MISAL ENERO DEL 2011 / www.laverdadcatolica.org |
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27 | ||||||
Intenciones del Santo Padre para el mes de Enero 2011 |
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GENERAL | |
Para que las riquezas de la creación sean conservadas, valorizadas y puestas a disposición de todos, como don precioso de Dios a la humanidad. |
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MISIONAL | |
Para que los cristianos puedan alcanzar la plena unidad, testimoniando a toda la humanidad la paternidad universal de Dios. |
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Santa María Madre de Dios
Santos: San José María Tomassi, cardenal. Beato Luis (Lojze) Grozde, laico.
Vísperas I de mañana: Todo propio. Tomo I: p. 447. Para los fieles: p. 146. Edición popular: pp. 424 y 13. Solemnidad (Blanco)
FUERON CORRIENDO Y ENCONTRARON A MARÍA, A JOSÉ Y AL NIÑO
Nm 6, 22-27; Ga
4, 4-7; Lc 2, 16-21
El libro de los Números nos lanza atinadamente el mejor de los
augurios. Quien sienta la cercanía del rostro de Dios en su vida alcanzará
la paz. En ese tenor, la carta de san Pablo a los Gálatas empuja la imagen
hasta el extremo, al confesarnos su más firme certeza: en la plenitud
de los tiempos Dios se nos ha aproximado tanto que nos ha permitido conocerle
de cerca, contemplando el rostro compasivo de su hijo Jesús. El evangelio
de Lucas nos advierte que quien intente descubrir la presencia de Dios, tendrá
que salir a buscar dichas señales ahí donde el Señor decida
hablarle.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sedulio)
Te aclamamos, santa Madre de Dios, porque has dado a luz al Rey que gobierna cielo y tierra por los siglos de los siglos.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que por la fecunda virginidad de María diste al género humano el don de la salvación eterna, concédenos sentir la intercesión de aquella por quien recibimos al autor de la vida, Jesucristo, Señor nuestro, que vive y reina contigo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Invocarán mi nombre y yo los bendeciré.
Lectura del libro de los Números: 6, 22-27
En aquel tiempo, el Señor habló a Moisés y le dijo: "Di a Aarón y a sus hijos: 'De esta manera bendecirán a los israelitas: El Señor te bendiga y te proteja, haga resplandecer su rostro sobre ti y te conceda su favor. Que el Señor te mire con benevolencia y te conceda la paz'. Así invocarán mi nombre sobre los israelitas y yo los bendeciré". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 66 R/.
Ten piedad de nosotros, Señor, y bendícenos.
Ten piedad de nosotros y bendícenos; vuelve, Señor, tus ojos a
nosotros. Que conozca la tierra tu bondad y los pueblos tu obra salvadora. R/.
Las naciones con júbilo te canten, porque juzgas al mundo con justicia;
con equidad tú juzgas a los pueblos y riges en la tierra a las naciones.
R/.
Que te alaben, Señor, todos los pueblos, que los pueblos te aclamen todos
juntos. Que nos bendiga Dios y que le rinda honor el mundo entero. R/.
Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 4, 4-7
Hermanos: Al llegar la plenitud
de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo
la ley, para rescatar a los que estábamos bajo la ley, a fin de hacernos
hijos suyos.
Puesto que ya son ustedes hijos, Dios envió a sus corazones el Espíritu
de su Hijo, que clama "¡Abbá!", es decir, ¡Padre!
Así que ya no eres siervo, sino hijo; y siendo hijo, eres también
heredero por voluntad de Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN (Hb 1, 1-2) R/. Aleluya, aleluya.
En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios en el pasado a nuestros padres, por boca de los profetas. Ahora, en estos tiempos, nos ha hablado por medio de su Hijo. R/.
Encontraron a María, a José y al niño. Al cumplirse los ocho días, le pusieron por nombre Jesús.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 2, 16-21
En aquel tiempo, los pastores
fueron a toda prisa hacia Belén y encontraron a María, a José
y al niño, recostado en el pesebre. Después de verlo, contaron
lo que se les había dicho de aquel niño y cuantos los oían,
quedaban maravillados. María, por su parte, guardaba todas estas cosas
y las meditaba en su corazón.
Los pastores se volvieron a sus campos, alabando y glorificando a Dios por todo
cuanto habían visto y oído, según lo que se les había
anunciado.
Cumplidos los ocho días, circuncidaron al niño y le pusieron el
nombre de Jesús, aquel mismo que había dicho el ángel,
antes de que el niño fuera concebido. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, tú que eres el origen de todos los bienes y quien los lleva a su pleno desarrollo, concede a quienes celebramos en la Virgen María, Madre de Dios, las primicias de nuestra redención, alcanzar la plenitud de sus frutos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I de Santa
María Virgen
Maternidad de la santísima Virgen María
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación
darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso
y eterno. Y alabar, bendecir y proclamar tu gloria en la (festividad, conmemoración)
de Santa María siempre virgen. Porque ella concibió a tu Hijo
único por obra del Espíritu Santo, y sin perder la gloria de su
virginidad, hizo brillar sobre el mundo la luz eterna, Jesucristo, Señor
nuestro. Por Él, los ángeles y los arcángeles y todos los
coros celestiales, celebran tu gloria, unidos en común alegría.
Permítenos asociarnos a sus voces, cantando humildemente tu alabanza:
Santo, Santo, Santo
es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN (Hb 13, 8)
Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por todos los siglos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que estos sacramentos celestiales que hemos recibido con alegría, sean fuente de vida eterna para nosotros, que nos gloriamos de proclamar a la siempre Virgen María como Madre de tu Hijo y Madre de la Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
II DOMINGO DE ADVIENTO
La Epifanía del Señor
Santos: Basilio Magno de Cesarea, obispo y Gregorio Nacianceno, Doctor de la Iglesia. Solemnidad (Blanco)
NO HAY PEOR CIEGO QUE EL QUE NO QUIERE VER
Is 60, 1-6; Ef 3, 2-3.5-6; Mt 2, 1-12
El profeta que durante el exilio se cobijó con el nombre de Isaías estaba convencido que la época de miseria y oscuridad estaba por llegar a su fin. Sabía que antes del amanecer la oscuridad es más intensa. La mirada penetrante del apóstol san Pablo le permitió desentrañar el gran misterio de la salvación. La intransigencia y la cerrazón excluyente estaban sentenciadas. Dios desmoronaría hasta los cimientos los muros del odio. El evangelio de san Mateo nos retrata el doloroso contraste que se estableció entre la gente menuda que tuvo acceso a Jesús y la altanería prepotente de Herodes que se autoexcluyó y se quedó sin ver al rey de los judíos.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. MI 3, 1; 1 Cro 19, 12)
Miren que ya viene el Señor de los ejércitos; en su mano están el reino y la potestad y el imperio.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor, Dios nuestro, que por medio de una estrella, diste a conocer en este día, a todos los pueblos el nacimiento de tu Hijo, concede a los que ya te conocemos por la fe, llegar a contemplar, cara a cara, la hermosura de tu inmensa gloria. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
La gloria del Señor alborea sobre ti.
Lectura del libro del profeta Isaías: 60, 1-6
Levántate y
resplandece, Jerusalén, porque ha llegado tu luz y la gloria del Señor
alborea sobre ti. Mira: las tinieblas cubren la tierra y espesa niebla envuelve
a los pueblos; pero sobre ti resplandece el Señor y en ti se manifiesta
su gloria. Caminarán los pueblos a tu luz y los reyes, al resplandor
de tu aurora.
Levanta los ojos y mira alrededor: todos se reúnen y vienen a ti; tus
hijos llegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos. Entonces verás
esto radiante de alegría; tu corazón se alegrará, y se
ensanchará, cuando se vuelquen sobre ti los tesoros del mar y te traigan
las riquezas de los pueblos.
Te inundará una multitud de camellos y dromedarios, procedentes de Madián
y de Efá. Vendrán todos los de Sabá trayendo incienso y
oro y proclamando las alabanzas del Señor. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Del salmo 71 R/.
Que te adoren, Señor, todos los pueblos.
Comunica, Señor, al rey tu juicio, y tu justicia al que es hijo de reyes;
así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá
a tu pueblo justamente. R/.
Florecerá en sus días la justicia y reinará la paz, era
tras era. De mar a mar se extenderá su reino y de un extremo al otro
de la tierra. R/.
Los reyes de occidente y de las islas le ofrecerán sus dones. Ante él
se postrarán todos los reyes y todas las naciones. R/.
Al débil librará del poderoso y ayudará al que se encuentra
sin amparo; se apiadará del desvalido y pobre y salvará la vida
al desdichado. R/.
También los paganos participan de la misma herencia que nosotros.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 3, 2-3. 5-6
Hermanos: Han oído hablar de la distribución de la gracia de Dios, que se me ha confiado en favor de ustedes. Por revelación se me dio a conocer este misterio, que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, pero que ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: es decir, que por el Evangelio, también los paganos son coherederos de la misma herencia, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la misma promesa en Jesucristo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Mt 2, 2) R/. Aleluya, aleluya.
Hemos visto su estrella en el Oriente y hemos venido a adorar al Señor.
R/.
Hemos venido de Oriente para adorar al rey de los judíos.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 2, 1-12
Jesús nació
en Belén de Judá, en tiempos del rey Herodes. Unos magos de Oriente
llegaron entonces a Jerusalén y preguntaron: "¿Dónde
está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos surgir
su estrella y hemos venido a adorarlo".
Al enterarse de esto, el rey Herodes se sobresaltó y toda Jerusalén
con él. Convocó entonces a los sumos sacerdotes y a los escribas
del pueblo y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías.
Ellos le contestaron:
"En Belén de Judá, porque así lo ha escrito el profeta:
Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres en manera alguna la
menor entre las ciudades ilustres de Judá, pues de ti saldrá un
jefe, que será el pastor de mi pueblo, Israel".
Entonces Herodes llamó en secreto a los magos, para que le precisaran
el tiempo en que se les había aparecido la estrella y los mandó
a Belén, diciéndoles: "Vayan a averiguar cuidadosamente qué
hay de ese niño y, cuando lo encuentren, avísenme para que yo
también vaya a adorarlo".
Después de oír al rey, los magos se pusieron en camino, y de pronto
la estrella que habían visto surgir, comenzó a guiarlos, hasta
que se detuvo encima de donde estaba el niño. Al ver de nuevo la estrella,
se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa y vieron al niño
con María, su madre, y postrándose, lo adoraron. Después,
abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Advertidos
durante el sueño de que no volvieran a Herodes, regresaron a su tierra
por otro camino. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Con un espíritu lleno
de alegría, oremos por nosotros y por el mundo entero.
A cada petición diremos: Escúchanos, Padre.
Por todos los cristianos, por todos los que sentimos la alegría de
creer en Jesús. Oremos.
Por los hombres y mujeres de buena voluntad que no han descubierto aún
el gozo de la fe. Oremos.
Por los países de misión, para que cada vez sean más los
sacerdotes y religiosos, hijos de aquellas tierras. Oremos.
Por los niños y niñas que hoy viven esta fiesta llenos de alegría;
y también por los niños que sufren la pobreza o el abandono. Oremos.
Por cada uno de nosotros, por nuestras familias y por nuestros amigos. Oremos.
Escucha, Padre, nuestra oración, y derrama tú Espíritu
en nuestros corazones. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, con bondad los dones de tu Iglesia, que no consisten ya en oro, incienso y mirra, sino en tu mismo Hijo, Jesucristo, que, bajo las apariencias de pan y de vino, va a ofrecerse en sacrificio y a dársenos en alimento, Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Prefacio de la Epifanía
Cristo, luz de las naciones
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque hoy has revelado en Cristo, el misterio de nuestra salvación, para iluminar con su luz a todos los pueblos; ya que, al manifestarse tu Hijo en nuestra carne mortal, nos has restaurado con la gloria de su inmortalidad. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Mt 2, 2)
Hemos visto su estrella en el Oriente y venimos con regalos a adorar al Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que tu luz, Señor, nos guíe y nos acompañe siempre para que comprendamos cada día más este sacramento en el que hemos participado y podamos recibirlo con mayor amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA
REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.-
Todo mundo conoce la imagen del vaso medio lleno o medio vacío. Cuando
cedemos al control dominador de nuestro fanatismo terminamos por deformar nuestra
percepción de la realidad. Intentando hacer un balance sobre el retroceso
o la mejoría de nuestra sociedad mexicana, podemos dejarnos encandilar
por el derrotismo y la ensarta de noticias alarmantes que nos estremecen a diario.
A veces nos fijamos en el mal que persiste y no
tenemos una mirada transparente para reconocer los males —pequeños
si quieren— que van siendo arrancados de raíz. Ni la luminosidad
triunfalista que nos hizo creer que "como México no hay dos"
ni la oscuridad de los amargados que con sus lentes oscuros nos quieren robar
cualquier señal de esperanza. Los cristianos creemos que el Padre nos
invita a caminar hacia la plenitud. No andamos rodando al garete. Sin duda atravesamos
una hora crítica y sombría, pero el dinamismo de la fe congruente
nos permitirá salir del atolladero.
El Santísimo Nombre de Jesús
Santos: Genoveva de París, virgen; Antero, Papa y mártir. Memoria libre (Blanco)
EL VIENTO NUEVO QUE COMENZÓ A SOPLAR EN GALILEA
1 Jn 3, 22-4, 6; Mt 4, 12-17. 23-25
La carta de Juan establece un criterio infalible para identificar a los auténticos seguidores de Jesús. Estos han marcado su raya y no se pliegan sumisamente ante los reclamos del mundo, que pretende manipularlos para quitarles su libertad. El aire de victoria los alienta a perseverar apostando por otro mundo posible. Ese mismo mundo nuevo fue el que Jesús —según nos relata el primer evangelio— comenzó a suscitar con sus palabras y sus señales en los poblados de Galilea, al devolver la salud y la movilidad a todos los que sufrían limitaciones y enfermedades.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Flp 2, 10-11)
Que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra, en los abismos; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
ORACIÓN COLECTA
Al venerar el santísimo nombre de Jesús, te rogamos, Señor, que, después de gustar su dulzura en esta vida, nos concedas gozar plenamente de la eterna alegría en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Examinen toda inspiración para ver si viene de Dios.
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan: 3, 22-4, 6
Queridos hijos: Puesto que
cumplimos los mandamientos de Dios y hacemos lo que le agrada, ciertamente obtendremos
de Él todo lo que le pidamos. Ahora bien, éste es su mandamiento:
que creamos en la persona de Jesucristo, su Hijo, y nos amemos los unos a los
otros, conforme al precepto que nos dio. Quien cumple sus mandamientos permanece
en Dios y Dios en él. En esto conocemos, por el Espíritu que Él
nos ha dado, que Él permanece en nosotros.
Hermanos míos, no se dejen llevar de cualquier espíritu, sino
examinen toda inspiración para ver si viene de Dios, pues han surgido
por el mundo muchos falsos profetas. La presencia del Espíritu de Dios
la pueden conocer en esto:
Todo aquel que reconoce a Jesucristo, Palabra de Dios, hecha hombre, es de Dios.
Todo aquel que no reconoce a Jesús, no es de Dios, sino que su espíritu
es del anticristo. De éste han oído decir que ha de venir; pues
bien, ya está en el mundo.
Ustedes son de Dios, hijitos míos, y han triunfado de los falsos profetas,
porque más grande es el que está en ustedes que el que está
en el mundo. Ellos son del mundo, enseñan cosas del mundo y el mundo
los escucha. Pero nosotros somos de Dios y nos escucha el que es de Dios. En
cambio, aquel que no es de Dios no nos escucha. De esta manera distinguimos
entre el espíritu de la verdad y el espíritu del error. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 2 R/.
Yo te daré en herencia las naciones.
Anunciaré el decreto del Señor. He aquí lo que
me dijo: "Hijo mío eres tú, yo te he engendrado hoy.
Te daré en herencia las naciones y como propiedad, toda la tierra".
R/.
Escuchen y comprendan estas cosas, reyes y gobernantes de la tierra. Adoren
al Señor con reverencia, sírvanlo con temor. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Mt 4, 23) R/. Aleluya, aleluya.
Predicaba Jesús la buena nueva del Reino y sanaba toda enfermedad
en el pueblo. R/.
Ya está cerca el Reino de los cielos.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 4, 12-17. 23-25
Al enterarse Jesús
de que Juan había sido arrestado, se retiró a Galilea, y dejando
el pueblo de Nazaret, se fue a vivir a Cafarnaúm, junto al lago, en territorio
de Zabulón y Neftalí, para que así se cumpliera lo que
había anunciado el profeta Isaías: Tierra de Zabulón y
Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los
paganos; el pueblo que yacía en tinieblas vio una gran luz. Sobre los
que vivían en tierra de sombras una luz resplandeció.
Desde entonces comenzó Jesús a predicar, diciendo: "Conviértanse,
porque ya está cerca el Reino de los cielos". Y andaba por toda
Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando la buena nueva del
Reino de Dios y curando a la gente de toda enfermedad y dolencia. Su fama se
extendió por toda Siria y le llevaban a todos los aquejados por diversas
enfermedades y dolencias, a los poseídos, epilépticos y paralíticos,
y Él los curaba. Lo seguían grandes muchedumbres venidas de Galilea,
Decápolis, Jerusalén, Judea y Transjordania. Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Padre todopoderoso, acepta
complacido las ofrendas que te presentamos en nombre de Cristo pues sabemos,
por su promesa, que cuanto pidamos en su nombre, nos será concedido.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Navidad
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Hch 4, 12)
Ningún otro nombre ha sido dado a los hombres bajo el cielo, que pueda salvarnos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor, venerar dignamente en estos sacramentos a Jesús, a cuyo nombre quisiste que toda rodilla se doblegara, y que por Él obtuviera todo el género humano la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
AMOR CON AMOR SE PAGA
1 Jn 4,7-10; Mc 6, 34-44
Si solamente amamos a aquellos que se anticiparon a amarnos no tenemos mérito alguno. Los cristia-nos a quienes escribe el apóstol se han decidido a amar a Dios, sirviendo a sus hermanos; al hacerlo, están correspondiendo simplemente al amor primero que Jesús les había manifestado. En la escena del segundo evangelio el Señor Jesús acoge a la gente desesperada que no encuentra a dónde dirigir su esperanza. Jesús los ama como Buen Pastor que es y los organiza, los instruye y alimenta. ¡Un amor eficaz el suyo!
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 64, 12)
Bendice, Señor, con tu bondad este nuevo año y tus campos se llenarán de frutos.
ORACIÓN COLECTA
Dios eterno, principio de toda creatura, concédenos durante este año, que desde hoy te dedicamos, no carecer de lo necesario para la vida y dar testimonio de ti con nuestras buenas obras. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Dios es amor.
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan: 4, 7-10
Queridos hijos: Amémonos
los unos a los otros, porque el amor viene de Dios, y todo el que ama ha nacido
de Dios y conoce a Dios. El que no ama, no conoce a Dios, porque Dios es amor.
El amor que Dios nos tiene se ha manifestado en que envió al mundo a
su Hijo unigénito, para que vivamos por Él.
El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que
Él nos amó primero y nos envió a su Hijo, como víctima
de expiación por nuestros pecados. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 71 R/.
Que te adoren, Señor, todos los pueblos.
Comunica, Señor, al rey tu juicio, y tu justicia al que es hijo de reyes;
así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá
a tu pueblo justamente. R/.
Justicia y paz ofrecerán al pueblo las colinas y los montes. El rey hará
justicia al oprimido y salvará a los hijos de los pobres. R/.
