vuelvan hacia mí tus fieles, los que hacen caso de tus preceptos.
Que sea mi corazón perfecto en tus leyes, así no quedaré
avergonzado. R/.
Los malvados me esperaban para matarme, pero yo meditaba tus preceptos. No me
aparto de tus mandamientos, porque tú me has instruido. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 1, 49) Aleluya, aleluya.
Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de Israel. R/.
Mándame ir a ti caminando sobre el agua.
Del santo Evangelio según san Mateo: 14, 22-36
En aquel tiempo, inmediatamente
después de la multiplicación de los panes, Jesús hizo que
sus discípulos subieran a la barca y se dirigieran a la otra orilla,
mientras Él despedía a la gente. Después de despedirla,
subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba Él
solo allí.
Entre tanto, la barca iba ya muy lejos de la costa y las olas la sacudían,
porque el viento era contrario. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos,
caminando sobre el agua. Los discípulos, al verlo andar sobre el agua,
se espantaron y decían: "¡Es un fantasma!" Y daban gritos
de terror. Pero Jesús les dijo enseguida: "Tranquilícense
y no teman. Soy yo".
Entonces le dijo Pedro: "Señor, si eres tú, mándame
ir a ti caminando sobre el agua". Jesús le contestó: "Ven".
Pedro bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua hacia
Jesús; pero al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, comenzó
a hundirse y gritó: "¡Sálvame, Señor!".
Inmediatamente Jesús le tendió la mano, lo sostuvo y le dijo:
"Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?".
En cuanto subieron a la barca, el viento se calmó. Los que estaban en
la barca se postraron ante Jesús, diciendo: "Verdaderamente tú
eres el Hijo de Dios".
Terminada la travesía, llegaron a Genesaret. Apenas lo reconocieron los
habitantes de aquel lugar, pregonaron la noticia por toda la región y
le trajeron a todos los enfermos. Le pedían que los dejara tocar siquiera
el borde de su manto; y cuantos lo tocaron, quedaron curados.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios todopoderoso, suplicamos humildemente a tu majestad que así como los dones ofrecidos en honor de san Juan María manifiestan la gloria del poder divino, de la misma manera nos alcancen el fruto de tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 28, 20)
Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor, que los sacramentos recibidos nos preparen para los gozos eternos, que ya mereció san Juan María por administrarlos con fidelidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Dedicación de la Basílica de Santa María la Mayor
Nuestra Señora de las Nieves
Santos: San Abel de Lobbes, monje. Feria (Verde)
LOS HARÉ CRECER Y NO MENGUAR
Jr 30, 1-2. 12-15. 18-22; Mt 15, 1-2. 10-14
Las palabras de consuelo que Jeremías dirige en este capítulo suponen cumplida la ruina de Jerusalén. El profeta habla de una llaga incurable, y de una ciudad que sufre burlas, a quien llaman La Abandonada. Todas esas desgracias pesaban demasiado en la conciencia del pueblo de Israel. Los reveses que sufrimos en la vida también nos desalientan. Si nos mantenemos sensatos en dicha situación podemos aprender y redimensionar las cosas. Dios no abandona jamás al hombre que sufre; se hace presente de finilla misteriosa y discreta. En contraste, el Evangelio exhibe la tozudez de los fariseos que veneran la ley, sin venerar a las personas que dichas leyes tratan de proteger y custodiar. La compasión, la justicia y la benevolencia siempre serán formas adecuadas que nos ayudan a sentir la presencia de Dios. Quien cuida con ternura a las personas golpeadas por la adversidad está haciendo manifiesto a Dios. Vive como símbolo vivo que apunta a la grandeza de Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 65, 4)
Que se postre ante ti, Señor, la tierra entera; que todos canten himnos en tu honor y alabanzas a tu nombre.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que gobiernas los cielos y la tierra, escucha con amor las súplicas de tu pueblo y haz que los días de nuestra vida transcurran en tu paz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Por tus enormes pecados te he tratado así. -Yo haré volver a los cautivos de Israel.
Del libro del profeta Jeremías: 30, 1-2. 12-15. 18-22
Estas palabras le fueron
dirigidas a Jeremías de parte del Señor: "Esto dice el Señor,
Dios de Israel: 'Escribe en un libro todas las palabras que te he dicho' ".
"Esto dice el Señor: 'Tu quebranto es irremediable e incurables
tus heridas. Estás desahuciado. Hay heridas que tienen curación,
pero las tuyas no tienen remedio.
Todos tus amantes te han olvidado y ya no preguntan por ti. Como si fuera tu
enemigo, te herí y te impuse un cruel castigo por tu gran culpa, por
tus enormes pecados.
¿Por qué te quejas de tus heridas? Tu dolor es irremediable. Por
tu gran culpa, por tus enormes pecados te he tratado así' ".
"Esto dice el Señor: 'Yo cambiaré la suerte del pueblo de
Israel: lo haré volver a su patria; me apiadaré de sus casas,
la ciudad será reedificada sobre sus propias ruinas y el templo será
reconstruido tal como era. Se escucharán himnos de alabanza y los cantos
de un pueblo que se alegra.
Y los multiplicaré y ya no serán pocos, los honraré y ya
no serán despreciados; sus hijos serán como eran antes, la comunidad
que está delante de mí, y yo castigaré a todos sus enemigos.
Un príncipe nacerá de mi pueblo, uno de ellos mismos será
su jefe. Yo lo haré acercarse y él vendrá hasta mí;
porque, si no, ¿quién se atreverá a acercarse a mí?
Ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios' ".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 101 R/. El Señor es nuestro Dios.
Cuando el Señor
reedifique a Sión y aparezca glorioso, cuando oiga el clamor del oprimido
y no se muestre a sus plegarias sordo, entonces al Señor temerán
todos los pueblos y su gloria verán los poderosos. R/.
Esto se escribirá para el futuro y alabará al Señor el
pueblo nuevo, porque el Señor, desde su altura santa, ha mirado a la
tierra desde el cielo, para oír los gemidos del cautivo y librar de la
muerte al prisionero. R/.
Bajo tu protección, Señor, habitarán los hijos de tus siervos
y se establecerán sus descendientes. Tu nombre en Sión alabarán
por eso, cuando en Jerusalén, a darte culto, se reúnan, Señor,
todos los pueblos. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Hch 16, 14) R/. Aleluya, aleluya.
Abre, Señor, nuestros corazones, para que aceptemos las palabras de tu
Hijo. R/.
Las plantas que no haya plantado mi Padre serán arrancadas de raíz.
Del santo Evangelio según san Mateo: 15, 1-2. 10-14
En aquel tiempo, se acercaron
a Jesús unos escribas y unos fariseos venidos de Jerusalén y le
preguntaron: "¿Por qué tus discípulos quebrantan la
tradición de nuestros mayores y no se lavan las manos antes de comer?"
Jesús llamó entonces a la gente y le dijo: "Escuchen y traten
de comprender. No es lo que entra por la boca lo que mancha al hombre; lo que
sale de la boca, eso es lo que mancha al hombre". Se le acercaron entonces
los discípulos y le dijeron: "¿Sabes que los fariseos se
han escandalizado de tus palabras?" Jesús les respondió:
"Las plantas que no haya plantado mi Padre celestial, serán arrancadas
de raíz. Déjenlos; son ciegos que guían a otros ciegos.
Y si un ciego guía a otro ciego, los dos caerán en un hoyo".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, participar dignamente en estos misterios, porque cada vez que se celebra el memorial de este sacrificio, se realiza la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Jn 4, 16)
Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Infúndenos, Señor,
el espíritu de tu caridad, para que, saciados con el pan del cielo, vivamos
siempre unidos en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
*Dedicación de la Basílica de Santa María la Mayor (ml),
blanco (MR3, p. 761)
ORACIÓN COLECTA
Perdona, Señor, los pecados de tus siervos; y, a quienes no logramos agradarte con nuestros actos, sálvanos por la intercesión de la Madre de tu Hijo. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, las oraciones de tu pueblo, junto con las ofrendas que te presentamos, para que, por la intercesión de santa María, Madre de tu Hijo, ningún buen propósito quede sin realizarse y ninguna de nuestras súplicas quede sin respuesta. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al recibir el sacramento celestial en la conmemoración de la santísima Virgen María, te pedimos, Padre misericordioso, que, a imitación suya, nos concedas ponernos dignamente al servicio del misterio de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
La Transfiguración del Señor
Santos: San Hormisdas I, Papa. Beata María Francisca de Jesús Rubatt, fundadora. Fiesta (Blanco)
LAS VOCES EN LA TRANSFIGURACIÓN
2 P 1,16-19; Mt 17,1-9
Podemos leer el relato de la transfiguración ateniéndonos a los dichos y las manifestaciones visibles ahí presentes. Si comenzamos apreciando las voces, resaltan la de Pedro, la de Dios Padre y la de Jesús. Pedro habla como siempre, impetuosamente llevado por la emoción, quiere instalarse en la dicha sin haber atravesado la experiencia de la pasión. Su voz no es atendible; como efectivamente lo proclama el Padre, es al Hijo a quien hay que escuchar y obedecer. El Hijo revela su próxima muerte y es necesario resistir animados por la experiencia fugaz de la transfiguración. En la segunda Carta de Pedro comparte su experiencia de la transfiguración. La suya no fue una fábula surgida de la imaginación, antes bien, él y los demás discípulos participaron de una experiencia íntima de encuentro con el Padre, releyeron a los Profetas y superaron la dolorosa experiencia de la muerte de Jesús.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Mt 17, 5)
Apareció el Espíritu Santo en una nube luminosa y se oyó la voz del Padre celestial que decía: Éste es mi Hijo muy amado, en quien tengo puestas mis complacencias; escúchenlo.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que en la Transfiguración gloriosa de tu Unigénito fortaleciste nuestra fe con el testimonio de los profetas y nos dejaste entrever la gloria que nos espera, como hijos tuyos, concédenos escuchar siempre la voz de tu Hijo amado, para llegar a ser coherederos de su gloria. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Nosotros escuchamos esta voz venida del cielo.
De la segunda carta del apóstol san Pedro: 1, 16-19
Hermanos: Cuando les anunciamos
la venida gloriosa y llena de poder de nuestro Señor Jesucristo, no lo
hicimos fundados en fábulas hechas con astucia, sino por haberlo visto
con nuestros propios ojos en toda su grandeza. En efecto, Dios lo llenó
de gloria y honor, cuando la sublime voz del Padre resonó sobre Él,
diciendo: "Éste es mi Hijo amado, en quien yo me complazco".
Y nosotros escuchamos esta voz, venida del cielo, mientras estábamos
con el Señor en el monte santo.
Tenemos también la firmísima palabra de los profetas, a la que
con toda razón ustedes consideran como una lámpara que ilumina
en la oscuridad, hasta que despunte el día y el lucero de la mañana
amanezca en los corazones de ustedes. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 96 R/.
Reina el Señor, alégrese la tierra.
Reina el Señor, alégrese la tierra; cante de regocijo el mundo
entero. Tinieblas y nubes rodean el trono del Señor que se asienta en
la justicia y el derecho. R/.
Los montes se derriten como cera ante el Señor de toda la tierra. Los
cielos pregonan su justicia, su inmensa gloria ven todos los pueblos. R/.
Tú, Señor altísimo, estás muy por encima de la tierra
y mucho más en alto que los dioses. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 17, 5) R/. Aleluya, aleluya.
Éste es mi Hijo muy amado, dice el Señor, en quien tengo puestas
todas mis complacencias; escúchenlo. R/.
Su rostro se puso resplandeciente como el sol.
Del santo Evangelio según san Mateo: 17, 1-9
En aquel tiempo, Jesús
tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, el hermano de éste,
y los hizo subir a solas con Él a un monte elevado. Ahí se transfiguró
en su presencia: su rostro se puso resplandeciente como el sol y sus vestiduras
se volvieron blancas como la nieve. De pronto aparecieron ante ellos Moisés
y Elías, conversando con Jesús. Entonces Pedro le dijo a Jesús:
"Señor, ¡qué bueno sería quedarnos aquí!
Si quieres, haremos aquí tres tiendas, una para ti, otra para Moisés
y otra para Elías".
Cuando aún estaba hablando, una nube luminosa los cubrió y de
ella salió una voz que decía: "Éste es mi Hijo muy
amado, en quien tengo puestas mis complacencias; escúchenlo". Al
oír esto, los discípulos cayeron rostro en tierra, llenos de un
gran temor. Jesús se acercó a ellos, los tocó y les dijo:
"Levántense y no teman". Alzando entonces los ojos, ya no vieron
a nadie más que a Jesús.
Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó: "No le cuenten
a nadie lo que han visto, hasta que el Hijo del hombre haya resucitado de entre
los muertos".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, las ofrendas que te presentamos en la gloriosa Transfiguración de tu Unigénito, y límpianos de las manchas del pecado con el resplandor de su luz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Jesucristo, Señor nuestro.
Porque Él reveló su gloria ante los testigos que había
elegido, y revistió su cuerpo, semejante al de todos los hombres, de
un extraordinario esplendor, para apartar del corazón de sus discípulos
el escándalo de la cruz, y manifestar que se cumpliría en la totalidad
del cuerpo de la Iglesia lo que brilló admirablemente en Él mismo,
su cabeza.
Por eso, con todos los ángeles, te alabamos por siempre en la tierra,
aclamándote sin cesar: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. 1 Jn 3, 2)
Cuando se manifieste el Señor, seremos semejantes a Él, porque lo veremos tal cual es.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor, que el alimento celestial que hemos recibido, nos transforme a imagen de aquel cuyo esplendor quisiste manifestar en su gloriosa Transfiguración. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Santos: Sixto II, Papa y mártir; Cayetano de Thiene, fundador; Miguel de la Mora, mártir. Feria (Verde)
LA ESCRIBIRÉ EN SU CORAZÓN
Jr 31, 31-34; Mt 16, 13-23
La relación del hombre con la ley nunca ha sido fácil, por la simple razón que el ser humano experimenta los ordenamientos de la ley como una invasión agresiva a su autonomía. Precisamente por eso, se resiste a cumplirla. Es una relación heterónoma que funciona bajo la presión de sanciones positivas y negativas. El comportamiento queda condicionado a la idea de premios y castigos. Esa fase del desarrollo moral funciona regularmente durante la infancia. Posteriormente es necesario interiorizar los valores que subyacen a las normas y asumirlos de buena gana convencidos de su valía intrínseca. La nueva alianza que proclama el profeta Isaías pretende activar esa identificación libre y espontánea con la voluntad de Dios inserta en la ley. Precisamente porque Pedro no ha alcanzado todavía a vivir en el régimen de la nueva alianza, se resiste a acatar el destino sufriente de Jesús y pretende disuadir al Maestro de que enfrente la adversidad desde la humildad y la no violencia.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 109, 4)
Juró el Señor y no ha de retractarse: "Tú eres sacerdote para siempre, como Melquisedec".
ORACIÓN COLECTA
Dios y Padre nuestro, que para gloria tuya y salvación del género humano constituiste a Cristo sumo y eterno sacerdote, concede al pueblo redimido con su Sangre, por la participación en este memorial, experimentar el poder de la cruz y la resurrección de tu Hijo. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Haré una alianza nueva y no recordaré sus pecados.
Del libro del profeta Jeremías: 31, 31-34
"Se acerca el tiempo,
dice el Señor, en que haré con la casa de Israel y la casa de
Judá una alianza nueva. No será como la alianza que hice con los
padres de ustedes, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto.
Ellos rompieron mi alianza y yo tuve que hacer un escarmiento con ellos.
Ésta será la alianza nueva que voy a hacer con la casa de Israel:
Voy a poner mi ley en lo más profundo de su mente y voy a grabarla en
sus corazones. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Ya nadie
tendrá que instruir a su prójimo ni a su hermano, diciéndole:
'Conoce al Señor', porque todos me van a conocer, desde el más
pequeño hasta el mayor de todos, cuando yo les perdone sus culpas y olvide
para siempre sus pecados". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 50 R/.
Crea en mí, Señor, un corazón puro.
Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu
nuevo para cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti,
ni retires de mí tu santo espíritu. R/.
Devuélveme tu salvación, que regocija, mantén en mí
un alma generosa. Enseñaré a los descarriados tus caminos y volverán
a ti los pecadores. R/.
Tú, Señor, no te complaces en los sacrificios y si te ofreciera
un holocausto, no te agradaría. Un corazón contrito te presento,
y a un corazón contrito, tú nunca lo desprecias. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 16, 18) R/. Aleluya, aleluya.
Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y los
poderes del infierno no prevalecerán sobre ella, dice el Señor.
R/.
Tú eres Pedro y yo te daré las llaves del Reino de los cielos.
Del santo Evangelio según san Mateo: 16, 13-23
En aquel tiempo, cuando
llegó Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta
pregunta a sus discípulos: "¿Quién dice la gente que
es el Hijo del hombre?" Ellos le respondieron: "Unos dicen que eres
Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que Jeremías o alguno
de los profetas".
Luego les preguntó: "Y ustedes, ¿quién dicen que soy
yo?" Simón Pedro tomó la palabra y le dijo: "Tú
eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo".
Jesús le dijo entonces: "¡Dichoso tú, Simón,
hijo de Juan, porque esto no te lo ha revelado ningún hombre, sino mi
Padre, que está en los cielos! Y yo te digo a ti que tú eres Pedro
y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Los poderes del infierno no
prevalecerán sobre ella. Yo te daré las llaves del Reino de los
cielos; todo lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y todo
lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo". Y les
ordenó a sus discípulos que no dijeran a nadie que Él era
el Mesías.
A partir de entonces, comenzó Jesús a anunciar a sus discípulos
que tenía que ir a Jerusalén para padecer allí mucho de
parte de los ancianos, de los sumos sacerdotes y de los escribas; que tenía
que ser condenado a muerte y resucitar al tercer día.
Pedro se lo llevó aparte y trató de disuadirlo, diciéndole:
"No lo permita Dios, Señor. Eso no te puede suceder a ti".
Pero Jesús se volvió a Pedro y le dijo: "¡Apártate
de mí, Satanás, y no intentes hacerme tropezar en mi camino, porque
tu modo de pensar no es el de Dios, sino el de los hombres!".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, participar dignamente en estos misterios, porque cada vez que se celebra el memorial de este sacrificio, se realiza la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Ya que, por la unción del Espíritu Santo, constituiste a tu Unigénito
Pontífice de la alianza nueva y eterna, y en tu designio salvífico
has querido que su sacerdocio único se perpetuara en la Iglesia.
En efecto, Cristo no sólo confiere la dignidad del sacerdocio real a
todo su pueblo santo, sino que, con especial predilección, elige a algunos
de entre los hermanos, y mediante la imposición de las manos, los hace
partícipes de su ministerio de salvación, a fin de que renueven,
en su nombre, el sacrificio redentor, preparen para tus hijos el banquete pascual,
fomenten la caridad en tu pueblo santo, lo alimenten con la Palabra, lo fortifiquen
con los sacramentos y, consagrando su vida a ti y a la salvación de sus
hermanos, se esfuercen por reproducir en sí mismos la imagen de Cristo
y te den un constante testimonio de fidelidad y de amor.
