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MISAL OCTUBRE DEL 2014 / www.laverdadcatolica.org |
Intenciones del Santo Padre para el mes de Octubre 2014 |
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INTENCIÓN UNIVERSAL | |
Para que el Señor conceda la paz a las regiones del mundo más afectadas por la guerra y la violencia. |
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INTENCIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN | |
Para que la Jornada Mundial de las Misiones despierte en cada cristiano la pasión y el celo por llevar el Evangelio a todo el mundo. |
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DE MIL RAZONES, UNA
Jb 9,1-12. 14-16; Lc 9,57-62
Job está empequeñecido ante la grandeza de Dios. Para el protagonista de este drama, no hay manera de encararse con Dios y salir airoso. Su poderío es visible en toda la creación, su soberanía excede a las capacidades humanas, de manera que no es posible confrontarlo, pidiéndole que justifique su proceder. Obviamente las palabras de Job son una protesta sutil, de un hombre que parece sentirse incapaz de defender su causa delante de Dios. Job parece desconsolado, porque sabe que no puede apelar a un tercero para que resuelva la querella que lo confronta con Dios. Los tres candidatos a discípulos que nos presenta el Evangelio de san Lucas, conocen las exigencias radicales que implica el seguimiento de Jesús. No se puede anteponer ningún valor a la centralidad del reinado de Dios. El bienestar personal, las relaciones familiares y los deberes filiales quedan subordinados, que no negados, ante la primacía proyecto salvador de Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Dt 32, 10-12)
El Señor fijó su mirada en ella, la instruyó y la cuidó como a la niña de sus ojos. La condujo como el águila que despliega sus alas para llevar a sus polluelos. El Señor fue su único maestro.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que has preparado tu Reino para los humildes y pequeños, concédenos la gracia de seguir confiadamente el camino de santa Teresa del Niño Jesús, para que por su intercesión, podamos contemplar tu gloria eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El hombre no puede hacer triunfar su causa contra Dios.
Del libro de Job: 9, 1-12. 14-16
Job tomó la palabra
y les dijo a sus amigos: "Sé muy bien que el hombre no puede hacer
triunfar su causa contra Dios. Si el hombre pretendiera entablar pleito con
él, de mil cargos que Dios le hiciera, no podría rechazar ninguno.
El corazón de Dios es sabio y su fuerza es inmensa.
¿Quién se le ha enfrentado y ha salido triunfante? En un instante
descuaja las montañas y sacude los montes con su cólera; él
hace retemblar toda la tierra y la estremece desde sus cimientos. Basta con
que dé una orden y el sol se apaga; esconde cuando quiere a las estrellas;
él solo desplegó los cielos y camina sobre la superficie del mar.
Él creó todas las constelaciones del cielo: la Osa, Orión,
las Cabrillas y las que se ven en el sur; él hace prodigios incomprensibles,
maravillas sin número.
Cuando pasa junto a mí, no lo veo; cuando se aleja de mí, no lo
siento. Si se apodera de algo, ¿quién se lo impedirá? ¿Quién
podrá decirle: 'Qué estás haciendo'?
Si Dios me llama a juicio, ¿cómo podría yo rebatir sus
acciones? Aunque yo tuviera razón, no me quedaría otro remedio
que implorar su misericordia. Si yo lo citara a juicio y él compareciera,
no creo que atendiera a mis razones". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 87 R/.
Señor, que llegue hasta ti mi súplica.
Todo el día te invoco, Señor, y tiendo mis manos hacia ti. ¿Harás
tú maravillas por los muertos? ¿Se levantarán las sombras
para darte gracias? R/.
¿Se anuncia en el sepulcro tu lealtad? ¿O tu fidelidad en el reino
de la muerte? ¿Se conocen tus maravillas en las tinieblas? ¿O
tu justicia en el país del olvido? R/.
Pero yo te pido ayuda, Señor, por la mañana irá a tu encuentro
mi súplica. ¿Por qué, Señor, me rechazas y apartas
de mí tu rostro? R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Flp 3, 8-9) R/. Aleluya, aleluya.
Todo lo considero una pérdida y lo tengo por basura, para ganar a Cristo
y vivir unido a Él. R/.
Te seguiré a dondequiera que vayas.
Del santo Evangelio según san Lucas: 9, 57-62
En aquel tiempo, mientras
iban de camino Jesús y sus discípulos, alguien le dijo: "Te
seguiré a dondequiera que vayas". Jesús le respondió:
"Las zorras tienen madrigueras y los pájaros, nidos; pero el Hijo
del hombre no tiene en dónde reclinar la cabeza". A otro, Jesús
le dijo: "Sígueme". Pero él le respondió: "Señor,
déjame ir primero a enterrar a mi padre". Jesús le replicó:
"Deja que los muertos entierren a sus muertos. Tú ve y anuncia el
Reino de Dios".
Otro le dijo: "Te seguiré, Señor; pero déjame primero
despedirme de mi familia". Jesús le contestó: "El que
empuña el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de
Dios". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al proclamar, Señor, tu obra admirable en santa Teresa, suplicamos humildemente a tu majestad que, así como te agradaron sus méritos, así también te sea aceptable el desempeño de nuestro servicio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 18, 3)
Dice el Señor: Si no cambian y no se hacen como los niños, no entrarán en el Reino de los cielos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el sacramento que acabamos de recibir, Señor, encienda en nosotros la fuerza de aquel amor con el que santa Teresa se entregó a ti e imploró tu misericordia para todos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos Ángeles Custodios
Santos: Tomás de Hereford, obispo. Beato Juan Beyzym, presbítero. Memoria (Blanco)
VERÉ A DIOS
Jb 19, 21-27; Mt 18, 1-5. 10
Job no deja que le arrebaten su más honda esperanza. Su causa no está definitivamente perdida. En el tiempo presente no podrá reivindicarse ante sí mismo, ante su familia y sus amigos y al parecer su esperanza resultará fallida en la dimensión terrenal. No se rinde y acepta que Dios disponga de los plazos y los términos para establecer justicia de manera soberana. Job lo afirma sin vacilar: al final se alzará mi Vengador sobre el polvo. Con esa esperanza firmemente arraigada se sobrepone a la adversidad y persiste en su indignación, confiando a la vez en Dios. En ese sentido le viene bien el mensaje evangélico: en el reinado de Dios es necesario hacerse como un niño, en tanto que el niño es el símbolo de la pequeñez, de la entrega confiada en brazos de su madre. Por esa razón, quien mantiene la confianza en Dios, a pesar de la adversidad, alcanzará a ver la dicha.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Dn 3, 58)
Ángeles del Señor, bendigan al Señor; alábenlo y glorifíquenlo eternamente.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que en tu admirable providencia envías a tus santos ángeles para custodiarnos, concédenos contar siempre con su protección y gozar eternamente de su compañía. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Yo sé que mi defensor vive.
Del libro de Job: 19, 21-27
Job tomó la palabra
y dijo: "Tengan compasión de mí, amigos míos, tengan
compasión de mí, pues me ha herido la mano del Señor. ¿Por
qué se ensañan contra mí, como lo hace Dios, y no se cansan
de escarnecerme?
Ojalá que mis palabras se escribieran; ojalá que se grabaran en
láminas de bronce o con punzón de hierro se esculpieran en la
roca para siempre.
Yo sé bien que mi defensor está vivo y que al final se levantará
a favor del humillado; de nuevo me revestiré de mi piel y con mi carne
veré a mi Dios; yo mismo lo veré y no otro, mis propios ojos lo
contemplarán. Ésta es la firme esperanza que tengo". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 26 R/.
No me abandones, Dios mío.
Oye, Señor, mi voz y mis clamores y tenme compasión; el corazón
me dice que te busque y buscándote estoy. R/.
No rechaces con cólera a tu siervo, tú eres mi único auxilio;
no me abandones ni me dejes solo, Dios y salvador mío. R/.
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor
y fortaleza y en el Señor confía. R/.
ACLAMACIÓN
(Sal 102, 21) R/. Aleluya, aleluya.
Que bendigan al Señor todos sus ejércitos, servidores fieles que
cumplen su voluntad. R/.
Sus ángeles en el cielo ven continuamente el rostro de mi Padre, que está en el cielo.
Del santo Evangelio según san Mateo: 18, 1-5. 10
En cierta ocasión,
los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: "¿Quién
es el más grande en el Reino de los cielos?"
Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y les
dijo: "Yo les aseguro a ustedes que si no cambian y no se hacen como los
niños, no entrarán en el Reino de los cielos. Así pues,
quien se haga pequeño como este niño, ése es el más
grande en el Reino de los cielos. Y el que reciba a un niño como éste
en mi nombre, me recibe a mí.
Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, pues yo les digo que
sus ángeles, en el cielo, ven continuamente el rostro de mi Padre, que
está en el cielo". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, los dones que te presentamos en honor de tus santos ángeles y concede, benigno, que, por su continua protección, nos veamos libres de los peligros presentes y lleguemos felizmente a la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Y no cesar de alabarte, celebrando a tus ángeles y arcángeles,
ya que el honor que les tributamos, redunda en tu gloria y proclama tu grandeza;
pues, si es digna de admiración la creatura angélica, lo es inmensamente
más aquel que la creó. Por Cristo, Señor nuestro.
Por Él, adoran tu majestad todos los ángeles, y nosotros, a una
con ellos, te adoramos llenos de júbilo, diciendo: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN (Cfr. Sal 137, 1)
Te cantaré, Señor, delante de tus ángeles.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
A quienes te dignas alimentar
para la vida eterna con tan gran sacramento, guíanos, Señor, por
el camino de la salvación y la paz, bajo la custodia de los ángeles.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ME SIENTO PEQUEÑO
Jb 38, 1. 12-21; 40, 3-5; Lc 10, 13-16
Las dimensiones de la pequeñez y la grandeza se contraponen claramente entre las dos lecturas. De un lado encontramos a Job, que después de escuchar el monólogo divino, experimenta la inconmensurable grandeza del Creador y su correspondiente pequeñez. Job ha vociferado sin saberlo, cuestionando al Señor y en adelante, se callará porque tantos interrogantes lo rebasan. La actitud que Job manifiesta no es la sumisa resignación, sino el reconocimiento humilde de sus límites. Hay preguntas y cuestiones para las cuales no tenemos respuestas. Por otra parte, el Evangelio de san Lucas denuncia la vanagloria y el engreimiento de los poblados galileos que atestiguaron las señales y la prédica del Señor Jesús. El desaire y el desinterés que los habitantes de Cafarnaúm y Betsaida mostraron hacia el profeta de Nazaret, los hace responsables de su propia exclusión.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 32, 11. 19)
Los proyectos de su corazón subsisten de generación en generación, para librar de la muerte a sus fieles y reanimarlos en tiempo de hambre.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, haz que nos revistamos con las virtudes del corazón de tu Hijo y nos encendamos con el amor que lo inflama, para que, configurados a imagen suya, merezcamos ser partícipes de la redención eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
¿Alguna vez en tu vida le has dado órdenes a la mañana o has llegado hasta donde nace el mar?
Del libro de Job: 38, 1. 12-21; 40, 3-5
El Señor le habló
a Job desde el seno de la tormenta y le dijo: "¿Acaso alguna vez
en tu vida le has dado órdenes a la mañana o le has señalado
su lugar a la aurora, para que ciña a la tierra por los bordes y sacuda
de ella a los malvados; para que ponga de relieve sus contornos y la tiña
de colores como un vestido; para que prive a los malvados del amparo de las
tinieblas y acabe con el poder del hombre criminal?
¿Has llegado hasta donde nace el mar o te has paseado por el fondo del
océano? ¿Se te han franqueado las puertas de la muerte o has visto
los portones del país de los muertos? ¿Has calculado la anchura
de la tierra? Dímelo, si lo sabes.
¿Sabes en dónde vive la luz y en dónde habitan las tinieblas?
¿Podrías conducirlas a su morada o enseñarles el camino
de su casa? Si lo sabes, es que para entonces tú ya habrías nacido
y el número de tus años sería incontable".
Job le respondió al Señor:
"He hablado a la ligera, ¿qué puedo responder? Me taparé
la boca con la mano. He estado hablando y ya no insistiré más;
ya no volveré a hablar". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 138 R/.
Condúcenos, Señor, por tu camino.
Tú me conoces, Señor, profundamente: tú conoces cuándo
me siento y me levanto, desde lejos sabes mis pensamientos, tú observas
mi camino y mi descanso, todas mis sendas te son familiares. R/.
¿A dónde iré yo lejos de ti? ¿Dónde escaparé
de tu mirada? Si subo hasta el cielo, allí estás tú; si
bajo al abismo, allí te encuentras. R/.
Si voy en alas de la aurora o me alejo hasta el extremo del mar, también
allí tu mano me conduce y tu diestra me sostiene. R/.
Tú formaste mis entrañas, me tejiste en el seno materno. Te doy
gracias por tan grandes maravillas; soy un prodigio y tus obras son prodigiosas.
R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Sal 94, 8) R/. Aleluya, aleluya.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su
corazón". R/.
El que me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado.
Del santo Evangelio según san Lucas: 10, 13-16
En aquel tiempo, Jesús
dijo: "¡Ay de ti, ciudad de Corozaín! ¡Ay de ti, ciudad
de Betsaida! Porque si en las ciudades de Tiro y de Sidón se hubieran
realizado los prodigios que se han hecho en ustedes, hace mucho tiempo que hubieran
hecho penitencia, cubiertas de sayal y de ceniza. Por eso el día del
juicio será menos severo para Tiro y Sidón que para ustedes. Y
tú, Cafarnaúm, ¿crees que serás encumbrada hasta
el cielo? No. Serás precipitada en el abismo".
Luego, Jesús dijo a sus discípulos: "El que los escucha a
ustedes, a mí me escucha; el que los rechaza a ustedes, a mí me
rechaza y el que me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, Padre de misericordia, que por el inmenso amor con que nos has amado, nos diste con inefable bondad a tu Unigénito, concédenos que, unidos íntimamente a Él, te ofrezcamos una digna oblación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
El cual, con inmenso amor, se entregó por nosotros en la cruz e hizo
salir sangre y agua de su costado herido, de donde habrían de brotar
los sacramentos de la Iglesia, para que todos los hombres, atraídos hacia
el corazón abierto del Salvador, pudieran beber siempre, con gozo, de
la fuente de la salvación.
Por eso, con todos los ángeles y los santos te alabamos, diciendo sin
cesar: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 19, 34)
Uno de los soldados le traspasó el costado con su lanza, e inmediatamente salió sangre y agua.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo participado de tu sacramento de amor, imploramos, Señor, tu clemencia, para que, configurados con Cristo en la tierra, merezcamos compartir su gloria en el cielo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Santos: Francisco de Asís, fundador; Amón "el Grande" de Nitria, anacoreta; Áurea u Oriana de París.
Vísperas I del domingo: 3a semana del Salterio. Tomo IV: pp. 945 y 331. Para los fieles: pp. 642 y 418. \ Edición popular: pp. 202 y 482. Memoria (Blanco)
HABLÉ DE GRANDEZAS QUE NO ENTENDÍA
Jb 42, 1-3. 5-6. 12-16; Lc 10, 17-24
El desenlace final del libro de Job pone a cada quien en su lugar. Job asume que sus pretensiones fueron desmedidas, porque intentó indagar secretos que le rebasaban y falló. Por su parte, Dios sentenció de alguna manera a su favor, desautorizando los alegatos de Elifaz y los demás amigos de Job, porque no supieron hablar rectamente de Dios, como sí logró hacerlo Job. El planteamiento simplista de la retribución: "Dios premia a los buenos y castiga a los malos", no puede absolutizarse porque termina por sumir en la desesperanza a los que sufren tantos reveses en la vida. Por eso mismo el Evangelio de san Lucas plantea un enfoque semejante: el Padre esconde su misterio ante la mirada de los soberbios y lo desvela ante los ojos de los pequeños. Mientras que los eruditos de Jerusalén no descifraron el misterio de Jesús, sí lo acogieron los campesinos y las mujeres de los poblados galileos.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Francisco, el hombre de Dios, dejó su casa, abandonó su herencia y se hizo pobre y desvalido; pero el Señor se hizo cargo de él.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que otorgaste a san Francisco de Asís la gracia de asemejarse a Cristo por la humildad y la pobreza, concédenos caminar tras sus huellas para que podamos seguir a tu Hijo y entregarnos a ti con alegre caridad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Ahora te han visto ya mis ojos, por eso me retracto.
Del libro de Job: 42, 1-3. 5-6. 12-16
Job le dijo al Señor:
"Reconozco que lo puedes todo y que ninguna cosa es imposible para ti.
Era yo el que con palabras insensatas empañaba la sabiduría de
tus designios; he hablado de grandezas que no puedo comprender y de maravillas
que superan mi inteligencia. Yo te conocía sólo de oídas,
pero ahora te han visto ya mis ojos; por eso me retracto de mis palabras y me
arrepiento, echándome polvo y ceniza".
El Señor bendijo a Job al final de su vida más que al principio:
llegó a poseer catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes
y mil burras.
Tuvo siete hijos y tres hijas; la primera se llamaba Paloma, la segunda Canela
y la tercera Azabache. No había en todo el país mujeres más
bellas que las hijas de Job. Su padre les asignó una parte de la herencia,
al igual que a sus hermanos. Y Job vivió hasta los ciento cuarenta años
y vio a sus hijos, a sus nietos y a sus bisnietos. Murió anciano y colmado
de años.Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 118 R/.
Enséñame, Señor, tus mandamientos.
Enséñame a gustar y a comprender tus preceptos, pues yo me fío
de ellos. Sufrir fue provechoso para mí, pues aprendí, Señor,
tus mandamientos. R/.
Yo bien sé que son justos tus decretos y que tienes razón cuando
me afliges. Todo subsiste hasta hoy por orden tuya y todo está a tu servicio.
R/.
Yo soy tu siervo: instrúyeme y conoceré tus preceptos. La explicación
de tu palabra da luz y entendimiento a los humildes. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Mt 11, 25) R/. Aleluya, aleluya.
Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado
los misterios del Reino a la gente sencilla. R/.
Alégrense de que sus nombres estén escritos en el cielo.
Del santo Evangelio según san Lucas: 10, 17-24
En aquel tiempo, los setenta
y dos discípulos regresaron llenos de alegría y le dijeron a Jesús:
"Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre".
Él les contestó: "Vi a Satanás caer del cielo como
el rayo. A ustedes les he dado poder para aplastar serpientes y escorpiones
y para vencer toda la fuerza del enemigo, y nada les podrá hacer daño.
Pero no se alegren de que los demonios se les sometan. Alégrense más
bien de que sus nombres están escritos en el cielo".
En aquella misma hora Jesús se llenó de júbilo en el Espíritu
Santo y exclamó: "¡Yo te alabo, Padre, Señor del cielo
y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos,
y las has revelado a la gente sencilla! ¡Gracias, Padre, porque así
te ha parecido bien! Todo me lo ha entregado mi Padre y nadie conoce quién
es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo y aquel
a quien el Hijo se lo quiera revelar".
Volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: "Dichosos
los ojos que ven lo que ustedes ven. Porque yo les digo que muchos profetas
y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, y oír lo que
ustedes oyen y no lo oyeron". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te rogamos, Señor, que, al presentarte nuestros dones, nos preparemos dignamente a celebrar el misterio de la cruz al que san Francisco tan ardientemente se unió. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 5, 3)
Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por estos santos sacramentos que hemos recibido, concédenos, Señor, que, imitando la caridad y el celo apostólico de san Francisco, experimentemos la eficacia de tu amor y procuremos sin descanso la salvación de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XXVII DOMINGO ORDINARIO
Santos: Faustina Kowalska, religiosa; Tranquilino Ubiarco, mártir. Beato Alfredo Marveli, laico. (Verde)
LO QUE VIERON EN MÍ
Is 5, 1-7; Flp 4, 6-9; Mt 21, 33-43
De viñas y viñadores nos hablan las dos lecturas. Es un símbolo familiar para la cultura hebrea y por eso mismo, reaparece en numerosos libros bíblicos. El pueblo de Israel es comparado con una viña; los dirigentes son los viñadores. Tanto en Isaías como en el Evangelio de san Mateo el veredicto es el mismo: la ineficacia y el abuso de poder fueron la nota característica. Tal como lo refiere el canto profético de la viña: Dios esperaba justicia y derecho, es decir, bienes que no lo favorecerían a Él, sino a su pueblo. Sin embargo, tales frutos no aparecieron por ninguna parte, pues lo que prevaleció fue la violencia y la injusticia. Dios no se cruza de brazos, al contrario, una y otra vez envía emisarios para exigir una rendición de cuentas. Cuando el empecinamiento de los viñadores es desmedido, Dios toma la decisión definitiva: despoja del encargo a los viñadores ineficaces.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Est 4, 17)
En tu voluntad, Señor, está puesto el universo, y no hay quien pueda resistirse a ella. Tú hiciste todo, el cielo y la tierra, y todo lo que está bajo el firmamento; tú eres Señor del universo.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que en la superabundancia de tu amor sobrepasas los méritos y aun los deseos de los que te suplican, derrama sobre nosotros tu misericordia para que libres nuestra conciencia de toda inquietud y nos concedas aun aquello que no nos atrevemos a pedir. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
La viña del Señor es la casa de Israel.
Del libro del profeta Isaías: 5, 1-7
Voy a cantar, en nombre
de mi amado, una canción a su viña. Mi amado tenía una
viña en una ladera fértil. Removió la tierra, quitó
las piedras y plantó en ella vides selectas; edificó en medio
una torre y excavó un lagar. Él esperaba que su viña diera
buenas uvas, pero la viña dio uvas agrias.
Ahora bien, habitantes de Jerusalén y gente de Judá, yo les ruego,
sean jueces entre mi viña y yo. ¿Qué más pude hacer
por mi viña, que yo no lo hiciera? ¿Por qué cuando yo esperaba
que diera uvas buenas, las dio agrias?
Ahora voy a darles a conocer lo que haré con mi viña; le quitaré
su cerca y será destrozada. Derribaré su tapia y será pisoteada.
La convertiré en un erial, nadie la podará ni le quitará
los cardos, crecerán en ella los abrojos y las espinas, mandaré
a las nubes que no lluevan sobre ella.
Pues bien, la viña del Señor de los ejércitos es la casa
de Israel, y los hombres de Judá son su plantación preferida.
El Señor esperaba de ellos que obraran rectamente y ellos, en cambio,
cometieron iniquidades; él esperaba justicia y sólo se oyen reclamaciones.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 79 R/.
La viña del Señor es la casa de Israel.
Señor, tú trajiste de Egipto una vid, arrojaste de aquí
a los paganos y la plantaste; ella extendió sus sarmientos hasta el mar
y sus brotes llegaban hasta el río. R/.
Señor, ¿por qué has derribado su cerca, de modo que puedan
saquear tu viña los que pasan, pisotearla los animales salvajes, y las
bestias del campo, destrozarla? R/.
Señor, Dios de los ejércitos, vuelve tus ojos, mira tu viña
y visítala; protege la cepa plantada por tu mano, el renuevo que tú
mismo cultivaste. R/.
Ya no nos alejaremos de ti; consérvanos la vida y alabaremos tu poder.
Restablécenos, Señor, Dios de los ejércitos, míranos
con bondad y estaremos a salvo. R/.
Obren bien y el Dios de la paz estará con ustedes.
De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 4, 6-9
Hermanos: No se inquieten
por nada; más bien presenten en toda ocasión sus peticiones a
Dios en la oración y la súplica, llenos de gratitud. Y que la
paz de Dios, que sobrepasa toda inteligencia, custodie sus corazones y sus pensamientos
en Cristo Jesús.
Por lo demás, hermanos, aprecien todo lo que es verdadero y noble, cuanto
hay de justo y puro, todo lo que es amable y honroso, todo lo que sea virtud
y merezca elogio. Pongan por obra cuanto han aprendido y recibido de mí,
todo lo que yo he dicho y me han visto hacer; y el Dios de la paz estará
con ustedes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Jn 15, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Yo los he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayan y den fruto
y su fruto permanezca. R/.
Arrendará el viñedo a otros viñadores.
Del santo Evangelio según san Mateo: 21, 33-43
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo esta parábola:
"Había una vez un propietario que plantó un viñedo,
lo rodeó con una cerca, cavó un lagar en él, construyó
una torre para el vigilante y luego lo alquiló a unos viñadores
y se fue de viaje.
Llegado el tiempo de la vendimia, envió a sus criados para pedir su parte
de los frutos a los viñadores; pero éstos se apoderaron de los
criados, golpearon a uno, mataron a otro, y a otro más lo apedrearon.
Envió de nuevo a otros criados, en mayor número que los primeros,
y los trataron del mismo modo.
Por último, les mandó a su propio hijo, pensando: 'A mi hijo lo
respetarán'. Pero cuando los viñadores lo vieron, se dijeron unos
a otros: 'Éste es el heredero. Vamos a matarlo y nos quedaremos con su
herencia'. Le echaron mano, lo sacaron del viñedo y lo mataron.
Ahora díganme: cuando vuelva el dueño del viñedo, ¿qué
hará con esos viñadores?" Ellos le respondieron: "Dará
muerte terrible a esos desalmados y arrendará el viñedo a otros
viñadores, que le entreguen los frutos a su tiempo".
Entonces Jesús les dijo: "¿No han leído nunca en la
Escritura: La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular.
Esto es obra del Señor y es un prodigio admirable?
Por esta razón les digo que les será quitado a ustedes el Reino
de Dios y se le dará a un pueblo que produzca sus frutos". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Presentemos nuestras
plegarias al Padre, confiados en que nos escucha y nos ama.
Después de cada petición diremos: Te rogamos, óyenos.
Para que la Iglesia dé los frutos de fe y amor que Dios espera.
Oremos.
Para que quienes no creen en Jesucristo puedan descubrir la alegría del
Evangelio. Oremos.
Para que los gobernantes de las naciones fomenten la concordia y las buenas
relaciones entre los pueblos. Oremos.
Para que este ciclo agrícola que inicia, dé abundantes frutos
y beneficie a los campesinos. Oremos.
Para que se termine el negocio de la fabricación y venta de armas. Oremos.
Para que encontremos cada día más el gusto en la oración
y la relación personal con Dios. Oremos.
Escucha, Padre, lo que con fe te hemos pedido, y haz de nuestras vidas un
fiel testimonio de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, el sacrificio que tú mismo nos mandaste ofrecer, y, por estos sagrados misterios, que celebramos en cumplimiento de nuestro servicio, dígnate llevar a cabo en nosotros la santificación que proviene de tu redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lm 3, 25)
Bueno es el Señor con los que en él confían, con aquellos que lo buscan.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios omnipotente, saciados con este alimento y bebida celestiales, concédenos ser transformados en aquel a quien hemos recibido en este sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.-Quienes realizamos la función de ser transmisores de valores o educadores de las generaciones jóvenes, estamos metidos en un asunto de congruencia y credibilidad. La conclusión que el apóstol san Pablo comparte a los cristianos de Filipos es exigente: "lo que aprendieron, y recibieron, y oyeron, y vieron de mí o en mí, eso llévenlo a la práctica". Simplemente y sencillamente yo no podría afirmarlo de manera creíble delante de mis hijos. Me conocen al dedillo y saben que se interpone una cierta brecha, que a veces se ensancha y a veces se acorta, entre mi proceder y mi decir. La toma de conciencia de ese desfase no es motivo de orgullo, al contrario es "una piedra en el zapato" que me estimula a ser congruente, para no convertirme en un remedo de los viñadores perversos, que abusaron de su función como administradores y usaron del poder para beneficio personal.
NO HAY DOS EVANGELIOS
Ga 1, 6-12; Lc 10, 25-37
La manera fogosa como san Pablo introduce su postura en relación a la salvación por medio de la fe es enérgica y muy clara. No hay dos Evangelios, no conviene dejarse enredar. Por encima del Evangelio de Jesús, no existen autoridades apostólicas ni espirituales que lo puedan desautorizar. Los adversarios del Evangelio genuino, pretenden afianzar el camino de obras de la ley como fundamento de la salvación. Para san Pablo no existe tal opción: la salvación, entendida como renovación integral de la persona, no puede desplegarse a partir de un corazón lastrado por la condición pecadora. Un hombre frágil no puede regenerarse por sí mismo. El sacerdote y el escriba que pasaron de largo ante el herido, no conocían el rostro genuino de Dios; ellos veneraban a un ídolo, es decir, a una concepción humana de Dios, donde el culto y la pureza habían suplantado el rostro vivo del Dios compasivo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Jn 14, 26; 15, 26)
Cuando venga el Espíritu de verdad, Él los guiará hasta la verdad plena, dice el Señor.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, ante quien todo corazón está abierto y todo propósito se descubre, a quien ningún secreto se oculta, purifica, por la efusión del Espíritu Santo, los proyectos de nuestro corazón, para que merezcamos amarte con toda perfección y alabarte dignamente. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
No he recibido ni aprendido de hombre alguno el Evangelio, sino por revelación de Jesucristo.
De la carta del
apóstol san Pablo a los gálatas: 1, 6-12
Hermanos: Me extraña mucho que tan fácilmente hayan abandonado
ustedes a Dios Padre, quien los llamó a vivir en la gracia de Cristo,
y que sigan otro Evangelio. No es que exista otro Evangelio; lo que pasa es
que hay algunos que los perturban a ustedes, tratando de cambiar el Evangelio
de Cristo.
Pero, sépanlo bien: si alguien, yo mismo o un ángel enviado del
cielo, les predicara un Evangelio distinto del que les hemos predicado, que
sea maldito. Se lo acabo de decir, pero se lo repito: si alguno les predica
un Evangelio distinto del que ustedes han recibido, que sea maldito.
¿A quién creen que trato de agradar con lo que acabo de decir?
¿A Dios o a los hombres? ¿Acaso es ésta la manera de congraciarse
con los hombres? Si estuviera buscando agradarles a ustedes no sería
servidor de Cristo.
Quiero que sepan, hermanos, que el Evangelio predicado por mí no es un
invento humano, pues no lo he recibido ni aprendido de hombre alguno, sino por
revelación de Jesucristo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 110 R/.
Alabemos al Señor de todo corazón.
Quiero alabar a Dios, de corazón, en las reuniones de los justos.
Grandiosas son las obras del Señor y para todo fiel, dignas de estudio.
R/.
Justas y verdaderas son sus obras, son dignos de confianza sus mandatos, pues
nunca pierden su valor y exigen ser fielmente ejecutados. R/.
Él redimió a su pueblo y estableció su alianza para siempre.
Dios es santo y terrible y su gloria perdura eternamente. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 13, 34) R/. Aleluya, aleluya.
Les doy un mandamiento nuevo, dice el Señor, que se amen los unos a los
otros, como yo los he amado. R/.
¿Quién es mi prójimo?
Del santo Evangelio según san Lucas: 10, 25-37
En aquel tiempo, se presentó
ante Jesús un doctor de la ley para ponerlo a prueba y le preguntó:
"Maestro, ¿qué debo hacer para conseguir la vida eterna?"
Jesús le dijo: "¿Qué es lo que está escrito
en la ley? ¿Qué lees en ella?" El doctor de la ley contestó:
"Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con
toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu ser, y a tu prójimo
como a ti mismo". Jesús le dijo: "Has contestado bien; si haces
eso, vivirás". El doctor de la ley, para justificarse, le preguntó
a Jesús: "¿Y quién es mi prójimo?" Jesús
le dijo: "Un hombre que bajaba por el camino de Jerusalén a Jericó,
cayó en manos de unos ladrones, los cuales lo robaron, lo hirieron y
lo dejaron medio muerto. Sucedió que por el mismo camino bajaba un sacerdote,
el cual lo vio y pasó de largo. De igual modo, un levita que pasó
por ahí, lo vio y siguió adelante. Pero un samaritano que iba
de viaje, al verlo, se compadeció de él, se le acercó,
ungió sus heridas con aceite y vino y se las vendó; luego lo puso
sobre su cabalgadura, lo llevó a un mesón y cuidó de él.
Al día siguiente sacó dos denarios, se los dio al dueño
del mesón y le dijo: 'Cuida de él y lo que gastes de más,
te lo pagaré a mi regreso'.
¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo
del hombre que fue asaltado por los ladrones?" El doctor de la ley le respondió:
"El que tuvo compasión de él". Entonces Jesús
le dijo: "Anda y haz tú lo mismo". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, con agrado la ofrenda espiritual que traemos a tu altar con todo el anhelo de nuestra devoción, y concede a tus siervos un espíritu recto, para que su fe te haga aceptables estos dones y su humildad los recomiende ante ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO II DEL ESPÍRITU SANTO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque de tal manera gobiernas a tu Iglesia, que en todo lugar y en cada momento,
le proporcionas lo que más conviene.
No cesas, en efecto, de asistirla con la fuerza del Espíritu Santo, para
que confiada siempre a ti en el amor, ni abandone la plegaria en la tribulación,
ni deje de darte gracias en el gozo, por Cristo, Señor nuestro.
Por eso, unidos a los coros angélicos, te aclamamos, llenos de alegría,
diciendo: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 15, 26; 16, 14)
El Espíritu que procede del Padre, me glorificará, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor Dios nuestro, que te has dignado alimentarnos con manjares celestiales, infunde la suavidad de tu Santo Espíritu en lo más íntimo de nuestros corazones, para que se nos convierta en don eterno lo que en el tiempo hemos recibido devotamente. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Nuestra Señora del Rosario
Santos: San Marcos I. Papa. Beato Mateo Carreri, presbítero. Memoria (Blanco)
MARÍA Y PABLO
Ga 1, 13-24; Lc 10, 38-42
La contraposición que nos expone el Evangelio tiene algo de artificial. El servicio y la escucha de la Palabra de Dios no se contraponen, más bien se complementan. Basta mirar al mismo Señor Jesús que adjuntó su escucha obediente de la voluntad de su Padre con la actitud de servicio y entrega generosa a los hambrientos y enfermos. Quien oye a Dios y a Jesús se dispone a servirlo en los necesitados. San Pablo también concilió de manera armoniosa su ministerio de servicio como guía, maestro y apóstol de las comunidades, en una palabra como un servidor esforzado y generoso, hasta el punto que afrontó riesgos innumerables por causa del Evangelio, con su escucha atenta de la voluntad del Padre. El apóstol no solamente recibió revelaciones de parte de Jesucristo, también se humilló y asumió una actitud de verdadero discípulo, cuando se dispuso a escuchar el testimonio del apóstol Pedro, testigo principal de la vida y mensaje de su Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Lc 1, 28. 42)
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre.
ORACIÓN COLECTA
Te pedimos, Señor, que infundas tu gracia en nuestros corazones, para que, habiendo conocido, por el anuncio del ángel, la encarnación de tu Hijo, lleguemos, por medio de su pasión y de su cruz, y con la intercesión de la santísima Virgen María, a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Quiso revelarme a su Hijo para que yo lo anunciara entre los paganos.
De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 1, 13-24
Hermanos: Ciertamente ustedes
han oído hablar de mi conducta anterior en el judaísmo, cuando
yo perseguía encarnizadamente a la Iglesia de Dios, tratando de destruirla.
Deben saber que me distinguía en el judaísmo, entre los jóvenes
de mi pueblo y de mi edad, porque los superaba en el celo por las tradiciones
paternas.
Pero Dios me había elegido desde el seno de mi madre, y por su gracia
me llamó. Un día quiso revelarme a su Hijo, para que yo lo anunciara
entre los paganos. Inmediatamente, sin solicitar ningún consejo humano
y sin ir siquiera a Jerusalén para ver a los apóstoles anteriores
a mí, me trasladé a Arabia y después regresé a Damasco.
Al cabo de tres años fui a Jerusalén, para ver a Pedro y estuve
con él quince días. No vi a ningún otro de los apóstoles,
excepto a Santiago, el pariente del Señor.
Y Dios es testigo de que no miento en lo que les escribo. Después me
fui a las regiones de Siria y de Cilicia, de manera que las comunidades cristianas
de Judea no me conocían personalmente. Lo único que habían
oído decir de mí era: "El que antes nos perseguía,
ahora va predicando la fe que en otro tiempo quería destruir", y
glorificaban a Dios por mi causa. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 138 R/.
Condúceme, Señor, por tu camino.
Tú me conoces, Señor, profundamente: tú conoces
cuándo me siento y me levanto, desde lejos sabes mis pensamientos, tú
observas mi camino y mi descanso, todas mis sendas te son familiares. R/.
Tú formaste mis entrañas, me tejiste en el seno materno. Te doy
gracias por tan grandes maravillas; soy un prodigio y tus obras son prodigiosas.
R/.
Conocías plenamente mi alma, no se te escondía mi organismo, cuando
en lo oculto me iba formando y entretejiendo en lo profundo de la tierra. R/.
ACLAMACIÓN
(Lc 11, 28) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica,
dice el Señor. R/.
Marta lo recibió en su casa. - María escogió la mejor parte.
Del santo Evangelio según san Lucas: 10, 38-42
En aquel tiempo, entró
Jesús en un poblado, y una mujer, llamada Marta, lo recibió en
su casa. Ella tenía una hermana, llamada María, la cual se sentó
a los pies de Jesús y se puso a escuchar su palabra. Marta, entre tanto,
se afanaba en diversos quehaceres, hasta que, acercándose a Jesús,
le dijo: "Señor, ¿no te has dado cuenta de que mi hermana
me ha dejado sola con todo el quehacer? Dile que me ayude".
El Señor le respondió: "Marta, Marta, muchas cosas te preocupan
y te inquietan, siendo así que una sola es necesaria. María escogió
la mejor parte y nadie se la quitará". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Haz, Señor, que los dones que te presentamos nos dispongan debidamente y que recordemos de tal manera los misterios de tu Unigénito, que nos hagamos dignos de sus promesas. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Prefacio de santa María Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 1, 31)
El ángel Gabriel dijo a María: Vas a concebir y dar a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor Dios nuestro, que, quienes en este sacramento anunciamos la muerte y resurrección de tu Hijo, asociados a su pasión, merezcamos también gozar de su consuelo y participar de su gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PERDÓNANOS NUESTROS PECADOS
Ga 2,1-2.7-14; Lc 11,1-4
Esta súplica no es una oración superficial, de ninguna manera; es un reconocimiento de una doble dimensión propia de nuestra condición de creyentes. De un lado nos abruma la fragilidad y sucumbimos al embate del pecado; pero por otra parte, nos reanimamos y salimos adelante cada vez que solicitarnos el perdón y el Señor nos lo concede. La esperanza en la victoria de Dios y su reinado nos sustentan. El apóstol san Pablo nos comparte los altibajos y desatinos que contaminaron la relación entre los mismos apóstoles, cuando trataron de congraciarse con los miembros del partido judaizante. En la confusión fueron arrollados Pedro y Bernabé. San Pablo se mantuvo firme, no mediatizó la verdad del Evangelio y resistió sin vacilar. Las tensiones que se generaron en esa ocasión, dividieron momentáneamente a los apóstoles, la unidad se fragmentó, pero finalmente prevaleció la fe genuina y se preservó el Evangelio de la libertad cristiana.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 24, 16. 18)
Mírame, Señor, y ten piedad de mí, que estoy solo y afligido. Ve mi pequeñez y mis trabajos, y perdona todos mis pecados, Dios mío.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, cuya providencia no se equivoca en sus designios, te rogamos humildemente que apartes de nosotros todo lo que pueda causarnos algún daño y nos concedas lo que pueda sernos de provecho. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Reconocieron la gracia que me había sido dada.
