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MISAL DICIEMBRE DEL 2013 / www.laverdadcatolica.org |
Intenciones del Santo Padre para el mes de Diciembre 2013 |
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GENERAL | |
Para que los niños víctimas del abandono y de toda forma de violencia, puedan encontrar el amor y la protección que necesitan. |
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MISIONAL | |
Para que los cristianos, iluminados por la luz del Verbo Encarnado, preparemos a la humanidad para la venida del Salvador. |
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I DOMINGO DE ADVIENTO
Santos: Eloy o Eligio de Noyon, obispo; Eduardo Campion y compañero, mártires, Beata María Clementina Anwarité, mártir. (Morado)
ESTÉN EN VELA
Is 2,1-5; Rm 13,11-14; Mt 24, 37-44
Las profecías sobre los acontecimientos últimos que transformarían y llevarían a culminación la historia, son la expresión confiada de que los periodos de adversidad y desórdenes que afligen a los pueblos, llegarán a su fin. El profeta Isaías plantea el cese del llanto y la aflicción que provocan la guerra y el militarismo. Ese cambio no sobrevendrá de forma fortuita, sino voluntaria, cuando las instituciones y las prácticas sociales se transformen desterrando el militarismo y estableciendo un proyecto de educación para la paz. El fragmento del discurso escatológico del Señor Jesús plantea la conveniencia de mantenerse vigilantes puesto que no es posible predecir las circunstancias precisas en que ocurrirá su venida gloriosa. La única certeza sobre el particular es que el Señor llevará a buen término la historia humana.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 24, 1-3)
A ti, Señor, levanto mi alma; Dios mío, en ti confío, no quede yo defraudado. Que no se burlen de mí mis enemigos; pues los que esperan en ti, no quedan defraudados.
No se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor, despierta en nosotros el deseo de prepararnos a la venida de Cristo con la práctica de las obras de misericordia para que, puestos a su derecha el día del juicio, podamos entrar al Reino de los cielos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
El Señor reúne a todos los pueblos en la paz eterna de su Reino.
Del libro del profeta Isaías: 2, 1-5
Visión de
Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y Jerusalén:
En días futuros, el monte de la casa del Señor será elevado
en la cima de los montes, encumbrado sobre las montañas, y hacia él
confluirán todas las naciones.
Acudirán pueblos numerosos, que dirán: "Vengan, subamos al
monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob, para que él nos
instruya en sus caminos y podamos marchar por sus sendas. Porque de Sión
saldrá la ley, de Jerusalén, la palabra del Señor".
Él será el árbitro de las naciones y el juez de pueblos
numerosos. De las espadas forjarán arados y de las lanzas, podaderas;
ya no alzará la espada pueblo contra pueblo, ya no se adiestrarán
para la guerra.
¡Casa de Jacob, en marcha! Caminemos a la luz del Señor. Palabra
de Dios. T. Te alabamos, Señor.
Del salmo 121 R/. Vayamos con alegría al encuentro del Señor.
¡Qué alegría sentí, cuando me dijeron: "Vayamos
a la casa del Señor"! Y hoy estamos aquí, Jerusalén,
jubilosos, delante de tus puertas. R/.
A ti, Jerusalén, suben las tribus, las tribus del Señor, según
lo que a Israel se le ha ordenado, para alabar el nombre del Señor. En
ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David. R/.
Digan de todo corazón: "Jerusalén, que haya paz entre aquellos
que te aman, que haya paz dentro de tus murallas y que reine la paz en cada
casa". R/.
Por el amor que tengo a mis hermanos, voy a decir: "La paz esté
contigo". Y por la casa del Señor, mi Dios, pediré para ti
todos los bienes. R/.
Ya está cerca nuestra salvación.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 13, 11-14
Hermanos: Tomen
en cuenta el momento en que vivimos. Ya es hora de que se despierten del sueño,
porque ahora nuestra salvación está más cerca que cuando
empezamos a creer. La noche está avanzada y se acerca el día.
Desechemos, pues, las obras de las tinieblas y revistámonos con las armas
de la luz.
Comportémonos honestamente, como se hace en pleno día. Nada de
comilonas ni borracheras, nada de lujurias ni desenfrenos, nada de pleitos ni
envidias. Revístanse más bien, de nuestro Señor Jesucristo
y que el cuidado de su cuerpo no dé ocasión a los malos deseos.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Sal 84, 8) R/. Aleluya, aleluya.
Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.
R/.
Velen y estén preparados.
Del santo Evangelio según san Mateo: 24, 37-44
En aquel tiempo,
Jesús dijo a sus discípulos: "Así como sucedió
en tiempos de Noé, así también sucederá cuando venga
el Hijo del hombre. Antes del diluvio, la gente comía, bebía y
se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca. Y
cuando menos lo esperaban, sobrevino el diluvio y se llevó a todos. Lo
mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre. Entonces, de dos hombres
que estén en el campo, uno será llevado y el otro será
dejado; de dos mujeres que estén juntas moliendo trigo, una será
tomada y la otra dejada.
Velen, pues, y estén preparados, porque no saben qué día
va a venir su Señor. Tengan por cierto que si un padre de familia supiera
a qué hora va a venir el ladrón, estaría vigilando y no
dejaría que se le metiera por un boquete en su casa. También ustedes
estén preparados, porque a la hora que menos lo piensen, vendrá
el Hijo del hombre". Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Mientras esperamos
la venida definitiva del Señor, oremos para que su amor transforme ya
ahora nuestras vidas y las de nuestros hermanos.
Después de cada petición diremos: Ven, Señor Jesús.
Para que los pastores de la Iglesia den siempre un buen testimonio de esperanza
en el Señor. Oremos.
Para que todos los cristianos vivamos con mucha fe este Tiempo de Adviento que
hoy comenzamos. Oremos.
Para que llegue el día en que todos los hombres y mujeres del mundo entero
puedan vivir en paz y sin temor ante el futuro. Oremos.
Para que los políticos elegidos para gobernar nuestro país dediquen
todos sus esfuerzos al servicio de una vida mejor para todos. Oremos.
Ven, Señor Jesús, ven, y renueva el camino de la humanidad. Tú,
que vives y reinas por los siglos...
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estas ofrendas que hemos tomado de tus mismos dones, y concédenos que esta Eucaristía que estamos celebrando, nos alcance la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I/A o I/B de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 84, 13)
El Señor nos mostrará su misericordia y nuestra tierra producirá su fruto.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por nuestra participación en esta Eucaristía, enséñanos, Señor, a no poner nuestro corazón en las cosas pasajeras, sino en los bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- De profecías fallidas está llena la historia de Occidente; a fines del primer milenio de la era cristiana se multiplicaron los anuncios sobre el fin del mundo. Fundadores de movimientos religiosos como los Adventistas y los Testigos de Jehová también predijeron el final en siglos recientes, todos vaticinios fallidos. Sobre ese tema nada más sensato que lo escrito por el Concilio Vaticano II: "Ignoramos el tiempo en que será la consumación de la tierra y de la humanidad. Tampoco conocemos de qué manera se transformará el Universo. La figura de este mundo, afeada por el pecado, pasa, pero Dios nos enseña que nos prepara una nueva morada y una nueva tierra donde habita la justicia, y cuya bienaventuranza es capaz de saciar y rebasar todos los anhelos de paz que surgen en el corazón humano. Entonces, vencida la muerte, los hijos de Dios resucitarán en Cristo y lo que fue sembrado bajo el signo de la debilidad y la corrupción, se revestirá de incorruptibilidad y, permaneciendo el amor y sus obras, se verán libres de la servidumbre de la vanidad todas las criaturas que Dios creó pensando en el hombre".
Santos: Bibiana de Roma, mártir; Roberto de Matallana, abad. Beato Juan de Ruysbroeck, presbítero. Feria (Morado)
LA RENOVACIÓN DE JERUSALÉN
Is 4,2-6; Mt 8,5-11
No podían los profetas de Israel ocuparse de la descripción del tiempo ideal sin tener en cuenta la renovación de Jerusalén. La ciudad de David, morada del Altísimo, era el centro neurálgico que conjuntaba los anhelos y esperanzas de los israelitas fieles. Siendo la sede de la autoridad en Israel, ahí residían quienes disponían del poder. Los abusos de los poderosos y de la clase dirigente en general, afeaban la ciudad con crímenes e injusticias. El Señor suscitaría un viento de justicia que sanearía procesos e instituciones hasta volver a convertirla en la Villa Fiel que había sido antaño. El relato evangélico presenta un diálogo fructífero entre Jesús y un capitán romano. El Señor toma gustosamente la iniciativa para curar al criado del soldado y se suscita un diálogo tan fecundo que pone de manifiesto la fe y la confianza excepcionales de este "hombre extraordinario".
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Jr 31, 10; Is 35, 4)
Oigan, pueblos, la palabra del Señor y anúncienla en todos los rincones de la tierra: "He aquí que vendrá nuestro salvador, ya no tengan miedo".
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor Dios nuestro, permanecer alerta a la venida de tu Hijo Jesucristo, para que cuando venga y llame, nos encuentre velando en oración y entonándole alabanzas. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
El vástago del Señor será magnifico y glorioso.
Del libro del profeta Isaías: 4, 2-6
Aquel día,
el vástago del Señor será magnífico y glorioso;
el fruto del país será orgullo y esplendor de los sobrevivientes
de Israel. A los restantes en Jerusalén, a todos los inscritos en ella
para la vida, los llamaré santos.
Cuando el Señor haya lavado la inmundicia de las hijas de Sión
y haya limpiado de sangre a Jerusalén con viento justiciero y abrasador,
creará el Señor, sobre todo lugar del monte Sión y sobre
la asamblea, nube y humo de día, y fuego llameante de noche. Y por encima,
la gloria del Señor será toldo y tienda contra el calor del día,
abrigo y resguardo contra el temporal y la lluvia.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
121 R/. Vayamos con alegría al encuentro del Señor.
¡Qué alegría sentí, cuando me dijeron: "Vayamos
a la casa del Señor"! Y hoy estamos aquí, Jerusalén,
jubilosos, delante de tus puertas. R/.
A ti, Jerusalén, suben las tribus, las tribus del Señor, según
lo que a Israel se le ha ordenado, para alabar el nombre del Señor. En
ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David. R/.
Digan de todo corazón: "Jerusalén, que haya paz entre aquellos
que te aman, que haya paz dentro de tus murallas y que reine la paz en cada
casa". R/.
Por el amor que tengo a mis hermanos, voy a decir: "La paz esté
contigo". Y por la casa del Señor, mi Dios, pediré para ti
todos los bienes. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Sal 79, 4) R/. Aleluya, aleluya.
Señor y Dios nuestro, ven a salvarnos; míranos con bondad y estaremos
a salvo. R/.
Muchos vendrán de oriente y occidente al Reino de los cielos.
Del santo Evangelio según san Mateo: 8, 5-11
En aquel tiempo,
al entrar Jesús en Cafarnaúm, se le acercó un oficial romano
y le dijo: "Señor, tengo en mi casa un criado que está en
cama, paralítico, y sufre mucho". Él le contestó:
"Voy a curarlo".
Pero el oficial le replicó: "Señor, yo no soy digno de que
entres en mi casa; con que digas una sola palabra, mi criado quedará
sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes;
cuando le digo a uno: '¡Ve!', él va; al otro: ¡Ven!', y viene;
a mi criado: ¡Haz esto!', y lo hace".
Al oír aquellas palabras, se admiró Jesús y dijo a los
que lo seguían: "Yo les aseguro que en ningún israelita he
hallado una fe tan grande. Les aseguro que muchos vendrán de oriente
y de occidente y se sentarán con Abraham, Isaac y Jacob en el Reino de
los cielos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estas ofrendas que hemos tomado de tus mismos dones, y
concédenos que esta Eucaristía que estamos celebrando, nos alcance
la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I/A o I/B de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Sal 105, 4-5; Is 38, 3)
Ven Señor, a visitarnos con tu paz, para que nos alegremos delante de ti, de todo corazón.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por nuestra participación en esta Eucaristía enséñanos, Señor, a no poner nuestro corazón en las cosas pasajeras, sino en los bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Francisco Javier, presbítero; Galgano de la Toscana, anacoreta y Sofonías, profeta.
Memoria (Blanco)
LA CREACIÓN EN ARMONÍA
Is 11,1-10; Lc 10,21-24
Esta profecía mesiánica apuesta al restablecimiento de la monarquía davídica. El nuevo gobernante estará sostenido por la presencia generosa del Espíritu del Señor, que lo habilitaría con los carismas necesarios para consolidar un buen gobierno. Una convivencia social renovada comenzaría a partir de un par de cambios esenciales: la desaparición de los agentes violentos y la instauración de tribunales y procedimientos justos. La base de todo ese cambio social significativo dependía de que todos los habitantes renovaran su mentalidad, por el conocimiento del Señor. La declaración jubilosa del Señor Jesús celebra el comienzo de los tiempos mesiánicos en Galilea. Solamente las personas humildes que confiaban en la bondad y fidelidad de Dios, estaban reconociendo los pequeños cambios significativos realizados por Jesús en las condiciones de vida de la gente: por aquí y por allá aparecían personas que recuperaban su salud, que mejoraban sus ingresos gracias a la solidaridad y el auxilio mutuo de los discípulos de Jesús.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 95, 3-4)
Cuenten a los pueblos su gloria y sus maravillas a todas las naciones; porque grande es el Señor y digno de toda alabanza.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que por medio de la predicación de san Francisco Javier quisiste iluminar con tu Evangelio a los pueblos de oriente, concédenos a todos los cristianos un gran entusiasmo por darte a conocer, a fin de que tu Iglesia pueda llevar a todos los hombres tu mensaje de salvación. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
El espíritu del Señor se posará sobre él.
Del libro del profeta Isaías: 11, 1-10
En aquel día,
brotará un renuevo del tronco de Jesé, un vástago florecerá
de su raíz. Sobre él se posará el espíritu del Señor,
espíritu de sabiduría e inteligencia, espíritu de consejo
y fortaleza, espíritu de piedad y temor de Dios.
No juzgará por apariencias, ni sentenciará de oídas; defenderá
con justicia al desamparado y con equidad dará sentencia al pobre; herirá
al violento con el látigo de su boca, con el soplo de sus labios matará
al impío. Será la justicia su ceñidor, la fidelidad apretará
su cintura.
Habitará el lobo con el cordero, la pantera se echará con el cabrito,
el novillo y el león pacerán juntos y un muchachito los apacentará.
La vaca pastará con la osa y sus crías vivirán juntas.
El león comerá paja con el buey.
El niño jugará sobre el agujero de la víbora; la criatura
meterá la mano en el escondrijo de la serpiente. No harán daño
ni estrago por todo mi monte santo, porque así como las aguas colman
el mar, así está lleno el país de la ciencia del Señor.
Aquel día la raíz de Jesé se alzará como bandera
de los pueblos, la buscarán todas las naciones y será gloriosa
su morada. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
71 R/. Ven, Señor, rey de justicia y de paz.
Comunica, Señor, al rey tu juicio, y tu justicia al que es hijo de reyes;
así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá
a tu pueblo justamente. R/.
Florecerá en sus días la justicia y reinará la paz, era
tras era. De mar a mar se extenderá su reino y de un extremo al otro
de la tierra. R/.
Al débil librará del poderoso y ayudará al que se encuentra
sin amparo; se apiadará del desvalido y pobre y salvará la vida
al desdichado. R/.
Que bendigan al Señor eternamente, y tanto como el sol, viva su nombre.
Que él sea la bendición del mundo entero y lo aclamen dichoso
las naciones. R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Ya viene el Señor, nuestro Dios, con todo su poder para iluminar los
ojos de sus hijos. R/.
Jesús se llenó de júbilo en el Espíritu Santo.
Del santo Evangelio según san Lucas: 10, 21-24
En aquella misma
hora, Jesús se llenó de júbilo en el Espíritu Santo
y exclamó: "¡Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y
de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos,
y las has revelado a la gente sencilla! ¡Gracias, Padre, porque así
te ha parecido bien! Todo me lo ha entregado mi Padre y nadie conoce quién
es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo y aquel
a quien el Hijo se lo quiera revelar".
Volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: "Dichosos
los ojos que ven lo que ustedes ven. Porque yo les digo que muchos profetas
y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, y oír lo que
ustedes oyen y no lo oyeron". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que este sacrificio que vamos a ofrecerte en memoria de san Francisco Javier, nos infunda, Señor, su espíritu de apóstol, y nos ayude a conducir a ti, mediante el testimonio de nuestra propia vida, a quienes viven lejos de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Lc 10, 1. 9)
El Señor envió a sus discípulos a proclamar por las ciudades: El Reino de Dios está cerca de ustedes.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta sagrada Eucaristía que hemos celebrado, encienda, Señor, en nosotros, el amor por Cristo y por las almas para que, a ejemplo de san Francisco Javier, podamos vivir auténticamente nuestra vocación cristiana. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Juan Damasceno, Doctor de la Iglesia; Osmundo de Salisbury, obispo; Juan de Calabria, presbítero. Feria (Morado)
UN FESTÍN PARA TODOS LOS PUEBLOS
Is 25, 6-10; Mt 15, 29-37
Los banquetes son eventos celebrativos que festejan sucesos favorables en la vida de las personas y las sociedades. El Dios de Israel también sabe de ciclos festivos y por eso organiza un banquete excelso para todos los pueblos. El motivo es más que suficiente: Dios desterrará la muerte para siempre. Ya no habrá motivo para ceremonias luctuosas ni para el ánimo quebrantado. La promesa, desde la perspectiva de los cristianos, ha llegado a su cumplimiento en la Pascua de Jesús resucitado. El Evangelio de san Mateo también relata la celebración de un banquete singular. Pobres y desempleados, mujeres liberadas de espíritus malignos y seguidores fieles de Jesús aportaron lo que traían en sus alforjas. La bendición del Maestro multiplicó panes y peces; todos, niños, adultos y mujeres comieron hasta saciarse, haciendo patente la abundancia cuidadosa que nos dispensa el Padre celestial.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Ha 2, 3; 1 Co 4, 5)
Ven, Señor, y no tardes; ilumina los secretos de las tinieblas y manifiéstate a todas las naciones.
ORACIÓN COLECTA
Que tu gracia, Señor, prepare nuestros corazones para que, cuando venga tu Hijo Jesucristo, nos encuentre dignos de sentarnos a su mesa y de recibir de sus propias manos el pan del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
El Señor preparará un banquete y enjugará las lágrimas de todos los rostros.
Del libro del profeta Isaías: 25, 6-10
En aquel día,
el Señor del universo preparará sobre este monte un festín
con platillos suculentos para todos 1os pueblos; un banquete con vinos exquisitos
y manjares sustanciosos. Él arrancará en este monte el velo que
cubre el rostro de todos los pueblos, el paño que oscurece a todas las
naciones. Destruirá la muerte para siempre; el Señor Dios enjugará
las lágrimas de todos los rostros y borrará de toda la tierra
la afrenta de su pueblo. Así lo ha dicho el Señor. En aquel día
se dirá: "Aquí está nuestro Dios, de quien esperábamos
que nos salvara. Alegrémonos y gocemos con la salvación que nos
trae, porque la mano del Señor reposará en este monte".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
22 R/. Habitaré en la casa del Señor toda la vida.
El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace reposar
y hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas. R/.
Por ser un Dios fiel a sus promesas, me guía por el sendero recto; así,
aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú estás
conmigo. Tu vara y tu cayado me dan seguridad. R/.
Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis adversarios; me unges
la cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes. R/.
Tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días de mi vida; y viviré en la casa del Señor por años sin término.
ACLAMACIÓN
Aleluya, aleluya.
Ya viene el Señor para salvar a su pueblo. Dichosos los que estén
preparados para salir a su encuentro. R/.
Jesús sana a muchos enfermos y multiplica los panes.
Del santo Evangelio según san Mateo: 15, 29-37
En aquel tiempo,
llegó Jesús a la orilla del mar de Galilea, subió al monte
y se sentó. Acudió a Él mucha gente, que llevaba consigo
tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros enfermos. Los tendieron
a sus pies y Él los curó. La gente se llenó de admiración,
al ver que los lisiados estaban curados, que los ciegos veían, que los
mudos hablaban y los tullidos caminaban; por lo que glorificaron al Dios de
Israel.
Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: "Me da lástima
esta gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué
comer. No quiero despedirlos en ayunas, porque pueden desmayarse en el camino"
Los discípulos le preguntaron: "¿Dónde vamos a conseguir,
en este lugar despoblado, panes suficientes para saciar a tal muchedumbre?"
Jesús les preguntó: "¿Cuántos panes tienen?"
Ellos contestaron: "Siete, y unos cuantos pescados".
