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MISAL DICIEMBRE DEL 2014 / www.laverdadcatolica.org |
Intenciones del Santo Padre para Diciembre del 2014 |
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INTENCIÓN UNIVERSAL | |
Para que el nacimiento del Redentor traiga paz y esperanza a todos los hombres de buena voluntad. |
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INTENCIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN | |
Para que los padres sean auténticos evangelizadores, transmitiendo a sus hijos el don precioso de la fe. |
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I DE ADVIENTO
EL PACIFISMO PROFÉTICO
Is 2, 1-5; Mt 8, 5-11
Isaías formó parte de una sociedad que fue agitada por invasiones y revueltas militares. La guerra parecía ser el quehacer cotidiano para los varones en aquella época. La ruina económica y el desastre para los campesinos y las madres de familia, que veían desfallecer a sus hijos en el campo de batalla. Para Israel resultaba complicado ser "tierra de paso" para las potencias vecinas. No parecía posible permanecer neutral en ese mundo violento. La insatisfacción con esa cultura belicista encontró salida en el profeta Isaías, que celebró el advenimiento de la cultura de la paz y la no violencia. Esa transformación estaría sustentada en la escucha obediente de la palabra del Señor. Justamente el protagonista del relato evangélico es un soldado romano que se apoya confiadamente en la palabra de Jesús y que persuadido de la disciplina militar, da crédito a las órdenes imperiosas que el Maestro dicte. Su confianza conseguirá el fruto deseado: la salvación de su criado.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Jr 31, 10; Is 35, 4
Escuchen, pueblos, la palabra del Señor y anúncienla en todos los rincones de la tierra: He aquí que vendrá nuestro Salvador, ya no tengan miedo.
ORACIÓN COLECTA
Ayúdanos, Señor Dios nuestro, a esperar ardorosamente la venida de tu Hijo Jesucristo, para que cuando llegue y llame, nos encuentre esperándolo en la oración y alegrándonos en su alabanza. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El Señor reúne a todos los pueblos en la paz eterna de su reino.
Del libro del profeta Isaías: 2, 1-5
Visión de Isaías,
hijo de Amós, acerca de Judá y Jerusalén: En días
futuros, el monte de la casa del Señor será elevado en la cima
de los montes, encumbrado sobre las montañas, y hacia él confluirán
todas las naciones.
Acudirán pueblos numerosos, que dirán: "Vengan, subamos al
monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob, para que él nos
instruya en sus caminos y podamos marchar por sus sendas. Porque de Sión
saldrá la ley, de Jerusalén, la palabra del Señor".
Él será el árbitro de las naciones y el juez de pueblos
numerosos. De las espadas forjarán arados y de las lanzas, podaderas;
ya no alzará la espada pueblo contra pueblo, ya no se adiestrarán
para la guerra.
¡Casa de Jacob, en marcha! Caminemos a la luz del Señor. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 121 R/. Vayamos con alegría al encuentro del Señor.
¡Qué alegría
sentí, cuando me dijeron: "Vayamos a la casa del Señor"!
Y hoy estamos aquí, Jerusalén, jubilosos, delante de tus puertas.
R/.
A ti, Jerusalén, suben las tribus, las tribus del Señor, según
lo que a Israel se le ha ordenado, para alabar el nombre del Señor. En
ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David. R/.
Digan de todo corazón: "Jerusalén, que haya paz entre aquellos
que te aman, que haya paz dentro de tus murallas y que reine la paz en cada
casa". R/.
Por el amor que tengo a mis hermanos, voy a decir: "La paz esté
contigo". Y por la casa del Señor, mi Dios, pediré para ti
todos los bienes. R/.
ACLAMACIÓN
Cfr. Sal 79, 4 R/. Aleluya, aleluya.
Señor y Dios nuestro, ven a salvarnos; míranos con bondad y estaremos
a salvo. R/.
Muchos vendrán de oriente y occidente al Reino de los cielos.
Del santo Evangelio según san Mateo: 8, 5-11
En aquel tiempo, al entrar
Jesús en Cafarnaúm, se le acercó un oficial romano y le
dijo: "Señor, tengo en mi casa un criado que está en cama,
paralítico, y sufre mucho". Él le contestó: "Voy
a curarlo".
Pero el oficial le replicó: "Señor, yo no soy digno de que
entres en mi casa; con que digas una sola palabra, mi criado quedará
sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes;
cuando le digo a uno: `¡Ve!, él va; al otro: `¡Ven!', y viene;
a mi criado: 'Haz esto!', y lo hace".
Al oír aquellas palabras, se admiró Jesús y dijo a los
que lo seguían: "Yo les aseguro que en ningún israelita he
hallado una fe tan grande. Les aseguro que muchos vendrán de oriente
y de occidente y se sentarán con Abraham, Isaac y Jacob en el Reino de
los cielos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, estos dones que te ofrecemos, tomados de los mismos bienes que nos has dado, y haz que lo que nos das en el tiempo presente para aumento de nuestra devoción, se convierta para nosotros en prenda de tu redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I o III de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 105, 4-5; Is 38, 3
Ven, Señor, a visitarnos con tu paz, para que nos alegremos delante de ti, de todo corazón.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Señor, que nos aprovechen los misterios en que hemos participado, mediante los cuales, mientras caminamos en medio de las cosas pasajeras, nos inclinas ya desde ahora a anhelar las realidades celestiales y a poner nuestro apoyo en las que han de durar para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
I DE ADVIENTO
LA PLENITUD DEL CONOCIMIENTO
Is 11, 1-10; Lc 10, 21-24
La hermosa y esperanzadora profecía de Isaías visualiza el advenimiento de un mundo completamente transformado: la justicia y la paz en lugar del abuso y la violencia; la correlación armoniosa de los animales salvajes con los animales domésticos en lugar de la prevalencia de la ley del más fuerte. La serpiente misma interactúa con los niños pequeños. Todos estos rasgos nos transportan a la situación paradisíaca del Génesis. Todas esas novedades no son frutos del azar, sino de dos cambios importantes: un gobernante lleno del Espíritu y un pueblo que ha asimilado el conocimiento del Señor. Con esas variables se explica un cambio tan favorable. En el Evangelio de san Lucas, el Señor Jesús alaba al Padre por un motivo parecido: las personas sencillas han sabido deletrear el misterio del Reino por Él revelado.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Za 14, 5. 7
Vendrá el Señor, mi Dios, y con él todos sus santos; y brillará en aquel día una gran luz.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, muéstrate propicio a nuestras súplicas y concede, a quienes están en aflicción, el auxilio de tu amor, para que, consolados por la presencia de tu Hijo que ya viene, no nos manche algún contagio del antiguo pecado. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El espíritu del Señor se posará sobre él.
Del libro del profeta Isaías: 11, 1-10
En aquel día, brotará
un renuevo del tronco de Jesé, un vástago florecerá de
su raíz. Sobre él se posará el espíritu del Señor,
espíritu de sabiduría e inteligencia, espíritu de consejo
y fortaleza, espíritu de piedad y temor de Dios.
No juzgará por apariencias, ni sentenciará de oídas; defenderá
con justicia al desamparado y con equidad dará sentencia al pobre; herirá
al violento con el látigo de su boca, con el soplo de sus labios matará
al impío. Será la justicia su ceñidor, la fidelidad apretará
su cintura. Habitará el lobo con el cordero, la pantera se echará
con el cabrito, el novillo y el león pacerán juntos y un muchachito
los apacentará. La vaca pastará con la osa y sus crías
vivirán juntas. El león comerá paja con el buey. El niño
jugará sobre el agujero de la víbora; la criatura meterá
la mano en el escondrijo de la serpiente. No harán daño ni estrago
por todo mi monte santo, porque así como las aguas colman el mar, así
está lleno el país de la ciencia del Señor. Aquel día
la raíz de Jesé se alzará como bandera de los pueblos,
la buscarán todas las naciones y será gloriosa su morada. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 71 R/.
Ven, Señor, rey de justicia y de paz.
Comunica, Señor, al rey tu juicio, y tu justicia al que es hijo de reyes;
así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá
a tu pueblo justamente. R/.
Florecerá en sus días la justicia y reinará la paz, era
tras era. De mar a mar se extenderá su reino y de un extremo al otro
de la tierra. R/.
Al débil librará del poderoso y ayudará al que se encuentra
sin amparo; se apiadará del desvalido y pobre y salvará la vida
al desdichado. R/.
Que bendigan al Señor eternamente, y tanto como el sol, viva su nombre.
Que él sea la bendición del mundo entero y lo aclamen dichoso
las naciones. R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Ya viene el Señor, nuestro Dios, con todo su poder para iluminar los
ojos de sus hijos. R/.
Jesús se llenó de júbilo en el Espíritu Santo.
Del santo Evangelio según san Lucas: 10, 21-24
En aquella misma hora Jesús
se llenó de júbilo en el Espíritu Santo y exclamó:
"¡Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque
has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado
a la gente sencilla! ¡Gracias, Padre, porque así te ha parecido
bien! Todo me lo ha entregado mi Padre y nadie conoce quién es el Hijo,
sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el
Hijo se lo quiera revelar".
Volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: "Dichosos
los ojos que ven lo que ustedes ven. Porque yo les digo que muchos profetas
y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, y oír lo que
ustedes oyen y no lo oyeron".Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sean agradables, Señor, nuestras humildes súplicas y ofrendas, y puesto que no tenemos merecimientos en qué apoyarnos, socórranos el poderoso auxilio de tu benevolencia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I o III de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. 2 Tm 4, 8
El Señor, justo juez, dará la corona merecida, a todos los que esperan con amor su venida gloriosa.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Saciados por el alimento que nutre nuestro espíritu, te rogamos, Señor, que, por nuestra participación en estos misterios, nos enseñes a valorar sabiamente las cosas de la tierra y a poner nuestro corazón en las del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
1 DE ADVIENTO
EL BANQUETE INCLUYENTE
Is 25,6-10; Mt 15,29-37
Jesús sabía comer y beber, sabía convivir y festejar al Dios de la vida, por eso los Evangelios nos lo presentan con frecuencia participando en banquetes y comidas. Éstos no solamente eran momentos para disfrutar la comida, sino sobre todo para celebrar los vínculos de afecto existentes entre los comensales. Los que participaron en el banquete que nos narra el Evangelio de Mateo experimentaron la compasión que dignifica y la amorosa solicitud del Padre manifiesta en Jesús. Esas comidas donde todos cabían fueron anticipaciones patentes de la celebración del banquete definitivo de que nos habla el profeta Isaías. En aquél, en el banquete decisivo, nadie estaría excluido sino la enfermedad, el llanto y el dolor. Sería la fiesta de la alegría inagotable (porque se habría consumado el plan de Dios de forma plena: la humanidad entera gozando de la amistad de su Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 17, 50; 21, 23
Te alabaré entre las naciones, Señor, y anunciaré tu nombre a mis hermanos.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que por la predicación de san Francisco Javier adquiriste para ti muchos pueblos, concede que el corazón de tus fieles arda con ese mismo celo por la fe, para que así tu Iglesia santa se alegre al ver crecer, en todas partes, el número de tus hijos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El Señor preparará un banquete y enjugará las lágrimas de todos los rostros.
Del libro del profeta Isaías: 25, 6-10
En aquel día, el
Señor del universo preparará sobre este monte un festín
con platillos suculentos para todos los pueblos; un banquete con vinos exquisitos
y manjares sustanciosos. Él arrancará en este monte el velo que
cubre el rostro de todos los pueblos, el paño que oscurece a todas las
naciones. Destruirá la muerte para siempre; el Señor Dios enjugará
las lágrimas de todos los rostros y borrará de toda la tierra
la afrenta de su pueblo. Así lo ha dicho el Señor.
En aquel día se dirá: "Aquí está nuestro Dios,
de quien esperábamos que nos salvara. Alegrémonos y gocemos con
la salvación que nos trae, porque la mano del Señor reposará
en este monte".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 22 R/.
Habitaré en la casa del Señor toda la vida.
El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace reposar
y hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas. R/.
Por ser un Dios fiel a sus promesas, me guía por el sendero recto; así,
aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú estás
conmigo. Tu vara y tu cayado me dan seguridad. R/.
Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis adversarios; me unges
la cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes. R/.
Tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días
de mi vida; y viviré en la casa del Señor por años sin
término. R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Ya viene el Señor para salvar a su pueblo. Dichosos los que estén
preparados para salir a su encuentro. R/.
Jesús sana a muchos enfermos y multiplica los panes.
Del santo Evangelio según san Mateo: 15, 29-37
En aquel tiempo, llegó
Jesús a la orilla del mar de Galilea, subió al monte y se sentó.
Acudió a Él mucha gente, que llevaba consigo tullidos, ciegos,
lisiados, sordomudos y muchos otros enfermos. Los tendieron a sus pies y Él
los curó. La gente se llenó de admiración, al ver que los
lisiados estaban curados, que los ciegos veían, que los mudos hablaban
y los tullidos caminaban; por lo que glorificaron al Dios de Israel.
Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: "Me da lástima
esta gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué
comer. No quiero despedirlos en ayunas, porque pueden desmayarse en el camino".
Los discípulos le preguntaron: "¿Dónde vamos a conseguir,
en este lugar despoblado, panes suficientes para saciar a tal muchedumbre?"
Jesús les preguntó: "¿Cuántos panes tienen?"
Ellos contestaron: "Siete, y unos cuantos pescados".
Después de ordenar a la gente que se sentara en el suelo, Jesús
tomó los siete panes y los pescados, y habiendo dado gracias a Dios,
los partió y los fue entregando a los discípulos, y los discípulos
a la gente. Todos comieron hasta saciarse, y llenaron siete canastos con los
pedazos que habían sobrado.Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, los dones que te presentamos en la conmemoración de san Francisco Javier, y concédenos que, así como él partió hacia lejanas tierras con el deseo de llevar la salvación a los hombres, así también nosotros, dando eficazmente testimonio del Evangelio, sintamos la urgencia de llegar a ti, en unión de todos los hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 10, 27
Lo que les digo de noche, repítanlo en pleno día, dice el Señor; y lo que les digo al oído, pregónenlo desde las azoteas.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que tus sacramentos, Dios nuestro, enciendan en nosotros aquella misma ardiente caridad que inflamó a san Francisco Javier por la salvación de las almas, para que, viviendo más dignamente nuestra vocación, consigamos con él el premio prometido a los buenos servidores. Por Jesucristo, nuestro Señor.
I DE ADVIENTO
ABRAN LAS PUERTAS
Is 26, 1-6; Mt 7,21. 24-27
El himno de victoria que entonan los habitantes de Judá es una celebración que festeja el fortalecimiento y la seguridad recién estrenados. La ciudad ha renovado sus murallas y por esas puertas solamente podrá ingresar un pueblo justo que práctica asiduamente la voluntad del Señor. Ingresar a esa ciudad no es cualquier cosa, solamente los escogidos que cumplen el querer del soberano lo consiguen. De puertas que se abren o se cierran también nos habla el Evangelio de san Mateo. El Señor del Reino no reconocerá a las personas a partir de los discursos y las buenas intenciones, sino por las prácticas cotidianas. Quienes escucharon las parábolas del Reino y memorizaron los discursos de Jesús, pero se quedaron anclados en las viejas prácticas egoístas, serían desconocidos. La congruencia entre el creer y el obrar es el meollo de la vida cristiana. Esta verdad fundamental es la que permite construir un proyecto sólido a los ojos de Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 118, 151-152
Tú estás cerca, Señor, y todos tus caminos son rectos. Desde el principio comprendí que tu alianza la estableciste para siempre.
ORACIÓN COLECTA
Despierta, Señor, tu poder y ven con gran fuerza en nuestra ayuda, para que, lo que nuestros pecados habían impedido, lo apresure la gracia de tu benignidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El pueblo justo se mantiene fiel al Señor.
Del libro del profeta Isaías: 26, 1-6
Aquel día se cantará este canto en el país de Judá: "Tenemos una ciudad fuerte; ha puesto el Señor, para salvarla, murallas y baluartes. Abran las puertas para que entre el pueblo justo, el que se mantiene fiel, el de ánimo firme para conservar la paz, porque en ti confió. Confíen siempre en el Señor, porque el Señor es nuestra fortaleza para siempre; porque él doblegó a los que habitaban en la altura; a la ciudad excelsa la humilló, la humilló hasta el suelo, la arrojó hasta el polvo donde la pisan los pies, los pies de los humildes, los pasos de los pobres". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 117 R/.
Bendito el que viene en el nombre del Señor.
Te damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu misericordia es
eterna. Más vale refugiarse en el Señor, que poner en los hombres
la confianza; más vale refugiarse en el Señor, que buscar con
los fuertes una alianza. R/.
Ábranme las puertas del templo, que quiero entrar a dar gracias a Dios.
Ésta es la puerta del Señor y por ella entrarán los que
le viven fieles. Te doy gracias, Señor, pues me escuchaste y fuiste para
mí la salvación. R/.
Libéranos, Señor, y danos tu victoria. Bendito el que viene en
nombre del Señor. Que Dios desde su templo nos bendiga. Que el Señor,
nuestro Dios, nos ilumine. R/.
ACLAMACIÓN
Is 55, 6 R/. Aleluya, aleluya.
Busquen al Señor mientras lo pueden encontrar, invóquenlo mientras
está cerca. R/.
El que cumple la voluntad de mi Padre entrará en el Reino de los cielos.
Del santo Evangelio según san Mateo: 7, 21. 24-27
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "No todo el que me diga: '¡Señor,
Señor!', entrará en el Reino de los cielos, sino el que cumpla
la voluntad de mi Padre, que está en los cielos.
El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica, se
parece a un hombre prudente, que edificó su casa sobre roca. Vino la
lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos y dieron contra aquella
casa; pero no se cayó, porque estaba construida sobre roca. El que escucha
estas palabras mías y no las pone en práctica, se parece a un
hombre imprudente, que edificó su casa sobre arena. Vino la lluvia, bajaron
las crecientes, se desataron los vientos, dieron contra aquella casa y la arrasaron
completamente".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, estos dones que te ofrecemos, tomados de los mismos bienes que nos has dado, y haz que lo que nos das en el tiempo presente para aumento de nuestra devoción, se convierta para nosotros en prenda de tu redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I o III de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Tt 2, 12-13
Vivamos ya desde ahora de una manera sobria, justa y fiel, en espera de la gloriosa venida del gran Dios y Salvador.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Señor, que nos aprovechen los misterios en que hemos participado, mediante los cuales, mientras caminamos en medio de las cosas pasajeras, nos inclinas ya desde ahora a anhelar las realidades celestiales y a poner nuestro apoyo en las que han de durar para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
I DE ADVIENTO
NO QUEDARÁN TIRANOS
Is 29, 17-24, Mt 9, 27-31
La profecía que nos transmite Isaías va dirigida a un pueblo desmoralizado, que "había perdido la cabeza", después de escuchar tantas promesas incumplidas y ver que los tiranos y los cínicos seguían maltratándolo. La salud, la movilidad, la justicia y la fidelidad resplandecerían en un futuro inmediato. El fracaso y la impotencia ante los abusivos no "serían el pan de cada día". La salvación se haría visible a través de mediadores eficientes, que gobernarían justamente en nombre de Dios. Esas promesas no cambiaron la suerte de todas y cada una de las personas que se encontraron con Jesús alrededor del año 30, pero sí cambiaron la existencia de unos cuantos, que se convirtieron en señal de esperanza. Los discípulos de Jesús estamos comprometidos a vivir como sacramento de salvación, a través de la práctica de la compasión, la caridad, la solidaridady la reconciliación. Esas son las señales de que las' salvación continúa presente en la historia.
ANTÍFONA DE ENTRADA
El Señor vendrá con esplendor a visitar a su pueblo, para traerle la paz y la vida eterna.
ORACIÓN COLECTA
Extiende, Señor Jesucristo, tu poder y ven, para que merezcamos que con tu protección nos libres y nos salves de los peligros que nos amenazan a causa de nuestros pecados. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
En aquel día los ojos de los ciegos se abrirán.
Del libro del profeta Isaías: 29, 17-24
Esto dice el Señor:
"¿Acaso no está el Líbano a punto de convertirse en
un vergel y el vergel en un bosque? Aquel día los sordos oirán
las palabras de un libro; los ojos de los ciegos verán sin tinieblas
ni oscuridad; los oprimidos volverán a alegrarse en el Señor y
los pobres se gozarán en el Santo de Israel; porque ya no habrá
opresores y los altaneros habrán sido exterminados. Serán aniquilados
los que traman iniquidades, los que con sus palabras echan la culpa a los demás,
los que tratan de enredar a los jueces y sin razón alguna hunden al justo".
Esto dice a la casa de Jacob el Señor que rescató a Abraham: "Ya
no se avergonzará Jacob, ya no se demudará su rostro, porque al
ver mis acciones en medio de los suyos, santificará mi nombre, santificará
al Santo de Jacob y temerá al Dios de Israel. Los extraviados de espíritu
entrarán en razón y los inconformes aceptarán la enseñanza".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 26 R/.
El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy
a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién
podrá hacerme temblar? R/.
Lo único que pido, lo único que busco, es vivir en la casa del
Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar
continuamente en su presencia. R/.
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor
y fortaleza y en el Señor confía. R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Ya viene el Señor, nuestro Dios, con todo su poder para iluminar los
ojos de sus hijos. R/.
