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MISAL JUNIO DEL 2011 / www.laverdadcatolica.org |
Intenciones del Santo Padre para el mes de Junio 2011 |
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GENERAL | |
Para que los Sacerdotes, unidos al Corazón de Cristo, siempre sean verdadero testigos de amor solícito y misericordioso de Dios. |
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MISIONAL | |
Para que El Espíritu Santo haga surgir en nuestras comunidades, numerosas vocaciones misioneras, dispuestas a consagrarse plenamente a difundir el Reino de Dios. |
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EL ESPÍRITU LOS IRÁ GUIANDO EN LA VERDAD
1 Hch 17, 15-16. 22-18, 1; Jn 16, 12-15
En el relato de los Hechos el apóstol San Pablo hace un primer intento de presentar la fe cristiana en clave de diálogo con la cultura griega. Cuando les proclamó el mensaje de la resurrección del Señor Jesús, la mayoría de sus oyentes se desconcertaron y apenas unos pocos acogieron la fe. En el discurso final que Jesús dirige a los suyos en el cuarto evangelio les hace una promesa extraordinaria: Él les enviará al Espíritu Santo para que los auxilie y logren así comprender y desentrañar la verdad, en las situaciones desafiantes que enfrentarán por causa de su fidelidad al mensaje.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Sal 118, 85. 46)
Frente a tu verdad, Señor, vano es el saber de los paganos. Por eso no he tenido miedo de confesar tu Evangelio ante los poderosos. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, tú
que enseñaste a san Justino que la sabiduría verdadera consiste
en conocer a Jesucristo crucificado, concédenos, por la intercesión
de tu santo mártir, que nada llegue a separarnos de ti ni del amor a
la cruz de Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Les anuncio a ese Dios que ustedes veneran sin conocerlo.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 17, 15-16. 22-18, 1
En aquellos
días, los cristianos que ayudaron a Pablo a escapar de Berea, lo llevaron
hasta la ciudad de Atenas. Pablo los envió de regreso con la orden de
que Silas y Timoteo fueran a reunirse con él cuanto antes.
Un día, mientras los esperaba en Atenas, Pablo sentía que la indignación
se apoderaba de él, al contemplar la ciudad llena de ídolos. Entonces
se presentó en el Areópago y dijo:
"Atenienses: Por lo que veo, ustedes son en extremo religiosos. Al recorrer
la ciudad y contemplar sus monumentos, encontré un altar con esta inscripción:
`Al Dios desconocido'. Pues bien, yo vengo a anunciarles a ese Dios que ustedes
veneran sin conocerlo.
El Dios que hizo el mundo y todo cuanto hay en él, siendo el Señor
del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por hombres, ni es servido
por mano de hombres, como si necesitara de algo o de alguien; porque Él
es quien da a todos la vida, el aliento y cuanto tienen.
De un solo hombre sacó todo el género humano para que habitara
toda la tierra, determinó las épocas de su historia y estableció
los límites de sus territorios. Dios quería que lo buscaran a
Él y que lo encontraran, aunque fuera a tientas, pues en realidad no
está lejos de nosotros, ya que en Él vivimos, nos movemos y somos.
Como lo ha dicho alguno de los poetas de ustedes: 'Somos de su mismo linaje'.
Por lo tanto, si somos linaje de Dios, no debemos pensar que Dios es como una
imagen de oro, plata o mármol, labrada artísticamente por los
hombres según su imaginación. Dios no tomó en cuenta la
ignorancia de la gente en tiempos pasados, pues ahora quiere que todos los hombres
se conviertan, porque tiene determinado un día en el cual ha de juzgar
al universo con justicia, por medio de un hombre designado por él, y
ha dado a todos la prueba de esto, resucitándolo de entre los muertos".
Al oír hablar de la resurrección de los muertos, algunos se burlaron
y otros dijeron: "De esto te oiremos hablar en otra ocasión".
Entonces Pablo se retiró. Sin embargo, algunos se adhirieron a él
y creyeron. Entre ellos se contaban Dionisio, el areopagita; una mujer, que
se llamaba Dámaris, y algunos más. Después de esto, Pablo
salió de Atenas y se fue a Corinto. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 148 R/.
La gloria del Señor sobrepasa cielo y tierra. Aleluya.
Alaben al Señor en las alturas, alábenlo en el cielo; que alaben
al Señor todos sus ángeles, celestiales ejércitos. R/.
Reyes y pueblos todos de la tierra, gobernantes y jueces de este mundo; hombres,
mujeres, jóvenes y ancianos, alaben al Señor y denle culto. R/.
El nombre del Señor alaben todos, pues su nombre es excelso, su gloria
sobrepasa cielo y tierra y ha hecho fuerte a su pueblo. R/.
Que alaben al Señor todos sus fieles, los hijos de Israel, el pueblo
que ha gozado siempre de familiaridad con Él. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Yo le rogaré al Padre y Él les dará otro Paráclito
para que esté siempre con ustedes, dice el Señor. R/.
El Espíritu de la verdad los irá guiando hasta la verdad plena.
Del santo Evangelio según san Juan: 16, 12-15
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Aún tengo muchas cosas que decirles, pero todavía no las pueden comprender. Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, Él los irá guiando hasta la verdad plena, porque no hablará por su cuenta, sino que dirá lo que haya oído y les anunciará las cosas que van a suceder. Él me glorificará, porque primero recibirá de mí lo que les vaya comunicando. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho que tomará de lo mío y se lo comunicará a ustedes". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, celebrar dignamente este misterio de la Eucaristía, que tan valerosamente defendió el mártir san Justino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Co 2, 2)
Cuando estuve entre ustedes nunca me precié de otra cosa que de conocer a Jesucristo crucificado. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú, que nos has alimentado con el pan que da la vida, concédenos, Señor, que siguiendo las enseñanzas de san Justino, vivamos en continua acción de gracias por tus dones. Por Jesucristo, nuestro Señor.
EN ADELANTE ME VOY CON LOS PAGANOS
2 Hch 18, 1-8; Jn 16, 16-20
Todas las separaciones entre
personas unidas por el afecto son dolorosas. Jesús y sus discípulos
habían ido consolidando sus vínculos de amistad y fidelidad. Esa
estrecha cercanía quedaría interrumpida por la muerte inminente.
Jesús se dio cuenta de que su fidelidad al Padre provocaría el
rechazo violento de los hombres de Israel y se mantuvo firme en congruente obediencia.
La esperanza de que el Padre lo reivindicara al tercer día lo hacía
resistir. Por eso hablaba del futuro reencuentro con sus discípulos.
Para los primeros cristianos en la Iglesia de Corinto, las cosas no fueron diferentes.
Su fidelidad a Jesús también les acarreó hostilidad y rechazo
de parte de sus conciudadanos.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Sal 67, 8-9. 20)
Cuando saliste, Señor, al frente de tu pueblo y le abriste camino a través del desierto, la tierra se estremeció y hasta los cielos se fundieron. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que nos has hecho partícipes de los dones de la redención, concédenos vivir siempre la alegría de la resurrección de tu Hijo. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Pablo se estableció en la casa de Aquila, trabajaba y predicaba en la sinagoga.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 18, 1-8
En aquellos días,
Pablo salió de Atenas y se fue a Corinto. Allí encontró
a un judío, llamado Aquila, natural del Ponto, que acababa de llegar
de Italia con su mujer, Priscila, en acatamiento a las órdenes de Claudio,
que expulsó de Roma a todos los judíos. Pablo se acercó
a ellos, y como eran del mismo oficio, se quedó a vivir y a trabajar
con ellos. Su oficio era fabricar tiendas de campaña. Cada sábado
Pablo discutía en la sinagoga y trataba de convencer a judíos
y griegos.
Cuando Silas y Timoteo llegaron de Macedonia, Pablo se dedicó por completo
a la predicación y afirmó delante de los judíos que Jesús
era el Mesías. Como éstos lo contradecían y lo insultaban,
se rasgó las vestiduras y dijo: "Que la sangre de ustedes caiga
sobre su propia cabeza: yo soy inocente. De ahora en adelante, iré a
hablar a los paganos".
Salió de allí y entró en la casa de Tito Justo, que adoraba
a Dios, y cuya casa estaba al lado de la sinagoga.
Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor, junto con toda
su familia. Asimismo, al oír a Pablo, muchos de los corintios creyeron
y recibieron el bautismo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 97 R/.
El Señor nos ha demostrado su amor y su lealtad. Aleluya.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra
y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su
justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
R/.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos
y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Jn 14, 18) R/. Aleluya, aleluya.
No los dejaré desamparados, dice el Señor; me voy, pero
volveré a ustedes y entonces se alegrará su corazón. R/.
Su tristeza se transformará en alegría.
Del santo Evangelio según san Juan: 16, 16-20
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Dentro de poco tiempo ya no me verán;
y dentro de otro poco me volverán a ver". Algunos de sus discípulos
se preguntaban unos a otros: "¿Qué querrá decir con
eso de que: 'Dentro de poco tiempo ya no me verán, y dentro de otro poco
me volverán a ver', y con eso de que: `Me voy al Padre'?". Y se
decían: "¿Qué significa ese `un poco'? No entendemos
lo que quiere decir".
Jesús comprendió que querían preguntarle algo y les dijo:
"Están confundidos porque les he dicho: 'Dentro de poco tiempo ya
no me verán y dentro de otro poco me volverán a ver'. Les aseguro
que ustedes llorarán y se entristecerán, mientras el mundo se
alegrará. Ustedes estarán tristes, pero su tristeza se transformará
en alegría". Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, las ofrendas que te presentamos, y purifica nuestros corazones para que podamos participar dignamente en este sacramento de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 28, 20)
Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que en Cristo resucitado, nos has hecho renacer a la vida eterna, haz que este misterio pascual en el que acabamos de participar por medio de la Eucaristía, dé en nosotros abundantes frutos de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
DE LA ANGUSTIA A LA ALEGRÍA
3 Hch 18, 9-18; Jn 16, 20-23
Tanto el relato de los Hechos como el cuarto evangelio nos plantean temáticas semejantes. Las opciones trascendentes que tomaron Jesús, San Pablo y los cristianos de Corinto generaron tanto consecuencias desfavorables como positivas. Jesús decidió entregarse por entero a la misión que su Padre le confió, aún sabiendo que la cerrazón de los dirigentes judíos, terminaría por quitarlo de en medio. Le angustiaba morir, pero comprendió que la fidelidad de Dios respondería su entrega y de esa manera se sobrepuso a la prueba. Pablo y los corintios reciben la invitación a continuar testimoniando el nombre de Jesús, en medio de presiones y ataques, para facilitar la conversión de numerosas personas en aquella ciudad.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Mt 25, 34)
Vengan, benditos de mi Padre, y tomen posesión del Reino, preparado para ustedes desde la creación del mundo. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que has querido que la sangre de los mártires sea semilla de nuevos cristianos, haz que el ejemplo de san Carlos y de sus compañeros y su lealtad a Cristo frente a las torturas, atraigan a los pueblos africanos a vivir la fe cristiana. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Muchos de esta ciudad pertenecen a mi pueblo.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 18, 9-18
En aquellos días,
Pablo tuvo una visión nocturna en Corinto, en la que le dijo el Señor:
"No tengas miedo. Habla y no calles, porque yo estoy contigo y nadie pondrá
la mano sobre ti para perjudicarte. Muchos de esta ciudad pertenecen a mi pueblo".
Por eso Pablo se quedó allí un año y medio, explicándoles
la palabra de Dios.
Pero cuando Galión era procónsul de Acaya, los judíos,
de común acuerdo, se abalanzaron contra Pablo y lo llevaron hasta el
tribunal, donde dijeron: "Este hombre trata de convencer a la gente de
que den a Dios un culto contrario a la ley". Iba Pablo a tomar la palabra
para responder, cuando Galión dijo a los judíos: "Si se tratara
de un crimen o de un delito grave, yo los escucharía, como es razón;
pero si la disputa es acerca de palabras o de nombres o de su ley, arréglense
ustedes". Y los echó del tribunal. Entonces se apoderaron de Sóstenes,
jefe de la sinagoga, y lo golpearon delante del tribunal, sin que Galión
se preocupara en lo más mínimo.
Pablo se quedó en Corinto todavía algún tiempo. Después
se despidió de los hermanos y se embarcó para Siria, con Priscila
y Aquila. En Céncreas se rapó la cabeza para cumplir una promesa
que había hecho. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 46 R/. Dios es el rey del universo. Aleluya.
Aplaudan, pueblos todos; aclamen al Señor, de gozo llenos, que el Señor,
el Altísimo, es terrible y de toda la tierra, rey supremo. R/.
Fue él quien nos puso por encima de todas las naciones y los pueblos,
al elegimos como herencia suya, orgullo de Jacob, su predilecto. R/.
Entre voces de júbilo y trompetas, Dios, el Señor, asciende hasta
su trono. Cantemos en honor de nuestro Dios, al rey honremos y cantemos todos.
R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Lc 24, 46. 26) R/ Aleluya, aleluya.
Cristo tenía que morir y resucitar de entre los muertos, para
entrar así en su gloria. R/.
Nadie podrá quitarles su alegría.
Del santo Evangelio según san Juan: 16, 20-23
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Les aseguro que ustedes llorarán
y se entristecerán, mientras el mundo se alegrará. Ustedes estarán
tristes, pero su tristeza se transformará en alegría.
Cuando una mujer va a dar a luz, se angustia, porque le ha llegado la hora;
pero una vez que ha dado a luz, ya no se acuerda de su angustia, por la alegría
de haber traído un hombre al mundo. Así también ahora ustedes
están tristes, pero yo los volveré a ver, se alegrará su
corazón y nadie podrá quitarles su alegría. Aquel día
no me preguntarán nada". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al presentarte, Señor, nuestras ofrendas, te suplicamos humildemente que nos concedas celebrar esta Eucaristía con la misma entrega que llevó a los jóvenes mártires de África a morir antes que ofenderte. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ap 2, 7)
Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor, que esta Eucaristía que dio fortaleza a tus mártires para soportar los tormentos, nos ayude, en medio de las dificultades, a permanecer firmes en la fe y en el amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Emma de Gurk, viuda; Felipe Smaldone, fundador; Pedro de Verona, mártir.
Vísperas I de mañana: todo propio. Tomo II: p. 920. Para los fieles: p. 349. Edición popular: pp. 202 y 450. Feria (Blanco)
VOLVERÉ POR AQUÍ, SI DIOS QUIERE
4 Hch 18, 23-28; Jn 16, 23-28
Dos despedidas y dos reencuentros. El Señor Jesús se despide de sus discípulos y les desvela su íntima cercanía con el Padre. Jesús ha salido del Padre y así lo comunica abiertamente a sus discípulos. Ha cumplido su misión en el mundo y regresa al Padre para interceder por los suyos a fin que permanezcan en estrecha comunión con el Padre. No los dejará desamparados. San Pablo se despide de las comunidades cristianas de Corinto y Éfeso que recién fundara. Con la confianza de que el Señor asistiría con su Espíritu a aquellos hermanos, fue confortando a las jóvenes iglesias. Dios lo traería de nuevo por aquella región y volvería a confirmarlos en la fe.
ANTÍFONA DE ENTRADA (1 P 2, 9)
Nosotros somos el pueblo redimido por Dios; anunciemos las maravillas del Señor, que nos ha llamado de las tinieblas a su luz admirable. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Señor, inclina nuestros corazones al bien a fin de que, en el continuo esfuerzo por elevarnos a ti, podamos vivir plenamente el misterio pascual. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
El judío Apolo demostró, por medio de la Escritura, que Jesús es el Mesías.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 18, 23-28
En aquellos días,
después de haber estado en Antioquia algún tiempo, emprendió
Pablo otro viaje y recorrió Galacia y Frigia, confirmando en la fe a
los discípulos.
Un judío, natural de Alejandría, llamado Apolo, hombre elocuente
y muy versado en las Escrituras, había ido a Éfeso. Aquel hombre
estaba instruido en la doctrina del Señor, y siendo de ferviente espíritu,
disertaba y enseñaba con exactitud lo concerniente a Jesús, aunque
no conocía más que el bautismo de Juan.
Apolo comenzó a hablar valientemente en la sinagoga. Cuando lo oyeron
Priscila y Aquila, lo tomaron por su cuenta y le explicaron con mayor exactitud
la doctrina del Señor. Como él deseaba pasar a Grecia, los hermanos
lo animaron y escribieron a los discípulos de allá para que lo
recibieran bien. Cuando llegó, contribuyó mucho, con la ayuda
de la gracia, al provecho de los creyentes, pues refutaba vigorosamente en público
a los judíos, demostrando, por medio de las Escrituras, que Jesús
era el Mesías. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 46 R/.
Dios es el rey del universo. Aleluya.
Aplaudan, pueblos todos; aclamen al Señor, de gozo llenos, que el Señor,
el Altísimo, es terrible y de toda la tierra, rey supremo. R/.
Porque Dios es el rey del universo, cantemos el mejor de nuestros cantos. Reina
Dios sobre todas las naciones desde su trono santo. R/.
Los jefes de los pueblos se han reunido con el pueblo de Dios, Dios de Abraham,
porque de Dios son los grandes de la tierra. Por encima de todo Dios está.
R/.
ACLAMACIÓN (cfr. Jn 16, 28) R/. Aleluya, aleluya.
Salí del Padre y vine al mundo; ahora dejo el mundo y vuelvo
al Padre, dice el Señor. R/.
El Padre mismo los ama, porque ustedes me han amado y han creído que salí del Padre.
Del santo Evangelio según san Juan: 16, 23-28
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Yo les aseguro: cuanto pidan al Padre en
mi nombre, se lo concederá. Hasta ahora no han pedido nada en mi nombre.
Pidan y recibirán, para que su alegría sea completa.
Les he dicho estas cosas en parábolas; pero se acerca la hora en que
ya no les hablaré en parábolas, sino que les hablaré del
Padre abiertamente. En aquel día pedirán en mi nombre, y no les
digo que rogaré por ustedes al Padre, pues el Padre mismo los ama, porque
ustedes me han amado y han creído que salí del Padre. Yo salí
del Padre y vine al mundo; ahora dejo el mundo y vuelvo al Padre". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estos dones que hemos preparado para el sacrificio eucarístico, y transforma toda nuestra vida en una continua ofrenda. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 17, 24)
Padre, quiero que donde yo esté, estén también conmigo los que tú me has dado, para que contemplen la gloria que me diste, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te suplicamos, Señor, que esta Eucaristía que tu Hijo nos mandó celebrar en memoria suya y en la cual hemos participado, nos una cada vez más con el vínculo de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR
Santos: Bonifacio de Alemania, mártir; Domingo de Tonkin, mártir. Solemnidad (Blanco)
¿QUÉ HACEN ALLÍ PARADOS MIRANDO AL CIELO?
5 Hch 1, 1-11; Ef 1, 17-23; Mt 28, 16-20
El reencuentro entre Jesús resucitado y sus discípulos tendría que ocurrir en Galilea. Si la comunión entre Jesús y los suyos había quedado rota luego de su desbandada el día de su ejecución, la reconstrucción del grupo iniciaría en el sitio mismo donde Jesús los había convocado. Tanto el evangelio como el libro de los Hechos presentan el lanzamiento de la misión en un cerro de Galilea. La Carta a los Efesios nos ubica frente a la presencia de Jesús glorioso, que ha sido reivindicado por el Padre y constituido cabeza de la Iglesia, es decir, pionero de una comunidad de discípulos que testimoniarán, con la fuerza del Espíritu, el acontecimiento de la pascua y de la existencia plena.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Hch 1, 11)
Hombres de Galilea, ¿qué hacen allí parados mirando al cielo? Ese mismo Jesús, que los ha dejado para subir al cielo, volverá como lo han visto marcharse. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Llena, Señor, nuestro corazón de gratitud y de alegría por la gloriosa ascensión de tu Hijo, ya que su triunfo es también nuestra victoria, pues a donde llegó Él, nuestra cabeza, tenemos la esperanza cierta de llegar nosotros, que somos su cuerpo. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Se fue elevando a la vista de sus apóstoles.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 1, 1-11
En mi primer libro, querido
Teófilo, escribí acerca de todo lo que Jesús hizo y enseñó,
hasta el día en que ascendió al cielo, después de dar sus
instrucciones, por medio del Espíritu Santo, a los apóstoles que
había elegido. A ellos se les apareció después de la pasión,
les dio numerosas pruebas de que estaba vivo y durante cuarenta días
se dejó ver por ellos y les habló del Reino de Dios.
Un día, estando con ellos a la mesa, les mandó: "No se alejen
de Jerusalén. Aguarden aquí a que se cumpla la promesa de mi Padre,
de la que ya les he hablado: Juan bautizó con agua; dentro de pocos días
ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo".
Los ahí reunidos le preguntaban: "Señor, ¿ahora sí
vas a restablecer la soberanía de Israel?". Jesús les contestó:
"A ustedes no les toca conocer el tiempo y la hora que el Padre ha determinado
con su autoridad; pero cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes,
los llenará de fortaleza y serán mis testigos en Jerusalén,
en toda Judea, en Samaria y hasta los últimos rincones de la tierra".
Dicho esto, se fue elevando a la vista de ellos, hasta que una nube lo ocultó
a sus ojos. Mientras miraban fijamente al cielo, viéndolo alejarse, se
les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: "Galileos,
¿qué hacen allí parados, mirando al cielo? Ese mismo Jesús
que los ha dejado para subir al cielo, volverá como lo han visto alejarse".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 46 R/.
Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono. Aleluya.
Aplaudan, pueblos todos; aclamen al Señor, de gozo llenos; que el Señor,
el Altísimo, es terrible y de toda la tierra, rey supremo. R/.
Entre voces de júbilo y trompetas, Dios, el Señor, asciende hasta
su trono. Cantemos en honor de nuestro Dios, al rey honremos y cantemos todos.
R/.
Porque Dios es el rey del universo, cantemos el mejor de nuestros cantos. Reina
Dios sobre todas las naciones desde su trono santo. R/.
Lo hizo sentar a su derecha en el cielo.
De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 1, 17-23
Hermanos: Pido al Dios de
nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, que les conceda espíritu
de sabiduría y de revelación para conocerlo.
