Búsqueda de algún Santo de este mes...

Dom

Lun

Mar

Mié

Jue

Vie

Sáb

 

 

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

11

12

13

14

15

16

17

18

19

20

21

22

23

24

25

26

27

28

29

30

31

 

SANTORAL MARZO DEL 2006

 

 

 

 

 

 

 

 

MIÉRCOLES 1

MIÉRCOLES DE CENIZA

Santos: David de Gales, obispo, y Félix III, papa.

MIÉRCOLES DE CENIZA, del latín vulgar cinisia, "polvo, ceniza" (siglo XI). La imposición de la ceniza inicia la Cuaresma, periodo de cuarenta días que va desde hoy hasta el Domingo de Ramos. Es un sacramental que conduce al sacramento de la penitencia, con la finalidad de que, convertidos, los fieles participemos en la celebración del misterio pascual con el corazón limpio, esto es, en estado de gracia. En la Biblia, la ceniza es símbolo de lo perecedero; se convierte en signo de la caducidad del hombre cuando éste se la aplica en la cabeza, o se sienta o revuelca en ella como muestra de dolor, penitencia y humillación (Is 61, 3); la ceniza con agua era el agua lustral, que borraba las impurezas (Nm 19, 1-10). Hacia los siglos IV-V, los pecadores arrepentidos se convertían en penitentes; se aplicaban ceniza en la cabeza para demostrar su entrega a Dios y su arrepentimiento. Actualmente, en este día se traza una cruz de ceniza, ya bendecida, en la frente de los feligreses para recordarles su origen, a la vez que el sacerdote o un laico autorizado recita las palabras: "Eres polvo y al polvo volverás" (Gn 3, 19), o bien: "Arrepiéntete y cree en el Evangelio" (Mc 1,15); en sí misma, la ceniza no es lo más importante: el valor del sacramental radica en el verdadero arrepentimiento y la conversión de cada fiel, con el propósito de que acuda a los sacramentos de la penitencia y la Eucaristía, para que el Espíritu Santo lo renueve y así lo haga digno de la misericordia divina. La imposición de la ceniza se inició por una prescripción del papa Urbano II (1088-1099) en el Concilio de Benevento (1091).

 

JUEVES 2 DESPUÉS DE CENIZA.

Santos: Inés de Bohemia, abadesa, y Ceades de Inglaterra, obispo. Beato Carlos el Bueno de Dinamarca, mártir.

BEATO CARLOS EL BUENO DE DINAMARCA, del germánico, "hombre experto" (1083-1127). Mártir. Nació en Dinamarca. Fue hijo de san Canuto, rey de Dinamarca. Se desconocen datos de su infancia. Al llegar a la mayoría de edad fue proclamado conde de Amiens (actual ciudad francesa) y de Flandes (parte de la actual Bélgica). El gobierno de san Carlos, que duró ocho años, se caracterizó por la justicia y sabiduría; esto, aunado a su caridad para con los pobres, piedad y amor al Señor, le valió que se le conociera como "el bueno". Tomó parte en la primera cruzada y rechazó convertirse en rey de Jerusalén (1124). Su muerte fue tramada por especuladores que encarecían los alimentos durante un crudo invierno; enfurecidos porque les impidió su deshonesto enriquecimiento, tramaron su muerte, que se consumó mientras Carlos asistía a la santa misa en la iglesia de San Donaciano, en Brujas, Bélgica. Sus restos se conservan en la catedral de Brujas. Su culto fue confirmado por León XIII en 1883.

 

VIERNES 3 DESPUÉS DE CENIZA

Santos: Emeterio y Celedonio de Logroño, mártires; Anselmo de Nonantola, abad, y Catalina María Drexel, fundadora.

SANTA CATALINA MARÍA DREXEL, del griego, "pura", y del arameo, "señora" (1858-1955). Fundadora. Nacida en Filadelfia, Estados Unidos, en el seno de una familia católica muy piadosa y caritativa de vastos recursos. Al mes de su nacimiento, quedó huérfana de madre; su padre contrajo segundas nupcias con Emma Bouvier. Catalina conoció la miseria en los recorridos de su madrastra por los suburbios para socorrer a los pobres. Hizo voto personal de castidad. Se consagró a la atención de los nativos y los negros. Con sus amplios recursos, estableció escuelas para tales grupos sociales. Se entrevistó en Roma con el pontífice León XIII (1878-1903), a quien le solicitó misioneros que impartieran la educación católica en sus planteles. Regresó a Filadelfia e ingresó en la Congregación de Hermanas de la Misericordia, en Pittsburgh. Inició su noviciado en 1889. En 1891 fundó la Congregación de las Hermanas del Santísimo Sacramento para los nativos y los negros, cuyos carismas son la adoración a Jesús sacramentado y la actividad dirigida a la protección —en particular— de nativos y negros. En 1913 quedó aprobada su institución. Dedicó su vasta herencia a fundar sesenta colegios, tres casas de asistencia, un centro misional y la Universidad Xavier en Nueva Orleans. Por cuarenta y siete años fue la superiora. Renunció a su cargo a los setenta y nueve años, para dedicarse a la oración contemplativa; así permaneció en Conwells Heights hasta que entregó su alma al Creador. Fue canonizada en el 2000 por Juan Pablo II, quien expresó de ella: "Su apostolado contribuyó a crear mayor conciencia de la necesidad de combatir toda forma de racismo mediante la educación y los servicios sociales". Iconografía: con hábito y dos niños, un indígena y otro negro, a su lado.

 

SÁBADO 4 DESPUÉS DE CENIZA.

Santos: Casimiro de Polonia, príncipe, y Lucio I, papa. Beata Plácida Viel, abadesa.

