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MISAL MARZO DEL 2021 / www.laverdadcatolica.org |
Intenciones del Santo Padre para Marzo del 2021 |
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INTENCIÓN UNIVERSAL | |
(El
Papa presentará al inicio de cada mes, una intención relacionada
con algún evento de actualidad que necesite la oración
de toda la Iglesia). |
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INTENCIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN | |
Sacramento de la Reconciliación Recemos para que
vivamos el sacramento de la Reconciliación con renovada profundidad
para saborear la infinita misericordia de Dios.. |
El número de página del Misal Romano que indica nuestro misal Asamblea Eucarística, ha sido actualizado conforme a su última edición en 2018. El número entre paréntesis en MR ( ) corresponde al Misal Romano edición para México de Editorial BAC.
Morado Feria de Cuaresma MR, p. 203 (222) / Lecc. I, p. 721
¿QUIÉN
GOBIERNA LA HISTORIA?
Dan 9, 4-10; Sal 78; Lc 6, 36-38
El libro de Daniel fue compuesto durante la persecución del rey helenístico Antíoco IV (175-163 a. C.). A causa de esa persecución y también de las rivalidades internas, los judíos atraviesan por una grave crisis. El autor quiere infundirles esperanza y lo hace mediante un género literario nuevo llamado "apocalíptica". El tema principal del género es el drama en la historia en el que los imperios luchan y sus emperadores actúan como protagonistas. A pesar de su megalomanía, la historia es gobernada no por ellos sino por Dios. El texto de hoy presenta la oración de Daniel, en donde reconoce que Israel no siempre ha actuado en la historia del lado de Dios. Nuestra nación, nuestra Iglesia, y nuestras comunidades, ¿hemos actuado siempre del lado de Dios? Si no, ¿cómo podemos pedir perdón? ¿Cómo debemos diseñar nuestra sociedad para que camine con Dios?
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 25, 11-12
Sálvame, Señor, y ten misericordia de mí. Mi pie se mantiene en el camino recto, en la asamblea bendeciré al Señor.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que nos mandaste mortificar nuestros cuerpos para sanar nuestras almas, concédenos poder evitar todo pecado y que nuestras voluntades sean capaces de aplicarse a cumplir los mandamientos de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Hemos pecado, Señor, hemos cometido iniquidades.
Del libro del profeta Daniel: 9, 4-10
En aquellos días,
imploré al Señor, mi Dios, y le hice esta confesión: "Señor
Dios, grande y temible, que guardas la alianza y el amor a los que te aman y
observan tus mandamientos. Nosotros hemos pecado, hemos cometido iniquidades,
hemos sido malos, nos hemos rebelado y nos hemos apartado de tus mandamientos
y de tus normas. No hemos hecho caso a los profetas, tus siervos, que hablaban
a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el
pueblo.
Tuya es, Señor, la justicia, y nuestra la vergüenza en el rostro,
que ahora soportan los hombres de Judá, los habitantes de Jerusalén
y de todo Israel, próximos y lejanos, en todos los países donde
tú los dispersaste, a causa de las infidelidades que cometieron contra
ti.
Señor, la vergüenza es nuestra, de nuestros reyes, de nuestros príncipes
y de nuestros padres, porque hemos pecado contra ti. De nuestro Dios, en cambio,
es el tener misericordia y perdonar, aunque nos hemos rebelado contra él,
y al no seguir las leyes que él nos había dado por medio de sus
siervos, los profetas, no hemos obedecido su voz". Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 78, 8. 9, 11. 13.
R/. No nos trates, Señor, como merecen nuestros pecados.
No recuerdes, Señor,
contra nosotros las culpas de nuestros padres. Que tu amor venga pronto a socorrernos,
porque estamos totalmente abatidos. R/.
Para que sepan quién eres, socórrenos, Dios y salvador nuestro.
Para que sepan quién eres, sálvanos y perdona nuestros pecados.
R/.
Que lleguen hasta ti los gemidos del cautivo; con tu brazo poderoso salva a
los condenados a muerte. Y nosotros, pueblo tuyo y ovejas de tu rebaño,
te daremos gracias siempre y de generación en generación te alabaremos.
R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Jn 6, 63.68
R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes palabras de vida eterna. R/.
EVANGELIO
Perdonen y serán perdonados.
Del santo Evangelio según san Lucas: 6, 36-38
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den y se les dará: recibirán una medida buena, bien sacudida, apretada y rebosante en los pliegues de su túnica. Porque con la misma medida con que midan, serán medidos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe benignamente, Señor, nuestras plegarias y libra de las seducciones terrenas a quienes has llamado a servirte en estos celestiales misterios. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma, MR, pp. 497-501 (493-497).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 6, 36
Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta comunión, Señor, nos limpie de pecado y nos haga participar en los gozos del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO.
Opcional.
Fortalece, Señor, los corazones de tus fieles y afiánzalos con la fuerza de tu gracia, para que sean fervorosos en la oración y sinceros en el amor mutuo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Feria de Cuaresma MR p. 204 (223); Lecc. I, p. 723
LA VERDADERA
DIGNIDAD
Is 1,10.16-20; Sal 49; Mt 23, 1-12
En nuestro texto del Evangelio de Mateo, sentarse en la cátedra de Moisés significa ocupar un puesto revelador de la voluntad de Dios legislador, la mayor dignidad a la que se podía aspirar en el antiguo Israel. Jesús afirma que los escribas y fariseos se sientan en dicha cátedra y dicen cosas dignas, pero sus acciones no son referentes a imitar. Al contrario, ellos no hacen nada, más allá de perseguir toda forma de dignidad falsa. Reclaman señales de distinción, como los primeros puestos en los banquetes y en las sinagogas, saludos en las plazas, los accesorios religiosos, y títulos encumbrados. Jesús desea evitar las mismas fallas en la comunidad cristiana. Por ello, termina exhortando a los cristianos a suprimir todo título honorifico: maestro, padre, consejero. La verdadera dignidad se encuentra en el servicio humilde a los demás.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 12, 4-5
Da luz a mis ojos, Señor, para que no caiga en el sueño de la muerte; para que no diga el enemigo: He triunfado sobre él. ç
ORACIÓN COLECTA
Cuida, Señor, a tu Iglesia con tu constante benevolencia, y ya que sin ti desfallece la humana fragilidad, presérvala de los peligros y encamínala siempre hacia lo que le trae la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Aprendan a hacer el bien; busquen la justicia.
Del libro del profeta Isaías: 1, 10.16-20
Oigan la palabra del Señor,
príncipes de Sodoma; escucha la enseñanza de nuestro Dios, pueblo
de Gomorra: "Lávense y purifíquense; aparten de mi vista
sus malas acciones. Dejen de hacer el mal, aprendan a hacer el bien, busquen
la justicia, auxilien al oprimido, defiendan los derechos del huérfano
y la causa de la viuda.
Vengan, pues, y discutamos, dice el Señor. Aunque sus pecados sean rojos
como la sangre, quedarán blancos como la nieve. Aunque sean encendidos
como la púrpura, vendrán a ser como blanca lana. Si son ustedes
dóciles y obedecen, comerán los frutos de la tierra. Pero si se
obstinan en la rebeldía, la espada los devorará". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 49, 8-9.
16bc-17. 21 y 23.
R/. Muéstranos, Señor, el camino de la salvación.
No voy a reclamarte sacrificios,
dice el Señor, pues siempre están ante mí tus holocaustos.
Pero ya no aceptaré becerros de tu casa, ni cabritos de tus rebaños.
R/.
¿Por qué citas mis preceptos y hablas a toda hora de mi pacto,
tú que detestas la obediencia y echas en saco roto mis mandatos? R/.
Tú haces esto, ¿y yo tengo que callarme? ¿Crees acaso que
yo soy como tú? No, yo te reprenderé y te echaré en cara
tus pecados. Quien las gracias me da, ése me honra y yo salvaré
al que cumple mi voluntad. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Ez 15, 31
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Purifíquense de todas sus iniquidades; renueven su corazón y su espíritu, dice el Señor. R/.
EVANGELIO
Los fariseos dicen una cosa y hacen otra.
Del santo Evangelio según san Mateo: 23, 1-12
En aquel tiempo, Jesús
dijo a las multitudes y a sus discípulos: "En la cátedra
de Moisés se han sentado los escribas y fariseos. Hagan, pues, todo lo
que les digan, pero no imiten sus obras, porque dicen una cosa y hacen otra.
Hacen fardos muy pesados y difíciles de llevar y los echan sobre las
espaldas de los hombres, pero ellos ni con el dedo los quieren mover. Todo lo
hacen para que los vea la gente. Ensanchan las filacterias y las franjas del
manto; les agrada ocupar los primeros lugares en los banquetes y los asientos
de honor en las sinagogas; les gusta que los saluden en las plazas y que la
gente los llame 'maestros'.
Ustedes, en cambio, no dejen que los llamen 'maestros', porque no tienen más
que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A ningún hombre sobre la
tierra lo llamen 'padre', porque el Padre de ustedes es sólo el Padre
celestial. No se dejen llamar 'guías', porque el guía de ustedes
es solamente Cristo. Que el mayor de entre ustedes sea su servidor, porque el
que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Reconciliados contigo por estos misterios, Señor, realiza a favor nuestro tu obra santificadora, que nos purifique de nuestras pasiones terrenas y nos lleve a disfrutar los bienes celestiales. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma, MR, pp. 497-501 (493-497).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 9, 2-3
Proclamaré, todas tus maravillas; me alegraré y exultaré contigo y entonaré salmos a tu nombre, Dios altísimo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la participación en tu mesa sagrada, Señor, nos obtenga el auxilio continuo de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO.
Opcional.
Favorece, Señor, los ruegos de tus fieles y sana las debilidades de su alma, para que, recibiendo tu perdón, se alegren siempre con tu bendición. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Feria de Cuaresma MR, p. 205 (224) / Lecc. I, p. 726
EL SUFRIMIENTO
Jer 18, 18-20; Sal 30; Mt 20, 17-28
El itinerario profético de Jeremías es trágico y conmovedor. Vive en su propia carne el sufrimiento que viene de la fidelidad a Dios unida con la compasión para con el pueblo rebelde y equivocado. En el principio intercedía por su pueblo para que el Señor no acabara con ellos; en nuestro texto, en cambio, pierde la esperanza y suplica a Dios para que acabe con ellos. El sufrimiento conduce a la venganza. En el Evangelio, Jesús enfrenta esta mentalidad. La madre de dos discípulos quiere puestos importantes para sus hijos en el Reino: uno a la derecha, y el otro a la izquierda. Quieren éxito y no el sufrimiento. Jesús contesta, cambiando el significado del sufrir. La copa del sufrimiento no es un estímulo a la venganza ni un fracaso rotundo, sino una participación en el destino del Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 37, 22-23
No me abandones, Señor, Dios mío, no te alejes de mí. Ven aprisa a socorrerme, Señor mío, mi salvador.
ORACIÓN COLECTA
Conserva, Señor a tu familia en el camino del bien que tú le has señalado, y ayúdala en sus necesidades temporales para que pueda buscar los bienes eternos. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Vengan, ataquemos al justo.
Del libro del profeta Jeremías: 18, 18-20
En aquellos días,
los enemigos del profeta se dijeron entre sí: "Vengan, tendamos
un lazo a Jeremías, porque no le va a faltar doctrina al sacerdote, consejo
al sabio, ni inspiración al profeta. Vengan, ataquémoslo de palabra
y no hagamos caso de sus oráculos".
Jeremías le dijo entonces a Dios: "Señor, atiéndeme.
Oye lo que dicen mis adversarios. ¿Acaso se paga bien con mal? Porque
ellos han cavado una fosa para mí. Recuerda cómo he insistido
ante ti, intercediendo en su favor, para apartar de ellos tu cólera".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo
30,5-6,14,15-16.
R/. Sálvame, Señor, por tu misericordia.
Sácame, Señor,
de la trampa que me han tendido, porque tú eres mi amparo. En tus manos
encomiendo mi espíritu y tú, mi Dios leal, me librarás.
R/.
Oigo las burlas de la gente y todo me da miedo; se conjuran contra mí
y tratan de quitarme la vida. R/.
Pero yo, Señor, en ti confío. Tú eres mi Dios y en tus
manos está mi destino. Líbrame de los enemigos que me persiguen.
R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn 8, 12
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá la luz de la vida. R/.
EVANGELIO
Lo condenarán a muerte.
Del santo Evangelio según san Mateo: 20, 17-28
En aquel tiempo, mientras
iba de camino a Jerusalén, Jesús llamó aparte a los Doce
y les dijo: "Ya vamos camino de Jerusalén y el Hijo del hombre va
a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, que lo condenarán
a muerte y lo entregarán a los paganos para que se burlen de él,
lo azoten y lo crucifiquen; pero al tercer día, resucitará".
Entonces se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo. junto
con ellos, y se postró para hacerle una petición. Él le
preguntó: "¿Qué deseas?". Ella respondió:
"Concédeme que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu
derecha y el otro a tu izquierda, en tu Reino". Pero Jesús replicó:
"No saben ustedes lo que piden. ¿Podrán beber el cáliz
que yo he de beber?". Ellos contestaron: "Sí podemos".
Y él les dijo: "Beberán mi cáliz; pero eso de sentarse
a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; es para quien
mi Padre lo tiene reservado".
Al oír aquello, los otros diez discípulos se indignaron contra
los dos hermanos. Pero Jesús los llamó y les dijo: "Ya saben
que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. Que
no sea así entre ustedes. El que quiera ser grande entre ustedes, que
sea el que los sirva, y el que quiera ser primero, que sea su esclavo; así
como el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar la
vida por la redención de todos".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, benigno, Señor, las ofrendas que te presentamos y, por este santo intercambio de dones, rompe las cadenas de nuestros pecados. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma, MR, pp. 497-501 (493-497).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 20. 28
El Hijo del Hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar la vida por la redención de la multitud.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que este sacramento que nos has dado, Señor, como prenda de inmortalidad, sea para nosotros una firme ayuda para alcanzar la salvación eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO.
Opcional.
Concede, Señor, a tus siervos la abundancia de tu protección y de tu gracia, la salud de alma y cuerpo, la plenitud de la caridad fraterna y haz que vivamos siempre entregados a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Feria de Cuaresma, Memoria parcial de san Casimiro MR, p. 206 (225) / Lecc. I, p. 728
LA VIDA BELLA
Jer 17,5-10; Sal 1; Lc 16,19-31
Jeremías presenta la antítesis entre el injusto y el justo con una metáfora de dos árboles. El injusto es como un tamarisco, un árbol desértico de hojas pequeñas. El justo, en contraste, es como un árbol frondoso y fructífero. En el Evangelio, esta metáfora se transforma en fábula. La parábola de Lázaro y el rico presenta la incompatibilidad entre el seguimiento de Jesús y el afán por la riqueza. La consecuencia de servir al dinero es una existencia retorcida en esclavitud, y privada de su finalidad que es la comunión con los demás y con Dios mismo. Conduce a la oscuridad, los tormentos y a la soledad. En contraste, el seguimiento de Jesús implica relaciones de justicia, sensibilidad y amor. La persona que sigue a Jesús llega a la vida bella, la de la luz, la de la libertad, y a la comunión humana y divina.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 138, 23-24
Examíname, Dios mío y conoce mi corazón; mira si voy por mal camino y condúceme por la senda de la salvación.
ORACIÓN COLECTA
Dios, nuestro, que amas la inocencia y la devuelves a quienes la han perdido, dirige hacia ti los corazones de tus siervos, para que, inflamados con el fuego de tu Espíritu, permanezcan firmes en la fe y sean diligentes para hacer el bien. Por nuestro Señor Jesucristo ...
Dios todopoderoso, a quien servir es reinar, concédenos, por intercesión de san Casimiro, que te sirvamos siempre en santidad y justicia. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Maldito el que confía en el hombre; bendito el que confía en el Señor.
Del libro del profeta Jeremías: 17, 5-10
Esto dice el Señor:
"Maldito el hombre que confía en el hombre, que en él pone
su fuerza y aparta del Señor su corazón. Será como un cardo
en la estepa, que nunca disfrutará de la lluvia. Vivirá en la
aridez del desierto, en una tierra salobre e inhabitable.
Bendito el hombre que confía en el Señor y en él pone su
esperanza. Será como un árbol plantado junto al agua, que hunde
en la corriente sus raíces; cuando llegue el calor, no lo sentirá
y sus hojas se conservarán siempre verdes; en año de sequía
no se marchitará ni dejará de dar frutos.
El corazón del hombre es la cosa más traicionera y difícil
de curar. ¿Quién lo podrá entender? Yo, el Señor,
sondeo la mente y penetro el corazón, para dar a cada uno según
sus acciones, según el fruto de sus obras".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 1,1-2.3.4 y6.
R/. Dichoso el hombre que confía en el Señor.
Dichoso aquel que no se
guía por mundanos criterios, que no anda en malos pasos ni se burla del
bueno, que ama la ley de Dios y se goza en cumplir sus mandamientos. R/.
Es como un árbol plantado junto al río, que da fruto a su tiempo
y nunca se marchita. En todo tendrá éxito. R/.
En cambio los malvados serán como la paja barrida por el viento. Porque
el Señor protege el camino del justo y al malo sus caminos acaban por
perderlo. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 8, 15
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Dichosos los que cumplen la palabra del Señor con un corazón bueno y sincero, y perseveran hasta dar fruto. R/.
EVANGELIO
Recibiste bienes en tu vida y Lázaro, males; ahora él goza del consuelo, mientras que tú sufres tormentos.
Del santo Evangelio según san Lucas: 16, 19-31
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los fariseos: "Había un hombre rico, que se vestía
de púrpura y telas finas y banqueteaba espléndidamente cada día.
Y un mendigo, llamado Lázaro, yacía a la entrada de su casa, cubierto
de llagas y ansiando llenarse con las sobras que caían de la mesa del
rico. Y hasta los perros se acercaban a lamerle las llagas.
Sucedió, pues, que murió el mendigo y los ángeles lo llevaron
al seno de Abraham. Murió también el rico y lo enterraron. Estaba
éste en el lugar de castigo, en medio de tormentos, cuando levantó
los ojos y vio a lo lejos a Abraham y a Lázaro junto a él.
Entonces gritó: 'Padre Abraham, ten piedad de mí. Manda a Lázaro
que moje en agua la punta de su dedo y me refresque la lengua, porque me torturan
estas llamas'.
Pero Abraham le contestó: 'Hijo, recuerda que en tu vida recibiste bienes
y Lázaro, en cambio, males. Por eso él goza ahora de consuelo,
mientras que tú sufres tormentos. Además, entre ustedes y nosotros
se abre un abismo inmenso, que nadie puede cruzar, ni hacia allá ni hacia
acá'.
El rico insistió: 'Te ruego, entonces, padre Abraham, que mandes a Lázaro
a mi casa, pues me quedan allá cinco hermanos, para que les advierta
y no acaben también ellos en este lugar de tormentos'. Abraham le dijo:
'Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen'. Pero el rico replicó:
'No, padre Abraham. Si un muerto va a decírselo, entonces sí se
arrepentirán'. Abraham repuso: 'Si no escuchan a Moisés y a los
profetas, no harán caso, ni aunque resucite un muerto' ".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por el presente sacrificio, santifica, Señor, nuestro esfuerzo, para que mediante el testimonio externo de nuestras prácticas cuaresmales, obtengamos interiormente su fruto. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma, MR, pp. 497-501 (493-497).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 118,1
Dichosos los que, con vida intachable, caminan haciendo la voluntad del Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que este sacramento, Señor Dios, continúe actuando en nosotros, y su acción sea cada vez más vigorosa. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO.
Opcional.
Ayuda, Señor, a tus siervos, que imploran el auxilio de tu gracia, para que obtengan el amparo de tu protección y de tu guía. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Feria de Cuaresma Día de abstinencia MR, p. 207 (226) / Lecc. I, p. 731
EL DOLOR DEL
PADRE
Gén 37,3-4. 12-13. 17-28; Sal 104; Mt 21,33-43.45-46
Si uno quiere herir a una persona, dicen, la estrategia más eficaz y terrible es la de herir a su prole. Por eso, podemos imaginar cómo el asesinato de Jesús fue experimentado por el Padre. Su dolor se expresa mediante dos narraciones. Una cuenta la venta del pequeño José a los madianitas por sus mismos hermanos, la cual se presentó como una muerte sangrienta a su padre angustiado. La otra, es la parábola de los viñadores homicidas, heredada de la tradición profética, especialmente de la canción de la viña en Is 5, 1-7. Esta parábola retrata al Padre como el propietario de una viña, horrorizado y enfurecido por el asesinato violento de su heredero. Los teólogos han debatido si Dios puede experimentar emociones, pero no podemos dejar de imaginar que el Padre no se sintiera afectado por la muerte de su Hijo.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 30, 2. 5
En ti, Señor, he puesto mi confianza, que no quede yo nunca defraudado; sácame de la trampa que me han tendido, porque tú eres mi amparo.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios
todopoderoso, que, purificados por la práctica de la sagrada penitencia,
nos hagas llegar, con alma limpia, a los santos misterios que se aproximan.
Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Ahí viene ese soñador. Démosle muerte.
Del libro del Génesis: 37, 3-4.12-13.17-28
Jacob amaba a José
más que a todos sus demás hijos, porque lo había engendrado
en la ancianidad. A él le había hecho una túnica de amplias
mangas. Sus hermanos, viendo que lo amaba más que a todos ellos, llegaron
a odiado, al grado de negarle la palabra.
Un día en que los hermanos de José llevaron a Siquem los rebaños
de su padre, Jacob le dijo a José: "Tus hermanos apacientan mis
rebaños en Siquem. Te voy a enviar allá". José fue
entonces en busca de sus hermanos y los encontró en Dotán. Ellos
lo vieron de lejos, y antes de que se les acercara, conspiraron contra él
para matarlo y se decían unos a otros: "Ahí viene ese soñador.
Démosle muerte; lo arrojaremos en un pozo y diremos que una fiera lo
devoró. Vamos a ver de qué le sirven sus sueños".
Rubén oyó esto y trató de liberado de manos de sus hermanos,
diciendo: "No le quiten la vida, ni derramen su sangre. Mejor arrójenlo
en ese pozo que está en el desierto y no se manchen las manos".
Eso lo decía para salvar a José y devolverlo a su padre.
Cuando llegó José a donde estaban sus hermanos, éstos lo
despojaron de su túnica y lo arrojaron a un pozo sin agua. Luego se sentaron
a comer, y levantando los ojos, vieron a lo lejos una caravana de ismaelitas,
que venían de Galaad, con los camellos cargados de especias, resinas,
bálsamo y láudano, y se dirigían a Egipto. Judá
dijo entonces a sus hermanos: "¿Qué ganamos con matar a nuestro
hermano y ocultar su muerte? Vendámoslo a los ismaelitas y no mancharemos
nuestras manos. Después de todo, es nuestro hermano y de nuestra misma
sangre". Y sus hermanos le hicieron caso. Sacaron a José del pozo
y se lo vendieron a los mercaderes por veinticinco monedas de plata. Los mercaderes
se llevaron a José a Egipto. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 104,16-17.18-19.20-21.
R/. Recordemos las maravillas que hizo el Señor.
Cuando el Señor mandó
el hambre sobre el país y acabó con todas las cosechas, ya había
enviado por delante a un hombre: a José, vendido como esclavo. R/.
Le trabaron los pies con grilletes y rodearon su cuerpo con cadenas, hasta que
se cumplió su predicción y Dios lo acreditó con su palabra.
R/.
El rey mandó que lo soltaran, el jefe de esos pueblos lo libró,
lo nombró administrador de su casa y señor de todas sus posesiones.
R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn 3, 16
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Tanto amó Dios al mundo; que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él tenga vida eterna. R/.
EVANGELIO
Éste es el heredero, vamos a matarlo.
Del santo Evangelio según san Mateo: 21,33-43.45-46
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo esta parábola:
"Había una vez un propietario que plantó un viñedo,
lo rodeó con una cerca, cavó un lagar en él, construyó
una torre para el vigilante y luego lo alquiló a unos viñadores
y se fue de viaje.
Llegado el tiempo de la vendimia, envió a sus criados para pedir su parte
de los frutos a los viñadores; pero éstos se apoderaron de los
criados, golpearon a uno, mataron a otro, y a otro más lo apedrearon.
Envió de nuevo a otros criados, en mayor número que los primeros,
y los trataron del mismo modo. Por último, les mandó a su propio
hijo, pensando: 'A mi hijo lo respetarán'. Pero cuando los viñadores
lo vieron, se dijeron unos a otros: 'Éste es el heredero. Vamos a matarlo
y nos quedaremos con su herencia'. Le echaron mano, lo sacaron del viñedo
y lo mataron.
Ahora díganme: Cuando vuelva el dueño del viñedo, ¿qué
hará con esos viñadores?". Ellos le respondieron: "Dará
muerte terrible a esos desalmados y arrendará el viñedo a otros
viñadores, que le entreguen los frutos a su tiempo".
Entonces Jesús les dijo: "¿No han leído nunca en la
Escritura: La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular.
Esto es obra del Señor y es un prodigio admirable?
Por esta razón les digo que les será quitado a ustedes el Reino
de Dios y se le dará a un pueblo que produzca sus frutos". Al oír
estas palabras, los sumos sacerdotes y los fariseos comprendieron que Jesús
las decía por ellos y quisieron aprehenderlo, pero tuvieron miedo a la
multitud, pues era tenido por un profeta. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que tu misericordia, Dios de bondad, disponga debidamente a tus siervos para celebrar este sacramento y nos impulse a vivir fervorosamente entregados a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma, MR, pp. 497-501 (493-497).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Jn 4, 10
Dios nos amó primero y nos envió a su Hijo, como víctima de expiación por nuestros pecados.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo recibido esta prenda de eterna salvación, te rogamos, Señor, que nos hagas dirigirnos con tanta decisión hacia ella, que la podamos un día alcanzar. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO.
Opcional.
Concede a tu pueblo, Señor, salud de alma y cuerpo, para que, dedicados a las buenas obras, merezcamos el amparo de tu protección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Feria de Cuaresma MR, p. 208 (227) / Lecc. I, p. 734 Vísperas I del domingo: 3a. Semana, LH Tomo II: pp. 1312,3 Y 183; Para los fieles: pp. 642 Y 178; Edición popular: pp. 202 Y 431
EL AMOR DEL
PADRE
Miq 7,14-15.18-20; Sal 102; Lc 15,1-3.11-32
La parábola del hijo pródigo es una obra literaria maestra, patrimonio de la literatura universal. En ella caben todos los sentimientos, emociones, y reacciones de los seres humanos: amor, celos, odio, perdón, misericordia, avaricia, despilfarro, orgullo, y miseria. Dentro de la sección del Evangelio de Lucas en que se encuentra, se desarrollan tres parábolas conocidas como "de misericordia", Quizá sería mejor llamada "la parábola del padre amoroso" porque se focaliza no en el hijo desconsiderado sino en su padre que es pródigo con su amor. Es la historia de un padre que, en lugar de recurrir a una vía legal, se deja llevar por su infinito afecto hacia su hijo, con el fin de hacerlo recapacitar y entender. Por medio de la paternidad humana, concebida como un reflejo de aquella divina, empezamos a entender el amor del Padre para con nosotros.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 122, 8-9
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar. Bueno es el Señor para con todos y su amor se extiende a todas sus creaturas.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que gracias a tus celestiales remedios nos haces participar, ya desde este mundo, de los bienes eternos, dirige nuestra vida presente para que, conducidos por ti lleguemos a la luz en que tú habitas. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Arrojará a lo hondo del mar nuestros delitos.
Del libro del profeta Miqueas: 7, 14-15. 18-20
Señor, Dios nuestro,
pastorea a tu pueblo con tu cayado, al rebaño de tu heredad, que vive
solitario entre malezas y matorrales silvestres. Pastarán en Basán
y en Galaad, como en los días de antaño, como cuando salimos de
Egipto y nos mostrabas tus prodigios.
¿Qué Dios hay como tú, que quitas la iniquidad y pasas
por alto la rebeldía de los sobrevivientes de Israel? No mantendrás
por siempre tu cólera, pues te complaces en ser misericordioso.
Volverás a compadecerte de nosotros, aplastarás con tus pies nuestras
iniquidades, arrojarás a lo hondo del mar nuestros delitos. Serás
fiel con Jacob y compasivo con Abraham, como juraste a nuestros padres en tiempos
remotos, Señor, Dios nuestro. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 102,1-3.3-4.9-10.11-12.
