MISAL JUNIO DEL 2012 / www.laverdadcatolica.org |
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Intenciones del Santo Padre para el mes de Junio del 2012 |
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GENERAL | |
Para que los cristianos contribuyan a aliviar el sufrimiento físico y espiritual de los enfermos de sida, especialmente en los países más pobres. |
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MISIONAL | |
Por que las religiosas que trabajan en tierras de misión, para que sean testigos del gozo del Evangelio y signo viviente del amor de Cristo. |
EL FINAL ESTA CERCA
1 P 4, 7-13; Mc 11, 11-26
El Evangelio de San Marcos al igual que la Primera Carta de Pedro coloca la mirada en asuntos decisivos. Para el Señor Jesús el fin del sistema religioso centrado en el templo de Jerusalén esta próximo. El gesto simbólico que realiza al maldecir la higuera lo anticipa. Efectivamente, al día siguiente, la higuera queda seca hasta la raíz. Cuando Jesús vuelca las mesas de los vendedores en el atrio del Templo, la aristocracia resiente la presencia amenazante de Jesús y planean su ejecución. Ellos quieren apresurar el final de Jesús pero no lo conseguirán. La Carta de Pedro confiesa el desenlace: la gloria y el dominio eterno de Jesús Mesías. No obstante, la comunidad destinataria de aquella carta vivía orientada por la creencia del fin del mundo y se preparaba a través de la oración, el servicio y la vivencia del amor fraterno. Es la mejor manera de esperar el final.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Sal 118, 85. 46)
Frente a tu verdad, Señor, vano es el saber de los paganos. Por eso no he tenido miedo de confesar tu Evangelio ante los poderosos.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, tu que enseñaste a san Justino que la sabiduría verdadera consiste en conocer a Jesucristo crucificado, concédenos, por la intercesión de tu santo mártir, que nada llegue a separarnos de ti ni del amor a la cruz de Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Sean buenos administradores de la gracia multiforme de Dios.
De la primera carta del apóstol san Pedro: 4, 7-13
Hermanos: Ya está
cerca el final de todo; por lo tanto, vivan con sensatez y en vigilancia para
poder orar. Sobre todo, mantengan en continua actividad el amor mutuo, pues
el amor sepulta una multitud de pecados. Sean hospitalarios los unos con los
otros, sin quejas.
Que cada uno, como buen administrador de la gracia multiforme de Dios, emplee
para servir a los demás, los dones recibidos. Quien habla, que sea mensajero
de las palabras de Dios; quien se dedica a servir a los demás, que los
sirva con la fuerza que Dios le comunica. De modo que Dios sea glorificado en
todo, por medio de Jesucristo, a quien corresponden la gloria y el poder, por
los siglos de los siglos. Amen.
No se sorprendan, queridos hermanos, del fuego de persecución que ha
prendido por ahí para ponerlos a prueba, como si les sobreviniera algo
nunca visto. Al contrario, alégrense de compartir ahora los padecimientos
de Cristo, para que, cuando se manifieste su gloria, el júbilo de ustedes
sea desbordante. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 95 R/.
El Señor juzgara a todas las nación es.
"Reina el Señor", digamos a los pueblos. Él afianzo
con su poder el orbe, gobierna a las naciones con justicia. R/.
Alégrense los cielos y la tierra, retumbe el mar y el mundo submarino.
Salten de gozo el campo y cuanto encierra, manifiesten los bosques regocijo.
R/.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe.
Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las nación
es. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Jn 15,16) R/. Aleluya, aleluya.
Yo los he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayan y den fruto
y su fruto permanezca. R/.
Mi casa será casa de oración para todos los pueblos. - Tengan fe en Dios.
Del santo Evangelio según san Marcos: 11, 11-26
Después de haber
sido aclamado por la multitud, Jesús entró en Jerusalén,
fue al templo y miro todo lo que en el sucedía; pero como ya era tarde,
se marchó a Betania con los Doce.
Al día siguiente, cuando salieron de Betania, sintió hambre. Viendo
a lo lejos una higuera con hojas, Jesús se acercó a ver si encontraba
higos; pero al llegar, solo encontró hojas, pues no era tiempo de higos.
Entonces le dijo a la higuera: "Que nunca jamás coma nadie frutos
de ti". Y sus discípulos lo estaban oyendo.
Cuando llegaron a Jerusalén, entró en el templo y se pusó
a arrojar de ahí a los que vendían y compraban; volcó las
mesas de los que cambiaban dinero y los puestos de los que vendían palomas;
y no dejaba que nadie cruzara por el templo cargando cosas. Luego se puso a
enseñar a la gente, diciéndoles: "Acaso no está escrito:
Mi casa será casa de oración para todos los pueblos? Pero ustedes
la han convertido en una cueva de ladrones".
Los sumos sacerdotes y los escribas se enteraron de esto y buscaban la forma
de matarlo; pero le tenían miedo, porque todo el mundo estaba asombrado
de sus enseñanzas. Cuando atardeció, Jesús y los suyos
salieron de la ciudad.
A la mañana siguiente, cuando pasaban junto a la higuera, vieron que
estaba seca hasta la raíz. Pedro cayo en la cuenta y le dijo a Jesús:
"Maestro, mira: la higuera que maldijiste se secó". Jesús
les dijo entonces: "Tengan fe en Dios; les aseguro que si uno le dice a
este monte: 'Quítate de ahí y arrójate al mar', sin dudar
en su corazón y creyendo que va a suceder lo que dice, lo obtendrá.
Por eso les digo: Cualquier cosa que pidan en la oración, crean ustedes
que ya se la han concedido, y la obtendrán. Y cuando se pongan a orar,
perdonen lo que tengan contra otros, para que también el Padre, que está
en el cielo, les perdone a ustedes sus ofensas; porque si ustedes no perdonan
tampoco el Padre, que está en el cielo, les perdonará a ustedes
sus ofensas".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, celebrar dignamente este misterio de la Eucaristía, que tan valerosamente defendió el mártir san Justino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Co 2, 2)
Cuando estuve entre ustedes, nunca me precie de otra cosa que de conocer a Jesucristo crucificado.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú, que nos has alimentado con el pan que da la vida, concédenos, Señor, que siguiendo las enseñanzas de san Justino, vivamos en continua acción de gracias por tus dones. Por Jesucristo, nuestro Señor
Santos: Marcelino y Pedro de Roma, mártires; Eugenio I, Papa; Nicolás de Grecia, misionero.
Vísperas I de mañana: todo propio Tomo III: pp. 649 y 654. Para los fieles: p. 372. Edición popular: pp. 13 y 454. Feria (Verde),
LA AUTORIDAD DEL SEÑOR JESÚS
Jud 17. 20-25; Mc 11, 27-33
El día anterior el Señor Jesús había realizado acción es decisivas en contra del comercio y el tráfico organizado en el templo. Quienes siendo administradores, se habían comportado como dueños, usurpando el honor de Dios, lo habían convertido en un espacio de comercio religioso y simulación. En el templo de Jerusalén, el rito sustituía a la conversión interior y a la congruencia ética. Era un culto vacío de sentido. La figura de Juan Bautista que evoca el Señor en su defensa, lo había adelantado: el encuentro con Dios pasaba por el corazón convertido y no por las sangre de las ovejas. De ese bautismo de arrepentimiento era emisario y profeta. La Carta de Judas alude al clima de confusión que acompaña los tiempos de crisis y nos advierte que la manera de enfrentarla, es manteniéndonos en el amor de Dios. Quien espere la misericordia de Dios, tendrá que compadecerse de los hermanos vacilantes.
MISA DE SANTA MARÍA EN SÁBADO
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Jdt 13, 18-19)
María, el Altísimo te ha bendecido más que a todas las mujeres de la tierra, y de tal manera te ha glorificado, que los hombres no cesan de alabarte.
ORACIÓN COLECTA
Padre bueno, Dios nuestro, que en María, primicia de la redención, nos has dado una madre de inmensa ternura, abre nuestros corazones a la alegría del Espíritu Santo y haz que, a imitación de la Virgen, sepamos alabarte por las maravillas realizadas en Cristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Dios puede preservarlos a ustedes de todo pecado y hacer que se presenten ante su gloria, gozosos y sin mancha.
De la carta del apóstol san Judas: 17, 20-25
Queridos hermanos: Recuerden
las palabras que les predicaron los apóstoles de nuestro Señor
Jesucristo. Consolídense sobre el cimiento de su fe santa, oren movidos
por el Espíritu Santo, conserven en ustedes el amor a Dios, en espera
de que la misericordia de nuestro Señor Jesucristo es de la vida eterna.
A los indecisos traten de convencerlos, para arrancarlos del fuego de la condenación;
a los otros, manifiéstenles compasión, pero con cautela, aborreciendo
aun la ropa contaminada por su mala vida.
Al Dios único, nuestro Salvador, que puede preservarlos a ustedes de
todo pecado y hacer que se presenten ante su gloria gozosos y sin mancha, honor
y gloria, fuerza y poder, por Jesucristo, nuestro Señor, desde siempre,
ahora y por todos los siglos. Amen. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 62 R/
Señor, mi alma tiene sed de ti.
Señor, tu eres mi Dios, a ti te busco; de ti sedienta esta mi alma. Señor,
todo mi ser te añora como el suelo reseco añora el agua. R/.
Para admirar tu gloria y tu poder, con este afán te busco en tu santuario.
Pues mejor es tu amor que la existencia; siempre, Señor, te alabaran
mis labios. R/.
Podré así bendecirte mientras viva y levantar en oración
mis manos. De lo mejor se saciara mi alma; te alabare con jubilosos labios.
R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Col 3, 16. 17) R/. Aleluya, aleluya.
Que la palabra de Cristo habite en ustedes abundantemente. Háganlo todo
dando gracias a Dios Padre, por medio de Cristo. R/.
¿Con que autoridad haces todo esto?
Del santo Evangelio según san Marcos: 11, 27-33
En aquel tiempo, Jesús
y sus discípulos llegaron de nuevo a Jerusalén, y mientras Jesús
caminaba por el templo, se le acercaron los sumos sacerdotes, los escribas y
los ancianos, y le preguntaron: "¿Con que autoridad haces todo esto?
¿Quién te ha dado autoridad para actuar así?".
Jesús les respondió: "Les voy a hacer una pregunta. Si me
la contestan yo les diré con qué autoridad hago todo esto. El
bautismo de Juan, ¿era cosa de Dios o de los hombres? Contéstenme".
Ellos se pusieron a razonar entre sí: "Si le decimos que de Dios,
nos dirá: 'Entonces ¿por qué no le creyeron?, ¿y
si le decimos que de los hombres...?". Pero, como le tenían miedo
a la multitud, pues todos consideraban a Juan como verdadero profeta, le respondieron
a Jesús: "No lo sabemos". Entonces Jesús les replicó:
"Pues tampoco yo les diré con qué autoridad hago todo esto".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesus.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Jubilosos de poder celebrar la festividad de la Madre de tu Hijo, te presentamos,
Señor, estas ofrendas de alabanza, y te pedimos que por este santo intercambio
de dones, se acrecienten en nosotros los frutos de la redención eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Santa María Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Lc 1, 48)
Me llamarán bienaventurada todas las generación es, porque ha puesto Dios sus ojos en la humildad de su esclava.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo recibido el sacramento celestial, te pedimos, Señor, que cuantos hemos celebrado con veneración la memoria de la santísima Virgen María, merezcamos participar del banquete eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LA SANTISIMA TRINIDAD
Santos: Carlos Lwanga y compañeros, mártires; Juan Grande, religioso. Solemnidad (Blanco)
YO ESTOY CON USTEDES
Dt 4, 32-34. 39-40; Rm 8, 14-17; Mt 28, 16-20
Las lecturas de este domingo nos trasladan de la despedida de Moisés al envío de Jesús resucitado a sus discípulos. Moisés argumenta a partir de los sucesos recién vividos en Egipto y les muestra que Dios los rescato de la opresión y manifestó su poder eficaz y su solidaridad con Israel. Ellos lo habrán de recordar, viviendo como siervos amigables del único Señor. La carta a los Romanos afina la reflexión y nos hace comprender que ya no somos siervos, sino hijos de Dios. ¿Cuál es la prueba de tal certidumbre? El balbuceo del Espíritu que nos hace llamar a Dios con la familiaridad que lo hacia Jesus: Abbá. La misión que Jesús encomienda a sus discípulos tiene esa misma intencionalidad: invitar a hombres y mujeres de toda condición, a incorporarse la familia de los discípulos que amorosamente cumplen la voluntad de su Padre.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Bendito sea Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, porque nos ha mostrado un amor inmenso.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios Padre, que al enviar al mundo al Verbo de verdad y al Espíritu de santidad, revelaste a los hombres tu misterio admirable, concédenos que al profesar la fe verdadera, reconozcamos la gloria de la eterna Trinidad y adoremos la unidad de su majestad omnipotente. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
El Señor es el Dios del cielo y de la tierra, y no hay otro.
Del libro del Deuteronomio: 4, 32-34. 39-40
En aquellos días,
hablo Moisés al pueblo y le dijo: "Pregunta a los tiempos pasados,
investiga desde el día en que Dios creo al hombre sobre la tierra. ¿Hubo
jamás, desde un extremo al otro del cielo, una cosa tan grande como esta?
¿Se oyó algo semejante? ¿Qué pueblo ha oído,
sin perecer, que Dios le hable desde el fuego, como tú lo has oído?
¿Hubo algún dios que haya ido a buscarse un pueblo en medio de
otro pueblo, a fuerza de pruebas, de milagros y de guerras, con mano fuerte
y brazo poderoso? ¿Hubo acaso hechos tan grandes como los que, ante sus
propios ojos, hizo por ustedes en Egipto el Señor su Dios?
Reconoce, pues, y graba hoy en tu corazón que el Señor es el Dios
del cielo y de la tierra y que no hay otro. Cumple sus leyes y mandamientos,
que yo te prescribe hoy, para que seas feliz tú y tu descendencia, y
para que vivas muchos años en la tierra que el Señor, tu Dios,
te da para siempre". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 32 R/.
Dichoso el pueblo escogido por Dios.
Sincera es la palabra del Señor y todas sus acción es son leales.
Él ama la justicia y el derecho, la tierra llena esta de sus bondades.
R/.
La palabra del Señor hizo los cielos y su aliento, los astros; pues el
Señor habló y fue hecho todo; lo mandó con su voz y surgió
el orbe. R/.
Cuida el Señor de aquellos que lo temen y en su bondad confían;
los salva de la muerte y en épocas de hambre les da vida. R/.
En el Señor esta nuestra esperanza, pues Él es nuestra ayuda y
nuestro amparo. Muéstrate bondadoso con nosotros, puesto que en ti, Señor,
hemos confiado. R/.
Ustedes han recibido un espíritu de hijos en virtud del cual podemos llamar Padre a Dios.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 8,14-17
Hermanos: Los que se dejan guiar por el Espíritu de Dios, esos son hijos de Dios. No han recibido ustedes un espíritu de esclavos, que los haga temer de nuevo, sino un espíritu de hijos, en virtud del cual podemos llamar Padre a Dios. El mismo Espíritu Santo, a una con nuestro propio espíritu, da testimonio de que somos hijos de Dios. Y si somos hijos, somos también herederos de Dios y coherederos con Cristo, puesto que sufrimos con Él para ser glorificados junto con Él. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(cfr. Ap 1, 8) R/. Aleluya, aleluya.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Al Dios que es, que era
y que vendrá. R/.
Bauticen a las naciones en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo.
Del santo Evangelio según san Mateo: 28,16-20
En aquel tiempo, los once
discípulos se fueron a Galilea y subieron al monte en el que Jesús
los había citado. Al ver a Jesús, se postraron, aunque algunos
titubeaban.
Entonces, Jesús se acercó a ellos y les dijo: "Me ha sido
dado todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y enseñen a
todas las nación es, bautizándolos en el nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo, y ensenándolas a cumplir todo cuanto
yo les he mandado; y sepan que yo estaré con ustedes todos los días,
hasta el fin del mundo". Palabra del Señor. Gloria a
ti, Señor Jesus.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Presentemos a Dios,
el Padre del amor, nuestras plegarias, por la Iglesia y por toda la humanidad.
Después de cada petición diremos: Padre, escúchanos.
Por la Iglesia, por todos los que queremos vivir siguiendo el camino del
amor de Dios. Oremos.
Por los monasterios de vida contemplativa, por los monjes y monjas que dan en
nuestro mundo testimonio de fe y de oración. Oremos.
Por los pobres y los enfermos, por todos aquellos que viven marcados por el
dolor y la debilidad. Oremos.
Por los mexicanos que han elegido servir a la patria en la Marina. Oremos.
Por nuestro planeta y la conservación del medio ambiente, que Dios bondadoso
nos ha dado. Oremos.
Por nosotros, por los que cada domingo nos reunimos en esta iglesia para compartir
la mesa de Jesucristo. Oremos.
Escucha, Padre, nuestra oración, y concédenos ser dóciles
a tu Espíritu Santo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por la invocación de tu nombre, santifica, Señor, estos dones que te presentamos y transfórmanos por ellos en una continua oblación a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Que con tu único Hijo y el Espíritu Santo, eres un solo Dios,
un solo Señor, no en la singularidad de una sola persona, sino en la
trinidad de una sola substancia.
Y lo que creemos de tu gloria, porque tú lo revelaste, eso mismo lo afirmamos
de tu Hijo y también del Espíritu Santo, sin diferencia ni distinción.
De modo que al proclamar nuestra fe en la verdadera y eterna divinidad, adoramos
a tres personas distintas, en la unidad de un solo ser e iguales en su majestad.
A quien alaban los ángeles y los arcángeles, y todos los coros
celestiales, que no cesan de aclamarte con una sola voz: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ga 4, 6)
Porque ustedes son hijos de Dios, Dios infundio en sus corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: Padre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la recepción de este sacramento y nuestra profesión de fe en la Trinidad santa y eterna, y en su unidad indivisible, nos aprovechen, Señor, Dios nuestro, para la salvación del cuerpo y el alma. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXION PARA NUESTRO TIEMPO.- Dios está con nosotros. Lo confiesa Israel y lo confiesan los discípulos de Jesus. Cuando esa certidumbre se siente vivamente, se convierte en una confianza inquebrantable. La seguridad que produce el saberse amado y protegido por los padres, da identidad y confianza a los niños pequeños. Por esa razón el Señor Jesús eligió la imagen del niño para describir la relación de fe que vivimos los creyentes con Dios. La presencia de Dios es misteriosa, no es sencilla de apreciar, sin embargo, es perceptible. Los místicos, los profetas y la gente de buen corazón logran descubrirla. Tal vez nuestra sociedad ha perdido esa capacidad de captar la presencia de Dios en la vida cotidiana. La contemplación es una dimensión esencial del creyente. Quien no deletrea la cercanía de Dios no puede llamarle Padre, ni reconocerse en los otros con los ojos de hermano. La vida del discípulo comienza al momento que se experimenta la amorosa presencia de Dios en las situación es ordinarias.
Santos: Quirino de Tívoli, mártir; Emma de Gurk, laica; Francisco Caracciolo, fundador. Feria (Verde)
AÑADIR LA VIRTUD A SU FE
2 P 1, 1-7; Mc 12, 1-12
Para el autor de la Segunda Carta de Pedro la situación imperante no era nada fácil. El mundo estaba amenazado -igual que siempre- por la ruina del egoísmo y el abuso de los poderosos. Sin embargo, había salidas, era posible participar de la naturaleza y la amistad con Dios. Los creyentes que se decidieran a hacerlo, se ejercitarían en la práctica de las virtudes cristianas con constancia y afecto fraterno. Esos pequeños oasis de fraternidad cristiana rejuvenecieron las sociedades del mundo romano. En cierto modo, y conectándonos con el Evangelio de san Marcos, la viña en manos de nuevos labradores estaba produciendo sus frutos. El "Hijo querido" efectivamente fue crucificado y a través de su Pascua el Señor hizo maravillas, suscitando discípulos generosos que produjeron abundantes cosechas de armonía social y amor fraterno.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Rm 5, 5)
El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por su Espíritu, que habita en nosotros.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo, concédenos que, guiados por este mismo espíritu, saboreemos el bien y gocemos siempre de sus consuelos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Dios nos ha concedido los maravillosos bienes prometidos, que nos hacen participes de la naturaleza divina.
De la segunda carta del apóstol san Pedro: 1,1-7
Yo, Simón Pedro,
siervo y apóstol de Jesucristo, les escribo a ustedes, los que han obtenido
una fe tan preciosa como la nuestra, gracias a la justicia de Jesucristo, nuestro
Dios y Salvador. Que abunden entre ustedes la gracia y la paz, por el conocimiento
de Jesucristo, nuestro Señor.
Su acción divina nos ha otorgado todo lo necesario para llevar una vida
de santidad, mediante el conocimiento profundo del que nos ha llamado con su
propia gloria y poder. Por medio de las cuales nos han sido otorgados también
los grandes y maravillosos bienes prometidos, para que por ellos puedan ustedes
escapar de la corrupción que las pasiones desordenadas provocan en el
mundo, y lleguen a participar de la naturaleza divina. Por eso, esfuércense
en añadir a su buena fe, conducta; a la buena conducta, la inteligencia;
a la inteligencia, el dominio propio; al dominio propio, la perseverancia; a
la perseverancia, la piedad; a la piedad, el amor fraterno, y al amor fraterno,
la caridad. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 90 R/.
Tú eres mi Dios y en ti confío.
Tú, que vives al amparo del Altísimo y descansas a la
sombra del Todopoderoso, dile al Señor: "Tú eres mi refugio
y fortaleza; hi eres mi Dios y en ti confío". R/.
"Puesto que tú me conoces y me amas, dice el Señor, yo te
librare y te pondré a salvo. Cuando tú me invoques, yo te escuchare
y en tus angustias estaré contigo". R/.
"A quien se acoge a mí, dice el Señor, yo lo defenderé
y colmare de honores; lo haré disfrutar de larga vida y haré que
pueda ver mi salvación". R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Ap 1, 5) R/. Aleluya, aleluya.
Señor Jesús, testigo fiel, primogénito de entre los muertos,
tu amor por nosotros es tan grande, que has lavado nuestras culpas con tu sangre.
R/.
Se apoderaron del hijo, lo mataron y arrojaron su cuerpo fuera de la viña.
Del santo Evangelio según san Marcos: 12,1-12
En aquel tiempo, Jesús
comenzó a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes, a los escribas
y a los ancianos y les dijo:
"Un hombre planto una viña, la rodeo con una cerca, cavo un lagar,
construyo una torre para el vigilante, se la alquiló a unos viñadores
y se fue de viaje al extranjero.
A su tiempo, les envió a los viñadores un criado para recoger
su parte del fruto de la viña. Ellos se apoderaron de él, lo golpearon
y lo devolvieron sin nada. Les envió otro criado, pero ellos lo descalabraron
y lo insultaron. Volvió a enviarles otro y lo mataron. Les envió
otros muchos y los golpearon o los mataron.
Ya sólo le quedaba por enviar a uno, su hijo querido, y finalmente también
se lo envió, pensando: 'A mi hijo si lo respetaran'. Pero al verlo llegar,
aquellos viñadores se dijeron: 'Este es el heredero; vamos a matarlo
y la herencia será nuestra'. Se apoderaron de él, lo mataron y
arrojaron su cuerpo fuera de la viña.
¿Qué hará entonces el dueño de la viña? Vendrá
y acabara con esos viñadores y dará la viña a otros. ¿Acaso
no han leído en las Escrituras: La piedra que desecharon los constructores
es ahora la piedra angular. Esto es obra de la mano del Señor, es un
milagro patente?".
Entonces los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos, quisieron apoderarse
de Jesús, porque se dieron cuenta de que por ellos había dicho
aquella parábola, pero le tuvieron miedo a la multitud, dejaron a Jesús
y se fueron de ahí. Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesus.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, nuestras ofrendas y con la luz del Espíritu Santo purifica nuestros corazones. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 67, 29)
Despliega, Señor, tu poder; el poder que por nosotros desplegaste desde tu templo, en lo alto de Jerusalén.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que tu Espíritu Santo, Señor, descienda sobre nosotros, purifique nuestros corazones y los fecunde, penetrandolos con su divino rocío. Por Jesucristo, nuestro Señor.
