Folleto EVC 96
ESOTERISMO
R.P. Pedro Herrasti, S.M.
Introducción
Envueltos
en misterios y símbolos, vestidos de manera estrafalaria, rodeados de
aparentes secretos, los llamados "esotéricos" hacen
abundante promoción de sus ideas, cobrando por supuesto las consultas
de aquellos incautos que desean adivinar su futuro, tener suerte en negocios
o amores, recuperar la salud o hacer un maleficio a un enemigo.
Existen mercados dedicados exclusivamente al esoterismo, hay revistas especializadas
y en Internet abundan los sitios esotéricos. Magia blanca o negra, astrología,
brujería, yerbas, horóscopos, adivinación del futuro, la
vida anterior, ciencias ocultas, el fin del mundo, tarot, objetos, inciensos,
imágenes, veladoras, cuarzos, piramiditas, etc... se encuentran por todos
lados.
En pleno siglo XXI, cuando el hombre ya no considera noticia el envió
de sondas a lejanos planetas, cuando los avances de la ciencia y la tecnología
nos facilitan las comunicaciones instantáneas a nivel mundial y con un
pequeñísimo teléfono celular hacemos obsoletos el correo
y los teléfonos normales; cuando en una agenda electrónica podemos
almacenar toda la información del mundo y las tarjetas de crédito
nos abren las puertas de transacciones financieras sin tocar un billete, parece
que junto con tanto poder, ese hombre moderno se enfrenta al misterio de su
propia existencia y desea encontrar en ciencias ocultas la respuesta al sentido
de su propia vida.
La credulidad del hombre moderno seria ridícula si no fuera porque denota
su vacío existencial y es explotada al máximo por farsantes y
tramposos.
¿Qué es el Esoterismo? ¿De dónde proviene? ¿Qué
validez tiene? ¿Quién lo promueve? ¿Porqué el hombre
moderno acude a ello? Todo esto intentaremos contestar en el presente Folleto
EVC.
Los fenómenos paranormales
No todo, por desgracia, es mentira o burda trampa. Existen ciertamente fenómenos asombrosos y extraños que la parapsicología intenta explicar con un análisis científico y racional: telekinesia, premoniciones, telepatía, magia, adivinación, visiones, etc. son hechos reales no plenamente explicados y es entonces cuando hay que tener mucho cuidado porque paralelamente a la difusión de lo paranormal, hay un recrudecimiento innegable de hechos francamente demoníacos.
Habla un Psiquiatra
En una entrevista al psiquiatra Dr. Assailly, realizada por el periodista francés Loïc Joncheray se nos advierte que ciertos fenómenos paranormales de orden meramente humano, son en apariencia idénticos a fenómenos provocados por el demonio. La confusión puede provenir de no distinguir el mecanismo paranormal del agente que lo provoca. No podemos achacar todo al diablo a la ligera, ni negar su influencia a priori.
Los psiquiatras distinguen
en parapsicología dos clases de fenómenos llamados PSIGAMMA o
PSlKAPPA.
Los primeros son por ejemplo, la telepatía que es la percepción
del pensamiento de otra persona sin la ayuda de los sentidos; la clarividencia
o sea la percepción de objetos o sucesos; la precognición que
es el anuncio de acontecimientos que se verifican a continuación; la
metanomía táctil que es el adivinar al tocar un sobre, el contenido
de la carta.. etc. y es lo que podríamos llamar un "sexto sentido".
Los fenómenos PSlKAPPA
son por ejemplo la psiocokinesia - que es la acción, voluntaria o involuntaria
sobre la materia.
La telekinesia permite desplazar objetos sin una causa física detectable;
la levitación de objetos o personas; los ruidos producidos alrededor
de un médium sin una causa explicable; fenómenos relacionados
con la muerte de una persona, como puede ser que los relojes, sobre todo los
de péndulo, se detengan en el momento de la muerte o que suenen sus campanas
intempestivamente.
Dice el Dr. Assailly que se han hecho numerosos estudios acerca de estos fenómenos,
pero que hay que reconocer la ignorancia de la psiquiatría en la materia.