R/. El Señor es compasivo y misericordioso.
Bendice al Señor,
alma mía, que todo mi ser bendiga su santo nombre. Bendice al Señor,
alma mía, y no te olvides de sus beneficios. R/.
El Señor perdona tus pecados y cura tus enfermedades; él rescata
tu vida del sepulcro y te colma de amor y de ternura. R/.
El Señor no estará siempre enojado, ni durará para siempre
su rencor. No nos trata como merecen nuestras culpas, ni nos paga según
nuestros pecados. R/.
Como desde la tierra hasta el cielo, así es de grande su misericordia;
como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos.
R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Lc 15, 18
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Me levantaré, volveré a mi padre y le diré: "Padre, he pecado contra el cielo y contra ti". R/.
EVANGELIO
Tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida.
Del santo Evangelio Según San Lucas: 15,1-3.11-32
En aquel tiempo, se acercaban
a Jesús los publicanos y los pecadores para escucharlo; por lo cual los
fariseos y los escribas murmuraban entre sí: "Éste recibe
a los pecadores y come con ellos".
Jesús les dijo entonces esta parábola: "Un hombre tenía
dos hijos, y el menor de ellos le dijo a su padre: 'Padre, dame la parte de
la herencia que me toca'. Y él les repartió los bienes.
No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo,
se fue a un país lejano y allá derrochó su fortuna, viviendo
de una manera disoluta. Después de malgastarlo todo, sobrevino en aquella
región una gran hambre y él empezó a pasar necesidad. Entonces
fue a pedirle trabajo a un habitante de aquel país, el cual lo mandó
a sus campos a cuidar cerdos. Tenía ganas de hartarse con las bellotas
que comían los cerdos, pero no lo dejaban que se las comiera.
Se puso entonces a reflexionar y se dijo: '¡Cuántos trabajadores
en casa de mi padre tienen pan de sobra, y yo, aquí, me estoy muriendo
de hambre! Me levantaré, volveré a mi padre y le diré:
Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo.
Recíbeme como a uno de tus trabajadores'.
Enseguida se puso en camino hacia la casa de su padre. Estaba todavía
lejos, cuando su padre lo vio y se enterneció profundamente. Corrió
hacia él, y echándole los brazos al cuello, lo cubrió de
besos. El muchacho le dijo: 'Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya
no merezco llamarme hijo tuyo'. Pero el padre les dijo a sus criados: '¡Pronto!,
traigan la túnica más rica y vístansela; pónganle
un anillo en el dedo y sandalias en los pies; traigan el becerro gordo y mátenlo.
Comamos y hagamos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha
vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado'. Y empezó el
banquete.
El hijo mayor estaba en el campo y al volver, cuando se acercó a la casa,
oyó la música y los cantos. Entonces llamó a uno de los
criados y le preguntó qué pasaba. Éste le contestó:
'Tu hermano ha regresado y tu padre mandó matar el becerro gordo, por
haberlo recobrado sano y salvo'. El hermano mayor se enojó y no quería
entrar.
Salió entonces el padre y le rogó que entrara; pero él
replicó: '¡Hace tanto tiempo que te sirvo, sin desobedecer jamás
una orden tuya, y tú no me has dado nunca ni un cabrito para comérmelo
con mis amigos! Pero eso sí, viene ese hijo tuyo, que despilfarró
tus bienes con malas mujeres, y tú mandas matar el becerro gordo'.
El padre repuso: 'Hijo, tú siempre estás conmigo y todo lo mío
es tuyo. Pero era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este hermano
tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado'
". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por la celebración de estos sacramentos, concédenos, Señor, el fruto de nuestra redención, para que nos aparte siempre de todo humano desorden y nos encamine hacia los bienes de nuestra salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma, MR, pp. 497-501 (493-497).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Lc 15, 32
Alégrate, hijo mío, porque tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y lo hemos encontrado.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la santa recepción de tu sacramento, Señor, penetra hasta lo más íntimo de nuestro corazón y nos comunique su fuerza divina. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO.
Opcional.
Dios y Padre nuestro, que tu oído misericordioso esté abierto a la oración de quienes te suplican, y, para que reciban lo que desean, concédeles pedir lo que te agrada. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado III Domingo de Cuaresma [Se omite la memoria de las santas Perpetua y Felicitas, mártires] MR, p. 209 (228) / Lecc. I, p. 182
En este domingo se celebra el primer escrutinio preparatorio para el Bautismo de los catecúmenos que van a ser admitidos a los sacramentos de la Iniciación cristiana en la Vigilia Pascual. Se emplean las oraciones y las intercesiones propias, que aparecen en el MR, pp. 984-986 (976-978).
NO SIRVEN LEYES
SIN ALIANZA
Éx 20,1-17; Sal 18; 1 Cor 1, 22-25; Jn 2,13-25
Enmarcada en el contexto de la alianza de Dios con su pueblo, encontramos la promulgación del Decálogo o los diez mandamientos, que busca regular las relaciones de los habitantes del pueblo entre sí y con Dios. En la antigüedad los jefes de cada familia o tribu instruían a los niños mediante esta normatividad sencilla y clara. Sin embargo, no serviría si se rompiera la alianza dentro la cual se colocan. De hecho, ésta se ha quebrado por la infidelidad del pueblo. En el Evangelio, Jesús intenta barrer los pocos restos de dicha alianza con su acto profético en el Templo de Jerusalén. Fue una purificación, o hasta una destrucción simbólica del lugar central del culto judío que ha devenido, por la avaricia de la clase sacerdotal, en un lugar de opresión. Así se abriría un espacio, por una nueva alianza.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 24, 15-16
Mis ojos están siempre fijos en el Señor, pues él libra mis pies de toda trampa. Mírame, Señor, y ten piedad de mí, que estoy solo y afligido.
O bien: Cfr. Ez 36, 23-26
Cuando manifieste en medio de ustedes mi santidad, los reuniré de todos los países; derramaré sobre ustedes agua pura y quedarán purificados de todos sus pecados, y les infundiré un espíritu nuevo, dice el Señor.
No se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, fuente de misericordia y de toda bondad, que enseñaste que el remedio contra el pecado está en el ayuno, la oración y la limosna, mira con agrado nuestra humilde confesión, para que a quienes agobia la propia conciencia nos reconforte siempre tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
La ley fue dada por Dios a Moisés.
Del libro del Éxodo: 20, 1-17
En aquellos días,
el Señor promulgó estos preceptos para su pueblo en el monte Sinaí,
diciendo: "Yo soy el Señor, tu Dios, que te sacó de la tierra
de Egipto y de la esclavitud. No tendrás otros dioses fuera de mí;
no te fabricarás ídolos ni imagen alguna de lo que hay arriba,
en el cielo, o abajo, en la tierra, o en el agua, y debajo de la tierra. No
adorarás nada de eso ni le rendirás culto, porque yo, el Señor,
tu Dios, soy un Dios celoso, que castiga la maldad de los padres en los hijos
hasta la tercera y cuarta generación de aquellos que me odian; pero soy
misericordioso hasta la milésima generación de aquellos que me
aman y cumplen mis mandamientos.
No harás mal uso del nombre del Señor, tu Dios, porque no dejará
el Señor sin castigo a quien haga mal uso de su nombre. Acuérdate
de santificar el sábado. Seis días trabajarás y en ellos
harás todos tus quehaceres; pero el día séptimo es día
de descanso, dedicado al Señor, tu Dios. No harás en él
trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava,
ni tus animales, ni el forastero que viva contigo. Porque en seis días
hizo el Señor el cielo, la tierra, el mar y cuanto hay en ellos, pero
el séptimo, descansó. Por eso bendijo el Señor el sábado
y lo santificó.
Honra a tu padre y a tu madre para que vivas largos años en la tierra
que el Señor, tu Dios, te va a dar. No matarás. No cometerás
adulterio. No robarás. No darás falso testimonio contra tu prójimo.
No codiciarás la casa de tu prójimo, ni a su mujer, ni a su esclavo,
ni a su esclava, ni su buey, ni su burro, ni cosa alguna que le pertenezca".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 18, 8.9.
10. 11.
R/. Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna.
La ley del Señor
es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables son las palabras del Señor
y hacen sabio al sencillo. R/.
En los mandamientos de Dios hay rectitud y alegría para el corazón;
son luz los preceptos del Señor para alumbrar el camino. R/.
La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los mandamientos del Señor
son verdaderos y enteramente justos. R/.
Que te sean gratas las palabras de mi boca y los anhelos de mi corazón.
Haz, Señor, que siempre te busque, pues eres mi refugio y salvación.
R/.
SEGUNDA LECTURA
Predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los hombres, pero sabiduría de Dios para los llamados.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 1,22-25
Hermanos: Los judíos exigen señales milagrosas y los paganos piden sabiduría. Pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, que es escándalo para los judíos y locura para los paganos; en cambio, para los llamados, sean judíos o paganos, Cristo es la fuerza y la sabiduría de Dios. Porque la locura de Dios es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fuerza de los hombres. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn 3, 16
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él tenga vida eterna. R/.
EVANGELIO
Destruyan este templo y en tres días lo reconstruiré.
Del santo Evangelio según san Juan: 2, 13-25
Cuando se acercaba la Pascua
de los judíos, Jesús llegó a Jerusalén y encontró
en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas
con sus mesas. Entonces hizo un látigo de cordeles y los echó
del templo, con todo y sus ovejas y bueyes; a los cambistas les volcó
las mesas y les tiró al suelo las monedas; y a los que vendían
palomas les dijo: "Quiten todo de aquí y no conviertan en un mercado
la casa de mi Padre".
En ese momento, sus discípulos se acordaron de lo que estaba escrito:
El celo de tu casa me devora.
Después intervinieron los judíos para preguntarle: "¿Qué
señal nos das de que tienes autoridad para actuar así?".
Jesús les respondió: "Destruyan este templo y en tres días
lo reconstruiré". Replicaron los judíos: "Cuarenta y
seis años se ha llevado la construcción del templo, ¿y
tú lo vas a levantar en tres días?". Pero él hablaba
del templo de su cuerpo. Por eso, cuando resucitó Jesús de entre
los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho aquello
y creyeron en la Escritura y en las palabras que Jesús había dicho.
Mientras estuvo en Jerusalén para las fiestas de Pascua, muchos creyeron
en él, al ver los prodigios que hacía. Pero Jesús no se
fiaba de ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba que nadie
le descubriera lo que es el hombre, porque él sabía lo que hay
en el hombre. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Si se celebra la Misa de los escrutinios, debe leerse el Evangelio con el pasaje de la Samaritana: Lecc. I, p. 62.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Instruidos por el ejemplo
de Jesús, el Señor, que en el desierto se entregaba a la oración,
oremos también nosotros con insistencia a nuestro Dios:
Para que todos los fieles, por medio de las penitencias y prácticas
cuaresmales, sean purificados de sus culpas y vean fortalecida su vida cristiana,
roguemos al Señor.
Para que todos los pueblos alcancen la paz, la tranquilidad y el bienestar necesario
y puedan así buscar más fácilmente los bienes del cielo,
roguemos al Señor.
Para que el Señor conceda su fuerza a los que se ven tentados o se sienten
turbados, infunda el deseo de la conversión a los pecadores y otorgue
el consuelo del cielo a los que están tristes o abatidos, roguemos
al Señor.
Para que infunda en todos nosotros el deseo de una verdadera conversión,
a fin de que nos preparemos a celebrar debidamente el sacramento pascual de
la penitencia, roguemos al Señor.
Señor, Dios nuestro, abre nuestros corazones a tus mandatos y haz que
penetremos en la sabiduría de la cruz, para que, liberados del egoísmo
que nos aprisiona, alcancemos los dones del Espíritu Santo y lleguemos
a ser templo vivo en el que tú deseas recibir nuestra adoración.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por estas ofrendas, Señor, concédenos benigno el perdón de nuestras ofensas, y ayúdanos a perdonar a nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Cuando se lee el Evangelio de la Samaritana: Jn 4, 13-14
El que beba del agua que yo le daré, dice el Señor, nunca más tendrá sed; el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un manantial capaz de dar la vida eterna.
Cuando se lee otro Evangelio: Sal 83, 4-5
El gorrión ha encontrado una casa, y la golondrina un nido donde poner sus polluelos: junto a tus altares, Señor de los ejércitos, Rey mío y Dios mío. Dichosos los que viven en tu casa y pueden alabarte siempre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados en la tierra con el pan del cielo, prenda de eterna salvación, te suplicamos, Señor, que lleves a su plenitud en nuestra vida la gracia recibida en este sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Dirige, Señor, los corazones de tus fieles y da en tu bondad a tus siervos una gracia tan grande que, cumpliendo en plenitud tus mandamientos, nos haga permanecer en tu amor y en el de nuestro prójimo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Una sociedad humana no puede existir sin leyes. Para arreglar las relaciones entre los ciudadanos, para manifestar los valores sociales estimados por su gente, para clarificar los límites del comportamiento social y las consecuencias de exceder tales límites, la sociedad necesita leyes claras y comprensibles. Sin embargo, no valen nada si no se fundamentan en un contexto sólido. Tal contexto no es el llamado contrato social, un concepto neo-liberal afligido por un individualismo y un minimalismo. Es otra forma de alianza, a saber, la justicia. Se trata de las rectas relaciones entre seres humanos, la creación, y Dios. Para abrir camino a dichas relaciones, tenemos que imitar a Jesús en el Evangelio de hoy y despojar nuestra sociedad de los fragmentos, o tal vez grandes bloques de la injusticia. Sin la justicia, las leyes son meras formalidades irrisorias.
Morado Feria de Cuaresma, Memoria parcial de san Juan de Dios, religioso MR p. 212 (231); Lecc. I, p. 741
CÓMO
LEER LA BIBLIA
2 Re 5, 1-15; Sal 41 y 42; Lc 4,24-30
La historia de Naamán, el sirio, se ubica dentro de las diez leyendas dedicadas a las maravillas del profeta Eliseo. Se escribió para demonstrar el poder milagroso del profeta, quien fue considerado un héroe nacional, y para suscitar asombro entre sus lectores y oyentes. La historia de Naamán, con la curación sobrenatural del epónimo, no es una excepción a esta intención. No obstante, en el Evangelio, Jesús no la expone de esta manera. Sin negar lo milagroso, Jesús la interpreta desde su encuentro con la hostilidad de sus paisanos. La presenta como una lección sobre la necesidad de la fe y la futilidad de depender de la identidad nacional, para recibir la palabra de Dios. Así, el Señor nos muestra cómo leer la Biblia: no literalmente sino desde nuestro contexto para discernir la voluntad de Dios viva hoy.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 83, 3
Mi alma se consume y anhela los atrios del Señor; mi corazón y todo mi ser se regocijan por el Dios vivo.
ORACIÓN COLECTA
Que tu constante misericordia, Señor, purifique y defienda a tu Iglesia y, ya que sin ti no puede permanecer segura, guíala siempre con tu protección. Por nuestro Señor Jesucristo ...
O bien, en la memoria de san Juan de Dios:
Dios nuestro, que colmaste a san Juan de Dios del espíritu de misericordia, concédenos que, practicando las obras de caridad, merezcamos ser contados entre los elegidos en tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Muchos leprosos había en Israel, pero ninguno fue curado, sino Naamán, el sirio.
Del segundo libro de los Reyes: 5, 1-15
En aquellos días,
Naamán, general del ejército de Siria, gozaba de la estima y del
favor de su rey, pues por su medio había dado el Señor la victoria
a Siria. Pero este gran guerrero era leproso.
Sucedió que una banda de sirios, en una de sus correrías, trajo
cautiva a una jovencita, que pasó luego al servicio de la mujer de Naamán.
Ella le dijo a su señora: "Si mi señor fuera a ver al profeta
que hay en Samaria, ciertamente él lo curaría de su lepra".
Entonces fue Naamán a contarle al rey, su señor: "Esto y
esto dice la muchacha israelita". El rey de Siria le respondió:
"Anda, pues, que yo te daré una carta para el rey de Israel".
Naamán se puso en camino, llevando de regalo diez barras de plata, seis
mil monedas de oro, diez vestidos nuevos y una carta para el rey de Israel que
decía: "Al recibir ésta, sabrás que te envío
a mi siervo Naamán, para que lo cures de la lepra".
Cuando el rey de Israel leyó la carta, rasgó sus vestiduras exclamando:
"¿Soy yo acaso Dios, capaz de dar vida o muerte, para que éste
me pida que cure a un hombre de su lepra? Es evidente que lo que anda buscando
es un pretexto para hacerme la guerra".
Cuando Eliseo, el hombre de Dios, se enteró de que el rey había
rasgado sus vestiduras, le envió este recado: "Por qué rasgaste
tus vestiduras? Envíamelo y sabrá que hay un profeta en Israel".
Llegó, pues, Naamán con sus caballos y su carroza, y se detuvo
a la puerta de la casa de Eliseo. Éste le mandó decir con un mensajero:
"Ve y báñate siete veces en el río Jordán,
y tu carne quedará limpia".
Naamán se alejó enojado, diciendo: "Yo había pensado
que saldría en persona a mi encuentro y que, invocando el nombre del
Señor, su Dios, pasaría la mano sobre la parte enferma y me curaría
de la lepra. ¿Acaso los ríos de Damasco, como el Abaná
y el Farfar, no valen más que todas las aguas de Israel? ¿No podría
bañarme en ellos y quedar limpio?". Dio media vuelta y ya se marchaba,
furioso, cuando sus criados se acercaron a él y le dijeron: "Padre
mío, si el profeta te hubiera mandado una cosa muy difícil, ciertamente
la habrías hecho; cuanto más, si sólo te dijo que te bañaras
y quedarías sano".
Entonces Naamán bajó, se bañó siete veces en el
Jordán, como le había dicho el hombre de Dios, y su carne quedó
limpia como la de un niño. Volvió con su comitiva a donde estaba
el hombre de Dios y se le presentó, diciendo: "Ahora sé que
no hay más Dios que el de Israel". Palabra de Dios. Te
alabamos. Señor.
SALMO RESPONSORIAL
De los salmos
41,2-3; 42, 3. 4.
R/. Estoy sediento del Dios que da la vida.
Como el venado busca el
agua de los ríos, así, cansada, mi alma te busca a ti, Dios mío.
R/.
Del Dios que da la vida está mi ser sediento. ¿Cuándo será
posible ver de nuevo su templo? R/.
Envíame, Señor, tu luz y tu verdad; que ellas se conviertan en
mi guía y hasta tu monte santo me conduzcan, allí donde tú
habitas. R/.
Al altar del Señor me acercaré, al Dios que es mi alegría,
y a mi Dios, el Señor, le daré gracias al compás de la
cítara. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Sal 129, 5. 7
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Confío en el Señor y en sus palabras, porque del Señor viene la misericordia y la redención. R/.
EVANGELIO
Como Elías y Eliseo, Jesús no ha sido enviado sólo a los judíos.
Del santo Evangelio según san Lucas: 4, 24-30
En aquel tiempo, Jesús
llegó a Nazaret, entró a la sinagoga y dijo al pueblo: "Yo
les aseguro que nadie es profeta en su tierra. Había ciertamente en Israel
muchas viudas en los tiempos de Elías, cuando faltó la lluvia
durante tres años y medio, y hubo un hambre terrible en todo el país;
sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda que
vivía en Sarepta, ciudad de Sidón. Había muchos leprosos
en Israel, en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue
curado, sino Naamán, que era de Siria".
Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se llenaron de ira,
y levantándose, lo sacaron de la ciudad y lo llevaron hasta un precipicio
de la montaña sobre la que estaba construida la ciudad, para despeñarlo.
Pero él, pasando por en medio de ellos, se alejó de allí.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Convierte, Señor, en sacramento de salvación, los dones que te ofrecemos como expresión de nuestro servicio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma, MR, pp. 497-501 (493-497).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 116, 1-2
Que alaben al Señor todos los pueblos, porque grande es su amor hacia nosotros.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la comunión de tu sacramento, Señor, nos obtenga limpieza de alma y nos congregue en la unidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO.
Opcional.
Te rogamos, Señor, que tu diestra proteja al pueblo que te invoca y, una vez purificado, dígnate llenarlo de sabiduría, para que, por medio de los consuelos presentes, se encamine hacia los bienes futuros. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Feria de Cuaresma, Memoria parcial de santa Francisca Romana, religiosa MR, p. 213 (232); Lecc. I, p. 744
Otros santos: Domingo Savio, laico; Paciano de Barcelona, sacerdote y obispo.
AMPLIANDO
LA ESFERA DEL PERDÓN
Dn 3,25. 34-43; Sal 24; Mt 18, 21-35
El texto de Daniel es conocido como "La oración de Azarías y el cántico de los tres jóvenes". Sigue en cuanto a su composición la estructura de los Salmos penitenciales: auto reconocimiento de las culpas, así como la conciencia de lo merecido, sin dejar a un lado el castigo necesario, el dolor expiatorio, el reconocimiento de la misericordia divina, y la confesión de fe en Dios que salva a sus fieles. Corresponde, en términos generales, a la súplica del deudor al rey en la parábola contada por Jesús en el Evangelio de Mateo. Sin embargo, la parábola amplía la esfera del perdón. No es sólo Dios quien perdona a los seres humanos. También los seres humanos deben perdonar a sus semejantes. Como dice el rey al deudor, "¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?".
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 16, 6. 8
Te invoco, Dios mío porque tú me respondes; inclina tu oído y escucha mis palabras. Cuídame, Señor, como a la niña de tus ojos y cúbreme bajo la sombra de tus alas.
ORACIÓN COLECTA
Que tu gracia, Señor, nunca nos abandone, para que nos haga perseverar dedicados a tu santo servicio y nos obtenga siempre tu ayuda. Por nuestro Señor Jesucristo ...
O bien, en la memoria de santa Francisca Romana:
Dios nuestro, que nos diste en santa Francisca Romana un singular modelo de vida matrimonial y monástica, enséñanos a servirte con perseverancia, para que podamos reconocerte y seguirte en todas las circunstancias de la vida. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Acepta, Señor, nuestro corazón adolorido y nuestro espíritu humillado.
Del libro del profeta Daniel: 3, 25. 34-43
En aquel tiempo, Azarías
oró al Señor, diciendo: "Señor, Dios nuestro, no nos
abandones nunca; por el honor de tu nombre no rompas tu alianza; no apartes
de nosotros tu misericordia, por Abraham, tu amigo, por Isaac, tu siervo, por
Jacob, tu santo, a quienes prometiste multiplicar su descendencia, como las
estrellas del cielo y las arenas de la playa.
Pero ahora, Señor, nos vemos empequeñecidos frente a los demás
pueblos y estamos humillados por toda la tierra, a causa de nuestros pecados.
Ahora no tenemos príncipe ni jefe ni profeta; ni holocausto ni sacrificio
ni ofrenda ni incienso; ni lugar donde ofrecerte las primicias y alcanzar misericordia.
Por eso, acepta nuestro corazón adolorido y nuestro espíritu humillado,
como un sacrificio de carneros y toros, como un millar de corderos cebados.
Que ése sea hoy nuestro sacrificio y que sea perfecto en tu presencia,
porque los que en ti confían no quedan defraudados.
Ahora te seguiremos de todo corazón; te respetamos y queremos encontrarte;
no nos dejes defraudados. Trátanos según tu clemencia y tu abundante
misericordia. Sálvanos con tus prodigios y da gloria a tu nombre".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 24, 4bc-5ab.
6-7bc. 8-9.
R/. Sálvanos, Señor, tú que eres misericordioso.
Descúbrenos, Señor,
tus caminos, guíanos con la verdad de tu doctrina. Tú eres nuestro
Dios y salvador y tenemos en ti nuestra esperanza. R/.
Acuérdate, Señor, que son eternos tu amor y tu ternura. Según
ese amor y esa ternura, acuérdate de nosotros. R/.
Porque el Señor es recto y bondadoso, indica a los pecadores el sendero,
guía por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus caminos.
R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Joel 2, 12-13
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Todavía es tiempo, dice el Señor. Arrepiéntanse de todo corazón y vuélvanse a mí, que soy compasivo y misericordioso. R/.
EVANGELIO
Si no perdonan de corazón a su hermano, tampoco el Padre celestial los perdonará a ustedes.
Del santo Evangelio según san Mateo: 18, 21-35
En aquel tiempo, Pedro se
acercó a Jesús y le preguntó: "Si mi hermano me ofende,
¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?".
Jesús le contestó: "No sólo hasta siete, sino hasta
setenta veces siete". Entonces Jesús les dijo; "El Reino de
los cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus servidores.
El primero que le presentaron le debía muchos millones. Como no tenía
con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él,
a su mujer, a sus hijos y todas sus posesiones, para saldar la deuda. El servidor,
arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: 'Ten paciencia conmigo
y te lo pagaré todo'. El rey tuvo lástima de aquel servidor, lo
soltó y hasta le perdonó la deuda.
Pero, apenas había salido aquel servidor, se encontró con uno
de sus compañeros, que le debía poco dinero. Entonces lo agarró
por el cuello y casi lo estrangulaba, mientras le decía: 'Págame
lo que me debes'. El compañero se le arrodilló y le rogaba: 'Ten
paciencia conmigo y te lo pagaré todo'. Pero el otro no quiso escucharlo,
sino que fue y lo metió en la cárcel hasta que le pagara la deuda.
Al ver lo ocurrido, sus compañeros se llenaron de indignación
y fueron a contar al rey lo sucedido. Entonces el señor lo llamó
y le dijo: 'Siervo malvado. Te perdoné toda aquella deuda porque me lo
suplicaste. ¿No debías tú también haber tenido compasión
de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?'. Y el señor,
encolerizado, lo entregó a los verdugos para que no lo soltaran hasta
que pagara lo que debía.
Pues lo mismo hará mi Padre celestial con ustedes, si cada cual no perdona
de corazón a su hermano". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, que esta ofrenda de salvación realice la purificación de nuestros pecados, y nos atraiga tu poderoso auxilio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma, MR, pp. 497-501 (493-497).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 14, 1-2
Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda y descansar en tu monte santo? El que procede honradamente y practica la justicia.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la santa participación de tu sacramento, Señor, nos reavive espiritualmente y al mismo tiempo nos alcance tu perdón y tu protección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO. Opcional.
Señor Dios, maestro y guía de tu pueblo, aleja de él los pecados que lo acosan, para que te agrade siempre y esté seguro con tu protección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Feria de Cuaresma MR, p. 214 (233) / Lecc. I, p. 747
HAY QUE PROFUNDIZAR
Deut 4, l. 5-9; Sal l47; Mt 5,17-19
El Antiguo Testamento siempre ha sido un enigma para los cristianos. Es la revelación de Dios, pero, al mismo tiempo, no aparenta suficiente porque le falta el Mesías que anhela. En el Evangelio de hoy, vemos una solución propuesta por Mateo. Jesús insiste en el cumplimiento de todos los mandamientos que la Ley, la cual constituyó el núcleo del Antiguo Testamento. Su actitud parece contradecir otros pronunciamientos suyos, como su postura ante el sábado, la circuncisión, y las normas alimentarias. La respuesta es: Jesús ha venido a dar cumplimiento a la Ley pero interpretándola en un sentido más profundo, no como lo hacen los escribas y fariseos. Ese punto de vista de Jesús coincide con el de los antiguos profetas, que distinguían siempre entre lo esencial y lo secundario en la relación con Dios. Hay que profundizar en vez de borrar.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 118, 133
Asegura mis pasos conforme a tu promesa, que la maldad no se apodere de mí.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, que, ejercitados por las prácticas cuaresmales y alimentados por tu palabra, con santa templanza nos mantengamos de todo corazón entregados a ti y estemos siempre unidos, perseverando en oración. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Guarden mis mandamientos y pónganlos en práctica.
Del libro del Deuteronomio: 4, 1. 5-9
En aquellos días,
habló Moisés al pueblo, diciendo: ''Ahora, Israel, escucha los
mandatos y preceptos que te enseño, para que los pongas en práctica
y puedas así vivir y entrar a tomar posesión de la tierra que
el Señor, Dios de tus padres, te va a dar.
Yo les enseño mandatos y preceptos, como me ordena el Señor, mi
Dios, para que se ajusten a ellos en la tierra en que van a entrar y que van
a tomar en posesión. Guárdenlos y cúmplanlos, porque ellos
son su sabiduría y su prudencia a los ojos de los pueblos. Cuando tengan
noticia de todos estos preceptos, se dirán: 'En verdad esta gran nación
es un pueblo sabio y prudente'. Porque, ¿cuál otra nación
hay tan grande que tenga dioses tan cercanos como lo está nuestro Dios,
siempre que lo invocamos? ¿Cuál es la gran nación cuyos
mandatos y preceptos sean tan justos como toda esta ley que ahora les doy?
