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MISAL NOVIEMBRE 2005
Todos los Santos
Santos: María la Esclava, mártir, y Marcelo de París, obispo.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Alegrémonos en el Señor al celebrar la solemnidad de Todos los Santos, por la cual se alegran los ángeles y alaban al Hijo de Dios.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y eterno, que otorgas a tu Iglesia la alegría de celebrar, en esta solemnidad, los méritos y la gloria de todos los santos, concede a tu pueblo, por intercesión de todos estos hermanos nuestros, la abundancia de tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 7, 2-4. 9-14
Yo, Juan, vi a un ángel
que venía del oriente. Traía consigo el sello del Dios vivo y
gritaba con voz poderosa a los cuatro ángeles encargados de hacer daño
a la tierra y al mar. Les dijo: "¡No hagan daño a la tierra,
ni al mar, ni a los árboles, hasta que terminemos de marcar con el sello
la frente de los servidores de nuestro Dios!". Y pude oír el número
de los que habían sido marcados: eran ciento cuarenta y cuatro mil, procedentes
de todas las tribus de Israel.
Vi luego una muchedumbre tan grande, que nadie podía contarla. Eran individuos
de todas las naciones y razas, de todos los pueblos y lenguas. Todos estaban
de pie, delante del trono y del Cordero; iban vestidos con una túnica
blanca; llevaban palmas en las manos y exclamaban con voz poderosa: "La
salvación viene de nuestro Dios, que está sentado en el trono,
y del Cordero".
Y todos los ángeles que estaban alrededor del trono, de los ancianos
y de los cuatro seres vivientes cayeron rostro en tierra delante del trono y
adoraron a Dios, diciendo: "Amén. La alabanza, la gloria, la sabiduría,
la acción de gracias, el honor, el poder y la fuerza se le deben para
siempre a nuestro Dios".
Entonces uno de los ancianos me preguntó: "¿Quiénes
son y de dónde han venido los que llevan la túnica blanca?".
Yo les respondí: "Señor mío, tú eres quien
lo sabe". Entonces él me dijo: "Son los que han pasado por
la gran persecución y han lavado y blanqueado su túnica con la
sangre del Cordero". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los 144 mil simbolizan
a los israelitas fieles a Dios, mientras que la segunda agrupación, la
de la multitud innumerable de toda raza, simboliza a los mártires cristianos.
Del salmo 23 R/. Ésta es la clase de hombres que te buscan, Señor.
Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los que en
él habitan, pues él lo edificó sobre los mares, él
fue quien lo asentó sobre los ríos. R/.
¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién
podrá entrar en su recinto santo? El de corazón limpio y manos
puras y que no jura en falso. R/.
Ése obtendrá la bendición de Dios, y Dios, su salvador,
le hará justicia. Ésta es la clase de hombres que te buscan y
vienen ante ti, Dios de Jacob. R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan: 3,1-3
Queridos hijos: Miren cuánto
amor nos ha tenido el Padre, pues no sólo nos llamamos hijos de Dios,
sino que lo somos. Si el mundo no nos reconoce, es porque tampoco lo ha reconocido
a él.
Hermanos míos, ahora somos hijos de Dios, pero aún no se ha manifestado
cómo seremos al fin. Y ya sabemos que, cuando él se manifieste,
vamos a ser semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.
Todo el que tenga puesta en Dios esta esperanza se purifica a sí mismo
para ser tan puro como él. Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
Los cristianos estamos más que satisfechos de nuestra condición
filial. Somos hijos de Dios, y esta dignidad incomparable nos anima a respetar
y reconocer el valor de toda persona.
ACLAMACIÓN (Mt 11,
28) R/. Aleluya, aleluya.
Vengan a mí todos los que están fatigados y agobiados por la carga,
y yo les daré alivio, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 5, 1-12
En aquel tiempo, cuando
Jesús vio a la muchedumbre, subió al monte y se sentó.
Entonces se le acercaron sus discípulos. Enseguida comenzó a enseñarles
y les dijo:
"Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de
los cielos. Dichosos los que lloran, porque serán consolados. Dichosos
los sufridos, porque heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre
y sed de justicia, porque serán saciados. Dichosos los misericordiosos,
porque obtendrán misericordia. Dichosos los limpios de corazón,
porque verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque se
les llamará hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el Reino de los cielos.
Dichosos serán ustedes, cuando los injurien, los persigan y digan cosas
falsas de ustedes por causa mía. Alégrense y salten de contento,
porque su premio será grande en los cielos". Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Estas bienaventuranzas exponen un mensaje enigmático y desconcertante. El sufrimiento y las privaciones conducen a la dicha cuando son asumidos con esperanza y dignidad.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, el sacrificio de alabanza que vamos a ofrecerte al celebrar hoy la fiesta de todos aquellos que gozan ya de tu vida inmortal, y concédenos experimentar siempre su protección y su ayuda en nuestro camino hacia ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque hoy nos concedes
celebrar la gloria de todos los santos, asamblea de la Jerusalén celestial
que eternamente te alaba.
Hacia ella, peregrinos en la tierra, nos encaminamos alegres, guiados por la
fe y animados por la gloria de nuestros hermanos; en ellos encontramos ejemplo
y ayuda para nuestra debilidad.
Por eso, unidos a los santos y a los coros de los ángeles, te glorificamos y cantamos, diciendo: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 5, 8-10)
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque se les llamará hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios nuestro, fuente única de toda santidad y admirable en todos tus santos, haz que este sacramento nos encienda en el fuego de tu amor y nos prepare para la alegría de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Conmemoración de todos los fieles difuntos
Santos: Eustoquia de Tarso, mártir, y Teodoro de Laodicea, obispo.
PRIMERA MISA
ANTÍFONA DE ENTRADA (1 Ts 4, 14; 1 Co 15, 22)
Si creemos que Jesús murió y resucitó, así también creemos que Dios llevará con él a los que mueren en Jesús. Y así como todos han muerto en Adán, así también todos revivirán en Cristo.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Escucha, Señor, nuestras súplicas y haz que, al proclamar nuestra fe en la resurrección de tu Hijo, se avive también nuestra esperanza en la resurrección de nuestros hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de la Sabiduría: 3, 1-9
Las almas de los justos
están en las manos de Dios y no los alcanzará ningún tormento.
Los insensatos pensaban que los justos habían muerto, que su salida de
este mundo era una desgracia, y su salida de entre nosotros, una completa destrucción.
Pero los justos están en paz.
La gente pensaba que sus sufrimientos eran un castigo, pero ellos esperaban
confiadamente la inmortalidad. Después de breves sufrimientos recibirán
una abundante recompensa, pues Dios los puso a prueba y los halló dignos
de sí. Los probó como oro en el crisol y los aceptó como
un holocausto agradable.
En el día del juicio brillarán los justos como chispas que se
propagan en un cañaveral. Juzgarán a las naciones y dominarán
a los pueblos, y el Señor reinará eternamente sobre ellos.
Los que confían en el Señor comprenderán la verdad, y los
que son fieles a su amor permanecerán a su lado, porque Dios ama a sus
elegidos y cuida de ellos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Este mundo agresivo aflige
con adversidades y contratiempos a las personas justas y fieles. Quienes resistan
hasta el final disfrutarán del amor y la paz duraderos.
Del salmo 26 R/. Espero ver la bondad del Señor.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy
a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién
podrá hacerme temblar? R/.
Lo único que pido, lo único que busco es vivir en la casa del
Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar
continuamente en su presencia. R/.
Oye, Señor, mi voz y mis clamores y tenme compasión. El corazón
me dice que te busque, y buscándote estoy. No rechaces con cólera
a tu siervo. R/.
En bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor
y fortaleza y en el Señor confía. R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan: 3, 14-16
Hermanos: Nosotros estamos
seguros de haber pasado de la muerte a la vida, porque amamos a nuestros hermanos.
El que no ama permanece en la muerte. El que odia a su hermano es un homicida
y bien saben ustedes que ningún homicida tiene la vida eterna.
Conocemos lo que es el amor, en que Cristo dio su vida por nosotros.
Así también debemos nosotros dar la vida por nuestros hermanos.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los verdaderos seguidores de Jesús no viven su fidelidad con vanidad o maniqueísmo: asumen su vida y su espiritualidad alternativas con sencillez y alegría de corazón.
ACLAMACIÓN (Mt 25,
34) R/. Aleluya, aleluya.
Vengan, benditos de mi Padre, dice el Señor; tomen posesión del
Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 25, 31-46
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado
de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará
en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante él todas
las naciones, y él apartará a los unos de los otros, como aparta
el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha
y a los cabritos a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha: 'Vengan, benditos de mi Padre;
tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación
del mundo; porque estuve hambriento y me dieron de comer, sediento y me dieron
de beber, era forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo
y me visitaron, encarcelado y fueron a verme'. Los justos le contestarán
entonces: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos
de comer, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de forastero
y te hospedamos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo
o encarcelado y te fuimos a ver?'. Y el rey les dirá: 'Yo les aseguro
que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo
lo hicieron'.
Entonces dirá también a los de la izquierda: 'Apártense
de mí, malditos; vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus
ángeles; porque estuve hambriento y no me dieron de comer, sediento y
no me dieron de beber, era forastero y no me hospedaron, estuve desnudo y no
me vistieron, enfermo y encarcelado y no me visitaron'.
Entonces ellos le responderán: 'Señor, ¿cuándo te
vimos hambriento o sediento, de forastero o desnudo, enfermo o encarcelado y
no te asistimos?'. Y él les replicará: 'Yo les aseguro que, cuando
no lo hicieron con uno de aquellos más insignificantes, tampoco lo hicieron
conmigo'. Entonces irán éstos al castigo eterno y los justos a
la vida eterna". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
La separación de corderos y cabritos es tarea urgente; unos y otros no pueden convivir. El derecho exclusivo de realizar tal separación, solamente le compete a Dios.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te ofrecemos en este sacramento de amor que nos une a Cristo, tu Hijo, y recibe a nuestros hermanos difuntos en la gloria de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de difuntos I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 11, 25-26)
Yo soy la resurrección y la vida, dice el Señor. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá y el que vive y cree en mí, no morirá para siempre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por este memorial de la muerte y resurrección de Cristo que hemos celebrado, concede, Señor, a nuestros hermanos difuntos, gozar de la paz eterna de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
SEGUNDA MISA
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Esd 2, 34. 35)
Dales, Señor, el descanso eterno y brille para ellos la luz eterna.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios de infinita misericordia, que quisiste que tu Hijo muriera para redimirnos a todos, concede a nuestros hermanos difuntos compartir con Cristo la gloria de la resurrección, en la que creyeron y esperaron. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 25, 6. 7-9
En aquel día, el
Señor del universo preparará sobre este monte un festín
con platillos suculentos para todos los pueblos.
Él arrancará en este monte el velo que cubre el rostro de todos
los pueblos, el paño que oscurece a todas las naciones. Destruirá
la muerte para siempre; el Señor Dios enjugará las lágrimas
de todos los rostros y borrará de toda la tierra la afrenta de su pueblo.
Así lo ha dicho el Señor.
En aquel día se dirá: "Aquí está nuestro Dios,
de quien esperábamos que nos salvara; alegrémonos y gocemos con
la salvación que nos trae". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 129 R/. Señor,
escucha mi oración.
Desde el abismo de mis pecados clamo a ti; Señor, escucha mi clamor;
que estén atentos tus oídos a mi voz suplicante. R/.
Si conservaras el recuerdo de las culpas, ¿quién habría,
Señor, que se salvara? Pero de ti procede el perdón, por eso con
amor te veneramos. R/.
Confío en el Señor, mi alma espera y confía en su palabra;
mi alma aguarda al Señor, mucho más que a la aurora el centinela.
R/.
Como aguarda a la aurora el centinela, aguarda Israel al Señor, porque
del Señor viene la misericordia y la abundancia de la redención,
y él redimirá a su pueblo de todas sus iniquidades. R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 4, 13-14. 17-18
Hermanos: No queremos que
ignoren lo que pasa con los difuntos, para que no vivan tristes, como los que
no tienen esperanza. Pues, si creemos que Jesús murió y resucitó,
de igual manera debemos creer que, a los que murieron en Jesús, Dios
los llevará con él, y así estaremos siempre con el Señor.
Consuélense, pues, unos a otros, con estas palabras. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN (Jn 3,
16) R/. Aleluya, aleluya.
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único,
para que todo el que crea en él tenga vida eterna. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 6, 51-58
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los judíos: "Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo;
el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo les voy
a dar es mi carne, para que el mundo tenga vida".
Entonces los judíos se pusieron a discutir entre sí: "¿Cómo
puede éste darnos a comer su carne?".
Jesús les dijo: "Yo les aseguro: Si no comen la carne del Hijo del
hombre y no beben su sangre, no podrán tener vida en ustedes. El que
come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré
el último día.
Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi
carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. Como el Padre,
que me ha enviado, posee la vida y yo vivo por él, así también
el que me come vivirá por mí.
Éste es el pan que ha bajado del cielo; no es como el maná que
comieron sus padres, pues murieron. El que come de este pan vivirá para
siempre". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios todopoderoso, que por medio de las aguas del bautismo regeneraste un día a nuestros hermanos hoy difuntos, por este sacrificio de reconciliación que la Iglesia te ofrece, purifícalos de sus pecados en la Sangre de Cristo y recíbelos en los brazos de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de difuntos I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Esd 2, 334)
Brille, Señor, para nuestros hermanos difuntos la luz eterna y vivan para siempre en compañía de tus santos, ya que eres misericordioso. Dales, Señor, el descanso eterno y brille para ellos la luz eterna y vivan para siempre en compañía de tus santos, ya que eres misericordioso.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por medio de este sacramento con que nos has unido a tu Hijo, muerto y resucitado por nuestra salvación, perdona, Señor, las culpas de nuestros hermanos difuntos y condúcelos a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
TERCERA MISA
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Rom 8, 11)
Dios, que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos, dará también la vida a nuestros cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que habita en nosotros.
Se dice Gloría
ORACIÓN COLECTA
Dios, creador y redentor nuestro, por cuyo poder Cristo venció a la muerte y subió glorioso a tu Reino, concede a nuestros hermanos difuntos compartir su victoria y disfrutar de tu presencia eternamente. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del segundo libro de los Macabeos: 12, 43-46
En aquellos días,
Judas Macabeo, jefe de Israel, hizo una colecta y recogió dos mil dracmas
de plata, que envió a Jerusalén para que ofrecieran un sacrificio
de expiación por los pecados de los que habían muerto en la batalla.
Obró con gran rectitud y nobleza, pensando en la resurrección,
pues si no hubiera esperado la resurrección de sus compañeros,
habría sido completamente inútil orar por los muertos. Pero él
consideraba que, a los que habían muerto piadosamente, les estaba reservada
una magnífica recompensa.
En efecto, orar por los difuntos para que se vean libres de sus pecados es una
acción santa y conveniente. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 102 R/.E1 Señor
es compasivo y misericordioso.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso
para perdonar. No nos trata como merecen nuestras culpas, ni nos paga según
nuestros pecados. R/.
Como un padre es compasivo con sus hijos, así es compasivo el Señor
con quien lo ama, pues bien sabe él de lo que estamos hechos, y de que
somos barro, no se olvida. R/.
La vida del hombre es como la hierba, brota como una flor silvestre: tan pronto
la azota el viento, deja de existir y nadie vuelve a saber nada de ella. R/.
El amor del Señor a quien lo teme es un amor eterno, y entre aquellos
que cumplen con su alianza, pasa de hijos a nietos su justicia. R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15, 20-24. 25-28
Hermanos: Cristo resucitó,
y resucitó como la primicia de todos los muertos. Porque, si por un hombre
vino la muerte, también por un hombre vendrá la resurrección
de los muertos.
En efecto, así como en Adán todos mueren, así en Cristo
todos volverán a la vida; pero cada uno en su orden: primero Cristo,
como primicia; después, a la hora de su advenimiento, los que son de
Cristo.
Enseguida será la consumación, cuando Cristo entregue el Reino
a su Padre. Porque él tiene que reinar hasta que el Padre ponga bajo
sus pies a todos sus enemigos. El último de los enemigos en ser aniquilado,
será la muerte. Es claro que cuando la Escritura dice: Todo lo sometió
el Padre a los pies de Cristo, no incluye a Dios, que es quien le sometió
a Cristo todas las cosas.
Al final, cuando todo se le haya sometido, Cristo mismo se someterá al
Padre, y así Dios será todo en todas las cosas. Palabra de Dios.
T. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN (jn 11,
25. 26) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy la resurrección y la vida, dice el Señor; el que cree en
mí, aunque haya muerto, vivirá. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 23, 44-46.50. 52-53; 24,1-6
Era casi el mediodía,
cuando las tinieblas invadieron toda la región y se oscureció
el sol hasta las tres de la tarde. El velo del templo se rasgó a la mitad.
Jesús, clamando con voz potente, dijo: "¡Padre, en tus manos
encomiendo mi espíritu!". Y dicho esto, expiró.
Un hombre llamado José, consejero del sanedrín, hombre bueno y
justo, se presentó ante Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús.
Lo bajó de la cruz, lo envolvió en una sábana y lo colocó
en un sepulcro excavado en la roca, donde no habían puesto a nadie todavía.
El primer día después del sábado, muy de mañana,
llegaron las mujeres al sepulcro, llevando los perfumes que habían preparado.
Encontraron que la piedra ya había sido retirada del sepulcro y entraron,
pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús.
Estando ellas todas desconcertadas por esto, se les presentaron dos varones
con vestidos resplandecientes. Como ellas se llenaron de miedo e inclinaron
el rostro a tierra, los varones les dijeron: "¿Por qué buscan
entre los muertos al que está vivo? No está aquí; ha resucitado".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, el sacrificio que vamos a ofrecerte por todos nuestros hermanos que descansan en Cristo, líbralos del poder de la muerte y concédeles la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de difuntos I-V
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Flp 3, 20-21)
Esperamos como Salvador a nuestro Señor Jesucristo, el cual transformará nuestro cuerpo frágil en cuerpo glorioso como el suyo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por este memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo que hemos celebrado, concede, Señor, a todos los fieles difuntos la plenitud de tu perdón y de tu paz, para que la nueva vida que un día recibieron en el bautismo florezca eternamente en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Martín de Porres, religioso, y Pedro Almató, mártir. Beato Ruperto Mayer, presbítero.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Sal 23, 5-6)
San Martín de Forres ha recibido la bendición del Señor, ha encontrado gracia delante de Dios, su salvador, porque buscó sinceramente al Señor.