Después de ordenar a la gente que se sentara en el suelo, Jesús
tomó los siete panes y los pescados, y habiendo dado gracias a Dios,
los partió y los fue entregando a los discípulos, y los discípulos
a la gente. Todos comieron hasta saciarse, y llenaron siete canastos con los
pedazos que habían sobrado.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Señor, que este sacrificio, signo de nuestra total entrega a ti, te sea ofrecido siempre, para que realice la intención que tuviste al instituir este sacramento, y lleve a cabo plenamente en nosotros tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I/A o I/B de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Is 40, 10; cfr. 35, 5)
He aquí que el Señor vendrá con gran poder e iluminará los ojos de sus siervos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta Eucaristía nos purifique, Señor, de toda mancha y nos prepare así a celebrar dignamente la Navidad ya próxima. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Sabás de Capadocia, abad; Geraldo o Geraud de Braga, obispo. Beato Nicolás Steno,obispo. Feria (Morado)
LA ROCA PERPETUA
Is 26,1-6; Mt 7,21.24-27
Para el profeta Isaías la imagen de la roca se convirtió en el símbolo emblemático de la confianza en Dios. En un momento en que los habitantes de Jerusalén se alzaron con una victoria sobre sus agresores, interpretaron que dicho triunfo había sido el resultado de la interacción de su estrategia inteligente con el auxilio divino. La experiencia aprendida era clara: las mejores murallas para resguardar a Jerusalén no se construirían con sillares de roca caliza, sino con actitudes de justicia, paz y confianza en Dios. Esa misma imagen de la roca firme reaparece en el cierre del Sermón de la Montaña. El discípulo sensato que escucha y con la debida congruencia, obedece el designio divino, está asentando su vida sobre piso firme. El cimiento sólido sobre el cual el creyente edifica su existencia es la palabra de Dios. Quien pretenda vivir a buen resguardo de peligros y contratiempos, tendrá que aprender a confiar en la guía orientadora de su Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 118, 151-152)
Tú estás cerca, Señor, y todos tus caminos son derechos. Desde el principio comprendí que tu alianza la estableciste para siempre.
ORACIÓN COLECTA
Muestra, Señor, tu poder y ven en nuestra ayuda para que la abundancia de tu misericordia apresure el momento de la salvación que nuestros pecados han retardado. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
El pueblo justo se mantiene fiel al Señor.
Del libro
del profeta Isaías: 26, 1-6
Aquel día se cantará este canto en el país de
Judá: "Tenemos una ciudad fuerte; ha puesto el Señor, para
salvarla, murallas y baluartes. Abran las puertas para que entre el pueblo justo,
el que se mantiene fiel, el de ánimo firme para conservar la paz, porque
en ti confió. Confíen siempre en el Señor, porque el Señor
es nuestra fortaleza para siempre; porque El doblegó a los que habitaban
en la altura; a la ciudad excelsa la humilló, la humilló hasta
el suelo, la arrojó hasta el polvo donde la pisan los pies, los pies
de los humildes, los pasos de los pobres".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
117 R/. Bendito el que viene en el nombre del Señor.
Te damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu misericordia es
eterna. Más vale refugiarse en el Señor, que poner en los hombres
la confianza; más vale refugiarse en el Señor, que buscar con
los fuertes una alianza. R/.
Ábranme las puertas del templo, que quiero entrar a dar gracias a Dios.
Ésta es la puerta del Señor y por ella entrarán los que
le viven fieles. Te doy gracias, Señor, pues me escuchaste y fuiste para
mí la salvación. R/.
Libéranos, Señor, y danos tu victoria. Bendito el que viene en
nombre del Señor. Que Dios desde su templo nos bendiga. Que el Señor,
nuestro Dios, nos ilumine. R/.
ACLAMACIÓN
(Is 55, 6) R/. Aleluya, aleluya.
Busquen al Señor mientras lo pueden encontrar, invóquenlo mientras
está cerca. R/.
El que cumple la voluntad de mi Padre entrará en el Reino de los cielos.
Del santo Evangelio según san Mateo: 7, 21. 24-27
En aquel tiempo,
Jesús dijo a sus discípulos: "No todo el que me diga: '¡Señor,
Señor!', entrará en el Reino de los cielos, sino el que cumpla
la voluntad de mi Padre, que está en los cielos.
El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica, se
parece a un hombre prudente, que edificó su casa sobre roca. Vino la
lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos y dieron contra aquella
casa; pero no se cayó, porque estaba construida sobre roca.
El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica,
se parece a un hombre imprudente, que edificó su casa sobre arena. Vino
la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos, dieron contra aquella
casa y la arrasaron completamente".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estas ofrendas que hemos tomado de tus mismos dones, y concédenos que esta Eucaristía que estamos celebrando, nos alcance la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I/A o I/B de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Tt 2, 12-13)
Vivamos en este mundo como hombres responsables, justos y que sirven a Dios, en espera de que se cumpla la feliz esperanza: la manifestación gloriosa de Jesucristo, nuestro Dios y salvador.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por nuestra participación en esta Eucaristía, enséñanos, Señor, a no poner nuestro corazón en las cosas pasajeras, sino en los bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Nicolás de Bari o de Myra, obispo; Carmen Sellés, fundadora; Dionisia y compañeros, mártires. Feria (Morado)
LAS IMÁGENES DE LA SALVACIÓN
Is 29, 17-24; Mt 9,27-31
Resulta inexplicable que algunos cristianos asocien la salvación cristiana con sucesos puramente espirituales o que la reduzcan a la etapa posterior a la muerte. Cada vez que profetas o sabios en Israel describen la salvación que Dios prepara a favor de su pueblo, incluyen una serie de beneficios como la salud, las libertades públicas, la justicia y el bienestar general. Para ilustrar lo anterior basta leer el texto de Isaías que nos propone la liturgia. De alguna manera, todos esos rasgos quedan resumidos en el término shalom. Cuando el Señor Jesús se presenta en los pueblos de Galilea, acoge gustosamente los pedimentos y llamados de los enfermos. La relación entre Jesús y los enfermos está articulada en torno de la fe. Quien se acerque a Jesús solicitando una intervención benéfica, tendrá que estar persuadido de que el amor del Padre compasivo se ha hecho patente en la bondad solidaria de su Hijo Jesús.
ANTÍFONA DE ENTRADA
He aquí que el Señor vendrá con esplendor a visitar a su pueblo, para traerle la paz y la vida eterna.
ORACIÓN COLECTA
Muestra, Señor, tu poder y ven a nosotros, para que nos protejas y nos salves de los peligros que nos amenazan a causa de nuestros pecados. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
En aquel día los ojos de los ciegos se abrirán.
Del libro del profeta Isaías: 29, 17-24
Esto dice el Señor:
"¿Acaso no está el Líbano a punto de convertirse en
un vergel y el vergel en un bosque? Aquel día los sordos oirán
las palabras de un libro; los ojos de los ciegos verán sin tinieblas
ni oscuridad; los oprimidos volverán a alegrarse en el Señor y
los pobres se gozarán en el Santo de Israel; porque ya no habrá
opresores y los altaneros habrán sido exterminados. Serán aniquilados
los que traman iniquidades, los que con sus palabras echan la culpa a los demás,
los que tratan de enredar a los jueces y sin razón alguna hunden al justo".
Esto dice a la casa de Jacob el Señor que rescató a Abraham: "Ya
no se avergonzará Jacob, ya no se demudará su rostro, porque al
ver mis acciones en medio de los suyos, santificará mi nombre, santificará
al Santo de Jacob y temerá al Dios de Israel. Los extraviados de espíritu
entrarán en razón y los inconformes aceptarán la enseñanza".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
26 R/. El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy
a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién
podrá hacerme temblar? R/.
Lo único que pido, lo único que busco, es vivir en la casa del
Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar
continuamente en su presencia. R/.
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor
y fortaleza y en el Señor confía. R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Ya viene el Señor, nuestro Dios, con todo su poder para iluminar los
ojos de sus hijos. R/.
Quedaron curados dos ciegos que creyeron en Jesús.
Del santo Evangelio según san Mateo: 9, 27-31
Cuando Jesús
salía de Cafarnaúm, lo siguieron dos ciegos, que gritaban: "¡Hijo
de David, compadécete de nosotros!" Al entrar Jesús en la
casa, se le acercaron los ciegos y Jesús les preguntó: "¿Creen
que puedo hacerlo?" Ellos le contestaron: "Sí, Señor".
Entonces les tocó los ojos, diciendo: "Que se haga en ustedes conforme
a su fe".
Y se les abrieron los ojos. Jesús les advirtió severamente: "Que
nadie lo sepa". Pero ellos, al salir, divulgaron su fama por toda la región.Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sean agradables, Señor, nuestras humildes ofrendas y oraciones, y que tu misericordia supla la extrema pobreza de nuestros méritos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I/A o I/B de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Flp 3, 20-21)
Esperamos como salvador a nuestro Señor Jesucristo, el cual transformará nuestro cuerpo frágil en cuerpo glorioso como el suyo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Como fruto de nuestra participación en este sacramento de vida eterna, enséñanos, Señor, a no sobrevalorar las cosas terrenales y a estimar las del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Ambrosio de Milán, Doctor de la Iglesia; Eutiquiano I, Papa y mártir Carlos Garnier, mártir.
Vísperas I del domingo: 2ª. Semana del Salterio. Tomo I: pp. 670, 5-6 y 64. Para los fieles: pp. 555, 6-7 y 8 Edición popular: pp. 108 y 410. Memoria (Blanco).
APENAS TE OIGA, TE RESPONDERÁ
Is 30, 19-21.23-26; Mt 9,35-10, 1.6-8
Uno de los rasgos más relevantes que los hijos de Israel descubrieron en el Dios de sus antepasados fue la cercanía. Apenas clamaron los esclavos hebreos al Señor, Él escuchó su queja y delegó a Moisés para que interviniera como su enviado y representante para negociar con el faraón la liberación de Israel. Esa experiencia permitió que el profeta Isaías asociara la conversión del pueblo con el diálogo cercano y la escucha diligente del Señor. La presencia cercana de Dios fue lo que proclamó el evangelista san Mateo, al reconocer en Jesús al Emanuel. Los recorridos que el Señor Jesús realizaba por los poblados galileos, serian continuados por los discípulos enviados en misión. Escuchar, acoger las súplicas y ruegos de enfermos y desvalidos era uno de los gestos insustituibles que el mensajero del Reinado de Dios cumplía. Como pastor cercano a sus ovejas, ofrecía reposo, alimento y protección a cuantos cargaban un yugo pesado.
ANTÍFONA DE ENTRADA (1 S 2, 35)
Yo elegiré para mi pueblo un sacerdote fiel, que obre según mi corazón y mis deseos, dice el Señor.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que hiciste del obispo san Ambrosio un insigne maestro de la fe católica y un valeroso sucesor de los Apóstoles, haz surgir en tu Iglesia pastores según tu corazón, que conduzcan a tu pueblo con valor y sabiduría. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
El Señor se compadece de ti al oír el clamor de tu voz.
Del libro del profeta Isaías: 30, 19-21. 23-26
Esto dice el Señor Dios de Israel: "Pueblo de Sión, que habitas en Jerusalén, ya no volverás a llorar. El Señor misericordioso, al oír tus gemidos, se apiadará de ti y te responderá, apenas te oiga. Aunque te dé el pan de las adversidades y el agua de la congoja, ya no se esconderá el que te instruye; tus ojos lo verán. Con tus oídos oirás detrás de ti una voz que te dirá: 'Éste es el camino. Síguelo sin desviarte, ni a la derecha, ni a la izquierda'. El Señor mandará su lluvia para la semilla que siembres y el pan que producirá la tierra será abundante y sustancioso. Aquel día, tus ganados pastarán en dilatadas praderas. Los bueyes y los burros que trabajan el campo, comerán forraje sabroso, aventado con pala y bieldo. En todo monte elevado y toda colina alta, habrá arroyos y corrientes de agua el día de la gran matanza, cuando se derrumben las torres. El día en que el Señor vende las heridas de su pueblo y le sane las llagas de sus golpes, la luz de la luna será como la luz del sol; será siete veces mayor, como si fueran siete días en uno". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
146 R/. Alabemos al Señor, nuestro Dios.
Alabemos al Señor, nuestro Dios, porque es hermoso y justo el alabarlo.
El Señor ha reconstruido a Jerusalén y a los dispersos de Israel
los ha reunido. R/.
El Señor sana los corazones quebrantados y venda las heridas. Tiende
su mano a los humildes y humilla hasta el polvo a los malvados. R/.
Él puede contar el número de estrellas y llama a cada una por
su nombre. Grande es nuestro Dios, todo lo puede; su sabiduría no tiene
límites. R/.
ACLAMACIÓN
(Is 33, 22) R/. Aleluya, aleluya.
El Señor es nuestro juez, nuestro legislador y nuestro rey; Él
vendrá a salvarnos. R/.
Al ver a la multitud se compadeció de ella.
Del santo Evangelio según san Mateo: 9, 35-10, 1. 6-8
En aquel tiempo,
Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando
en las sinagogas, predicando el Evangelio del Reino y curando toda enfermedad
y dolencia. Al ver a las multitudes, se compadecía de ellas, porque estaban
extenuadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. Entonces dijo a sus discípulos:
"La cosecha es mucha y los trabajadores, pocos. Rueguen, por lo tanto,
al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos".
Después, llamando a sus doce discípulos, les dio poder para expulsar
a los espíritus impuros y curar toda clase de enfermedades y dolencias.
Les dijo: "Vayan en busca de las ovejas perdidas de la casa de Israel.
Vayan y proclamen por el camino que ya se acerca el Reino de los cielos. Curen
a los leprosos y demás enfermos; resuciten a los muertos y echen fuera
a los demonios. Gratuitamente han recibido este poder; ejérzanlo, pues,
gratuitamente".Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que tu Iglesia te ofrece y haz que tu Espíritu Santo nos ilumine, para que podamos celebrar esta Eucaristía con la misma fe que infundió en san Ambrosio, para predicar sin descanso el Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 10, 10)
Yo vine al mundo, para que tengan vida y la tengan en abundancia, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú que nos has reconfortado con este sacramento, haz, Señor, que a imitación de san Ambrosio, cumplamos con valor tu voluntad y podamos alcanzar la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Los creyentes maduros no necesitan ser motivados por amenazas o promesas proféticas. Isaías y Juan Bautista despertaron la conciencia adormecida de sus contemporáneos por medio de visiones esperanzadoras o de advertencias severas. De alguna manera uno y otro recurrían a una estrategia similar: el argumento del premio y el castigo. Los cristianos que releemos dichos textos proféticos podemos acogerlos como un referente que nos recuerda que la congruencia y la fidelidad a las propias convicciones creyentes, es la manera más adecuada de mirarse uno al espejo. Quien sepa practicar la autocontención de sus pulsiones egoístas y aprenda a vivir una existencia sensible a las legítimas necesidades de sus hermanos, podrá darse cuenta que está rindiendo el fruto esperado. Si se reconoce frágil y demanda el baño regenerador del Espíritu podrá consolidar mejor su existencia como cristiano.
II DOMINGO DE ADVIENTO
Santos: Eucario de Tréveris, obispo: Románico o Romario de Luxeuil, abad; Narcisa de Jesús Martillo, laica. (Morado)
EL DINAMISMO DEL ESPÍRITU
Is 11,1-10; Rm 15, 4-9; Mt 3,1-12
Tanto Isaías como san Juan Bautista vivían descontentos por la forma como caminaba la sociedad en que vivían. Como creyentes contemplativos fueron lo suficientemente lúcidos para descubrir la brecha existente entre sus convicciones creyentes y sus prácticas cotidianas. La confesión que Israel hacía en un Dios fiel, garante de la justicia y libertador de su pueblo, no se avenía con las prácticas abusivas y prepotentes que prevalecían tanto en el siglo VIII a. C. como en el siglo primero. Su prédica podrá diferenciarse por las tonalidades y los acentos, uno más esperanzado, otro más exigente y demandante, pero ambos coinciden en lo esencial: la visita de un mediador que animaría al pueblo a apreciar y consolidar la salvación divina se haría manifiesta por la consolidación de unas relaciones verdaderamente humanas, asentadas sobre la justicia, la paz y el compromiso solidario con los necesitados.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Is 30, 19. 30)
Pueblo de Sión, mira que el Señor va a venir para salvar a todos los hombres y dejará oír la majestad de su voz para alegría del corazón de ustedes.
No se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Que nuestras responsabilidades terrenas no nos impidan, Señor, prepararnos a la venida de tu Hijo, y que la sabiduría que viene del cielo, nos disponga a recibirlo y a participar de su propia vida. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Les hará justicia a los pobres.
Del libro del profeta Isaías: 11, 1-10
En aquel día,
brotará un renuevo del tronco de Jesé, un vástago florecerá
de su raíz. Sobre él se posará el espíritu del Señor,
espíritu de sabiduría e inteligencia, espíritu de consejo
y fortaleza, espíritu de piedad y temor de Dios.
No juzgará por apariencias, ni sentenciará de oídas; defenderá
con justicia al desamparado y con equidad dará sentencia al pobre; herirá
al violento con el látigo de su boca, con el soplo de sus labios matará
al impío. Será la justicia su ceñidor, la fidelidad apretará
su cintura.
Habitará el lobo con el cordero, la pantera se echará con el cabrito,
el novillo y el león pacerán juntos y un muchachito los apacentará.
La vaca pastará con la osa y sus crías vivirán juntas.
El león comerá paja con el buey.
El niño jugará sobre el agujero de la víbora; la criatura
meterá la mano en el escondrijo de la serpiente. No harán daño
ni estrago por todo mi monte santo, porque así como las aguas colman
el mar, así está lleno el país de la ciencia del Señor.
Aquel día la raíz de Jesé se alzará como bandera
de los pueblos, la buscarán todas las naciones y será gloriosa
su morada.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
71 R/. Ven, Señor, rey de justicia y de paz.
Comunica, Señor, al rey tu juicio, y tu justicia al que es hijo de reyes;
así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá
a tu pueblo justamente. R/.
Florecerá en sus días la justicia y reinará la paz, era
tras era. De mar a mar se extenderá su reino y de un extremo al otro
de la tierra. R/.
Al débil librará del poderoso y ayudará al que se encuentra
sin amparo; se apiadará del desvalido y pobre y salvará la vida
al desdichado. R/.
Que bendigan al Señor eternamente, y tanto como el sol, viva su nombre.
Que Él sea la bendición del mundo entero y lo aclamen dichoso
las naciones. R/.
Cristo salvó a todos los hombres.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 15, 4-9
Hermanos: Todo lo que en el pasado ha sido escrito en los libros santos, se escribió para instrucción nuestra, a fin de que, por la paciencia y el consuelo que dan las Escrituras, mantengamos la esperanza. Que Dios, fuente de toda paciencia y consuelo, les conceda a ustedes vivir en perfecta armonía unos con otros, conforme al espíritu de Cristo Jesús, para que, con un solo corazón y una sola voz alaben a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo. Por lo tanto, acójanse los unos a los otros como Cristo los acogió a ustedes, para gloria de Dios. Quiero decir con esto, que Cristo se puso al servicio del pueblo judío, para demostrar la fidelidad de Dios, cumpliendo las promesas hechas a los patriarcas y que por su misericordia los paganos alaban a Dios, según aquello que dice la Escritura: Por eso te alabaré y cantaré himnos a tu nombre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Lc 3, 4. 6) R/. Aleluya, aleluya.
Preparen el camino del Señor, hagan rectos sus senderos, y todos
los hombres verán la salvación de Dios. R/.
Conviértanse, porque ya está cerca el Reino de los cielos.
Del santo Evangelio según san Mateo: 3, 1-12
En aquel tiempo,
comenzó Juan el Bautista a predicar en el desierto de Judea, diciendo:
"Conviértanse, porque ya está cerca el Reino de los cielos".
Juan es aquel de quien el profeta Isaías hablaba, cuando dijo: Una voz
clama en el desierto: Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos.
Juan usaba una túnica de pelo de camello, ceñida con un cinturón
de cuero, y se alimentaba de saltamontes y de miel silvestre. Acudían
a oírlo los habitantes de Jerusalén, de toda Judea y de toda la
región cercana al Jordán; confesaban sus pecados y él los
bautizaba en el río.
Al ver que muchos fariseos y saduceos iban a que los bautizara, les dijo: "Raza
de víboras, ¿quién les ha dicho que podrán escapar
al castigo que les aguarda? Hagan ver con obras su conversión y no se
hagan ilusiones pensando que tienen por padre a Abraham, porque yo les aseguro
que hasta de estas piedras puede Dios sacar hijos de Abraham. Ya el hacha está
puesta a la raíz de los árboles, y todo árbol que no dé
fruto, será cortado y arrojado al fuego. Yo los bautizo con agua, en
señal de que ustedes se han convertido; pero el que viene después
de mí, es más fuerte que yo, y yo ni siquiera soy digno de quitarle
las sandalias. El los bautizará en el Espíritu Santo y su fuego.
Él tiene el bieldo en su mano para separar el trigo de la paja. Guardará
el trigo en su granero y quemará la paja en un fuego que no se extingue".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos ahora
unidos en la fe y en la esperanza. Después de cada petición diremos:
Ven, Señor Jesús.
Para que las Iglesias cristianas caminemos sinceramente hacia la unidad. Oremos.
Para que los que no creen en Jesucristo lleguen a descubrir la luz y la alegría
del Evangelio. Oremos.
Para que todos los gobernantes de los países ricos trabajen por una justa
distribución de la riqueza entre todos los pueblos. Oremos.