AGUARDAMOS UN CIELO NUEVO
2 P 3, 12-15. 17-18; Mc 12,13-17
La discusión que sostuvo el Señor con fariseos y herodíanos a propósito del pago del impuesto al Cesar tocaba una cuestión decisivamente actual. ¿Hay que resignarse o rebelarse ante la prepotencia de los poderosos? ¿Existe alguna salida inteligente ante los que abusan del poder de las armas y la violencia? La pregunta no se agota en las circunstancias originales, que no eran otras que las de la ocupación romana en Judea. La situación de inseguridad que ahora vivimos en el país -tan distante de los cielos nuevos y tierra nueva de que nos habla la Carta de Pedro- replantea el asunto. Quienes disponen de la fuerza de las armas no entienden de razones, no podemos entregarles nuestra persona y nuestro corazón, puesto que pertenecen a Dios. No podemos ser sus cómplices. Tampoco tiene caso arriesgar la vida para preservar nuestros bienes, pocos o muchos, cuando los delincuentes amenacen nuestra vida.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Este hombre es un verdadero mártir, ya que derramó su sangre por Cristo; no temió las amenazas de quienes lo juzgaron y mereció así el Reino de los cielos.
ORACIÓN COLECTA
Señor, que la intercesión de tu mártir san Bonifacio, nos ayude a mantener con firmeza y a proclamar con nuestras obras, aquella misma fe que el predicó con su palabra y atestiguo con su sangre. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva.
De la segunda carta del apóstol san Pedro: 3,12-15.17-18
Hermanos: Piensen con cuanta
santidad y entrega deben ustedes vivir esperando y apresurando el advenimiento
del día del Señor, cuando desaparecerán los cielos, consumidos
por el fuego, y se derretirán los elementos.
Pero nosotros confiamos en la promesa del Señor y esperamos un cielo
nuevo y una tierra nueva, en que habite la justicia. Por tanto, queridos hermanos,
apoyados en esta esperanza, pongan todo su empeño en que el Señor
los halle en paz con Él, sin mancha ni reproche, y consideren que la
magnanimidad de Dios es nuestra salvación.
Así pues, queridos hermanos, ya están ustedes avisados; vivan
en guardia para que no los arrastre el error de los malvados y pierdan su seguridad.
Crezcan en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo.
A Él la gloria, ahora y hasta el día de la eternidad. Amen. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 89 R/.
Tú eres, Señor, nuestro refugio.
Desde antes que surgieran las montañas, y la tierra y el mundo apareciesen,
existes ni, Dios mío, desde siempre y por siempre. R/.
Tú haces volver al polvo a los humanos, diciendo a los mortales que retornen.
Mil años son para ti como un día, que ya paso; como una breve
noche. R/.
Setenta son los años que vivimos; llegar a los ochenta es más
bien raro; pena y trabajo son los más de ellos, como suspiro pasan y
pasamos. R/.
Llénanos de tu amor por la mañana y jubilo será la vida
toda. Haz, Señor, que tus siervos y sus hijos puedan mirar tus obras
y tu gloria. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Ef 1, 17-18) R/. Aleluya, aleluya.
Que el Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine nuestras mentes para
que podamos comprender cuál es la esperanza que nos da su llamamiento.
R/.
Den al Cesar lo que es del Cesar, y a Dios lo que es de Dios.
Del santo Evangelio según san Marcos: 12,13-17
En aquel tiempo, los sumos
sacerdotes, los escribas y los ancianos le enviaron a Jesús unos fariseos
y unos partidarios de Herodes, para hacerle una pregunta capciosa. Se acercaron,
pues, a Él y le dijeron: "Maestro, sabemos que eres sincero y que
no te importa lo que diga la gente, porque no tratas de adular a los hombres,
sino que enseñas con toda verdad el camino de Dios. ¿Está
permitido o no, pagarle el tributo al Cesar? ¿Se lo damos o no se lo
damos?". Jesús, notando su hipocresía, les dijo: "¿Por
qué me ponen una trampa? Tráiganme una moneda para que yo la vea".
Se la trajeron y Él les pregunto: "¿De quién es la
imagen y el nombre que lleva escrito?". Le contestaron: "Del Cesar".
Entonces les respondió Jesús: "Den al Cesar lo que es del
Cesar, y a Dios lo que es de Dios". Y los dejo admirados. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te presentamos, Señor, estas ofrendas en honor de tu santo mártir Bonifacio, a quien ninguna tentación pudo separar de la unión con tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 15, 5)
Yo soy la vid y ustedes los sarmientos, dice el Señor; el que permanece en mí y en el cual yo permanezco, ese dará fruto abundante.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor, imitar, confortados con este sacramento, la admirable entereza de san Bonifacio, a fin de obtener así el premio eterno, prometido a los que sufren por causa de tu nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
HA ANIQUILADO LA MUERTE
2 Tm 1, 1-3. 6-12; Mc 12, 18-27
Este encabezado es el eslabón que une ambos pasajes. Timoteo sabe que la aparición del Señor Jesús, con su muerte y resurrección gloriosa marca el inicio de los tiempos definitivos. Seguro como esta que Jesús ha aniquilado a la muerte y propagado vida a través del mensaje del Evangelio en el corazón de judíos y griegos, consagra su vida a servirle como misionero. Timoteo, tendrá que asumir esa misión con valentía. La valentía del apóstol brota de la esperanza en la resurrección de Cristo. Esa certidumbre es la que expone el Señor Jesús ante la incredulidad de los saduceos que no tenían sino esperanzas terrenales, materializadas en el poder y la riqueza. La muerte era para ellos un límite infranqueable que despojaba de todo sentido su existencia. Para Jesús, que ama al Dios de la vida, la muerte no es una ruptura, sino la continuación de la vida frágil que camina hacia la plenitud al lado del Padre.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Lc 12, 42)
Este es el siervo prudente y fiel, a quien el Señor puso al frente de su familia.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que en tu inefable providencia elegiste a san José por esposo de la santísima Madre de tu Hijo, concédenos tener como intercesor en el cielo a quien veneramos como protector en la tierra. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Reaviva el don de Dios que recibiste cuando te impuse las manos.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 1,1-3. 6-12
Pablo, apóstol de
Jesucristo por voluntad de Dios, conforme a la promesa de vida que hay en Cristo
Jesús, a Timoteo, hijo querido. Te deseo la gracia, la misericordia y
la paz de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro.
Cuando de noche y de día te recuerdo en mis oración es, le doy
gracias a Dios, a quien sirvo con una conciencia pura, como lo aprendí
de mis antepasados. Por eso te recomiendo que reavives el don de Dios que recibiste
cuando te impuse las manos. Porque el Señor no nos ha dado un Espíritu
de temor, sino de fortaleza, de amor y de moderación. No te avergüences,
pues, de dar testimonio de nuestro Señor, ni te avergüences de mí,
que estoy preso por su causa. Al contrario, comparte conmigo los sufrimientos
por la predicación del Evangelio, sostenido por la fuerza de Dios. Él
nos ha salvado y nos ha llamado a llevar una vida santa, no por nuestros méritos,
sino por su propia determinación y por la gracia que nos ha sido dada,
en Cristo Jesús, desde toda la eternidad. Esta gracia es la que se ha
manifestado ahora con el advenimiento de nuestro Salvador, Jesucristo, quien
ha destruido la muerte e irradiado la vida y la inmortalidad por medio del Evangelio,
del que he sido nombrado predicador, apóstol y maestro.
Por este motivo soporto esta prisión, pero no me da vergüenza, porque
se en quien he puesto mi confianza, y estoy seguro de que El con su poder cuidará,
hasta el último día, lo que me ha encomendado.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 122 R/.
En ti, Señor, tengo fijos mis ojos.
En ti, Señor, que habitas en lo alto, fijos los ojos tengo, como fijan
sus ojos en las manos de su Señor, los siervos. R/.
Así como la esclava en su Señora tiene fijos los ojos, fijos están
en el Señor los nuestros hasta que Dios se apiade de nosotros. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 11, 25. 26) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy la resurrección y la vida, dice el Señor; el que cree en
mí no morirá para siempre. R/.
Dios no es Dios de muertos, sino de vivos.
Del santo Evangelio según san Marcos: 12,18-27
En aquel tiempo, fueron
a ver a Jesús algunos de los saduceos, los cuales afirman que los muertos
no resucitan, y le dijeron: "Maestro, Moisés nos dejó escrito
que si un hombre muere dejando a su viuda sin hijos, que la tome por mujer el
hermano del que murió, para darle descendencia a su hermano. Había
una vez siete hermanos, el primero de los cuales se casó y murió
sin dejar hijos. El segundo se casó con la viuda y murió también,
sin dejar hijos; lo mismo el tercero. Los siete se casaron con ella y ninguno
de ellos dejo descendencia. Por último, después de todos, murió
también la mujer. El día de la resurrección, cuando resuciten
de entre los muertos, ¿de cuál de los siete será mujer?
Porque fue mujer de los siete".
Jesús les contesto: "Están en un error, porque no entienden
las Escrituras ni el poder de Dios. Pues cuando resuciten de entre los muertos,
ni los hombres tendrán mujer ni las mujeres marido, sino que serán
como los ángeles del cielo. Y en cuanto al hecho de que los muertos resucitan,
¿acaso no han leído en el libro de Moisés aquel pasaje
de la zarza, en que Dios le dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac,
el Dios de Jacob! Dios no es Dios de muertos, sino de vivos. Están, pues,
muy equivocados". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesus.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por intercesión de san Jose, a quien confiaste la misión de cuidar de tu Unigénito como padre, te pedimos, Señor, que nos concedas poder ofrecerte dignamente este sacrificio de alabanza. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 25, 21)
Muy bien, siervo bueno y fiel, entra en el gozo de tu Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Renovados con este Sacramento que da vida, te rogamos, Señor, que nos concedas vivir para ti en justicia y santidad, a ejemplo y por intercesión de san Jose, el varón justo y obediente que contribuyo con sus servicios a la realización de tus grandes misterios. Por Jesucristo, nuestro Señor.
MISA DEL DÍA. SAN MARCELINO CHAMPAGNAT
SOLEMNIDAD EN LAS CASAS MARISTAS.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Me 10, 14-15)
Dejen que los niños se acerquen a mí: no se lo impidan; de los que son como ellos es el Reino de Dios. Les lo aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrara en él.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Padre santo, que por medio
de tu Hijo unigénito has revelado el mandamiento de la nueva ley y nos
has dado a San Marcelino como ejemplo admirable del modo de vivirlo, concédenos,
te rogamos, que también nosotros, siguiendo sus enseñanzas, amemos
a los hermanos de corazón, y conduzcamos el mundo al conocimiento de
la verdad de Cristo.
Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos
de los siglos. Amen.
LITURGIA DE LA PALABRA
Del libro de los Hechos de los Apóstoles 1,12-14; 2,44-47
Después de subir
Jesús al cielo, los apóstoles se volvieron a Jerusalén,
desde el monte que llaman de los Olivos, que dista de Jerusalén lo que
se permite caminar en sábado. Llegados a casa subieron a la sala, donde
se alojaban Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe, Tomas, Bartolomé
y Mateo, Santiago el de Alfeo, Simón el Celotes y Judas el de Santiago.
Todos ellos se dedicaban a la oración en común, junto con algunas
mujeres, entre ellas, María, la Madre de Jesús, y con sus hermanos.
Los creyentes vivían todos unidos y lo tenían todo en común;
vendían posesiones y bienes y lo repartían entre todos, según
la necesidad de cada uno. A diario acudían al templo todos unidos, celebraban
la fracción del pan en las casas y comían juntos alabando a Dios
con alegría y de todo corazón; eran bien vistos por todo el pueblo
y día tras día el Señor iba agregando al grupo a los que
se iban salvando. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 111,
1-9 R/. Dichoso el hombre a quien tu educas, Señor.
Dichoso quien teme al Señor y ama de corazón sus mandatos. Su
linaje será poderoso en la tierra, la descendencia del justo será
bendita. R/.
En su casa habrá riquezas y abundancia, su caridad es constante, sin
falta. En las tinieblas brilla como luz el que es justo, clemente y compasivo.
R/.
Dichoso el que se apiada y presta, y administra rectamente sus asuntos. El hombre
justo jamás vacilara, su recuerdo será perpetuo. R/.
No temerá las malas noticias, su corazón está firme en
el Señor. Su corazón está seguro, sin temor, hasta que
vea derrotados a sus enemigos. R/.
Reparte limosna a los pobres; su caridad es constante, sin falta, y alzara la
frente con dignidad. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 5, 3) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el Reino
de los cielos. R/.
Del santo Evangelio según san Mateo 18,1-7.10
En aquel tiempo, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: ¿Quién es el más importante en el Reino de los cielos? El llamo a un niño, lo puso en medio y dijo: Os digo que, si no volvéis a ser como niños, no entrareis en el Reino de los cielos. El que acoge a un niño como este en mi nombre, me acoge a mí. Pero si alguien escandaliza a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgaran al cuello una piedra de molino y lo hundieran en el fondo del mar. ¡Ay del mundo a causa de los escándalos! Es inevitable que haya escándalos, pero hay del hombre por quien viene ese escándalo! Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial. Palabra del Señor. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesus.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sea agradable Señor,
nuestra ofrenda; y concédenos que, llenos nosotros del Espíritu
de tu amor, perseveremos en la enseñanza de los apóstoles, en
la unión fraterna, en la fracción del pan y en la oración.
Por Cristo, nuestro Señor.
Prefacio (de los Santos Pastores o de los Santos Religiosos)
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 19, 26-27)
Jesús, al ver a su madre, y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre: "Mujer, ahí tienes a tu hijo". Luego dijo al discípulo: "Ahí tienes a tu madre". Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que nos has alimentado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, concédenos, a quienes celebramos las grandes obras que has llevado a cabo en tu Iglesia por medio de San Marcelino, que robustecidos con la fuerza de este sacramento, podamos siempre emprender mayores obras de apostolado. Por Cristo, nuestro Señor...
EL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO
Santos: San Roberto de Newminster, abad. Beata Ana de San Bartolomé, religiosa. Solemnidad (Blanca)
LA VIDA ENTREGADA LIBREMENTE
Ex 24, 3-8: Hb 9. 11-15; Mc 14, 12-16. 22-26
La lectura del Éxodo nos refiere la celebración de la alianza entre Dios y el pueblo de Israel. La sangre se derrama sobre el altar y las piedras. Dios e Israel han sellado un compromiso bilateral que asegurara la fidelidad divina y la obediencia humana. En la carta a los hebreos se destaca el salto decisivo que significa la entrega de Cristo: único sacrificio que cancela definitivamente las víctimas animales. La ofrenda personal de Jesús nos hizo participes de la herencia eterna. En el Evangelio Jesús asigna un significado nuevo al rito del pan y el cáliz. El Pan es su Cuerpo y el vino, su Sangre derramada, es decir, vida entregada voluntariamente para que todas y todos, formemos parte de la alianza incluyente que Dios establece amorosamente con nosotros.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 80, 1 7)
Alimento a su pueblo con lo mejor del trigo y lo sacio con miel sacada de la roca.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor nuestro Jesucristo, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, concédenos venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Esta es la sangre de la alianza que el Señor ha hecho con ustedes.
Del libro del Éxodo: 24, 3-8
En aquellos días, Moisés bajo del monte Sinaí y refirió al pueblo todo lo que el Señor le había dicho y los mandamientos que le había dado. Y el pueblo contesto a una voz: "Haremos todo lo que dice el Señor". Moisés puso por escrito todas las palabras del Señor. Se levantó temprano, construyo un altar al pie del monte y puso al lado del altar doce piedras conmemorativas, en representación de las doce tribus de Israel. Después mando a algunos jóvenes israelitas a ofrecer holocaustos e inmolar novillos, como sacrificios pacíficos en honor del Señor; tomo la mitad de la sangre, la puso en vasijas y derramo sobre el altar la otra mitad. Entonces tomó el libro de la alianza y lo leyó al pueblo y el pueblo respondió: "Obedeceremos; haremos todo lo que manda el Señor". Luego Moisés roció al pueblo con la sangre, diciendo: "Esta es la sangre de la alianza que el Señor ha hecho con ustedes, conforme a las palabras que han oído". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 115 R/.
Levantaré el cáliz de la salvación.
¿Cómo le pagare al Señor todo el bien que me ha hecho?
Levantare el cáliz de salvación e invocare el nombre del Señor.
R/.
A los ojos del Señor es muy penoso que mueran sus amigos. De la muerte,
Señor, me has librado, a mí, tu esclavo e hijo de tu esclava.
R/.
Te ofreceré con gratitud un sacrificio e invocare tu nombre. Cumpliré
mis promesas al Señor ante todo su pueblo. R/.
La sangre de Cristo purificará nuestra conciencia.
De la carta a los hebreos: 9,11-15
Hermanos: Cuando Cristo
se presentó como sumo sacerdote que nos obtiene los bienes definitivos,
penetro una sola vez y para siempre en el "lugar santísimo",
a través de una tienda, que no estaba hecha por mano de hombres, ni pertenecía
a esta creación. No llevo consigo sangre de animales, sino su propia
sangre, con la cual nos obtuvo una redención eterna. Porque si la sangre
de los machos cabríos y de los becerros y las cenizas de una ternera,
cuando se esparcían sobre los impuros, eran capaces de conferir a los
israelitas una pureza legal, meramente exterior, ¡cuánto más
la sangre de Cristo purificará nuestra conciencia de todo pecado, a fin
de que demos culto al Dios vivo, ya que a impulses del Espíritu Santo,
se ofreció a sí mismo como sacrificio inmaculado a Dios, y así
podrá purificar nuestra conciencia de las obras que conducen a la muerte,
para servir al Dios vivo!
Por eso, Cristo es el mediador de una alianza nueva. Con su muerte hizo que
fueran perdonados los delitos cometidos durante la antigua alianza, para que
los llamados por Dios pudieran recibir la herencia eterna que Él les
había prometido. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SECUENCIA
(Puede omitirse o puede
recitarse en forma abreviada, comenzando par la estrofa: "El pan que del
cielo baja ").
Al Salvador alabemos,
que es nuestro pastor y guía.
Alabémoslo con himnos
y canciones de alegría.
Esto nuevo, siempre nuevo,
es la luz de la verdad.
que sustituye a lo viejo
con reciente claridad.
Alabémoslo sin límites
y con nuestras fuerzas todas;
pues tan grande es el Señor,
que nuestra alabanza es poca.
Gustosos hoy aclamamos
a Cristo, que es nuestro pan.
pues El es el pan de vida
que nos da vida inmortal.
Doce eran los que cenaban
y les dio pan a los doce.
Doce entonces lo comieron,
y, después, todos los hombres.
Sea plena la alabanza
y llena de alegres cantos;
que nuestra alma se desborde
en todo un concierto santo.
Hoy celebramos con gozo
la gloriosa institución
de este banquete divino,
el banquete del Señor.
Esta es la nueva Pascua,
Pascua del único Rey,
que termina con la alianza
tan pesada de la ley.
En aquella ultima cena
Cristo hizo la maravilla
de dejar a sus amigos
el memorial de su vida.
Enseñados por la
Iglesia,
consagramos pan y vino,
que a los hombres nos redimen,
y dan fuerza en el camino.
Es un dogma del cristiano
que el pan se convierte en carne,
y lo que antes era vino
queda convertido en sangre.
Hay cosas que no entendemos,
pues no alcanza la razón;
mas si las vemos con fe,
entraran al corazón.
Bajo símbolos diversos
y
en diferentes figuras,
se esconden ciertas verdades
maravillosas, profundas.
Su sangre es nuestra bebida;
su carne, nuestro alimento;
pero en el pan o en el vino
Cristo esta todo completo
Quien lo come, no lo rompe,
no lo parte ni divide;
El es el todo y la parte;
vivo esta en quien lo recibe.
Cuando parten lo exterior,
solo parten lo que has visto;
no es una disminución
de la persona de Cristo.
Puede ser tan solo uno
el que se acerca al altar,
o pueden ser multitudes:
Cristo no se acabara.
Lo comen buenos y malos,
con provecho diferente;
no es lo mismo tener vida
que ser condenado a muerte.
A los malos les da muerte
y a los buenos les da vida.
¡Que efecto tan diferente
tiene la misma comida!
El pan que del cielo baja
es comida de viajeros.
Es un pan para los hijos.
¡No hay que tirarlo a los perros!
Isaac, el inocente,
es figura de este pan,
con el cordero de Pascua
y el misterioso mana.
Ten compasión de
nosotros,
buen pastor, pan verdadero.
Apaciéntanos y cuídanos
y conducenos al cielo.
Si lo parten, no te apures
solo parten lo exterior;
en el mínimo fragmento
entero late el Señor.
Todo lo puedes y sabes,
pastor de ovejas, divino.
Concedenos en el cielo
gozar la herencia contigo. Amen.
ACLAMACIÓN
(Jn 6, 51) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor; el que coma
de este pan vivirá para siempre. R/.
Esto es mi cuerpo. Esta es mi sangre.
Del santo Evangelio según san Marcos: 14,12-16.22-26
El primer día de
la fiesta de los panes Ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual,
le preguntaron a Jesús sus discípulos: "¿Dónde
quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?". Él les dijo
a dos de ellos: "Vayan a la ciudad. Encontraran a un hombre que lleva un
cántaro de agua; síganlo y díganle al dueño de la
casa en donde entre: 'El Maestro manda preguntar: ¿Dónde está
la habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?'.
Él les enseñara una sala en el segundo piso, arreglada con divanes.
Prepárennos allí la cena". Los discípulos se fueron,
llegaron a la ciudad, encontraron lo que Jesús les había dicho
y prepararon la cena de Pascua.
Mientras cenaban, Jesús tomó un pan, pronuncio la bendición,
lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciendo: “Tomen:
esto es mi cuerpo". Y tomando en sus manos una copa de vino, pronuncio
la acción de gracias, se la dio, todos bebieron y les dijo: "Esta
es mi sangre, sangre de la alianza, que se derrama por todos. Yo les aseguro
que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día en que
beba el vino nuevo en el Reino de Dios".
Después de cantar el himno, salieron hacia el monte de los Olivos. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesus.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, concede a tu Iglesia los dones de la unidad y de la paz, simbolizados en las ofrendas sacramentales que te presentamos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO I DE LA EUCARISTIA
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre
y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por
Cristo, Señor nuestro.
El cual, verdadero y eterno sacerdote, al instituir el sacramento del sacrificio
perdurable, se ofreció a ti como víctima salvadora, y nos mandó
que lo ofreciéramos como memorial suyo.
Cuando comemos su carne, inmolada por nosotros, quedamos fortalecidos; y cuando
bebemos su sangre, derramada por nosotros, quedamos limpios de nuestros pecados.
Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros
celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 56)
El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor, disfrutar eternamente del gozo de tu divinidad que ahora pregustamos, en la comunión de tu Cuerpo y de tu Sangre. Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Santos: Medardo de Noyon, obispo; Guillermo de York, obispo. Beato María Teresa Chiramel, fundadora. Feria
LAS PERSECUCIONES
2 Tm 3, 10-17; Mc 12, 35-37
San Pablo amonesta a su colaborador, Timoteo, para que reproduzca su ejemplo intachable. En particular, le recuerda que tuvo que soportar numerosas persecuciones por causa del Evangelio. El caso de san Pablo no es excepcional, antes bien, se puede universalizar. Quien viva como autentico cristiano, así como lo hizo san Pablo, conocerá persecuciones y maltratos. El cristiano podrá superarlos si se fortalece con la lectura asidua de la Palabra del Señor. Como interprete genuino de esa Palabra el Señor, Jesús cuestiona las interpretaciones tradicionales que los Escribas hacían acerca de los Salmos, para resaltar el alcance profundo del Señorío del Mesías. El relato pretende afirmar con todas sus letras la condición divina de Jesús ante los ojos de los lectores del segundo Evangelio, en un momento en que la comunidad cristiana ya confesaba a Jesús como Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Sb 11, 24. 25. 27)
Señor, tú tienes misericordia de todos y nunca odias a tus creaturas; borras los pecados de los hombres que se arrepienten, y los perdonas, porque tú, Señor, eres nuestro Dios.