Le pido que les ilumine la mente para que comprendan cuál es la esperanza
que les da su llamamiento, cuán gloriosa y rica es la herencia que Dios
da a los que son suyos y cuál la extraordinaria grandeza de su poder
para con nosotros, los que confiamos en Él, por la eficacia de su fuerza
poderosa.
Con esta fuerza resucitó a Cristo de entre los muertos y lo hizo sentar
a su derecha en el cielo, por encima de todos los ángeles, principados,
potestades, virtudes y dominaciones, y por encima de cualquier persona, no sólo
del mundo actual sino también del futuro.
Todo lo puso bajo sus pies y a Él mismo lo constituyó cabeza suprema
de la Iglesia, que es su cuerpo, y la plenitud del que lo consuma todo en todo.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Mt 28, 19. 20) R/. Aleluya, aleluya.
Vayan y enseñen a todas las naciones, dice el Señor,
y sepan que yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin
del mundo. R/.
Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra.
Del santo Evangelio según san Mateo: 28, 16-20
En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea y subieron al monte en el que Jesús los había citado. Al ver a Jesús, se postraron, aunque algunos titubeaban. Entonces, Jesús se acercó a ellos y les dijo: "Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y enseñen a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándolas a cumplir todo cuanto yo les he mandado; y sepan que yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Unidos a Jesús,
pidamos al Padre por nosotros, por la Iglesia y por la humanidad entera. Pidamos
que envíe su Espíritu y nos renueve.
A cada petición diremos: Envíanos tu Espíritu, Señor.
1. Por nuestra comunidad, nuestra parroquia y por nuestra diócesis. Para
que crezcamos cada día en la fidelidad al Evangelio. Oremos.
2.Por nuestros familiares y amigos que no se sienten cristianos. Para que nosotros
sepamos darles un buen testimonio de fe y de entrega a los demás. Oremos.
3.Por los países que sufren a causa de la guerra o del hambre. Para que
puedan alcanzar una vida digna y en paz. Oremos.
4.Por los periodistas y por todos los que trabajan en los medios de comunicación.
Para que se esfuercen siempre al servicio de la verdad y de la concordia. Oremos.
5.Por nosotros. Para que nuestra celebración de la Eucaristía
sea todos los domingos un encuentro vivo e intenso con el Señor resucitado.
Oremos.
Escucha, Padre, nuestra oración, y envía tu Espíritu
Santo, sobre nosotros y sobre toda la humanidad. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro
hermano, que resucitado de entre los muertos vive y reina contigo por los siglos
de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, este sacrificio que vamos a ofrecerte en acción de gracias por la ascensión de tu Hijo, y concédenos que esta Eucaristía eleve nuestro espíritu a los bienes del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO I DE LA ASCENSIÓN
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre
y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque el Señor Jesús, Rey de la gloria, triunfador del pecado
y de la muerte, ante la admiración de los ángeles, ascendió
(hoy) a lo más alto de los cielos, como Mediador entre Dios y los hombres,
Juez del mundo y Señor de los espíritus celestiales.
No se fue para alejarse de nuestra pequeñez, sino para que pusiéramos
nuestra esperanza en llegar, como miembros suyos, a donde Él, nuestra
cabeza y principio, nos ha precedido.
Por eso, con esta efusión del gozo pascual, el mundo entero se desborda
de alegría y también los coros celestiales, los ángeles
y arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 28, 20)
Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso, que ya desde este mundo nos haces participar de tu vida divina, aviva en nosotros el deseo de la patria eterna, donde nos aguarda Cristo, Hijo tuyo y hermano nuestro. Él que vive y reina por los siglos de los siglos.
UNA
REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- El acontecimiento central en
el pueblo de Israel ha sido la pascua, acontecimiento y memorial de la liberación
de la esclavitud. El camino cristiano también arranca a partir de la
Pascua, que no se agota en la resurrección del Señor Jesús,
sino que incluye la transformación del cosmos y de la humanidad. El evento
pascual es el comienzo de la historia nueva que el Padre inaugura a partir de
la amorosa entrega de su Hijo. El cristianismo no puede avalar el inmovilismo
y el mantenimiento del desorden social y económico vigentes. El camino
cristiano es una invitación a acoger la oferta del Espíritu: vida
plena y abundante para todos. Una sociedad lastimada por tanta exclusión
y marginación de los más débiles, no puede dejar satisfechos
a quienes se confiesan cristianos.
PARA QUE GRACIAS A MÍ TENGAN PAZ
6 Hch 19, 1-8: Jn 16, 29-33
El evangelio nos refiere la advertencia de Jesús que anticipa la próxima dispersión de los discípulos al momento de su arresto y condena. La oposición del mundo disgregó a los doce y disgrega también a los discípulos de ahora, haciéndonos servir al poder y al dinero. La victoria de Jesús sobre el mundo nos alienta para sobreponemos a la tentación de mundanizarnos. Quien vence al mundo disfruta de la paz que da Jesús. El libro de los Hechos nos llena de esperanza al contarnos el nuevo Pentecostés que viven los discípulos del Bautista, quienes inmediatamente después que acogieron la buena nueva de Jesús, fueron sellados por la fuerza del Espíritu para testimoniar la salvación
ANTÍFONA DE ENTRADA (Hch 1, 8)
Cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes, recibirán fuerza para ser mis testigos en Jerusalén y aun en los lugares más remotos del mundo, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Infunde, Señor, en nosotros, la fuerza del Espíritu Santo, para que podamos cumplir fielmente tu voluntad y demos testimonio de ti con nuestras obras. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
¿Han recibido el Espíritu Santo, cuando abrazaron la fe?
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 19, 1-8
En aquellos días,
mientras Apolo estaba en Corinto, Pablo atravesó las regiones altas de
Galacia y Frigia y bajó a Éfeso. Encontró allí a
unos discípulos y les preguntó: "¿Han recibido el
Espíritu Santo, cuando abrazaron la fe?". Ellos respondieron: "Ni
siquiera hemos oído decir que exista el Espíritu Santo".
Pablo replicó: "Entonces, ¿qué bautismo han recibido?".
Ellos respondieron: "El bautismo de Juan".
Pablo les dijo: "Juan bautizó con un bautismo de conversión,
pero advirtiendo al pueblo que debían creer en aquel que vendría
después de él, esto es, en Jesús".
Al oír esto, los discípulos fueron bautizados en el nombre del
Señor Jesús, y cuando Pablo les impuso las manos, descendió
el Espíritu Santo y comenzaron a hablar lenguas desconocidas y a profetizar.
Eran en total unos doce hombres.
Durante los tres meses siguientes, Pablo frecuentó la sinagoga y habló
con toda libertad, disputando acerca del Reino de Dios y tratando de convencerlos.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 67 R/.
Cantemos a Dios un canto de alabanza. Aleluya.
Cuando el Señor actúa sus enemigos se dispersan y huyen ante su
faz los que lo odian; cual se disipa el humo, se disipan; como la cera se derrite
al fuego, así ante Dios perecen los malvados. R/.
Ante el Señor, su Dios, gocen los justos y salten de alegría.
Entonen alabanzas a su nombre. En honor del Señor toquen la cítara.
R/.
Porque el Señor, desde su templo santo, a huérfanos y viudas da
su auxilio; Él fue quien dio a los desvalidos casa, libertad y riqueza
a los cautivos. R/.
ACLAMACIÓN
(Col 3, 1) R/. Aleluya, aleluya.
Puesto que han resucitado con Cristo, busquen los bienes de arriba, donde está
Cristo, sentado a la derecha de Dios. R/.
Tengan valor, porque yo he vencido al mundo.
Del santo Evangelio según san Juan: 16, 29-33
En
aquel tiempo, los discípulos le dijeron a Jesús: "Ahora sí
nos estás hablando claro y no en parábolas. Ahora sí estamos
convencidos de que lo sabes todo y no necesitas que nadie te pregunte. Por eso
creemos que has venido de Dios".
Les contestó Jesús: "¿De veras creen? Pues miren que
viene la hora, más aún, ya llegó, en que se van a dispersar
cada uno por su lado y me dejarán solo. Sin embargo, no estaré
solo, porque el Padre está conmigo. Les he dicho estas cosas, para que
tengan paz en mí. En el mundo tendrán tribulaciones; pero tengan
valor, porque yo he vencido al mundo". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que este santo sacrificio nos purifique, Señor, y llene nuestras almas con la fuerza divina de tu gracia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Pascua o de la Ascensión.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 14, 18; 16, 22)
No los dejaré huérfanos, dice el Señor; vendré de nuevo a ustedes y se alegrarán sus corazones. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que nos has concedido participar en esta Eucaristía, míranos con bondad y ayúdanos a vencer nuestra fragilidad humana, para poder vivir como hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
MISA DEL DÍA
SOLEMNIDAD EN LAS CASAS MARISTAS
ANTÍFONA DE ENTRADA (Mc 10, 14-15)
Dejen que los niños se acerquen a mí: no se lo impidan; de los que son como ellos es el Reino de Dios. Les aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Padre santo, que por medio
de tu Hijo unigénito has revelado el mandamiento de la nueva ley y nos
has dado a San Marcelino como ejemplo admirable del modo de vivirlo, concédenos,
te rogamos, que también nosotros, siguiendo sus enseñanzas, amemos
a los hermanos de corazón, y conduzcamos el mundo al conocimiento de
la verdad de Cristo.
Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos
de los siglos. Amén.
LITURGIA DE LA PALABRA
Del libro de los Hechos de los Apóstoles 1, 12-14; 2, 44-47
Después de subir
Jesús al cielo, los apóstoles se volvieron a Jerusalén,
desde el monte que llaman de los Olivos, que dista de Jerusalén lo que
se permite caminar en sábado. Llegados a casa subieron a la sala, donde
se alojaban Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé
y Mateo, Santiago el de Alfeo, Simón el Celotes y Judas el de Santiago.
Todos ellos se dedicaban a la oración en común, junto con algunas
mujeres, entre ellas, María, la Madre de Jesús, y con sus hermanos.
Los creyentes vivían todos unidos y lo tenían todo en común;
vendían posesiones y bienes y lo repartían entre todos, según
la necesidad de cada uno. A diario acudían al templo todos unidos, celebraban
la fracción del pan en las casas y comían juntos alabando a Dios
con alegría y de todo corazón; eran bien vistos por todo el pueblo
y día tras día el Señor iba agregando al grupo a los que
se iban salvando. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 111,
1-9 R/. Dichoso el hombre a quien tú educas, Señor.
Dichoso quien teme al Señor y ama de corazón sus mandatos. Su
linaje será poderoso en la tierra, la descendencia del justo será
bendita. R/.
En su casa habrá riquezas y abundancia, su caridad es constante, sin
falta. En las tinieblas brilla como luz el que es justo, clemente y compasivo.
R/.
Dichoso el que se apiada y presta, y administra rectamente sus asuntos. El hombre
justo jamás vacilará, su recuerdo será perpetuo. R/.
No temerá las malas noticias, su corazón está firme en
el Señor. Su corazón está seguro, sin temor, hasta que
vea derrotados a sus enemigos. R/.
Reparte limosna a los pobres; su caridad es constante, sin falta, y alzará
la frente con dignidad. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 5, 3) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el Reino
de los cielos. R/.
Del santo Evangelio según san Mateo 18, 1-7. 10
En aquel tiempo, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: ¿Quién es el más importante en el Reino de los cielos? El llamó a un niño, lo puso en medio y dijo: Os digo que, si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el Reino de los cielos. El que acoge a un niño como éste en mi nombre, me acoge a mí. Pero si alguien escandaliza a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgaran al cuello una piedra de molino y lo hundieran en el fondo del mar. ¡Ay del mundo a causa de los escándalos! Es inevitable que haya escándalos, pero ¡ay del hombre por quien viene ese escándalo! Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial. Palabra del Señor. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sea agradable Señor,
nuestra ofrenda; y concédenos que, llenos nosotros del Espíritu
de tu amor, perseveremos en la enseñanza de los apóstoles, en
la unión fraterna, en la fracción del pan y en la oración.
Por Cristo, nuestro Señor.
Prefacio (de los Santos Pastores o de los Santos Religiosos)
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 19, 26-27)
Jesús, al ver a su madre, y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre: "Mujer, ahí tienes a tu hijo". Luego dijo al discípulo: "Ahí tienes a tu madre". Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que nos has
alimentado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, concédenos, a quienes
celebramos las grandes obras que has llevado a cabo en tu Iglesia por medio
de San Marcelino, que robustecidos con la fuerza de este sacramento, podamos
siempre emprender mayores obras de apostolado.
Por Cristo, nuestro Señor...
PORQUE LA VIDA PARA MÍ NO CUENTA
7 Hch 20, 17-27; Jn 17, 1-11
Jesús proclama confiadamente la oración sacerdotal al Padre. Él sabe que el Señor le ha confiado al grupo de los discípulos, conoce también que éstos enfrentarán tropiezos al testimoniar la gloria de Jesús al mundo. Jesús continúa despidiéndose de los Doce y los deja en las manos amorosas del Padre. El apóstol san Pablo sabe que no volverá a hacerse presente entre los cristianos de la Iglesia de Éfeso, por esa razón les comunica su testamento espiritual y les advierte que en adelante serán responsables de su propia fidelidad. El apóstol testimonió con total congruencia el mensaje de Jesús. Los presbíteros de aquellas comunidades tendrán que animarlos a mantenerse fieles al Señor Jesús
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 1, 17-18)
Yo soy el primero y el último, dice el Señor, yo soy el que vive; estuve muerto, pero ahora estoy vivo para siempre. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y misericordioso, envíanos el Espíritu Santo para que habite en nosotros y nos transforme en templos de su gloria. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Quiero llegar al fin de mi carrera y cumplir el encargo que recibí del Señor Jesús.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 20, 17-27
En aquellos días,
hallándose Pablo en Mileto, mandó llamar a los presbíteros
de la comunidad cristiana de Éfeso. Cuando se presentaron, les dijo:
"Bien saben cómo me he comportado entre ustedes, desde el primer
día en que puse el pie en Asia: he servido al Señor con toda humildad,
en medio de penas y tribulaciones, que han venido sobre mí por las asechanzas
de los judíos. También saben que no he escatimado nada que fuera
útil para anunciarles el Evangelio, para enseñarles públicamente
y en las casas, y para exhortar con todo empeño a judíos y griegos
a que se arrepientan delante de Dios y crean en nuestro Señor Jesucristo.
Ahora me dirijo a Jerusalén, encadenado en el espíritu, sin saber
qué sucederá allá. Sólo sé que el Espíritu
Santo en cada ciudad me anuncia que me aguardan cárceles y tribulaciones.
Pero la vida, para mí, no vale nada. Lo que me importa es llegar al fin
de mi carrera y cumplir el encargo que recibí del Señor Jesús:
anunciar el Evangelio de la gracia de Dios.
Por lo pronto sé que ninguno de ustedes, a quienes he predicado el Reino
de Dios, volverá a verme. Por eso declaro hoy que no soy responsable
de la suerte de nadie, porque no les he ocultado nada y les he revelado en su
totalidad el plan de Dios". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 67 R/.
Reyes de la tierra, canten al Señor. Aleluya.
A tu pueblo extenuado diste fuerzas, nos colmaste, Señor, de tus favores
y habitó tu rebaño en esta tierra, que tu amor preparó
para los pobres. R/.
Bendito sea el Señor, día tras día, que nos lleve en sus
alas y nos salve. Nuestro Dios es un Dios de salvación porque puede librarnos
de la muerte. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Yo le rogaré al Padre y Él les dará otro Paráclito,
para que esté siempre con ustedes, dice el Señor. R/.
Padre, glorifica a tu Hijo.
Del santo Evangelio según san Juan: 17, 1-11
En
aquel tiempo, Jesús levantó los ojos al cielo y dijo: "Padre,
ha llegado la hora. Glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo también te
glorifique, y por el poder que le diste sobre toda la humanidad, dé la
vida eterna a cuantos le has confiado. La vida eterna consiste en que te conozcan
a ti, único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado.
Yo te he glorificado sobre la tierra, llevando a cabo en ti con la gloria que
tenía, antes de que el mundo existiera.
He manifestado tu nombre a los hombres que tú tomaste del mundo y me
diste. Eran tuyos y tú me los diste. Ellos han cumplido tu palabra y
ahora conocen que todo lo que me has dado viene de ti, porque yo les he comunicado
las palabras que tú me diste; ellos las han recibido y ahora reconocen
que yo salí de ti y creen que tú me has enviado.
Te pido por ellos; no te pido por el mundo, sino por éstos, que tú
me diste, porque son tuyos. Todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío.
Yo he sido glorificado en ellos. Ya no estaré más en el mundo,
pues voy a ti; pero ellos se quedan en el mundo". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, nuestras ofrendas y concédenos que esta Eucaristía nos ayude a conseguir la gloria del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Pascua o de la Ascensión.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 14, 26)
El Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, dice el Señor, los instruirá en todo y les recordará lo que yo les he dicho. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te suplicamos, Señor, que esta Eucaristía que tu Hijo nos mandó celebrar en memoria suya y en la cual hemos participado, nos una cada vez más con el vínculo de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Nuestra Señora de la Luz.
Santos: Medardo de Noyon, obispo; Guillermo de Cork, obispo. Feria (Blanco)
HAY MÁS DICHA EN DAR QUE EN RECIBIR
8 Hch 20, 28-38; Jn 17, 11-19
A través de la llamada oración sacerdotal, Jesús continúa explicando a los discípulos cuál es su misión en el mundo: Vivir la unidad que el Padre y Jesús viven. Si la comunidad de los discípulos se mantiene unida en el amor y en la fidelidad al mensaje de Jesús conocerá el rechazo del mundo. Cuando los cristianos se organizan conforme a los valores evangélicos provocan reacciones negativas en su entorno. En esa misma sintonía Pablo continúa amonestando a los presbíteros de Éfeso, animándolos a que asuman como norma fundamental de su vida, el mensaje de gracia que Pablo les ha predicado. De forma transparente san Pablo testimonió ese mensaje durante tres años, ganándose el pan con sus propias manos.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 46, 2)
Pueblos todos, aplaudan y aclamen a Dios con clamores de júbilo. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios misericordioso, concede a tu Iglesia, congregada por el Espíritu Santo, entregarse plenamente a ti y vivir siempre unida en el amor. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Ahora los dejo en manos de Dios, que puede hacerlos crecer y alcanzar la herencia prometida.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 20, 28-38
En aquellos días,
Pablo dijo a los presbíteros de la comunidad cristiana de Éfeso:
"Miren por ustedes mismos y por todo el rebaño, del que los constituyó
pastores el Espíritu Santo, para apacentar a la Iglesia que Dios adquirió
con la sangre de su Hijo.
Yo sé que después de mi partida, se introducirán entre
ustedes lobos rapaces, que no tendrán piedad del rebaño y sé
que, de entre ustedes mismos, surgirán hombres que predicarán
doctrinas perversas y arrastrarán a los fieles detrás de sí.
Por eso estén alerta. Acuérdense que durante tres años,
ni de día ni de noche he dejado de aconsejar, con lágrimas en
los ojos, a cada uno de ustedes.
Ahora los encomiendo a Dios y a su palabra salvadora, la cual tiene fuerza para
que todos los consagrados a Dios crezcan en el espíritu y alcancen la
herencia prometida. Yo no he codiciado ni el oro ni la plata ni la ropa de nadie.
Bien saben que cuanto he necesitado para mí y para mis compañeros,
lo he ganado con mis manos. Siempre he mostrado que hay que trabajar así,
para ayudar como se debe a los necesitados, recordando las palabras del Señor
Jesús:
`Hay más felicidad en dar que en recibir' ".
Dicho esto, se arrodilló para orar con todos ellos. Todos se pusieron
a llorar y abrazaban y besaban a Pablo, afligidos, sobre todo, porque les había
dicho que no lo volverían a ver. Y todos lo acompañaron hasta
el barco. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 67 R/. Reyes de la tierra, canten al Señor. Aleluya.
Señor, despliega tu poder, reafirma lo que has hecho por nosotros, desde
Jerusalén, desde tu templo, a donde vienen los reyes con sus dones. R/.
Cántenle al Señor, reyes de la tierra, denle gloria al Señor
que recorre los cielos seculares, y que dice con voz como de trueno: "Glorifiquen
a Dios". R/.
Sobre Israel su majestad se extiende y su poder, sobre las nubes. Bendito sea
nuestro Dios. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Jn 17, 17) R/. Aleluya, aleluya.
Tu palabra, Señor, es la verdad: santifícanos en la verdad.
R/.
Padre, que ellos sean uno, como nosotros.
Del santo Evangelio según san Juan: 17, 11-19
En aquel tiempo, Jesús
levantó los ojos al cielo y dijo: "Padre santo, cuida en tu nombre
a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos,
yo cuidaba en tu nombre a los que me diste; yo velaba por ellos y ninguno de
ellos se perdió, excepto el que tenía que perderse, para que se
cumpliera la Escritura.
Pero ahora voy a ti, y mientras estoy aún en el mundo, digo estas cosas
para que mi gozo llegue a su plenitud en ellos. Yo les he entregado tu palabra
y el mundo los odia, porque no son del mundo, como yo tampoco soy del mundo.
No te pido que los saques del mundo, sino que los libres del mal. Ellos no son
del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Santifícalos en la verdad. Tu palabra es la verdad. Así como tú
me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo.
