MISAL MARZO DEL 2018 / www.laverdadcatolica.org |
Dom |
Lun |
Mar |
Mié |
Jue |
Vie |
Sáb |
|
|
|
||||
29 | ||||||
INTENCIONES
DEL SANTO PADRE PARA MARZO 2018 |
|
INTENCIÓN UNIVERSAL: | |
(El Papa presentará al inicio de cada mes, una intención relacionada con algún evento de actualidad que necesite la oración de toda la Iglesia.). | |
. | |
INTENCIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN: |
|
Formación en el discernimiento espiritual. Para que
toda la iglesia reconozca la urgencia de la formación en el discernimiento
espiritual, en el plano personal y comunitario. |
Nota: El número entre paréntesis en MR ( ) corresponde al Misal Romano, edición para México de Editorial BAC.
Morado Feria de Cuaresma MR, p. 213 (225) / Lecc. I. p. 728
Otros santos: David de Cambria obispo; Félix III, papa. Beata Juana María Bonomo, abadesa.
EL CORAZÓN
HUMANO
Jer 17,5-10, Lc 16, 19-31
El profeta Jeremías contrasta la maldición con la bendición. Opone la autosuficiencia de quienes construyen su vida apoyándose exclusivamente en sus riquezas, con la de quienes saben trabajar y apoyarse en Dios. El profeta no está invitando a cruzarse pasivamente de brazos, ni fomenta la ociosidad ni la pereza. Jeremías sabe que el trabajo dignifica a las personas y lo valora. Entre eso y vivir pensando exclusivamente en acumular riquezas, como el rico del Evangelio, hay una enorme distancia. El rico que banqueteaba no logró descifrar oportunamente las llamadas de atención que Dios le enviaba a través de Lázaro. Las riquezas pocas o muchas son útiles para resolver nuestras necesidades y a la vez, son un instrumento eficaz para socorrer a los necesitados y para solidarizarnos con amigos y familiares necesitados de un apoyo económico.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 138, 23-24
Examíname, Dios mío, y conoce mi corazón; mira si voy por mal camino y condúceme por la senda de la salvación.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que amas la inocencia y la devuelves a quienes la han perdido, dirige hacia ti los corazones de tus siervos, para que, inflamados con el fuego de tu Espíritu, permanezcan firmes en la fe y sean diligentes para hacer el bien. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Maldito el que confía en el hombre: bendito el que confía en el Señor.
Del libro del profeta Jeremías: 17, 5-10
Esto dice el Señor:
"Maldito el hombre que confía en el hombre, que en él pone
su fuerza y aparta del Señor su corazón. Será como un cardo
en la estepa, que nunca disfrutará de la lluvia. Vivirá en la
aridez del desierto, en una tierra salobre e inhabitable.
Bendito el hombre que confía en el Señor y en él pone su
esperanza. Será como un árbol plantado junto al agua, que hunde
en la corriente sus raíces; cuando llegue el calor, no lo sentirá
y sus hojas se conservarán siempre verdes; en año de sequía
no se marchitará ni dejará de dar frutos.
El corazón del hombre es la cosa más traicionera y difícil
de curar. ¿Quién lo podrá entender? Yo, el Señor,
sondeo la mente y penetro el corazón, para dar a cada uno según
sus acciones, según el fruto de sus obras". Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 1, 1-2. 3. 4 y 6
R/. Dichoso el hombre que confía en el Señor.
Dichoso aquel que no se
guía por mundanos criterios, que no anda en malos pasos ni se burla del
bueno, que ama la ley de Dios y se goza en cumplir sus mandamientos. R/.
Es como un árbol plantado junto al río, que da fruto a su tiempo
y nunca se marchita. En todo tendrá éxito. R/.
En cambio, los malvados serán como la paja barrida por el viento. Porque
el Señor protege el camino del justo y al malo sus caminos acaban por
perderlo. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 3, 15
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Dichosos los que cumplen la palabra del Señor con un corazón bueno y sincero, y perseveran hasta dar fruto. R/.
EVANGELIO
Recibiste bienes en tu vida y Lázaro, males; ahora él goza del consuelo, mientras que tú sufres tormentos.
Del santo Evangelio según san Lucas: 16, 19-31
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los fariseos: "Había un hombre rico, que se vestía
de púrpura y telas finas y banqueteaba espléndidamente cada día.
Y un mendigo, llamado Lázaro, yacía a la entrada de su casa, cubierto
de llagas y ansiando llenarse con las sobras que caían de la mesa del
rico. Y hasta los perros se acercaban a lamerle las llagas.
Sucedió, pues, que murió el mendigo y los ángeles lo llevaron
al seno de Abraham. Murió también el rico y lo enterraron. Estaba
éste en el lugar de castigo, en medio de tormentos, cuando levantó
los ojos y vio a lo lejos a Abraham y a Lázaro junto a él.
Entonces gritó: 'Padre Abraham, ten piedad de mí. Manda a Lázaro
que moje en agua la punta de su dedo y me refresque la lengua, porque me torturan
estas llamas'. Pero Abraham le contestó: 'Hijo, recuerda que en tu vida
recibiste bienes y Lázaro, en cambio, males. Por eso él goza ahora
de consuelo, mientras que tú sufres tormentos. Además, entre ustedes
y nosotros se abre un abismo inmenso, que nadie puede cruzar, ni hacia allá
ni hacia acá'.
El rico insistió: 'Te ruego, entonces, padre Abraham, que mandes a Lázaro
a mi casa, pues me quedan allá cinco hermanos, para que les advierta
y no acaben también ellos en este lugar de tormentos'. Abraham le dijo:
`Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen'. Pero el rico replicó:
'No, padre Abraham. Si un muerto va a decírselo, entonces sí se
arrepentirán'. Abraham repuso: `Si no escuchan a Moisés y a los
profetas, no harán caso, ni aunque resucite un muerto'.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por el presente sacrificio, santifica, Señor, nuestro esfuerzo, para que, mediante el testimonio externo de nuestras prácticas cuaresmales, obtengamos interiormente su fruto. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I - V de Cuaresma, MR, pp. 492-496 (493-498).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 118,1
Dichosos los que, con vida intachable, caminan haciendo la voluntad del Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que este sacramento, Señor Dios, continúe actuando en nosotros, y su acción sea cada vez más vigorosa. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Opcional
Ayuda, Señor, a tus siervos, que imploran el auxilio de tu gracia, para que obtengan el amparo de tu protección y de tu guía. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Feria de Cuaresma MR, p 214 (226); Lecc. I, p. 731
Otros santos: Inés de Bohemia o de Praga, abadesa; Ceades de Inglaterra. obispo; Juan Marón, patriarca.
DE LAS RIVALIDADES
Y LOS CELOS
Gén 37, 3-4. 12-1 3. 17-28; Mt 21, 33-43.45-46
El relato del Génesis exhibe las grietas que la envidia y el resentimiento van creando entre los hijos de Jacob. El patriarca amaba de manera especial a su hijo José y esto generaba molestias y envidias entre sus hijos. Cuando este sentimiento se adueñó de su corazón, trataron a su hermano con violencia y como si fuera una mercancía. No fincaron su seguridad personal en su propia valía, sino que se pusieron a competir entre sí. La misma dinámica apreciamos en la parábola de los viñadores homicidas. Esa narración retrata a los líderes religiosos de Israel de cuerpo entero. Ellos habían usurpado el lugar de Dios convirtiéndose en intérpretes que falsificaban su voluntad. Cuando Jesús exhibió la prepotencia y abuso de poder de aquellos hombres, les resultó inadmisible y se confabularon para quitarlo de en medio. Las tinieblas no soportan la luz.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 30, 2- 5
En ti, Señor, he puesto mi confianza, que no quede yo nunca defraudado; sácame de la trampa que me han tendido, porque tú eres mi amparo.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso, que, purificados por la práctica de la sagrada penitencia, nos hagas llegar, con alma limpia, a los santos misterios que se aproximan. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Ahí viene ese soñador Démosle muerte.
Del libro del Génesis: 37, 3-4.12-13. 17-28
Jacob amaba a José
más que a todos sus demás hijos, porque lo había engendrado
en la ancianidad. A él le había hecho una túnica de amplias
mangas. Sus hermanos, viendo que lo amaba más que a todos ellos, llegaron
a odiarlo, al grado de negarle la palabra.
Un día en que los hermanos de José llevaron a Siquem los rebaños
de su padre, Jacob le dijo a José: "Tus hermanos apacientan mis
rebaños en Siquem. Te voy a enviar allá". José fue
entonces en busca de sus hermanos y los encontró en Dotán. Ellos
lo vieron de lejos, y antes de que se les acercara, conspiraron contra él
para matarlo y se decían unos a otros: "Ahí viene ese soñador.
Démosle muerte; lo arrojaremos en un pozo y diremos que una fiera lo
devoró. Vamos a ver de qué le sirven sus sueños".
Rubén oyó esto y trató de liberarlo de manos de sus hermanos,
diciendo: "No le quiten la vida, ni derramen su sangre. Mejor arrójenlo
en ese pozo que está en el desierto y no se manchen las manos".
Eso lo decía para salvar a José y devolverlo a su padre.
Cuando llegó José a donde estaban sus hermanos, éstos lo
despojaron de su túnica y lo arrojaron a un pozo sin agua. Luego se sentaron
a comer, y levantando los ojos, vieron a lo lejos una caravana de ismaelitas,
que venían de Galaad, con los camellos cargados de especias, resinas,
bálsamo y láudano, y se dirigían a Egipto. Judá
dijo entonces a sus hermanos: "¿Qué ganamos con matar a nuestro
hermano y ocultar su muerte? Vendámoslo a los ismaelitas y no mancharemos
nuestras manos. Después de todo, es nuestro hermano y de nuestra misma
sangre". Y sus hermanos le hicieron caso. Sacaron a José del pozo
y se lo vendieron a los mercaderes por veinticinco monedas de plata. Los mercaderes
se llevaron a José a Egipto.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 104, 16-17. 18-19. 20-21
R/. Recordemos las maravillas que hizo el Señor.
Cuando el Señor mandó
el hambre sobre el país y acabó con todas las cosechas, ya había
enviado por delante a un hombre: a José, vendido como esclavo. R/.
Le trabaron los pies con grilletes y rodearon su cuerpo con cadenas, hasta que
se cumplió su predicción y Dios lo acreditó con su palabra.
R/.
El rey mandó que lo soltaran, el jefe de esos pueblos lo libró,
lo nombró administrador de su casa y señor de todas sus posesiones.
R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn 3, 16
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él tenga vida eterna. R/.
EVANGELIO
Éste es el heredero, vamos a matarlo
Del santo Evangelio según san Mateo: 21, 33-43. 45-46
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo esta parábola:
"Había una vez un propietario que plantó un viñedo,
lo rodeó con una cerca, cavó un lagar en él, construyó
una torre para el vigilante y luego lo alquiló a unos viñadores
y se fue de viaje.
Llegado el tiempo de la vendimia, envió a sus criados para pedir su parte
de los frutos a los viñadores; pero éstos se apoderaron de los
criados, golpearon a uno, mataron a otro, y a otro más lo apedrearon.
Envió de nuevo a otros criados, en mayor número que los primeros,
y los trataron del mismo modo.
Por último, les mandó a su propio hijo, pensando: A mi hijo lo
respetarán'. Pero cuando los viñadores lo vieron, se dijeron unos
a otros: ‘Este es el heredero. Vamos a matarlo y nos quedaremos con su
herencia'. Le echaron mano, lo sacaron del viñedo y lo mataron.
Ahora díganme: Cuando vuelva el dueño del viñedo, ¿qué
hará con esos viñadores?". Ellos le respondieron: "Dará
muerte terrible a esos desalmados y arrendará el viñedo a otros
viñadores, que le entreguen los frutos a su tiempo".
Entonces Jesús les dijo: "¿No han leído nunca en la
Escritura: La piedra que desecharon los constructores. es ahora la piedra angular.
Esto es obra del Señor y es un prodigio admirable?
Por esta razón les digo que les será quitado a ustedes el Reino
de Dios y se le dará a un pueblo que produzca sus frutos".
Al oír estas palabras, los sumos sacerdotes y los fariseos comprendieron
que Jesús las decía por ellos y quisieron aprehenderlo, pero tuvieron
miedo a la multitud, pues era tenido por un profeta.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que tu misericordia Dios de bondad, disponga debidamente a tus siervos para celebrar este sacramento y nos impulse a vivir fervorosamente entregados a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma, MR, pp. 492-496 (493-498).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Jn 4, 10
Dios nos amó primero y nos envió a su Hijo, como víctima de expiación por nuestros pecados.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo recibido esta prenda de eterna salvación, te rogamos, Señor, que nos hagas dirigirnos con tanta decisión hacia ella, que la podamos un día alcanzar. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Opcional
Concede a tu pueblo, Señor, salud de alma y cuerpo, para que, dedicados a las buenas obras, Merezcamos el amparo de tu protección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado / Blanco Feria de Cuaresma o Misa Votiva de Santa María de Guadalupe
M R. p. 1137 (1185): Lecc. I, p. 734 LH, Vísperas I del Domingo. Semana III del Salterio
Otros santos: Emeterio v Caledonio o Celedonio de Calahorra mártires; Catalina María Drexel, fundadora; Teresa Eustoquio Verzeri, fundadora.
AMA LA MISERICORDIA
Miq 7, 14-15. 18-20; Lc 15, 1-3, 11-32
El profeta Miqueas termina su libro con una profunda declaración de confianza en la misericordia divina. Una secuencia de verbos en futuro mantiene una sola dirección, la distancia existente entre Dios y la ira. Si bien el pecado, de parte del creyente, es un alejamiento consciente y deliberado de la voluntad divina, esto no genera una respuesta revanchista de parte de Dios. Él no se engancha con la maldad humana, porque nos conoce y nos ama, se decide a olvidar nuestras rebeliones. Ese perfil compasivo es el que nos desvela el padre del hijo pródigo y del cumplidor escrupuloso. A pesar del alejamiento, el dispendio y la necedad del hijo menor, no se enfada, sino que sale pacientemente a su encuentro y los trata con una nobleza y una bondad que jamás encontramos en los seres humanos cuando son víctimas de maltratos e injusticias.
ANTÍFONA DE ENTRADA Lc 2, 34-35
Simeón los bendijo, y a María, la Madre de Jesús, le anunció: "Este niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento de muchos en Israel, como signo que provocará contradicción, para que queden al descubierto los pensamientos de muchos corazones".
ORACIÓN COLECTA
Padre misericordioso, tú que asociaste a la Madre de tu Hijo a su pasión dolorosa, y a nosotros, con los sufrimientos de esta vida nos permites también participar en ella, concédenos gozar siempre de la ayuda maternal de la Virgen María. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Arrojará a lo hondo del mar nuestros delitos.
Del libro del profeta Miqueas: 7, 14-15. 18-20
Señor, Dios nuestro,
pastorea a tu pueblo con tu cayado, al rebaño de tu heredad, que vive
solitario entre malezas y matorrales silvestres. Pastarán en Basán
y en Galaad, como en los días de antaño, como cuando salimos de
Egipto y nos mostrabas tus prodigios.
¿Qué Dios hay como tú, que quitas la iniquidad y pasas
por alto la rebeldía de los sobrevivientes de Israel? No mantendrás
por siempre tu cólera, pues te complaces en ser misericordioso.
Volverás a compadecerte de nosotros, aplastarás con tus pies nuestras
iniquidades, arrojarás a lo hondo del mar nuestros delitos. Serás
fiel con Jacob y compasivo con Abraham, como juraste a nuestros padres en tiempos
remotos, Señor, Dios nuestro. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 102, 1-3. 3-4. 9-10. 17-12
R/. El Señor es compasivo y misericordioso.
Bendice al Señor,
alma mía, que todo mi ser bendiga su santo nombre. Bendice al Señor,
alma mía, y no te olvides de sus beneficios. R/.
El Señor perdona tus pecados y cura tus enfermedades; él rescata
tu vida del sepulcro y te colma de amor y de ternura. R/.
El Señor no estará siempre enojado, ni durará para siempre
su rencor. No nos trata como merecen nuestras culpas, ni nos paga según
nuestros pecados. R/.
Como desde la tierra hasta el cielo, así es de grande su misericordia;
como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos.
R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Lc 15, 18
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Me levantaré, volveré a mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. R/.
EVANGELIO
Tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida.
Del santo Evangelio según san Lucas: 15, 1-3. 11-32
En aquel tiempo, se acercaban
a Jesús los publicanos y los pecadores para escucharlo; por lo cual los
fariseos y los escribas murmuraban entre sí: "Éste recibe
a los pecadores y come con ellos".
Jesús les dijo entonces esta parábola: "Un hombre tenía
dos hijos, y el menor de ellos le dijo a su padre: 'Padre, dame la parte de
la herencia que me toca'. Y él les repartió los bienes.
No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo,
se fue a un país lejano y allá derrochó su fortuna, viviendo
de una manera disoluta. Después de malgastarlo todo, sobrevino en aquella
región una gran hambre y él empezó a pasar necesidad. Entonces
fue a pedirle trabajo a un habitante de aquel país, el cual lo mandó
a sus campos a cuidar cerdos. Tenía ganas de hartarse con las bellotas
que comían los cerdos, pero no lo dejaban que se las comiera.
Se puso entonces a reflexionar y se dijo: ¡Cuántos trabajadores
en casa de mi padre tienen pan de sobra, y yo, aquí, me estoy muriendo
de hambre! Me levantaré, volveré a mi padre y le diré:
Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo.
Recíbeme como a uno de tus trabajadores'.
Enseguida se puso en camino hacia la casa de su padre. Estaba todavía
lejos, cuando su padre lo vio y se enterneció profundamente. Corrió
hacia él, y echándole los brazos al cuello, lo cubrió de
besos. El muchacho le dijo: `Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya
no merezco llamarme hijo tuyo'.
Pero el padre les dijo a sus criados: ¡Pronto!, traigan la túnica
más rica y vístansela; pónganle un anillo en el dedo y
sandalias en los pies; traigan el becerro gordo y mátenlo. Comamos y
hagamos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a
la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado'. Y empezó el banquete.
El hijo mayor estaba en el campo y al volver, cuando se acercó a la casa,
oyó la música y los cantos. Entonces llamó a uno delos
criados y le preguntó qué pasaba. Éste le contestó:
'Tu hermano ha regresado y tu padre mandó matar el becerro gordo, por
haberlo recobrado sano y salvo'. El hermano mayor se enojó y no quería
entrar.
Salió entonces el padre y le rogó que entrara; pero él
replicó: '¡Hace tanto tiempo que te sirvo, sin desobedecer jamás
una orden tuya, y tú no me has dado nunca ni un cabrito para comérmelo
con mis amigos! Pero eso sí, viene ese hijo tuyo, que despilfarró
tus bienes con malas mujeres, y tú mandas matar el becerro gordo'.
El padre repuso: 'Hijo, tú siempre estás conmigo y todo lo mío
es tuyo. Pero era necesario hacer fiesta y regocijamos, porque este hermano
tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado'
". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENS
Padre bueno, que estos dones se conviertan en el Cuerpo y en la Sangre de tu Hijo, para que, por el sacrificio de tu altar, al que estuvo asociada íntimamente la Virgen Maria, sean para nuestro bien la fuente de la salvación, y así alcancemos la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I- V de Cuaresma, MR. pp. 492-496 (493-498) o SVM, p. 1137 (1186).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 11, 28
¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen!
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre santo, alimentados en esta mesa celestial, concédenos que la recepción del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo nos inflame en el mismo amor con que María santísima nos recibió como hijos, cuando estaba al pie de la cruz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Opcional
Dios y Padre nuestro, que tu oído misericordioso esté abierto a la oración de quienes te suplican, y, para que reciban lo que desean, concédeles pedir lo que te agrada. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Domingo III de Cuaresma [Se omite la memoria de San Casimiro] MR. p. 216 (228); Lecc. I. p. 182
Otros santos: Juan Antonio Farina, fundador. Beato Daniel Dajani, mártir.
En este domingo se celebra el primer escrutinio preparatorio para el Bautismo de los catecúmenos que van a ser admitidos a los sacramentos de la Iniciación cristiana en la Vigilia Pascual. Se emplean las oraciones y las intercesiones propias que aparecen en el MR. pp. 937-939 (976-978). Sin embargo, en la primera Misa de los escrutinios debe leerse siempre el Evangelio de la Samaritana; en la segunda, el del ciego de Nacimiento; y en la tercera, el de Lázaro, tal como se propone en los Domingos III, IV y V de Cuaresma para el ciclo A.
NO TENDRÁS
OTROS DIOSES
Ex 20, 1-17; 1 Cor 1, 22-25; Jn 2, 13-25
El libro del Éxodo nos presenta una de las versiones del Decálogo. Las famosas diez palabras que sirven de referente para vivir una relación justa con Dios y con los semejantes. Las primeras palabras establecen con claridad la forma correcta de relacionarnos con Dios. Solamente él amerita que le amemos con total entrega. Ninguna otra realidad, ni humana ni material, puede ser amada como amamos a Dios. Él está por encima de cualquier otro valor o vínculo. De ahí que se prohíba afanarse por conseguir riquezas a costa de la explotación o del trabajo excesivo de los animales y de los débiles. El descanso es una interrupción del trabajo productivo que nos humaniza. No se puede "endiosar" la ganancia. Por eso mismo, Jesús reacciona con gran firmeza cuando derriba las mesas en el templo. Los promotores del culto religioso en realidad son pura apariencia: les importa el negocio y en manera alguna la fidelidad a Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 24, 15-16
Mis ojos están siempre fijos en el Señor, pues él libra mis pies de toda trampa. Mírame, Señor, y ten piedad de mí, que estoy solo y afligido.
O bien: Cfr. Ez 36, 23-26
Cuando manifieste en medio de ustedes mi santidad, los reuniré de todos los países; derramaré sobre ustedes agua pura y quedarán purificados de todos sus pecados, y les infundiré un espíritu nuevo, dice el Señor.
No se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, fuente de misericordia y de toda bondad, que enseñaste que el remedio contra el pecado está en el ayuno, la oración y la limosna, mira con agrado nuestra humilde confesión, para que a quienes agobia la propia conciencia nos reconforte siempre tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
La ley fue dada por Dios a Moisés.
Del libro del Éxodo: 20, 1-17
En aquellos días,
el Señor promulgó estos preceptos para su pueblo en el monte Sinaí,
diciendo: "Yo soy el Señor, tu Dios, que te sacó de la tierra
de Egipto y de la esclavitud. No tendrás otros dioses fuera de mí;
no te fabricarás ídolos ni imagen alguna de lo que hay arriba,
en el cielo, o abajo, en la tierra, o en el agua, y debajo de la tierra. No
adorarás nada de eso ni le rendirás culto, porque yo, el Señor,
tu Dios, soy un Dios celoso, que castiga la maldad de los padres en los hijos
hasta la tercera y cuarta generación de aquellos que me odian; pero soy
misericordioso hasta la milésima generación de aquellos que me
aman y cumplen mis mandamientos.
No harás mal uso del nombre del Señor, tu Dios, porque no dejará
el Señor sin castigo a quien haga mal uso de su nombre. Acuérdate
de santificar el sábado. Seis días trabajarás y en ellos
harás todos tus quehaceres; pero el día séptimo es día
de descanso, dedicado al Señor, tu Dios. No harás en él
trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava,
ni tus animales, ni el forastero que viva contigo. Porque en seis días
hizo el Señor el cielo, la tierra, el mar y cuanto hay en ellos, pero
el séptimo, descansó. Por eso bendijo el Señor el sábado
y lo santificó.
Honra a tu padre y a tu madre para que vivas largos años en la tierra
que el Señor, tu Dios, te va a dar. No matarás. No cometerás
adulterio. No robarás. No darás falso testimonio contra tu prójimo.
No codiciarás la casa de tu prójimo, ni a su mujer, ni a su esclavo,
ni a su esclava, ni su buey, ni su burro, ni cosa alguna que le pertenezca".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 18, 8. 9. 10. 11
R/. Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna.
La ley del Señor
es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables son las palabras del Señor
y hacen sabio al sencillo. R/.
En los mandamientos de Dios hay rectitud y alegría para el corazón;
son luz los preceptos del Señor para alumbrar el camino.
R/.
La voluntad de Dioses santa y para siempre estable; los mandamientos del Señor
son verdaderos y enteramente justos. R/.
Que te sean gratas las palabras de mi boca y los anhelos de mi corazón.
Haz, Señor, que siempre te busque, pues eres mi refugio y salvación.
R/.
SEGUNDA LECTURA
Predicarlo y a Cristo crucificado, escándalo para los hombres, pero sabiduría de Dios para los llamados.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 1, 22-25
Hermanos: Los judíos exigen señales milagrosas y los paganos piden sabiduría. Pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, que es escándalo para los judíos y locura para los paganos; en cambio, para los llamados, sean judíos o paganos, Cristo es la fuerza y la sabiduría de Dios. Porque la locura de Dios es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fuerza de los hombres. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn, 3, 16
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él tenga vida eterna. R/.
EVANGELIO
Destruyan este templo y en tres días lo reconstruiré.
Del santo Evangelio según san Juan: 2, 13-25
Cuando se acercaba la Pascua
de los judíos, Jesús llegó a Jerusalén y encontró
en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas
con sus mesas. Entonces hizo un látigo de cordeles y los echó
del templo, con todo y sus ovejas y bueyes; a los cambistas les volcó
las mesas y les tiró al suelo las monedas; y a los que vendían
palomas les dijo: "Quiten todo de aquí y no conviertan en un mercado
la casa de mi Padre".
En ese momento, sus discípulos se acordaron de lo que estaba escrito:
El celo de tu casa me devora.
Después intervinieron los judíos para preguntarle: "¿Qué
señal nos das de que tienes autoridad para actuar así?".
Jesús les respondió: "Destruyan este templo y en tres días
lo reconstruiré". Replicaron los judíos: "Cuarenta y
seis años se ha llevado la construcción del templo, ¿y
tú lo vas a levantar en tres días?". Pero él hablaba
del templo de su cuerpo. Por eso, cuando resucitó Jesús de entre
los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho aquello
y creyeron en la Escritura y en las palabras que Jesús había dicho.
Mientras estuvo en Jerusalén para las fiestas de Pascua, muchos creyeron
en él, al ver los prodigios que hacía. Pero Jesús no se
fiaba de ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba que nadie
le descubriera lo que es el hombre, porque él sabía lo que hay
en el hombre. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Si se celebra la Misa de los escrutinios, debe leerse el Evangelio con el pasaje de la Samaritana: Lecc. I, p. 62.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Instruidos por el ejemplo
de Jesús, el Señor, que en el desierto se entregaba a la oración,
oremos también nosotros con insistencia a nuestro Dios: (R/. Escúchanos,
Señor.)
Para que todos los fieles, por medio de las penitencias y prácticas
cuaresmales, sean purificados de sus culpas y vean fortalecida su vida cristiana,
roguemos al Señor.
Para que todos los pueblos alcancen la paz, la tranquilidad y el bienestar necesario
y puedan así buscar más fácilmente los bienes del cielo,
roguemos al Señor.
Para que el Señor conceda su fuerza a los que se ven tentados o se sienten
turbados, infunda el deseo de la conversión a los pecadores y otorgue
el consuelo del cielo a los que están tristes o abatidos, roguemos
al Señor.
Para que infunda en todos nosotros el deseo de una verdadera conversión,
a fin de que nos preparemos a celebrar debidamente el sacramento pascual de
la penitencia, roguemos al Señor.
Señor, Dios nuestro, abre nuestros corazones a tus mandatos y haz
que penetremos en la sabiduría de la cruz, para que, liberados del egoísmo
que nos aprisiona, alcancemos los dones del Espíritu Santo y lleguemos
a ser templo vivo en el que tú deseas recibir nuestra adoración.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por estas ofrendas, Señor, concédenos benigno el perdón de nuestras ofensas, y ayúdanos a perdonar a nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Si se emplean lecturas de la Misa de escrutinios, el prefacio III de Cuaresma, MR. pp. 216-217 (228-229).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 83, 4-5
El gorrión ha encontrado una casa, y la golondrina un nido donde poner sus polluelos: junto a tus altares, Señor de los ejércitos, Rey mío y Dios mío. Dichosos los que viven en tu casa y pueden alabarte siempre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados en la tierra con el pan del cielo, prenda de eterna salvación, te suplicamos, Señor, que lleves a su plenitud en nuestra vida la gracia recibida en este sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Dirige, Señor, los corazones de tus fieles y da en tu bondad a tus siervos una gracia tan grande que, cumpliendo en plenitud tus mandamientos, nos haga permanecer en tu amor y en el de nuestro prójimo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- La práctica de algunas expresiones de la fe cristiana puede contaminarse con actitudes mezquinas como el chantaje, la vanidad y la búsqueda de seguridad. Quien participa de la Eucaristía o de alguna otra práctica sacramental para aquietar su conciencia culpable, sin la correspondiente voluntad de convertirse, está queriendo engañarse a sí mismo. A Dios no lo puede engañar. Con sobrada razón el Señor Jesús, citando al profeta Jeremías, rechazaba la conducta de quienes convertían la religión en un refugio para seguir haciendo el mal a cambio de realizar rezos y presentar ofrendas. Realizaban una especie de permuta, presentando ofrendas externas, sin la correspondiente actitud justa y fiel ante Dios y los hermanos. Si algo fue proclamado con insistente claridad por los profetas y el mismo Señor Jesús, es que Dios no es cómplice de quienes abusan de los débiles y a la vez visitan santuarios, entonan oraciones y presentan ofrendas en el templo.
Morado Feria de Cuaresma MR, p. 218 (2311, Lecc. I, p. 741
Otros santos: Teófilo de Cesarea, obispo; Juan José de la Cruz, presbítero. Beato Cristóbal Macassoli de Milán presbítero.
UN DIOS QUE NO
ES MONOPOLIZABLE
2 Re 5, 1-15: Lc 4, 24-30
La conexión entre las dos lecturas es más que directa. De hecho, el Señor Jesús en la famosa homilía inaugural en la sinagoga de Nazaret se refiere directamente al profeta Eliseo y a Naamán el leproso sirio. En el libro de los Reyes, Naamán aprendió la lección sobre la benevolencia y el amor incluyente del Dios de Israel. En contraparte, hacía falta que los galileos de Nazaret ensancharan su perspectiva y entendieran que Dios no se deja poseer por nadie. Las manifestaciones de compasión que Jesús ha mostrado en una aldea más cosmopolita —como sin duda lo era Cafarnaúm, por ser asiento de un camino que subía de Egipto a Siria y que tenía algunos empleados al servicio de Roma— y menos provinciana que Nazaret, no deben ser malinterpretadas. Dios ama a su pueblo Israel, ama a los galileos y a los judíos de Jerusalén con la misma preocupación que cuida a toda persona que le invoque con humildad.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 83, 3
Mi alma se consume y anhela los atrios del Señor; mi corazón y todo mi ser se regocijan por el Dios vivo.
ORACIÓN COLECTA
Que tu constante misericordia, Señor, purifique y defienda a tu Iglesia y, ya que sin ti no puede permanecer segura, guíala siempre con tu protección. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Muchos leprosos había en Israel, pero ninguno fue curado, sino Naamán el sirio.
Del segundo libro de los Reyes: 5, 1-15
En aquellos días,
Naamán, general del ejército de Siria, gozaba de la estima y del
favor de su rey, pues por su medio había dado el Señor la victoria
a Siria. Pero este gran guerrero era leproso.
Sucedió que una banda de sirios, en una de sus correrías, trajo
cautiva a una jovencita, que pasó luego al servicio de la mujer de Naamán.
Ella le dijo a su señora: "Si mi señor fuera a ver al profeta
que hay en Samaria, ciertamente él lo curaría de su lepra".
Entonces fue Naamán a contarle al rey, su señor: "Esto y
esto dice la muchacha israelita". El rey de Siria le respondió:
"Anda, pues, que yo te daré una carta para el rey de Israel".
Naamán se puso en camino, llevando de regalo diez barras de plata, seis
mil monedas de oro, diez vestidos nuevos y una carta para el rey de Israel que
decía: "Al recibir ésta, sabrás que te envío
a mi siervo Naamán, para que lo cures de la lepra".
Cuando el rey de Israel leyó la carta, rasgó sus vestiduras exclamando:
"¿Soy yo acaso Dios, capaz de dar vida o muerte, para que éste
me pida que cure a un hombre de su lepra? Es evidente que lo que anda buscando
es un pretexto para hacerme la guerra".
Cuando Eliseo, el hombre de Dios, se enteró de que el rey había
rasgado sus vestiduras, le envió este recado: "¿Por qué
rasgaste tus vestiduras? Envíamelo y sabrá que hay un profeta
en Israel". Llegó, pues, Naamán con sus caballos y su carroza,
y se detuvo a la puerta de la casa de Eliseo. Este le mandó decir con
un mensajero: "Ve y báñate siete veces en el río Jordán,
y tu carne quedará limpia". Naamán se alejó enojado,
diciendo: "Yo había pensado que saldría en persona a mi encuentro
y que, invocando el nombre del Señor, su Dios, pasaría la mano
sobre la parte enferma y me curaría de la lepra. ¿Acaso los ríos
de Damasco, como el Abaná y el Farfar, no valen más que todas
las aguas de Israel? ¿No podría bañarme en ellos y quedar
limpio?". Dio media vuelta y ya se marchaba, furioso, cuando sus criados
se acercaron a él y le dijeron: "Padre mío, si el profeta
te hubiera mandado una cosa muy difícil, ciertamente la habrías
hecho; cuanto más, si sólo te dijo que te bañaras y quedarías
sano".
Entonces Naamán bajó, se bañó siete veces en el
Jordán, como le había dicho el hombre de Dios, y su carne quedó
limpia como la de un niño. Volvió con su comitiva a donde estaba
el hombre de Dios y se le presentó, diciendo: "Ahora sé que
no hay más Dios que el de Israel". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
De los salmos 41, 2.3; 42, 3.4
R/. Estoy sediento del Dios que da la vida.
Como el venado busca el
agua de los ríos, así, cansada, mi alma te busca a ti, Dios mío.
R/.
Del Dios que da la vida está mi ser sediento. ¿Cuándo será
posible ver de nuevo su templo? R/.
Envíame, Señor, tu luz y tu verdad; que ellas se conviertan en
mi guía y hasta tu monte santo me conduzcan, allí donde tú
habitas. R/.
Al altar del Señor me acercaré, al Dios que es mi alegría,
y a mi Dios, el Señor, le daré gracias al compás de la
cítara. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Sal 129, 5. 7
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Confío en el Señor y en sus palabras, porque del Señor viene la misericordia y la redención. R/.
EVANGELIO
Como Elías y Eliseo Jesús no ha sido enviado sólo a los judíos.
Del santo Evangelio según san Lucas: 4, 24-30
En aquel tiempo, Jesús
llegó a Nazaret, entró a la sinagoga y dijo al pueblo: "Yo
les aseguro que nadie es profeta en su tierra. Había ciertamente en Israel
muchas viudas en los tiempos de Elías, cuando faltó la lluvia
durante tres años y medio, y hubo un hambre terrible en todo el país;
sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda que
vivía en Sarepta, ciudad de Sidón. Había muchos leprosos
en Israel, en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue
curado, sino Naamán, que era de Siria".
Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se llenaron de ira,
y levantándose, lo sacaron de la ciudad y lo llevaron hasta un precipicio
de la montaña sobre la que estaba construida la ciudad, para despeñarlo.
Pero él, pasando por en medio de ellos, se alejó de allí.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Convierte, Señor, en sacramento de salvación, los dones que te ofrecemos como expresión de nuestro servicio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma, MR, pp. 492-496 (493-498).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 116, 1-2
Que alaben al Señor todos los pueblos, porque grande es su amor hacia nosotros.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la comunión de tu sacramento, Señor, nos obtenga limpieza de alma y nos congregue en la unidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Opcional
Te rogamos, Señor, que tu diestra proteja al pueblo que te invoca y, una vez purificado, dígnate llenarlo de sabiduría, para que, por medio de los consuelos presentes, se encamine hacia los bienes futuros. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Feria De Cuaresma MR. p 219 (232): Lecc. I. p. 744
Otros santos: Victorino de Nicodemia, mártir Coleta Boylet religiosa; Victorino de Nicomedia, mártir.
NO NOS ABANDONES
PARA SIEMPRE
Dn 3, 25-34-43: Mt 18.21-35
La oración de Azarías es una confesión sincera de los pecados de Israel. El portavoz del sentir de la comunidad de Israel no vacila en reconocer su responsabilidad ante Dios. Lo único que solicita es que la compasión de Dios no se agote, sino que siga socorriendo al pueblo. Azarías le ofrece a Dios su espíritu quebrantado y su corazón humillado. Se nota una nueva actitud. El pecador ofrece un interior renovado. Eso es justamente lo que se extraña en el deudor mezquino que no se apiada de su compañero. Experimentó la misericordia por parte de su patrono y no se la extendió a su prójimo. En esa lógica podemos ubicarnos cuando aplicamos la doble moral: severos e implacables con los fallos de nuestros hermanos y, por otro lado, humildes y bien dispuestos para invocar el perdón divino. Quien tenga gratitud por el generoso perdón que Dios le ha regalado, sabrá mostrarse generoso para perdonar y reconciliarse con sus hermanos.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 16, 6. 8
Te invoco, Dios mío porque tú me respondes; inclina tu oído y escucha mis palabras. Cuídame, Señor, como a la niña de tus ojos y cúbreme bajo la sombra de tus alas.
ORACIÓN COLECTA
Que tu gracia, Señor, nunca nos abandone, para que nos haga perseverar dedicados a tu santo servicio y nos obtenga siempre tu ayuda. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Acepta. Señor, nuestro corazón adolorido y nuestro espíritu humillado
Del libro del profeta Daniel: 3, 25.34-43
En aquel tiempo. Azarías
oró al Señor, diciendo: "Señor, Dios nuestro, no nos
abandones nunca; por el honor de tu nombre no rompas tu alianza; no apartes
de nosotros tu misericordia, por Abraham, tu amigo, por Isaac. tu siervo, por
Jacob, tu santo, a quienes prometiste multiplicar su descendencia, como las
estrellas del cielo y las arenas de la playa.
