MISAL NOVIEMBRE DEL 2012 / www.laverdadcatolica.org |
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INTENCIONES
DEL SANTO PADRE PARA NOVIEMBRE 2012 |
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INTENCIÓN GENERAL: | |
Para que los obispos, sacerdotes y todos los ministros del Evangelio den valiente testimonio de fidelidad al Señor crucificado resucitado. | |
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INTENCIÓN MISIONAL: |
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Para que la Iglesia peregrina en la tierra resplandezca como luz de las naciones. |
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TODOS LOS SANTOS
Santos: Santa María "la Esclava", mártir; Marcelo de Paris, obispo. Solemnidad (Blanco)
DE LA PROMESA AL CUMPLIMIENTO
Ap 7,2.4.9-14; 1 Jn 3,1-3; Mt 5,1-12
El tono de las bienaventuranzas es esperanzador. Los interlocutores de Jesús atraviesan por situaciones desfavorables, son gente que carece de recursos y garantías sociales y por eso están sedientos y hambrientos de justicia. No saben ni pueden hacer valer sus derechos y siempre se encuentran con algún poderoso que los aplasta, pero Jesús les anuncia que su situación cambiará radicalmente: la llegada del Reino los incluirá entre los favoritos de Dios y como tales, verán un cambio drástico en su situación. En el libro del Apocalipsis encontramos también declaraciones solemnes. Dios y el Cordero han obtenido la victoria. Un séquito enorme de personas pertenecientes a Israel festejan el triunfo que los hace acreedores a la íntima amistad con Dios. Otro grupo enorme, proveniente de las más diferentes razas y culturas se regocija del triunfo de su Dios. Cristianos fieles, que se mantuvieron fieles en la hora de la prueba y que participan de la victoria definitiva del Señor sobre el mal.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Alegrémonos en el Señor al celebrar la solemnidad de Todos los Santos, por la cual se alegran los ángeles y alaban al Hijo de Dios.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y eterno, que otorgas a tu Iglesia la alegría de celebrar, en esta solemnidad, los méritos y la gloria de todos los santos, concede a tu pueblo, por intercesión de todos estos hermanos nuestros, la abundancia de tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Vi una muchedumbre tan grande, que nadie podía contarla. Eran individuos de todas las naciones y razas, de todos los pueblos y lenguas.
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 7, 2-4. 9-14
Yo, Juan, vi a
un ángel que venía del oriente. Traía consigo el sello
del Dios vivo y gritaba con voz poderosa a los cuatro ángeles encargados
de hacer daño a la tierra y al mar. Les dijo: "¡No hagan daño
a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que terminemos de marcar
con el sello la frente de los servidores de nuestro Dios!". Y pude oír
el número de los que habían sido marcados: eran ciento cuarenta
y cuatro mil, procedentes de todas las tribus de Israel.
Vi luego una muchedumbre tan grande, que nadie podía contarla. Eran individuos
de todas las naciones y razas, de todos los pueblos y lenguas. Todos estaban
de pie, delante del trono y del Cordero; iban vestidos con una túnica
blanca; llevaban palmas en las manos y exclamaban con voz poderosa: "La
salvación viene de nuestro Dios, que está sentado en el trono,
y del Cordero".
Y todos los ángeles que estaban alrededor del trono, de los ancianos
y de los cuatro seres vivientes, cayeron rostro en tierra delante del trono
y adoraron a Dios, diciendo: “Amén. La alabanza, la gloria, la
sabiduría, la acción de gracias, el honor, el poder y la fuerza,
se le deben para siempre a nuestro Dios". Entonces uno de los ancianos
me preguntó: "¿Quiénes son y de dónde han venido
los que llevan la túnica blanca?". Yo les respondí: "Señor
mío, tú eres quien lo sabe". Entonces él me dijo:
"Son los que han pasado por la gran tribulación y han lavado y blanqueado
su túnica con la sangre del Cordero".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
23 R/. Ésta es la clase de hombres que te buscan, Señor.
Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los que en
él habitan, pues Él lo edificó sobre los mares, él
fue quien lo asentó sobre los ríos. R/.
¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién
podrá entrar en su recinto santo? El de corazón limpio y manos
puras y que no jura en falso. R/.
Ese obtendrá la bendición de Dios, y Dios, su salvador, le hará
justicia. Ésta es la clase de hombres que te buscan y vienen ante ti,
Dios de Jacob. R/.
Veremos a Dios tal cual es.
De la
primera carta del apóstol san Juan: 3, 1-3
Queridos hijos: Miren cuánto amor nos ha tenido el Padre, pues no sólo
nos llamamos hijos de Dios, sino que lo somos. Si el mundo no nos reconoce,
es porque tampoco lo ha reconocido a Él.
Hermanos míos, ahora somos hijos de Dios, pero aún no se ha manifestado
cómo seremos al fin. Y ya sabemos que, cuando Él se manifieste,
vamos a ser semejantes a Él, porque lo veremos tal cual es.
Todo el que tenga puesta en Dios esta esperanza, se purifica a sí mismo
para ser tan puro como Él.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Mt 11, 28) R/. Aleluya, aleluya.
Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la
carga, y yo les daré alivio, dice el Señor. R/.
Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande en los cielos.
Del santo Evangelio según san Mateo: 5, 1-12
En aquel tiempo, cuando Jesús vio a la muchedumbre, subió al monte y se sentó. Entonces se le acercaron sus discípulos. Enseguida comenzó a enseñarles, y les dijo: "Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos los que lloran, porque serán consolados. Dichosos los sufridos, porque heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque obtendrán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque se les llamará hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos serán ustedes cuando los injurien, los persigan y digan cosas falsas de ustedes por causa mía. Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande en los cielos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, el sacrificio de alabanza que vamos a ofrecerte al celebrar hoy la fiesta de todos aquellos que gozan ya de tu vida inmortal, y concédenos experimentar siempre su protección y su ayuda en nuestro camino hacia ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo
y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en
todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo,
Señor nuestro.
Porque hoy nos concedes celebrar la gloria de todos los santos, asamblea de
la Jerusalén celestial que eternamente te alaba.
Hacia ella, peregrinos en la tierra, nos encaminamos alegres, guiados por la
fe y animados por la gloria de nuestros hermanos; en ellos encontramos ejemplo
y ayuda para nuestra debilidad.
Por eso, unidos a los santos y a los coros de los ángeles, te glorificamos
y cantamos, diciendo: Santo, Santo, Santo es el Señor Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 5, 8-10)
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque se les llamará hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios nuestro, fuente única de toda santidad y admirable en todos tus santos, haz que este sacramento nos encienda en el fuego de tu amor y nos prepare para la alegría de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Conmemoración de todos los Fieles Difuntos
Santos: San Ambrosio de Agauno, abad. Beato Juan Bodey, mártir. (Blanco o morado)
ANIQUILARA LA MUERTE. PARA SIEMPRE
Is 25, 6.7-9; 1 Ts 4, 13-14. 17-18; Jn 6, 51-58
El ansia de eternidad está profundamente arraigada en el corazón del hombre. Desde el texto de Isaías resuena la promesa jubilosa: Dios organizará un banquete generoso para festejar la victoria sobre la muerte. Ya no habrá motivo alguno para hacer duelo, ni para llevar luto; el Señor aplastará al enemigo. La muerte no amedrentará a su pueblo. En vez de dejarse corroer por la angustia, los creyentes acrecentarán su esperanza —escribe san Pablo a los tesalonicenses—la victoria del resucitado es su mejor garantía. En la comunidad cristiana que surgió en torno de la predicación y el testimonio del apóstol Juan estaba más que viva una certeza: los cristianos que habían configurado su vida de acuerdo a la Verdad de Jesús tenían suficientes razones para saltar de gozo. La muerte no los separaría de manera definitiva de sus seres queridos y mucho menos de Dios. Cuantos se alimentaran de la Palabra y el Cuerpo de Cristo disfrutarían para siempre de la vida plena.
Aun cuando el día 2 de noviembre caiga en domingo, se celebra la conmemoración de Todos los Fieles Difuntos. El sacerdote puede utilizar cualquiera de las Misas siguientes:
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. 4 Esd 2, 34. 35)
Dales, Señor, el descanso eterno y brille para ellos la luz eterna.
ORACIÓN COLECTA
Dios de infinita misericordia, que quisiste que tu Hijo muriera para redimimos a todos, concede a nuestros hermanos difuntos compartir con Cristo la gloria de la resurrección, en la que creyeron y esperaron. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
El Señor destruirá la muerte para siempre.
Del libro del profeta Isaías: 25, 6. 7-9
En aquel día,
el Señor del universo preparará sobre este monte un festín
con platillos suculentos para todos los pueblos. Él arrancará
en este monte el velo que cubre el rostro de todos los pueblos, el paño
que oscurece a todas las naciones. Destruirá la muerte para siempre;
el Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros
y borrará de toda la tierra la afrenta de su pueblo. Así lo ha
dicho el Señor. En aquel día se dirá: "Aquí
está nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara. Alegrémonos
y gocemos con la salvación que nos trae".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
129 R/. Señor, escucha mi oración.
Desde el abismo de mis pecados clamo a ti; Señor, escucha mi clamor;
que estén atentos tus oídos a mi voz suplicante. R/.
Si conservaras el recuerdo de las culpas, ¿quién habría,
Señor, que se salvara? Pero de ti procede el perdón, por eso con
amor te veneramos. R/.
Confío en el Señor, mi alma espera y confía en su palabra;
mi alma aguarda al Señor, mucho más que a la aurora el centinela.
R/.
Como aguarda a la aurora el centinela, aguarda Israel al Señor, porque
del Señor viene la misericordia y la abundancia de la redención,
y Él redimirá a su pueblo de todas sus iniquidades. R/.
Estaremos con el Señor para siempre.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 4, 13-14. 17-18
Hermanos: No queremos que ignoren lo que pasa con los difuntos, para que no vivan tristes, como los que no tienen esperanza. Pues, si creemos que Jesús murió y resucitó, de igual manera debemos creer que, a los que murieron en Jesús, Dios los llevará con Él, y así estaremos siempre con el Señor. Consuélense, pues, unos a otros, con estas palabras. Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Jn 3, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único,
para que todo el que crea en Él tenga vida eterna. R/.
El que coma de este pan vivirá para siempre y yo lo resucitaré el último día.
Del santo Evangelio según san Juan: 6, 51-58
En aquel tiempo,
Jesús dijo a los judíos: "Yo soy el pan vivo que ha bajado
del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que
yo les voy a dar es mi carne, para que el mundo tenga vida".
Entonces los judíos se pusieron a discutir entre sí: "¿Cómo
puede éste darnos a comer su carne?".
Jesús les dijo: "Yo les aseguro: Si no comen la carne del Hijo del
hombre y no beben su sangre, no podrán tener vida en ustedes. El que
come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré
el último día.
Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi
carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre,
que me ha enviado, posee la vida y yo vivo por Él, así también
el que me come vivirá por mí.