Quedaron curados dos ciegos que creyeron en Jesús.
Del santo Evangelio según san Mateo: 9, 27-31
Cuando Jesús salía de Cafarnaúm, lo siguieron dos ciegos, que gritaban: "¡Hijo de David, compadécete de nosotros!" Al entrar Jesús en la casa, se le acercaron los ciegos y Jesús les preguntó: "¿Creen que puedo hacerlo?" Ellos le contestaron: "Sí, Señor". Entonces les tocó los ojos, diciendo: "Que se haga en ustedes conforme a su fe". Y se les abrieron los ojos. Jesús les advirtió severamente: "Que nadie lo sepa". Pero ellos, al salir, divulgaron su fama por toda la región.Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sean agradables, Señor, nuestras humildes súplicas y ofrendas, y puesto que no tenemos merecimientos en qué apoyarnos, socórranos el poderoso auxilio de tu benevolencia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I o III de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Flp 3, 20-21
Esperamos como salvador a Jesucristo, el Señor; Él transformará nuestro cuerpo frágil en cuerpo glorioso como el suyo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Saciados por el alimento que nutre nuestro espíritu, te rogamos, Señor, que, por nuestra participación en estos misterios, nos enseñes a valorar sabiamente las cosas de la tierra y a poner nuestro corazón en las del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
I DE ADVIENTO
Santos: Nicolás de Bari o de Myra, obispo; Pedro Pascual, mártir. Beata Carmen Sallés, fundadora.
Vísperas I del domingo: 2a semana del Salterio Tomo I: pp. 670, 5-6 y 64. Para los fieles: pp. 555, 6-7 y 8. Edición popular: pp. 108 y 410. Feria Morado
LAS ETAPAS DE LA SALVACIÓN
Is 30,19-21. 23-26, Mt 9,35-10,1.6-8
Isaías hace una lectura en perspectiva de la situación que vive su pueblo: el presente es adverso porque pasan privaciones, "pan medido, agua tasada"; pero no están solos, el Maestro los amonesta y orienta para que se encaminen a la conversión. Cuando Dios se compadezca de Israel, derramará sus bendiciones con abundancia. Dicho cambio no ocurrirá mientras el pueblo no se despoje de sus ídolos. Curiosamente para aquel pueblo que no disponía de agua en abundancia, siempre que recibía promesas de salvación, aparecían las promesas de acequias y canales de agua abundante. La misión que el Señor Jesús organiza con sus discípulos tampoco queda reducida a una ensarta de palabras y sermones. Efectivamente, sus discípulos anuncian la llegada del Reino de Dios, pero lo hacen de manera integral, es decir, por medio de obras que mejoran la vida de los oyentes y que autentifican el valor de las palabras.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Is 45, 8
Dejen, cielos, caer su rocío y que las nubes lluevan al justo; que la tierra se abra y haga germinar al Salvador.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios nuestro, que quisiste que tu Verbo se encarnara en el seno de la Virgen María, según lo anunciado por el ángel; escucha nuestras súplicas y concede a quienes la proclamamos como verdadera Madre de Dios, la ayuda de su poderosa intercesión. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El Señor se compadece de ti al oír el clamor de tu voz.
Del libro del profeta Isaías: 30, 19-21. 23-26
Esto dice el Señor
Dios de Israel: "Pueblo de Sión, que habitas en Jerusalén,
ya no volverás a llorar. El Señor misericordioso, al oír
tus gemidos, se apiadará de ti y te responderá, apenas te oiga.
Aunque te dé el pan de las adversidades y el agua de la congoja, ya no
se esconderá el que te instruye; tus ojos lo verán. Con tus oídos
oirás detrás de ti una voz que te dirá: 'Éste es
el camino. Síguelo sin desviarte, ni a la derecha, ni a la izquierda'.
El Señor mandará su lluvia para la semilla que siembres y el pan
que producirá la tierra será abundante y sustancioso. Aquel día,
tus ganados pastarán en dilatadas praderas. Los bueyes y los burros que
trabajan el campo, comerán forraje sabroso, aventado con pala y bieldo.
En todo monte elevado y toda colina alta, habrá arroyos y corrientes
de agua el día de la gran matanza, cuando se derrumben las torres. El
día en que el Señor vende las heridas de su pueblo y le sane las
llagas de sus golpes, la luz de la luna será como la luz del sol; será
siete veces mayor, como si fueran siete días en uno".Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 146 R/.
Alabemos al Señor, nuestro Dios.
Alabemos al Señor, nuestro Dios, porque es hermoso y justo el alabarlo.
El Señor ha reconstruido a Jerusalén y a los dispersos de Israel
los ha reunido. R/.
El Señor sana los corazones quebrantados y venda las heridas. Tiende
su mano a los humildes y humilla hasta el polvo a los malvados. R/.
Él puede contar el número de estrellas y llama a cada una por
su nombre. Grande es nuestro Dios, todo lo puede; su sabiduría no tiene
límites. R/.
ACLAMACIÓN
Is 33, 22 R/. Aleluya, aleluya.
El Señor es nuestro juez, nuestro legislador y nuestro rey; él
vendrá a salvarnos. R/.
Al ver a la multitud se compadeció de ella.
Del santo Evangelio según san Mateo: 9, 35-10, 1. 6-8
En aquel tiempo, Jesús
recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas,
predicando el Evangelio del Reino y curando toda enfermedad y dolencia. Al ver
a las multitudes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y
desamparadas, como ovejas sin pastor. Entonces dijo a sus discípulos:
"La cosecha es mucha y los trabajadores, pocos. Rueguen, por lo tanto,
al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos".
Después, llamando a sus doce discípulos, les dio poder para expulsar
a los espíritus impuros y curar toda clase de enfermedades y dolencias.
Les dijo: "Vayan en busca de las ovejas perdidas de la casa de Israel.
Vayan y proclamen por el camino que ya se acerca el Reino de los cielos. Curen
a los leprosos y demás enfermos; resuciten a los muertos y echen fuera
a los demonios. Gratuitamente han recibido este poder; ejérzanlo, pues,
gratuitamente".Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estos dones, y por tu gracia conviértelos en sacramento de salvación, en el cual, después de que cesaron los sacrificios que en figura ofrecían en la Antigua Alianza nuestros Padres, se ofrece ahora el verdadero Cordero, nacido de manera inefable de la inmaculada Virgen María, Jesucristo, tu Hijo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Is 7, 14
He aquí que la Virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán el nombre de Emmanuel.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, Dios nuestro, que el sacramento que hemos recibido atraiga continuamente sobre nosotros tu misericordia, para que seamos salvos, en virtud de la Encarnación de tu Hijo, todos los que celebramos con fe el recuerdo de su santísima Madre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
II DOMINGO DE ADVIENTO
Santos: Ambrosio de Milán, obispo; Fara de Meaux, abadesa. Beato Eutiquiano I, Papa y mártir. (Morado)
UN URGENTE MENSAJE DE CONSUELO
Is 40, 1-5. 9-11; 2 Pe 3,8-14, Mc 1,1-8
Los israelitas llevaban varias décadas sumidos en una dolorosa crisis total, vivían como deportados en Babilonia, sin poder ejercer sus derechos y sin organizar su vida conforme a sus creencias. El tiempo de la espera parecía demasiado largo y no aparecían señales de esperanza en el horizonte inmediato. La debacle de Babilonia y ascenso de Ciro fue leído por el profeta Isaías como el parteaguas que pondría fin al tiempo de la forzosa esclavitud. La vuelta a la tierra de los padres se cumpliría con prontitud. La hora de marchar de regreso a casa había llegado. Indudablemente era una promesa y una palabra apenas, pero no era cualquier palabra, era una promesa salida de parte de Dios. En otro contexto y en otras circunstancias aparece Juan Bautista, animando con un mensaje de consuelo a un pueblo que vive la opresión dentro de su propia tierra. El profeta del Jordán también ha leído la historia y avizora que "alguien más fuerte" vendrá a rescatar a Israel.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Is 30, 19. 30
Pueblo de Sión, mira que el Señor va a venir para salvar a todas las naciones y dejará oír la majestad de su voz para alegría de tu corazón. No se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y misericordioso, haz que ninguna ocupación terrena sirva de obstáculo a quienes van presurosos al encuentro de tu Hijo, antes bien, que el aprendizaje de la sabiduría celestial, nos lleve a gozar de su presencia. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Preparen el camino del Señor.
Del libro del profeta Isaías: 40, 1-5. 9-11
"Consuelen, consuelen
a mi pueblo, dice nuestro Dios. Hablen al corazón de Jerusalén
y díganle a gritos que ya terminó el tiempo de su servidumbre
y que ya ha satisfecho por sus iniquidades, porque ya ha recibido de manos del
Señor castigo doble por todos sus pecados". Una voz clama: "Preparen
el camino del Señor en el desierto, construyan en el páramo una
calzada para nuestro Dios. Que todo valle se eleve, que todo monte y colina
se rebajen; que lo torcido se enderece y lo escabroso se allane. Entonces se
revelará la gloria del Señor y todos los hombres la verán".
Así ha hablado la boca del Señor.
Sube a lo alto del monte, mensajero de buenas nuevas para Sión; alza
con fuerza la voz, tú que anuncias noticias alegres a Jerusalén.
Alza la voz y no temas; anuncia a los ciudadanos de Judá: "Aquí
está su Dios. Aquí llega el Señor, lleno de poder, el que
con su brazo lo domina todo. El premio de su victoria lo acompaña y sus
trofeos lo anteceden. Como pastor apacentará su rebaño; llevará
en sus brazos a los corderitos recién nacidos y atenderá solícito
a sus madres". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 84 R/.
Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos al Salvador.
Escucharé las palabras del Señor, palabras de paz para su pueblo
santo. Está ya cerca nuestra salvación y la gloria del Señor
habitará en la tierra. R/.
La misericordia y la verdad se encontraron, la justicia y la paz se besaron,
la fidelidad brotó en la tierra y la justicia vino del cielo. R/.
Cuando el Señor nos muestre su bondad, nuestra tierra producirá
su fruto. La justicia le abrirá camino al Señor e irá siguiendo
sus pisadas. R/.
Esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva.
De la segunda carta del apóstol san Pedro: 3, 8-14
Queridos hermanos: No olviden
que para el Señor, un día es como mil años y mil años,
como un día. No es que el Señor se tarde, como algunos suponen,
en cumplir su promesa, sino que les tiene a ustedes mucha paciencia, pues no
quiere que nadie perezca, sino que todos se arrepientan. El día del Señor
llegará como los ladrones. Entonces los cielos desaparecerán con
gran estrépito, los elementos serán destruidos por el fuego y
perecerá la tierra con todo lo que hay en ella.
Puesto que todo va a ser destruido, piensen con cuánta santidad y entrega
deben vivir ustedes esperando y apresurando el advenimiento del día del
Señor, cuando desaparecerán los cielos, consumidos por el fuego,
y se derretirán los elementos.
Pero nosotros confiamos en la promesa del Señor y esperamos un cielo
nuevo y una tierra nueva, en que habite la justicia. Por lo tanto, queridos
hermanos, apoyados en esta esperanza, pongan todo su empeño en que el
Señor los halle en paz con Él, sin mancha ni reproche. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
Lc 3, 4. 6 R/. Aleluya, aleluya.
Preparen el camino del Señor, hagan rectos sus senderos, y todos los
hombres verán la salvación de Dios. R/.
Enderecen los senderos del Señor.
Del santo Evangelio según san Marcos: 1, 1-8
Éste es el principio
del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. En el libro del profeta Isaías
está escrito:
He aquí que yo envío a mi mensajero delante de ti, a preparar
tu camino. Voz del que clama en el desierto: "Preparen el camino del Señor,
enderecen sus senderos".
En cumplimiento de esto, apareció en el desierto Juan el Bautista predicando
un bautismo de conversión, para el perdón de los pecados. A él
acudían de toda la comarca de Judea y muchos habitantes de Jerusalén;
reconocían sus pecados y él los bautizaba en el Jordán.
Juan usaba un vestido de pelo de camello, ceñido con un cinturón
de cuero y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Proclamaba: "Ya
viene detrás de mí uno que es más poderoso que yo, uno
ante quien no merezco ni siquiera inclinarme para desatarle la correa de sus
sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero Él los bautizará
con el Espíritu Santo". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos a Jesús,
luz y esperanza de la humanidad. Después de cada petición diremos:
Ven, Señor Jesús.
Por la Iglesia. Que sea portadora de la Buena Noticia del Evangelio a los hombres
y mujeres de nuestro mundo. Oremos.
Por todos los cristianos. Que vivamos nuestra fe con autenticidad, que realmente
nuestra vida se corresponda con la esperanza que profesamos. Oremos.
Por todos los pueblos de la tierra. Que podamos avanzar hacia la paz, la justicia
y el bienestar para todos. Oremos.
Por todos nosotros. Que vivamos este Tiempo de Adviento con intensidad y con
el sincero compromiso de preparar los caminos del Señor en nuestra vida
y a nuestro alrededor. Oremos.
Escucha, Señor, nuestras oraciones y ven a salvarnos. Tú,
que vives y reinas por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sean agradables, Señor, nuestras humildes súplicas y ofrendas, y puesto que no tenemos merecimientos en qué apoyarnos, socórranos el poderoso auxilio de tu benevolencia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I o III de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Ba 5, 5; 4, 36
Levántate, Jerusalén, sube a lo alto, para que contemples la alegría que te viene de Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Saciados por el alimento
que nutre nuestro espíritu, te rogamos, Señor, que, por nuestra
participación en estos misterios, nos enseñes a valorar sabiamente
las cosas de la tierra y a poner nuestro corazón en las del cielo. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- De las autoridades solo hemos recibido promesas que se han repetido tantas veces que se han desgastado. La dura y cruda realidad las sepulta con toda su carga de violencia y abusos. No es necesario enlistar el rosario de todos los males sociales que padecemos desde hace muchos años. Están ahí en el imaginario colectivo como una herida que no cicatriza. Están tan habituados a darnos "atole con el dedo" y estamos tan acostumbrados a dejarnos engañar, que parece una pantomima del absurdo. Sus palabras como dijera Isaías, son una hierba que se agosta y una flor que se marchita. En cambio, la palabra de Dios se cumple siempre, pero no sin nuestra colaboración. La mejoría que esperamos no se afianzará si nos cruzamos de brazos, mirando los deslucidos espectáculos de futbolistas mediocres o comediantes insulsos. "A Dios rogando y con el mazo dando", como diría el refrán popular, hace falta vivir para que el Reino continúe salvándonos.
II DE ADVIENTO
Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María
Santos: Zenón de Verona, obispo y Frida, Edith y Sabina de Inglaterra, mártires. Solemnidad Blanco o azul
EL ESPÍRITU SANTO BAJARÁ SOBRE TI
Gn 3,9-15. 20; Ef 1,3-6. 11-12, Lc 1,26-38
El tono del libro del Génesis y del Evangelio de san Lucas es diferente. En el primero encontramos una sentencia que Dios pronuncia ante la primera pareja que ha transgredido la orden de no comer del árbol del conocimiento del bien y del mal. La rivalidad entre hombres y animales el dominio del hombre sobre la mujer, la angustia de la muerte y la alienación, son las señales de la ruptura entre Dios y sus creaturas. Ese desgarramiento no sería definitivo, sino transitorio. La superación de esa desarmonía comenzaría a verificarse en el relato esperanzador que nos comparte san Lucas. María, la futura madre de Jesús, acogería el mandato de su Señor y como mujer obediente, restauraría las buenas relaciones entre Dios y su pueblo. Jesús, hombre nuevo, sería llamado Hijo del Altísimo porque se rendiría gustosa y libremente a la voluntad del Padre, convirtiéndose así en nuestro camino de salvación.
ANTÍFONA DE ENTRADA Is 61, l0
Me alegro en el Señor con toda el alma y me lleno de júbilo en mi Dios, porque me revistió con vestiduras de salvación y me cubrió con un manto de justicia, como la novia que se adorna con sus joyas.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que por la Inmaculada Concepción de la Virgen María preparaste una digna morada para tu Hijo y, en previsión de la muerte redentora de Cristo, la preservaste de toda mancha de pecado, concédenos que, por su intercesión, nosotros también, purificados de todas nuestras culpas, lleguemos hasta ti. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya.
Del libro del Génesis: 3, 9-15. 20
Después de que el hombre y la mujer comieron del fruto del árbol prohibido, el Señor Dios llamó al hombre y le preguntó: "¿Dónde estás?" Éste le respondió: "Oí tus pasos en el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo, y me escondí". Entonces le dijo Dios: "¿Y quién te ha dicho que estabas desnudo? ¿Has comido acaso del árbol del que te prohibí comer?" Respondió Adán: "La mujer que me diste por compañera me ofreció del fruto del árbol y comí". El Señor Dios dijo a la mujer: "¿Por qué has hecho esto?" Repuso la mujer: "La serpiente me engañó y comí". Entonces dijo el Señor Dios a la serpiente: "Porque has hecho esto, serás maldita entre todos los animales y entre todas las bestias salvajes. Te arrastrarás sobre tu vientre y comerás polvo todos los días de tu vida. Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya; y su descendencia te aplastará la cabeza, mientras tú tratarás de morder su talón". El hombre le puso a su mujer el nombre de "Eva", porque ella fue la madre de todos los vivientes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 97 R/.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra
y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su
justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
R/.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos
y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
Dios nos eligió en Cristo, antes de crear el mundo.
De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 1, 3-6. 11-12
Bendito sea Dios, Padre
de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Él con toda
clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en Cristo,
antes de crear el mundo, para que fuéramos santos e irreprochables a
sus ojos, por el amor, y determinó, porque así lo quiso, que,
por medio de Jesucristo, fuéramos sus hijos, para que alabemos y glorifiquemos
la gracia con que nos ha favorecido por medio de su Hijo amado.
Con Cristo somos herederos también nosotros. Para esto estábamos
destinados, por decisión del que lo hace todo según su voluntad:
para que fuéramos una alabanza continua de su gloria, nosotros, los que
ya antes esperábamos en Cristo.Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
ACLAMACIÓN
Cfr. Lc 1, 28 R/. Aleluya, aleluya.
Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor está contigo,
bendita tú entre las mujeres. R/.
Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.
Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 26-38
En aquel tiempo, el ángel
Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una
virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José.
La virgen se llamaba María.
Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: "Alégrate,
llena de gracia, el Señor está contigo". Al oír estas
palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría
decir semejante saludo.
El ángel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia
ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre
Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo;
el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él
reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá
fin".
María le dijo entonces al ángel: "¿Cómo podrá
ser esto, puesto que yo permanezco virgen?" El ángel le contestó:
"El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo
te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será
llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de
su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril,
porque no hay nada imposible para Dios". María contestó:
"Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que
me has dicho". Y el ángel se retiró de su presencia.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe favorablemente, Señor, la ofrenda que te presentamos en la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la santísima Virgen María, y concédenos que, así como profesamos que tu gracia la preservó de toda mancha de pecado, así también nosotros, por su intercesión, quedemos libres de toda culpa. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque preservaste a la santísima Virgen María de toda mancha
de pecado original, para preparar en ella, enriquecida con la plenitud de tu
gracia, una digna Madre para tu Hijo y significar el nacimiento de su Esposa,
la Iglesia, toda hermosa y sin mancha ni arruga.
Pues purísima debía ser la Virgen que diera a luz a tu Hijo, el
Cordero inocente que quita el pecado del mundo, y así a ella misma, para
bien de todos, la prepa-rabas como abogada para tu pueblo, modelo de gracia
y de santidad.
Por eso, unidos a los coros angélicos, te alabamos, proclamando con alegría:
Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Grandes cosas se cantan de ti, María, porque de ti ha nacido el sol de justicia, Cristo nuestro Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el sacramento que acabamos
de recibir, Señor Dios nuestro, repare en nosotros las consecuencias
de aquella culpa de la cual preservaste singularmente a la Virgen María
en su Inmaculada Concepción. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne.
II DE ADVIENTO
Santos: San Juan Diego Cuauhtlatoatzin, laico; Pedro Fournier, fundador; Leocadia de Toledo, mártir. Memoria (Blanco)
UN PASTOR QUE APACIENTA
Is 40, 1-11; Mt 18, 12-14
De corderos, ovejas y un pastor eficiente y amoroso, nos hablan las dos lecturas. Isaías no esconde ninguna pista para descifrar el mensaje: Dios viene como pastor a cuidar su rebaño, dispone de la fuerza y el amor suficiente para cuidar tiernamente a las ovejas. Quien haya visto a un pastor experimentado cuidando su rebaño, podrá evocar la confianza tangible que se crea entre ambos. Atinadamente se ha comparado la acción de Dios con el oficio del pastoreo. La parábola evangélica de la oveja perdida pone el énfasis donde conviene: Jesús opta y elige con amor preferente a las personas débiles y vulnerables. Quienes viven algún tipo de confusión, quienes han sido lastimados por el abuso y la prepotencia de los fuertes, quienes han sido heridos por la violencia de lobos rapaces, son objeto del cuidado amoroso de Jesús, que no quiere perder a ninguno de los suyos.
ANTÍFONA DE ENTRADA Is 52, 7
Qué hermoso es ver correr sobre los montes al mensajero que anuncia la paz, que trae buenas noticias, que anuncia la salvación.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que, por medio del bienaventurado Juan Diego, manifestaste a tu pueblo el amor de la santísima Virgen María, concédenos, por su intercesión, que, obedientes a las recomendaciones de nuestra Madre de Guadalupe, podamos cumplir siempre tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Dios consuela a su pueblo.