Pero ahora, Señor, nos vemos empequeñecidos frente a los demás
pueblos y estamos humillados por toda la tierra, a causa de nuestros pecados.
Ahora no tenemos príncipe ni jefe ni profeta; ni holocausto ni sacrificio
ni ofrenda ni incienso; ni lugar donde ofrecerte las primicias y alcanzar misericordia.
Por eso, acepta nuestro corazón adolorido y nuestro espíritu humillado,
como un sacrificio de carneros y toros, como un millar de corderos cebados.
Que ése sea hoy nuestro sacrificio y que sea perfecto en tu presencia,
porque los que en ti confían no quedan defraudados.
Ahora te seguiremos de todo corazón; te respetamos y queremos encontrarte;
no nos dejes defraudados. Trátanos según tu clemencia y tu abundante
misericordia. Sálvanos con tus prodigios y da gloria a tu nombre".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 24, 4-5ab. 6 7bc. 8-9
R/. Sálvanos, Señor, tú que eres misericordioso.
Descúbrenos, Señor,
tus caminos, guíanos con la verdad de tu doctrina. Tú eres nuestro
Dios y salvador y tenemos en ti nuestra esperanza. R/.
Acuérdate, Señor, que son eternos tu amor y tu ternura. Según
ese amor y esa ternura, acuérdate de nosotros. R/.
Porque el Señor es recto y bondadoso, indica a los pecadores el sendero,
guía por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus caminos.
R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jl 2, 12-13
R./. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Todavía es tiempo, dice el Señor. Arrepiéntanse de todo corazón y vuélvanse a mí, que soy compasivo y misericordioso. R/.
EVANGELIO
Si no perdonan de corazón a su hermano, tampoco el Padre celestial los perdonará a ustedes.
Del santo Evangelio según san Mateo: 18, 21-35
En aquel tiempo, Pedro se
acercó a Jesús y le preguntó: "Si mi hermano me ofende,
¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Basta siete veces?".
Jesús le contestó: "No sólo hasta siete, sino hasta
setenta veces siete".
Entonces Jesús les dijo: "El Reino de los cielos es semejante a
un rey que quiso ajustar cuentas con sus servidores. El primero que le presentaron
le debía muchos millones. Como no tenía con qué pagar,
el señor mandó que lo vendieran a él, a su mujer, a sus
hijos y todas sus posesiones, para saldar la deuda. El servidor, arrojándose
a sus pies, le suplicaba diciendo: 'Ten paciencia conmigo y te lo pagaré
todo'. El rey tuvo lástima de aquel servidor, lo soltó y hasta
le perdonó la deuda.
Pero, apenas había salido aquel servidor, se encontró con uno
de sus compañeros, que le debía poco dinero. Entonces lo agarro
por el cuello y casi lo estrangulaba, mientras le decía: 'Págame
lo que me debes'. El compañero se le arrodilló y le rogaba: Ten
paciencia conmigo y te lo pagaré todo'. Pero el otro no quiso escucharlo,
sino que fue y lo metió en la cárcel hasta que le pagara la deuda.
Al ver lo ocurrido, sus compañeros se llenaron de indignación
y fueron a contar al rey lo sucedido. Entonces el señor lo llamó
y le dijo: 'Siervo malvado. Te perdoné toda aquella deuda porque me lo
suplicaste. ¿No debías tú también haber tenido compasión
de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?'. Y el señor,
encolerizado, lo entregó a los verdugos para que no lo soltaran hasta
que pagara lo que debía.
Pues lo mismo hará mi Padre celestial con ustedes, si cada cual no perdona
de corazón a su hermano". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, que esta ofrenda de salvación realice la purificación de nuestros pecados, y nos atraiga tu poderoso auxilio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma, MR, pp. 492-496 (493-498).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 14, 1-2
Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda y descansaren tu monte santo? El que procede honradamente y practica la justicia.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la santa participación de tu sacramento, Señor, nos reavive espiritualmente y al mismo tiempo nos alcance tu perdón y tu protección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Opcional
Señor Dios, maestro y guía de tu pueblo, aleja de él los pecados que lo acosan, para que te agrade siempre y esté seguro con tu protección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Feria de Cuaresma o Memoria parcial de las Santas Perpetua y Felicitas, mártires MR, pp 220 (233), 687 (703); Lecc. I, p. 747
Otros santos: Pablo "el Sencillo" de la Tebaida, anacoreta. Beato José Olallo Valdés religioso.
EL APRECIO POR
LOS MANDAMIENTOS
Deut 4, 1. 5-9; Mt 5. 17-19
Las dos lecturas reflejan una actitud respetuosa y positiva hacia los mandamientos y normas dadas por Dios a Israel. El autor del libro del Deuteronomio propone acostumbrarse a respetar los mandamientos divinos de manera razonable. No se obliga a nadie a cumplirlos de manera mecánica creando una especie de dictadura divina, al estilo "se hace porque yo lo mando". Dios no es un tirano, ni siquiera un dictador bien intencionado. Dios propone, por mediación de Moisés, unos mandamientos que generan relaciones sociales justas y armoniosas: La derrama de humanización que generan los avala. Un orden jurídico y moral también se conoce por sus frutos. Justamente por eso el Señor Jesús no quiere tocar ni siquiera una coma de la Torah, porque sabe que el núcleo de ese ordenamiento ético coloca en el centro la dignidad de la persona, en particular de la persona más débil.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 118, 133
Asegura mis pasos conforme a tu promesa, que la maldad no se apodere de mí.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor,
que, ejercitados por las prácticas cuaresmales y alimentados por tu palabra,
con santa templanza nos mantengamos de todo corazón entregados a ti y
estemos siempre unidos, perseverando en oración. Por nuestro Señor
Jesucristo...
O bien, en la memoria de las santas Perpetua y Felicitas:
Dios todopoderoso, que con la fuerza de tu amor hiciste a las santas mártires
Perpetua y Felicitas intrépidas ante el perseguidor e invencibles ante
los tormentos de la muerte, concédenos, por su intercesión, crecer
siempre en tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Guarden mis mandamientos y pónganlos en práctica
Del libro del Deuteronomio: 4, 1. 5-9
En aquellos días,
habló Moisés al pueblo, diciendo: "Ahora, Israel, escucha
los mandatos y preceptos que te enseño, para que los pongas en práctica
y puedas así vivir y entrar a tomar posesión de la tierra que
el Señor, Dios de tus padres, te va a dar.
Yo les enseño mandatos y preceptos, como me ordena el Señor, mi
Dios, para que se ajusten a ellos en la tierra en que van a entrar y que van
a tomar en posesión. Guárdenlos y cúmplanlos, porque ellos
son su sabiduría y su prudencia a los ojos de los pueblos. Cuando tengan
noticia de todos estos preceptos, se dirán: 'En verdad esta gran nación
es un pueblo sabio y prudente'. Porque, ¿cuál otra nación
hay tan grande que tenga dioses tan cercanos como lo está nuestro Dios,
siempre que lo invocamos? ¿Cuál es la gran nación cuyos
mandatos y preceptos sean tan justos como toda esta ley que ahora les doy?
Pero ten cuidado y atiende bien: No vayas a olvidarte de estos hechos que tus
ojos han visto, ni dejes que se aparten de tu corazón en todos los días
de tu vida; al contrario, transmíteselos a tus hijos y a los hijos de
tus hijos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 147, 12-13. 15-16. 19-20
R/. Demos gloria a nuestro Dios.
Glorifica al Señor,
Jerusalén, a Dios ríndele honores, Israel. Él refuerza
el cerrojo de tus puertas y bendice a tus hijos en tu casa. R/.
El mantiene la paz en tus fronteras, con su trigo mejor sacia tu hambre. Él
envía a la tierra su mensaje y su palabra corre velozmente.
R/.
Le muestra a Jacob su pensamiento, sus normas y designios a Israel. No ha hecho
nada igual con ningún pueblo, ni le ha confiado a otro sus proyectos.
R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Jn 6, 63, 68
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes palabras de vida eterna. R/.
EVANGELIO
El que cumpla y enseñe mis mandamientos, será grande en el Reino de los cielos
Del santo Evangelio según san Mateo: 5,17-19
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "No crean que he venido a abolir la ley o
los profetas; no he venido a abolirlos, sino a darles plenitud. Yo les aseguro
que antes se acabarán el cielo y la tierra, que deje de cumplirse hasta
la más pequeña letra o coma de la ley.
Por lo tanto, el que quebrante uno de estos preceptos menores y enseñe
eso a los hombres, será el menor en el Reino de los cielos; pero el que
los cumpla y los enseñe, será grande en el Reino de los cielos".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, las súplicas de tu pueblo juntamente con la oblación de estas ofrendas; y a quienes celebramos tus sacramentos, defiéndenos de todo peligro. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma MR, pp 492-496 (493-498).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 15. 11
Me has enseñado el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia, Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Santifica, Señor, a quienes hemos sido alimentados con los manjares de la mesa celestial, para que, perdonados de todo pecado, podamos alcanzar las promesas eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Opcional
Concede, Señor, a tu pueblo el deseo de agradarte, porque sólo le darás todo lo que lo favorece si lo haces dócil a lo que tú mismo le enseñas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Feria de Cuaresma o Memoria parcial de San Juan de Dios, religioso MR, pp. 221 (234), 688 (705); Lecc. I, p. 749
Otros santos: Apolonio y Filemón de Egipto, mártires. Beato Vicente Kadlubek, obispo.
NO HAY SINCERIDAD
Jer 7. 23-28; Lc 11, 14-23
El profeta Jeremías no era un profeta novato ni un aprendiz en pedagogía humana. Tenía una visión y una perspectiva históricas suficientemente objetiva para no hacer cuentas alegres sobre el futuro de Jerusalén. Sabía que sus antepasados eran un pueblo adicto a los santuarios, entusiasta a la hora de ofrecer sacrificios, pero reacio y testarudo ante la voluntad de Dios. Desde ese diagnóstico tenía pocas esperanzas en la renovación de Israel. La sinceridad, valor humano indispensable, genera confianza en la convivencia. Cuando las relaciones del creyente con Dios se fincan en la simulación y la doble moral no tienen valor. El punto de partida de cualquier experiencia de cambio personal es la transparencia y la autocrítica. Nadie se puede engañar a sí mismo. Tampoco es posible engañar a Dios. Esa es la denuncia fundamental que plantea Jeremías a sus oyentes.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Yo soy la salvación de mi pueblo, dice el Señor. Los escucharé cuando me llamen en cualquier tribulación, y siempre seré su Dios.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso, te pedimos humildemente que, cuanto más se acerca el día de la fiesta que nos trae la salvación, con tanto mayor fervor nos preparemos para celebrar debidamente el misterio pascual. Por nuestro Señor Jesucristo...
O bien en la memoria de san Juan de Dios.
Dios nuestro, que colmaste a san Juan de Dios del espíritu de misericordia, concédenos que, practicando las obras de caridad, merezcamos ser contados entre los elegidos en tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Éste es el pueblo que no escucha la voz del Señor. su Dios.
Del libro del profeta Jeremías: 7, 23-28
Esto dice el Señor:
"Ésta es la orden que di a mi pueblo: `Escuchen mi voz, y yo seré
su Dios y ustedes serán mi pueblo; caminen siempre por el camino que
yo les mostraré, para que les vaya bien'.
Pero ellos no escucharon ni prestaron oído. Caminaron según sus
ideas, según la maldad de su corazón obstinado, y en vez de darme
la cara, me dieron la espalda, desde que sus padres salieron del país
de Egipto hasta hoy.
Yo les envié a mis siervos, los profetas, un día y otro día;
pero ellos no los escucharon ni les prestaron oído. Endurecieron su cabeza
y fueron peores que sus padres. Tú les dirás, pues, todas estas
palabras, pero no te escucharán; los llamarás y no te responderán.
Entonces les dirás: Este es el pueblo que no escuchó la voz del
Señor, su Dios, ni aceptó la corrección. Ya no existe fidelidad
en Israel; ha desaparecido de su misma boca' ". Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 94, 1-2. 6-7. 8-9
R/. Señor, que no seamos sordos a tu voz.
Vengan, lancemos vivas
al Señor, aclamemos al Dios que nos salva. Acerquémonos a él,
llenos de júbilo, y démosle gracias. R/.
Vengan, y puestos de rodillas, adoremos y bendigamos al Señor, que nos
hizo, pues él es nuestro Dios y nosotros, su pueblo; él es nuestro
pastor y nosotros, sus ovejas. R/.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su
corazón, como el día de la rebelión en el desierto, cuando
sus padres dudaron de mí, aunque habían visto mis obras".
R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Joel 2, 12-13
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Todavía es tiempo, dice el Señor. Arrepiéntanse de todo corazón y vuélvanse a mí, que soy compasivo y misericordioso. R/
EVANGELIO
El que no está, conmigo está contra mí.
Del santo Evangelio según san Lucas: 11, 14-23
En aquel tiempo, Jesús
expulsó a un demonio, que era mudo. Apenas salió el demonio, habló
el mudo y la multitud quedó maravillada. Pero algunos decían:
"Este expulsa a los demonios con el poder de Satanás, el príncipe
de los demonios". Otros, para ponerlo a prueba, le pedían una señal
milagrosa.
Pero Jesús, que conocía sus malas intenciones, les dijo: "Todo
reino dividido por luchas internas va a la ruina y se derrumba casa por casa.
Si Satanás también está dividido contra sí mismo,
¿cómo mantendrá su reino?
Ustedes dicen que yo arrojo a los demonios con el poder de Satanás. Entonces,
¿con el poder de quién los arrojan los hijos de ustedes? Por eso,
ellos mismos serán sus jueces. Pero si yo arrojo a los demonios con el
dedo de Dios, eso significa que ha llegado a ustedes el Reino de Dios.
Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están
seguros; pero si otro más fuerte lo asalta y lo vence, entonces le quita
las armas en que confiaba y después dispone de sus bienes. El que no
está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo,
desparrama".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Para que te agraden, Señor, las ofrendas de tu pueblo, te pedimos que nos purifiques de todo contagio de mal y no permitas que nos entreguemos a falsos placeres ya que nos prometes el premio verdadero Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma, MR, pp. 492-496 (493-498).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 118, 4-5
Tú promulgas tus preceptos para que se observen con exactitud. Ojalá que mi conducta se ajuste siempre al cumplimiento de tu voluntad.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Acompaña, Señor, con tu bondadosa protección a quienes vivificas con tus sacramentos, para que recibamos, en la celebración de estos misterios y en nuestra vida, los frutos de tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Opcional
Imploramos, Señor
tu clemencia, confiados en tu misericordia, y ya que de ti recibimos todo lo
que somos, haz que por tu gracia podamos querer lo que es bueno, y realizar
lo que queremos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado, Feria de Cuaresma o Memoria parcial de Santa Francisca Romana, religiosa MR, pp. 223 (235), 689 (705); Lecc. I, p. 751
Otros santos: Domingo Savio, laico; Paciano de Barcelona, obispo.
LA CERCANÍA
CON EL REINO
Os 14.2-10; Mc 12.28-34
De discusiones y controversias nos informan los evangelistas. Cuando el Señor Jesús se animaba a debatir con los maestros de Israel no siempre se generaban consensos, sino más bien disensos. Este pasaje nos reporta uno de esos momentos de diálogo y conciliación. Tanto el letrado como el Señor Jesús acuerdan que el amor a Dios y el amor al prójimo son inseparables. Son las dos caras de un único mandamiento. Dios, como bien explica el profeta Oseas, nos quiere sin ponernos condiciones. Dios nos ama con tanta intensidad y está dispuesto a perdonarnos, porque toma totalmente en serio nuestra vida y nuestra dignidad. No soporta la idolatría ni el culto a Baal (considerado el dios que maneja el relámpago y la lluvia huracanada, tan apreciada en aquellas zonas desérticas) a que eran tan asiduos los contemporáneos del profeta Oseas, pero está siempre dispuesto a dar una segunda oportunidad a quien aprendiera a reconocer que las bendiciones provenían de su mano generosa.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 85, 8 10
No existe ningún otro dios igual a ti, porque tú eres grande y haces maravillas; tú eres el único Dios.
ORACIÓN COLECTA
Te rogamos, Señor bondadoso, que infundas tu gracia en nuestros corazones, para que, apartándonos siempre de todo humano extravío, podamos acoger, con tu ayuda, las inspiraciones que nos vienen de ti. Por nuestro Señor Jesucristo...
O bien en la memoria de santa Francisca Romana:
Dios nuestro, que nos diste en santa Francisca Romana un singular modelo de vida matrimonial y monástica, enséñanos a servirte con perseverancia, para que podamos reconocerte y seguirte en todas las circunstancias de la vida. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Nunca llamaremos ya “dios nuestro” a las obras de nuestras manos.
Del libro del profeta Oseas: 14, 2-10
Esto dice el Señor
Dios: "Israel, conviértete al Señor, Dios tuyo, pues tu maldad
te ha hecho sucumbir. Arrepiéntanse y acérquense al Señor
para decirle: 'Perdona todas nuestras maldades, acepta nuestro arrepentimiento
sincero, que solemnemente te prometemos.
Ya no nos salvará Asiria, ya no confiaremos en nuestro ejército,
ni volveremos a llamar "dios nuestro" a las obras de nuestras manos,
pues sólo en ti encuentra piedad el huérfano'.
Yo perdonaré sus infidelidades, dice el Señor; los amaré,
aunque no lo merezcan, porque mi cólera se ha apartado de ellos. Seré
para Israel como rocío; mi pueblo florecerá como el lirio, hundirá
profundamente sus raíces, como el álamo, y sus renuevos se propagarán,
su esplendor será como el del olivo y tendrá la fragancia de los
cedros del Líbano.
Volverán a vivir bajo mi sombra, cultivarán los trigales y las
viñas, que serán tan famosas como las del Líbano. Ya nada
tendrá que ver Efraín con los ídolos.
Yo te he castigado, pero yo también te voy a restaurar, pues soy como
un ciprés, siempre verde, y gracias a mí, tú das frutos.
Quien sea sabio, que comprenda estas cosas y quien sea prudente, que las conozca.
Los mandamientos del Señor son rectos y los justos los cumplen; los pecadores,
en cambio, tropiezan en ellos y caen". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 80, 6c-8a. 8bc-9. 10-11ab. 14. 17
R/. Yo soy tu Dios, escúchame.
Oyó Israel palabras
nunca oídas: "He quitado la carga de tus hombros y el pesado canasto
de tus manos. Clamaste en la aflicción y te libré. R/.
Te respondí, oculto entre los truenos, y te probé en Meribá,
junto a la fuente. Escucha, pueblo mío, mi advertencia, ¡Israel,
si quisieras escucharme! R/.
No tendrás otro Dios, fuera de mí, ni adorarás a dioses
extranjeros, porque yo el Señor, soy el Dios tuyo, que te sacó
de Egipto, tu destierro. R/.
¡Ojalá que mi pueblo me escuchara y cumpliera Israel mis mandamientos!
Comería de lo mejor de mi trigo y yo lo saciaría con miel silvestre".
R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Mt 4, 17
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Conviértanse dice el Señor, porque ya está cerca el Reino de los cielos. R/.
EVANGELIO
El Señor tu Dios es el único Dios: ámalo.
Del santo Evangelio según san Marcos: 12, 28-34
En aquel tiempo, uno de
los escribas se acercó a Jesús y le preguntó: "¿Cuál
es el primero de todos los mandamientos?". Jesús le respondió:
"El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único
Señor; amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón,
con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.
El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
No hay ningún mandamiento mayor que éstos".
El escriba replicó: "Muy bien, Maestro. Tienes razón, cuando
dices que el Señor es único y que no hay otro fuera de él,
y amarlo con todo el corazón, con toda el alma con todas las fuerzas,
y amar al prójimo como a uno mismo, vale más que todo los holocaustos
y sacrificios".
Jesús, viendo que había hablado muy sensatamente, le dijo: "No
estás lejos del Reino de Dios". Y ya nadie se atrevió a hacerle
más preguntas.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira benignamente, Señor, los dones que te consagramos, para que sean gratos a tus ojos y sirvan siempre para nuestra salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I- V de Cuaresma, MR, pp. 492-496 (493-498).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Mc 12, 33
Amara Dios con todo el corazón y al prójimo como a uno mismo, vale más que todos los sacrificios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Señor, que la acción de tu gracia penetre nuestras mentes y nuestros cuerpos, para que el sacramento recibido realice plenamente nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Opcional
Mira, propicio, Señor, a tus fieles, que imploran tu misericordia, para que, llenos de confianza en tu bondad, puedan difundir por todas partes los dones de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Blanco Feria de Cuaresma MIL, p. 224 (236): Lecc. I. p. 754 LH. Vísperas I del domingo: 4a. Semana del Salterio. Tomo II: pp. 1412. 3 Y 248. Para los fieles: pp. 722 y 178. Edición popular: pp. 289 y 433
Otros santos: Macario de Jerusalén, obispo; Maria Eugenia Milleret, fundadora. Beato Juan José Lataste, fundador.
NUBE MAÑANERA
Os 6. 1-6; Lc 18, 9-24
El profeta Oseas asoció la imagen vaporosa del rocío y la neblina del amanecer con la volátil fidelidad de los israelitas a Dios. A esos hombres y mujeres los conocía bien el profeta y por eso les indica un camino de renovación: buscar sinceramente la voluntad de Dios. Por si alguno alegara que era difícil indagarlo, Oseas establece una clara distinción: Dios se complace en los fieles que tratan compasiva y solidariamente a sus hermanos, antes que en la cuantía de las ofrendas que éstos llevan al templo. Por eso mismo, el Señor Jesús exhibe y reprueba al fariseo que se envanece de ayunar dos veces por semana y de pagar los diezmos. Más aún, parecía que tenía una conducta ética recta (no era ladrón ni adúltero) sin embargo, vivía demasiado seguro de sí mismo. Se relacionaba con Dios de manera funcional reclamándole que fuera un simple contador de sus méritos abundantes. Su aparente caridad estaba desprovista de una fe confiada en Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 102, 2-3
Bendice, alma mía, al Señor, y no te olvides de sus beneficios, pues Él perdona todas tus culpas.
ORACIÓN COLECTA
Llenos de alegría por la celebración anual de esta Cuaresma, te rogamos, Señor, que, frecuentando los sacramentos pascuales, gocemos de la plenitud de sus frutos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Yo quiero misericordia y no sacrificios.
Del libro del profeta Oseas: 6, 1-6
Esto dice el Señor:
"En su aflicción, mi pueblo me buscará y se dirán
unos a otros: 'Vengan, volvámonos al Señor; él nos ha desgarrado
y él nos curará; él nos ha herido y él nos vendará.
En dos días nos devolverá la vida, y al tercero, nos levantará
y viviremos en su presencia.
Esforcémonos por conocer al Señor; tan cierta como la aurora es
su aparición y su juicio surge como la luz; bajará sobre nosotros
como lluvia temprana, como lluvia de primavera que empapa la tierra'.
¿Qué voy a hacer contigo, Efraín? ¿Qué voy
a hacer contigo, Judá? Su amor es nube mañanera, es rocío
matinal que se evapora. Por eso los he azotado por medio de los profetas y les
he dado muerte con mis palabras. Porque yo quiero misericordia y no sacrificios,
conocimiento de Dios, más que holocaustos".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 50, 3-4. 18-19. 20-21ab
R/. Misericordia quiero, no sacrificios, dice el Señor.
Por tu inmensa compasión
y misericordia, Señor, apiádate de mí y olvida mis ofensas.
Lávame bien de todos mis delitos, y purifícame de mis pecados.
R/.
Tú, Señor, no te complaces en los sacrificios y si te ofreciera
un holocausto, no te agradaría. Un corazón contrito te presento,
y a un corazón contrito, tú nunca lo desprecias. R/.
Señor, por tu bondad, apiádate de Sión, edifica de nuevo
sus murallas. Te agradarán entonces los sacrificios justos, ofrendas
y holocaustos. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Sal 94, 8
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su corazón". R/.
EVANGELIO
El publicano regresó a su casa justificado y el fariseo no.
Del santo Evangelio según san Lucas: 18, 9-14
En aquel tiempo, Jesús
dijo esta parábola sobre algunos que se tenían por justos y despreciaban
a los demás:
"Dos hombres subieron al templo para orar: uno era fariseo y el otro, publicano.
El fariseo, erguido, oraba así en su interior: 'Dios mío, te doy
gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos y adúlteros;
tampoco soy como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo
de todas mis ganancias'.
El publicano, en cambio, se quedó lejos y no se atrevía a levantar
los ojos al cielo. Lo único que hacía era golpearse el pecho,
diciendo: 'Dios mío, apiádate de mí, que soy un pecador'.
Pues bien, yo les aseguro que éste bajó a su casa justificado
y aquél no; porque todo el que se enaltece será humillado y el
que se humilla será enaltecido".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor Dios, de cuya gracia nos viene que podamos, contritos de corazón, acercarnos a tus sacramentos, concédenos que, al celebrarlos dignamente, podamos rendirte una alabanza perfecta. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V MR. pp. 492-496 (493-498).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 18, 13
El publicano, en cambio, se quedó lejos, se golpeaba el pecho y decía: Dios mío, apiádate de mí, que soy un pecador.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios misericordioso, tributar digno homenaje a estos santos misterios, con los que sin cesar nos alimentas, y recibirlos siempre con espíritu de fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Opcional
Despliega, Señor, sobre tus fieles el auxilio de tu mano poderosa, para que podamos buscarte de todo corazón y merezcamos recibir lo que dignamente te pedimos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado o Rosa Domingo IV de Cuaresma o Laetare MR, p. 225 (238) / Lecc. I, p. 186 / LH. 4a. Semana
Otros santos: Pionio de Esmirna mártir; Domingo Cam, mártir; Esteban de Obacina, abad.
En este domingo se celebra el segundo escrutinio preparatorio para el Bautismo de los catecúmenos que van a ser admitidos a los sacramentos de la iniciación cristiana en la Vigilia Pascual. Se emplean las oraciones y las intercesiones propias que aparecen en el MR. pp. 937-939 (976-978). Sin embargo, en la segunda Misa de los escrutinios debe leerse siempre el Evangelio el pasaje del ciego de Nacimiento; y en la tercera, el de Lázaro, tal como se propone en los Domingos IV y V de Cuaresma para el ciclo A.
ACERCARSE A LA
LUZ
2 Crón 36, 14-16 19-23; Ef 2, 4-10: Jn 3, 14-21
La voluntad de Dios no es misteriosa, tampoco inaccesible. Está patente en los libros sagrados que recogen las enseñanzas de maestros, sabios y profetas. Es un llamado permanente a vivir la lealtad, la solidaridad con el débil y el necesitado y la confianza en la bondad de Dios. Nadie desconoce cuál es el camino del bien. Quien alegue ignorarlo finge no saberlo, porque así conviene a sus intereses egoístas. El mensaje del Evangelio de san Juan así lo aclara. Jesús es la encarnación del hombre nuevo. No es sólo el promotor de un mensaje, sino la correspondencia fiel y transparente entre la voluntad del Padre y la ejecución de la misma. No hay asomo de simulación ni dobles discursos. Quien quiera conocer cómo Dios nos pide que vivamos, solamente tiene que acercarse a Jesús y dejarse enseñar por su existencia modélica y ejemplar.
En esta misa pueden tocarse los instrumentos musicales, no solo para acompañar la voz, y se puede acompañar el altar con flores
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Is 66, 10-11
Alégrate, Jerusalén, y que se reúnan cuantos te aman. Compartan su alegría los que estaban tristes, vengan a saciarse con su felicidad.
No se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que por tu Palabra realizas admirablemente la reconciliación del género humano, concede al pueblo cristiano prepararse con generosa entrega y fe viva a celebrar las próximas fiestas de la Pascua. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
La ira del Señor desterró a su pueblo; su misericordia lo liberó.
Del segundo libro de las Crónicas: 36, 14-16.19-23
En aquellos días,
todos los sumos sacerdotes y el pueblo multiplicaron sus infidelidades, practicando
todas las abominables costumbres de los paganos, y mancharon la casa del Señor,
que él se había consagrado en Jerusalén. El Señor,
Dios de sus padres, los exhortó continuamente por medio de sus mensajeros,
porque sentía compasión de su pueblo y quería preservar
su santuario. Pero ellos se burlaron de los mensajeros de Dios, despreciaron
sus advertencias y se mofaron de sus profetas, hasta que la ira del Señor
contra su pueblo llegó a tal grado, que ya no hubo remedio.
Envió entonces contra ellos al rey de los caldeos. Incendiaron la casa
de Dios y derribaron las murallas de Jerusalén, pegaron fuego a todos
los palacios y destruyeron todos sus objetos preciosos. A los que escaparon
de la espada, los llevaron cautivos a Babilonia, donde fueron esclavos del rey
y de sus hijos, hasta que el reino pasó al dominio de los persas, para
que se cumpliera lo que dijo Dios por boca del profeta Jeremías: Hasta
que el país haya pagado sus sábados perdidos, descansará
de la desolación, hasta que se cumplan setenta años.
En el año primero de Ciro, rey de Persia, en cumplimiento de las palabras
que habló el Señor por boca de Jeremías, el Señor
inspiró a Ciro, rey de los persas, el cual mandó proclamar de
palabra y por escrito en todo su reino, lo siguiente: "Así habla
Ciro, rey de Persia: El Señor, Dios de los cielos, me ha dado todos los
reinos de la tierra y me ha mandado que le edifique una casa en Jerusalén
de Judá. En consecuencia, todo aquel que pertenezca a este pueblo, que
parta hacia allá, y que su Dios lo acompañe".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 136,1-2.4-5.6
R/. Tu recuerdo, Señor, es mi alegría.
Junto a los ríos
de Babilonia nos sentábamos a llorar de nostalgia; de los sauces que
estaban en la orilla colgamos nuestras arpas. R/.
Aquellos que cautivos nos tenían pidieron que cantáramos. Decían
los opresores: "Algún cantar de Sión, alegres, cántennos".
R/.
Pero, ¿cómo podríamos cantar un himno al Señor en
tierra extraña? !Que la mano derecha se me seque, si de ti, Jerusalén,
yo me olvidara! R/.
¡Que se me pegue al paladar la lengua, Jerusalén, si no te recordara,
o si, fuera de ti, alguna otra alegría yo buscara! R/.
SEGUNDA LECTURA
Muertos por los pecados, ustedes han sido salvados por la gracia.
De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 2, 4-10
Hermanos: La misericordia
y el amor de Dios son muy grandes; porque nosotros estábamos muertos
por nuestros pecados, y él nos dio la vida con Cristo y en Cristo. Por
pura generosidad suya, hemos sido salvados. Con Cristo y en Cristo nos ha resucitado
y con él nos ha reservado un sitio en el cielo. Así, en todos
los tiempos, Dios muestra, por medio de Jesús, la incomparable riqueza
de su gracia y de su bondad para con nosotros.
En efecto, ustedes han sido salvados por la gracia, mediante la fe; y esto no
se debe a ustedes mismos, sino que es un don de Dios. Tampoco se debe a las
obras, para que nadie pueda presumir, porque somos hechura de Dios, creados
por medio de Cristo Jesús, para hacer el bien que Dios ha dispuesto que
hagamos.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn 3. 16
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él tenga vida eterna. R/.
EVANGELIO
Dios envió a su Hijo al mundo para que el mundo se salve por él.
Del santo Evangelio según san Juan: 3,14-21
En aquel tiempo, Jesús
dijo a Nicodemo: "Así como Moisés levantó la serpiente
en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para
que todo el que crea en él tenga vida eterna.
Porque tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único,
para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que
el mundo se salvara por él. El que cree en él no será condenado;
pero el que no cree ya está condenado, por no haber creído en
el Hijo único de Dios.
La causa de la condenación es ésta: habiendo venido la luz al
mundo, los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran
malas. Todo aquel que hace el mal, aborrece la luz y no se acerca a ella, para
que sus obras no se descubran.
En cambio, el que obra el bien conforme a la verdad, se acerca a la luz, para
que se vea que sus obras están hechas según Dios".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos, hermanos, al Señor,
que no desea la muerte del pecador, sino que se convierta y viva, y pidámosle
que tenga misericordia de su pueblo penitente: (R/. Escúchanos, Señor.)
Para que Dios aumente la fe y fortalezca la voluntad de los que se preparan
a recibir en estos días cuaresmales el sacramento de la penitencia y
les conceda un verdadero arrepentimiento de sus culpas, roguemos al Señor.
Para que el Señor abra la inteligencia y el corazón de los incrédulos,
de manera que lleguen al conocimiento de la verdad, y en la fe encuentren aquel
descanso que tanto desea su corazón, roguemos al Señor.
Para que Dios conceda su ayuda a los enfermos, a los pobres, a los que se sienten
tentados y a todos aquellos que con su sufrimiento participan de la cruz de
Cristo, roguemos al Señor
Para que todos nosotros perseveremos en el esfuerzo cuaresmal y lleguemos, purificados
e iluminados, a las fiestas de Pascua que se acercan, roguemos al Señor.
Dios bueno y fiel, que nunca dejas de llamar a los que se extravían para
que se conviertan y vuelvan a ti y, en tu Hijo elevado sobre la cruz, nos curas
de las heridas del Maligno, escucha nuestras oraciones y concédenos tu
gracia, para que, renovados en el espíritu, podamos corresponder a los
dones de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Credo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te presentamos, Señor, llenos de alegría, estas ofrendas para el sacrificio y pedimos tu ayuda para celebrarlo con fe sincera y ofrecerlo dignamente por la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I- V de Cuaresma, MR, pp. 492-496 (493-498).
Si se emplean lecturas de la Misa de escrutinio, el prefacio IV de Cuaresma, MR, p. 226 (239).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 121, 3-4
Jerusalén ha sido edificada como ciudad bien compacta. Allá suben las tribus, las tribus del Señor, según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor Dios, luz que alumbra a todo hombre que viene a este mundo, ilumina nuestros corazones con el resplandor de tu gracia, para que podamos siempre pensar lo que es digno y grato a tus ojos y amarte con sincero corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Protege, Señor, a quienes te invocan, ayuda a los débiles y reaviva siempre con tu luz a quienes caminan en medio de las tinieblas de la muerte; concédeles que, liberados por tu bondad de todos los males, alcancen los bienes supremos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Si damos una mirada a nuestras instituciones públicas encontramos muchos motivos para la molestia y la indignación: abusos de poder, estafas, impunidad, etc. Los que buscan representarnos y solicitan nuestro voto no desconocen cuál es la ruta de mejora que puede sanear nuestra convivencia social. De hecho, tampoco desconocemos los ciudadanos ni los padres de familia o los profesionistas de cualquier ramo, qué nos compete hacer para mejorar nuestro desempeño personal. No es falta de información ni de inteligencia lo que nos mantiene atorados en actitudes mediocres. Es la defensa obscena de nuestra comodidad y nuestros intereses mezquinos. Alegamos llevar banderas defendibles: legalidad, justicia, el interés nacional. En realidad, nos desagrada la transparencia y la rendición de cuentas, porque nos impide incurrir en abusos de poder. Es lo que denuncia, en otro ámbito, el Señor Jesús: todo el que practica lo malo detesta la luz.
Morado Feria de Cuaresma MR p 228 (241) / Lecc. I. p. 761
Otros santos: Pablo Aureliano de Lyon, obispo; Luis Orione, fundador. Beata Fina de San Geminiano laica.
CERO NIÑOS
MALOGRADOS
Is 65, 17-21; Jn 4, 43-54
El cuadro tan esperanzador que nos pinta el último capítulo del profeta Isaías no puede pasar inadvertido para quienes sigan pensando que es posible mejorar nuestro mundo. Los cielos nuevos y la tierra nueva no son una tomadura de pelo. Incluyen unos rasgos muy definidos: lucha contra la enfermedad y la muerte prevenible (no habrá niños malogrados ni adultos que no colmen sus años), mínimos de bienestar para todos (casas, viñedos y trabajo bien remunerado). No es posible justificar la enorme riqueza de los ganadores de la globalización a costa de los salarios congelados de los trabajadores de México. Ese panorama representa la vieja tierra, el antiguo orden. Jesús sana al hijo del funcionario de Cafarnaúm, porque entiende que esa es la voluntad del Padre: la vida sana y abundante para todos.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 30. 7-8
Confío en ti, Señor. Me gozaré y me alegraré en tu misericordia porque te has fijado en mi aflicción.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que renuevas el mundo por medio de tus admirables sacramentos, concede que tu Iglesia progrese gracias a tus designios eternos y que no le falten los auxilios temporales. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Ya no se oirán gemidos ni llantos
Del libro del profeta Isaías: 65,17-21
Esto dice el Señor:
"Voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva; ya no recordaré
lo pasado, lo olvidaré de corazón.
Se llenarán ustedes de gozo y de perpetua alegría por lo que voy
a crear: Convertiré a Jerusalén en júbilo y a mi pueblo
en alegría. Me alegraré por Jerusalén y me gozare por mi
pueblo. Ya no se oirán en ella gemidos ni llantos.
Ya no habrá niños que vivan pocos días, ni viejos que no
colmen sus años y al que no los alcance se le tendrá por maldito.
Construirán casas y vivirán en ellas, plantarán viñas
y comerán sus frutos".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 29, 2.4. 5-6. 11-12a. 13b
R/. Te alabaré, Señor, eternamente.
Te alabaré, Señor,
pues no dejaste que se rieran de mí mis enemigos. Tú, Señor,
me salvaste de la muerte y a punto de morir, me reviviste. R/.
Alaben al Señor quienes lo aman, den gracias a su nombre, porque su ira
dura un solo instante y su bondad, toda la vida. El llanto nos visita por la
tarde; por la mañana, el júbilo. R/.
Escúchame, Señor, y compadécete; Señor, ven en mi
ayuda. Convertiste mi duelo en alegría, te alabaré por eso eternamente.
R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Am 5, 14
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Busquen el bien y no el mal, para que vivan, y el Señor estará con ustedes. R/.