Éste es el pan que ha bajado del cielo; no es como el maná que
comieron sus padres, pues murieron. El que come de este pan, vivirá para
siempre".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios todopoderoso, que por medio de las aguas del bautismo regeneraste un día a nuestros hermanos hoy difuntos, por este sacrificio de reconciliación que la Iglesia te ofrece, purifícalos de sus pecados en la Sangre de Cristo y recíbelos en los brazos de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de difuntos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. 4 Esd 2, 35. 34)
Brille, Señor, para nuestros hermanos difuntos la luz eterna y vivan para siempre en compañía de tus santos, ya que eres misericordioso. Dales, Señor, el descanso eterno y brille para ellos la luz eterna y vivan para siempre en compañía de tus santos, ya que eres misericordioso.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por este sacramento con que nos has unido a tu Hijo, muerto y resucitado por nuestra salvación, perdona, Señor, las culpas de nuestros hermanos difuntos y condúcelos a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
SEGUNDA MISA
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Rm 8, 11)
Dios, que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos, dará también la vida a nuestros cuerpos mortales por medio de su Espíritu que habita en nosotros.
ORACIÓN COLECTA
Dios, creador y redentor nuestro, por cuyo poder Cristo venció a la muerte y subió glorioso a tu Reino, concede a nuestros hermanos difuntos compartir su victoria y disfrutar de tu presencia eternamente. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Obró con gran rectitud y nobleza, pensando en la resurrección.
Del segundo libro de los Macabeos: 12, 43-46
En aquellos días,
Judas Macabeo, jefe de Israel, hizo una colecta y recogió dos mil dracmas
de plata, que envió a Jerusalén para que ofrecieran un sacrificio
de expiación por los pecados de los que habían muerto en la batalla.
Obró con gran rectitud y nobleza, pensando en la resurrección,
pues si no hubiera esperado la resurrección de sus compañeros,
habría sido completamente inútil orar por los muertos. Pero él
consideraba que, a los que habían muerto piadosamente, les estaba reservada
una magnífica recompensa.
En efecto, orar por los difuntos para que se vean libres de sus pecados es una
acción santa y conveniente. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo
102 R/. El Señor es compasivo y misericordioso.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso
para perdonar. No nos trata como merecen nuestras culpas, ni nos paga según
nuestros pecados. R/.
Como un padre es compasivo con sus hijos, así es compasivo el Señor
con quien lo ama, pues bien sabe Él de lo que estamos hechos y de que
somos barro, no se olvida. R/.
La vida del hombre es como la hierba, brota como una flor silvestre: tan pronto
la azota el viento, deja de existir y nadie vuelve a saber nada de ella. R/.
El amor del Señor a quien lo teme es un amor eterno, y entre aquellos
que cumplen con su alianza, pasa de hijos a nietos su justicia. R/.
En Cristo, todos volverán a la vida.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15, 20-24. 25-28
Hermanos: Cristo
resucitó, y resucitó como la primicia de todos los muertos. Porque
si por un hombre vino la muerte, también por un hombre vendrá
la resurrección de los muertos. En efecto, así como en Adán
todos mueren, así en Cristo todos volverán a la vida; pero cada
uno en su orden: primero Cristo, como primicia; después, a la hora de
su advenimiento, los que son de Cristo.
Enseguida será la consumación, cuando Cristo entregue el Reino
a su Padre. Porque Él tiene que reinar hasta que el Padre ponga bajo
sus pies a todos sus enemigos. El último de los enemigos en ser aniquilado,
será la muerte. Es claro que cuando la Escritura dice: Todo lo sometió
el Padre a los pies de Cristo, no incluye a Dios, que es quien le sometió
a Cristo todas las cosas.
Al final, cuando todo se le haya sometido, Cristo mismo se someterá al
Padre, y así Dios será todo en todas las cosas. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Jn 11, 25. 26) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy la resurrección y la vida, dice el Señor; el que cree en
mí, aunque haya muerto, vivirá. R/.
Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.
Del santo Evangelio según san Lucas: 23, 44-46. 50. 52-53; 24, 1-6
Era casi el mediodía,
cuando las tinieblas invadieron toda la región y se oscureció
el sol hasta las tres de la tarde. El velo del templo se rasgó a la mitad.
Jesús, clamando con voz potente, dijo: "¡Padre, en tus manos
encomiendo mi espíritu!". Y dicho esto, expiró.
Un hombre llamado José, consejero del sanedrín, hombre bueno y
justo, se presentó ante Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús.
Lo bajó de la cruz, lo envolvió en una sábana y lo colocó
en un sepulcro excavado en la roca, donde no habían puesto a nadie todavía.
El primer día después del sábado, muy de mañana,
llegaron las mujeres al sepulcro, llevando los perfumes que habían preparado.
Encontraron que la piedra ya había sido retirada del sepulcro y entraron,
pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús.
Estando ellas todas desconcertadas por esto, se les presentaron dos varones
con vestidos resplandecientes. Como ellas se llenaron de miedo e inclinaron
el rostro a tierra, los varones les dijeron: "¿Por qué buscan
entre los muertos al que está vivo? No está aquí; ha resucitado".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, el sacrificio que vamos a ofrecerte por todos nuestros hermanos que descansan en Cristo, líbralos del poder de la muerte y concédeles la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de difuntos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Flp 3, 20-21)
Esperamos como Salvador a nuestro Señor Jesucristo, el cual transformará nuestro cuerpo frágil en cuerpo glorioso como el suyo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por este memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo que hemos celebrado, concede, Señor, a todos los fieles difuntos, la plenitud de tu perdón y de tu paz, para que la nueva vida que un día recibieron en el bautismo, florezca eternamente en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
TERCERA MISA
ANTÍFONA DE ENTRADA (1 Ts 4, 14; 1 Co 15, 22)
Si creemos que Jesús murió y resucitó, así también creemos que Dios llevará con Él a los que mueren en Jesús. Y así como todos han muerto en Adán, así también todos revivirán en Cristo.
ORACIÓN COLECTA
Escucha, Señor, nuestras súplicas y haz que, al proclamar nuestra fe en la resurrección de tu Hijo, se avive también nuestra esperanza en la resurrección de nuestros hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Los aceptó como holocausto agradable.
Del libro de la Sabiduría: 3, 1-9
Las almas de los justos están en las manos de Dios y no los alcanzará ningún tormento. Los insensatos pensaban que los justos habían muerto, que su salida de este mundo era una desgracia y su salida de entre nosotros, una completa destrucción. Pero los justos están en paz. La gente pensaba que sus sufrimientos eran un castigo, pero ellos esperaban confiadamente la inmortalidad. Después de breves sufrimientos recibirán una abundante recompensa, pues Dios los puso a prueba y los halló dignos de sí. Los probó como oro en el crisol y los aceptó como un holocausto agradable. En el día del juicio brillarán los justos como chispas que se propagan en un cañaveral. Juzgarán a las naciones y dominarán a los pueblos, y el Señor reinará eternamente sobre ellos. Los que confían en el Señor comprenderán la verdad y los que son fieles a su amor permanecerán a su lado, porque Dios ama a sus elegidos y cuida de ellos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
26 R/. Espero ver la bondad del Señor.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy
a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién
podrá hacerme temblar? R/.
Lo único que pido, lo único que busco es vivir en la casa del
Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar
continuamente en su presencia. R/.
Oye, Señor, mi voz y mis clamores y tenme compasión. El corazón
me dice que te busque y buscándote estoy. No rechaces con cólera
a tu siervo. R/.
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor
y fortaleza y en el Señor confía, R/.
Estamos seguros de haber pasado de la muerte a la vida, porque amamos a nuestros hermanos.
De la primera carta del apóstol san Juan: 3, 14-16
Hermanos: Nosotros
estamos seguros de haber pasado de la muerte a la vida, porque amamos a nuestros
hermanos. El que no ama permanece en la muerte. El que odia a su hermano es
un homicida y bien saben ustedes que ningún homicida tiene la vida eterna.
Conocemos lo que es el amor, en que Cristo dio su vida por nosotros. Así
también debemos nosotros dar la vida por nuestros hermanos.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Mt 25, 34) R/. Aleluya, aleluya.
Vengan, benditos de mi Padre, dice el Señor; tomen posesión
del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. R/.
Vengan, benditos de mi Padre.
Del santo Evangelio según san Mateo: 25, 31-46
En aquel tiempo,
Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando venga el Hijo del hombre,
rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará
en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante Él todas
las naciones, y Él apartará a los unos de los otros, como aparta
el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha
y a los cabritos a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha: 'Vengan, benditos de mi Padre;
tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación
del mundo; porque estuve hambriento y me dieron de comer, sediento y me dieron
de beber, era forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo
y me visitaron, encarcelado y fueron a verme'. Los justos le contestarán
entonces: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos
de comer, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de forastero
y te hospedamos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo
o encarcelado y te fuimos a ver?'. Y el rey les dirá: 'Yo les aseguro
que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo
lo hicieron'.
Entonces dirá también a los de la izquierda: 'Apártense
de mí, malditos; vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus
ángeles; porque estuve hambriento y no me dieron de comer, sediento y
no me dieron de beber, era forastero y no me hospedaron, estuve desnudo y no
me vistieron, enfermo y encarcelado y no me visitaron'.
Entonces ellos le responderán: 'Señor, ¿cuándo te
vimos hambriento o sediento, de forastero o desnudo, enfermo o encarcelado y
no te asistimos?' Y él les replicará: 'Yo les aseguro que cuando
no lo hicieron con uno de aquellos más insignificantes, tampoco lo hicieron
conmigo'. Entonces irán éstos al castigo eterno y los justos a
la vida eterna". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te ofrecemos en este sacramento de amor que nos une a Cristo, tu Hijo, y recibe a nuestros hermanos difuntos en la gloria de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de difuntos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 11, 25-26)
Yo soy la resurrección y la vida, dice el Señor. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá y el que vive y cree en mí, no morirá para siempre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por este memorial de la muerte y resurrección de Cristo que hemos celebrado, concede, Señor, a nuestros hermanos difuntos, gozar de la paz eterna de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Martín de Porres, religioso; Silvia de Roma, laica. Beato Pío Campidelli, religioso.
Vísperas I del domingo: 3a semana del Salterio. Tomo IV: pp. 945 y 462. Para los fieles: pp. 642 y 422. Edición popular: pp. 202 y 485. Memoria (Blanco)
LA GRANDEZA VERDADERA
Flp 1, 18-26; Lc 14, 1. 7-11
En el ámbito de una comida el Señor Jesús da una lección sobre el honor y el deshonor. En los banquetes se suele acomodar a las personas de acuerdo a la cercanía o distancia con el homenajeado o el anfitrión. Esos momentos de fama no son perdurables. Quien se afana por conseguir los primeros sitios en la sociedad, pasando por encima de los demás, terminará sufriendo la deshonra y el desprestigio. El apóstol san Pablo nos revela el reacomodo que significó para él el encuentro con Cristo. Los honores y el prestigio humano que tan afanosamente había perseguido siendo un discípulo adelantado de la corriente farisea, le parecieron basura. En adelante solamente le importaría estar con Cristo y ser partícipe de su grandeza. El triunfo del resucitado se acrecentaría en la medida, que sus seguidores fieles, aprendieran a desprenderse de su vida, para alcanzar la plenitud del resucitado.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 15, 5-6)
El Señor es la parte que me ha tocado en herencia; la parte que he recibido es la más hermosa. El mismo Señor es mi recompensa.
ORACIÓN COLECTA
Señor, Dios nuestro, que condujiste a san Martín de Porres a la gloria celestial por un camino de trabajos humildes e ignorados, concédenos imitar sus ejemplos para que gocemos de tu vida en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Para mí, la vida es Cristo; y la muerte, una ganancia.