ORACIÓN COLECTA
Señor, Dios nuestro, que condujiste a san Martín de Porres a la gloria celestial por un camino de trabajos humildes e ignorados, concédenos imitar sus ejemplos para que gocemos de tu vida en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 14, 7-12
Hermanos: Ninguno de nosotros
vive para sí mismo, ni muere para sí mismo. Si vivimos, para el
Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Por lo tanto,
ya sea que estemos vivos o que hayamos muerto, somos del Señor. Porque
Cristo murió y resucitó para ser Señor de vivos y muertos.
Pero tú, ¿por qué juzgas mal a tu hermano? ¿Por
qué lo desprecias? Todos vamos a comparecer ante el tribunal de Dios.
Como dice la Escritura: Juro por mí mismo, dice el Señor, que
todos doblarán la rodilla ante mí y todos reconocerán públicamente
que yo soy Dios.
En resumen: cada uno de nosotros tendrá que dar cuenta de sí mismo
a Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
La espiritualidad cristiana
consiste en vivir entregándose plenamente al Señor Jesús.
Desde esa perspectiva brotan la fidelidad, la tolerancia y el perdón
fraternos.
Del salmo 26 R/. El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy
a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién
podrá hacerme temblar? R/.
Lo único que pido, lo único que busco es vivir en la casa del
Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar
continuamente en su presencia. R/.
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor
y fortaleza y en el Señor confía. R/.
ACLAMACIÓN (Mt n,
28) R/. Aleluya, aleluya.
Vengan a mí todos los que están fatigados y agobiados por la carga,
y yo les daré alivio, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas 15,1-10
En aquel tiempo, se acercaban
a Jesús los publícanos y los pecadores a escucharlo; por lo cual,
los fariseos y los escribas murmuraban entre sí: "Este recibe a
los pecadores y come con ellos".
Jesús les dijo entonces esta parábola: "¿Quién
de ustedes, si tiene cien ovejas y se le pierde una, no deja las noventa y nueve
en el campo y va en busca de la que se le perdió hasta encontrarla? Y
una vez que la encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría
y al llegar a su casa, reúne a los amigos y vecinos y les dice: 'Alégrense
conmigo, porque ya encontré la oveja que se me había perdido'.
Yo les aseguro que también en el cielo habrá más alegría
por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos, que no necesitan
arrepentirse.
¿Y qué mujer hay, que si tiene diez monedas de plata y pierde
una, no enciende luego una lámpara y barre la casa y la busca con cuidado
hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas
y les dice: 'Alégrense conmigo, porque ya encontré la moneda que
se me había perdido'. Yo les aseguro que así también se
alegran los ángeles de Dios por un solo pecador que se arrepiente".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Dos relatos concisos que exhiben la alegría de la reconciliación. Dios camina al encuentro del pecador hasta reengancharlo con su amistosa compañía y el gozo de su fiesta.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, con bondad, los dones que tu pueblo te presenta para celebrar la memoria de san Martín de Porres, y concédenos, que libres de las ambiciones y egoísmos de este mundo, te busquemos a ti, como nuestro único bien verdadero. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 33, 9)
Hagan la prueba y verán qué bueno es el Señor; dichoso el hombre que se acoge a él.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, con la luz y la fuerza de este sacramento que hemos recibido, condúcenos siempre por el camino de tu amor, a fin de que la obra de salvación que has iniciado en nosotros, se vea coronada el día de la venida gloriosa de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Santos: Carlos Borromeo, cardenal; Modesta de Trier, abadesa, y Emérico de Hungría, laico.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ez 34, 11. 23-24)
Cuidaré de mis ovejas, dice el Señor, y les buscaré un pastor que las apaciente, y yo, el Señor, seré su Dios.
ORACIÓN COLECTA
Conserva, Señor, en tu pueblo el espíritu que animó a san Carlos Borromeo, a fin de que tu Iglesia, renovada sin cesar y cada vez más fiel al Evangelio, pueda mostrar al mundo el verdadero rostro de Cristo, que vive y reina contigo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 15, 14-21
Hermanos: En lo personal
estoy convencido de que ustedes están llenos de bondad y conocimientos
para poder aconsejarse los unos a los otros. Sin embargo, les he escrito con
cierto atrevimiento algunos pasajes para recordarles ciertas cosas que ya sabían.
Lo he hecho autorizado por el don que he recibido de Dios de ser ministro sagrado
de Cristo Jesús entre los paganos. Mi actividad sacerdotal consiste en
predicar el Evangelio de Dios, a fin de que los paganos lleguen a ser una ofrenda
agradable al Señor, santificada por el Espíritu Santo.
Por lo tanto, en lo que se refiere al servicio de Dios, tengo de qué
gloriarme en Cristo Jesús, pues no me atrevería a hablar de nada
sino de lo que Cristo ha hecho por mi medio para la conversión de los
paganos, valiéndose de mis palabras y acciones, con la fuerza de señales
y prodigios y con el poder del Espíritu Santo. De esta manera he dado
a conocer plenamente el Evangelio de Cristo por todas partes, desde Jerusalén
hasta la región de Iliria. Pero he tenido mucho cuidado de no predicar
en los lugares donde ya se conocía a Cristo, para no construir sobre
cimientos ya puestos por otros, de acuerdo con lo que dice la Escritura: Los
que no habían tenido noticias de él, lo verán; y los que
no habían oído de él, lo conocerán. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Pablo hace un balance de
su peregrinaje apostólico. Él consiguió discernir que el
Señor lo había destinado a servir como portavoz de la buena noticia
para quienes nunca la habían escuchado.
Del salmo 97 R/. Que todos los pueblos aclamen al Señor.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra
y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su
justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
R/.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos
y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
ACLAMACIÓN (1 Jn
2, 5) R/. Aleluya, aleluya.
En aquel que cumple la palabra de Cristo, el amor de Dios ha llegado a su plenitud.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 16, 1-8
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Había una vez un hombre rico que
tenía un administrador, el cual fue acusado ante él de haberle
malgastado sus bienes. Lo llamó y le dijo: '¿Es cierto lo que
me han dicho de ti? Dame cuenta de tu trabajo, porque en adelante ya no serás
administrador'. Entonces el administrador se puso a pensar: '¿Qué
voy a hacer ahora que me quitan el trabajo? No tengo fuerzas para trabajar la
tierra y me da vergüenza pedir limosna. Ya sé lo que voy a hacer,
para tener a alguien que me reciba en su casa, cuando me despidan'.
Entonces fue llamando uno por uno a los deudores de su amo. Al primero le preguntó:
'¿Cuánto le debes a mi amo?'. El hombre respondió: 'Cien
barriles de aceite'. El administrador le dijo: 'Toma tu recibo, date prisa y
haz otro por cincuenta'. Luego preguntó al siguiente: 'Y tú, ¿cuánto
debes?'. Éste respondió: 'Cien sacos de trigo'. El administrador
le dijo: 'Toma tu recibo y haz otro por ochenta'.
El amo tuvo que reconocer que su mal administrador había procedido con
habilidad. Pues los que pertenecen a este mundo son más hábiles
en sus negocios que los que pertenecen a la luz". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
El astuto administrador condonó la deuda y logró mantener cautivos a sus deudores, quienes en adelante serían sus clientes y quedarían obligados a recompensar su benevolencia.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, con bondad, los dones que te presentamos al conmemorar hoy a san Carlos Borromeo, pastor vigilante y modelo de santidad, y haz que este sacrificio produzca en nosotros frutos abundantes de vida cristiana. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 15, 16)
No son ustedes los que me han elegido, dice el Señor, soy yo quien los ha elegido, para que vayan y den fruto y ese fruto perdure.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta sagrada Eucaristía nos comunique, Señor, la fuerza necesaria para ser, a ejemplo de san Carlos, fieles servidores de la Iglesia y de nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Dichosa tú, Virgen María, que llevaste en tu seno al creador del universo; diste a luz al que te creó, y permaneces virgen para siempre.
ORACIÓN COLECTA
Padre santo, que en el camino de la Iglesia, peregrina en la tierra, has puesto como signo luminoso a la Virgen María; por su intercesión aumenta nuestra fe, y reaviva nuestra esperanza, para que ningún obstáculo nos desvíe del sendero que nos lleva a la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 16, 3-9. 16. 22-27
Hermanos: Saluden a Frisca
y a Aquila, colaboradores míos en el servicio de Cristo Jesús,
que por salvar mi vida arriesgaron la suya. A ellos no sólo yo, sino
también todas las comunidades cristianas del mundo pagano les debemos
gratitud. Saluden también a la comunidad que se reúne en casa
de ellos.
Saluden a mi querido Epéneto, el primero que en la provincia de Asia
se hizo cristiano. Saluden a María, que ha trabajado tanto por ustedes.
Saluden a Andrónico y a Junías, mis paisanos y compañeros
de prisión, que se han distinguido en predicar el Evangelio y en el apostolado,
y que se hicieron cristianos antes que yo. Saluden a Ampliato, a quien tanto
quiero en el Señor. Saluden a Urbano, colaborador nuestro en el servicio
de Cristo, y a mí querido Estaquio.
Salúdense los unos a los otros con el saludo de paz. Todas las comunidades
cristianas los saludan.
Yo, Tercio, el escribano de esta carta, también les mando un saludo en
el Señor. Los saluda Gayo, que me hospeda a mí y a esta comunidad.
Los saludan Erasto, administrador de la ciudad, y Cuarto, nuestro hermano.
Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con todos ustedes.
Amén.
A aquel que puede darles fuerzas para cumplir el Evangelio que yo he proclamado,
predicando a Cristo, conforme a la revelación del misterio mantenido
en secreto durante siglos, y que ahora, en cumplimiento del designio eterno
de Dios, ha quedado manifestado por las Sagradas Escrituras, para atraer a todas
las naciones a la obediencia de la fe, al Dios único, infinitamente sabio,
démosle gloria, por Jesucristo, para siempre. Amén. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Los hombres y las mujeres
mencionados en este apéndice realizaron una importante labor ministerial
en las iglesias cristianas, sirviendo a Dios y a los hermanos.
Del salmo 144 R/. Dichosos los que aman al Señor.
Un día tras otro bendeciré tu nombre y no cesará mi boca
de alabarte. Muy digno de alabanza es el Señor, por ser su grandeza incalculable.
R/.
Cada generación, a la que sigue anunciará tus obras y proezas.
Se hablará de tus hechos portentosos, del glorioso esplendor de tu grandeza.
R/.
Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan.
Que proclamen la gloria de tu reino y den a conocer tus maravillas. R/.
ACLAMACIÓN (2 Co
8, 9) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre, para enriquecernos con su pobreza. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 16, 9-15
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Con el dinero, tan lleno de injusticias,
gánense amigos que, cuando ustedes mueran, los reciban en el cielo. El
que es fiel en las cosas pequeñas, también es fiel en las grandes;
y el que es infiel en las cosas pequeñas, también es infiel en
las grandes. Si ustedes no son fieles administradores del dinero, tan lleno
de injusticias, ¿quién les confiará los bienes verdaderos?
Y si no han sido fieles en lo que no es de ustedes, ¿quién les
confiará lo que sí es de ustedes?
No hay criado que pueda servir a dos amos, pues odiará a uno y amará
al otro, o se apegará al primero y despreciará al segundo. En
resumen, no pueden ustedes servir a Dios y al dinero".
Al oír todas estas cosas, los fariseos, que son amantes del dinero, se
burlaban de Jesús. Pero él les dijo: "Ustedes pretenden pasar
por justos delante de los hombres; pero Dios conoce sus corazones, y lo que
es muy estimable para los hombres es detestable para Dios". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
La disyuntiva más decisiva se nos plantea en algún momento de la vida. Como en cualquier encrucijada hay que escoger un solo camino: servir plenamente a Dios o servir al dinero.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al venerar la memoria de la Madre de tu Hijo, te rogamos, Señor, que la ofrenda que te presentamos nos transforme, por tu gracia, en oblación viva y continua. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de la Santísima Virgen María
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 1, 49)
Ha hecho en mí maravillas el Todopoderoso, cuyo nombre es santo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Ya que participamos de la redención eterna, te pedimos, Señor, que al venerar la memoria de la Madre de tu Hijo, nos gloriemos de la plenitud de tu gracia y sintamos los efectos de tu obra redentora. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XXXII DOMINGO ORDINARIO
Santos: Leonardo de Noblat, abad y Melanio de Rennes, obispo. Beata Josefa Naval, laica.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 87, 3)
Que llegue hasta ti mi súplica, Señor y encuentren acogida mis plegarias.
ORACIÓN COLECTA
Ayúdanos, Señor, a dejar en tus manos paternales todas nuestras preocupaciones, a fin de que podamos entregarnos con mayor libertad a tu servicio. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de la Sabiduría: 6, 12-16
Radiante e incorruptible
es la sabiduría; con facilidad la contemplan quienes la aman y ella se
deja encontrar por quienes la buscan y se anticipa a darse a conocer a los que
la desean.
El que madruga por ella no se fatigará, porque la hallará sentada
a su puerta. Darle la primacía en los pensamientos es prudencia consumada;
quien por ella se desvela pronto se verá libre de preocupaciones.
A los que son dignos de ella, ella misma sale a buscarlos por los caminos; se
les aparece benévola y colabora con ellos en todos sus proyectos. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Ya lo diría el Señor
Jesús: "el que busca encuentra". De la misma opinión
es este sabio, que anima a sus discípulos a madrugar y desperezarse para
salir al encuentro de la sabiduría.
Del salmo 62 R/. Señor, mi alma tiene sed de ti.
Señor, tú eres mi Dios, a ti te busco; de ti sedienta está
mi alma. Señor, todo mi ser te añora como el suelo reseco añora
el agua. R/.
Para admirar tu gloria y tu poder, con este afán te busco en tu santuario.
Pues mejor es tu amor que la existencia; siempre, Señor, te alabarán
mis labios. R/.
Podré así bendecirte mientras viva y levantar en oración
mis manos. De lo mejor se saciará mi alma; te alabaré con jubilosos
labios. R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 4, 13-18
Hermanos: No queremos que
ignoren lo que pasa con los difuntos, para que no vivan tristes, como los que
no tienen esperanza. Pues, si creemos que Jesús murió y resucitó,
de igual manera debemos creer que, a los que mueren en Jesús, Dios los
llevará con él.
Lo que les decimos, como palabra del Señor, es esto: que nosotros, los
que quedemos vivos para cuando venga el Señor, no tendremos ninguna ventaja
sobre los que ya murieron.
Cuando Dios mande que suenen las trompetas, se oirá la voz de un arcángel
y el Señor mismo bajará del cielo. Entonces, los que murieron
en Cristo resucitarán primero; después nosotros, los que quedemos
vivos, seremos arrebatados, juntamente con ellos entre nubes por el aire, para
ir al encuentro del Señor, y así estaremos siempre con él.
Consuélense, pues, unos a otros con estas palabras. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
El apóstol busca confirmar a sus hermanos, quienes están intranquilos por el destino de sus difuntos. Vivos y muertos saldremos al encuentro de Jesús resucitado.
ACLAMACIÓN (Mt 24,
4 44) R/. Aleluya, aleluya.
Estén preparados, porque no saben a qué hora va a venir el Hijo
del hombre. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 25, 1-13
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos esta parábola: "El Reino de los cielos
es semejante a diez jóvenes, que tomando sus lámparas, salieron
al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran descuidadas y cinco, previsoras.
Las descuidadas llevaron sus lámparas, pero no llevaron aceite para llenarlas
de nuevo; las previsoras, en cambio, llevaron cada una un frasco de aceite junto
con su lámpara. Como el esposo tardaba, les entró sueño
a todas y se durmieron.
A medianoche se oyó un grito: '¡Ya viene el esposo! ¡Salgan
a su encuentro!'. Se levantaron entonces todas aquellas jóvenes y se
pusieron a preparar sus lámparas, y las descuidadas dijeron a las previsoras:
'Dennos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están
apagando'. Las previsoras les contestaron: 'No, porque no va a alcanzar para
ustedes y para nosotras. Vayan mejor a donde lo venden y cómprenlo'.
Mientras aquéllas iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que
estaban listas entraron con él al banquete de bodas y se cerró
la puerta. Más tarde llegaron las otras jóvenes y dijeron: 'Señor,
señor, ábrenos'. Pero él les respondió: 'Yo les
aseguro que no las conozco'.
Estén, pues, preparados, porque no saben ni el día ni la hora".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Las muchachas sensatas habían vivido una vida de entrega generosa, por lo que sus lámparas estaban llenas. Ellas "No se durmieron en sus laureles", salieron prestas al encuentro del esposo.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, con bondad, los dones que te presentamos, a fin de que el sacramento de la muerte y resurrección de tu Hijo, nos alcance de ti la vida verdadera. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio dominical
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 22, 1-2)
El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace reposar; me conduce hacia fuentes tranquilas para reparar mis fuerzas.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te damos gracias, Señor, por habernos alimentado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y te rogamos que la fuerza del Espíritu Santo, que nos has comunicado en este sacramento, permanezca en nosotros y transforme toda nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA
REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.-En
muchas instituciones y diversos grupos sociales resultan muy importantes y eficaces
las influencias, las relaciones y el prestigio personal. Hay quienes logran
abrirse todas las puertas, quienes consiguen citas sin hacer antesala, quienes
se hacen atender sin siquiera acomodarse en la fila. En la parábola del
Evangelio, ninguno de esos recursos sirve. Cada persona tiene que mantenerse
en vela, luego de haber vivido una existencia coherente y de fidelidad al espíritu
de Jesús.
Nadie puede atenerse a los méritos ajenos. En la hora decisiva sólo
será posible invocar nuestra opción fundamental, nuestras actitudes
ordinarias, los gestos y las acciones con los cuales concretamos nuestra fe
cristiana.
Santos: Ernesto de Zwiefalten, mártir; Engelberto de Colonia, obispo, y Wíllibrord de Utrecht, obispo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Rm 5, 5)
El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por su Espíritu, que habita en nosotros.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo, concédenos que, guiados por este mismo Espíritu, saboreemos el bien y gocemos siempre de sus consuelos. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de la Sabiduría: 1, 1-7
Amen la justicia, ustedes,
los que gobiernan la tierra, piensen bien del Señor y con sencillez de
corazón búsquenlo. Él se deja hallar por los que no dudan
de él y se manifiesta a los que en él confían.
Los pensamientos perversos apartan de Dios, y los insensatos, que quieren poner
a prueba el poder divino, quedan en ridículo. La sabiduría no
entra en un alma malvada, ni habita en un cuerpo sometido al pecado. El santo
espíritu, que nos educa, y huye de la hipocresía, se aleja de
la insensatez y es rechazado por la injusticia.
La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres, pero no dejará
sin castigo al que blasfema, porque Dios conoce lo más íntimo
del alma, observa atentamente el corazón y escucha cuanto dice la lengua.