De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 2, 1-2. 7-14
Queridos hermanos: Después
de catorce años volví de nuevo a Jerusalén con Bernabé
y también con Tito. Regresé porque Dios me lo había revelado.
Ahí, en una reunión privada con los dirigentes, les expuse el
Evangelio que predico a los paganos. Hice esto para que mis trabajos pasados
y presentes no resultaran inútiles.
Todos reconocieron que yo había recibido la misión de predicar
el Evangelio a los paganos, como Pedro había recibido la de predicarlo
a los judíos. Porque aquel que le dio poder a Pedro para ejercer el apostolado
entre los judíos, me lo dio a mí para ejercerlo entre los paganos.
Así pues, Santiago, Pedro y Juan, que eran considerados como las columnas
de la Iglesia, reconocieron la gracia que Dios me había dado y nos dieron
la mano a Bernabé y a mí, en señal de perfecta unión
y para expresar su acuerdo de que nosotros nos dirigiéramos a los paganos
y ellos a los judíos. Lo único que nos pidieron fue que nos preocupáramos
por los pobres, cosa que he procurado cumplir con solicitud.
Más tarde, cuando Pedro fue a Antioquía, yo me le enfrenté,
porque era digno de reprensión. En efecto, antes de que llegaran algunos
judíos enviados por Santiago, Pedro solía comer con los paganos
convertidos; pero después empezó a apartarse de ellos por temor
a los judíos recién llegados. Los demás judíos convertidos
imitaron su ejemplo, tanto que hasta el mismo Bernabé se dejó
arrastrar por aquella conducta contradictoria.
Entonces, cuando vi que Pedro no procedía rectamente, conforme a la verdad
del Evangelio, le dije delante de todos: "Si tú, que eres judío,
vives como un pagano y no como un judío, ¿por qué quieres
ahora obligar a los paganos convertidos a que vivan como judíos?".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 116 R/.
Bendito sea el Señor.
Que alaben al Señor todas las naciones, que lo aclamen todos los pueblos.
R/.
Porque grande es su amor hacia nosotros y su fidelidad dura por siempre. R/.
ACLAMACIÓN
(Rm 8, 15) R/. Aleluya, aleluya.
Hemos recibido un espíritu de hijos, que nos hace exclamar: ¡Padre!
R/.
Señor, enséñanos a orar.
Del santo Evangelio según san Lucas: 11, 1-4
Un día, Jesús
estaba orando y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo:
"Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó
a sus discípulos".
Entonces Jesús les dijo: "Cuando oren, digan: Padre, santificado
sea tu nombre, venga tu Reino, danos hoy nuestro pan de cada día y perdona
nuestras ofensas, puesto que también nosotros perdonamos a todo aquel
que nos ofende, y no nos dejes caer en tentación". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Llenos de confianza en tu bondad, acudimos, Señor, ante tu santo altar trayéndote nuestros dones, a fin de que, purificados por tu gracia, quedemos limpios por los mismos misterios que celebramos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mc 11, 23. 24)
Cualquier cosa que pidan en la oración, crean ustedes que ya se la han concedido, y la obtendrán, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dirige, Señor, con tu Espíritu, a quienes nutres con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, para que, dando testimonio de ti, no sólo de palabra, sino con las obras y de verdad, merezcamos entrar en el reino de los cielos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LA FE Y EL ESPÍRITU
Ga 3,1-5, Lc 11,5-13
Con la pasión al límite, como "un volcán en erupción", san Pablo increpa a los cristianos de Galacia por la confusión en que se han dejado aprisionar. Habían comenzado acertadamente su camino cristiano, reconociéndose salvados por la fuerza de la fe en Cristo y ahora los estaban deslumbrando unos predicadores que querían cargarles el yugo de la circuncisión y todas las obligaciones de ahí derivadas. Habiendo recibido el Espíritu, sabrían descifrar la gratuidad de la salvación. La argumentación de esta carta encaja perfectamente con el Evangelio, donde el Señor Jesús alecciona a sus discípulos, y los exhorta a que confíen en Dios, que es bueno con sus hijos. La conclusión resulta impecable: si los humanos son buenos con los suyos, con cuanta mayor razón lo será el Padre celestial con sus hijos. El don mayor que el Padre otorga es el la presencia misma de su Espíritu Santo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 77, 23-25)
Abrió Dios las compuertas del cielo e hizo llover sobre ellos el maná para que lo comieran; les dio un trigo celeste, y el hombre comió pan de ángeles.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que llevaste a cabo la obra de la redención humana por el misterio pascual de tu Unigénito, concede, benigno, que quienes anunciamos llenos de fe por medio de los signos sacramentales, su muerte y resurrección, experimentemos un continuo aumento de tu salvación. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
¿Han recibido el Espíritu Santo por haber hecho lo que manda la ley de Moisés o por haber creído en el Evangelio?
De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 3, 1-5
¡Insensatos gálatas!
¿Quién los ha ofuscado para que no le hagan caso a la verdad,
siendo así que les hemos presentado vivamente a Jesucristo clavado en
la cruz?
Sólo quiero preguntarles una cosa: ¿Han recibido el Espíritu
Santo por haber hecho lo que manda la ley de Moisés o por haber creído
en el Evangelio? ¿Tan insensatos son ustedes, que, habiendo comenzado
movidos por el Espíritu, quieren terminar haciendo obras meramente humanas?
¿Han recibido en vano tantos favores? Espero que no. Vamos a ver: cuando
Dios les comunica el Espíritu Santo y obra prodigios en ustedes, ¿lo
hace porque ustedes han cumplido lo que manda la ley de Moisés, o porque
han creído en el Evangelio? Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Lucas 1 R/. Bendito
sea el Señor, Dios de Israel.
El Señor ha hecho surgir en favor nuestro un poderoso salvador en la
casa de David, su siervo. Así lo había anunciado desde antiguo,
por boca de sus santos profetas. R/.
Anunció que nos salvaría de nuestros enemigos y de las manos de
todos los que nos aborrecen, para mostrar su misericordia a nuestros padres,
y acordarse de su santa alianza. R/.
El Señor juró a nuestro padre Abraham concedernos que, libres
ya de nuestros enemigos, lo sirvamos sin temor, en santidad y justicia, delante
de él, todos los días de nuestra vida. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Hch 16, 14) R/. Aleluya, aleluya.
Abre, Señor, nuestros corazones, para que aceptemos las palabras de tu
Hijo. R/.
Pidan y se les dará.
Del santo Evangelio según san Lucas: 11, 5-13
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Supongan que alguno de ustedes tiene un
amigo que viene a medianoche a decirle: 'Préstame, por favor, tres panes,
pues un amigo mío ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle'.
Pero él le responde desde dentro: 'No me molestes. No puedo levantarme
a dártelos, porque la puerta ya está cerrada y mis hijos y yo
estamos acostados'. Si el otro sigue tocando, yo les aseguro que, aunque no
se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo, por su molesta insistencia,
sí se levantará y le dará cuanto necesite.
Así también les digo a ustedes: Pidan y se les dará, busquen
y encontrarán, toquen y se les abrirá. Porque quien pide, recibe;
quien busca, encuentra, y al que toca, se le abre. ¿Habrá entre
ustedes algún padre que, cuando su hijo le pida pescado, le dé
una víbora? ¿O cuando le pida huevo, le dé un alacrán?
Pues, si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto
más el Padre celestial les dará el Espíritu Santo a quienes
se lo pidan?" Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, al celebrar el memorial de nuestra salvación, imploramos humildemente tu clemencia, a fin de que este sacramento de amor sea para nosotros signo de unidad y vínculo de caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 51-52)
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor. El que coma de este pan vivirá eternamente. Y el pan que yo les voy a dar es mi carne, para que el mundo tenga vida.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios nuestro, que la participación en este banquete celestial nos santifique, de modo que, por la recepción del Cuerpo y la Sangre de Cristo, se estreche entre nosotros la unión fraterna. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Santos: Tomás de Villanueva, obispo; Paulino de York, obispo; Hugolino y compañeros, mártires. Feria (Verde)
LOS HIJOS DE ABRAHÁN
Ga 3, 7-14; Lc 11, 15-26
Para la tradición bíblica es sabido que Abrahán es el prototipo del creyente; cuando escaseaban las razones para creer en las promesas, se arriesgó a desinstalarse de sus seguridades y se puso en camino, confiando únicamente en la Palabra del Señor. Esa fe confiada le alcanzó la bendición y recibió tierra y descendencia. Para San Pablo resulta más que claro que la bendición no precisa de las obras de la ley, sino de la fe. Por ese camino conviene transitar, si se quiere recibir el Espíritu prometido. En el Evangelio de san Lucas, advertimos que quienes no disponen de la fuerza penetrante y dinamizadora del Espíritu se escandalizan y rechazan a Jesús. Inventan excusas infantiles para desautorizar las señales cumplidas por el Maestro, acusándolo de manera burda de ser aliado de Satanás.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sb 11, 23. 24. 26)
Señor, tú tienes misericordia de todos y nunca odias a tus creaturas; borras los pecados de los hombres que se arrepienten, y los perdonas, porque tú, Señor, eres nuestro Dios.
ORACIÓN COLECTA
Apiádate, Señor, de tu pueblo y perdónale todos sus pecados, para que tu indulgencia aleje de nosotros lo que hemos merecido por nuestras ofensas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Los que viven según la fe serán bendecidos, junto con Abraham, que le creyó a Dios.
De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 3, 7-14
Hermanos: Entiendan que
los hijos de Abraham son aquellos que viven según la fe. La Escritura,
conociendo de antemano que Dios justificaría a los paganos por la fe,
le adelantó a Abraham esta buena noticia: Por ti serán bendecidas
todas las naciones. Por consiguiente, los que viven según la fe serán
bendecidos, junto con Abraham que le creyó a Dios.
En cambio, sobre los partidarios de la observancia de la ley pesa una maldición,
pues dice la Escritura: Maldito aquel que no cumpla fielmente todos los preceptos
escritos en el libro de la ley. Y es evidente que la ley no justifica a nadie
ante Dios, porque el justo vivirá por la fe. Y ciertamente la ley no
se basa en la fe, porque, como dice la Escritura: Sólo vivirá
quien cumpla los preceptos de la ley.
Además, Cristo nos redimió de la maldición de la ley, haciéndose
objeto de maldición por nosotros, puesto que la Escritura dice: Maldito
sea aquel que cuelga de un madero. Esto sucedió para que la bendición
otorgada por Dios a Abraham llegara también, por Cristo Jesús,
a los paganos y para que recibiéramos, por medio de la fe, el Espíritu
prometido. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 110 R/.
Alabemos a Dios de todo corazón.
Quiero alabar a Dios, de corazón, en las reuniones de los justos. Grandiosas
son las obras del Señor y para todo fiel, dignas de estudio. R/.
De majestad y gloria hablan sus obras y su justicia dura para siempre. Ha hecho
inolvidables sus prodigios. El Señor es piadoso y es clemente. R/.
Acordándose siempre de su alianza, él le da de comer al que lo
teme. Al darle por herencia a las naciones, hizo ver a su pueblo sus poderes.
R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 12, 31-32) R/. Aleluya, aleluya.
Ya va a ser arrojado el príncipe de este mundo. Cuando yo sea levantado
de la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice el Señor.
R/.
Si yo expulso a los demonios con el poder de Dios, eso significa que el Reino de Dios ha llegado a ustedes.
Del santo Evangelio según san Lucas: 11, 15-2
En aquel tiempo, cuando
Jesús expulsó a un demonio, algunos dijeron: "Éste
expulsa a los demonios con el poder de Belzebú, el príncipe de
los demonios". Otros, para ponerlo a prueba, le pedían una señal
milagrosa.
Pero Jesús, que conocía sus malas intenciones, les dijo: "Todo
reino dividido por luchas internas va a la ruina y se derrumba casa por casa.
Si Satanás también está dividido contra sí mismo,
¿cómo mantendrá su reino? Ustedes dicen que yo arrojo a
los demonios con el poder de Belzebú. Entonces, ¿con el poder
de quién los arrojan los hijos de ustedes? Por eso, ellos mismos serán
sus jueces. Pero si yo arrojo a los demonios con el dedo de Dios, eso significa
que ha llegado a ustedes el Reino de Dios.
Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están
seguros; pero si otro más fuerte lo asalta y lo vence, entonces le quita
las armas en que confiaba y después dispone de sus bienes. El que no
está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo,
desparrama.
Cuando el espíritu inmundo sale de un hombre, anda vagando por lugares
áridos, en busca de reposo, y al no hallarlo, dice: 'Volveré a
mi casa, de donde salí'. Y al llegar, la encuentra barrida y arreglada.
Entonces va por otros siete espíritus peores que él y vienen a
instalarse allí, y así la situación final de aquel hombre
resulta peor que la de antes". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te ofrecemos, Señor, este sacrificio de reconciliación y de alabanza, para que, compadecido, perdones nuestros pecados y dirijas tú mismo nuestro vacilante corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 15, 10)
Habrá gran alegría entre los ángeles del cielo, por un solo pecador que se convierta.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios misericordioso, a quienes, por este sacrificio, hemos recibido el perdón de nuestros pecados, que con tu gracia podamos evitarlos de ahora en adelante y servirte con sincero corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Vísperas 1 del domingo: 4a semana del Salterio. Tomo IV: pp. 1076 y 365. Para los fieles: pp. 722 y 419. Edición popular: pp. 289 y 483. Feria (Verde)
LA DICHA DE CREER
Ga 3,21-29, Lc
La mujer anónima que en el Evangelio de san Lucas elogia a la madre de Jesús, está reconociendo una sabiduría especial en Jesús. La fatiga de engendrar y amamantar a ese niño tuvo sus frutos. La madre de Jesús tiene suficientes motivos para enorgullecerse de su hijo. El asunto parece concluido, pero de pronto, el Señor replica con una alabanza excepcional: todos los que escuchen la palabra de Dios y la pongan en práctica, alcanzarán la verdadera dicha, la felicidad que no termina. En el alegato que sostiene el apóstol san Pablo con los partidarios de la economía de las obras de la ley, puntualiza el valor de la misma: es apenas una "niñera", que conduce a las personas bajo coacción hacia Dios; es la óptica del temor y no de la convicción. Una vez que se ha hecho presente el Mesías no hay espacio para la imposición jurídica. La fuerza del Espíritu hermana a hombres y mujeres, a judíos y gentiles en el reconocimiento de la fuerza salvadora de Jesucristo.
MISA DE SANTA MARÍA EN SÁBADO
ANTÍFONA DE ENTRADA
Dichosa eres tú, santísima Virgen María, y digna de toda alabanza, porque de ti brotó el sol de justicia, Jesucristo, nuestro Señor, por quien fuimos salvados y redimidos.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso, que tus fieles, que se alegran de estar bajo la protección de la santísima Virgen María, nos veamos libres, por su piadosa intercesión, de todos los males aquí en la tierra y merezcamos llegar a los gozos eternos en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Todos ustedes son hijos de Dios por la fe.
De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 3, 21-29
Hermanos: Si la ley dada
por medio de Moisés fuera capaz de dar la vida, su cumplimiento bastaría
para hacer justos a los hombres. Pero, en realidad, la ley escrita aprisionó
a todos bajo el pecado para que, por medio de la fe en Jesucristo, los creyentes
pudieran recibir los bienes prometidos.
Antes de que llegara la etapa de la fe, estábamos presos y bajo la custodia
de la ley, en espera de la fe que estaba a punto de manifestarse. De modo que
la ley se hizo cargo de nosotros, como si fuéramos niños, para
conducirnos a Cristo, a fin de que fuéramos justificados por la fe. Pero
una vez que la fe ha llegado, ya no estamos sujetos a la ley. Así pues,
todos ustedes son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús, pues, cuantos
han sido incorporados a Cristo por medio del bautismo, se han revestido de Cristo.
Ya no existe diferencia entre judíos y no judíos, entre esclavos
y libres, entre varón y mujer, porque todos ustedes son uno en Cristo
Jesús. Y si ustedes son de Cristo, son también descendientes de
Abraham y la herencia que Dios le prometió les corresponde a ustedes.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 104 R/.
El Señor nunca olvida sus promesas.
Entonen en su honor himnos y cantos; celebren sus portentos. Del nombre del
Señor enorgullézcanse y siéntase feliz el que lo busca.
R/.
Recurran al Señor y a su poder y a su presencia acudan. Recuerden los
prodigios que él ha hecho, sus portentos y oráculos. R/.
Descendientes de Abraham, su servidor; estirpe de Jacob, su predilecto, escuchen:
el Señor es nuestro Dios y gobiernan la tierra sus decretos. R/.
ACLAMACIÓN
(Lc 11, 28) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica,
dice el Señor. R/.
Dichosa la mujer que te llevó en su seno. - Dichosos todavía más los que escuchan la palabra de Dios.
Del santo Evangelio según san Lucas: 11, 27-28
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la multitud, una mujer del pueblo, gritando, le dijo: "¡Dichosa la mujer que te llevó en su seno y cuyos pechos te amamantaron!" Pero Jesús le respondió: "Dichosos todavía más los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, las oraciones y las ofrendas que tus fieles te presentan al conmemorar a santa María, Madre de Dios; haz que te sean agradables y nos alcancen el auxilio de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de santa María Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Lc 1, 48)
El Señor puso sus ojos en la humildad de su esclava. Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Reanimados por el sacramento de salvación, humildemente te pedimos, Señor, que quienes celebramos con veneración la memoria de la santísima Virgen María, Madre de Dios, merezcamos experimentar continuamente el fruto de tu redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XXVIII DOMINGO ORDINARIO
Nuestra Señora del Pilar
Santos: Serafín de Ascoli o de Montegranaro, religioso y Edwin de Northumbria, rey. (Verde)
EL BANQUETE ESTÁ PREPARADO
Is 25, 6-10; flp 4, 12-14, Mt 22, 1-14
El profeta Isaías describe con un tono más esperanzador que el mismo evangelista san Mateo, la celebración de un banquete. Para Isaías nadie se quedará fuera, el banquete está preparado para todos los pueblos. No hay boleto de entrada ni traje de fiesta que se requiera para ingresar. Dios está "echando la casa por la ventana" y el motivo es digno del aparente derroche, vinos generosos y platillos sabrosos en abundancia. La muerte, el llanto y toda señal de sufrimiento han sido triturados. No habrá más lágrimas ni penas que soportar. Dios ama tanto a sus creaturas que las acogerá en la plenitud de su vida. El tono exigente del anfitrión del banquete que nos narra san Mateo, pone de manifiesto la resistencia de quienes se enfadan con la bondad desmedida del Señor. En ningún rostro volverá a manifestarse la pena, ni el sufrimiento.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 129, 3-4)
Si conservaras el recuerdo de nuestras faltas, Señor, ¿quién podría resistir? Pero tú, Dios de Israel, eres Dios de perdón.
ORACIÓN COLECTA
Te pedimos, Señor, que tu gracia continuamente nos disponga y nos acompañe, de manera que estemos siempre dispuestos a obrar el bien. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El Señor preparará un banquete y enjugará las lágrimas de todos los rostros.
Del libro del profeta Isaías: 25, 6-10
En aquel día, el
Señor del universo preparará sobre este monte un festín
con platillos suculentos para todos los pueblos; un banquete con vinos exquisitos
y manjares sustanciosos. Él arrancará en este monte el velo que
cubre el rostro de todos los pueblos, el paño que oscurece a todas las
naciones. Destruirá la muerte para siempre; el Señor Dios enjugará
las lágrimas de todos los rostros y borrará de toda la tierra
la afrenta de su pueblo. Así lo ha dicho el Señor.