Pero ten cuidado y atiende bien: No vayas a olvidarte de estos hechos que tus
ojos han visto, ni dejes que se aparten de tu corazón en todos los días
de tu vida; al contrario, transmíteselos a tus hijos y a los hijos de
tus hijos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo
147, 12-13. 15-16. 19-20.
R/. Demos gloria a nuestro Dios.
Glorifica al Señor,
Jerusalén, a Dios ríndele honores, Israel. Él refuerza
el cerrojo de tus puertas y bendice a tus hijos en tu casa. R/.
Él mantiene la paz en tus fronteras, con su trigo mejor sacia tu hambre.
Él envía a la tierra su mensaje y su palabra corre velozmente.
R/.
Le muestra a Jacob su pensamiento, sus normas y designios a Israel. No ha hecho
nada igual con ningún pueblo, ni le ha confiado a otro sus proyectos.
R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Jn 6, 63.68
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes palabras de vida eterna. R/.
EVANGELIO
El que cumpla y enseñe mis mandamientos, será grande en el Reino de los cielos.
Del santo Evangelio según san Mateo: 5,17-19
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No crean que he venido a abolir la ley o los profetas; no he venido a abolirlos, sino a darles plenitud. Yo les aseguro que antes se acabarán el cielo y la tierra, que deje de cumplirse hasta la más pequeña letra o coma de la ley. Por lo tanto, el que quebrante uno de estos preceptos menores y enseñe eso a los hombres, será el menor en el Reino de los cielos; pero el que los cumpla y los enseñe, será grande en el Reino de los cielos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, las súplicas de tu pueblo juntamente con la oblación de estas ofrendas; y a quienes celebramos tus sacramentos, defiéndenos de todo peligro. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma, MR, pp. 497-501 (493-497).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 15, 11
Me has enseñado el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia, Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Santifica, Señor, a quienes hemos sido alimentados con los manjares de la mesa celestial, para que, perdonados de todo pecado, podamos alcanzar las promesas eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO.
Opcional.
Concede, Señor, a tu pueblo el deseo de agradarte, porque sólo le darás todo lo que lo favorece si lo haces dócil a lo que tú mismo le enseñas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Feria de Cuaresma MR, p 215 (234) / Lecc. I, p. 749
DIOS QUIERE UNA RELACIÓN PERSONAL
Jer 7, 23-28; Sal 94; Lc 11, 14-23
Justo en medio de la Cuaresma, mediante un texto del profeta Jeremías, Dios recuerda a su pueblo que en ningún momento él ha exigido sacrificios ni holocaustos. En cambio, sí ha exigido obediencia, fidelidad, lealtad, y la adhesión que acordó Israel en el momento de su fundación en el Sinaí. En síntesis, Dios no es un monstruo hambriento que quiere tragar ganado, sino una persona que desea una relación con su pueblo. Lo demás, oraciones, prácticas penitenciales, etc., debe facilitar tal relación. ¡Y qué relación! El Evangelio revela a Jesús como uno que incondicionalmente exige una. respuesta, Ante él nadie puede permanecer neutral: o se le acepta y se le sigue radicalmente, o simplemente no se le acepta. Esta Cuaresma, ¿Estamos acercándonos a Jesús por medio de nuestras prácticas o estamos focalizados indebidamente en las prácticas mismas?
ANTÍFONA DE ENTRADA
Yo soy la salvación de mi pueblo, dice el Señor. Los escucharé cuando me llamen en cualquier tribulación, y siempre seré su Dios.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso, te pedimos humildemente que, cuanto más se acerca el día de la fiesta que nos trae la salvación, con tanto mayor fervor nos preparemos para celebrar debidamente el misterio pascual. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Éste es el pueblo que no escuchó la voz del Señor, su Dios.
Del libro del profeta Jeremías: 7, 23-28
Esto dice el Señor: "Ésta es la orden que di a mi pueblo: 'Escuchen mi voz, y yo seré su Dios y ustedes serán mi pueblo; caminen siempre por el camino que yo les mostraré, para que les vaya bien'. Pero ellos no escucharon ni prestaron oído. Caminaron según sus ideas, según la maldad de su corazón obstinado, y en vez de darme la cara, me dieron la espalda, desde que sus padres salieron del país de Egipto hasta hoy. Yo les envié a mis siervos, los profetas, un día y otro día; pero ellos no los escucharon ni les prestaron oído. Endurecieron su cabeza y fueron peores que sus padres. Tú les dirás, pues, todas estas palabras, pero no te escucharán; los llamarás y no te responderán. Entonces les dirás: 'Éste es el pueblo que no escuchó la voz del Señor, su Dios, ni aceptó la corrección. Ya no existe fidelidad en Israel; ha desaparecido de su misma boca' ". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo
94,1-2.6-7.8-9.
R/. Señor, que no seamos sordos a tu voz.
Vengan, lancemos vivas al
Señor, aclamemos al Dios que nos salva. Acerquémonos a él,
llenos de júbilo, y démosle gracias. R/.
Vengan, y puestos de rodillas, adoremos y bendigamos al Señor, que nos
hizo, pues él es nuestro Dios y nosotros, su pueblo; él es nuestro
pastor y nosotros, sus ovejas. R/.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su
corazón, como el día de la rebelión en el desierto, cuando
sus padres dudaron de mí, aunque habían visto mis obras".
R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Joel 2, 12-13
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Todavía es tiempo, dice el Señor, Arrepiéntanse de todo corazón y vuélvanse a mí, que soy compasivo y misericordioso. R/.
EVANGELIO
El que no está conmigo, está contra mí.
Del santo Evangelio según san Lucas: 11, 14-23
En aquel tiempo, Jesús
expulsó a un demonio, que era mudo. Apenas salió el demonio, habló
el mudo y la multitud quedó maravillada. Pero algunos decían:
"Este expulsa a los demonios con el poder de Belzebú, el príncipe
de los demonios". Otros, para ponerlo a prueba, le pedían una señal
milagrosa.
Pero Jesús, que conocía sus malas intenciones, les dijo: "Todo
reino dividido por luchas internas va a la ruina y se derrumba casa por casa.
Si Satanás también está dividido contra sí mismo,
¿cómo mantendrá su reino? Ustedes dicen que yo arrojo a
los demonios con el poder de Belzebú. Entonces, ¿con el poder
de quién los arrojan los hijos de ustedes? Por eso, ellos mismos serán
sus jueces. Pero si yo arrojo a los demonios con el dedo de Dios, eso significa
que ha llegado a ustedes el Reino de Dios.
Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están
seguros; pero si otro más fuerte lo asalta y lo vence, entonces le quita
las armas en que confiaba y después dispone de sus bienes. El que no
está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo,
desparrama". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Para que te agraden, Señor,
las ofrendas de tu pueblo, te pedimos que nos purifiques de todo contagio de
mal y no permitas que nos entreguemos a falsos placeres ya que nos prometes
el premio verdadero.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma, MR, pp. 497-501 (493-497).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 118, 4-5
Tú promulgas tus preceptos para que se observen con exactitud. Ojalá que mi conducta se ajuste siempre al cumplimiento de tu voluntad.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Acompaña, Señor, con tu bondadosa protección a quienes vivificas con tus sacramentos, para que recibamos, en la celebración de estos misterios y en nuestra vida, los frutos de tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO.
Opcional.
Imploramos, Señor tu clemencia, confiados en tu misericordia, y ya que de ti recibimos todo lo que somos, haz que por tu gracia podamos querer lo que es bueno, y realizar lo que queremos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Feria de Cuaresma MR, p. 217 (235) / Lecc. I, p. 751 Día de abstinencia.
Otros santos: Pablo Aureliano de Lyon, obispo; Luis Orione, fundador. Beata Justina Francucci Bezzoli, religiosa y reclusa benedictina.
LA ESPERANZA
DIVINA
Os 14,2-10; Sal 80; Mc 12,28-34
En Marcos, encontramos a los fariseos y letrados que han multiplicado los mandamientos en aproximadamente 630, es decir, muchísimos. Son fundamentalistas convencidos. No obstante, uno de los letrados con espíritu sincero se abre al reinado de Dios que se hace presente en Jesús. Algo igualmente inesperado sucede en la primera lectura. Oseas es el profeta acusador. El pecado capital que denuncia es la infidelidad al Señor, que se muestra ante todo en el culto a los ídolos, con sus sacrificios, consulta a los adivinos, y prostitución sagrada. Otra forma de infidelidad son las alianzas políticas, especialmente con Asiria y Egipto y con ello, la dependencia económica. No obstante, el libro del profeta se cierra con una promesa de salvación si el pueblo reconoce de corazón sus pecados. Ambas lecturas revelan que Dios siempre nutre la esperanza para que volvamos a él.
ANTIFONA DE ENTRADA Sal 85, 8. 10
No existe ningún otro dios igual a ti, porque tú eres grande y haces maravillas; tú eres el único Dios.
ORACIÓN COLECTA
Te rogamos, Señor bondadoso, que infundas tu gracia en nuestros corazones, para que, apartándonos siempre de todo humano extravío, podamos acoger, con tu ayuda, las inspiraciones que nos vienen de ti. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Nunca llamaremos ya "dios nuestro" a las obras de nuestras manos.
Del libro del profeta Oseas: 14, 2-10
Esto dice el Señor
Dios: "Israel, conviértete al Señor, Dios tuyo, pues tu maldad
te ha hecho sucumbir. Arrepiéntanse y acérquense al Señor
para decirle: 'Perdona todas nuestras maldades, acepta nuestro arrepentimiento
sincero, que solemnemente te prometemos.
Ya no nos salvará Asiria, ya no confiaremos en nuestro ejército,
ni volveremos a llamar "dios nuestro" a las obras de nuestras manos,
pues sólo en ti encuentra piedad el huérfano'.
Yo perdonaré sus infidelidades, dice el Señor; los amaré
aunque no lo merezcan, porque mi cólera se ha apartado de ellos. Seré
para Israel como rocío; mi pueblo florecerá como el lirio, hundirá
profundamente sus raíces, como el álamo, y sus renuevos se propagarán;
su esplendor será como el del olivo y tendrá la fragancia de los
cedros del Líbano.
Volverán a vivir bajo mi sombra, cultivarán los trigales y las
viñas, que serán tan famosas como las del Líbano. Ya nada
tendrá que ver Efraín con los ídolos.
Yo te he castigado, pero yo también te voy a restaurar, pues soy como
un ciprés, siempre verde, y gracias a mí, tú das frutos.
Quien sea sabio, que comprenda estas cosas y quien sea prudente, que las conozca.
Los mandamientos del Señor son rectos y los justos los cumplen; los pecadores,
en cambio, tropiezan en ellos y caen". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 80, 6c-8a.
8bc-9.10-11ab.14 y 17.
R/. Yo soy tu Dios, escúchame.
Oyó Israel palabras
nunca oídas: "He quitado la carga de tus hombros y el pesado canasto
de tus manos. Clamaste en la aflicción y te libré. R/.
Te respondí, oculto entre los truenos, y te probé en Meribá,
junto a la fuente. Escucha, pueblo mío, mi advertencia, ¡Israel,
si quisieras escucharme! R/.
No tendrás otro Dios, fuera de mí, ni adorarás a dioses
extranjeros, porque yo el Señor, soy el Dios tuyo, que te sacó
de Egipto, tu destierro. R/.
¡Ojalá que mi pueblo me escuchara y cumpliera Israel mis mandamientos!
Comería de lo mejor de mi trigo y yo lo saciaría con miel silvestre".
R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Mt 4, 17
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Conviértanse, dice el Señor, porque ya está cerca el Reino de los cielos. R/.
EVANGELIO
El Señor tu Dios es el único Dios: ámalo.
Del santo Evangelio según san Marcos: 12, 28-34
En aquel tiempo, uno de
los escribas se acercó a Jesús y le preguntó: "¿Cuál
es el primero de todos los mandamientos?". Jesús le respondió:
"El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único
Señor; amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón,
con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es éste:
Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay ningún mandamiento
mayor que éstos".
El escriba replicó: "Muy bien, Maestro. Tienes razón, cuando
dices que el Señor es único y que no hay otro fuera de él,
y amarlo con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas,
y amar al prójimo como a uno mismo, vale más que todos los holocaustos
y sacrificios".
Jesús, viendo que había hablado muy sensatamente, le dijo: "No
estás lejos del Reino de Dios". Y ya nadie se atrevió a hacerle
más preguntas. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira benignamente, Señor, los dones que te consagramos, para que sean gratos a tus ojos y sirvan siempre para nuestra salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma, MR, pp. 497-501 (493-497).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Mc 12, 33
Amar a Dios con todo el corazón y al prójimo como a uno mismo, vale más que todos los sacrificios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Señor,
que la acción de tu gracia penetre nuestras mentes y nuestros cuerpos,
para que el sacramento recibido realice plenamente nuestra redención.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO.
Opcional.
Mira, propicio, Señor, a tus fieles, que imploran tu misericordia, para que, llenos de confianza en tu bondad, puedan difundir por todas partes los dones de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Feria de Cuaresma MR, p. 218 (236) / Lecc. I, p. 754 LH, Vísperas I del domingo. Semana IV del Salterio Tomo II: pp. 1412,3 Y 248; Para los fieles: pp. 722 Y 178; Edición popular: pp. 289 Y 433
EL MUNDO
NO ES UNA COMPUTADORA
Os 6, 1-6; Sal 50; Lc 18,9-14
Las computadoras funcionan con una regularidad increíble. Si se aprieta un botón, se encienden. Si se aprieta otro botón, se apagan. Así debe ser la vida, por lo general, de acuerdo con algunos. El profeta Oseas, por ejemplo, articula su predicación con el binomio pecado-castigo, con la correspondencia inspirada en la ley del talión: porque rechazan, son rechazados; por olvidarse, son olvidados. En el Evangelio, el fariseo tiene la misma mentalidad: cumple una serie de normas a cabalidad y presenta en su oración una especie de "cobro" a Dios. Sin embargo, y a pesar de su utilidad, las computadoras no son el paradigma que sigue Dios para regir el mundo. Es el amor, citado en Oseas y ejemplificado en el perdón del recaudador, el paradigma que sigue Dios en sus relaciones con el mundo y con nosotros.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 102,2-3
Bendice, alma mía, al Señor, y no te olvides de sus beneficios, pues él perdona todas tus culpas.
ORACIÓN COLECTA
Llenos de alegría por la celebración anual de esta Cuaresma, te rogamos, Señor, que, frecuentando los sacramentos pascuales, gocemos de la plenitud de sus frutos. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Yo quiero misericordia y no sacrificios.
Del libro del profeta Oseas: 6, 1-6
Esto dice el Señor:
"En su aflicción, mi pueblo me buscará y se dirán
unos a otros: 'Vengan, volvámonos al Señor; él nos ha desgarrado
y él nos curará; él nos ha herido y él nos vendará.
En dos días nos devolverá la vida; y al tercero, nos levantará
y viviremos en su presencia.
Esforcémonos por conocer al Señor; tan cierta como la aurora es
su aparición y su juicio surge como la luz; bajará sobre nosotros
como lluvia temprana, como lluvia de primavera que empapa la tierra'.
¿Qué voy a hacer contigo, Efraín? ¿Qué voy
a hacer contigo, Judá? Su amor es nube mañanera, es rocío
matinal que se evapora. Por eso los he azotado por medio de los profetas y les
he dado muerte con mis palabras.
Porque yo quiero misericordia y no sacrificios, conocimiento de Dios, más
que holocaustos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo
50,3-4.18-19. 20-21ab.
R/. Misericordia quiero, no sacrificios, dice el Señor.
Por tu inmensa compasión
y misericordia, Señor, apiádate de mí y olvida mis ofensas.
Lávame bien de todos mis delitos, y purifícame de mis pecados.
R/.
Tú, Señor, no te complaces en los sacrificios y si te ofreciera
un holocausto, no te agradaría. Un corazón contrito te presento,
y a un corazón contrito, tú nunca lo desprecias. R/.
Señor, por tu bondad, apiádate de Sión, edifica de nuevo
sus murallas. Te agradarán entonces los sacrificios justos, ofrendas
y holocaustos. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Sal 94, 8
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su corazón". R/.
EVANGELIO
El publicano regresó a su casa justificado, el fariseo no.
Del santo Evangelio según san Lucas: 18, 9-14
En aquel tiempo, Jesús
dijo esta parábola sobre algunos que se tenían por justos y despreciaban
a los demás: "Dos hombres subieron al templo para orar: uno era
fariseo y el otro, publicano.
El fariseo, erguido, oraba así en su interior: 'Dios mío, te doy
gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos y adúlteros;
tampoco soy como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo
de todas mis ganancias'.
El publicano, en cambio, se quedó lejos y no se atrevía a levantar
los ojos al cielo. Lo único que hacía era golpearse el pecho,
diciendo: 'Dios mío, apiádate de mí, que soy un pecador'.
Pues bien, yo les aseguro que éste bajó a su casa justificado
y aquél no; porque todo el que se enaltece será humillado y el
que se humilla será enaltecido". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor Dios, de cuya gracia nos viene que podamos, contritos de corazón, acercarnos a tus sacramentos, concédenos que, al celebrarlos dignamente, podamos rendirte una alabanza perfecta. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma, MR, pp. 497-501 (493-497).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 18, 13
El publicano, en cambio, se quedó lejos, se golpeaba el pecho y decía: Dios mío, apiádate de mí: que soy un pecador.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios misericordioso, tributar digno homenaje a estos santos misterios, con los que sin cesar nos alimentas, y recibirlos siempre con espíritu de fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO.
Opcional.
Despliega, Señor, sobre tus fieles el auxilio de tu mano poderosa, para que podamos buscarte de todo corazón y merezcamos recibir lo que dignamente te pedimos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado o Rosa IV Domingo de Cuaresma (Laetare) MR, p. 219 (238) / Lecc. I, p. 186
En esta Misa, pueden tocarse los instrumentos musicales y se puede adornar el altar con flores.
En este domingo se celebra el segundo escrutinio preparatorio para el Bautismo de los catecúmenos que van a ser admitidos a los sacramentos de la Iniciación cristiana en la Vigilia Pascual. Se emplean las oraciones y las intercesiones propias, que aparecen en el MR, pp. 986-987 (978-979).
UNA NUEVA LECTURA
DE LA HISTORIA
2 Crón 36, 14-16.19-23; Sal 136; Ef 2, 4-10; Jn 3, 14-21
Hacía el año 400 a. c., el autor de nuestra primera lectura se preguntó: ¿Hace falta volver a escribir la historia? ¿No bastaba añadir a lo ya escrito unos capítulos sobre la vuelta del destierro y la comunidad judía del siglo V a. C.? El autor, que conocía la situación de primera mano, juzgó que debía hacerlo. De manera sencilla y audaz, quiso ofrecer una nueva lectura de la historia en la obra que abarca los libros de Crónicas. El resultado consistió en que la comunidad judía continuó sin perder su identidad en situaciones difíciles. El texto de hoy, que es el último capítulo del libro, no es el fin de la historia. La historia llega a su culmen, de acuerdo con la lectura aún más audaz del evangelista Juan, en la vida del Hijo del hombre levantado en la cruz.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Is 66, 10-11
Alégrate, Jerusalén, y que se reúnan cuantos te aman. Compartan su alegría los que estaban tristes, vengan a saciarse con su felicidad.
No se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que por tu Palabra realizas admirablemente la reconciliación del género humano, concede al pueblo cristiano prepararse con generosa entrega y fe viva a celebrar las próximas fiestas de la Pascua. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
La ira del Señor desterró a su pueblo; su misericordia lo liberó.
Del segundo libro de las Crónicas: 36, 14-16.19-23
En aquellos días,
todos los sumos sacerdotes y el pueblo multiplicaron sus infidelidades, practicando
todas las abominables costumbres de los paganos, y mancharon la casa del Señor,
que él se había consagrado en Jerusalén. El Señor,
Dios de sus padres, los exhortó continuamente por medio de sus mensajeros,
porque sentía compasión de su pueblo y quería preservar
su santuario. Pero ellos se burlaron de los mensajeros de Dios, despreciaron
sus advertencias y se mofaron de sus profetas, hasta que la ira del Señor
contra su pueblo llegó a tal grado, que ya no hubo remedio.
Envió entonces contra ellos al rey de los caldeos. Incendiaron la casa
de Dios y derribaron las murallas de Jerusalén, pegaron fuego a todos
los palacios y destruyeron todos sus objetos preciosos. A los que escaparon
de la espada, los llevaron cautivos a Babilonia, donde fueron esclavos del rey
y de sus hijos, hasta que el reino pasó al dominio de los persas, para
que se cumpliera lo que dijo Dios por boca del profeta Jeremías: Hasta
que el país haya pagado sus sábados perdidos, descansará
de la desolación, hasta que se cumplan setenta años.
En el año primero de Ciro, rey de Persia, en cumplimiento de las palabras
que habló el Señor por boca de Jeremías, el Señor
inspiró a Ciro, rey de los persas, el cual mandó proclamar de
palabra y por escrito en todo su reino, lo siguiente: ''Así habla Ciro,
rey de Persia: El Señor, Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos
de la tierra y me ha mandado que le edifique una casa en Jerusalén de
Judá. En consecuencia, todo aquel que pertenezca a este pueblo, que parta
hacia allá, y que su Dios lo acompañe". Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 136,
1-2. 4-5. 6.
R/. Tu recuerdo, Señor, es mi alegría.
Junto a los ríos
de Babilonia nos sentábamos a llorar de nostalgia; de los sauces que
estaban en la orilla colgamos nuestras arpas. R/.
Aquellos que cautivos nos tenían pidieron que cantáramos. Decían
los opresores: "Algún cantar de Sión, alegres, cántennos".
R/.
Pero, ¿cómo podríamos cantar un himno al Señor en
tierra extraña? ¡Que la mano derecha se me seque, si de ti, Jerusalén,
yo me olvidara! R/.
¡Que se me pegue al paladar la lengua, Jerusalén, si no te recordara,
o si, fuera de ti, alguna otra alegría yo buscara! R/.
SEGUNDA LECTURA
Muertos por los pecados, ustedes han sido salvados por la gracia.
De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 2, 4-10
Hermanos: La misericordia
y el amor de Dios son muy grandes; porque nosotros estábamos muertos
por nuestros pecados, y él nos dio la vida con Cristo y en Cristo. Por
pura generosidad suya, hemos sido salvados. Con Cristo y en Cristo nos ha resucitado
y con él nos ha reservado un sitio en el cielo. Así, en todos
los tiempos, Dios muestra, por medio de Jesús, la incomparable riqueza
de su gracia y de su bondad para con nosotros.
En efecto, ustedes han sido salvados por la gracia, mediante la fe; y esto no
se debe a ustedes mismos, sino que es un don de Dios. Tampoco se debe a las
obras, para que nadie pueda presumir, porque somos hechura de Dios, creados
por medio de Cristo Jesús, para hacer el bien que Dios ha dispuesto que
hagamos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn 3, 16
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él tenga vida eterna. R/.
EVANGELIO
Dios envió a su Hijo al mundo para que el mundo se salve por él.
Del santo Evangelio según san Juan: 3, 14-21
En aquel tiempo, Jesús
dijo a Nicodemo: "Así como Moisés levantó la serpiente
en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para
que todo el que crea en él tenga vida eterna.
Porque tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único,
para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que
el mundo se salvara por él. El que cree en él no será condenado;
pero el que no cree ya está condenado, por no haber creído en
el Hijo único de Dios.
La causa de la condenación es ésta: habiendo venido la luz al
mundo, los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran
malas. Todo aquel que hace el mal, aborrece la luz y no se acerca a ella, para
que sus obras no se descubran.
En cambio, el que obra el bien conforme a la verdad, se acerca a la luz, para
que se vea que sus obras están hechas según Dios". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos, hermanos, al
Señor, que no desea la muerte del pecador, sino que se convierta y viva,
y pidámosle que tenga misericordia de su pueblo penitente: (R/. Escúchanos,
Señor.)
Para que Dios aumente la fe y fortalezca la voluntad de los que se preparan
a recibir en estos días cuaresmales el sacramento de la penitencia y
les conceda un verdadero arrepentimiento de sus culpas, roguemos al Señor.
Para que el Señor abra la inteligencia y el corazón de los incrédulos,
de manera que lleguen al conocimiento de la verdad, y en la fe encuentren aquel
descanso que tanto desea su corazón, roguemos al Señor.
Para que Dios conceda su ayuda a los enfermos, a los pobres, a los que se sienten
tentados y a todos aquellos que con su sufrimiento participan de la cruz de
Cristo, roguemos al Señor.
Para que todos nosotros perseveremos en el esfuerzo cuaresmal y lleguemos, purificados
e iluminados, a las fiestas de Pascua que se acercan, roguemos al Señor.
Dios bueno y fiel, que nunca dejas de llamar a los que se extravían
para que se conviertan y vuelvan a ti y, en tu Hijo elevado sobre la cruz, nos
curas de las heridas del Maligno, escucha nuestras oraciones y concédenos
tu gracia, para que, renovados en el espíritu, podamos corresponder a
los dones de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te presentamos, Señor, llenos de alegría, estas ofrendas para el sacrificio y pedimos tu ayuda para celebrarlo con fe sincera y ofrecerlo dignamente por la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma, MR, pp. 497-501 (493-497).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 121 ,3-4
Jerusalén ha sido edificada como ciudad bien compacta. Allá suben las tribus, las tribus del Señor, según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor Dios, luz que alumbra a todo hombre que viene a este mundo, ilumina nuestros corazones con el resplandor de tu gracia, para que podamos siempre pensar lo que es digno y grato a tus ojos y amarte con sincero corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Protege, Señor, a quienes te invocan, ayuda a los débiles y reaviva siempre con tu luz a quienes caminan en medio de las tinieblas de la muerte; concédeles que, liberados por tu bondad de todos los males, alcancen los bienes supremos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- La historia es absolutamente crucial para la fe cristiana. Sin ella, no podríamos ser cristianos. Es en la historia que Dios creó al ser humano y que lo colocó para vivir la duración de sus días. Es en la historia que Dios entró una y otra vez, entre los patriarcas y profetas, hasta que entró en carne humana como Jesús. Además, es en la historia escrita en el Nuevo Testamento, no historia científica, por supuesto, sino historia sagrada, que conocemos la vida de Cristo y de la primera comunidad cristiana. Pero la historia no terminó allí. Continúa en nuestras vidas, en nuestras comunidades, en los acontecimientos del mundo. ¿Conocemos nuestra historia? ¿La compartimos con los demás? ¿La interpretamos a la luz de Cristo, la clave de la historia de acuerdo con el Vaticano II (Gaudium et spes n. 45)?
Morado Lunes IV de Cuaresma MR, p. 222 (241) / Lecc. I, p. 761
USO ÉTICO
DE LAS REDES SOCIALES
Is 65, 17-21; Sal 29; Jn 4, 43-54
El Evangelio de Juan presenta a Jesús salvando a pesar de la distancia. Se encuentra ausente físicamente, pero está presente en su palabra. Hoy día conocemos bien esta especie de presencia. Por medio de emails, textos, chats, tuits, y muchas otras tecnologías, podemos estar presentes no físicamente sino por medio de nuestras palabras. No obstante, hay una gran diferencia. En contraste con muchas palabras en estas tecnologías, las de Jesús siempre traen la salvación. Claro que no funcionan de manera automática. No son encantamientos mágicos. Además, Dios nunca nos fuerza a acogerlo. Para recibir la vida en sus palabras, tenemos que abrirnos en la fe. Sin embargo, las suyas siempre son, en sí mismas, palabras de vida. En nuestro uso del Internet, ¿Sembramos la vida o la muerte? ¿Construimos el reino de Dios o derrumbamos las vidas de los demás?
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 30, 7-8
Confio en ti, Señor. Me gozaré y me alegraré en tu misericordia porque te has fijado en mi aflicción.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que renuevas el mundo por medio de tus admirables sacramentos, concede que tu Iglesia progrese gracias a tus designios eternos y que no le falten los auxilios temporales. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Ya no se oirán gemidos ni llantos.
Del libro del profeta Isaías: 65, 17-21
Esto dice el Señor:
"Voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva; ya no recordaré
lo pasado, lo olvidaré de corazón.