El espíritu del Señor llena toda la tierra, le da consistencia
al universo y sabe todo lo que el hombre dice. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
La sabiduría no
se regala al engreído ni al insensato. El Espíritu va repartiendo
sabiduría a la gente bien dispuesta, aquella que no se enreda en razonamientos
y discursos confusos.
Del salmo 138 R/. Condúceme, Señor, por tu camino.
Tú me conoces, Señor, profundamente: tú conoces cuándo
me siento y me levanto, desde lejos sabes mis pensamientos, tú observas
mi camino y mi descanso, todas mis sendas te son familiares. R/.
Apenas la palabra está en mi boca y ya, Señor, te la sabes completa.
Me envuelves por todas partes y tienes puesta sobre mí tu mano. Ésta
es una ciencia misteriosa para mí, tan sublime, que no la alcanzo. R/.
¿A dónde iré yo lejos de ti? ¿Dónde escaparé
de tu mirada? Si subo hasta el cielo, allí estás tú; si
bajo al abismo, allí te encuentras. R/.
Si voy en alas de la aurora o me alejo hasta el extremo del mar, también
allí tu mano me conduce y tu diestra me sostiene. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Flp 2, 116) R/. Aleluya, aleluya.
Iluminen al mundo con la luz del Evangelio reflejada en su vida. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 17, 1-6
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "No es posible evitar que existan ocasiones
de pecado, pero ¡ay de aquel que las provoca! Más le valdría
ser arrojado al mar con una piedra de molino sujeta al cuello, que ser ocasión
de pecado para la gente sencilla. Tengan, pues, cuidado.
Si tu hermano te ofende, trata de corregirlo; y si se arrepiente, perdónalo.
Y si te ofende siete veces al día, y siete veces viene a ti para decirte
que se arrepiente, perdónalo".
Los apóstoles dijeron entonces al Señor: "Auméntanos
la fe". El Señor les contestó: "Si tuvieran fe, aunque
fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle
a ese árbol frondoso: 'Arráncate de raíz y plántate
en el mar', y los obedecería". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Las severas exigencias del perdón ilimitado e incondicional reclaman una fe enorme. Por esa razón, los discípulos piden al Señor que les acreciente la calidad de su fe.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, nuestras ofrendas y con la luz del Espíritu Santo purifica nuestros corazones. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 67, 29)
Despliega, Señor, tu poder; el poder que por nosotros desplegaste desde tu templo, en lo alto de Jerusalén.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que tu Espíritu Santo, Señor, descienda sobre nosotros, purifique nuestros corazones y los fecunde, penetrándolos con su divino rocío. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Godofredo de Amiens, obispo, y Jacinto y Vicente, mártires. Beato Juan Duns Scott, presbítero.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 16, 15)
Yo quiero acercarme a ti, Señor, y saciarme de gozo en tu presencia.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que iluminas a los extraviados con la luz de tu Evangelio para que vuelvan al camino de la verdad, concede a cuantos nos llamamos cristianos imitar fielmente a Cristo y rechazar lo que pueda alejarnos de él. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de la Sabiduría: 2, 23-3, 9
Dios creó al hombre
para que fuera inmortal, lo hizo a imagen y semejanza de sí mismo; mas,
por envidia del diablo, entró la muerte en el mundo, y la experimentan
quienes le pertenecen.
En cambio, las almas de los justos están en las manos de Dios y no los
alcanzará ningún tormento. Los insensatos pensaban que los justos
habían muerto, que su salida de este mundo era una desgracia y su salida
de entre nosotros, una completa destrucción. Pero los justos están
en paz.
La gente pensaba que sus sufrimientos eran un castigo, pero ellos esperaban
confiadamente la inmortalidad. Después de breves sufrimientos recibirán
una abundante recompensa, pues Dios los puso a prueba y los halló dignos
de sí. Los probó como oro en el crisol y los aceptó como
un holocausto agradable.
En el día del juicio brillarán los justos como chispas que se
propagan en un cañaveral. Juzgarán a las naciones y dominarán
a los pueblos, y el Señor reinará eternamente sobre ellos.
Los que confían en el Señor comprenderán la verdad y los
que son fieles a su amor permanecerán a su lado, porque Dios ama a sus
elegidos y cuida de ellos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El hombre fue creado para
vivir en compañía de Dios, esa es la verdadera inmortalidad. Todos
moriremos algún día, pero los que son fieles continuarán
disfrutando del amor de Dios.
Del salmo 33 R/. Bendigamos al Señor a todas horas.
Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de
alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor, que se alegre su pueblo al
escucharlo. R/.
Los ojos del Señor cuidan al justo y a su clamor están atentos
sus oídos. Contra el malvado, en cambio, está el Señor,
para borrar de la tierra su recuerdo. R/.
Escucha el Señor al hombre justo y lo libra de todas sus congojas. El
Señor no está lejos de sus fieles y levanta a las almas abatidas.
R/.
ACLAMACIÓN (Jn 14,
23) R/. Aleluya, aleluya.
El que me ama cumplirá mi palabra y mi Padre lo amará y haremos
en él nuestra morada, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 17, 7-10
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus apóstoles: "¿Quién de ustedes, si tiene
un siervo que labra la tierra o pastorea los rebaños, le dice cuando
éste regresa del campo: 'Entra enseguida y ponte a comer'? ¿No
le dirá más bien: 'Prepárame de comer y disponte a servirme,
para que yo coma y beba; después comerás y beberás tú'?
¿Tendrá acaso que mostrarse agradecido con el siervo, porque éste
cumplió con su obligación?
Así también ustedes, cuando hayan cumplido todo lo que se les
mandó, digan: 'No somos más que siervos; sólo hemos hecho
lo que teníamos que hacer'". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Estas palabras no quieren desacreditar la función de los servidores, solamente intentan mitigar la imagen demasiado optimista que algunos dirigentes cristianos tienen de su propio ministerio.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira bondadosamente, Señor, las ofrendas de tu Iglesia suplicante, y conviértelas en alimento espiritual que ayude a crecer en santidad a todos tus fieles. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 56)
El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te suplicamos, Señor, que esta Eucaristía que hemos recibido, nos ayude a amarte más y a servirte mejor cada día. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Dedicación de la Basílica de Letrán.
Santos: San Teodoro de Amasea, mártir. Beata Elena de Hungría, monja.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 21, 2)
Vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de donde estaba al lado de Dios, engalanada como una novia que se adorna para su esposo.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que edificas con piedras vivas y escogidas el templo eterno de tu gloria, derrama sobre tu Iglesia los dones del Espíritu Santo, para que tu pueblo fiel llegue un día a transformarse en la Jerusalén celestial. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Ezequiel: 47, 1-2. 8-9.12
En aquellos tiempos, un
hombre me llevó a la entrada del templo. Por debajo del umbral manaba
agua hacia el oriente, pues el templo miraba hacia el oriente, y el agua bajaba
por el lado derecho del templo, al sur del altar.
Luego me hizo salir por el pórtico del norte y dar la vuelta hasta el
pórtico que mira hacia el oriente, y el agua corría por el lado
derecho.
Aquel hombre me dijo: "Estas aguas van hacia la región oriental;
bajarán hasta el Araba, entrarán en el mar de aguas saladas y
lo sanearán. Todo ser viviente que se mueva por donde pasa el torrente,
vivirá; habrá peces en abundancia, porque los lugares a donde
lleguen estas aguas quedarán saneados y por dondequiera que el torrente
pase, prosperará la vida. En ambas márgenes del torrente crecerán
árboles frutales de toda especie, de follaje perenne e inagotables frutos.
Darán frutos nuevos cada mes, porque los riegan las aguas que manan del
santuario. Sus frutos servirán de alimento y sus hojas, de medicina".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del manantial del templo brotan la vida, la salud y la fecundidad que colmará de gozo y de dicha a la comunidad que se organice, luego del destierro, en torno del santuario.
Del salmo 45 R/. Un río
alegra a la ciudad de Dios.
Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, quien en todo peligro nos socorre.
Por eso no tememos, aunque tiemble, y aunque al fondo del mar caigan los montes.
R/.
Un río alegra a la ciudad de Dios, su morada el Altísimo hace
santa. Teniendo a Dios, Jerusalén no teme, porque Dios la protege desde
el alba. R/.
Con nosotros está Dios, el Señor; es el Dios de Israel nuestra
defensa. Vengan a ver las cosas sorprendentes que ha hecho el Señor sobre
la tierra. R/.
ACLAMACIÓN (2 Crón
7, 16) R/, Aleluya, aleluya.
He elegido y santificado este lugar, dice el Señor, para que siempre
habite ahí mi nombre. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 2, 13-22
Cuando se acercaba la Pascua
de los judíos, Jesús llegó a Jerusalén y encontró
en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas
con sus mesas. Entonces hizo un látigo de cordeles y los echó
del templo, con todo y sus ovejas y bueyes; a los cambistas les volcó
las mesas y les tiró al suelo las monedas; y a los que vendían
palomas les dijo: "Quiten todo de aquí y no conviertan en un mercado
la casa de mi Padre".
En ese momento, sus discípulos se acordaron de lo que estaba escrito:
El celo de tu casa me devora.
Después intervinieron los judíos para preguntarle: "¿Qué
señal nos das de que tienes autoridad para actuar así?".
Jesús les respondió: "Destruyan este templo y en tres días
lo reconstruiré". Replicaron los judíos: "Cuarenta y
seis años se ha llevado la construcción del templo, ¿y
tú lo vas a levantar en tres días?".
Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Por eso, cuando resucitó
Jesús de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que
había dicho aquello y creyeron en la Escritura y en las palabras que
Jesús había dicho. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Jesús no se presta al juego de los simuladores. A Dios Padre no se le puede engañar presentándole ofrendas banales, como quienes delinquen y roban, y luego pretenden sobornarle.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, nuestras ofrendas y concede a tu pueblo, unido en la plegaria, ser fortalecido por tus sacramentos y obtener lo que pide en sus oraciones. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque en toda casa consagrada a la
oración te has dignado quedarte con nosotros, para hacernos tú
mismo templos del Espíritu Santo, que brillen, sostenidos por tu gracia,
con el esplendor de una vida santa.
Y, porque con tu acción constante, santificas a la Iglesia, esposa de
Cristo, simbolizada por estos edificios materiales, a fin de que, llena de gozo
por la multitud de sus hijos, sea presentada a ti en la gloria de tu Reino.
Por eso, con todos los ángeles y santos, te alabamos, proclamando sin
cesar: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 P 2, 5)
Nosotros somos piedras vivas, que sirven para construir el templo espiritual, el pueblo sacerdotal que pertenece a Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, que has querido darnos en tu Iglesia un signo temporal de la Jerusalén celeste, concédenos, por esta comunión, ser transformados aquí en templos de tu gracia y entrar un día en el Reino de tu gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: León I Magno, papa; Andrés Avelino, presbítero, y Justo de Cantorbery, obispo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Si 15, 5)
El Señor lo ha llenado del espíritu de sabiduría e inteligencia, ha abierto sus labios en medio de la asamblea y lo ha revestido de gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que nos has prometido que las fuerzas del mal nunca prevalecerán contra la Iglesia, cimentada sobre la roca de Pedro, haz que, por la intercesión del papa san León Magno, tu pueblo permanezca siempre firme en la verdad y goce de una paz estable y verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de la Sabiduría: 7, 22-8, 1
La sabiduría es un
espíritu inteligente, santo, único y múltiple, sutil, ágil
y penetrante, inmaculado, lúcido e invulnerable, amante del bien, agudo
y libre, bienhechor, amigo del hombre y amable, firme, seguro y sereno, que
todo lo puede y todo lo ve, que penetra en todos los espíritus: los inteligentes,
los puros y los más sutiles.
La sabiduría es más ágil que cualquier movimiento y, por
ser inmaterial, lo atraviesa y lo penetra todo. La sabiduría es un resplandor
del poder de Dios, una emanación purísima de la gloria del omnipotente,
por eso nada sucio la puede contaminar. Es un reflejo de la luz eterna, un espejo
inmaculado de la actividad de Dios y una imagen de su bondad.
Ella sola lo puede todo; sin cambiar en nada, todo lo renueva; entra en las
almas de los buenos de cada generación, hace de ellos amigos de Dios
y profetas, porque Dios ama sólo a quienes conviven con la sabiduría.
La sabiduría es más brillante que el Sol y que todas las constelaciones;
si se la compara con la luz del día, la sabiduría sale ganando,
porque al día lo vence la noche, pero contra la sabiduría, la
maldad no puede nada. Ella se extiende poderosa de un extremo al otro del mundo
y con suavidad gobierna todo el universo. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
La sabiduría divina
es incomparable a cualquier otro bien o valor humano. La bondad y la penetración,
la pureza y la serenidad del sabio es superior a todo goce y todo deleite.
Del salmo 118 R/. Enséñanos, Señor, tus leyes.
Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo. Tu fidelidad
permanece de generación en generación, como la tierra que tú
cimentaste. R/.
Todo subsiste hasta hoy por orden tuya y todo está a tu servicio. La
explicación de tu palabra da luz y entendimiento a los humildes. R/.
Mira benignamente a tu siervo y enséñame a cumplir tus mandamientos;
que sólo viva yo, Señor, para alabarte y que tu ley me ayude.
R/.
ACLAMACIÓN (jn 15,
5) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy la vid y ustedes los sarmientos; el que permanece en mí y yo en
él, ése da fruto abundante. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 17, 20-25
En aquel tiempo, los fariseos
le preguntaron a Jesús: "¿Cuándo llegará el
Reino de Dios?". Jesús les respondió: "El Reino de Dios
no llega aparatosamente. No se podrá decir: 'Está aquí'
o 'Está allá', porque el Reino de Dios ya está entre ustedes".
Les dijo entonces a sus discípulos: "Llegará un tiempo en
que ustedes desearán disfrutar siquiera un solo día de la presencia
del Hijo del hombre y no podrán. Entonces les dirán: 'Está
aquí' o 'Está allá', pero no vayan corriendo a ver, pues
así como el fulgor del relámpago brilla de un extremo a otro del
cielo, así será la venida del Hijo del hombre en su día.
Pero antes tiene que padecer mucho y ser rechazado por los hombres de esta generación".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
La venida del Mesías había creado confusión y desconcierto. Estas palabras evangélicas nos recuerdan que antes del regreso glorioso ocurrirá una prueba dolorosa para la comunidad.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por este sacrificio eucarístico que vamos a ofrecerte, ilumina, Señor, a tu Iglesia, para que nuestros pastores, guiados siempre por tu amor, puedan conducirnos por el camino del bien. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 12, 42)
Éste es el siervo fiel y sensato a quien su señor ha puesto al frente de su familia, para darles la ración de trigo a su tiempo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que alimentas a tu Iglesia con el pan de la vida, guíala con la fuerza de tu amor, para que pueda vivir y crecer en libertad y mantenerse fiel a tu Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Martín de Tours, obispo; Juan el Limosnero, obispo, y Marina de Omura, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (1 S 2, 35)
Yo elegiré para mi pueblo un sacerdote fiel que obre según mi corazón y mis deseos, dice el Señor.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que hiciste resplandecer tu gloria en la vida y en la muerte de san Martín, obispo de Tours, renueva en nuestros corazones la fuerza de tu amor, para que ni la muerte ni la vida puedan separarnos de ti. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de la Sabiduría: 13, 1-9
Insensatos han sido todos
los hombres que no han conocido a Dios y no han sido capaces de descubrir, a
través de las cosas buenas que se ven a "Aquel-que-es" y que
no han reconocido al artífice, fijándose en sus obras, sino que
han considerado como dioses al fuego, al viento, al aire sutil, al cielo estrellado,
al agua impetuosa o al Sol y a la Luna, que rigen el mundo.
Si fascinados por la belleza de las cosas, pensaron que éstas eran dioses,
sepan cuánto las aventaja el Señor de todas ellas, pues fue el
autor mismo de la belleza quien las creó. Y si fue su poder y actividad
lo que los impresionó, deduzcan de ahí cuánto más
poderoso es aquel que las hizo; pues reflexionando sobre la grandeza y hermosura
de las creaturas se puede llegar a contemplar a su creador.
Sin embargo, no son éstos tan dignos de reprensión, pues tal vez
andan desorientados, buscando y queriendo encontrar a Dios. Como viven entre
sus obras, se esfuerzan por conocerlas y se dejan fascinar por la belleza de
las cosas que ven. Pero no por eso tienen excusa, pues si llegaron a ser tan
sabios para investigar el universo, ¿cómo no llegaron a descubrir
fácilmente a su creador? Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El pecado de los paganos consistió en fabricar realidades idolátricas que eran veneradas como valores absolutos. Ellos divinizaron las victorias militares, el poder absoluto y la vida ociosa.
Del salmo 18 R/. Los cielos
proclaman la gloria de Dios.
Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus
manos. Un día comunica su mensaje al otro día y una noche se lo
trasmite a la otra noche. R/.
Sin que pronuncien una palabra, sin que resuene su voz, a toda la tierra llega
su sonido y su mensaje, hasta el fin del mundo R/.
ACLAMACIÓN (Lc 21,
28) R/ Aleluya, aleluya.
Estén atentos y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación,
dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 17, 26-37
En aquellos días,
Jesús dijo a sus discípulos: "Lo que sucedió en el
tiempo de Noé también sucederá en el tiempo del Hijo del
hombre: comían y bebían, se casaban hombres y mujeres, hasta el
día en que Noé entró en el arca; entonces vino el diluvio
y los hizo perecer a todos.
Lo mismo sucedió en e1 tiempo de Lot: comían y bebían,
compraban y vendían, sembraban y construían, pero el día
en que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y
los hizo perecer a todos. Pues lo mismo sucederá el día en que
el Hijo del hombre se manifieste.
Aquel día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa,
que no baje a recogerlas; y el que esté en el campo, que no mire hacia
atrás. Acuérdense de la mujer de Lot. Quien intente conservar
su vida, la perderá; y quien la pierda, la conservará.
Yo les digo: aquella noche habrá dos en un mismo lecho: uno será
tomado y el otro abandonado; habrá dos mujeres moliendo juntas: una será
tomada y la otra abandonada".
Entonces, los discípulos le dijeron: "¿Dónde sucederá
eso, Señor?". Y él les respondió: "Donde hay
un cadáver, se juntan los buitres". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
No hay cálculos ni reglas precisas para diagnosticar los eventos finales. Los mortales no conocemos los designios de Dios. Más vale vivir con fe plena que entre cálculos y angustia.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, los dones que te presentamos en esta festividad del obispo san Martín y concédenos que esta Eucaristía nos conduzca siempre hacia ti, a través de las alegrías y las penas de esta vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 25, 40)
Yo les aseguro que todo lo que hagan a uno de estos hermanos míos insignificantes, a mí mismo me lo hacen, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú que nos has renovado con el sacramento de la unidad, ayúdanos, Señor, a cumplir tu voluntad en todo lo que hacemos, para que, a ejemplo de san Martín, disfrutemos la alegría de ser verdaderamente tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Este hombre es un verdadero mártir, ya que derramó su sangre por Cristo; no temió las amenazas de quienes lo juzgaron y mereció así el Reino de los cielos.