EVANGELIO
Vete. tu hijo ya está sano
Del santo Evangelio según san Juan: 4, 43-54
En aquel tiempo, Jesús
salió de Samaria y se fue a Galilea. Jesús mismo había
declarado que a ningún profeta se le honra en su propia patria. Cuando
llegó, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo
lo que él había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues
también ellos habían estado allí.
Volvió entonces a Caná de Galilea, donde había convertido
el agua en vino. Había allí un funcionario real, que tenía
un hijo enfermo en Cafarnaúm. Al oír éste que Jesús
había venido de Judea a Galilea, fue a verlo y le rogó que fuera
a curar a su hijo, que se estaba muriendo. Jesús le dijo: "Si no
ven ustedes signos y prodigios, no creen". Pero el funcionario del rey
insistió: "Señor, ven antes de que mi muchachito muera".
Jesús le contestó: "Vete, tu hijo ya está sano".
Aquel hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino.
Cuando iba llegando, sus criados le salieron al encuentro para decirle que su
hijo ya estaba sano.
Él les preguntó a qué hora había empezado la mejoría.
Le contestaron: "Ayer, a la una de la tarde, se le quitó la fiebre".
El padre reconoció que a esa misma hora Jesús le había
dicho: 'Tu hijo ya está sano', y creyó con todos los de su casa.
Éste fue el segundo signo que hizo Jesús al volver de Judea a
Galilea.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te rogamos, Señor, que podamos alcanzar el fruto de la ofrenda que te presentamos, para que, purificados de la antigua situación de pecado, nos renueve la participación en la vida divina. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma, MR, pp. 492-496 (493-498).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Ez 36,27
Infundiré mi Espíritu en ustedes, y los haré vivir según mis preceptos y cumplir mis mandamientos, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor, que tus santos misterios, renovándonos, nos vivifiquen, nos reanimen con su vigorosa fuerza y, santificándonos, nos conduzcan a la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Opcional
Renueva, Señor, interior y exteriormente a tu pueblo, y ya que no quieres que lo frenen los placeres carnales, afiánzalo en su anhelo de los bienes espirituales. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Feria de Cuaresma M R. p. 229 (242): Lecc. I. p. 764
Otros santos: Rodrigo y Salomón de Córdoba, mártires; Eufrasia de Turquía, religiosa. Beata Dulce Lopes Pontes, religiosa.
NO TENGO A NADIE
Ez 47, 1-9. 12, Jn 5, 1-16
En ambas narraciones aparece el agua como elemento renovador de la vida. El relato del profeta Ezequiel nos describe el nacimiento de un manantial exuberante que va acrecentándose paulatinamente y va reverdeciendo el entorno desértico de Judea. La vida como fuerza renovadora que produce alimento, belleza y comida en un ámbito marcado por la carencia. El agua no es vista aquí solamente como un recurso vital, sino también como un símbolo del dinamismo espiritual que Dios regalará a Israel a la vuelta del destierro. El Evangelio de san Juan nos presenta a un hombre desconsolado que no tiene quien le auxilie cuando la piscina se agita. Luego de tan larga espera (38 años inválido) Jesús no puede ni quiere diferir su sanación. Le ordena levantarse y ponerse en marcha. Así, el Padre y Señor de la vida escucha a Jesús y restituye en aquel hombre la movilidad y la alegría de vivir.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Is 55, 1
Todos ustedes, los que tienen sed, vengan por agua, dice el Señor; y los que no tienen dinero, vengan y beban con alegría.
ORACIÓN COLECTA
Señor, que la venerable observancia de las prácticas cuaresmales disponga los corazones de tus fieles, para que puedan celebrar dignamente el misterio pascual y proclamar el himno de alabanza de tu salvación. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Vi salir agua del templo: era un agua que daba vida y fertilidad
Del libro del profeta Ezequiel: 47, 1-9. 12
En aquellos tiempos, un
hombre me llevó a la entrada del templo. Por debajo del umbral manaba
agua hacia el oriente, pues el templo miraba hacia el oriente, y el agua bajaba
por el lado derecho del templo, al sur del altar.
Luego me hizo salir por el pórtico del norte y dar la vuelta hasta el
pórtico que mira hacia el oriente, y el agua corría por el lado
derecho. Aquel hombre salió hacia el oriente, y con la cuerda que tenía
en la mano, midió quinientos metros y me hizo atravesar por el agua,
que me daba a los tobillos. Midió otros quinientos metros y me hizo pasar;
el agua me daba a las rodillas. Midió quinientos más y me hizo
cruzar; el agua me daba a la cintura. Era ya un torrente que yo no podía
vadear, pues habían crecido las aguas y no se tocaba el fondo. Entonces
me dijo: "¿Has visto, hijo de hombre?".
Después me hizo volver a la orilla del torrente, y al mirar hacia atrás,
vi una gran cantidad de árboles en una y otra orilla. Aquel hombre me
dijo: "Estas aguas van hacia la región oriental; bajarán
hasta el Arabá, entrarán en el mar de aguas saladas y lo sanearán.
Todo ser viviente que se mueva por donde pasa el torrente, vivirá; habrá
peces en abundancia, porque los lugares a donde lleguen estas aguas quedarán
saneados y por dondequiera que el torrente pase, prosperará la vida.
En ambas márgenes del torrente crecerán árboles frutales
de toda especie, de follaje perenne e inagotables frutos. Darán frutos
nuevos cada mes porque los riegan las aguas que manan del santuario. Sus frutos
servirán de alimento y sus hojas, de medicina".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 45, 2-3. 5-6. 8-9ab
R/. Con nosotros está Dios, el Señor.
Dios es nuestro refugio
y nuestra fuerza, quien en todo peligro nos socorre. Por eso no tememos, aunque
tiemble, y aunque al fondo del mar caigan los montes. R/.
Un río alegra a la ciudad de Dios, su morada el Altísimo hace
santa. Teniendo a Dios, Jerusalén no teme, porque Dios la protege desde
el alba. R/.
Con nosotros está Dios, el Señor; es el Dios de Israel nuestra
defensa. Vengan a ver las cosas sorprendentes que ha hecho el Señor sobre
la tierra. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Sal 50, 12. 14
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Crea en mí, Señor, un corazón puro y devuélveme tu salvación, que regocija. R/.
EVANGELIO
Al momento el hombre quedó curado.
Del santo Evangelio según san Juan: 5, 1-3. 5-16
Era un día de fiesta
para los judíos, cuando Jesús subió a Jerusalén.
Hay en Jerusalén, junto a la puerta de las Ovejas, una piscina llamada
Betesdá, en hebreo, con cinco pórticos, bajo los cuales yacía
una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos. Entre ellos estaba
un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo.
Al verlo ahí tendido y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo en tal estado,
Jesús le dijo: "¿Quieres curarte?". Le respondió
el enfermo: "Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando
se agita el agua. Cuando logro llegar, ya otro ha bajado antes que yo".
Jesús le dijo: "Levántate, toma tu camilla y anda".
Al momento el hombre quedó curado, tomó su camilla y se puso a
andar.
Aquel día era sábado. Por eso los judíos le dijeron al
que había sido curado: "No te es lícito cargar tu camilla".
Pero él contestó: "El que me curó me dijo: 'Toma tu
camilla y anda'". Ellos le preguntaron: "¿Quién es el
que te dijo: 'Toma tu camilla y anda'?". Pero el que había sido
curado no lo sabía, porque Jesús había desaparecido entre
la muchedumbre. Más tarde lo encontró Jesús en el templo
y le dijo: "Mira, ya quedaste sano. No peques más, no sea que te
vaya a suceder algo peor". Aquel hombre fue y les contó a los judíos
que el que lo había curado era Jesús. Por eso los judíos
perseguían a Jesús, porque hacía estas cosas en sábado.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te ofrecemos, Señor, estos dones que tú mismo nos has dado para que testimonien el auxilio que has dispuesto para nuestra condición mortal y se nos conviertan en alimento de inmortalidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma, MR, pp. 492-496 (493-498).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 22, 1-2
El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Purifica, Señor, en tu bondad, nuestro espíritu, y renuévalo con tus sacramentos celestiales, para que de la misma manera alcancemos, también para nuestro cuerpo, los auxilios presentes y futuros. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Opcional
Concede, Dios misericordioso, que tu pueblo permanezca siempre entregado a ti y obtenga sin cesar de tu bondad lo que va necesitando. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Feria de Cuaresma MR. p 230 (243): Lecc. I. p. 766
Otros santos: Matilde de Alemania, reina; Paulina de Turingia, religiosa. Beata Eva del Monte Cornelio, reclusa.
EL MODELAJE DE
LA COMPASIÓN
Is 49, 8-15; .Jn 5, 17-30
El cántico de Isaías es la asignación de una misión. Dios se dirige a un oyente atento con una serie de encargos. Conducirá Israel a la salvación y devolverá la lucidez y la sensatez a las naciones. No abandonará causa alguna ni se desentenderá de ninguna situación por más desesperada que parezca. No oferta consuelos vanos, sino esperanzas tangibles: enfermos que sanan; prisioneros que son liberados, desterrados que regresan a sus tierras para cultivarlas de forma pacífica. De esa esperanza cierta se hará portador Jesús. Por eso el Evangelio de san Juan lo presenta realizando señales que acarrean mejoría para el pueblo. El Señor Jesús no se presenta como un innovador, sino como un emulador del Padre. Así lo confiesa con toda sencillez y humildad: "un hijo no puede hacer nada de por sí, primero, tiene que vérselo hacer a su padre". Sencilla y complicada intuición. La exigencia de cumplir una función de modelaje ante nuestros hijos.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 68, 14
Ahora. Señor, que estás dispuesto a escucharme, respóndeme, Dios mío, por tu amor; que tu fidelidad me ayude.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que otorgas el premio a los justos y concedes el perdón a los pecadores que se arrepienten, ten misericordia de quienes te dirigen sus ruegos, para que el reconocimiento de nuestras culpas nos sirva para recibir tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Te constituí como alianza para el pueblo para restaurar la tierra.
Del libro del profeta Isaías: 49, 8-15
Esto dice el Señor:
"En el tiempo de la misericordia te escuché, en el día de
la salvación te auxilié. Yo te formé y te he destinado
para que seas alianza del pueblo: para restaurar la tierra, para volver a ocupar
los hogares destruidos, para decir a los prisioneros: 'Salgan', y a los que
están en tinieblas: 'Vengan a la luz'.
Pastarán de regreso a lo largo de todos los caminos, hallarán
pasto hasta en las dunas del desierto. No sufrirán hambre ni sed, no
los afligirá el sol ni el calor, porque el que tiene piedad de ellos
los conducirá a los manantiales. Convertiré en caminos todas las
montañas y pondrán terraplén a mis calzadas.
Miren: éstos vienen de lejos; aquellos, del norte y del poniente, y aquellos
otros, de la tierra de Senim".
Griten de alegría, cielos; regocíjate, tierra; rompan a cantar,
montañas, porque el Señor consuela a su pueblo y tiene misericordia
de los desamparados.
Sión había dicho: 'El Señor me ha abandonado, el Señor
me tiene en el olvido' ¿Puede acaso una madre olvidarse de su criatura
hasta dejar de enternecerse por el hijo de sus entrañas? Aunque hubiera
una madre que se olvidara, yo nunca me olvidaré de ti", dice el
Señor todopoderoso.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 144, 8-9. 13cd-145. 17-18
R/. El Señor es compasivo y misericordioso.
El Señor es compasivo
y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar. Bueno es el
Señor para con todos y su amor se extiende a todas sus creaturas. R/.
El Señor es siempre fiel a sus palabras y bondadoso en todas sus acciones.
Da su apoyo el Señor al que tropieza y al agobiado alivia.
R/
Siempre es justo el Señor en sus designios y están llenas de amor
todas sus obras. No está lejos de aquellos que lo buscan; muy cerca está
el Señor, de quien lo invoca. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn 11, 25. 26
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Yo soy la resurrección y la vida, dice el Señor; el que cree en mí no morirá para siempre. R/.
EVANGELIO
Como el Padre resucita a los muertos y les da vida, así el Hijo da la vida a quien él quiere dársela
Del santo Evangelio según san Juan: 5,17-30
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los judíos (que lo perseguían por hacer curaciones en sábado):
"Mi Padre trabaja siempre y yo también trabajo". Por eso los
judíos buscaban con mayor empeño darle muerte, ya que no sólo
violaba el sábado, sino que llamaba Padre suyo a Dios, igualándose
así con Dios.
Entonces Jesús les habló en estos términos: "Yo les
aseguro: El Hijo no puede hacer nada por su cuenta y sólo hace lo que
le ve hacer al Padre; lo que hace el Padre también lo hace el Hijo. El
Padre ama al Hijo y le manifiesta todo lo que hace; le manifestará obras
todavía mayores que éstas, para asombro de ustedes. Así
como el Padre resucita a los muertos y les da la vida, así también
el Hijo da la vida a quien él quiere dársela. El Padre no juzga
a nadie, porque todo juicio se lo ha dado al Hijo, para que todos honren al
Hijo, como honran al Padre. El que no honra al Hijo tampoco honra al Padre.
Yo les aseguro que, quien escucha mi palabra y cree en el que me envió,
tiene vida eterna y no será condenado en el juicio, porque ya pasó
de la muerte a la vida.
Les aseguro que viene la hora, y ya está aquí, en que los muertos
oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la hayan oído vivirán.
Pues así como el Padre tiene la vida en sí mismo, también
le ha dado al Hijo tener la vida en sí mismo; y le ha dado el poder de
juzgar, porque es el Hijo del hombre.
No se asombren de esto, porque viene la hora en que todos los que yacen en la
tumba oirán mi voz y resucitarán: los que hicieron el bien para
la vida; los que hicieron el mal, para la condenación. Yo nada puedo
hacer por mí mismo. Según lo que oigo, juzgo; y mi juicio es justo,
porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te rogamos, Señor, que la fuerza de este sacrificio nos purifique de nuestra antigua condición pecadora y nos haga crecer en vida nueva y salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma, MR, pp 492-496 (493-497).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 3, 17
Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salvara por él.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al recibir tus celestiales dones, te rogamos, Señor, no permitas que sea causa de condenación lo que en tu providencia diste a tus fieles como salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Opcional
Que defienda a tus siervos, Señor, la protección de tu bondad, para que, haciendo el bien en este mundo, puedan llegar hasta ti, que eres el sumo bien. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Feria de Cuaresma M R. p. 231 (244); Lecc, I, p. 769
Otros santos: Luisa de Marillac, fundadora; Lucrecia de Córdoba, mártir. Beato Artémide Zatti, religioso.
UN DIÁLOGO
INCOMPARABLE
Ex 32, 7-14; Jn 5, 31-47
El ambiente está cargado de tensión. Los israelitas se desesperan por el retraso de Moisés y piden a Aarón que les funda un becerro de metal que represente al Dios poderoso que los sacó de Egipto. Como era su costumbre, acompañan de comida y bebida aquella ceremonia festiva en honor del libertador. Nada fuera de lo común para ellos en aquel tiempo. El enojo de Dios se da porque han querido manejarlo a su antojo, confundiéndolo y encerrándole en la figura de un toro, símbolo de la fuerza y la fertilidad en aquella cultura. Han querido invertir los roles, erigiéndose en "dueños de su dios". Dios es quién conduce a Israel y no a la inversa. Es una pretensión obscena y ridícula porque reduce al Dios soberano a la categoría de un ídolo. La incomodidad de Dios está al límite y Moisés confronta a Dios recordándole sus promesas y compromisos. Más aún, lo invita al arrepentimiento ante el castigo inminente.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 104, 3-4
Alégrese el corazón de los que buscan al Señor. Busquen al Señor y serán fuertes; busquen su rostro sin descanso.
ORACIÓN COLECTA
Imploramos, Señor, con fervor tu misericordia, para que hagas que, convertidos por el arrepentimiento y ejercitados en las buenas obras, nosotros, tus siervos, perseveremos guardando fielmente tus mandamientos y lleguemos bien dispuestos a las fiestas pascuales. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
No castigues a tu pueblo por sus maldades.
Del libro del Éxodo: 32,7-14
En aquellos días,
dijo el Señor a Moisés: "Anda, baja del monte, porque tu
pueblo, el que sacaste de Egipto, se ha pervertido. No tardaron en desviarse
del camino que yo les había señalado. Se han hecho un becerro
de metal, se han postrado ante él y le han ofrecido sacrificios y le
han dicho: 'Este es tu dios, Israel; es el que te sacó de Egipto' ".
El Señor le dijo también a Moisés: "Veo que éste
es un pueblo de cabeza dura. Deja que mi ira se encienda contra ellos hasta
consumirlos. De ti, en cambio, haré un gran pueblo".
Moisés trató de aplacar al Señor, su Dios, diciéndole:
"¿Por qué ha de encenderse tu ira, Señor, contra este
pueblo que tú sacaste de Egipto con gran poder y vigorosa mano? ¿Vas
a dejar que digan los egipcios: ‘Los sacó con malas intenciones,
para hacerlos morir en las montañas y borrarlos de la superficie de la
tierra'? Apaga el ardor de tu ira, renuncia al mal con que has amenazado a tu
pueblo.
Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Jacob, siervos tuyos, a quienes juraste
por ti mismo, diciendo: 'Multiplicaré su descendencia como las estrellas
del cielo y les daré en posesión perpetua toda la tierra que les
he prometido' ". Y el Señor renunció al castigo con que había
amenazado a su pueblo.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 105, 19-20. 21-22.23
R/. Perdona, Señor, las culpas de tu pueblo.
En el Horeb hicieron un
becerro, un ídolo de oro, y lo adoraron. Cambiaron al Dios que era su
gloria por la imagen de un buey que come pasto. R/.
Se olvidaron del Dios que los salvó, y que hizo portentos en Egipto,
en la tierra de Cam, mil maravillas, y en las aguas del Mar Rojo, sus prodigios.
R/.
Por eso hablaba Dios de aniquilarlos; pero Moisés, que era su elegido,
se interpuso, a fin de que, en su cólera, no fuera el Señor a
destruirlos. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn 3, 16
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él tenga vida eterna. R/.
EVANGELIO
El que las acusa es Moisés, en quien ustedes han puesto su esperanza.
Del santo Evangelio según san Juan: 5, 31-47
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los judíos: "Si yo diera testimonio de mí, mi testimonio
no tendría valor; otro es el que da testimonio de mí y yo bien
sé que ese testimonio que da de mí, es válido.
Ustedes enviaron mensajeros a Juan el Bautista y él dio testimonio de
la verdad. No es que yo quiera apoyarme en el testimonio de un hombre. Si digo
esto, es para que ustedes se salven. Juan era la lámpara que ardía
y brillaba, y ustedes quisieron alegrarse un instante con su luz. Pero yo tengo
un testimonio mejor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido realizar
y que son las que yo hago, dan testimonio de mí y me acreditan como enviado
del Padre.
El Padre, que me envió, ha dado testimonio de mí. Ustedes nunca
han escuchado su voz ni han visto su rostro, y su palabra no habita en ustedes,
porque no le creen al que él ha enviado.
Ustedes estudian las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues
bien, ellas son las que dan testimonio de mí. ¡Y ustedes no quieren
venir a mí para tener vida! Yo no busco la gloria que viene de los hombres;
es que los conozco y sé que el amor de Dios no está en ellos.
Yo he venido en nombre de mi Padre y ustedes no me han recibido. Si otro viniera
en nombre propio, a ése sí lo recibirían.
¿Cómo va a ser posible que crean ustedes, que aspiran a recibir
gloria los unos de los otros y no buscan la gloria que sólo viene de
Dios?
No piensen que yo los voy a acusar ante el Padre; ya hay alguien que los acusa:
Moisés, en quien ustedes tienen su esperanza. Si creyeran en Moisés,
me creerían a mí, porque él escribió acerca de mí.
Pero, si no dan fe a sus escritos, ¿cómo darán fe a mis
palabras?".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te rogamos, Dios todopoderoso, que la oblación de este sacrificio purifique nuestra debilidad y la proteja de todo lo malo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma, MR, pp. 492-496 (493-498).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jr 31, 33
Yo pondré mi ley en lo más profundo de su ser y voy a grabarla en sus corazones. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Señor, que los sacramentos recibidos purifiquen y liberen de toda culpa a tus siervos, para que, quienes nos sentimos abatidos por el peso de los pecados, nos gloriemos en la plenitud del remedio celestial. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Opcional
Dios y Padre nuestro, protector de los que esperan en ti, bendice a tu pueblo: sálvalo, protégelo y disponlo para que, libre de todo pecado y a salvo de las asechanzas del enemigo, persevere siempre en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Feria de Cuaresma MR. p. 233 (245): Lecc. I. p. 772
Otros santos: Heriberto de Colonia, obispo; Julián de Anazarbo mártir; Abraham “el Solitario" de Egipto, ermitaño.
HEDONISMO PURO
Sab 2. 1-12-22; Jn 7. 1-1. 10. 25-30
El autor del libro de la Sabiduría caracteriza de forma magistral el proceder de los hombres cerrados a la trascendencia. Quienes vivían convencidos de que la muerte era el término definitivo de la existencia humana, querían estirar al máximo la liga del disfrute y el gozo. La juventud parecía tan fugaz como la neblina. Desde esa lógica se imponía una ansiedad de gozar desmedidamente de todo. No era esa la única conclusión que extraían de su forma materialista de entender la vida. También se otorgaban el permiso de abusar y explotar a los pobres, los ancianos y las viudas. Prepotentes, hasta el extremo de pregonar que la fuerza es el argumento del proceder correcto. Un descaro cínico que no deja de asomarse en el ánimo de los que veneran ciegamente la riqueza y el poder conseguidos a costa de la violencia y la injusticia. Son otras las circunstancias, pero la locura es la misma.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 53, 3-4
Señor, sálvame por tu nombre y líbrame con tu poder. Señor, escucha mi plegaria, presta oídos a las palabras de mi boca.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que preparaste abundantes remedios para nuestra fragilidad, concédenos que podamos recibir con alegría su efecto reparador y lo manifestemos con una vida santa. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Condenemos al justo a una muerte ignominiosa.
Del libro de la Sabiduría: 2, 1. 12-22
Los malvados dijeron entre
sí, discurriendo equivocadamente: "Tendamos una trampa al justo,
porque nos molesta y se opone a lo que hacemos; nos echa en cara nuestras violaciones
a la ley, nos reprende las faltas contra los principios en que fuimos educados.
Presume de que conoce a Dios y se proclama a si mismo hijo del Señor.
Ha llegado a convertirse en un vivo reproche de nuestro modo de pensar y su
sola presencia es insufrible, porque lleva una vida distinta de los demás
y su conducta es extraña. Nos considera como monedas falsas y se aparta
de nuestro modo de vivir como de las inmundicias. Tiene por dichosa la suerte
final de los justos y se gloría de tener por padre a Dios.
Veamos si es cierto lo que dice, vamos a ver qué le pasa en su muerte.
Si el justo es hijo de Dios, él lo ayudará y lo librará
de las manos de sus enemigos. Sometámoslo a la humillación y a
la tortura para conocer su temple y su valor. Condenémoslo a muerte ignominiosa,
porque dice que hay quien mire por él".
Así discurren los malvados, pero se engañan; su malicia los ciega.
No conocen los ocultos designios de Dios, no esperan el premio de la virtud,
ni creen en la recompensa de una vida intachable.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 33, 17-18. 19-20. 21.23
R/. El Señor no está lejos de sus fieles.
En contra del malvado está
el Señor, para borrar de la tierra su memoria. Escucha, en cambio, al
hombre justo y lo libra de todas sus congojas. R/.
El Señor no está lejos de sus fieles y levanta a las almas abatidas.
Muchas tribulaciones pasa el justo, pero de todas ellas Dios lo libra. R/.
Por los huesos del justo vela Dios, sin dejar que ninguno se le quiebre. Salva
el Señor la vida de sus siervos; no morirán quienes en él
esperan. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Mt 4, 4
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios. R/.
EVANGELIO
Trataban de capturar a Jesús, pero aún no había llegado su hora
Del santo Evangelio según san Juan: 7, 1-2. 10. 25-30
En aquel tiempo, Jesús
recorría Galilea, pues no quería andar por Judea, porque los judíos
trataban de matarlo. Se acercaba ya la fiesta de los judíos, llamada
de los Campamentos.
Cuando los parientes de Jesús habían llegado ya a Jerusalén
para la fiesta llegó también él, pero sin que la gente
se diera cuenta, como de incógnito. Algunos, que eran de Jerusalén,
se decían: "¿No es éste al que quieren matar? Miren
cómo habla libremente y no le dicen nada. ¿Será que los
jefes se han convencido de que es el Mesías? Pero nosotros sabemos de
dónde viene éste; en cambio, cuando llegue el Mesías, nadie
sabrá de dónde viene".
Jesús, por su parte, mientras enseñaba en el templo, exclamó:
"Conque me conocen a mí y saben de dónde vengo... Pues bien,
yo no vengo por mi cuenta, sino enviado por el que es veraz; y a él ustedes
no lo conocen. Pero yo sí lo conozco, porque procedo de él y él
me ha enviado". Trataron entonces de capturarlo, pero nadie le pudo echar
mano, porque todavía no había llegado su hora. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que el poder de este sacrificio nos purifique, para llegar bien dispuestos a las fiestas pascuales, que son el origen de nuestra salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma. MR, pp. 492-496 (493-498).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Ef 1, 7
Por medio de su Sangre, Cristo nos ha obtenido la redención y el perdón de los pecados. En esto se manifiesta la riqueza de su gracia
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor, que así como pasamos de lo antiguo a lo nuevo, así, renunciando al pecado, quedemos renovados con una vida santa. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Opcional
Dios y Padre nuestro, vuelve tus ojos hacia estos hijos tuyos, y protege bondadosamente con tu auxilio celestial a quienes confían en tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor
Morado Feria de Cuaresma o Memoria parcial de San Patricio, obispo* MR. pp. 234 (246) y 689 (706): Lecc. I. p. 775 LH. Vísperas I del domingo: 1a. Semana del Salterio Tomo II: pp. 1099, 3 y 314. Para los fieles: pp. 472 y 178. Edición popular: pp. 13 y 435
Otros santos: Juan Sarkander, mártir. Beato Juan Nepomuceno Zegrí, fundador.
Nació en Inglaterra hacia el 385. Consagró su vida a la evangelización de Irlanda. Su oración y penitencia eran asombrosas, y a ellas juntaba un sentido grande de la realidad que lo capacito para adoptar su apostolado a las condiciones sociales y políticas de los celtas. Ya consagrado obispo, plantó en forma definitiva la Iglesia en toda la isla (hacia 461).
UN NOMBRE PROSCRITO
Jer 11. 18-20; Jn 7, 40-53
Contra el profeta Jeremías se armó una confabulación en toda forma, al punto que no sólo las autoridades, sino los mismos parientes, se aliaron para atacarlo. Su nombre mismo despertaba pulsiones violentas. Había que aniquilar a Jeremías y desterrar hasta su mismo recuerdo. Tanta virulencia contra un profeta parece desmedida. Los contemporáneos de Jeremías no soportaban oír un mensaje que cuestionaba sus intereses y creencias tradicionales. Es la misma intolerancia que se desencadena contra el profeta de Nazaret. Hasta sus mismos orígenes galileos les resultan insoportables. Lo que aprendemos de este relato es que Jesús desajusta los esquemas religiosos de sus hermanos. Como se mantenían aferrados a sus prejuicios fueron incapaces de abrirse al llamado que Dios les hacía. Unos cuantos oyentes se dejaron sacudir por su amorosa compasión.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 17. 5-7
Me cercaban olas mortales, los dolores del infierno me acorralaban; pero en mi angustia invoqué al Señor, y él escuchó mi voz desde su templo.
ORACIÓN COLECTA
Que la acción de tu misericordia, Señor, dirija nuestros corazones, ya que sin tu ayuda no podemos agradarte. Por nuestro Señor Jesucristo...
*O bien en la memoria de san Patricio:
Dios nuestro, que enviaste al obispo san Patricio para evangelizar a los pueblos de Irlanda, por sus méritos e intercesión concede, a quienes nos gloriamos del nombre cristiano, anunciar siempre tus maravillas a los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA
Yo era como un manso cordero, que es llevado a degollar.
Del libro del profeta Jeremías: 11, 18-20
En aquel tiempo, dijo Jeremías:
"El Señor me instruyó y yo comprendí; él me
explicó lo que hacían. Yo era como un manso cordero que es llevado
a degollar, y no sabía lo que tramaban contra mí, diciendo: 'Talemos
el árbol en su pleno vigor, arranquémoslo de la tierra de los
vivos y que su nombre no se pronuncie más'.
Ahora tú, Señor de los ejércitos, justo juez, que sondeas
lo más íntimo del corazón, haz que yo vea tu venganza contra
ellos, porque a ti he encomendado mi causa". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 7, 2-3. 9bc-10. 11-12
R/. En ti, Señor, me refugio.
En ti, Dios mío,
me refugio: de mis perseguidores, sálvame. No permitas que algunos, como
fieras, me destrocen y nadie me rescate. R/.
Tú que llegas, Señor, a lo más hondo del corazón
humano, tú júzgame, Señor, según mis méritos;
conforme a mi inocencia, da tu fallo. Apoya al hombre recto, pon fin a la maldad
de los malvados. R/.
Tengo mi escudo en Dios, que salva a los de recto corazón. Alabaré
al Señor por su justicia y cantaré el nombre del Altísimo.
R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 8, 15
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Dichosos los que cumplen la palabra del Señor con un corazón bueno y sincero, y perseveran hasta dar fruto. R/.
EVANGELIO
¿Acaso de Galilea va a venir el Mesías?
Del santo Evangelio según san Juan: 7, 40-53
En aquel tiempo, algunos
de los que habían escuchado a Jesús comenzaron a decir: "Éste
es verdaderamente el profeta". Otros afirmaban: "Éste es el
Mesías". Otros, en cambio, decían: "¿Acaso el
Mesías va a venir de Galilea? ¿No dice la Escritura que el Mesías
vendrá de la familia de David, y de Belén, el pueblo de David?".
Así surgió entre la gente una división por causa de Jesús.
Algunos querían apoderarse de él, pero nadie le puso la mano encima.
Los guardias del templo, que habían sido enviados para apresar a Jesús,
volvieron a donde estaban los sumos sacerdotes y los fariseos, y éstos
les dijeron: "¿Por qué no lo han traído?". Ellos
respondieron: "Nadie ha hablado nunca como ese hombre". Los fariseos
les replicaron: "¿Acaso también ustedes se han dejado embaucar
por él? ¿Acaso ha creído en él alguno de los jefes
o de los fariseos? La chusma ésa, que no entiende la ley, está
maldita".
Nicodemo, aquel que había ido en otro tiempo a ver a Jesús, y
que era fariseo, les dijo: "¿Acaso nuestra ley condena a un hombre
sin oírlo primero y sin averiguar lo que ha hecho?". Ellos le replicaron:
"¿También tú eres galileo? Estudia las Escrituras
y verás que de Galilea no ha salido ningún profeta". Y después
de esto, cada uno de ellos se fue a su propia casa.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, con agrado nuestras ofrendas y atrae hacia ti bondadosamente nuestras voluntades rebeldes. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma. MR, pp. 492-496(493-498).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Pe 1, 18-19
Hemos sido rescatados con la Sangre preciosa de Cristo, el Cordero sin defecto y sin mancha.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor, que tus santos misterios nos purifiquen y que con su eficacia nos hagan gratos a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Opcional
Protege, Señor, a tu pueblo, que camina presuroso hacia la Pascua, y acompáñalo con el generoso auxilio de tu gracia celestial, para que, animado con los consuelos visibles, se sienta mucho más atraído hacia los bienes invisibles. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado V Domingo de Cuaresma [Se omite la memoria de San Cirilo de Jerusalén, obispo y doctor de la Iglesia) MR p. 235 (217) / Lecc I p. 189
Otros santos: Alejandro de Jerusalén, mártir; Salvador de Horta, presbítero.
La costumbre de cubrir las cruces y las imágenes durante este tiempo puede conservarse a juicio de la Conferencia Episcopal. Las cruces permanecen cubiertas hasta después de la celebración de la Pasión del Señor, el Viernes Santo y las imágenes hasta del comienzo de la Vigilia Pascual.
LA LECCIÓN
DEL TRIGO
Jer 31, 31-34; Heb 5.7-9; Jn 12, 20-33
Nada tan poderoso como el
apego a la propia vida. ¿Quién podrá negarlo, diciendo
que está deseoso de morir? Solamente quienes han quedado atrapados por
la desesperanza y el fracaso. No era ese el caso del Señor Jesús
quien amaba la vida, disfrutaba de la comida y de la fiesta en compañía
de sus amigos; gozaba de la cálida cercanía de sus discípulas
y abrazaba con gusto a los pequeños. Sabía cuánto lo amaba
el Padre y gozaba de los atardeceres solitarios junto al lago de Galilea. No
era ni un ermitaño ni un desadaptado. La decisión de entregar
su vida le costó noches de oración y desvelo. Se alejaba y se
acercaba a Jerusalén porque intuía que ahí se decidiría
su destino. Cuando su corazón estuvo bien dispuesto se decidió
irrevocablemente a cumplir la lección del grano de trigo. No se apegaría
a su existencia terrena, porque estaba cierto que el Padre le conservaría
en su vida plena para siempre.
En este domingo se celebra el tercer escrutinio preparatorio para el Bautismo
de los catecúmenos que van ser admitidos a los sacramentos de la Iniciación
cristiana en la Vigilia Pascual. Se emplean las oraciones y las intercesiones
propias, que aparecen en el MR pp. 937-939 (976-978). Sin embargo, en la tercera
Misa de los escrutinios debe leerse siempre el Evangelio con el pasaje de Lázaro,
tal como se propone en el Domingo V de Cuaresma para el ciclo A.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 42, 1-2
Señor, hazme justicia. Defiende mi causa contra gente sin piedad, sálvame del hombre injusto y malvado, tú que eres mi Dios y mi defensa.
No se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Te rogamos, Señor Dios nuestro, que, con tu auxilio, avancemos animosamente hacia aquel grado de amor con el que tu Hijo, por la salvación del mundo, se entregó a la muerte. El que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Haré una alianza nueva y no recordaré sus pecados.
Del libro del profeta Jeremías: 31, 31-34
"Se acerca el tiempo,
dice el Señor, en que haré con la casa de Israel y la casa de
Judá una alianza nueva. No será como la alianza que hice con los
padres de ustedes, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto.
Ellos rompieron mi alianza y yo tuve que hacer un escarmiento con ellos.
Ésta será la alianza nueva que voy a hacer con la casa de Israel:
Voy a poner mi ley en lo más profundo de su mente y voy a grabarla en
sus corazones.
Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Ya nadie tendrá
que instruir a su prójimo ni a su hermano, diciéndole: `Conoce
al Señor', porque todos me van a conocer, desde el más pequeño
hasta el mayor de todos, cuando yo les perdone sus culpas y olvide para siempre
sus pecados". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 50, 3-4. 12-13. 14-15.
R/. Crea en mí, Señor, un corazón puro.
Por tu inmensa compasión
y misericordia, Señor, apiádate de mí y olvida mis ofensas.
Lávame bien de todos mis delitos y purifícame de mis pecados.
R/.
Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu
nuevo para cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti,
ni retires de mí tu santo espíritu. R/.
Devuélveme tu salvación, que regocija, y mantén en mí
un alma generosa. Enseñaré a los descarriados tus caminos y volverán
a ti los pecadores. R/.
SEGUNDA LECTURA
Aprendió a obedecer y se convirtió en autor de salvación eterna.
De la carta a los hebreos: 5, 7-9
Hermanos: Durante su vida
mortal, Cristo ofreció oraciones y súplicas, con fuertes voces
y lágrimas, a aquel que podía librarlo de la muerte, y fue escuchado
por su piedad. A pesar de que era el Hijo, aprendió a obedecer padeciendo,
y llegado a su perfección, se convirtió en la causa de la salvación
eterna para todos los que lo obedecen.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn 12, 26
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
El que quiera servirme, que me siga, para que donde yo esté, también esté mi servidor. R/.
EVANGELIO
Si el grano de trigo sembrado en la tierra muere, producirá mucho fruto.
Del santo Evangelio según san Juan: 12, 20-33
Entre los que habían
llegado a Jerusalén para adorar a Dios en la fiesta de Pascua, había
algunos griegos, los cuales se acercaron a Felipe, el de Betsaida de Galilea,
y le pidieron: "Señor, quisiéramos ver a Jesús".
Felipe fue a decírselo a Andrés; Andrés y Felipe se lo
dijeron a Jesús y él les respondió: "Ha llegado la
hora de que el Hijo del hombre sea glorificado. Yo les aseguro que si el grano
de trigo, sembrado en la tierra, no muere, queda infecundo; pero si muere, producirá
mucho fruto.
El que se ama a sí mismo, se pierde; el que se aborrece a sí mismo
en este mundo, se asegura para la vida eterna. El que quiera servirme, que me
siga para que donde yo esté, también esté mi servidor.
El que me sirve será honrado por mi Padre.
Ahora que tengo miedo, ¿le voy a decir a mi Padre: `Padre, líbrame
de esta hora'? No, pues precisamente para esta hora he venido. Padre, dale gloria
a tu nombre". Se oyó entonces una voz que decía: "Lo
he glorificado y volveré a glorificarlo".
De entre los que estaban ahí presentes y oyeron aquella voz, unos decían
que había sido un trueno; otros, que le había hablado un ángel.
Pero Jesús les dijo: "Esa voz no ha venido por mí, sino por
ustedes. Está llegando el juicio de este mundo; vaya a ser arrojado el
príncipe de este mundo. Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré
a todos hacia mí". Dijo esto, indicando de qué manera habría
de morir.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos, amados hermanos,
y pidamos la misericordia del Señor para que, compadecido de su pueblo
penitente, escuche nuestras plegarias: (R/. Escúchanos, Señor)
Para que el Redentor del mundo, que se entregó a la muerte para
vivificar a su pueblo, libere a la Iglesia de todo mal, roguemos al Señor
Para que el Redentor del mundo, que oró en la cruz por quienes lo crucificaban,
interceda ante el Padre por los pecadores, roguemos al Señor.
