MISAL NOVIEMBRE DEL 2013 / www.laverdadcatolica.org |
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28 | ||||||
Intenciones del Santo Padre para el mes de Noviembre del 2013 |
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GENERAL | |
Para que los sacerdotes que experimentan dificultades sean confortados en su sufrimiento, sostenidos en sus dudas y confirmados en su fidelidad. |
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MISIONAL | |
Para que las Iglesias de América Latina, como fruto de la Misión Continental, envíen misioneros a otras Iglesias. |
Todos los Santos
Santos: San Germán de Monfort, abad; Benigno de D'jon, mártir. Solemnidad (Blanco)
EL RESCATE DE LOS ELEGIDOS
Ap 7, 2-4. 9-14; l Jn 3,1-3; Mt 5, 1-12
El narrador del Apocalipsis está a punto de referir el desenlace del séptimo sello que acarreará la destrucción. Previo a la ejecución, el Señor envía a los ángeles que custodian los vientos para que no hagan daño a los marcados, ni tampoco a la tierra y sus bosques. El número simbólico de los 144 mil representa a una enormidad de personas, provenientes del Primer Israel. Sus vestiduras blancas revelan su condición de testigos fieles que han resistido las adversidades por causa de su fe. La comunidad reunida en torno del Discípulo Amado estaba ufana de su condición filial. Eran y vivían dichosamente, sabiéndose hijos de Dios. Es justamente ese el mensaje que afirman las bienaventuranzas. Todos los que vivan las disposiciones ahí señaladas: mansedumbre, paz y confianza en Dios heredarán los bienes más preciados, como la cercanía y la intimidad al lado del Padre.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Alegrémonos en el Señor al celebrar la solemnidad de Todos los Santos, por la cual se alegran los ángeles y alaban al Hijo de Dios.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y eterno, que otorgas a tu Iglesia la alegría de celebrar, en esta solemnidad, los méritos y la gloria de todos los santos, concede a tu pueblo, por intercesión de todos estos hermanos nuestros, la abundancia de tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Vi una muchedumbre tan grande, que nadie podía contarla. Eran individuos de todas las naciones y razas, de todos los pueblos y lenguas.
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 7, 2-4. 9-14
Yo, Juan, vi a un ángel
que venía del oriente. Traía consigo el sello del Dios vivo y
gritaba con voz poderosa a los cuatro ángeles encargados de hacer daño
a la tierra y al mar. Les dijo: "¡No hagan daño a la tierra,
ni al mar, ni a los árboles, hasta que terminemos de marcar con el sello
la frente de los servidores de nuestro Dios!" Y pude oír el número
de los que habían sido marcados: eran ciento cuarenta y cuatro mil, procedentes
de todas las tribus de Israel.
Vi luego una muchedumbre tan grande, que nadie podía contarla. Eran individuos
de todas las naciones y razas, de todos los pueblos y lenguas. Todos estaban
de pie, delante del trono y del Cordero; iban vestidos con una túnica
blanca; llevaban palmas en las manos y exclamaban con voz poderosa: "La
salvación viene de nuestro Dios, que está sentado en el trono,
y del Cordero". Y todos los ángeles que estaban alrededor del trono,
de los ancianos y de los cuatro seres vivientes, cayeron rostro en tierra delante
del trono y adoraron a Dios, diciendo: "Amén. La alabanza, la gloria,
la sabiduría, la acción de gracias, el honor, el poder y la fuerza,
se le deben para siempre a nuestro Dios". Entonces uno de los ancianos
me preguntó: "¿Quiénes son y de dónde han venido
los que llevan la túnica blanca?" Yo le respondí: "Señor
mío, tú eres quien lo sabe". Entonces él me dijo:
"Son los que han pasado por la gran tribulación y han lavado y blanqueado
su túnica con la sangre del Cordero". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 23 R/. Ésta es la clase de hombres que
te buscan, Señor.
Del Señor es
la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los que en él habitan,
pues Él lo edificó sobre los mares, Él fue quien lo asentó
sobre los ríos. R/.
¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién
podrá entrar en su recinto santo? El de corazón limpio y manos
puras y que no jura en falso. R/.
Ése obtendrá la bendición de Dios, y Dios, su salvador,
le hará justicia. Ésta es la clase de hombres que te buscan y
vienen ante ti, Dios de Jacob. R/.
Veremos a Dios tal cual es.
De la primera carta del apóstol san Juan: 3, 1-3
Queridos hijos: Miren cuánto
amor nos ha tenido el Padre, pues no sólo nos llamamos hijos de Dios,
sino que lo somos. Si el mundo no nos reconoce, es porque tampoco lo ha reconocido
a Él.
Hermanos míos, ahora somos hijos de Dios, pero aún no se ha manifestado
cómo seremos al fin. Y ya sabemos que, cuando Él se manifieste,
vamos a ser semejantes a Él, porque lo veremos tal cual es.
Todo el que tenga puesta en Dios esta esperanza, se purifica a sí mismo
para ser tan puro como Él.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Mt 11, 28) R/. Aleluya, aleluya.
Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la
carga, y yo les daré alivio, dice el Señor. R/.
Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande en los cielos.
Del santo Evangelio según san Mateo: 5, 1-12
En aquel tiempo, cuando
Jesús vio a la muchedumbre, subió al monte y se sentó.
Entonces se le acercaron sus discípulos. Enseguida comenzó a enseñarles
y les dijo: "Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es
el Reino de los cielos. Dichosos los que lloran, porque serán consolados.
Dichosos los sufridos, porque heredarán la tierra. Dichosos los que tienen
hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Dichosos los misericordiosos,
porque obtendrán misericordia. Dichosos los limpios de corazón,
porque verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque se
les llamará hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos serán ustedes, cuando
los injurien, los persigan y digan cosas falsas de ustedes por causa mía.
Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande en
los cielos".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, el sacrificio de alabanza que vamos a ofrecerte al celebrar hoy la fiesta de todos aquellos que gozan ya de tu vida inmortal, y concédenos experimentar siempre su protección y su ayuda en nuestro camino hacia ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque hoy nos concedes celebrar la gloria de todos los santos, asamblea de
la Jerusalén celestial que eternamente te alaba.
Hacia ella, peregrinos en la tierra, nos encaminamos alegres, guiados por la
fe y animados por la gloria de nuestros hermanos; en ellos encontramos ejemplo
y ayuda para nuestra debilidad.
Por eso, unidos a los santos y a los coros de los ángeles, te glorificamos
y cantamos, diciendo: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 5, 8-10)
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque se les llamará hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios nuestro, fuente única de toda santidad y admirable en todos tus santos, haz que este sacramento nos encienda en el fuego de tu amor y nos prepare para la alegría de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Conmemoración de todos los Fieles Difuntos
Santos: Santa Eustaquia de Tarso, mártir. Beato Juan Bodey, mártir.
Vísperas I del domingo: 3a semana del Salterio. Tomo IV: pp. 945 y 462. Para los fieles: pp. 642 y 422. Edición popular: pp. 202 y 485. (Blanco o morado)
DESTRUIRÁ A LA MUERTE
2 M 12, 43-46; 1 Co 15, 20-24. 25-28; Lc 23, 44-46. 50-53; 24, 1-6
De la primera a la última lectura persiste la misma temática, la esperanza en la victoria definitiva sobre la muerte. El ansia de eternidad, la búsqueda de la vida en plenitud está arraigada en el corazón humano. Judas Macabeo esperaba la resurrección de los muertos y por eso ofrecía oraciones y sacrificios por los combatientes caídos en la batalla. El apóstol San Pablo en la carta a los Corintios proclama las consecuencias derivadas de la resurrección de Cristo. Su victoria es el anticipo del triunfo definitivo de la humanidad sobre la muerte. El viviente ha traspasado la morada de la muerte. Ya no padecerá la finitud y la fragilidad. Su fidelidad amorosa ha ganado la recompensa esperada. El que encomendó su Espíritu en las manos del Padre ha accedido a la vida plena. De esa certidumbre, nacida en el corazón de los primeros testigos del resucitado, somos herederos los que confesamos a Jesús como Señor.
PRIMERA MISA
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Rm 8, 11)
Dios, que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos, dará también la vida a nuestros cuerpos mortales por medio de su Espíritu que habita en nosotros.
ORACIÓN COLECTA
Dios, creador y redentor nuestro, por cuyo poder Cristo venció a la muerte y subió glorioso a tu Reino, concede a nuestros hermanos difuntos compartir su victoria y disfrutar de tu presencia eternamente. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Obró con gran rectitud y nobleza, pensando en la resurrección.
Del segundo libro de los Macabeos: 12, 43-46
En aquellos días,
Judas Macabeo, jefe de Israel, hizo una colecta y recogió dos mil dracmas
de plata, que envió a Jerusalén para que ofrecieran un sacrificio
de expiación por los pecados de los que habían muerto en la batalla.
Obró con gran rectitud y nobleza, pensando en la resurrección,
pues si no hubiera esperado la resurrección de sus compañeros,
habría sido completamente inútil orar por los muertos. Pero él
consideraba que, a los que habían muerto piadosamente, les estaba reservada
una magnífica recompensa. En efecto, orar por los difuntos para que se
vean libres de sus pecados es una acción santa y conveniente. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 102 R/.
E1 Señor es compasivo y misericordioso.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso
para perdonar. No nos trata como merecen nuestras culpas, ni nos paga según
nuestros pecados. R/.
Como un padre es compasivo con sus hijos, así es compasivo el Señor
con quien lo ama, pues bien sabe Él de lo que estamos hechos y de que
somos barro, no se olvida. R/.
La vida del hombre es como la hierba, brota como una flor silvestre: tan pronto
la azota el viento, deja de existir y nadie vuelve a saber nada de ella. R/.
El amor del Señor a quien lo teme es un amor eterno, y entre aquellos
que cumplen con su alianza, pasa de hijos a nietos su justicia. R/.
En Cristo, todos volverán a la vida.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15, 20-24. 25-28
Hermanos: Cristo resucitó,
y resucitó como la primicia de todos los muertos. Porque si por un hombre
vino la muerte, también por un hombre vendrá la resurrección
de los muertos. En efecto, así como en Adán todos mueren, así
en Cristo todos volverán a la vida; pero cada uno en su orden: primero
Cristo, como primicia; después, a la hora de su advenimiento, los que
son de Cristo.
Enseguida será la consumación, cuando Cristo entregue el Reino
a su Padre. Porque Él tiene que reinar hasta que el Padre ponga bajo
sus pies a todos sus enemigos. El último de los enemigos en ser aniquilado,
será la muerte. Es claro que cuando la Escritura dice: Todo lo sometió
el Padre a los pies de Cristo, no incluye a Dios, que es quien le sometió
a Cristo todas las cosas.
Al final, cuando todo se le haya sometido, Cristo mismo se someterá al
Padre, y así Dios será todo en todas las cosas. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Jn 11, 25. 26) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy la resurrección y la vida, dice el Señor; el que cree en
mí, aunque haya muerto, vivirá. R/.
Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.
Del santo Evangelio según san Lucas: 23, 44-46. 50. 52-53; 24, 1-6
Era casi el mediodía,
cuando las tinieblas invadieron toda la región y se oscureció
el sol hasta las tres de la tarde.
El velo del templo se rasgó a la mitad. Jesús, clamando con voz
potente, dijo: "¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!"
Y dicho esto, expiró.
Un hombre llamado José, consejero del sanedrín, hombre bueno y
justo, se presentó ante Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús.
Lo bajó de la cruz, lo envolvió en una sábana y lo colocó
en un sepulcro excavado en la roca, donde no habían puesto a nadie todavía.
El primer día después del sábado, muy de mañana,
llegaron las mujeres al sepulcro, llevando los perfumes que habían preparado.
Encontraron que la piedra ya había sido retirada del sepulcro y entraron,
pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús.
Estando ellas todas desconcertadas por esto, se les presentaron dos varones
con vestidos resplandecientes. Como ellas se llenaron de miedo e inclinaron
el rostro a tierra, los varones les dijeron: "¿Por qué buscan
entre los muertos al que está vivo? No está aquí; ha resucitado".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, el sacrificio que vamos a ofrecerte por todos nuestros hermanos que descansan en Cristo, líbralos del poder de la muerte y concédeles la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de difuntos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Flp 3, 20-21)
Esperamos como Salvador a nuestro Señor Jesucristo, el cual transformará nuestro cuerpo frágil en cuerpo glorioso como el suyo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por este memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo que hemos celebrado, concede, Señor, a todos los fieles difuntos, la plenitud de tu perdón y de tu paz, para que la nueva vida que un día recibieron en el bautismo, florezca eternamente en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
SEGUNDA MISA
ANTÍFONA DE ENTRADA (1 Ts 4, 14; 1 Co 15, 22)
Si creemos que Jesús murió y resucitó, así también creemos que Dios llevará con Él a los que mueren en Jesús. Y así como todos han muerto en Adán, así también todos revivirán en Cristo.
ORACIÓN COLECTA
Escucha, Señor, nuestras súplicas y haz que, al proclamar nuestra fe en la resurrección de tu Hijo, se avive también nuestra esperanza en la resurrección de nuestros hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Los aceptó como un holocausto agradable.
Del libro de la Sabiduría: 3, 1-9
Las almas de los justos
están en las manos de Dios y no los alcanzará ningún tormento.
Los insensatos pensaban que los justos habían muerto, que su salida de
este mundo era una desgracia y su salida de entre nosotros, una completa destrucción.
Pero los justos están en paz.
La gente pensaba que sus sufrimientos eran un castigo, pero ellos esperaban
confiadamente la inmortalidad. Después de breves sufrimientos recibirán
una abundante recompensa, pues Dios los puso a prueba y los halló dignos
de sí. Los probó como oro en el crisol y los aceptó como
un holocausto agradable.
En el día del juicio brillarán los justos como chispas que se
propagan en un cañaveral. Juzgarán a las naciones y dominarán
a los pueblos, y el Señor reinará eternamente sobre ellos. Los
que confían en el Señor comprenderán la verdad y los que
son fieles a su amor permanecerán a su lado, porque Dios ama a sus elegidos
y cuida de ellos.Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 26 R/.
Espero ver la bondad del Señor.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy
a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién
podrá hacerme temblar? R/.
Lo único que pido, lo único que busco es vivir en la casa del
Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar
continuamente en su presencia. R/.
Oye, Señor, mi voz y mis clamores y tenme compasión. El corazón
me dice que te busque y buscándote estoy. No rechaces con cólera
a tu siervo. R/.
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor
y fortaleza y en el Señor confía. R/.
Estamos seguros de haber pasado de la muerte a la vida, porque amamos a nuestros hermanos.
De la primera carta del apóstol san Juan: 3, 14-16
Hermanos: Nosotros estamos
seguros de haber pasado de la muerte a la vida, porque amamos a nuestros hermanos.
El que no ama permanece en la muerte. El que odia a su hermano es un homicida
y bien saben ustedes que ningún homicida tiene la vida eterna.
Conocemos lo que es el amor, en que Cristo dio su vida por nosotros. Así
también debemos nosotros dar la vida por nuestros hermanos. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Mt 25, 34) R/. Aleluya, aleluya.
Vengan, benditos de mi Padre, dice el Señor; tomen posesión del
Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. R/.
Vengan, benditos de mi Padre.
Del santo Evangelio según san Mateo: 25, 31-46
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado
de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará
en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante Él todas
las naciones, y Él apartará a los unos de los otros, como aparta
el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha
y a los cabritos a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha:
'Vengan, benditos de mi Padre; tomen posesión del Reino preparado para
ustedes desde la creación del mundo; porque estuve hambriento y me dieron
de comer, sediento y me dieron de beber, era forastero y me hospedaron, estuve
desnudo y me vistieron, enfermo y me visitaron, encarcelado y fueron a verme'.
Los justos le contestarán entonces: 'Señor, ¿cuándo
te vimos hambriento y te dimos de comer, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo
te vimos de forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo
te vimos enfermo o encarcelado y te fuimos a ver?' Y el rey les dirá:
'Yo les aseguro que, cuando lo hicieron con el más insignificante de
mis hermanos, conmigo lo hicieron'. Entonces dirá también a los
de la izquierda: 'Apártense de mí, malditos; vayan al fuego eterno,
preparado para el diablo y sus ángeles; porque estuve hambriento y no
me dieron de comer, sediento y no me dieron de beber, era forastero y no me
hospedaron, estuve desnudo y no me vistieron, enfermo y encarcelado y no me
visitaron'.
Entonces ellos le responderán: 'Señor, ¿cuándo te
vimos hambriento o sediento, de forastero o desnudo, enfermo o encarcelado y
no te asistimos? 'Y Él les replicará: 'Yo les aseguro que cuando
no lo hicieron con uno de aquellos más insignificantes, tampoco lo hicieron
conmigo'. Entonces irán éstos al castigo eterno y los justos a
la vida eterna". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te ofrecemos en este sacramento de amor que nos une a Cristo, tu Hijo, y recibe a nuestros hermanos difuntos en la gloria de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de difuntos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 11, 25-26)
Yo soy la resurrección y la vida, dice el Señor. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá y el que vive y cree en mí, no morirá para siempre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por este memorial de la muerte y resurrección de Cristo que hemos celebrado, concede, Señor, a nuestros hermanos difuntos, gozar de la paz eterna de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
TERCERA MISA
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. 4 Esd 2, 34. 35)
Dales, Señor, el descanso eterno y brille para ellos la luz eterna.
ORACIÓN COLECTA
Dios de infinita misericordia, que quisiste que tu Hijo muriera para redimirnos a todos, concede a nuestros hermanos difuntos compartir con Cristo la gloria de la resurrección, en la que creyeron y esperaron. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
El Señor destruirá la muerte para siempre.
Del libro del profeta Isaías: (25, 6. 7-9)
En aquel día, el Señor del universo preparará sobre este monte un festín con platillos suculentos para todos los pueblos. Él arrancará en este monte el velo que cubre el rostro de todos los pueblos, el paño que oscurece a todas las naciones. Destruirá la muerte para siempre; el Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros y borrará de toda la tierra la afrenta de su pueblo. Así lo ha dicho el Señor. En aquel día se dirá: "Aquí está nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara. Alegrémonos y gocemos con la salvación que nos trae". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 129 R/.
Señor, escucha mi oración.
Desde el abismo de mis pecados clamo a ti; Señor, escucha mi clamor;
que estén atentos tus oídos a mi voz suplicante. R/.
Si conservaras el recuerdo de las culpas, ¿quién habría,
Señor, que se salvara? Pero de ti procede el perdón, por eso con
amor te veneramos. R/.
Confío en el Señor, mi alma espera y confía en su palabra;
mi alma aguarda al Señor, mucho más que a la aurora el centinela.
R/.
Como aguarda a la aurora el centinela, aguarda Israel al Señor, porque
del Señor viene la misericordia y la abundancia de la redención,
y Él redimirá a su pueblo de todas sus iniquidades. R/.
Estaremos con el Señor para siempre.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 4, 13-14. 17-18
Hermanos: No queremos que
ignoren lo que pasa con los difuntos, para que no vivan tristes, como los que
no tienen esperanza. Pues, si creemos que Jesús murió y resucitó,
de igual manera debemos creer que, a los que murieron en Jesús, Dios
los llevará con Él, y así estaremos siempre con el Señor.
Consuélense, pues, unos a otros, con estas palabras. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Jn 3, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único,
para que todo el que crea en Él tenga vida eterna. R/.
El que coma de este pan vivirá para siempre y yo lo resucitaré el último día.
Del santo Evangelio según san Juan: 6, 51-58
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los judíos: "Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo;
el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo les voy
a dar es mi carne, para que el mundo tenga vida".
Entonces los judíos se pusieron a discutir entre sí: "¿Cómo
puede éste darnos a comer su carne?"
Jesús les dijo: "Yo les aseguro: Si no comen la carne del Hijo del
hombre y no beben su sangre, no podrán tener vida en ustedes. El que
come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré
el último día.
Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi
carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre,
que me ha enviado, posee la vida y yo vivo por Él, así también
el que me come vivirá por mí.
Éste es el pan que ha bajado del cielo; no es como el maná que
comieron sus padres, pues murieron. El que come de este pan, vivirá para
siempre".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios todopoderoso, que por medio de las aguas del bautismo regeneraste un día a nuestros hermanos hoy difuntos, por este sacrificio de reconciliación que la Iglesia te ofrece, purifícalos de sus pecados en la Sangre de Cristo y recíbelos en los brazos de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de difuntos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. 4 Esd 2, 35. 34)
Brille, Señor, para nuestros hermanos difuntos la luz eterna y vivan para siempre en compañía de tus santos, ya que eres misericordioso. Dales, Señor, el descanso eterno y brille para ellos la luz eterna y vivan para siempre en compañía de tus santos, ya que eres misericordioso.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por medio de este sacramento con que nos has unido a tu Hijo, muerto y resucitado por nuestra salvación, perdona, Señor, las culpas de nuestros hermanos difuntos y condúcelos a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XXXI DOMINGO ORDINARIO
Santos: Martín de Porres, religioso; Silvia de Roma, laica. Beato Ruperto Mayer, presbítero. (Verde)
AMAS A TODOS LOS SERES
Sb 11, 22-12, 2; 2 Ts 1, 11-2, 2; Lc 19, 1-10
El autor del último de los libros del Primer Testamento utiliza un calificativo particularmente significativo para referirse a Dios, lo llama "amigo de la vida". Como creador de todo cuanto existe, ama y cuida delicadamente de todos los vivientes. Ese cuidado inicia al momento que Dios derrama sus bendiciones sobre sus hijos dispuestos y generosos, que colaboran con Él generando empleos y oportunidades para que hombres y mujeres trabajen y prosperen. El Evangelio de san Lucas nos presenta una situación de deterioro social, contraria al querer divino. Efectivamente Zaqueo no estaba colaborando con el plan de Dios, amigo de la vida, sino que se había constituido en acaparador abusivo de los bienes que el esfuerzo y el trabajo de la gente ordinaria producía. El encuentro con Jesús cambió la opción fundamental de Zaqueo, quien reorientó su vida y de ser un ladrón y un funcionario abusivo, se convirtió en agente de la justicia y la misericordia, en conformidad con los mandamientos dados por Dios a Israel.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 37, 22-23)
Señor, no me abandones, no te me alejes, Dios mío. Ven de prisa a socorrerme, Señor, mi salvador.
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y misericordioso, de cuya mano proviene el don de servirte y de alabarte, ayúdanos a vencer en esta vida cuanto pueda separarnos de ti. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Te compadeces de todos, porque tú amas todo cuanto existe.
