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MISAL FEBRERO DEL 2005
Santos: Severo de Rávena, obispo; Brígida de Kildare, abadesa, y Viridiana de la Toscana, religiosa.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 36, 3-4)
Pon tu esperanza en Dios, practica el bien y vivirás tranquilo en esta tierra. Busca en él tu alegría y te dará el Señor cuanto deseas.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que inspiras y llevas a término todo santo propósito, conduce a tu pueblo por el camino de la salvación y haz que, cuantos lo dejaron todo para consagrarse a ti y seguir a Cristo casto, pobre y obediente, sean fieles en tu servicio y en el de sus hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta a los hebreos: 12, 1-4
Hermanos: Rodeados, como
estamos, por la multitud de antepasados nuestros, que dieron prueba de su fe,
dejemos todo lo que nos estorba; librémonos del pecado que nos ata, para
correr con perseverancia la carrera que tenemos por delante, fija la mirada
en Jesús, autor y consumador de nuestra fe. El, en vista del gozo que
se le proponía, aceptó la cruz, sin temer su ignominia, y por
eso está sentado a la derecha del trono de Dios.
Mediten, pues, en el ejemplo de aquel que quiso sufrir tanta oposición
de parte de los pecadores, y no se cansen ni pierdan el ánimo. Porque
todavía no han llegado ustedes a derramar su sangre en la lucha contra
el pecado. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los cristianos estamos custodiados
por una sombra fresca, la que nos proporciona la nube de testigos que nos precedieron
en la fe, destacando entre todos Jesús, el consumador de la fe.
Del salmo 21 R/. Alaben al Señor los que lo buscan.
Le cumpliré mis promesas al Señor delante de sus fieles. Los pobres
comerán hasta saciarse y alabarán al Señor los que lo buscan:
su corazón ha de vivir para siempre. R/.
Recordarán al Señor y volverán a él desde los últimos
lugares del mundo; en su presencia se postrarán todas las familias de
los pueblos. Sólo ante él se postrarán todos los que mueren.
R/.
Mi descendencia lo servirá y le contará a la siguiente generación,
al pueblo que ha de nacer, la justicia del Señor y todo lo que él
ha hecho. R/.
ACLAMACIÓN (Mt 8,
17) R/. Aleluya, aleluya
Cristo hizo suyas nuestras debilidades y cargó con nuestros dolores.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 5, 21-43
En
aquel tiempo, cuando Jesús regresó en la barca al otro lado del
lago, se quedó en la orilla y ahí se le reunió mucha gente.
Entonces se acercó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo. Al
ver a Jesús, se echó a sus pies y le suplicaba con insistencia:
"Mi hija está agonizando. Ven a imponerle las manos para que se
cure y viva". Jesús se fue con él, y mucha gente lo seguía
y lo apretujaba.
Entre la gente había una mujer que padecía flujo de sangre desde
hacía doce años. Había sufrido mucho a manos de los médicos
y había gastado en eso toda su fortuna, pero en vez de mejorar, había
empeorado. Oyó hablar de Jesús, vino y se le acercó por
detrás entre la gente y le tocó el manto, pensando que, con sólo
tocarle el vestido, se curaría. Inmediatamente se le secó la fuente
de su hemorragia y sintió en su cuerpo que estaba curada.
Jesús notó al instante que una fuerza curativa había salido
de él, se volvió hacia la gente y les preguntó: "¿Quién
ha tocado mi manto?". Sus discípulos le contestaron: "Estás
viendo cómo te empuja la gente y todavía preguntas: '¿Quién
me ha tocado?'. Pero él seguía mirando alrededor, para descubrir
quién había sido. Entonces se acercó la mujer, asustada
y temblorosa, al comprender lo que había pasado; se postró a sus
pies y le confesó la verdad. Jesús la tranquilizó, diciendo:
"Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y queda sana de tu enfermedad.'
Todavía estaba hablando Jesús, cuando unos criados llegaron de
casa del jefe de la sinagoga para decirle a éste: "Ya se murió
tu hija. ¿Para qué sigues molestando al Maestro?. "Jesús
alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga:
"No temas, basta que tengas fe". No permitió que lo acompañaran
más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago.
Al llegar a la casa del jefe de la sinagoga, vio Jesús el alboroto de
la gente y oyó los llantos y los alaridos que daban. Entró y les
dijo: "¿Qué significa tanto llanto y alboroto?. La niña
no está muerta, está dormida". Y se reían de él.
Entonces Jesús echó fuera a la gente, y con los padres de la niña
y sus acompañantes, entró donde estaba la niña. La tomo
de la mano y le dijo: "¡Talitá kum!", que significa:
"Óyeme, niña, levántate". La niña, que
tenía doce años, se levantó inmediatamente y se puso a
caminar. Todos se quedaron asombrados. Jesús les ordenó severamente
que no lo dijeran a nadie y les mandó que le dieran de comer a la niña.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
La fe de Jairo fue sometida a pruebas, retrasos y burlas. Se sobrepuso a todos esos obstáculos; creyó firmemente en Jesús y descubrió que él era el Señor de la vida.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por medio de este sacrificio que te ofrecemos, santifica, Señor, a los que has congregado en tu nombre a fin de que, cumpliendo con fidelidad sus votos, te sirvan con absoluta entrega. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 R 19; 7)
El ángel del Señor le dijo a Elías: Levántate y come, porque aun te queda un largo camino.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
A quienes tu amor ha congregado y hecho partícipes de un mismo pan, concédeles, Señor, ayudarse y estimularse mutuamente en la práctica de la caridad y de las buenas obras, para que, con una vida santa, den testimonio eficaz de Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
LA PRESENTACIÓN DEL SEÑOR.
Santos: Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, y Lorenzo de Canterbury, obispo.
BENDICIÓN DE LAS VELAS Y PROCESIÓN
Primera forma: Procesión
1. A una la hora conveniente,
se reúnen los fieles en algún lugar adecuado, fuera del templo
donde va a efectuarse la procesión. Los fieles sostienen en sus manos
las velas apagadas.
2. El sacerdote, revestido de blanco, como para la misa, se acerca con los ministros,
al lugar donde el pueblo está congregado. En lugar de la casulla, puede
usar la capa pluvial durante la bendición de las velas y la procesión.
3. Mientras encienden las velas, se canta la antífona siguiente u otro
cántico apropiado. Nuestro. Señor vendrá con gran poder,
e iluminará los ojos de sus siervos, aleluya
4. El sacerdote, después de saludar a los fieles en la forma acostumbrada,
les explica brevemente el significado del rito y los exhorta a participar en
él, activa y conscientemente. Lo puede hacer con estas palabras u otras
parecidas:
Hermanos, hace cuarenta días celebramos con júbilo el nacimiento
del Señor. Hoy también la Iglesia está de fiesta al celebrar
el día en que Jesús fue presentado en el templo por María
y Jose.
El Señor quiso sujetarse a este rito para cumplir con las exigencias
de la ley, pero, sobre todo, para manifestarse al pueblo que lo esperaba.
Impulsados por el Espíritu Santo, fueron al templo aquellos dos ancianos,
Simeón y Ana, e iluminados por el mismo Espíritu, reconocieron
al Señor y lo anunciaron a todos con entusiasmo.
También nosotros, que formamos el pueblo de Dios por la gracia del Espíritu
Santo, vayamos al encuentro de Cristo en la casa de Dios.
Halláremos al Señor en la Eucaristía mientras esperamos
su venida gloriosa.
5. Después de la exhortación, el sacerdote bendice las velas,
diciendo con las manos juntas:
Oremos:
Dios nuestro, fuente y principio de toda luz, que concediste al justo Simeón
contemplar a Cristo, luz destinada a iluminar a todas las naciones, bendice
estas velas con las que tus fieles van a ir a tu encuentro en medio de himnos
de alabanza, y escucha su oración a fin de que por el camino del bien
puedan llegar a la luz inextinguible. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
Y rocía las velas con agua bendita, sin decir nada.
6. El sacerdote toma entonces la vela destinada a él e inicia la procesión,
diciendo: Vayamos ahora alegres al encuentro del Señor.
7. Durante la procesión se canta la antífona siguiente, o algún
canto apropiado.
R/. Cristo es la luz enviada para iluminar a las naciones y para gloria de Israel.
Ahora, Señor, ya puede morir en paz tu siervo, se tu promesa. R/.
Porque mis ojos han visto a tu salvador. R/.
Al Salvador a quien has puesto a la vista de todos los pueblos. R/.
8. Al, entrar la procesión en el templo, se canta la antífona
de entrada de la misa llegar al altar, el sacerdote hace la debida reverencia
y, si se cree conveniente, lo inciensa. Luego se dirige a la sede, en donde
se quita la capa pluvial (si la usó en la procesión) y se pone
la casulla. Ahí mismo, después de que se ha cantado el Gloria
dice la Oración Colecta como de ordinario. Prosigue luego la misa de
la manera acostumbrada
Segunda forma: Entrada solemne
9. Los fieles se reúnen en el templo, teniendo las velas en sus manos.
El sacerdote, revestido de ornamentos blancos, va en compañía
de los ministros y de una representación de los fieles a un sitio adecuado,
ya sea ante la puerta del templo o en el interior del mismo, en donde, por lo
menos una gran parte de los fieles, puedan participar cómodamente de
la ceremonia.
10. Al llegar el sacerdote al sitio escogido para la bendición de las
velas, se encienden éstas, y se canta la antífona "Nuestro
Señor vendrá con gran poder", u otro cántico apropiado.
11. En seguida el sacerdote, después del saludo al pueblo y de la breve
exhortación, bendice las velas, como se indica en los nn. 4-5; se efectúa
luego la procesión con los cánticos; como en los nn. 6-7. Para
la misa se observa lo indicado en el n 8.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 47, 10-11)
Recordaremos, Señor, los dones de tu amor en medio de tu templo. Que todos los hombres de la tierra te conozcan y te alaben, porque es infinita tu misericordia
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, mira a tus fieles reunidos hoy para celebrar la presentación en el templo de tu Hijo Jesucristo, y concédenos que podamos presentarnos ante ti plenamente renovados en el espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Malaquías: 3, 1-4
Esto dice el Señor:
"He aquí que yo envío a mi mensajero. El preparará
el camino delante de mí. De improviso entrará en el santuario
el Señor, a quien ustedes buscan, el mensajero de la alianza a quien
ustedes desean. Miren: Ya va entrando, dice el Señor de los ejércitos.
¿Quién podrá soportar el día de su venida? ¿Quién
que dará en pie cuando aparezca? Será como fuego de fundición,
como la lejía de los lavanderos. Se sentará como un fundidor que
refina la plata; como a la plata y al oro, refinará a los hijos de Leví
y así podrán ellos ofrecer, como es debido, las ofrendas al Señor.
Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén,
como en los días pasados, como en los años antiguos". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
La figura central de este
oráculo es un enviado de Dios que tiene como misión acelerar el
proceso de purificación y transformación del pueblo, y de los
levitas y sacerdotes en particular.
Del salmo 23. R/. El Señor es el rey de la gloria.
¡Puertas, ábranse de par en par; agrándense, portones eternos,
porque va a entrar el rey de la gloria! R/
Y ¿quién es el rey de la gloria? Es el Señor, fuerte y
poderoso, el Señor, poderoso en la batalla. R/.
¡Puertas, ábranse de par en par; agrándense, portones eternos,
porque va a entrar el rey de la gloria! R/.
Y ¿quién es el rey de la gloria? El Señor, Dios de los
ejércitos, es el rey de la gloria. R/.
ACLAMACIÓN (Lc 2,
32) R/.Aleluya, aleluya.
Tú eres, Señor, la luz que alumbra a las naciones y la gloria
de tu pueblo, Israel. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 2, 22-40
Transcurrido el tiempo de
la purificación de María, según la ley de Moisés,
ella y José llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo
al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley: Todo primogénito
varón será consagrado al Señor y también para ofrecer,
como dice la ley, un par de tórtolas o dos pichones.
Vivía en Jerusalén un hombre llamado Simeón, varón
justo y temeroso de Dios, que aguardaba el consuelo de Israel; en él
moraba el Espíritu Santo, el cual le había revelado que no moriría
sin haber visto antes al Mesías del Señor. Movido por el Espíritu,
fue al templo, y cuando José y María entraban con el niño
Jesús para cumplir con lo prescrito por la ley, Simeón lo tomó
en brazos y bendijo a Dios, diciendo:
"Señor, ya puedes dejar morir en paz a tu siervo, según lo
que me habías prometido, porque mis ojos han visto a tu Salvador, al
que has preparado para bien de todos los pueblos; luz que alumbra a las naciones
y gloria de tu pueblo, Israel"
El padre y la madre del niño estaban admirados de semejantes palabras.
Simeón los bendijo, y a María, la madre de Jesús, le anunció:
"Este niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento de muchos en
Israel, como signo que provocará contradicción, para que queden
al descubierto los pensamientos de todos los corazones. Y a ti, una espada te
atravesará el alma".
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu
de Aser. Era una mujer muy anciana. De joven, había vivido siete años
casada y tenía ya ochenta y cuatro años de edad. No se apartaba
del templo ni de día ni de noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones.
Ana se acercó en aquel momento, dando gracias a Dios y hablando del niño
a todos los que aguardaban la liberación de Israel.
Y cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se
volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y
fortaleciéndose, se llenaba de sabiduría y la gracia de Dios estaba
con él. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús
La escena de la purificación de María, o el dato del manto de una sola pieza del que habla Juan, son signos de que Jesús fue educado por sus padres en el cumplimiento de la ley mosaica.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sea agradable, Señor, el sacrificio de tu Hijo único, el Cordero sin mancha que tú quieres que la Iglesia te ofrezca por la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor
PREFACIO
En verdad es justo y necesario
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, porque al ser presentado hoy en el
templo tu eterno Hijo, fue proclamado por el Espíritu Santo gloria de
Israel y luz de las naciones.
Por eso, nosotros, al venir hoy llenos de júbilo al encuentro del Salvador,
te alabamos con los ángeles, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 2, 30-31)
Mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has puesto ante la vista de todos los pueblos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor tú que colmaste las esperanzas del anciano Simeón de no morir antes de ver al Mesías, completa en nosotros la obra de tu gracia por medio de esta comunión, para que sepamos buscar siempre a Cristo en esta vida y podamos llegar a contemplarlo en la eternidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Blas de Sebaste, mártir; Oscar de Hamburgo, obispo, y Berlinda de Meerbeke, virgen.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Hb 7, 24)
Cristo, mediador de la nueva alianza, por el hecho de permanecer para siempre, posee un sacerdocio perpetuo.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que para gloria tuya y salvación de todos los hombres constituiste sumo y Eterno sacerdote a tu Hijo, Jesucristo, concede a quienes el ha elegido como ministros suyos y administradores de sus sacramentos y de su Evangelio, la gracia de ser fieles en el cumplimiento de su ministerio. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta a los hebreos: 12, 18-19. 21-24
Hermanos: Cuando ustedes
se acercaron a Dios, no encontraron nada material, como en el Sinaí:
ni fuego ardiente, ni oscuridad, ni tinieblas, ni huracán, ni estruendo
de trompetas, ni palabras pronunciadas por aquella voz que los israelitas no
querían volver a oír nunca.
En efecto, tan terrible era aquel espectáculo, que el mismo Moisés
exclamó: ¡Estoy aterrorizado y tiemblo! Ustedes, en cambio, se
han acercado a Sión, el monte y la ciudad del Dios viviente, a la Jerusalén
celestial, a la reunión festiva de miles y miles de ángeles, a
la asamblea de los primogénitos, cuyos nombres están escritos
en el cielo. Se han acercado a Dios, que es el juez de todos los hombres, y
a los espíritus de los justos que alcanzaron la perfección. Se
han acercado a Jesús, el mediador de la nueva alianza, cuya sangre derramada
es más elocuente que la de Abel. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
El autor contrasta el simbolismo
de los montes: de un lado, el monte Sinaí con su estrépito de
trompetas y, de otro, el monte Sión, que congrega a la ciudad de Dios,
la Jerusalén celeste.
Del salmo 47 R/. Recordamos, Señor, tu gran amor.
Grande es el Señor y muy digno de alabanza, en la ciudad de nuestro Dios.
Su monte santo, altura hermosa, es la alegría de toda la tierra. R/.
El monte Sión, en el extremo norte, es la ciudad del rey supremo. Entre
sus baluartes ha surgido Dios como una fortaleza inexpugnable. R/.
Lo que habíamos oído, lo hemos visto en la ciudad del Dios de
los ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios, fundada para siempre por
Dios mismo. R/.
Recordamos, Señor, tu gran amor en medio de tu templo. Tu renombre, Señor,
y tu alabanza llenan el mundo entero. R/.
ACLAMACIÓN (Mc 1,
15) R/. Aleluya, aleluya.
El Reino de Dios está cerca, dice el Señor; conviértanse
y crean en el Evangelio. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 6, 7-13
En aquel tiempo, llamó
Jesús a los Doce, los envió de dos en dos y les dio poder sobre
los espíritus inmundos. Les mandó que no llevaran nada para el
camino: ni pan, ni mochila, ni dinero en el cinto, sino únicamente un
bastón, sandalias, y una sola túnica.