Para que el Redentor de mundo, que experimentó en la cruz el sufrimiento
y la angustia, se compadezca de los que sufren, les dé fortaleza y paciencia
y ponga fin a sus dolores, roguemos al Señor.
Para que el Redentor del mundo a nosotros, sus siervos, que en estos días
nos disponemos a recordar con veneración su cruz, nos reconforte con
la fuerza de su resurrección, roguemos al Señor.
Escucha, Padre, las súplicas de tu Hijo, que, para establecer la
alianza nueva y eterna, por obediencia aceptó hasta la muerte de cruz;
haz que, a través de las pruebas de la vida, sepamos participar íntimamente
de su pasión y, alcanzando la fecundidad del grano que muere, merezcamos
ser reunidos, como cosecha buena, en los graneros de tu reino. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Escúchanos, Dios todopoderoso, y concede a tus siervos, en quienes infundiste la sabiduría de la fe cristiana, quedar purificados, por la eficacia de este sacrificio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma, MR. pp. 492-496 (493-498).
Si se emplean lecturas de la Misa de escrutinios, el prefacio V de Cuaresma. MR. pp. 235-236 (247-248).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 12, 24-25
Yo les aseguro que, si el grano de trigo sembrado en la tierra, no muere, queda infecundo; pero si muere, producirá mucho fruto.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Dios todopoderoso, que podamos contarnos siempre entre los miembros de aquel cuyo Cuerpo y Sangre acabamos de comulgar. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Bendice, Señor, a tu pueblo, que espera los dones de tu misericordia, y concédele recibir de tu mano generosa lo que tú mismo lo mueves a pedir. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Las estadísticas recientes sobre las prácticas y creencias religiosas en México muestran un descenso significativo en el número de personas que se confiesan cristianas o católicas y que, a la vez, están convencidas de una vida perdurable después de la muerte. Por una serie de razones se propaga cierta visión cerrada a la esperanza en la vida futura. Desde esa perspectiva se complica asumir opciones más generosas y decididas a favor de los demás. Quien piense que la vida es una realidad perecedera, pretenderá estirarla al máximo, viviendo demasiado centrado en sí mismo. Quien aprenda, como Jesús, que la vida es un regalo del Padre, que nos fue dada sin condiciones y que, de la misma manera, la vida y muerte salvadora de Jesucristo nos pavimentará el camino para participar de la plenitud de su vida podrá vivir conforme a la lección del grano de trigo.
San José, esposo de la Santísima Virgen María
Blanco Solemnidad MR. p. 690 (707); Lecc. I. p. 1002
Otros santos: Beata Sibilina Biscossi, laica; Juan Buralli, presbítero.
Su misión en esta vida consistió en velar por Jesús "haciendo las veces de padre" (Prefacio). Pero el Señor ha querido que la cabeza de la Sagrada Familia siga cumpliendo la misma función con la Iglesia, que es el cuerpo de Cristo. Maria es madre de la Iglesia; san José, el protector.
RELACIONES PATERNO-FILIALES
2 Sam 7. 4-5. 12-14.16; Rom 4. 13. 16-18. 22; Lc 2, 41-51
El libro de Samuel, al igual que el pasaje del Evangelio, nos refiere sucesos relativos a las relaciones paterno-filiales. En el primer texto, Dios se presenta como padre adoptivo del rey de Israel, quien tendrá que conducirse como hijo obediente de Dios, atento a cumplir su voluntad, sin dejarse ensoberbecer por delirios de grandeza humana, tan comunes en las monarquías de la época. El rey es un servidor del pueblo y en tanto lo sea, Dios le mantendrá su fidelidad. Por su parte, el Evangelio de san Lucas refiere la visita de la familia de Jesús al templo de Jerusalén. El atractivo de la fiesta de Pascua era tan fuerte que se congregaban miles de israelitas. El extravío del pequeño Jesús en Jerusalén resulta verosímil. El incidente es aprovechado por el evangelista para presentarnos la soberana libertad del pequeño Jesús, que vive pendiente de la voluntad de su Padre, antes que cualquier otra preocupación.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Lc 12, 42
Éste es el siervo fiel y prudente, a quien el Señor puso al frente de su familia.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso, que quisiste poner bajo la protección de san José el nacimiento y la infancia de nuestro Redentor, concédele a tu Iglesia proseguir y llevar a término, bajo su patrocinio, la obra de la redención humana. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
El Señor Dios le dará el trono de David, su padre.
Del segundo libro de Samuel: 7, 4-5. 12-14.16
En aquellos días,
el Señor le habló al profeta Natán y le dijo: "Ve
y dile a mi siervo David que el Señor le manda decir esto: 'Cuando tus
días se hayan cumplido y descanses para siempre con tus padres, engrandeceré
a tu hijo, sangre de tu sangre, y consolidaré su reino.
El me construirá una casa y yo consolidaré su trono para siempre.
Yo seré para él un padre y él será para mí
un hijo. Tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante mí,
y tu trono será estable eternamente"'
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 88, 22-3. 4-5. 27.29
R/. Su descendencia perdurará eternamente.
Proclamaré sin cesar
la misericordia del Señor y daré a conocer que su fidelidad es
eterna, pues el Señor ha dicho: "Mi amor es para siempre y mi lealtad,
más firme que los cielos. R/.
Un juramento hice a David, mi servidor, una alianza pacté con mi elegido:
'Consolidaré tu dinastía para siempre y afianzaré tu trono
eternamente'. R/.
El me podrá decir: ‘Tú eres mi padre, el Dios que me protege
y que me salva'. Yo jamás le retiraré mi amor ni violaré
el juramento que le hice". R/.
SEGUNDA LECTURA
Esperando contra toda esperanza, Abraham creyó.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 4, 13. 16- 18. 22
Hermanos: La promesa que
Dios hizo a Abraham y a sus descendientes, de que ellos heredarían el
mundo, no dependía de la observancia de la ley, sino de la justificación
obtenida mediante la fe.
En esta forma, por medio de la fe, que es gratuita, queda asegurada la promesa
para todos sus descendientes, no sólo para aquellos que cumplen la ley,
sino también para todos los que tienen la fe de Abraham. Entonces, él
es padre de todos nosotros, como dice la Escritura: Te he constituido padre
de todos los pueblos.
Así pues, Abraham es nuestro padre delante de aquel Dios en quien creyó
y que da la vida a los muertos y llama a la existencia a las cosas que todavía
no existen. Él, esperando contra toda esperanza, creyó que habría
de ser padre de muchos pueblos, conforme a lo que Dios le había prometido:
Así de numerosa será tu descendencia. Por eso, Dios le acreditó
esta fe como justicia.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Sal 83. 5
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Dichosos los que viven en tu casa; siempre, Señor, te alabarán. R/.
EVANGELIO
Tu padre y yo te hemos estado buscando llenos de angustia.
Del santo Evangelio según san Lucas: 2, 41-51
Los padres de Jesús
solían ir cada año a Jerusalén para las festividades de
la Pascua. Cuando el niño cumplió doce años, fueron a la
fiesta, según la costumbre. Pasados aquellos días, se volvieron,
pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que
sus padres lo supieran. Creyendo que iba en la caravana, hicieron un día
de camino; entonces lo buscaron, y al no encontrarlo, regresaron a Jerusalén
en su busca.
Al tercer día lo encontraron en el templo, sentado en medio de los doctores,
escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que lo oían
se admiraban de su inteligencia y de sus respuestas. Al verlo, sus padres se
quedaron atónitos y su madre le dijo: "Hijo mío, ¿por
qué te has portado así con nosotros? Tu padre y yo te hemos estado
buscando llenos de angustia". Él les respondió: "¿Por
qué me andaban buscando? ¿No sabían que debo ocuparme en
las cosas de mi Padre?". Ellos no entendieron la respuesta que les dio.
Entonces volvió con ellos a Nazaret y siguió sujeto a su autoridad.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
O bien:
José hizo lo que 1e había mandado el ángel del Señor
Del santo Evangelio según san Mateo: 1, 16. 18-21. 24
Jacob engendró a
José, el esposo de María, de la cual nació Jesús,
llamado Cristo.
Cristo vino al mundo de la siguiente manera: Estando María, su madre,
desposada con José y antes de que vivieran juntos, sucedió que
ella, por obra del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. José,
su esposo, que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó
dejarla en secreto.
Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en
sueños: "José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa
a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu
Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de
Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados".
Cuando José despertó de aquel sueño, hizo lo que le había
mandado el ángel del Señor.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te rogamos, Señor, que así como san José sirvió con amorosa entrega a tu Unigénito, nacido de la Virgen María, así también nosotros, con un corazón limpio, merezcamos servirte en tu altar. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio: Misión de san José, MR. p 691 (708).
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Y alabar, bendecir y proclamar tu gloria en la solemnidad de san José, porque él es el hombre justo que diste por esposo a la Virgen Madre de Dios, el fiel y prudente servidor a quien constituiste jefe de tu familia para que, haciendo las veces de padre, cuidara a tu Unigénito, concebido por obra del Espíritu Santo, Jesucristo, Señor nuestro. Por Él, los ángeles y los arcángeles, y todos los coros celestiales, celebran tu gloria, unidos en común alegría. Permítenos asociarnos a sus voces cantando humildemente tu alabanza: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 25, 21
Alégrate, siervo bueno y fiel. Entra a compartir el gozo de tu Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, protege siempre a esta familia tuya que alimentada con el sacramento del altar, se alegra hoy al celebrar la solemnidad de san José, y conserva en ella los dones que con tanta bondad le concedes. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Opcional
Dios y Padre nuestro, purifica de sus pecados al pueblo que te suplica, para que llevando una vida santa se vea libre de toda adversidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Feria de Cuaresma MR, p. 239 (251): Lecc. I. p. 789
Otros santos: Cutberto de Lindisfarne, obispo; José Bilczewski obispo; María Josefa del Corazón de Jesús, fundadora.
DEL SÍMBOLO
A LA REALIDAD
Núm 21, 4-9; Jn 8 21-30
El extraño suceso de las serpientes venenosas que encuentra salida en la erección de una serpiente sobre un palo, revela parte de las creencias tradicionales sobre remedios y curaciones que todavía subsisten en algunos pueblos. La fe es un ingrediente poderoso para conseguir la salud. Quien no confía en el médico que lo atiende, difícilmente encontrará el alivio. En el plano de la fe cristiana encontramos una situación similar. El Señor Jesús, que termina sus días crucificado sobre un madero suscita interrogantes para quienes pretenden explicar todo desde el ángulo de la más estricta racionalidad, así, un crucificado no parece alguien que merezca ser llamado salvador. Sin embargo, no es el hecho doloroso de la crucifixión lo que revela la fuerza salvadora de Jesucristo. Es la actitud de amorosa obediencia que manifiesta él ante el amor desmedido del Padre.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 26, 14
Espera en el Señor y sé fuerte; ten valor y abandónate al Señor.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Padre, perseverar en el cumplimiento de tu voluntad para que, en este tiempo en que vivimos, el pueblo consagrado a tu servicio crezca en número y en santidad. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Si alguno era mordido y miraba la serpiente de bronce, quedaba curado.
Del libro de los Números: 21, 4-9
En aquellos días,
los hebreos salieron del monte Hor en dirección al Mar Rojo, para rodear
el territorio de Edom; pero por el camino, el pueblo se impacientó y
murmuró contra Dios y contra Moisés, diciendo: "¿Para
qué nos sacaste de Egipto? ¿Para que muriéramos en el desierto?
No tenemos pan ni agua y ya estamos hastiados de esta miserable comida".
Entonces envió Dios contra el pueblo serpientes venenosas, que los mordían,
y murieron muchos israelitas. El pueblo acudió a Moisés y le dijo:
"Hemos pecado al murmurar contra el Señor y contra ti. Ruega al
Señor que aparte de nosotros las serpientes". Moisés rogó
al Señor por el pueblo y el Señor le respondió: "Haz
una serpiente como ésas y levántala en un palo. El que haya sido
mordido por las serpientes y mire la que tú hagas, vivirá".
Moisés hizo una serpiente de bronce y la levantó en un palo; y
si alguno era mordido y miraba la serpiente de bronce, quedaba curado.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 101, 2-3. 16-18. 19-21
R/. Señor, escucha mi plegaria.
Señor, escucha mi
plegaria; que a tu presencia lleguen mis clamores. El día de la desgracia,
Señor, no me abandones. Cuando te invoque, escúchame y enseguida
respóndeme. R/.
Cuando el Señor reedifique a Sión y aparezca glorioso, cuando
oiga el clamor del oprimido y no se muestre a sus plegarias sordo, entonces
al Señor temerán todos los pueblos y su gloria verán los
poderosos. R/.
Esto se escribirá para el futuro y alabará al Señor el
pueblo nuevo, porque el Señor, desde su altura santa, ha mirado a la
tierra desde el cielo, para oír los gemidos del cautivo y librar de la
muerte al prisionero. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
La semilla es la palabra de Dios y el sembrador es Cristo: todo aquel que lo encuentra vivirá para siempre. R/.
EVANGELIO
Cuando hayan levantado al Hijo del hombre, entonces sabrán que Yo Soy.
Del santo Evangelio según san Juan: 8, 21-30
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los judíos: "Yo me voy y ustedes me buscarán, pero
morirán en su pecado. A donde yo voy, ustedes no pueden venir".
Dijeron entonces los judíos: "¿Estará pensando en
suicidarse y por eso nos dice: 'A donde yo voy, ustedes no pueden venir’?”.
Pero Jesús añadió: "Ustedes son de aquí abajo
y yo soy de allá arriba; ustedes son de este mundo, yo no soy de este
mundo. Se lo acabo de decir: morirán en sus pecados, porque si no creen
que Yo Soy, morirán en sus pecados".
Los judíos le preguntaron: "Entonces ¿quién eres tú?".
Jesús les respondió: "Precisamente eso que les estoy diciendo.
Mucho es lo que tengo que decir de ustedes y mucho que condenar. El que me ha
enviado es veraz y lo que yo le he oído decir a él es lo que digo
al mundo". Ellos no comprendieron que hablaba del Padre.
Jesús prosiguió: "Cuando hayan levantado al Hijo del hombre,
entonces conocerán que Yo Soy y que no hago nada por mi cuenta; lo que
el Padre me enseñó, eso digo. El que me envió está
conmigo y no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que a él le
agrada". Después de decir estas palabras, muchos creyeron en él.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te ofrecemos, Señor, este sacrificio de reconciliación, para que perdones benignamente nuestros pecados y dirijas tú mismo nuestro vacilante corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I de la Pasión del Señor, MR. p 497 (498)
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 12, 32
Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios todopoderoso que participando asiduamente en tus divinos misterios, merezcamos alcanzar los dones del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Opcional
Señor Dios, que prefieres compadecerte en vez de enojarte con los que esperan en ti, concede a tus fieles enmendarse de los males cometidos, para que merezcan hallar la gracia de tu consuelo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Feria de Cuaresma MR. p. 240 (252): Lecc. I. p 791
Otros santos: Serapión de Thmius, obispo: Nicolás de Flueli, anacoreta. Beato Miguel Gómez Loza, mártir.
LA FUERZA
DE LA VERDAD
Dn 3, 14-20. 49-50. 90-91.95, Jn 8.31-42
El Señor Jesús se presenta como servidor de la verdad. No se trata de creer en un racimo de proposiciones lógicas, ni de enunciados filosóficos que pueden ser considerados como verdaderos o falsos. Es algo más allá del terreno intelectual. La verdad de la que habla Jesús es una experiencia de vida. Es el hallazgo de una forma de abordar la existencia que llena de alegría a quien la vive. Jesús no podía simular una serenidad y un entusiasmo que no fueran auténticos. Ese proyecto de vida lleno de sentido es el que libera a la persona de preocupaciones vanas. La verdad del evangelio es una fuerza de liberación interior que fortalece la personalidad y humaniza a quien la acoge con decisión y alegría. Numerosos discípulos de Jesús emprendieron un proceso de conversión que los condujo a vivir como personas libres de ataduras y opresiones.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 17, 48-49
Tú me liberas, Señor, de la ira de los pueblos, me haces triunfar sobre mis adversarios y me salvas del hombre malvado.
ORACIÓN COLECTA
Ilumina, Dios compasivo, los corazones de tus hijos que tratan de purificarse por la penitencia con amor, dígnate escuchar paternalmente nuestras súplicas. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Dios mandó a su ángel para liberar a sus siervos
Del libro del profeta Daniel: 3, 14-20. 49-50. 91-92. 95
En aquellos días
dijo el rey Nabucodonosor: "¿Es cierto, Sedrak, Mesak y Abednegó,
que no quieren servir a mis dioses, ni adorar la estatua de oro que he mandado
levantar? Pues bien, si no es cierto, estén dispuestos para que, al oír
sonar el cuerno, la flauta, la cítara, el salterio, la chirimía
y toda clase de instrumentos, se postren y adoren la estatua que he mandado
hacer. Pero si no la adoran, serán arrojados inmediatamente a un horno
encendido. ¿Y qué dios podrá librarlos entonces de mis
manos?".
Pero Sedrak, Mesak y Abednegó contestaron al rey Nabucodonosor: "No
es necesario responder a tu pregunta, pues el Dios a quien servimos puede librarnos
del horno encendido y nos librará de tus manos; y aunque no lo hiciera,
sábete que de ningún modo serviremos a tus dioses, ni adoraremos
la estatua de oro, que has mandado levantar".
Entonces Nabucodonosor se enfureció y la expresión de su rostro
cambió para Sedrak, Mesak y Abednegó. Mandó encender el
horno y aumentar la fuerza del fuego siete veces más de lo acostumbrado.
Después ordenó que algunos de los hombres más fuertes de
su ejército ataran a Sedrak, Mesak y Abednegó y los arrojaran
al horno encendido.
Pero el ángel del Señor bajó del cielo, se puso junto a
ellos, apartó las llamas y produjo en el horno un frescor como de brisa
y de rocío, y el fuego no los atormentó, ni los hirió,
ni siquiera los tocó. El rey Nabucodonosor, estupefacto, se levantó
precipitadamente y dijo a sus consejeros: "¿Acaso no estaban atados
los tres hombres que arrojamos al horno?". Ellos contestaron: "Si,
señor". El rey replicó: "Por qué, entonces, estoy
viendo cuatro hombres sueltos, que se pasean entre las llamas, sin quemarse?
Y el cuarto, parece un ángel".
Nabucodonosor los hizo salir del horno y exclamó: "Bendito sea el
Dios de Sedrak, Mesak y Abednegó, que ha enviado a su ángel para
librar a sus siervos, que confiando en él, desobedecieron la orden del
rey y expusieron su vida, antes que servir y adorar a un dios extraño".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Daniel 3, 52. 53. 54. 55. 56.
R/. Bendito seas para siempre, Señor.
Bendito seas, Señor,
Dios de nuestros padres. Bendito sea tu nombre santo y glorioso. R/.
Bendito seas en tu templo santo y glorioso. Bendito seas en el trono de tu reino.
R/.
Bendito eres tú, Señor, que penetras con tu mirada los abismos
y te sientas en un trono rodeado de querubines. Bendito seas, Señor,
en la bóveda del cielo. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 8, 15
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Dichosos los que cumplen la palabra del Señor con un corazón bueno y sincero, y perseveran hasta dar fruto. R/.
EVANGELIO
Si el Hijo les da la libertad. serán realmente libres.
Del santo Evangelio según san Juan: 8, 31-42
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los que habían creído en él: "Si se mantienen
fieles a mi palabra, serán verdaderamente discípulos míos,
conocerán la verdad y la verdad los hará libres". Ellos replicaron:
"Somos hijos de Abraham y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo
dices tú: 'Serán libres'?".
Jesús les contestó: "Yo les aseguro que todo el que peca
es un esclavo del pecado y el esclavo no se queda en la casa para siempre; el
hijo sí se queda para siempre. Si el Hijo les da la libertad, serán
realmente libres. Ya sé que son hijos de Abraham; sin embargo, tratan
de matarme, porque no aceptan mis palabras. Yo hablo de lo que he visto en casa
de mi Padre: ustedes hacen lo que han oído en casa de su padre".
Ellos le respondieron: "Nuestro padre es Abraham". Jesús les
dijo: "Si fueran hijos de Abraham, harían las obras de Abraham.
Pero tratan de matarme a mí, porque les he dicho la verdad que oí
de Dios. Eso no lo hizo Abraham. Ustedes hacen las obras de su padre".
Le respondieron: "Nosotros no somos hijos de prostitución. No tenemos
más padre que a Dios".
Jesús les dijo entonces: "Si Dios fuera su Padre me amarían
a mí, porque yo salí de Dios y vengo de Dios; no he venido por
mi cuenta, sino enviado por él".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estos dones que recibimos de ti y ahora te presentamos; y ya que los destinaste para alabanza de tu nombre, haz también que nos procuren la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I de la Pasión del Señor, MR, p. 497 (498).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Col 1, 13-14
Dios nos ha hecho entrar al Reino de su Hijo amado, por cuya sangre recibimos la redención y el perdón de los pecados.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el sacramento recibido, Señor, nos proporcione un remedio celestial para que purifique nuestros corazones de sus vicios y nos fortalezca con su constante protección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Opcional
Atiende, Dios todopoderoso, las súplicas de tu pueblo y a quienes, compadecido, les das la confianza de esperar en tu amor, concédeles, benigno, experimentar el efecto de tu acostumbrada misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Feria de Cuaresma MR p. 241 (253): Lecc. I. p. 794
Otros santos: Epafrodito de Filipos, laico; Lea de Roma, laica. Beatos Mariano Gorecki y Bronislao Komorowski mártires.
UNA MULTITUD
DE PUEBLOS
Gén 17, 3-9; Jn 8. 51-59
Abrahán es reconocido como padre en la fe por judíos, musulmanes y cristianos. No se trata de una descendencia según la sangre, sino de una paternidad espiritual. Verdaderos hijos de Abrahán son todos los que reconocen a Dios como Señor. Creyentes de distintas confesiones se reconocen como hijos del único Dios que salió al encuentro del patriarca recién salido de Ur. La fe confiada que supera las dificultades y le abre un camino a la esperanza es el rasgo decisivo de todo creyente. Quien asume su existencia con todos sus riesgos desde una perspectiva creyente y esperanzada, está transitando por el camino espiritual del patriarca Abrahán. Jesús traza un camino espiritual más esperanzador que el del patriarca. Aquel caminó tras la promesa de tierra y bendición. Jesús promete una vida plena y definitiva para quien dé crédito a su mensaje.
ANTÍFONA DE ENTRADA Hb 9, 15
Cristo es el mediador de la nueva alianza, para que, por su muerte, los que han sido llamados reciban la herencia eterna que les había prometido.
ORACIÓN COLECTA
Atiende, Señor, a quienes te dirigen sus ruegos y protege en tu bondad a quienes hemos puesto la esperanza en tu misericordia para que, purificados de toda mancha de pecado, perseveremos en una vida santa y lleguemos a ser herederos de tus promesas. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Serás padre de una multitud de pueblos
Del libro del Génesis: 17, 3-9
Cuando Dios se le apareció,
Abram se postró con el rostro en el suelo y Dios le dijo: Aquí
estoy. Esta es la alianza que hago contigo: Serás padre de una multitud
de pueblos. Ya no te llamarás Abram, sino Abraham, porque te he constituido
como padre de muchas naciones.
Te haré fecundo sobremanera; de ti surgirán naciones y de ti nacerán
reyes. Contigo y con tus descendientes, de generación en generación,
establezco una alianza perpetua para ser el Dios tuyo y de tus descendientes.
A ti y a tus descendientes les daré en posesión perpetua toda
la tierra de Canaán, en la que ahora vives como extranjero; y yo seré
el Dios de ustedes".
Después le dijo Dios a Abraham: "Cumple, pues, mi alianza, tú
y tu posteridad, de generación en generación". Palabra de
Dios. T. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 104, 4-5.6-7.8-9
R/. El Señor nunca olvida sus promesas.
Recurran al Señor
y a su poder, búsquenlo sin descanso. Recuerden los prodigios que él
ha hecho, sus portentos y oráculos. R/.
Descendientes de Abraham, su servidor, estirpe de Jacob, su predilecto, escuchen:
el Señor es nuestro Dios y gobiernan la tierra sus decretos. R/.
Ni aunque transcurran mil generaciones, se olvidará el Señor de
sus promesas, de la alianza pactada con Abraham, del juramento a Isaac, que
un día le hiciera. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Sal 94, 8
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su corazón". R/.
EVANGELIO
Su padre Abraham se regocijaba con el pensamiento de verme
Del santo Evangelio según san Juan: 8, 51-59
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los judíos: "Yo les aseguro: el que es fiel a mis palabras
no morirá para siempre".
Los judíos le dijeron: "Ahora ya no nos cabe duda de que estás
endemoniado. Porque Abraham murió y los profetas también murieron,
y tú dices: `El que es fiel a mis palabras no morirá para siempre'.
¿Acaso eres tú más que nuestro padre Abraham, el cual murió?
Los profetas también murieron. ¿Quién pretendes ser tú?".
Contestó Jesús: "Si yo me glorificara a mí mismo,
mi gloria no valdría nada. El que me glorifica es mi Padre, aquel de
quien ustedes dicen: `Es nuestro Dios', aunque no lo conocen. Yo, en cambio,
sí lo conozco; y si dijera que no lo conozco, sería tan mentiroso
como ustedes. Pero yo lo conozco y soy fiel a su palabra. Abraham, el padre
de ustedes, se regocijaba con el pensamiento de verme; me vio y se alegró
por ello".
Los judíos le replicaron: "No tienes ni cincuenta años, ¿y
has visto a Abraham?". Les respondió Jesús: "Yo les
aseguro que desde antes que naciera Abraham, Yo Soy". Entonces recogieron
piedras para arrojárselas, pero Jesús se ocultó y salió
del templo.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira con agrado, Señor, este sacrificio, y concédenos que sirva para nuestra conversión y para la salvación del mundo entero. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I de la Pasión del Señor, MR. p. 497 (498).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Rm 8, 32
Dios no escatimó la vida de su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros y en Él nos dio todo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados por estos dones de salvación, suplicamos, Señor, tu misericordia, para que este sacramento, que nos nutre en nuestra vida temporal, nos haga partícipes de la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Opcional
Sé propicio a tu pueblo, Señor, para que, rechazando día con día lo que te desagrada, se sacie sobre todo con las delicias de tus mandamientos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Feria de Cuaresma o Memoria parcial de Santo Toribio de Mogrovejo, obispo;o Nuestra Señora de Los Dolores* MR. pp. 242 (254). 692 (710) o 792 (822); Lecc. I, p. 796
Otros santos: Rafka (Rebeca) Ar-Rayés, religiosa. Beato Metodio Domingo Trcka mártir
Una de las personas que más ha contribuido a la propagación de la Iglesia en la América Latina es Toribio de Mogrovejo (1538-1606). Desde que llegó a Lima con el título de arzobispo, realizó innumerables viajes pastorales, durante los cuales fundó hospitales y seminarios, construyó templos y celebró sínodos Viajaba siempre a pie, sin interrumpir sus ayunos y oraciones
LA AUTORIDAD DE
JESÚS
Jer 20, 10-13; Jn 10, 31-42
El profeta Jeremías padeció el hostigamiento de la generación rebelde que se resistió a escuchar su mensaje profético. El profeta de Anatot no tenía argumentos contundentes para acreditarse como mensajero divino. Sufrió una crisis de credibilidad. No se dejó intimidar por sus acusadores y reafirmó vivamente su confianza en Dios: "mis perseguidores tropezarán y no me vencerán". Del mismo modo, el Señor Jesús enfrentó calumnias, acusaciones de blasfemia y otros ataques. Tampoco permitió que sus acusadores frustraran su misión al servicio de la vida. Lo que más les molestaba era su soberana libertad usada al servicio de los enfermos y oprimidos por el mal. Quienes lo cuestionaban por no respetar el sábado, se quedaban atorados en una visión estrecha. Jesús pide que lo valoren por los cambios significativos que su mensaje genera en sus discípulos.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 30, 10. 16. 18
Ten piedad de mí, Señor, porque estoy en peligro, líbrame y sálvame de la mano de mis enemigos y de aquellos que me persiguen; Señor, que no quede yo defraudado de haberte invocado.
ORACIÓN COLECTA
Perdona, Señor, las culpas de tu pueblo, para que, por tu bondad, nos libres de las ataduras de los pecados que por nuestra fragilidad hemos cometido. Por nuestro Señor Jesucristo...
O bien en la memoria de santo Toribio:
Dios nuestro, que has hecho crecer a tu Iglesia por los cuidados apostólicos y el celo por la verdad del santo obispo Toribio de Mogrovejo, concede también al pueblo a ti consagrado crecer constantemente en la fe y renovarse en la santidad. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
El Señor está a mi lado como guerrero poderoso.
Del libro del profeta Jeremías: 20,10-13
En aquel tiempo, dijo Jeremías:
"Yo oía el cuchicheo de la gente que decía: 'Terror por todas
partes. Denunciemos a Jeremías, vamos a denunciarlo'. Todos los que eran
mis amigos espiaban mis pasos, esperaban que tropezara y me cayera, diciendo:
'Si se tropieza y se cae, lo venceremos y podremos vengarnos de él'.
Pero el Señor, guerrero poderoso, está a mi lado; por eso mis
perseguidores caerán por tierra y no podrán conmigo; quedarán
avergonzados de su fracaso y su ignominia será eterna e inolvidable.
Señor de los ejércitos, que pones a prueba al justo y conoces
lo más profundo de los corazones, haz que yo vea tu venganza contra ellos,
porque a ti he encomendado mi causa.
Canten y alaben al Señor, porque él ha salvado la vida de su pobre
de la mano de los malvados".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 17, 2-3a. 3bc-4. 5-6.7.
R/.
Sálvame, Señor, en el peligro.
Yo te amo, Señor, tú eres mi fuerza, el Dios que me protege y
me libera. R/.
Tú eres mi refugio, mi salvación, mi escudo, mi castillo. Cuando
invoqué al Señor de mi esperanza, al punto me libré de
mi enemigo. R/.
Olas mortales me cercaban, torrentes destructores me envolvían; me alcanzaban
las redes del abismo y me ataban los lazos de la muerte. R/.
En el peligro invoqué al Señor, en mi angustia le grité
a mi Dios; desde su templo, él escuchó mi voz y mi grito llegó
a sus oídos. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Jn 6, 63. 68
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes palabras de vida eterna. R/.
EVANGELIO
Intentaron apoderarse de él, pero se les escapo de las manos
Del santo Evangelio según san Juan: 10, 31-42
En aquel tiempo, cuando
Jesús terminó de hablar, los judíos cogieron piedras para
apedrearlo. Jesús les dijo: "He realizado ante ustedes muchas obras
buenas de parte del Padre, ¿por cuál de ellas me quieren apedrear?".
Le contestaron los judíos: "No te queremos apedrear por ninguna
obra buena, sino por blasfemo, porque tú, no siendo más que un
hombre, pretendes ser Dios". Jesús les replicó: "¿No
está escrito en su ley: Yo les he dicho: Ustedes son dioses? Ahora bien,
si ahí se llama dioses a quienes fue dirigida la palabra de Dios (y la
Escritura no puede equivocarse), ¿cómo es que a mí, a quien
el Padre consagró y envió al mundo, me llaman blasfemo porque
he dicho: `Soy Hijo de Dios'? Si no hago las obras de mi Padre, no me crean.
Pero si las hago, aunque no me crean a mí, crean a las obras, para que
puedan comprender que el Padre está en mí y yo en el Padre".
Trataron entonces de apoderarse de él, pero se les escapó de las
manos.
Luego regresó Jesús al otro lado del Jordán, al lugar donde
Juan había bautizado en un principio y se quedó allí. Muchos
acudieron a él y decían: "Juan no hizo ningún signo;
pero todo lo que Juan decía de éste, era verdad". Y muchos
creyeron en él allí.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que tu ayuda, Dios misericordioso, nos haga dignos de servir siempre a tu altar, a fin de que la asidua participación en este sacrificio nos obtenga la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I de la Pasión del Señor MR. p. 497 (498).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Pe 2, 24
Jesús, cargado con nuestros pecados, subió al madero de la cruz, para que, muertos al pecado, vivamos para la justicia; por sus llagas hemos sido curados.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que no deje de protegernos continuamente, Señor, la recepción de este sacramento y que aleje siempre de nosotros todo mal. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Opcional
Concede, Dios todopoderoso, que tus siervos, que anhelan la gracia de tu protección, puedan servirte con ánimo confiado, libres ya de todo mal. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Por decreto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramento, del 18 de marzo de 1995 (Prot. 452/95/L), en las parroquias e iglesias en las que hoy, antiguo “Viernes de Dolores”, siga habiendo gran afluencia de fieles para honrar a la Virgen Maria en su advocación de Nuestra Señora de los Dolores, se puede celebrar una única Misa votiva de esta advocación.
*Nuestra Señora de Los Dolores MR. p. 792 (822) / Lecc. III. p. 125
La santísima Virgen Maria estuvo íntimamente unida a la pasión de su Hijo. Por eso está asociada de un modo particular a la gloria de su resurrección. La compasión de Maria, que celebramos en esta fiesta, nos recuerda que al pie de la cruz la maternidad de Maria se extendió a todo el cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, es decir, a todos nosotros.
ANTÍFONA DE ENTRADA Lc 2, 34-35
El anciano Simeón dijo a María: Este niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento de muchos en Israel, como signo que provocará contradicción; y a ti, una espada te atravesará el alma.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que quisiste que junto a tu Hijo en la cruz estuviera de pie su Madre, compartiendo su dolor, concede a tu Iglesia que, asociada con ella a la pasión de Cristo, merezca participar de su gloriosa resurrección. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Aprendió a obedecer y se ha convertido en autor de salvación eterna.
De la carta a los hebreos: 5, 7-9
Hermanos: Durante su vida
mortal, Cristo ofreció oraciones y súplicas, con fuertes voces
y lágrimas, a aquel que podía librarlo de la muerte, y fue escuchado
por su piedad. A pesar de que era el Hijo, aprendió a obedecer padeciendo,
y llegado a su perfección, se convirtió en la causa de la salvación
eterna para todos los que lo obedecen.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 30, 2-3a. 3b-4. 5-6. 15-16. 20
R/. Señor, por tu amor tan grande ponme a salvo.
A ti, Señor, me
acojo, que no quede yo nunca defraudado; Señor, tú, que eres justo,
ponme a salvo. Escucha mi oración. R/.
Ven a rescatarme sin retardo, sé tú mi fortaleza y mi refugio.
Pues eres mi refugio y fortaleza, por tu nombre, Señor, guía mis
pasos. R/.
Sácame de la red que me han tendido, pues eres tú mi amparo. En
tus manos encomiendo mi espíritu y tu lealtad me librará, Dios
mío. R/.
Pero yo en ti confío; "tú eres mi Dios", Señor,
siempre te digo; mi suerte está en tus manos, líbrame del poder
de mi enemigo que viene tras mis pasos. R/.
Qué grande es la bondad que has reservado, Señor, para tus fieles.
Con quien se acoge a ti, Señor, y a la vista de todos, ¡qué
bueno eres! R/.
SECUENCIA
Esta secuencia es opcional tanto en su forma larga como en su forma breve, desde * ¡Oh dulce fuente de amor!
La Madre piadosa
estaba
junto a la cruz, y lloraba
mientras el Hijo pendía,
cuya alma triste y llorosa,
traspasada y dolorosa,
fiero cuchillo tenía.
Oh, cuán
triste y afligida
se vió la Madre escogida
de tantos tormentos llena
cuando triste contemplaba,
y dolorosa miraba,
del Hijo la pena.
¿Y cuál
hombre no llorara
si a la Madre contemplara
de Cristo, en tanto dolor?
¿Y quién no se entristeciera,
piadosa Madre, si os viera,
sujeta a tanto rigor?
Por los pecados
del mundo
vió a Jesús en tan profundo
tormento la dulce María,
y muriendo al Hijo amado
que rindió desamparado
el espíritu a su Padre.
Oh Madre, fuente
de amor
hazme sentir tu dolor
para que llore contigo.
Y que por mi Cristo amado
mi corazón abrasado
más viva en Él que conmigo.
Y porque a amarte
me anime
en mi corazón imprime
las llagas que tuvo en sí;
y de tu Hijo, Señora,
divide conmigo ahora
las que padeció por mí.
Hazme contigo llorar,
y de veras lastimar
de sus penas mientras vivo:
porque acompañar deseo
en la cruz, donde le veo,
tu Corazón compasivo.
Virgen de vírgenes
santas,
llore yo con ansias tantas,
que el llanto dulce me sea;
porque su Pasión y Muerte
tenga mi alma de suerte
que siempre sus penas vea.
Haz que su cruz
me enamore,
Y que en ella viva y more,
De mi fe y amor indicio;
porque me inflame y me encienda
y contigo me defienda
en el día del juicio.
Haz que me ampare
la muerte
de Cristo, cuando en tan fuerte
trance vida y alma estén;
para que cuando quede en calma
el cuerpo, vaya mi alma
a su eterna gloria.
Amén.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Dichosa la Virgen María, que sin morir, mereció la palma del martirio junto a la cruz del Señor. R/.
EVANGELIO
¿Y cuál hombre no llorara si a la Madre contemplara de Cristo en tanto dolor?
Del santo Evangelio según san Juan: 19, 25-27
En aquel tiempo, estaban
junto a la cruz de Jesús, su madre, la hermana de su madre, María
la de Cleofás y María Magdalena.
Al ver a la madre y junto a ella al discípulo a quien tanto quería,
Jesús dijo a su madre: "Mujer, ahí está tu hijo".
Luego dijo al discípulo: "Ahí está tu madre".