Por eso, Señor, con todos los ángeles y santos, te alabamos, cantando
llenos de alegría: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Co 11, 24-25)
Éste es mi Cuerpo que se entrega por ustedes. Este cáliz es la nueva alianza que se sella con mi Sangre, dice el Señor. Hagan esto en memoria mía siempre que beban de él.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por la participación de este sacrificio que tu Hijo nos mandó ofrecer en conmemoración suya, te rogamos, Señor, que, unidos a él, seamos una oblación perenne. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
EL QUE PIERDA SU VIDA POR MÍ
Na 2,1. 3; 3,1-3. 6-7; Mt 16,24-28
Dos mensajes complementarios apreciamos en estas lecturas. De un lado el profeta Nahún comunica a Israel una noticia largamente esperada: se acabarán para siempre los criminales, la ciudad no volverá a ser perturbada por los delincuentes. En el lejano siglo VII a. C., los agresivos criminales venían desde Nínive a saquear y oprimir a los campesinos de Israel. El mexicano de cualquier ciudad ansía actualmente recibir esa noticia de sus autoridades: los criminales han dejado de molestar al ciudadano, la policía y el sistema de justicia funcionan con regularidad; el país vive en paz. Ese es el mensajero de paz que tanto esperamos. Mientras tanto, el Evangelio de san Mateo recuerda que la vida de los que sigan con radicalidad a Jesús estará en riesgo, que aquellos que vivan congruentemente el mensaje evangélico enfrentarán adversidades y contratiempos. Los cristianos que viven proféticamente su fe nos documentan esta verdad: la esperanza en Cristo resucitado los fortifica y les permite resistir serenamente.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Si 15, 5)
En medio de la Iglesia abrió su boca, y el Señor lo llenó del espíritu de sabiduría e inteligencia, y lo revistió de gloria.
ORACIÓN COLECTA
Ayuda, Señor, a tu Iglesia, por los méritos y enseñanzas de santo Domingo de Guzmán, y que interceda bondadosamente por nosotros quien fue eximio predicador de tu verdad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
¡Ay de la ciudad sanguinaria!
Del libro del profeta Nahum: 2, 1. 3; 3, 1-3. 6-7
Ya viene por el monte el
mensajero de buenas noticias, que anuncia la paz. Celebra tus fiestas, Judá,
y cumple tus promesas, porque el malvado no te volverá a invadir, pues
ha sido aniquilado.
El Señor restaurará la viña de Jacob, que es el orgullo
de Israel. Los invasores la habían devastado, habían destruido
sus sarmientos.
En cambio, ¡ay de ti, Nínive, ciudad sanguinaria, toda llena de
mentiras y despojos, que no has cesado de robar! Escucha el chasquido de los
látigos y el estrépito de las ruedas, los caballos que galopan,
los carros que saltan y la caballería que avanza. Mira el llamear de
las espadas y el centellear de las lanzas. Contempla la multitud de heridos
y los montones de muertos, la interminable cantidad de cadáveres con
los que uno se tropieza.
Arrojaré inmundicias sobre ti, te deshonraré y te expondré
a la vergüenza pública. Y todo el que te vea huirá de ti
y dirá: "Nínive está destruida". ¿Quién
tendrá compasión de ti? ¿Dónde podré encontrar
alguien que te consuele? Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Deuteronomio 32
R/. Yo doy la muerte y la vida.
El día de su perdición se acerca y su suerte se apresura, porque
el Señor defenderá a su pueblo y tendrá compasión
de sus siervos. R/.
Miren que sólo yo soy Dios y no hay otro fuera de mí; yo doy la
muerte y la vida, yo hiero y yo curo. R/.
Cuando afile el relámpago de mi espada y tome en mis manos la justicia,
yo me vengaré del enemigo y le daré su merecido al adversario.
R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 5, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino
de los cielos, dice el Señor. R/.
¿Qué podrá dar el hombre a cambio de su vida?
Del santo Evangelio según san Mateo: 16, 24-28
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "El que quiera venir conmigo, que renuncie
a sí mismo, que tome su cruz y me siga. Pues el que quiera salvar su
vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí, la encontrará.
¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero, si pierde su vida?
¿Y qué podrá dar uno a cambio para recobrarla?
Porque el Hijo del hombre ha de venir rodeado de la gloria de su Padre, en compañía
de sus ángeles, y entonces dará a cada uno lo que merecen sus
obras.
Yo les aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán, sin
haber visto primero llegar al Hijo del hombre como rey". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Atiende con bondad, Señor, por intercesión de santo Domingo, las súplicas que te dirigimos, y por la poderosa eficacia de este sacrificio, fortalece, con la protección de tu gracia, a quienes defienden la fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Lc 12, 42)
Éste es el siervo fiel y prudente, a quien el Señor puso al frente de su familia, para darles a su tiempo la ración de trigo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con manjares celestiales en la conmemoración de santo Domingo, te pedimos, Señor, que tu Iglesia reciba con sincera devoción y afecto la fuerza de este sacramento, y experimente el provecho de la intercesión de aquel que resplandeció por su predicación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Vísperas I del domingo: 3a semana del Salterio. Tomo IV: pp. 945 y 49. Para los fieles: pp. 642 y 409. Edición popular: pp. 202 y 474. Feria (Verde)
EL HARTAZGO Y LA ESPERANZA
Ha 1, 12-2,4; Mt 17, 14-20
El profeta Habacuc tendría que ser leído en estas horas difíciles en que tanta gente victimizada y desamparada no sabe cómo sustentar su esperanza. El profeta se hace portavoz de tantos inocentes que sufrían a manos de los criminales y cuestionaba serenamente a Dios con esta pregunta: "¿por qué contemplas en silencio a los traidores, al culpable que devora al inocente? La reclamación genuina de Habacuc, mereció una respuesta: Los arrogantes criminales recibirán su merecido. No es un falso consuelo, si el inocente se fía del Señor, no quedará desamparado. ¡Qué esa esperanza nos mantenga activos y confiados! En cierta medida el fracaso de los discípulos que no consiguieron devolver la salud al niño epiléptico se entiende desde la falta de confianza; efectivamente así se los advirtió el Señor Jesús: ellos tenían poca fe en la eficacia de la oración y en la bondad de Dios y por eso no pudieron curarlo. La fe confiada nace de la experiencia viva del amor de Dios en nuestra vida.
MISA DE SANTA MARÍA EN SÁBADO
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Lc 1, 28. 42
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que elegiste como Madre del Salvador a la santísima Virgen María, singularmente bendita entre los pobres y los humildes, concédenos que, siguiendo su ejemplo, te rindamos el homenaje de una fe sincera y pongamos en ti toda esperanza de salvación. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El justo vivirá por su fe.
Del libro del profeta Habacuc: 1, 12-2, 4
¿No eres tú,
Señor, desde siempre, mi santo Dios, que no muere? Tú, Señor,
has escogido al pueblo caldeo para hacer justicia y lo has establecido para
castigar. Tus ojos son demasiado puros para soportar el mal, no puedes ver la
opresión. ¿Por qué miras en silencio a los traidores y
callas cuando el malvado devora al justo?
Tú tratas a los hombres como a los reptiles, que no tienen dueño,
como a los peces del mar: el pueblo caldeo los pesca con anzuelo, los atrae
a su red, los va amontonando y luego ríe satisfecho. Después ofrece
sacrificios a su anzuelo e incienso a su red, porque le dieron rica presa y
comida sustanciosa.
¿Y vas a permitir que siga llenando sus redes y matando naciones sin
piedad?
En mi puesto de guardia me pondré, me apostaré en la muralla para
ver qué me dice el Señor y qué responde a mi reclamación.
El Señor me respondió y me dijo: "Escribe la visión
que te he manifestado, ponla clara en tablillas para que se pueda leer de corrido.
Es todavía una visión de algo lejano, pero que viene corriendo
y no fallará; si se tarda, espéralo, pues llegará sin falta.
El malvado sucumbirá sin remedio; el justo, en cambio, vivirá
por su fe".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 9 R/.
El Señor no abandona al que lo busca.
El Señor reina eternamente, tiene establecido un tribunal para juzgar,
juzga al orbe con justicia y rige a las naciones con rectitud. R/.
El Señor es refugio del oprimido, su refugio en los momentos de peligro.
Que confíen en ti los que te conocen, porque tú, Señor,
no abandonas a los que te buscan. R/.
Tóquenle música al Señor, que reina en Sión, cuenten
sus maravillas a los pueblos, porque el Señor pide cuentas de la vida
y no olvida los gritos de los oprimidos. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. 2 Tm 1, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, nuestro Salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer la
vida por medio del Evangelio. R/.
Si ustedes tienen fe, nada les será imposible.
Del santo Evangelio según san Mateo: 17, 14-20
En aquel tiempo, al llegar
Jesús a donde estaba la multitud, se le acercó un hombre, que
se puso de rodillas y le dijo: "Señor, ten compasión de mi
hijo. Le dan ataques terribles. Unas veces se cae en la lumbre y otras muchas,
en el agua. Se lo traje a tus discípulos, pero no han podido curarlo".
Entonces Jesús exclamó: "¿Hasta cuándo estaré
con esta gente incrédula y perversa? ¿Hasta cuándo tendré
que aguantarla? Tráiganme aquí al muchacho". Jesús
ordenó al demonio que saliera del muchacho, y desde ese momento éste
quedó sano.
Después, al quedarse solos con Jesús, los discípulos le
preguntaron: "¿Por qué nosotros no pudimos echar fuera a
ese demonio?" Les respondió Jesús: "Porque les falta
fe. Pues yo les aseguro que si ustedes tuvieran fe al menos del tamaño
de una semilla de mostaza, podrían decirle a ese monte: 'Trasládate
de aquí para allá', y el monte se trasladaría. Entonces
nada sería imposible para ustedes". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acoge, Señor, estas ofrendas que manifiestan nuestro filial servicio, para que, al celebrar la obra de la caridad inmensa de tu Hijo, seamos confirmados en el amor a ti y al prójimo, a ejemplo de la bienaventurada Virgen María. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de santa María Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Sal 86, 3; L c 1, 49)
De ti se dicen maravillas,
Virgen María, porque ha hecho en ti cosas grandes el que todo lo puede.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concede, Señor, a tu Iglesia que, fortalecida por la gracia de este sacramento,
recorra con alegría los caminos del Evangelio, hasta que alcance aquella
dichosa visión de paz de la que ya goza la Virgen María, tu humilde
esclava, eternamente gloriosa. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XIX DOMINGO ORDINARIO
Santos: Lorenzo de Roma, mártir; Diosdado de Roma, laico. Beato Agustín Ota y compañeros, mártires. (Verde)
EL CELO DEL SEÑOR
1 R 19,9.11-23; Rm 9,1-5; Mt 14,22-33
El profeta Elías vivía en una época en que Israel experimentaba una fuerte ola de sincretismo. Las prácticas agrícolas de los campesinos cananeos habían hecho una fuerte impresión en los inexpertos campesinos israelitas y las habían copiado, apostándole todo a los ritos de la fertilidad que invocaban a Baal como dueño del rayo y la lluvia. Para Elías eso implicaba una desconfianza en el señorío de Dios sobre la naturaleza. El rey Ajab y Jezabel promovían decididamente ese culto. El profeta resistía contra la opinión dominante. Se sentía abandonado en esa lucha por Dios, por eso buscó su presencia para superar su desconsuelo. El apóstol san Pedro advirtió el signo extraordinario de Jesús caminando sobre las aguas, se abalanzó hacia Él, demandando pruebas y sucumbió ante las primeras ráfagas de viento. La mano del Señor lo rescató, la lección estaba clara: su fe era aún incipiente, tendría que vivir un proceso de maduración interior muy profunda.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 73, 20. 19. 22. 23)
Acuérdate, Señor, de tu alianza, no olvides por más tiempo la suerte de tus pobres. Levántate, Señor, a defender tu causa, no olvides las voces de los que te buscan.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, a quien, enseñados por el Espíritu Santo, invocamos con el nombre de Padre, intensifica en nuestros corazones el espíritu de hijos adoptivos tuyos, para que merezcamos entrar en posesión de la herencia que nos tienes prometida. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Quédate en el monte, porque el Señor va a pasar.
Del primer libro de los Reyes: 19, 9. 11-13
Al llegar al monte de Dios,
el Horeb, el profeta Elías entró en una cueva y permaneció
allí. El Señor le dijo: "Sal de la cueva y quédate
en el monte para ver al Señor, porque el Señor va a pasar".
Así lo hizo Elías, y al acercarse el Señor, vino primero
un viento huracanado, que partía las montañas y resquebrajaba
las rocas; pero el Señor no estaba en el viento. Se produjo después
un terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto. Luego vino un
fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Después del fuego
se escuchó el murmullo de una brisa suave. Al oírlo, Elías
se cubrió el rostro con el manto y salió a la entrada de la cueva.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 84 R/.
Muéstranos, Señor, tu misericordia.
Escucharé las palabras del Señor, palabras de paz para su pueblo
santo. Está ya cerca nuestra salvación y la gloria del Señor
habitará en la tierra. R/.
La misericordia y la verdad se encontraron, la justicia y la paz se besaron;
la fidelidad brotó en la tierra y la justicia vino del cielo. R/.
Cuando el Señor nos muestre su bondad, nuestra tierra producirá
su fruto. La justicia le abrirá camino al Señor e irá siguiendo
sus pisadas. R/.
Hasta quisiera verme separado de Cristo, si esto fuera para bien de mis hermanos.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 9, 1-5
Hermanos: Les hablo con
toda verdad en Cristo; no miento. Mi conciencia me atestigua, con la luz del
Espíritu Santo, que tengo una infinita tristeza y un dolor incesante
tortura mi corazón.
Hasta aceptaría verme separado de Cristo, si esto fuera para bien de
mis hermanos, los de mi raza y de mi sangre, los israelitas, a quienes pertenecen
la adopción filial, la gloria, la alianza, la ley, el culto y las promesas.
Ellos son descendientes de los patriarcas; y de su raza, según la carne,
nació Cristo, el cual está por encima de todo y es Dios bendito
por los siglos de los siglos. Amén. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
ACLAMACIÓN
(Sal 129, 5) R/. Aleluya, aleluya.
Confío en el Señor, mi alma espera y confía en su palabra.
R/.
Mándame ir a ti caminando sobre el agua.
Del santo Evangelio según san Mateo: 14, 22-33
En aquel tiempo, inmediatamente
después de la multiplicación de los panes, Jesús hizo que
sus discípulos subieran a la barca y se dirigieran a la otra orilla,
mientras Él despedía a la gente. Después de despedirla,
subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba él
solo allí.
Entre tanto, la barca iba ya muy lejos de la costa y las olas la sacudían,
porque el viento era contrario. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos,
caminando sobre el agua. Los discípulos, al verlo andar sobre el agua,
se espantaron y decían: "¡Es un fantasma!" Y daban gritos
de terror. Pero Jesús les dijo enseguida: "Tranquilícense
y no teman. Soy yo".
Entonces le dijo Pedro: "Señor, si eres tú, mándame
ir a ti caminando sobre el agua". Jesús le contestó: "Ven".
Pedro bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua hacia
Jesús; pero al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, comenzó
a hundirse y gritó: "¡Sálvame, Señor!"
Inmediatamente Jesús le tendió la mano, lo sostuvo y le dijo:
"Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?"
En cuanto subieron a la barca, el viento se calmó. Los que estaban en
la barca se postraron ante Jesús, diciendo: "Verdaderamente tú
eres el Hijo de Dios".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Con la confianza que
nos da nuestra fe, presentemos al Padre nuestras plegarias.
Después de cada petición diremos:
Te rogamos, óyenos.
Para que Dios nuestro Padre proteja con amor a su Iglesia, y haga crecer
en la fe y la esperanza. Oremos.
Para que no falten entre nosotros las vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa.
Oremos.
Para que los niños y niñas de nuestra parroquia (comunidad) aprendan
a conocer y amar a Jesucristo de todo corazón. Oremos.
Para que el Espíritu de Dios sostenga y fortalezca los esfuerzos de los
hombres y mujeres de buena voluntad que trabajan por un mundo más justo.
Oremos.
Para que las personas mayores reciban unas pensiones que les permitan vivir
dignamente. Oremos.
Para que todos nosotros aprendamos a ser más generosos con los pobres.
Oremos.
Te pedimos, Padre, que escuches nuestra oración y nos concedas tu
misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe benignamente, Señor, los dones de tu Iglesia, y, al concederle en tu misericordia que te los pueda ofrecer, haces al mismo tiempo que se conviertan en sacramento de nuestra salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 147, 12. 14)
Alaba, Jerusalén, al Señor, porque te alimenta con lo mejor de su trigo
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
La comunión de tus sacramentos que hemos recibido, Señor, nos salven y nos confirmen en la luz de tu verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- La escena que nos refiere el evangelio de san Mateo puede servirnos como trasfondo para situar nuestra experiencia como creyentes. Los discípulos estaban batallando con el viento, que era tan fuerte que parecía volcaría la barca; cuando amanecía Jesús los alcanzó, no lo reconocieron a la primera y se espantaron creyendo ver visiones. En cierto sentido los cristianos estamos siendo azotados por el viento de las ideologías contrarias al Evangelio; éstas se nos presentan tan seductoras y atractivas que nos hacen vacilar. Vamos dando pasos en dirección al Evangelio y en otras ocasiones en dirección contraria. Esa pérdida de rumbo parece hundirnos. Estamos en la misma situación que Pedro, necesitados de aumentar nuestra fe. Jesús camina a nuestro lado, no es un fantasma, ni un falso consuelo. Él está vivo y acompaña a los suyos, de la misma manera que acompaña con su Espíritu a todos los hombres que lo buscan de buena voluntad.
LA APARIENCIA VISIBLE
Ez 1, 2-5. 24-28; Mt 17, 22-27
La extraña descripción de la gloria de Dios que nos comparte el profeta Ezequiel se mantiene dentro de los límites de la discreción y el misterio. El profeta no logra ver a Dios, simplemente describe a los vivientes que sostienen el trono del Señor. No trasciende el límite mundano. Reconoce humildemente que no puede acceder a la intimidad de Dios. Solamente escucha su voz. Es lo mismo que nos dirá el cuarto Evangelio: A Dios nadie lo ha visto jamás. En el Evangelio de san Mateo el Señor Jesús expresa veladamente sus pretensiones mesiánicas, aduciendo que solamente a los extraños se les cobran tributos. Implícitamente se presenta como Hijo. No obstante, se subordina y se solidariza con Pedro y paga por ambos. Como verdadero israelita se sometía a las exigencias legales que los creyentes cumplían con regularidad.
ANTÍFONA DE ENTRADA
He despreciado los reinos del mundo y los halagos de este tiempo, por amor a mi Señor Jesucristo, a quien he visto, a quien deseo, en quien creo y a quien amo.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que misericordiosamente condujiste a santa Clara al amor por la pobreza, concédenos, por su intercesión, que, siguiendo a Cristo en pobreza de espíritu, merezcamos llegar a contemplarte en el reino celestial. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
La gloria del Señor se manifestó en forma visible.
Del libro del profeta Ezequiel: 1, 2-5. 24-28
El día cinco del
mes cuarto (era el año quinto de la deportación del rey Joaquín),
me fue dirigida la palabra del Señor a mí, Ezequiel, sacerdote,
hijo de Buzí, en el país de los caldeos, a orillas del río
Kebar, y fui arrebatado en éxtasis.
Vi venir del norte un viento huracanado, una gran nube rodeada de resplandores
y relámpagos, y en su centro, algo parecido al brillo del ámbar.
En medio aparecían cuatro seres vivientes, que tenían forma humana.