Y les dijo: "Cuando entren en una casa, quédense en ella hasta que
se vayan de ese lugar. Si en alguna parte no los reciben ni los escuchan, al
abandonar se lugar; sacúdanse el polvo de los pies, como una advertencia
para ellos”.
Los discípulos se fueron a predicar el arrepentimiento. Expulsaban a
los demonios, ungían con aceite a los enfermos y los curaban.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
El evangelista hace un balance positivo de la misión de los Doce, y nos informa que los apóstoles estaban muy identificados con Jesús, por eso obraban señales poderosas en su nombre.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que Jesucristo, nuestro Mediador, haga que te sean aceptables, Señor, nuestras ofrendas y que su sacrificio redentor nos haga vivir cada día mas unidos el, para que toda nuestra vida sea grata a tus ojos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 28, 20)
Sepan que yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos ofrecido en el sacrificio y recibido en la comunión, sean para nosotros, Señor, el principio de una vida nueva, a fin de que, unidos a ti por el amor, demos frutos que permanezcan para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Águeda, mártir; Catalina de religiosa, y beata Isabel Canori Mora, laica.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Por su total consagración a Dios, santa Águeda mereció escuchar estas palabras: Ven, esposa de Cristo, y recibe la corona que el Señor te ha preparado para toda la eternidad.
ORACIÓN COLECTA
Que tu santa virgen y mártir Águeda, tan agradable siempre a tu corazón por la consagración de su virginidad y su valor en el martirio, nos obtenga, Señor, tu fortaleza, para superar nuestro egoísmo y nuestra cobardía. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta a los hebreos: 13, 1-8
Hermanos: Conserven entre
ustedes el amor fraterno y no se olviden de practicar la hospitalidad, ya que
por ella, algunos han hospedado ángeles sin saberlo. Acuérdense
de los que están presos, como si ustedes mismos estuvieran también
con ellos en la cárcel. Piensen en los que son maltratados, pues también
ustedes tienen un cuerpo que puede sufrir.
Que todos tengan gran respeto al matrimonio y lleven una vida conyugal irreprochable,
porque a los que cometen fornicación y adulterio, Dios los habrá
de juzgar.
Que no haya entre ustedes avidez de riquezas, sino que cada quien se contente
con lo que tiene. Dios ha dicho: Nunca te dejaré ni te abandonaré;
por lo tanto, nosotros podemos decir con plena confianza: El Señor cuida
de mí, ¿por qué les he de tener miedo a los hombres?.
Acuérdense de sus pastores, que les predicaron la palabra de Dios. Consideren
cómo terminaron su vida e imiten su fe Jesucristo es el mismo ayer, hoy
y siempre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El exhorto anima a los
lectores a vivir actitudes tan cristianas como la hospitalidad, la fidelidad
conyugal y el amor fraterno. Jesucristo ayer, hoy y siempre nos llama a vivirlas.
Del salmo 26 R/. El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy
a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién
podrá hacerme temblar? R/.
Aunque se lance contra mí un ejército, no temerá mi corazón;
aun cuando hagan la guerra contra mí, tendré plena confianza en
el Señor. R/.
Porque el Señor me procuró un refugio en los tiempos aciagos;
me esconderá en lo oculto de su tienda y él me pondrá a
salvo. R/.
El corazón me dice que te busque y buscándote estoy. No me abandones
ni me dejes solo, mi Dios y salvador. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Lc 815). R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los que cumplen la palabra del Señor con un corazón bueno
y sincero, y perseveran hasta dar fruto. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 6, 14-29
En aquel tiempo, como la
fama de Jesús se había extendido tanto, llegó a oídos
del rey Herodes el rumor de que Juan el Bautista había resucitado y sus
poderes actuaban en Jesús. Otros decían que era Elías;
y otros, que era un profeta, comparable a los antiguos. Pero Herodes insistía:
"Es Juan, a quien yo le corté la cabeza, y que ha resucitado"
Herodes había mandado apresar a Juan y lo había metido y encadenado
en la cárcel. Herodes se había casado con Herodías, esposa
de su hermano Filipo, y Juan le decía: "No te está permitido
tener por mujer a la esposa de tu hermano". Por eso Herodes lo mandó
encarcelar.
Herodías sentía por ello gran rencor contra Juan y quería
quitarle la vida; pero no sabía cómo, porque Herodes miraba con
respeto a Juan, pues sabía que era un hombre recto y santo, y lo tenía
custodiado. Cuando lo oía hablar, quedaba desconcertado, pero le gustaba
escucharlo.
La ocasión llegó cuando Herodes dio un banquete a su corte, a
sus oficiales y a la gente principal de Galilea, con motivo de su cumpleaños.
La hija de Herodías bailó durante la fiesta y su baile les gustó
mucho a Herodes y a sus invitados. El rey le dijo entonces a la joven: "Pídeme
lo que quieras y yo te lo daré". Y le juró varias veces:
"Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino".
Ella fue a preguntarle a su madre: "¿Qué le pido?".
Su madre le contestó: "La cabeza de Juan el Bautista". Volvió
ella inmediatamente junto al rey y le dijo: "Quiero que me des ahora mismo,
en una charola, la cabeza de Juan el Bautista".
El rey se puso muy triste, pero debido a su juramento y a los convidados, no
quiso desairar a la joven, y enseguida mandó a un verdugo que trajera
la cabeza de Juan. El verdugo fue, lo decapitó en la cárcel, trajo
la cabeza en una charola, se la entregó a la joven y ella se la entregó
a su madre.
Al enterarse de esto, los discípulos de Juan fueron a recoger el cadáver
y lo sepultaron. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
En el contexto del capítulo sexto suceden dos comidas, una la preside Jesús y otra Herodes, una reparte panes y peces, la otra exhibe en una charola la cabeza del profeta decapitado.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que los dones que vamos a ofrecerte en honor de tu santa virgen Águeda te sean., Señor, tan agradables, como agradable fue a tus ojos su martirio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Lc 10, 42)
Santa Águeda, virgen, escogió la mejor parte y no le será quitada.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, que glorificaste a santa Águeda con la doble corona de la virginidad y del martirio, concédenos que esta comunión nos ayude a superar todas las pruebas y podamos así alcanzar el Reino eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Felipe de de Jesús, protomártir mexicano; Avito de Vienne, obispo, y Adelaida de Villich, virgen.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Flp 2, 10-11)
Que al nombre de Jesús, todo ser viviente, en el cielo, en la tierra, en el abismo, caiga de rodillas y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que te dignaste
aceptar la sangre de san Felipe de Jesús como una primicia de la fe de
nuestro pueblo, concédenos, por su intercesión, madurar en esa
misma fe, para que demos testimonio de ella no sólo con las palabras,
sino, sobre todo, con los actos de nuestra vida diaria. Por nuestro Señor
Jesucristo.
Fuera de la Arquidiócesis de México solamente se dice una de las
dos lecturas antes del Evangelio, con el Salmo Responsorial.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de la Sabiduría: 3, 1-9
Las almas de los justos
están en las manos de Dios y no les alcanzará ningún tormento.
Los insensatos pensaban que los justos habían muerto, que su salida de
este mundo era una desgracia y su salida de entre nosotros, una completa destrucción.
Pero los justos están en paz.
La gente pensaba que sus sufrimientos eran un castigo, pero ellos esperaban
confiadamente la inmortalidad. Después de breves sufrimientos recibirán
una abundante recompensa, pues Dios los puso a prueba y los halló dignos
de sí. Los probó como oro en el crisol y los aceptó como
un holocausto agradable.
En el día del juicio brillarán los justos como chispas que se
propagan en un cañaveral. Juzgarán a las naciones y dominarán
a los pueblos, y el Señor reinará eternamente sobre ellos.
Los que confían en el Señor comprenderán la verdad y los
que son fieles a su amor permanecerán a su lado, porque Dios ama a sus
elegidos y cuida de ellos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La confianza existe de
forma plena o no existe. No se puede confiar a medias. Por eso este sabio dice
que los justos, a pesar de todas las adversidades, confían en Dios.
Del salmo 123 R/. Nuestra ayuda es invocar al Señor.
Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte cuando los hombres nos
asaltaron, nos habría devorado vivos el fuego de su cólera. R/.
Las aguas nos hubieran sepultado, un torrente nos hubiera llegado al cuello,
un torrente de aguas encrespadas. Bendito sea el Señor, porque no permitió
que nos despedazaran con sus dientes. R/.
Nuestra vida se escapó como un pájaro de la trampa de los cazadores.
La trampa se rompió y nosotros escapamos. Nuestra ayuda nos viene del
Señor, que hizo el cielo y la tierra. R/.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 4, 7-15
Hermanos: Llevamos este
tesoro en vasijas de barro, para que se vea que esta fuerza tan extraordinaria
proviene de Dios y no de nosotros mismos. Por eso sufrimos toda clase de pruebas,
pero no nos angustiamos. Nos abruman las preocupaciones, pero no nos desesperamos.
Nos vemos perseguidos, pero no desamparados; derribados, pero no vencidos.
Llevamos siempre y por todas partes la muerte de Jesús en nuestro cuerpo,
para que en este mismo cuerpo se manifieste también la vida de Jesús.
Nuestra vida es un continuo estar expuestos a la muerte por causa de Jesús,
para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne
mortal. De modo que la muerte actúa en nosotros, y en ustedes, la vida.
Y como poseemos el mismo espíritu de fe que se expresa en aquel texto
de la Escritura: Creo, por eso hablo, también nosotros creemos y por
eso hablamos, sabiendo que aquel que resucitó a Jesús nos resucitará
también a nosotros con Jesús y nos colocará a su lado con
ustedes y todo esto es para bien de ustedes, de manera que, al extenderse la
gracia a más y más personas, se multiplique la acción de
gracias para gloria de Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
San Pablo nos copia aquí uno de sus secretos más profundos, él se ha convertido en un testigo invencible de fe porque tiene dentro de sí la vida de Jesús resucitado.
ACLAMACIÓN (Mt 5,
10) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino
de los cielos, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 9, 23-26
En aquel tiempo, Jesús
le dijo a la multitud: "Si alguno quiere acompañarme, que no se
busque a sí mismo, que tome su cruz de cada día y me siga. Pues
el que quiera conservar para sí mismo su vida, la perderá; pero
el que la pierda por mi causa, ése la encontrará. En efecto, ¿de
qué le sirve al hombre ganar todo el mundo, si se pierde así mismo
o se destruye?.
Por otra parte, si alguien se avergüenza de mí y de mi doctrina,
también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando
venga revestido de su gloria y de la del Padre y de la gloria de los santos
ángeles". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Luego del primer anuncio de la pasión, Jesús exhorta a los suyos a disponerse a perder la vida para poder conservar la Sentencia enigmática que se vuelve clara a partir de la resurrección de Jesús.
En la Arquidiócesis de México, se dice el Credo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, los dones que te presentamos y, por la intercesión de san Felipe de Jesús, haz que nos sirvan de ayuda para conseguir la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque la sangre del glorioso mártir san Felipe de Jesús derramada
como la de Cristo para proclamar su fidelidad a ti, manifiesta tu admirable
poder, que convierte la fragilidad en fortaleza y al hombre débil robustece
para que sea testigo tuyo.
Por eso, como los ángeles te cantan en el cielo, así nosotros
en la tierra te aclamamos, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo..
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt ,1624)
Si alguno quiere venir en pos de mí que no se busque a si mismo, que tome su cruz y me siga, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te suplicamos, Señor, por los méritos de san Felipe de Jesús, que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que acabamos de recibir, nos protejan siempre de todo mal. Por Jesucristo, nuestro Señor.
V DOMINGO ORDINARIO
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 94, 6-7)
Entremos y adoremos de rodillas al Señor, creador nuestro, porque él es nuestro Dios.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Señor, que tu amor incansable cuide y proteja siempre a estos hijos tuyos, que han puesto en tu gracia toda su esperanza. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 58, 7-10
Esto dice el Señor:
"Comparte tu pan con el hambriento, abre tu casa al pobre sin techo, viste
al desnudo y no des la espalda a tu propio hermano.
Entonces surgirá tu luz como la aurora y cicatrizarán de prisa
tus heridas; te abrirá camino la justicia y la gloria del Señor
cerrará tu marcha.
Entonces clamarás al Señor y él te responderá; lo
llamarás, y él te dirá: 'Aquí estoy'.
Cuando renuncies a oprimir a los demás y destierres de ti el gesto amenazador
y la palabra ofensiva; cuando compartas tu pan con el hambriento y sacies la
necesidad del humillado, brillará tu luz en las tinieblas y tu oscuridad
será como el mediodía". Palabra de Dios. T. Te alabamos,
Señor.
La solidaridad con los débiles y empobrecidos es el mejor fármaco
y el mejor camino para que la persona recupere su salud interior y para que
se encuentre con su Dios.
Del salmo 111 R/. El Justo brilla como una luz en las tinieblas.
Quien es justo, clemente y compasivo, como una luz en las tinieblas brilla.
Quienes, compadeció, prestan y llevan su negocio honradamente Jamás
se desviaran. R/.
El justo no vacilará; vivirá su recuerdo para siempre. No temerá
malas noticias, porque en el Señor vive confiadamente. R/.
Firme está y sin temor su corazón. Al pobre da limosna, obra siempre
conforme a la justicia; su frente se alzara llena de gloria. R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 2, 1-5
Hermanos: Cuando llegué
a la ciudad de ustedes para anunciarles el Evangelio, no busqué hacerlo
mediante la elocuencia del lenguaje o la sabiduría humana, sino que resolví
no hablarles sino de Jesucristo, más aún, de Jesucristo crucificado.
Me presenté ante ustedes débil y temblando de miedo: Cuando les
hablé y les prediqué el Evangelio, no quise convencerlos con palabras
de hombre sabio; al contrario, los convencí por medio del Espíritu
y del poder de Dios, a fin de que la fe de ustedes dependiera del poder de Dios
y no de la sabiduría de los hombres. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Pablo era orador elocuente
y un pensador que argumentaba con solidez y contundencia, no obstante, no fincó
su esperanza en sus habilidades oratorias, sino en la fuerza del Espíritu.
ACLAMACIÓN (Jn 8, 12) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá la luz de la vida. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 5, 13-16
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Ustedes son la sal de la tierra. Si la sal
se vuelve insípida, ¿con qué se le devolverá el
sabor? Ya no sirve para nada y se tira a la calle para que la pise la gente.
Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad construida en lo
alto de un monte; y cuando se enciende una vela, no se esconde debajo de una
olla, sino que se pone sobre un candelero para que alumbre a todos los de la
casa.
Que de igual manera brille la luz de ustedes ante los hombres, para que viendo
las buenas obras que ustedes hacen, den gloria a su Padre, que está en
los cielos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Dos imágenes exigentes y claras. Jesús identifica la misión de la comunidad Cristiana con dichas metáforas. El no está alentando el exhibicionismo, sino la responsabilidad evangelizadora.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, Dios nuestro, tú que nos has dado este pan y este vino para reparar nuestras fuerzas, conviértelos para nosotros en sacramento de vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio dominical
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 106, 8-9)
Demos gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace por su pueblo; porque da de beber al que tiene sed y les da de comer a los hambrientos
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que has querido hacernos participar de un mismo pan y de un mismo cáliz, concédenos vivir de tal manera unidos en Cristo, que nuestro trabajo sea eficaz para la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor
REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO: Las sociedades actuales viven de acuerdo con unos valores que enfatizan antes que nada, la libertad y la dignidad de persona. Existe un sinnúmero de cuestiones polémicas que separan a la sociedad en general y a la opinión pública de la fe cristiana. A los discípulos de Jesús no nos corresponde imponerle a nadie las exigencias del evangelio, como tampoco sería adecuado avergonzarnos o disimular nuestras convicciones religiosas. Los católicos respetamos las convicciones y la mentalidad de quienes no confiesan a Jesús, y ejercemos nuestro derecho a expresar, vivir y defender, con caridad y respeto, nuestras convicciones cristianas, de esa manera somos sal que sala y ciudad que se alza sobre el monte.
Santos: Ricardo de Inglaterra, rey; Juan de Triora, mártir, y beato Anselmo Polanco, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Rm 5, 5)
El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por su Espíritu, que habita en nosotros.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo, concédenos que, guiados por este mismo Espíritu, saboreemos el bien y gocemos siempre de sus consuelos. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Génesis: 1, 1-19
En el principio creó
Dios el cielo y la tierra. La tierra era soledad y caos; y las tinieblas cubrían
la faz del abismo. EI espíritu de Dios se movía sobre la superficie
de las aguas.
Dijo Dios: "Que exista la luz", y la luz existió. Vio Díos
que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas. Llamó
a la luz "día" y a las tinieblas, "noche". Fue la
tarde y la mañana del primer día.
Dijo Dios: "Que haya una bóveda entre las aguas, que separe unas
aguas de otras". E hizo Dios una bóveda y separó con ella
las aguas de arriba de las aguas de abajo. Y así fue. Llamó Dios
a la bóveda "cielo". Fue la tarde y la mañana del segundo
día.
