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SANTORAL NOVIEMBRE DEL 2007 / www.laverdadcatolica.org

 

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JUEVES 1

Todos los Santos

Santos: San Marcelo de París, obispo. Beato Clemente Kiusjemon y compañeros, mártires.

TODOS LOS SANTOS. La solemnidad que indica en esta fecha el Calendario litúrgico, es para todos los que, por sus méritos, han sido elevados a los altares, lo cual significa que han sido canonizados por los pontífices en el transcurso de los siglos. Es también para todas las personas difuntas que han dejado un ejemplo de vida, según su estado (solteras, casadas, religiosas o sacerdotes), y un ejemplo de verdadero y desinteresado amor a Dios a través del servicio a su prójimo. Ha de colmarnos de una gran esperanza, a fin de mejorar nuestras actitudes, vivir en gracia de Dios y, fortalecidos con los sacramentos de la penitencia y la Eucaristía, alcanzar la gloria celestial. Nuestro recordado Juan Pablo 11(1978-2005) beatificó y canonizó a muchos mexicanos; de algunos podemos venerar sus reliquias en varios lugares de nuestro país. El origen de esta conmemoración se inició en el Oriente; en Occidente se la encuentra en diferentes fechas; al parecer, Gregorio III (731-741) la extendió a la Iglesia universal. Se sabe que en Roma se celebraba el 13 de mayo (día de la dedicación de la basílica de Santa Maria la Mayor) y que fue Gregorio VII (1073-1085) quien la fijó para esta fecha. Iconografía: es variada, según la creatividad de cada autor; pueden apreciarse infinidad de santos y santas vestidos con albas túnicas, en torno a la Santísima Trinidad.

 

VIERNES 2

Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos

Santos: San Ambrosio de Agauno, abad. Beato Juan Bodey, mártir.

CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS, del latín defunctus, “muerto”, “que ha cumplido”. La oración y el recuerdo de los difuntos era ya conocida antes de la era cristiana, como se lee en 2 Macabeos 12, 43-46; en el Nuevo Testamento, san Pablo, en su primera carta a los tesalonicenses (4, 13-14) señala: “Hermanos, no queremos que estéis en la ignorancia respecto de los muertos, para que no os entristezcáis como los demás, que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y que resucitó, de la misma manera Dios llevará consigo a quienes murieron en Jesús”. En el siglo I, se inició la veneración a los apóstoles y mártires difuntos; En el siglo V, se concedió efectuar la eucaristía por su descanso eterno. La conmemoración actual se inició en Cluny con el abad san Odón (u Odilón) hacia el año 998, y se escogió este día 2 para ello. Benedicto XIV (1740-1758) concedió celebrar hoy tres misas en honor de los difuntos. Benedicto XV (1914-1922), a partir de 1914, extendió la veneración como se conoce en nuestros días. La Iglesia la ha definido como dies natalis, el día de su nacimiento para el cielo. Cabe señalar que la inscripción RIP que se utiliza en la liturgia y en esquelas mortuorias o se escribe sobre las lápidas es una abreviatura de la locución latina requiéscat in pace, esto es, “descanse en paz”.

 

SÁBADO 3

Santos: Martín de Porres religioso, y Pedro Almató, mártir. Beato Pío Campidelli, religioso.

SAN MARTÍN DE PORRES, del latín, “perteneciente a Marte” (1579-1639). Religioso. Nació en Lima, Perú, de la unión libre de Ana, mujer de color no esclava, y del acaudalado comerciante español Juan de Porres. Desde niño era caritativo con los necesitados y cariñoso con su familia; sin embargo, padeció discriminación por ser mulato. En su juventud, fue farmacéutico y barbero, oficio éste en el que, además de cortar el pelo y rasurar, incluía practicar algunas curaciones y extraer dientes. Durante esta etapa de su vida se dice que hizo curaciones sin que el enfermo sintiera dolor alguno. Numerosos lugareños acudían a su “consulta”, ya que los atendía con afecto, en especial a los pobres. Se distinguió por su piedad, asistencia diaria a la santa misa y comunión frecuente; se puede decir que estas acciones lo mantenían fuerte en sus exhaustivas jornadas de trabajo y lo hacían mantenerse casto. Decidido a consagrar su vida a Dios, solicitó ingresar en la orden dominica, en 1594; mas, por ser de color, le impusieron larga espera; no fue aceptado sino hasta 1603. Fue terciario en el convento del Rosario, de Lima; después, vistió el hábito e hizo votos como hermano lego; era obediente al extremo. Realizó labores de enfermero, jardinero, cocinero y, sobre todo, barrendero de las instalaciones, por lo cual recibió el sobrenombre de Fray Escoba. Vivió en continua oración, ayunos y penitencias; se le atestiguaron frecuentes éxtasis y levitaciones ante el sagrario; tuvo los dones de obrar curaciones milagrosas y estar en dos lugares a la vez (bilocación). Por sus conocimientos de enfermería, atendió con esmero a niños huérfanos y a los enfermos; tal vez se contagió de tifo, enfermedad por la que falleció. Su fama de santidad se extendió; se le reconoce como el “ángel de Lima” y el “apóstol de la justicia social”. Canonizado por Juan XXIII (1958-1963) en 1962. Iconografía: con hábito, rosario y su escoba, rodeado por animales (con los que se le atribuye haber entablado comunicación). Eficaz intercesor de los enfermos incurables.

 

DOMINGO 4

XXXI DOMINGO ORDINARIO.

Santos: Carlos Borromeo cardenal, y Emético de Hungría, laico. Beata Elena Elsimini, religiosa.

SAN CARLOS BORROMEO, del germánico, “hombre experto” (1538—1584). Cardenal. Italiano, nacido en Arona; sus padres, que eran condes, gozaban de amplios recursos económicos. Recibió esmerada educación y formación cristiana desde su niñez. Hombre estudioso, a los veinte años se doctoró en derecho; a esta misma edad, se hizo la tonsura con el fin de darse a respetar y consagrarse a Dios. Su tío fue el pontífice Pío IV (1559-1565), quien se percató de su inteligencia, lo tomó como secretario y lo nombró cardenal (1560). El joven prelado trabajó con el pontífice; demostró sus dotes administrativas y, sobre todo, su piedad e intachable conducta. En esta época murió su hermano Federico, en plena juventud, motivo que definió su vocación: aspirar a la perfección cristiana. Con la dirección espiritual del sacerdote jesuita Juan B. Ribera, concretó su proyecto de vida, cursó estudios teológicos y se ordenó sacerdote en 1563. Ocupó los cargos de legado de Bolonia y La Marca de Ancona (Italia), arcipreste de Santa Maria la Mayor, confesor penitenciario y protector de órdenes religiosas. Como obispo de Milán (1565), recorrió su diócesis en fructíferas visitas pastorales, convocó sínodos locales, atendió con generosidad a los marginados (por lo que se le conocía como “el padre de los pobres”); no obstante su rango, llevó vida austera. Era admirado por la feligresía; sin embargo, por intrigas sociopolíticas, sufrió un atentado en 1569 y, una vez recuperado, prosiguió con celo su misión episcopal, promovió vocaciones religiosas y organizó asociaciones laicales; por su afición a la música y a las artes, estableció escuelas dominicales y grupos culturales. Al recibir su vasta herencia, la dedicó a la fundación de seminarios, casas de ejercicios y asilos. Por sus conocimientos, colaboró en la revisión de la Vulgata, Misal, Breviario y Catecismo romano; escribió Instrucciones para la construcción eclesiástica, Epístolas y otras obras. Falleció en su diócesis; agonizante, solicitó ser rociado con ceniza en señal de humildad; fue sepultado en la catedral. Pablo V (1605-1621) lo canonizó en 1610. Iconografía: con el capelo cardenalicio, en actitud orante, con un crucifijo y su escudo que ostenta la palabra humildad. Patrono de seminaristas, pintores, escultores y obispos.