Florecerá en sus días la justicia y reinará la paz, era
tras era. De mar a mar se extenderá su reino y de un extremo al otro
de la tierra. R/.
ACLAMACIÓN
(Lc 4, 18) R/. Aleluya, aleluya.
El Señor me ha enviado para llevar a los pobres la buena nueva
y anunciar la liberación a los cautivos. R/.
Al multiplicar los panes, Jesús se manifiesta como profeta.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 6,
34-44
En aquel
tiempo, al desembarcar Jesús, vio una numerosa multitud que lo estaba
esperando, y se compadeció de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor,
y se puso a enseñarles muchas cosas.
Cuando ya atardecía, se acercaron sus discípulos y le dijeron:
"Estamos en despoblado y ya es muy tarde. Despide a la gente para que vayan
por los caseríos y poblados del contorno y compren algo de comer".
El les replicó:
"Denles ustedes de comer". Ellos le dijeron: "¿Acaso vamos
a ir a comprar doscientos denarios de pan para darles de comer?". Él
les preguntó: "¿Cuántos panes tienen? Vayan a ver".
Cuando lo averiguaron, le dijeron: "Cinco panes y dos pescados".
Entonces ordenó Jesús que la gente se sentara en grupos sobre
la hierba verde y se acomodaron en grupos de cien y de cincuenta. Tomando los
cinco panes y los dos pescados, Jesús alzó los ojos al cielo,
bendijo a Dios, partió los panes y se los dio a los discípulos
para que los distribuyeran; lo mismo hizo con los dos pescados.
Comieron todos hasta saciarse, y con las sobras de pan y de pescado que recogieron
llenaron doce canastos. Los que comieron fueron cinco mil hombres. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sean gratas, Señor,
las ofrendas que te presentarnos, para que todos los que celebramos con alegría
el principio de este nuevo año, podamos vivirlo día a día
en tu amistad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Navidad o de la Epifanía.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Hb 13, 8)
Cristo es siempre el mismo, ayer, hoy y por todos los siglos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Permanece, Señor, en medio del pueblo que ha participado en esta Eucaristía y se confía siempre a tu protección, a fin de que, a lo largo del año que se inicia, se vea libre de todo peligro. Por Jesucristo, nuestro Señor.
EL AMOR ECHA FUERA EL TEMOR
1 Jn 4, 11-18; Mc 6, 42-52
Los discípulos de Jesús estaban afligidos en una infructuosa noche de pesca, remaban sin descanso queriendo sobreponerse a la impetuosa fuerza del viento. Su embotamiento y la oscuridad de la noche, les impidió reconocer al Maestro que venía en su auxilio. En la carta de Juan el autor nos recuerda una verdad del tamaño del sol. Quien ama a Dios ha desterrado para siempre el temor de su corazón. Si conocemos al Dios amor, aprenderemos a vivir en clave de confianza.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Is 9, 2)
El pueblo que caminaba en tinieblas, vio una luz intensa. Sobre los que vivían en tierra de sombras, brilló una luz.
ORACIÓN COLECTA
Señor, Dios nuestro, luz del mundo, concede una paz estable a todos los pueblos de la tierra, y haz que aquella luz resplandeciente que condujo a los Magos al conocimiento de tu Hijo, ilumine también nuestros corazones. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros.
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan: 4, 11-18
Queridos hijos: Si Dios
nos ha amado tanto, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros.
A Dios nadie lo ha visto nunca; pero si nos amamos los unos a los otros, Dios
permanece en nosotros y su amor en nosotros es perfecto.
En esto conocemos que permanecemos en Él, y Él en nosotros: en
que nos ha dado su Espíritu. Nosotros hemos visto, y de ello damos testimonio,
que el Padre envió a su Hijo como Salvador del mundo. Quien confiesa
que Jesús es Hijo de Dios, permanece en Dios y Dios en él.
Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en
ese amor. Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios
en él. En esto llega a la perfección el amor que Dios nos tiene:
en que esperamos con tranquilidad el día del juicio, porque nosotros
vivimos en este mundo en la misma forma que Jesucristo vivió.
En el amor no hay temor. Al contrario, el amor perfecto excluye el temor, porque
el que teme, mira al castigo, y el que teme no ha alcanzado la perfección
del amor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 71 R/.
Que te adoren, Señor, todos los pueblos.
Comunica, Señor, al rey tu juicio, y tu justicia al que es hijo de reyes;
así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá
a tu pueblo justamente. R/.
Los reyes de occidente y de las islas le ofrecerán sus dones. Ante él
se postrarán todos los reyes y todas las naciones. R/.
Al débil librará del poderoso y ayudará al que se encuentra
sin amparo; se apiadará del desvalido y pobre y salvará la vida
al desdichado. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. 1 Tm 3, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Gloria a ti, Cristo Jesús, que has sido proclamado a las naciones. Gloria
a ti, Cristo Jesús, que has sido anunciado al mundo. R/.
Lo vieron caminar sobre el agua.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 6, 45-52
En aquel tiempo, después
de la multiplicación de los panes, Jesús apremió a sus
discípulos a que subieran a la barca y se dirigieran a Betsaida, mientras
Él despedía a la gente. Después de despedirlos, se retiró
al monte a orar.
Entrada la noche, la barca estaba en medio del lago y Jesús, solo, en
tierra. Viendo los trabajos con que avanzaban, pues el viento les era contrario,
se dirigió a ellos caminando sobre el agua, poco antes del amanecer,
y parecía que iba a pasar de largo.
Al verlo andar sobre el agua, ellos creyeron que era un fantasma y se pusieron
a gritar, porque todos lo habían visto y estaban espantados. Pero Él
les habló enseguida y les dijo: "¡Ánimo! Soy yo; no
teman". Subió a la barca con ellos y se calmó el viento.
Todos estaban llenos de espanto y es que no habían entendido el episodio
de los panes, pues tenían la mente embotada. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor y Dios nuestro, que infundes en nosotros los sentimientos de la verdadera adoración y nos impulsas a vivir en plena concordia con nuestros prójimos, concédenos poder tributarte con estas ofrendas el culto que te es debido y estrechar los lazos de caridad con nuestros hermanos, por la participación en este sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Navidad o de la Epifanía.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Jn 1, 2)
La Vida eterna, que estaba junto al Padre, se manifestó a nosotros y nosotros la hemos visto.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que tu pueblo, Señor, al que jamás has dejado de tu mano, experimente tu ayuda presente y futura a fin de que, disfrutando de los bienes terrenos necesarios pueda buscar con mayor confianza los bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LAS CADENAS QUE NOS ALIENAN
1 Jn 4, 19-5, 4 Lc 4, 14-22
El autor de la primera carta hace explícito el mensaje de Jesús, cuando reitera que el amor a Dios es inseparable del amor al hermano. Quien pretende disociar a Dios de los hermanos es un embustero. San Lucas nos relata los inicios del proyecto misionero de Jesús. Él está lleno el Espíritu y sabe que Dios lo ha enviado como su lugarteniente para aliviar el dolor de sus hermanos y para solidarizarse con todos aquellos que buscan romper las cadenas que los alienan. En el nombre de Dios no se puede justificar ningún proyecto excluyente.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Jn 1, 1)
En el principio y antes de todos los siglos, el que es la Palabra era Dios, el mismo que luego se dignó nacer como salvador del mundo.
ORACIÓN COLECTA
Señor, Dios nuestro, que por medio de tu Hijo has hecho brillar la luz eterna de tu divinidad ante todas las naciones, haz que tu pueblo descubra plenamente el misterio de Cristo, su redentor, para que, en virtud de este misterio, pueda llegar a gozar de aquella luz que no tiene ocaso. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
El que ama a Dios, que ame también a su hermano.
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan: 4, 19-5, 4
Queridos hijos: Amamos
a Dios, porque Él nos amó primero. Si alguno dice: "Amo a
Dios" y aborrece a su hermano, es un mentiroso, pues quien no ama a su
hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve. Además, Jesús
nos ha dado este mandamiento: El que ama a Dios, que ame también a su
hermano.
Todo el que cree que Jesús es el Mesías, ha nacido de Dios. Todo
el que ama a un padre, ama también a los hijos de éste. Conocemos
que amamos a los hijos de Dios en que amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos,
pues el amor de Dios consiste en que cumplamos sus preceptos. Y sus mandamientos
no son pesados, porque todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Y nuestra
fe es la que nos ha dado la victoria sobre el mundo. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 71 R/.
Que te adoren, Señor, todos los pueblos.
Comunica, Señor, al rey tu juicio, y tu justicia al que es hijo de reyes;
así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá
a tu pueblo justamente. R/.
De la opresión rescatará a los pobres, pues estima su vida muy
valiosa. Por eso rogarán por él sin tregua y lo bendecirán
a todas horas. R/.
Que bendigan al Señor eternamente, y tanto como el sol, viva su nombre.
Que Él sea la bendición del mundo entero y lo aclamen dichoso
las naciones. R/.
ACLAMACIÓN
(Lc 4, 18) R/. Aleluya, aleluya.
El Señor me ha enviado para anunciar a los pobres la buena nueva y proclamar
la liberación a los cautivos. R/.
Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 4, 14-22
En aquel tiempo, con la
fuerza del Espíritu, Jesús volvió a Galilea. Iba enseñando
en las sinagogas; todos lo alababan y su fama se extendió por toda la
región.
Fue también a Nazaret, donde se había criado. Entró en
la sinagoga, como era su costumbre hacerlo los sábados, y se levantó
para hacer la lectura. Se le dio el volumen del profeta Isaías, lo desenrolló
y encontró el pasaje en que estaba escrito: El Espíritu del Señor
está sobre mí, porque me ha ungido para llevar a los pobres la
buena nueva, para anunciar la liberación a los cautivos y la curación
a los ciegos, para dar libertad a los oprimidos y proclamar el año de
gracia del Señor.
Enrolló el volumen, lo devolvió al encargado y se sentó.
Los ojos de todos los asistentes a la sinagoga estaban fijos en Él. Entonces
comenzó a hablar, diciendo: "Hoy mismo se ha cumplido este pasaje
de la Escritura que acaban de oír".
Todos le daban su aprobación y admiraban la sabiduría de las palabras
que salían de sus labios. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, las ofrendas, que te presentamos para esta Eucaristía, en la que se realiza un glorioso intercambio, a fin de que, al ofrecerte tus propios dones, podamos recibirte a ti mismo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Navidad o de la Epifanía.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 3, 16)
Tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios todopoderoso, que la gracia de estos sacramentos fortalezca cada día más nuestra vida cristiana. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LA CERTEZA DE LA VIDA ETERNA
1 Jn 5, 5-13; Lc 5, 12-16
De tejas abajo estamos seguros de una certeza, la inevitabilidad de la muerte. Al comenzar a acoger en nuestra vida la existencia cristiana aprendemos a deletrear otra certeza más profunda: Jesús nos ha pavimentado el camino que conduce —ya desde ahora— a la vida plena que el Padre nos oferta. El breve diálogo que nos registra san Lucas, trasluce la confianza total del enfermo. Su purificación y su inmediata reinserción en la comunidad de Israel, depende de la voluntad de Jesús. Basta que Jesús despliegue su compasión para que el leproso sea tratado como lo que es, un verdadero israelita.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 111, 4)
Una luz se levanta en las tinieblas para los hombres de corazón recto: el Dios clemente, justo y compasivo.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso, que el nacimiento del salvador del mundo, manifestado a los Magos por medio de una estrella, sea comprendido por nosotros cada vez con mayor profundidad. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
El Espíritu, el agua y la sangre.
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan: 5, 5-13
Queridos hijos: ¿Quién
es el que vence al mundo? Sólo el que cree que Jesús es el Hijo
de Dios. Jesucristo es el que vino por medio del agua y de la sangre; Él
vino, no sólo con agua, sino con agua y con sangre. Y el Espíritu
es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad. Así
pues, los testigos son tres: el Espíritu, el agua y la sangre. Y los
tres están de acuerdo.
Si aceptamos el testimonio de los hombres, el testimonio de Dios vale mucho
más y ese testimonio es el que Dios ha dado de su Hijo.
El que cree en el Hijo de Dios tiene en sí ese testimonio. El que no
le cree a Dios, hace de Él un mentiroso, porque no cree en el testimonio
que Dios ha dado de su Hijo. Y el testimonio es éste: que Dios nos ha
dado la vida eterna y esa vida está en su Hijo. Quien tiene al Hijo,
tiene la vida; quien no tiene al Hijo, no tiene la vida.
A ustedes, los que creen en el nombre del Hijo de Dios, les he escrito estas
cosas para que sepan que tienen la vida eterna. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Del salmo 147 R/.
Demos gracias y alabemos al Señor.
Glorifica al Señor, Jerusalén, a Dios ríndele
honores, Israel. Él refuerza el cerrojo de tus puertas y bendice a tus
hijos en tu casa. R/.
Él mantiene la paz en tus fronteras, con su trigo mejor sacia tu hambre.
El envía a la tierra su mensaje y su palabra corre velozmente. R/.
Le muestra a Jacob su pensamiento, sus normas y designios a Israel. No ha hecho
nada igual con ningún pueblo, ni le ha confiado a otro sus proyectos.
R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Mt 4, 23) R/. Aleluya, aleluya.
Predicaba Jesús la buena nueva del Reino y sanaba toda enfermedad
en el pueblo. R/.
Al momento desapareció la lepra.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Lucas: 5, 12-16
En aquel tiempo, estando
Jesús en un poblado, llegó un leproso, y al ver a Jesús,
se postró rostro en tierra, diciendo: "Señor, si quieres,
puedes curarme". Jesús extendió la mano y lo tocó,
diciendo: "Quiero. Queda limpio". Y al momento desapareció
la lepra. Entonces Jesús le ordenó que no lo dijera a nadie y
añadió: "Ve, preséntate al sacerdote y ofrece por
tu purificación lo que Moisés prescribió. Eso les servirá
de testimonio".
Y su fama se extendía más y más. Las muchedumbres acudían
a oírlo y a ser curados de sus enfermedades. Pero Jesús se retiraba
a lugares solitarios para orar. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, con
bondad las ofrendas de tu pueblo y concédenos que, las realidades que
creemos por la fe, las consigamos por este sacramento celestial. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Prefacio de Navidad o de la Epifanía.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Jn 4, 9)
Dios envió al mundo a su Hijo único, para darnos vida por medio de Él.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor Dios, que nos unes a ti por la participación de este sacramento, concédenos obtener toda su eficacia para que así, la recepción de este don tuyo nos haga más dignos de seguirlo recibiendo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Apolinar de Hierápolis, obispo; Pedro Tomás, obispo. Beata Eurosia Fabris de Barban, laica.
Vísperas I de mañana: todo propio. Tomo I: p. 519. Para los fieles: p. 166. Edición popular: pp. 426 y 202. Feria (Blanco)
A ÉL, LE TOCA CRECER; A MÍ, DISMINUIR
1 Jn 5, 14-21; Jn 3, 22-30
Los destinatarios de esta carta estaban rebosantes de optimismo, tenían clara conciencia de haber superado los estrechos criterios egoístas de la cultura romana en que estaban insertos. Vivían convencidos de que Jesús los había descentrado de su enfermizo egocentrismo. En el cuarto evangelio se nos refiere el desplante de sensatez y humildad de Juan Bautista, que no se deja enredar por la embriagadora atracción de la fama y los honores y se hace a un lado para dejar que Jesús se ubique en el sitio preponderante que le corresponde.
MISA DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
Tiempo de Navidad
ANTÍFONA DE ENTRADA
La Virgen María dio a luz al Rey eterno, y aúna al gozo de ser madre el honor de la virginidad: No se vio antes de ella algo semejante, ni se verá después.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que por la fecunda virginidad de María diste al género humano el don de la salvación eterna, concédenos sentir la intercesión de aquélla por quien recibimos al autor de la vida, Jesucristo, Señor nuestro, que vive y reina contigo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Dios nos escucha en todo lo que le pedimos conforme a su voluntad.
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan: 5, 14-21
Queridos hijos: La confianza
que tenemos en Dios consiste en que, si le pedimos algo conforme a su voluntad,
Él nos escucha. Si estamos seguros de que escucha nuestras peticiones,
también lo estamos de poseer ya lo que le pedimos.
Si alguno ve que su hermano comete un pecado de los que no llevan a la muerte,
que pida por él y le obtendrá la vida. Esto vale para los que
cometen pecados que no llevan a la muerte, porque hay un pecado que sí
lleva a la muerte (por ése no digo que se pida). Toda mala acción
es pecado, pero hay pecados que no llevan a la muerte.
Sabemos que todo el que ha nacido de Dios no peca, sino que el Hijo de Dios
lo protege, y no lo toca el demonio. Sabemos que somos de Dios, mientras que
el mundo entero yace en poder del demonio. También sabemos que el Hijo
de Dios ha venido ya y que nos ha dado inteligencia para conocer al Dios verdadero.
Nosotros permanecemos fieles al único verdadero, porque permanecemos
en su Hijo Jesucristo. Él es el verdadero Dios y la vida eterna. Hijos
míos, no adoren a los ídolos. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Del salmo 149 14/.
El Señor es amigo de su pueblo.
Entonen al Señor un canto nuevo, en la reunión litúrgica
proclámenlo. En su creador y rey, en el Señor, alégrese
Israel, su pueblo santo. R/.
En honor de su nombre, que haya danzas, alábenlo con arpa y tamboriles.
El Señor es amigo de su pueblo y otorga la victoria a los humildes. R/.
Que se alegren los fieles en el triunfo, que inunde el regocijo sus hogares,
que alaben al Señor con sus palabras, porque en esto su pueblo se complace.
R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 4, 16) R/. Aleluya, aleluya.
El pueblo que habitaba en tinieblas vio una gran luz. Sobre los que
vivían en tierra de sombras una luz resplandeció. R/.
El amigo del novio se alegra de oír su voz.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 3, 22-30
En aquel tiempo, fue Jesús
con sus discípulos a Judea y permaneció allí con ellos,
bautizando. También Juan estaba bautizando en Enón, cerca de Salim,
porque ahí había agua abundante. La gente acudía y se bautizaba,
pues Juan no había sido encarcelado todavía.
Surgió entonces una disputa entre algunos de los discípulos de
Juan y unos judíos, acerca de la purificación. Los discípulos
fueron a decirle a Juan: "Mira, maestro, aquel que estaba contigo en la
otra orilla del Jordán y del que tú diste testimonio, está
ahora bautizando y todos acuden a Él".