ORACIÓN COLECTA
Aviva, Señor, en tu Iglesia, el espíritu de amor, que dio valor a san Josafat para morir por su pueblo a fin de que, fortalecidos por tu amor, no dudemos en sacrificar ninguno de nuestros intereses por el bien de nuestros hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de la Sabiduría: 18, 14-16; 19, 6-9
Cuando un profundo
silencio envolvía todas las cosas y la noche estaba a la mitad de su
camino, tu palabra todopoderosa, Señor, como implacable guerrero, se
lanzó desde tu trono real del cielo hacia la región condenada
al exterminio. Blandiendo como espada tu decreto irrevocable, sembró
la muerte por dondequiera; tocaba el cielo con la mano y al mismo tiempo pisaba
la tierra.
La creación entera, obediente a tus órdenes, actuó de manera
diversa a su modo de proceder para librar a tus hijos de todo daño. Una
nube protegió con su oscuridad el campamento israelita y donde antes
había agua surgió la tierra firme; en el mar Rojo apareció
un camino despejado y en las olas impetuosas, una verde llanura. Por ahí,
protegido por tu mano, pasó todo el pueblo, mientras contemplaba tus
prodigios admirables. Corrían como potros y brincaban como corderos,
dándote gracias, Señor, por haberlos liberado. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Estos versos rememoran
la gesta salvadora del Éxodo. El Señor acompañó
a su pueblo, lo protegió con su mano y lo hizo retozar en libertad por
el desierto.
Del salmo 104 R/. Recordemos los prodigios del Señor.
Aclamen al Señor y denle gracias, relaten sus prodigios a los pueblos.
Entonen en su honor himnos y cantos, celebren sus portentos. R/.
El Señor hirió de muerte a los primogénitos de los egipcios,
primicias de su virilidad. Sacó a su pueblo, cargado de oro y plata,
y entre sus tribus nadie tropezó. R/.
Se acordó de la palabra sagrada que había dado a su siervo Abraham,
y sacó a su pueblo con alegría, a sus escogidos, con gritos de
triunfo. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
2 Ts 2, 14) R/. Aleluya, aleluya.
Dios nos ha llamado, por medio del Evangelio, a participar de la gloria de nuestro
Señor Jesucristo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 18, 1-8
En aquel tiempo, para enseñar
a sus discípulos la necesidad de orar siempre y sin desfallecer, Jesús
les propuso esta parábola:
"En cierta ciudad había un juez que no temía a Dios ni respetaba
a los hombres. Vivía en aquella misma ciudad una viuda que acudía
a él con frecuencia para decirle: 'Hazme justicia contra mi adversario'.
Por mucho tiempo, el juez no le hizo caso, pero después se dijo: 'Aunque
no temo a Dios ni respeto a los hombres, sin embargo, por la insistencia de
esta viuda, voy a hacerle justicia para que no me siga molestando'".
Dicho esto, Jesús comentó: "Si así pensaba el juez
injusto, ¿creen acaso que Dios no hará justicia a sus elegidos,
que claman a él día y noche, y que los hará esperar? Yo
les digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo
del hombre, ¿creen que encontrará fe sobre la tierra?". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
La viuda, y no el juez, es el personaje ejemplar en este relato parabólico acerca de la perseverancia. El juez no puede ser figura de Dios, puesto que es alguien inicuo y corrupto.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Bendice y acepta, Señor, los dones que te presentamos y haz que esta Eucaristía nos confirme en la misma fe que san Josafat atestiguó con su sangre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 15, 5)
Yo soy la vid y ustedes los sarmientos, dice el Señor; el que permanece en mí y en el cual yo permanezco, ése dará fruto abundante.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que este sacramento que hemos recibido nos comunique, Señor, tus dones de fortaleza y de paz, para que, a ejemplo de san Josafat, trabajemos sin descanso por la unidad y la santificación de la Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XXXIII DOMINGO ORDINARIO
Santos: Diego de Alcalá, religioso; Estanislao de Kostka, religioso, y Nicolás I. Papa.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Jr 29, 11. 12. 14)
Yo tengo designios de paz, no de aflicción, dice el Señor. Me invocarán y yo los escucharé y los libraré de su esclavitud dondequiera que se encuentren.
Se dice Gloría
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, tu ayuda para entregarnos fielmente a tu servicio, porque sólo en el cumplimiento de tu voluntad podremos encontrar la felicidad verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Proverbios: 31,10-13.19-20. 30-31
Dichoso el hombre
que encuentra una mujer hacendosa: muy superior a las perlas es su valor.
Su marido confía en ella y, con su ayuda, él se enriquecerá;
todos los días de su vida le procurará bienes y no males.
Adquiere lana y lino y los trabaja con sus hábiles manos.
Sabe manejar la rueca y con sus dedos mueve el huso; abre sus manos al pobre
y las tiende al desvalido.
Son engañosos los encantos y vana la hermosura; merece alabanza la mujer
que teme al Señor.
Es digna de gozar del fruto de sus trabajos y de ser alabada por todos.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Entre todos los dones que
adornan a la mujer ideal, el autor celebra la diligencia, la laboriosidad, la
sensatez y la compasión para con los pobres y necesitados.
Del salmo 127 R/. Dichoso el que teme al Señor.
Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos: comerá del fruto
de su trabajo, será dichoso, le irá bien. R/.
Su mujer, como vid fecunda, en medio de su casa; sus hijos, como renuevos de
olivo, alrededor de su mesa. R/.
Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor: "Que
el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida". R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 5, 1-6
Hermanos: Por lo que se
refiere al tiempo y a las circunstancias de la venida del Señor, no necesitan
que les escribamos nada, puesto que ustedes saben perfectamente que el día
del Señor llegará como un ladrón en la noche. Cuando la
gente esté diciendo: "¡Qué paz y qué seguridad
tenemos!", de repente vendrá sobre ellos la catástrofe, como
de repente le vienen a la mujer encinta los dolores del parto, y no podrán
escapar.
Pero a ustedes, hermanos, ese día no los tomará por sorpresa,
como un ladrón, porque ustedes no viven en tinieblas, sino que son hijos
de la luz y del día, no de la noche y las tinieblas.
Por lo tanto, no vivamos dormidos, como los malos; antes bien, mantengámonos
despiertos y vivamos sobriamente. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los cálculos engañosos de los seudo profetas perturban a los crédulos
e ignorantes. Los cristianos sensatos saben que Dios es el único que
conoce las circunstancias del final.
ACLAMACIÓN (jn 15,
s) R/. Aleluya, aleluya.
Permanezcan en mí y yo en ustedes, dice el Señor; el que permanece
en mí da fruto abundante. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 25,14-30
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos esta parábola: "El Reino de los cielos
se parece también a un hombre que iba a salir de viaje a tierras lejanas;
llamó a sus servidores de confianza y les encargó sus bienes.
A uno le dio cinco talentos; a otro, dos; y a un tercero, uno, según
la capacidad de cada uno, y luego se fue.
El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar con ellos y ganó
otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos.
En cambio, el que recibió un talento hizo un hoyo en la tierra y allí
escondió el dinero de su señor.
Después de mucho tiempo regresó aquel hombre y llamó a
cuentas a sus servidores.
Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó
otros cinco, diciendo: 'Señor, cinco talentos me dejaste; aquí
tienes otros cinco, que con ellos he ganado'. Su señor le dijo: 'Te felicito,
siervo bueno y fiel. Puesto que has sido fiel en cosas de poco valor, te confiaré
cosas de mucho valor. Entra a tomar parte en la alegría de tu señor'.
Se acercó luego el que había recibido dos talentos y le dijo:
'Señor, dos talentos me dejaste; aquí tienes otros dos, que con
ellos he ganado'. Su señor le dijo: 'Te felicito, siervo bueno y fiel.
Puesto que has sido fiel en cosas de poco valor, te confiaré cosas de
mucho valor. Entra a tomar parte en la alegría de tu señor'.
Finalmente, se acercó el que había recibido un talento y le dijo:
'Señor, yo sabía que eres un hombre duro, que quieres cosechar
lo que no has plantado y recoger lo que no has sembrado. Por eso tuve miedo
y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo'.
El señor le respondió: 'Siervo malo y perezoso. Sabías
que cosecho lo que no he plantado y recojo lo que no he sembrado. ¿Por
qué, entonces, no pusiste mi dinero en el banco para que, a mi regreso,
lo recibiera yo con intereses? Quítenle el talento y dénselo al
que tiene diez. Pues al que tiene se le dará y le sobrará; pero
al que tiene poco, se le quitará aun eso poco que tiene.
Y a este hombre inútil, échenlo fuera, a las tinieblas. Allí
será el llanto y la desesperación'". Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Este relato registra una profunda certeza: Dios ha dado regalos y adornado a cada uno de sus hijos con dones y talentos suficientes para transformar y mejorar la comunidad donde viven.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que estos dones traídos a tu altar nos obtengan de ti, Señor y Dios nuestro, la gracia de servirte con amor y la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio dominical
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 72, 28)
Mi felicidad consiste en estar cerca de Dios y en poner sólo en él mis esperanzas.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que nuestra participación en esta Eucaristía que tu Hijo nos mandó celebrar como memorial suyo, nos una siempre con el vínculo de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Cuando cunden el desánimo y el pesimismo, resulta indispensable comenzar por recuperar la confianza perdida. Nuestro país ha sido atrapado por una pegajosa sensación de fracaso generalizado, que considera inadecuado e ingenuo intentar cualquier mejora o transformación de la vida pública. Pareciera que todos juntos hubiéramos decidido enterrar en un agujero nuestros dones y talentos. El Evangelio nos anima a desenterrarlos. Sabemos que son muchos los problemas ancestrales, que se han ido agravando; no tiene caso buscar culpables ni condenar a cómodos "chivos expiatorios". Los "santos lloran el tiempo perdido", pero los sensatos comienzan a entender que llegó la hora de cambiar.
Santos: Lorenzo de O'Toole, obispo, y Serapio de Argel, mártir. Beata Magdalena Morano, religiosa.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 90, 11)
El Señor ha mandado a sus ángeles que te cuiden donde quiera que vayas.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que a nadie ves como a un extraño y a nadie dejas sin tu protección, apiádate de los prófugos y de los exiliados y de cuantos se encuentran lejos del hogar; concédeles a ellos volver a la patria y al calor familiar y danos a nosotros un amor como el tuyo para con los necesitados y los forasteros. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de los Macabeos: 1, 10-15. 41-43. 54-57. 62-64
En aquellos días,
surgió un hombre perverso, Antíoco Epifanes, hijo del rey Antíoco,
que había estado como rehén en Roma. Subió al trono el
año ciento treinta y siete del imperio de los griegos.
Hubo por entonces unos israelitas apóstatas, que convencieron a muchos
diciéndoles: "Vamos a hacer un pacto con los pueblos vecinos, pues
desde que hemos vivido aislados, nos han sobrevenido muchas desgracias".
Esta proposición fue bien recibida y algunos del pueblo decidieron acudir
al rey y obtuvieron de él autorización para seguir las costumbres
de los paganos. Entonces, conforme al uso de los paganos, construyeron en Jerusalén
un gimnasio, simularon que no estaban circuncidados, renegaron de la alianza
santa, se casaron con gente pagana y se vendieron para hacer el mal.
Por su parte, el rey publicó un edicto en todo su reino y ordenó
que todos sus súbditos formaran un solo pueblo y abandonaran su legislación
particular. Todos los paganos acataron el edicto real y muchos israelitas aceptaron
la religión oficial, ofrecieron sacrificios a los ídolos y profanaron
el sábado.
El día quince de diciembre del año ciento cuarenta y cinco, el
rey Antíoco mandó poner sobre el altar de Dios un altar pagano,
y se fueron construyendo altares en todas las ciudades de Judá. Quemaban
incienso ante las puertas de las casas y en las plazas; rompían y echaban
al fuego los libros de la ley que encontraban; a quienes se les descubría
en su casa un ejemplar de la alianza y a los que sorprendían observando
los preceptos de la ley, los condenaban a muerte en virtud del decreto real.
A pesar de todo esto, muchos israelitas permanecieron firmes y resueltos a no
comer alimentos impuros. Prefirieron la muerte antes que contaminarse con aquellos
alimentos que violaban la santa alianza. Muy grande fue la prueba que soportó
Israel. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Este relato recoge la memoria
de la resistencia tenaz que mantuvieron los israelitas, piadosos y fieles, que
no quisieron ceder ante las presiones de la cultura griega.
Del salmo 118 R/. Ayúdame, Señor, a cumplir tus mandamientos.
Me indigno, Señor, porque los pecadores no cumplen tu ley. Las redes
de los pecadores me aprisionan, pero yo no olvido tu voluntad. R/.
Líbrame de la opresión de los hombres y cumpliré tus mandamientos.
Se acercan a mí los malvados que me persiguen y están lejos de
tu ley. R/.
Los malvados están lejos de la salvación, porque no han cumplido
tus mandamientos. Cuando veo a los pecadores, siento disgusto, porque no cumplen
tus palabras. R/.
ACLAMACIÓN (jn 8,
12) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá
la luz de la vida. R/.
Lectura
(Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 18, 35-43
En aquel tiempo, cuando Jesús se acercaba a Jericó, un ciego estaba
sentado a un lado del camino, pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente,
preguntó qué era aquello, y le explicaron que era Jesús
el Nazareno, que iba de camino. Entonces él comenzó a gritar:
"¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!".
Los que iban adelante lo regañaban para que se callara, pero él
se puso a gritar más fuerte: "¡Hijo de David, ten compasión
de mí!".
Entonces Jesús se detuvo y mandó que se lo trajeran. Cuando estuvo
cerca, le preguntó: "¿Qué quieres que haga por ti?".
Él le contestó: "Señor, que vea". Jesús
le dijo: "Recobra la vista; tu fe te ha curado".
Enseguida el ciego recobró la vista y lo siguió, bendiciendo a
Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
El ciego de Jericó consiguió ver mejor que los discípulos, quienes no habían logrado descifrar ni seguir a Jesús camino a Jerusalén. En cambio, el ciego vio y lo siguió.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, tú que quisiste que tu Hijo muriera para reunir en una sola familia a todos los hombres dispersos por el mundo, concédenos que este sacrificio eucarístico, signo de unidad y de paz, haga que todos nos reconozcamos como hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 90, 2)
Dios mío, tú eres mi refugio y mi fortaleza, en ti he puesto mi esperanza.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú, Señor, que nos has alimentado con un mismo pan y un mismo cáliz, suscita en nosotros un espíritu nuevo de comprensión humana y de hospitalidad evangélica para cuantos se encuentran lejos de su familia y su patria, a fin de que algún día tú nos reúnas a todos en tu casa y para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 53, 6. 8)
Señor Dios, tú eres mi auxilio y el único apoyo de mi vida; te ofreceré de corazón un sacrificio y te daré gracias, Señor, porque eres bueno.
ORACIÓN COLECTA
Míranos, Señor, con amor y multiplica en nosotros los dones de tu gracia para que, llenos de fe, esperanza y caridad, permanezcamos siempre fieles en el cumplimiento de tus mandatos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del segundo libro de los Macabeos: 6, 18-31
Había un hombre llamado
Eleazar, de edad avanzada y aspecto muy digno. Era uno de los principales maestros
de la ley. Querían obligarlo a comer carne de puerco y para ello le abrían
a la fuerza la boca. Pero él, prefiriendo una muerte honrosa a una vida
de infamia, escupió la carne y avanzó voluntariamente hacia el
suplicio, como deben hacer los que son constantes en rechazar manjares prohibidos,
aun a costa de la vida.
Los que presidían aquel sacrificio pagano, en atención a la antigua
amistad que los unía con Eleazar, lo llevaron aparte y le propusieron
que mandara traer carne permitida y que la comiera, simulando que comía
la carne del sacrificio ordenada por el rey. Así se podría librar
de la muerte y encontrar benevolencia, por la antigua amistad que los unía.
Pero Eleazar, adoptando una actitud cortés, digna de sus años
y de su noble ancianidad, de sus canas honradas e ilustres, de su conducta intachable
desde niño y, sobre todo, digna de la ley santa, dada por Dios, respondió
enseguida:
"Envíenme al sepulcro, pues no es digno de mi edad ese engaño.
Van a creer los jóvenes que Eleazar, a los noventa años, se ha
pasado al paganismo. Y si por miedo a perder el poco tiempo de vida que me queda,
finjo apartarme de la ley, se van a extraviar con mi mal ejemplo. Eso sería
manchar y deshonrar mi vejez. Y aunque por el momento me librara del castigo
de los hombres, ni vivo ni muerto me libraría de la mano del Omnipotente.
En cambio, si muero ahora como un valiente, me mostraré digno de mis
años y dejaré a los jóvenes un gran ejemplo, para que aprendan
a arrostrar voluntariamente una muerte noble por amor a nuestra santa y venerable
ley".
Dicho esto, se fue enseguida hacia el suplicio. Los que lo conducían,
considerando arrogantes las palabras que acababa de pronunciar, cambiaron en
dureza su actitud benévola.
Cuando Eleazar estaba a punto de morir a causa de los golpes, dijo entre suspiros:
"Tú, Señor, que todo lo conoces, bien sabes que pude librarme
de la muerte; pero, por respeto a ti, sufro con paciencia y con gusto crueles
dolores en mi cuerpo y en mi alma".
De esta manera, Eleazar terminó su vida y dejó no sólo
a los jóvenes, sino a toda la nación, un ejemplo memorable de
virtud y heroísmo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Eleazar es presentado como modelo de fidelidad. No cedió al chantaje ni se prestó a la simulación. En una sociedad en crisis son necesarios tales referentes éticos, pues encarnan una vida auténtica.
Del salmo 3 R/. El Señor
es mi defensa. Mira, Señor, cuántos contrarios tengo, y cuántos
contra mí se han levantado; cuántos dicen de mí: "Ni
Dios podrá salvarlo".R/.
Mas tú, Señor, eres mi escudo, mi gloria y mi victoria; desde
tu monte santo me respondes cuando mi voz te invoca. R/.
En paz me acuesto, duermo y me despierto, porque el Señor es mi defensa.