Del libro de la Sabiduría: 11, 22-12, 2
Señor, delante de
ti, el mundo entero es como un grano de arena en la balanza, como gota de rocío
mañanero, que cae sobre la tierra.
Te compadeces de todos, y aunque puedes destruirlo todo, aparentas no ver los
pecados de los hombres, para darles ocasión de arrepentirse. Porque tú
amas todo cuanto existe y no aborreces nada de lo que has hecho; pues si hubieras
aborrecido alguna cosa, no la habrías creado. ¿Y cómo podrían
seguir existiendo las cosas, si tú no lo quisieras? ¿Cómo
habría podido conservarse algo hasta ahora, si tú no lo hubieras
llamado a la existencia?
Tú perdonas a todos, porque todos son tuyos, Señor, que amas la
vida, porque tu espíritu inmortal, está en todos los seres. Por
eso a los que caen, los vas corrigiendo poco a poco, los reprendes y les traes
a la memoria sus pecados, para que se arrepientan de sus maldades y crean en
ti, Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 144 R/.
Bendeciré al Señor eternamente.
Dios y rey mío, yo te alabaré, bendeciré tu nombre siempre
y para siempre. Un día tras otro bendeciré tu nombre y no cesará
mi boca de alabarte. R/.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso
para perdonar. Bueno es el Señor para con todos y su amor se extiende
a todas sus creaturas. R/.
Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan.
Que proclamen la gloria de tu reino y narren tus proezas a los hombres. R/.
El Señor es siempre fiel a sus palabras y lleno de bondad en sus acciones.
Da su apoyo el Señor al que tropieza y al agobiado alivia. R/.
Nuestro Señor Jesucristo será glorificado en ustedes y ustedes en Él.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 1, 11-2, 2
Hermanos: Oramos siempre
por ustedes, para que Dios los haga dignos de la vocación a la que los
ha llamado, y con su poder, lleve a efecto tanto los buenos propósitos
que ustedes han formado, como lo que ya han emprendido por la fe. Así
glorificarán a nuestro Señor Jesús y Él los glorificará
a ustedes, en la medida en que actúe en ustedes la gracia de nuestro
Dios y de Jesucristo, el Señor.
Por lo que toca a la venida de nuestro Señor Jesucristo y a nuestro encuentro
con Él, les rogamos que no se dejen perturbar tan fácilmente.
No se alarmen ni por supuestas revelaciones, ni por palabras o cartas atribuidas
a nosotros, que los induzcan a pensar que el día del Señor es
inminente. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Jn 3, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único,
para que todo el que crea en Él, tenga vida eterna. R/.
El Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.
Del santo Evangelio según san Lucas: 19, 1-10
En aquel tiempo, Jesús
entró en Jericó, y al ir atravesando la ciudad, sucedió
que un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de conocer
a Jesús; pero la gente se lo impedía, porque Zaqueo era de baja
estatura.
Entonces corrió y se subió a un árbol para verlo cuando
pasara por ahí. Al llegar a ese lugar, Jesús levantó los
ojos y le dijo: "Zaqueo, bájate pronto, porque hoy tengo que hospedarme
en tu casa".
Él bajó enseguida y lo recibió muy contento. Al ver esto,
comenzaron todos a murmurar diciendo: "Ha entrado a hospedarse en casa
de un pecador".
Zaqueo, poniéndose de pie, dijo a Jesús: "Mira, Señor,
voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes, y si he defraudado a alguien,
le restituiré cuatro veces más". Jesús le dijo: "Hoy
ha llegado la salvación a esta casa, porque también él
es hijo de Abraham, y el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que
se había perdido". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos a Dios nuestro
Padre, por nosotros y por todos. Después de cada petición diremos:
Escúchanos, Padre y aumenta nuestra fe.
Para que toda la Iglesia, y cada uno de los cristianos, sepamos responder
a la llamada constante de Jesús que nos invita a la conversión.
Oremos.
Para que los jóvenes que se preparan para el sacerdocio o la vida religiosa
vivan muy unidos a Jesús para poder dar testimonio de Él en nuestro
mundo. Oremos.
Para que en nuestro país y en todos los países, reinen la justicia
y el bien. Oremos.
Para que los matrimonios que no pueden tener hijos vivan con paz y confianza
ese dolor. Oremos.
Para que los que sufren depresiones y se sienten hundidos y sin esperanza, encuentren
la fuerza que necesitan para salir de su enfermedad. Oremos.
Para que todos los que participamos en esta Eucaristía nos amemos como
hermanos. Oremos
Escucha, Padre, nuestra oración, y acompáñanos siempre
con tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que este sacrificio que vamos a ofrecerte en comunión con toda tu Iglesia, te sea agradable, Señor, y nos obtenga la plenitud de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 15, 11)
Me has enseñado el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Continúa, Señor, en nosotros tu obra de salvación por medio de esta Eucaristía para que, cada vez más unidos a Cristo en esta vida, merezcamos vivir con Él eternamente. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.-La primera parte de la vida de Zaqueo, la que refiere sus abusos y su prepotencia es fácil de reconocer en muchos funcionarios públicos abusivos. Quienes aprovechando su cargo se adueñan de licencias y privilegios a costa de los recursos ajenos, reproducen el perfil de Zaqueo. Para los cristianos no es importante la conducta reprobable de Zaqueo, ésa no es inspiradora. De esas historias estamos hastiados. Las historias que realmente nos estimulan comienzan en la segunda mitad de la narración. Saber que personas aferradas al abuso y la injusticia reorientan sus vidas al encontrarse con Jesús, nos tendría que abrir el horizonte, para continuar resistiendo, sin volvernos cómplices omisos de los abusivos; para continuar evangelizando con esperanza, confiados en la fuerza transformadora del Evangelio que modifica el corazón de las personas. Es la esperanza y no el desencanto lo que identifica a los discípulos de Jesús resucitado.
NO SE TRATA DE REGLAS DE CORTESÍA
Rm 11, 30-36; Lc 14, 12-14
Mientras san Pablo examina las relaciones entre Dios y la humanidad apelando a los conceptos de la rebeldía y la misericordia, el Evangelio de san Lucas maneja las imágenes de la carencia física y la recompensa. De cierta manera, reorienta el Señor Jesús las dinámicas sociales de patronazgo y clientela existentes en su tiempo. Quien invita a comer a indigentes y desvalidos no podrá recibir una contra-invitación. Esos "clientes" no podrán devolver ni agradecer el favor al "patrono"; Dios mismo recompensará dicha generosidad en el momento oportuno. El apóstol san Pablo aborda la situación del creyente desde otra perspectiva, considerando la condición de lejanía ante Dios como una rebeldía, que en lugar de provocar la ira o el castigo divino, suscita la misericordia y la compasión. En cualquiera de las dos situaciones, el Dios que recompensa o el que compadece, resultamos enormemente beneficiados.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ez 34, 11. 23. 24)
Cuidaré de mis ovejas, dice el Señor, y les buscaré un pastor que las apaciente, y yo, el Señor, seré su Dios.
ORACIÓN COLECTA
Conserva, Señor, en tu pueblo el espíritu que animó a san Carlos Borromeo, a fin de que tu Iglesia, renovada sin cesar y cada vez más fiel al Evangelio, pueda mostrar al mundo el verdadero rostro de Cristo, que vive y reina contigo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Dios ha permitido que todos cayéramos en la rebeldía, para manifestarnos a todos su misericordia.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 11, 30-36
Hermanos. Así como
ustedes antes eran rebeldes contra Dios y ahora han alcanzado su misericordia
con ocasión de la rebeldía de los judíos, en la misma forma,
los judíos, que ahora son los rebeldes y que fueron la ocasión
de que ustedes alcanzaran la misericordia de Dios, también ellos la alcanzarán.
En efecto, Dios ha permitido que todos cayéramos en la rebeldía,
para manifestarnos a todos su misericordia. ¡Qué inmensa y rica
es la sabiduría y la ciencia de Dios! ¡Qué impenetrables
son sus designios e incomprensibles sus caminos! ¿Quién ha conocido
jamás el pensamiento del Señor o ha llegado a ser su consejero?
¿Quién ha podido darle algo primero, para que Dios se lo tenga
que pagar? En efecto, todo proviene de Dios, todo ha sido hecho por Él
y todo está orientado hacia Él. A Él la gloria por los
siglos de los siglos. Amén.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 68 R/.
A ti, Señor, elevo mi plegaria.
Mírame, Señor, enfermo y afligido; defiéndeme y ayúdame,
Dios mío. En mi cantar exaltaré tu nombre, proclamaré tu
gloria, agradecido. R/.
Se alegrarán al verlo los que sufren; quienes buscan a Dios tendrán
más ánimo, porque el Señor jamás desoye al pobre,
ni olvida al que se encuentra encadenado. R/.
Ciertamente el Señor salvará a Sión, reconstruirá
a Judá; la heredarán los hijos de sus siervos, quienes aman a
Dios la habitarán. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 8, 31. 32) R/. Aleluya, aleluya.
Si se mantienen fieles a mi palabra, dice el Señor, serán verdaderamente
discípulos míos y conocerán la verdad. R/.
No invites a tus amigos, sino a los pobres.
Del santo Evangelio según san Lucas: 14, 12-14
En aquel tiempo, Jesús
dijo al jefe de los fariseos que lo había invitado a comer: "Cuando
des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a
tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque puede ser que ellos te inviten
a su vez, y con eso quedarías recompensado.
Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a
los cojos y a los ciegos; y así serás dichoso, porque ellos no
tienen con qué pagarte; pero ya se te pagará, cuando resuciten
los justos".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, con bondad, los dones que te presentamos al conmemorar hoy a san Carlos Borromeo, pastor vigilante y modelo de santidad, y haz que este sacrificio produzca en nosotros frutos abundantes de vida cristiana. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 15, 16)
No son ustedes los que me han elegido, dice el Señor, soy yo quien los ha elegido, para que vayan y den fruto y ese fruto perdure.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta sagrada Eucaristía nos comunique, Señor, la fuerza necesaria para ser, a ejemplo de san Carlos, fieles servidores de la Iglesia y de nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
DESAIRES Y RESISTENCIAS
Rm 12, 5-16; Lc 14, 15-24
La parábola del gran banquete es una respuesta precisa a las negativas y desaires que manifestaron los judíos del primer siglo al llamado que Jesús, en nombre de Dios, les extendió. La invitación abierta e indiscriminada a participar del banquete no puede quedar frustrada. El Dios amigo de la vida quiere hacer partícipes de su amistad a hombres y mujeres de toda condición. Indudablemente que hay algo extraño en la parábola, puesto que una invitación no puede imponerse. El invitado tiene la posibilidad de acoger o rechazar. Si eso pasa en el terreno de las relaciones sociales, conviene pensar que no es asunto menor desairar el amor genuino con que Dios nos seduce. Por otra parte, las exhortaciones de la Carta a los Romanos, pueden considerarse como una descripción del nuevo clima de relaciones, fundadas en el amor fraterno, el perdón y la solidaridad. Cuando esta nueva situación surge, puede afirmarse que Dios ha visitado a su pueblo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 47, 10-11)
Recordaremos, Señor, los dones de tu amor, en medio de tu templo. Que todos los hombres de la tierra te conozcan y alaben, porque es infinita tu justicia.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que por medio de la muerte de tu Hijo has redimido al mundo de la esclavitud del pecado, concédenos participar ahora de una santa alegría y, después en el cielo, de la felicidad eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Todos y cada uno somos miembros los unos de los otros.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 12, 5-16
Hermanos: Todos nosotros,
aun siendo muchos, formamos un solo cuerpo unidos a Cristo, y todos y cada uno
somos miembros los unos de los otros. Pero tenemos dones diferentes, según
la gracia concedida a cada uno. El que tenga el don de profecía, que
lo ejerza de acuerdo con la fe; el que tenga el don de servicio, que se dedique
a servir; el que enseña, que se consagre a enseñar; el que exhorta,
que se entregue a exhortar. El que da, hágalo con sencillez; el que preside,
presida con solicitud; el que atiende a los necesitados, hágalo con alegría.
Que el amor de ustedes sea sincero. Aborrezcan el mal y practiquen el bien;
ámense cordialmente los unos a los otros, como buenos hermanos; que cada
uno estime a los otros más que a sí mismo. En el cumplimiento
de su deber, no sean negligentes y mantengan un espíritu fervoroso al
servicio del Señor. Que la esperanza los mantenga alegres; sean constantes
en la tribulación y perseverantes en la oración. Ayuden a los
hermanos en sus necesidades y esmérense en la hospitalidad.
Bendigan a los que los persiguen; bendíganlos, no los maldigan. Alégrense
con los que se alegran; lloren con los que lloran. Que reine la concordia entre
ustedes. No sean, pues, altivos; más bien pónganse al nivel de
los humildes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 130 R/.
Dame, Señor, la paz junto a ti.
Señor, mi corazón no es ambicioso ni mis ojos soberbios; grandezas
que superen mis alcances no pretendo. R/.
Estoy, Señor, por lo contrario, tranquilo y en silencio, como niño
recién amamantado en los brazos maternos. R/.
Que igual en el Señor esperen los hijos de Israel, ahora y siempre. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 11, 28) R/. Aleluya, aleluya.
Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la
carga, y yo les daré alivio, dice el Señor. R/.
Sal a los caminos y a las veredas; insísteles a todos para que vengan
y se llene mi casa.
Del santo Evangelio según san Lucas: 14, 15-24
En aquel tiempo, uno de
los que estaban sentados a la mesa con Jesús le dijo: "Dichoso aquel
que participe en el banquete del Reino de Dios".
Entonces Jesús le dijo: "Un hombre preparó un gran banquete
y convidó a muchas personas. Cuando llegó la hora del banquete,
mandó un criado suyo a avisarles a los invitados que vinieran, porque
ya todo estaba listo. Pero todos, sin excepción, comenzaron a disculparse.
Uno le dijo: 'Compré un terreno y necesito ir a verlo; te ruego que me
disculpes'. Otro le dijo: 'Compré cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas;
te ruego que me disculpes'. Y otro más le dijo: 'Acabo de casarme y por
eso no puedo ir'.
Volvió el criado y le contó todo al amo. Entonces el señor
se enojó y le dijo al criado: 'Sal corriendo a las plazas y a las calles
de la ciudad y trae a mi casa a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a
los cojos'.
Cuando regresó el criado, le dijo: 'Señor, hice lo que me ordenaste,
y todavía hay lugar'. Entonces el amo respondió: 'Sal a los caminos
y a las veredas; insísteles a todos para que vengan y se llene mi casa.
Yo les aseguro que ninguno de los primeros invitados participará de mi
banquete' ". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que el sacrificio que vamos a ofrecerte nos purifique, Señor, y nos ayude a conformar cada día más nuestra vida con los ejemplos de tu Hijo Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 33, 9)
Hagan la prueba y verán qué bueno es el Señor; dichoso el que se acoge a Él.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios omnipotente y eterno, que nos has alimentado con el sacramento de tu amor, concédenos vivir siempre en tu amistad y agradecer continuamente tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
A NADIE LE QUEDEN DEBIENDO NADA
Rm 13, 8-10; Lc 14, 25-33
Fuera del amor mutuo, sentencia san Pablo a los cristianos de Roma. Mientras que Cicerón, acostumbrado al sistema de patronazgo romano afirmaba que la ingratitud (de los clientes a los patronos) era el único pecado imperdonable; el apóstol propone unas relaciones fincadas en el amor fraterno. Los cristianos no pueden deshonrar su palabra, por tanto, les corresponde saldar todos sus compromisos, siendo el primero de todos, el del amor mutuo con todos los hermanos en la fe. Precisamente porque las exigencias de fraternidad y fidelidad a Dios, que reclama la fe cristiana son demandantes, el Señor Jesús plantea a los candidatos a discípulos las condiciones indispensables para seguirle: negación de sí mismo, renuncia a los bienes materiales y disposición a cargar la cruz que sobrevenga por causa del Reinado de Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Lc 12, 42)
Éste es el siervo prudente y fiel, a quien el Señor puso al frente de su familia.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que en tu inefable providencia elegiste a san José por esposo de la santísima Madre de tu Hijo, concédenos tener como intercesor en el cielo a quien veneramos como protector en la tierra. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
El cumplimiento pleno de la ley consiste en amar.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 13, 8-10
Hermanos: No tengan con
nadie otra deuda que la del amor mutuo, porque el que ama al prójimo,
ha cumplido ya toda la ley. En efecto, los mandamientos que ordenan: "No
cometerás adulterio, no robarás, no matarás, no darás
falso testimonio, no codiciarás" y todos los otros, se resumen en
éste: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo",
pues quien ama a su prójimo no le causa daño a nadie. Así
pues, el cumplimiento pleno de la ley consiste en amar.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 111 R/.
Dichosos los que temen al Señor.
Dichosos los que temen al Señor y aman de corazón sus mandamientos;
poderosos serán sus descendientes: Dios bendice a los hijos de los buenos.
R/.
Quien es justo, clemente y compasivo, como una luz en las tinieblas brilla.
Quienes compadecidos prestan y llevan su negocio honradamente jamás se
desviarán. R/.
Al pobre dan limosna, obran siempre conforme a la justicia; su frente se alzará
llena de gloria. R/.
ACLAMACIÓN
(1 P 4, 14) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos ustedes, si los injurian por ser cristianos, porque el Espíritu
de Dios descansa en ustedes. R/.
El que no renuncie a todos sus bienes no puede ser mi discípulo.
Del santo Evangelio según san Lucas: 14, 25-33
En aquel tiempo, caminaba
con Jesús una gran muchedumbre y Él, volviéndose a sus
discípulos, les dijo:
"Si alguno quiere seguirme y no me prefiere a su padre y a su madre, a
su esposa y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, más aún,
a sí mismo, no puede ser mi discípulo. Y el que no carga su cruz
y me sigue, no puede ser mi discípulo. Porque, ¿quién de
ustedes, si quiere construir una torre, no se pone primero a calcular el costo,
para ver si tiene con qué terminarla? No sea que, después de haber
echado los cimientos, no pueda acabarla y todos los que se enteren comiencen
a burlarse de él, diciendo: `Este hombre comenzó a construir y
no pudo terminar'.
¿O qué rey que va a combatir a otro rey, no se pone primero a
considerar si será capaz de salir con diez mil soldados al encuentro
del que viene contra él con veinte mil? Porque si no, cuando el otro
esté aún lejos, le enviará una embajada para proponerle
las condiciones de paz.
Así pues, cualquiera de ustedes que no renuncie a todos sus bienes, no
puede ser mi discípulo".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por intercesión de san José, a quien confiaste la misión de cuidar de tu Unigénito como padre, te pedimos, Señor, que nos concedas poder ofrecerte dignamente este sacrificio de alabanza. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 25, 21)
Muy bien, siervo bueno y fiel, entra en el gozo de tu Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Renovados con este sacramento que da vida, te rogamos, Señor, que nos concedas vivir para ti en justicia y santidad, a ejemplo y por intercesión de san José, el varón justo y obediente que contribuyó con sus servicios a la realización de tus grandes misterios. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ABSTENERSE DE JUZGAR AL HERMANO
Rm 14, 7-12; Lc 15, 1-10
Cuando el apóstol san Pablo urge a los cristianos de Roma a implementar relaciones fraternas exentas de intolerancia, juicios fulminantes e incomprensión, está simplemente extrayendo las consecuencias derivadas de la enseñanza y la práctica compasiva del Señor Jesús. Efectivamente, las parábolas del capítulo décimo quinto de san Lucas expresan reiteradamente la alegre acogida que el Padre celestial dispensa a los pecadores bien dispuestos que buscan la reconciliación. Sin condiciones exigentes y con una paciencia sin límites el Padre busca a sus criaturas, cada vez que éstas se alejan de sus amorosos brazos. Las parábolas no son pura ficción, antes que discursos, fueron la práctica cotidiana que Jesús Mesías dispensó a todos los desesperanzados, pobres, leprosos y marginados que sufrían la exclusión por parte de la gente "buena y decente" de Israel.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Hb 7, 24)
Cristo, mediador de la nueva alianza, por el hecho de permanecer para siempre, posee un sacerdocio perpetuo.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que para gloria tuya y salvación de todos los hombres constituiste Sumo y Eterno Sacerdote a tu Hijo, Jesucristo, concede a quienes Él ha elegido como ministros suyos y administradores de sus sacramentos y de su Evangelio, la gracia de ser fieles en el cumplimiento de su ministerio. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Ya sea que estemos vivos o que hayamos muerto, somos del Señor.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 14, 7-12
Hermanos: Ninguno de nosotros
vive para sí mismo, ni muere para sí mismo. Si vivimos, para el
Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Por lo tanto,
ya sea que estemos vivos o que hayamos muerto, somos del Señor. Porque
Cristo murió y resucitó para ser Señor de vivos y muertos.
Pero tú, ¿por qué juzgas mal a tu hermano? ¿Por
qué lo desprecias? Todos vamos a comparecer ante el tribunal de Dios.
Como dice la Escritura: Juro por mí mismo, dice el Señor, que
todos doblarán la rodilla ante mí y todos reconocerán públicamente
que yo soy Dios. En resumen: cada uno de nosotros tendrá que dar cuenta
de sí mismo a Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 26 R/.
El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy
a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién
podrá hacerme temblar? R/.
Lo único que pido, lo único que busco es vivir en la casa del
Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar
continuamente en su presencia. R/.
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor
y fortaleza y en el Señor confía. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 11, 28) R/. Aleluya, aleluya.
Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la
carga, y yo les daré alivio, dice el Señor. R/.
Habrá alegría en el cielo por un solo pecador que se convierte.
Del santo Evangelio según san Lucas: 15, 1-10
En aquel tiempo, se acercaban
a Jesús los publicanos y los pecadores para escucharlo; por lo cual los
fariseos y los escribas murmuraban entre sí: "Éste recibe
a los pecadores y come con ellos".
Jesús les dijo entonces esta parábola: "¿Quién
de ustedes, si tiene cien ovejas y se le pierde una, no deja las noventa y nueve
en el campo y va en busca de la que se le perdió hasta encontrarla? Y
una vez que la encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría,
y al llegar a su casa, reúne a los amigos y vecinos y les dice: 'Alégrense
conmigo, porque ya encontré la oveja que se me había perdido'.
Yo les aseguro que también en el cielo habrá más alegría
por un pecador que se convierte, que por noventa y nueve justos, que no necesitan
convertirse.