Del libro del profeta Isaías: 40, 1-11
"Consuelen, consuelen
a mi pueblo, dice nuestro Dios. Hablen al corazón de Jerusalén
y díganle a gritos que ya terminó el tiempo de su servidumbre
y que ya ha satisfecho por sus iniquidades, porque ya ha recibido de manos del
Señor castigo doble por todos sus pecados".
Una voz clama: "Preparen el camino del Señor en el desierto, construyan
en el páramo una calzada para nuestro Dios. Que todo valle se eleve,
que todo monte y colina se rebajen; que lo torcido se enderece y lo escabroso
se allane. Entonces se revelará la gloria del Señor y todos los
hombres la verán". Así ha hablado la boca del Señor.
Una voz dice: "¡Griten!", y yo le respondo: "¿Qué
debo gritar?". "Todo hombre es como la hierba y su grandeza es como
flor del campo. Se seca la hierba y la flor se marchita, pero la palabra de
nuestro Dios permanece para siempre".
Sube a lo alto del monte, mensajero de buenas nuevas para Sión; alza
con fuerza la voz, tú que anuncias noticias alegres a Jerusalén.
Alza la voz y no temas; anuncia a los ciudadanos de Judá: "Aquí
está su Dios. Aquí llega el Señor, lleno de poder, el que
con su brazo lo domina todo. El premio de su victoria lo acompaña y sus
trofeos lo anteceden. Como pastor apacentará a su rebaño; llevará
en sus brazos a los corderitos recién nacidos y atenderá solícito
a sus madres". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 95 R/.
Ya viene el Señor a renovar el mundo.
Cantemos al Señor un nuevo canto, que le cante al Señor toda la
tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo, proclamemos su amor
día tras día. R/.
Su grandeza anunciemos a los pueblos; de nación en nación, sus
maravillas. "Reina el Señor", digamos a los pueblos, gobierna
a las naciones con justicia. R/.
Alégrense los cielos y la tierra, retumbe el mar y el mundo submarino.
Salten de gozo el campo y cuanto encierra, manifiesten los bosques regocijo.
R/.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe.
Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones.
R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Ya está cerca el día del Señor. Ya viene el Señor
a salvarnos. R/.
Dios no quiere que se pierda ni uno solo de los pequeños.
Del santo Evangelio según san Mateo: 18, 12-14
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿acaso no deja las noventa y nueve en los montes, y se va a buscar a la que se le perdió? Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella que por las noventa y nueve que no se le perdieron. De igual modo, el Padre celestial no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños".Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios y Padre nuestro, que el sacrificio que vamos a ofrecerte, en memoria de tu siervo san Juan Diego, sea agradable en tu presencia como la ofrenda de su humilde y sencilla fe, para alabanza y gloria de tu nombre y para la salvación del mundo entero. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 25, 40
Yo les aseguro que todo lo que hicieron con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicieron, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre celestial, te damos gracias por este memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo que hemos celebrado; concédenos, por intercesión de san Juan Diego, que, bajo la protección de la Virgen María, nos mantengamos siempre unidos en una fe sincera y en una ardiente caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
II DE ADVIENTO
Nuestra Señora de Loreto
Santos: Eulalia de Barcelona, mártir. Beato Gregorio III, Papa. Feria Morado
RECETAS PARA LA GENTE CANSADA
Is 40, 25-31, Mt 11, 28-30
La finura psicológica del profeta Isaías le permite apreciar la profunda diferencia entre una persona desesperanzada y una llena de esperanza. Los desterrados habían agotado sus reservas de esperanza, se quejaban de que Dios los había abandonado; la espera les había resultado demasiado prolongada. Isaías tenía otra opinión. Dios estaba animoso, y sus planes insondables no eran evidentes a la inteligencia humana. Sin embargo, una certeza sí que estaba clara: quienes se abrieran a la esperanza renovarían el ánimo y podrían recomenzar sus proyectos en dirección a la tierra de Israel. En el Evangelio de san Mateo, Jesús proclama a los cuatro vientos el mismo mensaje: la gente desmotivada que llevaba años soportando cargas pesadas podría acercarse en busca de descanso. Jesús ofrecía un camino de seguridad y reposo. Sus exigencias eran realizables y garantizaban la paz interior. A diferencias de otros yugos, el de Jesús, era ligero.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Ha 2, 3; 1 Co 4, 5
Ven, Señor, y no tardes; ilumina lo que esconden las tinieblas y manifiéstate a todas las naciones.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso, que nos mandas preparar el camino a Cristo el Señor, concede, benigno, que ninguna debilidad nos haga desfallecer, pues nos conforta el médico celestial con su consoladora presencia. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El Señor da vigor al fatigado.
Del libro del profeta Isaías: 40, 25-31
"¿Con quién
me van a comparar, que pueda igualarse a mí?", dice el Dios de Israel.
Alcen los ojos a lo alto y díganme quién ha creado todos aquellos
astros. Él es quien cuenta y despliega su ejército de estrellas
y a cada una la llama por su nombre; tanta es su omnipotencia y tan grande su
vigor, que ninguna de ellas desoye su llamado.
¿Por qué dices tú, Jacob, y lo repites tú, Israel:
"Mi suerte se le oculta al Señor y mi causa no le preocupa a mi
Dios"? ¿Es que no lo has oído? Desde siempre el Señor
es Dios, creador aun de los últimos rincones de la tierra. Él
no se cansa ni se fatiga y su inteligencia es insondable.
Él da vigor al fatigado y al que no tiene fuerzas, energía. Hasta
los jóvenes se cansan y se rinden, los más valientes tropiezan
y caen; pero aquellos que ponen su esperanza en el Señor, renuevan sus
fuerzas; les nacen alas como de águila, corren y no se cansan, caminan
y no se fatigan.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 102 R/.
Bendice al Señor, alma mía.
Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga su
santo nombre. Bendice al Señor, alma mía, y no te olvides de sus
beneficios. R/.
Él perdona tus pecados y cura tus enfermedades; él rescata tu
vida del sepulcro y te colma de amor y de ternura. R/.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso
para perdonar. No nos trata como merecen nuestras culpas, ni nos paga según
nuestros pecados. R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Ya viene el Señor para salvar a su pueblo. Dichosos los que estén
preparados para salir a su encuentro. R/.
Vengan a mí, todos los que están fatigados.
Del santo Evangelio según san Mateo: 11, 28-30
En aquel tiempo, Jesús dijo: "Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo les daré alivio. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga, ligera". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que este sacrificio, Señor, que te ofrecemos con devoción, nunca deje de realizarse, para que cumpla el designio que encierra tan santo misterio y obre eficazmente en nosotros tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I o III de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Is 40, 10; 35, 5
El Señor vendrá con gran poder e iluminará los ojos de sus siervos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Imploramos, Señor, tu misericordia, para que es-tos divinos auxilios nos preparen, purificados de nuestros pecados, para celebrar las fiestas venideras. Por Jesucristo, nuestro Señor.
II DE ADVIENTO
Santos: Dámaso, Papa; Maravillas de Jesús, religiosa. Beato Jerónimo de San Ángelo, religioso. Feria Morado
LA SED Y EL AGUA
Is 41, 13-20, Mt 11, 11-15
Los ríos, manantiales y estanques que harán florecer las estepas no son puro adorno literario ni mero simbolismo para hablar de una salvación en abstracto. Dios ofrece lo que el pueblo más necesita. Para unos viajeros que emprenderían un viaje de regreso, que según Esdras implicaría cinco meses, no era fácil iniciarlo sin contar con la certeza de que encontrarían abasto de agua. Isaías anima a sus contemporáneos a repatriarse, asegurándoles que aquel proyecto contaría con el aval del Señor, que marcharía junto a su pueblo para auxiliarlo. Juan Bautista es cubierto de elogios por el Señor Jesús en el Evangelio. El profeta del Jordán es una especie de eslabón entre el tiempo de las promesas y la llegada del Reino. Como todos los profetas de Israel, el último también padeció rechazo y violencia. Su misión quedó cumplida, cuando Israel recibió la voz de alerta: el Reino estaba a las puertas, convenía cambiar la mentalidad.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 118, 151-152
Tú estás cerca, Señor, y todos tus caminos son rectos. Desde el principio comprendí que tu alianza la estableciste para siempre.
ORACIÓN COLECTA
Despierta, Señor, nuestros corazones para que preparemos los caminos de tu Unigénito, de modo que merezcamos, por su venida, poder servirte con renovado espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Yo soy tu redentor, el Dios de Israel.
Del libro del profeta Isaías: 41, 13-20
"Yo, el Señor,
te tengo asido por la diestra y yo mismo soy el que te ayuda. No temas, gusanito
de Jacob, oruga de Israel, que soy yo, dice el Señor, el que te ayuda;
tu redentor es el Dios de Israel. Mira: te he convertido en rastrillo nuevo
de dientes dobles; triturarás y pulverizarás los montes, convertirás
en paja menuda las colinas. Las aventarás y se irán con el viento
y el torbellino las dispersará. Tú, en cambio, te regocijarás
en el Señor, te gloriarás en el Dios de Israel.
Los miserables y los pobres buscan agua, pero es en vano; tienen la lengua reseca
por la sed. Pero yo, el Señor, les daré una respuesta; yo, el
Dios de Israel, no los abandonaré. Haré que broten ríos
en las cumbres áridas y fuentes en medio de los valles; transformaré
el desierto en estanque y el yermo, en manantiales.
Pondré en el desierto cedros, acacias, mirtos y olivos; plantaré
juncos en la estepa, cipreses, oyameles y olmos; para que todos vean y conozcan,
adviertan y entiendan de una vez por todas, que es la mano del Señor
la que hace esto, que es el Señor de Israel quien lo crea". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 144 R/.
Bueno es el Señor para con todos.
Dios y rey mío, yo te alabaré, bendeciré tu nombre siempre
y para siempre. Bueno es el Señor para con todos y su amor se extiende
a todas sus creaturas. R/.
Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan.
Que proclamen la gloria de tu reino y den a conocer tus maravillas. R/.
Que muestren a los hombres tus proezas, el esplendor y la gloria de tu reino.
Tu reino, Señor, es para siempre y tu imperio, por todas las generaciones.
R/.
ACLAMACIÓN
Cfr. Is 45, 8 R/. Aleluya, aleluya.
Dejen, cielos, caer su rocío y que las nubes lluevan al Justo; que la
tierra se abra y haga germinar al Salvador. R/.
No ha habido ninguno más grande que Juan el Bautista.
Del santo Evangelio según san Mateo: 11, 11-15
En aquel tiempo, Jesús dijo a la gente: "Yo les aseguro que no ha surgido entre los hijos de una mujer ninguno más grande que Juan el Bautista. Sin embargo, el más pequeño en el Reino de los cielos, es todavía más grande que él. Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los cielos exige esfuerzo, y los esforzados lo conquistarán. Porque todos los profetas y la ley profetizaron, hasta Juan; y si quieren creerlo, él es Elías, el que habría de venir. El que tenga oídos que oiga". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, estos dones que te ofrecemos, tomados de los mismos bienes que nos has dado, y haz que lo que nos das en el tiempo presente para aumento de nuestra devoción, se convierta para nosotros en prenda de tu redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I o III de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Tt 2, 12-13
Vivamos ya desde ahora de una manera sobria, justa y fiel, en espera de la gloriosa venida del gran Dios y Salvador.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Señor, que nos aprovechen los misterios en que hemos participado, mediante los cuales, mientras caminamos en medio de las cosas pasajeras, nos inclinas ya desde ahora a anhelar las realidades celestiales y a poner nuestro apoyo en las que han de durar para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE
Santos: Corentino de Quimper, obispo, Simón Hua de Vietnam, mártir. Solemnidad Blanco.
LA MADRE DE MI SEÑOR
Is 7,10-14. Si 24, 23-31; Gal 4,4-7; Lc 1,39-48
Isabel no salía de su perplejidad cuando recibió la visita de María. La presencia del Espíritu alertó a Isabel y reconoció la novedad y trascendencia de aquella visita. No eran frases de pura cortesía, sino verdaderas confesiones de fe. Isabel se habría sentido tan pequeña como se sintió Juan Diego ante la Señora del Tepeyac. El habitante de Cuautitlán se reconocía gente menuda, cola y escalerilla, e incapaz de ser convertido en portavoz de un mensaje para el arzobispo de México. La clave para despejar el enigma la encontramos en el comienzo del himno que entona la madre del Señor: Dios se fija en las personas sencillas para cumplir sus proyectos. Lo explicaría acertadamente san Pablo: Dios elige lo plebeyo del mundo para humillar a los fuertes, de manera que ningún mortal pueda gloriarse delante del Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Ap 12, 1
Una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios, Padre de misericordia, que has puesto a este pueblo tuyo bajo la especial protección de la siempre Virgen María de Guadalupe, Madre de tu Hijo, concédenos, por su intercesión, profundizar en nuestra fe y buscar el progreso de nuestra patria por caminos de justicia y de paz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
He aquí que la virgen concebirá.
Del libro del profeta Isaías: 7, 10-14
En aquellos tiempos, el
Señor le habló a Ajaz diciendo: "Pide al Señor, tu
Dios, una señal de abajo, en lo profundo, o de arriba, en lo alto".
Contestó Ajaz: "No la pediré. No tentaré al Señor".
Entonces dijo Isaías: "Oye, pues, casa de David: ¿No satisfechos
con cansar a los hombres, quieren cansar también a mi Dios? Pues bien,
el Señor mismo les dará por eso una señal: He aquí
que la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán
el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros".Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
O bien:
Yo soy la madre del amor. Vengan a mí, los que me aman.
Del libro del Sirácide (Eclesiástico): 24, 23-31
Yo soy como una vid de fragantes hojas y mis flores son producto de
gloria y de riqueza. Yo soy la madre del amor, del temor, del conocimiento y
de la santa esperanza. En mí está toda la gracia del camino y
de la verdad, toda esperanza de vida y de virtud. Vengan a mí, ustedes,
los que me aman y aliméntense de mis frutos. Porque mis palabras son
más dulces que la miel y mi heredad, mejor que los panales. Los que me
coman seguirán teniendo hambre de mí, los que me beban seguirán
teniendo sed de mí; los que me escuchan no tendrán de qué
avergonzarse y los que se dejan guiar por mí no pecarán. Los que
me honran tendrán una vida eterna. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 66 R/.
Que te alaben, Señor, todos los pueblos.
Ten piedad de nosotros y bendícenos; vuelve, Señor, tus ojos a
nosotros. Que conozca la tierra tu bondad y los pueblos tu obra salvadora. R/.
Las naciones con júbilo te canten, porque juzgas al mundo con justicia;
con equidad tú juzgas a los pueblos y riges en la tierra a las naciones.
R/.
Que te alaben, Señor, todos los pueblos, que los pueblos te aclamen todos
juntos. Que nos bendiga Dios y que le rinda honor el mundo entero. R/.
Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer.
De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 4, 4-7
Hermanos: Al llegar la plenitud
de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo
la ley, para rescatar a los que estábamos bajo la ley, a fin de hacernos
hijos suyos.
Puesto que ya son ustedes hijos, Dios envió a sus corazones el Espíritu
de su Hijo, que dama: "¡Abbá!", es decir, ¡Padre!
Así que ya no eres siervo, sino hijo; y siendo hijo, eres también
heredero por voluntad de Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Lc 1, 47) R/. Aleluya, aleluya.
Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo
en Dios, mi salvador. R/.
Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre.
Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 39-48
En aquellos días,
María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas
de Judea, y entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel.
En cuanto ésta oyó el saludo de María, la criatura saltó
en su seno.
Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la
voz, exclamó: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito
el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi
Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos,
el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído,
porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor".
Entonces dijo María: "Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu
se llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad
de su esclava".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos en esta solemnidad de nuestra Señora de Guadalupe, y haz que este sacrificio nos dé fuerza para cumplir tus mandamientos, como verdaderos hijos de la Virgen María. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque en tu inmensa bondad has querido que la Madre de tu Hijo, bajo el título
de Guadalupe, fuera especial Madre nuestra, refugio y Señora, presencia
viva en la historia de este pueblo tuyo.
Ella, mensajera de tu verdad y signo materno de tu amor, nos brindó compasión,
auxilio y defensa, y hoy nos invita a reconciliarnos contigo y entre nosotros,
y a proclamar el Evangelio de tu Hijo, para hacer que florezcan en nuestras
tierras la fraternidad y la paz.
Por eso, con todos los ángeles y los santos, te alabamos, proclamando
sin cesar: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 147, 20
No ha hecho nada semejante con ningún otro pueblo; a ninguno le ha manifestado tan claramente su amor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que acabamos de recibir en este sacramento, nos ayuden, Señor, por intercesión de santa María de Guadalupe, a reconocernos y amarnos todos como verdaderos hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
II DE ADVIENTO
Santos: Lucía de Roma, mártir; Otilia u Odila de Alsacia, abadesa; Antíoco de Cerdeña, mártir.
Vísperas I del domingo: 3a semana del Salterio. Tomo I: pp. 770, 5-6 y 124. Para los fieles: pp. 642, 6-7 y 8. Edición popular: pp. 202 y 411. Memoria Rojo
LA VENIDA DE ELÍAS
Si 48,1-4. 9-11; Mt 17,10-13
Las dos lecturas se ocupan del profeta Elías desde distintos enfoques. El autor del Eclesiástico pondera con amplitud las acciones principales que este profeta realizara. Como hombre lleno de la presencia de Dios realizó señales que rescataron a la gente afligida de su desgracia; consoló a Israel en momentos de crisis y lo desafió a vivir en fidelidad a Dios en momentos de sincretismo religioso. Su figura se engrandeció y se esperaba su retorno para cumplir una misión a favor de la renovación de Israel. Los contemporáneos del Señor Jesús reconocieron los rasgos de su personalidad en la misión del Bautista. No había tiempo para seguir esperando, la misión del segundo Elías había concluido, los llamados y exhortaciones habían sido formulados. La decisión estaba en manos de sus oyentes, el testimonio había sido entregado, solamente faltaba acogerlo y actuar en consecuencia.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Dichosa aquella virgen que, negándose a sí misma y tomando su cruz, sigue al Señor, esposo de las vírgenes y príncipe de los mártires.
ORACIÓN COLECTA
Te rogamos, Señor, que nos ayude la gloriosa intercesión de santa Lucía, virgen y mártir, para que, quienes celebramos su fiesta en la tierra, podamos contemplar su gloria en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Elías volverá.
Del libro del Sirácide (Eclesiástico): 48, 1-4. 9-11
En aquel tiempo, surgió
Elías, un profeta de fuego; su palabra quemaba como una llama. El hizo
caer sobre los israelitas el hambre y con celo los diezmó. En el nombre
del Señor cerró las compuertas del cielo e hizo que descendiera
tres veces fuego de lo alto.
¡Qué glorioso eres, Elías, por tus prodigios! ¿Quién
puede jactarse de ser igual a ti? En un torbellino de llamas fuiste arrebatado
al cielo, sobre un carro tirado por caballos de fuego. Escrito está de
ti que volverás, cargado de amenazas, en el tiempo señalado, para
aplacar la cólera antes de que estalle, para hacer que el corazón
de los padres se vuelva hacia los hijos y congregar a las tribus de Israel.
Dichosos los que te vieron y murieron gozando de tu amistad; pero más
dichosos los que estén vivos cuando vuelvas. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 79 R/.
Ven, Señor, a salvarnos.
Escúchanos, pastor de Israel; tú que estás rodeado de querubines,
manifiéstate, despierta tu poder y ven a salvarnos. R/.
Señor, Dios de los ejércitos, vuelve tus ojos, mira tu viña
y visítala; protege la cepa plantada por tu mano, el renuevo que tú
mismo cultivaste. R/.
Que tu diestra defienda al que elegiste, al hombre que has fortalecido. Ya no
nos alejaremos de ti; consérvanos la vida y alabaremos tu poder. R/.
ACLAMACIÓN
(Lc 3, 4. 6) R/. Aleluya, aleluya.
Preparen el camino del Señor, hagan rectos sus senderos, y todos
los hombres verán la salvación de Dios. R/.
Elías ha venido ya, pero no lo reconocieron.
Del santo Evangelio según san Mateo: 17, 10-13
En aquel tiempo, los discípulos
le preguntaron a Jesús: "¿Por qué dicen los escribas
que primero tiene que venir Elías?"