No temeré a la enorme muchedumbre que se acerca y me acecha. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
1 Jn 4,10) R/. Aleluya, aleluya.
Dios nos amó y nos envió a su Hijo, como víctima de expiación
por nuestros pecados. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 19, 1-10
En aquel tiempo, Jesús
entró en Jericó, y al ir atravesando la ciudad, sucedió
que un hombre llamado Zaqueo, jefe de publícanos y rico, trataba de conocer
a Jesús, pero la gente se lo impedía, porque Zaqueo era de baja
estatura. Entonces corrió y se subió a un árbol para verlo
cuando pasara por ahí. Al llegar a ese lugar, Jesús levantó
los ojos y le dijo: "Zaqueo, bájate pronto, porque hoy tengo que
hospedarme en tu casa".
Él bajó enseguida y lo recibió muy contento. Al ver esto,
comenzaron todos a murmurar diciendo: "Ha entrado a hospedarse en casa
de un pecador".
Zaqueo, poniéndose de pie, dijo a Jesús: "Mira, Señor,
voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes, y si he defraudado a alguien,
le restituiré cuatro veces más". Jesús le dijo: "Hoy
ha llegado la salvación a esta casa, porque también él
es hijo de Abraham, y el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que
se había perdido". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Conforme a la lógica de la compasión y la misericordia, ningún ser humano está irremediablemente perdido. El recaudador abusivo y corrupto llamado Zaqueo atendió al llamado de Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, que con la muerte de tu Hijo llevaste a término y perfección los sacrificios de la antigua alianza, acepta y bendice estos dones, como aceptaste y bendijiste los de Abel, para que lo que cada uno te ofrece, sea de provecho para la salvación de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ap 3, 20)
Miren que estoy a la puerta y llamo, dice el Señor; si alguno oye mi voz y me abre, entraré en su casa y cenaré con él, y él conmigo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que nos has concedido participar en esta Eucaristía, míranos con bondad y ayúdanos a vencer nuestra fragilidad humana para poder vivir como hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Margarita de Escocia, reina; Gertrudis Magna, religiosa, y José Moscati, médico.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 22, 4)
Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo, Señor y Dios mío, tu vara y tu cayado me dan seguridad.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que nos creaste a tu imagen y quisiste que tu Hijo muriera por nosotros, concédenos vivir siempre vigilantes en oración, a fin de que, libres de pecado cuando tú nos llames, podamos ir a reposar gozosos en brazos de tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del segundo libro de los Macabeos: 7, 1. 20-31
En aquellos días,
arrestaron a siete hermanos junto con su madre. El rey Antíoco Epifanes
los hizo azotar para obligarlos a comer carne de puerco, prohibida por la ley.
Muy digna de admiración y de glorioso recuerdo fue aquella madre que,
viendo morir a sus siete hijos en el espacio de un solo día, lo soportó
con entereza, porque tenían puesta su esperanza en el Señor. Llena
de generosos sentimientos y uniendo un temple viril a la ternura femenina, animaba
a cada uno de ellos en su lengua materna, diciéndoles:
"Yo no sé cómo han aparecido ustedes en mi seno; no he sido
yo quien les ha dado el aliento y la vida, ni he unido yo los miembros que componen
su cuerpo. Ha sido Dios, creador del mundo, el mismo que formó el género
humano y creó cuanto existe. Por su misericordia, él les dará
de nuevo el aliento y la vida, ya que por obedecer sus santas leyes ustedes
la sacrifican ahora".
Antíoco pensó que la mujer lo estaba despreciando e insultando.
Aún quedaba con vida el más pequeño de los hermanos y Antíoco
trataba de ganárselo, no sólo con palabras, sino hasta con juramentos
le prometía hacerlo rico y feliz, con tal de que renegara de las tradiciones
de sus padres; lo haría su amigo y le daría un cargo.
Pero como el muchacho no le hacía el menor caso, el rey mandó
llamar a la madre y le pidió que convenciera a su hijo de que aceptara,
por su propio bien. El rey se lo pidió varias veces, y la madre aceptó.
Se acercó entonces a su hijo, y burlándose del cruel tirano, le
dijo en su lengua materna: "Hijo mío, ten compasión de mí,
que te llevé en mi seno nueve meses, te amamanté tres años
y te he criado y educado hasta la edad que tienes. Te ruego, hijo mío,
que mires el cielo y la tierra, y te fijes en todo lo que hay en ellos, así
sabrás que Dios lo ha hecho todo de la nada y que en la misma forma ha
hecho a los hombres.
Así, pues, no le tengas miedo al verdugo, sigue el buen ejemplo de tus
hermanos y acepta la muerte, para que, por la misericordia de Dios, te vuelva
yo a encontrar con ellos".
Cuando la madre terminó de hablar, el muchacho dijo a los verdugos: "¿Qué
esperan? No voy a obedecer la orden del rey; yo obedezco los mandamientos de
la ley dada a nuestros padres por medio de Moisés. Y tú, rey,
que eres el causante de tantas desgracias para los hebreos, no escaparás
de las manos de Dios". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Esta mujer extrae fuerzas
de sus convicciones religiosas más profundas. Ella sabe que es una criatura
totalmente dependiente de su Creador, por eso persevera a la hora del martirio.
Del salmo 16 R/. Escóndeme, Señor, bajo la sombra de tus alas.
Señor, hazme justicia y a mi clamor atiende; presta oído a mi
súplica, pues mis labios no mienten. R/.
Mis pies en tus caminos se mantuvieron firmes, no tembló mi pisada. A
ti mi voz elevo, pues sé que me respondes. Atiéndeme, Dios mío,
y escucha mis palabras. R/.
Protégeme, Señor, como a las niñas de tus ojos; bajo la
sombra de tus alas escóndeme, pues yo, por serte fiel, contemplaré
tu rostro y al despertarme, espero saciarme de tu vista. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
jn 15,16) R/. Aleluya, aleluya.
Yo los he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayan y den fruto
y su fruto permanezca. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 19,11-28
En aquel tiempo, como ya
se acercaba Jesús a Jerusalén y la gente pensaba que el Reino
de Dios iba a manifestarse de un momento a otro, él les dijo esta parábola:
"Había un hombre de la nobleza que se fue a un país lejano
para ser nombrado rey y volver como tal. Antes de irse, mandó llamar
a diez empleados suyos, les entregó una moneda de mucho valor a cada
uno y les dijo: 'Inviertan este dinero mientras regreso'.
Pero sus compatriotas lo aborrecían y enviaron detrás de él
a unos delegados que dijeran: 'No queremos que éste sea nuestro rey'.
Pero fue nombrado rey, y cuando regresó a su país, mandó
llamar a los empleados a quienes había entregado el dinero, para saber
cuánto había ganado cada uno.
Se presentó el primero y le dijo: 'Señor, tu moneda ha producido
otras diez monedas'. Él le contestó: 'Muy bien. Eres un buen empleado.
Puesto que has sido fiel en una cosa pequeña, serás gobernador
de diez ciudades'.
Se presentó el segundo y le dijo:' Señor, tu moneda ha producido
otras cinco monedas'. Y el señor le respondió: 'Tú serás
gobernador de cinco ciudades'.
Se presentó el tercero y le dijo:' Señor, aquí está
tu moneda. La he tenido guardada en un pañuelo, pues te tuve miedo, porque
eres un hombre exigente, que reclama lo que no ha invertido y cosecha lo que
no ha sembrado'. El señor le contestó: 'Eres un mal empleado.
Por tu propia boca te condeno. Tú sabías que yo soy un hombre
exigente, que reclamo lo que no he invertido y que cosecho lo que no he sembrado,
¿por qué, pues, no pusiste mi dinero en el banco para que yo,
al volver, lo hubiera recobrado con intereses?'.
Después les dijo a los presentes: 'Quítenle a éste la moneda
y dénsela al que tiene diez'. Le respondieron: 'Señor, ya tiene
diez monedas'. Él les dijo: 'Les aseguro que a todo el que tenga se le
dará con abundancia, y al que no tenga, aun lo que tiene se le quitará.
En cuanto a mis enemigos, que no querían tenerme como rey, tráiganlos
aquí y mátenlos en mi presencia'".
Dicho esto, Jesús prosiguió su camino hacia Jerusalén al
frente de sus discípulos. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
La narración parabólica anima a los lectores a emprender decididamente una existencia volcada al servicio y la productividad. Los dones y talentos nos generan una responsabilidad.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Tú que con la muerte de tu Hijo venciste nuestra muerte, concédenos, Señor, por los méritos de este sacramento, ser obedientes a tu voluntad hasta el fin, para que, llenos de confianza y de paz, salgamos de este mundo y podamos participar de la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Rm 14, 7-8)
Nadie vive para sí mismo, como nadie muere para sí mismo; ya sea que vivamos o que hayamos muerto, somos siempre del Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú, Señor, que en este sacramento nos has dado la prenda de la vida inmortal, ayúdanos a vencer en la hora de la muerte las insidias del enemigo y recíbenos en la gloria eterna de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Isabel de Hungría, duquesa; Gregorio el Taumaturgo, obispo, e Hilda de Inglaterra, abadesa.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Mt 25, 34. 36. 40)
Vengan benditos de mi Padre, dice el Señor, porque estuve enfermo y me visitaron. Yo les aseguro que cuanto hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo han hecho.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que concediste a santa Isabel de Hungría el don de reconocer y venerar a Cristo en los pobres, concédenos, por su intercesión, servir siempre con amor incansable a los más necesitados y afligidos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de los Macabeos: 2, 15-29
En aquellos días,
los enviados del rey Antíoco, encargados de hacer apostatar a los israelitas,
llegaron a la ciudad de Modín para obligarlos a sacrificar a los ídolos.
Muchos israelitas se les sometieron; en cambio, Matatías y sus hijos
se les opusieron tenazmente.
Los enviados del rey se dirigieron entonces a Matatías y le dijeron:
"Tú eres un hombre ilustre y poderoso en esta ciudad y cuentas con
el apoyo de tus hijos y de tus hermanos. Acércate, pues, tú primero
y cumple la orden del rey, como la han cumplido todas las naciones, los hombres
de Judea y los que han quedado en Jerusalén. Así, tú y
tus hijos serán contados entre los amigos del rey y serán recompensados
con oro, plata y muchos regalos".
Matatías les contestó con voz firme: "Aunque todas las naciones
que forman los dominios del rey obedezcan sus órdenes y apostaten de
la religión de sus padres, mis hijos, mis hermanos y yo nos mantendremos
fieles a la alianza de nuestros padres. ¡Dios nos libre de abandonar nuestra
ley y nuestras costumbres! No obedeceremos las órdenes del rey ni ofreceremos
sacrificios a los ídolos, porque así quebrantaríamos los
mandamientos de nuestra ley y seguiríamos un camino equivocado".
Apenas había acabado de hablar Matatías, un judío se adelantó,
a la vista de todos, para ofrecer sacrificios a los ídolos en el altar,
conforme al decreto del rey. Al verlo, Matatías se indignó, tembló
de cólera y en un arrebato de ira santa, corrió hasta el judío
y lo degolló sobre el altar. Mató, además, al enviado del
rey, que obligaba a hacer sacrificios, y destruyó el altar. En su celo
por la ley, imitó lo que hizo Pinjas contra Zimrí, el hijo de
Salú.
Luego empezó a gritar por la ciudad: "Todo aquel que sienta celo
por la ley y quiera mantener la alianza, que me siga". Y, dejando en la
ciudad cuanto poseían, huyeron él y sus hijos a las montañas.
Por entonces, muchos judíos que buscaban la justicia y querían
ser fieles a la ley, se fueron a vivir al desierto. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Matatías es empujado
para que abandone su fe, con premios y cuantiosos regalos. El anciano los rechaza
y encabeza el movimiento de resistencia ante la opresión griega.
Del salmo 49 R/. Dios salva al que cumple su voluntad.
Habla el Dios de los dioses, el Señor, y convoca a cuantos viven en la
tierra. En Jerusalén, dechado de hermosura, el Señor se ha manifestado.
R/.
Congreguen ante mí a los que sellaron sobre el altar mi alianza. Es Dios
quien va a juzgar y el cielo mismo lo declara. R/.
Mejor ofrece a Dios tu gratitud y cumple tus promesas al Altísimo, pues
yo te libraré cuando me invoques y tú me darás gloria,
agradecido. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Sal 94, 8) R/. Aleluya, aleluya.
No endurezcan su corazón, como el día de la rebelión en
el desierto, dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 19, 41-44
En aquel tiempo, cuando
Jesús estuvo cerca de Jerusalén y contempló la ciudad,
lloró por ella y exclamó:
"¡Si en este día comprendieras tú lo que puede conducirte
a la paz! Pero eso está oculto a tus ojos. Ya vendrán días
en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán y te
atacarán por todas partes y te arrasarán. Matarán a todos
tus habitantes y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no aprovechaste
la oportunidad que Dios te daba". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Jesús ingresa a Jerusalén, y se conduele por la insensibilidad y la torpeza de sus habitantes, que no supieron aprovechar el llamado divino y abandonaron la ruta que les daría la paz.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos y haz que el memorial del amor infinito de tu Hijo, que estamos celebrando, aumente en nosotros, a ejemplo de tus santos, nuestra generosidad contigo y con el prójimo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 13, 35)
En esto reconocerán todos que ustedes son mis discípulos, dice el Señor: en que se aman los unos a los otros.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que este sacramento de tu amor que hemos recibido, nos dé fuerza para imitar el ejemplo de santa Isabel de Hungría, que se consagró a ti de todo corazón y se prodigó sin descanso por el bien de tu pueblo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Dedicación de las Basílicas de San Pedro y San Pablo, apóstoles
Santos: Santa Felipina Rosa Dúchense, religiosa. Beata María Gabriela y compañeras, mártires.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Sb 11, 24. 25. 27)
Señor, tú tienes misericordia de todos y nunca odias a tus creaturas; borras los pecados de los hombres que se arrepienten, y los perdonas, porque tú, Señor, eres nuestro Dios.
ORACIÓN COLECTA
Escucha, Señor, nuestra oración y perdona nuestros pecados, para que recibamos, juntamente, tu perdón y tu paz. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de los Macabeos: 4, 36-37. 52-59
En aquellos días,
Judas y sus hermanos se dijeron: "Nuestros enemigos están vencidos;
vamos, pues, a purificar el templo para consagrarlo de nuevo". Entonces
se reunió todo el ejército y subieron al monte Sión.
El día veinticinco de diciembre del año ciento cuarenta y ocho,
se levantaron al romper el día y ofrecieron sobre el nuevo altar de los
holocaustos que habían construido un sacrificio conforme a la ley. El
altar fue inaugurado con cánticos, cítaras, arpas y platillos,
precisamente en el aniversario del día en que los paganos lo habían
profanado. El pueblo entero se postró en tierra y adoró y bendijo
al Señor, que los había conducido al triunfo.
Durante ocho días celebraron la consagración del altar y ofrecieron
con alegría holocaustos y sacrificios de comunión y de alabanza.
Adornaron la fachada del templo con coronas de oro y pequeños escudos,
restauraron los pórticos y las salas, y les pusieron puertas. La alegría
del pueblo fue grandísima y el ultraje inferido por los paganos quedó
borrado.
Judas, de acuerdo con sus hermanos y con toda la asamblea de Israel, determinó
que cada año, a partir del veinticinco de diciembre, se celebrara durante
ocho días, con solemnes festejos, el aniversario de la consagración
del altar. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Durante ocho días
el pueblo celebró con gran alegría, sube a Sión y da gracias
al Señor por haberlos conducido al triunfo.
Del salmo 1 Crónicas 29 R/. Bendito seas, Señor, Dios nuestro.
Bendito seas, Señor, Dios de nuestro padre Jacob, desde siempre y para
siempre. R/.
Tuya es la grandeza y el poder, el honor, la majestad y la gloria, pues tuyo
es cuanto hay en el cielo y en la tierra. R/.
Tuyo, Señor, es el reino, tú estás por encima de todos
los reyes. De ti provienen las riquezas y la gloria. R/.
Tú lo gobiernas todo, en tu mano están la fuerza y el poder y
de tu mano proceden la gloria y la fortaleza. R/.
ACLAMACIÓN (jn 10,
27) R/. Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me
siguen. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 19, 45-48
En aquel día, Jesús
entró en el templo y comenzó a echar fuera a los que vendían
y compraban allí, diciéndoles: "Está escrito: Mi casa
es casa de oración; pero ustedes la han convertido en cueva de ladrones".
Jesús enseñaba todos los días en el templo. Por su parte,
los sumos sacerdotes, los escribas y los jefes del pueblo intentaban matarlo,
pero no encontraban cómo hacerlo, porque todo el pueblo estaba pendiente
de sus palabras. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Jesús es acechado por los escribas y fariseos que estaban pendientes de su predicación, y esperaban el momento para aprehenderlo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, este sacrificio de reconciliación y alabanza, para que perdones nuestros pecados y dirijas hacia ti nuestro vacilante corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 15, 10)
Por un solo pecador que se convierta, dice el Señor, habrá gran alegría entre los ángeles del cielo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por nuestra participación en el sacramento del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, nos has perdonado, Señor, nuestros pecados, concédenos tu gracia para evitarlos de ahora en adelante y servirte con sincero corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Ponciano, papa y mártir; Rafael Kalinowski de San José, presbítero, e Inés de Asís, religiosa.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Sir 36, 15-16)
A los que esperan en ti, Señor, concédeles tu paz, y cumple así las palabras de tus profetas; escúchame, Señor, y atiende a las plegarias de tu pueblo.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, en cuyas manos están las esperanzas de los hombres y los derechos de los pueblos, ilumina a quienes nos gobiernan para que, con tu ayuda, promuevan en todas partes la prosperidad, la paz y la libertad. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del primer libro de los Macabeos: 6, 1-13
Cuando recorría las
regiones altas de Persia, el rey Antíoco se enteró de que había
una ciudad llamada Elimaida, famosa por sus riquezas de oro y plata. En su riquísimo
templo se guardaban los yelmos de oro, las corazas y las armas dejadas ahí
por Alejandro, hijo de Filipo, y rey de Macedonia, que fue el primero que reinó
sobre los griegos.
Antíoco se dirigió a Elimaida, con intención de apoderarse
de la ciudad y de saquearla. Pero no lo consiguió, porque al conocer
sus propósitos, los habitantes le opusieron resistencia y tuvo que salir
huyendo y marcharse de ahí con gran tristeza, para volverse a Babilonia.
Todavía se hallaba en Persia, cuando llegó un mensajero que le
anunció la derrota de las tropas enviadas a la tierra de Judá.
Lisias, que había ido al frente de un poderoso ejército, había
sido derrotado por los judíos. Éstos se habían fortalecido
con las armas, las tropas y el botín capturado al enemigo. Además,
habían destruido el altar pagano levantado por él sobre el altar
de Jerusalén. Habían vuelto a construir una muralla alta en torno
al santuario y a la ciudad de Bet-Sur.