BEATA PLÁCIDA VIEL, del latín, "plácido, suave, tranquilo, manso" (1815-1877). Abadesa. Nació en Normandía, Francia. Fue bautizada como Eulalia Victoria Jacqueline Viel. Se desconocen datos de su infancia y juventud. A los dieciocho años de edad ingresó en la Congregación de las Hermanas de las Escuelas Cristianas de la Misericordia, donde su tía, santa Marie Madeleine Postel, era superiora. Su trabajo, celo y dedicación hicieron que a los veintiséis años fuera designada asistente general de la congregación. Cinco años después, a la muerte de la madre Postel, fue designada superiora; dirigió la congregación con sabiduría por treinta años. Durante su gestión, el instituto se expandió y fundó en Normandía más de treinta escuelas para niños pobres. Debido a sus incansables esfuerzos, el pontífice Pío IX autorizó el establecimiento del instituto en 1859. Plácida se distinguió por el auxilio brindado a los combatientes de la guerra franco-prusiana en 1877. Murió en la abadía de Saint Sauveurle-Vicomte, Francia. Su santidad Pío XII la beatificó en 1951.

 

DOMINGO 5

I DOMINGO DE CUARESMA

Santos: Virgilio de Arles, obispo; Juan José de la Cruz, presbítero, y Adrián de Palestina, mártir.

SAN VIRGILIO DE ARLES, del latín Virgilius, gens romana; probable: "inclinado" (610). Obispo. Una biografía que data del siglo VIII cita que nació en Aquitania (parte de la actual Francia). Se desconocen datos familiares, y de su niñez y juventud. Sin precisarse fecha, se sabe que ingresó en la vida religiosa. Fue nombrado abad de Lerins y, posteriormente, obispo en Arles (Francia). Se le atribuye la fundación de las basílicas de San Estéfano y de Saviour. Se distinguió por fecundo trabajo en su diócesis y por lograr numerosas conversiones entre los judíos de Normandía. Según cita Gregorio de Tours, Virgilio fue el primer abad del monasterio de Auvernia, Francia. Hacia 595, el papa Gregorio I el Magno (590-604) lo designó vicario pontificio; como tal, sirvió de enlace entre el monarca Childeberto II y el Vaticano. En 601, el citado pontífice le encomendó organizar un concilio contra la simonía (convenio ilícito por el cual se da o se recibe retribución económica a cambio de valores espirituales). En vida se le atribuyeron numerosos milagros, por lo que murió con fama de santidad en su sede episcopal. Su veneración fue confirmada por la autoridad eclesiástica en el año 613.

 

LUNES 6

Santos: Olegario de Barcelona, obispo, y Coleta de Corbie, abadesa. Beata María de Providencia, fundadora.

BEATA MARÍA DE PROVIDENCIA, del arameo, "señora", y del latín providentia, "disposición anticipada que conduce al logro de un fin" (por antonomasia, la de Dios) (1825-1871). Fundadora. Oriunda de Lille, Francia. Fue bautizada con el nombre de Eugenia María Josefina Smet (por ello, en algunas biografías aparece con el nombre de Eugenia Smet). En su ciudad natal, estudió con las madres del Sagrado Corazón. A los diecisiete años ingresó en la citada congregación. En 1856, en París, entró en contacto con san Juan María Vianney, a quien expuso sus expectativas, lo que hizo surgir la idea de fundar una orden religiosa de mujeres: la Sociedad Auxiliadora de las Almas del Purgatorio. (Las religiosas de esta orden, además de los tres votos, se comprometen a orar, sufrir y trabajar por las almas del purgatorio). Su piadosa obra pronto se vio favorecida por la expansión, pues fundó escuelas, y casas de asistencia para mujeres viudas, trabajadoras y madres solteras en varias ciudades europeas. En 1859, Pío IX concedió a la orden una indulgencia especial. En 1867, seis monjas de la orden viajaron a Shanghai, China. En Estados Unidos, la orden fundó una casa en Nueva York, en 1892; en 1903, otra en San Luis, Misuri; y en 1905, las religiosas se establecieron en San Francisco, ciudad donde demostraron su enorme valor y caridad al auxiliar a las víctimas del terremoto de 1906. María de Providencia, víctima de terrible cáncer que la aquejó durante varios años, entregó su alma al Señor en su casa generalicia de París. El papa Pío XII la beatificó en Roma el 26 de mayo de 1957.

 

MARTES 7

Santos: Perpetua y Felicitas de Roma, mártires; Pablo el Sencillo (o el Simple) de Tebaida, anacoreta, y Teresa Margarita Redi, religiosa.

SAN PABLO EL SENCILLO (O EL SIMPLE) DE TEBAIDA, del latín, "pequeño" (siglo IV). Anacoreta. Se desconocen los datos de su origen y familia. Sus biografías dicen que era un campesino creyente y sencillo, a quien, según le informaban sus vecinos, su esposa le era infiel; sin embargo, se negaba a creerlo, hasta que una tarde descubrió el engaño. Al hombre le dijo: "... Encárgate de ella y de sus hijos; a mí no me verán más...". Dicho esto, se dirigió al desierto de la Tebaida, en busca de san Antonio abad, para ingresar en la comunidad de éste, objetivo que no logró, ya que era "... demasiado grande para hacerse monje". Empero, Pablo no se amedrentó y permaneció cerca del abad, a quien imitaba en su forma de orar, ayunar, etc.; incluso, llegó a ser atacado por el Maligno, igual, que el santo. Al ver tal decisión y fe, san Antonio le asignó una cueva, donde pasó el resto de su vida, y lo instruyó en las Sagradas Escrituras, la oración y la penitencia. Pablo siguió el camino de su maestro, y fue reconocido ejemplo de ascetismo y santidad, por lo que, al morir, se inició su veneración.

 

MIÉRCOLES 8

Santos: Juan de Dios, fundador, y Apolonio y Filemón de Egipto, mártires. Beato Faustino Miguez, fundador.