 

LUNES 5

Santos: Zacarías e Isabel padres de Juan el Bautista, y Bertilla de Chilles, abadesa. Beata Ángela de la Cruz, fundadora.

SANTOS ZACARÍAS E ISABEL, del hebreo “Yahvé se ha acordado” y “mi plenitud es Dios” (? siglo I a.C.). Padres de Juan el Bautista. Zacarías era sacerdote en el templo de Jerusalén y esposo de Isabel (Lc 1, 14), quien ya era de edad avanzada y no había dejado descendencia, lo cual en esa época era una afrenta. Sin embargo, Dios escuchó sus plegarias y, según la tradición el arcángel Gabriel, anunció a Zacarías que su esposa engendraría un hijo, a quien debía nombrar Juan; pero el sacerdote dudó y por ello quedó mudo hasta el nacimiento del hijo. Dicho vástago sería san Juan el Bautista (24 de junio), el profeta precursor del Mesías, a quien bautizó en el río Jordán. No se conocen mayores datos de estos cónyuges, de quienes en los primeros siglos de la cristiandad se tejieron leyendas sin fundamento. Se desconocen lugar y fecha de su deceso. Iconografía: favorita de numerosos artistas; entre otras representaciones, se ve a Zacarías con atavío de sacerdote oriental y turbante; Isabel, vistiendo túnica y manto de época, con rueca o vasija en las manos, seña de que era ama de casa, y con su niño a un lado. Protectores de los ancianos; se les invoca para contrarrestar la esterilidad de las mujeres.

 

MARTES 6

Santos: Leonardo de Noblat abad, y Melanio de Rennes, obispo. Beata Josefa Naval, laica.

SAN LEONARDO DE NOBLAT, del latín, “fuerte como león” (559). Abad. Era francés, no se sabe de qué población; sus padres pertenecieron a la nobleza y lo educaron en el cristianismo. En su juventud dejó los lujos de las cortes y se consagró al servicio de Dios en el monasterio de Micy (Orleans, Francia), donde se dedicó a la oración contemplativa. Posteriormente, se retiró al bosque de Limoges, en su país, hasta que, junto con varios piadosos varones que siguieron su ejemplo, fundó la abadía de Noblat. Realizó fecunda labor misionera. Destacó por su predicación en las zonas aledañas; estableció un centro cultural y de beneficencia para los necesitados, que mantuvo confiado en la Providencia; efectuó exorcismos, curaciones milagrosas y, con apoyo de la Corte, liberó prisioneros de guerra. Su muerte, en olor de santidad, ocurrió en su abadía. Su culto se pierde en la memoria de los tiempos. Iconografía: con burda túnica, en oración, cadenas alusivas a la liberación y un prisionero a sus pies. En la antigüedad, se le invocaba contra la obesidad, llamada “mal de san Leonardo”. Es protector de embarazadas (por haber orado ante la reina y salir ella bien en un parto), presos, herreros y agricultores.

 

MIÉRCOLES 7

Santos: Ernesto de Zwietfalten, abad, y Engelberto de Colonia mártir. Beato Francisco Palau, fundador.

SAN ENGELBERTO DE COLONIA, del germánico, “el brillo de los anglos” (1186-1225). Mártir. Perteneció a la nobleza alemana. Aunque no se conoce su infancia, se sabe que su padre era conde en Berg; recibió educación cristiana. En su juventud ocupó cargos importantes en la política de su país distinguiéndose por su valentía, honestidad, justicia e inteligencia. Por sus méritos y ejemplo de vida, Inocencio III lo nombró obispo de Colonia, Alemania, en 1216, diócesis entonces sumergida en intensas luchas civiles y religiosas. El prelado trabajó arduamente en beneficio de su feligresía, convocó sínodos locales, contribuyó a la realización del apostolado en las órdenes franciscana y dominica, y salvaguardó de los saqueadores los bienes eclesiásticos. Mostró decisión y logró restablecer el orden, implantar normas, y hacer que los ciudadanos gozaran de paz y justicia, tanto en la vida religiosa como en la civil. Se ganó el afecto y la admiración de los habitantes de la diócesis, los gobernantes y el clero; pese a todo, tenía enemigos, quienes, encabezados por su primo Federico de Isenberg —a quien el obispo había reclamado la devolución de los bienes eclesiásticos que había robado—, urdieron una conspiración en su contra; así, cuando se dirigía a efectuar la consagración del templo de Swelm, fue asesinado; esto ocasionó la indignación y el dolor del pueblo alemán, quien inició su veneración. Iconografía: con atavío común episcopal. Son sinónimos de su nombre, Angleberto y Engleberto.

 

JUEVES 8

Santos: Godofredo de Amiens, obispo; Diosdado I, papa; Jacinto Castañeda y Vicente Liem mártires.

SANTOS JACINTO CASTAÑEDA Y VICENTE LIEM, del griego, “gladiolo”, y del latín, “vencedor” (1773). Mártires. No se conocen particularidades de su niñez y familia. El martirio los unió en Hanoi, Vietnam. Jacinto nació en Valencia, España, en 1743. Ingresó en la orden dominica, en la cual recibió la ordenación sacerdotal. Se le envió a evangelizar en Manila, Filipinas, en 1766, y luego a China, donde realizó su fructífera misión. Aquí fue perseguido, encarcelado en Fogán, atado con cadenas, llevado a los tribunales paganos y desterrado. Llegó a Macao y a Tonkin actual Vietnam, en 1770, y aprendió la lengua nativa. Permaneció escondido luego de intentar huir, pero fue descubierto. En la prisión de Hung Yen, adonde se le trasladó, encontró al sacerdote Vicente Liem, en 1771, de quien se sabe era natural de Thong-dong Vietnam, y predicaba la palabra de Dios en su país. Enjaulados, los dos fueron conducidos a Hung-Yen, donde, sin explicación, el mandarín les perdonó la vida y dejó en libertad. Unidos, continuaron su misión, hasta ser nuevamente capturados y llevados a Hanoi. El monarca del lugar, al notar la amplia cultura y oratoria de ambos, propuso una polémica interreligiosa; resultaron victoriosos, lo cual en colerizó al soberano, quien los condenó a muerte; sin embargo, como sólo seria ejecutado Jacinto, Vicente adujo: “Si él es maestro de la religión, también yo lo soy... Lo que procede es que, si a él lo condenan a ser degollado, lo mismo hagan conmigo”. Fueron decapitados y sepultados en el templo católico de Tru-Linh. Juan Pablo II los canonizó en 1988.