Oí el ruido de sus alas cuando se movían: era como el estruendo
de un río caudaloso, como el trueno del Altísimo, como la gritería
de una multitud o como el estruendo de un ejército en batalla. Cuando
se detenían, plegaban sus alas.
Encima de la plataforma había una especie de zafiro en forma de trono
y de esta especie de trono sobresalía una figura, que parecía
un hombre. Vi luego una luz, como brillo de ámbar, como un fuego que
envolvía al hombre, desde la cintura para arriba; desde la cintura para
abajo, vi también algo como fuego, que difundía su resplandor,
parecido al del arco iris que se ve en las nubes, cuando llueve. Tal era la
apariencia visible de la gloria del Señor. Cuando yo la vi, caí
rostro en tierra. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 148 R/.
El cielo y la tierra están llenos de tu gloria.
Alaben al Señor en las alturas, alábenlo en el cielo, que alaben
al Señor todos sus ángeles, celestiales ejércitos. R/.
Reyes y pueblos todos de la tierra, gobernantes y jueces de este mundo; hombres,
mujeres, jóvenes y ancianos, alaben al Señor y denle culto. R/.
El nombre del Señor alaben todos, pues su nombre es excelso; su gloria
sobrepasa cielo y tierra, y ha hecho fuerte a su pueblo. R/.
Que alaben al Señor todos sus fieles, los hijos de Israel, el pueblo
que ha gozado siempre de familiaridad con él. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. 2 Ts 2, 14) R/. Aleluya, aleluya.
Dios nos ha llamado, por medio del Evangelio, a participar de la gloria de nuestro
Señor Jesucristo. R/.
Lo van a matar, pero al tercer día va a resucitar. - Los hijos están exentos de impuestos.
Del santo Evangelio según san Mateo: 17, 22-27
En aquel tiempo, se hallaba
Jesús con sus discípulos en Galilea y les dijo: "El Hijo
del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; lo van a matar, pero
al tercer día va a resucitar". Al oír esto, los discípulos
se llenaron de tristeza.
Cuando llegaron a Cafarnaúm, se acercaron a Pedro los recaudadores del
impuesto para el templo y le dijeron: "¿Acaso tu maestro no paga
el impuesto?" Él les respondió: "Sí lo paga".
Al entrar Pedro en la casa, Jesús se adelantó a preguntarle: "¿Qué
te parece, Simón? ¿A quiénes les cobran impuestos los reyes
de la tierra, a los hijos o a los extraños?". Pedro le respondió:
"A los extraños". Entonces Jesús le dijo: "Por
lo tanto, los hijos están exentos. Pero para no darles motivo de escándalo,
ve al lago y echa el anzuelo, saca el primer pez que pique, ábrele la
boca y encontrarás una moneda. Tómala y paga por mí y por
ti". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
A ti, Señor, que con el consuelo temporal nos enseñas a no desesperar de las promesas eternas, te presentamos las ofrendas de nuestra devoción, para consagrártelas en la conmemoración de santa Clara. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 10, 42)
Una sola cosa es necesaria, y ella escogió la mejor parte que nadie le quitará.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Renovados, Señor, con este manantial de salvación, te pedimos suplicantes que, por la intercesión de santa Clara, uniéndonos cada día más a Cristo, merezcamos tener parte en el reino de su gracia. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
EL CUIDADO A LOS PEQUEÑOS
Ez 2, 8-3, 4; Mt 18, 1-5. 10. 12-14
El Evangelio nos refiere un gesto profético de Jesús. El maestro invierte radicalmente el orden de valores vigente en su sociedad. Los niños eran unos "don nadie" que no merecían consideración alguna por parte de los adultos. Para Jesús, los pequeños son los más importantes, porque son los preferidos del Padre celestial. En años recientes hemos conocido numerosos casos de abusos de todo tipo contra los niños. Los escándalos han sacudido a las instituciones que olvidaron la centralidad que tienen los pequeños en el mensaje y la práctica del Señor Jesús. Ezequiel es un profeta que tendrá que asimilar y encarnar con toda su personalidad el mensaje de condena y esperanza que predicará a los hijos de Israel. No será un repetidor de fórmulas gastadas, sino un innovador que presentará de forma nueva el rostro de Dios a los desterrados.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 95, 1. 6)
Canten al Señor un cántico nuevo, hombres de toda la tierra, canten al Señor. Hay brillo y esplendor en su presencia, y en su templo, belleza y majestad.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, dirige nuestros pasos de manera que podamos agradarte en todo y así merezcamos, en nombre de tu Hijo amado, abundar en toda clase de obras buenas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Me dio a comer el libro y me supo dulce como la miel.
Del libro del profeta Ezequiel: 2, 8-3, 4
Esto dice el Señor:
"Hijo de hombre, escucha lo que voy a decirte y no seas rebelde como la
casa rebelde. Abre la boca y come lo que voy a darte".
Vi entonces una mano tendida hacia mí, con un libro enrollado. Lo desenrolló
ante mí: estaba escrito por dentro y por fuera; tenía escritas
lamentaciones y amenazas. Y me dijo: "Hijo de hombre, come lo que tienes
aquí; cómete este libro y vete a hablar a los hijos de Israel".
Abrí la boca y me dio a comer el libro, diciéndome: "Hijo
de hombre, alimenta tu vientre y sacia tus entrañas con este libro que
te doy". Me lo comí y me supo dulce como la miel. Y me dijo: "Hijo
de hombre, anda; dirígete a los hijos de Israel y diles mis palabras".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 118 R/.
Tus mandamientos, Señor, son mi alegría.
Me gozo más cumpliendo tus preceptos que teniendo riquezas. Tus mandamientos,
Señor, son mi alegría; ellos son también mis consejeros.
R/.
Para mí valen más tus enseñanzas que miles de monedas de
oro y plata. ¡Qué dulces al paladar son tus promesas! Más
que la miel en la boca. R/.
Tus preceptos son mi herencia perpetua, la alegría de mi corazón.
Hondamente suspiro, Señor, por guardar tus mandamientos. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 11, 29) R/. Aleluya, aleluya.
Tomen mi yugo sobre ustedes, dice el Señor, y aprendan de mí,
que soy manso y humilde de corazón. R/.
Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños.
Del santo Evangelio según san Mateo: 18, 1-5. 10. 12-14
En cierta ocasión,
los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: "¿Quién
es el más grande en el Reino de los cielos?".
Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y les
dijo: "Yo les aseguro a ustedes que si no cambian y no se hacen como los
niños, no entrarán en el Reino de los cielos. Así pues,
quien se haga pequeño como este niño, ése es el más
grande en el Reino de los cielos. Y el que reciba a un niño como éste
en mi nombre, me recibe a mí.
Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, pues yo les digo que
sus ángeles, en el cielo, ven continuamente el rostro de mi Padre, que
está en el cielo.
¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le pierde
una, ¿acaso no deja las noventa y nueve en los montes, y se va a buscar
a la que se le perdió? Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará
más por ella, que por las noventa y nueve que no se le perdieron. De
igual modo, el Padre celestial no quiere que se pierda ni uno solo de estos
pequeños".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, benignamente, nuestros dones, y santifícalos, a fin de que nos sirvan para nuestra salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 8, 12)
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue, no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios todopoderoso, que al experimentar el efecto vivificante de tu gracia, nos sintamos siempre dichosos por este don tuyo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
DONDE ESTÉN DOS O MÁS...
Ez 9, 1-7; 10, 18-22; Mt 18, 15-20
La correlación entre las dos lecturas es más que explícita. Para el profeta Ezequiel el templo de Jerusalén ha quedado profanado por las prácticas idolátricas y por las injusticias que se cometían en su interior. El profeta contempla la discriminación que hacen los verdugos y el escribano, separando al resto fiel de un lado y a los pragmáticos de otro; la escena más dramática ocurre cuando la gloria de Dios abandona el templo. En adelante será un montón de piedras ensambladas y no la morada de Dios: el Señor ha abandonado el país. El Evangelio de San Mateo exhorta a los discípulos a vivir constantemente en actitud de perdón y reconciliación. Se abre una nueva dimensión de lo sagrado: donde dos o más personas invoquen el nombre de Jesús, se conformará un templo espiritual, que servirá como lugar de encuentro con Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Mt 19, 21)
Si quieres ser perfecto, ve a vender todo lo que tienes, dales el dinero a los pobres; luego ven y sígueme, dice el Señor.
ORACIÓN COLECTA
Padre santo, que aunque llamas a todos tus hijos a la perfección de la caridad, invitas a algunos a seguir más de cerca las huellas de tu Hijo, concede a quienes has elegido para esta vocación especial vivir de tal manera, que sean para la Iglesia y para el mundo, un signo elocuente de tu Reino. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Marca con una señal la frente de los que lloran por las prácticas abominables que se realizan en Jerusalén.
Del libro del profeta Ezequiel: 9, 1-7; 10, 18-22
En aquellos días,
oí que el Señor gritaba con voz potente: "¡Acérquense
los que van a castigar a la ciudad, empuñando cada uno su arma mortal!"
Entonces aparecieron, en dirección del pórtico que da al norte,
seis hombres, cada cual con su arma mortal en la mano. En medio de ellos estaba
un hombre vestido de lino, que llevaba en la cintura un estuche para escribir.
Entraron y se detuvieron ante el altar de bronce.
La gloria del Dios de Israel que descansaba sobre los querubines, se elevó
y se dirigió a la entrada del templo. El Señor llamó al
hombre vestido de lino que llevaba en la cintura el estuche para escribir y
le dijo: "Recorre a Jerusalén y marca con una señal en la
frente a los hombres que gimen y lloran por todas las prácticas abominables
que se cometen en la ciudad".
Y oí que les dijo a los otros: "Recorran la ciudad detrás
de él y maten sin piedad ni compasión; maten a los viejos y a
los jóvenes, a las doncellas, a los niños y a las mujeres, hasta
que no quede ni uno. Pero al que tenga la señal en la frente no lo toquen.
Comiencen, pues, por mi santuario".
Entonces ellos empezaron a matar a los ancianos que estaban delante del templo,
y el Señor les dijo: "Profanen el templo; llenen sus atrios de cadáveres
y salgan después a matar a los que se encuentran en la ciudad".
Luego la gloria del Señor se elevó del umbral del templo y se
posó sobre los querubines. Al partir, los querubines desplegaron sus
alas y se elevaron del suelo ante mis ojos. Se detuvieron a la entrada del pórtico
oriental del templo del Señor, y la gloria del Dios de Israel estaba
encima de ellos. Eran los mismos seres vivientes que yo había visto debajo
del Dios de Israel, junto al río Kebar, y reconocí que eran los
querubines. Cada uno tenía cuatro caras y cuatro alas, y unas como manos
bajo las alas. Sus caras se parecían a las que yo había visto
junto al río Kebar. Y todos caminaban hacia el frente.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 112 R/.
Bendito sea el Señor ahora y para siempre.
Bendito sea el Señor, alábenlo sus siervos. Bendito sea el Señor,
desde ahora y para siempre. R/.
Desde que sale el sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor.
Dios está sobre todas las naciones, su gloria por encima de los cielos.
R/.
¿Quién hay como el Señor? ¿Quién iguala al
Dios nuestro, que tiene en las alturas su morada, y sin embargo de esto, bajar
se digna su mirada para ver tierra y cielo? R/.
ACLAMACIÓN (2 Co 5, 19) R/. Aleluya, aleluya.
Dios reconcilió al mundo consigo por medio de Cristo, y a nosotros nos confió el mensaje de la reconciliación. R/.
Si tu hermano te escucha, lo habrás salvado.
Del santo Evangelio según san Mateo: 18, 15-20
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Si tu hermano comete un pecado, ve y amonéstalo
a solas. Si te escucha, habrás salvado a tu hermano. Si no te hace caso,
hazte acompañar de una o dos personas, para que todo lo que se diga conste
por boca de dos o tres testigos. Pero si ni así te hace caso, díselo
a la comunidad; y si ni a la comunidad le hace caso, apártate de él
como de un pagano o de un publicano.
Yo les aseguro que todo lo que aten en la tierra quedará atado en el
cielo, y todo lo que desaten en la tierra quedará desatado en el cielo.
Yo les aseguro también que si dos de ustedes se ponen de acuerdo para
pedir algo, sea lo que fuere, mi Padre celestial se lo concederá; pues
donde dos o tres se reúnen en mi nombre, ahí estoy yo en medio
de ellos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Padre santo, los dones que te presentamos y concede a cuantos se han propuesto seguir con entusiasmo a tu Hijo por el camino estrecho de la perfección evangélica, la libertad de espíritu y la verdadera fraternidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Mt 19, 27-29)
En verdad les digo que ustedes, los que han dejado todo para seguirme, recibirán cien veces más y obtendrán la vida eterna, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Fortalece, Señor, a tus siervos, con el alimento y la bebida espirituales, para que, siempre fieles al llamado evangélico, muestren en todas partes una viva imagen de tu Hijo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
LOS LÍMITES DE LA MISERICORDIA
Ez 12, 1-12; Mt 18,21-19,1
El profeta Ezequiel realizó numerosas señales proféticas para llamar la atención de una generación aturdida por la maldad; lo hizo porque quiso sacudir de su letargo a la casa rebelde. Una tarde se vistió como un desterrado, se cargó en un atado sus pertenencias, perforó la muralla a la vista de todos y llamó su atención. La decodificación del mensaje tendría que ser inmediata: el pueblo de Israel no tenía salida, marcharían por la fuerza a una tierra extranjera, viviendo como cautivos de Babilonia. La parábola del siervo sin entrañas ilustra la realidad compleja de la misericordia y la compasión: Quien recibe compasión de parte de Dios, está comprometido a tratar compasivamente a sus hermanos. No se puede solicitar el perdón que no se está dispuesto a compartir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Mt 25, 34. 40)
Vengan, benditos de mi Padre, dice el Señor. Yo les aseguro que, cuanto hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que llenaste de celo por las almas y de amor al prójimo al presbítero y mártir san Maximiliano María Kolbe, inflamado en amor a la Virgen Inmaculada, concede, propicio, que, por su intercesión, trabajando esforzadamente por tu gloria al servicio de los hombres, podamos asemejarnos a tu Hijo hasta la muerte. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Emigra en pleno día, ante la vista de todos.
Del libro del profeta Ezequiel: 12, 1-12
El Señor me habló
y me dijo: "Hijo de hombre, vives en medio de un pueblo rebelde: tienen
ojos para ver y no ven, oídos para oír y no oyen, porque son un
pueblo rebelde.
Ahora, pues, hijo de hombre, prepara tus cosas como quien va al destierro y
vete de día, ante la vista de todos, a ver si se dan cuenta de que son
un pueblo rebelde. Arregla tus cosas como quien va al destierro, de día,
ante la vista de todos y sal por la tarde, a la vista de todos, como salen los
desterrados. Haz, a la vista de todos, un agujero en la pared y sal por ahí.
Ante la vista de todos, échate tus cosas al hombro y sal en la oscuridad;
cúbrete la cara para no ver el país, porque te he convertido en
una señal para el pueblo de Israel".
Hice, pues, lo que el Señor me había ordenado: de día preparé
mis cosas como quien va al destierro; por la tarde hice un agujero en la pared,
con la mano, y salí en la oscuridad, con mis cosas al hombro, ante la
vista de todos.
A la mañana siguiente, el Señor me habló y me dijo: "Hijo
de hombre, ¿no te ha preguntado el pueblo de Israel, ese pueblo rebelde,
qué era lo que estabas haciendo? Pues anúnciales: 'Esto dice el
Señor: Estas palabras se refieren al príncipe que está
en Jerusalén y a todo el pueblo de Israel, que vive en la ciudad'. Diles:
'Yo soy una señal para ustedes: lo que yo he hecho, eso harán
con ustedes: irán cautivos al destierro y su príncipe, con sus
cosas al hombro, saldrá en la oscuridad; perforarán una pared
para que pueda salir y él se cubrirá la cara para no ver el país
con sus ojos' ". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 77 R/.
Perdona a tu pueblo, Señor.
Los israelitas provocaron al Dios altísimo y se rebelaron contra él,
negándose a guardar sus preceptos. Desertaron y lo traicionaron, como
sus padres, fallaron como un arco mal hecho. R/.
En sus colinas lo encolerizaban, con sus ídolos provocaban sus celos.
Dios lo oyó y se indignó y rechazó totalmente a Israel.
R/.
Mandó sus soldados al cautiverio y el arca de la alianza, a las manos
enemigas; entregó su pueblo a la espada, encolerizado contra su heredad.
R/.
ACLAMACIÓN
(Sal 118, 135) R/. Aleluya, aleluya.
Señor, mira benignamente a tus siervos y enséñanos a cumplir
tus mandamientos. R/.
No te digo que perdones siete veces, sino hasta setenta veces siete.
Del santo Evangelio según san Mateo: 18, 21-19, 1
En aquel tiempo, Pedro se
acercó a Jesús y le preguntó: "Si mi hermano me ofende,
¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?"
Jesús le contestó: "No sólo hasta siete, sino hasta
setenta veces siete".
Entonces Jesús les dijo: "El Reino de los cielos es semejante a
un rey que quiso ajustar cuentas con sus servidores. El primero que le presentaron
le debía muchos millones. Como no tenía con qué pagar,
el señor mandó que lo vendieran a él, a su mujer, a sus
hijos y todas sus posesiones, para saldar la deuda. El servidor, arrojándose
a sus pies, le suplicaba, diciendo: 'Ten paciencia conmigo y te lo pagaré
todo'. El rey tuvo lástima de aquel servidor, lo soltó y hasta
le perdonó la deuda.
Pero, apenas había salido aquel servidor, se encontró con uno
de sus compañeros, que le debía poco dinero. Entonces lo agarró
por el cuello y casi lo estrangulaba, mientras le decía: 'Págame
lo que me debes'. El compañero se le arrodilló y le rogaba: 'Ten
paciencia conmigo y te lo pagaré todo'. Pero el otro no quiso escucharlo,
sino que fue y lo metió en la cárcel hasta que le pagara la deuda.
Al ver lo ocurrido, sus compañeros se llenaron de indignación
y fueron a contarle al rey lo sucedido. Entonces el señor lo llamó
y le dijo: 'Siervo malvado. Te perdoné toda aquella deuda porque me lo
suplicaste. ¿No debías tú también haber tenido compasión
de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?'. Y el señor,
encolerizado, lo entregó a los verdugos para que no lo soltaran hasta
que pagara lo que debía.
Pues lo mismo hará mi Padre celestial con ustedes si cada cual no perdona
de corazón a su hermano".
Cuando Jesús terminó de hablar, salió de Galilea y fue
a la región de Judea que queda al otro lado del Jordán.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te presentamos, Señor, nuestros dones, pidiéndote humildemente que, a ejemplo de san Maximiliano María, aprendamos a ofrecerte nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Jn 15, 13)
Nadie tiene amor más grande a sus amigos que el que da la vida por ellos, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Señor, que, alimentados con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, nos inflame aquel mismo fuego de caridad que san Maximiliano María recibió de este sagrado banquete. Por Jesucristo, nuestro Señor.
La Asunción de la Santísima Virgen María.