Por ello mismo es peligroso y muy importante no practicar esa clase de ejercicios
fuera de un control estrictamente científico. Los fenómenos paranormales
pueden ser efecto de ciertas patologías, y como Satán conoce esos
mecanismos mejor que nosotros es por ahí por donde entra en acción
para sembrar la confusión.
En una sesión en la que un grupo intentaba hacer girar una mesa, el Dr.
Assailly llevaba una reliquia del Santo Cura de Ars, que fué en vida
asediado frecuentemente por el demonio y la sesión fracasó totalmente.
Lo acusaron de "provocar interferencias". Satanás aprovecha
la curiosidad del hombre en los fenómenos paranormales para inmiscuirse
en nuestras vidas y destruir al hombre.
Tenemos tres facultades superiores: Inteligencia, voluntad y amor. El corazón
del hombre es la sede de estas facultades y es donde habita Dios. Satanás,
en cambio, interviene fácilmente a nivel de los instintos alimentarios
o sexuales y en nuestra sensibilidad, sede de la memoria y de la imaginación.
No puede el diablo actuar directamente en nuestra persona, pero aprovecha las
turbulencias que provocan sus tentaciones para perturbamos y alejamos de Dios.
Es por eso que aprovecha gustosamente ciertas facultades o fuerzas paranormales
del hombre. De ahí la precaución y distancia que debemos tener
ante dichos fenómenos.
Como psiquiatra católico, el Dr. Assailly, ante un desequilibrio o enfermedad
mental, no puede determinar si el demonio está metido en ello o no. En
los tiempos evangélicos, culpaban al demonio de todas las enfermedades
físicas o mentales, pero determinar una posesión diabólica
no es tarea del psiquiatra sino de un Sacerdote Exorcista. Por eso el Dr. Assailly,
prudentemente, no emplea la palabra "posesión" sino simplemente
de una probable "influencia" diabólica.
Habla un Teólogo
Por su parte el P. Carlos
Aldunate, de la Compañía de Jesús, considera que los fenómenos
paranormales son aquellos que no podemos explicar por las leyes físico-químicas
de la naturaleza, entre los cuales podemos considerar lo que llamamos milagros,
que son intervenciones de Dios, en ocasiones por la intercesión de la
Virgen Santísima o de alguno de los Santos.
Ante los fenómenos paranormales, ¿qué actitud debe tomar
el cristiano? Podemos clasificar dichos fenómenos de la siguiente manera:
* Milagros que manifiestan claramente la acción de Dios.
* Acciones diabólicas que implican la manifestación
de fuerzas sobrehumanas degradando y destruyendo al hombre.
* Fenómenos en los que no intervienen fuerzas del "otro
mundo". Es el dominio de la parasicología y que pueden explicarse
por las solas fuerzas de la naturaleza humana, como podría ser la telepatía.
Existe un criterio para discernir si un fenómeno viene de Dios o del
demonio: hemos sido creados y redimidos para hacer reproducir en nosotros la
imagen de Cristo. Por la Gracia
Por lo tanto, todo aquello que nos ayude a esta "cristificación"
de nuestras personas, debe ser acogido con gozo y acción de gracias;
constataremos la transformación que Dios opera hacia la madurez y armonía
interior y con los demás.
En cambio podemos considerar diabólicos los fenómenos paranormales
que nos alejan de Dios, de lo que Dios quiere de nosotros, que degradan o destruyen
al hombre. Así es la brujería que intenta hacer el mal invocando
implícita o explícitamente a Satanás, o las obsesiones
que surgen de manera inexplicable llevando a la autodestrucción o al
suicidio.
La Biblia condena la brujería y la adivinación, porque el futuro
pertenece tan solo a Dios y a la libertad que Dios concede al hombre. La adivinación
sería un intento de descubrir el futuro independientemente de los caminos
divinos. Consultar a "videntes" degrada al hombre porque lo proyecta
fuera de en la orientación de su propia vida y lo hace irresponsable
ya que le hace dependiente de una programación exterior.
Ejemplo de esto es la muy antigua astrología que con los horóscopos programa al hombre según dictan "los astros", impidiendo así la libertad del hombre.