Dijo Dios: "Que se junten las aguas de debajo del cielo en un solo lugar
y que aparezca el suelo seco".Y así fue. Llamó Dios "tierra"
al suelo seco y "mar", a la masa de las aguas. Y vio Dios que era
bueno.
Dijo Dios: "Verdee la tierra con plantas que den semilla y árboles
que den fruto y semilla, según su especie, sobre la tierra". Y así
fue. Brotó de la tierra hierba verde, que producía semilla, según
su especie, y árboles que daban fruto y llevaban semilla, según
su especie. Y vio Dios que era bueno. Fue la tarde y la mañana del tercer
día.
Dijo Dios: "Que haya lumbreras en la bóveda del cielo, que separen
el día de la noche, señalen las estaciones, los días y
los años, y luzcan en la bóveda del cielo para iluminar la tierra".
Y así fue. Hizo Dios las dos grandes lumbreras: la lumbrera mayor para
regir el día y la menor, para regir la noche; y también hizo las
estrellas. Dios puso las lumbreras en la bóveda del cielo para iluminar
la tierra, para regir el día y la noche, y separar la luz de las tinieblas.
Y vio Dios que era bueno. Fue la tarde y la mañana del cuarto día.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
En este relato de la creación
sobresale la función ordenadora de los astros, éstos condicionan
la vida de las personas, y establecen tiempos de descanso y reposo, de trabajo
y de fiesta religiosa.
Del salmo 103. R/. Bendice al Señor, alma mía.
Bendice al Señor, alma mía; Señor y Dios mío, inmensa
es tu grandeza. Te vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como un
manto. R/.
Sobre bases inconmovibles asentaste la tierra para siempre. Con un vestido de
mares la cubriste y las aguas en los montes concentraste. R/.
En los valles haces brotar las fuentes, que van corriendo entre montañas;
junto al arroyo vienen a vivir las aves, que cantan entre las ramas. R/.
¡Qué numerosas son tus obras, Señor, y todas las hiciste
con maestría! La tierra está llena de tus creaturas. Bendice al
Señor, alma mía. R/.
ACLAMACIÓN (cfr
Mt 423). R/. .Aleluya, aleluya.
Jesús proclamaba el Evangelio del Reino y curaba a la gente de toda enfermedad.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 6,
53-56
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos terminaron la travesía
del lago y tocaron tierra en Genesaret.
Apenas bajaron de la barca, la gente los reconoció y de toda aquella
región acudían a él, a cualquier parte donde sabían
que se encontraba, y le llevaban en camillas a los enfermos.
Adondequiera que llegaba, en los poblados, ciudades o caseríos, la gente
le ponía a sus enfermos en la calle y le rogaba que por lo menos los
dejara tocar la punta de su manto; y cuantos lo tocaban, quedaban curados. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Este sumario registra con sencillez cómo se extendió la fama de Jesús, como sanador y taumaturgo por toda Galilea, al punto que las multitudes lo buscaban afanosamente para que los curara.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, nuestras ofrendas y con la luz del Espíritu Santo purifica nuestros corazones. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 67, 29)
Despliega, Señor, tu poder; el poder que por nosotros desplegaste desde tu templo, en lo alto de Jerusalén.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que tu Espíritu Santo, Señor, descienda sobre nosotros, purifique nuestros corazones y los fecunde, penetrándolos con su divino rocío. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Jerónimo Emiliano, fundador; Josefina Bakhita, religiosa, y Coínta de Alejandría, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Is 53, 4)
El Señor ha cargado con nuestros sufrimientos, ha soportado nuestros dolores
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que quisiste que tu Hijo unigénito soportara nuestros sufrimientos, para enseñarnos el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha nuestras súplicas por nuestros hermanos enfermos y concede a cuantos están afligidos por el dolor, las penas y la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que el Señor a llamado bien aventurados, y de saberse unidos para salvación del mundo, a la pasión de Cristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Génesis: 1, 20-2, 4
Dijo Dios: "Agítense
las aguas con un hervidero de seres vivientes y revoloteen sobre la tierra las
aves, bajo la bóveda del cielo". Creó Dios los grandes animales
marinos y los vivientes que el agua se deslizan y la pueblan, según su
especie. Creo también el mundo de las aves, según sus especies.
Vio Dios que era bueno y los bendijo, diciendo: "Sean fecundos y multiplíquense;
llenen las aguas del mar; que las aves se multipliquen en la tierra". Fue
la tarde y la mañana del quinto día.
Dijo Dios: "Produzca la tierra vivientes según sus especies: animales
domésticos, reptiles y fieras, según su especies". Y así
fue hizo Dios las fieras, los animales domésticos y los reptiles, cada
uno según su especie. Y vio Dios que era bueno " Dijo Dios: "Hagamos
al hombre a nuestra imagen y semejanza; que domine a los peces del mar, a las
aves del cielo, a los animales domésticos y a todo animal que se arrastra
sobre la tierra".
Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen suya lo creó; hombre
y mujer los creó.
Y los bendijo Dios y les dijo: "Sean fecundos y multiplíquense,
llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves
del cielo y a todo ser viviente que se mueve sobre la tierra".
Y dijo Dios: "He aquí que les entrego todas las plantas de semilla
que hay sobre la faz de la tierra, y todos los árboles que producen fruto
y semilla, para que les sirvan de alimento: Y a todas las fieras de la tierra,
a todas las aves del cielo, a todos los reptiles de la tierra, a todos los seres
que respiran, también les doy por alimento las verdes plantas".
Y así fue. Vio Dios todo lo que había hecho y lo encontró
muy bueno. Fue la tarde y la mañana del sexto día.
Así quedaron concluidos el cielo y la tierra con todos sus ornamentos,
y terminada su obra, descansó Dios el séptimo día de todo
cuanto había hecho. Dios bendijo el séptimo día y lo consagró,
porque ese día cesó de trabajar en la creación del universo.
Ésta es la historia de la creación del cielo y de la tierra. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Dios concluye su obra y
asigna a los humanos, hechos su imagen, la tarea de custodiar el mundo y pastorear
a los vivientes a fin de que la vida se multiplique armoniosamente en la tierra.
Del salmo 8 R/. ¡Qué admirable, Señor, es tu poder!
Cuando contemplo el cielo, obra de tus manos, la luna y las estrellas, que has
creado, me pregunto: ¿Qué es el hombre, para que de él
te acuerdes; ese pobre ser humano, para que de él te preocupes?. R/.
Sin embargo, lo hiciste un poquito inferior a los ángeles, lo coronaste
de gloria y dignidad; le diste el mando sobre las obras de tus manos y todo
lo sometiste bajo sus pies. R/.
Pusiste a su servicio los rebaños y las manadas, todos los animales salvajes,
las aves del cielo y los peces del mar, que recorren los caminos de las aguas.
R/.
ACLAMACIÓN (Sal
118.36. 29) R/.Aleluya, aleluya.
Inclina, Dios mío, mi corazón a tus preceptos y dame la gracia
de cumplir tu voluntad. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 7, 1-13
En aquel tiempo, se acercaron
a Jesús los fariseos y algunos escribas, venidos de Jerusalén.
Viendo que algunos de los discípulos de Jesús comían con
las manos impuras, es decir, sin habérselas lavado, los fariseos y los
escribas le preguntaron: "¿Por qué tus discípulos
comen con manos impuras y no siguen la tradición de nuestros mayores?"
(Los fariseos y los judíos, en general, no comen sin lavarse antes las
manos hasta el codo, siguiendo la tradición de sus mayores; al volver
del mercado, no comen sin hacer primero las abluciones, y observan muchas otras
cosas por tradición, como purificar los vasos, las jarras y las ollas).
Jesús les contestó: "¡Qué bien profetizó
Isaías sobre ustedes, hipócritas, cuando escribió: Este
pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de
mí. Es inútil el culto que me rinden, porque enseñan doctrinas
que no son sino preceptos humanos. Ustedes dejan a un lado el mandamiento de
Dios, para aferrarse a las tradiciones de los hombres"
Después añadió: "De veras son ustedes muy hábiles
para violar el mandamiento de Dios y conservar su tradición. Porque Moisés
dijo: Honra a tu padre y a tu madre. El que maldiga a su padre o a su madre,
morirá. Pero ustedes dicen: 'Si uno dice a su padre o a su madre: Todo
aquello con que yo te podría ayudar es corbán (es decir, ofrenda
para el templo), ya no puede hacer nada por su padre o por su madre'. Así
anulan la palabra de Dios con esa tradición que se han transmitido y
hacen muchas cosas semejantes a ésta". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Los líderes religiosos de Israel estaban realmente extraviados al interpretar erróneamente la voluntad de Dios, al punto que, "colaban el mosquito y se tragaban el camello"
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, cuya providencia dirige cada momento de nuestra vida, recibe las súplicas y las ofrendas con que imploramos tu misericordia por nuestros hermanos enfermos, para que la preocupación de ahora por su enfermedad, se nos convierta pronto en gozo por su salud. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Col 1, 24)
Así completo en mi carne los dolores de Cristo, por el bien de su cuerpo, que es la Iglesia.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios nuestro, auxilio inefable en la enfermedad, ayuda con tu poder a estos hijos tuyos enfermos, para que, aliviados por tu misericordia, vuelvan a ocupar su lugar en la asamblea de tus fieles. Por Jesucristo, nuestro Señor.
MIÉRCOLES DE CENIZA
Santos: Apolonia de Alejandría, mártir, y beata Eusebia Palomino, religiosa.
RITOS INICIALES y LITURGIA DE LA PALABRA
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sb 11, 24-25. 27)
Señor, tú
tienes misericordia de todos y nunca odias a tus creaturas; borras los pecados
de los hombres que se arrepienten y los perdonas, porque tú, Señor,
eres nuestro Dios.
Se omite el acto penitencial, que es sustituido por el rito de la imposición
de la ceniza.
ORACIÓN COLECTA
Que el día de ayuno con el que iniciamos, Señor, esta Cuaresma, sea el principio de una verdadera conversión a ti, y que nuestros actos de penitencia nos ayuden a vencer el espíritu del mal. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Joel: 2, 12-18
Esto dice el Señor:
"Todavía es tiempo. Vuélvanse a mí de todo corazón,
con ayunos, con lágrimas y llanto; enluten su corazón y no sus
vestidos.
Vuélvanse al Señor Dios nuestro, porque es compasivo y misericordioso,
lento a la cólera, rico en clemencia, y se conmueve ante la desgracia.
Quizá se arrepienta, se compadezca de nosotros y nos deje una bendición,
que haga posibles las ofrendas y libaciones al Señor, nuestro Dios.
Toquen la trompeta en Sión, promulguen un ayuno, convoquen la asamblea,
reúnan al pueblo, santifiquen la reunión, junten a los ancianos,
convoquen a los niños, aun a los niños de pecho. Que el recién
casado deje su alcoba y su tálamo la recién casada.
Entre el vestíbulo y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor,
diciendo: 'Perdona, Señor, perdona a tu pueblo. No entregues tu heredad
a la burla de las naciones. Que no digan los paganos: ¿Dónde está
el Dios de Israel?'.
Y, el Señor se llenó de celo por su tierra y tuvo piedad de su
pueblo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El profeta Joel urge a
los sacerdotes de Jerusalén a convertirse en animadores de la conversión.
A ellos les toca entusiasmar al pueblo para que recorra de manera auténtica
el camino de la conversión.
Del salmo 50 R/. Misericordia, Señor, hemos pecado.
Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate
de mí y olvida mis ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y
purifícame de mis pecados. R/.
Puesto que reconozco mis culpas, tengo siempre presentes mis pecados. Contra
ti solo pequé, Señor, haciendo lo que a tus ojos era malo. R/.
Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu
nuevo para cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti,
ni retires de mí tu santo espíritu. R/.
Devuélveme tu salvación, que regocija, y mantén en mí
un alma generosa. Señor, abre mis labios y cantará mi boca tu
alabanza. R/.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 5,
20-6, 2
Hermanos: Somos embajadores de Cristo, y por nuestro medio, es como si Dios
mismo los exhortara a ustedes. En nombre de Cristo les pedimos que se dejen
reconciliar con Dios. Al que nunca cometió pecado, Dios lo hizo "pecado"
por nosotros, para que, unidos a él, recibamos la salvación de
Dios y nos volvamos justos y santos.
Como colaboradores que somos de Dios, los exhortamos a no echar su gracia en
saco roto. Porque el Señor dice: En el tiempo favorable te escuché
y en el día de la salvación te socorrí. Pues bien, ahora
es el tiempo favorable; ahora es el día de la salvación. Palabra
de Dios. T. Te alabamos, Señor.
El apóstol Pablo vive a plenitud su misión como embajador de la
reconciliación, por eso urge a los cristianos a vivir el tiempo favorable,
el día de la salvación
ACLAMACIÓN {cfr.
Sal 94, 8) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su
corazón". R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 6, 1-6. 16-18
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Tengan cuidado de no practicar sus obras
de piedad delante de los hombres para que los vean. De lo contrario, no tendrán
recompensa con su Padre celestial
Por lo tanto, cuando des limosna no lo anuncies con trompeta, como hacen los
hipócritas en las sinagogas y por las calles, para que los alaben los
hombres. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio,
cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha, para
que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes hagan oración, no sean como los hipócritas, a quienes
les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para
que los vea la gente. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú,
en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora ante
tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve lo
secreto, te recompensará.
Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como esos hipócritas que
descuidan la apariencia de su rostro, para que la gente note que están
ayunando. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio,
cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que
no sepa la gente que estás ayunando, sino tu Padre, que está en
lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Nuestras obras buenas lo serán realmente, cuando animen a las personas a reconocer el señorío y la bondadosa misericordia de Dios, y no nuestra bondad y filantropía.
BENDICIÓN DE LA CENIZA
Después de la homilía,
el sacerdote, de pie y con las manos juntas, dice:
Hermanos, pidamos humildemente a Dios Padre que bendiga con su gracia esta ceniza
que, en señal de penitencia, vamos a imponer sobre nuestras cabezas y
después de un breve momento de oración en silencio, prosigue:
ORACIÓN
Señor Dios, que te apiadas de quienes se humillan y concedes tu paz a los que se arrepienten, escucha con bondad nuestras suplicas y derrama la gracia de tu bendición sobre estos siervos tuyos que van a recibir la ceniza, para que, fieles a las prácticas cuaresmales puedan llegar, con un alma purificada, a celebrar la Pascua de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. R/. Amén.
Y rocía la ceniza con agua bendita, sin decir nada.
IMPOSICIÓN DE LA CENIZA
Enseguida, el sacerdote
impone la ceniza a todos los presentes que se acercan a él, y dice a
cada uno:
Arrepiéntete y cree en el Evangelio (Mc .1, 15)
O bien:
Acuérdate de que
eres polvo y al polvo has de volver (cfr. Gn 3, 19)
Mientras tanto, se entona un canto apropiado
ANTÍFONA (cfr Jl 2, 13)
Renovemos nuestra vida con un espíritu de humildad y penitencia; ayunemos y lloremos delante del Señor, porque la misericordia de nuestro Dios está siempre dispuesta a perdonar nuestros pecados.
OTRA ANTÍFONA (Jl 2, 17; Est 13, 17)
Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor, y digan: Perdona, Señor, perdona a tu pueblo, y no cierres la boca de aquellos que te alaban.
OTRA ANTÍFONA (Sal 50, 3)
Borra, Señor, mis
pecados.
Esta antífona puede repetirse después de cada verso del Salmo
50,
"Por tu inmensa compasión y misericordia"
RESPONSORIO (cfr. Ba 32; Sal 78, 9)
Renovémonos y reparemos
los males que por ignorancia hemos cometido; no sea que, sorprendidos por el
día de la muerte, busquemos, sin poder encontrarlo, el tiempo de hacer
penitencia. R/.
R/. Escúchanos, Señor, y ten piedad, porque hemos pecado contra
ti.
Ven en nuestra ayuda, Dios salvador nuestro; por el honor de tu nombre, líbranos,
Señor. R/.
Terminada la imposición de la ceniza, el sacerdote se lava las manos.
La ceremonia termina con la oración universal o de los fieles.
No se dice Credo.
LITURGIA EUCARÍSTICA
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, este sacrificio con el que iniciamos solemnemente la Cuaresma, y concédenos que por medio de las obras de caridad y penitencia, venzamos nuestros vicios y, libres de pecado, podamos unimos mejor a la pasión de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Prefacio de Cuaresma III o IV.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 1, 2-3)
El que medita la ley del Señor día y noche, dará fruto a su tiempo
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta comunión
abra, Señor, nuestro corazón a la justicia y a la caridad, para
que observemos el único ayuno que tú quieres y que conduce a nuestra
salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
La bendición e imposición de la ceniza pueden hacerse también
sin misa. En este caso, conviene celebrar antes la liturgia de la Palabra, usando
el canto de entrada, la oración colecta y las lecturas con sus cánticos,
como en la misa. Enseguida se tienen la homilía y la bendición
e imposición de la ceniza La ceremonia se termina con la oración
universal.