Para que todos los que nos hemos reunido en esta iglesia crezcamos siempre en
la generosidad, en la confianza, en el deseo de hacernos mutuamente felices.
Oremos.
Escucha, Señor, la oración de tu pueblo reunido, y ven a salvarnos.
Tú, que vives y reinas...
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sean agradables, Señor, nuestras humildes ofrendas y oraciones, y que tu misericordia supla la extrema pobreza de nuestros méritos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I/A o I/B de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ba 5, 5; 4, 36)
Levántate, Jerusalén, sube a lo alto, para que contemples la alegría que te viene de Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Como fruto de nuestra participación en este sacramento de vida eterna, enséñanos, Señor, a no sobrevalorar las cosas terrenales y a estimar las del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Los
creyentes maduros no necesitan ser motivados por amenazas o promesas proféticas.
Isaías y Juan Bautista despertaron la conciencia adormecida de sus contemporáneos
por medio de visiones esperanzadoras o de advertencias severas. De alguna manera
uno y otro recurrían a una estrategia similar: el argumento del premio
y el castigo. Los cristianos que releemos dichos textos proféticos podemos
acogerlos como un referente que nos recuerda que la congruencia y la fidelidad
a las propias convicciones creyentes, es la manera más adecuada de mirarse
uno al espejo. Quien sepa practicar la autocontención de sus pulsiones
egoístas y aprenda a vivir una existencia sensible a las legítimas
necesidades de sus hermanos, podrá darse cuenta que está rindiendo
el fruto esperado. Si se reconoce frágil y demanda el baño regenerador
del Espíritu podrá consolidar mejor su existencia como cristiano.
Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María
Santos: Juan Diego Cuauhtlatoatzin, laico; Pedro Fournier, fundador. Solemnidad (Blanco o azul)
QUÉ SALUDO ERA AQUÉL
Gn 3,9-15. 20; Ef 1,3-6. 11-12; Lc 1, 26-38
Entre las tres lecturas se percibe un aire común de esperanza y confianza en el futuro. El relato del Génesis tiene el formato de una sentencia, y aunque finalmente se cierra con un mensaje que anuncia hostilidad entre el linaje de la serpiente y el linaje de Eva, conviene apreciarlo en su justa medida como un anuncio de que en el futuro, los hijos de Adán no volverán a dejarse embaucar por la caprichosa voz de sus instintos, ni se ocultarán de la presencia de Dios, sino que lo escucharán gustosamente. El primero de esos hijos de Adán, verdaderamente fieles y obedientes, nacería del vientre de María, una mujer de Galilea, escogida para acoger y auxiliar el crecimiento y la consolidación espiritual del pequeño Jesús. Con la intervención eficaz del Mesías-Jesús accederemos a la herencia prometida: ser y vivir como hijos adoptivos de Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Is 61, 10)
Con gozo intenso me gozaré en el Señor y en mi Dios se alegrará mi alma, pues me ha vestido una túnica de salvación y me ha cubierto con un manto de inocencia, como la novia se enjoya para su boda.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso, que por la inmaculada concepción de la Virgen María preparaste una morada digna para tu Hijo y, en atención a los méritos de la muerte redentora de Cristo, la preservaste de toda mancha de pecado, concédenos, por su maternal intercesión, vivir en tu presencia sin pecado. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya.
Del libro del Génesis: 3, 9-15. 20
Después
de que el hombre y la mujer comieron del fruto del árbol prohibido, el
Señor Dios llamó al hombre y le preguntó: "¿Dónde
estás?" Éste le respondió: "Oí tus pasos
en el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo, y me escondí".
Entonces le dijo Dios: "¿Y quién te ha dicho que estabas
desnudo? ¿Has comido acaso del árbol del que te prohibí
comer?"
Respondió Adán: "La mujer que me diste por compañera
me ofreció del fruto del árbol y comí". El Señor
Dios dijo a la mujer: "¿Por qué has hecho esto?" Repuso
la mujer: "La serpiente me engañó y comí".
Entonces dijo el Señor Dios a la serpiente: "Porque has hecho esto,
serás maldita entre todos los animales y entre todas las bestias salvajes.
Te arrastrarás sobre tu vientre y comerás polvo todos los días
de tu vida. Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia
y la suya; y su descendencia te aplastará la cabeza, mientras tú
tratarás de morder su talón".
El hombre le puso a su mujer el nombre de "Eva", porque ella fue la
madre de todos los vivientes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
97 R/. Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra
y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su
justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
R/.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos
y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
Dios nos eligió en Cristo, antes de crear el mundo.
De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 1, 3-6. 11-12
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Él
con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió
en Cristo, antes de crear el mundo, para que fuéramos santos e irreprochables
a sus ojos, por el amor, y determinó, porque así lo quiso, que,
por medio de Jesucristo, fuéramos sus hijos, para que alabemos y glorifiquemos
la gracia con que nos ha favorecido, por medio de su Hijo amado.
Con Cristo somos herederos también nosotros. Para esto estábamos
destinados, por decisión del que lo hace todo según su voluntad:
para que fuéramos una alabanza continua de su gloria, nosotros, los que
ya antes esperábamos en Cristo. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Lc 1, 28) R/. Aleluya, aleluya.
Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor está contigo,
bendita tú entre las mujeres. R/.
Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.
Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 26-38
En aquel tiempo,
el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada
Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David,
llamado José. La virgen se llamaba María.
Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: "Alégrate,
llena de gracia, el Señor está contigo". Al oír estas
palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría
decir semejante saludo.
El ángel le dijo: "No temas, Maria, porque has hallado gracia ante
Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús.
Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo;
el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él
reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá
fin".
Maria le dijo entonces al ángel: "¿Cómo podrá
ser esto, puesto que yo permanezco virgen?" El ángel le contestó:
"El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo
te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será
llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de
su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril,
porque no hay nada imposible para Dios". María contestó:
"Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que
me has dicho". Y el ángel se retiró de su presencia.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, el sacrificio de salvación que vamos a ofrecerte en esta festividad de la santísima Virgen Maria, a la que, desde su concepción, preservaste de todo pecado y por su intercesión, concédenos el perdón de todas nuestras culpas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo
y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en
todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque preservaste a la Virgen María de toda mancha de pecado original
para que, enriquecida con la plenitud de tu gracia, fuese digna Madre de tu
Hijo, imagen y comienzo de la Iglesia, que es la esposa de Cristo, llena de
juventud y de limpia hermosura.
Purísima tenía que ser, Señor, la Virgen que nos diera
al Cordero inocente que quita el pecado del mundo.
Purísima la que, entre todos los hombres, es abogada de gracia y ejemplo
de santidad.
Por eso, unidos a los ángeles, te aclamamos llenos de alegría:
Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Grandes cosas se cantan de ti, María, porque de ti ha nacido el Sol de Justicia, Cristo nuestro Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo que hemos recibido, nos ayuden, Señor, a superar la debilidad que nos dejó el pecado original, del cual, por singular privilegio, preservaste a la santísima Virgen María en su inmaculada concepción. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Eulalia de Mérida, mártir; Diosdado de Brescia, obispo. Beato Gregorio III; papa.Feria (Morado)
UN PASTOR MUY SINGULAR
Is 40,1-11; Mt 18,12-14
El pastor que se despreocupa de 99 ovejas para ir en busca de una sola, procede de manera atípica. Normalmente los criterios humanos se orientan por lo cuantitativo. No parece razonable optar por una oveja en detrimento de 99, que representan un valor económico enormemente superior. Este proceder retrata la preocupación y el cariño de Dios por cada uno de sus hijos. Aunque la parábola nos parezca poco verosímil, sobre todo en los momentos de adversidad en que nos sentimos olvidados de su mano, conviene recordar las palabras de consuelo del profeta Isaías. El pueblo vivía cautivo y prisionero en tierra extranjera y se sentía abandonado por Dios; era un pueblo exiliado en condición de oveja extraviada. La afirmación de que las palabras y las promesas de Dios no se desgastan, sino que se cumplen de manera eficaz, venía como anillo al dedo para el ánimo quebrantado de un pueblo apesadumbrado por sus reveses políticos.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Za 14, 5. 7)
Vendrá el Señor, mi Dios, y con Él, todos sus santos; y brillará en aquel día una gran luz.
ORACIÓN COLECTA
Señor y Dios nuestro, que has hecho llegar a todos los rincones de la tierra la buena nueva de la venida del salvador, concédenos esperar con sincera alegría las fiestas con que celebramos el día de su nacimiento. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Dios consuela a su pueblo.
Del libro del profeta Isaías: 40, 1-11
"Consuelen,
consuelen a mi pueblo, dice nuestro Dios. Hablen al corazón de Jerusalén
y díganle a gritos que ya terminó el tiempo de su servidumbre
y que ya ha satisfecho por sus iniquidades, porque ya ha recibido de manos del
Señor castigo doble por todos sus pecados".
Una voz clama: "Preparen el camino del Señor en el desierto, construyan
en el páramo una calzada para nuestro Dios. Que todo valle se eleve,
que todo monte y colina se rebajen; que lo torcido se enderece y lo escabroso
se allane. Entonces se revelará la gloria del Señor y todos los
hombres la verán". Así ha hablado la boca del Señor.
Una voz dice: "¡Griten!", y yo le respondo: "¿Qué
debo gritar?" "Todo hombre es como la hierba y su grandeza es como
flor del campo. Se seca la hierba y la flor se marchita, pero la palabra de
nuestro Dios permanece para siempre".
Sube a lo alto del monte, mensajero de buenas nuevas para Sión; alza
con fuerza la voz, tú que anuncias noticias alegres a Jerusalén.
Alza la voz y no temas; anuncia a los ciudadanos de Judá: "Aquí
está su Dios. Aquí llega el Señor, lleno de poder, el que
con su brazo lo domina todo. El premio de su victoria lo acompaña y sus
trofeos lo anteceden. Como pastor apacentará a su rebaño; llevará
en sus brazos a los corderitos recién nacidos y atenderá solícito
a sus madres". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
95 R/. Ya viene el Señor a renovar el mundo.
Cantemos al Señor un nuevo canto, que le cante al Señor toda la
tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo, proclamemos su amor
día tras día. R/.
Su grandeza anunciemos a los pueblos; de nación en nación, sus
maravillas. "Reina el Señor", digamos a los pueblos, gobierna
a las naciones con justicia. R/.
Alégrense los cielos y la tierra, retumbe el mar y el mundo submarino.
Salten de gozo el campo y cuanto encierra, manifiesten los bosques regocijo.
R/.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe.
Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones.
R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Ya está cerca el día del Señor. Ya viene el Señor
a salvarnos. R/.
Dios no quiere que se pierda uno solo de los pequeños.
Del santo Evangelio según san Mateo: 18, 12-14
En aquel tiempo,
Jesús dijo a sus discípulos: "¿Qué les parece?
Si un hombre tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿acaso no deja las
noventa y nueve en los montes, y se va a buscar a la que se le perdió?
Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por
ella que por las noventa y nueve que no se le perdieron. De igual modo, el Padre
celestial no quiere que se pierda uno solo de estos pequeños".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sean agradables, Señor, nuestras humildes ofrendas y oraciones, y que tu misericordia supla la extrema pobreza de nuestros méritos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I/A o I/B de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (2 Tm 4, 8)
El Señor, justo juez, dará la corona merecida a todos los que esperan con amor su venida gloriosa.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Como fruto de nuestra participación en este sacramento de vida eterna, enséñanos, Señor, a no sobrevalorar las cosas terrenales y a estimar las del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Dámaso I, Papa; Daniel el Estilita" de Constantinopla, anacoreta. Beato Hugolino Magalotti de Fiegni, ermitaño. Feria (Morado)
ENTRE EL CANSANCIO Y EL ALIVIO
Is 40, 25-31; Mt 11, 28-30
Cuando los proyectos sociales de todo un pueblo se estrellan con obstáculos enormes, aparece el desconsuelo y la desconfianza. Así vivía Israel en el exilio y así vivían también los contemporáneos del Señor Jesús, aplastados por la fuerza de una potencia extranjera. La sensación que experimentan muchos jóvenes actualmente ante la escasez de oportunidades de acceso a condiciones de vida justa y digna, los hacen desesperarse e ilusionarse con el sueño de la riqueza fácil, que les prometen los delincuentes organizados. El desaliento y la desesperación, aunado al menor esfuerzo, los encadenan a yugos imposibles de romper. El Señor Jesús habla nuevamente al corazón de la gente cansada y abatida. Su oferta es la misma que hace 20 siglos: reposo y alivio para el espíritu quebrantado. Quien asuma libre y conscientemente el camino cristiano, encontrará la manera de vivir dignamente sin atarse a yugos que lo esclavicen.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Ha 2, 3; 1 Co 4, 5)
Ven, Señor, y no tardes; ilumina los secretos de las tinieblas y manifiéstate a todas las naciones.
ORACIÓN COLECTA
No permitas, Padre todopoderoso, que quienes esperamos la llegada consoladora de nuestro salvador desfallezcamos en la tarea, que tú nos has encomendado, de prepararnos a su venida. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
El Señor da vigor al fatigado.
Del libro del profeta Isaías: 40, 25-31
"¿Con
quién me van a comparar, que pueda igualarse a mí?", dice
el Dios de Israel. Alcen los ojos a lo alto y díganme quién ha
creado todos aquellos astros. Él es quien cuenta y despliega su ejército
de estrellas y a cada una la llama por su nombre; tanta es su omnipotencia y
tan grande su vigor, que ninguna de ellas desoye su llamado.
¿Por qué dices tú, Jacob, y lo repites tú, Israel:
"Mi suerte se le oculta al Señor y mi causa no le preocupa a mi
Dios"? ¿Es que no lo has oído? Desde siempre el Señor
es Dios, creador aun de los últimos rincones de la tierra. Él
no se cansa ni se fatiga y su inteligencia es insondable.
Él da vigor al fatigado y al que no tiene fuerzas, energía. Hasta
los jóvenes se cansan y se rinden, los más valientes tropiezan
y caen; pero aquellos que ponen su esperanza en el Señor, renuevan sus
fuerzas; les nacen alas como de águila, corren y no se cansan, caminan
y no se fatigan. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
102 R/. Bendice al Señor, alma mía.
Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga su santo nombre.
Bendice al Señor, alma mía, y no te olvides de sus beneficios.
R/.
Él perdona tus pecados y cura tus enfermedades; Él rescata tu
vida del sepulcro y te colma de amor y de ternura. R/.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso
para perdonar. No nos trata como merecen nuestras culpas, ni nos paga según
nuestros pecados. R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Ya viene el Señor para salvar a su pueblo. Dichosos los que
estén preparados para salir a su encuentro. R/.
Vengan a mí, todos los que están fatigados.
Del santo Evangelio según san Mateo: 11, 28-30
En aquel tiempo, Jesús dijo: "Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo les daré alivio. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga, ligera". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Señor, que este sacrificio, signo de nuestra total entrega a ti, te sea ofrecido siempre, para que realice la intención que tuviste al instituir este sacramento, y lleve a cabo plenamente en nosotros tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I/A o I/B de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Is 40, 10; cfr. 35, 5)
He aquí que el Señor vendrá con gran poder e iluminará los ojos de sus siervos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta Eucaristía nos purifique, Señor, de toda mancha y nos prepare así a celebrar dignamente la Navidad ya próxima. Por Jesucristo, nuestro Señor.
NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE
Santos: Donato de Roma y compañeros, mártires y Simón Hua de Vietnam, mártir. Solemnidad (Blanco)
DICHOSA TÚ QUE HAS CREÍDO
Is 7,10-14; Si 24,23-31; Ga 4,4-7; Lc 1,39-48
El profeta Isaías asistió al desmoronamiento de la confianza del rey Ajaz que prefirió contratar a precio de oro y tributos, la seguridad en sus fronteras, en lugar de resistir apoyándose en el auxilio y la palabra del Señor. A ese monarca suspicaz anunció Isaías el nacimiento del Emanuel, del Dios cercano a través de la vida y las acciones de personas generosas y bien dispuestas. El Evangelio de san Lucas nos presenta el dialogo entusiasta que sostienen dos mujeres israelitas llamadas Isabel y María. Ellas lograron deletrear la presencia misteriosa de Dios en los altibajos sociales y los sucesos ordinarios de sus familias y nación. Dios se había fijado en su desgracia y venía en su auxilio. Ése y no otro es el mensaje que Santa María de Guadalupe ratifica al pueblo mexicano en sus horas gozosas o adversas: Dios vive pendiente de los pequeños que confían en Él y se acogen a su protección y su amistad. El milagro guadalupano sigue operándose en el corazón de los creyentes bien dispuestos que siguen el camino de la bienaventurada mujer que fue a servir a Isabel en las montañas de Judea.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 12, 1)
Una gran señal apareció en el cielo: una mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Padre de misericordia, que has puesto a este pueblo tuyo bajo la especial protección de la siempre Virgen María de Guadalupe, Madre de tu Hijo, concédenos, por su intercesión, profundizar en nuestra fe y buscar el progreso de nuestra patria por caminos de justicia y de paz. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo.
Del libro del profeta Isaías: 7, 10-14
En aquellos tiempos,
el Señor le habló a Ajaz diciendo: "Pide al Señor,
tu Dios, una señal de abajo, en lo profundo, o de arriba, en lo alto".
Contestó Ajaz: "No la pediré. No tentaré al Señor".
Entonces dijo Isaías: "Oye, pues, casa de David: ¿No satisfechos
con cansar a los hombres, quieren cansar también a mi Dios? Pues bien,
el Señor mismo les dará por eso una señal: He aquí
que la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán
el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
O bien:
Yo soy la madre del amor. Vengan a mí, los que me aman.
Del libro del Sirácide (Eclesiástico): 24, 23-31
Yo soy como una
vid de fragantes hojas y mis flores son producto de gloria y de riqueza. Yo
soy la madre del amor, del temor, del conocimiento y de la santa esperanza.
En mí está toda la gracia del camino y de la verdad, toda esperanza
de vida y de virtud.
Vengan a mí, ustedes, los que me aman y aliméntense de mis frutos.
Porque mis palabras son más dulces que la miel y mi heredad, mejor que
los panales.
Los que me coman seguirán teniendo hambre de mí, los que me beban
seguirán teniendo sed de mí; los que me escuchan no tendrán
de qué avergonzarse y los que se dejan guiar por mí no pecarán.
Los que me honran tendrán una vida eterna. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Del salmo
66 R/. Que te alaben, Señor, todos los pueblos.
Ten piedad de nosotros y bendícenos; vuelve, Señor, tus ojos a
nosotros. Que conozca la tierra tu bondad y los pueblos tu obra salvadora. R/.
Las naciones con júbilo te canten, porque juzgas al mundo con justicia;
con equidad tú juzgas a los pueblos y riges en la tierra a las naciones.
R/.
Que te alaben, Señor, todos los pueblos, que los pueblos te aclamen todos
juntos. Que nos bendiga Dios y que le rinda honor el mundo entero. R/.
Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer.
De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 4, 4-7
Hermanos: Al llegar
la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer,
nacido bajo la ley, para rescatar a los que estábamos bajo la ley, a
fin de hacernos hijos suyos.
Puesto que ya son ustedes hijos, Dios envió a sus corazones el Espíritu
de su Hijo, que clama: "¡Abbá!", es decir, ¡Padre!
Así que ya no eres siervo, sino hijo; y siendo hijo, eres también
heredero por voluntad de Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Lc 1, 47) R/. Aleluya, aleluya.
Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo
en Dios, mi salvador. R/.
Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre.
Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 39-48
En aquellos días,
María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas
de Judea, y entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel.
En cuanto ésta oyó el saludo de María, la criatura saltó
en su seno.
Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo y, levantando la
voz, exclamó: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito
el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi
Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos,
el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído,
porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor".
Entonces dijo María: "Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu
se llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad
de su esclava". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Al Padre santo
que nos ha dado a su Hijo por medio de María, presentémosle nuestras
súplicas confiadas. Después de cada petición diremos:Ven,
Señor Jesús.
Por la Iglesia, para que sea reflejo fiel de la Virgen María. Oremos.
Por las naciones que reconocen a santa María de Guadalupe como su patrona,
para que vivan siguiendo su ejemplo. Oremos.
Por los gobernantes de las naciones, para que a la manera de santa María
de Guadalupe, lleven a sus pueblos buenas noticias de progreso compartido. Oremos.
Por las necesidades de todos los que vivimos en el continente Americano, para
que transitemos por caminos de paz y justicia. Oremos.
Por los indígenas, primeros destinatarios de la Buena Nueva de santa
María de Guadalupe, para que a todos se les anuncie el Evangelio de la
salvación. Oremos.
Por nuestra parroquia (comunidad) para que la celebración de esta fiesta
nos haga vivir como verdaderos hijos de Dios y de la Virgen María. Oremos.