Igualmente la Palabra de
Dios condena la evocación de los muertos o nigromancia. Los que habitamos
la tierra, podemos invocar, como nos enseña la Iglesia, a aquellos que
están ya en la presencia de Dios o sea a los Santos, pero no para pedirles
informaciones o maleficios y menos suponer que cualquier difunto pueda entraren
un "médium".
Las ánimas que se purifican en el Purgatorio, por la comunión
de los Santos, están en posibilidad de ayudarnos, como nosotros a ellas.
Tan solo quedan excluidos de la comunión de los Santos aquellos que por
desgracia merecieron la condenación eterna.
Este es un campo muy adecuado para que el demonio actúe engañando
como siempre. Ya en los primeros siglos de la Iglesia, Tertuliano dijo: "Invocamos
a las almas de los difuntos ¡Y son los demonios los que responden en su
lugar!" En efecto, si en una sesión espiritista un espíritu
se manifiesta como Nerón, Einstein, Hitler o el Santo Cura de Ars, ¿cómo
sabremos si Satanás, el padre de la mentira no es el que está
actuando?
En las sesiones espiritistas
pueden suceder realmente cosas extraordinarias, que en la inmensa mayoría
de los casos son fraudes muy bien tramados, y siempre, en todo caso, quedará
la duda ante la posibilidad de una acción diabólica. No es de
extrañar que las personas adictas a esta clase de cosas se apartan de
los Sacramentos y de la Iglesia y tengan a menudo perturbaciones psíquicas
y espirituales muy graves.
Un buen cristiano debe evitar tajantemente las prácticas espiritistas
porque aunque no tuvieran nada de satánico, son profundamente nocivas
al equilibrio humano.
El porqué de la prudencia
El hombre es un ser complejo y delicado en el que se unen distintos niveles: la animalidad con sus instintos: la inteligencia y la voluntad racionales; la espiritual que lo abre a Dios. El cristiano sabe que lo inferior debe estar subordinado a lo superior. Todo aquello que lo lleve a someterse a lo irracional es un insulto a la inteligencia, es indigno, lo degrada y pone en peligro su equilibrio humano.
Abandonarse a los fenómenos
parapsicológicos paranormales provocados, como pueden ser la adivinación,
el espiritismo, magia, etc. no está permitido. No se sabe nunca cuales
son las fuerzas que son invocadas, que por regla general son fuerzas ocultas.
La persona adquiere lazos, pierde su libertad y cae en lo que la Biblia llama
idolatría que puede llegar incluso a la posesión diabólica.
La experiencia muestra que dichas fuerzas ocultas pueden conducir a manifestaciones
satánicas terribles. No menospreciemos a Satán y sus poderes.
En las promesas de nuestro Bautismo renunciamos al Demonio y a sus obras, sean
las que sean. Elemental prudencia cristiana que nos pone a salvo del error y
del pecado.
Involucrarse en fenómenos
parapsicológicos es por tanto una infidelidad al camino del seguimiento
de Cristo y esteriliza la vida espiritual. Hay que tener cuidado por lo tanto
en ciertas situaciones en las cuales los criterios no son claros. Existen casos
con apariencias religiosas, visiones, estigmas, curaciones aparentemente milagrosas,
etc. pero sucede que hay fenómenos en que lo humano se mezcla con lo
diabólico: histerias, compulsiones psicóticas, opresiones de malos
espíritus y posesiones diabólicas.
En todo caso es Jesús quien nos indica una solución: "Se
conoce un árbol por sus frutos" (Lc, 6, 44). A la larga, aunque
en un principio aparentemente los frutos son positivos, pueden aparecer consecuencias
malas como es la sequedad de la vida espiritual, el egocentrismo, la búsqueda
de poderes extraordinarios abandonando el don de ser a Cristo el Señor.
¿Qué pensar de la magia?
La magia implica una visión
del mundo donde se cree en la existencia de fuerzas ocultas que ejercen su influencia
en la vida del hombre y con las cuales aquel que ejerce la magia (o su cliente)
cree poder tener un control por medio de prácticas rituales capaces de
producir automáticamente el efecto deseado.
Parece mentira que las diferentes clases de magia no se practiquen tan solo
en culturas primitivas, sino que las encontramos ampliamente en países
llamados desarrollados, Brujerías, santería, vudú, macumba,
etc., las tenemos por todos lados en nuestra Patria por desgracia.