¿Y qué mujer hay, que si tiene diez monedas de plata y pierde
una, no enciende luego una lámpara y barre la casa y la busca con cuidado
hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas
y les dice: 'Alégrense conmigo, porque ya encontré la moneda que
se me había perdido'. Yo les aseguro que así también se
alegran los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierte".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que Jesucristo, nuestro Mediador, haga que te sean aceptables, Señor, nuestras ofrendas y que su sacrificio redentor nos haga vivir cada día más unidos a Él, para que toda nuestra vida sea grata a tus ojos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 28, 20
Sepan que yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos ofrecido en el sacrificio y recibido en la comunión, sean para nosotros, Señor, el principio de una vida nueva, a fin de que, unidos a ti por el amor, demos frutos que permanezcan para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LA ASTUCIA Y LA PERSEVERANCIA
Rm 15, 14-21; Lc 16, 1-8
El personaje típico de la parábola evangélica encarna a la perfección la astucia y la habilidad para vencer todo tipo de obstáculos. Ese hombre puede reaparecer en los más distintos ambientes y situaciones. Es la gente pragmática que obtiene cuanto se propone. Ese rasgo es resaltado por el Señor Jesús ante la mirada de sus discípulos. Quien se decida a vivir el camino del Reino, necesitará desplegar sus propias destrezas y habilidades. El camino cristiano no es una salida de emergencia para los pusilánimes o los indiferentes. En el cierre de la carta a los Romanos el apóstol san Pablo externa sus sentimientos profundos y nos comparte la satisfacción de haber conseguido sus grandes propósitos. El encuentro sorpresivo con Jesús resucitado había desatado su enorme iniciativa misionera. Un verdadero parteaguas. En lo sucesivo no podría vivir sin proclamar el Evangelio de Cristo Jesús.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sb 11, 24. 25. 27)
Señor, tú tienes misericordia de todos y nunca odias a tus creaturas; borras los pecados de los hombres que se arrepienten, y los perdonas, porque tú, Señor, eres nuestro Dios.
ORACIÓN COLECTA
Señor, ten misericordia de tu pueblo, perdona todos nuestros pecados y aleja de nosotros los castigos que han merecido nuestras culpas. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Yo predico el Evangelio de Dios a fin de que los paganos lleguen a ser una ofrenda agradable al Señor.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 15, 14-21
Hermanos: En lo personal
estoy convencido de que ustedes están llenos de bondad y conocimientos
para poder aconsejarse los unos a los otros. Sin embargo, les he escrito con
cierto atrevimiento algunos pasajes para recordarles ciertas cosas que ya sabían.
Lo he hecho autorizado por el don que he recibido de Dios de ser ministro sagrado
de Cristo Jesús entre los paganos. Mi actividad sacerdotal consiste en
predicar el Evangelio de Dios, a fin de que los paganos lleguen a ser una ofrenda
agradable al Señor, santificada por el Espíritu Santo.
Por lo tanto, en lo que se refiere al servicio de Dios, tengo de qué
gloriarme en Cristo Jesús, pues no me atrevería a hablar de nada
sino de lo que Cristo ha hecho por mi medio para la conversión de los
paganos, valiéndose de mis palabras y acciones, con la fuerza de señales
y prodigios y con el poder del Espíritu Santo. De esta manera he dado
a conocer plenamente el Evangelio de Cristo por todas partes, desde Jerusalén
hasta la región de Iliria. Pero he tenido mucho cuidado de no predicar
en los lugares donde ya se conocía a Cristo, para no construir sobre
cimientos ya puestos por otros, de acuerdo con lo que dice la Escritura: Los
que no habían tenido noticias de él, lo verán; y los que
no habían oído de él, lo conocerán. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 97 R/.
Que todos los pueblos aclamen al Señor.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra
y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su
justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
R/.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos
y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
ACLAMACIÓN
(1 Jn 2, 5) R/. Aleluya, aleluya.
En aquel que cumple la palabra de Cristo, el amor de Dios ha llegado a su plenitud.
R/.
Los que pertenecen a este mundo son más hábiles en sus negocios
que los que pertenecen a la luz.
Del santo Evangelio según san Lucas: 16, 1-8
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Había una vez un hombre rico que tenía un administrador, el cual fue acusado ante él de haberle malgastado sus bienes. Lo llamó y le dijo: `¿Es cierto lo que me han dicho de ti? Dame cuenta de tu trabajo, porque en adelante ya no serás administrador'. Entonces el administrador se puso a pensar: `¿Qué voy a hacer ahora que me quitan el trabajo? No tengo fuerzas para trabajar la tierra y me da vergüenza pedir limosna. Ya sé lo que voy a hacer, para tener a alguien que me reciba en su casa, cuando me despidan'. Entonces fue llamando uno por uno a los deudores de su amo. Al primero le preguntó: `¿Cuánto le debes a mi amo?' El hombre respondió: 'Cien barriles de aceite'. El administrador le dijo: 'Toma tu recibo, date prisa y haz otro por cincuenta'. Luego preguntó al siguiente: 'Y tú, ¿cuánto debes?' Éste respondió: 'Cien sacos de trigo'. El administrador le dijo: `Toma tu recibo y haz otro por ochenta'. El amo tuvo que reconocer que su mal administrador había procedido con habilidad. Pues los que pertenecen a este mundo son más hábiles en sus negocios que los que pertenecen a la luz". Palabra del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, este sacrificio de reconciliación y alabanza, para que perdones nuestros pecados y dirijas hacia ti nuestro vacilante corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 15, 10)
Por un solo pecador que se convierta, dice el Señor, habrá gran alegría entre los ángeles del cielo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por nuestra participación en el sacramento del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, nos has perdonado, Señor, nuestros pecados, concédenos tu gracia para evitarlos de ahora en adelante y servirte con sincero corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Dedicación de la Basílica de Letrán
Santos :San Teodoro de Amasea, mártir. Beata Isabel Catez de la Trinidad, religiosa.
Vísperas de la Dedicación. Completas I de domingo, con la oración "Guárdanos" Tomo IV: pp. 1076 y 498. Para los fieles: pp. 722 y 423. Edición popular: pp. 289 y 486. Fiesta (Blanco)
LOS SIGNOS PLENOS DE SENTIDO
Ez 47,1-2. 8-9. 12; Jn 2,13-22
El gesto profético que Jesús realizó —según el Evangelio de san Juan en la víspera de la fiesta de Pascua en el templo de Jerusalén— desveló su pleno sentido a partir de su resurrección. Éste como otros signos cumplidos por el Verbo de Dios, fueron descifrados en todo su alcance a partir de la Pascua. Ya no será el espacio material de un edificio el que servirá de vehículo para el encuentro con Dios. La presencia invisible pero real de Jesús en medio de sus discípulos, fue vista por la comunidad cristiana como el verdadero cumplimiento de la profecía de Ezequiel. La verdadera fuente de agua viva que brotaba del nuevo templo de su cuerpo, era la vitalidad del espíritu que dinamizaba la existencia de los creyentes. Fortalecidos por el impulso del Señor Jesús, los apóstoles irían ofreciendo la salud espiritual y realizando signos y curaciones a favor de los necesitados.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 21, 2)
Vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de donde estaba al lado de Dios, engalanada como una novia que se adorna para su esposo.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que edificas con piedras vivas y escogidas el templo eterno de tu gloria, derrama sobre tu Iglesia los dones del Espíritu Santo, para que tu pueblo fiel llegue un día a transformarse en la Jerusalén celestial. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Vi salir agua del templo: era un agua que daba vida y fertilidad.
Del libro del profeta Ezequiel: 47, 1-2. 8-9. 12
En aquellos tiempos, un
hombre me llevó a la entrada del templo. Por debajo del umbral manaba
agua hacia el oriente, pues el templo miraba hacia el oriente, y el agua bajaba
por el lado derecho del templo, al sur del altar.
Luego me hizo salir por el pórtico del norte y dar la vuelta hasta el
pórtico que mira hacia el oriente, y el agua corría por el lado
derecho. Aquel hombre me dijo: "Estas aguas van hacia la región
oriental; bajarán hasta el Arabá, entrarán en el mar de
aguas saladas y lo sanearán. Todo ser viviente que se mueva por donde
pasa el torrente, vivirá; habrá peces en abundancia, porque los
lugares a donde lleguen estas aguas quedarán saneados y por dondequiera
que el torrente pase, prosperará la vida. En ambas márgenes del
torrente crecerán árboles frutales de toda especie, de follaje
perenne e inagotables frutos. Darán frutos nuevos cada mes, porque los
riegan las aguas que manan del santuario. Sus frutos servirán de alimento
y sus hojas, de medicina". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 45 R/.
Un río alegra a la ciudad de Dios.
Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, quien en todo peligro nos socorre.
Por eso no tememos, aunque tiemble, y aunque al fondo del mar caigan los montes.
R/.
Un río alegra a la ciudad de Dios, su morada el Altísimo hace
santa. Teniendo a Dios, Jerusalén no teme, porque Dios la protege desde
el alba. R/.
Con nosotros está Dios, el Señor; es el Dios de Israel nuestra
defensa. Vengan a ver las cosas sorprendentes que ha hecho el Señor sobre
la tierra. R/.
Ustedes son el templo de Dios.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 3, 9-11. 16-17
Hermanos: Ustedes son la
casa que Dios edifica. Yo, por mi parte, correspondiendo al don que Dios me
ha concedido, como un buen arquitecto, he puesto los cimientos; pero es otro
quien construye sobre ellos. Que cada uno se fije cómo va construyendo.
Desde luego el único cimiento válido es Jesucristo y nadie puede
poner otro distinto.
¿No saben acaso ustedes que son el templo de Dios y que el Espíritu
de Dios habita en ustedes? Quien destruye el templo de Dios, será destruido
por Dios, porque el templo de Dios es santo y ustedes son ese templo. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(2 Cro 7, 16) R/. Aleluya, aleluya.
He elegido y santificado este lugar, dice el Señor, para que siempre
habite ahí mi nombre. R/.
Jesús hablaba del templo de su cuerpo.
Del santo Evangelio según san Juan: 2, 13-22
Cuando se acercaba la Pascua
de los judíos, Jesús llegó a Jerusalén y encontró
en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas
con sus mesas. Entonces hizo un látigo de cordeles y los echó
del templo, con todo y sus ovejas y bueyes; a los cambistas les volcó
las mesas y les tiró al suelo las monedas; y a los que vendían
palomas les dijo: "Quiten todo de aquí y no conviertan en un mercado
la casa de mi Padre".
En ese momento, sus discípulos se acordaron de lo que estaba escrito:
El celo de tu casa me devora.
Después intervinieron los judíos para preguntarle: "¿Qué
señal nos das de que tienes autoridad para actuar así?" Jesús
les respondió: "Destruyan este templo y en tres días lo reconstruiré".
Replicaron los judíos: "Cuarenta y seis años se ha llevado
la construcción del templo, ¿y tú lo vas a levantar en
tres días?"
Pero Él hablaba del templo de su cuerpo. Por eso, cuando resucitó
Jesús de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que
había dicho aquello y creyeron en la Escritura y en las palabras que
Jesús había dicho.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, nuestras ofrendas y concede a tu pueblo, unido en la plegaria, ser fortalecido por tus sacramentos y obtener lo que pide en sus oraciones. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque en toda casa consagrada a la
oración te has dignado quedarte con nosotros, para hacernos tú
mismo templos del Espíritu Santo, que brillen, sostenidos por tu gracia,
con el esplendor de una vida santa.
Y, porque con tu acción constante, santificas a la Iglesia, esposa de
Cristo, simbolizada por estos edificios materiales, a fin de que, llena de gozo
por la multitud de sus hijos, sea presentada a ti en la gloria de tu Reino.
Por eso, con todos los ángeles y santos, te alabamos, proclamando sin
cesar: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 P 2, 5)
Nosotros somos piedras vivas, que sirven para construir el templo espiritual, el pueblo sacerdotal que pertenece a Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, que has querido darnos en tu Iglesia un signo temporal de la Jerusalén celeste, concédenos, por esta comunión, ser transformados aquí en templos de tu gracia y entrar un día en el Reino de tu gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XXXII DOMINGO ORDINARIO
Santos: León 1 Magno, Papa; Justo de Canterbury, obispo; Andrés Avelino, presbítero. (Verde)
LA ESPERANZA EN LA VIDA PLENA
2 M 7, 1-2. 9-14; 2 Ts 2, 16-3,5; Lc 20, 27-38
Los saduceos sostenían una visión estrecha de la vida, puesto que juzgaban inadmisible la resurrección de los muertos; más aún, su visión de la resurrección parecía ser una simple prolongación de la existencia terrestre. El caso aparentemente insoluble de la esposa de siete maridos les serviría para tratar de exponer a Jesús al ridículo. Su estrategia resultó desmontada, porque el Maestro les hizo ver que la vida plena no es una simple continuación de la vida terrena, sino el comienzo de una existencia exenta de toda negatividad y carencia. De ahí que en la otra vida, ni el matrimonio, ni la filiación serían necesarios. La conciencia y la fe en la resurrección habían aparecido por primera vez dos siglos antes en Israel. Esa expectativa vería su cumplimiento a partir de la resurrección del Señor Jesús. Su vida y su pascua, no solamente sus palabras, serían el hecho decisivo que daría principio a un nuevo comienzo en la historia de la revelación de Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 87, 3)
Que llegue hasta ti mi súplica, Señor, y encuentren acogida mis plegarias.
ORACIÓN COLECTA
Ayúdanos, Señor, a dejar en tus manos paternales todas nuestras preocupaciones, a fin de que podamos entregarnos con mayor libertad a tu servicio. Por nuestro Señor Jesucristo…
LITURGIA DE LA PALABRA
El rey del universo nos resucitará para una vida eterna.
Del segundo libro de los Macabeos: 7, 1-2. 9-14
En aquellos días,
arrestaron a siete hermanos junto con su madre. El rey Antíoco Epífanes
los hizo azotar para obligarlos a comer carne de puerco, prohibida por la ley.
Uno de ellos, hablando en nombre de todos, dijo: "¿Qué quieres
saber de nosotros? Estamos dispuestos a morir antes que quebrantar la ley de
nuestros padres".
El rey se enfureció y lo mandó matar. Cuando el segundo de ellos
estaba para morir, le dijo al rey: "Asesino, tú nos arrancas la
vida presente, pero el rey del universo nos resucitará a una vida eterna,
puesto que morimos por fidelidad a sus leyes".
Después comenzaron a burlarse del tercero. Presentó la lengua
como se lo exigieron, extendió las manos con firmeza y declaró
confiadamente: "De Dios recibí estos miembros y por amor a su ley
los desprecio, y de él espero recobrarlos". El rey y sus acompañantes
quedaron impresionados por el valor con que aquel muchacho despreciaba los tormentos.
Una vez muerto éste, sometieron al cuarto a torturas semejantes. Estando
ya para expirar, dijo: "Vale la pena morir a manos de los hombres, cuando
se tiene la firme esperanza de que Dios nos resucitará. Tú, en
cambio, no resucitarás para la vida". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Del salmo 16 R/.
Al despertar, Señor, contemplaré tu rostro.
Señor, hazme justicia y a mi clamor atiende; presta oído a mi
súplica, pues mis labios no mienten. R/.
Mis pies en tus caminos se mantuvieron firmes, no tembló mi pisada. A
ti mi voz elevo, pues sé que me respondes. Atiéndeme, Dios mío,
y escucha mis palabras. R/.
Protégeme, Señor, como a las niñas de tus ojos, bajo la
sombra de tus alas escóndeme, pues yo, por serte fiel, contemplaré
tu rostro y al despertarme, espero saciarme de tu vista. R/.
Que el Señor disponga los corazones de ustedes para toda clase de obras buenas y de buenas palabras.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 2, 16-3, 5
Hermanos: Que el mismo Señor
nuestro, Jesucristo, y nuestro Padre Dios, que nos ha amado y nos ha dado gratuitamente
un consuelo eterno y una feliz esperanza, conforten los corazones de ustedes
y los dispongan a toda clase de obras buenas y de buenas palabras.
Por lo demás, hermanos, oren por nosotros para que la palabra del Señor
se propague con rapidez y sea recibida con honor, como aconteció entre
ustedes. Oren también para que Dios nos libre de los hombres perversos
y malvados que nos acosan, porque no todos aceptan la fe.
Pero el Señor, que es fiel, les dará fuerza a ustedes y los librará
del maligno. Tengo confianza en el Señor de que ya hacen ustedes y continuarán
haciendo cuanto les he mandado. Que el Señor dirija su corazón
para que amen a Dios y esperen pacientemente la venida de Cristo. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Ap 1, 5. 6) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo es el primogénito de entre los muertos; a Él sea dada
la gloria y el poder por siempre. R/.
Dios no es Dios de muertos, sino de vivos.
Del santo Evangelio según san Lucas: 20, 27-38
En aquel tiempo, se acercaron
a Jesús algunos saduceos. Como los saduceos niegan la resurrección
de los muertos, le preguntaron: "Maestro, Moisés nos dejó
escrito que si alguno tiene un hermano casado que muere sin haber tenido hijos,
se case con la viuda para dar descendencia a su hermano. Hubo una vez siete
hermanos, el mayor de los cuales se casó y murió sin dejar hijos.
El segundo, el tercero y los demás, hasta el séptimo, tomaron
por esposa a la viuda y todos murieron sin dejar sucesión. Por fin murió
también la viuda. Ahora bien, cuando llegue la resurrección, ¿de
cuál de ellos será esposa la mujer, pues los siete estuvieron
casados con ella?"
Jesús les dijo: "En esta vida, hombres y mujeres se casan, pero
en la vida futura, los que sean juzgados dignos de ella y de la resurrección
de los muertos, no se casarán ni podrán ya morir, porque serán
como los ángeles e hijos de Dios, pues Él los habrá resucitado.
Y que los muertos resucitan, el mismo Moisés lo indica en el episodio
de la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios
de Jacob. Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para El todos
viven".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Llenos de la fe y la
esperanza que Dios nos da, presentémosle confiadamente nuestras plegarias
a Dios. Después de cada petición diremos:
Escúchanos, Padre y aumenta nuestra fe.
Por el Papa Francisco. Que el Señor lo bendiga y lo llene con su
gracia, para el bien de todo el pueblo cristiano. Oremos.
Por los Obispos mexicanos. Que el Señor los asista en su reunión
de la próxima semana. Oremos.
Por toda la Iglesia, extendida de Oriente a Occidente. Que dé siempre,
en medio de nuestro mundo, un buen testimonio del amor de Dios. Oremos.
Por los pobres y por los abandonados. Que encuentren en nosotros la compañía
y la ayuda que necesitan. Oremos.
Por los enfermos que sienten cercana la muerte. Que la esperanza de la vida
eterna les dé coraje y fortaleza en estos momentos difíciles.
Oremos.
Por nosotros. Que la celebración de la Eucaristía sea para todos
fuente de alegría y de paz, y nos mueva a amar cada vez más a
Jesucristo. Oremos.
Tú, Padre, nos llamas a nosotros y a todos los hombres y mujeres
del mundo a una vida plenamente feliz en tu Reino. Escucha nuestra oración,
y acompáñanos siempre con tu amor infinito. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, con bondad los dones que te presentamos, a fin de que el sacramento de la muerte y resurrección de tu Hijo, nos alcance de ti la vida verdadera. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 22, 1-2)
El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace reposar; me conduce hacia fuentes tranquilas para reparar mis fuerzas.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te damos gracias, Señor, por habernos alimentado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y te rogamos que la fuerza del Espíritu Santo, que nos has comunicado en este sacramento, permanezca en nosotros y transforme toda nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Algunos de los edificios religiosos más famosos de algunas ciudades de México, lo mismo que famosas basílicas y catedrales tanto en España como en Roma registran una historia de "movimiento", puesto que en algún tiempo fueron espacios o santuarios consagrados a los dioses venerados por los antiguos pobladores, hasta que posteriormente los convirtieron en centros de culto cristiano. El recuerdo de la actitud radical que asumió el Señor Jesús en relación al templo de Jerusalén nos advierte en qué dirección poner nuestra atención: en la construcción de un templo espiritual, es decir, en la edificación de una comunidad donde se respire un clima de amor fraterno, humildad y disposición al perdón. En la medida que las personas que nos reunimos en los templos construyamos relaciones de respeto y solidaridad, cumpliremos nuestra vocación de ser morada espiritual donde habite el Señor.
Santos: Martín de Tours, obispo; Bartolomé "el Joven" de Grottaferrata, abad. Memoria (Blanco)
UN ESPÍRITU AMIGO DE LOS HOMBRES
Sb 1, 1-7; Lc 17, 1-6
Para vivir conforme al espíritu
de la reconciliación y el perdón sin límites que propone
el Señor Jesús a sus discípulos, además de paciencia
y buena voluntad, se necesita el auxilio de la gracia de Dios.
Gracia que los primeros cristianos asociaron con la efusión del Espíritu
Santo a partir de la resurrección de Jesús. Esa manifestación
de la vida divina no irrumpió de la noche a la mañana en la comunidad
de los creyentes. El nuevo Israel, se sabía heredero de los hijos de
Abrahán y éstos habían ido descifrando la presencia misteriosa
de Dios, personificada como espíritu santo y educador, de forma consistente.
La progresiva revelación de Dios fue abriéndose paso en la mente
y la cultura de Israel. La trascendente soberanía de Dios se hizo accesible
en la persona del Verbo Encarnado y en la inefable presencia del Espíritu
Santo, artífice de la reconciliación.
ANTÍFONA DE ENTRADA (1 S 2, 35)
Yo elegiré para mi pueblo un sacerdote fiel que obre según mi corazón y mis deseos, dice el Señor.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que hiciste resplandecer tu gloria en la vida y en la muerte de san Martín, obispo de Tours, renueva en nuestros corazones la fuerza de tu amor, para que ni la muerte ni la vida puedan separarnos de ti. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres. El espíritu del Señor llena toda la tierra.
Del libro de la Sabiduría: 1, 1-7
Amen la justicia, ustedes,
los que gobiernan la tierra, piensen bien del Señor y con sencillez de
corazón búsquenlo. Él se deja hallar por los que no dudan
de Él y se manifiesta a los que en Él confían. Los pensamientos
perversos apartan de Dios, y los insensatos, que quieren poner a prueba el poder
divino, quedan en ridículo. La sabiduría no entra en un alma malvada,
ni habita en un cuerpo sometido al pecado. El santo espíritu, que nos
educa, y huye de la hipocresía, se aleja de la insensatez y es rechazado
por la injusticia.
