MISAL MAYO DEL 2014 / www.laverdadcatolica.org |
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INTENCIONES
DEL SANTO PADRE PARA MAYO 2014 |
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INTENCIÓN UNIVERSAL: | |
.Para que los medios de comunicación sean instrumentos al servicio de la verdad y de la paz. | |
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INTENCIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN: |
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.Para que María, Estrella de la Evangelización, guíe la misión de la Iglesia de anunciar a Cristo a todos los pueblos. |
Santos: José, obrero; Agustín Shoefler, mártir; Jeremías, profeta Feria (Blanco)
QUIEN VIENE DE ARRIBA
Hch 5, 27-33; Jn 3, 31-36
A Pedro y Juan no les impresionaban los signos de autoridad que los sacerdotes judíos se colocaban sobre sus cabezas para agrandar su estatus y su pretendida representación divina ante el pueblo. Sabían que su poder podía ser cuestionado cada vez que se apartaran de la voluntad de Dios. Los apóstoles disciernen como personas maduras e intuyen que la prohibición que les impedía pronunciar el nombre de Jesús era arbitraria y por tanto, cuestionable. Aplicando el criterio del cuarto Evangelio, descubrieron que los dictámenes del Consejo Judío provenían de abajo y no de arriba. Por eso concluyeron que debían obedecer antes a Dios que a los hombres.
O bien: San José Obrero (Memoria libre)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 67, 8-9. 20)
Cuando saliste, Señor, al frente de tu pueblo, y le abriste camino a través del desierto, la tierra se estremeció y hasta los cielos dejaron caer su lluvia. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que llevaste a cabo el sacrificio pascual para que el mundo obtuviera la salvación, escucha las súplicas de tu pueblo, y haz que, intercediendo por nosotros Cristo, nuestro Pontífice, por su humanidad, que comparte con nosotros, nos reconcilie, y por su divinidad, que lo hace igual a ti, nos perdone. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Nosotros somos testigos de todo esto, y también lo es el Espíritu Santo.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 5, 27-33
En aquellos días, los guardias
condujeron a los apóstoles ante el sanedrín, y el sumo sacerdote
los reprendió, diciéndoles: "Les hemos prohibido enseñar
en nombre de ese Jesús; sin embargo, ustedes han llenado a Jerusalén
con sus enseñanzas y quieren hacernos responsables de la sangre de ese
hombre".
Pedro y los otros apóstoles replicaron: "Primero hay que obedecer
a Dios y luego a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús,
a quien ustedes dieron muerte colgándolo de la cruz. La mano de Dios
lo exaltó y lo ha hecho Jefe y Salvador, para dar a Israel la gracia
de la conversión y el perdón de los pecados. Nosotros somos testigos
de todo esto y también lo es el Espíritu Santo, que Dios ha dado
a los que lo obedecen".
Esta respuesta los exasperó y decidieron matarlos. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 33 R/. Haz la
prueba y verás qué bueno es el Señor. Aleluya.
Bendeciré al Señor a todas horas; no cesará mi boca de
alabarlo. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.
Dichoso el hombre que se refugia en Él. R/.
En contra del malvado está el Señor para borrar de la tierra su
recuerdo; escucha, en cambio, al hombre justo y lo libra de todas sus congojas.
R/.
El Señor no está lejos de sus fieles y levanta a las almas abatidas.
Muchas tribulaciones pasa el justo, pero de todas ellas Dios lo libra. R/.
ACLAMACIÓN (Jn 20,
29) R/. Aleluya, aleluya.
Tomás, tú crees, porque me has visto; dichosos los que creen sin
haberme visto, dice el Señor. R/.
El Padre ama a su Hijo y todo lo ha puesto en sus manos.
Del santo Evangelio según san Juan: 3, 31-36
"El que viene de lo alto está por encima de todos; pero el que viene de la tierra pertenece a la tierra y habla de las cosas de la tierra. El que viene del cielo está por encima de todos. Da testimonio de lo que ha visto y oído, pero nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz. Aquel a quien Dios envió habla las palabras de Dios, porque Dios le ha concedido sin medida su Espíritu. El Padre ama a su Hijo y todo lo ha puesto en sus manos. El que cree en el Hijo tiene vida eterna. Pero el que es rebelde al Hijo no verá la vida, porque la cólera divina perdura en contra de él". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Suba hasta ti, Señor, nuestra oración, acompañada por estas ofrendas, para que, purificados por tu bondad, nos dispongas para celebrar el sacramento de tu inmenso amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 28, 20)
Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que, por la resurrección de Cristo, nos has hecho renacer a la vida eterna, multiplica en nosotros el efecto de este sacramento pascual, e infunde en nuestros corazones el vigor que comunica este alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
O bien: SAN JOSÉ OBRERO
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 127, 1-2)
Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos: comerá del fruto de su trabajo, será dichoso, le irá bien. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, creador de todas las cosas, que has establecido para el género humano el precepto del trabajo, concede, propicio, por el ejemplo y con la protección de san José, que podamos cumplir con las tareas que nos asignas y alcancemos la recompensa que nos prometes. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
ACLAMACIÓN (Sal 67,
20) R/. Aleluya, aleluya.
Bendito sea el Señor día tras día, que nos lleve en sus
alas y nos salve. R/.
¿No es éste el hijo del carpintero?
Del santo Evangelio según san Mateo: 13, 54-58
En aquel tiempo, Jesús llegó
a su tierra y se puso a enseñar a la gente en la sinagoga, de tal forma,
que todos estaban asombrados y se preguntaban: "¿De dónde
ha sacado éste esa sabiduría y esos poderes milagrosos? ¿Acaso
no es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama María su
madre y no son sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas'? ¿Qué
no viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De dónde, pues, ha
sacado todas estas cosas?" Y se negaban a creer en Él.
Entonces, Jesús les dijo: "Un profeta no es despreciado más
que en su patria y en su casa". Y no hizo muchos milagros ahí por
la incredulidad de ellos. Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, fuente de toda misericordia, mira las ofrendas que te presentamos en la conmemoración de san José, y concédenos, propicio, que los dones ofrecidos se conviertan en protección para los que te invocan. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario, es
nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Y alabar, bendecir y proclamar tu gloria en la conmemoración de san José,
porque él es el hombre justo que diste por esposo a la Virgen Madre de
Dios, el fiel y prudente servidor a quien constituiste jefe de tu familia, para
que, haciendo las veces de padre, cuidara a tu Unigénito, concebido por
obra del Espíritu Santo, Jesucristo, Señor nuestro.
Por él, los ángeles y los arcángeles, y todos los coros
celestiales, celebran tu gloria, unidos en común alegría. Permítenos
asociarnos a sus voces cantando humildemente tu alabanza: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Col 3, 17)
Todo lo que digan y todo lo que hagan, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dándole gracias a Dios Padre. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados, Señor, con el manjar celestial, te suplicamos humildemente que, a ejemplo de san José, llevemos en nuestro corazón las pruebas de tu amor y gocemos siempre del fruto de la paz eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
DIFICULTADES VARIAS
Hch 5, 34-42; Jn 6, 1-15
Jesús sabe que la gente que lo acompaña ha venido desde muy lejos y que no dispone ni de dinero ni de alimentos para saciar su hambre. El Maestro sabe que las personas que lo siguen han arriesgado las pequeñas seguridades de que disponían en su casa: un pedazo de pan y unos frutos secos. Salieron a escucharle buscando consolidar una esperanza. Jesús no se desentiende de sus necesidades pues los defraudaría doblemente. Jesús representa al rey-pastor ideal que cuida, alimenta y guía a su pueblo. No obstante eso, no se deja atrapar por el fervor popular y se aleja cuando lo quieren proclamar rey. Los Hechos de los Apóstoles evocan a los falsos mesías que pretendieron liberar, con más celo y buena voluntad que inteligencia a Israel. Si el movimiento cristiano cuenta con el respaldo de Dios, el tiempo lo habría de mostrar, explica Gamaliel.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Si 15, 5)
En medio de la Iglesia abrió su boca, y el Señor lo llenó del espíritu de sabiduría e inteligencia, y lo revistió de gloria. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que suscitaste al obispo san Atanasio como insigne defensor de la divinidad de tu Hijo, concédenos bondadoso que, alegres por su protección y por sus enseñanzas, crezcamos continuamente en tu conocimiento y tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Los apóstoles se retiraron del sanedrín, felices de haber padecido ultrajes por el nombre de Jesús.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 5, 34-42
En aquellos días, un fariseo
llamado Gamaliel, doctor de la ley y respetado por todo el pueblo, se levantó
en el sanedrín, mandó que hicieran salir por un momento a los
apóstoles y dijo a la asamblea:
"Israelitas, piensen bien lo que van a hacer con esos hombres. No hace
mucho surgió un tal Teudas, que pretendía ser un caudillo, y reunió
unos cuatrocientos hombres. Fue ejecutado, dispersaron a sus secuaces y todo
quedó en nada. Más tarde, en la época del censo, se levantó
Judas el Galileo y muchos lo siguieron. Pero también Judas pereció
y se desbandaron todos sus seguidores. En el caso presente, yo les aconsejo
que no se metan con esos hombres; suéltenlos. Porque si lo que se proponen
y están haciendo es de origen humano, se acabará por sí
mismo. Pero si es cosa de Dios, no podrán ustedes deshacerlo. No se expongan
a luchar contra Dios".
Los demás siguieron su consejo: mandaron traer a los apóstoles,
los azotaron, les prohibieron hablar en nombre de Jesús y los soltaron.
Ellos se retiraron del sanedrín, felices de haber padecido aquellos ultrajes
por el nombre de Jesús.
Y todos los días enseñaban sin cesar y anunciaban el Evangelio
de Cristo Jesús, tanto en el templo como en las casas. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 26 R/. El Señor
es mi luz y mi salvación. Aleluya.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy
a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién
podrá hacerme temblar? R/.
Lo único que pido, lo único que busco, es vivir en la casa del
Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar
continuamente en su presencia. R/.
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor
y fortaleza y en el Señor confía. R/.
ACLAMACIÓN (Mt 4,
4) R/. Aleluya, aleluya.
No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que
sale de la boca de Dios. R/.
Jesús distribuyó el pan a los que estaban sentados, hasta que se saciaron.
Del santo Evangelio según san Juan: 6, 1-15
En aquel tiempo, Jesús se
fue a la otra orilla del mar de Galilea o lago de Tiberíades. Lo seguía
mucha gente, porque habían visto los signos que hacía curando
a los enfermos. Jesús subió al monte y se sentó allí
con sus discípulos.
Estaba cerca la Pascua, festividad de los judíos. Viendo Jesús
que mucha gente lo seguía, le dijo a Felipe: "¿Cómo
compraremos pan para que coman éstos?" Le hizo esta pregunta para
ponerlo a prueba, pues Él bien sabía lo que iba a hacer. Felipe
le respondió: "Ni doscientos denarios de pan bastarían para
que a cada uno le tocara un pedazo de pan". Otro de sus discípulos,
Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: "Aquí
hay un muchacho que trae cinco panes de cebada y dos pescados. Pero, ¿qué
es eso para tanta gente?" Jesús le respondió: "Díganle
a la gente que se siente". En aquel lugar había mucha hierba. Todos,
pues, se sentaron ahí; y tan sólo los hombres eran unos cinco
mil.
Enseguida tomó Jesús los panes, y después de dar gracias
a Dios, se los fue repartiendo a los que se habían sentado a comer. Igualmente
les fue dando de los pescados todo lo que quisieron. Después de que todos
se saciaron, dijo a sus discípulos: "Recojan los pedazos sobrantes,
para que no se desperdicien". Los recogieron y con los pedazos que sobraron
de los cinco panes llenaron doce canastos.
Entonces la gente, al ver el signo que Jesús había hecho, decía:
"Éste es, en verdad, el profeta que habría de venir al mundo".
Pero Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey,
se retiró de nuevo a la montaña, Él solo. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, las ofrendas que te presentamos en la conmemoración de san Atanasio, y ya que profesamos su misma fe incontaminada, haz que el testimonio que damos de tu verdad nos sirva para la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Co 3, 11)
El único cimiento válido es Jesucristo y nadie puede poner otro distinto. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso, a quienes confesamos firmemente, junto con san Atanasio, que tu Hijo es verdadero Dios, concédenos que este sacramento nos dé vida y nos proteja siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
La Santa Cruz
Santos: Estanislao Kazimierczyk, presbítero. Beato Eduardo José Rosaz, fundador.
Vísperas 1 del domingo: 3a semana del Salterio. Tomo II: pp. 1312, 516 y 682. Para los fieles: pp. 642 y 274. Edición popular: pp. 202 y 446. Fiesta (Rojo)
EL ABAJAMIENTO Y LA EXALTACIÓN
Flp 2, 6-11; Jn 3, 13-17
Tanto la Carta a los filipenses como el pasaje del Evangelio de san Juan manejan el mismo esquema. Jesús "bajó" de su condición divina y se encarnó, asumiendo la condición humana, viviendo como servidor de sus hermanos, hasta el punto de entregar su vida como rescate para que el Reino de Dios se concretara a partir de su muerte. No venía directa y expresamente para aplacar la ira divina. Sino a evidenciar la anchura y la hondura del amor incondicional de Dios por su pueblo. Por haber entregado su existencia de forma plena, el Padre celebró su radical obediencia, elevándolo a la gloria para que recibiera el honor y ejerciera su señorío junto a Él. El amor sin reservas del Padre, se hace patente en la entrega sin cuarteaduras de su Hijo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Ga 6, 14)
Que nuestro único orgullo sea la Cruz de nuestro Señor Jesucristo, porque en Él tenemos la salvación, la vida y la resurrección, y por Él hemos sido salvados y redimidos. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que quisiste que tu Unigénito sufriera la cruz para salvar al género humano, concédenos que quienes conocimos su misterio en la tierra, merezcamos alcanzar en el cielo el premio de su redención. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Cristo se humilló a sí mismo; por eso Dios lo exaltó.
De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 2, 6-11
Cristo Jesús, siendo Dios,
no consideró que debía aferrarse a las prerrogativas de su condición
divina, sino que, por el contrario, se anonadó a sí mismo tomando
la condición de siervo, y se hizo semejante a los hombres.
Así, hecho uno de ellos, se humilló a sí mismo y por obediencia
aceptó incluso la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas y le otorgó el nombre
que está sobre todo nombre, para que, al nombre de Jesús, todos
doblen la rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y todos reconozcan
públicamente que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 77 R/. No olvidemos
las hazañas del Señor.
Escucha, pueblo mío, mi enseñanza; presten oído a las palabras
de mi boca. Abriré mi boca y les hablaré en parábolas;
anunciaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo. R/.
Cuando Dios los hacía morir, lo buscaban y madrugaban para volverse hacia
Él. Se acordaban de que Dios era su auxilio; el Dios altísimo,
su redentor. R/.
Lo adulaban con su boca, le mentían con su lengua; su corazón
no era sincero con Él ni eran fieles a su alianza. R/.
Pero Él sentía lástima de ellos, les perdonaba su culpa
y no los destruía. Muchas veces dominó su ira y apagó el
furor de su cólera. R/.
ACLAMACIÓN R/. Aleluya,
aleluya.
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos, porque con tu santa cruz redimiste
al mundo. R/.
El Hijo del hombre tiene que ser levantado.
Del santo Evangelio según san Juan: 3, 13-17
En aquel tiempo, Jesús dijo
a Nicodemo: "Nadie ha subido al cielo sino el Hijo del hombre, que bajó
del cielo y está en el cielo. Así como Moisés levantó
la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del
hombre, para que todo el que crea en Él tenga vida eterna.
Porque tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único,
para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que
el mundo se salvara por Él". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te rogamos, Señor, que este sacrificio, que en el altar de la cruz borró el pecado del mundo entero, nos purifique de todas nuestras ofensas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario, es
nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque has puesto la salvación del género humano en el árbol
de la Cruz, para que, de donde tuvo origen la muerte, de allí resurgiera
la vida; y el que en un árbol venció, fuera en un árbol
vencido, por Cristo, Señor nuestro.
Por Él, celebran tu majestad los ángeles, te adoran las dominaciones,
se estremecen las potestades. Te celebran, unidos en la alegría, los
cielos, las virtudes celestiales y los bienaventurados serafines. Permítenos
asociarnos a sus voces cantando humildemente tu alabanza: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 12, 32)
Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor nuestro, Jesucristo, fortalecidos con este alimento santo, te pedimos que conduzcas a la gloria de tu resurrección a quienes redimiste por el madero vivificante de la cruz. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
III DOMINGO DE PASCUA
EL HOMBRE ACREDITADO POR DIOS
Hch 2, 14. 22-33; 1 P 1, 17-21; Lc 24, 13-35
El discurso del apóstol san Pedro abre una nueva etapa dentro de la tradición cristiana. Jesús ya no será el portavoz del evangelio, el evangelizador, sino el Evangelio mismo, el mensaje predicado. Pedro comienza a proclamar el mensaje fundamental: Cristo muerto y resucitado se ha convertido en camino de salvación. El Padre que lo había acreditado en vida, realizando señales por su medio, ahora ha consolidado esa aprobación al rescatarlo de la muerte. La efusión del Espíritu de Dios en Pentecostés es la manifestación de que han iniciado los tiempos nuevos. De esa novedad pronto serán testigos los caminantes de Emaús, ellos desmontarán su desencanto, al reconocer al peregrino que parte el pan y les explica cuidadosamente las profecías de la Escritura.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 65, 1-2)
Aclama a Dios, tierra entera. Canten todos un himno a su nombre, denle gracias y alábenlo. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que tu pueblo se regocije siempre al verse renovado y rejuvenecido, para que, al alegrarse hoy por haber recobrado la dignidad de su adopción filial, aguarde seguro con gozosa esperanza el día de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
No era posible que la muerte lo retuviera bajo su dominio.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 2, 14. 22-33
El día de Pentecostés,
se presentó Pedro, junto con los Once, ante la multitud, y levantando
la voz, dijo: "Israelitas, escúchenme. Jesús de Nazaret fue
un hombre acreditado por Dios ante ustedes, mediante los milagros, prodigios
y señales que Dios realizó por medio de Él y que ustedes
bien conocen. Conforme al plan previsto y sancionado por Dios, Jesús
fue entregado, y ustedes utilizaron a los paganos para clavarlo en la cruz.
Pero Dios lo resucitó, rompiendo las ataduras de la muerte, ya que no
era posible que la muerte lo retuviera bajo su dominio. En efecto, David dice,
refiriéndose a Él: Yo veía constantemente al Señor
delante de mí, puesto que Él está a mí lado para
que yo no tropiece. Por eso se alegra mi corazón y mi lengua se alboroza;
por eso también mi cuerpo vivirá en la esperanza, porque tú,
Señor, no me abandonarás a la muerte, ni dejarás que tu
santo sufra la corrupción. Me has enseñado el sendero de la vida
y me saciarás de gozo en tu presencia.
Hermanos, que me sea permitido hablarles con toda claridad. El patriarca David
murió y lo enterraron, y su sepulcro se conserva entre nosotros hasta
el día de hoy. Pero como era profeta y sabía que Dios le había
prometido con juramento que un descendiente suyo ocuparía su trono, con
visión profética habló de la resurrección de Cristo,
el cual no fue abandonado a la muerte ni sufrió la corrupción.
Pues bien, a este Jesús Dios lo resucitó, y de ello todos nosotros
somos testigos. Llevado a los cielos por el poder de Dios, recibió del
Padre el Espíritu Santo prometido a Él y lo ha comunicado, como
ustedes lo están viendo y oyendo". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Del salmo 15 R/. Enséñanos,
Señor, el camino de la vida. Aleluya.
Protégeme, Dios mío, pues eres mi refugio. Yo siempre he dicho
que tú eres mi Señor. El Señor es la parte que me ha tocado
en herencia: mi vida está en sus manos. R/.
Bendeciré al Señor, que me aconseja, hasta de noche me instruye
internamente. Tengo siempre presente al Señor y con El a mi lado, jamás
tropezaré. R/.
Por eso se me alegran el corazón y el alma y mi cuerpo vivirá
tranquilo, porque tú no me abandonarás a la muerte ni dejarás
que sufra yo la corrupción. R/.
Enséñame el camino de la vida, sáciame de gozo en tu presencia
y de alegría perpetua junto a ti. R/.