En aquel día se dirá: "Aquí está nuestro Dios,
de quien esperábamos que nos salvara. Alegrémonos y gocemos con
la salvación que nos trae, porque la mano del Señor reposará
en este monte". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 22 R/.
Habitaré en la casa del Señor toda la vida.
El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace reposar
y hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas. R/.
Por ser un Dios fiel a sus promesas, me guía por el sendero recto; así,
aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú estás
conmigo. Tu vara y tu cayado me dan seguridad. R/.
Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis adversarios; me unges
la cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes. R/.
Tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días
de mi vida; y viviré en la casa del Señor por años sin
término. R/.
Todo lo puedo unido a aquel que me da fuerza.
De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 4, 12-14. 19-20
Hermanos: Yo sé lo
que es vivir en pobreza y también lo que es tener de sobra. Estoy acostumbrado
a todo: lo mismo a comer bien que a pasar hambre; lo mismo a la abundancia que
a la escasez. Todo lo puedo unido a aquel que me da fuerza. Sin embargo, han
hecho ustedes bien en socorrerme cuando me vi en dificultades.
Mi Dios, por su parte, con su infinita riqueza, remediará con esplendidez
todas las necesidades de ustedes, por medio de Cristo Jesús. Gloria a
Dios, nuestro Padre, por los siglos de los siglos. Amén.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Ef 1, 17-1 8) R/. Aleluya, aleluya.
Que el Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine nuestras mentes, para
que podamos comprender cuál es la esperanza que nos da su llamamiento.
R/.
Conviden al banquete de bodas a todos los que encuentren.
Del santo Evangelio según san Mateo: 22, 1-14
En aquel tiempo, volvió
Jesús a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos
del pueblo, diciendo: "El Reino de los cielos es semejante a un rey que
preparó un banquete de bodas para su hijo. Mandó a sus criados
que llamaran a los invitados, pero éstos no quisieron ir.
Envió de nuevo a otros criados que les dijeran: 'Tengo preparado el banquete;
he hecho matar mis terneras y los otros animales gordos; todo está listo.
Vengan a la boda'. Pero los invitados no hicieron caso. Uno se fue a su campo,
otro a su negocio y los demás se les echaron encima a los criados, los
insultaron y los mataron.
Entonces el rey se llenó de cólera y mandó sus tropas,
que dieron muerte a aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad.
Luego les dijo a sus criados: 'La boda está preparada; pero los que habían
sido invitados no fueron dignos. Salgan, pues, a los cruces de los caminos y
conviden al banquete de bodas a todos los que encuentren'. Los criados salieron
a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la
sala del banquete se llenó de convidados. Cuando el rey entró
a saludar a los convidados, vio entre ellos a un hombre que no iba vestido con
traje de fiesta y le preguntó: 'Amigo, ¿cómo has entrado
aquí sin traje de fiesta?' . Aquel hombre se quedó callado. Entonces
el rey dijo a los criados: 'Átenlo de pies y manos y arrójenlo
fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y la desesperación'.
Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
El Señor nos
ha invitado a su banquete. Nos ha traído de los caminos y nos ha hecho
entrar en la sala de la boda. Y ahora nosotros, antes de participar de este
alimento de vida, miramos hacia el mundo entero.
Después de cada petición diremos: Escúchanos, Padre.
Por la Iglesia, los hombres y mujeres de todos los pueblos de la tierra, convocados
por Dios a la vida plena de su Reino. Oremos.
Por los gobernantes y los políticos, por los responsables de la economía,
por los que tienen poder en este mundo. Oremos.
Por el pueblo judío, llamado también a participar de la mesa preparada
por Jesucristo. Oremos.
Por todos los que no tienen lo necesario para vivir. Oremos.
Por los que nos han ayudado a crecer en la fe. Oremos.
Por los que estamos reunidos aquí para celebrar la Eucaristía,
en la mesa del amor de Dios. Oremos. Escucha, Señor, nuestra oración,
y haz que la humanidad entera pueda participar del banquete de tu vida. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, las súplicas de tus fieles junto con estas ofrendas que te presentamos, para que, lo que celebramos con devoción, nos lleve a alcanzar la gloria del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Sal 33, 11)
Los ricos se empobrecen y pasan hambre; los que buscan al Señor, no carecen de nada.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, suplicamos a tu majestad que así como nos nutres con el sagrado alimento del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, nos hagas participar de la naturaleza divina. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Cuando el espíritu humano se resiste a la trascendencia y se encajona en las expectativas del consumo, la diversión y los pasatiempos desmedidos, está evadiendo las preguntas fundamentales que lo inquietan. Es la prevalencia de la vieja sentencia que encandiló a los contemporáneos de Isaías y sedujo también a los romanos: "comamos y bebamos que mañana moriremos". El espíritu parece achaparrarse, recluyéndose en la materialidad de lo efímero. En esa perspectiva no encuentra lugar la preocupación por la construcción de mejores oportunidades de vida para los excluidos; tampoco resulta desafiante promover el cambio social o la supresión de las grandes injusticias. ¡Que cada quien se rasque con sus uñas! El tema del banquete universal que Dios prepara para los suyos, es decir, para toda la humanidad, lleva una carga de esperanza e inclusión que no se puede trivializar ni enterrar. Es la esperanza cristiana que nos da identidad y sentido.
PARA QUE SEAMOS LIBRES
Ga 4, 22-24. 26-27. 31, 5,1; Lc 11, 29-32
Nos liberó el Mesías, sentencia san Pablo al cierre del argumento donde contrapone las dos alianzas; la que produce esquemas de comportamiento apegados a la obligatoriedad de la ley y la que genera hijos dispuestos a conformarse voluntariamente con los rasgos de Jesús Mesías. Esta segunda opción no es el resultado de una acción heroica de la persona, más bien procede de la vida nueva que el Espíritu incuba en el corazón del creyente. Efectivamente quien se deja alcanzar por Cristo Jesús, es renovado interiormente para vivir conforme a la lógica del amor compasivo. El Evangelio de san Lucas nos puede servir como un espejo y un referente: cuando nos volvemos reticentes y escépticos y queremos demostraciones reiteradas y evidentes de la presencia de Dios, es que probablemente hemos perdido la capacidad de ver las señales que cotidianamente obra el Señor a favor nuestro. La realidad está penetrada por la presencia amorosa de Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Yo soy la salvación de mi pueblo, dice el Señor. Los escucharé en cualquier tribulación en que me llamen y seré siempre su Dios.
ORACIÓN COLECTA
Dios de clemencia y reconciliación, que concedes a los hombres días especiales de gracia, para que te reconozcan como Creador y Padre de todos, ayúdanos, propicio, para que, recibiendo con agrado de ti esta palabra de paz, nos dediquemos a tu designio de restaurar todo en Cristo. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
No somos hijos de la esclava, sino de la mujer libre.
De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 4, 22-24. 26-27. 31-5, 1
Hermanos: Dice la Escritura
que Abraham tuvo dos hijos: uno de la mujer que era esclava y el otro de la
que era libre. El hijo de la esclava fue engendrado según las leyes naturales;
el de la libre, en cambio, en virtud de la promesa de Dios.
Esto tiene un sentido simbólico. En efecto, las dos mujeres representan
las dos alianzas: Agar representa la del monte Sinaí, que engendra esclavos
y es figura de la Jerusalén de aquí abajo. Por el contrario, la
Jerusalén de arriba es libre y ésa es nuestra madre. A este respecto
dice la Escritura: Regocíjate tú, la estéril, la que no
das a luz; rompe a cantar de júbilo, tú, la que no has sentido
los dolores del parto; porque la mujer abandonada tendrá más hijos
que aquella que tiene marido.
Así pues, hermanos, no somos hijos de la esclava, sino de la mujer libre.
Cristo nos ha liberado para que seamos libres. Conserven, pues, la libertad
y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 112 R/..
Bendito sea el Señor ahora y para siempre.
Bendito sea el Señor, alábenlo sus siervos. Bendito sea el Señor,
desde ahora y para siempre. R/.
Desde que sale el sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor.
Dios está sobre todas las naciones, su gloria, por encima de los cielos.
R/.
¿Quién hay como el Señor? ¿Quién iguala al
Dios nuestro, que tiene en las alturas su morada, y sin embargo de esto, bajar
se digna su mirada para ver tierra y cielo? R/.
Él levanta del polvo al desvalido y saca al indigente del estiércol,
para hacerlo sentar entre los grandes, los jefes de su pueblo. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Sal 94, 8) R/. Aleluya, aleluya.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su
corazón". R/.
A la gente de este tiempo no se le dará otra señal que la del profeta Jonás.
Del santo Evangelio según san Lucas: 11, 29-32
En aquel tiempo, la multitud
se apiñaba alrededor de Jesús y éste comenzó a decirles:
"La gente de este tiempo es una gente perversa. Pide una señal,
pero no se le dará más señal que la de Jonás. Pues
así como Jonás fue una señal para los habitantes de Nínive,
lo mismo será el Hijo del hombre para la gente de este tiempo.
Cuando sean juzgados los hombres de este tiempo, la reina del sur se levantará
el día del juicio para condenarlos, porque ella vino desde los últimos
rincones de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y
aquí hay uno que es más que Salomón.
Cuando sea juzgada la gente de este tiempo, los hombres de Nínive se
levantarán el día del juicio para condenarla, porque ellos se
convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno
que es más que Jonás". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acuérdate, Señor, que tu Hijo, que es nuestra paz y nuestra reconciliación, borró con su sangre el pecado del mundo; concédenos, al mirar con benevolencia los dones de tu Iglesia, que podamos difundir entre todos la libertad recibida de Cristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 16, 24)
Pidan y recibirán, para que su alegría sea completa, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
El sacramento de tu Hijo, que hemos recibido, aumente, Señor, nuestras fuerzas, para que este misterio de unidad nos sacie del amor más grande y nos haga, en todas partes, instrumentos de tu paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA FE QUE SE TRADUCE EN AMOR
G 5, 1-6; Lc 11, 37-41
En el contexto de una comida en casa de un fariseo Jesús exhibe las incongruencias de la espiritualidad judía legalista, que tanto el anfitrión como sus iguales practicaban. Vivían apegados a tradiciones que enfatizaban las exigencias externas de la ley, sin atender a los valores profundos que ésas resguardaban. La ley de Moisés no era un entramado de prohibiciones y mandatos, sino un proyecto que pretendía garantizar el amor, la justicia y la solidaridad. Esto es lo prioritario y todo lo demás, resulta accesorio. En ese mismo sentido la carta a los Gálatas concluye de manera semejante. La ley tiene una función instrumental y pedagógica, puesto que estimula al creyente a vivir amando como Dios ha amado a su pueblo. No puede uno ampararse en los mínimos que demanda la letra de la ley, es necesario discernir el espíritu de la misma. La fe que realmente salva se conoce por la derrama de amor que produce.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 27, 8-9)
El Señor es la fuerza de su pueblo, defensa y salvación para su Ungido. Sálvanos, Señor, vela sobre nosotros y guíanos siempre.
ORACIÓN COLECTA
Señor, concédenos vivir siempre en el amor y respeto a tu santo nombre, ya que jamás dejas de proteger a quienes estableces en el sólido fundamento de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
La circuncisión no tiene valor, solamente la fe, que se manifiesta por medio de la caridad.
De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 5, 1-6
Hermanos: Cristo nos ha
liberado para que seamos libres. Conserven, pues, la libertad y no se sometan
de nuevo al yugo de la esclavitud.
Yo mismo, Pablo, les aseguro que, si se dejan circuncidar, Cristo no les servirá
de nada. Y vuelvo a declarar que todo el que se deja circuncidar, queda obligado
a cumplir toda la ley. Ustedes, los que pretenden alcanzar la justificación
por medio de la ley, han perdido a Cristo, han rechazado la gracia.
Nosotros, en cambio, movidos por el Espíritu Santo, esperamos ansiosamente
la justificación por medio de la fe. Porque para los cristianos no vale
nada estar o no estar circuncidado; lo único que vale es la fe, que actúa
a través de la caridad. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor
Del salmo 118 R/.
Señor, ten misericordia de mí.
Señor, ten misericordia de mí y sálvame según tu
promesa. No quites de mi boca las palabras sinceras, porque yo espero en tus
mandamientos. R/.
Cumpliré tu voluntad sin cesar y para siempre. Caminaré por un
camino ancho, pues he seguido tus preceptos. R/.
Serán mi delicia tus mandatos, que tanto amo. Levantaré mis manos
hacia ti, mientras recito tus mandamientos. R/.
ACLAMACIÓN
(Hb 4, 12) R/. Aleluya, aleluya.
La palabra de Dios es viva y eficaz y descubre los pensamientos e intenciones
del corazón. R/.
Den limosna, y todo lo de ustedes quedará limpio.
Del santo Evangelio según san Lucas: 11, 37-41
En aquel tiempo, un fariseo
invitó a Jesús a comer. Jesús fue a la casa del fariseo
y se sentó a la mesa. El fariseo se extrañó de que Jesús
no hubiera cumplido con la ceremonia de lavarse las manos antes de comer.
Pero el Señor le dijo: "Ustedes, los fariseos, limpian el exterior
del vaso y del plato; en cambio, el interior de ustedes está lleno de
robos y maldad. ¡Insensatos! ¿Acaso el que hizo lo exterior no
hizo también lo interior? Den más bien limosna de lo que tienen
y todo lo de ustedes quedará limpio". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, este sacrificio de reconciliación y alabanza y concédenos que, purificados por su eficacia, podamos ofrecerte el entrañable afecto de nuestro corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 10, 11. 15)
Yo soy el buen pastor, y doy la vida por mis ovejas, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Renovados, Señor, por el alimento del sagrado Cuerpo y la preciosa Sangre de tu Hijo, concédenos que lo que realizamos con asidua devoción, lo recibamos convertido en certeza de redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
AMOR Y DOMINIO DE SÍ
Ga 5, 18-25; Lc 11, 42-46
Ser guiado por la Ley o por el Espíritu no es asunto de terminología. Detrás de cada nombre subsiste una realidad diferente. Quien se atiene a los dictados de la ley, de alguna manera persiste dentro de la lógica del temor y la sanción; en cambio, quien se abre al impulso vivificante del Espíritu se atiene a la lógica del amor y la donación. La lista de frutos que proceden de los bajos instintos y la que procede el Espíritu, son naturalmente contrarias. De un lado está el egoísmo, de otro el amor; de un lado la ira y la rivalidad y de otro, el dominio de sí y la tolerancia. Si miramos nuestra propia existencia con un poco de honestidad, descubrimos que en ocasiones transitamos de un lado para otro, porque no hemos asumido con determinación las exigencias de la renovación bautismal. Los "ayes" que Jesús dirige en el Evangelio contra los fariseos, pueden ser una denuncia de nuestra propia confusión y nuestra doble moral: jueces implacables de los pecados ajenos y complacientes con nuestro propio egoísmo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 41, 2-3)
Como la cierva busca el agua de las fuentes, así, sedienta, mi alma te busca a ti, Dios mío. Mi alma tiene sed del Dios vivo.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que, por tu Espíritu Santo, elegiste a santa Teresa de Jesús para que mostrara a la Iglesia el camino de la perfección que se debe seguir, concédenos alimentarnos siempre con su doctrina espiritual y arder en el deseo de la verdadera santidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Los que son de Jesucristo ya han crucificado su egoísmo, junto con sus pasiones.
De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 5, 18-25
Hermanos: Si los guía
el Espíritu, ya no están ustedes bajo el dominio de la ley.
Son manifiestas las obras que proceden del desorden egoísta del hombre:
la lujuria, la impureza, el libertinaje, la idolatría, la brujería,
las enemistades, los pleitos, las rivalidades, la ira, las rencillas, las divisiones,
las discordias, las envidias, las borracheras, las orgías y otras cosas
semejantes. Respecto a ellas les advierto, como ya lo hice antes, que quienes
hacen estas cosas no conseguirán el Reino de Dios.
En cambio, los frutos del Espíritu Santo son: el amor, la alegría,
la paz, la generosidad, la benignidad, la bondad, la fidelidad, la mansedumbre
y el dominio de sí mismo. Ninguna ley existe que vaya en contra de estas
cosas.
Y los que son de Jesucristo ya han crucificado su egoísmo, junto con
sus pasiones y malos deseos. Si tenemos la vida del Espíritu, actuemos
conforme a ese mismo Espíritu. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 1 R/.
Dichoso quien confía en el Señor.
Dichoso aquel que no se guía por mundanos criterios, que no anda en malos
pasos ni se burla del bueno, que ama la ley de Dios y se goza en cumplir sus
mandamientos. R/.
Es como un árbol plantado junto al río, que da fruto a su tiempo
y nunca se marchita. En todo tendrá éxito. R/.
En cambio los malvados serán como la paja barrida por el viento. Porque
el Señor protege el camino del justo y al malo sus caminos acaban por
perderlo. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 10, 27) R/. Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me
siguen. R/.
¡Ay de ustedes, fariseos! ¡Ay de ustedes también, doctores de la ley!
Del santo Evangelio según san Lucas: 11, 42-46
En aquel tiempo, Jesús
dijo: "¡Ay de ustedes, fariseos, porque pagan diezmos hasta de la
hierbabuena, de la ruda y de todas las verduras, pero se olvidan de la justicia
y del amor de Dios! Esto debían practicar sin descuidar aquello. ¡Ay
de ustedes, fariseos, porque les gusta ocupar los lugares de honor en las sinagogas
y que les hagan reverencias en las plazas! ¡Ay de ustedes, porque son
como esos sepulcros que no se ven, sobre los cuales pasa la gente sin darse
cuenta!"
Entonces tomó la palabra un doctor de la ley y le dijo: "Maestro,
al hablar así, nos insultas también a nosotros". Entonces
Jesús le respondió: "¡Ay de ustedes también,
doctores de la ley, porque abruman a la gente con cargas insoportables, pero
ustedes no las tocan ni con la punta del dedo!" Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, con bondad nuestras ofrendas, tú que aceptaste con agrado el homenaje lleno de fervor que te ofreció santa Teresa. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 88, 2)
Cantaré las misericordias del Señor eternamente, y mi boca proclamará tu fidelidad de generación en generación.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor Dios nuestro, que has alimentado a tu familia con el pan del cielo, concédele que, a ejemplo de santa Teresa, pueda alegrarse, cantando eternamente tus misericordias. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LLEVAR LA HISTORIA A SU PLENITUD
Ef 1, 1-10; Lc 11, 47-54
No se puede confundir el gran proyecto de salvación que el Padre nos ofrece, con una visión mezquina de la propia salvación personal. El fariseo denunciado en el pasaje de san Lucas, subsiste de alguna manera en no pocos cristianos, preocupados únicamente por su propia salvación. Quienes viven desconectados de la vida y las esperanzas y gozos de sus prójimos, no han conocido el verdadero designio de Dios. La Carta a los efesios nos urge a convertirnos en un himno viviente a la generosidad. Los cristianos no somos una casta de privilegiados, ni una cofradía de místicos preocupados por su santificación personal. Se trata de dejarnos renovar interiormente para, en sintonía con otros muchos hermanos, realizar acciones que encaminen la historia a su plenitud. Esa unidad del universo, con todas sus repercusiones medioambientales, vincula los intereses terrenales, económicos con la sustentabilidad, el bienestar general y la salvación de todo y de todos.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Flp 2, 1 0-1 1)
Que al nombre de Jesús, todos doblen la rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y todos reconozcan públicamente que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
ORACIÓN COLECTA
A quienes veneramos el santísimo nombre de Jesús, concede, Señor, en tu bondad, que, disfrutando en esta vida de su dulzura, nos llenemos del gozo eterno en la patria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Nos eligió en Cristo antes de crear el mundo.