ORACIÓN COLECTA
Escucha, Señor, nuestra oración y perdona nuestros pecados, para que recibamos, juntamente, tu perdón y tu paz. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Todos los que quieran vivir como buenos cristianos serán perseguidos.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 3,10-17
Querido hermano: Tú
has seguido de cerca mis enseñanzas y mi modo de vivir, mis planes, mi
fe, mi paciencia, mi amor fraterno, mi constancia, mis persecuciones y sufrimientos,
como los que soporte en Antioquia, en Iconio y en Listra. ¡Que duras persecuciones
tuve que sufrir! Pero de todas me libró el Señor.
Todos los que quieran vivir como buenos cristianos, también serán
perseguidos. Por su parte, los malos y perversos irán de mal en peor,
engañando a otros y engañándose a sí mismos. Tú,
en cambio, permanece firme en lo que has aprendido y se te ha confiado, pues
bien sabes de quienes lo aprendiste y desde tu infancia estas familiarizado
con la Sagrada Escritura, la cual puede darte la sabiduría que, por la
fe en Cristo Jesús, conduce a la salvación.
Toda la Sagrada Escritura está inspirada por Dios y es útil para
ensenar, para reprender, para corregir y para educar en la virtud, a fin de
que el hombre de Dios sea perfecto y este enteramente preparado para toda obra
buena. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 118 R/.
Quienes aman tus leyes, de inmensa paz disfrutan.
Muchos son mis contrarios y mis perseguidores, pero yo no me aparto,
Señor, de tus preceptos. Verdad es el compendio de todas tus palabras,
y son eternas todas tus justas decisiones. R/.
Aunque los poderosos sin razón me persiguen, solo tus palabras hacen
temblar mi corazón. Quienes aman tus leyes, de inmensa paz disfrutan;
para ellos no hay tropiezos. R/.
Espero que me salves, pues he puesto en práctica, Señor, tus mandamientos.
Observo tus mandatos, obedezco tus ordenes; tú conoces mi vida. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 23) R/. Aleluya, aleluya.
El que me ama, cumplirá mi palabra, dice el Señor; y mi Padre
lo amará y vendremos a él. R/.
¿Cómo dicen que el Mesías es hijo de David?
Del santo Evangelio según san Marcos: 12, 35-37
Un día, mientras
enseñaba en el templo, Jesús pregunto: "¿Cómo
pueden decir los escribas que el Mesías es hijo de David? El mismo David,
inspirado por el Espíritu Santo, ha declarado: Dijo el Señor a
mi Señor: Siéntate a mi derecha y yo hare de tus enemigos el estrado
donde pongas los pies. Si el mismo David lo llama 'Señor', ¿cómo
puede ser hijo suyo?".
La multitud que lo rodeaba, que era mucha, lo escuchaba con agrado. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, este sacrificio de reconciliación y alabanza, para que perdones nuestros pecados y dirijas hacia ti nuestro vacilante corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 15,10)
Por un solo pecador que se convierta, dice el Señor, habrá gran alegría entre los ángeles del cielo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por nuestra participación en el sacramento del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, nos has perdonado, Señor, nuestros pecados, concédenos tu gracia para evitarlos de ahora en adelante y servirte con sincero corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Vísperas I del domingo: 2a semana del Salterio. Tomo III: pp. 880 y 332. Para los fieles: pp. 555 y 399. Edición popular: 108y466. Feria (Verde)
LOS DONES DE SAN PABLO Y LA VIUDA
2 Tm 4, 1-8; Mc 12, 38-44
La última escena del ministerio público del Señor Jesús que nos registra san Marcos exalta y desautoriza dos actitudes contrastantes. De un lado los letrados que devoran bajo motivos inconfesables las riquezas de la gente pobre y de las viudas en particular; del otro, la viuda pobre que confía plenamente en Dios y ofrenda todo cuanto tiene para vivir. Al dar sus bienes, ella también entrega su vida. En la despedida de la segunda carta a Timoteo san Pablo presiente la inminencia de su próxima muerte, intuye que no saldrá de la prisión y que el desenlace será desfavorable. Sin embargo, está lleno de fortaleza y por eso ofrece a Dios su vida como libación, con la alegría de haber cumplido la misión apostólica con verdadera entrega y sin menoscabar esfuerzo alguno, hasta el martirio.
MISA DE SANTA MARÍA EN SÁBADO
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Hch 1, 14)
Con un mismo espíritu, los discípulos perseveraban en la oración junto con María, la Madre de Jesús.
ORACIÓN COLECTA
Dios misericordioso, que quisiste que tu Hijo unigénito proclamara desde la cruz como Madre nuestra a su propia Madre, haz que tu Iglesia, por la mediación y cooperación maternal de la Virgen María, crezca cada día en santidad y atraiga a su seno a todas las naciones. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Cumple tu trabajo de evangelizador. Para mí ha llegado la hora del sacrificio y espero la corona merecida con que el Señor me premiará.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 4, 1-8
Querido hermano: En presencia
de Dios y de Cristo Jesús, que ha de venir a juzgar a los vivos y a los
muertos, te pido encarecidamente, por su advenimiento y por su Reino, que anuncies
la palabra; insiste a tiempo y a destiempo; convence, reprende y exhorta con
toda paciencia y sabiduría.
Porque vendrá un tiempo en que los hombres no soportaran la doctrina
sana, sino que, arrastrados por sus propias pasiones, se rodearan de maestros
que les halaguen el oído; se harán sordos a la verdad y solo escucharán
las fábulas.
Tú, en cambio, se siempre prudente, soporta los sufrimientos, cumple
tu trabajo de evangelizador y desempeña a la perfección tu ministerio.
Para mí ha llegado la hora del sacrificio y se acerca el momento de mi
partida. He luchado bien en el combate, he corrido hasta la meta, he perseverado
en la fe. Ahora solo espero la corona merecida, con la que el Señor,
justo juez, me premiará en aquel día, y no solamente a mí,
sino a todos aquellos que esperan con amor su glorioso advenimiento. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 70 R/.
Mi boca, Señor, anunciara siempre tu salvación.
Mis labios no han cesado de alabarte y pregonan tu gloria todo el día.
Señor, en la vejez no me rechaces ni me abandones, falto de energías.
R/.
En ti, Señor, yo seguiré confiando, y más y más
te alabara mi boca. Yo proclamare siempre tu justicia y a todas horas, tu misericordia.
R/
Tus hazañas, Señor, alabare; diré a todos que solo tú
eres justo. Me enseñaste a alabarte desde niño y seguir alabándote
es mi orgullo. R/.
La lealtad del Señor para conmigo celebrará mi lira. Al Santo
de Israel, a ti, Dios mío, cantaré con mi cítara. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 5, 3) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino
de los cielos. R/.
Esa pobre viuda ha echado en la alcancía más que todos.
Del santo Evangelio según san Marcos: 12, 38-44
En aquel tiempo, ensenaba
Jesús a la multitud y le decía: "¡Cuidado con los escribas!
Les encanta pasearse con amplios ropajes y recibir reverencias en las calles;
buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los
banquetes; se echan sobre los bienes de las viudas haciendo ostentación
de largos rezos. Estos recibirán un castigo muy riguroso".
En una ocasión Jesús estaba sentado frente a las alcancías
del templo, mirando cómo la gente echaba allí sus monedas. Muchos
ricos daban en abundancia. En esto, se acercó una viuda pobre y echo
dos moneditas de muy poco valor. Llamando entonces a sus discípulos,
Jesús les dijo: "Yo les aseguro que esa pobre viuda ha echado en
la alcancía más que todos. Porque los demás han echado
de lo que les sobraba; pero ésta, en su pobreza, ha echado todo lo que
tenía para vivir". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesus.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Convierte, Señor, en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, estos dones que te presentamos, y haz que este memorial de nuestra redención, nos inflame en el amor a la Virgen María, Madre de la Iglesia, y nos asocie íntimamente a ella en la obra de la salvación de los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Jn 19, 26-27)
Desde la cruz, Cristo dijo al discípulo amado: "He ahí a tu Madre".
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú que nos has concedido en este sacramento la prenda de nuestra vida eterna, haz, Señor, que tu Iglesia, por la intercesión maternal de la Virgen María, ilumine a todas las naciones con la luz del Evangelio y las santifique con los dones de tu espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.
X DOMINGO ORDINARIO
EL QUE CUMPLA LA VOLUNTAD DE MI PADRE
Gn 3, 9-15, 2 Co 4, 13-5,1; Mc 3, 20-25
Hay una estrecha relación entre las tres lecturas si las vinculamos con el del tema de la obediencia. En el relato del Génesis aparece la actitud necia de la primera pareja que eligió desoír la voz de Dios, dejándose guiar por la voz confusa de la serpiente. La relación de obediencia que Dios ofrece a sus criaturas no implica sumisión ciega, sino diálogo en libertad. El hombre no se degrada al hablar con Dios, pues es un interlocutor respetuoso de nuestra libertad. En la anécdota que nos registra san Marcos sobre la visita de Jesús a su familia en Nazaret, descubrimos la soberana libertad de Jesús. Se desarraigo de su familia para iniciar su misión. Esa ruptura y sus posturas radicales generaron confusión entre sus parientes. Él optó por cumplir la voluntad de Dios a pesar de los malentendidos que esto provocará en su familia.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 26. 1-2)
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la defensa de mi vida, quién me hará temblar? Cuando me asaltan mis enemigos, tropiezan y caen.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, de quien todo bien precede, inspíranos propósitos de justicia y santidad, y concédenos tu ayuda para poder cumplirlos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
El Señor puso enemistad entre la serpiente y la mujer.
Del libro del Génesis: 3, 9-15
Después de que el
hombre y la mujer comieron del fruto del árbol prohibido, el Señor
Dios llamo al hombre y le pregunto: "¿Dónde estás?".
Éste le respondió: "Oí tus pasos en el jardín
y tuve miedo, porque estoy desnudo, y me escondí". Entonces le dijo
Dios: "¿Y quién te ha dicho que estabas desnudo? ¿Has
comido acaso del árbol del que te prohibí comer?". Respondió
Adán: "La mujer que me diste por compañera me ofreció
del fruto del árbol y comí". El Señor Dios dijo a
la mujer: "¿Por qué has hecho esto?". Repuso la mujer:
"La serpiente me engaño y comí". Entonces dijo el Señor
Dios a la serpiente: "Porque has hecho esto, serás maldita entre
todos los animales y entre todas las bestias salvajes. Te arrastraras sobre
tu vientre y comerás polvo todos los días de tu vida. Pondré
enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya; y su descendencia
te aplastará la cabeza, mientras tú tratarás de morder
su talón".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 129 R/.
Perdónanos, Señor, y viviremos.
Desde el abismo de mis pecados clamo a ti; Señor, escucha mi
clamor; que estén atentos tus oídos a mi voz suplicante. R/.
Si conservaras el recuerdo de las culpas, ¿quién habría,
Señor, que se salvara? Pero de ti precede el perdón, por eso con
amor te veneramos. R/.
Confió en el Señor, mi alma espera y confía en su palabra;
mi alma aguarda al Señor, mucho más que a la aurora el centinela.
R/.
Como aguarda a la aurora el centinela, aguarda Israel al Señor, porque
del Señor viene la misericordia y la abundancia de la redención,
y Él redimirá a su pueblo de todas sus iniquidades. R/.
Creemos y por eso hablamos.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 4, 13-5, 1
Hermanos: Como poseemos
el mismo Espíritu de fe que se expresa en aquel texto de la Escritura:
Creo, por eso hablo, también nosotros creemos y por eso hablamos, sabiendo
que aquel que resucitó a Jesús nos resucitara también a
nosotros con Jesús y nos colocará a su lado con ustedes. Y todo
esto es para bien de ustedes, de manera que, al extenderse la gracia a más
y más personas, se multiplique la acción de gracias para gloria
de Dios.
Por esta razón no nos acobardamos; pues aunque nuestro cuerpo se va desgastando,
nuestro Espíritu se renueva de día en día. Nuestros sufrimientos
momentáneos y ligeros nos producen una riqueza eterna, una gloria que
los sobrepasa con exceso. Nosotros no ponemos la mira en lo que se ve, sino
en lo que no se ve, porque lo que se ve es transitorio y lo que no se ve es
eterno. Sabemos que, aunque se desmorone esta morada terrena, que nos sirve
de habitación, Dios nos tiene preparada en el cielo una morada eterna,
no construida por manos humanas. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Jn 12, 31 -32) R/. Aleluya, aleluya.
Ya va a ser arrojado el príncipe de este mundo. Cuando yo sea levantado
de la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice el Señor.
R/.
Satanás ha llegado a su fin.
Del santo Evangelio según san Marcos: 3, 20-35
En aquel tiempo, Jesús
entro en una casa con sus discípulos y acudió tanta gente, que
no los dejaban ni comer. Al enterarse sus parientes, fueron a buscarlo, pues
decían que se había vuelto loco.
Los escribas que habían venido de Jerusalén, decían acerca
de Jesús: "Este hombre esta poseído por Satanás, príncipe
de los demonios, y por eso los echa fuera".
Jesús llamó entonces a los escribas y les dijo en parábolas:
"¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? Porque
si un reino está dividido en bandos opuestos, no puede subsistir. Una
familia dividida tampoco puede subsistir. De la misma manera, si Satanás
se rebela contra sí mismo y se divide, no podrá subsistir, pues
ha llegado su fin. Nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y llevarse
sus cosas, si primero no lo ata. Sólo así podrá saquear
la casa.
Yo les aseguro que a los hombres se les perdonaran todos sus pecados y todas
sus blasfemias. Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo nunca tendrá
perdón; será reo de un pecado eterno". Jesús dijo
esto, porque lo acusaban de estar poseído por un Espíritu inmundo.
Llegaron entonces su madre y sus parientes; se quedaron fuera y lo mandaron
llamar. En tornó a Él estaba sentada una multitud, cuando le dijeron:
"Ahí fuera están tu madre y tus hermanos, que te buscan".
Él les respondió: "¿Quién es mi madre y quienes
son mis hermanos?". Luego, mirando a los que estaban sentados a su alrededor,
dijo: "Estos son mi madre y mis hermanos. Porque el que cumple la voluntad
de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre". Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Unidos a todos los hombres,
que luchan por vencer los males de nuestro mundo, oremos al Señor pidiéndole
su ayuda.
Después de cada petición diremos: Escúchanos, Señor.
Señor, ayuda a los que dirigen tu Iglesia para que cumplan siempre
tu voluntad (breve pausa). Oremos.
Señor, ilumina a los que gobiernan los pueblos para que lo hagan con
justicia y sabiduría. Oremos.
Señor, acrecienta la esperanza de todos los hombres que trabajan para
conseguir un mundo mejor. Oremos.
Señor, consuela por medio de nuestro amor eficaz, a los que están
necesitados. Oremos.
Señor, concede tu paz a todos los que han dejado este mundo. Oremos.
Señor, ayúdanos a profundizar nuestra fe e iluminar nuestra existencia
con las enseñanzas del Evangelio. Oremos.
Señor, haz que con la celebración de esta Eucaristía aumente
nuestro amor a ti y a nuestros hermanos. Oremos.
Recibe, Señor, con bondad, estas plegarias que te dirigimos confiadamente
y concédenos lo que te pedimos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, con bondad, estos dones que te presentamos humildemente, para que sean gratos a tus ojos y nos hagan crecer en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN (1 Jn 4, 1 6)
Dios es amor y el que permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la fuerza redentora de esta Eucaristía nos proteja, Señor, de nuestras malas inclinaciones y nos guie siempre por el camino de tus mandamientos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXION PARA NUESTRO TIEMPO.- La propuesta reiterada incesantemente por el Papa Benedicto XVI es clara: "solo Dios responde a la sed que hay en el corazón de todo ser humano" y por lo tanto "en el diálogo con Dios nos comprendemos a nosotros mismos y encontramos respuesta a las cuestiones más profundas que anidan en nuestro corazón" (Verbum Domini 23). Este sería el comentario actualizado al relato Evangelio de la blasfemia contra el Espíritu Santo. El pecado imperdonable no es otro que el rechazo deliberado y voluntario del amor de Dios. El hombre que se envanece y desoye la voz de Dios se autoexcluye automáticamente de su amistad. Dios no busca nuestra amistad para manipularnos, como considera buena parte de la cultura occidental actual, sino para promover nuestra existencia libre y plenamente digna. Conviene repensarlo.
Santos: Bernabé, apóstol; María Rosa Molas, fundadora. Beato Ignacio Maloyan, mártir. Memoria (Rojo)
LOS LLAMARON CRISTIANOS
Hch 11, 21-26; 13,1-3; Mt 5,1-12
La misión evangelizadora en Antioquia de Siria marco un parteaguas en la vida de la comunidad cristiana. Ahí Bernabé y Saulo se decidieron a abrir las puertas de la misión a personas de diferentes razas y culturas. El camino de Jesús ya no sería exclusive para los hijos de Israel. En adelante sería una vía abierta para todos. Los discípulos de Jesús lo confesaban como su Mesías o Salvador y por eso, recibieron el nombre de cristianos. Los nombres no se pronuncian en vano, tienen sustento. Por tal razón, las bienaventuranzas nos recuerdan que los constructores de la paz serán llamados "hijos de Dios". Uno y otro título apuntan a una realidad profunda. Los hijos de Dios acogemos su salvación y con esa habilitación, podemos trabajar como constructores de la paz, para merecer el glorioso nombre de cristianos.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Hch 11.24)
Bienaventurado san Bernabé, que fue digno de ser contado entre los Apóstoles, pues era un hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que llenaste de fe y de amor al apóstol san Bernabé y lo destinaste a predicar la salvación a los paganos, ayúdanos, por su intercesión, a dar a conocer a todos tu Evangelio por medio de nuestras obras. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Era un hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 11,21-26; 13,1-3
En aquellos días,
fueron muchos los que se convirtieron y abrazaron la fe. Cuando llegaron estas
noticias a la comunidad cristiana de Jerusalén, Bernabé fue enviado
a Antioquia. Llegó Bernabé, y viendo la acción de la gracia
de Dios, se alegró mucho; y como era hombre bueno, lleno del Espíritu
Santo y de fe, exhortó a todos a que, firmes en su propósito,
permanecieran fieles al Señor. Así se ganó para el Señor
una gran muchedumbre.
Entonces Bernabé partió hacia Tarso, en busca de Saulo; y cuando
lo encontró, lo llevo consigo a Antioquia. Ambos vivieron durante todo
un año en esa comunidad y enseñaron a mucha gente. Allí,
en Antioquia, fue donde por primera vez los discípulos recibieron el
nombre de "cristianos".
Había en la comunidad cristiana de Antioquia algunos profetas y maestros,
como Bernabé, Simón (apodado el "Negro"), Lucio el de
Cirene, Manahén (que se crio junto con el tetrarca Herodes) y Saulo.
Un día estaban ellos ayunando y dando culto al Señor, y el Espíritu
Santo les dijo: "Resérvenme a Saulo y a Bernabé para la misión
que les tengo destinada". Todos volvieron a ayunar y a orar; después
les impusieron las manos y los despidieron. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Del salmo 97 R/.
El Señor ha revelado a las naciones su justicia.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra
y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su
justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
R/.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos
y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
Cantemos al Señor al son del arpa, suenen los instrumentos. Aclamemos
al son de los clarines al Señor, nuestro rey. RA
ACLAMACIÓN
(Mt 5, 12) R/. Aleluya, aleluya.
Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande en
los cielos. R/.
Dichosos los pobres de espíritu.
Del santo Evangelio según san Mateo: 5, 1-12
En aquel tiempo, cuando
Jesús vio a la muchedumbre, subió al monte y se sentó.
Entonces se le acercaron sus discípulos. Enseguida comenzó a enseñarles,
y les dijo: "Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es
el Reino de los cielos. Dichosos los que lloran, porque serán consolados.
Dichosos los sufridos, porque heredaran la tierra. Dichosos los que tienen hambre
y sed de justicia, porque serán saciados. Dichosos los misericordiosos,
porque obtendrán misericordia. Dichosos los limpios de corazón,
porque verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque se
les llamará hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el Reino de los cielos.
Dichosos serán ustedes cuando los injurien, los persigan y digan cosas
falsas de ustedes por causa mía. Alégrense y salten de contento,
porque su premio será grande en los cielos, puesto que de la misma manera
persiguieron a los profetas que vivieron antes que ustedes". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que el sacrificio que vamos a ofrecerte, encienda, Señor, en nosotros el amor que impulso a san Bernabé, Apóstol a difundir la luz del Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I o II de los Apóstoles.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 15, 15)
Ya no los llamare siervos, dice el Señor, porque el siervo no conoce lo que hace su Señor. Los llamare amigos, porque les he dado a conocer todo lo que he oído a mi Padre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te suplicamos, Señor, por intercesión de san Bernabé, que esta Eucaristía, en la que hemos recibido a Cristo sacramentalmente, nos haga merecedores de contemplarlo eternamente en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Onofre de la Tebaida, ermitaño; Nabor y Nazario de Milán, mártires; León III, Papa. Feria (Verde)
SAL Y LUZ
I R 17, 7-16; Mt 5, 13-16
Las imágenes de la sal y la luz mantienen un alcance sorprendente dentro del relato Evangélico. Los discípulos de Jesús tenemos que desempeñar una función decisiva en relación a la sociedad donde vivimos. La sal sazona la comida. El cristiano tendrá que imprimirle el sello de la caridad a todo cuanto haga. La luz calienta, ilumina. Orienta y vivifica. Los cristianos somos portadores de la luz que viene de Dios, El Señor nos asigna la tarea de iluminar con propuestas Evangélicas las situaciones sociales más desafiantes. No podemos construir una capilla cerrada para desentendernos de los problemas. La luz se enciende para que alumbre. Esto no quiere decir que los cristianos tengamos la pretensión de poseer la verdad ni que menospreciemos los otros caminos religiosos. Simplemente nos corresponde ser testigos de la Verdad que libera y da sentido a la vida.
ANTIFONA DE ENTRADA (Ez 36, 26. 27. 28)
Arrancare de ustedes el corazón de piedra y les daré un corazón de carne, dice el Señor. Les infundiré mi espíritu. Ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios.
ORACIÓN COLECTA
Inflama, Señor, nuestros corazones con el Espíritu de tu amor, para que pensemos y actuemos según tu voluntad y te amemos sinceramente en nuestro prójimo. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
La tinaja de harina no se vacío, según las palabras que dijo el Señor por medio de Elías.
Del primer libro de los Reyes: 17, 7-16
Al cabo de algún
tiempo, el torrente donde el profeta Elías estaba escondido se secó,
porque no había llovido en la región. Entonces el Señor
le dijo a Elías: "Anda y vete a Sarepta de Sidón y quédate
ahí, pues le he ordenado a una viuda de esa ciudad que te dé de
comer".
El profeta Elías se levantó y se puso en camino hacia Sarepta.
Al llegar a la puerta de la ciudad, encontró allí a una viuda
que recogía leña. La llamó y le dijo: "Tráeme,
por favor, un poco de agua para beber". Cuando ella se alejaba, el profeta
le grito: "Por favor, tráeme también un poco de pan".
Ella le respondió: "Te juro por el Señor, tu Dios, que no
me queda ni un pedazo de pan; tan solo me queda un puñado de harina en
la tinaja y un poco de aceite en la vasija. Ya ves que estaba recogiendo unos
cuantos leños. Voy a preparar un pan para mí y para mi hijo. Nos
lo comeremos y luego moriremos".
Elías le dijo: "No temas. Anda y prepáralo como has dicho;
pero primero haz un panecillo para mí y tráemelo. Después
lo harás para ti y para tu hijo, porque así dice el Señor
de Israel: 'La tinaja de harina no se vaciará, la vasija de aceite no
se agotará hasta el día en que el Señor envié la
lluvia sobre la tierra'".
Entonces ella se fue, hizo lo que el profeta le había dicho y comieron
el, ella y el niño. Y tal como había dicho el Señor por
medio de Elías, a partir de ese momento ni la tinaja de harina se vacío,
ni la vasija de aceite se agotó. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 4 R/.
Señor, no te alejes de nosotros.
Tú que conoces lo justo de mi causa, Señor, responde a mi clamor.
Tú que me has sacado con bien de mis angustias, apiádate y escucha
mi oración. R/.
Y ustedes, humanos, ¿hasta cuándo ultrajaran mi honor? ¿Hasta
cuándo amaran lo que es engaño y se irán tras lo falso
con ardor? R/.