 

VIERNES 9

Dedicación de la Basílica de Letrán

Santos: San Teodoro de Roma, mártir. Beata Isabel Catez de la Trinidad.

DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA DE LETRÁN, del latín basílica y éste del griego basilike, “regio” (324). La consagró el pontífice Silvestre 1(314-335), y le otorgó el título de “Catedral de Roma”; fue así el primer templo de la cristiandad, en el año 324. En un principio se dedicó a Cristo Salvador; el papa Sergio III (904—911) la reconstruyó en el siglo X. Finalmente, en el siglo X fue dedicada a san Juan el Bautista; se le adicionó la denominación Letrán, en memoria de la familia Laterani, a la cual pertenecía la esposa del emperador Constantino, quien donó el terreno donde está ubicada. Es una de las cinco basílicas patriarcales de Roma. Fue residencia de los papas hasta 1308.

 

SÁBADO 10

Santos: León I, Magno papa; Andrés Avelino, presbítero, y Justo de Canterbury, obispo.

SAN LEÓN I MAGNO, del latín, “león” (461). Papa y doctor de la Iglesia. Natural de la región italiana de la Toscana. Su vasta cultura y conocimientos en letras y derecho, además de su vocación religiosa, fueron la causa de su ordenación como diácono de los pontífices Celestino I (422-432) y Sixto III (432-440). Fue elegido papa en 440, en el orden cuarenta y cinco después de san Pedro. Se enfrentó a las herejías de su tiempo y procuró mantener unida a la Iglesia. En 451 convocó al Concilio de Calcedonia (antigua ciudad de Asia Menor), donde confirmó el anatema contra Nestorio (380?-451), quien negaba la unión de la naturaleza divina y la humana de Cristo; en dicho concilio fue reconocida la ortodoxia con la expresión “Pedro ha hablado por boca de León”. Destacó por su visión eclesiástica y litúrgica, y por la apertura al diálogo con las iglesias orientales. Se enfrentó sólo contra Atila (453), rey de los hunos, llamado “el Azote de Dios”, a quien, se dice, detuvo en su avance hacia Roma. Por su celo pastoral y tenaz defensa de la unidad de la Iglesia, se le otorgó el calificativo de “el Magno”. Definió el misterio de la Encamación. Falleció en la Santa Sede. Sus reliquias se veneran bajo el altar de la basílica de San Pedro. Benedicto XIV (1740-1768) lo proclamó doctor de la Iglesia. Iconografía: con atavío pontifical y una lira por su afición a la música. Patrono de músicos y liturgistas, por las aportaciones que hizo a la Iglesia en estos campos.

 

DOMINGO 11

XXXII DOMINGO ORDINARIO.

Santos: Martin de Tours, obispo, y Juan el Limosnero de Alejandría, patriarca.

SAN MARTÍN DE TOURS, del latín, “perteneciente a Marte” (316-397). Obispo. Nació en Sabaria (actual Szombthkely, Hungría). Se desconocen por menores de su familia. Era pagano. Como su padre, fue tribuno e ingresó en la milicia. Al parecer, era catecúmeno (del latín catechuménus; persona que desea ser cristiana y se instruye para recibir los sacramentos) cuando se dirigía a caballo a la población francesa de Amiens y compartió su clámide (capa de militar) con un indigente. Se dice que después, en un sueño, le fue revelado que ese indigente era Cristo; dicho acontecimiento (339) lo hizo convertir- se: recibió el bautismo, dejó el ejército y se dirigió a Poitiers. En esta ciudad colaboró con el obispo san Hilario (13 de enero), quien lo instruyó y dirigió en la fundación de un monasterio, donde permaneció en oración, penitencia y estudio. En 372 fue consagrado obispo de Tours; realizó vasta labor de evangelización en su diócesis y los alrededores. Por sus hechos milagrosos, se le reconoció taumaturgo (del griego thaumaturgós; de thauma, thaumátos, maravilla, y ergon, obra: el que obra maravillas). Era paciente y caritativo con los necesitados. Con su predicación obtuvo numerosas conversiones. Estableció conventos y templos para difundir la religión y la cultura. Falleció en Candes, Francia; fue el primer Confesor de la historia de la Iglesia a quien se veneró como santo sin haber sido mártir. Iconografía: la más popular es con atavío militar a caballo compartiendo su capa con un mendigo semidesnudo a sus pies. Numerosas localidades en todo el mundo llevan su nombre. Protector de comerciantes, hoteleros y militares.

 

LUNES 12

Santos: Josafat de Ucrania, mártir; Millán o Emiliano de la Cogolla anacoreta, y Agustina Livia Petrantoni, religiosa.

SAN MILLÁN O EMILIANO DE LA COGOLLA, del griego, “adusto”, “preciso” (473-574). Anacoreta. Los datos biográficos de este santo de culto inmemorial, los escribió, sin dar pormenores, san Braulio de Zaragoza (26 de marzo); sostiene que nació en Berceo (La Rioja, España), donde vivió y murió, en un perímetro de doce kilómetros; desde estas tierras se difundió su santidad. Al parecer, en su juventud fue dueño de un rebaño con el que solventaba sus gastos; ya desde entonces, en la soledad de la campiña, gustaba de orar y cantar alabanzas. En sueños sintió el llamado divino, por lo cual decidió dejar sus ocupaciones y dirigirse a pie a los riscos de Bilibio. En dicho lugar, un santo varón de nombre Felices fue su guía espiritual, lo instruyó en las verdades cristianas y lo formó en la oración; así, con su espíritu fortalecido en la fe, regresó a su tierra, y buscó una cueva en un sitio cercano llamado La Cogolla, para vivir como anacoreta. Ahí permaneció en oración, contemplación y penitencia durante cuarenta años. Sin embargo, no siempre permaneció solo, pues, a decir de numerosos testigos, su ejemplo de sabiduría y hechos milagrosos hicieron que lo buscaran tanto los lugareños, para pedirle consejo y ser instruidos en la palabra de Dios, como los más necesitados, para ser socorridos. Por su ejemplo de vida, el obispo de Tarazina lo ordenó de presbítero y le asignó una parroquia (en la cual sirvió poco tiempo, para regresar a su vida de eremita). Era de carácter alegre, aficionado a la música y al canto de las alabanzas al Señor. Falleció centenario en su ermita, que la gente llamaba “de san Millán”, nombre con el que también se le conoce. El pueblo acudió a su tumba, donde acontecieron los milagros que iniciaron su veneración. Iconografía: con burda túnica usada por los anacoretas, calavera y cítara (alusiva a su afición por la música). Copatrono de España.