De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 1,18-26
Hermanos: El hecho
de que se predique a Cristo me alegra y me seguirá alegrando, porque
sé que esto será para mi bien, gracias a las oraciones de ustedes
y a la ayuda del Espíritu de Jesucristo. Pues tengo la firme esperanza
de que no seré defraudado y, ahora como siempre, estoy plenamente seguro
de que, ya sea por mi vida, ya sea por mi muerte, Cristo será glorificado
en mí.
Porque para mí, la vida es Cristo; y la muerte, una ganancia. Pero si
el continuar viviendo en este mundo me permite trabajar todavía con fruto,
no sabría yo qué elegir. Me hacen fuerza ambas cosas: por una
parte, el deseo de morir y estar con Cristo, lo cual, ciertamente, es con mucho
lo mejor; y por la otra, el de permanecer en vida, porque esto es necesario
para el bien de ustedes.
Convencido de esto, sé que me quedare y los seguiré ayudando a
todos ustedes para que progresen gozosos en la fe. Así tendrán
en mí, cuando me encuentre de nuevo entre ustedes, un motivo de gran
alegría en Cristo Jesús. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo
41 R/. Mi alma te busca a ti, Dios mío.
Como el venado busca el agua de los ríos, así, cansada, mi alma
te busca a ti, Dios mío. R/.
Del Dios que da la vida está mi ser sediento. ¿Cuándo será
posible ver de nuevo su templo? R/.
Recuerdo cuando íbamos a casa del Señor, cantando, jubilosos,
alabanzas a Dios. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 11, 29) R/. Aleluya, aleluya.
Tomen mi yugo sobre ustedes, dice el Señor, y aprendan de mí,
que soy manso y humilde de corazón. R/.
El que se engrandece a sí mismo, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido.
Del santo Evangelio según san Lucas: 14, 1. 7-11
Un sábado,
Jesús fue a comer en casa de uno de los jefes de los fariseos, y éstos
estaban espiándolo. Mirando cómo los convidados escogían
los primeros lugares, les dijo esta parábola:
"Cuando te inviten a un banquete de bodas, no te sientes en el lugar principal,
no sea que haya algún otro invitado más importante que tú,
y el que los invitó a los dos venga a decirte: 'Déjale el lugar
a éste', y tengas que ir a ocupar, lleno de vergüenza, el último
asiento. Por el contrario, cuando te inviten, ocupa el último lugar,
para que, cuando venga el que te invitó, te diga. 'Amigo, acércate
a la cabecera'.
Entonces te verás honrado en presencia de todos los convidados. Porque
el que se engrandece a sí mismo, será humillado; y el que se humilla,
será engrandecido". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios misericordioso, que transformaste a san Martín de Porres, para hacer de él un hombre nuevo a imagen de Cristo, renuévanos también a nosotros mediante este sacrificio de reconciliación que vamos a ofrecerte. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Mt 19, 27-29)
Yo les aseguro, dice el Señor, que los que han dejado todo para seguirme, recibirán cien veces más y alcanzarán la vida eterna.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios omnipotente, que por medio de este sacramento nos comunicas la fuerza de tu Espíritu, haz que, a ejemplo de san Martín de Porres, te amemos sobre todas las cosas y vivamos siempre como verdaderos hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XXXI TIEMPO ORDINARIO
Santos: Carlos Borromeo, cardenal; Vital y Agrícola, mártires. Beata Francisca de Amboise, viuda. (Verde)
LA LEY DEL AMOR
Dt 6,2-6; Hb 7, 23-28; Mc 12, 28-34
En el contexto del rezo de la oración más importante de Israel encontramos el mandato del amor a Dios. El redactor de esta exhortación enfatizó con mucha fuerza la trascendencia de este mandamiento. El amor a Dios se tiene que asumir con todas las dimensiones que conforman a la persona: el corazón, la mente, el cuerpo. Todas las acciones decisivas que marcan nuestra existencia se tienen que cumplir de manera que se involucre toda nuestra persona. En el relato del Evangelio de san Marcos el Señor Jesús sostiene Una discusión con un letrado acerca de una cuestión relativa a la interpretación de las leyes: de entre los cientos de preceptos contenidos en el Pentateuco cuál de todos es el más importante. El Señor no se deja encajonar por la pregunta del letrado y en vez de señalar un precepto, asocia indisolublemente los dos más importantes: el amor a Dios y el amor al prójimo. La manifestación más genuina del amor a Dios y al prójimo la encontramos en Jesús que, tal como nos dice la carta a los Hebreos, se entregó de una vez y para siempre por sus hermanos.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 37, 22-23)
Señor, no me abandones, no te me alejes, Dios mío. Ven de prisa a socorrerme, Señor, mi salvador.
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente
y misericordioso, de cuya mano proviene el don de servirte y de alabarte, ayúdanos
a vencer en esta vida cuanto pueda separamos de ti.
Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón.
Del libro del Deuteronomio: 6, 2-6
En aquellos días,
habló Moisés al pueblo y le dijo: "Teme al Señor,
tu Dios, y guarda todos sus preceptos y mandatos que yo te transmito hoy, a
ti, a tus hijos y a los hijos de tus hijos. Cúmplelos siempre y así
prolongarás tu vida. Escucha, pues, Israel: guárdalos y ponlos
en práctica, para que seas feliz y te multipliques. Así serás
feliz, como ha dicho el Señor, el Dios de tus padres, y te multiplicarás
en una tierra que mana leche y miel.
Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor;
amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda
tu alma, con todas tus fuerzas. Graba en tu corazón los mandamientos
que hoy te he transmitido". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
17 R/. Yo te amo, Señor, tú eres mi fuerza.
Yo te amo, Señor, tú eres mi fuerza, el Dios que me protege y
me libera. R/.
Tú eres mi refugio, mi salvación, mi escudo, mi castillo. Cuando
invoqué al Señor de mi esperanza, al punto me libró de
mi enemigo. R/.
Bendito seas, Señor, que me proteges; que tú, mi salvador, seas
bendecido. Tú concediste al rey grandes victorias y mostraste tu amor
a tu elegido. R/.
Jesús tiene un sacerdocio eterno, porque Él permanece para siempre.
De la carta a los hebreos: 7, 23-28
Hermanos: Durante
la antigua alianza hubo muchos sacerdotes, porque la muerte les impedía
permanecer en su oficio. En cambio, Jesucristo tiene un sacerdocio eterno, porque
Él permanece para siempre. De ahí que sea capaz de salvar, para
siempre, a los que por su medio se acercan a Dios, ya que vive eternamente para
interceder por nosotros.
Ciertamente que un sumo sacerdote como éste era el que nos convenía:
santo, inocente, inmaculado, separado de los pecadores y elevado por encima
de los cielos; que no necesita, como los demás sacerdotes, ofrecer diariamente
víctimas, primero por sus pecados y después por los del pueblo,
porque esto lo hizo de una vez para siempre, ofreciéndose a sí
mismo. Porque los sacerdotes constituidos por la ley eran hombres llenos de
fragilidades; pero el sacerdote constituido por las palabras del juramento posterior
a la ley, es el Hijo eternamente perfecto. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 23) R/. Aleluya, aleluya.
El que me ama cumplirá mi palabra y mi Padre lo amará
y haremos en él nuestra morada, dice el Señor. R/.
Amarás al Señor tu Dios. - Amarás a tu prójimo.
Del santo Evangelio según san Marcos: 12, 28-34
En aquel tiempo,
uno de los escribas se acercó a Jesús y le preguntó: "¿Cuál
es el primero de todos los mandamientos?". Jesús le respondió:
"El primero es: Escucha, Israel: El Señor; nuestro Dios, es el único
Señor; amarás al Señor; tu Dios, con todo tu corazón,
con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es éste:
Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay ningún mandamiento
mayor que éstos".
El escriba replicó: "Muy bien, Maestro. Tienes razón, cuando
dices que el Señor es único y que no hay otro fuera de Él,
y que amarlo con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas,
y amar al prójimo como a uno mismo, vale más que todos los holocaustos
y sacrificios".
Jesús, viendo que había hablado muy sensatamente, le dijo: "No
estás lejos del Reino de Dios". Y ya nadie se atrevió a hacerle
más preguntas. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Presentemos
al Padre nuestras plegarias, por nosotros y por el mundo entero.
Después de cada petición diremos:
Escúchanos, Padre.
Por la unidad de todas las Iglesias cristianas. Oremos.
Por las vocaciones sacerdotales y religiosas. Oremos.
Por los gobernantes de nuestro país. Oremos.
Por los que tienen que ganarse la vida con trabajos duros y mal pagados. Oremos.
Por los que han caído en la droga y la delincuencia. Oremos.
Escucha, Padre, nuestra oración, y haz de nuestras vidas un fiel
reflejo de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que este sacrificio que vamos a ofrecerte en comunión con toda tu Iglesia, te sea agradable, Señor, y nos obtenga la plenitud de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 58)
En la misma forma en que yo vivo por el Padre, que me ha enviado y que es la vida, el que me come, vivirá por mí, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Continúa, Señor, en nosotros tu obra de salvación por medio de esta Eucaristía para que, cada vez más unidos a Cristo en esta vida, merezcamos vivir con Él eternamente. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- La razón se protege a sí misma. Si nos atenemos exclusivamente a los dictados de nuestra razón, terminamos por defender siempre y a toda costa nuestro bienestar personal. Solamente desde la apertura de horizontes que nos regala el Señor Jesús, podemos sentirnos interpelados y motivados a superar nuestra mezquindad. Su forma de vivir estuvo totalmente volcada hacia Dios, con quien oraba incesantemente buscando su voluntad; y a la vez estuvo orientada hacia sus hermanos, es decir, hacia las personas más débiles a quienes socorrió de manera eficaz, aliviando sus enfermedades y manifestándoles un amor personal y único. No fue con discursos que nos exhortó a vivir la doble dimensión del amor; fue con su propia vida que nos trasparentó la indisoluble conexión entre el amor a Dios y a los hermanos.
UN AMOR RECÍPROCO
Flp 2, 1-4; Lc 14, 12-14
Cada vez que el apóstol san Pablo exhorta a los cristianos a vivir el amor insiste en dos exigencias. El amor tiene que ser recíproco y sin fingimientos. Al detallar las actitudes que los cristianos de Filipos tienen que consolidar, el apóstol los anima a desterrar la presunción, el egoísmo y la vanidad y a fortalecer el cariño fraterno y la solidaridad. La enseñanza del Señor Jesús sobre el particular es más exigente que la enseñanza paulina. Mientras que el apóstol urge a sus lectores a que interactúen en clave de reciprocidad, el Señor Jesús invita a sus escuchas a manifestar un amor totalmente desinteresado e incondicional hacia las personas más desvalidas y vulnerables: ciegos, pobres, cojos y lisiados que están imposibilitados de organizar comidas y banquetes. A su debido tiempo, cuando presidan con Jesús el banquete del Reino, recompensarán a sus benefactores de manera especial.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Lc 4,18)
El Espíritu del Señor está sobre mí; Él me ha enviado a anunciar la Buena Nueva a los pobres, dice el Señor.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, cuyo Espíritu nos guía y nos protege, escucha misericordioso nuestras súplicas para que la fe de los que creemos en ti, se acreciente con tus constantes beneficios. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Tengan un mismo amor, unas mismas aspiraciones y una sola alma.