Yo me santifico a mí mismo por ellos, para que también ellos sean
santificados en la verdad". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, este sacrificio de alabanza que tú mismo nos has mandado celebrar, y dígnate, por esta Eucaristía, santificarnos y darnos tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Pascua o de la Ascensión.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 15, 26-27)
Cuando venga el Consolador que yo les enviaré, el Espíritu de verdad que procede del Padre, dará testimonio de mí, dice el Señor, y también ustedes darán
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que esta comunión aumente en nosotros tu gracia, nos purifique de nuestros pecados y nos disponga mejor a recibir tus dones. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PARA QUE EL MUNDO CREA
9 Hch 22, 30; 23, 6-11; Jn 17, 20-26
La oración de Jesús llega a su punto culminante. La súplica que Jesús dirige al Padre cierra con gran intensidad. El Padre y Jesús asistirán a los discípulos y harán que se mantengan firmes en el amor. Para eso se ha manifestado Dios por medio de su Hijo, para comunicarnos la experiencia viva del amor, a fin que nos animemos a participar del mismo. El apóstol san Pablo comparece ante el Consejo judío para poner punto final al ciclo del testimonio que rindió ante Israel. El Señor lo conforta y lo anima a resistir para rendir ese mismo testimonio en la ciudad de Roma, corazón del imperio.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Hb 4, 16)
Acerquémonos confiadamente a Dios, fuente de bondad, a fin de alcanzar su misericordia y su gracia en el tiempo oportuno. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Señor, que el Espíritu Santo nos conceda abundantemente sus dones, para que podamos conocer tu voluntad y ajustemos a ella nuestra vida. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Tendrás que dar testimonio de mí en Roma.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 22, 30; 23, 6-11
En aquellos días,
el comandante, queriendo saber con exactitud de qué acusaban a Pablo
los judíos, mandó que le quitaran las cadenas, convocó
a los sumos sacerdotes y a todo el sanedrín, y llevando consigo a Pablo,
lo hizo comparecer ante ellos.
Como Pablo sabía que una parte del sanedrín era de saduceos y
otra de fariseos, exclamó: "Hermanos: Yo soy fariseo, hijo de fariseos,
y me quieren juzgar porque espero la resurrección de los muertos".
Apenas dijo esto, se produjo un altercado entre fariseos y saduceos, que ocasionó
la división de la asamblea. (Porque los saduceos niegan la otra vida,
sea de ángeles o de espíritus resucitados; mientras que los fariseos
admiten ambas cosas). Estalló luego una terrible gritería y algunos
escribas del partido de los fariseos, se pusieron de pie y declararon enérgicamente:
"Nosotros no encontramos ningún delito en este hombre. ¿Quién
puede decirnos que no le ha hablado un espíritu o un ángel?".
El alboroto llegó a tal grado, que el comandante, temiendo que hicieran
pedazos a Pablo, mandó traer a la guarnición para sacarlo de allí
y llevárselo al cuartel.
En la noche siguiente se le apareció el Señor a Pablo y le dijo:
"Ten ánimo, Pablo; porque así como
Jerusalén has dado testimonio de mí, así también
tendrás que darlo en Roma". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 15 R/.
Enséñanos, Señor, el camino de la vida. Aleluya.
Protégeme, Dios mío, pues eres mi refugio. Yo siempre he dicho
que tú eres mi Señor. El Señor es la parte que me ha tocado
en herencia; mi vida está en sus manos. R/.
Bendeciré al Señor, que me aconseja, hasta de noche me instruye
internamente. Tengo siempre presente al Señor y con El a mi lado, jamás
tropezaré. R/.
Por eso se me alegran el corazón y el alma, y mi cuerpo vivirá
tranquilo, porque tú no me abandonarás a la muerte ni dejarás
que sufra yo la corrupción. R/.
Enséñame el camino de la vida, sáciame de gozo en tu presencia
y de alegría perpetua junto a ti. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 17, 21) R/. Aleluya, aleluya.
Que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en ti,
somos uno, así el mundo creerá que tú me has enviado, dice
el Señor. R/.
Que su unidad sea perfecta.
Del santo Evangelio según san Juan: 17, 20-26
En
aquel tiempo, Jesús levantó los ojos al cielo y dijo: "Padre,
no sólo te pido por mis discípulos, sino también por los
que van a creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno,
como tú, Padre, en mí y yo en ti somos uno, a fin de que sean
uno en nosotros y el mundo crea que tú me has enviado.
Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros
somos uno. Yo en ellos y tú en mí, para que su unidad sea perfecta
y así el mundo conozca que tú me has enviado y que los amas, como
me amas a mí.
Padre, quiero que donde yo esté, estén también conmigo
los que me has dado, para que contemplen mi gloria, la que me diste, porque
me has amado desde antes de la creación del mundo.
Padre justo, el mundo no te ha conocido; pero yo sí te conozco y éstos
han conocido que tú me enviaste. Yo les he dado a conocer tu nombre y
se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que me amas esté
en ellos y yo también en ellos". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estos dones que hemos preparado para el sacrificio eucarístico, y transforma toda nuestra vida en una continua ofrenda. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Pascua o de la Ascensión.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 16, 7)
Yo les aseguro, dice el Señor: Les conviene que yo me vaya, porque si no me voy, no vendrá a ustedes el Espíritu consolador. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta Eucaristía, Señor, nos haga comprender tus designios y nos comunique tu misma vida divina, para que seamos dignos de recibir los dones de tu Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.
TÚ LO SABES TODO, TÚ SABES QUE TE QUIERO
10 Hch 25, 13-21; Jn 21, 15-19
Festo escucha a Pablo y logra hacerse una visión panorámica del caso. Efectivamente, el funcionario romano pronto descubre dónde radica el meollo de la cuestión. Los adversarios de Pablo se han quedado en el nivel superficial de los acontecimientos, por eso siguen considerando que Jesús es un difunto que genera polémicas religiosas entre los israelitas; en cambio, para Pablo la situación es más profunda: Jesús está vivo y de esa experiencia él ha sido constituido portavoz y testigo. En el diálogo final de cuarto evangelio el Señor recupera a Pedro para la misión que le había confiado y le advierte que en el futuro habrá de testimoniarle, no solamente de palabra, sino con su propia vida, su adhesión amorosa.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 1, 5-6)
Cristo nos ama y nos ha purificado de nuestros pecados por medio de su sangre; Él nos ha convertido en un reino y hecho sacerdotes para Dios su Padre. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que por medio del triunfo glorioso de Cristo y de la gracia del Espíritu Santo nos has abierto las puertas del cielo, haz que comprendamos la grandeza de este don para que podamos crecer en la fe y servirte con mayor empeño. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Pablo asegura que está vivo un hombre llamado Jesús, que había muerto.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 25, 13-21
En aquellos días,
el rey Agripa y Berenice llegaron a Cesarea para saludar a Festo. Como se detuvieron
algún tiempo allí, Festo expuso al rey el caso de Pablo con estas
palabras:
"Tengo aquí un preso que me dejó Félix, cuya condenación
me pidieron los sumos sacerdotes y los ancianos de los judíos, cuando
estuve en Jerusalén. Yo les respondí que no era costumbre romana
condenar a ningún hombre, sin carearlo antes con sus acusadores, para
darle la oportunidad de defenderse de la acusación.
Vinieron conmigo a Cesarea, y sin dar largas al asunto, me senté en el
tribunal al día siguiente y mandé que compareciera ese hombre.
Los acusadores que se presentaron contra él, no le hicieron cargo de
ninguno de los delitos que yo sospechaba. Se trataba sólo de ciertas
discusiones acerca de su religión y de un tal Jesús, ya muerto,
que Pablo asegura que está vivo.
No sabiendo qué determinación tomar, le pregunté a Pablo
si quería ir a Jerusalén para que se le juzgara allá de
esos cargos; pero como él pidió ser juzgado por el César,
ordené que siguiera detenido hasta que yo pudiera enviárselo".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 102 R/.
Bendigamos al Señor, que es el rey del universo. Aleluya.
Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga su santo nombre.
Bendice al Señor, alma mía, y no te olvides de sus beneficios.
R/.
Como desde la tierra hasta el cielo, así es de grande su misericordia;
como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos.
R/.
En el cielo el Señor puso su trono y su reino abarca el universo. Bendigan
al Señor todos los ángeles, ejecutores fieles de sus órdenes.
R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 26) R/. Aleluya, aleluya.
El Espíritu Santo les enseñará todas las cosas
y les recordará todo cuanto yo les he dicho, dice el Señor. R/.
Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas.
Del santo Evangelio según san Juan: 21, 15-19
En aquel tiempo, le preguntó
Jesús a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿me
amas más que éstos?". Él le contestó: "Sí,
Señor, tú sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta
mis corderos".
Por segunda vez le preguntó: "Simón, hijo de Juan, ¿me
amas?". Él le respondió: "Sí, Señor, tú
sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Pastorea mis ovejas".
Por tercera vez le preguntó: "Simón, hijo de Juan, ¿me
quieres?". Pedro se entristeció de que Jesús le hubiera preguntado
por tercera vez si lo quería, y le contestó: "Señor,
tú lo sabes todo; tú bien sabes que te quiero". Jesús
le dijo: "Apacienta mis ovejas.
Yo te aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías la
ropa e ibas a donde querías; pero cuando seas viejo, extenderás
los brazos y otro te ceñirá y te llevará a donde no quieras".
Esto se lo dijo para indicarle con qué género de muerte habría
de glorificar a Dios. Despues le dijo: "Sígueme". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, con bondad, las ofrendas de tu pueblo y haz que el Espíritu Santo nos purifique para que podamos presentarte un sacrificio agradable. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Pascua o de la Ascensión.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 16, 13)
Cuando venga el Espíritu de verdad, dice el Señor, Él los guiará hasta la verdad plena. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que nos purificas y fortaleces por medio de tus sacramentos, haz que nuestra participación en esta Eucaristía nos conduzca a la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Bernabé, apóstol; Paula Frassinetti, fundadora. Beata María del Sagrado Corazón de Jesús, fundadora.
Vísperas l de mañana: todo propio. Tomo II: p. 1033. Para los fieles: p. 356. Edición popular: pp. 289 y 452. Memoria (Rojo)
NOS CONSTA QUE SU TESTIMONIO ES VERDADERO
Hch 11, 21-26; 13, 1-3; Jn 21, 20-25
Los dos relatos nos presentan a un par de apóstoles que colaboraron intensamente, en medio de adversidades, roces y enormes satisfacciones en la propagación del evangelio. Bernabé, según nos refiere el autor del libro de Los Hechos, animó a san Pablo a incorporarse a la misión en aquella comunidad tan dinámica como era la iglesia de Antioquia. El evangelio de san Juan, nos presenta a dos pescadores galileos, Pedro y Juan, como testigos y colaboradores cercanos del Señor Jesús. El cierre final del cuarto evangelio nos confirma que el fundamento último de dicho relato es el testimonio verosímil de una comunidad y unos testigos que acompañaron de cerca al Señor Jesús.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Hch 11, 24)
Bienaventurado san Bernabé, que fue digno de ser contado entre los Apóstoles, pues era un hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que llenaste de fe y de amor al apóstol san Bernabé y lo destinaste a predicar la salvación a los paganos, ayúdanos, por su intercesión, a dar a conocer a todos tu Evangelio por medio de nuestras obras. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Era un hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 11, 21-26; 13, 1-3
En aquellos días,
fueron muchos los que se convirtieron y abrazaron la fe. Cuando llegaron estas
noticias a la comunidad cristiana de Jerusalén, Bernabé fue enviado
a Antioquía. Llegó Bernabé, y viendo la acción de
la gracia de Dios, se alegró mucho; y como era hombre bueno, lleno del
Espíritu Santo y de fe, exhortó a todos a que, firmes en su propósito,
permanecieran fieles al Señor. Así se ganó para el Señor
una gran muchedumbre
Entonces Bernabé partió hacia Tarso, en busca de Saulo; y cuando
lo encontró, lo llevó consigo a Antioquía. Ambos vivieron
durante todo un año en esa comunidad y enseñaron a mucha gente.
Allí, en Antioquía, fue donde por primera vez los discípulos
recibieron el nombre de "cristianos".
Había en la comunidad cristiana de Antioquía algunos profetas
y maestros, como Bernabé, Simón (apodado el "Negro"),
Lucio el de Cirene, Manahén (que se crió junto con el tetrarca
Herodes) y Saulo. Un día estaban ellos ayunando y dando culto al Señor,
y el Espíritu Santo les dijo:
"Resérvenme a Saulo y a Bernabé para la misión que
les tengo destinada". Todos volvieron a ayunar y a orar; después
les impusieron las manos y los despidieron. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Del salmo 97 R/.
El Señor ha revelado a las naciones su justicia. Aleluya.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra
y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su
justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
R/.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos
y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
Cantemos al Señor al son del arpa, suenen los instrumentos. Aclamemos
al son de los clarines al Señor, nuestro rey. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Jn 16, 7. 13) R/. Aleluya, aleluya.
Yo les enviaré el Espíritu de la verdad, y Él
los irá guiando hasta la verdad plena, dice el Señor. R/.
Éste es el discípulo que ha escrito estas cosas, y su testimonio es verdadero.
Del santo Evangelio según san Juan: 21, 20-25
En
aquel tiempo, Jesús dijo a Pedro: "Sígueme". Pedro,
volviendo la cara, vio que iba detrás de ellos el discípulo a
quien Jesús amaba, el mismo que en la cena se había reclinado
sobre su pecho y le había preguntado: 'Señor, ¿quién
es el que te va a traicionar?' Al verlo, Pedro le dijo a Jesús: "Señor,
¿qué va a pasar con éste?". Jesús le respondió:
"Si yo quiero que éste permanezca vivo hasta que yo vuelva, ¿a
ti qué? Tú, sígueme".
Por eso comenzó a correr entre los hermanos el rumor de que ese discípulo
no habría de morir. Pero Jesús no dijo que no moriría,
sino: 'Si yo quiero que permanezca vivo hasta que yo vuelva, ¿a ti qué?'.
Éste es el discípulo que atestigua estas cosas y las ha puesto
por escrito, y estamos ciertos de que su testimonio es verdadero. Muchas otras
cosas hizo Jesús y creo que, si se relataran una por una, no cabrían
en todo el mundo los libros que se escribieran. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que el sacrificio que vamos a ofrecerte, encienda, Señor, en nosotros el amor que impulsó a san Bernabé, Apóstol, a difundir la luz del Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I o II de los Apóstoles.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 15, 15)
Ya no los llamaré siervos, dice el Señor, porque el siervo no conoce lo que hace su señor. Los llamaré amigos, porque les he dado a conocer todo lo que he oído.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te suplicamos, Señor, por intercesión de san Bernabé, que esta Eucaristía, en la que hemos recibido a Cristo sacramentalmente, nos haga merecedores de contemplarlo eternamente en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
DOMINGO DE PENTECOSTÉS
Santos: Nabor y Nazario de Milán, mártires. Beata Florida Cevoli, religiosa Solemnidad (Rojo)
PARA FORMAR UN SOLO CUERPO
Hch 2, 1-11; 1 Co 12, 3-7.12-13; Jn 20, 19-23
La misión y la causa de Jesús no podrán llevarse adelante con la buena voluntad de un grupo de seguidores. Cada uno de los pasajes que nos proclama la liturgia lo enfatiza a su manera. La obra misionera se construye con el impulso del Espíritu. El cuarto evangelio nos relata la manifestación de Jesús a los discípulos y la comunicación del Espíritu. Otra versión de ese mismo acontecimiento trascendental nos ofrece el capítulo segundo de los Hechos. Posteriormente san Pablo profundiza en los alcances de ese acontecimiento. El Espíritu sigue manifestándose en la comunidad de los discípulos y continúa otorgando sus dones para consolidar la íntima comunión en el Cuerpo de Cristo.
Misa vespertina de la vigilia
Esta Misa se dice en
la tarde del sábado, ya sea antes o después de las primeras Vísperas
del domingo de Pentecostés.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Rm 5, 5; 8, 11)
El amor a Dios ha sido infundido en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que habita en nosotros. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios eterno y todopoderoso, que quisiste consumar el misterio de la muerte, resurrección y ascensión de tu Hijo, con la venida del Espíritu Santo, renueva el prodigio de Pentecostés y haz que todos los pueblos de la tierra superen con tu amor sus diferencias y te reconozcan como Padre. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Se llamó Babel, porque ahí confundió el Señor las lenguas de todos los hombres.
Del libro del Génesis: 11, 1-9
En aquel tiempo, toda la
tierra tenía una sola lengua y unas mismas palabras. Al emigrar los hombres
desde el oriente, encontraron una llanura en la región de Sinaar y allí
se establecieron.
Entonces se dijeron unos a otros: "Vamos a fabricar ladrillos y a cocerlos".
Utilizaron, pues, ladrillos en vez de piedras, y asfalto en vez de mezcla. Luego
dijeron: "Construyamos una ciudad y una torre que llegue hasta el cielo,
para hacernos famosos antes de dispersarnos por la tierra".
El Señor bajó a ver la ciudad y la torre que los hombres estaban
construyendo y se dijo: "Son un solo pueblo y hablan una sola lengua. Si
ya empezaron esta obra, en adelante ningún proyecto les parecerá
imposible. Vayamos, pues, y confundamos su lengua, para que no se entiendan
unos con otros".
Entonces el Señor los dispersó por toda la tierra y dejaron de
construir su ciudad; por eso, la ciudad se llamó Babel, porque ahí
confundió el Señor la lengua de todos los hombres y desde ahí
los dispersó por la superficie de la tierra. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 103 R/.
Envía, Señor, tu Espíritu, a renovar la tierra. Aleluya.
Bendice al Señor, alma mía; Señor y Dios mío, inmensa
es tu grandeza. Te vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como un
manto. R/.
¡Qué numerosas son tus obras, Señor, y todas las hiciste
con maestría! La tierra está llena de tus creaturas. Bendice al
Señor, alma mía. R/.
Todos los vivientes aguardan que les des de comer a su tiempo; les das el alimento
y lo recogen, abres tu mano y se sacian de bienes. R/.
Si retiras tu aliento, toda creatura muere y vuelve al polvo. Pero envías
tu espíritu, que da vida, y renuevas el aspecto de la tierra. R/.
El Espíritu intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 8, 22-27
Hermanos: Sabemos que la
creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto; y no
sólo ella, sino también nosotros, los que poseemos las primicias
del Espíritu, gemimos interiormente, anhelando que se realice plenamente
nuestra condición de hijos de Dios, la redención de nuestro cuerpo.
Porque ya es nuestra la salvación, pero su plenitud es todavía
objeto de esperanza. Esperar lo que ya se posee no es tener esperanza, porque,
¿cómo se puede esperar lo que ya se posee? En cambio, si esperamos
algo que todavía no poseemos, tenemos que esperarlo con paciencia.
El Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos
pedir lo que nos conviene; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros
con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que conoce profundamente
los corazones, sabe lo que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu
ruega conforme a la voluntad de Dios, por los que le pertenecen. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en
ellos el fuego de tu amor. R/.
Brotarán ríos de agua que da la vida.
Del santo Evangelio según san Juan: 7, 37-39
El
último día de la fiesta, que era el más solemne, exclamó
Jesús en voz alta: "El que tenga sed, que venga a mí; y beba,
aquel que cree en mí. Como dice la Escritura: Del corazón del
que cree en mí brotarán ríos de agua viva".
Al decir esto, se refería al Espíritu Santo que habían
de recibir los que creyeran en Él, pues aún no había venido
el Espíritu, porque Jesús no había sido glorificado. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que tu Espíritu santificador descienda, Señor, sobre estos dones e inunde de amor a tu Iglesia para que ésta pueda ser, en medio del mundo, tu signo y tu instrumento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque tú, para llevar a su plenitud el misterio pascual, has enviado
hoy al Espíritu Santo sobre aquellos a quienes adoptaste como hijos al
injertarlos en Cristo, tu Unigénito.
Este mismo Espíritu fue quien, al nacer la Iglesia, reveló a todos
los pueblos el misterio de Dios y unió la diversidad de las lenguas en
la confesión de una misma fe.
Por eso, el mundo entero se desborda de alegría y también los
coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar
el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 7, 37)
El último día de la fiesta, Jesús se puso de pie y exclamó: El que tenga sed, que venga a mí y beba. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el sacramento que hemos recibido, nos comunique, Señor, el fuego del Espíritu Santo que infundiste a tus Apóstoles el día de Pentecostés. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Misa del día
ANTÍFONA DE ENTRADA (Rm 5, 5; 8, 11)
El amor de Dios ha sido infundido en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que habita en nosotros. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro que por el misterio de Pentecostés santificas a tu Iglesia extendida por todas las naciones, concede al mundo entero los dones del Espíritu Santo y continúa realizando entre los fieles la unidad y el amor de la primitiva Iglesia. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y empezaron a hablar.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 2, 1-11
El día de Pentecostés,
todos los discípulos estaban reunidos en un mismo lugar. De repente se
oyó un gran ruido que venía del cielo, como cuando sopla un viento
fuerte, que resonó por toda la casa donde se encontraban. Entonces aparecieron
lenguas de fuego, que se distribuyeron y se posaron sobre ellos; se llenaron
todos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en otros idiomas, según
el Espíritu los inducía a expresarse.
En esos días había en Jerusalén judíos devotos,
venidos de todas partes del mundo. Al oír el ruido, acudieron en masa
y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio
idioma.
Atónitos y llenos de admiración, preguntaban: "¿No
son galileos, todos estos que están hablando?
¿Cómo, pues, los oímos hablar en nuestra lengua nativa?
Entre nosotros hay medos, partos y elamitas; otros vivimos en Mesopotamia, Judea,
Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia y en Panfilia, en Egipto o en la
zona de Libia que limita con Cirene. Algunos somos visitantes, venidos de Roma,
judíos y prosélitos; también hay cretenses y árabes.
Y sin embargo, cada quien los oye hablar de las maravillas de Dios en su propia
lengua". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 103 R/.
Envía, Señor, tu Espíritu a renovar la tierra.
Aleluya. Bendice al Señor, alma mía; Señor y Dios mío,
inmensa es tu grandeza. ¡Qué numerosas son tus obras, Señor!
La tierra llena está de tus creaturas. R/.
Si retiras tu aliento, toda creatura muere y vuelve al polvo; pero envías
tu espíritu, que da vida, y renuevas el aspecto de la tierra. R/.
Que Dios sea glorificado para siempre y se goce en sus creaturas. Ojalá
que le agraden mis palabras y yo me alegraré en el Señor. R/.
Hemos sido bautizados en un mismo Espíritu para formar un solo cuerpo.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 12, 3-7. 12-13
Hermanos: Nadie puede llamar
a Jesús "Señor", si no es bajo la acción del
Espíritu Santo.
Hay diferentes dones, pero el Espíritu es el mismo. Hay diferentes servicios,
pero el Señor es el mismo. Hay diferentes actividades, pero Dios, que
hace todo en todos, es el mismo.