 

MARTES 13

Santos: Diego de Alcalá, religioso; Nicolás I el Magno, papa, y Estanislao de Kostka religioso.

SAN ESTANISLAO DE KOSTKA, del eslavo, “la gloria del campamento” (1550-1568). Religioso. Oriundo de Rostkovo, Polonia. Hijo de un rico y noble político. De su padre adquirió severidad, temple, firmeza y respeto a sus progenitores, maestros y superiores. Para continuar su preparación académica, su padre lo envió, junto con Pablo, su hermano mayor, a estudiar en un colegio jesuita de Viena, en 1564; de inmediato, el joven Estanislao destacó no sólo por su inteligencia, sino por su educación, amabilidad y piedad; esta última era tan extraordinaria que frecuentemente caía en éxtasis profundos, por lo cual recibió maltrato de su propio hermano. Se incorporó a la Congregación de Santa Bárbara, santa a quien profesó especial devoción y de la cual se dice que le llevó a su lecho de enfermo dos ángeles portadores de la sagrada Eucaristía. También se cuenta que la santísima Virgen lo visitó para indicarle que debía ingresar a la orden jesuita. La decisión del joven para consagrar su vida al Señor fue firme; sin embargo, los dirigentes de la orden imaginaron la oposición paterna y las graves consecuencias, dado el poder económico y político de su familia. Adelantándose, Estanislao decidió viajar a Roma para solicitar al pontífice la aceptación y consecuente incorporación al instituto religioso; tuvo que viajar a pie y sin recursos. Cuentan las crónicas que su tutor, al darse cuenta de su fuga, salió a perseguirlo, y que, cuando iba a caballo, las bestias se negaron a caminar; si lo hacía en carruajes, éstos sufrían, inexplicablemente, desperfectos que retrasaban considerablemente la marcha. Durante su viaje tuvo la oportunidad de conocer a san Pedro Canisio (21 de diciembre), quien se percató de la firmeza vocacional del joven. Finalmente, llegó a Roma en octubre de 1567. El superior de la orden era san Francisco de Borja (3 de octubre), quien postergó la aceptación del muchacho al seminario de San Andrés por su precario estado de salud, hasta que estuviera repuesto. Según el maestro de novicios, fue “un modelo de perfección religiosa”; este periodo sólo duró diez meses, ya que el Señor lo llamó a su Reino. Según se cuenta, en su lecho recibió la visita de María santísima, en cuya celebración del 15 de agosto murió con fama de santidad, la cual propició de inmediato que el pueblo iniciara su veneración, que fue extendida a la Iglesia universal cuando Benedicto XIII (1724-1730) lo canonizó en 1726. Iconografía: es variada; se le muestra recibiendo al Niño Jesús de manos de la Virgen.

 

MIÉRCOLES 14

Santos: Lorenzo O ‘Toole obispo, y José Pignatelli, presbítero. Beata Magdalena Morano.

SAN LORENZO O ‘TOOLE, del latín, “laurel” (1128-1180). Obispo. Irlandés, nacido en Castledermot. En su infancia padeció el odio entre su familia y la de los Mac Murrough, rencillas, que, además de mal ejemplo, en su juventud le ocasionaron ser encarcelado. Sin embargo, no se corrompió su buen corazón, en virtud de que decidió hacer vida comunitaria con los religiosos de la orden de San Agustín, en el monasterio de Glendalough, donde llegó a ocupar el cargo de abad. Demostró ser hombre piadoso, y por su vida ejemplar fue consagrado arzobispo de Dublín; además, se le confirió el cargo de legado pontificio. Resolvió asuntos político-religiosos entre ingleses e irlandeses y participó en el III Congreso de Letrán 1179. Su muerte, en olor de santidad, ocurrió en la abadía de Eu, Francia. Canonizado por Honorio III (1216-1227) en 1225; un año después, sus restos fueron trasladados a su país. Iconografía: con atavío episcopal.

 

JUEVES 15

Santos: Alberto Magno doctor de la Iglesia, y Leopoldo el Bueno de Austria, rey. Beata Lucía Braccadelli, laica.

SAN ALBERTO MAGNO, del germánico, contracción de Adalberto, “el que brilla por su nobleza” (1200-1280). Doctor de la Iglesia. Perteneció a la nobleza; nació en Lauingen, Suabia, la actual Baviera; su padre era caballero de la Corte de Federico II. No se conocen datos de su niñez; se supone que su madre y un tío sacerdote lo formaron en religión. Adquirió su amplia cultura en Padua, Italia (1622), donde escuchó la predicación de los padres dominicos. Enfermó de gravedad; prometió que, si Dios le permitía sanar, ingresaría en dicha orden; un año después, ya sano, inició estudios eclesiásticos en Bolonia, Italia; Colonia, Alemania, y París, Francia; a decir de sus maestros, se distinguió como “alumno piadoso y de portentosa inteligencia”. Dominó el conocimiento de las ciencias sagradas, la filosofía, la mineralogía y las ciencias naturales, a tal grado que recibió el sobrenombre de “el filósofo”. Era de carácter afable, entregado a Dios, con especial devoción a María santísima. Recibió el orden sacerdotal en 1228. Desempeñó el cargo de profesor durante toda su vida, en las universidades de Colonia, Hildesheim, Friburgo, Ratisbona y Estrasburgo, entre otras. Fue elegido provincial en Worms en 1254 y obispo de Ratisbona en 1260, diócesis carente de espiritualidad y recursos económicos. En su ministerio episcopal saneó la economía, suprimió los gastos superfluos y exigió austeridad al clero dando ejemplo de pobreza; le fue posible establecer hospitales, monasterios y obras de beneficencia. Usaba calzado burdo, como el de los campesinos de Baviera, por ello se le conoció como “el obispo de los zuecos”. Participó en el Concilio de Lyon (1274). Con la anuencia pontificia, fue relevado del episcopado y reintegrado a la docencia en Estrasburgo y Colonia. Prolífico escritor, algunas obras suyas son Comentarios, Del misterio de la misa, Mariale (una obra de mariología), Síntesis entre ciencias naturales y la Revelación (en 36 volúmenes). Uno de sus pensamientos era “aceptar de las manos de Dios el amor y el dolor con perfecta humildad”. Su deceso ocurrió en Colonia, donde, en el templo de San Andrés, reposan sus restos. Fue canonizado y declarado doctor de la Iglesia por Pío XI (1922-1939) en 1931. En 1941, el papa Pío XII (1939-1958) lo designó patrón de todos los que estudian ciencias naturales. Iconografía: con atavío episcopal, libro, pluma y birrete doctoral. Patrono de los científicos.