Admirable en bondad ha sido el Señor para conmigo y siempre que lo invoco
me ha escuchado, por eso en Él confío. Así que tiemblen
y no pequen; mediten en silencio en su lecho. R/.
¿Quién nos hará dichosos, dicen muchos, si has querido,
Señor, darnos la espalda? En cambio a mí, Señor, me has
alegrado más que con trigo y vino en abundancia. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 5,16) R/. Aleluya, aleluya.
Que brille la luz de ustedes ante los hombres, dice el Señor, para que
viendo las buenas obras que ustedes hacen, den gloria a su Padre, que está
en los cielos. R/.
Ustedes son la luz del mundo.
Del santo Evangelio según san Mateo: 5,13-16
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Ustedes son la sal de la tierra. Si la sal
se vuelve insípida, con que se le devolverá el sabor? Ya no sirve
para nada y se tira a la calle para que la pise la gente.
Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad construida en lo
alto de un monte; y cuando se enciende una vela, no se esconde debajo de una
olla, sino que se pone sobre un candelero para que alumbre a todos los de la
casa. Que de igual manera brille la luz de ustedes ante los hombres, para que
viendo las buenas obras que ustedes hacen, den gloria a su Padre, que está
en los cielos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, nuestras ofrendas y, por este sacrificio eucarístico, concédenos hacer llegar tu amor a todos los hombres. Por Jesucristo, maestro Señor.
ANTIFONA DE LA COMUNION (1 Co 13, 13)
Ahora tenemos estas tres virtudes: la fe, la esperanza y la caridad; pero la caridad es la mayor de las tres.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Infunde, Señor, tu Espíritu Santo, en quienes hemos participado del mismo pan celestial y reanímanos con la alegría del amor perfecto. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PALABRAS Y SEÑALES
1 R 18, 20-39; Mt 5,17-19
El relato del profeta Elías es impresionante. El pueblo acostumbrado a asegurarse el futuro de sus cultivos confiando simultáneamente en Yahvé y en Baal es desafiado por Elías para que tome una opción. No se puede partir el corazón, porque el Dios de Israel no admite a otros dioses frente a Él. El pueblo no se decide a escoger y Elías se atreve a retar a Dios para que por medio de una señal de muestras fehacientes de su poder. Cuando el signo llega, viene el reconocimiento del Señorío de Dios. En el Evangelio de san Mateo encontramos otro tipo de discurso. Jesús apunta a la fuerza de las palabras y no tanto a las señales. No hace falta que ocurran señales cósmicas, basta con atenerse a la instrucción contenida en la Ley y a los señalamientos puntillosos de los profetas de Israel. Con esa referencia se puede descubrir la voluntad de Dios y conformar un proyecto de convivencia solidario y justo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Si 44. 15. 14)
Los pueblos recuerdan la sabiduría de los santos; la asamblea proclama su alabanza y su fama perdura por generaciones.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que en san Antonio de Padua otorgaste a tu Iglesia un predicador insigne y un protector de los pobres y de los necesitados, concédenos, por su intercesión, que vivamos de verdad conforme al Evangelio y experimentemos siempre tu protección y ayuda. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Que todo el pueblo sepa que tú, Señor, eres el Dios verdadero, que puede cambiar sus corazones.
Del primer libro de los Reyes: 18, 20-39
En aquellos días,
el rey Ajab envió mensajeros a todo Israel y reunió a los profetas
de Baal en el monte Carmelo. Elías se acercó al pueblo y le dijo:
"¿Hasta cuándo van a andar indecisos? Si el Señor
es el verdadero Dios, síganlo; y si lo es Baal, sigan a Baal".
Pero el pueblo no supo que responderle. Entonces Elías les dijo: "Yo
soy el único sobreviviente de los profetas del Señor; en cambio,
los profetas de Baal son cuatrocientos cincuenta. Que nos den dos novillos;
que ellos escojan uno, que lo descuarticen y lo pongan sobre la leña
sin prenderle fuego. Yo preparare el otro novillo y lo pondré sobre la
leña sin prenderle fuego. Ustedes invocaran a su dios y yo invocare al
Señor; y el Dios que responda enviando fuego, ese es el verdadero Dios".
Todo el pueblo respondió: "Esta bien". Elías dijo entonces
a los profetas de Baal: "Escojan un novillo y comiencen ustedes primero,
pues son más numerosos. Invoquen a su dios, pero sin prender fuego".
Ellos tomaron el novillo que les dieron, lo prepararon e invocaron a Baal desde
la Mañana hasta el mediodía, diciendo: "Baal, respóndenos".
Pero no se oyó ninguna respuesta, y ellos seguían danzando y brincando
junto al altar que habían hecho. Llegado el medio día, Elías
comenzó a reírse de ellos, diciéndoles: "Griten más
fuerte, porque a lo mejor Baal, su dios, está muy entretenido conversando
o tiene algún negocio o está de viaje. A lo mejor está
dormido y así lo despiertan".
Ellos gritaron más fuerte y empezaron a sangrarse, según su costumbre,
con cuchillos y punzones, hasta que la sangre les chorreaba por todo el cuerpo.
Cuando paso el medio día, se pusieron en trance hasta la hora de la ofrenda,
pero no se escuchó respuesta alguna ni hubo nadie que atendiera sus ruegos.
Entonces Elías le dijo al pueblo: "Acérquense a mí".
Y todo el pueblo se le acerco.
Preparó el altar del Señor, que había sido demolido. Tomó
doce piedras, según el número de las tribus de los hijos de Jacob
(a quien el Señor había dicho: Tú te llamarás Israel).
Con las piedras levanto un altar en honor del Señor e hizo alrededor
del altar una zanja, del ancho de un surco. Acomodo la leña, descuartizo
el novillo y lo puso sobre la leña.
Después dijo: "Llenen cuatro cantaros de agua y derrámenla
sobre el holocausto y sobre la leña". Y lo hicieron así.
Volvió a decirles: "Háganlo otra vez". Y lo repitieron.
De nuevo les dijo: "Háganlo por tercera vez". Y así
lo hicieron. El agua corrió alrededor del altar y lleno la zanja por
completo. A la hora de la ofrenda se acercó el profeta Elías y
dijo: "Señor, Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob; que se vea hoy
que tú eres el Dios de Israel, que yo soy tu servidor y que por orden
tuya he ejecutado todas estas cosas. Respóndeme, Señor, respóndeme,
para que todo este pueblo sepa que tú, Señor, eres el Dios verdadero,
que puede cambiar los corazones".
Entonces bajo el fuego del Señor y consumió la victima destinada
al holocausto y la leña, y seco el agua de la zanja. Al ver esto, todo
el pueblo tuvo miedo, y postrándose en tierra, dijo: "El Señor
es el Dios verdadero. El Señor es el Dios verdadero". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 15 R/.
Protégeme, Dios mío, pues eres mi refugio.
Protégeme, Dios mío, pues eres mi refugio. Yo siempre he dicho
que tú eres mi Señor. R/.
Los ídolos abundan y tras ellos se van todos corriendo; más yo
no he de ofrecerles sacrificios, jamás invocaré sus nombres. R/.
El Señor es la parte que me ha tocado en herencia: mi vida está
en sus manos. Tengo siempre presente al Señor y con Él a mi lado
jamás tropezare. R/.
Enséñame el camino de la vida, sáciame de gozo en tu presencia
y de alegría perpetua junto a ti. R/.
ACLAMACIÓN
(Sal 24, 4. 5) R/. Aleluya, aleluya.
Descúbrenos, Señor, tus caminos y guíanos con la verdad
de tu doctrina. R/.
No he venido a abolir la ley, sino a darle plenitud.
Del santo Evangelio según san Mateo: 5,17-19
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "No crean que he venido a abolir la ley o
los profetas; no he venido a abolirlos, sino a darles plenitud. Yo les aseguro
que antes se acabarán el cielo y la tierra, que deje de cumplirse hasta
la más pequeña letra o coma de la ley.
Por lo tanto, el que quebrante uno de estos preceptos menores y enseñe
eso a los hombres, será el menor en el Reino de los cielos; pero el que
los cumpla y los enseñe, será grande en el Reino de los cielos".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesus.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que la participación en esta Eucaristía nos llene, Señor, de la luz de tu Espíritu que iluminó a san Antonio, y lo hizo instrumento de tu gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Co 1, 23-24)
Nosotros proclamamos a Cristo crucificado: fuerza de Dios y sabiduría de Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con este sacramento, te pedimos, Señor, que fieles a las enseñanzas de san Antonio, te demos gracias sin cesar por los dones recibidos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Eliseo, Profeta; Gerardo de Claraval, monje; Metodio de Constantinopla, patriarca. Feria (Verde)
DE LA VIOLENCIA A LA RECONCILIACIÓN
1 R 18, 41-46; Mt 5, 20-26
El narrador del Primer Libro de los Reyes nos refiere con completa naturalidad la ejecución de los profetas de Baal a manos de Elías y sus seguidores. Un par de líneas apenas para referir concisamente el suceso. Acto seguido, el profeta realiza una observación para pedir la lluvia y esta llega con fuerza. El profeta Elías es implacable, no muestra tolerancia alguna para los seguidores de Baal. En el Evangelio encontramos otra perspectiva totalmente diferente. El Señor Jesús se opone radicalmente a la violencia homicida. La reconciliación es el camino y no el insulto ni la descalificación del adversario. No se puede dar un paso hacia el altar de Dios, cuando se continúa practicando la violencia y la agresión contra las personas. El Dios de la vida no tolera abusos contra la dignidad de las personas. No se le puede silenciar con dones y ofrendas. No se presta al chantaje ni a la manipulación de los violentos.
ANTÍFONA DE EN TRAD A (Sal 109, 4)
El Señor lo ha jurado y el Señor no se retracta. Tú eres sacerdote para siempre, como lo es Melquisedec.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que para gloria tuya y salvación nuestra constituiste a Cristo sumo y eterno sacerdote, concede al pueblo redimido con su sangre obtener, por la participación en este memorial, los frutos de la muerte y resurrección de tu Hijo, que vive y reina contigo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Elías hizo oración y cayo un fuerte aguacero.
Del primer libro de los Reyes: 18, 41-46
En aquellos días,
dijo Elías a Ajab: "Vete a comer y a beber, pues ya se oye el ruido
de la lluvia". Ajab se fue a comer y a beber. Elías, mientras tanto,
subió a la cumbre del monte Carmelo, se arrodillo y con su cabeza tocó
la tierra. Entonces le dijo a su criado: "Ve a divisar el mar". El
criado fue a ver y le dijo: "No se ve nada". Elías insistió:
"Ve otra vez". El criado volvió siete veces, y a la séptima
le dijo: "Una nubecilla, como la palma de la mano, sube del mar".
Entonces Elías le dijo: "Ve a decirle a Ajab que enganche su carro
y se vaya, para que no lo detenga la lluvia". Y en un instante el cielo
se oscureció de nubes, empezó a soplar el viento y cayo un fuerte
aguacero.
Ajab monto en su carro y se fue a Yezrael, y Elías, por inspiración
y con la fuerza del Señor, se ciñó la túnica y fue
corriendo delante del carro de Ajab hasta la entrada de Yezrael. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 64 R/
Señor, danos siempre de tu agua.
Señor, tu cuidas de la tierra; la riegas y la colmas de riquezas. Las
nubes del Señor van por los campos, rebosantes de agua, como acequias.
R/.
Tú preparas las tierras para el trigo: riegas los surcos, aplanas los
terrenos, reblandeces el suelo con la lluvia, bendices los renuevos. R/.
Tú coronas el año con tus bienes, tus senderos derraman abundancia,
están verdes los pastos del desierto, las colinas con flores adornadas.
R/.
Los prados se visten de rebaños, de trigales los valles se engalanan.
Todo aclama al Señor. Todo le canta. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 13, 34) R/. Aleluya, aleluya.
Les doy un mandamiento nuevo, dice el Señor, que se amen los unos a los
otros, como yo los he amado. R/.
Todo el que se enoje contra su hermano, será llevado ante el tribunal.
Del santo Evangelio según san Mateo: 5,20-26
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Les aseguro que si su justicia no es mayor
que la de los escribas y fariseos, ciertamente no entraran ustedes en el Reino
de los cielos.
Han oído que se dijo a los antiguos: No matarás y el que mate
será llevado ante el tribunal. Pero yo les digo: Todo el que se enoje
con su hermano, será llevado también ante el tribunal; el que
insulte a su hermano, será llevado ante el tribunal supremo, y el que
lo desprecie, será llevado al fuego del lugar de castigo. Por lo tanto,
si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo
de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda junto al altar
y ve primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve luego a presentar tu ofrenda.
Arréglate pronto con tu adversario, mientras vas con él por el
camino; no sea que te entregue al juez, el juez al policía y te metan
a la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que
hayas pagado el último centavo". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, participar dignamente en esta Eucaristía, porque cada vez que celebramos el memorial del sacrificio de tu Hijo, se lleva a cabo la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Co 11, 24-25)
Este es mi Cuerpo, que se da por ustedes. Este cáliz es la nueva alianza establecida por mi Sangre; cuantas veces lo beban, háganlo en memoria mía, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, ni que nos has concedido el gozo de participar en esta Eucaristía, memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, haz que, unidos siempre a Él, vivamos como verdaderos hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
El Sagrado Corazón de Jesús
CUANDO ISRAEL ERA NIÑO, LO AME
Os 11, 1. 3-4. 8-9; Ef 3, 8-12. 14-19; Jn 19, 31-37
El tono amoroso está presente en las tres lecturas. El profeta Oseas presta su voz al Señor que recuerda la cariñosa cercanía y el amor intenso con que amo a su pueblo Israel desde el primer día. A pesar de las infidelidades y revueltas del pueblo, Dios no dejo, como hacemos los mortales, que la cólera y el resentimiento, enturbiaran su corazón. De ese Dios compasivo es testigo Jesús, quien al entregar su vida, la ofrenda hasta la última gota con su costado traspasado por la lanza. Ese amor largo, ancho y profundo es el que testimonia y predica san Pablo. Si los cristianos estamos cimentados en la fuerza del amor de Dios, podremos vivir fortalecidos interiormente para realizar nuestras tareas y responsabilidades personales. El amor de Dios transforma desde lo profundo nuestra mezquindad.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 32, 11. 19)
Los proyectos de su corazón subsisten de edad en edad, para librar de la muerte la vida de sus fieles y reanimarlos en tiempo de hambre.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que has depositado infinitos tesoros de misericordia en el corazón de tu amado Hijo, herido por nuestros pecados, concédenos que, al rendirle nuestro homenaje de amor, logremos también tributarle una debida reparación. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Mi corazón se conmueve.
Del libro del profeta Oseas: 11, 1. 3-4. 8-9
"Cuando Israel
era niño, yo lo ame, y de Egipto llame a mi hijo, dice el Señor.
Yo fui quien enseño a andar a Efraín; yo, quien lo llevaba en
brazos; pero no comprendieron que yo cuidaba de ellos. Yo los atraía
hacia mí con los lazos del cariño, con las cadenas del amor. Yo
fui para ellos como un padre que estrecha a su creatura y se inclina hacia ella
para darle de comer.
Mi corazón se conmueve dentro de mí y se inflama toda mi compasión.
No cederé al ardor de mi cólera, no volveré a destruir
a Efraín, pues yo soy Dios y no hombre, Santo en medio de ti y no enemigo
a la puerta". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Isaías 12
R/. El Señor es mi Dios y mi Salvador.
El Señor es mi Dios y Salvador, con Él estoy seguro y nada temo.
El Señor es mi protección y mi fuerza, y ha sido mi salvación.
Sacarán agua con gozo de la fuente de la salvación. R/.
Den gracias al Señor, invoquen su nombre, cuenten a los pueblos sus hazañas,
proclamen que su nombre es sublime. R/.
Alaben al Señor por sus proezas, anúncienlas a toda la tierra.
Griten, jubilosos, habitantes de Sion, porque el Dios de Israel ha sido grande
con ustedes. R/.
Experimenten el amor de Cristo, que sobrepasa todo conocimiento.
De la carta del
apóstol san Pablo a los efesios: 3, 8-12. 14-19
Hermanos: A mí, el más insignificante de todos los fieles,
se me ha dado la gracia de anunciar a los paganos la incalculable riqueza que
hay en Cristo, y dar a conocer a todos como va cumpliéndose este designio
de salvación, oculto desde el principio de los siglos en Dios, creador
de todo. Él lo dispuso así, para que la multiforme sabiduría
de Dios, sea dada a conocer ahora, por medio de la Iglesia, a los espíritus
celestiales, según el designio eterno realizado en Cristo Jesús,
nuestro Señor, por quien podemos acercarnos libre y confiadamente a Dios,
por medio de la fe en Cristo.
Me arrodillo ante el Padre, de quien precede toda paternidad en el cielo y en
la tierra, para que, conforme a los tesoros de su bondad, les conceda que su
Espíritu los fortalezca interiormente y que Cristo habite por la fe en
sus corazones. Así, arraigados y cimentados en el amor, podrán
comprender con todo el pueblo de Dios, la anchura y la longitud, la altura y
la profundidad del amor de Cristo, y experimentar ese amor que sobrepasa todo
conocimiento humano, para que así queden ustedes colmados con la plenitud
misma de Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(1 Jn 4, 10) R/.Aleluya, aleluya.
Dios nos amó y nos envió a su Hijo, como víctima de expiación
por nuestros pecados. R/.
Le abrió el costado con una lanza e inmediatamente salió sangre y agua.
Del santo Evangelio según san Juan: 19, 31-37
Como era el día de
la preparación de la Pascua, para que los cuerpos de los ajusticiados
no se quedaran en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un
día muy solemne, los judíos pidieron a Pilato que les quebraran
las piernas y los quitaran de la cruz.
Fueron los soldados, le quebraron las piernas a uno y luego al otro de los que
habían sido crucificados con Jesús. Pero al llegar a Él,
viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno
de los soldados le traspaso el costado con una lanza e inmediatamente salió
sangre y agua.
El que vio da testimonio de esto y su testimonio es verdadero y él sabe
que dice la verdad, para que también ustedes crean. Esto sucedió
para que se cumpliera lo que dice la Escritura: No le quebraran ningún
hueso; y en otro lugar la Escritura dice: Mirarán al que traspasaron.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Ten en cuenta, Señor, el inefable amor del corazón de tu Hijo, para que este don que te ofrecemos, sea agradable a tus ojos y sirva como expiación de nuestros pecados. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno por Cristo, Señor nuestro.
El cual, con inmenso amor, se entregó por nosotros en la cruz e hizo
salir sangre y agua de su costado herido, de donde habrían de brotar
los sacramentos de la Iglesia, para que todos, atraídos hacia el corazón
abierto del Salvador, pudieran beber siempre, con gozo, de la fuente de la salvación.
Por eso, con los ángeles y con todos los santos te alabamos, diciendo
sin cesar: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN (Jn 19, 34)
Uno de los soldados le abrió el costado con su lanza, y al punto salió
sangre y agua.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que este Sacramento de caridad nos haga arder en un santo amor que, atrayéndonos siempre hacia tu Hijo, nos enseñe a reconocerlo en cada uno de nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
El Corazón Inmaculado de María
Santos: Juan Francisco Regis, presbítero. Beata María Teresa Sherer, cofundadora.
Vísperas I del domingo: 3a semana del Salterio. Tomo III: pp. 1019 y 370. Para los fieles: pp. 642 y 400. Edición popular: 202 y 467. Memoria (Blanco)
LA CASA DE MI PADRE
1 R 19, 19-21; Lc 2, 41-51
Un contraste preciso entre los dos relatos. Jesús y Eliseo protagonizan dos opciones semejantes y a la vez diferentes. Eliseo recibe el manto de Elías y con ese gesto se hace partícipe de su misión profética. La radicalidad de su decisión queda plasmada en el abandono de sus tareas de campesino y en el sacrificio de su yunta de bueyes. Eliseo honra a sus padres y se despide antes de seguir los pasos de Elías. En el Evangelio de san Lucas, el pequeño Jesús acompaña a sus padres a la fiesta de Pascua en Jerusalén. El relato destaca la autonomía con que Jesús procedió. Sin informar ni avisar a sus padres, permanece en el templo dialogando con los expertos y maestros de Israel. Luego del reencuentro sus padres quedaron desconcertados ante las decisiones precoces de su hijo. El las ratificó afirmando su opción fundamental: ocuparse de la casa de su Padre. De esa manera evidenciaba el Jesús adolescente su proceso de maduración personal.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 12, 6)
Mi corazón se llena de alegría por el Salvador y entona al Señor un himno de acción de gracias por los bienes que me ha concedido.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que formaste en el corazón de la santísima Virgen María una digna morada al Espíritu Santo, ayúdanos, por su maternal intercesión, para que seamos cada vez menos indignos de que habites en nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Eliseo siguió a Elías y se puso a su servicio.
Del primer libro de los Reyes: 19, 19-21
Por aquel entonces, Elías
partió luego y encontró a Eliseo, hijo de Safat, que estaba arando.
Delante de él trabajaban doce yuntas de bueyes y él trabajaba
con la última. Elías paso junto a él y le echo encima su
manto. Entonces Eliseo abandonó sus bueyes, corrió detrás
de Elías y le dijo: "Déjame dar a mis padres el beso de despedida
y te seguiré". Elías le contesto: "Ve y vuelve, porque
bien sabes lo que ha hecho el Señor contigo".
Se fue Eliseo, se llevó los dos bueyes de la yunta, los sacrifico, asó
la carne en la hoguera que hizo con la madera del arado y la repartió
a su gente para que se la comieran. Luego se levantó, siguió a
Elías y se puso a su servicio. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 15 R/.
Señor, mi vida está en tus manos.
Protégeme, Dios mío, pues eres mi refugio. Yo siempre he dicho
que tú eres mi Señor. El Señor es la parte que me ha tocado
en herencia: mi vida está en sus manos. R/.
Bendeciré al Señor, que me aconseja; hasta de noche me instruye
internamente. Tengo siempre presente al Señor y con Él a mi lado,
jamás tropezare. R/.
Por eso se me alegran el corazón y el alma y mi cuerpo vivirá
tranquilo, porque tú no me abandonarás a la muerte ni dejarás
que sufra yo la corrupción. R/.
ACLAMACIÓN
(cfr. Lc 2, 19) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosa la Virgen María, que guardaba la palabra de Dios y la meditaba
en su corazón. R/.
María conservaba en su corazón todas aquellas cosas.
Del santo Evangelio según san Lucas: 2, 41-51
Los padres de Jesús
solían ir cada año a Jerusalén para las festividades de
la Pascua. Cuando el niño cumplió doce años, fueron a la
fiesta, según la costumbre. Pasados aquellos días, se volvieron,
pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que
sus padres lo supieran. Creyendo que iba en la caravana, hicieron un día
de camino; entonces lo buscaron, y al no encontrarlo, regresaron a Jerusalén
en su busca.
Al tercer día lo encontraron en el templo, sentado en medio de los doctores,
escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que lo oían
se admiraban de su inteligencia y de sus respuestas. Al verlo, sus padres se
quedaron atónitos y su madre le dijo:
"Hijo mío, ¿por qué te has portado así con
nosotros? Tu padre y yo te hemos estado buscando llenos de angustia". Él
les respondió: “¿Por qué me andaban buscando? ¿No
sabían que debo ocuparme en las cosas de mi Padre?". Ellos no entendieron
la respuesta que les dio. Entonces volvió con ellos a Nazaret y siguió
sujeto a su autoridad. Su madre conservaba en su corazón todas aquellas
cosas. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesus.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que el sacrificio que vamos a ofrecerte en esta festividad de la Virgen María, sea agradable a tus ojos y nos alcance tu redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Santa María Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 2, 19)
María conservaba todas aquellas palabras y las meditaba en su corazón.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que nos has hecho participes del memorial de nuestra redención, concédenos, por intercesión de María, la Madre de tu Hijo, participar más profundamente de tu vida y alegrarnos con la abundancia de tus bendiciones. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XI ORDINARIO
Santos: Ismael, patriarca; Raniero de Pisa, peregrino. Beata Teresa de Portugal, religiosa. (Verde)
NOS GUÍA LA FE, NO LA VISTA
Ez 17, 22-24; 2 Co 5, 6-10; Mc 4, 26-34
La parábola del águila y el cedro anuncia la futura restauración de la dinastía davídica rota a partir del exilio. Es el tiempo de la espera, Dios mismo será quien establecerá los tiempos para reorganizar a su pueblo en libertad. La serie de parábolas del Evangelio de san Marcos subrayan los ritmos lentos y los comienzos modestos de la siembra. Jesús es el sembrador y cuantos lo escuchamos, somos tierra que habrá de fructificar en su momento. No es una siembra riesgosa, hay probabilidades de cosecha abundante, porque la fecundidad y germinación de la semilla que Jesús siembra está garantizada. El resto depende de cada persona. Para asumirse dentro de la lógica de este relato el cristiano, como dice San Pablo a los corintios, necesita como todo sembrador, dejarse guiar por la fe y no por la vista.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 26, 7. 9)
Escucha, Señor, mi voz y mis clamores y ven en mi ayuda; no me rechaces, ni me abandones, Dios, Salvador mío.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, fuerza de todos los que en ti confían, ayúdanos con tu gracia, sin la cual nada puede nuestra humana debilidad, para que podamos serte fieles en la observancia de tus mandamientos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Elevaré los árboles pequeños.