Santos: San Alipio de Tagaste, obispo. Beato Agustín Hurtado, mártir. Solemnidad (Blanco)
EL HOMBRE QUE TRAJO LA RESURRECCIÓN
Ap 11, 19; 12,1-6, 10; 1 Co 15, 20-27, Lc 1, 39-56
La fiesta de la Asunción de María, madre del Señor, está estrechamente conectada al misterio de la Resurrección. Efectivamente, el apóstol san Pablo expone la trascendencia de la resurrección de Cristo, afirmando que su vida orientada conforme al designio del Padre, le constituyó en el portador de la vida plena. Ya no estamos afectados por el viejo Adán, ahora Cristo nos ha alcanzado la victoria sobre la muerte. María la madre del Señor, participó de esa victoria de Cristo resucitado, al momento de ser rescatada de la condena que afecta a todos los pecadores: la muerte. Esa misma esperanza es descrita de alguna manera en el libro del Apocalipsis cuando nos presenta la señal magnífica: la mujer sufre aún la persecución por parte del dragón, sin embargo, como garante de la vida, cumplirá su misión y se gozará con el triunfo del Hijo que llega al trono de Dios.
Misa vespertina de la vigilia
Esta Misa se utiliza en la tarde del día 14 de agosto, antes o después de las primeras vísperas de la solemnidad.
ANTÍFONA DE ENTRADA
De ti se han dicho maravillas, María, que hoy has sido exaltada sobre los coros de los ángeles y triunfas con Cristo para siempre.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que al ver la humildad de la santísima Virgen María le concediste la gracia de que tu Unigénito naciera de ella según la carne, y en este día la coronaste de gloria incomparable, concede a quienes hemos sido salvados gracias al misterio de tu redención, que merezcamos, por sus ruegos, ser glorificados por ti. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Introdujeron el arca de la alianza y la instalaron en el centro de la tienda que David le había preparado.
Del primer libro de las Crónicas: 15, 3-4. 15-16; 16, 1-2
En aquellos días,
David congregó en Jerusalén a todos los israelitas, para trasladar
el arca de la alianza al lugar que le había preparado. Reunió
también a los hijos de Aarón y a los levitas. Éstos cargaron
en hombros los travesaños sobre los cuales estaba colocada el arca de
la alianza, tal como lo había mandado Moisés, por orden del Señor.
David ordenó a los jefes de los levitas que entre los de su tribu nombraran
cantores para que entonaran cantos festivos, acompañados de arpas, cítaras
y platillos.
Introdujeron, pues, el arca de la alianza y la instalaron en el centro de la
tienda que David le había preparado. Ofrecieron a Dios holocaustos y
sacrificios de comunión, y cuando David terminó de ofrecerlos,
bendijo al pueblo en nombre del Señor. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Del salmo 131 R/.
Ven, Señor, a tu morada.
Que se hallaba en Efrata nos dijeron; de Jaar en los campos la encontramos.
Entremos en la tienda del Señor y a sus pies, adorémoslo, postrados.
R/.
Tus sacerdotes vístanse de gala; tus fieles, jubilosos, lancen gritos.
Por amor a David, tu servidor, no apartes la mirada de tu ungido. R/.
Esto es así, porque el Señor ha elegido a Sión como morada:
"Aquí está mi reposo para siempre; porque así me agradó,
será mi casa". R/.
Nos ha dado la victoria por nuestro Señor Jesucristo.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15, 54-57
Hermanos: Cuando nuestro ser corruptible y mortal se revista de incorruptibilidad e inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra de la Escritura: La muerte ha sido aniquilada por la victoria. ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón? El aguijón de la muerte es el pecado y la fuerza del pecado es la ley. Gracias a Dios, que nos ha dado la victoria por nuestro Señor Jesucristo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Lc 11, 28) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica,
dice el Señor. R/.
¡Dichosa la mujer que te llevó en su seno!
Del santo Evangelio según san Lucas: 11, 27-28
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la multitud, una mujer del pueblo, gritando, le dijo: "¡Dichosa la mujer que te llevó en su seno y cuyos pechos te amamantaron!" Pero Jesús le respondió: "Dichosos todavía más los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, el sacrificio de reconciliación y alabanza que celebramos en la Asunción de la santa Madre de Dios, para que nos lleve a obtener el perdón y nos haga permanecer en continua acción de gracias. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio propio, como en la Misa del día
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Lc 11, 27)
Dichosa la Virgen María porque llevó en su seno al Hijo del eterno Padre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Después de participar de la mesa celestial, imploramos tu clemencia, Señor Dios nuestro, para que quienes celebramos la Asunción de la Madre de Dios, nos veamos libres de todos los males que nos amenazan. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne.
Misa del día
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Ap 12, 1)
Una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que elevaste a la gloria celestial en cuerpo y alma a la inmaculada Virgen María, Madre de tu Hijo, concédenos tender siempre hacia los bienes eternos, para que merezcamos participar de su misma gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Una mujer envuelta por el sol, con la luna bajo sus pies.
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 11, 19; 12, 1-6. 10
Se abrió el templo
de Dios en el cielo y dentro de él se vio el arca de la alianza. Apareció
entonces en el cielo una figura prodigiosa: una mujer envuelta por el sol, con
la luna bajo sus pies y con una corona de doce estrellas en la cabeza. Estaba
encinta y a punto de dar a luz y gemía con los dolores del parto.
Pero apareció también en el cielo otra figura: un enorme dragón,
color de fuego, con siete cabezas y diez cuernos, y una corona en cada una de
sus siete cabezas. Con su cola barrió la tercera parte de las estrellas
del cielo y las arrojó sobre la tierra. Después se detuvo delante
de la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo, en cuanto éste
naciera. La mujer dio a luz un hijo varón, destinado a gobernar todas
las naciones con cetro de hierro; y su hijo fue llevado hasta Dios y hasta su
trono. Y la mujer huyó al desierto, a un lugar preparado por Dios.
Entonces oí en el cielo una voz poderosa, que decía: "Ha
sonado la hora de la victoria de nuestro Dios, de su dominio y de su reinado,
y del poder de su Mesías". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 44 R/.
De pie, a tu derecha, está la reina.
Hijas de reyes salen a tu encuentro. De pie, a tu derecha, está la reina,
enjoyada con oro de Ofir. R/.
Escucha, hija, mira y pon atención: olvida a tu pueblo y la casa paterna;
el rey está prendado de tu belleza; ríndele homenaje, porque él
es tu Señor. R/.
Entre alegría y regocijo van entrando en el palacio real. A cambio de
tus padres, tendrás hijos, que nombrarás príncipes por
toda la tierra. R/.
Resucitó primero Cristo, como primicia; después los que son de Cristo.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15, 20-27
Hermanos: Cristo resucitó, y resucitó como la primicia de todos los muertos. Porque si por un hombre vino la muerte, también por un hombre vendrá la resurrección de los muertos. En efecto, así como en Adán todos mueren, así en Cristo todos volverán a la vida; pero cada uno en su orden: primero Cristo, como primicia; después, a la hora de su advenimiento, los que son de Cristo. Enseguida será la consumación, cuando, después de haber aniquilado todos los poderes del mal, Cristo entregue el Reino a su Padre. Porque Él tiene que reinar hasta que el Padre ponga bajo sus pies a todos sus enemigos. El último de los enemigos en ser aniquilado, será la muerte, porque todo lo ha sometido Dios bajo los pies de Cristo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
María fue llevada al cielo y todos los ángeles se alegran. R/.
Ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Exaltó a los humildes.
Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 39-56
En aquellos días,
María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas
de Judea, y entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel.
En cuanto ésta oyó el saludo de María, la criatura saltó
en su seno.
Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la
voz, exclamó: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito
el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi
Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos,
el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído,
porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor".
Entonces dijo María: "Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu
se llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad
de su esclava.
Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho
en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre, y su misericordia
llega de generación en generación a los que lo temen. Ha hecho
sentir el poder de su brazo: dispersó a los de corazón altanero,
destronó a los potentados y exaltó a los humildes. A los hambrientos
los colmó de bienes y a los ricos los despidió sin nada. Acordándose
de su misericordia, viene en ayuda de Israel, su siervo, como lo había
prometido a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia, para siempre".
María permaneció con Isabel unos tres meses, y luego regresó
a su casa. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Suba hasta ti, Señor, nuestra ofrenda fervorosa y, por intercesión de la santísima Virgen María, elevada al cielo, haz que nuestros corazones tiendan hacia ti, inflamados en el fuego de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque hoy ha sido elevada al cielo la Virgen Madre de Dios, anticipo e imagen
de la perfección que alcanzará tu Iglesia, garantía de
consuelo y esperanza para tu pueblo, todavía peregrino en la tierra.
Con razón no permitiste, Señor, que conociera la corrupción
del sepulcro aquella que, de un modo inefable, dio vida en su seno y carne de
su carne a tu Hijo, autor de toda vida.
Por eso, unidos a los ángeles, te aclamamos llenos de alegría:
Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 1, 48-49)
Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo recibido el sacramento de la salvación, te pedimos, Señor, nos concedas que, por intercesión de santa María Virgen, elevada al cielo, seamos llevados a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne.
Vísperas I del domingo: 4a semana del Salterio. Tomo IV: pp. 1076 y 88. Para los fieles: pp. 722 y 410. Edición popular: pp. 289 y 475. Feria (Verde)
HACERSE COMO NIÑO
Ez 18,1-10. 13. 30-32; Mt 19,13-15
El capítulo décimo octavo del profeta Ezequiel es un parteaguas en la revelación bíblica. Desde tiempos remotos había quedado establecido el principio de la responsabilidad colectiva, según el cual, las acciones reprobables o meritorias de una persona, afectarían para bien o para mal a sus descendientes por muchas generaciones. Esa forma de implantar la justicia divina tenía sus deficiencias. Por esa razón el Señor establece el principio de la responsabilidad personal, cada ser humano se responsabilizará de su propio proceder. La invitación final es esperanzadora: es posible recomenzar renovándose interiormente con un espíritu y un corazón nuevo. En esa perspectiva podemos interpretar el pasaje del Evangelio de san Mateo: es necesario hacerse tan dócil como los niños, para acoger sin simulación ni doblez alguno, el designio amoroso del Dios. Los niños pequeños confían cabalmente en sus padres. Así tendrá que abandonarse el creyente en las manos del Padre celestial.
MISA DE SANTA MARÍA EN SÁBADO
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Hch 1, 14)
Los discípulos perseveraban unánimes en la oración junto con María, la Madre de Jesús.
ORACIÓN COLECTA
Dios, Padre de misericordia, cuyo Unigénito, clavado en la cruz, proclamó como Madre nuestra a su propia Madre, María santísima, concédenos, por su cooperación amorosa, que tu Iglesia, siendo cada día más fecunda, se alegre por la santidad de sus hijos y atraiga a su seno a todas las familias de los pueblos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Yo juzgaré a cada uno según su proceder.
Del libro del profeta Ezequiel: 18, 1-10. 13. 30-32
El Señor me habló
y me dijo: "¿Por qué andan repitiendo este refrán
en Israel: 'Los padres fueron los que comieron uvas verdes y son los hijos a
quienes se les destemplan los dientes'? Les juro por mi vida, dice el Señor
Dios, que nadie volverá a repetir ese refrán en Israel. Sépanlo:
todas las vidas son mías, lo mismo la vida del padre que la del hijo.
Así pues, el hombre que peque, ése morirá.
El hombre que es justo y vive de acuerdo con el derecho y la justicia; que no
ofrece sacrificios a los ídolos ni los adora; que no deshonra a la mujer
de su prójimo; que no explota a sus semejantes y les devuelve la prenda
empeñada; que no roba, sino que da de comer al hambriento y viste al
desnudo; que no presta con usura ni acumula intereses; que no comete maldades
y juzga imparcialmente los delitos; que observa mis preceptos y cumple con fidelidad
mis mandamientos, ese hombre es justo y ciertamente vivirá, dice el Señor
Dios.
Si el hijo del justo es ladrón u homicida y quebranta alguno de mis mandamientos,
ciertamente morirá y será responsable de sus propios crímenes.
Pues bien, pueblo de Israel, yo juzgaré a cada uno de ustedes según
su proceder, dice el Señor Dios. Arrepiéntanse de todos sus pecados,
apártense de ellos y no morirán. Arrepiéntanse de todas
las infidelidades que han cometido, estrenen un corazón nuevo y un espíritu
nuevo y así no morirán, pues yo no quiero que nadie muera, dice
el Señor Dios. Arrepiéntanse y vivirán".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 50 R/.
Crea en mí, Señor, un corazón puro.
Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu
nuevo para cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti
ni retires de mí tu santo espíritu. R/.
Devuélveme tu salvación, que regocija, mantén en mí
un alma generosa. Enseñaré a los descarriados tus caminos y volverán
a ti los pecadores. R/.
Tú, Señor, no te complaces en los sacrificios, y si te ofreciera
un holocausto, no te agradaría. Un corazón contrito te presento,
y a un corazón contrito, tú nunca lo desprecias. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Mt 1 1, 25) R/. Aleluya, aleluya.
Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado
los misterios del Reino a la gente sencilla. R/.
No les impidan a los niños que se acerquen a mí, porque de los que son como ellos es el Reino de los cielos.
Del santo Evangelio según san Mateo: 19, 13-15
En aquel tiempo, le presentaron unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y orase por ellos. Los discípulos regañaron a la gente; pero Jesús les dijo: "Dejen a los niños y no les impidan que se acerquen a mí, porque de los que son como ellos es el Reino de los cielos". Después les impuso las manos y continuó su camino. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, nuestras ofrendas y conviértelas en sacramento de salvación, por cuya eficacia y por la intervención amorosa de la santísima Virgen María, Madre de la Iglesia, nos llenemos de santo fervor y merezcamos quedar más íntimamente asociados, con ella, a la obra de la redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, y alabarte en esta conmemoración
de la Virgen María.
Porque ella, al aceptar tu Palabra en su corazón inmaculado, mereció
concebirla en su seno virginal y, al dar a luz a su Creador, preparó
el nacimiento de la Iglesia.
Porque ella, al aceptar junto a la cruz el encargo de tu amor, recibió
como hijos a todos los hombres, redimidos por la sangre de Cristo.
Porque ella, al unirse a las oraciones de los Apóstoles y de los discípulos,
que esperaban la venida del Espíritu Santo prometido, se convirtió
en el modelo de la Iglesia suplicante. Y, desde su asunción gloriosa
al cielo, sigue mostrando su amor a la Iglesia peregrina, y protege sus pasos
hacia la patria del cielo, hasta que venga el Señor, lleno de gloria.
Por eso, con todos los ángeles y santos, te alabamos sin cesar, diciendo:
Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Jn 19, 26-27)
Desde la cruz, Cristo dijo al discípulo amado: He ahí a tu Madre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo recibido esta prenda de redención y vida, te suplicamos, Señor, que tu Iglesia, por la ayuda maternal de la santísima Virgen, instruya a todas las naciones, anunciándoles el Evangelio, y llene al mundo entero con la efusión de tu Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios nuestro, por intercesión del beato Bartolomé Laurel, cuyo glorioso martirio celebramos hoy, que, imitando su ejemplo, te agrademos por nuestra humildad y nuestra constancia en la fe. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al recordar el martirio del beato Bartolomé Laurel, traemos, Señor, a tu altar nuestros dones, y te pedimos que quienes celebramos los misterios de la pasión del Señor, imitemos lo que realizamos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Ya que hemos celebrado el banquete celestial, te pedimos, Señor, que el recuerdo del martirio del beato Bartolomé Laurel y nuestra oración fervorosa, nos alienten a seguir el ejemplo generoso de su fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XX DOMINGO ORDINARIO.
Santos: Eusebio I, Papa; Jacinto de Cracovia, presbítero. Beato Ángel Agustín Mazinghi, presbítero. (Verde)
APÓSTOL DE LOS PAGANOS
Is 56, 1.6-7; Rm 11,13-15. 29-32; Mt 15,21-28
El hilo conductor entre las tres lecturas es la cuestión de la admisión de los extranjeros al pueblo de Dios. El libro de Isaías insiste en que toda persona que se done de corazón a Dios, podrá participar de su alianza y será admitido en la Casa de Oración. Ya no habrá exclusión contra los que se acerquen con corazón limpio, sean de la nación que sean. Sin embargo, esa promesa se fue concretando con altibajos y retrocesos. El pasaje evangélico nos muestra que el mismo Señor Jesús y toda su generación, seguía experimentando dificultades para acoger a sus vecinos de Fenicia. La reflexión decisiva y firme del apóstol san Pablo, abrió de par en par las puertas a los paganos en la Iglesia. El antiguo perseguidor de cristianos redefinió su identidad: ya no era un fariseo liberal, sino un apóstol de Jesucristo al servicio de los paganos, dispuesto a defender ante los espíritus escrupulosos: la libertad del Espíritu y la salvación gratuitamente alcanzada por la fe en Jesucristo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 83, 10-11)
Dios, protector nuestro, mira el rostro de tu Ungido. Un solo día en tu casa es más valioso, que mil días en cualquier otra parte.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que has preparado bienes invisibles para los que te aman, infunde en nuestros corazones el anhelo de amarte, para que, amándote en todo y sobre todo, consigamos tus promesas, que superan todo deseo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Conduciré a los extranjeros a mi monte santo.
Del libro del profeta Isaías: 56, 1. 6-7
Esto dice el Señor: "Velen por los derechos de los demás, practiquen la justicia, porque mi salvación está a punto de llegar y mi justicia a punto de manifestarse. A los extranjeros que se han adherido al Señor para servirlo, amarlo y darle culto, a los que guardan el sábado sin profanarlo y se mantienen fieles a mi alianza, los conduciré a mi monte santo y los llenaré de alegría en mi casa de oración. Sus holocaustos y sacrificios serán gratos en mi altar, porque mi templo será casa de oración para todos los pueblos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 66 R/.
Que te alaben, Señor, todos los pueblos.
Ten piedad de nosotros y bendícenos; vuelve, Señor, tus ojos a
nosotros. Que conozca la tierra tu bondad y los pueblos tu obra salvadora. R/.
Las naciones con júbilo te canten, porque juzgas al mundo con justicia;
con equidad tú juzgas a los pueblos y riges en la tierra a las naciones.
R/.
Que te alaben, Señor, todos los pueblos, que los pueblos te aclamen todos
juntos. Que nos bendiga Dios y que le rinda honor el mundo entero. R/.
Dios no se arrepiente de sus dones ni de su elección.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 11, 13-15. 29-32
Hermanos: Tengo algo que
decirles a ustedes, los que no son judíos, y trato de desempeñar
lo mejor posible este ministerio. Pero esto lo hago también para ver
si provoco los celos de los de mi raza y logro salvar a algunos de ellos. Pues,
si su rechazo ha sido reconciliación para el mundo, ¿qué
no será su reintegración, sino resurrección de entre los
muertos? Porque Dios no se arrepiente de sus dones ni de su elección.
Así como ustedes antes eran rebeldes contra Dios y ahora han alcanzado
su misericordia con ocasión de la rebeldía de los judíos,
en la misma forma, los judíos, que ahora son los rebeldes y que fueron
la ocasión de que ustedes alcanzaran la misericordia de Dios, también
ellos la alcanzarán. En efecto, Dios ha permitido que todos cayéramos
en la rebeldía, para manifestarnos a todos su misericordia. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Mt 4, 23) R/. Aleluya, aleluya.
Jesús predicaba la buena nueva del Reino y curaba a la gente de toda
enfermedad. R/.
Mujer, ¡qué grande es tu fe!