Y desde entonces el discípulo se la llevó a vivir con él.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Dios misericordioso, las súplicas y ofrendas que te presentamos para alabanza de tu nombre, al venerar a la santísima Virgen María, a quien, bondadoso, nos entregaste como piadosísima Madre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Pe 4, 13
Alégrense de compartir ahora los padecimientos de Cristo, para que cuando se manifieste su gloria, el júbilo de ustedes sea desbordante.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el sacramento de la redención eterna, te pedimos, Señor, que, al conmemorar el dolor de la santísima Virgen Maria, completemos, a favor de la Iglesia, lo que falta en nosotros a los padecimientos de Cristo. El, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Morado Feria de Cuaresma MR, p. 244 (256): Lecc. I. p. 799
Otros santos: Catalina de Suecia, abadesa; Guillermo de Norwich, mártir. Beata María Karlowska, fundadora.
MI SIERVO
DAVID SERÁ SU REY
Ez 37, 21-28; Jn 11, 45-56
El profeta Ezequiel cierra su obra profética con una serie de oráculos de salvación. Aprendió a descifrar la lección del gran fracaso de Jerusalén y planteó una alternativa renovadora a sus hermanos. La fidelidad a Dios y su alianza, la apertura al llamado del Espíritu, la renovación interior. Quienes aprendieran la lección de la ruina y el destierro aprenderían a confiar en Dios y a caminar según su voluntad. Ese fue el mismo llamado que, cinco siglos después, dirigió el Señor Jesús a los hombres y mujeres de Galilea. El camino del reinado de Dios anunciado e inaugurado decididamente por el profeta de Nazaret se topó con la hostilidad de los adictos al poder. El sumo Sacerdote Caifás llevado de su olfato político y su pragmatismo, olfateó que la renovación profunda que Jesús les proponía atraería la atención de Roma, quien terminaría aplastando su movimiento. El político y sacerdote prefirió sacrificar al mensajero de Dios antes que perder los privilegios.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 21, 20. 7
Tú, Señor, no te quedes lejos; fuerza mía, ven aprisa a ayudarme; pues yo soy un gusano, no un hombre, despreciado por la gente y rechazado por el pueblo.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que hiciste que todos los renacidos en Cristo, vinieran a ser linaje escogido y sacerdocio real, concédenos querer y poder cumplirlo que mandas, para que tu pueblo, llamado a la vida eterna, tenga unidos sus corazones en una misma fe y actúe movido por el mismo amor. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Haré de ellos un solo pueblo,
Del libro del profeta Ezequiel: 37, 21-28
Esto dice el Señor
Dios: "Voy a recoger de las naciones a donde emigraron, a todos los israelitas;
de todas partes los congregaré para llevarlos a su tierra. Haré
de ellos un solo pueblo en mi tierra, en los montes de Israel; habrá
un solo rey para todos ellos y nunca más volverán a ser dos naciones,
ni a dividirse en dos reinos.
Ya no volverán a mancharse con sus ídolos, sus abominaciones y
con todas sus iniquidades: yo los salvaré de las infidelidades que cometieron
y los purificaré; ellos van a ser mi pueblo y yo voy a ser su Dios.
Mi siervo David será su rey y todos ellos no tendrán más
que un pastor; cumplirán mis mandamientos y pondrán por obra mis
preceptos. Habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob y en la que
habitaron los padres de ustedes, y ahí vivirán para siempre ellos,
sus hijos y sus nietos; mi siervo David será su rey para siempre.
Voy a hacer con ellos una alianza eterna de paz. Los asentaré, los haré
crecer y pondré mi santuario entre ellos para siempre. En medio de ellos
estará mi templo: yo voy a ser su Dios y ellos van a ser mi pueblo.
Las naciones sabrán que yo soy el Señor que santifica a Israel,
cuando vean mi santuario en medio de ellos para siempre".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Jeremías 31, 10. 11-12ab. 13.
R/. El Señor cuidará a su pueblo como un pastor a su rebaño.
Escuchen, pueblos, la palabra
del Señor, anúncienla aun en las islas más remotas: "El
que dispersó a Israel lo reunirá y lo cuidará como el pastor
a su rebaño". R/.
Porque el Señor redimió a Jacob y lo rescató de las manos
del poderoso. Ellos vendrán para aclamarlo al monte Sión y vendrán
a gozar de los bienes del Señor. R/.
Entonces se alegrarán las jóvenes, danzando; se sentirán
felices jóvenes y viejos, porque yo convertiré su tristeza en
alegría, los llenaré de gozo y aliviaré sus penas.
R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Ez 18, 31
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Purifíquense de todas sus iniquidades; renueven su corazón y su espíritu, dice el Señor. R/.
EVANGELIO
Jesús debía morir para congregar a los hijos de Dios, que estaban dispersos.
Del santo Evangelio según san Juan: 11, 45-56
En aquel tiempo, muchos
de los judíos que habían ido a casa de Marta y María, al
ver que Jesús había resucitado a Lázaro, creyeron en él.
Pero algunos de entre ellos fueron a ver a los fariseos y les contaron lo que
había hecho Jesús.
Entonces los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron al sanedrín y
decían: "¿Qué será bueno hacer? Ese hombre
está haciendo muchos prodigios. Si lo dejamos seguir así, todos
van a creer en él, van a venir los romanos y destruirán nuestro
templo y nuestra nación".
Pero uno de ellos, llamado Caifás, que era sumo sacerdote aquel año,
les dijo: "Ustedes no saben nada. No comprenden que conviene que un solo
hombre muera por el pueblo y no que toda la nación perezca". Sin
embargo, esto no lo dijo por sí mismo, sino que, siendo sumo sacerdote
aquel año, profetizó que Jesús iba a morir por la nación,
y no sólo por la nación, sino también para congregar en
la unidad a los hijos de Dios, que estaban dispersos. Por lo tanto, desde aquel
día tomaron la decisión de matarlo.
Por esta razón, Jesús ya no andaba públicamente entre los
judíos, sino que se retiró a la ciudad de Efraín, en la
región contigua al desierto y allí se quedó con sus discípulos.
Se acercaba la Pascua de los judíos y muchos de las regiones circunvecinas
llegaron a Jerusalén antes de la Pascua, para purificarse. Buscaban a
Jesús en el templo y se decían unos a otros: "¿Qué
pasará? ¿No irá a venir para la fiesta?". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sea aceptable, Señor, la ofrenda de nuestro ayuno, para que, purificados, nos haga dignos de tu gracia y nos lleve a participar de los bienes prometidos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I de la Pasión del Señor, MR, p. 497 (498).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 11, 52
Cristo fue entregado a la muerte, para congregar en la unidad a los hijos de Dios, que estaban dispersos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, suplicamos a tu majestad que así como nos nutres con el sagrado alimento del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, nos hagas participar de la naturaleza divina. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Opcional
Ten misericordia, Señor, de tu Iglesia suplicante y mira compasivo a quienes se inclinan de corazón ante ti, para que no permitas que los que redimiste con la muerte de tu Unigénito, queden expuestos al pecado ni consientas que los opriman las adversidades. Por Jesucristo, nuestro Señor.
La Solemnidad de la ANUNCIACIÓN DEI. SEÑOR, citando cae dentro de la Semana Santa, se traslada al lunes después del Domingo II de Pascua. Este año, el 9 de abril.
Domingo de Ramos de la Pasión del Señor conmemoración de la entrada del Señor en Jerusalén
Rojo Semana Santa, MR, p. 247 (257), Lecc. I, p. 193 LH, Semana II del Salterio.
Otros santos: Lucía Filippini, fundadora; Quirino de Roma, mártir. Beata María Rosa Flesch fundadora.
EL SEÑOR
ME AYUDA
Is 50, 4-7; Flp 2,6-11; Mc 14, 1-15,47
El relato de la Pasión recoge los incidentes y los diálogos decisivos
que los testigos del camino de la cruz lograron preservarnos. El simulacro de
juicio, las burlas de los soldados, las declaraciones sesgadas de testigos sobornados,
las negaciones de Pedro y la huida de los discípulos, contrastan con
la firme perseverancia de Jesús que no se deja intimidar por la confabulación
de sacerdotes y reyes. Sabe que su causa está en manos de Dios y resiste
sin resentimiento los ultrajes de sus captores. Cuando la brutalidad de los
verdugos lo orilla a la muerte, se abandona confiadamente en su Padre planteando
una súplica dolorosa y confiada. A contraluz del cántico de Isaías
podemos comprender el origen de su fidelidad perseverante. Cuando todo se oscurecía
a su alrededor, sacó fuerzas de flaqueza, reafirmado su más firme
certidumbre:
"El Señor me ayuda, tengo cerca a mi defensor".
1. En este
día la Iglesia recuerda la entrada de Cristo nuestro Señor a Jerusalén
para consumar su Misterio Pascual. Por lo tanto en todas las Misas se conmemora
esta entrada del Señor mediante una procesión o una entrada solemne,
antes de la Misa principal, y por medio de una entrada sencilla antes de las
demás Misas. Pero puede repetirse la entrada solemne (no la procesión),
antes de algunas otras Misas que se celebren con gran asistencia del Pueblo.
Conviene que donde no pueda hacerse ni procesión ni entrada solemne,
se tenga una celebración de la Palabra de Dios, sobre la entrada mesiánica
y la Pasión del Señor, ya sea el sábado por la tarde o
ya sea el domingo a una hora oportuna.
Conmemoración de la entrada del Señor en Jerusalén Primera
forma: Procesión
2. A la hora señalada, los fieles se reúnen en una iglesia menor o en algún otro lugar adecuado, fuera de la iglesia hacia la cual va a dirigirse la procesión. Los fieles llevan sus ramos en las manos.
3. El sacerdote y el diácono, revestidos con las vestiduras rojas requeridas para la Misa, acompañados por los otros ministros, se acercan al lugar donde el pueblo está congregado. El sacerdote, en lugar de casulla, puede usar la capa pluvial, que dejará después de la procesión, y se pondrá la casulla.
4. Entretanto se canta la siguiente antífona u otro cántico adecuado:
ANTÍFONA Mt 21, 9
Hosanna al Hijo de David. Bendito el que viene en nombre del Señor, el Rey de Israel. Hosanna en el cielo.
5. Enseguida
el sacerdote y los fieles se santiguan mientras el sacerdote dice: "En
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo". Después
el sacerdote saluda al pueblo de la manera acostumbrada y hace una breve monición
para invitar a los fieles a participar activa y conscientemente en la celebración
de este día: Puede hacerlo con éstas o semejantes palabras.
Queridos hermanos: Después de haber preparado nuestros corazones desde
el principio de Cuaresma con nuestra penitencia y nuestras obras de caridad,
hoy nos reunimos para iniciar, unidos con toda la Iglesia, la celebración
anual del Misterio Pascual, es decir, de la pasión y resurrección
de nuestro Señor Jesucristo, misterios que empezaron con su entrada en
Jerusalén, su ciudad. Por eso, recordando con toda fe y devoción
esta entrada salvadora, sigamos al Señor, para que participando de su
cruz, tengamos parte con Él en su resurrección y su vida.
6. Después
de esta monición, el sacerdote, teniendo extendidas las manos, dice una
de las dos oraciones siguientes:
Oremos. Dios todopoderoso y eterno, santifica con tu bendición †
estos ramos, para que, quienes acompañamos jubilosos a Cristo Rey, podamos
llegar, por él, a la Jerusalén del cielo. Él, que vive
y reina por los siglos de los siglos. R/. Amén.
O bien:
Aumenta, Señor Dios, la fe de los que esperan en ti y escucha con bondad las súplicas de quienes te invocan, para que, al presentar hoy nuestros ramos a Cristo victorioso, demos para ti en él frutos de buenas obras. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. R/ Amén.
Y en silencio, rocía los ramos con agua bendita.
7. Enseguida el diácono, o en su ausencia el sacerdote, proclama del modo acostumbrado el Evangelio de la entrada del Señor en Jerusalén, según alguno de los cuatro evangelistas. Si es oportuno se usa el incienso.
EVANGELIO
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Del santo Evangelio según san Marcos: 11, 1-10
Cuando Jesús y los
suyos iban de camino a Jerusalén, al llegar a Betfagé y Betania,
cerca del monte de los Olivos, les dijo a dos de sus discípulos: "Vayan
al pueblo que ven allí enfrente; al entrar, encontrarán amarrado
un burro que nadie ha montado todavía. Desátenlo y tráiganmelo.
Si alguien les pregunta por qué lo hacen, contéstenle: 'El Señor
lo necesita y lo devolverá pronto'. "Fueron y encontraron al burro
en la calle, atado junto a una puerta, y lo desamarraron. Algunos de los que
allí estaban les preguntaron: "¿Por qué sueltan al
burro?".
Ellos les contestaron lo que había dicho Jesús y ya nadie los
molestó. Llevaron el burro, le echaron encima los mantos y Jesús
montó en él. Muchos extendían su manto en el camino, y
otros lo tapizaban con ramas cortadas en el campo. Los que iban delante de Jesús
y los que lo seguían, iban gritando vivas: "¡Hosanna! ¡Bendito
el que viene en nombre del Señor! ¡Bendito el reino que llega,
el reino de nuestro padre David! ¡Hosanna en el cielo!". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
O bien:
Del santo Evangelio según san Juan: 12,12-16
En aquel tiempo, al enterarse
la gran muchedumbre que había llegado para la fiesta, de que Jesús
se dirigía a Jerusalén, cortaron hojas de palmera y salieron a
su encuentro, gritando: "¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en
nombre del Señor, el rey de Israel!
Habiendo encontrado Jesús un burrito, lo montó, como estaba escrito:
No tengas temor, hija de Sión, mira que tu rey viene a ti montado en
un burrito.
Sus discípulos no entendieron estas cosas al principio, pero cuando Jesús
fue glorificado, se acordaron de que habían sido escritas acerca de él
y que ellos las habían cumplido.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
8. Después
del Evangelio si se cree oportuno, puede tenerse una breve homilía. Al
iniciar la procesión, el celebrante u otro ministro idóneo puede
hacer una exhortación con estas palabras u otras parecidas:
Queridos hermanos: Como la muchedumbre que aclamaba a Jesús, acompañemos
también nosotros, con júbilo, al Señor.
9.- Y se inicia la procesión hacia el templo donde va a celebrarse la misa. Si se usa el incienso, el turiferario va adelante con el incensario, en el cual habrá puesto incienso previamente; enseguida, un ministro con la cruz adornada y a su lado, dos acólitos con velas encendidas. Sigue luego el sacerdote con los ministros y, detrás de ellos, los fieles con ramos en las manos, Al avanzar la procesión. el coro y el pueblo entonan los siguientes cánticos u otros apropiados.
ANTÍFONA I
Los niños hebreos. llevando ramos de olivo, salieron al encuentro del Señor, clamando: "Hosanna en el cielo".
Si se cree conveniente, puede alternarse esta antífona con los versículos del salmo 23.
SALMO 23
Del Señor es la tierra
y lo que ella tiene, el orbe todo y lo que ella tiene, el orbe todo y los que
en él habitan. pues él lo edificó sobre los mares, él
fue quien lo asentó sobre los ríos,
Se repite la antífona.
¿Quién subirá hasta el monte del Señor?,¿Quién
podrá entrar en su recinto santo? El de corazón limpio y manos
puras y que no jura en falso.
Se repite la antífona.
Ese obtendrá la bendición de Dios, y Dios, su salvador, le hará
justicia. Esta es la clase de hombres que te buscan y vienen ante ti, Dios de
Jacob.
Se repite la antífona.
¡Puertas, ábranse de par en par; agrándense, portones eternos,
porque va a entrar el rey de la gloria!
Se repite la antífona.
Y ¿quién es el rey de la gloria? Es el Señor, fuerte y
poderoso, el Señor, poderoso en la batalla.
Se repite la antífona.
¡Puertas, ábranse de par en par; agrándense, portones eternos,
porque va a entrar el rey de la gloria!
Se repite la antífona.
Y ¿quién es el rey de la gloria? El Señor, Dios de los
ejércitos, es el rey de la gloria.
Se repite la antífona.
ANTÍFONA II
Los niños hebreos extendían sus mantos por el camino y clamaban: "Hosanna al Hijo de David, bendito el que viene en nombre del Señor".
Si se cree conveniente, puede alternarse esta antífona con los versículos del salmo 46.
SALMO 46
Aplaudan, pueblos todos;
aclamen al Señor, de gozo llenos; que el Señor, el Altísimo,
es terrible y de toda la tierra, rey supremo.
Se repite la antífona.
Fue él quien nos puso por encima de todas las naciones y los pueblos,
al elegimos como herencia suya, orgullo de Jacob, su predilecto.
Se repite la antífona.
Entre voces de júbilo y trompetas, Dios, el Señor, asciende hasta
su trono. Cantemos en honor de nuestro Dios, al rey honremos y cantemos todos.
Se repite la antífona.
Porque Dios es el rey del universo, cantemos el mejor de nuestros cantos. Reina
Dios sobre todas las naciones desde su trono santo.
Se repite la antífona.
Los jefes de los pueblos se han reunido con el pueblo de Dios, Dios de Abraham,
porque de Dios son los grandes de la tierra. Por encima de todo Dios está.
HIMNO A CRISTO REY
Coro:
Gloria, alabanza y honor,
a ti Cristo rey, redentor; a quien infantil cortejo entonó piadoso Hosanna.
Todos repiten:
Gloria, alabanza y honor...
Coro:
Tú eres el rey de Israel, prole ínclita de David, rey bendito,
que vienes en el nombre del Señor.
Todos repiten:
Gloria, alabanza y honor...
Coro:
Toda la corte celestial te alaba en las alturas, y el hombre mortal, con todas
las creaturas.
Todos repiten:
Gloria, alabanza y honor...
Coro:
El pueblo hebreo salió con palmas a tu encuentro; nosotros con preces,
votos e himnos venimos a ti.
Todos repiten:
Gloria, alabanza y honor...
Coro:
Aquellos cuando ibas a padecer te tributaban loores; nosotros ahora que reinas,
te ofrecemos nuestro canto.
Todos repiten:
Gloria, alabanza y honor...
Coro:
Aquellos te agradaron, que te agrade también nuestra devoción:
¡Rey bueno, rey clemente, a quien agrada todo lo bueno!
Todos repiten:
Gloria, alabanza y honor...
O bien:
HIMNO A CRISTO REY
Que viva mi Cristo, que
viva mi Rey.
que impere doquiera triunfante su ley.
Viva Cristo Rey, Viva Cristo Rey.
Mexicanos un Padre tenemos,
que nos dio de la patria la unión.
A ese Padre gozosos cantemos,
empuñando con fe su pendón.
Demos gracias al Padre que
ha hecho
que tengamos de herencia la luz
y al darnos vida en el Reino
que su Hijo nos dio por la cruz.
Dios le dio el poder, la
victoria.
Pueblos todos, venid y alabad
a este Rey de los cielos y tierra,
en quien sólo tenemos la paz.
Rey eterno, Rey universal,
en quien todo ya se restauró,
te rogamos que todos los pueblos
sean unidos en un solo amor.
10.- Al entrar la procesión en la iglesia, se canta el siguiente responsorio u otro cántico alusivo a la entrada del Señor en Jerusalén:
RESPONSORIO
R/. Al entrar el Señor
en la ciudad santa, los niños hebreos, anunciando con anticipación
la resurrección del Señor de la vida,* con palmas en las manos,
clamaban: Hosanna en el cielo.
V. Al enterarse de que Jesús llegaba a Jerusalén, el pueblo salió
a su encuentro.
R/. Con palmas en las manos. clamaban: Hosanna en el cielo.
11. El sacerdote, al llegar al altar, hace la debida reverencia y. si lo juzga oportuno, lo inciensa Luego se dirige a la sede se quita la capa pluvial si la usó, y se pone la casulla) y, omitidos los demás ritos iniciales de la Misa, incluso el Señor, ten piedad, da fin a la procesión diciendo la oración colecta y prosigue la misa de la manera acostumbrada.
II. SEGUNDA FORMA: ENTRADA SOLEMNE
12.Donde no se pueda hacer la procesión fuera de la iglesia, la entrada del Señor se celebra dentro del templo por medio de una entrada solemne, antes de la misa principal
13. Los fieles se reúnen ante la puerta de la iglesia, o bien. dentro de misma iglesia, llevando los ramos en la mano. El sacerdote los ministros y algunos de los fieles, van a algún sitio adecuado de la iglesia, fuera del presbiterio, en donde pueda ser vista fácilmente la ceremonia, al menos por la mayor parte de la asamblea.
14. Mientras el sacerdote se dirige al sitio indicado, se canta la antífona "Hosanna al Hijo de David" (n. 4) o algún otro cántico adecuado. Después se bendicen los ramos y se lee el Evangelio de la entrada del Señor en Jerusalén, como se indicó en los nn. 5-6 Después del Evangelio, el sacerdote va solemnemente hacia el presbiterio a través del templo, acompañado por los ministros y por algunos fieles, mientras se canta el responsorio "Al entrar el Señor" (n. 10), u otro cántico apropiado.
15. Al llegar al altar, el sacerdote hace la debida reverencia. Enseguida va a la sede y omitidos los ritos iniciales de la Misa. incluso el Señor, ten piedad, Si es oportuno, dice la colecta de la Misa, que prosigue luego de la manera acostumbrada.
III. TERCERA FORMA: ENTRADA SENCILLA
16. En todas las demás misas de este domingo, en las que no se hace la entrada solemne, se recuerda la entrada del Señor en Jerusalén por medio de una entrada sencilla.
17. Mientras el sacerdote se dirige al altar, se canta la antífona de entrada con su salmo u otro cántico sobre el mismo tema. El sacerdote, al llegar al altar, hace la debida reverencia, va a la sede y saluda al pueblo. Luego sigue la misa de la manera acostumbrada.
18. En las demás misas en que no es posible cantar la antífona de entrada, el sacerdote, después de llegar al altar y de haber hecho la debida reverencia, saluda al pueblo, lee la antífona de entrada y prosigue la misa de la manera acostumbrada.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Seis días antes de la Pascua, cuando el Señor entró en Jerusalén, salieron los niños a su encuentro llevando en sus manos ramos de palmera aclamaban con fuerte voz: *Hosanna en el cielo. Bendito tú, que vienes lleno de bondad y de misericordia.
(Sal 23, 9-10)
Puertas, ábranse
de par en par; agrándense, portones eternos, porque va a entrar el Rey
de la gloria. Y ¿quién es ese Rey de la gloria? El Señor
de los ejércitos es el Rey de la gloria. Hosanna en el cielo. Bendito
tú, que vienes lleno de bondad y de misericordia.
Cuando no se puede hacer ni la procesión, ni la entrada solemne, es conveniente
hacer una celebración de la palabra de Dios, acerca de la entrada mesiánica
y de la Pasión del Señor, ya sea el sábado en la tarde,
o bien el domingo, a la hora más oportuna.
LA MISA
19. Después de la procesión o de la entrada solemne, el sacerdote comienza la misa con la oración colecta
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que quisiste que nuestro Salvador se hiciera hombre y padeciera en la cruz para dar al género humano ejemplo de humildad, concédenos, benigno, seguir las enseñanzas de su pasión y que merezcamos participar de su gloriosa resurrección. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
21. Se lee la historia de la Pasión del Señor. No se llevan ciriales ni incienso, ni se hace al principio el saludo, ni se signa el libro. La lectura la hace un diácono o, en su defecto el sacerdote. Puede también ser hecha por lectores, reservando al sacerdote, si es posible la parte correspondiente a Cristo. Solamente los diáconos piden la bendición del celebrante antes del canto de la Pasión, como se hace antes del Evangelio.
22. Después de la lectura de la Pasión, puede tenerse, si se cree oportuno, una breve homilía También se puede guardar un momento de silencio. Terminada la lectura, se dice, Palabra del Señor, pero se omite el beso al libro
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
No aparté mi rostro de los insultos, y sé que no quedaré avergonzado.
Del libro del profeta Isaías: 50, 4-7
En aquel entonces, dijo
Isaías: "El Señor me ha dado una lengua experta, para que
pueda confortar al abatido con palabras de aliento. Mañana tras mañana,
el Señor despierta mi oído, para que escuche yo, como discípulo.
El Señor Dios me ha hecho oír sus palabras y yo no he opuesto
resistencia ni me he echado para atrás. Ofrecí la espalda a los
que me golpeaban, la mejilla a los que me tiraban de la barba. No aparté
mi rostro de los insultos y salivazos. Pero el Señor me ayuda por eso
no quedaré confundido, por eso endurecí mi rostro como roca y
sé que no quedaré avergonzado".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 21, 8-9.77-18a. 19-20.23-24
R/. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
Todos los que me ven, de
mí se burlan; me hacen gestos y dicen: "Confiaba en el Señor,
pues que él lo salve; si de veras lo ama, que lo libre". R/.
Los malvados me cercan por doquiera como rabiosos perros. Mis manos y mis pies
han taladrado y se pueden contar todos mis huesos. R/.
Reparten entre sí mis vestiduras y se juegan mi túnica a los dados.
Señor, auxilio mío, ven y ayúdame, no te quedes de mí
tan alejado. R/.
Contaré tu fama a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré.
Fieles del Señor, alábenlo; glorifícalo, linaje de Jacob;
témelo, estirpe de Israel. R/.
SEGUNDA LECTURA
Cristo se humilló a sí mismo, por eso Dios lo exaltó,
De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 2, 6-11
Cristo, siendo Dios, no
consideró que debía aferrarse a las prerrogativas de su condición
divina, sino que, por el contrario, se anonadó a sí mismo, tomando
la condición de siervo, y se hizo semejante a los hombres. Así,
hecho uno de ellos, se humilló a sí mismo y por obediencia aceptó
incluso la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas y le otorgó el nombre
que está sobre todo nombre, para que, al nombre de Jesús, todos
doblen la rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y todos reconozcan
públicamente que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Flp 2. 8-9
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Cristo se humilló por nosotros y por obediencia aceptó incluso la muerte y una muerte de cruz. Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre. R/.
EVANGELIO
PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
SEGÚN SAN MARCOS: 14, 1-15, 47
(La señal de cruz †, se refiere a Cristo; la C, al cronista, y la S, a la sinagoga).
C Faltaban
dos días para la fiesta de Pascua y de los panes Ázimos. Los sumos
sacerdotes y los escribas andaban buscando una manera de apresar a Jesús
a traición y darle muerte, pero decían:
S "No durante las fiestas, porque el pueblo podría
amotinarse".
C Estando Jesús sentado a la mesa, en casa de Simón
el leproso, en Betania, llegó una mujer con un frasco de perfume muy
caro, de nardo puro; quebró el frasco y derramó el perfume en
la cabeza de Jesús. Algunos comentaron indignados:
S "¿A qué viene este derroche de perfume?
Podía haberse vendido por más de trescientos denarios para dárselos
a los pobres".
C Y criticaban a la mujer; pero Jesús replicó:
† "Déjenla. ¿Por qué la molestan?
Lo que ha hecho conmigo está bien, porque a los pobres los tienen siempre
con ustedes y pueden socorrerlos cuando quieran; pero a mí no me tendrán
siempre. Ella ha hecho lo que podía. Se ha adelantado a embalsamar mi
cuerpo para la sepultura. Yo les aseguro que en cualquier parte del mundo donde
se predique el Evangelio, se recordará también en su honor lo
que ella ha hecho conmigo".
C Judas Iscariote, uno de los Doce, se presentó a los
sumos sacerdotes para entregarles a Jesús. Al oírlo, se alegraron
y le prometieron dinero; y él andaba buscando una buena ocasión
para entregarlo. El primer día de la fiesta de los panes ázimos,
cuando se sacrificaba el cordero pascual, le preguntaron a Jesús sus
discípulos:
S "¿Dónde quieres que vayamos a prepararte
la cena de Pascua?".
C. Él les dijo a dos de ellos:
† "Vayan a la ciudad. Encontrarán a un hombre
que lleva un cántaro de agua; síganlo y díganle al dueño
de la casa en donde entre: 'El Maestro manda preguntar: ¿Dónde
está la habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?'.
Él les enseñará una sala en el segundo piso arreglada con
divanes. Prepárenos allí la cena".
C Los discípulos se fueron, llegaron a la ciudad, encontraron
lo que Jesús les había dicho y prepararon la cena de Pascua. Al
atardecer, llegó Jesús con los Doce. Estando a la mesa, cenando,
les dijo:
† "Yo les aseguro que uno de ustedes, uno que está
comiendo conmigo, me va a entregar".
C Ellos, consternados, empezaron a preguntarle uno tras otro:
S "¿Soy yo?".
C El respondió:
† "Uno de los Doce; alguien que moja su pan en el
mismo plato que yo. El Hijo del hombre va a morir, como está escrito:
pero ¡ay del que va a entregar al Hijo del hombre! ¡Más le
valiera no haber nacido!".
C Mientras cenaban, Jesús tomó un pan, pronunció
la bendición, lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciendo:
† "Tomen: esto es mi cuerpo".
C Y tomando en sus manos una copa de vino, pronunció
la acción de gracias, se la dio, todos bebieron y les dijo:
† "Esta es mi sangre, sangre de la alianza, que
se derrama por todos. Yo les aseguro que no volveré a beber del fruto
de la vid hasta el día en que beba el vino nuevo en el Reino de Dios".
C Después de cantar el himno, salieron hacia el monte
de los Olivos y Jesús les dijo:
† "Todos ustedes se van a escandalizar por mi causa,
como está escrito: 'Heriré al pastor y se dispersarán las
ovejas' pero cuando resucite, iré por delante de ustedes a Galilea".
C Pedro replicó:
S "Aunque todos se escandalicen, yo no".
C Jesús le contestó:
† "Yo te aseguro que hoy, esta misma noche, antes
de que el gallo cante dos veces, tú me negarás tres".
C Pero él insistía:
S "Aunque tenga que morir contigo, no te negaré".
C Y los demás decían lo mismo. Fueron luego a
un huerto, llamado Getsemaní, y Jesús dijo a sus discípulos:
† "Siéntense aquí mientras hago oración".
C Se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan; empezó
a sentir terror y angustia, y les dijo:
† "Tengo el alma llena de una tristeza mortal. Quédense
aquí, velando".
C Se adelantó un poco, se postró en tierra y
pedía que, si era posible, se alejara de Él aquella hora. Decía:
"Padre, tú lo puedes todo: aparta de mí este cáliz.
Pero que no se haga lo que yo quiero, sino lo que tú quieres".
C Volvió a donde estaban los discípulos, y al
encontrarlos dormidos, dijo a Pedro:
† "Simón, ¿estás dormido? ¿No
has podido velar ni una hora? Velen y oren, para que no caigan en la tentación.
El espíritu está pronto, pero la carne es débil".
C De nuevo se retiró y se puso a orar, repitiendo las
mismas palabras.
Volvió y otra vez los encontró dormidos, porque tenían
los ojos cargados de sueño, por eso no sabían qué contestarle.
Él les dijo:
† "Ya pueden dormir y descansar. ¡Basta! Ha
llegado la hora. Miren que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de
los pecadores. ¡Levántense! ¡Vamos! Ya está cerca
el traidor".
C Todavía estaba hablando, cuando se presentó
Judas, uno de los Doce, y con él, gente con espadas y palos, enviada
por los sacerdotes, los escribas y los ancianos. El traidor les había
dado una contraseña, diciéndoles:
S "Al que yo bese, ése es. Deténganlo y
llévenselo bien sujeto".
C Llegó, se acercó y le dijo:
S "Maestro".
C Y lo besó. Ellos le echaron mano y lo apresaron. Pero
uno de los presentes desenvainó la espada y de un golpe le cortó
la oreja a un criado del sumo sacerdote. Jesús tomó la palabra
y les dijo:
† "¿Salieron ustedes a apresarme con espadas
y palos, como si se tratara de un bandido? Todos los días he estado entre
ustedes, enseñando en el templo y no me han apresado. Pero así
tenía que ser para que se cumplieran las Escrituras".
C Todos lo abandonaron y huyeron. Lo iba siguiendo un muchacho,
envuelto nada más con una sábana y lo detuvieron; pero él
soltó la sábana y se les escapó desnudo. Condujeron a Jesús
a casa del sumo sacerdote y se reunieron todos los pontífices, los escribas
y los ancianos. Pedro lo fue siguiendo de lejos hasta el interior del patio
del sumo sacerdote y se sentó con los criados, cerca de la lumbre, para
calentarse. Los sumos sacerdotes y el sanedrín en pleno buscaban una
acusación contra Jesús para condenarlo a muerte y no la encontraban.
Pues, aunque muchos presentaban falsas acusaciones contra El, los testimonios
no concordaban. Hubo unos que se pusieron de pie y dijeron:
S "Nosotros lo hemos oído decir:
`Yo destruiré este templo, edificado por hombres, y en tres días
construirá otro, no edificado por hombres'.
C Pero ni aun en esto concordaba su testimonio. Entonces el
sumo sacerdote se puso de pie y le preguntó a Jesús:
S "¿No tienes nada que responder a todas esas acusaciones?".
C Pero Él no le respondió nada. El sumo sacerdote
le volvió a preguntar:
S "¿Eres tú el Mesías, el Hijo de
Dios bendito?".
C Jesús contestó:
† "Sí lo soy. Y un día verán
cómo el Hijo del hombre está sentado a la derecha del Todopoderoso
y cómo viene entre las nubes del cielo".
C El sumo sacerdote se rasgó las vestiduras exclamando:
S "¿Qué falta hacen ya más testigos?
Ustedes mismos han oído la blasfemia. ¿Qué les parece?".
C Y todos lo declararon reo de muerte. Algunos se pusieron
a escupirle, y tapándole la cara, lo abofeteaban y le decían:
S "Adivina quién fue",
C Y los criados también le daban de bofetadas. Mientras
tanto, Pedro estaba abajo, en el patio. Llegó una criada del sumo sacerdote,
y al ver a Pedro calentándose, lo miró fijamente y le dijo:
S "Tú también andabas con Jesús Nazareno".
C Él lo negó, diciendo:
S "Ni sé ni entiendo lo que quieres decir".
C Salió afuera hacia el zaguán, y un gallo cantó.
La criada, al verlo, se puso de nuevo a decir a los presentes:
S "Ése es uno de ellos".
C Pero él lo volvió a negar. Al poco rato, también
los presentes dijeron a Pedro:
S "Claro que eres uno de ellos, pues eres galileo".
C Pero él se puso a echar maldiciones y a jurar:
S "No conozco a ese hombre del que hablan".
C En seguida, cantó el gallo por segunda vez. Pedro
se acordó entonces de las palabras que le había dicho Jesús:
"Antes de que el gallo cante dos veces, tú me habrás negado
tres", y rompió a llorar.
Comienza la lectura breve
C Luego que amaneció, se reunieron los sumos sacerdotes
con los ancianos, los escribas y el sanedrín en pleno, para deliberar.
Ataron a Jesús, se lo llevaron y lo entregaron a Pilato. Éste
le preguntó:
S "¿Eres tú el rey de los judíos?”.
C El respondió:
† "Si lo soy".
C Los sumos sacerdotes lo acusaban de muchas cosas. Pilato
le preguntó de nuevo:
S "¿No contestas nada? Mira de cuántas cosas
te acusan".
C Jesús ya no le contestó nada, de modo que Pilato
estaba muy extrañado. Durante la fiesta de Pascua, Pilato solía
soltarles al preso que ellos pidieran. Estaba entonces en la cárcel un
tal Barrabás, con los revoltosos que habían cometido un homicidio
en un motín. Vino la gente y empezó a pedir el indulto de costumbre.
Pilato les dijo:
S "¿Quieren que les suelte al rey de los judíos?".
C Porque sabía que los sumos sacerdotes se lo habían
entregado por envidia. Pero los sumos sacerdotes incitaron a la gente para que
pidieran la libertad de Barrabás. Pilato les volvió a preguntar:
S "¿Y qué voy a hacer con el que llaman
rey de los judíos?".
C Ellos gritaron:
S "¡Crucifícalo!".
C Pilato les dijo:
S "Pues ¿qué mal ha hecho?".
C Ellos gritaron más fuerte:
S "¡Crucifícalo!".
C Pilato, queriendo dar gusto a la multitud, les soltó
a Barrabás; y a Jesús, después de mandarlo azotar, lo entregó
para que lo crucificaran. Los soldados se lo llevaron al interior del palacio,
al pretorio, y reunieron a todo el batallón. Lo vistieron con un manto
de color púrpura, le pusieron una corona de espinas, que habían
trenzado, y comenzaron a burlarse de Él, dirigiéndole este saludo:
S "¡Viva el rey de los judíos!".
C Le golpeaban la cabeza con una caña, le escupían
y, doblando las rodillas, se postraban ante Él. Terminadas las burlas,
le quitaron aquel manto de color púrpura, le pusieron su ropa y lo sacaron
para crucificarlo. Entonces forzaron a cargar la cruz a un individuo que pasaba
por ahí de regreso del campo, Simón de Cirene, padre de Alejandro
y de Rufo, y llevaron a Jesús al Gólgota (que quiere decir lugar
de la Calavera"). Le ofrecieron vino con mirra, pero él no lo aceptó.
Lo crucificaron y se repartieron sus ropas, echando suertes para ver qué
le tocaba a cada uno. Era media mañana cuando lo crucificaron. En el
letrero de la acusación estaba escrito: "El rey de los judíos".
Crucificaron con él a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda.
Así se cumplió la Escritura que dice: Fue contado entre los malhechores.
Los que pasaban por ahí, lo injuriaban meneando la cabeza y gritándole:
S "¡Anda! Tú, que destruías el templo
y lo reconstruías en tres días, sálvate a ti mismo y baja
de la cruz".
C Los sumos sacerdotes se burlaban también de él
y le decían: "Ha salvado a otros, pero a sí mismo no se puede
salvar. Que el Mesías, el rey de Israel, baje ahora de la cruz, para
que lo veamos y creamos".
C Hasta los que estaban crucificados con él también
lo insultaban. Al llegar el mediodía, toda aquella tierra se quedó
en tinieblas hasta las tres de la tarde. Y a las tres, Jesús gritó
con voz potente:
† Eloí, Eloí, ¿lama sabactaní?".
C (que significa: Dios mío, Dios mío, ¿por
qué me has abandonado?) Algunos de los presentes, al oírlo, decían:
S "Miren, está llamando a Elías".
C Uno corrió a empapar una esponja en vinagre, la sujetó
a un carrizo y se la acercó para que bebiera, diciendo:
S "Vamos a ver si viene Elías a bajarlo".