Contestó Juan: "Nadie puede apropiarse nada, si no le ha sido dado
del cielo. Ustedes mismos son testigos de que yo dije: 'Yo no soy el Mesías,
sino el que ha sido enviado delante de Él'. En una boda, el que tiene
a la novia es el novio; en cambio, el amigo del novio, que lo acompaña
y lo oye hablar, se alegra mucho de oír su voz. Así también
yo me lleno ahora de alegría. Es necesario que Él crezca y que
yo venga a menos". Palabra del Señor. T. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, nuestras
ofrendas y concédenos que, iluminados por el Espíritu Santo y
a ejemplo de la Virgen, busquemos siempre tu gracia y podamos conservarla. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de la Epifanía
Cristo, luz de las naciones
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación
darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno. Porque hoy has revelado en Cristo, el misterio de
nuestra salvación, para iluminar con su luz a todos los pueblos; ya que,
al manifestarse tu Hijo en nuestra carne mortal, nos has restaurado con la gloria
de su inmortalidad. Por eso, con los ángeles y los arcángeles
y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 1, 14)
El Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros, lleno de gracia y de verdad.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, te pedimos, Señor, que este divino sacramento que hemos recibido llenos de gozo en la festividad de la Virgen María, nos haga partícipes de la divinidad de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
EL BAUTISMO DEL SEÑOR
Santos: Julián de Antioquia, mártir; Julia de la Rena, religiosa. Fiesta (Blanco)
HOMBRES QUE TRANSPIRAN LUZ
Is 42, 1-4. 6-7; Hch 10, 34-38; Mt 3, 13-17
La imagen de la luz ha estado asociada con la vida y la salvación. El profeta nos describe la misión del Siervo, será un pregonero tenaz que no se doblegará hasta que persuada a Israel de que asuma su vocación original: ser luz de las naciones. Los textos del Nuevo Testamento nos presentan a Juan Bautista en el momento que abre un espacio propicio para la manifestación pública de Jesús a Israel. Juan intuye de alguna forma la grandeza que discretamente se esconde detrás del hombre recién llegado de Nazaret. Su extrañeza quedó confirmada al escuchar la voz que rompió los cielos, presentando al predilecto de Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Mt 3, 16-17)
Inmediatamente después de que Jesús se bautizó, se abrieron los cielos y el Espíritu Santo se posó sobre Él en forma de paloma, y resonó la voz del Padre que decía: "Éste es mi Hijo amado, en quien he puesto todo mi amor".
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que proclamaste solemnemente que Cristo era tu Hijo amado cuando fue bautizado en el Jordán y descendió el Espíritu Santo sobre El, concede a tus hijos adoptivos, renacidos del agua y del Espíritu, perseverar siempre fieles en el cumplimiento de tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Miren a mi siervo, en quien tengo mis complacencias.
Lectura del libro del profeta Isaías: 42, 1-4. 6-7
Esto dice el Señor:
"Miren a mi siervo, a quien sostengo, a mi elegido, en quien tengo mis
complacencias. En él he puesto mi espíritu para que haga brillar
la justicia sobre las naciones. No gritará, no clamará, no hará
oír su voz por las calles; no romperá la caña resquebrajada,
ni apagará la mecha que aún humea. Promoverá con firmeza
la justicia, no titubeará ni se doblegará hasta haber establecido
el derecho sobre la tierra y hasta que las islas escuchen su enseñanza.
Yo, el Señor, fiel a mi designio de salvación, te llamé,
te tomé de la mano, te he formado y te he constituido alianza de un pueblo,
luz de las naciones, para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos
de la prisión y de la mazmorra a los que habitan en tinieblas".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 28 R/.
Te alabamos, Señor.
Hijos de Dios, glorifiquen al Señor, denle la gloria que merece.
Postrados en su templo santo, alabemos al Señor. R/.
La voz del Señor se deja oír sobre las aguas torrenciales. La
voz del Señor es poderosa, la voz del Señor es imponente. R/.
El Dios de majestad hizo sonar el trueno de su voz. El Señor se manifestó
sobre las aguas desde su trono eterno. R/.
Dios ungió con el Espíritu Santo a Jesús de Nazaret.
Lectura del libro
de los Hechos de los Apóstoles: 10, 34-38
En aquellos días, Pedro se dirigió a Cornelio y a los
que estaban en su casa, con estas palabras: "Ahora caigo en la cuenta de
que Dios no hace distinción de personas, sino que acepta al que lo teme
y practica la justicia, sea de la nación que fuere. Él envió
su palabra a los hijos de Israel, para anunciarles la paz por medio de Jesucristo,
Señor de todos.
Ya saben ustedes lo sucedido en toda Judea, que tuvo principio en Galilea, después
del bautismo predicado por Juan: cómo Dios ungió con el poder
del Espíritu Santo a Jesús de Nazaret, y cómo éste
pasó haciendo el bien, sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque
Dios estaba con Él” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(cfr. Mc 9, 7) R/. Aleluya, aleluya.
Se abrió el cielo y resonó la voz del Padre, que decía:
"Éste es mi Hijo amado; escúchenlo". R/.
Apenas se bautizó Jesús, vio que el Espíritu Santo descendía sobre Él.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 3, 13-17
En aquel tiempo, Jesús
llegó de Galilea al río Jordán y le pidió a Juan
que lo bautizara. Pero Juan se resistía, diciendo: "Yo soy quien
debe ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a que yo te bautice?".
Jesús le respondió: "Haz ahora lo que te digo, porque es
necesario que así cumplamos todo lo que Dios quiere". Entonces Juan
accedió a bautizarlo.
Al salir Jesús del agua, una vez bautizado, se le abrieron los cielos
y vio al Espíritu de Dios, que des-cendía sobre Él en forma
de paloma y se oyó una voz que decía desde el cielo: "Éste
es mi Hijo muy amado, en quien tengo mis complacencias". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Unidos a Jesús, el
Hijo amado de Dios que viene a mostrarnos el camino de la vida verdadera, oremos
al Padre.
A cada petición diremos: Escúchanos, Padre.
Para que la Iglesia sea siempre un testimonio transparente del Evangelio.
Oremos.
Para que los hombres y mujeres de buena voluntad que no creen en Jesucristo
lleguen a descubrir la alegría de la fe. Oremos.
Para que la fuerza del Espíritu transforme los corazones de los que viven
encerrados en el egoísmo y buscan sólo la riqueza y el poder.
Oremos.
Para que los pobres y los enfermos tengan la ayuda y la compañía
que necesitan. Oremos.
Para que nuestros hermanos difuntos, habiendo recibido el bautismo, hereden
la vida eterna y la salvación prometida por Cristo. Oremos.
Para que todos nosotros vivamos cada día más plenamente nuestro
camino cristiano. Oremos.
Padre de bondad, escucha las plegarias que te dirigimos en bien de todos los
hombres y concédenos lo que te hemos pedido llenos de confianza. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos al conmemorar el bautismo y manifestación de tu Hijo amado, y conviértelos en aquel mismo sacrificio con el que Cristo lavó misericordiosamente los pecados del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque quisiste rodear el bautismo de tu Hijo en el Jordán de signos
admirables a fin de poner de manifiesto el misterio del nuevo baño bautismal.
En efecto, hiciste oír tu voz desde el cielo para que creyéramos
que tu Palabra se encontraba presente entre los hombres y, por el Espíritu,
que descendió en forma de paloma, se manifestara que tu Siervo Jesús
era ungido con el óleo de la alegría y reconociéramos en
Él al Mesías, enviado a anunciar la Buena Nueva a los pobres.
Por eso, a una con los espíritus celestes te alabamos constantemente
en la tierra diciendo: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 1, 32. 34)
Éste es aquél de quien Juan decía: Yo lo he visto y doy testimonio de que es el Hijo de Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
A cuantos hemos participado del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, concédenos, Señor, escuchar con fe su palabra, para que así podamos llamarnos hijos tuyos y serlo de verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- De que estamos inmersos en una noche oscura, ni duda cabe. La incertidumbre y la desconfianza han ensombrecido nuestra convivencia cotidiana. Anhelamos vislumbrar una ruta que nos saque de esta pesadilla que dejamos crecer durante años, al reaccionar con apatía, dejadez e indiferencia ante los problemas comunes. Ahora, cuando parece que hemos tocado fondo, esperamos encontrar una luz que nos oriente y nos permita volver a caminar sin temores ni sobresaltos. No podemos ilusionarlos con la romántica idea de que aparecerá un salvador que traerá consigo todos los ases bajo la manga. Nuestra situación es tan compleja que tendremos que encender cada quien nuestra pequeña cerilla, para mantenernos iluminados y seguros en esta hora siniestra. A Dios rogando y con el mazo dando.
LOS PESCADORES QUE APOSTARON POR JESÚS
Hb 1, 1-6; Mc 1, 14-20
Dios no se ha cansado de sacudir nuestra modorra. Los emisarios y profetas que nos ha enviado mantuvieron viva la esperanza de Israel durante siglos. Esa esperanza se fraguó y tomó un rostro y un perfil preciso en la persona de su hijo Jesús. La proclama optimista que repite sin cesar es una invitación a la esperanza. Pronto vendrá Dios a establecer su reinado. Los hombres y mujeres dispuestos a sumarse confiadamente a aquel proyecto, pueden jugarse el todo por el todo, como lo hicieron los pescadores de Cafarnaúm.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Vi al Señor sentado en un trono excelso; lo adoraban una multitud de ángeles que cantaban a una sola voz: "Éste es aquel cuyo poder permanece eternamente".
ORACIÓN COLECTA
Escucha, Señor, con bondad, las súplicas de tu pueblo, y concédenos luz para conocer tu voluntad y fortaleza para cumplirla. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Dios nos ha hablado por medio de su Hijo.
Lectura de la carta a los hebreos: 1, 1-6
En distintas ocasiones
y de muchas maneras habló Dios en el pasado a nuestros padres, por boca
de los profetas. Ahora, en estos tiempos, nos ha hablado por medio de su Hijo,
a quien constituyó heredero de todas las cosas y por medio del cual hizo
el universo.
El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios, la imagen fiel de su ser y el
sostén de todas las cosas con su palabra poderosa. Él mismo, después
de efectuar la purificación de los pecados, se sentó a la diestra
de la majestad de Dios, en las alturas, tanto más encumbrado sobre los
ángeles, cuanto más excelso es el nombre que, como herencia, le
corresponde.
Porque, ¿a cuál de los ángeles le dijo Dios: Tú
eres mi Hijo; yo te he engendrado hoy? ¿O de qué ángel
dijo Dios: Yo seré para él un padre y él será para
mí un hijo? Además, en otro pasaje, cuando introduce en el mundo
a su primogénito, dice: Adórenlo todos los ángeles de Dios.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 96 R/.
Ángeles del Señor, adórenlo.
Reina el Señor, alégrese la tierra; cante de regocijo el mundo
entero. El trono del Señor se asienta en la justicia y el derecho. R/.
Los cielos pregonan su justicia, su inmensa gloria ven todos los pueblos. Que
caigan ante Dios todos los dioses. R/.
Tú, Señor altísimo, estás muy por encima de la tierra
y mucho más en alto que los dioses. R/.
ACLAMACIÓN
(Mc 1, 15) R/. Aleluya, aleluya.
El Reino de Dios está cerca, dice el Señor. Conviértanse
y crean en el Evangelio. R/.
Conviértanse y crean en el Evangelio.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 1, 14-20
Después de que arrestaron
a Juan el Bautista, Jesús se fue a Galilea para predicar el Evangelio
de Dios y decía: "Se ha cumplido el tiempo y el Reino de Dios ya
está cerca. Conviértanse y crean en el Evangelio".
Caminaba Jesús por la orilla del lago de Galilea, cuando vio a Simón
y a su hermano, Andrés, echando las redes en el lago, pues eran pescadores.
Jesús les dijo: "Síganme y haré de ustedes pescadores
de hombres". Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante, vio a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que
estaban en una barca, remendando sus redes. Los llamó, y ellos, dejando
en la barca a su padre con los trabajadores, se fueron con Jesús. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, el sacrificio que vamos a ofrecerte, y, por sus méritos, escucha nuestras filiales oraciones y santifica toda nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 35, 10)
Señor, en ti está la fuente de la vida, y tu luz nos hace ver la luz.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
A quienes has alimentado con tus sacramentos, concédeles, Dios todopoderoso, servirte con una vida que te sea agradable. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Higinio I, Papa y mártir; Paulino de Aquileya, obispo. Beato Guillermo Carter, mártir. Feria (Verde)
LA ENSEÑANZA QUE NOS LIBERA
Hb 2, 5-12; Mc 1, 21-28
Jesús experimentó en carne propia las limitaciones de la condición humana. Fue tocado por el hambre, el dolor y el sufrimiento. Lloró y se angustió cuando sintió que sus verdugos estaban decididos a quitarlo de en medio. El evangelio nos presenta un eco del entusiasmo original que suscitó Jesús entre la gente que había padecido humillaciones y desprecios. Jesús rehabilitó al hombre alienado y le devolvió la capacidad de optar de forma libre.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ez 36, 26. 27. 28)
Arrancaré de ustedes el corazón de piedra y les daré un corazón de carne, dice el Señor. Les infundiré mi espíritu. Ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios.
ORACIÓN COLECTA
Inflama, Señor, nuestros corazones con el Espíritu de tu amor, para que pensemos y actuemos según tu voluntad y te amemos sinceramente en nuestro prójimo. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Convenía que Dios consumara en la perfección, mediante el sufrimiento, a Jesucristo, autor y guía de nuestra salvación.
Lectura de la carta a los hebreos: 2, 5-12
Hermanos: Dios no ha sometido
a los ángeles el nuevo orden de la salvación, del cual estamos
hablando. Un salmo lo atestigua solemnemente diciendo: ¿Qué es
el hombre, para que de él te acuerdes, ese pobre ser humano, para que
de él te preocupes? Sin embargo, lo hiciste un poquito inferior a los
ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad. Todo lo sometiste bajo sus
pies.
Al decir aquí la Escritura que Dios le sometió todo, no se hace
ninguna excepción. Es verdad que ahora todavía no vemos el universo
entero sometido al hombre; pero sí vemos ya al que por un momento Dios
hizo inferior a los ángeles, a Jesús, que por haber sufrido la
muerte, está coronado de gloria y honor. Así, por la gracia de
Dios, la muerte que Él sufrió redunda en bien de todos.
En efecto, el creador y Señor de todas las cosas, quiere que todos sus
hijos tengan parte en su gloria. Por eso convenía que Dios consumara
en la perfección, mediante el sufrimiento, a Jesucristo, autor y guía
de nuestra salvación.
El santificador y los santificados tienen la misma condición humana.
Por eso no se avergüenza de llamar hermanos a los hombres, cuando dice:
Hablaré de ti a mis hermanos; en medio de la asamblea te alabaré.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 8 R/.
Diste a tu Hijo el mando sobre las obras de tus manos.
¡Qué admirable es, Señor y Dios nuestro, tu poder en toda
la tierra! ¿Qué es el hombre, para que de él te acuerdes;
ese pobre ser humano, para que de él te preocupes? R/.
Sin embargo, lo hiciste un poquito inferior a los ángeles, lo coronaste
de gloria y dignidad; le diste el mando sobre las obras de tus manos y todo
lo sometiste bajo sus pies. R/.
Pusiste a su servicio los rebaños y las manadas, todos los animales salvajes,
las aves del cielo y los peces del mar, que recorren los caminos de las aguas.
R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. 1 Ts 2, 13) R/. Aleluya, aleluya.
Reciban la palabra de Dios, no como palabra humana, sino como palabra divina,
tal como es en realidad. R/.
No enseñaba como los escribas, sino como quien tiene autoridad.
Lectura
(Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 1, 21-28
En aquel tiempo, llegó Jesús a Cafarnaúm y el sábado
siguiente fue a la sinagoga y se puso a enseñar. Los oyentes Quedaron
asombrados de sus palabras pues enseñaba como quien tiene autoridad y
no como los escribas.
Había en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu
inmundo, que se puso a gritar: "¿Qué quieres tú con
nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a acabar con nosotros?
Ya sé quién eres: el Santo de Dios". Jesús le ordenó:
"¡Cállate y sal de él!". El espíritu inmundo,
sacudiendo al hombre con violencia y dando un alarido, salió de él.
Todos quedaron estupefactos y se preguntaban: "¿Qué es esto?
¿Qué nueva doctrina es ésta? Este hombre tiene autoridad
para mandar hasta a los espíritus inmundos y lo obedecen". Y muy
pronto se extendió su fama por toda Galilea. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, nuestras ofrendas y, por este sacrificio eucarístico, concédenos hacer llegar tu amor a todos los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Co 13, 13)
Ahora tenemos estas tres virtudes: la fe, la esperanza y la caridad; pero la caridad es la mayor de las tres.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Infunde, Señor, tu Espíritu Santo, en quienes hemos participado del mismo pan celestial y reanímanos con la alegría del amor perfecto. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PARECIDO EN TODO A SUS HERMANOS
Hb 2, 14-18; Mc 1, 29-39
La muchedumbre no se equivocaba, por eso se agolpaba en las orillas de Cafarnaúm anhelando recibir alguna muestra de la compasión que Jesús ofertaba. El sanador de Nazaret no se dejaba atrapar por la fiebre popular y retomaba una y otra vez su misión evangelizadora. La experiencia de su propio sufrimiento lo sensibilizó para compadecerse de sus hermanos. Esa reflexión es la que nos comparte el autor de la carta a los Hebreos al presentarlo como sumo sacerdote compasivo y fidedigno.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Lc 4, 18. 19)
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido, para llevar la Buena Nueva a los pobres y anunciar su liberación a los cautivos, dice el Señor.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que constituiste a tu Hijo como Sumo y Eterno Sacerdote, concede a cuantos El eligió como ministros y dispensadores de tus sacramentos, permanecer fieles en el cumplimiento de su ministerio. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Tenía que asemejarse en todo a sus hermanos para ser misericordioso con ellos.
Lectura de la carta a los hebreos: 2, 14-18
Hermanos: Todos los hijos
de una familia tienen la misma sangre; por eso, Jesús quiso ser de nuestra
misma sangre, para destruir con su muerte al diablo, que mediante la muerte,
dominaba a los hombres, y para liberar a aquellos que, por temor a la muerte,
vivían como esclavos toda su vida.
Pues como bien saben ustedes, Jesús no vino a ayudar a los ángeles,
sino a los descendientes de Abraham; por eso tuvo que hacerse semejante a sus
hermanos en todo, a fin de llegar a ser sumo sacerdote, misericordioso con ellos
y fiel en las relaciones que median entre Dios y los hombres, y expiar así
los pecados del pueblo. Como El mismo fue probado por medio del sufrimiento,
puede ahora ayudar a los que están sometidos a la prueba. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 104 R/.
El Señor nunca olvida sus promesas.
Aclamen al Señor y denle gracias, relaten sus prodigios a los pueblos.
Entonen en su honor himnos y cantos, celebren sus portentos. R/.
Del nombre del Señor enorgullézcanse y siéntase feliz el
que lo busca. Recurran al Señor y a su poder y a su presencia acudan.
R/.
Descendientes de Abraham, su servidor, estirpe de Jacob, su predilecto, escuchen:
el Señor es nuestro Dios y gobiernan la tierra sus decretos. R/.
Ni aunque transcurran mil generaciones se olvidará el Señor de
sus promesas, de la alianza pactada con Abraham, del juramento a Isaac, que
un día le hiciera. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 10, 27) R/. Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y
ellas me siguen. R/.
Curó a muchos enfermos de diversos males.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 1, 29-39
En aquel tiempo, al salir
Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón
y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama, con fiebre, y enseguida
le avisaron a Jesús. Él se le acercó, y tomándola
de la mano, la levantó. En ese momento se le quitó la fiebre y
se puso a servirles.
Al atardecer, cuando el sol se ponía, le llevaron a todos los enfermos
y poseídos del demonio, y todo el pueblo se apiñó junto
a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó
a muchos demonios, pero no dejó que los demonios hablaran, porque sabían
quién era El.
De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, Jesús se levantó,
salió y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar. Simón
y sus compañeros lo fueron a buscar, y al encontrarlo, le dijeron: "Todos
te andan buscando". Él les dijo: "Vamos a los pueblos cercanos
para predicar también allá el Evangelio, pues para eso he venido".