Escucha, Padre, nuestras peticiones y concédenos lo que necesitamos para
ser fieles a la Buena Nueva anunciada por santa María de Guadalupe. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos en esta solemnidad de Nuestra Señora de Guadalupe, y haz que este sacrificio nos dé fuerza para cumplir tus mandamientos como verdaderos hijos de la Virgen María. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Santa María Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Sal 147, 20)
No ha hecho nada semejante con ningún otro pueblo; a ninguno le ha manifestado tan claramente su amor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos recibido en este sacramento nos ayuden, Señor, por intercesión de nuestra santísima Madre de Guadalupe, a reconocernos y a amarnos todos como verdaderos hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Lucía de Roma, mártir; Otilia u Odila de Alsacia, abadesa. Beato Antonio Grassi, presbítero. Memoria (Rojo)
UN LIGERO REPROCHE
Is 48,17-19; Mt 11,16-19
Es lo que advertimos en ambas lecturas. De un lado el Señor, por mediación del profeta Isaías interpela a Israel, recordándole que la puesta en práctica de sus mandatos produce paz, justicia y bendición. Desafortunadamente Israel eligió otro camino y desoyó el llamado amigable de Dios. Esa elección desacertada les acarreó esclavitud y carencia de paz y seguridad, viviendo en condición de exiliados en tierra extranjera. En el reclamo que el Señor Jesús dirige a sus contemporáneos, les retrata como gente indecisa que desairan por igual los llamados exigentes del profeta del Jordán, que los ofrecimientos generosos del maestro de Nazaret. En ambas situaciones comunicativas aparece el mismo planteamiento: los creyentes necesitamos optar de manera sensata y vivir congruentemente. Las elecciones que libremente asumimos implican hacernos cargo de manera responsable de las consecuencias que de dicha elección se deriven.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Celebremos con alegría la fiesta de santa Lucía, virgen, porque el Señor del universo la ha colmado de su amor.
ORACIÓN COLECTA
Te pedimos, Señor, por intercesión de santa Lucía, virgen y mártir, que llenes de luz y de gozo nuestros corazones y que, quienes hoy celebramos su martirio en la tierra, lleguemos a contemplar con nuestros propios ojos tu gloria en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
¡Ojalá hubieras obedecido mis mandatos!
Del libro del profeta Isaías: 48, 17-19
Esto dice el Señor, tu redentor, el Dios de Israel:
"Yo soy el
Señor, tu Dios, el que te instruye en lo que es provechoso, el que te
guía por el camino que debes seguir. ¡Ojalá hubieras obedecido
mis mandatos! Seria tu paz como un río y tu justicia, como las olas del
mar.
Tu descendencia seria como la arena y como granos de arena, los frutos de tus
entrañas. Nunca tu nombre hubiera sido borrado ni arrancado de mi presencia".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
1 R/. Dichoso el hombre que confía en el Señor.
Dichoso aquel que no se guía por mundanos criterios, que no anda en malos
pasos ni se burla del bueno, que ama la ley de Dios y se goza en cumplir sus
mandamientos. R/.
Es como un árbol plantado junto al río, que da fruto a su tiempo
y nunca se marchita. En todo tendrá éxito. R/.
En cambio los malvados serán como la paja barrida por el viento. Porque
el Señor protege el camino del justo y al malo sus caminos acaban por
perderlo. R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Ya viene el Señor, salgamos a su encuentro; Él es el príncipe
de la paz. R/.
No escuchan ni a Juan ni al Hijo del hombre.
Del santo Evangelio según san Mateo: 11, 16-19
En aquel tiempo,
Jesús dijo: "¿Con qué podré comparar a esta
gente? Es semejante a los niños que se sientan en las plazas y se vuelven
a sus compañeros para gritarles: `Tocamos la flauta y no han bailado;
cantamos canciones tristes y no han llorado'.
Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dijeron: 'Tiene un
demonio'. Viene el Hijo del hombre, y dicen: 'Ése es un glotón
y un borracho, amigo de publicanos y gente de mal vivir'. Pero la sabiduría
de Dios se justifica a sí misma por sus obras".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que los dones que vamos a ofrecerte en honor de tu santa virgen Lucía te sean, Señor, tan agradables, como agradable fue a tus ojos su martirio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Mt 25, 4. 6)
Las cinco vírgenes prudentes llevaron frascos de aceite con las lámparas. A medianoche se oyó una voz: Ya viene el esposo; salgan al encuentro de Cristo, el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, que glorificaste a santa Lucía con la doble corona de la virginidad y del martirio, concédenos que esta comunión nos ayude a superar todas las pruebas y podamos así alcanzar el Reino eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Juan de la Cruz, Doctor de la Iglesia; Juan Paniagua, anacoreta. Beato Buenaventura de Pistoia, presbítero.
Vísperas I del domingo: 3a semana del Salterio Tomo I: pp. 770, 5-6 y 124. Para los fieles: pp. 642, 6-7 y 8. Edición popular: pp. 202 y 411. Memoria (Blanco)
LA SUERTE DE LOS PROFETAS
Si 48, 1-4. 9-11; Mt 17,10-13
Normalmente los profetas son portavoces de un mensaje crudo y duro que incomoda a los oyentes. Por lo ardientes de sus denuncias Elías es asociado con la imagen del fuego ardiente. El rey de Israel no lo miraba con buenos ojos, y sufrió persecuciones y exilio. Su figura y su imagen continuaron creciendo en la memoria de Israel aún después de muerto, al punto que se esperaba su regreso como mensajero de la reconciliación en Israel. No en balde, cuando apareció en el Jordán una figura profética de la calidad de Juan Bautista, un israelita fiel al llamado de Dios como era Jesús de Nazaret, no dudó en reconocerlo: Se jugó la vida al lado de la de Juan, porque deletreó que por su mediación el Señor renovaría a Israel y le encaminaría hacia la paz verdadera. La mayoría de la población no acogió el mensaje del profeta del Jordán y los llamados a la conversión terminaron en el olvido. El rechazo a Juan fue una advertencia oportuna que el Señor Jesús descifró como preparación a su dolorosa pasión.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ga 6, 14)
No permita Dios que yo me gloríe en algo que no sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por la cual, el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que inspiraste a san Juan de la Cruz un espíritu de total abnegación por amor a Cristo crucificado, concédenos, por su intercesión, el valor de renunciar a nuestro egoísmo, para compartir la gloria de tu Hijo, que vive y reina contigo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Elías volverá.
Del libro del Sirácide (Eclesiástico): 48, 1-4. 9-11
En aquel tiempo,
surgió Elías, un profeta de fuego; su palabra quemaba como una
llama. Él hizo caer sobre los israelitas el hambre y con celo los diezmó.
En el nombre del Señor cerró las compuertas del cielo e hizo que
descendiera tres veces fuego de lo alto. ¡Qué glorioso eres, Elías,
por tus prodigios! ¿Quién puede jactarse de ser igual a ti? En
un torbellino de llamas fuiste arrebatado al cielo, sobre un carro tirado por
caballos de fuego. Escrito está de ti que volverás, cargado de
amenazas, en el tiempo señalado, para aplacar la cólera antes
de que estalle, para hacer que el corazón de los padres se vuelva hacia
los hijos y congregar a las tribus de Israel.
Dichosos los que te vieron y murieron gozando de tu amistad; pero más
dichosos los que estén vivos cuando vuelvas. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo
79 R/. Ven, Señor, a salvarnos.
Escúchanos, pastor de Israel; tú que estás rodeado de querubines,
manifiéstate, despierta tu poder y ven a salvarnos. R/.
Señor, Dios de los ejércitos, vuelve tus ojos, mira tú
viña y visítala; protege la cepa plantada por tu mano, el renuevo
que tú mismo cultivaste. R/.
Que tu diestra defienda al que elegiste, al hombre que has fortalecido. Ya no
nos alejaremos de ti; consérvanos la vida y alabaremos tu poder. R/.
ACLAMACIÓN
(Lc 3, 4. 6) R/. Aleluya, aleluya.
Preparen el camino del Señor, hagan rectos sus senderos, y todos los
hombres verán la salvación de Dios. R/.
Elías ha venido ya, pero no lo reconocieron.
Del santo Evangelio según san Mateo: 17, 10-13
En aquel tiempo,
los discípulos le preguntaron a Jesús: "¿Por qué
dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?".
Él les respondió: "Ciertamente Elías ha de venir y
lo pondrá todo en orden. Es más, yo les aseguro a ustedes que
Elías ha venido ya, pero no lo reconocieron e hicieron con él
cuanto les vino en gana. Del mismo modo, el Hijo del hombre va a padecer a manos
de ellos".
Entonces entendieron los discípulos que les hablaba de Juan el Bautista.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, con bondad, los dones que te presentamos en esta festividad
de san Juan de la Cruz, y concede a quienes celebramos hoy el memorial de la
pasión de Cristo, aprender a sacrificarnos por nuestros hermanos. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 16, 24)
Si alguno quiere venir en pos de mí, que renuncie a sí mismo, que tome su cruz y que me siga, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que ayudaste a san Juan de la Cruz a vivir el misterio de la pasión de tu Hijo, concédenos que este sacrificio que hemos celebrado nos impulse a seguir con fidelidad a Cristo y a trabajar en la Iglesia por la salvación de todos los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor.
III DOMINGO DE ADVIENTO
Santos: María Crucificada Di Rosa, fundadora; Maximino de Micy. Abad; Irineo de Roma y compañeros mártires. (Morado o Rosa)
EL LENGUAJE NO VERBAL
Is 35,1-6. 10; St 5,7-10; Mt 11,2-11
Jesús de Nazaret podría haber comenzado su formación como discípulo a los pies del Bautista. Su mensaje, su proclama y el rito bautismal fueron inicialmente adoptados por el Señor Jesús. Entre la "colaboración y la competencia" se fueron conformando grupos de discípulos en torno de Juan y Jesús llegando en un momento dado, a surgir la pregunta candente sobre la mesianidad de Jesús. En estos términos, los papeles se invertían y el "mentor" (Juan) había sido superado por el "discípulo" (Jesús). La respuesta de Jesús a los emisarios de Juan se atuvo al lenguaje de los hechos. Las curaciones y la incorporación de los excluidos a la asamblea de Israel eran signos cargados de sentido, que Juan podría descifrar a partir de textos proféticos como el de Isaías. Efectivamente, en la visión de Isaías, no se concebía la salvación sino como una restauración plena de las condiciones de vida de los personas. Salud, movilidad, participación y solidaridad son los valores que se derivan de las curaciones anunciadas en dicho pasaje profético.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Flp 4, 4. 5)
Estén siempre alegres en el Señor; se lo repito, estén alegres. El Señor está cerca.
No se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Mira, Señor, a tu pueblo que espera con fe la fiesta del nacimiento de tu Hijo, y concédele celebrar el gran misterio de nuestra salvación con un corazón nuevo y una inmensa alegría. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Dios mismo viene a salvarnos.
Del libro del profeta Isaías: 35, 1-6. 10
Esto dice el Señor:
"Regocíjate, yermo sediento. Que se alegre el desierto y se cubra
de flores, que florezca como un campo de lirios, que se alegre y dé gritos
de júbilo, porque le será dada la gloria del Líbano, el
esplendor del Carmelo y del Sarón.
Ellos verán la gloria del Señor, el esplendor de nuestro Dios.
Fortalezcan las manos cansadas, afiancen las rodillas vacilantes. Digan a los
de corazón apocado: ‘!Ánimo! No teman. He aquí que
su Dios, vengador y justiciero, viene ya para salvarlos'. Se iluminarán
entonces los ojos de los ciegos y los oídos de los sordos se abrirán.
Saltará como un venado el cojo y la lengua del mudo cantará.
Volverán a casa los rescatados por el Señor, vendrán a
Sión con cánticos de júbilo, coronados de perpetua alegría;
serán su escolta el gozo y la dicha, porque la pena y la aflicción
habrán terminado".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
145 R/. Ven, Señor, a salvarnos.
El Señor siempre es fiel a su palabra, y es quien hace justicia al oprimido;
Él proporciona pan a los hambrientos y libera al cautivo. R/.
Abre el Señor los ojos de los ciegos y alivia al agobiado. Ama el Señor
al hombre justo y toma al forastero a su cuidado. R/.
A la viuda y al huérfano sustenta y trastorna los planes del inicuo.
Reina el Señor eternamente, reina tu Dios, oh Sión, reina por
siglos. R/.
Manténganse firmes, porque el Señor está cerca.
De la carta del apóstol Santiago: 5, 7-10
Hermanos: Sean
pacientes hasta la venida del Señor. Vean cómo el labrador, con
la esperanza de los frutos preciosos de la tierra, aguarda pacientemente las
lluvias tempraneras y las tardías. Aguarden también ustedes con
paciencia y mantengan firme el ánimo, porque la venida del Señor
está cerca. No murmuren, hermanos, los unos de los otros, para que el
día del juicio no sean condenados. Miren que el juez ya está a
la puerta. Tomen como ejemplo de paciencia en el sufrimiento a los profetas,
los cuales hablaron en nombre del Señor.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
Is 61, 1 (cit. en Lc 4, 18) R/. Aleluya, aleluya.
El Espíritu del Señor está sobre mí. Me ha enviado
para anunciar la buena nueva a los pobres. R/.
¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?
Del santo Evangelio según san Mateo: 11, 2-11
En aquel tiempo,
Juan se encontraba en la cárcel, y habiendo oído hablar de las
obras de Cristo, le mandó preguntar por medio de dos discípulos:
"¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?"
Jesús les respondió: "Vayan a contar a Juan lo que están
viendo y oyendo: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios
de la lepra, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia
el Evangelio. Dichoso aquel que no se sienta defraudado por mí".
Cuando se fueron los discípulos, Jesús se puso a hablar a la gente
acerca de Juan: "¿Qué fueron ustedes a ver en el desierto?
¿Una caña sacudida por el viento? No. Pues entonces, ¿qué
fueron a ver? ¿A un hombre lujosamente vestido? No, ya que los que visten
con lujo habitan en los palacios. ¿A qué fueron, pues? ¿A
ver a un profeta? Sí, yo se lo aseguro; y a uno que es todavía
más que profeta. Porque de él está escrito: He aquí
que yo envío a mi mensajero para que vaya delante de ti y te prepare
el camino. Yo les aseguro que no ha surgido entre los hijos de una mujer ninguno
más grande que Juan el Bautista. Sin embargo, el más pequeño
en el Reino de los cielos, es todavía más grande que él".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
El Señor
está cerca. Por eso, con toda confianza, le presentamos nuestras peticiones.
Después de cada petición diremos: Ven, Señor Jesús.
Para que toda la Iglesia, todos los cristianos, sepamos renovarnos para
recibir al Señor que viene a nosotros. Oremos.
Para que los que se han consagrado a Dios en la vida sacerdotal o religiosa,
se sientan siempre acompañados por su fuerza y su gracia. Oremos.
Para que en el mundo crezca la justicia, y la riqueza no quede en manos de unos
pocos, sino que llegue a todos, como Dios quiere. Oremos.
Para que en todas las circunstancias de la vida, pase lo que pase, no dejemos
nunca de confiar en el Señor. Oremos.
Ven, Señor, tú que traes la paz y la alegría al mundo.
Ven a salvarnos, tú que vives y reinas por los siglos...
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Señor, que este sacrificio, signo de nuestra total entrega a ti, te sea ofrecido siempre para que realice la intención que tuviste al instituir este sacramento, y lleve a cabo plenamente en nosotros tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio I/A o I/B de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Is 35, 4)
He aquí que vendrá nuestro salvador, ya no tengan miedo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta Eucaristía nos purifique, Señor, de toda mancha y nos prepare así a celebrar dignamente la Navidad ya próxima. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- El cuestionamiento que Juan dirige a Jesús acerca de su mesianidad nos permite plantearnos el asunto de nuestra credibilidad como creyentes. Aunque sabemos que la fe es un don gratuito de Dios, que en manera alguna podemos controlar, conviene recordar que la respuesta del creyente al llamado de la fe, no es un salto en el vacío ni un suicidio del pensamiento. Quien se decide a creer realiza una opción razonable. En ese sentido, los creyentes construimos un espacio y un clima propicio o inadecuado para que se acoja el don de la fe. Cuando nos desentendemos de la misión de ser testigos congruentes del mensaje que profesamos de palabra, generamos desconcierto y hasta escándalo, en quienes escrutan nuestra vivencia de fe. La creciente disminución de las creencias y las prácticas religiosas también se puede explicar a partir de la doble moral, el pragmatismo y la incongruencia de no pocos cristianos, que apenas lo somos de nombre.
Santos: Alicia o Adelaida o Adelina de Alemania, emperatriz; José Manyanet, fundador. Beato Honorato de Biala, presbítero. Feria (Morado)
RECONOCER A LOS PROFETAS
Nm 24,2-7. 15-17; Mt 21,23-27
Nunca ha sido fácil.
Surgen de forma inesperada, no se atienen a rituales ni procedimientos establecidos.
Tampoco profetizan a pedido de reyes, como pretendía Balac, rey de Moab,
que lo hiciera Balaán. Los profetas son creíbles en la medida
que mantienen la clarividencia para descifrar el mensaje de Dios en las condiciones
históricas cambiantes. Balaán sabía que su credibilidad
estaba asociada a su fidelidad, era consciente de que no podía añadir
ni quitar nada a lo que Dios le comunicara. De igual manera, Juan Bautista comprendió
que su compromiso estaba con Dios antes que con los intereses de Israel. El
profeta del Jordán descubrió las incongruencias y mentiras de
la religiosidad que vivían los israelitas y lo proclamó a los
cuatro vientos, suscitando adhesiones de parte de unos cuantos, curiosidad en
otros y rechazo generalizado de parte de la mayoría. Esa denuncia fue
la que Jesús hizo pública ante sus contemporáneos.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Jr 31, 10; Is 35, 4)
Oigan, pueblos, la palabra del Señor y anúncienla en todos los rincones de la tierra: "He aquí que vendrá nuestro salvador, ya no tengan miedo".
ORACIÓN COLECTA
Escucha, Señor, nuestras plegarias y con la luz de tu Hijo, que viene a visitarnos, ilumina las tinieblas de nuestro corazón. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
De Jacob se levanta una estrella.
Del libro de los Números: 24, 2-7. 15-17
En aquellos días,
Balaam levantó los ojos y divisó a Israel acampado por tribus.
Entonces el espíritu del Señor vino sobre él y pronunció
este oráculo:
"Oráculo de Balaam, hijo de Beor, palabra del varón de ojos
penetrantes; oráculo del que escucha la palabra de Dios y contempla en
éxtasis, con los ojos abiertos, la visión del Todopoderoso.
Qué bellas son tus tiendas, Jacob, y tus moradas, Israel. Son como extensos
valles, como jardines junto al río, como áloes que plantó
el Señor, como cedros junto a la corriente. De su descendencia nace un
héroe que domina sobre pueblos numerosos".
Y de nuevo dijo: "Oráculo de Balaam, hijo de Beor, palabra del varón
de ojos penetrantes, oráculo del que escucha la palabra de Dios y conoce
la ciencia del Altísimo y contempla en éxtasis, con los ojos abiertos,
la visión del Todopoderoso. Yo lo veo, pero no en el presente; yo lo
contemplo, pero no cercano: de Jacob se levanta una estrella y un cetro surge
de Israel".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
24 R/. Descúbrenos, Señor, tus caminos
Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la verdad
de tu doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en ti nuestra
esperanza. R/.
Acuérdate, Señor, que son eternos tu amor y tu ternura. Según
ese amor y esa ternura, acuérdate de nosotros. R/.
Porque el Señor es recto y bondadoso, indica a los pecadores el sendero,
guía por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus caminos.
R/.
ACLAMACIÓN
(Sal 84, 8) R/. Aleluya, aleluya.
Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.
R/.
¿El bautismo de Juan venía del cielo o de la tierra?
Del santo Evangelio según san Mateo: 21, 23-27
En aquellos días,
mientras Jesús enseñaba en el templo, se le acercaron los sumos
sacerdotes y los ancianos del pueblo y le preguntaron: "¿Con qué
derecho haces todas estas cosas? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?"
Jesús les respondió: "Yo también les voy a hacer una
pregunta, y si me la responden, les diré con qué autoridad hago
lo que hago: ¿De dónde venía el bautismo de Juan, del cielo
o de la tierra?"
Ellos pensaron para sus adentros: "Si decimos que del cielo, Él
nos va a decir: 'Entonces, ¿por qué no le creyeron?' Si decimos
que de los hombres, se nos va a echar encima el pueblo, porque todos tienen
a Juan por un profeta". Entonces respondieron: "No lo sabemos".