SAN APOLONIO Y FILEMÓN DE EGIPTO, del griego, "perteneciente, relativo a Apolo", y del griego, "amante afectuoso", respectivamente (siglos III-IV). Mártires. Se desconocen datos anteriores a la salida de Apolonio de la región de la Tebaida, Egipto, para dirigirse a la ciudad con la finalidad de auxiliar a los cristianos cautivos del pagano Filemón. Éste, cuando Apolonio llegó, le dijo: "Debes estar loco para haber abandonado el desierto donde estabas seguro y aparecer aquí, expuesto a ser ejecutado". Apolonio exclamó que por su fe a Cristo debía ayudar a sus hermanos en peligro; su respuesta demostró al pagano que la verdadera fe era la suya, por lo que Filemón liberó a los prisioneros y solicitó ser instruido en la doctrina del Mesías. Sin embargo, su conversión indignó a las autoridades paganas, quienes llevaron a ambos ante un juez. Algunas fuentes aseguran que, ante la fe de Apolonio y Filemón, el juez también se convirtió; esto no fue suficiente para evitar que Apolonio y Filemón fueran condenados a morir ahogados.

 

JUEVES 9

Santos: Francisca Romana, viuda; Paciano de Barcelona, obispo, y Catalina de Barcelona, religiosa.

SAN PACIANO DE BARCELONA, del latín, "el que pertenece a la paz" (391). Obispo. Los escasos datos biográficos que se tienen de él fueron recopilados y escritos por san Jerónimo. Se cree que nació en Barcelona, España. Cursó estudios en humanidades y teología. Era un hombre rico, y respetado y admirado por sus valores morales; de vasta cultura. Estaba casado y tenía un hijo. Antes del año 392, por su integridad, fe y conducta ejemplares, fue elegido obispo de su tierra natal; como tal, destacó por su elocución e inteligencia. Escribió varias obras religiosas; entre ellas un Tratado sobre el bautismo, tres Cartas a Simproniano —en las que defiende la facultad de la Iglesia para otorgar el perdón de los pecados y sostiene que esa facultad no está sujeta a la santidad de vida de los ministros de la Iglesia— y Parénesis, texto en el cual exhorta a la penitencia y establece dos clases de pecados: los ordinarios y los capitales. Su pensamiento se adelantó al magisterio de la Iglesia, que aún no se resolvía acerca del sacramento de la penitencia (confesión). Quizá murió mártir, ya que figura en los Martirologios desde el siglo IX, y en los manuscritos de la catedral de Barcelona (siglos XII-XIII), de la cual es patrono. Sus reliquias se veneran en el templo barcelonés de San Justo y San Paciano. Se declaró su festividad en el sínodo diocesano de 1600.

 

VIERNES 10

Santos: Macario de Jerusalén, obispo, y Simplicio, papa. Beata María Eugenia Milleret de Brou. Fundadora.

BEATA MARÍA EUGENIA MILLERET DE BROU, del arameo, "señora", y del griego, "de buena estirpe" (1817-1898). Fundadora. Nació en Lorena, Francia. Sus padres, acaudalados, no eran creyentes; sin embargo, por cuestiones sociales, fue bautizada con el nombre de Ana Eugenia. Asimismo, por tradición familiar, a los doce años hizo su primera comunión. A los quince años, la situación económica de su padre se vio gravemente afectada, lo que ocasionó la separación de la pareja. Ana Eugenia viajó en compañía de su madre a París. Poco después de su arribo, su madre murió, víctima de una epidemia de cólera, y su padre la dejó al cuidado de unos familiares, con quienes viviría entre fiestas y frivolidades mundanas. Cuatro años después, en medio de una crisis existencial, asistió a unas pláticas cuaresmales, en las cuales definió su vocación religiosa. Por consejo de su confesor, aceptó fundar una congregación religiosa. En compañía de otras mujeres, inició la vida en comunidad (1839), lo que originó la Congregación de las Religiosas de la Asunción (asuncionistas), cuyo objetivo fue "transformar a la sociedad y hacer surgir nuevos métodos pedagógicos". Estableció, además, un colegio en Autevil, cerca de París, donde pasó el resto de su vida. En 1849, su obra se extendió a Inglaterra y África, y posteriormente a Filipinas, India, Oceanía y América Latina. Las constituciones de la congregación fueron aprobadas por León XIII (1888). Pablo VI la beatificó en 1975.

 

SÁBADO 11

Santos: Eulogio de Córdoba, mártir; Sofronio de Jerusalén, obispo, y Esteban de Bacina, abad.

SAN SOFRONIO DE JERUSALÉN, del griego, "sensato", "de mente sana" (550-638). Obispo. Oriundo de Damasco, Siria. Se desconocen datos anteriores a su juventud, cuando, sin precisión de lugar y fechas, cursó estudios de retórica. Peregrinó a Tierra Santa y se unió a la comunidad eremita de san Teodosio. Conoció a Juan Bosco, con quien hizo amistad. Ambos viajaron a Roma (619) y, antes de profesar, visitaron Egipto; ya profesos, se dirigieron al Sinaí. De 594 a 603, establecieron su residencia en Palestina; posteriormente, radicaron en Turquía, Antioquía y Tarso. En Egipto lucharon contra las herejías y lograron numerosas conversiones. Durante su visita a Roma (614-619), murió Juan. Sofronio regresó al monasterio de Palestina, donde participó en misiones para combatir a los monofisitas (doctrina herética sostenida por Eutiques en el siglo V, según la cual la naturaleza divina de Cristo absorbió la humana, fusionándola). En 634 fue consagrado obispo patriarca de Jerusalén. Su patriarcado se distinguió por la lucha contra los seguidores de Eutiques —para lo cual defendió la idea contraria: el monoenergismo— y la promoción de la unidad de la Iglesia. Alentó y defendió a su feligresía durante la toma de Jerusalén por los infieles (638); murió pocas semanas después de este hecho. En su obra escrita hay himnos y otros cantos. Profesó especial amor y devoción a María. Su culto es inmemorial.

 

DOMINGO 12

DOMINGO DE CUARESMA

Santos: Pablo Aureliano de Bretaña, obispo, e Inocencio I, papa. Beata Ángela Salawa, virgen.