 

VIERNES 16

Santos: Margarita de Escocia, reina; Gertrudis la Magna religiosa, y José Moscatti, laico.

SANTA GERTRUDIS la Magna, del germánico, “lanza fiel” (1256-1302). Religiosa. Se sabe que nació en Sajonia, pero no el lugar ni quiénes fueron sus padres. A los cinco años de edad fue entregada, como era la costumbre, para su educación en el monasterio benedictino de Helfta; puede decirse que las religiosas la adoptaron, ya que ahí permaneció hasta su muerte. Estudió música, filosofía y literatura; adquirió vasta cultura; en la religión, era una alumna más entre sus compañeras. A los veinticinco años se había entregado tanto a los conocimientos científicos y literarios que estuvo al borde de olvidar su formación espiritual y el amor a Dios. En 1282, sumergida en una crisis de fe, una noche, al caminar por los pasillos del monasterio, se le apareció Cristo, quien le dijo: “Pronto vendrá tu salvación; ¿por qué te consumes en la tristeza?”. Tras este acontecimiento, sintió la llamada de Dios y entró en el camino de intimidad con el Señor; dijo al respecto: “Sólo Jesús es mi consolación... Desde hoy soy toda suya; mi cuerpo y mi alma están en sus manos, los entrego a su amor”. Desde entonces se iniciaron las revelaciones y los fenómenos místicos que la distinguen hasta la actualidad. Se apegó al estudio de las Sagradas Escrituras, los escritos de los Padres apostólicos y de la Iglesia. Recibió en un éxtasis los estigmas de la pasión del Señor y fue la primera confidente del Corazón de Jesús, cuyas grandezas pregonó, por ello es la precursora de santa Margarita María de Alacoque. El diálogo que mantuvo con Dios fue permanente, así lo revelan sus escritos, unos por propia mano y otros, por estar enferma, dictados a compañeras: Embajador de la divina piedad, Heraldo de la amorosa bondad de Dios o revelaciones de santa Gertrudis, Meditaciones, El libro de la gracia, etc. Por sus escritos se le llama “la santa de la humanidad de Cristo” o “la teóloga del Sagrado Corazón”. No se le canonizó formalmente; sin embargo, con la publicación de su obra literaria, en 1536, se le reconoce como una gran mística. El pontífice Inocencio XI (1676-1689) incluyó su nombre en el Martirologio. Clemente XII (1730-1740) extendió su culto en 1738. Iconografía: con hábito cisterciense (aunque no se sabe si profesó), escribiendo en éxtasis y una paloma (símbolo de inspiración divina); o bien, con hábito y un corazón inflamado sobre el pecho. Entre sus preces al Sagrado Corazón se encuentra la siguiente: “Oh, Sagrado Corazón de Jesús, fuente de la vida eterna, tu corazón es un horno que brilla intensamente por el amor. Eres mi refugio y mi santuario”.

 

SÁBADO 17

Santos: Isabel de Hungría duquesa; Gregorio de Tours, obispo, y Dionisio de Alejandría, obispo.

SANTA ISABEL DE HUNGRÍA, del hebreo, “mi plenitud es Dios” (1207-1231). Duquesa. Originaria de Bratislava, Eslovaquia, hija de los reyes de Hungría. Contrajo nupcias a los trece años con el príncipe Luis de Turingia, con quien procreó tres hijos. Su formación en los valores del cristianismo la llevó a proteger y favorecer a los más necesitados desde su alto rango. Eran célebres su caridad y preocupación por los más necesitados del reino, las cuales se tradujeron en la construcción de hospitales, asilos y demás instituciones donde se protegía a los desamparados. Su extrema caridad llevó a que su marido le prohibiera realizar las obras que se proponía porque ponía en riesgo la solvencia económica del reino. Isabel convenció al monarca de la bondad que Dios tenía para con ellos y prosiguió su tarea. Al quedar viuda en 1227, fue despojada de su trono; con sus hijos, se exilió en Marburgo, Alemania, donde se dedicó con mayor vehemencia a la oración. Según se cree, recuperó su reino y prosiguió la fundación de obras e instituciones de beneficencia pública. Fue benefactora y protectora de la orden franciscana; por ello, es común ver su imagen en los templos de esta orden. Murió de muerte natural en la ciudad alemana antes citada. Fue canonizada en 1235 por su santidad Gregorio IX (1227-1241). Sus restos reposan en el convento de Santa Isabel, de Viena, Austria. Patrona de los hospitales de Alemania y Bélgica, y de las arquidiócesis de Jaro, Filipinas, y Erfurt, Alemania, y también de panaderos, pordioseros, trabajadores sociales, gente sin hogar, enfermeros, viudas, sociedades e instituciones de caridad, personas calumniadas... Intercesora en los padecimientos de roña y sama. Iconografía: con atavío real, atendiendo enfermos, o bien, con atavío real llevando panes y viandas en un delantal o una capa.

 

DOMINGO 18

XXXIII DOMINGO ORDINARIO

Dedicación da las basílicas de San Pedro y San Pablo.

Santos: Santa Filipippina Rosa Duchesne religiosa.

SANTA FILIPPINA ROSA DUCHESNE, del griego, femenina de Filipo, “aficionado a los caballos” (1769-1852). Religiosa. Oriunda de la ciudad francesa de Grenoble; nació en el seno de una familia rica. De su madre recibió la formación cristiana que la caracterizaría. Como era costumbre en su época, inició los primeros estudios con profesores que acudían a enseñarle en su hogar. Hacia 1777, al escuchar a un misionero llegado de Estados Unidos, decidió que consagraría a Dios y a extender el Reino entre los infieles de esas tierras. Para continuar estudios, ingresó en el colegio de las madres de la Visitación en 1781, y cuatro años más tarde consagró su vida a Dios ingresando en la Orden de la Visitación de Santa María, a la que se llama visitandinas o salesas. Durante la Revolución Francesa, por los conflictos políticos y religiosos que se suscitaron, la orden se dispersó; Filippina vivió, por ende, como laica diez años, sin abandonar sus convicciones. Fundó una escuela para niños pobres, donde daba asilo a sacerdotes que oficiaban en la clandestinidad. Al terminar la lucha, se integró al Instituto de Damas del Sagrado Corazón de Jesús, en París, e hizo los votos solemnes en 1805. Una importante misión le tenía reservada el Señor cuando sus superioras la enviaron en 1818 a Estados Unidos, donde fundó en Nueva Orleans un gran centro misionero para atender las necesidades espirituales y materiales de los indígenas potawatomi, habitantes de las Montañas Rocosas. Desde 1840, las enfermedades la obligaron a pasar sus últimos años en una celda del convento de San Carlos, en Missouri. Su trabajo fue arduo y constante, encaminado a evangelizar, educar y proteger a los indígenas; su piedad y amor a Dios y al prójimo hicieron que los nativos la llamaran: “la Señora de la misericordia” o “la Mujer que ruega siempre”. Canonizada por Juan Pablo II (1978-2005) en 1988.