Jesús les replicó: "Pues tampoco yo les digo con qué
autoridad hago lo que hago".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estas ofrendas que hemos tomado de tus mismos dones y concédenos que esta Eucaristía que estamos celebrando, nos alcance la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I/A o I/B de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Sal 105, 4-5; Is 38, 3)
Ven, Señor, a visitarnos con tu paz, para que nos alegremos delante de ti, de todo corazón.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por nuestra participación en esta Eucaristía, enséñanos, Señor, a no poner nuestro corazón en las cosas pasajeras, sino en los bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Juan de Mata, fundador; Olimpia u Olimpiades, viuda. Beato Jacinto María Cormier, presbítero. Feria (Morado)
CUESTIÓN DE IDENTIDAD
Gn 49, 2. 8-10; Mt 1, 1-17
San Mateo comienza su Evangelio de una forma muy apegada a las tradiciones de Israel. Para presentar la vida y la obra de Jesús, a quien confiesa como Mesías e Hijo de Dios, tiene que acreditar sus orígenes. Jesús es un verdadero hijo de Abrahán y además y a pesar de una serie de imprevistos, ocurridos en la vida de sus antepasados, es también un hijo de David. Cuatro mujeres se incluyen en su genealogía: Tamar, Rut, Betsabé y María su madre, para ilustrar que Dios "escribe derecho con renglones torcidos" y puede suscitar hijos del linaje de David de forma inesperada. Contra los pronósticos añejos que asociaban a Judá, hijo de Jacob, y a sus descendientes con el dominio y la opresión hacia sus hermanos, Jesús no reprodujo esa herencia, sino que se convirtió en constructor del entendimiento y la reconciliación entre todos los hijos de Israel.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Is 49, 13)
Alégrense los cielos y regocíjese la tierra, porque vendrá el Señor y tendrá misericordia de sus pobres.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, creador y redentor de los hombres, que quisiste que tu Verbo eterno tomara carne en el seno de la siempre Virgen María, escucha nuestras súplicas y concédenos que tu Hijo, que ha tomado nuestra naturaleza humana, nos haga participantes de su naturaleza divina. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
No se apartará de Judá el cetro.
Del libro del Génesis: 49, 2. 8-10
En aquellos días,
Jacob llamó a sus hijos y les habló así: "Acérquense
y escúchenme, hijos de Jacob; escuchen a su padre, Israel. A ti, Judá,
te alabarán tus hermanos; pondrás la mano sobre la cabeza de tus
enemigos; se postrarán ante ti los hijos de tu padre.
Cachorro de león eres, Judá: has vuelto de matar la presa, hijo
mío, y te has echado a reposar, como un león. ¿Quién
se atreverá a provocarte?
No se apartará de Judá el cetro, ni de sus descendientes, el bastón
de mando, hasta que venga aquel a quien pertenece y a quien los pueblos le deben
obediencia". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
71 R/. Ven, Señor, rey de justicia y de paz.
Comunica, Señor, al rey tu juicio, y tu justicia al que es hijo de reyes;
así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá
a tu pueblo justamente. R/.
Justicia y paz ofrecerán al pueblo las colinas y los montes. El rey hará
justicia al oprimido y salvará a los hijos de los pobres. R/.
Florecerá en sus días la justicia y reinará la paz, era
tras era. De mar a mar se extenderá su reino y de un extremo al otro
de la tierra. R/.
Que bendigan al Señor eternamente, y tanto como el sol, viva su nombre.
Que Él sea la bendición del mundo entero y lo aclamen dichoso
las naciones. R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Sabiduría del Altísimo, que dispones todas las cosas con fortaleza
y con suavidad, ven a enseñarnos el camino de la vida. R/.
Genealogía de Jesucristo, hijo de David.
Del santo Evangelio según san Mateo: 1, 1-17
Genealogía
de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac,
Isaac a Jacob, Jacob a Judá y a sus hermanos; Judá engendró
de Tamar a Fares y a Zará; Fares a Esrom, Esrom a Aram, Aram a Aminadab,
Aminadab a Naasón, Naasón a Salmón, Salmón engendró
de Rajab a Booz; Booz engendró de Rut a Obed, Obed a Jesé, y Jesé
al rey David.
David engendró de la mujer de Unías a Salomón, Salomón
a Roboam, Roboam a Abiá, Abiá a Asaf, Asaf a Josafat, Josafat
a Joram, Joram a Ozías, Ozías a Joatam, Joatam a Acaz, Acaz a
Ezequías, Ezequías a Manasés, Manasés a Amón,
Amón a Josías, Josías engendró a Jeconías
y a sus hermanos durante el destierro en Babilonia.
Después del destierro en Babilonia, Jeconías engendró a
Salatiel, Salatiel a Zorobabel, Zorobabel a Abiud, Abiud a Eliaquim, Eliaquim
a Azor, Azor a Sadoc, Sadoc a Aquim, Aquim a Eliud, Eliud a Eleazar, Eleazar
a Matán, Matán a Jacob, y Jacob engendró a José,
el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.
De modo que el total de generaciones, desde Abraham hasta David, es de catorce;
desde David hasta la deportación a Babilonia, es de catorce, y desde
la deportación a Babilonia hasta Cristo, es de catorce.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, los dones de tu Iglesia y concédenos en esta
Eucaristía el pan del cielo que renueva nuestras fuerzas. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Prefacio II/A o II/B de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Ag 2, 8)
He aquí que vendrá el deseado de todas las naciones, y la casa del Señor se llenará de gloria.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú que nos
has concedido participar en esta Eucaristía, enciende, Señor,
nuestros corazones con el fuego de tu Espíritu, a fin de que podamos
brillar, por nuestras buenas obras, cuando venga Cristo, que vive y reina por
los siglos de los siglos.
Nuestra Señora de Zapopan
Santos: Malaquías, profeta; Winebaldo de Eichstat, abad. Feria (Morado)
SEÑOR, JUSTICIA NUESTRA
Jr 23, 5-8; Mt 1, 18-24
Los reveses históricos que sufrieron los israelitas en Babilonia no les arrancaron su tesoro más preciado, a saber, su confianza en la fidelidad de Dios. Aquél a quien confesaban como Padre no podía dejarlos en el desamparo. Después de un tiempo de adversidad, resplandecería su justicia, auxiliando a su pueblo para que reconstruyera su proyecto, restableciera las murallas y recuperara la forma de vivir en libertad en su propia tierra. ¡Cuánta razón tenía Jeremías al otorgar a Dios un título tan emblemático: "Señor, justicia nuestra"! El retorno del exilio había sido una manifestación oportuna de la justicia divina para aquella generación; ahora, en la plenitud de los tiempos, el Señor restablecería su soberanía a través de la presencia modesta de un pequeño niño, nacido de la descendencia de David, que con su palabra y su vida, haría presente la cercanía amorosa de Dios para Israel.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Vendrá Cristo, nuestro Rey, el Cordero cuya venida fue anunciada por Juan.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, vernos libres de la antigua esclavitud del pecado por el renovado misterio del nacimiento de tu Hijo que vamos a celebrar. El cual vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Yo haré surgir un renuevo en el tronco de David.
Del libro del profeta Jeremías: 23, 5-8
"Miren: Viene
un tiempo, dice el Señor, en que haré surgir un renuevo en el
tronco de David: será un rey justo y prudente y hará que en la
tierra se observen la ley y la justicia. En sus días será puesto
a salvo Judá, Israel habitará confiadamente y a él lo llamarán
con este nombre: 'El Señor es nuestra justicia'.
Por eso, miren que vienen tiempos, palabra del Señor, en los que no se
dirá: 'Bendito sea el Señor, que sacó a los israelitas
de Egipto', sino que se dirá: 'Bendito sea el Señor, que sacó
a los hijos de Israel del país del norte y de los demás países
donde los había dispersado, y los trajo para que habitaran de nuevo su
propia tierra' ". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
71 R/. Ven, Señor, rey de justicia y de paz.
Comunica, Señor, al rey tu juicio, y tu justicia al que es hijo de reyes;
así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá
a tu pueblo justamente. R/.
Al débil librará del poderoso y ayudará al que se encuentra
sin amparo; se apiadará del desvalido y pobre y salvará la vida
al desdichado. R/.
Bendito sea el Señor, Dios de Israel, el único que hace grandes
cosas. Que su nombre glorioso sea bendito y la tierra se llene de su gloria.
R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Señor nuestro, que guiaste a tu pueblo por el desierto y le diste la
ley a Moisés en el Sinaí, ven a redimirnos con tu poder. R/.
Jesús nació de María, desposada con José, hijo de David.
Del santo Evangelio según san Mateo: 1, 18-24
Cristo vino al
mundo de la siguiente manera: Estando María, su madre, desposada con
José, y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra
del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo,
que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla
en secreto.
Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en
sueños: "José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa
a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu
Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de
Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados".
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el
Señor por boca del profeta Isaías: He aquí que la virgen
concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre
de Emmanuel, que quiere decir Dios-con nosotros. Cuando José despertó
de aquel sueño, hizo lo que le había mandado el ángel del
Señor y recibió a su esposa. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que el sacrificio que vamos a ofrecerte nos haga menos indignos de ti, para que podamos participar de la vida eterna de tu Hijo, que, al hacerse mortal como nosotros, nos devolvió la inmortalidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio II/A o II/B de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 1, 23)
Y le pondrán por nombre Emmanuel, que quiere decir: Dios-con-nosotros.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta Eucaristía, en la que hemos tomado parte, nos ayude, Señor, a prepararnos con fe y con amor, a celebrar las fiestas ya cercanas, del nacimiento de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Santos: Anastasio I, Papa: Gregorio de Aquitania, obispo. Beato Urbano V, Papa. Feria (Morado)
ENSEÑAR A LOS REBELDES LA SENSATEZ
Jc 13,2-7. 24-25; Lc 1,5-25
Los dos relatos se asemejan en varios aspectos: la temática, las expectativas, el género literario y el tono esperanzador. Sansón y Juan Bautista nacen de padres ancianos que los educan de manera rígida, privándolos de cualquier contacto que los debilitara. Llegado el momento oportuno, el Señor los fortifica con su Espíritu y los lanza a cumplir una misión indispensable a favor de Israel. Sansón, era un hombre aguerrido y diestro en la batalla, que defendió a su pueblo de las invasiones de los filisteos y aseguró durante cierto tiempo, la vida de los campesinos de la costa sur de Judá. Por su parte, Juan Bautista asumiría una misión diferente, estrictamente profética y testimonial. Su fortaleza no radicaba en sus brazos, sino en la congruencia con que vivía su fe. Habiéndose preservado de toda impureza se consagró a Dios, viviendo como mensajero transparente de un mensaje de reconciliación para Israel.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Hb 10, 37)
El que ha de venir, vendrá sin tardanza, y ya no tendremos nada que temer, porque Él es nuestro salvador.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que te dignaste manifestar al mundo el esplendor de tu gloria por medio del parto de la santísima Virgen María, concédenos venerar con fe íntegra y celebrar con sincera piedad el gran misterio de la encarnación de tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El nacimiento de Sansón es anunciado por un ángel.
Del libro de los Jueces: 13, 2-7. 24-25
En aquellos días,
había en Sorá un hombre de la tribu de Dan, llamado Manoa. Su
mujer era estéril y no había tenido hijos. A esa mujer se le apareció
un ángel del Señor y le dijo: "Eres estéril y no has
tenido hijos; pero de hoy en adelante, no bebas vino, ni bebida fermentada,
ni comas nada impuro, porque vas a concebir y a dar a luz un hijo. No dejes
que la navaja toque su cabello, porque el niño estará consagrado
a Dios desde el seno de su madre y él comenzará a salvar a Israel
de manos de los filisteos".
La mujer fue a contarle a su marido: "Un hombre de Dios ha venido a visitarme.
Su aspecto era como el del ángel de Dios, terrible en extremo. Yo no
le pregunté de dónde venía y él no me manifestó
su nombre, pero me dijo: 'Vas a concebir y a dar a luz un hijo. De ahora en
adelante, no bebas vino ni bebida fermentada, no comas nada impuro, porque el
niño estará consagrado a Dios desde el seno de su madre hasta
su muerte' ".
La mujer dio a luz un hijo y lo llamó Sansón. El niño creció
y el Señor lo bendijo y el espíritu del Señor empezó
a manifestarse en él.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
70 R/. Que mi boca, Señor, no deje de alabarte.
Señor, sé para mí un refugio, ciudad fortificada en que
me salves. Y pues eres mi auxilio y mi defensa, líbrame, Señor,
de los malvados. R/.
Señor, tú eres mi esperanza; desde mi juventud en ti confío.
Desde que estaba en el seno de mi madre, yo me apoyaba en ti y tú me
sostenías. R/.
Tus hazañas, Señor, alabaré, diré a todos que sólo
tú eres justo. Me enseñaste a alabarte desde niño y seguir
alabándote es mi orgullo. R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Retoño de Jesé, que brotaste como señal para los pueblos,
ven a librarnos y no te tardes. R/.
El nacimiento de Juan es anunciado por un ángel.
Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 5-25
Hubo en tiempo
de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, del grupo de
Abías, casado con una descendiente de Aarón, llamada Isabel. Ambos
eran justos a los ojos de Dios, pues vivían irreprochablemente, cumpliendo
los mandamientos y disposiciones del Señor. Pero no tenían hijos,
porque Isabel era estéril y los dos, de avanzada edad.
Un día en que le correspondía a su grupo desempeñar ante
Dios los oficios sacerdotales, le tocó a Zacarías, según
la costumbre de los sacerdotes, entrar al santuario del Señor para ofrecer
el incienso, mientras todo el pueblo estaba afuera, en oración, a la
hora de la incensación.
Se le apareció entonces un ángel del Señor, de pie, a la
derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías se sobresaltó
y un gran temor se apoderó de él. Pero el ángel le dijo:
"No temas, Zacarías, porque tu súplica ha sido escuchada.
Isabel, tu mujer, te dará un hijo, a quien le pondrás el nombre
de Juan. Tú te llenarás de alegría y regocijo, y otros
muchos se alegrarán también de su nacimiento, pues él será
grande a los ojos del Señor; no beberá vino ni licor y estará
lleno del Espíritu Santo, ya desde el seno de su madre. Convertirá
a muchos israelitas al Señor; irá delante del Señor con
el espíritu y el poder de Elías, para convertir los corazones
de los padres hacia sus hijos, dar a los rebeldes la cordura de los justos y
prepararle así al Señor un pueblo dispuesto a recibirlo".
Pero Zacarías replicó: "¿Cómo podré
estar seguro de esto? Porque yo ya soy viejo y mi mujer también es de
edad avanzada". El ángel le contestó: "Yo soy Gabriel,
el que asiste delante de Dios. He sido enviado para hablar contigo y darte esta
buena noticia. Ahora tú quedarás mudo y no podrás hablar
hasta el día en que todo esto suceda, por no haber creído en mis
palabras, que se cumplirán a su debido tiempo".
Mientras tanto, el pueblo estaba aguardando a Zacarías y se extrañaba
de que tardara tanto en el santuario. Al salir no pudo hablar y en esto conocieron
que había tenido una visión en el santuario. Entonces trató
de hacerse entender por señas y permaneció mudo.
Al terminar los días de su ministerio, volvió a su casa. Poco
después concibió Isabel, su mujer, y durante cinco meses no se
dejó ver, pues decía: "Esto es obra del Señor. Por
fin se dignó quitar el oprobio que pesaba sobre mí". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira con bondad, Señor, las ofrendas que te presentamos, para que tu poder consagre los dones de nuestra pobreza. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio II/A o II/B de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 1, 78-79)
Vendrá a visitarnos de lo alto un sol naciente, Cristo el Señor, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te damos gracias, Señor, por los bienes que nos has dado, y te rogamos que enciendas en nosotros el deseo de lo que nos has prometido, para que, con un espíritu renovado, podamos celebrar dignamente el nacimiento de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Santos: Filogonio de Antioquia, obispo; Ursicino de Jura, ermitaño. Beato Pedro de la Cadiretta, mártir. Feria (Morado)
LA IMPACIENTE ESPERA
Is 7,10-14; Lc 1, 26-38
La conocida profecía del Emanuel reproduce el dilema que vive un creyente entre la confianza y la impaciencia. Ajaz era sin duda un hombre pragmático, partidario de soluciones inmediatas y por eso mismo, se le dificultaba congeniar la confianza en Dios con la resistencia activa. En el momento decisivo prefirió comprar protección a los asirios en lugar de apoyarse en la fidelidad de Dios y la colaboración de su pueblo. No le bastó recibir el signo profético del Emanuel. La otra cara de la realidad aparece en el relato evangélico donde María, madre de Jesús, logra sobreponerse a la confusión y el rechazo que su maternidad sorprendente, generó en los aldeanos de Nazaret. Robustecida por la fuerza del Espíritu acogió el llamado y se convirtió en asistente fiel del proyecto del Padre. La existencia de nosotros los creyentes no está exenta de momentos críticos, como el que vivió María durante la gestación del Hijo del Altísimo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Is 11, 1; 40, 5; Lc 3, 6)
Un retoño brotará del tronco de Jesé, la gloria del Señor llenará la tierra y toda creatura verá la salvación de Dios.
ORACIÓN COLECTA
A ejemplo de la Virgen Inmaculada que, al aceptar tu voluntad, anunciada por el ángel, recibió en su seno a tu Hijo, fue llena de la gracia del Espíritu Santo y se convirtió en templo de la divinidad, concédenos, Padre todopoderoso, la gracia de aceptar tus designios con humildad de corazón. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
He aquí que la virgen concebirá.
Del libro del profeta Isaías: 7, 10-14
En aquellos tiempos, el Señor le habló a Ajaz diciendo: "Pide al Señor, tu Dios, una señal de abajo, en lo profundo, o de arriba, en lo alto". Contestó Ajaz: "No la pediré. No tentaré al Señor". Entonces dijo Isaías: "Oye, pues, casa de David: ¿No satisfechos con cansar a los hombres, quieren cansar también a mi Dios? Pues bien, el Señor mismo les dará por eso una señal: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
23 R/. Ya llega el Señor, el rey de la gloria.
Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los que en
él habitan, pues Él lo edificó sobre los mares, Él
fue quien lo asentó sobre los ríos. R/.
¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién
podrá entrar en su recinto santo? El de corazón limpio y manos
puras y que no jura en falso. R/.
Ese obtendrá la bendición de Dios y Dios, su salvador, le hará
justicia. Ésta es la clase de hombres que te buscan y vienen ante ti,
Dios de Jacob. R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Llave de David, que abres las puertas del Reino eterno, ven a librar a los que
yacen oprimidos por las tinieblas del mal. R/.
Concebirás y darás a luz un hijo.
Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 26-38
En aquel tiempo,
el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada
Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David,
llamado José. La virgen se llamaba María.
Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: "Alégrate,
llena de gracia, el Señor está contigo". Al oír estas
palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría
decir semejante saludo.
El ángel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia
ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre
Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo;
el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y Él
reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá
fin".
María le dijo entonces al ángel: "¿Cómo podrá
ser esto, puesto que yo permanezco virgen?" El ángel le contestó:
"El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo
te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será
llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de
su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril,
porque no hay nada imposible para Dios". María contestó:
"Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que
me has dicho". Y el ángel se retiró de su presencia.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor,
el único sacrificio que puede agradarte y, por nuestra participación
en este sacramento, concédenos los bienes que la fe nos invita a esperar.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio II/A o II/B de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 1, 31)
Dijo el ángel a María: Has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir y a dar a luz un hijo, y será llamado Hijo del Altísimo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Protege, Señor, con tu poder a cuantos has alimentado con esta Eucaristía, y haz que encuentren en este sacramento la fuente de la paz verdadera. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Pedro Canisio, Doctor de la Iglesia; Juan de Kronstadt, sacerdote. Beato Domingo Spadafora, presbítero.
Vísperas I del domingo: 4a semana del Salterio' Tomo I: pp. 869, 184 y 234. Para los fieles: pp. 722, 45, 8 y 62. Edición popular: pp. 289, 412 y 414. 1 La antífona del cántico evangélico es del día 22 para I y II Vísperas. Feria (Morado)
LOS SALUDOS ALEGRES
Ct 2, 8-14; Lc 1, 39-45
Un rostro alegre y una noticia gozosa resultan contagiosos. En ambos textos encontramos un diálogo gozoso entre dos personas. En el Cantar de los Cantares el amado y la amada descubren recíprocamente su presencia y su espíritu se transforma. Uno y otra viven a la espera de la visita del amado. Están expectantes y logran advertir las señales que anuncian la llegada. La cercanía del amado transforma todo, cubriéndolo de luminosidad y belleza. La fuerza transformadora del amor embellece a las personas. En el Evangelio de san Lucas, María, como pariente servicial, se acomide a auxiliar a Isabel, una anciana mujer que esperaba a su hijo primogénito. La sensibilidad delicada de Isabel le permitió reconocer la presencia esperanzadora del fruto de las entrañas de María. Ella supo advertir que el Señor había sido generoso con Israel, y que las promesas hechas a los antepasados, empezarían a verificarse en el hijo que crecía en el vientre de tan bienaventurada creyente.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Is 7, 14; 8, 10)
Pronto llegará el Señor que domina los pueblos, y será llamado Emmanuel, es decir, Dios-con-nosotros.
ORACIÓN COLECTA
Escucha, Señor, las súplicas de tu pueblo, que se alegra por la venida de tu Hijo en nuestra carne mortal; y concédenos que, cuando vuelva Él revestido de gloria y majestad, nos llenemos también de alegría al recibir de sus manos la recompensa de la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Aquí viene mi amado saltando por los montes.
Del libro del Cantar de los Cantares: 2, 8-14
Aquí viene
mi amado saltando por los montes, retozando por las colinas. Mi amado es como
una gacela, es como un venadito, que se detiene detrás de nuestra tapia,
espía por las ventanas y mira a través del enrejado.
