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MISAL MAYO 2005
VI DOMINGO DE PASCUA
Santos: José Obrero; Jeremías, profeta, y beato Clemente Septyckyj, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Is 48, 20)
Con voz de júbilo, anúncienlo; que se oiga, que llegue a todos los rincones de la tierra: el Señor ha redimido a su pueblo. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso, continuar celebrando con amor y alegría la victoria de Cristo resucitado, y que el misterio de su Pascua transforme nuestra vida y se manifieste en nuestras obras. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 8, 5-8. 14-17
En aquellos días,
Felipe bajó a la ciudad de Samaria y predicaba allí a Cristo.
La multitud escuchaba con atención lo que decía Felipe, porque
habían oído hablar de los milagros que hacía y los estaban
viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos,
lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados quedaban curados. Esto
despertó gran alegría en aquella ciudad.
Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén se enteraron de
que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a
Pedro y a Juan. Éstos, al llegar, oraron por los que se habían
convertido, para que recibieran el Espíritu Santo, porque aún
no lo habían recibido y solamente habían sido bautizados en el
nombre del Señor Jesús. Entonces, Pedro y Juan impusieron las
manos sobre ellos, y ellos recibieron el Espíritu Santo. Palabra
de Dios. Te alabamos Señor.
Los conversos en Samaria
se multiplicaron rápidamente al punto que la noticia llegó a Jerusalén,
bajaron los apóstoles y confirmaron a los hermanos, haciéndolos
partícipes del Espíritu.
Del salmo 65 R/. Las obras del Señor son admirables. Aleluya.
Que aclame al Señor toda la tierra. Celebremos su gloria y su poder,
cantemos un himno de alabanza, digamos al Señor: "Tu obra es admirable".
R/.
Que se postre ante ti la tierra entera y celebre con cánticos tu nombre.
Admiremos las obras del Señor, los prodigios que ha hecho por los hombres.
R/.
El transformo el mar Rojo en tierra firme y los hizo cruzar el Jordán
a pie enjuto. Llenémonos por eso de gozo y gratitud: el Señor
es eterno y poderoso. R/.
Cuantos temen a Dios, vengan y escuchen, y les diré lo que ha hecho por
mí. Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica, ni me
retiró su gracia. R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro: 3,15-18
Hermanos: Veneren en sus corazones a Cristo, el Señor, dispuestos siempre a dar, al que las pidiere, las razones de la esperanza de ustedes. Pero háganlo con sencillez y respeto y estando en paz con su conciencia. Así quedarán avergonzados los que denigran la conducta cristiana de ustedes, pues mejor es padecer haciendo el bien, si tal es la voluntad de Dios, que padecer haciendo el mal. Porque también Cristo murió, una sola vez y para siempre, por los pecados de los hombres; él, el justo, por nosotros, los injustos, para llevarnos a Dios; murió en su cuerpo y resucitó glorificado. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
En el presente los cristianos tenemos la obligación de explicar las razones de nuestra esperanza a numerosas personas que se han alejado de la fe o a quienes nunca la habían recibido.
ACLAMACIÓN (Jn 14, 23) R/. Aleluya, aleluya.
El que me ama, cumplirá mi palabra, dice el Señor; y mi Padre lo amará y vendremos a él. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 14, 15-21
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Si me aman, cumplirán
mis mandamientos; yo le rogaré al Padre y él les dará otro
Paráclito para que esté siempre con ustedes, el Espíritu
de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; ustedes,
en cambio, sí lo conocen, porque habita entre ustedes y estará
en ustedes.
No los dejaré desamparados, sino que volveré a ustedes. Dentro
de poco, el mundo no me verá más, pero ustedes sí me verán,
porque yo permanezco vivo y ustedes también vivirán. En aquel
día entenderán que yo estoy en mi Padre, ustedes en mí
y yo en ustedes.
El que acepta mis mandamientos y los cumple, ése me ama. Al que me ama
a mí, lo amará mi Padre, yo también lo amaré y me
manifestaré a él". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Credo
Jesús invita a sus discípulos a escuchar y vivir sus mandamientos, quien lo haga recibirá el auxilio del Espíritu y la presencia amorosa del Padre y el Hijo en su interior.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, las ofrendas que te presentamos, y purifica nuestros corazones para que podamos participar dignamente en este sacramento de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Pascua I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 14, 15-16)
Si me aman, cumplan mis mandamientos, dice el Señor; y yo rogaré al Padre, y él les dará otro abogado, que permanecerá con ustedes para siempre. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que en Cristo resucitado nos has hecho renacer a la vida eterna, haz que este misterio pascual en el que acabamos de participar por medio de la Eucaristía, dé en nosotros abundantes frutos de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO:
Las personas estamos tan acostumbradas a vivir bajo las condiciones materiales,
a los acontecimientos que se verifican en el tiempo y el espacio, que nos resulta
difícil vivir y entender las experiencias del Espíritu. E Espíritu
es impredecible y sopla donde quiere.
No obstante, Jesús nos da un criterio cierto para advertir su presencia:
donde quiera que los discípulos se deciden a vivir sus mandamientos,
se manifiesta el Espíritu de la Verdad. En cambio, quienes se oponen
sistemáticamente a los valores evangélicos y se sienten dueños
de una verdad superior y absoluta, no dejan ningún espacio para que el
Espíritu actúe en sus vidas.
Santos: Atanasio de Alejandría. doctor de la Iglesia; José Nguyen y Félix de Sevilla, mártires.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Qo 15, 5)
El Señor lo ha llenado del espíritu de sabiduría e inteligencia, ha abierto sus labios en medio de la asamblea y lo ha revestido de gloria. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que en el santo obispo Atanasio otorgaste a la Iglesia un insigne defensor de la divinidad de tu Hijo, concédenos, por su intercesión, crecer cada día más en tu conocimiento y en tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 16, 11-15
Por aquellos días,
zarpamos de Tróade y navegamos rumbo a Samotracia; al día siguiente,
hacia Neápolis y de ahí a Filipos, colonia romana y ciudad principal
de la región de Macedonia.
En Filipos nos quedamos unos días. El sábado salimos de la ciudad
y nos fuimos por la orilla del río hasta un sitio donde solían
tenerse las reuniones de oración. Allí nos sentamos y trabamos
conversación con las mujeres que habían acudido.
Entre las que nos escuchaban, había una mujer llamada Lidia, de la ciudad
de Tiatira, comerciante en púrpura, que adoraba al verdadero Dios. El
Señor le tocó el corazón para que aceptara el mensaje de
Pablo. Después de recibir el bautismo junto con toda su familia, nos
hizo esta súplica: "Si están convencidos de que mi fe en
el Señor es sincera, vengan a hospedarse en mi casa". Y así,
nos obligó a aceptar. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La conversión de
Lidia abrirá la puerta para que los hermanos se congreguen paulatinamente
en su casa, hasta constituir una comunidad eclesial muy solidaria con el apóstol
Pablo.
Del salmo 149 R/. El Señor es amigo de su pueblo. Aleluya.
Entonen al Señor un canto nuevo, en la reunión litúrgica
proclámenlo. En su creador y rey, en el Señor, alégrese
Israel, su pueblo santo. R/.
En honor de su nombre, que haya danzas, alábenlo con arpa y tamboriles.
El Señor es amigo de su pueblo y otorga la victoria a los humildes. R/.
Que se alegren los fieles en el triunfo, que inunde el regocijo sus hogares,
que alaben al Señor con sus palabras, porque en esto su pueblo se complace.
R/.
ACLAMACIÓN (cfr. Jn 15, 26.27) R/. Aleluya, aleluya.
El Espíritu de la verdad dar testimonio de mí, dice el Señor, y también ustedes serán mis testigos. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan. 15, 26-16, 4
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Cuando venga el Consolador, que yo les enviaré
a ustedes de parte del Padre, el Espíritu de la verdad que procede del
Padre, él dará testimonio de mí y ustedes también
darán testimonio, pues desde el principio han estado conmigo.
Les he hablado de estas cosas para que su fe no tropiece. Los expulsarán
de las sinagogas y hasta llegará un tiempo, cuando el que les dé
muerte creerá dar culto a Dios. Esto lo harán, porque no nos han
conocido ni al Padre ni a mí. Les he hablado de estas cosas para que,
cuando llegue la hora de su cumplimiento, recuerden que ya se lo había
predicho yo" R/. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
El grado de confusión en aquellos que se cierran al viento fresco del Espíritu de Dios llega a extremos patéticos, los perseguidores que ejecutarán a los discípulos pensarán estar dando culto a Dios.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que el sacrificio que vamos a ofrecerte en la festividad de san Atanasio, nos ayude, Señor, a vivir conforme a la fe que él profesó y a obtener así la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 12, 42)
Éste es el siervo fiel y sensato a quien su señor ha puesto al frente de su familia, para darles la ración de trigo a su tiempo. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que tu Hijo, Jesucristo, en cuya divinidad creemos firmemente con san Atanasio nos comunique, Señor, tu propia vida por medio de este sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.
La Santa Cruz
Santos: Alejandro I, papa, y Juvenal de Narni, obispo. ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Ga 6, 14)
Que nuestra única gloria sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, en quien está nuestra salvación, nuestra vida y resurrección y por quien hemos sido redimidos y liberados. Aleluya.
Se dice el Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que quisiste que tu Hijo muriera en la Cruz para salvar a todos los hombres, concédenos aceptar por su amor la cruz del sufrimiento aquí en la tierra, para que logremos gozar en el cielo los frutos de su redención. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 2, 14. 22-24. 32-36
El día de Pentecostés
se presentó Pedro, junto con los Once, ante la multitud, y levantando
la voz, dijo:
"Israelitas, escúchenme. Jesús de Nazaret fue un hombre acreditado
por Dios ante ustedes, mediante los milagros, prodigios y señales que
Dios realizó por medio de él y que ustedes bien conocen. Conforme
al plan previsto y sancionado por Dios, Jesús fue entregado, y ustedes
utilizaron a los paganos para clavarlo en la cruz. Pero Dios lo resucitó,
rompiendo las ataduras de la muerte, ya que no era posible que la muerte lo
retuviera bajo su dominio. Pues bien, a este Jesús Dios lo resucitó,
y de ello todos nosotros somos testigos. Llevado a los cielos por el poder de
Dios, recibió del Padre el Espíritu Santo prometido a él
y lo ha comunicado, como ustedes lo están viendo y oyendo. Porque no
fue David el que subió a los cielos, pues él mismo afirma: Dijo
el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha y yo pondré
a todos tus enemigos debajo de tus pies.
Sepa todo Israel, con absoluta certeza, que Dios ha constituido Señor
y Mesías al mismo Jesús, a quien ustedes han crucificado".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Jesús es reconocido
delante de los hombres como la que es Jesús es el Señor Glorioso
y Mesías resucitado, él pasó su vida haciendo el bien.
Del salmo 77 R/. No olvidemos las hazañas del Señor. Aleluya.
Escucha, pueblo mío, mi enseñanza; presten oído a las palabras
de mi boca. Abriré mi boca y les hablaré en parábolas;
anunciaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo. R/.
Cuando Dios los hacía morir, lo buscaban y madrugaban para volverse hacia
él. Se acordaban de que Dios era su auxilio; el Dios altísimo,
su redentor. R/.
Lo adulaban con su boca, le mentían con su lengua; su corazón
no era sincero con él ni eran fieles a su alianza. R/.
Pero él sentía lástima de ellos, les perdonaba su culpa
y no los destruía. Muchas veces dominó su ira y apagó el
furor de su cólera. R/.
ACLAMACIÓN R/. Aleluya,
aleluya.
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos, porque con tu santa cruz redimiste
al mundo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan.3, 13-17
En aquel tiempo, Jesús
dijo a Nicodemo: "Nadie ha subido al cielo sino el Hijo del hombre, que
bajó del cielo y está en el cielo. Así como Moisés
levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado
el Hijo del hombre, para que todo el que crea en él tenga vida eterna.
Porque tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único,
para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que
el mundo se salvara por él.” Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Dios ama enormemente al mundo, y más precisamente, a quienes vivimos en él, a la humanidad toda, por ese motivo nos ha enviado a su Hijo, para participamos de su vida.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que este sacrificio que Cristo te ofreció sobre la cruz para borrar los pecados del mundo, nos purifique ahora de todas nuestras culpas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque has puesto la salvación del género humano en el árbol
de la Cruz, para que, de donde tuvo origen la muerte, de allí surgiera
la vida; y el que en un árbol venció, fuera en un árbol
vencido, por Cristo, Señor nuestro.
Por él, los ángeles y los arcángeles y todos los coros
celestiales celebran tu gloria, unidos en común alegría. Permítenos
asociarnos a sus voces cantando humildemente tu alabanza. Santo, Santo, Santo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 12, 32).
Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor nuestro Jesucristo, tú, que nos has redimido por medio de tu cruz y nos has hecho partícipes de tu Cuerpo y de tu Sangre, concédenos participar también de la gloria de tu resurrección. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Santos: Felipe y Santiago, apóstoles; san José María Rubio. presbítero y Silvano de Gaza, obispo.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Estos santos varones han sido escogidos por Dios en su infinito amor y han recibido de él la gloria eterna. Aleluya.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que llenas de alegría a tu Iglesia con la festividad de los santos apóstoles Felipe y Santiago, concédenos, por su intercesión, vivir, como ellos, unidos a tu Hijo para que podamos llegar a contemplarte eternamente. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15, 1-8
Hermanos: Les recuerdo el
Evangelio que yo les prediqué y que ustedes aceptaron y en el cual están
firmes. Este Evangelio los salvará, si lo cumplen tal y como yo lo prediqué.
De otro modo, habrán creído en vano.
Les transmití, ante todo, lo que yo mismo recibí: Que Cristo murió
por nuestros pecados, como dicen las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó
al tercer día, según estaba escrito; que se le apareció
a Pedro y luego a los Doce; después se apareció a más de
quinientos hermanos reunidos, la mayoría de los cuales vive aún
y otros ya murieron. Más tarde se le apareció a Santiago y luego
a todos los apóstoles. Finalmente, se me apareció también
a mí. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Esta fórmula tradicional
recoge una de las confesiones más antiguas de la resurrección
de Jesús. La lista de testigos se ofrece como un fundamento para consolidar
la fe de los creyentes.
Del salmo 18 R/. El mensaje del Señor llega a toda la tierra. Aleluya.
Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus
manos. Un día comunica su mensaje al otro día y una noche se lo
trasmite a la otra noche. R/.
Sin que pronuncien una palabra, sin que resuene su voz, a toda la tierra llega
su sonido y su mensaje hasta el fin del mundo. R/.
ACLAMACIÓN (Jn 14,
6. 9) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el camino, la verdad y la vida, dice el Señor. Felipe, el que
me ve a mí, ve también al Padre. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 14, 6-14
En aquel tiempo, Jesús
dijo a Tomás: "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al
Padre si no es por mí. Si ustedes me conocen a mí, conocen también
a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto".
Le dijo Felipe: "Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta".
Jesús le replicó: "Felipe, tanto tiempo hace que estoy con
ustedes, ¿y todavía no me conoces? Quien me ha visto a mí,
ha visto al Padre. ¿Entonces por qué dices: 'Muéstranos
al Padre'? ¿O no crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está
en mí? Las palabras que yo les digo, no las digo por mi propia cuenta.
Es el Padre, que permanece en mí, quien hace las obras. Créanme:
yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Si no me dan fe a
mí, créanlo por las obras.
Yo les aseguro: el que crea en mí, hará las obras que hago yo
y las hará aun mayores, porque yo me voy al Padre; y cualquier cosa que
pidan en mi nombre, yo la haré para que el
Padre sea glorificado en el Hijo. Yo haré cualquier cosa que me pidan
en mi nombre". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesus.
La presencia del Espíritu en la vida de los discípulos servirá como una guía interior que los irá conduciendo hacia la comprensión creciente y plena de la revelación cristiana.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos en esta festividad de tus santos apóstoles Felipe y Santiago y concédenos celebrar esta Eucaristía, con sinceridad y pureza. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de los Apóstoles II.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 14, 8-9)
Señor, muéstranos al Padre y nos basta. Felipe, el que me ha visto a mí, ha visto también a mi Padre. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta sagrada comunión purifique, Señor, nuestros corazones a fin de que podamos, como Felipe y Santiago, conocerte y amarte en tu Hijo y obtengamos así la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Eulogio, patriarca de Alejandría; Ángel de Sicilia, mártir y beata María Leonia Paridis. Fundadora.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Sal 67, 8-9. 20)
Cuando saliste, Señor, al frente de tu pueblo y le abriste camino a través del desierto, la tierra se estremeció y hasta los cielos se fundieron. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que nos has hecho partícipes de los dones de la redención, concédenos vivir siempre la alegría de la resurrección de tu Hijo. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 18, 1-8
En aquellos días,
Pablo salió de Atenas y se fue a Corinto. Allí encontró
a un judío llamado Aquila, natural del Ponto, que acababa de llegar de
Italia con su mujer, Priscila, en acatamiento a las órdenes de Claudio,
que expulso de Roma a todos los judíos. Pablo se acercó a ellos,
y como eran del mismo oficio, se quedó a vivir y a trabajar con ellos.
Su oficio era fabricar tiendas de campaña. Cada sábado Pablo discutía
en la sinagoga y trataba de convencer a judíos y griegos.
Cuando Silas y Timoteo llegaron de Macedonia, Pablo se dedicó por completo
a la predicación y afirmó delante de los judíos que Jesús
era el Mesías. Como éstos lo contradecían y lo insultaban,
se rasgó las vestiduras y dijo: "Que la sangre de ustedes caiga
sobre su propia cabeza: yo soy inocente. De ahora en adelante, iré a
hablar a los paganos" Salió de allí y entró en la
casa de Tito Justo, que adoraba a Dios, y cuya casa estaba al lado de la sinagoga.
Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor, junto con toda
su familia. Asimismo, al oír a Pablo, muchos de los corintios creyeron
y recibieron el bautismo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La comunidad cristiana
de Corinto nació cuando algunos judíos creyeron en Jesús,
posteriormente se incorporarían gentiles de diferentes clases y niveles
sociales.