De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 2, 1-4
Hermanos: Si alguna fuerza tiene una advertencia en nombre de Cristo, si de algo sirve una exhortación nacida del amor, si nos une el mismo Espíritu y si ustedes me profesan afecto entrañable, llénenme de alegría teniendo todos una misma manera de pensar, un mismo amor, unas mismas aspiraciones y una sola alma. Nada hagan por espíritu de rivalidad ni presunción; antes bien, por humildad, cada uno considere a los demás como superiores a sí mismo y no busque su propio interés, sino el del prójimo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
130 R/. Dame, Señor, la paz junto a ti.
Señor, mi corazón no es ambicioso ni mis ojos soberbios; grandezas
que superen mis alcances no pretendo. R/.
Estoy, Señor, por lo contrario, tranquilo y en silencio, como niño
recién amamantado en los brazos matemos. R/.
Que igual en el Señor esperen los hijos de Israel, ahora y siempre. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 8, 31. 32) R/. Aleluya, aleluya.
Si se mantienen fieles a mi palabra, dice el Señor, serán verdaderamente
discípulos míos y conocerán la verdad. R/.
No invites a tus amigos, sino a los pobres.
Del santo Evangelio según san Lucas: 14, 12-14
En aquel tiempo,
Jesús dijo al jefe de los fariseos que lo había invitado a comer:
"Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos,
ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque puede ser que ellos te inviten
a su vez, y con eso quedarías recompensado. Al contrario, cuando des
un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos y a los ciegos;
y así serás dichoso, porque ellos no tienen con qué pagarte;
pero ya se te pagará, cuando resuciten los justos". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que el fuego del Espíritu que encendió los corazones de los discípulos de tu Hijo Jesucristo, santifique este sacrificio que vamos a ofrecerte. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 103, 30)
Señor, envías tu Espíritu y creas la vida, y así renuevas la faz de la tierra.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que los dones que hemos recibido enciendan en nosotros el fuego del Espíritu Santo, que de manera tan inefable infundiste en tus apóstoles. Por Jesucristo, nuestro Señor
INSISTELES HASTA QUE ENTREN
Flp 2, 5-11; Lc 14, 15-24
La narración de los invitados al banquete relata la tenaz insistencia del anfitrión que no quiere verse desairado y extiende sucesivas invitaciones formales a muchísimos invitados; los primeros invitados disponían de recursos suficientes, puesto que podían comprar campos y animales de labranza; ellos, antepusieron sus intereses económicos a la convivialidad. Cuando éstos se disculparon, el dueño del banquete cambió su estrategia y lanzó su invitación al sector de los desclasados y marginales, quienes gustosamente aceptaron. En sintonía con las opciones del personaje principal de la parábola, el himno cristológico que nos refiere la carta a los Filipenses, muestra el empequeñecimiento del Señor Jesús que se despojó de su condición divina y de todas las prerrogativas que esto incluía, para asumir nuestra condición humana con todas sus limitantes. La humillación voluntaria del Mesías culminó con su exaltación a la diestra del Padre.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 85, 1-3)
Escucha, Señor, y respóndeme; salva a tu siervo que confía en ti. Ten piedad de mí, Dios mío, pues sin cesar te invoco.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, tú que puedes darnos un mismo querer y un mismo sentir, concédenos a todos amar lo que nos mandas y anhelar lo que nos prometes para que, en medio de las preocupaciones de esta vida, pueda encontrar nuestro corazón la felicidad verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Cristo se humilló a sí mismo, por eso Dios lo exaltó.
De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 2, 5-11
Hermanos: Tengan
los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús, el cual, siendo Dios,
no consideró que debía aferrarse a las prerrogativas de su condición
divina, sino que, por el contrario, se anonadó a sí mismo tomando
la condición de siervo, y se hizo semejante a los hombres. Así,
hecho uno de ellos, se humilló a sí mismo y por obediencia aceptó
incluso la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas y le otorgó el nombre
que está sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús, todos
doblen la rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y todos reconozcan
públicamente que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
21 R/. Alabemos juntos al Señor.
Le cumpliré mis promesas al Señor delante de sus fieles. Los pobres
comerán hasta saciarse y alabarán al Señor los que lo buscan:
su corazón ha de vivir para siempre. R/.
Recordarán al Señor y volverán a Él desde los últimos
lugares del mundo; en su presencia se postrarán todas las familias de
los pueblos. R/.
Porque el Señor es rey, Él gobierna a los pueblos y sólo
ante Él se postrarán todos los que mueren. R/.
Mi descendencia lo servirá y le contará a la siguiente generación,
al pueblo que ha de nacer, la justicia del Señor y todo lo que Él
ha hecho. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 11, 28) R/. Aleluya, aleluya.
Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la
carga, y yo les daré alivio, dice el Señor. R/.
Sal a los caminos y a las veredas; insísteles a todos para que vengan y se llene mi casa.
Del santo Evangelio según san Lucas: 14, 15-24
En aquel tiempo,
uno de los que estaban sentados a la mesa con Jesús le dijo: "Dichoso
aquel que participe en el banquete del Reino de Dios".
Entonces Jesús le dijo: "Un hombre preparó un gran banquete
y convidó a muchas personas. Cuando llegó la hora del banquete,
mandó un criado suyo a avisarles a los invitados que vinieran, porque
ya todo estaba listo. Pero todos, sin excepción, comenzaron a disculparse.
Uno le dijo: `Compré un terreno y necesito ir a verlo; te ruego que me
disculpes'. Otro le dijo: 'Compré cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas;
te ruego que me disculpes'. Y otro más le dijo: 'Acabo de casarme y por
eso no puedo ir'.
Volvió el criado y le contó todo al amo. Entonces el señor
se enojó y le dijo al criado: Sal corriendo a las plazas y a las calles
de la ciudad y trae a mi casa a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a
los cojos'.
Cuando regresó el criado, le dijo: 'Señor, hice lo que me ordenaste,
y todavía hay lugar' Entonces el amo respondió: 'Sal a los caminos
y a las veredas; insísteles a todos para que vengan y se llene mi casa.
Yo les aseguro que ninguno de los primeros invitados participará de mi
banquete' ". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, que por medio de un sacrificio único, el de Cristo en la Cruz, nos has adoptado como hijos tuyos, concede siempre a tu Iglesia el don de la unidad y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 103, 13-15)
La tierra está llena, Señor, de dones tuyos, de ti proviene el pan y el vino que alegra el corazón humano.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Completa, Señor,
en nosotros la obra redentora de tu amor y danos la fortaleza y generosidad
necesarias para que podamos cumplir en todo tu santa voluntad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
LA RADICALIDAD DEL SEGUIMIENTO
Flp 2, 12-18; Lc 14, 25-33
Los planteamientos tan exigentes que demanda Jesús a sus discípulos parecen desmesurados para cualquier persona. Rebajar la importancia de la familia ante su seguimiento, desentenderse del propio yo y dejar a un lado todos los bienes materiales son demandas tan radicales que el común de los cristianos escasamente cumplimos. Indudablemente que no han sido letra muerta ni se han convertido en frases puramente utópicas en la vida de algunos cristianos de peso completo. Antes que nadie, el autor de estas exhortaciones las vivió de manera congruente, como también lo hicieron san Pablo, Francisco de Asís, Charles de Foucault o Maximiliano Kolbe. En ellos se hizo posible lo que propone san Pablo en la carta a los Filipenses: Dios activó en ellos el querer y el actuar que sobrepasa la buena voluntad De hecho, el Señor lo activa en cada uno de sus hijos, el problema es que algunos no permitimos que esa benéfica presencia transforme radicalmente nuestra vida.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Lc 12, 42)
Éste es el siervo prudente y fiel, a quien el Señor puso al frente de su familia.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que en tu inefable providencia elegiste a san José por esposo de la santísima Madre de tu Hijo, concédenos tener como intercesor en el cielo a quien veneramos como protector en la tierra. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Sigan trabajando por su salvación, pues Dios es quien les da energía interior para que puedan querer y actuar.
De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 2, 12-18
Queridos hermanos
míos: Así como siempre me han obedecido cuando he estado presente
entre ustedes, con mayor razón obedézcanme ahora que estoy ausente.
Sigan trabajando por su salvación con humildad y temor de Dios, pues
Él es quien les da energía interior para que puedan querer y actuar
conforme a su voluntad.
Háganlo todo sin quejas ni discusiones, para que sean ustedes hijos de
Dios, irreprochables, sencillos y sin mancha, en medio de los hombres malos
y perversos de este tiempo. Entre ellos brillarán como antorchas en el
mundo, al presentarles las palabras de la vida. Así, el día de
la venida de Cristo, yo me sentiré orgulloso al comprobar que mis esfuerzos
y trabajos no han sido inútiles. Y aunque yo tuviera que derramar mi
sangre para que ustedes siguieran ofreciendo a Dios la ofrenda sagrada de su
vida de fe, me sentiría feliz y me regocijaría con todos ustedes.
Y ustedes, por su parte, alégrense y regocíjense conmigo. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
26 R/. El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy
a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién
podrá hacerme temblar? R/.
Lo único que pido, lo único que busco es vivir en la casa del
Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar
continuamente en su presencia. R/.
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor
y fortaleza y en el Señor confía. R/.
ACLAMACIÓN
(1 P 4, 14) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos ustedes, si los injurian por ser cristianos, porque el Espíritu
de Dios descansa en ustedes. R/.
El que no renuncie a todos sus bienes no puede ser mi discípulo.
Del santo Evangelio según san Lucas: 14, 25-33
En aquel tiempo,
caminaba con Jesús una gran muchedumbre y Él, volviéndose
a sus discípulos, les dijo:
"Si alguno quiere seguirme y no me prefiere a su padre y a su madre, a
su esposa y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, más aún,
a sí mismo, no puede ser mi discípulo. Y el que no carga su cruz
y me sigue, no puede ser mi discípulo. Porque, ¿quién de
ustedes, si quiere construir una torre, no se pone primero a calcular el costo,
para ver si tiene con qué terminarla? No sea que, después de haber
echado los cimientos, no pueda acabarla y todos los que se enteren comiencen
a burlarse de él, diciendo: 'Este hombre comenzó a construir y
no pudo terminar'. ¿O qué rey que va a combatir a otro rey, no
se pone primero a considerar si será capaz de salir con diez mil soldados
al encuentro del que viene contra él con veinte mil? Porque si no, cuando
el otro esté aún lejos, le enviará una embajada para proponerle
las condiciones de paz. Así pues, cualquiera de ustedes que no renuncie
a todos sus bienes, no puede ser mi discípulo". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por intercesión de san José, a quien confiaste la misión de cuidar de tu Unigénito como padre, te pedimos, Señor, que nos concedas poder ofrecerte dignamente este sacrificio de alabanza. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 25, 21)
Muy bien, siervo bueno y fiel, entra en el gozo de tu Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Renovados con este sacramento que da vida, te rogamos, Señor, que nos concedas vivir para ti en justicia y santidad, a ejemplo y por intercesión de san José, el varón justo y obediente que contribuyó con sus servicios a la realización de tus grandes misterios. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Godofredo de Ammiens, obispo; Diosdado I, Papa Beato Juan Duns Escoto, presbítero. Feria (Verde)
PÉRDIDAS Y GANANCIAS
Flp 3,34; Lc 15,1-10
La cuestión de las pérdidas y las ganancias está presente en ambos pasajes. Ése es el nexo temático que conecta las dos lecturas. En el Evangelio de san Lucas se nos refieren dos parábolas donde los protagonistas pierden respectivamente una oveja y una moneda. Ellos proceden conforme a lo acostumbrado, quien pierde algo valioso, se preocupa y se da a la tarea de recuperarlo hasta que lo logra. Las imágenes de estas parábolas ilustran la inagotable compasión de Dios que no desiste en la búsqueda de los hijos extraviados. En el texto paulino, encontramos una situación diferente. El apóstol ha invertido totalmente sus criterios de juicio. Lo que anteriormente juzgaba cómo pérdida ahora, luego del encuentro con Cristo, lo juzga ganancia y a la inversa. Por eso ya no se precia de sus orígenes hebreos o de su escrupulosa manera de cumplir la ley de Moisés. Toda su confianza está puesta en el amor de Cristo crucificado.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 77, 23-25)
Abrió Dios las compuertas del cielo e hizo llover sobre ellos el maná para que comiesen; les dio un trigo celeste, y el hombre comió pan de ángeles.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que llevaste a cabo la obra de la redención humana por el misterio pascual de tu Hijo, concédenos que, al anunciar llenos de fe por medio de los signos sacramentales, su muerte y resurrección, recibamos cada vez con mayor abundancia los frutos de la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Por amor a Cristo he renunciado a todo, y todo lo considero como basura, con tal de ganar a Cristo.