Del libro del profeta Ezequiel: 17, 22-24
Esto dice el Señor Dios: "Yo tomare un renuevo de la copa de un gran cedro, de su más alta rama cortare un retoño. Lo plantare en la cima de un monte excelso y sublime. Lo plantare en la montaña más alta de Israel. Echará ramas, dará fruto y se convertirá en un cedro magnifico. En el anidaran toda clase de pájaros y descansaran al abrigo de sus ramas. Así, todos los arboles del campo sabrán que yo, el Señor, humillo los arboles altos y elevo los arboles pequeños; que seco los arboles lozanos y hago florecer los árboles secos. Yo, el Señor, lo he dicho y lo haré". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 91 R/.
¡Qué bueno es darte gracias, Señor!
¡Qué bueno es darte gracias, Dios altísimo, y celebrar tu
nombre, pregonando tu amor cada mañana y tu fidelidad, todas las noches!
R/.
Los justos crecerán como las palmas, como los cedros en los altos montes;
plantados en la casa del Señor, en medio de sus atrios darán flores.
R/.
Seguirán dando fruto en su vejez, frondosos y lozanos como jóvenes,
para anunciar que en Dios, mi protector, ni maldad ni injusticia se conocen.
R/.
En el destierro o en la patria, nos esforzamos por agradar al Señor.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 5, 6-10
Hermanos: Siempre tenemos
confianza, aunque sabemos que, mientras vivimos en el cuerpo, estamos desterrados,
lejos del Señor. Caminamos guiados por la fe, sin ver todavía.
Estamos, pues, llenos de confianza y preferimos salir de este cuerpo para vivir
con el Señor.
Por eso procuramos agradarle, en el destierro o en la patria. Porque todos tendremos
que comparecer ante el tribunal de Cristo, para recibir el premio o el castigo
por lo que hayamos hecho en esta vida. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
La semilla es la palabra de Dios y el sembrador es Cristo; todo aquel que lo
encuentra vivirá para siempre. R/.
El hombre siembra su campo, y sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece.
Del santo Evangelio según san Marcos: 4, 26-34
En aquel tiempo, Jesús
dijo a la multitud: "El Reino de Dios se parece a lo que sucede cuando
un hombre siembra la semilla en la tierra: que pasan las noches y los días,
y sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece; y la tierra,
por si sola, va produciendo el fruto: primero los tallos, luego las espigas
y después los granos en las espigas. Y cuando ya están maduros
los granos, el hombre echa mano de la hoz, pues ha llegado el tiempo de la cosecha".
Les dijo también: "¿Con que compararemos el Reino de Dios?
¿Con que parábola lo podremos representar? Es como una semilla
de mostaza que, cuando se siembra, es la más pequeña de las semillas;
pero una vez sembrada, crece y se convierte en el mayor de los arbustos y echa
ramas tan grandes, que los pájaros pueden anidar a su sombra".
Y con otras muchas parábolas semejantes les estuvo exponiendo su mensaje,
de acuerdo con lo que ellos podían entender. Y no les hablaba sino en
parábolas; pero a sus discípulos les explicaba todo en privado.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesus.
Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Presentemos nuestras
plegarias al Padre. El hace crecer su Reino en nosotros, entre nosotros.
Después de cada petición diremos: Escúchanos, Padre.
Por nuestra diócesis y por todas las comunidades cristianas que
la integran. Oremos.
Por las personas e institución es que trabajan al servicio de la paz
y el desarme. Oremos.
Por los padres de familia, primeros responsables del bienestar físico
y moral de quienes están a su cuidado. Oremos.
Por los miles de hombres y mujeres, de ancianos y niños, que en todo
el mundo pasan hambre. Oremos.
Por las comunidades de religiosos y religiosas que viven cerca de nosotros.
Oremos.
Por todos los que compartimos esta Eucaristía, y por nuestros familiares
y amigos. Oremos.
Padre, míranos bondadoso, y concédenos lo que con fe te hemos
pedido. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, que en estos dones que te presentamos has otorgado al hombre el pan que lo alimenta y el sacramento que le da nueva vida, has que nunca llegue a faltarnos este sustento del cuerpo y del espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTIFONA DE LA COMUNION (Jn 17, 11)
Padre santo, guarda en tu nombre a los que me has dado, para que, como nosotros, sean uno, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNION
Que nuestra participación en este sacramento signo de la unión de los fieles en ti, contribuya, Señor, a la unidad de tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXION PARA NUESTRO TIEMPO.- No es nada sencillo echar a andar un proyecto, mucho menos en una sociedad como la nuestra, marcada por la inseguridad y la incertidumbre. Se necesita una fe y una confianza lo suficientemente sólidas para dejar atrás nuestra pasividad. El creyente es una persona de esperanza. Con esa certeza puede ponerse en camino. No tiene sentido continuar quejándonos de los desaciertos de políticos y gobernantes si no movemos un dedo para participar en un cambio social significativo. La fe nos urge a sembrar la semilla en el nombre de Dios. Los proyectos transformadores no nacen en los escritorios de los funcionarios públicos, brotan de la determinación de personas organizadas, que se llenan de confianza, trabajan y aúnan esfuerzos. Quienes nos identificamos como cristianos tenemos que sembrar, no podemos vivir encerrados en nuestros templos, ni en nuestra comodidad familiar. Nuestra vocación es vivir como servidores de los demás.
LOS ENEMIGOS DE CARNE Y HUESO
I R 21,1-16, Mt 5, 38-42
Nabot era un campesino modesto que disponía de una viña heredada por sus padres. Para su desgracia era vecino del prepotente rey de Israel y de la codiciosa e implacable Jezabel. Sufrió abusos y termino perdiendo la vida en un juicio amañado. El relato ilustra un suceso que se multiplicó durante mucho tiempo en el reino de Israel. Los poderosos despojaron a los débiles de tierras y recursos. Los dirigentes de Israel, en lugar de ser guías del pueblo, vivieron como sus enemigos. El llamado del Señor Jesús a no resistir violentamente a los enemigos está más que reiterado en el Evangelio de san Mateo. No es un llamado a la indiferencia o a la resignación. El cristiano tendrá que defender su dignidad y sus derechos, pero sin recurrir a los métodos violentos, que además de ser estériles y destructivos, son contrarios a la voluntad del Dios compasivo y misericordioso.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Hch 4. 32. 33)
La multitud de los que habían creído tenía un solo corazón y una sola alma. Los apóstoles, con grandes muestras de poder, daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús y todos gozaban de gran estimación entre el pueblo.
ORACIÓN COLECTA
Dios, que eres la unidad perfecta y el verdadero amor, concede a tus hijos un solo corazón y un solo espíritu, para que reine entre ellos la concordia, y tu Iglesia, cimentada en la verdad, se consolide en la unidad y en la paz. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Apedrearon a Nabot hasta que murió.
Del primer libro de los Reyes: 21, 1-16
Nabot de Yezrael tenía
una viña junto al palacio de Ajab, rey de Samaria, y Ajab le dijo a Nabot:
"Dame tu viña para plantar ahí una huerta, ya que está
pegada a mi casa; yo te doy por ella una viña mejor o si prefieres, te
pago con dinero". Nabot le respondió a Ajab: "Dios me libre
de darte la herencia de mis padres".
Ajab se fue a su casa, triste y enfurecido, porque Nabot le había dicho:
"No te daré la herencia de mis padres". Se acostó en
su cama, se volvió de cara a la pared y no quiso comer. Entonces se le
acerco su esposa, Jezabel, y le dijo: "¿Por qué estas de
mal humor y no quieres comer?". Él respondió: "Es que
hable con Nabot de Yezrael y le dije que me vendiera su viña o que, si
prefería, yo se la cambiaría por otra mejor; pero él me
respondió que no me daría su viña". Su esposa Jezabel,
le dijo: “¿No que tú eres el rey poderoso que manda en Israel?
Levántate, come y alégrate. Yo te daré la viña de
Nabot",
Entonces ella escribió unas cartas en nombre de Ajab, las sello con el
sello del rey y las envió a los ancianos y hombres principales de la
ciudad en que vivía Nabot. Las cartas decían: "Promulguen
un ayuno, convoquen una asamblea y sienten a Nabot en primera fila. Pongan frente
a él a dos malvados que lo acusen, diciendo: 'Ha maldecido a Dios y al
rey'. Luego lo sacan fuera de la ciudad y lo apedrean hasta que muera".
Los habitantes de la ciudad, los ancianos y los hombres principales que vivían
cerca de Nabot, hicieron lo que Jezabel les había mandado, de acuerdo
con lo escrito en las cartas que les había remitido. Promulgaron un ayuno
y en la asamblea sentaron a Nabot en primera fila. Llegaron los dos malvados,
se sentaron frente a él y lo acusaron delante del pueblo, diciendo: "Nabot
ha maldecido a Dios y al rey". Luego lo sacaron fuera de la ciudad y lo
apedrearon hasta que murió. Enseguida le mandaron avisar a Jezabel que
Nabot había muerto apedreado.
Cuando Jezabel supo que Nabot había muerto apedreado, le dijo a Ajab:
"Ve a tomar posesión de la viña de Nabot de Yezrael, que
no quiso vendértela, pues Nabot ya no vive: ha muerto". Apenas oyó
Ajab que Nabot había muerto, fue a tomar posesión de la viña
de Nabot de Yezrael, Palabra de Dios, Te alabamos, Señor.
Del salmo 5 R/.
Señor, atiende a mis gemidos.
Señor, oye mi voz, atiende a mis gemidos, haz caso de mis suplicas,
rey y Dios mío. R/.
Pues tú no eres un Dios al que pudiera la maldad agradarle, ni el malvado
es tu huésped ni ante ti puede estar el arrogante. R/.
Al malhechor detestas y destruyes, Señor, al embustero; aborreces al
hombre sanguinario y a quien es traicionero. R/.
ACLAMACIÓN
(Sal 118,105) R/. Aleluya, aleluya.
Tus palabras, Señor, son una antorcha para mis pasos y una luz en mi
sendero. R/.
Yo les digo que no hagan resistencia al hombre malo.
Del santo Evangelio según san Mateo: 5, 38-42
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Han oído que se dijo: Ojo por ojo, diente por cliente. Pero yo les digo que no hagan resistencia al hombre malo. Si alguno te golpea en la mejilla derecha, preséntale también la izquierda; al que te quiera demandar en juicio para quitarte la túnica, cédele también el manto. Si alguno te obliga a caminar mil pasos en su servicio, camina con el dos mil. Al que te pide, dale; y al que quiere que le prestes, no le vuelvas la espalda". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesus.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor Dios nuestro, que por medio de tus sacramentos y enseñanzas nos vas haciendo semejantes a ti, guíanos por tus caminos y concédenos, por este sacrificio que vamos a ofrecerte, obtener el don de la caridad que tú nos prometiste. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 17, 20. 21)
Padre, te pido por los que van a creer en mí, a fin de que sean uno en nosotros y el mundo crea que tú me has enviado, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por este Sacramento de unidad, en el que acabamos de tomar parte, concede, Señor, a quienes hemos convivido hoy en tu casa, disfrutar siempre de la paz que hemos dado y recibido. Por Jesucristo, nuestro Señor.
EL PADRE BUENO CON TODOS
1 R 21. 17-29; Mt 5, 43-48
El profeta Elías denuncia los abusos del rey Ajab y pronuncia la justa condena en nombre de Dios. El monarca reacción a sensatamente, pidiendo perdón y acorta el alcance del castigo. El relato es una ilustración anticipada de la proclama del Dios compasivo que nos revela el Evangelio de San Mateo. El Padre celestial siempre es bueno con todos. No se atiene al recuento de méritos humanos para dispensar sus bendiciones. Dios no conoce la estrechez de corazón ni la mezquindad. Su proceder generoso es un desafío para nosotros. En la convivencia cotidiana no podemos conducirnos por intereses egoístas. El rasgo decisivo de quienes queremos vivir como hijos de Dios tendrá que ser la solidaridad generosa y abierta. El cristiano que auxilia a los débiles no lo hace para promocionar su imagen ni para ganarse la aprobación popular. El cristiano que sirve a sus hermanos vive como hijo fiel del Padre bondadoso.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Est 13, 9. 10-11)
Todo depende de tu voluntad, Señor, y nadie puede resistirse a ella. Tú has hecho los cielos y la tierra y las maravillas que contienen. Tú eres el Señor del universo.
ORACIÓN COLECTA
Padre lleno de amor, que nos concedes siempre más de lo que merecemos y deseamos, perdona misericordiosamente nuestras ofensas y otórganos aquellas gracias que no hemos sabido pedirte y tú sabes que necesitamos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Has hecho pecar a Israel.
Del primer libro de los Reyes: 21,17-29
Después de la muerte
de Nabot, el Señor le dirigió la palabra al profeta Elías
y le dijo: "Levántate y ve al encuentro de Ajab, rey de Israel,
que vive en Samaria. Se encuentra en la viña de Nabot, a donde ha ido
para apropiársela. Dile lo siguiente: 'Esto dice el Señor: ¿Así
que, además de asesinar, estas robando?'. Dile también: 'Por eso,
dice el Señor, en el mismo lugar en que los perros Han lamido la sangre
de Nabot, los perros lamerán también tu propia sangre'".
Ajab le dijo a Elías: "¿Has vuelto a encontrarme, enemigo
mío?". Le respondió Elías: "Si, te he vuelto
a encontrar. 'Porque te has prestado para hacer el mal ante mis ojos, dice el
Señor, yo mismo voy a castigarte: voy a barrer a tu posteridad y a exterminar
en Israel a todo varón de tu casa, libre o esclavo. Hare con tu casa
lo que hice con la de Jeroboam, hijo de Nebat, y con la de Basa, hijo de Ajías,
porque has provocado mi cólera y has hecho pecar a Israel. A los hijos
de Ajab que mueran en la ciudad, los devoraran los perros; y a los que mueran
en el campo, se los comerán los buitres'. También contra Jezabel
ha hablado el Señor y ha dicho: 'Los perros devoraran a Jezabel en el
campo de Yezrael' ".
(Y es que en realidad no hubo otro que se prestara tanto como Ajab para hacer
el mal ante los ojos del Señor, instigado por su esposa Jezabel. Su proceder
fue abominable, porque adoro a los ídolos que habían hecho los
amorreos, a quienes el Señor expulso del país para dárselo
a los hijos de Israel).
Cuando Ajab oyó estas palabras, desgarro sus vestiduras, se puso un vestido
de sayal y ayuno; se acostaba con el sayal puesto y andaba cabizbajo. Entonces
el Señor le hablo al profeta Elías y le dijo: "(.Has visto
como se ha humillado Ajab en mi presencia? Por eso, no lo castigare a él
durante su vida, pero en vida de su hijo castigare a su casa". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 51 R/.
Misericordia, Señor, hemos pecado.
Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate
de mí y olvida mis ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y
purifícame de mis pecados. R/.
Puesto que reconozco mis culpas, tengo siempre presentes mis pecados. Contra
ti solo pequé, Señor, haciendo lo que a tus ojos era malo. R/.
Aleja de tu vista mis maldades y olvídate de todos mis pecados. Líbrame
de la sangre, Dios, Salvador mío, y aclamará mi lengua tu justicia.
R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 13, 34) R/. Aleluya, aleluya.
Les doy un mandamiento nuevo, dice el Señor, que se amen los unos a los
otros, como yo los he amado.
Amen a sus enemigos.
Del santo Evangelio según san Mateo: 5, 43-48
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Han oído ustedes que se dijo: Ama
a tu prójimo y odia a tu enemigo. Yo, en cambio, les digo: Amen a sus
enemigos, hagan el bien a los que los odian y rueguen por los que los persiguen
y calumnian, para que sean hijos de su Padre celestial, que hace salir su sol
sobre los buenos y los malos, y manda su lluvia sobre los justos y los injustos.
Porque, si ustedes aman a los que los aman, ¿qué recompensa merecen?
¿No hacen eso mismo los publicanos? Y si saludan tan solo a sus hermanos,
¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen eso mismo los paganos?
Ustedes, pues, sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesus.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, este sacrificio de alabanza que tú mismo instituiste, y realiza en nosotros la obra de santificación que con su muerte nos mereció tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. 1 Co 10, 17)
Nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque todos participamos de un mismo pan y de un mismo cáliz.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta comunión, Señor, sacie nuestra hambre y nuestra sed de ti y nos transforme en tu Hijo, Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
CUANDO DES LIMOSNA
2 R 2, 1. 6-14; Mt 6, 1-6. 16-18
Eliseo es el beneficiario principal de la autoridad y el carisma de su maestro Elías. La partida de Elías queda rodeada por el misterio. Como amigo de Dios termino sus días en este mundo, participando de la intimidad del Señor. Cuando Eliseo recibe el manto asume la misión profética que no era otra que sostener la fidelidad de Israel a Dios en tiempos de una profunda crisis social y económica. Eliseo realizaría numerosas acciones de auxilio a favor de viudas y necesitados. Las obras de misericordia y las prácticas religiosas de que nos habla el Evangelio, tienen un sentido preciso: son la expresión agradecida del creyente que comparte sus bienes, porque sabe que ha sido bendecido generosamente por Dios. Su oración es la expresión sincera de todos sus anhelos. El creyente deposita en las manos del Señor preocupaciones personales y comunitarias. Sabe que nada podrá cambiar, sin la intervención favorable del Padre celestial.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 89. 17)
Señor, muéstrate bondadoso con nosotros y haz fecundo el trabajo de nuestras manos.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, creador de todas las cosas, que impusiste a los hombres el deber del trabajo, bendice las obras que iniciamos para que contribuyan al bienestar de la sociedad y a la difusión de tu Reino. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Apareció un carro de fuego y Elías subió al cielo.
Del segundo libro de los Reyes: 2, 1. 6-14
Esto fue lo que sucedió
cuando el Señor iba a arrebatar a Elías en un remolino hacia el
cielo. Ese día Elías y Eliseo habían salido de Guilgal.
Al llegar a Jericó, Elías le dijo a Eliseo: "Quédate
aquí, porque el Señor me envía al Jordán".
Respondió Eliseo: "Por Dios y por tu vida que no te dejare ir solo".
Y se fueron los dos juntos.
Los acompañaban cincuenta hombres de la comunidad de los profetas, los
cuales, al llegar Elías y Eliseo a la orilla del Jordán, se detuvieron
a cierta distancia de ellos. Elías y tomó su manto, lo enrolló
y con el golpeó las aguas; estás se separaron a un lado y a otro,
y ambos pasaron el río sin mojarse.
Después de cruzar, Elías le dijo a Eliseo: "Pídeme
lo que quieras que haga por ti, antes de que sea arrebatado de tu lado".
Respondió Eliseo: "Que sea el heredero principal de tu espíritu".
Le dijo Elías: "Es difícil lo que pides; pero si alcanzas
a verme, cuando sea arrebatado de tu lado, lo obtendrás; si no, no lo
obtendrás".
Siguieron caminando y conversando, cuando un carro de fuego, con caballos de
fuego, se interpuso entre ellos, y Elías subió al cielo en un
remolino. Eliseo lo veía alejarse y le gritaba: "¡Padre mío,
padre mío, carro y auriga de Israel!".
Y ya no lo volvió a ver. Entonces se rasgó las vestiduras, recogió
el manto que se le había caído a Elías, regreso y se detuvo
en la orilla del Jordán. Tomó el manto de Elías y golpeo
con él las aguas, y no se separaron. Entonces dijo: "¿Dónde
está el Señor, el Dios de Elías?". Volvió a
golpear las aguas y entonces se separaron a un lado y a otro, y paso Eliseo.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
30 R/. Amemos al Señor todos sus fieles.
¡Qué grande es la bondad que has reservado, Señor, para
tus fieles! Con quien se acoge a ti, Señor, ¡qué bueno eres!
R/.
Tu presencia lo ampara de todas las intrigas de los hombres, y lo pone a resguardo
de las burlas y las murmuraciones. R/.
Que amen al Señor todos sus fieles, pues protege a los leales y a los
soberbios da lo que merecen. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 23) R/. Aleluya, aleluya.
El que me ama, cumplirá mi palabra, dice el Señor; y mi Padre
lo amara y vendremos a él. R/.
Tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará.
Del santo Evangelio según san Mateo: 6, 1-6. 16-18
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Tengan cuidado de no practicar sus obras
de piedad delante de los hombres, para que los vean. De lo contrario, no tendrán
recompensa con su Padre celestial.
Por lo tanto, cuando des limosna, no lo anuncies con trompeta, como hacen los
hipócritas en las sinagogas y por las calles, para que los alaben los
hombres. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. En cambio, cuando des
limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha, para que tu limosna
quede en secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes hagan oración, no sean como los hipócritas, a quienes
les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para
que los vea la gente. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú,
en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora ante
tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve lo
secreto, le recompensará.
Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como esos hipócritas que
descuidan la apariencia de su rostro, para que la gente note que están
ayunando. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio,
cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que
no sepa la gente que estas ayunando, sino tu Padre, que está en lo secreto;
y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Tu que con este pan y este vino que te presentamos das al hombre el alimento que lo sostiene y el sacramento que lo renueva, concédenos, Señor, no carecer nunca de esta ayuda del cuerpo y del espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Col 3, 17)
Todo lo que hagan de palabra o de obra, háganlo en el nombre de Jesús, el Señor, dando gracias por su medio a Dios Padre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tu que nos has alimentado con el Sacramento de la unidad y del amor, concédenos desempeñar con fe el trabajo que nos has encomendado para obtener nuestro diario sustento y cooperar a la edificación de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Luis Gonzaga, religioso; Juan Rigby, mártir. Beata Elena Kafka, mártir. Memoria (Blanco)
El PORTAVOZ DE LA RECONCILIACIÓN FAMILIAR
Si 48, 1-15, Mt 6, 7-15
El elogio que el libro del Sirácide compone a favor de Elías es una alabanza por demás generosa. Entre los numerosos rasgos del profeta destaca su papel como reconciliador entre padres e hijos y entre los israelitas todos. La reconciliación y el perdón y no la venganza ni el resentimiento, son las tareas que más nos benefician. En ese sentido, la penúltima súplica del Padrenuestro da en el blanco. Que Dios nos perdone y que dispongamos de la grandeza de corazón suficiente para perdonar a nuestros agresores. En una sociedad salpicada de violencia y odio, el cristiano está urgido de ser artífice y promotor de la reconciliación y el perdón. Quien perdona no está hipotecando su dignidad ni actuando por cobardía, antes bien, es una persona que elige seguir las huellas del Padre compasivo que Jesús nos revela.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Sal 23, 4. 3)
El que tiene manos inocentes y puro el corazón, subirá al monte del Señor y permanecerá en su recinto sagrado.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que en la vida de san Luis Gonzaga quisiste dejarnos un modelo de pureza y en su muerte, un ejemplo heroico de servicio al prójimo, por sus méritos e intercesión, concede a quienes no hemos sabido imitar su inocencia, que podamos imitar su caridad. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Cuando Elías fue envuelto por el torbellino, Eliseo quedo lleno de su espíritu.
Del libro del Sirácide (Eclesiástico): 48, 1-15
En aquel tiempo, surgió
Elías, un profeta de fuego; su palabra quemaba como una llama. Él
hizo caer sobre los israelitas el hambre y con celo los diezmo. En el nombre
del Señor cerro las compuertas del cielo e hizo que descendiera tres
veces fuego de lo alto.