Del salmo 97 R/. El Señor nos ha demostrado su amor y su lealtad. Aleluya.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra
y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su
justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
R/.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos
y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Jn 14, 18) R/. Aleluya, aleluya.
No los dejaré desamparados, dice el Señor; me voy, pero volveré
a ustedes y entonces se alegrará su corazón. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan. 16, 16-20
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Dentro de poco tiempo ya no me verán;
y dentro de otro poco me volverán a ver". Algunos de sus discípulos
se preguntaban unos a otros: "¿Qué querrá decir con
eso de que: 'Dentro de poco tiempo ya no me verán, y dentro de otro poco
me volverán a ver', y con eso de que: 'Me voy al Padre'?". Y se
decían: "¿Qué significa ese 'un poco'?. No entendemos
lo que quiere decir".
Jesús comprendió que querían preguntarle algo y les dijo:
"Están confundidos porque les he dicho: 'Dentro de poco tiempo ya
no me verán y dentro de otro poco me volverán a ver'. Les aseguro
que ustedes llorarán y se entristecerán, mientras el mundo se
alegrará. Ustedes estarán tristes, pero su tristeza se transformará
en alegría". Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.
Aun cuando muchas generaciones de cristianos no hayamos conocido físicamente a Jesús, experimentamos su presencia cercana y eficaz por mediación del Espíritu.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, las ofrendas que te presentamos, y purifica nuestros corazones para que podamos participar dignamente en este sacramento de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Pascua I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 28, 20)
Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que en Cristo resucitado nos has hecho renacer a la vida eterna, haz que este misterio pascual en el que acabamos de participar por medio de la Eucaristía, dé en nosotros abundantes frutos de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Evodio de Antioquía, mártir; Benita de Roma, virgen, y Lucio de Cirene. mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 5, 9-10)
Señor, con tu sangre has rescatado a hombres de todas las razas, lenguas, pueblos y naciones y has hecho de nosotros un reino de sacerdotes para Dios. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Te pedimos, Señor, que por medio de la predicación del Evangelio se extienda por todo el mundo la acción redentora de Cristo, y que todos los hombres formemos una sola familia, conforme a la voluntad de tu Hijo, que vive y reina contigo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 18, 9-18
En aquellos días,
Pablo tuvo una visión nocturna en Corinto, en la que le dijo el Señor:
"No tengas miedo. Habla y no calles, porque yo estoy contigo y nadie pondrá
la mano sobre ti para perjudicarte. Muchos de esta ciudad pertenecen a mi pueblo".
Por eso Pablo se quedó allí un año y medio, explicándoles
la palabra de Dios.
Pero cuando Galión era procónsul de Acaya, los judíos,
de común acuerdo, se abalanzaron contra Pablo y lo llevaron hasta el
tribunal, donde dijeron: "Este hombre trata de convencer a la gente de
que den a Dios un culto contrario a la ley". Iba Pablo a tomar la palabra
para responder, cuando Galión dijo a los judíos: "Si se tratara
de un crimen o de un delito grave, yo los escucharía, como es razón;
pero si la disputa es acerca de palabras o de nombres o de su ley, arréglense
ustedes". Y los echó del tribunal. Entonces se apoderaron de Sóstenes,
jefe de la sinagoga, y lo golpearon delante del tribunal, sin que Galión
se preocupara en lo más mínimo.
Pablo se quedó en Corinto todavía algún tiempo. Después
se despidió de los hermanos y se embarcó para Siria, con Priscila
y Aquila. En Céncreas se rapó la cabeza para cumplir una promesa
que había hecho. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La escena se repite de
manera uniforme a lo largo del libro. Pablo proclama la Palabra y muchos se
convierten, los judíos se oponen y obstaculizan su labor misionera.
Del salmo 46 R/. Dios es el rey del universo. Aleluya.
Aplaudan, pueblos todos; aclamen al Señor, de gozo llenos, que el Señor,
el Altísimo, es terrible y de toda la tierra, rey supremo. R/.
Fue él quien nos puso por encima de todas las naciones y los pueblos,
al elegirnos como herencia suya, orgullo de Jacob, su predilecto. R/.
Entre voces de júbilo y trompetas, Dios, el Señor, asciende hasta
su trono. Cantemos en honor de nuestro Dios, al rey honremos y cantemos todos.
R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Lc 24, 46.26) R/. Aleluya, aleluya.
Cristo tenía que morir y resucitar de entre los muertos, para entrar
así en su gloria. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 16, 20-23
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Les aseguro que ustedes llorarán
y se entristecerán, mientras el mundo se alegrará. Ustedes estarán
tristes, pero su tristeza se transformará en alegría.
Cuando una mujer va a dar a luz, se angustia, porque le ha llegado la hora;
pero una vez que ha dado a luz, ya no se acuerda de su angustia, por la alegría
de haber traído un hombre al mundo. Así también ahora ustedes
están tristes, pero yo los volver a ver, se alegrará su corazón
y nadie podrá quitarles su alegría. Aquel día no me preguntaran
nada. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
El dolor que Jesús está a punto de experimentar la víspera de su muerte es equiparado de alguna manera al dolor de parto de una mujer. Los dolores son presagio de una nueva vida.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, con bondad, las ofrendas que te presentamos, y ayúdanos a conservar tu gracia para alcanzar un día la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Pascua I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Am 4, 25)
Cristo fue condenado a muerte por nuestros pecados y resucitó para nuestra justificación. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que tu amor paterno proteja siempre a quienes has salvado por medio de la pasión de tu Hijo, y que Cristo resucitado sea la fuente de todas nuestras alegrías. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Rosa Venerini, laica; Flavio o Domitila de Roma. mártir, y beata María de San José, fundadora.
ANTIFONA DE ENTRADA (cfr. Hch 1, 14)
Los discípulos perseveraban en la oración con un mismo espíritu en compañía de María, la Madre de Jesús. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que con la resurrección de tu Hijo nuestro Señor Jesucristo, has alegrado al mundo, concédenos, por la intercesión de su Madre, la Virgen María, obtener los gozos de la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 18, 23-28
En aquellos días,
después de haber estado en Antioquía algún tiempo, emprendió
Pablo otro viaje y recorrió Galacia y Frigia, confirmando en la fe a
los discípulos.
Un judío, natural de Alejandría, llamado Apolo, hombre elocuente
y muy versado en las Escrituras, había ido a Éfeso. Aquel hombre
estaba instruido en la doctrina del Señor, y siendo de ferviente espíritu,
disertaba y enseñaba con exactitud lo concerniente a Jesús, aunque
no conocía más que el bautismo de Juan.
Apolo comenzó a hablar valientemente en la sinagoga. Cuando lo oyeron
Priscila y Aquila, lo tomaron por su cuenta y le explicaron con mayor exactitud
la doctrina del Señor. Como él deseaba pasar a Grecia, los hermanos
lo animaron y escribieron a los discípulos de allá para que lo
recibieran bien. Cuando llegó, contribuyó mucho, con la ayuda
de la gracia, al provecho de los creyentes, pues refutaba vigorosamente en público
a los judíos, demostrando, por medio de las Escrituras, que Jesús
era el Mesías. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Esta escena registra la
existencia de ministerios encaminados a explicar y profundizar el misterio cristiano.
Apolo es un escriba judío convertido a la fe cristiana que sirve al camino
de Dios.
Del salmo 46 R/. Dios es el rey del universo. Aleluya.
Aplaudan, pueblos todos; aclamen al Señor, de gozo llenos, que el Señor,
el Altísimo, es terrible y de toda la tierra, rey supremo. R/.
Porque Dios es el rey del universo, cantemos el mejor de nuestros cantos. Reina
Dios sobre todas las naciones desde su trono santo. R/.
Los jefes de los pueblos se han reunido con el pueblo de Dios, Dios de Abraham,
porque de Dios son los grandes de la tierra. Por encima de todo Dios está.
R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Jn 16, 28) R/. Aleluya, aleluya.
Salí del Padre y vine al mundo, ahora dejo el mundo y vuelvo al Padre,
dice el Señor. R/. .
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 16, 23-28
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Yo les i aseguro: cuanto pidan al Padre
en mi nombre, se lo concederá. Hasta ahora no han pedido nada en mi nombre.
Pidan y recibirán, para que su alegría sea completa.
Les he dicho estas cosas en parábolas; pero se acerca la hora en que
ya no les hablaré en parábolas, sino que les hablaré del
Padre abiertamente. En aquel día pedirán en mi nombre, y no les
digo que rogaré por ustedes al Padre, pues el Padre mismo los ama, porque
ustedes me han amado y han creído que salí del Padre. Yo salí
del Padre y vine al mundo; ahora dejo el mundo y vuelvo al Padre". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús había venido instruyendo a sus discípulos con parábolas y comparaciones. Ahora les habla con toda claridad sobre su identidad y su íntima filiación divina.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al celebrar esta festividad de la santísima Virgen María, te presentamos, Señor, nuestras ofrendas y te pedimos que tu Hijo, Jesucristo, que se ofreció a ti en la cruz como ofrenda inmaculada, venga siempre en nuestra ayuda. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Pascua II
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Jn 21, 12-13)
Alégrate, Virgen Madre, porque Cristo ha resucitado del sepulcro. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Confírmanos, Señor, en la fe de estos misterios que hemos celebrado, para que quienes confesamos como verdadero Dios y verdadero hombre al Hijo de la Virgen María, merezcamos llegar a las alegrías eternas en virtud de su resurrección salvadora. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR
Santos: San Benedicto II, papa, y beata María Droste zu Vischering, religiosa.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Hch 11)
Hombres de Galilea, ¿qué hacen allí parados mirando al cielo? Ese mismo Jesús, que los ha dejado para subir al cielo, volverá como lo han visto marcharse. Aleluya.
Se dice Gloria
ORACION COLECTA
Llena, Señor, nuestro corazón de gratitud y de alegría
la gloriosa ascensión de tu Hijo, ya que su triunfo es también
nuestra victoria, pues a donde llegó él, nuestra cabeza, tenemos
la esperanza cierta de llegar nosotros, que somos su cuerpo. Por nuestro Señor
Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 1, 1-11
En mi primer libro, querido
Teófilo, escribí acerca de todo lo que Jesús hizo y enseñó,
hasta el día en que ascendió al cielo, después de dar sus
instrucciones, por medio del Espíritu Santo, a los apóstoles que
había elegido. A ellos se les apareció después de la pasión,
les dio numerosas pruebas de que estaba vivo y durante cuarenta días
se dejó ver por ellos y les habló del Reino de Dios.
Un día, estando con ellos a la mesa, les mandó: "No se alejen
de Jerusalén. Aguarden aquí a que se cumpla la promesa de mi Padre,
de la que ya les he hablado: Juan bautizó con agua; dentro de pocos días
ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo".
Los ahí reunidos le preguntaban: "Señor, ¿ahora sí
vas a restablecer la soberanía de Israel?". Jesús les contestó:
"A ustedes no les toca conocer el tiempo y la hora que el Padre ha determinado
con su autoridad; pero cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes,
los llenará de fortaleza y serán mis testigos en Jerusalén,
en toda Judea, en Samaria y hasta los últimos rincones de la tierra".
Dicho esto, se fue elevando a la vista de ellos, hasta que una nube lo ocultó
a sus ojos. Mientras miraban fijamente al cielo, viéndolo alejarse, se
les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: "Galileos,
¿que hacen allí parados, mirando al cielo? Ese mismo Jesús
que los ha dejado para subir al cielo, volverá como lo han visto alejarse".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los apóstoles permanecen
en Jerusalén, por órdenes de Jesús, hasta que reciben el
don del Espíritu. Con la fortaleza del Espíritu inician su camino
misionero.
Del salmo 46 R/. Entre votes de júbilo, Dios asciende a su trono. Aleluya.
Aplaudan, pueblos todos; aclamen al Señor, de gozo llenos; que el Señor,
el Altísimo, es terrible y de toda la tierra, rey supremo. R/.
Entre voces de júbilo y trompetas, Dios, el Señor, asciende hasta
su trono. Cantemos en honor de nuestro Dios, al rey honremos y cantemos todos.
R/.
Porque Dios es el rey del universo, cantemos el mejor de nuestros cantos. Reina
Dios sobre todas las naciones desde su trono santo. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 1, 17-23
Hermanos: Pido al Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria,
que les conceda espíritu de sabiduría y de revelación para
conocerlo.
Le pido que les ilumine la mente para que comprendan cuál es la esperanza
que les da su llamamiento, cuán gloriosa y rica es la herencia que Dios
da a los que son suyos y cuál la extraordinaria grandeza de su poder
para con nosotros, los que confiamos en él, por la eficacia de su fuerza
poderosa.
Con esta fuerza resucitó a Cristo de entre los muertos y lo hizo sentar
a su derecha en el cielo, por encima de todos los ángeles, principados,
potestades, virtudes y dominaciones, Y por encima de cualquier persona, no sólo
del mundo actual sino también del futuro.
Todo lo puso bajo sus pies y a él mismo lo constituyó cabeza suprema
de la Iglesia, que es su cuerpo, y la plenitud del que lo consuma todo en todo.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Cristo es la cabeza de la Iglesia, y ésta vive de la plenitud de Cristo. El cuerpo vivo de la Iglesia participa de la vitalidad y el dinamismo que deriva de su Señor.
ACLAMACIÓN (Mt 28.
19. 20) R/. Aleluya, aleluya.
Vayan y enseñen a todas las naciones, dice el Señor, y sepan que
yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.
R/
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 28, 16-20
En aquel tiempo, los once
discípulos se fueron a Galilea y subieron al monte en el que Jesús
los había citado. Al ver a Jesús, se postraron, aunque algunos
titubeaban.
Entonces, Jesús se acercó a ellos y les dijo: "Me ha sido
dado todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y enseñen a
todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y
del Espíritu Santo, y enseñándolas a cumplir todo cuanto
yo les he mandado; y sepan que yo estaré con ustedes todos los días,
hasta el fin del mundo". Palabra del Señor. Gloria a
ti, Señor Jesús.
Credo
Jesús está revestido de la autoridad universal que su Padre le ha confiado, por esa razón los envía como testigos y les promete su asistencia y auxilio perdurables.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, este sacrificio que vamos a ofrecerte en acción de gracias por la ascensión de tu Hijo, y concédenos que esta Eucaristía eleve nuestro espíritu a los bienes del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque el Señor Jesús, rey de la gloria, triunfador del pecado
y de la muerte, ante la admiración de los ángeles, ascendió
hoy a lo más alto de los cielos, como mediador entre Dios y los hombres,
juez del mundo y Señor de los espíritus celestiales. No se fue
para alejarse de nuestra pequeñez, sino para que pusiéramos nuestra
esperanza en llegar, como miembros suyos, a donde El, nuestra cabeza y principio,
nos ha precedido.
Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda
de alegría y también los coros celestiales, los ángeles
y arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo.
Si se usa el Canon romano, se dice: "Reunidos en comunión propio".
Si se usa la plegaria eucarística II o III, se dice: "Acuérdate
o Atiende propio".
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 28, 20)
Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso, que ya desde este mundo nos haces participar de tu vida divina, aviva en nosotros el deseo de la patria eterna, donde nos aguarda Cristo, Hijo tuyo y hermano nuestro. El, que vive y reina por los siglos de los siglos.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO: Los once discípulos son convocados por Jesús en un monte en Galilea. Esos discípulos simbolizan al nuevo Israel, estos misioneros partirán con el encargo de reunir a los hijos de Israel para que se constituyan en una comunidad de discípulos animada por los mandamientos de Jesús. Las comunidades de discípulos que conformamos las distintas iglesias particulares, tenemos una idéntica misión: testimoniar la consagración al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, viviendo bajo el impulso y el dinamismo de los valores evangélicos. La primera misión de los bautizados es vivir como una comunidad de hermanos que confiesan la paternidad de Dios y el señorío de Jesús, bajo el impulso del Espíritu.
Santos: San Pacomio de Tebas. abad; Catalina de Bolonia, religiosa, y Dionisio de Vienne, obispo.
ANTIFONA DE ENTRADA (Hch 8)
Cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes, recibirán fuerza para ser mis testigos en Jerusalén y aun en los lugares más remotos del mundo, dice el Señor.
Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Infunde, Señor, en nosotros, la fuerza del Espíritu Santo, para que podamos cumplir fielmente tu voluntad y demos testimonio de tí con nuestras obras. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 19, 1-8
En aquellos días,
mientras Apolo estaba en Corinto, Pablo atravesó las regiones altas de
Galacia y Frigia y bajó a Éfeso. Encontró allí a
unos discípulos y les preguntó: " ¿Han recibido el
Espíritu Santo, cuando abrazaron la fe?". Ellos respondieron: "Ni
siquiera hemos oído decir, que exista el Espíritu Santo".
Pablo replico: "Entonces, ¿que bautismo han recibido?". Ellos
respondieron: "El bautismo de Juan".
Pablo les dijo: "Juan bautizó con un bautismo de conversión,
pero advirtiendo al pueblo que debían creer en aquel que vendría
después de él, esto es, en Jesús".
Al oír esto, los discípulos fueron bautizados en el nombre del
Señor Jesús, y cuando Pablo les impuso las manos, descendió
el Espíritu Santo y comenzaron a hablar lenguas y a profetizar. Eran
en total unos doce hombres.
Durante los tres meses siguientes, Pablo frecuentó la sinagoga y habló
con toda libertad, disputando acerca del Reino de Dios y tratando de convencerlos.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El Pentecostés de
Éfeso, como el de Jerusalén, Cesarea o Samaria, habilita a los
recién convertidos para vivir como testigos de Jesús resucitado.
El testimonio es obra del Espíritu.
Del salmo 67 R/. Cantemos a Dios un canto de alabanza. Aleluya.
Cuando el Señor actúa, sus enemigos se dispersan y huyen ante
su faz los que lo odian; cual se disipa el humo, se disipan; como la cera se
derrite al fuego, así ante Dios perecen los malvados. R/.
Ante el Señor, su Dios, gocen los justos y salten de alegría.
Entonen alabanzas a su nombre. En honor del Señor toquen la cítara.
R/.
