Dom |
Lun |
Mar |
Mié |
Jue |
Vie |
Sáb |
|
|
|
||||
|
MISAL MARZO DEL 2006
MIÉRCOLES DE CENIZA
Santos: David de Gales, obispo, y Félix III, papa.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sb 11, 24-25. 27)
Señor, tú tienes misericordia de todos y nunca odias a tus creaturas; borras los pecados de los hombres que se arrepienten y los perdonas, porque tú, Señor, eres nuestro Dios.
Se omite el acto penitencial, que es sustituido por el rito de la imposición de la ceniza.
ORACIÓN COLECTA
Que el día de ayuno con el que iniciamos, Señor, esta Cuaresma sea el principio de una verdadera conversión a ti, y que nuestros actos de penitencia nos ayuden a vencer al espíritu del mal. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Joel: 2,12-18
Esto dice el Señor:
"Todavía es tiempo. Vuélvanse a mí de todo corazón,
con ayunos, con lágrimas y llanto; enluten su corazón y no sus
vestidos.
Vuélvanse al Señor Dios nuestro, porque es compasivo y misericordioso,
lento a la cólera, rico en clemencia, y se conmueve ante la desgracia.
Quizá se arrepienta, se compadezca de nosotros y nos deje una bendición,
que haga posibles las ofrendas y las libaciones al Señor, nuestro Dios.
Toquen la trompeta en Sión, promulguen un ayuno, convoquen la asamblea,
reúnan al pueblo, santifiquen la reunión, junten a los ancianos,
convoquen a los niños, aun a los niños de pecho. Que el recién
casado deje su alcoba y su tálamo la recién casada.
Entre el vestíbulo y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor,
diciendo: 'Perdona, Señor, perdona a tu pueblo. No entregues tu heredad
a la burla de las naciones. Que no digan los paganos: ¿Dónde está
el Dios de Israel?'". Y el Señor se llenó de celo por su
tierra y tuvo piedad de su pueblo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El profeta invita a la
conversión auténtica. Los actos de penitencia son expresión
del cambio. Quien se arrepiente lo hace con la esperanza de obtener el perdón
divino.
Del salmo 50 R/. Misericordia, Señor, hemos pecado.
Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate
de mí y olvida mis ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y
purifícame de mis pecados. R/.
Puesto que reconozco mis culpas, tengo siempre presentes mis pecados. Contra
ti sólo pequé, Señor, haciendo lo que a tus ojos era malo.
R/.
Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu
nuevo para cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti,
ni retires de mí tu santo espíritu. R/.
Devuélveme tu salvación, que regocija, y mantén en mí
un alma generosa. Señor, abre mis labios y cantará mi boca tu
alabanza. R/.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 5, 20-6, 2
Hermanos: Somos embajadores de Cristo, y por nuestro medio es como si Dios mismo los exhortara a ustedes. En nombre de Cristo les pedimos que se dejen reconciliar con Dios. Al que nunca cometió pecado, Dios lo hizo "pecado" por nosotros, para que, unidos a él, recibamos la salvación de Dios y nos volvamos justos y santos. Como colaboradores que somos de Dios, los exhortamos a no echar su gracia en saco roto. Porque el Señor dice: En el tiempo favorable te escuché y en el día de la salvación te socorrí. Pues bien, ahora es el tiempo favorable; ahora es el día de la salvación. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Pablo y sus compañeros conocen su identidad misionera: son embajadores de Dios e invitan a la reconciliación. Nadie está excluido del perdón divino.
ACLAMACIÓN (cfr. Sal 94, 8) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su corazón". R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 6, 1-6.16-18
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Tengan cuidado
de no practicar obras de piedad delante de los hombres para que los vean. De
lo contrario, no tendrán recompensa con su Padre celestial.
Por lo tanto, cuando des limosna, no lo anuncies con trompeta, como hacen los
hipócritas en las sinagogas y por las calles, para que los alaben los
hombres. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio,
cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha, para
que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes hagan oración, no sean como los hipócritas, a quienes
les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para
que los vea la gente. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú,
en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora ante
tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve lo
secreto, te recompensará.
Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como esos hipócritas que
descuidan la apariencia de su rostro, para que la gente note que están
ayunando. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio,
cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que
no sepa la gente que estás ayunando, sino tu Padre, que está en
lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Los actos penitenciales son útiles para el creyente. Dios los mira y los acoge gustoso. El diálogo penitencial es a dos voces: entre Dios y la persona. No se requieren más testigos.
BENDICIÓN DE LA CENIZA
Después
de la homilía, el sacerdote, de pie y con las manos juntas, dice:
Hermanos, pidamos humildemente a Dios Padre que bendiga con su gracia esta ceniza
que, en señal de penitencia, vamos a imponer sobre nuestras cabezas.
Y después de un breve momento de oración en silencio, prosigue:
ORACIÓN
Señor Dios, que te
apiadas de quienes se humillan y concedes tu paz a los que se arrepienten, escucha
con bondad nuestras súplicas y derrama la gracia de tu bendición
sobre estos siervos tuyos que van a recibir la ceniza, para que, fieles a las
prácticas cuaresmales, puedan llegar, con un alma purificada, a celebrar
la Pascua de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. R/. Amén.
Y rocía la ceniza con agua bendita, sin decir nada.
IMPOSICIÓN DE LA CENIZA
Enseguida, el sacerdote
impone la ceniza a todos los presentes que se acercan a él, y dice a
cada uno:
Arrepiéntete y cree en el Evangelio (Mc 1, 15).
O bien:
Acuérdate de que
eres polvo y al polvo has de volver
(cfr. Gn 3, 19).
Mientras tanto, se entona un canto apropiado.
ANTÍFONA (cfr. Jl 2, 13)
Renovemos nuestra vida con un espíritu de humildad y penitencia; ayunemos y lloremos delante del Señor, porque la misericordia de nuestro Dios está siempre dispuesta a perdonar nuestros pecados.
OTRA ANTÍFONA (Jl 2, 17; Est 13, 17)
Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor, y digan: Perdona, Señor, perdona a tu pueblo, y no cierres la boca de aquellos que te alaban.
OTRA ANTÍFONA (Sal 50, 3)
Borra, Señor, mis
pecados.
Esta antífona puede repetirse después de cada verso del Salmo
50:
'Por tu inmensa compasión y misericordia'.
RESPONSORIO (cfr. Ba 3, 2; Sal 78, 9)
R/. Escúchanos,
Señor, y ten piedad, porque hemos pecado contra ti.
Renovémonos y reparemos los males que por ignorancia hemos cometido;
no sea que, sorprendidos por el día de la muerte, busquemos, sin poder
encontrarlo, el tiempo de hacer penitencia. R/.
Ven en nuestra ayuda, Dios salvador nuestro; por el honor de tu nombre, líbranos,
Señor. R/.
Terminada la imposición de la ceniza, el sacerdote se lava las manos.
La ceremonia termina con la oración universal o de los fieles.
No se dice Credo.
LITURGIA EUCARÍSTICA
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, este sacrificio con el que iniciamos solemnemente la Cuaresma, y concédenos que por medio de las obras de caridad y penitencia venzamos nuestros vicios y, libres de pecado, podamos unirnos mejor a la pasión de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Prefacio de Cuaresma III o IV
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 1, 2-3)
El que medita la ley del Señor día y noche, dará fruto a su tiempo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta comunión
abra, Señor, nuestro corazón a la justicia y a la caridad, para
que observemos el único ayuno que tú quieres y que conduce a nuestra
salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
La bendición e imposición de la ceniza pueden hacerse también
sin misa. En este caso, conviene celebrar antes la liturgia de la Palabra, usando
el canto de entrada, la oración colecta y las lecturas con sus cánticos,
como en la misa. Enseguida se tienen la homilía, y la bendición
e imposición de la ceniza. La ceremonia termina con la oración
universal.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Sal 54, 17-20. 23)
Clamé al Señor, y escuchó mi voz y me libró de los que me atacaban. Encomienda a Dios tus afanes y él te sustentará.
ORACIÓN COLECTA
Inspira, Señor, nuestras acciones y dirígelas con tu gracia, para que todo cuanto emprendamos lo iniciemos en tu nombre y podamos llevarlo a término por tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Deuteronomio: 30, 15-20
Esto dice el Señor:
"Mira: hoy pongo delante de ti la vida y el bien o la muerte y el mal.
Si cumples lo que yo te mando hoy, amando al Señor tu Dios, siguiendo
sus caminos, cumpliendo sus preceptos, mandatos y decretos, vivirás y
te multiplicarás. El Señor, tu Dios, te bendecirá en la
tierra donde vas a entrar para poseerla. Pero si tu corazón se resiste
y no obedeces, si te dejas arrastrar y te postras para dar culto a dioses extranjeros,
yo te anuncio hoy que perecerás sin remedio y que, pasado el Jordán
para entrar a poseer la tierra, no vivirás muchos años en ella.
Hoy tomo por testigos al cielo y a la tierra de que les he propuesto la vida
o la muerte, la bendición o la maldición. Elige la vida y vivirás,
tú y tu descendencia, amando al Señor tu Dios, escuchando su voz,
adhiriéndote a él; pues en eso está tu vida y el que habites
largos años en la tierra que el Señor prometió dar a tus
padres Abraham, Isaac y Jacob". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Tarde o temprano hay que plantearse esta disyuntiva: elegir el bien o el mal. Para el creyente ésas no son realidades subjetivas. Dios instruye a los suyos en la senda del bien.
Del salmo 1 R/. Dichoso
quien confía en el Señor.
Dichoso aquel que no se guía por mundanos criterios, que no anda en malos
pasos ni se burla del bueno, que ama la ley de Dios y se goza en cumplir sus
mandamientos. R/.
Es como un árbol plantado junto al río, que da fruto a su tiempo
y nunca se marchita. En todo tendrá éxito. R/.
En cambio, los malvados serán como la paja barrida por el viento. Porque
el Señor protege el camino del justo y al malo sus caminos acaban por
perderlo. R/.
ACLAMACIÓN (Mt 4,
16) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Conviértanse, dice el Señor, porque ya está cerca el Reino
de los cielos. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 9, 22-25
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Es necesario que el Hijo del hombre sufra
mucho, que sea rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas,
que sea entregado a la muerte y que resucite al tercer día".
Luego, dirigiéndose a la multitud, les dijo: "Si alguno quiere acompañarme,
que no se busque a sí mismo, que tome su cruz de cada día y me
siga.
Pues el que quiera conservar para sí mismo su vida, la perderá;
pero el que la pierda por mi causa, ése la encontrará. En efecto,
¿de qué le sirve al hombre ganar todo el mundo, si se pierde a
sí mismo o se destruye?". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Negarse, cargar la cruz y asumir el seguimiento son las tres exigencias del discipulado cristiano. Este llamado no pierde actualidad. La fe cristiana se fundamenta en esos pilares.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, con bondad estas ofrendas que te presentamos, para que nos alcancen tu perdón y den gloria a tu nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 50, 12)
Señor, crea en mí un corazón puro, y renueva en mi interior un espíritu firme.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos recibido en esta comunión, sean para nosotros fuente de perdón, de santidad y de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 29, 11)
El Señor me escuchó, tuvo piedad de mí y ha venido en mi ayuda.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, tu gracia durante estos días de penitencia cuaresmal, para que a nuestras prácticas externas corresponda una verdadera renovación del espíritu.
Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 58,1-9
Esto dice el Señor:
"Clama a voz en cuello y que nadie te detenga. Alza la voz como trompeta.
Denuncia a mi pueblo sus delitos, a la casa de Jacob sus pecados.
Me buscan día a día y quieren conocer mi voluntad, como si fuera
un pueblo que se comportara rectamente y respetara los juicios de Dios. Me piden
sentencias justas y anhelan tener cerca a Dios. Me dicen todos los días:
'¿Para qué ayunamos, si tú no nos ves? ¿Para qué
nos mortificamos, si no te das por enterado?'.
Es que el día en que ustedes ayunan encuentran la forma de hacer negocio
y oprimen a sus trabajadores. Es que ayunan, sí, para luego reñir
y disputar, para dar puñetazos sin piedad.
Ése no es un ayuno que haga oír en el cielo la voz de ustedes.
¿Acaso es éste el ayuno que me agrada? ¿Es ésta
la mortificación que yo acepto del hombre: encorvar la cabeza como un
junco y acostarse sobre saco y ceniza? ¿A esto llaman ayuno y día
agradable al Señor?
El ayuno que yo quiero de ti es éste, dice el Señor: Que rompas
las cadenas injustas y levantes los yugos opresores; que liberes a los oprimidos
y rompas todos los yugos; que compartas tu pan con el hambriento y abras tu
casa al pobre sin techo; que vistas al desnudo y no des la espalda a tu propio
hermano.
Entonces surgirá tu luz como la aurora y cicatrizarán de prisa
tus heridas; te abrirá camino la justicia y la gloria del Señor
cerrará tu marcha.
Entonces clamarás al Señor y te responderá; lo llamarás
y te dirá: 'Aquí estoy'". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
El creyente tiene una ilusión
profunda: llamar a Dios y ser escuchado. El ayuno verdadero renueva cabalmente
a la persona y la prepara para comunicarse de forma sincera con Dios.
Del salmo 50 R/. A un corazón contrito, Señor, no lo desprecias.
Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate
de mí y olvida mis ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y
purifícame de mis pecados. R/.
Puesto que reconozco mis culpas, tengo siempre presentes mis pecados. Contra
ti sólo pequé, Señor, haciendo lo que a tus ojos era malo.
R/.
Tú, Señor, no te complaces en los sacrificios, y si te ofreciera
un holocausto, no te agradaría. Un corazón contrito te presento,
y a un corazón contrito, tú nunca lo desprecias. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Am 5, 14) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Busquen el bien y no el mal, para que vivan, y el Señor estará
con ustedes. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 9, 14-15
En aquel tiempo, los discípulos de Juan fueron a ver a Jesús y le preguntaron: "¿Por qué tus discípulos no ayunan, mientras nosotros y los fariseos sí ayunamos?". Jesús les respondió: "¿Cómo pueden llevar luto los amigos del esposo, mientras él está con ellos? Pero ya vendrán días en que les quitarán al esposo, y entonces sí ayunarán". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
La presencia de Jesús dio inicio al tiempo del gozo y la fiesta. Cuando Jesús se encamine al Padre, los discípulos podrán ayunar para sobreponerse a la pena de su partida.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que el sacrificio que te ofrecemos en este tiempo de preparación para la Pascua nos haga agradables a tus ojos y más generosos en la práctica de la penitencia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 24, 4)
Señor, enséñame tus caminos, dime cuáles son tus senderos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que nuestra participación en este sacramento nos libre, Señor, de todas nuestras culpas y nos obtenga de tu misericordia la conversión de nuestro espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Casimiro de Polonia, príncipe, y Lucio I,Papa. Beata Plácida Viel, abadesa.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 68, 17)
Escúchanos, Señor, pues eres bueno, y míranos conforme a tu bondad infinita.
ORACIÓN COLECTA
Dios eterno y todopoderoso, mira compasivo nuestra debilidad y extiende tu mano para protegernos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 58, 9-14
Esto dice el Señor:
"Cuando renuncies a oprimir a los demás y destierres de ti el gesto
amenazador y la palabra ofensiva; cuando compartas tu pan con el hambriento
y sacies la necesidad del humillado, brillará tu luz en las tinieblas
y tu oscuridad será como el mediodía. El Señor te dará
reposo permanente; en el desierto saciará tu hambre y dará vigor
a tu cuerpo; serás como un huerto bien regado, como un manantial cuyas
aguas no se agotan. Construirás sobre tus viejas ruinas y edificarás
sobre cimientos muy antiguos; te llamarán reparador de brechas y restaurador
de hogares derruidos.
Si detienes tus pasos para no violar el sábado y no tratas tus negocios
en mi día santo, si llamas al sábado tu delicia y lo consagras
a la gloria del Señor, si lo honras absteniéndote de viajes, de
buscar tu interés, de tratar tus asuntos, entonces el Señor será
tu delicia. Te asentaré sobre mis montañas, te haré gustar
la herencia de tu padre Jacob". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Las promesas divinas están
condicionadas a la respuesta generosa del creyente. Dios llama y espera una
respuesta. Cuando ésta se da generosamente, Dios corresponde con magnanimidad.
Del salmo 85 R/ Señor, enséñame a seguir fielmente tus
caminos.
Presta, Señor, oídos a mi súplica, pues soy un pobre, lleno
de desdichas. Protégeme, Señor, porque te amo; salva a tu servidor,
que en ti confía. R/.
Ten compasión de mí, pues clamo a ti, Dios mío, todo el
día, y ya que a ti, Señor, levanto el alma, llena a este siervo
tuyo de alegría. R/.
Puesto que eres, Señor, bueno y clemente y todo amor con quien tu nombre
invoca, escucha mi oración y a mi súplica da respuesta pronta.
R/.
ACLAMACIÓN (Ez 33,
11) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
No quiero la muerte del pecador, sino que se arrepienta y viva, dice el Señor.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 5, 27-32
En aquel tiempo, vio Jesús
a un publicano llamado Leví (Mateo), sentado en su despacho de recaudador
de impuestos, y le dijo: "Sígueme". Él, dejándolo
todo, se levantó y lo siguió.