De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 1, 1-10
Yo, Pablo, apóstol
de Cristo Jesús por voluntad de Dios, les deseo a ustedes, los hermanos
y fieles cristianos que están en Éfeso, la gracia y la paz, de
parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido
en Él con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él
nos eligió en Cristo, antes de crear el mundo, para que fuéramos
santos e irreprochables a sus ojos, por el amor, y determinó, porque
así lo quiso, que, por medio de Jesucristo, fuéramos sus hijos,
para que alabemos y glorifiquemos la gracia con que nos ha favorecido por medio
de su Hijo amado.
Pues por Cristo, por su sangre, hemos recibido la redención, el perdón
de los pecados. Él ha prodigado sobre nosotros el tesoro de su gracia,
con toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio
de su voluntad.
Éste es el plan que había proyectado realizar por Cristo, cuando
llegara la plenitud de los tiempos: hacer que todas las cosas, las del cielo
y las de la tierra, tuvieran a Cristo por cabeza. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Del salmo 97 R/.
El Señor nos ha mostrado su amor y su lealtad.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra
y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su
justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
R/.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos
y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
Cantemos al Señor al son del arpa, suenen los instrumentos. Aclamemos
al son de los clarines al Señor, nuestro rey. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 6) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre si no es por mí,
dice el Señor. R/.
Les pedirán cuentas de la sangre de los profetas, desde la sangre de Abel hasta la de Zacarías.
Del santo Evangelio según san Lucas: 11, 47-54
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los fariseos y doctores de la ley: "¡Ay de ustedes, que les
construyen sepulcros a los profetas que los padres de ustedes asesinaron! Con
eso dan a entender que están de acuerdo con lo que sus padres hicieron,
pues ellos los mataron y ustedes les construyen el sepulcro.
Por eso dijo la sabiduría de Dios: Yo les mandaré profetas y apóstoles,
y los matarán y los perseguirán, para que así se le pida
cuentas a esta generación de la sangre de todos los profetas que ha sido
derramada desde la creación del mundo, desde la sangre de Abel hasta
la de Zacarías, que fue asesinado entre el atrio y el altar. Sí,
se lo repito: a esta generación se le pedirán cuentas.
¡Ay de ustedes, doctores de la ley, porque han guardado la llave de la
puerta del saber! Ustedes no han entrado, y a los que iban a entrar les han
cerrado el paso".
Luego que Jesús salió de allí, los escribas y fariseos
comenzaron a acosarlo terriblemente con muchas preguntas y a ponerle trampas
para ver si podían acusarlo con alguna de sus propias palabras. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dígnate, Padre todopoderoso, aceptar nuestros dones en el nombre de Jesús, en el cual confiamos firmemente que obtendremos cuanto pidamos, conforme a la promesa bondadosa hecha por tu mismo Hijo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Hch 4, 12)
No hay otro nombre bajo el cielo que pueda salvarnos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor, por tu misericordia, que en estos sagrados misterios honremos con digno homenaje al Señor Jesús, ante cuyo nombre quisiste que toda rodilla se doble y por el que todos los hombres encuentren la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UN HIMNO A SU GLORIA
Ef 1, 11-14; Lc 12, 1-7
La introducción de la Carta a los efesios reitera con insistencia nuestra vocación a ser y vivir como "un himno a la gloria de Dios". No se trata de convertirnos en cantores y recitadores de salmos y alabanzas a toda hora; es algo más demandante, se trata de alabar al Señor con un lenguaje no verbal y constituirnos en artífices del proyecto que Dios activa en nuestro corazón. Tampoco caben protagonismos de parte nuestra. Dios es el que activa los cambios trascendentes, a nosotros nos toca secundarlos con nuestro compromiso personal. En esa perspectiva, el Evangelio de san Lucas describe la espiritualidad misionera de los discípulos que viven con gran libertad: no se dejan intimidar por amenazas, no se preocupan en demasía por su propio bienestar. Saben que el Padre que los ama, cuida de su vida y los sustenta y auxilia de mil maneras. Conviene leer nuestra vida como una secuencia de gestos solidarios y amorosos, que personas e instituciones, nos han ofrecido en nombre de Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Ga 2, 19-20)
Estoy crucificado con Cristo; vivo, pero ya no soy yo el que vive, es Cristo quien vive en mí; vivo en la fe que tengo en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó a sí mismo por mí.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que embelleces el cuerpo sagrado de tu Iglesia con el testimonio de los santos mártires, concédenos que el glorioso martirio que hoy celebramos, así como dio a san Ignacio de Antioquía eterno esplendor, nos dé también a nosotros protección constante. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Ya antes esperábamos en Cristo. - Ustedes han sido marcados con el Espíritu Santo.
De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 1, 11-14
Hermanos: Con Cristo somos
herederos también nosotros. Para esto estábamos destinados, por
decisión del que lo hace todo según su voluntad: para que fuéramos
una alabanza continua de su gloria, nosotros, los que ya antes esperábamos
en Cristo.
En él, también ustedes, después de escuchar la palabra
de la verdad, el Evangelio de su salvación, y después de creer,
han sido marcados con el Espíritu Santo prometido. Este Espíritu
es la garantía de nuestra herencia, mientras llega la liberación
del pueblo adquirido por Dios, para alabanza de su gloria.
Palabra de Dios.Te alabamos, Señor.
Del salmo 32 R/.
Alabemos al Señor con alegría.
Que los justos aclamen al Señor; es propio de los justos alabarlo. Demos
gracias a Dios al son del arpa, que la lira acompañe nuestros cantos.
R/.
Sincera es la palabra del Señor y todas sus acciones son leales. Él
ama la justicia y el derecho, la tierra llena está de sus bondades. R/.
Feliz la nación cuyo Dios es el Señor, dichoso el pueblo que escogió por suyo. Desde el cielo el Señor, atentamente, mira a todos los hombres.
ACLAMACIÓN
(Sal 32, 22) R/. Aleluya, aleluya.
Muéstrate bondadoso con nosotros, Señor, puesto que en
ti hemos confiado. R/.
Todos los cabellos de su cabeza están contados.
Del santo Evangelio según san Lucas: 12, 1-7
En aquel tiempo, la multitud
rodeaba a Jesús en tan gran número que se atropellaban unos a
otros. Entonces Jesús les dijo a sus discípulos:
"Cuídense de la levadura de los fariseos, es decir, de la hipocresía.
Porque no hay nada oculto que no llegue a descubrirse, ni nada secreto que no
llegue a conocerse. Por eso, todo lo que ustedes hayan dicho en la oscuridad,
se dirá a plena luz, y lo que hayan dicho en voz baja y en privado, se
proclamará desde las azoteas.
Yo les digo a ustedes, amigos míos: No teman a aquellos que matan el
cuerpo y después ya no pueden hacer nada más. Les voy a decir
a quién han de temer: Teman a aquel que, después de darles muerte,
los puede arrojar al lugar de castigo. Se lo repito: A él sí tienen
que temerlo.
¿No se venden cinco pajarillos por dos monedas? Sin embargo, ni de uno
solo de ellos se olvida Dios; y por lo que a ustedes toca, todos los cabellos
de su cabeza están contados. No teman, pues, porque ustedes valen mucho
más que todos los pajarillos". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta con agrado, Señor, la ofrenda de nuestro servicio, tú, que recibiste a san Ignacio, trigo de Cristo, como pan purificado por los sufrimientos del martirio que padeció. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Soy trigo de Cristo, seré triturado por los dientes de las fieras y transfigurado así en pan inmaculado.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el pan celestial que hemos recibido al conmemorar el martirio de san Ignacio, nos dé, Señor, nuevas fuerzas para que, con las palabras y las acciones, nos manifestemos como verdaderos cristianos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Lucas, evangelista y mártir; Atenedoro de Neocesarea, obispo; Justo de Beauviais, mártir.
Vísperas I del domingo: la semana del Salterio. Tomo IV: pp. 671 y 397. Para los fieles: pp. 472 y 420. Edición popular: pp. 13 y 484 Fiesta (Rojo)
YA LES LLEGA EL REINADO DE DIOS
2 Tm 4, 9-17; Lc 10, 1-9
El capítulo décimo de san Lucas nos reporta el envío de los setenta y dos discípulos en misión a los pueblos de Galilea. Las recomendaciones son elementales: confianza en Dios, llegar como portadores de la paz y la salud. La misión no podía quedar reducida a discursos y promesas, el acento tenía que ponerse en el sitio preciso: el hoy de la salvación. El reino no es promesa, es realidad: ya ha llegado. Las vivencias personales que nos refiere san Pablo en la Carta a Timoteo muestran las rupturas y tensiones que seguían afectando a las comunidades cristianas por él fundadas. Algunos colaboradores cercanos se habían dejado encandilar por el atractivo de los valores materiales. No obstante todas esas rupturas, el apóstol se sentía seguro, para enfrentar juicios y comparecencias ante tribunales, porque sabía que el Señor Jesús, estaba a su lado y lo asistía. Efectivamente, en la vivencia íntima del apóstol, el Reino ya había llegado.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Is 52, 7)
Qué hermoso es ver correr sobre los montes al mensajero que anuncia la paz, al mensajero que trae la buena nueva, que pregona la salvación.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que elegiste a san Lucas para que revelara, mediante su predicación y sus escritos, el misterio de tu predilección por los pobres, concede, a quienes ya nos gloriamos de llevar tu nombre, tener siempre un solo corazón y una sola alma, y que todos los pueblos lleguen a descubrir tu salvación. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El único que me acompaña es Lucas.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 4, 9-17
Querido hermano: Haz lo
posible por venir a verme cuanto antes, pues Dimas, prefiriendo las cosas de
este mundo, me ha abandonado y ha partido a Tesalónica. Crescencio se
fue a Galacia, y Tito, a Dalmacia. El único que me acompaña es
Lucas. Trae a Marcos contigo, porque me será muy útil en mis tareas.
A Tíquico lo envié a Éfeso. Cuando vengas, tráeme
el abrigo que dejé en Tróade, en la casa de Carpo. Tráeme
también los libros y especialmente los pergaminos. Alejandro, el herrero,
me ha hecho mucho daño. El Señor le dará su merecido. Cuídate
de él, pues se ha opuesto tenazmente a nuestra predicación.
La primera vez que me defendí ante el tribunal, nadie me ayudó.
Todos me abandonaron. Que no se les tome en cuenta. Pero el Señor estuvo
a mi lado y me dio fuerzas para que, por mi medio, se proclamara claramente
el mensaje de salvación y lo oyeran todos los paganos. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 144 R/.
Señor, que todos tus fieles te bendigan.
Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan.
Que proclamen la gloria de tu reino y den a conocer tus maravillas. R/.
Que muestren a los hombres tus proezas, el esplendor y la gloria de tu reino.
Tu reino, Señor, es para siempre y tu imperio, por todas las generaciones.
R/.
Siempre es justo el Señor en sus designios y están llenas de amor
todas sus obras. No está lejos de aquellos que lo buscan; muy cerca está
el Señor, de quien lo invoca. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Jn 15, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Yo los he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayan y den fruto
y su fruto permanezca. R/.
La cosecha es mucha y los trabajadores pocos.
Del santo Evangelio según san Lucas: 10, 1-9
En aquel tiempo, Jesús designó a otros setenta y dos discípulos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares a donde pensaba ir, y les dijo: "La cosecha es mucha y los trabajadores pocos. Rueguen, por lo tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos. Pónganse en camino; yo los envío como corderos en medio de lobos. No lleven ni dinero, ni morral, ni sandalias y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Cuando entren en una casa digan: 'Que la paz reine en esta casa'. Y si allí hay gente amante de la paz, el deseo de paz de ustedes se cumplirá; si no, no se cumplirá. Quédense en esa casa. Coman y beban de lo que tengan, porque el trabajador tiene derecho a su salario. No anden de casa en casa. En cualquier ciudad donde entren y los reciban, coman lo que les den. Curen a los enfermos que haya y díganles: 'Ya se acerca a ustedes el Reino de Dios' ". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por estos dones del cielo, concédenos, Señor, servirte con libertad de espíritu, para que la ofrenda que te presentamos en la festividad de san Lucas nos sirva de remedio espiritual y nos alcance la gloria eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio II de los Apóstoles.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Lc 10, 1. 9)
El Señor envió a sus discípulos a anunciar por todos los pueblos y lugares: Ya está cerca de ustedes el Reino de Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios todopoderoso, que los dones recibidos de tu santo altar nos santifiquen y nos fortalezcan en la fe del Evangelio, que san Lucas predicó. Por Jesucristo, nuestro Señor.
DOMINGO MUNDIAL DE LAS MISIONES
DOMINGO MUNDIAL DE LAS MISIONES
Is 56, 1. 6-7; 1 Tm 2,1-8; Mt 28,16-20
La experiencia del exilio había sensibilizado el corazón de muchos israelitas. No podían continuar viviendo su elección como si fuesen privilegiados. Dios amaba con la misma intensidad a todas las personas, independientemente de la raza o cultura que proviniesen. La casa de oración estaría abierta para todos los pueblos. Las promesas ya no estaban restringidas a un linaje, la puerta de acceso a la plenitud de la vida se había ensanchado. Desafortunadamente esta perspectiva universalista no prevaleció, sino que se afianzó una visión excluyente que discriminaba a los gentiles. La resurrección de Cristo abrirá otro horizonte. Jesús resucitado convoca a los discípulos en Galilea, para relanzar la misión desde un nuevo enfoque: ya no permanecerán en los poblados aledaños al lago de Genesaret, tendrán que marchar a los cuatro puntos cardinales, para testimoniar la excelencia del amor de Dios, manifiesto en la persona de Cristo, revestido de autoridad.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 95, 3-4)
Anuncien a todos los pueblos la gloria del Señor, sus maravillas a todas las naciones, porque grande es el Señor y muy digno de alabanza.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que has querido que tu Iglesia sea sacramento de salvación para todos los pueblos, de forma que así perdure la obra redentora de Cristo hasta el fin de los tiempos, despierta los corazones de tus fieles y haz que se sientan llamados a trabajar por la salvación de todos, con tanta mayor urgencia, cuanto es necesario que, de todas las naciones, surja y crezca para ti una sola familia y un solo pueblo. Por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Mi templo será la casa de oración para todos los pueblos.
Del libro del profeta Isaías: 56, 1. 6-7
Esto dice el Señor: "Velen por los derechos de los demás, practiquen la justicia, porque mi salvación está a punto de llegar y mi justicia a punto de manifestarse. A los extranjeros que se han adherido al Señor para servirlo, amarlo y darle culto, a los que guardan el sábado sin profanarlo y se mantienen fieles a mi alianza, los conduciré a mi monte santo y los llenaré de alegría en mi casa de oración. Sus holocaustos y sacrificios serán gratos en mi altar, porque mi templo será la casa de oración para todos los pueblos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 66 R/.
Que todos los pueblos conozcan tu bondad.
Ten piedad de nosotros y bendícenos; vuelve, Señor, tus ojos a
nosotros. Que conozca la tierra tu bondad y los pueblos tu obra salvadora. R/.
Las naciones con júbilo te canten, porque juzgas al mundo con justicia;
con equidad tú juzgas a los pueblos y riges en la tierra a las naciones.
R/.
La tierra ha producido ya sus frutos, Dios nos ha bendecido. Que nos bendiga
Dios y que le rinda honor el mundo entero. R/.
Dios quiere que todos los hombres se salven.
De la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 2, 1-8
Te ruego, hermano, que ante
todo se hagan oraciones, plegarias, súplicas y acciones de gracias por
todos los hombres, y en particular, por los jefes de Estado y las demás
autoridades, para que podamos llevar una vida tranquila y en paz, entregada
a Dios y respetable en todo sentido.
Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador, pues Él quiere que
todos los hombres se salven y todos lleguen al conocimiento de la verdad, porque
no hay sino un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo
Jesús, hombre Él también, que se entregó como rescate
por todos.
Él dio testimonio de esto a su debido tiempo y de esto yo he sido constituido,
digo la verdad y no miento, pregonero y apóstol para enseñar la
fe y la verdad.
Quiero, pues, que los hombres, libres de odios y divisiones, hagan oración
dondequiera que se encuentren, levantando al cielo sus manos puras.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Mt 28, 19. 20) R/. Aleluya, aleluya.
Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos, dice el Señor,
y sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.
R/.
Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos.
Del santo Evangelio según san Mateo: 28, 16-20
En aquel tiempo, los once
discípulos se fueron a Galilea y subieron al monte en el que Jesús
los había citado. Al ver a Jesús, se postraron, aunque algunos
titubeaban.
Entonces, Jesús se acercó a ellos y les dijo: "Me ha sido
dado todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y hagan discípulos
a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo cuanto
yo les he mandado; y sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta
el fin del mundo".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Presentemos al
Padre nuestra oración, hoy de un modo especial para que la semilla del
Evangelio alcance a toda la tierra.
Después de cada petición diremos: Escúchanos, Padre.
Por toda la Iglesia, por cada uno de los cristianos. Para que todos sintamos
el anhelo de que la Buena
Noticia de Jesús sea conocida en toda la tierra. Oremos.
Por los misioneros y misioneras. Para que realicen su labor con mucha fe, con
mucha esperanza, con mucho amor, y vivan llenos de la alegría de Dios.
Oremos.
Por los que no conocen a Jesucristo. Para que un día puedan llegar a
recibir la luz del Evangelio. Oremos.
Por los médicos. Para que realicen su labor como un verdadero servicio
al prójimo. Oremos.
Por todos nosotros, que nos hemos reunido para celebrar la Eucaristía.
Para que seamos fieles testigos de la fe y la esperanza que nos mueve. Oremos.
Escucha, Padre, nuestra oración, y derrama tu amor sobre los hombres
y las mujeres del mundo entero. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que lleguen a tu presencia soberana los dones de tu Iglesia suplicante, del mismo modo que fue tan grata a tus ojos la gloriosa pasión de tu Hijo, para la salvación del mundo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mc 16, 15)
Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que la participación en tu mesa nos santifique, y concede que todos los pueblos reciban con gratitud, por medio del sacramento de tu Iglesia, la salvación que tu Unigénito consumó en la cruz. El, que vive y reina por los siglos de los siglos.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Vivir nuestra existencia como discípulos de Cristo es misionar. Hay quienes escuchan un llamado a traspasar las fronteras de su cultura y se marchan a donde el Espíritu los llama, para servir en orfanatos, en hospitales, y en un sinfín de modalidades, en pueblos afectados por la pobreza y la violencia o en sociedades opulentas. El quehacer es el mismo: ser testigos de Jesús, que viven lo que Él les enseñó y que por lo mismo, curan enfermos, animan y defienden migrantes y mujeres maltratadas por tantos abusos. Quienes permanecen en su lugar de origen, realizando su profesión o empleo y se comprometen a encarnar su fe a través del trabajo honesto, la participación ciudadana, la educación de los hijos, también están cumpliendo una misión evangelizadora. Las situaciones son tan diferentes, sin embargo, el encargo es el mismo: vivir en comunidades de discípulos, testimoniando la fuerza transformadora del amor de Dios en las circunstancias presentes.