Porque el Señor, desde su templo santo, a huérfanos y viudas da
su auxilio; él fue quien dio a los desvalidos casa, libertad y riqueza
a los cautivos. R/.
ACLAMACIÓN (Col
1) R/. Aleluya, aleluya.
Si han resucitado con Cristo, busquen las cosas del cielo, donde está
Cristo, sentado a la derecha de Dios. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan. 16, 29-33
En aquel tiempo, los discípulos le dijeron a Jesús: “Ahora sí nos estás hablando claro y no en parábolas. Ahora sí estamos convencidos de que lo sabes todo y no necesitas que nadie te pregunte. Por eso creemos que has venido de Dios". Les contesto Jesús: "¿De veras creen? Pues en que ti; Viene la hora, mas aun, ya llego, en que se van a dispersar cada uno por su lado y me dejarán solo. Sin embargo, no estaré solo, porque el Padre está conmigo. Les he dicho estas cosas, para que tengan paz en mí. En el mundo tendrán tribulaciones; pero tengan valor, porque yo he vencido al mundo". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús confía plenamente en el auxilio de su Padre y lanza de manera anticipada su grito de victoria, proclamando antes de morir su certeza más honda: El ha vencido al mundo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que este santo sacrificio nos purifique, Señor, y llene nuestras almas con la fuerza divina de tu gracia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Pascua o de la Ascensión
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 14, 18; 16, 22)
No los dejaré huérfanos, dice el Señor; vendré de nuevo a ustedes y se alegrarán sus corazones. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que nos has concedido participar en esta Eucaristía, míranos con bondad y ayúdanos a vencer nuestra fragilidad humana, para poder vivir como hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: San Antonino de Florencia, obispo; Job, patriarca laico, y Juan de Ávila. presbítero.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Apoc 1, 17-18)
Yo soy el primero y el último, dice el Señor, yo soy el que vive; estuve muerto, pero ahora estoy vivo para siempre. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y misericordioso, envíanos a el Espíritu Santo para que habite en nosotros y nos transforme en templos de su gloria. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 20, 17-27
En aquellos días,
hallándose Pablo en Mileto, mandó llamar a los presbíteros
de la comunidad cristiana de Éfeso.
Cuando se presentaron, les dijo: "Bien saben cómo me he comportado
entre ustedes, desde el primer día en que puse el pie en Asia: he servido
al Señor con toda humildad, en medio de penas y tribulaciones, que han
venido sobre mí por las asechanzas de los judíos. También
saben que no he escatimado nada que fuera útil para anunciarles el Evangelio,
para enseñarles públicamente y en las casas, y para exhortar con
todo empeño a judíos y griegos a que se arrepientan delante de
Dios y crean en nuestro Señor Jesucristo.
Ahora me dirijo a Jerusalén, encadenado en el espíritu, sin saber
qué sucederá allá. Sólo sé que el Espíritu
Santo en cada ciudad me anuncia que me aguardan cárceles y tribulaciones.
Pero la vida, para mí, no vale nada. Lo que me importa es llegar al fin
de mi carrera y cumplir el encargo que recibí del Señor Jesús:
anunciar el Evangelio de la gracia de Dios.
Por lo pronto sé que ninguno de ustedes, a quienes he predicado el Reino
de Dios, volverá a verme. Por eso declaro hoy que no Soy responsable
de la suerte de nadie, porque no les he ocultado nada y les he revelado en su
totalidad el plan de Dios". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La partida de Pablo no
tendrá que afectar a las comunidades eclesiales fundadas por él.
El Espíritu ha suscitado presbíteros que en su nombre animarán
y servirán a cada comunidad.
Del salmo 67 R/. Reyes de la tierra, canten al Señor. Aleluya.
A tu pueblo extenuado diste fuerzas, nos colmaste, Señor, de tus favores
y habitó tu rebaño en esta tierra, que tu amor preparó
para los pobres. R/.
Bendito sea el Señor, día tras día, que nos lleve en sus
alas y nos salve. Nuestro Dios es un Dios de salvación porque puede librarnos
de la muerte. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Jn 14, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Yo le pediré al Padre, y él les dará otro Consolador, que
se quedará para siempre con ustedes, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 17, 1-11
En aquel tiempo, Jesús
levantó los ojos al cielo y dijo:
"Padre, ha llegado la hora. Glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo también
te glorifique, y por el poder que le diste sobre toda la humanidad, dé
la vida eterna a cuantos le has confiado. La vida eterna consiste en que te
conozcan a ti, único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú
has enviado.
Yo te he glorificado sobre la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste.
Ahora, Padre, glorifícame en ti con la gloria que tenía, antes
de que el mundo existiera.
He manifestado tu nombre a los hombres que tú tomaste del mundo y me
diste. Eran tuyos y tú me los diste. Ellos han cumplido tu palabra y
ahora conocen que todo lo que me has dado viene de ti, porque yo les he comunicado
las palabras que tú me diste; ellos las han recibido y ahora reconocen
que yo salí de ti y creen que tú me has enviado.
Te pido por ellos; no te pido por el mundo, sino por éstos, que tú
me diste, porque son tuyos. Todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío.
Yo he sido glorificado en ellos. Ya no estaré más en el mundo,
pues voy a ti; pero ellos se quedan en el mundo". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús comienza a externar su ruego más hondo al Padre. Pide por sus discípulos, a fin de que los preserve dejos ataques del mundo y de las amenazas de la división.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, nuestras ofrendas y concédenos que esta Eucaristía nos ayude a conseguir la gloria del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Pascua o de la Ascensión
ANTIFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 14, 26)
El Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, dice el Señor, los instruirá en todo y les recordará lo que yo les he dicho. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te suplicamos, Señor, que esta Eucaristía que tu Hijo nos mandó celebrar en memoria suya y en la cual hemos participado, nos una cada vez más con el vínculo de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Nuestra Señora de la Santa Estela, mártir, y beato Domingo Iturrate, presbítero.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 46, 2)
Pueblos todos, aplaudan y aclamen a Dios con clamores de júbilo. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios misericordioso, concede a tu Iglesia, congregada por el Espíritu Santo, entregarse plenamente a ti y vivir siempre unida en el amor. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 20, 28-38
En aquellos días,
Pablo dijo a los presbíteros de la comunidad cristiana de Efeso: "Miren
por ustedes mismos y por todo el rebaño, del que los constituyó
pastores el Espíritu Santo, para apacentar a la Iglesia que Dios adquirió
con la sangre de su Hijo.
Yo sé que después de mi partida, se introducirán entre
ustedes lobos rapaces, que no tendrán piedad del rebaño y sé
que, de entre ustedes mismos, surgirán hombres que predicarán
doctrinas perversas y arrastrarán a los fieles detrás de sí.
Por eso estén alerta. Acuérdense que durante tres años,
ni de día ni de noche he dejado de aconsejar, con lágrimas en
los ojos, a cada uno de ustedes.
Ahora los encomiendo a Dios y a su palabra salvadora, la cual tiene fuerza para
que todos los consagrados a Dios crezcan en el espíritu y alcancen la
herencia prometida. Yo no he codiciado ni el oro ni la plata ni la ropa de nadie.
Bien saben que cuanto he necesitado para mí y para mis compañeros,
lo he ganado con mis manos. Siempre he mostrado que hay que trabajar así,
para ayudar como se debe a los necesitados, recordando las palabras del Señor
Jesús: 'Hay más felicidad en dar que en recibir' ". Dicho
esto, se arrodilló para orar con todos ellos.
Todos se pusieron a llorar y abrazaban y besaban a Pablo, afligidos, sobre todo,
porque les había dicho que no lo volverían a ver. Y todos lo acompañaron
hasta el barco. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Las iglesias fundadas alrededor
de Éfeso no resentirán negativamente la ausencia del fundador.
El Espíritu y la Palabra se encargarán de sostenerlos y custodiarlos.
Del salmo 67 R/. Reyes de la tierra, canten al Señor. Aleluya.
Señor, despliega tu poder, reafirma lo que has hecho por nosotros, desde
Jerusalén, desde tu templo, a donde vienen los reyes con sus dones. R/.
[R/. Reyes de la tierra, canten al Señor. Aleluya.]
Cántenle al Señor, reyes de la tierra, denle gloria al Señor
que recorre los cielos seculares, y que dice con voz como de trueno: "Glorifiquen
a Dios". R/.
Sobre Israel su majestad se extiende y su poder, sobre las nubes. Bendito sea
nuestro Dios. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Jn 17, 17) R/. Aleluya, aleluya.
Tu palabra, Señor, es la verdad: santifícanos en la verdad. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 17, 11-19
En aquel tiempo, Jesús
levantó los ojos al cielo y dijo: "Padre santo, cuida en tu nombre
a los que me has dado para que sean uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos,
yo cuidaba en tu nombre a los que me diste; yo velaba por ellos y ninguno de
ellos se perdió, excepto el que tenía que perderse, para que se
cumpliera la Escritura.
Pero ahora voy a ti, y mientras estoy aún en el mundo, digo estas cosas
para que mi gozo llegue a su plenitud en ellos. Yo les he entregado tu palabra
y el mundo los odia, porque no son del mundo, como yo tampoco soy del mundo.
No te pido que los saques del mundo, sino que los libres del mal. Ellos no son
del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Santifícalos en la verdad. Tu palabra es la verdad. Así como tú
me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo.
Yo me santifico a mí mismo por ellos, para que también ellos sean
santificados en la verdad". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
El mundo representa el sistema hostil, los valores de Dios y de su Hijo Jesús. Los discípulos han elegido los valores del Reino, por eso el mundo los ataca y los presiona.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, este sacrificio de alabanza que tú mismo nos has mandado celebrar, y dígnate, por esta Eucaristía, santificamos y damos tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Pascua o de la Ascensión
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 15, 26-27)
Cuando venga el Consolador que yo les enviaré, el Espíritu de verdad que procede del Padre, dará testimonio de mí, dice el Señor, y también ustedes darán testimonio. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que esta comunión aumente en nosotros tu gracia, nos purifique de nuestros pecados y nos disponga mejor a recibir tus dones. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Acerquémonos confiadamente a Dios, fuente de bondad, a fin de alcanzar su misericordia y su gracia en el tiempo oportuno. Aleluya.
ORACION COLECTA
Señor, que el Espíritu Santo nos conceda abundantemente sus dones, para que podamos conocer tu voluntad y ajustemos a ella nuestra vida. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 22, 30; 23. 6-11
En aquellos días,
el comandante, queriendo saber con exactitud de qué acusaban a Pablo
los judíos, mandó que le quitaran las cadenas, convocó
a los sumos sacerdotes y a todo el sanedrín, y llevando consigo a Pablo,
lo hizo comparecer ante ellos.
Como Pablo sabía que una parte del sanedrín era de saduceos y
otra de fariseos, exclamó: "Hermanos: Yo soy fariseo, hijo de fariseos,
y me quieren juzgar porque espero la resurrección de los muertos".
Apenas dijo esto, se produjo un altercado entre fariseos y saduceos, que ocasionó
la división de la asamblea porque los saduceos niegan la otra vida, sea
de ángeles o de espíritus resucitados; mientras que los fariseos
admiten ambas cosas). Estalló luego una terrible gritería y algunos
escribas del partido de los fariseos se pusieron de pie y declararon enérgicamente:
"Nosotros no encontramos ningún delito en este hombre. ¿Quién
puede decirnos que no le ha hablado un espíritu o un ángel?".
El alboroto llegó a tal grado, que el comandante, temiendo que hicieran
pedazos a Pablo, mandó traer a la guarnición para sacarlo de allí
y llevarlo al cuartel.
En la noche siguiente se le apareció el Señor a Pablo y le dijo:
"Ten ánimo, Pablo; porque así como en Jerusalén has
dado testimonio de mí, así también tendrá que darlo
en Roma".Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Pablo comparece ante el
sanedrín judío y procede con la astucia y la habilidad suficiente
para confundir y oponer entre sí a los inquisidores que van a juzgarlo.
Del salmo 15 R/. Enséñanos, Señor, el camino de la vida.
Aleluya.
Protégeme, Dios mío, pues eres mi refugio. Yo siempre he dicho
que tú eres mi Señor. El Señor es la parte que me ha tocado
en herencia; mi vida está en sus manos. R/.
Bendeciré al Señor que me aconseja; hasta de Noche me instruyen
eternamente. Tengo siempre presente al Señor y con él a mi lado,
jamás tropezaré. R/.
[R/. Enséñanos, Señor, el camino de la vida. Aleluya.]
Por eso se me alegran el corazón y el alma, y mi cuerpo vivirá
tranquilo, porque tú no me abandonarás en la muerte ni dejarás
que sufra yo la corrupción. R/.
Enséñame el camino de la vida, sáciame de gozo en tu presencia
y de alegría perpetua junto a ti. R/.
ACLAMACIÓN (Jn 17,
21) R/. Aleluya, aleluya.
Que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en ti, somos uno.
Así el mundo creerá que tú me has enviado, dice el Señor.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 17, 20-26
En aquel tiempo, Jesús
levantó los ojos al cielo y dijo: "Padre, no sólo te pido
por mis discípulos, sino también por los que van a creer en mí
por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en
mí y yo en ti somos uno, a fin de que sean uno en nosotros y el mundo
crea que tú me has enviado.
Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros
somos uno. Yo en ellos y tú en mí, para que su unidad sea perfecta
y así el mundo conozca que tú me has enviado y que los amas, como
me amas a mí.
Padre, quiero que donde yo esté, estén también conmigo
los que me has dado, para que contemplen mi gloria, la que me diste, porque
me has amado desde antes de la creación del mundo.
Padre justo, el mundo no te ha conocido; pero yo sí te conozco y éstos
han conocido que tú me enviaste. Yo les he dado a conocer tu nombre y
se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que me amas esté
en ellos y yo también en ellos". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
El testimonio de unidad y amor fraterno que viven los discípulos de Jesús es un reflejo fiel y directo del amor y la unión plena que viven entre sí el Padre y el Hijo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estos
dones que hemos preparado para el sacrificio eucarístico, y transforma
toda nuestra vida en una continua ofrenda. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Pascua o de la Ascensión
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 16, 7)
Yo les aseguro, dice el
Señor: Les conviene que yo me vaya, porque si no me voy, no vendrá
a ustedes el Espíritu consolador. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta Eucaristía, Señor, nos haga comprender tus designios
y nos comunique tu misma vida divina, para que seamos dignos de recibir los
dones de tu Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Nuestra Señora de Fátima, San Eutimio el Grande, ermitaño, e Inés de Poiters, abadesa.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Hech 1, 14)
Los discípulos perseveraban en la oración con un mismo espíritu en compañía de María, la Madre de Jesús. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios y Padre nuestro, que quisiste que la Madre de tu Hijo fuera también nuestra Madre, concédenos que, perseverando en la penitencia y en la oración en favor de la salvación del mundo, podamos promover cada vez con más eficacia el reinado de Cristo, Hijo tuyo y Señor nuestro, que vive y reina contigo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 25, 13-21
En aquellos días,
el rey Agripa y Berenice llegaron a Cesarea para saludar a Festo. Como se detuvieron
algún tiempo allí, Festo expuso al rey el caso de Pablo con estas
palabras: "Tengo aquí un preso que me dejó Félix,
cuya condenación me pidieron los sumos sacerdotes y los ancianos de los
judíos, cuando estuve en Jerusalén. Yo les respondí que
no era costumbre romana condenar a ningún hombre sin carearlo antes con
sus acusadores para darle la oportunidad de defenderse de la acusación.
Vinieron conmigo a Cesarea, y sin dar largas al asunto, me senté en el
tribunal al día siguiente y mandé que compareciera ese hombre.
Los acusadores que se presentaron contra él, no le hicieron cargo de
ninguno de los delitos que yo sospechaba. Se trataba sólo de ciertas
discusiones acerca de su religión y de un tal Jesús, ya muerto,
que Pablo asegura que está vivo.
No sabiendo qué determinación tomar, le pregunté a Pablo
si quería ir a Jerusalén para que se le juzgara allá de
esos cargos; pero como él pidió ser juzgado por el César,
ordené que siguiera detenido hasta que yo pudiera enviárselo".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Para Festo, el cargo contra
Pablo no pasa de ser una controversia religiosa sobre un difunto. Para los creyentes
no es ningún difunto, antes bien, es "el autor de la vida".
Del salmo 102 R/. Bendigamos al Señor, que es el rey del universo. Aleluya.
Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga su santo nombre.
Bendice al Señor, alma mía, y no te olvides de sus beneficios.
R/.
Como desde la tierra hasta el cielo, así es de grande su misericordia;
como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos.
R/.
En el cielo el Señor puso su trono y su reino abarca el universo. Bendigan
al Señor todos los ángeles, ejecutores fieles de sus órdenes.
R/.
ACLAMACIÓN (Jn 14,
26) R/. Aleluya, aleluya.
El Espíritu Santo les enseñará todas las cosas y les recordará
todo cuanto yo les he dicho, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan. 21, 15-19
En aquel tiempo, le preguntó
Jesús a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿me
amas más que éstos?". El le contestó: "Sí,
Señor, tú sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta
mis corderos".
Por segunda vez le preguntó: "Simón, hijo de Juan, ¿me
amas?". El le respondió: "Sí, Señor, tú
sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Pastorea mis ovejas".
Por tercera vez le preguntó: "Simón, hijo de Juan, ¿me
quieres?". Pedro se entristeció de que Jesús le hubiera preguntado
por tercera vez si lo quería, y le contestó: "Señor,
tú lo sabes todo; tú bien sabes que te quiero". Jesús
le dijo: "Apacienta mis ovejas.
Yo te aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías la
ropa e ibas a donde querías; pero cuando seas viejo, extenderás
los brazos y otro te ceñirá y te llevará a donde no quieras".