DESPUÉS DE CENIZA
Santos: Escolástica, fundadora; Guillermo de Malavalle, abad, y beato Luis Steginac, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Sal 54.17-20. 23)
Clamé al Señor, y escuchó mi voz y me libró de los que me atacaban. Encomienda a Dios tus afanes y él te sustentará.
ORACION COLECTA
Inspira, Señor, nuestras acciones y dirígelas con tu gracia, para que todo cuanto emprendamos lo iniciemos en tu nombre y podamos llevarlo a término por tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Deuteronomio: 30, 15-20
Esto dice el Señor:
"Mira: Hoy pongo delante de ti la vida y el bien o la muerte y el mal.
Si cumples lo que yo te mando hoy, amando al Señor, tu Dios, siguiendo
sus caminos, cumpliendo sus preceptos, mandatos y decretos, vivirás y
te multiplicarás. El Señor, tu Dios, te bendecirá en la
tierra donde vas a entrar para poseerla. Pero si tu corazón se resiste
y no obedeces, si te dejas arrastrar y te postras para dar culto a dioses extranjeros,
yo te anuncio hoy que perecerás sin remedio y que, pasado el Jordán
para entrar a poseer la tierra, no vivirás muchos años en ella.
Hoy tomo por testigos al cielo y a la tierra de que les he propuesto la vida
o la muerte, la bendición o la maldición. Elige la vida y vivirás,
tú y tu descendencia, amando al Señor, tu Dios, escuchando su
voz, adhiriéndote a él; pues en eso está tu vida y el que
habites largos años en la tierra que el Señor prometió
dar a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
El exhorto final con el
cual se cierra el Deuteronomio es realista y conciso: en la vida hay dos caminos,
el hombre los conoce y tiene que decidir, escogiendo entre la vida o la muerte.
Del salmo 1. R/. Dichoso el hombre que confía en el Señor.
Dichoso aquel que no se
guía por mundanos criterios, que no anda en malos pasos ni se burla del
bueno, que ama la ley de Dios y se goza en cumplir sus mandamientos. R/.
Es como un árbol plantado junto al río, que da fruto a su tiempo
y nunca se marchita. En todo tendrá éxito. R/.
En cambio, los malvados serán como la paja barrida por el viento. Porque
el Señor protege el camino del justo y al malo sus caminos acaban por
perderlo. R/.
ACLAMACIÓN (Mt 4,
17). R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Conviértanse, dice el Señor, porque ya está cerca el Reino
de los cielos. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 9, 22-25
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Es necesario que el Hijo del hombre sufra
mucho, que sea rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas,
que sea entregado a la muerte y que resucite al tercer día".
Luego, dirigiéndose a la multitud, les dijo: "Si alguno quiere acompañarme,
que no se busque a sí mismo, que tome su cruz de cada día y me
siga. Pues el que quiera conservar para sí mismo su vida, la perderá;
pero el que la pierda por mi causa, ése la encontrará: En efecto,
¿de que le sirve al hombre ganar todo el mundo, si se pierde a sí
mismo o se destruye?". Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús'.
Jesús advierte a los suyos de la peligrosidad del egoísmo que aleja de la cruz. Quien tiene el corazón lleno de sus conquistas, se vuelve soberbio con Dios e insensible al dolor de sus hermanos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, con bondad estas Ofrendas que te presentamos, para que nos alcancen tu perdón y den Gloria a tu nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 50, 12)
Señor, crea en mí un corazón puro, y renueva en mi interior un espíritu firme.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos recibido en esta comunión, sean para nosotros fuente de perdón, de santidad y de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
DESPUÉS DE CENIZA
Santos: Nuestra Señora de Lourdes; Gregorio II, Papa, y Severino de Agaune, abad.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 29, 11)
El Señor me escuchó, tuvo piedad de mí y ha venido en mi ayuda
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, tu gracia durante estos días de penitencia cuaresmal, para que a nuestras prácticas externas corresponda una verdadera renovación del espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 58, 1-9
Esto dice el Señor:
"Clama a voz en cuello y que nadie te detenga. Alza la voz como trompeta.
Denuncia a mi pueblo sus delitos, a la casa de Jacob sus pecados.
Me buscan día a día y quieren conocer mi voluntad, como si fuera
un pueblo que se comportara rectamente y respetara los juicios de Dios. Me piden
sentencias justas y anhelan tener cerca a Dios. Me dicen todos los días:
' ¿Para qué ayunamos, si tú no nos ves? ¿Para qué
nos mortificamos, si no te das por enterado?'.
Es que el día en que ustedes ayunan encuentran la forma de hacer negocio
y oprimen a sus trabajadores. Es que ayunan, sí, para luego reñir
y disputar, para dar puñetazos sin piedad. Ese no es un ayuno que haga
oír en el cielo la voz de ustedes. ¿Acaso es éste el ayuno
que me agrada? ¿Es ésta la mortificación que yo acepto
del hombre: encorvar la cabeza y, como un Junco y acostarse sobre saco y ceniza?
¿A esto llaman ayuno y día agradable al Señor? El ayuno
que yo quiero de ti es éste, dice el Señor: Que rompas las cadenas
injustas y levantes los yugos opresores; o, que liberes a los oprimidos y rompas
todos los yugos; que compartas tu pan con el hambriento y abras tu casa al pobre
sin techo; que vistas al desnudo y no des la espalda a tu propio hermano.
Entonces surgirá tu luz como la aurora y cicatrizarán de prisa
tus heridas; te abrirá camino la justicia y la gloria del Señor
cerrará tu marcha. Entonces clamarás al Señor y te responderá;
lo llamarás y te dirá: 'Aquí estoy' Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
El ayuno es una expresión
de la aflicción interior. Quien ayuna reconoce su necesidad de cambiar
su vida: No se puede ayunar y seguir explotando y vejando al hermano.
Del salmo 50 R/. A un corazón contrito, Señor, no lo desprecias.
Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate
de mí y olvida mis ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y
purifícame de mis pecados. R/.
Puesto que reconozco mis culpas, tengo siempre presentes mis pecados. Contra
ti solo pequé, Señor, haciendo lo que a tus ojos era malo. R/.
Tú, Señor, no te complaces en los sacrificios y si te ofreciera
un holocausto, no te agradaría. Un corazón contrito te presento,
y a un corazón contrito tú nunca lo desprecias. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Am 514). R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Busquen el bien y no el mal, para que vivan, y el Señor estará
con ustedes. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 9, 14-15
En aquel tiempo, los discípulos
de Juan fueron a ver a Jesús y le preguntaron: "¿Por qué
tus discípulos no ayunan, mientras nosotros y los fariseos sí
ayunamos?". Jesús les respondió: "¿Cómo
pueden llevar luto los amigos del esposo, mientras él está con
ellos? Pero ya vendrán días en que les quitarán al esposo,
y entonces sí ayunarán". Palabra del Señor. T. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Lo nuevo con lo nuevo y lo viejo con lo viejo. La novedad más grande
que vivimos los cristianos es la vida y la presencia de Jesús, esa vida
nueva nos rejuvenece y vigoriza.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que el sacrificio que te ofrecemos en este tiempo de preparación para la Pascua nos haga agradables a tus ojos y más generosos en la práctica de la penitencia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 24, 4)
Señor, enséñame tus caminos, dime cuáles son tus senderos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que nuestra participación en este sacramento nos libre, Señor, de todas nuestras culpas y nos obtenga de tu misericordia la conversión de nuestro espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.
DESPUÉS DE CENIZA
Santos: Julián el Hospitalario, penitente; Eulalia de Mérida, mártir, y Melesio de Antioquía, obispo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 68, 17)
Escúchanos, Señor, pues eres bueno y míranos conforme a tu bondad infinita.
ORACIÓN COLECTA
Dios eterno y todopoderoso, mira compasivo nuestra debilidad, y extiende tu mano para protegernos. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 58, 9-14
Esto dice el Señor:
"Cuando renuncies a oprimir a los demás y destierres de ti el gesto
amenazador y la palabra ofensiva; cuando compartas tu pan con el hambriento
y sacies la necesidad del humillado, brillará tu luz en las tinieblas
y tu oscuridad será como el mediodía. El Señor te dará
reposo permanente; en el desierto saciará tu hambre y dará vigor
a tu cuerpo; serás como un huerto bien regado, como un manantial cuyas
aguas no se agotan.
Construirás sobre tus viejas ruinas y edificarás sobre cimientos
muy antiguos; te llamarán reparador de brechas y restaurador de hogares
derruidos.
Si detienes tus pasos para no violar el sábado y no tratas tus negocios
en mi día santo, si llamas al sábado tu delicia y lo consagras
a la gloria del Señor, si lo honras absteniéndote de viajes, de
buscar tu interés, de tratar tus asuntos, entonces el Señor será
tu delicia. Te asentaré sobre mis montañas, te haré gustar
la herencia de tu padre Jacob". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
En este capítulo
el profeta aclara un punto aparentemente sencillo de entender, aunque difícil
de vivir: Dios condiciona sus promesas y bendiciones a la fidelidad y la obediencia
de sus mandatos.
Del salmo 85 R/. Señor, enséñame a seguir fielmente tus
caminos.
Presta, Señor, oídos a mi súplica, pues soy un pobre, lleno
de desdichas. Protégeme, Señor, porque te amo; salva a tu servidor,
que en ti confía. R/.
Ten compasión de mí, pues clamo a ti, Dios mío, todo el
día, y ya que a ti, Señor, levanto el alma, llena a este siervo
tuyo de alegría. R/.
Puesto que eres, Señor, bueno y clemente y todo amor con quien tu nombre
invoca, escucha mi oración y a mi súplica da respuesta pronta.
R/.
ACLAMACIÓN (Ez 33,
11). R/.
Honor y gloria a ti, Señor Jesús. No quiero la muerte del pecador,
sino que se arrepienta y viva, dice el Señor R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 5, 27-32
En aquel tiempo, vio Jesús
a un publicano, llamado Leví (Mateo), sentado en su despacho de recaudador
de impuestos, y le dijo: "Sígueme". El, dejándolo todo,
se levantó y lo siguió. Leví ofreció en su casa
un gran banquete en honor de Jesús, y estaban a la mesa, con ellos, un
gran número de publícanos y otras personas. Los fariseos "y
los escribas criticaban por eso a los discípulos, diciéndoles:
"¿Por qué comen y beben con publícanos y pecadores?".
Jesús les respondió: "No son los sanos los que necesitan
al médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino
a los pecadores, para que se conviertan". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Estas recomendaciones no son reglas para cumplir al pie de la letra, son ejemplo
que nos animan a vivir actitud desmesuradamente compasiva y amorosa hacia los
demás.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que este sacrificio de reconciliación y de alabanza que vamos a ofrecerte, nos purifique, Señor, y nos renueve, para que todos nuestros pensamientos y acciones se apeguen a tu voluntad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 9, 13)
Misericordia quiero y no sacrificios, dice el Señor; no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que este sacramento que hemos recibido, y que es fuente de vida para tu Iglesia, sea para nosotros prenda segura de salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
I DOMINGO DE CUARESMA
Santos: Pablo Le Van Loc, mártir; beatos Cristina de Espoleto, religiosa y Jordán de Sajonia, presbítero.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 90.15-16)
Me invocará y yo lo escucharé; lo libraré y lo glorificaré; prolongaré los días de su vida.
No se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso, que las prácticas anuales propias de la Cuaresma nos ayuden a progresar en el conocimiento de Cristo y a llevar una vida más cristiana. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Génesis: 2, 7-9; 3, 1-7
Después de haber
creado el cielo y la tierra, el Señor Dios tomó polvo del suelo
y con él formó al hombre; le sopló en la nariz un aliento
de vida, y el hombre comenzó a vivir. Después plantó el
Señor un jardín al oriente del Edén y allí puso
al hombre que había formado. El Señor Dios hizo brotar del suelo
toda clase de árboles, de hermoso aspecto y sabrosos frutos, y además,
en medio del jardín, el árbol de la vida y el árbol del
conocimiento del bien y del mal.
La serpiente era el más astuto de los animales del campo que había
creado el Señor Dios. Un día le dijo a la mujer: " ¿Es
cierto que Dios les ha prohibido comer de todos los árboles del jardín?"
La mujer respondió: "Podemos comer del fruto de todos los árboles
del jardín, pero del árbol que está en el centro, dijo
Dios: 'No comerán de él ni lo tocarán, porque de lo contrario,
habrán de morir' ".
La serpiente replicó a la mujer: "De ningún modo. No morirán.
Bien sabe Dios que el día que coman de los frutos de ese árbol,
se les abrirán a ustedes los ojos y serán como Dios, que conoce
el bien y el mal".
La mujer vio que el árbol era bueno para comer, agradable a la vista
y codiciable, además, para alcanzar la sabiduría. Tomó,
pues, de su fruto, comió y le dio a su marido, que estaba junto a ella,
el cual también comió. Entonces se les abrieron los ojos a los
dos y se dieron cuenta deque estaban desnudos. Entrelazaron unas hojas de higuera
y se cubrieron con ellas. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Este diálogo reproduce
la desarmonía interior que padecemos los mortales, no sabemos discernir
el bien del mal y nos dejamos seducir por espejismos y medias verdades.
Del salmo 50 R/. Misericordia, Señor, hemos pecado.
Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate
de mí y olvida mis ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y
purifícame de mis pecados. R/.
Puesto que reconozco mis culpas, tengo siempre presentes mis pecados. Contra
ti solo pequé, Señor, haciendo lo que a tus ojos era malo. R/.
Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu
nuevo para cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti,
ni retires de mí tu santo espíritu. R/.
Devuélveme tu salvación, que regocija, mantén en mí
un alma generosa. Señor, abre mis labios y cantará mi boca tu
alabanza. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 5, 12-19
Hermanos: Así como
por un solo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado entró
la muerte, así la muerte llegó a todos los hombres, por cuanto
todos pecaron.
Antes de la ley de Moisés ya había pecado en el mundo y, si bien
es cierto que el pecado no se imputa cuando no hay ley, sin embargo, la muerte
reinó desde Adán hasta Moisés aun sobre aquellos que no
pecaron con una trasgresión semejante a la de Adán, el cual es
figura del que había de venir.
Ahora bien, con el don no sucede como con el delito, porque si por el delito
de uno solo murieron todos, cuánto más la gracia de Dios y el
don otorgado por la gracia de un solo hombre, Jesucristo, se han desbordado
sobre todos y con el don no sucede como con las consecuencias del pecado de
uno solo, porque ciertamente la sentencia, partiendo de uno solo, lleva a la
condenación, pero la obra de la gracia, partiendo de muchos delitos,
se resuelve en justificación.
En efecto, si por el delito de uno solo reinó la muerte, por un solo
hombre, ¡con cuánta más razón los que reciben la
abundancia de la gracia y el don de la justicia, reinarán en la vida
por uno solo, Jesucristo!.
Así pues, como el delito de uno solo atrajo sobre todos los hombres la
condenación, así también la obra de justicia de uno solo
procura para todos los hombres la justificación, que da la vida. En efecto,
así como por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos
pecadores, así también por la obediencia de uno solo todos serán
constituidos justos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Pablo no mira las cosas de manera pesimista. Reconoce los efectos nocivos de la desobediencia del primer Adán y celebra esperanzado la salvación que nos trae Jesucristo.
ACLAMACIÓN (Mt 4,
4) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que
sale de la boca de Dios. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 4, 1-11
En aquel tiempo, Jesús
fue conducido por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio.
Pasó cuarenta días y cuarenta noches sin comer y, al final, tuvo
hambre. Entonces se le acercó el tentador y le dijo: "Si tú
eres el Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en panes".
Jesús le respondió: "Está escrito: No sólo
de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca
de Dios".
Entonces el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso en la parte más
alta del templo y le dijo: "Si eres el Hijo de Dios, échate para
abajo, porque está escrito: Mandará a sus ángeles que te
cuiden y ellos te tomarán en sus manos, para que no tropiece tu pie en
piedra alguna". Jesús le contestó: "También está
escrito: No tentarás al Señor, tu Dios".
Luego lo llevó el diablo a un monte muy alto y desde ahí le hizo
ver la grandeza de todos los reinos del mundo y le dijo: "Te daré
todo esto, si te postras y me adoras". Pero Jesús le replicó:
"Retírate, Satanás, porque está escrito: Adorarás
al Señor; tu Dios, y a el solo servirás".
Entonces lo dejó el diablo y se acercaron los ángeles para servirle.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesus.
Jesús es llevado por el Espíritu al desierto, lugar donde los
humanos experimentamos nuestra pequeñez y debilidad. Jesús enfrenta
la prueba y la supera apoyándose en la palabra del Padre.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Señor, que estos dones que vamos a ofrecerte, nos dispongan convenientemente para el santo tiempo de la Cuaresma, que estamos iniciando. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque Cristo nuestro Señor, al abstenerse durante cuarenta días
de tomar alimento, inauguró la práctica de nuestra penitencia
cuaresmal y, al rechazar las tentaciones del enemigo, nos enseñó
a sofocar la fuerza del pecado; de este modo, celebrando con sinceridad el misterio
de esta Pascua, podremos pasar un día a la Pascua que no acaba.