De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 3, 3-8
Hermanos: El verdadero
pueblo de Israel somos nosotros, los que servimos a Dios movidos por su Espíritu
y ponemos nuestra gloria en Cristo Jesús y no confiamos en motivos humanos.
Aunque yo ciertamente podría apoyarme en tales motivos. Más aún,
nadie tendría más razones que yo para confiar en motivos humanos,
porque fui circuncidado al octavo día, soy israelita de nacimiento, de
la tribu de Benjamín, hebreo e hijo de hebreos; en lo que toca a la interpretación
de la ley, fariseo, y tan fanático, que fui perseguidor de la Iglesia
de Dios; y en cuanto a la rectitud que da el cumplimiento de la ley, intachable.
Pero todo lo que era valioso para mí, lo consideré sin valor a
causa de Cristo. Más aún, pienso que nada vale la pena en comparación
con el bien supremo, que consiste en conocer a Cristo Jesús, mi Señor,
por cuyo amor he renunciado a todo, y todo lo considero como basura, con tal
de ganar a Cristo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
104 R/. El que busca al Señor será dichoso.
Entonen en su honor himnos y cantos; celebren sus portentos. Del nombre del
Señor enorgullézcanse y siéntase feliz el que lo busca.
R/.
Recurran al Señor y a su poder y a su presencia acudan. Recuerden los
prodigios que Él ha hecho, sus portentos y oráculos. R/.
Descendientes de Abraham, su servidor; estirpe de Jacob, su predilecto, escuchen:
el Señor es nuestro Dios y gobiernan la tierra sus decretos. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 11, 28) R/. Aleluya, aleluya.
Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la
carga, y yo les daré alivio, dice el Señor. R/.
Habrá alegría en el cielo por un solo pecador que se convierte.
Del santo Evangelio según san Lucas: 15, 1-10
En aquel tiempo, se acercaban a Jesús los publicanos y los pecadores para escucharlo; por lo cual los fariseos y los escribas murmuraban entre sí: "Éste recibe a los pecadores y come con ellos". Jesús les dijo entonces esta parábola: "¿Quién de ustedes, si tiene cien ovejas y se le pierde una, no deja las noventa y nueve en el campo y va en busca de la que se le perdió hasta encontrarla? Y una vez que la encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría, y al llegar a su casa, reúne a los amigos y vecinos y les dice: `Alégrense conmigo, porque ya encontré la oveja que se me había perdido'. Yo les aseguro que también en el cielo habrá más alegría por un pecador que se convierte, que por noventa y nueve justos, que no necesitan convertirse. ¿Y qué mujer hay, que si tiene diez monedas de plata y pierde una, no enciende luego una lámpara y barre la casa y la busca con cuidado hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas y les dice: 'Alégrense conmigo, porque ya encontré la moneda que se me había perdido'. Yo les aseguro que así también se alegran los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierte". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, al celebrar el memorial de nuestra salvación, te pedimos humildemente nos concedas que este sacramento de amor sea siempre para nosotros un signo de unidad y un vínculo de amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 51-52)
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor. El que coma de este pan, vivirá eternamente; pues el pan que voy a dar, es mi carne, y lo doy para vida del mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que la participación en este banquete celestial nos santifique, de modo que, por la recepción del Cuerpo y Sangre de Cristo, se estreche entre nosotros la unión fraterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Dedicación de la Basílica de Letrán
Nuestra Señora Santa María la Real de la Almudena
Santos: San Teodoro de Roma, mártir. Fiesta (Blanco)
EL TEMPLO DE SU CUERPO
1 Co 3, 9-11. 16-17. Jn 2, 13-22
La acción profética que Jesús Cumplió en el atrio del templo de Jerusalén provocó la ira de los dirigentes judíos, quienes se confabularon para quitarlo de en medio. Ellos custodiaban el edificio material de manera escrupulosa porque los revestía de un poder excepcional sobre todo Israel. En lugar de vivir como servidores dóciles de Dios y su proyecto, se habían convertido en administradores voraces de sus favores. La institución se había convertido en una red tupida de intereses económicos, políticos y religiosos al servicio de una camarilla de funcionarios aliados con el poder romano. Una figura profética tan lúcida como el Señor Jesús no podía dejar de gritarlo. La sección de la carta a los Corintios que leemos es la continuación precisa del Evangelio de san Juan. Jesús será el nuevo lugar de encuentro con Dios, sus seguidores conformarán una nueva morada para Dios. La posibilidad de convertirnos en templo de Dios implica obrar conforme al Espíritu Santo, que suscita en nosotros la calidad.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 21, 2)
Vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de donde estaba al lado de Dios, engalanada como una novia que se adorna para su esposo.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor y Dios nuestro, que has querido congregar a tu pueblo y llamarlo Iglesia, es decir, asamblea, concede a los que se reúnen en tu nombre venerarte, amarte y seguirte, y, guiados por ti, alcanzar el Reino que les tienes prometido. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Ustedes son el templo de Dios.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 3, 9-11. 16-17
Hermanos: Ustedes
son la casa que Dios edifica. Yo, por mi parte, correspondiendo al don que Dios
me ha concedido, como un buen arquitecto, he puesto los cimientos; pero es otro
quien construye sobre ellos. Que cada uno se fije cómo va construyendo.
Desde luego el único cimiento válido es Jesucristo y nadie puede
poner otro distinto.
¿No saben acaso ustedes que son el templo de Dios y que el Espíritu
de Dios habita en ustedes? Quien destruye el templo de Dios, será destruido
por Dios, porque el templo de Dios es santo y ustedes son ese templo. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
45 R/. Un río alegra a la ciudad de Dios.
Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, quien en todo peligro nos socorre.
Por eso no tememos, aunque tiemble, y aunque al fondo del mar caigan los montes.
R/.
Un río alegra a la ciudad de Dios, su morada el Altísimo hace
santa. Teniendo a Dios, Jerusalén no teme, porque Dios la protege desde
el alba. R/.
Con nosotros está Dios, el Señor; es el Dios de Israel nuestra
defensa. Vengan a ver las cosas sorprendentes que ha hecho el Señor sobre
la tierra. R/.
ACLAMACIÓN
(2 Cro 7, 16) R/. Aleluya, aleluya.
He elegido y santificado este lugar, dice el Señor, para que siempre
habite ahí mi nombre. R/.
Jesús hablaba del templo de su cuerpo.
Del santo Evangelio según san Juan: 2, 13-22
Cuando se acercaba
la Pascua de los judíos, Jesús llegó a Jerusalén
y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas,
y a los cambistas con sus mesas. Entonces hizo un látigo de cordeles
y los echó del templo, con todo y sus ovejas y bueyes; a los cambistas
les volcó las mesas y les tiró al suelo las monedas; y a los que
vendían palomas les dijo: "Quiten todo de aquí y no conviertan
en un mercado la casa de mi Padre".
En ese momento, sus discípulos se acordaron de lo que estaba escrito:
El celo de tu casa me devora.
Después intervinieron los judíos para preguntarle: "¿Qué
señal nos das de que tienes autoridad para actuar así?".
Jesús les respondió: "Destruyan este templo y en tres días
lo reconstruiré". Replicaron los judíos: "Cuarenta y
seis años se ha llevado la construcción del templo, ¿y
tú lo vas a levantar en tres días?".
Pero Él hablaba del templo de su cuerpo. Por eso, cuando resucitó
Jesús de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que
había dicho aquello y creyeron en la Escritura y en las palabras que
Jesús había dicho. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor,
nuestras ofrendas y concede a tu pueblo, unido en la plegaria, ser fortalecido
por tus sacramentos y obtener lo que pide en sus oraciones.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo
y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en
todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque en toda casa consagrada a la oración te has dignado quedarte con
nosotros, para hacernos tú mismo templos del Espíritu Santo, que
brillen, sostenidos por tu gracia, con el esplendor de una vida santa.
Y, porque con tu acción constante, santificas a la Iglesia, esposa de
Cristo, simbolizada por estos edificios materiales, a fin de que, llena de gozo
por la multitud de sus hijos, sea presentada a ti en la gloria de tu Reino.
Por eso, con todos los ángeles y santos, te alabamos, proclamando sin
cesar: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN (1 P 2, 5)
Nosotros somos piedras vivas, que sirven para construir el templo espiritual,
el pueblo sacerdotal que pertenece a Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, que has querido darnos en tu Iglesia un signo temporal de la Jerusalén celeste, concédenos, por esta comunión, ser transformados aquí en templos de tu gracia y entrar un día en el Reino de tu gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: León I Magno, Papa; Andrés Avelino, presbítero. Beatos Juan Germán y Eduardo, mártires.
Vísperas I del domingo: 4a semana del Salterio. Tomo IV: pp. 1076 y 498. Para los fieles: pp. 722 y 423. Edición popular: pp. 289 y 486. Memoria (Blanco)
GÁNENSE AMIGOS
Flp 4, 10-19; Lc 16, 9-15
El dinero tan buscado, tan cuestionado, tan anhelado y tan omnipresente en nuestra vida, nos seduce y lo perseguimos. Nos libera y lo atesoramos. La relación de Jesús con el dinero fue tan atinada y tan libre que le permitió desnudar nuestra codicia. Sabía usarlo y por eso acogía las dádivas de Susana, Juana y Magdalena; sabía administrarlo y por eso había asignado a uno de los Doce la custodia de la bolsa común; sabía compartirlo y por eso no lo guardaba en su bolso. Nunca fue esclavo del dinero. Amigo de pobres y ricos que le abrieron la mesa y la casa, vivió sin apuros, San Pablo, fiel seguidor del Mesías que lo liberó para seguir siendo libre, también sabía vivir con poco y con mucho, en la abundancia y la escasez, ganándose el pan con el sudor de su frente, tejiendo y vendiendo tiendas para no venderse a nadie ni vender su conciencia. Sabía tocar la puerta de la iglesia de Filipos para que lo auxiliaran en su necesidad y sabía vivir con "franciscana" austeridad.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Si 15, 5)
El Señor lo ha llenado del espíritu de sabiduría e inteligencia, ha abierto sus labios en medio de la asamblea y lo ha revestido de gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que nos has prometido que las fuerzas del mal nunca prevalecerán contra la Iglesia, cimentada sobre la roca de Pedro, haz que, por la intercesión del Papa san León Magno, tu pueblo permanezca siempre firme en la verdad y goce de una paz estable y verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Todo lo puedo unido a aquel que me da fuerza.