Y recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando a los
demonios. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Tú que has querido que los sacerdotes estén al servicio del altar y de tu pueblo, concédeles, Señor, por la fuerza de este sacrificio, que su ministerio te sea siempre grato y rinda frutos permanentes para tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 17, 17-18)
Padre santo, santifícalos en la verdad. Como tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que este sacrificio eucarístico que te hemos ofrecido y del cual hemos participado, santifique, Señor, a tus sacerdotes y a todos tus fieles, para que, en plena comunión contigo, colaboren con todas sus fuerzas a la edificación de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
VALE MÁS UN GRITO A TIEMPO
Hb 3, 7-14; Mc 1, 40-45
Hay un tiempo para cada cosa. Las llamadas de Dios tienen un plazo y una vigencia determinados. Quien se mantenga alerta podrá conservar el corazón atento a la voz de Dios. Ese es el exhorto y la invitación que nos extiende el autor de la carta a los Hebreos. En el relato evangélico san Marcos nos presenta a un leproso que supo descubrir la hora precisa para externar una súplica confiada al Señor Jesús. Su oportuna decisión transformó radicalmente su vida.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 77, 23-25)
Abrió Dios las compuertas del cielo e hizo llover sobre ellos el maná para que comiesen; les dio un trigo celeste, y el hombre comió pan de ángeles.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que llevaste a cabo la obra de la redención humana por el misterio pascual de tu Hijo, concédenos que, al anunciar llenos de fe por medio de los signos sacramentales, su muerte y resurrección, recibamos cada vez con mayor abundancia los frutos de la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Anímense mutuamente mientras dura este "hoy".
Lectura de la carta a los hebreos: 3, 7-14
Hermanos: Oigamos lo que
dice el Espíritu Santo en un salmo: Ojalá escuchen ustedes la
voz del Señor, hoy. No endurezcan su corazón, como el día
de la rebelión y el de la prueba en el desierto, cuando sus padres me
pusieron a prueba y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras
durante cuarenta años. Por eso me indigné contra aquella generación
y dije: "Es un pueblo de corazón extraviado, que no ha conocido
mis caminos". Por eso juré en mi cólera que no entrarían
en mi descanso.
Procuren, hermanos, que ninguno de ustedes tenga un corazón malo, que
se aparte del Dios vivo por no creer en Él. Más bien anímense
mutuamente cada día, mientras dura este "hoy", para que ninguno
de ustedes, seducido por el pecado, endurezca su corazón; pues si nos
ha sido dado el participar de Cristo, es a condición de que mantengamos
hasta el fin nuestra firmeza inicial. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 94 R/.
Señor, que no seamos sordos a tu voz.
Vengan, y puestos de rodillas, adoremos y bendigamos al Señor, que nos
hizo, pues Él es nuestro Dios y nosotros, su pueblo; Él es nuestro
pastor y nosotros, sus ovejas. R/.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su
corazón, como el día de la rebelión en el desierto, cuando
sus padres dudaron de mí, aunque habían visto mis obras. R/.
Durante cuarenta años sentí hastío de esta generación.
Entonces dije: 'Éste es un pueblo de corazón extraviado que no
ha conocido mis caminos'. Por eso juré, lleno de cólera, que no
entrarían en mi descanso". R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Mt 4, 23) R/. Aleluya, aleluya.
Jesús predicaba el Evangelio del Reino y curaba a la gente de
toda enfermedad. R/.
Se le quitó la lepra y quedó limpio.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 1, 40-45
En aquel tiempo, se
le acercó a Jesús un leproso para suplicarle de rodillas: "Si
tú quieres, puedes curarme". Jesús se compadeció de
él, y extendiendo la mano, lo tocó y le dijo: "¡Sí
quiero: sana!". Inmediatamente se le quitó la lepra y quedó
limpio.
Al despedirlo, Jesús le mandó con severidad: "No se lo cuentes
a nadie; pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu
purificación lo prescrito por Moisés". Pero aquel hombre
comenzó a divulgar tanto el hecho, que Jesús no podía ya
entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera, en lugares solitarios,
a donde acudían a Él de todas partes. Palabra del Señor.
T. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, al celebrar el memorial de nuestra salvación, te pedimos humildemente nos concedas que este sacramento de amor sea siempre para nosotros un signo de unidad y un vínculo de amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 51-52)
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor. El que coma de este pan, vivirá eternamente; pues el pan que voy a dar, es mi carne, y lo doy para vida del mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que la participación en este banquete celestial nos santifique, de modo que, por la recepción del Cuerpo y Sangre de Cristo, se estreche entre nosotros la unión fraterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Macrina de Cesarea, viuda; Juan de Ribera, obispo y Odón de Novara, presbítero. Feria (Verde)
EL PODER DEL HIJO DEL HOMBRE
Hb 4, 1-5.11; Mc 2, 1-12
La existencia terrenal nos consuela y nos acarrea satisfacciones, aunque también termina por debili-tarnos y agobiarnos. Al término de la vida estamos urgidos de participar del merecido descanso que Dios promete regalarnos. Descanso es lo que querían ofrecerle sus amigos al paralítico, agobiado por años y años de postración. Jesús deletreó la enorme confianza de aquella gente y libró al hombre de la camilla de todas sus aflicciones, complejos y dolencias.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Sb 11, 24. 25. 27)
Señor, tú tienes misericordia de todos y nunca odias a tus creaturas; borras los pecados de los hom-bres que se arrepienten, y los perdonas, porque tú, Señor, eres nuestro Dios.
ORACIÓN COLECTA
Escucha, Señor, nuestra oración y perdona nuestros pecados, para que recibamos, juntamente, tu per-dón y tu paz. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Apresurémonos a entrar en el descanso del Señor
Lectura de la carta a los hebreos: 4, 1-5. 11
Hermanos: Mientras está
en pie la promesa de entrar en el descanso de Dios, tengamos cuidado, no sea
que alguno se quede fuera. Porque a nosotros también se nos ha anunciado
este mensaje de salvación, lo mismo que a los israelitas en el desierto;
pero a ellos no les sirvió de nada oírlo, porque no lo recibieron
con fe. En cambio, nosotros, que hemos creído, ciertamente entraremos
en aquel descanso, al que se refería el Señor, cuando dijo: Por
eso juré en mi cólera que no entrarían en mi descanso.
Los trabajos de Dios terminaron con la creación del mundo, ya que al
hablar del séptimo día, la Escritura dice que Dios descansó
de todos sus trabajos el día séptimo; y en el pasaje de que estamos
hablando, afirma que no entrarían en su descanso.
Apresurémonos, pues, a entrar en ese descanso; no sea que alguno caiga
en la infidelidad, como les sucedió a los israelitas. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 77 R/.
No olvidemos las hazañas del Señor.
Cuanto hemos escuchado y conocemos del poder del Señor y de
su gloria, cuanto nos han narrado nuestros padres, nuestros hijos lo oirán
de nuestra boca. R/.
Que ellos también lo cuenten a sus hijos para que en Dios coloquen su
esperanza, cumplan los mandamientos del Señor y no echen al olvido sus
hazañas. R/.
Que no vayan a ser, como sus padres, generación rebelde y obstinada,
inconstante de corazón e infiel a Dios, de alma. R/.
ACLAMACIÓN
(Lc 7, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo.
R/.
El Hijo del hombre tiene poder para perdonar los pecados.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 2, 1-12
Cuando Jesús volvió
a Cafarnaúm, corrió la voz de que estaba en casa, y muy pronto
se aglomeró tanta gente, que ya no había sitio frente a la puerta.
Mientras Él enseñaba su doctrina, le quisieron presentar a un
paralítico, que iban cargando entre cuatro. Pero como no podían
acercarse a Jesús por la cantidad de gente, quitaron parte del techo,
encima de donde estaba Jesús, y por el agujero bajaron al enfermo en
una camilla.
Viendo Jesús la fe de aquellos hombres, le dijo al paralítico:
"Hijo, tus pecados te quedan perdonados". Algunos escribas que estaban
allí sentados comenzaron a pensar: "¿Por qué habla
éste así? Eso es una blasfemia. ¿Quién puede perdonar
los pecados sino sólo Dios?".
Conociendo Jesús lo que estaban pensando, les dijo: "¿Por
qué piensan así? ¿Qué es más fácil,
decirle al paralítico: 'Tus pecados te son perdonados' o decirle: 'Levántate,
recoge tu camilla y vete a tu casa'? Pues para que sepan que el Hijo del hombre
tiene poder en la tierra para perdonar los pecados —le dijo al paralítico—:
Yo te lo mando: levántate, recoge tu camilla y vete a tu casa".
El hombre se levantó inmediatamente, recogió su camilla y salió
de allí a la vista de todos, que se quedaron atónitos y daban
gloria a Dios, diciendo: "¡Nunca habíamos visto cosa igual!".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, este sacrificio de reconciliación y alabanza, para que perdones nuestros pecados y dirijas hacia ti nuestro vacilante corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 15, 10)
Por un solo pecador que se convierta, dice el Señor, habrá gran alegría entre los ángeles del cielo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por nuestra participación en el sacramento del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, nos has perdonado, Señor, nuestros pecados, concédenos tu gracia para evitarlos de ahora en adelante y servirte con sincero corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Vísperas I del domingo: 2a semana del Salterio. Tomo III: p. 880. Para los fieles: p. 555. Edición popular: pp. 108 y 459. Feria(Verde)
CORTANTE COMO UNA ESPADA
Hb 4, 12-16; Mc 2, 13-17
Pedro, Santiago, Andrés y Juan escucharon al igual que otras muchas personas el llamado y la in-vitación de Jesús. Lo que marcó la diferencia fue su actitud, ellos se dejaron alcanzar por la fuerza de su palabra; los otros, no quisieron hacerlo. El autor la carta a los Hebreos nos instruye acerca del poder extraordinario y vivificante de la Palabra de Dios, que penetra hasta lo más profundo de nuestro ser y pone al descubierto los secretos de nuestro interior.
MISA DE SANTA MARÍA EN SÁBADO
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Hch 1, 14)
Con un mismo espíritu, los discípulos persevera en la oración unto con María, la Madre de Jesús.
ORACIÓN COLECTA
Dios misericordioso, que quisiste que tu Hijo unigénito proclamara desde la cruz como Madre nuestra a su propia Madre, haz que tu Iglesia, por la mediación y cooperación maternal de la Virgen María, crezca cada día en santidad y atraiga a su seno a todas las naciones. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Acerquémonos con plena confianza al trono de la gracia.
Lectura de la carta a los hebreos: 4, 12-16
Hermanos: La palabra de
Dios es viva, eficaz y más penetrante que una espada de dos filos. Llega
hasta lo más íntimo del alma, hasta la médula de los huesos
y descubre los pensamientos e intenciones del corazón. Toda creatura
es transparente para ella. Todo queda al desnudo y al descubierto ante los ojos
de aquel a quien debemos rendir cuentas.
Puesto que Jesús, el Hijo de Dios, es nuestro sumo sacerdote, que ha
entrado en el cielo, mantengamos firme la profesión de nuestra fe. En
efecto, no tenemos un sumo sacerdote que no sea capaz de compadecerse de nuestros
sufrimientos, puesto que Él mismo ha pasado por las mismas pruebas que
nosotros, excepto el pecado. Acerquémonos, por lo tanto, con plena confianza,
al trono de la gracia, para recibir misericordia, hallar la gracia y obtener
ayuda en el momento oportuno. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 18 R/.
Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna.
La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables
son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. R/.
En los mandamientos del Señor hay rectitud y alegría para el corazón;
son luz los preceptos del Señor para alumbrar el camino. R/.
La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los mandamientos del Señor
son verdaderos y enteramente justos. R/.
Que te sean gratas las palabras de mi boca y los anhelos de mi corazón.
Haz, Señor, que siempre te busque, pues eres mi refugio y salvación.
R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Lc 4, 18) R/. Aleluya, aleluya.
El Señor me ha enviado para llevar a los pobres la buena nueva
y anunciar la liberación a los cautivos. R/.
No he venido para llamar a los justos, sino a los pecadores.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 2, 13-17
En aquel tiempo, Jesús
salió de nuevo a caminar por la orilla del lago; toda la muchedumbre
lo seguía y El les hablaba. Al pasar, vio a Leví (Mateo), el hijo
de Alfeo, sentado en el banco de los impuestos, y le dijo: "Sígueme".
Él se levantó y lo siguió.
Mientras Jesús estaba a la mesa en casa de Leví, muchos publicanos
y pecadores se sentaron a la mesa junto con Jesús y sus discípulos,
porque eran muchos los que lo seguían. Entonces unos escribas de la secta
de los fariseos, viéndolo comer con los pecadores y publicanos, preguntaron
a sus discípulos: "¿Por qué su maestro come y bebe
en compañía de publicanos y pecadores?".
Habiendo oído esto, Jesús les dijo: "No son los sanos los
que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido para
llamar a los justos, sino a los pecadores". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Convierte, Señor, en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, estos dones que te presentamos, y haz que este memorial de nuestra redención nos inflame en el amor a la Virgen María, Madre de la Iglesia, y nos asocie íntimamente a ella en la obra de la salvación de los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO III DE SANTA MARÍA VIRGEN
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias siempre y en todo
lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, y alabarte en
esta conmemoración de la Virgen María.
Porque ella, al aceptar tu Palabra en su corazón inmaculado, mereció
concebirla en su seno virginal y, al dar a luz a su Creador, preparó
el nacimiento de la Iglesia.
Porque ella, al aceptar, junto a la cruz, el encargo de tu amor, recibió
como hijos a todos los hombres, redimidos por la sangre de Cristo.
Porque ella, al unirse a las oraciones de los apóstoles y de los discípulos,
que esperaban la venida del Espíritu Consolador, se convirtió
en el modelo de la Iglesia suplicante. Y, desde su asunción gloriosa
a los cielos, sigue mostrando su amor a la Iglesia peregrina, y protege sus
pasos hacia la patria del cielo, hasta que venga el Señor, lleno de gloria.
Por eso, con todos los ángeles y santos, te alabamos sin cesar, diciendo:
Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Jn 2, 1. 11)
Hubo unas bodas en Caná de Galilea a las que asistió María, la Madre de Jesús. En esa ocasión, Jesús dio principio a sus milagros, manifestó su poder y sus discípulos creyeron en El.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú que nos has concedido en este sacramento la prenda de nuestra vida eterna, haz, Señor, que tu Iglesia, por la intercesión maternal de la Virgen María, ilumine a todas las naciones con la luz del Evangelio y las santifique con los dones de tu Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.
II DOMINGO ORDINARIO
Santos: Marcelo I, Papa; Berardo de Corbio y compañeros, mártires; y Fulgencio de Sevilla, obispo.
EL BAUTIZO EN EL ESPÍRITU
Is 49, 3.5-6; 1 Co 1, 1-3; Jn 1, 29-34
En el texto profético de Isaías resplandece la certeza que da sentido a la vida del Siervo. Ha sido puesto para reunificar a los israelitas dispersos y para llevar la buena nueva de la salvación a todas las naciones. En el saludo inicial que san Pablo dirige a los corintios los felicita por formar parte de la comunidad de los santos llamados por Cristo a participar del favor de Dios. En el evangelio de San Juan resonó también un anuncio similar: Dios ha constituido a su Hijo Jesús como el gran portador de la salvación. Como Cordero de Dios que es, nos limpiará de la fuerza deshumanizadora del pecado y nos hará participar de la fuerza renovadora del Espíritu.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 65, 4)
Que se postre ante ti, Señor, la tierra entera; que todos canten himnos en tu honor y alabanzas a tu nombre.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno,
que con amor gobiernas los cielos y la tierra, escucha paternalmente las
súplicas de tu pueblo y haz que los días de nuestra vida transcurran
en tu paz. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Te hago luz de las naciones, para que todos vean mi salvación.
Lectura del libro del profeta Isaías: 49, 3. 5-6
El Señor me dijo:
"Tú eres mi siervo, Israel; en ti manifestaré mi gloria".
Ahora habla el Señor, el que me formó desde el seno materno, para
que fuera su servidor, para hacer que Jacob volviera a El y congregar a Israel
en torno suyo —tanto así me honró el Señor y mi Dios
fue mi fuerza—. Ahora, pues, dice el Señor: "Es poco que seas
mi siervo sólo para restablecer a las tribus de Jacob y reunir a los
sobrevivientes de Israel; te voy a convertir en luz de las naciones, para que
mi salvación llegue hasta los últimos rincones de la tierra".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 39 R/.
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Esperé en el Señor con gran confianza; Él se inclinó
hacia mí y escuchó mis plegarias. Él me puso en la boca
un canto nuevo, un himno a nuestro Dios. R/.
Sacrificios y ofrendas no quisiste, abriste, en cambio, mis oídos a tu
voz. No exigiste holocaustos por la culpa, así que dije: "Aquí
estoy". R/.
En tus libros se me ordena hacer tu voluntad; esto es, Señor, lo que
deseo: tu ley en medio de mi corazón. R/.
He anunciado tu justicia en la gran asamblea; no he cerrado mis labios, tú
lo sabes, Señor. R/.
La gracia y la paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 1, 1-3
Yo, Pablo, apóstol de Jesucristo por voluntad de Dios, y Sóstenes, mi colaborador, saludamos a la comunidad cristiana que está en Corinto. A todos ustedes, a quienes Dios santificó en Cristo Jesús y que son su pueblo santo, así como a todos aquellos que en cualquier lugar invocan el nombre de Cristo Jesús, Señor nuestro y Señor de ellos, les deseo la gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y de Cristo Jesús, el Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Jn 1, 14. 12) R/. Aleluya, aleluya.
Aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros. A todos
los que lo recibieron les concedió poder llegar a ser hijos de Dios.
R/.
Éste es el Cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 1, 29-34
En aquel tiempo, vio Juan
el Bautista a Jesús, que venía hacia él, y exclamó:
"Éste es el Cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo. Éste
es aquel de quien yo he dicho: 'El que viene después de mí, tiene
precedencia sobre mí, porque ya existía antes que yo'. Yo no lo
conocía, pero he venido a bautizar con agua, para que Él sea dado
a conocer a Israel".
Entonces Juan dio este testimonio: "Vi al Espíritu descender del
cielo en forma de paloma y posarse sobre Él. Yo no lo conocía,
pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: 'Aquel sobre quien
veas que baja y se posa el Espíritu Santo, ése es el que ha de
bautizar con el Espíritu Santo'. Pues bien, yo lo vi y doy testimonio
de que éste es el Hijo de Dios". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Presentemos al Padre nuestras
plegarias, confiando plenamente en su amor.
A cada petición diremos: Escúchanos, Padre.
Por todos los cristianos. Que vivamos con toda la alegría nuestra
fe en Jesús y nuestro camino de fi-delidad al Evangelio. Oremos.
Por las vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa. Que cada vez haya más
jóvenes dispuestos a res-ponder a la llamada de Jesús. Oremos.
Por los pobres y los enfermos. Que encuentren a su lado la ayuda que necesitan.
Oremos.
Por nosotros y nuestra comunidad (parroquia). Que sepamos encontrar siempre
en Jesús la luz y la guía de nuestras vidas. Oremos.
Por todos los que murieron con la esperanza de la resurrección. Que sean
admitidos a gozar de tu presencia. Oremos.