Leví ofreció en su casa un gran banquete en honor de Jesús,
y estaban a la mesa, con ellos, un gran número de publícanos y
otras personas. Los fariseos y los escribas criticaban por eso a los discípulos,
diciéndoles: "¿Por qué comen y beben con publícanos
y pecadores?". Jesús les respondió: "No son los sanos
los que necesitan al médico, sino los enfermos. No he venido a llamar
a los justos, sino a los pecadores para que se conviertan". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Los recaudadores llevaban un férreo control de los pagarés de la gente endeudada. El llamado de Jesús también los incluye y los invita a perdonar las deudas de los empobrecidos.
ORACIÓN SÓBRE LAS OFRENDAS
Que este sacrificio de reconciliación y de alabanza que vamos a ofrecerte, nos purifique, Señor, y nos renueve, para que todos nuestros pensamientos y acciones se apeguen a tu voluntad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 9, 13)
Misericordia quiero y no sacrificios, dice el Señor; no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que este sacramento que hemos recibido, y que es fuente de vida para tu Iglesia, sea para nosotros prenda segura de salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
I DOMINGO DE CUARESMA
Santos: Virgilio de Arles, obispo; Juan José de la Cruz, presbítero, y Adrián de Palestina, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 90, 15-16)
Me invocará y yo lo escucharé; lo libraré y lo glorificaré; prolongaré los días de su vida.
No se dice Gloría
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso, que las prácticas anuales propias de la Cuaresma nos ayuden a progresar en el conocimiento de Cristo y a llevar una vida más cristiana. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Génesis: 9, 8-15
En aquellos días
dijo Dios a Noé y a sus hijos: "Ahora establezco una alianza con
ustedes y con sus descendientes, con todos los animales que los acompañaron,
aves, ganados y fieras, con todos los que salieron del arca, con todo ser viviente
sobre la tierra. Ésta es la alianza que establezco con ustedes: No volveré
a exterminar la vida con el diluvio ni habrá otro diluvio que destruya
la tierra".
Y añadió: "Ésta es la señal de la alianza perpetua
que yo establezco con ustedes y con todo ser viviente que esté con ustedes:
pondré mi arco iris en el cielo como señal de mi alianza con la
tierra, y cuando yo cubra de nubes la tierra, aparecerá el arco iris
y me acordaré de mi alianza con ustedes y con todo ser viviente. No volverán
las aguas del diluvio a destruir la vida". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Dios asume un compromiso
unilateral: nunca más destruirá la tierra. Dios "se ata las
manos" y renuncia a imponer un castigo total. Dios no quiere destruir su
obra.
Del salmo 24 R/ Descúbrenos, Señor, tus caminos.
Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la verdad
de tu doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador, y tenemos en ti nuestra
esperanza. R/.
Acuérdate, Señor, que son eternos tu amor y tu ternura. Según
ese amor y esa ternura, acuérdate de nosotros. R/.
Porque el Señor es recto y bondadoso, indica a los pecadores el sendero,
guía por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus caminos.
R/
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro: 3,18-22
Hermanos: Cristo murió, una sola vez y para siempre, por los pecados de los hombres; él, el justo, por nosotros, los injustos, para llevarnos a Dios; murió en su cuerpo y resucitó glorificado. En esta ocasión, fue a proclamar su mensaje a los espíritus encarcelados, que habían sido rebeldes en los tiempos de Noé, cuando la paciencia de Dios aguardaba, mientras se construía el arca, en la que unos pocos, ocho personas, se salvaron flotando sobre el agua. Aquella agua era figura del bautismo, que ahora los salva a ustedes y que no consiste en quitar la inmundicia corporal, sino en el compromiso de vivir con una buena conciencia ante Dios, por la resurrección de Cristo Jesús, Señor nuestro, que subió al cielo y está a la derecha de Dios, a quien están sometidos los ángeles, las potestades y las virtudes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Noé es presentado como símbolo de salvación. Quienes se unieron a él, alcanzaron la salvación cruzando las aguas. El símbolo del agua empezaba a llenarse de salvación.
ACLAMACIÓN (Mt 4,
4) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que
sale de la boca de Dios. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 1, 12-15
En aquel tiempo, el Espíritu
impulsó a Jesús a retirarse al desierto, donde permaneció
cuarenta días y fue tentado por Satanás. Vivió allí
entre animales salvajes, y los ángeles le servían.
Después de que arrestaron a Juan el Bautista, Jesús se fue a Galilea
para predicar el Evangelio de Dios y decía: "Se ha cumplido el tiempo
y el Reino de Dios ya está cerca. Conviértanse y crean en el Evangelio".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
La proclamación es de todos conocida. La fe nos conduce a la conversión. Quien se convierte participa de la experiencia renovadora del reinado de Dios, que hermana a los creyentes.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Señor, que estos dones que vamos a ofrecerte nos dispongan convenientemente para el santo tiempo de la Cuaresma, que estamos iniciando. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque Cristo nuestro Señor, al abstenerse durante cuarenta días
de tomar alimento, inauguró la práctica de nuestra penitencia
cuaresmal y al rechazar las tentaciones del enemigo nos enseñó
a sofocar la fuerza del pecado; de este modo, celebrando con sinceridad el misterio
de esta Pascua, podremos pasar un día a la Pascua que no acaba.
Por eso, con los ángeles y santos te cantamos el himno de alabanza, diciendo
sin pesar: Santo, santo, santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 90, 4)
El Señor te cubrirá con su protección, bajo sus alas encontrarás refugio.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que este pan celestial alimente, Señor, en nosotros la fe, aumente la esperanza, refuerce la caridad y nos enseñe a sentir hambre de Cristo, que es el pan vivo y verdadero, y a vivir de toda palabra que proceda de tu boca. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- No son pocas las ideologías políticas que pretenden confinar la experiencia religiosa al terreno íntimo y privado. Esa pretensión es antigua y tiene por meta restar la vitalidad de la fe. Los auténticos creyentes no viven la simulación ni el divorcio; al contrario, forjan un nexo sólido entre su fe y su vida. Saben que "toda la fe debe estar en toda la vida". Jesús no alienta componendas ni acuerdos vergonzantes. La fe es una opción personal, que no puede imponerse a los no creyentes. No obstante, el cristiano jamás debe acobardarse. El tiempo se ha cumplido. La fe se conserva cuando se vive, se practica y se transmite.
Santos: Olegario de Barcelona, obispo, y Coleta de Corbie, abadesa. Beata María de Providencia, fundadora.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 122, 2-3)
Así como la esclava en su señora tiene fijos los ojos, fijos en el Señor están los nuestros, hasta que Dios se apiade de nosotros. Ten piedad de nosotros, ten piedad.
ORACIÓN COLECTA
Conviértenos a ti, Dios salvador nuestro, y ayúdanos a progresar en el conocimiento de tu palabra para que esta Cuaresma nos sea provechosa. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Levítico: 19, 1-2. 11-18
En aquellos días
dijo el Señor a Moisés: "Habla a la asamblea de los hijos
de Israel y diles: 'Sean santos, porque yo, el Señor, soy santo. No hurtarán.
No mentirán ni engañarán a su prójimo. No jurarán
en falso por mi nombre, eso sería profanar el nombre de su Dios. Yo soy
el Señor.
No oprimas ni explotes a tu prójimo. No retengas hasta el día
siguiente el salario del que trabaja para ti. No maldigas al sordo, ni pongas
tropiezos ante el ciego. Teme a tu Dios. Yo soy el Señor.
No seas injusto en la sentencia, ni por favorecer al pobre ni por respeto al
poderoso. Juzga con justicia a tu prójimo. No andes calumniando a los
tuyos ni des testimonio contra la vida de tu prójimo. Yo soy el Señor.
No odies a tu hermano ni en lo secreto de tu corazón. Trata de corregirlo,
para que no cargues tú con su pecado. No te vengues ni guardes rencor
a los hijos de tu pueblo. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el
Señor'". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El sacrificio expiatorio
era un ritual anual que preparaba al pueblo para el encuentro con Dios. Si el
pueblo no está limpio de maldad no puede contemplar la gloria del Señor.
Del salmo 18 R/. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables
son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. R/.
En los mandamientos del Señor hay rectitud y alegría para el corazón;
son luz los preceptos del Señor para alumbrar el camino. R/.
La voluntad del Señor es santa y para siempre estable; los mandatos del
Señor son verdaderos y enteramente justos. R/.
Que te sean gratas las palabras de mi boca y los anhelos de mi corazón.
Haz, Señor, que siempre te busque, pues eres mi refugio y salvación.
R/.
ACLAMACIÓN (2 Co
6, 2) RJ. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Éste es el tiempo favorable, éste es el día de la salvación.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 25, 31-46
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado
de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará
en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante él todas
las naciones, y él apartará a los unos de los otros, como aparta
el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha
y a los cabritos a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha: 'Vengan, benditos de mi Padre;
tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación
del mundo; porque estuve hambriento y me dieron de comer, sediento y me dieron
de beber, era forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo
y me visitaron, encarcelado y fueron a verme'. Los justos le contestarán
entonces: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos
de comer, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de forastero
y te hospedamos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo
o encarcelado y te fuimos a ver?'. Y el rey les dirá: 'Yo les aseguro
que cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos conmigo
lo hicieron'.
Entonces dirá también a los de su izquierda: 'Apártense
de mí, malditos; vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus
ángeles; porque estuve hambriento y no me dieron de comer, sediento y
no me dieron de beber, era forastero y no me hospedaron, estuve desnudo y no
me vistieron, enfermo y encarcelado y no me visitaron'.
Entonces ellos le responderán: 'Señor, ¿cuándo te
vimos hambriento o sediento, de forastero o desnudo, enfermo o encarcelado y
no te asistimos?'. Y él les replicará: 'Yo les aseguro que cuando
no lo hicieron con uno de aquellos más insignificantes tampoco lo hicieron
conmigo'. Entonces irán éstos al castigo eterno y los justos a
la vida eterna". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
El juicio final no es un hecho imprevisto, ni una sentencia sorpresiva. Es la manifestación de una experiencia de fe vivida con discreción o una existencia incrédula y egoísta.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que estas ofrendas que te presentamos como signo de nuestra entrega a ti, santifiquen, Señor, con tu gracia, nuestra vida y nos obtengan el perdón de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma l-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 25, 40. 34)
Yo les aseguro que cuanto hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron, dice el Señor. Vengan, benditos de mi Padre, y tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor, encontrar en esta comunión fuera para el cuerpo y para el alma, a fin de que, renovados completamente, podamos gloriarnos de la plenitud de tu redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 89, 1-2)
Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación. Desde siempre y por siempre tú eres Dios.
ORACIÓN COLECTA
Mira, Señor, con misericordia a tu pueblo que en estos días de Cuaresma usa con moderación de los bienes del cuerpo y aviva en su espíritu el deseo de poseerte. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 55, 10-11
Esto dice el Señor: "Como bajan del cielo la lluvia y la nieve y no vuelven allá, sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, a fin de que dé semilla para sembrar y pan para comer, así será la palabra que sale de mi boca: no volverá a mí sin resultado, sino que hará mi voluntad y cumplirá su misión". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los campesinos que cultivan
terrenos de temporal aprecian mejor que nadie la bendición del agua de
lluvia. La palabra es fuente de bendición que fecunda el corazón
humano.
Del salmo 33 R/. El Señor libra al justo de todas sus angustias.
Proclamemos la grandeza del Señor y alabemos todos juntos su poder. Cuando
acudí al Señor, me hizo caso y me libró de todos mis temores.
R/.
Confía en el Señor y saltarás de gusto, jamás te
sentirás decepcionado, porque el Señor escucha el clamor de los
pobres y los libra de todas sus angustias. R/.
Los ojos del Señor cuidan al justo y a su clamor están atentos
sus oídos. Contra el malvado, en cambio, está el Señor,
para borrar de la tierra su recuerdo. R/.
Escucha el Señor al hombre justo y lo libra de todas sus congojas. El
Señor no está lejos de sus fieles y levanta a las almas abatidas.
R/.
ACLAMACIÓN (Mt 4,
4) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que
sale de la boca de Dios. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 6, 7-15
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Cuando ustedes hagan oración no hablen
mucho, como los paganos, que se imaginan que a fuerza de mucho hablar, serán
escuchados. No los imiten, porque el Padre sabe lo que les hace falta, antes
de que se lo pidan. Ustedes, pues, oren así:
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga
tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación
y líbranos del mal.
Si ustedes perdonan las faltas a los hombres, también a ustedes los perdonará
el Padre celestial. Pero si ustedes no perdonan a los hombres, tampoco el Padre
les perdonará a ustedes sus faltas". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Los cristianos hemos aprendido a acercarnos confiadamente a Dios. No es el Dios impenetrable y misterioso del Islam. Nuestro Dios es el Padre cercano a quien podemos hablarle con familiaridad.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor y creador todopoderoso, los dones que hemos recibido de tu generosidad y convierte el pan y el vino que nos has dado para nuestra vida cotidiana en sacramento de salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 4, 2)
Tú, Dios, defensor mío, que me escuchaste cuando te invoqué y me consolaste en la tribulación, ten piedad de mí y escucha mi plegaria.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta Eucaristía nos ayude, Señor, a moderar las pasiones y los deseos terrenos, y a buscar tu justicia y tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Juan de Dios, fundador, y Apolonio y Filemón de Egipto, mártires. Beato Faustino Miguez, fundador.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 24, 6. 3. 22)
Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas y no permitas que nos derrote el enemigo. Sálvanos, Dios de Israel, de todas nuestras angustias.
ORACIÓN COLECTA
Mira, Señor, con bondad a tu pueblo, que con fervor desea entregarse más a ti y concédele que con la práctica de las buenas obras renueve su alma, ya que con sus privaciones se esfuerza por dominar su cuerpo. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Jonás: 3, 1-10
En aquellos días,
el Señor volvió a hablar a Jonás y le dijo: "Levántate
y vete a Nínive, la gran capital, para anunciar ahí el mensaje
que te voy a indicar".
Se levantó Jonás y se fue a Nínive, como le había
mandado el Señor. Nínive era una ciudad enorme: hacían
falta tres días para recorrerla. Jonás caminó por la ciudad
durante un día, pregonando: "Dentro de cuarenta días Nínive
será destruida".
Los ninivitas creyeron en Dios, ordenaron un ayuno y se vistieron de sayal,
grandes y pequeños. Llegó la noticia al rey de Nínive,
que se levantó del trono, se quitó el manto, se vistió
de sayal, se sentó sobre ceniza y, en nombre suyo y de sus ministros,
mandó proclamar en Nínive el siguiente decreto: "Que hombres
y animales, vacas y ovejas, no prueben bocado, que no pasten ni beban; que todos
se vistan de sayal e invoquen con fervor a Dios y que cada uno se arrepienta
de su mala vida y deje de cometer injusticias. Quizá Dios se arrepienta
y nos perdone, aplaque el incendio de su ira y así no moriremos".
Cuando Dios vio sus obras y cómo se convertían de su mala vida,
cambió de parecer y no les mandó el castigo que había determinado
imponerles. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Este capítulo termina con un final feliz. Los habitantes de Nínive
sorprenden a Jonás y agradan a Dios. El perdón divino supera la
estrechez mental del profeta rebelde y se expande por doquier.
Del salmo 50 R/. A un corazón contrito, Señor, no lo desprecias.
Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate
de mí y olvida mis ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y
purifícame de mis pecados. R/.
Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu
nuevo para cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti,
ni retires de mí tu santo espíritu. R/.
Tú, Señor, no te complaces en los sacrificios, y si te ofreciera
un holocausto, no te agradaría. Un corazón contrito te presento,
y a un corazón contrito tú nunca lo desprecias. R/.
ACLAMACIÓN (Jn 2,
12-13) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Todavía es tiempo, dice el Señor. Arrepiéntanse de todo
corazón y vuélvanse a mí, que soy compasivo y misericordioso.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 11, 29-32
En aquel tiempo, la multitud
se apiñaba alrededor de Jesús y éste comenzó a decirles:
"La gente de este tiempo es una gente perversa. Pide una señal,
pero no se le dará más señal que la de Jonás. Pues
así como Jonás fue una señal para los habitantes de Nínive,
lo mismo será el Hijo del hombre para la gente de este tiempo. Cuando
sean juzgados los hombres de este tiempo, la reina del sur se levantará
el día del juicio para condenarlos, porque ella vino desde los últimos
rincones de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y
aquí hay uno que es más que Salomón.
Cuando sea juzgada la gente de este tiempo, los hombres de Nínive se
levantarán el día del juicio para condenarla, porque ellos se
convirtieron con la predicación de Jonás y aquí hay uno
que es más que Jonás". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús no puede ser acusado de opacidad o de ocultamiento de la información. Él mostró con total transparencia el rostro amoroso de Dios. No hay peor ciego que el que no quiere ver.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te presentamos, Señor, este pan y este vino que tú mismo nos has dado para que te los ofreciéramos, a fin de que, al convertirlos tú en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, nos obtengan la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 5, 12)
Que se alegren, Señor, cuantos en ti confían, que se regocijen eternamente porque tú estás con ellos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú, Señor, que no cesas de invitarnos a tu mesa, concédenos que la recepción de este sacramento sea para nosotros fuente de vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Francisca Romana, viuda; Paciano de Barcelona, obispo, y Catalina de Barcelona, religiosa.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 5, 2-3)
Señor, oye mis palabras, escucha mi lamento, haz caso de mi voz suplicante. Rey mío y Dios mío.