Esto se lo dijo para indicarle con qué género de muerte habría
de glorificar a Dios. Después le dijo: "Sígueme". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Pedro ha confesado humildemente su verdad. Jesús Conoce profundamente la fragilidad del pescador galileo, quien finalmente ha aprendido la lección y no hace alardes de fidelidad.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al celebrar esta festividad de la santísima Virgen María, te presentamos, Señor, nuestras ofrendas y te pedimos que tu Hijo, Jesucristo, que se ofreció a ti en la cruz como ofrenda inmaculada, venga siempre en nuestra ayuda. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de la santísima Virgen María
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Jn 21, 12-13)
Alégrate, Virgen Madre, porque Cristo ha resucitado del sepulcro. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Confírmanos, Señor, en la fe de estos misterios que hemos celebrado, para que quienes confesamos como verdadero Dios y verdadero hombre al Hijo de la Virgen María, merezcamos llegar a las alegrías eternas en virtud de su resurrección salvadora. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Matías, apóstol y mártir; María Dominga Mazzarello. fundadora, y Miguel de Garicoits, fundador.
ANTIFONA DE ENTRADA (Jn 15, 16)
Nos son ustedes los que me han elegido, dice el Señor; soy yo quien los ha elegido, para que vayan y den fruto y ese fruto perdure. Aleluya.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, tú que llamaste a san Matías a formar parte del grupo de tus Apóstoles, concédenos, por su mérito, corresponder al don de tu amor para que lleguemos a compartir la gloria de tus elegidos. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 1, 15-17. 20-26
En aquellos días,
Pedro se puso de pie en medio de los hermanos y dijo: "Hermanos, tenía
que cumplirse aquel pasaje de la Escritura en que el Espíritu Santo,
por boca de David, hizo una predicción tocante a Judas, quien fue el
que guió a los que apresaron a Jesús. El era de nuestro grupo
y había sido llamado a desempeñar con nosotros este ministerio.
Ahora bien, en el libro de los Salmos está escrito: Que su morada quede
desierta y que no haya quien habite en ella; que su cargo lo ocupe otro. Hace
falta, por lo tanto, que uno se asocie a nosotros como testigo de la resurrección
de Jesús, uno que sea de los que nos acompañaron mientras convivió
con nosotros el Señor Jesús, desde que Juan bautizaba hasta el
día de la ascensión".
Propusieron entonces a dos: a José Barsabá, por sobrenombre "el
Justo", y a Matías, y se pusieron a orar de este modo: "Tú,
Señor, que conoces los corazones de todos, muestra a cuál de estos
dos has elegido para desempeñar este ministerio y apostolado, del que
Judas desertó para irse a su propio lugar".
Echaron suertes, le tocó a Matías y lo asociaron a los once apóstoles.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La comunidad es convocada
por sus responsables, los apóstoles, quienes los invitan a participar
en una acción importante, la búsqueda del sucesor de Judas.
Del salmo 112 R/. Lo puso el Señor entre los jefes de su pueblo. Aleluya.
Bendito sea el Señor, alábenlo sus siervos. Bendito sea el Señor
desde ahora y para siempre. R/.
Desde que sale el sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor.
Dios está sobre todas las naciones, su gloria, por encima de los cielos.
R/.
¿Quién hay como el Señor? ¿Quién iguala al
Dios nuestro, que tiene en las alturas su morada, y sin embargo de esto, bajar
se digna su mirada para ver tierra y cielo? R/.
Él levanta del polvo al desvalido y saca al indigente del estiércol,
para hacerlo sentar entre los grandes, los jefes de su pueblo. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Jn 15, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Yo los he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayan y den fruto
y su fruto permanezca. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 15, 9-17
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Como el Padre me ama, así los amo
yo. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecen en mi amor;
lo mismo que yo cumplo los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Les he dicho esto para que mi alegría esté en ustedes y su alegría
sea plena.
Éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los
he amado. Nadie tiene amor más grande a sus amigos que el que da la vida
por ellos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo
siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a ustedes los llamo amigos,
porque los he dado a conocer todo lo que le he oído a mi Padre.
No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los ha elegido y los ha
destinado para que vayan y den fruto y su fruto permanezca, de modo que el Padre
les conceda cuanto le pidan en mi nombre. Esto es lo que les mando: que se amen
los unos a los otros". Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.
Quien vive la plenitud del amor fraterno y ama con todo el corazón a Dios Padre, queda colmado de alegría. Una alegría perdurable y total que ninguna adversidad logra arrancar.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que tu Iglesia te presenta en la festividad de san Matías, Apóstol y, por medio de esta Eucaristía, fortalécenos con tu amor y con tu gracia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de los apóstoles I o II
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 15, 12)
Éste es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo los he amado, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor, por intercesión de san Matías, apóstol, que no nos prives nunca este pan de vida que podamos prepararnos, con tu gracia, a recibir la herencia reservada a tus hijos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PENTECOSTÉS
Santos: San Isidro de Madrid, labrador, y Juana de Lestonnac, fundadora.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Am 5, 5; 8, 11)
El amor a Dios ha sido infundido en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que habita en nosotros. Aleluya.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios eterno y todopoderoso, haz brillar sobre nosotros tu salvación y concédenos que Cristo, luz de luz, encienda los corazones de quienes hemos renacido a una nueva vida, con el fuego del Espíritu Santo. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Ezequiel: 37, 1-14
En aquellos días,
la mano del Señor se posó sobre mí, y su espíritu
me trasladó y me colocó en medio de un campo lleno de huesos.
Me hizo dar vuelta en torno a ellos. Había una cantidad innumerable de
huesos sobre la superficie del campo y estaban completamente secos.
Entonces el Señor me preguntó: "Hijo de hombre, ¿podrán
acaso revivir estos huesos?". Yo respondí: "Señor, tú
lo sabes". El me dijo: "Habla en mi nombre a estos huesos y, diles:
'Huesos secos, escuchen la palabra del Señor. Esto dice el Señor
Dios a estos huesos: He aquí que yo les infundiré el espíritu
y revivirán. Les pondré nervios, haré que les brote carne,
la cubriré de piel, les infundiré el espíritu y revivirán.
Entonces reconocerán ustedes que yo soy el Señor' ".
Yo pronuncié en nombre del Señor las palabras que él me
había ordenado, y mientras hablaba, se oyó un gran estrépito,
se produjo un terremoto y los huesos se juntaron unos con otros. Y vi cómo
les iban saliendo nervios y carne y cómo se cubrían de piel; pero
no tenían espíritu. Entonces me dijo el Señor: "Hijo
de hombre, habla en mi nombre al espíritu y dile: 'Esto dice el Señor:
Ven, espíritu, desde los cuatro vientos y sopla sobre estos muertos,
para que vuelvan a la vida' ".
Yo hablé en nombre del Señor, como él me había ordenado.
Vino sobre ellos el espíritu, revivieron y se pusieron de pie. Era una
multitud innumerable. El Señor me dijo: "Hijo de hombre: Estos huesos
son toda la casa de Israel, que ha dicho: 'Nuestros huesos están secos;
pereció nuestra esperanza y estamos destrozados'. Por eso, habla en mi
nombre y diles: 'Esto dice el Señor: Pueblo mío, yo mismo abriré
sus sepulcros, los haré salir de ellos y los conduciré de nuevo
a la tierra de Israel. Cuando abra sus sepulcros y los saque de ellos, pueblo
mío, ustedes dirán que yo soy el Señor. Entonces les infundiré
mi espíritu, los estableceré en su tierra y sabrán que
yo, el Señor, lo dije y lo cumplí' ". Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 103 R/. Envía,
Señor, tu Espíritu, a renovar la tierra. Aleluya.
Bendice al Señor, alma mía; Señor y Dios mío, inmensa
es tu grandeza. Te vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como un
manto. R/.
¡Qué numerosas son tus obras, Señor, y todas las hiciste
con maestría! La tierra está llena de tus creaturas. Bendice al
Señor, alma mía. R/.
Todos los vivientes aguardan que les des de comer a su tiempo; les das el alimento
y lo recogen, abres tu mano y se sacian de bienes. R/.
Si retiras tu aliento, toda creatura muere y vuelve al polvo. Pero envías
tu espíritu, que da vida, y renuevas el aspecto de la tierra. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 8, 22-27
Hermanos: Sabemos que la
creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto; y no
sólo ella, sino también nosotros, los que poseemos las primicias
del Espíritu, gemimos interiormente, anhelando que se realice plenamente
nuestra condición de hijos de Dios, la redención de nuestro cuerpo.
Porque ya es nuestra la salvación, pero su plenitud es todavía
objeto de esperanza. Esperar lo que ya se posee no es tener esperanza, porque,
¿cómo se puede esperar lo que ya se posee? En cambio, si esperamos
algo que todavía no poseemos, tenemos que esperarlo con paciencia.
El Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos
pedir lo que nos conviene; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros
con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que conoce profundamente
los corazones, sabe lo que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu
ruega conforme a la voluntad de Dios, por los que le pertenecen. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN R/.Aleluya,
aleluya.
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en
ellos el fuego de tu amor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 7, 37-39
El último día
de la fiesta, que era el más solemne, exclamó Jesús en
voz alta: "El que tenga sed, que venga a mí; y beba, aquel que cree
en mí. Como dice la Escritura: Del corazón del que cree en mí
brotarán ríos de agua viva".
Al decir esto, se refería al Espíritu Santo que habían
de recibir los que creyeran en él, pues aún no había venido
el Espíritu, porque Jesús no había sido glorificado. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que tu Espíritu santificador descienda, Señor, sobre estos dones e inunde de amor a tu Iglesia para que ésta pueda ser, en medio del mundo, tu signo y tu instrumento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 7, 37)
El último día de la fiesta, Jesús se puso de pie y exclamó: El que tenga sed, que venga a mí y beba. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el sacramento que hemos recibido nos comunique, Señor, el fuego del Espíritu Santo que infundiste a tus apóstoles el día de Pentecostés. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Misa del día
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sb 1, 7)
El Espíritu del Señor ha llenado toda la tierra; él da unidad a todas las cosas y se hace comprender en todas las lenguas. Aleluya.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que por el misterio de Pentecostés santificas a tu Iglesia extendida por todas las naciones, concede al mundo entero los dones del Espíritu Santo y continúa realizando entre los fieles la unidad y el amor de la primitiva Iglesia. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 2, 1-11
El día de Pentecostés,
todos los discípulos estaban reunidos en un mismo lugar. De repente se
oyó un gran ruido que venía del cielo, como cuando sopla un viento
fuerte, que resonó por toda la casa donde se encontraban. Entonces aparecieron
lenguas de fuego, que se distribuyeron y se posaron sobre ellos; se llenaron
todos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en otros idiomas, según
el Espíritu los inducía expresarse.
En esos días había en Jerusalén judíos devotos,
venidos de todas partes del mundo. Al oír el ruido, acudieron en masa
y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio
idioma.
Atónitos y llenos de admiración, preguntaban: " ¿No
son galileos todos estos que están hablando? ¿Cómo, pues,
los oímos hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros hay medos,
partos y elamitas; otros vivimos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, en el Ponto
y en Asia, en Frigia y en Panfilia, en Egipto o en la zona de Libia que limita
con Cirene. Algunos somos visitantes, venidos de Roma, judíos y prosélitos;
también hay cretenses y árabes. Y sin embargo, cada quien los
oye hablar de las maravillas de Dios en su propia lengua". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Los discípulos de
Jesús reciben de improviso el don del Espíritu Santo. En adelante
las diferencias de lengua no serán una barrera para la difusión
del Evangelio.
Del salmo 103 R/. Envía, Señor, tu Espíritu a renovar la
tierra. Aleluya.
Bendice al Señor, alma mía; Señor y Dios mío, inmensa
es tu grandeza. ¡Qué numerosas son tus obras, Señor! La
tierra llena está de tus creaturas. R/.
Si retiras tu aliento, toda creatura muere y vuelve al polvo; pero envías
tu espíritu, que da vida, y renuevas el aspecto de la tierra. R/.
Que Dios sea glorificado para siempre y se goce en sus creaturas. Ojalá
que le agraden mis palabras y yo me alegraré en el Señor. R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 12, 3-7. 12-13
Hermanos: Nadie puede llamar a Jesús "Señor", si no es bajo la acción del Espíritu Santo. Hay diferentes dones, pero el Espíritu es el mismo. Hay diferentes servicios, pero el Señor es el mismo. Hay diferentes actividades, pero Dios, que hace todo en todos, es el mismo. En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común. Porque así como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros y todos ellos, a pesar de ser muchos, forman un solo cuerpo, así también es Cristo. Porque todos nosotros, seamos judíos o no judíos, esclavos o libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu para formar un solo cuerpo, y a todos se nos ha dado a beber del mismo Espíritu. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La comunidad de Corinto sufre una serie de divisiones y enfrentamientos. El apóstol los exhorta a construir la unidad guiados por el auxilio del Espíritu.
SECUENCIA
Ven, Dios Espíritu
Santo, Sin tu inspiración divina
y envíanos desde el cielo los hombres nada podemos
tu luz, para iluminamos. y el pecado nos domina.
Ven ya, padre de los pobres,
Lava nuestras Inmundicias,
luz que penetra en las almas, fecunda nuestros desiertos
dador de todos los dones. y cura nuestras heridas.
Fuente de todo consuelo,
Doblega nuestra soberbia,
amable huésped del alma, calienta nuestra frialdad,
paz en las horas de duelo endereza nuestras sendas.
Eres pausa en el trabajo;
Concede a aquellos que ponen
brisa, en un clima de fuego; en ti su fe y su confianza
consuelo, en medio del llanto tus siete sagrados dones.
Ven, luz santificadora,
Danos virtudes y méritos,
y entra hasta el fondo del alma danos una buena muerte
de todos los que te adoran. y contigo el gozo eterno.
ACLAMACIÓN R/. Aleluya,
aleluya.
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en
ellos el fuego de tu amor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 20, 19-23
Al anochecer del día
de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se
hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó
Jesús en medio de ellos y les dijo: "La paz esté con ustedes".
Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Cuando los discípulos
vieron al Señor, se llenaron de alegría.
De nuevo les dijo Jesús: "La paz esté con ustedes. Como el
Padre me ha enviado, así también los envío yo". Después
de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: "Reciban el Espíritu
Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; ya
los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
En este relato pascual Jesús comunica a sus discípulos la facultad de perdonar los pecados. Los apóstoles tienen la tarea de acoger o excluir a los miembros de la comunidad eclesial.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que el Espíritu Santo nos haga comprender mejor, según la promesa de tu Hijo, el misterio de este sacrificio y toda la profundidad del Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque tú, para llevar a su plenitud el misterio pascual, has enviado
hoy al Espíritu Santo sobre aquellos a quienes adoptaste como hijos al
injertarlos en Cristo; tu Unigénito.
Este mismo Espíritu fue aquel al nacer la iglesia, reveló a todos
los pueblos el misterio de Dios y unió la diversidad de las lenguas en
la confesión de Una misma fe.
Por eso, el mundo entero se desborda de alegría y también los
coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar
el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Hch 2, 4. 11)
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y proclamaban las maravillas de Dios. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que nos concedes participar de la vida divina por medio de tus sacramentos, conserva en nosotros el don de tu amor y la presencia viva del Espíritu Santo, para que esta comunión nos ayude obtener nuestra salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Pueden ir en paz. Aleluya, aleluya.
R/. Demos gracias a Dios. Aleluya, aleluya.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO: A veces podríamos tener la tentación de pensar que la Iglesia sólo vivió con particular intensidad el primer Pentecostés. Por pensar que todas las celebraciones de Pentecostés son apenas la memoria de aquél primer envío del Espíritu a la Iglesia. Sin embargo, si revisamos con ojos atentos el libro de los Hechos de los Apóstoles advertimos que cada vez que la Iglesia daba un paso importante en su misión evangelizadora, se verificaba un nuevo Pentecostés. Así, san Lucas nos habla del Pentecostés de los samaritanos, el de Cesarea y el de Éfeso. Cuando la Iglesia asume nuevos desafíos misioneros, ocurre un nuevo Pentecostés, que la impulsa a ensayar nuevos caminos para testimoniar el único evangelio de Jesús.
Santos: Juan Nepomuceno, mártir; Margarita de Cortona, penitente, y Simón Stock. presbítero.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Qo 36, 18-19)
Señor, concede la paz a los que en ti esperan; escucha las oraciones de tus hijos y guíanos por el camino de la justicia.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que llamas hijos tuyos a los que promueven la paz, concédenos trabajar incansablemente por establecer la justicia, sin la cual es imposible garantizar una paz auténtica y duradera. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Eclesiástico (Sirácida): 1, 1-10
Toda sabiduría proviene
del Señor y está con él eternamente. ¿Quién
puede contar las arenas de la playa, las gotas de la lluvia o los días
de los siglos? ¿Quién puede explorar la altura del cielo, la extensión
de la tierra y la profundidad de los abismos?
Antes que cualquier otra cosa, fue creada la sabiduría; y la luz de la
inteligencia, desde la eternidad. ¿A quién se le ha revelado la
fuente de la sabiduría? ¿Quién ha conocido sus recursos
inagotables? Uno solo es sabio, temible en extremo: el que está sentado
en su trono, el Señor.
Él creó la sabiduría, la contempló y la midió;
la ha derramado sobre todas sus obras y sobre todos los hombres, según
su generosidad; la ha derrochado entre aquellos que lo aman. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
El don máximo que
Dios concede a sus hijos es la sabiduría. Este don magnífico ha
sido repartido con largura y generosidad para llenar de alegría sus vidas.
Del salmo 92 R/ .El Señor es un rey magnífico. Aleluya.
Tú eres, Señor, el rey de todos los reyes. Estás revestido
de poder y majestad. Tú mantienes el orbe y no vacila. Eres eterno, y
para siempre está firme tu trono. R/.
Muy dignas de confianza son tus leyes y desde hoy y para siempre, Señor,
la santidad adorna tu templo. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
2 Tm l, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, nuestro salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer la
vida por medio del Evangelio. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 9, 14-29
En aquel tiempo, cuando
Jesús bajó del monte y llegó al sitio donde estaban sus
discípulos, vio que mucha gente los rodeaba y que algunos escribas discutían
con ellos. Cuando la gente vio a Jesús, se impresionó mucho y
corrió a saludarlo.
Él les preguntó: "¿De qué están discutiendo?".