Por eso, con los ángeles y santos te cantamos el himno de alabanza, diciendo
sin cesar: Santo, Santo, Santo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 4, 4)
No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que viene de Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que este pan celestial alimente, Señor, en nosotros la fe, aumente la esperanza, refuerce la caridad y nos enseñe a sentir hambre de Cristo, que es el pan vivo y verdadero, y a vivir de toda palabra que proceda de tu boca. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXION PARA NUESTRO TIEMPO: El impulso de agredir y abusar de nuestra propia fuerza es una tentación constante. Cuando los padres de familia, los profesores, las autoridades nos cansamos de proponer, de argumentar y de exhortar, recurrimos al castigo, la venganza y el ataque al adversario. No sabemos convencer y preferimos abusar de la fuerza para vencer y humillar a los demás. Jesús experimentó en carne viva esa situación, a él también se le antojaba abusar del poder de su Padre para realizar prodigios espectaculares que vencieran la incredulidad de sus oyentes; Superó la prueba, y prefirió vencernos con la prueba elocuente de su vida entregada en sacrificio.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 122, 2-3)
Así como la esclava en su señora tiene fijos los ojos, fijos en el Señor están los nuestros, hasta que Dios se apiade de nosotros. Ten piedad de nosotros, ten piedad.
ORACIÓN COLECTA
Conviértenos a ti, Dios salvador nuestro, y ayúdanos a progresar en el conocimiento de tu palabra para que esta Cuaresma nos sea provechosa. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Levítico: 19, 1-2, 11-18.
En aquellos días,
dijo el Señor a Moisés: "Habla a la asamblea de los hijos
de Israel y diles: 'Sean santos, porque yo, el Señor, soy santo. No hurtaran.
No mentirán ni engañarán a su prójimo. No jurarán
en falso por mi nombre; eso seria profanar el nombre de su Dios. Yo soy el Señor.
No oprimas ni explotes a tu prójimo. No retengas hasta el día
siguiente el salario del que trabaja para ti. No maldigas al sordo, ni pongas
tropiezos ante el ciego. Teme a tu Dios. Yo soy el Señor.
No seas injusto en la sentencia, ni por favorecer al pobre ni por respeto al
poderoso. Juzga con justicia a tu prójimo. No andes calumniando a los
tuyos ni des testimonio contra la vida de tu prójimo. Yo soy el Señor.
No odies a tu hermano ni en lo secreto de tu corazón Trata de corregirlo,
para que no cargues tú con su pecado. No te vengues ni guardes rencor
a los hijos de tu pueblo. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el
Señor' ". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Todos esos preceptos sociales
quedan suficientemente resumidos y sintetizados en el último de todos:
amar al prójimo como a uno mismo. Es el amor que produce justicia.
Del salmo 18. R/. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables
son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. R/.
En los mandamientos del Señor hay rectitud y alegría para el corazón;
son luz los preceptos del Señor para alumbrar el camino. R/.
La voluntad del Señor es santa y para siempre estable; los mandatos del
Señor son verdaderos y enteramente justos. R/.
Que te sean gratas las palabras de mi boca y los anhelos de mi corazón.
Haz, Señor, que siempre te busque, pues eres mi refugio y salvación.
R/.
ACLAMACIÓN (2 Co
6, 2) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Éste es el tiempo favorable, éste es el día de la salvación.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 25, 31-46
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado
de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará
en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante él todas
las naciones, y él apartará a los unos de los otros, como aparta
el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha
y a los cabritos a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha: 'Vengan, benditos de mi Padre;
tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación
del mundo; porque estuve hambriento y me dieron de comer, sediento y me dieron
de beber, era forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo
y me visitaron, encarcelado y fueron a verme'. Los justos le contestarán
entonces: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos
de comer, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de forastero
y te hospedamos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo
o encarcelado y te fuimos a ver?' Y el rey les dirá: 'Yo les aseguro
que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo
lo hicieron'.
Entonces dirá también a los de su izquierda: 'Apártense
de mí, malditos; vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus
ángeles; porque estuve hambriento y no me dieron de comer, sediento y
no me dieron de beber, era forastero y no me hospedaron, estuve desnudo y no
me vistieron, enfermo y encarcelado y no me visitaron'.
Entonces ellos le responderán: 'Señor, ¿cuándo te
vimos hambriento o sediento, de forastero o desnudo, enfermo o encarcelado y
no te asistimos?'. Y él les replicará: 'Yo les aseguro que, cuando
no lo hicieron con uno de aquellos más insignificantes, tampoco lo hicieron
conmigo'. Entonces irán éstos al castigo eterno y los Justos a
la vida eterna". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Jesús ejerce su realeza y administra justicia. El criterio fundamental para sancionar su proceder es sencillo: haber practicado la solidaridad con el hombre y la mujer que viven alguna adversidad.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que estas ofrendas qué te presentamos como signo de nuestra entrega a ti, santifiquen, Señor, con tu gracia, nuestra vida y nos obtengan el perdón de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 25, 40.34)
Yo les aseguro que cuanto hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron, dice el Señor. Vengan, benditos de mi Padre, y tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor, encontrar en esta comunión fuerza para el cuerpo y para el alma a fin de que, renovados completamente, podamos gloriarnos de la plenitud de tu redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Claudio de la Colombiere, presbítero; Faustino y Joyita de Brescia, mártires.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 89, 1-2)
Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación. Desde siempre y por siempre tú eres Dios.
ORACIÓN COLECTA
Mira, Señor, con misericordia a tu pueblo, que en estos días de Cuaresma usa con moderación de los bienes del cuerpo y aviva en su espíritu el deseo de poseerte. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 55, 10-11
Esto dice el Señor: "Como bajan del cielo la lluvia y la nieve y no vuelven allá, sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, a fin de que dé semilla para sembrar y pan para comer, así será la palabra que sale de mi boca: no volverá a mí sin resultado, sino que hará mi voluntad y cumplirá su misión". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Las imágenes de
la lluvia copiosa y la nevada son elocuentes, la fuerza vivificadora del agua
es semejante impotencia transformador del mensaje revelado que regenera el corazón
del hombre.
Del salmo 33 R/. El Señor libra al justo de todas sus angustias.
Proclamemos la grandeza del Señor y alabemos todos juntos su poder. Cuando
acudí al Señor, me hizo caso y me libró de todos mis temores.
R/.
Confía en el Señor y saltarás de gusto, jamás te
sentirás decepcionado, porque el Señor escucha el clamor de los
pobres y los libra de todas sus angustias. R/.
Los ojos del Señor cuidan al justo y a su clamor están atentos
sus oídos. Contra el malvado, en cambio, está el Señor,
para borrar de la tierra su recuerdo. R/.
Escucha el Señor al hombre justo y lo libra de todas sus congojas. El
Señor no está lejos de sus fieles y levanta a las almas abatidas.
R/.
ACLAMACIÓN (Mt 4,
4). R/. .Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que
sale de la boca de Dios. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 6, 7-15
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Cuando ustedes hagan oración no hablen
mucho, como los paganos, que se imaginan que a fuerza de mucho hablar, serán
escuchados. No los imiten, porque el Padre sabe lo que les hace falta, antes
de que se lo pidan. Ustedes pues, oren así:
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga
tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy
nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación
y líbranos del mal.
Si ustedes perdonan las faltas a los hombres, también a ustedes los perdonará
el Padre celestial. Pero si ustedes no perdonan a los hombres, tampoco el Padre
les perdonará a ustedes sus faltas". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Dos recomendaciones enmarcan la oración del Señor, la primera nos invita a no confundir la oración con la palabrería vana la segunda a unir la oración con la misericordia y el perdón.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor y creador todopoderoso, los dones que hemos recibido de tu generosidad y convierte el pan y el vino que nos has dado para nuestra vida cotidiana en sacramento de salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma I-V.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 4, 2)
Tú, Dios, defensor mío, que me escuchaste cuando te invoqué y me consolaste en la tribulación, ten piedad de mí y escucha mi plegaria.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta Eucaristía nos ayude, Señor, a moderar las pasiones y los deseos terrenos y a buscar tu justicia y tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Onésimo, mártir; de Castelnau, mártir, y Juliana de Campania, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 24, 6. 3. 22)
Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas y no permitas que nos derrote el enemigo. Sálvanos, Dios de Israel, de todas nuestras angustias.
ORACIÓN COLECTA
Mira, Señor, con bondad a tu pueblo, que con fervor desea entregarse más a ti y concédele que la práctica de las buenas obras renueve su alma, ya que con sus privaciones se esfuerza por dominar su cuerpo. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Jonás: 3, 1-10
En aquellos días,
el Señor volvió a hablar a Jonás y le dijo: "Levántate
y vete a Nínive, la gran capital, para anunciar ahí el mensaje
que te voy a indicar".
Se levantó Jonás y se fue a Nínive, como le había
mandado el Señor. Nínive era una ciudad enorme: hacían
falta tres días para recorrerla Jonás caminó por la ciudad
durante un día, pregonando: "Dentro de cuarenta días Nínive
será destruida".
Los ninivitas creyeron en Dios, ordenaron un ayuno y se vistieron de sayal,
grandes y pequeños. Llegó la noticia al rey de Nínive,
que se levantó del trono, se quitó el manto, se vistió
de sayal, se sentó sobre ceniza y en nombre suyo y de sus ministros,
mandó proclamar en Nínive el siguiente decreto: "Que hombres
y animales, vacas y ovejas, no prueben bocado, que no pasten ni beban; que todos
se vistan de sayal e invoquen con fervor a Dios y que cada uno se arrepienta
de su mala vida y deje de cometer injusticias. Quizá Dios se arrepienta
y nos perdone, aplaque el incendio de su Ira y así no moriremos".
Cuando Dios vio sus obras y cómo se convertían de su mala vida,
cambió de parecer y no les mandó el castigo que había determinado
imponerles. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Este profeta consigue un
resultado extraordinario, sus oyentes atienden y se convierten al primer llamado.
Normalmente las personas somos sordas y duras para convertimos.
Del salmo 50 R/. A un corazón contrito, Señor, no lo desprecias.
Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate
de mí y olvida mis ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y
purifícame de mis pecados. R/.
Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu
nuevo para cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti,
ni retires de mí tu santo espíritu. . R/.
Tú, Señor, no te complaces en los sacrificios y si te ofreciera
un holocausto, no te agradaría. Un corazón contrito te presento,
y a un corazón contrito, tú nunca lo desprecias. R/.
ACLAMACIÓN (.112,
12-13) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Todavía es tiempo, dice el Señor. Arrepiéntanse de todo
corazón y vuélvanse a mí, que soy compasivo y misericordioso.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 11, 29-32
En aquel tiempo, la multitud
se apiñaba alrededor de Jesús y éste comenzó a decirles:
"La gente de este tiempo es una gente perversa. Pide una señal,
pero no se le dará más señal que la de Jonás. Pues
así como Jonás fue una señal para los habitantes de Nínive,
lo mismo será el Hijo del hombre para la gente de este tiempo.
Cuando sean juzgados los hombres de este tiempo, la reina del sur se levantará
el día del juicio para condenarlos, porque ella vino desde los últimos
rincones de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y
aquí hay uno que es más que Salomón.
Cuando sea juzgada la gente de este tiempo, los hombres de Nínive se
levantarán el día del juicio para condenarla, porque ellos se
convirtieron con la predicación de Jonás y aquí hay uno
que es más que Jonás". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Los oyentes le exigen más señales, cuando aún no consiguen deletrear aquellas que Jesús ha realizado Ante sus ojos. No obstante, el les reserva todavía la llamada señal de Jonás: su resurrección.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te presentamos, Señor, este pan y este vino que tú mismo nos has dado para que te los ofreciéramos, a fin de que, al convertirlos tú en Cuerpo y la Sangre de tu Hijo nos obtengan la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma II.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 5, 12)
Que se alegren, Señor cuantos en ti confían, que se regocijen eternamente porque tú estas con ellos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú, Señor, que no cesas de invitarnos a tu mesa, concédenos que la recepción de este sacramento sea para nosotros fuente de vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 52-3)
Señor, oye mis palabras, escucha mi lamento, haz caso de mi voz suplicante, Rey mío y Dios mío.
ORACIÓN COLECTA
Puesto que sin ti nada podemos, concédenos, Señor, luz para distinguir siempre el bien y valor para ponerlo en práctica, a fin de que podamos vivir según tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de Ester: 4, 17 n. p-r. aa-bb. gg-hh.
En aquellos días,
la reina Ester, ante el mortal peligro que amenazaba a su pueblo, buscó
refugio en el Señor y se postró en tierra con sus esclavas, desde
la mañana hasta el atardecer. Entonces suplicó al Señor,
diciendo:
“Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob, ¡bendito seas! Protégeme,
porque estoy sola y no tengo más defensor que tú, Señor,
y voy a jugarme la vida.
Señor, yo sé, por los libros que nos dejaron nuestros padres,
que tú siempre salvas a los que te son fieles. Ayúdame ahora a
mí, porque no tengo a nadie más que a ti, Señor y Dios
mío. Ayúdame, Señor, pues estoy desamparada. Pon en mis
labios palabras acertadas cuando esté en presencia del león y
haz que yo le agrade, para que su corazón se vuelva en contra de nuestro
enemigo, para ruina de éste y de sus cómplices.
Con tu poder, Señor, líbranos de nuestros enemigos. Convierte
nuestro llanto en alegría y haz que nuestros sufrimientos nos obtengan
la vida". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Mardoqueo confiesa su más
firme convicción: sólo Dios merece ser venerado y servido sin
vacilación alguna por sus fieles. Los hijos de Israel no rinden culto
a la penalidad de los poderosos'.
Del salmo 137 R/. De todo corazón te damos gracias, Señor.
De todo corazón te damos gracias, Señor, porque escuchaste nuestros
ruegos. Te cantaremos delante de tus ángeles, te adoraremos en tu templo.
R/.
Señor, te damos gracias por tu lealtad y por tu amor siempre que te invocamos
nos oíste y nos llenaste de valor. R/.
Que todos los reyes de la tierra te reconozcan, al escuchar tus prodigios. Que
alaben tus caminos, porque tu gloria es inmensa. R/.
Tu mano, Señor nos pondrá a salvo, y así concluirás
en nosotros tu obra. Señor, tu amor perdura eternamente; obra tuya soy,
no me abandones. R/.
ACLAMACIÓN (Sal
5 12.14) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Crea en mí, Señor, un corazón puro y devuélveme
tu salvación, que regocija. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 7, 7-12
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Pidan y se les dará; busquen y encontrarán;
toquen y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca,
encuentra; y al que toca, se le abre.
¿Hay acaso entre ustedes alguno que le dé una piedra a su hijo,
si éste le pide pan? y si le pide pescado, ¿le dará una
serpiente? Si ustedes, a pesar de ser malos, saben dar cosas buenas a sus hijos,
con cuánto mayor razón el Padre, que está en los cielos,
dará cosas buenas a quienes se las pidan.
Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes. En esto
se resumen la ley y los profetas". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús".
Jesús es exigente con sus discípulos, por eso los exhorta vivir la perfección y a tratar de emular la bondad y la compasión del Padre celestial, practicando con los demás "la regla de oro".
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, en tu bondad las ofrendas y súplicas que te presentamos, y convierte a ti nuestros corazones. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma I-V.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 7, 8)
Todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que toca, se le abrirá.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor Dios nuestro, que el sacramento que nos has dado como ayuda para nuestra salvación, nos sirva de auxilio tanto para esta vida como para la futura. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 24, 17-18)
Sálvame, Señor, de todas mis angustias. Mira mis trabajos y mis penas, y perdona todos mis pecados.
ORACIÓN COLECTA
Concede, Señor, a tus hijos prepararse interiormente a la celebración de la Pascua, para que la mortificación corporal propia de este tiempo, de en cada uno de nosotros frutos espirituales. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Ezequiel: 18, 21-28
Esto dice el Señor:
"Si el pecador se arrepiente de los pecados cometidos, guarda receptos
y practica la rectitud y la justicia, ciertamente vivirá y no morirá;
no me acordare de los delitos que cometió; vivirá a causa de la
justicia que practicó ¿Acaso quiero yo la muerte del pecador,
dice el Señor, y no más bien que enmiende su conducta y viva?.
Si el justo se aparta de su justicia y comete maldad, no se recordará
la justicia que hizo. Por la iniquidad que perpetró, por el pecado que
cometió, morirá y si dice: 'No es justo el proceder del Señor',
escucha, casa de Israel: ¿Conque es ingrato mi proceder? ¿No es
más bien el proceder de ustedes el injusto"
Cuando el justo se aparta de su justicia, comete la maldad y muere; muere por
la maldad que cometió. Cuando el pecador se arrepiente del mal que hizo
y practica la rectitud y la justicia, él mismo salva su vida. Si recapacita
y se aparta de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Ezequiel trata de persuadir
a los israelitas desterrados del proceder compasivo del Señor. Dios no
se cansa de perdonar, por eso perdona a los suyos cuando deciden convertirse
Del salmo 129 R/. Perdónanos, Señor, y viviremos.