Él les respondió: "Ciertamente Elías ha de venir y
lo pondrá todo en orden. Es más, yo les aseguro a ustedes que
Elías ha venido ya, pero no lo reconocieron e hicieron con él
cuanto les vino en gana. Del mismo modo, el Hijo del hombre va a padecer a manos
de ellos". Entonces entendieron los discípulos que les hablaba de
Juan el Bautista.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Señor, que los dones que te presentamos en la celebración de santa Lucía, por tu gracia, te sean agradables, así como te fue grato el combate de su martirio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Ap 7, 17
El Cordero, que está en el trono, los conducirá a las fuentes del agua de la vida.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor Dios, que coronaste entre los santos a la bienaventurada Lucía por la doble victoria de su virginidad y de su martirio, concédenos, por la eficacia de este sacramento, que, venciendo valerosamente todo mal, consigamos la gloria del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
III DOMINGO DE ADVIENTO
ESTO PASABA EN BETANIA
Is 61, 1-2. 10-11; 1 Ts 5,16-24; Jn 1,6-8. 19-28
La profecía de Isaías irradiaba optimismo en relación a la misión liberadora que iba a emprender. Su proyecto no nacería de su capricho o su temeridad. Había experimentado la fuerza del Espíritu en su vida y con esa confianza comenzaría a visitar a la gente afligida para llevarle esperanza y consuelo. El pasado no tendría que perpetuarse, Dios estaba dispuesto a terminar con el tiempo del luto y el llanto; había sonado la hora de la fiesta y el gozo. Los vestidos de gala saldrían otra vez a relucir, la esperanza se percibía por doquier. Juan Bautista también olfateó la brisa fresca de la salvación cuando vio aparecer al joven carpintero venido de Nazaret. No se enceló, ni se inconformó, ubicó su misión en relación con Jesús y se convirtió en su profeta y pregonero: todo lo pasado quedaría atrás; con la fuerza del Espíritu Jesús renovaría a Israel y reconciliaría a los hermanos separados por viejas rencillas.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Flp 4, 4. 5
Estén siempre alegres en el Señor, les repito, estén alegres. El Señor está cerca.
No se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que contemplas a tu pueblo esperando fervorosamente la fiesta del nacimiento de tu Hijo, concédenos poder alcanzar la dicha que nos trae la salvación y celebrarla siempre, con la solemnidad de nuestras ofrendas y con vivísima alegría. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Me alegro en el Señor con toda el alma.
Del libro del profeta Isaías: 61, 1-2. 10-11
El espíritu del Señor
está sobre mí, porque me ha ungido y me ha enviado para anunciar
la buena nueva a los pobres, a curar a los de corazón quebrantado, a
proclamar el perdón a los cautivos, la libertad a los prisioneros, y
a pregonar el año de gracia del Señor.
Me alegro en el Señor con toda el alma y me lleno de júbilo en
mi Dios, porque me revistió con vestiduras de salvación y me cubrió
con un manto de justicia, como el novio que se pone la corona, como la novia
que se adorna con sus joyas. Así como la tierra echa sus brotes y el
jardín hace germinar lo sembrado en él, así el Señor
hará brotar la justicia y la alabanza ante todas las naciones. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Lucas 1 R/. Mi espíritu se alegra en Dios, mi salvador.
Mi alma glorifica al Señor
y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque
puso los ojos en la humildad de su esclava. R/.
Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho
en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre, y su misericordia
llega de generación en generación a los que lo temen. R/.
A los hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió
sin nada. Acordándose de su misericordia, vino en ayuda de Israel, su
siervo. R/.
Conservémonos irreprochables en cuerpo y alma hasta la llegada del Señor.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 5, 16-24
Hermanos: Vivan siempre alegres, oren sin cesar, den gracias en toda ocasión,
pues esto es lo que Dios quiere de ustedes en Cristo Jesús. No impidan
la acción del Espíritu Santo, ni desprecien el don de profecía;
pero sométanlo todo a prueba y quédense con lo bueno. Absténganse
de toda clase de mal. Que el Dios de la paz los santifique a ustedes en todo
y que todo su ser, espíritu, alma y cuerpo, se conserve irreprochable
hasta la llegada de nuestro Señor Jesucristo. El que los ha llamado es
fiel y cumplirá su promesa.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
Is 61, 1 (cit. en Lc 4, 18) R/. Aleluya, aleluya.
El Espíritu del Señor está sobre mí. Me
ha enviado para anunciar la buena nueva a los pobres. R/.
En medio de ustedes hay uno al que ustedes no conocen.
Del santo Evangelio según san Juan: 1, 6-8. 19-28
Hubo un hombre enviado por
Dios, que se llamaba Juan. Éste vino como testigo, para dar testimonio
de la luz, para que todos creyeran por medio de él. Él no era
la luz, sino testigo de la luz.
Éste es el testimonio que dio Juan el Bautista, cuando los judíos
enviaron desde Jerusalén a unos sacerdotes y levitas para preguntarle:
"¿Quién eres tú?".
Él reconoció y no negó quién era. El afirmó:
"Yo no soy el Mesías". De nuevo le preguntaron: "¿Quién
eres, pues? ¿Eres Elías?" Él les respondió:
"No lo soy". "¿Eres el profeta?". Respondió:
"No". Le dijeron: "Entonces dinos quién eres, para poder
llevar una respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti
mismo?" Juan les contestó: "Yo soy la voz que grita en el desierto:
'Enderecen el camino del Señor', como anunció el profeta Isaías".
Los enviados, que pertenecían a la secta de los fariseos, le preguntaron:
"Entonces ¿Por qué bautizas, si no eres el Mesías,
ni Elías, ni el profeta?". Juan les respondió: "Yo bautizo
con agua, pero en medio de ustedes hay uno, al que ustedes no conocen, alguien
que viene detrás de mí, a quien yo no soy digno de desatarle las
correas de sus sandalias". Esto sucedió en Betania, en la otra orilla
del Jordán, donde Juan bautizaba.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos a Jesús,
luz y esperanza de la humanidad entera. Después de cada petición
diremos: Ven, Señor Jesús.
Para que toda la Iglesia, todos los cristianos, sepamos renovarnos para
recibir al Señor que viene a nosotros. Oremos.
Para que en el mundo crezca la justicia y la riqueza no quede en manos de unos
pocos, sino que llegue a todos, como es querido por Dios. Oremos.
Para que los padres y madres sean siempre para sus hijos ejemplo de amor mutuo,
de generosidad con los pobres y de fe en Jesús. Oremos.
Para que en todas las circunstancias de la vida, pase lo que pase, no dejemos
nunca de confiar en el Señor. Oremos.
Ven, Señor, tú que traes la paz y la alegría al mundo.
Ven a salvarnos, tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que este sacrificio, Señor, que te ofrecemos con devoción, nunca deje de realizarse, para que cumpla el designio que encierra tan santo misterio y obre eficazmente en nosotros tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I o III de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Is 35, 4
Digan a los cobardes: "¡Ánimo, no teman!; miren a su Dios: viene en persona a salvarlos".
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Imploramos, Señor, tu misericordia, para que estos divinos auxilios nos preparen, purificados de nuestros pecados, para celebrar las fiestas venideras. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Cuando las cifras del INEGI documentan la desigualdad en el ingreso (el 10 % más próspero gana 31 veces más que el 10% menos favorecido), el incremento en la frecuencia de las extorsiones y los secuestros no parece dar mucho resquicio para echar las campanas al vuelo. Los profetas de Israel deletreaban las señales de esperanza y procuraban mantener activo y comprometido a Israel. En nuestros días, la razón parece orillamos al pesimismo, aunque la voluntad nos incite al optimismo. No podemos resignarnos ni darnos por vencidos por más oscuro que parezca el futuro inmediato. Los creyentes sabemos que no estamos solos. La presencia de Jesús resucitado conduce la historia hacia la plenitud, por más lento que nos parezca. La lentitud no proviene de su desinterés o descuido, sino de la apatía y la indiferencia de sus seguidores, que nos hemos refugiado en nuestros particulares intereses y hemos desatendido nuestro compromiso con la comunidad.
III DE ADVIENTO
EL HOMBRE DE OJOS PERFECTOS
Nm 24, 2-7. 15-17; Mt 21, 23-27
Balaán había sido contratado para maldecir a Israel que subía del desierto hacia la tierra de Canaán. Como era un profeta del Señor no pronunciaría sino aquello que él le indicara. Por esa razón “el hombre de ojos perfectos" no se dejó intimidar y proclamó el ascenso creciente de los hijos de Jacob a través de imágenes tomadas del mundo pastoril: jardines exuberantes, cedros y estanques de agua. En el Evangelio de san Mateo encontramos que otro hijo de Israel asciende a Jerusalén, ingresa en el templo y desmonta el tráfico de animales y monedas que sostenía un culto simulado y engañoso. El Señor Jesús tampoco se dejó intimidar por sus inquisidores y al igual que Balaán, procedió con la soberana libertad, que solamente muestran las personas que se dejan guiar por el Espíritu de Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Jr 31, 10; Is 35, 4
Escuchen, pueblos, la palabra del Señor y anúncienla en todos los rincones de la tierra: He aquí que vendrá nuestro Salvador, ya no tengan miedo.
ORACIÓN COLECTA
Atiende con piedad, Señor, nuestras súplicas, e ilumina las tinieblas de nuestro corazón con la gracia de la visita de tu Hijo. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
De Jacob se levanta una estrella.
Del libro de los Números: 24, 2-7. 15-17
En aquellos días,
Balaam levantó los ojos y divisó a Israel acampado por tribus.
Entonces el espíritu del Señor vino sobre él y pronunció
este oráculo:
"Oráculo de Balaam, hijo de Beor, palabra del varón de ojos
penetrantes; oráculo del que escucha la palabra de Dios y contempla en
éxtasis, con los ojos abiertos, la visión del Todopoderoso.
Qué bellas son tus tiendas, Jacob, y tus moradas, Israel. Son como extensos
valles, como jardines junto al río, como áloes que plantó
el Señor, como cedros junto a la corriente. De su descendencia nace un
héroe que domina sobre pueblos numerosos".
Y de nuevo dijo: "Oráculo de Balaam, hijo de Beor, palabra del varón
de ojos penetrantes, oráculo del que escucha la palabra de Dios y conoce
la ciencia del Altísimo y contempla en éxtasis, con los ojos abiertos,
la visión del Todopoderoso. Yo lo veo, pero no en el presente; yo lo
contemplo, pero no cercano: de Jacob se levanta una estrella y un cetro surge
de Israel". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 24 R/.
Descúbrenos, Señor, tus caminos.
Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la
verdad de tu doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en ti
nuestra esperanza. R/.
Acuérdate, Señor, que son eternos tu amor y tu ternura. Según
ese amor y esa ternura, acuérdate de nosotros. R/.
Porque el Señor es recto y bondadoso, indica a los pecadores el sendero,
guía por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus caminos.
R/.
ACLAMACIÓN
Sal 84, 8 R/. Aleluya, aleluya.
Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.
R/.
¿El bautismo de Juan venía del cielo o de la tierra?
Del santo Evangelio según san Mateo: 21, 23-27
En aquellos días,
mientras Jesús enseñaba en el templo, se le acercaron los sumos
sacerdotes y los ancianos del pueblo y le preguntaron: "¿Con qué
derecho haces todas estas cosas? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?"
Jesús les respondió: "Yo también les voy a hacer una
pregunta, y si me la responden, les diré con qué autoridad hago
lo que hago: ¿De dónde venía el bautismo de Juan, del cielo
o de la tierra?"
Ellos pensaron para sus adentros: "Si decimos que del cielo, él
nos va a decir: 'Entonces, ¿por qué no le creyeron?' Si decimos
que de los hombres, se nos va a echar encima el pueblo, porque todos tienen
a Juan por un profeta". Entonces respondieron: "No lo sabemos".
Jesús les replicó: "Pues tampoco yo les digo con qué
autoridad hago lo que hago".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, estos dones que te ofrecemos, tomados de los mismos bienes
que nos has dado, y haz que lo que nos das en el tiempo presente para aumento
de nuestra devoción, se convierta para nosotros en prenda de tu redención
eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I o III de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 105, 4-5; Is 38, 3
Ven, Señor, a visitarnos con tu paz, para que nos alegremos delante de ti, de todo corazón.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Señor, que nos aprovechen los misterios en que hemos participado, mediante los cuales, mientras caminamos en medio de las cosas pasajeras, nos inclinas ya desde ahora a anhelar las realidades celestiales y a poner nuestro apoyo en las que han de durar para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
III DE ADVIENTO
UN RESTO DE ISRAEL
So 3,1-2. 9-13; Mt 21,28-32
De alguna manera podemos vincular las dos lecturas. El profeta Sofonías comienza denunciando las atrocidades de una ciudad rebelde, donde jueces, sacerdotes y profetas practican la injusticia. Si los dirigentes se desentienden de su misión es obvio que la mayoría del pueblo a su cargo, terminará confundida, llamando mal al bien y viceversa. En esas situaciones de gran decadencia no tiene sentido entregarse al desencanto. La historia es maestra de vida y nos confirma que la gente lúcida y sensata suele ser la minoría. Para los profetas basta con que se preserve un resto de gente honesta y humilde ante Dios, para mantener viva la esperanza. El relato parabólico de San Mateo reduce el problema a un par de hermanos: uno necio y otro sensato. Quien procede con sensatez, reconoce su rebeldía y obra en consecuencia. Para Jesús, las prostitutas y los recaudadores se habían convertido en el resto que sería fiel al llamado del Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Za 14, 5. 7
Vendrá el Señor, mi Dios, y con él, todos sus santos; y brillará en aquel día una gran luz.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que por gracia de tu Unigénito nos convertiste en una nueva creatura, contempla benignamente la obra de tu misericordia y, por la venida de tu Hijo, purifícanos de toda mancha de pecado. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Se promete a todos los pobres la salvación por medio del Mesías.
Del libro del profeta Sofonías: 3, 1-2. 9-13
"¡Ay de la ciudad
rebelde y contaminada, de la ciudad potente y opresora! No ha escuchado la voz,
ni ha aceptado la corrección. No ha confiado en el Señor, ni se
ha vuelto hacia su Dios.
Pero hacia el fin daré otra vez a los pueblos labios puros, para que
todos invoquen el nombre del Señor y lo sirvan todos bajo el mismo yugo.
Desde más allá de los ríos de Etiopía, hasta las
últimas regiones del norte, los que me sirven me traerán ofrendas.
Aquel día no sentirás ya vergüenza de haberme sido infiel,
porque entonces yo quitaré de en medio de ti a los orgullosos y engreídos,
y tú no volverás a ensoberbecerte en mi monte santo.
Aquel día, dice el Señor, yo dejaré en medio de ti, pueblo
mío, un puñado de gente pobre y humilde. Este resto de Israel
confiará en el nombre del Señor. No cometerá maldades ni
dirá mentiras; no se hallará en su boca una lengua embustera.
Permanecerán tranquilos y descansarán sin que nadie los moleste".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 33 R/.
El Señor escucha el clamor de los pobres.
Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de
alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor, que se alegre su pueblo al
escucharlo. R/.
Confía en el Señor y saltarás de gusto, jamás te
sentirás decepcionado, porque el Señor escucha el clamor de los
pobres y los libra de todas sus angustias. R/.
En contra del malvado está el Señor, para borrar de la tierra
su recuerdo. Escucha, en cambio, al hombre justo y lo libra de todas sus congojas.
R/.
El Señor no está lejos de sus fieles y levanta a las almas abatidas.
Salva el Señor la vida de sus siervos; no morirán quienes en él
esperan. R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Ven, Señor, no te tardes; ven a perdonar los delitos de tu pueblo. R/.
Vino Juan y los pecadores sí le creyeron.
Del santo Evangelio según san Mateo: 21, 28-32
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: "¿Qué
opinan de esto?
Un hombre que tenía dos hijos fue a ver al primero y le ordenó:
'Hijo, ve a trabajar hoy en la viña'. Él le contestó: 'Ya
voy, señor', pero no fue. El padre se dirigió al segundo y le
dijo lo mismo. Éste le respondió: `No quiero ir', pero se arrepintió
y fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?" Ellos
le respondieron: "El segundo".
Entonces Jesús les dijo: "Yo les aseguro que los publicanos y las
prostitutas se les han adelantado en el camino del Reino de Dios. Porque vino
a ustedes Juan, predicó el camino de la justicia y no le creyeron; en
cambio, los publicanos y las prostitutas sí le creyeron; ustedes, ni
siquiera después de haber visto, se han arrepentido ni han creído
en él".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sean agradables, Señor, nuestras humildes súplicas y ofrendas,
y puesto que no tenemos merecimientos en qué apoyarnos, socórranos
el poderoso auxilio de tu benevolencia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I o III de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. 2 Tm 4, 8
El Señor, justo juez, dará la corona merecida a todos los que esperan con amor su venida gloriosa.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Saciados por el alimento que nutre nuestro espíritu, te rogamos, Señor, que, por nuestra participación en estos misterios, nos enseñes a valorar sabiamente las cosas de la tierra y a poner nuestro corazón en las del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
III DE ADVIENTO
Santos: Juan de Mata, fundador; José Mayanet y Vives fundador: Maximino de Micy. Abad. Feria Morado.
LOS HIJOS DE JACOB
Gn 49,2.8-10; Mt 1,1-17 La disparidad de promesas y bendiciones que Jacob dirige a sus hijos, permiten corroborar que las relaciones entre los miembros de una familia nunca resultan sencillas. Los privilegios, los abusos y las preferencias parecen inevitables por más cautelas que se tomen. La preferencia por Judá es patente y manifiesta: no se apartará de Judá el cetro. La extensa genealogía de Jesús que nos presenta el Evangelio de san Mateo sirve para enraizarlo en la descendencia de Abrahán, haciéndolo heredero de las promesas. En esta lista sobresalen dos detalles en particular, por un lado la conexión de Jesús con la monarquía de Judá, con lo cual se reivindica su condición mesiánica y por el otro lado, la inclusión de cinco mujeres que por caminos extraños contribuyeron al nacimiento de un hijo de Israel. La salvación no es un beneficio personal, sino un don que cubre las esperanzas de una comunidad más amplia. Dios viene a salvar a su pueblo.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Is 49, 13
Alégrense los cielos y regocíjese la tierra, porque vendrá el Señor y tendrá compasión de sus pobres.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, creador y redentor del género humano, que quisiste que tu Palabra se encarnara en el seno purísimo de la siempre virgen María, atiende, propicio, a nuestras súplicas, y haz que tu Unigénito, revestido de nuestra humanidad, se digne hacernos partícipes de su vida divina. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
No se apartará de Judá el cetro.
Del libro del Génesis: 49, 2. 8-10
En aquellos días,
Jacob llamó a sus hijos y les habló así: "Acérquense
y escúchenme, hijos de Jacob; escuchen a su padre, Israel. A ti, Judá,
te alabarán tus hermanos; pondrás la mano sobre la cabeza de tus
enemigos; se postrarán ante ti los hijos de tu padre.
Cachorro de león eres, Judá: has vuelto de matar la presa, hijo
mío, y te has echado a reposar, como un león. ¿Quién
se atreverá a provocarte?
No se apartará de Judá el cetro, ni de sus descendientes, el bastón
de mando, hasta que venga aquel a quien pertenece y a quien los pueblos le deben
obediencia". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 71 R/.
Ven, Señor, rey de justicia y de paz.
Comunica, Señor, al rey tu juicio, y tu justicia al que es hijo de reyes;
así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá
a tu pueblo justamente. R/.
Justicia y paz ofrecerán al pueblo las colinas y los montes. El rey hará
justicia al oprimido y salvará a los hijos de los pobres. R/.
Florecerá en sus días la justicia y reinará la paz, era
tras era. De mar a mar se extenderá su reino y de un extremo al otro
de la tierra. R/.
Que bendigan al Señor eternamente, y tanto como el sol, viva su nombre.
Que él sea la bendición del mundo entero y lo aclamen dichoso
las naciones. R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Sabiduría del Altísimo, que dispones todas las cosas con fortaleza
y con suavidad, ven a enseñarnos el camino de la vida. R/.
Genealogía de Jesucristo, hijo de David.
Del santo Evangelio según san Mateo: 1, 1-17
Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham engendró
a Isaac, Isaac a Jacob, Jacob a Judá y a sus hermanos; Judá engendró
de Tamar a Fares y a Zará; Fares a Esrom, Esrom a Aram, Aram a Aminadab,
Aminadab a Naasón, Naasón a Salmón, Salmón engendró
de Rajab a Booz; Booz engendró de Rut a Obed, Obed a Jesé, y Jesé
al rey David.
David engendró de la mujer de Urías a Salomón, Salomón
a Roboam, Roboam a Abiá, Abiá a Asaf, Asaf a Josafat, Josafat
a Joram, Joram a Ozías, Ozías a Joatam, Joatam a Acaz, Acaz a
Ezequías, Ezequías a Manasés, Manasés a Amón,
Amón a Josías, Josías engendró a Jeconías
y a sus hermanos durante el destierro en Babilonia.
Después del destierro en Babilonia, Jeconías engendró a
Salatiel, Salatiel a Zorobabel, Zorobabel a Abiud, Abiud a Eliaquim, Eliaquim
a Azor, Azor a Sadoc, Sadoc a Aquim, Aquim a Eliud, Eliud a Eleazar, Eleazar
a Matán, Matán a Jacob, y Jacob engendró a José,
el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.