De entre la gente, uno le contestó: "Maestro, te he traído
a mi hijo, que tiene un espíritu que no lo deja hablar; cada vez que
se apodera de él, lo tira al suelo y el muchacho echa espumarajos, rechina
los dientes y se queda tieso. Les he pedido a tus discípulos que lo expulsen,
pero no han podido".
Jesús les contestó: "¡Gente incrédula! ¿Hasta
cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo
tendré que soportarlos? Tráiganme al muchacho". Y se lo trajeron.
En cuanto el espíritu vio a Jesús, se puso a retorcer al muchacho;
lo derribó por tierra y lo revolcó, haciéndolo echar espumarajos.
Jesús le preguntó al padre: "¿Cuánto tiempo
hace que le pasa esto?". Contestó el padre: "Desde pequeño.
Y muchas veces lo ha arrojado al fuego y al agua para acabar con él.
Por eso, si algo puedes, ten compasión de nosotros y ayúdanos".
Jesús le replicó: "¿Qué quiere decir eso de
'si puedes'? Todo es posible para el que tiene fe". Entonces el padre del
muchacho exclamó entre lágrimas: "Creo, Señor; pero
dame tú la fe que me falta". Jesús, al ver que la gente acudía
corriendo, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: "Espíritu
mudo y sordo, yo te lo mando: Sal de él y no vuelvas a entrar en él".
Entre gritos y convulsiones violentas salió el espíritu. El muchacho
se quedó como muerto, de modo que la mayoría decía que
estaba muerto. Pero Jesús lo tomó de la mano, lo levantó
y el muchacho se puso de pie.
Al entrar en una casa con sus discípulos, éstos le preguntaron
a Jesús en privado: " ¿Por qué nosotros no pudimos
expulsarlo?". Él les respondió: "Esta clase de demonios
no sale sino a fuerza de oración y de ayuno". Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Los discípulos de Jesús intentan someter a un espíritu maligno y fracasan. Jesús cura al niño y lo reintegra a la vida normal y reprende a sus discípulos por la escasez de su fe.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te ofrecemos, Señor, bajo los signos sacramentales del pan y del vino, el sacrificio de tu Hijo, rey de la paz, para que este misterio de unidad y de amor reafirme la fraternidad entre todos tus hijos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 5, 9)
Bienaventurados los que procuran la paz, porque serán llamados hijos de Díos. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor, el espíritu de tu amor a fin de que, alimentados con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, fomentemos entre todos los hombres la paz que él mismo nos dejó. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Pascual Bailón. religioso; beata Antonia Mesina, mártir, y Adrián de Alejandría, mártir.
ANTIFONA DE ENTRADA (Sal 65, 4)
Que se postre ante ti, Señor, la tierra entera; que todos cantemos en tu honor y alabanzas a tu nombre. Aleluya.
ORACION COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que con amor gobiernas los cielos y la tierra, escucha paternalmente las súplicas de tu pueblo y haz que los días de nuestra vida transcurran en tu paz. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Eclesiástico (Sirácida): 2, 1-13
Hijo mío, si te propones
servir al Señor, prepárate para la prueba; mantén firme
el corazón y sé valiente; no te asustes en el momento de la adversidad.
Pégate al Señor y nunca te desprendas de él, para que seas
recompensado al fin de tus días. Acepta todo lo que te sobrevenga, y
en los infortunios ten paciencia, pues el oro se purifica con el fuego y el
hombrea quien Dios ama, en el crisol del sufrimiento.
Confíate al Señor y él cuidará de ti; espera en
él y te allanará el camino. Los que temen al Señor, esperen
en su misericordia; no se alejen de él y no caerán. Los que temen
al Señor, confíen en él, porque no los dejará sin
recompensa. Los que temen al Señor, esperen sus beneficios, su misericordia
y la felicidad eterna.
Miren a sus antepasados y comprenderán. ¿Quién confió
en el Señor y quedó defraudado? ¿Quién perseveró
en su santo temor y fue abandonado? ¿Quién lo invocó y
fue desatendido? El Señor es clemente y misericordioso; él perdona
los pecados y salva en el tiempo de la tribulación. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
El sabio enseña
una lección básica: en la vida, las penas y las contrariedades
son inevitables; quien se apoya firmemente en Dios saldrá finalmente
reivindicado y fortalecido.
Del salmo 36 R/. Pon tu vida en las manos del Señor. Aleluya.
Pon tu esperanza en Dios, practica el bien y vivirás tranquilo en esta
tierra. Busca en él tu alegría y te dará el Señor
cuanto deseas. R/.
[R/. Pon tu vida en las manos del Señor.]
Cuida el Señor la vida de los buenos y su herencia perdura; no se marchitarán
en la sequía y en tiempos de escasez tendrán hartura. R/.
Apártate del mal, practica el bien y tendrás una casa eternamente;
porque al Señor le agrada lo que es justo y vela por sus files; en cambio,
a los injustos los borrará de la tierra para siempre. R/.
La salvación del justo es el Señor; en la tribulación él
es su amparo; a quien en él confía, Dios lo salva de los hombres
malvados. R/.
ACLAMACIÓN (Ga 14)
R/. Aleluya, aleluya.
No permita Dios que yo me glorié en algo que no sea la cruz de nuestro
Señor Jesucristo, por el cual el mundo está crucificado para mí
y yo para el mundo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 9, 30-37
En aquel tiempo, Jesús
y sus discípulos atravesaban Galilea, pero él no quería
que nadie lo supiera, porque iba enseñando a sus discípulos. Les
decía: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres;
le darán muerte, y tres días después de muerto, resucitará".
Pero ellos no entendían aquellas palabras y tenían miedo de pedir
explicaciones.
Llegaron a Cafarnaúm, y una vez en casa, les preguntó: "¿De
qué discutían por el camino?" Pero ellos se quedaron callados,
porque en el camino habían discutido sobre quién de ellos era
el más importante. Entonces Jesús se sentó, llamó
a los Doce y les dijo: "Si alguno quiere ser el primero, que sea el último
de todos y el servidor de todos".
Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó
y les dijo: "El que reciba en mi nombre a uno de estos niños, a
mí me recibe. Y el que me reciba a mí, no me recibe a mí,
sino a aquel que me ha enviado". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Jesús ha comenzado a anunciar a sus discípulos el violento rechazo que enfrentará en Jerusalén, ellos desoyen sus advertencias y siguen discutiendo sobre los puestos honoríficos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, participar dignamente en esta Eucaristía, porque cada vez que celebramos el memorial del sacrificio de tu Hijo, se lleva a cabo la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Jn 4, 16)
Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Infúndenos, Señor, el espíritu de tu caridad para que, alimentados del mismo pan del cielo, permanezcamos siempre unidos por el mismo amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Sal 73, 19-22)
Acuérdate, Señor, de tu alianza y no abandones a quienes son perseguidos por alabar tu nombre. Levántate, Señor, sal por tu causa y no eches al olvido los ruegos de los que te imploran. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que en tu misteriosa providencia has querido asociar tu Iglesia a los sufrimientos de tu Hijo, concede el don de la paciencia y de la caridad a los fieles que sufren persecución a causa de tu nombre, para que puedan dar testimonio fiel y creíble de tus promesas. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Eclesiástico (Sirácida): 4, 12-22
La sabiduría instruye
a sus hijos y cuida de aquellos que la buscan. El que ama la sabiduría,
ama la vida; el que madruga para encontrarla, será colmado de gozo; el
que la abraza, heredará la gloria y recibirá la bendición
del Señor en todo lo que emprenda.
Los que sirven a la sabiduría sirven al Señor, que es santo, y
el Señor ama a aquellos que la aman. Quien la escucha, juzgará
con rectitud; quien le hace caso, vivirá tranquilo. El que confía
en ella, llegará a poseerla y la dejará en herencia a sus descendientes.
Al principio, la sabiduría lo llevará por caminos sin rumbo y
lo atormentará con sustos y temores, lo hará sufrir con la conducta
que le impone y lo pondrá a prueba con sus órdenes. Pero, una
vez que la acepte de corazón, la sabiduría lo conducirá
gozoso por el camino recto y le revelará sus secretos; pero si él
no le hace caso, ella lo abandonará y lo dejará seguir su camino
de perdición. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los aprendices de la sabiduría
disfrutan de abundantes frutos: saben vivir, aprenden a distinguir en las situaciones
concretas de la vida el bien del mal y reciben su bendición.
Del salmo 118 R/. Quienes aman tus leyes, de inmensa paz disfrutan. Aleluya.
Quienes aman tus leyes, de inmensa paz disfrutan; para ellos no hay tropiezos.
Observo tus mandatos, obedezco tus órdenes; tú conoces mi vida.
R/.
Brotarán de mis labios, Señor, tus alabanzas, pues tu ley me enseñaste.
En honor de tus leyes entonaré cantares, porque todas son justas. R/.
De ti, Señor, con ansias deseo mi salvación; tu leyes mi deleite.
Que sólo viva yo, Señor, para alabarte y que tu ley me ayude.
R/.
ACLAMACIÓN (Jn 14,
6) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre, si no es por mí,
dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 9, 38-40
En aquel tiempo, Juan le dijo a Jesús: "Hemos visto a uno que expulsaba a los demonios en tu nombre, y como no es de los nuestros, se lo prohibimos". Pero Jesús le respondió: "No se lo prohíban, porque no hay ninguno que haga milagros en mi nombre, que luego sea capaz de hablar mal de mí. Todo aquel que no está contra nosotros, está a nuestro favor". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
En este proverbio Jesús recomienda el principio de la inclusión y la tolerancia. Los seguidores anónimos de Jesús no tienen por qué ser rechazados por el grupo creyente.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, nuestras humildes ofrendas y oraciones y concede, a cuantos padecen persecución por servirte con fidelidad, el gozo de verse asociados al sacrificio de tu Hijo Jesucristo y la intima certeza de que se hallan escritos sus nombres en el libro de los elegidos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 10, 32)
A quien me reconozca delante de los hombres yo también lo reconoceré ante mi Padre, que está en los cielos, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Con la fuerza de este sacramento, confírmanos, Señor, en la verdad y concede a nuestros hermanos perseguidos la fuerza y la alegría que da al cristiano el ir con su cruz detrás de Cristo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTIFONA DE ENTRADA (Hb 7, 24)
Cristo, mediador de la nueva alianza, por el hecho de permanecer para siempre, posee un sacerdocio perpetuo. Aleluya.
Se dice gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que para gloria tuya y salvación de todos los hombres constituiste Sumo y Eterno Sacerdote a tu Hijo, Jesucristo, concede a quienes él ha elegido como ministros suyos y administradores de sus sacramentos y de su Evangelio, la gracia de ser fieles en el cumplimiento de su ministerio. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 52, 13-53, 12
He aquí que mi siervo
prosperará, será engrandecido y exaltado, será puesto en
alto. Muchos se horrorizaron al verlo, porque estaba desfigurado su semblante,
que no tenía ya aspecto de hombre; pero muchos pueblos se llenaron de
asombro. Ante él los reyes cerrarán la boca, porque verán
lo que nunca se les había contado y comprenderán lo que nunca
se habían imaginado.
¿Quién habrá de creer lo que hemos anunciado? ¿A
quién se le revelará el poder del Señor? Creció
en su presencia como planta débil, como una raíz en el desierto.
No tenía gracia ni belleza. No vimos en él ningún aspecto
atrayente; despreciado y rechazado por los hombres, varón de dolores,
habituado al sufrimiento; como uno del cual se aparta la mirada, despreciado
y desestimado.
Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores;
nosotros lo tuvimos por leproso, herido por Dios y humillado, traspasado por
nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. El soportó
el castigo que nos trae la paz. Por sus llagas hemos sido curados.
Todos andábamos errantes como ovejas, cada uno siguiendo su camino, y
el Señor cargó sobre él todos nuestros crímenes.
Cuando lo maltrataban, se humillaba y no abría la boca, como un cordero
llevado a degollar; como oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría
la boca.
Inicuamente y contra toda justicia se lo llevaron. ¿Quién se preocupó
de su suerte? Lo arrancaron de la tierra de los vivos, lo hirieron de muerte
por los pecados de mi pueblo, le dieron sepultura con los malhechores a la hora
de su muerte, aunque no había cometido crímenes, ni hubo engaño
en su boca.
El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento. Cuando entregue su vida
como expiación, verá a sus descendientes, prolongará sus
años y por medio de él prosperarán los designios del Señor.
Por las fatigas de su alma, verá la luz y se saciará; con sus
sufrimientos justificará mi siervo a muchos, cargando con los crímenes
de ellos.
Por eso le daré una parte entre los grandes, y con los fuertes repartirá
despojos, ya que indefenso se entregó a la muerte y fue contado entre
los malhechores, cuando tomó sobre sí las culpas de todos e intercedió
por los pecadores. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El cuarto cántico
del siervo está lleno de símbolos y alusiones que ayudaron a los
cristianos a entender y acoger la pasión de Jesús como parte del
designio divino.
Del salmo 39 R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad. Aleluya.
Cuántas maravillas has echo, Señor y Dios mío, cuántos
planes en favor nuestro. Nadie se te puede comparar. R/.
En tus libros se me ordena hacer tu voluntad; esto es, Señor, lo que
deseo en medio de mi corazón. R/.
He anunciado tu Justicia en la gran asamblea; no he cerrado mis labios, tú
o sabes, Señor. R/.
No calle tu Justicia, antes bien, proclame tu lealtad y tu auxilio. Tu amor
y tu lealtad no los he ocultado a la gran asamblea. R/.
ACLAMACIÓN (Is 42,
1) R/. Aleluya, aleluya.
Miren a mi siervo, a quien sostengo; a mi elegido, en quien tengo mis complacencias.
En él he puesto mi espíritu, para que haga brillar la justicia
sobre las naciones. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 22, 14-20
En aquel tiempo, llegada
la hora de cenar, se sentó Jesús con sus discípulos y les
dijo: "Cuánto he deseado celebrar esta Pascua con ustedes, antes
de padecer, porque yo les aseguro que ya no la volveré a celebrar, hasta
que tenga cabal cumplimiento en el Reino de Dios". Luego tomó en
sus manos una copa de vino, pronunció la acción de gracias y dijo:
"Tomen esto y repártanlo entre ustedes, porque les aseguro que ya
no volveré a beber del fruto de la vid hasta que venga el Reino de Dios".
Tomando después un pan, pronunció la acción de gracias,
lo partió y se los dio diciendo: "Esto es mi cuerpo, que se entrega
por ustedes. Hagan esto en memoria mía". Después de cenar,
hizo lo mismo con una copa de vino, diciendo: "Esta copa es la nueva alianza,
sellada con mi sangre, que se derrama por ustedes". Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús celebra con los suyos un banquete final. En el marco de esa comida se apropia de los símbolos de la comida y les comunica que va a enfrentar una muerte expiatoria y martirial.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Ir Que Jesucristo, nuestro Mediador, haga que te sean aceptables, Señor, nuestras ofrendas y que su sacrificio redentor nos haga vivir cada día más unidos a él, para que toda nuestra vida sea grata a tus ojos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Ya que, por la unción del Espíritu Santo, constituiste a tu Hijo
unigénito, Pontífice de la alianza nueva y eterna, y has querido
que su sacerdocio único se perpetuara en la Iglesia.
Porque Cristo no sólo comunica la dignidad del sacerdocio real, a todo
el pueblo redimida, sino que, con especial predilección y mediante la
Imposición de las manos, elige a algunos de entre los hermanos, y los
hace partícipes de su ministerio de salvación, a fin de que renueven,
en su nombre, fiel sacrificio redentor, preparen para tus hijos el banquete
pascual, fomenten la caridad en su pueblo santo, lo alimenten con la palabra;
lo fortifiquen con los sacramentos y, consagrando su vida a ti y a la salvación
de sus hermanos, se esfuercen por reproducir en sí la imagen de Cristo
y te den un constante testimonio de fidelidad y de amor.
Por eso, Señor, con todos los ángeles y santos, te alabamos, cantando
llenos de alegría: Santo, Santo, Santo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
(Mt 28, 20)
Sepan que yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del
mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos ofrecido en el sacrificio y recibido en la comunión, sean para nosotros, Señor, el principio de una vida nueva, a fin de que, unidos a ti por el amor, demos frutos que permanezcan para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Bernardino de Siena. presbítero; beata Columba de Rieti, religiosa y Etelberto Kent, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 5, 9-10)
Sin distinción de raza, lengua, pueblo o nación, nos compraste, Señor, con tu Sangre e hiciste de nosotros un Reino para Dios.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que has redimido a todos los hombres con la preciosa Sangre de tu Hijo, protege en nosotros la obra de tu misericordia, para que, celebrando siempre el misterio de nuestra salvación merezcamos alcanzar sus frutos eternos. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Eclesiástico (Sirácida): 6, 5-17
Las palabras amistosas multiplican
el número de amigos, los labios amables aumentan los saludos. Es bueno
que te saluden muchos; pero que uno solo entre mil sea tu amigo íntimo.
Cuando hagas una nueva amistad, vete con tiento; no te le confíes tan
fácilmente, pues hay amigos que la son por conveniencia y no son fieles
en el día de la desgracia. Hay amigos que se vuelven enemigos y descubren
con afrenta los motivos del pleito. Hay amigos que te acompañan a comer,
pero nunca se aparecen en la hora de las penas: cuando te va bien, están
contigo, cuando te va mal, huyen de ti; si te ocurre una desgracia, cambian
de actitud y se esconden de tu vista. Aléjate de tus enemigos y sé
precavido con tus amigos.
El amigo fiel es un refugio que da seguridad; el que la encuentra, ha encontrado
un tesoro. El amigo fiel no tiene precio: ningún dinero ajusta para comprarlo.
El amigo fiel es un tónico de vida. Los que aman al Señor la encontrarán;
el que teme al Señor sabe ser fiel amigo y hace a sus amigos como él.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Este elogio de la amistad
enaltece entre todas las cualidades la fidelidad. Un amigo fiel es un refugio
y un tesoro que Dios concede a cuantos la sirven y la respetan.
Del salmo 118 R/. Señor, guíame por la senda de tu ley. Aleluya.
Señor, bendito seas; enséñame tus leyes. En tus preceptos
tengo, mis delicias, jamás me olvidaré de tus palabras. R/.