¡Qué glorioso eres, Elías, por tus prodigios! ¿Quién
puede jactarse de ser igual a ti? Tú resucitaste del sepulcro a un muerto,
lo arrancaste de la muerte por la palabra del Altísimo. Tú llevaste
la ruina a los reyes y la muerte a los príncipes en su lecho. Tú
escuchaste las amenazas de Dios en el Sinaí y sus palabras de castigo
en el Horeb. Tú ungiste a reyes vengadores y nombraste como sucesor tuyo
a un profeta.
En un torbellino de llamas fuiste arrebatado al cielo, sobre un carro tirado
por caballos de fuego. Escrito esta de ti que volverás, cargado de amenazas,
en el tiempo señalado, para aplacar la cólera antes de que estalle,
para hacer que el corazón de los padres se vuelva hacia los hijos y congregar
a las tribus de Israel. Dichosos los que te vieron y murieron gozando de tu
amistad; pero más dichosos los que estén vivos, cuando vuelvas.
Cuando Elías fue arrebatado por el torbellino, Eliseo quedo lleno de
su espíritu. Ningún príncipe lo intimido, nadie lo pudo
dominar. Ninguna cosa le era imposible y aun estando en el sepulcro, resucito
a un muerto. En vida hizo prodigios y después de muerto, obras admirables.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 96 R/.
Que se alegren los justos con el Señor.
Reina el Señor, alégrese la tierra; cante de regocijo el mundo
entero. El trono del Señor se asienta en la justicia y el derecho. R/.
Un fuego que devora a sus contrarios a nuestro Dios precede; deslumbran sus
relámpagos el orbe y viéndolos, la tierra se estremece. R/.
Los montes se derriten como cera ante el Señor de toda la tierra. Los
cielos pregonan su justicia, su inmensa gloria ven todos los pueblos. R/.
Los que adoran estatuas que se llenen de pena y se sonrojen, lo mismo el que
se jacta de sus ídolos. Que caigan ante Dios todos los dioses. R/.
ACLAMACIÓN
(Rm 8, 15) R/. Aleluya, aleluya.
Hemos recibido un Espíritu de hijos, que nos hace exclamar: ¡Padre!
R/.
Ustedes oren así.
Del santo Evangelio según san Mateo: 6, 7-15
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Cuando ustedes hagan oración, no
hablen mucho, como los paganos, que se imaginan que a fuerza de mucho hablar
serán escuchados. No los imiten, porque el Padre sabe lo que les hace
falta, antes de que se lo pidan. Ustedes pues, oren así:
Padre nuestro, que estas en el cielo, santificado sea tu nombre, venga tu Reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación
y líbranos del mal.
Si ustedes perdonan las faltas a los hombres, también a ustedes los perdonara
el Padre celestial. Pero si ustedes no perdonan a los hombres, tampoco el Padre
les perdonara a ustedes sus faltas", Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesus.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, que a ejemplo de san Luis Gonzaga, participemos en esta Eucaristía con un corazón libre de pecado, a fin de que recibamos la abundancia de tus dones. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 77, 24-25)
El Señor les envió pan del cielo y les dio a comer el pan de los fuertes.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú, que nos has alimentado con el pan de los fuertes, haz, Señor, que a ejemplo de san Luis Gonzaga, te sirvamos con pureza y caridad y vivamos en continua acción de gracias. Por Jesucristo, nuestro Señor.
DONDE TENGAS TUS RIQUEZAS TENDRÁS EL CORAZÓN
2 R 11, 1-4. 9-18. 20; Mt 6, 19-23
El reino de Judá estuvo en riesgo de ser arrebatado por Atalía, hija de Jezabel, para ser anexado al reino fenicio. Atalía no vacilo en desaparecer a buena parte de los hijos del rey. La decisión de una mujer israelita y del sacerdote Yehoyadá puso freno a sus planes. Con el apoyo del pueblo lograron recuperar el trono para un descendiente de David. El episodio revela los despropósitos que el afán de poder y las riquezas provoca en algunas personas. El Sermón de la Montana nos aclara la cuestión: el corazón humano termina siendo poseído por las riquezas. Quien deja que su interior se materialice solamente buscará multiplicar sus bienes y terminara siendo insensible a las necesidades ajenas. El dilema es crudo y realista: la disputa por el corazón humano se define entre la confianza en Dios y la codicia desmedida por el dinero.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 5, 9-1O)
Sin distinción de
raza, lengua, pueblo o nación, nos compraste, Señor, con tu Sangre
e hiciste de nosotros un Reino para Dios.
Dios nuestro, que has redimido a todos los hombres con la preciosa Sangre de
tu Hijo, protege en nosotros la obra de tu misericordia, para que, celebrando
siempre el misterio de nuestra salvación merezcamos alcanzar sus frutos
eternos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Ungieron a Joás y gritaron: "¡Viva el rey!".
Del segundo libro de los Reyes: 11,1-4. 9-18. 20
Por aquel entonces, Atalía,
madre del rey Ocozías, viendo que había muerto su hijo, decidió
exterminar a toda la familia real. Pero Yehosebá, hija del rey Joram
y hermana de Ocozías, tomó a su sobrino Joás y lo sacó
a escondidas de entre los hijos del rey, cuando los estaban asesinando, para
ocultarlo de Atalía. Escondió al niño y a su nodriza, y
así el niño pudo escapar de la muerte. Seis años estuvo
oculto con ella en el templo del Señor, y entre tanto Atalía reino
en el país.
El año séptimo, el sacerdote Yehoyadá mandó llamar
a los oficiales del ejército y a los soldados de estos, los introdujo
en el templo del Señor, les mostro al hijo del rey e hizo con ellos un
pacto con juramento, de cuidar al hijo del rey.
Los oficiales cumplieron el pacto que habían hecho con el sacerdote Yehoyadá.
Cada cual se puso al frente de sus hombres, que entraban de guardia el sábado
o terminaban su guardia el sábado, y se presentaron ante el sacerdote
Yehoyadá. Este les entrego las lanzas y los escudos del rey David, que
estaban en el templo del Señor. Cuando los soldados de la guardia, con
las armas en la mano, se pusieron en fila desde el lado sur hasta el lado norte
del templo, rodeando el altar, Yehoyadá saco al hijo del rey, le puso
la diadema y las insignias reales y lo ungió. Entonces todos aplaudieron
y gritaron: "¡Viva el rey!".
Cuando Atalía escucho el clamor popular, fue al templo del Señor,
donde estaba reunida la gente. Entonces vio al rey, que estaba de pie sobre
el estrado, según la costumbre, a los oficiales del ejército y
a los heraldos en torno al rey, y a todo el pueblo que daba muestras de gran
alegría, mientras sonaban las trompetas. Entonces Atalía rasgo
sus vestiduras y grito: "¡Traición, traición!".
El sacerdote Yehoyadá dio esta orden a los oficiales: "Sáquenla
del templo y maten al que la siga". El sacerdote les había dicho:
"No podemos matarla en el templo del Señor". Así pues,
los guardias la llevaron hasta el palacio real y le dieron muerte en la puerta
de los caballos.
Entonces el sacerdote Yehoyadá renovó la alianza entre el Señor,
el rey y el pueblo, por la cual ellos serían el pueblo del Señor.
Todo el pueblo penetro en el templo de Baal y lo destrozaron; destruyeron completamente
el altar y sus estatuas, y a Matán, sacerdote de Baal, le dieron muerte
delante del altar.
El sacerdote Yehoyadá puso centinelas en el templo del Señor.
Todo el pueblo se llenó de alegría y la ciudad quedo tranquila.
Atalía había sido muerta en el palacio real. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 131 R/.
Dios le dará el trono de su padre David.
Dios prometió a David -y el Señor no revoca sus promesas-: "Pondré
sobre tu trono a uno de tu propia descendencia. R/.
Si tus hijos son fieles a mi alianza y cumplen los mandatos que yo enseñe,
también ocuparan sus hijos tu trono para siempre". R/.
Esto es así, porque el Señor ha elegido a Sión como morada:
"Aquí está mi reposo para siempre; porque así me agradó,
será mi casa. R/.
Aquí haré renacer el poder de David y encenderé una lámpara
a mi ungido; pondré sobre su frente mi diadema, ignominia daré
a sus enemigos". R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 5, 3) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.
R/.
Donde está tu tesoro, ahí también está tu corazón.
Del santo Evangelio según san Mateo: 6, 19-23
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "No acumulen ustedes tesoros en la tierra,
donde la polilla y el moho los destruyen, donde los ladrones perforan las paredes
y se los roban. Más bien acumulen tesoros en el cielo, donde ni la polilla
ni el moho los destruyen, ni hay ladrones que perforen las paredes y se los
roben; porque donde está tu tesoro, ahí también está
tu corazón.
Tus ojos son la luz de tu cuerpo; de manera que, si tus ojos están sanos,
todo tu cuerpo tendrá luz. Pero si tus ojos están enfermos, todo
tu cuerpo tendrá oscuridad. Y si lo que en ti debería ser luz,
no es más que oscuridad, ¡que negra no será tu propia oscuridad!".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesus.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al presentarte nuestras ofrendas, te suplicamos, Señor, que por medio de estos misterios, nos acerquemos a Jesús, y renovemos la acción salvadora de su Sangre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. 1 Co 10, 16)
El cáliz de nuestra acción de gracias, nos une a todos en la Sangre de Cristo; y el pan que partimos, nos une a todos en el Cuerpo del Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso, habiendo sido confortados con el alimento y bebida celestiales, te pedimos que defiendas del temor del enemigo a quienes has redimido con la preciosa Sangre de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Santos: Jose Cafasso, presbítero; Alicia de Alemania, emperatriz; y Tomas Garnet, mártir.
Vísperas I de mañana: todo propio Tomo III: p. 1 488. Para los fieles: p. 901. Edición popular: pp. 13 y 507. Feria (Verde)
NO SE PREOCUPEN POR EL MAÑANA
2 Cro 24, 17-25; Mt 6, 24-34
Azarías hijo del sacerdote Yehoyadá murió lapidado por órdenes del rey Joás, por denunciar la infidelidad de Israel y anunciar la ruina futura. Acto seguido, una revuelta en el palacio puso fin a los días del rey. La violencia acarrea violencia. Son los renglones torcidos que van escribiendo la historia de la casa de Judá. Del Evangelio de san Mateo podemos extraer la reiterada invitación a la confianza. Quienes nos sentimos hijos amados por el Padre Celestial, sabemos que Él no se desentiende de nosotros. Nos alimenta y nos alienta para conseguir el pan cotidiano. Sus bendiciones son abundantes y nuestra laboriosidad tendrá que hacer el resto. El afán de querer asegurar el futuro, acumulando bienes, nos puede tornar injustos y codiciosos. Más vale ocuparse de lo esencial, es decir, de lo que permanece al término de la vida, sin descuidar nuestros quehaceres ordinarios.
MISA DE SANTA MARIA EN SÁBADO
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sedulio)
Te aclamamos, santa Madre de Dios, porque has dado a luz al Rey que gobierna cielo y tierra por los siglos de los siglos.
ORACIÓN COLECTA
Dios y Padre nuestro, que nos has dado en la Virgen María el modelo de quien escucha tu Palabra y la pone en práctica, abre nuestro corazón al gozo de la escucha, y por medio de tu Espíritu Santo haz que seamos lugar santo en el que tu Palabra de salvación se cumpla hoy. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Mataron a Zacarías en el templo.
Del segundo libro de las Crónicas: 24, 17-25
Después de la muerte
del sacerdote Yehoyadá, vinieron los jefes de Judá a postrarse
ante el rey; a este, sobornado por sus regales, le pareció bien lo que
le propusieron. Entonces abandonaron el templo del Señor, Dios de sus
padres, y dieron culto a los bosques sagrados y a los ídolos. Este pecado
provoco la ira de Dios sobre Judá y Jerusalén. El Señor
les envió profetas para que se arrepintieran, pero no hicieron caso a
sus amonestaciones.
Entonces el Espíritu de Dios inspiro a Zacarías, hijo del sacerdote
Yehoyadá, para que se presentara ante el pueblo y le dijera: "Esto
dice el Señor Dios: '¿Por qué quebrantan los preceptos
de Dios? Van al fracaso. Han abandonado al Señor y Él los abandonara
a ustedes’".
Pero el pueblo conspiro contra él y, por orden del rey, lo apedrearon
en el atrio del templo. El rey Joás no tuvo en cuenta el bien que le
había hecho Yehoyadá y mato a su hijo, Zacarías, quien
exclamo al morir: "Que el Señor te juzgue y te pida cuentas".
Al cabo de un año, el ejército sirio se dirigió contra
Joás y penetro en Judá y en Jerusalén; mataron a todos
los jefes del pueblo y enviaron todo el botín al rey de Damasco. Aunque
no era muy numeroso el ejército sirio, el Señor le dio la victoria
sobre el enorme ejército de los judíos, porque el pueblo había
abandonado al Señor, Dios de sus padres. Así fue como se hizo
justicia contra Joás. Al retirarse los sirios, lo dejaron gravemente
herido y entonces sus cortesanos conspiraron contra el para vengar al hijo del
sacerdote Yehoyadá, y lo asesinaron en su cama. Lo enterraron en la ciudad
de David, pero no le dieron sepultura en las tumbas de los reyes. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 88 R/.
Proclamare sin cesar la misericordia del Señor.
"Un juramento hice a David, mi servidor, dice el Señor, una alianza
pacte con mi elegido: 'Consolidare tu dinastía para siempre y afianzare
tu trono eternamente'. R/.
'Yo jamás le retirare mi amor ni violare el juramento que le hice. Nunca
se extinguirá su descendencia y su trono durará igual que el cielo.
R/.
Pero, si sus hijos abandonan mi ley y no cumplen mis mandatos, si violan mis
preceptos y no guardan mi alianza, castigare con la vara sus pecados y con el
látigo sus culpas, pero no les retirare mi favor. R/.
No desmentiré mi fidelidad, no violare mi alianza ni cambiare mis promesas".
R/.
ACLAMACIÓN
(2 Co 8, 9) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre, para enriquecernos con su pobreza. R/.
No se preocupen por el día de mañana.
Del santo Evangelio según san Mateo: 6, 24-34
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Nadie puede servir a dos amos, porque odiará
a uno y amara al otro, o bien obedecerá al primero y no le hará
caso al segundo. En resumen, no pueden ustedes servir a Dios y al dinero.
Por eso les digo que no se preocupen por su vida, pensando que comerán
o con que se vestirán. ¿Acaso no vale más la vida que el
alimento, y el cuerpo más que el vestido? Miren las aves del cielo, que
ni siembran, ni cosechan, ni guardan en graneros y, sin embargo, el Padre celestial
las alimenta. Y Acaso no valen ustedes más que ellas? ¿Quién
de ustedes, a fuerza de preocuparse, puede prolongar su vida siquiera un momento?
¿Y por qué se preocupan del vestido? Miren como crecen los lirios
del campo, que no trabajan ni hilan. Pues bien, yo les aseguro que ni Salomón,
en el esplendor de su gloria, se vestía como uno de ellos. Y si Dios
viste así a la hierba del campo, que hoy florece y mañana es echada
al horno, ¿no hará mucho más por ustedes, hombres de poca
fe?
No se inquieten, pues, pensando: ¿Que comeremos o que beberemos o con
que nos vestiremos? Los que no conocen a Dios se desviven por todas estas cosas;
pero el Padre celestial ya sabe que ustedes tienen necesidad de ellas. Por consiguiente,
busquen primero el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas se les darán
por añadidura. No se preocupen por el día de mañana, porque
el día de mañana traerá ya sus propias preocupaciones.
A cada día le bastan sus propios problemas". Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesus.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Padre lleno de bondad, que nos socorra el inmenso amor de tu Hijo unigénito para que, quien al nacer de la Virgen María, no menoscabo la integridad de la Madre, sino que la consagro, nos libre de nuestras culpas y haga acepta a ti nuestra oblación. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio de Santa María Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (cfr. Lc 11, 27)
Dichosa la Virgen María, que llevo en su seno al Hijo del eterno Padre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, al recibir el sacramento celestial en esta conmemoración de la santísima Virgen María, te pedimos que nos concedas celebrar dignamente, a imitación suya, el misterio de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
NATIVIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA
Santos: Juan y Festo de Roma, mártires; Simplicio de Autum, obispo. Solemnidad (Blanco)
UNA ESPADA AFILADA
Is 49, 1-6, Hch 13, 22-26; Lc 1, 57-66. 80
El segundo Canto del Siervo del Señor retrata concisamente la misión trascendente que habrá de cumplir dicho personaje. El profeta deberá hablar con palabras duras y crudas para despertar la conciencia de su pueblo Israel. La misión profética del Siervo tendrá como meta principal la reunificación del pueblo disperso y dividido. En ocasión de la celebración del nacimiento de Juan Bautista podemos acercarnos a este texto profético para desentrañar el alcance de su misión. Juan genera curiosidad por las circunstancias especiales de su nacimiento. Su vida indudablemente dejaría huella en Israel. Efectivamente, el profeta del Jordán se decidió a pavimentar el camino para la reconciliación del pueblo con su Dios. Dentro del movimiento bautista inicio Jesús su preparación y se decidió a hacer suyo el mensaje de Juan, invitando a vivir el cambio interior para acoger la llegada del Reino decisivo de Dios.
Misa vespertina de la vigilia
Esta Misa se utiliza en la tarde del 23 de junio, antes o después de las primeras Vísperas de la solemnidad.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Lc 1, 15. 14)
El ángel dijo a Zacarías: Tu hijo será grande ante el Señor y desde el seno de su madre quedará lleno del Espíritu Santo y muchos se alegrarán con su nacimiento.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Conduce, Señor, a tu pueblo por el camino del arrepentimiento y de la rectitud que predico san Juan Bautista, a fin de que pueda llegar con seguridad al encuentro de tu Hijo, Jesucristo, que vive y reina contigo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Desde antes de formarte en el seno materno, te conozco.
Del libro del profeta Jeremías: 1, 4-10
En tiempo de Josías,
el Señor me dirigió estas palabras: "Desde antes de formarte
en el seno materno, te conozco; desde antes de que nacieras, te consagré
profeta para las naciones".
Yo le conteste: "Pero, Señor mío, yo no sé expresarme,
porque apenas soy un muchacho".
El Señor me dijo: "No digas que eres un muchacho, pues iras a donde
yo te envíe y dirás lo que yo te mande. No tengas miedo, porque
yo estoy contigo para protegerte", lo dice el Señor
El Señor extendió entonces su brazo, con su mano me tocó
la boca y me dijo: "Desde hoy pongo mis palabras en tu boca y te doy autoridad
sobre pueblos y reyes, para que arranques y derribes, para que destruyas y deshagas,
para que edifiques y plantes". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 70 R/.
Desde el seno de mi madre tú eres mi apoyo.
Señor, tú eres mi esperanza, que no quede yo jamás
defraudado. Tú, que eres justo, ayúdame y defiéndeme; escucha
mi oración y ponme a salvo. R/.
Se para mí un refugio, ciudad fortificada en que me salves. Y pues eres
mi auxilio y mi defensa, líbrame, Señor, de los malvados. R/.
Señor, tu eres mi esperanza; desde mi juventud en ti confió. Desde
que estaba en el seno de mi madre, yo me apoyaba en ti y tú me sostenías.
R/.
Yo proclamare siempre tu justicia y a todas horas, tu misericordia. Me ensenaste
a alabarte desde niño y seguir alabándote es mi orgullo. R/.
Los profetas investigaron profundamente 1a gracia destinada a ustedes.
De la primera carta del apóstol san Pedro: 1, 8-12
Hermanos: Ustedes no han
visto a Cristo Jesús y, sin embargo, lo aman; al creer en Él ahora,
sin verlo, se llenan de una alegría radiante e indescriptible, seguros
de alcanzar la salvación de sus almas, que es la meta de la fe.
Los profetas, cuando predijeron la gracia destinada a ustedes, investigaron
también profundamente acerca de la salvación de ustedes. Ellos
trataron de descubrir en que tiempo y en qué circunstancias se habrían
de verificar las indicaciones que el Espíritu de Cristo, que moraba en
ellos, les había revelado sobre los sufrimientos de Cristo y el triunfo
glorioso que los seguiría. Pero se les dio a conocer que ellos no verían
lo que profetizaban, sino que estaba reservado para nosotros. Todo esto les
ha sido anunciado ahora a ustedes, por medio de aquellos que les han predicado
el Evangelio con la fuerza del Espíritu Santo, enviado del cielo, y ciertamente
es algo que los ángeles anhelan contemplar. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(cfr. Jn 1, 7; Lc 1, 17) R/. Aleluya, aleluya.
El vino para dar testimonio de la luz y prepararle al Señor un pueblo
dispuesto a recibirlo. R/.
Tu mujer te dará un hijo, a quien le pondrás el nombre de Juan.
Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 5-17
Hubo en tiempo de Herodes,
rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, del grupo de Abías,
casado con una descendiente de Aarón, llamada Isabel. Ambos eran justos
a los ojos de Dios, pues vivían irreprochablemente, cumpliendo los mandamientos
y disposiciones del Señor. Pero no tenían hijos, porque Isabel
era estéril y los dos, de avanzada edad.
Un día en que le correspondía a su grupo desempeñar ante
Dios los oficios sacerdotales, le toco a Zacarías, según la costumbre
de los sacerdotes, entrar al santuario del Señor para ofrecer el incienso,
mientras todo el pueblo estaba afuera, en oración, a la hora de la incensación.
Se le apareció entonces un ángel del Señor, de pie, a la
derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías se sobresaltó
y un gran temor se apodero de él. Pero el ángel le dijo: "No
temas, Zacarías, porque tu súplica ha sido escuchada. Isabel,
tu mujer, te dará un hijo, a quien le pondrás el nombre de Juan.
Tú te llenaras de alegría y regocijo, y otros muchos se alegrarán
también de su nacimiento, pues él será grande a los ojos
del Señor; no beberá vino ni licor, y estará lleno del
Espíritu Santo, ya desde el seno de su madre. Convertirá a muchos
israelitas al Señor; ira delante del Señor con el Espíritu
y el poder de Elías, para convertir los corazones de los padres hacia
sus hijos, dar a los rebeldes la cordura de los justos y prepararle así
al Señor un pueblo dispuesto a recibirlo". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesus.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, que vamos a celebrar en esta festividad de san Juan Bautista, nos impulse y nos ayude, Señor, a morir a nuestros pecados y a vivir renovados por tu gracia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias, siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor
nuestro.
Ya que en la persona de su precursor, Juan el Bautista, podemos alabar tu magnificencia,
que lo distinguió con particular honor entre todos los hombres. Él
fue, en su nacimiento, ocasión de gran júbilo y aun antes de nacer,
saltó de gozo por la visita del Salvador. Sólo a él fue
dado entre todos los profetas presentar al Cordero, Redentor del mundo. Bautizó
con el agua, que habría de quedar santificada, al mismo autor del bautismo,
por quien mereció dar el testimonio supremo de su sangre. Por eso, unidos
a los ángeles, te aclamamos llenos de alegría: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 1, 68)
Bendito sea el Señor Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por intercesión de san Juan Bautista que nos anunció al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, haz, Señor, que esta Eucaristía nos obtenga tu perdón y tu paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Misa del día
ANTÍFONA DE ENTRADA (Jn 1, 6-7; Lc 1, 17)
Vino un hombre enviado por Dios y su nombre era Juan. Vino para dar testimonio de la luz, y prepararle al Señor un pueblo dispuesto a recibirlo.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que enviaste a san Juan Bautista para prepararle a Cristo, el Señor, un pueblo dispuesto a recibirlo, alegra ahora a tu Iglesia con la abundancia de los dones del Espíritu y guíala por el camino de la salvación y de la paz. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Te convertiré en luz de las naciones.
Del libro del profeta Isaías: 49,1-6
Escúchenme, islas;
pueblos lejanos, atiéndanme. El Señor me llamó desde el
vientre de mi madre; cuando aún estaba yo en el seno materno, el pronuncio
mi nombre.
Hizo de mi boca una espada filosa, me escondió en la sombra de su mano,
me hizo flecha puntiaguda, me guardo en su aljaba y me dijo: "Tú
eres mi siervo, Israel; en ti manifestare mi gloria". Entonces yo pensé:
"En vano me he cansado, inútilmente he gastado mis fuerzas; en realidad
mi causa estaba en manos del Señor, mi recompensa la tenía mi
Dios".