BEATA ÁNGELA SALAWA, del latín, "mensajero de Dios" (1881-1922). Virgen. Nació en Siepraw, Polonia. Hija de devotos campesinos pobres. Cursó pocos estudios. Desde pequeña se aficionó a la lectura, y mostraba especial fervor y devoción. A partir de los doce años, las carencias económicas familiares la obligaron a trabajar de sirvienta. A los dieciséis años, se trasladó a Cracovia, donde trabajaba su hermana Teresa, e ingresó a la Asociación de Santa Zita, lugar de reunión de las trabajadoras domésticas. La muerte repentina de su hermana la hizo cambiar su conducta y aumentar su acercamiento al Señor. Sus compañeras admiraban sus virtudes y cotidianamente le pedían que las orientara en su vida diaria. Sin precisarse la fecha, hizo voto personal de castidad. Pasaba largas horas orando y frente al Santísimo Sacramento. Ante las constantes experiencias místicas, su confesor le ordenó escribir un diario, en el cual detalla que "muchas veces... cuando Él se entrega a mí en la santa Comunión... desaparece totalmente el mundo y quedan solamente el cielo y la tierra, con un aspecto completamente diferente. Y la Divinidad... se inclina hacia las criaturas". Trabajó con dedicación en diferentes hogares; sin embargo, siempre fue víctima de envidias y calumnias, además de padecer continuas tentaciones del Maligno. Pese a su humilde condición, destinó alguna cantidad de su sueldo para socorrer a enfermos, pobres, y a sus compañeras. En 1912 ingresó como terciaria franciscana. Entre 1920 y 1921 sufrió terribles dolores, que ofreció al Señor por la salvación de las almas. Con fama de santidad, respetada y admirada por sus compañeras, murió en Cracovia, ciudad donde Juan Pablo II la beatificó en 1991.

 

LUNES 13

Santos: Rodrigo de Córdoba, mártir; Sancha de Portugal, virgen, y Eufrasia de Turquía, religiosa.

SANTA SANCHA DE PORTUGAL, del latín sanctius, forma adjetivada o gentilicia de Sanctus, "el que pertenece a Sanctus" (1229). Virgen. Segunda hija de los reyes Sancho I de Portugal y Aldonza (Dulce) de Aragón. Nació en Lisboa, Portugal. Desde niña fue afecta a la oración. Se dice que una vez, cuando su madre la interrogó acerca de su deseo de unirse en matrimonio, ella respondió: "... Con aquel que me ha recibido por esposa antes de nacer". Al fallecer su madre (1208), decidió retirarse a vivir en la Villa de Alenguer, propiedad que le heredó su padre; pero su hermano, Alfonso II, intentó despojarla de dicha propiedad. Recurrió a la Santa Sede, como era costumbre en esta época para tales casos; el veredicto fue restituirle el derecho de propiedad. Su hermano pretendió casarla con Fernando III de Castilla; sin embargo, la joven mantuvo firme su decisión de consagrarse a Dios. Para evitar futuras propuestas matrimoniales, hizo público su voto de castidad en la ciudad de Coimbra, Portugal. Fundó el monasterio de Santa María de Cela en Wimarens, el cual funcionó bajo la Regla Cisterciense. Su vida fue ejemplo de santidad. Murió en el citado monasterio. Los múltiples favores que Dios concedió por medio de ella propiciaron su culto, el cual fue aprobado por la Iglesia en 1705. Sus reliquias descansan en Lorvao.

 

MARTES 14

Santos: Matilde de Alemania, reina, y Alejandro de Macedonia, mártir. Beato Plácido Ricardi, monje.

BEATO PLÁCIDO RICCARDI, del latín placidus, "plácido, suave, tranquilo, manso" (1844-1915). Monje. Nació en Trevi, Italia, en el seno de una familia de clase media. Fue bautizado con el nombre de Tommasso. Sus padres le procuraron una educación esmerada y lo formaron con valores cristianos. Concluyó sus estudios de bachiller en filosofía en Roma (1865-66). Después de una peregrinación al santuario de Loreto, definió su vocación religiosa e ingresó, consecuentemente, en la abadía benedictina de San Paolo, en Roma (1866); en 1877 inició el noviciado, adoptando el nombre de Plácido. En 1870 fue incorporado al servicio militar y enviado a Livorno; al año siguiente regresó al monasterio, donde recibió la ordenación sacerdotal y permaneció trece años. Por su preparación, fue designado para reformar la observancia de la Regla en el monasterio de las benedictinas de San Magno de Amelia y, después, en el monasterio franciscano de Farfa, donde las clarisas vieron en él "un pozo de santidad". En 1895 lo designaron rector del monasterio de Farfa. Sufrió fiebres cada tercer día, pero no dejó de realizar sus labores sacerdotales. Su ejemplo incrementó la asistencia al santuario y la devoción de la feligresía, que le brindó su admiración, respeto y cariño. Su ascetismo lo llevó al ayuno extremo; se dice que la santa comunión era casi su único alimento. Su salud, debilitada por el trabajo y la penitencia, fue cada día más frágil, por lo cual se le trasladó al monasterio de San Paolo, donde murió. Pío XII lo beatificó en 1954.

 

MIÉRCOLES 15

Santos: Luisa de Marillac, fundadora; Clemente María Hofbauer, presbítero, y Lucrecia de Córdoba, mártir.