Ábreme los ojos para ver las maravillas de tu voluntad. Dame nueva luz
para conocer tu ley y para meditar las maravillas de tu amor. R/.
Enséñame a cumplir tu voluntad y a guardarla de todo corazón.
Guíame por la senda de tu ley, que es lo que quiero. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Jn 17, 17) R/. Aleluya, aleluya.
Tu palabra, Señor, es la verdad; santifícanos en la verdad. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 10, 1-12
En aquel tiempo, se fue
Jesús al territorio de Judea y Transjordania, y de nuevo se le fue acercando
la gente; él les estuvo enseñando, como era su costumbre. Se acercaron
también unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: "¿Le
es lícito a un hombre divorciarse de su esposa?"
El les respondió: "¿Qué les prescribió Moisés?"
Ellos contestaron: "Moisés nos permitió el divorcio mediante
la entrega de un acta de divorcio a la esposa". Jesús les dijo:
"Moisés prescribió esto, debido a la dureza del corazón
de ustedes. Pero desde el principio, al crearlos, Dios los hizo hombre y mujer.
Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a
su esposa serán los dos una sola carne. De modo que ya no son dos, sino
una sola carne. Por eso, lo que Dios unió, que no lo separe el hombre".
Ya en casa, los discípulos le volvieron a preguntar sobre el asunto.
Jesús les dijo: "Si o se divorcia de su esposo y se divorcia de
su marido y se casa con otro, comete adulterio". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Los escribas judíos han hecho una interpretación abusiva de la ley sobre el divorcio. Jesús la supera anteponiendo a ésa mandato original de Dios, que favorece las relaciones de Igualdad.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al presentarte nuestras ofrendas, te suplicamos, Señor, que por medio de estos misterios nos acerquemos a Jesús, y renovemos la acción salvadora de su Sangre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. 1 Co 10, 16)
El cáliz de nuestra acción de gracias nos une a todos en la Sangre de Cristo; y el pan que partimos nos une a todos en el Cuerpo del Señor. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo sido reconfortados con el alimento y la bebida de salvación, te pedimos, Señor, que nos purifiques siempre con la Sangre de nuestro Salvador, y que la conviertas en fuente de agua que brote para darnos vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Aquellos que siguieron en la tierra las huellas de Cristo, se alegran ahora en el cielo; y porque la amaron hasta morir por él, con él se gozan eternamente. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que concediste a los santos Cristóbal Magallanes, presbítero: y sus compañeros, el don de la fortaleza, para ser fieles servidores de Cristo Rey hasta el martirio, concédenos, por su intercesión, que perseverando en la confesión de la fe verdadera, obedezcamos siempre con amor los mandamientos de tu Hijo Jesucristo, que vive y reina contigo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Eclesiástico (Sirácida): 17, 1-13
El Señor formó
de tierra a los hombres y los hace retornar a ella. Les señaló
un número contado de días y les dio dominio sobre las cosas de
la tierra. Les concedió un poder semejante al suyo y los hizo conforme
a su propia imagen. A todo viviente le infundió el temor a los hombres,
para que éstos dominaran a las bestias y a las aves.
Les formó lengua, boca, ojos y oídos, y les concedió la
mente para que pudieran razonar. Los colmó de ciencia y sabiduría
y les mostró el bien y el mal. Con la luz de su mirada iluminó
sus corazones, para hacerles ver la grandeza de sus obras y así alabaran
su santo nombre y proclamaran sus maravillas.
Mayor sabiduría les concedió al darles en herencia la ley de la
vida. Estableció con ellos una alianza eterna y les dio a conocer sus
mandamientos.
Los hombres contemplaron con sus ojos la grandeza del Señor y oyeron
la majestad de su voz con sus oídos. Les ordenó evitar toda injusticia
y les dio preceptos acerca del prójimo. La conducta de los hombres es
patente a la vista del Señor, no puede ocultarse a su mirada. El Señor
le puso un jefe a cada nación, pero Israel es su pueblo predilecto. Para
el Señor, todas las acciones del hombre son tan claras como la luz del
sol; sus ojos siempre están observando la conducta del hombre. Palabra
de Dios. Te alabamos, señor.
Del salmo 102 R/. La misericordia
del Señor dura por siempre. Aleluya.
Como un padre es compasivo con sus hijos, así es compasivo el Señor
con quien lo ama; pues bien sabe él de lo que estamos hechos, y de que
somos barro no se olvida. R/.
La vida del hombre es como la hierba, brota como una flor silvestre: tan pronto
la azota el viento, deja de existir y nadie vuelve a saber nada de ella. R/.
El amor del Señor a quien lo teme es un amor eterno, y entre aquellos
que cumplen con su alianza, pasa de hijos a nietos su justicia. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Mt 11, 25) R/. Aleluya, aleluya.
Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado
los misterios del Reino a la gente sencilla. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 10, 13-16
En aquel tiempo, la gente
le llevó a Jesús unos niños para que los tocara, pero los
discípulos trataban de impedirlo. Al ver aquello, Jesús se disgustó
y les dijo: "Dejen que los niños se acerquen a mí y no se
los impidan, porque el Reino de Dios es de los que son como ellos. Les aseguro
que el que no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará
en él". Después tomó en brazos a los niños
y los bendijo imponiéndoles las manos. Palabra del Señor. T. Gloria
a ti, Señor Jesús.
En el tiempo de Jesús los niños no eran considerados ni respetados
por su valía. Jesús los acoge, los abraza los bendice, y de esa
manera demuestra su valía y su dignidad.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Padre santo, las ofrendas que te presentamos en honor de tus santos mártires y concédenos permanecer firmes en la confesión de tu nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Jn 21, 12-13)
Ustedes son los que han perseverado conmigo en mis pruebas, y yo les preparo un Reino, dice el Señor, para que en él coman y beban en mi mesa. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, que admirablemente ilustraste el misterio de la cruz con el ejemplo de tus santos mártires, concédenos la gracia, ya que hemos sido alimentados con el Cuerpo de Cristo, de seguirlo con fidelidad en la Iglesia para la salvación de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LA SANTISIMA TRINIDAD
Santos: Rita de Casia, religiosa, y Joaquina de Vedruna, fundadora.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Bendito sea Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, porque nos ha mostrado un amor inmenso. Aleluya.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios Padre, que al enviar al mundo al Verbo de verdad y al Espíritu de santidad revelaste a los hombres tu misterio admirable, concédenos que al profesar la fe verdadera, reconozcamos la gloria de la eterna Trinidad y adoremos la unidad de su majestad omnipotente. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Éxodo: 34, 4-6, 8-9
En aquellos días,
Moisés subió de madrugada al monte Sinaí llevando en la
mano las dos tablas de piedra, como le había mandado el Señor.
El Señor descendió en una nube y se le hizo presente.
Moisés pronunció entonces el nombre del Señor, y el Señor,
pasando delante de él, proclamó: "Yo soy el Señor,
el Señor Dios, compasivo y clemente, paciente, misericordioso y fiel".
Al instante, Moisés se postró en tierra y lo adoró, diciendo:
"Si de veras he hallado gracia a tus ojos, dígnate venir ahora con
nosotros, aunque este pueblo sea de cabeza dura; perdona nuestras iniquidades
y pecados, y tómanos como cosa tuya". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
El Señor se presenta
ante Moisés como un Dios compasivo y misericordioso, dispuesto siempre
a perdonar Moisés aprovecha el momento e intercede a favor de su pueblo.
Del salmo Daniel 3 R/. Bendito seas para siempre, Señor. Aleluya.
Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres. Bendito sea tu nombre santo
y glorioso. R/.
Bendito seas en el templo santo y glorioso. Bendito seas en el trono de tu reino.
R/.
Bendito eres tú, Señor, que penetras con tu mirada los abismos
y te sientas en un trono rodeado de querubines. Bendito seas, Señor,
en la bóveda del cielo. R/.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 13,
11-13
Hermanos: Estén alegres, trabajen por su perfección, anímense
mutuamente, vivan en paz y armonía. Y el Dios del amor y de la paz estará
con ustedes.
Salúdense los unos a los otros con el saludo de paz. Los saludan todos
los fieles. La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre
y la comunión del Espíritu Santo estén siempre con ustedes.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Credo
El apóstol exhorta con estas recomendaciones finales a los cristianos de Corinto para que vivan alegres y concordes, a sabiendas de que Dios siempre los favorecerá con su presencia.
ACLAMACIÓN (cfr.
Ap 1 .8) R/. Aleluya, aleluya.
Gloria al Padre y a Hijo y al Espíritu Santo. Al Dios que es, que era
y que vendrá. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 3, 16-18
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga la vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salvara por él. El que cree en él no será condenado; pero el que no cree ya está condenado, por no haber creído en el Hijo único de Dios". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
En este conciso razonamiento, Jesús expone las intenciones salvadoras del Padre, que ha enviado a su hijo para patentizar al mundo la hondura de su amor extraordinario.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por la invocación de tu nombre, santifica, Señor, estos dones que te presentamos y transfórmanos por ellos en una continua oblación a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Que con tu único Hijo y el Espíritu Santo eres un solo Dios, un
solo Señor, no en la singularidad de una sola persona, sino en la trinidad
de una sola substancia. Y lo que creemos de tu gloria, porque tú lo revelaste,
eso mismo lo afirmamos de tu Hijo y también del Espíritu Santo,
sin diferencia ni distinción.
De modo que al proclamar nuestra fe en la verdadera y eterna divinidad, adoramos
a tres personas distintas en la unidad de un solo ser e iguales en su majestad.
A quien alaban los ángeles y los arcángeles, y todos los coros
celestiales, que no cesan de aclamarte con una sola voz: Santo, Santo, Santo.
ANTIFONA DE LA COMUNIÓN (Ga 4, 6)
Porque ustedes son hijos de Dios, Dios infundió en sus corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: Padre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la recepción de este sacramento y nuestra profesión de fe en la Trinidad santa y eterna, y en su unidad ni divisible, nos aprovechen, Señor, Dios nuestro, para la salvación del cuerpo y del alma. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO: Estos versículos pudieran darnos la impresión de que Dios castiga con demasiada severidad la incredulidad: El no creyente ya esta Juzgado, dice el evangelista. En cambio, el creyente ya ha pasado de la muerte a la vida. Si reflexionamos más detenidamente estas afirmaciones básicas de la fe, caemos en la cuenta de que la entrega de Jesús es un don amoroso. y quien se resiste a creer en Jesús, lo está rechazando y está cerrándose al don del amor. El don del amor no puede imponerse a la fuerza. Quien lo acoge, se abre al amado; quien se resiste, se autoexcluye por propia decisión.
Santos: Desiderio de Vienne, obispo; Juan Bautista Rossi, presbítero, y Juana Antida. fundadora.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 7. 9)
Vi una muchedumbre innumerable de toda nación y raza, pueblo y lengua.
ORACIÓN COLECTA
Señor y Dios nuestro, que en la nueva alianza instituida por Cristo continúas formándote, sin distinción de razas ni fronteras, un pueblo que tu Espíritu Santo congrega en la unidad, haz que tu Iglesia, fiel a la misión que le confiaste, comparta siempre las alegrías y las esperanzas de la humanidad y sea como su fermento y su alma, para convertir a todos los hombres a Cristo y hacerlos hijos de Dios. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Eclesiástico (Sirácida): 17,20-28
A los que se arrepienten, el Señor los ayuda a volver, y él reanima a los que pierden la esperanza. Vuélvete al Señor y deja ya de pecar, póstrate en su presencia y quita los Obstáculos. Aléjate de la injusticia y vuélvete al Altísimo, aborrece con toda el alma lo que él aborrece. ¿Quién alabará al Altísimo en el sepulcro, como aquellos que le dan gloria mientras viven? El muerto ya no alaba al Señor, pues ya no existe; es el bueno y sano quien le da gloria. Cuán grande es la misericordia del Señor y su perdón para los que se vuelven a él. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Este trozo reafirma la doctrina clásica de la retribución. Dios conoce el obrar de sus hijos, sanciona su proceder, les da tiempo para arrepentirse y se complace en perdonarlos.
Del salmo 31 R/. Perdona,
Señor, nuestros pecados. Aleluya.
Dichoso aquel que ha sido absuelto de su culpa y su pecado. Dichoso aquel en
el que Dios no encuentra ni delito ni engaño. R/.
Ante el Señor reconocí mi culpa, no oculté mi pecado. Te
confesé, Señor, mi gran delito y tú me has perdonado. R/.
Por eso, en el momento de la angustia, que todo fiel te invoque, y no lo alcanzarán
las grandes aguas, aunque éstas se desborden. R/.
ACLAMACÓN (2. Co
8, 9) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre, para enriquecemos con su pobreza. R/.
Lectura. (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos. 10, 17-27
En aquel tiempo, cuando
salía Jesús al camino, se le acercó corriendo un hombre,
se arrodilló ante él y le preguntó: "Maestro bueno,
¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?". Jesús
le contestó: "¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno
sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No matarás, no cometerás
adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, no cometerás
fraudes, honrarás a tu padre y a tu madre".
Entones él le contestó: "Maestro, todo eso lo he cumplido
desde muy joven". Jesus lo miro con amor y le dijo: Solo una cosa te falta:
Ve y vende lo que tienes, da el dinero a los pobres y así tendrás
un tesoro en los cielos. Después, ven, sígueme". Pero al
oír estas palabras, el hombre se entristeció y se fue apesadumbrado,
porque tenía muchos bienes. Jesús, mirando a su alrededor, dijo
entonces a sus discípulos: "¡Qué difícil les
va a ser a los ricos entrar en el Reino de Dios!". Los discípulos
quedaron sorprendidos ante estas palabras; pero Jesús insistió:
"Hijitos, qué difícil es para los que confían en las
riquezas, entrar e el Reino de. Dios! Más facil le es a un camello pasar
por el ojo de una aguja, que a un, rico entrar en el Reino de Dios".
Ellos se asombraron todavía más y comentaban entre sí:"Entonces,
¿quién puede salvarse?" Jesús, mirándolos fijamente,
les dijo: "Es imposible para los hombres, mas no para Dios. Para Dios todo
es posible". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
El mandato dado por Jesús al joven rico es una exigencia de justicia. Es un imperativo radical que exhorta a lo discípulos a inventar forma eficaces de vivir la justicia.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos y concede a tu Iglesia, nacida del costado de Cristo en la cruz, encontrar en la participación de este sacrificio la santidad de vida que la haga más digna de su autor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ap 7, 12)
La alabanza, la gloria, la sabiduría, las gracias, el honor, la potencia y la fuerza se deben a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el sacramento de tu Hijo, te pedimos, Señor, que hagas fecunda la actividad de tu Iglesia, para que no cese de revelar a los pobres la inagotable riqueza del Evangelio, puesto que tú los has llamado a formar la parte escogida de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: María Auxiliadora: Donaciano y Rogaciano, mártires, y Susana y compañeros, mártires.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 95, 1, 6)
Canten al Señor un cántico nuevo, hombres de toda la tierra, canten al Señor. Hay brillo y esplendor en su presencia, y en su templo, belleza y majestad.
ORACIÓN COLECTA
Dios eterno y todopoderoso, conduce nuestra vida el camino de tus mandamientos para que, unidos a tu Hijo amado, podamos producir frutos abundantes. Por nuestro Señor Jesucristo".
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Eclesiástico (Sirácida): 35, 1-15
La ofrenda más grata
al Señor es la que ofrece aquel que cumple su ley. El que guarda los
mandamientos ofrece un sacrificio de acción de gracias, el que hace favores
al prójimo ofrenda el mejor trigo, el que da limosna ofrece un sacrificio
de alabanza.
Apartarse del mal es darle gusto al Señor, evitar la injusticia es sacrificio
de expiación por el pecado; no te presentes, pues, ante Dios con las
manos vacías: todo esto es mandato del Señor.
La ofrenda del justo enriquece el altar y su aroma sube hasta el Altísimo.
La ofrenda del justo es agradable a Dios y su memorial no será olvidado.
Honra al Señor con ánimo alegre y no seas tacaño al pagarle
tus primicias. Haz tu ofrenda de buena gana y santifica con gozo tus diezmos.
Dale al Altísimo según la medida en que él te ha dado a
ti; dale tan generosamente como puedas, porque el Señor sabe recompensar
y te dará siete veces más.
No pienses en sobornar al Señor, porque él no recibirá
tus dones, ni confíes en la ofrenda de cosas mal habidas, porque el Señor
es un juez que no se deja impresionar por apariencias. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Este listado puede considerarse
indudablemente como una serie de sacrificios espirituales, los cuales son más
agradables a Dios que todos los sacrificios materiales.
Del salmo 49 R/. Dios salva al que cumple su voluntad. Aleluya.
Congreguen ante mí a los que sellaron sobre el altar mi alianza. Es Dios
quien va a juzgar y el cielo mismo lo declara. R/.
Israel, pueblo mío, escucha atento; en contra tuya yo, tu Dios, declaro:
No voy a reclamarte sacrificios, pues siempre están ante mí tus
holocaustos. R/.
Mejor ofrece a Dios tu gratitud y cumple tus promesas al Altísimo. Quien
las gracias me da, ése me honra, y yo salvaré al que cumple mi
voluntad. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Mt 11, 25) R/. Aleluya, aleluya.
Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por que has revelado
los misterios del Reino a la gente sencilla. R/
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 10, 28-31
En aquel tiempo, Pedro le dijo a Jesús: "Señor, ya ves que nosotros lo hemos dejado todo para seguirte". Jesús le respondió: "Yo les aseguro: Nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o padre o madre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, dejará de recibir, en esta vida, el ciento por uno en casas, hermanos y hermanas, madres e hijos y tierras, junto con persecuciones, y en el otro mundo, la vida eterna. Y muchos que ahora son los primeros serán los últimos, y muchos que ahora son los últimos, serán los primeros". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Los discípulos que, como Pedro, han abandonado bienes y familia, recibirán como recompensa una familia ampliada, vida eterna y persecuciones por su fidelidad a Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, con bondad, los dones que te presentamos y santifícalos por medio de tu Espíritu para que se nos conviertan en sacramento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 33. 6)
Acudan al Señor, pongan en él su confianza y no quedarán defraudados.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te damos gracias, Señor, por habernos alimentado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y te pedimos que este don tuyo sea para nosotros fuente inagotable de vida. Por Jesucristo nuestro Señor.