C Pero Jesús, dando un fuerte grito, expiró.
(Aquí todos se arrodillan y guardan silencio por unos instantes)
C Entonces el velo del templo se rasgó en dos, de arriba
a abajo. El oficial romano que estaba frente a Jesús, al ver cómo
había expirado, dijo:
S "De veras este hombre era Hijo de Dios".
Fin de la lectura breve
Había también
ahí unas mujeres que estaban mirando todo desde lejos; entre ellas, María
Magdalena, María (la madre de Santiago el menor y de José) y Salomé,
que cuando Jesús estaba en Galilea, lo seguían para atenderlo;
y además de ellas, otras muchas que habían venido con él
a Jerusalén. Al anochecer, como era el día de la preparación,
víspera del sábado, vino José de Arimatea, miembro distinguido
del sanedrín, que también esperaba el Reino de Dios. Se presentó
con valor ante Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Pilato se
extrañó que ya hubiera muerto, y llamando al oficial, le preguntó
si hacía mucho tiempo que había muerto. Informado por el oficial,
concedió el cadáver a José. Este compró una sábana,
bajó el cadáver, lo envolvió en la sábana y lo puso
en un sepulcro excavado en una roca y tapó con una piedra la entrada
del sepulcro. María Magdalena y María, la madre de José,
se fijaron en dónde lo ponían.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Imploremos, hermanos,
a Jesús, el Sumo Sacerdote de la fe que profesamos, que en la cruz presentó,
con lágrimas en los ojos, oraciones y súplicas al Padre, y oremos
también nosotros por todos los hombres: (R/. Escúchanos, Señor.)
Para que el Señor, que en la cruz excusó a los ignorantes
y pidió perdón por ellos, tenga piedad de los fieles que han caído
en el pecado, les dé valor para recurrir al sacramento de la penitencia
y les conceda el gozo del perdón y de la paz, roguemos al Señor.
Para que la sangre de Jesús, que habla más favorablemente que
la de Abel, reconcilie con Dios a los que aún están lejos a causa
de la ignorancia, la indiferencia, la maldad o las propias pasiones, roguemos
al Señor.
Para que el Señor, que en la cruz experimentó la amargura de sentirse
triste y abandonado, se apiade de los enfermos, los afligidos y los oprimidos
y les envíe a su ángel para que los conforte, roguemos al
Señor.
Para que el Señor, que recibió en su reino al ladrón arrepentido,
se apiade de nosotros nos dé sentimientos de contrición y nos
admita, después de la muerte, en su paraíso, roguemos al Señor.
Dios todopoderoso y eterno, que enviaste a tu Hijo al mundo, para que, con
su pasión, destruyera el pecado y la muerte y, con su resurrección,
nos devolviera la vida y la felicidad, escucha las oraciones de tu pueblo y
haz que podamos gozar de los frutos de la cruz gloriosa de Jesucristo. Él,
que vive y reina por los siglos delos siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que la pasión de tu Unigénito, Señor, nos atraiga tu perdón, y aunque no lo merecemos por nuestras obras, por la mediación de este sacrificio único, lo recibamos de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I de la Pasión del Señor. MR. p. 497 (498).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 26.42
Padre mío, si no es posible evitar que yo beba este cáliz, hágase tu voluntad.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú que nos has alimentado con esta Eucaristía, y por medio de la muerte de tu Hijo nos das la esperanza de alcanzar lo que la fe nos promete, concédenos, Señor, llegar, por medio de su resurrección, a la meta de nuestras esperanzas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Dios y Padre nuestro, mira con bondad a esta familia tuya, por la cual nuestro Señor Jesucristo no dudó en entregarse a sus verdugos y padecer el tormento de la cruz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.-La perseverancia es escasa, sobre todo cuando se trata de emprender un proyecto de vida que implica riesgos y amenazas. Los mártires y profetas que en Latinoamérica han entregado su vida por el evangelio en los últimos años, supieron lo que estaban haciendo. Recibieron amenazas y advertencias y decidieron mantenerse fieles en el seguimiento de Jesús. No hicieron nada que previamente no hubieran contemplado en el viacrucis de su Señor Jesucristo. Somos herederos de esa cadena de testigos de la esperanza perseverante. Cuando apreciamos tantas situaciones contrarias al reino de Dios en nuestra sociedad no podemos desentendernos, fingiendo que no es nuestra responsabilidad. Como cristianos, estamos invitados a recorrer el camino de fidelidad y entrega que el Señor Jesús recorrió. Cada quien sabrá a qué iniciativa cívica, evangelizadora o espiritual tendrá que sumarse para responder al compromiso bautismal.
Morado Lunes Santo MR a 259 (272); Lecc. I, p. 802
Otros santos: Ludgero de Munster, obispo; Pedro de Sebaste, obispo. Beata Magdalena Catalina Morano religiosa.
MARÍA,
JUDAS Y JESÚS
Is 42, 1-7; Jn 12,1-11
La escena de la unción en Betania es un espejo de actitudes donde nos podemos reconocer. De un lado están los judíos que se confabulan para dar muerte a Lázaro, porque no tienen otro argumento para defender su falta de fe que la violencia. Son los fanáticos que no toleran al diferente y terminan por condenarlo a muerte. Se sienten superiores en todos los sentidos a Jesús y a Lázaro y por eso disponen su muerte violenta. De otro lado está María, una mujer creyente, que intuye la muerte próxima del maestro y se adelanta a su sepultura, ungiéndolo con un perfume exquisito. El gesto aparentemente solidario de Judas, que cuestiona el supuesto desperdicio, es la caricatura de la solidaridad. Por encima de todo está la actitud serena de Jesús, quien, a sabiendas de su muerte inminente se acoge a la fidelidad del Padre.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 34, 1-2; Sal 139, 8
Juzga, Señor, a los que me hacen daño, ataca a los que me atacan, toma las armas y el escudo, levántate y ven en mi ayuda. Señor, mi fuerza de salvación.
ORACIÓN COLECTA
Te rogamos, Dios todopoderoso, que quienes desfallecemos a causa de nuestra debilidad, nos recuperemos gracias a la pasión de tu Unigénito. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
No gritará ni hará oír su voz en las plazas.
Del libro del profeta Isaías: 42, 1-7
Miren a mi siervo, a quien
sostengo, a mi elegido, en quien tengo mis complacencias. En él he puesto
mi espíritu, para que haga brillar la justicia sobre las naciones. No
gritará ni clamará, no hará oír su voz en las plazas,
no romperá la caña resquebrajada, ni apagará la mecha que
aún humea. Proclamará la justicia con firmeza, no titubeará
ni se doblegará, hasta haber establecido el derecho sobre la tierra y
hasta que las islas escuchen su enseñanza.
Esto dice el Señor Dios, el que creó el cielo y lo extendió,
e1 que dio firmeza a la tierra, con lo que en ella brota; el que dio el aliento
a la gente que habita la tierra y la respiración a cuanto se mueve en
ella: "Yo, el Señor, fiel a mi designio de salvación, te
llamé, te tomé de la mano; te he formado y te he constituido alianza
de un pueblo, luz de las naciones, para que abras los ojos de los ciegos, saques
a los cautivos de la prisión y de la mazmorra a los que habitan en tinieblas".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSOR1AL
Del salmo 26, 1, 2. 3. 13. 14.
R/. El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz
y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo? El Señor
es la defensa de mi vida, ¿quién podrá hacerme temblar?
R/.
Cuando me asaltan los malvados para devorarme, ellos, enemigos y adversarios,
tropiezan y caen. R/.
Aunque se lance contra mí un ejército, no temerá mi corazón;
aun cuando hagan la guerra contra mí, tendré plena confianza en
el Señor. R/.
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor
y fortaleza y en el Señor confía. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Señor Jesús, rey nuestro, sólo tú has tenido compasión de nuestras faltas. R/.
EVANGELIO
Déjala. Esto lo tenía guardado para el día de mi sepultura.
Del santo Evangelio según san Juan: 12, 1-11
Seis días antes de
la Pascua, fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien
había resucitado de entre los muertos. Allí le ofrecieron una
cena; Martha servía y Lázaro era uno de los que estaban con él
a la mesa. María tomó entonces una libra de perfume de nardo auténtico,
muy costoso, le ungió a Jesús los pies con él y se los
enjugó con su cabellera, y la casa se llenó con la fragancia del
perfume.
Entonces Judas Iscariote, uno de los discípulos, el que iba a entregar
a Jesús, exclamó: "¿Por qué no se ha vendido
ese perfume en trescientos denarios para dárselos a los pobres?".
Esto lo dijo, no porque le importaran los pobres, sino porque era ladrón,
y como tenía a su cargo la bolsa, robaba lo que echaban en ella.
Entonces dijo Jesús: "Déjala. Esto lo tenía guardado
para el día de mi sepultura; porque a los pobres los tendrán siempre
con ustedes, pero a mí no siempre me tendrán". Mientras tanto,
la multitud de judíos, que se enteró de que Jesús estaba
allí, acudió, no sólo por Jesús, sino también
para ver a Lázaro, a quien el Señor había resucitado de
entre los muertos. Los sumos sacerdotes deliberaban para matar a Lázaro,
porque a causa de él, muchos judíos se separaban y creían
en Jesús.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira con bondad, Señor, los sagrados misterios que estamos celebrando y ya que en tu misericordia dispusiste que nos sirvieran para desechar nuestros falsos criterios, concédenos que nos ayuden a producir verdaderos frutos de vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio II de la Pasión del Señor, MR, p. 498 (499).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 101, 3
No apartes tu rostro de mí. En el día de mi tribulación, inclina a mí tu oído, y, siempre que te invoque, respóndeme enseguida.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Visita, Señor, a tu pueblo y protege con tu constante amor a quienes has santificado por estos misterios, para que recibamos de tu misericordia y conservemos con tu protección, los auxilios para nuestra salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Opcional
Dios y Padre nuestro, que tu protección socorra a los humildes y asista continuamente a quienes confían en tu misericordia, para que se preparen a celebrar las fiestas pascuales no sólo con acciones corporales, sino sobre todo con pureza de corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Martes Santo MR. p. 261 (273): Lecc. I. p. 805
Otros santos: Ruperto de Salzburgo, obispo; Juan de Egipto, ermitaño. Beato Luis Eduardo Cestac fundador.
LAS RAÍCES
DE LA FIDELIDAD
Is 49, 1-6; Jn 13, 21-33. 26-38
El segundo cántico del Siervo es un balance retrospectivo de un vencedor que ha superado la prueba. Luego de un momento adverso y después de haber vencido la persecución, no vacila en reconocer que su suerte estaba en manos de Dios. Dichoso el creyente que logra perseverar en los momentos de adversidad, porque su fe se fortalece y queda robustecida. La fe que supera la prueba se convierte en esperanza. Quienes aprenden a esperar en Dios no conocen el temor. Esta fortaleza interior fue robusteciendo el camino espiritual del Señor Jesús. Por eso podía relativizar las amenazas en su contra y asumirlas con serenidad, reconociendo que había llegado la hora decisiva de manifestar la grandeza del amor de Dios. Sostenido con la lección del trigo que se desintegra a fin de germinar y dar vida, Jesús emprendió el camino de la cruz sabiendo que su causa estaba en las manos de Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 26,12
No me entregues, Señor, al odio de los que me persiguen, pues han surgido contra mí testigos falsos que respiran violencia.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso y eterno, celebrar de tal modo los sacramentos de la pasión del Señor, que nos hagamos dignos de recibir tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Te convertiré en luz de las naciones, para que llegue mi Salvación hasta los últimos rincones de la tierra.
Del libro del profeta Isaías: 49, 1-6
Escúchenme, Islas;
pueblos lejanos, atiéndanme. El Señor me llamó desde el
vientre de mi madre: cuando aún estaba yo en el seno materno, él
pronunció mi nombre.
Hizo de mi boca una espada filosa, me escondió en la sombra de su mano,
me hizo flecha puntiaguda, me guardó en su aljaba y me dijo: "Tú
eres mi siervo. Israel; en ti manifestaré mi gloria". Entonces yo
pensé: "En vano me he cansado, inútilmente he gastado mis
fuerzas; en realidad mi causa estaba en manos del Señor, mi recompensa
la tenía mi Dios".
Ahora habla el Señor, el que me formó desde el seno materno, para
que fuera su servidor, para hacer que Jacob volviera a Él y congregar
a Israel en torno suyo —tanto así me honró el Señor
y mi Dios fue mi fuerza—. Ahora, pues, dice el Señor: "Es
poco que seas mi siervo sólo para restablecer a las tribus de Jacob y
reunir a los sobrevivientes de Israel; te voy a convertir en luz de las naciones,
para que mi salvación llegue hasta los últimos rincones de la
tierra". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 70, 1-2. 3-4a. 5-6ab. 15ab.17
R/. En ti, Señor, he puesto mi esperanza.
Señor, tú
eres mi esperanza, que no quede yo jamás defraudado. Tú, que eres
justo, ayúdame y defiéndeme; escucha mi oración y ponme
a salvo. R/.
Sé para mí un refugio, ciudad fortificada en que me salves. Y
pues eres mi auxilio y mi defensa, líbrame, Señor, de los malvados.
R/.
Señor, tú eres mi esperanza; desde mi juventud en ti confío.
Desde que estaba en el seno de mi madre, yo me apoyaba en ti y tú me
sostenías. R/.
Yo proclamaré siempre tu justicia y a todas horas, tu misericordia. Me
enseñaste a alabarte desde niño y seguir alabándote es
mi orgullo. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Señor Jesús, Rey nuestro, para obedecer al Padre, quisiste ser llevado a la cruz como manso cordero al sacrificio. R/.
EVANGELIO
Uno de ustedes me entregará. No cantará el gallo antes de que me hayas negado tres veces
Del santo Evangelio según san Juan: 13,21-33.36-38
En aquel tiempo, cuando
Jesús estaba a la mesa con sus discípulos, se conmovió
profundamente y declaró: "Yo les aseguro que uno de ustedes me va
a entregar".
Los discípulos se miraron perplejos unos a otros, porque no sabían
de quién hablaba. Uno de ellos, al que Jesús tanto amaba, se hallaba
reclinado a su derecha. Simón Pedro le hizo una seña y le preguntó:
"¿De quién lo dice?". Entonces él, apoyándose
en el pecho de Jesús, le preguntó: "Señor, ¿quién
es?". Le contestó Jesús: 'Aquel a quien yo le dé este
trozo de pan, que voy a mojar". Mojó el pan y se lo dio a Judas,
hijo de Simón el Iscariote; y tras el bocado, entró en él
Satanás.
Jesús le dijo entonces a Judas: "Lo que tienes que hacer, hazlo
pronto". Pero ninguno de los comensales entendió a qué se
refería; algunos supusieron que, como Judas tenía a su cargo la
bolsa, Jesús le había encomendado comprar lo necesario para la
fiesta o dar algo a los pobres. Judas, después de tomar el bocado, salió
inmediatamente. Era de noche.
Una vez que Judas se fue, Jesús dijo: "Ahora ha sido glorificado
el Hijo del hombre y Dios ha sido glorificado en él. Si Dios ha sido
glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí
mismo y pronto lo glorificará.
Hijitos, todavía estaré un poco con ustedes. Me buscarán,
pero como les dije a los judíos, así se lo digo a ustedes ahora:
'A donde yo voy, ustedes no pueden ir"'. Simón Pedro le dijo: "Señor,
¿adónde vas?". Jesús le respondió: "A
donde yo voy, no me puedes seguir ahora; me seguirás más tarde".
Pedro replicó: "Señor, ¿por qué no puedo seguirte
ahora? Yo daré mi vida por ti". Jesús le contestó:
"¿Conque darás tu vida por mí? Yo te aseguro que no
cantará el gallo, antes de que me hayas negado tres veces".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira con bondad, Señor, las ofrendas de esta familia tuya y, ya que la hiciste partícipe de tus sagrados dones, concédele obtener plenamente su fruto. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio II de la Pasión del Señor MR, p. 498 (499).
ANTÍFONA DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Rm 8, 32
Dios no escatimó la vida de su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados por estos dones de salvación, suplicamos, Señor tu misericordia, para que este Sacramento, que nos nutre en nuestra vida temporal, nos haga partícipes de la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Opcional
Dios y Padrenuestro, al pueblo que quiere obedecerte, purifícalo de la antigua maldad por tu misericordia y hazlo capaz de una santa renovación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Miércoles Santo MR p. 262 (274) / Lecc. I, p. 808
Otros santos: Gontrán de Borgoña rey; Esteban Harding, fundador. Beato José Sebastián Pelczar, obispo.
¿QUIÉN
ME CONDENARÁ?
Is 50, 4-9; Mt 26, 14-25
El tono retador y desafiante de este capítulo de Isaías no es producto de la arrogancia sino todo lo contrario, de la firme confianza en Dios. No es una pose postiza sino una actitud nacida de una certidumbre: Dios se mantiene cercano a sus fieles. La seguridad de profetas, mártires y testigos nos puede desconcertar y hasta exhibir la flaqueza de nuestra fe. El relato de la traición de Judas permite comprender la nobleza del Señor Jesús. Terminó sus días como una víctima condenada a la ejecución más ignominiosa. No se dejó cegar por el resentimiento ni por otras actitudes negativas. Fue capaz de compartir la mesa con el discípulo que lo traicionaba y mantuvo una actitud serena al respecto. Jesús muere como víctima inteligente. No fue fatalidad ni resignación la suya sino la actitud generosa de quien sabe que, de ese sufrimiento, Dios sabrá generar el reinado definitivo de la vida plena.
ANTÍFONA DE ENTRADA Flp 2, 1 0- 8, 11
Que al nombre de Jesús, toda rodilla se doble, en el cielo, en la tierra y en los abismos, porque el Señor se hizo obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Jesucristo es el Señor para gloria de Dios Padre.
ORACIÓN COLECTA
Padre misericordioso, que para librarnos del poder del enemigo quisiste que tu hijo sufriera por nosotros el suplicio de la cruz, concédenos alcanzar la gracia de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
No he sustraído mi rostro a los insultos y salivazos
Del libro del profeta Isaías: 50, 4-9
En aquel entonces, dijo
Isaías: "El Señor me ha dado una lengua experta, para que
pueda confortar al abatido con palabras de aliento. Mañana tras mañana,
el Señor despierta mi oído, para que escuche yo, como discípulo.
El Señor Dios me ha hecho oír sus palabras y yo no he opuesto
resistencia, ni me he echado para atrás. Ofrecí la espalda a los
que me golpeaban, la mejilla a los que me tiraban de la barba. No aparté
mi rostro a los insultos y salivazos. Pero el Señor me ayuda, por eso
no quedaré confundido, por eso endureció mi rostro como roca y
sé que no quedaré avergonzado Cercano está de mí
el que me hace justicia, ¿quién luchará contra mí?
¿Quién es mi adversario? ¿Quién me acusa? Que se
me enfrente. El Señor es mi ayuda, ¿quién se atreverá
a condenarme?
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 68, 8-10. 21 bcd-22. 31 y 33-34
R/. Por tu bondad, Señor, socórreme.
Por ti he sufrido injurias
y la vergüenza cubre mi semblante. Extraño soy y advenedizo, aun
para aquellos de mi propia sangre: pues me devora el celo de tu casa, el odio
del que te odia, en mí recae. R/.
La afrenta me destroza el corazón y desfallezco. Espero compasión
y no la hallo: Busco consoladores y no los encuentro. En mi comida me echaron
hiel, para mi sed me dieron vinagre. R/.
En mi cantar exaltaré tu nombre, proclamaré tu gloria, agradecido.
Se alegrarán al verlo los que sufren, quienes buscan a Dios tendrán
más ánimo, porque el Señor jamás desoye al pobre,
ni olvida al que se encuentra encadenado. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Señor Jesús, rey nuestro, sólo tú has tenido compasión de nuestras faltas.
O bien:
Señor Jesús, Rey nuestro, para obedecer al Padre, quisiste ser llevado a la cruz como manso cordero al sacrificio. R/.
EVANGELIO
¡Ay de aquel por quien el Hijo del hombre va a ser entregado!
Del santo Evangelio según san Mateo: 26,14-25
En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a ver a los sumos sacerdotes y les dijo: ¿Cuánto me dan si les entrego a Jesús?". Ellos quedaron en darle treinta monedas de plata. Y desde ese momento andaba buscando una oportunidad para entregárselos. El primer día de la fiesta de los panes Ázimos, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: "¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?". Él respondió: "Vayan a la ciudad, a casa de fulano y díganle: `El Maestro dice: Mi hora está ya cerca. Voy a celebrar la Pascua con mis discípulos en tu casa'. Ellos hicieron lo que Jesús les había ordenado y prepararon la cena de Pascua. Al atardecer, se sentó a la mesa con los Doce y mientras cenaban, les dijo: "Yo les aseguro que uno de ustedes va a entregarme". Ellos se pusieron muy tristes y comenzaron a preguntarle uno por uno: "¿Acaso soy yo, Señor?". Él respondió: "El que moja su pan en el mismo plato que yo, ése va a entregarme. Porque el Hijo del hombre va a morir, como está escrito de Él; pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre va a ser entregado! Más le valiera a ese hombre no haber nacido". Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: "¿Acaso soy yo Maestro?". Jesús le respondió: "Tú lo has dicho". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, los dones que te presentamos y concédenos que la pasión de tu Hijo, que celebramos en este sacramento, fructifique plenamente en nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio II de la Pasión del Señor, MR. p. 498 (499).
ANTIFONA DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Mt 20, 28
El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida para redención de todos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor, Dios nuestro, creer profundamente que por la muerte temporal de tu Hijo, proclamada en estos santos misterios, tú nos has dado la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Opcional
Dios y Padre nuestro, concede a tu pueblo frecuentar los sacramentos pascuales y esperar con vivo deseo los bienes futuros para que, manteniéndose fiel a los santos misterios de los que ha renacido, se sienta impulsado por ellos a una vida nueva. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Jueves Santo
Blanco Misa del Santo Crisma MR, p. 264 (276) / Lecc. I. p. 811 La bendición del óleo de los enfermos, del óleo de los catecúmenos y la consagración del Crisma las hace el obispo normalmente el día de hoy, en una misa especial que se celebra por la mañana.
Inicia el Sagrado Triduo Sacro Jueves Santo Misa Vespertina de la Cena del Señor, Institución de la Eucaristía, del Sacerdocio y Mandamiento del Amor MR, p. 279 (291) / Lecc. I, p. 816
Otros santos: Eutasio de Luxeuil, abad; Gladys de Gales, laica. Beato Bertoldo de Palestina, presbítero.
EL PASO DECISIVO
Ex 12, 1-8. 11-14; 1 Cor 11, 23-26, Jn 13,1-15
El relato del Éxodo
es el memorial gozoso de un pueblo que está orgulloso de su historia
y su pasado. Dios ha acompañado siempre a Israel. No podía desentenderse
del clamor de sus hijos, afligidos por la terrible opresión que les imponía
el faraón. Dios no está sordo ni se hace el desentendido. El rito
pascual recoge una certidumbre. Dios fue el artífice de esa noche extraordinaria.
Los hizo pasar de una tierra de esclavitud a una tierra ancha y espaciosa. El
Señor Jesús vivirá su propia pascua con gozo y confianza.
No se deja tratar como un condenado a muerte. Su última cena no está
marcada por el desaliento sino por la esperanza. Sabe que su vida libremente
entregada tiene sentido. Dios lo rescatará de esa noche oscura. Por eso
se presenta de manera ejemplar ante sus discípulos: "hagan lo mismo
que yo he hecho".
Según una antiquísima tradición de la Iglesia, en este
día se prohíben todas las misas sin asistencia del pueblo. En
la tarde, a la hora más oportuna, se celebra la misa de la Cena del Señor;
con la participación de toda la comunidad local y con la intervención,
según su propio oficio, de todos los sacerdotes y ministros La sagrada
comunión se puede distribuir a los fieles sólo dentro de la misa;
pero a los enfermos se les puede llevar a cualquier hora del día. El
sagrario debe estar completamente vacío Conságrense en esta misa
suficientes hostias, de modo que alcancen para la comunión del clero
y del pueblo, hoy y mañana. [Las personas que deseen profundizar en más
indicaciones; pueden leer la introducción y los textos en el Misal Romano,
pp. 278-291; para el Viernes Santo pp. 292-309; para el Sábado Santo
p. 310 y para la Vigilia Pascual pp. 313-340]
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Ga 6, 14
Debemos gloriamos en la
cruz de nuestro Señor Jesucristo, porque en él está nuestra
salvación, nuestra vida y nuestra resurrección, y por él
fuimos salvados y redimidos.
Se dice Gloria. Mientras se canta este himno se tocan las campanas. Terminado
el canto, las campanas no vuelven a tocarse hasta la Vigilia Pascual, a no ser
que el obispo diocesano disponga otra cosa. En este mismo tiempo. también
pueden usarse el órgano y los demás instrumentos musicales, pero
sólo para acompañar el canto.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, reunidos para celebrar la santísima Cena en la que tu Hijo unigénito, antes de entregarse a la muerte, confió a la Iglesia el nuevo y eterno sacrificio, banquete pascual de su amor, concédenos que, de tan sublime misterio, brote para nosotros la plenitud del amor y de la vida. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Prescripciones sobre la cena pascual
Del libro del Éxodo: 12, 1-8. 11-14
En aquellos días,
dijo el Señor a Moisés y a Aarón en tierra de Egipto: "Este
mes será para ustedes el primero de todos los meses y el principio del
año. Díganle a toda la comunidad de Israel: 'El día diez
de este mes, tomará cada uno un cordero por familia, uno por casa. Si
la familia es demasiado pequeña para comérselo, que se junte con
los vecinos y elija un cordero adecuado al número de personas y a la
cantidad que cada cual pueda comer. Será un animal sin defecto, macho,
de un año, cordero o cabrito. Lo guardarán hasta el día
catorce del mes, cuando toda la comunidad de los hijos de Israel lo inmolará
al atardecer. Tomarán la sangre y rociarán las dos jambas y el
dintel de la puerta de la casa donde vayan a comer el cordero. Esa noche comerán
la carne, asada a fuego; comerán panes sin levadura y hierbas amargas.
Comerán así: con la cintura ceñida, las sandalias en los
pies, un bastón en la mano y a toda prisa, porque es la Pascua, es decir,
el paso del Señor.
Yo pasaré esa noche por la tierra de Egipto y heriré a todos los
primogénitos del país de Egipto desde los hombres hasta los ganados.
Castigaré a todos los dioses de Egipto, yo, el Señor. La sangre
les servirá de señal en las casas donde habitan ustedes. Cuando
yo vea la sangre, pasaré de largo y no habrá entre ustedes plaga
exterminadora, cuando hiera yo la tierra de Egipto.
Ese día será para ustedes un memorial y lo celebrarán como
fiesta en honor del Señor. De generación en generación
celebrarán esta festividad, corno institución perpetua' ".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 115, 12-13. 15-16bc.17-18
R/. Gracias, Señor, por tu sangre que nos lava.
¿Cómo le
pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Levantaré
el cáliz de salvación e invocaré el nombre del Señor.
R/.
A los ojos del Señor es muy penoso que mueran sus amigos. De la muerte,
Señor, me has librado, a mí, tu esclavo e hijo de tu esclava.
R/
Te ofreceré con gratitud un sacrificio e invocaré tu nombre. Cumpliré
mis promesas al Señor ante todo su pueblo. R/.
SEGUNDA LECTURA
Cada vez que ustedes comen de este par y beben de este cáliz, proclaman la muerte del Señor.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 11, 23-26
Hermanos: Yo recibí
del Señor lo mismo que les he trasmitido: que el Señor Jesús,
la noche en que iba a ser entregado, tomó pan en sus manos, y pronunciando
la acción de gracias, lo partió y dijo: "Esto es mi cuerpo,
que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía".
Lo mismo hizo con el cáliz después de cenar, diciendo: "Este
cáliz es la nueva alianza que se sella con mi sangre. Hagan esto en memoria
mía siempre que beban de él".
Por eso, cada vez que ustedes comen de este pan y beben de este cáliz,
proclaman la muerte del Señor, hasta que vuelva.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn 13, 34
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Les doy un mandamiento nuevo, dice el Señor, que se amen los unos a los otros, como yo los he amado. R/.
EVANGELIO
Los amó hasta el extremo.
Del santo Evangelio según san Juan: 13, 1-15
Antes de la fiesta de la
Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este
mundo al Padre y habiendo amado a los suyos, que estaban en el mundo, los amó
hasta el extremo.
En el transcurso de la cena, cuando ya el diablo había puesto en el corazón
de Judas Iscariote, hijo de Simón, la idea de entregarlo, Jesús,
consciente de que el Padre había puesto en sus manos todas las cosas
y sabiendo que había salido de Dios y a Dios volvía, se levantó
de la mesa, se quitó el manto y tomando una toalla, se la ciñó;
luego echó agua en una jofaina y se puso a lavarles los pies a los discípulos
y a secárselos con la toalla que se había ceñido.
Cuando llegó a Simón Pedro, éste le dijo: "Señor,
¿Me vas a lavar tú a mí los pies?". Jesús le
replicó: "Lo que estoy haciendo tú no lo entiendes ahora,
pero lo comprenderás más tarde" Pedro le dijo: "Tú
no me lavarás los pies jamás". Jesús le contestó:
"Si no te lavo, no tendrás parte conmigo". Entonces le dijo
Simón Pedro: "En ese caso, Señor, no sólo los pies,
sino también las manos y la cabeza". Jesús le dijo: "El
que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque
todo él está limpio. Y ustedes están limpios, aunque no
todos". Como sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo:
'No todos están limpios'.
Cuando acabó de lavarles los pies, se puso otra vez el manto, volvió
a la mesa y les dijo: "¡Comprenden lo que acabo de hacer con ustedes?
Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. Pues
si yo, que soy el Maestro y el Señor, les he lavado los pies, también
ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros. Les he dado ejemplo, para
que lo que yo he hecho con ustedes, también ustedes lo hagan". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
REFLEXIÓN: Comienza —con el Triduo Pascual— la conmemoración del misterio de la redención humana realizada por la pasión, muerte y resurrección del Señor. Un día por demás señalado: "jueves único" en el año litúrgico. Si la celebración eucarística es siempre memorial de la muerte y resurrección de Cristo, hoy lo es "mucho más", si cabe la expresión... Entre los temas que destacan en la liturgia: Eucaristía, Sacerdocio ministerial y Amor fraterno, el primero y determinante es la Eucaristía, celebración de la pasión y muerte del Señor hasta que El vuelva: "nueva pascua" y "banquete sacrificial" del pueblo cristiano, que viene a sustituir a la cena pascual judía, como recuerdo de la liberación de Egipto.
LAVATORIO DE LOS PIES
Después de la homilía, donde lo aconseje el bien pastoral se lleva a cabo el lavatorio de los pies. Los varones designados van, acompañados por los ministros, a ocupar los asientos preparados para ellos. [ Hay que tener en cuenta que: «…también puede estar compuesto de hombres y mujeres y es conveniente que formen parte de él jóvenes y ancianos, sanos y enfermos, clérigos. consagrados, laicos». Cfr. Decreto in Coena Domini, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, a 6 de enero de 2016, solemnidad de la Epifanía del Señor". El sacerdote, se quita la casulla si es necesario, y se acerca a cada una de las personas designadas. Con la ayuda de los ministros, les lava los pies y se los seca. Mientras tanto, se cantan algunas de las siguientes antífonas o algún canto apropiado.
ANTÍFONA PRIMERA Cfr. Jn 13, 4. 5. 15
El Señor se levantó de la mesa, echó agua en un recipiente y se puso a lavar los pies de sus discípulos para darles ejemplo.
ANTÍFONA SEGUNDA Jn 13, 12. 13. 15
El Señor, Jesús, después de haber cenado con sus discípulos, lavó sus pies y les dijo: "¿Comprenden lo que acabo de hacer con ustedes, yo el Señor y el Maestro? Les he dado ejemplo, para que también ustedes lo hagan".
ANTÍFONA TERCERA Jn 13, 6. 7. 6
Señor, ¿pretendes tú lavarme a mí los pies? Jesús le respondió: Si no te lavo los pies, no tendrás nada que ver conmigo.
V. Fue Jesús hacia
Simón Pedro y éste le dijo:
—Señor, ¿pretendes tú lavarme a mí los pies?...
V. Lo que yo estoy haciendo, tú no lo entiendes ahora; lo entenderás
más tarde.
—Señor ¿pretendes tú lavarme a mí los pies?...
ANTÍFONA CUARTA Cfr. Jn 13, 14
Si yo, que soy el maestro y el Señor, les he lavado los pies, ¡con cuánta mayor razón ustedes deben lavarse los pies unos a otros!
ANTÍFONA QUINTA Jn 13, 35
En esto reconocerán todos que son mis discípulos: en que se amen los unos a los otros.
ANTÍFONA SEXTA Jn 13, 34
Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado, dice el Señor.
ANTÍFONA SÉPTIMA 1 Co 13, 13
Que permanezcan en ustedes
la fe, la esperanza y el amor; pero la mayor de estas tres virtudes es el amor.
V. Ahora tenemos la fe, la esperanza y el amor; pero la mayor de estas tres
virtudes es el amor.
—Que permanezcan en ustedes...
Inmediatamente después del lavatorio de los pies o, si éste no
tuvo lugar, después de la homilía, se hace la Oración universal,
Sería conveniente organizar la procesión de ofrendas en la que,
además de pan y vino, se lleven dones para los pobres. Sería bueno
cantar el Ubi caritas et amor... u otro canto apropiado. Hay que tener presente
también las variantes propias de este día en la Plegaria Eucarística.
No se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Supliquemos, hermanos,
a Cristo, el Ungido de Dios, en cuyas manos el Padre ha puesto todas las cosas,
y pidámosle que escuche nuestra oración:
Para que todos los cristianos sepan seguir el ejemplo de humildad del Señor,
que lavó los pies de sus discípulos, e imiten la bondad de aquel
que aceptó las lágrimas de Pedro, que lo había negado,
roguemos al Señor.
Para que nuestro obispo N., y sus presbíteros, que en estos días
han recordado el inicio de su ministerio y han renovado sus promesas, vivan
plenamente conforme a Jesús y sean siempre fieles a lo que en su ordenación
prometieron, roguemos al Señor.
Para que el Señor, que se entregó a la muerte para reunir a los
hijos de Dios que estaban dispersos, inspire sentimientos de conversión
a los que por el pecado o la indiferencia se han alejado de la Iglesia, roguemos
al Señor.
Para que los enfermos, al ser ungidos con el óleo de la salvación
que nuestro obispo acaba de consagrar, experimenten la protección del
Señor y sientan mejora en su enfermedad y alivio en sus dolores, roguemos
al Señor.
Para que el Señor, que con su humillación nos exalta, con su entrega
nos merece el perdón, con su sangre nos purifica y con su carne nos alimenta,
ilumine también nuestras mentes para que comprendamos y amemos los misterios
que hoy conmemoramos, roguemos al Señor.
Señor Jesucristo, ya que mientras vivimos aún en este mundo,
nos invitas a participar en la mesa que es imagen del banquete eterno, escucha
nuestra oración y haz que los que ahora nos reunimos para celebrar el
sacramento de tu triunfo podamos ser también tus comensales en el banquete
de la Pascua eterna. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos señor participar dignamente en estos misterios, porque cada vez que se celebra el memorial de este sacrificio, se realiza la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
El sacrificio y el sacramento de Cristo, MR, p. 283(521).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Co 11, 24. 25
Este es mi Cuerpo, que se
entrega por ustedes. Este cáliz es la nueva alianza establecida por mi
Sangre; cuantas veces lo beban, háganlo en memoria mía, dice el
Señor.
Después de distribuir la comunión, se deja sobre el altar un copón
con hostias para la comunión del día. siguiente. Y se termina
la misa con esta oración.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios todopoderoso, que así como somos alimentados en esta vida con la Cena pascual de tu Hijo, así también merezcamos ser saciados en el banquete eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
TRASLACIÓN DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO Después de incensar al Santísimo el sacerdote, cubriendo con el paño de hombros el copón, inicia la procesión hacia el “Monumento", en donde será adorado por turnos hasta la media noche. Antes de depositar al Señor en el lugar preparado, se repite la incensación. En ambos casos y durante el trayecto se usan cantos adecuados. Esta adoración, después de la media noche, hágase sin solemnidad.
Viernes Santo, de la Pasión del Señor
Rojo MR, p. 292 (297) / Lecc. I, p. 820
Día de ayuno y abstinencia
Otros santos: Leonardo Murialdo, fundador; Julio Álvarez Mendoza y compañeros, mártires. Beata Plácida Viel, abadesa.
TRASPASADO POR NUESTRAS
REBELIONES
Is 52, 13-53, 12; Heb 4,14-16; 5, 7-9; Jn 18, 1-19, 42
La toma de conciencia de
la responsabilidad colectiva de Israel condujo al autor de este cántico
a descargar al Siervo de toda responsabilidad. Fue víctima de una muerte
injusta y arbitraria. Línea a línea podemos ir revisando el relato
de la pasión con este poema y advertir que una serie de rasgos se cumplen
en la muerte del Señor Jesús. Sepultado entre los malvados sin
haber cometido crímenes. Efectivamente, Jesús entregó su
vida como expiación, nadie le arrebató la vida. Tal como responde
el Señor Jesús a Pilato, en el interrogatorio, si fuese un rey
mundano, dispondría de una guardia real que lo rescataría de manos
de los violentos. No alegó privilegio alguno y asumiendo voluntariamente
su condición de testigo de la gloria del Padre, decidió entregarse.
Su madre y sus discípulos continuarían con su misión: revelar
la amorosa fidelidad del Padre por sus hijos. Al morir Jesús nos regala
el Espíritu dador de vida, para realizar eficazmente la misión.
El día de hoy y el de mañana, por una antiquísima tradición,
la iglesia omite por completo la celebración del sacrificio eucarístico.
El altar debe estar desnudo por completo: sin cruz, sin candelabros y sin manteles.