Ustedes han sido rescatados con la sangre preciosa de Cristo, el cordero sin mancha.
De la primera carta del apóstol san Pedro: 1, 17-21
Hermanos: Puesto que ustedes llaman
Padre a Dios, que juzga imparcialmente la conducta de cada uno según
sus obras, vivan siempre con temor filial durante su peregrinar por la tierra.
Bien saben ustedes que de su estéril manera de vivir, heredada de sus
padres, los ha rescatado Dios, no con bienes efímeros, como el oro y
la plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, el cordero sin defecto ni mancha,
al cual Dios había elegido desde antes de la creación del mundo
y, por amor a ustedes, lo ha manifestado en estos tiempos, que son los últimos.
Por Cristo, ustedes creen en Dios, quien lo resucitó de entre los muertos
y lo llenó de gloria, a fin de que la fe de ustedes sea también
esperanza en Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN (Cfr.
Lc 24, 32) R/. Aleluya, aleluya.
Señor Jesús, haz que comprendamos las Escrituras. Enciende nuestro
corazón mientras nos hablas. R/.
Lo reconocieron al partir el pan.
Del santo Evangelio según san Lucas: 24, 13-35
El mismo día de la resurrección,
iban dos de los discípulos hacia un pueblo llamado Emaús, situado
a unos once kilómetros de Jerusalén, y comentaban todo lo que
había sucedido.
Mientras conversaban y discutían, Jesús se les acercó y
comenzó a caminar con ellos; pero los ojos de los dos discípulos
estaban velados y no lo reconocieron. Él les preguntó: "¿De
qué cosas vienen hablando, tan llenos de tristeza?"
Uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: "¿Eres
tú el único forastero que no sabe lo que ha sucedido estos días
en Jerusalén?" Él les preguntó: "¿Qué
cosa?" Ellos le respondieron: "Lo de Jesús el nazareno, que
era un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo.
Cómo los sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para que lo
condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que Él
sería el libertador de Israel, y sin embargo, han pasado ya tres días
desde que estas cosas sucedieron. Es cierto que algunas mujeres de nuestro grupo
nos han desconcertado, pues fueron de madrugada al sepulcro, no encontraron
el cuerpo y llegaron contando que se les habían aparecido unos ángeles,
que les dijeron que estaba vivo. Algunos de nuestros compañeros fueron
al sepulcro y hallaron todo como habían dicho las mujeres, pero a Él
no lo vieron".
Entonces Jesús les dijo: "¡Qué insensatos son ustedes
y qué duros de corazón para creer todo lo anunciado por los profetas!
¿Acaso no era necesario que el Mesías padeciera todo esto y así
entrara en su gloria?" Y comenzando por Moisés y siguiendo con todos
los profetas, les explicó todos los pasajes de la Escritura que se referían
a Él.
Ya cerca del pueblo a donde se dirigían, Él hizo como que iba
más lejos; pero ellos le insistieron, diciendo: "Quédate
con nosotros, porque ya es tarde y pronto va a oscurecer". Y entró
para quedarse con ellos. Cuando estaban a la mesa, tomó un pan, pronunció
la bendición, lo partió y se lo dio. Entonces se les abrieron
los ojos y lo reconocieron, pero Él se les desapareció. Y' ellos
se decían el uno al otro: "¡Con razón nuestro corazón
ardía, mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras!"
Se levantaron inmediatamente y regresaron a Jerusalén, donde encontraron
reunidos a los Once con sus compañeros, los cuales les dijeron: "De
veras ha resucitado el Señor y se le ha aparecido a Simón".
Entonces ellos contaron lo que les había pasado en el camino y cómo
lo habían reconocido al partir el pan.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos a Jesús resucitado, vida y esperanza de la humanidad entera.
Después de cada petición diremos:
Jesús resucitado, escúchanos.
Por la Iglesia. Para que sepamos
comunicar con sencillez la alegría de la Pascua en nuestro entorno cotidiano.
Oremos.
Por todos los niños y niñas que en esta Pascua harán su
Primera Comunión. Que puedan reconocer en nuestras Eucaristías
a Jesús que los ama y acompaña. Oremos.
Por nuestros gobernantes. Para que trabajen decididamente por alcanzar el fin
de la violencia y una vida con justicia y dignidad para todos. Oremos.
Por las personas que sufren discriminación o persecución. Para
que en todas partes sean respetadas, acogidas y tratadas con dignidad. Oremos.
Por todos nosotros. Para que sepamos llevar la alegría de Jesús
resucitado a quien más lo necesite. Oremos.
Escucha, Señor Jesús, nuestra oración. Y acompáñanos
siempre en nuestro camino, como hiciste con los discípulos de Emaús.
Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, los dones que, jubilosa, tu Iglesia te presenta, y puesto que es a ti a quien debe su alegría, concédele también disfrutar de la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 24, 35)
Los discípulos reconocieron al Señor Jesús, al partir el pan. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dirige, Señor, tu mirada compasiva sobre tu pueblo, al que te has dignado renovar con estos misterios de vida eterna, y concédele llegar un día a la gloria incorruptible de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Acreditarse no es sencillo, lo es aún más cuando se forma parte de una institución portadora del sentido último de la vida como es la Iglesia. No es posible proponer a los creyentes vivir en sintonía con los valores evangélicos y eximirse de la observancia de dichos valores a la hora de organizar la vida interna de la jerarquía y la comunidad eclesiástica. Los usos y prácticas que producen opacidad y escasa transparencia a la hora de ventilar la cara sombría de nuestra institución eclesial, solamente desacreditan la confiabilidad de los dirigentes. Jesús, nos dice san Lucas, fue acreditado por Dios, por las señales portadoras de vida que cumplía y por la gran señal de la resurrección. La fuerza de un mensaje depende de la congruencia que se exija el portador de dicho mensaje.
Santos: Hilario de Arlés, obispo; Ángel de Sicilia, mártir. Beato Nuncio Sulprizío, laico. Feria (Blanco)
CREER EN JESÚS
Hch 6, 8-15; Jn 6, 22-29
El camino de la fe demanda una doble exigencia: se trata de creer a Jesús, es decir, en la veracidad de su mensaje y su Evangelio y a la vez, se trata de creer en Jesús, o sea en su carácter y condición de mediador del Padre. Ambas dimensiones de la fe confiada son inseparables. Los galileos se acercan a Jesús por las señales y beneficios que de ahí se derivan: pan y comida de sobra. La relación que dichos creyentes establecen parece viciada por el interés personal. Esteban aparece en los Hechos de los Apóstoles enfrentando riesgos y persecuciones por causa de su fidelidad a Jesús. El primero de los diáconos no es movido por intereses particulares al momento de acercarse al Señor, vive en calidad de testigo y por ese testimonio valiente es sometido a un juicio severo. El amor que el creyente experimenta por el Señor Jesús lo anima a ponerse en situación de riesgo para corresponder al amor inicial.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Ha resucitado el Buen Pastor, que dio la vida por sus ovejas y se entregó a la muerte por su rebaño. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso, que, despojándonos del modo de proceder del hombre viejo, nuestra forma de vida corresponda a la naturaleza que restauraste en nosotros gracias a los sacramentos pascuales. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
No podían refutar la sabiduría y el Espíritu con que hablaba Esteban.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 6, 8-15
En aquellos días, Esteban,
lleno de gracia y de poder, realizaba grandes prodigios y signos entre la gente.
Algunos judíos de la sinagoga llamada "de los Libertos", procedentes
de Cirene, Alejandría, Cilicia y Asia, se pusieron a discutir con Esteban;
pero no podían refutar la sabiduría y el Espíritu con que
hablaba.
Entonces sobornaron a algunos hombres para que dijeran: "Nosotros hemos
oído a este hombre blasfemar contra Moisés y contra Dios".
Alborotaron al pueblo, a los ancianos y a los escribas; cayeron sobre Esteban,
se apoderaron de él por sorpresa y lo llevaron ante el sanedrín.
Allí presentaron testigos falsos, que dijeron: "Este hombre no deja
de hablar contra el lugar santo del templo y contra la ley. Lo hemos oído
decir que ese Jesús de Nazaret va a destruir el lugar santo y a cambiar
las tradiciones que recibimos de Moisés".
Los miembros del sanedrín miraron a Esteban y su rostro les pareció
tan imponente como el de un ángel. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 118 R/. Dichoso
el que cumple la voluntad del Señor. Aleluya.
Aunque los poderosos se burlen de mí, yo seguiré observando fielmente
tu ley. Tus mandamientos, Señor, son mi alegría; ellos son también
mis consejeros. R/.
Te conté mis necesidades y me escuchaste; enséñame Señor,
tu voluntad. Dame nueva luz para conocer tu ley y para meditar las maravillas
de tu amor. R/.
Apártame de los caminos falsos y dame la gracia de cumplir tu voluntad.
He escogido el camino de la lealtad a tu voluntad y a tus mandamientos. R/.
ACLAMACIÓN (Mt 4,
4) R/. Aleluya, aleluya.
No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que
sale de la boca de Dios. R/.
No trabajen por el alimento que se acaba, sino por el que dura para la vida eterna.
Del santo Evangelio según san Juan: 6, 22-29
Después
de la multiplicación de los panes, cuando Jesús dio de comer a
cinco mil hombres, sus discípulos lo vieron caminando sobre el lago.
Al día siguiente, la multitud, que estaba en la otra orilla del lago,
se dio cuenta de que allí no había más que una sola barca
y de que Jesús no se había embarcado con sus discípulos,
sino que éstos habían partido solos. En eso llegaron otras barcas
desde Tiberíades al lugar donde la multitud había comido el pan.
Cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí,
se embarcaron y fueron a Cafarnaúm para buscar a Jesús.
Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo
llegaste acá?" Jesús les contestó: "Yo les aseguro
que ustedes no me andan buscando por haber visto signos, sino por haber comido
de aquellos panes hasta saciarse. No trabajen por ese alimento que se acaba,
sino por el alimento que dura para la vida eterna y que les dará el Hijo
del hombre; porque a éste, el Padre Dios lo ha marcado con su sello".
Ellos le dijeron: "¿Qué debemos hacer para realizar las obras
de Dios?" Respondió Jesús: "La obra de Dios consiste
en que crean en aquel a quien Él ha enviado". Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Suba hasta ti, Señor, nuestra oración, acompañada por estas ofrendas, para que, purificados por tu bondad, nos dispongas para celebrar el sacramento de tu inmenso amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 14, 27)
La paz les dejo, mi paz les doy; pero yo no se la doy como la da el mundo, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que, por la resurrección de Cristo, nos has hecho renacer a la vida eterna, multiplica en nosotros el efecto de este sacramento pascual, e infunde en nuestros corazones el vigor que comunica este alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
EL PAN DE VIDA
Hch 7, 5 1-8, 1; Jn 6, 30-35
Jesús se enzarza en una discusión con sus oyentes acerca de las obras que lo acreditan. El Maestro no demanda la fe ciega en su persona, se exige a sí mismo la confiabilidad. Si sus palabras no tienen el respaldo de las obras, quedan anuladas. Jesús apela a Moisés, quien fungió como guía del pueblo que hizo la travesía en el desierto y se apropia del símbolo del maná. Cualquiera que haya sido el alimento que sostuvo a los israelitas en el desierto, era apenas una prefiguración del verdadero pan de la vida. Jesús alega que su palabra y su persona se constituyen en un alimento que realmente asegura la permanencia en la plenitud de la vida. De ese pan se alimentó Esteban, el primero de los testigos cristianos, que deletreó con sensatez el dilema de la cruz: entregando la vida por la causa de Jesús es como se supera la condición mortal.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 19, 5; 12, 10)
Alaben a nuestro Dios todos cuantos lo temen, pequeños y grandes, porque ha llegado ya la salvación, el poder y el reinado de su Cristo. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que abres la entrada del reino celestial a los que han renacido por el agua y el Espíritu Santo, aumenta sobre tus siervos la gracia que les diste, para que, purificados de todo pecado, no les falte ningún bien de los que, en tu bondad, les tienes prometido. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Señor Jesús, recibe mi espíritu.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 7, 51-8, 1
En aquellos días, habló
Esteban ante el sanedrín, diciendo: "Hombres de cabeza dura, cerrados
de corazón y de oídos. Ustedes resisten siempre al Espíritu
Santo; ustedes son iguales a sus padres. ¿A qué profeta no persiguieron
sus padres? Ellos mataron a los que anunciaban la venida del Justo, al que ahora
ustedes han traicionado y dado muerte. Recibieron la ley por medio de los ángeles
y no la han observado". Al oír estas cosas, los miembros del sanedrín
se enfurecieron y rechinaban los dientes de rabia contra él. Pero Esteban,
lleno del Espíritu Santo, miró al cielo, vio la gloria de Dios
y a Jesús, que estaba de pie a la derecha de Dios, y dijo: "Estoy
viendo los cielos abiertos y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios".
Entonces los miembros del sanedrín gritaron con fuerza, se taparon los
oídos y todos a una se precipitaron sobre él. Lo sacaron fuera
de la ciudad y empezaron a apedrearlo. Los falsos testigos depositaron sus mantos
a los pies de un joven, llamado Saulo.
Mientras lo apedreaban, Esteban repetía esta oración: "Señor
Jesús, recibe mi espíritu". Después se puso de rodillas
y dijo con fuerte voz: "Señor, no les tomes en cuenta este pecado".
Diciendo esto, se durmió en el Señor. Y Saulo estuvo de acuerdo
en que mataran a Esteban.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 30 R/. En tus
manos, Señor, encomiendo mi espíritu. Aleluya.
Sé tú, Señor, mi fortaleza y mi refugio, la muralla que
me salve. Tú, que eres mi fortaleza y mi defensa, por tu nombre, dirígeme
y guíame. R/.
En tus manos encomiendo mi espíritu y tú, mi Dios leal, me librarás.
En ti, Señor, deposito mi confianza y tu misericordia me llenará
de alegría. R/.
Vuelve, Señor, tus ojos a tu siervo y sálvame, por tu misericordia;
cuídame, Señor, y escóndeme junto a ti, lejos de las intrigas
de los hombres. R/.
ACLAMACIÓN (Jn 6,
35) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el pan de la vida, dice el Señor; el que viene a mí no
tendrá hambre. R/.
No fue Moisés, sino mi Padre, quien les da el verdadero pan del cielo.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Rm 6, 8)
Si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con Él. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dirige, Señor, tu mirada compasiva sobre tu pueblo, al que te has dignado renovar con estos misterios de vida eterna, y concédele llegar un día a la gloria incorruptible de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LA FE QUE VIVIFICA
Hch 8,1-8; Jn 6, 35-40
No es posible vivir como creyente sin reclamar una renovación personal y una mejora de las condiciones de vida, derivadas del proceso de fe. Adherirse a Jesús implica apoyarse en El para consolidar el sentido de la propia vida. Jesús asegura que quienes crean en Él, transitarán de esta existencia marcada por la fragilidad a una existencia exenta de toda pena y aflicción. La sed de infinito que todo hombre experimenta, encuentra respuesta en la persona de Jesús. Los habitantes de Samaria acogen el mensaje cristiano y reciben los gestos de compasión, que Dios obra a través de Felipe. No se puede disociar la fe de las aspiraciones humanas. Cuando la fe mantiene a las personas sumidas en la pobreza y la enfermedad, se convierte en un mecanismo alienante. La fe cristiana genera una derrama de humanización y alegría profunda.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 70, 8. 23)
Mi boca, Señor, se llene de alabanzas, para que pueda cantarte; y así mis labios se llenarán de júbilo. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Muéstrate propicio, Señor, con tu familia santa y protégela benignamente, de manera que a quienes concediste la gracia de la fe, les otorgues también la participación eterna en la resurrección de tu Unigénito. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Al pasar de un lugar a otro, iban difundiendo el Evangelio.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 8, 1-8
El mismo día de la muerte
de Esteban, se desató una violenta persecución contra la Iglesia
de Jerusalén, y todos, menos los apóstoles, se dispersaron por
Judea y por Samaria. Unos hombres piadosos sepultaron a Esteban e hicieron gran
duelo por él. Entre tanto, Saulo hacía estragos en la Iglesia:
entraba en las casas para llevarse a hombres y mujeres y meterlos en la cárcel.
Los que se habían dispersado, al pasar de un lugar a otro, iban difundiendo
el Evangelio. Felipe bajó a la ciudad de Samaria y predicaba ahí
a Cristo. La multitud escuchaba con atención lo que decía Felipe,
porque habían oído hablar de los milagros que hacía y los
estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus
inmundos, lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados quedaban curados.
Esto despertó gran alegría en aquella ciudad.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 65 R/. Las obras
del Señor son admirables. Aleluya.
Que aclame al Señor toda la tierra. Celebremos su gloria y su poder,
cantemos un himno de alabanza, digamos al Señor: "Tu obra es admirable".
R/.
Que se postre ante ti la tierra entera y celebre con cánticos tu nombre.
Admiremos las obras del Señor, los prodigios que ha hecho por los hombres.
R/.
El transformó el Mar Rojo en tierra firme y los hizo cruzar el Jordán
a pie enjuto. Llenémonos por eso de gozo y gratitud: el Señor
es eterno y poderoso. R/.
ACLAMACIÓN (Cfr.
Jn 6, 40) R/. Aleluya, aleluya.
El que cree en mí tiene vida eterna, dice el Señor, y yo lo resucitaré
en el último día. R/.
La voluntad de mi Padre consiste en que todo el que vea al Hijo y crea en Él, tenga vida eterna.
Del santo Evangelio según san Juan: 6, 35-40
En
aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: "Yo soy el pan de la vida.
El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí
nunca tendrá sed. Pero como ya les he dicho: me han visto y no creen.
Todo aquel que me da el Padre viene hacia mí; y al que viene a mí
yo no lo echaré fuera, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad,
sino la voluntad del que me envió.
Y la voluntad del que me envió es que yo no pierda nada de lo que Él
me ha dado, sino que lo resucite en el último día. La voluntad
de mi Padre consiste en que todo el que vea al Hijo y crea en Él, tenga
vida eterna y yo lo resucite en el último día".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, vivir siempre llenos de gratitud por estos misterios pascuales que celebramos, para que, continuamente renovados por su acción, se conviertan para nosotros en causa de eterna felicidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Resucitó el Señor y nos iluminó a nosotros, los redimidos con su Sangre. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, escucha nuestras oraciones, para que la participación en los sacramentos de nuestra redención nos ayude en la vida presente y nos alcance las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Benedicto II, Papa y Pedro de Tarantasia, obispo. Nuestra Señora de Luján. Feria (Blanco)
VIVIRÁ PARA SIEMPRE
Hch 8, 26-40; Jn 6, 44-51
El eunuco etíope que conversa con Felipe pide explicaciones acerca de la profecía de Isaías, que presenta a un personaje misterioso, humillado, "al que arrancaron de la tierra de los vivos". El funcionario no dispone de las claves para desentrañar la profecía, por eso mismo el misionero cristiano relee las Escrituras y lo invita a reconocer que Jesús muerto y resucitado es un camino que asegura el paso de la muerte a la vida. Para los predicadores cristianos esta creencia no era una ilusión, estaban demasiado ciertos de que el Padre había resucitado al crucificado y que de esa manera, las palabras que nos refiere el cuarto Evangelio, ya no eran promesas, sino realidades. Los tiempos nuevos habían comenzado: todo el que viviera el misterio pascual de Jesús, incorporándose a su muerte y resurrección a través del bautismo, sería partícipe de su salvación.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Ex 15, 1-2)
Cantemos al Señor, pues su victoria es grande. Mi fortaleza y mi alabanza es el Señor, Él es mi salvación. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, concédenos aprovechar bien los dones de tu bondad en estos días en que, por gracia tuya, la hemos experimentado más plenamente, para que, libres de las tinieblas del error, nos hagas estar adheridos firmemente a tu verdad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Aquí hay agua. ¿Hay alguna dificultad para que me bautices?
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 8, 26-40
En aquellos días, un ángel
del Señor le dijo a Felipe: "Levántate y toma el camino del
sur, que va de Jerusalén a Gaza y que es poco transitado". Felipe
se puso en camino. Y sucedió que un etíope, alto funcionario de
Candaces, reina de Etiopía, y administrador de sus tesoros, que había
venido a Jerusalén para adorar a Dios, regresaba en su carro, leyendo
al profeta Isaías.