Ahora habla el Señor, el que me formó desde el seno materno, para
que fuera su servidor, para hacer que Jacob volviera a él y congregar
a Israel en torno suyo -tanto así me honró el Señor y mi
Dios fue mi fuerza-. Ahora, pues, dice el Señor: "Es poco que seas
mi siervo solo para restablecer a las tribus de Jacob y reunir a los sobrevivientes
de Israel; te voy a convertir en luz de las naciones, para que mi salvación
llegue hasta los últimos rincones de la tierra". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 138 R/.
Te doy gracias, Señor, porque me has formado maravillosamente.
Tú me conoces, Señor, profundamente: tú conoces cuándo
me siento y me levanto, desde lejos sabes mis pensamientos, tú observas
mi camino y mi descanso, todas mis sendas te son familiares. R/.
Tú formaste mis entrañas, me tejiste en el seno materno. Te doy
gracias por tan grandes maravillas; soy un prodigio y tus obras son prodigiosas.
R/.
Conocías plenamente mi alma; no se te escondía mi organismo, cuando
en lo oculto me iba formando y entretejiendo en lo profundo de la tierra. R/.
Antes de que Jesús llegara, Juan predicó a todo Israel un bautismo de penitencia.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 13, 22-26
En aquellos días,
Pablo les dijo a los judíos: "Hermanos: Dios les dio a nuestros
padres como rey a David, de quien hizo esta alabanza: He hallado a David, hijo
de Jesé, hombre según mi corazón, quien realizará
todos mis designios.
Del linaje de David, conforme a la promesa, Dios hizo nacer para Israel un Salvador,
Jesús. Juan preparó su venida, predicando a todo el pueblo de
Israel un bautismo de penitencia, y hacia el final de su vida, Juan decía:
'Yo no soy el que ustedes piensan. Después de mi viene uno a quien no
merezco desatarle las sandalias'.
Hermanos míos, descendientes de Abraham, y cuantos temen a Dios: Este
mensaje de salvación les ha sido enviado a ustedes".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Lc 1, 76) R/. Aleluya, aleluya.
Y a ti, niño, te llamaran profeta del Altísimo, porque iras delante
del Señor a preparar sus caminos. R/.
Juan es su nombre.
Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 57-66. 80
Por aquellos días,
le llego a Isabel la hora de dar a luz y tuvo un hijo. Cuando sus vecinos y
parientes se enteraron de que el Señor le había manifestado tan
grande misericordia, se regocijaron con ella.
A los ocho días fueron a circuncidar al niño y le querían
poner Zacarías, como su padre; pero la madre se opuso, diciéndoles:
"No. Su nombre será Juan". Ellos le decían: "Pero
si ninguno de tus parientes se llama así".
Entonces le preguntaron por señas al padre como quería que se
llamara el niño. El pidió una tablilla y escribió: "Juan
es su nombre". Todos se quedaron extrañados. En ese momento a Zacarías
se le soltó la lengua, recobró el habla y empezó a bendecir
a Dios.
Un sentimiento de temor se apodero de los vecinos, y en toda la región
montañosa de Judea se comentaba este suceso. Cuantos se enteraban de
ello se preguntaban impresionados: "¿Que va a ser de este niño?".
Esto lo decían, porque realmente la mano de Dios estaba con él.
El niño se iba desarrollando físicamente y su Espíritu
se iba fortaleciendo, y vivió en el desierto hasta el día en que
se dio a conocer al pueblo de Israel. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesus.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
En esta fiesta del Precursor
del Señor, presentemos confiadamente nuestras plegarias a Dios nuestro
Padre.
Después de cada petición diremos: Escúchanos, Padre.
Por la Iglesia; para que todos vivamos siempre con Espíritu de conversión
a fin de ser más fieles a lo que Dios espera de nosotros. Oremos al Señor.
Por el pueblo de Israel; para que, escuchando la voz de Juan Bautista y de todos
los profetas, llegue a reconocer en Jesús al Mesías esperado.
Oremos al Señor.
Por todos los pueblos de la tierra; para que todo el mundo pueda alcanzar una
vida digna y en paz. Oremos al Señor.
Por los que son perseguidos a causa de su fe o a causa de su lucha por la justicia;
para que sientan siempre en ellos la fuerza de Dios que los acompaña.
Oremos al Señor.
(En los lugares donde se celebra la fiesta patronal). Por nuestro pueblo (ciudad,
parroquia, diócesis), que celebra hoy con alegría la fiesta de
su patrón san Juan Bautista; para que su protección nos acompañe
en todo momento. Oremos al Señor.
Por todos los que estamos aquí reunidos celebrando esta Eucaristía,
y por nuestros familiares y amigos; para que haya entre nosotros paz, generosidad
y espíritu de hermanos. Oremos al Señor. Escucha, Padre, nuestras
peticiones, y derrama tu amor sobre el mundo entero. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, este sacrificio que vamos a ofrecerte para celebrar el nacimiento de san Juan Bautista, quien anuncio la venida de nuestro Salvador y señalo su presencia entre los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias, siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor
nuestro.
Ya que en la persona de su precursor, Juan el Bautista, podemos alabar tu magnificencia,
que lo distinguió con particular honor entre todos los hombres. Él
fue, en su nacimiento, ocasión de gran júbilo y aun antes de nacer,
saltó de gozo por la visita del Salvador. Solo a él fue dado entre
todos los profetas presentar al Cordero, Redentor del mundo. Bautizo con el
agua, que habría de quedar santificada, al mismo autor del bautismo,
por quien mereció dar el testimonio supremo de su sangre. Por eso, unidos
a los ángeles, te aclamamos llenos de alegría: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 1, 78)
Por la misericordia entrañable de nuestro Dios, nos ha visitado la luz que nace de lo alto.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que la comunión que hemos recibido al celebrar el nacimiento del precursor de tu Hijo, renueve en nosotros el amor y la fidelidad a Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
UNA REFLEXION PARA NUESTRO TIEMPO.- Las figuras proféticas resultan incomodas siempre. Juan Bautista resultó insoportable para Herodes Antipas y por eso lo ejecutó. Los profetas no son diplomáticos amantes de cuidar los matices de sus discursos. Son hombres de lenguaje rudo que anteponen su fidelidad a Dios, antes que la búsqueda de reconocimientos y honores humanos. El profeta no es un amargado ni un pesimista. Al contrario, es un hombre lleno de esperanza que descubre por anticipado las erróneas tendencias que desorientan al pueblo y a la sociedad donde vive. No habla a nombre propio, es un oyente de la Palabra que discierne con lucidez el clamor de los débiles y deletrea la respuesta divina a tales reclamos. Es un mediador que toma partido y que causa polémica. De figuras proféticas, de cristianos que vinculen el mensaje Evangélico con las situación es que nos aquejan estamos urgidos. ¿Podría mencionar con nombre y apellido a un profeta que aliente y discierna púbicamente el rumbo que debe tomar nuestro país?
Santos: Guillermo de Vercelli, abad; Domingo de Henares, mártir, Eurosia de Jaca, mártir. Feria (Verde)
DE PAJAS Y VIGAS
2 R 17, 5-8. 13-15; Mt 7, 1-5
La historia del reino de Israel llegó a su final el año 722 a. C. El Libro de los Reyes hace un diagnóstico certero de la catástrofe. El último rey de Israel, Oseas, confió más en la caballería egipcia que en la fidelidad a Dios. Su política de alianzas lo llevo a la ruina y los asirios arrasaron Samaria y deportaron a los habitantes. La libertad de Israel, según esté autor, se terminó por su propia insensatez. Eligieron hacer alianzas militares y confiaron ciegamente en los rituales idolátricos de sus vecinos, en lugar de caminar por el sendero del Señor. El Evangelio de san Mateo por su parte, nos amonesta a no erigirnos en jueces de los demás bajo ningún pretexto. Antes de proferir cualquier crítica o señalamiento sobre la conducta ajena, hemos de practicar una valoración minuciosa de nuestra propia persona.
ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Si 36, 18-19)
Señor, concede la paz a los que en ti esperan; escucha las oraciones de tus hijos y guíanos por el camino de la justicia.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que llamas hijos tuyos a los que promueven la paz, concédenos trabajar incansablemente por establecer la justicia, sin la cual es imposible garantizar una paz auténtica y duradera. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
El Señor apartó a Israel de su presencia y solamente quedó la tribu de Judá.
Del segundo libro de los Reyes: 17, 5-8. 13-15. 18
En aquellos días,
Salmanasar, rey de Asiria, invadió el país, llego a Samaria y
la sitio durante tres años. En el año noveno de Oseas, el rey
de Asiria ocupó Samaria y deportó a los israelitas a Asiria. Los
instalo en Jalaj, junto al Jabor, río de Gozan, y en las ciudades de
Media.
Esto sucedió porque los hijos de Israel habían pecado contra el
Señor, su Dios, que los saco de la tierra de Egipto, y habían
adorado a otros dioses, siguiendo las costumbres de las naciones que el Señor
había exterminado a su llegada y que sus mismos reyes habían introducido.
El Señor había advertido a Israel y a Judá, por boca de
todos los profetas y videntes, diciendo: "Enderecen sus malos caminos y
cumplan mis mandamientos y preceptos, conforme a la ley que impuse a sus padres
y que les manifesté por medio de mis siervos, los profetas". Pero
ellos no escucharon y endurecieron su corazón como lo habían hecho
sus padres, que no quisieron obedecer al Señor, su Dios. Despreciaron
sus decretos, la alianza que estableció con sus padres y las advertencias
que les hizo.
El Señor se enojó mucho contra Israel y lo arrojó de su
presencia, y solamente quedo la tribu de Judá. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 59 R/.
Escúchanos, Señor, y sálvanos.
Dios nuestro, nos has rechazado y nos has deshecho. Estabas enojado, pero ahora
vuélvete a nosotros. R/.
Has sacudido la tierra, la has agrietado; repara sus grietas, porque se desmorona.
Hiciste sufrir un desastre a tu pueblo, nos diste a beber un vino que nos hace
temblar. R/.
Tú, Señor, nos has rechazado y no acompañas ya a nuestras
tropas. Ayúdanos contra el enemigo, porque la ayuda del hombre es inútil.
Con Dios haremos maravillas, porque Él vencerá a nuestros enemigos.
R/.
ACLAMACIÓN
(Hb 4, 12) R/. Aleluya, aleluya.
La palabra de Dios es viva y eficaz, y descubre los pensamientos e intenciones
del corazón. R/.
Sácate primero la viga que tienes en el ojo.
Del santo Evangelio según san Mateo: 7,1-5
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "No juzguen y no serán juzgados; porque
así como juzguen los juzgaran y con la medida que midan los medirán.
¿Por qué miras la paja en el ojo de tu hermano y no te das cuenta
de la viga que tienes en el tuyo? ¿Con que cara le dices a tu hermano:
'Déjame quitarte la paja que llevas en el ojo', cuando tu llevas una
viga en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga que
tienes en el ojo, y luego podrás ver bien para sacarle a tu hermano la
paja que lleva en el suyo". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te ofrecemos, Señor, bajo los signos sacramentales del pan y del vino, el sacrificio de tu Hijo, rey de la paz, para que este misterio de unidad y de amor, reafirme la fraternidad entre todos tus hijos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 14, 27)
Mi paz les dejo, mi paz les doy, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor, El Espíritu de tu amor, a fin de que, alimentados con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, fomentemos entre todos los hombres la paz que El mismo nos dejó. Por Jesucristo, nuestro Señor.
DE JERUSALÉN SALDRÁ UN RESTO
2 R 19, 9-11. 14-21. 31-35; Mt 7, 6. 12-14
El profeta Isaías lanza un oráculo de salvación y esperanza para los habitantes de Jerusalén, diezmados por el hambre y el asedio impuesto por el rey de Asiria. Al día siguiente, los sitiadores anochecieron y no amanecieron. Las palabras proféticas de Isaías se llenaron de sentido. Dios cumplía su palabra y salvaba a su pueblo por amor a Jerusalén. Después de tanta escasez, el futuro sería diferente. La población volvería a crecer, la tierra retomaría su ritmo y la fecundidad seria la continuación natural del trabajo de campesinos y labradores. Jerusalén volvería a ser bendecida por el amor del Señor. El sumario final que nos presenta el Evangelio de san Mateo es conocido como la "regla de oro", es sensato anticiparnos a darle a los demás el trato respetuoso que aspiramos recibir de su parte. Además, ese es el resumen de toda la revelación dada por Dios a Israel.
ANTIFONA DE ENTRADA (Sal 27, 8-9)
Firmeza es el Señor para su pueblo, defensa y salvación para sus fieles. Sálvanos, Señor, vela sobre nosotros y guíanos siempre.
ORACIÓN COLECTA
Padre misericordioso, que nunca dejas de tu mano a quienes has hecho arraigar en tu amistad, concédenos vivir siempre movidos por tu amor y un filial temor de ofenderte. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Protegeré esta ciudad y la salvaré, por ser yo quien soy y por David, mi siervo.
Del segundo libro de los Reyes: 19, 9-11. 14-21. 31-35. 36
En aquellos días,
Senaquerib, rey de Asiria, envió mensajeros para decir a Ezequías:
"Díganle esto a Ezequías, rey de Judá: 'Que no te
engañe tu Dios, en el que confías, pensando que no será
entregada Jerusalén en manos del rey de Asiria. Sabes bien que los reyes
de Asiria han exterminado a todos los países, y crees que sólo
tú vas a librar de mí?'". Ezequías tomó la
carta de manos de los mensajeros y la leyó. Luego se fue al templo, y
desenrollando la carta delante del Señor, hizo esta oración:
"Señor, Dios de Israel, que estas sobre los querubines, tú
eres el único Dios de todas las naciones del mundo, tú has hecho
los cielos y la tierra. Acerca, Señor, tus oídos y escucha; abre,
Señor, tus ojos y mira. Oye las palabras con que Senaquerib te ha insultado
a ti, Dios vivo. Es cierto, Señor, que los reyes de Asiria han exterminado
a todas las naciones y han entregado sus dioses al fuego, porque esos no son
dioses, sino objetos de madera y de piedra, hechos por hombres, y por eso han
sido aniquilados. Pero tú, Señor, Dios nuestro, sálvanos
de su mano para que sepan todas las naciones que solo tú, Señor,
eres Dios".
Entonces el profeta Isaías, hijo de Amós, mandó decir a
Ezequías: "Esto dice el Señor, Dios de Israel: 'He escuchado
tu oración '. Ésta es la palabra que el Señor pronuncia
contra Senaquerib, rey de Asiria: 'Te desprecia y se burla de ti la doncella,
la ciudad de Sion; a tus espaldas se ríe de ti la ciudad de Jerusalén.
De Jerusalén saldrá un pequeño grupo y del monte Sión
unos sobrevivientes. El celo del Señor de los ejércitos lo cumplirá'.
Por eso, esto dice el Señor contra el rey de Asiria: 'No entrará
en esta ciudad. No lanzará sus flechas contra ella. No se le acercará
con escudos ni levantará terraplenes frente a ella. Por el camino por
donde vino se volverá. No entrará en esta ciudad'. Lo dice el
Señor. 'La protegeré y la salvaré por ser yo quien soy
y por David, mi siervo'".
Aquella misma noche salió el ángel del Señor e hirió
a ciento ochenta y cinco mil hombres en el campamento asirio. Por la mañana,
al contemplar los cadáveres, Senaquerib, rey de Asiria, levantó
su campamento y regreso a Nínive. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 47 R/.
Recordamos, Señor, tu gran amor.
Grande es el Señor y muy digno de alabanza, en la ciudad de nuestro Dios.
Su monte santo, altura hermosa, es la alegría de toda la tierra. R/.
El monte Sion, en el extremo norte, es la ciudad del rey supremo. Entre sus
baluartes ha surgido Dios como una fortaleza inexpugnable. R/.
Recordamos, Señor, tu gran amor en medio de tu templo. Tu renombre, Señor,
y tu alabanza, llenan el mundo entero. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 8, 12) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá
la luz de la vida. R/.
Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes.
Del santo Evangelio según san Mateo: 7, 6. 12-14
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "No den a los perros las cosas santas ni
echen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan
contra ustedes y los despedacen.
Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes. En esto
se resumen la ley y los profetas.
Entren por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta y amplio el camino
que conduce a la perdición, y son muchos los que entran por él.
Pero ¡que estrecha es la puerta y que angosto el camino que conduce a
la vida, y que pocos son los que lo encuentran!". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, este sacrificio de reconciliación y alabanza que vamos a ofrecerte, a fin de que purifique nuestros corazones y podamos corresponder a tu amor con nuestro amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 10, 11. 15)
Yo soy el Buen Pastor y doy la vida por mis ovejas, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tu que nos has renovado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, concédenos que la participación en esta Eucaristía nos ayude a obtener la plenitud de la redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
Santos: San Cirilo de Alejandría. Doctor de la Iglesia. Beata Margarita Bays, laica. Memoria libre (Blanco)
CUIDADO CON LOS FALSOS PROFETAS
2 R 22, 8-13; 23,1-3; Mt 7, 15-20
El hallazgo del libro de la Ley marco una profunda renovación de la vida religiosa en tiempos del rey Josías. Este rey intento reorganizar en lo político y lo religioso la situación decadente que había heredado de parte de sus antecesores. El libro denuncia los delitos acumulados durante años en la historia de Israel. Josías pretende corregir el rumbo y renueva la alianza entre Dios y su pueblo, quitando de en medio las imágenes de los ídolos. En esa tónica de retorno a la fidelidad exclusiva a Dios, cabe la advertencia que el Señor Jesús nos dirige en el pasaje de san Mateo. Los profetas falsos se acercan disimuladamente para introducir sus fantasías. No son portavoces de libertad, sino emisarios del mal, lobos con piel de oveja, que no protegen al pueblo, sino que defienden sus propias ideas e intereses. La Palabra redescubierta en el Libro de la Ley nos podrá servir de filtro para distinguir a los profetas genuinos.
NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO
ANTÍFONA DE ENTRADA
Dichosa tú, Virgen María, que llevaste en tu seno al creador del universo; diste a luz al que te creo, y permaneces virgen para siempre.
ORACIÓN COLECTA
Señor nuestro Jesucristo, que en tu santísima Madre, la Virgen María, has querido darnos una madre dispuesta siempre a socorrernos, concédenos , por su intercesión maternal, experimentar en nosotros los frutos de tu redención. Tu que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
El rey leyó delante de todo el pueblo el libro de la alianza, encontrado en el templo, y renovó la alianza en presencia del Señor.
Del segundo libro de los Reyes: 22, 8-13; 23,1-3
Por aquel entonces, el sumo
sacerdote Jilquías dijo a Safán, delegado del rey Josías:
"He hallado en el templo el libro de la ley". Jilquías entregó
el libro a Safán, quien lo leyó. Luego, Safán fue a ver
al rey y le rindió cuentas, diciendo: "Tus siervos han fundido el
dinero del templo y se lo han entregado a los encargados de las obras".
Y añadió: "El sacerdote Jilquías me ha entregado un
libro". Y lo leyó en presencia del rey.
Cuando el rey oyó las palabras del libro de la ley, rasgo sus vestiduras
y ordeno al sacerdote Jilquías; a Ajicam, hijo de Safán; a Akbor,
hijo de Miqueas; al delegado Safán y a Asaías, ministro suyo:
"Vayan a consultar lo que dice el Señor acerca de mí, del
pueblo y de todo Judá en este libro que se ha encontrado, pues el Señor
esta enfurecido con nosotros, porque nuestros padres no escucharon las palabras
de este libro y no cumplieron lo que en él está escrito".
Cuando ellos trajeron la respuesta, el rey convocó a todos los ancianos
de Judá y de Jerusalén y se dirigió hacia el templo, acompañado
por los hombres de Judá y todos los habitantes de Jerusalén, los
sacerdotes, los profetas y todo el pueblo, desde el más pequeño
hasta el más grande, y les leyó el libro de la alianza hallado
en el templo.
Después, de pie sobre el estrado y en presencia del Señor, renovó
la alianza, comprometiéndose a seguir al Señor y a cumplir sus
preceptos, normas y mandatos, con todo el corazón y toda el alma, y a
poner en vigor las palabras de esta alianza, escritas en el libro. Y todo el
pueblo renovó también la alianza. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Del salmo 118 R/.
Muéstranos, Señor, el camino de tus leyes.
Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes y yo lo seguiré
con cuidado. Enséñame a cumplir tu voluntad y a guardarla de todo
corazón. R/.
Guíame por la senda de tu ley, que es lo que quiero. Inclina mi corazón
a tus preceptos, y no a la avaricia. R/.
Aparta mis ojos de las vanidades, dame vida con tu palabra. Mira como anhelo
tus decretos: dame vida con tu justicia. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 15. 4. 5) R/. Aleluya, aleluya.
Permanezcan en mí y yo en ustedes, dice el Señor; el que permanece
en mi da fruto abundante. R/. Por sus frutos los conocerán.
Del santo Evangelio según san Mateo: 7,15-20
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Cuidado con los falsos profetas. Se acercan
a ustedes disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus
frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o
higos de los cardos?
Todo árbol bueno da frutos buenos y el árbol malo da frutos malos.
Un árbol bueno no puede producir frutos malos y un árbol malo
no puede producir frutos buenos.
Todo árbol que no produce frutos buenos es cortado y arrojado al fuego.
Así que por sus frutos los conocerán". Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesus.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al venerar la memoria de la Madre de tu Hijo, te rogamos, Señor, que la ofrenda que te presentamos nos transforme, por tu gracia, en oblación viva y continua. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Santa María Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 1, 49)
Ha hecho en mi maravillas el Todopoderoso, cuyo nombre es santo.
ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNIÓN
Ya que participamos de la redención eterna, te pedimos, Señor, que al venerar la memoria de la Madre de tu Hijo, nos gloriemos de la plenitud de tu gracia y sintamos los efectos de tu obra redentora. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Irineo de Lyon, obispo; Juan Southwork, mártir. Beata María Pía Mastena, fundadora. Memoria (Rojo)
UNA CASA CONSTRUIDA SOBRE ROCA
2 R 24, 8-17; Mt 7, 21-29
La conexión entre ambas lecturas la podemos ubicar en el piano de la escucha obediente. De manera sumaría el autor del Segundo Libro de los Reyes nos explica que la ruina y destrucción de Jerusalén a manos de Nabudoconosor, no fue solamente el resultado de la impericia del joven monarca Jeconías; sino principalmente, una larga historia de equívocos. Los habitantes de Judá prefirieron conducir su destino siguiendo alianzas engañosas y confiando en apoyos militares inciertos. Además, se apartaron de la práctica de la justicia, se dividieron en partidos rivales y fueron presa fácil de sus poderosos vecinos. No cimentaron, como diría el Evangelio de san Mateo, sus vidas con firmeza, y cuando llego la crecida de los ejércitos babilonios a Jerusalén, fueron arrasados. No hicieron caso de la palabra de Jeremías que los alentaba a ver el designio justo de Dios en tan duros sucesos.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ez 34, 11. 23, 24)
Cuidaré de mis ovejas, dice el Señor, y les buscare un pastor que las apaciente, y yo, el Señor, seré su Dios.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que llamaste al obispo san Ireneo a defender tu verdad y a traer la paz a tu Iglesia, aumenta en nosotros la fe y la caridad a fin de que nos esforcemos siempre por fomentar la unidad y la concordia entre los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
El rey de Babilonia se llevó cautivos a Joaquín y a todos los hombres poderosos.
Del segundo libro de los Reyes: 24, 8-17
Joaquín tenía
dieciocho años cuando subió al trono, y reino tres meses en Jerusalén.
Su madre se llamaba Nejusta, hija de Elnatán, de Jerusalén. Joaquín,
igual que su padre, hizo lo que el Señor reprueba.
En aquel tiempo, subió contra Jerusalén el ejército de
Nabucodonosor, rey de Babilonia, y sitio la ciudad. Nabucodonosor llego a la
ciudad mientras sus hombres la sitiaban. Entonces Joaquín, rey de Judá,
junto con su madre, sus servidores, sus jefes y sus funcionarios, se rindieron
al rey de Babilonia y este los hizo prisioneros. Era el octavo año del
reinado de Nabucodonosor.