Santos: Adelina de Mortain, abadesa; Artemio de Egipto, mártir. Beato Jaime de Strepa, obispo. Feria (Verde)
DIOS RICO EN MISERICORDIA
Ef 2, 1-10; lc 12, 13-21
Esta profunda frase de la carta a los Efesios tiene consecuencias decisivas en la forma de entender nuestra vida cristiana. Por si alguien no lo hubiese entendido, san Pablo nos los explicita con todas sus letras: por la generosidad de Dios ya estamos salvados y no precisamente por lo que nosotros hemos podido hacer. Cuando servimos y amamos a los hermanos, somos hechura de Dios. Las buenas obras que realizamos no son condición para alcanzar la salvación, sino efecto y manifestación de nuestra condición de personas salvadas. Esa sencilla verdad no fue captada por el rico necio de la parábola, ni por aquellos de nosotros, que nos obsesionamos por multiplicar las seguridades materiales. La vida no depende de la cuantía de los bienes. El Padre bondadoso nos cuida y los hermanos y las personas de buena voluntad, se esfuerzan por distribuir la bendición de Dios de distintas maneras. El amor providente del Padre activa la solidaridad y la generosidad de muchos hombres y mujeres generosos.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 16, 6. 8)
Te invoco, Dios mío, porque tú me respondes; inclina tu oído y escucha mis palabras. Cuídame, Señor, como a la niña de tus ojos y cúbreme bajo la sombra de tus alas.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, haz que nuestra voluntad sea siempre dócil a la tuya y que te sirvamos con un corazón sincero. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Nos dio la vida en Cristo y nos ha reservado un sitio en el cielo.
De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 2, 1-10
Hermanos: Ustedes estaban
muertos por sus delitos y pecados, porque en otro tiempo vivían según
los criterios de este mundo, obedeciendo al que está al frente de las
fuerzas invisibles del mal, a ese espíritu que ejerce su acción
ahora sobre los que resisten al Evangelio. Entre ellos estuvimos también
nosotros, pues en otro tiempo vivíamos sujetos a los instintos, deseos
y pensamientos de nuestro desorden y egoísmo, y estábamos naturalmente
destinados al terrible castigo de Dios, como los demás.
Pero la misericordia y el amor de Dios son muy grandes; porque nosotros estábamos
muertos por nuestros pecados, y Él nos dio la vida con Cristo y en Cristo.
Por pura generosidad suya, hemos sido salvados. Con Cristo y en Cristo nos ha
resucitado, y con Él nos ha reservado un sitio en el cielo. Así,
en todos los tiempos, Dios muestra por medio de Cristo Jesús, la incomparable
riqueza de su gracia y de su bondad para con nosotros.
En efecto, ustedes han sido salvados por la gracia, mediante la fe; y esto no
se debe a ustedes mismos, sino que es un don de Dios. Tampoco se debe a las
obras, para que nadie pueda presumir, porque somos hechura de Dios, creados
por medio de Cristo Jesús para hacer el bien que Dios ha dispuesto que
hagamos.
Palabra de Dios.. Te alabamos, Señor.
Salmo 99 R/. El
Señor es nuestro dueño.
Alabemos a Dios todos los hombres, sirvamos al Señor con alegría
y con júbilo entremos en su templo. R/.
Reconozcamos que el Señor es Dios, que él fue quien nos hizo y
somos suyos, que somos su pueblo y su rebaño. R/.
Entremos por sus puertas dando gracias, crucemos por sus atrios entre himnos,
alabando al Señor y bendiciéndolo. R/.
Porque el Señor es bueno, bendigámoslo, porque es eterna su misericordia
y su fidelidad nunca se acaba. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 5, 3) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.
R/.
¿Para quién serán todos tus bienes?
Del santo Evangelio según san Lucas: 12, 13-21
En aquel tiempo, hallándose
Jesús en medio de una multitud, un hombre le dijo: "Maestro, dile
a mi hermano que comparta conmigo la herencia". Pero Jesús le contestó:
"Amigo, ¿quién me ha puesto como juez en la distribución
de herencias?"
Y dirigiéndose a la multitud, dijo: "Eviten toda clase de avaricia,
porque la vida del hombre no depende de la abundancia de los bienes que posea".
Después les propuso esta parábola: "Un hombre rico obtuvo
una gran cosecha y se puso a pensar: '¿Qué haré, porque
no tengo ya en dónde almacenar la cosecha? Ya sé lo que voy a
hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes
para guardar ahí mi cosecha y todo lo que tengo. Entonces podré
decirme: Ya tienes bienes acumulados para muchos años; descansa, come,
bebe y date a la buena vida'. Pero Dios le dijo: `¡Insensato! Esta misma
noche vas a morir. ¿Para quién serán todos tus bienes?'
Lo mismo le pasa al que amontona riquezas para sí mismo y no se hace
rico de lo que vale ante Dios".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, el don de poderte servir con libertad de espíritu, para que, por la acción purificadora de tu gracia, los mismos misterios que celebramos nos limpien de toda culpa. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mc 10, 45)
El Hijo del hombre ha venido a dar su vida como rescate por la humanidad, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor, que la frecuente recepción de estos dones celestiales, produzca fruto en nosotros y nos ayude a aprovechar los bienes temporales y alcanzar con sabiduría los eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
HUMANIDAD NUEVA
Ef 2, 12-22; Lc 12, 35-38
La trascendencia de la muerte y resurrección de Cristo fue interiorizada y reflexionada con gran agudeza por el apóstol San Pablo. El hecho pascual no fue un incidente biográfico menor, ocurrido en las orillas de Jerusalén. Fue el parteaguas de la salvación. Ya no es necesario angustiarse ni desesperarse por ser un cumplidor frustrado de los cientos de preceptos contenidos en la ley de Moisés. Cristo ha abierto una nueva ruta de acceso al Padre. Por medio del Espíritu somos parte de una humanidad nueva. No es un cambio menor, no son dos o cien los que han sido alcanzados por la resurrección de Cristo. El evento pascual tiene alcance universal. Todo ha sido bañado por la gracia de Dios. Por eso no podemos vivir sumidos en la desesperanza y el pesimismo, tampoco en la alienación consumista. La venida del Señor es un acicate para seguirle sirviendo como testigos de esa humanidad nueva. Dichosos nosotros si nos encuentra haciendo su voluntad.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Jn 15, 16)
No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los ha elegido y los ha destinado para que vayan y den fruto y su fruto permanezca, dice el Señor.
ORACIÓN COLECTA
Que tu Iglesia, Señor, se alegre siempre al honrar a los santos Apóstoles, para que ellos mismos la gobiernen, ya que siempre goza de sus enseñanzas y sus méritos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Cristo es nuestra paz; él hizo de los judíos y de los no judíos un solo pueblo.
De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 2, 12-22
Hermanos: Recuerden que
antes vivían ustedes sin Cristo, que estaban excluidos de la ciudadanía
de Israel y eran extraños a las alianzas y promesas, y no tenían
esperanza ni Dios en este mundo. Pero ahora, unidos a Cristo Jesús, ustedes,
que antes estaban lejos, están cerca, en virtud de la sangre de Cristo.
Porque Él es nuestra paz; Él hizo de los judíos y de los
no judíos un solo pueblo; Él destruyó, en su propio cuerpo,
la barrera que los separaba: el odio; Él abolió la ley, que consistía
en mandatos y reglamentos, para crear en sí mismo, de los dos pueblos,
un solo hombre nuevo, estableciendo la paz, y para reconciliar a ambos, hechos
un solo cuerpo, con Dios, por medio de la cruz, dando muerte en sí mismo
al odio.
Vino para anunciar la buena nueva de la paz, tanto a ustedes, los que estaban
lejos, como a los que estaban cerca. Así, unos y otros podemos acercarnos
al Padre, por la acción de un mismo Espíritu.
En consecuencia, ya no son ustedes extranjeros ni advenedizos; son conciudadanos
de los santos y pertenecen a la familia de Dios, porque han sido edificados
sobre el cimiento de los apóstoles y de los profetas, siendo Cristo Jesús
la piedra angular.
Sobre Cristo, todo el edificio se va levantando bien estructurado, para formar
el templo santo del Señor, y unidos a él también ustedes
se van incorporando al edificio, por medio del Espíritu Santo, para ser
morada de Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 84 R/.
Dale, Señor, la paz a tu pueblo.
Escucharé las palabras del Señor, palabras de paz para su pueblo
santo. Está ya cerca nuestra salvación y la gloria del Señor
habitará en la tierra. R/.
La misericordia y la verdad se encontraron, la justicia y la paz se besaron,
la felicidad brotó en la tierra y la justicia vino del cielo. R/.
Cuando el Señor nos muestre su bondad, nuestra tierra producirá
su fruto. La justicia le abrirá camino al Señor e irá siguiendo
sus pisadas. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Lc 21, 36) R/. Aleluya, aleluya.
Velen y oren, para que puedan presentarse sin temor ante el Hijo del hombre.
R/.
Dichosos aquellos a quienes su señor, al llegar, encuentre en vela.
Del santo Evangelio según san Lucas: 12, 35-38
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Estén listos, con la túnica puesta y las lámparas encendidas. Sean semejantes a los criados que están esperando a que su señor regrese de la boda, para abrirle en cuanto llegue y toque. Dichosos aquellos a quienes su señor, al llegar, encuentre en vela. Yo les aseguro que se recogerá la túnica, los hará sentar a la mesa y él mismo les servirá. Y si llega a medianoche o a la madrugada y los encuentra en vela, dichosos ellos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Infúndenos, Señor, tu Espíritu Santo, que tan abundantemente derramaste sobre tus Apóstoles, para que conozcamos lo que por ellos nos entregaste y ofrezcamos dignamente a tu gloria este sacrificio de alabanza. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 19, 28)
Ustedes, los que me han seguido, se sentarán en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor Dios, haz que perseveremos en la enseñanza de los Apóstoles con alegría y sencillez de corazón, participando en la fracción del pan y en la oración. Por Jesucristo, nuestro Señor.
San Juan Pablo II, Papa
Santos: Elodia y Nunilona de Huesca, mártires. Beato Timoteo Giaccardo, presbítero. Feria (Verde)
AL QUE MUCHO SE LE DIO...
Ef 3, 2-12; Lc 12,39-48
El discurso del capítulo doce de san Lucas responde a la serie de recomendaciones que Jesús diera a sus discípulos. Ninguna de esas recomendaciones ha envejecido. El discipulado cristiano tiene un núcleo que permanece: la llamada a conformar la propia vida con el estilo de Jesús Maestro. Quienes hemos recibido una misión como discípulos, no disponemos de un patrimonio que podemos malgastar a placer. Somos administradores de una autoridad que conviene respetar. Un buen administrador vela por los intereses y los planes de su Señor. Cuanto mayor es el encargo, mayor será la exigencia. En la carta a los Efesios el apóstol san Pablo enfatiza la nueva coyuntura que ha creado la resurrección de Cristo: ya no existen barreras divisorias, tampoco hay privilegiados y marginados. El secreto escondido se ha hecho manifiesto: Dios ama por igual a todos y los convoca a vivir y participar de la misma herencia.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 46, 2)
Pueblos todos, aplaudan y aclamen a Dios con gritos de júbilo.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que mediante la gracia de la adopción filial quisiste que fuéramos hijos de la luz, concédenos que no nos dejemos envolver en las tinieblas del error, sino que permanezcamos siempre vigilantes en el esplendor de la verdad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El designio secreto de Dios realizado en Cristo ha sido revelado ahora: también los paganos son partícipes de la misma promesa.
De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 3, 2-12
Hermanos: Han oído
hablar de la distribución de la gracia de Dios, que se me ha confiado
en favor de ustedes. Por revelación se me dio a conocer este designio
secreto que acabo de exponerles brevemente. Y al leer esto, podrán darse
cuenta del conocimiento que tengo del designio secreto de Dios realizado en
Cristo.
Éste es un designio que no había sido manifestado a los hombres
en otros tiempos, pero que ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus
santos apóstoles y profetas: es decir, que por el Evangelio, también
los paganos son coherederos de la misma herencia, miembros del mismo cuerpo
y partícipes de la misma promesa en Jesucristo. Y yo he sido constituido
servidor de este Evangelio por un don gratuito de Dios, que me ha sido concedido
con toda la eficacia de su poder.
A mí, el más insignificante de todos los fieles, se me ha dado
la gracia de anunciar a los paganos la incalculable riqueza que hay en Cristo,
y dar a conocer a todos cómo va cumpliéndose este designio de
salvación, oculto desde el principio de los siglos en Dios, creador de
todo.
Él lo dispuso así, para que la multiforme sabiduría de
Dios sea dada a conocer ahora, por medio de la Iglesia, a los espíritus
celestiales, según el designio eterno realizado en Cristo Jesús,
nuestro Señor, por quien podemos acercarnos libre y confiadamente a Dios,
por medio de la fe en Cristo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Isaías 12
R/. El Señor es mi Dios y salvador.
El Señor es mi Dios y salvador, con él estoy seguro y nada temo.
El Señor es mi protección y mi fuerza y ha sido mi salvación.
Sacarán agua con gozo de la fuente de salvación. R/.
Den gracias al Señor e invoquen su nombre, cuenten a los pueblos sus
hazañas, proclamen que su nombre es sublime. R/.
Alaben al Señor por sus proezas, anúncienlas a toda la tierra.
Griten jubilosos, habitantes de Sión, porque el Dios de Israel ha sido
grande con ustedes. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 24, 42. 44) R/. Aleluya, aleluya.
Estén preparados, porque no saben a qué hora va a venir el Hijo
del hombre. R/.
Al que mucho se le da, se le exigirá mucho.
Del santo Evangelio según san Lucas: 12, 39-48
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Fíjense en esto: Si un padre de familia
supiera a qué hora va a venir el ladrón, estaría vigilando
y no dejaría que se le metiera por un boquete en su casa. Pues también
ustedes estén preparados, porque a la hora en que menos lo piensen, vendrá
el Hijo del hombre". Entonces Pedro le preguntó a Jesús:
"¿Dices esta parábola sólo por nosotros o por todos?"
El Señor le respondió: "Supongan que un administrador, puesto
por su amo al frente de la servidumbre con el encargo de repartirles a su tiempo
los alimentos, se porta con fidelidad y prudencia. Dichoso ese siervo, si el
amo, a su llegada, lo encuentra cumpliendo con su deber. Yo les aseguro que
lo pondrá al frente de todo lo que tiene. Pero si ese siervo piensa:
'Mi amo tardará en llegar' y empieza a maltratar a los otros siervos
y siervas, a comer, a beber y a embriagarse, el día menos pensado y a
la hora más inesperada llegará su amo y lo castigará severamente
y le hará correr la misma suerte de los desleales.
El siervo que, conociendo la voluntad de su amo, no haya preparado ni hecho
lo que debía, recibirá muchos azotes; pero el que, sin conocerla,
haya hecho algo digno de castigo, recibirá pocos.
Al que mucho se le da, se le exigirá mucho; y al que mucho se le confía,
se le exigirá mucho más.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor Dios, que bondadosamente realizas el fruto de tus sacramentos, concédenos que seamos capaces de servirte como corresponde a tan santos misterios. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 17, 20-21)
Padre, te ruego por ellos, para que sean uno en nosotros y el mundo pueda creer que tú me has enviado, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la víctima divina que te hemos ofrecido y que acabamos de recibir, nos vivifique, Señor, para que, unidos a ti con perpetuo amor, demos frutos que permanezcan para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, rico en misericordia, que has querido que san Juan Pablo II, Papa, guiara a toda tu Iglesia, te pedimos que, instruidos por sus enseñanzas, nos concedas abrir confiadamente nuestros corazones a la gracia salvadora de Cristo, único redentor del hombre. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, que en esta festividad de san Juan Pablo II nos aproveche esta ofrenda, por cuya inmolación quisiste que se perdonen los pecados del mundo entero. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor Dios, que la eficacia de los dones recibidos, en esta festividad de san Juan Pablo II, produzca su efecto en nosotros, para que nos sirvan de ayuda en nuestra vida mortal y nos obtengan el gozo de la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA SERIE DE ADJETIVOS
Ef 3, 14-21, Lc 12, 49-53
Somos familia de Dios, compartimos un solo apellido, hijos de Dios. No hay fracturas, preferencias ni privilegios. El amor de Dios manifiesto en Cristo Jesús es tan desbordante que no se agota en capillas ni bandos; es un amor tan ancho, largo y profundo que cubre a todos. Cada vez que hemos pretendido acaparar el amor de Dios dentro de una existencia sectaria, nos hemos ensoberbecido, comportándonos como si fuéramos una especie de "iluminados" que no se pueden rebajar a interactuar con los que están en el bando equivocado. Indudablemente que este plan incluyente y amoroso, perturba a muchas personas que defienden a capa y espada sus privilegios e intereses particulares. En ese sentido podemos entender la frase paradójica del Evangelio de san Lucas: el Señor Jesús ha venido a traer fuego y surgirán divisiones, entre quienes se sumen a los valores del Reino y aquellos que pretendan afianzar proyectos e ideologías excluyentes que multiplican la opresión y el sufrimiento.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 77, 23-25)
Abrió Dios las compuertas del cielo e hizo llover sobre ellos el maná para que lo comieran; les dio un trigo celeste, y el hombre comió pan de ángeles.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que llevaste a cabo la obra de la redención humana por el misterio pascual de tu Unigénito, concede, benigno, que quienes anunciamos llenos de fe por medio de los signos sacramentales, su muerte y resurrección, experimentemos un continuo aumento de tu salvación. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Que arraigados y cimentados en el amor, queden ustedes colmados con la plenitud misma de Dios.
De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 3, 14-21
Hermanos: Me arrodillo ante
el Padre, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra, para
que, conforme a los tesoros de su bondad, les conceda que su Espíritu
los fortalezca interiormente y que Cristo habite por la fe en sus corazones.
Así, arraigados y cimentados en el amor, podrán comprender con
todo el pueblo de Dios, la anchura y la longitud, la altura y la profundidad
del amor de Cristo, y experimentar ese amor que sobrepasa todo conocimiento
humano, para que así queden ustedes colmados con la plenitud misma de
Dios.
A Él, que, con su poder que actúa eficazmente en nosotros, puede
hacer infinitamente más de lo que le pedimos o entendemos, le sea dada
la gloria en la Iglesia y en Cristo Jesús, por todas las edades y por
todos los siglos. Amén. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 32 R/.
Dichoso el pueblo escogido por Dios.
Que los justos aclamen al Señor; es propio de los justos alabarlo. Demos
gracias a Dios, al son del arpa, que la lira acompañe nuestros cantos.
R/.
Sincera es la palabra del Señor y todas sus acciones son leales. Él
ama la justicia y el derecho, la tierra llena está de sus bondades. R/.
Los proyectos de Dios duran por siempre; los planes de su amor, todos los siglos.
Feliz la nación cuyo Dios es el Señor; dichoso el pueblo que escogió
por suyo. R/.
Cuida el Señor de aquellos que lo temen y en su bondad confían;
los salva de la muerte y en épocas de hambre les da vida. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Flp 3, 8-9) R/. Aleluya, aleluya.
Todo lo considero una pérdida y lo tengo por basura, para ganar a Cristo
y vivir unido a Él. R/.
No he venido a traer la paz, sino la división.
Del santo Evangelio según san Lucas: 12, 49-53
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "He venido a traer fuego a la tierra, ¡y
cuánto desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que recibir un
bautismo, ¡y cómo me angustio mientras llega!
¿Piensan acaso que he venido a traer paz a la tierra? De ningún
modo. No he venido a traer la paz, sino la división. De aquí en
adelante, de cinco que haya en una familia, estarán divididos tres contra
dos y dos contra tres. Estará dividido el padre contra el hijo, el hijo
contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra
contra la nuera y la nuera contra la suegra". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, al celebrar el memorial de nuestra salvación, imploramos humildemente tu clemencia, a fin de que este sacramento de amor sea para nosotros signo de unidad y vínculo de caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 51-52)
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor. El que coma de este pan vivirá eternamente. Y el pan que yo les voy a dar es mi carne, para que el mundo tenga vida.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios nuestro, que la participación en este banquete celestial nos santifique, de modo que, por la recepción del Cuerpo y la Sanare de Cristo, se estreche entre nosotros la unión fraterna. El, que vive y reina por los siglos de los siglos.