Desde el abismo de mis pecados clamo a ti; Señor, escucha mi clamor;
que estén atentos tus oídos a mi voz suplicante. R/.
Si conservaras el recuerdo de las culpas, ¿quién habría,
Señor, que se salvara? Pero de ti procede el perdón, por eso con
amor te veneramos. R/.
Confío en el Señor, mi alma espera y confía en su palabra;
mi alma aguarda al Señor, mucho más que a la aurora el centinela.
R/.
Como aguarda a la aurora el centinela, aguarde Israel al Señor, porque
del Señor viene la misericordia y la abundancia de la redención,
y él redimirá a su pueblo de todas sus iniquidades. R/.
ACLAMACIÓN (EZ 18.31)
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Purifíquense de todas sus iniquidades; renueven su corazón y su
espíritu, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 5, 20-26
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Les aseguro que si su justicia no es mayor
que la de los escribas y fariseos, ciertamente no entrarán ustedes en
el Reino de los cielos.
Han oído ustedes que se dijo a los antiguos: No matarás y el que
mate será llevado ante el tribunal. Pero yo les digo: Todo el que se
enoje con su hermano, será llevado también ante el tribunal; el
que insulte a su hermano, será llevado ante el tribunal supremo, y el
que lo desprecie, será llevado al fuego del lugar de castigo.
Por lo tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí
mismo de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda junto
al altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve luego a presentar
tu ofrenda.
Arréglate pronto con tu adversario, mientras vas con él por el
camino; no sea que te entregue al juez, el juez al policía y te metan
a la cárcel. Te aseguro que no saldrás de ahí hasta que
hayas pagado el último centavo". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
El quinto mandamiento no es solamente una prohibición, también es un ordenamiento que promueve un valor; las relaciones armoniosas y justas entre las personas.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estas ofrendas por medio de las cuales has querido misericordiosamente devolvernos tu amistad y darnos la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ez 33, 11)
Tan cierto como que vivo, dice el Señor, no quiero la muerte del pecador, sino que se convierta y viva.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la recepción de tu sacramento nos renueve, Señor, y, purificados de toda maldad, nos haga participar de los bienes de la redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Álvaro de Córdoba, religioso; Conrado de Piacenza, eremita, y beato Bonifacio de Lausana, obispo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 18, 8)
La ley del Señor es perfecta y reconforta el corazón; el testimonio del Señor es veraz y vuelve sabios a los sencillos.
ORACION COLECTA
Señor y Padre eterno, haz que se conviertan a ti nuestros corazones a fin de que, viviendo consagrados enteramente a tu servicio, te busquemos siempre a ti y nos dediquemos a la práctica de las obra de misericordia. Por nuestro Señor, Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Deuteronomio: 26, 16-19
En aquel tiempo, habló
Moisés al pueblo y le dijo: "El Señor, tu Dios, te manda
hoy que cumplas estas leyes y decretos; guárdalos, por lo tanto, y ponlos
en práctica con todo tu corazón y con toda tu alma.
Hoy has oído al Señor declarar que él será tu Dios,
pero sólo si tú caminas por sus sendas, guardas sus leyes, mandatos
y decretos, y escuchas su voz.
Hoy el Señor te ha oído declarar que tú serás el
pueblo de su propiedad, como él te lo ha prometido, pero sólo
si guardas sus mandamientos. Por eso él te elevará en gloria,
renombre y esplendor, por encima de todas las naciones que ha hecho y tú
serás un pueblo consagrado al Señor, tu Dios, como él te
lo ha prometido". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Moisés le habla
a la generación aquella y al enfatizar el "hoy", nos está
hablando también a nosotros: Dios renueva su alianza con cada generación
dispuesta a servirle con fidelidad.
Del salmo 118 R/. Dichoso el que cumple la voluntad del Señor.
Dichoso el hombre de conducta intachable, que cumple la ley del Señor.
Dichoso el que es fiel a sus enseñanzas y lo busca de todo corazón.
R/.
Tú, Señor, has dado tus preceptos para que se observen exactamente.
Ojalá que mis pasos se encaminen al cumplimiento de tus mandamientos.
R/.
Te alabaré con sincero corazón, cuando haya aprendido tus justos
mandamientos. Quiero cumplir tu ley exactamente. Tú, Señor, no
me abandones. R/.
ACLAMACION (2 Co 6, 2)
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Éste es el tiempo favorable, éste es el día de la salvación.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 5, 43-48
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Han oído ustedes que se dijo: Ama
a tu prójimo y odia a tu enemigo. Yo, en cambio, les digo: Amen a sus
enemigos, hagan el bien a los que los odian y rueguen por los que los persiguen
y calumnian, para que sean hijos de su Padre celestial, que hace salir su sol
sobre los buenos y los malos, y manda su lluvia sobre los justos y los injustos.
Porque, si ustedes aman a los que los aman, ¿qué recompensa merecen?
¿No hacen eso mismo los publícanos? y si saludan tan sólo
a su hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen
eso mismo los paganos? Sean, pues, perfectos como su Padre celestial es perfecto".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
El amor al prójimo no se agota en la atención del vecino o el pariente, todos los seres humanos son nuestro prójimo, de ahí que el mandato de Jesús nos anime a vivir el amor universal.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que la celebración de este sacramento purifique, Señor, de nuestras faltas y nos haga dignos de participar de tu Eucaristía. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 5, 48)
Sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Ayuda, Señor, y reconforta siempre a estos hijos tuyos, a quienes has iluminado con tu palabra y alimentado con tu sacramento, Por Jesucristo, nuestro Señor.
II DOMINGO DE CUARESMA
Santos: Eleuterio, papa y mártir; León de Catania, obispo; beatos Francisco Jacinta Marto, pastores
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 26, 8-9)
De ti mi corazón me habla diciendo: "Busca su rostro" Tu rostro estoy buscando, Señor; no me lo escondas.
No se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Señor, Padre santo, que nos mandaste escuchar a tu amado Hijo, alimenta nuestra fe con tu palabra y purifica los ojos de nuestro espíritu, para que podamos alegrarnos en la contemplación de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Génesis: 12, 1-4
En aquellos días,
dijo el Señor a Abram: "Deja tu país, a tu parentela y la
casa de tu padre, para ir a la tierra que yo te mostraré. Haré
nacer de ti un gran pueblo y te bendeciré. Engrandeceré tu nombre
y tú mismo serás una bendición. Bendeciré a los
que te bendigan, maldeciré a los que te maldigan. En ti serán
bendecidos todos los pueblos de la tierra". Abram partió, como se
lo había ordenado el Señor. Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
Dios hace machar a Abrahan, y le promete tierra y descendencia. Este anciano
emprenderá una larga marcha apostando su presente y su futuro, apoyándose
en la palabra del Señor
Del salmo 32 R/. Señor, ten misericordia, de nosotros.
Sincera es la palabra del Señor y todas sus acciones, son Leales. El
ama la Justicia y el derecho, la tierra llena esta de sus bondades. R/.
Cuida el Señor de aquellos que lo temen y en su bondad confían;
los salva de la muerte y en épocas de hambre les da vida.
En el Señor está nuestra esperanza, pues él es nuestra
ayuda y nuestro amparo. Muéstrate bondadoso con nosotros, puesto que
en ti, Señor, hemos confiado. R/.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 1, 8-10
Querido hermano: Comparte conmigo los sufrimientos por la predicación
del Evangelio, sostenido por la fuerza de Dios. Pues Dios es quien nos ha salvado
y nos ha llamado a que le consagremos nuestra vida, no porque lo mereciera nuestras
buenas obras, sino porque así lo dispuso el gratuitamente.
Este don, que Dios nos ha concedido por medio de Cristo Jesús desde toda
la eternidad, ahora se ha manifestado con la venida del mismo Cristo Jesús,
nuestro salvador, que destruyó la muerte y ha hecho brillar la luz de
la vida y de la inmortalidad, por medio del Evangelio. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
El autor le recuerda a Timoteo una verdad decisiva: Dios nos ha llamado a vivir como consagrados, el evangelio de la vida nos da la gracia y la fuerza para conseguirlo.
ACLAMACIÓN (cfr.
Mt 175) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
En el esplendor de la nube se oyó la voz del Padre, que decía:
"Éste es mi Hijo amado; escúchenlo". R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 17, 1-9
En aquel tiempo, Jesús
tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, el hermano de éste,
y los hizo subir a solas con él a un monte elevado. Ahí se transfiguró
en su presencia: su rostro se puso resplandeciente como el sol y sus vestiduras
se volvieron blancas como la nieve. De pronto aparecieron ante ellos Moisés
y Elías, conversando con Jesús.
Entonces Pedro le dijo a Jesús: "Señor, ¡qué
bueno sería quedarnos aquí! Si quieres, haremos aquí tres
chozas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías".
Cuando aún estaba hablando, una nube luminosa los cubrió y de
ella salió una voz que decía: "Éste es mi Hijo muy
amado, en quien tengo puestas mis complacencias; escúchenlo". Al
oír esto, los discípulos cayeron rostro en tierra, llenos de un
gran temor. Jesús se acercó a ellos, los tocó y les dijo:
"Levántense y no teman". Alzando entonces los ojos, ya no vieron
a nadie más que a Jesús.
Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó: 'No le cuenten a
nadie la que han visto, hasta que el Hijo del hombre haya resucitado de entre
los muertos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Dios marca los tiempos de la revelación y el misterio. Solamente él decide desvelar ante los discípulos la gloria de Jesús, sólo él decide revelarse con plenitud a partir de la resurrección.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que esta ofrenda, Señor, nos obtenga el perdón de nuestros pecados y nos santifique en el cuerpo en el alma para que podamos celebrar dignamente las festividades de la Pascua. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque Cristo, nuestro Señor, después de anunciar su muerte a
los discípulos, les mostró en el monte santo el esplendor de su
gloria, para testimonio, de acuerdo con ley y los profetas, que la pasión
es el camino de la resurrección.
Por eso, como los ángeles te cantan en el cielo, así nosotros
en la tierra te aclamamos, diciendo sin cesar:
Santo., Santo, Santo es el Señor Dios del universo, llenos están
el cielo y tierra de tu gloria Hosanna en el cielo, Bendito el que viene en
nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 175)
Éste es mi Hijo amado, en quien me complazco; escúchenlo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te damos gracias, Señor, porque al darnos en este sacramento el Cuerpo glorioso de tu Hijo, nos permites participar ya desde este mundo, de los bienes eternos de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO: En el capítulo anterior Pedro quería imponerle a Jesús sus propias opiniones, quería impedirle que asumiera el camino de la cruz. En este capítulo Pedro percibe la gloria de Jesús y sugiere levantar tres chozas, para instalarse en una gloria cómoda, que no ha pasado por el camino de la cruz. Los seres humanos nos vemos frecuentemente reflejados en el mezquino proceder de Pedro exigimos beneficios Inmediatos y prontos sin asumir los costos y sacrificios que toda transformación social auténtica y duradera reclama. Vivimos la cultura del menor esfuerzo, exigimos ventajas y privilegios y no asumimos nuestra responsabilidad de ser constructores de la justicia, la democracia y la fraternidad.
Santos: Pedro Damián, doctor de la Iglesia; beato, Noel Pinot, mártir, y Severiano de Palestina, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 25, 11-12)
Sálvame, Señor, y ten misericordia de mí. Mi pie se mantiene en el camino recto, en la asamblea bendeciré al Señor.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que para nuestro progreso espiritual nos mandas dominar nuestro cuerpo mediante la austeridad, ayúdanos a huir también de todo pecado y a entregarnos, con amor filial, al cumplimiento de tus mandamientos. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Daniel: 9, 4-10
En aquello días,
imploré al Señor, Dios, y le hice esta confesión: "Señor
Dios, grande y temible, que guardas la alianza y el amor a los que te aman y
observan tus mandamientos. Nosotros hemos pecado, hemos cometido iniquidades,
hemos sido malos, nos hemos rebelado y nos hemos apartado de tus mandamientos
y de tus normas. No hemos hecho caso a los profetas, tus siervos, que hablaban
a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el
pueblo.
Tuya es, Señor, la justicia, y nuestra la vergüenza en el rostro,
que ahora soportan los hombres de Judá, los habitantes de Jerusalén
y de todo Israel, próximos y lejanos, en todos los países donde
tú los dispersaste, a causa de las infidelidades que cometieron contra
ti. Señor, la vergüenza es nuestra, de nuestros reyes, de nuestros
príncipes y de nuestros padres, porque hemos pecado contra ti. De nuestro
Dios, en cambio, es el tener misericordia y perdonar, aunque nos hemos rebelado
contra él, y al no seguir las leyes que él nos había dado
por medio de sus siervos, los profetas, no hemos obedecido su voz". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Daniel asume la función
de portavoz de la comunidad de Israel, en su nombre, confiesa y reconoce públicamente
sus pecados y proclama la justicia y la lealtad divinas.
Del salmo 78. R/. No nos trates, Señor, como merecen nuestros pecados.
No recuerdes, Señor, contra nosotros las culpas de nuestros padres. Que
tu amor venga pronto a socorrernos, porque estamos totalmente abatidos. R/.
Para que sepan quién eres, socórrenos, Dios y salvador nuestro.
Para que sepan quién eres, sálvanos y perdona nuestros pecados.
R/.
Que lleguen hasta ti los gemidos del cautivo; con tu brazo poderoso salva a
los condenados a muerte y nosotros, pueblo tuyo y ovejas de tu rebaño,
te daremos gracias siempre y de generación en generación te alabaremos.
R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Jn 6, 63. 68) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes palabras
de vida eterna. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 6, 36-38
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso.
No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados;
perdonen y serán perdonados.
Den y se les dará: recibirán una medida buena, bien sacudida,
apretada y rebosante en los pliegues de su túnica. Porque con la misma
medida con que midan, serán medidos". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
El principio de la reciprocidad es la base de las relaciones sanas en la vida del creyente. Quien ha aprendido a recibir el perdón y la compasión divina, sabe perdonar y compadecerse de su prójimo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, favorablemente nuestras oraciones, y tú, que nos concedes participar en esta Eucaristía, líbranos de las seducciones del pecado. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 6, 36)
Sean misericordiosos como su Padre es misericordioso, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que esta comunión nos purifique de toda culpa y nos haga partícipes de las alegrías del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
La Cátedra de san Pedro, apóstol
Santos: Isabel de Francia, virgen, y Maximiano de Rávena, obispo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Lc 22, 32)
Dijo el Señor a Simón, Pedro: Yo he rogado por para que tu fe no desfallezca; y tú, una vez convertido, confirma a tus hermanos.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Que nada pueda perturbar, Señor, a fe que profesamos y que tú quisiste cimentar sobre la roca firme de san Pedro. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro: 5, 1-4
Hermanos: Me dirijo ahora
a los pastores de las comunidades de ustedes, yo, que también soy pastor
como ellos y demás he sido testigo de los sufrimientos de Cristo y participante
de la gloria que se va a manifestar.
Apacienten el rebaño que Dios les ha confiado y cuiden de el no como
obligados por la fuerza, sino de buena gana, como Dios quiere; no por ambición
de dinero, sino con entrega generosa; no como si ustedes fueran los dueños
de las comunidades que se les han confiado, sino dando buen ejemplo y cuando
aparezca el Pastor supremo, recibirán el premio inmortal de la gloria.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Pedro exhorta a los presbíteros
que colaboran en la conducción de las comunidades cristianas a realizar
una labor pastoral generosa, paciente y desinteresada.
Del salmo 22 R/. El Señor es mi pastor, nada me faltará.
El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace reposar
y hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas. R/.
Por ser un Dios fiel a sus promesas, me guía por el sendero recto; así,
aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú estás
conmigo. Tu vara y tu cayado me dan seguridad. R/.
Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis adversarios; me unges
la cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes. R/.
Tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días
de mi vida; y viviré en la casa del Señor por años sin
término. R/.
ACLAMACIÓN (Mt16,
18) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y los
poderes del infierno no prevalecerán sobre ella, dice el Señor.
R/
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san .Mateo: 16, 13-19
En aquel tiempo, cuando
llegó Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta
pregunta a sus discípulos: "¿Quién dice la gente que
es el Hijo del hombre?". Ellos le respondieron: "Unos dicen que eres
Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que Jeremías o alguno
de los profetas".
Luego les preguntó: "Y ustedes, ¿quién dicen que soy
yo?". Simón Pedro tomó la palabra y le dijo: "Tú
eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo". Jesús le dijo entonces:
"¡Dichoso tú, Simón, hijo de Juan, porque esto no te
lo ha revelado ningún hombre, sino mi Padre, que está en los cielos!
y yo te digo a ti que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré
mi Iglesia. Los poderes del infierno no prevalecerán sobre ella. Yo te
daré las llaves del Reino de los cielos; todo lo que ates en la tierra,
quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra., que dará
desatado en el cielo". Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesus.