Se llenarán ustedes de gozo y de perpetua alegría por lo que voy
a crear: Convertiré a Jerusalén en júbilo y a mi pueblo
en alegría. Me alegraré por Jerusalén y me gozaré
por mi pueblo. Ya no se oirán en ella gemidos ni llantos.
Ya no habrá niños que vivan pocos días, ni viejos que no
colmen sus años y al que no los alcance se le tendrá por maldito.
Construirán casas y vivirán en ellas, plantarán viñas
y comerán sus frutos", Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo
29,2.5-6,11-12, 13b.
R/. Te alabaré, Señor, eternamente.
Te alabaré, Señor,
pues no dejaste que se rieran de mí mis enemigos. Tú, Señor,
me salvaste de la muerte y a punto de morir, me reviviste. R/.
Alaben al Señor quienes lo aman, den gracias a su nombre, porque su ira
dura un solo instante y su bondad, toda la vida. El llanto nos visita por la
tarde; por la mañana, el júbilo. R/.
Escúchame, Señor, y compadécete; Señor, ven en mi
ayuda. Convertiste mi duelo en alegría, te alabaré por eso eternamente.
R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Am 5, 14
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Busquen el bien y no el mal, para que vivan, y el Señor estará con ustedes. R/.
EVANGELIO
Vete, tu hijo ya está sano.
Del santo Evangelio según san Juan: 4, 43-54
En aquel tiempo, Jesús
salió de Samaria y se fue a Galilea. Jesús mismo había
declarado que a ningún profeta se le honra en su propia patria. Cuando
llegó, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo
lo que él había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues
también ellos habían estado allí.
Volvió entonces a Caná de Galilea, donde había convertido
el agua en vino. Había allí un funcionario real, que tenía
un hijo enfermo en Cafarnaúm. Al oír éste que Jesús
había venido de Judea a Galilea, fue a verlo y le rogó que fuera
a curar a su hijo, que se estaba muriendo. Jesús le dijo: "Si no
ven ustedes signos y prodigios, no creen". Pero el funcionario del rey
insistió: "Señor, ven antes de que mi muchachito muera".
Jesús le contestó: "Vete, tu hijo ya está sano".
Aquel hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino.
Cuando iba llegando, sus criados le salieron al encuentro para decirle que su
hijo ya estaba sano. Él les preguntó a qué hora había
empezado la mejoría. Le contestaron: ''Ayer, a la una de la tarde, se
le quitó la fiebre". El padre reconoció que a esa misma hora
Jesús le había dicho: 'Tu hijo ya está sano', y creyó
con todos los de su casa.
Éste fue el segundo signo que hizo Jesús al volver de Judea a
Galilea. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te rogamos, Señor, que podamos alcanzar el fruto de la ofrenda que te presentamos, para que, purificados de la antigua situación de pecado, nos renueve la participación en la vida divina. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma, MR, pp. 497-501 (493-497).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Ez 36,27
Infundiré mi Espíritu en ustedes, y los haré vivir según mis preceptos y cumplir mis mandamientos, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN.
Te rogamos, Señor, que tus santos misterios, renovándonos, nos vivifiquen, nos reanimen con su vigorosa fuerza y, santificándonos, nos conduzcan a la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO.
Opcional.
Renueva, Señor, interior y exteriormente a tu pueblo, y ya que no quieres que lo frenen los placeres carnales, afiánzalo en su anhelo de los bienes espirituales. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Martes IV de Cuaresma MR, p. 223 (242) / Lecc. I, p.763
UN AMOR DE
MIL PERFECCIONES
Ez 47, 1-9.12; Sal 45; Jn 5, 1-16
Una comparación utilizada por el escritor francés Stendhal (1783-1842) para indicar su visión del amor se adapta bien al afecto que Ezequiel tiene al Templo de Jerusalén, objeto de su ternura y de sus sueños: como una ramita arrojada en las minas de sal se cubre de una infinidad de cristales móviles y centelleantes, así, quien ha comenzado a amar adorna con mil perfecciones al objeto amado. En nuestro texto, la perfección con que el profeta adorna el Templo es el agua. Los orientales anhelaban el agua. Por eso, Ezequiel habla del agua que rodea el Templo e impregna toda la tierra alrededor de él, la invade, y hace brotar en la superficie del suelo un jardín encantador, e incluso, penetra en las aguas saladas y venenosas del Mar Muerto y las hace pulular de peces y de formas vivientes.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. 15 55, 1
Todos ustedes, los que tienen sed, vengan por agua, dice el Señor; y los que no tienen dinero, vengan y beban con alegría.
ORACIÓN COLECTA
Señor, que la venerable observancia de las prácticas cuaresmales disponga los corazones de tus fieles, para que puedan celebrar dignamente el misterio pascual y proclamar el himno de alabanza de tu salvación. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Vi salir agua del templo: era un agua que daba vida y fertilidad.
Del libro del profeta Ezequiel: 47, 1-9. 12
En aquellos tiempos, un
hombre me llevó a la entrada del templo. Por debajo del umbral manaba
agua hacia el oriente, pues el templo miraba hacia el oriente, y el agua bajaba
por el lado derecho del templo, al sur del altar.
Luego me hizo salir por el pórtico del norte y dar la vuelta hasta el
pórtico que mira hacia el oriente, y el agua corría por el lado
derecho. Aquel hombre salió hacia el oriente, y con la cuerda que tenía
en la mano, midió quinientos metros y me hizo atravesar por el agua,
que me daba a los tobillos. Midió otros quinientos metros y me hizo pasar;
el agua me daba a las rodillas. Midió quinientos más y me hizo
cruzar; el agua me daba a la cintura. Era ya un torrente que yo no podía
vadear, pues habían crecido las aguas y no se tocaba el fondo. Entonces
me dijo: "¿Has visto, hijo de hombre?".
Después me hizo volver a la orilla del torrente, y al mirar hacia atrás,
vi una gran cantidad de árboles en una y otra orilla. Aquel hombre me
dijo: "Estas aguas van hacia la región oriental; bajarán
hasta el Arabá, entrarán en el mar de aguas saladas y lo sanearán.
Todo ser viviente que se mueva por donde pasa el torrente, vivirá; habrá
peces en abundancia, porque los lugares a donde lleguen estas aguas quedarán
saneados y por dondequiera que el torrente pase, prosperará la vida.
En ambas márgenes del torrente crecerán árboles frutales
de toda especie, de follaje perenne e inagotables frutos. Darán frutos
nuevos cada mes, porque los riegan las aguas que manan del santuario. Sus frutos
servirán de alimento y sus hojas, de medicina. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo
45, 2-3. 5-6. 8-9.
R/. Con nosotros está Dios, el Señor.
Dios es nuestro refugio
y nuestra fuerza, quien en todo peligro nos socorre. Por eso no tememos, aunque
tiemble, y aunque al fondo del mar caigan los montes. R/.
Un río alegra a la ciudad de Dios, su morada el Altísimo hace
santa. Teniendo a Dios, Jerusalén no teme, porque Dios la protege desde
el alba. R/.
Con nosotros está Dios, el Señor; es el Dios de Israel nuestra
defensa. Vengan a ver las cosas sorprendentes que ha hecho el Señor sobre
la tierra. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Sal 50, 12. 14
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Crea en mí, Señor, un corazón puro y devuélveme tu salvación, que regocija. R/.
EVANGELIO
Al momento el hombre quedó curado.
Del santo Evangelio según san Juan: 5, 1-3. 5-16
Era un día de fiesta
para los judíos, cuando Jesús subió a Jerusalén.
Hay en Jerusalén, junto a la puerta de las Ovejas, una piscina llamada
Betesdá, en hebreo, con cinco pórticos, bajo los cuales yacía
una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos. Entre ellos estaba
un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo.
Al verlo ahí tendido y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo en tal estado,
Jesús le dijo: "¿Quieres curarte?". Le respondió
el enfermo: "Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando
se agita el agua. Cuando logro llegar, ya otro ha bajado antes que yo".
Jesús le dijo: "Levántate, toma tu camilla y anda".
Al momento el hombre quedó curado, tomó su camilla y se puso a
andar.
Aquel día era sábado. Por eso los judíos le dijeron al
que había sido curado: "No te es lícito cargar tu camilla".
Pero él contestó: "El que me curó me dijo: 'Toma tu
camilla y anda'". Ellos le preguntaron: "¿Quién es el
que te dijo: 'Toma tu camilla y anda'?". Pero el que había sido
curado no lo sabía, porque Jesús había desaparecido entre
la muchedumbre. Más tarde lo encontró Jesús en el templo
y le dijo: "Mira, ya quedaste sano. No peques más, no sea que te
vaya a suceder algo peor".
Aquel hombre fue y les contó a los judíos que el que lo había
curado era Jesús. Por eso los judíos perseguían a Jesús,
porque hacía estas cosas en sábado. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te ofrecemos, Señor, estos dones que tú mismo nos has dado para que testimonien el auxilio que has dispuesto para nuestra condición mortal y se nos conviertan en alimento de inmortalidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma, MR, pp. 497-501 (493-497).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 22, 1-2
El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Purifica, Señor, en tu bondad, nuestro espíritu, y renuévalo con tus sacramentos celestiales, para que de la misma manera alcancemos, también para nuestro cuerpo, los auxilios presentes y futuros. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO.
Opcional.
Concede, Dios misericordioso, que tu pueblo permanezca siempre entregado a ti y obtenga sin cesar de tu bondad lo que va necesitando. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Miércoles IV de Cuaresma, Memoria parcial de san Patricio, obispo MR, p. 224 (243) / Lecc. I, p. 766
Otros santos: Gertrudis de Nivelles, abadesa. Beata María Bárbara de la Santísima Trinidad, virgen fundadora.
CÓMO
UN PADRE ENSEÑA A SU HIJO
Is 49, 8-15; Sal 144; Jn 5, 17-30
Para hablar de su identidad y misión divinas, Jesús toma como referencia un hecho cotidiano de la experiencia: el del padre que enseña a su hijo. Un tal padre no enseña al hijo verdades arcanas sino su forma de trabajar para ganarse el sustento. Un tal padre no enseña al hijo por medio de discursos altivos o conferencias científicas sino con el ejemplo y con amor. Un tal padre está cerca de su hijo y lo que él sabe, su hijo sabe. Así es con Jesús y su Padre. Así debe ser con nosotros. Tenemos que enseñar la fe a nuestros hijos e hijas, o a cualquier otra persona, no sólo por medio de pláticas y discursos, los cuales son necesarios pero insuficientes para una enseñanza cabal. Tenemos que enseñar nuestra fe con el ejemplo, viviéndola con convicción y amor.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 68, 14
Ahora, Señor, que estás dispuesto a escucharme, respóndeme, Dios mío, por tu amor; que tu fidelidad me ayude.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que otorgas el premio a los justos y concedes el perdón a los pecadores que se arrepienten, ten misericordia de quienes te dirigen sus ruegos, para que el reconocimiento de nuestras culpas nos sirva para recibir tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo ...
O bien, en la memoria de san Patricio:
Dios nuestro, que enviaste
al obispo san Patricio para evangelizar a los pueblos de Irlanda, por sus méritos
e intercesión concede, a quienes nos gloriamos del nombre cristiano,
anunciar siempre tus maravillas a los hombres.
Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Te constituí como alianza para el pueblo, para restaurar la tierra.
Del libro del profeta Isaias: 49, 8-15
Esto dice el Señor:
"En el tiempo de la misericordia te escuché, en el día de
la salvación te auxilié. Yo te formé y te he destinado
para que seas alianza del pueblo: para restaurar la tierra, para volver a ocupar
los hogares destruidos, para decir a los prisioneros: 'Salgan', y a los que
están en tinieblas: 'Vengan a la luz'. Pastarán de regreso a lo
largo de todos los caminos, hallarán pasto hasta en las dunas del desierto.
No sufrirán hambre ni sed, no los afligirá el sol ni el calor,
porque el que tiene piedad de ellos los conducirá a los manantiales.
Convertiré en caminos todas las montañas y pondrán terraplén
a mis calzadas.
Miren: éstos vienen de lejos; aquéllos, del norte y del poniente,
y aquellos otros, de la tierra de Senim". Griten de alegría, cielos;
regocíjate, tierra; rompan a cantar, montañas, porque el Señor
consuela a su pueblo y tiene misericordia de los desamparados. "Sión
había dicho: 'El Señor me ha abandonado, el Señor me tiene
en el olvido'. ¿Puede acaso una madre olvidarse de su criatura hasta
dejar de enternecerse por el hijo de sus entrañas? Aunque hubiera una
madre que se olvidara, yo nunca me olvidaré de ti", dice el Señor
todopoderoso. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo144, 8-9.
13cd-14. 17-18.
R/. El Señor es compasivo y misericordioso.
El Señor es compasivo
y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar. Bueno es el
Señor para con todos y su amor se extiende a todas sus creaturas R/.
El Señor es siempre fiel a sus palabras y bondadoso en todas sus acciones.
Da su apoyo el Señor al que tropieza y al agobiado alivia. R/.
Siempre es justo el Señor en sus designios y están llenas de amor
todas sus obras. No está lejos de aquellos que lo buscan; muy cerca está
el Señor, de quien lo invoca. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn 11, 25. 26
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Yo soy la resurrección y la vida, dice el Señor; el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá. R/.
EVANGELIO
Como el Padre resucita a los muertos y les da vida, así el Hijo da la vida a quien él quiere dársela.
Del santo Evangelio según san Juan: 5,17-30
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los judíos (que lo perseguían por hacer curaciones en sábado):
"Mi Padre trabaja siempre y yo también trabajo". Por eso los
judíos buscaban con mayor empeño darle muerte, ya que no sólo
violaba el sábado, sino que llamaba Padre suyo a Dios, igualándose
así con Dios.
Entonces Jesús les habló en estos términos: "Yo les
aseguro: El Hijo no puede hacer nada por su cuenta y sólo hace lo que
le ve hacer al Padre; lo que hace el Padre también lo hace el Hijo. El
Padre ama al Hijo y le manifiesta todo lo que hace; le manifestará obras
todavía mayores que éstas, para asombro de ustedes. Así
como el Padre resucita a los muertos y les da la vida, así también
el Hijo da la vida a quien él quiere dársela. El Padre no juzga
a nadie, porque todo juicio se lo ha dado al Hijo, para que todos honren al
Hijo, como honran al Padre.
El que no honra al Hijo tampoco honra al Padre.
Yo les aseguro que, quien escucha mi palabra y cree en el que me envió,
tiene vida eterna y no será condenado en el juicio, porque ya pasó
de la muerte a la vida. Les aseguro que viene la hora, y ya está aquí,
en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la hayan
oído vivirán. Pues así como el Padre tiene la vida en sí
mismo, también le ha dado al Hijo tener la vida en sí mismo; y
le ha dado el poder de juzgar, porque es el Hijo del hombre.
No se asombren de esto, porque viene la hora en que todos los que yacen en la
tumba oirán mi voz y resucitarán: los que hicieron el bien para
la vida; los que hicieron el mal, para la condenación. Yo nada puedo
hacer por mí mismo.
Según lo que oigo, juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad,
sino la voluntad del que me envió". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te rogamos, Señor,
que la fuerza de este sacrificio nos purifique de nuestra antigua condición
pecadora y nos haga crecer en vida nueva y salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma, MR, pp. 497-501 (493-497).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 3, 17
Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salvara por él.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al recibir tus celestiales
dones, te rogamos, Señor, no permitas que sea causa de condenación
lo que en tu providencia diste a tus fieles como salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO.
Opcional.
Que defienda a tus siervos, Señor, la protección de tu bondad, para que, haciendo el bien en este mundo, puedan llegar hasta ti, que eres el sumo bien. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Jueves IV de Cuaresma, Memoria parcial de san Cirilo de .Jerusalén, obispo y Doctor de la Iglesia MR, p. 225 (244) / Lecc. I, p. 769
NECESITAMOS
DE INTERCESORES
Éx 32,7-14; Sal 105; Jn 5,31-47
La historia del ternero
de oro contrasta con Éx 19, 8 donde el pueblo promete seguir fielmente
lo que ordene el Señor. El pueblo busca disculparse por su apostasía
utilizando como un pretexto la ausencia de Moisés, quien había
subido al monte durante 40 días con sus noches.
No obstante, la presencia de Aarón, y el hecho de que recibieron su beneplácito,
desmienten sus excusas. La infidelidad del pueblo merece su exterminio, pero
Moisés intercede y logra que Dios se arrepienta y cambie su decisión
para dar paso al perdón. Esa dinámica atraviesa toda la historia
de Israel y es a la luz de ella que comprendemos mejor el mensaje de los profetas.
Hoy, ¿Quiénes son los que interceden por nosotros cuando nuestras
acciones ofenden a los demás? ¿Servimos nosotros como intercesores
cuando hay riñas en nuestras comunidades?
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 104, 3-4
Alégrese el corazón de los que buscan al Señor. Busquen al Señor y serán fuertes; busquen su rostro sin descanso.
ORACIÓN COLECTA
Imploramos, Señor, con fervor tu misericordia, para que hagas que, convertidos por el arrepentimiento y ejercitados en las buenas obras, nosotros, tus siervos, perseveremos guardando fielmente tus mandamientos y lleguemos bien dispuestos a las fiestas pascuales. Por nuestro Señor Jesucristo ...
O bien, en la memoria parcial de san Cirilo de Jerusalén:
Dios nuestro, que por medio del obispo san Cirilo de Jerusalén condujiste admirablemente a tu Iglesia a comprender con más profundidad los misterios de la salvación, concédenos, por su intercesión, conocer de tal manera a tu Hijo, que podamos participar abundantemente de su vida divina. Él que vive y reina contigo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
No castigues a tu pueblo por sus maldades.
Del libro del Éxodo: 32, 7-14
En aquellos días,
dijo el Señor a Moisés: ''Anda, baja del monte, porque tu pueblo,
el que sacaste de Egipto, se ha pervertido. No tardaron en desviarse del camino
que yo les había señalado. Se han hecho un becerro de metal, se
han postrado ante él y le han ofrecido sacrificios y le han dicho: 'Este
es tu dios, Israel; es el que te sacó de Egipto' ".
El Señor le dijo también a Moisés: "Veo que éste
es un pueblo de cabeza dura. Deja que mi ira se encienda contra ellos hasta
consumirlos. De ti, en cambio, haré un gran pueblo".
Moisés trató de aplacar al Señor, su Dios, diciéndole:
"¿Por qué ha de encenderse tu ira, Señor, contra este
pueblo que tú sacaste de Egipto con gran poder y vigorosa mano? ¿Vas
a dejar que digan los egipcios: 'Los sacó con malas intenciones. para
hacerlos morir en las montañas y borrarlos de la superficie de la tierra'?
Apaga el ardor de tu ira, renuncia al mal con que has amenazado a tu pueblo.
Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Jacob, siervos tuyos, a quienes juraste
por ti mismo, diciendo: 'Multiplicaré su descendencia como las estrellas
del cielo y les daré en posesión perpetua toda la tierra que les
he prometido' ".
Y el Señor renunció al castigo con que había amenazado
a su pueblo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 105,19-20.21-22.23.
R/. Perdona, Señor, las culpas de tu pueblo.
En el Horeb hicieron un
becerro, un ídolo de oro, y lo adoraron. Cambiaron al Dios que era su
gloria por la imagen de un buey que come pasto. R/.
Se olvidaron del Dios que los salvó, y que hizo portentos en Egipto,
en la tierra de Cam, mil maravillas, y en las aguas del Mar Rojo, sus prodigios.
R/.
Por eso hablaba Dios de aniquilarlos; pero Moisés, que era su elegido,
se interpuso, a fin de que, en su cólera, no fuera el Señor a
destruirlos. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn 3, 16
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él tenga vida eterna. R/.
EVANGELIO
El que los acusa es Moisés, en quien ustedes han puesto su esperanza.
Del santo Evangelio según san Juan: 5, 31-47
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los judíos: "Si yo diera testimonio de mí, mi testimonio
no tendría valor; otro es el que da testimonio de mí y yo bien
sé que ese testimonio que da de mí, es válido.
Ustedes enviaron mensajeros a Juan el Bautista y él dio testimonio de
la verdad. No es que yo quiera apoyarme en el testimonio de un hombre. Si digo
esto, es para que ustedes se salven. Juan era la lámpara que ardía
y brillaba, y ustedes quisieron alegrarse un instante con su luz. Pero yo tengo
un testimonio mejor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido realizar
y que son las que yo hago, dan testimonio de mí y me acreditan como enviado
del Padre.
El Padre, que me envió, ha dado testimonio de mí.
Ustedes nunca han escuchado su voz ni han visto su rostro, y su palabra no habita
en ustedes, porque no le creen al que él ha enviado.
Ustedes estudian las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues
bien, ellas son las que dan testimonio de mí. ¡Y ustedes no quieren
venir a mí para tener vida! Yo no busco la gloria que viene de los hombres;
es que los conozco y sé que el amor de Dios no está en ellos.
Yo he venido en nombre de mi Padre y ustedes no me han recibido. Si otro viniera
en nombre propio, a ése sí lo recibirían. ¿Cómo
va a ser posible que crean ustedes, que aspiran a recibir gloria los unos de
los otros y no buscan la gloria que sólo viene de Dios?
No piensen que yo los voy a acusar ante el Padre; ya hay alguien que los acusa:
Moisés, en quien ustedes tienen su esperanza. Si creyeran en Moisés,
me creerían a mí, porque él escribió acerca de mí.
Pero, si no dan fe a sus escritos, ¿cómo darán fe a mis
palabras?". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te rogamos, Dios todopoderoso, que la oblación de este sacrificio purifique nuestra debilidad y la proteja de todo lo malo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma, MR, pp. 497-501 (493-497).
ANTIFONA DE LA COMUNION Jr 31, 33
Yo pondré mi ley en lo más profundo de su ser y voy a grabarla en sus corazones. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Señor,
que los sacramentos recibidos purifiquen y liberen de toda culpa a tus siervos,
para que, quienes nos sentimos abatidos por el peso de los pecados, nos gloriemos
en la plenitud del remedio celestial.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO.
Opcional.
Dios y Padre
nuestro, protector de los que esperan en ti, bendice a tu pueblo: sálvalo,
protégelo y disponlo para que, libre de todo pecado y a salvo de las
asechanzas del enemigo, persevere siempre en tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Solemnidad, San José, esposo de la Santísima Virgen María
Blanco MR, p. 720 (707) / Lecc. I, p. 1003
Otros santos: Beatos Marcos de Marchio de Montegallo, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores; Marcelo Callo, mártir laico.
Su misión en esta vida consistió en velar por Jesús" haciendo las veces de padre" (Prefacio). Pero el Señor ha querido que la cabeza de la Sagrada Familia siga cumpliendo la misma función con la Iglesia, que es el cuerpo de Cristo. María es madre de la Iglesia; san José, el protector.
SAN JOSÉ
2 Sam 7, 4-5. 12-14; Sal 88; Rom 4, 13. 16-18-22; Mt 1, 16. 18-21.24
¿Cómo reacciona san José ante el embarazo de María? Se dice que José era "justo" y no quería difamarla repudiándola públicamente. Se siente perplejo y desconcertado, lleno de temor reverencial ante un misterio que intuye pero que también lo desborda. La instintiva reacción de huida ante la presencia del misterio de Dioses una constante en los relatos de vocación de todos los grandes personajes del Antiguo Testamento. Pero san José no huye. Al contrario, inicia su vocación convirtiéndose en el padre legal del hijo de María, pone un nombre al niño, lo cubre, y lo protege; hasta que llegue su hora. Cada uno de nosotros tiene una vocación: algunos reciben la vocación de ser padres, otros reciben otras vocaciones. Frente a las dificultades inevitables de cada vocación, tenemos como ayuda el ejemplo constante y confiado de san José.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Lc 12, 42
Éste es el siervo fiel y prudente, a quien el Señor puso al frente de su familia.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso, que quisiste poner bajo la protección de san José el nacimiento y la infancia de nuestro Redentor, concédele a tu Iglesia proseguir y llevar a término, bajo su patrocinio, la obra de la redención humana. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
El Señor Dios le dará el trono de David, su padre.
Del segundo libro de Samuel: 7,4-5.12-14. 16
En aquellos días,
el Señor le habló al profeta Natán y le dijo: "Ve
y dile a mi siervo David que el Señor le manda decir esto: 'Cuando tus
días se hayan cumplido y descanses para siempre con tus padres, engrandeceré
a tu hijo, sangre de tu sangre, y consolidaré su reino.
Él me construirá una casa y yo consolidaré su trono para
siempre. Yo seré para él un padre y él será para
mí un hijo. Tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante
mí, y tu trono será estable eternamente' ". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 88, 2-3.4-5.27
Y 29.
R/. Su descendencia perdurará eternamente.
Proclamaré sin cesar
la misericordia del Señor y daré a conocer que su fidelidad es
eterna, pues el Señor ha dicho: "Mi amor es para siempre y mi lealtad,
más firme que los cielos. R/.
Un juramento hice a David, mi servidor, una alianza pacté con mi elegido:
'Consolidaré tu dinastía para siempre y afianzaré tu trono
eternamente'. R/.
Él me podrá decir: 'Tú eres mi padre, el Dios que me protege
y que me salva'. Yo jamás le retiraré mi amor ni violaré
el juramento que le hice". R/.
SEGUNDA LECTURA
Esperando contra toda esperanza, Abraham creyó.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 4, 13.16- 18.22
Hermanos: La promesa que
Dios hizo a Abraham y a sus descendientes, de que ellos heredarían el
mundo, no dependía de la observancia de la ley, sino de la justificación
obtenida mediante la fe. En esta forma, por medio de la fe, que es gratuita,
queda asegurada la promesa para todos sus descendientes, no sólo para
aquellos que cumplen la ley, sino también para todos los que tienen la
fe de Abraham. Entonces, él es padre de todos nosotros, como dice la
Escritura: Te he constituido padre de todos los pueblos.
Así pues, Abraham es nuestro padre delante de aquel Dios en quien creyó
y que da la vida a los muertos y llama a la existencia a las cosas que todavía
no existen. Él, esperando contra toda esperanza, creyó que habría
de ser padre de muchos pueblos, conforme a lo que Dios le había prometido:
Así de numerosa será tu descendencia.
Por eso, Dios le acreditó esta fe como justicia. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Sal 83, 5
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Dichosos los que viven en tu casa; siempre, Señor. te alabarán. R/.
EVANGELIO
José hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.
Del santo Evangelio según san Mateo: 1,16.18-21.24
Jacob engendró a
José, el esposo de María, de la cual nació Jesús,
llamado Cristo. Cristo vino al mundo de la siguiente manera: Estando María,
su madre, desposada con José y antes de que vivieran juntos, sucedió
que ella, por obra del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. José,
su esposo, que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó
dejarla en secreto.
Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en
sueños: "José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa
a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu
Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de
Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados".
Cuando José despertó de aquel sueño, hizo lo que le había
mandado el ángel del Señor. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te rogamos, Señor, que así como san José sirvió con amorosa entrega a tu Unigénito, nacido de la Virgen María, así también nosotros, con un corazón limpio, merezcamos servirte en tu altar. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO: Misión de san José.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Y alabar, bendecir y proclamar tu gloria en la solemnidad de san José, porque él es el hombre justo que diste por esposo a la Virgen Madre de Dios, el fiel y prudente servidor a quien constituiste jefe de tu familia para que, haciendo las veces de padre, cuidara a tu Unigénito, concebido por obra del Espíritu Santo, Jesucristo, Señor nuestro. Por él, los ángeles y los arcángeles, y todos los coros celestiales, celebran tu gloria, unidos en común alegría. Permítenos asociamos a sus voces cantando humildemente tu alabanza: Santo, Santo, Santo ...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 25, 21
Alégrate, siervo bueno y fiel. Entra a compartir el gozo de tu Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, protege siempre
a esta familia tuya que alimentada con el sacramento del altar, se alegra hoy
al celebrar la solemnidad de san José, y conserva en ella los dones que
con tanta bondad le concedes.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Sábado IV de Cuaresma MR, p. 227 (246) / Lecc. I, p. 775 LH, Vísperas 1 del domingo: la. Semana del Salterio Tomo II: pp. 1099,3 Y 314; Para los fieles: pp. 472 Y 178; Edición popular: pp. 13 Y 435
LA JUSTICIA
DIVINA
Jer 11, 18-20; Sal 7; Jn 7, 40-53
Las palabras de Jeremías no fueron bien recibidas, ni por el pueblo, ni por sus vecinos, ni por su misma familia, por lo cual su ministerio lo pone en riesgo de muerte. De hecho, el profeta ha sido avisado por Dios de ciertas maquinaciones para eliminado. Esta situación conduce a Jeremías a plantear el problema de la justicia divina: la prosperidad de los malvados, la suerte trágica del justo, y la aparente falta de acción por parte de Dios. Este problema también es planteado por un contemporáneo de Jeremías, el profeta Habacuc (Hab 1, 2-4), por el libro de Job (9, 1. 3-15), en algunos Salmos (p. ej. 73) y en Cohélet (Ec18, 10-14). Jeremías no presenta una resolución teórica a dicho problema, pero, sí, propone una respuesta práctica: no acepta dar marcha atrás y sigue cumpliendo con su misión.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 17, 5-7
Me cercaban olas mortales, los dolores del infierno me acorralaban; pero en mi angustia invoqué al Señor, y él escuchó mi voz desde su templo.