ORACIÓN COLECTA
Puesto que sin ti nada podemos, concédenos, Señor, luz para distinguir siempre el bien y valor para ponerlo en práctica, a fin de que podamos vivir según tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de Ester: 4, 17
En aquellos días,
la reina Ester, ante el mortal peligro que amenazaba a su pueblo, buscó
refugio en el Señor y se postró en tierra con sus esclavas, desde
la mañana hasta el atardecer. Entonces suplicó al Señor
diciendo: "Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob, ¡bendito
seas! Protégeme, porque estoy sola y no tengo más defensor que
tú, Señor, y voy a jugarme la vida.
Señor, yo sé, por los libros que nos dejaron nuestros padres,
que tú siempre salvas a los que te son fieles. Ayúdame ahora a
mí, porque no tengo a nadie más que a ti, Señor y Dios
mío.
Ayúdame, Señor, pues estoy desamparada. Pon en mis labios palabras
acertadas cuando esté en presencia del león y haz que yo le agrade,
para que su corazón se vuelva en contra de nuestro enemigo, para ruina
de éste y de sus cómplices.
Con tu poder, Señor, líbranos de nuestros enemigos. Convierte
nuestro llanto en alegría y haz que nuestros sufrimientos nos obtengan
la vida". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Este relato celebra las
virtudes extraordinarias de dos israelitas fieles. Mardoqueo y Ester se deciden
a actuar en el momento decisivo y Dios los auxilia.
Del salmo 137 R/. De todo corazón te damos gracias, Señor.
De todo corazón te damos gracias, Señor, porque escuchaste nuestros
ruegos. Te cantaremos delante de tus ángeles, te adoraremos en tu templo.
R/.
Señor, te damos gracias por tu lealtad y por tu amor: siempre que te
invocamos nos oíste y nos llenaste de valor. R/.
Que todos los reyes de la tierra te reconozcan, al escuchar tus prodigios. Que
alaben tus caminos, porque tu gloria es inmensa. R/.
Tu mano, Señor, nos pondrá a salvo, y así concluirás
en nosotros tu obra. Señor, tu amor perdura eternamente; obra tuya soy,
no me abandones. R/.
ACLAMACIÓN (Sal
50, 12. 14) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Crea en mí, Señor, un corazón puro y devuélveme
tu salvación, que regocija. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 7, 7-12
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Pidan y se les dará; busquen y encontrarán;
toquen y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca,
encuentra; y al que toca, se le abre.
¿Hay acaso entre ustedes alguno que le dé una piedra a su hijo,
si éste le pide pan? Y si le pide pescado, ¿le dará una
serpiente? Si ustedes, a pesar de ser malos, saben dar cosas buenas a sus hijos,
con cuánta mayor razón el Padre, que está en los cielos,
dará cosas buenas a quienes se las pidan.
Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes. En esto
se resumen la ley y los profetas". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Si los humanos acostumbramos hacer el bien a quienes amamos, con mayor razón Dios nos responderá benévolamente, y nos concederá lo que le pidamos con plena confianza.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, en tu bondad las ofrendas y súplicas que te presentamos, y convierte a ti nuestros corazones. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 7, 8)
Todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra, y al que toca, se le abrirá.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor Dios nuestro, que el sacramento que nos has dado como ayuda para nuestra salvación nos sirva de auxilio, tanto para esta vida como para la futura. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Macario de Jerusalén, obispo, y Simplicio, papa. Beata María Eugenia Milleret de Brou. Fundadora.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 24, 17-18)
Sálvame, Señor, de todas mis angustias. Mira mis trabajos y mis penas, y perdona todos mis pecados.
ORACIÓN COLECTA
Concede, Señor, a tus hijos prepararse interiormente a la celebración de la Pascua, para que la mortificación corporal, propia de este tiempo, dé en cada uno de nosotros frutos espirituales. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Ezequiel: 18, 21-28
Esto dice el Señor:
"Si el pecador se arrepiente de los pecados cometidos, guarda mis preceptos
y practica la rectitud y la justicia, ciertamente vivirá y no morirá;
no me acordaré de los delitos que cometió; vivirá a causa
de la justicia que practicó. ¿Acaso quiero yo la muerte del pecador,
dice el Señor, y no más bien que enmiende su conducta y viva?
Si el justo se aparta de su justicia y comete maldad, no se recordará
la justicia que hizo. Por la iniquidad que perpetró, por el pecado que
cometió, morirá. Y si dice: 'No es justo el proceder del Señor',
escucha, casa de Israel: ¿Conque es injusto mi proceder? ¿No es
más bien el proceder de ustedes el injusto?
Cuando el justo se aparta de su justicia, comete la maldad y muere; muere por
la maldad que cometió. Cuando el pecador se arrepiente del mal que hizo
y practica la rectitud y la justicia, él mismo salva su vida. Si recapacita
y se aparta de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El perdón de Dios
siempre está disponible para quien se acoja a él. Sin importar
lo que cada quien haya vivido en el pasado, el camino de la reconciliación
siempre está abierto.
Del salmo 129 R/. Perdónanos, Señor, y viviremos.
Desde el abismo de mis pecados clamo a ti; Señor, escucha mi clamor;
que estén atentos tus oídos a mi voz suplicante. R/.
Si conservaras el recuerdo de las culpas, ¿quién habría,
Señor, que se salvara? Pero de ti procede el perdón, por eso con
amor te veneramos. R/.
Confío en el Señor, mi alma espera y confía en su palabra;
mi alma aguarda al Señor, mucho más que a la aurora el centinela.
R/.
Como aguarda a la aurora el centinela, aguarde Israel al. Señor, porque
del Señor vienen la misericordia y la abundancia de la redención,
y él redimirá a su pueblo de todas sus iniquidades. R/.
ACLAMACIÓN (Ez 18,
31) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Purifíquense de todas sus iniquidades; renueven su corazón y su
espíritu, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 5, 20-26
En aquel tiempo Jesús
dijo a sus discípulos: "Les aseguro que si su justicia no es mayor
que la de los escribas y fariseos, ciertamente no entrarán ustedes en
el Reino de los cielos.
Han oído ustedes que se dijo a los antiguos: No matarás y el que
mate será llevado ante el tribunal. Pero yo les digo: Todo el que se
enoje con su hermano, será llevado también ante el tribunal; el
que insulte a su hermano, será llevado ante el tribunal supremo, y el
que lo desprecie, será llevado al fuego del lugar de castigo.
Por lo tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí
mismo de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda junto
al altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve luego a presentar
tu ofrenda.
Arréglate pronto con tu adversario, mientras vas con él por el
camino, no sea que te entregue al juez, el juez al policía y te metan
a la cárcel. Te aseguro que no saldrás de ahí hasta que
hayas pagado el último centavo". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Los cristianos no están exentos de afrontar conflictos. Éstos surgen de nuestras diferencias. Los cristianos están invitados a resolverlos con diálogo y tolerancia.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estas ofrendas por medio de las cuales has querido misericordiosamente devolvernos tu amistad y darnos la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Prefacio de Cuaresma I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ez 33, 11)
Tan cierto como que vivo, dice el Señor, no quiero la muerte del pecador, sino que se convierta y viva.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la recepción de tu sacramento nos renueve, Señor, y, purificados de toda maldad, nos haga participar de los bienes de la redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Eulogio de Córdoba, mártir; Sofronio de Jerusalén, obispo, y Esteban de Bacina, abad.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 18, 8)
La ley del Señor es perfecta y reconforta el corazón; el testimonio del Señor es veraz y vuelve sabios a los sencillos.
ORACIÓN COLECTA
Señor y Padre eterno, haz que se conviertan a ti nuestros corazones, a fin de que, viviendo consagrados enteramente a tu servicio, te busquemos siempre a ti y nos dediquemos a la práctica de las obras de misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Deuteronomio: 26,16-19
En aquel tiempo habló
Moisés al pueblo y le dijo: "El Señor, tu Dios, te manda
hoy que cumplas estas leyes y decretos; guárdalos, por lo tanto, y ponlos
en práctica con todo tu corazón y con toda tu alma.
Hoy has oído al Señor declarar que él será tu Dios,
pero sólo si tú caminas por sus sendas, guardas sus leyes, mandatos
y decretos, y escuchas su voz.
Hoy el Señor te ha oído declarar que tú serás el
pueblo de su propiedad, como él te lo ha prometido, pero sólo
si guardas sus mandamientos. Por eso él te elevará en gloria,
renombre y esplendor, por encima de todas las naciones que ha hecho, y tu serás
un pueblo consagrado al Señor, tu Dios, como él te lo ha prometido".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El discurso concluye con
una solemne invitación que se extiende a los creyentes de cualquier generación:
Hoy es el momento oportuno para cumplir la voluntad del Señor.
Del salmo 118 R/. Dichoso el que cumple la voluntad del Señor.
Dichoso el hombre de conducta intachable, que cumple la ley del Señor.
Dichoso el que es fiel a sus enseñanzas y lo busca de todo corazón.
R/.
Tú, Señor, has dado tus preceptos para que se observen exactamente.
Ojalá que mis pasos se encaminen al cumplimiento de tus mandamientos.
R/.
Te alabaré con sincero corazón, cuando haya aprendido tus justos
mandamientos. Quiero cumplir tu ley exactamente. Tú, Señor, no
me abandones. R/.
ACLAMACIÓN (2 Co
6, 2) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Éste es el tiempo favorable, éste es el día de la salvación.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 5, 43-48
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Han oído ustedes que se dijo: Ama
a tu prójimo y odia a tu enemigo. Yo, en cambio, les digo: Amen a sus
enemigos, hagan el bien a los que los odian y nieguen por los que los persiguen
y calumnian, para que sean hijos de su Padre celestial, que hace salir su sol
sobre los buenos y los malos, y manda su lluvia sobre los justos y los injustos.
Porque si ustedes aman a los que los aman, ¿qué recompensa merecen?
¿No hacen eso mismo los publícanos? Y si saludan tan sólo
a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen
eso mismo los paganos? Sean, pues perfectos como su Padre celestial es perfecto".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Los que presentan a Dios con estrechez y mezquindad, en realidad están presentando su autorretrato. Dios es magnánimo y benevolente, y no excluye a nadie de sus bendiciones.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDA
Que la celebración de este sacramento nos purifique, Señor, de nuestras faltas y nos haga dignos de participar de tu Eucaristía. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 5, 48)
Sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Ayuda, Señor, y reconforta siempre a estos hijos tuyos, a quienes has iluminado con tu palabra y alimentado con tu sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.
DOMINGO DE CUARESMA
Santos: Pablo Aureliano de Bretaña, obispo, e Inocencio I, papa. Beata Ángela Salawa, virgen.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 24, 6. 3. 22)
Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas y no permitas que nos derrote el enemigo. Sálvanos, Dios de Israel, de todas nuestras angustias.
No se dice Gloría.
ORACIÓN COLECTA
Señor, Padre santo, que nos mandaste escuchar a tu amado Hijo, alimenta nuestra fe con tu palabra y purifica los ojos de nuestro espíritu, para que podarnos alegrarnos en la contemplación de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Génesis: 22,1-2. 9-13.15-18
En aquel tiempo, Dios le
puso una prueba a Abraham y le dijo: "¡Abraham, Abraham!". El
respondió: "Aquí estoy". Y Dios le dijo: "Toma
a tu hijo único, Isaac, a quien tanto amas; vete a la región de
Moriá y ofrécemelo en sacrificio, en el monte que yo te indicaré".
Cuando llegaron al sitio que Dios le había señalado, Abraham levantó
un altar y acomodó la leña. Luego ató a su hijo Isaac,
lo puso sobre el altar, encima de la leña, y tomó el cuchillo
para degollarlo.
Pero el ángel del Señor lo llamó desde el cielo y le dijo:
"¡Abraham, Abraham!". Él contestó: "Aquí
estoy". El ángel le dijo: "No descargues la mano contra tu
hijo, ni le hagas daño. Ya veo que temes a Dios, porque no le has negado
a tu hijo único". Abraham levantó los ojos y vio un carnero,
enredado por los cuernos en la maleza. Atrapó el carnero y lo ofreció
en sacrificio en lugar de su hijo.
El ángel del Señor volvió a llamar a Abraham desde el cielo
y le dijo: "Juro por mí mismo, dice el Señor, que por haber
hecho esto y no haberme negado a tu hijo único, yo te bendeciré
y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y las arenas
del mar. Tus descendientes conquistarán las ciudades enemigas. En tu
descendencia serán bendecidos todos los pueblos de la tierra, porque
obedeciste a mis palabras". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Abraham supera la prueba
y Dios le reafirma sus promesas. El patriarca jamás desespera y, en el
último instante, Dios recompensa su gran confianza.
Del salmo 115 R/. Siempre confiaré en el Señor.
Aun abrumado de desgracias, siempre confié en Dios. A los ojos del Señor
es muy penoso que mueran sus amigos. R/.
De la muerte, Señor, me has librado, a mí, tu esclavo e hijo de
tu esclava; te ofreceré con gratitud un sacrificio e invocaré
tu nombre. R/.
Cumpliré mis promesas al Señor ante todo su pueblo, en medio de
su templo santo, que está en Jerusalén. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 8, 31-34
Hermanos: Si Dios está a nuestro favor, ¿quién estará en contra nuestra? El que no nos escatimó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no va a estar dispuesto a dárnoslo todo, junto con su Hijo? ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? Si Dios mismo es quien los perdona, ¿quién será el que los condene? ¿Acaso Jesucristo, que murió, resucitó y está a la derecha de Dios para interceder por nosotros? Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El apóstol desentraña el sentido profundo de la obra salvadora de Jesucristo. Ésta es la manifestación del infinito amor de Dios. Quien lo cree firmemente, aprende a amar y a esperar.
ACLAMACIÓN (cfr.
Mc 9, 7) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
En el esplendor de la nube se oyó la voz del Padre, que decía:
"Éste es mi Hijo amado, escúchenlo". R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 9, 2-10
En aquel tiempo, Jesús
tomó aparte a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos a un
monte alto y se transfiguró en su presencia. Sus vestiduras se pusieron
esplendorosamente blancas, con una blancura que nadie puede lograr sobre la
tierra. Después se les aparecieron Elías y Moisés, conversando
con Jesús.
Entonces Pedro le dijo a Jesús: "Maestro, ¡qué a gusto
estamos aquí! Hagamos tres chozas, una para ti, otra para Moisés
y otra para Elías". En realidad no sabía lo que decía,
porque estaban asustados.
Se formó entonces una nube, que los cubrió con su sombra, y de
esta nube salió una voz que decía: "Éste es mi Hijo
amado, escúchenlo". En ese momento miraron alrededor y no vieron
a nadie sino a Jesús, que estaba solo con ellos.
Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó que no contaran
a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre resucitara
de entre los muertos. Ellos guardaron esto en secreto, pero discutían
entre sí qué querría decir eso de "resucitar de entre
los muertos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Los discípulos superan la perplejidad y el desaliento. Contemplan la gloria del resucitado y descienden del monte para retomar el camino hacia Jerusalén.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que esta ofrenda, Señor, nos obtenga el perdón de nuestros pecados y nos santifique en el cuerpo y en el alma para que podamos celebrar dignamente las festividades de la Pascua. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque Cristo, Señor nuestro, después de anunciar su muerte a
los discípulos, les mostró en el monte santo el esplendor de su
gloria, para testimoniar, de acuerdo con la ley y los profetas, que la pasión
es el camino de la resurrección.
Por eso, como los ángeles te cantan en el cielo, así nosotros
en la tierra te aclamamos, diciendo sin cesar: Santo, santo, santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 17, 5)
Éste es mi Hijo amado, en quien me complazco; escúchenlo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te damos gracias, Señor, porque al darnos en este sacramento el Cuerpo glorioso de tu Hijo, nos permites participar ya, desde este mundo, de los bienes eternos de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA
REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.-
Los humanos no somos máquinas ni superhombres. Conocemos y experimentamos
progresos y fracasos. Vivimos momentos de euforia y entusiasmo, así como
periodos sombríos.
La fe también experimenta altibajos. Las personas afrontamos descalabros
y desesperanza, aunque posteriormente recuperamos el gozo y la alegría
de vivir. Quien consigue convertir todas las experiencias de su vida en materia
prima de su fe, concilia dinámicamente sus creencias con sus prácticas.
Jesús nos invita a subir con él al monte Tabor, para contemplar
un anticipo de su gloria y recobrar así la esperanza y el dinamismo inicial.
El cristiano vive confiando en una verdad: Jesús está vivo y camina
con nosotros.
Santos: Rodrigo de Córdoba, mártir; Sancha de Portugal, virgen, y Eufrasia de Turquía, religiosa.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 25, 11 -12)
Sálvame, Señor, y ten misericordia de mí. Mi pie se mantiene en el camino recto, en la asamblea bendeciré al Señor.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que para nuestro progreso espiritual nos mandas dominar nuestro cuerpo mediante la austeridad, ayúdanos a huir también de todo pecado y a entregarnos, con amor filial, al cumplimiento de tus mandamientos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Daniel: 9, 4-10
En aquellos días,
imploré al Señor, mi Dios, y le hice esta confesión: "Señor
Dios, grande y temible, que guardas la alianza y el amor a los que te aman y
observan tus mandamientos, nosotros hemos pecado, hemos cometido iniquidades,
hemos sido malos, nos hemos rebelado y nos hemos apartado de tus mandamientos
y de tus normas. No hemos hecho caso a los profetas, tus siervos, que hablaban
a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el
pueblo.