La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres, pero no dejará
sin castigo al que blasfema, porque Dios conoce lo más íntimo
del alma, observa atentamente el corazón y escucha cuanto dice la lengua.
El espíritu del Señor llena toda la tierra, le da consistencia
al universo y sabe todo lo que el hombre dice. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Del salmo 138 R/.
Condúceme, Señor, por tu camino.
Tú me conoces, Señor, profundamente: tú conoces cuándo
me siento y me levanto, desde lejos sabes mis pensamientos, tú observas
mi camino y mi descanso, todas mis sendas te son familiares. R/.
Apenas la palabra está en mi boca y ya, Señor, te la sabes completa.
Me envuelves por todas partes y tienes puesta sobre mí tu mano. Ésta
es una ciencia misteriosa para mí, tan sublime, que no la alcanzo. R/.
¿A dónde iré yo lejos de ti? ¿Dónde escaparé
de tu mirada? Si subo hasta el cielo, allí estás tú; si
bajo al abismo, allí te encuentras. R/.
Si voy en alas de la aurora o me alejo hasta el extremo del mar, también
allí tu mano me conduce y tu diestra me sostiene. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Flp 2, 15. 16) R/. Aleluya, aleluya.
Iluminen al mundo con la luz del Evangelio reflejada en su vida. R/.
Si tu hermano te ofende siete veces al día, y siete veces viene a ti para decirte que se arrepiente, perdónalo.
Del santo Evangelio según san Lucas: 17, 1-6
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "No es posible evitar que existan ocasiones
de pecado, pero ¡ay de aquel que las provoca! Más le valdría
ser arrojado al mar con una piedra de molino sujeta al cuello, que ser ocasión
de pecado para la gente sencilla. Tengan, pues, cuidado. Si tu hermano te ofende,
trata de corregirlo; y si se arrepiente, perdónalo. Y si te ofende siete
veces al día, y siete veces viene a ti para decirte que se arrepiente,
perdónalo".
Los apóstoles dijeron entonces al Señor: "Auméntanos
la fe". El Señor les contestó: "Si tuvieran fe, aunque
fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle
a ese árbol frondoso: 'Arráncate de raíz y plántate
en el mar', y los obedecería". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, los dones que te presentamos en esta festividad del obispo san Martín y concédenos que esta Eucaristía nos conduzca siempre hacia ti, a través de las alegrías y las penas de esta vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 25, 40)
Yo les aseguro que todo lo que hagan a uno de estos hermanos míos insignificantes, a mí mismo me lo hacen, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú que nos has renovado con el sacramento de la unidad, ayúdanos, Señor, a cumplir tu voluntad en todo lo que hacemos, para que, a ejemplo de san Martín, disfrutemos la alegría de ser verdaderamente tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LO QUE TENÍAMOS QUE HACER
Sb 2,23, 3-9; Lc 17,7-10
El sabio que compuso esta reflexión conocía probablemente por experiencia propia, que las personas que procuraban arreglar su vida conforme a los justos mandamientos de Dios, enfrentaban obstáculos de diverso tipo: rechazo social, abusos por parte de los poderosos y marginación. No era sencillo mantener una espiritualidad de la resistencia en medio de una sociedad orientada desaforadamente a la búsqueda del bienestar individual, como sucedía en la colonia judía de Alejandría en Egipto. El trozo sapiencial del Evangelio de san Lucas nos regala una instrucción interesante, al recordarnos que no existe una mejor manera de vivir en paz y tranquilidad que conduciéndose de acuerdo a las convicciones creyentes que uno profesa y realizando la voluntad del Padre.
ANTÍFONA DE ENTRADA (1 S 2, 35)
Yo elegiré para mi pueblo un sacerdote fiel, que obre según mi corazón y mis deseos, dice el Señor.
ORACIÓN COLECTA
Aviva, Señor, en tu Iglesia, el espíritu de amor, que dio valor a san Josafat para morir por su pueblo a fin de que, fortalecidos por tu amor, no dudemos en sacrificar ninguno de nuestros intereses por el bien de nuestros hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Los insensatos pensaban que los justos habían muerto, pero ellos están en paz.
Del libro de la Sabiduría: 2, 23-3, 9
Dios creó al hombre
para que fuera inmortal, lo hizo a imagen y semejanza de sí mismo; mas,
por envidia del diablo, entró la muerte en el mundo, y la experimentan
quienes le pertenecen.
En cambio, las almas de los justos están en las manos de Dios y no los
alcanzará ningún tormento. Los insensatos pensaban que los justos
habían muerto, que su salida de este mundo era una desgracia y su salida
de entre nosotros, una completa destrucción. Pero los justos están
en paz. La gente pensaba que sus sufrimientos eran un castigo, pero ellos esperaban
confiadamente la inmortalidad. Después de breves sufrimientos recibirán
una abundante recompensa, pues Dios los puso a prueba y los halló dignos
de sí. Los probó como oro en el crisol y los aceptó como
un holocausto agradable.
En el día del juicio brillarán los justos como chispas que se
propagan en un cañaveral. Juzgarán a las naciones y dominarán
a los pueblos, y el Señor reinará eternamente sobre ellos. Los
que confían en el Señor comprenderán la verdad y los que
son fieles a su amor permanecerán a su lado, porque Dios ama a sus elegidos
y cuida de ellos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 33 R/.
Bendigamos al Señor a todas horas.
Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de
alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor, que se alegre su pueblo al
escucharlo. R/.
Los ojos del Señor cuidan al justo y a su clamor están atentos
sus oídos. Contra el malvado, en cambio, está el Señor,
para borrar de la tierra su recuerdo. R/.
Escucha el Señor al hombre justo y lo libra de todas sus congojas. El
Señor no está lejos de sus fieles y levanta a las almas abatidas.
R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 23) R/. Aleluya, aleluya.
El que me ama, cumplirá mi palabra, dice el Señor; y mi Padre
lo amará y vendremos a él. R/.
No somos más que siervos; sólo hemos hecho lo que teníamos que hacer.
Del santo Evangelio según san Lucas: 17, 7-10
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus apóstoles: "¿Quién de ustedes, si tiene
un siervo que labra la tierra o pastorea los rebaños, le dice cuando
éste regresa del campo:
`Entra enseguida y ponte a comer'? ¿No le dirá más bien:
`Prepárame de comer y disponte a servirme, para que yo coma y beba; después
comerás y beberás tú?' ¿Tendrá acaso que
mostrarse agradecido con el siervo, porque éste cumplió con su
obligación? Así también ustedes, cuando hayan cumplido
todo lo que se les mandó, digan: 'No somos más que siervos; sólo
hemos hecho lo que teníamos que hacer' ". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Bendice y acepta, Señor, los dones que te presentamos y haz que esta Eucaristía, nos confirme en la misma fe que san Josafat atestiguó con su sangre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 10, 10)
Yo vine al mundo, para que tengan vida y la tengan en abundancia, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que este sacramento que hemos recibido nos comunique, Señor, tus dones de fortaleza y de paz, para que, a ejemplo de san Josafat, trabajemos sin descanso por la unidad y la santificación de la Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
EL PRINCIPIO DE LA RENDICIÓN DE CUENTAS
Sb 6, 1-11; Lc 17, 11-19
Que ahora tanto valoramos, está implícito en las exigencias que en nombre de Dios, dirige el autor del libro de la Sabiduría a los gobernantes de su época. En primer lugar, les advierte que son depositarios de un poder conferido, por Dios, en tanto garante y tutor del bienestar de la comunidad. Obviamente el autor no se ubicaba dentro de la visión de la soberanía popular. En segundo lugar, dichos gobernantes estarán sujetos de alguna manera a la ética de la responsabilidad. El texto no propugna un poder absoluto, puesto que propone "un control riguroso" para los poderosos. Otra de las formas de rendición de cuentas que los seres humanos podemos manifestar es la gratitud; quien haya recibido los favores de Dios, como fue el caso de los leprosos, honrarán su persona manifestando gratitud. Dios se complace en auxiliarnos, y el ser agradecidos nos mantiene humildes con Él y con los demás.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 16, 15)
Yo quiero acercarme a ti, Señor, y saciarme de gozo en tu presencia.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que iluminas a los extraviados con la luz de tu Evangelio para que vuelvan al camino de la verdad, concede a cuantos nos llamamos cristianos imitar fielmente a Cristo y rechazar lo que pueda alejarnos de Él. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Escuchen, reyes, para que obtengan la sabiduría.
Del libro de la Sabiduría: 6, 1-11
Escuchen, reyes, y entiendan;
aprendan, soberanos de todas las naciones de la tierra; estén atentos,
los que gobiernan a los pueblos y están orgullosos del gran número
de sus súbditos: El Señor les ha dado a ustedes el poder; el Altísimo,
la soberanía; Él va a examinar las obras de ustedes y a escudriñar
sus intenciones.
Ustedes son ministros de su reino y no han gobernado rectamente, ni han cumplido
la ley, ni han vivido de acuerdo con la voluntad de Dios. Él caerá
sobre ustedes en forma terrible y repentina, porque un juicio implacable espera
a los que mandan. Al pequeño, por compasión se le perdona, pero
a los poderosos se les castigará severamente. El Señor de todos
ante nadie retrocede y no hay grandeza que lo asuste; Él hizo al grande
y al pequeño y cuida de todos con igual solicitud; pero un examen muy
severo les espera a los poderosos.
A ustedes, pues, soberanos, se dirigen mis palabras, para que aprendan a ser
sabios y no pequen; porque los que cumplen fielmente la voluntad del Señor
serán reconocidos como justos, y los que aprenden a cumplir su voluntad
encontrarán defensa. Pongan, pues, atención a mis palabras, búsquenlas
con interés y ellas los instruirán. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Del salmo 81 R/.
Ven, Señor, y haz justicia.
Protejan al pobre y al huérfano, hagan justicia al humilde y al necesitado,
defiendan al desvalido y al pobre y líbrenlos de las manos del malvado.
R/.
Yo declaro: "Aunque todos ustedes sean dioses e hijos del Altísimo,
morirán como cualquier hombre, caerán como cualquier príncipe".
R/.
ACLAMACIÓN
(1 Ts 5, 18) R/. Aleluya, aleluya.
Den gracias siempre, unidos a Cristo Jesús, pues esto es lo que Dios
quiere que ustedes hagan. R/.
¿No ha habido nadie, fuera de este extranjero, que volviera para dar gloria a Dios?
Del santo Evangelio según san Lucas: 17, 11-19
En aquel tiempo, cuando
Jesús iba de camino a Jerusalén, pasó entre Samaria y Galilea.
Estaba cerca de un pueblo, cuando le salieron al encuentro diez leprosos, los
cuales se detuvieron a lo lejos y a gritos le decían: "¡Jesús,
maestro, ten compasión de nosotros!"
Al verlos, Jesús les dijo: "Vayan a presentarse a los sacerdotes".
Mientras iban de camino, quedaron limpios de la lepra.
Uno de ellos, al ver que estaba curado, regresó, alabando a Dios en voz
alta, se postró a los pies de Jesús y le dio las gracias. Ése
era un samaritano. Entonces dijo Jesús: "¿No eran diez los
que quedaron limpios? ¿Dónde están los otros nueve? ¿No
ha habido nadie, fuera de este extranjero, que volviera para dar gloria a Dios?"
Después le dijo al samaritano: "Levántate y vete. Tu fe te
ha salvado". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira bondadosamente, Señor, las ofrendas de tu Iglesia suplicante, y conviértelas en alimento espiritual que ayude a crecer en santidad a todos tus fieles. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 83, 4-5)
Dichosos los que se acercan a tu altar, Señor. Dichosos los que viven en tu casa y pueden alabarte siempre, Rey mío y Dios mío.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te suplicamos, Señor, que esta Eucaristía que hemos recibido, nos ayude a amarte más y a servirte mejor cada día. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Lorenzo O’Toole, obispo; Serapio de Argel, mártir, Beata Magdalena Morano, religiosa, Feria (Verde)
REFLEJO DE LA LUZ ETERNA
Sb 7, 22-8, 1; Lc 17, 20-25
La cantidad de rasgos con que el autor sapiencial describe la Sabiduría es más que suficiente para darnos una idea de su realidad más íntima. La sabiduría dispone de una dimensión analítica que le permite descifrar todos los interrogantes y cuestiones que afligen al ser humano; se distingue porque produce serenidad cuando uno asume opciones de manera sensata; tiene un carácter trascendente e inmaterial por provenir directamente de Dios. Como presencia amorosa de Dios, la sabiduría va atrayendo sutilmente a los que se dejan guiar por ella para hacerlos amigos de Dios. Quien disponga de esa sabiduría, logrará descifrar los secretos del Reinado de Dios y sabrá indagar la forma en que el Padre amoroso, manifiesta su presencia en medio de sus fieles. El carácter discreto, imprevisible y repentino del Reino impide que lo identifiquemos de manera exclusiva con alguna manifestación histórica concreta.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 77, 23-25)
Abrió Dios las compuertas del cielo e hizo llover sobre ellos el maná para que comiesen; les dio un trigo celeste, y el hombre comió pan de ángeles.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que llevaste
a cabo la obra de la redención humana por el misterio pascual de tu Hijo,
concédenos que, al anunciar llenos de fe por medio de los signos sacramentales,
su muerte y resurrección, recibamos cada vez con mayor abundancia los
frutos de la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo...
La sabiduría es un reflejo de la luz eterna, un espejo inmaculado de
la actividad de Dios.
Del libro de la
Sabiduría: 7, 22-8, 1
La sabiduría es un espíritu inteligente, santo, único y
múltiple, sutil, ágil y penetrante, inmaculado, lúcido
e invulnerable, amante del bien, agudo y libre, bienhechor, amigo del hombre
y amable, firme, seguro y sereno, que todo lo puede y todo lo ve, que penetra
en todos los espíritus: los inteligentes, los puros y los más
sutiles.
La sabiduría es más ágil que cualquier movimiento y, por
ser inmaterial, lo atraviesa y lo penetra todo. La sabiduría es un resplandor
del poder de Dios, una emanación purísima de la gloria del omnipotente,
por eso nada sucio la puede contaminar. Es un reflejo de la luz eterna, un espejo
inmaculado de la actividad de Dios y una imagen de su bondad. Ella sola lo puede
todo; sin cambiar en nada, todo lo renueva; entra en las almas de los buenos
de cada generación, hace de ellos amigos de Dios y profetas, porque Dios
ama sólo a quienes conviven con la sabiduría.
La sabiduría es más brillante que el sol y que todas las constelaciones;
si se la compara con la luz del día, la sabiduría sale ganando,
porque al día lo vence la noche, pero contra la sabiduría, la
maldad no puede nada. Ella se extiende poderosa de un extremo al otro del mundo
y con suavidad gobierna todo el universo.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 118 R/.
Enséñanos, Señor, tus leyes.
Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo. Tu fidelidad
permanece de generación en generación, como la tierra, que tú
cimentaste. R/.
Todo subsiste hasta hoy por orden tuya y todo está a tu servicio. La
explicación de tu palabra da luz y entendimiento a los humildes. R/.
Mira benignamente a tu siervo y enséñame a cumplir tus mandamientos;
que sólo viva yo, Señor, para alabarte y que tu ley me ayude.
R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 15, 5) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy la vid y ustedes los sarmientos; el que permanece en mí y yo en
él, ése da fruto abundante. R/.
El Reino de Dios ya está entre ustedes.
Del santo Evangelio según san Lucas: 17, 20-25
En aquel tiempo, los fariseos
le preguntaron a Jesús: "¿Cuándo llegará el
Reino de Dios?" Jesús les respondió: "El Reino de Dios
no llega aparatosamente. No se podrá decir: 'Está aquí'
o 'Está allá', porque el Reino de Dios ya está entre ustedes".
Les dijo entonces a sus discípulos: "Llegará un tiempo en
que ustedes desearán disfrutar siquiera un solo día de la presencia
del Hijo del hombre y no podrán. Entonces les dirán: 'Está
aquí' o 'Está allá', pero no vayan corriendo a ver, pues
así como el fulgor del relámpago brilla de un extremo a otro del
cielo, así será la venida del Hijo del hombre en su día.
Pero antes tiene que padecer mucho y ser rechazado por los hombres de esta generación".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, al celebrar el memorial de nuestra salvación, te pedimos humildemente nos concedas que este sacramento de amor sea siempre para nosotros un signo de unidad y un vínculo de amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 51-52)
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor. El que coma de este pan, vivirá eternamente; pues el pan que voy a dar, es mi carne, y lo doy para vida del mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que la participación en este banquete celestial nos santifique, de modo que, por la recepción del Cuerpo y Sangre de Cristo, se estreche entre nosotros la unión fraterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LOS CREÓ EL AUTOR DE LA BELLEZA
Sb 13, 1-9; Lc 17, 26-37
La realidad tiene una dimensión manifestativa, y por eso mismo, nos permite acceder a su nivel más profundo. Las obras creadas por artesanos y artistas reflejan a sus autores. La mentalidad, las creencias y personalidad del autor se revelan de alguna manera en sus productos. Eso que ocurre con las creaciones y obras humanas, también acontece con las obras divinas. Los israelitas aprendieron a deletrear primeramente la presencia de su Dios en la historia y acto seguido, consiguieron descubrir su presencia en los ritmos y procesos productivos de la naturaleza. La enormidad de la creación, su armoniosa perfección y su belleza original, reflejan la decisión y el proyecto inteligente de su creador. Quien consiga descifrar la voz de Dios manifestada en los procesos sociales y los acontecimientos cósmicos, no se dejará confundir por supuestas profecías o predicciones sobre el fin del mundo; puesto que entenderá el carácter misterioso y recóndito de dicha realidad.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 5, 9-10)
Sin distinción de raza, lengua, pueblo o nación, nos compraste, Señor, con tu Sangre e hiciste de nosotros un Reino para Dios.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que has redimido a todos los hombres con la preciosa Sangre de tu Hijo, protege en nosotros la obra de tu misericordia, para que, celebrando siempre el misterio de nuestra salvación merezcamos alcanzar sus frutos eternos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Si pudieron investigar el universo, ¿cómo no descubrieron a su creador?
Del libro de la Sabiduría: 13, 1-9
Insensatos han sido todos
los hombres que no han conocido a Dios y no han sido capaces de descubrir, a
través de las cosas buenas que se ven a "Aquel-que-es" y que
no han reconocido al artífice, fijándose en sus obras, sino que
han considerado como dioses al fuego, al viento, al aire sutil, al cielo estrellado,
al agua impetuosa o al sol y a la luna, que rigen el mundo. Si fascinados por
la belleza de las cosas, pensaron que éstos eran dioses, sepan cuánto
las aventaja el Señor de todas ellas, pues fue el autor mismo de la belleza
quien las creó. Y si fue su poder y actividad lo que los impresionó,
deduzcan de ahí cuánto más poderoso es aquel que las hizo;
pues reflexionando sobre la grandeza y hermosura de las creaturas se puede llegar
a contemplar a su creador.
Sin embargo, no son éstos tan dignos de reprensión, pues tal vez
andan desorientados, buscando y queriendo encontrar a Dios. Como viven entre
sus obras, se esfuerzan por conocerlas y se dejan fascinar por la belleza de
las cosas que ven. Pero no por eso tienen excusa, pues si llegaron a ser tan
sabios para investigar el universo, ¿cómo no llegaron a descubrir
fácilmente a su creador?
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 18 R/.
Los cielos proclaman la gloria de Dios.
Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus
manos. Un día comunica su mensaje al otro día y una noche se lo
trasmite a la otra noche. R/.
Sin que pronuncien una palabra, sin que resuene su voz, a toda la tierra llega
su sonido y su mensaje, hasta el fin del mundo. R/.
ACLAMACIÓN
(Lc 21, 28) R/. Aleluya, aleluya.
Estén atentos y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación,
dice el Señor. R/.
Lo mismo sucederá el día en que el Hijo del hombre se manifieste.
Del santo Evangelio según san Lucas: 17, 26-37
En aquellos días,
Jesús dijo a sus discípulos: "Lo que sucedió en el
tiempo de Noé también sucederá en el tiempo del Hijo del
hombre: comían y bebían, se casaban hombres y mujeres, hasta el
día en que Noé entró en el arca; entonces vino el diluvio
y los hizo perecer a todos.
Lo mismo sucedió en el tiempo de Lot: comían y bebían,
compraban y vendían, sembraban y construían, pero el día
en que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y
los hizo perecer a todos. Pues lo mismo sucederá el día en que
el Hijo del hombre se manifieste.
Aquel día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa,
que no baje a recogerlas; y el que esté en el campo, que no mire hacia
atrás. Acuérdense de la mujer de Lot. Quien intente conservar
su vida, la perderá; y quien la pierda, la conservará.
Yo les digo: aquella noche habrá dos en un mismo lecho: uno será
tomado y el otro abandonado; habrá dos mujeres moliendo juntas: una será
tomada y la otra abandonada". Entonces, los discípulos le dijeron:
"¿Dónde sucederá eso, Señor?" Y Él
les respondió: "Donde hay un cadáver, se juntan los buitres".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al presentarte nuestras ofrendas, te suplicamos, Señor, que por medio de estos misterios, nos acerquemos a Jesús, y renovemos la acción salvadora de su Sangre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. 1 Co 10, 16)
El cáliz de nuestra acción de gracias, nos une a todos en la Sangre de Cristo; y el pan que partimos, nos une a todos en el Cuerpo del Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso, habiendo sido confortados con el alimento y bebida celestiales, te pedimos que defiendas del temor del enemigo a quienes has redimido con la preciosa Sangre de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Santos: Margarita de Escocia, reina; Gertrudis "la Magna", religiosa; Omar de San Galo, abad.
Vísperas 1 del domingo: 1a semana del Salterio. Tomo IV: pp. 671 y 535. Para los fieles: pp. 472 y 424. Edición popular: pp. 13 y 487. Feria (Verde)
LA INSISTENCIA Y LA FIDELIDAD
Sb 18, 14-16; 19, 6-9; Lc 18, 1-8
El relato del libro de la Sabiduría hace un repaso histórico de los sucesos que Israel vivió al momento de salir de Egipto. Para el relator, en dicho suceso se verificó una sinergia entre Creador y creatura, puesto que la palabra poderosa del Señor, fue acatada por los elementos cósmicos que como aliados naturales protegieron al pueblo de Israel. Ese evento fundamental quedó marcado en la memoria colectiva de Israel como el gesto decisivo que hizo patente la fidelidad de Dios. Los israelitas crecieron, sintiendo su presencia amigable y exigente y así educaron a las nuevas generaciones. Como heredero de esa certidumbre, Jesús fue educado por María y José en una confianza plena en Dios Padre y por eso mismo, alentó a sus discípulos a que manifestaran sin desesperación sus ruegos y súplicas a Dios. Quien haya vivido la experiencia de la compasión divina, sabrá ponerse humildemente en sus manos.