El sacerdote y el diacono, revestidos de color rojo como para la misa, se dirigen
al altar, y hecha la debida reverencia, se postran rostro en tierra o, si se
juzga mejor; se arrodillan, todos oran en silencio durante algún espacio
de tiempo. Después el sacerdote se dirige a la sede donde, mientras todos
permanecen de rodillas, dice la siguiente oración:
No se dice “Oremos".
ORACIÓN
Acuérdate, Señor de tu gran misericordia, y santifica a tus siervos con tu constante protección, ya que por ellos Cristo, tu Hijo, derramando su sangre, instituyó el misterio pascual. El que vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén.
PRIMERA PARTE:
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Él fue traspasado por nuestros crímenes.
Del libro del profeta Isaías: 52, 13-53, 12
He aquí que mi siervo
prosperará, será engrandecido y exaltado, será puesto en
alto. Muchos se horrorizaron al verlo, porque estaba desfigurado su semblante,
que no tenía ya aspecto de hombre; pero muchos pueblos se llenaron de
asombro. Ante él los reyes cerrarán la boca, porque verán
lo que nunca se les había contado y comprenderán lo que nunca
se habían imaginado.
¿Quién habrá de creer lo que hemos anunciado? e ¿A
quién se le revelará el poder del Señor? Creció
en su presencia como planta débil, como una raíz en el desierto.
No tenía gracia ni belleza. No vimos en él ningún aspecto
atrayente; despreciado y rechazado por los hombres, varón de dolores,
habituado al sufrimiento; como uno del cual se aparta la mirada, despreciado
y desestimado.
Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores;
nosotros lo tuvimos por leproso, herido por Dios y humillado, traspasado por
nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. Él soportó
el castigo que nos trae la paz. Por sus llagas hemos sido curados.
Todos andábamos errantes como ovejas, cada uno siguiendo su camino, y
el Señor cargó sobre él todos nuestros crímenes.
Cuando lo maltrataban, se humillaba y no abría la boca, como un cordero
llevado a degollar; como oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría
la boca.
Inicuamente y contra toda justicia se lo llevaron. ¿Quién se preocupó
de su suerte? Lo arrancaron de la tierra de los vivos, lo hirieron de muerte
por los pecados de mi pueblo, le dieron sepultura con los malhechores a la hora
de su muerte, aunque no había cometido crímenes, ni hubo engaño
en su boca.
El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento. Cuando entregue su vida
como expiación, verá a sus descendientes, prolongará sus
años y por medio de él prosperarán los designios del Señor.
Por fatigas de su alma, verá la luz y se saciará; con sus sufrimientos
justificará mi siervo a muchos, cargando con los crímenes de ellos.
Por eso le daré una parte entre los grandes, y con los fuertes repartirá
despojos, ya que indefenso se entregó a la muerte y fue contado entre
los malhechores, cuando tomó sobre sí las culpas de todos e intercedió
por los pecadores.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 30, 2 y 6. 12-13. 15-16. 17 y 25
R/. Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.
A ti, Señor, me
acojo, que no quede yo nunca defraudado. En tus manos encomiendo mi espíritu
y tú, mi Dios leal, me librarás. R/.
Se burlan de mí mis enemigos, mis vecinos y parientes de mí se
espantan, los que me ven pasar huyen de mí. Estoy en el olvido, como
un muerto, como un objeto tirado en la basura. R/.
Pero yo, Señor, en ti confío. Tú eres mi Dios, y en tus
manos está mi destino. Líbrame de los enemigos que me persiguen.
R/.
Vuelve, Señor, tus ojos a tu siervo y sálvame, por tu misericordia.
Sean fuertes y valientes de corazón, ustedes, los que esperan en el Señor.
R/.
SEGUNDA LECTURA
Aprendió a obedecer y se convirtió en la causa de la salvación eterna para todos los que lo obedecen.
De la carta a los hebreos: 4, 14-16; 5,7. 9
Hermanos: Jesús,
el Hijo de Dios, es nuestro sumo sacerdote, que ha entrado en el cielo. Mantengamos
firme la profesión de nuestra fe. En efecto, no tenemos un sumo sacerdote
que no sea capaz de compadecerse de nuestros sufrimientos, puesto que él
mismo ha pasado por las mismas pruebas que nosotros, excepto el pecado. Acerquémonos,
por tanto, con plena confianza al trono de la gracia, para recibir misericordia,
hallar la gracia y obtener ayuda en el momento oportuno.
Precisamente por eso, Cristo, durante su vida mortal, ofreció oraciones
y súplicas, con fuertes voces y lágrimas, a aquel que podía
librarlo de la muerte, y fue escuchado por su piedad. A pesar de que era el
Hijo, aprendió a obedecer padeciendo, y llegado a su perfección,
se convirtió en la causa de la salvación eterna para todos los
que lo obedecen.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Flp 2, 8-9
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Cristo se humilló por nosotros y por obediencia aceptó incluso la muerte y una muerte de cruz. Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre. R/.
No se llevan velas ni incienso para la lectura de la Pasión del Señor; ni se hace al principio el saludo, ni se signa el libro. La lectura la hace un diácono o, en su defecto, el sacerdote. Puede también ser hecha por lectores, reservando al sacerdote, si es posible la parte correspondiente a Cristo.
PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
SEGÚN SAN JUAN 18, 1-19, 42
Puede elegirse la lectura breve por razones pastorales *. Cuando la lectura se hace alternada:
C = Cronista; S = "Sinagoga"; y † = Cristo
C En aquel
tiempo, Jesús fue con sus discípulos al otro lado del torrente
Cedrón, donde había un huerto, y entraron allí él
y sus discípulos. Judas, el traidor, conocía también el
sitio, porque Jesús se reunía a menudo allí con sus discípulos.
Entonces Judas tomó un batallón de soldados y guardias de los
sumos sacerdotes y de los fariseos y entró en el huerto con linternas,
antorchas y armas. Jesús, sabiendo todo lo que iba a suceder, se adelantó
y les dijo:
† "¿A quién buscan?".
C Le contestaron:
S 'A Jesús, el nazareno".
C Les dijo Jesús:
† "Yo soy".
C Estaba también con ellos Judas, el traidor. Al decirles
'Yo soy', retrocedieron y cayeron a tierra. Jesús les volvió a
preguntar:
† "A quién buscan?".
C Ellos dijeron:
S "A Jesús, el nazareno".
C Jesús contestó:
† "Les he dicho que soy yo. Si me buscan a mí,
dejen que éstos se vayan".
C Así se cumplió lo que Jesús había
dicho: "No he perdido a ninguno de los que me diste". Entonces Simón
Pedro, que llevaba una espada, la sacó e hirió aun criado del
sumo sacerdote y le cortó la oreja derecha. Este criado se llamaba Malco.
Dijo entonces Jesús a Pedro:
† "Mete la espada en la vaina. ¿No voy a
beber el cáliz que me ha dado mi Padre?".
C El batallón, su comandante y los criados de los judíos
apresaron a Jesús, lo ataron y lo llevaron primero ante Anás,
porque era suegro de Caifás, sumo sacerdote aquel año. Caifás
era el que había dado a los judíos este consejo: 'Conviene que
muera un solo hombre por el pueblo'.
Simón Pedro y otro discípulo iban siguiendo a Jesús. Este
discípulo era conocido del sumo sacerdote y entró con Jesús
en el palacio del sumo sacerdote, mientras Pedro se quedaba fuera, junto a la
puerta. Salió el otro discípulo, el conocido del sumo sacerdote,
habló con la portera e hizo entrar a Pedro. La portera dijo entonces
a Pedro:
S "¿No eres tú también uno de los discípulos
de ese hombre?".
C Él dijo:
S -No lo soy".
C Los criados y los guardias habían encendido un brasero,
porque hacía frío, y se calentaban. También Pedro estaba
con ellos de pie, calentándose. El sumo sacerdote interrogó a
Jesús acerca de sus discípulos y de su doctrina. Jesús
le contestó:
† "Yo he hablado abiertamente al mundo y he enseñado
continuamente en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los
judíos, y no he dicho nada a escondidas. ¿Por qué me interrogas
a mí? Interroga a los que me han oído, sobre lo que les he hablado.
Ellos saben lo que he dicho".
C Apenas dijo esto, uno de los guardias le dio una bofetada
a Jesús, diciéndole:
S “¿Así contestas al sumo sacerdote?".
C Jesús le respondió:
† "Si he faltado al hablar, demuestra en qué
he faltado; pero si he hablado como se debe, ¿por qué me pegas?".
C Entonces Anás lo envió atado a Caifás,
el sumo sacerdote. Simón Pedro estaba de pie, calentándose, y
le dijeron:
S “¿No eres tú también uno de sus
discípulos?".
C Él lo negó diciendo:
S "No lo soy".
C Uno de los criados del sumo sacerdote, pariente de aquel
a quien Pedro le había cortado la oreja, le dijo:
S “¿Qué no te vi yo con él en el
huerto?".
C Pedro volvió a negarlo y en seguida cantó un
gallo. Llevaron a Jesús de casa de Caifás al pretorio. Era muy
de mañana y ellos no entraron en el palacio para no incurrir en impureza
y poder así comer la cena de Pascua. Salió entonces Pilato a donde
estaban ellos y les dijo:
S ¿De qué acusan a este hombre?".
C Le contestaron:
S "Si éste no fuera un malhechor, no te lo hubiéramos
traído".
C Pilato les dijo:
S "Pues llévenselo y júzguenlo según
su ley".
C Los judíos le respondieron:
S "No estamos autorizados para dar muerte a nadie".
C Así se cumplió lo que había dicho Jesús,
indicando de qué muerte iba a morir. Entró otra vez Pilato en
el pretorio, llamó a Jesús y le dijo:
S "¿Eres tú el rey de los judíos?".
C Jesús le contestó:
† "¿Eso lo preguntas por tu cuenta o te lo
han dicho otros?".
C Pilato le respondió:
S "¿Acaso soy yo judío? Tu pueblo y los
sumos sacerdotes te han entregado a mí, ¿Qué es lo que
has hecho?".
C Jesús le contestó:
† "Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuera
de este mundo, mis servidores habrían luchado para que no cayera yo en
manos de los judíos. Pero mi Reino no es de aquí".
C Pilato le dijo:
S “¿Conque tú eres rey?".
C Jesús le contestó:
† "Tú lo has dicho. Soy rey. Yo nací
y vine al mundo para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad,
escucha mi voz".
C Pilato le dijo:
S "¿Y qué es la verdad?".
C Dicho esto, salió otra vez a donde estaban los judíos
y les dijo:
S "No encuentro en él ninguna culpa. Entre ustedes
es costumbre que por Pascua ponga en libertad a un preso. ¿Quieren que
les suelte al rey de los judíos?".
C Pero todos ellos gritaron:
S "¡No, a ése no! ¡A Barrabás!".
C (El tal Barrabás era un bandido). Entonces Pilato
tomó a Jesús y lo mandó azotar. Los soldados trenzaron
una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza, le echaron encima un manto
color púrpura, y acercándose a él, le decían:
S "¡Viva el rey de los judíos!",
C y le daban de bofetadas. Pilato salió otra vez afuera
y les dijo:
S “Aquí lo traigo para que sepan que no encuentro
en él ninguna culpa".
C Salió, pues, Jesús, llevando la corona de espinas
y el manto color púrpura. Pilato les dijo:
S "Aquí está el hombre".
C Cuando lo vieron los sumos sacerdotes y sus servidores, gritaron:
S "¡Crucifícalo, crucificalo!".
C Pilato les dijo:
S "Llévenselo ustedes y crucifíquenlo, porque
yo no encuentro culpa en él".
C Los judíos le contestaron:
S "Nosotros tenemos una ley y según esa ley tiene
que morir, porque se ha declarado Hijo de Dios".
C Cuando Pilato oyó estas palabras, se asustó
aún más, y entrando otra vez en el pretorio, dijo a Jesús:
S "¿De dónde eres tú?".
C Pero Jesús no le respondió. Pilato le dijo
entonces:
S “¿a mí no me hablas? ¿No sabes
que tengo autoridad para soltarte y autoridad para crucificarte?".
C Jesús le contestó:
† "No tendrías ninguna autoridad sobre mí,
si no te la hubieran dado de lo alto. Por eso, el que me ha entregado a ti tiene
un pecado mayor".
C Desde ese momento Pilato trataba de soltarlo, pero los judíos
gritaban:
S "¡Si sueltas a ése, no eres amigo del César!;
porque todo el que pretende ser rey, es enemigo del César".
C Al oír estas palabras, Pilato sacó a Jesús
y lo sentó en el tribunal, en el sitio que llaman "el Enlosado"
(en hebreo Gábbata). Era el día de la preparación de la
Pascua, hacia el mediodía. Y dijo Pilato a los judíos:
S "Aquí tienen a su rey".
C Ellos gritaron:
S "¡Fuera, fuera! ¡Crucificalo!".
C Pilato les dijo:
S “¿A su rey voy a crucificar?".
C Contestaron los sumos sacerdotes:
S "No tenemos más rey que el César".
C Entonces se lo entregó para que lo crucificaran. Tomaron
a Jesús y él, cargando con la cruz, se dirigió hacia el
sitio llamado "la Calavera" (que en hebreo se dice Gólgota),
donde lo crucificaron, y con él a otros dos, uno de cada lado y en medio
Jesús. Pilato mandó escribir un letrero y ponerlo encima de la
cruz; en él estaba escrito: 'Jesús el nazareno, el rey de los
judíos'. Leyeron el letrero muchos judíos, porque estaba cerca
el lugar donde crucificaron a Jesús y estaba escrito en hebreo, latín
y griego. Entonces los sumos sacerdotes de los judíos le dijeron a Pilato:
S "No escribas: 'El rey de los judíos', sino: 'Este
ha dicho: Soy rey de los judíos”.
C Pilato les contestó:
S "Lo escrito, escrito está".
C Cuando crucificaron a Jesús, los soldados cogieron
su ropa e hicieron cuatro partes, una para cada soldado, y apartaron la túnica.
Era una túnica sin costura, tejida toda de una pieza de arriba a abajo.
Por eso se dijeron:
S "No la rasguemos, sino echemos suertes para ver a quién
le toca".
C Así se cumplió lo que dice la Escritura: Se repartieron mi ropa
y echaron a suerte mi túnica Y eso hicieron los soldados.
Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María
la de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a su madre y junto a
ella al discípulo que tanto quería, Jesús dijo a su madre:
† "Mujer, ahí está tu hijo".
C Luego dijo al discípulo:
† "Ahí está tu madre".
C Y desde entonces el discípulo se la llevó a
vivir con él. Después de esto, sabiendo Jesús que todo
había llegado a su término, para que se cumpliera la Escritura
dijo:
† "Tengo sed".
C Había allí un jarro lleno de vinagre. Los soldados
sujetaron una esponja empapada en vinagre a una caña de hisopo y se la
acercaron a la boca. Jesús probó el vinagre y dijo:
† "Todo está cumplido",
C e inclinando la cabeza, entregó el espíritu.
[Aquí se arrodillan todos y se hace una breve pausa]
C Entonces, los judíos, como era el día de la
preparación de la Pascua, para que los cuerpos de los ajusticiados no
se quedaran en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día
muy solemne, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y los quitaran
de la cruz. Fueron los soldados, le quebraron las piernas a uno y luego al otro
de los que habían sido crucificados con él. Pero al llegar a Jesús,
viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno
de los soldados le traspasó el costado con una lanza e inmediatamente
salió sangre y agua.
El que vio da testimonio de esto y su testimonio es verdadero y él sabe
que dice la verdad, para que también ustedes crean. Esto sucedió
para que se cumpliera lo que dice la Escritura: No le quebrarán ningún
hueso; y en otro lugar la Escritura dice: Mirarán al que traspasaron.
Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de
Jesús, pero oculto por miedo a los judíos, pidió a Pilato
que lo dejara llevarse el cuerpo de Jesús. Y Pilato lo autorizó.
Él fue entonces y se llevó el cuerpo. Llegó también
Nicodemo, el que había ido a verlo de noche, y trajo unas cien libras
de una mezcla de mirra y áloe.
Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en lienzos con esos aromas,
según se acostumbra enterrar entre los judíos. Había un
huerto en el sitio donde lo crucificaron, y en el huerto, un sepulcro nuevo,
donde nadie había sido enterrado todavía. Y como para los judíos
era el día de la preparación de la Pascua y el sepulcro estaba
cerca, allí pusieron a Jesús.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
REFLEXION: El viernes santo es un día centrado en la pasión del Señor y su muerte ignominiosa en la cruz. Hoy se cumple el repetido anuncio sobre su violento final en Jerusalén, al aceptar, "por nosotros y por nuestra salvación", los misteriosos planes de su Padre: «Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su propio Hijo» (Jn, 3, 16)... No hay modo más verídico de expresado, que dando la vida por aquellos a quienes se ama. Un amor fuente de vida, que nos une a Dios y a nuestros hermanos. Un amor capaz de cambiar el mundo, si los que nos decimos sus discípulos seguimos su ejemplo de humildad, servicio, obediencia y renuncia.
No se dice Credo.
ORACIÓN UNIVERSAL
I. Por la santa Iglesia
Oremos, queridos hermanos,
por la santa Iglesia de Dios, para que nuestro Dios y Señor le conceda
la paz y la unidad, se digne protegerla en toda la tierra y nos conceda glorificarlo,
como Dios Padre omnipotente con una vida pacífica y serena.
Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:
Dios todopoderoso y eterno, que en Cristo revelaste tu gloria a todas las naciones,
conserva la obra de tu misericordia, para que tu Iglesia, extendida por toda
la tierra, persevere con fe inquebrantable en la confesión de tu nombre.
Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén.
II. Por el Papa
Oremos también por
nuestro Santo Padre, el Papa N., para que Dios nuestro Señor, que lo
escogió para el orden de los obispos, lo conserve a salvo y sin daño
para bien de su santa Iglesia, a fin de que pueda gobernar al pueblo santo de
Dios.
Se ora un momento en silencio Luego prosigue el sacerdote:
Dios todopoderoso y eterno, cuya sabiduría gobierna el universo, atiende
favorablemente nuestras súplicas y protege con tu amor al Papa que nos
diste, para que el pueblo cristiano, que tú mismo pastoreas, progrese
bajo su cuidado en la firmeza de su fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
III. Por el pueblo de Dios y sus ministros
Oremos también por
nuestro obispo N., por todos los obispos, presbíteros y diáconos
de la Iglesia, y por todo el pueblo santo de Dios.
Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:
Dios todopoderoso y eterno, que con tu Espíritu santificas y gobiernas
a toda la Iglesia, escucha nuestras súplicas por tus ministros, para
que, con la ayuda de tu gracia, te sirvan con fidelidad. Por Jesucristo,
nuestro Señor. R/. Amén.
IV. Por los catecúmenos
Oremos también por
los (nuestros) catecúmenos, para que Dios nuestro Señor abra los
oídos de sus corazones y les manifieste su misericordia, y para que,
mediante el bautismo, se les perdonen todos sus pecados y queden incorporados
a Cristo, Señor nuestro.
Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:
Dios todo poderoso y eterno, que sin cesar concedes nuevos hijos a tu Iglesia,
acrecienta la fe y el conocimiento a los (nuestros) catecúmenos, para
que, renacidos en la fuente bautismal, los cuentes entre tus hijos de adopción.
Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén.
V. Por la unidad de los cristianos
Oremos también por
todos los hermanos que creen en Cristo, para que Dios nuestro Señor se
digne congregar y custodiar en la única Iglesia a quienes procuran vivir
en la verdad.
Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:
Dios todopoderoso y eterno, que reúnes a los que están dispersos
y los mantienes en la unidad, mira benignamente la grey de tu Hijo, para que,
a cuantos están consagrados por el único bautismo, también
los una la integridad de la fe y los asocie el vínculo de la caridad.
Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén.
VI. Por los judíos
Oremos también por
los judíos, para que a quienes Dios nuestro Señor habló
primero, les conceda progresar continuamente en el amor de su nombre y en la
fidelidad a su alianza.
Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:
Dios todopoderoso y eterno, que confiaste tus promesas a Abraham y a su descendencia,
oye compasivo los ruegos de tu Iglesia, para que el pueblo que adquiriste primero
como tuyo, merezca llegar a la plenitud de la redención. Por Jesucristo,
nuestro Señor. R/. Amén.
VII. Por los que no creen en Cristo
Oremos también por
los que no creen en Cristo, para que, iluminados por el Espíritu Santo,
puedan ellos encontrar el camino de la salvación.
Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:
Dios todopoderoso y eterno, concede a quienes no creen en Cristo, que, caminando
en tu presencia con sinceridad de corazón, encuentren la verdad; y a
nosotros concédenos crecer en el amor mutuo y en el deseo de comprender
mejor los misterios de tu vida, a fin de que seamos testigos cada vez más
auténticos de tu amor en el mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
VIII. Por los que no creen en Dios
Oremos también por
los que no conocen a Dios, para que, buscando con sinceridad lo que es recto,
merezcan llegar hasta Él.
Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:
Dios todopoderoso y eterno, que creaste a todos los hombres para que deseándote
te busquen, y para que al encontrarte descansen en ti; concédenos que,
en medio de las dificultades de este mundo, al ver los signos de tu amor y el
testimonio de las buenas obras de los creyentes, todos los hombres se alegren
al confesarte como único Dios verdadero y Padre de todos. Por Jesucristo,
nuestro Señor. R/. Amén.
IX. Por los gobernantes
Oremos también por
todos los gobernantes de las naciones, para que Dios nuestro Señor guíe
sus mentes y corazones, según su voluntad providente, hacia la paz verdadera
y la libertad de todos.
Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:
Dios todopoderoso y eterno, en cuyas manos están los corazones de los
hombres y los derechos de las naciones, mira con bondad a nuestros gobernantes,
para que, con tu ayuda, se afiance en toda la tierra un auténtico progreso
social, una paz duradera y una verdadera libertad religiosa. Por Jesucristo,
nuestro Señor R/. Amén.
X. Por los que se encuentran en alguna tribulación
Oremos, hermanos muy queridos,
a Dios Padre todopoderoso, para que libre al mundo de todos sus errores, aleje
las enfermedades, alimente a los que tienen hambre, libere a los encarcelados
y haga justicia a los oprimidos, conceda seguridad a los que viajan, un buen
retorno a los que se hallan lejos del hogar, la salud a los enfermos y la salvación
a los moribundos.
Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:
Dios todopoderoso y eterno, consuelo de los afligidos y fortaleza de los que
sufren, escucha a los que te invocan en su tribulación, para que todos
experimenten en sus necesidades la alegría de tu misericordia Por
Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén.
SEGUNDA PARTE
ADORACIÓN DE LA CRUZ
Terminada la moción universal se hace la adoración solerme de la santa Cruz, elijase la forma que se juzgue más apropiada pastoralmente, de acuerdo con las circunstancias.
INVITATORIO AL PRESENTAR LA CRUZ
V. Miren el árbol
de la cruz, donde estuvo clavado Cristo, el salvador del mundo.
R/. Vengan y adoremos.
V. Miren el árbol de la cruz, donde estuvo clavado Cristo, el salvador
del mundo.
R/. Vengan y adoremos.
V. Miren el árbol de la cruz, donde estuvo clavado Cristo, el salvador
del mundo.
R/. Vengan y adoremos.
El sacerdote, el clero los fieles se acercan procesionalmente adoran la cruz,
haciendo delante de ella una genuflexión simple o algún otro signo
de veneración (como el de besarla) según
La costumbre de la región. Mientras tanto se canta la antífona
“Tu Cruz adoramos” MR, pp. 298ss (303ss), los Improperios, u otros
cánticos apropiados. Terminada la adoración, la cruz es llevada
al altar y puesta en un lugar relevante, con los ciriales o los candeleros a
su lado.
TERCERA PARTE
SAGRADA COMUNIÓN
Se extiende un pequeño
mantel sobre el altar y se colocar sobre él un corporal, un purificador
y el libro.
Se trae el Santísimo Sacramento del lugar donde se reservó y se
deposita a sobre altar. Dos acólitos con candelabros encendidos acompañan
al Santísimo Sacramento.
Una vez depositado cl Santísimo Sacramento sobre el altar descubierto
el copón, el sacerdote hace genuflexión. Ahí, teniendo
las manos juntas, invita a decir la oración dominical (Padre nuestro).
C Fieles
a la recomendación del Salvador, y siguiendo su divina enseñanza,
nos atrevemos a decir:
T Padre nuestro...
C Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos
la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos
siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras
esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador, Jesucristo.
T Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre,
Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que nos has redimido con la gloriosa muerte y resurrección de tu Hijo Jesucristo, prosigue en nosotros la obra de tu misericordia, para que, mediante nuestra participación en este misterio, permanezcamos dedicados a tu servicio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Envía, Señor,
sobre este pueblo tuyo, que ha conmemorado la muerte de tu Hijo, en espera de
su resurrección, la abundancia de tu bendición; llegue a él
tu perdón, reciba tu consuelo, se acreciente su fe santa y se consolide
su eterna redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Y todos, haciendo genuflexión a la Cruz„ se retiran en silencio.
No se dan avisos. A su debido tiempo se desnuda de nuevo el altar
Sábado Santo
Otros santos: Benjamín de Persia, mártir; Balbina de Roma, mártir. Beata Natalia Tulasiewicz, y compañeros, mártires.
Durante el Sábado Santo, la Iglesia permanece junto al sepulcro del Señor, meditando en su pasión y muerte, y se abstiene de celebrar el sacrificio de la misa (por lo que conserva el altar enteramente desnudo) hasta que, después de la Vigilia solemne o espera nocturna de la resurrección, se desborda la alegría pascual, cuya exuberancia inunda los cincuenta días subsiguientes, Hoy no puede darse la sagrada comunión más que a modo de viático.
DOMINGO 1
Vigilia Pascual en La Noche Santa
Blanco Tiempo Pascual, MR, p. 313 (317) / Lecc. I, p. 829 LH. todo propio. T. II, p. 501. Fieles: p. 271. Popular: 20 y 442 Otros santos: Venancio, Anastasio y compañeros, mártires; Luis Pavoni, fundador. Maria Egipciaca, penitente.
HA RESUCITADO
Gén 1, 1-2 1; Gén 22, 1-18; Ex 14, 15-15, 1; Is 54, 5-14; Is 55, 1-11; Bar 3, 9-15. 32-4, 4; Ex 36,16-28; Rom 6, 3-11; Mc 16. 1-7
Dios nos ama tanto que nos hace participar de una vida digna. El relato del Génesis nos cuenta de manera sencilla la certeza de Israel. La vida humana es un regalo de Dios que nos invita a vivir en libertad, interactuando con él como semejantes. Es por eso que, en el relato fundacional del Éxodo, Dios reprueba la opresión egipcia y muestra su soberanía en Egipto, liberando a su pueblo. Acto seguido, los invita a vivir en un esquema de responsabilidad ética: Yo seré su Dios y ustedes serán mi pueblo. Para recordar los compromisos de esa alianza enviará a profetas a documentar y actualizar los compromisos de la alianza. La plenitud de ese proyecto de salvación llegara a su culmen con el Señor Jesus, que se entrega libre y voluntariamente, venciendo a la muerte y al pecado. De ese mensaje, Magdalena y las otras mujeres, serán portadoras y protagonistas.
PRIMERA PARTE
LUCERNARIO
Bendición del fuego nuevo y preparación del cirio.
Se apagan todas las luces de la iglesia.
En un lugar adecuado, fuera
de la iglesia, se prepara un fuego que llamee. Congregado allí el pueblo,
llega el sacerdote con los ministros, uno de los cuales lleva el cirio pascual
No se usan ni la cruz procesional, ni los ciriales.
Si las circunstancias no permiten encender el fuego, fuera de la iglesia, todo
este rito se desarrolla como se indica en el número 13 en el Misal Romano.
El sacerdote y los fieles se signan, mientras él dice: En el nombre del
Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseguida saluda al pueblo,
como de costumbre, le hace una breve monición sobre la vigilia de esta
noche, con estas palabras u otras semejantes:
Hermanos: En esta noche santa, en que nuestro Señor Jesucristo paso de
la muerte a la vida, la Iglesia invita a todos sus hijos, diseminados por el
mundo, a que se reúnan para velar en oración. Conmemoremos, pues,
juntos, la Pascua del Señor, escuchando su Palabra y participando en
sus sacramentos, con la esperanza cierta de participar también en su
triunfo sobre la muerte y de vivir con Él para siempre en Dios.
Enseguida se bendice el fuego, diciendo con las manos extendidas:
OREMOS
Dios nuestro, que por medio de tu Hijo comunicaste a tus fieles el fuego de
tu Luz, santifica † este fuego nuevo y concédenos que, al celebrar
estas fiestas pascuales, se encienda en nosotros el deseo de las cosas celestiales,
para que podamos llegar con un espíritu renovado a las fiestas de la
eterna claridad. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amen.
Una vez bendecido el fuego nuevo, uno de los ministros lleva el cirio pascual ante el celebrante. Este con un punzón grava una cruz en el Cirio. Después, traza sobre él la letra griega Alfa y debajo, la letra Omega; entre los brazos de la cruz traza los cuatro números del año en curso, mientras dice:
1. Cristo
ayer y hoy, traza la línea vertical;
2. Principio y fin, traza la línea horizontal;
3. Alfa, traza la letra Alfa, arriba de la línea vertical;
4. y Omega, Inca la letra Omega abajo de la línea vertical;
5. Suyo es el tiempo, traza el primer número del año
en curso en el Angulo superior izquierdo de la cruz
6. y la eternidad, traza el segundo número del alto,
en el ángulo superior derecho;
7. A Él la gloria y el poder, traza el tercer número
del año en el ángulo inferior izquierdo;
8. por los siglos de los siglos. Amen. traza el cuarto número
del ario en el Angulo inferior derecho.
Después de haber trazado la cruz y los demás signos, el sacerdote incrusta al cirio cinco granos de incienso, en forma de cruz, diciendo at mismo tiempo:
1. Por
sus santas llagas 1
2. gloriosas,
3. nos proteja 4 2 5
4. y nos guarde
5. Jesucristo nuestro Señor. Amen. 3
El celebrante enciende el cirio con el fuego nuevo, diciendo:
Que la luz de Cristo, resucitado y glorioso, disipe las tinieblas de nuestro corazón y de nuestro espíritu.
Que la luz de Cristo, resucitado y glorioso, disipe las tinieblas de nuestro corazón y de nuestro espíritu.
PROCESION
En la puerta de la iglesia, el diacono se detiene y elevando el cirio, canta:
V. Luz de Cristo. R. Demos gracias a Dios.
El sacerdote enciende su vela de la llama del cirio pascual Enseguida el diacono avanza hasta la mitad de la Iglesia, se detiene y elevando el crio, canta por segunda vez
V. Luz de Cristo. R. Demos gracias a Dios.
En este momento todos encienden sus velas en la llama del cirio y avanzan de nuevo.
Al llegar ante el altar, el diacono, vuelto hacia el pueblo, canta por tercera vez:
V. Luz de Cristo. R. Demos gracias a Dios.
A continuación, el diacono pone el cirio pascual en el candelabro que está preparado junto al ambón o, en medio del presbiterio. Y entonces se encienden las luces de la iglesia, con excepción de las velas del altar.
PREGON PASCUAL
Alégrense, por fin,
los coros de los Ángeles; alégrense las jerarquías del
cielo y, por la victoria de rey tan poderoso, que las trompetas anuncien la
salvación. Goce también la tierra, inundada de tanta claridad,
y que, radiante con el fulgor del rey eterno, se sienta libre de la tiniebla
que cubría el orbe entero. Alégrese también nuestra madre,
la Iglesia, revestida de luz tan brillante; resuene este templo con las aclamaciones
del pueblo.
(Por eso, queridos hermanos, que asisten a la admirable claridad de esta luz
santa, invoquen conmigo la misericordia de Dios omnipotente, para que aquel
que, sin merito mío, me agregó al número de los diáconos,
complete mi alabanza a este cirio, infundiendo el resplandor de su luz).
V. El
Señor este con todos ustedes.
R. Y con to espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario aclamar, con nuestras voces y con todo el afecto del corazón, a Dios invisible, el Padre todopoderoso, y a su único Hijo, nuestro Señor Jesucristo. Porque Él ha pagado por nosotros al eterno Padre la deuda de Adán, y ha borrado con su sangre inmaculada la condena del antiguo pecado. Porque estas son las fiestas de Pascua, en las que se inmola el verdadero Cordero, cuya sangre consagra las puertas de los fieles. Ésta es la noche en que sacaste de Egipto a los israelitas, nuestros padres, y los hiciste pasar a pie el mar Rojo. Esta es la noche en que la columna de fuego esclareció las tinieblas del pecado. Esta es la noche que a todos los que creen en Cristo, por toda la tierra, los arranca de los vicios del mundo y de la oscuridad del pecado, los restituye a la gracia y los agrega a los santos. Esta es la noche en que, rotas las cadenas de la muerte, Cristo asciende victorioso del abismo. ¿De qué nos serviría haber nacido si no hubiéramos sido rescatados? ¡Que asombroso beneficio de tu amor por nosotros! ! ¡Qué incomparable ternura y caridad! ¡Para rescatar al esclavo entregaste al Hijo! Necesario fue el pecado de Adán, que ha sido borrado por la muerte de Cristo. ¡Feliz la culpa que mereció tal Redentor! ¡Qué noche tan dichosa! Solo ella conoció el momento en que Cristo resucito del abismo. Esta es la noche de la que estaba escrito: "Sera la noche clara como el día, la noche iluminada por mi gozo". Y así, esta noche santa ahuyenta los pecados, lava las culpas, devuelve la inocencia a los caídos, la alegría a los tristes, expulsa el odio, trae la concordia doblega a los potentes. En esta noche de gracia, acepta, Padre santo, el sacrificio vespertino de esta llama, que la santa Iglesia te ofrece en la solemne ofrenda de este cirio, obra de las abejas. Sabemos ya lo que anuncia esta columna de fuego, que arde en llama viva para la gloria de Dios. Y aunque distribuye su luz, no mengua al repartirla, porque se alimenta de cera fundida que elabora la abeja fecunda para hacer esta lámpara preciosa. ¡Que noche tan dichosa, en que se une el cielo con la tierra, lo humano con lo divino! Te rogamos, Señor, que este cirio consagrado a tu nombre para destruir la oscuridad de esta noche, arda sin apagarse y, aceptado como perfume, se asocie a las lumbreras del cielo. Que el lucero matinal lo encuentre ardiendo; ese lucero que no conoce ocaso, Jesucristo, tu Hijo, que, volviendo del abismo, brilla sereno para el linaje humano, y vive y reina por los siglos de los siglos. R/. Amen.
SEGUNDA PARTE
LITURGIA DE LA PALABRA
En esta vigilia se proponen
nueve lecturas, siete del Antigua Testamento y dos del Nuevo (la epístola
y el Evangelio). Si las circunstancias pastorales lo piden, el número
de lecturas del Antiguo Testamento puede reducirse hasta tres y en casos muy
urgentes, hasta dos. Aun en este último caso, nunca se omite la tercera
lectura, tomada del Éxodo, sobre el paso del mar Rojo. Terminado el pregón,
todos apagan sus velas y se sientan. Antes de comenzar las lecturas, el sacerdote
exhorta a la asamblea con estas palabras u otras semejantes:
Hermanos, habiendo iniciado solemnemente la Vigilia Pascual, escuchemos con
recogimiento la palabra de Dios. Meditemos como, en la antigua alianza, Dios
salvo a su pueblo y en la plenitud de los tiempos, envió al mundo a su
Hijo para que nos redimiera. Oremos para que Dios lleve a su plenitud la obra
de la redención realizada por el misterio pascual.
Lo que va entre […] puede suprimir por motivos pastorales.
PRIMERA LECTURA
Vio Dios todo lo que había hecho y lo encontró muy bueno.
Del libro del Génesis: 1, 1-2, 2
En el principio creo Dios el cielo y la tierra. [La tierra era soledad y caos;
y las tinieblas cubrían la faz del abismo. El espíritu de Dios
se movía sobre la superficie de las aguas.
Dijo Dios: "Que exista la luz", y la luz existió. Vio Dios
que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas. Llamó
a la luz "día" y a las tinieblas, "noche". Fue la
tarde y la mañana del primer día.
Dijo Dios: "Que haya una bóveda entre las aguas. que separe unas
aguas de otras". E hizo Dios una bóveda y separó con ella
las aguas de arriba, de las aguas de abajo. Y así fue. Llamó,
Dios a la bóveda "cielo". Fue la tarde y la mañana del
segundo día.
Dijo Dios: "Que se junten las aguas de debajo del cielo en un solo lugar
y que aparezca el suelo seco". Y así fue. Llamó Dios "tierra"
al suelo seco y "mar" a la masa de las aguas. Y vio Dios que era bueno.
Dijo Dios: "Verdee la tierra con plantas que den semilla y árboles
que den fruto y semilla, según su especie, sobre la tierra". Y así
fue. Brotó de la tiara hierba verde, que producía semilla, según
su especie, y árboles quedaban fruto y llevaban semilla, según
su especie. Y vio Dios que era bueno. Fue la tarde y la mañana del tercer
día.
Dijo Dios: "Que haya lumbreras en la bóveda del cielo, que separen
el día de la noche, señalen las estaciones, los días y
los años, y luzcan en la bóveda del cielo para iluminar la tierra.
Y así fue. Hizo Dios las dos grandes lumbreras: la lumbrera mayor para
regir el día y la menor, para regir la noche; y también hizo las
estrellas. Dios puso las lumbreras en la bóveda del cielo para iluminar
la tierra, para regir el día y la noche, y separar la luz de las tinieblas".
Y vio Dios que era bueno. Fue la tarde y la mañana del cuarto día.
Dijo Dios: "Agítense las aguas con un hervidero de seres vivientes
y revoloteen sobre la tierra las aves, bajo la bóveda del cielo".
Cree Dios los grandes animales marinos y los vivientes que en el agua se deslizan
y la pueblan, según su especie. Creó también el mundo de
las aves, según sus especies. Vio Dios que era bueno y los bendijo, diciendo:
"Sean fecundos y multiplíquense; llenen las aguas del mar; que las
aves se multipliquen en la tierra". Fue la tarde y la mañana del
quinto día.