De modo que el total de generaciones, desde Abraham hasta David, es de catorce;
desde David hasta la deportación a Babilonia, es de catorce, y desde
la deportación a Babilonia hasta Cristo, es de catorce.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, estos dones de tu Iglesia y concédenos que, por estos venerables misterios, merezcamos ser plenamente reanimados por este pan celestial. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio II o IV de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Ag 2, 7
Miren que vendrá el deseado de todas las naciones, y la casa del Señor se llenará de gloria.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Dios todopoderoso, que, saciados ya por estos sagrados dones, hagamos nuestro el anhelo de resplandecer, encendidos en la luz de tu Espíritu, como estrellas luminosas, ante la mirada de tu Hijo Jesucristo, que ya viene a nosotros. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
III DE ADVIENTO
Santos: Malaquías, profeta; Gaciano (Graziano) de Tours, obispo; Winebaldo de Eichstat, abad. Feria Morado
SEÑOR, JUSTICIA NUESTRA
Jr 23,5-8; Mt 1,18-24
Cuando Jeremías pronunció este oráculo, la dinastía de David era un recuerdo infausto. Los últimos reyes habían actuado tan torpemente que habían precipitado la ruina de Jerusalén; en lugar de velar por el bienestar del pueblo, realizaron alianzas nefastas con sus vecinos y terminaron en la ruina. No confiaron en Dios y se entregaron en manos de los reyes vecinos. La esperanza de un heredero sensato de David no se desvanecía, antes bien se afianzaba. Dios sería fiel a sus promesas. Cuando los profetas cristianos miraron retrospectivamente los orígenes de Jesús revisaron estos oráculos, redescubrieron la filiación davídica de Jesús y lo confesaron como el verdadero Emmanuel, es decir, como la presencia eficaz y amorosa de Dios en medio de su pueblo. El nombre del recién nacido será su misión y tarea: salvador de sus hermanos, artífice del perdón y la reconciliación.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Vendrá Cristo, nuestro Rey, el Cordero cuya venida fue anunciada por Juan.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso, que a quienes gemimos oprimidos bajo el peso del antiguo yugo del pecado, nos libere el nuevo nacimiento de tu Unigénito, que estamos esperando. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Yo haré surgir un renuevo en el tronco de David.
Del libro del profeta Jeremías: 23, 5-8
"Miren: Viene un tiempo,
dice el Señor, en que haré surgir un renuevo en el tronco de David:
será un rey justo y prudente y hará que en la tierra se observen
la ley y la justicia.
En sus días será puesto a salvo Judá, Israel habitará
confiadamente y a él lo llamarán con este nombre: `El Señor
es nuestra justicia'.
Por eso, miren que vienen tiempos, palabra del Señor, en los que no se
dirá: 'Bendito sea el Señor, que sacó a los israelitas
de Egipto', sino que se dirá: 'Bendito sea el Señor, que sacó
a los hijos de Israel del país del norte y de los demás países
donde los había dispersado, y los trajo para que habitaran de nuevo su
propia tierra' ". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 71 R/.
Ven, Señor, rey de justicia y de paz.
Comunica, Señor, al rey tu juicio, y tu justicia al que es hijo de reyes;
así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá
a tu pueblo justamente. R/.
Al débil librará del poderoso y ayudará al que se encuentra
sin amparo; se apiadará del desvalido y pobre y salvará la vida
al desdichado. R/.
Bendito sea el Señor, Dios de Israel, el único que hace grandes
cosas. Que su nombre glorioso sea bendito y la tierra se llene de su gloria.
R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Señor nuestro, que guiaste a tu pueblo por el desierto y le diste la
ley a Moisés en el Sinaí, ven a redimirnos con tu poder. R/.
Jesús nació de María, desposada con José, hijo de David.
Del santo Evangelio según san Mateo: 1, 18-24
Cristo vino al mundo de
la siguiente manera: Estando María, su madre, desposada con José,
y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra del Espíritu
Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo, que era hombre justo,
no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto.
Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en
sueños: "José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa
a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu
Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de
Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados".
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el
Señor por boca del profeta Isaías: He aquí que la virgen
concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre
de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros.
Cuando José despertó de aquel sueño, hizo lo que le había
mandado el ángel del Señor y recibió a su esposa. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que el sacrificio que vamos a ofrecer en honor de tu nombre, Señor, nos haga agradables ante ti, para que merezcamos participar de la eternidad de aquel que, con su muerte, trajo remedio a nuestra mortalidad. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Prefacio II o IV de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 1, 23
Y le pondrán por nombre Emmanuel, que quiere decir: Dios-con-nosotros.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que recibamos, Señor,
tu misericordia, en medio de tu templo y adelantemos así, con dignas
alabanzas, las solemnidades ya próximas de nuestra redención.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
III DE ADVIENTO
Santos: Anastasio I, Papa; Gregorio de Aquitania, obispo. Beato Guillermo Fenoglio, religioso. Feria Morado,
UN PUEBLO BIEN DISPUESTO
Jc 13, 2-7. 24-25, Lc 1, 5-25
Dos relatos de nacimiento distantes entre sí no solo por un milenio entre uno y otro, sino por la diferente manera como Sansón y Juan Bautista servirían a su pueblo. El primero sería un líder carismático que con su fuerza descomunal ayudaría a salvar a Israel del dominio filisteo. El Espíritu lo fortalecía para alejar a los enemigos. Por su parte, el relato del nacimiento de Juan Bautista nos lo presenta como un ministro de la palabra. Serviría como testigo y profeta para persuadir y convencer a sus hermanos de la visita decisiva que Dios haría a Israel. Las maneras como cada creyente puede contribuir a la salvación de sus hermanos son variadas. El Dios que suscitó por medio de su Espíritu la vocación de Sansón y Juan Bautista, sigue llamando a personas bien dispuestas, para que aporten sus carismas y habilidades a favor de la paz y la reconciliación. En esta sociedad desgarrada por la violencia, es indispensable estar al servicio de la paz y la justicia.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Hb 10, 37
El que ha de venir, vendrá sin tardanza, y ya no tendremos nada que temer, porque Él es nuestro Salvador.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que te dignaste revelar al mundo el esplendor de tu gloria mediante el parto de la Santísima Virgen, concédenos, te rogamos, poder honrar con fe íntegra el admirable misterio de la encarnación y celebrarlo siempre con nuestra generosa entrega. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El nacimiento de Sansón es anunciado por un ángel.
Del libro de los Jueces: 13, 2-7. 24-25
En aquellos días,
había en Sorá un hombre de la tribu de Dan, llamado Manoa. Su
mujer era estéril y no había tenido hijos. A esa mujer se le apareció
un ángel del Señor y le dijo: "Eres estéril y no has
tenido hijos; pero de hoy en adelante, no bebas vino, ni bebida fermentada,
ni comas nada impuro, porque vas a concebir y a dar a luz un hijo. No dejes
que la navaja toque su cabello, porque el niño estará consagrado
a Dios desde el seno de su madre y él comenzará a salvar a Israel
de manos de los filisteos".
La mujer fue a contarle a su marido: "Un hombre de Dios ha venido a visitarme.
Su aspecto era como el del ángel de Dios, terrible en extremo. Yo no
le pregunté de dónde venía y él no me manifestó
su nombre, pero me dijo: 'Vas a concebir y a dar a luz un hijo. De ahora en
adelante, no bebas vino ni bebida fermentada, no comas nada impuro, porque el
niño estará consagrado a Dios desde el seno de su madre hasta
su muerte' ".
La mujer dio a luz un hijo y lo llamó Sansón. El niño creció
y el Señor lo bendijo y el espíritu del Señor empezó
a manifestarse en él.Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 70 R/.
Que mi boca, Señor, no deje de alabarte.
Señor, sé para mí un refugio, ciudad fortificada en que
me salves. Y pues eres mi auxilio y mi defensa, líbrame, Señor,
de los malvados. R/.
Señor, tú eres mi esperanza; desde mi juventud en ti confío.
Desde que estaba en el seno de mi madre, yo me apoyaba en ti y tú me
sostenías. R/.
Tus hazañas, Señor, alabaré, diré a todos que sólo
tú eres justo. Me enseñaste a alabarte desde niño y seguir
alabándote es mi orgullo. R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Retoño de Jesé, que brotaste como señal para los pueblos,
ven a librarnos y no te tardes. R/.
El nacimiento de Juan es anunciado por un ángel.
Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 5-25
Hubo en tiempo de Herodes,
rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, del grupo de Abías,
casado con una descendiente de Aarón, llamada Isabel. Ambos eran justos
a los ojos de Dios, pues vivían irreprochablemente, cumpliendo los mandamientos
y disposiciones del Señor. Pero no tenían hijos, porque Isabel
era estéril y los dos, de avanzada edad.
Un día en que le correspondía a su grupo desempeñar ante
Dios los oficios sacerdotales, le tocó a Zacarías, según
la costumbre de los sacerdotes, entrar al santuario del Señor para ofrecer
el incienso, mientras todo el pueblo estaba afuera, en oración, a la
hora de la incensación.
Se le apareció entonces un ángel del Señor, de pie, a la
derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías se sobresaltó
y un gran temor se apoderó de él. Pero el ángel le dijo:
"No temas, Zacarías, porque tu súplica ha sido escuchada.
Isabel, tu mujer, te dará un hijo, a quien le pondrás el nombre
de Juan. Tú te llenarás de alegría y regocijo, y otros
muchos se alegrarán también de su nacimiento, pues él será
grande a los ojos del Señor; no beberá vino ni licor y estará
lleno del Espíritu Santo, ya desde el seno de su madre. Convertirá
a muchos israelitas al Señor; irá delante del Señor con
el espíritu y el poder de Elías, para convertir los corazones
de los padres hacia sus hijos, dar a los rebeldes la cordura de los justos y
prepararle así al Señor un pueblo dispuesto a recibirlo".
Pero Zacarías replicó: "¿Cómo podré
estar seguro de esto? Porque yo ya soy viejo y mi mujer también es de
edad avanzada". El ángel le contestó: "Yo soy Gabriel,
el que asiste delante de Dios. He sido enviado para hablar contigo y darte esta
buena noticia. Ahora tú quedarás mudo y no podrás hablar
hasta el día en que todo esto suceda, por no haber creído en mis
palabras, que se cumplirán a su debido tiempo".
Mientras tanto, el pueblo estaba aguardando a Zacarías y se extrañaba
de que tardara tanto en el santuario. Al salir no pudo hablar y en esto conocieron
que había tenido una visión en el santuario. Entonces trató
de hacerse entender por señas y permaneció mudo.
Al terminar los días de su ministerio, volvió a su casa. Poco
después concibió Isabel, su mujer, y durante cinco meses no se
dejó ver, pues decía: "Esto es obra del Señor. Por
fin se dignó quitar el oprobio que pesaba sobre mí".Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, propicio, Señor, los dones que presentamos en tu altar, para que sea tu poder el que santifique lo que en nuestra pequeñez logramos ofrecerte. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio II o IV de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 1, 78-79
Vendrá a visitarnos de lo alto un sol naciente, Cristo el Señor, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Llenos de gratitud por los dones que hemos recibido, Dios todopoderoso, haz benignamente que anhelemos la salvación prometida, para honrar así, con un corazón purificado, el nacimiento de nuestro Salvador. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
III DE ADVIENTO
Santos: San Filogonio de Antioquía, obispo; Ursicino de Jura, ermitaño; Domingo de Silos, abad.
Vísperas I del domingo: 4a semana del Salterio Tomo I: pp. 869, 184 y 225. Para los fieles: pp. 722, 45, 8 y 59. Edición popular: pp. 289, 412 y 414. *La antífona del cántico evangélico es del día 21 para I y II Vísperas. Feria Morado
DIOS CON NOSOTROS
Is 7, 10-14, Lc 1, 26-38
La tensión que vivía Judá a mediados del siglo octavo es desgastante, dos reinos vecinos pretendían deponer al rey Acaz y colocar a un pelele que apoyara la rebelión contra Asiria. La disyuntiva se reducía a dos opciones: resistir con las propias fuerzas o contratar mercenarios para quitarse de encima la amenaza. El rey desoyó las palabras de Isaías, minusvaloró el signo profético del Emmanuel y el "remedio le salió más caro que la enfermedad", pues por librarse de enemigos pequeños, se compró el sometimiento a un enemigo enorme, como sin duda era Asiria. Toda esta introducción viene al caso para explicitar que la salvación que Dios ofrece a su pueblo no se reduce a la esfera espiritual, sino que da respuesta y ofrece alternativas a los desafíos concretos que como personas y como sociedad, enfrentamos en el presente. La presencia salvadora de Jesús es una guía y una alternativa en las situaciones que vivimos. No será sencillo ni rápido resolver los problemas sociales que padecemos, pero nos invita a ser parte de la solución, o por lo menos, de la contención del problema y no de su agravamiento.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Is 11, 1; 40, 5; Lc 3, 6
Un retoño brotará del tronco de Jesé, la gloria del Señor llenará la tierra y toda creatura verá la salvación de Dios.
ORACIÓN COLECTA
Dios de eterna majestad, que quisiste que la inmaculada Virgen María, por el anuncio del Ángel, recibiera en su seno a tu Palabra inefable y, convertida en morada de la divinidad, quedara llena del fuego del Espíritu Santo, haz, te rogamos, que, siguiendo su ejemplo, seamos capaces de estar humildemente sujetos a tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
He aquí que la virgen concebirá.
Del libro del profeta Isaías: 7, 10-14
En aquellos tiempos, el Señor le habló a Ajaz diciendo: "Pide al Señor, tu Dios, una señal de abajo, en lo profundo, o de arriba, en lo alto". Contestó Ajaz: "No la pediré. No tentaré al Señor". Entonces dijo Isaías: "Oye, pues, casa de David: ¿No satisfechos con cansar a los hombres, quieren cansar también a mi Dios? Pues bien, el Señor mismo les dará por eso una señal: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 23 R/.
Ya llega el Señor, el rey de la gloria.
Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los que en
él habitan, pues él lo edificó sobre los mares, él
fue quien lo asentó sobre los ríos. R/.
¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién
podrá entrar en su recinto santo? El de corazón limpio y manos
puras y que no jura en falso. R/.
Ése obtendrá la bendición de Dios y Dios, su salvador,
le hará justicia. Ésta es la clase de hombres que te buscan y
vienen ante ti, Dios de Jacob. R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Llave de David, que abres las puertas del Reino eterno, ven a librar a los que
yacen oprimidos por las tinieblas del mal. R/.
Concebirás y darás a luz un hijo.
Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 26-38
En aquel tiempo, el ángel
Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una
virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José.
La virgen se llamaba María.
Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: "Alégrate,
llena de gracia, el Señor está contigo". Al oír estas
palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría
decir semejante saludo.
El ángel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia
ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre
Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo;
el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él
reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá
fin".
María le dijo entonces al ángel: "¿Cómo podrá
ser esto, puesto que yo permanezco virgen?". El ángel le contestó:
"El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo
te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será
llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de
su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril,
porque no hay nada imposible para Dios". María contestó:
"Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que
me has dicho". Y el ángel se retiró de su presencia.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te rogamos, Señor, que dirijas tu mirada a la excelencia de este sacrificio, para que, al participar en el sacramento, podamos recibir con sumo anhelo aquello mismo que aguardamos, llenos de fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio II o IV de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 1, 31
Dijo el ángel a María: Has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir y a dar a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Protege, Señor, con tu divino auxilio a quienes has alimentado con el don celestial, para que, al deleitarnos con estos sagrados misterios, nos llene de gozo la paz verdadera. Por Jesucristo, nuestro Señor.
IV DOMINGO DE ADVIENTO
TE CONSTRUIRÉ UNA CASA
2 Sm 7,1-5. 8-12. 14-16; Rm 16,25-27; Lc 1,26-38
La promesa dinástica que Dios comunica por medio del profeta Natán a David ha marcado un salto importante en la reflexión sobre el mesianismo y las instituciones monárquicas en Israel. El rey pretendía erigir un templo al Señor, y luego del oráculo del profeta recibió una mejor noticia: Dios le construiría a él un templo, pero no hecho de piedra, sino una casa reinante, que se consolidaría para siempre. La narración de san Lucas que nos refiere el anuncio del nacimiento de Jesús incluye el cumplimiento de la promesa: el recién nacido restablecerá la dinastía de David. No desenvainará la espada, ni acaudillará ejércitos para adueñarse de Jerusalén. Ejercerá un nuevo modelo de realeza, donde prevalecerá el servicio, la empatía y la comunión con los más necesitados como las actitudes propias de la nueva época.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Is 45, 8
Cielos, destilen el rocío; nubes, lluevan la salvación; que la tierra se abra, y germine el Salvador.
No se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Te pedimos, Señor, que infundas tu gracia en nuestros corazones, para que, habiendo conocido, por el anuncio del ángel, la encarnación de tu Hijo, lleguemos, por medio de su pasión y de su cruz, a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El reino de David permanecerá para siempre en presencia del Señor.
Del segundo libro de Samuel: 7, 1-5. 8-12. 14. 16
Tan pronto como el rey David
se instaló en su palacio y el Señor le concedió descansar
de todos los enemigos que lo rodeaban, el rey dijo al profeta Natán:
"¿Te has dado cuenta de que yo vivo en una mansión de cedro,
mientras el arca de Dios sigue alojada en una tienda de campaña?".
Natán le respondió: "Anda y haz todo lo que te dicte el corazón,
porque el Señor está contigo".
Aquella misma noche habló el Señor a Natán y le dijo: "Ve
y dile a mi siervo David que el Señor le manda decir esto: ‘¿Piensas
que vas a ser tú el que me construya una casa, para que yo habite en
ella? Yo te saqué de los apriscos y de andar tras las ovejas, para que
fueras el jefe de mi pueblo, Israel. Yo estaré contigo en todo lo que
emprendas, acabaré con tus enemigos y te haré tan famoso como
los hombres más famosos de la tierra.
Le asignaré un lugar a mi pueblo, Israel; lo plantaré allí
para que habite en su propia tierra. Vivirá tranquilo y sus enemigos
ya no lo oprimirán más, como lo han venido haciendo desde los
tiempos en que establecí jueces para gobernar a mi pueblo, Israel. Y
a ti, David, te haré descansar de todos tus enemigos.
Además, yo, el Señor, te hago saber que te daré una dinastía;
y cuando tus días se hayan cumplido y descanses para siempre con tus
padres, engrandeceré a tu hijo, sangre de tu sangre, y consolidaré
su reino. Yo seré para él un padre y él será para
mí un hijo. Tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante
mí, y tu trono será estable eternamente' ".Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 88 R/.
Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor y daré a
conocer que su fidelidad es eterna, pues el Señor ha dicho: "Mi
amor es para siempre y mi lealtad, más firme que los cielos. R/.
Un juramento hice a David, mi servidor, una alianza pacté con mi elegido:
'Consolidaré tu dinastía para siempre y afianzaré tu trono
eternamente'. R/.
El me podrá decir: 'Tú eres mi padre, el Dios que me protege y
que me salva'. Yo jamás le retiraré mi amor, ni violaré
el juramento que le hice". R/.
Se ha revelado el misterio oculto durante siglos.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 16, 25-27
Hermanos: A aquel que puede darles fuerzas para cumplir el Evangelio que yo he proclamado, predicando a Cristo, conforme a la revelación del misterio, mantenido en secreto durante siglos, y que ahora, en cumplimiento del designio eterno de Dios, ha quedado manifestado por las Sagradas Escrituras, para atraer a todas las naciones a la obediencia de la fe, al Dios único, infinitamente sabio, démosle gloria, por Jesucristo, para siempre. Amén.Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
Lc 1, 38 R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has
dicho. R/.
Concebirás y darás a luz un hijo.
Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 26-38
En aquel tiempo, el ángel
Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una
virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José.
La virgen se llamaba María.
Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: "Alégrate,
llena de gracia, el Señor está contigo". Al oír estas
palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría
decir semejante saludo.
El ángel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia
ante Dios. Vasa concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre
Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo;
el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él
reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá
fin".
María le dijo entonces al ángel: "¿Cómo podrá
ser esto, puesto que yo permanezco virgen?" El ángel le contestó:
"El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo
te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será
llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de
su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril,
porque no hay nada imposible para Dios". María contestó:
"Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que
me has dicho". Y el ángel se retiró de su presencia.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos a Jesús,
luz y esperanza de la humanidad entera. Después de cada petición
diremos: Ven, Señor Jesús.
Por la Iglesia, por todos los cristianos. Que vivamos la venida de Jesús
con un corazón abierto y disponible, como María. Oremos.
Por todos los países del mundo, especialmente por la tierra donde nació
Jesús. Que estas fiestas de Navidad sean ocasión de avanzar por
los caminos de la paz, la justicia y la libertad. Oremos.
Por los pobres y necesitados. Que la preparación de la Navidad nos estimule
a intensificar nuestra solidaridad con ellos. Oremos.
Por las madres y los padres que esperan el nacimiento de un hijo. Que vivan
este momento con ilusión y con el compromiso de educarlo según
los valores del Evangelio. Oremos.
Por todos nosotros. Que esta celebración nos ayude a prepararnos debidamente
para el misterio del nacimiento del Hijo de Dios. Oremos.
Escucha, Señor, nuestra oración y ven a salvarnos. Tú
que vives y reinas por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que santifique, Señor, estos dones, colocados en tu altar, el mismo Espíritu Santo que fecundó con su poder el seno de la bienaventurada Virgen María. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio II o IV de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Is 7, 14
Miren: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien le pondrá el nombre de Emmanuel.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo recibido esta
prenda de redención eterna, te rogamos, Dios todopoderoso, que, cuanto
más se acerca el día de la festividad que nos trae la salvación,
con tanto mayor fervor nos apresuremos a celebrar dignamente el misterio del
nacimiento de tu Hijo.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Hablar de promesas resulta cómodo porque los plazos fatales parecen distantes. El que obtiene un crédito o usa su tarjeta, se promete a sí mismo pagar oportunamente, pero los imprevistos y la falta de organización, lo ponen a ratos en la cartera vencida. Cumplirle a los otros y cumplirse a sí mismo es prueba de que se ha interiorizado la lealtad y la fidelidad. Las promesas que Dios ha hecho a su pueblo no son ofrecimientos vanos, sino compromisos que pretenden suscitar la adhesión de los creyentes. Las ofertas de salvación que Dios ha planteado a sus fieles no son acciones unilaterales. La respuesta de las personas es indispensable. El retraso o la anticipación de la salvación son proporcionales al grado de confianza, a la generosidad y decisión que la comunidad creyente muestre ante el designio de Dios.