SANTA LUISA DE MARILLAC, del germánico, "guerrero ilustre" (1591-1660). Fundadora. Originaria de París, Francia. Su familia perteneció a la nobleza. Se sabe que nació fuera del matrimonio. Fue adoptada por un tío viudo, quien se hizo cargo de su cuidado y la internó en el convento de las religiosas dominicas en Poissy, origen de su vasta cultura. En 1604 quedó desprotegida al morir su tío, por lo cual salió del internado y residió en una pensión, la cual pagó trabajando en ella. Conoció la espiritualidad de los religiosos capuchinos. A los veintiún años solicitó, sin lograrlo, su ingreso en la citada congregación. Uno de sus nobles parientes la llevó a vivir a la Corte, donde contrajo matrimonio con el ministro de finanzas. De esta unión nació su único hijo: Miguel. Tiempo después, su esposo enferma y es separado de la Corte, por lo que tienen que vivir en un piso alquilado. Luisa cuida con esmero a su marido hasta que éste fallece, en 1625; por el deceso de su amado, queda sola y sin recursos. Su encuentro con san Vicente de Paúl cambia radicalmente su vida, a tal grado que se incorpora a las Voluntarias de la Caridad. Al ingresar su hijo en un seminario (1627), Luisa desarrolla su vocación de servicio al prójimo. Su dedicación e incansable trabajo hacen que le asignen la difusión y organización de caridades por diversos pueblos (1629), cuya labor consiste en cuidar a domicilio a enfermos pobres. Este es el antecedente de la fundación de la orden de las Hijas de la Caridad (vicentinas). Cuatro años después se constituye formalmente la congregación citada y Luisa es la primera superiora. Esta orden se caracteriza por atender a presos, niños abandonados, enfermos mentales y ancianos. Pronto, su obra se extiende por varios países europeos. Los últimos años de su vida los dedicó a supervisar su congregación, a la oración y contemplación. Pío XI la canoniza en 1934. En 1960, Juan XXIII la nombra patrona universal de las obras sociales. Iconografía: con hábito de su orden, atendiendo a pobres y enfermos.

 

JUEVES 16

Santos: Heriberto de Colonia, obispo; Juliano de Antioquia, mártir, y Abraham de Egipto, ermitaño.

SAN ABRAHAM DE EGIPTO, del hebreo, "el Padre (Dios) es excelso" (360). Ermitaño. Nació en Mesopotamia, de origen noble. Se sabe de él cuando, obligado por su familia, contrae matrimonio sin llegar a consumarlo, ya que se retira a vivir en una apartada celda lejana de la ciudad, para dedicarse a la vida ascética. Más tarde, sus padres lo localizan y le piden que regrese al hogar. Para evitarlo, tapió la entrada de la celda y deja sólo una pequeña ventana por donde recibe limosna y aconseja a quienes acuden a él. Fue ordenado sacerdote por el obispo del lugar y evangeliza en un pueblo cercano, donde se practicaba la idolatría; sin amedrentarse ante los continuos rechazos, culmina su misión después de tres años y regresa a la vida eremítica. Al morir sus padres, le heredan vastos recursos, los cuales destina a la caridad. Murió en la Tebaida. Es reconocido como santo por todos aquellos que le trataron. Iconografía: en su exilio, en actitud de oración.

 

VIERNES 17

Santos: Patricio de Irlanda, obispo; mártires de Alejandría y José de Arimatea, laico.

SAN JOSÉ DE ARIMATEA, del hebreo, "que Dios aumente" (siglo I). Laico. Originario de Arimatea, Palestina. Fue un hombre rico (Mt 27, 57), integrante del Sanedrín (concejo supremo judío). El Evangelio indica que era "... bueno y justo" (Lc 23, 51). Fue discípulo de Jesús en secreto. Después de la crucifixión solicitó a Poncio Pilatos su autorización para retirar el cadáver de Cristo, al que dio sepultura en un sepulcro nuevo en Jerusalén (Jn 19,3 8-42). Una tradición dice que al morir José de Arimatea fue sepultado en Glastonbury, Inglaterra. Iconografía: con vestimenta de su época, en el momento del descenso de Cristo, en el Calvario.

 

SÁBADO 18

Santos: Cirilo de Jerusalén, doctor de la Iglesia; Alejandro de Jerusalén, mártir, y Salvador de Horta, religioso.

SAN ALEJANDRO DE JERUSALÉN, del griego, "vencedor de los hombres" (250). Mártir. Sus biografías, como es común en los santos de los primeros siglos, no registran datos de su familia, origen o infancia. Se le conoce cuando Alejandro, obispo de Capadocia (actualmente parte de Turquía), brinda hospitalidad a Clemente de Alejandría, hacia 205, al ser éste despojado de su sede episcopal. Por eso, Alejandro es encarcelado varios años, y Clemente ocupa su lugar. Al recobrar su libertad, peregrina a Tierra Santa donde se encuentra con Narciso de Jerusalén, de quien se hace su auxiliar, por la avanzada edad del prelado y la difícil situación social y religiosa. A la muerte de su maestro, Alejandro lo sucede en el cargo. Contemporáneo de Orígenes —erudito de Alejandría y célebre apologista del cristianismo—, quien lo recibió en la diócesis y le procuró residencia en Cesárea. Alejandro pacificó a los judeo-cristianos, fundó una gran biblioteca en Jerusalén e incrementó la catequesis. Durante la persecución del emperador Decio, fue arrestado y conducido a Cesárea, donde muere martirizado. Su culto inició por ser ejemplo de vida e integridad cristianas.

 

DOMINGO 19

III DOMINGO DE CUARESMA

Nota: El Calendario Litúrgico Pastoral, de la Comisión de Pastoral Litúrgica de la Arquidiócesis de México, indica que la solemnidad de san José, que de ordinario se celebra el 19 de marzo, por esta única vez se haga el lunes 20 de marzo.

Santos: Juan de Spoleto, abad. Beatos Sibilina Biscossi, laica, y Marcelo Callo, mártir.

BEATA SIBILINA BISCOSSI, del latín, "perteneciente a Sibila", y del griego, "consejera de Dios" (1317). Laica. Nació en Pavía, Italia. Desde los doce años quedó ciega. A los quince ingresó a la Terciaria orden dominica, donde vivió hasta su muerte, enclaustrada en una estrecha celda, cerca del templo de los dominicos en Pavía. Su habitación tenía dos ventanas, una daba hacia el templo y la otra a la calle; a través de la primera recibía la Eucaristía, por la segunda brindaba sabios y prudentes consejos a los numerosos fieles que acudían a ella y enseñaba catecismo a los niños. Se dice que a través de ella el Señor obraba milagros. En esta voluntaria reclusión murió con olor de santidad.