Nabucodonosor se llevó de Jerusalén todos los tesoros del templo
del Señor y los del palacio real. Destrozó todos los objetos de
oro que Salomón, rey de Israel, había hecho para el templo, conforme
a las órdenes del Señor.
Nabucodonosor se llevó al cautiverio a toda Jerusalén, a todos
los jefes y hombres de importancia, con todos los carpinteros y herreros, en
número de diez mil, y sólo dejó a la gente pobre de la
región. También llevó cautivos a Babilonia al rey Joaquín,
con su madre, sus mujeres, los funcionarios de palacio y toda la gente valiosa,
todos los soldados, en número de siete mil, los carpinteros y herreros,
en número de mil; y todos los hombres aptos para la guerra fueron deportados
a Babilonia.
Y en lugar de Joaquín, Nabucodonosor nombro rey a un tío de Joaquín,
Matanías, a quien le puso el nombre de Sedecías. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 78 R/.
Socórrenos, Dios, Salvador nuestro.
Dios mío, los paganos han invadido tu propiedad, han profanado tu santo
templo y han convertido a Jerusalén en ruinas. R/.
Han echado los cadáveres de tus siervos a las aves de rapiña,
y la carne de tus fieles, a los animales feroces. R/.
Hemos sido el escarnio de nuestros vecinos, la irrisión y la burla de
los que nos rodean. ¿Hasta cuándo, Señor, vas a estar enojado
y va a arder como fuego tu ira? R/.
No recuerdes, Señor, contra nosotros las culpas de nuestros padres. Que
tu amor venga pronto a socorremos, porqué estamos totalmente abatidos.
R/.
Para que sepan quién eres, socórrenos, Dios y Salvador nuestro.
Para que sepan quién eres, sálvanos y perdona nuestros pecados.
R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 14. 23) R/. Aleluya, aleluya.
El que me ama, cumplirá mi palabra, dice el Señor; y mi Padre
lo amara y vendremos a él. R/.
La casa edificada sobre roca y la casa edificada sobre arena.
Del santo Evangelio según san Mateo: 7, 21-29
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "No todo el que me diga: "¡Señor,
Señor!', entrará en el Reino de los cielos, sino el que cumpla
la voluntad de mi Padre, que está en los cielos. Aquel día muchos
me dirán: '¡Señor, Señor!, ¿no hemos hablado
y arrojado demonios en tu nombre y no hemos hecho, en tu nombre, muchos milagros?'.
Entonces yo les diré en su cara: "Nunca los he conocido. Aléjense
de mí, ustedes, los que han hecho el mal.’
El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica, se
parece a un hombre prudente, que edifico su casa sobre roca. Vino la lluvia,
bajaron las crecientes, se desataron los vientos y dieron contra aquella casa;
pero no se cayó, porque estaba construida sobre roca.
El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica,
se parece a un hombre imprudente, que edifico su casa sobre arena. Vino la lluvia,
bajaron las crecientes, se desataron los vientos, dieron contra aquella casa
y la arrasaron completamente".
Cuando Jesús termino de hablar, la gente quedo asombrada de su doctrina,
porque les enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que esta Eucaristía con la que celebramos, Señor, la fiesta de san Ireneo, te glorifique a ti y aumente en nosotros el amor a la verdad, a fin de que permanezcamos firmes en la fe y en la unidad de tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 15, 16)
No son ustedes los que me han elegido, dice el Señor, soy yo quien los ha elegido, para que vayan y den fruto y ese fruto perdure.
ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNIÓN
Que la participación en este sacramento nos comunique, Señor, la fe viva por la que gloriosamente murió san Ireneo, a fin de que podamos vivir como verdaderos discípulos de Cristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Santos Pedro y Pablo, apóstoles
Santos: María Tian y Magdalena Du de Vietnam, mártires; Giro de Geneva, obispo. Solemnidad (Rojo)
HE CORRIDO HASTA LA META
Hch 12, 1-11; 2 Tm 4, 6-8. 17-18; Mt 16, 13-19
En el relato de Los Hechos de los Apóstoles Pedro es liberado de la prisión de forma milagrosa. No había llegado todavía la hora de su testimonio supremo. Tendría que seguir sirviendo como roca, a fin de consolidar la fe de los creyentes. Como apóstol de Jesús, el pescador de Betsaida, tendría que cumplir una función mediadora. Pedro habría de ser dispensador del perdón y el juicio en medio de sus hermanos. Pedro no será sino un cimiento. La obra es de Jesús, por eso la llama "mi iglesia". De esa misma obra, san Pablo también resultará un cimiento fundamental. Las palabras de despedida que nos comparte la carta de Timoteo desbordan un entusiasmo sereno. El apóstol ha servido generosamente, su vida llega a su término y su existencia esta plena de sentido. Sólo le falta recibir la corona de la gloria.
Misa vespertina de la vigilia
Esta Misa se utiliza la tarde del 28 de junio, antes o después de las primeras Vísperas de la solemnidad.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Celebremos con alegría la fiesta de san Pedro, el príncipe de los Apóstoles, y de san Pablo, el Apóstol de los gentiles, porque ellos nos trasmitieron el Evangelio de Cristo.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que quisiste confiar a tus santos apóstoles, Pedro y Pablo, la misión de guiar y proteger los primeros pasos de tu Iglesia, concédenos, por su poderosa intercesión, la ayuda necesaria para alcanzar la salvación eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Te voy a dar lo que tengo: En el nombre de Jesús, camina.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 3, 1-10
En aquel tiempo, Pedro y
Juan subieron al templo para la oración vespertina, a eso de las tres
de la tarde. Había allí un hombre lisiado de nacimiento, a quien
diariamente llevaban y ponían ante la puerta llamada la "Hermosa",
para que pidiera limosna a los que entraban en el templo.
Aquel hombre, al ver a Pedro y a Juan cuando iban a entrar, les pidió
limosna. Pedro y Juan fijaron en el los ojos, y Pedro le dijo: "Míranos".
El hombre se quedó mirándolos en espera de que le dieran algo.
Entonces Pedro le dijo: "No tengo ni oro ni plata, pero te voy a dar lo
que tengo: En el nombre de Jesucristo nazareno, levántate y camina".
Y, tomándolo de la mano, lo incorporó.
Al instante sus pies y sus tobillos adquirieron firmeza. De un salto se puso
de pie, empezó a andar y entró con ellos al templo caminando,
saltando y alabando a Dios.
Todo el pueblo lo vio caminar y alabar a Dios, y al darse cuenta de que era
el mismo que pedía limosna sentado junto a la puerta "Hermosa"
del templo, quedaron llenos de miedo y no salían de su asombro por lo
que había sucedido. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 18 R/.
El mensaje del Señor resuena en toda la tierra.
Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus
manos. Un día comunica su mensaje al otro día y una noche se lo
trasmite a la otra noche. R/.
Sin que pronuncien una palabra, sin que resuene su voz, a toda la tierra llega
su sonido y su mensaje hasta el fin del mundo. R/.
Dios me eligió desde el seno de mi madre.
De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 1, 11-20
Hermanos: Les hago saber
que el Evangelio que he predicado, no proviene de los hombres, pues no lo recibí
ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo.
Ciertamente ustedes han oído hablar de mi conducta anterior en el judaísmo,
cuando yo perseguía encarnizadamente a la Iglesia de Dios, tratando de
destruirla; deben saber que me distinguía en el judaísmo, entre
los jóvenes de mi pueblo y de mi edad. Porque los superaba en el celo
por las tradiciones paternas.
Pero Dios me había elegido desde el seno de mi madre, y por su gracia
me llamó. Un día quiso revelarme a su hijo, para que yo lo anunciara
entre los paganos. Inmediatamente, sin solicitar ningún consejo humano
y sin ir siquiera a Jerusalén para ver a los apóstoles anteriores
a mí, me trasladé a Arabia y después regresé a Damasco.
Al cabo de tres años fui a Jerusalén, para ver a Pedro y estuve
con él quince días. No vi a ningún otro de los apóstoles,
excepto a Santiago, el pariente del Señor.
Y Dios es testigo de que no miento en lo que les escribo. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Jn 21, 17) R/. Aleluya, aleluya.
Señor, tú lo sabes todo; tú bien sabes que te quiero. R/.
Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas.
Del santo Evangelio según san Juan: 21, 15-19
En aquel tiempo, le pregunto
Jesús a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan me amas
más que estos?" Él le contesto: "Si, Señor, tu
sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis corderos".
Por segunda vez le pregunto: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?".
Él le respondió: "Si, Señor, tú sabes que te
quiero". Jesús le dijo: "Pastorea mis ovejas".
Por tercera vez le pregunto: "Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?".
Pedro se entristeció de que Jesús le hubiera preguntado por tercera
vez si lo quería, y le contestó: "Señor, tú
lo sabes todo; tú bien sabes que te quiero". Jesús le dijo:
"Apacienta mis ovejas.
Yo te aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías la
ropa e ibas a donde querías; pero cuando seas viejo, extenderás
los brazos y otro te ceñirá y te llevará a donde no quieras".
Esto se lo dijo para indicarle con qué género de muerte habría
de glorificar a Dios. Después le dijo: "Sígueme". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que este santo sacrificio que vamos a ofrecerte en la solemnidad de los apóstoles Pedro y Pablo, nos llene, Señor, de alegría, al comprender la infinita misericordia con que has querido perdonar nuestros pecados. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque la fiesta de tus santos Apóstoles nos llena de júbilo.
Pedro es nuestro guía en la fe que profesamos; Pablo, expositor preclaro
de tus misterios. Pedro consolido la Iglesia primitiva con los israelitas que
creyeron; Pablo fue preceptor y maestro de los paganos, que Dios quería
llamar a su Iglesia.
Así, después de haber congregado por caminos diversos a la familia
de Cristo, esa misma familia los asocia ahora en su veneración con una
sola corona.
Por eso, con todos los ángeles y santos, te alabamos, proclamando sin
cesar: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 21, 15. 17)
Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos? Señor, tú lo conoces todo; tu sabes que te amo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Fortalece, Señor, a tus fieles, por medio de este sacramento y confírmanos en la verdad que nos ha trasmitido la predicación de los Apóstoles. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Misa del día
ANTIFONA DE ENTRADA
Demos gracias a Dios en esta festividad de san Pedro y san Pablo, que con su sangre fecundaron a la Iglesia, participaron de la pasión del Señor y se convirtieron en amigos suyos.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que nos llenas de santa alegría con la solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo, haz que tu Iglesia se mantenga siempre fiel a las enseñanzas de estos Apóstoles, de quienes recibió el primer anuncio de la fe. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Ahora si estoy seguro de que el Señor envió a su ángel, para librarme de las manos de Herodes.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 12,1-11
En aquellos días, el rey Herodes mando apresar a algunos miembros de la Iglesia para maltratarlos. Mando
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que este santo sacrificio que vamos a ofrecerte en la solemnidad de los apóstoles Pedro y Pablo, nos llene, Señor, de alegría, al comprender la infinita misericordia con que has querido perdonar nuestros pecados. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque la fiesta de tus santos Apóstoles nos llena de júbilo.
Pedro es nuestro guía en la fe que profesamos; Pablo, expositor preclaro
de tus misterios. Pedro consolido la Iglesia primitiva con los israelitas que
creyeron; Pablo fue preceptor y maestro de los paganos, que Dios quería
llamar a su Iglesia.
Así, después de haber congregado por caminos diversos a la familia
de Cristo, esa misma familia los asocia ahora en su veneración con una
sola corona.
Por eso, con todos los ángeles y santos, te alabamos, proclamando sin
cesar: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN (Jn 21, 15. 17)
Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos? Señor,
tú lo conoces todo; tú sabes que te amo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Fortalece, Señor, a tus fieles, por medio de este sacramento y confírmanos en la verdad que nos ha trasmitido la predicación de los Apóstoles. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Misa del día
ANTIFONA DE ENTRADA
Demos gracias a Dios en esta festividad de san Pedro y san Pablo, que con su sangre fecundaron a la Iglesia, participaron de la pasión del Señor y se convirtieron en amigos suyos.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que nos llenas de santa alegría con la solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo, haz que tu Iglesia se mantenga siempre fiel a las enseñanzas de estos Apóstoles, de quienes recibió el primer anuncio de la fe. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Ahora si estoy seguro de que el Señor envió a su ángel, para librarme de las manos de Herodes.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 12,1-11
En aquellos días,
el rey Herodes mandó apresar a algunos miembros de la Iglesia para maltratarlos.
Mando pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan, y viendo que eso agradaba
a los judíos, también hizo apresar a Pedro. Esto sucedió
durante los días de la fiesta de los panes Ázimos. Después
de apresarlo, lo hizo encarcelar y lo puso bajo la vigilancia de cuatro turnos
de guardia, de cuatro soldados cada turno. Su intención era hacerlo comparecer
ante el pueblo después de la Pascua. Mientras Pedro estaba en la cárcel,
la comunidad no cesaba de orar a Dios por él.
La noche anterior al día en que Herodes iba a hacerlo comparecer ante
el pueblo, Pedro estaba durmiendo entre dos soldados, atado con dos cadenas
y los centinelas cuidaban la puerta de la prisión. De pronto apareció
el ángel del Señor y el calabozo se llenó de luz. El ángel
tocó a Pedro en el costado, lo despertó y le dijo: "Levántate
pronto". Entonces las cadenas que le sujetaban las manos se le cayeron.
El ángel le dijo: "Cíñete la túnica y ponte
las sandalias", y Pedro obedeció. Después le dijo: "Ponte
el manto y sígueme". Pedro salió detrás de él,
sin saber si era verdad o no lo que el ángel hacía, y le parecía
más bien que estaba soñando. Pasaron el primero y el segundo puesto
de guardia y llegaron a la puerta de hierro que daba a la calle. La puerta se
abrió sola delante de ellos. Salieron y caminaron hasta la esquina de
la calle y de pronto el ángel desapareció.
Entonces, Pedro se dio cuenta de lo que pasaba y dijo: "Ahora si estoy
seguro de que el Señor envió a su ángel para librarme de
las manos de Herodes y de todo cuanto el pueblo judío esperaba que me
hicieran". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 33 R/.
El Señor me libro de todos mis temores.
Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de
alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor, que se alegre su pueblo al
escucharlo. R/.
Proclamemos la grandeza del Señor y alabemos todos juntos su poder. Cuando
acudí al Señor, me hizo caso y me libró de todos mis temores.
R/.
Confía en el Señor y saltarás de gusto, jamás te
sentirás decepcionado, porque el Señor escucha el clamor de los
pobres y los libra de todas sus angustias. R/.
Junto a aquellos que temen al Señor el ángel del Señor
acampa y los protege. Haz la prueba y verás que bueno es el Señor.
Dichoso el hombre que se refugia en Él R/.
Ahora sólo espero la corona merecida.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 4, 6-8.17-18
Querido hermano: Ha llegado
para mí la hora del sacrificio y se acerca el momento de mi partida.
He luchado bien en el combate, he corrido hasta la meta, he perseverado en la
fe. Ahora solo espero la corona merecida, con la que el Señor, justo
juez, me premiará en aquel día, y no solamente a mí, sino
a todos aquellos que esperan con amor su glorioso advenimiento.
Cuando todos me abandonaron, el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas
para que, por mi medio, se proclamara claramente el mensaje de salvación
y lo oyeran todos los paganos. Y fui librado de las fauces del león.
El Señor me seguirá librando de todos los peligros y me llevará
sano y salvo a su Reino celestial. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
ACLAMACIÓN
(Mt 16, 18) R/. Aleluya, aleluya.
Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificare mi Iglesia, y los poderes del infierno
no prevalecerán sobre ella, dice el Señor. R/.
Tú eres Pedro y yo te daré las llaves del Reino de los cielos.
Del santo Evangelio según san Mateo: 16,13-19
En aquel tiempo, cuando
llego Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta
a sus discípulos: "¿Quién dice la gente que es el
Hijo del hombre?". Ellos le respondieron: "Unos dicen que eres Juan
el Bautista; otros, que Elías; otros, que Jeremías o alguno de
los profetas". Luego les pregunto: "Y ustedes, ¿quién
dicen que soy yo?". Simón Pedro tomo la palabra y le dijo: "Tu
eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo".
Jesus le dijo entonces: "¡Dichoso tú, Simón, hijo de
Juan, porque esto no te lo ha revelado ningún hombre, sino mi Padre,
que está en los cielos! Y yo te digo a ti que tú eres Pedro y
sobre esta piedra edificare mi Iglesia. Los poderes del infierno no prevalecerán
sobre ella. Yo te daré las llaves del Reino de los cielos; todo lo que
ates en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en
la tierra quedará desatado en el cielo". Palabra del Señor.
T. Gloria a ti, Señor Jesus.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos y, por intercesión de san Pedro y san Pablo, concédenos celebrar este sacrificio íntimamente unidos a ti en la fe y en el amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque la fiesta de tus santos Apóstoles nos llena de júbilo.
Pedro es nuestro guía en la fe que profesamos; Pablo, expositor preclaro
de tus misterios. Pedro consolido la Iglesia primitiva con los israelitas que
creyeron; Pablo fue preceptor y maestro de los paganos, que Dios quería
llamar a su Iglesia.
Así, después de haber congregado por caminos diversos a la familia
de Cristo, esa misma familia los asocia ahora en su veneración con una
sola corona.
Por eso, con todos los ángeles y santos, te alabamos, proclamando sin
cesar: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 16, 16. 18)
Dijo Pedro a Jesús: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo. Jesús le respondió: Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificare mi Iglesia.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú, que nos has alimentado con esta Eucaristía, haz, Señor, que la participación perseverante en el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, y la fidelidad a la doctrina de los Apóstoles nos conserven unidos en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Los primeros Santos Mártires de la Iglesia romana.
Santos: San Adolfo de Osnabruck, obispo. Beato Jenaro María Sarnelli, presbítero.
Vísperas I del domingo: 1a semana del Salterio. Tomo III: pp. 745 y 453. Para los fieles: pp. 472 y 402. Edición popular: pp. 13 y 469. Feria (Verde)
VENDRÁN DE ORIENTE Y OCCIDENTE
Lm 2, 2. 10-14.18-19; Mt 8, 5-17
El capítulo segundo de Lamentaciones es un esfuerzo postrero que pretende ayudar a reorganizar el futuro a la generación sobreviviente a la destrucción de Jerusalén. Conviene escarmentar en cabeza ajena. Si los antepasados se dejaron engatusar por las visiones de los falsos profetas, sus descendientes podrán dolerse, lamentarse y aprender que el futuro de Israel dependerá de la docilidad y la escucha de la palabra del Señor. De esa sensatez nos habla el relato de san Mateo. El capitán romano sabe acatar la disciplina militar, esa experiencia le facilita confiar en la palabra eficaz del Señor Jesús. Su fe confiada recibirá la respuesta generosa de parte del Señor y su recuerdo, quedara grabado ejemplarmente en esta narración Evangelio.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Mt 16. 18-19)
Tu eres Pedro, y sobre esta piedra edificare mi Iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves del Reino de los cielos.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que en la serie de sucesores de Pedro elegiste a tu siervo Benedicto como vicario de Cristo y pastor de tu pueblo, escucha nuestras suplicas y concédenos que confirme en la fe a sus hermanos y que con toda la Iglesia viva en comunión con él, unida por el vínculo del amor y de la paz, para que todos los hombres encuentren en ti, Pastor eterno, la verdad y la vida. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Jerusalén, clama al Señor con toda el alma.
Del libro de las Lamentaciones: 2, 2. 10-14. 18-19
El Señor ha destruido
sin piedad todas las moradas de Jacob; en su furor ha destruido las fortalezas
de Judá; ha echado por tierra y deshonrado al rey y a sus príncipes.
En el suelo están sentados, en silencio, los ancianos de Sion; se han
echado ceniza en la cabeza y se han vestido de sayal. Humillan su cabeza hasta
la tierra las doncellas de Jerusalén.
Mis ojos se consumen de tanto llorar y el dolor me quema las entrañas;
la bilis me amarga la boca por el desastre de mi pueblo, al ver que los niños
y lactantes desfallecen en las plazas de la ciudad.
Los niños les preguntan a sus madres: "¿Dónde hay
pan?". Y caen sin fuerzas, como heridos, en las plazas de la ciudad, y
expiran en brazos de sus madres. ¿Con quién podré compararte,
Jerusalén? ¿Con quién te podre asemejar? ¿O qué
palabras te podré decir para consolarte, virgen, hija de Sión?
Inmensa como el mar es tu desgracia. ¿Quién podrá curarte?
Tus profetas te engañaron con sus visiones falsas e insensatas. No te
hicieron ver tus pecados para evitarte así el cautiverio, y solo te anunciaron
falsedades e ilusiones.
Clama, pues, al Señor con toda el alma; gime, Jerusalén; deja
correr a torrentes tus lágrimas de día y de noche; no te concedas
descanso; que no dejen de llorar las niñas de tus ojos. Levántate
y clama al Señor durante toda la noche; derrama como agua tu corazón
en la presencia de Dios; alza tus manos hacia Él y ruega por la vida
de tus pequeñuelos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 73 R/.
No te olvides, Señor, de nosotros.
¿Por qué, Dios nuestro, nos has abandonado y está ardiendo
tu cólera contra las ovejas de tu rebaño? Acuérdate de
la comunidad que adquiriste desde antiguo, de la tribu que rescataste para posesión
tuya, del monte Sión, donde pusiste tu morada. R/.
Ven a ver estas ruinas interminables: el enemigo ha arrasado todo el santuario;
rugieron los agresores en medio de tu asamblea, levantaron sus estandartes.
R/.
Parecía que se abrían paso a hachazos en medio de la maleza. Con
martillos y mazos destrozaron todas las puertas; prendieron fuego a tu santuario,
derribaron y profanaron tu morada. R/.
Acuérdate de tu alianza, Señor, pues todo el país está
lleno de violencia. Que el humilde no saiga defraudado, y los pobres y afligidos
alaben tu nombre. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 8,17) R/. Aleluya, aleluya.
Cristo hizo suyas nuestras debilidades y cargó con nuestros dolores.
R/.
Muchos vendrán de oriente y de occidente y se sentarán con Abraham, Isaac y Jacob en el Reino de los cielos.
Del santo Evangelio según san Mateo: 8,5-17
En
aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaúm, se le acercó
un oficial romano y le dijo: "Señor, tengo en mi casa un criado
que está en cama, paralitico, y sufre mucho". Él le contesto:
"Voy a curarlo".
Pero el oficial le replicó: "Señor, yo no soy digno de que
entres en mi casa; con que digas una sola palabra, mi criado quedara sano. Porque
yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes;
cuando le digo a uno: '¡Ve!', él va; al otro: '¡Ven!', y
viene; a mi criado: '¡Haz esto!', y lo hace".
Al oír aquellas palabras, se admiró Jesús y dijo a los
que lo seguían: "Yo les aseguro que en ningún israelita he
hallado una fe tan grande. Les aseguro que muchos vendrán de oriente
y de occidente y se sentaran con Abraham, Isaac y Jacob en el Reino de los cielos.
En cambio, a los herederos del Reino los echaran fuera, a las tinieblas. Ahí
será el llanto y la desesperación”.
Jesus le dijo al oficial romano: "Vuelve a tu casa y que se te cumpla lo
que has creído". Y en aquel momento se curó el criado.
A1 llegar Jesús a la casa de Pedro, vio a la suegra de este en cama,
con fiebre. Entonces la tomó de la mano y desapareció la fiebre.
Ella se levantó y se puso a servirles. Al atardecer le trajeron muchos
endemoniados. El expulso a los demonios con su palabra y curo a todos los enfermos.
Así se cumplió lo dicho por el profeta Isaías: Él
hizo suyas nuestras debilidades y cargo con nuestros dolores. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, las ofrendas que te presentamos para el sacrificio eucarístico; protege y dirige a tu santa Iglesia en unión con nuestro Papa Benedicto, a quien constituiste su pastor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 21, 15. 17)
Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?, le dijo el Señor a Pedro. Este le respondió: Señor, tú lo conoces todo, tú sabes que te amo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por esta Eucaristía,
en la que nos has permitido participar, confirma, Señor, en la unidad
y en el amor a la santa Iglesia y a tu siervo, el Papa Benedicto, para que juntos,
rebaño y pastor, recorran con seguridad el camino de la salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
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