Jesús confía a Pedro la delicada misión de servir como el vínculo de unidad en medio de sus discípulos. Pedro deberá estar atento a la voluntad del Señor para poder edificar la iglesia.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, con bondad los dones que tu Iglesia te presenta, y concédele fidelidad a la fe del apóstol san Pedro y docilidad a su magisterio para que pueda llegar a la patria Eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de los apóstoles I
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 16, 16. 18)
Pedro le dijo a Jesús: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo, Jesús le respondió: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificare mi Iglesia.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos Señor, que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo que hemos recibido hoy al celebrar la cátedra de san Pedro, sean para nosotros sacramento de unidad y de paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Policarpo de Esmirna, mártir; Lázaro de Constantinopla, monje, y beata Rafaela Ybarra, fundadora.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 37, 22-23)
Señor, no me abandones, no te me alejes, Dios mío. Ven de prisa a socorrerme, Señor, mi salvador.
ORACIÓN COLECTA
Conserva, Señor, a tu pueblo en el camino del bien que tú le has señalado, y ayúdalo en sus necesidades temporales para que, sin angustias, pueda buscar los bienes eternos. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Jeremías: 18, 18-20
En aquellos días,
los enemigos del profeta se dijeron entre sí: "Vengan, tendamos
un lazo a Jeremías, porque no le va a faltar doctrina al sacerdote, consejo
al sabio, ni inspiración al profeta. Vengan, ataquémoslo de palabra
y no hagamos caso de sus oráculos".
Jeremías le dijo entonces a Dios: "Señor, atiéndeme.
Oye lo que dicen mis adversarios. ¿Acaso se paga bien con mal? Porque
ellos han cavado una fosa para mí. Recuerda cómo he insistido
ante ti, intercediendo en su favor, para apartar de ellos tu cólera".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El profeta de Anatot se
queja y suplica ante Dios. Jeremías sólo ha hecho el bien y recibe
ataques y persecuciones, por eso pregunta y exige a Dios que lo libre de sus
adversarios
Del salmo 30 R/. Sálvame, Señor, por tu misericordia.
Sácame, Señor, de la trampa que me han tendido, porque tú
eres mi amparo. En tus manos encomiendo mi espíritu y tú, mi Dios
leal, me libraras. R/.
Oigo las burlas de la gente y todo me da miedo; se conjuran contra mí
y tratan de quitarme la vida. R/.
Pero yo, Señor, en ti confió. Tú eres mi Dios y en tus
manos está mi destino. Líbrame de los enemigos que me persiguen.
R/.
ACLAMACIÓN (Jn 8,
12) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá
la luz de la vida. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 20, 17-28
En aquel tiempo, mientras
iba de camino a Jerusalén, Jesús llamo aparte a los Doce y les
dijo: "Ya vamos camino de Jerusalén y el Hijo del hombre va a ser
entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, que lo condenarán
a muerte y lo entregarán a los paganos para que se burlen de él,
lo azoten y lo crucifiquen; pero al tercer día, resucitará".
Entonces se acercó a Jesús, la madre de los hijos de Zebedeo,
Junto con ellos, y se postro para hacerle una petición. Él le
preguntó: "¿qué deseas?” Ella respondió:
"Concédeme que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu
derecha y el otro a tu izquierda, en tu Reino". Pero Jesús replicó:
"No saben ustedes lo que piden. ¿Podrán beber el cáliz
que yo he de beber?". Ellos contestaron: "Sí podemos"
Y él les dijo: "Beberán mi cáliz; pero eso de sentarse
a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; es para quien
mi Padre lo tiene reservado".
Al oír aquello, los otros diez discípulos se indignaron contra
los dos hermanos. Pero Jesús los llamó y les dijo: "Ya saben
que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. Que
no sea así entre ustedes. El que quiera ser grande entre ustedes, que
sea el que los sirva, y el que quiera ser primero, que sea su esclavo; así
como el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar la
vida por la redención de todos". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesus.
Jesús es tajante en sus afirmaciones, los poderosos tiranizan y oprimen sin excepción. El desafió para los que ejercen una autoridad en la Iglesia es enorme: gobernar como servidores.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, con bondad las ofrendas que te presentamos y por este santo intercambio de dones, líbranos de la esclavitud del pecado. Por Jesucristo, nuestro Señor
Prefacio de Cuaresma I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 20, 28)
El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida para redención de todos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que este sacramento que nos has dado, Señor, como prenda de inmortalidad, sea para nosotros una firme ayuda para alcanzar la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Lucio y Montano, mártires; Modesto de Tréveris, obispo, y Etelberto o Edilberto de Kent, rey.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 138, 23-24)
Ponme a prueba, Dios mío, y conocerás mi corazón; mira si es que voy por mal camino y condúceme tú por el camino correcto.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que amas la inocencia y la devuelves a quienes la han perdido, orienta hacia nuestros corazones y enciéntelos en el fuego de tu Espíritu, para que permanezcamos firmes en la fe y seamos diligentes en el amor fraterno. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Jeremías: 17, 5-10
Esto dice el Señor:
"Maldito el hombre que confía en el hombre, que en él pone
su fuerza y aparta del Señor su corazón. Será como un cardo
en la estepa, que nunca disfrutará de la lluvia. Vivirá en la
aridez del desierto, en una tierra salobre e inhabitable. Bendito el hombre
que, confía en el Señor y en él pone su esperanza. Será
como un árbol plantado Junto al agua, que hunde en la corriente sus raíces;
cuando llegue el calor, no lo sentirá y sus hojas se conservarán
siempre verdes; en año de sequía no se marchitará ni dejará
de dar frutos.
El corazón del hombre es la cosa más traicionera y difícil
de curar ¿Quién lo podrá entender? Yo, el Señor,
sondeo la mente y penetro el corazón, para dar a cada uno según
sus acciones, según el fruto de sus obras". Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Estas sabias palabras repiten
una lección elemental: los humanos no podemos engañamos, los apoyos
y las grandezas humanas son efímeros y engañosos. Bendito quien
confía en el Señor.
Del salmo 1 R/. Dichoso el hombre que confía en el Señor.
Dichoso aquel que no se guía por mundanos criterios, que no anda en malos
pasos ni se burla del bueno, que ama la ley de Dios y se goza en cumplir sus
mandamientos. R/.
Es como un árbol plantado junto al río, que da fruto a su tiempo
y nunca se marchita. En todo tendrá éxito. R/.
En cambio, los malvados serán como la paja barrida por el viento. Porque
el Señor protege el camino del justo y al malo sus caminos acaban por
perderlo. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Lc 8,15) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Dichosos los que cumplen la palabra del Señor con un corazón bueno
y sincero, y perseveran hasta dar fruto. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 16, 19-31
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los fariseos: "Había un hombre rico que se vestía
de púrpura y telas finas y banqueteaba espléndidamente cada día
y un mendigo, llamado Lázaro, yacía a la entrada de su casa, cubierto
de llagas y ansiando llenarse con las sobras que caían de la mesa del
rico y hasta los perros se acercaban a lamerle las llagas.
Sucedió, pues, que murió el mendigo y los ángeles lo llevaron
al seno de Abraham. Murió también el rico y lo enterraron. Estaba
éste en el lugar de castigo, en medio de tormentos, cuando levantó
los ojos y vio a lo lejos a Abraham y a Lázaro junto a él.
Entonces gritó: 'Padre Abraham, ten piedad de mí. Manda a Lázaro
que moje en agua la punta de su dedo y me refresque la lengua, porque me torturan
estas llamas'. Pero Abraham le contestó: 'Hijo, recuerda que en tu vida
recibiste bienes y Lázaro, en cambio, males. Por eso él goza ahora
de consuelo, mientras que tú sufres tormentos. Además, entre ustedes
y nosotros se abre un abismo inmenso, que nadie puede cruzar, ni hacia allá
ni hacia acá'.
El rico insistió: 'Te ruego, entonces, padre Abraham, que mandes a Lázaro
a mi casa, pues me quedan allá cinco hermanos, para que les advierta
y no acaben también ellos en este lugar de tormentos'. Abraham le dijo:
'Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen'. Pero el rico replicó:
'No, padre Abraham. Si un muerto va a decírselo, entonces sí se
arrepentirán. 'Abraham repuso: 'Si no escuchan a Moisés y a los
profetas, no harán caso ni al que resucite un muerto'". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesus.
Este relato imaginario no lo es tanto, Jesús lo compone a partir de lo que ha observado. A medida que aumenta la riqueza, regularmente, el corazón se vuelve insensible al dolor del pobre.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por este sacrificio eucarístico, santifica, Señor, nuestras privaciones cuaresmales, para que a las prácticas externas corresponda una verdadera conversión interior. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 118, 1)
Dichoso el que, con vida intachable, hace la voluntad del Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la gracia que hemos recibido en este sacramento permanezca, Señor, en nosotros y aumente por nuestras buenas obras. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Beato Sebastián de Aparicio, religioso; Cesáreo de Nacianzo, médico, y beato Avertano, peregrino.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 30, 2. 5)
En ti, Señor, he puesto mi confianza, que no quede yo defraudado eternamente; sácame de la trampa que me han puesto, pues tú eres mi protector.
ORACIÓN COLECTA
Por medio de nuestras privaciones cuaresmales, purifícanos, Señor todopoderoso a fin de que podamos llegar con un espíritu nuevo a las próximas fiestas de la Pascua. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Génesis: 37, 3-4. 12-13. 17-28
Jacob amaba a José
más que a todos sus demás hijos, porque lo había engendrado
en la ancianidad. A él le había hecho una túnica de amplias
mangas. Sus hermanos, viendo que lo amaba más que a todos ellos, llegaron
a odiarlo, al grado de negarle la palabra.
Un día en que los hermanos de José llevaron a Siquem los rebaños
de su padre, Jacob le dijo a José: "Tus hermanos apacientan mis
rebaños en Siquem. Te voy a enviar allá."José fue
entonces en busca de sus hermanos y los encontró en Dotán. Ellos
lo vieron de lejos, y antes de que se les acercara, conspiraron contra él
para matarlo y se decían unos a otros: "Ahí viene ese soñador.
Démosle muerte; lo arrojaremos en un pozo y diremos que una fiera lo
devoró. Vamos a ver de qué le sirven sus sueños".
Rubén oyó esto y trató de liberarlo de manos de sus hermanos,
diciendo: "No le quiten la vida, ni derramen su sangre. Mejor arrójenlo
en ese pozo que está en el desierto y no se manchen las manos".
Eso lo decía para salvar a José y devolverlo a su padre.
Cuando llegó José a donde estaban sus hermanos, éstos la
despojaron de su túnica y la arrojaron a un pozo sin agua. Luego se sentaron
a comer, y levantando los ojos, vieron a la lejos una caravana de Ismaelitas,
que venían de Galaad, con los camellos cargados de especias, resinas,
bálsamo y láudano, y se dirigían a Egipto. Judá
dijo entonces a sus hermanos: "¿Qué ganamos con matar a nuestro
hermano y ocultar su muerte? Vendámoslo a los ismaelitas y no mancharemos
nuestras manos. Después de todo, es nuestro hermano y de nuestra misma
sangre y sus hermanos le hicieron caso. Sacaron a José del pozo y se
lo vendieron a los mercaderes por veinticinco monedas de plata. Los mercaderes
se llevaron a Jose a Egipto. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Por envidia de sus propios
hermanos José sufre violencia. José es símbolo de Jesús
que es vendido a intereses mezquinos.
Del salmo 104 R/. Recordemos las maravillas que hizo el Señor.
Cuando el Señor mandó el hambre sobre el país y acabó
con todas las cosechas, ya había enviado por delante a un hombre: a José,
vendido como esclavo. R/.
Le trabaron los pies con grilletes y rodearon su cuerpo con cadenas, hasta que
se cumplió su predicción y Dios la acreditó con su palabra.
R/.
El rey mandó que lo soltaran, el jefe de esos pueblos la libró,
la nombró administrador de su casa y señor de todas sus posesiones.
R/.
ACLAMACIÓN (Jn 3,
16) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único,
para que todo el que crea en él tenga vida eterna. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 21, 33-43. 45-46
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo esta parábola:
"Había una vez un propietario que plantó un viñedo,
la rodeó con una cerca, cavó un lagar en él, construyó
una torre para el vigilante y luego la alquiló a unos viñadores
y se fue de viaje. Llegado el tiempo de la vendimia, envío a sus criados
para pedir su parte de los frutos a los viñadores; pero éstos
se apoderaron de los criados, golpearon a uno, mataron a otro, y a otro más
lo apedrearon. Envió de nuevo a otros criados, en mayor número
que los primeros, y los trataron del mismo modo.
Por último, les mandó a su propio hijo, pensando: 'A mi hijo lo
respetarán’. Pero cuando los viñadores lo vieron, se dijeron
unos a otros: 'Este es el heredero. Vamos a matarlo y nos quedaremos con su
herencia'. Le echaron mano, lo sacaron del viñedo y lo mataron.
Ahora díganme: Cuando vuelva el dueño del viñedo, ¿qué
hará con esos viñadores?". Ellos le respondieron: "Dará
muerte terrible a esos desalmados y arrendará el viñedo a otros
viñadores, que le entreguen los frutos a su tiempo".
Entonces Jesús les dijo: " ¿No han leído nunca en
la Escritura: La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra
angular. Esto es obra del Señor y es un prodigio admirable?.
Por esta razón les digo que les será quitado a ustedes el Reino
de Dios y se le dará a un pueblo que produzca sus frutos. Al oír
estas palabras, los sumos sacerdotes y los fariseos comprendieron que Jesús
las decía por ellos y quisieron aprehenderlo, pero tuvieron miedo a la
multitud, pues era tenido por un profeta. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Esta parábola no puede ser leída solamente pensando en los contemporáneos de Jesús también nos retrata a nosotros, puesto que también podemos volvemos estériles e improductivos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que tu misericordia, Señor, nos prepare a celebrar esta Eucaristía y a vivirla con la fe y con las obras. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Jn 4, 10)
Dios nos amó y envió a su Hijo víctima por nuestros pecados.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que este sacramento que hemos recibido, prenda de la salvación eterna, nos dé fuerzas, Señor, para vivir según tus mandamientos y alcanzar la recompensa prometida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Leandro de Sevilla, obispo; Porfirio de Gaza, obispo y Paula Montal, fundadora.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 144, 8-9)
El Señor es compasivo y misericordioso, lleno de paciencia y amor; el Señor es bueno con todos y su bondad se extiende a todas sus creaturas.
ORACIÓN COLECTA
Tú, Señor, que por medio de los sacramentos nos haces partícipes, ya desde este mundo, de los bienes celestiales, dirige nuestra vida y condúcenos a la luz donde habitas. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Miqueas: 7, 14-15. 18-20
Señor, Dios nuestro,
pastorea a tu pueblo con tu cayado, a las ovejas de tu heredad, que permanecen
aisladas en la maleza, en medio de campos feraces. Pastarán en Basán
y en Galaad, como en los días de antaño, como cuando salimos de
Egipto y nos mostrabas tus prodigios.
¿Qué Dios hay como tú, que quitas la iniquidad y pasas
por alto la rebeldía de los sobrevivientes de Israel? No mantendrás
por siempre tu cólera, pues te complaces en ser misericordioso.
Volverás a compadecerte de nosotros, aplastarás con tus pies nuestras
iniquidades, arrojarás a lo hondo del mar nuestros delitos. Serás
fiel con Jacob y compasivo con Abraham, como juraste a nuestros padres en tiempos
remotos, Señor, Dios nuestro. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Estos versos finales del
profeta Miqueas subrayan un tema tradicional en todo el Antiguo Testamento:
la compasión y la misericordia de Dios son el gran regalo de Dios a su
pueblo
Del salmo 102 R/. El Señor es compasivo y misericordioso.
Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga su santo nombre.
Bendice al Señor, alma mía, y no te olvides de sus beneficios.
R/.
El Señor perdona tus pecados y cura tus enfermedades; él rescata
tu vida del sepulcro y te colma de amor y de ternura. R/.
El Señor no estará siempre enojado, ni durará para siempre
su rencor. No nos trata como merecen nuestras culpas, ni nos paga según
nuestros pecados. R/.
Como desde la tierra hasta el cielo, así es de grande su misericordia;
como dista el Oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos.
R/.
ACLAMACION (Lc 15, 18).
R/. Honor y gloria a ti Señor Jesus.
Me levantare, volveré a mi padre y le diré: "Padre, he pecado
contra el cielo y contra ti". R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 15, 1-3. 11-32
En aquel tiempo, se acercaban
a Jesús los publícanos y los pecadores para escucharlo. Por lo
cual los fariseos y los escribas murmuraban entre sí: "Éste
recibe a los pecadores y come con ellos".
Jesús les dijo entonces esta parábola: "Un hombre tenía
dos hijos, y el menor de ellos le dijo a su padre: 'Padre, dame la parte de
la herencia que me toca' y él les repartió los bienes.
No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo,
se fue a un país lejano y allá derrochó su fortuna, viviendo
de una manera disoluta. Después de malgastarlo todo, sobrevino en aquella
región una gran hambre y él empezó a padecer necesidad.
Entonces fue a pedirle trabajo a un habitante de aquel país, el cual
lo mandó a sus campos a cuidar cerdos. Tenía ganas de hartarse
con las bellotas que comían los cerdos, pero no lo dejaban que se las
comiera.