Se habla de "magia
blanca" que seria aquella que intenta hacer el bien como recuperar la salud,
resolver problemas económicos o de otra Índole y "magia negra"
que hace maleficios, separa personas, comunica enfermedades o hasta provoca
la misma muerte. Recordemos que el fin nunca justifica los medios y que la magia
blanca aunque pretenda hacer algún bien, aparta a los que la practican
de Dios, de los Sacramentos, de la Palabra de Dios, del estudio de la Religión,
etc...
En cuanto a la "magia negra" para qué decir que es intrínsecamente
perversa y satánica. Sus adeptos se convierten en esclavos de Satán
y llegan a la aberración de las "misas negras", descritas en
todo su horror en el Folleto EVC 59 que trata del Satanismo.
Las sectas satánicas abundan ahora por todos lados. En Estados Unidos
hace años eran 135 mil y ahora no se sabe. Y son sectas que efectúan
toda clase de aberraciones hasta llegar a sacrificios humanos. No hace mucho
se encontró flotando en el río Támesis, en Londres, Inglaterra,
el torso de un niño sacrificado por una secta.
Lo propio de la magia es sostener un clima de miedo e incertidumbre: miedo de
lo oculto, de fuerzas que nos amenazan y que hay que calmar. El cristiano no
tiene nada que temer ya que el Vencedor del maligno es Cristo. Recordemos que
la Santísima Virgen María es la que aplastó la cabeza de
la serpiente y que el demonio simplemente no puede con Ella. Es la experiencia
secular de la Iglesia Católica, atestiguada en la vida de muchos Santos.
Por supuesto que la Biblia
condena toda clase de magias. Para Dios se trata simplemente de idolatría.
"Que en medio de ti no haya adivinos ni nadie que consulte a los astros,
ni hechiceros; que no se halle a nadie que practique encantamientos o consulte
a los espíritus; que no se halle ningún adivino o quien pregunte
a los muertos. Porque Yahvé aborrece a los que hacen estas cosas y precisamente
por esa razón los expulsa delante de ti". (Dt 19,10-12) También
encontramos la condenación de dichas prácticas en Lv 19,31; Ex22,
17; Hech. 8, 20; 16,18; 19, 19.
¿Y los Horóscopos, qué?
Parece Increíble
la difusión de horóscopos en periódicos, revistas de toda
clase, estaciones de radio y programas televisivos. En la calle se anuncian
con volantes lugares para conocer la "carta astral" de aquellos que
sintiéndose inseguros de sí mismos, desean poner su destino y
su responsabilidad en los cuerpos celestes, ya sean los planetas de nuestro
sistema o de lejanísimas estrellas.
Desde siempre el hombre ha observado el cosmos e intentado explicarlo. Ya los
antiguos griegos pitagóricos basados en matemáticas puras, conocían
la redondez de la tierra, sus dimensiones y las distancias al sol y la luna.
Pero otros, dejando volar su imaginación como los niños que ven
figuras en las nubes, inventaron lo que conocemos como constelaciones: Orión,
Escorpión, Osa Mayor y Menor, Sagitario, etc...
Sin embargo, no todas las culturas antiguas vieron o imaginaron las mismas constelaciones, lo cual habla ya del error de aceptarlas como tales. Y en eso consiste el error fundamental de la Astrología: LAS CONSTELACIONES EN REALIDAD NO EXISTEN, son pura ilusión de óptica, pura imaginación, producto cándido de épocas pre-científicas, No por nada en la actualidad, ningún Astrónomo cree en la Astrología, conjunto de errores totalmente superados por la ciencia.
El problema científico
radica en lo siguiente: 1o que vemos en una noche estrellada como en un plano,
es falso. Las diversas estrellas de una constelación, digamos por ejemplo
Orión, no tienen nada que ver entre ellas debido a que están a
distancias muy diversas de nuestro sistema planetario y aún de nuestra
galaxia. Algunas ni siquiera son estrellas sino nebulosas o bien galaxias enteras
de millones de estrellas que vemos como un punto luminoso de tan lejos que están.