ORACIÓN COLECTA
Que la acción de tu misericordia, Señor, dirija nuestros corazones, ya que sin tu ayuda no podemos agradarte. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Yo era como un manso cordero, que es llevado a degollar.
Del libro del profeta Jeremías: 11,18-20
En aquel tiempo, dijo Jeremías: "El Señor me instruyó y yo comprendí; él me explicó lo que hacían. Yo era como un manso cordero que es llevado a degollar, y no sabía lo que tramaban contra mí, diciendo: 'Talemos el árbol en su pleno vigor, arranquémoslo de la tierra de los vivos y que su nombre no se pronuncie más'. Ahora tú, Señor de los ejércitos, justo juez, que sondeas lo más íntimo del corazón, haz que yo vea tu venganza contra ellos, porque a ti he encomendado mi causa". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo
7, 2-3. 9bc-lO.11-12.
R/. En ti, Señor, me refugio.
En ti, Dios mío,
me refugio: de mis perseguidores, sálvame. No permitas que algunos, como
fieras, me destrocen y nadie me rescate. R/.
Tú que llegas, Señor, a lo más hondo del corazón
humano, tú júzgame, Señor, según mis méritos;
conforme a mi inocencia, da tu fallo. Apoya al hombre recto, pon fin a la maldad
de los malvados. R/.
Tengo mi escudo en Dios, que salva a los de recto corazón. Alabaré
al Señor por su justicia y cantaré el nombre del Altísimo.
R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 8, 15
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Dichosos los que cumplen la palabra del Señor con un corazón bueno y sincero, y perseveran hasta dar fruto. R/.
EVANGELIO
¿Acaso de Galilea va a venir el Mesías?
Del santo Evangelio según san Juan: 7,40-53
En aquel tiempo, algunos
de los que habían escuchado a Jesús comenzaron a decir: "Éste
es verdaderamente el profeta". Otros afirmaban: "Éste es el
Mesías". Otros, en cambio, decían: "¿Acaso el
Mesías va a venir de Galilea? ¿No dice la Escritura que el Mesías
vendrá de la familia de David, y de Belén, el pueblo de David?".
Así surgió entre la gente una división por causa de Jesús.
Algunos querían apoderarse de él, pero nadie le puso la mano encima.
Los guardias del templo, que habían sido enviados para apresar a Jesús,
volvieron a donde estaban los sumos sacerdotes y los fariseos, y éstos
les dijeron: "¿Por qué no lo han traído?". Ellos
respondieron: "Nadie ha hablado nunca como ese hombre". Los fariseos
les replicaron:
"¿Acaso también ustedes se han dejado embaucar por él?
¿Acaso ha creído en él alguno de los jefes o de los fariseos?
La chusma ésa, que no entiende la ley, está maldita".
Nicodemo, aquel que había ido en otro tiempo a ver a Jesús, y
que era fariseo, les dijo: "¿Acaso nuestra ley condena a un hombre
sin oído primero y sin averiguar lo que ha hecho?". Ellos le replicaron:
"¿También tú eres galileo? Estudia las Escrituras
y verás que de Galilea no ha salido ningún profeta". Y después
de esto, cada uno de ellos se fue a su propia casa. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, con
agrado nuestras ofrendas y atrae hacia ti bondadosamente nuestras voluntades
rebeldes.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma, MR, pp. 497-501 (493-497).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Pe 1, 18-19
Hemos sido rescatados con la Sangre preciosa de Cristo, el Cordero sin defecto y sin mancha.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor, que tus santos misterios nos purifiquen y que con su eficacia nos hagan gratos a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO.
Opcional.
Protege, Señor, a tu pueblo, que camina presuroso hacia la Pascua, y acompáñalo con el generoso auxilio de tu gracia celestial, para que, animado con los consuelos visibles, se sienta mucho más atraído hacia los bienes invisibles. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado V Domingo de Cuaresma MR, p. 228 (247) / Lecc. I, p. 189
En este domingo se celebra el tercer escrutinio preparatorio para el Bautismo de los catecúmenos que van a ser admitidos a los sacramentos de la Iniciación Cristiana en la Vigilia Pascual Se emplean las oraciones e intercesiones propias. que aparecen en las pp. 987-988 (979-980).
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 42,1-2
Señor, hazme justicia. Defiende mi causa contra gente sin piedad, sálvame del hombre injusto y malvado, tú que eres mi Dios y mi defensa.
No se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Te rogamos, Señor Dios nuestro, que, con tu auxilio, avancemos animosamente hacia aquel grado de amor con el que tu Hijo, por la salvación del mundo, se entregó a la muerte. El que vive y reina contigo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
Haré una alianza nueva y no recordaré sus pecados.
Del libro del profeta Jeremías: 31, 31-34
"Se acerca el tiempo,
dice el Señor, en que haré con la casa de Israel y la casa de
Judá una alianza nueva. No será como la alianza que hice con los
padres de ustedes, cuando los tomé de la mano para sacados de Egipto.
Ellos rompieron mi alianza y yo tuve que hacer un escarmiento con ellos.
Ésta será la alianza nueva que voy a hacer con la casa de Israel:
Voy a poner mi ley en lo más profundo de su mente y voy a grabarla en
sus corazones.
Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Ya nadie tendrá
que instruir a su prójimo ni a su hermano, diciéndole: 'Conoce
al Señor', porque todos me van a conocer, desde el más pequeño
hasta el mayor de todos, cuando yo les perdone sus culpas y olvide para siempre
sus pecados". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo
50,3-4.12-13.14-15.
R/. Crea en mí, Señor, un corazón puro.
Por tu inmensa compasión
y misericordia, Señor, apiádate de mí y olvida mis ofensas.
Lávame bien de todos mis delitos y purifícame de mis pecados.
R/.
Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu
nuevo para cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti,
ni retires de mí tu santo espíritu. R/.
Devuélveme tu salvación, que regocija, y mantén en mí
un alma generosa. Enseñaré a los descarriados tus caminos y volverán
a ti los pecadores. R/.
SEGUNDA LECTURA
Aprendió a obedecer y se convirtió en autor de salvación eterna.
De la carta a los hebreos: 5, 7-9
Hermanos: Durante su vida mortal, Cristo ofreció oraciones y súplicas, con fuertes voces y lágrimas, a aquel que podía librarlo de la muerte, y fue escuchado por su piedad. A pesar de que era el Hijo, aprendió a obedecer padeciendo, y llegado a su perfección, se convirtió en la causa de la salvación eterna para todos los que lo obedecen. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn 12, 26
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
El que quiera servirme, que me siga, para que donde yo esté, también esté mi servidor. R/.
EVANGELIO
Si el grano de trigo sembrado en la tierra muere, producirá mucho fruto.
Del santo Evangelio según san Juan: 12, 20-33
Entre los que habían
llegado a Jerusalén para adorar a Dios en la fiesta de Pascua, había
algunos griegos, los cuales se acercaron a Felipe, el de Betsaida de Galilea,
y le pidieron: "Señor, quisiéramos ver a Jesús".
Felipe fue a decírselo a Andrés; Andrés y Felipe se lo
dijeron a Jesús y él les respondió: "Ha llegado la
hora de que el Hijo del hombre sea glorificado. Yo les aseguro que si el grano
de trigo, sembrado en la tierra, no muere, queda infecundo; pero si muere, producirá
mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde; el que se aborrece
a sí mismo en este mundo, se asegura para la vida eterna. El que quiera
servirme, que me siga, para que donde yo esté, también esté
mi servidor. El que me sirve será honrado por mi Padre.
Ahora que tengo miedo, ¿le voy a decir a mi Padre: 'Padre, líbrame
de esta hora'? No, pues precisamente para esta hora he venido. Padre, dale gloria
a tu nombre". Se oyó entonces una voz que decía: "Lo
he glorificado y volveré a glorificado".
De entre los que estaban ahí presentes y oyeron aquella voz, unos decían
que había sido un trueno; otros, que le había hablado un ángel.
Pero Jesús les dijo: "Esa voz no ha venido por mí, sino por
ustedes. Está llegando el juicio de este mundo; ya va a ser arrojado
el príncipe de este mundo. Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré
a todos hacia mí". Dijo esto, indicando de qué manera habría
de morir.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos, amados hermanos,
y pidamos la misericordia del Señor para que, compadecido de su pueblo
penitente, escuche nuestras plegarias:
Para que el Redentor del mundo, que se entregó a la muerte para vivificar
a su pueblo, libere a la Iglesia de todo mal, roguemos al Señor.
Para que el Redentor del mundo, que oró en la cruz por quienes lo crucificaban,
interceda ante el Padre por los pecadores, roguemos al Señor.
Para que el Redentor de mundo, que experimentó en la cruz el sufrimiento
y la angustia, se compadezca de los que sufren, les dé fortaleza y paciencia
y ponga fin a sus dolores, roguemos al Señor.
Para que el Redentor del mundo a nosotros, sus siervos, que en estos días
nos disponemos a recordar con veneración su cruz, nos reconforte con
la fuerza de su resurrección, roguemos al Señor.
Escucha, Padre, las súplicas de tu Hijo, que, para establecer la
alianza nueva y eterna, por obediencia aceptó hasta la muerte de cruz;
haz que, a través de las pruebas de la vida, sepamos participar íntimamente
de su pasión y, alcanzando la fecundidad del grano que muere, merezcamos
ser reunidos, como cosecha buena, en los graneros de tu reino. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Escúchanos, Dios
todopoderoso, y concede a tus siervos, en quienes infundiste la sabiduría
de la fe cristiana, quedar purificados, por la eficacia de este sacrificio.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma, MR, pp. 497-501 (493-497).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 12, 24-25
Yo les aseguro que si el grano de trigo sembrado en la tierra, no muere, queda infecundo; pero si muere, producirá mucho fruto.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Dios todopoderoso, que podamos contarnos siempre entre los miembros de aquel cuyo Cuerpo y Sangre acabamos de comulgar. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Bendice, Señor, a tu pueblo, que espera los dones de tu misericordia, y concédele recibir de tu mano generosa lo que tú mismo lo mueves a pedir. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- La vida cristiana está bien organizada. Se organiza respecto al culto: tiene sacramentos y liturgias. Se organiza respecto a la doctrina: tiene credos y catecismos. Se organiza respecto a territorios: tiene parroquias, diócesis, y provincias. Toda esta organización podría conducirnos a errores en relación con nuestra fe, haciéndonos creer que la fe cristiana se vive cumpliendo con cosas exteriores y a medio tiempo. Pero no es así. Las diferentes facetas de la fe organizada son una ayuda para vivir la fe pero no nos eximen del trabajo duro de dar toda nuestra vida a Dios. Para tal trabajo, necesitamos mucho: la creatividad, el valor, la generosidad, la confianza en Dios, un sentido de compromiso, y mucho más. Por si fuera poco, no hay un modelo para todos. Cada uno tiene que descubrir cómo ofrecerse totalmente a Dios.
Morado Lunes V de Cuaresma MR, p. 231 (250); Lecc. I, p. 781
LA SABIDURÍA
Dan 13,1-9.15-17.19-30.33-62; Sal 22; Jn 8, 1-11
Nuestra lectura de Daniel forma parte de los textos griegos del profeta. El texto hebreo termina en el capítulo 12, pero cuando se tradujo el Antiguo Testamento a la lengua griega en la Septuaginta, se añadieron al libro de Daniel ciertos relatos de origen hebreo traducidos al griego. Probablemente la decisión de añadirlos tuvo que ver con la creciente importancia de la sabiduría como elemento clave en la fe judía. En el fondo de ellos se puede ver la sabiduría, ya sea esa culta de los proverbios, ya sea popular de la gente común. En el texto de hoy, la sabiduría se representa en dos figuras. Susana es el símbolo de la sabiduría que sabe enfrentar la prueba ante los poderes nefastos que la acechan. Daniel es el símbolo de la sabiduría capaz de discernir y decidir bien.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 55, 2
Ten compasión de mí, Señor, porque me pisotean y me acosan todo el día mis enemigos.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, por cuya inefable gracia nos enriqueces con toda clase de bendiciones, concédenos pasar de nuestros antiguos pecados a una vida nueva, para prepararnos a la gloria del reino celestial. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
La inocencia de Susana.
Del libro del profeta Daniel: 13, 1-9. 15-17. 19-30. 33-62 o bien la forma breve 13, 41-62 (cfr. Lecc. I, p. 784)
En aquel tiempo vivía
en Babilonia un hombre llamado Joaquín, casado con Susana, hija de Quelcías,
mujer muy bella y temerosa de Dios. Sus padres eran virtuosos y habían
educado a su hija según la ley de Moisés. Joaquín era muy
rico y tenía una huerta contigua a su casa, donde solían reunirse
los judíos, porque era estimado por todos. Aquel año habían
sido designados jueces dos ancianos del pueblo; eran de aquellos de quienes
había dicho el Señor: "En Babilonia, la iniquidad salió
de ancianos elegidos como jueces, que pasaban por guías del pueblo".
Estos frecuentaban la casa de Joaquín y los que tenían litigios
que resolver acudían ahí a ellos. Hacia el mediodía, cuando
toda la gente se había retirado ya, Susana entraba a pasear en la huerta
de su marido. Los dos viejos la veían entrar y pasearse diariamente,
y se encendieron de pasión por ella, pervirtieron su corazón y
cerraron sus ojos para no ver al cielo ni acordarse de lo que es justo.
Un día, mientras acechaban el momento oportuno, salió ella, como
de ordinario, con dos muchachas de su servicio, y como hacía calor, quiso
bañarse en la huerta. No había nadie allí, fuera de los
viejos, que la espiaban escondidos. Susana dijo a las doncellas: "Tráiganme
jabón y perfumes, y cierren las puertas de la huerta mientras me baño".
Apenas salieron las muchachas, se levantaron los dos viejos, corrieron hacia
donde estaba Susana y le dijeron: "Mira: las puertas de la huerta están
cerradas y nadie nos ve. Nosotros ardemos en deseos de ti. Consiente y entrégate
a nosotros. Si no, te vamos a acusar de que un joven estaba contigo y que por
eso despachaste a las doncellas". Susana lanzó un gemido y dijo:
"No tengo ninguna salida; si me entrego a ustedes, será la muerte
para mí; si resisto, no escaparé de sus manos. Pero es mejor para
mí ser víctima de sus calumnias, que pecar contra el Señor".
Y dicho esto, Susana comenzó a gritar. Los dos viejos se pusieron a gritar
también y uno de ellos corrió a abrir la puerta del jardín.
Al oír los gritos en el jardín, los criados se precipitaron por
la puerta lateral para ver qué sucedía. Cuando oyeron el relato
de los viejos, quedaron consternados, porque jamás se había dicho
de Susana cosa semejante.
Al día siguiente, todo el pueblo se reunió en la casa de Joaquín,
esposo de Susana, y también fueron los dos viejos, llenos de malvadas
intenciones contra ella, para hacer que la condenaran a morir. En presencia
del pueblo dijeron: "Vayan a buscar a Susana, hija de Quelcías y
mujer de Joaquín". Fueron por Susana, quien acudió con sus
padres, sus hijos y todos sus parientes. Todos los suyos y cuantos la conocían,
estaban llorando.
Se levantaron entonces los dos viejos en medio de la asamblea y pusieron sus
manos sobre la cabeza de Susana. Ella, llorando, levantó los ojos al
cielo, porque su corazón confiaba en el Señor. Los viejos dijeron:
"Mientras nosotros nos paseábamos solos por la huerta, entró
ésta con dos criadas, luego les dijo que salieran y cerró la puerta.
Entonces se acercó un joven que estaba escondido y se acostó con
ella. Nosotros estábamos en un extremo de la huerta, y al ver aquella
infamia, corrimos hacia ellos y los sorprendimos abrazados. Pero no pudimos
sujetar al joven, porque era más fuerte que nosotros; abrió la
puerta y se nos escapó. Entonces detuvimos a ésta y le preguntamos
quién era el joven, pero se negó a decirlo. Nosotros somos testigos
de todo esto". La asamblea creyó a los ancianos, que habían
calumniado a Susana, y la condenaron a muerte.
Entonces Susana, dando fuertes voces, exclamó: "Dios eterno, que
conoces los secretos y lo sabes todo antes de que suceda, tú sabes que
éstos me han levantado un falso testimonio. Y voy a morir sin haber hecho
nada de lo que su maldad ha tramado contra mí". El Señor
escuchó su voz. Cuando llevaban a Susana al sitio de la ejecución,
el Señor hizo sentir a un muchacho, llamado Daniel, un santo impulso
de ponerse a gritar: "Yo no soy responsable de la sangre de esta mujer".
Todo el pueblo se volvió a mirarlo y le preguntaron: "¿Qué
es lo que estás diciendo?". Entonces Daniel, de pie en medio de
ellos, les respondió: "Israelitas, ¿cómo pueden ser
tan ciegos? Han condenado a muerte a una hija de Israel, sin haber investigado
y puesto en claro la verdad. Vuelvan al tribunal, porque ésos le han
levantado un falso testimonio.
Todo el pueblo regresó de prisa y los ancianos dijeron a Daniel: "Ven
a sentarte en medio de nosotros y dinos lo que piensas, puesto que Dios mismo
te ha dado la madurez de un anciano". Daniel les dijo entonces: "Separen
a los acusadores, lejos el uno del otro, y yo los voy a interrogar".
Una vez separados, Daniel mandó llamar a uno de ellos y le dijo: "Viejo
en años y en crímenes, ahora van a quedar al descubierto tus pecados
anteriores, cuando injustamente condenabas a los inocentes y absolvías
a los culpables, contra el mandamiento del Señor: No matarás al
que es justo e inocente. Ahora bien, si es cierto que los viste, dime debajo
de qué árbol estaban juntos". Él respondió:
"Debajo de una acacia". Daniel le dijo: "Muy bien. Tu mentira
te va a costar la vida, pues ya el ángel ha recibido de Dios tu sentencia
y te va a partir por la mitad". Daniel les dijo que se lo llevaran, mandó
traer al otro y le dijo: "Raza de Canaán y no de Judá, la
belleza te sedujo y la pasión te pervirtió el corazón.
Lo mismo hacían ustedes con las mujeres de Israel, y ellas, por miedo,
se entregaban a ustedes. Pero una mujer de Judá no ha podido soportar
la maldad de ustedes. Ahora dime, ¿bajo qué árbol los sorprendiste
abrazados?". Él contestó: "Debajo de una encina".
Replicó Daniel: "También a ti tu mentira te costará
la vida. El ángel del Señor aguarda ya con la espada en la mano,
para partirte por la mitad. Así acabará con ustedes".
Entonces toda la asamblea levantó la voz y bendijo a Dios, que salva
a los que esperan en él. Se alzaron contra los dos viejos, a quienes,
con palabras de ellos mismos, Daniel había convencido de falso testimonio,
y les aplicaron la pena que ellos mismos habían maquinado contra su prójimo.
Para cumplir con la ley de Moisés, los mataron, y aquel día se
salvó una vida inocente. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 22, 1-3a.
3b-4. 5. 6.
R/. Nada temo, Señor, porque tú estás conmigo.
El Señor es mi pastor,
nada me falta; en verdes praderas me hace reposar y hacia fuentes tranquilas
me conduce para reparar mis fuerzas. R/.
Por ser un Dios fiel a sus promesas, me guía por el sendero recto; así,
aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú estás
conmigo. Tu vara y tu cayado me dan seguridad. R/.
Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis adversarios; me unges
la cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes. R/.
Tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días
de mi vida; y viviré en la casa del Señor por años sin
término. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Ez 33, 11
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
No quiero la muerte del pecador, sino que se arrepienta y viva, dice el Señor. R/.
EVANGELIO
Aquel de ustedes que no tenga pecado, que le tire la primera piedra.
Del santo Evangelio según san Juan: 8, 1-11
En aquel tiempo, Jesús
se retiró al monte de los Olivos y al amanecer se presentó de
nuevo en el templo, donde la multitud se le acercaba; y él, sentado entre
ellos, les enseñaba.
Entonces los escribas y fariseos le llevaron a una mujer sorprendida en adulterio,
y poniéndola frente a él, le dijeron: "Maestro, esta mujer
ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés nos manda en la ley
apedrear a estas mujeres. ¿Tú que dices?".
Le preguntaban esto para ponerle una trampa y poder acusarlo. Pero Jesús
se agachó y se puso a escribir en el suelo con el dedo. Como insistían
en su pregunta, se incorporó y les dijo: "Aquel de ustedes que no
tenga pecado, que le tire la primera piedra". Se volvió a agachar
y siguió escribiendo en el suelo.
Al oír aquellas palabras, los acusadores comenzaron a escabullirse uno
tras otro, empezando por los más viejos, hasta que dejaron solos a Jesús
y a la mujer, que estaba de pie, junto a él.
Entonces Jesús se enderezó y le preguntó: "Mujer,
¿dónde están los que te acusaban? ¿Nadie te ha condenado?".
Ella le contestó: "Nadie, Señor". Y Jesús le
dijo: "Tampoco yo te condeno. Vete y ya no vuelvas a pecar".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, a quienes nos disponemos a celebrar los santos misterios, que podamos presentarte con alegría nuestras almas ya purificadas, como fruto de nuestra penitencia corporal. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO: I de la Pasión del Señor.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque mediante la pasión salvadora de tu Hijo diste a los hombres una nueva comprensión de tu majestad y una nueva manera de alabarla, al poner de manifiesto, por la eficacia inefable de la cruz, el poder del crucificado y el juicio que del mundo has hecho. Por eso, ahora nosotros, llenos de alegría, te aclamamos con los ángeles y los santos diciendo: Santo, Santo, Santo ...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 8, 10-11
¿Nadie te ha condenado, mujer? Nadie, Señor. Yo tampoco te condeno. Ya no vuelvas a pecar.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que los sacramentos que hemos recibido, Señor, nos purifiquen de nuestras malas inclinaciones y, fortalecidos con tu bendición, corramos a tu encuentro siguiendo las huellas de Cristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO.
Opcional.
Dios y Padre nuestro, purifica de sus pecados al pueblo que te suplica, para que llevando una vida santa se vea libre de toda adversidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Martes V de Cuaresma, Memoria parcial de santo Toribio de Mogrovejo, obispo MR, p. 233 (251) / Lecc. I, p. 789
Otros santos: José Oriol Boguna, presbítero. Beata Anunciación Asteria Cocchetti, religiosa del Instituto de Hermanas de Santa Dorotea.
EL PECADO
TIENE SU LÓGICA
Núm 21, 4-9; Sal 101; Jn 8, 21-30
Por primera vez en el Evangelio de Juan. Jesús pronuncia la palabra "pecado".
Le habla no a la multitud, sino a los judíos, especialmente sus dirigentes,
y presenta el pecado como la causa de su ruina. Este pecado consiste en su adhesión
al sistema injusto y Jesús les reitera que la única alternativa
existente es romper con tal injusticia. El pecado puede acarrear consecuencias
desastrosas para ellos, pues si permanecen en él, los llevará
a la muerte. Aquí vemos la lógica del pecado mismo. Como una araña
astuta y engañosa, envuelve al pecador en su red y le da un sentido falso
de familiaridad y comodidad. Pero la meta del pecado es siempre la muerte del
pecador. Por eso, necesitamos a personas que pueden llamar la atención
a nuestra situación de pecado, despertarnos, y ayudarnos a huir de ella.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 26, 14
Espera en el Señor y sé fuerte; ten valor y abandónate al Señor.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Padre, perseverar en el cumplimiento de tu voluntad para que, en este tiempo en que vivimos, el pueblo consagrado a tu servicio crezca en número y en santidad. Por nuestro Señor Jesucristo ...
O bien, en la memoria de santo Toribio:
Dios nuestro, que has hecho crecer a tu Iglesia por los cuidados apostólicos y el celo por la verdad del santo obispo Toribio de Mogrovejo, concede también al pueblo a ti consagrado crecer constantemente en la fe y renovarse en la santidad. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Si alguno era mordido y miraba la serpiente de bronce, quedaba curado.
Del libro de los Números: 21,4-9
En aquellos días,
los hebreos salieron del monte Hor en dirección al Mar Rojo, para rodear
el territorio de Edom; pero por el camino, el pueblo se impacientó y
murmuró contra Dios y contra Moisés, diciendo: "¿Para
qué nos sacaste de Egipto? ¿Para que muriéramos en el desierto?
No tenemos pan ni agua y ya estamos hastiados de esta miserable comida".
Entonces envió Dios contra el pueblo serpientes venenosas, que los mordían,
y murieron muchos israelitas. El pueblo acudió a Moisés y le dijo:
"Hemos pecado al murmurar contra el Señor y contra ti. Ruega al
Señor que aparte de nosotros las serpientes". Moisés rogó
al Señor por el pueblo y el Señor le respondió: "Haz
una serpiente como ésas y levántala en un palo. El que haya sido
mordido por las serpientes y mire la que tú hagas, vivirá".
Moisés hizo una serpiente de bronce y la levantó en un palo; y
si alguno era mordido y miraba la serpiente de bronce, quedaba curado. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 101,2-3,16-18,19-21.
R/. Señor, escucha mi plegaria.
Señor, escucha mi
plegaria; que a tu presencia lleguen mis clamores. El día de la desgracia,
Señor, no me abandones. Cuando te invoque, escúchame y enseguida
respóndeme. R/.
Cuando el Señor reedifique a Sión y aparezca glorioso, cuando
oiga el clamor del oprimido y no se muestre a sus plegarias sordo, entonces
al Señor temerán todos los pueblos y su gloria verán los
poderosos. R/.
Esto se escribirá para el futuro y alabará al Señor el
pueblo nuevo, porque el Señor, desde su altura santa, ha mirado a la
tierra desde el cielo, para oír los gemidos del cautivo y librar de la
muerte al prisionero. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
La semilla es la palabra de Dios y el sembrador es Cristo; todo aquel que lo encuentra vivirá para siempre. R/.
EVANGELIO
Cuando hayan levantado al Hijo del hombre, entonces sabrán que Yo Soy.
Del santo Evangelio según san Juan: 8, 21-30
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los judíos: "Yo me voy y ustedes me buscarán, pero
morirán en su pecado. A donde yo voy, ustedes no pueden venir".
Dijeron entonces los judíos: "¿Estará pensando en
suicidarse y por eso nos dice: 'A donde yo voy, ustedes no pueden venir'?".
Pero Jesús añadió: "Ustedes son de aquí abajo
y yo soy de allá arriba; ustedes son de este mundo, yo no soy de este
mundo. Se lo acabo de decir: morirán en sus pecados, porque si no creen
que Yo Soy, morirán en sus pecados".
Los judíos le preguntaron: "Entonces ¿quién eres tú?".
Jesús les respondió: "Precisamente eso que les estoy diciendo.
Mucho es lo que tengo que decir de ustedes y mucho que condenar. El que me ha
enviado es veraz y lo que yo le he oído decir a él es lo que digo
al mundo". Ellos no comprendieron que hablaba del Padre.
Jesús prosiguió: "Cuando hayan levantado al Hijo del hombre,
entonces conocerán que Yo Soy y que no hago nada por mi cuenta; lo que
el Padre me enseñó, eso digo. El que me envió está
conmigo y no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que a él le
agrada". Después de decir estas palabras, muchos creyeron en él.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te ofrecemos, Señor, este sacrificio de reconciliación, para que perdones benignamente nuestros pecados y dirijas tú mismo nuestro vacilante corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I de la pasión del Señor.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque mediante la pasión salvadora de tu Hijo diste a los hombres una nueva comprensión de tu majestad y una nueva manera de alabarla, al poner de manifiesto, por la eficacia inefable de la cruz, el poder del crucificado y el juicio que del mundo has hecho. Por eso, ahora nosotros, llenos de alegría, te aclamamos con los ángeles y los santos diciendo: Santo, Santo, Santo ...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 12, 32
Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios todopoderoso que participando asiduamente en tus divinos misterios, merezcamos alcanzar los dones del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO.