Mi amado me habla así: "Levántate, amada mía, hermosa
mía, y ven. Mira que el invierno ya pasó; han terminado las lluvias
y se han ido. Las flores brotan ya sobre la tierra; ha llegado la estación
de los cantos; el arrullo de las tórtolas se escucha en el campo; ya
apuntan los frutos en la higuera y las viñas en flor exhalan su fragancia.
Levántate, amada mía, hermosa mía, y ven. Paloma mía,
que anidas en las hendiduras de las rocas, en las grietas de las peñas
escarpadas, déjame ver tu rostro y hazme oír tu voz, porque tu
voz es dulce y tu rostro encantador". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo
32 R/. Demos gracias a Dios, al son del arpa.
Demos gracias a Dios al son del arpa, que la lira acompañe nuestros cantos;
cantemos en su honor nuevos cantares, al compás de instrumentos alabémoslo.
R/.
Los proyectos de Dios duran por siempre; los planes de su amor, todos los siglos.
Feliz la nación cuyo Dios es el Señor; dichoso el pueblo que escogió
por suyo. R/.
En el Señor está nuestra esperanza, pues Él es nuestra
ayuda y nuestro amparo; en el Señor se alegra el corazón y en
Él hemos confiado. R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Emmanuel, rey y legislador nuestro, ven, Señor, a salvarnos. R/.
¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme?
Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 39-45
En aquellos días,
María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas
de Judea y, entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel.
En cuanto ésta oyó el saludo de María, la criatura saltó
en su seno.
Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la
voz, exclamó: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito
el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi
Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos,
el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído,
porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, de tu Iglesia las ofrendas que tú mismo has puesto en nuestras manos y que tu poder convierte en sacramento de nuestra salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio II/A o II/B de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 1, 45)
Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta comunión, Señor, proteja siempre a tu pueblo a fin de que, entregados plenamente a tu servicio, alcancemos la salvación del alma y del cuerpo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
IV DOMINGO DE ADVIENTO
Santos: Francisca Xavier Cabrini, fundadora; Isquirión de Alejandría, mártir. Beato Otón de Tolosa. (Morado)
DIOS ES SIEMPRE FIEL
Is 7,10-14; Rm 1,1-7; Mt 1,18-24
Dos mujeres recientemente embarazadas aparecen en la primera y la última de las lecturas de este domingo. Una de las doncellas del rey Ajaz espera un hijo, que servirá como señal de que Dios sigue siendo fiel a sus promesas. En horas de peligro e invasiones o en periodos de paz y prosperidad, Dios se mantiene atento a los desafíos que enfrenta su pueblo. Como padre bondadoso, los cuida y anima para que salgan adelante. La cercanía de Dios será mucho mayor a partir del nacimiento de Jesús. El pueblo no necesitará buscar señales y referentes sobrenaturales, porque las obras y palabras que Jesús realizará en medio de los suyos, serán el reflejo transparente de la presencia amorosa de Dios. Quien se acerque con sencillez de corazón, descubrirá la bondad de Dios en el profeta nacido del vientre de María.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Is 45, 8)
Destilen, cielos, el rocío, y que las nubes lluevan al justo; que la tierra se abra y haga germinar al salvador.
No se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros, que hemos conocido por el anuncio del ángel la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos, por su pasión y su cruz, a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
He aquí que la virgen concebirá.
Del libro del profeta Isaías: 7, 10-14
En aquellos tiempos, el Señor le habló a Ajaz diciendo: "Pide
al Señor, tu Dios, una señal de abajo, en lo profundo, o de arriba,
en lo alto". Contestó Ajaz: "No la pediré. No tentaré
al Señor". Entonces dijo Isaías: "Oye, pues, casa de
David: ¿No satisfechos con cansar a los hombres, quieren cansar también
a mi Dios? Pues bien, el Señor mismo les dará por eso una señal:
He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo y
le pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
23 R/. Ya llega el Señor, el rey de la gloria.
Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los que en
él habitan, pues Él lo edificó sobre los mares, Él
fue quien lo asentó sobre los ríos. R/.
¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién
podrá entrar en su recinto santo? El de corazón limpio y manos
puras y que no jura en falso. R/.
Ése obtendrá la bendición de Dios, y Dios, su salvador,
le hará justicia. Ésta es la clase de hombres que te buscan y
vienen ante ti, Dios de Jacob. R/.
Jesucristo, nuestro Señor, Hijo de Dios, nació del linaje de David.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 1, 1-7
Yo, Pablo, siervo
de Cristo Jesús, he sido llamado por Dios para ser apóstol y elegido
por Él para proclamar su Evangelio. Ese Evangelio, que, anunciado de
antemano por los profetas en las Sagradas Escrituras, se refiere a su Hijo,
Jesucristo, nuestro Señor, que nació, en cuanto a su condición
de hombre, del linaje de David, y en cuanto a su condición de espíritu
santificador, se manifestó con todo su poder como Hijo de Dios, a partir
de su resurrección de entre los muertos. Por medio de Jesucristo, Dios
me concedió la gracia del apostolado, a fin de llevar a los pueblos paganos
a la aceptación de la fe, para gloria de su nombre. Entre ellos, también
se cuentan ustedes, llamados a pertenecer a Cristo Jesús. A todos ustedes,
los que viven en Roma, a quienes Dios ama y ha llamado a formar parte de su
pueblo santo, les deseo la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y de Jesucristo,
el Señor.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Mt 1, 23) R/. Aleluya, aleluya.
He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, a
quien pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros.
R/.
Jesús nació de María, desposada con José, hijo de David.
Del santo Evangelio según san Mateo: 1, 18-24
Cristo vino al
mundo de la siguiente manera: Estando María, su madre, desposada con
José, y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra
del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo,
que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla
en secreto.
Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en
sueños: "José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa
a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu
Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de
Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados".
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el
Señor por boca del profeta Isaías: He aquí que la virgen
concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre
de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros.
Cuando José despertó de aquel sueño, hizo lo que le había
mandado el ángel del Señor y recibió a su esposa.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Preparándonos para celebrar la venida entre nosotros del Hijo de Dios hecho hombre, oremos.
Después
de cada petición diremos:Ven, Señor Jesús.
Por la Iglesia, por todos los cristianos. Que, como María, la Virgen
Madre de Dios, sepamos ofrecer a Jesús al mundo, con sencillez, con espíritu
abierto, con un profundo amor. Oremos.
Por los gobernantes de nuestro país y del mundo entero. Que nunca olviden
que su misión es trabajar por el bien de todos los ciudadanos. Oremos.
Por los pobres, y por todos los que pasarán estas fiestas en la soledad
o el dolor. Que puedan sentir muy cercano el amor de Dios y nuestra ayuda y
compañía. Oremos.
Por nosotros, por nuestras familias y por nuestros amigos. Que estos días
de Navidad sean para todos una luz que nos haga crecer en la fe, la esperanza
y el amor. Oremos.
Ven, Señor, muéstranos tu misericordia y danos tu salvación.
Tú, que vives y reinas por los siglos...
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que el mismo Espíritu que cubrió con su sombra y fecundó con su poder el seno de la Virgen María, santifique, Señor, estas ofrendas que hemos depositado sobre tu altar. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio II/A o II/B de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Is 7, 14)
He aquí que la Virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú, que nos has dado en este sacramento la prenda de nuestra salvación, concédenos, Padre todopoderoso, prepararnos cada día con mayor fervor para celebrar dignamente el nacimiento de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Los tiempos que corren están marcados por la confianza en la rentabilidad, la eficiencia y la competitividad. Quienes no consiguen desarrollar habilidades suficientes para emplearse y conseguir un salario digno, parecen condenados a la mera sobrevivencia. El relato del nacimiento de Jesús nos plantea una alternativa: no es la fuerza ni la rivalidad lo que puede transformar la realidad de personas y sociedades, sino la apertura que permite apreciar que en toda persona, independientemente de sus condiciones concretas, está presente una dignidad que hay que afirmar, reconocer y promover. El nacimiento de Jesús implica el reconocimiento de la humanidad como una realidad única. En la vida de toda persona late un dinamismo espiritual tan lleno de significado que nos urge a salvaguardar y respetar activamente esa presencia sagrada que encierra toda persona.
Santos: Juan de Kety o Kanty, presbítero; Dagoberto II de Austrasia, mártir. Beata Emilia Tavernier, fundadora. Feria (Morado)
EL MENSAJERO DE LA ALIANZA
Ml 3, 1-4. 23-24; Lc 1, 57-66
Los conflictos entre generaciones no son solamente cosa del presente, la misión que deberá cumplir el nuevo Elías, consistirá precisamente en sumar las voluntades de padres e hijos en Israel. No será la dinámica individualista la que traerá paz y prosperidad a Israel, sino la de la solidaridad y la cooperación entre familias y comunidades. La lejía, el fuego y las demás imágenes del campo de la purificación, apuntan en la misma dirección: el mensajero del Señor vendrá a invitar a los israelitas a desarraigar impulsos egoístas del corazón. Las inquietudes que los vecinos de Isabel y Zacarías se plantean en torno del nacimiento de Juan tendrán respuesta a su debido tiempo. El profeta Juan se llenaría de la presencia de Dios en el desierto e invitaría a sus hermanos a vivir en otra perspectiva distinta a la impuesta por Roma: cooperación y solidaridad en lugar de violencia y abusos. De esa manera se dispondrían a recibir al Enviado del Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Is 9, 6; Sal 71, 17)
Un niño nos nacerá y será llamado Dios todopoderoso, en Él serán bendecidos todos los pueblos de la tierra.
ORACIÓN COLECTA
Al acercarse las fiestas de la Navidad, te rogamos, Dios eterno y todopoderoso, que tu Verbo, que se hizo carne en el seno de la Virgen María y habitó entre nosotros, nos haga sentir su amor y su misericordia. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
Les enviaré al profeta Elías, antes de que llegue el día del Señor.
Del libro del profeta Malaquías: 3, 1-4. 23-24
Esto dice el Señor: "He aquí que yo envío a mi mensajero. Él preparará el camino delante de mí. De improviso entrará en el santuario el Señor, a quien ustedes buscan, el mensajero de la alianza a quien ustedes desean. Miren: Ya va entrando, dice el Señor de los ejércitos. ¿Quién podrá soportar el día de su venida? ¿Quién quedará en pie cuando aparezca? Será como fuego de fundición, como la lejía de los lavanderos. Se sentará como un fundidor que refina la plata; como a la plata y al oro, refinará a los hijos de Leví y así podrán ellos ofrecer, como es debido, las ofrendas al Señor. Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, como en los años antiguos. He aquí que yo les enviaré al profeta Elías, antes de que llegue el día del Señor, día grande y terrible. Él reconciliará a los padres con los hijos y a los hijos con los padres, para que no tenga yo que venir a destruir la tierra". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
24 R/. Descúbrenos, Señor, al Salvador.
Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la verdad
de tu doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en ti nuestra
esperanza. R/.
Porque el Señor es recto y bondadoso, indica a los pecadores el sendero,
guía por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus caminos.
R/.
Con quien guarda su alianza y sus mandatos, el Señor es leal y bondadoso.
El Señor se descubre a quien lo teme y le enseña el sentido de
su alianza. R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Rey de las naciones y piedra angular de la Iglesia, ven a salvar al hombre,
que modelaste del barro. R/.
Nacimiento de Juan el Bautista.
Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 57-66
Por aquellos días,
le llegó a Isabel la hora de dar a luz y tuvo un hijo. Cuando sus vecinos
y parientes se enteraron de que el Señor le había manifestado
tan grande misericordia, se regocijaron con ella.
A los ocho días fueron a circuncidar al niño y le querían
poner Zacarías, como su padre; pero la madre se opuso, diciéndoles:
"No. Su nombre será Juan". Ellos le decían: "Pero
si ninguno de tus parientes se llama así".
Entonces le preguntaron por señas al padre cómo quería
que se llamara el niño. El pidió una tablilla y escribió:
"Juan es su nombre". Todos se quedaron extrañados. En ese momento
a Zacarías se le soltó la lengua, recobró el habla y empezó
a bendecir a Dios.
Un sentimiento de temor se apoderó de los vecinos, y en toda la región
montañosa de Judea se comentaba este suceso. Cuantos se enteraban de
ello se preguntaban impresionados: "¿Qué va a ser de este
niño?" Esto lo decían, porque realmente la mano de Dios estaba
con él.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Que el sacrificio de tu Hijo, que es el acto de culto más perfecto que
podemos ofrecerte, nos devuelva, Señor, tu amistad para que podamos celebrar
con un corazón puro el nacimiento de tu Hijo, que vive y reina por los
siglos de los siglos.
Prefacio II/A o II/B de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ap 3, 20)
Miren que estoy a la puerta y llamo, dice el Señor; si alguno oye mi voz y me abre, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
A quienes hemos participado de esta Eucaristía, concédenos, Señor, tu perdón y tu paz, para que estemos siempre preparados a recibir dignamente a tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Santos antepasados de Nuestro Señor Jesucristo
Santos: Santa Irma o Irmina de Tréveris, abadesa. Beato Bartolomé del Monte, fundador. Feria (Morado)
LA CASA DE DAVID
2 Sm 7,1-5. 8-12. 14. 16; Lc, 1 67-69
La profecía de Natán gira en torno al tema de la casa. El rey David pretende edificar una casa de piedras y maderas preciosas y consigue el aval divino para hacerlo. Dios le corresponde prometiéndole edificar una casa, es decir, una sucesión dinástica que se constituya en guardiana y ejecutora del designio divino. Los descendientes de David contarán con el apoyo divino en la medida que se mantengan fieles al proyecto del Señor. La casa de Judá heredará una responsabilidad y no un privilegio. En el cántico de Zacarías reaparece esa esperanza. En la casa y la descendencia de David, Dios ha suscitado una presencia fuerte y salvadora que librará a Israel de la presión y el dominio que las naciones les impongan. La salvación que anuncia Zacarías no equivale a un simple ajuste de cuentas. El mesías anunciado conducirá a Israel por el camino de la paz, no por el de la violencia y la injusticia.
Misa matutina
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Ga 4, 4)
He aquí que llega ya la plenitud de los tiempos, cuando Dios envió a su Hijo a la tierra.
ORACIÓN COLECTA
Apresúrate, Señor Jesús, no tardes ya, para que tu venida dé nuevas fuerzas y ánimo a quienes hemos puesto nuestra confianza en tu misericordia. Tú, que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El reino de David permanecerá para siempre en presencia del Señor.
Del segundo libro de Samuel: 7, 1-5. 8-12. 14. 16
Tan pronto como
el rey David se instaló en su palacio y el Señor le concedió
descansar de todos los enemigos que lo rodeaban, el rey dijo al profeta Natán:
"¿Te has dado cuenta de que yo vivo en una mansión de cedro,
mientras el arca de Dios sigue alojada en una tienda de campaña?"
Natán le respondió: "Anda y haz todo lo que te dicte el corazón,
porque el Señor está contigo".
Aquella misma noche habló el Señor a Natán y le dijo: "Ve
y dile a mi siervo David que el Señor le manda decir esto: `¿Piensas
que vas a ser tú el que me construya una casa, para que yo habite en
ella? Yo te saqué de los apriscos y de andar tras las ovejas, para que
fueras el jefe de mi pueblo, Israel. Yo estaré contigo en todo lo que
emprendas, acabaré con tus enemigos y te haré tan famoso como
los hombres más famosos de la tierra.
Le asignaré un lugar a mi pueblo, Israel; lo plantaré allí
para que habite en su propia tierra. Vivirá tranquilo y sus enemigos
ya no lo oprimirán más, como lo han venido haciendo desde los
tiempos en que establecí jueces para gobernar a mi pueblo, Israel. Y
a ti, David, te haré descansar de todos tus enemigos.
Además, yo, el Señor, te hago saber que te daré una dinastía;
y cuando tus días se hayan cumplido y descanses para siempre con tus
padres, engrandeceré a tu hijo, sangre de tu sangre, y consolidaré
su reino. Yo seré para él un padre y él será para
mí un hijo. Tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante
mí, y tu trono será estable eternamente' ". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
88 R/. Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor y daré a
conocer que su fidelidad es eterna, pues el Señor ha dicho: "Mi
amor es para siempre y mi lealtad, más firme que los cielos. R/.
Un juramento hice a David, mi servidor, una alianza pacté con mi elegido:
'Consolidaré tu dinastía para siempre y afianzaré tu trono
eternamente'. R/.
Él me podrá decir: 'Tú eres mi padre, el Dios que me protege
y que me salva'. Yo jamás le retiraré mi amor, ni violaré
el juramento que le hice". R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Sol refulgente de justicia y esplendor de la luz eterna, ven a iluminar a los
que yacen en las tinieblas y en las sombras de la muerte. R/.
Nos visitará el sol que nace de lo alto.
Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 67-79
En aquel tiempo,
Zacarías, padre de Juan, lleno del Espíritu Santo, profetizó
diciendo:
"Bendito sea el Señor Dios de Israel, porque ha visitado y redimido
a su pueblo, y ha hecho surgir a favor nuestro un poderoso salvador en la casa
de David, su siervo. Así lo había anunciado desde antiguo, por
boca de sus santos profetas: que nos salvaría de nuestros enemigos y
de las manos de todos los que nos aborrecen, para mostrar su misericordia a
nuestros padres, acordándose de su santa alianza. El Señor juró
a nuestro padre Abraham concedernos que, libres ya de nuestros enemigos, lo
sirvamos sin temor, en santidad y justicia delante de Él, todos los días
de nuestra vida.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque
irás delante del Señor a preparar sus caminos y a anunciar a su
pueblo la salvación, mediante el perdón de los pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el
sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombras
de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, con bondad estas ofrendas, a fin de que se conviertan en el alimento que nos libre de nuestros pecados y prepare nuestros corazones a la venida gloriosa de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Prefacio II/A o II/B de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 1 , 68)
Bendito sea el Señor Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú, que nos has renovado con esta Eucaristía concédenos, Señor, que el nacimiento adorable de tu Hijo, que hemos anticipado en la fe, nos llene de gozo y nos haga partícipes de los bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
NATIVIDAD DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
Santos: Eugenia de Roma, mártir: Anastasia de Sirmio, mártir. Solemnidad (Blanco)
Misa vespertina de la vigilia
Esta Misa se dice en la tarde del 24 de diciembre, antes o después de las primeras Vísperas de la Navidad.
UNA ESPERANZA CRECIENTE
Is 9,1-3.5-6; Tt 2, 11-14; Lc 2,1-14
El oráculo mesiánico de Isaías celebra la subida al trono de un descendiente de David que suscita enormes esperanzas entre el pueblo. Normalmente esos momentos eran vistos como situaciones propicias para recuperar la paz y la libertad perdidas. Es tanta la confianza que despierta el nuevo rey que los sucesos futuros se presentan como ya realizados. No hay duda de que se cumplan las expectativas, porque la determinación –celo del Señor lo llama el profeta—lo cumplirá. Esa esperanza se mantuvo latente a lo largo de los siglos a pesar de amplios periodos de dominio a manos de imperios extranjeros. Cuando la crudeza de la opresión romana controlaba totalmente la vida y las instituciones de Israel –que tenía que acatar los designios de Augusto—Dios sorprende a los suyos con el anuncio del nacimiento de un pequeño niño que como Mesías pacifico, salvará a Israel. Los pastores y las personas de buena voluntad se alegraron de su nacimiento y corrieron a su encuentro.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Ex 16, 6-7)
Esta noche sabrán que el Señor vendrá a salvarnos y por la mañana contemplarán su gloria.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que cada año revives en nosotros la gozosa esperanza de la salvación, concédenos que, así como ahora acogemos a tu Hijo, llenos de júbilo, como a nuestro redentor, así también cuando venga como juez, podamos recibirlo llenos de confianza. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
El Señor se ha complacido en ti.
Del libro del profeta Isaías: 62, 1-5
Por amor a Sión
no me callaré y por amor a Jerusalén no me daré reposo,
hasta que surja en ella esplendoroso el justo y brille su salvación como
una antorcha.
Entonces las naciones verán tu justicia, y tu gloria todos los reyes.
Te llamarán con un nombre nuevo, pronunciado por la boca del Señor.
Serás corona de gloria en la mano del Señor y diadema real en
la palma de su mano.
Ya no te llamarán "Abandonada", ni a tu tierra, "Desolada";
a ti te llamarán "Mi complacencia" y a tu tierra, "Desposada",
porque el Señor se ha complacido en ti y se ha desposado con tu tierra.
Como un joven se desposa con una doncella, se desposará contigo tu hacedor;
como el esposo se alegra con la esposa, así se alegrará tu Dios
contigo.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
88 R/. Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
"Un juramento hice a David mi servidor, una alianza pacté con mi
elegido: 'Consolidaré tu dinastía para siempre y afianzaré
tu trono eternamente'. R/.
El me podrá decir: 'Tú eres mi padre, el Dios que me protege y
que me salva'. Yo jamás le retiraré mi amor ni violaré
el juramento que le hice". R/.
Señor, feliz el pueblo que te alaba y que a tu luz camina, que en tu
nombre se alegra a todas horas y al que llena de orgullo tu justicia. R/.