 

LUNES 19

Santos: Ponciano I papa y mártir; Inés de Asís, religiosa, y Rafael Kalinonowsky, presbítero.

SAN PONCIANO I, del latín, patronímico de Pontius, o sea Poncio (235). Papa y mártir. Natural de Roma. Fue elegido décimo octavo sucesor de san Pedro el 21 de julio de 230. En su pontificado ordenó el canto de los salmos, la recitación del Confíteor Deo antes de morir; y la práctica del saludo Dominus vobiscum (“el Señor esté con ustedes”). Padeció las persecuciones del monarca Maximiano (hacia 235), por quien fue desterrado a la isla de Cerdeña, en Italia, lugar insalubre, y condenado a trabajar en las minas (por lo tanto, obligado a abdicar del pontificado). Se supone que murió victima de malos tratos, en la isla Tavolara. Por su sacrificio quedó inscrito en el Martirologio romano. Poco después, el papa Fabián I (236-250) promovió la traslación de sus restos al cementerio de San Calixto, en Roma.

 

MARTES 20

Santos: Beato José Anacleto González Flores y compañeros mártires. San Félix de Valois, abad.

BEATO JOSÉ ANACLETO GONZÁLEZ FLORES Y COMPAÑEROS, del hebreo, “Dios acrecentará”, y del griego, “llamado en voz alta, invocado”, (siglo XX). Mártires. Este grupo de mexicanos fueron coronados con la palma del martirio. Han pasado a la historia porque murieron durante la persecución religiosa ocurrida en la República Mexicana de 1927 a 1931. El Decreto de martirio de quienes a continuación mencionamos fue promulgado el 22 de junio de 2004 por el pontífice —ahora Siervo de Dios— Juan Pablo II en la Santa Sede: José Anacleto González Flores (1888-1927), José Dionisio Luis Padilla Gómez (1899-1927), Miguel Gómez Loza (1888-1928), Luis Magaña Servín (1902-1928), Leonardo Pérez (1889- 1927); los hermanos Ezequiel (1876-1927) y Salvador Huerta Gutiérrez (1880-1927); y José Ramón (1899-1927) y Ramón Vicente Vargas González (1905-1927). Todos eran laicos originarios del estado de Jalisco. Además, el niño José Sánchez del Río (1913-1928), originario de Sahuayo, Michoacán. Los sacerdotes José Trinidad Rangel (1887-1927), guanajuatense; Darío Acosta Zurita (1908- 193 1), veracruzano, y Andrés Solá Molist (1895-1937) español. Fueron beatificados en Guadalajara, Jalisco, el 20 de noviembre de 2005; asistió a dicha ceremonia, en representación de su santidad Benedicto XVI, el cardenal José Saraiva Martins, prefecto de la Pontificia Congregación para las Causas de los Santos.

 

MIÉRCOLES 21

La Presentación de la Santísima Virgen María

Santos: Gelasio I, papa; Demetrio y Honorio de Ostia, mártires.

LA PRESENTACIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARIA. En el Protoevangelio de Santiago, se encuentra la leyenda de la presentación de Maria niña en el templo de Jerusalén, cuando, a los tres años de edad, conducida por sus padres Joaquín y Ana, fue consagrada a Dios. Se dice que en el templo pasó su infancia, sirviendo e instruyéndose en la religión y que salió a los doce años para desposarse con José. Esta conmemoración se originó en las Iglesias orientales en el siglo VI y pasó a Roma en 1585. El Calendario litúrgico ha conservado esta conmemoración; asimismo, la religiosidad popular ha adoptado la piadosa costumbre de “presentar” en los templos a niños y niñas a los tres años, a fin de que toda su vida gocen de la protección de Jesús y María. Como se comprende, este hecho carece de bases bíblicas; sin embargo, “lo que la fe católica cree acerca de María se funda en lo que cree acerca de Cristo, pero lo que enseña sobre Maria ilumina a su vez la fe en Cristo” (Catecismo de la Iglesia católica, párrafo 487). Iconografía: María niña, que con alba túnica sube las gradas del templo contemplada por sus padres.

 

JUEVES 22

Santos: Cecilia de Roma y Marcos y Esteban de Antioquía, mártires. Beato Tomás Regio, obispo.

SANTA CECILIA DE ROMA, nombre de una gens romana, (250). Mártir. Los relatos biográficos no precisan fechas ni datos de su infancia; escritos antiguos y una Passio (relato de su martirio) revelan su vida a partir de la juventud. Era romana, perteneciente a la nobleza. Como conversa a la fe cristiana era practicante de la oración, el ayuno y la asistencia a la santa misa. Su padre, que era pagano, la obligó a desposarse con Valeriano, a quien, después de la boda, reveló su voto de castidad y lo convirtió; aceptó ser bautizado; ambos abrazaron una vida casta. Al ser descubiertos por las autoridades idólatras y por negarse a renunciar a Cristo, Cecilia, Valeriano y su hermano Tiburcio fueron condenados a morir decapitados. Una leyenda sostiene que como el verdugo no pudo degollar a Cecilia, pretendió ahogarla en las termas; pero tampoco consumó este hecho, y finalmente se le decapitó. Una antigua tradición afirma que, durante su martirio, se le oía cantar; por ello fue designada patrona de músicos, cantantes y fabricantes de instrumentos musicales. Su cadáver —descubierto en el año 822— fue trasladado a la basílica dedicada a ella en el Trastévere romano. Iconografía: con túnica de época, tocando arpa u órgano, coronada de flores por su castidad, y con la palma del martirio, rodeada por coros angélicos.

 

VIERNES 23

Santos: Beato Miguel Agustín Pro Juárez mártir. Santos Clemente I de Roma, papa, y Columbano de Bobbio, abad.