Tuya es, Señor, la justicia, y nuestra la vergüenza en el rostro,
que ahora soportan los hombres de Judá, los habitantes de Jerusalén
y de todo Israel, próximos y lejanos, en todos los países donde
tú los dispersaste, a causa de las infidelidades que cometieron contra
ti. Señor, la vergüenza es nuestra, de nuestros reyes, de nuestros
príncipes y de nuestros padres, porque hemos pecado contra ti. De nuestro
Dios, en cambio, es el tener misericordia y perdonar, aunque nos hemos rebelado
contra él, y al no seguir las leyes que él nos había dado
por medio de sus siervos, los profetas, no hemos obedecido su voz". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
La confesión pública
es contundente. Durante varias generaciones el pueblo olvidó el llamado
de los profetas y pecó. Ahora reconoce sus errores y aprende la lección
dolorosa.
Del salmo 78 R/. No nos trates, Señor, como merecen nuestros pecados.
No recuerdes, Señor, contra nosotros las culpas de nuestros padres. Que
tu amor venga pronto a socorrernos, porque estamos totalmente abatidos. R/.
Para que sepan quién eres, socórrenos, Dios y salvador nuestro.
Para que sepan quién eres, sálvanos y perdona nuestros pecados.
R/.
Que lleguen hasta ti los gemidos del cautivo; con tu brazo poderoso salva a
los condenados a muerte. Y nosotros, pueblo tuyo y ovejas de tu rebaño,
te daremos gracias siempre y de generación en generación te alabaremos.
R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Jn 6, 63. 68) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes palabras
de vida eterna. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 6, 36-38
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso.
No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados;
perdonen y serán perdonados.
Den y se les dará: recibirán una medida buena, bien sacudida,
apretada y rebosante en los pliegues de su túnica. Porque con la misma
medida con que midan, serán medidos". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
La reciprocidad es un principio justo. Es una versión más de la llamada "regla de oro". Si el cristiano quiere ser tratado con clemencia, debe resolver sus desacuerdos con tolerancia.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, favorablemente nuestras oraciones, y tú, que nos concedes participar en esta Eucaristía, líbranos de las seducciones del pecado. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 6, 36)
Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que esta comunión nos purifique de toda culpa y nos haga partícipes de las alegrías del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Matilde de Alemania, reina, y Alejandro de Macedonia, mártir. Beato Plácido Ricardi, monje.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 12, 4-5)
Da luz a mis ojos, Señor, para que no caiga en el sueño de la muerte; para que no diga el enemigo: He triunfado sobre él.
ORACIÓN COLECTA
Señor, vela con amor constante sobre tu Iglesia y ya que sin ti no puede sostenerse lo que se cimienta en la debilidad humana, protégela en los peligros y guíala a la salvación eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 1,10.16-20
Oigan la palabra del Señor,
príncipes de Sodoma; escucha la enseñanza de nuestro Dios, pueblo
de Gomorra: "Lávense y purifíquense; aparten de mi vista
sus malas acciones. Dejen de hacer el mal, aprendan a hacer el bien, busquen
la justicia, auxilien al oprimido, defiendan los derechos del huérfano
y la causa de la viuda.
Vengan, pues, y discutamos, dice el Señor. Aunque sus pecados sean rojos
como la sangre, quedarán blancos como la nieve. Aunque sean encendidos
como la púrpura, vendrán a ser como blanca lana. Si son ustedes
dóciles y obedecen, comerán los frutos de la tierra. Pero si se
obstinan en la rebeldía, la espada los devorará". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Los peores pecados contra
la dignidad de los débiles son perdonados con gusto por Dios. Quien da
muestras sinceras de conversión, siempre obtiene el perdón.
Del salmo 49 R/. Muéstranos, Señor, el camino de la salvación.
No voy a reclamarte sacrificios, dice el Señor, pues siempre están
ante mí tus holocaustos. Pero ya no aceptaré becerros de tu casa,
ni cabritos de tus rebaños. R/.
¿Por qué citas mis preceptos y hablas a toda hora de mi pacto,
tú que detestas la obediencia y echas en saco roto mis mandatos? R/.
Tú haces esto, ¿y yo tengo que callarme? ¿Crees acaso que
yo soy como tú? No, yo te reprenderé y te echaré en cara
tus pecados. Quien las gracias me da, ése me honra y yo salvaré
al que cumple mi voluntad. R/.
ACLAMACIÓN (EZ 18,
31) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Purifíquense de todas sus iniquidades; renueven su corazón y su
espíritu, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 23, 1-12
En aquel tiempo, Jesús
dijo a las multitudes y a sus discípulos: "En la cátedra
de Moisés se han sentado los escribas y fariseos. Hagan, pues, todo lo
que les digan, pero no imiten sus obras, porque dicen una cosa y hacen otra.
Hacen fardos muy pesados y difíciles de llevar y los echan sobre las
espaldas de los hombres, pero ellos ni con el dedo los quieren mover. Todo lo
hacen para que los vea la gente. Ensanchan las filacterias y las franjas del
manto; les agrada ocupar los primeros lugares en los banquetes y los asientos
de honor en las sinagogas; les gusta que los saluden en las plazas y que la
gente los llame 'maestros'.
Ustedes, en cambio, no dejen que los llamen 'maestros', porque no tienen más
que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A ningún hombre sobre la
tierra lo llamen 'padre', porque el Padre de ustedes es sólo el Padre
celestial. No se dejen llamar 'guías', porque el guía de ustedes
es solamente Cristo. Que el mayor de entre ustedes sea su servidor, porque el
que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Los dirigentes cristianos no pueden seguir las conductas opresoras y manipuladoras de los dirigentes judíos. La propuesta cristiana exige servir con desinterés y generosidad.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que este sacrificio que vamos a ofrecerte, Señor, nos santifique, nos cure de nuestro egoísmo y nos haga partícipes de los bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Prefacio de Cuaresma l-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 9, 2-3)
Proclamaré, Señor, todas tus maravillas; me alegraré en ti y entonaré salmos a tu nombre, Dios Altísimo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que esta comunión nos ayude a vivir más cristianamente y nos obtenga el auxilio continuo de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Luisa de Marillac, fundadora; Clemente María Hofbauer, presbítero, y Lucrecia de Córdoba, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 37, 22-23)
Señor, no me abandones, no te me alejes, Dios mío. Ven de prisa a socorrerme, Señor, mi salvador.
ORACIÓN COLECTA
Conserva, Señor, a tu pueblo en el camino del bien que tú le has señalado, y ayúdalo en sus necesidades temporales para que, sin angustias, pueda buscar los bienes eternos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Jeremías: 18,18-20
En aquellos días,
los enemigos del profeta se dijeron entre sí: "Vengan, tendamos
un lazo a Jeremías, porque no le va a faltar doctrina al sacerdote, consejo
al sabio, ni inspiración al profeta. Vengan, ataquémoslo de palabra
y no hagamos caso de sus oráculos".
Jeremías le dijo entonces a Dios: "Señor, atiéndeme.
Oye lo que dicen mis adversarios. ¿Acaso se paga bien con mal? Porque
ellos han cavado una fosa para mí. Recuerda cómo he insistido
ante ti, intercediendo en su favor, para apartar de ellos tu cólera".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Jeremías se mantuvo
fiel, proclamando un mensaje impopular. Sus contemporáneos lo aborrecían.
Por momentos se sentía desfallecer, pero Dios lo convirtió en
"plaza fuerte".
Del salmo 30 R/. Sálvame, Señor, por tu misericordia.
Sácame, Señor, de la trampa que me han tendido, porque tú
eres mi amparo. En tus manos encomiendo mi espíritu y tú, mi Dios
leal, me librarás. R/.
Oigo las burlas de la gente y todo me da miedo; se conjuran contra mí
y tratan de quitarme la vida. R/.
Pero yo, Señor, en ti confío. Tú eres mi Dios y en tus
manos está mi destino. Líbrame de los enemigos que me persiguen.
R/.
ACLAMACIÓN (Jn 8,
12) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá
la luz de la vida. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 20,17-28
En aquel tiempo, mientras
iba de camino a Jerusalén, Jesús llamó aparte a los Doce
y les dijo: "Ya vamos camino de Jerusalén y el Hijo del hombre va
a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, que lo condenarán
a muerte y lo entregarán a los paganos para que se burlen de él,
lo azoten y lo crucifiquen; pero al tercer día resucitará".
Entonces se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo, junto
con ellos, y se postró para hacerle una petición. Él le
preguntó: "¿Qué deseas?". Ella respondió:
"Concédeme que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu
derecha y el otro a tu izquierda, en tu Reino".
Pero Jesús replicó: "No saben ustedes lo que piden. ¿Podrán
beber el cáliz que yo he de beber?". Ellos contestaron: "Sí
podemos". Y él les dijo: "Beberán mi cáliz; pero
eso de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo;
es para quien mi Padre lo tiene reservado".
Al oír aquello, los otros diez discípulos se indignaron contra
los dos hermanos. Pero Jesús los llamó y les dijo: "Ya saben
que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. Que
no sea así entre ustedes. El que quiera ser grande entre ustedes, que
sea el que los sirva, y el que quiera ser primero, que sea su esclavo, así
como el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar la
vida por la redención de todos". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Los discípulos de Jesús estaban acostumbrados a comprometer su lealtad a cambio de un beneficio o una promoción Jesús les "corrige la plana". Los primeros no deben buscar privilegios,
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS.
Mira, Señor, con bondad las ofrendas que te presentamos y por este santo intercambio de dones, líbranos de la esclavitud del pecado. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 20, 28)
El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida para redención de todos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que este sacramento que nos has dado, Señor, como prenda de inmortalidad, sea para nosotros una firme ayuda para alcanzar la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Heriberto de Colonia, obispo; Juliano de Antioquia, mártir, y Abraham de Egipto, ermitaño.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 138, 23-24)
Ponme a prueba, Dios mío, y conocerás mi corazón; mira si es que voy por mal camino y condúceme tú por el camino recto.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que amas la inocencia y la devuelves a quienes la han perdido, orienta hacia ti nuestros corazones y enciéndelos en el fuego de tu Espíritu, para que permanezcamos firmes en la fe y seamos diligentes en el amor fraterno. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Jeremías: 17, 5-10
Esto dice el Señor:
"Maldito el hombre que confía en el hombre, que en él pone
su fuerza y aparta del Señor su corazón. Será como un cardo
en la estepa, que nunca disfrutará de la lluvia. Vivirá en la
aridez del desierto, en una tierra salobre e inhabitable.
Bendito el hombre que confía en el Señor y en él pone su
esperanza. Será como un árbol plantado junto al agua, que hunde
en la corriente sus raíces; cuando llegue el calor, no lo sentirá
y sus hojas se conservarán siempre verdes; en año de sequía
no se marchitará ni dejará de dar frutos.
El corazón del hombre es la cosa más traicionera y difícil
de curar. ¿Quién lo podrá entender? Yo, el Señor,
sondeo la mente y penetro el corazón, para dar a cada uno según
sus acciones, según el fruto de sus obras". Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor,
Los humanos se envanecen
frecuentemente de su grandeza, su ciencia y su habilidad. Quien se embriaga
de sus éxitos termina olvidando a Dios y se vuelve soberbio.
Del salmo R/. Dichoso el hombre que confía en el Señor.
Dichoso aquel que no se guía por mundanos criterios, que no anda en malos
pasos ni se burla del bueno, que ama la ley de Dios y se goza en cumplir sus
mandamientos. R/
Es como un árbol plantado junto al río, que da fruto a su tiempo
y nunca se marchita. En todo tendrá éxito. R/.
En cambio, los malvados serán como la paja barrida por el viento. Porque
el Señor protege el camino del justo y al malo sus caminos acaban por
perderlo. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Lc 8,15) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Dichosos los que cumplen la palabra del Señor con un corazón bueno
y sincero, y perseveran hasta dar fruto. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 16, 19-31
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los fariseos: "Había un hombre rico que se vestía
de púrpura y telas finas y banqueteaba espléndidamente cada día.
Y un mendigo, llamado Lázaro, yacía a la entrada de su casa, cubierto
de llagas y ansiando llenarse con las sobras que caían de la mesa del
rico. Y hasta los perros se acercaban a lamerle las llagas.
Sucedió, pues, que murió el mendigo y los ángeles lo llevaron
al seno de Abraham. Murió también el rico y lo enterraron. Estaba
éste en el lugar de castigo, en medio de tormentos, cuando levantó
los ojos y vio a lo lejos a Abraham y a Lázaro junto a él.
Entonces gritó: 'Padre Abraham, ten piedad de mí. Manda a Lázaro
que moje en agua la punta de su dedo y me refresque la lengua, porque me torturan
estas llamas'. Pero Abraham le contestó: 'Hijo, recuerda que en tu vida
recibiste bienes y Lázaro, en cambio, males. Por eso él goza ahora
de consuelo, mientras que tú sufres tormentos. Además, entre ustedes
y nosotros se abre un abismo inmenso, que nadie puede cruzar, ni hacia allá
ni hacia acá'.
El rico insistió: 'Te ruego, entonces, padre Abraham, que mandes a Lázaro
a mi casa, pues me quedan allá cinco hermanos, para que les advierta
y no acaben también ellos en este lugar de tormentos'. Abraham le dijo:
'Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen'. Pero el rico replicó:
'No, padre Abraham. Si un muerto va a decírselo, entonces sí se
arrepentirán'. Abraham repuso: 'Si no escuchan a Moisés y a los
profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto' ". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
La riqueza nos va volviendo insensibles. El que acumula bienes en demasía debe estar atento al clamor de los pobres. Ellos son el espejo que nos permite redescubrir el valor de la caridad.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por este sacrificio eucarístico, santifica, Señor, nuestras privaciones cuaresmales, para que a las prácticas externas corresponda una verdadera conversión interior. Por Jesucristo, nuestro Señor
Prefacio de Cuaresma I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 118, 1)
Dichoso el que, con vida intachable, hace la voluntad del Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la gracia que hemos recibido en este sacramento permanezca, Señor, en nosotros y aumente por nuestras buenas obras. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Patricio de Irlanda, obispo; mártires de Alejandría y José de Arimatea, laico.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 30, 2, 5)
En ti, Señor, he puesto mi confianza, que no quede yo defraudado eternamente; sácame de la trampa que me han puesto, pues tú eres mi protector.
ORACIÓN COLECTA
Por medio de nuestras privaciones cuaresmales, purifícanos, Señor todopoderoso, a fin de que podamos llegar con un espíritu nuevo a las próximas fiestas de la Pascua. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Génesis: 37, 3-4.12-13.17-28
Jacob amaba a José
más que a todos sus demás hijos, porque lo había engendrado
en la ancianidad. A él le había hecho una túnica de amplias
mangas. Sus hermanos, viendo que lo amaba más que a todos ellos, llegaron
a odiarlo, al grado de negarle la palabra.
Un día en que los hermanos de José llevaron a Siquem los rebaños
de su padre, Jacob le dijo a José: "Tus hermanos apacientan mis
rebaños en Siquem. Te voy a enviar allá". José fue
entonces en busca de sus hermanos y los encontró en Dotan. Ellos lo vieron
de lejos, y antes de que se les acercara conspiraron contra él para matarlo,
y se decían unos a otros: "Ahí viene ese soñador.
Démosle muerte; lo arrojaremos en un pozo y diremos que una fiera lo
devoró. Vamos a ver de qué le sirven sus sueños".
Rubén oyó esto y trató de liberarlo de manos de sus hermanos,
diciendo: "No le quiten la vida, ni derramen su sangre. Mejor arrójenlo
en ese pozo que está en el desierto y no se manchen las manos".
Eso lo decía para salvar a José y devolverlo a su padre.
Cuando llegó José a donde estaban sus hermanos, éstos lo
despojaron de su túnica y lo arrojaron a un pozo sin agua. Luego se sentaron
a comer, y levantando los ojos, vieron a lo lejos una caravana de ismaelitas,
que venían de Galaad, con los camellos cargados de especias, resinas,
bálsamo y láudano, y se dirigían a Egipto.
Judá dijo entonces a sus hermanos: "¿Qué ganamos con
matar a nuestro hermano y ocultar su muerte? Vendámoslo a los ismaelitas
y no mancharemos nuestras manos. Después de todo es nuestro hermano y
de nuestra misma sangre". Y sus hermanos le hicieron caso. Sacaron a José
del pozo y se lo vendieron a los mercaderes por veinticinco monedas de plata.
Los mercaderes se llevaron a José a Egipto. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Los hijos de Jacob perdieron
la cordura y no supieron acoger las preferencias de su padre. José, víctima
inocente, bajará a Egipto para mitigar el hambre de los suyos.
Del salmo 104 R/. Recordemos las maravillas que hizo el Señor.
Cuando el Señor mandó el hambre sobre el país y acabó
con todas las cosechas, ya había enviado por delante a un hombre: a José,
vendido como esclavo. R/.
Le trabaron los pies con grilletes y rodearon su cuerpo con cadenas, hasta que
se cumplió su predicción y Dios lo acreditó con su palabra.
R/.
El rey mandó que lo soltaran, el jefe de esos pueblos lo libró,
lo nombró administrador de su casa y señor de todas sus posesiones.
R/.