Testimonio de Pablo acerca de Cristo, hijo de David.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 13, 16-17. 22-25
Al llegar Pablo
a Antioquía de Pisidia, se puso de pie en la sinagoga y haciendo una
señal para que se callaran, dijo:
"Israelitas y cuantos temen a Dios, escuchen: El Dios del pueblo de Israel
eligió a nuestros padres, engrandeció al pueblo cuando éste
vivía como forastero en Egipto, y lo sacó de allí con todo
su poder. Les dio por rey a David, de quien hizo esta alabanza: He hallado a
David, hijo de Jesé, hombre según mi corazón, quien realizará
todos mis designios.
Del linaje de David, conforme a la promesa, Dios hizo nacer para Israel un Salvador,
Jesús. Juan preparó su venida, predicando a todo el pueblo de
Israel un bautismo de penitencia, y hacia el final de su vida, Juan decía:
'Yo no soy el que ustedes piensan. Después de mí viene uno a quien
no merezco desatarle las sandalias' ". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Mañana será destruida la maldad en la tierra y reinará
sobre nosotros el Salvador del mundo. R/.
Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de Jesús.
Del santo Evangelio según san Mateo: 1, 18-25
Cristo vino al
mundo de la siguiente manera: Estando María, su madre, desposada con
José, y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra
del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo,
que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla
en secreto.
Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en
sueños: "José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa
a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu
Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de
Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados".
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el
Señor por boca del profeta Isaías: He aquí que la virgen
concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre
de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros. Cuando José despertó
de aquel sueño, hizo lo que le había mandado el ángel del
Señor y recibió a su esposa. Y sin que él hubiera tenido
relaciones con ella, María dio a luz un hijo y él le puso por
nombre Jesús.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo. A las palabras: "y por obra..." hay que arrodillarse.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, iniciar la celebración de las fiestas de la Navidad con un fervor digno del misterio que es el principio de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-III de Navidad.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Is 40, 5)
Se manifestará la gloria del Señor y todo el mundo verá la salvación que viene de nuestro Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor, sacar nuevas fuerzas de esta celebración anual del nacimiento de tu Hijo, que se ha hecho nuestro alimento y bebida en este sacramento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Misa de medianoche
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 2, 7)
El Señor me dijo: Tú eres mi Hijo, hoy te engendré yo. Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que hiciste resplandecer esta noche santísima con el nacimiento de Cristo, verdadera luz del mundo, concédenos que, iluminados en la tierra por la luz de este misterio, podamos también disfrutar de la gloria de tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Un hijo se nos ha dado.
Del libro del profeta Isaías: 9, 1-3. 5-6
El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz; sobre los que vivían en tierra de sombras, una luz resplandeció. Engrandeciste a tu pueblo e hiciste grande su alegría. Se gozan en tu presencia como gozan al cosechar, como se alegran al repartirse el botín. Porque tú quebrantaste su pesado yugo, la barra que oprimía sus hombros y el cetro de su tirano, como en el día de Madián. Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; lleva sobre sus hombros el signo del imperio y su nombre será: "Consejero admirable", "Dios poderoso", "Padre sempiterno", "Príncipe de la paz"; para extender el principado con una paz sin límites sobre el trono de David y sobre su reino; para establecerlo y consolidarlo con la justicia y el derecho, desde ahora y para siempre. El celo del Señor lo realizará. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
95 R/. Hoy nos ha nacido el Salvador.
Cantemos al Señor un canto nuevo, que le cante al Señor toda la
tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo. R/.
Proclamemos su amor día tras día, su grandeza anunciemos a los
pueblos; de nación en nación, sus maravillas. R/.
Alégrense los cielos y la tierra, retumbe el mar y el mundo submarino.
Salten de gozo el campo y cuanto encierra, manifiesten los bosques regocijo.
R/.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe.
Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones.
R/.
La gracia de Dios se ha manifestado a todos los hombres.
De la carta del apóstol san Pablo a Tito: 2, 11-14
Querido hermano: La gracia de Dios se ha manifestado para salvar a todos los hombres y nos ha enseñado a renunciar a la vida sin religión y a los deseos mundanos, para que vivamos, ya desde ahora, de una manera sobria, justa y fiel a Dios, en espera de la gloriosa venida del gran Dios y Salvador, Cristo Jesús, nuestra esperanza. Él se entregó por nosotros para redimirnos de todo pecado y purificarnos, a fin de convertirnos en pueblo suyo, fervorosamente entregado a practicar el bien. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Lc 2, 10-11) R/. Aleluya, aleluya.
Les anuncio una gran alegría: Hoy nos ha nacido el Salvador, que es Cristo,
el Señor. R/.
Hoy nos ha nacido el Salvador.
Del santo Evangelio según san Lucas: 2, 1-14
Por aquellos días,
se promulgó un edicto de César Augusto, que ordenaba un censo
de todo el imperio. Este primer censo se hizo cuando Quirino era gobernador
de Siria. Todos iban a empadronarse, cada uno en su propia ciudad; así
es que también José, perteneciente a la casa y familia de David,
se dirigió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David,
llamada Belén, para empadronarse, juntamente con Maria, su esposa, que
estaba encinta.
Mientras estaban ahí, le llegó a Maria el tiempo de dar a luz
y tuvo a su hijo primogénito; lo envolvió en pañales y
lo recostó en un pesebre, porque no hubo lugar para ellos en la posada.
En aquella región había unos pastores que pasaban la noche en
el campo, vigilando por turno sus rebaños. Un ángel del Señor
se les apareció y la gloria de Dios los envolvió con su luz y
se llenaron de temor. El ángel les dijo: "No teman. Les traigo una
buena noticia, que causará gran alegría a todo el pueblo: hoy
les ha nacido, en la ciudad de David, un Salvador, que es el Mesías,
el Señor. Esto les servirá de señal: encontrarán
al niño envuelto en pañales y recostado en un pesebre".
De pronto se le unió al ángel una multitud del ejército
celestial, que alababa a Dios, diciendo: "¡Gloria a Dios en el cielo,
y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad!" Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo. A las palabras: "y por obra..." hay que arrodillarse.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, las ofrendas que te presentamos esta noche de Navidad, a fin de que, al recibirlas nosotros convertidas en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, nos transformes en Él, en quien nuestra naturaleza está unida a la tuya. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-III de Navidad.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 1, 14)
El Verbo se hizo hombre y hemos visto su gloria.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú, Señor, que nos has concedido el gozo de celebrar esta noche el nacimiento de tu Hijo, ayúdanos a vivir según su ejemplo para llegar a compartir algún día con Él la gloria de su Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Misa del día
VEN CARA A CARA AL SEÑOR
Is 52, 7-10; Hb 1,1-6; Jn 1,1-18
Indudablemente la expresión que leemos en el profeta Isaías y que pregona con entusiasmo que los vigilantes que reguardan las murallas calcinadas de Jerusalén "han visto al Señor cara a cara", permanece como un exceso retórico y una aspiración no cumplida. Los israelitas que regresaron del destierro celebraron su modesta reinstalación en la tierra de sus antepasados como una manifestación patente del señorío de Dios. El himno que da comienzo al Evangelio de san Juan, celebra efusivamente la Encarnación del Verbo como el evento más trascendente en la relación de Dios con su pueblo. En adelante, quien se interese por acceder al misterio de Dios, podrá contemplar al Hijo único y descubrir la amorosa fidelidad de Dios, encarnada en las opciones y actitudes del Señor Jesús.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Is 9, 6)
Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado. La insignia del poder está sobre sus hombros y se le llamará Ángel del Gran Consejo.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que de modo admirable creaste al hombre a tu imagen y semejanza, y de modo más admirable lo elevaste con el nacimiento de tu Hijo, concédenos participar de la vida divina de aquel que ha querido participar de nuestra humanidad. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
La tierra entera verá la salvación que viene de nuestro Dios.
Del libro del profeta Isaías: 52, 7-10
¡Qué
hermoso es ver correr sobre los montes al mensajero que anuncia la paz, al mensajero
que trae la buena nueva, que pregona la salvación, que dice a Sión:
"Tu Dios es rey"!
Escucha: Tus centinelas alzan la voz y todos a una gritan alborozados, porque
ven con sus propios ojos al Señor, que retorna a Sión.
Prorrumpan en gritos de alegría, ruinas de Jerusalén, porque el
Señor rescata a su pueblo, consuela a Jerusalén. Descubre el Señor
su santo brazo a la vista de todas las naciones. Verá la tierra entera
la salvación que viene de nuestro Dios. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Del salmo
97 R/. Toda la tierra ha visto al Salvador.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra
y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su
justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
R/.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos
y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
Cantemos al Señor al son del arpa, suenen los instrumentos. Aclamemos
al son de los clarines al Señor, nuestro rey. R/.
Dios nos ha hablado por medio de su Hijo.
De la carta a los hebreos: 1, 1-6
En distintas ocasiones
y de muchas maneras habló Dios en el pasado a nuestros padres, por boca
de los profetas. Ahora, en estos tiempos, que son los últimos, nos ha
hablado por medio de su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las
cosas y por medio del cual hizo el universo.
El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios, la imagen fiel de su ser y el
sostén de todas las cosas con su palabra poderosa. Él mismo, después
de efectuar la purificación de los pecados, se sentó a la diestra
de la majestad de Dios, en las alturas, tanto más encumbrado sobre los
ángeles, cuanto más excelso es el nombre que, como herencia, le
corresponde.
Porque ¿a cuál de los ángeles le dijo Dios: Tú eres
mi Hijo; yo te he engendrado hoy? ¿O de qué ángel dijo
Dios: Yo seré para él un padre y él será para mí
un hijo? Además, en otro pasaje, cuando introduce en el mundo a su primogénito,
dice: Adórenlo todos los ángeles de Dios. Palabra de Dios. T.
Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Un día sagrado ha brillado para nosotros. Vengan, naciones, y adoren
al Señor, porque hoy ha descendido una gran luz sobre la tierra. R/.
Aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros.
Del santo Evangelio según san Juan: 1, 1-18
En el principio
ya existía aquel que es la Palabra, y aquel que es la Palabra estaba
con Dios y era Dios. Ya en el principio Él estaba con Dios. Todas las
cosas vinieron a la existencia por Él y sin Él nada empezó
de cuanto existe. Él era la vida, y la vida era la luz de los hombres.
La luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no la recibieron.
Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Éste vino como
testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de
él. Él no era la luz, sino testigo de la luz.
Aquel que es la Palabra era la luz verdadera, que ilumina a todo hombre que
viene a este mundo. En el mundo estaba; el mundo había sido hecho por
Él y, sin embargo, el mundo no lo conoció.
Vino a los suyos y los suyos no lo recibieron; pero a todos los que lo recibieron
les concedió poder llegar a ser hijos de Dios, a los que creen en su
nombre, los cuales no nacieron de la sangre, ni del deseo de la carne, ni por
voluntad del hombre, sino que nacieron de Dios.
Y aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros. Hemos
visto su gloria, gloria que le corresponde como a Unigénito del Padre,
lleno de gracia y de verdad.
Juan el Bautista dio testimonio de Él, clamando: "A éste
me refería cuando dije: 'El que viene después de mí, tiene
precedencia sobre mí, porque ya existía antes que yo' ".
De su plenitud hemos recibido todos gracia sobre gracia. Porque la ley fue dada
por medio de Moisés, mientras que la gracia y la verdad vinieron por
Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás. El Hijo unigénito,
que está en el seno del Padre, es quien lo ha revelado.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo. A las palabras: "y por obra..." hay que arrodillarse.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, en la fiesta solemne de la Navidad, esta ofrenda que nos reconcilia contigo de un modo perfecto, y encierra en sí la plenitud del culto que los hombres podemos tributarte. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-III de Navidad.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 97, 3)
Sobre toda la superficie de la tierra se ha contemplado la salvación que viene de nuestro Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios misericordioso, que el salvador del mundo, que hoy nos ha nacido para comunicarnos su vida divina, nos dé también el don de su inmortalidad. El cual vive y reina por los siglos de los siglos.
Santos: Esteban de Roma, protomártir; Zósimo, Papa. Beata Inés Phila y compañeros, mártires. Fiesta (Rojo)
DARÁN TESTIMONIO ANTE ELLOS
Hch 6, 8-10; 7, 54-60; Mt 10, 17-22
Las predicciones que el Señor Jesús hiciera a los discípulos al momento de enviarlos a misionar tuvieron rápido cumplimiento en los primeros años de la Iglesia naciente. Las tensiones existentes dentro de las sinagogas estallaron con intensidad a propósito de las interpretaciones divergentes de las Escrituras. Esteban se confrontó con los miembros del Sanedrín y cuestionó la centralidad del templo y de la Ley. Para éste y otros predicadores cristianos, había un nuevo principio de salvación en la persona de Jesús. En adelante las instituciones fundamentales que Israel había valorado tanto, quedarían relativizadas por la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Ya no sería Moisés, sino Jesús, el intérprete decisivo de la voluntad del Padre. Cuando Esteban confiesa que Jesús ha accedido a la gloria exclusiva del Padre, se desencadena la intolerancia de sus interlocutores que terminan quitándolo de en medio.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Las puertas del cielo se abrieron para san Esteban, el primero de los mártires, y por esto ha recibido el premio de la gloria.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que concediste a san Esteban, protomártir, fortaleza para orar por sus verdugos, haz que, a imitación suya, sepamos perdonar de corazón a cuantos nos hayan ofendido o causado algún mal. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Estoy viendo los cielos abiertos.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 6, 8-10; 7, 54-60
En aquellos días,
Esteban, lleno de gracia y de poder, realizaba grandes prodigios y signos entre
la gente.
Algunos judíos de la sinagoga llamada "de los Libertos", procedentes
de Cirene, Alejandría, Cilicia y Asia, se pusieron a discutir con Esteban;
pero no podían refutar la sabiduría y el Espíritu con que
hablaba.
Al oír estas cosas, los miembros del sanedrín se enfurecieron
y rechinaban los dientes de rabia contra él.
Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, miró al cielo, vio la
gloria de Dios y a Jesús, que estaba de pie a la derecha de Dios, y dijo:
"Estoy viendo los cielos abiertos y al Hijo del hombre de pie a la derecha
de Dios".
Entonces los miembros del sanedrín gritaron con fuerza, se taparon los
oídos y todos a una se precipitaron sobre él. Lo sacaron fuera
de la ciudad y empezaron a apedrearlo. Los falsos testigos depositaron sus mantos
a los pies de un joven, llamado Saulo.
Mientras lo apedreaban, Esteban repetía esta oración: "Señor
Jesús, recibe mi espíritu". Después se puso de rodillas
y dijo con fuerte voz: "Señor, no les tomes en cuenta este pecado".
Diciendo esto, se durmió en el Señor. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo
30 R/. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
Sé tú, Señor, mi fortaleza y mi refugio, la muralla que
me salve. Tú, que eres mi fortaleza y mi defensa, por tu nombre, dirígeme
y guíame. R/.
En tus manos encomiendo mi espíritu y tú, mi Dios leal, me librarás.
Tu misericordia me llenará de alegría, porque has visto las angustias
de mi alma. R/.
Líbrame de la mano de mis enemigos y de aquellos que me persiguen. Vuelve,
Señor, tus ojos a tu siervo y sálvame, por tu misericordia. R/.
ACLAMACIÓN
(Sal 117, 26. 27) R/. Aleluya, aleluya.
¡Bendito el que viene en nombre del Señor! Que el Señor,
nuestro Dios, nos ilumine. R/.
No serán ustedes los que hablarán, sino el Espíritu de su Padre.
Del santo Evangelio según san Mateo: 10, 17-22
En aquel tiempo,
Jesús dijo a sus apóstoles: "Cuídense de la gente,
porque los llevarán a los tribunales, los azotarán en las sinagogas,
los llevarán ante gobernadores y reyes por mi causa; así darán
testimonio de mí ante ellos y ante los paganos. Pero, cuando los entreguen,
no se preocupen por lo que van a decir o por la forma de decirlo, porque, en
ese momento se les inspirará lo que han de decir. Pues no serán
ustedes los que hablen, sino el Espíritu de su Padre el que hablará
por ustedes.
El hermano entregará a su hermano a la muerte, y el padre, a su hijo;
los hijos se levantarán contra sus padres y los matarán; todos
los odiarán a ustedes por mi causa, pero el que persevere hasta el fin
se salvará".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
No se dice Credo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, el sacrificio de alabanza que vamos a ofrecerte en memoria del glorioso mártir san Esteban, y confírmanos en la fe que él atestiguó con su propia sangre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-III de Navidad.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Hch 7, 58)
Mientras lo apedreaban, Esteban oraba así: Señor Jesús, recibe mi espíritu.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta sagrada Eucaristía que hemos recibido, al celebrar hoy a san Esteban, el primero de tus mártires, nos llene, Señor, de alegría y de gratitud por el nacimiento de Cristo, nuestro salvador, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Santos: Juan, apóstol y evangelista; Fabiola de Roma, penitente; Buenaventura Tolomei, religioso. Fiesta (Blanco)
LA VIDA SE MANIFESTÓ
1 Jn 1,1-4; Jn 20,2-9
San Juan Evangelista no es un literato que escriba guiado por su fecunda imaginación. No es un literato de ficción, es antes y primero que nada, un testigo que ama por encima de todo al Señor que le llamó a servirle. San Juan ha contemplado la vida en plenitud y se ha vivificado por esa existencia trascendente. El testigo no es un misionero desvinculado del conjunto, antes bien, su testimonio tiene un carácter colegial, del cual es portavoz y profeta. La Vida que estaba junto al Padre tiene una dimensión trascendente, pero finalmente se ha hecho tangible y perceptible. De esa buena noticia san Juan y la comunidad eclesial que lo reconoce como testigo fundamental, rinden una confesión abierta y pública. No fueron aprendices de teorías extrañas, sino amigos entrañables del Señor que los hizo partícipes de su amor entrañable.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Si 15, 5)
El Señor lo llenó del espíritu de entendimiento y sabiduría, para que iluminara a su Iglesia y lo cubrió de gloria.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que por medio del Apóstol san Juan, has querido descubrirnos la profundidad de la vida y del amor de tu Hijo, haz que seamos capaces de conocer y de amar cada día más a Jesucristo, nuestro redentor, que vive y reina contigo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Les anunciamos lo que hemos visto y oído.
De la primera carta del apóstol san Juan: 1, 1-4
Queridos hermanos:
Les anunciamos lo que ya existía desde el principio, lo que hemos oído
y hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado y hemos tocado
con nuestras propias manos. Nos referimos a aquel que es la Palabra de la vida.
Esta vida se ha hecho visible y nosotros la hemos visto y somos testigos de
ella. Les anunciamos esta vida, que es eterna, y estaba con el Padre y se nos
ha manifestado a nosotros.
Les anunciamos, pues, lo que hemos visto y oído, para que ustedes estén
unidos con nosotros, y juntos estemos unidos con el Padre y su Hijo, Jesucristo.
Les escribimos esto para que se alegren y su alegría sea completa. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
96 R/. Alégrense, justos, con el Señor.
Reina el Señor, alégrese la tierra; cante de regocijo el mundo
entero. Tinieblas y nubes rodean el trono del Señor, que se asienta en
la justicia y el derecho. R/.
Los montes se derriten como cera ante el Señor de toda la tierra. Los
cielos pregonan su justicia, su inmensa gloria ven todos los pueblos. R/.
Amanece la luz para el justo y la alegría para los rectos de corazón.
Alégrense, justos, con el Señor y bendigan su santo nombre. R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Señor, Dios eterno, alegres te cantamos, a ti nuestra alabanza. A ti,
Señor, te alaba el coro celestial de los apóstoles. R/.
El otro discípulo corrió más aprisa que Pedro y llegó primero al sepulcro.
Del santo Evangelio según san Juan: 20, 2-9
El primer día
después del sábado, María Magdalena vino corriendo a la
casa donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús
amaba, y les dijo: "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos
dónde lo habrán puesto". Salieron Pedro y el otro discípulo
camino del sepulcro. Los dos iban corriendo juntos, pero el otro discípulo
corrió más aprisa que Pedro y llegó primero al sepulcro,
e inclinándose, miró los lienzos puestos en el suelo, pero no
entró.