En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común. Porque
así como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros y todos ellos, a pesar
de ser muchos, forman un solo cuerpo, así también es Cristo. Porque
todos nosotros, seamos judíos o no judíos, esclavos o libres,
hemos sido bautizados en un mismo Espíritu para formar un solo cuerpo,
y a todos se nos ha dado a beber del mismo Espíritu. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
SECUENCIA
1
Ven, Dios Espíritu Santo, |
6
Sin tu inspiración divina |
y envíanos desde el cielo |
los
hombres nada podemos |
tu luz, para iluminamos. |
y el pecado nos domina. |
2
Ven ya, padre de los pobres, |
7
Lava nuestras inmundicias, |
luz que penetra en las almas, |
fecunda
nuestros desiertos |
dador de todos los
dones. |
y cura nuestras heridas. |
3
Fuente de todo consuelo, |
8
Doblega nuestra soberbia, |
amable huésped del alma, |
calienta
nuestra frialdad, |
paz en las horas
de duelo. |
endereza nuestras sendas. |
4
Eres pausa en el trabajo, |
9
Concede a aquellos que ponen |
brisa, en un clima de fuego, |
en
ti su fe y su confianza |
consuelo, en medio
del llanto. |
tus siete sagrados dones. |
5.Ven,
luz santificadora, |
10
Danos virtudes y méritos, |
y entra hasta el fondo del alma |
danos
una buena muerte |
de todos los que
te adoran. |
y contigo el gozo eterno. |
ACLAMACIÓN R/. Aleluya, aleluya.
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende
en ellos el fuego de tu amor. R/.
Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo: Reciban el Espíritu Santo.
Del santo Evangelio según san Juan: 20, 19-23
Al
anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas
de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos,
se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: "La paz esté
con ustedes". Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Cuando
los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría.
De nuevo les dijo Jesús: "La paz esté con ustedes. Como el
Padre me ha enviado, así también los envío yo". Después
de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: "Reciban el Espíritu
Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y
a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Unidos por el Espíritu
Santo, presentemos al Padre las necesidades del mundo y de la Iglesia.
A cada petición diremos: Envía, Señor, tu Espíritu.
1. Para que en todas partes (en casa, en el trabajo, en la vida social
y ciudadana) los cristianos, que formamos el cuerpo de la Iglesia, demos un
buen testimonio de justicia, de amor y de fe. Oremos.
2. Para que los que no creen en Cristo lleguen a descubrir la alegría
del Evangelio. Oremos.
3. Para que toda persona, de cualquier lugar del mundo, pueda vivir con dignidad,
con confianza, con esperanza en el futuro. Oremos.
4. Para que todos, llenos del Espíritu Santo, promovamos la justicia
y la paz verdadera en nuestra Patria. Oremos.
5. Para que la Eucaristía que nos reúne todos los domingos transforme
nuestro corazón y nos llene de los mismos sentimientos que tenía
Jesús. Oremos. Padre, escucha complacido las súplicas de tus hijos,
y aviva en ellos la llama de tu Espíritu, que contigo y tu Hijo vive
y reina por los siglos de los siglos. Amén.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que el Espíritu Santo nos haga comprender mejor, según la promesa de tu Hijo, el misterio de este sacrificio y toda la profundidad del Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque tú, para llevar a su plenitud el misterio pascual, has enviado
hoy al Espíritu Santo sobre aquellos a quienes adoptaste como hijos al
injertarlos en Cristo, tu Unigénito.
Este mismo Espíritu fue quien, al nacer la Iglesia, reveló a todos
los pueblos el misterio de Dios y unió la diversidad de las lenguas en
la confesión de una misma fe.
Por eso, el mundo entero se desborda de alegría y también los
coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar
el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Hch 2, 4. 11)
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y proclamaban las maravillas de Dios. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú
que nos concedes participar de la vida divina por medio de tus sacramentos,
conserva en nosotros el don de tu amor y la presencia viva del Espíritu
Santo, para que esta comunión nos ayude a obtener nuestra salvación
eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Para despedir al pueblo, el diácono o el mismo sacerdote dice:
Pueden ir en paz, aleluya, aleluya.
R/. Demos tracias a Dios. Aleluya, aleluya.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Ya
lo sabemos desde nuestro bautismo. Por el don de la fe hemos sido incorporados
al Cuerpo Místico de Cristo. La comunidad creyente recibe la vida divina
y de esa manera realiza su misión evangelizadora. No somos vendedores
de ilusiones, ni publicistas de vaciedades. Al contrario, seguimos creyendo
y viviendo el evangelio del Señor Jesús porque el Espíritu
nos sostiene. Nuestras incongruencias e infidelidades nos desalientan y escandalizan
a los que no creen. Sin embargo, estamos ciertos, que si nos mantenemos abiertos
al llamado y a la sacudida poderosa del Espíritu podremos salir adelante.
La comunidad eclesial tiene una historia con altibajos. El Espíritu sigue
con nosotros y nos alienta a retomar nuestro compromiso misionero.
LOS NECESITADOS QUE TODO LO POSEEN
2 Co 6, 1-10; Mt 5, 38-42
Con una serie de frases contrastantes San Pablo nos muestra la forma única en que asumió su adhesión a Jesús. Viviendo en el límite entre la vida y la muerte, entre la condena y el juicio, entre la aparente carencia y la profunda satisfacción. El cristiano no se desalienta ante las adversidades porque sabe que Jesús permanece a su lado para fortalecerlo. El mensaje de resistencia pacífica y reconciliación que nos comparte el evangelio de san Mateo es una invitación a no devolver mal por mal y a no mimetizarnos con el entorno violento y agresivo en el que vivimos. No hay certidumbre de que venzamos a los violentos, tratándolos de forma pacífica, pero las posibilidades de lograrlo son mayores que cuando recurrimos a los métodos violentos.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Lc 4, 18)
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar la Buena Nueva a los pobres y anunciar su liberación a los cautivos.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que en san Antonio de Padua otorgaste a tu Iglesia un predicador insigne y un protector de los pobres y de los necesitados, concédenos, por su intercesión, que vivamos de verdad conforme al Evangelio y experimentemos siempre tu protección y ayuda. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Damos pruebas de que somos servidores de Dios.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 6, 1-10
Hermanos: Como colaboradores
que somos de Dios, los exhortamos a no echar su gracia en saco roto. Porque
el Señor dice:
En el tiempo favorable te escuché y en el día de la salvación
te socorrí. Pues bien, ahora es el tiempo favorable; ahora, es el día
de la salvación.
A nadie damos motivo de escándalo, para que no se burlen de nuestro ministerio;
al contrario, continuamente damos pruebas de que somos servidores de Dios con
todo lo que soportamos: sufrimientos, necesidades y angustias; golpes, cárceles
y motines; cansancio, noches de no dormir y días de no comer. Procedemos
con pureza, sabiduría, paciencia y amabilidad; con la fuerza del Espíritu
Santo y amor sincero, con palabras de verdad y con el poder de Dios.
Luchamos con las armas de la justicia, tanto para atacar como para defendernos,
en medio de la honra y de la deshonra, de la buena y de la mala fama. Somos
los "impostores" que dicen la verdad; los "desconocidos"
de sobra conocidos; los "moribundos" que están bien vivos;
los "condenados" nunca ajusticiados; los "afligidos" siempre
alegres; los "pobres" que a muchos enriquecen; los "necesitados"
que todo lo poseen. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 97 R/.
Aclamemos con júbilo al Señor.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra
y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su
justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
R/.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos
y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
ACLAMACIÓN
(Sal 118, 105) R/. Aleluya, aleluya.
Tus palabras, Señor, son una antorcha para mis pasos y una luz
en mi sendero. R/.
Yo les digo que no hagan resistencia al hombre malo.
Del santo Evangelio según san Mateo: 5, 38-42
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Han oído que se dijo: Ojo por ojo, diente por diente. Pero yo les digo que no hagan resistencia al hombre malo. Si alguno te golpea en la mejilla derecha, preséntale también la izquierda; al que te quiera demandar en juicio para quitarte la túnica, cédele también el manto. Si alguno te obliga a caminar mil pasos en su servicio, camina con él dos mil. Al que te pide, dale; y al que quiere que le prestes, no le vuelvas la espalda". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que estos dones, Señor, que te presentamos en honor de tus santos y que van a dar testimonio de tu poder y de tu gloria, nos alcancen de ti la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 28, 20)
Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor, que el sacramento que hemos recibido nos encamine al cielo Que ya mereció obtener san Antonio de Padua sirviéndote con fidelidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PARA SER HIJOS DEL PADRE CELESTIAL
2 Co 8, 1-9; Mt 5, 43-48
La gratuidad escasea en una sociedad acostumbrada a ponerle precio a todo cuanto realiza. Quien se deja dominar por el principio de la rentabilidad y el máximo beneficio le parece imposible dar algo gratuitamente, o menos aún, donarse a sí mismo. Las relaciones se complican cuando resultan ser trueques o inversiones para recuperar en el corto o mediano plazo. Dios es desmedidamente bueno y no exige pagarés ni devoluciones. Se dona y se entrega sin medida. Quizás valga la pena decir que lo único que espera, es que los beneficiarios de su amor, continúen donándose y atendiendo a las necesidades de sus vecinos. Esa es la invitación que san Pablo dirige a los cristianos de Corinto: que se solidaricen con los cristianos de Jerusalén.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 26, 7. 9)
Escucha, Señor, mi voz y mis clamores y ven en mi ayuda; no me rechaces, ni me abandones, Dios, salvador mío.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, fuerza de todos los que en ti confían, ayúdanos con tu gracia, sin la cual nada puede nuestra humana debilidad, para que podamos serte fieles en la observancia de tus mandamientos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Cristo se hizo pobre por ustedes.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 8, 1-9
Hermanos: Queremos que conozcan
la gracia que ha otorgado Dios a las comunidades cristianas de Macedonia. Pues,
en medio de las pruebas y de los sufrimientos, ha sido inmensa su alegría,
y su extrema pobreza ha producido tesoros de generosidad. Somos testigos de
que han hecho lo que podían y más de lo que podían; espontáneamente
nos pedían con mucha insistencia el favor de participar en la ayuda a
los hermanos.
Y superando nuestras esperanzas, se pusieron ellos mismos a disposición
del Señor y de nosotros, tal como Dios lo quería, de suerte que
tuvimos que pedirle a Tito que concluyera entre ustedes esta obra de generosidad,
puesto que él la había comenzado.
Y ya que ustedes se distinguen en todo: en fe, en palabra, en sabiduría,
en diligencia para todo y en amor hacia nosotros, distínganse también
ahora por su generosidad. No se lo estamos ordenando; sólo queremos comprobar,
mediante su interés por los demás, qué tan sincero es su
amor.
Bien saben lo generoso que ha sido nuestro Señor Jesucristo, que siendo
rico, se hizo pobre por ustedes, para que ustedes se hicieran ricos con su pobreza.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 145 R/.
Alaba, alma mía, al Señor.
Alabaré al Señor toda mi vida, cantaré y tocaré
para mi Dios, mientras yo exista. R/.
Dichoso aquel que es auxiliado por el Dios de Jacob y pone su esperanza en el
Señor, su Dios, que hizo el cielo y la tierra, el mar y cuanto el mar
encierra. R/.
El Señor siempre es fiel a su palabra, y es quien hace justicia al oprimido;
Él proporciona pan a los hambrientos y libera al cautivo. R/.
Abre el Señor los ojos de los ciegos y alivia al agobiado. Ama el Señor
al hombre justo y toma al forastero a su cuidado. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 13, 34) R/. Aleluya, aleluya.
Les doy un mandamiento nuevo, dice el Señor, que se amen los
unos a los otros, como yo los he amado. R/.
Amen a sus enemigos.
Del santo Evangelio según san Mateo: 5, 43-48
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Han oído
ustedes que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo. Yo, en cambio,
les digo: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian y rueguen por
los que los persiguen y calumnian, para que sean hijos de su Padre celestial,
que hace salir su sol sobre los buenos y los malos, y manda su lluvia sobre
los justos y los injustos.
Porque, si ustedes aman a los que los aman, ¿qué recompensa merecen?
¿No hacen eso mismo los publicanos? Y si saludan tan sólo a sus
hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen eso mismo
los paganos? Ustedes, pues, sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, que en estos dones que te presentamos has otorgado al hombre el pan que lo alimenta y el sacramento que le da nueva vida, haz que nunca llegue a faltarnos este sustento del cuerpo y del espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 26, 4)
Una sola cosa he pedido al Señor y es lo único que busco: habitar en su casa todos los días de mi vida.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que nuestra participación en este sacramento signo de la unión de los fieles en ti, contribuya, Señor, a la unidad de tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
QUE LES SOBRE PARA TODA CLASE DE OBRAS BUENAS
2 Co 9, 6-11; Mt 6, 1-6.16-18
Las limosnas, el ayuno y la oración son expresiones genuinas de un corazón dispuesto a vincularse de forma justa y cercana con Dios. Quien en lo íntimo de su vida busca reajustar su relación con Dios, necesariamente tiene que descubrir las necesidades de los pequeños y solidarizarse eficazmente con ellos. El apóstol san Pablo exhorta a cada cristiano a ser generoso de acuerdo a su conciencia y sus posibilidades. Para persuadirlos a donarse gustosamente a sus hermanos, les recuerda que Dios siempre recompensa y premia a quien sabe ser generoso con los pequeños.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Gn 1, 1.27. 31)
En el principio creó Dios el cielo y la tierra. Creó Dios al hombre a su imagen. Y vio Dios todo lo que había hecho y lo encontró muy bueno.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, creador de todas las cosas, que impusiste a los hombres el deber del trabajo, bendice las obras que iniciamos para que contribuyan al bienestar de la sociedad y a la difusión de tu Reino. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Dios ama al que da con alegría.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 9, 6-11
Hermanos: Recuerden que
el que poco siembra, cosecha poco, y el que mucho siembra, cosecha mucho. Cada
cual dé lo que su corazón le diga y no de mala gana ni por compromiso,
pues Dios ama al que da con alegría. Y poderoso es Dios para colmarlos
de toda clase de favores, a fin de que, teniendo siempre todo lo necesario,
puedan participar generosamente en toda obra buena. Como dice la Escritura:
Repartió a manos llenas a los pobres; su justicia permanece eternamente.
Dios, que proporciona la semilla al sembrador y le da pan para comer, les proporcionará
a ustedes una cosecha abundante y multiplicará los frutos de su justicia.
Serán ustedes ricos en todo para ser generosos en todo; y su generosidad,
por medio de nosotros, se convertirá ante Dios en su acción de
gracias. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 111 R/.
Dichosos los que temen al Señor.
Dichosos los que temen al Señor y aman de corazón sus mandamientos;
poderosos serán sus descendientes. Dios bendice a los hijos de los buenos.
R/.
Fortuna y bienestar habrá en su casa; siempre obrarán conforme
a la justicia. Quien es justo, clemente y compasivo, como una luz en las tinieblas
brilla. R/.
Firme está y sin temor su corazón. Al pobre da limosna, obra siempre
conforme a la justicia; su frente se alzará llena de gloria. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 23) R/. Aleluya, aleluya.
El que me ama cumplirá mi palabra y mi Padre lo amará
y haremos en él nuestra morada, dice el Señor. R/.
Tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará.
Del santo Evangelio según san Mateo: 6, 1-6. 16-18
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Tengan cuidado
de no practicar sus obras de piedad delante de los hombres, para que los vean.
De lo contrario, no tendrán recompensa con su Padre celestial.
Por lo tanto, cuando des limosna, no lo anuncies con trompeta, como hacen los
hipócritas en las sinagogas y por las calles, para que los alaben los
hombres. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. En cambio, cuando tú
des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha, para que
tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes hagan oración, no sean como los hipócritas, a quienes
les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para
que los vea la gente. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa.
Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta
y ora ante tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre,
que ve lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como esos hipócritas que
descuidan la apariencia de su rostro, para que la gente note que están
ayunando. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio,
cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que
no sepa la gente que estás ayunando, sino tu Padre, que está en
lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Tú que con este pan y este vino que te presentamos das al hombre el alimento que lo sostiene y el sacramento que lo renueva, concédenos, Señor, no carecer nunca de esta ayuda del cuerpo y del espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Col 3, 17)
Todo lo que hagan de palabra o de obra, háganlo en el nombre de Jesús, el Señor, dando gracias por su medio a Dios Padre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que nos has alimentado con el sacramento de la unidad y del amor, concédenos desempeñar con fe el trabajo que nos has encomendado para obtener nuestro diario sustento y cooperar a la edificación de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Nuestro Señor Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote.
Santos: Ciriaco y Julita de Turquía. Beato Tomás Reding, mártir. Fiesta (Blanco)
MI SIERVO INOCENTE REHABILITARÁ A TODOS
Is 52, 13-53,12; Lc 22, 14-20
El relato de la Cena final que Jesús celebró con sus discípulos enmarca adecuadamente con el pasaje del profeta Isaías que nos comparte la primera lectura. El enigmático personaje que nos presenta Isaías asumió por propia decisión el peso de los sufrimientos que librarían a otras personas de padecer. La suya fue una existencia solidaria con el dolor de sus hermanos. Ese texto resplandece ante los ojos de los primeros cristianos, como una referencia para explicarse los gestos tan cargados de significado que Jesús vivió durante los últimos días de su vida. Las palabras que el Señor pronunció en la Última Cena les servirían de guía para terminar de descifrar su pascua.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Hb 7, 24)
Cristo, mediador de la nueva alianza, por el hecho de permanecer para siempre, posee un sacerdocio perpetuo.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que para gloria tuya y salvación de todos los hombres constituiste Sumo y Eterno Sacerdote a tu Hijo, Jesucristo, concede a quienes Él ha elegido como ministros suyos y administradores de sus sacramentos y de su Evangelio, la gracia de ser fieles en el cumplimiento de su ministerio. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Él fue traspasado por nuestros crímenes.
Del libro del profeta Isaías: 52, 13-53, 12
He aquí que mi siervo
prosperará, será engrandecido y exaltado, será puesto en
alto. Muchos se horrorizaron al verlo, porque estaba desfigurado su semblante,
que no tenía ya aspecto de hombre; pero muchos pueblos se llenaron de
asombro. Ante él los reyes cerrarán la boca, porque verán
lo que nunca se les había contado y comprenderán lo que nunca
se habían imaginado.
¿Quién habrá de creer lo que hemos anunciado? ¿A
quién se le revelará el poder del Señor? Creció
en su presencia como planta débil, como una raíz en el desierto.
No tenía gracia ni belleza. No vimos en él ningún aspecto
atrayente; despreciado y rechazado por los hombres, varón de dolores,
habituado al sufrimiento; como uno del cual se aparta la mirada, despreciado
y desestimado.
Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores;
nosotros lo tuvimos por leproso, herido por Dios y humillado, traspasado por
nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. El soportó
el castigo que nos trae la paz. Por sus llagas hemos sido curados. Todos andábamos
errantes como ovejas, cada uno siguiendo su camino, y el Señor cargó
sobre él todos nuestros crímenes. Cuando lo maltrataban, se humillaba
y no abría la boca, como un cordero llevado a degollar; como oveja ante
el esquilador, enmudecía y no abría la boca.
Inicuamente y contra toda justicia se lo llevaron. ¿Quién se preocupó
de su suerte? Lo arrancaron de la tierra de los vivos, lo hirieron de muerte
por los pecados de mi pueblo, le dieron sepultura con los malhechores a la hora
de su muerte, aunque no había cometido crímenes, ni hubo engaño
en su boca.
El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento. Cuando entregue su vida
como expiación, verá a sus descendientes, prolongará sus
años y por medio de él prosperarán los designios del Señor.
Por las fatigas de su alma, verá la luz y se saciará; con sus
sufrimientos justificará mi siervo a muchos, cargando con los crímenes
de ellos.
Por eso le daré una parte entre los grandes, y con los fuertes repartirá
despojos, ya que indefenso se entregó a la muerte y fue contado entre
los malhechores, cuando tomó sobre sí las culpas de todos e intercedió
por los pecadores. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 39 R/.
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Cuántas maravillas has hecho, Señor y Dios mío, cuántos
planes en favor nuestro. Nadie se te puede comparar. R/.
En tus libros se me ordena hacer tu voluntad; esto es, Señor, lo que
deseo: tu ley en medio de mi corazón. R/.
He anunciado tu justicia en la gran asamblea; no he cerrado mis labios, tú
lo sabes, Señor. R/.
No callé tu justicia, antes bien, proclamé tu lealtad y tu auxilio.
Tu amor y tu lealtad no los he ocultado a la gran asamblea. R/.
ACLAMACIÓN
(Is 42, 1) R/. Aleluya, aleluya.
Miren a mi siervo, a quien sostengo; a mi elegido, en quien tengo mis complacencias.
En él he puesto mi espíritu, para que haga brillar la justicia
sobre las naciones. R/.
Hagan esto en memoria mía.
Del santo Evangelio según san Lucas: 22, 14-20
En
aquel tiempo, llegada la hora de cenar, se sentó Jesús con sus
discípulos y les dijo: "Cuánto he deseado celebrar esta Pascua
con ustedes, antes de padecer, porque yo les aseguro que ya no la volveré
a celebrar, hasta que tenga cabal cumplimiento en el Reino de Dios". Luego
tomó en sus manos una copa de vino, pronunció acción de
gracias y dijo: "Tomen esto y repártanlo entre ustedes, porque les
aseguro que ya no volveré a beber del fruto de la vid hasta que venga
el Reino de Dios".
Tomando después un pan, pronunció la acción de gracias,
lo partió y se lo dio diciendo: "Esto es mi cuerpo que se entrega
por ustedes. Hagan esto en memoria con mía”. Después de
cenar, hizo lo mismo con una copa de vino, diciendo: “Esta copa es la
nueva alianza, sellada con mi sangre, que se derrama por ustedes". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que Jesucristo, nuestro Mediador, haga que te sean aceptables, Señor, nuestras ofrendas y que su sacrificio redentor nos haga vivir cada día más unidos a Él, para que toda nuestra vida sea grata a tus ojos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Ya que, por la unción del Espíritu Santo, constituiste a tu Hijo
unigénito Pontífice de la alianza nueva y eterna, y has querido
que su sacerdocio único se perpetuara en la Iglesia.