EL BUEN PASTOR
Is 61, 1-3; Jn 10, 11-16
Los rasgos con los que Jesús describe al pastor modelo son inobjetables y claros: está al servicio de la vida, se sacrifica hasta al límite por sus ovejas, las custodia, alerta y protege de los peligros; mantiene una comunicación clara y confiada con ellas, ambos se reconocen. Si trasladamos esas imágenes al terreno de las distintas formas de autoridad entendemos la carga crítica y utópica que encierran. La forma como se acredita una autoridad y amerita que se le confíe el poder es la búsqueda y preservación del bienestar general y no de los privilegios propios o de un pequeño sector agresivo y amafiado. Desde la profecía del profeta Isaías podemos releer esas palabras, reafirmado que estamos urgidos de personas llenas del Espíritu, que asuman la misión de consolar y liberar a tantas personas que siguen siendo víctimas de modernas y terribles formas de opresión. La recurrencia de tantas formas de violencia no justifica que nos vayamos acostumbrando, al punto que nos resignemos. El Espíritu nos ha ungido para consolar.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Ez 34, 11. 23-24)
Buscaré a mis ovejas, dice el Señor, y les daré un pastor que las apaciente, y yo, el Señor, seré su Dios.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor, Dios nuestro, que hiciste al obispo san Rafael Guízar y Valencia pastor eximio e incansable en el anuncio del Evangelio, concédenos, por su intercesión, que, encendidos por el fuego apostólico y fortalecidos por la gracia divina, llevemos a nuestros hermanos a Cristo y así podamos gozar con ellos de la recompensa eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El Señor me ha ungido y me ha enviado para anunciar la buena nueva a los pobres (cfr. Lc 4, 18).
Del libro del profeta Isaías: 61, 1-3
El espíritu del Señor
está sobre mí, porque me ha ungido y me ha enviado para anunciar
la buena nueva a los pobres, a curar a los de corazón quebrantado, a
proclamar el perdón a los cautivos, la libertad a los prisioneros, y
a pregonar el año de gracia del Señor, el día de la venganza
de nuestro Dios.
El Señor me ha enviado a consolar a los afligidos, los afligidos de Sión,
a cambiar su ceniza en diadema, sus lágrimas en aceite perfumado de alegría
y su abatimiento, en cánticos. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 22 R/.
El Señor es mi pastor, nada me faltará.
El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace reposar
y hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas. R/.
Por ser un Dios fiel a sus promesas, me guía por el sendero recto; así,
aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú estás
conmigo. Tu vara y tu cayado me dan seguridad. R/.
Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis adversarios; me unges
la cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes. R/.
Tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días
de mi vida; y viviré en la casa del Señor por años sin
término. R/.
ACLAMACIÓN
(Lc 4, 18) R/. Aleluya, aleluya.
El Señor me ha enviado para llevar a los pobres la buena nueva y anunciar
la liberación a los cautivos. R/.
El buen pastor da la vida por sus ovejas.
Del santo Evangelio según san Juan: 10, 11-16
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los fariseos: "Yo soy el buen pastor. El buen pastor da la vida
por sus ovejas. En cambio, el asalariado, el que no es el pastor ni el dueño
de las ovejas, cuando ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; el lobo
se arroja sobre ellas y las dispersa, porque a un asalariado no le importan
las ovejas.
Yo soy el buen pastor, porque conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí,
así como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre. Yo doy
la vida por mis ovejas. Tengo además otras ovejas que no son de este
redil y es necesario que las traiga también a ellas; escucharán
mi voz y habrá un solo rebaño y un solo pastor.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios misericordioso y lleno de bondad, recibe los dones y ofrendas que te presentamos en la festividad de san Rafael Guízar, quien ofreció su vida por la difusión del Evangelio entre sus fieles pobres y sencillos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 15, 16)
No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los ha elegido y los ha destinado para que vayan y den fruto y su fruto permanezca, de modo que el Padre les conceda cuanto le pidan en mi nombre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, Dios nuestro, habiendo participado del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo amado, al recordar la memoria de san Rafael Guízar, concédenos ser incansables en el anuncio de tu palabra y en la caridad con los más necesitados. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Vísperas I del domingo: 2a semana del Salterio. Tomo IV: pp. 806 y 429. Para los fieles: pp. 555 y 421. Edición popular: pp. 108 y 485. Feria (Verde)
CONSTRUIR EL CUERPO DEL MESÍAS
Ef 4,7. 11-16; Lc 13, 1-9
La diversidad de ministerios, oficios y carismas que el Espíritu suscita en la Iglesia, se traduce en una multiplicidad de iniciativas pastorales. No se puede afirmar la supremacía ni la excelencia de una sobre otra. El que alfabetiza a personas necesitadas en colonias marginales, y el que sirve a los ancianos en un asilo, lo mismo que quien organiza grupos ciudadanos para que participen responsablemente cumpliendo sus deberes cívicos, o aquel que organiza círculos de lectura de la Palabra de Dios, está construyendo el Cuerpo del Mesías. Cada quien dispone de una sensibilidad o unas habilidades particulares. Lo importante es encaminarlas al servicio de los hermanos. Ateniéndonos a la enseñanza evangélica, hemos de reconocer que no podemos seguir posponiendo nuestra intención de cumplir con nuestro compromiso misionero. Las urgencias y las necesidades son tantas en nuestra sociedad, que para todos existen oportunidades de "levantar un muro, pintar una pared, instalar una puerta" en ese templo espiritual que es el Mesías Jesús.
MISA DE SANTA MARÍA EN SÁBADO
ANTÍFONA DE ENTRADA
Dichosa tú, Virgen María, que llevaste en tu seno al creador del universo; diste a luz al que te creó, y permaneces Virgen para siempre.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios misericordioso, auxilio en nuestra fragilidad, para que, quienes celebramos la conmemoración de la santa Madre de Dios, con la ayuda de su intercesión nos veamos libres de nuestras culpas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Cristo es la cabeza que hace crecer todo el cuerpo.
De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 4, 7. 11-16
Hermanos: Cada uno de nosotros
ha recibido la gracia en la medida en que Cristo se la ha dado. Él fue
quien concedió a unos ser apóstoles; a otros, ser profetas; a
otros, ser evangelizadores; a otros, ser pastores y maestros. Y esto, para capacitar
a los fieles, a fin de que, desempeñando debidamente su tarea, construyan
el cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a estar unidos en la fe y en
el conocimiento del Hijo de Dios, y lleguemos a ser hombres perfectos, que alcancemos
en todas sus dimensiones la plenitud de Cristo.
Así, ya no seremos como niños, zarandeados por las olas y llevados
de un lado para otro por el viento de cualquier doctrina, a merced de hombres
malvados y astutos, que conducen engañosamente al error. Por el contrario,
viviendo sinceramente en el amor, creceremos en todos sentidos, unidos a aquel
que es la cabeza: Cristo. De Él, todo el cuerpo recibe su organización,
su cohesión y su vida, según la actividad propia de cada una de
las partes, y así el cuerpo va creciendo y construyéndose por
medio del amor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 121 R/.
Vamos a la casa del Señor.
¡Qué alegría sentí cuando me dijeron: "Vayamos
a la casa del Señor"! .Y hoy estamos aquí, Jerusalén,
jubilosos, delante de tus puertas. R/.
A ti, Jerusalén, suben las tribus, las tribus del Señor, según
lo que a Israel se le ha ordenado, para alabar el nombre del Señor. R/.
ACLAMACIÓN
(Ez 33, 11) R/. Aleluya, aleluya.
No quiero la muerte del pecador, sino que se arrepienta y viva, dice el Señor.
R/.
Si no se convierten, perecerán de manera semejante.
Del santo Evangelio según san Lucas: 13, 1-9
En aquel tiempo, algunos
hombres fueron a ver a Jesús y le contaron que Pilato había mandado
matar a unos galileos, mientras estaban ofreciendo sus sacrificios. Jesús
les hizo este comentario: "¿Piensan ustedes que aquellos galileos,
porque les sucedió esto, eran más pecadores que todos los demás
galileos? Ciertamente que no; y si ustedes no se convierten, perecerán
de manera semejante. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre
de Siloé, ¿piensan acaso que eran más culpables que todos
los demás habitantes de Jerusalén? Ciertamente que no; y si ustedes
no se convierten, perecerán de manera semejante".
Entonces les dijo esta parábola: "Un hombre tenía una higuera
plantada en su viñedo; fue a buscar higos y no los encontró. Dijo
entonces al viñador: 'Mira, durante tres años seguidos he venido
a buscar higos en esta higuera y no los he encontrado. Córtala. ¿Para
qué ocupa la tierra inútilmente?'. El viñador le contestó:
'Señor, déjala todavía este año; voy a aflojar la
tierra alrededor y a echarle abono, para ver si da fruto. Si no, el año
que viene la cortaré' ". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al venerar la memoria de la Madre de tu Hijo, te rogamos, Señor, que la ofrenda que te presentamos nos transforme, por la abundancia de tu gracia, en ofrenda permanente. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de santa María Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 1, 49)
Ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Ya que nos has concedido participar de la redención eterna, te rogamos, Señor, que, quienes celebramos la conmemoración de la Madre de tu Hijo, no sólo nos gloriemos de la plenitud de tu gracia, sino que experimentemos también un continuo aumento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que otorgaste a san Antonio María Claret, obispo, la fuerza del amor y la paciencia para evangelizar a los pueblos, concédenos, por su intercesión, anteponer tus intereses a todo, y esforzarnos en ganar a nuestros hermanos para Cristo. El, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al conmemorar a san Antonio María Claret, te rogamos, Señor, que derrames desde el cielo tu bendición sobre esta ofrenda que te presentamos, a fin de que, al recibirla, no sólo quedemos limpios de toda culpa sino también seamos saciados con los manjares celestiales. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que nos vivifiquen, Señor, los dones sagrados que hemos recibido, para que, quienes nos alegramos al conmemorar a san Antonio María Claret, aprovechemos también su ejemplo de ardor apostólico. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XXX DOMINGO ORDINARIO
EL MANDAMIENTO PRINCIPAL
Ex 22, 20-26; 2 Ts 1,5-10; Mt 22, 34-40
La pregunta capciosa que los fariseos dirigen a Jesús no es una cuestión trivial. En la sociedad judía de aquel tiempo, existía una infinidad de mandamientos y de interpretaciones que terminaban por abrumar la conciencia de las personas. ¿Cómo hacer para cumplir con tantos preceptos, sin desatender ninguno? El riesgo mayor era que se podían descuidar los mandatos fundamentales y obsesionarse por los accesorios. De ejemplos y casos de esta confusión tenemos noticia en los Evangelios. De ahí que la respuesta del Señor Jesús siempre seguirá siendo nuestro referente fundamental: tan importante es el amor a Dios como el amor al prójimo. El libro del Éxodo concreta de forma precisa el alcance del amor al prójimo al legislar a favor de los emigrantes, las viudas, los forasteros y los huérfanos. Dios aparece en ese texto como el defensor, ombusdman diríamos hoy, de los derechos de los más débiles.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 104, 3-4)
Alégrese el corazón de los que buscan al Señor. Busquen al Señor y serán fuertes; busquen su rostro sin descanso.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, aumenta en nosotros la fe, la esperanza y la caridad, y para que merezcamos alcanzar lo que nos prometes, concédenos amar lo que nos mandas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
La explotación de las viudas y los huérfanos enciende la ira de Dios.
Del libro del Éxodo: 22, 20-26
Esto dice el Señor
a su pueblo: "No hagas sufrir ni oprimas al extranjero, porque ustedes
fueron extranjeros en Egipto. No explotes a las viudas ni a los huérfanos,
porque si los explotas y ellos claman a mí, ciertamente oiré yo
su clamor; mi ira se encenderá, te mataré a espada, tus mujeres
quedarán viudas y tus hijos, huérfanos.
Cuando prestes dinero a uno de mi pueblo, al pobre que está contigo,
no te portes con él como usurero, cargándole intereses.
Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, devuélveselo antes
de que se ponga el sol, porque no tiene otra cosa con qué cubrirse; su
manto es su único cobertor y si no se lo devuelves, ¿cómo
va a dormir? Cuando él clame a mí, yo lo escucharé, porque
soy misericordioso". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 17 R/.
Tú, Señor, eres mi refugio.
Yo te amo, Señor, tú eres mi fuerza, el Dios que me protege y
me libera. R/.
Tú eres mi refugio, mi salvación, mi escudo, mi castillo. Cuando
invoqué al Señor de mi esperanza, al punto me libró de
mi enemigo. R/.
Bendito seas, Señor, que me proteges; que tú, mi salvador, seas
bendecido. Tú concediste al rey grandes victorias y mostraste tu amor
a tu elegido. R/.
Abandonando los ídolos, ustedes se convirtieron a Dios y viven en la
esperanza de que venga desde el cielo Jesucristo, su Hijo.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 1, 5-10
Hermanos: Bien saben
cómo hemos actuado entre ustedes para su bien. Ustedes, por su parte,
se hicieron imitadores nuestros y del Señor, pues en medio de muchas
tribulaciones y con la alegría que da el Espíritu Santo, han aceptado
la palabra de Dios en tal forma, que han llegado a ser ejemplo para todos los
creyentes de Macedonia y Acaya, porque de ustedes partió y se ha difundido
la palabra del Señor; y su fe en Dios ha llegado a ser conocida, no sólo
en Macedonia y Acaya, sino en todas partes; de tal manera, que nosotros ya no
teníamos necesidad de decir nada.
Porque ellos mismos cuentan de qué manera tan favorable nos acogieron
ustedes y cómo, abandonando los ídolos, se convirtieron al Dios
vivo y verdadero para servirlo, esperando que venga desde el cielo su Hijo,
Jesús, a quien Él resucitó de entre los muertos, y es quien
nos libra del castigo venidero. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 23) R/. Aleluya, aleluya.
El que me ama, cumplirá mi palabra, dice el Señor; y mi Padre
lo amará y vendremos a él. R/.
Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo.
Del santo Evangelio según san Mateo: 22, 34-40
En aquel tiempo, habiéndose
enterado los fariseos de que Jesús había dejado callados a los
saduceos, se acercaron a Él. Uno de ellos, que era doctor de la ley,
le preguntó para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿cuál
es el mandamiento más grande de la ley?"
Jesús le respondió: "Amarás al Señor, tu Dios,
con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Éste
es el más grande y el primero de los mandamientos. Y el segundo es semejante
a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. En estos dos
mandamientos se fundan toda la ley y los profetas".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PLEGARIA UNIVERSAL
Presentemos al Padre celestial nuestras peticiones, por nosotros y por toda
la humanidad.
Después de cada petición diremos: Escúchanos, Padre.
Por la Iglesia, para que sea siempre un ejemplo de desprendimiento, de
espíritu de servicio y de pobreza, a fin de dar un buen testimonio del
amor de Dios. Oremos.
Por los gobernantes de las naciones, para que trabajen en construir un mundo
en el que reine la justicia, la igualdad y la fraternidad, como Dios quiere.
Oremos.
Por los pobres y enfermos, para que encuentren siempre en los cristianos apoyo
y ayuda. Oremos.
Por nosotros, para que con nuestra manera de vivir seamos luz para nuestros
hermanos. Oremos.
Escucha, Padre, nuestra oración, y concédenos todas las gracias
que necesitamos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Se dice Credo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, los dones que presentamos a tu majestad, para que lo que hacemos en tu servicio esté siempre ordenado a tu mayor gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Sal 19, 6)
Nos alegraremos en tu victoria y cantaremos alabanzas en el nombre de nuestro Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que tus sacramentos, Señor, produzcan en nosotros todo lo que significan, para que lo que ahora celebramos en figura lo alcancemos en su plena realidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Algún especialista en la historia del cristianismo ha escrito recientemente que los primeros cristianos no pretendían crear una "civilización cristiana", y afirma que "ellos querían únicamente cuidar a los enfermos, enterrar a los muertos, ganarse la vida mediante un trabajo honesto, educar a sus hijos y a los huérfanos, reconciliar a los enemigos por amor a Cristo. La "civilización" ha venido por añadidura". Desde este punto de vista el verdadero amor a Dios y a Cristo se traduce en un amor al prójimo que, sin alardes ni aspavientos, va cambiando la vida y la situación deplorable de muchas personas. Afortunadamente nunca han faltado cristianos de verdad, que sin adueñarse de las pantallas, ni de los titulares de los diarios, están amando a su prójimo porque han descubierto que el amor de Dios los ha cambiado por dentro y los ha hecho capaces de cambiar, aunque sea un poco, la suerte de su prójimo.
DESTERRAR LA IDOLATRÍA
Ef 4,32-5,8; Lc 13,10-17
La veneración desmedida que los defensores del reposo sabático mostraron cuando Jesús devolvió la salud a una mujer, es también una forma de idolatría. Cuando se absolutiza una práctica religiosa hasta el punto que convierte a la persona en una víctima, se están invirtiendo los valores. Dios ama tanto a sus creaturas que no consiente que permanezcan bajo ninguna esclavitud. Las formas de esclavitud que condena el apóstol san Pablo en la Carta a los efesios tienen algo en común: convierten a algunas personas en objeto e instrumento para que otras afiancen y consigan sus propios fines. Así pues el lujurioso, el violento o el avariento se asemejan porque terminan devaluando la dignidad de otras personas a quienes pretenden usufructuar. El reinado del Mesías no es una permisividad que tolera cualquier forma de egoísmo. Es un camino de salvación que pone en el centro la vida de la mujer encorvada, del migrante maltratado, del anciano discriminado.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 95, 1. 6)
Canten al Señor un cántico nuevo, hombres de toda la tierra, canten al Señor. Hay brillo y esplendor en su presencia, y en su templo, belleza y majestad.
ORACIÓN COLECTA
Señor y Dios nuestro, que de manera tan admirable todo lo ordenas e inefablemente lo diriges, mira con bondad a los gobernantes de las naciones reunidos en asamblea, y bondadosamente infunde en ellos tu espíritu de sabiduría, a fin de que todo lo decidan para el bienestar común y la paz, sin nunca apartarse de tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Vivan amando como Cristo.
De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 4, 32-5, 8
Hermanos: Sean buenos y
comprensivos, y perdónense unos a otros, como Dios los perdonó,
por medio de Cristo.
Imiten, pues, a Dios como hijos queridos. Vivan amando como Cristo, que nos
amó y se entregó por nosotros, como ofrenda y víctima de
fragancia agradable a Dios.
Que entre ustedes, como conviene a verdaderos cristianos, no se hable de fornicación,
inmoralidad o codicia; ni siquiera de indecencias, ni de conversaciones tontas
o chistes groseros, pues son cosas que no están bien. En lugar de eso,
den gracias a Dios. Tengan bien entendido que ningún lujurioso, inmoral
o codicioso, que es lo mismo que decir idólatra, participará en
el Reino de Cristo y de Dios.
Que nadie los engañe con vanas razones, pues todas estas cosas atraen
la ira de Dios sobre los rebeldes. Así pues, no se hagan cómplices
de ellos. Porque en otro tiempo ustedes fueron tinieblas, pero ahora, unidos
al Señor, son luz. Vivan, por lo tanto, como hijos de la luz. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 1 R/.
Dichoso el hombre que confía en el Señor.
Dichoso aquel que no se guía por mundanos criterios, que no anda en malos
pasos ni se burla del bueno, que ama la ley de Dios y se goza en cumplir sus
mandamientos. R/.
Es como un árbol plantado junto al río, que da su fruto a tiempo
y nunca se marchita. En todo tendrá éxito. R/.
En cambio los malvados serán como la paja barrida por el viento. Porque
el Señor protege el camino del justo y al malo sus caminos acaban por
perderlo. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Jn 17, 17) R/. Aleluya, aleluya.
Tu palabra, Señor, es la verdad; santifícanos en la verdad. R/.
¿No era bueno desatar a esta hija de Abraham de esa atadura, aun en día de sábado?