Uno de los signos zodiacales, Escorpión, tiene una estrella súper
gigante, Antares, a una distancia de 600 años luz, pero otra de sus estrellas,
la M7, dista 750 y la M6 1900, o sea, no tienen realmente ninguna relación
entre sí. Para que un conjunto de estrellas tuvieran influencia en la
tierra, tendríamos que inventar nuevas constelaciones, uniendo a aquellas
similares en distancia a la tierra.
Las distancias astronómicas.
Para simplificar los cálculos
(y tal vez para ahorrarse tinta pintando tantos ceros), los astrónomos
inventaron los Años luz que equivalen a la distancia que recorre un rayo
de luz en un año a 300,000 Km. por segundo. Así podemos decir
que la estrella Alfa Centauri dista de nuestro sistema solar tan solo 4.3 años
luz. Pero esa simplificación nos resulta engañosa porque en realidad
estamos hablando de un 94 seguido de doce ceros, o sea de 94 millones de millones
de kilómetros. Es tan grande esa distancia, que si viajáramos
en una nave espacial de la NASA, necesitaríamos 140,000 años.
¡Y es la estrella más cercana!
¿Cómo imaginar la distancia de una estrella que se encuentra a
miles o a millones de años luz?
Debemos preguntamos honestamente si algún cuerpo celeste, por grande
que fuera, a una tal distancia, pueda tener influencia en nuestras vidas personales,
día tras día.
Lo que es más: si
creo que las diez o doce estrellas de una constelación (que para empezares
simple ilusión de óptica) se relacionan entre si y además
complico la cosa con un planeta de nuestro sistema solar que es un cuerpo ridículamente
pequeño con respecto a nuestro mismo sol, y además incluyo el
día y la hora en que nací (como si ya antes no existiéramos
en el vientre materno) estoy armando un edificio tan absurdo y complicado como
totalmente falso.
Ciertamente hay dos cuerpos celestes que si influyen en la humanidad aunque
no en nuestro destino personal. Son el Sol y la luna. El primero, para qué
decirlo, dado su enorme tamaño y la inclinación del eje de la
tierra respecto al plano de la órbita terrestre alrededor del Sol, determina
las estaciones y podemos padecer frío o calor. El Sol de invierno no
calienta gran cosa, pero si nos exponemos a los rayos solares en unas vacaciones
de verano, adquirimos un bronceado espectacular, o nos ampollamos si exageramos.
Por su parte nuestro satélite
Luna, a pesar de ser tan pequeño, está tan cerca de la tierra
(apenas a un segundo y pico a la velocidad de la luz), que influye magnéticamente
en las mareas e inspira románticas canciones en no pocos terrícolas.
¿Qué tanta influencia magnética o de otra especie podrán
tener los demás planetas de nuestro sistema si están tan lejos?
¿Cuántos años tardó la sonda en llegar a Marte?
¿Qué tenemos que ver con Neptuno o Plutón? Prácticamente,
científicamente, nada.
Por lo tanto: a partir de una teoría tan falsa como la existencia real
de las constelaciones, todo lo demás se derrumba y carece totalmente
de fundamento. Y la prueba más fehaciente de todo esto es la incompatibilidad
de los diversos horóscopos. La tabla del 2 es válida aquí
y en China, pero no hay dos horóscopos iguales para una misma persona.
Regir la conducta a partir de uno de ellos (¿cuál será
el mejor, con qué criterio escojo el "bueno"?) y depender de
la influencia de constelaciones y astros para tomar decisiones y poder actuar,
es mera inseguridad, ignorancia, error craso.
No falta sin embargo la
promoción, de una "Astrología Científica" diciendo
que es "la única ciencia esotérica que ha perdurado con toda
su esencia y técnica, sin ser modificada a pesar del tiempo ¡Y
en eso precisamente radica su falsedad! Hemos dicho que la astrología
fue inventada en épocas pre-científicas, cuando los hombres primitivos
contemplando la bóveda celeste sin ningún aparato, sin telescopios,
a simple vista, imaginaron figuras fantásticas uniendo estrellas arbitrariamente
en falsas constelaciones.
Si la astrología actual sigue pensando como antes de Galileo, el inventor
del primer rudimentario telescopio y mucho antes del "maravilloso actual
telescopio espacial llamado Hobble, se quedaron simplemente en la época
de las cavernas.