Porque Cristo no sólo comunica la dignidad del sacerdocio real a todo
el pueblo redimido, sino que, con especial predilección y mediante la
imposición de las manos, elige a algunos de entre los hermanos, y los
hace partícipes de su ministerio de salvación, a fin de que renueven,
en su nombre, el sacrificio redentor, preparen para tus hijos el banquete pascual,
fomenten la caridad en tu pueblo santo, lo alimenten con la palabra, lo fortifiquen
con los sacramentos y, consagrando su vida a ti y a la salvación de sus
hermanos, se esfuercen por reproducir en sí la imagen de Cristo y te
den un constante testimonio de fidelidad y de amor.
Por eso, Señor, con todos los ángeles y santos, te alabamos, cantando
llenos de alegría: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 28, 20)
Sepan que yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos ofrecido en el sacrificio y recibido en la comunión, sean para nosotros, Señor, el principio de una vida nueva, a fin de que, unidos a ti por el amor, demos frutos que permanezcan para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Ismael, patriarca; Emilia de Vialar, fundadora; Alberto Chmielowski, fundador. Feria (Verde)
¿QUIÉN ENFERMA SIN QUE YO ENFERME?
2 Co 11, 18. 21-30; Mt 6, 19-23
El alegato que sostiene san Pablo en la carta a los Corintios con algunos cristianos que malinterpretaban el alcance de su misión, nos permite entrever la secreta intimidad del apóstol. Él era un hombre fuerte, que además de cargar responsablemente las consecuencias de sus propias decisiones, se hacía solidario de las necesidades de sus hermanos y acogía los riesgos de aquella misión. Su corazón pertenecía por entero al Señor. El Evangelio de san Mateo nos descifra uno de los enigmas de la condición humana. Aquello que más nos interesa, bien sea el dinero, el gozo o el poder se va convirtiendo en nuestro tesoro, hasta que finalmente se convierte en el amo y señor de nuestro corazón.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 5, 9-10)
Sin distinción de raza, lengua, pueblo o nación, nos compraste, Señor, con tu Sangre e hiciste de nosotros un Reino para Dios.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que has redimido a todos los hombres con la preciosa Sangre de tu Hijo, protege en nosotros la obra de tu misericordia, para que, celebrando siempre el misterio de nuestra salvación merezcamos alcanzar sus frutos eternos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Además de éstas y otras cosas, pesa sobre mí diariamente la preocupación por todas las comunidades cristianas.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 11, 18. 21-30
Hermanos: Ya que otros presumen
de cosas humanas, yo también voy a presumir de ellas. Porque de cualquier
cosa que alguien presume, aunque sea una insensatez lo que digo, también
yo puedo presumir.
¿Ellos presumen de que son hebreos? Yo también lo soy. ¿De
que son israelitas? Yo también lo soy. ¿De que son descendientes
de Abraham? Yo también lo soy. ¿De que sirven a Cristo? Es una
locura decirlo, pero yo lo sirvo más: yo les gano en fatigas y cárceles;
y les gano por mucho en azotes y en peligros de muerte.
Cinco veces me han dado los judíos los treinta y nueve azotes. Otras
tres veces me han azotado con varas y una vez me han apedreado. He naufragado
tres veces y me he pasado un día y una noche perdido en el mar.
He viajado sin descanso y me he visto en peligros en los ríos y entre
ladrones; peligros por parte de los de mi raza y por parte de los paganos; peligros
en las ciudades y en despoblado, en el mar y entre falsos hermanos. He andado
muerto de cansancio; he pasado muchas noches sin dormir, con hambre y sed; muchos
días sin comer, con frío y sin ropa.
Además de éstas y otras cosas, pesa sobre mí diariamente
la preocupación por todas las comunidades cristianas. ¿Quién
se enferma en ellas sin que yo no me enferme? ¿Quién cae en pecado
sin que yo no me consuma de dolor? Si se trata de presumir, presumiré
de mis debilidades. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 33 R/.
El Señor libra al justo de todas sus angustias.
Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de
alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor, que se alegre su pueblo al
escucharlo. R/.
Proclamemos la grandeza del Señor y alabemos todos juntos su poder. Cuando
acudí al Señor, me hizo caso y me libró de todos mis temores.
R/.
Confía en el Señor y saltarás de gusto, jamás te
sentirás decepcionado, porque el Señor escucha el clamor de los
pobres y los libra de todas sus angustias. R/.
ACLAMACIÓN (Mt 5, 3) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino
de los cielos. R/.
Donde está tu tesoro, ahí también está tu corazón.
Del santo Evangelio según san Mateo: 6, 19-23
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No acumulen ustedes tesoros en la tierra, donde la polilla y el moho los destruyen, donde los ladrones perforan las paredes y se los roban. Más bien acumulen tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el moho los destruyen, ni hay ladrones que perforen las paredes y se los roben; porque donde está tu tesoro, ahí también está tu corazón. Tus ojos son la luz de tu cuerpo; de manera que, si tus ojos están sanos, todo tu cuerpo tendrá luz. Pero si tus ojos están enfermos, todo tu cuerpo tendrá oscuridad. Y si lo que en ti debería ser luz, no es más que oscuridad, ¡qué negra no será tu propia oscuridad!". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al presentarte nuestras ofrendas, te suplicamos, Señor, que por medio de estos misterios, nos acerquemos a Jesús, y renovemos la acción salvadora de su Sangre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. 1 Co 10, 16)
El cáliz de nuestra acción de gracias, nos une a todos en la Sangre de Cristo; y el pan que partimos, nos une a todos en el Cuerpo del Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo sido reconfortados con el alimento y la bebida de salvación, te pedimos, Señor, que nos purifiques siempre con la Sangre de nuestro Salvador, y que la conviertas en fuente de agua que brote para darnos vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Armando de Burdeos, obispo; Isabel Shonau, abadesa. Beata Hosana u Osanna de Mantua, laica.
Vísperas
I de mañana. todo propio. Tomo III: p. 649. Para los fieles: p. 372.
Edición popular: pp. 289 y 454. Feria (Verde)
PORQUE CUANDO SOY DÉBIL, ENTONCES SOY FUERTE
2 Co 12, 1-10; Mt 6, 24-34
Busquen primero el reino de Dios, y todo lo demás vendrá en seguida. Palabras más, palabras menos, ese es el mensaje final del capítulo sexto de san Mateo. Efectivamente los discípulos de Jesús que aprenden a reorganizar su vida de acuerdo a los criterios del reinado de Dios, van relativizando los valores secundarios, es decir, el bienestar personal, la seguridad, el consumo y otros tantos, para ocuparse de manera preferente de las opciones del Reino. San Pablo vivió esa experiencia y tal como lo testimonia en alguna carta, realizó un profundo reajuste en su vida, que le permitió despojarse de lo periférico y aferrarse a lo esencial: la misión que daba sentido a su vida.
MISA DE SANTA MARÍA EN SÁBADO
ANTÍFONA DE ENTRADA
Dichosa tú, Virgen María, que llevaste en tu seno al creador del universo; diste a luz al que te creó, y permaneces virgen para siempre.
ORACIÓN COLECTA
Padre eterno, Dios nuestro, que has puesto en la Virgen María el trono real de tu Sabiduría, ilumina a la Iglesia con la luz de la Palabra que da vida, para que en el resplandor de la verdad caminemos hasta el pleno conocimiento de tu misterio de amor. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
De buena gana prefiero gloriarme de mis debilidades.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 12, 1-10
Hermanos: Si hace falta
presumir (aunque nada se saca con ello), hablaré de las visiones y revelaciones
del Señor. Sé de un hombre que hace catorce años fue arrebatado
hasta el tercer cielo (si fue con el cuerpo o sin el cuerpo, no lo sé,
Dios lo sabe). Lo cierto es que ese hombre fue arrebatado al paraíso
(si fue con el cuerpo o sin el cuerpo, no lo sé, Dios lo sabe) y oyó
palabras misteriosas que el hombre no puede pronunciar.
De ese hombre sí podría gloriarme; pero en cuanto a mí,
sólo me gloriaré de mis debilidades. Si pretendiera, pues, gloriarme,
no sería insensato, diría la pura verdad. Pero me abstengo de
ello, no sea que alguien se forme de mí una idea superior a lo que en
mí ve o de mí escucha.
Y por eso, para que yo no me llene de soberbia por la sublimidad de las revelaciones
que he tenido, llevo una espina clavada en mi carne, un enviado de Satanás,
que me abofetea para humillarme. Tres veces le he pedido al Señor que
me libre de esto, pero Él me ha respondido: "Te basta mi gracia,
porque mi poder se manifiesta en la debilidad".
Así pues, de buena gana prefiero gloriarme de mis debilidades, para que
se manifieste en mí el poder de Cristo. Por eso me alegro de las debilidades,
los insultos, las necesidades, las persecuciones y las dificultades que sufro
por Cristo, porque cuando soy más débil, soy más fuerte.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 33 R/.
Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.
Junto a aquellos que temen al Señor el ángel del Señor
acampa y los protege. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.
Dichoso el hombre que se refugia en Él. R/.
Que amen al Señor todos sus fieles, pues nada faltará a los que
lo aman. El rico empobrece y pasa hambre; a quien busca al Señor, nada
le falta. R/.
Escúchame, hijo mío: voy a enseñarte cómo amar al
Señor. para que puedas vivir y disfrutar la vida. R/.
ACLAMACIÓN (2 Co 8, 9) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre, para enriquecernos con su pobreza.
R/.
No se preocupen por el día de mañana
Del santo Evangelio según san Mateo: 6, 24-34
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Nadie puede servir
a dos amos, porque odiará a uno y amará al otro, o bien obedecerá
al primero y no le hará caso al segundo. En resumen, no pueden ustedes
servir a Dios y al dinero.
Por eso les digo que no se preocupen por su vida, pensando qué comerán
o con qué se vestirán. ¿Acaso no vale más la vida
que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Miren las aves del cielo,
que ni siembran, ni cosechan, ni guardan en graneros y, sin embargo, el Padre
celestial las alimenta. ¿Acaso no valen ustedes más que ellas?
¿Quién de ustedes, a fuerza de preocuparse, puede prolongar su
vida siquiera un momento?
¿Y por qué se preocupan del vestido? Miren cómo crecen
los lirios del campo, que no trabajan ni hilan. Pues bien, yo les aseguro que
ni Salomón, en el esplendor de su gloria, se vestía como uno de
ellos. Y si Dios viste así a la hierba del campo, que hoy florece y mañana
es echada al horno, ¿no hará mucho más por ustedes, hombres
de poca fe?
No se inquieten, pues, pensando: ¿Qué comeremos o qué beberemos
o con qué nos vestiremos? Los que no conocen a Dios se desviven por todas
estas cosas; pero el Padre celestial ya sabe que ustedes tienen necesidad de
ellas. Por consiguiente, busquen primero el Reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas se les darán por añadidura. No se preocupen por el
día de mañana, porque el día de mañana traerá
ya sus propias preocupaciones. A cada día le bastan sus propios problemas".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al venerar la memoria de la Madre de tu Hijo, te rogamos, Señor, que la ofrenda que te presentamos nos transforme, por tu gracia, en oblación viva y continua. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Santa María Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 1, 49)
Ha hecho en mí maravillas el Todopoderoso, cuyo nombre es santo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Ya que participamos de la redención eterna, te pedimos, Señor, que al venerar la memoria de la Madre de tu Hijo, nos gloriemos de la plenitud de tu gracia y sintamos los efectos de tu obra redentora. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LA SANTÍSIMA TRINIDAD
Santos: Romualdo de Ravena, abad; Juliana Falconieri, fundadora. Solemnidad (Blanco)
EL SEÑOR CLEMENTE Y COMPASIVO
Ex 34,4-6. 8-9; 2 Co 13, 11-13; Jn 3, 16-18
Esta presentación de Dios destaca uno de sus rasgos más sobresalientes, a saber, su magnanimidad y enorme compasión. Si nos atenemos a la lógica de las imágenes del Éxodo podemos decir que Dios tiene un brazo desmedidamente amplio para compadecer y perdonar a sus fieles y un brazo muy corto para castigarlos. Esa misma experiencia es la que nos comunica el Señor Jesús en el evangelio. Su venida al mundo obedece a un plan de salvación. El Hijo no vino para excluir ni marginar a nadie. Dios está tan dispuesto a hacer partícipes de su amistad y compañía a todos, que reitera una y mil veces los llamados a la conversión y al reencuentro. Jesús vive plenamente su misión: ser el signo y el llamamiento permanente de Dios para todos los desesperados y afligidos.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Bendito sea Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, porque nos ha mostrado un amor inmenso.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios Padre, que al enviar al mundo al Verbo de verdad y al Espíritu de santidad, revelaste a los hombres tu misterio admirable, concédenos que al profesar la fe verdadera, reconozcamos la gloria de la eterna Trinidad y adoremos la unidad de su majestad omnipotente. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Yo soy el Señor, el Señor Dios, compasivo y clemente.
Del libro del Éxodo: 34, 4-6. 8-9
En aquellos días,
Moisés subió de madrugada al monte Sinaí, llevando en la
mano las dos tablas de piedra, como le había mandado el Señor.
El Señor descendió en una nube y se le hizo presente.
Moisés pronunció entonces el nombre del Señor, y el Señor,
pasando delante de él, proclamó: "Yo soy el Señor,
el Señor Dios, compasivo y clemente, paciente, misericordioso y fiel".
Al instante, Moisés se postró en tierra y lo adoró, diciendo:
"Si de veras he hallado gracia a tus ojos, dígnate venir ahora con
nosotros, aunque este pueblo sea de cabeza dura; perdona nuestras iniquidades
y pecados, y tómanos como cosa tuya". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Daniel 3 R/. Bendito
seas para siempre, Señor.
Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres. Bendito sea tu nombre santo
y glorioso. R/.
Bendito seas en el templo santo y glorioso. Bendito seas en el trono de tu reino.
R/.
Bendito eres tú, Señor, que penetras con tu mirada los abismos
y te sientas en un trono rodeado de querubines. Bendito seas, Señor,
en la bóveda del cielo. R/.
Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión
del Espíritu Santo estén siempre con ustedes. R/.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 13, 11-13
Hermanos: Estén alegres, trabajen por su perfección, anímense mutuamente, vivan en paz y armonía. Y el Dios del amor y de la paz estará con ustedes. Salúdense los unos a los otros con el saludo de paz. Los saludan todos los fieles. La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo estén siempre con ustedes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(cfr. Ap 1, 8) R/. Aleluya, aleluya.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Al Dios que es, que era
y que vendrá. R/.
Dios envió a su Hijo al mundo para que el mundo se salvara por Él.
Del santo Evangelio según san Juan: 3, 16-18
"Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salvara por Él. El que cree en Él no será condenado; pero el que no cree ya está condenado, por no haber creído en el Hijo único de Dios". Palabra del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
ORACIÓN UNIVERSAL
Presentemos ahora nuestra
oración ante Dios, por nosotros, por la Iglesia y por toda la humanidad.
A cada petición diremos: Te rogamos, óyenos.
1. Por la Iglesia, por todas las comunidades cristianas extendidas por
el mundo entero. Oremos.
2. Por el papa Benedicto, por nuestro obispo N., por los presbíteros
y diáconos, y por todos los que ejercen alguna responsabilidad en la
Iglesia. Oremos.
3. Por los monjes y monjas, llamados a dar testimonio de la vida y la gracia
de Dios en nuestra sociedad. Oremos.
4. Por las naciones que están en guerra, por las personas que sufren
a causa de la pobreza y de la injusticia. Oremos.
5. Por los papás, que sepan ser verdaderos testigos del Evangelio para
sus hijos. Oremos.
6. Por nosotros, por nuestros familiares y amigos, por nuestros vecinos, por
nuestros compañeros de trabajo. Oremos.
Escucha nuestra oración, Señor y Padre nuestro, y danos siempre
tu Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por la invocación de tu nombre, santifica, Señor, estos dones que te presentamos y transfórmanos por ellos en una continua oblación a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Que con tu único Hijo y el Espíritu Santo, eres un solo Dios, un solo Señor, no en la singularidad de una sola persona, sino en la unidad de una sola substancia. Y lo que creemos de tu gloria, porque tú lo revelaste, eso mismo lo afirmamos de tu Hijo y también del Espíritu Santo, sin diferencia ni distinción. De modo que al proclamar nuestra fe en la verdadera y eterna divinidad, adoramos a tres personas distintas, en la unidad de un solo ser e iguales en su majestad. A quien alaban los ángeles y los arcángeles, y todos los coros celestiales, que no cesan de aclamarte con una sola voz: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ga 4, 6)
Porque ustedes son hijos de Dios, Dios infundió en sus corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: Padre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la recepción
de este sacramento y nuestra profesión de fe en la Trinidad santa y eterna,
y en su unidad indivisible, nos aprovechen, Señor, Dios nuestro, para
la salvación del cuerpo y el alma. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO
En el nombre de Dios se ha robado la esperanza a muchas víctimas inocentes,
afligidas por el sufrimiento y la ignorancia. No es posible tomarnos tan en
serio el papel de intérpretes de las opciones y decisiones divinas. El
que tiene la autoridad moral para hablarnos de la intimidad del Padre es solamente
su Hijo Jesús. Su palabra y su acción coinciden de forma precisa
al mostrarnos a un Dios compasivo, dispuesto a darnos las oportunidades que
sean necesarias, para que nos repongamos de nuestros descalabros. La suya no
es una actitud complaciente con el mal ni muchos menos permisiva. La comunión
amorosa que viven las tres personas divinas, se comunica y manifiesta en su
relación con sus criaturas.
Santos:
Silverio 1, Papa y mártir; Adalberto de Magdeburgo, obispo. Beata Margarita
Ebner, religiosa. Feria (Verde)
EXTRAER LA PROPIA VIGA ANTES DE BUSCAR LA PAJA AJENA
Gn 12, 1-9; Mt 7, 1-5
Abrahán (Abram) no puso en entredicho las promesas divinas. No se juzgó capaz de reclamarle mayores evidencias al Dios de sus padres. Se confió sin dudarlo y emprendió la ruta hacia lo desconocido. Su esperanza pronto se vería colmada. El exhorto del primer evangelio nos alerta a mantener la boca cerrada antes de emitir juicios apresurados contra nuestros hermanos. En todo caso, quien se considere habilitado para ocuparse de valorar el comportamiento de los demás, tendría que ejercer primero una autocrítica honesta y severa de sus propios fallos. O como dijera el proverbio oriental: el sabio tiene un oído grande y una boca chica.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 27, 8-9)
Firmeza es el Señor para su pueblo, defensa y salvación para sus fieles. Sálvanos, Señor, vela sobre nosotros y guíanos siempre.
ORACIÓN COLECTA
Padre misericordioso, que nunca dejas de tu mano a quienes has hecho arraigar en tu amistad, concédenos vivir siempre movidos por tu amor y un filial temor de ofenderte. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Abram partió de ahí, como se lo había ordenado el Señor.
Del libro del Génesis: 12, 1-9
En aquellos días,
dijo el Señor a Abram: "Deja tu país, a tu parentela y la
casa de tu padre, para ir a la tierra que yo te mostraré. Haré
nacer de ti un gran pueblo y te bendeciré. Engrandeceré tu nombre
y tú mismo serás una bendición. Bendeciré a los
que te bendigan, maldeciré a los que te maldigan. En ti serán
bendecidos todos los pueblos de la tierra".
Abram partió, como se lo había ordenado el Señor, y con
él partió también Lot. Tenía Abram setenta y cinco
años cuando salió de Jarán. Abram llevó consigo
a Saray, su esposa, y a Lot, su sobrino, con todos los bienes que habían
acumulado y los esclavos que habían adquirido en Jarán, y salieron
en dirección a Canaán.
Llegaron a Canaán y Abram atravesó el país hasta la región
de Siquem y llegó a la encina de Moré. Por entonces habitaban
ahí los cananeos. El Señor se le apareció a Abram y le
dijo: "A tu descendencia le voy a dar esta tierra". Entonces Abram
edificó ahí un altar al Señor, que se le había aparecido.
De ahí pasó a las montañas, al oriente de Betel, y plantó
su tienda entre las ciudades de Betel, al poniente, y de Ay, al oriente. También
ahí le construyó un altar al Señor e invocó su nombre.
Luego se fue trasladando por etapas hacia el sur. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Del salmo 32 R/. En
el Señor está nuestra esperanza.
Feliz la nación cuyo Dios es el Señor, dichoso el pueblo que escogió
por suyo. Desde el cielo el Señor, atentamente, mira a todos los hombres.
R/.
Cuida el Señor de aquellos que lo temen y en su bondad confían;
los salva de la muerte y en épocas de hambre les da vida. R/.
En el Señor está nuestra esperanza, pues Él es nuestra
ayuda y nuestro amparo. Muéstrate bondadoso con nosotros, puesto que
en ti, Señor, hemos confiado. R/.
ACLAMACIÓN
(Hb 4, 12) R/. Aleluya, aleluya.
La palabra de Dios es viva y eficaz, y descubre los pensamientos e
intenciones del corazón. R/.
Sácate primero la viga que tienes en el ojo.
Del santo Evangelio según san Mateo: 7, 1-5
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "No juzguen y no serán juzgados; porque
así como juzguen los juzgarán y con la medida que midan los medirán.
¿Por qué miras la paja en el ojo de tu hermano y no te das cuenta
de la viga que tienes en el tuyo? ¿Con qué cara le dices a tu
hermano: 'Déjame quitarte la paja que llevas en el ojo', cuando tú
llevas una viga en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la
viga que tienes en el ojo, y luego podrás ver bien para sacarle a tu
hermano la paja que lleva en el suyo". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, este sacrificio de reconciliación y alabanza que vamos a ofrecerte, a fin de que purifique nuestros corazones y podamos corresponder a tu amor con nuestro amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 144, 15)
Los ojos de todos los hombres te miran, Señor, llenos de esperanza, y tú das a cada uno su alimento.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que nos has renovado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, concédenos que la participación en esta Eucaristía nos ayude a obtener la plenitud de la redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Luís Gonzaga, religioso; Raimundo de Barbastro, obispo. Beato Tomás de Orvieto, Memoria (Blanco)
ENTREN POR LA PUERTA ANGOSTA
Gn 13, 2. 5-18; Mt 7, 6. 12-14
El relato del Génesis aborda un conflicto por territorios entre los pastores de Abrahán (Abram) y los pastores de Lot. Abrahán razona acertadamente preservando el valor de la fraternidad por encima de los terrenos. Procedió con magnanimidad dejando que su sobrino eligiera la mejor parte. El evangelio de san Mateo recomienda practicar la famosa regla de oro: "traten a los demás como ustedes quieren que ellos los traten". El patriarca Abrahán se anticipó a vivir con su sobrino la generosidad que él deseaba recibir. En una palabra, Abrahán transitó por la puerta angosta que conduce a la salvación.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Sal 23, 4. 3)
El que tiene manos inocentes y puro el corazón, subirá al monte del Señor y permanecerá en su recinto sagrado.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que en la
vida de san Luis Gonzaga quisiste dejarnos un modelo de pureza y en su muerte,
un ejemplo heroico de servicio al prójimo, por sus méritos e intercesión,
concede a quienes no hemos sabido imitar su inocencia, que podamos imitar su
caridad. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Que no haya pleitos entre tú y yo, pues somos hermanos.