 

LUNES 20

Santos: José, esposo de la Santísima Virgen María: Martín de Braga, obispo, y Fotina, la Samaritana, laica.

SAN JOSÉ, del hebreo, "que Dios agregue". Esposo de la Santísima Virgen María. Los escasos datos que los relatos evangélicos nos dan acerca de san José, lo destacan como el varón justo que alcanzó la gracia inconmensurable de ser esposo de la Virgen María y padre terrenal de Jesús, el Redentor. Sin embargo, muchos estudiosos del tema han descubierto las virtudes y los valores del padre de Cristo en el mundo. Por ejemplo, Juan Pablo II, de grata memoria, en su exhortación apostólica El custodio del Redentor (núm. 17, 1989), indica: "...José, al igual que María, permaneció fiel a la llamada de Dios hasta el final... José, en el momento de su 'anunciación', no pronunció palabra alguna. Simplemente 'hizo como el ángel del Señor le había mandado' (Mt 1, 24). Pero el silencio de José posee una especial elocuencia: gracias a este silencio se puede leer plenamente la verdad contenida en el juicio que de él da el Evangelio: 'justo' (Mt l, 19)". En el 2001, en Chile, durante el VIII Simposio internacional sobre san José, se expresaron los siguientes conceptos, en concordancia con el Evangelio de Mateo: "José de Nazaret aparece como un instrumento del misterioso Plan Divino. Su vida es una expresión visible de la Providencia y José fue Providencia para Jesús". El pontífice Sixto IV estableció su festividad en 1479, Gregorio XV la extendió a la Iglesia Universal en 1621, el beato Pío IX lo proclamó patrono universal de la Iglesia en 1847, san Pío X (1903-1914) le otorgó prefacio propio y Juan XXIII (1958-1963) lo incluyó en la plegaria de la asamblea eucarística. Iconografía: de pie con túnica verde, manto amarillo con el niño Jesús en sus brazos, entre otras múltiples representaciones.

 

MARTES 21

Santos: Serapión de Thmius, obispo; Nicolás de Fleuli, padre de familia, y Juan de Valence, obispo.

SAN SERAPIÓN DE THMIUS, del egipcio, "consagrado a Serapis" (siglo iv). Originario de Alejandría. Sus conocimientos filosóficos lo hicieron merecedor del cargo de director de la Escuela de Alejandría. Se dedicó a la vida ascética como ermitaño. Ingresó a un monasterio y fue consagrado obispo de Thmius (Dióspolis). Al enfrentar las propuestas paganas de Arrio, se le exilia. De su obra escrita destacan: Tratado sobre los salmos y Eucológuion (sobre cuestiones litúrgicas), entre otros. Se ignora el lugar de su muerte. Iconografía: como obispo oriental o anacoreta.

 

MIÉRCOLES 22

Santos: Zacarías, papa; Nicolás Owen, mártir, y Epafrodito de Filipos, laico.

SAN EPAFRODITO DE FILIPOS, del griego, "deseado" (siglo I). Laico. No se conoce con certeza su origen. Fue un colaborador de san Pablo. Es posible que haya habitado en Filipos (antigua Macedonia), ya que de ahí partió como emisario de la Iglesia de dicho lugar (Flp 4,18) para entregar al Apóstol de los gentiles, cautivo en Roma, las limosnas reunidas entre los cristianos. Por eso Pablo les expresa su gratitud (Flp 4, 10-20). En Roma, Epafrodito enferma de gravedad y después de sanar Pablo lo envía en calidad de "... hermano colaborador y compañero de armas...", de regreso a Filipos (Flp 2, 25-30). Es posible que haya entregado la epístola a los filipenses. No se narra qué sucedió después; se desconocen el lugar y año de su muerte, y si padeció martirio. Su culto ha sido reconocido, por lo que se le incluye en el santoral.

 

JUEVES 23

Santos: Toribio de Maogrovejo, obispo; José Oriol, presbítero, y Victoriano y Frumencio de Cartago y compañeros, mártires.

SANTOS VICTORIANO, FRUMENCIO DE CARTAGO y COMPAÑEROS, del latín Victorianus, patronímico de Víctor, "vencedor", y de Frumentius, "que pertenece a frumentium, es decir, a los cereales de espiga, especialmente al trigo" (siglo V). Mártires. Sus biógrafos no registran datos familiares, de su origen, de su infancia ni de su juventud. Es de suponerse que eran africanos, en virtud de que Victoriano era un noble y acaudalado cristiano, procónsul de Cartago (antigua ciudad del norte de África). En ese tiempo se suscitó la sanguinaria persecución contra los cristianos ordenada por Hunerico, rey de los vándalos. Dicho monarca propuso al procónsul ingresar a las filas del arrianismo, a lo que éste se negó contestando: "Aunque no hubiese otra vida, seguiría fiel a Cristo, de quien la vida he recibido. Pero creo en la vida eterna que Él prometió. No cuentes conmigo para obedecerte, aunque me cueste ser echado al fuego o a las bestias". Dicha respuesta enfureció al pagano, quien lo envió al martirio, padeciendo múltiples tormentos; murió sin renegar de su fe. Junto a él fueron atormentados hasta la muerte dos cristianos hermanos, de oficio comerciantes, ambos de nombre Frumencio, así como varios cristianos más, de quienes no se registran sus nombres. La Iglesia los incluyó para su veneración desde tiempo inmemorial. Iconografía: Victoriano con ropa de época, ante el pagano rey rechazando la propuesta de convertirse al arrianismo.

 

VIERNES 24

Santos: Guillermo de Norwich, mártir, y Catalina de Suecia, abadesa. Beato Diego José de Cádiz, presbítero.