Entonces el Espíritu le dijo a Felipe: "Acércate y camina
junto a ese carro". Corrió Felipe, y oyendo que el hombre leía
al profeta Isaías, le preguntó: "¿Entiendes lo que
estás leyendo?" Él le contestó: "¿Cómo
voy a entenderlo, si nadie me lo explica?" Entonces invitó a Felipe
a subir y a sentarse junto a él.
El pasaje de la Escritura que estaba leyendo, era éste: Como oveja fue
llevado a la muerte; como cordero que no se queja frente al que lo trasquila,
así él no abrió la boca. En su humillación no se
le hizo justicia. ¿Quién podrá hablar de su descendencia,
puesto que su vida ha sido arrancada de la tierra?
El etíope le preguntó a Felipe: "Dime, por favor: ¿De
quién dice esto el profeta, de sí mismo o de otro?" Felipe
comenzó a hablarle y partiendo de aquel pasaje, le anunció el
Evangelio de Jesús. Siguieron adelante, llegaron a un sitio donde había
agua y dijo el etíope: "Aquí hay agua. ¿Hay alguna
dificultad para que me bautices?" Felipe le contestó: "Ninguna,
si crees de todo corazón". Respondió el etíope: "Creo
que Jesús es el Hijo de Dios". Mandó parar el carro, bajaron
los dos al agua y Felipe lo bautizó. Cuando salieron del agua, el Espíritu
del Señor arrebató a Felipe. El etíope ya no lo vio más
y prosiguió su viaje, lleno de alegría. En cuanto a Felipe, se
encontró en la ciudad de Azoto y evangelizaba los poblados que encontraba
a su paso, hasta que llegó a Cesarea. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Del salmo 65 R/. Tu salvación,
Señor, es para todos. Aleluya.
Naciones, bendigan a nuestro Dios, hagan resonar sus alabanzas, porque Él
nos ha devuelto la vida y no dejó que tropezaran nuestros pies. R/.
Cuantos temen a Dios, vengan y escuchen, y les diré lo que ha hecho por
mí; a Él dirigí mis oraciones y mi lengua le cantó
alabanzas. R/.
Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica, ni me retiró
su gracia. R/.
ACLAMACIÓN (Jn 6,
51) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor; el que coma
de este pan vivirá para siempre. R/. Yo soy el pan vivo que ha bajado
del cielo.
Del santo Evangelio según san Juan: 6, 44-51
En
aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: "Nadie puede venir
a mí, si no lo atrae el Padre, que me ha enviado; y a ése yo lo
resucitaré el último día. Está escrito en los profetas:
Todos serán discípulos de Dios. Todo aquel que escucha al Padre
y aprende de Él, se acerca a mí. No es que alguien haya visto
al Padre, fuera de aquel que procede de Dios. Ése sí ha visto
al Padre.
Yo les aseguro: el que cree en mí, tiene vida eterna. Yo soy el pan de
la vida. Sus padres comieron el maná en el desierto y sin embargo, murieron.
Éste es el pan que ha bajado del cielo para que, quien lo coma, no muera.
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá
para siempre, y el pan que yo les voy a dar es mi carne para que el mundo tenga
vida". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, que por el santo valor de este sacrificio nos hiciste participar de tu misma y gloriosa vida divina, concédenos que, así como hemos conocido tu verdad, de igual manera vivamos de acuerdo con ella. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (2 Co 5, 15)
Cristo murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí mismos, sino para El, que murió y resucitó por ellos. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, muéstrate benigno con tu pueblo, y ya que te dignaste alimentarlo con los misterios celestiales, hazlo pasar de su antigua condición de pecado a una vida nueva. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Isaías, Profeta; Pacomio de la Tebaida, abad; Catalina de Bolonia, religiosa. Feria (Blanco)
EL CAMINO DE LA VIDA
Hch 9,1-20; Jn 6, 52-59
El Señor Jesús fundó una nueva tradición dentro del judaísmo, dio lugar a la tradición cristiana. Realizó unas acciones tan pretenciosas y soberanas que no podían pasar desapercibidas: convocó a un grupo de doce apóstoles, los envió en misión, se atrevió a cuestionar y corregir las enseñanzas de Moisés y finalmente, como nos refiere el Evangelio de hoy, se ofreció como alimento para sus discípulos. Eligió los símbolos del pan y el vino para conmemorar la entrega de su cuerpo y su sangre, es decir, de su vida toda para mantener a sus discípulos en la plenitud de la vida, que el Padre nos concede. Saulo, el fariseo intransigente que perseguía a los primeros cristianos, se encontró misteriosamente con el Señor Jesús en el camino de Damasco y aprendió a desechar lo superfluo y a estimar lo duradero y definitivo, por eso recibió el bautismo de manos de Ananías.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 5, 12)
Digno es el Cordero que fue sacrificado, de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza y el honor. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso, concede a quienes hemos conocido la gracia de la resurrección del Señor, resucitar, por el amor del Espíritu Santo, a una vida nueva. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Es el instrumento escogido por mí, para que me dé a conocer a las naciones.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 9, 1-20
En aquellos días, Saulo, amenazando
todavía de muerte a los discípulos del Señor, fue a ver
al sumo sacerdote y le pidió, para las sinagogas de Damasco, cartas que
lo autorizaran para traer presos a Jerusalén a todos aquellos hombres
y mujeres seguidores del Camino.
Pero sucedió que, cuando se aproximaba a Damasco, una luz del cielo lo
envolvió de repente con su resplandor. Cayó por tierra y oyó
una voz que le decía: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?"
Preguntó él: "¿Quién eres, Señor?"
La respuesta fue: "Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Levántate.
Entra en la ciudad y allí se te dirá lo que tienes que hacer".
Los hombres que lo acompañaban en el viaje se habían detenido,
mudos de asombro, pues oyeron la voz, pero no vieron a nadie. Saulo se levantó
del suelo, y aunque tenía abiertos los ojos, no podía ver. Lo
llevaron de la mano hasta Damasco y allí estuvo tres días ciego,
sin comer ni beber.
Había en Damasco un discípulo que se llamaba Ananías, a
quien se le apareció el Señor y le dijo: "Ananías".
Él respondió: "Aquí estoy, Señor". El
Señor le dijo: "Ve a la calle principal y busca en casa de Judas
a un hombre de Tarso, llamado Saulo, que está orando". Saulo tuvo
también la visión de un hombre llamado Ananías, que entraba
y le imponía las manos para que recobrara la vista.
Ananías contestó: "Señor, he oído a muchos
hablar de ese individuo y del daño que ha hecho a tus fieles en Jerusalén.
Además, trae autorización de los sumos sacerdotes para poner presos
a todos los que invocan tu nombre". Pero el Señor le dijo: "No
importa. Tú ve allá, porque yo lo he escogido como instrumento,
para que me dé a conocer a las naciones, a los reyes y a los hijos de
Israel. Yo le mostraré cuánto tendrá que padecer por mi
causa".
Ananías fue allá, entró en la casa, le impuso las manos
a Saulo y le dijo: "Saulo, hermano, el Señor Jesús, que se
te apareció en el camino, me envía para que recobres la vista
y quedes lleno del Espíritu Santo". Al instante, algo como escamas
se le desprendió de los ojos y recobró la vista. Se levantó
y lo bautizaron. Luego comió y recuperó las fuerzas. Se quedó
unos días con los discípulos en Damasco y se puso a predicar en
las sinagogas, afirmando que Jesús era el Hijo de Dios. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 116 R/. Que aclamen
al Señor todos los pueblos. Aleluya.
Que alaben al Señor todas las naciones, que lo aclamen todos los pueblos.
R/.
Porque grande es su amor hacia nosotros y su fidelidad dura por siempre. R/.
ACLAMACIÓN (Jn 6,
56) R/. Aleluya, aleluya.
El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él,
dice el Señor. R/.
Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida.
Del santo Evangelio según san Juan: 6, 52-59
En
aquel tiempo, los judíos se pusieron a discutir entre sí: "¿Cómo
puede éste darnos a comer su carne?"
Jesús les dijo: "Yo les aseguro: Si no comen la carne del Hijo del
hombre y no beben su sangre, no podrán tener vida en ustedes. El que
come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré
el último día.
Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi
carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre,
que me ha enviado, posee la vida y yo vivo por Él, así también
el que me come vivirá por mí.
Éste es el pan que ha bajado del cielo; no es como el maná que
comieron sus padres, pues murieron. El que come de este pan vivirá para
siempre". Esto lo dijo Jesús enseñando en la sinagoga de
Cafarnaúm. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, por tu piedad, estos dones y al recibir en oblación este sacrificio espiritual, conviértenos para ti en una perenne ofrenda. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
El Crucificado resucitó de entre los muertos y nos ha redimido. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al recibir, Señor, el don de estos sagrados misterios, te suplicamos humildemente que lo que tu Hijo nos mandó celebrar en memoria suya, nos aproveche para crecer en nuestra caridad fraterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Juan de Ávila, Doctor de la Iglesia, Antonino de Florencia, obispo; Job, laico.
Vísperas I del domingo: 4a semana del Salterio. Tomo II: pp. 1412, 516 y 747. Para los fieles: pp. 722 y 274. Edición popular: pp. 289 y 447. Feria (Blanco)
¿A QUIÉN IREMOS?
Hch 9, 31-42; Jn 6, 60-69
La conclusión del largo discurso del capítulo sexto de san Juan registra la extrañeza y el escándalo que dicho mensaje provocó en algunos de los oyentes. Habían interpretado de manera estrictamente literal sus palabras y les resultaban insoportables. La desbandada de discípulos no se hizo esperar. Ese incidente le permitió enfatizar lo más trascendente: el acceso a la fe cristiana no es el resultado de un proceso deductivo que revisa los argumentos dados por Jesús. Es algo totalmente distinto que tiene su origen en la gracia de Dios. Efectivamente es el Padre quien atrae a sus hijos y les otorga el inestimable don de la fe. Las familias de Lida y Jafa confiaron en el amor misericordioso de Dios, que había resucitado a Jesús; Pedro imploró la intervención del Señor y devolvió la salud y la vida a quienes estaban afligidos.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Col 2, 12)
Ustedes, por el bautismo, han sido sepultados con Cristo, y con El han sido resucitados, porque han creído en el poder de Dios, que lo resucitó de entre los muertos. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que renovaste en la fuente bautismal a los que creen en ti, protege a quienes renacieron en Cristo, para que, evitando todas las asechanzas del error, conserven fielmente la gracia de tu bendición. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
La comunidad cristiana crecía, animada por el Espíritu Santo.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 9, 31-42
En aquellos días, las comunidades
cristianas gozaban de paz en toda Judea, Galilea y Samaria, con lo cual se iban
consolidando, progresaban en la fidelidad a Dios y se multiplicaban, animadas
por el Espíritu Santo.
Pedro recorría toda la región y una vez fue a visitar a los fieles
que vivían en Lida. Ahí encontró a un hombre, llamado Eneas,
que tenía ya ocho años de estar en cama, paralítico. Pedro
le dijo: "Eneas, Jesucristo te da la salud. Levántate y tiende tu
cama". Eneas se levantó inmediatamente; y todos los habitantes de
Lida y de la llanura de Sarón que lo vieron, se convirtieron al Señor.
Había en Jafa, entre los discípulos, una mujer llamada Tabitá
(que significa "gacela"), la cual hacía infinidad de obras
buenas y repartía limosnas. En aquellos días cayó enferma
y murió. Lavaron su cadáver y lo tendieron en una habitación
del segundo piso. Como Lida está cerca de Jafa, los discípulos,
sabiendo que Pedro estaba allá, enviaron dos hombres para suplicarle
que fuera a Jafa sin tardar. Pedro fue con ellos. Tan pronto como llegó,
lo condujeron a la habitación del segundo piso. Allí lo rodearon
todas las viudas, llorando y mostrándole las túnicas y los vestidos
que Tabitá les había hecho, cuando aún vivía.
Pedro mandó salir a todos, se postró de rodillas y se puso a orar;
luego, dirigiéndose a la muerta, dijo: "Tabitá, levántate".
Ella abrió los ojos y al ver a Pedro, se incorporó. Él
la tomó de la mano y la levantó; llamó a los fieles y a
las viudas y se la entregó viva. Esto se supo por toda Jafa y muchos
creyeron en el Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 115 R/. ¿Cómo
le pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Aleluya.
¿Cómo le pagaré al Señor todo el bien que
me ha hecho? Levantaré el cáliz de salvación e invocaré
el nombre del Señor. R/.
Cumpliré mis promesas al Señor ante todo su pueblo. A los ojos
de Dios es muy penoso que mueran sus amigos. R/.
De la muerte, Señor, me has librado, a mí, tu esclavo e hijo de
tu esclava. Te ofreceré con gratitud un sacrificio e invocaré
tu nombre. R/.
ACLAMACIÓN (Cfr.
Jn 6, 63. 68) R/. Aleluya, aleluya.
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes palabras
de vida eterna. R/.
Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
Del santo Evangelio según san Juan: 6, 60-69
En
aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús dijeron al oír
sus palabras: "Este modo de hablar es intolerable, ¿quién
puede admitir eso?"
Dándose cuenta Jesús de que sus discípulos murmuraban,
les dijo: "¿Esto los escandaliza? ¿Qué sería
si vieran al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El Espíritu
es quien da la vida; la carne para nada aprovecha. Las palabras que les he dicho
son espíritu y vida, y a pesar de esto, algunos de ustedes no creen".
(En efecto, Jesús sabía desde el principio quienes no creían
y quién lo habría de traicionar). Después añadió:
"Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no
se lo concede".
Desde entonces, muchos de sus discípulos se echaron para atrás
y ya no querían andar con Él. Entonces Jesús les dijo a
los Doce: "¿También ustedes quieren dejarme?" Simón
Pedro le respondió: "Señor, ¿a quién iremos?
Tú tienes palabras de vida eterna; y nosotros creemos y sabemos que tú
eres el Santo de Dios".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, con bondad, estas ofrendas de tu familia santa, para que, con la ayuda de tu protección, conserve los dones recibidos y llegue a poseer los eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 17, 20-21)
Padre, te ruego por ellos, para que sean uno en nosotros y el mundo pueda creer que tú me has enviado, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Protege, Señor, con amor constante a quienes has salvado, para que, una vez redimidos por la pasión de tu Hijo, se llenen ahora de alegría por su resurrección. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
IV DOMINGO DE PASCUA
Santos: Mayolo de Cluny, abad; Estela de Francia, mártir; Francisco de Jerónimo, presbítero. (Blanco)
EL MESÍAS CRUCIFICADO
Hch 2, 14. 36-41; 1 P 2, 20-25; Jn 10, 1-10
Si nos esforzamos por ubicarnos en el contexto originario y en la situación comunicativa que supone este discurso, palparíamos la radicalidad y el atrevimiento del mismo. Con una sola frase: "todos los que han venido antes de mi eran ladrones y bandidos", pareciera estar echando en el mismo saco a profetas, sabios y reyes que acompañaron al pueblo de Israel. Una declaración hiperbólica por decir lo menos. Indudablemente la entrega irrestricta de Jesús a Dios y a Israel no tiene fisuras: su ejecución asumida sin temor lo atestigua. Es el Pastor modelo. Sin embargo, algún pastor mediano y regular sí que hubo antes que Él y no todos fueron una caterva de ladrones, como nos asegura el redactor del cuarto Evangelio. La declaración del apóstol Pedro es la esencia de la fe cristiana: Jesús crucificado participa íntimamente del señorío de Dios y ejerce su función mesiánica como salvador de cuantos reconozcan su voz.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 32, 5-6)
La tierra está llena del amor del Señor y su palabra hizo los cielos. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, te pedimos que nos lleves a gozar de las alegrías celestiales, para que tu rebaño, a pesar de su fragilidad, llegue también a donde lo precedió su glorioso Pastor. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Dios lo ha constituido Señor y Mesías.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 2, 14. 36-41
El día de Pentecostés,
se presentó Pedro, junto con los Once, ante la multitud, y levantando
la voz, dijo: "Sepa todo Israel con absoluta certeza, que Dios ha constituido
Señor y Mesías al mismo Jesús, a quien ustedes han crucificado".
Estas palabras les llegaron al corazón y preguntaron a Pedro y a los
demás apóstoles: "¿Qué tenemos que hacer, hermanos?"
Pedro les contestó: "Conviértanse y bautícense en
el nombre de Jesucristo para el perdón de sus pecados y recibirán
el Espíritu Santo. Porque las promesas de Dios valen para ustedes y para
sus hijos y también para todos los paganos que el Señor, Dios
nuestro, quiera llamar, aunque estén lejos".
Con éstas y otras muchas razones, los instaba y exhortaba, diciéndoles:
"Pónganse a salvo de este mundo corrompido". Los que aceptaron
sus palabras se bautizaron, y aquel día se les agregaron unas tres mil
personas. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 22 R/. El Señor
es mi pastor, nada me faltará. Aleluya.
El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace reposar
y hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas. R/.
Por ser un Dios fiel a sus promesas, me guía por el sendero recto; así,
aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú estás
conmigo, tu vara y tu cayado me dan seguridad. R/.
Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis adversarios; me unges
la cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes. R/.
Tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días
de mi vida; y viviré en la casa del Señor por años sin
término. R/.
Han vuelto ustedes al pastor y guardián de sus vidas.
De la primera carta del apóstol san Pedro: 2, 20-25
Hermanos: Soportar con paciencia
los sufrimientos que les vienen a ustedes por hacer el bien, es cosa agradable
a los ojos de Dios, pues a esto han sido llamados, ya que también Cristo
sufrió por ustedes y les dejó así un ejemplo para que sigan
sus huellas.
El no cometió pecado ni hubo engaño en su boca; insultado, no
devolvió los insultos; maltratado, no profería amenazas, sino
que encomendaba su causa al único que juzga con justicia; cargado con
nuestros pecados, subió al madero de la cruz, para que, muertos al pecado,
vivamos para la justicia.
Por sus llagas ustedes han sido curados, porque ustedes eran como ovejas descarriadas,
pero ahora han vuelto al pastor y guardián de sus vidas. Palabra de Dios.
T. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN (Jn 10,
14) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el buen pastor, dice el Señor; yo conozco a mis ovejas y ellas
me conocen a mí. R/.
Yo soy la puerta de las ovejas.
Del santo Evangelio según san Juan: 10, 1-10
En
aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: "Yo les aseguro que el
que no entra por la puerta del redil de las ovejas, sino que salta por otro
lado, es un ladrón, un bandido; pero el que entra por la puerta, ése
es el pastor de las ovejas. A ése le abre el que cuida la puerta, y las
ovejas reconocen su voz; él llama a cada una por su nombre y las conduce
afuera. Y cuando ha sacado a todas sus ovejas, camina delante de ellas, y ellas
lo siguen, porque conocen su voz. Pero a un extraño no lo seguirán,
sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños".
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron lo
que les quería decir. Por eso añadió: "Les aseguro
que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes que yo, son
ladrones y bandidos; pero mis ovejas no los han escuchado.
Yo soy la puerta; quien entre por mí se salvará, podrá
entrar y salir y encontrará pastos. El ladrón sólo viene
a robar, a matar y a destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan
en abundancia". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Se dice Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos a Jesús resucitado
para que llene de vida a toda la humanidad, y de un modo especial pidamos por
los enfermos y por todos los que sufren. Después de cada petición
diremos: Jesús resucitado, escúchanos.
Por todos los cristianos, por todos los que en el mundo entero creen y aman
a Jesucristo. Oremos.
Por todos los hombres que rigen los destinos de los pueblos. Oremos.
Por los enfermos, por los que viven en la debilidad y el dolor. Oremos.
Por las mamás mexicanas, primeras evangelizadoras y educadoras en la
fe y el amor a Dios y a nuestro prójimo. Oremos.
Por nosotros aquí reunidos para celebrar la Eucaristía. Oremos.