Del libro del Génesis: 13, 2. 5-18
Abram era muy rico en ganado,
plata y oro. También Lot, que acompañaba a Abram, poseía
ovejas, vacas y tiendas. La tierra no era suficiente para los dos y ya no podían
vivir juntos, porque sus rebaños habían aumentado mucho. Hubo
pleitos entre los pastores de Abram y los de Lot. (Además, los cananeos
y los pereceos, habitaban por entonces en el país).
Entonces Abram le dijo a Lot: "Que no haya pleitos entre tú y yo
ni entre nuestros pastores, pues tú y yo somos hermanos. Tienes todo
el país por delante. Sepárate de mí. Si te vas por la izquierda,
yo me iré por la derecha; y si tú tomas la derecha, yo tomaré
la izquierda".
Lot levantó los ojos y vio que todo el valle del Jordán, hasta
llegar a Soar, era de regadío (esto sucedía antes de que el Señor
destruyera a Sodoma y Gomorra); era como el paraíso o como la región
fértil de Egipto. Entonces Lot escogió todo el valle del Jordán
y se trasladó al oriente, y así se apartaron el uno del otro.
Abram se estableció en Canaán, y Lot en las ciudades del valle,
donde plantó sus tiendas hasta Sodoma. Los habitantes de Sodoma eran
malvados y pecaban gravemente contra el Señor.
Después de que Lot se separó, el Señor le dijo a Abram:
"Alza tus ojos y, desde el lugar en donde estás, mira hacia el norte
y el sur, hacia el oriente y el poniente. Pues bien, toda la tierra que ves
te la voy a dar a ti y a tus descendientes para siempre.
Voy a hacer a tu descendencia tan numerosa como el polvo de la tierra: el que
pueda contar el polvo de la tierra, podrá contar a tus descendientes.
Anda, recorre el país a lo largo y a lo ancho, porque te lo voy a dar
a ti".
Y Abram fue a plantar sus tiendas en el encinar de Mambré, en Hebrón
y construyó ahí un altar al Señor. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 14 R/.
¿Quién será grato a tus ojos, Señor?
El hombre que procede honradamente y obra con justicia; el que es sincero en
todas sus palabras y con su lengua a nadie desprestigia. R/.
Quien no hace mal al prójimo ni difama al vecino; quien no ve con aprecio
a los malvados, pero honra a quienes temen al Altísimo. R/.
Quien presta sin usura y quien no acepta soborno en perjuicio de inocentes,
ése será agradable a los ojos de Dios eternamente. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 8, 12) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá
la luz de la vida. R/.
Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes.
Del santo Evangelio según san Mateo: 7, 6. 12-14
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No den a los perros las cosas santas ni echen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan contra ustedes y los despedacen. Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes. En esto se resumen la ley y los profetas. Entren por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta y amplio el camino que conduce a la perdición, y son muchos los que entran por él. Pero ¡qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que conduce a la vida, y qué pocos son los que lo encuentran!". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, que a ejemplo de san Luis Gonzaga, participemos en esta Eucaristía con un corazón libre de pecado, a fin de que recibamos la abundancia de tus dones. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 77, 24-25)
El Señor les envió pan del cielo y les dio a comer el pan de los fuertes.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú, que nos has alimentado con el pan de los fuertes, haz, Señor, que a ejemplo de san Luis Gonzaga, te sirvamos con pureza y caridad y vivamos en continua acción de gracias. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Paulino de Nola, obispo; Juan Fisher, obispo y mártir y Tomás Moro, mártir. Feria (Verde)
TODO ÁRBOL BUENO DA FRUTOS SANOS
Gn 15, 1-12.17-18; Mt 7, 15-20
El ritual sangriento que nos describe la primera lectura recoge las ceremonias de alianza que celebraban los vecinos y antepasados de Abrahán (Abram). Quien se desentendiera de cumplir las cláusulas pactadas sufriría un maltrato semejante al de las víctimas. Una ceremonia impresionante, sin duda. Ni Dios ni Abrahán fallaron a sus compromisos; más aún en este relato se habla de un compromiso unilateral: Dios entregará esa tierra a los descendientes del patriarca. En el evangelio, el Señor Jesús nos alerta para que descubramos la continuidad entre las palabras y las acciones de quienes pretenden hablarnos en nombre de Dios. Los profetas y maestros genuinos —tal como lo dice el Señor— producen buenos frutos.
ANTÍFONA DE ENTRADA (1 Jn 3, 17)
Si alguno, teniendo con qué vivir, ve a su hermano pasar necesidad, y sin embargo, no lo ayuda, ¿cómo habitará el amor de Dios en él?
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que diste un origen idéntico a todos los pueblos y quisiste formar con ellos una sola familia, llena los corazones con el fuego de tu amor y suscita en todos los hombres el deseo de un progreso justo y fraternal, a fin de que, con los bienes que has destinado para todos, se realice cada uno como persona humana y, suprimida toda discriminación, reinen en el mundo la igualdad y la justicia. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Abram creyó lo que el Señor le decía y, por esa fe, el Señor lo tuvo por justo, e hizo una alianza con él.
Del libro del Génesis: 15, 1-12. 17-18
En aquel tiempo, el Señor
se le apareció a Abram y le dijo: "No temas, Abram. Yo soy tu protector,
y tu recompensa será muy grande". Abram le respondió: "Señor,
Señor mío, ¿qué me vas a poder dar, puesto que voy
a morir sin hijos? Ya que no me has dado descendientes, un criado de mi casa
será mi heredero".
Pero el Señor le dijo: "Ése no será tu heredero, sino
uno que saldrá de tus entrañas". Y haciéndolo salir
de la casa, le dijo: "Mira el cielo y cuenta las estrellas, si puedes".
Luego añadió: "Así será tu descendencia".
Abram creyó lo que el Señor le decía y, por esa fe, el
Señor lo tuvo por justo. Entonces le dijo: "Yo soy el Señor,
el que te sacó de Ur, ciudad de los caldeos, para entregarte en posesión
esta tierra". Abram replicó: "Señor Dios, ¿cómo
sabré que voy a poseerla?". Dios le dijo: "Tráeme una
ternera, una cabra y un carnero, todos de tres años; una tórtola
y un pichón".
Tomó Abram aquellos animales, los partió por la mitad y puso las
mitades una enfrente de la otra, pero no partió las aves. Pronto comenzaron
los buitres a descender sobre los cadáveres y Abram los ahuyentaba.
Estando ya para ponerse el sol, Abram cayó en un profundo letargo, y
un terror intenso y misterioso se apoderó de él. Cuando se puso
el sol, hubo densa oscuridad y sucedió que un brasero humeante y una
antorcha encendida, pasaron por entre aquellos animales partidos.
De esta manera hizo el Señor, aquel día, una alianza con Abram,
diciendo: "A tus descendientes doy esta tierra, desde el río de
Egipto hasta el gran río Éufrates”. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 104 R/.
El Señor nunca olvida sus promesas.
Aclamen al Señor y denle gracias, canten sus maravillas a los pueblos.
Entonen en su honor himnos y cantos y celebren sus portentos. R/.
Del nombre del Señor enorgullézcanse y siéntase feliz el
que lo busca. Recurran al Señor y a su poder, y a su presencia acudan.
R/.
Descendientes de Abraham, su servidor; estirpe de Jacob, su predilecto, escuchen:
el Señor es nuestro Dios y gobiernan la tierra sus decretos. R/.
Ni aunque transcurran mil generaciones, se olvidará el Señor de
sus promesas, de la alianza pactada con Abraham, del juramento a Isaac, que
un día le hiciera. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 15, 4. 5) R/. Aleluya, aleluya.
Permanezcan en mí y yo en ustedes, dice el Señor; el que permanece
en mí da fruto abundante. R/.
Por sus frutos los conocerán.
Del santo Evangelio según san Mateo: 7, 15-20
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuidado con los falsos profetas. Se acercan a ustedes disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos? Todo árbol bueno da frutos buenos y el árbol malo da frutos malos. Un árbol bueno no puede producir frutos malos y un árbol malo no puede producir frutos buenos. Todo árbol que no produce frutos buenos es cortado y arrojado al fuego. Así que por sus frutos los conocerán". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones y plegarias de tu Iglesia y haz que todos los hombres se llenen del espíritu de hijos de Dios, a fin de que, superadas por amor todas las desigualdades, lleguen los pueblos a formar en tu paz una sola familia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Sal 103, 13. 14.15)
La tierra se sacia, Señor, de tu acción fecunda. Así sacas pan de los campos y vino que alegra el corazón del hombre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que de nuestra participación en este sacramento de unidad, mediante el cual renuevas constantemente a la familia humana, obtengamos, Señor, un amor auténtico y eficaz que nos impulse a promover el progreso de los pueblos y a realizar, en la caridad, las exigencias de la justicia. Por Jesucristo, nuestro señor.
EL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO
Santos: Santa Alicia de Alemania, emperatriz. Beato Inocencio V, Papa. (Blanco)
VIVIRÁ PARA SIEMPRE
Dt 8, 2-3. 14-16; 1 Co 1, 16-17; Jn 6, 51-58
La comida es una de las necesidades básicas de las personas. A veces nos preocupa tanto que dedicamos demasiado tiempo para conseguirla. Otras personas viven en condiciones tan adversas que se podría afirmar que, viven para comer. En realidad, el libro del Deuteronomio, nos dice que no basta con preocuparnos solamente por saciar nuestras necesidades materiales. El pasaje final del discurso sobre el Pan de la vida, lo reafirma el Señor Jesús: Él ofrece un alimento que colma y llena de sentido la existencia de sus discípulos. La plenitud de la vida se alcanza cuando se aprende a vivir donándose como vivió Jesús. De ese alimento nos participa la Eucaristía y nos anticipa el acceso a la vida que no acaba.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 80, 17)
Alimentó a su pueblo con lo mejor del trigo y lo sació con miel sacada de la roca.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor nuestro Jesucristo, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, concédenos venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Te di un alimento que ni tú ni tus padres conocían.
Del libro del Deuteronomio: 8, 2-3. 14-16
En aquel tiempo, habló
Moisés al pueblo y le dijo: "Recuerda el camino que el Señor,
tu Dios, te ha hecho recorrer estos cuarenta años por el desierto, para
afligirte, para ponerte a prueba y conocer si ibas a guardar sus mandamientos
o no.
Él te afligió, haciéndote pasar hambre, y después
te alimentó con el maná, que ni tú ni tus padres conocían,
para enseñarte que no sólo de pan vive el hombre, sino también
de toda palabra que sale de la boca de Dios.
No sea que te olvides del Señor, tu Dios, que te sacó de Egipto
y de la esclavitud; que te hizo recorrer aquel desierto inmenso y terrible,
lleno de serpientes y alacranes; que en una tierra árida hizo brotar
para ti agua de la roca más dura, y que te alimentó en el desierto
con un maná que no conocían tus padres". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 147 R/.
Bendito sea el Señor.
Glorifica al Señor, Jerusalén, a Dios ríndele honores,
Israel. Él refuerza el cerrojo de tus puertas y bendice a tus hijos en
tu casa. R/.
Él mantiene la paz en tus fronteras, con su trigo mejor sacia tu hambre.
El envía a la tierra su mensaje y su palabra corre velozmente. R/.
Le muestra a Jacob sus pensamientos, sus normas y designios a Israel. No ha
hecho nada igual con ningún pueblo ni le ha confiado a otro sus proyectos.
R/.
El pan es uno y los que comemos de ese pan formamos un solo cuerpo.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 10, 16-17
Hermanos: El cáliz de la bendición con el que damos gracias, ¿no nos une a Cristo por medio de su sangre? Y el pan que partimos, ¿no nos une a Cristo por medio de su cuerpo? El pan es uno, y así nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque todos comemos del mismo pan. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SECUENCIA
(Puede omitirse o puede
recitarse en forma abreviada, comenzando par la estrofa: "El pan que del
cielo baja ").
Al Salvador alabemos,
que es nuestro pastor y guía.
Alabémoslo con himnos
y canciones de alegría.
Esto nuevo, siempre nuevo,
es la luz de la verdad.
que sustituye a lo viejo
con reciente claridad.
Alabémoslo sin límites
y con nuestras fuerzas todas;
pues tan grande es el Señor,
que nuestra alabanza es poca.
Gustosos hoy aclamamos
a Cristo, que es nuestro pan.
pues El es el pan de vida
que nos da vida inmortal.
Doce eran los que cenaban
y les dio pan a los doce.
Doce entonces lo comieron,
y, después, todos los hombres.
Sea plena la alabanza
y llena de alegres cantos;
que nuestra alma se desborde
en todo un concierto santo.
Hoy celebramos con gozo
la gloriosa institución
de este banquete divino,
el banquete del Señor.
Esta es la nueva Pascua,
Pascua del único Rey,
que termina con la alianza
tan pesada de la ley.
En aquella ultima cena
Cristo hizo la maravilla
de dejar a sus amigos
el memorial de su vida.
Enseñados por la
Iglesia,
consagramos pan y vino,
que a los hombres nos redimen,
y dan fuerza en el camino.
Es un dogma del cristiano
que el pan se convierte en carne,
y lo que antes era vino
queda convertido en sangre.
Hay cosas que no entendemos,
pues no alcanza la razón;
mas si las vemos con fe,
entraran al corazón.
Bajo símbolos diversos
y
en diferentes figuras,
se esconden ciertas verdades
maravillosas, profundas.
Su sangre es nuestra bebida;
su carne, nuestro alimento;
pero en el pan o en el vino
Cristo esta todo completo
Quien lo come, no lo rompe,
no lo parte ni divide;
El es el todo y la parte;
vivo esta en quien lo recibe.
Cuando parten lo exterior,
solo parten lo que has visto;
no es una disminución
de la persona de Cristo.
Puede ser tan solo uno
el que se acerca al altar,
o pueden ser multitudes:
Cristo no se acabara.
Lo comen buenos y malos,
con provecho diferente;
no es lo mismo tener vida
que ser condenado a muerte.
A los malos les da muerte
y a los buenos les da vida.
¡Que efecto tan diferente
tiene la misma comida!
El pan que del cielo baja
es comida de viajeros.
Es un pan para los hijos.
¡No hay que tirarlo a los perros!
Isaac, el inocente,
es figura de este pan,
con el cordero de Pascua
y el misterioso mana.
Ten compasión de
nosotros,
buen pastor, pan verdadero.
Apaciéntanos y cuídanos
y conducenos al cielo.
Si lo parten, no te apures
solo parten lo exterior;
en el mínimo fragmento
entero late el Señor.
Todo lo puedes y sabes,
pastor de ovejas, divino.
Concedenos en el cielo
gozar la herencia contigo. Amen.
ACLAMACIÓN
(Jn 6, 51) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor; el que coma
de este pan vivirá para siempre. R/.
Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida.
Del santo Evangelio según san Juan: 6, 51-58
En
aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: "Yo soy el pan vivo
que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre.
Y el pan que yo les voy a dar es mi carne para que el mundo tenga vida".
Entonces los judíos se pusieron a discutir entre sí: "¿Cómo
puede éste darnos a comer su carne?".
Jesús les dijo: "Yo les aseguro: Si no comen la carne del Hijo del
hombre y no beben su sangre, no podrán tener vida en ustedes. El que
come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré
el último día.
Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi
carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre,
que me ha enviado, posee la vida y yo vivo por El, así también
el que me come vivirá por mí.
Éste es el pan que ha bajado del cielo; no es como el maná que
comieron sus padres, pues murieron. El que come de este pan vivirá para
siempre". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, concede a tu Iglesia los dones de la unidad y de la paz, simbolizados en las ofrendas sacramentales que te presentamos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO I DE LA EUCARISTÍA
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre
y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por
Cristo, Señor nuestro.
El cual, verdadero y eterno sacerdote, al instituir el sacramento del sacrificio
perdurable, se ofreció a ti como víctima salvadora, y nos mandó
que lo ofreciéramos como memorial suyo. Cuando comemos su carne, inmolada
por nosotros, quedamos fortalecidos; y cuando bebemos su sangre, derramada por
nosotros, quedamos limpios de nuestros pecados.
Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros
celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 56)
El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor, disfrutar eternamente del gozo de tu divinidad que ahora pregustamos, en la comunión de tu Cuerpo y de tu Sangre. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Natividad de San Juan Bautista, profeta precursor
Santos: José Yuan de China, mártir; Simplicio de Autum, obispo. Solemnidad (Blanco)
LA MANO DE DIOS LO ACOMPAÑABA
Is 49, 1-6 Hch 13, 22-26; Lc 1, 57-66. 80
La conexión que plantea la liturgia es atinada, puesto que resalta los rasgos proféticos al presentarnos a Juan Bautista. El texto de Isaías caracteriza a un profeta que congregará a Israel y lo invitará a que escuche la palabra del Señor. En el libro de los Hechos la figura de Juan Bautista emerge como el vocero que llamó la atención de sus oyentes para que se dispusieran a escuchar "a quien venía detrás de él". El anuncio del nacimiento de Juan Bautista que nos comparte el evangelio de san Lucas se cierra con un interrogante y una certeza. Un niño protegido desde los primeros días de su vida por la mano de Dios era una señal importante. Era necesario estar atentos a lo que dicho niño realizaría en el futuro.
Misa del día
ANTÍFONA DE ENTRADA (Jn 1, 6-7; Lc 1, 17)
Vino un hombre enviado por Dios y su nombre era Juan. Vino para dar testimonio de la luz, y prepararle al Señor un pueblo dispuesto a recibirlo.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que enviaste a san Juan Bautista para prepararle a Cristo, el Señor, un pueblo dispuesto a recibirlo, alegra ahora a tu Iglesia con la abundancia de los dones del Espíritu y guíala por el camino de la salvación y de la paz. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Te convertiré en luz de las naciones.
Del libro del profeta Isaías: 49, 1-6
Escúchenme, islas;
pueblos lejanos, atiéndanme. El Señor me llamó desde el
vientre de mi madre; cuando aún estaba yo en el seno materno, Él
pronunció mi nombre.
Hizo de mi boca una espada filosa, me escondió en la sombra de su mano,
me hizo flecha puntiaguda, me guardó en su aljaba y me dijo: "Tú
eres mi siervo, Israel; en ti manifestaré mi gloria". Entonces yo
pensé: "En vano me he cansado, inútilmente he gastado mis
fuerzas; en realidad mi causa estaba en manos del Señor, mi recompensa
la tenía mi Dios". Ahora habla el Señor, el que me formó
desde el seno materno, para que fuera su servidor, para hacer que Jacob volviera
a El y congregar a Israel en torno suyo —tanto así me honró
el Señor y mi Dios fue mi fuerza—. Ahora, pues, dice el Señor:
"Es poco que seas mi siervo sólo para restablecer a las tribus de
Jacob y reunir a los sobrevivientes de Israel; te voy a convertir en luz de
las naciones, para que mi salvación llegue hasta los últimos rincones
de la tierra". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 138 R/. Te
doy gracias, Señor, porque me has formado maravillosamente.
Tú me conoces, Señor, profundamente: tú conoces cuándo
me siento y me levanto, desde lejos sabes mis pensamientos, tú observas
mi camino y mi descanso, todas mis sendas te son familiares. R/.
Tú formaste mis entrañas, me tejiste en el seno materno. Te doy
gracias por tan grandes maravillas; soy un prodigio y tus obras son prodigiosas.
R/.
Conocías plenamente mi alma; no se te escondía mi organismo, cuando
en lo oculto me iba formando y entretejiendo en lo profundo de la tierra. R/.
Antes de que Jesús llegara, Juan predicó a todo Israel un bautismo de penitencia.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 13, 22-26
En aquellos días,
Pablo les dijo a los judíos: "Hermanos: Dios les dio a nuestros
padres como rey a David, de quien hizo esta alabanza: He hallado a David, hijo
de Jesé, hombre según mi corazón, quien realizará
todos mis designios.
Del linaje de David, conforme a la promesa, Dios hizo nacer para Israel un Salvador,
Jesús. Juan preparó su venida, predicando a todo el pueblo de
Israel un bautismo de penitencia, y hacia el final de su vida, Juan decía:
'Yo no soy el que ustedes piensan. Después de mí viene uno a quien
no merezco desatarle las sandalias'.
Hermanos míos, descendientes de Abraham, y cuantos temen a Dios: Este
mensaje de salvación les ha sido enviado a ustedes". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Lc 1, 76) R/. Aleluya, aleluya.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque
irás delante del Señor a preparar sus caminos R/.
Juan es su nombre.
Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 57-66. 80
Por
aquellos días, le llegó a Isabel la hora de dar a luz y tuvo un
hijo. Cuando sus vecinos y parientes se enteraron de que el Señor le
había manifestado tan grande misericordia, se regocijaron con ella.
A los ocho días fueron a circuncidar al niño y le querían
poner Zacarías, como su padre; pero la madre se opuso, diciéndoles:
"No. Su nombre será Juan". Ellos le decían: "Pero
si ninguno de tus parientes se llama así".
Entonces le preguntaron por señas al padre cómo quería
que se llamara el niño. El pidió una tablilla y escribió:
"Juan es su nombre". Todos se quedaron extrañados. En ese momento
a Zacarías se le soltó la lengua, recobró el habla y empezó
a bendecir a Dios.