Santos: Beda el Venerable. doctor de la Iglesia; Gregorio VII, papa, y María Magdalena de Pazzi, virgen.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Lc 4, 18. 19)
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar la Buena Nueva a los pobres y anunciar su liberación a los cautivos, dice el Señor.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que constituiste a tu Hijo como Sumo y Eterno Sacerdote, concede a cuantos él eligió como ministros y dispensadores de tus sacramentos permanecer fieles en el cumplimiento de su ministerio. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Eclesiástico (Sirácida): 36, 1-2. 5-6. 13-19
Míranos y ten piedad
de nosotros, Señor, Dios del universo; infunde tu temor a todas las naciones,
para que ellas sepan, como nosotros lo sabemos, que no hay otro Dios fuera de
ti.
Repite tus prodigios y haz nuevos portentos; reúne a todas las tribus
de Jacob, y devuélveles la tierra que antaño poseyeron.
Ten compasión del pueblo que lleva tu nombre: de Israel, a quien elegiste
por primogénito. Ten compasión de tu ciudad santa, Jerusalén,
que es el lugar de tu reposo.
Llena a Sión con la fama de tus maravillas y a tu pueblo con tu gloria;
cumple las promesas que hiciste a tus primeros hijos, realiza las profecías
pronunciadas en tu nombre. Recompensa a los que esperan en ti, para mostrar
que tus profetas son dignos de fe.
Por amor a tu pueblo escucha las súplicas de tus siervos; y que toda
la tierra reconozca que tú eres el Señor, el Dios eterno.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Israel suplica confiadamente
al Señor, y le implora para que manifieste su gloria y su poder ante
todas las naciones y se compadezca de su pueblo.
Del salmo 78 R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia. Aleluya.
No recuerdes, Señor, contra nosotros las culpas de nuestros padres. Que
tu amor venga pronto a socorrernos, porque estamos totalmente abatidos. R/.
Para que sepan quién eres, socórrenos, Dios y salvador nuestro.
Para que sepan quién eres, sálvanos y perdona nuestros pecados.
R/.
Que lleguen hasta ti los gemidos del cautivo; con tu brazo poderoso salva a
los condenados a muerte. Y nosotros, pueblo tuyo y ovejas de tu rebaño,
te daremos gracias siempre y de generación en generación te alabaremos.
R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Mc 10. 45) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo vino a servir y a dar su vida por la salvación de todos. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 10, 32-45
En aquel tiempo, Jesús
y sus discípulos iban camino de Jerusalén y Jesús se les
iba adelantando. Los discípulos estaban sorprendidos y la gente que lo
seguía tenía miedo. Él se llevó aparte otra vez
a los Doce y se puso a decirles lo que le iba a suceder: "Ya ven que nos
estamos dirigiendo a Jerusalén y el Hijo del hombre va a ser entregado
a los sumos sacerdotes y a los escribas; van a condenarlo a muerte y a entregarlo
a los paganos; se van a burlar de él, van a escupirlo, a azotarlo y a
matarlo; pero al tercer día resucitará".
Entonces se acercaron a Jesús Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo,
y le dijeron: "Maestro, queremos que nos concedas lo que vamos a pedirte".
El les dijo: "¿Qué es lo que desean?". Le respondieron:
'Concede que no sentemos a tu derecha y otro a tu Izquierda, cuando estés
en tu gloria".
Jesús les replicó: "No saben lo que piden. ¿Podrán
pasar la prueba que yo voy a pasar y recibir el bautismo con que seré
bautizado?". Le respondieron: "Sí podemos". Y Jesús
les dijo: "Ciertamente pasarán la prueba que yo voy a pasar y recibirán
el bautismo con que yo seré bautizado; pero eso de sentarse a mi derecha
o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; eso es para quienes está
reservado".
Cuando los otros diez apóstoles oyeron esto, se indignaron contra Santiago
y Juan. Jesús reunió entonces a los Doce y les dijo: "Ya
saben que los jefes de las naciones las gobiernan como si fueran sus dueños
y los poderosos las oprimen. Pero no debe ser así entre ustedes. Al contrario
el que quiera ser grande entre ustedes que sea su servidor, y el que quiera
ser el primero, que sea el esclavo de todos, así como el Hijo del hombre,
que no ha venido a que lo sirvan, sino a servir y a dar su vida por la redención
de todos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Cuantos ejercemos algún cargo de autoridad y somos a la vez discípulos de Jesús, estamos invitados a ejercerla a la manera de Jesús, como servidores de todos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Tú, que has querido que los sacerdotes estén al servicio del altar y de tu pueblo, concédeles, Señor, por la fuerza de este sacrificio, que su ministerio te sea siempre grato y rinda frutos permanentes para tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 17, 17-18)
Padre santo, santifícalos en la verdad. Como tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que este sacrificio eucarístico que te hemos ofrecido y del cual hemos participado, santifique, Señor, a tus sacerdotes y a todos tus fieles para que, en plena comunión contigo, colaboren con todas sus fuerzas a la edificación de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: El Cuerpo y la Sangre de Felipe Neri, fundador, y Mariana de Jesús Paredes, virgen.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 80, 17)
Alimentó a su pueblo con lo mejor del trigo y lo sació con míel sacada de la roca. Aleluya. Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Señor nuestro Jesucristo, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, concédenos venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú, que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Deuteronomio: 8, 2-3. 14-16
En aquel tiempo, habló
Moisés al pueblo y le dijo: "Recuerda el camino que el Señor,
tu Dios, te ha hecho recorrer estos cuarenta años por el desierto, para
afligirte, para ponerte a prueba y conocer si ibas a guardar sus mandamientos
o no.
Él te afligió, haciéndote pasar hambre, y después
te alimentó con el maná, que ni tú ni tus padres conocían,
para enseñarte que no sólo de pan vive el hombre, sino también
de toda palabra que sale de la boca de Dios.
No sea que te olvides del Señor, tú Dios, que te sacó de
Egipto y de la esclavitud; que te hizo recorrer aquel desierto inmenso y terrible,
lleno de serpientes y alacranes; que en una tierra árida hizo brotar
para ti agua de la roca más dura, y que te alimentó en el desierto
con un maná que no conocían tus padres". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Moisés exhorta al
pueblo a que no incurra en el olvido y la desmemoria. Cuando el pueblo prospere,
se olvidará de su Señor y vivirá satisfecho y engreído
por sus conquistas.
Del salmo 147 R/. Bendito sea el Señor. Aleluya.
Glorifica al Señor, Jerusalén, a Dios ríndele honores,
Israel. Él refuerza el cerrojo de tus puertas Y bendice a tus hijos en
tu casa. R/.
Él mantiene la paz en tus fronteras, con su trigo mejor sacia tu hambre.
Él envía a la tierra su mensaje Y su palabra corre velozmente.
R/.
Le muestra a Jacob sus pensamientos, sus normas y designios a Israel. No ha
hecho nada igual con ningún pueblo, ni le ha confiado a otro sus proyectos.
R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 10, 16-17
Hermanos: El cáliz de la bendición con el que damos gracias, ¿no nos une a Cristo por medio de su sangre? y el pan que partimos, ¿no nos une a Cristo por medio de su cuerpo? El pan es uno, y así nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque todos comemos del mismo pan. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La participación en el banquete del cuerpo y la sangre de Jesús crea lazos de comunión y solidaridad, los cuales son descritos con las imágenes del único cuerpo y el único pan.
SECUENCIA
(Puede omitirse o puede recitarse en forma abreviada, comenzando por la estrofa: *"El pan que del cielo baja").
Al Salvador alabemos,
que es nuestro pastor y guía.
Alabémoslo con himnos
y canciones de alegría.
Alabémoslo sin límites
y con nuestras fuerzas todas;
pues tan grande es el Señor,
que nuestra alabanza es poca.
Gustosos hoy aclamamos
a Cristo, que es nuestro pan,
pues él es el pan de vida,
que nos da vida inmortal.
Doce eran los que cenaban
y les dio pan a los doce.
Doce entonces lo comieron,
y, después, todos los hombres.
Sea plena la alabanza
y llena de alegres cantos;
que nuestra alma se desborde
en todo un concierto santo.
Hoy celebramos con gozo
la gloriosa institución
de este banquete divino,
el banquete del Señor.
Esta es la nueva Pascua,
Pascua del único Rey,
que termina con la alianza
tan pesada de la ley.
Esto nuevo, siempre nuevo,
es la luz de la verdad,
Puede ser tan sólo uno
el que se acerca al altar,
o pueden ser multitudes:
Cristo no se acabará.
Lo comen buenos y malos,
con provecho diferente;
no es lo mismo tener vida
que ser condenado a muerte.
A los malos les da muerte
Y a los buenos les da vida.
¡Qué efecto tan diferente
tiene la misma comida!
Si lo parten, no te apures;
sólo parten lo exterior;
en el mínimo fragmento
entero late el Señor.
Cuando parten lo exterior,
sólo parten lo que has visto;
que sustituye a lo viejo
con reciente claridad.
En aquella última cena
Cristo hizo la maravilla
de dejar a sus amigos
el memorial de su vida.
Enseñados por la Iglesia,
consagramos pan y vino,
que a los hombres nos redimen,
y dan fuerza en el camino.
Es un dogma del cristiano
que el pan se convierte en carne,
y lo que antes era vino
queda convertido en sangre.
Hay cosas que no entendemos,
pues no alcanza la razón;
mas si las vemos con fe,
entrarán al corazón.
Bajo símbolos diversos
y en diferentes figuras,
se esconden ciertas verdades
maravillosas, profundas.
Su sangre es nuestra bebida;
su carne, nuestro alimento;
pero en el pan o en el Vino
Cristo está todo completo.
Quien lo come no lo rompe,
no lo parte ni divide;
él es el todo y la parte;
vivo está en quien lo recibe.
no es una disminución
de la persona de Cristo.
* El
pan que del cielo baja
es comida de viajeros.
Es un pan para los hijos.
¡No hay que tirarlo a los perros!
Isaac, el inocente,
es figura de este pan,
con el cordero de Pascua
y el misterioso mana.
Ten compasión de nosotros,
buen pastor, pan verdadero.
Apaciéntanos y cuídanos
y condúcenos al cielo.
Todo lo puedes y sabes,
pastor de ovejas, divino,
Concédenos en el cielo
gozar la herencia contigo. Amén.
ACLAMACIÓN (Jn 6,
51) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor; el que coma
de este pan vivirá para siempre. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 6, 51-58
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los judíos: "Yo soy el pan vivo, que ha bajado del cielo;
el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo les voy
a dar es mi carne, para que el mundo tenga vida".
Entonces los judíos se pusieron a discutir entre sí: "¿Cómo
puede éste darnos a comer su carne?".
Jesús les dijo: "Yo les aseguro: Si no comen la carne del Hijo del
hombre y no beben su sangre, no podrán tener vida en ustedes. El que
come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré
el último día.
Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi
carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre,
que me ha enviado, posee la vida y yo vivo por él, así también
el que me come vivirá por mí.
Éste es el pan que ha bajado del cielo; no es como el maná que
comieron sus padres, pues murieron. El que come de este pan vivirá para
siempre". Palabra del Señor Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo Jesús se identifica sin vacilaciones como el autentico pan bajado
del cielo. El maná que el pueblo recibió en el desierto era apenas
una señal de la vida plena que él daría.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, concede a tu Iglesia los dones de la unidad y de la paz, simbolizados en las ofrendas sacramentales que te presentamos. Por Jesucristo, nuestro señor.
PREFACIO DE LA SAGRADA EUCARISTIA
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
El cual, verdadero y eterno sacerdote, al instituir el sacrificio perdurable,
se ofreció a ti como víctima salvadora y nos mandó que
lo ofreciéramos como memorial suyo.
En efecto, cuando comemos su carne, inmolada por nosotros, quedamos fortalecidos;
y cuando bebemos su sangre, derramada por nosotros, quedamos limpios de nuestros
pecados.
Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros
celestiales, cantamos sin cesar himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 56)
El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor, disfrutar eternamente del gozo de tu divinidad que ahora pregustamos, en la comunión de tu Cuerpo y de tu Sangre. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Santos: Agustín de Canterbury. obispo; Bruno Wurzburgo, obispo, y Atanasio de Uganda, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Ga 6, 14)
Que nuestra única gloria sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, en quien está nuestra salvación, nuestra vida y resurrección y por quien hemos sido redimidos y liberados. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que quisiste que tu Hijo muriera en la cruz para salvar a todos los hombres, concédenos aceptar por su amor la cruz del sufrimiento aquí en la tierra, para poder gozar en el cielo los frutos de su redención. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Eclesiástico (Sirácide): 44, 1. 9-13
Hagamos el elogio de aquellos
hombres ilustres que fueron nuestros padres. Hay hombres de los que no se conserva
memoria: murieron, y es como si no hubieran existido; vivieron, y es como si
no hubieran vivido ni dejado descendencia.
¡Qué diferentes fueron aquellos hombres de bien! Sus méritos
jamás se han olvidado; han dejado una posteridad que los prolonga y su
herencia pasa de hijos a nietos.
Su linaje permanece fiel a la alianza del Señor. Para siempre existirá
su descendencia y su gloria jamás se extinguirá. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Los malvados terminan su
vida en el descrédito y el olvido. La gente honrada sobrevive durante
varias generaciones. El honrado disfruta de la paz y su fama y su ejemplo perduran.
Del salmo 149 R/. El Señor es amigo de su pueblo. Aleluya.
Entonen al Señor un canto nuevo, en la reunión litúrgica
proclámenlo. En su creador y rey, en el Señor, alégrese
Israel, su pueblo santo. R/.
En honor de su nombre, que haya danzas, alábenlo con arpa y tamboriles.
El Señor es amigo de su pueblo y otorga la victoria a los humildes. R/.
Que se alegren los fieles en el triunfo, que inunde el regocijo sus hogares,
que alaben al Señor con sus palabras, porque en esto su pueblo se complace.
R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Jn 15, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Yo los he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayan y den fruto
y su fruto permanezca. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 11, 11-26
Después de haber
sido aclamado por la multitud, Jesús entró en Jerusalén,
fue al templo y miró todo lo que en él sucedía; pero como
ya era tarde, se marchó a Betania con los Doce.
Al día siguiente, cuando salieron de Betania, sintió hambre. Viendo
a lo lejos una higuera con hojas, Jesús se acercó a ver si encontraba
higos; pero al llegar, sólo encontró hojas, pues no era tiempo
de higos. Entonces le dijo a la higuera: "Que nunca jamás coma nadie
frutos de ti". Y sus discípulos lo estaban oyendo.
Cuando llegaron a Jerusalén, entró en el templo y se puso a arrojar
de ahí a los que vendían y compraban; volcó las mesas de
los que cambiaban dinero y los puestos de los que vendían palomas; y
no dejaba que nadie cruzara por el templo cargando cosas. Luego se puso a enseñar
a la gente, diciéndoles: " ¿Acaso no está escrito:
Mi casa será casa de oración para todos los pueblos? Pero ustedes
la han convertido en una cueva de ladrones".
Los sumos sacerdotes y los escribas se enteraron de esto y buscaban la forma
de matarlo; pero le tenían miedo, porque todo el mundo estaba asombrado
de sus enseñanzas. Cuando atardeció, Jesús y los suyos
salieron de la ciudad.
A la mañana siguiente, cuando pasaban junto a la higuera, vieron que
estaba seca hasta la raíz. Pedro cayó en la cuenta. y le dijo,
a Jesús: "Maestro, mira: la higuera que maldijiste se seco".
Jesús les dijo entonces: "Tengan fe en Dios; les aseguro que si
uno le dice a este monte: 'Quítate de ahí y arrójate al
mar', sin dudar en su corazón y creyendo que va a suceder lo que dice,
lo obtendrá. Por eso les digo: Cualquier cosa que pidan en la oración,
crean ustedes que ya se la han concedido, y la obtendrán. Y cuando se
pongan a orar, perdonen lo que tengan contra otros, para que también
el Padre, que está en el cielo, les perdone a ustedes sus ofensas; porque
si ustedes no perdonan tampoco el Padre, que está en el cielo, les perdonará
a ustedes sus ofensas". Palabra del Señor. Gloria a
ti, Señor Jesús.
Estas escenas finales ponen de manifiesto la esterilidad y decadencia del culto realizado en el templo. Es una higuera seca que no produce frutos de justicia y santidad.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que este sacrificio que Cristo te ofreció sobre la cruz para borrar los pecados del mundo, nos purifique ahora de todas nuestras culpas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 12, 32)
Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor nuestro Jesucristo, tú, que nos has redimido por medio de tu cruz y nos has hecho partícipes de tu Cuerpo y de tu Sangre, concédenos participar también de la gloria de tu resurrección. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Santos: Germán de París, obispo; Guillermo de Aquitania, religioso, y Justo de Urgel. obispo.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Dichosa tú, Virgen María, que llevaste en tu seno al creador del universo; diste a luz al que te creó, y permaneces virgen para siempre.
ORACIÓN COLECTA
Dios de eterna gloria, que has introducido en el mundo la verdadera alegría, Cristo, tu Hijo, sol de justicia nacido de la Virgen Madre; líbranos del peso del pecado que entristece y extingue tu Espíritu en nosotros, y recíbenos en la mesa de tu Reino, para saciamos con el pan que contiene en sí todo deleite. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Eclesiástico (Sirácida): 51, 17-27
Te doy gracias y te alabo,
Señor, y bendeciré tu nombre para siempre.
Desde mi adolescencia, antes de que pudiera pervertirme, decidí buscar
abiertamente la sabiduría. En el templo se la pedí al Señor
y hasta el fin de mis días la seguiré buscando. Dio su flor y
maduró, como racimo de uvas, y mi corazón puso en ella su alegría.
Mi pie avanzó por el camino recto, pues desde mi juventud seguí
sus huellas; tan pronto como le presté oídos, la recibí
y obtuve una gran instrucción. La sabiduría me ha hecho progresar,
por eso glorificaré al que me la concedió.