LA AMOROSA MATERNIDAD
1 Sm 1,24-28; Lc 1,46-56
Ana, la madre de Samuel y María, la madre de Jesús, reaccionaron con entusiasmo ante la noticia del nacimiento de sus respectivos hijos. Ana había sufrido humillaciones a causa de su esterilidad por parte de su esposo. Con franqueza y apertura se lo había expresado al Señor, que la escuchó y le dio un hijo, Samuel, a quien sin vacilar consagró para que sirviera a Dios en el templo de Siló. Ana entendió y vivió sabiendo que "amor con amor se paga". María de Nazaret dejó que fluyera su entusiasmo y se consideró una mujer feliz y agraciada. El concepto que en adelante tendría de sí misma era acertado: una mujer favorecida por el Señor. Convencida de que el Señor exalta a los humildes y destrona a los soberbios, vivió una existencia humilde, poniendo sus habilidades y su persona al servicio del Señor. Nosotros nos felicitamos también de tenerla como Madre.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 23, 7
Puertas, ábranse de par en par; agrándense portones eternos, porque va a entrar el rey de la gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que mirando al hombre caído en la muerte del pecado, quisiste rescatarlo con la llegada de tu Unigénito, concede, a quienes confesamos con humilde fervor su encarnación, que merezcamos también gozar de la compañía de nuestro Redentor. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Ana dio gracias por el nacimiento de Samuel.
Del primer libro de Samuel: 1, 24-28
En aquellos días,
Ana llevó a Samuel, que todavía era muy pequeño, a la casa
del Señor, en Siló, y llevó también un novillo de
tres años, un costal de harina y un odre de vino. Una vez sacrificado
el novillo, Ana presentó el niño a Elí y le dijo: "Escúchame,
señor: te juro por mi vida que yo soy aquella mujer que estuvo junto
a ti, en este lugar, orando al Señor. Este es el niño que yo le
pedía al Señor y que él me ha concedido. Por eso, ahora
yo se lo ofrezco al Señor, para que le quede consagrado de por vida".
Y adoraron al Señor.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Samuel 2 R/. Mi
corazón se alegra en Dios, mi salvador.
Mi corazón se alegra en el Señor, en Dios me siento yo fuerte
y seguro. Yo puedo responder a mis contrarios, pues eres tú, Señor,
el que me ayuda. R/.
El arco de los fuertes se ha quebrado, los débiles se ven de fuerza llenos.
Se ponen a servir por un mendrugo los antes satisfechos; y sin tener que trabajar,
pueden saciar su hambre los hambrientos. Siete veces da a luz la que era estéril
y la fecunda ya dejó de serlo. R/.
Da el Señor muerte y vida, deja morir y salva de la tumba; él
es quien empobrece y enriquece, quien abate y encumbra. R/.
Él levanta del polvo al humillado, al oprimido saca de su oprobio, para
hacerlo sentar entre los príncipes en un trono glorioso. R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Rey de las naciones y piedra angular de la Iglesia, ven a salvar al hombre,
que modelaste del barro. R/. Ha hecho en mí grandes cosas el que todo
lo puede.
Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 46-56
En aquel tiempo, dijo María:
"Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo
en Dios, mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad de su esclava. Desde
ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en
mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre, y su misericordia
llega de generación en generación a los que lo temen.
Él hace sentir el poder de su brazo: dispersa a los de corazón
altanero, destrona a los potentados y exalta a los humildes. A los hambrientos
los colma de bienes y a los ricos los despide sin nada.
Acordándose de su misericordia, viene en ayuda de Israel, su siervo,
como lo había prometido a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia,
para siempre". María permaneció con Isabel unos tres meses
y luego regresó a su casa.Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Llenos de confianza en tu bondad, acudimos, Señor, ante tu santo altar trayéndote nuestros dones, a fin de que, purificados por tu gracia, quedemos limpios por los mismos misterios que celebramos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio II o IV de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 1, 46. 49
Proclama mi alma la grandeza del Señor, porque ha hecho en mí maravillas el Todopoderoso.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la participación de tus sacramentos, Señor, nos llene de fortaleza, para que merezcamos salir al encuentro del Salvador, que está por llegar, acompañados por nuestras buenas obras, y así nos hagamos dignos del premio de la eterna felicidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
JUAN ES SU NOMBRE
Ml 3,1-4. 23-24; Lc 1, 57-66
El nacimiento de Juan Bautista como el de muchos otros servidores de Dios ocurrió en condiciones especiales. Una madre anciana y estéril, un padre confundido por las noticias del nacimiento que repentinamente enmudece, un niño que causa la admiración de vecinos y parientes. El relato gira en torno de la cuestión del nombre. No es una cuestión banal, porque en la tradición bíblica el nombre es el oficio y el ser íntimo de la persona. Isabel y Zacarías coinciden en llamarle Juan, porque la verdad que encierra dicho nombre es la que ellos han experimentado: Dios se compadece. Efectivamente ese par de israelitas habían sido servidores fieles del Señor, que atendió a su desamparo y se compadeció de su oprobio, enviándoles un hijo. La profecía de Malaquías anuncia la llegada de un mensajero que servirá como puente para la reconciliación entre israelitas de una y otra generación. Israel no puede dividirse porque se vuelve vulnerable. Juan Bautista cumpliría su misión como testigo de la reconciliación de Dios con su pueblo.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Is 9, 5; Sal 71, 17
Un niño nos nacerá y será llamado Dios todopoderoso, en él serán bendecidos todos los pueblos de la tierra.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, al contemplar ya próximo el nacimiento de tu Hijo, según la carne, te pedimos que él, que es tu Palabra, encarnada en el seno de la Virgen María y que habitó entre nosotros, indignos siervos tuyos, nos haga partícipes de la abundancia de su misericordia. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Les enviaré al profeta Elías, antes de que llegue el día del Señor.
Del libro del profeta
Malaquías: 3, 1-4. 23-24
Esto dice el Señor: "He aquí que yo envío
a mi mensajero. Él preparará el camino delante de mí. De
improviso entrará en el santuario el Señor, a quien ustedes buscan,
el mensajero de la alianza a quien ustedes desean. Miren: Ya va entrando, dice
el Señor de los ejércitos.
¿Quién podrá soportar el día de su venida? ¿Quién
quedará en pie cuando aparezca? Será como fuego de fundición,
como la lejía de los lavanderos. Se sentará como un fundidor que
refina la plata; como a la plata y al oro, refinará a los hijos de Leví
y así podrán ellos ofrecer, como es debido, las ofrendas al Señor.
Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén,
como en los días pasados, como en los años antiguos.
He aquí que yo les enviaré al profeta Elías, antes de que
llegue el día del Señor, día grande y terrible. Él
reconciliará a los padres con los hijos y a los hijos con los padres,
para que no tenga yo que venir a destruir la tierra". Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 24 R/.
Descúbrenos, Señor, al Salvador.
Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la
verdad de tu doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en ti
nuestra esperanza. R/.
Porque el Señor es recto y bondadoso, indica a los pecadores el sendero,
guía por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus caminos.
R/.
Con quien guarda su alianza y sus mandatos, el Señor es leal y bondadoso.
El Señor se descubre a quien lo teme y le enseña el sentido de
su alianza. R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Rey de las naciones y piedra angular de la Iglesia, ven a salvar al hombre,
que modelaste del barro. R/.
Nacimiento de Juan el Bautista.
Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 57-66
Por aquellos días,
le llegó a Isabel la hora de dar a luz y tuvo un hijo. Cuando sus vecinos
y parientes se enteraron de que el Señor le había manifestado
tan grande misericordia, se regocijaron con ella.
A los ocho días fueron a circuncidar al niño y le querían
poner Zacarías, como su padre; pero la madre se opuso, diciéndoles:
"No. Su nombre será Juan". Ellos le decían: "Pero
si ninguno de tus parientes se llama así".
Entonces le preguntaron por señas al padre cómo quería
que se llamara el niño. El pidió una tablilla y escribió:
"Juan es su nombre". Todos se quedaron extrañados. En ese momento
a Zacarías se le soltó la lengua, recobró el habla y empezó
a bendecir a Dios.
Un sentimiento de temor se apoderó de los vecinos, y en toda la región
montañosa de Judea se comentaba este suceso. Cuantos se enteraban de
ello se preguntaban impresionados: "¿Qué va a ser de este
niño?". Esto lo decían, porque realmente la mano de Dios
estaba con él. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que esta oblación, en la que se halla la plenitud del culto divino, Señor, sea completamente agradable a tus ojos, para que celebremos con alma purificada el nacimiento de nuestro Redentor. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Prefacio II o IV de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Ap 3, 20
Miren que estoy a la puerta y llamo, dice el Señor; si alguno oye mi voz y me abre, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados, Señor, con el don del cielo te pedimos nos concedas bondadoso tu paz para que cuando venga tu Hijo muy amado, podamos recibirlo con las lámparas encendidas. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Santos antepasados de Nuestro Señor Jesucristo
Santas: Paula Isabel Cerioli, fundadora; Irma o Irmina de Treveris, abadesa. Feria Morado
CONSOLIDARÉ TU REINO
2 Sm 7,1-5. 8-12. 14-16; Lc 1,67-79
La profecía de Zacarías es la lectura creyente y retrospectiva de un israelita que vive pendiente de los acontecimientos y que sabe discernir por dónde desea Dios que los hombres conduzcan la historia. Zacarías sabe que el Señor se ha comunicado puntualmente y de palabra con su pueblo, por mediación de los profetas, a través de promesas, advertencias y ofertas de perdón y reconciliación. La historia de Israel nunca ha caminado al garete, al contrario, ha sido una dinámica orientada por el designio de Dios hacia la plenitud. Como atinadamente sentencia Zacarías, el Señor conduce a Israel por el camino de la paz. La agitada historia de la dinastía davídica no siempre consiguió escuchar el llamado a construir una historia de paz y justicia. Alianzas nefastas, opresiones violentas afligieron durante décadas al pueblo. Zacarías agradece a Dios el nacimiento de su hijo, que consagraría su vida para animar a Israel a caminar la ruta de la paz.
En la Misa matutina
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Ga 4, 4
He aquí que llega ya la plenitud de los tiempos, cuando Dios envió a su Hijo a la tierra.
ORACIÓN COLECTA
Apresúrate, Señor Jesús, no tardes más, para que, a quienes confiamos en tu bondad, nos reanime el consuelo de tu venida. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El reino de David permanecerá para siempre en presencia del Señor.
Del segundo libro de Samuel: 7, 1-5. 8-12. 14. 16
Tan pronto como el rey David
se instaló en su palacio y el Señor le concedió descansar
de todos los enemigos que lo rodeaban, el rey dijo al profeta Natán:
"¿Te has dado cuenta de que yo vivo en una mansión de cedro,
mientras el arca de Dios sigue alojada en una tienda de campaña?".
Natán le respondió: "Anda y haz todo lo que te dicte el corazón,
porque el Señor está contigo".
Aquella misma noche habló el Señor a Natán y le dijo: "Ve
y dile a mi siervo David que el Señor le manda decir esto: ‘¿Piensas
que vas a ser tú el que me construya una casa para que yo habite en ella?
Yo te saqué de los apriscos y de andar tras las ovejas, para que fueras
el jefe de mi pueblo, Israel. Yo estaré contigo en todo lo que emprendas,
acabaré con tus enemigos y te haré tan famoso como los hombres
más famosos de la tierra.
Le asignaré un lugar a mi pueblo, Israel; lo plantaré allí
para que habite en su propia tierra. Vivirá tranquilo y sus enemigos
ya no lo oprimirán más, como lo han venido haciendo desde los
tiempos en que establecí jueces para gobernar a mi pueblo, Israel. Y
a ti, David, te haré descansar de todos tus enemigos. Además,
yo, el Señor, te hago saber que te daré una dinastía; y
cuando tus días se hayan cumplido y descanses para siempre con tus padres,
engrandeceré a tu hijo, sangre de tu sangre, y consolidaré su
reino. Yo seré para él un padre y él será para mí
un hijo. Tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante mí,
y tu trono será estable eternamente' ". Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 88 R/.
Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor y daré a
conocer que su fidelidad es eterna, pues el Señor ha dicho: "Mi
amor es para siempre y mi lealtad, más firme que los cielos. R/.
Un juramento hice a David, mi servidor, una alianza pacté con mi elegido:
'Consolidaré tu dinastía para siempre y afianzaré tu trono
eternamente'. R/.
El me podrá decir: 'Tú eres mi padre, el Dios que me protege y
que me salva'. Yo jamás le retiraré mi amor, ni violaré
el juramento que le hice". R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Sol refulgente de justicia y esplendor de la luz eterna, ven a iluminar a los
que yacen en las tinieblas y en las sombras de la muerte. R/.
Nos visitará el sol que nace de lo alto.
Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 67-79
En aquel tiempo, Zacarías,
padre de Juan, lleno del Espíritu Santo, profetizó diciendo: "Bendito
sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo,
y ha hecho surgir en favor nuestro un poderoso salvador en la casa de David,
su siervo. Así lo había anunciado desde antiguo, por boca de sus
santos profetas: que nos salvaría de nuestros enemigos y de las manos
de todos los que nos aborrecen, para mostrar su misericordia a nuestros padres
y acordarse de su santa alianza.
El Señor juró a nuestro padre Abraham concedernos que, libres
ya de nuestros enemigos, lo sirvamos sin temor, en santidad y justicia delante
de él, todos los días de nuestra vida.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque
irás delante del Señor a preparar sus caminos y a anunciar a su
pueblo la salvación, mediante el perdón de los pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el
sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombras
de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta benignamente, Señor, los dones que te presentamos, para que, al recibirlos, quedemos limpios de pecado y merezcamos estar listos, con el alma purificada, para recibir la venida gloriosa de tu Hijo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio II o IV de Adviento.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 1, 68
Bendito sea el Señor Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Renovados por este admirable don tuyo, concédenos, Señor, que, así como hemos preparado la fiesta del admirable nacimiento de tu Hijo, de la misma manera alcancemos un día, gozosos, los premios eternos. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
NATIVIDAD E NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
Santos: Eugenia de Roma, mártir. Beato Jacobo de Todi, religioso.
LO ACOSTÓ EN UN PESEBRE
Is 9,1-3.5-6; Tt 2,11-14; Lc 2,1-14
El nacimiento de un hijo en la casa de los reyes de Judá era celebrado con gozo y solemnidad. El profeta Isaías nos regala un poema cargado de esperanza y optimismo. A través de una serie de títulos grandilocuentes (príncipe de la paz) y de grandes muestras de confianza: "se consolidará en la justicia y el derecho" se proclama el comienzo de un periodo nuevo. El niño es una promesa y una señal de la fidelidad de Dios, que jamás se desentiende de la causa de su pueblo. El recién nacido gobernará con sabiduría y acierto. En el Evangelio de san Lucas reaparece el motivo del recién nacido con un matiz novedoso: ya no es un niño rodeado de los privilegios del palacio, no lo custodian doncellas y nodrizas, no lo elogian los cortesanos del palacio. Sus padres son emigrantes que no disponen de bienestar. El niño nace en un pesebre —el dato se repite tres veces en el relato, señal de que tendrá su importancia— señalando así su condición de marginalidad. Efectivamente, Jesús vivirá como un judío marginal, hasta que el Padre lo haga participe de su gloria.
Misa vespertina de la vigilia
Esta Misa se dice en la tarde del 24 de diciembre, antes o después de las primeras vísperas de la Navidad.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Ex 16, 6-7
Esta noche sabrán que el Señor vendrá a salvarnos y por la mañana contemplarán su gloria.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que cada año nos alegras con la esperanza de nuestra redención, concédenos que a tu mismo Hijo Unigénito, a quien acogemos llenos de gozo como Redentor, merezcamos también acogerlo llenos de confianza, cuando venga como Juez. El, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El Señor se ha complacido en ti.
Del libro del profeta Isaías: 62, 1-5
Por amor a Sión no
me callaré y por amor a Jerusalén no me daré reposo, hasta
que surja en ella esplendoroso el justo y brille su salvación como una
antorcha.
Entonces las naciones verán tu justicia, y tu gloria todos los reyes.
Te llamarán con un nombre nuevo, pronunciado por la boca del Señor.
Serás corona de gloria en la mano del Señor y diadema real en
la palma de su mano.
Ya no te llamarán "Abandonada", ni a tu tierra, "Desolada";
a ti te llamarán "Mi complacencia" y a tu tierra, "Desposada",
porque el Señor se ha complacido en ti y se ha desposado con tu tierra.
Como un joven se desposa con una doncella, se desposará contigo tu hacedor;
como el esposo se alegra con la esposa, así se alegrará tu Dios
contigo.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 88 R/.
Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
"Un juramento hice a David mi servidor, una alianza pacté
con mi elegido: 'Consolidaré tu dinastía para siempre y afianzaré
tu trono eternamente'. R/.
Él me podrá decir: 'Tú eres mi padre, el Dios que me protege
y que me salva'. Yo jamás le retiraré mi amor ni violaré
el juramento que le hice". R/.
Señor, feliz el pueblo que te alaba y que a tu luz camina, que en tu
nombre se alegra a todas horas y al que llena de orgullo tu justicia. R/.
Testimonio de Pablo acerca de Cristo, hijo de David.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 13, 16-17. 22-25
Al llegar Pablo a Antioquía
de Pisidia, se puso de pie en la sinagoga, y haciendo señal de silencio
con la mano, dijo:
"Israelitas y cuantos temen a Dios, escuchen: El Dios del pueblo de Israel
eligió a nuestros padres, engrandeció al pueblo cuando éste
vivía como forastero en Egipto, y lo sacó de allí con todo
su poder. Les dio por rey a David, de quien hizo esta alabanza: He hallado a
David, hijo de Jesé, hombre según mi corazón, quien realizará
todos mis designios.
Del linaje de David, conforme a la promesa, Dios hizo nacer para Israel un Salvador,
Jesús. Juan preparó su venida, predicando a todo el pueblo de
Israel un bautismo de penitencia, y hacia el final de su vida, Juan decía:
'Yo no soy el que ustedes piensan. Después de mí viene uno a quien
no merezco desatarle las sandalias' ". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Mañana será destruida la maldad en la tierra y reinará
sobre nosotros el Salvador del mundo. R/.
Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de Jesús.
Del santo Evangelio según san Mateo: 1, 18-25
Cristo vino al mundo de
la siguiente manera: Estando María, su madre, desposada con José,
y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra del Espíritu
Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo, que era hombre justo,
no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto.
Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en
sueños: "José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa
a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu
Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de
Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados".
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el
Señor por boca del profeta Isaías: He aquí que la virgen
concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre
de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros.
Cuando José despertó de aquel sueño, hizo lo que le había
mandado el ángel del Señor y recibió a su esposa. Y sin
que él hubiera tenido relaciones con ella, María dio a luz un
hijo y él le puso por nombre Jesús. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
A las palabras: Y por obra..., todos se arrodillan.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, iniciar la celebración de esta solemnidad con una voluntad tan grande de servirte, como merece la manifestación del comienzo de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Navidad.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Is 40, 5
Se manifestará la gloria del Señor y todos verán la salvación que viene de Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concede, Señor, que
nos reanime la conmemoración del nacimiento de tu Hijo Unigénito,
de cuyo misterio celestial hemos comido y bebido. El, que vive y reina por los
siglos de los siglos.
Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne.
Misa de la noche
En este día de Navidad todos los sacerdotes pueden celebrar o concelebrar tres Misas, con tal que sean celebradas a su debido tiempo.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 2, 7
El Señor me dijo: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que hiciste resplandecer esta noche santísima con la claridad de Cristo, luz verdadera, concede a quienes hemos conocido los misterios de esa luz en la tierra, que podamos disfrutar también de su gloria en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Un hijo se nos ha dado.
Del libro del profeta Isaías: 9, 1-3. 5-6
El pueblo que caminaba en
tinieblas vio una gran luz; sobre los que vivían en tierra de sombras,
una luz resplandeció.
Engrandeciste a tu pueblo e hiciste grande su alegría. Se gozan en tu
presencia como gozan al cosechar, como se alegran al repartirse el botín.
Porque tú quebrantaste su pesado yugo, la barra que oprimía sus
hombros y el cetro de su tirano, como en el día de Madián.
Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; lleva sobre sus
hombros el signo del imperio y su nombre será: "Consejero admirable",
"Dios poderoso", "Padre sempiterno", "Príncipe
de la paz"; para extender el principado con una paz sin límites
sobre el trono de David y sobre su reino; para establecerlo y consolidarlo con
la justicia y el derecho, desde ahora y para siempre. El celo del Señor
lo realizará. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 95 R/.
Hoy nos ha nacido el Salvador.
Cantemos al Señor un canto nuevo, que le cante al Señor toda la
tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo. R/.