Escucha, Señor Jesús, nuestra oración, y derrama tu
Espíritu Santo sobre la humanidad entera. Tú, que vives y reinas
por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, vivir siempre llenos de gratitud por estos misterios pascuales que celebramos, para que, continuamente renovados por su acción, se conviertan para nosotros en causa de eterna felicidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Ha resucitado el Buen Pastor, que dio la vida por sus ovejas y se entregó a la muerte por su rebaño. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Buen Pastor, vela con solicitud por tu rebaño y dígnate conducir a las ovejas que redimiste con la preciosa sangre de tu Hijo, a las praderas eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Los liderazgos desgastados, los gobiernos ineficaces están a la vista. No salieron de otra galaxia, sino de una sociedad y unas instituciones transmisoras de sentido y valores (escuelas, iglesias, familias) también marcadas por la doble moral y la ineficacia. Desde esa perspectiva de crisis manifiesta, adquiere sentido el discurso del Buen Pastor que nos regala la liturgia. No se trata de hacer juicios sumarios ni condenas fulminantes contra nadie. Es más pertinente recuperar la correlación de confianza necesaria para cualquier tarea de formación y gobierno: credibilidad. Una autoridad que no se exige a sí misma un mínimo de congruencia, de honestidad, terminará por descubrir que sus artimañas, útiles para acarrear a los crédulos y cándidos se desgastan. Una sociedad pensante, informada, mínimamente congruente, como tiene que serlo cualquier sociedad responsable, sabe distinguir a los lobos de los pastores.
DIOS QUISO DARLES EL MISMO DON
Hch 11, 1-18; Jn 10, 11-18
La lenta y dolorosa toma de conciencia de Simón Pedro en relación a la admisión de los no judíos en la Iglesia culmina con la declaración que nos comparte este relato. Pedro logró establecer una diferencia entre el querer divino y sus propias convicciones. El antiguo pescador de Betsaida se obstinaba en mantenerse alejado de la casa y la mesa de los no judíos, haciendo acepción de personas. A través de experiencias diversas descubrió que Dios acogía en calidad de iguales a todos los hombres y mujeres que se ampararan en la amnistía concedida a través de Jesucristo. Efectivamente, la entrega libre y voluntaria de Jesús —yo me desprendo de la vida, nadie me la quita— tenía una intención incluyente: "he venido para que estén llenos de vida". La condición para acceder a la vida no radica en la sangre, la raza o la cultura, sino en la disposición para escuchar y obedecer la Palabra de Jesús.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Rm 6, 9)
Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no morirá nunca. La muerte ya no tiene dominio sobre Él. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, luz perfecta de los santos, que nos concediste celebrar en la tierra los misterios pascuales, haz que gocemos siempre de la plenitud eterna de tu gracia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
También a los paganos les ha concedido Dios la conversión que lleva a la vida.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 11, 1-18
En aquellos días, los apóstoles
y los hermanos que vivían en Judea se enteraron de que también
los paganos habían recibido la palabra de Dios. Cuando Pedro regresó
a Jerusalén, los circuncidados le hicieron reproches, diciendo: "Has
entrado en la casa de unos incircuncisos y has comido con ellos".
Entonces Pedro les contó desde el principio lo que le había pasado:
"Estaba yo en la ciudad de Jafa, en oración, cuando tuve una visión
y vi algo semejante a un gran mantel, que sostenido por las cuatro puntas, bajaba
del cielo hasta donde yo me encontraba. Miré con atención aquella
cosa y descubrí que había en ella toda clase de cuadrúpedos,
fieras, reptiles y aves. Oí luego una voz que me decía: 'Levántate,
Pedro. Mata el animal que quieras y come'. Pero yo le respondí: 'Ni pensarlo,
Señor. Jamás he comido nada profano o impuro'. La voz del cielo
me habló de nuevo: `No tengas tú por impuro lo que Dios ha hecho
puro'. Esto se repitió tres veces y luego todo fue recogido hacia el
cielo.
En aquel instante, se presentaron en la casa donde yo estaba tres hombres, que
venían de Cesarea, con un recado para mí. El Espíritu me
dijo entonces que me fuera con ellos sin dudar. También fueron conmigo
estos seis hermanos y todos entramos en casa de aquel hombre. Él nos
contó cómo había visto de pie, ante él, a un ángel
que le dijo: 'Manda a buscar en Jafa a Simón, llamado Pedro. Lo que él
te diga, te traerá la salvación a ti y a toda tu familia'. En
cuanto empecé a hablar, el Espíritu Santo descendió sobre
ellos, como había descendido al principio sobre nosotros. Entonces me
acordé de lo que había dicho el Señor: 'Juan bautizó
con agua; pero ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo'.
Por lo tanto, si Dios les ha dado a ellos el mismo don que a nosotros, por haber
creído en el Señor Jesús, ¿quién soy yo para
oponerme a Dios?"
Con esto se apaciguaron y alabaron a Dios, diciendo: "Por lo visto, también
a los paganos les ha concedido Dios la conversión que lleva a la vida".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
De los salmos 41 y 42 R/.
Estoy sediento del Dios que da la vida. Aleluya.
Como el venado busca el agua de los ríos, así, cansada, mi alma
te busca a ti, Dios mío. R/.
Del Dios que da la vida está mi ser sediento. ¿Cuándo será
posible ver de nuevo su templo? R/.
Envíame, Señor, tu luz y tu verdad; que ellas se conviertan en
mi guía y hasta tu monte santo me conduzcan, allí donde tú
habitas. R/.
Al altar del Señor me acercaré, al Dios que es mi alegría,
y a mi Dios, el Señor, le daré gracias al compás de la
cítara. R/.
ACLAMACIÓN (Jn 10,
14) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el buen pastor, dice el Señor; yo conozco a mis ovejas y ellas
me conocen a mí. R/.
El buen pastor da la vida por sus ovejas.
Del santo Evangelio según san Juan: 10, 11-18
En
aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: "Yo soy el buen pastor.
El buen pastor da la vida por sus ovejas. En cambio, el asalariado, el que no
es el pastor ni el dueño de las ovejas, cuando ve venir al lobo, abandona
las ovejas y huye; el lobo se arroja sobre ellas y las dispersa, porque a un
asalariado no le importan las ovejas.
Yo soy el buen pastor, porque conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí,
así como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre. Yo doy
la vida por mis ovejas. Tengo además otras ovejas que no son de este
redil y es necesario que las traiga también a ellas; escucharán
mi voz y habrá un solo rebaño y un solo pastor.
El Padre me ama porque doy mi vida para volverla a tomar. Nadie me la quita;
yo la doy porque quiero. Tengo poder para darla y lo tengo también para
volverla a tomar. Éste es el mandato que he recibido de mi Padre".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, los dones que, jubilosa, tu Iglesia te presenta, y puesto que es a ti a quien debe su alegría, concédele también disfrutar de la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 20, 19)
Jesús se presentó en medio de sus discípulos y les dijo: "La paz esté con ustedes". Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dirige, Señor, tu mirada compasiva sobre tu pueblo, al que te has dignado renovar con estos misterios de vida eterna, y concédele llegar un día a la gloria incorruptible de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Nuestra Señora de Fátima
Santos: Pedro Nolasco, fundador; Andrés Huberto Fournet, fundador. Feria (Blanco)
MIS OVEJAS ESCUCHAN MI VOZ
Hch 11,19-26; Jn 10, 22-30
En el contexto originario donde Jesús proclamó este discurso sobre el Buen Pastor, las ovejas parecían reducidas a los oyentes galileos y judíos que lo seguían. La comunidad de vida establecida entre el maestro y los discípulos tenía vínculos culturales y étnicos. Esa comunión de creyentes tan uniforme y culturalmente homogénea, se amplió cuando los primeros misioneros originarios de algunas islas del Mediterráneo se animaron a predicar abiertamente el mensaje cristiano a todo mundo. Fue una sacudida que conmocionó a la comunidad madre de Jerusalén, pero que debidamente asimilada convirtió a la secta judía mesiánica inicial en una comunidad católica, es decir, universal, formada por gentes de toda raza y condición.
O bien: *Nuestra Señora de Fátima
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 19, 7. 6)
Alegrémonos, regocijémonos y demos gracias, porque el Señor, nuestro Dios omnipotente, ha empezado a reinar. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso,
que quienes celebramos los misterios de la resurrección del Señor,
merezcamos alcanzar el gozo de nuestra redención.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Comenzaron a predicar a los griegos el Evangelio del Señor Jesús.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 11, 19-26
En aquellos días, algunos de los que se habían dispersado, huyendo de la persecución desatada después de la muerte de Esteban, llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía; pero predicaban el Evangelio solamente a los judíos. Sin embargo, hubo entre ellos algunos chipriotas y cirenenses, que al llegar a Antioquía, comenzaron a dirigirse también a los griegos y a predicarles el Evangelio del Señor Jesús. Y como la mano del Señor estaba con ellos, muchos se convirtieron y abrazaron la fe. Cuando llegaron estas noticias a la comunidad cristiana de Jerusalén, Bernabé fue enviado a Antioquía. Llegó Bernabé, y viendo la acción de la gracia de Dios, se alegró mucho; y como era hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe, exhortó a todos a que, firmes en su propósito, permanecieran fieles al Señor. Así se ganó para el Señor una gran muchedumbre. Entonces Bernabé partió hacia Tarso, en busca de Saulo; y cuando lo encontró, lo llevó consigo a Antioquía. Ambos vivieron durante todo un año en esa comunidad y enseñaron a mucha gente. Allí, en Antioquía, fue donde por primera vez los discípulos recibieron el nombre de "cristianos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 86 R/. Alaben
al Señor todos los pueblos. Aleluya.
Jerusalén gloriosa, el Señor ha puesto en ti su templo. Tú
eres más querida para Dios que todos los santuarios de Israel. R/.
De ti, Jerusalén, ciudad del Señor, se dirán maravillas.
Egipto y Babilonia adorarán al Señor; los filisteos, con Tiro
y Etiopía, serán como tus hijos. R/.
Y de ti, Jerusalén, afirmarán: "Todos los pueblos han nacido
en ti y el Altísimo es tu fortaleza". R/.
El Señor registrará en el libro de la vida a cada pueblo, convertido
en ciudadano tuyo; y todos los pueblos te cantarán, bailando: "Tú
eres la fuente de nuestra salvación". R/.
ACLAMACIÓN (Jn 10,
27) R/. Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me
siguen. R/.
El Padre y yo somos uno.
Del santo Evangelio según san Juan: 10, 22-30
Por
aquellos días, se celebraba en Jerusalén la fiesta de la dedicación
del templo. Era invierno. Jesús se paseaba por el templo, bajo el pórtico
de Salomón.
Entonces lo rodearon los judíos y le preguntaron: "¿Hasta
cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías,
dínoslo claramente".
Jesús les respondió: "Ya se lo he dicho y no me creen. Las
obras que hago en nombre de mi Padre dan testimonio de mí, pero ustedes
no creen, porque no son de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco
y ellas me siguen. Yo les doy la vida eterna y no perecerán jamás;
nadie las arrebatará de mi mano. Me las ha dado mi Padre, y Él
es superior a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. El Padre
y yo somos uno". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, vivir siempre llenos de gratitud por estos misterios pascuales que celebramos, para que, continuamente renovados por su acción, se conviertan para nosotros en causa de eterna felicidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Lc 24, 46. 26)
Era necesario que Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos, y así entrara luego en su gloria. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, escucha nuestras oraciones, para que la participación en los sacramentos de nuestra redención nos ayude en la vida presente y nos alcance las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
* Nuestra Señora de Fátima (ml), blanco (MR3, p. 712)
ORACIÓN COLECTA
Dios y Padre nuestro, que nos diste a la Madre de tu Hijo como Madre nuestra, concédenos que, perseverando en la penitencia y en la oración en favor de la salvación del mundo, podamos promover cada vez con más eficacia el reinado de Cristo, Hijo tuyo y Señor nuestro. Él que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Padre santo, la ofrenda de nuestra humildad que, llenos de alegría, te presentamos al celebrar la conmemoración de la santísima Virgen María y concédenos que, asociados al sacrificio de Cristo, recibamos el consuelo en la vida presente y los gozos de la salvación eterna. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Fortalecidos con los sacramentos pascuales, te rogamos, Señor, que quienes celebramos la memoria de la Madre de tu Hijo, manifestemos la vida de Jesús en nuestra carne mortal. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Matías, apóstol; María Dominga Mazzarello, cofundadora; Miguel Garicoits, fundador. Fiesta (Rojo)
MANTENERSE EN EL AMOR
Hch 1, 15-17. 20-26; Jn 15, 9-17
El planteamiento que nos hace el Señor al exhortarnos a vivir el amor fraterno es impecable. Exhorta a cumplir una experiencia que previamente ha vivido. Jesús ama a su Padre y ama a sus hermanos, por eso con la frente en alto puede invitarnos a amar a los hermanos. La salida de Judas Iscariote y el ingreso de Matías al grupo de los Doce los podemos entender desde la óptica del amor. Entusiasma amar a una persona cuando estamos descubriendo su calidez, su belleza y todo su lado amable, luego que van apareciendo los defectos pequeños y grandes que son comunes a todo persona, se complica reafirmar la opción primera. Cuando las relaciones se consolidan, el amor permanece si la buena voluntad, la paciencia y la generosidad de ambas personas lo deciden.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Jn 15, 16)
No son ustedes los que me han
elegido, dice el Señor; soy yo quien los ha elegido y los ha destinado
para que vayan y den fruto y su fruto permanezca. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que asociaste a san Matías al colegio de los Apóstoles, concédenos, por su intercesión, que, teniendo la dicha de ser amados por ti, merezcamos ser contados entre tus elegidos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Echaron suertes, le tocó a Matías y lo asociaron a los once apóstoles.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 1, 15-17. 20-26
En aquellos días, Pedro se puso de pie en medio de los hermanos, que eran unos ciento veinte, y dijo: "Hermanos, tenía que cumplirse aquel pasaje de la Escritura en que el Espíritu Santo, por boca de David, hizo una predicción tocante a Judas, quien fue el que guió a los que apresaron a Jesús. Él era de nuestro grupo y había sido llamado a desempeñar con nosotros este ministerio. Ahora bien, en el libro de los Salmos está escrito: Que su morada quede desierta y que no haya quien habite en ella; que su cargo lo ocupe otro. Hace falta, por lo tanto, que uno se asocie a nosotros como testigo de la resurrección de Jesús, uno que sea de los que nos acompañaron mientras convivió con nosotros el Señor Jesús, desde que Juan bautizaba hasta el día de la ascensión". Propusieron entonces a dos: a José Barsabá, por sobrenombre "el Justo", y a Matías, y se pusieron a orar de este modo: "Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra a cuál de estos dos has elegido para desempeñar este ministerio y apostolado, del que Judas desertó para irse a su propio lugar". Echaron suertes, le tocó a Matías y lo asociaron a los once apóstoles. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 112 R/. Lo puso
el Señor entre los jefes de su pueblo. Aleluya.
Bendito sea el Señor, alábenlo sus siervos. Bendito sea el Señor
desde ahora y para siempre. R/.
Desde que sale el sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor.
Dios está sobre todas las naciones, su gloria, por encima de los cielos.
R/.
¿Quién hay como el Señor? ¿Quién iguala al
Dios nuestro, que tiene en las alturas su morada, y sin embargo de esto, bajar
se digna su mirada para ver tierra y cielo? R/.
Él levanta del polvo al desvalido y saca al indigente del estiércol,
para hacerlo sentar entre los grandes, los jefes de su pueblo. R/.
ACLAMACIÓN (Cfr.
Jn 15, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Yo los he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayan y den fruto
y su fruto permanezca. R/.
No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los ha elegido.
Del santo Evangelio según san Juan: 15, 9-17
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Como el Padre
me ama, así los amo yo. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos,
permanecen en mi amor; lo mismo que yo cumplo los mandamientos de mi Padre y
permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi alegría esté
en ustedes y su alegría sea plena.
Éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los
he amado. Nadie tiene amor más grande a sus amigos que el que da la vida
por ellos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo
siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a ustedes los llamo amigos,
porque les he dado a conocer todo lo que le he oído a mi Padre.
No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los ha elegido y los ha
destinado para que vayan y den fruto y su fruto permanezca, de modo que el Padre
les conceda cuanto le pidan en mi nombre. Esto es lo que les mando: que se amen
los unos a los otros".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que tu Iglesia te presenta con devoción en la festividad de san Matías, y, por ellos, fortalécenos con el poder de tu gracia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I o II de los Apóstoles.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 15, 12)
Éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los he amado, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que das con abundancia a tu familia estos dones celestiales, por la intercesión de san Matías dígnate recibirnos en la claridad de tu luz, para que tengamos parte con los santos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
JESÚS, JUAN Y JUDAS
Hch 13, 13-25; Jn 13, 26-30
Tres israelitas contemporáneos que curiosamente llevan un nombre que empieza con la misma consonante y que aparecen en las lecturas de este día. Los dos últimos son recordados de diferente manera en relación con la actitud y la opción que asumieron hacia Jesús. Juan, quien originariamente fue maestro y mentor de Jesús que recién llegaba de Nazaret, entendió que su misión era pavimentar el camino para que los israelitas escucharan la invitación decisiva de Dios de labios de Jesús. Atinadamente lo expresó con una imagen: era indigno de desatarle las sandalias. Judas Iscariote se dejó ganar por el protagonismo; al parecer intentó "enmendarle la plana a Dios" y entregó a Jesús a las autoridades, queriendo forzar un determinado proyecto particular de salvación.
O bien: *San Isidro Labrador
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 67, 8-9. 20)
Cuando saliste, Señor, al frente de tu pueblo, y le abriste camino a través del desierto, la tierra se estremeció y hasta los cielos dejaron caer su lluvia. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que restauraste la naturaleza humana, elevándola por encima de su dignidad original, dirige tu mirada a este inefable misterio de tu amor, para que conserves los dones de tu eterna gracia y bendición en quienes te dignaste renovar por el sacramento del bautismo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Del linaje de David Dios hizo nacer un Salvador.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 13, 13-25
En aquellos días, Pablo y
sus compañeros se hicieron a la mar en Pafos; llegaron a Perge de Panfilia,
y allí Juan Marcos los dejó y volvió a Jerusalén.
Desde Perge siguieron hasta Antioquía de Pisidia, y el sábado
entraron en la sinagoga y tomaron asiento. Acabada la lectura de la ley y los
profetas, los jefes de la sinagoga les mandaron decir: "Hermanos, si tienen
alguna exhortación que hacer al pueblo, hablen".
Entonces se levantó Pablo, y haciendo señal de silencio con la
mano, les dijo:
"Israelitas y cuantos temen a Dios, escuchen: El Dios del pueblo de Israel
eligió a nuestros padres, engrandeció al pueblo cuando éste
vivía como forastero en Egipto y lo sacó de allí con todo
su poder, lo alimentó en el desierto durante cuarenta años, aniquiló
siete tribus del país de Canaán y dio el territorio de ellas en
posesión a Israel por cuatrocientos cincuenta años. Posteriormente
les dio jueces, hasta el tiempo del profeta Samuel.
Pidieron luego un rey, y Dios les dio a Saúl, hijo de Quis, de la tribu
de Benjamín, que reinó cuarenta años. Después destituyó
a Saúl y les dio por rey a David, de quien hizo esta alabanza: He hallado
a David, hijo de Jesé, hombre según mi corazón, quien realizará
todos mis designios.
Del linaje de David, conforme a la promesa, Dios hizo nacer para Israel un Salvador,
Jesús. Juan preparó su venida, predicando a todo el pueblo de
Israel un bautismo de penitencia, y hacia el final de su vida, Juan decía:
'Yo no soy el que ustedes piensan. Después de mí viene uno a quien
no merezco desatarle las sandalias' ".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 88 R/. Proclamaré
sin cesar la misericordia del Señor. Aleluya.
Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor y daré a
conocer que su fidelidad es eterna, pues el Señor ha dicho: "Mi
amor es para siempre y mi lealtad, más firme que los cielos. R/.
He encontrado a David, mi servidor, y con mi aceite santo lo he ungido. Lo sostendrá
mi mano y le dará mi brazo fortaleza. R/.
Contará con mi amor y mi lealtad y su poder aumentará en mi nombre.
Él me podrá decir: 'Tú eres mi padre, el Dios que me protege
y que me salva' ". R/.
ACLAMACIÓN (Cfr.
Ap 1, 5) R/. Aleluya, aleluya.
Señor Jesús, testigo fiel, primogénito de entre los muertos,
tu amor por nosotros es tan grande, que has lavado nuestras culpas con tu sangre.