ACLAMACIÓN (Jn 3,
16) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único,
para que todo el que crea en él tenga vida eterna. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 21, 33-43. 45-46
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo esta parábola:
"Había una vez un propietario que plantó un viñedo,
lo rodeó con una cerca, cavó un lagar en él, construyó
una torre para el vigilante y luego la alquiló a unos viñadores
y se fue de viaje.
Llegado el tiempo de la vendimia, envío a sus criados para pedir su parte
de los frutos a los viñadores; pero éstos se apoderaron de los
criados, golpearon a uno, mataron a otro y a otro más lo apedrearon.
Envió de nuevo a otros criados, en mayor número que los primeros,
y los trataron del mismo modo.
Por último, les mandó a su propio hijo, pensando: 'A mi hijo lo
respetarán'. Pero cuando los viñadores lo vieron, se dijeron unos
a otros: 'Éste es el heredero. Vamos a matarlo y nos quedaremos con su
herencia'. Le echaron mano, lo sacaron del viñedo y lo mataron.
Ahora díganme: Cuando vuelva el dueño del viñedo, ¿qué
hará con esos viñadores?". Ellos le respondieron: "Dará
muerte terrible a esos desalmados y arrendará el viñedo a otros
viñadores, que le entreguen los frutos a su tiempo".
Entonces Jesús les dijo: "¿No han leído nunca en la
Escritura: La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular.
Esto es obra del Señor y es un prodigio admirable?
Por está razón les digo que les será quitado a ustedes
el Reino de Dios y se le dará a un pueblo que produzca sus frutos".
Al oír estas palabras, los sumos sacerdotes y los fariseos comprendieron
que Jesús las decía por ellos y quisieron aprehenderlo, pero tuvieron
miedo a la multitud, pues era tenido por un profeta. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Los burócratas de la religión terminan suplantando a Dios. Los viñadores se adueñaron del pueblo de Israel y pretendieron afianzarse como intermediarios abusivos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que tu misericordia, Señor, nos prepare a celebrar esta Eucaristía, y a vivirla con la fe y con las obras. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Jn 4, 10)
Dios nos amó y envió a su Hijo como víctima por nuestros pecados.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que este sacramento que hemos recibido, prenda de la salvación eterna, nos dé fuerzas, Señor, para vivir según tus mandamientos y alcanzar la recompensa prometida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 144, 8-9)
El Señor es compasivo y misericordioso, lleno de paciencia y amor; el Señor es bueno con todos y su bondad se extiende a todas sus creaturas.
ORACIÓN COLECTA
Tú, Señor, que por medio de los sacramentos nos haces partícipes, ya desde este mundo, de los bienes celestiales, dirige nuestra vida y condúcenos a la luz donde habitas. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Miqueas: 7, 14-15. 18-20
Señor, Dios nuestro,
pastorea a tu pueblo con tu cayado, a las ovejas de tu heredad, que permanecen
aisladas en la maleza, en medio de campos feraces. Pastarán en Basan
y en Galaad, como en los días de antaño, como cuando salimos de
Egipto y nos mostrabas tus prodigios.
¿Qué Dios hay como tú, que quitas la iniquidad y pasas
por alto la rebeldía de los sobrevivientes de Israel? No mantendrás
por siempre tu cólera, pues te complaces en ser misericordioso.
Volverás a compadecerte de nosotros, aplastarás con tus pies nuestras
iniquidades, arrojarás a lo hondo del mar nuestros delitos. Serás
fiel con Jacob y compasivo con Abraham, como juraste a nuestros padres en tiempos
remotos, Señor, Dios nuestro. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Las metáforas son
evidentes. El olvido de Dios es definitivo. Dios perdona y nunca más
se acuerda de nuestras faltas. Las arroja a la más remota de las galaxias.
Del salmo 102 R/. El Señor es compasivo y misericordioso.
Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga su santo nombre.
Bendice al Señor, alma mía, y no te olvides de sus beneficios.
R/.
El Señor perdona tus pecados y cura tus enfermedades; él rescata
tu vida del sepulcro y te colma de amor y de ternura. R/.
El Señor no estará siempre enojado, ni durará para siempre
su rencor. No nos trata como merecen nuestras culpas, ni nos paga según
nuestros pecados. R/.
Como desde la tierra hasta el cielo, así es de grande su misericordia;
como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos.
R/.
ACLAMACIÓN (Lc 15,18)
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Me levantaré, volveré a mi padre y le diré: "Padre,
he pecado contra el cielo y contra ti". R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 15, 1-3. 11-32
En aquel tiempo se acercaban
a Jesús los publícanos y los pecadores para escucharlo. Por lo
cual los fariseos y los escribas murmuraban entre sí: "Éste
recibe a los pecadores y come con ellos".
Jesús les dijo entonces esta parábola: "Un hombre tenía
dos hijos, y el menor de ellos le dijo a su padre: 'Padre, dame la parte de
la herencia que me toca'. Y él les repartió los bienes.
No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo,
se fue a un país lejano y allá derrochó su fortuna, viviendo
de una manera disoluta. Después de malgastarlo todo, sobrevino en aquella
región una gran hambre y él empezó a padecer necesidad.
Entonces fue a pedirle trabajo a un habitante de aquel país, el cual
lo mandó a sus campos a cuidar cerdos. Tenía ganas de hartarse
con las bellotas que comían los cerdos, pero no lo dejaban que se las
comiera.
Se puso entonces a reflexionar y se dijo: '¡Cuántos trabajadores
en casa de mi padre tienen pan de sobra, y yo, aquí, me estoy muriendo
de hambre! Me levantaré, volveré a mi padre y le diré:
Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo.
Recíbeme como a uno de tus trabajadores'.
Enseguida se puso en camino hacia la casa de su padre. Estaba todavía
lejos, cuando su padre lo vio y se enterneció profundamente. Corrió
hacia él, y echándole los brazos al cuello, lo cubrió de
besos. El muchacho le dijo: 'Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya
no merezco llamarme hijo tuyo'.
Pero el padre les dijo a sus criados: '¡Pronto!, traigan la túnica
más rica y vístansela; pónganle un anillo en el dedo y
sandalias en los pies; traigan el becerro gordo y mátenlo. Comamos y
hagamos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a
la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado'. Y empezó el banquete.
El hijo mayor estaba en el campo y al volver, cuando se acercó a la casa,
oyó la música y los cantos. Entonces llamó a uno de los
criados y le preguntó qué pasaba. Éste le contestó:
'Tu hermano ha regresado y tu padre mandó matar el becerro gordo, por
haberlo recobrado sano y salvo'. El hermano mayor se enojó y no quería
entrar.
Salió entonces el padre y le rogó que entrara; pero él
replicó:' ¡Hace tanto tiempo que te sirvo, sin desobedecer jamás
una orden tuya, y tú no me has dado nunca ni un cabrito para comérmelo
con mis amigos! Pero eso sí, viene ese hijo tuyo, que despilfarró
tus bienes con malas mujeres, y tú mandas matar el becerro gordo'.
El padre repuso: 'Hijo, tú siempre estás conmigo y todo lo mío
es tuyo. Pero era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este hermano
tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado'
". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los relatos del perdón y la compasión divinos son las joyas más relucientes del Evangelio. Un Dios que se prodiga en acoger y ofrecer su reconciliación me atrae y convence.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por medio de este sacrificio que vamos a ofrecerte, comunícanos, Señor, los frutos de la redención para que nunca se desvíe de ti nuestra vida y podamos alcanzar los bienes del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 15, 32)
Alégrate, hijo mío, porque tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y lo hemos encontrado.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la gracia de este sacramento llegue a lo más íntimo de nuestro corazón y nos comunique su fuerza divina. Por Jesucristo, nuestro Señor.
III DOMINGO DE CUARESMA
Santo: Juan de Spoleto, abad. Beatos Sibilina Biscossi, laica, y Marcelo Callo, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ez 36, 23-26)
Cuando manifieste en ustedes mi santidad, los reuniré de todos los países; derramaré sobre ustedes agua pura y quedarán purificados de todas sus inmundicias, y les infundiré un espíritu nuevo, dice el Señor.
No se dice Gloria
Nota: El Calendario Litúrgico Pastoral, de la Comisión de Pastoral Litúrgica de la Arquidiócesis de México, indica que la solemnidad de san José, que de ordinario se celebra el 19 de marzo, por esta única vez se haga el lunes 20 de marzo.
ORACIÓN COLECTA
Dios misericordioso, fuente de toda bondad, que nos has propuesto como remedio del pecado el ayuno, la oración y las obras de misericordia, mira con piedad a quienes reconocemos nuestras miserias y estamos agobiados por nuestras culpas, y reconfórtanos con tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Éxodo: 20, 1-17
En aquellos días,
el Señor promulgó estos preceptos para su pueblo en el monte Sinaí,
diciendo: "Yo soy el Señor, tu Dios, que te sacó de la tierra
de Egipto y de la esclavitud. No tendrás otros dioses fuera de mí;
no te fabricarás ídolos ni imagen alguna de lo que hay arriba,
en el cielo, o abajo, en la tierra, o en el agua, y debajo de la tierra.
No adorarás nada de eso ni le rendirás culto, porque yo, el Señor,
tu Dios, soy un Dios celoso, que castiga la maldad de los padres en los hijos
hasta la tercera y cuarta generación de aquellos que me odian; pero soy
misericordioso hasta la milésima generación de aquellos que me
aman y cumplen mis mandamientos.
No harás mal uso del nombre del Señor, tu Dios, porque no dejará
el Señor sin castigo a quien haga mal uso de su nombre.
Acuérdate de santificar el sábado. Seis días trabajarás
y en ellos harás todos tus quehaceres; pero el día séptimo
es día de descanso, dedicado al Señor, tu Dios. No harás
en él trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo,
ni tu esclava, ni tus animales, ni el forastero que viva contigo. Porque en
seis días hizo el Señor el cielo, la tierra, el mar y cuanto hay
en ellos, pero el séptimo descansó. Por eso bendijo el Señor
el sábado y lo santificó.
Honra a tu padre y a tu madre para que vivas largos años en la tierra
que el Señor, tu Dios, te va a dar. No matarás. No cometerás
adulterio. No robarás. No darás falso testimonio contra tu prójimo.
No codiciarás la casa de tu prójimo, ni a su mujer, ni a su esclavo,
ni a su esclava, ni su buey, ni su burro, ni cosa alguna que le pertenezca".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Estas diez palabras regulan
las relaciones justas entre Dios y su pueblo. Los verdaderos hijos de Israel
honran a Dios cuando reconocen el valor y la dignidad de sus hermanos.
Del salmo 18 R/. Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna.
La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables
son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. R/.
En los mandamientos de Dios hay rectitud y alegría para el corazón;
son luz los preceptos del Señor para alumbrar el camino. R/.
La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los mandamientos del Señor
son verdaderos y enteramente justos. R/.
Que te sean gratas las palabras de mi boca y los anhelos de mi corazón.
Haz, Señor, que siempre te busque, pues eres mi refugio y salvación.
R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 1, 22-25
Hermanos: Los judíos
exigen señales milagrosas y los paganos piden sabiduría. Pero
nosotros predicamos a Cristo crucificado, que es escándalo para los judíos
y locura para los paganos; en cambio, para los llamados, sean judíos
o paganos, Cristo es la fuerza y la sabiduría de Dios. Porque la locura
de Dios es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la debilidad
de Dios es más fuerte que la fuerza de los hombres. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
Las culturas antiguas se afanaban por obtener la sabiduría y la grandeza
humanas. El camino cristiano resulta desconcertante porque propone la sabiduría
de la cruz.
ACLAMACIÓN (jn 3,
16) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único,
para que todo el que crea en él tenga vida eterna. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 2,13-25
Cuando se acercaba la Pascua
de los judíos, Jesús llegó a Jerusalén y encontró
en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas
con sus mesas. Entonces hizo un látigo de cordeles y los echó
del templo, con todo y sus ovejas y bueyes; a los cambistas les volcó
las mesas y les tiró al suelo las monedas; y a los que vendían
palomas les dijo: "Quiten todo de aquí y no conviertan en un mercado
la casa de mi Padre". En ese momento, sus discípulos se acordaron
de lo que estaba escrito: El celo de tu casa me devora.
Después intervinieron los judíos para preguntarle: "¿Qué
señal nos das de que tienes autoridad para actuar así?".
Jesús les respondió: "Destruyan este templo y en tres días
lo reconstruiré". Replicaron los judíos: "Cuarenta y
seis años se ha llevado la construcción del templo, ¿y
tú lo vas a levantar en tres días?".
Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Por eso, cuando resucitó
Jesús de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que
había dicho aquello y creyeron en la Escritura y en las palabras que
Jesús había dicho.
Mientras estuvo en Jerusalén para las fiestas de Pascua, muchos creyeron
en él, al ver los prodigios que hacía. Pero Jesús no se
fiaba de ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba que nadie
le descubriera lo que es el hombre, porque él sabía lo que hay
en el hombre. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Los religiosos hemos aprendido a suplantar la verdadera obediencia y fidelidad a Dios por las prácticas de culto. Éstas apenas son expresión de una espiritualidad profunda.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que esta Eucaristía, Señor, nos obtenga, a quienes imploramos tu perdón, la gracia de saber perdonar a nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma I o II
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 83, 4-5)
El ave ha encontrado un refugio y la tórtola un nido donde poner a sus polluelos. Dichosos los que se acercan a tu altar, Señor. Dichosos los que viven en tu casa y pueden alabarte siempre, Rey mío y Dios mío.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú, que nos has alimentado, ya desde esta vida, con el pan del cielo, prenda de nuestra salvación, concédenos, Señor, manifestar en todos nuestros actos el misterio de tu Eucaristía. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- El Evangelio de San Juan nos presenta a Jesús expulsando, al iniciar su ministerio, a los mercaderes del templo. En los evangelios sinópticos ese conflicto ocurre al término del mismo. En el cuarto evangelio, Jesús los acusa de reducir la casa de Dios a un mercado. Cuando leemos este pasaje nos viene a la mente una lectura incompleta: Jesús solamente está denunciado a los que comercian y se enriquecen con los objetos sagrados. En realidad, la denuncia es más profunda. También los simples peregrinos y los creyentes, que vivimos una experiencia religiosa, podemos estar practicando un trueque ventajoso: le damos algo a Dios, y esperamos que nos entregue, a cambio, innumerables beneficios.
Santos: José, esposo de la Santísima Virgen María: Martín de Braga, obispo, y Fotina, la Samaritana, laica.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Lc 12, 42)
Celebremos con alegría la fiesta de san José, el siervo prudente y fiel, a quien el Señor puso al frente de su familia.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso, que quisiste poner bajo la protección de san José el nacimiento y la infancia de nuestro Redentor, concédele a tu Iglesia proseguir y llevar a término, bajo su patrocinio, la obra de la redención humana. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del segundo libro de Samuel: 7, 4-5.12-14.16
En aquellos días,
el Señor le habló al profeta Natán y le dijo: "Ve
y dile a mi siervo David que el Señor le manda decir esto: 'Cuando tus
días se hayan cumplido y descanses para siempre con tus padres, engrandeceré
a tu hijo, sangre de tu sangre, y consolidaré su reino.
El me construirá una casa y yo consolidaré su trono para siempre.
Yo seré para él un padre y él será para mí
un hijo. Tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante mí,
y tu trono será estable eternamente'". Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Dios se compromete con
la dinastía de David. La casa de David gozará del favor de Dios.
Los reyes de Judá no estarán solos. Dios los asistirá en
todas sus acciones.
Del salmo 88 R/. Su descendencia perdurará eternamente.
Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor y daré a
conocer que su fidelidad es eterna, pues el Señor ha dicho: "Mi
amor es para siempre y mi lealtad, más firme que los cielos. R/.
Un juramento hice a David, mi servidor, una alianza pacté con mi elegido:'
Consolidaré tu dinastía para siempre y afianzaré tu trono
eternamente'. R/.
Él me podrá decir: 'Tú eres mi padre, el Dios que me protege
y que me salva'. Yo jamás le retiraré mi amor ni violaré
el juramento que le hice". R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 13. 16-18. 22
Hermanos: La promesa que
Dios hizo a Abraham y a sus descendientes, de que ellos heredarían el
mundo, no dependía de la observancia de la ley, sino de la justificación
obtenida mediante la fe.
En esta forma, por medio de la fe, que es gratuita, queda asegurada la promesa
para todos sus descendientes, no sólo para aquellos que cumplen la ley,
sino también para todos los que tienen la fe de Abraham. Entonces, él
es padre de todos nosotros, como dice la Escritura: Te he constituido padre
de todos los pueblos.
Así pues, Abraham es nuestro padre delante de aquel Dios en quien creyó
y que da la vida a los muertos y llama a la existencia a las cosas que todavía
no existen.
Él, esperando contra toda esperanza, creyó que habría de
ser padre de muchos pueblos, conforme a lo que Dios le había prometido:
Así de numerosa será tu descendencia. Por eso, Dios le acreditó
esta fe como justicia. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
El apóstol Pablo pondera la grandeza de la confianza y la fe de Abraham. Este anciano arriesgó los últimos años de su vida apoyándose en una promesa divina.
ACLAMACIÓN (Sal
83, 5) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Dichosos los que viven en tu casa siempre, Señor, te alabarán.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 1,16.18-21. 24
Jacob engendró a
José, el esposo de María, de la cual nació Jesús,
llamado Cristo.
Cristo vino al mundo de la siguiente manera: Estando María, su madre,
desposada con José y antes de que vivieran juntos, sucedió que
ella, por obra del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. José,
su esposo, que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó
dejarla en secreto.
Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en
sueños: "José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa
a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu
Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de
Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados".
Cuando José despertó de aquel sueño, hizo lo que le había
mandado el ángel del Señor. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
José recibe un mensaje esclarecedor. Dios lo invita a superar las apariencias y a confiarse en los designios increíbles que le anuncian la llegada de Emmanuel.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, celebrar esta Eucaristía con el mismo amor y la pureza de corazón con que se entregó san José a servir a tu Hijo unigénito, nacido de la Virgen María. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Y alabar, bendecir y proclamar tu gloria en la solemnidad de san José,
el hombre justo que diste por esposo a la Virgen Madre de Dios, el fiel y prudente
servidor a quien constituíste jefe de tu familia para que, haciendo las
veces de padre, cuidara a tu Hijo unigénito, concebido por obra del Espíritu
Santo, Jesucristo, Señor nuestro.
Por él, los ángeles y los arcángeles, y todos los coros
celestiales celebran tu gloria, unidos en común alegría. Permítenos
asociarnos a sus voces cantando humildemente tu alabanza: Santo, santo, santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 25, 21)
Alégrate, siervo bueno y fiel. Entra a compartir el gozo de tu Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, protege sin cesar a esta familia tuya que se alegra hoy al celebrar la festividad de san José, y conserva en ella la vida de la gracia que le has comunicado por medio de la Eucaristía. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Serapión de Thmius, obispo; Nicolás de Fleuli, padre de familia, y Juan de Valence, obispo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 16, 6. 8)
Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío; atiéndeme y escucha mis palabras. Cuídame como a la niña de tus ojos y cúbreme bajo la sombra de tus alas.
ORACIÓN COLECTA
Que tu gracia, Señor, nos acompañe, para que nos impulse a entregarnos a tu servicio y nos obtenga siempre tu ayuda. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Daniel: 3, 25. 34-43
En aquel tiempo, Azarías
oró al Señor diciendo: "Señor, Dios nuestro, no nos
abandones nunca; por el honor de tu nombre no rompas tu alianza; no apartes
de nosotros tu misericordia, por Abraham, tu amigo; por Isaac, tu siervo; por
Jacob, tu santo, a quienes prometiste multiplicar su descendencia como las estrellas
del cielo y las arenas de la playa.
Pero ahora, Señor, nos vemos empequeñecidos frente a los demás
pueblos y estamos humillados por toda la tierra, a causa de nuestros pecados.
Ahora no tenemos príncipe, ni jefe, ni profeta; ni holocausto, ni sacrificio,
ni ofrenda, ni incienso, ni lugar donde ofrecerte las primicias y alcanzar misericordia.
Por eso, acepta nuestro corazón adolorido y nuestro espíritu humillado
como un sacrificio de carneros y toros, como un millar de corderos cebados.
Que ése sea hoy nuestro sacrificio y que sea perfecto en tu presencia,
porque los que en ti confían no quedan defraudados. Ahora te seguiremos
de todo corazón; te respetamos y queremos encontrarte; no nos dejes defraudados.
Trátanos según tu clemencia y tu abundante misericordia. Sálvanos
con tus prodigios y da gloria a tu nombre". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
El mejor sacrificio que
ofrecen estos jóvenes es su corazón quebrantado. Quien se humilla
y reconoce sus pecados, se abandona en Dios y espera su gran misericordia.
Del salmo 24 R/. Sálvanos, Señor, tú que eres misericordioso.
Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la verdad
de tu doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador, y tenemos en ti nuestra
esperanza. R/.
Acuérdate, Señor, que son eternos tu amor y tu ternura. Según
ese amor y esa ternura, acuérdate de nosotros. R/.
Porque el Señor es recto y bondadoso, indica a los pecadores el sendero,
guía por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus caminos.
R/.
ACLAMACIÓN (Jn 2,12-13)
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Todavía es tiempo, dice el Señor. Arrepiéntanse de todo
corazón y vuélvanse a mí, que soy compasivo y misericordioso.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 18, 21-35
En aquel tiempo, Pedro se
acercó a Jesús y le preguntó: "Si mi hermano me ofende,
¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?".
Jesús le contestó: "No sólo hasta siete, sino hasta
setenta veces siete".
Entonces Jesús les dijo: "El Reino de los cielos es semejante a
un rey que quiso ajustar cuentas con sus servidores. El primero que le presentaron
le debía muchos millones. Como no tenía con qué pagar,
el señor mandó que lo vendieran a él, a su mujer, a sus
hijos y todas sus posesiones, para saldar la deuda. El servidor, arrojándose
a sus pies, le suplicaba diciendo: 'Ten paciencia conmigo y te lo pagaré
todo'. El rey tuvo lástima de aquel servidor, lo soltó y hasta
le perdonó la deuda.
Pero, apenas había salido aquel servidor, se encontró con uno
de sus compañeros, que le debía poco dinero. Entonces lo agarró
por el cuello y casi lo estrangulaba, mientras le decía: 'Págame
lo que me debes'. El compañero se le arrodilló y le rogaba: 'Ten
paciencia conmigo y te lo pagaré todo'. Pero el otro no quiso escucharlo,
sino que fue y lo metió en la cárcel hasta que le pagara la deuda.
Al ver lo ocurrido, sus compañeros se llenaron de indignación
y fueron a contar al rey lo sucedido. Entonces el señor lo llamó
y le dijo: 'Siervo malvado. Te perdoné toda aquella deuda porque me lo
suplicaste. ¿No debías tú también haber tenido compasión
de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?'. Y el señor,
encolerizado, lo entregó a los verdugos para que no lo soltaran hasta
que pagara lo que debía.
Pues lo mismo hará mi Padre celestial con ustedes, si cada cual no perdona
de corazón a su hermano". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
El perdón brota de un corazón agradecido. Quien ha recibido a manos llenas el perdón de Dios, no lleva cuenta del perdón que él otorga. Sólo los resentidos regatean el perdón a sus hermanos.
Prefacio de Cuaresma I-V
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que este sacrificio que vamos a ofrecerte nos purifique, Señor, de nuestros pecados y nos obtenga la ayuda de tu poder. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 14, 1 -2)
Señor, ¿quién puede hospedarse en tu casa y descansar en tu monte santo? El que procede honradamente y practica la justicia.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que nuestra participación en este misterio, renueve, Señor, toda nuestra vida y nos alcance tu perdón y tu ayuda. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Zacarías, papa; Nicolás Owen, mártir, y Epafrodito de Filipos, laico.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 118, 133)
Haz, Señor, que siga con firmeza tu palabra, para que no se apodere de mí ningún pecado.
ORACIÓN COLECTA
Te pedimos, Señor, que purificados por las prácticas cuaresmales y alimentados con tu palabra, podamos entregarnos enteramente a tu servicio y perseverar unidos en la oración. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Deuteronomio: 4,1. 5-9
En aquellos días,
habló Moisés al pueblo diciendo: "Ahora, Israel, escucha
los mandatos y preceptos que te enseño, para que los pongas en práctica
y puedas así vivir y entrar a tomar posesión de la tierra que
el Señor, Dios de tus padres, te va a dar.
Yo les enseño mandatos y preceptos, como me ordena el Señor, mi
Dios, para que se ajusten a ellos en la tierra en que van a entrar y que van
a tomar en posesión. Guárdenlos y cúmplanlos, porque ellos
son su sabiduría y su prudencia a los ojos de los pueblos. Cuando tengan
noticia de todos estos preceptos, se dirán: 'En verdad esta gran nación
es un pueblo sabio y prudente'. Porque, ¿cuál otra nación
hay tan grande que tenga dioses tan cercanos como lo está nuestro Dios,
siempre que lo invocamos? ¿Cuál es la gran nación cuyos
mandatos y preceptos sean tan justos como toda esta ley que ahora les doy?
Pero ten cuidado y atiende bien: No vayas a olvidarte de estos hechos que tus
ojos han visto, ni dejes que se aparten de tu corazón en todos los días
de tu vida; al contrario, transmíteselos a tus hijos y a los hijos de
tus hijos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La sabiduría de
Israel consiste en saber obedecer. Dios no es un tirano; más bien es
un padre compasivo que pondera sus mandatos. El pueblo deberá aprender
el valor positivo de la ley divina.
Del salmo 147 R/. Demos gloria a nuestro Dios.
Glorifica al Señor, Jerusalén; a Dios ríndele honores,
Israel. Él refuerza el cerrojo de tus puertas y bendice a tus hijos en
tu casa. R/.
Él mantiene la paz en tus fronteras, con su trigo mejor sacia tu hambre.
Él envía a la tierra su mensaje y su palabra corre velozmente.
R/.
Le muestra a Jacob su pensamiento, sus normas y designios a Israel. No ha hecho
nada igual con ningún pueblo, ni le ha confiado a otro sus proyectos.
R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Jn e, 63. 68) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes palabras
de vida eterna. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 5,17-19
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "No crean que he venido a abolir la ley o
los profetas; no he venido a abolirlos, sino a darles plenitud. Yo les aseguro
que antes se acabarán el cielo y la tierra, que deje de cumplirse hasta
la más pequeña letra o coma de la ley.
Por lo tanto, el que quebrante uno de estos preceptos menores y enseñe
eso a los hombres, será el menor en el Reino de los cielos; pero el que
los cumpla y los enseñe, será grande en el Reino de los cielos".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Los cristianos de las comunidades a las que escribe Mateo siguen cumpliendo con gusto la ley de Moisés. Jesús reivindica y convalida el valor y reconoce los límites de la misma.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, las ofrendas y oraciones que te presentamos y protege de todo mal a quienes celebramos tu Eucaristía. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 15, 11)
Me has enseñado el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Santifícanos, Señor, con el pan del cielo que acabamos de recibir para que, libres de nuestras faltas, podamos alcanzar tus promesas eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Yo soy la salvación de mi pueblo, dice el Señor. Los escucharé en cualquier tribulación en que me llamen y seré siempre su Dios.
ORACIÓN COLECTA
Te pedimos, Señor, humildemente que conforme se acerca la fiesta de nuestra redención crezca en nosotros el fervor para celebrar santamente la Pascua de tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Jeremías: 7, 23-28
Esto dice el Señor:
"Ésta es la orden que di a mi pueblo: 'Escuchen mi voz, y yo seré
su Dios y ustedes serán mi pueblo; caminen siempre por el camino que
yo les mostraré, para que les vaya bien'.
Pero ellos no escucharon ni prestaron oído. Caminaron según sus
ideas, según la maldad de su corazón obstinado, y en vez de darme
la cara, me dieron la espalda, desde que sus padres salieron del país
de Egipto hasta hoy.
Yo les envíe a mis siervos, los profetas, un día y otro día;
pero ellos no los escucharon ni les prestaron oído. Endurecieron su cabeza
y fueron peores que sus padres. Tú les dirás, pues, todas estas
palabras, pero no te escucharán; los llamarás y no te responderán.
Entonces les dirás: 'Éste es el pueblo que no escuchó la
voz del Señor, su Dios, ni aceptó la corrección. Ya no
existe fidelidad en Israel; ha desaparecido de su misma boca'. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
La propuesta divina es
de todos conocida. Dios ofrece una relación de alianza. El pueblo sé
compromete a la obediencia. Dios se auto impone la obligación de bendecirlos
y protegerlos.
Del salmo 94 R/. Señor, que no seamos sordos a tu voz.
Vengan, lancemos vivas al Señor, aclamemos al Dios que nos salva. Acerquémonos
a él, llenos de júbilo, y démosle gracias. R/.
Vengan, y puestos de rodillas, adoremos y bendigamos al Señor, que nos
hizo, porque él es nuestro Dios y nosotros, su pueblo; él es nuestro
pastor y nosotros, sus ovejas. R/.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su
corazón, como el día de la rebelión en el desierto, cuando
sus padres dudaron de mí, aunque habían visto mis obras",
R/. 94
ACLAMACIÓN (Jl 2,
12-13) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Todavía es tiempo, dice el Señor. Arrepiéntanse de todo
corazón y vuélvanse a mí, que soy compasivo y misericordioso.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 11,14-23
En aquel tiempo, Jesús
expulsó a un demonio, que era mudo. Apenas salió el demonio, habló
el mudo y la multitud quedó maravillada. Pero algunos decían:
"Éste expulsa a los demonios con el poder de Belzebú, el
príncipe de los demonios". Otros, para ponerlo a prueba, le pedían
una señal milagrosa.
Pero Jesús, que conocía sus malas intenciones, les dijo: "Todo
reino dividido por luchas internas va a la ruina y se derrumba casa por casa.
Si Satanás también está dividido contra sí mismo,
¿cómo mantendrá su reino? Ustedes dicen que yo arrojo a
los demonios con el poder de Belzebú. Entonces, ¿con el poder
de quién los arrojan los hijos de ustedes? Por eso, ellos mismos serán
sus jueces. Pero si yo arrojo a los demonios con el dedo de Dios, eso significa
que ha llegado a ustedes el Reino de Dios.
Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están
seguros; pero si otro más fuerte lo asalta y lo vence, entonces le quita
las armas en que confiaba y después dispone de sus bienes. El que no
está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo,
desparrama". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Los adversarios de Jesús no encuentran la forma de descalificar la fuerza de sus señales. No dudan en recurrir a la mentira y la calumnia para desprestigiar su autoridad.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Preserva, Señor, a tu pueblo de toda maldad para que sus ofrendas te sean agradables; no permitas que nos entreguemos a los falsos placeres, para que podamos alcanzar la recompensa prometida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 118, 4-5)
Tú promulgas, Señor, tus preceptos para que se observen con exactitud. Que mi conducta se ajuste siempre, al cumplimiento de tu voluntad.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la gracia de tu salvación, que hemos recibido en este sacramento, transforme, Señor, toda nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Guillermo de Norwich, mártir, y Catalina de Suecia, abadesa. Beato Diego José de Cádiz, presbítero.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 85, 8. 10)
Señor, no hay otro dios igual a ti, porque sólo tú eres grande y haces maravillas; porque sólo tú eres Dios.
ORACIÓN COLECTA
Infunde, Señor, en nosotros tu gracia para que podamos dominar nuestras pasiones y permanecer fieles a tus palabras de vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Oseas: 14, 2-10
Esto dice el Señor
Dios: "Israel, conviértete al Señor, Dios tuyo, pues tu maldad
te ha hecho sucumbir. Arrepiéntanse y acérquense al Señor
para decirle: 'Perdona todas nuestras maldades, acepta nuestro arrepentimiento
sincero, que solemnemente te prometemos.
Ya no nos salvará Asiría, ya no confiaremos en nuestro ejército,
ni volveremos a llamar "dios nuestro" a las obras de nuestras manos,
pues sólo en ti encuentra piedad el huérfano'.
Yo perdonaré sus infidelidades, dice el Señor; los amaré,
aunque no lo merezcan, porque mi cólera se ha apartado de ellos. Seré
para Israel como rocío; mi pueblo florecerá como el lirio, hundirá
profundamente sus raíces, como el álamo, y sus renuevos se propagarán;
su esplendor será como el del olivo y tendrá la fragancia de los
cedros del Líbano.
Volverán a vivir bajo mi sombra, cultivarán los trigales y las
viñas, que serán tan famosas como las del Líbano. Ya nada
tendrá que ver Efraín con los ídolos.
Yo te he castigado, pero yo también te voy a restaurar, pues soy como
un ciprés, siempre verde, y gracias a mí, tú das frutos.
Quien sea sabio, que comprenda estas cosas y quien sea prudente, que las conozca.
Los mandamientos del Señor son rectos y los justos los cumplen; los pecadores,
en cambio, tropiezan en ellos y caen". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Dios acoge la confesión
de culpa de su pueblo y manifiesta con toda claridad la gratuidad de su amor.
Dios nos ama y nos perdona aun cuando nuestros méritos sean pocos.
Del salmo 80 R/. Yo soy tu Dios, escúchame.
Oyó Israel palabras nunca oídas: "He quitado la carga de
tus hombros y el pesado canasto de tus manos. Clamaste en la aflicción
y te libré. R/.
Te respondí, oculto entre los truenos, y te probé en Meribá,
junto a la fuente. Escucha, pueblo mío, mi advertencia. ¡Israel,
si quisieras escucharme! R/.
No tendrás otro Dios, fuera de mí, ni adorarás a dioses
extranjeros, porque yo, el Señor, soy el Dios tuyo, que te sacó
de Egipto, tu destierro. R/.
¡Ojalá que mi pueblo me escuchara y cumpliera Israel mis mandamientos!
Comería de lo mejor de mi trigo y yo lo saciaría con miel silvestre".
R/.
ACLAMACIÓN (Mt 4,1
) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Conviértanse, dice el Señor, porque ya está cerca el Reino
de los cielos. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 12,28-34
En aquel tiempo, uno de
los escribas se acercó a Jesús y le preguntó: "¿Cuál
es el primero de todos los mandamientos?". Jesús le respondió:
"El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único
Señor; amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón,
con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es éste:
Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay ningún mandamiento
mayor que éstos".
El escriba replicó: "Muy bien, Maestro. Tienes razón, cuando
dices que el Señor es único y que no hay otro fuera de él,
y amarlo con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas,
y amar al prójimo como a uno mismo, vale más que todos los holocaustos
y sacrificios".