Proclamemos su amor día tras día, su grandeza anunciemos a los
pueblos; de nación en nación, sus maravillas. R/.
Alégrense los cielos y la tierra, retumbe el mar y el mundo submarino.
Salten de gozo el campo y cuanto encierra, manifiesten los bosques regocijo.
R/.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe.
Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones.
R/.
La gracia de Dios se ha manifestado a todos los hombres.
De la carta del apóstol san Pablo a Tito: 2, 11-14
Querido hermano: La gracia de Dios se ha manifestado para salvar a todos los hombres y nos ha enseñado a renunciar a la vida sin religión y a los deseos mundanos, para que vivamos, ya desde ahora, de una manera sobria, justa y fiel a Dios, en espera de la gloriosa venida del gran Dios y Salvador, Cristo Jesús, nuestra esperanza. Él se entregó por nosotros para redimirnos de todo pecado y purificarnos, a fin de convertirnos en pueblo suyo, fervorosamente entregado a practicar el bien. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
Cfr. Lc 2, 1 0-1 1 R/. Aleluya, aleluya.
Les anuncio una gran alegría: Hoy nos ha nacido el Salvador, que es Cristo,
el Señor. R/.
Hoy nos ha nacido el Salvador.
Del santo Evangelio según san Lucas: 2, 1-14
Por aquellos días,
se promulgó un edicto de César Augusto, que ordenaba un censo
de todo el imperio. Este primer censo se hizo cuando Quirino era gobernador
de Siria. Todos iban a empadronarse, cada uno en su propia ciudad; así
es que también José, perteneciente a la casa y familia de David,
se dirigió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David,
llamada Belén, para empadronarse, juntamente con María, su esposa,
que estaba encinta.
Mientras estaban ahí, le llegó a María el tiempo de dar
a luz y tuvo a su hijo primogénito; lo envolvió en pañales
y lo recostó en un pesebre, porque no hubo lugar para ellos en la posada.
En aquella región había unos pastores que pasaban la noche en
el campo, vigilando por turno sus rebaños. Un ángel del Señor
se les apareció y la gloria de Dios los envolvió con su luz y
se llenaron de temor. El ángel les dijo:
"No teman. Les traigo una buena noticia, que causará gran alegría
a todo el pueblo: hoy les ha nacido, en la ciudad de David, un Salvador, que
es el Mesías, el Señor. Esto les servirá de señal:
encontrarán al niño envuelto en pañales y recostado en
un pesebre".
De pronto se le unió al ángel una multitud del ejército
celestial, que alababa a Dios, diciendo: "¡Gloria a Dios en el cielo,
y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad!".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo. A las palabras: Y por obra..., todos se arrodillan.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te rogamos, Señor, que la ofrenda de esta festividad sea de tu agrado, para que, mediante este sagrado intercambio, lleguemos a ser semejantes a aquel por- quien nuestra naturaleza quedó unida a la tuya. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Prefacio I-III de Navidad.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 1, 14
El Verbo se hizo hombre y hemos visto su gloria.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, Dios nuestro, que nos has concedido el gozo de celebrar el nacimiento de nuestro Redentor, haz que después de una vida santa, merezcamos alcanzar la perfecta comunión con Él. Que vive y reina por los siglos de los siglos.
Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne.
Misa de la aurora
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Is 9, 1. 5; Lc 1, 33
Hoy brillará una luz sobre nosotros porque nos ha nacido el Señor; se le llamará Admirable, Dios, Príncipe de la paz, Padre del mundo futuro, y su Reino no tendrá fin.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Concede, Dios todopoderoso, que, al vernos envueltos en la luz nueva de tu Palabra hecha carne, resplandezca por nuestras buenas obras, lo que por la fe brilla en nuestras almas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Mira a tu salvador que llega.
Del libro del profeta Isaías: 62, 11-12
Escuchen lo que el Señor
hace oír hasta el último rincón de la tierra: "Digan
a la hija de Sión: Mira que ya llega tu salvador. El premio de su victoria
lo acompaña y su recompensa lo precede. Tus hijos serán llamados
'Pueblo santo', 'Redimidos del Señor', y a ti te llamarán 'Ciudad
deseada', 'Ciudad no abandonada' ". Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
Del salmo 96 R/. Reina el Señor, alégrese la tierra.
Reina el Señor, alégrese la tierra; cante de regocijo el mundo
entero. Los cielos pregonan su justicia, su inmensa gloria ven todos los pueblos.
R/.
Amanece la luz para el justo y la alegría para los rectos de corazón.
Alégrense, justos, con el Señor y bendigan su santo nombre. R/.
Nos ha salvado por su misericordia.
De la carta del apóstol san Pablo a Tito: 3, 4-7
Hermano: Al manifestarse la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor a los hombres, Él nos salvó, no porque nosotros hubiéramos hecho algo digno de merecerlo, sino por su misericordia. Lo hizo mediante el bautismo, que nos regenera y nos renueva, por la acción del Espíritu Santo, a quien Dios derramó abundantemente sobre nosotros, por Cristo, nuestro Salvador. Así, justificados por su gracia, nos convertiremos en herederos, cuando se realice la esperanza de la vida eterna. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
Lc 2, 14 R/. Aleluya, aleluya.
Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad.
R/.
Los pastores encontraron a María, a José y al niño.
Del santo Evangelio según san Lucas: 2, 15-20
Cuando los ángeles
los dejaron para volver al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: "Vayamos
hasta Belén, para ver eso que el Señor nos ha anunciado".
Se fueron, pues, a toda prisa y encontraron a María, a José y
al niño, recostado en el pesebre. Después de verlo, contaron lo
que se les había dicho de aquel niño, y cuantos los oían
quedaban maravillados. María, por su parte, guardaba todas estas cosas
y las meditaba en su corazón.
Los pastores se volvieron a sus campos, alabando y glorificando a Dios por todo
cuanto habían visto y oído, según lo que se les había
anunciado.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo. A las palabras: Y por obra..., todos se arrodillan.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Señor, que nuestras ofrendas sean dignas del misterio de la Navidad que hoy celebramos, para que, así como el que nació como hombre resplandeció Él mismo como Dios, así también estas realidades terrenas nos transmitan la vida divina. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-III de Navidad.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Za 9, 9
¡Salta de alegría, hija de Sión! ¡Canta, hija de Jerusalén! Mira que ya viene tu Rey, el Santo, el Salvador del mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor, que al celebrar con fervorosa alegría el nacimiento de tu Hijo, lleguemos a conocer, llenos de fe, la profundidad de este misterio y amarlo con nuestra más ardiente caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne.
Misa del día
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Is 9, 5
Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; lleva sobre sus hombros el imperio y su nombre será Ángel del gran consejo.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que de manera admirable creaste la naturaleza humana y, de modo aún más admirable, la restauraste, concédenos compartir la divinidad de aquel que se dignó compartir nuestra humanidad. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
La tierra entera verá la salvación que viene de nuestro Dios.
Del libro del profeta Isaías: 52, 7-10
¡Qué hermoso
es ver correr sobre los montes al mensajero que anuncia la paz, al mensajero
que trae la buena nueva, que pregona la salvación, que dice a Sión:
"Tu Dios es rey"!
Escucha: Tus centinelas alzan la voz y todos a una gritan alborozados, porque
ven con sus propios ojos al Señor, que retorna a Sión.
Prorrumpan en gritos de alegría, ruinas de Jerusalén, porque el
Señor rescata a su pueblo, consuela a Jerusalén. Descubre el Señor
su santo brazo a la vista de todas las naciones. Verá la tierra entera
la salvación que viene de nuestro Dios.Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Del salmo 97 R/.
Toda la tierra ha visto al Salvador.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra
y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su
justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
R/.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos
y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
Cantemos al Señor al son del arpa, suenen los instrumentos. Aclamemos
al son de los clarines al Señor, nuestro rey. R/.
Dios nos ha hablado por medio de su Hijo.
De la carta a los hebreos: 1, 1-6
En distintas ocasiones y
de muchas maneras habló Dios en el pasado a nuestros padres, por boca
de los profetas. Ahora, en estos tiempos, que son los últimos, nos ha
hablado por medio de su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las
cosas y por medio del cual hizo el universo.
El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios, la imagen fiel de su ser y el
sostén de todas las cosas con su palabra poderosa. Él mismo, después
de efectuar la purificación de los pecados, se sentó a la diestra
de la majestad de Dios, en las alturas, tanto más encumbrado sobre los
ángeles, cuanto más excelso es el nombre que, como herencia, le
corresponde.
Porque ¿a cuál de los ángeles le dijo Dios: Tú eres
mi Hijo; yo te he engendrado hoy? ¿O de qué ángel dijo
Dios: Yo seré para él un padre y él será para mí
un hijo? Además, en otro pasaje, cuando introduce en el mundo a su primogénito,
dice: Adórenlo todos los ángeles de Dios. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Un día sagrado ha brillado para nosotros. Vengan, naciones, y adoren
al Señor, porque hoy ha descendido una gran luz sobre la tierra. R/.
Aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros.
Del santo Evangelio según san Juan: 1, 1-18
En el principio ya existía
aquel que es la Palabra, y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios.
Ya en el principio Él estaba con Dios. Todas las cosas vinieron a la
existencia por Él y sin Él nada empezó de cuanto existe.
Él era la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en
las tinieblas y las tinieblas no la recibieron.
Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Éste vino como
testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de
él. Él no era la luz, sino testigo de la luz.
Aquel que es la Palabra era la luz verdadera, que ilumina a todo hombre que
viene a este mundo. En el mundo estaba; el mundo había sido hecho por
Él y, sin embargo, el mundo no lo conoció.
Vino a los suyos y los suyos no lo recibieron; pero a todos los que lo recibieron
les concedió poder llegar a ser hijos de Dios, a los que creen en su
nombre, los cuales no nacieron de la sangre, ni del deseo de la carne, ni por
voluntad del hombre, sino que nacieron de Dios.
Y aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros. Hemos
visto su gloria, gloria que le corresponde como a Unigénito del Padre,
lleno de gracia y de verdad.
Juan el Bautista dio testimonio de Él, clamando: "A éste
me refería cuando dije: 'El que viene después de mí, tiene
precedencia sobre mí, porque ya existía antes que yo' ".
De su plenitud hemos recibido todos gracia sobre gracia. Porque la ley fue dada
por medio de Moisés, mientras que la gracia y la verdad vinieron por
Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás. El Hijo unigénito,
que está en el seno del Padre, es quien lo ha revelado.Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo. A las palabras: Y por obra..., todos se arrodillan.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que sea aceptable ante ti, Señor, la oblación de la presente solemnidad, por la que llegó a nosotros tu benevolencia para nuestra perfecta reconciliación y nos fue concedido participar en plenitud del culto divino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-III de Navidad.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 97, 3
Los confines de la tierra han contemplado la salvación que nos viene de Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios misericordioso, que el Salvador del mundo, que hoy nos ha nacido, puesto que es el autor de nuestro nacimiento a la vida, también nos haga partícipes de su inmortalidad. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne.
Santos: Esteban de Roma, protomártir; Zósimo, Papa. Beato Segundo Pollo, mártir. Fiesta Rojo
SERÁ EL ESPÍRITU QUIEN HABLE
Hch 6,8-10, 7,54-60; Mt 10,17-22
El relato del martirio de Esteban retorna al pie de la letra las palabras del Evangelio de san Mateo. Cuando el Señor Jesús advierte a sus discípulos sobre la inminencia de las persecuciones, los anima prometiéndoles la fuerza y sabiduría del Espíritu para formular su defensa. No será la habilidad retórica de los discípulos la que los sacará de apuros: como la misión se realiza en el nombre de Dios, Él los asistirá por medio de su Espíritu. En ese sentido, el primero de los diáconos que servía a las iglesias de lengua griega, se dejó guiar por la dinámica del Espíritu para realizar señales y testimoniar a Cristo resucitado. Cuando sus adversarios pretendieron silenciarlo, habló con la sensatez que proviene del Espíritu; esa presencia lo llenó de fortaleza para mantenerse fiel a Jesús hasta la entrega de su propia vida. Las causales de su condena y el proceder generoso de Esteban lo asemejan con el que sufriera Cristo Jesús, acusado de blasfemia y amenazas contra el templo.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Las puertas del cielo se abrieron para san Esteban, el primero de los mártires, y por esto ha recibido el premio de la gloria.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, imitar lo que estamos celebrando, para que aprendamos a amar aun a nuestros enemigos, ya que estamos conmemorando el martirio de aquel que supo orar por sus perseguidores. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Estoy viendo los cielos abiertos.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 6, 8-10; 7, 54-60
En aquellos días,
Esteban, lleno de gracia y de poder, realizaba grandes prodigios y signos entre
la gente.
Algunos judíos de la sinagoga llamada "de los Libertos", procedentes
de Cirene, Alejandría, Cilicia y Asia, se pusieron a discutir con Esteban;
pero no podían refutar la sabiduría y el Espíritu con que
hablaba.
Al oír estas cosas, los miembros del sanedrín se enfurecieron
y rechinaban los dientes de rabia contra él.
Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, miró al cielo, vio la
gloria de Dios y a Jesús, que estaba de pie a la derecha de Dios, y dijo:
"Estoy viendo los cielos abiertos y al Hijo del hombre de pie a la derecha
de Dios".
Entonces los miembros del sanedrín gritaron con fuerza, se taparon los
oídos y todos a una se precipitaron sobre él. Lo sacaron fuera
de la ciudad y empezaron a apedrearlo. Los falsos testigos depositaron sus mantos
a los pies de un joven, llamado Saulo.
Mientras lo apedreaban, Esteban repetía esta oración: "Señor
Jesús, recibe mi espíritu". Después se puso de rodillas
y dijo con fuerte voz: "Señor, no les tomes en cuenta este pecado".
Y diciendo esto, se durmió en el Señor. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 30 R/.
En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
Sé tú, Señor, mi fortaleza y mi refugio, la muralla que
me salve. Tú, que eres mi fortaleza y mi defensa, por tu nombre, dirígeme
y guíame. R/.
En tus manos encomiendo mi espíritu y tú, mi Dios leal, me librarás.
Tu misericordia me llenará de alegría, porque has visto las angustias
de mi alma. R/.
Líbrame de la mano de mis enemigos y de aquellos que me persiguen. Vuelve,
Señor, tus ojos a tu siervo y sálvame, por tu misericordia. R/.
ACLAMACIÓN
Sal 117, 26. 27 R/. Aleluya, aleluya.
¡Bendito el que viene en nombre del Señor! Que el Señor,
nuestro Dios, nos ilumine. R/.
No serán ustedes los que hablarán, sino el Espíritu de su Padre.
Del santo Evangelio según san Mateo: 10, 17-22
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus apóstoles: "Cuídense de la gente, porque los llevarán
a los tribunales, los azotarán en las sinagogas, los llevarán
ante gobernadores y reyes por mi causa; así darán testimonio de
mí ante ellos y ante los paganos. Pero, cuando los entreguen, no se preocupen
por lo que van a decir o por la forma de decirlo, porque, en ese momento se
les inspirará lo que han de decir. Pues no serán ustedes los que
hablen, sino el Espíritu de su Padre el que hablará por ustedes.
El hermano entregará a su hermano a la muerte, y el padre, a su hijo;
los hijos se levantarán contra sus padres y los matarán; todos
los odiarán a ustedes por mi causa, pero el que persevere hasta el fin
se salvará". Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te rogamos, Señor, que te sean aceptables los dones que te presentamos hoy con alegría en la gloriosa conmemoración del mártir san Esteban. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-III de Navidad.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Hch 7, 59
Mientras lo apedreaban, Esteban repetía esta oración: Señor Jesús, recibe mi espíritu.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te damos gracias, Señor, por tu inmensa misericordia para con nosotros, ya que nos ofreces la salvación con el nacimiento de tu Hijo, y nos alegras con la celebración del mártir san Esteban. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Juan Apóstol y Evangelista; Fabiola de Roma, viuda. Beato Odoardo Focherini, mártir.
Vísperas I de mañana: todo propio Tomo I: p. 280 Para los fieles: p. 86 Edición popular: pp. 13 y 418. Fiesta Blanco
LO QUE VIERON NUESTROS OJOS
1 Jn 1,1-4, Jn 20,2-9
Juan y Santiago, hijos del Zebedeo eran dos pescadores que junto con su padre y unos cuantos empleados, sostenían una pequeña empresa de pesca en el lago de Genesaret; cuando estos hermanos encontraron a Jesús, no vacilaron en suspender su oficio para seguirle. La tradición cristiana ha identificado a Juan con uno de los discípulos predilectos de Jesús, el llamado "discípulo amado". Su testimonio está detrás de las cartas y el Evangelio que llevan su nombre. La cercanía con Jesús se extendió desde el principio de su misión hasta su muerte y resurrección. Por esa razón puede hablar con tanta firmeza como lo hace en la primera de sus cartas: "lo que vieron nuestros ojos y palparon nuestras manos". No es el testimonio de un detective ni de un empirista a la caza de evidencias, es la voz de un hombre rendido por la experiencia vivificante del amor de Dios presente en Jesús. Juan es testigo del amor del Padre y por eso urge a sus hermanos a vivir en esa misma dinámica, la del amor fraterno.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Si 15, 5
En medio de la Iglesia abrió su boca, y el Señor lo llenó del espíritu de sabiduría e inteligencia, y lo revistió de gloria.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que por medio del apóstol san Juan nos revelaste los misterios de tu Palabra hecha carne, concédenos la gracia de comprender con claridad lo que él nos enseñó tan admirablemente. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Les anunciamos lo que hemos visto y oído.
De la primera carta del apóstol san Juan: 1, 1-4
Queridos hermanos: Les anunciamos
lo que ya existía desde el principio, lo que hemos oído y hemos
visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado y hemos tocado con
nuestras propias manos. Nos referimos a aquel que es la Palabra de la vida.
Esta vida se ha hecho visible y nosotros la hemos visto y somos testigos de
ella. Les anunciamos esta vida, que es eterna, y estaba con el Padre y se nos
ha manifestado a nosotros.
Les anunciamos, pues, lo que hemos visto y oído, para que ustedes estén
unidos con nosotros, y juntos estemos unidos con el Padre y su Hijo, Jesucristo.
Les escribimos esto para que se alegren y su alegría sea completa. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 96 R/.
Alégrense, justos, con el Señor.
Reina el Señor, alégrese la tierra; cante de regocijo el mundo
entero. Tinieblas y nubes rodean el trono del Señor, que se asienta en
la justicia y el derecho. R/.
Los montes se derriten como cera ante el Señor de toda la tierra. Los
cielos pregonan su justicia, su inmensa gloria ven todos los pueblos. R/.
Amanece la luz para el justo y la alegría para los rectos de corazón.
Alégrense, justos, con el Señor y bendigan su santo nombre. R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Señor, Dios eterno, alegres te cantamos, a ti nuestra alabanza. A ti,
Señor, te alaba el coro celestial de los apóstoles. R/.
El otro discípulo corrió más aprisa que Pedro y llegó primero al sepulcro.
Del santo Evangelio según san Juan: 20, 2-9
El primer día después
del sábado, María Magdalena vino corriendo a la casa donde estaban
Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y
les dijo: "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde
lo habrán puesto".
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos iban
corriendo juntos, pero el otro discípulo corrió más aprisa
que Pedro y llegó primero al sepulcro, e inclinándose, miró
los lienzos puestos en el suelo, pero no entró.
En eso llegó también Simón Pedro, que lo venía siguiendo,
y entró en el sepulcro. Contempló los lienzos puestos en el suelo
y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, puesto
no con los lienzos en el suelo, sino doblado en sitio aparte. Entonces entró
también el otro discípulo, el que había llegado primero
al sepulcro, y vio y creyó, porque hasta entonces no habían entendido
las Escrituras, según las cuales Jesús debía resucitar
de entre los muertos.Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, los dones que te presentamos y concédenos, por la participación en esta Eucaristía, ahondar en los misterios de tu Palabra eterna, que en la Última Cena revelaste al apóstol san Juan. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-III de Navidad.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 1, 14. 16
La Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros, y de su plenitud hemos recibido todos gracia sobre gracia.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios todopoderoso, que, por esta Eucaristía que hemos celebrado, la Palabra hecha carne, predicada por san Juan, habite siempre en nosotros. Por Jesucristo, nuestro Señor.
SAGRADA FAMILIA
Los Santos Inocentes, mártires.
Santos: Santa Catalina Volpicelli, Fundadora. Fiesta Blanco.
DE ISAAC A JESÚS
Gn 15, 1-6, 21,1-3; Hb 11,8.11-12. 17-19; Lc 2,22-40
El nacimiento de Isaac había sido esperado con paciencia y cierto desasosiego por Sara y Abrahán, el tiempo parecía echárseles encima y la posibilidad de un descendiente se esfumaba. Abrahán recibió una visita misteriosa y una promesa de un hijo. A pesar de su avanzada edad creyó y para judíos y cristianos, es el prototipo del creyente. La circuncisión de su hijo Isaac simboliza la participación en las promesas, es el ritual de adhesión a una identidad colectiva: la de los herederos de la promesa abrahámica. En el Evangelio José y María circuncidan a su hijo Jesús —suceso que solamente refiere el evangelista san Lucas— afirmando sin vacilación alguna su pertenencia al pueblo de Israel. Jesús también será partícipe de las promesas. Los ancianos que atestiguan la ceremonia, profetizan la novedad que ese niño producirá en Israel: polémica y división. Su palabra y su obra serán decisivas y habrá que pronunciarse, porque traerá una oferta para cuantos buscan la liberación de Israel.