Ante tales noticias, el rey se impresionó y se quedó consternado,
a tal grado que cayó en cama, enfermo de tristeza, por no haberle salido
las cosas como él había querido. Permaneció ahí
muchos días, cada vez más triste y pensando que se iba a morir.
Entonces mandó llamar a todos sus amigos y les dijo: "El sueño
ha huido de mis ojos y me siento abrumado de preocupación. Y me pregunto:
'¿Por qué estoy tan afligido ahora y tan agobiado por la tristeza,
si me sentía tan feliz y amado cuando era poderoso? Pero ahora me doy
cuenta del daño que hice en Jerusalén, cuando me llevé
los objetos de oro y plata que en ella había, y mandé exterminar
sin motivo a los habitantes de Judea. Reconozco que por esta causa me han sobrevenido
estas desgracias y que muero en tierra extraña, lleno de tristeza'".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Este relato edificante
nos presenta a Antíoco Epífanes, el prototipo del tirano orgulloso
y perseguidor, como alguien sensato que reconoce, al final de sus días,
sus numerosos errores.
Del salmo 9 R/. Cantemos al Señor, nuestro salvador.
Te doy gracias, Señor, de todo corazón y proclamaré todas
tus maravillas; me alegro y me regocijo contigo y toco en tu honor, Altísimo.
R/.
Porque mis enemigos retrocedieron, cayeron y perecieron ante ti. Reprendiste
a los pueblos, destruiste al malvado y borraste para siempre su recuerdo. R/.
Los pueblos se han hundido en la tumba que hicieron, su pie quedó atrapado
en la red que escondieron. Tú, Señor, jamás olvidas al
pobre y la esperanza del humilde jamás perecerá. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
2 Tm 1, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, nuestro salvador, ha vencido a la muerte y ha hecho resplandecer
la vida por medio del Evangelio. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 20, 27-40
En aquel tiempo se acercaron
a Jesús algunos saduceos. Como los saduceos niegan la resurrección
de los muertos, le preguntaron: "Maestro, Moisés nos dejó
escrito que si alguno tiene un hermano casado que muere sin haber tenido hijos,
se case con la viuda para dar descendencia a su hermano. Hubo una vez siete
hermanos, el mayor de los cuales se casó y murió sin dejar hijos.
El segundo, el tercero y los demás, hasta el séptimo, tomaron
por esposa a la viuda y todos murieron sin dejar sucesión. Por fin murió
también la viuda. Ahora bien, cuando llegue la resurrección, ¿de
cuál de ellos será esposa la mujer, pues los siete estuvieron
casados con ella?".
Jesús les dijo: "En esta vida, hombres y mujeres se casan, pero
en la vida futura, los que sean juzgados dignos de ella y de la resurrección
de los muertos, no se casarán ni podrán ya morir, porque serán
como los ángeles e hijos de Dios, pues él los habrá resucitado.
Y que los muertos resucitan, el mismo Moisés lo indica en el episodio
de la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios
de Jacob. Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él
todos viven".
Entonces, unos escribas le dijeron: "Maestro, has hablado bien". Y
a partir de ese momento ya no se atrevieron a preguntarle nada. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Los saduceos pretenden ridiculizar la fe en la resurrección, por lo que le plantean a Jesús un caso aparentemente insoluble. Jesús relee la Escritura con agudeza y destraba el enigma.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, con bondad los dones y las plegarias de tu pueblo, y haz que lo que cada uno ofrece en tu honor ayude a la salvación de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. 1 Co 10, 16)
El cáliz de bendición por el que damos gracias es la unión de todos en la Sangre de Cristo; y el pan que partimos es la unión de todos en el Cuerpo de Cristo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la gracia de esta comunión nos transforme, Señor, tan plenamente, que no sea ya nuestro egoísmo, sino tu amor, el que impulse, de ahora en adelante, nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo
Santos: Félix de Valois, abad, y Edmundo de Inglaterra, rey.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 5, 12; 1, 6)
Digno es el Cordero que fue inmolado, de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza y el honor. A él la gloria y el imperio por los siglos de los siglos.
Se dice Gloría
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que quisiste fundar todas las cosas en tu Hijo muy amado, Rey del universo, haz que toda creatura, liberada de la esclavitud, sirva a tu majestad y te alabe eternamente. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Ezequiel: 34, 11-12. 15-17
Esto dice el Señor
Dios: "Yo mismo iré a buscar a mis ovejas y velaré por ellas.
Así como un pastor vela por su rebaño cuando las ovejas se encuentran
dispersas, así velaré yo por mis ovejas e iré por ellas
a todos los lugares por donde se dispersaron un día de niebla y oscuridad.
Yo mismo apacentaré a mis ovejas, yo mismo las haré reposar, dice
el Señor Dios. Buscaré a la oveja perdida y haré volver
a la descarriada; curaré a la herida, robusteceré a la débil,
y a la que está gorda y fuerte, la cuidaré. Yo las apacentaré
con justicia.
En cuanto a ti, rebaño mío, he aquí que yo voy a juzgar
entre oveja y oveja, entre carneros y machos cabríos". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
El pastor modelo que nos
describe Ezequiel asumirá con toda decisión su misión.
Ya no se confiará en asalariados torpes, él mismo saldrá
al encuentro de cada uno de los suyos,
Del salmo 22 R/. El Señor es mi pastor, nada me faltará.
El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace reposar
y hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas. R/.
Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis adversarios; me unges
la cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes. R/.
Tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días
de mi vida; y viviré en la casa del Señor por años sin
término. R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15, 20-26. 28
Hermanos: Cristo resucitó,
y resucitó como la primicia de todos los muertos. Porque si por un hombre
vino la muerte, también por un hombre vendrá la resurrección
de los muertos.
En efecto, así como en Adán todos mueren, así en Cristo
todos volverán a la vida; pero cada uno en su orden: primero Cristo,
como primicia; después, a la hora de su advenimiento, los que son de
Cristo.
Enseguida será la consumación, cuando, después de haber
aniquilado todos los poderes del mal, Cristo entregue el Reino a su Padre. Porque
él tiene que reinar hasta que el Padre ponga bajo sus pies a todos sus
enemigos. El último de los enemigos en ser aniquilado será la
muerte. Al final, cuando todo se le haya sometido, Cristo mismo se someterá
al Padre, y así Dios será todo en todas las cosas. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Jesucristo es el primero que triunfo sobre la muerte, con lo que ha acrecentado nuestra esperanza de conseguir la victoria. Un día su victoria será rotunda y total.
ACLAMACIÓN (Me 11,
9. 10) R/. Aleluya, aleluya.
¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el
reino que llega, el reino de nuestro padre David! R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 25, 31-46
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado
de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará
en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante él todas
las naciones, y él apartará a los unos de los otros, como aparta
el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha
y a los cabritos a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha: 'Vengan, benditos de mi Padre;
tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación
del mundo; porque estuve hambriento y me dieron de comer, sediento y me dieron
de beber, era forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo
y me visitaron, encarcelado y fueron a verme'. Los justos le contestarán
entonces:' Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos
de comer, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de forastero
y te hospedamos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo
o encarcelado y te fuimos a ver?'. Y el rey les dirá: 'Yo les aseguro
que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo
lo hicieron'.
Entonces dirá también a los de la izquierda: 'Apártense
de mí, malditos; vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus
ángeles; porque estuve hambriento y no me dieron de comer, sediento y
no me dieron de beber, era forastero y no me hospedaron, estuve desnudo y no
me vistieron, enfermo y encarcelado y no me visitaron'.
Entonces ellos le responderán: 'Señor, ¿cuándo te
vimos hambriento o sediento, de forastero o desnudo, enfermo o encarcelado y
no te asistimos?'. Y él les replicará:' Yo les aseguro que, cuando
no lo hicieron con uno de aquellos más insignificantes, tampoco lo hicieron
conmigo'. Entonces irán éstos al castigo eterno y los justos a
la vida eterna". Palabra del Señor, Gloria a ti, Señor
Jesús.
El criterio para medir la pertenencia o lejanía a la familia del Padre celestial es el reconocimiento de su discreta presencia en la vida, y las necesidades de los pobres y humildes.
Credo
Oración de los fieles
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al ofrecerte el sacrificio de la reconciliación humana, te rogamos, Señor, que Jesucristo, tu Hijo, conceda a todos los pueblos los bienes de la unidad y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque consagraste Sacerdote eterno y Rey del universo a tu Hijo unigénito,
nuestro Señor Jesucristo, para que, ofreciéndose a sí mismo
como víctima perfecta y pacificadora en el altar de la cruz, consumara
el misterio de la redención humana; y sometiendo a su poder la creación
entera, entregara a tu majestad infinita un Reino eterno y universal: Reino
de la verdad y de la vida, Reino de la santidad y de la gracia, Reino de la
justicia, del amor y de la paz.
Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros
celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria. Santo, Santo, Santo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 28, 10-11)
En su trono reinará el Señor para siempre y le dará a su pueblo la bendición de la paz.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el pan que da la vida eterna, te pedimos, Señor, que quienes nos gloriamos en obedecer aquí los mandatos de Cristo, Rey del universo, podamos vivir con él eternamente en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Este relato de los hambrientos, los sedientos y los encarcelados recobra una macabra notoriedad. Los pobres se han multiplicado, y en este país se cuentan por millones. Las estadísticas son frías, no suscitan nuestra compasión. El camino que puede desmoronar nuestra sordera e insensibilidad es el camino del éxodo. Es urgente salir de la comodidad de nuestra casa, para enfrentar alguna situación humana de dolor, enfermedad o marginación. Al contemplar ese sufrimiento escucharemos el clamor de Dios; además, si somos generosos a su llamado, sabremos reconocerle y servirle en la ayuda que brindemos a algún necesitado.
La Presentación de la Santísima Virgen María.
Santos: San Gelasio I, Papa. Beata María de Jesús del Buen Pastor.
ANTÍFONA OE ENTRADA (cfr. Jdt 1 3, 18-19)
María, el Altísimo te ha bendecido más que a todas las mujeres de la tierra, y de tal manera te ha glorificado, que los hombres no cesan de alabarte.
ORACIÓN COLECTA
Al celebrar hoy la festividad de la Presentación de la Santísima Virgen María, te suplicamos, Señor, que por intercesión suya, podamos participar de la plenitud de tu gracia. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Daniel: 1, 1-6.8-20
El año tercero del
reinado de Joaquín, rey de Judá, vino a Jerusalén Nabucodonosor,
rey de Babilonia, y la sitió. El Señor entregó en sus manos
a Joaquín, rey de Judá, así como parte de los objetos del
templo, que él se llevó al país de Senaar y los guardó
en el tesoro de sus dioses.
El rey mandó a Aspenaz, jefe de sus oficiales, que seleccionara de entre
los israelitas de sangre real y de la nobleza, algunos jóvenes, sin defectos
físicos, de buena apariencia, sobrios, cultos e inteligentes y aptos
para servir en la corte del rey, con el fin de enseñarles la lengua y
la literatura de los caldeos.
El rey les asignó una ración diaria de alimentos y de vino de
su propia mesa. Deberían ser educados durante tres años y después
entrarían al servicio del rey. Entre ellos se encontraban Daniel, Ananías,
Misael y Azarías, que eran de la tribu de Judá.
Daniel hizo el propósito de no contaminarse compartiendo los alimentos
y el vino de la mesa del rey, y le suplicó al jefe de los oficiales que
no lo obligara a contaminarse. Dios le concedió a Daniel hallar favor
y gracia ante el jefe de los oficiales. Sin embargo, éste le dijo a Daniel:
"Le tengo miedo al rey, mi señor, porque él les ha asignado
a ustedes su comida y su bebida, y si llega a verlos más delgados que
a los demás, estará en peligro mi vida".
Daniel le dijo entonces a Malasar, a quien el jefe de los oficiales había
confiado el cuidado de Daniel, Ananías, Misael y Azarías: "Por
favor, haz la prueba con tus siervos durante diez días; que nos den de
comer legumbres, y de beber, agua; entonces podrás comparar nuestro aspecto
con el de los jóvenes que comen de la mesa del rey y podrás tratarnos
según el resultado".
Aceptó él la propuesta e hizo la prueba durante diez días.
Al cabo de ellos, los jóvenes judíos tenían mejor aspecto
y estaban más robustos que todos los que comían de la mesa del
rey. Desde entonces Malasar les suprimió la ración de comida y
de vino, y les dio sólo legumbres.
A estos cuatro jóvenes les concedió Dios sabiduría e inteligencia
en toda clase de ciencia. A Daniel, además, el don de interpretar visiones
y sueños.
Al cabo del tiempo establecido, el jefe de los oficiales llevó a todos
los jóvenes ante Nabucodonosor y se los presentó. El rey conversó
con ellos y entre todos no encontró a nadie como Daniel, Ananías,
Misael y Azarías. Quedaron entonces al servicio del rey. Y en todas las
cosas de sabiduría, inteligencia y experiencia que el rey les propuso,
los encontró diez veces superiores a todos los magos y adivinos de su
reino. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Daniel es el primero de
un grupo de jóvenes judíos que ponen sus habilidades y su sabiduría
al servicio del gobierno y la administración del rey de Babilonia.
Del salmo 3 R/. Bendito seas para siempre, Señor.
Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres. Que tu nombre santo y glorioso
sea bendito. R/.
Bendito seas en el templo santo y glorioso. Que en el trono de tu reino seas
bendito. R/.
Bendito eres tú, Señor, que penetras con tu mirada los abismos
y te sientas en un trono rodeado de querubines. Bendito seas, Señor,
en la bóveda del cielo. R/.
ACLAMACIÓN (Mt 24,
42. 44) R/. Aleluya, aleluya.
Estén preparados, porque no saben a qué hora va a venir el Hijo
del hombre. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 21,1-4
En aquel tiempo, levantando los ojos, Jesús vio a unos ricos que echaban sus donativos en las alcancías del templo. Vio también a una viuda pobre, que echaba allí dos moneditas, y dijo: "Yo les aseguro que esa pobre viuda ha dado más que todos. Porque éstos dan a Dios de lo que les sobra; pero ella, en su pobreza, ha dado todo lo que tenía para vivir". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Estadísticas recientes nos confirman este relato evangélico. Los pobres son capaces de donar y cooperar en mayor medida que los adinerados. Los pobres saben confiar en Dios.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Jubilosos de poder celebrar la festividad de la Madre de tu Hijo, te presentamos, Señor, estas ofrendas de alabanza, y te pedimos que por este santo intercambio de dones, se acrecienten en nosotros los frutos de la redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de la Santísima Virgen María
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Lc 1, 48)
Me llamarán bienaventurada todas las generaciones, porque ha puesto Dios sus ojos en la humildad de su esclava.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo recibido el sacramento celestial, te pedimos, Señor, que cuantos hemos celebrado con veneración la memoria de la santísima Virgen María, merezcamos participar del banquete eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Cecilia de Roma. Marcos y Esteban de Antioquía, mártires. Beato Tomás Regio, obispo.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Esta santa luchó hasta la muerte por la ley de Dios y no se aterrorizó ante la amenaza de los impíos, pues estaba afianzada sobre roca firme.
ORACIÓN COLECTA
Que la intercesión de santa Cecilia, virgen y mártir, nos obtenga, Señor, de tu misericordia, la gracia de vivir con alegría nuestra fe para que merezcamos cantar tus alabanzas en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Daniel: 2, 31-45
En aquellos días,
Daniel le dijo al rey Nabucodonosor: "Tú, rey, has tenido esta visión:
viste delante de ti una estatua, una estatua gigantesca, de un brillo extraordinario
y de aspecto imponente. La cabeza de la estatua era de oro puro; el pecho y
los brazos, de plata; el vientre y los muslos, de bronce; las piernas, de hierro;
y los pies, de hierro mezclado con barro.
Tú la estabas mirando, cuando de pronto una piedra que se desprendió
del monte, sin intervención de mano alguna, vino a chocar con los pies
de hierro y barro de la estatua y los hizo pedazos. Entonces todo se hizo añicos:
el hierro, el barro, el bronce, la plata y el oro; todo quedó como el
polvo que se desprende cuando se trilla el grano en el verano y el viento se
lo lleva sin dejar rastro. Y la piedra que había golpeado la estatua
se convirtió en un gran monte, que llenó toda la tierra.
Este fue tu sueño y ahora te lo voy a interpretar. Tú, rey de
reyes, a quien el Dios del cielo ha dado el reino y el poder, el dominio y la
gloria, pues te ha dado poder sobre todos los hombres, sobre las bestias del
campo y las aves del cielo, para que reines sobre ellos, tú eres la cabeza
de oro.
Después de ti surgirá un reino de plata, menos poderoso que el
tuyo. Después vendrá un tercer reino, de bronce, que dominará
toda la tierra. Y habrá un cuarto reino, fuerte como el hierro; así
como el hierro destroza y machaca todo, así él destrozará
y aplastará a todos.
Los pies y los dedos de hierro mezclado con barro que viste, representan un
reino dividido; tendrá algo de la solidez del hierro, porque viste el
hierro mezclado con el barro. Los dedos de los pies, de hierro y de barro, significan
un reino al mismo tiempo poderoso y débil. Y el hierro mezclado con el
barro quiere decir que los linajes se mezclarán, pero no llegarán
a fundirse, de la misma manera que el hierro no se mezcla con el barro.
En tiempo de estos reyes, el Dios del cielo hará surgir un reino que
jamás será destruido, ni dominado por ninguna otra nación.
Destruirá y aniquilará a todos estos reinos y él durará
para siempre. Eso significa la piedra que has visto desprenderse del monte,
sin intervención de mano humana, y que redujo a polvo el barro, el hierro,
el bronce, la plata y el oro.
El Dios grande ha manifestado al rey lo que va a suceder. El sueño es
verdadero, y su interpretación, digna de crédito".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Daniel logra conocer las
visiones del rey, pero también las interpreta y da a conocer el sentido
profundo de los acontecimientos históricos que se avecinan y presagian
el reinado de Dios.
Del salmo Daniel 3 R/. Bendito seas para siempre, Señor.
Todas sus obras, bendigan al Señor. Todos sus ángeles, bendigan
al Señor. R/.
Cielos, bendigan al Señor. Todas las aguas del cielo, bendigan al Señor.
R/.
Todos sus ejércitos, bendigan al Señor. R/.
ACLAMACIÓN (AP 2,
10) R/. Aleluya, aleluya.
Sé fiel hasta la muerte y te daré como premio la vida, dice el
Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 21, 5-11
En aquel tiempo, como algunos
ponderaban la solidez de la construcción del templo y la belleza de las
ofrendas votivas que lo adornaban, Jesús dijo: "Días vendrán
en que no quedará piedra sobre piedra de todo esto que están admirando;
todo será destruido".
Entonces le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo va a ocurrir esto
y cuál será la señal de que ya está a punto de suceder?".