MISA DE SANTA MARÍA EN SÁBADO
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Jdt 13, 18-19)
María, el Altísimo te ha bendecido más que a todas las mujeres de la tierra, y de tal manera te ha glorificado, que los hombres no cesan de alabarte.
ORACIÓN COLECTA
Padre eterno, Dios nuestro, que has puesto en la Virgen María el trono real de tu Sabiduría, ilumina a la Iglesia con la luz de la Palabra que da vida, para que en el resplandor de la verdad caminemos hasta el pleno conocimiento de tu misterio de amor. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
En medio del Mar Rojo apareció un camino plano y ellos brincaron como corderos.
Del libro de la Sabiduría: 18, 14-16; 19, 6-9
Cuando un profundo silencio
envolvía todas las cosas y la noche estaba a la mitad de su camino, tu
palabra todopoderosa, Señor, como implacable guerrero, se lanzó
desde tu trono real del cielo hacia la región condenada al exterminio.
Blandiendo como espada tu decreto irrevocable, sembró la muerte por dondequiera;
tocaba el cielo con la mano y al mismo tiempo pisaba la tierra.
La creación entera, obediente a tus órdenes, actuó de manera
diversa a su modo de proceder para librar a tus hijos de todo daño. Una
nube protegió con su oscuridad el campamento israelita y donde antes
había agua, surgió la tierra firme; en el Mar Rojo apareció
un camino despejado y en las olas impetuosas, una verde llanura. Por ahí,
protegido por tu mano, pasó todo el pueblo, mientras contemplaba tus
prodigios admirables. Corrían como potros y brincaban como corderos,
dándote gracias, Señor, por haberlos liberado. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 104 R/.
Recordemos los prodigios del Señor.
Aclamen al Señor y denle gracias, relaten sus prodigios a los pueblos.
Entonen en su honor himnos y cantos, celebren sus portentos. R/.
El Señor hirió de muerte a los primogénitos de los egipcios,
primicias de su virilidad. Sacó a su pueblo, cargado de oro y plata,
y entre sus tribus nadie tropezó. R/.
Se acordó de la palabra sagrada que había dado a su siervo, Abraham,
y sacó a su pueblo con alegría, a sus escogidos, con gritos de
triunfo. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. 2 Ts 2, 14) R/. Aleluya, aleluya.
Dios nos ha llamado, por medio del Evangelio, a participar de la gloria de nuestro
Señor Jesucristo. R/.
Dios hará justicia a sus elegidos que claman a él.
Del santo Evangelio según san Lucas: 18, 1-8
En aquel tiempo, para enseñar
a sus discípulos la necesidad de orar siempre y sin desfallecer, Jesús
les propuso esta parábola:
"En cierta ciudad había un juez que no temía a Dios ni respetaba
a los hombres. Vivía en aquella misma ciudad una viuda que acudía
a él con frecuencia para decirle: ‘Hazme justicia contra mi adversario'.
Por mucho tiempo el juez no le hizo caso, pero después se dijo: 'Aunque
no temo a Dios ni respeto a los hombres, sin embargo, por la insistencia de
esta viuda, voy a hacerle justicia para que no me siga molestando' ".
Dicho esto, Jesús comentó: "Si así pensaba el juez
injusto, ¿creen acaso que Dios no hará justicia a sus elegidos,
que claman a Él día y noche, y que los hará esperar?
Yo les digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo
del hombre, ¿creen que encontrará fe sobre la tierra?" Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Jubilosos de poder celebrar la festividad de la Madre de tu Hijo, te presentamos, Señor, estas ofrendas de alabanza, y te pedimos que por este santo intercambio de dones, se acrecienten en nosotros los frutos de la redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Santa María Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Lc 1, 48)
Me llamarán bienaventurada todas las generaciones, porque ha puesto Dios sus ojos en la humildad de su esclava.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo recibido el sacramento celestial, te pedimos, Señor, que cuantos hemos celebrado con veneración la memoria de la santísima Virgen María, merezcamos participar del banquete eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XXXIII DOMINGO ORDINARIO
LAS SEÑALES DE LA PLENITUD
Ml 3,19-20; 2 Ts 3, 7-12; Lc 21,5-19
Los discípulos de Jesús vivían en una generación orientada por la creencia en la próxima consumación de la historia. El mismo Señor Jesús consideraba que el final de los tiempos sería inminente. Pero antes de la llegada de ese desenlace, temido para algunos y anhelado por otros, sobrevendrían tiempos de crisis y persecución para los discípulos. Como en toda situación crítica surgirían falsos profetas exaltados que confundirían a los creyentes despistados. Los parientes y familiares de los discípulos se convertirían en adversarios de sus hermanos. La intensidad de la crisis solamente podría superarse con el auxilio del Padre. Mientras ocurran tales hechos, Jesús nos recomienda mantenernos vigilantes, cumpliendo con las propias responsabilidades, atentos al auxilio y la fuerza del Espíritu. Los cristianos que sostengan esperanzadamente su fe, descubrirán que el amor y el cuidado del Padre son su mejor garantía.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Jr 29, 11. 12. 14)
Yo tengo designios de paz, no de aflicción, dice el Señor. Me invocarán y yo los escucharé y los libraré de su esclavitud dondequiera que se encuentren.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, tu ayuda para entregarnos fielmente a tu servicio porque sólo en el cumplimiento de tu voluntad podremos encontrar la felicidad verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Brillará para ustedes el sol de justicia.
Del libro del profeta Malaquías: 3, 19-20
"Ya viene el día del Señor, ardiente como un horno, y todos los soberbios y malvados serán como la paja. El día que viene los consumirá, dice el Señor de los ejércitos, hasta no dejarles ni raíz ni rama. Pero para ustedes, los que temen al Señor, brillará el sol de justicia, que les traerá la salvación en sus rayos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 97 R/.
Toda la tierra ha visto al Salvador.
Cantemos al Señor al son del arpa, aclamemos al son de los clarines al
Señor, nuestro Rey. R/.
Alégrese el mar y el mundo submarino, el orbe y todos los que en él
habitan. Que los ríos estallen en aplausos y las montañas salten
de alegría. R/.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe.
Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones.
R/.
El que no quiera trabajar, que no coma.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 3, 7-12
Hermanos: Ya saben cómo
deben vivir para imitar mi ejemplo, puesto que, cuando estuve entre ustedes,
supe ganarme la vida y no dependí de nadie para comer; antes bien, de
día y de noche trabajé hasta agotarme, para no serles gravoso.
Y no porque no tuviera yo derecho a pedirles el sustento, sino para darles un
ejemplo que imitar. Así, cuando estaba entre ustedes, les decía
una y otra vez: "El que no quiera trabajar, que no coma".
Y ahora vengo a saber que algunos de ustedes viven como holgazanes, sin hacer
nada, y además, entrometiéndose en todo. Les suplicamos a esos
tales y les ordenamos, de parte del Señor Jesús, que se pongan
a trabajar en paz para ganarse con sus propias manos la comida. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Lc 21, 28) R/. Aleluya, aleluya.
Estén atentos y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación,
dice el Señor. R/.
Si perseveran con paciencia, salvarán sus almas.
Del santo Evangelio según san Lucas: 21, 5-19
En aquel tiempo, como algunos
ponderaban la solidez de la construcción del templo y la belleza de las
ofrendas votivas que lo adornaban, Jesús dijo: "Días vendrán
en que no quedará piedra sobre piedra de todo esto que están admirando;
todo será destruido".
Entonces le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo va a ocurrir esto
y cuál será la señal de que ya está a punto de suceder?"
Él les respondió: "Cuídense de que nadie los engañe,
porque muchos vendrán usurpando mi nombre y dirán: 'Yo soy el
Mesías. El tiempo ha llegado'. Pero no les hagan caso. Cuando oigan hablar
de guerras y revoluciones, que no los domine el pánico, porque eso tiene
que acontecer, pero todavía no es el fin".
Luego les dijo: "Se levantará una nación contra otra y un
reino contra otro. En diferentes lugares habrá grandes terremotos, epidemias
y hambre, y aparecerán en el cielo señales prodigiosas y terribles.
Pero antes de todo esto los perseguirán y los apresarán, los llevarán
a los tribunales y a la cárcel, y los harán comparecer ante reyes
y gobernadores, por causa mía. Con esto ustedes darán testimonio
de mí.
Grábense bien que no tienen que preparar de antemano su defensa, porque
yo les daré palabras sabias, a las que no podrá resistir ni contradecir
ningún adversario de ustedes.
Los traicionarán hasta sus propios padres, hermanos, parientes y amigos.
Matarán a algunos de ustedes, y todos los odiarán por causa mía.
Sin embargo, ni un cabello de su cabeza perecerá. Si se mantienen firmes,
conseguirán la vida". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús. Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos a Dios nuestro
Padre porque Él es la fuente de toda bondad.
Después de cada petición diremos: Escúchanos, Padre y aumenta
nuestra fe.
Por el Papa Francisco, y por todos los pastores de la Iglesia. Para que con
su palabra y su vida sean estímulo de fe y de esperanza para el pueblo
cristiano. Oremos.
Por nuestra Iglesia diocesana. Para que disponga de los recursos materiales
necesarios para llevar a cabo toda su actividad y mantener todas sus obras apostólicas.
Oremos.
Por la paz en nuestra patria. Para que el recuerdo de la Revolución nos
mueva a buscar la justicia en México. Oremos.
Por los que sufren a causa de la soledad, la enfermedad, el hambre o la pobreza.
Para que no les falte la ayuda de los que pueden hacer más llevadera
su situación. Oremos.
Por todos nosotros. Para que un día el Padre del amor y de la misericordia
nos reciba con nuestros hermanos difuntos en el banquete de su Reino. Oremos.
Escúchanos, Padre, y danos tu luz y tu vida. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que estos dones traídos a tu altar nos obtengan de ti, Señor y Dios nuestro, la gracia de servirte con amor y la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 72, 28)
Mi felicidad consiste en estar cerca de Dios y en poner sólo en Él mis esperanzas.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que nuestra participación en esta Eucaristía que tu Hijo nos mandó celebrar como memorial suyo, nos una siempre con el vínculo de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Las palabras del llamado discurso escatológico de Jesús pueden sonar desfasadas a los oídos de los creyentes actuales y hasta podrían juzgarlas tan poco verosímiles, como las fallidas profecías que una y otra vez han anunciado el fin del mundo. El mensaje que transmite el Señor Jesús en este caso no pretende amedrentar ni generar desconcierto. Al contrario, es una exhortación que respira un ánimo realista, puesto que anuncia persecuciones y rechazo por parte de los extraños y a la vez, nos promete la asistencia del Padre. Esas palabras nos han de servir como llamada de atención y referente, puesto que asocian la fidelidad al Evangelio con la persecución. Quienes no enfrentemos algún tipo de dificultad por causa de nuestra condición de cristianos, podemos empezar a extrañarnos. Las pruebas que atraviesa el discípulo de Jesús lo confirman en la calidad de su fe y su testimonio cristiano.
Dedicación de las Basílicas de San Pedro y San Pablo
Santos: Santa Filippina Rosa Duchesne, religiosa. Beato Grimoaldo de Santa María, religioso. Feria (Verde)
LOS OBSTÁCULOS Y EL CREYENTE
1 M 1, 10-15. 41-43. 54-57. 62-64. Lc 18, 35-43
Vivir la fe no es un asunto menor. El creyente, lo mismo si es un israelita del siglo II a. C. —como era el caso de los israelitas que nos exhibe el libro de los Macabeos— que el pordiosero ciego de Jericó, tienen sus propias dificultades. A los primeros, no les era permitido vivir conforme a su cultura y sus convicciones creyentes. Antíoco Epífanes, un monarca fanático de la implantación estricta de la cultura griega, quería desarraigar todo rastro de la fe y las prácticas religiosas judías. Su intervención colonizadora produjo adhesiones y resistencias, tal como lo refiere el libro citado. En la escena que nos refiere san Lucas el ciego de Jericó tiene una fe tan grande en Jesús, que ni las agresiones, ni la presión de la opinión pública enardecida, logran disuadirlo. Quien descubre a Jesús, logra ver con claridad la ruta por la cual debe reorientar su vida.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Lc 6, 27. 28)
Amen a sus enemigos, dice el Señor; hagan el bien a los que los aborrecen, bendigan a los que los maldicen, oren por los que los difaman.
ORACIÓN COLECTA
Padre santo, que en tu mandamiento de amor nos ordenas amar sinceramente a cuantos nos afligen, concédenos practicar de tal manera la ley de Cristo que devolvamos bien por mal y nos esforcemos por llevar las cargas ajenas. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Muy grande fue la prueba que soportó Israel.
Del primer libro de los Macabeos: 1, 10-15. 41-43. 54-57. 62-64
En aquellos días,
surgió un hombre perverso, Antíoco Epífanes, hijo del rey
Antíoco, que había estado como rehén en Roma. Subió
al trono el año ciento treinta y siete del imperio de los griegos.
Hubo por entonces unos israelitas apóstatas, que convencieron a muchos
diciéndoles: "Vamos a hacer un pacto con los pueblos vecinos, pues
desde que hemos vivido aislados, nos han sobrevenido muchas desgracias".
Esta proposición fue bien recibida y algunos del pueblo decidieron acudir
al rey y obtuvieron de él autorización para seguir las costumbres
de los paganos. Entonces, conforme al uso de los paganos, construyeron en Jerusalén
un gimnasio, simularon que no estaban circuncidados, renegaron de la alianza
santa, se casaron con gente pagana y se vendieron para hacer el mal.
Por su parte, el rey publicó un edicto en todo su reino y ordenó
que todos sus súbditos formaran un solo pueblo y abandonaran su legislación
particular. Todos los paganos acataron el edicto real y muchos israelitas aceptaron
la religión oficial, ofrecieron sacrificios a los ídolos y profanaron
el sábado.
El día quince de diciembre del año ciento cuarenta y cinco, el
rey Antíoco mandó poner sobre el altar de Dios un altar pagano,
y se fueron construyendo altares en todas las ciudades de Judá. Quemaban
incienso ante las puertas de las casas y en las plazas; rompían y echaban
al fuego los libros de la ley que encontraban; a quienes se les descubría
en su casa un ejemplar de la alianza y a los que sorprendían observando
los preceptos de la ley, los condenaban a muerte en virtud del decreto real.
A pesar de todo esto, muchos israelitas permanecieron firmes y resueltos a no
comer alimentos impuros. Prefirieron la muerte antes que contaminarse con aquellos
alimentos que violaban la santa alianza. Muy grande fue la prueba que soportó
Israel. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 118 R/.
Ayúdame, Señor, a cumplir tus mandamientos.
Me indigno, Señor, porque los pecadores no cumplen tu ley. Las redes
de los pecadores me aprisionan, pero yo no olvido tu voluntad. R/.
Líbrame de la opresión de los hombres y cumpliré tus mandamientos.
Se acercan a mí los malvados que me persiguen y están lejos de
tu ley. R/.
Los malvados están lejos de la salvación, porque no han cumplido
tus mandamientos. Cuando veo a los pecadores, siento disgusto, porque no cumplen
tus palabras. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 8, 12) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá
la luz de la vida. R/.
¿Qué quieres que haga por ti? - Señor, que vea.
Del santo Evangelio según san Lucas: 18, 35-43
En aquel tiempo, cuando
Jesús se acercaba a Jericó, un ciego estaba sentado a un lado
del camino, pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente, preguntó
qué era aquello, y le explicaron que era Jesús el nazareno, que
iba de camino. Entonces él comenzó a gritar: "¡Jesús,
hijo de David, ten compasión de mí!" Los que iban adelante
lo regañaban para que se callara, pero él se puso a gritar más
fuerte: "¡Hijo de David, ten compasión de mí!"
Entonces Jesús se detuvo y mandó que se lo trajeran. Cuando estuvo
cerca, le preguntó: "¿Qué quieres que haga por ti?"
Él le contestó: "Señor, que vea". Jesús
le dijo: "Recobra la vista; tu fe te ha curado".
Enseguida el ciego recobró la vista y lo siguió, bendiciendo a
Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por quienes están en contra nuestra y con el deseo de convivir en paz con todos, te ofrecemos, Señor, este sacrificio, que es el memorial de la pasión de tu Hijo, que nos reconcilió contigo y nos devolvió tu amistad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 5, 9-10)
Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque se les llamará hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque suyo es el Reino de los cielos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por este sacramento de reconciliación, concédenos, Señor, convivir en paz con todos y obtener que cuantos nos han causado daño, vuelvan a ti y se reconcilien con nosotros. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Abdías, profeta; Ponciano I, Papa y mártir; Rafael Kalinowski de San José, presbítero, Feria (Verde)
ZAQUEO Y ELEAZAR
2 M 6,18-31; Lc 19,1-10
Los dos personajes que nos presentan las lecturas caracterizan dos proyectos vitales diferentes. De un lado aparece Eleazar, un israelita fiel a Dios y a las exigencias religiosas del judaísmo, que había sabido resistir en el camino de la obediencia a la Ley, a pesar de las presiones políticas y las amenazas contra su vida. Le ofrecieron el perdón a costa de la simulación. Como hombre fiel a sí mismo y a sus convicciones creyentes, prefirió entregar su vida antes que renegar de su fe. Un hombre ejemplar, de una sola pieza, que logró la congruencia entre el pensar y el decir y entre el decir y el obrar. Por su parte, Zaqueo fue un hombre que vivió una parte de su vida ateniéndose a criterios de eficiencia y rentabilidad. Con tal de conseguir ventajas económicas, no vacilaba en recurrir al abuso y al robo. Sin embargo, ese funcionario al servicio del fisco romano que parecía encallecido por la corrupción, se encontró con Jesús y logró desandar su camino, convirtiéndose en un hombre generoso y justo que reorientó su vida conforme al querer divino.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 53, 6. 8)
Señor Dios, tú eres mi auxilio y el único apoyo de mi vida; te ofreceré de corazón un sacrificio y te daré gracias, Señor, porque eres bueno.
ORACIÓN COLECTA
Míranos, Señor, con amor y multiplica en nosotros los dones de tu gracia para que, llenos de fe, esperanza y caridad, permanezcamos siempre fieles en el cumplimiento de tus mandatos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Dejaré un gran ejemplo, para que aprendan a arrostrar una muerte noble por amor a nuestra ley.
Del segundo libro de los Macabeos: 6, 18-31
Había un hombre llamado
Eleazar, de edad avanzada y aspecto muy digno. Era uno de los principales maestros
de la ley. Querían obligarlo a comer carne de puerco y para ello le abrían
a la fuerza la boca. Pero él, prefiriendo una muerte honrosa a una vida
de infamia, escupió la carne y avanzó voluntariamente hacia el
suplicio, como deben hacer los que son constantes en rechazar manjares prohibidos,
aun a costa de la vida.
Los que presidían aquel sacrificio pagano, en atención a la antigua
amistad que los unía con Eleazar, lo llevaron aparte y le propusieron
que mandara traer carne permitida y que la comiera, simulando que comía
la carne del sacrificio ordenada por el rey. Así se podría librar
de la muerte y encontrar benevolencia, por la antigua amistad que los unía.
Pero Eleazar, adoptando una actitud cortés, digna de sus años
y de su noble ancianidad, de sus canas honradas e ilustres, de su conducta intachable
desde niño y, sobre todo, digna de la ley santa, dada por Dios, respondió
enseguida:
"Envíenme al sepulcro, pues no es digno de mi edad ese engaño.
Van a creer los jóvenes que Eleazar, a los noventa años, se ha
pasado al paganismo. Y si por miedo a perder el poco tiempo de vida que me queda,
finjo apartarme de la ley, se van a extraviar con mi mal ejemplo. Eso sería
manchar y deshonrar mi vejez. Y aunque por el momento me librara del castigo
de los hombres, ni vivo ni muerto me libraría de la mano del Omnipotente.
En cambio, si muero ahora como un valiente, me mostraré digno de mis
años y dejaré a los jóvenes un gran ejemplo, para que aprendan
a arrostrar voluntariamente una muerte noble por amor a nuestra santa y venerable
ley".
Dicho esto, se fue enseguida hacia el suplicio. Los que lo conducían,
considerando arrogantes las palabras que acababa de pronunciar, cambiaron en
dureza su actitud benévola. Cuando Eleazar estaba a punto de morir a
causa de los golpes, dijo entre suspiros: "Tú, Señor, que
todo lo conoces, bien sabes que pude librarme de la muerte; pero, por respeto
a ti, sufro con paciencia y con gusto, crueles dolores en mi cuerpo y en mi
alma".
De esta manera, Eleazar terminó su vida y dejó no sólo
a los jóvenes, sino a toda la nación, un ejemplo memorable de
virtud y heroísmo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 3 R/.
El Señor es mi defensa.
Mira, Señor, cuántos contrarios tengo, y cuántos contra
mí se han levantado; cuántos dicen de mí: "Ni Dios
podrá salvarlo". R/.
Mas tú, Señor, eres mi escudo, mi gloria y mi victoria; desde
tu monte santo me respondes cuando mi voz te invoca. R/.
En paz me acuesto, duermo y me despierto, porque el Señor es mi defensa.
No temeré a la enorme muchedumbre que se acerca y me acecha. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. 1 Jn 4, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Dios nos amó y nos envió a su Hijo, como víctima de expiación
por nuestros pecados. R/.
El Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.
Del santo Evangelio según san Lucas: 19, 1-10
En aquel tiempo, Jesús
entró en Jericó, y al ir atravesando la ciudad, sucedió
que un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de conocer
a Jesús, pero la gente se lo impedía, porque Zaqueo era de baja
estatura. Entonces corrió y se subió a un árbol para verlo
cuando pasara por ahí. Al llegar a ese lugar, Jesús levantó
los ojos y le dijo: "Zaqueo, bájate pronto, porque hoy tengo que
hospedarme en tu casa".
Él bajó enseguida y lo recibió muy contento. Al ver esto,
comenzaron todos a murmurar diciendo: "Ha entrado a hospedarse en casa
de un pecador".