ANTÍFONA DE ENTRADA Lc 2, 16
Llegaron los pastores a toda prisa y encontraron a María y a José, y al niño recostado en un pesebre.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que te dignaste dejarnos el más perfecto ejemplo en la Sagrada Familia de tu Hijo, concédenos benignamente que, imitando sus virtudes domésticas y los lazos de caridad que la unió, podamos gozar de la eterna recompensa en la alegría de tu casa. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Tu heredero saldrá de tus entrañas.
Del libro del Génesis: 15, 1-6; 21, 1-3
En aquel tiempo, el Señor
se le apareció a Abram y le dijo: "No temas, Abram. Yo soy tu protector
y tu recompensa será muy grande". Abram le respondió: "Señor,
Señor mío, ¿qué me vas a poder dar, puesto que voy
a morir sin hijos? Ya que no me has dado descendientes, un criado de mi casa
será mi heredero".
Pero el Señor le dijo: "Ése no será tu heredero, sino
uno que saldrá de tus entrañas". Y haciéndolo salir
de la casa, le dijo: "Mira el cielo y cuenta las estrellas, si puedes".
Luego añadió: "Así será tu descendencia".
Abram creyó lo que el Señor le decía y, por esa fe, el
Señor lo tuvo por justo.
Poco tiempo después, el Señor tuvo compasión de Sara, como
lo había dicho, y le cumplió lo que le había prometido.
Ella concibió y le dio a Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que
Dios había predicho. Abraham le puso por nombre Isaac al hijo que le
había nacido de Sara. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 104 R/.
El Señor nunca olvida sus promesas.
Aclamen al Señor y denle gracias, relaten sus prodigios a los pueblos.
Entonen en su honor himnos y cantos, celebren sus portentos. R/.
Del nombre del Señor enorgullézcanse y siéntase feliz el
que lo busca. Recurran al Señor y a su poder y a su presencia acudan.
R/.
Recuerden los prodigios que él ha hecho, sus portentos y oráculos,
descendientes de Abraham, su servidor, estirpe de Jacob, su predilecto. R/.
Ni aunque transcurran mil generaciones, se olvidará el Señor de
sus promesas, de la alianza pactada con Abraham, del juramento a Isaac, que
un día le hiciera. R/.
La fe de Abraham, de Sara y de Isaac.
De la carta a los hebreos: 11, 8. 11-12. 17-19
Hermanos: Por su fe, Abraham,
obediente al llamado de Dios, y sin saber a dónde iba, partió
hacia la tierra que habría de recibir como herencia.
Por su fe, Sara, aun siendo estéril y a pesar de su avanzada edad, pudo
concebir un hijo, porque creyó que Dios habría de ser fiel a la
promesa; y así, de un solo hombre, ya anciano, nació una descendencia,
numerosa como las estrellas del cielo e incontable como las arenas del mar.
Por su fe, Abraham, cuando Dios le puso una prueba, se dispuso a sacrificar
a Isaac, su hijo único, garantía de la promesa, porque Dios le
había dicho: De Isaac nacerá la descendencia que ha de llevar
tu nombre. Abraham pensaba, en efecto, que Dios tiene poder hasta para resucitar
a los muertos; por eso le fue devuelto Isaac, que se convirtió así
en un símbolo profético.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
Hb 1, 1-2 R/. Aleluya, aleluya.
En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios en el pasado a
nuestros padres, por boca de los profetas. Ahora, en estos tiempos, que son
los últimos, nos ha hablado por medio de su Hijo. R/.
El niño iba creciendo y se llenaba de sabiduría.
Del santo Evangelio según san Lucas: 2, 22-40
Transcurrido el tiempo de
la purificación de María, según la ley de Moisés,
ella y José llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo
al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley: Todo primogénito
varón será consagrado al Señor, y también para ofrecer,
como dice la ley, un par de tórtolas o dos pichones.
Vivía en Jerusalén un hombre llamado Simeón, varón
justo y temeroso de Dios, que aguardaba el consuelo de Israel; en él
moraba el Espíritu Santo, el cual le había revelado que no moriría
sin haber visto antes al Mesías del Señor. Movido por el Espíritu,
fue al templo, y cuando José y María entraban con el niño
Jesús para cumplir con lo prescrito por la ley, Simeón lo tomó
en brazos y bendijo a Dios, diciendo:
"Señor, ya puedes dejar morir en paz a tu siervo, según lo
que me habías prometido, porque mis ojos han visto a tu Salvador, al
que has preparado para bien de todos los pueblos; luz que alumbra a las naciones
y gloria de tu pueblo, Israel".
El padre y la madre del niño estaban admirados de semejantes palabras.
Simeón los bendijo, y a María, la madre de Jesús, le anunció:
"Este niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento de muchos en
Israel, como signo que provocará contradicción, para que queden
al descubierto los pensamientos de todos los corazones. Y a ti, una espada te
atravesará el alma".
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu
de Aser. Era una mujer muy anciana. De joven, había vivido siete años
casada y tenía ya ochenta y cuatro años de edad. No se apartaba
del templo ni de día ni de noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones.
Ana se acercó en aquel momento, dando gracias a Dios y hablando del niño
a todos los que aguardaban la liberación de Israel. Y cuando cumplieron
todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea,
a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y fortaleciéndose,
se llenaba de sabiduría y la gracia de Dios estaba con Él. Palabra
del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos ahora al Señor,
que quiso vivir en una familia como la nuestra.
Después de cada petición diremos: Te lo pedimos, Señor.
Por todos los cristianos, para que lleguemos a ser una sola familia. Oremos.
Por las familias en el mundo entero, para que el Señor les conceda paz
y concordia. Oremos.
Por las familias que pasan dificultades o viven la desunión o la ruptura,
para que el Señor las conforte y las ayude a rehacer el camino de la
unidad. Oremos.
Por nuestros familiares y amigos difuntos, especialmente por los que han muerto
durante este año, para que el Señor los acoja en su Reino. Oremos.
Por todos nosotros, para que el Espíritu del Señor llene de dulzura,
comprensión y caridad nuestra relación con los demás. Oremos.
Señor, escucha nuestras peticiones, y haz que crezcamos en sabiduría
y gracia ante ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te ofrecemos, Señor, este sacrificio de reconciliación, y te pedimos humildemente que, por la intercesión de la Virgen Madre de Dios y de san José, fortalezcas nuestras familias en tu gracia y en tu paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-III de Navidad.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Ba 3, 38
Nuestro Dios apareció en el mundo y convivió con los hombres.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre misericordioso, haz que, reanimados con este sacramento celestial, imitemos constantemente los ejemplos de la Sagrada Familia, para que, superadas las aflicciones de esta vida, consigamos gozar eternamente de su compañía. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- El sentido de pertenencia a una identidad colectiva permite formar parte de un nosotros que nos sirve como referente. En esta cultura de la globalización las identidades colectivas parecen diluirse, ante la avalancha de una cultura homogénea, impuesta desde los centros de poder del vecino país. Demasiadas culturas padecen un proceso de cambio acelerado que terminará por transformarlas radicalmente. Abrahán y José circuncidan a sus respectivos hijos para integrarlos en una tradición religiosa y en una cultura. Los protagonistas del relato son personas mayores, garantes de una tradición y transmisores de unos valores, que es necesario preservar. Ana y Simeón han mantenido su identidad, han perseverado en la confianza en Dios, han amado con pasión y compromiso las mejores causas de Israel. No se trata de promover el etnocentrismo y cerrarse al diferente, sino de tener arraigo en la fe religiosa y en la cosmovisión propia y estar abierto a los valores característicos de otras culturas y otras identidades colectivas.
5° DIA, OCTAVA DE NAVIDAD
PROCEDER COMO JESÚS PROCEDIÓ
1 Jn 2,3-11; Lc 2,22-35
El conocimiento de Dios en la tradición de la comunidad del discípulo amado, que es la que está detrás del cuarto Evangelio y de las cartas de san Juan, es una experiencia de encuentro y acogida del Espíritu. "Nadie viene a mí si el Padre no lo llama", afirma el Señor Jesús en el Evangelio. La experiencia del encuentro con Jesús es algo impactante, una especie de derrumbe interior, similar al enamoramiento. Quien conoce a Jesús vive amándolo y consecuentemente, amando a sus hermanos. Conocer a Dios es vivir como vivió su Hijo Jesús. José y María procedieron conforme a la voluntad de Dios, circuncidaron a su hijo para expresar su decisión de vivir como creyentes fieles a Dios. Al circuncidar a Jesús le estaban encaminando a vivir en actitud de búsqueda constante de la voluntad del Padre. Quien vive en relación de alianza con Dios, asume su compromiso y se concibe como sujeto de derechos y obligaciones ante el Padre.
ANTÍFONA DE ENTRADA Jn 3, 16
Tanto amó Dios al mundo, que le dio a su Hijo único, para que todo el que crea en Él, no perezca, sino que tenga la vida eterna.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso e invisible, que, con la luz de tu venida, ahuyentaste las tinieblas del mundo, míranos con rostro sereno, para que sobreabundemos en toda alabanza, proclamando dignamente la gloria del nacimiento de tu Unigénito. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El que ama a su hermano permanece en la luz.
De la primera carta del apóstol san Juan: 2, 3-11
Queridos hermanos: En esto
tenemos una prueba de que conocemos a Dios, en que cumplimos sus mandamientos.
El que dice: "Yo lo conozco", pero no cumple sus mandamientos, es
un mentiroso y la verdad no está en él. Pero en aquel que cumple
su palabra, el amor de Dios ha llegado a su plenitud, y precisamente en esto
conocemos que estamos unidos a Él. El que afirma que permanece en Cristo
debe de vivir como Él vivió.
Hermanos míos, no les escribo un mandamiento nuevo, sino un mandamiento
antiguo, que ustedes tenían desde el principio. Este mandamiento antiguo,
es la palabra que han escuchado, y sin embargo, es un mandamiento nuevo éste
que les escribo; nuevo en él y en ustedes, porque las tinieblas pasan
y la luz verdadera alumbra ya.
Quien afirma que está en la luz y odia a su hermano, está todavía
en las tinieblas. Quien ama a su hermano permanece en la luz y no tropieza.
Pero quien odia a su hermano está en las tinieblas, camina en las tinieblas
y no sabe a dónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 95 R/.
Cantemos la grandeza del Señor.
Cantemos al Señor un nuevo canto, que le cante al Señor toda la
tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo. R/.
Proclamemos su amor día tras día, su grandeza anunciemos a los
pueblos; de nación en nación, sus maravillas. R/.
Ha sido el Señor quien hizo el cielo; hay gran esplendor en su presencia
y lleno de poder está su templo. R/.
ACLAMACIÓN
Lc 2, 32 R/. Aleluya, aleluya.
Cristo es la luz que alumbra a las naciones y la gloria de tu pueblo, Israel.
R/.
Cristo es la luz que alumbra a las naciones.
Del santo Evangelio según san Lucas: 2, 22-35
Transcurrido el tiempo de
la purificación de María, según la ley de Moisés,
ella y José llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo
al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley: Todo primogénito
varón será consagrado al Señor, y también para ofrecer,
como dice la ley, un par de tórtolas o dos pichones.
Vivía en Jerusalén un hombre llamado Simeón, varón
justo y temeroso de Dios, que aguardaba el consuelo de Israel; en él
moraba el Espíritu Santo, el cual le había revelado que no moriría
sin haber visto antes al Mesías del Señor. Movido por el Espíritu,
fue al templo, y cuando José y María entraban con el niño
Jesús para cumplir con lo prescrito por la ley, Simeón lo tomó
en brazos y bendijo a Dios, diciendo: "Señor, ya puedes dejar morir
en paz a tu siervo, según lo que me habías prometido, porque mis
ojos han visto a tu Salvador, al que has preparado para bien de todos los pueblos,
luz que alumbra a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel".
El padre y la madre del niño estaban admirados de semejantes palabras.
Simeón los bendijo, y a María, la madre de Jesús, le anunció:
"Este niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento de muchos en
Israel, como signo que provocará contradicción, para que queden
al descubierto los pensamientos de todos los corazones. Y a ti, una espada te
atravesará el alma".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, nuestros dones, con los que se realiza tan glorioso intercambio, para que, al ofrecerte lo que tú nos diste, merezcamos recibirte a ti mismo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-III de Navidad.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 1, 78
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos ha visitado, el Sol que nace de lo alto.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios todopoderoso, que la eficacia de estos sagrados misterios constantemente fortalezca nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
6° DÍA, OCTAVA DE NAVIDAD
NO AMEN AL MUNDO
1 Jn 2, 12-17; Lc 2,36-40
La afirmación anterior puede sonar pesimista o negativa porque presupone una idea errónea del mundo, bien sea que se entienda por éste, a la naturaleza o sus habitantes. Quien pensara que el mundo es totalmente malo, incurriría en una postura pedante y maniquea. La valoración negativa del mundo que hace el autor de la carta de San Juan se refiere a las dinámicas y estructuras violentas: explotación económica, opresión hacia los débiles. Situaciones que obviamente no son conformes al Evangelio y que no pueden ser aprobadas y mucho menos amadas. En cierto sentido podemos afirmar que los protagonistas del episodio que nos refiere san Lucas, a saber, Ana y Simeón, tampoco amaban la dimensión negativa de la sociedad en que vivían; justamente porque no se resignaban a ese tipo de mundo: "esperaban la liberación de Israel" y mantenían su apertura y su confianza en la acción de Dios, sin desentenderse de cumplir responsablemente sus compromisos con su propia sociedad.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sb 18, 14-15
Cuando un profundo silencio envolvía todas las cosas y la noche estaba a la mitad de su camino, tu Palabra todopoderosa, Señor, bajó desde el trono real del cielo.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso, que, viéndonos sujetos a la antigua esclavitud bajo el yugo del pecado, nos libere el nuevo nacimiento según la carne de tu Unigénito. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El que hace la voluntad de Dios tiene vida eterna.
De la primera carta del apóstol san Juan: 2, 12-17
Les escribo a ustedes, hijitos,
porque han sido perdonados sus pecados en el nombre de Jesús. Les escribo
a ustedes, padres, porque conocen al que existe desde el principio. Les escribo
a ustedes, jóvenes, porque han vencido al demonio. Les he escrito a ustedes,
hijitos, porque conocen al Padre. Les he escrito a ustedes, padres, porque conocen
al que existe desde el principio. Les he escrito a ustedes, jóvenes,
porque son fuertes y la palabra de Dios permanece en ustedes y han vencido al
demonio.
No amen al mundo ni lo que hay en él. Si alguno ama al mundo, el amor
del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo: las
pasiones desordenadas del hombre, las curiosidades malsanas y la arrogancia
del dinero, no vienen del Padre, sino del mundo. El mundo pasa y sus pasiones
desordenadas también. Pero el que hace la voluntad de Dios tiene vida
eterna. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 95 R/.
Alaben al Señor, todos los pueblos.
Alaben al Señor, pueblos del orbe, reconozcan su gloria y su poder y
tribútenle honores a su nombre. R/.
Ofrézcanle en sus atrios sacrificios. Caigamos en su templo de rodillas.
Tiemblen ante el Señor los atrevidos. R/.
"Reina el Señor", digamos a los pueblos. Él afianzó
con su poder el orbe, gobierna a las naciones con justicia. R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Un día sagrado ha brillado para nosotros. Vengan, naciones, y adoren
al Señor, porque hoy ha descendido una gran luz sobre la tierra. R/.
Ana hablaba del niño a los que aguardaban la liberación de Jerusalén.
Del santo Evangelio según san Lucas: 2, 36-40
En aquel tiempo, había
una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana.
De joven, había vivido siete años casada y tenía ya ochenta
y cuatro años de edad. No se apartaba del templo ni de día ni
de noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. (Cuando José y María
entraban en el templo para la presentación del niño,) Ana se acercó,
dando gracias a Dios y hablando del niño a todos los que aguardaban la
liberación de Jerusalén.
Una vez que José y María cumplieron todo lo que prescribía
la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El
niño iba creciendo y fortaleciéndose, se llenaba de sabiduría
y la gracia de Dios estaba con él. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta benignamente, Señor, los dones de tu pueblo, para que recibamos, por este sacramento celestial, aquello mismo que el fervor de nuestra fe nos mueve a proclamar. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-III de Navidad.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 1, 16
De su plenitud todos hemos recibido gracia sobre gracia.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor Dios, que nos unes a ti al permitirnos participar en tus sacramentos, realiza su poderoso efecto en nuestros corazones, y que la misma recepción de este don tuyo nos haga más dignos de seguirlo recibiendo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
7° DÍA, OCTAVA DE NAVIDAD
Santos: Silvestre I, Papa; Columba de Sens, mártir. Beata Josefina Nicol, religiosa. Feria Blanco
NADIE LO HA VISTO JAMÁS
1 Jn 2,18-21; Jn 1,1-18
La frase culminante del prólogo de san Juan es incuestionable: "a Dios nadie lo ha visto jamás; es el Hijo único, quien lo ha explicado". Desde esa afirmación fundamental podemos decir que los que confesamos al Dios y Padre de Jesús, no tenemos otra manera de acceder a su amistad, que abrirnos al encuentro con Cristo. No se trata de un conocimiento intelectual o fundado en argumentaciones lógicas, se trata de un encuentro personal, de una experiencia espiritual profunda. Para el autor de la carta de Juan, se trata de recibir la unción del Espíritu de Jesús que nos habilita para vivir en íntima comunión con Él.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Is 9, 5
Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; lleva sobre sus hombros el imperio y su nombre será Ángel del gran consejo.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que aceptaste que en el nacimiento de tu Hijo halle su principio y perfección la virtud que nos une a ti, concédenos que seamos contados entre los escogidos de aquel en quien está la plenitud de toda salvación humana. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Han recibido ustedes la unción del Espíritu Santo.
De la primera carta del apóstol san Juan: 2, 18-21
Hijos míos: Ésta
es la última hora. Han oído ustedes que iba a venir el anticristo;
pues bien, muchos anti-cristos han aparecido ya, por lo cual nos damos cuenta
de que es la última hora. De entre ustedes salieron, pero no eran de
los nuestros; pues si hubieran sido de los nuestros, habrían permanecido
con nosotros. Pero sucedió así para que se pusiera de manifiesto
que ninguno de ellos es de los nuestros.
Por lo que a ustedes toca, han recibido la unción del Espíritu
Santo y tienen así el verdadero conocimiento. Les he escrito, no porque
ignoren la verdad, sino porque la conocen y porque ninguna mentira viene de
la verdad. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 95 R/.
Alégrense los cielos y la tierra.
Cantemos al Señor un nuevo canto, que le cante al Señor toda la
tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo, proclamemos su amor
día tras día. R/.
Alégrense los cielos y la tierra, retumbe el mar y el mundo submarino.
Salten de gozo el campo y cuanto encierra, manifiesten los bosques regocijo.
R/.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe.
Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones.
R/.
ACLAMACIÓN
Jn 1, 14. 12 R/. Aleluya, aleluya.
Aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros. A todos
los que lo recibieron les concedió poder llegar a ser hijos de Dios.
R/.
Aquel que es la Palabra se hizo hombre.
Del santo Evangelio según san Juan: 1, 1-18
En el principio ya existía
aquel que es la Palabra, y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios.
Ya en el principio Él estaba con Dios. Todas las cosas vinieron a la
existencia por Él y sin Él nada empezó de cuanto existe.
Él era la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en
las tinieblas y las tinieblas no la recibieron.
Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Éste vino como
testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de
él. Él no era la luz, sino testigo de la luz.
Aquel que es la Palabra era la luz verdadera, que ilumina a todo hombre que
viene a este mundo. En el mundo estaba; el mundo había sido hecho por
Él y, sin embargo, el mundo no lo conoció.
Vino a los suyos y los suyos no lo recibieron; pero a todos los que lo recibieron
les concedió poder llegar a ser hijos de Dios, a los que creen en su
nombre, los cuales no nacieron de la sangre, ni del deseo de la carne, ni por
voluntad del hombre, sino que nacieron de Dios.
Y aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros. Hemos
visto su gloria, gloria que le corresponde como a Unigénito del Padre,
lleno de gracia y de verdad.
Juan el Bautista dio testimonio de él, clamando: "A éste
me refería cuando dije: 'El que viene después de mí, tiene
precedencia sobre mí, porque ya existía antes que yo' ".
De su plenitud hemos recibido todos gracia sobre gracia. Porque la ley fue dada
por medio de Moisés, mientras que la gracia y la verdad vinieron por
Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás. El Hijo unigénito,
que está en el seno del Padre, es quien lo ha revelado. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor Dios, fuente de toda devoción sincera y de la paz, concédenos honrar de tal manera tu majestad con estos dones, que, al participar en estos santos misterios, todos quedemos unidos en un mismo sentir. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-III de Navidad.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Jn 4, 9
Dios envió al mundo a su Hijo unigénito, para que vivamos por él.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que tu pueblo, al que acompañas con variados auxilios, obtenga de tu misericordia la ayuda presente y la futura, para que, mientras se afana en procurar el necesario consuelo de las cosas pasajeras, más confiadamente aspire a las eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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