BEATO DIEGO JOSÉ DE CÁDIZ, abreviatura de Santiago, del árabe, derivado de Jacob, "que Dios proteja", y del hebreo, "que Dios agregue" (1743-1801). Presbítero. Oriundo de Cádiz, España. En su autobiografía no aporta mayores datos familiares, sólo se define como un niño de "... razón dócil e inocente". Realizó estudios elementales sin destacar en ellos. A los doce años estudió lógica y metafísica, con los padres dominicos en Ronda. Solicitó su ingreso en el convento capuchino de Ubrique, Cádiz, en 1757. Cursó el noviciado y profesó en Sevilla, en 1759. Estudió filosofía y teología, hasta ser ordenado sacerdote en Carmona, Sevilla, en 1767. Ejerció su ministerio en Ubrique. Se documentó en la Sagrada Escritura para desempeñarse como predicador y combatir las ideas regalistas, deístas y enciclopedistas —todas ellas contra la Iglesia y la religión—, que se difundieron en el siglo XVIII. Recorrió en labor misionera numerosas ciudades con gran éxito. Por intrigas fue confinado al convento de Cáceres; al salir, reinicia su labor evangelizadora en Madrid y Andalucía. Su docta oratoria llenaba plazas, iglesias y atraía a numerosos fieles. Cuenta con una vasta obra escrita, que incluye sermones y cartas. En 1801, después de incansable apostolado, regresa a Málaga, donde fallece. León XIII lo beatifica en 1894.

 

SÁBADO 25

La Anunciación del Señor

Santos: Lucía Filippini, virgen, y Dimas, el Buen Ladrón, laico.

LA ANUNCIACIÓN DEL SEÑOR, del latín eclesiástico annuntiatio, "acción y efecto de anunciar, notificar" (antes de Cristo). La solemnidad que se conmemora en esta fecha tuvo su origen en Oriente; se celebra desde el siglo v con el título de Fiesta de la Concepción del Señor. El pontífice san Sergio I (687-701) la promovió en el Occidente de la época (siglo vil); asimismo, antiguas crónicas indican que esta celebración era llamada Evangelisma por los griegos, es decir, Anunciación. Era considerada como la fiesta particular de la maternidad de la Virgen. Después del Concilio Vaticano II (1962-I 1965), en el documento Lumen Gentium (núm. 56), se le ha H otorgado y reconocido su carácter cristológico, y se efectúa con nueve meses de anticipación a la Navidad. La narración de este milagroso acontecimiento se encuentra en el Evangelio de Lucas (1, 26-38). Este hecho ocurrió en Nazaret, en casa de María; cuando ella estaba en oración, el arcángel Gabriel le anuncia que ella —por obra del Espíritu Santo— encarnará en su seno al Hijo de Dios, a lo que María, cuyo anhelo era preservar su castidad, sin desconfiar de la voluntad del Padre, responde: "Yo soy la esclava del Señor, hágase en mí según su Palabra". Así, por su libre voluntad se convierte en cooperadora del plan salvífico de Dios. En la actualidad, en el sitio donde la tradición señala que ocurrió este suceso, se levanta una basílica. Iconografía: María Santísima, con atención, recibe el anuncio del arcángel Gabriel.

 

DOMINGO 26

IV DOMINGO DE CUARESMA

Santos: Braulio de Zaragoza y Pedro de Sebaste, obispos., Beato Pedro Marginet, monje.

BEATO PEDRO MARGINET, del arameo, "piedra", "roca" (1435). Monje. Nació en la segunda mitad del siglo XV, en la ciudad española de Validara, en el seno de una humilde familia de campesinos. En su niñez y juventud demostró acendrada fe y se apegó a los valores cristianos, así fue notable su vocación para seguir a Cristo, por lo cual se retira a vivir al monasterio cisterciense de Poblet, donde cursa los estudios correspondientes hasta profesar. Durante ese período demuestra una conducta intachable y se le encomiendan diversos cargos; sin embargo, al hacer amistad con un fraile del monasterio de Montblanch, éste abandona la vida religiosa y Pedro le sigue. Pronto, ambos destacan por su vida licenciosa hasta ser líderes de una banda de delincuentes, quienes asolan la región. Al saber esto el abad y los monjes cistercienses elevaron sus oraciones para que sus hermanos reflexionaran sobre lo que hacían y volvieran al buen camino. Al poco tiempo, sus súplicas fueron escuchadas y ambos, arrepentidos, regresaron a la vida religiosa. Pedro Marginet, de forma significativa, reingresó a su monasterio el día de la Asunción de María. El superior ordenó que para expiar sus pecados se le confinara a una estrecha celda, para que se entregara a la oración, la penitencia, al ayuno y a las vigilias. Al salir de su reclusión, sometió a su cuerpo a severas mortificaciones y continuó con la práctica severa del ayuno y las vigilias. Solicitó y le fue concedido permiso para visitar los pueblos donde había cometido sus fechorías. Al llegar a éstos, apesadumbrado, en la plaza mayor solicitaba a los habitantes que le otorgaran su perdón, y acto seguido se flagelaba en público. Una vez cumplida esta penitencia, regresó a su monasterio, donde llevó una ejemplar vida eremítica hasta el final de sus días. Sus milagros y ejemplo fueron reconocidos y exaltados por Pablo V, quien aprobó su culto en 1611.

 

LUNES 27

Santos: Ruperto de Salzburgo, obispo. Beatos Peregrino de Falerone, eremita, y Francisco Fáa de Bruno, fundador.