Del santo Evangelio según san Mateo: 15, 21-28
En aquel tiempo, Jesús
se retiró a la comarca de Tiro y Sidón. Entonces una mujer cananea
le salió al encuentro y se puso a gritar: "Señor, hijo de
David, ten compasión de mí. Mi hija está terriblemente
atormentada por un demonio". Jesús no le contestó una sola
palabra; pero los discípulos se acercaron y le rogaban: "Atiéndela,
porque viene gritando detrás de nosotros". Él les contestó:
"Yo no he sido enviado sino a las ovejas descarriadas de la casa de Israel".
Ella se acercó entonces a Jesús y, postrada ante Él, le
dijo: "¡Señor, ayúdame!". Él le respondió:
"No está bien quitarles el pan a los hijos para echárselo
a los perritos". Pero ella replicó: "Es cierto, Señor;
pero también los perritos se comen las migajas que caen de la mesa de
sus amos". Entonces Jesús le respondió: "Mujer, ¡qué
grande es tu fe! Que se cumpla lo que deseas". Y en aquel mismo instante
quedó curada su hija. Palabra del Señor. Gloria a
ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
La mujer cananea del
Evangelio pedía con insistencia a Jesús que la ayudara. Oremos
también nosotros, repitiendo su petición.
Después de cada petición diremos: Ten compasión de nosotros,
Señor.
Por la Iglesia. Que sepa dedicar sus mejores energías a los pobres, a
los débiles, a los abandonados. Oremos.
Por los gobernantes de las naciones. Que sean dignos instrumentos de Dios en
el ejercicio del poder. Oremos.
Por el pueblo judío, el pueblo de la antigua alianza. Que viva con autenticidad
su fe y encuentre caminos de diálogo y de convivencia con los otros pueblos
y religiones. Oremos.
Por los padres y madres que sufren por las enfermedades y tantos otros problemas
de sus hijos. Que experimenten el amor y la compasión de Dios que ofrece
siempre consuelo y esperanza. Oremos.
Por todos aquellos que mañana inician un nuevo ciclo escolar. Que sea
oportunidad de crecimiento humano y espiritual. Oremos. Por todos nosotros.
Que esta celebración de la Eucaristía alimente nuestra vida de
fe y nos mueva a dar testimonio. Oremos.
Ten compasión, Señor, de nosotros, y atiende las oraciones
que con fe y confianza te hemos presentado. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, nuestros dones, con los que se realiza tan glorioso intercambio, para que, al ofrecerte lo que tú nos diste, merezcamos recibirte a ti mismo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 129, 7)
Con el Señor viene la misericordia, y la abundancia de su redención.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Unidos a Cristo por este sacramento, suplicamos humildemente, Señor, tu misericordia, para que, hechos semejantes a Él aquí en la tierra, merezcamos gozar de su compañía en el cielo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- "Veo a la Iglesia como un hospital de campaña tras una batalla", sentenció recientemente el Papa Francisco en una entrevista, afirmando que la Iglesia está ahí para curar heridas, no para abaratar ni encarecer las exigencias del camino cristiano, sino para animar a las personas que sufren, ayudándoles en su proceso de curación. La mujer cananea sufría demasiado porque su pequeña hija no encontraba la paz interior. Estaba desesperada. En un primer momento Jesús pareció quedar encajonado en los prejuicios raciales tan arraigados en el pueblo de Israel. La mujer se mantuvo en su posición y lo desarmó. El Señor Jesús nos habrá de ayudar a compadecer solidaria y dignamente a los excluidos, a todos aquellos que parecieran ser "los perritos" del siglo XXI, por la manera inhumana en que la sociedad los arrincona. Habrá que caminar en las fronteras humanas para acompañar a las personas con misericordia.
Santos: Elena de la Cruz, emperatriz; Alberto Hurtado, presbítero; Fermín de Metz, obispo.
Feria (Verde)
EL ENCANTO DE TUS OJOS
Ez 24,15-24; Mt 19,16-22
La escena trágica de la muerte de la esposa del profeta Ezequiel nos alecciona sobre las exigencias radicales de la misión profética. Ezequiel se convierte con toda su vida en una señal para Israel. Su aparente indiferencia es una señal premonitoria, así como el profeta no se lamenta por la muerte de su esposa, Dios no se compadecerá de la desgracia de Israel. Esa indiferencia servirá de señal para que el pueblo reaccione y redescubra su verdadera situación. Por otra parte, en el Evangelio de san Mateo, encontramos a un hombre que ha cumplido rigurosamente los Mandamientos; al parecer es un israelita intachable; sin embargo, ha empeñado su libertad, puesto que tiene su corazón atado indisolublemente a sus riquezas. No las ha sabido administrar y se ha dejado poseer por ellas, perdiendo de paso su capacidad de optar y de seguir a Jesús.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. 1 Co 12, 4-6)
Hay diferentes dones, pero el Espíritu es el mismo; hay diferentes servicios, pero el Señor es el mismo; hay diferentes actividades, pero Dios, que hace todo en todos, es el mismo.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que enseñaste a los ministros de tu Iglesia a no buscar ser servidos, sino a servir a sus hermanos, concédeles disponibilidad en la entrega, mansedumbre en el servicio y perseverancia en la oración. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Ezequiel les servirá de señal; ustedes harán lo mismo que él ha hecho.
Del libro del profeta Ezequiel: 24, 15-24
El Señor me habló
y me dijo: "Hijo de hombre, voy a arrebatarte repentinamente a tu esposa,
que es el encanto de tus ojos; pero no llores ni hagas duelo ni derrames lágrimas;
aflígete en silencio, sin hacer duelo; ponte el turbante y las sandalias;
no te cubras la cara ni comas comida de duelo".
Por la mañana estuve hablando a la gente y por la tarde murió
mi esposa. A la mañana siguiente hice lo que el Señor me había
mandado. Entonces me preguntó la gente: "¿Quieres explicarnos
lo que estás haciendo?". Yo les respondí: "El Señor
me ha dicho: 'Dile a la casa de Israel que el Señor dice esto: Voy a
profanar mi santuario, que es la causa del orgullo de ustedes, el encanto de
sus ojos y el amor de su corazón. Sus hijos e hijas morirán a
espada. Entonces harán lo que Ezequiel ha hecho: no se cubrirán
la cara ni comerán comida de duelo; seguirán con el turbante en
la cabeza y las sandalias en los pies; no llorarán ni harán duelo;
se consumirán por su culpa y se lamentarán unos con otros. Ezequiel
les servirá de ejemplo; ustedes harán lo mismo que él ha
hecho. Y cuando esto suceda, sabrán que yo soy el Señor Dios'
". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Deuteronomio 32
R/. Abandonaron a Dios, que les dio la vida.
Abandonaron a Dios, que los creó, y olvidaron al Señor,
que les dio la vida. Lo vio el Señor, y encolerizado, rechazó
a sus hijos e hijas. R/.
El Señor pensó: "Me les voy a esconder y voy a ver en qué
acaban, porque son una generación depravada, unos hijos infieles. R/.
Ellos me han dado celos con un dios que no es Dios y me han encolerizado con
sus ídolos; yo también les voy a dar celos con un pueblo que no
es pueblo y los voy a encolerizar con una nación insensata". R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 5, 3) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.
R/.
Si quieres ser perfecto, vende lo que tienes y tendrás un tesoro en el cielo.
Del santo Evangelio según san Mateo: 19, 16-22
En aquel tiempo, se acercó
a Jesús un joven y le preguntó: "Maestro, ¿qué
cosas buenas tengo que hacer para conseguir la vida eterna?" Le respondió
Jesús: "¿Por qué me preguntas a mí acerca de
lo bueno? Uno solo es el bueno: Dios. Pero, si quieres entrar en la vida, cumple
los mandamientos". Él replicó: "¿Cuáles?"
Jesús le dijo: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás,
no levantarás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, ama a
tu prójimo como a ti mismo.
Le dijo entonces el joven: "Todo eso lo he cumplido desde mi niñez,
¿qué más me falta?" Jesús le dijo: "Si
quieres ser perfecto, ve a vender todo lo que tienes, dales el dinero a los
pobres, y tendrás un tesoro en el cielo; luego ven y sígueme".
Al oír estas palabras, el joven se fue entristecido, porque era muy rico.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Padre santo, cuyo Hijo quiso lavar los pies de los discípulos para darnos ejemplo, recibe los dones que te presentamos y haz que, al ofrecernos como oblación espiritual, podamos crecer en el espíritu de humildad y entrega. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 12, 37)
Dichosos aquellos a quienes su señor, al llegar, encuentre en vela. Yo les aseguro que se recogerá la túnica, los hará sentar a su mesa y él mismo les servirá.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concede, Señor, a tus siervos, fortalecidos por el alimento y la bebida celestiales, procurar tu gloria y la salvación de los creyentes, siendo siempre fieles ministros del Evangelio, de los sacramentos y de la caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
EL PRÍNCIPE DE TIRO
Ez 28,1-10; Mt 19,23-30
El oráculo contra el rey de Tiro no se agota en la biografía de dicho monarca. Es en realidad el retrato de una actitud, la de la soberbia y el engreimiento de quienes se endiosan con el éxito en cualquiera de sus versiones. Cuando los seres humanos, en particular la gente poderosa, que puede hacer tambalear los destinos de una nación, se embriagan con su desmedido poder, terminan por deshumanizarse, creyéndose intocables. Los reveses y fracasos que posteriormente enfrentan, los devuelven a la cruda realidad. La elegía contra el rey de Tiro es una llamada de atención contra el engreimiento y la vanagloria. El joven rico del Evangelio es contrapuesto por el evangelista con los discípulos de Jesús que han aprendido a desprenderse de sus seguridades mundanas para seguirle. Lidiar con la riqueza es tan complicado como lograr liberarse de las limitaciones que acarrea la pobreza.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 105, 47)
Sálvanos, Señor y Dios nuestro; reúnenos de entre las naciones, para que podamos agradecer tu poder santo y nuestra gloria sea alabarte.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor Dios nuestro, adorarte con toda el alma y amar a todos los hombres con afecto espiritual. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Eres hombre y no Dios, y te crees tan sabio como Dios.
Del libro del profeta Ezequiel: 28, 1-10
En aquellos días,
el Señor me habló y me dijo: "Hijo de hombre, dile al príncipe
de Tiro: 'El Señor Dios dice esto: Tu corazón se ha ensoberbecido
y has dicho: Soy Dios, estoy sentado en el trono de Dios, en medio de los mares;
pero eres hombre y no Dios, y te crees tan sabio como Dios; pretendes ser más
inteligente que Daniel y conocer todos los secretos; con tu sabiduría
y habilidad te has hecho rico, has amontonado oro y plata en tus tesoros; con
astucia de comerciante has aumentado tus riquezas y te has ensoberbecido por
tu fortuna' ".
Por eso dice el Señor: "Porque te has creído tan sabio como
Dios, por eso mandaré contra ti a los más feroces de los pueblos
extranjeros, que desenvainarán su espada contra tu esplendor y tu sabiduría
y acabarán con tu grandeza. Ellos te matarán y el mar será
tu sepultura.
¿Ante la mano misma de tus verdugos te atreverás a afirmar todavía
que eres Dios, cuando no eres más que un hombre? Morirás como
un pagano a manos de extranjeros, porque así lo digo yo, el Señor
Dios".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Deuteronomio 32
R/. El Señor da la muerte y la vida.
El Señor pensó: "Voy a dispersarlos y a borrar su memoria
entre los hombres. Pero no, porque temo la presunción del enemigo y la
mala interpretación del adversario. R/.
Pues diría el enemigo que su mano había vencido y que no era el
Señor el que lo había hecho, porque son una nación que
ha perdido el juicio". R/.
¿Cómo puede uno perseguir a mil y dos poner en fuga a diez mil?
¿No es porque su Dios los ha vendido, porque el Señor los ha entregado?
R/.
El día de su destrucción se acerca y su suerte se apresura, porque
el Señor defenderá a su pueblo y tendrá compasión
de sus siervos. R/.
ACLAMACIÓN
(2 Co 8, 9) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre, para enriquecernos con su pobreza. R/.
Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los cielos.
Del santo Evangelio según san Mateo: 19, 23-30
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Yo les aseguro que un rico difícilmente
entrará en el Reino de los cielos. Se lo repito: es más fácil
que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de
los cielos".
Al oír esto, los discípulos se quedaron asombrados y exclamaron:
"Entonces ¿quién podrá salvarse?" Pero Je¬sús,
mirándolos fijamente, les respondió: "Para los hom¬bres
eso es imposible, más para Dios todo es posible".
Entonces Pedro, tomando la palabra, le dijo a Jesús: "Señor,
nosotros lo hemos dejado todo y te hemos segui¬do, ¿qué nos
va a tocar?" Jesús les dijo: "Yo les aseguro que en la vida
nueva, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, ustedes, los
que me han seguido, se sentarán también en doce tronos, para juzgar
a las doce tribus de Israel.
Y todo aquel que por mí haya dejado casa, o her¬manos o hermanas,
o padre o madre, o esposa o hijos, o propiedades, recibirá cien veces
más y heredará la vida eterna. Y muchos primeros serán
últimos y muchos últimos, primeros". Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, complacido, estos dones que ponemos sobre tu altar en señal de nuestra sumisión a ti y conviértelos en el sacramento de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 5, 3-4)
Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos los humildes, porque heredarán la tierra.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor, que, alimentados con el don de nuestra redención, este auxilio de salvación eterna afiance siempre nuestra fe en la verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
APACENTARSE A SÍ MISMO
Ez 34,1-11; Mt 20,1-16
La primera lectura es una denuncia vigorosa contra los gobernantes ineptos. Ezequiel lo resume de manera concisa: los pastores de Israel se desentienden de las ovejas y se apacientan a sí mismos. Deformación reiterada y permanente en nuestro régimen actual. Con tal de conservar el poder, los gobernantes no asumen su responsabilidad política; dejan agravar los conflictos con tal de no poner en riesgo su poder. Que las ovejas-ciudadanos se aguanten, parece ser la consigna tácita que guía su proceder. La parábola de los trabajadores de la viña exhibe otra realidad diferente: la de un administrador que sin faltar a la justicia, invierte la forma de valorar los esfuerzos humanos. Trata con predilección a los rezagados y excluidos, practicando una discriminación a la inversa, sin lesionar los derechos del resto de la sociedad. La predilección del pastor modelo tendrá que ir orientada a la preservación de las personas más débiles y vulnerables. Todo lo demás son privilegios inadmisibles.
ANTÍFONA DE ENTRADA
El Señor colmó a san Bernardo con espíritu de inteligencia, para que transmitiera al pueblo de Dios las riquezas de la doctrina.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que encendiste al abad san Bernardo con el celo por tu casa e hiciste de él una lámpara que brillaba y ardía en tu Iglesia, concédenos por su intercesión que, animados por ese mismo espíritu, caminemos siempre como hijos de la luz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Les arrancaré mis ovejas de la boca y no se las volverán a comer.
Del libro del profeta Ezequiel: 34, 1-11
En aquellos días,
el Señor me habló y me dijo: "Hijo de hombre, profetiza contra
los pastores de Israel y diles: `Esto dice el Señor: ¡Ay de los
pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿No deben los
pastores apacentar a las ovejas? Pero ustedes se toman la leche de ellas, se
visten con su lana, sacrifican las ovejas mejor alimentadas y no apacientan
al rebaño. No fortalecen a las ovejas débiles, no curan a las
enfermas ni cuidan a las que están heridas. No hacen volver a las descarriadas
ni buscan a las perdidas, sino que las dominan con crueldad y violencia.
Mis ovejas se han dispersado por falta de pastor y se han convertido en presa
de todos los animales salvajes. Mi rebaño anda errante por todas partes,
por los montes y las colinas; mi rebaño anda disperso por toda la superficie
de la tierra y no hay nadie que se preocupe de él, nadie que lo busque'.
Por eso, pastores, escuchen la palabra del Señor: 'Mi rebaño ha
sido expuesto al pillaje y se ha convertido en presa de todos los animales salvajes
por falta de pastor, pues mis pastores no se preocupan por mi rebaño;
se apacientan a sí mismos y no apacientan a mi rebaño'.
Por eso, pastores, escuchen la palabra del Señor: 'Lo juro por mi vida:
Me voy a enfrentar a los pastores para reclamarles mis ovejas y destituirlos
de su cargo. Los pastores ya no volverán a apacentarse a sí mismos.
Les arrancaré mis ovejas de la boca y no se las volverán a comer'.
Esto dice el Señor: 'Yo mismo buscaré a mis ovejas y las cuidaré'
". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 22 R/.
El Señor es mi pastor, nada me faltará.
El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace reposar
y hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas. R/.
Por ser un Dios fiel a sus promesas, me guía por el sendero recto; así,
aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú estás
conmigo. Tu vara y tu cayado me dan seguridad. R/.
Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis adversarios; me unges
la cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes. R/.
Tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días
de mi vida; y viviré en la casa del Señor por años sin
término. R/.
ACLAMACIÓN
(Hb 4, 12) R/. Aleluya, aleluya.
La palabra de Dios es viva y eficaz y descubrilos pensamientos e intenciones
del corazón. R/.
¿Vas a tenerme rencor porque yo soy bueno?
Del santo Evangelio según san Mateo: 20, 1-16
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos esta parábola: "El Reino de los cielos
es semejante a un propietario que, al amanecer, salió a contratar trabajadores
para su viña. Después de quedar con ellos en pagarles un denario
por día, los mandó a su viña. Salió otra vez a media
mañana, vio a unos que estaban ociosos en la plaza y les dijo: `Vayan
también ustedes a mi viña y les pagaré lo que sea justo'.
Salió de nuevo a medio día y a media tarde e hizo lo mismo.
Por último, salió también al caer la tarde y encontró
todavía a otros que estaban en la plaza y les dijo: `¿Por qué
han estado aquí todo el día sin trabajar?'. Ellos le respondieron:
'Porque nadie nos ha contratado'. Él les dijo: 'Vayan también
ustedes a mi viña'.
Al atardecer, el dueño de la viña le dijo a su administrador:
'Llama a los trabajadores y págales su jornal, comenzando por los últimos
hasta que llegues a los primeros'. Se acercaron, pues, los que habían
llegado al caer la tarde y recibieron un denario cada uno.
Cuando les llegó su turno a los primeros, creyeron que recibirían
más; pero también ellos recibieron un denario cada uno. Al recibirlo,
comenzaron a reclamarle al propietario, diciéndole: 'Esos que llegaron
al último sólo trabajaron una hora, y sin embargo, les pagas lo
mismo que a nosotros, que soportamos el peso del día y del calor'.
Pero él respondió a uno de ellos: 'Amigo, yo no te hago ninguna
injusticia. ¿Acaso no quedamos en que te pagaría un denario? Toma,
pues, lo tuyo y vete. Yo quiero darle al que llegó al último lo
mismo que a ti. ¿Qué no puedo hacer con lo mío lo que yo
quiero? ¿O vas a tenerme rencor porque yo soy bueno?'