En eso llegó también Simón Pedro, que lo venía siguiendo,
y entró en el sepulcro. Contempló los lienzos puestos en el suelo
y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, puesto
no con los lienzos en el suelo, sino doblado en sitio aparte. Entonces entró
también el otro discípulo, el que había llegado primero
al sepulcro, y vio y creyó, porque hasta entonces no habían entendido
las Escrituras, según las cuales Jesús debía resucitar
de entre los muertos.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, los dones que te presentamos, y haz que, por esta Eucaristía,
participemos del conocimiento profundo de tu Hijo que concediste a san Juan
en la última cena. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-III de Navidad.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 1, 14. 16)
El Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros, y de su plenitud todos participamos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por medio de este sacramento que hemos recibido en la fiesta de san Juan Evangelista, concédenos, Señor, que habite siempre en nosotros tu Hijo, Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Santos Inocentes, mártires
Santos: Gaspar del Búfalo, fundador; Domna de Nicomedia y compañeros, mártires. Vísperas I de mañana: todo propio. Tomo I: p. 280. Para los fieles: p. 86. Edición popular: pp. 418 y 13. Fiesta (Rojo)
CONFESIÓN DE PECADO
1 Jn 1,5-2,1; Mt 2,13-18
Los cristianos que suscriben esta declaración de fe en la fuerza purificadora de Cristo Jesús, confiesan su condición como pecadores. En esta confesión los autores se sinceran, reconociendo que su existencia estuvo marcada por el pecado, y que es imposible que algún mortal se ufane de no haber pecado jamás. Solamente quien reconoce su incapacidad de gobernarse atinadamente, dada su condición pecadora, puede ser regenerado y perdonado por Cristo Jesús. La adhesión a Cristo incluye la determinación de vivir en libertad, dejando atrás la propensión egoísta que produce el pecado. En cambio, quienes afirman desmedidamente su voluntad de poder, como Herodes, terminan disponiendo de la vida de personas inocentes, con tal de satisfacer sus propios proyectos. Un criterio para distinguir al que obra justamente y no peca es que evita convertir a otras personas en medio para conseguir sus propios fines.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Los niños inocentes murieron por Cristo; ahora siguen al Cordero sin mancha, cantando: Gloria a ti, Señor.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que concediste a los Santos Inocentes dar testimonio de Cristo, no de palabra, sino con su sangre, ayúdanos a poner de manifiesto nuestra fe, no sólo con nuestros labios, sino, más bien, con nuestra conducta diaria. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
La sangre de Cristo nos purifica de todo pecado
De la primera carta del apóstol san Juan: 1, 5-2, 2
Queridos hermanos:
Éste es el mensaje que hemos escuchado de labios de Jesucristo y que
ahora les anunciamos: Dios es luz y en Él no hay nada de oscuridad. Si
decimos que estamos con Dios, pero vivimos en la oscuridad, mentimos y no vivimos
conforme a la verdad. Pero, si vivimos en la luz, como Él vive en la
luz, entonces estamos unidos unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús
nos purifica de todo pecado.
Si decimos que no tenemos ningún pecado, nos engañamos a nosotros
mismos y la verdad no está en nosotros. Si, por el contrario, confesamos
nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos
purificará de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, hacemos pasar
a Dios por mentiroso y no hemos aceptado verdaderamente su palabra. Hijitos
míos, les escribo esto para que no pequen. Pero, si alguien peca, tenemos
como intercesor ante el Padre, a Jesucristo, el justo. Porque Él se ofreció
como víctima de expiación por nuestros pecados, y no sólo
por los nuestros, sino por los del mundo entero.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
123 R/. Nuestra vida se escapó como un pájaro de la trampa de
los cazadores.
Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte cuando los hombres nos
asaltaron, nos habría devorado vivos el fuego de su cólera. R/.
Las aguas nos hubieran sepultado, un torrente nos hubiera llegado al cuello,
un torrente de aguas encrespadas. Bendito sea el Señor, porque no permitió
que nos despedazaran con sus dientes. R/.
Nuestra vida se escapó como un pájaro de la trampa de los cazadores.
La trampa se rompió y nosotros escapamos. Nuestra ayuda nos viene del
Señor, que hizo el cielo y la tierra. R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Señor, Dios eterno, alegres te cantamos, a ti nuestra alabanza. A ti,
Señor, el ejército glorioso de los mártires te aclama.
R/.
Herodes mandó matar a todos los niños menores de dos años en la comarca de Belén.
Del santo Evangelio según san Mateo: 2, 13-18
Después
de que los magos partieron de Belén, el ángel del Señor
se le apareció en sueños a José y le dijo: "Levántate,
toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allá
hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo".
José se levantó y esa misma noche tomó al niño y
a su madre y partió para Egipto, donde permaneció hasta la muerte
de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por medio
del profeta: De Egipto llamé a mi hijo.
Cuando Herodes se dio cuenta de que los magos lo habían engañado,
se puso furioso y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos
los niños menores de dos años, conforme a la fecha que los magos
le habían indicado.
Así se cumplieron las palabras del profeta Jeremías: En Ramá
se ha escuchado un grito, se oyen llantos y lamentos: es Raquel que llora por
sus hijos y no quiere que la consuelen, porque ya están muertos.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
No se dice Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos con amor y, por este sacrificio de salvación, con el que redimes aun a los que no te conocen, purifícanos de nuestros pecados. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-III de Navidad.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ap 14, 4)
Ellos son los rescatados como primicias de la humanidad para Dios y el Cordero; ellos son el cortejo del Cordero adondequiera que vaya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios nuestro, que en virtud del nacimiento de Cristo otorgaste a los Santos Inocentes el premio de la gloria, concédenos, por el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos recibido, participar abundantemente de tu redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LA SAGRADA FAMILIA
Santos: Tomas Becket, mártir; Beato Guillermo Howard, mártir. Fiesta (Blanco)
LA FAMILIA QUE PROMUEVE LA VIDA PLENA
Si 3,3-7. 14-17; Col 3,12-212; Mt 2,13-15. 19-23
El autor del libro del Sirácide enumera una serie de argumentos para animar a los jóvenes aprendices de sabiduría a honrar y dar el respeto merecido a sus padres. Riquezas, larga vida, bendiciones y escucha atenta por parte de Dios, son algunos de los beneficios que se prometen a quienes otorgen el debido respeto a sus padres. En otra perspectiva, el Evangelio nos presenta a José y María, padres de Jesús, como protectores amorosos y responsables de su hijo. Las amenazas de dos de los descendientes de Herodes, a saber, Arquelao y Antipas, no eran vanas, por tal motivo decidieron emigrar a Egipto y posteriormente a Nazaret. Este suceso nos deja en claro una verdad esencial que todos apreciamos: la misión principal de una familia es cuidar y custodiar la vida plena de cada uno de sus miembros.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Lc 2, 16)
Fueron los pastores a toda prisa y encontraron a María y a José y, recostado en un pesebre, al niño.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor y Dios nuestro, tú que nos has dado en la Sagrada Familia de tu Hijo, el modelo perfecto para nuestras familias, concédenos practicar sus virtudes domésticas y estar unidos por los lazos de tu amor, para que podamos ir a gozar con ella eternamente de la alegría de tu casa. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
El que teme al Señor, honra a sus padres.
Del libro del Sirácide (Eclesiástico): 3, 3-7. 14-17
El Señor
honra al padre en los hijos y respalda la autoridad de la madre sobre ellos.
El que honra a su padre queda limpio de pecado; y acumula tesoros, el que respeta
a su madre.
Quien honra a su padre, encontrará alegría en sus hijos y su oración
será escuchada; el que enaltece a su padre, tendrá larga vida
y el que obedece al Señor, es consuelo de su madre. Hijo, cuida de tu
padre en la vejez y en su vida no le causes tristeza; aunque se debilite su
razón, ten paciencia con él y no lo menosprecies por estar tú
en pleno vigor. El bien hecho al padre no quedará en el olvido y se tomará
a cuenta de tus pecados.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
127 R/. Dichoso el que teme al Señor.
Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos: comerá del fruto
de su trabajo, será dichoso, le irá bien. R/.
Su mujer, como vid fecunda, en medio de su casa; sus hijos, como renuevos de
olivo, alrededor de su mesa. R/.
Esta es la bendición del hombre que teme al Señor: "Que el
Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida". R/.
La vida en familia, de acuerdo con el Señor.
De la carta del apóstol san Pablo a los colosenses: 3, 12-21
Hermanos: Puesto
que Dios los ha elegido a ustedes, los ha consagrado a Él y les ha dado
su amor, sean compasivos, magnánimos, humildes, afables y pacientes.
Sopórtense mutuamente y perdónense cuando tengan quejas contra
otro, como el Señor los ha perdonado a ustedes. Y sobre todas estas virtudes,
tengan amor, que es el vínculo de la perfecta unión.
Que en sus corazones reine la paz de Cristo, esa paz a la que han sido llamados,
como miembros de un solo cuerpo. Finalmente, sean agradecidos.
Que la palabra de Cristo habite en ustedes con toda su riqueza. Enséñense
y aconséjense unos a otros lo mejor que sepan. Con el corazón
lleno de gratitud, alaben a Dios con salmos, himnos y cánticos espirituales;
y todo lo que digan y todo lo que hagan, háganlo en el nombre del Señor
Jesús, dándole gracias a Dios Padre, por medio de Cristo.
Mujeres, respeten la autoridad de sus maridos, como lo quiere el Señor.
Maridos, amen a sus esposas y no sean rudos con ellas. Hijos, obedezcan en todo
a sus padres, porque eso es agradable al Señor. Padres, no exijan demasiado
a sus hijos, para que no se depriman.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Col 3, 15. 16) R/. Aleluya, aleluya.
Que en sus corazones reine la paz de Cristo; que la palabra de Cristo habite
en ustedes con toda su riqueza. R/.
Toma al niño y a su madre y huye a Egipto.
Del santo Evangelio según san Mateo: 2, 13-15. 19-23
Después
de que los magos partieron de Belén, el ángel del Señor
se le apareció en sueños a José y le dijo: "Levántate,
toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allá
hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo".
José se levantó y esa misma noche tomó al niño y
a su madre y partió para Egipto, donde permaneció hasta la muerte
de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por medio
del profeta: De Egipto llamé a mi hijo.
Después de muerto Herodes, el ángel del Señor se le apareció
en sueños a José y le dijo: "Levántate, toma al niño
y a su madre y regresa a la tierra de Israel, porque ya murieron los que intentaban
quitarle la vida al niño".
Se levantó José, tomó al niño y a su madre y regresó
a tierra de Israel. Pero, habiendo oído decir que Arquelao reinaba en
Judea en lugar de su padre, Herodes, tuvo miedo de ir allá, y advertido
en sueños, se retiró a Galilea y se fue a vivir en una población
llamada Nazaret. Así se cumplió lo que habían dicho los
profetas: Se le llamará nazareno. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús. Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Presentemos nuestras
plegarias a Dios, el Padre de todos, que hace de nosotros su familia. Después
de cada petición diremos:
Escúchanos, Padre.
Por la Iglesia, por todos los cristianos. Que el Señor nos llene con
su gracia, y demos siempre un buen testimonio de su bondad. Oremos.
Por el progreso de los pueblos y la paz del mundo. Que el bienestar popular
no los distraiga de los bienes eternos. Oremos.
Por las familias que se encuentran con problemas graves: las que viven en la
pobreza y el abandono, las que sufren tensiones y rupturas. Que encuentren ayuda
y fortaleza para salir adelante. Oremos.
Por nosotros y por nuestras familias. Que nos amemos cada día más,
que sepamos superar las dificultades, que pongamos amor y alegría a nuestro
alrededor, que tengamos el espíritu abierto a todos los que nos necesiten.
Oremos.
Escucha, Padre, nuestra oración. Tú que nos has enviado a tu Hijo
para que sea nuestra luz y nuestra salvación, derrama sobre nosotros
tu amor y bendice al mundo entero con el don de la paz. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, este sacrificio de reconciliación y, por intercesión de la Virgen Madre de Dios y de san José, concede a nuestras familias vivir siempre en tu amistad y en tu paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-III de Navidad.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ba 3, 38)
Nuestro Dios apareció en el mundo y convivió con los hombres.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre lleno de amor, concede a los que acabamos de alimentarnos con este sacramento celestial, imitar siempre los ejemplos de la Sagrada Familia, para que, después de las pruebas de esta vida, podamos gozar eternamente con ellos en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Los desplazamientos forzados de cientos de migrantes que escapan al desempleo o que huyen de las condiciones de inseguridad son de sobra conocidos. Los centros de atención y acogida para los migrantes son una de las manifestaciones del rostro compasivo de Dios, que numerosos pastores y laicos cristianos han organizado en las diferentes rutas por donde los migrantes cruzan nuestro país. El Evangelio de san Mateo nos estimula a solidarizarnos de forma eficaz con aquellos que hacen presente el rostro de Jesús. El conoce la migración forzada, la persecución y de esa manera experimenta en carne propia el destino de sus antepasados. Evocando el final del Evangelio de San Mateo podemos reiterar que cada vez que nos esforzamos en acoger a un forastero o emigrante es a Jesús a quien acogemos y recibimos.
Santos: Félix, Papa y mártir, Sabino de Espoleto, mártir; Juan Alcocer, mártir. Feria (Blanco)
UN CAMINO DE LIBERTAD
I Jn 2, 12-17; Lc 2, 36-40
En esta exhortación animosa el autor de la Primera carta de san Juan pretende entusiasmar a los lectores para que se mantengan fieles en el camino de Vida que Jesús les ha trazado. Jóvenes, padres e hijos han conseguido ya una victoria fundamental puesto que se han liberado del yugo que los encadenaba a la codicia y los deseos mundanos. El camino cristiano es un camino de liberación personal y de transformación social. La victoria sobre el maligno se traduce en mejores condiciones de vida para los creyentes. La profetiza Ana, de la que nos habla el Evangelio de la infancia en san Lucas, fue una mujer creyente que resistió años de privaciones y viudez, pero que jamás se dejó arrancar la esperanza y se mantuvo perseverante, anhelando activamente la liberación de Jerusalén.
Sexto día dentro de la octava de Navidad
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sb 18, 14-15)
Cuando un profundo silencio envolvía todas las cosas y la noche estaba a la mitad de su camino, tu Palabra omnipotente, Señor, descendió de los cielos, desde tu trono real.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos,
Dios todopoderoso, que el nacimiento de tu Hijo en nuestra carne mortal, nos
libre de la antigua esclavitud a la que nos sometió el pecado.
Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
El que hace la voluntad de Dios tiene vida eterna.
De la primera carta del apóstol san Juan: 2, 12-17
Les escribo a ustedes,
hijitos, porque han sido perdonados sus pecados en el nombre de Jesús.
Les escribo a ustedes, padres, porque conocen al que existe desde el principio.
Les escribo a ustedes, jóvenes, porque han vencido al demonio. Les he
escrito a ustedes, hijitos, porque conocen al Padre. Les he escrito a ustedes,
padres, porque conocen al que existe desde el principio. Les he escrito a ustedes,
jóvenes, porque son fuertes y la palabra de Dios permanece en ustedes
y han vencido al demonio.
No amen al mundo ni lo que hay en él. Si alguno ama al mundo, el amor
del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo: las
pasiones desordenadas del hombre, las curiosidades malsanas y la arrogancia
del dinero, no vienen del Padre, sino del mundo. El mundo pasa y sus pasiones
desordenadas también. Pero el que hace la voluntad de Dios tiene vida
eterna. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
95 R/. Alaben al Señor, todos los pueblos.
Alaben al Señor, pueblos del orbe, reconozcan su gloria y su poder y
tribútenle honores a su nombre. R/.
Ofrézcanle en sus atrios sacrificios. Caigamos en su templo de rodillas.
Tiemblen ante el Señor los atrevidos. R/.
"Reina el Señor", digamos a los pueblos. Él afianzó
con su poder el orbe, gobierna a las naciones con justicia. R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Un día sagrado ha brillado para nosotros. Vengan, naciones, y adoren
al Señor, porque hoy ha descendido una gran luz sobre la tierra. R/.
Ana hablaba del niño a los que aguardaban la liberación de Israel.
Del santo Evangelio según san Lucas: 2, 36-40
En aquel tiempo,
había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Asen Era una
mujer muy anciana. De joven, había vivido siete años casada y
tenía ya ochenta y cuatro años de edad. No se apartaba del templo
ni de día ni de noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. (Cuando
José y María entraban en el templo para la presentación
del niño,) se acercó Ana, dando gracias a Dios y hablando del
niño a todos los que aguardaban la liberación de Israel.
Una vez que José y María cumplieron todo lo que prescribía
la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El
niño iba creciendo y fortaleciéndose, se llenaba de sabiduría
y la gracia de Dios estaba con él. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
No se dice Credo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, con bondad las ofrendas de tu pueblo y concédenos que, las realidades que creemos por la fe, las consigamos por este sacramento celestial. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-III de Navidad.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 1, 16)
De su plenitud hemos recibido todos gracia por gracia.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor Dios, que nos unes a ti por la participación de este sacramento, concédenos obtener toda su eficacia para que así, la recepción de este don tuyo, nos haga más dignos de seguirlo recibiendo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Silvestre I, Papa; Columba de Sens, mártir. Beata Josefina Nicoli, religiosa. Feria (Blanco)
EL TESTIGO DE LA LUZ
1 Jn 2,18-21; Jn 1,1-18
Las situaciones descritas en ambos textos, tan semejantes en el estilo y el vocabulario, son de sobra divergentes. Mientras que la Primera carta de san Juan denuncia la actividad propagandística de falsos mesías que confunden a la comunidad cristiana, el Evangelio de san Juan nos presenta el testimonio creíble y transparente de Juan Bautista, testigo de la luz y del Verbo de Dios, intérprete autorizando del amor fiel del Padre. Cada vez que los discípulos sean agitados por periodos de confusión y desconcierto, podrán orientarse por una doble referencia: la unción del Espíritu que los ayuda a discernir la tradición originaria de Jesús y la aceptación de Jesús Mesías glorificado. Quien se atenga al mensaje de vida contenido en el Evangelio y lo interprete conforme al espíritu con que fue escrito permanecerá en la Verdad.
Séptimo día dentro de la octava de Navidad
ANTÍFONA DE ENTRADA (Is 9, 6)
Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado. La insignia del poder está sobre sus hombros y se le llamará Ángel del Gran Consejo.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que has querido que todo esfuerzo del hombre por ir a tu encuentro tenga su origen y su plenitud en el nacimiento de tu Hijo, concédenos contarnos siempre entre el número de los que siguen a Cristo, en quien está la salvación de todo el género humano. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Han recibido ustedes la unción del Espíritu Santo.
De la primera carta del apóstol san Juan: 2, 18-21
Hijos míos:
Ésta es la última hora. Han oído ustedes que iba a venir
el anticristo; pues bien, muchos anticristos han aparecido ya, por lo cual nos
damos cuenta de que es la última hora.
De entre ustedes salieron, pero no eran de los nuestros; pues si hubieran sido
de los nuestros, habrían permanecido con nosotros. Pero sucedió
así para que se pusiera de manifiesto que ninguno de ellos es de los
nuestros.
Por lo que a ustedes toca, han recibido la unción del Espíritu
Santo y tienen así el verdadero conocimiento. Les he escrito, no porque
ignoren la verdad, sino porque la conocen y porque ninguna mentira viene de
la verdad. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
95 R/. Alégrense los cielos y la tierra.
Cantemos al Señor un nuevo canto, que le cante al Señor toda la
tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo, proclamemos su amor
día tras día. R/.
Alégrense los cielos y la tierra, retumbe el mar y el mundo submarino.
Salten de gozo el campo y cuanto encierra, manifiesten los bosques regocijo.
R/.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe.
Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones.
R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 1, 14. 12) R/. Aleluya, aleluya.
Aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros. A todos
los que lo recibieron les concedió poder llegar a ser hijos de Dios.
R/.
Aquel que es la Palabra se hizo hombre.
Del santo Evangelio según san Juan: 1, 1-18
En el principio
ya existía aquel que es la Palabra, y aquel que es la Palabra estaba
con Dios y era Dios. Ya en el principio Él estaba con Dios. Todas las
cosas vinieron a la existencia por Él y sin Él nada empezó
de cuanto existe. Él era la vida, y la vida era la luz de los hombres.
La luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no la recibieron.
Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Éste vino como
testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de
él. Él no era la luz, sino testigo de la luz.
Aquel que es la Palabra era la luz verdadera, que ilumina a todo hombre que
viene a este mundo. En el mundo estaba; el mundo había sido hecho por
Él y, sin embargo, el mundo no lo conoció.
Vino a los suyos y los suyos no lo recibieron; pero a todos los que lo recibieron
les concedió poder llegar a ser hijos de Dios, a los que creen en su
nombre, los cuales no nacieron de la sangre, ni del deseo de la carne, ni por
voluntad del hombre, sino que nacieron de Dios.
Y aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros. Hemos
visto su gloria, gloria que le corresponde como a Unigénito del Padre,
lleno de gracia y de verdad. Juan el Bautista dio testimonio de Él, clamando:
"A éste me refería cuando dije: 'El que viene después
de mí, tiene precedencia sobre mí, porque ya existía antes
que yo' ".
De su plenitud hemos recibido todos gracia sobre gracia. Porque la ley fue dada
por medio de Moisés, mientras que la gracia y la verdad vinieron por
Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás.
El Hijo unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo
ha revelado. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
No se dice Credo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor y Dios nuestro, que infundes en nosotros los sentimientos de la verdadera adoración y nos impulsas a vivir en plena concordia con nuestros prójimos, concédenos poder tributarte con estas ofrendas el culto que te es debido y estrechar los lazos de caridad con nuestros hermanos, por la participación en este sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-III de Navidad.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Jn 4, 9)
Dios envió al mundo a su Hijo único, para darnos vida por medio de Él.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que tu pueblo, Señor, al que jamás has dejado de tu mano, experimente tu ayuda presente y futura a fin de que, disfrutando de los bienes terrenos necesarios, pueda buscar con mayor confianza los bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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