Decidí ponerla en práctica, busqué ardorosamente el bien
y no quedé defraudado. Luché por ella con toda mi alma, cumpliendo
cuidadosamente la ley.
Levanté mis brazos hacia el cielo y deploré conocerla tan poco.
Concentré en ella mis anhelos y con un corazón puro la poseí.
Desde el principio ella me conquistó, por eso jamás la abandonaré.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El primer paso importante
que tiene que dar el sabio es reconocerse necesitado de sabiduría. El
insensato cree saberlo todo y se conforma con sus necedades.
Del salmo 18 R/. Los mandamientos del Señor alegran el corazón.
Aleluya.
La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables
son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. R/.
En los mandamientos de Dios hay rectitud y alegría para el corazón;
son luz los preceptos del Señor para alumbrar el camino. R/.
La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los mandamientos del Señor
son verdaderos y enteramente justos. R/.
Más deseables que el oro y las piedras preciosas las normas del Señor,
y más dulces que la miel de un panal que gotea. R/.
ACLAMACIÓN (cfr. Col 3, 117) R/. Aleluya, aleluya.
Que la palabra de Cristo habite en ustedes abundantemente. Háganlo todo
dando gracias a Dios Padre, por medio de Cristo. R/.
Lectura. (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos. 11, 27-33
En aquel tiempo, Jesús
y sus discípulos llegaron de nuevo a Jerusalén, y mientras Jesus
caminaba por el templo, se le acercaron los sumos sacerdotes, los escribas y
los ancianos, y le preguntaron: "¿Con qué autoridad haces
todo esto? ¿Quién te ha dado autoridad para actuar así?".
Jesús les respondió: "Les voy a hacer una pregunta. Si me
la contestan yo les diré con qué autoridad hago todo esto. El
bautismo de Juan, ¿era cosa de Dios o de los hombres? Contéstenme".
Ellos se pusieron a razonar entre sí: "Si le decimos que de Dios,
nos dirá: 'Entonces ¿por qué no le creyeron?', y si le
decimos que de los hombres. " Pero, como le tenían miedo a la multitud,
pues todos consideraban a Juan como verdadero profeta, le respondieron a Jesús:
"No lo sabemos". Entonces Jesús les replicó: "Pues
tampoco yo les diré con qué autoridad hago todo esto". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
La tensión entre Jesús y los dirigentes religiosos de Israel ha subido de tono. Jesús los ha desafiado al limpiar el templo, por eso cuestionan el origen de su autoridad.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al venerar la memoria de
la Madre de tu Hijo, te rogamos, Señor, que la ofrenda que te presentamos
nos transforme, por tu gracia, en oblación viva y continua. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Prefacio de la Santísima Virgen María
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 1, 49)
Ha hecho en mí maravillas el Todopoderoso, cuyo nombre es santo. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Ya que participamos de la redención eterna, te pedimos, Señor, que al venerar la memoria de la Madre de tu Hijo, nos gloriemos de la plenitud de tu gracia y sintamos los efectos de tu obra redentora. Por Jesucristo, nuestro Señor.
IX DOMINGO ORDINARIO
Santos: Maximino de Tréveris, obispo, y Bona de Pisa, virgen. beato José Gérard, misionero.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 24, 16.18)
Tengo los ojos puestos en el Señor, porque él me libra de todo peligro. Mírame, Dios mío, y ten piedad de mí, que estoy solo y afligido.
ORACIÓN COLECTA
Nos acogemos, Señor, a tu providencia, que nunca se equivoca, y te pedimos humildemente que apartes de nosotros todo mal y nos concedas aquello que pueda contribuir a nuestro bien. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Deuteronomio: 11, 18. 26-28. 32
En aquellos días,
Moisés habló al pueblo y le dijo: "Pongan en su corazón
y en sus almas estas palabras mías; atenlas a su mano como una señal,
llévenlas como un signo sobre la frente.
Miren: He aquí que yo pongo hoy delante de ustedes la bendición
y la maldición. La bendición, si obedecen los mandamientos del
Señor, su Dios, que yo les promulgo hoy; la maldición, si no obedecen
los mandamientos del Señor, su Dios, y se apartan del camino que les
señalo hoy, para ir en pos de otros dioses que ustedes no conocen.
Así pues, esfuércense en cumplir todos los mandamientos y decretos
que hoy promulgo ante ustedes". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Dios plantea por medio
de Moisés una disyuntiva a su pueblo, si obedecen sus mandamientos disfrutarán
de su bendición, si se rebelan, les sobrevendrá la desgracia.
Del salmo 30 R/. Sé tú, Señor, mi fortaleza y mi refugio.
Aleluya.
A ti, Señor, me acojo, que no quede yo nunca defraudado. Tú que
eres justo, ponme a salvo; escúchame y ven pronto a librarme. R/.
Sé tú, Señor, mi fortaleza y mi refugio, la muralla que
me salve. Tú, que eres mi fortaleza y mi defensa, por tu nombre, dirígeme
y guíame. R/.
Vuelve, Señor, tus ojos a tu siervo y sálvame, por tu misericordia.
Sean fuertes y valientes de corazón, ustedes, los que en el Señor
esperan. R/. 3, 21-25. 28
Hermanos: La actividad salvadora de Dios, atestiguada por la ley y los profetas,
se ha manifestado ahora independientemente de la ley. Por medio de la fe en
Jesucristo, la actividad salvadora de Dios llega, sin distinción alguna,
a todos los que creen en él.
En efecto, como todos pecaron, todos están privados de la presencia salvadora
de Dios; pero todos son justificados gratuitamente por su gracia, en virtud
de la redención llevada a cabo por medio de Cristo Jesús, al cual
Dios expuso públicamente como la víctima que nos consigue el perdón
por la ofrenda de su sangre, por medio de la fe.
Sostenemos pues, que el hombre es justificado por la fe y no por hacer lo que
prescribe la ley de Moisés. Palabra de Dios, Te alabamos, Señor.
Asi como los monarcas otorgaban en ciertas ocasiones amnistía y perdón
a los prisioneros. Dios nos ha regalado un perdón general a cuantos hemos
creído en Jesus.
ACLAMACIÓN (Jn 15,
5) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy la vid, Y ustedes los sarmientos; el que permanece en mi y yo en el,
ese da fruto abundante. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 7, 21-27
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "No todo el que me diga: ¡Señor,
Señor! entrará en el Reino de los cielos, sino el que cumpla la
voluntad de mi Padre, que está en los cielos. Aquel día muchos
me dirán: '¡Señor, Señor!, ¿no hemos hablado
y arrojado demonios en tu nombre y no hemos hecho, en tu nombre, muchos milagros?'
Entonces yo les diré en su cara: 'Nunca los he conocido. Aléjense
de mí, ustedes, los que han hecho el mal'.
El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica, se
parece a un hombre prudente, que edificó su casa sobre roca. Vino la
lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos y dieron contra aquella
casa; pero no se cayó, porque estaba construida sobre roca.
El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica,
se parece a un hombre imprudente, que edificó su casa sobre arena. Vino
la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos, dieron contra aquella
casa y la arrasaron completamente". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Credo
La comparación final que cierra el sermón de la montaña es clara, no existen más opciones, o se escucha o se desoye la palabra de Jesús, o se es necio o sensato.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Confiados en tu misericordia, Señor, venimos a tu altar con nuestros dones a fin de que te dignes purificamos por este memorial que estamos celebrando. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio dominical
ANTIFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Jn 21, 12-13)
Yo les aseguro, dice el Señor, que todo cuanto pidan en la oración, si tienen fe en obtenerlo, les será concedido. Aleluya.
ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNIÓN
Padre santo, tú que nos has alimentado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, guíanos por medio de tu Espíritu a fin de que, no sólo con palabras, sino con toda nuestra vida podamos demostrarte nuestro amor y así merezcamos entrar al Reino de los cielos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFREXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO: La tendencia a vivir de manera mediocre, tratando de alcanzar el máximo placer, sin apartarnos de los valores cristianos, es una experiencia constante. Los cristianos nos obsesionarnos por servir a dos señores distintos, que bien pueden ser. Dios y el dinero, nuestra fe y nuestros impulsos egoístas. Hacemos extrañas componendas, recurrimos a simulaciones y racionalizamos todas las contradicciones e incoherencias que cometemos. Nos pasa con frecuencia que como "no vivimos como pensamos, terminamos pensando como vivimos". Este par de comparaciones nos invitan a sincerarnos y a reconocer si estamos viviendo como cristianos necios o sensatos.
Santos: Fernando III de España. rey; Juana de Arco, virgen, y Anastasio de Pavía, obispo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 87, 2-3)
Señor, Dios mío, de día te pido auxilio, de noche grito en tu presencia. Que llegue hasta ti mi súplica, presta oído a mi clamor. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Padre santo y misericordioso, ya que sólo tú conoces los secretos de la conciencia y quién es inocente o quién necesita tu perdón, escucha nuestras súplicas por quienes están encarcelados, para que sobrelleven su pena con paciencia y esperanza y puedan retomar cuanto antes a los suyos, y sean recibidos sin resentimientos en la comunidad. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de Tobías: 1,3; 2, 1-8
Yo, Tobit, seguía
el camino del bien y de la justicia todos los días de mi vida y daba
muchas limosnas a mis hermanos, los judíos que habían sido deportados
junto conmigo a la ciudad de Nínive, en Asiria.
Durante el reinado de Asaradón regresé a mi casa y me devolvieron
a mi esposa, Ana, y a mi hijo, Tobías. En Pentecostés, que es
nuestra fiesta de acción de gracias por las cosechas, me prepararon una
gran comida y me dispuse a comer. Cuando me trajeron los platillos y vi que
eran tantos, le dije a mi hijo Tobías: "Ve a buscar a alguno de
nuestros hermanos pobres, cautivos en Nínive, que tenga puesta en el
Señor toda su mente y todo su corazón, y tráelo, para que
coma conmigo. Yo te esperaré hasta que vuelvas".
Tobías se fue a buscar a alguno de nuestros hermanos pobres y al regresar,
me dijo: "¡Padre!". Yo le respondí: "Dime, hijo".
El prosiguió: "Asesinaron a uno de nuestro pueblo: lo llevaron a
la plaza, lo ahorcaron y ahí está todavía". De un
salto me levanté de la mesa, sin probar bocado, y llevé el cadáver
a una casa, hasta que el sol se ocultara y lo pudiera sepultar.
Volví a mi casa, me lavé y comí con lágrimas mi
pan, recordando las palabras que el profeta Amós pronunció contra
Betel: Todas las fiestas de ustedes se convertirán en llanto, y todas
sus canciones, en lamentos. Y rompí a llorar.
Cuando el sol se metió, fui, cavé una fosa y lo enterré.
Mis vecinos se burlaban de mí y me decían: "Este hombre nunca
va a escarmentar. Ya una vez lo condenaron a muerte por este mismo delito, pero
se escapó, y ahora sigue enterrando a los muertos". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Tobit no se desanima ante
el hostigamiento y las persecuciones. El continúa haciendo obras de misericordia
y enterrando a los difuntos, por amor a su Dios.
Del salmo 111 R/. Dichosos los que temen al Señor. Aleluya.
Dichosos los que temen al Señor y aman de corazón sus mandamientos;
poderosos serán sus descendientes. Dios bendice a los hijos de los buenos.
R/.
Fortuna y bienestar habrá en su casa; siempre obrarán conforme
a la justicia. Quien es justo, clemente y compasivo, como una luz en las tinieblas
brilla. R/.
Quienes, compadecidos, prestan y llevan su negocio honradamente jamás
se desviarán; vivirá su recuerdo para siempre. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Ap 1, 5) R/. Aleluya, aleluya.
Señor Jesús, testigo fiel, primogénito de los muertos,
tu amor por nosotros es tan grande, que has lavado nuestras culpas con tu sangre.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 12, 1-12
En aquel tiempo, Jesús
comenzó a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes, a los escribas
y a los ancianos y les dijo:
"Un hombre plantó una viña, la rodeó con una cerca,
cavó un lagar, construyó una torre para el vigilante, se la alquiló
a unos viñadores y se fue de viaje al extranjero."
A su tiempo, les envió a los viñadores a un criado para recoger
su parte del fruto de la viña. Ellos se apoderaron de él, lo golpearon
y lo devolvieron sin nada. Les envió otro criado, pero ellos lo descalabraron
y lo insultaron. Volvió a enviarles a otro y lo mataron. Les envió
otros muchos y los golpearon o los mataron.
Ya sólo le quedaba por enviar a uno, su hijo querido, y finalmente también
se lo envió, pensando: 'A mi hijo sí lo respetarán'. Pero
al verlo llegar, aquellos viñadores se dijeron: 'Éste es el heredero;
vamos a matarlo y la herencia será nuestra'. Se apoderaron de él,
lo mataron y arrojaron su cuerpo fuera de la viña.
¿Qué hará entonces el dueño de la viña? Vendrá
y acabará con esos viñadores y dará la viña a otros.
¿Acaso no han leído en las Escrituras: La piedra que desecharon
los constructores es ahora la piedra angular: Esto es obra de la mano del Señor;
es un milagro patente?
Entonces los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos, quisieron apoderarse
de Jesús, porque se dieron cuenta de que por ellos había dicho
aquella parábola, pero le tuvieron miedo a la multitud, dejaron a Jesús
y se fueron de ahí. Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.
Jesús, al igual que el profeta Natán, compone un relato ingenioso que describe pecado e infidelidades de sus oyentes. La parábola de la viña es una radiografía fiel de los lideres de Israel.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por este sacramento de la redención humana que vamos a ofrecerte, concede, Señor, a nuestros hermanos cautivos retomar pronto al hogar y disfrutar siempre de libertad verdadera. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 68)
En mi cantar exaltaré tu nombre, proclamaré tu gloria agradecido. Porque el Señor jamás desoye al pobre ni desprecia al que se halla encadenado. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que fueron el precio de nuestra libertad, te rogamos, Señor, que libres a nuestros hermanos de sus cadenas y les concedas servirte con fidelidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
La Visitación de la Santísima Virgen María
Santos: Petronila de Roma, mártir, y Noé Mawaggali, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 65, 16)
Ustedes, los que aman y temen a Dios, vengan y escuchen: les contaré las maravillas que el Señor ha hecho por mí. Aleluya.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios eterno y todopoderoso,
que inspiraste a la santísima Virgen cuando llevaba ya en su seno a tu
Hijo el deseo de visitar a santa Isabel, concédenos docilidad a tu Espíritu,
a fin de que podamos siempre, con María, reconocer tus beneficios y alabarte
por ellos. Por nuestro Señor Jesucristo.
Lectura del libro del profeta Sofonías: 3, 14-18
Canta, hija de Sión, da gritos de júbilo, Israel, gózate
y, regocíjate de todo corazón, Jerusalén. El Señor
ha levantado su sentencia contra ti, ha expulsado a todos tus enemigos. El Señor
será el rey de Israel en medio de ti y ya no temerás ningún
mal.
Aquel día dirán a Jerusalén: "No temas, Sión,
que no desfallezcan tus manos. El Señor, tu Dios, tu poderoso salvador,
está en medio de ti. Él se goza y se complace en ti; él
te ama y se llenará de júbilo por tu causa, como en los días
de fiesta. Apartaré de ti la desgracia y el oprobio que pesa sobre ti".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El profeta Sofonías
recurre a las imágenes del soldado victorioso y del esposo enamorado
para persuadir a sus hermanos de la presencia afectiva y efectiva de su Dios.
Del salmo Isaías 12 R/. El Señor ha hecho maravillas con nosotros.
Aleluya.
El Señor es mi Dios y salvador, con él estoy seguro y nada temo.
El Señor es mi protección y mi fuerza y ha sido mi salvación.
Sacarán agua con gozo de la fuente de salvación. R/.
Den gracias al Señor, invoquen su nombre, cuenten a los pueblos sus hazañas,
proclamen que su nombre es sublime. R/.
Alaben al Señor por sus proezas, anúncienlas a toda la tierra.
Griten jubilosos, habitantes de Sión, porque el Dios de Israel ha sido
grande con ustedes. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Lc l, 45) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosa tú, santísima Virgen María, que has creído,
porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 1, 39-56
En aquellos días,
María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas
de Judea y, entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel.
En cuanto ésta oyó el saludo de María, la creatura saltó
en su seno.
Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo y, levantando la
voz, exclamó: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito
el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi
Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos,
el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído,
porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor".
Entonces dijo María: "Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu
se llena de júbilo en Dios, mi salvador; porque puso sus ojos en la humildad
de su esclava.
Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho
en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre y su misericordia
llega de generación en generación a los que lo temen.
Ha hecho sentir el poder de su brazo: dispersó a los de corazón
altanero, destronó a los potentados y exaltó a los humildes. A
los hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió
sin nada.
Acordándose de su misericordia vino en ayuda de Israel, su siervo, como
lo había prometido a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia,
para siempre".
María permaneció con Isabel unos tres meses, y luego regresó
a su casa. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
El cántico jubiloso de Maria es una proclama entusiasta, con la cual esta mujer creyente agradece a Dios por haberla invitado a auxiliar y socorrer a su pueblo Israel.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios todopoderoso, que bendijiste la amorosa solicitud de María, la Madre de tu Hijo, por su prima Isabel, acepta y bendice los dones que te presentamos y conviértelos para nosotros en fuente de santificación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de la Santísima Virgen María
En este conciso razonamiento, Jesús expone las intenciones; salvadoras del Padre, que ha enviado a su hijo para patentizar al mundo la hondura de su amor extraordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUN1ÓN (Lo 1, 48-49)
Todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mí maravillas el Todopoderoso, cuyo nombre es santo. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te damos gracias, Dios nuestro,
por este admirable sacramento de tu amor que has concedido a la Iglesia y te
suplicamos que, así como Juan Bautista se alegró al sentir la
presencia oculta de tu Hijo, así podamos nosotros reconocer en la Eucaristía
la presencia viva de nuestro Salvador, que vive y reina por los siglos de los
siglos. Por Jesucristo, nuestro Señor.