Escucha, Padre misericordioso, las súplicas de tu pueblo y concédenos
lo que te pedimos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, participar dignamente en esta Eucaristía, porque cada vez que celebramos el memorial del sacrificio de tu Hijo, se lleva a cabo la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Jn 4, 16)
Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en Él.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Infúndenos, Señor, el espíritu de tu caridad para que, alimentados del mismo pan del cielo, permanezcamos siempre unidos por el mismo amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Quienes enfrentamos algún tipo de violencia, injusticia o discriminación, no solamente padecemos las consecuencias históricas del pecado, también somos corresponsables de una arraigada situación de pecado que agobia a todo el género humano. De ese lastre antiguo no podemos librarnos de forma definitiva. Los procesos terapéuticos que iniciamos a lo largo de nuestra vida son remedios provisionales que no arrancan el mal radical que nos esclaviza. El mensaje de esperanza cristiana que hemos acogido es bastante sencillo, por eso genera tanto escepticismo e incredulidad en la cultura autosuficiente de nuestro tiempo. Nadie alcanza la estatura del hombre nuevo, si no se abre a la oferta de gracia que Dios le regala.
LA MESA ESTÁ PUESTA PARA TODOS
Hb 5, 1-10; Mc 2, 18-22
El perfil del sumo sacerdote indulgente y compasivo que nos describe la carta a los hebreos ha quedado ilustrado de forma por demás suficiente en la acogida generosa que Jesús dispensa a todas las personas. Lo mismo comparte la mesa con estrictos observantes de la espiritualidad farisea que con cobradores de impuestos al servicio de Roma. Su actitud incluyente le permite abrir espacios de esperanza para quien esté dispuesto a escucharlo
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 91, 13-14)
Los justos crecerán como palmeras, se elevarán tan alto como cedros del Líbano, plantados en la casa del Señor en medio de sus patios darán flores.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que concediste a san Antonio Abad dejar por tu amor cuanto tenía para servirte heroicamente en el desierto, otórganos, por sus méritos, superar nuestro egoísmo y amarte a ti sobre todas las cosas. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
A pesar de ser el Hijo de Dios, aprendió a obedecer padeciendo.
Lectura de la carta a los hebreos: 5, 1-10
Hermanos: Todo sumo
sacerdote es un hombre escogido entre los hombres y está constituido
para intervenir en favor de ellos ante Dios, para ofrecer dones y sacrificios
por los pecados. Él puede comprender a los ignorantes y extraviados,
ya que él mismo está envuelto en debilidades. Por eso, así
como debe ofrecer sacrificios por los pecados del pueblo, debe ofrecerlos también
por los suyos propios. Nadie puede apropiarse ese honor, sino sólo aquel
que es llamado por Dios, como lo fue Aarón. De igual manera, Cristo no
se confirió a sí mismo la dignidad de sumo sacerdote; se la otorgó
quien le había dicho: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy.
O como dice otro pasaje de la Escritura: Tú eres sacerdote eterno, como
Melquisedec.
Precisamente por eso, durante su vida mortal, ofreció oraciones y súplicas,
con fuertes voces y lágrimas, a aquel que podía librarlo de la
muerte, y fue escuchado por su piedad. A pesar de que era el Hijo, aprendió
a obedecer padeciendo, y llegado a su perfección, se convirtió
en la causa de la salvación eterna para todos los que lo obedecen y fue
proclamado por Dios sumo sacerdote, como Melquisedec. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 109 R/.
Tú eres sacerdote para siempre.
Esto ha dicho el Señor a mi Señor: "Siéntate a mi
derecha; yo haré de tus contrarios el estrado donde pongas los pies".
R/.
Extenderá el Señor desde Sión tu cetro poderoso y tú
dominarás al enemigo. R/.
Es tuyo el señorío; el día en que naciste, en los montes
sagrados, te consagró el Señor antes del alba. R/.
Juró el Señor y no ha de retractarse: "Tú eres sacerdote
para siempre, como Melquisedec". R/.
ACLAMACIÓN
(Hb 4, 12) R/. Aleluya, aleluya.
La palabra de Dios es viva y eficaz y descubre los pensamientos e intenciones
del corazón. R/.
Mientras el esposo está con ellos, no pueden ayunar.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 2, 18-22
En una ocasión en
que los discípulos de Juan el Bautista y los fariseos ayunaban, algunos
de ellos se acercaron a Jesús y le preguntaron: "¿Por qué
los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan,
y los tuyos no?".
Jesús les contestó: "¿Cómo van a ayunar los
invitados a una boda, mientras el esposo está con ellos? Mientras está
con ellos el esposo, no pueden ayunar. Pero llegará el día en
que el esposo les será quitado y entonces sí ayunarán.
Nadie le pone un parche de tela nueva a un vestido viejo, porque el remiendo
encoge y rompe la tela vieja y se hace peor la rotura. Nadie echa vino nuevo
en odres viejos, porque el vino rompe los odres, se perdería el vino
y se echarían a perder los odres. A vino nuevo, odres nuevos".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estos dones que humildemente te presentamos en la conmemoración de san Antonio Abad, y líbranos de nuestro apego a los bienes materiales para que te poseamos a ti como única riqueza. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 19, 21)
Si quieres ser perfecto, dice el Señor, vende lo que posees, reparte el dinero entre los pobres y después, ven y sígueme.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por medio de esta Eucaristía, concédenos, Señor, la fuerza necesaria para vencer siempre, a ejemplo de san Antonio, las tentaciones del enemigo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Para las Misas "Por la unidad de los cristianos", el Leccionario propone varias lecturas. Sugerimos aquí dos posibles modelos, que se pueden utilizar durante el octavario (18-25 de enero), incluso el domingo, conforme a lo que se indica en el Calendario Litúrgico 2011, publicado por la Comisión Episcopal para la Pastoral Litúrgica. (Si se utiliza entre semana, sólo se toma una de las dos primeras lecturas).
Formulario I:
la. Lect.: Dt 30, 1-4
Salmo R.: Jr 31, 10. 11. 12ab. 13-14
(R/. Señor, cuida a tu rebaño como un pastor).
Nota: Este cántico
de Jeremías se encuentra en la Liturgia de las Horas,
en las Laudes del jueves la semana.
2a. Lect.: 1 Tm 2, 5-8
Aleluya: Que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en ti
somos uno
para que el mundo crea que tú me has enviado, dice el Señor.
(cfr. Jn 17, 21).
Evang.: Jn 17, 20-26
Formulario II:
1 a. Lect.: Ez 36, 24-28
Salmo R.: Sal 117, 22-23. 25-26. 28
(R/. La piedra que desecharon los arquitectos es ahora
la piedra angular).
2a. Lect.: Ef 4, 1-6
Aleluya: Que en sus corazones reine la paz de Cristo, esa paz a la que ustedes han sido llamados como miembros de un solo cuerpo (Col 3, 15).
Evang.: Mt 18, 19-22
DE LO PASAJERO A LO DEFINITIVO
Hb 6, 10-20; Mc 2, 23-28
La promesa que Dios hizo a los antepasados de Israel se funda en la fidelidad de Dios. No son los méritos humanos los que consiguen la bendición, es la gratuidad de Dios que la otorga. Las instituciones y prácticas religiosas –la observancia del sábado, las leyes de pureza— son un medio para alcanzar una relación justa con Dios y con los hermanos. La mentalidad estrecha de los legalistas elevó dichas prácticas de rango y pretendió convertirlas en normas absolutas. Jesús nos enseña a captar lo esencial y a relativizar lo periférico.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Jn 10, 14-15)
Yo soy el Buen Pastor, dice el Señor, y conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí, de la misma manera que el Padre me conoce a mí y yo al Padre; y doy la vida por ellas.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, tú que reúnes a los que están dispersos y los mantienes en la unidad, mira con amor a todos los cristianos, a fin de que, cuantos están consagrados por un solo bautismo formen una sola familia, unida por el amor y la integridad de la fe. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Contamos con la esperanza, que es como un ancla firme y segura.
Lectura de la carta a los hebreos: 6, 10-20
Hermanos: Dios no
es injusto para olvidar los trabajos de ustedes y el amor que le han mostrado
al servir a sus hermanos en la fe, como lo siguen haciendo hasta hoy. Deseamos,
sin embargo, que todos y cada uno de ustedes mantenga hasta el fin el mismo
fervor y diligencia, para alcanzar la plenitud de su esperanza. Así,
lejos de volverse negligentes, serán ustedes imitadores de aquellos que,
por la fe y la paciencia, heredan lo prometido por Dios. En efecto, cuando Dios
hizo la promesa a Abraham, como no había nada superior por lo cual jurar,
juró por sí mismo, diciendo: Te colmaré de bendiciones
y te daré una descendencia innumerable. Por este motivo, Abraham perseveró
en la paciencia y alcanzó lo prometido por Dios. Cuando los hombres juran,
lo hacen por alguien superior a ellos, y el juramento pone fin a toda discusión.
También Dios, cuando quiso mostrar con plenitud a los herederos de la
promesa lo irrevocable de su decisión, se comprometió con un juramento.
Así pues, mediante estos dos actos irrevocables, promesa y juramento,
en los cuales Dios no puede mentir, tenemos un consuelo poderoso los que buscamos
un refugio en la esperanza de lo prometido. Esta esperanza nos mantiene firmes
y seguros, porque está anclada en el interior del santuario, ahí
donde Jesús entró, precediéndonos, constituido sumo sacerdote,
como Melquisedec. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 110 R/.
El Señor se acuerda siempre de su alianza.
Quiero alabar a Dios, de corazón, en las reuniones de los justos. Grandiosas
son las obras del Señor y para todo fiel, dignas de estudio. R/.
Ha hecho inolvidables sus prodigios. El Señor es piadoso y es clemente.
Acordándose siempre de su alianza, El le da de comer al que lo teme.
R/.
Él redimió a su pueblo y estableció su alianza para siempre.
Dios es santo y terrible y su gloria perdura eternamente. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Ef 1, 17-18) R/. Aleluya, aleluya.
Que el Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine nuestras mentes,
para que podamos comprender cuál es la esperanza que nos da su llamamiento.
R/.
El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 2, 23-28
Un sábado, Jesús
iba caminando entre los sembrados, y sus discípulos comenzaron a arrancar
espigas al pasar. Entonces los fariseos le preguntaron: "¿Por qué
hacen tus discípulos algo que no está permitido hacer en sábado?".
Él les respondió: "¿No han leído acaso lo que
hizo David una vez que tuvo necesidad y padecían hambre él y sus
compañeros? Entró en la casa de Dios, en tiempos del sumo sacerdote
Abiatar, comió de los panes sagrados, que sólo podían comer
los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros".
Luego añadió Jesús: "El sábado se hizo para
el hombre, y no el hombre para el sábado. Y el Hijo del hombre también
es dueño del sábado". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, tú que con un solo y único sacrificio, el de tu Hijo, redimiste a tu pueblo y lo adoptaste para siempre, concédele los dones de la unidad y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio (Por la unidad de los cristianos)
La unidad de la Iglesia, cuerpo de Cristo
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre
y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por
Cristo, nuestro Señor. Por Él, nos has conducido al conocimiento
de la verdad, para hacernos miembros de su cuerpo mediante el vínculo
de una misma fe y un mismo bautismo; por Él has enviado sobre todos los
pueblos del mundo a tu Espíritu Santo, admirable constructor de la Iglesia
por la abundancia de sus dones, y autor de la unidad, el cual habita en tus
hijos de adopción, santifica a toda la Iglesia y la dirige con sabiduría.
Por eso, unidos al coro de los ángeles, te alabamos con alegría,
diciendo:
Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. 1 Co 10, 17)
Todos los que participamos de un mismo pan y de un mismo cáliz, no obstante ser muchos, somos un solo cuerpo como uno solo es el pan.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que esta santa comunión que hemos recibido, signo de nuestra fraternidad en Cristo, realice la unidad en tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Mario de Persia y compañeros, mártires; Macario "Alejandrino", abad; y Juan de Ravena Feria (Verde)
LOS PROFETAS INCOMODAN A LOS ESCRUPULOSOS
Hb 7, 1-13.15-17; Mc 3, 1-6
La observancia de las leyes
no alcanza para transformar el corazón del hombre, a lo sumo, atenúa
la codicia y las pulsiones destructivas que nos agobian. Para ilustrar esta
premisa que nos regala el autor de la carta a los hebreos, basta con releer
el comienzo del capítulo tercero de san Marcos y nos daremos cuenta que
los fariseos, estrictos y escrupulosos observantes de la ley mosaica, no fueron
capaces de arrancar de su interior las pulsiones homicidas y por eso planeaban
ejecutar a Jesús.
Este Jesús, constituido Sumo Sacerdote con el sacrificio de su vida,
habla con autoridad y nos da la salvación al tiempo que prepara un nuevo
sentido ante los sacrificios rituales del pueblo judío. Ya no será
necesario sacrificar animales y ofrecer su sangre. Cristo con su sangre derramada
en la cruz nos purifica de nuestros pecados.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 105, 47)
Sálvanos, Señor Dios nuestro y reúnenos de entre las naciones, para que podamos agradecer tu poder santo y sea nuestra gloria el alabarte.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que has unido a gente de todas las naciones en la alabanza de tu nombre, concédenos amar y practicar cuanto nos mandas, para que el pueblo cristiano, el que tú has llamado a tu Reino, viva unido por la fe y el amor. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura de la carta a los hebreos: 7, 1-3. 15-17
Hermanos: Melquisedec, rey
de Salem y sacerdote del Dios altísimo, salió al encuentro de
Abraham, cuando éste volvía de derrotar a los reyes, y lo bendijo.
Abraham le dio entonces la décima parte de todo el botín.
El nombre de Melquisedec, significa rey de justicia y el título rey de
Salem, significa rey de paz. No se mencionan ni su padre ni su madre, y aparece
sin antepasados. Tampoco se encuentra el principio ni el fin de su vida. Es
la figura del Hijo de Dios, y como Él, permanece sacerdote para siempre.
En efecto, como Melquisedec, Jesucristo ha sido constituido sacerdote, en virtud
de su propia vida indestructible y no por la ley, que señalaba que los
sacerdotes fueran de la tribu de Leví. La palabra misma de Dios lo atestigua,
cuando dice: Tú eres sacerdote para siempre, como Melquisedec. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 109 R/.
Tú eres sacerdote para siempre.
Esto ha dicho el Señor a mi Señor: "Siéntate a mi
derecha; yo haré de tus contrarios el estrado donde pongas los pies".
R/.
Extenderá el Señor desde Sión tu cetro poderoso y tú
dominarás al enemigo.
Es tuyo el señorío; el día en que naciste, en los montes
sagrados, te consagró el Señor antes del alba. R/.
Juró el Señor y no ha de retractarse: "Tú eres sacerdote
para siempre, como Melquisedec". R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Mt 4, 23) R/. Aleluya, aleluya.
Jesús predicaba el Evangelio del Reino y curaba las enfermedades y dolencias
del pueblo. R/.
¿Se le puede salvar la vida a un hombre en sábado o hay que dejarlo morir?
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 3, 1-6
En aquel tiempo, Jesús
entró en la sinagoga, donde había un hombre que tenía tullida
una mano. Los fariseos estaban espiando a Jesús para ver si curaba en
sábado y poderlo acusar. Jesús le dijo al tullido: "Levántate
y ponte allí en medio".
Después les preguntó: "¿Qué es lo que está
permitido hacer en sábado, el bien o el mal? ¿Se le puede salvar
la vida a un hombre en sábado o hay que dejarlo morir?". Ellos se
quedaron callados. Entonces, mirándolos con ira y con tristeza, porque
no querían entender, le dijo al hombre: "Extiende tu mano".
La extendió, y su mano quedó sana.
Entonces se salieron los fariseos y comenzaron a hacer planes con los del partido
de Herodes para matar a Jesús. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al celebrar el memorial de nuestra salvación, imploramos, Señor, de tu bondad, que este sacramento de amor sea para todos nosotros signo de unidad y vínculo de caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio (Por la unidad de los cristianos)
La unidad de la Iglesia, cuerpo de Cristo
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre
y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por
Cristo, nuestro Señor. Por Él, nos has conducido al conocimiento
de la verdad, para hacernos miembros de su cuerpo mediante el vínculo
de una misma fe y un mismo bautismo; por Él has enviado sobre todos los
pueblos del mundo a tu Espíritu Santo, admirable constructor de la Iglesia
por la abundancia de sus dones, y autor de la unidad, el cual habita en tus
hijos de adopción, santifica a toda la Iglesia y la dirige con sabiduría.
Por eso, unidos al coro de los ángeles, te alabamos con alegría,
diciendo:
Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Col 3, 14-15)
Sobre todas las virtudes pongan el amor, que es el vínculo de la perfecta unión; y que en sus corazones reine la paz de Cristo a la que han sido llamados en un solo cuerpo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, infunde en nosotros el espíritu de tu caridad y, con la fuerza de este sacrificio eucarístico, haz que cuantos creemos en ti vivamos unidos en un mismo amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
EL SUMO SACERDOTE COMPASIVO
Hb 7, 23-8,6; Mc 3, 7-12
Las multitudes corrían atrabancadamente detrás de Jesús, lo hacían impulsados por la certeza de que obtendrían alivio para sus miserias. Jesús no regateaba sus favores, simplemente exigía que se acercaran a Él con una actitud de confianza plena en el poder de Dios. Jesús es el sumo sacerdote santo —insistirá una y otra vez el autor de la carta a los hebreos— que participa de la santidad de su Padre y que por lo mismo, acoge con entrañas de misericordia a cuantos se acercan a Él con un corazón sincero.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ef 4, 4-6)
Un solo cuerpo y un solo espíritu, como también es una la esperanza de la vocación con la que han sido llamados. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todo, lo penetra todo y está en todo.
ORACIÓN COLECTA
Señor, mira con bondad a tu pueblo y, con los dones de tu Espíritu, aumenta en todos los que creen en ti el amor por la verdad, a fin de que busquemos la perfecta unidad de tu familia y trabajemos por obtenerla. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Cristo se ofreció a sí mismo en sacrificio de una vez para siempre.
Lectura de la carta a los hebreos: 7, 23-8, 6
Hermanos: Durante
la antigua alianza hubo muchos sacerdotes, porque la muerte les impedía
permanecer en su oficio. En cambio, Jesucristo tiene un sacerdocio eterno, porque
Él permanece para siempre. De ahí que sea capaz de salvar, para
siempre, a los que por su medio se acercan a Dios, ya que vive eternamente para
interceder por nosotros.
Ciertamente que un sumo sacerdote como éste era el que nos convenía:
santo, inocente, inmaculado, separado de los pecadores y elevado por encima
de los cielos; que no necesita, como los demás sacerdotes, ofrecer diariamente
víctimas, primero por sus pecados y después por los del pueblo,
porque esto lo hizo de una vez para siempre, ofreciéndose a sí
mismo. Porque los sacerdotes constituidos por la ley eran hombres llenos de
fragilidades; pero el sacerdote constituido por las palabras del juramento posterior
a la ley, es el Hijo eternamente perfecto. Ahora bien, lo más importante
de lo que estamos diciendo es que tenemos en Jesús a un sumo sacerdote
tan excelente, que está sentado a la derecha del trono de Dios en el
cielo, como ministro del santuario y del verdadero tabernáculo, levantado
por el Señor y no por los hombres.
Todo sumo sacerdote es nombrado para que ofrezca dones y sacrificios; por eso
era también indispensable que Él tuviera algo que ofrecer. Si
Él se hubiera quedado en la tierra, ni siquiera seria sacerdote, habiendo
ya quienes ofrecieran los dones prescritos por la ley. Pero éstos son
ministros de un culto que es figura y sombra del culto celestial, según
lo reveló Dios a Moisés, cuando le mandó que construyera
el tabernáculo: Mira, le dijo, lo harás todo según el modelo
que te mostré en el monte. En cambio, el ministerio de Cristo es tanto
más excelente, cuanto que Él es el mediador de una mejor alianza,
fundada en mejores promesas. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 39 R/.