R/.
El que recibe al que yo envío, me recibe a mí.
Del santo Evangelio según san Juan: 13, 16-20
En
aquel tiempo, después de lavarles los pies a sus discípulos, Jesús
les dijo:
"Yo les aseguro: el sirviente no es más importante que su amo, ni
el enviado es mayor que quien lo envía. Si entienden esto y lo ponen
en práctica, serán dichosos.
No lo digo por todos ustedes, porque yo sé a quiénes he escogido.
Pero esto es para que se cumpla el pasaje de la Escritura, que dice: El que
comparte mi pan me ha traicionado. Les digo esto ahora, antes de que suceda,
para que, cuando suceda, crean que Yo Soy.
Yo les aseguro: el que recibe al que yo envío, me recibe a mí;
y el que me recibe a mí, recibe al que me ha enviado". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS
OFRENDAS
Suba hasta ti, Señor, nuestra oración, acompañada por estas
ofrendas, para que, purificados por tu bondad, nos dispongas para celebrar el
sacramento de tu inmenso amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 28, 20)
Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que, por la resurrección de Cristo, nos has hecho renacer a la vida eterna, multiplica en nosotros el efecto de este sacramento pascual, e infunde en nuestros corazones el vigor que comunica este alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
*San Isidro Labrador (m1), blanco (MR3, p. 714)
ORACIÓN COLECTA
Señor, Dios nuestro, que en la humildad y sencillez de san Isidro Labrador nos dejaste un ejemplo de vida oculta con Cristo en ti, concédenos que el trabajo de cada día humanice nuestro mundo y sea también una plegaria de alabanza a tu nombre. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por esta ofrenda que te presentamos, Señor, en la conmemoración de san Isidro, concede a tus fieles los dones de la unidad y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que los sacramentos recibidos, Señor, en la conmemoración de san Isidro, santifiquen nuestras mentes y nuestros corazones, para que merezcamos participar de la naturaleza divina. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Juan Nepomuceno, mártir; Margarita de Cortona, penitente; Gemma Galgani, laica. Feria (Blanco)
EL CAMINO
Hch 13, 36-43; Jn 14, 1-6
Esta solemne declaración de Jesús: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida" es de sobra conocida. A fuerza de escucharla la podemos banalizar reduciéndola a una de esas frases que repiten a diario los publicistas. No es el caso. La consecuencia exacta de esta proclama la extrae acertadamente san Pablo en el discurso que nos registra san Lucas en el libro de los Hechos: gracias a Jesús y no a las obras meritorias hechas conforme a la ley de Moisés, el ser humano se rehabilita para participar de la amistad con Dios. La existencia y las opciones de Jesús se han convertido en una forma de vida que conduce al encuentro gozoso y pleno con el Padre. El Dios de la vida nos entrega a su Hijo Jesús como modelo y paradigma de la existencia que felicita, que anticipa la vida plena que nunca termina.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 5, 9-10)
Señor, con tu Sangre has rescatado a hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación, y has hecho de nosotros un reino de sacerdotes para Dios. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, autor de nuestra libertad y salvación, oye la voz de los que te suplican y a quienes redimiste por la sangre derramada de tu Hijo, concédeles vivir para ti y que puedan gozar en ti de inmortalidad eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Resucitando a Jesús, Dios ha cumplido la promesa que nos hizo.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 13, 26-33
En aquellos días, Pablo continuó
su predicación en la sinagoga de Antioquía de Pisidia con estas
palabras:
"Hermanos míos, descendientes de Abraham, y cuantos temen a Dios:
Este mensaje de salvación les ha sido enviado a ustedes. Los habitantes
de Jerusalén y sus autoridades no reconocieron a Jesús, y al condenarlo,
cumplieron las palabras de los profetas que se leen cada sábado: no hallaron
en Jesús nada que mereciera la muerte, y sin embargo, le pidieron a Pilato
que lo mandara ejecutar. Y después de cumplir todo lo que de Él
estaba escrito, lo bajaron de la cruz y lo pusieron en el sepulcro.
Pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y Él, ya resucitado,
se apareció durante muchos días a los que lo habían seguido
de Galilea a Jerusalén. Ellos son ahora sus testigos ante el pueblo.
Nosotros les damos la buena nueva de que la promesa hecha a nuestros padres
nos la ha cumplido Dios a nosotros, los hijos, resucitando a Jesús, como
está escrito en el salmo segundo: Tú eres mi hijo, yo te he engendrado
hoy". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 2 R/. Jesucristo
es el rey de las naciones. Aleluya.
El Señor me ha consagrado como rey de Sión, su ciudad santa. Anunciaré
el decreto del Señor. He aquí lo que me dijo: R/.
"Hijo mío eres tú, yo te he engendrado hoy. Te daré
en herencia las naciones y como propiedad, toda la tierra. Podrás gobernarlas
con cetro de hierro, y despedazarlas como jarros". R/.
Escuchen y comprendan estas cosas, reyes y gobernantes de la tierra. Adoren
al Señor con reverencia, sírvanlo con temor. R/.
ACLAMACIÓN (Jn 14,
6) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre si no es por mí,
dice el Señor. R/.
Yo soy el camino, la verdad y la vida.
Del santo Evangelio según san Juan: 14, 1-6
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No pierdan la
paz. Si creen en Dios, crean también en mí. En la casa de mi Padre
hay muchas habitaciones. Si no fuera así, yo se lo habría dicho
a ustedes, porque ahora voy a prepararles un lugar. Cuando me haya ido y les
haya preparado un lugar, volveré y los llevaré conmigo, para que
donde yo esté, estén también ustedes. Y ya saben el camino
para llegar al lugar a donde voy".
Entonces Tomás le dijo: "Señor, no sabemos a dónde
vas, ¿cómo podemos saber el camino?" Jesús le respondió:
"Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre si no es por
mí". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, con bondad, estas ofrendas de tu familia santa, para que, con la ayuda de tu protección, conserve los dones recibidos y llegue a poseer los eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Rm 4, 25)
Cristo fue condenado a muerte por nuestros pecados, y resucitó para nuestra justificación. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Protege, Señor, con amor constante a quienes has salvado, para que, una vez redimidos por la pasión de tu Hijo, se llenen ahora de alegría por su resurrección. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Santos: Pascual Bailón, hermano lego; Julia Salzano, fundadora. Beata Antonia de Mesina, laica.
Vísperas I del domingo: 1 a semana del Salterio. Tomo II: pp. 1099, 516 y 814. Para los fieles: pp. 472 y 274. Edición popular: pp. 13 y 448. Feria (Blanco)
EL PADRE REALIZA SUS OBRAS
Hch 13, 44-52; Jn 14, 7-14
Tanto la Carta a los hebreos como el Evangelio de san Juan y otros muchos escritos del Nuevo Testamento, coinciden en afirmar lo esencial de la fe cristiana: Jesús es el reflejo, la gloria, la manifestación visible del Dios invisible. Cierto es lo que dice el prólogo del cuarto Evangelio: a Dios nadie lo ha visto jamás, es el Hijo quien nos lo ha revelado. Esa revelación no es una especie de prodigio extraordinario cumplido por Jesús, realizado a través de actos de poder. Es algo más simple: Jesús vive de tal manera que rebasa las actitudes ordinarias de los simples mortales. Hay en su forma de proceder algo tan sobrehumano, que solo puede ser divino. De ese amoroso hallazgo, Pablo se vuelve testigo y portavoz a pesar de todos los riesgos en las ciudades y sinagogas del Mediterráneo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. 1 P 2, 9)
Pueblo redimido por Dios, anuncia las maravillas del Señor, que te llamó de las tinieblas a su luz admirable. Aleluya
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que por esta solemnidad de la Pascua proporcionas al mundo el remedio que necesita, prolonga tu misericordia en favor de tu Iglesia, para que el culto que te rinde en el tiempo le aproveche para la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Ahora nos dirigiremos a los paganos.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 13, 44-52
El sábado siguiente
casi toda la ciudad de Antioquía acudió a oír la palabra
de Dios. Cuando los judíos vieron una concurrencia tan grande, se llenaron
de envidia y comenzaron a contradecir a Pablo con palabras injuriosas. Entonces
Pablo y Bernabé dijeron con valentía: "La palabra de Dios
debía ser predicada primero a ustedes; pero como la rechazan y no se
juzgan dignos de la vida eterna, nos dirigiremos a los paganos. Así nos
lo ha ordenado el Señor, cuando dijo: Yo te he puesto como luz de los
paganos, para que lleves la salvación hasta los últimos rincones
de la tierra". Al enterarse de esto, los paganos se regocijaban y glorificaban
la palabra de Dios, y abrazaron la fe todos aquellos que estaban destinados
a la vida eterna. La palabra de Dios se iba propagando por toda la región.
Pero los judíos azuzaron a las mujeres devotas de la alta sociedad y
a los ciudadanos principales, y provocaron una persecución contra Pablo
y Bernabé, hasta expulsarlos de su territorio.
Pablo y Bernabé se sacudieron el polvo de los pies, como señal
de protesta, y se marcharon a Iconio, mientras los discípulos se quedaron
llenos de alegría y del Espíritu Santo. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 97 R/.
Cantemos las maravillas del Señor. Aleluya.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra
y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su
justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
R/.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos
y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 8, 31. 32) R/. Aleluya, aleluya.
Si se mantienen fieles a mi palabra, dice el Señor, serán verdaderamente
discípulos míos y conocerán la verdad. R/.
Quien me ve a mí, ve al Padre.
Del santo Evangelio según san Juan: 14, 7-14
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Si ustedes me conocen a mí, conocen
también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto".
Le dijo Felipe: "Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta".
Jesús le replicó: "Felipe, tanto tiempo hace que estoy con
ustedes, ¿y todavía no me conoces? Quien Me ve a mí, ve
al Padre. ¿Entonces por qué dices: 'Muéstranos al Padre'?
¿O no crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí?
Las palabras que yo les digo, no las digo por mi propia cuenta. Es el Padre,
que permanece en mí, quien hace las obras. Créanme: yo estoy en
el Padre y el Padre está en mí. Si no me dan fe a mí, créanlo
por las obras. Yo les aseguro: el que crea en mí, hará las obras
que hago yo y las hará aún mayores, porque yo me voy al Padre;
y cualquier cosa que pidan en mi nombre, yo la haré para que el Padre
sea glorificado en el Hijo. Yo haré cualquier cosa que me pidan en mi
nombre". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, por tu piedad, estos dones y al recibir en oblación este sacrificio espiritual, conviértenos para ti en una perenne ofrenda. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 17, 24)
Padre, quiero que donde yo esté, estén también conmigo los que tú me has dado, para que contemplen la gloria que me diste, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al recibir, Señor, el don de estos sagrados misterios, te suplicamos humildemente que lo que tu Hijo nos mandó celebrar en memoria suya, nos aproveche para crecer en nuestra caridad fraterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
VI DOMINGO DE PASCUA.
Santos: Juan I. Papa y mártir; Leonardo Murialdo, fundador; Rafaela María Porras, fundadora. (Blanco)
UNA IGLESIA SERVIDORA
Hch 6, 1-7; 1 Pe 2, 4-9; Jn 14, 1-12
La institución de los diáconos con ocasión del diferendo entre cristianos de lengua griega y aquellos de lengua aramea, no es un incidente biográfico en la iglesia primitiva. Es algo más trascendente, porque instaura e institucionaliza como algo fundamental el servicio de la caridad. Los siete diáconos son la presencia simbólica de toda la Iglesia. No hay que olvidar el carácter de plenitud del número siete. Una Iglesia servidora que proclama el Evangelio, como lo refiere san Lucas, acrecienta el número de sus discípulos. El Evangelio nos presenta una dinámica semejante: así como el Padre revela su amor por medio de su Hijo Jesús; a los discípulos nos corresponde revelar la presencia de Jesús en nuestra realidad, por nuestra fidelidad a sus opciones y actitudes.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 97, 1-2)
Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas y todos los pueblos han presenciado su victoria. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, lleva a su plenitud en nosotros el sacramento pascual, para que, a quienes te dignaste renovar por el santo bautismo, les hagas posible, con el auxilio de tu protección, abundar en frutos buenos, y alcanzar los gozos de la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Eligieron siete hombres llenos del Espíritu Santo.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 6, 1-7
En aquellos días,
como aumentaba mucho el número de los discípulos, hubo ciertas
quejas de los judíos griegos contra los hebreos, de que no se atendía
bien a sus viudas en el servicio de caridad de todos los días.
Los Doce convocaron entonces a la multitud de los discípulos y les dijeron:
"No es justo que, dejando el ministerio de la palabra de Dios, nos dediquemos
a administrar los bienes. Escojan entre ustedes a siete hombres de buena reputación,
llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a los cuales encargaremos
este servicio. Nosotros nos dedicaremos a la oración y al servicio de
la palabra".
Todos estuvieron de acuerdo y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y del
Espíritu Santo, a Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Pármenas
y Nicolás, prosélito de Antioquía. Se los presentaron a
los apóstoles y éstos, después de haber orado, les impusieron
las manos.
Mientras tanto, la palabra de Dios iba cundiendo. En Jerusalén se multiplicaba
grandemente el número de los discípulos. Incluso un grupo numeroso
de sacerdotes había aceptado la fe. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 32 R/.
El Señor cuida de aquellos que lo temen. Aleluya.
Que los justos aclamen al Señor; es propio de los justos alabarlo. Demos
gracias a Dios al son del arpa, que la lira acompañe nuestros cantos.
R/.
Sincera es la palabra del Señor y todas sus acciones son leales. Él
ama la justicia y el derecho, la tierra llena está de sus bondades. R/.
Cuida el Señor de aquellos que lo temen y en su bondad confían;
los salva de la muerte y en épocas de hambre les da vida. R/.
Ustedes son estirpe elegida, sacerdocio real.
De la primera carta del apóstol san Pedro: 2, 4-9
Hermanos: Acérquense
al Señor Jesús, la piedra viva, rechazada por los hombres, pero
escogida y preciosa a los ojos de Dios; porque ustedes también son piedras
vivas, que van entrando en la edificación del templo espiritual, para
formar un sacerdocio santo, destinado a ofrecer sacrificios espirituales, agradables
a Dios, por medio de Jesucristo. Tengan presente que está escrito: He
aquí que pongo en Sión una piedra angular, escogida y preciosa;
el que crea en ella no quedará defraudado.
Dichosos, pues, ustedes, los que han creído. En cambio, para aquellos
que se negaron a creer, vale lo que dice la Escritura: La piedra que rechazaron
los constructores ha llegado a ser la piedra angular, y también tropiezo
y roca de escándalo. Tropiezan en ella los que no creen en la palabra,
y en esto se cumple un designio de Dios.
Ustedes, por el contrario, son estirpe elegida, sacerdocio real, nación
consagrada a Dios y pueblo de su propiedad, para que proclamen las obras maravillosas
de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 6) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre, si no es por mí,
dice el Señor. R/.
Yo soy el camino, la verdad y la vida.
Del santo Evangelio según san Juan: 14, 1-12
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "No pierdan la paz. Si creen en Dios, crean
también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones.
Si no fuera así, yo se lo habría dicho a ustedes, porque ahora
voy a prepararles un lugar. Cuando me haya ido y les haya preparado un lugar,
volveré y los llevaré conmigo, para que donde yo esté,
estén también ustedes. Y ya saben el camino para llegar al lugar
a donde voy".
Entonces Tomás le dijo: "Señor, no sabemos a dónde
vas, ¿cómo podemos saber el camino?" Jesús le respondió:
"Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre si no es por
mí. Si ustedes me conocen a mí, conocen también a mi Padre.
Ya desde ahora lo conocen y lo han visto". Le dijo Felipe: "Señor,
muéstranos al Padre y eso nos basta". Jesús le replicó:
"Felipe, tanto tiempo hace que estoy con ustedes, ¿y todavía
no me conoces? Quien me ve a mí, ve al Padre. ¿Entonces por qué
dices: 'Muéstranos al Padre'? ¿O no crees que yo estoy en el Padre
y que el Padre está en mí? Las palabras que yo les digo, no las
digo por mi propia cuenta. Es el Padre, que permanece en mí, quien hace
las obras. Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí.
Si no me dan fe a mí, créanlo por las obras. Yo les aseguro: el
que crea en mí, hará las obras que hago yo y las hará aún
mayores, porque yo me voy al Padre". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos a Jesús resucitado, vida y esperanza de la humanidad entera. Después
de cada petición diremos:
Jesús resucitado, escúchanos.
Por los pastores de la Iglesia. Que vivan su misión con fe y esperanza,
y ayuden a crear un espíritu de paz y concordia en nuestra sociedad.
Oremos.
Por las Iglesias de los países en los que es más difícil
ser cristiano, y especialmente por los cristianos de China. Que Dios les dé
su fortaleza para mantenerse fieles. Oremos.
Por quienes gobiernan los pueblos. Que se esfuercen en construir una sociedad
más justa y solidaria. Oremos.
Por los maestros y todos los trabajadores de la educación. Que sean conscientes
de la gran responsabilidad que tienen en sus manos. Oremos.
Por nosotros. Que encontremos en Jesucristo la luz para nuestro camino, y la
alegría para nuestro corazón. Oremos.
Escucha, Señor Jesucristo, nuestras plegarias, y danos tu Espíritu
Santo. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, que por el santo valor de este sacrificio nos hiciste participar de tu misma y gloriosa vida divina, concédenos que, así como hemos conocido tu verdad, de igual manera vivamos de acuerdo con ella. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Jn 15, 1. 5)
Yo soy la vid verdadera y ustedes los sarmientos, dice el Señor; si permanecen en mí y yo en ustedes darán fruto abundante. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, muéstrate benigno con tu pueblo, y ya que te dignaste alimentarlo con los misterios celestiales, hazlo pasar de su antigua condición de pecado a una vida nueva. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- "Quien cree en mi hará obras como las mías", afirma el Señor Jesucristo en este pasaje del Evangelio. Es una frase deliberadamente estimulante para los que creemos en Cristo. No es una ilusoria motivación típica de los predicadores entusiastas ni de los escritores de libros de autoayuda. Quien haya hecho el intento de dejarse guiar por la gracia sanadora y regeneradora de Dios lo habrá comprobado. Frecuentemente nos apropiamos de aquella otra sentencia evangélica: "somos siervos inútiles, solo hemos hecho lo que teníamos que hacer". Efectivamente, las ocasiones en que permitimos que la palabra de Dios oriente nuestras opciones cotidianas, son la ilustración de que "sí se puede" vivir el Evangelio. La condición pecadora que nos aflige, es superada por la gracia de Dios, cuando encuentra personas bien dispuestas.
VIVIREMOS CON ÉL
Hch 14, 5-18; Jn 14, 21-26
La promesa que hace el Señor Jesús a sus discípulos se confirma en la vida de la Iglesia primitiva. El Padre y el Hijo asisten y acompañan a cuantos se mantienen fieles al mensaje de Vida que Jesús testimonia. Esa comunión misteriosa entre Dios Padre, su Hijo Jesús y los creyentes, se transparenta en el relato de los Hechos de los Apóstoles con Pablo y Bernabé. Estos dos misioneros cristianos estaban ciertos de la acción transformadora que había acontecido a partir de la resurrección de Cristo. El Padre, lo había constituido en autor de la vida. Esa no era una frase hueca, sino una realidad profunda, en base a ella, los dos apóstoles invocaron el nombre de Jesús y devolvieron la salud y la movilidad al hombre inválido. La lección final era muy clara: Dios se hace presente dando beneficios a cuantos se disponen a confiar en Él.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Ha resucitado el Buen Pastor, que dio la vida por sus ovejas y se entregó a la muerte por su rebaño. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Te rogamos, Señor, que protejas siempre a tu familia santa con el auxilio de tu diestra poderosa, para que, en virtud de la resurrección de tu Unigénito, protegida de toda maldad, avance sin cesar asistida por tus dones celestiales. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Les predicamos el Evangelio para que dejando los falsos dioses, se conviertan al Dios vivo.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 14, 5-18
En aquellos días,
los paganos y los judíos de Iconio, apoyados por las autoridades, comenzaron
a agitarse con la intención de maltratar y apedrear a Pablo y a Bernabé.
Pero ellos se dieron cuenta de la situación y huyeron a Listra y Derbe,
ciudades de Licaonia, y predicaron el Evangelio en toda la región.