De igual manera, los últimos serán los primeros, y los primeros,
los últimos".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te ofrecemos, Señor, este sacramento de unidad y de paz al conmemorar a san Bernardo, abad, que brilló por su palabra y sus obras, y promovió con firmeza la concordia y el orden de tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Jn 15, 9)
Así como el Padre me ha amado a mí, así yo los he amado a ustedes, dice el Señor; permanezcan, pues, en mi amor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta comunión que hemos recibido, Señor, en la celebración de san Bernardo, produzca su fruto en nosotros, para que, movidos por su ejemplo e instruidos por sus enseñanzas, nos encienda en el amor de tu Verbo encarnado. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Santos: Pio X, Papa; Domingo de Armenteira, abad y José Dang de Vietnam, presbítero. Memoria (Blanco)
POR AMOR DE MI NOMBRE
Ez 36,23-28; Mt 22,1-14
Cuando Israel padeció el destierro en Babilonia sirvió de burla para las naciones vecinas. Era conocida por todos los pueblos cercanos su conciencia de formar parte del pueblo elegido. Esa elección no les libró de la desgracia del exilio. Al humillar a Israel, indirectamente denigraban al Dios de Israel, exhibiéndolo como un protector y un aliado ineficaz. Dios estaba a punto de revertir ese escándalo, haciendo volver a los israelitas a su propia tierra. No sería un simple "borrón y cuenta nueva", sino un nuevo comienzo. Dios regalaría un corazón y un espíritu nuevo a sus hijos para que se condujeran de forma sensata y preservaran su libertad. La parábola de los invitados al banquete de bodas puede vincularse con el episodio anterior. Dios regala su amistad sin exigir condición alguna. Es un llamado abierto y general. Quien acoja el llamado, tendrá que llevar un traje adecuado, es decir, tendrá que mantener un corazón libre de toda esclavitud e idolatría.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Si 50, 1; 44, 16. 22)
Éste es el sacerdote eterno que agradó a Dios en sus días: y por eso el Señor le prometió engrandecerlo en medio de su pueblo con un juramento solemne.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que, para defender la fe católica e instaurar todas las cosas en Cristo, colmaste al Papa san Pío décimo de sabiduría celestial y fortaleza apostólica, concede, benigno, que, siguiendo sus enseñanzas y ejemplos, alcancemos la recompensa eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Les daré un corazón nuevo y les infundiré un espíritu nuevo.
Del libro del profeta Ezequiel: 36, 23-28
Esto dice el Señor:
"Yo mismo mostraré la santidad de mi nombre excelso, que ustedes
profanaron entre las naciones. Entonces ellas reconocerán que yo soy
el Señor, cuando por medio de ustedes les haga ver mi santidad.
Los sacaré de entre las naciones, los reuniré de todos los países
y los llevaré a su tierra. Los rociaré con agua pura y quedarán
purificados; los purificaré de todas sus inmundicias e idolatrías.
Les daré un corazón nuevo y les infundiré un espíritu
nuevo; arrancaré de ustedes el corazón de piedra y les daré
un corazón de carne. Les infundiré mi espíritu y los haré
vivir según mis preceptos, y guardar y cumplir mis mandamientos. Habitarán
en la tierra que di a sus padres; ustedes serán mi pueblo y yo seré
su Dios".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 50 R/.
Crea en mí, Señor, un corazón puro.
Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu
nuevo para cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti,
ni retires de mí tu santo espíritu. R/.
Devuélveme tu salvación, que regocija, mantén en mí
un alma generosa. Enseñaré a los descarriados tus caminos y volverán
a ti los pecadores. R/.
Tú, Señor, no te complaces en los sacrificios y si te ofreciera
un holocausto, no te agradaría. Un corazón contrito te presento,
y a un corazón contrito, tú nunca lo desprecias. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Sal 94, 8) R/. Aleluya, aleluya.
Hagámosle caso al Señor que nos dice: No endurezcan su corazón.
R/.
Conviden al banquete de bodas a todos los que encuentren.
Del santo Evangelio según san Mateo: 22, 1-14
En aquel tiempo, volvió
Jesús a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos
del pueblo, diciendo:
"El Reino de los cielos es semejante a un rey que preparó un banquete
de bodas para su hijo. Mandó a sus criados que llamaran a los invitados,
pero éstos no quisieron ir.
Envió de nuevo a otros criados que les dijeran: 'Tengo preparado el banquete;
he hecho matar mis terneras y los otros animales gordos; todo está listo.
Vengan a la boda'. Pero los invitados no hicieron caso. Uno se fue a su campo,
otro a su negocio y los demás se les echaron encima a los criados, los
insultaron y los mataron.
Entonces el rey se llenó de cólera y mandó sus tropas,
que dieron muerte a aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad.
Luego les dijo a sus criados: 'La boda está preparada; pero los que habían
sido invitados no fueron dignos. Salgan, pues, a los cruces de los caminos y
conviden al banquete de bodas a todos los que encuentren'. Los criados salieron
a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la
sala del banquete se llenó de convidados.
Cuando el rey entró a saludar a los convidados, vio entre ellos a un
hombre que no iba vestido con traje de fiesta y le preguntó: 'Amigo,
¿cómo has entrado aquí sin traje de fiesta?' Aquel hombre
se quedó callado. Entonces el rey dijo a los criados: 'Átenlo
de pies y manos y arrójenlo fuera, a las tinieblas. Allí será
el llanto y la desesperación'.
Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, por tu bondad, los dones que te presentamos, para que, dóciles a las enseñanzas de san Pío, Papa, celebremos con dignidad estos santos misterios y los recibamos con espíritu de fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Jn 10, 11)
El buen Pastor da la vida por sus ovejas.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al celebrar la memoria del Papa san Pío, te rogamos, Señor Dios nuestro, que, por la eficacia de este banquete celestial, lleguemos a ser constantes en la fe y vivamos concordes en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Nuestra Señora María Reina
Santos: San Andrés de Fiésole, abad. Beato Symeon Lukac, mártir.
Memoria (Blanco)
INFUNDIRÉ MI ESPÍRITU
Ez 37,1-14, Mt 22,34-40
La comparación de los huesos secos y calcinados con la situación desesperada del pueblo de Israel desterrado en Babilonia, encuentra su correspondiente en la reanimación de esos huesos y en la reinstalación del pueblo en su propia tierra. La condena y el castigo medicinal que había supuesto el destierro no es la palabra definitiva de Dios. El Señor siempre otorga una nueva oportunidad y el principio esperanza queda garantizado. El nuevo comienzo no será una simple repetición del pasado. Dios infundirá su espíritu vivificante para que la nueva etapa de la salvación, permita que las personas vivan como Dios quiere: como imágenes suyas, dispuestas a escuchar y obedecer su palabra. La discusión sobre el mandamiento principal ratifica certeramente toda la revelación. El Dios de Israel no exige nada directamente para sí mismo, es un Dios que se complace en la vida de sus fieles. Amar a Dios implica necesariamente amar al prójimo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 44, 1o)
De pie a tu derecha está la Reina, vestida de oro y de brocados.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que constituiste Madre y Reina nuestra a la Madre de tu Hijo, concédenos en tu bondad que, apoyados en su intercesión, alcancemos la gloria de tus hijos en el reino celestial. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El Señor infundirá su espíritu a los huesos secos y revivirán.
Del libro del profeta Ezequiel: 37, 1-14
En aquellos días,
la mano del Señor se posó sobre mí, y su espíritu
me trasladó y me colocó en medio de un campo lleno de huesos.
Me hizo dar vuelta en torno a ellos. Había una cantidad innumerable de
huesos sobre la superficie del campo y estaban completamente secos.
Entonces el Señor me preguntó: "Hijo de hombre, ¿podrán
acaso revivir estos huesos?". Yo respondí: "Señor, tú
lo sabes". Él me dijo: "Habla en mi nombre a estos huesos y
diles: 'Huesos secos, escuchen la palabra del Señor. Esto dice el Señor
Dios a estos huesos: He aquí que yo les infundiré el espíritu
y revivirán. Les pondré nervios, haré que les brote carne,
la cubriré de piel, les infundiré el espíritu y revivirán.
Entonces reconocerán ustedes que yo soy el Señor' ".
Yo pronuncié en nombre del Señor las palabras que él me
había ordenado, y mientras hablaba, se oyó un gran estrépito,
se produjo un terremoto y los huesos se juntaron unos con otros. Y vi cómo
les iban saliendo nervios y carne y cómo se cubrían de piel; pero
no tenían espíritu. Entonces me dijo el Señor: "Hijo
de hombre, habla en mi nombre al espíritu y dile: 'Esto dice el Señor:
Ven, espíritu, desde los cuatro vientos y sopla sobre estos muertos,
para que vuelvan a la vida' ".
Yo hablé en nombre del Señor, como él me había ordenado.
Vino sobre ellos el espíritu, revivieron y se pusieron de pie. Era una
multitud innumerable. El Señor me dijo: "Hijo de hombre: Estos huesos
son toda la casa de Israel, que ha dicho: 'Nuestros huesos están secos;
pereció nuestra esperanza y estamos destrozados'. Por eso, habla en mi
nombre y diles: 'Esto dice el Señor: Pueblo mío, yo mismo abriré
sus sepulcros, los haré salir de ellos y los conduciré de nuevo
a la tierra de Israel. Cuando abra sus sepulcros y los saque de ellos, pueblo
mío, ustedes dirán que yo soy el Señor. Entonces les infundiré
mi espíritu y vivirán, los estableceré en su tierra y ustedes
sabrán que yo, el Señor, lo dije y lo cumplí' ".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 106 R/.
Demos gracias a Dios, porque nos ama.
Que lo confiesen los redimidos por el Señor, los que él rescató
de la mano del enemigo, los que reunió de todos los países, de
norte y sur, de oriente y occidente. R/.
Andaban errantes por un desierto solitario, no encontraban el camino de ningún
poblado; sufrían hambre y sed, se les iba agotando la vida. R/.
Pero gritaron al Señor en su angustia, y los arrancó de la tribulación.
Los guió por un camino derecho para que llegaran a un poblado. R/.
Demos gracias a Dios porque nos ama, por las maravillas que hace con los hombres.
Él calmó la sed de los sedientos y a los hambrientos los llenó
de bienes. R/.
ACLAMACIÓN
(Sal 24, 4. 5) R/. Aleluya, aleluya.
Descúbrenos, Señor, tus caminos y guíanos con la verdad
de tu doctrina. R/.
Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo.
Del santo Evangelio según san Mateo: 22, 34-40
En aquel tiempo, habiéndose
enterado los fariseos de que Jesús había dejado callados a los
saduceos, se acercaron a Él. Uno de ellos, que era doctor de la ley,
le preguntó para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿cuál
es el mandamiento más grande de la ley?"
Jesús le respondió: "Amarás al Señor, tu Dios,
con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Éste
es el más grande y el primero de los mandamientos. Y el segundo es semejante
a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. En estos dos
mandamientos se fundan toda la ley y los profetas".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos en la conmemoración de la santísima Virgen María, y concédenos que nos socorra la bondad de tu Hijo Jesucristo, que quiso ofrecerse a ti por nosotros en la cruz, como víctima inmaculada. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Prefacio de santa María Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Lc 1, 45)
Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Después de recibir el sacramento celestial, te suplicamos, Señor, que, cuantos hemos celebrado con veneración la memoria de la santísima Virgen María, merezcamos participar en el banquete eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Eugenio de Ardstraw, obispo; Felipe Benizi, presbítero. Beato Miroslav Bulesic, mártir.
Vísperas I del domingo: la semana del Salterio. Tomo IV: pp. 671 y 121. Para los fieles: pp. 472 y 411. Edición popular: pp. 13 y 476. Feria (Verde)
LA GLORIA DEL SEÑOR
Ez 43, 1-7, Mt 23, 1-12
Congruente con el inicio del libro, el profeta que había narrado la partida de la gloria de Dios, nos refiere el regreso de la misma: el Señor retorna de oriente para acompañar para siempre a su pueblo. Esa es la certeza primera que Israel asimiló: Dios está siempre al lado de su pueblo. Es un comienzo definitivo que no podrá degradarse porque Dios infundirá un espíritu nuevo en el interior de sus fieles. La restauración no quedará reducida al levantamiento de murallas y puertas. El verdadero cambio se verificará en el corazón de los justos, que se dejarán renovar internamente por el Señor. Justamente esa puede ser la explicación de los pecados que denuncia el Señor a escribas y fariseos. No quisieron ubicarse como mediadores entre Dios y su pueblo, quisieron usurpar el lugar y la dignidad que no les correspondía y terminaron viviendo para su propia gloria, en lugar de servir a Dios con un corazón humilde y renovado.
MISA DE SANTA MARÍA EN SÁBADO
ANTÍFONA DE ENTRADA
Floreció la vara de Jesé: la Virgen concibió al que es Dios y hombre; Dios nos devolvió la paz, reconciliando en sí lo más grande con lo pequeño.
ORACIÓN COLECTA
Te pedimos, Señor, que nos asista la venerable intercesión de santa María siempre Virgen, y que, libres de todos los peligros, nos haga gozar de tu paz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
La gloria del Señor penetró en el templo.
Del libro del profeta Ezequiel: 43, 1-7
En aquellos días,
un ángel me llevó a la puerta del templo, que da hacia el oriente,
y vi que la gloria del Señor venía del oriente. Se oía
un ruido como el estruendo de un río caudaloso y la tierra resplandecía
con el fulgor de la gloria de Dios. Esta visión me recordó la
que tuve cuando el Señor vino a destruir la ciudad y la que había
tenido junto al río Kebar. Y caí rostro en tierra.
La gloria del Señor penetró en el templo por la puerta que da
al oriente. El espíritu me levantó y me llevó al atrio
interior y vi que la gloria del Señor llenaba el templo. Entonces oí
que alguien me hablaba desde el templo, y el hombre que estaba junto a mí
me dijo:
"Hijo de hombre, éste es el lugar de mi trono, el lugar donde pongo
las plantas de mis pies. Aquí habitaré para siempre con los hijos
de Israel". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 84 R/.
El Señor habitará en la tierra.
Escucharé las palabras del Señor, palabras de paz para su pueblo
santo. Está ya cerca nuestra salvación y la gloria del Señor
habitará en la tierra. R/.
La misericordia y la verdad se encontraron, la justicia y la paz se besaron,
la fidelidad brotó en la tierra y la justicia vino del cielo. R/.
Cuando el Señor nos muestre su bondad, nuestra tierra producirá
su fruto. La justicia le abrirá camino al Señor e irá siguiendo
sus pisadas. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Mt 23, 9. 10) R/. Aleluya, aleluya.
Su Maestro es uno solo, Cristo, y su Padre es uno solo, el del cielo, dice el
Señor. R/.
Los fariseos dicen una cosa y hacen otra.
Del santo Evangelio según san Mateo: 23, 1-12
En aquel tiempo, Jesús
dijo a las multitudes y a sus discípulos: "En la cátedra
de Moisés se han sentado los escribas y fariseos. Hagan, pues, todo lo
que les digan, pero no imiten sus obras, porque dicen una cosa y hacen otra.
Hacen fardos muy pesados y difíciles de llevar y los echan sobre las
espaldas de los hombres, pero ellos ni con el dedo los quieren mover. Todo lo
hacen para que los vea la gente. Ensanchan las filacterias y las franjas del
manto; les agrada ocupar los primeros lugares en los banquetes y los asientos
de honor en las sinagogas; les gusta que los saluden en las plazas y que la
gente los llame 'maestros'.
Ustedes, en cambio, no dejen que los llamen 'maestros', porque no tienen más
que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A ningún hombre sobre la
tierra lo llamen 'padre', porque el Padre de ustedes es sólo el Padre
celestial. No se dejen llamar 'guías', porque el guía de ustedes
es solamente Cristo. Que el mayor de entre ustedes sea su servidor, porque el
que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te presentamos Señor, estos dones de reconciliación y de alabanza, y te pedimos humildemente que, siguiendo el ejemplo de la Virgen María, lleguemos a ser una ofrenda santa, agradable a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de santa María Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 44, 3)
En tus labios se derrama la gracia, porque Dios te ha bendecido para siempre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el celestial manjar, haz, Señor, que te sirvamos con una vida intachable, a ejemplo de la santísima Virgen María, y que con ella podamos engrandecerte con dignas alabanzas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XXI DOMINGO ORDINARIO
LA LLAVE PARA ABRIR Y CERRAR
Is 22, 19-23, Rm 11, 33-36; Mt 16, 13-20
Las dos narraciones recurren a una misma imagen para referirse al ministerio de autoridad ejercida en representación de Dios. Un mayordomo es destituido y otro es establecido en el palacio real de Judá. La responsabilidad de gobernar no es un beneficio ni tampoco una especie de premio de lotería por tiempo limitado, es una responsabilidad que genera rendición de cuentas. Pedro tendrá que pastorear a la comunidad de los discípulos, estableciendo un discernimiento colegiado en medio de sus hermanos para desentrañar la voluntad de Dios. La llave que ha recibido es la autoridad para representar a Jesús en la búsqueda de las señales del querer divino, en las diferentes circunstancias. Ese servicio de acompañamiento tendrá que ser cumplido desde la autoridad discreta, a la manera del mismo Señor Jesús, que no vino a ser servido sino a servir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 85, 1 -3)
Inclina tu oído, Señor, y escúchame. Salva a tu siervo, que confía en ti. Ten piedad de mí, Dios mío, pues sin cesar te invoco.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que unes en un mismo sentir los corazones de tus fieles, impulsa a tu pueblo a amar lo que mandas y a desear lo que prometes, para que, en medio de la inestabilidad del mundo, estén firmemente anclados nuestros corazones donde se halla la verdadera felicidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Pondré la llave del palacio de David sobre su hombro.
Del libro del profeta Isaías: 22, 19-23
Esto dice el Señor
a Sebná, mayordomo de palacio: "Te echaré de tu puesto y
te destituiré de tu cargo. Aquel mismo día llamaré a mi
siervo, a Eleacín, el hijo de Elcías; le vestiré tu túnica,
le ceñiré tu banda y le traspasaré tus poderes.
Será un padre para los habitantes de Jerusalén y para la casa
de Judá. Pondré la llave del palacio de David sobre su hombro.
Lo que él abra, nadie lo cerrará; lo que él cierre, nadie
lo abrirá. Lo fijaré como un clavo en muro firme y será
un trono de gloria para la casa de su padre". Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 137 R/.
Señor, tu amor perdura eternamente.
De todo corazón te damos gracias, Señor, porque escuchaste nuestros
ruegos. Te cantaremos delante de tus ángeles, te adoraremos en tu templo.
R/.
Señor, te damos gracias por tu lealtad y por tu amor: siempre que te
invocamos, nos oíste y nos llenaste de valor. R/.
Se complace el Señor en los humildes y rechaza al engreído. Señor,
tu amor perdura eternamente; obra tuya soy, no me abandones. R/.
Todo proviene de Dios, todo ha sido hecho por Él y todo está orientado hacia Él.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 11, 33-36
¡Qué inmensa y rica es la sabiduría y la ciencia de Dios! ¡Qué impenetrables son sus designios e incomprensibles sus caminos! ¿Quién ha conocido jamás el pensamiento del Señor o ha llegado a ser su consejero? ¿Quién ha podido darle algo primero, para que Dios se lo tenga que pagar? En efecto, todo proviene de Dios, todo ha sido hecho por Él y todo está orientado hacia él. A Él la gloria por los siglos de los siglos. Amén. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Mt 16, 18) R/. Aleluya, aleluya.
Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y los
poderes del infierno no prevalecerán sobre ella, dice el Señor.
R/.
Tú eres Pedro y yo te daré las llaves del Reino de los cielos.
Del santo Evangelio según san Mateo: 16, 13-20
En aquel tiempo, cuando
llegó Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta
pregunta a sus discípulos: "¿Quién dice la gente que
es el Hijo del hombre?". Ellos le respondieron: "Unos dicen que eres
Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que Jeremías o alguno
de los profetas".
Luego les preguntó: "Y ustedes, ¿quién dicen que soy
yo?". Simón Pedro tomó la palabra y le dijo: "Tú
eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo".