De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 4, 10-19
Hermanos: Me he
alegrado mucho en el Señor de que el interés de ustedes por mí
se haya vuelto a manifestar. No es que no lo tuvieran, sino que les había
faltado la ocasión de ayudarme. Y no se lo digo porque esté necesitado,
pues he aprendido a conformarme con lo que tengo.
Sé lo que es vivir en pobreza y también lo que es tener de sobra.
Estoy acostumbrado a todo: lo mismo a comer bien que a pasar hambre; lo mismo
a la abundancia que a la escasez. Todo lo puedo unido a aquel que me da fuerza.
Sin embargo, han hecho ustedes bien en socorrerme cuando me vi en dificultades.
Ustedes saben, filipenses, que al comenzar a predicar el Evangelio, cuando salí
de Macedonia, ninguna comunidad cristiana, fuera de ustedes, me brindó
una ayuda económica a cambio de lo que habían recibido de mí.
Pues, incluso cuando estaba en Tesalónica, en más de una ocasión
me enviaron ayuda para aliviar mis necesidades.
No es que yo busque sus donativos; lo que me importa es que ustedes se hagan
cada vez más ricos ante Dios. Tengo cuanto necesito y más de lo
que necesito. Tengo de sobra con lo que Epafrodito me entregó de parte
de ustedes, y que es para Dios ofrenda y sacrificio que El acepta con agrado.
Y mi Dios, con su infinita riqueza, remediará con esplendidez todas sus
necesidades, por medio de Cristo Jesús. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Del salmo
111 R/. Dichosos los que temen al Señor.
Dichosos los que temen al Señor y aman de corazón sus
mandamientos; poderosos serán sus descendientes: Dios bendice a los hijos
de los buenos. R/.
Quienes, compadecidos, prestan y llevan su negocio honradamente, jamás
se desviarán: vivirá su recuerdo para siempre. R/.
Firme está y sin temor su corazón, al pobre dan limosna, obran
siempre conforme a la justicia; su frente se alzará llena de gloria.
R/.
ACLAMACIÓN
(2 Co 8, 9) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre, para enriquecernos con su pobreza. R/.
Si con el dinero, tan lleno de injusticias, no fueron fieles, ¿quién
les confiará los bienes verdaderos?
Del santo Evangelio según san Lucas: 16, 9-15
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Con el dinero, tan lleno de injusticias, gánense amigos que, cuando ustedes mueran, los reciban en el cielo. El que es fiel en las cosas pequeñas, también es fiel en las grandes; y el que es infiel en las cosas pequeñas, también es infiel en las grandes. Si ustedes no son fieles administradores del dinero, tan lleno de injusticias, ¿quién les confiará los bienes verdaderos? Y si no han sido fieles en lo que no es de ustedes, ¿quién les confiará lo que sí es de ustedes? No hay criado que pueda servir a dos amos, pues odiará a uno y amará al otro, o se apegará al primero y despreciará al segundo. En resumen, no pueden ustedes servir a Dios y al dinero". Al oír todas estas cosas, los fariseos, que son amantes del dinero, se burlaban de Jesús. Pero Él les dijo: "Ustedes pretenden pasar por justos delante de los hombres; pero Dios conoce sus corazones, y lo que es muy estimable para los hombres es detestable para Dios". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por este sacrificio eucarístico que vamos a ofrecerte, ilumina, Señor, a tu Iglesia, para que nuestros pastores, guiados siempre por tu amor, puedan conducirnos por el camino del bien. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 12, 42)
Éste es el siervo fiel y sensato a quien su señor ha puesto al frente de su familia, para darles la ración de trigo a su tiempo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que alimentas a tu Iglesia con el pan de la vida, guíala con la fuerza de tu amor, para que pueda vivir y crecer en libertad y mantenerse fiel a tu Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XXXII TIEMPO ORDINARIO
Santos: Martín de Tours, obispo; Verano o Veranio de Vence obispo. Beata Marina de Omura, mártir (Verde)
LAS VIUDAS EJEMPLARES
1R 17, 10-16; HB 9, 24-28; Mc, 12, 38-44
Son también vidas ejemplares. Estas mujeres anónimas no quedaron en el olvido. A una apenas recordamos como la generosa viuda de Sarepta. Entre la resignación y la obediencia, se arriesga toda entera, compartiendo los últimos panes de que dispone. Elías le comunica su profunda confianza en Dios y comparte todo cuanto tiene desde su situación de extrema pobreza. Su generosidad será doblemente recompensada por el Dios que defiende a huérfanos y viudas. En el Evangelio de san Marcos, encontramos un contraste lacerante: de un lado los rezanderos que devoran sin compasión los bienes de las viudas, del otro, la viuda que entrega con una fe agradecida los únicos céntimos que tiene para vivir. La idolatría del dinero y la confianza ilimitada en el Dios que socorre a los pobres. De esa misma espiritualidad del abandono total en Dios nos habla la carta a los Hebreos al presentarnos a Jesús, como la víctima confiada que se ofrece de una vez y para siempre por nosotros.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 87, 3)
Que llegue hasta ti mi súplica, Señor, y encuentren acogida mis plegarias.
ORACIÓN COLECTA
Ayúdanos, Señor, a dejar en tus manos paternales todas nuestras preocupaciones, a fin de que podamos entregarnos con mayor libertad a tu servicio. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Con el puñado de harina la viuda hizo un panecillo y se lo llevó a Elías.
Del primer libro de los Reyes: 17, 10-16
En aquel tiempo, el profeta Elías se puso en camino hacia Sarepta. Al llegar a la puerta de la ciudad, encontró allí a una viuda que recogía leña. La llamó y le dijo: "Tráeme, por favor, un poco de agua para beber". Cuando ella se alejaba, el profeta le gritó: "Por favor, tráeme también un poco de pan" Ella le respondió: "Te juro por el Señor, tu Dios, que no me queda ni un pedazo de pan; tan sólo me queda un puñado de harina en la tinaja y un poco de aceite en la vasija. Ya ves que estaba recogiendo unos cuantos leños. Voy a preparar un pan para mí y para mi hijo. Nos lo comeremos y luego moriremos". Elías le dijo: "No temas. Anda y prepáralo como has dicho; pero primero haz un panecillo para mí y tráemelo. Después lo harás para ti y para tu hijo, porque así dice el Señor de Israel: 'La tinaja de harina no se vaciará, la vasija de aceite no se agotará, hasta el día en que el Señor envié la lluvia sobre la tierra' ". Entonces ella se fue, hizo lo que el profeta le había dicho y comieron él, ella y el niño. Y tal como había dicho el Señor por medio de Elías, a partir de ese momento, ni la tinaja de harina se vació, ni la vasija de aceite se agotó. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
145 R/. El Señor siempre es fiel a su palabra.
El Señor siempre es fiel a su palabra, y es quien hace justicia al oprimido;
El proporciona pan a los hambrientos y libera al cautivo. R/.
Abre el Señor los ojos de los ciegos y alivia al agobiado. Ama el Señor
al hombre justo y toma al forastero a su cuidado. R/.
A la viuda y al huérfano sustenta y trastorna los planes del inicuo.
Reina el Señor eternamente. Reina tu Dios, oh Sión, reina por
siglos. R/.
Cristo se ofreció una sola vez para quitar los pecados de todos.
De la carta a los hebreos: 9, 24-28
Hermanos: Cristo
no entró en el santuario de la antigua alianza, construido por mano de
hombres y que sólo era figura del verdadero, sino en el cielo mismo,
para estar ahora en la presencia de Dios, intercediendo por nosotros.
En la antigua alianza, el sumo sacerdote entraba cada año en el santuario
para ofrecer una sangre que no era la suya; pero Cristo no tuvo que ofrecerse
una y otra vez a sí mismo en sacrificio, porque en tal caso habría
tenido que padecer muchas veces desde la creación del mundo. De hecho,
Él se manifestó una sola vez, en el momento culminante de la historia,
para destruir el pecado con el sacrificio de sí mismo.
Así como está determinado que los hombres mueran una sola vez
y que después de la muerte venga el juicio, así también
Cristo se ofreció una sola vez para quitar los pecados de todos. Al final
se manifestará por segunda vez, pero ya no para quitar el pecado, sino
para la salvación de aquellos que lo aguardan y en Él tienen puesta
su esperanza. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Mt 5, 3) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.
R/.
Esa pobre viuda ha echado en la alcancía más que todos.
Del santo Evangelio según san Marcos: 12, 38-44
En aquel tiempo, enseñaba Jesús a la multitud y le decía: "¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplios ropajes y recibir reverencias en las calles: buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; se echan sobre los bienes de las viudas haciendo ostentación de largos rezos. Éstos recibirán un castigo muy riguroso". En una ocasión Jesús estaba sentado frente a las alcancías del templo, mirando cómo la gente echaba allí sus monedas. Muchos ricos daban en abundancia. En esto, se acercó una viuda pobre y echó dos moneditas de muy poco valor. Llamando entonces a sus discípulos, Jesús les dijo: "Yo les aseguro que esa pobre viuda ha echado en la alcancía más que todos. Porque los demás han echado de lo que les sobraba; pero ésta, en su pobreza, ha echado todo lo que tenía para vivir". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Presentemos
nuestras plegarias a Dios, nuestro Padre. Después de cada petición
diremos:
Escúchanos, Padre. .
Para que todas las Iglesias cristianas busquen sinceramente la unidad y
trabajen por alcanzarla. Oremos.
Para que crezcan entre nosotros las vocaciones sacerdotales y religiosas. Oremos.
Para que el Espíritu Santo asista a los obispos mexicanos que se reunirán
en asamblea esta semana. Oremos.
Para que haya cada vez más hombres y mujeres de buena voluntad dispuestos
a trabajar al servicio de la justicia y de la paz en el mundo. Oremos.
Para que los que se están quedando sin trabajo a causa de la crisis económica,
tengan la ayuda que necesitan ante esta situación. Oremos.
Para que los que estamos aquí reunidos celebrando la Eucaristía
descubramos cada día más el gusto de la oración y del trato
personal con Dios. Oremos.
Escucha, Padre, nuestras plegarias, y haz que nosotros y todos los hombres
y mujeres de buena voluntad, aprendamos a ser más generosos cada día.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, con bondad los dones que te presentamos, a fin de que el sacramento de la muerte y resurrección de tu Hijo, nos alcance de ti la vida verdadera. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 24. 35)
Los discípulos reconocieron al Señor Jesús cuando partió el pan.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te damos gracias, Señor, por habernos alimentado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y te rogamos que la fuerza del Espíritu Santo, que nos has comunicado en este sacramento, permanezca en nosotros y transforme toda nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- La situación de numerosos adultos mayores en nuestro país es angustiante. Convertirse en adulto mayor en México es tener asegurada una situación de desvalimiento. Las estadísticas lo confirman, tres cuartas partes de los adultos mayores son pobres. En el entendido que en la próxima década seremos un alto porcentaje de adultos en plenitud en el país, es preocupante saber que exista una peligrosa combinación: muchos adultos en condición de pobreza. De esta realidad no podemos hacer caso omiso. Los pasajes bíblicos nos presentan a dos viudas que confían en Dios. Ciertamente Dios no se desentiende de sus hijos. Ahora bien, para que las personas de buena fe que confían en Dios no queden defraudadas, los discípulos de Jesús que estamos ciertos de su parcialidad a favor de los débiles, necesitamos corresponsabilizamos de la gestación de políticas públicas que garanticen bienestar, seguridad social, derecho a la jubilación para las personas que trabajaron y generaron servicios y bienestar para el país. Dios bendice a las viudas a través de las mediaciones de ciudadanos y cristianos comprometidos con su realidad social.