Había en Listra un hombre tullido de los pies desde su nacimiento que
se pasaba la vida sentado y nunca había podido andar. El tullido escuchaba
el discurso de Pablo, y éste, mirándolo fijamente, advirtió
que aquel hombre tenía fe suficiente como para ser curado, y le ordenó
en voz alta: "Levántate y ponte derecho sobre tus pies". De
un salto el hombre se puso en pie y comenzó a caminar. Cuando la gente
vio lo que Pablo había hecho, empezaron a gritar en la lengua de Licaonia:
"¡Dioses en figura de hombres han bajado a visitarnos!" Decían
que Bernabé era el dios Júpiter y Pablo el dios Mercurio, porque
éste era el que hablaba.
El sacerdote del templo de Júpiter, situado a la entrada de la ciudad,
llevó a las puertas unos toros adornados con guirnaldas, y junto con
la muchedumbre, quería ofrecerles un sacrificio. Al darse cuenta de todo
esto, los apóstoles Bernabé y Pablo se rasgaron las vestiduras
e irrumpieron por entre la multitud, gritando:
"Ciudadanos, ¿por qué hacen semejante cosa? Nosotros somos
hombres mortales, lo mismo que ustedes. Les predicamos el Evangelio que los
hará dejar los falsos dioses y convertirse al Dios vivo, que hizo el
cielo, la tierra, el mar y todo cuanto contienen. En épocas pasadas,
Dios dejó que cada pueblo siguiera su camino, aunque siempre se dio a
conocer por sus beneficios, mandando la lluvia y la cosecha a su tiempo, dándoles
así comida y alegría en abundancia". Y diciendo estas palabras,
consiguieron impedir, a duras penas, que la multitud les ofreciera un sacrificio.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 113 R/.
Que todos te alaben sólo a ti, Señor. Aleluya.
No por nosotros, Señor, no por nosotros, sino por ti mismo, manifiesta
tu grandeza, porque eres fiel y bondadoso. Que no nos pregunten los paganos:
"¿Dónde está el Dios de Israel?" R/.
Nuestro Dios está en el cielo y Él ha hecho todo lo que quiso.
En cambio, los ídolos de los paganos son oro y plata, son dioses hechos
por artesanos. R/.
Que los llene de bendiciones el Señor, que hizo el cielo y la tierra.
El Señor se ha reservado para sí el cielo y a los hombres les
ha entregado la tierra. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 26) R/ Aleluya, aleluya.
El Espíritu Santo les enseñará todas las cosas y les recordará
todo cuanto yo les he dicho, dice el Señor. R/.
El Espíritu Santo, que mi Padre les enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas.
Del santo Evangelio según san Juan: 14, 21-26
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "El que acepta mis mandamientos y los cumple,
ése me ama. Al que me ama a mí, lo amará mi Padre, yo también
lo amaré y me manifestaré a él".
Entonces le dijo Judas (no el Iscariote): "Señor, ¿por qué
razón a nosotros sí te nos vas a manifestar y al mundo no?"
Le respondió Jesús: "El que me ama, cumplirá mi palabra
y mi Padre lo amará y vendremos a él y haremos en él nuestra
morada. El que no me ama no cumplirá mis palabras. Y la palabra que están
oyendo no es mía, sino del Padre, que me envió.
Les he hablado de esto ahora que estoy con ustedes; pero el Paráclito,
el Espíritu Santo que mi Padre les enviará en mi nombre, les enseñará
todas las cosas y les recordará todo cuanto yo les he dicho". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Suba hasta ti, Señor, nuestra oración, acompañada por estas ofrendas, para que, purificados por tu bondad, nos dispongas para celebrar el sacramento de tu inmenso amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 14, 27)
La paz les dejo, mi paz les doy; pero yo no se la doy como la da el mundo, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que, por la resurrección de Cristo, nos has hecho renacer a la vida eterna, multiplica en nosotros el efecto de este sacramento pascual, e infunde en nuestros corazones el vigor que comunica este alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LA PUERTA DE LA FE
Hch 14, 19-28; Jn 14, 27-31
Dos relatos semejantes por el clima común entre el portavoz del mensaje y los receptores. Tanto Jesús como Pablo y Bernabé se despiden de sus discípulos y colaboradores inmediatos. "Ya no hay tiempo para hablar largo", dice el Señor a los Doce. Los apóstoles por su parte, aleccionan a los responsables y dirigentes de las comunidades a perseverar, porque saben que es "necesario pasar tribulaciones para entrar al Reino de Dios". El Señor Jesús también anima a los suyos a prepararse para momentos de prueba y dificultad, puesto que "está para llegar el príncipe de este mundo". No es una amenaza, ni un mensaje que pretenda desmoralizar, sino prevenir y alentar a los discípulos a mantenerse fieles y firmes en la fe. La existencia cristiana vivida a plenitud acarrea riesgos y dificultades, que pueden vencerse con el auxilio de Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 19, 5; 12, 10)
Alaben a nuestro Dios todos cuantos lo temen, pequeños y grandes, porque ha llegado ya la salvación, el poder y el reinado de su Cristo. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que por la resurrección de tu Hijo nos rescatas para la vida eterna, concede a tu pueblo perseverar en la fe y la esperanza, para que no dudemos que se han de cumplir las promesas que tú hiciste y nos has dado a conocer. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Contaban a la comunidad cristiana lo que había hecho Dios por medio de ellos.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 14, 19-28
En aquellos días,
llegaron a Listra, procedentes de Antioquía y de Iconio, unos judíos,
que se ganaron a la multitud y apedrearon a Pablo; lo dieron por muerto y lo
arrastraron fuera de la ciudad. Cuando lo rodearon los discípulos, Pablo
se levantó y regresó a la ciudad. Pero al día siguiente,
salió con Bernabé hacia Derbe.
Después de predicar el Evangelio y de hacer muchos discípulos
en aquella ciudad, volvieron a Listra, Iconio y Antioquía, y ahí
animaban a los discípulos y los exhortaban a perseverar en la fe, diciéndoles
que hay que pasar por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios.
En cada comunidad designaban presbíteros, y con oraciones y ayunos los
encomendaban al Señor, en quien habían creído.
Atravesaron luego Pisidia y llegaron a Panfilia; predicaron en Perge y llegaron
a Atalía. De allí se embarcaron para Antioquía, de donde
habían salido, con la gracia de Dios, para la misión que acababan
de cumplir.
Al llegar, reunieron a la comunidad y les contaron lo que había hecho
Dios por medio de ellos y cómo les había abierto a los paganos
las puertas de la fe. Ahí se quedaron bastante tiempo con los discípulos.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 144 R/.
Bendigamos al Señor eternamente. Aleluya.
Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan.
Que proclamen la gloria de tu reino y den a conocer tus maravillas. R/.
Que muestren a los hombres tus proezas, el esplendor y la gloria de tu reino.
Tu reino, Señor, es para siempre y tú imperio, para todas las
generaciones.
Que mis labios alaben al Señor, que todos los seres lo bendigan ahora
y para siempre. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Lc 24, 46. 26) R/. Aleluya, aleluya.
Cristo tenía que morir y resucitar de entre los muer-tos, para entrar
así en su gloria. R/.
Les doy mi paz.
Del santo Evangelio según san Juan: 14, 27-31
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "La paz les dejo, mi paz les doy. No se la
doy como la da el mundo. No pierdan la paz ni se acobarden. Me han oído
decir: 'Me voy, pero volveré a su lado'. Si me amaran, se alegrarían
de que me vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Se lo he dicho
ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, crean.
Ya no hablaré muchas cosas con ustedes, porque se acerca el príncipe
de este mundo; no es que él tenga poder sobre mí, pero es necesario
que el mundo sepa que amo al Padre y que cumplo exactamente lo que el Padre
me ha mandado". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, los dones que, jubilosa, tu Iglesia te presenta, y puesto que es a ti a quien debe su alegría, concédele también disfrutar de la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Rm 6, 8)
Si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con Él. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dirige, Señor, tu mirada compasiva sobre tu pueblo, al que te has dignado renovar con estos misterios de vida eterna, y concédele llegar un día a la gloria incorruptible de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Cristóbal Magallanes y compañeros, mártires; Eugenio de Mazenod, fundador.
Beato Juan Mopinot y compañeros, mártires. Memoria (Rojo)
LA REALIDAD Y LA METÁFORA
Hch 15, 1-6; Jn 15, 1-8
El Señor Jesús gustaba de explicar las cosas profundas del camino cristiano a través de comparaciones e imágenes sacadas del mundo campesino. En este Evangelio recurre a la imagen de la vid, los sarmientos y el viñador, para ejemplificar las relaciones de comunión estrecha e intensa que debe existir entre los cristianos y entre éstos y el Padre y el Señor Jesús. Jesucristo es la Vid, y de esa cada uno de los discípulos es un sarmiento que necesita podas, riegos y nutrientes (el pan de la Palabra y el pan de la Eucaristía) a fin que dé fruto. Esa dinámica es la que apreciamos entre la comunidad de Jerusalén y la naciente comunidad cristiana de Antioquía. La iglesia madre recupera como hija y hermana a la vigorosa y dinámica iglesia de Siria. La comunión se concreta en la vivencia del diálogo y la colegialidad, camino indispensable para la resolución de los conflictos propios de la vida cristiana.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Ap 7, 13-14)
Estos que llevan la túnica blanca, son los que han pasado por la gran tribulación, y han lavado su túnica con la sangre del Cordero. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que concediste a san Cristóbal Magallanes, presbítero, y a sus compañeros, que fueran fieles a Cristo Rey hasta el martirio, concédenos, por su intercesión, que, perseverando en la confesión de la fe verdadera, podamos ser siempre fieles a los mandatos de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Se decidió que Pablo y Bernabé fueran a Jerusalén a ver a los apóstoles.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 15, 1-6
En aquellos días,
vinieron de Judea a Antioquía algunos discípulos y se pusieron
a enseñar a los hermanos que si no se circuncidaban conforme a la ley
de Moisés, no podrían salvarse.
Esto provocó un altercado y una violenta discusión con Pablo y
Bernabé; al fin se decidió que Pablo, Bernabé y algunos
más fueran a Jerusalén para tratar el asunto con los apóstoles
y los presbíteros. La comunidad cristiana los proveyó para el
viaje, y ellos atravesaron Fenicia y Samaria, contando a los hermanos cómo
se convertían los paganos, y los llenaban de gozo con esta noticia.
Al llegar a Jerusalén, fueron recibidos por la comunidad cristiana, los
apóstoles y los presbíteros, y ellos refirieron todo cuanto Dios
había hecho por su medio. Pero algunos de los fariseos convertidos intervinieron,
diciendo: "Hay que circuncidar a los paganos y exigirles que cumplan la
ley de Moisés".
Entonces se reunieron los apóstoles y los presbíteros para examinar
el asunto. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 121 R/.
Vayamos con alegría al encuentro del Señor. Aleluya.
¡Qué alegría sentí, cuando me dijeron: "Vayamos
a la casa del Señor"! Y hoy estamos aquí, Jerusalén,
jubilosos, delante de tus puertas. R/.
A ti, Jerusalén, suben las tribus, las tribus del Señor, según
lo que a Israel se le ha ordenado, para alabar el nombre del Señor. R/.
Por el amor que tengo a mis hermanos, voy a decir: "La paz esté
contigo". Y por la casa del Señor, mi Dios, pediré para ti
todos los bienes. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 15, 4. 5) R/. Aleluya, aleluya.
Permanezcan en mí y yo en ustedes, dice el Señor; el que permanece
en mí da fruto abundante. R/.
El que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante.
Del santo Evangelio según san Juan: 15, 1-8
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el
viñador. Al sarmiento que no da fruto en mí, Él lo arranca,
y al que da fruto lo poda para que dé más fruto.
Ustedes ya están purificados por las palabras que les he dicho. Permanezcan
en mí y yo en ustedes. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí
mismo, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes, si no permanecen
en mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en mí
y yo en él, ése da fruto abundante, porque sin mí nada
pueden hacer. Al que no permanece en mí se le echa fuera, como al sarmiento,
y se seca; luego lo recogen, lo arrojan al fuego y arde.
Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que
quieran y se les concederá. La gloria de mi Padre consiste en que den
mucho fruto y se manifiesten así como discípulos míos".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al conmemorar la muerte dichosa de tus justos, te ofrecemos, Señor, aquel mismo sacrificio en el que tuvo su origen todo martirio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Sal 32, 1)
Alégrense, justos, en el Señor, que merece la alabanza de los buenos. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al celebrar en este divino banquete la celestial victoria de los santos mártires Cristóbal y compañeros, te pedimos, Señor, que concedas la victoria a quienes nos alimentamos con este pan de vida, y que, ya vencedores, nos lleves a comer del árbol de la vida en el paraíso. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA CARGA INSOPORTABLE
Hch 15, 7-21; Jn 15, 9-11
Las dos lecturas pueden conectarse a partir de la temática de los mandamientos. En el Evangelio Jesús afirma haber cumplido los mandamientos del Padre y demanda a su vez a sus discípulos que cumplan sus mandamientos. El mandato de Jesús es uno solo: el amor fraterno vivido a la manera del Maestro, es decir, de forma cabal. En la discusión que establecen los apóstoles que evangelizaron a los paganos con los apóstoles que permanecieron atentos a la misión de los judíos, salta el problema de la obligatoriedad de toda la ley mosaica. Pedro afirmó sin titubeos el carácter opresor de dicha ley y abogó por la centralidad de la gracia otorgada por Cristo Jesús; decisión que fue confirmada por Santiago, hermano del Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Ex 15, 1-2)
Cantemos al Señor, pues su victoria es grande. Mi fortaleza y mi alabanza es el Señor, Él es mi salvación. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios misericordioso, cuya gracia convierte en justos a los descarriados y en dichosos a los afligidos, actúa con tu poder y concede tus dones, para que en quienes ya infundiste la justificación por la fe no decaiga la firmeza de su perseverancia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Juzgo que no se debe importunar a los paganos que se convierten a Dios.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 15, 7-21
Por aquellos días,
después de una larga discusión sobre el asunto de la circuncisión,
Pedro se levantó y dijo a los apóstoles y a los presbíteros:
"Hermanos: Ustedes saben que, ya desde los primeros días, Dios me
eligió entre ustedes para que los paganos oyeran, por mi medio, las palabras
del Evangelio y creyeran. Dios, que conoce los corazones, mostró su aprobación
dándoles el Espíritu Santo, igual que a nosotros. No hizo distinción
alguna, ya que purificó sus corazones con la fe.
¿Por qué quieren irritar a Dios imponiendo sobre los discípulos
ese yugo, que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido soportar? Nosotros
creemos que nos salvaremos por la gracia del Señor Jesús, del
mismo modo que ellos".
Toda la asamblea guardó silencio y se pusieron a oír a Bernabé
y a Pablo, que contaban las grandes señales y prodigios que Dios había
hecho entre los paganos por medio suyo. Cuando terminaron de hablar, Santiago
tomó la palabra y dijo:
"Hermanos, escúchenme. Pedro nos ha referido cómo, por primera
vez, se dignó Dios escoger entre los paganos un pueblo que fuera suyo.
Esto concuerda con las palabras de los profetas, porque está escrito:
Después de estos sucesos volveré y reconstruiré de nuevo
la casa de David, que se había derrumbado; repararé sus ruinas
y la reedificaré, para que el resto de los hombres busque al Señor,
lo mismo que todas las naciones que han sido consagradas a mi nombre. El Señor
que hace estas cosas es quien lo dice. Él las conoce desde la eternidad.
Por lo cual, yo juzgo que no se debe molestar a los paganos que se convierten
a Dios; basta prescribirles que se abstengan de la fornicación, de comer
lo inmolado a los ídolos, la sangre y los animales estrangulados. Si
alguien se extraña, Moisés tiene, desde antiguo, quienes lo predican
en las ciudades, puesto que cada sábado se lee en las sinagogas".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 95 R/.
Cantemos la grandeza del Señor. Aleluya.
Cantemos al Señor un nuevo canto, que le cante al Señor toda la
tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo. R/.
Proclamemos su amor día tras día, su grandeza anunciemos a los
pueblos; de nación en nación, sus maravillas. R/.
Caigamos en su templo de rodillas. "Reina el Señor", digamos
a los pueblos, gobierna a las naciones con justicia. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 10, 27) R/. Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me
siguen. R/.
Permanezcan en mi amor para que su alegría sea plena.
Del santo Evangelio según san Juan: 15, 9-11
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Como el Padre me ama, así los amo
yo. Permanezcan en mi amor.
Si cumplen mis mandamientos, permanecen en mi amor; lo mismo que yo cumplo los
mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que
mi alegría esté en ustedes y su alegría sea plena".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, que por el santo valor de este sacrificio nos hiciste participar de tu misma y gloriosa vida divina, concédenos que, así como hemos conocido tu verdad, de igual manera vivamos de acuerdo con ella. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (2 Co 5, 15)
Cristo murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí mismos, sino para El, que murió y resucitó por ellos. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, muéstrate benigno con tu pueblo, y ya que te dignaste alimentarlo con los misterios celestiales, hazlo pasar de su antigua condición de pecado a una vida nueva. Por Jesucristo, nuestro Señor.
NO HAY AMOR MÁS GRANDE
Hch 15, 22-31; Jn 15, 12-17
La innovación fundamental que se opera al pasar de la antigua a la nueva alianza se concreta fundamentalmente en lo relativo a la pedagogía divina. Desde la óptica de la primera alianza había que cumplir con los mandamientos todos, tanto los que regulaban el culto, la pureza, las relaciones humanas y las actividades económicas todas. Paulatinamente esa tupida red de reglas y prohibiciones se volvieron una carga cada vez más insoportable, por las interpretaciones rigoristas de los juristas judíos. Ese rigorismo es el que cuestionaron los apóstoles en el Concilio de Jerusalén. Lo hicieron a sabiendas de que el Señor Jesús había reformulado todos esos mandatos en uno solo: el amor fraterno y el amor universal. No lo había hecho solamente como un legislador que dictamina leyes para otros, sino como el primer testigo que se aplicaba a cumplirlas.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 5, 12)
Digno es el Cordero que fue sacrificado, de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza y el honor. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, conformar dignamente nuestra vida a los sacramentos pascuales, para que, al celebrarlos llenos de alegría, nos protejan y nos salven con su fuerza perdurable. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El Espíritu Santo y nosotros hemos decidido no imponerles más cargas que las estrictamente necesarias.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 15, 22-31
En aquellos días,
los apóstoles y los presbíteros, de acuerdo con toda la comunidad
cristiana, juzgaron oportuno elegir a algunos de entre ellos y enviarlos a Antioquía
con Pablo y Bernabé. Los elegidos fueron Judas (llamado Barsabás)
y Silas, varones prominentes en la comunidad. A ellos les entregaron una carta
que decía:
"Nosotros, los apóstoles y los presbíteros, hermanos suyos,
saludamos a los hermanos de Antioquía, Siria y Cilicia, convertidos del
paganismo. Enterados de que algunos de entre nosotros, sin mandato nuestro,
los han alarmado e inquietado a ustedes con sus palabras, hemos decidido de
común acuerdo elegir a dos varones y enviárselos, en compañía
de nuestros amados hermanos Bernabé y Pablo, que han consagrado su vida
a la causa de nuestro Señor Jesucristo. Les enviamos, pues, a Judas y
a Silas, quienes les transmitirán, de viva voz, lo siguiente:
`El Espíritu Santo y nosotros hemos decidido no imponerles más
cargas que las estrictamente necesarias. A saber: que se abstengan de la fornicación
y de comer lo inmolado a los ídolos, la sangre y los animales estrangulados.
Si se apartan de esas cosas, harán bien'. Los saludamos".
Los enviados se despidieron y cuando llegaron a Antioquía, reunieron
a la comunidad cristiana y les entregaron la carta. Al leer aquellas palabras
alentadoras, todos se llenaron de júbilo. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Del salmo 56 R/.
Alabemos y cantemos al Señor. Aleluya.
Dispuesto está mi corazón, Dios mío, para cantar tus alabanzas.
Despiértate, alma mía, despiértense mi cítara y
mi arpa, antes de que despunte el alba. R/.