Zaqueo, poniéndose de pie, dijo a Jesús: "Mira, Señor,
voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes, y si he defraudado a alguien,
le restituiré cuatro veces más". Jesús le dijo: "Hoy
ha llegado la salvación a esta casa, porque también él
es hijo de Abraham, y el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que
se había perdido". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, que con la muerte de tu Hijo llevaste a término y perfección los sacrificios de la antigua alianza, acepta y bendice estos dones, como aceptaste y bendijiste los de Abel, para que lo que cada uno te ofrece, sea de provecho para la salvación de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ap 3, 20)
Miren que estoy a la puerta y llamo, dice el Señor; si alguno oye mi voz y me abre, entraré en su casa y cenaré con él, y él conmigo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que nos has concedido participar en esta Eucaristía, míranos con bondad y ayúdanos a vencer nuestra fragilidad humana para poder vivir como hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA HISTORIA EJEMPLAR
2 M 7,1. 20-31; Lc 19,11-28
El libro de los Macabeos refleja una situación de crisis profunda que padeció el pueblo de Israel a mediados del siglo II a. C. Los invasores griegos pretendían imponer a la fuerza su propia cultura y a cuantos se resistían, los hostigaban y sometían a cárcel y torturas para desarraigar la resistencia. El popular relato de la madre y los siete hermanos es un elocuente testimonio de la fe en la resurrección y del valor expiatorio del sufrimiento de los justos. El autor exhorta a los israelitas a permanecer fieles en periodos de prueba, presentando estas historias de vida como muestra de que es posible perderlo todo, cuando se vive convencido de que el Dios de la vida, jamás abandonará a los que han muerto por serle fieles. Estos hombres no solamente hicieron fructificar las onzas que Dios les entregó, sino que arriesgaron el don supremo de la vida, para dar un testimonio de esperanza perseverante y de congruencia en una sociedad sacudida por la opresión y las amenazas de los helenistas.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 46, 2)
Pueblos todos, aplaudan; aclamen al Señor con gritos de júbilo.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, en cuyas manos están las esperanzas de los hombres y los derechos de los pueblos, ilumina a quienes nos gobiernan para que, con tu ayuda, promuevan en todas partes la prosperidad, la paz y la libertad. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
El creador del mundo les devolverá el aliento y la vida.
Del segundo libro de los Macabeos: 7, 1. 20-31
En aquellos días,
arrestaron a siete hermanos junto con su madre. El rey Antíoco Epífanes
los hizo azotar para obligarlos a comer carne de puerco, prohibida por la ley.
Muy digna de admiración y de glorioso recuerdo fue aquella madre que,
viendo morir a sus siete hijos en el espacio de un solo día, lo soportó
con entereza, porque tenían puesta su esperanza en el Señor. Llena
de generosos sentimientos y uniendo un temple viril a la ternura femenina, animaba
a cada uno de ellos en su lengua materna, diciéndoles:
"Yo no sé cómo han aparecido ustedes en mi seno; no he sido
yo quien les ha dado el aliento y la vida, ni he unido yo los miembros que componen
su cuerpo. Ha sido Dios, creador del mundo, el mismo que formó el género
humano y creó cuanto existe. Por su misericordia, él les dará
de nuevo el aliento y la vida, ya que por obedecer sus santas leyes, ustedes
la sacrifican ahora".
Antíoco pensó que la mujer lo estaba despreciando e insultando.
Aún quedaba con vida el más pequeño de los hermanos y Antíoco
trataba de ganárselo, no sólo con palabras, sino hasta con juramentos
le prometía hacerlo rico y feliz, con tal de que renegara de las tradiciones
de sus padres; lo haría su amigo y le daría un cargo. Pero como
el muchacho no le hacía el menor caso, el rey mandó llamar a la
madre y le pidió que convenciera a su hijo de que aceptara, por su propio
bien. El rey se lo pidió varias veces, y la madre aceptó. Se acercó
entonces a su hijo, y burlándose del cruel tirano, le dijo en su lengua
materna:
"Hijo mío, ten compasión de mí, que te llevé
en mi seno nueve meses, te amamanté tres años y te he criado y
educado hasta la edad que tienes. Te ruego, hijo mío, que mires el cielo
y la tierra, y te fijes en todo lo que hay en ellos; así sabrás
que Dios lo ha hecho todo de la nada y que en la misma forma ha hecho a los
hombres. Así, pues, no le tengas miedo al verdugo, sigue el buen ejemplo
de tus hermanos y acepta la muerte, para que, por la misericordia de Dios, te
vuelva yo a encontrar con ellos".
Cuando la madre terminó de hablar, el muchacho dijo a los verdugos: "¿Qué
esperan? No voy a obedecer la orden del rey; yo obedezco los mandamientos de
la ley dada a nuestros padres por medio de Moisés. Y tú, rey,
que eres el causante de tantas desgracias para los hebreos, no escaparás
de las manos de Dios". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 16 R/.
Escóndeme, Señor, bajo la sombra de tus alas.
Señor, hazme justicia y a mi clamor atiende; presta oído a mi
súplica, pues mis labios no mienten. R/.
Mis pies en tus caminos se mantuvieron firmes, no tembló mi pisada. A
ti mi voz elevo, pues sé que me respondes. Atiéndeme, Dios mío,
y escucha mis palabras. R/.
Protégeme, Señor, como a las niñas de tus ojos, bajo la
sombra de tus alas escóndeme, pues yo, por serte fiel, contemplaré
tu rostro y al despertarme, espero saciarme de tu vista. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Jn 15, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Yo los he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayan y den fruto
y su fruto permanezca. R/.
¿Por qué no pusiste mi dinero en el banco?
Del santo Evangelio según san Lucas: 19, 11-28
En aquel tiempo, como ya
se acercaba Jesús a Jerusalén y la gente pensaba que el Reino
de Dios iba a manifestarse de un momento a otro, Él les dijo esta parábola:
"Había un hombre de la nobleza que se fue a un país lejano
para ser nombrado rey y volver como tal. Antes de irse, mandó llamar
a diez empleados suyos, les entregó una moneda de mucho valor a cada
uno y les dijo: 'Inviertan este dinero mientras regreso'.
Pero sus compatriotas lo aborrecían y enviaron detrás de él
a unos delegados que dijeran: 'No queremos que éste sea nuestro rey'.
Pero fue nombrado rey, y cuando regresó a su país, mandó
llamar a los empleados a quienes había entregado el dinero, para saber
cuánto había ganado cada uno.
Se presentó el primero y le dijo: 'Señor, tu moneda ha producido
otras diez monedas'. Él le contestó: 'Muy bien. Eres un buen empleado.
Puesto que has sido fiel en una cosa pequeña, serás gobernador
de diez ciudades'.
Se presentó el segundo y le dijo: 'Señor, tu moneda ha producido
otras cinco monedas'. Y el señor le respondió: 'Tú serás
gobernador de cinco ciudades'.
Se presentó el tercero y le dijo: 'Señor, aquí está
tu moneda. La he tenido guardada en un pañuelo, pues te tuve miedo, porque
eres un hombre exigente, que reclama lo que no ha invertido y cosecha lo que
no ha sembrado'. El señor le contestó: 'Eres un mal empleado.
Por tu propia boca te condeno. Tú sabías que yo soy un hombre
exigente, que reclamo lo que no he invertido y que cosecho lo que no he sembrado,
¿por qué, pues, no pusiste mi dinero en el banco para que yo,
al volver, lo hubiera recobrado con intereses?' Después les dijo a los
presentes: 'Quítenle a éste la moneda y dénsela al que
tiene diez'. Le respondieron: `Señor, ya tiene diez monedas'. Él
les dijo: 'Les aseguro que a todo el que tenga se le dará con abundancia,
y al que no tenga, aun lo que tiene se le quitará. En cuanto a mis enemigos,
que no querían tenerme como rey, tráiganlos aquí y mátenlos
en mi presencia' ".
Dicho esto, Jesús prosiguió su camino hacia Jerusalén al
frente de sus discípulos. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, participar dignamente en esta Eucaristía por medio de la cual tú te dignas hacernos partícipes de los frutos de la redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 17, 20-21)
Padre, te ruego por ellos, para que sean uno en nosotros, a fin de que el mundo crea que tú me has enviado, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos ofrecido en sacrificio y recibido en comunión, sean para nosotros principio de vida nueva, a fin de que, unidos a ti por el amor, demos frutos que permanezcan para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que otorgaste a los beatos laicos Anacleto González Flores y compañeros, la gracia de luchar por tu Reino hasta el martirio, concédenos, por su intercesión, ser dóciles para creer y valerosos para vivir lo que creemos. Por nuestro Señor Jesucristo...
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Padre santo, las ofrendas que te presentamos en honor de tus santos mártires y concédenos permanecer firmes en la confesión de tu nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, que admirablemente ilustraste el misterio de la cruz con el ejemplo de tus santos mártires, concédenos la gracia, ya que hemos sido alimentados con el Cuerpo de Cristo, de seguirlo con fidelidad en la Iglesia para la salvación de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
La Presentación de la Santísima Virgen María
Santos: San Gelasio I, Papa. Beata María de Jesús del Buen Pastor, fundadora. Memoria (Blanco)
DESTRUCCIÓN Y MUERTE, LEJOS DE DIOS
1 M 2, 15-29; Lc 19,41-44
Matatías se había refugiado en Modín para resistir a las presiones de quienes querían obligar a los israelitas a apartarse de sus convicciones de fe. Cuando le propusieron participar en el culto pagano, ofreciéndole a cambio honores y riquezas, se negó rotundamente, dando muerte a quienes incurrían o promovían dichas prácticas. Una conducta que ahora nos podría parecer intransigente o fanática, constituye para el autor del libro de los Macabeos una legítima defensa de la libertad religiosa; sería un típico caso de "guerra justa". En un contexto bastante diferente, el Señor Jesús se lamenta y llora por la obcecación de Jerusalén, que había desoído el llamado de Dios. Profetiza la futura destrucción de la ciudad, como consecuencia de su testarudez. Jesús, como mensajero de paz, había invitado a los habitantes de Jerusalén a acogerse al proyecto de paz que el Señor les ofrecía, pero equivocadamente lo habían desairado, prefiriendo la ruta que los encaminaría a la destrucción.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sedulio)
Te aclamamos, santa Madre de Dios, porque has dado a luz al Rey que gobierna cielo y tierra por los siglos de los siglos.
ORACIÓN COLECTA
Al celebrar hoy la festividad de la Presentación de la santísima Virgen María, te suplicamos, Señor, que por intercesión suya, podamos participar de la plenitud de tu gracia. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Nos mantendremos fieles a la alianza de nuestros padres.
Del primer libro de los Macabeos: 2, 15-29
En aquellos días,
los enviados del rey Antíoco, encargados de hacer apostatar a los israelitas,
llegaron a la ciudad de Modín para obligarlos a sacrificar a los ídolos.
Muchos israelitas se les sometieron; en cambio, Matatías y sus hijos
se les opusieron tenazmente.
Los enviados del rey se dirigieron entonces a Matatías y le dijeron:
"Tú eres un hombre ilustre y poderoso en esta ciudad y cuentas con
el apoyo de tus hijos y de tus hermanos. Acércate, pues, tú primero
y cumple la orden del rey, como la han cumplido todas las naciones, los hombres
de Judea y los que han quedado en Jerusalén. Así, tú y
tus hijos serán contados entre los amigos del rey y serán recompensados
con oro, plata y muchos regalos".
Matatías les contestó con voz firme: "Aunque todas las naciones
que forman los dominios del rey obedezcan sus órdenes y apostaten de
la religión de sus padres, mis hijos, mis hermanos y yo nos mantendremos
fieles a la alianza de nuestros padres. ¡Dios nos libre de abandonar nuestra
ley y nuestras costumbres! No obedeceremos las órdenes del rey ni ofreceremos
sacrificios a los ídolos, porque así quebrantaríamos los
mandamientos de nuestra ley y seguiríamos un camino equivocado".
Apenas había acabado de hablar Matatías, un judío se adelantó,
a la vista de todos, para ofrecer sacrificios a los ídolos en el altar,
conforme al decreto del rey.
Al verlo, Matatías se indignó, tembló de cólera
y en un arrebato de ira santa, corrió hasta el judío y lo degolló
sobre el altar. Mató, además, al enviado del rey, que obligaba
a hacer sacrificios, y destruyó el altar. En su celo por la ley, imitó
lo que hizo Pinjás contra Zimrí, el hijo de Salú.
Luego empezó a gritar por la ciudad: "Todo aquel que sienta celo
por la ley y quiera mantener la alianza, que me siga". Y, dejando en la
ciudad cuanto poseían, huyeron él y sus hijos a las montañas.
Por entonces, muchos judíos que buscaban la justicia y querían
ser fieles a la ley, se fueron a vivir al desierto. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 49 R/.
Dios salva al que cumple su voluntad.
Habla el Dios de los dioses, el Señor, y convoca a cuantos viven en la
tierra. En Jerusalén, dechado de hermosura, el Señor se ha manifestado.
R/.
Congreguen ante mí a los que sellaron sobre el altar mi alianza. Es Dios
quien va a juzgar y el cielo mismo lo declara. R/.
Mejor ofrece a Dios tu gratitud y cumple tus promesas al Altísimo, pues
yo te libraré cuando me invoques y tú me darás gloria,
agradecido. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Sal 94, 8) R/. Aleluya, aleluya.
No endurezcan su corazón, como el día de la rebelión en
el desierto, dice el Señor. R/.
Si comprendieras lo que puede conducirte a la paz.
Del santo Evangelio según san Lucas: 19, 41-44
En aquel tiempo, cuando
Jesús estuvo cerca de Jerusalén y contempló la ciudad,
lloró por ella y exclamó:
"¡Si en este día comprendieras tú lo que puede conducirte
a la paz! Pero eso está oculto a tus ojos. Ya vendrán días
en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán y te
atacarán por todas partes y te arrasarán. Matarán a todos
tus habitantes y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no aprovechaste
la oportunidad que Dios te daba". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Padre lleno de bondad, que nos socorra el inmenso amor de tu Hijo unigénito para que, quien al nacer de la Virgen María, no menoscabó la integridad de la Madre, sino que la consagró, nos libre de nuestras culpas y haga acepta a ti nuestra oblación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Santa María Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Lc 11, 27)
Dichosa la Virgen María, que llevó en su seno al Hijo del eterno Padre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, al recibir el sacramento celestial en esta conmemoración de la santísima Virgen María, te pedimos que nos concedas celebrar dignamente, a imitación suya, el misterio de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Cecilia de Roma; mártir; Filemón de Roma, mártir. Beato Tomás Reggio, obispo. Memoria (Rojo)
EL TEMPLO RESTAURADO
1 M 4,36-37. 52-59; Lc 19,45-48
El relato del libro de los Macabeos está emparentado estrechamente con la escena del Evangelio de san Lucas. En ambos textos los hechos y dichos giran en torno del templo de Jerusalén. En el primer texto encontramos a Judas Macabeo organizando la purificación del templo y estableciendo una fiesta conmemorativa que serviría como memorial de libertad para Israel. En el Evangelio descubrimos el enfrentamiento enérgico que Jesús sostiene con las autoridades que regenteaban el templo de Jerusalén. Si bien su acción no tiene ni el alcance ni la violencia de Judas, se asocian uno y otro por su afán de preservar el espacio sagrado, como un lugar de encuentro de Dios con su pueblo. Para Jesús, lo mismo que para Judas, la fe en Dios tiene que celebrarse de manera digna, favoreciendo las relaciones libres y justas de cuantos lo practiquen.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Celebremos con alegría la fiesta de santa Cecilia, virgen, porque el Señor del universo la ha colmado de su amor.
ORACIÓN COLECTA
Que la intercesión de santa Cecilia, virgen y mártir, nos obtenga, Señor, de tu misericordia, la gracia de vivir con alegría nuestra fe para que merezcamos cantar tus alabanzas en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Celebraron la dedicación del altar y ofrecieron holocaustos con alegría.
Del primer libro de los Macabeos: 4, 36-37. 52-59
En aquellos días,
Judas y sus hermanos se dijeron: "Nuestros enemigos están vencidos;
vamos, pues, a purificar el templo para consagrarlo de nuevo". Entonces
se reunió todo el ejército y subieron al monte Sión.
El día veinticinco de diciembre del año ciento cuarenta y ocho,
se levantaron al romper el día y ofrecieron sobre el nuevo altar de los
holocaustos que habían construido, un sacrificio conforme a la ley. El
altar fue inaugurado con cánticos, cítaras, arpas y platillos,
precisamente en el aniversario del día en que los paganos lo habían
profanado. El pueblo entero se postró en tierra y adoró y bendijo
al Señor, que los había conducido al triunfo.
Durante ocho días celebraron la consagración del altar y ofrecieron
con alegría holocaustos y sacrificios de comunión y de alabanza.
Adornaron la fachada del templo con coronas de oro y pequeños escudos,
restauraron los pórticos y las salas, y les pusieron puertas. La alegría
del pueblo fue grandísima y el ultraje inferido por los paganos quedó
borrado.
Judas, de acuerdo con sus hermanos y con toda la asamblea de Israel, determinó
que cada año, a partir del veinticinco de diciembre, se celebrara durante
ocho días, con solemnes festejos, el aniversario de la consagración
del altar. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
1 Crónicas
29 R/. Bendito seas, Señor, Dios nuestro.
Bendito seas, Señor, Dios de nuestro padre Jacob, desde siempre y para
siempre. R/.
Tuya es la grandeza y el poder, el honor, la majestad y la gloria, pues tuyo
es cuánto hay en el cielo y en la tierra. R/.
Tuyo, Señor, es el reino, tú estás por encima de todos
los reyes. De ti provienen las riquezas y la gloria. R/.
Tú lo gobiernas todo, en tu mano están la fuerza y el poder y
de tu mano proceden la gloria y la fortaleza. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 10, 27) R/. Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me
siguen. R/.
Ustedes han convertido la casa de Dios en cueva de ladrones.
Del santo Evangelio según san Lucas: 19, 45-48
Aquel día, Jesús
entró en el templo y comenzó a echar fuera a los que vendían
y compraban allí, diciéndoles: "Está escrito: Mi casa
es casa de oración; pero ustedes la han convertido en cueva de ladrones".
Jesús enseñaba todos los días en el templo. Por su parte,
los sumos sacerdotes, los escribas y los jefes del pueblo, intentaban matarlo,
pero no encontraban cómo hacerlo, porque todo el pueblo estaba pendiente
de sus palabras. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que los dones que vamos a ofrecerte en honor de tu santa virgen Cecilia te sean, Señor, tan agradables, como agradable fue a tus ojos su martirio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 25, 4. 6)
Las cinco vírgenes prudentes llevaron frascos de aceite con las lámparas. A medianoche se oyó una voz: Ya viene el esposo; salgan al encuentro de Cristo, el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, que glorificaste a santa Cecilia con la doble corona de la virginidad y del martirio, concédenos que esta comunión nos ayude a superar todas las pruebas y podamos así alcanzar el Reino eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Vísperas I de mañana: todo propio. Tomo IV: p. 572. Para los fieles: p. 425. Edición popular: p. 488. Memoria libre (Rojo)
LA USURPACIÓN Y EL CUESTIONAMIENTO
1 M 6,1-13; Lc 20,27-40
El relato de la muerte de Antíoco Epífanes recoge una situación patética, puesto que nos presenta a un gobernante ensoberbecido que pretende ocupar el lugar de Dios, luchando contra Él. Para el narrador la historia de este monarca tiene un desenlace trágico. El rey muere deprimido al conocer la victoria conseguida por los judíos en contra de su proyecto. El protagonista termina sus días arrepentido, reconociendo que la muerte que le sobreviene, es un merecido castigo por rebelarse contra Dios. En la discusión que sostiene el Señor Jesús con los saduceos, éstos ponen en duda la racionabilidad de la resurrección. El Maestro desmonta sus argumentos, haciéndoles ver que la plenitud de la vida, es la superación de todas las carencias propias de nuestra existencia terrenal. El Dios que nos regaló la existencia caduca nos hará participar gratuitamente de la vida plena.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Este hombre es un verdadero mártir, ya que derramó su sangre por Cristo; no temió las amenazas de quienes lo juzgaron y mereció así el Reino de los cielos.
ORACIÓN COLECTA
Dios y padre nuestro, que concediste a tu siervo Miguel Agustín, en su vida y en su martirio, buscar ardientemente tu mayor gloria y la salvación de los hombres, concédenos, a ejemplo suyo, servirte y glorificarte cumpliendo nuestras obligaciones diarias con fidelidad y alegría, y ayudando eficazmente a nuestros prójimos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Por el daño que hice en Jerusalén muero ahora lleno de tristeza.
Del primer libro de los Macabeos: 6, 1-13
Cuando recorría las
regiones altas de Persia, el rey Antíoco se enteró de que había
una ciudad llamada Elimaida, famosa por sus riquezas de oro y plata. En su riquísimo
templo se guardaban los yelmos de oro, las corazas y las armas dejadas ahí
por Alejandro, hijo de Filipo y rey de Macedonia, que fue el primero que reinó
sobre los griegos.
Antíoco se dirigió a Elimaida, con intención de apoderarse
de la ciudad y de saquearla. Pero no lo consiguió, porque al conocer
sus propósitos, los habitantes le opusieron resistencia y tuvo que salir
huyendo y marcharse de ahí con gran tristeza, para volverse a Babilonia.
Todavía se hallaba en Persia, cuando llegó un mensajero que le
anunció la derrota de las tropas enviadas a la tierra de Judá.
Lisias, que había ido al frente de un poderoso ejército, había
sido derrotado por los judíos. Estos se habían fortalecido con
las armas, las tropas y el botín capturado al enemigo. Además,
habían destruido el altar pagano levantado por él sobre el altar
de Jerusalén. Habían vuelto a construir una muralla alta en torno
al santuario y a la ciudad de Bet-Sur.
Ante tales noticias, el rey se impresionó y se quedó consternado,
a tal grado, que cayó en cama, enfermo de tristeza, por no haberle salido
las cosas como él había querido. Permaneció ahí
muchos días, cada vez más triste y pensando que se iba a morir.
Entonces mandó llamar a todos sus amigos y les dijo: "El sueño
ha huido de mis ojos y me siento abrumado de preocupación. Y me pregunto:
`¿Por qué estoy tan afligido ahora y tan agobiado por la tristeza,
si me sentía tan feliz y amado, cuando era poderoso? Pero ahora me doy
cuenta del daño que hice en Jerusalén, cuando me llevé
los objetos de oro y plata que en ella había, y mandé exterminar
sin motivo a los habitantes de Judea. Reconozco que por esta causa me han sobrevenido
estas desgracias y que muero en tierra extraña, lleno de tristeza' ".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 9 R/.