Opcional.
Señor Dios, que prefieres compadecerte en vez de enojarte con los que esperan en ti, concede a tus fieles enmendarse de los males cometidos, para que merezcan hallar la gracia de tu consuelo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Miércoles V de Cuaresma MR, p. 234 (252) / Lecc. I, p. 791
HAY QUE RESISTIR
Dan 3, 14-20. 49-50. 91-92. 95; Dan 3; Jn 8, 31-42
Aunque el libro de Daniel habla de Nabucodonosor, que ordena construir una gran estatua, en realidad se trata del rey griego Antíoco IV quien mandó erigir una estatua de Zeus, dios principal del panteón griego, en Jerusalén (cfr. 1 Mac 1, 54). El texto tiene como objetivo impulsar a los creyentes para que resistan la agresión de los poderosos que quieren ocupar el lugar que corresponde a Dios. El Evangelio muestra una finalidad parecida. Jesús se dirige a personas que quieren conciliar la adhesión a él con la fidelidad a un régimen opresivo. Dan valor absoluto al hecho de ser hijos de Abrahán, según la carne, y siguen considerando válidas las instituciones religiosas de poder. Pero éstas están viciadas por la muerte y la mentira. San Óscar Arnulfo Romero nos muestra la necesidad de resistir el poder opresor. Sigamos su ejemplo.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 17, 49
Tú me liberas, Señor, de la ira de los pueblos, me haces triunfar sobre mis adversarios y me salvas del hombre malvado.
ORACIÓN COLECTA
Ilumina, Dios compasivo,
los corazones de tus hijos que tratan de purificarse por la penitencia con amor,
dígnate escuchar paternalmente nuestras súplicas.
Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Dios mandó a su ángel para liberar a sus siervos.
Del libro del profeta Daniel: 3,14-20.49-50.91-92.95
En aquellos días
dijo el rey Nabucodonosor: "¿Es cierto, Sedrak, Mesak y Abednegó,
que no quieren servir a mis dioses, ni adorar la estatua de oro que he mandado
levantar? Pues bien, si no es cierto, estén dispuestos para que, al oír
sonar el cuerno, la flauta, la cítara, el salterio, la chirimía
y toda clase de instrumentos, se postren y adoren la estatua que he mandado
hacer. Pero si no la adoran, serán arrojados inmediatamente a un horno
encendido. ¿Y qué dios podrá librarlos entonces de mis
manos?".
Pero Sedrak, Mesak y Abednegó contestaron al rey Nabucodonosor: "No
es necesario responder a tu pregunta, pues el Dios a quien servimos puede librarnos
del horno encendido y nos librará de tus manos; y aunque no lo hiciera,
sábete que de ningún modo serviremos a tus dioses, ni adoraremos
la estatua de oro, que has mandado levantar".
Entonces Nabucodonosor se enfureció y la expresión de su rostro
cambió para Sedrak, Mesak y Abednegó. Mandó encender el
horno y aumentar la fuerza del fuego siete veces más de lo acostumbrado.
Después ordenó que algunos de los hombres más fuertes de
su ejército ataran a Sedrak, Mesak y Abednegó y los arrojaran
al horno encendido.
Pero el ángel del Señor bajó del cielo, se puso junto a
ellos, apartó las llamas y produjo en el horno un frescor como de brisa
y de rocío, y el fuego no los atormentó, ni los hirió,
ni siquiera los tocó. El rey Nabucodonosor, estupefacto, se levantó
precipitadamente y dijo a sus consejeros: "¿Acaso no estaban atados
los tres hombres que arrojamos al horno?". Ellos contestaron: "Sí,
señor". El rey replicó: "¿Por qué, entonces,
estoy viendo cuatro hombres sueltos, que se pasean entre las llamas, sin quemarse?
Y el cuarto, parece un ángel".
Nabucodonosor los hizo salir del horno y exclamó: "Bendito sea el
Dios de Sedrak, Mesak y Abednegó, que ha enviado a su ángel para
librar a sus siervos, que confiando en él, desobedecieron la orden del
rey y expusieron su vida, antes que servir y adorar a un dios extraño".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Daniel 3, 52. 53.
54. 55. 56.
R/. Bendito seas para siempre, Señor.
Bendito seas, Señor,
Dios de nuestros padres. Bendito sea tu nombre santo y glorioso. R/.
Bendito seas en tu templo santo y glorioso. Bendito seas en el trono de tu reino.
R/.
Bendito eres tú, Señor, que penetras con tu mirada los abismos
y te sientas en un trono rodeado de querubines. Bendito seas, Señor,
en la bóveda del cielo. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 8, 15
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Dichosos los que cumplen la palabra del Señor con un corazón bueno y sincero, y perseveran hasta dar fruto. R/.
EVANGELIO
Si el Hijo les da la libertad, serán realmente libres.
Del santo Evangelio según san Juan: 8, 31-42
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los que habían creído en él: "Si se mantienen
fieles a mi palabra, serán verdaderamente discípulos míos,
conocerán la verdad y la verdad los hará libres". Ellos replicaron:
"Somos hijos de Abraham y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo
dices tú: 'Serán libres'?".
Jesús les contestó: "Yo les aseguro que todo el que peca
es un esclavo del pecado y el esclavo no se queda en la casa para siempre; el
hijo sí se queda para siempre. Si el Hijo les da la libertad, serán
realmente libres. Ya sé que son hijos de Abraham; sin embargo, tratan
de matarme, porque no aceptan mis palabras.
Yo hablo de lo que he visto en casa de mi Padre: ustedes hacen lo que han oído
en casa de su padre".
Ellos le respondieron: "Nuestro padre es Abraham". Jesús les
dijo: "Si fueran hijos de Abraham, harían las obras de Abraham.
Pero tratan de matarme a mí, porque les he dicho la verdad que oí
de Dios. Eso no lo hizo Abraham. Ustedes hacen las obras de su padre".
Le respondieron: "Nosotros no somos hijos de prostitución. No tenemos
más padre que a Dios".
Jesús les dijo entonces: "Si Dios fuera su Padre me amarían
a mí, porque yo salí de Dios y vengo de Dios; no he venido por
mi cuenta, sino enviado por él". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estos dones que recibimos de ti y ahora te presentamos; y ya que los destinaste para alabanza de tu nombre, haz también que nos procuren la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I de la Pasión del Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Col 1, 13-14
Dios nos ha hecho entrar al Reino de su Hijo amado, por cuya sangre recibimos la redención y el perdón de los pecados.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el sacramento recibido, Señor, nos proporcione un remedio celestial para que purifique nuestros corazones de sus vicios y nos fortalezca con su constante protección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO.
Opcional.
Atiende, Dios todopoderoso, las súplicas de tu pueblo y a quienes, compadecido, les das la confianza de esperar en tu amor, concédeles, benigno, experimentar el efecto de tu acostumbrada misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Solemnidad de La Anunciación del Señor
Blanco MR, p. 724 (711) / Lecc. I, p. 1007
Otros santos: María Alfonsina Danil, virgen cofundadora; Dimas "el Buen Ladrón". Beata Josafata Hordáshevska, virgen fundadora.
Nueve meses antes de Navidad celebramos la encarnación del Hijo de Dios, que san Lucas describe en el anuncio del ángel a la santísima Virgen. Toda la liturgia del día de hoy está coloreada por las palabras del salmista, que la carta a los hebreos pone en de Cristo al llegar al mundo: "Aquí estoy, Dios mío: vengo para cumplir tu voluntad".
RECONOCIENDO EL
MOMENTO OPORTUNO
Is 7,10-14; Sal 39; Heb 10,4-10; Lc 1, 26-38
El profeta Isaías quiere hacer entrar en razón a Acaz, rey de Judá, para que no se fíe de los poderes humanos. En un momento oportuno, el profeta se acerca al rey y le invita a que pida una señal. No se trata de algo "milagroso", sino de algo del presente que puede revelarle la fatuidad del poder humano. Tontamente, Acaz no sabe aprovechar el momento. Utilizando el pretexto de no "tentar a Dios," se queda en su error. En cambio, el Evangelio nos presenta la figura de la Virgen María. En la plenitud de los tiempos, que es un momento específico ("al sexto mes"), el Ángel Gabriel anuncia a María la señal máxima que Dios puede dar a la humanidad: su llegada en carne y hueso. Sabiamente, María entiende cómo discernir el momento oportuno para corresponder a Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA Hb 10, 5. 7
Cristo dijo, al entrar en el mundo: aquí estoy, Dios mío; vengo para cumplir tu voluntad.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que quisiste que tu Palabra, asumiera la realidad de nuestra carne en el seno de la Virgen María, concede a quienes proclamamos a nuestro Redentor como verdadero Dios y verdadero hombre, que merezcamos participar de su naturaleza divina. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
He aquí que la virgen concebirá.
Del libro del profeta Isaías: 7, 10-14
En aquellos tiempos, el
Señor le habló a Ajaz diciendo: "Pide al Señor, tu
Dios, una señal de abajo, en lo profundo, o de arriba, en lo alto".
Contestó Ajaz: "No la pediré. No tentaré al Señor".
Entonces dijo Isaías: "Oye, pues, casa de David: ¿No satisfechos
con cansar a los hombres, quieren cansar también a mi Dios? Pues bien,
el Señor mismo les dará por eso una señal: He aquí
que la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán
el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo
39, 7-8a.8b-9. 10. 11.
R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Sacrificios, Señor,
tú no quisiste, abriste, en cambio, mis oídos a tu voz. No exigiste
holocaustos por la culpa, así que dije: "Aquí estoy".
R/.
En tus libros se me ordena hacer tu voluntad; esto es, Señor, lo que
deseo: tu ley en medio de mi corazón. R/.
He anunciado tu justicia en la gran asamblea; no he cerrado mis labios, tú
lo sabes, Señor. R/.
No callé tu justicia, antes bien, proclamé tu lealtad y tu auxilio.
Tu amor y tu lealtad no los he ocultado a la gran asamblea. R/.
SEGUNDA LECTURA
En tu libro se me ordena hacer tu voluntad.
De la carta a los hebreos: 10, 4-10
Hermanos: Es imposible que
la sangre de toros y machos cabríos pueda borrar los pecados. Por eso,
al entrar al mundo, Cristo dijo, conforme al salmo: No quisiste víctimas
ni ofrendas; en cambio, me has dado un cuerpo. No te agradaron los holocaustos
ni los sacrificios por el pecado, entonces dije -porque a mí se refiere
la Escritura-: "Aquí estoy, Dios mío; vengo para hacer tu
voluntad".
Comienza por decir: No quisiste víctimas ni ofrendas, no te agradaron
los holocaustos ni los sacrificios por el pecado -siendo así que es lo
que pedía la ley-; y luego añade: "Aquí estoy, Dios
mío, vengo para hacer tu voluntad".
Con esto, Cristo suprime los antiguos sacrificios, para establecer el nuevo.
Y en virtud de esta voluntad, todos quedamos santificados por la ofrenda del
cuerpo de Jesucristo, hecha una vez por todas. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn 1. 14
R/. Honor y gloria a ti, Señor, Jesús.
Aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros y hemos visto su gloria. R/.
EVANGELIO
Concebirás y darás a luz un hijo.
Del santo Evangelio según san Lucas: 1,26-38
En aquel tiempo, el ángel
Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una
virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José.
La virgen se llamaba María. Entró el ángel a donde ella
estaba y le dijo: ''Alégrate, llena de gracia, el Señor está
contigo". Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y
se preguntaba qué querría decir semejante saludo.
El ángel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia
ante Dios. Vas a concebir ya dar a luz un hijo y le pondrás por nombre
Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo;
el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él
reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá
fin".
María le dijo entonces al ángel: "¿Cómo podrá
ser esto, puesto que yo permanezco virgen?". El ángel le contestó:
"El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo
te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será
llamado Hijo de Dios.
Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido
un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay
nada imposible para Dios". María contestó: "Yo soy la
esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho".
Y el ángel se retiró de su presencia. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo. Todos se arrodillan a las palabras y por obra ...
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios todopoderoso, dígnate aceptar los dones de tu Iglesia, que reconoce su origen en la encarnación de tu Unigénito, y concédele celebrar con gozo sus misterios en esta solemnidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO:
El misterio de la Encarnación.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
A quien primero acogió la Virgen santísima por la fe cuando el
ángel le anunció que por obra del Espíritu Santo habría
de nacer entre los hombres, para que los hombres se salvaran. Y a quien luego
llevó, llena de amor, en sus purísimas entrañas, cumpliendo
así la verdad de las promesas que Dios hizo a Israel y colmando de manera
admirable la esperanza de todos los pueblos.
Por él, los coros de los ángeles adoran tu grandeza y se alegran
eternamente en tu presencia. Permítenos asociamos a sus voces cantando
humildemente tu alabanza: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Is 7,14
Miren: la virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien le pondrá el nombre de Emmanuel.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, por esta comunión fortalece en nosotros la verdadera fe, para que, cuantos proclamamos que el Hijo de la Virgen María es verdadero Dios y verdadero hombre, lleguemos a la alegría eterna por el poder salvador de su resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Nuestra Señora de los Dolores
Morado Viernes V de Cuaresma MR, p. 236 (254) / Lecc. I, p. 796 Día de abstinencia
EL FRACASO
Jer 20,10-13; Sal 17; Jn 10,31-42
Jeremías nos presenta un nuevo grito a Dios. Todo lo que Dios le ha mandado hacer, lo ha hecho. Todo lo que le ha ordenado decir, lo ha dicho. El resultado, sin embargo, es el fracaso: la obstinación y odio de sus oyentes. Se burlan de él, utilizando sus palabras en varias ocasiones, "terror por doquier," como un apodo. Sin embargo, Jeremías reconoce que es más fuerte su adhesión a su misión. Así mismo, Jesús enfrenta el fracaso. Hace buenas obras para sus contemporáneos, obras que traen la vida, pero el resultado es que sus oyentes recurren a la violencia con la intención de apedrearlo. Sin embargo, Jesús no se rinde ante ellos. Permanece fiel a sumisión y escapa de sus manos. A veces Dios permite el fracaso, no para siempre, sino para un fin superior.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 30, 10. 16. 18
Ten piedad de mí, Señor, porque estoy en peligro, líbrame y sálvame de la mano de mis enemigos y de aquellos que me persiguen; Señor, que no quede yo defraudado de haberte invocado.
ORACIÓN COLECTA
Perdona, Señor, las culpas de tu pueblo, para que, por tu bondad, nos libres de las ataduras de los pecados que por nuestra fragilidad hemos cometido. Por nuestro Señor Jesucristo ...
O bien:
Señor Dios, que en tu bondad concedes en este tiempo a tu Iglesia imitar devotamente a María santísima en la contemplación de la pasión de Cristo, concédenos, por intercesión de la Virgen, estar cada vez más unidos a tu Unigénito y alcanzar así la plenitud de su gracia. Él, que vive y reina contigo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
El Señor está a mi lado como guerrero poderoso.
Del libro del profeta Jeremías: 20, 10-13
En aquel tiempo, dijo Jeremías:
"Yo oía el cuchicheo de la gente que decía: 'Terror por todas
partes. Denunciemos a Jeremías, vamos a denunciarlo'. Todos los que eran
mis amigos espiaban mis pasos, esperaban que tropezara y me cayera, diciendo:
'Si se tropieza y se cae, lo venceremos y podremos vengarnos de él'.
Pero el Señor, guerrero poderoso, está a mi lado; por eso mis
perseguidores caerán por tierra y no podrán conmigo; quedarán
avergonzados de su fracaso y su ignominia será eterna e inolvidable.
Señor de los ejércitos, que pones a prueba al justo y conoces
lo más profundo de los corazones, haz que yo vea tu venganza contra ellos,
porque a ti he encomendado mi causa. Canten y alaben al Señor, porque
él ha salvado la vida de su pobre de la mano de los malvados". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 17, 2-3a.
3bc-4. 5-6. 7.
R/. Sálvame, Señor, en el peligro.
Yo te amo, Señor,
tú eres mi fuerza, el Dios que me protege y me libera. R/.
Tú eres mi refugio, mi salvación, mi escudo, mi castillo. Cuando
invoqué al Señor de mi esperanza, al punto me libró de
mi enemigo. R/.
Olas mortales me cercaban, torrentes destructores me envolvían; me alcanzaban
las redes del abismo y me ataban los lazos de la muerte. R/.
En el peligro invoqué al Señor, en mi angustia le grité
a mi Dios; desde su templo, él escuchó mi voz y mi grito llegó
a sus oídos. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Jn 6, 63.68
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes palabras de vida eterna. R/.
EVANGELIO
Intentaron apoderarse de él, pero se les escapo de las manos.
Del santo Evangelio según san Juan: 10, 31-42
En aquel tiempo, cuando
Jesús terminó de hablar, los judíos cogieron piedras para
apedrearlo. Jesús les dijo: "He realizado ante ustedes muchas obras
buenas de parte del Padre, ¿por cuál de ellas me quieren apedrear?".
Le contestaron los judíos: "No te queremos apedrear por ninguna
obra buena, sino por blasfemo, porque tú, no siendo más que un
hombre, pretendes ser Dios".
Jesús les replicó: "¿No está escrito en su
ley: Yo les he dicho: Ustedes son dioses? Ahora bien, si ahí se llama
dioses a quienes fue dirigida la palabra de Dios (y la Escritura no puede equivocarse),
¿cómo es que a mí, a quien el Padre consagró y envió
al mundo, me llaman blasfemo porque he dicho: 'Soy Hijo de Dios'? Si no hago
las obras de mi Padre, no me crean. Pero si las hago, aunque no me crean a mí,
crean a las obras, para que puedan comprender que el Padre está en mí
y yo en el Padre". Trataron entonces de apoderarse de él, pero se
les escapó de las manos. Luego regresó Jesús al otro lado
del Jordán, al lugar donde Juan había bautizado en un principio
y se quedó allí. Muchos acudieron a él y decían:
"Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan decía de
éste, era verdad". Y muchos creyeron en él allí. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que tu ayuda, Dios misericordioso, nos haga dignos de servir siempre a tu altar, a fin de que la asidua participación en este sacrificio nos obtenga la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I de la Pasión del Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Pe 2, 24
Jesús, cargado con nuestros pecados, subió al madero de la cruz, para que, muertos al pecado, vivamos para la justicia; por sus llagas hemos sido curados.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que no deje de protegernos continuamente, Señor, la recepción de este sacramento y que aleje siempre de nosotros todo mal. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO.
Opcional.
Concede, Dios todopoderoso, que tu siervos, que anhelan la gracia de tu protección, puedan servirte con ánimo confiado, libres ya de todo mal. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Por decreto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, del 18 de marzo de 1995 (Prot. 452/95/L), en las parroquias e iglesias en las que hoy, antiguo "Viernes de Dolores", siga habiendo gran afluencia de fieles para honrar a la Virgen María en su advocación de Nuestra Señora de los Dolores, se puede celebrar una única Misa votiva de esta advocación (cfr. 15 de septiembre, p. 792).
* NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES MR p. 833 (822) / Lecc. III, p. 125
La santísima Virgen María estuvo íntimamente unida a la pasión de su Hijo. Por eso está asociada de un modo particular a la gloria de su resurrección. La compasión de María, que celebramos en esta fiesta, nos recuerda que al pie de la cruz la maternidad de María se extendió a todo el cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, es decir, a todos nosotros.
ANTÍFONA DE ENTRADA Lc 2, 34-35
El anciano Simeón dijo a María: Este niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento de muchos en Israel, como signo que provocará contradicción; y a ti, una espada te atravesará el alma.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que quisiste que junto a tu Hijo en la cruz estuviera de pie su Madre, compartiendo su dolor, concede a tu Iglesia que, asociada con ella a la pasión de Cristo, merezca participar de su gloriosa resurrección. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Aprendió a obedecer y se ha convertido en autor de salvación eterna.
De la carta a los hebreos: 5, 7-9
Hermanos: Durante su vida mortal, Cristo ofreció oraciones y súplicas, con fuertes voces y lágrimas, a aquel que podía librarlo de la muerte, y fue escuchado por su piedad. A pesar de que era el Hijo, aprendió a obedecer padeciendo, y llegado a su perfección, se convirtió en la causa de la salvación eterna para todos los que lo obedecen. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 30,2-3a.
3b-4. 5-6.15-16. 20
R/. Señor, por tu amor tan grande ponme a salvo.
A ti, Señor, me acojo,
que no quede yo nunca defraudado; Señor, tú, que eres justo, ponme
a salvo. Escucha mi oración. R/.
Ven a rescatarme sin retardo, sé tú mi fortaleza y mi refugio.
Pues eres mi refugio y fortaleza, por tu nombre, Señor, guía mis
pasos. R/.
Sácame de la red que me han tendido, pues eres tú mi amparo. En
tus manos encomiendo mi espíritu y tu lealtad me librará, Dios
mío. R/.
Pero yo en ti confío; «tú eres mi Dios», Señor,
siempre te digo; mi suerte está en tus manos, líbrame del poder
de mi enemigo que viene tras mis pasos. R/.
Qué grande es la bondad que has reservado, Señor, para tus fieles.
Con quien se acoge a ti, Señor, y a la vista de todos, ¡qué
bueno eres! R/.
SECUENCIA
Esta secuencia es opcional tanto en su forma larga como en su forma breve, desde • ¡Oh dulce fuente de amor!
La Madre piadosa
estaba
junto a la cruz, y lloraba
mientras el Hijo pendía,
cuya alma triste y llorosa,
traspasada y dolorosa,
fiero cuchillo tenía.
Oh, cuán
triste y afligida
se vió la Madre escogida
de tantos tormentos llena
cuando triste contemplaba,
y dolorosa miraba,
del Hijo la pena.
¿Y cuál
hombre no llorara
si a la Madre contemplara
de Cristo, en tanto dolor?
¿Y quién no se entristeciera,
piadosa Madre, si os viera,
sujeta a tanto rigor?
Por los pecados
del mundo
vió a Jesús en tan profundo
tormento la dulce María,
y muriendo al Hijo amado
que rindió desamparado
el espíritu a su Padre.
Oh Madre, fuente
de amor
hazme sentir tu dolor
para que llore contigo.
Y que por mi Cristo amado
mi corazón abrasado
más viva en Él que conmigo.
Y porque a amarte
me anime
en mi corazón imprime
las llagas que tuvo en sí;
y de tu Hijo, Señora,
divide conmigo ahora
las que padeció por mí.
Hazme contigo llorar,
y de veras lastimar
de sus penas mientras vivo:
porque acompañar deseo
en la cruz, donde le veo,
tu Corazón compasivo.
Virgen de vírgenes
santas,
llore yo con ansias tantas,
que el llanto dulce me sea;
porque su Pasión y Muerte
tenga mi alma de suerte
que siempre sus penas vea.
Haz que su cruz
me enamore,
Y que en ella viva y more,
De mi fe y amor indicio;
porque me inflame y me encienda
y contigo me defienda
en el día del juicio.
Haz que me ampare
la muerte
de Cristo, cuando en tan fuerte
trance vida y alma estén;
para que cuando quede en calma
el cuerpo, vaya mi alma
a su eterna gloria.
Amén.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Dichosa la Virgen María, que sin morir, mereció la palma del martirio junto a la cruz del Señor. R/.
EVANGELIO
¿Y cuál hombre no llorara si a la Madre contemplara de Cristo en tanto dolor?
Del santo Evangelio según san Juan: 19, 25-27
En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María la de Cleofás y María Magdalena.
Al ver a su madre y junto
a ella al discípulo a quien tanto quería, Jesús dijo a
su madre: "Mujer, ahí está tu hijo". Luego dijo al discípulo:
"Ahí está tu madre". Y desde entonces el discípulo
se la llevó a vivir con él.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
REFLEXIÓN: La Virgen de los Dolores es una advocación de la Virgen María, también conocida -entre otros muchos títulos- como Virgen de la Soledad o La Dolorosa. En latín se la invoca como Maria Virgo Perdolens o Mater Dolorosa y es una de las numerosas advocaciones a través de las cuales la Iglesia Católica venera a la Virgen María. Estas advocaciones destacan el sentimiento de dolor de la Madre ante el inconmensurable sufrimiento de su Hijo. El misterio de la participación de la Virgen madre dolorosa en la pasión y muerte de su Hijo es probablemente el acontecimiento evangélico que ha encontrado un eco más amplio y más intenso en la religiosidad popular, en determinados ejercicios de piedad. La devoción a los "siete dolores" hace referencia a los siete episodios de la vida de Jesucristo, relatados por los evangelios, que hicieron sufrir a María, quien acompañaba así a su Hijo en su misión de Redentor. La devoción a la Mater Dolorosa se desarrolla a partir de finales del siglo XI. En 1239, en la diócesis de Florencia, la Orden de los Servitas u Orden de frailes Siervos de María, cuya espiritualidad estaba muy ligada a la Santa Virgen, fijó la fiesta universal de Nuestra Señora de los Dolores el 15 de septiembre. En México hay muchas manifestaciones de religiosidad popular en su honor, lo mismo el Viernes de Dolores que el 15 de septiembre, cuando espontáneamente se le asocia con el Día del inicio de la Independencia, comenzado precisamente en Dolores Hidalgo. Su vestidura por lo general es negra o morada.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Dios misericordioso, las súplicas y ofrendas que te presentamos para alabanza de tu nombre, al venerar a la santísima Virgen María, a quien, bondadoso, nos entregaste como piadosísima Madre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Pe 4, 13
Alégrense de compartir ahora los padecimientos de Cristo, para que cuando se manifieste su gloria, el júbilo de ustedes sea desbordante.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el sacramento de la redención eterna, te pedimos, Señor, que, al conmemorar el dolor de la santísima Virgen María, completemos, a favor de la Iglesia, lo que falta en nosotros a los padecimientos de Cristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Morado Sábado V de Cuaresma MR, p. 238 (256) / Lecc. I, p. 799 LH, a partir de las Vísperas de hoy, se usan los himnos y oficio de la Semana Santa.
Otros santos: San Ruperto de Salzburgo, obispo y abad. Beatos: Francisco Faà de Bruno, presbítero y fundador; Peregrino de Falerone, hermano laico franciscano.
EL DOLOR
DE LA SEPARACIÓN
Ez 37,21-28; Jer 31; Jn 11,45-56
La muerte es dolorosa por muchas razones, entre las cuales se encuentra el hecho de que separa a las personas de sus seres queridos. Por lo tanto, la victoria sobre la muerte representa no sólo el retorno a la vida, sino también la reunión de personas que se aman. El profeta Ezequiel nos muestra esto narrando la resurrección de los huesos secos. Tal resurrección simboliza la reunificación de las doce tribus de Israel, divididas en dos reinos desde la muerte del rey Salomón. Son dos "hermanos" que finalmente se reconcilian. Serán regidas por una sola y única autoridad, con un único santuario, en donde el Dios de la alianza fijará su morada para siempre. Hoy, cuando nos convertimos a Dios, poniendo un fin a la separación del pecado y uniéndonos de nuevo a él que nos ama, experimentamos la resurrección.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 21. 20. 7
Tú, Señor, no te quedes lejos; fuerza mía, ven aprisa a ayudarme; pues yo soy un gusano, no un hombre, despreciado por la gente y rechazado por el pueblo.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que hiciste que todos los renacidos en Cristo, vinieran a ser linaje escogido y sacerdocio real, concédenos querer y poder cumplir lo que mandas, para que tu pueblo, llamado a la vida eterna, tenga unidos sus corazones en una misma fe y actúe movido por el mismo amor. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Haré de ellos un solo pueblo.
Del libro del profeta Ezequiel: 37,21-28
Esto dice el Señor
Dios: "Voy a recoger de las naciones a donde emigraron, a todos los israelitas;
de todas partes los congregaré para llevados a su tierra. Haré
de ellos un solo pueblo en mi tierra, en los montes de Israel; habrá
un solo rey para todos ellos y nunca más volverán a ser dos naciones,
ni a dividirse en dos reinos. Ya no volverán a mancharse con sus ídolos,
sus abominaciones y con todas sus iniquidades; yo los salvaré de las
infidelidades que cometieron y los purificaré; ellos van a ser mi pueblo
y yo voy a ser su Dios.