Dijo Dios: "Produzca la tierra vivientes, según sus especies: animales
domésticos, reptiles y fieras, según sus especies". Y así
fue. Hizo Dios las fieras, los animales domésticos y los reptiles, cada
uno según su especie. Y vio Dios que era bueno]
Y dijo Dios: "Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que domine
a los peces del mar, a las aves del cielo, a los animales domésticos
y a todo animal que se arrastra sobre la tierra". Y creó Dios al
hombre a su imagen; a imagen suya lo creó; hombre y mujer los cree.
Y los bendijo Dios y les dijo: "Sean fecundos y multiplíquense,
llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves
del cielo y a todo ser viviente que se mueve sobre la tierra".
Y dijo Dios: "He aquí que les entrego todas las plantas de semilla
que hay sobre la faz de la tierra, y todos los árboles que producen frutos
y semilla, para que les sirvan de alimento. Y a todas las fieras de la tierra,
a todas las aves del cielo, a todos los reptiles de la tierra, a todos los seres
que respiran, también les doy por alimento las verdes plantas".
Y así fue. Vio Dios todo lo que había hecho y lo encontró
muy bueno. Fue la tarde y la mañana del sexto día.
Así quedaron concluidos el cielo y la tierra con todos sus ornamentos,
y terminada su obra, descanso Dios el séptimo día de todo cuanto
había hecho.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 103,1-2a. 5-6. 10 y 12. 13-14. 24 y 35c
R/. Bendice al Señor, alma mía.
Bendice al Señor,
alma mía; Señor y Dios mío, inmensa es tu grandeza. Te
vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como un manto. R/.
Sobre bases inconmovibles asentaste la tierra para siempre. Con un vestido de
mares la cubriste y las aguas en los montes concentraste. R/.
En los valles haces brotar las fuentes, que van corriendo entre montañas;
junto al arroyo vienen a vivir las aves, que cantan entre las ramas. R/.
Desde tu cielo riegas los montes y sacias la tierra del fruto de tus manos;
haces brotar hierba para los ganados y pasto para los que sirven al hombre.
R/.
¡Que numerosas son tus obras, Señor, y todas las hiciste con maestría!
La tierra está llena de tus creaturas. Bendice al Señor, alma
mía. R/.
O bien:
Del salmo 32
R/. La tierra llena está de tus bondades.
Sincera es la palabra del
Señor y todas sus acciones son leales. El ama la justicia y el derecho,
la tierra está llena de sus bondades. R/.
La palabra del Señor hizo los cielos y su aliento, los astros. Los mares
encerró como en un odre y como en una presa los océanos. R/.
Feliz la nación cuyo Dios es el Señor; dichoso el pueblo que escogió
por suyo. Desde el cielo el Señor, atentamente, mira a todos los hombres.
R/.
En el Señor esta nuestra esperanza, pues él es nuestra ayuda y
nuestro amparo. Muéstrate bondadoso con nosotros, puesto que en ti, Señor,
hemos confiado. R/.
OREMOS
Dios todopoderoso y eterno, que en todas las obras de tu amor te muestras admirable, concédenos comprender que la redención realizada por Cristo, nuestra Pascua, es una obra más maravillosa todavía que la misma creación del universo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amen.
O bien: Creación del hombre.
Dios nuestro, que de modo
admirable creaste al hombre y de modo más admirable aún lo redimiste,
concédenos sabiduría de espíritu, para resistir a los atractivos
del pecado y poder llegar así a las alegrías eternas. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amen.
Lo que va entre [...] puede suprimir por motivos pastorales.
SEGUNDA LECTURA **
El sacrificio de nuestro patriarca Abraham.
Del libro del Génesis: 22, 1-18
En aquel tiempo, Dios le
puso una prueba a Abraham y le dijo: "Abraham, Abraham!". El respondió
"Aquí estoy". Y Dios le dijo: "Toma a tu hijo Único,
Isaac, a quien tanto amas; vete a la región de Moria y ofrécemelo
en sacrificio, en el monte que yo to indicaré”.
[Abraham madrugó aparejo su burro, tomó consigo a dos de sus criados
y a su hijo Isaac; cortó leña para el sacrificio y se encamino
al lugar que Dios le había indicado. Al tercer día diviso a lo
lejos el lugar. Les dijo entonces a sus criados: "Quédense aquí
con el burro; yo iré con el muchacho hasta allá, para adorar a
Dios y después regresaremos".
Abraham tomó la leña para el sacrificio, se la cargó a
su hijo Isaac y tomó en su mano el fuego y el cuchillo. Los dos caminaban
juntos. Isaac dijo a su padre Abraham: "¡Padre!". El respondió:
"¿Qué quieres, hijo?". El muchacho contestó "Ya
tenemos fuego y leña, ¿pero dónde está el cordero
para el sacrificio?". Abraham le contestó "Dios nos dará
el cordero para el sacrificio, hijo mío". Y siguieron caminando
juntos]
Cuando llegaron al sitio que Dios le había señalado, Abraham levantó
un altar y acomodo la leña. Luego ató a su hijo Isaac, lo puso
sobre el altar, encima de la leña, y tomó el cuchillo para degollarlo.
Pero el ángel del Señor lo llamó desde el cielo y le dijo:
"¡Abraham, Abraham!". Él contestó "Aquí
estoy". El ángel le dijo: "No descargues la mano contra tu
hijo, ni le hagas daño. Ya veo que temes a Dios, porque no le has negado
a tu hijo Único". Abraham levantó los ojos y vio un carnero,
enredado por los cuernos en la maleza. Atrapo el carnero y lo ofreció
en sacrificio, en lugar de su hijo. Abraham puso por nombre a aquel sitio "el
Señor provee", por lo que aun el día de hoy se dice: "el
monte donde el Señor provee".
El ángel del Señor volvió a llamar a Abraham desde el cielo
y le dijo: "Juro por mi mismo, dice el Señor, que por haber hecho
esto y no haberme negado a tu hijo Único, yo te bendeciré y multiplicare
tu descendencia como las estrellas del cielo y las arenas del mar. Tus descendientes
conquistaran las ciudades enemigas. En tu descendencia serán bendecidos
todos los pueblos de la tierra, porque obedeciste a mis palabras".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 15, 5 y 8.9-10. 11
R/. Protégeme, Dios mío, porque me refugio en ti.
El Señor es la parte
que me ha tocado en herencia: mi vida está en sus manos. Tengo siempre
presente al Señor y con él a mi lado, jamás tropezare.
R/.
Por eso se me alegran el corazón y el alma y mi cuerpo vivirá
tranquilo, porque tú no me abandonarás a la muerte, ni dejaras
que sufra yo la corrupción. R/.
Enséñame el camino de la vida, sáciame de gozo en tu presencia
y de alegría perpetua junto a ti. R/.
OREMOS
Dios nuestro, excelso Padre de los creyentes, que por medio de la gracia de la adopción y por el misterio pascual sigues cumpliendo la promesa hecha a Abraham de multiplicar su descendencia por toda la tierra y de hacerlo el padre de todas las naciones, concede a tu pueblo responder dignamente a la gracia de tu llamada. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amen.
TERCERA LECTURA
Los israelitas entraron en el mar sin mojarse.
Del libro del Éxodo: 14, 15-15, 1
En aquellos días,
dijo el Señor a Moisés: "¿Por qué sigues clamando
a mí? Diles a los israelitas que se pongan en marcha. Y tú, alza
tu bastón, extiende tu mano sobre el mar y divídelo, para que
los israelitas entren en el mar sin mojarse. Yo voy a endurecer el corazón
de los egipcios para que los persigan, y me cubriré de gloria a expensas
del faraón y de todo su ejército, de sus carros y jinetes. Cuando
me haya cubierto de gloria a expensas del faraón, de sus carros y jinetes,
los egipcios sabrán que yo soy el Señor".
El ángel del Señor, que iba al frente de las huestes de Israel,
se colocó tras ellas. Y la columna de nubes que iba adelante, también
se desplazó y se puso a sus espaldas, entre el campamento de los israelitas
y el campamento de los egipcios. La nube era tinieblas para unos y claridad
para otros, y así los ejércitos no trabaron contacto durante toda
la noche.
Moisés extendió la mano sobre el mar, y el Señor hizo soplar
durante toda la noche un fuerte viento del este, que secó el mar, y dividió
las aguas. Los israelitas entraron en el mar y no se mojaban, mientras las aguas
formaban una muralla a su derecha y a su izquierda. Los egipcios se lanzaron
en su persecución y toda la caballería del faraón, sus
carros y jinetes, entraron tras ellos en el mar.
Hacia el amanecer, el Señor miró desde la columna de fuego y humo
al ejercito de los egipcios y sembró entre ellos el pánico. Trabó
las ruedas de sus carros, de suerte que no avanzaban sino pesadamente. Dijeron
entonces los egipcios: "Huyamos de Israel, porque el Señor lucha
en su favor contra Egipto.
Entonces el Señor le dijo a Moisés: "Extiende tu mano sobre
el mar, para que vuelvan las aguas sobre los egipcios, sus carros y sus jinetes".
Y extendió Moisés su mano sobre el mar, y al amanecer, las aguas
volvieron a su sitio, de suerte que al huir, los egipcios se encontraron con
ellas, y el Señor los derribo en medio del mar. Volvieron las aguas y
cubrieron los carros, a los jinetes y a todo el ejército del faraón,
que se había metido en el mar para perseguir a Israel. Ni uno solo se
salvó.
Pero los hijos de Israel caminaban por lo seco en medio del mar. Las aguas les
hacían muralla a derecha e izquierda. Aquel día salvo el Señor
a Israel de las manos de Egipto. Israel vio a los egipcios, muertos en la orilla
del mar. Israel vio la mano fuerte del Señor sobre los egipcios, y el
pueblo temió al Señor y creyó en el Señor y en Moisés,
su siervo. Entonces Moisés y los hijos de Israel cantaron este cantico
al Seño.
No se dice Palabra del Señor, se pasa directamente al Salmo.
SALMO RESPONSORIAL
Ex 15, lb-2. 3-4. 5-6. 17-18
R/. Alabemos al Señor por su victoria.
Cantemos al Señor, sublime es su victoria: caballos y jinetes arrojo en el mar.
Mi fortaleza y mi canto
es el Señor, él es mi salvación, él es mi Dios,
yo lo alabare; es el Dios de mis padres, yo le cantare. R/.
El Señor es un guerrero, su nombre es el Señor. Precipitó
en el mar los carros del faraón y a sus guerreros; ahogó en el
mar Rojo a sus mejores capitanes. R/.
El mar cayó sobre ellos; en las temibles aguas como plomo se hundieron.
Extendiste tu diestra, Señor, y se los tragó la tierra. R/.
Tu llevas a tu pueblo para plantarlo en el monte que le diste en herencia, en
el lugar que convertiste en tu morada, en el santuario que construyeron tus
manos. Tú Señor, reinaras para siempre. R/.
OREMOS
Señor Dios, cuyos antiguos prodigios los percibimos resplandeciendo también en nuestros tiempos, puesto que aquello mismo que realizó la diestra de tu poder para liberar a un solo pueblo de la esclavitud del faraón, lo sigues realizando también ahora, por medio del agua del bautismo para salvar a todas las naciones, concede que todos los hombres del mundo lleguen a contarse entre los hijos de Abraham y participen de la dignidad del pueblo elegido. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amen.
O bien.
Dios nuestro, que manifestaste a la luz del Nuevo Testamento el sentido profundo de los prodigios realizados en los tiempos antiguos, dejándonos ver en el paso del Mar Rojo, una imagen del bautismo y del pueblo liberado de la esclavitud, un anuncio de los sacramentos del pueblo cristiano, haz que todos los hombres, mediante la fe, participen del privilegio del pueblo elegido y Sean regenerados por la acción santificadora de tu Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amen.
CUARTA LECTURA
Con amor eterno se ha apiadado de ti tu redentor
Del libro del profeta Isaías: 54, 5-14
"El que te cree, te
tomará por esposa; su nombre es `Señor de los ejércitos'.
Tu redentor es el Santo de Israel; será llamado 'Dios de toda la tierra'.
Como a una mujer abandonada y abatida te vuelve a llamar el Señor. ¿Acaso
repudia uno a la esposa de la juventud?, dice tu Dios.
Por un instante te abandoné, pero con inmensa misericordia te volveré
a tomar. En un arrebato de ira te oculté un instante mi rostro, pero
con amor eterno me he apiadado de ti, dice el Señor, tu redentor.
Me pasa ahora como en los días de Noé: entonces jure que las aguas
del diluvio no volverían a cubrir la tierra; ahora juro no enojarme ya
contra ti ni volver a amenazarte. Podrán desaparecer los montes y hundirse
las colinas, pero mi amor por ti no desaparecerá y mi alianza de paz
quedará firme para siempre. Lo dice el Señor, el que se apiada
de ti.
Tú, la afligida, la zarandeada por la tempestad, la no consolada: He
aquí que yo mismo coloco tus piedras sobre piedras finas, tus cimientos
sobre zafiros; te pondré almenas de rubí y puertas de esmeralda
y murallas de piedras preciosas.
Todos tus hijos serán discípulos del Señor, y será
grande su prosperidad. Serás consolidada en la justicia. Destierra la
angustia, pues ya nada tienes que temer; olvida tu miedo, porque ya no se acercará
a ti".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 29, 2 y 4. 5-6. 11 y l2a. y 13b
R/. Te alabare, Señor, eternamente.
Te alabaré, Señor,
pues no dejaste que se rieran de mí mis enemigos. Tú, Señor,
me salvaste de la muerte y a punto de morir, me reviviste. R/.
Alaben al Señor quienes lo aman, den gracias a su nombre, porque su ira
dura un solo instante y su bondad, toda la vida. El llanto nos visita por la
tarde; por la mañana, el júbilo. R/.
Escúchame, Señor, y compadécete; Señor, ven en mi
ayuda. Convertiste mi duelo en alegría, te alabaré por eso eternamente.
R/.
OREMOS
Dios, todopoderoso y eterno, multiplica, en honor a tu nombre, cuanto prometiste a nuestros padres en la fe y acrecienta la descendencia por ti prometida mediante la santa adopción filial, para que aquello que los antiguos patriarcas no dudaron que habría de acontecer, tu Iglesia advierta que ya está en gran parte cumplido. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
QUINTA LECTURA
Vengan a mí y vivirán. Sellaré con ustedes una alianza perpetua.
Del libro del profeta Isaías: 55, 1-11
Esto dice el Señor:
"Todos ustedes, los que tienen sed, vengan por agua; y los que no tienen
dinero, vengan, tomen trigo y coman; tomen vino y leche sin pagar. ¿Por
qué gastar el dinero en lo que no es pan y el salario, en lo que no alimenta?
Escúchenme atentos y comerán bien, saborearán platillos
sustanciosos. Préstenme atención, vengan a mí, escúchenme
y vivirán.
Sellaré con ustedes una alianza perpetua, cumpliré las promesas
que hice a David. Como a él lo puse por testigo ante los pueblos, como
príncipe y soberano de las naciones, así tú reunirás
a un pueblo desconocido, y las naciones que no te conocían acudirán
a ti, por amor del Señor, tu Dios, por el Santo de Israel, que te ha
honrado.
Busquen al Señor mientras lo pueden encontrar, invóquenlo mientras
está cerca; que el malvado abandone su camino, y el criminal, sus planes;
que regrese al Señor, y él tendrá piedad; a nuestro Dios,
que es rico en perdón.
Mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes, sus caminos no son mis
caminos. Porque así como aventajan los cielos a la tierra, así
aventajan mis caminos a los de ustedes y mis pensamientos a sus pensamientos.
Como bajan del cielo la lluvia y la nieve y no vuelven allá, sino después
de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, a fin de que dé
semilla para sembrar y pan para comer, así será la palabra que
sale de mi boca: no volverá a mi sin resultado, sino que hará
mi voluntad y cumplirá su misión". Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Is 12, 2-3. 4bcd. 5-6
R/. El Señor es mi Dios y salvador.
El Señor es mi Dios
y salvador: con él estoy seguro y nada temo. El Señor es mi protección
y mi fuerza, y ha sido mi salvación. Sacarán agua con gozo de
la fuente de salvación. R/.
Den gracias al Señor, invoquen su nombre, cuenten a los pueblos sus hazañas,
proclamen que su nombre es sublime. R/.
Alaben al Señor por sus proezas, anúncienlas a toda la tierra.
Griten jubilosos, habitantes de Sión, porque el Dios de Israel ha sido
grande con ustedes. R/.
OREMOS
Dios todopoderoso y eterno, única esperanza del mundo, tú que anunciaste por voz de los profetas, los misterios que estamos celebrando esta noche, multiplica en el corazón de tu pueblo los santos propósitos porque no podría ningún santo anhelo alcanzar crecimiento sin el impulso que procede de ti. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
SEXTA LECTURA
Sigue el camino que te conduce a la luz del Señor.
Del libro del profeta: Baruc 3, 9-15.32-4, 4
Escucha, Israel, los mandatos
de vida, presta oído para que adquieras prudencia. ¿A qué
se debe, Israel, que estés aún en país enemigo, que envejezcas
en tierra extranjera, que te hayas contaminado por el trato con los muertos,
que te veas contado entre los que descienden al abismo?
Es que abandonaste la fuente de la sabiduría. Si hubieras seguido los
senderos de Dios, habitarías en paz eternamente.
Aprende dónde están la prudencia, la inteligencia y la energía,
así aprenderás dónde se encuentra el secreto de vivir larga
vida, y dónde la luz de los ojos y la paz. ¿Quién es el
que halló el lugar de la sabiduría y tuvo acceso a sus tesoros?
El que todo lo sabe, la conoce; con su inteligencia la ha escudriñado.
El que cimentó la tierra para todos los tiempos, y la pobló de
animales cuadrúpedos; el que envía la luz, y ella va, la llama,
y temblorosa le obedece; llama a los astros, que brillan jubilosos en sus puestos
de guardia, y ellos le responden: "Aquí estamos", y refulgen
gozosos para aquel que los hizo. Él es nuestro Dios y no hay otro como
él; él ha escudriñado los caminos de la sabiduría
y se la dio a su hijo Jacob, a Israel, su predilecto. Después de esto,
ella apareció en el mundo y convivió con los hombres.
La sabiduría es el libro de los mandatos de Dios, la ley de validez eterna;
los que la guardan, vivirán, los que la abandonan, morirán.
Vuélvete a ella, Jacob, y abrázala; camina hacia la claridad de
su luz; no entregues a otros tu gloria, ni tu dignidad a un pueblo extranjero.
Bienaventurados nosotros, Israel, porque lo que agrada al Señor nos ha
sido revelado. Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 18, 8. 9. 10. 11
R/. Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna.
La ley del Señor
es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables son las palabras del Señor
y hacen sabio al sencillo. R/.
En los mandamientos del Señor hay rectitud y alegría para el corazón;
son luz los preceptos del Señor para alumbrar el camino. R/.
La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los mandatos del Señor
son verdaderos y enteramente justos. R/.
Más deseables que el oro y las piedras preciosas las normas del Señor,
y más dulces que la miel de un panal que gotea. R/.
OREMOS
Dios nuestro, que haces crecer continuamente a tu Iglesia con hijos llamados de todos los pueblos, dígnate proteger siempre con tu gracia a quienes has hecho renacer con el agua del bautismo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
SÉPTIMA LECTURA
Los rociaré con agua pura y les daré un corazón nuevo.
Del libro del profeta Ezequiel: 36,16-28
En aquel tiempo, me fue
dirigida la palabra del Señor en estos términos: "Hijo de
hombre, cuando los de la casa de Israel habitaban en su tierra, la mancharon
con su conducta y con sus obras; como inmundicia fue su proceder ante mis ojos.
Entonces descargué mi furor contra ellos, por la sangre que habían
derramado en el país y por haberlo profanado con sus idolatrías.
Los dispersé entre las naciones y anduvieron errantes por todas las tierras.
Los juzgué según su conducta, según sus acciones los sentencié.
Y en las naciones a las que se fueron, desacreditaron mi santo nombre, haciendo
que de ellos se dijera: 'Este es el pueblo del Señor, y ha tenido que
salir de su tierra'.
Pero, por mi santo nombre, que la casa de Israel profanó entre las naciones
a donde llegó, me he compadecido. Por eso, dile a la casa de Israel:
'Esto dice el Señor: no lo hago por ustedes, casa de Israel. Yo mismo
mostraré la santidad de mi nombre excelso, que ustedes profanaron entre
las naciones. Entonces ellas reconocerán que yo soy el Señor,
cuando, por medio de ustedes les haga ver mi santidad.
Los sacaré a ustedes de entre las naciones, los reuniré de todos
los países y los llevaré a su tierra. Los rociaré con agua
pura y quedarán purificados; los purificaré de todas sus inmundicias
e idolatrías.
Les daré un corazón nuevo y les infundiré un espíritu
nuevo; arrancaré de ustedes el corazón de piedra y les daré
un corazón de carne. Les infundiré mi espíritu y los haré
vivir según mis preceptos y guardar y cumplir mis mandamientos. Habitarán
en la tierra que di a sus padres; ustedes serán mi pueblo y yo seré
su Dios' ". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
De los salmos 41, 3. 5 bcd; 42, 3. 4
R/.
Estoy sediento del Dios que da la vida.
Como el venado busca el agua de los ríos, así, cansada, mi alma
te busca a ti, Dios mío. R/.
Del Dios que da la vida está mi ser sediento. ¿Cuándo será
posible ver de nuevo su templo? R/.
Recuerdo cuando íbamos a casa del Señor, cantando, jubilosos,
alabanzas a Dios. R/.
Envíame, Señor, tu luz y tu verdad; que ellas se conviertan en
mi guía y hasta tu monte santo me conduzcan, allí donde tú
habitas. R/.
Al altar del Señor me acercaré, al Dios que es mi alegría,
y a mi Dios, el Señor, le daré gracias al compás de la
citara. R/.
O bien, cuando hay bautizos:
Isaías 12
R/. El Señor es mi Dios y salvador.
El Señor es mi Dios
y salvador con él estoy seguro y nada temo. El Señor es mi protección
y mi fuerza y ha sido mi salvación. Sacarán agua con gozo de la
fuente de salvación. R/.
Den gracias al Señor, invoquen su nombre, cuenten a los pueblos sus hazañas,
proclamen que su nombre es sublime. R/.
Alaben al Señor por sus proezas, anúncienlas a toda la tierra.
Griten jubilosos, habitantes de Sión, porque el Dios de Israel ha sido
grande con ustedes. R/.
O bien:
Del salmo 50
R/. Crea en mí Señor, un corazón puro.
Crea en mí, Señor,
un corazón puro, un espíritu nuevo para cumplir tus mandamientos.
No me arrojes, Señor, lejos de ti, ni retires de mí tu santo espíritu.
R/.
Devuélveme tu salvación, que regocija, y mantén en mí
un alma generosa. Enseñaré a los descarriados tus caminos y volverán
a ti los pecadores. R/.
Tú, Señor, no te complaces en los sacrificios y si te ofreciera un holocausto, no te agradaría. Un corazón contrito te presento, y a un corazón contrito, tú nunca lo desprecias.
OREMOS
Dios de inmutable poder y eterna luz, mira propicio el admirable misterio de la Iglesia entera y realiza serenamente, en virtud de tu eterno designio, la obra de la humana salvación; que todo el mundo vea y reconozca que los caídos se levantan, que se renueva lo que había envejecido y que, por obra de Jesucristo, todas las cosas concurren hacia la unidad que tuvieron en el origen. Él que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
O bien:
OREMOS
Señor Dios, que con
las enseñanzas de ambos Testamentos nos instruyes para celebrar el sacramento
de la Pascua, haz que comprendamos la hondura de tu misericordia para que los
dones que hoy recibimos afiancen en nosotros la esperanza de los bienes futuros.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Terminada la oración de la última lectura del Antiguo Testamento
con el responsorio y la oración correspondiente. se encienden las velas
del altar y resto de las luces. El sacerdote entona solemnemente el Gloria,
que todos prosiguen, Mientras tanto se tocan las campanas, de dentro y de fuera
del templo, de acuerdo a las costumbres de cada lugar
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que haces resplandecer esta noche santa con la gloria del Señor resucitado aviva en tu Iglesia el espíritu filial, para que, renovados en cuerpo y alma, nos entreguemos plenamente a tu servicio. Por nuestro Señor Jesucristo...
EPÍSTOLA
Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya nunca morirá.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 6, 3-11
Hermanos: Todos los que
hemos sido incorporados a Cristo Jesús por medio del bautismo, hemos
sido incorporados a su muerte. En efecto, por el bautismo fuimos sepultados
con él en su muerte, para que, así como Cristo resucitó
de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros
llevemos una vida nueva.
Porque, si hemos estado íntimamente unidos a él por una muerte
semejante a la suya, también lo estaremos en su resurrección.
Sabemos que nuestro viejo yo fue crucificado con Cristo, para que el cuerpo
del pecado quedara destruido, a fin de que ya no sirvamos al pecado, pues el
que ha muerto queda libre del pecado.
Por lo tanto, si hemos muerto con Cristo, estamos seguros de que también
viviremos con él; pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre
los muertos, ya nunca morirá. La muerte ya no tiene dominio sobre él,
porque al morir, murió al pecado de una vez para siempre; y al resucitar,
vive ahora para Dios. Lo mismo ustedes, considérense muertos al pecado
y vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Terminada la epístola todos se ponen de pie y el sacerdote entona solemnemente el Aleluya, que todos repiten. Luego un salmista o un cantor dice el salmo, al que el pueblo responde: Aleluya. Si hace falta, el mismo salmista canta el Aleluya.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 117, 1-2. 16ab-17. 22-23
R/. Aleluya, aleluya.
Te damos gracias, Señor,
porque eres bueno, por-que tu misericordia es eterna. Diga la casa de Israel:
"Su misericordia es eterna". R/.
La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señores nuestro
orgullo. No moriré, continuaré viviendo, para contar lo que el
Señor ha hecho. R/.
La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Esto
es obra de la mano del Señor, es un milagro patente. R/.
EVANGELIO
Jesús de Nazaret, que fue crucificado, resucitó.
Del santo Evangelio según san Marcos: 16, 1-7
Transcurrido el sábado,
María Magdalena, Maria (la madre de Santiago) y Salomé, compraron
perfumes para ir a embalsamar a Jesús. Muy de madrugada, el primer día
de la semana, a la salida del sol, se dirigieron al sepulcro. Por el camino
se decían unas a otras:"¿Quién nos quitará
la piedra de la entrada del sepulcro?". Al llegar vieron que la piedra
ya estaba quitada, a pesar de ser muy grande.
Entraron en el sepulcro y vieron a un joven, vestido con una túnica blanca,
sentado en el lado derecho, y se llenaron de miedo. Pero él les dijo:
"No se espanten. Buscan a Jesús de Nazaret, el que fue crucificado.
No está aquí; ha resucitado. Miren el sitio donde lo habían
puesto. Ahora vayan a decirles a sus discípulos y a Pedro: 'El irá
delante de ustedes a Galilea. Allá lo verán, como él les
dijo' ".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
REFLEXIÓN: La fiesta por excelencia de los cristianos es, como bien lo sabemos, la Pascua de Resurrección y la Vigilia Pascual su más bella expresión... En sus numerosas lecturas bíblicas tenemos un valioso resumen de toda la historia de nuestra salvación. Cristo resucitado es el nuevo Adán que restituye al hombre—especialmente por el "nuevo nacimiento" realizado en la fuente bautismal - la dignidad perdida por el pecado (Rm 6, 3 ss). Con la luz y la fuerza de su Espíritu, Él nos obtiene, o nos concede de nuevo, la dignidad de hijos muy amados del Padre. ¡Despojémonos, pues, de la "antigua levadura" y decidámonos a llevar una vida de resucitados!
TERCERA PARTE
LITURGIA BAUTISMAL
Si están presentes los que se van a bautizar
Hermanos, acompañemos
con nuestra oración a quienes anhelan renacer a nueva vida en la fuente
del bautismo, para que Dios, nuestro Padre, les otorgue su protección
y su amor.
Si se bendice la fuente pero no hay bautismos:
Hermanos, pidamos a Dios todopoderoso que con su poder santifique esta fuente
bautismal, para que cuantos en el bautismo van a ser regenerados en Cristo,
sean agregados al número de hijos adoptivos de Dios.
Si no hay bautismos, ni bendición de la fuente, omitidas las Letanías
de los santos se procede inmediatamente a la bendición del agua (n. 54).
En las letanías se pueden añadir algunos nombres de santos, especialmente
el del titular de la iglesia, el de los patronos del lugar y el de los que van
a ser bautizados.
Coro Asamblea
Señor, ten piedad
de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros, Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros.
Santa Maria, Madre de Dios, ruega por nosotros.
San Miguel, ruega por nosotros.
Santos Ángeles de Dios, rueguen por nosotros.
San Juan Bautista, ruega por nosotros.
San José, ruega por nosotros.
Santos Pedro y Pablo, rueguen por nosotros.
San Andrés, ruega por nosotros.
San Juan, ruega por nosotros.
Santa Maria Magdalena, ruega por nosotros.
San Esteban, ruega por nosotros.
San Ignacio de Antioquía, ruega por nosotros.
San Lorenzo, ruega por nosotros.
San Felipe de Jesús, ruega por nosotros.
Santos Cristóbal Magallanes
y compañeros mártires, rueguen por nosotros.
Santas Perpetua y Felicitas, rueguen por nosotros.
Santa Inés, ruega por nosotros.
San Gregorio, ruega por nosotros.
San Agustín, ruega por nosotros.
San Atanasio, ruega por nosotros.
San Basilio, ruega por nosotros.
San Martín, ruega por nosotros.
San Benito, ruega por nosotros.
Santos Francisco y Domingo, rueguen por nosotros.
San Francisco Javier, ruega por nosotros.
San Juan Maria Vianney, ruega por nosotros.
San Rafael Guízar y Valencia, ruega por nosotros.
San José María de Yermo y Panes, ruega por nosotros.
Santa Catalina de Siena, ruega por nosotros.
Santa Teresa de Jesús, ruega por nosotros.
Santa Teresa del Niño Jesús, ruega por nosotros.
Santa María de Jesús
Sacramentado Venegas, ruega por nosotros.
Santa María Guadalupe
García Zavala, ruega por nosotros.
San Juan Diego, ruega por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rueguen por nosotros.
Muéstrate propicio, líbranos, Señor.
De todo mal, líbranos, Señor.
De todo pecado, líbranos, Señor.
De la muerte eterna, líbranos, Señor.
Por tu encarnación, líbranos, Señor.
Por tu muerte y resurrección, líbranos, Señor.
Por el don del Espíritu Santo, líbranos, Señor.
Nosotros, que somos pecadores, te rogamos, óyenos.
Si hay bautizos:
Para que estos elegidos
renazcan a la vida nueva
por medio del bautismo, te rogamos. óyenos.
Si no hay bautizos.
Para que santifiques esta
fuente bautismal por la que renacerán
tus hijos, a la vida nueva, te rogamos, óyenos.
Jesús, Hijo de Dios vivo, te rogarnos, óyenos.
Cristo, óyenos. Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.
Si hay bautizos, el sacerdote, con las manos juntas dice la siguiente oración:
Derrama, Señor, tu infinita bondad en este sacramento del bautismo y envía tu santo Espíritu para que haga renacer de la fuente bautismal a estos nuevos hijos tuyos que van a ser santificados por tu gracia, median-tela colaboración de nuestro ministerio. Por Jesucristo. nuestro Señor. R/. Amen.
BENDICIÓN DEL AGUA BAUTISMAL
Dios nuestro, que con tu poder invisible realizas obras admirables por medio de los signos sacramentales y has hecho que tu creatura, el agua, signifique de muchas maneras la gracia del bautismo. Dios nuestro, cuyo Espíritu aleteaba sobre la superficie de las aguas en los mismos principios del mundo, para que ya desde entonces el agua recibiera el poder de dar la vida. Dios nuestro, que incluso en las aguas torrenciales del diluvio prefiguraste el nuevo nacimiento de los hombres, al hacer que de una manera misteriosa un mismo elemento diera fin al pecado y origen a la virtud. Dios nuestro, que hiciste pasar a pie, sin mojarse. el Mar Rojo a los hijos de Abrahán, a fin de que el pueblo liberado de la esclavitud del faraón pre-figurara al pueblo de los bautizados. Dios nuestro, cuyo Hijo, al ser bautizado por el Precursor en el agua del Jordán, fue ungido por el Espíritu Santo; suspendido en la cruz, quiso que brotaran de su costado sangre y agua; y después de su resurrección mandó a sus apóstoles: "Vayan y enseñen a todas las naciones bautizándolas en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo". Mira ahora a tu Iglesia en oración y abre para ella la fuente del bautismo. Que por la obra del Espíritu Santo esta agua adquiera la gracia de tu Unigénito para que el hombre, creado a tu imagen, limpio de su antiguo pecado por el sacramento del bautismo, renazca a la vida nueva por el agua y el Espíritu Santo. Te pedimos, Señor, que por tu Hijo, descienda sobre el agua de esta fuente el poder del Espíritu Santo, para que todos, sepultados con Cristo en su muerte por el bautismo, resuciten también con Él a la vida nueva. El que vive y reina... R/. Amén.
Se puede decir la siguiente aclamación o alguna otra adecuada:
Fuentes del Señor, bendigan al Señor; alábenlo y glorifíquenlo por los siglos.
BENDICIÓN DEL AGUA
Si no hay bautismos, ni bendición de la fuente bautismal,
Pidamos, queridos hermanos,
a Dios nuestro Señor, que se digne bendecir esta agua, con la cual seremos
rociados en memoria de nuestro bautismo, y que nos renueve interiormente, para
que permanezcamos fieles al Espíritu que hemos recibido.
Y después de una breve pausa en silencio, dice la siguiente oración,
con las manos extendidas.
Señor, Dios nuestro, mira con bondad a este pueblo tuyo, que vela en
oración en esta noche santísima, recordando la obra admirable
de nuestra creación y la obra más admirable, todavía, de
nuestra redención. Dígnate bendecir † esta agua, que tú
creaste para dar fertilidad a la tierra, frescura y limpieza a nuestros cuerpos.
Tú, además, convertiste el agua en un instrumento de tu misericordia:
por ella, liberaste a tu pueblo de la esclavitud y en el desierto saciaste su
sed; con la imagen del agua viva, los profetas anunciaron la nueva alianza que
deseabas establecer con los hombres; por ella, finalmente, santificada por Cristo
en el Jordán, renovarse, mediante el bautismo que nos da la vida nueva,
nuestra naturaleza, corrompida por el pecado. Que esta agua nos recuerde ahora
nuestro bautismo y nos haga participar en la alegría de nuestros hermanos,
que han sido bautizados en esta Pascua. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
Renovación de las promesas del bautismo
Terminada la ceremonia del
bautismo (y de la confirmación) o, si no hubo bautismos, después
de la bendición del agua, todos, de pie y teniendo en sus manos las velas
encendidas, hacen la renovación de las promesas del bautismo.
Hermanos, por medio del bautismo hemos sido hechos participes del misterio pascual
de Cristo, es decir, por medio del bautismo hemos sido sepultados con Él
en su muerte, para resucitar con El a una vida nueva. Por eso, culminado nuestro
camino cuaresmal, es muy conveniente que renovemos las promesas de nuestro bautismo,
con las cuales un día renunciamos a Satanás y a sus obras y nos
comprometimos a servir a Dios en la santa Iglesia católica. Por consiguiente:
Sacerdote: ¿Renuncian
ustedes a Satanás?
Todos: Sí, renuncio.
Sacerdote: ¿Renuncian a todas sus obras?
Todos: Sí, renuncio.
Sacerdote: ¿Renuncian a todas sus seducciones?
Todos: Sí, renuncio.
O bien:
Sacerdote: ¿Renuncian
ustedes al pecado para vivir en la libertad de los hijos de Dios?
Todos: Sí, renuncio.
Sacerdote: ¿Renuncian a todas las seducciones del mal para que el
pecado no los esclavice?
Todos: Sí, renuncio.
Sacerdote: ¿Renuncian a Satanás, padre y autor de todo pecado?
Todos: Sí, renuncio.
Sacerdote: ¿Creen ustedes en Dios, Padre todopoderoso, creador del
cielo y de la tierra?
Todos: Sí, creo.
Sacerdote: ¿Creen en Jesucristo, su Hijo único y Señor
nuestro, que nació de la Virgen María. Padeció y murió
por nosotros, resucitó y está sentado a la derecha del Padre?
Todos: Sí, creo.
Sacerdote: ¿Creen en el Espíritu Santo, en la santa Iglesia
católica, en la comunión de los santos, en el perdón de
los pecados, en la resurrección de los muertos y en la vida eterna?
Todos: Sí, creo.
Que Dios todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos
liberó del pecado y nos ha hecho renacer por el agua y el Espíritu
Santo, nos conserve con su gracia unidos a Jesucristo nuestro Señor,
hasta la vida eterna. Amén.
El sacerdote rocía al pueblo con el agua bendita, mientras todos cantan la siguiente antífona o algún otro canto bautismal
Vi brotar agua del lado derecho del templo, aleluya. Vi que en todos aquellos que recibían el agua, surgía una vida nueva y cantaban con gozo: Aleluya, aleluya.
CUARTA PARTE
LITURGIA EUCARÍSTICA
Concluida la liturgia bautismal la celebración sigue como siempre.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, las súplicas de tu pueblo, junto con los dones que te presentamos para que los misterios de la Pascua que hemos comenzado a celebrar, nos obtengan, con tu ayuda, el remedio para conseguir la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Cristo, nuestro Cordero pascual, ha sido inmolado. Aleluya. Celebremos, pues, la Pascua, con el pan sin levadura, que es sinceridad y verdad. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Infúndenos, Señor, el espíritu de tu caridad, para que, saciados con los sacramentos pascuales, vivamos siempre unidos en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
DESPEDIDA
Anuncien a todos la alegría del Señor resucitado. Pueden ir en paz, aleluya, aleluya.
R/. Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya.
El cirio pascual se enciende en todas las celebraciones litúrgicas más solemnes de este tiempo.
www.laverdadcatolica.org |