BEATO MIGUEL AGUSTÍN PRO JUÁREZ, del hebreo, “¿quien cómo Dios?”, y del latín, “perteneciente a Augusto” (1891-1927). Mártir. Oriundo del poblado de Guadalupe en Zacatecas, México. Fue el tercero de once hermanos hijos de Miguel Pro y Josefa Juárez. Sus estudios elementales e infancia transcurrieron en Concepción del Oro, Zacatecas; Monterrey, Nuevo León; Saltillo, Coahuila, y la ciudad de México. Su familia lo formó en la religión católica. En una anécdota se relata que, por su inexperiencia, se alejó de la verdadera fe cuando intentó convertir al catolicismo a una protestante de nombre Carlota; mas, por el contrario, el joven Miguel dejó de asistir a misa y se olvidó del sacramento de la Eucaristía. Por fortuna, los razonamientos maternos y la asistencia a los ejercicios espirituales de los jesuitas lo hicieron regresar a los principios católicos. Era afable y optimista. Organizó una banda de música y a los diecinueve años trabajó con su padre en una agencia minera de Concepción del Oro. En esa época, dos de sus hermanas se hicieron monjas, y él definió su vocación al sacerdocio; aprobó la prueba de perseverancia de la compañía de Jesus e ingreso en ella a los veinte años en el noviciado de El Llano, Michoacán. Hizo sus votos en 1913; debido a la persecución del catolicismo por las fuerzas contrarias huyó a Zamora, Michoacán, en 1914. Ese mismo año, el seminario, amenazado por las tropas carrancistas, dispersó a los estudiantes; el joven Pro se refugió en Guadalajara, Jalisco, Texas, California, y de aquí fue trasladado a España. Continuó sus estudios eclesiásticos y se desempeñó como profesor en Granada y Barcelona. Se ordenó de sacerdote en Enghiem Bélgica, en agosto de 1925. Por desgracia, enfermó y fue sometido en Brúselas a tres intervenciones quirúrgicas (1926); para su convalecencia, se le envió a Hyéres, Francia. Los superiores lo remitieron a México, donde continuaban la incertidumbre y las guerrillas contra la Iglesia católica y los sacerdotes. Le fue asignado ejercer su ministerio en la ciudad de México en la parroquia de la Sagrada Familia (Orizaba esquina con Puebla, colonia Roma). Un mes después, en julio de 1926, la Ley Calles suprimió el culto y mandó cerrar los templos. En forma clandestina, el padre Pro continuó celebrando misa y administrando los sacramentos. Disfrazado de mecánico, civil o los más increíbles atuendos, viajaba en bicicleta, casaba y celebraba misas en casas particulares. Sin embargo, por una confusión, fue implicado en el atentado al presidente Alvaro Obregón (1920-1928); él y sus hermanos Roberto y Humberto fueron aprehendidos, pues este último había vendido, sin saberlo, su coche al jefe de la banda que efectuó el atentado en el vehículo y habían encontrado documentos a su nombre. Sin juicio alguno al padre Pro se le encarcelé y condenó a muerte por fusilamiento; el día de la ejecución, uno de los policías se le acercó y le preguntó: “Me perdona?”, a lo que él contestó: “No sólo le perdono, se lo agradezco”. Sus últimas palabras fueron “¡Viva Cristo Rey!”. Beatificado por Juan Pablo II en 1988. Sus reliquias reposan en la parroquia mencionada. Iconografía: fotografía, con traje y alzacuello.

 

SÁBADO 24

Santos: Andrés Dung Lac y compañeros, mártires; Mateo Alonso de Leciniana presbítero y mártir. Beata Ana María Sala, religiosa.

SAN MATEO ALONSO DE LECINIANA, del hebreo, “don de Dios”, y del germánico, “hombre noble preparado para el combate” (1702-1747). Mártir. Español; nació en Valladolid. Su biografía data de su juventud, cuando decidió consagrarse a Dios e ingresó para ello en la Orden de Predicadores (o de los dominicos), en el convento segoviano de la Santa Cruz, donde se ordenó de sacerdote. Fue enviado a evangelizar Manila, Filipinas; de aquí se dirigió en una embarcación a las misiones de Tonkin, en Vietnam, lugar al que llegó en 1732. Desarrolló su labor pastoral en Trung-ling, donde aprendió la lengua del lugar y permaneció diez años; logró numerosas conversiones. La feligresía lo ayudó para no ser capturado por las autoridades paganas; Sin embargo, fue denunciado y, al estar celebrando la santa misa, capturado, torturado en el sitio y herido con una lanza en el costado; pese a todo, lo embarcaron a Nam-ding, con varios catequistas; sus feligreses pagaron el rescate pero no fue liberado. Se dice que fue enviado a Hanoi adonde, aun encadenado, durante cuarenta días predicó en prisión a prisioneros paganos y exhortó a los cristianos a no abandonar su fe. Al ser enjuiciado, se pretendió hacerlo pisar una cruz, a lo que se negó diciendo: ‘He venido para enseñar a los hombres a amar y adorar a Dios representado en la cruz; ¿cómo voy a cometer el crimen de pisarla?”. Por ello se le dio muerte amarrado a una estaca. Canonizado por Juan Pablo II en 1988.

 

DOMINGO 25

NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEÑOR DEL UNIVERSO

Santos: Santa Catalina de Alejandría, mártir. Beata Isabel de Reute, laica. Solemnidad

NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO. Jesucristo es un nombre derivado del hebreo Yosuá: “Yahveh es salvación”, y Cristo, equivalente del verbo hebreo mashaj, ‘ungir’, de cuya forma mas-hiaj: el Ungido, se deriva la palabra Mesías. Jesucristo es, simultáneamente, la forma más antigua y a la vez más corta de la profesión de la fe cristiana. Varía la fecha de celebración de esta solemnidad, y con ella se da por concluido el año litúrgico. En cuanto al nombre Cristo Rey, se encuentran diversos pasajes en el Nuevo Testamento que acreditan a Jesús como tal, entre ellos “Hallándose Jesús en Jerusalén con ocasión de la Pascua, fue prendido y acusado de hacerse llamar Cristo rey” (Lc 23, 2; Jn 19, 12-15) y “Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuese de este mundo, mi gente habría combatido para que no fuese entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí” (respuesta suya a Pilatos: Jn 18, 33). Por su parte el Catecismo de la Iglesia católica (párrafo 783) dice: “Jesucristo es Aquél a quien el Padre ha ungido con el Espíritu Santo y lo ha constituido Sacerdote, Profeta y Rey”, y (párrafo 786): “Cristo ejerce su realeza atrayendo a sí a todos los hombres por su muerte y su resurrección. Cristo, Rey y Señor del universo, se hizo servidor de todos, no habiendo ‘venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por muchos” (Mt 20,28). Pío XI (1922-1939), en su encíclica Quas primas (1925), estableció el culto a Cristo Rey. Iconografía: Jesucristo, con túnica y manto real, cetro, corona y, en su mano izquierda, un orbe (esfera azul, que evoca su majestad), sentado en trono celestial o de pie sobre el mundo.