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Sacrificios y ofrendas no quisiste, abriste, en cambio, mis oídos a tu
voz. No exigiste holocaustos por la culpa, así que dije: "Aquí
estoy". R/.
En tus libros se me ordena hacer tu voluntad; esto es, Señor, lo que
deseo: tu ley en medio de mi corazón. R/.
He anunciado tu justicia en la gran asamblea; no he cerrado mis labios, tú
lo sabes, Señor. R/.
Que se gocen en ti y que se alegren todos los que te buscan. Cuantos quieren
de ti la salvación repiten sin cesar: "¡Qué grande
es Dios!". R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. 2 Tm 1, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, nuestro Salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer
la vida por medio del Evangelio. R/.
Los espíritus inmundos gritaban: "Tú eres el Hijo de Dios". Pero Jesús les prohibía que lo manifestaran.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 3, 7-12
En aquel tiempo, Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del mar, seguido por una muchedumbre de galileos. Una gran multitud, procedente de Judea y Jerusalén, de Idumea y Transjordania y de la parte de Tiro y Sidón, habiendo tenido noticias de lo que Jesús hacía, se trasladó a donde Él estaba. Entonces rogó Jesús a sus discípulos que le consiguieran una barca para subir en ella, porque era tanta la multitud, que estaba a punto de aplastarlo. En efecto, Jesús había curado a muchos, de manera que todos los que padecían algún mal, se le echaban encima para tocarlo. Cuando los po-seídos por espíritus inmundos lo veían, se echaban a sus pies y gritaban: "Tú eres el Hijo de Dios". Pero Jesús les prohibía que lo manifestaran. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Que a todos los que estamos unidos por el mismo bautismo, nos purifique, Señor, el sacrificio que vamos a ofrecerte y nos haga participar algún día de los mismos sacramentos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio (Por la unidad de los cristianos)
La unidad de la Iglesia, cuerpo de Cristo
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre
y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por
Cristo, nuestro Señor. Por Él, nos has conducido al conocimiento
de la verdad, para hacernos miembros de su cuerpo mediante el vínculo
de una misma fe y un mismo bautismo; por Él has enviado sobre todos los
pueblos del mundo a tu Espíritu Santo, admirable constructor de la Iglesia
por la abundancia de sus dones, y autor de la unidad, el cual habita en tus
hijos de adopción, santifica a toda la Iglesia y la dirige con sabiduría.
Por eso, unidos al coro de los ángeles, te alabamos con alegría,
diciendo:
Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 17, 21. 23)
Que todos sean uno, como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, dice el Señor. Yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectos en la unidad.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al participar del sacramento de tu Hijo, te pedimos, Señor, que santifiques y renueves a tu Iglesia, a fin de que todos los que nos gloriamos del nombre de cristianos podamos servirte en la unidad de la fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LO NUEVO Y LO ANTIGUO
Hb 8, 6-13; Mc 3, 13-19
La Antigua alianza había grabado sobre la piedra los términos del pacto. Aquella alianza tenía una limitante, recurría a la coacción exterior. La nueva alianza que los Profetas de Israel anunciaron y que Jesús vino a inaugurar, apostaría todo a la renovación interior del corazón humano. La ley nueva no tiene sino la apariencia de norma, pero en realidad es una convicción profunda que el Espíritu siembra en nuestro corazón. De esa alianza nueva tendrían que ser testigos los Doce. Viviendo y conviviendo con Jesús aprenderían a dejarse transformar desde dentro.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Esta santa luchó hasta la muerte por la ley de Dios y no se aterrorizó ante la amenaza de los impíos, pues estaba afianzada sobre roca firme.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que eliges a los débiles para vencer a los poderosos, te pedimos, al celebrar el martirio de santa Inés, que nos concedas imitar la heroica firmeza de su fe. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Cristo es el mediador de una alianza mejor que la antigua.
Lectura de la carta a los hebreos: 8, 6-13
Hermanos: Jesucristo, nuestro
sumo sacerdote, ha obtenido un ministerio tanto más excelente, cuanto
que él es el mediador de una mejor alianza, fundada en mejores promesas.
Si aquella primera alianza hubiera sido perfecta, no habría habido lugar
para una segunda. Pero de hecho, Dios la encuentra imperfecta, cuando reprendiendo
a los israelitas, les dice:
Se acerca el tiempo en que haré con la casa de Israel y con la casa de
Judá una alianza nueva, dice el Señor. No será como la
alianza que hice con los padres de ustedes cuando los tomé de la mano
para sacarlos de Egipto, porque ellos rompieron mi alianza y yo tuve que hacer
un escarmiento con ellos. Ésta es la alianza nueva que voy a hacer con
la casa de Israel: Voy a poner mi ley en lo más profundo de su mente
y voy a grabarla en sus corazones. Yo seré su Dios y ellos serán
mi pueblo. Ya nadie tendrá que instruir a su prójimo ni a su hermano,
diciéndole: "Conoce al Señor", porque todos me van a
conocer, desde el más pequeño hasta el mayor de todos, cuando
yo les perdone sus culpas y olvide para siempre sus pecados.
Conforme a esto, al hablar de una alianza nueva, Dios declara anticuada la primera,
y lo que es anticuado y envejecido está próximo a la desaparición.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 84 R/.
Muéstranos, Señor, tu misericordia.
Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.
Está ya cerca nuestra salvación y la gloria del Señor habitará
en la tierra R/.
La misericordia y la verdad se encontraron, la justicia y la paz se besaron,
la fidelidad brotó en la tierra y la justicia vino del cielo. R/.
Cuando el Señor nos muestre su bondad, nuestra tierra producirá
su fruto. La justicia le abrirá camino al Señor e irá siguiendo
sus pisadas. R/.
ACLAMACIÓN
(2 Co 5, 19) R/. Aleluya, aleluya.
Dios ha reconciliado consigo al mundo, por medio de Cristo, y nos ha
encomendado a nosotros el mensaje de la reconciliación. R/.
Jesús llamó a los que Él quiso, para que se quedaran con Él.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 3, 13-19
En aquel tiempo, Jesús
subió al monte, llamó a los que Él quiso, y ellos lo siguieron.
Constituyó a doce para que se quedaran con Él, para mandarlos
a predicar y para que tuvieran el poder de expulsar a los demonios.
Constituyó entonces a los Doce: a Simón, al cual le impuso el
nombre de Pedro; después, a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, a quienes
dio el nombre de Boanergues, es decir "hijos del trueno"; a Andrés,
Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo,
Simón el Cananeo y a Judas Iscariote, que después lo traicionó.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que los dones que vamos a ofrecerte en honor de tu santa virgen Inés te sean, Señor, tan agradables, como agradable fue a tus ojos su martirio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 16, 24)
Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz y que me siga, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, que glorificaste a santa Inés con la doble corona de la virginidad y del martirio, concédenos que esta comunión nos ayude a superar todas las pruebas y podamos así alcanzar el Reino eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Vicente de Zaragoza, mártir; Domingo de Sora, abad. Beato Guillermo José Chaminade, fundador.
Vísperas 1 del domingo: 3a semana del Salterio. Tomo III: p. 1019. Para los fieles: p. 642. Edición popular: pp. 202 y 460. Feria (Verde)
LA LIBERTAD INTERIOR DE JESÚS
Hb 9, 2-3. 6-7. 11-14; Mc 3, 20-21
El breve pasaje del evangelio de Marcos es realmente escandaloso. Los parientes más próximos de Jesús, entre los cuales cabría incluir a su padre y a su madre, estaban desconcertados con su proceder innovador y no dudaban en afirmar que se había trastornado. La carta a los hebreos nos contrasta dos mundos totalmente diferentes, el de las ofrendas externas y el de las ofrendas espirituales. Jesús ponía el acento en las exigencias éticas y relativizó los mandamientos cultuales. Procediendo así escandalizó a muchos contemporáneos suyos.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Jn 10, 14-15)
Yo soy el Buen Pastor, dice el Señor, y conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí, de la misma manera que el Padre me conoce a mí y yo al Padre; y doy la vida por ellas.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que nos amas tanto, envía sobre nosotros la gracia abundante de tu espíritu, para que, viviendo con verdad nuestro cristianismo, demos al mundo testimonio de la verdad y busquemos confiados la unidad de todos los creyentes en la paz verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Con su propia sangre, Cristo entró para siempre en el santuario.
Lectura de la carta a los hebreos: 9, 2-3. 6-7. 11-14
Hermanos: En la antigua
alianza, el santuario estaba dispuesto de tal manera, que en una primera tienda,
llamada el "lugar santo", se hallaban el candelabro y la mesa con
los panes sagrados; separada por un velo, había una segunda tienda, llamada
el "lugar santísimo". Al "lugar santo" entraban los
sacerdotes todos los días para celebrar el culto; pero al "lugar
santísimo" entraba una vez al año el sumo sacerdote, él
solo, llevando consigo sangre de animales para ofrecerla en expiación
por sus propios pecados y por los del pueblo.
Ahora bien, cuando Cristo se presentó como sumo sacerdote que nos obtiene
los bienes definitivos, penetró una sola vez y para siempre en el "lugar
santísimo", a través de una tienda, que no estaba hecha por
mano de hombre, ni pertenecía a esta creación. No llevó
consigo sangre de animales, sino su propia sangre, con la cual nos obtuvo una
redención eterna. Porque si la sangre de los machos cabríos y
de los becerros y las cenizas de una ternera, cuando se esparcían sobre
los impuros, eran capaces de conferir a los israelitas una pureza legal, meramente
exterior, ¡cuánto más la sangre de Cristo purificará
nuestra conciencia de todo pecado, a fin de que demos culto al Dios vivo, ya
que a impulsos del Espíritu Santo, se ofreció a sí mismo
como sacrificio inmaculado a Dios, y así podrá purificar nuestra
conciencia de las obras que conducen a la muerte, para servir al Dios vivo!
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 46 R/.
Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono.
Aplaudan, pueblos todos; aclamen al Señor, de gozo llenos, que el Señor,
el Altísimo, es terrible y de toda la tierra, rey supremo. R/.
Entre voces de júbilo y trompetas, Dios, el Señor, asciende hasta
su trono. Cantemos en honor de nuestro Dios, al rey honremos y cantemos todos.
R/.
Porque Dios es el rey del universo, cantemos el mejor de nuestros cantos. Reina
Dios sobre todas las naciones desde su trono santo. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Hch 16, 14) R/. Aleluya, aleluya.
Abre, Señor, nuestros corazones, para que comprendamos las palabras
de tu Hijo. R/.
Sus parientes decían que se había vuelto loco.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 3, 20-21
En aquel tiempo, Jesús entró en una casa con sus discípulos y acudió tanta gente, que no los dejaban ni comer. Al enterarse sus parientes, fueron a buscarlo, pues decían que se había vuelto loco. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, tú que con un solo y único sacrificio, el de tu Hijo, redimiste a tu pueblo y lo adoptaste para siempre, concédele los dones de la unidad y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio (Por la unidad de los cristianos)
La unidad de la Iglesia, cuerpo de Cristo
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre
y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por
Cristo, nuestro Señor. Por Él, nos has conducido al conocimiento
de la verdad, para hacernos miembros de su cuerpo mediante el vínculo
de una misma fe y un mismo bautismo; por Él has enviado sobre todos los
pueblos del mundo a tu Espíritu Santo, admirable constructor de la Iglesia
por la abundancia de sus dones, y autor de la unidad, el cual habita en tus
hijos de adopción, santifica a toda la Iglesia y la dirige con sabiduría.
Por eso, unidos al coro de los ángeles, te alabamos con alegría,
diciendo:
Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. 1 Cor 10, 17)
Todos los que participamos de un mismo pan y de un mismo cáliz, no obstante ser muchos, somos un solo cuerpo como uno solo es el pan.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que esta santa comunión que hemos recibido, signo de nuestra fraternidad en Cristo, realice la unidad en tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
III DOMINGO ORDINARIO
LOS SIGNOS MODESTOS DEL REINO QUE LLEGA
Is 8, 23-9, 3; 1 Co 1, 10-13; Mt 4, 12-23
La profecía mesiánica de Isaías estaba impregnada de una gran esperanza. Un descendiente de la casa de David inaugurará un tiempo definitivo. La opresión y la violencia desaparecerán para siempre. Esa esperanza se asienta en la modesta presencia de un retoño de David. En el relato evangélico nos presentan los modestos comienzos de la predicación de Jesús en Cafarnaúm. Dos parejas de hermanos alcanzan a deletrear la esperanzadora presencia de Jesús y se juegan el todo por el todo. Abandonan las pocas o muchas seguridades que tienen y se dan de alta en el círculo de los israelitas optimistas que ansían la llegada del reino de Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 95, 1. 6)
Canten al Señor un cántico nuevo, hombres de toda la tierra, canten al Señor. Hay brillo y esplendor en su presencia, y en su templo, belleza y majestad.
ORACIÓN COLECTA
Dios eterno y todopoderoso, conduce nuestra vida por el camino de tus mandamientos para que, unidos a tu Hijo amado, podamos producir frutos abundantes. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Los que andaban en tinieblas vieron una gran luz.
Lectura del libro del profeta Isaías: 8, 23-9, 3
En otro tiempo, el
Señor humilló al país de Zabulón y al país
de Neftalí; pero en el futuro llenará de gloria el camino del
mar, más allá del Jordán, en la región de los paganos.
El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz; sobre los que vivían
en tierra de sombras, una luz resplandeció.
Engrandeciste a tu pueblo e hiciste grande su alegría. Se gozan en tu
presencia como gozan al cosechar, como se alegran al repartirse el botín.
Porque tú quebrantaste su pesado yugo, la barra que oprimía sus
hombros y el cetro de su tirano, como en el día de Madián. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 26 R/.
El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy
a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién
podrá hacerme temblar? R/.
Lo único que pido, lo único que busco, es vivir en la casa del
Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar
continuamente en su presencia. R/.
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor
y fortaleza y en el Señor confía. R/.
Que no haya divisiones entre ustedes.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 1, 10-13. 17
Hermanos: Los exhorto, en
nombre de nuestro Señor Jesucristo, a que todos vivan en concordia y
no haya divisiones entre ustedes, a que estén perfectamente unidos en
un mismo sentir y en un mismo pensar.
Me he enterado, hermanos, por algunos servidores de Cloe, de que hay discordia
entre ustedes. Les digo esto, porque cada uno de ustedes ha tomado partido,
diciendo:
"Yo soy de Pablo, yo soy de Apolo, yo soy de Pedro, yo soy de Cristo".
¿Acaso Cristo está dividido? ¿Es que Pablo fue crucificado
por ustedes? ¿O han sido bautizados ustedes en nombre de Pablo?
Por lo demás, no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el
Evangelio, y eso, no con sabiduría de palabras, para no hacer ineficaz
la cruz de Cristo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Mt 4, 23) R/. Aleluya, aleluya.
Jesús predicaba la buena nueva del Reino y curaba a la gente de toda
enfermedad. R/.
Fue a Cafarnaúm y se cumplió la profecía de Isaías.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 4, 12-23
Al enterarse Jesús
de que Juan había sido arrestado, se retiró a Galilea, y dejando
el pueblo de Nazaret, se fue a vivir a Cafarnaúm, junto al lago, en territorio
de Zabulón y Neftalí, para que así se cumpliera lo que
había anunciado el profeta Isaías:
Tierra de Zabulón y Neftalí, camino del mar, al otro lado del
Jordán, Galilea de los paganos. El pueblo que yacía en tinieblas
vio una gran luz. Sobre los que vivían en tierra de sombras una luz resplandeció.
Desde entonces comenzó Jesús a predicar, diciendo: "Conviértanse,
porque ya está cerca el Reino de los cielos".
Una vez que Jesús caminaba por la ribera del mar de Galilea, vio a dos
hermanos, Simón, llamado después Pedro, y Andrés, los cuales
estaban echando las redes al mar, porque eran pescadores. Jesús les dijo:
"Síganme y los haré pescadores de hombres". Ellos inmediatamente
dejaron las redes y lo siguieron.
Pasando más adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan, hijos
de Zebedeo, que estaban con su padre en la barca, remendando las redes, y los
llamó también. Ellos, dejando enseguida la barca y a su padre,
lo siguieron.
Andaba por toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando la
buena nueva del Reino de Dios y curando a la gente de toda enfermedad y dolencia.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
En esta Semana de Oración
por la unidad de los cristianos, presentemos nuestras súplicas al Padre.
A cada petición diremos: Escúchanos, Padre.
Para que los cristianos de todas las Iglesias seamos fieles al Evangelio,
dando testimonio de nuestra fe ante el mundo. Oremos.
Para que Dios conceda a todas las Iglesias cristianas fortalecer y ensanchar
lo que las une y superar lo que las separa. Oremos.
Para que pronto llegue el día en el que todos cuantos creemos en Cristo
podamos compartir el pan y el cáliz de una misma Eucaristía. Oremos.
Para que en el mundo entero progrese la paz, la libertad y la justicia, y se
superen las divisiones y enemistades entre los pueblos. Oremos.
Para que los que nos hemos reunido aquí aprendamos a ser más fieles
cada día a la Palabra del Señor. Oremos.
Escucha, Padre, lo que con fe te hemos pedido. Y concede a los cristianos
y a la humanidad entera los dones de la unidad y de la paz. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, con bondad, los dones que te presentamos y santifícalos por medio de tu Espíritu, para que se nos conviertan en sacramento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 8, 12)
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue no caminará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te damos gracias, Señor, por habernos alimentado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, y te pedimos que este don tuyo sea para nosotros fuente inagotable de vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Cuando las sociedades ven que sus problemas se agigantan y sus recursos disponibles se achican echan mano de su capacidad creativa, de su sed de infinito y resucitan su esperanza. El pueblo de Israel padeció una y otra vez numerosos abusos y opresiones de parte de propios y extraños. Les arrancaron tributos, libertades políticas, tierras y hasta el derecho a organizarse de acuerdo a su propia cultura. Les quitaron todo, menos la esperanza. Esa fortaleza les permitió sobrevivir a una persecución milenaria. Los cristianos que vivimos en este país, no la estamos pasando bien. Extorsiones, cobros de cuotas, asaltos, prepotencia de autoridades abusivas y más están a la orden del día. ¡Que no nos arrebaten la esperanza, y saldremos de ésta y de otras peores!
Nuestra Señora Reina de la Paz.
Santos: Francisco de Sales, fundador. Beata Paula Gambara, viuda. Memoria (Blanco)
JESÚS APRENDIÓ A ENTREGARSE SIN RESERVAS
Hb 9, 15. 24-28; Mc 3, 22-30
Jesús no viene a perder el tiempo. Su intervención tiene una trascendencia decisiva que Él fue descubriendo lenta y certeramente Se trata de un enfrentamiento entre dos proyectos, uno que genera deshumanización y otro que acarrea humanización. No se puede ser neutral. El se ubica como ese hombre fuerte que viene a reclamar lo suyo y que para recuperarlo, habrá de arriesgar su vida. Al término de su existencia concluyó que la fidelidad a su Padre le demandaba entregar confiadamente su vida y actuó en consecuencia.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Dn 12, 3)
Los sabios brillarán como el fulgor del firmamento; y los que enseñaron a muchos la justicia, serán como estrellas eternas.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que para salvación de los hombres concediste a san Francisco de Sales el don de servir con extremada amabilidad a todos, ayúdanos a demostrar, a ejemplo suyo, en una actitud servicial con nuestros hermanos, toda la delicadeza de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Cristo se ofreció una sola vez para quitar los pecados de todos; y se manifestará por segunda vez para salvación de aquellos que lo aguardan.