Jesús le dijo entonces: "¡Dichoso tú, Simón,
hijo de Juan, porque esto no te lo ha revelado ningún hombre, sino mi
Padre, que está en los cielos! Y yo te digo a ti que tú eres Pedro
y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Los poderes del infierno no
prevalecerán sobre ella. Yo te daré las llaves del Reino de los
cielos; todo lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y todo
lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo".
Y les ordenó a sus discípulos que no dijeran a nadie que Él
era el Mesías. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Presentemos con confianza
nuestras plegarias al Padre.
Después de cada petición diremos: Escúchanos, Padre.
Por el Papa Francisco, sucesor de Pedro. Que Dios lo ilumine y lo sostenga
en su servicio apostólico. Oremos.
Por todos aquellos que en cualquier ámbito de la sociedad ostentan responsabilidades
como gobernantes o dirigentes. Que lo hagan siempre con espíritu de servicio
en bien de los demás. Oremos.
Por los jóvenes cristianos. Que den siempre un buen testimonio de Jesús,
el Hijo de Dios vivo. Oremos.
Por todos nosotros, por nuestros familiares y amigos, por nuestros vecinos y
conocidos. Que en este tiempo encontremos momentos de paz, de meditación,
de oración, para profundizar en nuestra fe y también en las relaciones
gratuitas con los demás. Oremos.
Escucha, Padre bondadoso, las oraciones de tus hijos, y concédenos
lo que te hemos pedido confiadamente. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que con un mismo y único sacrificio adquiriste para ti un pueblo de adopción, concede, propicio, a tu Iglesia, los dones de la unidad y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Sal 103, 13-15)
La tierra está llena, Señor, de dones tuyos: el pan que sale de la tierra y el vino que alegra el corazón del hombre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Señor, que la obra salvadora de tu misericordia fructifique plenamente en nosotros, y haz que, con la ayuda continua de tu gracia, de tal manera tendamos a la perfección, que podamos siempre agradarte en todo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- El gesto reciente que hiciera el Papa Francisco de transparentar por primera vez el estado financiero de la Iglesia es un gesto renovador que suscita esperanzas. El mensaje de Jesús es contundente: no se puede servir a dos amos. Hay que elegir. La administración transparente de los bienes de la Iglesia, que como obispo de Roma, preside el Papa Francisco es conforme al estilo cristiano de ejercer la autoridad. La rendición de cuentas, el dialogo, la búsqueda honesta de la voluntad de Dios son gestos que abonan a la credibilidad de nuestra Iglesia. Las formas autoritarias de ejercer la autoridad no tienen sustento alguno. El que representa a Jesús no podrá conducirse con actitudes contrapuestas a las suyas. Conviene cerrar para siempre ciertos usos principescos de ejercer la autoridad y abrirle paso a formas más adecuadas de gobernar y acompañar a la comunidad eclesial.
Santos: Luis IX de Francia, rey; José de Calasanz, fundador. Beato Metodio Trcka, mártir. Feria (Verde)
UNA IGLESIA EJEMPLAR
2 Ts 1, 1-5; 11-12; Mt 23,13-22
Pocas comunidades eclesiales merecieron tantos elogios de parte de san Pablo. La iglesia de Tesalónica fue reconocida como evangelio viviente, como realización plena del amor, la fe y la esperanza cristianas. Esa existencia ejemplar no es fruto del heroísmo o el puro esfuerzo humano. Dios suscita esos dones en el corazón del creyente, éstos se activan y se dejan robustecer por el regalo generoso del Padre. Una iglesia ejemplar suscita preguntas oportunas que conducen a otras personas a buscar el encuentro con Dios. En contraposición, el Evangelio de san Mateo denuncia como los dirigentes judíos, en especial los escribas y fariseos, se habían quedado "mirándose el ombligo", viviendo enconchados sobre sí mismos, reclamando honores y privilegios que no tenían justificación alguna. Para mantenerse como servidores del Reino de Dios es necesario escuchar diligentemente su voluntad, aunque implique perder beneficios y privilegios.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Hch 4, 32-33)
La multitud de los que habían creído tenía un solo corazón y una sola alma. Con grandes muestras de poder, los Apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús y todos gozaban de gran estimación entre el pueblo, aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, suprema unidad y caridad verdadera, da a tus fieles un solo corazón y una sola alma, para que el cuerpo de tu Iglesia se mantenga en concordia y, ya que se apoya en la profesión de la verdad, esté afianzado en una sólida unidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Nuestro Señor Jesús será glorificado en ustedes y ustedes en Él.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 1, 1-5. 11-12
Silvano, Timoteo y yo, Pablo,
deseamos la gracia y la paz que proceden de Dios Padre y de Jesucristo, el Señor,
a la comunidad cristiana de Tesalónica, reunida en el nombre de Dios,
nuestro Padre, y en el de Jesucristo, el Señor.
Hermanos: Debemos dar gracias a Dios en todo momento, como es justo, por lo
mucho que van prosperando ustedes en la fe y porque el amor que cada uno tiene
a los otros es cada vez mayor. Por eso nos mostramos orgullosos de ustedes ante
las comunidades cristianas de Dios, y de la constancia y de la fe que ustedes
tienen en todas las persecuciones y tribulaciones que están sufriendo.
Ésta es una prueba de que, en el justo juicio de Dios, serán considerados
dignos de su Reino, por el cual ahora padecen.
Oramos siempre por ustedes, para que Dios los haga dignos de la vocación
a la que los ha llamado, y con su poder lleve a efecto tanto los buenos propósitos
que ustedes han formado, como lo que ya han emprendido por la fe. Así
glorificarán a nuestro Señor Jesús y Él los glorificará
a ustedes en la medida en que actúe en ustedes la gracia de nuestro Dios
y de Jesucristo, el Señor.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 95 R/.
Cantemos la grandeza del Señor.
Cantemos al Señor un canto nuevo; que le cante al Señor toda la
tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo. R/.
Proclamemos su amor día tras día, su grandeza anunciemos a los
pueblos, de nación en nación sus maravillas. R/.
Cantemos al Señor, porque él es grande, más digno de alabanza
y más tremendo que todos los dioses paganos, que ni existen. Porque los
falsos dioses son apariencia; ha sido el Señor quien hizo el cielo. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 10, 27) R/.Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me
siguen. R/.
¡Ay de ustedes, guías ciegos!
Del santo Evangelio según san Mateo: 23, 13-22
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los escribas y fariseos: "¡Ay de ustedes, escribas y fariseos
hipócritas, porque les cierran a los hombres el Reino de los cielos!
Ni entran ustedes ni dejan pasar a los que quieren entrar.
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que recorren mar
y tierra para ganar un adepto y, cuando lo consiguen, lo hacen todavía
más digno de condenación que ustedes mismos!
¡Ay de ustedes, guías ciegos, que enseñan que jurar por
el templo no obliga, pero que jurar por el oro del templo, sí obliga!
¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante, el
oro o el templo, que santifica al oro? También enseñan ustedes
que jurar por el altar no obliga, pero que jurar por la ofrenda que está
sobre él, sí obliga. ¡Ciegos! ¿Qué es más
importante, la ofrenda o el altar, que santifica a la ofrenda? Quien jura, pues,
por el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él.
Quien jura por el templo, jura por él y por aquel que lo habita. Y quien
jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por aquel que está sentado
en él". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor Dios, que por medio de tus sacramentos y tus mandamientos nos renuevas conforme a tu imagen, dirige, compasivo, nuestros pasos por tus sendas, para que, en virtud de este sacrificio que te ofrecemos, nos concedas el don de la caridad que esperamos recibir de ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 17, 20-21)
Padre, te pido por los que van a creer en mí, para que todos sean uno en nosotros y el mundo crea que tú me has enviado, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo recibido el sacramento de la unidad, concede, Señor, a quienes hemos convivido hoy en tu casa en santa concordia, que poseamos aquella paz que hemos dado y conservemos la que hemos recibido. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LA LIMPIEZA INTERIOR
2 Ts 2, 1-3. 14-17; Mt 23,23-26
Las denuncias que formuló el Señor Jesús contra los dirigentes de Israel no han perdido vigencia, ni exhiben solo las fallas de dicha dirigencia. El fariseísmo es una actitud que renace en el corazón de cualquier creyente que pretenda apegarse escrupulosamente a las exigencias legales, estableciendo una semejanza entre preceptos accesorios y principales. Es la obediencia ciega y el legalismo puro. Es una especie de parálisis intelectual que absolutiza ciertas formulaciones de la voluntad divina como si hubieran salido de su misma boca. Es un fundamentalismo que se dispensa de buscar humildemente la voluntad de Dios en cada circunstancia. De ahí que el apóstol san Pablo invite a la comunidad de Tesalónica, a mantenerse atenta a la tradición apostólica, que es continuación genuina del Evangelio de Jesucristo, para sopesar en todo momento lo que es conforme al querer de Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 94, 6-7)
Entremos y adoremos de rodillas al Señor, creador nuestro, porque Él es nuestro Dios.
ORACIÓN COLECTA
Te rogamos, Señor, que guardes con incesante amor a tu familia santa, que tiene puesto su apoyo sólo en tu gracia, para que halle siempre en tu protección su fortaleza. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Conserven la doctrina que les hemos enseñado.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 2, 1-3. 14-17
Hermanos: Por lo que toca
a la venida de nuestro Señor Jesucristo y a nuestro encuentro con Él,
les rogamos que no se dejen perturbar tan fácilmente. No se alarmen ni
por supuestas revelaciones ni por palabras o cartas atribuidas a nosotros, que
los induzcan a pensar que el día del Señor es inminente. Que nadie
los engañe en ninguna forma.
Dios los ha llamado para que, por medio del Evangelio que les hemos predicado,
alcancen la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Así pues, hermanos,
manténganse firmes y conserven la doctrina que les hemos enseñado
de viva voz o por carta.
Que el mismo Señor nuestro, Jesucristo, y nuestro Padre Dios, que nos
ha amado y nos ha dado gratuitamente un consuelo eterno y una feliz esperanza,
conforten los corazones de ustedes y los dispongan a toda clase de obras buenas
y de buenas palabras. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 95 R/.
Alégrense los cielos y la tierra.
"Reina el Señor", digamos a los pueblos. Él afianzó
con su poder el orbe, gobierna a las naciones con justicia. R/.
Alégrense los cielos y la tierra, retumbe el mar y el mundo submarino;
salten de gozo el campo y cuanto encierra, manifiesten los bosques regocijo.
R/.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe.
Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones.
R/.
ACLAMACIÓN
(Hb 4, 12) Ft/. Aleluya, aleluya.
La palabra de Dios es viva y eficaz y descubre los pensamientos e intenciones
del corazón. R/.
Esto es lo que tenían que practicar, sin descuidar aquello.
Del santo Evangelio según san Mateo: 23, 23-26
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los escribas y fariseos: "¡Ay de ustedes, escribas y fariseos
hipócritas, porque pagan el diezmo de la menta, del anís y del
comino, pero descuidan lo más importante de la ley, que son la justicia,
la misericordia y la fidelidad! Esto es lo que tenían que practicar,
sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que cuelan el mosquito, pero
se tragan el camello!
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que limpian por
fuera los vasos y los platos, mientras que por dentro siguen sucios con su rapacidad
y codicia! ¡Fariseo ciego!, limpia primero por dentro el vaso y así
quedará también limpio por fuera". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor Dios nuestro, que has creado los frutos de la tierra sobre todo para ayuda de nuestra fragilidad, concédenos que también se conviertan para nosotros en sacramento de eternidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 5, 4. 6)
Dichosos los que lloran, porque serán consolados. Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor Dios, que quisiste hacernos participar de un mismo pan y un mismo cáliz, concédenos vivir de tal manera, que, hechos uno en Cristo, demos fruto con alegría para la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, por tu inefable misericordia, has querido agregar a la Iglesia a muchos pueblos de América, por medio del beato Junípero Serra; concédenos, por su intercesión, que nuestros corazones estén unidos a ti en la caridad de tal manera que podamos llevar ante los hombres, siempre y en todas partes, la imagen de tu Unigénito, nuestro Señor Jesucristo. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Dios todopoderoso, las ofrendas que presentamos en la festividad del beato Junípero Serra, y concédenos expresar en la vida los misterios de la pasión del Señor, que ahora celebramos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por la eficacia de este sacramento, confirma, Señor, a tus siervos en la verdad de la fe, por la que el beato Junípero Serra nunca cesó de trabajar, dedicándole toda su vida, para que en todas partes la profesemos, de palabra y de obra. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Mónica, viuda; Cesáreo de Arlés, obispo; Poemán de la Tebaida, anacoreta. Memoria (Blanco)
LABORIOSIDAD COMO MÍNIMO
2 Ts 3,6-10. 16-18; Mt 23,27-32
Una interpretación errónea del mensaje cristiano había surgido sin duda alguna en la comunidad cristiana de Tesalónica. Probablemente pensaban que la venida gloriosa del Señor sería algo inminente y concluían que todos los afanes temporales, como construir, trabajar, cultivar el campo o realizar cualquier oficio u empleo honesto, terminaría frustrado. No valía la pena sembrar porque no llegaría la cosecha. Esa deformación de la esperanza cristiana es dañina porque finalmente orilla a quien la vive, a descargarse de sus propias responsabilidades profesionales. El primero de los encargos que Dios asignó a los seres humanos es el trabajo. Mediante éste el hombre encuentra el sentido de su vida, coopera en la mejora y cuidado del mundo, obtiene su sustento y asegura una existencia digna para sí y para los suyos. De nueva cuenta, los que dirigen y exigen privilegios, distorsionan el encargo fundamental: cuidar y cultivar la tierra.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Pr 14, 1-2)
Ésta es la mujer sabia, que edificó su casa, y caminó en santo temor de Dios por el sendero recto.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, consuelo de los afligidos, que acogiste misericordiosamente las piadosas lágrimas de santa Mónica por la conversión de su hijo Agustín, concédenos, por la intercesión de ambos, arrepentirnos sinceramente de nuestros pecados y alcanzar la gracia de tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El que no quiera trabajar, que no coma.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 3, 6-10. 16-18
Hermanos: Les mando, en
nombre del Señor Jesucristo, que se aparten de todo hermano que viva
ociosamente y no según la enseñanza que de mí recibieron.
Ya saben cómo deben vivir para imitar mi ejemplo, puesto que, cuando
estuve entre ustedes, supe ganarme la vida y no dependí de nadie para
comer; antes bien, de día y de noche trabajé hasta agotarme para
no serles gravoso. Y no porque no tuviera yo derecho a pedirles el sustento,
sino para darles un ejemplo que imitar. Así, cuando estaba entre ustedes,
les decía una y otra vez: "El que no quiera trabajar, que no coma".
Que el Señor de la paz les conceda su paz siempre y en todo. Que el Señor
esté con todos ustedes. Este saludo es de mi puño y letra. Así
firmo yo, Pablo, en todas mis cartas; ésta es mi letra. Que la gracia
de nuestro Señor Jesucristo esté con todos ustedes. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 127 R/.
Dichoso el que teme al Señor.
Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos: comerá del fruto
de su trabajo, será dichoso, le irá bien. R/.
Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor: "Que
el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida". R/.
ACLAMACIÓN
(1 Jn 2, 5) R/. Aleluya, aleluya.
En aquel que cumple la palabra de Cristo, el amor de Dios ha llegado a su plenitud.
R/.
Ustedes son hijos de los asesinos de los profetas.
Del santo Evangelio según san Mateo: 23, 27-32
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los escribas y fariseos: "¡Ay de ustedes, escribas y fariseos
hipócritas, porque son semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera
parecen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos y podredumbre!
Así también ustedes: por fuera parecen justos, pero por dentro
están llenos de hipocresía y de maldad.
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, porque les construyen
sepulcros a los profetas y adornan las tumbas de los justos, y dicen: 'Si hubiéramos
vivido en tiempo de nuestros padres, nosotros no habríamos sido cómplices
de ellos en el asesinato de los profetas'! Con esto ustedes están reconociendo
que son hijos de los asesinos de los profetas. ¡Terminen, pues, de hacer
lo que sus padres comenzaron!". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira las ofrendas de tu
pueblo, Señor, y concédenos que, al ofrecerlas con fervor en honor
de santa Mónica, recibamos la ayuda necesaria para la salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 12, 50)
Todo el que cumple la voluntad de mi Padre, que está en los cielos, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios nuestro, saciados con los dones que acabamos de recibir en esta festividad de santa Mónica, concédenos quedar purificados por su eficacia y fortalecidos por su auxilio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
QUE NADIE PUEDA ACUSARLOS
1 Co 1,1-9; Mt 24,42-51
Tanto la Primera carta a los Corintios como el primer Evangelio ponen el énfasis en la responsabilidad social que tenemos los cristianos. La iglesia de Corinto había sido bendecida por Dios con numerosos dones y carismas. Nadie carecía de un don o talento por pequeño que fuera. Todos podían abonarlo a la edificación espiritual de la comunidad creyente. Viviendo en comunión y solidaridad unos con otros, estarían cumpliendo con la vocación de vivir santamente. Desde esa serena conciencia de ser fiel al querer divino, la muerte deja de ser angustiarte. El contraste que propone el Señor Jesús en el Evangelio de san Mateo ilustra el proceder dispar de ambos empleados. La lección es clara, conviene vivir cumpliendo la voluntad de Dios; quien así lo hace, supera preocupaciones y temores. La autocomplacencia y los excesos de poder son riesgos que nos pueden separar de Dios y de los hermanos.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Si 15, 5)
En medio de la Iglesia abrió su boca, y el Señor lo llenó del espíritu de sabiduría e inteligencia, y lo revistió de gloria.
ORACIÓN COLECTA
Renueva, Señor, en tu Iglesia el espíritu que infundiste en el obispo san Agustín, para que, llenos de ese mismo espíritu, tengamos sed solamente de ti, fuente de la verdadera sabiduría, y te busquemos como autor del amor verdadero. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Por Cristo, Dios los ha enriquecido en todo.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 1, 1-9
Yo, Pablo, apóstol
de Jesucristo por voluntad de Dios, y Sóstenes, mi colaborador, saludamos
a la comunidad cristiana que está en Corinto. A todos ustedes, a quienes
Dios santificó en Cristo Jesús y que son su pueblo santo, así
como a todos aquellos que en cualquier lugar invocan el nombre de Cristo Jesús,
Señor nuestro y Señor de ellos, les deseo la gracia y la paz de
parte de Dios, nuestro Padre, y de Cristo Jesús, el Señor.
Continuamente agradezco a mi Dios los dones divinos que les ha concedido a ustedes
por medio de Cristo Jesús, ya que por Él los ha enriquecido con
abundancia en todo lo que se refiere a la palabra y al conocimiento; porque
el testimonio que damos de Cristo ha sido confirmado en ustedes a tal grado,
que no carecen de ningún don ustedes, los que esperan la manifestación
de nuestro Señor Jesucristo. El los hará permanecer irreprochables
hasta el fin, hasta el día de su advenimiento. Dios es quien los ha llamado
a la unión con su Hijo Jesucristo, y Dios es fiel. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 144 R/.
Siempre, Señor, bendeciré tu nombre.
Un día tras otro bendeciré tu nombre y no cesará mi boca
de alabarte. Muy digno de alabanza es el Señor, por ser su grandeza incalculable.
R/.
Cada generación, a la que sigue anunciará tus obras y proezas.
Se hablará de tus hechos portentosos, del glorioso esplendor de tu grandeza.