 

LUNES 26

Santos: Conrado de Constanza obispo; Siricio I, papa, y Leonardo de Puerto Mauricio, presbítero.

SAN CONRADO DE CONSTANZA, del germánico, “consejero audaz” (siglo X). Obispo. Es posible que haya nacido en territorio alemán. Se desconocen las particularidades de su vida anteriores a su elección como obispo de Contanza, Suiza, en el año 934. Realizó vasta misión evangelizadora recorriendo Alemania y Suiza. Al parecer, era de vastos recursos, los que donó a beneficio de su Iglesia y a establecer obras benéficas en su diócesis. Murió en olor de santidad en su sede episcopal. Canonizado en 1123 por el pontífice Calixto II (1119-1124). Patrono de Constanza, Suiza, y Friburgo, Alemania. Iconografía: con atavío común de los obispos.

 

MARTES 27

Santos: Virgilio de Salzburgo, obispo; Facundo y Primitivo de Sahagún, mártires. Beato Ramón Lull (o Raimundo Lulio) mártir.

BEATO RAMÓN LULL (O RAIMUNDO LULIO), forma catalana del germánico, “la protección del consejo divino” (1235?- 1316). Mártir. Originario de Mallorca, España. Nació en una familia noble. No se tienen datos de su niñez. En su juventud, vivió en la corte de Aragón, donde los placeres mundanos lo sedujeron. Se sabe que ejecutaba en las fiestas y torneos varios instrumentos musicales, componía poesía y recitaba con maestría. El matrimonio no sirvió para corregir su vida; ésta se modificó cuando oyó un sermón acerca de la vida de Francisco de Asís. Ingresó en la tercera orden de la penitencia, en la cual se orientó a la conversión de los moros. Con sus ideas puso en marcha lo que después sería la Congregación de la Propagación de la Fe, con avanzados métodos misioneros. Fundó varios colegios donde practicaba su sistema filosófico llamado Arte Magna, el cual intentó enseñar en la Sorbona en París; sin embargo, su propuesta era tan avanzada que fue rechazada y criticada. No se desanimó ante el fracaso y escribió su Árbol de filosofía de amor. Con el libro Blanquerna pretendió atraer sobre el mundo el reino de la justicia, del amor y de la paz de Cristo. Fue escritor fecundo, evangelizador de misticismo y profundidad incomprensibles para su época; fundador de escuelas y universidades. Su misión lo llevó a las costas de Argelia, donde, fue apresado y sufrió vejaciones y torturas. Fue lapidado; grave, fue llevado a su tierra natal, donde murió pocos días después de su arribo. Como consecuencia de la tortura a la que fue sometido, se le considera mártir. Muchos son los títulos con los que se exalta su vida, virtudes y sabiduría; entre ellos: “poeta misionero”, “caballero de la Virgen” (por ser de los primeros en defender la inmaculada concepción de María) y “doctor iluminado”. Su culto fue aprobado por Clemente XIII en 1763.

 

MIÉRCOLES 28

Santos: Catalina Labouré, religiosa; Jácome de la Marca presbítero, y Esteban el Joven, abad.

SAN JÁCOME DE LA MARCA, del hebreo, variante de Jaime (igual a Jacob), “¡que Dios proteja!” (1394-1476). Presbítero. Oriundo de Las Marcas Italia; de padres cristianos de escasos recursos. Fue bautizado con el nombre de Domingo. En su niñez fue pastor; cuando un lobo atacó el rebaño, huyo y se instaló en Offida, en casa de un pariente sacerdote, quien le enseñó a leer y escribir y lo envió a la escuela. Por su empeño y dedicación, alcanzó el grado de doctor en leyes y trabajó como notario y juez. Al conocer la corrupción en su medio, decidió ingresar en la orden franciscana. Fue ordenado sacerdote en 1420. Excelente orador, realizó múltiples conversiones, recorrió su país y también Bosnia, Bohemia, Hungría y Polonia, en viajes misioneros. Fue incansable promotor de asociaciones, hospitales y montes de piedad, para auxiliar a los necesitados. Devoto del Santísimo Sacramento. Estableció bibliotecas y dejó escritos sobre Sagrada Escritura, Sermonarios y Apología, entre otros. Su muerte ocurrió en Nápoles, donde se veneran sus reliquias. Fue canonizado por Benedicto XIII en 1726. Iconografía, con hábito, custodia en sus manos y un ángel a sus pies.

 

JUEVES 29

Santos: Saturnino de Tolosa; Cutberto de Oxford y compañeros mártires, y Francisco Antonio Frasani, presbítero.

SAN CUTBERTO DE OXFORD Y COMPAÑEROS, del anglosajón, “el brillo de la sabiduría” (siglo XVI). Mártires. No se cuenta con datos fidedignos anteriores a su ingreso en el seminario. Se ordenó de sacerdote en 1576. Nació en Devonshire, Inglaterra. Cuando ejerció su ministerio sacerdotal, padeció persecuciones paganas y las herejías; por ello, a escondidas administraba los sacramentos, celebraba la Eucaristía y auxiliaba moribundos. Sin embargo, fue descubierto, encarcelado y condenado a muerte “por haber celebrado la misa romana”. Se le martirizó en una plaza pública, hasta que murió; esto ocurrió Launceston Cornwallm, Bretaña. Formó parte de un grupo de cuarenta mártires ingleses canonizados por Pablo VI (1963-1978) en 1970.

 

VIERNES 30

Santos: Andrés apóstol; José Merchant, presbítero y Maura de Constantinopla, mártir.

SAN ANDRÉS, del griego, “varonil” (siglo I). Apóstol. Se desconocen detalles de su vida anteriores a haber sido elegido por el Mesías y pertenecer al grupo de los Doce. Era de Betsaida, situada a la orilla del lago de Genesaret (Jn 1,44). Se dedicaba a la pesca, igual que su hermano Simón, quien después sería san Pedro (Mc 1, 16). El momento de la elección de los hermanos como apóstoles se narra en el evangelio de Mateo (4, 18-22). Al parecer Andrés fue discípulo de Juan el Bautista (24 de junio). Es reconocido como “el apóstol de los escitas”, según la tradición de la iglesia de Escitia de Aquea (o Acaya), situadas en el sur de la actual Rusia. Según un relato apócrifo, murió mártir en aras de la fe hacia el año 60, en Patrás, Grecia, donde fue atado a una cruz en forma de equis, (la cual se le conoce como “decusata” o “cruz de san Andrés”). Patrono de Grecia, Rusia, Escocia y de diversas poblaciones de todo el mundo que llevan su nombre. Intercesor en la disentería o mal de san Andrés, la gota, la tortícolis y los calambres, en alusión a los padecimientos que sufrió en su martirio. Iconografía: con túnica y manto de la época, y a su lado la decusata.



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