Se puso entonces a reflexionar y se dijo: '¡Cuántos trabajadores
en casa de mi padre tienen pan de sobra, y yo, aquí, me estoy muriendo
de hambre! Me levantaré, volveré a mi padre y le diré:
Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo.
Recíbeme como a uno de tus trabajadores'.
Enseguida se puso en camino hacia la casa de su padre. Estaba todavía
lejos, cuando su padre lo vio y se enterneció profundamente. Corrió
hacia él, y echándole los brazos al cuello lo cubrió de
besos. El muchacho le dijo: 'Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya
no merezco llamarme hijo tuyo.
Pero el padre les dijo a sus criados: '¡Pronto!, traigan la túnica
más rica y vístansela; pónganle un anillo en el dedo y
sandalias en los pies; traigan el becerro gordo y mátenlo. Comamos y
hagamos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a
la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado'. Y empezó el banquete.
El hijo mayor estaba en el campo y al volver, cuando se acercó a la casa,
oyó la música y los cantos. Entonces llamó a uno de los
criados y le preguntó qué pasaba. Éste le contestó:
'Tu hermano ha regresado y tu padre mandó matar el becerro gordo, por
haberlo recobrado sano y salvo. El hermano mayor se enojó y no quería
entrar.
Salió entonces el padre y le rogó que entrara; pero él
replicó: '¡Hace tanto tiempo que te sirvo, sin desobedecer jamás
una orden tuya, y tú no me has dado nunca ni un cabrito para comérmelo
con mis amigos! Pero eso sí, viene ese hijo tuyo, que despilfarró
tus bienes con malas mujeres, y tú mandas matar el becerro gordo.
El padre repuso: 'Hijo, tú siempre estás conmigo y todo lo mío
es tuyo. Pero era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este hermano
tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado'
"Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
La parábola del padre compasivo es la joya de las parábolas evangélicas. En ella Jesús revela con gran finura la hondura del corazón del Padre, que se complace en acoger y celebrar la vuelta del pecador arrepentido.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por medio de este sacrificio que vamos a ofrecerte, comunícanos, Señor, los frutos de la redención para que nunca se desvíe de ti nuestra vida y podamos alcanzar los bienes del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 1532)
Alégrate, hijo mío, porque tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y lo hemos encontrado.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la gracia de este sacramento llegue a lo más íntimo de nuestro corazón y nos comunique su fuerza divina. Por Jesucristo, nuestro Señor.
III DOMINGO DE CUARESMA
Santos: Gabriel de la Dolorosa, religioso; Gregorio de Narek, monje, y beata Francisca Ana de los Dolores.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 24, 15-16)
Tengo los ojos puestos en el Señor, porque e1 me libra de todo peligro. Mírame, Dios mío y ten piedad de mí, que estoy solo y afligido.
No se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios misericordioso, fuente de toda bondad, que nos has propuesto como remedio del pecado el ayuno, la oración y las obras de misericordia, mira con piedad a quienes reconocemos nuestras miserias y estamos agobiados por nuestras culpas, y reconfórtanos con tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Éxodo: 17, 3-7
En aquellos días,
el pueblo, torturado por la sed, fue a protestar contra Moisés, diciéndole:
"¿Nos has hecho salir de Egipto para hacemos morir de sed a nosotros,
a nuestros hijos y a nuestro ganado?".
Moisés clamó al Señor y le dijo: "¿Qué
puedo hacer con este pueblo? Sólo falta que me apedreen. "Respondió
el Señor a Moisés: "Preséntate al pueblo, llevando
contigo a algunos de los ancianos de Israel, toma en tu mano el cayado con que
golpeaste el Nilo y vete. Yo estaré ante ti, sobre la peña, en
orbe. Golpea la peña y saldrá de ella agua para que beba el pueblo".
Así lo hizo Moisés a la vista de los ancianos de Israel y puso
por nombre a aquel lugar Masá y Meribá, por la rebelión
de los hijos de Israel y porque habían tentado al Señor, diciendo:
"¿Está o no está el Señor en medio de nosotros?".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La etapa del desierto está
salpicada de rebeliones y lamentos, el pueblo se pacienta cuando escasean los
víveres y se rebela poniendo en duda la cercana presencia del Señor.
Del salmo 94 R/. Señor, que no seamos sordos a tu voz.
Vengan, lancemos vivas al Señor, aclamemos al Dios que nos salva. Acerquémonos
a él, llenos de júbilo, y démosle gracias. R/.
Vengan, y puestos de rodillas, adoremos y bendigamos al Señor, que nos
hizo, pues él es nuestro Dios y nosotros, su pueblo; él es nuestro
pastor y nosotros, sus ovejas. R/.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su
corazón, como el día de la rebelión en el desierto, cuando
sus padres dudaron de mí, aunque habían visto mis obras".
R/.
Lectura de la carta
del apóstol san Pablo a los romanos: 5, 1-2. 5-8
Hermanos: Ya que hemos sido justificados por la fe, mantengámonos en
paz con Dios, por mediación de nuestro Señor Jesucristo, Por él
hemos obtenido, con la fe, la entrada al mundo de la gracia, en el cual nos
encontramos; por él, podemos gloriamos de tener la esperanza de participar
en la gloria de Dios.
La esperanza no defrauda, porque Dios ha infundido su amor en nuestros corazones
por medio del Espíritu Santo, que él mismo nos ha dado. En efecto,
cuando todavía no teníamos fuerzas para salir del pecado, Cristo
murió por los pecadores en el tiempo señalado.
Difícilmente habrá alguien que quiera morir por un justo, aunque
puede haber alguno que esté dispuesto a morir por una persona sumamente
buena. Y la prueba de que Dios nos ama está en que Cristo murió
por nosotros, cuando aún éramos pecadores. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
La argumentación
de san Pablo es contundente: Jesús tenía miedo a morir y no obstante
murió por nosotros cuando éramos pecadores, revelando así
la hondura de su amor.
ACLAMACIÓN (cfr Jn 4, 42, 15) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Señor, tú eres el Salvador del mundo. Dame de tu agua viva para
que no vuelva a tener sed. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 4, 5-42
En aquel tiempo, llegó
Jesús a un pueblo de Samaria llamado Sicar, cerca del campo que dio Jacob
a su hijo José. Ahí estaba el pozo de Jacob. Jesús, que
venía cansado del camino, se sentó sin más en el brocal
del pozo. Era cerca del mediodía.
Entonces llegó una mujer de Samaria a sacar agua y Jesús le dijo:
"Dame de beber". (Sus discípulos habían ido al pueblo
a comprar comida) La samaritana le contestó: "¿cómo
es que tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy
samaritana?" (Porque los judíos no tratan a los samaritanos) Jesús
le dijo: "Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide
de beber, tú le pedirías a él, y él te daría
agua viva".
La mujer le respondió: "Señor, ni siquiera tienes con qué
sacar agua y el pozo es profundo, ¿cómo vas a darme agua viva?
¿Acaso eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio
este pozo, del que bebieron él, sus hijos y sus ganados?". Jesús
le contestó: "El que bebe de esta agua vuelve a tener sed. Pero
el que beba del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed;
el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un
manantial capaz de dar la vida eterna".
La mujer le dijo: "Señor, dame de esa agua para que no vuelva a
tener sed ni tenga que venir hasta aquí a sacarla". Él le
dijo: "Ve a llamar a tu marido y vuelve". La mujer le contestó:
"No tengo marido". Jesús le dijo: "Tienes razón
en decir: 'No tengo marido'. Has tenido cinco, y el de ahora no es tu marido.
En eso has dicho la verdad".
La mujer le dijo: "Señor, ya veo que eres profeta. Nuestros padres
dieron culto en este monte y ustedes dicen que el sitio donde se debe dar culto
está en Jerusalén". Jesús le dijo:
"Créeme, mujer, que se acerca la hora en que ni en este monte ni
en Jerusalén adorarán al Padre. Ustedes adoran lo que no conocen;
nosotros adoramos lo que conocemos. Porque la salvación viene de los
judíos. Pero se acerca la hora, y ya está aquí, en que
los que quieran dar culto verdadero adorarán al Padre en espíritu
y en verdad, porque así es como el Padre quiere que se le dé culto.
Dios es espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo en espíritu
y en verdad".
La mujer le dijo: "Ya sé que va a venir el Mesías (es decir,
Cristo) Cuando venga, él nos dará razón de todo".
Jesús le dijo: "Soy yo, el que habla contigo".
En esto llegaron los discípulos y se sorprendieron de que estuviera conversando
con una mujer; sin embargo, ninguno le dijo: '¿Qué le preguntas
o de qué hablas con ella?' Entonces la mujer dejó su cántaro,
se fue al pueblo y comenzó a decir a la gente: "Vengan a ver a un
hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será éste
el Mesías?". Salieron del pueblo y se pusieron en camino hacia donde
él estaba.
Mientras tanto, sus discípulos le insistían: "Maestro, Come"
El les dijo: "Yo tengo por comida un alimento que ustedes no conocen. "Los
discípulos comentaban entre sí: "¿Le habrá
traído alguien de comer?" Jesús les dijo: "Mi alimento
es hacer la voluntad del que me envió y llevar a término su obra
¿Acaso no dicen ustedes que todavía faltan cuatro meses para la
siega? Pues bien, yo les digo: Levanten los ojos y contemplen los campos, que
ya están dorados para la siega. Ya el segador recibe su jornal y almacena
frutos para la vida eterna. De este modo se alegran por igual el sembrador y
el segador. Aquí se cumple el dicho: 'Uno es el que siembra y otro el
que cosecha. 'Yo los envié a cosechar lo que no habían trabajado.
Otros trabajaron y ustedes recogieron su fruto".
Muchos samaritanos de aquel poblado creyeron en Jesús por el testimonio
de la mujer: 'Me dijo todo lo que he hecho'. Cuando los samaritanos llegaron
a donde él estaba, le rogaban que se quedara con ellos, y se quedó
allí, dos días muchos más creyeron en el al oír
su palabra. Y decían a la mujer: "Ya no creemos por lo que tú
nos has contado, pues nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él
es de veras, el salvador del mundo. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesus.
Jesús se encuentra con esta mujer en el pozo, dialoga con ella y le va revelando paulatinamente el misterio de su persona, ofreciéndole el don supremo del Espíritu que da vida.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que esta Eucaristía, Señor, nos obtenga a quienes imploramos tu perdón, la gracia de saber perdonar a nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque Cristo nuestro Señor cuando pidió de beber a la samaritana,
ya había infundido en ella la gracia de la fe, y si quiso estar sediento
de la fe de aquella mujer, fue para encender en ella el fuego del amor divino.
Por eso, Señor, te damos gracias y proclamamos tu grandeza cantando con
los ángeles. Santo, Santo, Santo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 4. 13-14)
El que beba del agua que yo le daré, dice el Señor, nunca más tendrá sed; el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en una fuente que salta hasta la vida eterna.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú, que nos has alimentado, ya desde esta vida, con el pan del cielo, prenda de nuestra salvación, concédenos, Señor, manifestar en todos nuestros actos el misterio de tu Eucaristía. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO: Cada vez se acrecienta más la búsqueda afanosa de satisfactores materiales. Los seres humanos vivimos atareados en pos de los valores materiales. Las generaciones emergentes lo confiesan con cinismo, la belleza, el dinero, el poder, la imagen exterior son los soportes donde se construye la autoestima. La oferta que Jesús hace a la samaritana al ofrecerle el agua que da vida, sonará a sus oídos como una propuesta ingenua y romántica. Los auténticos seguidores de Jesús no podemos dejarnos arrastrar por el torbellino del materialismo que arrastra y devora a tantas personas; el Espíritu nos ha sido dado para vivir como hijos de Dios y no como esclavos de las realidades terrenales.
Santos: Román y Lupicino, ermitaños; Mariana y Cira de Siria, ermitañas, y beato presbítero.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 83, 3)
Mi alma desfallece y suspira por los atrios del Señor; mi corazón y todo mi ser se han regocijado en el Dios vivo.
ORACIÓN COLECTA
Señor, que tu continua misericordia purifique a tu Iglesia y la proteja; y ya que sin ti no puede encontrar la salvación, dirígela siempre con tu gracia. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del segundo libro de los Reyes: 5, 1-15
En aquellos días,
Naamán, general del ejército de Siria, gozaba de la estima y del
favor de su rey, pues por su medio había dado el Señor la victoria
a Siria. Pero este gran guerrero era leproso.
Sucedió que una banda de sirios, en una de sus correrías, trajo
cautiva a una jovencita, que pasó luego al servicio de la mujer de Naamán.
Ella le dijo a su señora: "Si mi señor fuera a ver al profeta
que hay en Samaria, ciertamente él lo curaría de su lepra".
Entonces fue Naamán a contarle al rey, su señor: "Esto y
esto dice la muchacha israelita. "El rey de Siria le respondió:
"Anda, pues, que yo te daré una carta para el rey de Israel".
Naamán se puso en camino, llevando de regalo diez barras de plata, seis
mil monedas de oro, diez vestidos nuevos y una carta para el rey de Israel que
decía: "Al recibir ésta, sabrás que te envío
a mi siervo Naamán, para que lo cures de la lepra".
Cuando el rey de Israel leyó la carta, rasgó sus vestiduras exclamando:
"¿Soy yo acaso Dios, capaz de dar vida o muerte, para que éste
me pida que cure a un hombre de su lepra? Es evidente que lo que anda buscando
es un pretexto para hacerme la guerra".
Cuando Eliseo, el hombre de Dios, se enteró de que el rey había
rasgado sus vestiduras, le envió este recado: " ¿Por qué
rasgaste tus vestiduras? Envíamelo y sabrá que hay un profeta
en Israel". Llegó, pues, Naamán con sus caballos y su carroza,
y se detuvo a la puerta de la casa de Eliseo. Este le mandó decir con
un mensajero: "Ve y báñate siete veces en el río Jordán,
y tu carne quedará limpia" Naamán se alejó enojado,
diciendo: "Yo había pensado que saldría en persona a mi encuentro
y que, invocando el nombre del Señor, su Dios, pasaría la mano
sobre la parte enferma y me curaría de la lepra ¿Acaso los ríos
de Damasco, como el Abaná y el Farfar, no valen más que todas
las aguas de Israel? ¿No podría bañarme en ellos y quedar
limpio?". Dio media vuelta y ya se marchaba, furioso, cuando sus criados
se acercaron a él y le dijeron: "Padre mío, si el profeta
te hubiera mandado una cosa muy difícil, ciertamente la habrías
hecho; cuanto más, si sólo te dijo que te bañaras y quedarías
sano".
Entonces Naamán bajó, se bañó siete veces en el
Jordán, como le había dicho el hombre de Dios, y su carne quedó
limpia como la de un niño. Volvió con su comitiva adonde estaba
el hombre de Dios y se le presentó, diciendo: "Ahora sé que
no hay más Dios que el de Israel". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
La trama de este relato
milagroso pone de manifiesto la grandeza del poder de Dios, quien valiéndose
de un baño en el Jordán, devuelve la salud y la alegría
al general sirio.
De los salmos 41 y 42. R/. Estoy sediento del Dios que da la vida.
Como el venado busca el agua de los ríos, así, cansada, mi alma
te busca a ti, Dios mío. R/
Del Dios que da la vida está mi ser sediento. ¿Cuándo será
posible ver de nuevo su templo? R/.
Envíame, Señor, tu luz y tu verdad; que ellas se conviertan en
mi guía y hasta tu monte santo me conduzcan, allí donde tú
habitas. R/.
Al altar del Señor me acercaré, al Dios que es mi alegría,
ya mi Dios, el Señor, le daré gracias al compás de la cítara"
R/.
ACLAMACIÓN (Sal
129, 5. 7) R/.
Honor y gloria a ti, Señor Jesús. Confío en el Señor
y en sus palabras, porque del Señor viene la misericordia y la redención.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 4, 24-30
En aquel tiempo, Jesús
llegó a Nazaret, entró a la sinagoga y dijo al pueblo: "Yo
les aseguro que nadie es profeta en su tierra. Había ciertamente en Israel
muchas viudas en los tiempos de Elías, cuando faltó la lluvia
durante tres años y medio, y hubo un hambre terrible en todo el país;
sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda que;
vivía en Sarepta, ciudad de Sidón. Había muchos leprosos
en Israel, en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue
curado, sino Naamán, que era de Siria".
Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se llenaron de ira,
y levantándose, lo sacaron de la ciudad y lo llevaron hasta una barranca
del monte, sobre el que estaba construida la ciudad, para despeñarlo.
Pero él, pasando por en medio de ellos, se alejó de allí.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús se apropia del oráculo de Isaías y se presenta como el portador de buenas noticias que viene a humanizar y dignificar la existencia de los pobres y los afligidos por el mal y la miseria.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, esta ofrenda que te presentamos como signo de nuestra entrega a ti y conviértela en el sacramento que ha de darnos la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor:
Prefacio de Cuaresma IV.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 116, 1-2)
Alaben al Señor todas las naciones, aclámenlo todos los pueblos, porque grande es su amor hacia nosotros y su fidelidad dura por siempre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el sacramento que hemos recibido nos purifique, Señor, y realice nuestra unidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.