PREVINIENDO LOS ESCÁNDALOS
Tt 1,1-9; Lc 17,1-6
El relato evangélico lanza una advertencia severa contra quienes confesamos a Jesús como Señor y vivimos como obradores de la injusticia. Esa doble moral provoca desconcierto y afecta la fe de las personas sencillas que no comprenden tal incongruencia. Los escándalos que generan quienes ocupan cargos públicos en la sociedad van minando la confianza de creyentes y ciudadanos. Se rompe la dinámica de la lealtad a las instituciones y se resquebraja la buena fe de las personas. Esas situaciones no se podrán desarraigar del todo, tal como lo dice el Señor Jesús en este pasaje evangélico. No obstante, la carta a Tito establece una reglamentación detallada para disminuir la posibilidad de que ocurran tales excesos: si los responsables son designados siguiendo un protocolo establecido y no se incurre en el arraigado vicio del nepotismo y la formación de grupúsculos de poder creados por influyentes, las posibilidades de que las instituciones incurran a través de sus dirigentes en la opacidad, el abuso de confianza y la corrupción ciertamente disminuirán.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Este santo luchó hasta la muerte por la ley de Dios y no se aterrorizó ante la amenaza de los impíos, pues estaba afianzado sobre roca firme.
ORACIÓN COLECTA
Aviva, Señor, en tu Iglesia, el espíritu de amor, que dio valor a san Josafat para morir por su pueblo a fin de que, fortalecidos por tu amor, no dudemos en sacrificar ninguno de nuestros intereses por el bien de nuestros hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Establece presbíteros en cada ciudad, como te lo ordené.
De la carta del apóstol san Pablo a Tito: 1, 1-9
Yo, Pablo, soy servidor de Dios y apóstol de Jesucristo, para conducir a los elegidos de Dios a la fe y al pleno conocimiento de la verdadera religión, que se apoya en la esperanza de la vida eterna. Dios, que no miente, había prometido esta vida desde tiempos remotos, y al llegar el momento oportuno, ha cumplido su palabra por medio de la predicación que se me encomendó por mandato de Dios, nuestro Salvador. Querido Tito, mi verdadero hijo en la fe que compartimos: te deseo la gracia y la paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, nuestro Salvador. El motivo de haberte dejado en Creta, fue para que acabaras de organizar lo que faltaba y establecieras presbíteros en cada ciudad, como te lo ordené. Han de ser irreprochables, casados una sola vez; y sus hijos han de ser creyentes y no acusados de mala conducta o de rebeldía. Por su parte, el obispo, como administrador de Dios, debe ser irreprochable; no debe ser arrogante, ni iracundo, ni bebedor, ni violento, ni dado a negocios sucios. Al contrario, debe ser hospitalario, amable, sensato, justo, piadoso, dueño de sí mismo, fielmente apegado a la fe enseñada, para que sea capaz de predicar una doctrina sana y de refutar a los adversarios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
23 R/. Haz, Señor, que te busquemos.
Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los que en
él habitan, pues Él lo edificó sobre los mares, Él
fue quien lo asentó sobre los ríos. R/.
¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién
podrá entrar en su recinto santo? El de corazón limpio y manos
puras y que no jura en falso. R/.
Ése obtendrá la bendición de Dios, y Dios, su salvador,
le hará justicia. Esta es la clase de hombres que te buscan y vienen
ante ti, Dios de Jacob. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Flp 2, 15. 16) R/. Aleluya, aleluya.
Iluminen al mundo con la luz del Evangelio reflejada en su vida. R/.
Si tu hermano te ofende siete veces al día, y siete veces viene a ti para decirte que se arrepiente, perdónalo.
Del santo Evangelio según san Lucas: 17, 1-6
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No es posible evitar que existan ocasiones de pecado, pero ¡ay de aquel que las provoca! Más le valdría ser arrojado al mar con una piedra de molino sujeta al cuello, que ser ocasión de pecado para la gente sencilla. Tengan, pues, cuidado. Si tu hermano te ofende, trata de corregirlo; y si se arrepiente, perdónalo. Y si te ofende siete veces al día, y siete veces viene a ti para decirte que se arrepiente, perdónalo". Los apóstoles dijeron entonces al Señor: "Auméntanos la fe". El Señor les contestó: "Si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a ese árbol frondoso: 'Arráncate de raíz y plántate en el mar', y los obedecería". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Bendice y acepta, Señor, los dones que te presentamos y haz que esta Eucaristía, nos confirme en la misma fe que san Josafat atestiguó con su sangre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 16, 24)
Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz y que me siga, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que este sacramento que hemos recibido nos comunique, Señor, tus dones de fortaleza y de paz, para que, a ejemplo de san Josafat, trabajemos sin descanso por la unidad y la santificación de la Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Diego de Alcalá, religioso; Nicolás I, Papa Beato Carlos Lampert, mártir. Feria (Verde)
VIVIENDO EN EQUILIBRIO Y RECTITUD
Tt 2,1-8.11-14; Lc 17,7-10
El autor de la carta a Tito hace diferentes recomendaciones a los distintos miembros de la comunidad. Invita a todo mundo a vivir de manera sensata desde su peculiar vocación y compromiso. Jóvenes, ancianas, esclavos y esposas cristianas vivían en un mundo sacudido por mentalidades contrapuestas. El camino cristiano aparecía como una opción entre otras. La mirada escrutadora de la opinión pública tendría puesta la atención en los hermanos cristianos. Aunque no valía la pena vivir para el reconocimiento público, el cristiano necesitaba acreditar socialmente la viabilidad de esa nueva manera de vivir. La conducta nociva o pura de cada cristiano compromete el buen nombre de toda la comunidad. El paraje del Evangelio de san Lucas nos alecciona acerca de nuestra condición de servidores. Para el cristiano, el servicio a Dios y a los hermanos, en la medida que es asumido libremente es ennoblecedor Cuando Cumplimos la voluntad de Dios, sirviéndole, aliviando la necesidad de algún hermano, nos sentimos satisfechos y estimulados. Si no recibimos agradecimiento alguno, sabernos que es a Dios a quien servimos.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Rm 12, 5)
Todos nosotros, aun siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y todos y cada uno somos miembros los unos de los otros.
ORACIÓN COLECTA
Padre, concede a tu Iglesia, ser siempre fiel a su vocación de pueblo santo y que sus miembros sean uno, como tú, Padre, con tu Hijo y el Espíritu Santo son uno, para que se manifieste al mundo como sacramento de santidad y de unidad y lo conduzca a la plenitud de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Vivamos de una manera justa y fiel, en espero de la gloriosa venida de Jesucristo, nuestro Dios y Salvador.
De la carta del apóstol san Pablo a Tito: 2, 1-8. 11-14
Querido hermano: Enseña lo que está de acuerdo con la sana doctrina: que los ancianos sean sobrios, respetables, sensatos, bien cimentados en la fe, en el amor y la paciencia. Que las ancianas, asimismo, sean respetables en su comportamiento, que se abstengan de murmurar y de tomar mucho vino; que, con su buen ejemplo, enseñen a las jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser sensatas, castas, sobrias, a cuidar bien de su hogar, a ser bondadosas y obedientes a sus maridos, para que nadie pueda hablar mal del Evangelio. Exhorta igualmente a los jóvenes a ser sensatos en todo y dales tú mismo buen ejemplo. Cuando enseñes, hazlo con autenticidad y dignidad, con un lenguaje sano e irreprochable, para que los adversarios tengan que retirarse, al no poder decir nada malo de nosotros. Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvar a todos los hombres y nos ha enseñado a renunciar a la vida sin religión y a los deseos mundanos, para que vivamos, ya desde ahora, de una manera sobria, justa y fiel a Dios, en espera de la gloriosa venida del gran Dios y Salvador, Cristo Jesús, nuestra esperanza. Él se entregó por nosotros para redimirnos de todo pecado y purificarnos, a fin de convertirnos en pueblo suyo, fervorosamente entregado a practicar el bien. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
36 R/. Dios es nuestro Salvador
Pon tu esperanza en Dios, practica el bien y vivirás tranquilo en esta
tierra. Busca en Él tu alegría y te dará el Señor
cuanto deseas. R/.
Cuida el Señor la vida de los buenos y su herencia perdura; porque aprueba
el camino de los justos y asegura el Señor todos sus pasos. R/.
Apártate del mal, practica el bien y tendrás una casa eternamente;
porque los justos heredarán la tierra y la habitarán para siempre.
R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 23) R/. Aleluya, aleluya.
El que me ama cumplirá mi palabra y mi Padre lo amará y haremos
en él nuestra morada, dice el Señor. R/.
No somos más que siervos; sólo hemos hecho lo que teníamos que hacer.
Del santo Evangelio según san Lucas: 17, 7-10
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: "¿Quién de ustedes, si tiene un siervo que labra la tierra o pastorea los rebaños, le dice cuando éste regresa del campo: 'Entra enseguida y ponte a comer'? ¿No le dirá más bien: 'Prepárame de comer y disponte a servirme, para que yo coma y beba; después comerás y beberás tú'? ¿Tendrá acaso que mostrarse agradecido con el siervo, porque éste cumplió con su obligación? Así también ustedes, cuando hayan cumplido todo lo que se les mandó, digan: 'No somos más que siervos; sólo hemos hecho lo que teníamos que hacer' ". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por el memorial del amor infinito de tu Hijo que estamos celebrando, te pedimos, Señor, que tu Iglesia haga llegar a todos los hombres los frutos de la redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. 1 Co 10, 17)
Todos nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque comemos del mismo pan y participamos del mismo cáliz.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por medio de este admirable sacramento, con el que fortaleces y alegras a tu Iglesia, concédenos, Señor, unimos más íntimamente a Cristo, para edificar con nuestro trabajo cotidiano tu Reino eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
EL BAÑO REGENERADOR
Tt 3,1-7; Lc 17,11-1
En ambas lecturas encontramos una línea divisoria que separa el pasado del presente de los protagonistas. En el Evangelio el narrador nos presenta a diez leprosos, quienes gracias a la intervención de Jesús, dejaron atrás su existencia como personas marginales, excluidas de la convivencia ordinaria por razón de su enfermedad. A partir del encuentro con Jesús también ellos participaron del baño regenerador del que nos habla la carta a Tito, y se reincorporaron como miembros de pleno derecho a su sociedad. En cierto sentido, el gesto curativo de Jesús que devolvió la salud corporal a los diez leprosos, fue un anticipo de la renovación interior que opera en nosotros el Espíritu de Dios, a través del bautismo. En un par de verbos concentra el autor la esencia de dicho cambio: la vida previa al encuentro con Jesús estaba marcada por el odio y la rivalidad; en tanto que la existencia cristiana del creyente está moldeada por la fuerza y el amor desbordante de Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 85, 3. 5)
Dios mío, ten piedad de mí, pues sin cesar te invoco. Tú eres bueno y clemente y no niegas tu amor al que te invoca.
ORACIÓN COLECTA
Dios misericordioso, de quien procede todo lo bueno, inflámanos con tu amor y acércanos más a ti a fin de que podamos crecer en tu gracia y perseveremos en ella. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Andábamos perdidos, pero Cristo nos salvó por su misericordia.