Jesús, viendo que había hablado muy sensatamente, le dijo: "No
estás lejos del Reino de Dios". Y ya nadie se atrevió a hacerle
más preguntas. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
La discusión sobre el mandamiento principal era compleja para quienes contabilizaban más de seiscientos mandatos en la ley mosaica. Jesús sabe discernir cuáles son los principales.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, con benevolencia los dones que te presentamos; que te sean agradables y se conviertan para nosotros en fuente de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Me 12, 33)
Amar a Dios con todo el corazón y al prójimo como a uno mismo, vale más que todos los sacrificios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la fuerza de tu Espíritu vigorice, Señor, todo nuestro ser para que podamos obtener plenamente la salvación, cuya prenda hemos recibido en esta Eucaristía. Por Jesucristo, nuestro Señor.
La Anunciación del Señor
Santos: Lucía Filippini, virgen, y Dimas, el Buen Ladrón, laico.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Hb 10, 5. 7)
Cuando Jesús vino al mundo, dijo: Padre mío, he venido para cumplir tu voluntad.
Se dice Gloría
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que quisiste que tu Hijo, al encarnarse en el seno de la Virgen María, participara en toda nuestra condición humana, concede a quienes lo reconocemos como Dios y hombre verdadero, participar, por medio de la gracia, de su vida divina. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 7,10-14
En aquellos tiempos, el
Señor le habló a Ajaz diciendo: "Pide al Señor, tu
Dios, una señal de abajo, en lo profundo o de arriba, en lo alto".
Contestó Ajaz: "No la pediré. No tentaré al Señor".
Entonces dijo Isaías: "Oye, pues, casa de David: ¿No satisfechos
con cansar a los hombres, quieren cansar también a mi Dios? Pues bien,
el Señor mismo les dará por eso una señal: He aquí
que la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán
el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
El rey Acaz tendrá
que aprender a confiar. Dios se ha manifestado siempre como alguien cercano
que acompaña a los suyos. Ahora la crisis pasajera hace tambalear esa
certeza.
Del salmo 39 R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Sacrificios, Señor, tú no quisiste; abriste, en cambio, mis oídos
a tu voz. No exigiste holocaustos por la culpa, así que dije: "Aquí
estoy". R/.
En tus libros se me ordena hacer tu voluntad; esto es, Señor, lo que
deseo: tu ley en medio de mi corazón. R/.
He anunciado tu justicia en la gran asamblea; no he cerrado mis labios, tú
lo sabes, Señor. R/.
No callé tu justicia; antes bien, proclamé tu lealtad y tu auxilio.
Tu amor y tu lealtad no los he ocultado a la gran asamblea. R/.
Lectura de la carta a los hebreos: 10, 4-10
Hermanos: Es imposible que la sangre de toros y machos cabríos pueda
borrar los pecados. Por eso, al entrar al mundo, Cristo dijo, conforme al salmo:
No quisiste víctimas ni ofrendas; en cambio, me has dado un cuerpo. No
te agradaron los holocaustos ni los sacrificios por el pecado; entonces dije
—porque a mise refiere la Escritura—: "Aquí estoy, Dios
mío; vengo para cumplir tu voluntad".
Comienza por decir: No quisiste víctimas ni ofrendas, no te agradaron
los holocaustos ni los sacrificios por el pecado —siendo así que
es lo que pedía la ley—; y luego añade: "Aquí
estoy, Dios mío; vengo para cumplir tu voluntad".
Con esto, Cristo suprime los antiguos sacrificios, para establecer el nuevo.
Y en virtud de esta voluntad, todos quedamos santificados por la ofrenda del
cuerpo de Jesucristo, hecha de una vez por todas. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Las ofrendas materiales se han superado. En adelante, Jesús se ha ofrendado de una vez para siempre como la víctima perfecta, pura y agradable a Dios.
ACLAMACIÓN (Jn 1,
14) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Aquel que es la palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros y hemos
visto su gloria. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 1, 26-38
En aquel tiempo, el ángel
Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una
virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José.
La virgen se llamaba María.
Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: "Alégrate,
llena de gracia, el Señor está contigo". Al oír estas
palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría
decir semejante saludo.
El ángel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia
ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre
Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo;
el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él
remará sobre la casa de Jacob por los siglos y su remado no tendrá
fin". María le dijo entonces al ángel: "¿Cómo
podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?". El ángel
le contestó: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti
y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el
Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes
a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez ha concebido un hijo y ya va en
el sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para
Dios". María contestó: "Yo soy la esclava del Señor;
cúmplase en mí lo que me has dicho". Y el ángel se
retiró de su presencia. Palabra del Señor. Gloría
a ti, Señor Jesús.
Todas las promesas, aparentemente desmedidas, que Dios comunica a María, se cumplirán en la vida de su Hijo. Al final, Jesús se revelará como el Hijo obediente del Padre.
Credo
A las palabras del Credo y por obra..., se hace genuflexión.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, con bondad, los dones de tu Iglesia, que reconoce haber tenido su origen en la encarnación de tu Hijo, y concédele celebrar llena de gozo este memorial de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
A quien primero acogió la Virgen santísima por la fe cuando el
ángel le anunció que, por obra del Espíritu Santo, habría
de nacer entre los hombres, para que los hombres se salvaran, y a quien luego
llevó, llena de amor, en sus purísimas entrañas.
Así, la verdad divina colmaba las promesas hechas a Israel y comenzaba
a ser realidad la expectación de todos los pueblos.
Por eso, como los ángeles te cantan en el cielo, así nosotros
en la tierra te aclamamos, diciendo sin cesar: Santo, santo, santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNION (Is 7, 14)
He aquí que la Virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por medio de esta comunión, fortalece, Señor, nuestra fe y esperanza en Jesucristo, Dios y hombre verdadero, concebido en el seno de la Virgen María, y, por su gloriosa resurrección, condúcenos a la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
IV DOMINGO DE CUARESMA
Santos: Braulio de Zaragoza y Pedro de Sebaste, obispos., Beato Pedro Marginet, monje.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Is 66, 10-11)
Alégrate, Jerusalén, y todos ustedes los que la aman, reúnanse. Regocíjense con ella todos los que participaban de su duelo y quedarán saciados con la abundancia de sus consuelos.
No se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que has reconciliado contigo a la humanidad entera por medio de tu Hijo, concede al pueblo cristiano prepararse con fe viva y entrega generosa a celebrar las fiestas de la Pascua. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del segundo libro de las Crónicas: 36,14-16.19-23
En aquellos días,
todos los sumos sacerdotes y el pueblo multiplicaron sus infidelidades, practicando
todas las abominables costumbres de los paganos, y mancharon la casa del Señor,
que él se había consagrado en Jerusalén. El Señor,
Dios de sus padres, los exhortó continuamente por medio de sus mensajeros,
porque sentía compasión de su pueblo y quería preservar
su santuario. Pero ellos se burlaron de los mensajeros de Dios, despreciaron
sus advertencias y se mofaron de sus profetas, hasta que la ira del Señor
contra su pueblo llegó a tal grado que ya no hubo remedio.
Envió entonces contra ellos al rey de los caldeos. Incendiaron la casa
de Dios y derribaron las murallas de Jerusalén, pegaron fuego a todos
los palacios y destruyeron todos sus objetos preciosos.
Y los que escaparon de la espada, los llevaron cautivos a Babilonia, donde fueron
esclavos del rey y de sus hijos, hasta que el reino pasó al dominio de
los persas, para que se cumpliera lo que dijo Dios por boca del profeta Jeremías:
Hasta que el país haya pagado sus sábados perdidos, descansará
de la desolación, hasta que se cumplan setenta años.
En el año primero de Ciro, rey de Persia, en cumplimiento de las palabras
que habló el Señor por boca de Jeremías, el Señor
inspiró a Ciro, rey de los persas, el cual mandó proclamar de
palabra y por escrito en todo su reino lo siguiente: "Así habla
Ciro, rey de Persia: El Señor, Dios de los cielos, me ha dado todos los
reinos de la tierra y me ha mandado que le edifique una casa en Jerusalén
de Judá. En consecuencia, todo aquel que pertenezca a este pueblo, que
parta hacia allá, y que su Dios lo acompañe". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Este libro concluye con
un mensaje esperanzador que se convierte en una invitación para la comunidad
congregada en torno del templo de Jerusalén para que viva como una nación
santa.
Del salmo 136 R/. Tu recuerdo, Señor, es mi alegría.
Junto a los ríos de Babilonia nos sentábamos a llorar de nostalgia;
de los sauces que estaban en la orilla colgamos nuestras arpas. R/.
Aquellos que cautivos nos tenían pidieron que cantáramos. Decían
los opresores: "Algún cantar de Sión, alegres, cántennos".
R/.
Pero, ¿cómo podíamos cantar un himno al Señor en
tierra extraña? ¡Que la mano derecha se me seque, si de ti, Jerusalén,
yo me olvidara! R/.
¡Que se me pegue al paladar la lengua, Jerusalén, si no te recordara,
o si, fuera de ti, alguna otra alegría yo buscara! R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 2, 4-10
Hermanos: La misericordia
y el amor de Dios son muy grandes; porque nosotros estábamos muertos
por nuestros pecados, y él nos dio la vida con Cristo y en Cristo. Por
pura generosidad suya, hemos sido salvados. Con Cristo y en Cristo nos ha resucitado
y con él nos ha reservado un sitio en el cielo. Así, en todos
los tiempos, Dios muestra, por medio de Jesús, la incomparable riqueza
de su gracia y de su bondad para con nosotros.
En efecto, ustedes han sido salvados por la gracia, mediante la fe; y esto no
se debe a ustedes mismos, sino que es un don de Dios. Tampoco se debe a las
obras, para que nadie pueda presumir, porque somos hechura de Dios, creados
por medio de Cristo Jesús para hacer el bien que Dios ha dispuesto que
hagamos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El Señor muestra una misericordia y una compasión infinitas. Después de una y mil manifestaciones de amor, éste nunca se extingue.
ACLAMACIÓN (Jn 3,16)
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único,
para que todo el que crea en él tenga vida eterna. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 3,14-21
En aquel tiempo, dijo Jesús
a Nicodemo: "Así como levantó Moisés la serpiente
en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para
que todo el que crea en él tenga vida eterna.
Porque tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único,
para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que
el mundo se salvara por él. El que cree en él, no será
condenado; pero el que no cree, ya está condenado, por no haber creído
en el Hijo único de Dios.
La causa de la condenación es ésta: habiendo venido la luz al
mundo, los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran
malas.
Todo aquel que hace el mal, aborrece la luz y no se acerca a ella, para que
sus obras no se descubran. En cambio, el que obra el bien conforme a la verdad,
se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según
Dios". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Esta es una de las declaraciones más hermosas de todo el Evangelio. El amor inconmensurable de Dios se hizo patente en la entrega plena de su hijo único, Jesucristo.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te presentamos, Señor, llenos de alegría, estas ofrendas para el sacrificio y pedimos tu ayuda para celebrarlo con fe sincera y ofrecerlo dignamente por la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma I o II
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 121, 3-4)
Jerusalén es una ciudad armónicamente construida. Allá suben las tribus, las tribus del Señor, según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios nuestro, luz que alumbra a todo hombre que viene a este mundo, ilumina nuestros corazones con el resplandor de tu gracia, para que nuestros pensamientos te sean agradables y te amemos con toda sinceridad. Por Jesucristo, nuestro Señor. 108
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- En una hora histórica cuando consagramos gran parte de nuestra vida a cultivar nuestros intereses particulares, la demostración de amor divino nos envuelve. En una cultura en la cual impera el egoísmo, resulta grato volver a experimentar la gracia del amor de Dios. Detrás de muchos discursos y muchas prédicas, quedan palabras huecas y vanas. Sólo el amor de Dios resiste todas las pruebas y todos los escrutinios. Ese amor contagia a los santos, a los místicos y a los cristianos, a quienes hace soñar, amar y entregarse al servicio de Dios y de los hombres,
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 30, 7-8)
Yo tengo mi confianza en ti, Señor; yo gozaré y me alegraré porque has mirado con bondad mi desgracia y conoces mis angustias.
ORACIÓN COLECTA
I Dios nuestro, que renuevas este mundo por medio de tus sacramentos, concede a tu Iglesia aprovechar estos signos misteriosos de tu presencia y asístela siempre en sus necesidades materiales. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 65,17-21
Esto dice el Señor:
"Voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva; ya no recordaré
lo pasado, lo olvidaré de corazón.
Se llenarán ustedes de gozo y de perpetua alegría por lo que voy
a crear: Convertiré a Jerusalén en júbilo y a mi pueblo
en alegría. Me alegraré por Jerusalén y me gozaré
por mi pueblo. Ya no se oirán en ella gemidos ni llantos.
Ya no habrá niños que vivan pocos días, ni viejos que no
colmen sus años y al que no los alcance se le tendrá por maldito.
Construirán casas y vivirán en ellas, plantarán viñas
y comerán sus frutos". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
La renovación del
universo afecta principalmente las relaciones humanas. Los hombres no volverán
a saber de la opresión ni de la miseria que tanto padecieron.
Del salmo 29 R/. Te alabaré, Señor, eternamente.
Te alabaré, Señor, pues no dejaste que se rieran de mí
mis enemigos. Tú, Señor, me salvaste de la muerte y a punto de
morir, me reviviste. R/.
Alaben al Señor quienes lo aman, den gracias a su nombre, porque su ira
dura un solo instante y su bondad, toda la vida. El llanto nos visita por la
tarde; por la mañana, el júbilo. R/.
Escúchame, Señor, y compadécete; Señor, ven en mi
ayuda. Convertiste mi duelo en alegría, te alabaré por eso eternamente.
R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Am 5,14) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Busquen el bien y no el mal, para que vivan, y el Señor estará
con ustedes. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san 110, 4,43-54
En aquel tiempo Jesús
salió de Samaria y se fue a Galilea. Jesús mismo había
declarado que a ningún profeta se le honra en su propia patria. Cuando
llegó, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo
lo que él había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues
también ellos habían estado allí.
Volvió entonces a Cana de Galilea, donde había convertido el agua
en vino. Había allí un funcionario real, que tenía un hijo
enfermo en Cafarnaúm. Al oír éste que Jesús había
venido de Judea a Galilea, fue a verlo y le rogó que fuera a curar a
su hijo, que se estaba muriendo. Jesús le dijo: "Si no ven ustedes
signos y prodigios, no creen". Pero el funcionario del rey insistió:
"Señor, ven antes de que mi muchachito muera". Jesús
le contestó: "Vete, tu hijo ya está sano".
Aquel hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino.
Cuando iba llegando, sus criados le salieron al encuentro para decirle que su
hijo ya estaba sano. Él les preguntó a qué hora había
empezado la mejoría. Le contestaron: "Ayer, a la una de la tarde,
se le quitó la fiebre". El padre reconoció que a esa misma
hora Jesús le había dicho: 'Tu hijo ya está sano', y creyó
con todos los de su casa.
Éste fue el segundo signo que hizo Jesús al volver de Judea a
Galilea. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
El funcionario estaba acostumbrado a dar crédito a la palabra humana. Cuando se acercó a Jesús y escuchó su palabra imperiosa, la acogió con fe y recibió la curación esperada.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Como fruto de este sacrificio que vamos a ofrecerte, líbranos, Señor, de la esclavitud de nuestros vicios y danos fortaleza para vivir de acuerdo con tu Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ez 36, 27)
Infundiré mi espíritu en ustedes para qué vivan según mis mandamientos y cumplan mi voluntad, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta santa comunión, Señor, renueve y santifique nuestra vida y nos ayude a alcanzar los bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Gontrán de Borgoña, rey, y Esteban Harding, abad. Beato José Sebastián Pelczar, obispo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Is 55, 1)
Todos los que están sedientos, vengan por agua, dice el Señor; aunque no tengan dinero, vengan a beber con alegría.
ORACIÓN COLECTA
Que los sacrificios y las oraciones cuaresmales dispongan, Señor, a tus hijos para celebrar dignamente el misterio pascual y transmitir al mundo el feliz anuncio de la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Ezequiel: 47,1-9.12
En aquellos tiempos, un
hombre me llevó a la entrada del templo. Por debajo del umbral manaba
agua hacia el oriente, pues el templo miraba hacia el oriente, y el agua bajaba
por el lado derecho del templo, al sur del altar. Luego me hizo salir por el
pórtico del norte y dar la vuelta hasta el pórtico que mira hacia
el oriente, y el agua corría por el lado derecho. Aquel hombre salió
hacia el oriente, y con la cuerda que tenía en la mano, midió
quinientos metros y me hizo atravesar por el agua, que me daba a los tobillos.
Midió otros quinientos metros y me hizo pasar; el agua me daba a las
rodillas. Midió quinientos más y me hizo cruzar; el agua me daba
a la cintura. Era ya un torrente que yo no podía vadear, pues habían
crecido las aguas y no se tocaba el fondo. Entonces me dijo: "¿Has
visto, hijo de hombre?".
Después me hizo volver a la orilla del torrente, y al mirar hacia atrás,
vi una gran cantidad de árboles en una y otra orilla. Aquel hombre me
dijo: "Estas aguas van hacia la región oriental; bajarán
hasta el Araba, entrarán en el mar de aguas saladas y lo » sanearán.
Todo ser viviente que se mueva por donde pasa el torrente, vivirá; habrá
peces en abundancia, porque los lugares a donde lleguen estas aguas quedarán
saneados y por dondequiera que el torrente pase, prosperará la vida.