Él les respondió: "Cuídense de que nadie los engañe,
porque muchos vendrán usurpando mi nombre y dirán: 'Yo soy el
Mesías. El tiempo ha llegado'. Pero no les hagan caso. Cuando oigan hablar
de guerras y revoluciones, que no los domine el pánico, porque eso tiene
que acontecer, pero todavía no es el fin".
Luego les dijo: "Se levantará una nación contra otra y un
reino contra otro. En diferentes lugares habrá grandes terremotos, epidemias
y hambre, y aparecerán en el cielo señales prodigiosas y terribles".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Los cambios de época y los periodos de crisis son el caldo de cultivo propicio para que los embusteros y charlatanes propaguen sus cuentos. El final vendrá el día que el Padre lo decida.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que los dones que vamos a ofrecerte en honor de tu santa virgen Cecilia te sean, Señor, tan agradables como agradable fue a tus ojos su martirio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 16, 24)
Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz y que me siga, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, que glorificaste a santa Cecilia con la doble corona de la virginidad y del martirio, concédenos que esta comunión nos ayude a superar todas las pruebas y podamos así alcanzar el Reino eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Beato Miguel Agustín Pro, mártir. Santos Clemente papa y mártir y Columbano de Bobbio, abad.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Este hombre es un verdadero mártir, ya que derramó su sangre por Cristo; no temió las amenazas de quienes lo juzgaron y mereció así el Reino de los cielos.
ORACIÓN COLECTA
Dios y padre nuestro, que concediste a tu siervo Miguel Agustín, en su vida y en su martirio, buscar ardientemente tu mayor gloria y la salvación de los hombres, concédenos, a ejemplo suyo, servirte y glorificarte cumpliendo nuestras obligaciones diarias con fidelidad y alegría, y ayudando eficazmente a nuestros prójimos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Daniel: 5, 1-6.13-14. 16-17. 23-28
En aquellos días,
el rey Baltasar dio un gran banquete en honor de mil funcionarios suyos y se
puso a beber con ellos. Animado por el vino, Baltasar mandó traer los
vasos de oro y de plata que su padre, Nabucodonosor, había robado del
templo de Jerusalén, para que bebieran en ellos el rey y sus funcionarios,
sus mujeres y sus concubinas.
Trajeron, pues, los vasos de oro y de plata robados del templo de Jerusalén,
y en ellos bebieron el rey y sus funcionarios, sus mujeres y sus concubinas.
Bebieron y comenzaron a alabar a sus dioses de oro y plata, de bronce y de hierro,
de madera y de piedra.
De repente aparecieron los dedos de una mano, que se pusieron a escribir en
la pared del palacio, detrás del candelabro, y el rey veía cómo
iban escribiendo los dedos. Entonces el rey se demudó, la mente se le
turbó, le faltaron las fuerzas y las rodillas le empezaron a temblar.
Trajeron a Daniel y el rey le dijo: "¿Eres tú Daniel, uno
de los judíos desterrados, que mi padre Nabucodonosor trajo de Judea?
Me han dicho que posees el espíritu de Dios, inteligencia, prudencia
y sabiduría extraordinarios. Me han dicho que puedes interpretar los
sueños y resolver los problemas. Si logras leer estas palabras y me las
interpretas, te pondrán un vestido de púrpura y un collar de oro
y serás el tercero en mi reino".
Daniel le respondió al rey: "Puedes quedarte con tus regalos y darle
a otro tus obsequios. Yo te voy a leer esas palabras y te las voy a interpretar.
Tú te has rebelado contra el Señor del cielo: has mandado traer
los vasos de su casa, y tú y tus funcionarios, tus mujeres y tus concubinas
han bebido en ellos; has alabado a dioses de plata y de oro, de bronce y de
hierro, de madera y de piedra, que no ven ni oyen ni entienden, pero no has
glorificado al Dios que tiene en sus manos tu vida y tu actividad. Por eso Dios
ha enviado esa mano para que escribiera.
Las palabras escritas son: 'Contado, Pesado, Dividido' y ésta es su interpretación.
'Contado': Dios ha contado los días de tu reinado y les ha puesto límite.
'Pesado': Dios te ha pesado en la balanza y te falta peso. 'Dividido': Tu reino
se ha dividido y se lo entregarán a los medos y a los persas". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Daniel interpreta el sueño del rey Baltasar, denuncia sus abusos y le comunica la sentencia divina. Dios lo ha encontrado vano, por lo que repartirá su reino a sus enemigos.
Del salmo Daniel 3 R/.
Bendito seas para siempre, Señor.
Sol y Luna, bendigan al Señor. Estrellas del cielo, bendigan al Señor.
R/.
Lluvia y rocío, bendigan al Señor. Todos los vientos, bendigan
al Señor. R/.
Fuego y calor, bendigan al Señor. Fríos y heladas, bendigan al
Señor. R/.
ACLAMACIÓN (Ap 2,
10) R/. Aleluya, aleluya.
Sé fiel hasta la muerte y te daré como premio la vida, dice el
Señor,
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 21, 12-19
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Los perseguirán
y los apresarán, los llevarán a los tribunales y a la cárcel,
y los harán comparecer ante reyes y gobernantes por causa mía.
Con esto ustedes darán testimonio de mí.
Grábense bien que no tienen que preparar de antemano su defensa, porque
yo les daré palabras sabias, a las que no podrá resistir ni contradecir
ningún adversario de ustedes.
Los traicionarán hasta sus padres y hermanos, sus parientes y amigos.
Matarán a algunos de ustedes, y todos los odiarán por causa mía.
Sin embargo, ni un cabello de su cabeza perecerá. Si se mantienen firmes,
conseguirán la vida". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
La perseverancia cristiana conduce a la vida plena. Los alegatos triviales de los mediocres no desaniman a los discípulos verdaderos, éstos resisten las crisis de valores y las persecuciones atroces.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Padre nuestro, que al presentarte este pan y este vino para el sacrificio eucarístico, te presentemos también nuestra vida para que, por intercesión de tu mártir Miguel Agustín, merezcamos un día ser asociados plenamente como él a la oblación de tu Hijo Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 12, 24-25)
Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da fruto abundante.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre, que esta Eucaristía nos purifique de todo egoísmo, y nos dé fuerza para vivir cada día, a ejemplo de tu mártir Miguel Agustín, al servicio de nuestros hermanos, con los sentimientos del Corazón de tu Hijo Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Santos: Andrés Dung-Lac y compañeros, mártires; Mateo Alonso de Leciniana, Flora y María, mártires.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Gá 6, 14; 1 Co 1, 18)
No permita Dios que yo me gloríe en algo que no sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, pues la cruz es fuerza de Dios para los que vamos por el camino de la salvación.
ORACIÓN COLECTA
Dios y Padre nuestro, fuente y origen de toda paternidad, que a los bienaventurados mártires Andrés y sus compañeros les concediste ser fieles a la cruz de tu Hijo, por su intercesión te pedimos que también nosotros propaguemos tu amor entre nuestros hermanos y seamos dignos de contarnos entre tus hijos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Daniel: 6, 12-28
En aquellos días,
unos hombres fueron a espiar a Daniel y lo sorprendieron haciendo oración
a su Dios. Entonces fueron a decirle al rey Darío: "Señor,
¿no has firmado tú un decreto que prohíbe, durante treinta
días, hacer oración a cualquier dios u hombre que no seas tú,
bajo pena de ser arrojado al foso de los leones?".
El rey contestó: "El decreto está en vigor, como ley irrevocable
para medos y persas". Ellos le replicaron: "Pues Daniel, uno de los
desterrados de Judea, no ha obedecido el decreto que firmaste, porque tres veces
al día hace oración a su Dios".
Al oír estas palabras, el rey se afligió mucho, se propuso salvar
a Daniel y hasta la puesta del sol estuvo buscando el modo de librarlo. Pero
aquellos hombres, comprendiendo que el rey quería salvar a Daniel, le
urgían diciéndole: "Señor, tú sabes que, según
la ley de medos y persas, un decreto real es irrevocable".
Entonces el rey ordenó que trajeran a Daniel y lo arrojaran al foso de
los leones. Pero le dijo a Daniel: "Tu Dios, a quien sirves con perseverancia,
te va a librar".
Trajeron una piedra, taparon con ella la entrada del foso y el rey la selló
con su sello y con el de sus funcionarios, para que nadie pudiera modificar
la sentencia dada en contra de Daniel. Después el rey se volvió
a su palacio y se pasó la noche sin probar bocado y sin poder dormir.
Al amanecer, se levantó y se dirigió a toda prisa al foso de los
leones. Ya cerca del foso le gritó angustiado a Daniel: "Daniel,
siervo del Dios vivo, ¿ha podido salvarte de los leones tu Dios, a quien
veneras fielmente?". Daniel le contestó: "Viva siempre el rey.
Mi Dios envió a sus ángeles para cerrar las fauces de los leones
y no me han hecho nada, porque ante él soy inocente, como lo soy también
ante ti".
El rey se alegró mucho y mandó que sacaran a Daniel del foso;
al sacarlo, vieron que no tenía ni un rasguño, porque había
confiado en su Dios. Luego ordenó que trajeran a los que habían
acusado a Daniel y los arrojaran al foso de los leones con sus hijos y sus esposas.
No habían llegado al suelo y ya los leones los habían atrapado
y despedazado.
Entonces el rey Darío escribió a todos los pueblos, naciones y
lenguas de la tierra: "Paz y bienestar. Ordeno y mando que en mi imperio
todos respeten y teman al Dios de Daniel.
Él es el Dios vivo, que permanece para siempre. Su reino no será
destruido, su imperio durará hasta el fin. Él salva y libra, obra
prodigios y señales en el cielo y en la tierra. Él salvó
a Daniel de los leones". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los persas promovieron
la tolerancia religiosa. Su agudeza política los hizo respetar y promover
los cultos de los pueblos sometidos. Este relato proclama y celebra dichas acciones.
Del salmo Daniel 3 R/. Bendito seas para siempre, Señor.
Rocíos y nevadas, bendigan al Señor. Hielo y frío, bendigan
al Señor. Heladas y nieves, bendigan al Señor. R/.
Noches y días, bendigan al Señor. Luz y tinieblas, bendigan al
Señor. R/.
Rayos y nubes, bendigan al Señor. Tierra, bendice al Señor. R/.
ACLAMACIÓN (LC 21,
28) R/. Aleluya, aleluya.
Estén atentos y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación,
dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 21, 20-28
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando vean a
Jerusalén sitiada por un ejército, sepan que se aproxima su destrucción.
Entonces, los que estén en Judea, que huyan a los montes; los que estén
en la ciudad, que se alejen de ella; los que estén en el campo, que no
vuelvan a la ciudad; porque esos días serán de castigo para que
se cumpla todo lo que está escrito.
¡Pobres de las que estén embarazadas y de las que estén
criando en aquellos días! Porque vendrá una gran calamidad sobre
el país y el castigo de Dios se descargará contra este pueblo.
Caerán al filo de la espada, serán llevados cautivos a todas las
naciones y Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que
se cumpla el plazo que Dios les ha señalado.
Habrá señales prodigiosas en el sol, en la luna y en las estrellas.
En la tierra las naciones se llenarán de angustia y de miedo por el estruendo
de las olas del mar; la gente se morirá de terror y de angustiosa espera
por las cosas que vendrán sobre el mundo, pues hasta las estrellas se
bambolearán. Entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube,
con gran poder y majestad. Cuando estas cosas comiencen a suceder, pongan atención
y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
El Señor Jesús no es alguien temible, es nuestro gran libertador que nos ha arrancado la angustia de la muerte y nos ha dado la esperanza suficiente para mirar de frente el porvenir.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Padre santo, los dones que te presentamos al venerar la pasión de los santos mártires vietnamitas y concédenos que, en medio de las adversidades de esta vida, permanezcamos siempre fieles a ti y nos convirtamos en ofrendas agradables a tus ojos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 5,10)
Dichosos los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Fortalecidos con esta Eucaristía, te suplicamos, Señor, al conmemorar a tus santos mártires, que permanezcamos unidos en tu amor y podamos conseguir el premio eterno de nuestros sufrimientos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Catalina de Alejandría, mártir; Alan de Lavaur, abad, y Erasmo de Antioquía, mártir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Gá 6, 14)
Que nuestra única gloria sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, en quien está nuestra salvación, nuestra vida y resurrección y por quien hemos sido redimidos y liberados.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que quisiste que tu Hijo muriera en la Cruz para salvar a todos los hombres, concédenos aceptar por su amor la cruz del sufrimiento aquí en la tierra, para poder gozar en el cielo los frutos de su redención. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Daniel: 7, 2-14
Yo, Daniel, tuve una visión
nocturna: los cuatro vientos del cielo agitaron el océano y de él
salieron cuatro bestias enormes, todas diferentes entre sí.
La primera bestia era como un león con alas de águila. Mientras
yo lo miraba, le arrancaron las alas, lo levantaron del suelo, lo incorporaron
sobre sus patas, como un hombre, y le dieron inteligencia humana.
La segunda bestia parecía un oso en actitud de incorporarse, con tres
costillas entre los dientes de sus fauces. Y le decían: "Levántate;
come carne en abundancia".
Seguí mirando y vi otra bestia semejante a un leopardo, con cuatro alas
de ave en el lomo y con cuatro cabezas. Y le dieron poder.
Después volví a ver en mis visiones nocturnas una cuarta bestia,
terrible, espantosa y extraordinariamente fuerte; tenía enormes dientes
de hierro; comía y trituraba, y pisoteaba lo sobrante con sus patas.
Era diferente de las bestias anteriores y tenía diez cuernos. Mientras
estaba observando los cuernos, despuntó de entre ellos otro cuerno pequeño,
que arrancó tres de los primeros cuernos. Este cuerno tenía ojos
humanos y una boca que profería blasfemias.
Vi que colocaban unos tronos y un anciano se sentó. Su vestido era blanco
como la nieve y sus cabellos blancos como lana. Su trono, llamas de fuego, con
ruedas encendidas. Un río de fuego brotaba delante de él. Miles
y miles lo servían, millones y millones estaban a sus órdenes.
Comenzó el juicio y se abrieron los libros.
Admirado por las blasfemias que profería aquel cuerno, seguí mirando
hasta que mataron a la bestia, la descuartizaron y la echaron al fuego. A las
otras bestias les quitaron el poder y las dejaron vivir durante un tiempo determinado.
Yo seguí contemplando en mi visión nocturna y vi a alguien semejante
a un hijo de hombre, que venía entre las nubes del cielo. Avanzó
hacia el anciano de muchos siglos y fue introducido a su presencia. Entonces
recibió la soberanía, la gloria y el reino. Y todos los pueblos
y naciones de todas las lenguas lo servían. Su poder nunca se acabará,
porque es un poder eterno, y su reino jamás será destruido.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Las visiones referidas
en esta sección dan comienzo al género apocalíptico en
el Antiguo Testamento. Daniel culmina su relato presentando la visión
del Hijo del hombre.
Del salmo Daniel 3 R/. Bendito seas para siempre, Señor.
Montañas y colinas, bendigan al Señor. Todas las plantas de la
tierra, bendigan al Señor. R/.
Fuentes, bendigan al Señor. Mares y ríos, bendigan al Señor.
R/.
Ballenas y peces, bendigan al Señor. Aves del cielo, bendigan al Señor.
Fieras y ganados, bendigan al Señor. R/.
ACLAMACIÓN (Lc 21,
28) R/. Aleluya, aleluya.
Estén atentos y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación,
dice el Señor. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 21, 29-33
En aquel tiempo, Jesús propuso a sus discípulos esta comparación: "Fíjense en la higuera y en los demás árboles. Cuando ven que empiezan a dar fruto, saben que ya está cerca el verano. Así también, cuando vean que suceden las cosas que les he dicho, sepan que el Reino de Dios está cerca. Yo les aseguro que antes de que esta generación muera, todo esto se cumplirá. Podrán dejar de existir el cielo y la tierra, pero mis palabras no dejarán de cumplirse". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
La higuera nos explica la cercanía del reinado de Dios; éste llegará con toda fuerza y de forma plena. Los cálculos humanos han fallado, no así las promesas evangélicas.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que este sacrificio que Cristo te ofreció sobre la Cruz para borrar los pecados del mundo nos purifique ahora de todas nuestras culpas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 12, 32)
Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor nuestro Jesucristo, tú que nos has redimido por medio de tu Cruz y nos has hecho partícipes de tu Cuerpo y de tu Sangre, concédenos participar también de la gloria de tu resurrección. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Santos: Conrado de Constanza, obispo, y Juan Berchmans, religioso. Beato Santiago Alberione, fundador.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sedulio)
Te aclamamos, santa Madre de Dios, porque has dado a luz al Rey que gobierna cielo y tierra por los siglos de los siglos.
ORACIÓN COLECTA
Señor, Dios nuestro, que nos has dado en la Virgen María el modelo de quien escucha tu Palabra y la pone en práctica, abre nuestro corazón al gozo de la escucha, y por medio de tu Espíritu haz que seamos lugar santo en el que tu Palabra de salvación se cumpla hoy. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Daniel: 7, 15-27
Yo, Daniel, me sentía
angustiado y perturbado por las visiones que había tenido. Me acerqué
a uno de los presentes y le pedí que me explicara todo aquello, y él
me explicó el sentido de las visiones: "Esas cuatro bestias gigantescas
significan cuatro reyes que surgirán en el mundo. Pero los elegidos del
Altísimo recibirán el reino y lo poseerán por los siglos
de los siglos".
Quise saber lo que significaba la cuarta bestia, diferente de las demás,
la bestia terrible, con dientes de hierro y garras de bronce, que devoraba y
trituraba, y pisoteaba lo sobrante con las patas; lo que significaban los diez
cuernos de su cabeza y el otro cuerno que, al salir, eliminaba a otros tres,
que tenía ojos y una boca que profería blasfemias y era más
grande que las otras.
Mientras yo seguía mirando, aquel cuerno luchó contra los elegidos
y los derrotó, hasta que llegó el anciano para hacer justicia
a los elegidos del Altísimo, para que éstos poseyeran el reino.
Después me dijo: "La cuarta bestia es un cuarto rey que habrá
en la tierra, mayor que todos los reyes, que devorará, trillará
y triturará toda la tierra. Sus diez cuernos son diez reyes que habrá
en aquel reino, y después vendrá otro, más poderoso que
ellos, el cual destronará a tres reyes; blasfemará contra el Altísimo
e intentará aniquilar a los elegidos y cambiar las fiestas y la ley.
Los elegidos estarán bajo su poder durante tres años y medio.
Pero al celebrarse el juicio, se le quitará el poder y será destruido
y aniquilado totalmente. El poder real y el dominio sobre todos los reinos bajo
el cielo serán entregados al pueblo de los elegidos del Altísimo.