Un sentimiento de temor se apoderó de los vecinos, y en toda la región
montañosa de Judea se comentaba este suceso. Cuantos se enteraban de
ello se preguntaban impresionados: "¿Qué va a ser de este
niño?". Esto lo decían, porque realmente la mano de Dios
estaba con él. El niño se iba desarrollando físicamente
y su espíritu se iba fortaleciendo, y vivió en el desierto hasta
el día en que se dio a conocer al pueblo de Israel. Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, este sacrificio que vamos a ofrecerte para celebrar el nacimiento de san Juan Bautista, quien anunció la venida de nuestro Salvador y señaló su presencia entre los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias, siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor
nuestro.
Ya que en la persona de su precursor, Juan el Bautista, podemos alabar tu magnificencia,
que lo distinguió con particular honor entre todos los hombres.
Él fue, en su nacimiento, ocasión de gran júbilo y aun
antes de nacer, saltó de gozo por la visita del Salvador.
Sólo a él fue dado entre todos los profetas presentar al Cordero,
Redentor del mundo.
Bautizó con el agua, que habría de quedar santificada, al mismo
autor del bautismo, por quien mereció dar el testimonio supremo de su
sangre.
Por eso, unidos a los ángeles, te aclamamos llenos de alegría:
Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 1, 78)
Por la misericordia entrañable de nuestro Dios, nos ha visitado la luz que nace de lo alto.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que la comunión
que hemos recibido al celebrar el nacimiento del precursor de tu Hijo, renueve
en nosotros el amor y la fidelidad a Jesucristo, que vive y reina por los siglos
de los siglos.
Santos: Guillermo de Vercelli, abad; Próspero de Aquitania, laico: Domingo de Henares. Mártir.
Vísperas 1 del domingo: la semana del Salterio. Tomo III: p. 745. Para los fieles: p. 472. Edición popular: pp. 13 y 469. Feria (Verde)
ÉL CARGÓ CON NUESTRAS DOLENCIAS
Gn 18, 1-15; Mt 8, 5-17
Las enfermedades, la vejez y la esterilidad no son fáciles de enfrentar. Quien las experimenta procura encontrarles algún sentido desde su experiencia de fe. Abrahán y Sara anhelaban recibir un hijo. Su edad avanzada parecía un obstáculo humanamente insuperable. Dios, que es Señor de la vida, haría caso omiso de la incredulidad de Sara y cumpliría su promesa. En el evangelio encontramos a varios personajes que se acercan a Jesús con la intención de conseguir salud para sí o para sus familiares. Jesús accede a atenderlos porque sabe que Dios ama a los que sufren y se compadece gustosamente. Las curaciones que el Señor realiza son la señal más clara de que Dios soberano viene a aliviar el sufrimiento de su pueblo.
MISA DE SANTA MARÍA EN SÁBADO
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Jdt 13, 18-19)
María, el Altísimo te ha bendecido más que a todas las mujeres de la tierra, y de tal manera te ha glorificado, que los hombres no cesan de alabarte.
ORACIÓN COLECTA
Dios santo y misericordioso, que te complaces en los humildes y realizas en ellos, por medio de tu Espíritu Santo, las maravillas de la salvación; mira la humildad de la Virgen María y danos un corazón sencillo y humilde, que sepa responder positivamente a todo signo de tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
¿Hay algo difícil para Dios? Volveré a visitarte, y Sara tendrá un hijo.
Del libro del Génesis: 18, 1-15
Un día, el Señor
se le apareció a Abraham en el encinar de Mambré. Abraham estaba
sentado en la entrada de su tienda, a la hora del calor más fuerte. Levantando
la vista, vio de pronto a tres hombres que estaban de pie ante él. Al
verlos, se dirigió a ellos rápidamente desde la puerta de la tienda,
y postrado en tierra, dijo: "Señor mío, si he hallado gracia
a tus ojos, te ruego que no pases junto a mí sin detenerte. Haré
que traigan un poco de agua para que se laven los pies y descansen a la sombra
de estos árboles; traeré pan para que recobren las fuerzas y después
continuarán su camino, pues sin duda para eso han pasado junto a su siervo".
Ellos le contestaron: "Está bien. Haz lo que dices". Abraham
entró rápidamente en la tienda donde estaba Sara, y le dijo: "Date
prisa, toma tres medidas de harina, amásalas y cuece unos panes".
Luego Abraham fue corriendo al establo, escogió un ternero y se lo dio
a un criado para que lo matara y lo preparara. Cuando el ternero estuvo asado,
tomó requesón y leche y lo sirvió todo a los forasteros.
Él permaneció de pie junto a ellos, bajo el árbol, mientras
comían. Ellos le preguntaron: "¿Dónde está
Sara, tu mujer?". Él respondió: "Allá, en la
tienda". Uno de ellos le dijo: "Dentro de un año volveré
sin falta a visitarte por estas fechas; para entonces, Sara, tu mujer, habrá
tenido un hijo".
Sara estaba escuchando detrás de la puerta de la tienda. (Abraham y Sara
eran ya muy ancianos, y a Sara le había cesado su regla). Sara se rió
por lo bajo y pensó: "Siendo yo tan vieja y mi marido un anciano,
¿podré experimentar el placer?".
Entonces el Señor le dijo a Abraham: "¿Por qué se
ha reído Sara y ha dicho: `¿Será cierto que voy a dar a
luz, siendo ya tan vieja?' ¿Acaso hay algo difícil para Dios?
El año que viene, en el plazo señalado, volveré a visitarte,
y Sara tendrá un hijo". Sara dijo entonces, asustada: "No me
estaba riendo". Pero el Señor replicó: "No lo niegues;
sí te estabas riendo". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Lucas 1 R/. El
Señor se acordó de su misericordia.
Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo
en Dios, mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad de su esclava. R/.
Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho
en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre. R/.
Su misericordia llega de generación en generación a los que lo
temen. A los hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió
sin nada. R/.
Acordándose de su misericordia, vino en ayuda de Israel, su siervo, como
lo había prometido a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia,
para siempre. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 8, 17) R/. Aleluya, aleluya.
Cristo hizo suyas nuestras debilidades y cargó con nuestros
dolores. R/.
Muchos vendrán de oriente y de occidente y se sentarán con
Abraham, Isaac y Jacob en el Reino de los cielos.
Del santo Evangelio según san Mateo: 8, 5-17
En aquel tiempo, al entrar
Jesús en Cafarnaúm, se le acercó un oficial romano y le
dijo: "Señor, tengo en mi casa un criado que está en cama,
paralítico, y sufre mucho". Él le contestó: "Voy
a curarlo".
Pero el oficial le replicó: "Señor, yo no soy digno de que
entres en mi casa; con que digas una sola palabra, mi criado quedará
sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes;
cuando le digo a uno: 've, él va; al otro: '¡Ven!', y viene; a
mi criado: '¡Haz esto!', y lo hace".
Al oír aquellas palabras, se admiró Jesús y dijo a los
que lo seguían:
"Yo les aseguro que en ningún israelita he hallado una fe tan grande.
Les aseguro que muchos vendrán de oriente y de occidente y se sentarán
con Abraham, Isaac y Jacob en el Reino de los cielos. En cambio, a los herederos
del Reino los echarán fuera, a las tinieblas. Ahí será
el llanto y la desesperación".
Jesús le dijo al oficial romano: "Vuelve a tu casa y que se te cumpla
lo que has creído". Y en aquel momento se curó el criado.
Al llegar Jesús a la casa de Pedro, vio a la suegra de éste en
cama, con fiebre. Entonces la tomó de la mano y desapareció la
fiebre. Ella se levantó y se puso a servirles.
Al atardecer le trajeron muchos endemoniados. Él expulsó a los
demonios con su palabra y curó a todos los enfermos. Así se cumplió
lo dicho por el profeta Isaías: Él hizo suyas nuestras debilidades
y cargó con nuestros dolores. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Jubilosos de poder celebrar la festividad de la Madre de tu Hijo, te presentamos, Señor, estas ofrendas de alabanza, y te pedimos que por este santo intercambio de dones, se acrecienten en nosotros los frutos de la redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Santa María Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Lc 1, 48)
Me llamarán bienaventurada todas las generaciones, porque ha puesto Dios sus ojos en la humildad de su esclava.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo recibido el sacramento celestial, te pedimos, Señor, que cuantos hemos celebrado con veneración la memoria de la santísima Virgen María, merezcamos participar del banquete eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XIII DOMINGO ORDINARIO
EL QUE PIERDA SU VIDA POR MÍ, LA ENCONTRARÁ
2 R 4, 8-11. 14-16; Rm 6, 3-4. 8-11; Mt 10, 37-42
Las relaciones y los vínculos familiares son expresión del amor. Una madre anciana y sin hijos acoge al profeta Eliseo en sus correrías. Este viendo su angustia y su aflicción, se compadece de ella y en nombre de Dios le anuncia que próximamente dará a luz a un hijo. Las relaciones familiares son indudablemente valiosas. Sin embargo, el mensaje del evangelio nos anima a relativizarlas poniéndolas por debajo del amor y la fidelidad a Dios. Quien experimenta el amor excepcional del Padre, está dispuesto a despojarse de algo tan valioso como la propia vida, para entregarla sin reservas a fin de que otros tengan vida.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 46, 2)
Pueblos todos, aplaudan; aclamen al Señor con gritos de júbilo.
ORACIÓN COLECTA
Padre de bondad, que por medio de tu gracia nos has hecho hijos de la luz, concédenos vivir fuera de las tinieblas del error y permanecer siempre en el esplendor de la verdad. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Este hombre es un hombre de Dios.
Del segundo libro de los Reyes: 4, 8-11. 14-16
Un día pasaba Eliseo
por la ciudad de Sunem y una mujer distinguida lo invitó con insistencia
a comer en su casa. Desde entonces, siempre que Eliseo pasaba por ahí,
iba a comer a su casa. En una ocasión, ella le dijo a su marido: "Yo
sé que este hombre, que con tanta frecuencia nos visita, es un hombre
de Dios. Vamos a construirle en los altos una pequeña habitación.
Le pondremos allí una cama, una mesa, una silla y una lámpara,
para que se quede allí, cuando venga a visitarnos".
Así se hizo y cuando Eliseo regresó a Sunem, subió a la
habitación y se recostó en la cama. Entonces le dijo a su criado:
"¿Qué podemos hacer por esta mujer?". El criado le dijo:
"Mira, no tiene hijos y su marido ya es un anciano". Entonces dijo
Eliseo: "Llámala". El criado la llamó y ella, al llegar,
se detuvo en la puerta. Eliseo le dijo: "El año que viene, por estas
mismas fechas, tendrás un hijo en tus brazos". Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 88 R/.
Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor, y daré
a conocer que su fidelidad es eterna, pues el Señor ha dicho: "Mi
amor es para siempre, y mi lealtad, más firme que los cielos". R/.
Señor, feliz el pueblo que te alaba y que a tu luz camina, que en tu
nombre se alegra a todas horas y al que llena de orgullo tu justicia. R/.
Feliz, porque eres tú su honor y fuerza y exalta tu favor nuestro poder.
Feliz, porque el Señor es nuestro escudo y el santo de Israel es nuestro
rey. R/.
El bautismo nos sepultó con Cristo para que llevemos una vida nueva.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 6, 3-4. 8-11
Hermanos: Todos los que
hemos sido incorporados a Cristo Jesús por medio del bautismo, hemos
sido incorporados a su muerte. En efecto, por el bautismo fuimos sepultados
con Él en su muerte, para que, así como Cristo resucitó
de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros
llevemos una vida nueva.
Por lo tanto, si hemos muerto con Cristo, estamos seguros de que también
viviremos con Él; pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre
los muertos, ya nunca morirá. La muerte ya no tiene dominio sobre Él,
porque al morir, murió al pecado de una vez para siempre, y al resucitar
vive ahora para Dios. Lo mismo ustedes, considérense muertos al pecado
y vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(1 P 2, 9) R/. Aleluya, aleluya.
Ustedes son linaje escogido, sacerdocio real, nación consagrada
a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó
de las tinieblas a su luz admirable. R/.
El que no toma su cruz, no es digno de mí. Quien los recibe a ustedes me recibe a mí.
Del santo Evangelio según san Mateo: 10, 37-42
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: "El que ama a su
padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el
que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí;
y el que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí.
El que salve su vida la perderá y el que la pierda por mí, la
salvará.
Quien los recibe a ustedes me recibe a mí; y quien me recibe a mí,
recibe al que me ha enviado.
El que recibe a un profeta por ser profeta, recibirá recompensa de profeta;
el que recibe a un justo por ser justo, recibirá recompensa de justo.
Quien diere, aunque no sea más que un vaso de agua fría a uno
de estos pequeños, por ser discípulo mío, yo les aseguro
que no perderá su recompensa". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Con plena confianza
en el amor de Dios, dirijámosle nuestra oración.
A cada petición diremos: Escúchanos, Padre.
1. Por los pastores de la Iglesia. Que den un buen testimonio del amor
de Dios en medio del pueblo cristiano. Oremos.
2. Por todos los cristianos. Que tengamos la fuerza y la convicción para
seguir el camino de Jesús con la radicalidad y la exigencia que requiere.
Oremos.
3. Por todos los bautizados. Que renovemos cada día la gracia recibida
y vivamos como auténticos hijos de Dios. Oremos.
4. Por todos los hombres y mujeres. Que la acogida y hospitalidad sean valores
que ayuden a fomentar unas relaciones humanas más fraternas y solidarias.
Oremos.
5. Por todas las actividades que organizan las parroquias y comunidades, especialmente
para niños y jóvenes. Que sean espacios donde se viva y transmita
la buena noticia del Evangelio. Oremos.
6. Por todos nosotros. Que la celebración de la Eucaristía sea
alimento para nuestra vida cristiana de cada día. Oremos.
Escucha, Padre, las oraciones que te hemos dirigido con confianza de hijos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor,
participar dignamente en esta Eucaristía por medio de la cual tú
te dignas hacernos partícipes de los frutos de la redención. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 17, 20-21)
Padre, te ruego por ellos, para que sean uno en nosotros, a fin de que el mundo crea que tú me has enviado, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos ofrecido en sacrificio y recibido en comunión, sean para nosotros principio de vida nueva, a fin de que, unidos a ti por el amor, demos frutos que permanezcan para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Ante la creciente multiplicación de comportamientos cada vez más egoístas en nuestra sociedad podemos juzgar que las palabras del evangelio son frases retóricas, difíciles de cumplir. La aparente carencia de lógica que se esconde detrás de la invitación a perder la vida para recuperarla, adquiere toda su fuerza a partir de la pasión, muerte y resurrección de Jesús. La existencia de los pescadores galileos fue transfigurada de forma radical por la pascua de Cristo. Esa profunda transformación sigue sorprendiendo a los creyentes. El triunfo de Cristo sobre el mal afectó completamente toda la realidad creada. Los discípulos y el mismo Señor Jesús son el signo que impulsa a los creyentes a vivir el presente en clave de esperanza.
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
Santos: San Cirilo de Alejandría, Doctor de la Iglesia; José Hien, mártir. Memoria libre (Blanco)
¿VAS A DESTRUIR AL INOCENTE CON EL CULPABLE?
Gn 18, 16-33; Mt 8, 18-22
El Señor toma a Abrahán por su confidente y le anuncia la próxima destrucción de Sodoma y Gomorra. El patriarca se hace solidario de sus vecinos e intercede decididamente ante Dios, solicitándole que los trate con justicia y que atienda a los méritos de los hombres de bien que viven en la ciudad. Dios atiende benévolamente a sus ruegos y cede una y otra vez a las peticiones de Abrahán. En el evangelio, aparecen dos candidatos a discípulos dispuestos a seguir a Jesús. El Señor les habla con toda transparencia y les advierte de las exigencias radicales que implica dicho seguimiento. Quien se decida a seguirle sabrá qué compromisos le esperan.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Dichosa tú, Virgen María, que llevaste en tu seno al creador del universo; diste a luz al que te creó, y permaneces virgen para siempre.
ORACIÓN COLECTA
Señor nuestro Jesucristo, que en tu santísima Madre, la Virgen María, has querido darnos una madre dispuesta siempre a socorrernos, concédenos, por su intercesión maternal, experimentar en nosotros los frutos de tu redención. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
¿Será posible que tú destruyas al inocente junto con el culpable?
Del libro del Génesis: 18, 16-33
Los tres hombres que habían
estado con Abraham se pusieron de pie y se encaminaron hacia Sodoma. Abraham
los acompañaba para despedirlos. El Señor dijo entonces: "¿Acaso
le voy a ocultar a Abraham lo que voy a hacer, siendo así que se va a
convertir en un pueblo grande y poderoso y van a ser benditos en él todos
los pueblos de la tierra? Yo lo he escogido para que enseñe a sus hijos
y a sus descendientes a cumplir mi voluntad, haciendo lo que es justo y recto,
y así cumpliré lo que le he prometido".
Después el Señor dijo: "El clamor contra Sodoma y Gomorra
es grande y su pecado es demasiado grave. Bajaré, pues, a ver si sus
hechos corresponden a ese clamor; y si no, lo sabré".
Los hombres que estaban con Abraham se despidieron de él y se encaminaron
hacia Sodoma. Abraham se quedó ante el Señor y le preguntó:
"¿Será posible que tú destruyas al inocente junto
con el culpable? Supongamos que hay cincuenta justos en la ciudad, ¿acabarás
con todos ellos y no perdonarás al lugar en atención a esos cincuenta
justos? Lejos de ti tal cosa: matar al inocente junto con el culpable, de manera
que la suerte del justo sea como la del malvado; eso no puede ser. ¿El
juez de todo el mundo no hará justicia?". El Señor le contestó:
"Si encuentro en Sodoma cincuenta justos, perdonaré a toda la ciudad
en atención a ellos".
Abraham insistió: "Me he atrevido a hablar a mi Señor, yo
que soy polvo y ceniza. Supongamos que faltan cinco para los cincuenta justos,
¿por esos cinco que faltan, destruirás toda la ciudad?".
Y le respondió el Señor: "No la destruiré, si encuentro
allí cuarenta y cinco justos".
Abraham volvió a insistir: "Quizá no se encuentren allí
más que cuarenta". El Señor le respondió: "En
atención a los cuarenta, no lo haré".
Abraham siguió insistiendo: "Que no se enoje mi Señor, si
sigo hablando. ¿Y si hubiera treinta?". El Señor le dijo:
"No lo haré, si hay treinta".
Abraham insistió otra vez: "Ya que me he atrevido a hablar a mi
Señor, ¿y si se encuentran sólo veinte?". El Señor
le respondió: "En atención a los veinte, no la destruiré".
Abraham continuó: "No se enoje mi Señor, hablaré sólo
una vez más. ¿Y si se encuentran sólo diez?". Contestó
el Señor: "Por esos diez, no destruiré la ciudad".
Cuando terminó de hablar con Abraham, el Señor se fue y Abraham
volvió a su casa. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 102 R/.
El Señor es compasivo y misericordioso.
Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga su santo nombre.
Bendice al Señor, alma mía, y no te olvides de sus beneficios.
R/.
Él perdona tus pecados y cura tus enfermedades; Él rescata tu
vida del sepulcro y te colma de amor y de ternura. R/.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso
para perdonar. El Señor no estará siempre enojado, ni durará
para siempre su rencor. R/.
No nos trata como merecen nuestras culpas ni nos paga según nuestros
pecados. Como desde la tierra hasta el cielo, así es de grande su misericordia.
R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Sal 94, 8) R/. Aleluya, aleluya.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su
corazón". R/.
Sígueme.
Del santo Evangelio según san Mateo: 8, 18-22
En aquel tiempo, al ver
Jesús que la multitud lo rodeaba, les ordenó a sus discípulos
que cruzaran el lago hacia la orilla de enfrente.
En ese momento se le acercó un escriba y le dijo: "Maestro, te seguiré
a dondequiera que vayas". Jesús le respondió: "Las zorras
tienen madrigueras y las aves del cielo, nidos; pero el Hijo del hombre no tiene
en donde reclinar la cabeza".
Otro discípulo le dijo: "Señor, permíteme ir primero
a enterrar a mi padre". Pero Jesús le respondió: "Tú
sígueme y deja que los muertos entierren a sus muertos". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al venerar la memoria de
la Madre de tu Hijo, te rogamos, Señor, que la ofrenda que te presentamos
nos transforme, por tu gracia, en oblación viva y continua. Por Jesucristo
nuestro
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 1, 49)
Ha hecho en mí maravillas el Todopoderoso, cuyo nombre es santo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Ya que participamos de la redención eterna, te pedimos, Señor, que al venerar la memoria de la Madre de tu Hijo, nos gloriemos de la plenitud de tu gracia y sintamos los efectos de tu obra redentora. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Ireneo de Lyon, obispo; Pablo I, Papa; Juan Southwork, mártir. Memoria (Rojo)
ME TRATASTE CON GRAN MISERICORDIA
Gn 19, 15-29; Mt 8, 27-33
El relato de la destrucción de Sodoma resalta la compasión de Dios hacia Abrahán y su parentela. Aun cuando el Señor castiga los abusos y la maldad de aquellas ciudades, siempre deja abierto un espacio para la compasión. Dios no se complace en el castigo, al contrario, prefiere, como un padre bueno, gozar del perdón. El relato de la curación de los endemoniados de Gerasa ilustra el mismo principio. El Señor Jesús no puede permanecer impasible ante el sufrimiento y la alienación de las personas. Enfrenta al maligno y lo vence para devolverles la libertad perdida.
Misa matutina
ANTÍFONA DE ENTRADA
Este santo luchó hasta la muerte por la ley de Dios y no se aterrorizó ante la amenaza de los impíos, pues estaba afianzado sobre roca firme.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que llamaste al obispo san Ireneo a defender tu verdad y a traer la paz a tu Iglesia, aumenta en nosotros la fe y la caridad a fin de que nos esforcemos siempre por fomentar la unidad y la concordia entre los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 1, 49)
Ha hecho en mí maravillas el Todopoderoso, cuyo nombre es santo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Ya que participamos de la
redención eterna, te pedimos, Señor, que al venerar la memoria
de la Madre de tu Hijo, nos gloriemos de la plenitud de tu gracia y sintamos
los efectos de tu obra redentora. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LITURGIA DE LA PALABRA
El Señor hizo llover azufre y fuego sobre Sodoma y Gomorra.