Tocaré para ti ante las naciones, te alabaré, Señor, entre
los pueblos, pues tu lealtad hasta las nubes llega y tu amor es más grande
que los cielos. Levántate, Señor, en las alturas y llena con tu
gloria el mundo entero. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 15, 15) R/. Aleluya, aleluya.
A ustedes los llamo amigos, dice el Señor, porque les he dado a conocer
todo lo que le he oído a mi Padre. R/.
Éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros.
Del santo Evangelio según san Juan: 15, 12-17
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los he amado. Nadie tiene amor más grande a sus amigos que el que da la vida por ellos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a ustedes los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que le he oído a mi Padre. No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los ha elegido y los ha destinado para que vayan y den fruto y su fruto permanezca, de modo que el Padre les conceda cuanto le pidan en mi nombre. Esto es lo que les mando: que se amen los unos a los otros". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, por tu piedad, estos dones y al recibir en oblación este sacrificio espiritual, conviértenos para ti en una perenne ofrenda. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
El Crucificado resucitó de entre los muertos y nos ha redimido. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al recibir, Señor, el don de estos sagrados misterios, te suplicamos humildemente que lo que tu Hijo nos mandó celebrar en memoria suya, nos aproveche para crecer en nuestra caridad fraterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Nuestra Señora María Auxiliadora
Santos: Donaciano y Rogaciano de Nantes; mártires. Beato Luis Zeferino Moreau, presbítero.
Vísperas I del domingo: 2a semana del Salterio. Tomo II: pp. 1201, 516 y 878. Para los fieles: pp. 555 y 274. Edición popular: pp. 108 y 449. Feria (Blanco)
PREPARATIVOS PARA LA MISIÓN
Hch 16, 1-10; Jn 15, 18-21
El evangelista san Lucas nos refiere la incorporación de Timoteo al equipo misionero de San Pablo. La estrategia y el itinerario misional no eran establecidos de forma discrecional. Los apóstoles atendían a las señales del Espíritu y buscaban dejarse guiar por sus impulsos y mociones. La evangelización de "Europa" comenzó cuando Pablo y Timoteo acogieron el llamado del Señor y dieron inicio a la misión en Macedonia y Filipos. De cuestiones misionales más profundas se ocupa el Señor Jesús en el cuarto Evangelio. Es en realidad un discurso de despedida y alerta a los suyos acerca del rechazo inminente que su labor misionera generará, sobre todo entre aquellas personas e instituciones que persiguen valores contrarios a la dignidad de la persona humana: traficantes de esclavos, propagandistas del evangelio imperial romano que propugnaba el sometimiento ciego al emperador.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Col 2, 12)
Ustedes, por el bautismo, han sido sepultados con Cristo, y con Él han sido resucitados, porque han creído en el poder de Dios, que lo resucitó de entre los muertos. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que te dignaste concedernos la vida celestial haciéndonos renacer por el bautismo, te rogamos que, puesto que al justificarnos nos hiciste capaces de la inmortalidad, nos concedas también llegar, con tu ayuda, a la plenitud de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
¡Ven a Macedonia y ayúdanos!
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 16, 1-10
En aquellos días,
Pablo fue a Derbe y luego a Listra. Había allí un discípulo,
llamado Timoteo, hijo de padre griego y de madre judía cristiana. Timoteo
gozaba de muy buena fama entre los hermanos de Listra e Iconio. Pablo quiso
llevarlo consigo y lo circuncidó, en atención a los judíos
de aquellas regiones, pues todos sabían que su padre era pagano.
En todas las ciudades por donde iban pasando, daban a conocer las decisiones
tomadas por los apóstoles y los presbíteros de Jerusalén,
para que las pusieran en práctica. De esta manera las comunidades cristianas
se fortalecían en la fe y el número de creyentes aumentaba cada
día más.
Como el Espíritu Santo les había prohibido predicar la palabra
en la provincia de Asia, Pablo y Timoteo atravesaron Frigia y Galacia. Al llegar
a los límites de Misia, se propusieron ir a Bitinia, pero el Espíritu
de Jesús no se lo permitió. Entonces atravesaron Misia y llegaron
a Tróade. Por la noche, Pablo tuvo una aparición: vio a un macedonio,
que de pie ante él, le rogaba: "¡Ven a Macedonia y ayúdanos!"
Después de esta visión, determinamos salir para Macedonia, convencidos
de que Dios nos llamaba a predicar allí el Evangelio. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 99 R/.
El Señor es nuestro Dios y nosotros su pueblo. Aleluya.
Alabemos a Dios todos los hombres, sirvamos al Señor con alegría
y con júbilo entremos en su templo. R/
Reconozcamos que el Señor es Dios, que Él fue quien nos hizo y
somos suyos, que somos su pueblo y su rebaño. R/.
Porque el Señor es bueno, bendigámoslo, porque es eterna su misericordia
y su fidelidad nunca se acaba. R/.
ACLAMACIÓN
(Col 3, 1) R/. Aleluya, aleluya.
Puesto que han resucitado con Cristo, busquen los bienes de arriba, donde está
Cristo, sentado a la derecha de Dios. R/.
Ustedes no son del mundo, pues, al elegirlos, yo los he separado del mundo.
Del santo Evangelio según san Juan: 15, 18-21
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Si el mundo los odia, sepan que me ha odiado
a mí antes que a ustedes. Si fueran del mundo, el mundo los amaría
como cosa suya; pero el mundo los odia porque no son del mundo, pues al elegirlos,
yo los he separado del mundo.
Acuérdense de lo que les dije: 'El siervo no es superior a su señor'.
Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán,
y el caso que han hecho de mis palabras lo harán de las de ustedes. Todo
esto se lo van a hacer por mi causa, pues no conocen a aquel que me envió".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, con bondad, estas ofrendas de tu familia santa, para que, con la ayuda de tu protección, conserve los dones recibidos y llegue a poseer los eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 17, 20-21)
Padre, te ruego por ellos, para que sean uno en nosotros y el mundo pueda creer que tú me has enviado, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Protege, Señor, con amor constante a quienes has salvado, para que, una vez redimidos por la pasión de tu Hijo, se llenen ahora de alegría por su resurrección. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
VI DOMINGO DE PASCUA
LA DINÁMICA DE LA RENOVACIÓN INTERIOR
Hch 8, 5-8. 14-17; 1 Pe 3, 15-18; Jn 14, 15-21
Podemos advertir en el cuarto Evangelio una clara secuencia: lo primero es amar a Jesús, en seguida, dicho amor se concreta en el respeto obediente de los mandamientos cristianos. El Señor Jesús de alguna manera autentifica ante el Padre a aquellas comunidades cristianas que viven conforme a su mensaje; suplica al Señor por ellas, solicitando el envío del Espíritu. En cierta manera, las distintas narraciones presentes en el libro de los Hechos de los Apóstoles, son la evidencia patente de que una iglesia recién fundada ha pasado la etapa básica de su proceso de fe. Para consolidar y afianzar dicho proceso, ocurre el envío del Espíritu Santo, acontece entonces un nuevo Pentecostés en cada iglesia donde se vive conforme al mensaje radical del Evangelio.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Is 48, 20)
Con voz de júbilo, anúncienlo; que se oiga. Que llegue a todos los rincones de la tierra: el Señor ha liberado a su pueblo. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso, concédenos continuar celebrando con incansable amor estos días de tanta alegría en honor del Señor resucitado, y que los misterios que hemos venido conmemorando se manifiesten siempre en nuestras obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Les impusieron las manos y recibieron el Espíritu Santo.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 8, 5-8. 14-17
En aquellos días,
Felipe bajó a la ciudad de Samaria y predicaba allí a Cristo.
La multitud escuchaba con atención lo que decía Felipe, porque
habían oído hablar de los milagros que hacía y los estaban
viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos,
lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados quedaban curados. Esto
despertó gran alegría en aquella ciudad.
Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén se enteraron de
que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a
Pedro y a Juan. Éstos, al llegar, oraron por los que se habían
convertido, para que recibieran el Espíritu Santo, porque aún
no lo habían recibido y solamente habían sido bautizados en el
nombre del Señor Jesús. Entonces Pedro y Juan impusieron las manos
sobre ellos, y ellos recibieron el Espíritu Santo. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 65 R/.
Las obras del Señor son admirables. Aleluya.
Que aclame al Señor toda la tierra. Celebremos su gloria y su poder,
cantemos un himno de alabanza, digamos al Señor: "Tu obra es admirable".
R/.
Que se postre ante ti la tierra entera y celebre con cánticos tu nombre.
Admiremos las obras del Señor, los prodigios que ha hecho por los hombres.
El transformó el Mar Rojo en tierra firme y los hizo cruzar el Jordán
a pie enjuto. Llenémonos por eso de gozo y gratitud: el Señor
es eterno y poderoso. R/.
Cuantos temen a Dios, vengan y escuchen, y les diré lo que ha hecho por
mí. Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica, ni me
retiró su gracia. R/.
Murió en su cuerpo y resucitó glorificado.
De la primera carta del apóstol san Pedro: 3, 15-18
Hermanos: Veneren en sus corazones a Cristo, el Señor, dispuestos siempre a dar, al que las pidiere, las razones de la esperanza de ustedes. Pero háganlo con sencillez y respeto y estando en paz con su conciencia. Así quedarán avergonzados los que denigran la conducta cristiana de ustedes, pues mejor es padecer haciendo el bien, si tal es la voluntad de Dios, que padecer haciendo el mal. Porque también Cristo murió, una sola vez y para siempre, por los pecados de los hombres; Él, el justo, por nosotros, los injustos, para llevarnos a Dios; murió en su cuerpo y resucitó glorificado. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 23) R/. Aleluya, aleluya.
El que me ama, cumplirá mi palabra, dice el Señor; y mi Padre
lo amará y vendremos a él. R/.
Yo le rogaré al Padre y él les dará otro Paráclito.
Del santo Evangelio según san Juan: 14, 15-21
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Si me aman, cumplirán mis mandamientos;
yo le rogaré al Padre y Él les dará otro Paráclito
para que esté siempre con ustedes, el Espíritu de la verdad. El
mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; ustedes, en cambio,
sí lo conocen, porque habita entre ustedes y estará en ustedes.
No los dejaré desamparados, sino que volveré a ustedes. Dentro
de poco, el mundo no me verá más, pero ustedes sí me verán,
porque yo permanezco vivo y ustedes también vivirán. En aquel
día entenderán que yo estoy en mi Padre, ustedes en mí
y yo en ustedes.
El que acepta mis mandamientos y los cumple, ése me ama. Al que me ama
a mí, lo amará mi Padre, yo también lo amaré y me
manifestaré a él". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos a Jesús resucitado,
vida y esperanza de la humanidad entera.
Después de cada petición diremos: Jesús resucitado,
escúchanos.
Por todos los cristianos. Para que sepamos comunicar con sencillez la alegría
de la Pascua en nuestro entorno cotidiano. Oremos.
Por los catequistas que preparan a los niños y niñas para la Primera
Comunión. Para que Dios los bendiga y les dé acierto en su labor.
Oremos.
Por nuestra Patria. Para que Jesús resucitado nos conceda alcanzar el
fin de la violencia y vivir en la justicia y la paz. Oremos.
Por los enfermos y los profesionales, voluntarios y familiares que cuidan de
ellos. Para que, en medio del sufrimiento, encuentren en Jesús resucitado
su fuerza. Oremos.
Por nosotros. Para que siempre seamos fieles a nuestro compromiso bautismal.
Oremos.
Escucha, Señor Jesús, nuestra oración, y danos tu Espíritu
Santo. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Suba hasta ti, Señor, nuestra oración, acompañada por estas ofrendas, para que, purificados por tu bondad, nos dispongas para celebrar el sacramento de tu inmenso amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 14, 15-16)
Si me aman, cumplirán mis mandamientos, dice el Señor; y yo rogaré al Padre, y Él les dará otro Abogado, que permanecerá con ustedes para siempre. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que, por la resurrección de Cristo, nos has hecho renacer a la vida eterna, multiplica en nosotros el efecto de este sacramento pascual, e infunde en nuestros corazones el vigor que comunica este alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Quien se decida a vivir como cristiano no está asumiendo un proyecto totalmente personal. En realidad, su decisión es una respuesta a una invitación. Cuando Dios invita a las personas a vivir conforme a su proyecto de salvación, define su plan y otorga los recursos para llevarlo adelante. Es una obra humana y una obra divina. El creyente que se dispone a vivir, en esta sociedad marcadamente individualista, en conformidad con los valores evangélicos, necesita disponer de una fortaleza interior a prueba de presiones sociales. El Evangelio y los Hechos nos refieren la promesa y el envío del Espíritu Santo a los cristianos de Samaria. El Pentecostés cristiano no fue un evento exclusivo y único; los Hechos nos refieren que la efusión del Espíritu se realizaba cuando las comunidades acogían de forma madura el mensaje de Jesús. En las comunidades cristianas donde se asume la radicalidad del Evangelio se hace patente el Espíritu de Jesús resucitado.
CUANDO LLEGUE LA HORA
Hch 16, 11-15; Jn 15, 26, 16,4
La tónica del discurso de despedida del Señor Jesús parece sombría. El Maestro teme que los suyos se desmoralicen al momento que lleguen las grandes pruebas. El rechazo a los cristianos no será un asunto personal, sino estructural: en realidad no es a Pablo o a Santiago o Esteban a quien persiguen, sino los valores y opciones que dichos misioneros promueven en el nombre de Jesús. Él se anticipa a advertirles de esto, para que nadie se escandalice. No solamente les advierte, también les promete la compañía del Espíritu. No obstante, no siempre, ni inmediatamente sobrevenía la persecución. La comunidad cristiana de Filipos se consolidó gracias a la buena acogida de familias como la de Lidia; cuanto el progreso del mensaje es tan notorio, los que tienen intereses poderosos que defender, se oponen al camino cristiano.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Rm 5, 5; cfr. 8, 11)
El amor de Dios ha sido infundido en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que habita en nosotros. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que nunca dejas de glorificar la santidad de aquellos siervos tuyos que te son fieles, haz que el fuego del Espíritu Santo nos encienda en aquel mismo ardor que tan maravillosamente inflamó el corazón de san Felipe Neri. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El Señor tocó el corazón de Lidia para que aceptara el mensaje de Pablo.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 16, 11-15
Por aquellos días, zarpamos de Tróade y navegamos rumbo a Samotracia; al día siguiente, hacia Neápolis y de ahí a Filipos, colonia romana y ciudad principal de la región de Macedonia. En Filipos nos quedamos unos días. El sábado salimos de la ciudad y nos fuimos por la orilla del río hasta un sitio donde solían tenerse las reuniones de oración. Allí nos sentamos y trabamos conversación con las mujeres que habían acudido. Entre las que nos escuchaban, había una mujer, llamada Lidia, de la ciudad de Tiatira, comerciante en púrpura, que adoraba al verdadero Dios. El Señor le tocó el corazón para que aceptara el mensaje de Pablo. Después de recibir el bautismo junto con toda su familia, nos hizo esta súplica: "Si están convencidos de que mi fe en el Señor es sincera, vengan a hospedarse en mi casa". Y así, nos obligó a aceptar. Palabra de Dios. Te alabamos, señor.
Del salmo 149 R/.
El Señor es amigo de su pueblo. Aleluya.
Entonen al Señor un canto nuevo, en la reunión litúrgica
proclámenlo. En su creador y rey, en el Señor, alégrese
Israel, su pueblo santo. R/.
En honor de su nombre, que haya danzas, alábenlo con arpa y tamboriles.
El Señor es amigo de su pueblo y otorga la victoria a los humildes. R/.
Que se alegren los fieles en el triunfo, que inunde el regocijo sus hogares,
que alaben al Señor con sus palabras, porque en esto su pueblo se complace.
R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Jn 15, 26. 27) R/. Aleluya, aleluya.
El Espíritu de la verdad dará testimonio de mí, dice el
Señor, y ustedes también darán testimonio. R/.
El Espíritu de la verdad dará testimonio de mí.
Del santo Evangelio según san Juan: 15, 26-16, 4
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando venga el Paráclito, que yo les enviaré a ustedes de parte del Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, Él dará testimonio de mí y ustedes también darán testimonio, pues desde el principio han estado conmigo. Les he hablado de estas cosas para que su fe no tropiece. Los expulsarán de las sinagogas y hasta llegará un tiempo, cuando el que les dé muerte creerá dar culto a Dios. Esto lo harán, porque no nos han conocido ni al Padre ni a mí. Les he hablado de estas cosas para que, cuando llegue la hora de su cumplimiento, recuerden que ya se lo había predicho yo". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al ofrecerte, Señor, este sacrificio de alabanza, te rogamos que, a ejemplo de san Felipe, nos mostremos siempre alegres y bien dispuestos, para promover la gloria de tu nombre y el servicio del prójimo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 15, 9)
Así como el Padre me ha amado a mí, así yo los he amado a ustedes, dice el Señor; permanezcan, pues, en mi amor. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Saciados, Señor, por este manjar celestial, te rogamos que, a imitación de san Felipe, nos hagas anhelar siempre este mismo sustento por el cual verdaderamente vivimos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
OTRA FORMA DE PRESENCIA
Hch 16, 22-34; Jn 16, 5-11
Un verdadero proceso educativo tiene principio y fin. Ningún maestro o educador es imprescindible. El Señor Jesús ha instruido y enseñado con su testimonio a sus discípulos. Es la hora que ellos vivan de forma más autónoma, haciéndose responsables de sus propias decisiones y actitudes. No obstante, Jesús no se desentenderá de forma absoluta de los suyos, puesto que enviará al Espíritu como abogado y defensor de los discípulos. La forma y las manifestaciones del Espíritu son imprevisibles. Cuando Pablo y Silas están presos en Filipos y alaban gustosamente al Señor, ocurre un temblor y una trepidación que echa por tierra las puertas de la prisión. Los prisioneros se conducen con civilidad y esa señal desconcierta al carcelero que se decide a seguir el camino de Jesús con toda su familia.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 19, 7. 6)
Alegrémonos, regocijémonos y demos gracias, porque el Señor, nuestro Dios omnipotente, ha empezado a reinar. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y misericordioso, concédenos poder alcanzar una verdadera participación en la resurrección de Jesucristo, tu Hijo. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Cree en el Señor Jesús y te salvarás, tú y tu familia.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 16, 22-34
En aquellos días,
la gente de la ciudad de Filipos se alborotó contra Pablo y Silas, y
los magistrados ordenaron que los desnudaran y los azotaran. Después
de azotarlos mucho, los metieron en la cárcel y le ordenaron al carcelero
que los vigilara bien. Siguiendo esta orden, él los metió en el
calabozo de más adentro y les aseguró los pies en el cepo.
A eso de la medianoche, Pablo y Silas estaban en oración, cantando himnos
al Señor, y los otros presos los escuchaban. De pronto sobrevino un temblor
tan violento, que se sacudieron los cimientos de la cárcel, las puertas
se abrieron de golpe y a todos se les soltaron las cadenas.
El carcelero se despertó, y al ver las puertas de la cárcel abiertas
de par en par, pensó que los presos se habían fugado y sacó
su espada para matarse. Pero entonces Pablo le gritó: "No te hagas
ningún daño; aquí estamos todos". El carcelero pidió
una lámpara, se precipitó hacia dentro, y temblando, se arrojó
a los pies de Pablo y Silas. Después los sacó de allí y
les preguntó: "¿Qué debo hacer para salvarme?"
Ellos le contestaron: "Cree en el Señor Jesús y te salvarás,
tú y tu familia". Y les explicaron la palabra del Señor a
él y a todos los de su casa.
El carcelero se los llevó aparte, y en aquella misma hora de la noche
les lavó las heridas y enseguida se bautizó él con todos
los suyos. Después los invitó a su casa, les preparó la
mesa y celebraron una fiesta familiar por haber creído en Dios. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 137 R/.
Señor, tu amor perdura eternamente. Aleluya.
De todo corazón te damos gracias, Señor, porque escuchaste nuestros
ruegos. Te cantaremos delante de tus ángeles, te adoraremos en tu templo.
R/.
Señor, te damos gracias por tu lealtad y por tu amor; siempre que te
invocamos nos oíste y nos llenaste de valor. R/.
Tu mano, Señor, nos pondrá a salvo, y así concluirás
en nosotros tu obra. Señor, tu amor perdura eternamente; obra tuya soy,
no me abandones. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Jn 16, 7. 13) R/. Aleluya, aleluya.