Será un reino eterno, al que temerán y se someterán todos
los soberanos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
El reino de los "elegidos
del Altísimo" no equivale a una estéril revancha. Al contrario,
dicho reino inaugurará un nuevo tipo de relaciones que garanticen el
verdadero humanismo. Del salmo Daniel Salmo 3 R/. Bendito seas para siempre,
Señor.
Hombres todos, bendigan al Señor. Pueblo de Israel, bendice al Señor.
R/.
Sacerdotes del Señor, bendigan al Señor. Siervos del Señor,
bendigan al Señor. R/.
Almas y espíritus justos, bendigan al Señor. Santos y humildes
de corazón, bendigan al Señor. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Lc 21, 36) R/. Aleluya, aleluya.
Velen y oren, para que puedan presentarse sin temor ante el Hijo del hombre.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 21, 34-36
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Estén alerta, para que los vicios,
la embriaguez y las preocupaciones de esta vida no entorpezcan su mente y aquel
día los sorprenda desprevenidos; porque caerá de repente como
una trampa sobre todos los habitantes de la tierra.
Velen, pues, y hagan oración continuamente, para que puedan escapar de
todo lo que ha de suceder y comparecer seguros ante el Hijo del hombre".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
El final imprevisto no tomará por sorpresa a quienes han seguido de cerca la enseñanza evangélica. El cristiano no es impaciente ni distraído, vive en estado de paciente esperanza.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Padre lleno de bondad, que nos socorra el inmenso amor de tu Hijo unigénito para que, quien al nacer de la Virgen María no menoscabó la integridad de la Madre, sino que la consagró, nos libre de nuestras culpas y haga acepta a ti nuestra oblación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de la Santísima Virgen María
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Lc 11, 27)
Dichosa la Virgen María, que llevó en su seno al Hijo del eterno Padre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, al recibir el sacramento celestial en esta conmemoración de la santísima Virgen María, te pedimos que nos concedas celebrar dignamente, a imitación suya, el misterio de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
I DOMINGO DE ADVIENTO
Santos: Virgilio de Salzburgo y Máximo de Rietz,obispos. Beato Ramón Llull (o Raimundo Lulio), laico.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 24, 1-3)
A ti, Señor, levanto
mi alma; Dios mío, en ti confío, no quede yo defraudado. Que no
se burlen de mí mis enemigos; pues los que esperan en ti, no quedan defraudados.
No se dice Gloría
ORACIÓN COLECTA
Señor, despierta en nosotros el deseo de prepararnos a la venida de Cristo con la práctica de las obras de misericordia para que, puestos a su derecha el día del juicio, podamos entrar al Reino de los cielos. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 63, 16-17. 19; 64, 2-7
Tú, Señor,
eres nuestro padre y nuestro redentor; ése es tu nombre desde siempre.
¿Por qué, Señor, nos has permitido alejarnos de tus mandamientos
y dejas endurecer nuestro corazón hasta el punto de no temerte? Vuélvete,
por amor a tus siervos, a las tribus que son tu heredad. Ojalá rasgaras
los cielos y bajaras, estremeciendo las montañas con tu presencia.
Descendiste y los montes se estremecieron con tu presencia. Jamás se
oyó decir, ni nadie vio jamás que otro Dios, fuera de ti, hiciera
tales cosas en favor de los que esperan en él. Tú sales al encuentro
del que practica alegremente la justicia y no pierde de vista tus mandamientos.
Estabas airado porque nosotros pecábamos y te éramos siempre rebeldes.
Todos éramos impuros y nuestra justicia era como trapo asqueroso; todos
estábamos marchitos, como las hojas, y nuestras culpas nos arrebataban,
como el viento.
Nadie invocaba tu nombre, nadie se levantaba para refugiarse en ti, porque nos
ocultabas tu rostro y nos dejabas a merced de nuestras culpas.
Sin embargo, Señor, tú eres nuestro padre; nosotros somos el barro
y tú el alfarero; todos somos hechura de tus manos. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
El pueblo reconoce su extravío
e implora a Dios pidiéndole que derrame su copiosa misericordia. Israel
quiere ser arcilla blanda en manos del alfarero.
Del salmo 79 R/. Señor, muéstranos tu favor y sálvanos.
Escúchanos, pastor de Israel; tú que estás rodeado de querubines,
manifiéstate; despierta tu poder y ven a salvarnos. R/.
Señor, Dios de los ejércitos, vuelve tus ojos, mira tu viña
y visítala; protege la cepa plantada por tu mano, el renuevo que tú
mismo cultivaste. R/.
Que tu diestra defienda al que elegiste, al hombre que has fortalecido. Ya no
nos alejaremos de ti; consérvanos la vida y alabaremos tu poder. R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 1, 3-9
Hermanos: Les deseamos la
gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y de Cristo Jesús, el
Señor.
Continuamente agradezco a mi Dios los dones divinos que les ha concedido a ustedes
por medio de Cristo Jesús, ya que por él los ha enriquecido con
abundancia en todo lo que se refiera a la palabra y al conocimiento; porque
el testimonio que damos de Cristo ha sido confirmado en ustedes, a tal grado
que no carecen de ningún don, ustedes los que esperan la manifestación
de nuestro Señor Jesucristo. Él los hará permanecer irreprochables
hasta el fin, hasta el día de su advenimiento. Dios es quien los ha llamado
a la unión con su Hijo Jesucristo, y Dios es fiel. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
Los cristianos de Corinto habían acogido con entusiasmo el mensaje. Dios selló esa conversión derramando profusamente sus dones en medio de dicha comunidad.
ACLAMACIÓN (Sal
84, 8) R/. Aleluya, aleluya.
Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 13, 33-37
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Velen y estén preparados, porque no saben cuándo llegará el momento. Así como un hombre que se va de viaje deja su casa y encomienda a cada quien lo que debe hacer y encarga al portero que esté velando, así también velen ustedes, pues no saben a qué hora va a regresar el dueño de la casa: si al anochecer, a la medianoche, al canto del gallo o a la madrugada. No vaya a suceder que llegue de repente y los halle durmiendo. Lo que les digo a ustedes, lo digo para todos: permanezcan alerta". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Los cristianos necesitamos aprender a vigilar. Quien sabe mantenerse "despierto", vive cumpliendo la voluntad de su Señor. Los que "duermen" se entregan al vicio y la opresión.
Credo
Oración de los fieles
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estas ofrendas que hemos tomado de tus mismos dones, y concédenos que esta Eucaristía, que estamos celebrando, nos alcance la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Adviento I o III
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 84, 13)
El Señor nos mostrará su misericordia y nuestra tierra producirá su fruto.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por nuestra participación en esta Eucaristía, enséñanos, Señor, a no poner nuestro corazón en las cosas pasajeras, sino en los bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- En una cultura que ha desplazado los intereses religiosos hacia la periferia y que ha introducido los valores económicos al corazón de la sociedad y la cultura no tienen demasiado eco los mensajes y las amonestaciones sobre el juicio final. Los hombres y las mujeres de hoy vivimos embebidos en el efímero presente. Otra vez se han asentado las reales proclamas hedonistas que nos empujan a buscar el máximo beneficio y el máximo placer, a costa de lo que sea. Quienes así viven, nos dice el evangelio, están dormidos. Hace falta despertarse, mantenerse en vela, viviendo en solidaria compañía con nuestros hermanos y vecinos, así como en amorosa comunión con el Padre.
Santos: Catalina Labouré, religiosa; Jácome de la Marca, presbítero, y Esteban el Joven, abad.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Jr 31, 10; Is 35, 4)
Oigan, pueblos, la palabra del Señor y anúncienla en todos los rincones de la tierra: "He aquí que vendrá nuestro salvador, ya no tengan miedo".
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor Dios nuestro, permanecer alerta a la venida de tu Hijo Jesucristo, para que cuando venga y llame, nos encuentre velando en oración y entonándole alabanzas. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 2,1-5
Visión de Isaías,
hijo de Amos, acerca de Judá y Jerusalén: En días futuros,
el monte de la casa del Señor será elevado en la cima de los montes,
encumbrado sobre las montañas, y hacia él confluirán todas
las naciones.
Acudirán pueblos numerosos, que dirán: "Vengan, subamos al
monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob, para que él nos
instruya en sus caminos y podamos marchar por sus sendas. Porque de Sión
saldrá la ley, de Jerusalén, la palabra del Señor".
Él será el árbitro de las naciones y el juez de pueblos
numerosos. De las espadas forjarán arados y de las lanzas, podaderas;
ya no alzará la espada pueblo contra pueblo, ya no se adiestrarán
para la guerra.
¡Casa de Jacob, en marcha! Caminemos a la luz del Señor. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
El cansancio y la acumulación
de agravios no derrotaron al pueblo de Israel. Éste nunca enterró
su esperanza, por eso cantó la llegada de tiempos nuevos que acarrearían
la paz perpetua.
Del salmo 121 R/. Vayamos con alegría al encuentro del Señor.
¡Qué alegría sentí, cuando me dijeron: "Vayamos
a la casa del Señor"! Y hoy estamos aquí, Jerusalén,
jubilosos, delante de tus puertas. R/.
A ti, Jerusalén, suben las tribus, las tribus del Señor, según
lo que a Israel se le ha ordenado, para alabar el nombre del Señor. R/.
Digan de todo corazón: "Jerusalén, que haya paz entre aquellos
que te aman, que haya paz dentro de tus murallas y que reine la paz en cada
casa". R/.
Por el amor que tengo a mis hermanos, voy a decir: "La paz esté
contigo". Y por la casa del Señor, mi Dios, pediré para ti
todos los bienes. R/.
ACLAMACIÓN (cfr.
Sal 79, 4) R/. Aleluya, aleluya.
Señor y Dios nuestro, ven a salvarnos; míranos con bondad y estaremos
a salvo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 8, 5-11
En
aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaúm, se le acercó
un oficial romano y le dijo: "Señor, tengo en mi casa un criado
que está en cama, paralítico y sufre mucho". Él le
contestó: "Voy a curarlo".
Pero el oficial le replicó: "Señor, yo no soy digno de que
entres en mi casa; con que digas una sola palabra, mi criado quedará
sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes;
cuando le digo a uno: '¡Ve!', él va; al otro: ' ¡Ven!', y
viene; a mi criado: ' ¡Haz esto!', y lo hace".
Al oír aquellas palabras, se admiró Jesús y dijo a los
que lo seguían: "Yo les aseguro que en ningún israelita he
hallado una fe tan grande. Les aseguro que muchos vendrán de oriente
y de occidente y se sentarán con Abraham, Isaac y Jacob en el Reino de
los cielos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Este capitán romano es prototipo del verdadero creyente. La disciplina militar le permitió apreciar el valor de la palabra, por eso le fue posible confiar totalmente en la palabra de Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estas ofrendas que hemos tomado de tus mismos dones, y concédenos que esta Eucaristía que estamos celebrando, nos alcance la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Adviento I o III
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Sal 105, 4-5; Is 38, 3)
Ven, Señor, a visitarnos con tu paz, para que nos alegremos delante de ti, de todo corazón.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por nuestra participación en esta Eucaristía enséñanos, Señor, a no poner nuestro corazón en las cosas pasajeras, sino en los bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Saturnino de Toulouse, y Cutberto de Oxford y compañeros, mártires, e Iluminada de Todi, virgen.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Za 14, 5. 7)
Vendrá el Señor, mi Dios, y con él, todos sus santos; y brillará en aquel día una gran luz.
ORACIÓN COLECTA
Señor, Dios nuestro, acoge favorablemente nuestras súplicas y concédenos tu ayuda en las tribulaciones para que, reanimados con la venida de tu Hijo, ya cercana, no volvamos a mancharnos con el pecado. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Isaías: 11,1-10
En aquel día, brotará
un renuevo del tronco de Jesé, un vástago florecerá de
su raíz. Sobre él se posará el espíritu del Señor,
espíritu de sabiduría e inteligencia, espíritu de consejo
y fortaleza, espíritu de piedad y temor de Dios.
No juzgará por apariencias, ni sentenciará de oídas; defenderá
con justicia al desamparado y con equidad dará sentencia al pobre; herirá
al violento con el látigo de su boca, con el soplo de sus labios matará
al impío. Será la justicia su ceñidor, la fidelidad apretará
su cintura.
Habitará el lobo con el cordero, la pantera se echará con el cabrito,
el novillo y el león pacerán juntos y un muchachito los apacentará.
La vaca pastará con la osa y sus crías vivirán juntas.
El león comerá paja con el buey.
El niño jugará sobre el agujero de la víbora; la creatura
meterá la mano en el escondrijo de la serpiente. No harán daño
ni estrago por todo mi monte santo, porque así como las aguas colman
el mar, así está lleno el país de la ciencia del Señor.
Aquel día la raíz de Jesé se alzará como bandera
de los pueblos, la buscarán todas las naciones y será gloriosa
su morada. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Esta profecía mesiánica
celebra el nacimiento de un vástago davídico, quien estará
lleno del Espíritu y consolidará un reino estable que desterrará
toda violencia y depredación.
Del salmo 71 R/. Ven, Señor, rey de justicia y de paz.
Comunica, Señor, al rey tu juicio, y tu justicia al que es hijo de reyes;
así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá
a tu pueblo justamente. R/.
Florecerá en sus días la justicia y reinará la paz, era
tras era. De mar a mar se extenderá su reino y de un extremo al otro
de la tierra. R/.
Al débil librará del poderoso y ayudará al que se encuentra
sin amparo; se apiadará del desvalido y pobre y salvará la vida
al desdichado. R/.
Que bendigan al Señor eternamente, y tanto como el sol, viva su nombre.
Que él sea la bendición del mundo entero y lo aclamen dichoso
las naciones. R/.
ACLAMACIÓN R/. Aleluya,
aleluya.
Ya viene el Señor, nuestro Dios, con todo su poder para iluminar los
ojos de sus hijos. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 10, 21-24
En aquella misma hora, Jesús
se llenó de júbilo en el Espíritu Santo y exclamó:
"Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has
escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a
la gente sencilla. ¡Gracias, Padre, porque así te ha parecido bien!
Todo me lo ha entregado mi Padre y nadie conoce quién es el Hijo, sino
el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo
se lo quiera revelar".
Volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: "Dichosos
los ojos que ven lo que ustedes ven. Porque yo les digo que muchos profetas
y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, y oír lo que
ustedes oyen y no lo oyeron". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Esta exclamación jubilosa brota del corazón de Jesús con toda espontaneidad. Él está convencido, por propia experiencia, que los sencillos abren su corazón al llamado de Dios.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sean agradables, Señor, nuestras humildes ofrendas y oraciones y que tu misericordia supla la extrema pobreza de nuestros méritos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Adviento I o III
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (2 Tm 4, 8)
El Señor, justo juez, dará la corona merecida a todos los que esperan con amor su venida gloriosa.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Como fruto de nuestra participación en este sacramento de vida eterna, enséñanos, Señor, a no sobrevalorar las cosas terrenales y a estimar las del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Andrés, apóstol; Maura de Constantinopla, mártir, y José Marchand, presbítero.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Mt 4, 18-19)
En la orilla del mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos, Pedro y Andrés, y los llamó: Vengan conmigo y yo los haré pescadores de hombres.
Se dice Gloría
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, tú que llamaste al apóstol san Andrés para que fuera, aquí en la tierra, predicador del Evangelio y pastor de tu Iglesia, haz que sea siempre ante ti nuestro poderoso intercesor en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 10, 9-18
Hermanos:
Basta que cada uno declare con su boca que Jesús es el Señor y
que crea en su corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos,
para que pueda salvarse. En efecto, hay que creer con el corazón para
alcanzar la santidad y declarar con la boca para alcanzar la salvación.
Por eso dice la Escritura: Ninguno que crea en él quedará defraudado,
porque no existe diferencia entre judío y no judío, ya que uno
mismo es el Señor de todos, espléndido con todos los que lo invocan,
pues todo el que invoque al Señor como a su Dios, será salvado
por él.
Ahora bien, ¿cómo van a invocar al Señor, si no creen en
él? ¿Y cómo van a creer en él, si no han oído
hablar de él? ¿Y cómo van a oír hablar de él,
si no hay nadie que se los anuncie? ¿Y cómo va a haber quienes
lo anuncien, si no son enviados? Por eso dice la Escritura: ¡Qué
hermoso es ver correr sobre los montes al mensajero que trae buenas noticias!
Sin embargo, no todos han creído en el Evangelio. Ya lo dijo Isaías:
Señor, ¿quién ha creído en nuestra predicación?
Por tanto, la fe viene de la predicación y la predicación consiste
en anunciar la palabra de Cristo.
Entonces yo pregunto: ¿Acaso no habrán oído la predicación?
¡Claro que la han oído!, pues la Escritura dice: La voz de los
mensajeros ha resonado en todo el mundo y sus palabras han llegado hasta el
último rincón de la tierra. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
La fe viene de la predicación.
Los creyentes en Jesús hemos recibido la buena noticia y la hemos acogido,
de ahí que cada día tengamos que retomar el camino misionero.
Del salmo 18 R/. El mensaje del Señor resuena en toda la tierra.
Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus
manos. Un día comunica su mensaje al otro día y una noche se lo
transmite a la otra noche. R/.
Sin que pronuncien una palabra, sin que resuene su voz, a toda la tierra llega
su sonido y su mensaje hasta el fin del mundo. R/.
ACLAMACIÓN (Mt 4,
19) R/. Aleluya, aleluya.
Síganme, dice el Señor, y yo los haré pescadores de hombres.
R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 4, 18-22
Una
vez que Jesús caminaba por la ribera del mar de Galilea, vio a dos hermanos,
Simón, llamado después Pedro, y Andrés, los cuales estaban
echando las redes al mar, porque eran pescadores. Jesús les dijo: "Síganme
y los haré pescadores de hombres". Ellos inmediatamente dejaron
las redes y lo siguieron.
Pasando más adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan, hijos
de Zebedeo, que estaban con su padre en la barca, remendando las redes, y los
llamó también. Ellos, dejando enseguida la barca y a su padre,
lo siguieron. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Los pescadores que ven a Jesús, de alguna manera reconocen la novedad y frescura de su propuesta, por eso se desentienden de su oficio cotidiano y se deciden a vivir a su lado.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, con bondad, los dones que te presentamos en la festividad de san Andrés, apóstol, y haz que esta Eucaristía sea para nosotros fuente de vida y salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de los apóstoles I o II
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 1, 41-42)
Andrés dijo a su hermano Simón: Hemos encontrado al Mesías, y lo llevó a donde estaba Jesús.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta sagrada Eucaristía nos fortalezca, Señor, para que, a ejemplo de san Andrés, participemos con nuestros sufrimientos en la pasión de Cristo y podamos participar también en su gloriosa resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.