R/.
Alabarán tus maravillosos prodigios y contarán tus grandes acciones;
difundirán la memoria de tu inmensa bondad y aclamarán tus victorias.
R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 24, 42. 44) R/. Aleluya, aleluya.
Estén preparados, porque no saben a qué hora va a venir el Hijo
del hombre. R/.
Estén preparados.
Del santo Evangelio según san Mateo: 24, 42-51
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Velen y estén preparados, porque
no saben qué día va a venir su Señor. Tengan por cierto
que si un padre de familia supiera a qué hora va a venir el ladrón,
estaría vigilando y no dejaría que se le metiera por un boquete
en su casa. También ustedes estén preparados, porque a la hora
en que menos lo piensen, vendrá el Hijo del hombre.
Fíjense en un servidor fiel y prudente, a quien su amo nombró
encargado de toda la servidumbre para que le proporcionara oportunamente el
alimento. Dichoso ese servidor, si al regresar su amo, lo encuentra cumpliendo
con su deber. Yo les aseguro que le encargará la administración
de todos sus bienes. Pero si el servidor es un malvado, y pensando que su amo
tardará, se pone a golpear a sus compañeros, a comer y emborracharse,
vendrá su amo el día menos pensado, a una hora imprevista, lo
castigará severamente y lo hará correr la misma suerte de los
hipócritas. Entonces todo será llanto y desesperación".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, al celebrar el memorial de nuestra salvación, imploramos humildemente tu clemencia, a fin de que este sacramento de amor sea para nosotros signo de unidad y vínculo de caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 23, 10. 8)
Su Maestro es uno solo, Cristo, dice el Señor, y todos ustedes son hermanos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que nuestra participación en la mesa de tu Hijo nos santifique, Señor, para que, como miembros de su Cuerpo, nos transformemos en el mismo Cristo, a quien hemos recibido. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
El Martirio de San Juan Bautista
Santos: San Zaqueo, laico. Beata Beatriz de Nazaret, religiosa.
Memoria (Rojo)
INCOMPRENSIÓN Y RECHAZO
1 Co 1, 17-25; Mc 6, 17-29
El Evangelio de san Marcos coloca en un sitio adecuado el martirio de Juan Bautista. La predicación y las acciones de Jesús han ido suscitando contratiempos y rechazo por parte de los fariseos, los herodianos y los dirigentes venidos a Galilea desde Jerusalén. La intención de quitar de en medio a Jesús parece estar tomada. El lector que sigue de corrido el Evangelio de san Marcos aprecia que Jesús está enfrentando un drama que lo va aislando cada vez más. No solo recibe la incomprensión de parte de las autoridades, sino que paulatinamente sus familiares, las multitudes y sus mismos discípulos, se escandalizan por sus exigencias. La muerte del profeta del Jordán es una advertencia colocada oportunamente en el momento que los discípulos parten en misión a los poblados de Galilea. El éxito y la buena acogida de su propuesta no están asegurados. Así como Herodes juzgó insoportable la predicación de Juan, numerosas personas podrían desoír el anuncio de los discípulos de Jesús.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 118, 46-47)
Sin temor alguno he expuesto tu ley ante los reyes y he repetido tus preceptos porque en verdad los amo.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, tú que quisiste que san Juan Bautista fuera el Precursor del nacimiento y de la muerte de tu Hijo, concédenos que, así como él dio la vida como testigo de la verdad y la justicia, también nosotros luchemos con valentía en la afirmación de tu verdad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los hombres, pero sabiduría de Dios para los llamados.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 1, 17-25
Hermanos: No me envió
Cristo a bautizar, sino a predicar el Evangelio, y eso, no con sabiduría
de palabras, para no hacer ineficaz la cruz de Cristo. En efecto, la predicación
de la cruz es una locura para los que van por el camino de la perdición;
en cambio, para los que van por el camino de la salvación, para nosotros,
es fuerza de Dios. Por eso dice la Escritura: Anularé la sabiduría
de los sabios e inutilizaré la inteligencia de los inteligentes.
¿Acaso hay entre ustedes algún sabio, algún erudito, algún
filósofo? ¿Acaso no ha demostrado Dios que tiene por locura la
sabiduría de este mundo? En efecto, puesto que mediante su propia sabiduría,
el mundo no reconoció a Dios en las obras de su divina sabiduría,
quiso Dios salvar a los creyentes mediante la predicación de la locura
del Evangelio.
Por su parte, los judíos exigen señales milagrosas y los paganos
piden sabiduría. Pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, que es
escándalo para los judíos y locura para los paganos; en cambio,
para los llamados, sean judíos o paganos, Cristo es la fuerza y la sabiduría
de Dios. Porque la locura de Dios es más sabia que la sabiduría
de los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fuerza de
los hombres. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 32 R/.
El amor del Señor llena la tierra.
Que los justos aclamen al Señor; es propio de los justos alabarlo. Demos
gracias a Dios al son del arpa, que la lira acompañe nuestros cantos.
R/.
Sincera es la palabra del Señor y todas sus acciones son leales. Él
ama la justicia y el derecho, la tierra llena está de sus bondades. R/.
Frustra el Señor los planes de los pueblos y hace que se malogren sus
designios. Los proyectos de Dios duran por siempre, los planes de su amor, todos
los siglos. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 5, 1o) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino
de los cielos, dice el Señor. R/.
Quiero que me des ahora mismo, en una charola, la cabeza de Juan el Bautista.
Del santo Evangelio según san Marcos: 6, 17-29
En aquel tiempo, Herodes
había mandado apresar a Juan el Bautista y lo había metido y encadenado
en la cárcel. Herodes se había casado con Herodías, esposa
de su hermano Filipo, y Juan le decía: "No te está permitido
tener por mujer a la esposa de tu hermano". Por eso Herodes lo mandó
encarcelar. Herodías sentía por ello gran rencor contra Juan y
quería quitarle la vida, pero no sabía cómo, porque Herodes
miraba con respeto a Juan, pues sabía que era un hombre recto y santo,
y lo tenía custodiado. Cuando lo oía hablar, quedaba desconcertado,
pero le gustaba escucharlo.
La ocasión llegó cuando Herodes dio un banquete a su corte, a
sus oficiales y a la gente principal de Galilea, con motivo de su cumpleaños.
La hija de Herodías bailó durante la fiesta y su baile les gustó
mucho a Herodes y a sus invitados. El rey le dijo entonces a la joven: "Pídeme
lo que quieras y yo te lo daré". Y le juró varias veces:
"Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino".
Ella fue a preguntarle a su madre: "¿Qué le pido?".
Su madre le contestó: "La cabeza de Juan el Bautista". Volvió
ella inmediatamente junto al rey y le dijo: "Quiero que me des ahora mismo,
en una charola, la cabeza de Juan el Bautista".
El rey se puso muy triste, pero debido a su juramento y a los convidados, no
quiso desairar a la joven, y enseguida mandó a un verdugo que trajera
la cabeza de Juan. El verdugo fue, lo decapitó en la cárcel, trajo
la cabeza en una charola, se la entregó a la joven y ella se la entregó
a su madre.
Al enterarse de esto, los discípulos de Juan fueron a recoger el cadáver
y lo sepultaron.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por estos dones que te presentamos, concédenos, Señor, seguir rectamente tus caminos, como enseñó san Juan Bautista, la voz que clama en el desierto, y confirmó valerosamente derramando su sangre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque en la persona de su Precursor, Juan el Bautista, alabamos tu magnificencia,
ya que lo consagraste con el más grande honor entre todos los nacidos
de mujer.
Al que fuera, en su nacimiento, ocasión de gran júbilo, y aun
antes de nacer saltara de gozo ante la llegada de la salvación humana,
le fue dado, sólo a él entre todos los profetas, presentar al
Cordero que quita el pecado del mundo.
Y en favor de quienes habrían de ser santificados, lavó en agua
viva al mismo autor del bautismo, y mereció ofrecerle el supremo testimonio
de su sangre. Por eso, unidos a los ángeles, te alabamos continuamente
en la tierra, proclamando tu grandeza sin cesar: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Jn 3, 27. 30)
Refiriéndose a Jesús, Juan Bautista decía a sus discípulos: Es necesario que Él crezca y que yo venga a menos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al celebrar el martirio de san Juan Bautista, concédenos, Señor, venerar el misterio de los sacramentos de salvación que hemos recibido y alegrarnos por sus frutos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Rosa de Lima, virgen; Narcisa de Jesús Martillo, laica. Beato Alfredo Ildefonso Shuster, cardenal.
Vísperas I del domingo: 2a semana del Salterio. Tomo IV: pp. 806 y 154. Para los fieles: pp. 555 y 412. Edición popular: pp. 108 y 477. Fiesta (Blanco)
DE PERLAS Y TESOROS
2 Co 10,17-11,2; Mt 13, 44-46
Las dos pequeñas parábolas del Evangelio de san Mateo describen la experiencia inicial del encuentro con Dios. Quien está acostumbrado a trabajar por sus propios proyectos personales valora unas realidades como si fueran sus tesoros. Vive para sus tesoros, convirtiéndolos de alguna manera en su opción vital. En cierto momento el corazón experimenta un resquebrajamiento, una saludable desilusión, que sirve para colocar cada cosa en su sitio: lo pasajero nunca podrá suplantar a lo esencial. Cuando el hombre descubre que Dios quiere la vida plena, la dicha y la plenitud para cada uno de sus hijos, relativiza muchos de sus tesoros y se dispone a venderlos. No necesitamos de asesores financieros para guiar nuestra vida. Las opciones decisivas de la vida no se toman con criterios de mercaderes, es más sabio tomarlas de acuerdo con la voluntad de Dios. Su voluntad no es una amenaza contra nuestra felicidad. Cuando Dios aprueba nuestro proceder, dialogando íntimamente con nosotros en lo secreto de nuestra conciencia, encontramos la paz.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Alegrémonos todos en el Señor, en la festividad de santa Rosa de Lima, nuestra patrona y protectora que, en premio a su fidelidad a Dios, mereció hoy entrar al cielo para reinar con Cristo eternamente.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que concediste a santa Rosa de Lima, encendida en amor por ti, que dejara el mundo y se dedicara únicamente a ti en la austeridad de la penitencia, concédenos, por su intercesión, que, siguiendo en la tierra el camino de la vida verdadera, disfrutemos en el cielo de la plenitud de tu gozo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Los he desposado con un solo marido y los he entregado a Cristo como si fueran ustedes una virgen pura.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 10, 17-11, 2
Hermanos: Si alguno quiere enorgullecerse, que se enorgullezca del Señor, porque el hombre digno de aprobación no es aquel que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien el Señor alaba. Ojalá soportaran ustedes que les dijera unas cuantas cosas sin sentido. Sopórtenmelas, pues estoy celoso de ustedes con celos de Dios, ya que los he desposado con un solo marido y los he entregado a Cristo como si fueran ustedes una virgen pura. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 148 R/.
Que alaben al Señor todos sus fieles.
Alaben al Señor en las alturas, alábenlo en el cielo; que alaben
al Señor todos sus ángeles, celestiales ejércitos. R/.
Reyes y pueblos todos de la tierra, gobernantes y jue-ces de este mundo; hombres
y mujeres, jóvenes y ancianos, alaben al Señor y denle culto.
R/.
Que alaben al Señor todos sus fieles, los hijos de Israel, el pueblo
que ha gozado siempre de familiaridad con él. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 15, 9. 5) R/. Aleluya, aleluya.
Permanezcan en mi amor. El que permanece en mí y yo en él, ése
da fruto abundante. R/.
Va y vende cuanto tiene y compra aquel campo.
Del santo Evangelio según san Mateo: 13, 44-46
En aquel tiempo, Jesús
dijo a la multitud: "El Reino de los cielos se parece a un tesoro escondido
en un campo. El que lo encuentra lo vuelve a esconder, y lleno de alegría,
va y vende cuanto tiene y compra aquel campo.
El Reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas
que, al encontrar una perla muy valiosa, va y vende cuanto tiene y la compra".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos al celebrar hoy la fiesta de santa Rosa, virgen, y haz que este memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo nos ayude a encontrar en nuestros sufrimientos, aceptados por amor a él y al prójimo, el camino del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de santas vírgenes y santos religiosos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Flp 3, 8)
Por amor a Cristo, acepté perderlo todo; y todo lo considero como basura con tal de ganar a Cristo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú que nos has hecho partícipes del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, enciéndenos, Señor, en su amor, para que, a ejemplo de santa Rosa, virgen, seamos capaces de renunciar a cuanto pueda apartarnos de Cristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
XXII DOMINGO ORDINARIO
Santos: Ramón Nonato, cardenal; Mártires de Almería. Beato Pedro Tarrés Claret, presbítero. (Verde)
EL QUE PIERDA SU VIDA POR MÍ
Jr 30,7-9; Rm 12,1-2; Mt 16,21-27
La promesa que hace Jeremías no es algo trivial: vivir sin esclavitudes ni yugos interiores o exteriores no es cuestión sencilla. Dios nos está interpelando de diferentes maneras para redescubrir nuestra vocación a la libertad. Los israelitas del tiempo de Jeremías habían endiosado la ayuda militar egipcia, el culto a los dioses de la fertilidad de los cananeos y el culto ritual sin ningún compromiso ético. Todas esas conductas terminaban por esclavizar al hombre. El futuro descrito por el profeta, estaría libre de todas esas esclavitudes. Ese cambio no puede ser impuesto a la fuerza. Cada persona tiene que irlo asumiendo de forma libre, aunque implique renuncias dolorosas. El Evangelio nos dice que el apego más difícil de superar es a la propia vida. Por esa razón Pedro intentó disuadir a Jesús de entregar su vida. El Señor lo reprendió y animó a sus discípulos a desprenderse de la vida para recuperarla plena de manos del Padre.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 85, 3. 5)
Dios mío, ten piedad de mí, pues sin cesar te invoco: Tú eres bueno y clemente, y rico en misericordia con quien te invoca.
ORACIÓN COLECTA
Dios de toda virtud, de quien procede todo lo que es bueno, infunde en nuestros corazones el amor de tu nombre, y concede que, haciendo más religiosa nuestra vida, hagas crecer el bien que hay en nosotros y lo conserves con solicitud amorosa. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Soy objeto de burla por anunciar la palabra del Señor.
Del libro del profeta Jeremías: 20, 7-9
Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir; fuiste más fuerte que yo y me venciste. He sido el hazmerreír de todos; día tras día se burlan de mí. Desde que comencé a hablar, he tenido que anunciar a gritos violencia y destrucción. Por anunciar la palabra del Señor, me he convertido en objeto de oprobio y de burla todo el día. He llegado a decirme: "Ya no me acordaré del Señor ni hablaré más en su nombre". Pero había en mí como un fuego ardiente, encerrado en mis huesos; yo me esforzaba por contenerlo y no podía. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 62 R/.
Señor, mi alma tiene sed de ti.
Señor, tú eres mi Dios, a ti te busco; de ti sedienta está
mi alma. Señor, todo mi ser te añora, como el suelo reseco añora
el agua. R/.
Para admirar tu gloria y tu poder, con este afán te busco en tu santuario.
Pues mejor es tu amor que la existencia; siempre, Señor, te alabarán
mis labios. R/.
Podré así bendecirte mientras viva y levantar en oración
mis manos. De lo mejor se saciará mi alma; te alabaré con jubilosos
labios. R/.
Porque fuiste mi auxilio y a tu sombra, Señor, canto con gozo. A ti se
adhiere mi alma y tu diestra me da seguro apoyo. R/.
Ofrézcanse ustedes mismos como una ofrenda viva.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 12, 1-2
Hermanos: Por la misericordia que Dios les ha manifestado, los exhorto a que se ofrezcan ustedes mismos como una ofrenda viva, santa y agradable a Dios, porque en esto consiste el verdadero culto. No se dejen transformar por los criterios de este mundo, sino dejen que una nueva manera de pensar los transforme internamente, para que sepan distinguir cuál es la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le agrada, lo perfecto. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Ef 1, 17-18) R/. Aleluya, aleluya.
Que el Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine nuestras mentes para
que podamos comprender cuál es la esperanza que nos da su llamamiento.
R/.
El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo.
Del santo Evangelio según san Mateo: 16, 21-27
En aquel tiempo, comenzó
Jesús a anunciar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén
para padecer allí mucho de parte de los ancianos, de los sumos sacerdotes
y de los escribas; que tenía que ser condenado a muerte y resucitar al
tercer día.
Pedro se lo llevó aparte y trató de disuadirlo, diciéndole:
"No lo permita Dios, Señor. Eso no te puede suceder a ti".
Pero Jesús se volvió a Pedro y le dijo: "¡Apártate
de mí, Satanás, y no intentes hacerme tropezar en mi camino, porque
tu modo de pensar no es el de Dios, sino el de los hombres!".
Luego Jesús dijo a sus discípulos: "El que quiera venir conmigo,
que renuncie a sí mismo, que tome su cruz y me siga. Pues el que quiera
salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí,
la encontrará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero,
si pierde su vida? ¿Y qué podrá dar uno a cambio para recobrarla?
Porque el Hijo del hombre ha de venir rodeado de la gloria de su Padre, en compañía
de sus ángeles, y entonces le dará a cada uno lo que merecen sus
obras".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Guiados por el Espíritu
de Jesús, presentemos al Padre nuestras peticiones.
Después de cada petición diremos: Escúchanos, Padre.
Por la Iglesia, por todos los que, en el mundo entero, queremos seguir el camino
de Jesús con fidelidad. Oremos.
Por los gobernantes y los políticos, por los responsables de la economía,
por los trabajadores de la administración pública, especialmente
por el Presidente de la República. Oremos.
Por los pobres y los enfermos, por los humillados y los perseguidos, por todos
los que comparten más de cerca el dolor de la pasión y la cruz.
Oremos.
Por nosotros, por nuestras familias, por nuestros amigos, por nuestros compañeros
de trabajo o de estudio. Oremos.
Escucha, Padre, nuestra oración, y concédenos seguir a tu
Hijo Jesucristo en su pasión, para alcanzar también su resurrección.
Él, que vive y reina por los siglos...
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que esta ofrenda sagrada, Señor, nos traiga siempre tu bendición salvadora, para que dé fruto en nosotros lo que realiza el misterio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 30, 20)
Qué grande es tu bondad, Señor, que tienes reservada para tus fieles.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Saciados con el pan de esta mesa celestial, te suplicamos, Señor, que este alimento de caridad fortalezca nuestros corazones, para que nos animemos a servirte en nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Para negarse a sí mismo como plantea el Señor Jesús en el Evangelio, tiene uno que vivir en íntima comunión con Jesús. Los estilos de vida no se asimilan a través de lecturas y razonamientos lógicos. Los discípulos siguieron a Jesús, pasaron meses enteros a su lado y aprendieron a vivir confiando en la bondad del Padre, que los asistía a través de la bondad de sus hermanos. Eso lo vivieron y lo comprendieron de manera directa. La sola voluntad de seguir a Jesús no era suficiente; el relato de la pasión nos refiere que todos los discípulos lo abandonaron y huyeron y que Pedro y Judas le fueron desleales. La experiencia de la resurrección y el envío del Espíritu en Pentecostés fue lo que modificó en profundidad su corazón. El Libro de los Hechos de los Apóstoles nos presenta a Pedro y a Juan y a otros muchos discípulos con una decisión inusitada: saben obedecer a Dios antes que a los hombres, aún a riesgo de su vida.
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