Mi siervo David será su rey y todos ellos no tendrán más
que un pastor; cumplirán mis mandamientos y pondrán por obra mis
preceptos. Habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob y en la que
habitaron los padres de ustedes, y ahí vivirán para siempre ellos,
sus hijos y sus nietos; mi siervo David será su rey para siempre. Voy
a hacer con ellos una alianza eterna de paz. Los asentaré, los haré
crecer y pondré mi santuario entre ellos para siempre. En medio de ellos
estará mi templo: yo voy a ser su Dios y ellos van a ser mi pueblo.
Las naciones sabrán que yo soy el Señor que santifica a Israel,
cuando vean mi santuario en medio de ellos para siempre". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Jeremías
31, 10. 11-12ab.13.
R/. El Señor cuidará a su pueblo como un pastor a su rebaño.
Escuchen, pueblos, la palabra
del Señor, anúncienla aun en las islas más remotas: "El
que dispersó a Israel lo reunirá y lo cuidará como el pastor
a su rebaño". R/.
Porque el Señor redimió a Jacob y lo rescató de las manos
del poderoso. Ellos vendrán para aclamarlo al monte Sión y vendrán
a gozar de los bienes del Señor. R/.
Entonces se alegrarán las jóvenes, danzando; se sentirán
felices jóvenes y viejos, porque yo convertiré su tristeza en
alegría, los llenaré de gozo y aliviaré sus penas. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Ez 18, 31
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Purifíquense de todas sus iniquidades; renueven su corazón y su espíritu, dice el Señor. R/.
EVANGELIO
Jesús debía morir para congregar a los hijos de Dios, que estaban dispersos.
Del santo Evangelio según san Juan: 11,45-56
En aquel tiempo, muchos
de los judíos que habían ido a casa de Marta y María, al
ver que Jesús había resucitado a Lázaro, creyeron en él.
Pero algunos de entre ellos fueron a ver a los fariseos y les contaron lo que
había hecho Jesús. Entonces los sumos sacerdotes y los fariseos
convocaron al sanedrín y decían: "¿Qué será
bueno hacer? Ese hombre está haciendo muchos prodigios. Si lo dejamos
seguir así, todos van a creer en él, van a venir los romanos y
destruirán nuestro templo y nuestra nación".
Pero uno de ellos, llamado Caifás, que era sumo sacerdote aquel año,
les dijo: "Ustedes no saben nada. No comprenden que conviene que un solo
hombre muera por el pueblo y no que toda la nación perezca". Sin
embargo, esto no lo dijo por sí mismo, sino que, siendo sumo sacerdote
aquel año, profetizó que Jesús iba a morir por la nación,
y no sólo por la nación, sino también para congregar en
la unidad a los hijos de Dios, que estaban dispersos. Por lo tanto, desde aquel
día tomaron la decisión de matarlo.
Por esta razón, Jesús ya no andaba públicamente entre los
judíos, sino que se retiró a la ciudad de Efraín, en la
región contigua al desierto y allí se quedó con sus discípulos.
Se acercaba la Pascua de los judíos y muchos de las regiones circunvecinas
llegaron a Jerusalén antes de la Pascua, para purificarse. Buscaban a
Jesús en el templo y se decían unos a otros: "¿Qué
pasará? ¿No irá a venir para la fiesta?". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sea aceptable,
Señor, la ofrenda de nuestro ayuno, para que, purificados, nos haga dignos
de tu gracia y nos lleve a participar de los bienes prometidos. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Prefacio I de la Pasión del Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 11. 52
Cristo fue entregado a la muerte, para congregar en la unidad a los hijos de Dios, que estaban dispersos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios nuestro, te pedimos que así como nos nutres con el sagrado alimento del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, nos hagas participar de tu naturaleza divina. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO.
Opcional.
Ten misericordia,
Señor, de tu Iglesia suplicante y mira compasivo a quienes se inclinan
de corazón ante ti, para que no permitas que los que redimiste con la
muerte de tu Unigénito, queden expuestos al pecado ni consientas que
los opriman las adversidades.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Algunas notas pastorales para el Domingo de Ramos:
I. En todas
las Misas, incluso en las vespertinas del sábado se ha de hacer la conmemoración
de la entrada del Señor en Jerusalén, con alguna de las tres formas
indicadas en el Misal.
II. No está permitida la bendición de ramos sin
la procesión por lo menos, del celebrante con sus ministros.
III. Si hay inconvenientes muy graves, se puede omitir la primera
o segunda lectura, o incluso las dos. En cambio, es obligatorio, en todas las
Misas, la lectura de la Pasión, por lo menos en su forma breve.
IV. Antes de empezar la lectura de la Pasión, No se
dice: El Señor esté con ustedes, ni se signa el evangelio; terminada
la lectura, en cambio, se dice: Palabra del Señor, pero no se besa el
libro.
Domingo de Ramos de la Pasión del Señor
Rojo MR, p. 243 (257) / Lecc. I, p. 193 LH, semana II del Salterio
LA GENEROSIDAD
Is 50,4-7; Sal 21, Flp2, 6-11; Mc 14,1-15.47
En nuestras lecturas, todo habla de la generosidad. Según el tercer cántico del Siervo de Yahvé, que forma la primera lectura, el Siervo encuentra oposición a su misión, ofensas personales, y adversarios que lo golpean, insultan, y escupen. No obstante, muestra la actitud de un verdadero discípulo de los profetas y de los sabios de Israel: escucha la palabra de Dios para luego transmitirla generosamente. En la Carta a los filipenses, Cristo Jesús es igualmente generoso, pues no retuvo ávidamente el ser igual a Dios sino que se entregó a sí mismo, generosamente a Dios. En el relato de la pasión del Señor, la generosidad de la mujer que traía un frasco de alabastro con perfume puro de nardo es sólo el primer gesto en una larga narración de generosidad que culmina en el acto supremo de la muerte de Jesús.
l. En
este día la Iglesia recuerda la entrada de Cristo nuestro Señor
a Jerusalén para consumar su Misterio Pascual. Por lo tanto, en todas
las Misas se conmemora esta entrada del Señor mediante una procesión
o una entrada solemne, antes de la Misa principal, y por medio de una entrada
sencilla antes de las demás Misas.
Pero puede repetirse la entrada solemne (no la procesión), antes de algunas
otras Misas que se celebren con gran asistencia del Pueblo.
Conviene que donde no pueda hacerse ni procesión ni entrada solemne,
se tenga una celebración de la Palabra de Dios, sobre la entrada mesiánica
y la Pasión del Señor, ya sea el sábado por la tarde o
ya sea el domingo a una hora oportuna.
Conmemoración de la entrada del Señor en Jerusalén Primera forma: Procesión
2. A la hora señalada, los fieles se reúnen en una iglesia menor o en algún otro lugar adecuado, fuera de la iglesia hacia la cual va a dirigirse la procesión. Los fieles llevan sus ramos en las manos.
3. El sacerdote y el diácono, revestidos con las vestiduras rojas requeridas para la Misa, acompañados por los otros ministros, se acercan al lugar donde el pueblo está congregado. El sacerdote, en lugar de casulla, puede usar la capa pluvial, que dejará después de la procesión, y se pondrá la casulla.
4. Entretanto se canta la siguiente antífona u otro cántico adecuado:
ANTÍFONA
Mt 21,9
Hosanna al Hijo de David. Bendito el que viene en nombre del Señor, el
Rey de Israel. Hosanna en el cielo.
5. Enseguida
el sacerdote y los fieles se santiguan mientras el sacerdote dice: "En
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo". Después
el sacerdote saluda al pueblo de la manera acostumbrada y hace una breve monición
para invitar a los fieles a participar activa y conscientemente en la celebración
de este día:
Puede hacerla con éstas o semejantes palabras.
Queridos hermanos: Después de haber preparado nuestros corazones
desde el principio de Cuaresma con nuestra penitencia y nuestras obras de caridad,
hoy nos reunimos para iniciar, unidos con toda la Iglesia, la celebración
anual del Misterio Pascual, es decir, de la pasión y resurrección
de nuestro Señor Jesucristo, misterios que empezaron con su entrada en
Jerusalén, su ciudad. Por eso, recordando con toda fe y devoción
esta entrada salvadora, sigamos al Señor, para que participando de su
cruz, tengamos parte con él en su resurrección y su vida.
6. Después
de esta monición, el sacerdote, teniendo extendidas las manos, dice una
de las dos oraciones siguientes:
Oremos. Dios todopoderoso y eterno, santifica con tu bendición †
estos ramos, para que, quienes acompañamos jubilosos a Cristo Rey, podamos
llegar, por él, a la Jerusalén del cielo. Él, que vive
y reina por los siglos de los siglos. R. Amén.
O bien:
Aumenta, Señor Dios,
la fe de los que esperan en ti y escucha con bondad las súplicas de quienes
te invocan, para que, al presentar hoy nuestros ramos a Cristo victorioso, demos
para ti en él frutos de buenas obras. Él, que vive y reina por
los siglos de los siglos.
R. Amén.
Y en silencio, rocía los ramos con agua bendita.
7. Enseguida el diácono, o en su ausencia el sacerdote, proclama del modo acostumbrado el Evangelio de la entrada del Señor en Jerusalén, según alguno de los cuatro evangelistas. Si es oportuno se usa el incienso.
Evangelio (Ciclo B)
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Del santo Evangelio según san Marcos: 11, 1-10
Cuando Jesús y los
suyos iban de camino a Jerusalén, al llegar a Betfagé y Betania,
cerca del monte de los Olivos, les dijo a dos de sus discípulos: "Vayan
al pueblo que ven allí enfrente; al entrar, encontrarán amarrado
un burro que nadie ha montado todavía.
Desátenlo y tráiganmelo. Si alguien les pregunta por qué
lo hacen, contéstenle: 'El Señor lo necesita y lo devolverá
pronto' ". "Fueron y encontraron al burro en la calle, atado junto
a una puerta, y lo desamarraron.
Algunos de los que allí estaban les preguntaron: "¿Por qué
sueltan al burro?". Ellos les contestaron lo que había dicho Jesús
y ya nadie los molestó. Llevaron el burro, le echaron encima los mantos
y Jesús montó en él. Muchos extendían su manto en
el camino, y otros lo tapizaban con ramas cortadas en el campo. Los que iban
delante de Jesús y los que lo seguían, iban gritando vivas: "¡Hosanna!
¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Bendito el reino
que llega, el reino de nuestro padre David! ¡Hosanna en el cielo!".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
O bien:
Del santo Evangelio según san Juan: 12,12-16
En aquel tiempo, al enterarse
la gran muchedumbre que había llegado para la fiesta, de que Jesús
se dirigía a Jerusalén, cortaron hojas de palmera y salieron a
su encuentro, gritando: "¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en
nombre del Señor, el rey de Israel!
Habiendo encontrado Jesús un burrito, lo montó, como estaba escrito:
No tengas temor, hija de Sión, mira que tu rey viene a ti montado en
un burrito.
Sus discípulos no entendieron estas cosas al principio, pero cuando Jesús
fue glorificado, se acordaron de que habían sido escritas acerca de él
y que ellos las habían cumplido.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
8. Después
del Evangelio, si se cree oportuno, puede tenerse una breve homilía.
Al iniciar la procesión, el celebrante u otro ministro idóneo
puede hacer una exhortación con estas palabras u otras parecidas:
Queridos hermanos: Como la muchedumbre que aclamaba a Jesús, acompañemos
también nosotros, con júbilo, al Señor.
9. Y se inicia la procesión hacia el templo donde va a celebrarse la misa. Si se usa el incienso, el turiferario va adelante con el incensario, en el cual habrá puesto incienso previamente; enseguida, un ministro con la cruz adornada y, a su lado, dos acólitos con velas encendidas. Sigue luego el sacerdote con los ministros y, detrás de ellos, los fieles con ramos en las manos. Al avanzar la procesión, el coro y el pueblo entonan los siguientes cánticos u otros apropiados.
ANTÍFONA I
Los niños hebreos, llevando ramos de olivo, salieron al encuentro del Señor, clamando: "Hosanna en el cielo".
Si se cree conveniente, puede alternarse esta antífona con los versículos del salmo 23.
SALMO 23
Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los que en él habitan, pues él lo edificó sobre los mares, él fue quien lo asentó sobre los ríos.
Se repite la antífona.
¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién podrá entrar en su recinto santo? El de corazón limpio y manos puras y que no jura en falso.
Se repite la antífona.
Ese obtendrá la bendición de Dios, y Dios, su salvador, le hará justicia. Ésta es la clase de hombres que te buscan y vienen ante ti, Dios de Jacob.
Se repite la antífona.
¡Puertas, ábranse de par en par; agrándense, portones eternos, porque va a entrar el rey de la gloria!
Se repite la antífona.
Y ¿quién es el rey de la gloria? Es el Señor, fuerte y poderoso, el Señor, poderoso en la batalla.
Se repite la antífona.
¡Puertas, ábranse de par en par; agrándense, portones eternos, porque va a entrar el rey de la gloria!
Se repite la antífona.
Y ¿quién es el rey de la gloria? El Señor, Dios de los ejércitos, es el rey de la gloria.
Se repite la antífona.
ANTÍFONA II
Los niños hebreos extendían sus mantos por el camino y clamaban: "Hosanna al Hijo de David, bendito el que viene en nombre del Señor".
Si se cree oportuno, puede alternarse esta antífona con los versículos del siguiente salmo.
SALMO 46
Aplaudan, pueblos todos; aclamen al Señor, de gozo llenos; que el Señor, el Altísimo, es terrible y de toda la tierra, rey supremo.
Se repite la antífona.
Fue él quien nos puso por encima de todas las naciones y los pueblos, al elegirnos como herencia suya, orgullo de Jacob, su predilecto.
Se repite la antífona.
Entre voces de júbilo y trompetas, Dios, el Señor, asciende hasta su trono. Cantemos en honor de nuestro Dios, al rey honremos y cantemos todos.
Se repite la antífona.
Porque Dios es el rey del universo, cantemos el mejor de nuestros cantos. Reina Dios sobre todas las naciones desde su trono santo.
Se repite la antífona.
Los jefes de los pueblos se han reunido con el pueblo de Dios, Dios de Abraham, porque de Dios son los grandes de la tierra. Por encima de todo Dios está.
Himno a Cristo Rey
Coro:
Gloria, alabanza y honor, a ti Cristo rey, redentor; a quien infantil cortejo entonó piadoso Hosanna.
Todos repiten:
Gloria, alabanza y honor ...
Coro:
Tú eres el rey de Israel, prole ínclita de David, rey bendito, que vienes en el nombre del Señor.
Todos repiten:
Gloria, alabanza y honor ...
Coro:
Toda la corte celestial te alaba en las alturas, y el hombre mortal, con todas las creaturas.
Todos repiten:
Gloria, alabanza y honor ...
Coro:
El pueblo hebreo salió con palmas a tu encuentro; nosotros con preces, votos e himnos venimos a ti.
Todos repiten:
Gloria, alabanza y honor ...
Coro:
Aquellos cuando ibas a padecer te tributaban loores; nosotros ahora que reinas, te ofrecemos nuestro canto.
Todos repiten:
Gloria, alabanza y honor ...
Coro:
Aquellos te agradaron, que te agrade también nuestra devoción:
¡Rey bueno, rey clemente, a quien agrada todo lo bueno!
Todos repiten:
Gloria, alabanza y honor ...
O bien:
Himno a Cristo Rey
¡Que viva mi Cristo,
que viva mi Rey, que impere doquiera triunfante su ley! (2)
¡Viva Cristo Rey, viva Cristo Rey!
l. Mexicanos, un Padre tenemos que nos dio de la Patria la
unión, a ese Padre gozosos cantemos empuñando con fe su pendón.
2. Demos
gracias al Padre que ha hecho que tengamos de herencia la luz y podamos vivir
en el reino que su Hijo nos dio por la cruz.
3. Dios le dio el poder, la victoria; pueblos todos, venid
y alabad a este Rey de los cielos y tierra en quien sólo tenemos la paz.
4. Rey eterno, Rey universal, en quien todo ya se restauró,
te rogamos que todos los pueblos sean unidos en un solo amor.
10. Al entrar la procesión en la iglesia, se canta el
siguiente responsorio u otro cántico alusivo a la entrada del Señor
en Jerusalén:
RESPONSORIO
R. Al entrar
el Señor en la ciudad santa, los hijos de Israel, anticipándose
a la resurrección del Señor de la vida, con palmas en las manos,
clamaban: Hosanna en el cielo.
V. Al enterarse de que Jesús llegaba a Jerusalén,
el pueblo salió a su encuentro
R. Con palmas en las manos, clamando: Hosanna en el cielo.
11. El sacerdote, al llegar al altar, hace la debida reverencia
y, si lo juzga oportuno, lo inciensa. Luego se dirige a la sede (se quita la
capa pluvial, si la usó, y se pone la casulla) y, omitidos los demás
ritos iniciales de la Misa, incluso el Señor, ten piedad, da fin a la
procesión diciendo la oración colecta y prosigue la misa de la
manera acostumbrada.
Segunda forma: Entrada solemne
12. Donde no se pueda hacer la procesión fuera de la
iglesia, la entrada del Señor se celebra dentro del templo por medio
de una entrada solemne, antes de la misa principal.
13. Los fieles se reúnen ante la puerta de la iglesia,
o bien, dentro de la misma iglesia, llevando los ramos en la mano. El sacerdote,
los ministros y algunos de los fieles, van a algún sitio adecuado de
la iglesia, fuera del presbiterio, en donde pueda ser vista fácilmente
la ceremonia, al menos por la mayor parte de la asamblea.
14. Mientras el sacerdote se dirige al sitio indicado, se canta
la antífona "Hosanna al Hijo de David" (n. 4) o algún
otro cántico adecuado. Después se bendicen los ramos y se lee
el Evangelio de la entrada del Señor en Jerusalén, como se indicó
en los nn. 5-7. Después del Evangelio, el sacerdote va solemnemente hacia
el presbiterio a través del templo, acompañado por los ministros
y por algunos fieles, mientras se canta el responsorio "Al entrar el Señor"
(n. 10), u otro cántico apropiado.
15. Al llegar al altar, el sacerdote hace la debida reverencia.
Enseguida va a la sede y, omitidos los ritos iniciales de la Misa, incluso el
Señor, ten piedad, si es oportuno, dice la colecta de la Misa, que prosigue
luego de la manera acostumbrada.
Tercera forma: Entrada sencilla
16. En todas las demás misas de este domingo, en las
que no se hace la entrada solemne, se recuerda la entrada del Señor en
Jerusalén por medio de una entrada sencilla.
17. Mientras el sacerdote se dirige al altar, se canta la antífona
de entrada con su salmo u otro cántico sobre el mismo tema. El sacerdote,
al llegar al altar, hace la debida reverencia, va a la sede y saluda al pueblo.
Luego sigue la misa de la manera acostumbrada.
En las demás misas en que no es posible cantar la antífona de
entrada, el sacerdote, después de llegar al altar y de haber hecho la
debida reverencia, saluda al pueblo, lee la antífona de entrada y prosigue
la misa de la manera acostumbrada.
18. ANTÍFONA DE ENTRADA Jn 12,1. 12-13
Seis días antes
de la Pascua, cuando el Señor entró en Jerusalén, salieron
los niños a su encuentro llevando en sus manos hojas de palmera y gritando:
Hosanna en el cielo. Bendito tú, que vienes lleno de bondad y de misericordia.
Sal 23, 9-10
Puertas, ábranse de par en par; agrándense, portones eternos,
porque va a entrar el Rey de la gloria. Y ¿quién es ese Rey de
la gloria? El Señor de los ejércitos es el Rey de la gloria. Hosanna
en el cielo. Bendito tú, que vienes lleno de bondad y de misericordia.
Cuando no se puede hacer ni la procesión, ni la entrada solemne, es conveniente
hacer una celebración de la palabra de Dios, acerca de la entrada mesiánica
y de la Pasión del Señor, ya sea el sábado en la tarde,
o bien el domingo, a la hora más oportuna.
La Misa
19. Después de la procesión o de la entrada solemne, el sacerdote comienza la misa con la oración colecta.
20. ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que quisiste que nuestro Salvador se hiciera hombre y padeciera en la cruz para dar al género humano ejemplo de humildad, concédenos, benigno, seguir las enseñanzas de su pasión y que merezcamos participar de su gloriosa resurrección. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
21. Se
lee la historia de la Pasión del Señor. No se llevan ciriales
ni incienso, ni se hace al principio el saludo, ni se signa el libro. La lectura
la hace un diácono o, en su defecto, el sacerdote. Puede también
ser hecha por lectores, reservando al sacerdote, si es posible, la parte correspondiente
a Cristo.
Solamente los diáconos piden la bendición del celebrante antes
del canto de la Pasión, como se hace antes del Evangelio.
22. Después
de la lectura de la Pasión, puede tenerse, si se cree oportuno, una breve
homilía. También se puede guardar un momento de silencio.
Dada la importancia de la Pasión del Señor, el sacerdote, en las
Misas con el pueblo, y de acuerdo con las características de los fieles
de cada asamblea, puede omitir una de las dos primeras lecturas, o ambas, y
leer sólo la Pasión del Señor, aún en su forma breve.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
No aparté mi rostro de los insultos, y sé que no quedaré avergonzado.
Del libro del profeta Isaías: 50,4-7
En aquel entonces, dijo
Isaías: "El Señor me ha dado una lengua experta, para que
pueda confortar al abatido con palabras de aliento.
Mañana tras mañana, el Señor despierta mi oído,
para que escuche yo, como discípulo. El Señor Dios me ha hecho
oír sus palabras y yo no he opuesto resistencia ni me he echado para
atrás.
Ofrecí la espalda a los que me golpeaban, la mejilla a los que me tiraban
de la barba. No aparté mi rostro de los insultos y salivazos. Pero el
Señor me ayuda, por eso no quedaré confundido, por eso endurecí
mi rostro como roca y sé que no quedaré avergonzado". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 21, 8-9.
17-18a. 19-20. 23-24
R/. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
Todos los que me ven, de
mí se burlan; me hacen gestos y dicen: "Confiaba en el Señor,
pues que él lo salve; si de veras lo ama, que lo libre". R/.
Los malvados me cercan por doquiera como rabiosos perros. Mis manos y mis pies
han taladrado y se pueden contar todos mis huesos. R/.
Reparten entre sí mis vestiduras y se juegan mi túnica a los dados.
Señor, auxilio mío, ven y ayúdame, no te quedes de mí
tan alejado. R/.
Contaré tu fama a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré.
Fieles del Señor, alábenlo; glorifícalo, linaje de Jacob;
témelo, estirpe de Israel. R/.
SEGUNDA LECTURA
Cristo se humilló a sí mismo, por eso Dios lo exaltó.
De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 2,6-11
Cristo, siendo Dios, no
consideró que debía aferrarse a las prerrogativas de su condición
divina, sino que, por el contrario, se anonadó a sí mismo, tomando
la condición de siervo, y se hizo semejante a los hombres. Así,
hecho uno de ellos, se humilló a sí mismo y por obediencia aceptó
incluso la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas y le otorgó el nombre
que está sobre todo nombre, para que, al nombre de Jesús, todos
doblen la rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y todos reconozcan
públicamente que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Flp 2, 8-9
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Cristo se humilló por nosotros y por obediencia aceptó incluso la muerte y una muerte de cruz. Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre. R/.
EVANGELIO
PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
SEGÚN SAN MARCOS: 14, 1-15,47
(La señal de cruz †, se refiere a Cristo; la C, al cronista, y la S, a la sinagoga).
C. Faltaban dos días para la fiesta de Pascua y de los panes Ázimos. Los sumos sacerdotes y los escribas andaban buscando una manera de apresar a Jesús a traición y darle muerte, pero decían:
S "No durante las fiestas, porque el pueblo podría amotinarse".
C Estando Jesús sentado a la mesa, en casa de Simón el leproso, en Betania, llegó una mujer con un frasco de perfume muy caro, de nardo puro; quebró el frasco y derramó el perfume en la cabeza de Jesús. Algunos comentaron indignados:
S "¿A qué viene este derroche de perfume? Podía haberse vendido por más de trescientos denarios para dárselos a los pobres".
C Y criticaban a la mujer; pero Jesús replicó:
† "Déjenla. ¿Por qué la molestan? Lo que ha hecho conmigo está bien, porque a los pobres los tienen siempre con ustedes y pueden socorrerlos cuando quieran; pero a mí no me tendrán siempre. Ella ha hecho lo que podía. Se ha adelantado a embalsamar mi cuerpo para la sepultura. Yo les aseguro que en cualquier parte del mundo donde se predique el Evangelio, se recordará también en su honor lo que ella ha hecho conmigo".
C Judas Iscariote, uno de los Doce, se presentó a los sumos sacerdotes para entregarles a Jesús. Al oído, se alegraron y le prometieron dinero; y él andaba buscando una buena ocasión para entregarlo. El primer día de la fiesta de los panes ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le preguntaron a Jesús sus discípulos:
S "¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?".
C Él les dijo a dos de ellos:
† "Vayan a la ciudad. Encontrarán a un hombre que lleva un cántaro de agua; síganlo y díganle al dueño de la casa en donde entre: 'El Maestro manda preguntar: ¿Dónde está la habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?'. Él les enseñará una sala en el segundo piso, arreglada con divanes. Prepárennos allí la cena".
C Los discípulos se fueron, llegaron a la ciudad, encontraron lo que Jesús les había dicho y prepararon la cena de Pascua. Al atardecer, llegó Jesús con los Doce. Estando a la mesa, cenando, les dijo:
† "Yo les aseguro que uno de ustedes, uno que está comiendo conmigo, me va a entregar".
C Ellos, consternados, empezaron a preguntarle uno tras otro:
S "¿Soy yo?".
C El respondió: .
† "Uno de los Doce; alguien que moja su pan en el mismo plato que yo. El Hijo del hombre va a morir, como está escrito: pero ¡ay del que va a entregar al Hijo del hombre! ¡Más le valiera no haber nacido!".
C Mientras cenaban, Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciendo:
† "Tomen: esto es mi cuerpo".
C Y tomando en sus manos una copa de vino, pronunció la acción de gracias, se la dio, todos bebieron y les dijo:
† "Esta es mi sangre, sangre de la alianza, que se derrama por todos. Yo les aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día en que beba el vino nuevo en el Reino de Dios".
C Después de cantar el himno, salieron hacia el monte de los Olivos y Jesús les dijo:
† "Todos ustedes se van a escandalizar por mi causa, como está escrito: 'Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas'; pero cuando resucite, iré por delante de ustedes a Galilea".
C Pedro replicó:
S "Aunque todos se escandalicen, yo no".
C Jesús le contestó:
† "Yo te aseguro que hoy, esta misma noche, antes de que el gallo cante dos veces, tú me negarás tres".
C Pero él insistía:
S "Aunque tenga que morir contigo, no te negaré".
C Y los demás decían lo mismo. Fueron luego a un huerto, llamado Getsemaní, y Jesús dijo a sus discípulos:
† "Siéntense aquí mientras hago oración".
C Se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan; empezó a sentir terror y angustia, y les dijo:
† "Tengo el alma llena de una tristeza mortal. Quédense aquí, velando".
C Se adelantó un poco, se postró en tierra y pedía que, si era posible, se alejara de él aquella hora. Decía:
† "Padre, tú lo puedes todo: aparta de mí este cáliz. Pero que no se haga lo que yo quiero, sino lo que tú quieres". .
C Volvió a donde estaban los discípulos, y al encontrarlos dormidos, dijo a Pedro:
† "Simón, ¿estás dormido? ¿No has podido velar ni una hora? Velen y oren, para que no caigan en la tentación. El espíritu está pronto, pero la carne es débil".
C De nuevo se retiró
y se puso a orar, repitiendo las mismas palabras.
Volvió y otra vez los encontró dormidos, porque tenían
los ojos cargados de sueño, por eso no sabían qué contestarle.
Él les dijo:
† "Ya pueden dormir y descansar. ¡Basta! Ha llegado la hora. Miren que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. ¡Levántense! ¡Vamos! Ya está cerca el traidor".
C Todavía estaba hablando, cuando se presentó Judas, uno de los Doce, y con él, gente con espadas y palos, enviada por los sacerdotes, los escribas y los ancianos. El traidor les había dado una contraseña, diciéndoles:
S "Al que yo bese, ése es. Deténganlo y llévenselo bien sujeto".
C Llegó, se acercó y le dijo:
S "Maestro".