Lectura de la carta a los hebreos: 9, 15. 24-28
Hermanos: Cristo es el mediador
de una alianza nueva. Con su muerte hizo que fueran perdonados los delitos cometidos
durante la antigua alianza, para que los llamados por Dios pudieran recibir
la herencia eterna que Él les había prometido.
Porque no entró Cristo en el santuario de la antigua alianza, construido
por mano de hombres y que sólo era figura del verdadero, sino en el cielo
mismo, para estar ahora en la presencia de Dios, intercediendo por nosotros.
En la antigua alianza, el sumo sacerdote entraba cada año en el santuario
para ofrecer una sangre que no era la suya; pero Cristo no tuvo que ofrecerse
una y otra vez a sí mismo en sacrificio, porque en tal caso habría
tenido que padecer muchas veces desde la creación del mundo. De hecho,
Él se manifestó una sola vez, en el momento culminante de la historia,
para destruir el pecado con el sacrificio de sí mismo.
Y así como está determinado que los hombres mueran una sola vez
y que después de la muerte venga el juicio, así también
Cristo se ofreció una sola vez para quitar los pecados de todos. Al final
se manifestará por segunda vez, pero ya no para quitar el pecado, sino
para salvación de aquellos que lo aguardan y en Él tienen puesta
su esperanza. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 97 R/.
Cantemos al Señor un canto nuevo.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas.
Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su
justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
R/.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos
y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
Cantemos al Señor al son del arpa, suenen los instrumentos. Aclamemos
al son de los clarines al Señor, nuestro rey. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. 2 Tm 1, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, nuestro Salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer
la vida por medio del Evangelio. R/.
Satanás ha sido derrotado.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 3, 22-30
En aquel tiempo, los escribas
que habían venido de Jerusalén, decían acerca de Jesús:
"Este hombre está poseído por Satanás, príncipe
de los demonios, y por eso los echa fuera".
Jesús llamó entonces a los escribas y les dijo en parábolas:
"¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? Porque
si un reino está dividido en bandos opuestos no puede subsistir. Una
familia dividida tampoco puede subsistir. De la misma manera, si Satanás
se rebela contra sí mismo y se divide, no podrá subsistir, pues
ha llegado su fin. Nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y llevarse
sus cosas, si primero no lo ata. Sólo así podrá saquear
la casa.
Yo les aseguro que a los hombres se les perdonarán todos sus pecados
y todas sus blasfemias. Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo
nunca tendrá perdón; será reo de un pecado eterno".
Jesús dijo esto, porque lo acusaban de estar poseído por un espíritu
inmundo. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que este sacrificio, prueba suprema del amor de Cristo, nos comunique, Señor, el fuego del Espíritu Santo que llenó de bondad el corazón de tu siervo Francisco de Sales. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Co 1, 23-24)
Nosotros proclamamos a Cristo crucificado: fuerza de Dios y sabiduría de Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por esta sagrada comunión, concédenos, Padre misericordioso, imitar en la tierra el amor y la bondad de san Francisco, para que podamos participar con él de la gloria en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
La conversión de san Pablo, apóstol.
Santos: San Prix de Clermont, obispo. Beato Enrique Seuze, presbítero. Fiesta (Blanco).
APRENDIENDO A DELETREAR LAS SEÑALES DEL RESUCITADO
Hch 22, 3-16; Mc 16, 15-18
Pablo no se resistió a las señales del amor misericordioso del Señor resucitado. Ocurrió tal como lo predecía el último capítulo del evangelio de san Marcos; por medio de signos y señales el Señor iría pavimentado el acceso a la fe en Cristo resucitado. Los misioneros cristianos habrían de aportar su palabra, su testimonio congruente y lo demás, habrían de dejarlo en las manos de Dios. Pablo fue un hombre sensato que supo deletrear los designios de Dios y actuó en consecuencia, entregando sin reservas, su propia vida.
CONVERSIÓN DE SAN PABLO, APÓSTOL.
ANTÍFONA DE ENTRADA (2 Tm 1, 12; 4, 8)
Yo sé en quien tengo puesta mi confianza y estoy convencido de que el Señor, justo juez, me dará la recompensa el día de su venida.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que has iluminado al mundo entero con la palabra de tu apóstol Pablo, cuya conversión conmemoramos hoy; haz que nos convirtamos a ti para dar, así, al mundo un testimonio de tu verdad. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Levántate, recibe el bautismo, reconoce que Jesús es el Señor y queda limpio de tus pecados.
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 22, 3-16
En aquellos días,
Pablo dijo al pueblo: "Yo soy judío, nací en Tarso de Cilicia,
pero me crié aquí, en Jerusalén; fui alumno de Gamaliel
y aprendí a observar en todo su rigor la ley de nuestros padres y estaba
tan lleno de celo por las cosas de Dios, como lo están ustedes ahora.
Perseguí a muerte el camino cristiano, encadenando y metiendo en la cárcel
a hombres y mujeres, como pueden atestiguarlo el sumo sacerdote y todo el consejo
de los ancianos. Ellos me dieron cartas para los hermanos de Damasco y me dirigí
hacia allá en busca de creyentes para traerlos presos a Jerusalén
y castigarlos. Pero en el camino, cerca ya de Damasco, a eso del mediodía,
de repente me envolvió una gran luz venida del cielo; caí por
tierra y oí una voz que me decía: Saulo, ¿por qué
me persigues?'. Yo le respondí: `Señor, ¿quién eres
tú?'. Él me contestó: 'Yo soy Jesús
de Nazaret, a quien tú persigues'. Los que me acompañaban vieron
la luz, pero no oyeron la voz del que me hablaba. Entonces yo le dije: `¿Qué
debo hacer, Señor?'. El Señor me respondió: 'Levántate
y vete a Damasco; allá te dirán todo lo que tienes que hacer'.
Como yo no podía ver, cegado por el resplandor de aquella luz, mis compañeros
me llevaron de la mano hasta Damasco. Allí, un hombre llamado Ananías,
varón piadoso y observante de la ley, muy respetado por todos los judíos
que vivían en Damasco, fue a verme, se me acercó y me dijo: Saulo,
hermano, recobra la vista'. Inmediatamente recobré la vista y pude verlo.
Él me dijo: 'El Dios de nuestros padres te ha elegido para que conocieras
su voluntad, vieras al Justo y escucharas sus palabras, porque deberás
atestiguar ante todos los hombres lo que has visto y oído. Y ahora, ¿qué
esperas? Levántate, recibe el bautismo, reconoce que Jesús es
el Señor y queda limpio de tus pecados' ". Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 116 R/.
Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio.
Que alaben al Señor todas las naciones, que lo aclamen todos los pueblos.
R/.
Porque grande es su amor hacia nosotros y su fidelidad dura por siempre. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 15, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Yo los he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayan y
den fruto y su fruto permanezca. R/.
Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 16, 15-18
En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: "Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura. El que crea y se bautice, se salvará el que se resista a creer será condenado. Éstos son los milagros que acompañarán a los que hayan creído: arrojarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos, y si beben un veneno mortal, no les hará daño; impondrán las manos a los enfermos y éstos quedarán sanos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por este sacrificio eucarístico que vamos a ofrecerte, concédenos, Señor, que el Espíritu Santo nos ilumine con aquella misma fe que impulsó siempre a san Pablo a la predicación de tu Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I de los Apóstoles.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ga 2, 20)
Vivo de la fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta comunión avive, Señor, en nosotros el amor incansable que impulsó a san Pablo a consagrarse al servicio de toda la Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
REAVIVAR EL DON DE LA PROPIA VOCACIÓN
2 Tm 1, 1-8; Mc 4, 1-20
La parábola del sembrador es un magnífico espejo que nos permite descubrir cuáles son los obstáculos que nos enajenan y esclavizan. Preocupaciones de diverso calibre nos van agobiando. El apóstol Pablo se dirige a Timoteo para reanimarlo y exhortarlo a no dejarse vencer por las dificultades. El don de la fe y la vocación particular que como bautizados hemos recibido, nos han de servir de asidero para superar las pruebas del momento presente.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ez 34, 11. 23-24)
Cuidaré de mis ovejas, dice el Señor, y les buscaré un pastor que las apaciente, y yo, el Señor, seré su Dios.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que hiciste dignos seguidores de san Pablo a tus santos obispos Timoteo y Tito, concédenos, por su intercesión, amarte y servirte en nuestros prójimos para que podamos llegar al cielo, nuestra patria. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Recuerdo tu fe sincera.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 1, 1-8
Pablo, apóstol de
Jesucristo por voluntad de Dios, conforme a la promesa de vida que hay en Cristo
Jesús, a Timoteo, hijo querido. Te deseo la gracia, la misericordia y
la paz de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro.
Cuando de noche y de día te recuerdo en mis oraciones, le doy gracias
a Dios, a quien sirvo con una conciencia pura, como lo aprendí de mis
antepasados.
No puedo olvidar tus lágrimas al despedirnos y anhelo volver a verte
para llenarme de alegría, pues recuerdo tu fe sincera, esa fe que tuvieron
tu abuela Loida y tu madre Eunice, y que estoy seguro que también tienes
tú. Por eso te recomiendo que reavives el don de Dios que recibiste cuando
te impuse las manos. Porque el Señor no nos ha dado un espíritu
de temor, sino de fortaleza, de amor y de moderación. No te avergüences,
pues, de dar testimonio de nuestro Señor, ni te avergüences de mí,
que estoy preso por su causa. Al contrario, comparte conmigo los sufrimientos
por la predicación del Evangelio, sostenido por la fuerza de Dios. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 95 R/. Cantemos la grandeza del Señor.
Cantemos al Señor
un canto nuevo, que le cante al Señor toda la tierra; cantemos al Señor
y bendigá-moslo. R/.
Proclamemos su amor día tras día, su grandeza anunciemos a los
pueblos; de nación en nación, sus maravillas. R/.
Alaben al Señor, pueblos del orbe, reconozcan su gloria y su poder y
tribútenle honores a su nombre. R/.
"Reina el Señor", digamos a los pueblos. Él afianzó
con su poder el orbe, gobierna a las naciones con justicia. R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
La semilla es la palabra de Dios y el sembrador es Cristo; todo aquel
que lo encuentra vivirá para siempre. R/.
Salió el sembrador a sembrar.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 4, 1-20
En aquel tiempo, Jesús
se puso a enseñar otra vez junto al lago, y se reunió una muchedumbre
tan grande, que Jesús tuvo que subir en una barca; ahí se sentó,
mientras la gente estaba en tierra, junto a la orilla. Les estuvo enseñando
muchas cosas con parábolas y les decía: "Escuchen. Salió
el sembrador a sembrar. Cuando iba sembrando, unos granos cayeron en la vereda;
vinieron los pájaros y se los comieron. Otros cayeron en terreno pedregoso,
donde apenas había tierra; como la tierra no era profunda, las plantas
brotaron enseguida; pero cuando salió el sol, se quemaron, y por falta
de raíz, se secaron. Otros granos cayeron entre espinas; las espinas
crecieron, ahogaron las plantas y no las dejaron madurar. Finalmente, los otros
granos cayeron en tierra buena; las plantas fueron brotando y creciendo y produjeron
el treinta, el sesenta o el ciento por uno". Y añadió Jesús:
"El que tenga oídos para oír, que oiga".
Cuando se quedaron solos, sus acompañantes y los Doce le preguntaron
qué quería decir la parábola. Entonces Jesús les
dijo: "A ustedes se les ha confiado el secreto del Reino de Dios; en cambio,
a los que están fuera, todo les queda oscuro; así, por más
que miren, no verán; por más que oigan, no entenderán;
a menos que se arrepientan y sean perdonados".
Y les dijo a continuación: "Si no entienden esta parábola,
¿cómo van a comprender todas las demás? `El sembrador'
siembra la palabra.
`Los granos de la vereda' son aquellos en quienes se siembra la palabra, pero
cuando la acaban de escuchar, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada
en ellos. `Los que reciben la semilla en terreno pedregoso', son los que, al
escuchar la palabra, de momento la reciben con alegría; pero no tienen
raíces, son inconstantes, y en cuanto surge un problema o una contrariedad
por causa de la palabra, se dan por vencidos.
`Los que reciben la semilla entre espinas' son los que escuchan la palabra;
pero por las preocupaciones de esta vida, la seducción de las riquezas
y el deseo de todo lo demás, que los invade, ahogan la palabra y la hacen
estéril.
Por fin, 'los que reciben la semilla en tierra buena' son aquellos que escuchan
la palabra, la aceptan y dan una cosecha: unos, de treinta; otros, de sesenta;
y otros, de ciento por uno". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, con bondad las ofrendas que te presentamos en la fiesta de los santos obispos Timoteo y Tito, para que nos obtengan tu perdón y glorifiquen así tu santo nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 15, 16)
No son ustedes los que me han elegido, dice el Señor, soy yo quien los ha elegido, para que vayan y den fruto y ese fruto perdure.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Reanimados por este sacramento, te pedimos, Señor, que, a ejemplo de los santos Timoteo y Tito, nos esforcemos en dar testimonio de la fe que ellos tuvieron y en llevar a la práctica sus enseñanzas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
EL SOL QUE NOS BAÑA CON SU LUZ
Hb 10, 19-25; Mc 4, 21-25
Mientras que la carta a los hebreos es una exhortación que nos anima a ser autocríticos y a exigirnos unas actitudes idóneas para acercarnos a Jesús, que nos ha abierto el acceso al Padre, el evangelio de san Marcos nos urge a no enterrar las riquezas que como creyentes hemos recibido. Las lámparas se encienden para que difundan la luz. Los cristianos, sin necesidad de caer en protagonismos ni en delirios de grandeza, hemos recibido la luz de Jesús y hemos de ser satélites que reflejen dicha luz en las circunstancias históricas actuales.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 109, 4)
El Señor lo ha jurado y el Señor no se retracta. Tú eres sacerdote para siempre, como lo es Melquisedec.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que para gloria tuya y salvación nuestra constituiste a Cristo sumo y eterno sacerdote, concede al pueblo redimido con su sangre obtener, por la participación en este memorial, los frutos de la muerte y resurrección de tu Hijo, que vive y reina contigo...
LITURGIA DE LA PALABRA.
Mantengamos firme, con la plenitud de la fe, la profesión de nuestra esperanza, estimulándonos mutuamente al ejercicio de la caridad.
Lectura de la carta a los hebreos: 10, 19-25
Hermanos: En virtud de la
sangre de Jesucristo, tenemos la seguridad de poder entrar en el santuario,
porque Él nos abrió un camino nuevo y viviente a través
del velo, que es su propio cuerpo. Asimismo, en Cristo tenemos un sacerdote
incomparable al frente de la casa de Dios.
Acerquémonos, pues, con sinceridad de corazón, con una fe total,
limpia la conciencia de toda mancha y purificado el cuerpo por el agua saludable.
Mantengámonos inconmovibles en la profesión de nuestra esperanza,
porque el que nos hizo las promesas es fiel a su palabra. Estimulémonos
mutuamente con el ejemplo al ejercicio de la caridad y las buenas obras.
No abandonemos, como suelen hacerlo algunos, la costumbre de asistir a nuestras
asambleas; al contrario, animémonos los unos a los otros, tanto más,
cuanto que vemos que el día del Señor se acerca. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 23 R/.
Busquemos a Dios, nuestro Señor.
Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los que en
él habitan, pues Él lo edificó sobre los mares, El fue
quien lo asentó sobre los ríos.
¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién
podrá entrar en su recinto santo? El de corazón limpio y manos
puras y que no jura en falso.
Ése obtendrá la bendición de Dios, y Dios, su salvador,
le hará justicia. Ésta es la clase de hombres que te buscan y
vienen ante ti, Dios de Jacob. R/.
ACLAMACIÓN
(Sal 118, 105) R/. Aleluya, aleluya.
Tus palabras, Señor, son una antorcha para mis pasos y una luz
en mi sendero. R/.
La misma medida que utilicen para tratar a los demás, se usará para tratarlos a ustedes.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 4, 21-25
En aquel tiempo, Jesús
dijo a la multitud: "¿Acaso se enciende una vela para meterla debajo
de una olla o debajo de la cama? ¿No es para ponerla en el candelero?
Porque si algo está escondido, es para que se descubra; y si algo se
ha ocultado, es para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír,
que oiga".
Siguió hablándoles y les dijo: "Pongan atención a
lo que están oyendo. La misma medida que utilicen para tratar a los demás,
esa misma se usará para tratarlos a ustedes, y con creces. Al que tiene,
se le dará; pero al que tiene poco, aun eso poco se le quitará".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, participar dignamente en esta Eucaristía, porque cada vez que celebramos el memorial del sacrificio de tu Hijo, se lleva a cabo la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Co 11, 24-25)
Éste es mi Cuerpo, que se da por ustedes. Este cáliz es la nueva alianza establecida por mi Sangre; cuantas veces lo beban, háganlo en memoria mía, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que nos has concedido el gozo de participar en esta Eucaristía, memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, haz que, unidos siempre a Él, vivamos como verdaderos hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LOS CRISTIANOS DE LA PRIMERA HORA
Hb 10, 32-39; Mc 4, 26-34
El autor de la carta a los hebreos está ufano y satisfecho porque esos cristianos aguantaron a pie firme los dolorosos días de la prueba. Las persecuciones los sacudieron cuando su fe aún estaba tierna y vacilante. Pero como lo explica la parábola evangélica, esa semilla que comienza siendo pequeña, consigue crecer y madurar, porque está repleta de un dinamismo que proviene de Dios. La fe cristiana es empresa y proyecto de Dios que cada creyente acoge y decide cómo y cuándo hacer fructificar.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 36, 30-31)
La boca del justo dice palabras sensatas y su lengua expresa lo recto, porque lleva grabada en el corazón la ley de su Dios.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios nuestro, que hiciste de Tomás de Aquino un hombre admirable por su anhelo de santidad y su dedicación a las ciencias sagradas, ayúdanos a comprender su doctrina y a imitar sus ejemplos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Ustedes han soportado grandes luchas. No pierdan, pues, la confianza.
Lectura de la carta a los hebreos: 10, 32-39
Hermanos: Recuerden aquellos
primeros días en que, recién iluminados por el bautismo, tuvieron
ustedes que afrontar duros y dolorosos combates. Unas veces fueron expuestos
públicamente a los insultos y tormentos. Otras, compartieron los sufrimientos
de los hermanos que eran maltratados, se compadecieron de los que estaban en
la cárcel y aceptaron con alegría que los despojaran de sus propios
bienes, sabiendo ustedes que están en posesión de otros, mejores
y perdurables.
Por lo tanto, no pierdan la confianza, pues la recompensa es grande. Lo que
ahora necesitan es la perseverancia, para que, cumpliendo la voluntad de Dios,
alcancen lo prometido.
Atiendan a lo que dice la Escritura: Pronto, muy pronto, el que ha de venir
vendrá y no tardará; y mi justo, si permanece fiel, vivirá;
pero si desconfía, dejará de agradarme. Ahora bien, nosotros no
somos de los que desconfían y perecen, sino hombres de fe, destinados
a salvarnos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 36 R/.
La salvación del justo es el Señor.
Pon tu esperanza en Dios, practica el bien y vivirás tranquilo en esta
tierra. Busca en Él tu alegría y te dará el Señor
cuanto deseas. R/.
Pon tu vida en las manos del Señor, en Él confía, y hará
que tu virtud y tus derechos brillen igual que el sol de mediodía. R/.