Del libro del Génesis: 19, 15-29
Aquel día, al rayar
el alba, los ángeles apresuraban a Lot diciéndole: "Vamos;
toma a tu esposa y a tus dos hijas, para que no perezcas a causa de los pecados
de Sodoma".
Como Lot no se decidía, los tomaron de la mano a él, a su mujer
y a sus dos hijas, los sacaron de su casa y los condujeron fuera de la ciudad,
porque el Señor los perdonaba. Cuando estaban fuera, uno de los ángeles
le dijo: "Ponte a salvo, no mires hacia atrás, no te detengas en
el valle; ponte a salvo en los montes para que no perezcas".
Lot le respondió: "No, te lo ruego. Tú me has favorecido
a mí, tratándome con gran misericordia al salvarme la vida; pero
yo no podré sobrevivir en los montes, pues la desgracia me alcanzaría
ahí y moriría. Mira, aquí cerca hay una ciudad pequeña,
en donde puedo refugiarme y salvar la vida. ¿Verdad que es pequeña
y puedo vivir en ella?".
El ángel le contestó: "Accedo a lo que me pides, no arrasaré
esa ciudad que dices. Aprisa, ponte a salvo, pues no puedo hacer nada hasta
que llegues allá". Por eso la ciudad se llamó Soar. El sol
salía cuando Lot llegó a Soar. El Señor hizo llover desde
el cielo azufre y fuego sobre Sodoma y Gomorra. Arrasó aquellas ciudades
y todo el valle, con los habitantes de las ciudades y la hierba del campo. La
mujer de Lot miró hacia atrás y se convirtió en estatua
de sal.
Abraham se levantó de mañana y se dirigió al sitio donde
había estado con el Señor. Miró en dirección de
Sodoma y Gomorra toda la extensión del valle, y vio una gran humareda
que salía del suelo, como el humo de un horno. Así, cuando el
Señor destruyó las ciudades del valle y arrasó las ciudades
en las que Lot había vivido, se acordó de Abraham y libró
a Lot de la catástrofe. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 25 R/.
Ten compasión de mí, Señor.
Examíname, Señor, ponme a prueba, sondea mis entrañas y
mi corazón, porque tengo tu bondad ante mis ojos y camino en tu verdad.
R/.
No me trates como a los pecadores ni me castigues como a los sanguinarios, que
en sus manos llevan infamias y las tienen llenas de sobornos. R/.
Yo, en cambio, camino en la integridad; sálvame y ten compasión
de mí. Mi pie se mantiene en el camino recto, en la asamblea bendeciré
al Señor. R/.
ACLAMACIÓN
(Sal 129, 5) R/. Aleluya, aleluya.
Confío en el Señor, mi alma espera y confía en
su palabra. R/.
Dio una orden terminante a los vientos y al mar, y sobrevino una gran calma.
Del santo Evangelio según san Mateo: 8, 23-27
En
aquel tiempo, Jesús subió a una barca junto con sus discípulos.
De pronto se levantó en el mar una tempestad tan fuerte, que las olas
cubrían la barca; pero Él estaba dormido. Los discípulos
lo despertaron, diciéndole: "Señor, ¡sálvanos,
que perecemos!".
Él les respondió: "¿Por qué tienen miedo, hombres
de poca fe?". Entonces se levantó, dio una orden terminante a los
vientos y al mar, y sobrevino una gran calma. Y aquellos hombres, maravillados,
decían: "¿Quién es éste, a quien hasta los
vientos y el mar obedecen?". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que esta Eucaristía con la que celebramos, Señor, la fiesta de san Ireneo, te glorifique a ti y aumente en nosotros el amor a la verdad, a fin de que permanezcamos firmes en la fe y en la unidad de tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 16, 24)
Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz y que me siga, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la participación en este sacramento nos comunique, Señor, la fe viva por la que gloriosamente murió san Ireneo, a fin de que podamos vivir como verdaderos discípulos de Cristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
San Pedro y San Pablo, apóstoles.
Santos: ; María Tian de Vietnam y compañeros, mártires; Ciro de Génova, obispo Solemnidad (Rojo)
Misa vespertina de la vigilia
Esta Misa se utiliza la tarde del 28 de junio, antes o después de las primeras vísperas de la solemnidad.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Celebremos con alegría la fiesta de san Pedro, el príncipe de los Apóstoles, y de san Pablo, el Apóstol de los gentiles, porque ellos nos trasmitieron el Evangelio de Cristo.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que quisiste confiar a tus santos apóstoles, Pedro y Pablo, la misión de guiar y proteger los primeros pasos de tu Iglesia, concédenos, por su poderosa intercesión, la ayuda necesaria para alcanzar la salvación eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Te voy a dar lo que tengo: En el nombre de Jesús, camina.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 3, 1-10
En aquel tiempo, Pedro y
Juan subieron al templo para la oración vespertina, a eso de las tres
de la tarde. Había allí un hombre lisiado de nacimiento, a quien
diariamente llevaban y ponían ante la puerta llamada la "Hermosa",
para que pidiera limosna a los que entraban en el templo.
Aquel hombre, al ver a Pedro y a Juan cuando iban a entrar, les pidió
limosna. Pedro y Juan fijaron en él los ojos, y Pedro le dijo: "Míranos".
El hombre se quedó mirándolos en espera de que le dieran algo.
Entonces Pedro le dijo: "No tengo ni oro ni plata, pero te voy a dar lo
que tengo: En el nombre de Jesucristo nazareno, levántate y camina".
Y, tomándolo de la mano, lo incorporó.
Al instante sus pies y sus tobillos adquirieron firmeza. De un salto se puso
de pie, empezó a andar y entró con ellos al templo caminando,
saltando y alabando a Dios.
Todo el pueblo lo vio caminar y alabar a Dios, y al darse cuenta de que era
el mismo que pedía limosna sentado junto a la puerta "Hermosa"
del templo, quedaron llenos de miedo y no salían de su asombro por lo
que había sucedido. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 18 R/.
El mensaje del Señor resuena en toda la tierra.
Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus
manos. Un día comunica su mensaje al otro día y una noche se lo
trasmite a la otra noche. R/.
Sin que pronuncien una palabra, sin que resuene su voz, a toda la tierra llega
su sonido y su mensaje hasta el fin del mundo. R/.
Dios me eligió desde el seno de mi madre.
De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 1, 11-20
Hermanos: Les hago saber
que el Evangelio que he predicado, no proviene de los hombres, pues no lo recibí
ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo.
Ciertamente ustedes han oído hablar de mi conducta anterior en el judaísmo,
cuando yo perseguía encarnizadamente a la Iglesia de Dios, tratando de
destruirla; deben saber que me distinguía en el judaísmo, entre
los jóvenes de mi pueblo y de mi edad, porque los superaba en el celo
por las tradiciones paternas.
Pero Dios me había elegido desde el seno de mi madre, y por su gracia
me llamó. Un día quiso revelarme a su Hijo, para que yo lo anunciara
entre los paganos. Inmediatamente, sin solicitar ningún consejo humano
y sin ir siquiera a Jerusalén para ver a los apóstoles anteriores
a mí, me trasladé a Arabia y después regresé a Damasco.
Al cabo de tres años fui a Jerusalén, para ver a Pedro y estuve
con él quince días. No vi a ningún otro de los apóstoles,
excepto a Santiago, el pariente del Señor.
Y Dios es testigo de que no miento en lo que les escribo. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Jn 21, 17) R/. Aleluya, aleluya.
Señor, tú lo sabes todo; tú bien sabes que te
quiero. R/.
Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas.
Del santo Evangelio según san Juan: 21, 15-19
En aquel tiempo, le preguntó
Jesús a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿me
amas más que éstos?". Él le contestó: "Sí,
Señor, tú sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta
mis corderos".
Por segunda vez le preguntó: "Simón, hijo de Juan, ¿me
amas?". Él le respondió: "Sí, Señor, tú
sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Pastorea mis ovejas".
Por tercera vez le preguntó: "Simón, hijo de Juan, ¿me
quieres?". Pedro se entristeció de que Jesús le hubiera preguntado
por tercera vez si lo quería, y le contestó: "Señor,
tú lo sabes todo; tú bien sabes que te quiero".
Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas. Yo te aseguro: cuando eras
joven, tú mismo te ceñías la ropa e ibas a donde querías;
pero cuando seas viejo, extenderás los brazos y otro te ceñirá
y te llevará a donde no quieras". Esto se lo dijo para indicarle
con qué género de muerte habría de glorificar a Dios. Después
le dijo: "Sígueme". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que este santo sacrificio que vamos a ofrecerte en la solemnidad de los apóstoles Pedro y Pablo, nos llene, Señor, de alegría, al comprender la infinita misericordia con que has querido perdonar nuestros pecados. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque la fiesta de tus santos Apóstoles nos llena de júbilo.
Pedro es nuestro guía en la fe que profesamos; Pablo, expositor preclaro
de tus misterios. Pedro consolidó la Iglesia primitiva con los israelitas
que creyeron; Pablo fue preceptor y maestro de los paganos, que Dios quería
llamar a su Iglesia.
Así, después de haber congregado por caminos diversos a la familia
de Cristo, esa misma familia los asocia ahora en su veneración con una
sola corona.
Por eso, con todos los ángeles y santos, te alabamos, proclamando sin
cesar: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 21, 15. 17)
Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? Señor, tú lo conoces todo; tú sabes que te amo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Fortalece, Señor, a tus fieles, por medio de este sacramento y confírmanos en la verdad que nos ha trasmitido la predicación de los Apóstoles. Por Jesucristo, nuestro Señor.
EL PODER DE LA MUERTE NO LA DERROTARÁ
Hch 12, 1-11; 2 Tm 4, 6-8. 17-18; Mt 16, 13-19
La narración de la milagrosa liberación del apóstol san Pedro nos reafirma lo que ya sabemos. Dios no desampara a los suyos, al contrario, atiende benévolamente las súplicas de los creyentes que oraron intensamente a Dios, para que lo librara de la prepotencia de Herodes. La Carta a Timoteo nos comparte el testimonio satisfecho del apóstol San Pablo que ve llegar el final de su misión y agradece la asistencia del Señor que lo sostuvo en medio de la adversidad. El evangelio nos presenta al Señor Jesús encargándole a Simón, la función de ser la roca y el cimiento de la fe para sus hermanos. Como Pedro siguió y conoció de cerca a Jesús podrá animar a sus hermanos a mantenerse firmes, a pesar de las fracturas e infidelidades.
Misa del día
ANTÍFONA DE ENTRADA
Demos gracias a Dios en esta festividad de san Pedro y san Pablo, que con su sangre fecundaron a la Iglesia, participaron de la pasión del Señor y se convirtieron en amigos suyos.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que nos llenas de santa alegría con la solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo, haz que tu Iglesia se mantenga siempre fiel a las enseñanzas de estos apóstoles, de quienes recibió el primer anuncio de la fe. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Ahora sí estoy seguro de que el Señor envió a su ángel, para librarme de las manos de Herodes.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 12, 1-11
En aquellos días,
el rey Herodes mandó apresar a algunos miembros de la Iglesia para maltratarlos.
Mandó pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan, y viendo que eso
agradaba a los judíos, también hizo apresar a Pedro. Esto sucedió
durante los días de la fiesta de los panes Ázimos. Después
de apresarlo, lo hizo encarcelar y lo puso bajo la vigilancia de cuatro turnos
de guardia, de cuatro soldados cada turno. Su intención era hacerlo comparecer
ante el pueblo después de la Pascua. Mientras Pedro estaba en la cárcel,
la comunidad no cesaba de orar a Dios por él.
La noche anterior al día en que Herodes iba a hacerlo comparecer ante
el pueblo, Pedro estaba durmiendo entre dos soldados, atado con dos cadenas
y los centinelas cuidaban la puerta de la prisión. De pronto apareció
el ángel del Señor y el calabozo se llenó de luz. El ángel
tocó a Pedro en el costado, lo despertó y le dijo: "Levántate
pronto". Entonces las cadenas que le sujetaban las manos se le cayeron.
El ángel le dijo: "Cíñete la túnica y ponte
las sandalias", y Pedro obedeció. Después le dijo: "Ponte
el manto y sígueme". Pedro salió detrás de él,
sin saber si era verdad o no lo que el ángel hacía, y le parecía
más bien que estaba soñando. Pasaron el primero y el segundo puesto
de guardia y llegaron a la puerta de hierro que daba a la calle. La puerta se
abrió sola delante de ellos. Salieron y caminaron hasta la esquina de
la calle y de pronto el ángel desapareció.
Entonces, Pedro se dio cuenta de lo que pasaba y dijo: "Ahora sí
estoy seguro de que el Señor envió a su ángel para librarme
de las manos de Herodes y de todo cuanto el pueblo judío esperaba que
me hicieran". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 33 R/.
El Señor me libró de todos mis temores.
Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de
alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor, que se alegre su pueblo al
escucharlo. R/.
Proclamemos la grandeza del Señor y alabemos todos juntos su poder. Cuando
acudí al Señor, me hizo caso y me libró de todos mis temores.
R/.
Confía en el Señor y saltarás de gusto, jamás te
sentirás decepcionado, porque el Señor escucha el clamor de los
pobres y los libra de todas sus angustias. R/.
Junto a aquellos que temen al Señor el ángel del Señor
acampa y los protege. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.
Dichoso el hombre que se refugia en Él. R/.
Ahora sólo espero la corona merecida.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 4, 6-8. 17-18
Querido hermano: Ha llegado
para mí la hora del sacrificio y se acerca el momento de mi partida.
He luchado bien en el combate, he corrido hasta la meta, he perseverado en la
fe. Ahora sólo espero la corona merecida, con la que el Señor,
justo juez, me premiará en aquel día, y no solamente a mí,
sino a todos aquellos que esperan con amor su glorioso advenimiento.
Cuando todos me abandonaron, el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas
para que, por mi medio, se proclamara claramente el mensaje de salvación
y lo oyeran todos los paganos. Y fui librado de las fauces del león.
El Señor me seguirá librando de todos los peligros y me llevará
sano y salvo a su Reino celestial. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
ACLAMACIÓN
(Mt 16, 18) R/. Aleluya, aleluya.
Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y los
poderes del infierno no prevalecerán sobre ella, dice el Señor.
R/.
Tú eres Pedro y yo te daré las llaves del Reino de los cielos.
Del santo Evangelio según san Mateo: 16, 13-19
En
aquel tiempo, cuando llegó Jesús a la región de Cesarea
de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: "¿Quién
dice la gente que es el Hijo del hombre?". Ellos le respondieron: "Unos
dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que Jeremías
o alguno de los profetas".
Luego les preguntó: "Y ustedes, ¿quién dicen que soy
yo?". Simón Pedro tomó la palabra y le dijo: "Tú
eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo".
Jesús le dijo entonces: "¡Dichoso tú, Simón,
hijo de Juan, porque esto no te lo ha revelado ningún hombre, sino mi
Padre, que está en los cielos! Y yo te digo a ti que tú eres Pedro
y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Los poderes del infierno no
prevalecerán sobre ella. Yo te daré las llaves del Reino de los
cielos; todo lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y todo
lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo". Palabra
del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos y, por intercesión de san Pedro y san Pablo, concédenos celebrar este sacrificio íntimamente unidos a ti en la fe y en el amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque la fiesta de tus santos Apóstoles nos llena de júbilo.
Pedro es nuestro guía en la fe que profesamos; Pablo, expositor preclaro
de tus misterios. Pedro consolidó la Iglesia primitiva con los israelitas
que creyeron; Pablo fue preceptor y maestro de los paganos, que Dios quería
llamar a su Iglesia.
Así, después de haber congregado por caminos diversos a la familia
de Cristo, esa misma familia los asocia ahora en su veneración con una
sola corona.
Por eso, con todos los ángeles y santos, te alabamos, proclamando sin
cesar: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 16, 16. 18)
Dijo Pedro a Jesús: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo. Jesús le respondió: Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú, que nos has alimentado con esta Eucaristía, haz, Señor, que la participación perseverante en el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, y la fidelidad a la doctrina de los Apóstoles nos conserven unidos en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Los primeros santos mártires de la Iglesia romana
Santos: Adolfo de Osnabruck, obispo, Ladislao de Hungría, rey. Feria (Verde)
PONTE EN PIE Y CARGA TU CAMILLA
Gn 22, 1-19; Mt 9, 1-8
El relato del frustrado sacrificio de Isaac pretende darnos una lección sobre la enorme confianza de Abrahán, que no duda en cumplir las órdenes del Señor, aun cuando parezcan desmedidamente crueles. En realidad, la narración también buscaba descalificar la práctica antigua de los sacrificios de los primogénitos. Dios no quiere que las personas sean convertidas en víctimas y mucho menos desea que, se invoque su nombre para justificar esas prácticas crueles. El Dios compasivo se manifiesta de manera clara en la acción misericordiosa de su Hijo Jesús que acoge y auxilia al paralítico y le devuelve la soltura, la movilidad y la alegría de estar sano
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 77, 23-25)
Abrió Dios las compuertas del cielo e hizo llover sobre ellos el maná para que comiesen; les dio un trigo celeste, y el hombre comió pan de ángeles.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que llevaste a cabo la obra de la redención humana por el misterio pascual de tu Hijo, concédenos que, al anunciar llenos de fe por medio de los signos sacramentales, su muerte y resurrección, recibamos cada vez con mayor abundancia los frutos de la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
El sacrificio de nuestro patriarca Abraham.
Del libro del Génesis: 22, 1-19
En aquel tiempo, Dios le
puso una prueba a Abraham y le dijo: "¡Abraham, Abraham!". Él
respondió: "Aquí estoy". Y Dios le dijo:
"Toma a tu hijo único, Isaac, a quien tanto amas; vete a la región
de Moria y ofrécemelo en sacrificio, en el monte que yo te indicaré".
Abraham madrugó, aparejó su burro, tomó consigo a dos de
sus criados y a su hijo Isaac; cortó leña para el sacrificio y
se encaminó al lugar que Dios le había indicado. Al tercer día
divisó a lo lejos el lugar. Les dijo entonces a sus criados: "Quédense
aquí con el burro; yo iré con el muchacho hasta allá, para
adorar a Dios y después regresaremos".
Abraham tomó la leña para el sacrificio, se la cargó a
su hijo Isaac y tomó en su mano el fuego y el cuchillo. Los dos caminaban
juntos. Isaac dijo a su padre Abraham: "¡Padre!". Él
respondió: "¿Qué quieres, hijo?". El muchacho
contestó: "Ya tenemos fuego y leña, pero, ¿dónde
está el cordero para el sacrificio?". Abraham le contestó:
"Dios nos dará el cordero para el sacrificio, hijo mío".
Y siguieron caminando juntos. Cuando llegaron al sitio que Dios le había
señalado, Abraham levantó un altar y acomodó la leña.
Luego leña, y tomó el cuchillo para degollarlo. Pero el ángel
del Señor lo llamó desde el cielo y le dijo: "¡Abraham,
Abraham!". Él contestó: "Aquí estoy". El
ángel le dijo: "No descargues la mano contra tu hijo, ni le hagas
daño. Ya veo que temes a Dios, porque no le has negado a tu hijo único".
Abraham levantó los ojos y vio un carnero, enredado por los cuernos en
la maleza. Atrapó el carnero y lo ofreció en sacrificio, en lugar
de su hijo. Abraham puso por nombre a aquel sitio "el Señor provee",
por lo que aun el día de hoy se dice: "El monte donde el Señor
provee". El ángel del Señor volvió a llamar a Abraham
desde el cielo y le dijo: "Juro por mí mismo, dice el Señor,
que por haber hecho esto y no haberme negado a tu hijo único, yo te bendeciré
y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y las arenas
del mar. Tus descendientes conquistarán las ciudades enemigas. En tu
descendencia serán bendecidos todos los pueblos de la tierra, porque
obedeciste a mis palabras". Abraham volvió a donde estaban sus criados
y juntos se pusieron en camino hacia Berseba. Y Abraham se quedó a vivir
ahí. Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
Del salmo 114 R/.
Nuestro Dios es compasivo.
Amo al Señor porque escucha el clamor de mi plegaria, porque me prestó
atención cuando mi voz lo llamaba. R/.
Redes de angustia y de muerte me alcanzaron y me ahogaban. Entonces rogué
al Señor que la vida me salvara. R/.
El Señor es bueno y justo, nuestro Dios es compasivo. A mí, débil,
me salvó y protege a los sencillos. R/.
Mi alma libró de la muerte, del llanto los ojos míos, y ha evitado
que mis pies tropiecen por el camino. Caminaré ante el Señor por
la tierra de los vivos. R/.
ACLAMACIÓN
(2 Co 5, 19) R/. Aleluya, aleluya.
Dios reconcilió al mundo consigo, por medio de Cristo, y a nosotros
nos confió el mensaje de la reconciliación. R/.
La gente glorificó a Dios, que había dado tanto poder a los hombres.
Del santo Evangelio según san Mateo: 9, 1-8
En aquel tiempo, Jesús subió de nuevo a la barca, pasó a la otra orilla del lago y llegó a Cafarnaúm, su ciudad. En esto, trajeron a donde Él estaba a un paralítico postrado en una camilla. Viendo Jesús la fe de aquellos hombres, le dijo al paralítico: "Ten confianza, hijo. Se te perdonan tus pecados". Al oír esto, algunos escribas pensaron: "Este hombre está blasfemando". Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, les dijo: "¿Por qué piensan mal en sus corazones? ¿Qué es más fácil: decir 'Se te perdonan tus pecados', o decir 'Levántate y anda'? Pues para que sepan que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados, —le dijo entonces al paralítico—: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa". Él se levantó y se fue a su casa. Al ver esto, la gente se llenó de temor y glorificó a Dios, que había dado tanto poder a los hombres. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, al celebrar el memorial de nuestra salvación, te pedimos humildemente nos concedas que este sacramento de amor sea siempre para nosotros un signo de unidad y un vínculo de amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 51-52)
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor. El que coma de este pan, vivirá eternamente; pues el pan que voy a dar, es mi carne, y lo doy para vida del mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que la participación en este banquete celestial nos santifique, de modo que, por la recepción del Cuerpo y Sangre de Cristo, se estreche entre nosotros la unión fraterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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