En alguna página de internet se nos anuncia paladinamente que a partir
de la fecha de nuestro nacimiento y mediante el pago de cierta cantidad, (por
supuesto), podremos saber por fin quiénes fuimos en una supuesta vida
pasada, debido a la posición de los astros y de los arcángeles
"o sea, los planetas". ¡Por Dios, de qué están
hablando! !y no faltará el incauto que pague por esa sarta de errores
y mentiras!
Peligrosas devociones católicas
Como ejemplo de una devoción
peligrosa está la de San Judas Tadeo que arrastra multitudes cada día
28 de mes. No negamos por supuesto la licitud de la devoción a los Santos
Patronos, pero nos preguntamos de dónde vinieron las "Cadenas"
a San Judas Tadeo, que han dado la vuelta al mundo obligando a difundir un cierto
número de copias en templos católicos con la promesa de que antes
de 13 días se concederá el favor pedido y con la amenaza de alguna
catástrofe si no se cumplen las condiciones. Se menciona siempre gratuitamente
a un "presidente de Brasil', sin aclarar por supuesto su identidad.
Nos preguntamos si los devotos (rayando en el fanatismo) de San Judas Tadeo,
saben siquiera que tenemos una carta suya en la Biblia y si la han leído.
Las cadenas por supuesto, están prohibidas por la Iglesia Católica
y son consideradas como una especie de idolatría.
Ahora se ha puesto de moda (¿qué también en religión
nos dejamos llevar por las modas?) San Charbel cuya devoción exige se
le cuelguen listones a su imagen con las peticiones deseadas o con las acciones
de gracias por los favores recibidos. Son un éxito y nos preguntamos
si el rito de los listones es correcto.
Pero donde el fanatismo producto de la ignorancia religiosa llega a su colmo
es en la nueva y popular devoción idolátrica a una santa que no
existe:
La devoción a Santa Muerte
La muerte está definida
en el diccionario como "final de la vida", Punto. Cuando el principio
vital de un cuerpo se agota, sobreviene la cesación de las actividades
naturales del ser vivo y muere. Tan simple como eso, Solo las piedras no se
mueren porque nunca han tenido vida. Todo ser orgánico, incluido el hombre,
nace, crece, se reproduce...y muere.
En el ser humano la muerte sucede cuando el alma inmortal, su principio vital,
se desprende del cuerpo y rinde a Dios cuentas de su vida para obtener el premio
por sus buenas obras, o el castigo por sus pecados.
Dado que en la hora de la muerte nos estamos jugando la vida eterna, es imprescindible
morir en Gracia de Dios, libres de pecado, sobre todo del pecado mortal que
nos privarla para siempre del gozo de la presencia de Dios. O sea, debemos morir
en santidad y por eso los cristianos pedimos a Dios una buena muerte, una santa
muerte para ir al encuentro gozoso con Dios, Padre lleno de bondad y belleza,
que saciará para siempre nuestros anhelos de felicidad completa.
En la fe, el cristiano en santidad, como San Francisco de Asís, contempla
a la muerte como la "Hermana Muerte" que nos abre las puertas del
Cielo, pero también nos advierte "¡Pero ay si la muerte nos
sorprende en pecado mortal!". Esa si que seria una mala, una pésima
muerte que nos llevaría al Infierno.
El hombre, sin embargo,
desde la antigüedad, asombrado ante el misterio de la muerte y sobre todo
del más allá, ha querido "personificar" a la muerte,
representándola de muchas maneras. Clásica es la fúnebre
Parca con su tenebrosa túnica negra empuñando una fatídica
guadaña dispuesta a segar nuestras vidas.
Los mexicanos, muy machos, nos burlamos de la muerte sobre todo el 2 de noviembre
y nombrándola "la Calaca", hacemos "calaveras" sarcásticas
en versos y nos comemos calaveritas de azúcar. "Si me han de matar
mañana, que me maten de una vez" canta el mariachi.
Pero de ese enfoque chusco de la cesación de la vida, a pensar que la muerte es una persona a la cual podemos invocar, hay un abismo de ignorancia que por desgracia existe y se ha puesto de moda como el culto a Santa Muerte, como si fuera un Santo más, como San José o Santa Lucía.