Porque aprueba el camino de los justos, asegura el Señor todos sus pasos;
no quedarán por tierra cuando caigan, porque el Señor los tiene
de su mano. R/.
La salvación del justo es el Señor; en la tribulación Él
es su amparo. A quien en Él confía, Dios lo salva de los hombres
malvados. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Mt 11, 25) R/. Aleluya, aleluya.
Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has
revelado los misterios del Reino a la gente sencilla. R/.
El hombre siembra su campo, y sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 4, 26-34
En aquel tiempo, Jesús
dijo a la multitud: "El Reino de Dios se parece a lo que sucede cuando
un hombre siembra la semilla en la tierra: que pasan las noches y los días,
y sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece; y la tierra,
por sí sola, va produciendo el fruto: primero los tallos, luego las espigas
y después los granos en las espigas. Y cuando ya están maduros
los granos, el hombre echa mano de la hoz, pues ha llegado el tiempo de la cosecha".
Les dijo también: "¿Con qué compararemos el Reino
de Dios? ¿Con qué parábola lo podremos representar? Es
como una semilla de mostaza que, cuando se siembra, es la más pequeña
de las semillas; pero una vez sembrada, crece y se convierte en el mayor de
los arbustos y echa ramas tan grandes, que los pájaros pueden anidar
a su sombra".
Y con otras muchas parábolas semejantes les estuvo exponiendo su mensaje,
de acuerdo con lo que ellos podían entender. Y no les hablaba sino en
parábolas; pero a sus discípulos les explicaba todo en privado.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sea grato, Señor, el sacrificio que vamos a ofrecerte en la fiesta de santo Tomás de Aquino, cuyas enseñanzas y ejemplo nos mueven a alabarte con todo nuestro ser. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 12, 42)
Éste es el siervo fiel y sensato a quien su señor ha puesto al frente de su familia, para darles la ración de trigo a su tiempo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
A quienes nos has alimentado con el Cuerpo de Cristo, ilumínanos, Señor, con sus enseñanzas, para que en la festividad de santo Tomás de Aquino, aprendamos tu verdad e imitemos tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Vísperas I del domingo: 4a semana del Salterio. Tomo III: p. 1151. Para los fieles: p. 722. Edición popular: pp. 289 y 461.Feria (Verde)
LA FE VIVA DE LOS DIFUNTOS
Hb 11, 1-2.8-19; Mc 4, 35-41
Las tempestades no solamente se desatan en el terreno de la naturaleza, ni solamente generan alto oleaje en el lago de Galilea, también sacuden la vida de las personas, de las familias y de las comunidades. En el momento del aprieto todo parece nublarse. Sin embargo, necesitamos tener asideros de dónde sostenernos. La carta a los hebreos nos refresca la memoria y nos pone delante la existencia perseverante y esperanzada de nuestros antepasados en la fe.
MISA DE SANTA MARÍA EN SÁBADO
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sedulio)
Te aclamamos, santa Madre de Dios, porque has dado a luz al Rey que gobierna cielo y tierra por los siglos de los siglos.
ORACIÓN COLECTA
Dios santo, Padre de Jesucristo, nuestro Salvador, que en Santa María, Virgen y Madre, nos has dado la imagen de la Iglesia, envía tu Espíritu en ayuda de nuestra debilidad; para que, perseverando en la fe, crezcamos en el amor y caminemos juntos hasta la meta de la bienaventurada esperanza. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Esperaban la ciudad de sólidos cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.
Lectura de la carta a los hebreos: 11, 1-2. 8-19
Hermanos: La fe es
la forma de poseer, ya desde ahora, lo que se espera, y de conocer las realidades
que no se ven. Por ella, fueron alabados nuestros mayores.
Por su fe, Abraham, obediente al llamado de Dios, y sin saber a dónde
iba, partió hacia la tierra que habría de recibir como herencia.
Por la fe, vivió como extranjero en la tierra prometida, en tiendas de
campaña, como Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa, después
de él. Porque ellos esperaban la ciudad de sólidos cimientos,
cuyo arquitecto y constructor es Dios.
Por su fe, Sara, aun siendo estéril y a pesar de su avanzada edad, pudo
concebir un hijo, porque creyó que Dios habría de ser fiel a la
promesa; y así, de un solo hombre, ya anciano, nació una descendencia
numerosa como las estrellas del cielo e incontable como las arenas del mar.
Todos ellos murieron firmes en la fe. No alcanzaron los bienes prometidos, pero
los vieron y los saludaron con gozo desde lejos. Ellos reconocieron que eran
extraños y peregrinos en la tierra. Quienes hablan así, dan a
entender claramente que van en busca de una patria; pues si hubieran añorado
la patria de donde habían salido, habrían estado a tiempo de volver
a ella todavía. Pero ellos ansiaban una patria mejor: la del cielo. Por
eso Dios no se avergüenza de ser llamado su Dios, pues les tenía
preparada una ciudad.
Por su fe, Abraham, cuando Dios le puso una prueba, se dispuso a sacrificar
a Isaac, su hijo único, garantía de la promesa, porque Dios le
había dicho: De Isaac nacerá la descendencia que ha de llevar
tu nombre. Abraham pensaba, en efecto, que Dios tiene poder hasta para resucitar
a los muertos; por eso le fue devuelto Isaac, que se convirtió así
en un símbolo profético. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Lucas 1 R/. Bendito
sea el Señor, Dios de Israel.
Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a
su pueblo, y ha hecho surgir en favor nuestro un poderoso salvador en la casa
de David, su siervo. Así lo había anunciado desde antiguo, por
boca de sus santos profetas. R/.
Anunció que nos salvaría de nuestros enemigos y de las manos de
todos los que nos aborrecen, para mostrar su misericordia a nuestros padres
acordándose de su santa alianza. R/.
El Señor juró a nuestro padre Abraham que nos libraría
del poder de nuestros enemigos, para que pudiéramos servirlo sin temor,
con santidad y justicia, todos los días de nuestra vida. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 3, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único,
para que todo el que crea en Él tenga vida eterna. R/.
¿Quién es éste, a quien hasta el viento y el mar obedecen?
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 4, 35-41
Un día, al atardecer,
Jesús dijo a sus discípulos: "Vamos a la otra orilla del
lago" Entonces los discí-pulos despidieron a la gente y condujeron
a Jesús en la misma barca en que estaba. Iban además otras barcas.
De pronto se desató un fuerte viento y las olas se estrellaban contra
la barca y la iban llenando de agua. Jesús dormía en la popa,
reclinado sobre un cojín. Lo despertaron y le dijeron: "Maestro,
¿no te importa que nos hundamos?". El se despertó, reprendió
al viento y dijo al mar: "¡Cállate, enmudece!". Entonces
el viento cesó y sobrevino una gran calma. Jesús les dijo: "¿Por
qué tenían tanto miedo? ¿Aún no tienen fe?".
Todos se quedaron espantados y se decían unos a otros: "¿Quién
es éste, a quien hasta el viento y el mar obedecen?". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Padre lleno de bondad, que nos socorra el inmenso amor de tu Hijo unigénito para que, quien al nacer de la Virgen María, no menoscabó la integridad de la Madre, sino que la consagró, nos libre de nuestras culpas y haga acepta a ti nuestra oblación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Santa María Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Lc 11, 27)
Dichosa la Virgen María, que llevó en su seno al Hijo del eterno Padre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, al recibir el sacramento celestial en esta conmemoración de la santísima Virgen María, te pedimos que nos concedas celebrar dignamente, a imitación suya, el misterio de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
IV DOMINGO ORDINARIO
BIENAVENTURADOS SERÁN USTEDES
So 2, 3; 3, 12-13; 1 Co 1, 26-31; Mt 5,1-12
No es, como dijera algún acervo crítico del cristianismo, que la fe cristiana se arraiga mejor entre las personas ingenuas y sometidas. No es la religión de las víctimas y los esclavos, de los sumisos y aplastados. Es un camino que concilia la resistencia activa con la esperanza perseverante. Los bienaventurados no se dejan alienar por las dificultades o las seducciones del mundo exterior. Se mantienen de pie, resisten, se organizan y marchan al encuentro de la plenitud de la vida, a sabiendas de que Dios los acompaña y los sostiene en su caminar. Quienes tienen un corazón limpio y una mente abierta, pueden arriesgar su vida en aras de un proyecto alternativo y humanizador.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 105, 47)
Sálvanos, Señor y Dios nuestro; reúnenos de entre las naciones, para que podamos agradecer tu poder santo y sea nuestra gloria el alabarte.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, Dios nuestro, amarte con todo el corazón y, con el mismo amor, amar a nuestros prójimos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Dejaré, en medio de ti, un puñado de gente pobre y humilde.
Lectura del libro del profeta Sofonías: 2, 3; 3, 12-13
Busquen al Señor,
ustedes los humildes de la tierra, los que cumplen los mandamientos de Dios.
Busquen la justicia, busquen la humildad. Quizá puedan así quedar
a cubierto el día de la ira del Señor.
"Aquel día, dice el Señor, yo dejaré en medio de ti,
pueblo mío, un puñado de gente pobre y humilde. Este resto de
Israel confiará en el nombre del Señor. No cometerá maldades
ni dirá mentiras; no se hallará en su boca una lengua embustera.
Permanecerán tranquilos y descansarán sin que nadie los moleste".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 145 R/.
Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.
El Señor siempre es fiel a su palabra, y es quien hace justicia al oprimido;
Él proporciona pan a los hambrientos y libera al cautivo. R/.
Abre el Señor los ojos de los ciegos y alivia al agobiado. Ama el Señor
al hombre justo y toma al forastero a su cuidado. R/.
A la viuda y al huérfano sustenta y trastorna los planes del inicuo.
Reina el Señor eternamente, reina tu Dios, oh Sión, reina por
siglos. R/.
Dios ha elegido a los débiles del mundo.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 1, 26-31
Hermanos: Consideren que
entre ustedes, los que han sido llamados por Dios, no hay muchos sabios, ni
muchos poderosos, ni muchos nobles, según los criterios humanos.
Pues Dios ha elegido a los ignorantes de este mundo, para humillar a los sabios;
a los débiles del mundo, para avergonzar a los fuertes; a los insignificantes
y despreciados del mundo, es decir, a los que no valen nada, para reducir a
la nada a los que valen; de manera que nadie pueda presumir delante de Dios.
En efecto, por obra de Dios, ustedes están injertados en Cristo Jesús,
a quien Dios hizo nuestra sabiduría, nuestra justicia, nuestra santificación
y nuestra redención. Por lo tanto, como dice la Escritura: El que se
gloría, que se gloríe en el Señor. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Mt 5, 12) R/. Aleluya, aleluya.
Alégrense y salten de contento, porque su premio será
grande en los cielos. R/.
Dichosos los pobres de espíritu.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 5, 1-12
En aquel tiempo, cuando
Jesús vio a la muchedumbre, subió al monte y se sentó.
Entonces se le acercaron sus discípulos. Enseguida comenzó a enseñarles
y les dijo: "Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es
el Reino de los cielos. Dichosos los que lloran, porque serán consolados.
Dichosos los sufridos, porque heredarán la tierra. Dichosos los que tienen
hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Dichosos los misericordiosos,
porque obtendrán misericordia. Dichosos los limpios de corazón,
porque verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque se
les llamará hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el Reino de los cielos.
Dichosos serán ustedes, cuando los injurien, los persigan y digan cosas
falsas de ustedes por causa mía. Alégrense y salten de contento,
porque su premio será grande en los cielos". Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Presentemos al Padre nuestras
súplicas, con el corazón abierto al mundo entero.
A cada petición diremos: Padre, escúchanos.
Por la Iglesia, por todos los que, en cualquier lugar del mundo, queremos seguir
el Evangelio de Jesucristo. Oremos.
Por los monasterios de vida contemplativa, y por los monjes y monjas que allí
viven dedicados a la oración y la alabanza a Dios. Oremos.
Por los gobernantes de nuestro país, por los políticos, por los
responsables de la economía, y por los trabajadores de la administración
pública. Oremos.
Por los países que viven sometidos a la tragedia del hambre o de la guerra.
Oremos.
Por todos aquellos que, entre nosotros y en todo el mundo, trabajan al servicio
de los pobres. Oremos.
Por los que estamos reunidos en la fe y en la caridad. Oremos.
Escucha, Padre, nuestra oración, y concédenos seguir siempre el
camino de felicidad que nos ha mostrado tu Hijo Jesucristo, que contigo vive
y reina por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estos dones que te presentamos en señal de sumisión a ti, y conviértelos en el sacramento de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 5, 3-4)
Bienaventurados los pobres de espíritu, porque suyo es el Reino de los cielos. Bienaventurados los apacibles, porque poseerán la tierra, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el sacramento del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que acabamos de recibir, nos ayude, Señor, a vivir más profundamente nuestra fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Nunca han faltado los malentendidos en relación a las bienaventuranzas. Famosa y a veces también certera fue la crítica que denunció la lectura alienante de las bienaventuranzas; lectura que provocó una resignación fatalista y una huída de las responsabilidades sociales. En otras ocasiones esa crítica se quedó sin sustento, porque lo mismo que unos se desentienden de sus tareas y compromisos sociopolíticos, ha habido otros que se han dejado acicatear generosamente por la esperanza cristiana y han entregado su vida, su tiempo y sus bienes al servicio de una causa y un proyecto que ha traído libertades, justicia y bienestar a sociedades, grupos y naciones. La fe cristiana ha generado —por la indebida interpretación de algunos de sus protagonistas— destrucción y muerte, pero también —por la acertada lectura de la gente sensata— humanización y vida abundante para todos.
Hb 11, 32-40; Mc 5, 1-20
El hombre de Gerasa se había autoexcluido del mundo de los vivos, vivía recluido entre los sepulcros, gritando día y noche en pleno descampado. Jesús lo encuentra y lo invita a dejarse liberar de su alienación. El mensaje es por demás significativo y complejo. Una persona no puede seguir a Jesús si es víctima de alguna esclavitud. Y a la vez, no es posible, al menos para nosotros los discípulos de Jesús, romper nuestras ataduras y limitaciones, si no dejamos que Jesús renueve desde dentro nuestra existencia.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Lc 4, 18)
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar la Buena Nueva a los pobres y anunciar su liberación a los cautivos.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que en la persona de san Juan Bosco otorgaste a la juventud un padre y un maestro, enciende nuestro corazón con el mismo amor con que encendiste el suyo, para que en la entrega total a los demás, busquemos servirte sólo a ti. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Por la fe, nuestros antepasados conquistaron reinos y Dios dispone para nosotros algo mejor.
Lectura de la carta a los hebreos: 11, 32-40
Hermanos: ¿Para qué
seguir hablando sobre el poder de la fe? Me faltaría tiempo, si tuviera
que exponer en detalle lo que hicieron Gedeón, Baruc, Sansón,
Jefté, David, Samuel y los profetas. Por su fe, ellos conquistaron reinos
e hicieron justicia, lograron que se fueran cumpliendo las promesas divinas,
cerraron las fauces de los leones, dominaron la violencia del fuego, se salvaron
del filo de la espada, vencieron las enfermedades, fueron valientes en la guerra
y pusieron en fuga a los ejércitos extranjeros. Hubo también algunas
mujeres, que por su fe obtuvieron la resurrección de sus hijos muertos.
Muchos, sometidos a las torturas, prefirieron no ser rescatados, para alcanzar
así la resurrección. Unos sufrieron escarnios y azotes, cadenas
y cárcel. Otros, fueron apedreados, aserrados, torturados y muertos a
espada; anduvieron errantes, cubiertos con pieles de ovejas y de cabras, faltos
de todo, pasando necesidad, apuros y malos tratos. Esos hombres, de los cuales
no era digno el mundo, tuvieron que vagar por desiertos y montañas, por
grutas y cavernas.
Sin embargo, todos ellos, aunque acreditados por su fe, no alcanzaron a ver
el pleno cumplimiento de la promesa: es que Dios había dispuesto para
nosotros algo mejor y no quería que ellos llegaran, sin nosotros, a la
perfección. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 30 R/.
Quien confía en el Señor, no desespere.
¡Qué grande es la bondad que has reservado, Señor, para
tus fieles! Con quien se acoge a ti, Señor, ¡qué bueno eres!
R/.
Tu presencia lo ampara de todas las intrigas de los hombres, y lo pone a resguardo
de las burlas y las murmuraciones. R/.
Bendito sea el Señor, que en mis horas de angustia ha prodigado las pruebas
de su amor. R/.
En mi inquietud, Señor, llegué a pensar que me habías quitado
de tu vista; pero oíste la voz de mis plegarias cuando clamaba a ti.
R/.
Que amen al Señor todos sus fieles, pues protege a los leales y a los
soberbios da lo que merecen. R/.
ACLAMACIÓN
(Lc 7, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo.
R/.
Espíritu inmundo, sal de este hombre.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 5, 1-20
En aquel tiempo, después
de atravesar el lago de Genesaret, Jesús y sus discípulos llegaron
a la otra orilla, a la región de los gerasenos. Apenas desembarcó
Jesús, vino corriendo desde el cementerio un hombre poseído por
un espíritu inmundo, que vivía en los sepulcros. Ya ni con cadenas
podían sujetarlo; a veces habían intentado sujetarlo con argollas
y cadenas, pero el rompía las cadenas y destrozaba las argollas; nadie
tenía fuerzas para dominarlo. Se pasaba días y noches en los sepulcros
o en el monte, gritando y golpeándose con piedras.
Cuando aquel hombre vio de lejos a Jesús, se echó a correr, vino
a postrarse ante Él y gritó a voz en cuello: "¿Qué
quieres tú conmigo, Jesús, Hijo de Dios altísimo? Te ruego
por Dios que no me atormentes".
Dijo esto porque Jesús le había mandado al espíritu inmundo
que saliera de aquel hombre. Entonces le preguntó Jesús: "¿Cómo
te llamas?". Le respondió: "Me llamo Legión, porque
somos muchos". Y le rogaba con insistencia que no los expulsara de aquella
comarca.
Había allí una gran piara de cerdos, que andaban comiendo en la
falda del monte. Los espíritus le rogaban a Jesús: "Déjanos
salir de aquí para meternos en esos cerdos". Y Él se lo permitió.
Los espíritus inmundos salieron del hombre y se metieron en los cerdos;
y todos los cerdos, unos dos mil, se precipitaron por el acantilado hacia el
lago y se ahogaron.
Los que cuidaban los cerdos salieron huyendo y contaron lo sucedido, en el pueblo
y en el campo. La gente fue a ver lo que había pasado. Se acercaron a
Jesús y vieron al antes endemoniado, ahora en su sano juicio, sentado
y vestido. Entonces tuvieron miedo. Y los que habían visto todo, les
contaron lo que le había ocurrido al endemoniado y lo de los cerdos.
Ellos comenzaron a rogarle a Jesús que se marchara de su comarca.
Mientras Jesús se embarcaba, el endemoniado le suplicaba que lo admitiera
en su compañía, pero Él no se lo permitió y le dijo:
"Vete a tu casa a vivir con tu familia y cuéntales lo misericordioso
que ha sido el Señor contigo". Y aquel hombre se alejó de
ahí y se puso a proclamar por la región de Decápolis lo
que Jesús había hecho por el. Y todos los que lo oían se
admiraban. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que estos dones, Señor, que te presentamos en honor de tus santos y que van a dar testimonio de tu poder y de tu gloria, nos alcancen de ti la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 28, 20)
Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Fortalecidos con el pan de la vida, te pedimos, Señor, que a ejemplo de san Juan Bosco, podamos servirte con entrega absoluta y amar a nuestros hermanos con amor incansable. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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