BEATO FRANCISCO FÁA DE BRUNO, del italiano antiguo, "franco", "francés" (1825-1888). Fundador. Nació en Alessandría, Italia, de padres nobles. A los nueve años muere su madre. Inició sus estudios en el colegio de los padres somascos (1936) y los continúa en la Academia Militar de Turín (1840), donde alcanza el grado de lugarteniente del Estado Mayor, grado con el que participa en la guerra de independencia, en 1848. Con el grado de capitán combate junto con el príncipe Víctor Manuel II, y es galardonado por su valentía. Se le envió a cursar estudios en La Sorbona de París (1850). Durante su vida en la milicia destaca por conservar y difundir los valores cristianos, pese a ser tentado para abandonar su fe; al año siguiente solicita su baja para realizar estudios personales. En 1857 regresa a La Sorbona y obtiene el doctorado en matemáticas y astronomía. Conoció a san Juan Bosco, de quien siguió su ejemplo. Establece los oratorios femeninos dominicales y destaca por su protección a las mujeres humildes y a las trabajadoras domésticas; para éstas instituye la Pía Obra de Santa Zita en 1859. Entre 1860 y 1868 crea otras importantes obras de beneficio social y para protección de las y los trabajadores, para la asistencia de ancianos, enfermos y minusválidos, entre otros. En 1868 funda, en Turín, la congregación femenina las Mínimas de Nuestra Señora del Sufragio. En 1875 decide hacerse sacerdote; sin embargo, encuentra objeción por parte del obispo, y por ello acude a Roma, donde el pontífice Pío IX le escucha y, ante su vocación y fe, expide un Breve y es ordenado en 1876. Su visión se anticipa a la promulgación de los derechos y las leyes de protección a la mujer. Con fama de santidad, muere en Turín. Juan Pablo II lo beatificó en 1988.

 

MARTES 28

Santos: Gontrán de Borgoña, rey, y Esteban Harding, abad. Beato José Sebastián Pelczar, obispo.

SAN GONTRÁN DE BORGOÑA, del germánico, "el cuervo de la batalla" (525-593). Rey. Nació en la Borgoña francesa. En 561 hereda los reinos de Orleans y Borgoña, lo cual disgusta a sus hermanos. Al principio de su reinado se excedió en el rigor con que gobernaba a su pueblo; sin embargo, al paso de los años eso cambió. Destacó por sus virtudes y piedad cristianas. Trató a sus subditos con justicia y practicó la caridad con pobres y enfermos. Sus dominios prosperaron debido a la bondad de sus leyes. A sus enemigos vencidos los trató con misericordia. Su integridad y el amor que le tenía el pueblo suscitaron envidias y fue víctima de un atentado, mas los criminales recibieron su perdón. En su vida estuvo siempre á. presente el ayuno, la oración constante y las vigilias; todo lo ofrecía por la salvación de sus gobernados. En medio de la consternación de su pueblo entregó su alma al Creador. Se dice que quienes acudían a su sepulcro encontraban respuesta a sus peticiones, por lo cual dio inicio su veneración. Iconografía: con atavío regio atendiendo a pobres.

 

MIÉRCOLES 29

Santos: Gladis de Gales, viuda; Eustacio de Luxeuil, abad, y Marcos de Aretusa, mártir.

SAN EUSTACIO DE LUXEUIL, del latín y griego, "bien firme" (629). Abad. Se ignoran datos anteriores a su ingreso —sin precisarse fechas— en el monasterio de Luxeuil, Francia, que era un centro de expansión de la vida monástica donde se practicaba un estricto ascetismo con la dirección de san Columbano. Por intrigas, varios monjes —entre ellos Eustacio— fueron expulsados, por lo que se refugiaron en Neustria (al sur de la actual Alemania). Hacia 612 regresó al monasterio de Luxeuil, donde se le reconocieron sus virtudes y fue nombrado abad. Evangelizó a los paganos en las diócesis de Besaron, Francia, y de Baviera. Su biógrafo, Jonás de Bobbio, aseguró que con su docta predicación logró numerosas conversiones y realizó milagros, como devolver la vista a una joven. Con su dirección, la abadía creció y en ella se formaron piadosos monjes. Muere con fama de santidad en dicho monasterio. Sus reliquias se veneran en Lorena, Francia.

 

JUEVES 30

Santos: Pedro Regalado, presbítero, y Leonardo Muríaldo, fundador,Beato Amadeo de Saboya, duque.

BEATO AMADEO DE SABOYA, del bajo latín Amadeus, "el que ama a Dios" (1435-1472). Duque. Amadeo IX de Saboya nació en Tournon, Francia. Hijo de nobles. Fue educado en los valores y las virtudes cristianas, los cuales —especialmente la caridad— practicó desde niño. De muy joven contrajo matrimonio con Violante de Valois, hija del rey de Francia. Padeció epilepsia y su fiel esposa le ayudó en el gobierno de su país, el cual ejerció a partir de la muerte, su padre de en 1465, durante siete años. Respecto de su enfermedad, exclamaba: "Nada más útil para los grandes y poderosos que las dolencias habituales que les sirven de freno para reprimir la vivacidad de las pasiones y templan las dulzuras de esta vida con una amargura saludable". Se destacó por su justicia en el mando del ducado y por su infinita caridad hacia los necesitados. "Me conduelo tanto de los pobres, que al verlos no puedo contener las lágrimas. Si no amase a los pobres, me parecería que no amo a Dios", expresaba. Se le conocía como el Padre de los necesitados y su palacio era el jardín de los pobres. Por su enfermedad, se le consideraba débil y era atacado por quienes deseaban apoderarse de sus tierras; sin embargo, con la ayuda de su esposa logró conservarlas. Con fama de santidad, muere en Vercelli, Italia. Inocencio XI (1676-1689) lo beatificó. Es invocado para auxiliar a quienes sufren epilepsia. Iconografía: con atavío regio, socorriendo a los necesitados.

 

VIERNES 31

Santos: Benjamín de Persia, mártir; Amos, profeta, y Balbina de Roma, mártir.

SANTA BALBINA DE ROMA, del latín Balbinus, "perteneciente a Balbus", tartamudo (169). Mártir. Sus biografías cuentan que fue de origen romano, hija del tribuno san Quirino. No conocía a Cristo hasta que, en su juventud, enfermó de gravedad. Al no encontrar remedio para su mal, su padre acudió con el pontífice san Alejandro I (105-115), quien tenía fama de realizar milagros; se dice que la joven sanó cuando el santo varón tocó su cabeza. Ante este hecho, toda la familia se convirtió al cristianismo, por ello fueron perseguidos; incluso, su hermano san Hermes sufrió martirio. Al poco tiempo, Quirino y Balbina corrieron igual suerte. Su culto es inmemorial y se le erigió un templo en el lugar de su muerte. Iconografía: con túnica de época y palma por su martirio.