Cantemos al Señor, nuestro salvador.
Te doy gracias, Señor, de todo corazón y proclamaré todas
tus maravillas; me alegro y me regocijo contigo y toco en tu honor, Altísimo.
R/.
Porque mis enemigos retrocedieron, cayeron y perecieron ante ti. Reprendiste
a los pueblos, destruiste al malvado y borraste para siempre su recuerdo. R/.
Los pueblos se han hundido en la tumba que hicieron, su pie quedó atrapado
en la red que escondieron. Tú, Señor, jamás olvidas al
pobre y la esperanza del humilde jamás perecerá. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. 2 Tm 1, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, nuestro Salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer la
vida por medio del Evangelio. R/.
Dios no es Dios de muertos, sino de vivos.
Del santo Evangelio según san Lucas: 20, 27-40
En aquel tiempo, se acercaron
a Jesús algunos saduceos. Como los saduceos niegan la resurrección
de los muertos, le preguntaron: "Maestro, Moisés nos dejó
escrito que si alguno tiene un hermano casado que muere sin haber tenido hijos,
se case con la viuda para dar descendencia a su hermano. Hubo una vez siete
hermanos, el mayor de los cuales se casó y murió sin dejar hijos.
El segundo, el tercero y los demás, hasta el séptimo, tomaron
por esposa a la viuda y todos murieron sin dejar sucesión. Por fin murió
también la viuda. Ahora bien, cuando llegue la resurrección, ¿de
cuál de ellos será esposa la mujer, pues los siete estuvieron
casados con ella?"
Jesús les dijo: "En esta vida, hombres y mujeres se casan, pero
en la vida futura, los que sean juzgados dignos de ella y de la resurrección
de los muertos, no se casarán ni podrán ya morir, porque serán
como los ángeles e hijos de Dios, pues Él los habrá resucitado.
Y que los muertos resucitan, el mismo Moisés lo indica en el episodio
de la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios
de Jacob. Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para Él
todos viven". Entonces, unos escribas le dijeron: "Maestro, has hablado
bien". Y a partir de ese momento ya no se atrevieron a preguntarle nada.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Padre nuestro, que al presentarte este pan y este vino para el sacrificio eucarístico, te presentemos también nuestra vida para que, por intercesión de tu mártir Miguel Agustín, merezcamos un día ser asociados plenamente como él a la oblación de tu Hijo Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 12, 24-25)
Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da fruto abundante.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre, que esta Eucaristía nos purifique de todo egoísmo, y nos dé fuerza para vivir cada día, a ejemplo de tu mártir Miguel Agustín, al servicio de nuestros hermanos, con los sentimientos del Corazón de tu Hijo Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Santa María en sábado (ml), verde o blanco
ORACIÓN COLECTA
Dios de eterna gloria, Padre santo, que has introducido en el mundo la verdadera alegría, Cristo, tu Hijo, sol de justicia nacido de la Virgen Madre, líbranos del peso del pecado, que entristece y extingue tu Espíritu en nosotros, y recíbenos en la mesa de tu Reino, para saciarnos con el pan que contiene en sí todo deleite. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Padre lleno de bondad, que nos socorra el inmenso amor de tu Hijo unigénito para que, quien al nacer de la Virgen María, no menoscabó la integridad de la Madre, sino que la consagró, nos libre de nuestras culpas y haga acepta a ti nuestra oblación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, al recibir el sacramento celestial en esta conmemoración de la santísima Virgen María, te pedimos que nos concedas celebrar dignamente, a imitación suya, el misterio de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO
Santos: Santa Catalina de Alejandría, mártir. Beata Isabel de Reute, laica. Solemnidad (Blanco)
EL REY DEL UNIVERSO
2 Sm 5, 1-3; Col 1, 12-20; Lc 23, 35-43
En la cultura y la tradición de Israel, al menos durante muchos siglos predominó la figura monárquica como referente del gobernante justo e ideal. Entre los muchos gobernantes que condujeron al pueblo obviamente destacan las figuras de David y Salomón. El Segundo libro de Samuel nos presenta el momento decisivo en que los concejales de Israel se presentan en Hebrón, solicitando a David que reine sobre las tribus del Norte de la misma manera que ya reina en el sur. David fue un estratega militar eficiente que ensanchó y aseguró las fronteras de Israel, así se afianzó su reputación. De otra realeza muy distinta nos habla el relato evangélico. La realeza de Jesús es paradójica, porque se proclama desde su situación de máxima humillación y debilidad. La condición mesiánica de Jesús no se impone a través de prodigios como reclama la multitud, se revela a través del escándalo de la Cruz y es acogido con fe por alguno de los ladrones, mientras que es objeto de burla para el otro.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 5, 12; 1, 6)
Digno es el Cordero que fue inmolado, de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza y el honor. A Él la gloria y el imperio por los siglos de los siglos.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que quisiste fundar todas las cosas en tu Hijo muy amado, Rey del universo, haz que toda creatura, liberada de la esclavitud, sirva a tu majestad y te alabe eternamente. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Ungieron a David como rey de Israel.
Del segundo libro de Samuel: 5, 1-3
En aquellos días,
todas las tribus de Israel fueron a Hebrón a ver a David, de la tribu
de Judá, y le dijeron:
"Somos de tu misma sangre. Ya desde antes, aunque Saúl reinaba sobre
nosotros, tú eras el que conducía a Israel, pues ya el Señor
te había dicho: 'Tú serás el pastor de Israel, mi pueblo;
tú serás su guía' ".
Así pues, los ancianos de Israel fueron a Hebrón a ver a David,
rey de Judá. David hizo con ellos un pacto en presencia del Señor
y ellos lo ungieron como rey de todas las tribus de Israel. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 121 R/.
Vayamos con alegría al encuentro del Señor.
¡Qué alegría sentí cuando me dijeron: "Vayamos
a la casa del Señor"! Y hoy estamos aquí, Jerusalén,
jubilosos, delante de tus puertas. R/.
A ti, Jerusalén, suben las tribus, las tribus del Señor, según
lo que a Israel se le ha ordenado, para alabar el nombre del Señor. R/.
Por el amor que tengo a mis hermanos, voy a decir: "La paz sea contigo".
Y por la casa del Señor, mi Dios, pediré para ti todos los bienes.
R/.
Dios nos ha trasladado al Reino de su Hijo amado.
De la carta del apóstol san Pablo a los colosenses: 1, 12-20
Hermanos: Demos gracias
a Dios Padre, el cual nos ha hecho capaces de participar en la herencia de su
pueblo santo, en el reino de la luz.
Él nos ha liberado del poder de las tinieblas y nos ha trasladado al
Reino de su Hijo amado, por cuya sangre recibimos la redención, esto
es, el perdón de los pecados.
Cristo es la imagen de Dios invisible, el primogénito de toda la creación,
porque en Él tienen su fundamento todas las cosas creadas, del cielo
y de la tierra, las visibles y las invisibles, sin excluir a los tronos y dominaciones,
a los principados y potestades. Todo fue creado por medio de Él y para
El. El existe antes que todas las cosas, y todas tienen su consistencia en Él.
Él es también la cabeza del cuerpo, que es la Iglesia. Él
es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que sea el
primero en todo.
Porque Dios quiso que en Cristo habitara toda plenitud y por Él quiso
reconciliar consigo todas las cosas, del cielo y de la tierra, y darles la paz
por medio de su sangre, derramada en la cruz. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Mc 11, 9. 10) R/. Aleluya, aleluya.
¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito
el reino que llega, el reino de nuestro padre David! R/.
Señor, cuando llegues a tu Reino, acuérdate de mí.
Del santo Evangelio según san Lucas: 23, 35-43
Cuando Jesús estaba
ya crucificado, las autoridades le hacían muecas, diciendo: "A otros
ha salvado; que se salve a sí mismo, si Él es el Mesías
de Dios, el elegido".
También los soldados se burlaban de Jesús, y acercándose
a Él, le ofrecían vinagre y le decían: "Si tú
eres el rey de los judíos, sálvate a ti mismo". Había,
en efecto, sobre la cruz, un letrero en griego, latín y hebreo, que decía:
"Éste es el rey de los judíos".
Uno de los malhechores crucificados insultaba a Jesús, diciéndole:
"Si tú eres el Mesías, sálvate a ti mismo y a nosotros".
Pero el otro le reclamaba, indignado: "¿Ni siquiera temes tú
a Dios, estando en el mismo suplicio? Nosotros justamente recibimos el pago
de lo que hicimos. Pero éste ningún mal ha hecho". Y le decía
a Jesús: "Señor, cuando llegues a tu Reino, acuérdate
de mí". Jesús le respondió: "Yo te aseguro que
hoy estarás conmigo en el paraíso". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos a Jesús,
nuestro Rey y Camino.
Después de cada petición diremos: Señor Jesús, acuérdate
de nosotros.
Por la Iglesia, por todos los que, en el mundo entero, queremos seguir
el camino del Evangelio. Oremos.
Por los que trabajan para hacer de este mundo un lugar de paz, en el que toda
persona pueda vivir con esperanza y confianza. Oremos.
Por los pobres y los enfermos, por los que se sienten abandonados, por todos
los que viven en el dolor y la tristeza. Oremos.
Por nuestros familiares y amigos que han muerto. Oremos.
Por nosotros, los que hoy nos hemos reunido en esta iglesia para celebrar el
domingo, el día del Señor. Oremos.
Señor Jesús, escucha nuestras súplicas y condúcenos
a tu Reino. Tú, que vives y reinas...
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al ofrecerte el sacrificio de la reconciliación humana, te rogamos, Señor, que Jesucristo, tu Hijo, conceda a todos los pueblos los bienes de la unidad y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque consagraste Sacerdote eterno y Rey del universo a tu Hijo unigénito,
nuestro Señor Jesucristo, para que, ofreciéndose a sí mismo
como víctima perfecta y pacificadora en el altar de la cruz, consumara
el misterio de la redención humana; y sometiendo a su poder la creación
entera, entregara a tu majestad infinita un Reino eterno y universal: Reino
de la verdad y de la vida, Reino de la santidad y de la gracia, Reino de la
justicia, del amor y de la paz.
Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros
celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria. Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 28, 10-11)
En su trono reinará el Señor para siempre y le dará a su pueblo la bendición de la paz.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el pan que da la vida eterna, te pedimos, Señor, que quienes nos gloriamos en obedecer aquí los mandatos de Cristo, Rey del universo, podamos vivir con Él eternamente en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Este episodio de la pasión de Cristo es popularmente conocido; de hecho la respuesta final de Jesús forma parte de la serie de "las siete palabras" que recitó Jesús antes de morir. El así llamado "buen ladrón" que se acogió a la misericordia del futuro rey victorioso, obtuvo una respuesta sorprendente. En el momento mismo de su ajusticiamiento Jesús dispone del poder para salvar, por eso le asegura que el hoy de la salvación ha comenzado y que estará con Él en el paraíso. La salvación consiste en estar con Jesús. Los que se fíen en Él, participarán de su destino definitivo. La realeza de Jesús empezará a manifestarse en su triunfo sobre la muerte. No significa esto que el reinado de Dios, patente en su Hijo, se reduzca únicamente a las realidades posteriores a la muerte. De hecho, la victoria de Jesús sobre la muerte, empieza a verificarse a través de las señales y curaciones que realiza a favor de los débiles. Donde resurge la vida, la salud y el bienestar, se hace presente la realeza de Jesús, que no vino a ser servido sino a servir.
DOS FORMAS DE VIVIR LA FE
Dn 1,1-6. 8-20; Lc 21, 1-4
El libro de Daniel responde a una situación de crisis social y religiosa que experimentó Israel a mediados del siglo II. A través de esta narración simbólica el autor pretende sostener la fe vacilante de sus contemporáneos. El joven Daniel vive una situación conflictiva y desafiante en su condición de emigrante al servicio de un rey extranjero. Junto con tres jóvenes aprende a vivir al "filo de la navaja" cooperando en la medida de sus posibilidades con el rey Nabucodonosor y su vez, absteniéndose de traspasar los mandatos que Dios había dado a Israel. Es un caso singular de cooperación y resistencia con el adversario. En el Evangelio una viuda anónima llama la atención de Jesús, porque logra conciliar su generosidad con su confianza plena en Dios. No importa la cantidad del donativo, sino la actitud con que lo hace, puesto que refleja la confianza plena de quien sabe que Dios jamás la ha desprotegido.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 73, 20. 19)
Acuérdate, Señor, de tu alianza y no olvides para siempre la vida de tus pobres.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que cuidas de todas tus creaturas, porque eres bueno y todopoderoso, concédenos demostrar prácticamente nuestro amor a los hermanos que padecen hambre, para que, libres de esa aflicción puedan servirte con libertad y alegría. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
No hubo ninguno como Daniel, Ananías, Misael y Azarías.
Del libro del profeta Daniel: 1, 1-6. 8-20
El año tercero del
reinado de Joaquín, rey de Judá, vino a Jerusalén Nabucodonosor,
rey de Babilonia, y la sitió. El Señor entregó en sus manos
a Joaquín, rey de Judá, así como parte de los objetos del
templo, que él se llevó al país de Senaar y los guardó
en el tesoro de sus dioses. El rey mandó a Aspenaz, jefe de sus oficiales,
que seleccionara de entre los israelitas de sangre real y de la nobleza, algunos
jóvenes, sin defectos físicos, de buena apariencia, sobrios, cultos
e inteligentes y aptos para servir en la corte del rey, con el fin de enseñarles
la lengua y la literatura de los caldeos.
El rey les asignó una ración diaria de alimentos y de vino de
su propia mesa. Deberían ser educados durante tres años y después
entrarían al servicio del rey. Entre ellos se encontraban Daniel, Ananías,
Misael y Azarías, que eran de la tribu de Judá.
Daniel hizo el propósito de no contaminarse compartiendo los alimentos
y el vino de la mesa del rey, y le suplicó al jefe de los oficiales que
no lo obligara a contaminarse. Dios le concedió a Daniel hallar favor
y gracia ante el jefe de los oficiales. Sin embargo, éste le dijo a Daniel:
"Le tengo miedo al rey, mi señor, porque él les ha asignado
a ustedes su comida y su bebida, y si llega a verlos más delgados que
a los demás, estará en peligro mi vida".
Daniel le dijo entonces a Malasar, a quien el jefe de los oficiales había
confiado el cuidado de Daniel, Ananías, Misael y Azarías: "Por
favor, haz la prueba con tus siervos durante diez días; que nos den de
comer legumbres, y de beber, agua; entonces podrás comparar nuestro aspecto
con el de los jóvenes que comen de la mesa del rey y podrás tratarnos
según el resultado". Aceptó él la propuesta e hizo
la prueba durante diez días. Al cabo de ellos, los jóvenes judíos
tenían mejor aspecto y estaban más robustos que todos los que
comían de la mesa del rey. Desde entonces Malasar les suprimió
la ración de comida y de vino, y les dio sólo legumbres.
A estos cuatro jóvenes les concedió Dios sabiduría e inteligencia
en toda clase de ciencia. A Daniel, además, el don de interpretar visiones
y sueños.
Al cabo del tiempo establecido, el jefe de los oficiales llevó a todos
los jóvenes ante Nabucodonosor y se los presentó. El rey conversó
con ellos y entre todos no encontró a nadie como Daniel, Ananías,
Misael y Azarías. Quedaron entonces al servicio del rey. Y en todas las
cosas de sabiduría, inteligencia y experiencia que el rey les propuso,
los encontró diez veces superiores a todos los magos y adivinos de su
reino.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Daniel 3 R/. Bendito
seas, para siempre, Señor.
Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres. Que tu nombre santo y glorioso
sea bendito. R/.
Bendito seas en el templo santo y glorioso. Que en el trono de tu reino seas
bendito. R/.
Bendito eres tú, Señor, que penetras con tu mirada los abismos
y te sientas en un trono rodeado de querubines. Bendito seas, Señor,
en la bóveda del cielo. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 24, 42. 44) R/. Aleluya, aleluya.
Estén preparados, porque no saben a qué hora va a venir
el Hijo del hombre. R/.
Vio a una viuda pobre que echaba dos moneditas.
Del santo Evangelio según san Lucas: 21, 1-4
En aquel tiempo, levantando los ojos, Jesús vio a unos ricos que echaban sus donativos en las alcancías del templo. Vio también a una viuda pobre, que echaba allí dos moneditas, y dijo: "Yo les aseguro que esa pobre viuda ha dado más que todos. Porque éstos dan a Dios de lo que les sobra; pero ella, en su pobreza, ha dado todo lo que tenía para vivir". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que el sacrificio eucarístico que vamos a ofrecerte, signo de la abundancia de la vida divina y de la unidad en la caridad, nos impulse, Señor, a cumplir la obligación fraterna de compartir el pan. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Mt 11, 28)
Vengan a mí todos los que están hambrientos y agobiados, que yo los alimentaré, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el pan de vida que descendió del cielo, nos impulse, Señor, a socorrer a nuestros hermanos menesterosos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Conrado de Constanza, obispo; Siricio I, Papa. Beato Santiago Alberione, fundador. Feria (Verde)
EL REINO DURARÁ POR SIEMPRE
Dn 2,31-45; Lc 21, 5-11
El sueño que nos refiere el libro de Daniel pretende transmitir una enseñanza importante para un pueblo que padece opresión a manos de Grecia. La estatua descomunal hace alusión al poder aparentemente invencible de dicho imperio. La duración de dicha servidumbre no será eterna. La "piedra" que pondrá fin a dicha deshumanización, proviene de lo alto. Efectivamente, el autor de este texto apocalíptico está convencido que toda forma de opresión lleva consigo su propia semilla de destrucción. Es un canto de esperanza en el triunfo decisivo de la justicia divina que reinará para siempre. Ateniéndonos a esta profecía, podemos acercarnos al discurso evangélico y afirmar que ninguna persona es capaz de predecir cuándo "caerá la piedra" que pondrá fin al desorden y la opresión presente. Una soberana decisión del Señor de la historia señalará el comienzo de los acontecimientos finales.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 22, 4)
Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo, Señor y Dios mío, tu vara y tu cayado me dan seguridad.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que nos creaste a tu imagen y quisiste que tu Hijo muriera por nosotros, concédenos vivir siempre vigilantes en oración, a fin de que, libres de pecado cuando tú nos llames, podamos ir a reposar gozosos en brazos de tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Dios hará surgir un reino que jamás será destruido y que aniquilará a todos los reinos.
Del libro del profeta Daniel: 2, 31-45
En aquellos días,
Daniel le dijo al rey Nabucodonosor: "Tú, rey, has tenido esta visión:
viste delante de ti una estatua, una estatua gigantesca, de un brillo extraordinario
y de aspecto imponente. La cabeza de la estatua era de oro puro; el pecho y
los brazos, de plata; el vientre y los muslos, de bronce; las piernas, de hierro;
y los pies, de hierro mezclado con barro.
Tú la estabas mirando, cuando de pronto una piedra que se desprendió
del monte, sin intervención de mano alguna, vino a chocar con los pies
de hierro y barro de la estatua y los hizo pedazos. Entonces todo se hizo añicos:
el hierro, el barro, el bronce, la plata y el oro; todo quedó como el
polvo que se desprende cuando se trilla el grano en el verano y el viento se
lo lleva sin dejar rastro. Y la piedra que había golpeado la estatua
se convirtió en un gran monte, que llenó toda la tierra.
Éste fue tu sueño y ahora te lo voy a interpretar. Tú,
rey de reyes, a quien el Dios del cielo ha dado el reino y el poder, el dominio
y la gloria, pues te ha dado poder sobre todos los hombres, sobre las bestias
del campo y las aves del cielo, para que reines sobre ellos, tú eres
la cabeza de oro. Después de ti surgirá un reino de plata, menos
poderoso que el tuyo. Después vendrá un tercer reino, de bronce,
que dominará toda la tierra. Y habrá un cuarto reino, fuerte como
el hierro; así como el hierro destroza y machaca todo, así él
destrozará y aplastará a todos.
Los pies y los dedos de hierro mezclado con barro que viste, representan un
reino dividido; tendrá algo de la solidez del hierro, porque viste el
hierro mezclado con el barro. Los dedos de los pies, de hierro y de barro, significan
un reino al mismo tiempo poderoso y débil. Y el hierro mezclado con el
barro quiere decir que los linajes se mezclarán, pero no llegarán
a fundirse, de la misma manera que el hierro no se mezcla con el barro.
En tiempo de estos reyes, el Dios del cielo hará surgir un reino que
jamás será destruido, ni dominado por ninguna otra nación.
Destruirá y aniquilará a todos estos reinos y él durará
para siempre. Eso significa la piedra que has visto desprenderse del monte,
sin intervención de mano humana, y que redujo a polvo el barro, el hierro,
el bronce, la plata y el oro.
El Dios grande ha manifestado al rey lo que va a suceder. El sueño es
verdadero, y su interpretación, digna de crédito". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Daniel 3 R/. Bendito
seas para siempre, Señor.
Todas sus obras, bendigan al Señor. Todos sus ángeles, bendigan
al Señor. R/.
Cielos, bendigan al Señor. Todas las aguas del cielo, bendigan al Señor.
R/.
Todos sus ejércitos, bendigan al Señor. R/.
ACLAMACIÓN
(Ap 2, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Sé fiel hasta la muerte y te daré como premio la vida, dice el
Señor. R/.
No quedará piedra sobre piedra.
Del santo Evangelio según san Lucas: 21, 5-11
En aquel tiempo, como algunos
ponderaban la solidez de la construcción del templo y la belleza de las
ofrendas votivas que lo adornaban, Jesús dijo: "Días vendrán
en que no quedará piedra sobre piedra de todo esto que están admirando;
todo será destruido".
Entonces le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo va a ocurrir esto
y cuál será la señal de que ya está a punto de suceder?"
Él les respondió: "Cuídense de que nadie los engañe,
porque muchos vendrán usurpando mi nombre y dirán: 'Yo soy el
Mesías. El tiempo ha llegado'. Pero no les hagan caso. Cuando oigan hablar
de guerras y revoluciones, que no los domine el pánico, porque eso tiene
que acontecer, pero todavía no es el fin".