En un exceso de fanatismo
se la llega a llamar "santísima" nada menos que equiparándola
con la Virgen María a la cual con toda razón, por Inmaculada,
la Iglesia reserva el superlativo de "Santísima".
Un falso autonombrado "obispo" de una falsa iglesia llamada "Católica
Tradicional", organizó una solemne procesión partiendo del
"Santuario Nacional de la Santa Muerte" llevando junto a imágenes
de la muerte llamadas Alejandra y Caridad a estatuas de Jesucristo, de la Virgen
de los Dolores y hasta de San Felipe de Jesús. ¡Qué confusiones
sacrílegas!
Los devotos llenos de fervor, portaban veladoras, flores, iban rezando y haciendo
penitencia. Algunos lloraban arrepentidos de sus pecados mientras otros le pedían
a Santa Muerte favores especiales o le hacían promesas y mandas.
Todo ello es una distorsión total de la realidad. No podemos invocar
a la muerte como no podemos tener devoción a Santa Primavera o a Santa
Puesta de Sol, porque no son personas sino procesos naturales totalmente impersonales.
Todo ello es provocado y aprovechado por los negociantes del culto a la muerte
y a que la venta de imágenes y sus correspondientes veladoras de diversos
colores, son parte esencial del negocio. Lo malo del culto a Santa Muerte es
que entre otras cosas se le invoca para obtener bienes materiales o para hacer
daño al prójimo y ahí entra el astuto Satanás, el
espíritu del mal, para apartar al hombre de Dios. Aprovechándose
de la increíble ignorancia religiosa de nuestro pueblo y de las más
bajas pasiones humanas, es capaz de hacer lo que se le pide a la muerte y entonces
todo se convierte en puro satanismo.
Ejemplo terrible de ello es la siguiente oración:
"Santísima
Muerte Bendita,
yo te suplico encarecidamente
que así como Dios te formó tan inmortal,
con tu gran poder alumbra el cerebro de N.
para que se acuerde de mí y todo lo que tenga
me 1o dé impulsado por tus poderes
y sea esclavo de mi amor y lo tenga
humillado y vencido a mis pies"
¡Qué conjunto de insensateces se encuentran en esa clase de oraciones! La muerte ni es persona, ni menos santa o santísima y tampoco por supuesto es "muerte inmortal'. ¡Que grotesco absurdo! y todo ello para apoderarse de los bienes del infortunado N. y esclavizarlo "por amor". ¡Valiente amor! El cristiano pide a Dios una buena muerte, una santa muerte, o sea en Gracia de Dios, una muerte en santidad. Por eso invocamos a San José, patrono de la santa muerte ya que murió en brazos de Jesús y de María. Para gozar de una santa muerte, vivamos siempre en Gracia de Dios, frecuentando los Sacramentos principalmente los de la Reconciliación y la Eucaristía "prendas de Vida Eterna".
Hagamos realidad el dicho "!Qué Dios nos agarre confesados!"
"Dios ha creado al hombre racional confiriéndole la dignidad de una persona dotada de la iniciativa y del dominio de sus actos. "Quiso Dios ‘dejar al hombre en manos de su propia decisión' (Si 15,14), de modo que busque a su Creador sin coacciones y, adhiriéndose a Él, llegue a la plena y feliz perfección" (Gs17)
"La libertad es el poder, radicado en la razón y en la voluntad, de obrar o de no obrar, de hacer esto o aquello, de ejecutar así por si mismo acciones deliberadas. Por el libre arbitrio cada uno dispone de si mismo. La libertad es en el hombre una fuerza de crecimiento y de maduración en la verdad y la bondad. La Libertad alcanza su perfección cuando está ordenada a Dios, nuestra bienaventuranza".
"Hasta que no llega a encontrarse definitivamente con su bien último que es Dios, la libertad implica la posibilidad de elegir entre el bien y el mal, y por tanto, de crecer en perfección o de flaquear y pecar. La libertad caracteriza los actos propiamente humanos. Se convierte en fuente de alabanza o de reproche, de mérito o de demérito".
Catecismo de la Iglesia Católica, 1730-1732
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