En ambas márgenes del torren- , te crecerán árboles frutales
de toda especie, de follaje perenne e inagotables frutos. Darán frutos
nuevos cada mes, porque los «riegan las aguas que manan del santuario.
Sus frutos servirán de alimento y sus hojas, de medicina". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del monte santo brota la
vida. Dios, como al principio, sigue bendiciendo el universo y continúa
llenándolo con sus dones. El agua simboliza la fuerza vivificante del
Espíritu.
Del salmo 45 R/. Con nosotros está Dios, el Señor.
Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, quien en todo peligro nos socorre.
Por eso no tememos, aunque tiemble, y 'aunque al fondo del mar caigan los montes.
R/.
Un río alegra a la ciudad de Dios, su morada el Altísimo hace
santa. Teniendo a Dios, Jerusalén no teme, porque Dios la protege desde
el alba. R/.
Con nosotros está Dios, el Señor; es el Dios de Israel nuestra
defensa. Vengan a ver las cosas sorprendentes que ha hecho el Señor sobre
la tierra. R/.
ACLAMACIÓN (Sal
so, 12. 14) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Crea en mí, Señor, un corazón puro y devuélveme
tu salvación, que regocija. R/.
Lectura del santo Evangelio según san Juan: 5,1-3. 5-16
Era un día de fiesta
para los judíos, cuando Jesús subió a Jerusalén.
Hay en Jerusalén, junto a la puerta de las Ovejas, una piscina llamada
Betesdá, en hebreo, con cinco pórticos, bajo los cuales yacía
una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos. Entre ellos estaba
un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo.
Al verlo ahí tendido y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo en tal estado,
Jesús le dijo: "¿Quieres curarte?". Le respondió
el enfermo: "Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando
se agita el agua. Cuando logro llegar, ya otro ha bajado antes que yo".
Jesús le dijo: "Levántate, toma tu camilla y anda".
Al momento el hombre quedó curado, tomó su camilla y se puso a
andar.
Aquel día era sábado. Por eso los judíos le dijeron al
que había sido curado: "No te es lícito cargar tu camilla".
Pero él contestó: "El que me curó me dijo: 'Toma tu
camilla y anda'". Ellos le preguntaron: "¿Quién es el
que te dijo: 'Toma tu camilla y anda'?". Pero el que había sido
curado no lo sabía, porque Jesús había desaparecido entre
la muchedumbre. Más tarde lo encontró Jesús en el templo
y le dijo: "Mira, ya quedaste sano. No peques más, no sea que te
vaya a suceder algo peor". Aquel hombre fue y les contó a los judíos
que el que lo había curado era Jesús. Por eso los judíos
perseguían a Jesús, porque hacía estas cosas en sábado.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Jesús se aproxima a un hombre espiritualmente desfalleciente. Durante muchos años había esperado en vano una curación que no llegaba. El encuentro con Jesús le devolverá la salud.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que tu providencia nos ha dado para sostén de nuestra vida mortal y conviértelos, para nosotros, en alimento que da la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 22, 1-2)
El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace reposar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que este sacramento, Señor, purifique y renueve nuestro espíritu e infunda en nuestro cuerpo la fuerza necesaria para vivir y morir cristianamente. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Gladis de Gales, viuda; Eustacio de Luxeuil, abad, y Marcos de Aretusa, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 68, 14)
Ahora, Señor, que estás dispuesto a escucharme, elevo a ti mi súplica: Respóndeme, Dios mío, según tu gran amor y tu fidelidad a las promesas.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que recompensas al justo y perdonas al pecador que se arrepiente, ten piedad de nosotros, para que la humilde confesión de nuestras faltas nos obtenga tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 49, 8-15
Esto dice el Señor:
"En el tiempo de la misericordia te escuché, en el día de
la salvación te auxilié. Yo te formé y te he destinado
para que seas alianza del pueblo: para restaurar la tierra, para volver a ocupar
los hogares destruidos, para decir a los prisioneros:' Salgan', y a los que
están en tinieblas: 'Vengan a la luz'.
Pastarán de regreso a lo largo de todos los caminos, hallarán
pasto hasta en las dunas del desierto. No sufrirán hambre ni sed, no
los afligirá el sol ni el calor, porque el que tiene piedad de ellos
los conducirá a los manantiales. Convertiré en caminos todas las
montañas y pondrán terraplén a mis calzadas.
Miren: éstos vienen de lejos; aquéllos, del norte y del poniente,
y aquellos otros, de la tierra de Senim.
Griten de alegría, cielos; regocíjate, tierra; rompan a cantar,
montañas, porque el Señor consuela a su pueblo y tiene misericordia
de los desamparados. Sión había dicho: 'El Señor me ha
abandonado, el Señor me tiene en el olvido'. ¿Puede acaso una
madre olvidarse de su creatura hasta dejar de enternecerse por el hijo de sus
entrañas? Aunque hubiera una madre que se olvidara, yo nunca me olvidaré
de ti", dice el Señor todopoderoso. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Este pasaje recoge los
grandes momentos del retorno salvador. El pueblo saldrá de la cautividad
e iniciará un camino de transformación hasta retornar al monte
de Sión.
Del salmo 144 R/. El Señor es compasivo y misericordioso.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso
para perdonar. Bueno es el Señor para con todos y su amor se extiende
a todas sus creaturas. R/.
El Señor es siempre fiel a sus palabras y bondadoso en todas sus acciones.
Da su apoyo el Señor al que tropieza y al agobiado alivia. R/.
Siempre es justo el Señor en sus designios y están llenas de amor
todas sus obras. No está lejos de aquellos que lo buscan; muy cerca está
el Señor, de quien lo invoca. R/.
ACLAMACIÓN (jn n,
25. 26) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Yo soy la resurrección y la vida, dice el Señor; el que cree en
mí, aunque haya muerto, vivirá. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 5,17-30
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los judíos (que lo perseguían por hacer curaciones en sábado):
"Mi Padre trabaja siempre y yo también trabajo". Por eso los
judíos buscaban con mayor empeño darle muerte, ya que no sólo
violaba el sábado, sino que llamaba Padre suyo a Dios, igualándose
así con Dios.
Entonces Jesús les habló en estos términos: "Yo les
aseguro: El Hijo no puede hacer nada por su cuenta y sólo hace lo que
le ve hacer al Padre; lo que hace el Padre también lo hace el Hijo. El
Padre ama al Hijo y le manifiesta todo lo que hace; le manifestará obras
todavía mayores que éstas, para asombro de ustedes. Así
como el Padre resucita a los muertos y les da la vida, así también
el Hijo da la vida a quien él quiere dársela. El Padre no juzga
a nadie, porque todo juicio se lo ha dado al Hijo, para que todos honren al
Hijo, como honran al Padre. El que no honra al Hijo tampoco honra al Padre.
Yo les aseguro que quien escucha mi palabra y cree en el que me envió,
tiene vida eterna y no será condenado en el juicio, porque ya pasó
de la muerte a la vida.
Les aseguro que viene la hora, y ya está aquí, en que los muertos
oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la hayan oído vivirán.
Pues así como el Padre tiene la vida en sí mismo, también
le ha dado al Hijo tener la vida en sí mismo; y le ha dado el poder de
juzgar, porque es el Hijo del hombre.
No se asombren de esto, porque viene la hora en que todos los que yacen en la
tumba oirán mi voz y resucitarán: los que hicieron el bien, para
la vida; los que hicieron el mal, para la condenación. Yo nada puedo
hacer por mí mismo. Según lo que oigo, juzgo; y mi juicio es justo,
porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envío".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
La vida eterna es la continuación de una íntima relación que vive el creyente con Jesús. Quien ha confiado en el Verbo hecho carne, goza de la plenitud de la vida.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que el poder de este sacrificio elimine, Señor, en nosotros, las consecuencias del pecado y nos haga crecer en santidad de vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 3, 17)
Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
No permitas, Señor, que el sacramento que hemos recibido vaya a ser motivo de condenación, pues tu providencia lo ha instituido para salvación nuestra. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Beato Amadeo de Saboya, duque. Santos Pedro Regalado, presbítero, y Leonardo Muríaldo, fundador.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 104, 3-4)
Alégrese el corazón de los que buscan al Señor. Busquen la ayuda del Señor; busquen continuamente su presencia.
ORACIÓN COLECTA
Padre lleno de amor, que nos has concedido la gracia de purificarnos con el arrepentimiento y de santificarnos haciendo el bien a los demás, ayúdanos a permanecer fieles a tus mandamientos, para llegar bien dispuestos a las festividades pascuales. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Éxodo: 32, 7-14
En aquellos días, dijo el Señor a Moisés: "Anda, baja del monte, porque tu pueblo, el que sacaste de Egipto, se ha pervertido. No tardaron en desviarse del camino que yo les había señalado. Se han hecho un becerro de metal, se han postrado ante él y le han ofrecido sacrificios y le han dicho: 'Éste es tu dios, Israel, es el que te sacó de Egipto'".
El Señor le dijo también a Moisés: "Veo que éste es un pueblo de cabeza dura. Deja que mi ira se encienda contra ellos hasta consumirlos. De ti, en cambio, haré un gran pueblo".
Moisés trató
de aplacar al Señor, su Dios, diciéndole: "¿Por qué
ha de encenderse tu ira, Señor, contra este pueblo que tú sacaste
de Egipto con gran poder y vigorosa mano? ¿Vas a dejar que digan los
egipcios: 'Los sacó con malas intenciones para hacerlos morir en las
montañas y borrarlos de la superficie de la tierra'? Apaga el ardor de
tu ira, renuncia al mal con que has amenazado a tu pueblo. Acuérdate
de Abraham, de Isaac y de Jacob, siervos tuyos, a quienes juraste por ti mismo
diciendo: 'Multiplicaré su descendencia como las estrellas del cielo
y les daré en posesión perpetua toda la tierra que les he prometido'".
Y el Señor renunció al castigo con que había amenazado
a su pueblo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Moisés se confronta
con Dios e implora el perdón. Es tanta la solidaridad de Moisés
con los suyos que no vacila en llamar a Dios a que se arrepienta y desista de
sus amenazas.
Del salmo 105 R/. Perdona, Señor, las culpas de tu pueblo.
En el Horeb hicieron un becerro, un ídolo de oro, y lo adoraron. Cambiaron
al Dios que era su gloria, por la imagen de un buey que come pasto. R/.
Se olvidaron del Dios que los salvó, y que hizo portentos en Egipto,
en la tierra de Cam, mil maravillas, y en las aguas del mar Rojo, sus prodigios.
R/.
Por eso hablaba Dios de aniquilarlos; pero Moisés, que era su elegido,
se interpuso, a fin de que, en su cólera, no fuera el Señor a
destruirlos. R/.
ACLAMACIÓN (Jn 3,
16) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único,
para que todo el que crea en él tenga vida eterna. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 5,31-47
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los judíos: "Si yo diera testimonio de mí, mi testimonio
no tendría valor; otro es el que da testimonio de mí y yo bien
sé que ese testimonio que da de mí es válido.
Ustedes enviaron mensajeros a Juan el Bautista y él dio testimonio de
la verdad. No es que yo quiera apoyarme en el testimonio de un hombre. Si digo
esto es para que ustedes se salven. Juan era la lámpara que ardía
y brillaba, y ustedes quisieron alegrarse un instante con su luz. Pero yo tengo
un testimonio mejor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido realizar
y que son las que yo hago, dan testimonio de mí y me acreditan como enviado
del Padre.
El Padre, que me envió ha dado testimonio de mí. Ustedes nunca
han escuchado su voz ni han visto su rostro, y su palabra no habita en ustedes,
porque no le creen al que él ha enviado.
Ustedes estudian las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues
bien, ellas son las que dan testimonio de mí. ¡Y ustedes no quieren
venir a mí para tener vida! Yo no busco la gloria que viene de los hombres;
es que los conozco y sé que el amor de Dios no está en ellos.
Yo he venido en nombre de mi Padre y ustedes no me han recibido. Si otro viniera
en nombre propio, a ése sí lo recibirían. ¿Cómo
va a ser posible que crean ustedes, que aspiran a recibir gloria los unos de
los otros y no buscan la gloria que sólo viene de Dios?
No piensen que yo los voy a acusar ante el Padre; ya hay alguien que los acusa:
Moisés, en quien ustedes tienen su esperanza. Si creyeran en Moisés,
me creerían a mí, porque él escribió acerca de mí.
Pero si no dan fe a sus escritos, ¿cómo darán fe a mis
palabras?". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Jesús ha dado demasiadas señales de su presencia. Juan Bautista y el Padre también han declarado en su favor. Todas las señales son inútiles cuando no existe voluntad de creer.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Tú, que conoces nuestra fragilidad, concédenos, Señor, que el sacrificio que vamos a ofrecerte nos purifique de nuestros pecados y nos proteja de todo mal. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jr 31,33)
Esto dice el Señor: Pondré mi ley en lo más profundo de su ser y la escribiré en sus corazones. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. ,
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que esta comunión nos purifique de todas nuestras culpas y nos proteja del pecado, para que gocemos de la plenitud salvadora de tu don. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Benjamín de Persia, mártir; Amos, profeta, y Balbina de Roma, mártir. Feria (Morado).
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 53, 3-4)
Señor, sálvame por tu nombre y líbrame con tu poder. Señor, escucha mi plegaria, atiende a las palabras de mi boca.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que has preparado en tus sacramentos el auxilio adecuado a nuestra debilidad, concédenos recibirlos llenos de gozo y renovar con ellos nuestra vida. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de la Sabiduría: 2,1.12-22
Los malvados dijeron entre
sí, discurriendo equivocadamente: "Tendamos una trampa al justo,
porque nos molesta y se opone a lo que hacemos; nos echa en cara nuestras violaciones
a la ley, nos reprende las faltas contra los principios en que fuimos educados.
Presume de que conoce a Dios y se proclama a sí mismo hijo del Señor.
Ha llegado a convertirse en un vivo reproche de nuestro modo de pensar y su
sola presencia es insufrible, porque lleva una vida distinta de los demás
y su conducta es extraña. Nos considera como monedas falsas y se aparta
de nuestro modo de vivir como de las inmundicias. Tiene por dichosa la suerte
final de los justos y se gloría de tener por padre a Dios.
Veamos si es cierto lo que dice, vamos a ver qué le pasa en su muerte.
Si el justo es hijo de Dios, él lo ayudará y lo librará
de las manos de sus enemigos. Sometámoslo a la humillación y a
la tortura para conocer su temple y su valor. Condenémoslo a muerte ignominiosa,
porque dice que hay quien mire por él".
Así discurren los malvados, pero se engañan; su malicia los ciega.
No conocen los ocultos designios de Dios; no esperan el premio de la virtud,
ni creen en la recompensa de una vida intachable. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
El justo no avala el proceder
inicuo de los malvados. Estos se incomodan ante su resistente perseverancia
y traman quitarlo de en medio para sentirse ufanos en su maldad.
Del salmo 33 R/. El Señor no está lejos de sus fieles.
En contra del malvado está el Señor, para borrar de la tierra
su memoria. Escucha, en cambio, al hombre justo y lo libra de todas sus congojas.
R/.
El Señor no está lejos de sus fieles y levanta a las almas abatidas.
Muchas tribulaciones pasa el justo, pero de todas ellas Dios lo libra. R/.
Por los huesos del justo vela Dios, sin dejar que ninguno se le quiebre. Salva
el Señor la vida de sus siervos; no morirán quienes en él
esperan. R/.
ACLAMACIÓN (Mt 4,
4) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que
sale de la boca de Dios. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 7,1-2.10. 25-30
En aquel tiempo, Jesús
recorría Galilea, pues no quería andar por Judea, porque los judíos
trataban de matarlo. Se acercaba ya la fiesta de los judíos, llamada
de los Campamentos.
Cuando los parientes de Jesús habían llegado ya a Jerusalén
para la fiesta, llegó también él, pero sin que la gente
se diera cuenta, como de incógnito. Algunos, que eran de Jerusalén,
se decían: "¿No es éste al que quieren matar? Miren
cómo habla libremente y no le dicen nada. ¿Será que los
jefes se han convencido de que es el Mesías? Pero nosotros sabemos de
dónde viene éste; en cambio, cuando llegue el Mesías, nadie
sabrá de dónde viene".
Jesús, por su parte, mientras enseñaba en el templo, exclamó:
"Con que me conocen a mí y saben de dónde vengo... Pues bien,
yo no vengo por mi cuenta, sino enviado por el que es veraz; y a él ustedes
no lo conocen. Pero yo sí lo conozco, porque procedo de él y él
me ha enviado". Trataron entonces de capturarlo, pero nadie le pudo echar
mano, porque todavía no había llegado su hora. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús desmiente a sus acusadores. Éstos no conocen su verdadero origen porque todavía permanecen en las apariencias. Sólo con ayuda del Padre se conoce al Hijo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que el poder salvador de este sacrificio que vamos a ofrecerte nos libre, Señor, de nuestros pecados, para celebrar dignamente las fiestas pascuales, principio de nuestra salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Cuaresma I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ef 1,7)
Por medio de su Sangre, Cristo nos ha obtenido la redención y el perdón de nuestros pecados. En esto se manifiesta la inmensidad de su gracia.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por medio de este sacramento, que nos señala el paso de la antigua a la nueva alianza, concédenos, Señor, despojarnos de todo lo que es pecado y revestirnos de la santidad de Cristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.