C Y lo besó. Ellos le echaron mano y lo apresaron. Pero uno de los presentes desenvainó la espada y de un golpe le cortó la oreja a un criado del sumo sacerdote. Jesús tomó la palabra y les dijo:
† "¿Salieron ustedes a apresarme con espadas y palos, como si se tratara de un bandido? Todos los días he estado entre ustedes, enseñando en el templo y no me han apresado. Pero así tenía que ser para que se cumplieran las Escrituras".
C Todos lo abandonaron
y huyeron.
Lo iba siguiendo un muchacho, envuelto nada más con una sábana
y lo detuvieron; pero él soltó la sábana y se les escapó
desnudo. Condujeron a Jesús a casa del sumo sacerdote y se reunieron
todos los pontífices, los escribas y los ancianos. Pedro lo fue siguiendo
de lejos hasta el interior del patio del sumo sacerdote y se sentó con
los criados, cerca de la lumbre, para calentarse. Los sumos sacerdotes y el
sanedrín en pleno buscaban una acusación contra Jesús para
condenarlo a muerte y no la encontraban. Pues, aunque muchos presentaban falsas
acusaciones contra él, los testimonios no concordaban. Hubo unos que
se pusieron de pie y dijeron:
S "Nosotros lo hemos oído decir: 'Yo destruiré este templo, edificado por hombres, y en tres días construirá otro, no edificado por hombres"'.
C Pero ni aun en esto concordaba su testimonio. Entonces el sumo sacerdote se puso de pie y le preguntó a Jesús:
S "¿No tienes nada que responder a todas esas acusaciones?".
C Pero él no le respondió nada. El sumo sacerdote le volvió a preguntar:
S "¿Eres tú el Mesías, el Hijo de Dios bendito?".
C Jesús contestó:
† "Sí lo soy. Y un día verán cómo el Hijo del hombre está sentado a la derecha del Todopoderoso y cómo viene entre las nubes del cielo".
C El sumo sacerdote se rasgó las vestiduras exclamando:
S "¿Qué falta hacen ya más testigos? Ustedes mismos han oído la blasfemia. ¿Qué les parece?".
C Y todos lo declararon
reo de muerte.
Algunos se pusieron a escupirle, y tapándole la cara, lo abofeteaban
y le decían:
S ''Adivina quién fue",
C Y los criados también le daban de bofetadas. Mientras tanto, Pedro estaba abajo, en el patio. Llegó una criada del sumo sacerdote, y al ver a Pedro calentándose, lo miró fijamente y le dijo:
S "Tú también andabas con Jesús Nazareno".
C Él lo negó, diciendo:
S "Ni sé ni entiendo lo que quieres decir".
C Salió afuera hacia el zaguán, y un gallo cantó. La criada, al verlo, se puso de nuevo a decir a los presentes:
S "Ése es uno de ellos".
C Pero él lo volvió a negar. Al poco rato, también los presentes dijeron a Pedro:
S "Claro que eres uno de ellos, pues eres galileo".
C Pero él se puso a echar maldiciones y a jurar:
S "No conozco a ese hombre del que hablan".
C En seguida, cantó el gallo por segunda vez. Pedro se acordó entonces de las palabras que le había dicho Jesús: "Antes de que el gallo cante dos veces, tú me habrás negado tres", y rompió a llorar.
Comienza la lectura breve
C Luego que amaneció, se reunieron los sumos sacerdotes con los ancianos, los escribas y el sanedrín en pleno, para deliberar. Ataron a Jesús, se lo llevaron y lo entregaron a Pilato. Éste le preguntó:
S “¿Eres tú el rey de los judíos?".
C El respondió:
† "Sí lo soy".
C Los sumos sacerdotes lo acusaban de muchas cosas. Pilato le preguntó de nuevo:
S "¿No contestas nada? Mira de cuántas cosas te acusan".
C Jesús ya no le contestó nada, de modo que Pilato estaba muy extrañado. Durante la fiesta de Pascua, Pilato solía soltarles al preso que ellos pidieran. Estaba entonces en la cárcel un tal Barrabás, con los revoltosos que habían cometido un homicidio en un motín. Vino la gente y empezó a pedir el indulto de costumbre. Pilato les dijo:
S "¿Quieren que les suelte al rey de los judíos?".
C Porque sabía que los sumos sacerdotes se lo habían entregado por envidia. Pero los sumos sacerdotes incitaron a la gente para que pidieran la libertad de Barrabás. Pilato les volvió a preguntar:
S "¿Y qué voy a hacer con el que llaman rey de los judíos?".
C Ellos gritaron:
S "¡Crucifícalo!".
C Pilato les dijo:
S "Pues ¿qué mal ha hecho?".
C Ellos gritaron más fuerte:
S "¡Crucifícalo!".
C Pilato, queriendo dar gusto a la multitud, les soltó a Barrabás;
y a Jesús, después de mandarlo azotar, lo entregó para
que lo crucificaran. Los soldados se lo llevaron al interior del palacio, al
pretorio, y reunieron a todo el batallón. Lo vistieron con un manto de
color púrpura, le pusieron una corona de espinas, que habían trenzado,
y comenzaron a burlarse de él, dirigiéndole este saludo:
S "¡Viva el rey de los judíos!".
C Le golpeaban la cabeza con una caña, le escupían y, doblando las rodillas, se postraban ante él. Terminadas las burlas, le quitaron aquel manto de color púrpura, le pusieron su ropa y lo sacaron para crucificarlo. Entonces forzaron a cargar la cruz a un individuo que pasaba por ahí de regreso del campo, Simón de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo, y llevaron a Jesús al Gólgota (que quiere decir "lugar de la Calavera"). Le ofrecieron vino con mirra, pero él no lo aceptó. Lo crucificaron y se repartieron sus ropas, echando suertes para ver qué le tocaba a cada uno. Era media mañana cuando lo crucificaron. En el letrero de la acusación estaba escrito: "El rey de los judíos". Crucificaron con él a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda. Así se cumplió la Escritura que dice: Fue contado entre los malhechores. Los que pasaban por ahí, lo injuriaban meneando la cabeza y gritándole:
S "¡Anda! Tú, que destruías el templo y lo reconstruías en tres días, sálvate a ti mismo y baja de la cruz".
C Los sumos sacerdotes se burlaban también de él y le decían: "Ha salvado a otros, pero a sí mismo no se puede salvar. Que el Mesías, el rey de Israel, baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos".
C Hasta los que estaban crucificados con él también lo insultaban. Al llegar el mediodía, toda aquella tierra se quedó en tinieblas hasta las tres de la tarde. Y a las tres, Jesús gritó con voz potente:
† Eloí, Eloí, ¿lama sabactaní?".
C (que significa: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?) Algunos de los presentes, al oírlo, decían:
S "Miren, está llamando a Elías".
C Uno corrió a empapar una esponja en vinagre, la sujetó a un carrizo y se la acercó para que bebiera, diciendo:
S "Vamos a ver si viene Elías a bajarlo".
C Pero Jesús, dando
un fuerte grito, expiró.
(Aquí todos se arrodillan y guardan silencio por unos instantes)
C Entonces el velo del templo se rasgó en dos, de arriba a abajo. El oficial romano que estaba frente a Jesús, al ver cómo había expirado, dijo:
S "De veras este hombre era Hijo de Dios".
Fin de la lectura breve
C Había también
ahí unas mujeres que estaban mirando todo desde lejos; entre ellas, María
Magdalena, María (la madre de Santiago el menor y de José) y Salomé,
que cuando Jesús estaba en Galilea, lo seguían para atenderlo;
y además de ellas, otras muchas que habían venido con él
a Jerusalén. Al anochecer, como era el día de la preparación,
víspera del sábado, vino José de Arimatea, miembro distinguido
del sanedrín, que también esperaba el Reino de Dios. Se presentó
con valor ante Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Pilato se
extrañó que ya
hubiera muerto, y llamando al oficial, le preguntó si hacía mucho
tiempo que había muerto. Informado por el oficial, concedió el
cadáver a José. Este compró una sábana, bajó
el cadáver, lo envolvió en la sábana y lo puso en un sepulcro
excavado en una roca y tapó con una piedra la entrada del sepulcro. María
Magdalena y María, la madre de José, se fijaron en dónde
lo ponían.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Imploremos, hermanos,
a Jesús, el Sumo Sacerdote de la fe que profesamos, que en la cruz presentó,
con lágrimas en los ojos, oraciones y súplicas al Padre, y oremos
también nosotros por todos los hombres: (R/. Escúchanos, Señor.)
Para que el Señor, que en la cruz excusó a los ignorantes
y pidió perdón por ellos, tenga piedad de los fieles que han caído
en el pecado, les dé valor para recurrir al sacramento de la penitencia
y les conceda el gozo del perdón y de la paz, roguemos al Señor.
Para que la sangre de Jesús, que habla más favorablemente que
la de Abel, reconcilie con Dios a los que aún están lejos a causa
de la ignorancia, la indiferencia, la maldad o las propias pasiones, roguemos
al Señor.
Para que el Señor, que en la cruz experimentó la amargura de sentirse
triste y abandonado, se apiade de los enfermos, los afligidos y los oprimidos
y les envíe a su ángel para que los conforte, roguemos al
Señor.
Para que el Señor, que recibió en su reino al ladrón arrepentido,
se apiade de nosotros nos dé sentimientos de contrición y nos
admita, después de la muerte, en su paraíso, roguemos al Señor.
Dios todopoderoso y eterno, que enviaste a tu Hijo al mundo, para que, con
su pasión, destruyera el pecado y la muerte y, con su resurrección,
nos devolviera la vida y la felicidad, escucha las oraciones de tu pueblo y
haz que podamos gozar de los frutos de la cruz gloriosa de Jesucristo. El, que
vive y reina por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que la pasión de tu Unigénito, Señor, nos atraiga tu perdón, y aunque no lo merecemos por nuestras obras, por la mediación de este sacrificio único, lo recibamos de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO:
La Pasión del Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 26, 42
Padre mío, si no es posible evitar que yo beba este cáliz, hágase tu voluntad.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú que nos has alimentado con esta Eucaristía, y por medio de la muerte de tu Hijo nos das la esperanza de alcanzar lo que la fe nos promete, concédenos, Señor, llegar, por medio de su resurrección, a la meta de nuestras esperanzas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Dios y Padre nuestro, mira
con bondad a esta familia tuya, por la cual nuestro Señor Jesucristo
no dudó en entregarse a sus verdugos y padecer el tormento de la cruz.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Vivimos en un sistema económico que no logra entender la generosidad. Para este sistema, el egoísmo es el valor supremo. Tienes que cuidar para ti mismo solamente. No hay ninguna comida gratis. Si te doy algo, tienes que pagarme y darme más. La generosidad, entendida como la entrega libre y amorosa de sí mismo, es nada menos que la locura en el marco de tal sistema. Por eso, nuestra generosidad no puede limitarse a actos aislados de asistencia a los necesitados. Claro que tales actos son absolutamente necesarios. Sin embargo, no son suficientes. Tenemos que luchar para cambiar un mundo que crea personas necesitadas de comida, trabajo, y de los demás elementos de una vida digna. Luchando así, no debemos sorprendernos que, como aconteció a Jesús, encontremos oposición violenta. No obstante, en él tenemos el modelo perfecto de fidelidad.
Morado Lunes Santo MR, p. 258 (272) / Lecc. I, p. 802 2a. Semana del Salterio
Otros santos: Eustasio de Luxeuil, abad; Gladys, reina de Gales. Beato Bertoldo del Monte Carmelo, Segundo Prior General de los Carmelitas.
EL SIERVO
DE YAHVÉ
Is 42,1-7; Sal 26; Jn 12, 1-11
El texto de Isaías nos presenta el primer cántico del Siervo. La identidad de este personaje, tan importante para la Pasión del Señor, ha sido debatida mucho: algunos afirman que era Ciro, rey de Persia, y otros insisten que es un símbolo de los Israelitas fieles. Lo cierto es que el personaje ha sido elegido y sostenido por Dios. Por ejemplo, las palabras "Mi Siervo ... mi elegido" son una forma palaciega que sirve a Dios para mostrar a su Siervo, como lo hacía el rey principal en el Antiguo Medio-Oriente con los reyes vasallos, dándoles validez jurídica. La fórmula expresa no sólo la sumisión al Señor, sino sobre todo la elección y protección divinas. En realidad, hoy el Siervo son todos los cristianos: como él, somos elegidos por Dios, destinados a enfrentar oposición, pero sostenidos también por el Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 34, 1-2; Sal 139, 8
Juzga, Señor, a los que me hacen daño, ataca a los que me atacan, toma las armas y el escudo, levántate y ven en mi ayuda. Señor, mi fuerza de salvación.
ORACIÓN COLECTA
Te rogamos, Dios todopoderoso, que quienes desfallecemos a causa de nuestra debilidad, nos recuperemos gracias a la pasión de tu Unigénito. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
No gritará ni hará oír su voz en las plazas.
Del libro del profeta Isaías: 42, 1-7
Miren a mi siervo, a quien
sostengo, a mi elegido, en quien tengo mis complacencias. En él he puesto
mi espíritu, para que haga brillar la justicia sobre las naciones. No
gritará ni clamará, no hará oír su voz en las plazas,
no romperá la caña resquebrajada, ni apagará la mecha que
aún humea. Proclamará la justicia con firmeza, no titubeará
ni se doblegará, hasta haber establecido el derecho sobre la tierra y
hasta que las islas escuchen su enseñanza.
Esto dice el Señor Dios, el que creó el cielo y lo extendió,
el que dio firmeza a la tierra, con lo que en ella brota; el que dio el aliento
a la gente que habita la tierra y la respiración a cuanto se mueve en
ella: "Yo, el Señor, fiel a mi designio de salvación, te
llamé, te tomé de la mano; te he formado y te he constituido alianza
de un pueblo, luz de las naciones, para que abras los ojos de los ciegos, saques
a los cautivos de la prisión y de la mazmorra a los que habitan en tinieblas".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo
26,1.2.3.13-14.
R/. El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es
mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo? El
Señor es la defensa de mi vida, ¿quién podrá hacerme
temblar? R/.
Cuando me asaltan los malvados para devorarme, ellos, enemigos y adversarios,
tropiezan y caen. R/.
Aunque se lance contra mí un ejército, no temerá mi corazón;
aun cuando hagan la guerra contra mí, tendré plena confianza en
el Señor. R/.
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor
y fortaleza y en el Señor confía. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Señor Jesús, rey nuestro, sólo tú has tenido compasión de nuestras faltas. R/.
EVANGELIO
Déjala. Esto lo tenía guardado para el día de mi sepultura.
Del santo Evangelio según san Juan: 12, 1-11
Seis días antes de
la Pascua, fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien
había resucitado de entre los muertos. Allí le ofrecieron una
cena; Martha servía y Lázaro era uno de los que estaban con él
a la mesa. María tomó entonces una libra de perfume de nardo auténtico,
muy costoso, le ungió a Jesús los pies con él y se los
enjugó con su cabellera, y la casa se llenó con la fragancia del
perfume.
Entonces Judas Iscariote, uno de los discípulos, el que iba a entregar
a Jesús, exclamó: "¿Por qué no se ha vendido
ese perfume en trescientos denarios para dárselos a los pobres?".
Esto lo dijo, no porque le importaran los pobres, sino porque era ladrón,
y como tenía a su cargo la bolsa, robaba lo que echaban en ella.
Entonces dijo Jesús: "Déjala. Esto lo tenía guardado
para el día de mi sepultura; porque a los pobres los tendrán siempre
con ustedes, pero a mí no siempre me tendrán".
Mientras tanto, la multitud de judíos, que se enteró de que Jesús
estaba allí, acudió, no sólo por Jesús. sino también
para ver a Lázaro, a quien el Señor había resucitado de
entre los muertos. Los sumos sacerdotes deliberaban para matar a Lázaro,
porque a causa de él, muchos judíos se separaban y creían
en Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira con bondad, Señor, los sagrados misterios que estamos celebrando y ya que en tu misericordia dispusiste que nos sirvieran para desechar nuestros falsos criterios, concédenos que nos ayuden a producir verdaderos frutos de vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio II de la Pasión del Señor. MR, p. 503 (499).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 101. 3
No apartes tu rostro de mí. En el día de mi tribulación, inclina a mí tu oído, y, siempre que te invoque, respóndeme enseguida.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Visita, Señor, a tu pueblo y protege con tu constante amor a quienes has santificado por estos misterios, para que recibamos de tu misericordia y conservemos con tu protección, los auxilios para nuestra salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO.
Opcional.
Dios y Padre nuestro, que tu protección socorra a los humildes y asista continuamente a quienes confían en tu misericordia, para que se preparen a celebrar las fiestas pascuales no sólo con acciones corporales, sino sobre todo con pureza de corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Martes Santo MR, p. 259 (273) / Lecc. I, p. 805
LA LIBERTAD
ATERRADORA
Is 49, 1-6; Sal 26; Jn 13, 21-33. 36-38
En el Evangelio de Juan, Jesús anuncia claramente que uno de los presentes va a traicionarlo. Aquí podemos hacer alusión al cuadro de la última cena de Leonardo da Vinci, que pretende retratar este momento en forma artística. Jesús no propone revelar el nombre del traidor delante de todos, sino que intenta ofrecerle la última oportunidad de volver atrás. Con el pan, Jesús brinda su amistad a Judas hasta el último momento: ofrecer a un comensal un trozo de pan mojado en salsa era señal de deferencia. Sin embargo, todos los esfuerzos de Jesús quedan nulificados, porque Judas no los acepta. Al fin, Jesús lo deja totalmente libre. Así somos nosotros hoy. Dios nos da toda la libertad. Con esta libertad podemos lograr maravillas. Con ella, podemos hacer cosas terribles, hasta intentar "matar" a Dios. Es una libertad aterradora.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 26, 2
No me entregues, Señor, al odio de los que me persiguen, pues han surgido contra mí testigos falsos que respiran violencia.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso y eterno, celebrar de tal modo los sacramentos de la pasión del Señor, que nos hagamos dignos de recibir tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Te convertiré en luz de las naciones, para que llegue mi salvación hasta los últimos rincones de la tierra.
Del libro del profeta Isaías: 49, 1-6
Escúchenme, Islas;
pueblos lejanos, atiéndanme. El Señor me llamó desde el
vientre de mi madre: cuando aún estaba yo en el seno materno. Él
pronunció mi nombre.
Hizo de mi boca una espada filosa, me escondió en la sombra de su mano,
me hizo flecha puntiaguda, me guardó en su aljaba y me dijo: "Tú
eres mi siervo. Israel; en ti manifestaré mi gloria". Entonces yo
pensé: "En vano me he cansado, inútilmente he gastado mis
fuerzas; en realidad mi causa estaba en manos del Señor, mi recompensa
la tenía mi Dios".
Ahora habla el Señor, el que me formó desde el seno materno, para
que fuera su servidor, para hacer que Jacob volviera a él y congregar
a Israel en torno suyo -tanto así me honró el Señor y mi
Dios fue mi fuerza-. Ahora, pues, dice el Señor: "Es poco que seas
mi siervo sólo para restablecer a las tribus de Jacob y reunir a los
sobrevivientes de Israel; te voy a convertir en luz de las naciones, para que
mi salvación llegue hasta los últimos rincones de la tierra".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 70, 1-2.
3-4a. 5-6ab.15 y 17.
R/. En ti, Señor, he puesto mi esperanza.
Señor, tú
eres mi esperanza, que no quede yo jamás defraudado. Tú, que eres
justo, ayúdame y defiéndeme; escucha mi oración y ponme
a salvo. R/.
Sé para mí un refugio, ciudad fortificada en que me salves. Y
pues eres mi auxilio y mi defensa, líbrame, Señor, de los malvados.
R/.
Señor, tú eres mi esperanza; desde mi juventud en ti confío.
Desde que estaba en el seno de mi madre, yo me apoyaba en ti y tú me
sostenías. R/.
Yo proclamaré siempre tu justicia y a todas horas, tu misericordia. Me
enseñaste a alabar te desde niño y seguir alabándote es
mi orgullo. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Señor Jesús, Rey nuestro, para obedecer al Padre, quisiste ser llevado a la cruz como manso cordero al sacrificio. R/.
EVANGELIO
Uno de ustedes me entregará. No cantará el gallo antes de que me hayas negado tres veces.
Del santo Evangelio según san Juan: 13, 21-33. 36-38
En aquel tiempo, cuando
Jesús estaba a la mesa con sus discípulos, se conmovió
profundamente y declaró: "Yo les aseguro que uno de ustedes me va
a entregar". Los discípulos se miraron perplejos unos a otros, porque
no sabían de quién hablaba. Uno de ellos, al que Jesús
tanto amaba, se hallaba reclinado a su derecha. Simón Pedro le hizo una
seña y le preguntó: "¿De quién lo dice?".
Entonces él, apoyándose en el pecho de Jesús, le preguntó:
"Señor, ¿quién es?".
Le contestó Jesús: "Aquel a quien yo le dé este trozo
de pan, que voy a mojar". Mojó el pan y se lo dio a Judas, hijo
de Simón el Iscariote; y tras el bocado, entró en él Satanás.
Jesús le dijo entonces a Judas: "Lo que tienes que hacer, hazlo
pronto". Pero ninguno de los comensales entendió a qué se
refería; algunos supusieron que, como Judas tenía a su cargo la
bolsa, Jesús le había encomendado comprar lo necesario para la
fiesta o dar algo a los pobres. Judas, después de tomar el bocado, salió
inmediatamente. Era de noche.
Una vez que Judas se fue, Jesús dijo: "Ahora ha sido glorificado
el Hijo del hombre y Dios ha sido glorificado en él. Si Dios ha sido
glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí
mismo y pronto lo glorificará.
Hijitos, todavía estaré un poco con ustedes. Me buscarán,
pero como les dije a los judíos, así se lo digo a ustedes ahora:
'A donde yo voy, ustedes no pueden ir"'. Simón Pedro le dijo: "Señor,
¿a dónde vas?". Jesús le respondió: "A
donde yo voy, no me puedes seguir ahora; me seguirás más tarde".
Pedro replicó: "Señor, ¿por qué no puedo seguirte
ahora? Yo daré mi vida por ti". Jesús le contestó:
"¿Conque darás tu vida por mí? Yo te aseguro que no
cantará el gallo, antes de que me hayas negado tres veces". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira con bondad, Señor, las ofrendas de esta familia tuya y, ya que la hiciste partícipe de tus sagrados dones, concédele obtener plenamente su fruto. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio II de la Pasión del Señor. MR, p. 503 (499).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Rm 8, 32
Dios no escatimó la vida de su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados por estos dones de salvación, suplicamos, Señor tu misericordia, para que este Sacramento, que nos nutre en nuestra vida temporal, nos haga partícipes de la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO.
Opcional.
Dios y Padre nuestro, al pueblo que quiere obedecerte, purifícalo de la antigua maldad por tu misericordia y hazlo capaz de una santa renovación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Morado Miércoles Santo MR, p. 260 (274) / Lecc. I, p. 808
LEYENDO LA PASIÓN
DEL SEÑOR
Is 50, 4-9; Sal 68; Mt 26, 14-25
Hay varias maneras de leer la Pasión del Señor. Algunos la focalizan en su carácter dramático, como lo hizo Pier Paolo Pasolini en su película de 1964, El evangelio según Mateo. No tienen los cineastas muchas dificultades de filmar la Pasión, porque su ritmo es trepidante y cinematográfico. Otros leen el relato con una identificación personal y afectiva. Es lo que hizo San Pablo en varias ocasiones, por ejemplo, en Gálatas 2,29-30. Lo mismo hicieron San Ignacio de Loyola en la tercera semana de los Ejercicios Espirituales y Johann Sebastián Bach en su oratorio, Pasión según San Mateo. Pero también hay los que proponen una lectura distinta. El relato describe tantos atropellos, injusticias, y traiciones que se presta a una lectura de indignación, y a pensar en tantos casos parecidos que se dan en la actualidad y en actuar para cambiar el mundo.
ANTÍFONA DE ENTRADA Flp 2, 10. 8. 11
Que al nombre de Jesús, toda rodilla se doble, en el cielo, en la tierra y en los abismos, porque el Señor se hizo obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Jesucristo es el Señor para gloria de Dios Padre.
ORACIÓN COLECTA
Padre misericordioso, que para librarnos del poder del enemigo quisiste que tu hijo sufriera por nosotros el suplicio de la cruz, concédenos alcanzar la gracia de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
No he sustraído mi rostro a los insultos y salivazos.
Del libro del profeta Isaías: 50, 4-9
En aquel entonces, dijo
Isaías: "El Señor me ha dado una lengua experta, para que
pueda confortar al abatido con palabras de aliento. Mañana tras mañana,
el Señor despierta mi oído, para que escuche yo, como discípulo.
El Señor Dios me ha hecho oír sus palabras y yo no he opuesto
resistencia, ni me he echado para atrás. Ofrecí la espalda a los
que me golpeaban, la mejilla a los que me tiraban de la barba. No aparté
mi rostro a los insultos y salivazos. Pero el Señor me ayuda, por eso
no quedaré confundido, por eso endureció mi rostro como roca y
sé que no quedaré avergonzado. Cercano está de mí
el que me hace justicia, ¿quién luchará contra mí?
¿Quién es mi adversario? ¿Quién me acusa? Que se
me enfrente. El Señor es mi ayuda, ¿quién se atreverá
a condenarme?".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 68,8-10.
21bcd-22. 31 y 33-34.
R/. Por tu bondad, Señor, socórreme.
Por ti he sufrido injurias
y la vergüenza cubre mi semblante. Extraño soy y advenedizo, aun
para aquellos de mi propia sangre: pues me devora el celo de tu casa, el odio
del que te odia, en mí recae. R/.
La afrenta me destroza el corazón y desfallezco. Espero compasión
y no la hallo: Busco consoladores y no los encuentro. En mi comida me echaron
hiel, para mi sed me dieron vinagre. R/.
En mi cantar exaltaré tu nombre, proclamaré tu gloria, agradecido.
Se alegrarán al verlo los que sufren, quienes buscan a Dios tendrán
más ánimo, porque el Señor jamás desoye al pobre,
ni olvida al que se encuentra encadenado. R/.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Señor Jesús, rey nuestro, sólo tú has tenido compasión de nuestras faltas. R/.
O bien:
Señor Jesús, rey nuestro, para obedecer al Padre, quisiste ser llevado a la cruz como manso cordero al sacrificio. R/.
EVANGELIO
¡Ay de aquel por quien el Hijo del hombre va a ser entregado!
Del santo Evangelio según san Mateo: 26, 14-25
En aquel tiempo, uno de
los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a ver a los sumos sacerdotes y les dijo:
¿Cuánto me dan si les entrego a Jesús?". Ellos quedaron
en darle treinta monedas de plata. Y desde ese momento andaba buscando una oportunidad
para entregárselos. El primer día de la fiesta de los panes Ázimos,
los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: "¿Dónde
quieres que te preparemos la cena de Pascua?". Él respondió:
"Vayan a la ciudad, a casa de fulano y díganle: 'El Maestro dice:
Mi hora está ya cerca. Voy a celebrar la Pascua con mis discípulos
en tu casa' ". Ellos hicieron lo que Jesús les había ordenado
y prepararon la cena de Pascua. Al atardecer, se sentó a la mesa con
los Doce y mientras cenaban, les dijo: "Yo les aseguro que uno de ustedes
va a entregarme". Ellos se pusieron muy tristes y comenzaron a preguntarle
uno por uno: "¿Acaso soy yo, Señor?". Él respondió:
"El que moja su pan en el mismo plato que yo, ése va a entregarme.
Porque el Hijo del hombre va a morir, como está escrito de él;
pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre va a ser entregado! Más
le valiera a ese hombre no haber nacido". Entonces preguntó Judas,
el que lo iba a entregar: "¿Acaso soy yo Maestro?". Jesús
le respondió: "Tú lo has dicho".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, los dones que te presentamos y concédenos que la pasión de tu Hijo, que celebramos en este sacramento, fructifique plenamente en nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio II de la Pasión del Señor. MR, p. 503 (499).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 20, 28
El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida para redención de todos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor,
Dios nuestro, creer profundamente que por la muerte temporal de tu Hijo, proclamada
en estos santos misterios, tú nos has dado la vida eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor…
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO.
Opcional.
Dios y Padre nuestro, concede a tu pueblo frecuentar los sacramentos pascuales y esperar con vivo deseo los bienes futuros para que, manteniéndose fiel a los santos misterios de los que ha renacido, se sienta impulsado por ellos a una vida nueva. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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