Del santo Evangelio según san Lucas: 13, 10-17
Un sábado, estaba
Jesús enseñando en una sinagoga. Había ahí una mujer
que llevaba dieciocho años enferma por causa de un espíritu malo.
Estaba encorvada y no podía enderezarse. Al verla, Jesús la llamó
y le dijo: "Mujer, quedas libre de tu enfermedad". Le impuso las manos
y, al instante, la mujer se enderezó y empezó a alabar a Dios.
Pero el jefe de la sinagoga, indignado de que Jesús hubiera hecho una
curación en sábado, le dijo a la gente: "Hay seis días
de la semana en que se puede trabajar; vengan, pues, durante esos días
a que los curen y no el sábado"
Entonces el Señor dijo: "¡Hipócritas! ¿Acaso
no desata cada uno de ustedes su buey o su burro del pesebre para llevarlo a
abrevar, aunque sea sábado? Y a esta hija de Abraham, a la que Satanás
tuvo atada durante dieciocho años, ¿no era bueno desatarla de
esa atadura, aun en día de sábado?".
Cuando Jesús dijo esto, sus enemigos quedaron en vergüenza; en cambio,
la gente se alegraba de todas las maravillas que Él hacía.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, benignamente, nuestros dones, y santifícalos, a fin de que nos sirvan para nuestra salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 8, 12)
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue, no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios todopoderoso, que al experimentar el efecto vivificante de tu gracia, nos sintamos siempre dichosos por este don tuyo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Simón "el Cananeo" y Judas Tadeo, apóstoles y mártires; Juan Dat, mártir. Beato
Rainiero del Santo sepulcro, religioso. Fiesta (Rojo)
UNA MORADA PARA DIOS
Ef 2,19-22; Lc 6,12-19
La Carta a los efesios subraya la nueva identidad de los cristianos: ya no son ilegales, ni forasteros, por tanto no tendrán que sufrir discriminación alguna; ahora son conciudadanos, es decir, comparten una misma responsabilidad y unos derechos en la familia de Dios. Las relaciones eclesiales no pueden reproducir los esquemas jerárquicos que predominan en la sociedad, donde siempre advertimos que los fuertes maltratan a los débiles. La comunidad cristiana no es una simple institución humana que administra servicios y funciones religiosas; es también una realidad mística que está permeada por la fuerza del Espíritu y como tal, se constituye en morada de Dios, es decir, en lugar de acogida, de consuelo y de amor para todos los que la visiten. El encargo que el Señor Jesús asignó a los apóstoles lo ratifica con otro lenguaje pero con el mismo propósito: se trata de curar y aliviar a cuantos sufran alienación o enfermedad.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Éstos son los santos varones que Dios eligió con amor verdadero y les dio la gloria eterna.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que, por medio de los santos Apóstoles nos concediste llegar al conocimiento de tu nombre, concede, bondadoso, por intercesión de los santos Simón y Judas, que tu Iglesia crezca continuamente por el aumento de los pueblos que creen en ti. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Ustedes han sido edificados sobre el cimiento de los apóstoles.
De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 2, 19-22
Hermanos: Ya no son ustedes
extranjeros ni advenedizos; son conciudadanos de los santos y pertenecen a la
familia de Dios, porque han sido edificados sobre el cimiento de los apóstoles
y de los profetas, siendo Cristo Jesús la piedra angular.
Sobre Cristo, todo el edificio se va levantando bien estructurado, para formar
el templo santo en el Señor, y unidos a Él también ustedes
se van incorporando al edificio, por medio del Espíritu Santo, para ser
morada de Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 18 R/.
El mensaje del Señor resuena en toda la tierra.
Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus
manos. Un día comunica su mensaje al otro día y una noche se lo
transmite a la otra noche. R/.
Sin que pronuncien una palabra, sin que resuene su voz, a toda la tierra llega su sonido y su mensaje hasta el fin del mundo. R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Señor, Dios eterno, alegres te cantamos, a ti nuestra alabanza.
A ti, Señor, te alaba el coro celestial de los apóstoles. R/.
Eligió a doce de entre ellos y les dio el nombre de apóstoles.
Del santo Evangelio según san Lucas: 6, 12-19
Por aquellos días,
Jesús se retiró al monte a orar y se pasó la noche en oración
con Dios.
Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, eligió
a doce de entre ellos y les dio el nombre de apóstoles. Eran Simón,
a quien llamó Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y Juan; Felipe
y Bartolomé; Mateo y Tomás; Santiago, el hijo de Alfeo, y Simón,
llamado el Fanático; Judas, el hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que
fue el traidor.
Al bajar del monte con sus discípulos y sus apóstoles, se detuvo
en un llano. Allí se encontraba mucha gente, que había venido
tanto de Judea y Jerusalén, como de la costa de Tiro y de Sidón.
Habían venido a oírlo y a que los curara de sus enfermedades;
y los que eran atormentados por espíritus inmundos quedaban curados.
Toda la gente procuraba tocarlo, porque salía de Él una fuerza
que sanaba a todos. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al venerar la eterna gloria de los santos apóstoles Simón y Judas, te rogamos, Señor, que recibas nuestras ofrendas y nos dispongas a celebrar dignamente estos santos misterios. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I o II de los Apóstoles.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 14, 23)
El que me ama cumplirá mi palabra y mi Padre lo amará y haremos en él nuestra morada, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Después de recibir
estos sacramentos e impulsados por el Espíritu Santo, te suplicamos humildemente,
Señor, que el misterio que hemos celebrado en el martirio de los santos
apóstoles Simón y Judas, nos haga perseverar siempre en tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Puede usarse la fórmula de bendición solemne.
LA PUERTA ESTRECHA
Ef 6,1-9; Lc 13,22-30
La metáfora es ilustrativa. Las puertas estrechas disminuyen las posibilidades de tránsito y de ingreso. Solamente los pacientes, los esforzados podrán encontrar sitio. Quienes no se exigen el máximo esfuerzo, encontrarán muchas justificaciones para afianzar su mediocridad. No es suficiente predicar y exhortar, hablando en nombre de Jesús, es necesario adecuar la propia vida a las opciones del Señor. San Lucas pone el énfasis en la práctica de la justicia. En ese sentido las recomendaciones que san Pablo ofrece al cierre de la Carta a los efesios, tanto a los amos, como a los esclavos, a los hijos y a los padres, van en la misma sintonía. Más allá de las condiciones jurídicas o las funciones que desempeñemos en la sociedad, estamos llamados a cumplir las tareas y encargos de Jesús, nuestro Amo y Señor. Si servimos a los demás, como si cada uno de ellos fuera el Mesías, una serie de actitudes tendríamos que modificar.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 47, 10-11)
Meditamos, Señor, los dones de tu amor, en medio de tu templo. Tu alabanza llega hasta los confines de la tierra como tu fama. Tu diestra está llena de justicia.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que por medio de la humillación de tu Hijo reconstruiste el mundo derrumbado, concede a tus fieles una santa alegría para que, a quienes rescataste de la esclavitud del pecado, nos hagas disfrutar del gozo que no tiene fin. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Obedezcan como quien sirve al Señor y no a los hombres.
De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 6, 1-9
Hijos, obedezcan a sus padres
por amor al Señor, porque eso es justo. Honrarás a tu padre y
a tu madre es un mandamiento muy importante, que lleva consigo esta promesa:
Te irá bien y vivirás largo tiempo en la tierra.
Padres, no exasperen a sus hijos; más bien fórmenlos y corríjanlos,
para educarlos bien, como el Señor quiere.
Esclavos, obedezcan a sus amos de este mundo con docilidad, respeto y sencillez
de corazón, como a Cristo; no sólo cuando los están mirando,
ni sólo para quedar bien con ellos, sino como esclavos de Cristo, que
cumplen de corazón la voluntad de Dios. Sírvanles, pues, de buena
gana, como quien sirve al Señor y no a los hombres, recordando que cada
uno, sea esclavo o libre, será recompensado por el Señor, según
el bien que haya hecho.
Y ustedes, amos, correspondan a sus esclavos en una forma semejante. Absténganse,
pues, de toda clase de amenazas, recordando que tanto ellos como ustedes tienen
el mismo amo, que está en los cielos y en el cual no hay favoritismos
por una persona o por otra.Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 144 R/.
El Señor es fiel a sus palabras.
Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan.
Que proclamen la gloria de tu reino y den a conocer tus maravillas. R/.
Que muestren a los hijos de los hombres tus proezas, el esplendor y la gloria
de tu reino. Tu reino, Señor, es para siempre y tu imperio, por todas
las generaciones. R/.
El Señor es siempre fiel a sus palabras y bondadoso en todas sus acciones.
Da su apoyo el Señor al que tropieza y al agobiado alivia. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. 2 Ts 2, 14) R/. Aleluya, aleluya.
Dios nos ha llamado, por medio del Evangelio, a participar de la gloria de nuestro
Señor Jesucristo. R/.
Vendrán del oriente y del poniente y participarán en el banquete
del Reino de Dios.
Del
santo Evangelio según san Lucas: 13, 22-30
En aquel tiempo, Jesús iba enseñando por ciudades y pueblos, mientras
se encaminaba a Jerusalén. Alguien le preguntó: "Señor,
¿es verdad que son pocos los que se salvan?"
Jesús le respondió: "Esfuércense en entrar por la
puerta, que es angosta, pues yo les aseguro que muchos tratarán de entrar
y no podrán. Cuando el dueño de la casa se levante de la mesa
y cierre la puerta, ustedes se quedarán afuera y se pondrán a
tocar la puerta, diciendo: 'Señor, ábrenos'. Pero él les
responderá: 'No sé quiénes son ustedes'. Entonces le dirán
con insistencia: 'Hemos comido y bebido contigo y tú has enseñado
en nuestras plazas'. Pero él replicará: 'Yo les aseguro que no
sé quiénes son ustedes. Apártense de mí, todos ustedes
los que hacen el mal'. Entonces llorarán ustedes y se desesperarán,
cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de
Dios, y ustedes se vean echados fuera. Vendrán muchos del oriente y del
poniente, del norte y del sur, y participarán en el banquete del Reino
de Dios.
Pues los que ahora son los últimos, serán los primeros; y los
que ahora son los primeros, serán los últimos". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
La oblación que te ofrecemos, Señor, nos purifique, y nos haga participar, de día en día, de la vida del reino glorioso. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 11, 28)
Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados, y yo los aliviaré, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que nos has colmado con tantas gracias, concédenos alcanzar los dones de la salvación y que nunca dejemos de alabarte. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LA ESPIRITUALIDAD DE LA RESISTENCIA
Ef 6, 10-20; Lc 13, 31-35
La escena del Evangelio de san Lucas nos refiere una constante en la vida y ministerio público del Señor Jesús: enfrentó hostilidad, persecución y malentendidos por parte de autoridades y líderes de opinión. Lo mismo lo desautorizaron escribas y fariseos que lo persiguió Herodes o el Sanedrín judío. El Señor no se intimidó, se mantuvo firme, sabiéndose sostenido por la fuerza del Padre; con esa fortaleza enfrentó la prueba definitiva en Jerusalén. Los cristianos de Éfeso también sufrieron hostigamientos y rechazo. Por esa razón los exhortaba san Pablo a "armarse hasta los dientes" con el cinturón de la verdad y el escudo de la fe. El lenguaje figurado que utiliza el autor al término de la Carta, tiene una sola intención: persuadir al discípulo que viva una situación de prueba, de que Cristo está con él, para que se libre de "las flechas incendiarias del malo".
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 88, 2)
Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor y daré a conocer que su fidelidad es eterna.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, cuya misericordia es incalculable e infinito el tesoro de su bondad, aumenta, benigno, la fe del pueblo a ti consagrado, para que todos comprendan con verdadera claridad con cuánto amor fueron creados, con qué sangre redimidos y con qué Espíritu reengendrados. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Revístanse con la armadura de Dios para que puedan quedar definitivamente victoriosos.
De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 6, 10-20
Hermanos: Busquen su fortaleza
en el Señor y en su invencible poder. Utilicen las armas que Dios les
ha dado, para poder resistir a las asechanzas del diablo. Porque no estamos
luchando contra fuerzas humanas, sino contra las fuerzas espirituales y sobrehumanas
del mal, que dominan y gobiernan este mundo de tinieblas.
Por eso, para que puedan resistir en los momentos difíciles y quedar
definitivamente victoriosos, revístanse con la armadura de Dios: que
su cinturón sea siempre la verdad; su coraza, la justicia; su calzado,
la prontitud para anunciar el Evangelio de la paz; que la fe les sirva siempre
de escudo para protegerlos y apagar las flechas incendiarias del enemigo malo;
pónganse el casco de la salvación y empuñen la espada del
espíritu, que es la palabra de Dios. Y, con la ayuda del Espíritu
Santo, oren y supliquen continuamente. Velen en oración constantemente
por todo el pueblo cristiano y también por mí, a fin de que Dios
me conceda hablar con toda libertad para anunciar el misterio de Cristo, contenido
en el Evangelio, del cual soy embajador, aunque estoy encadenado. Pidan, pues,
que tenga valor para predicarlo como debo. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 143 R/.
Bendito sea el Señor, mi fortaleza.
Bendito sea el Señor, mi roca firme; él adiestró mis manos
y mis dedos para luchar en lides. R/.
Él es mi amigo fiel, mi fortaleza, mi seguro escondite, escudo en que
me amparo, el que los pueblos a mis plantas rinde. R/.
Al compás de mi cítara, nuevos cantos, Señor, he de decirte,
pues tú das a los reyes la victoria y salvas a David, tu siervo humilde.
R/.
ACLAMACIÓN
(Lc 19, 38; 2, 14) R/. Aleluya, aleluya.
¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor! ¡Paz en
el cielo y gloria en las alturas! R/.
No conviene que un profeta muera fuera de Jerusalén.
Del santo Evangelio según san Lucas: 13, 31-35
En aquel tiempo, se acercaron
a Jesús unos fariseos y le dijeron: "Vete de aquí, porque
Herodes quiere matarte".
Él les contestó: "Vayan a decirle a ese zorro que seguiré
expulsando demonios y haciendo curaciones hoy y mañana, y que al tercer
día terminaré mi obra. Sin embargo, hoy, mañana y pasado
mañana tengo que seguir mi camino, porque no conviene que un profeta
muera fuera de Jerusalén.
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas y apedreas a los profetas
que Dios te envía! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus
hijos, como la gallina reúne a sus pollitos bajo las alas, pero tú
no has querido! Así pues, la casa de ustedes quedará abandonada.
Yo les digo que no me volverán a ver hasta el día en que digan:
¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!' ".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe benignamente, Señor, nuestras ofrendas y conviértelas en el sacramento de la redención, memorial de la Muerte y Resurrección de tu Hijo, para que, por la eficacia de este sacrificio, poniendo siempre nuestra confianza en Cristo, lleguemos a la vida eterna. El, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 19, 34)
Uno de los soldados, le traspasó el costado con una lanza e inmediatamente salió sangre y agua.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios misericordioso, que, alimentados con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, bebamos confiadamente en la fuente de la misericordia y nos mostremos más y más misericordiosos con nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LOS LLEVO MUY DENTRO
Flp 1,1-11; Lc 14,1-6
Quien conozca la Carta a los filipenses sabrá darse cuenta que entre San Pablo y esa iglesia, existía un vínculo afectuoso muy cálido e intenso. El apóstol se dejó socorrer y sostener por los cristianos de Filipos, cosa que no admitió de ninguna otra iglesia. La Carta fue escrita desde la cárcel, y en esas circunstancias el apóstol recibió el cariño de sus hermanos. Por eso les confesó que los apreciaba de todo corazón. Ahora bien, San Pablo no se complacía con lo alcanzado por aquella iglesia, puesto que los alentó a crecer constantemente en el amor fraterno. En el Evangelio de san Lucas, el Señor Jesús desmonta los argumentos falaces de quienes anteponían el cumplimiento del reposo sabático a la práctica de la misericordia. Si los propietarios de animales no retrasaban el auxilio a burros y bueyes; resultaba inadmisible que los defensores del rigorismo cultual, mantuvieran en la impotencia y la desesperanza a los enfermos. El Señor Jesús no se los permitió.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Gál 6, 14)
Que nuestro único orgullo sea la Cruz de nuestro Señor Jesucristo, porque en El tenemos la salvación, la vida y la resurrección, y por Él hemos sido salvados y redimidos.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que quisiste que tu Unigénito sufriera la cruz para salvar al género humano, concédenos que quienes conocimos su misterio en la tierra, merezcamos alcanzar en el cielo el premio de su redención. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Aquel que comenzó en ustedes esta obra, la irá perfeccionando siempre hasta el día de la venida de Cristo Jesús.
De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 1, 1-11
Nosotros, Pablo y Timoteo,
siervos de Cristo Jesús, deseamos la gracia y la paz de parte de Dios,
nuestro Padre, y del Señor Jesucristo, a todos los hermanos en Cristo
Jesús, que están en Filipos, y a sus obispos y diáconos.
Cada vez que me acuerdo de ustedes, le doy gracias a mi Dios, y siempre que
pido por ustedes, lo hago con gran alegría, porque han colaborado conmigo
en la propagación del Evangelio, desde el primer día hasta ahora.
Estoy convencido de que aquel que comenzó en ustedes esta obra, la irá
perfeccionando siempre hasta el día de la venida de Cristo Jesús.
Por lo demás, es muy justo que yo tenga estos sentimientos para con todos
ustedes, pues los llevo en mi corazón, y tanto en mi prisión como
en la defensa y consolidación que hago del Evangelio, ustedes participan
conmigo de la gracia de mi apostolado.
Dios es testigo de cuánto los amo a todos ustedes con el amor entrañable
con que los ama Cristo Jesús. Y ésta es mi oración por
ustedes: Que su amor siga creciendo más y más y se traduzca en
un mayor conocimiento y sensibilidad espiritual.
Así podrán escoger siempre lo mejor y llegarán limpios
e irreprochables al día de la venida de Cristo, llenos de los frutos
de la justicia, que nos viene de Cristo Jesús, para gloria y alabanza
de Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 110 R/.
Qué grandes son tus obras, Señor.
Quiero alabar a Dios, de corazón, en las reuniones de los justos. Grandiosas
son las obras del Señor y para todo fiel, dignas de estudio. R/.
De majestad y gloria hablan sus obras y su justicia dura para siempre. Ha hecho
inolvidables sus prodigios. El Señor es piadoso y es clemente. R/.
Acordándose siempre de su alianza, él le da de comer al que lo
teme. Al darle por herencia a las naciones, hizo ver a su pueblo sus poderes.
R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 10, 27) R/. Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me
siguen. R/.
Si a alguien se le cae en un pozo su burro o su buey, ¿no lo saca aunque sea sábado?
Del santo Evangelio según san Lucas: 14, 1-6
Un sábado, Jesús fue a comer en casa de uno de los jefes de los fariseos, y éstos estaban espiándolo. Había allí, frente a Él, un enfermo de hidropesía, y Jesús, dirigiéndose a los escribas y fariseos, les preguntó: "¿Está permitido curar en sábado o no?" Ellos se quedaron callados. Entonces Jesús tocó con la mano al enfermo, lo curó y le dijo que se fuera. Y dirigiéndose a ellos les preguntó: "Si a alguno de ustedes se le cae en un pozo su burro o su buey, ¿no lo saca enseguida, aunque sea sábado?" Y ellos no supieron qué contestarle. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te rogamos, Señor, que este sacrificio, que en el altar dé la cruz borró el pecado del mundo entero, nos purifique de todas nuestras ofensas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 12, 32)
Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor nuestro, Jesucristo, fortalecidos con este alimento santo, te pedirnos que conduzcas a la gloria de tu resurrección a quienes redimiste por el madero vivificante de la Cruz. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
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