Luego les dijo: "Se levantará una nación contra otra y un
reino contra otro. En diferentes lugares habrá grandes terremotos, epidemias
y hambre, y aparecerán en el cielo señales prodigiosas y terribles".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Tú que con la muerte de tu Hijo venciste nuestra muerte, concédenos, Señor, por los méritos de este sacramento, ser obedientes a tu voluntad hasta el fin, para que, llenos de confianza y de paz, salgamos de este mundo y podamos participar de la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 21, 36)
Vigilen y oren en todo momento, dice el Señor, para que sean dignos de comparecer ante el Hijo del hombre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú, Señor, que en este sacramento nos has dado la prenda de la vida inmortal, ayúdanos a vencer en la hora de la muerte las insidias del enemigo y recíbenos en la gloria eterna de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa.
Santos: Virgilio de Salzburgo, obispo. Beato Ramón Lull, mártir. Feria (Verde)
LA PERSECUCIÓN LLEGARÁ A SU FIN
Dn 5,1-6. 13-14. 16-17. 23-28; Lc 21,12-19
El relato del rey Baltasar es una forma ingeniosa que usaron los autores apocalípticos para expresar su más profunda certidumbre. Los soberanos griegos que habían pisoteado los símbolos religiosos de Israel y que habían pretendido destruir los valores culturales del pueblo judío, no quedarían impunes. El juicio de Dios: "contado, pesado, dividido" se haría efectivo. El comienzo de la salvación definitiva que anuncia el Evangelio de san Lucas será precedido por momentos de persecución. Sin embargo, la verdadera salvación no será un ajuste de cuentas de una nación aplastada contra su agresor, sino la eliminación de toda forma de violencia tanto a nivel personal como en el plano de las relaciones sociales. Honrar al Señor, dueño de la vida, implica respetar la vida y la dignidad de toda persona y de toda cultura.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 84. 9)
Dios anuncia la paz a su pueblo, a todos sus amigos y a cuantos se convierten a Él de corazón.
ORACIÓN COLECTA
Mueve, Señor, nuestros corazones para que correspondamos generosamente a la acción de tu gracia y recibamos, así, con abundancia, los dones de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo....
LITURGIA DE LA PALABRA
Aparecieron los dedos de una mano, que se pusieron a escribir.
Del libro del profeta Daniel: 5, 1-6. 13-14. 16-17. 23-28
En aquellos días,
el rey Baltasar dio un gran banquete en honor de mil funcionarios suyos y se
puso a beber con ellos. Animado por el vino, Baltasar mandó traer los
vasos de oro y de plata que su padre, Nabucodonosor, había robado del
templo de Jerusalén, para que bebieran en ellos el rey y sus funcionarios,
sus mujeres y sus concubinas.
Trajeron, pues, los vasos de oro y de plata robados del templo de Jerusalén,
y en ellos bebieron el rey y sus funcionarios, sus mujeres y sus concubinas.
Bebieron y comenzaron a alabar a sus dioses de oro y plata, de bronce y de hierro,
de madera y de piedra.
De repente aparecieron los dedos de una mano, que se pusieron a escribir en
la pared del palacio, detrás del candelabro, y el rey veía cómo
iban escribiendo los dedos. Entonces el rey se demudó, la mente se le
turbó, le faltaron las fuerzas y las rodillas le empezaron a temblar.
Trajeron a Daniel y el rey le dijo: "¿Eres tú Daniel, uno
de los judíos desterrados, que mi padre Nabucodonosor trajo de Judea?
Me han dicho que posees el espíritu de Dios, inteligencia, prudencia
y sabiduría extraordinarias. Me han dicho que puedes interpretar los
sueños y resolver los problemas. Si logras leer estas palabras y me las
interpretas, te pondrán un vestido de púrpura y un collar de oro
y serás el tercero en mi reino".
Daniel le respondió al rey: "Puedes quedarte con tus regalos y darle
a otro tus obsequios. Yo te voy a leer esas palabras y te las voy a interpretar.
Tú te has rebelado contra el Señor del cielo: has mandado traer
los vasos de su casa, y tú y tus funcionarios, tus mujeres y tus concubinas
han bebido en ellos; has alabado a dioses de plata y de oro, de bronce y de
hierro, de madera y de piedra, que no ven ni oyen ni entienden, pero no has
glorificado al Dios que tiene en sus manos tu vida y tu actividad. Por eso Dios
ha enviado esa mano para que escribiera.
Las palabras escritas son: 'Contado, Pesado, Dividido' y ésta es su interpretación.
'Contado': Dios ha contado los días de tu reinado y les ha puesto límite.
'Pesado': Dios te ha pesado en la balanza y te falta peso. 'Dividido': Tu reino
se ha dividido y se lo entregarán a los medos y a los persas".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Daniel 3 R/. Bendito
seas para siempre, Señor.
Sol y luna, bendigan al Señor. Estrellas del cielo, bendigan al Señor.
R/.
Lluvia y rocío, bendigan al Señor. Todos los vientos, bendigan
al Señor. R/.
Fuego y calor, bendigan al Señor. Fríos y heladas, bendigan al
Señor. R/.
ACLAMACIÓN
(Ap 2, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Sé fiel hasta la muerte y te daré como premio la vida, dice el
Señor. R/.
Todos los odiarán a ustedes por causa mía. Sin embargo, ni un cabello de su cabeza perecerá.
Del santo Evangelio según san Lucas: 21, 12-19
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Los perseguirán y los apresarán,
los llevarán a los tribunales y a la cárcel, y los harán
comparecer ante reyes y gobernadores por causa mía. Con esto ustedes
darán testimonio de mí.
Grábense bien que no tienen que preparar de antemano su defensa, porque
yo les daré palabras sabias, a las que no podrá resistir ni contradecir
ningún adversario de ustedes.
Los traicionarán hasta sus propios padres, hermanos, parientes y amigos.
Matarán a algunos de ustedes, y todos los odiarán por causa mía.
Sin embargo, ni un cabello de su cabeza perecerá. Si se mantienen firmes,
conseguirán la vida". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, este santo sacrificio que nos has mandado ofrecer en tu alabanza y concédenos, por él, obedecer siempre tus mandatos para que seamos dignos de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 28, 20)
Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú que nos has hecho partícipes de tu propia vida en este sacramento, no permitas, Señor, que nos separemos ya de ti, que eres la fuente de todo bien. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Esteban "el Joven", abad; Catalina Labouré, religiosa; Jácome de la Marca, presbítero. Feria (Verde)
LA LIBERACIÓN FINAL
Dn 6,12-28; Lc 21,20-28
Daniel es el protagonista del libro que lleva su nombre. Vive en una situación de opresión extrema que le impide orar y dirigir súplicas al Dios de Israel. El decreto persecutorio imponía la pena de muerte al transgresor. Daniel sufre peligros mortales por razón de su fidelidad a Dios. La manera como el autor consigue expresar su certeza en el Dios que no abandona a sus fieles, es a través del envío del ángel que libera a Daniel. Nosotros sabemos que no siempre ocurren esas intervenciones milagrosas a favor de los creyentes que ponen en riesgo su vida por razón de su fe. Las personas inocentes que han sido eliminadas o desaparecidas lo ejemplifican. Sin embargo, estamos también convencidos que la exhortación final que el Señor Jesús nos ofrece en el Evangelio ya se cumplió en su persona. Él está erguido con la cabeza en alto, porque el Señor lo liberó de la muerte. El consuelo que promete Jesús no es una ilusión, es una realidad que sobrepasa el terreno del discurso para convertirse en el acontecimiento central de la historia.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 109, 4)
El Señor lo ha jurado y el Señor no se retracta. Tú eres sacerdote para siempre, como lo es Melquisedec.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que para gloria tuya y salvación nuestra constituiste a Cristo sumo y eterno sacerdote, concede al pueblo redimido con su sangre obtener, por la participación en este memorial, los frutos de la muerte y resurrección de tu Hijo, que vive y reina contigo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Mi Dios envió a su ángel para cerrar las fauces de los leones.
Del libro del profeta Daniel: 6, 12-28
En aquellos días,
unos hombres fueron a espiar a Daniel y lo sorprendieron haciendo oración
a su Dios. Entonces fueron a decirle al rey Darío: "Señor,
¿no has firmado tú un decreto, que prohíbe, durante treinta
días, hacer oración a cualquier dios u hombre que no seas tú,
bajo pena de ser arrojado al foso de los leones?"
El rey contestó: "El decreto está en vigor, como ley irrevocable
para medos y persas". Ellos le replicaron: "Pues Daniel, uno de los
desterrados de Judea, no ha obedecido el decreto que firmaste, porque tres veces
al día hace oración a su Dios".
Al oír estas palabras, el rey se afligió mucho, se propuso salvar
a Daniel y hasta la puesta del sol estuvo buscando el modo de librarlo. Pero
aquellos hombres, comprendiendo que el rey quería salvar a Daniel, le
urgían diciéndole: "Señor, tú sabes que, según
la ley de medos y persas, un decreto real es irrevocable".
Entonces el rey ordenó que trajeran a Daniel y lo arrojaran al foso de
los leones. Pero le dijo a Daniel: "Tu Dios, a quien sirves con perseverancia,
te va a librar".
Trajeron una piedra, taparon con ella la entrada del foso y el rey la sello
con su sello y con el de sus funcionarios, para que nadie pudiera modificar
la sentencia dada en contra de Daniel. Después el rey se volvió
a su palacio y se pasó la noche sin probar bocado y sin poder dormir.
Al amanecer, se levantó y se dirigió a toda prisa al foso de los
leones. Ya cerca del foso le gritó angustiado a Daniel: "Daniel,
siervo del Dios vivo, ¿ha podido salvarte de los leones tu Dios, a quien
veneras fielmente?" Daniel le contestó: "Viva siempre el rey.
Mi Dios envió a sus ángeles para cerrar las fauces de los leones
y no me han hecho nada, porque ante Él soy inocente, como lo soy también
ante ti".
El rey se alegró mucho y mandó que sacaran a Daniel del foso;
al sacarlo, vieron que no tenía ni un rasguño, porque había
confiado en su Dios. Luego ordenó que trajeran a los que habían
acusado a Daniel y los arrojaran al foso de los leones con sus hijos y sus esposas.
No habían llegado al suelo y ya los leones los habían atrapado
y despedazado.
Entonces el rey Darío escribió a todos los pueblos, naciones y
lenguas de la tierra: "Paz y bienestar. Ordeno y mando que en mi imperio,
todos respeten y teman al Dios de Daniel.
Él es el Dios vivo, que permanece para siempre. Su reino no será
destruido, su imperio durará hasta el fin. Él salva y libra, obra
prodigios y señales en el cielo y en la tierra. Él salvó
a Daniel de los leones".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Daniel 3 R/. Bendito
seas para siempre, Señor.
Rocíos y nevadas, bendigan al Señor. Hielo y frío, bendigan
al Señor. Heladas y nieves, bendigan al Señor. R/.
Noches y días, bendigan al Señor. Luz y tinieblas, bendigan al
Señor. R/.
Rayos y nubes, bendigan al Señor. Tierra, bendice al Señor. R/.
ACLAMACIÓN
(Lc 21, 28) R/. Aleluya, aleluya.
Estén atentos y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación,
dice el Señor. R/.
Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que se cumpla el plazo señalado por Dios.
Del santo Evangelio según san Lucas: 21, 20-28
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Cuando vean a Jerusalén sitiada por
un ejército, sepan que se aproxima su destrucción. Entonces, los
que estén en Judea, que huyan a los montes; los que estén en la
ciudad, que se alejen de ella; los que estén en el campo, que no vuelvan
a la ciudad; porque esos días serán de castigo para que se cumpla
todo lo que está escrito. ¡Pobres de las que estén embarazadas
y de las que estén criando en aquellos días! Porque vendrá
una gran calamidad sobre el país y el castigo de Dios se descargará
contra este pueblo. Caerán al filo de la espada, serán llevados
cautivos a todas las naciones y Jerusalén será pisoteada por los
paganos, hasta que se cumpla el plazo que Dios les ha señalado.
Habrá señales prodigiosas en el sol, en la luna y en las estrellas.
En la tierra las naciones se llenarán de angustia y de miedo por el estruendo
de las olas del mar; la gente se morirá de terror y de angustiosa espera
por las cosas que vendrán sobre el mundo, pues hasta las estrellas se
bambolearán. Entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube,
con gran poder y majestad. Cuando estas cosas comiencen a suceder, pongan atención
y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, participar dignamente en esta Eucaristía, porque cada vez que celebramos el memorial del sacrificio de tu Hijo, se lleva a cabo la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Co 11, 24-25)
Éste es mi Cuerpo, que se da por ustedes. Este cáliz es la nueva alianza establecida por mi Sangre; cuantas veces lo beban, háganlo en memoria mía, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que nos has concedido el gozo de participar en esta Eucaristía, memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, haz que, unidos siempre a Él, vivamos como verdaderos hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LA BESTIALIDAD Y LA HUMANIDAD
Dn 7,2-14; Lc 21,29-33
El sueño de las cuatro bestias y la figura humana, simbolizan de forma concisa y sintética la realidad de los imperios violentos que deshumanizan la convivencia social y que acertadamente son comparadas con figuras de bestias violentas y depredadoras —león, oso, leopardo y finalmente una bestia monstruosa—; por otra parte, la figura humana que aparece entre las nubes simboliza el inicio de un nuevo orden, el del reinado justo y pacífico de Dios. Las cosas horribles e injustas que ya sucedieron han llegado a su fin con la destrucción de las bestias. El futuro armonioso que vendrá, proviene de lo alto, no del mar como las bestias maléficas. Esa figura humana es la comunidad de los santos del Altísimo, que recibirán de parte de Dios el reino para implementar una convivencia social caracterizada por la libertad y la justicia. Lo antiguo terminará, nacerá algo nuevo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Ga 6, 14)
Que nuestra única gloria sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, en quien está nuestra salvación, nuestra vida y resurrección y por quien hemos sido redimidos y liberados.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que quisiste que tu Hijo muriera en la Cruz para salvar a todos los hombres, concédenos aceptar por su amor la cruz del sufrimiento aquí en la tierra, para poder gozar en el cielo los frutos de su redención. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Vi a alguien semejante a un hijo de hombre, que venía entre las nubes del cielo.
Del libro del profeta Daniel: 7, 2-14
Yo, Daniel, tuve una visión
nocturna: los cuatro vientos del cielo agitaron el océano y de él
salieron cuatro bestias enormes, todas diferentes entre sí.
La primera bestia era como un león con alas de águila. Mientras
yo lo miraba, le arrancaron las alas, lo levantaron del suelo, lo incorporaron
sobre sus patas, como un hombre y le dieron inteligencia humana.
La segunda bestia parecía un oso en actitud de incorporarse, con tres
costillas entre los dientes de sus fauces. Y le decían: "Levántate;
come carne en abundancia".
Seguí mirando y vi otra bestia semejante a un leopardo, con cuatro alas
de ave en el lomo y con cuatro cabezas. Y le dieron poder.
Después volví a ver en mis visiones nocturnas una cuarta bestia,
terrible, espantosa y extraordinariamente fuerte; tenía enormes dientes
de hierro; comía y trituraba, y pisoteaba lo sobrante con sus patas.
Era diferente a las bestias anteriores y tenía diez cuernos.
Mientras estaba observando los cuernos, despuntó de entre ellos otro
cuerno pequeño, que arrancó tres de los primeros cuernos. Este
cuerno tenía ojos humanos y una boca que profería blasfemias.
Vi que colocaban unos tronos y un anciano se sentó. Su vestido era blanco
como la nieve y sus cabellos blancos como lana. Su trono, llamas de fuego, con
ruedas encendidas. Un río de fuego brotaba delante de él. Miles
y miles lo servían, millones y millones estaban a sus órdenes.
Comenzó el juicio y se abrieron los libros.
Admirado por las blasfemias que profería aquel cuerno, seguí mirando
hasta que mataron a la bestia, la descuartizaron y la echaron al fuego. A las
otras bestias les quitaron el poder y las dejaron vivir durante un tiempo determinado.
Yo seguí contemplando en mi visión nocturna y vi a alguien semejante
a un hijo de hombre, que venía entre las nubes del cielo. Avanzó
hacia el anciano de muchos siglos y fue introducido a su presencia. Entonces
recibió la soberanía, la gloria y el reino. Y todos los pueblos
y naciones de todas las lenguas lo servían. Su poder nunca se acabará,
porque es un poder eterno, y su reino jamás será destruido. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Daniel 3 R/. Bendito
seas para siempre, Señor.
Montañas y colinas, bendigan al Señor. Todas las plantas de la
tierra, bendigan al Señor. R/.
Fuentes, bendigan al Señor. Mares y ríos, bendigan al Señor.
R/.
Ballenas y peces, bendigan al Señor. Aves del cielo, bendigan al Señor.
Fieras y ganados, bendigan al Señor. R/.
ACLAMACIÓN
(Lc 21, 28) R/. Aleluya, aleluya.
Estén atentos y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación,
dice el Señor. R/.
Cuando vean que sucede esto, sepan que el Reino de Dios está cerca.
Del santo Evangelio según san Lucas: 21, 29-33
En aquel tiempo, Jesús propuso a sus discípulos esta comparación: "Fíjense en la higuera y en los demás árboles. Cuando ven que empiezan a dar fruto, saben que ya está cerca el verano. Así también, cuando vean que suceden las cosas que les he dicho, sepan que el Reino de Dios está cerca. Yo les aseguro que antes de que esta generación muera, todo esto se cumplirá. Podrán dejar de existir el cielo y la tierra, pero mis palabras no dejarán de cumplirse". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que este sacrificio que Cristo te ofreció sobre la Cruz para borrar los pecados del mundo, nos purifique ahora de todas nuestras culpas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 12, 32)
Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor nuestro Jesucristo, tú que nos has redimido por medio de tu Cruz y nos has hecho partícipes de tu Cuerpo y de tu Sangre, concédenos participar también de la gloria de tu resurrección. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Santos: Andrés, apóstol; Maura de Constantinopla, mártir; José Merchand, mártir.
Vísperas I del domingo: 1a semana del Salterio. (Con la oración de Vísperas empieza el nuevo Año litúrgico y el Tiempo de Adviento). Tomo I: pp. 3, 7 y 575. Para los fieles: pp. 7, 8 y 472. Edición popular: pp. 13 y 410. Fiesta (Rojo)
ANDRÉS EL PESCADOR DE BETSAIDA
Rm 10,9-18; Mt 4, 18-22
La figura de Andrés el pescador, hermano de Simón, es escasamente conocida en la tradición cristiana. En los Evangelios los sucesos asociados a su persona son más bien escuetos. Sin embargo, su disponibilidad y su apertura para acoger con fe la buena nueva del Reino, lo entusiasmaron a tal punto que dejó junto con su hermano Simón, el oficio de pescador para convertirse en miembro del grupo de los Doce. La capacidad de desinstalarse manifiesta en la disposición para apartarse de su oficio, su pueblo y su familia, revelan su libertad interior. De la generosidad de esos varones apostólicos, se nutrieron numerosos cristianos, que habiendo escuchado su predicación, respondieron con la fe y se adhirieron de corazón a Cristo Jesús.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Mt 4, 18-19)
En la orilla del mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos, Pedro y Andrés, y los llamó: Vengan conmigo y yo los haré pescadores de hombres.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, tú que llamaste al Apóstol san Andrés para que fuera, aquí en la tierra, predicador del Evangelio y pastor de tu Iglesia, haz que sea siempre ante ti nuestro poderoso intercesor en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
La fe viene de la predicación y la predicación consiste en anunciar la palabra de Cristo.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 10, 9-18
Hermanos: Basta que cada
uno declare con su boca que Jesús es el Señor y que crea en su
corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, para que pueda
salvarse. En efecto, hay que creer con el corazón para alcanzar la santidad
y declarar con la boca para alcanzar la salvación.
Por eso dice la Escritura: Ninguno que crea en Él quedará defraudado,
porque no existe diferencia entre judío y no judío, ya que uno
mismo es el Señor de todos, espléndido con todos los que lo invocan,
pues todo el que invoque al Señor como a su Dios, será salvado
por Él.
Ahora bien, ¿cómo van a invocar al Señor, si no creen en
Él? ¿Y cómo van a creer en Él, si no han oído
hablar de Él? ¿Y cómo van a oír hablar de Él,
si no hay nadie que se lo anuncie? ¿Y cómo va a haber quienes
lo anuncien, si no son enviados? Por eso dice la Escritura: ¡Qué
hermoso es ver correr sobre los montes al mensajero que trae buenas noticias!
Sin embargo, no todos han creído en el Evangelio. Ya lo dijo Isaías:
Señor, ¿quién ha creído en nuestra predicación?
Por lo tanto, la fe viene de la predicación y la predicación consiste
en anunciar la palabra de Cristo.
Entonces yo pregunto: ¿Acaso no habrán oído la predicación?
¡Claro que la han oído!, pues la Escritura dice: La voz de los
mensajeros ha resonado en todo el mundo y sus palabras han llegado hasta el
último rincón de la tierra. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 18 R/.
El mensaje del Señor resuena en toda la tierra.
Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus
manos. Un día comunica su mensaje al otro día y una noche se lo
transmite a la otra noche. R/.
Sin que pronuncien una palabra, sin que resuene su voz, a toda la tierra llega
su sonido y su mensaje hasta el fin del mundo. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 4, 19) R/. Aleluya, aleluya.
Síganme, dice el Señor, y yo los haré pescadores de hombres.
R/.
Ellos inmediatamente, dejando las redes, lo siguieron.
Del santo Evangelio según san Mateo: 4, 18-22
Una vez que Jesús
caminaba por la ribera del mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón,
llamado después Pedro, y Andrés, los cuales estaban echando las
redes al mar, porque eran pescadores. Jesús les dijo: "Síganme
y los haré pescadores de hombres". Ellos inmediatamente dejaron
las redes y lo siguieron.
Pasando más adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan, hijos
de Zebedeo, que estaban con su padre en la barca, remendando las redes, y los
llamó también. Ellos, dejando enseguida la barca y a su padre,
lo siguieron. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, con bondad, los dones que te presentamos en la festividad de san Andrés, Apóstol, y haz que esta Eucaristía sea para nosotros fuente de vida y salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I o II de los Apóstoles.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 1, 41-42)
Andrés dijo a su hermano Simón: Hemos encontrado al Mesías, y lo llevó a donde estaba Jesús.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta sagrada Eucaristía nos fortalezca, Señor, para que, a ejemplo de san Andrés, participemos con nuestros sufrimientos en la pasión de Cristo y podamos participar también en su gloriosa resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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