Yo les enviaré el Espíritu de la verdad, y Él los irá
guiando hasta la verdad plena, dice el Señor. R/.
Si no me voy, no vendrá a ustedes el Paráclito.
Del santo Evangelio según san Juan: 16, 5-11
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Me voy ya al que me envió y ninguno
de ustedes me pregunta: `¿A dónde vas?' Es que su corazón
se ha llenado de tristeza porque les he dicho estas cosas. Sin embargo, es cierto
lo que les digo: les conviene que me vaya; porque si no me voy, no vendrá
a ustedes el Paráclito; en cambio, si me voy, yo se lo enviaré.
Y cuando Él venga, establecerá la culpabilidad del mundo en materia
de pecado, de justicia y de juicio; de pecado, porque ellos no han creído
en mí; de justicia, porque me voy al Padre y ya no me verán ustedes;
de juicio, porque el príncipe de este mundo ya está condenado".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, vivir siempre llenos de gratitud por estos misterios pascuales que celebramos, para que, continuamente renovados por su acción, se conviertan para nosotros en causa de eterna felicidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Lc 24, 46. 26)
Era necesario que Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos, y así entrara luego en su gloria. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, escucha nuestras oraciones, para que la participación en los sacramentos de nuestra redención nos ayude en la vida presente y nos alcance las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Germán de París, obispo; Pablo Hanh de Vietnam, mártir y Justo de Urgel, obispo. Feria (Blanco)
EL INTÉRPRETE DE LA PALABRA
Hch 17, 15-16. 22-18,1; Jn 16, 12-15
Entre Jesús y el Espíritu Santo existe una íntima comunión: "tomará de lo mío y se lo interpretará". El Evangelio no es un instructivo para armar, como los que se redactan en las lenguas más usuales y se distribuyen por todas partes. Es un mensaje que tiene que encarnarse en las condiciones culturales propias de cada sociedad. La adecuación del mensaje a las circunstancias históricas cambiantes tiene que realizarse en un clima de contemplación, discernimiento espiritual y estudio. Es ahí donde se vuelve indispensable la presencia del Espíritu Santo. Cuando san Pablo se presenta en Atenas, la curiosidad intelectual de aquella gente, lo anima a proponer el mensaje cristiano con claridad. La esencia del mensaje de la resurrección los escandaliza y se aferran a "su lógica griega", rechazando la "lógica de la cruz".
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 17, 50; 21, 23)
Te alabaré, Señor, ante las naciones y anunciaré tu nombre a mis hermanos. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, que así como celebramos solemnemente el misterio de la resurrección de tu Hijo, merezcamos también gozar con todos los santos cuando vuelva en su gloria. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Les anuncio a ese Dios que ustedes veneran sin conocerlo.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 17, 15-16. 22-18, 1
En aquellos días,
los cristianos que ayudaron a Pablo a escapar de Berea, lo llevaron hasta la
ciudad de Atenas. Pablo los envió de regreso con la orden de que Silas
y Timoteo fueran a reunirse con él cuanto antes.
Un día, mientras los esperaba en Atenas, Pablo sentía que la indignación
se apoderaba de él, al contemplar la ciudad llena de ídolos. Entonces
se presentó en el Areópago y dijo:
"Atenienses: Por lo que veo, ustedes son en extremo religiosos. Al recorrer
la ciudad y contemplar sus monumentos, encontré un altar con esta inscripción:
'Al Dios desconocido'. Pues bien, yo vengo a anunciarles a ese Dios que ustedes
veneran sin conocerlo.
El Dios que hizo el mundo y todo cuanto hay en él, siendo el Señor
del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por hombres, ni es servido
por mano de hombres, como si necesitara de algo o de alguien; porque Él
es quien da a todos la vida, el aliento y cuanto tienen.
De un solo hombre sacó todo el género humano para que habitara
toda la tierra, determinó las épocas de su historia y estableció
los límites de sus territorios. Dios quería que lo buscaran a
Él y que lo encontraran, aunque fuera a tientas, pues en realidad no
está lejos de nosotros, ya que en Él vivimos, nos movemos y somos.
Como lo ha dicho alguno de los poetas de ustedes: 'Somos de su mismo li-naje'.
Por lo tanto, si somos linaje de Dios, no debemos pensar que Dios es como una
imagen de oro, plata o mármol, labrada artísticamente por los
hombres según su imaginación. Dios no tomó en cuenta la
ignorancia de la gente en tiempos pasados, pues ahora quiere que todos los hombres
se conviertan, porque tiene determinado un día en el cual ha de juzgar
al universo con justicia, por medio de un hombre designado por Él, y
ha dado a todos la prueba de esto, resucitándolo de entre los muertos".
Al oír hablar de la resurrección de los muertos, algunos se burlaron
y otros dijeron: "De esto te oiremos hablar en otra ocasión".
Entonces Pablo se retiró. Sin embargo, algunos se adhirieron a él
y creyeron. Entre ellos se contaban Dionisio, el areopagita; una mujer, que
se llamaba Dámaris, y algunos más. Después de esto, Pablo
salió de Atenas y se fue a Corinto.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 148 R/.
La gloria del Señor sobrepasa cielo y tierra. Aleluya.
Alaben al Señor en las alturas, alábenlo en el cielo; que alaben
al Señor todos sus ángeles, celestiales ejércitos. R/.
Reyes y pueblos todos de la tierra, gobernantes y jue-ces de este mundo; hombres,
mujeres, jóvenes y ancianos, alaben al Señor y denle culto. R/.
El nombre del Señor alaben todos, pues su nombre es excelso, su gloria
sobrepasa cielo y tierra y ha hecho fuerte a su pueblo. R/.
Que alaben al Señor todos sus fieles, los hijos de Israel, el pueblo
que ha gozado siempre de familiaridad con Él. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Yo le rogaré al Padre y Él les dará otro Paráclito
para que esté siempre con ustedes, dice el Señor. R/.
El Espíritu de la verdad los irá guiando hasta la verdad plena.
Del santo Evangelio según san Juan: 16, 12-15
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Aún tengo muchas cosas que decirles, pero todavía no las pueden comprender. Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, Él los irá guiando hasta la verdad plena, porque no hablará por su cuenta, sino que dirá lo que haya oído y les anunciará las cosas que van a suceder. El me glorificará, porque primero recibirá de mí lo que les vaya comunicando. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho que tomará de lo mío y se lo comunicará a ustedes". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, que por el santo valor de este sacrificio nos hiciste participar de tu misma y gloriosa vida divina, concédenos que, así como hemos conocido tu verdad, de igual manera vivamos de acuerdo con ella. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Jn 15, 16. 19)
Yo los elegí del mundo, dice el Señor, y los destiné para que vayan y den fruto, y su fruto permanezca. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, muéstrate benigno con tu pueblo, y ya que te dignaste alimentarlo con los misterios celestiales, hazlo pasar de su antigua condición de pecado a una vida nueva. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LA PENA Y LA ALEGRÍA
Hch 18,1-8; .In 16, 16-20
Cuando Jesús anuncia su próxima partida de este mundo, sus amigos y discípulos se entristecen, porque se sienten inseguros y vulnerables. Como toda relación amorosa que sufre una separación, también la que mantiene Jesús con los Doce, pasará por un momento de crisis y reacomodo. La crisis se hará manifiesta en el momento de la pasión. El grupo se dispersará y posteriormente, gracias a la victoria que el Padre otorgó a su Hijo, los reanimará para que retomen su misión como testigos de la Verdad. De esa misma misión son continuadores en la ciudad de Corinto Pablo, Silas, Timoteo y Aquila, quienes ponen en obra, los dones y habilidades que el Señor les concedió. Unos organizan, otros debaten y otros proclaman con entereza el primer anuncio.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 67, 8-9. 20)
Cuando saliste, Señor, al frente de tu pueblo, y le abriste camino a través del desierto, la tierra se estremeció y hasta los cielos dejaron caer su lluvia. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que hiciste a tu pueblo partícipe de tu redención, concédenos vivir perpetuamente llenos de gozo por la resurrección del Señor. El, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Pablo se estableció en la casa de Aguda, trabajaba y predicaba en la sinagoga.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 18, 1-8
En aquellos días,
Pablo salió de Atenas y se fue a Corinto. Allí encontró
a un judío, llamado Aquila, natural del Ponto, que acababa de llegar
de Italia con su mujer, Priscila, en acatamiento a las órdenes de Claudio,
que expulsó de Roma a todos los judíos. Pablo se acercó
a ellos, y como eran del mismo oficio, se quedó a vivir y a trabajar
con ellos. Su oficio era fabricar tiendas de campaña. Cada sábado
Pablo discutía en la sinagoga y trataba de convencer a judíos
y griegos.
Cuando Silas y Timoteo llegaron de Macedonia, Pablo se dedicó por completo
a la predicación y afirmó delante de los judíos que Jesús
era el Mesías. Como éstos lo contradecían y lo insultaban,
se rasgó las vestiduras y dijo: "Que la sangre de ustedes caiga
sobre su propia cabeza: yo soy inocente. De ahora en adelante, iré a
hablar a los paganos".
Salió de allí y entró en la casa de Tito Justo, que adoraba
a Dios, y cuya casa estaba al lado de la sinagoga.
Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor, junto con toda
su familia. Asimismo, al oír a Pablo, muchos de los corintios creyeron
y recibieron el bautismo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 97 R/.
El Señor nos ha demostrado su amor y su lealtad. Aleluya.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra
y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su
justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
R/.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos
y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Jn 14, 18) R/. Aleluya, aleluya.
No los dejaré desamparados, dice el Señor; me voy, pero volveré
a ustedes y entonces se alegrará su corazón. R/.
Su tristeza se transformará en alegría.
Del santo Evangelio según san Juan: 16, 16-20
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Dentro de poco tiempo ya no me verán;
y dentro de otro poco me volverán a ver". Algunos de sus discípulos
se preguntaban unos a otros: "¿Qué querrá decir con
eso de que: 'Dentro de poco tiempo ya no me verán, y dentro de otro poco
me volverán a ver', y con eso de que: 'Me voy al Padre'?" Y se decían:
"¿Qué significa ese 'un poco'? No entendemos lo que quiere
decir".
Jesús comprendió que querían preguntarle algo y les dijo:
"Están confundidos porque les he dicho: 'Dentro de poco tiempo ya
no me verán y dentro de otro poco me volverán a ver'. Les aseguro
que ustedes llorarán y se entristecerán, mientras el mundo se
alegrará. Ustedes estarán tristes, pero su tristeza se transformará
en alegría". Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Suba hasta ti, Señor, nuestra oración, acompañada por estas ofrendas, para que, purificados por tu bondad, nos dispongas para celebrar el sacramento de tu inmenso amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 28, 20)
Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que, por la resurrección de Cristo, nos has hecho renacer a la vida eterna, multiplica en nosotros el efecto de este sacramento pascual, e infunde en nuestros corazones el vigor que comunica este alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Fernando III de España, rey; Juana de Arco, mártir; José Marello, fundador. Feria (Blanco)
ESE DÍA NO PREGUNTARÁN NADA
Hch 18, 9-19; Jn 16, 20-23
Los apóstoles permanecen más de año y medio evangelizando en la bulliciosa ciudad portuaria de Corinto. Enfrentan dificultades con sus hermanos judíos, que los denuncian ante el procónsul Galión. Como eran adversidades que podían sobrellevar, continuaron dando testimonio de Jesús y sirvieron a la consolidación de esa pujante comunidad cristiana, a la que el Espíritu bendijo con numerosos carismas. Efectivamente, hay tiempo para cada cosa, una es la hora del testimonio profético, otra la del encuentro glorioso y definitivo con el Señor resucitado. La iglesia superará la situación embarazosa que enfrenta, para experimentar el gozo del nacimiento definitivo. Será el día del encuentro y "en esa hora no me preguntarán nada".
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 5, 9-10)
Señor, con tu Sangre has rescatado a hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación, y has hecho de nosotros un reino de sacerdotes para Dios. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Escucha, Señor, nuestras súplicas, y haz que el efecto santificador que prometió tu Palabra se cumpla en todas partes por la predicación evangélica y que, conforme a lo que anunció, el testimonio de tu verdad lleve a plenitud nuestra adopción filial. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Muchos de esta ciudad pertenecen a mi pueblo.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 18, 9-18
En aquellos días,
Pablo tuvo una visión nocturna en Corinto, en la que le dijo el Señor:
"No tengas miedo. Habla y no calles, porque yo estoy contigo y nadie pondrá
la mano sobre ti para perjudicarte. Muchos de esta ciudad pertenecen a mi pueblo".
Por eso Pablo se quedó allí un año y medio, explicándoles
la palabra de Dios.
Pero cuando Galión era procónsul de Acaya, los judíos,
de común acuerdo, se abalanzaron contra Pablo y lo llevaron hasta el
tribunal, donde dijeron: "Este hombre trata de convencer a la gente de
que den a Dios un culto contrario a la ley". Iba Pablo a tomar la palabra
para responder, cuando Galión dijo a los judíos: "Si se tratara
de un crimen o de un delito grave, yo los escucharía, como es razón;
pero si la disputa es acerca de palabras o de nombres o de su ley, arréglense
ustedes". Y los echó del tribunal. Entonces se apoderaron de Sóstenes,
jefe de la sinagoga, y lo golpearon delante del tribunal, sin que Galión
se preocupara en lo más mínimo.
Pablo se quedó en Corinto todavía algún tiempo. Después
se despidió de los hermanos y se embarcó para Siria, con Priscila
y Aquila. En Céncreas se rapó la cabeza para cumplir una promesa
que había hecho. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 46 R/.
Dios es el rey del universo. Aleluya.
Aplaudan, pueblos todos; aclamen al Señor, de gozo llenos, que el Señor,
el Altísimo, es terrible y de toda la tierra, rey supremo. R/.
Fue Él quien nos puso por encima de todas las naciones y los pueblos,
al elegimos como herencia suya, orgullo de Jacob, su predilecto. R/.
Entre voces de júbilo y trompetas, Dios, el Señor, asciende hasta
su trono. Cantemos en honor de nuestro Dios, al rey honremos y cantemos todos.
R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Lc 24, 46. 26) R/. Aleluya, aleluya.
Cristo tenía que morir y resucitar de entre los muertos, para entrar
así en su gloria. R/.
Nadie podrá quitarles su alegría.
Del santo Evangelio según san Juan: 16, 20-23
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Les aseguro que ustedes llorarán
y se entristecerán, mientras el mundo se alegrará. Ustedes estarán
tristes, pero su tristeza se transformará en alegría.
Cuando una mujer va a dar a luz, se angustia, porque le ha llegado la hora;
pero una vez que ha dado a luz, ya no se acuerda de su angustia, por la alegría
de haber traído un hombre al mundo. Así también ahora ustedes
están tristes, pero yo los volveré a ver, se alegrará su
corazón y nadie podrá quitarles su alegría. Aquel día
no me preguntarán nada". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, con
bondad, estas ofrendas de tu familia santa, para que, con la ayuda de tu protección,
conserve los dones recibidos y llegue a poseer los eternos. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Rm 4, 25)
Cristo fue condenado a muerte por nuestros pecados, y resucitó para nuestra justificación. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Protege, Señor, con amor constante a quienes has salvado, para que, una vez redimidos por la pasión de tu Hijo, se llenen ahora de alegría por su resurrección. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Visitación de la Santísima Virgen María
Sntos: Santa Petronila de Roma, mártir. Beato Nicolás Barré, fundador.
Vísperas 1 de mañana: Todo propio. Tomo II: p. 920. Para los fieles: p. 349. Edición popular: pp. 450 y 202. Fiesta (Blanco)
SEAN CARIÑOSOS UNOS CON OTROS
Rm 12, 946; Lc 1, 39-56
Las exhortaciones altamente estimulantes que obsequia san Pablo al término de la Carta a los romanos son vigentes no solamente para los lectores originarios, sino para quienes conformamos las iglesias domésticas actuales. Las relaciones al interior de nuestras familias no son sencillas de vivir. El deseo de autoafirmarse de cada uno de los miembros es ocasión de numerosos conflictos y tensiones, que generan agresiones y violencia verbal. Conviene releer con cierta frecuencia estas exhortaciones y crear acuerdos mínimos para preservar la armonía familiar. El Evangelio de san Lucas nos refiere la calidez y servicialidad con que María, madre de Jesús, se encamina a casa de Isabel para auxiliarla en sus necesidades domésticas.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 65, 16)
Cuantos temen a Dios vengan y escuchen, y les diré lo que ha hecho por mí. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que inspiraste a la santísima Virgen María, cuando llevaba ya en su seno a tu Hijo, el deseo de visitar a Isabel, concédenos que, siguiendo las inspiraciones del Espíritu Santo, podamos con María proclamar siempre tu grandeza. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Ayuden a los hermanos en sus necesidades y esmérense en la hospitalidad.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 12, 9-16
Hermanos: Que el amor de
ustedes sea sincero. Aborrezcan el mal y practiquen el bien; ámense cordialmente
los unos a los otros, como buenos hermanos; que cada uno estime a los otros
más que a sí mismo. En el cumplimiento de su deber, no sean negligentes
y mantengan un espíritu fervoroso al servicio del Señor. Que la
esperanza los mantenga alegres; sean constantes en la tribulación y perseverantes
en la oración. Ayuden a los hermanos en sus necesidades y esmérense
en la hospitalidad.
Bendigan a los que los persiguen; bendíganlos, no los maldigan. Alégrense
con los que se alegran; lloren con los que lloran. Que reine la concordia entre
ustedes. No sean, pues, altivos; más bien pónganse al nivel de
los humildes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Isaías 12
R/. El Señor ha hecho maravillas con nosotros. Aleluya.
El Señor es mi Dios y salvador, con Él estoy seguro y nada temo.
El Señor es mi protección y mi fuerza y ha sido mi salvación.
Sacarán agua con gozo de la fuente de salvación. R/.
Den gracias al Señor, invoquen su nombre, cuenten a los pueblos sus hazañas,
proclamen que su nombre es sublime. R/.
Alaben al Señor por sus proezas, anúncienlas a toda la tierra.
Griten jubilosos, habitantes de Sión, porque el Dios de Israel ha sido
grande con ustedes. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Lc 1, 45) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosa tú, santísima Virgen María, que has creído,
porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor.
R/.
¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme?
Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 39-56
En aquellos días,
María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas
de Judea y, entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel.
En cuanto ésta oyó el saludo de María, la criatura saltó
en su seno.
Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la
voz, exclamó: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito
el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi
Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos,
el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído,
porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor".
Entonces dijo María: "Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu
se llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad
de su esclava.
Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho
en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre, y su misericordia
llega de generación en generación a los que lo temen. Ha hecho
sentir el poder de su brazo: dispersó a los de corazón altanero,
destronó a los potentados y exaltó a los humildes. A los hambrientos
los colmó de bienes y a los ricos los despidió sin nada.
Acordándose de su misericordia, vino en ayuda de Israel, su siervo, como
lo había prometido a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia,
para siempre".
María permaneció con Isabel unos tres meses, y luego regresó
a su casa. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, recibe con
agrado este sacrificio de salvación que ofrecemos a tu majestad, así
como te fue grato el gesto de amor de la santísima Madre de tu Unigénito.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
REFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación proclamar que eres admirable en la perfección
de todos tus santos, y de un modo singular en la perfección de la Virgen
María. Por eso, al celebrarla hoy, queremos exaltar tu benevolencia inspirados
en su propio cántico.
Pues en verdad, has hecho maravillas por toda la tierra, y prolongaste tu misericordia
de generación en generación, cuando, complacido en la humildad
de tu sierva, nos diste por su medio al autor de la salvación, Jesucristo,
Hijo tuyo y Señor nuestro.
Por Él, los ángeles y los arcángeles te adoran eternamente,
gozosos en tu presencia. Permítenos unirnos a sus voces cantando jubilosos
tu alabanza: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 1, 48-49)
Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios nuestro, que la Iglesia proclame tu grandeza, porque haces cosas grandes en tus fieles, y así como Juan Bautista se alegró al sentir la presencia oculta de tu Hijo, haz que tu pueblo pueda reconocer siempre con alegría en este sacramento al mismo Cristo viviente. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
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