De la carta del apóstol san Pablo a Tito: 3, 1-7
Querido hermano:
Recuérdales a todos que deben someterse a los gobernantes y a las autoridades,
que sean obedientes, que estén dispuestos para toda clase de obras buenas,
que no insulten a nadie, que eviten los pleitos, que sean sencillos y traten
a todos con amabilidad.
Porque hubo un tiempo en que también nosotros fuimos insensatos y rebeldes
con Dios; andábamos descarriados y éramos esclavos de todo género
de pasiones y placeres; vivíamos una vida llena de maldad y de envidia;
éramos abominables y nos odiábamos los unos a los otros.
Pero, al manifestarse la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor a los hombres,
Él nos salvó, no porque nosotros hubiéramos hecho algo
digno de merecerlo, sino por su misericordia. Lo hizo mediante el bautismo,
que nos regenera y nos renueva, por la acción del Espíritu Santo,
a quien Dios derramó abundantemente sobre nosotros, por Cristo, nuestro
Salvador. Así, justificados por su gracia, nos convertiremos en herederos,
cuando se realice la esperanza de la vida eterna. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Del salmo
22 R/. El Señor es mi pastor, nada me faltará.
El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace reposar
y hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas. R/.
Por ser un Dios fiel a sus promesas, me guía por el sendero recto; así,
aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú estás
conmigo. Tu vara y tu cayado me dan seguridad. R/.
Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis adversarios; me unges
la cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes. R/.
Tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días
de mi vida; y viviré en la casa del Señor por años sin
término. R/.
ACLAMACIÓN
(1 Ts 5, 18) R/. Aleluya, aleluya.
Den gracias siempre, unidos a Cristo Jesús, pues esto es lo que Dios
quiere que ustedes hagan. R/.
¿No ha habido nadie, fuera de este extranjero, que volviera para dar gloria a Dios?
Del santo Evangelio según san Lucas: 17, 11-19
En aquel tiempo,
cuando Jesús iba de camino a Jerusalén, pasó entre Samaria
y Galilea. Estaba cerca de un pueblo, cuando le salieron al encuentro diez leprosos,
los cuales se detuvieron a lo lejos y a gritos le decían: "¡Jesús,
maestro, ten compasión de nosotros!".
Al verlos, Jesús les dijo: "Vayan a presentarse a los sacerdotes".
Mientras iban de camino, quedaron limpios de la lepra. Uno de ellos, al ver
que estaba curado, regresó, alabando a Dios en voz alta, se postró
a los pies de Jesús y le dio las gracias. Ése era un samaritano.
Entonces dijo Jesús: "¿No eran diez los que quedaron limpios?
¿Dónde están los otros nueve? ¿No ha habido nadie,
fuera de este extranjero, que volviera para dar gloria a Dios?". Después
le dijo al samaritano: "Levántate y vete. Tu fe te ha salvado".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos y realiza en nosotros con el poder de tu Espíritu, la obra redentora que se actualiza en esta Eucaristía. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 30, 20)
Qué grande es la delicadeza del amor que tienes reservada, Señor, para tus hijos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor, que este sacramento con que nos has alimentado, nos haga crecer en tu amor y nos impulse a servirte en nuestros prójimos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
CUÁNDO LLEGARÁ EL REINO DE DIOS
Flm 7-20; Lc 17, 20-25
En torno de esa inquietud se agitaban las opiniones de los fariseos, quienes no dudaron en interrogar al Señor Jesús sobre el particular. En la respuesta del Maestro encontramos un planteamiento novedoso y tal vez desilusionante para sus oyentes, que esperarían encontrar signos del Reino en la realidad sociopolítica de Israel. Jesús destaca la dimensión interna del Reino. Quien acoge libremente el proyecto de Dios podrá desatar una serie de modificaciones y enmiendas en el ámbito externo. Ambas dimensiones son importantes, pero la primera explica a la segunda. En ese sentido el suceso que nos refiere la carta de Hernán resulta ilustrativo: Pablo bautizó en la cárcel a Onésimo, esclavo fugitivo de Filemón. Pablo estaba vinculado por lazos de fe y de afecto con ambos, por eso hizo patente ante el patrono la nueva situación a partir del bautismo, las relaciones sociales y económicas quedan subordinadas a la condición fundamental: Onésimo ya no sería un esclavo, sino antes y primero que todo, un hermano para Filemón. Pablo no podía obligar a Filemón a que liberara a su esclavo, pero sí lo instituida considerar ésa y otras situaciones desde su nueva condición de cristiano.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 109, 4)
El Señor lo ha jurado y el Señor no se retracta. Tú eres sacerdote para siempre, como lo es Melquisedec.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que para gloria tuya y salvación nuestra constituiste a Cristo sumo y eterno sacerdote, concede al pueblo redimido con su sangre obtener, por la participación en este memorial, los frutos de la muerte y resurrección de tu Hijo, que vive y reina contigo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Recíbelo, pero ya no como esclavo, sino como hermano amadísimo.
De la carta del apóstol san Pablo a Filemón: 7-20
Querido hermano:
Recibí gran alegría y consuelo, con motivo de tu caridad con los
hermanos, porque gracias a ti se sienten reconfortados. Por eso, aunque como
apóstol de Cristo tengo pleno derecho a ordenarte lo que debes hacer,
prefiero pedírtelo en nombre del amor. Yo. Pablo, ya anciano y ahora,
además, prisionero por la causa de Cristo Jesús, quiero pedirte
algo en favor de Onésimo, mi hijo, a quien he engendrado para Cristo
aquí en la cárcel. El en otro tiempo te fue inútil, pero
ahora es muy útil para ti y para mí. Te lo envío. Recíbelo
como a mí mismo.
Yo hubiera querido retenerlo conmigo, para que en tu lugar me atendiera, mientras
estoy preso por la causa del Evangelio. Pero no he querido hacer nada sin tu
consentimiento, para que el favor que me haces no sea como por obligación,
sino por tu propia voluntad.
Tal vez él fue apartado de ti por un breve tiempo, a fin de que lo recuperaras
para siempre, pero ya no como esclavo, sino como algo mejor que un esclavo,
como hermano amadísimo. Él ya lo es para mí. ¡Cuánto
más habrá de serlo para ti, no sólo por su calidad de hombre,
sino de hermano en Cristo! Por lo tanto, si me consideras como compañero
tuyo, recíbelo como a mí mismo. Y si en algo te perjudicó
o algo te debe, ponlo a mi cuenta. Yo, Pablo, te lo pagaré, y esto lo
firmo de mi puño y letra. Y eso para no mencionar que tienes una deuda
conmigo, que eres tú mismo. Sí, hermano, hazme este favor por
nuestra unión con el Señor, para que confortes mi corazón
en Cristo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
145 R/. El Señor ama al hombre justo.
El Señor siempre es fiel a su palabra y es quien hace justicia al oprimido;
Él proporciona pan a los hambrientos y libera al cautivo. R/.
Abre el Señor los ojos de los ciegos y alivia al agobiado. Ama el Señor
al hombre justo y toma al forastero a su cuidado. R/.
A la viuda y al huérfano sustenta y trastorna los planes del inicuo.
Reina el Señor eternamente, reina tu Dios, oh Sión, reina por
siglos. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 15, 5) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy la vid y ustedes los sarmientos; el que permanece en mí y yo en
él, ése da fruto abundante. R/.
El Reino de Dios ya está entre ustedes.
Del santo Evangelio según san Lucas: 17, 20-25
En aquel tiempo,
los fariseos le preguntaron a Jesús: "¿Cuándo llegará
el Reino de Dios?". Jesús les respondió: "El Reino de
Dios no llega aparatosamente. No se podrá decir: 'Está aquí'
o 'Está allá', porque el Reino de Dios ya está entre ustedes".
Les dijo entonces a sus discípulos: "Llegará un tiempo en
que ustedes desearán disfrutar siquiera un solo día de la presencia
del Hijo del hombre y no podrán. Entonces les dirán: 'Está
aquí' o 'Está allá', pero no vayan corriendo a ver, pues
así como el fulgor del relámpago brilla de un extremo a otro del
cielo, así será la venida del Hijo del hombre en su día.
Pero antes tiene que padecer mucho y ser rechazado por los hombres de esta generación".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, participar dignamente en esta Eucaristía, porque cada vez que celebramos el memorial del sacrificio de tu Hijo, se lleva a cabo la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Co 11, 24-25)
Éste es mi Cuerpo, que se da por ustedes. Este cáliz es la nueva alianza establecida por mi Sangre; cuantas veces lo beban, háganlo en memoria mía, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que nos has concedido el gozo de participar en esta Eucaristía, memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, haz que, unidos siempre a Él, vivamos como verdaderos hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PERDER O GANAR LA VIDA
2 Jn 4-9; Lc 17, 26.37
Ese es el dilema de fondo que plantea el pasaje de san Lucas Ésa también es la disyuntiva que enfrentamos a lo largo de nuestra existencia: ¿vale la pena empeñar salud, recursos humanos y materiales por proyectos que en todo caso podrían acarrearnos un poco de dinero? ¿Tiene, sentido desgastarse y angustiarse por éxitos inciertos que no logramos atrapar, aun cuando descuidemos valores realmente imponentes, como la familia y la salud? En perspectiva cristiana podemos plantear ese dilema: ¿Vale la pena alejarse de Dios y de los hermanos para, conseguir una fortuna injusta a costa de nuestras convicciones creyentes? Eso, nos dice el Señor Jesús, equivaldría a perder la vida. Los destinatarios de la Segunda Carta de Juan atravesaban una situación de confusión, puesto que algunos predicadores espurios, pretendían alejar a los hermanos de la fe genuina, a cambio de alguna ilusión que finalmente resultaría decepcionante.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 5, 9-10)
Sin distinción de raza, lengua, pueblo o nación, nos compraste, Señor, con tu Sangre e hiciste de nosotros un Reino para Dios.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que has redimido a todos los hombres con la preciosa Sangre de tu Hijo, protege en nosotros la obra de tu misericordia, para que, celebrando siempre el misterio de nuestra salvación merezcamos alcanzar sus frutos eternos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
El que permanece fiel a la doctrina de Cristo, ése sí vive unido al Padre y al Hijo.
De la segunda carta del apóstol san Juan: 4-9
Hermanos: Me ha
dado mucha alegría enterarme de que muchos de ustedes viven de acuerdo
con la verdad, según el mandamiento que hemos recibido del Padre.
Les ruego, pues, hermanos, que nos amemos los unos a los otros. No se trata
de un mandamiento nuevo, sino del mismo que tenemos desde el principio. El amor
consiste en vivir de acuerdo con los mandamientos de Dios. Y el mandamiento
consiste en vivir de acuerdo con el amor, como lo han escuchado desde el principio.
Ahora han surgido en el mundo muchos que tratan de engañar, pues niegan
que Jesucristo es verdadero hombre. Estos son el verdadero impostor y anticristo.
Pongan, pues, atención para que no pierdan el fruto de sus trabajos y
puedan recibir la recompensa completa. Quien se aparta de la verdad y no permanece
fiel a la doctrina de Cristo, no vive unido a Dios; el que permanece fiel a
la doctrina de Cristo, ése sí vive unido al Padre y al Hijo. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
118 R/. Dichoso el que cumple la ley del Señor.
Dichoso el hombre de conducta intachable, que cumple la ley del Señor.
Dichoso el que es fiel a sus enseñanzas y lo busca de todo corazón.
R/.
Con todo el corazón te voy buscando; no me dejes desviar de tus preceptos.
En mi pecho guardaré tus mandamientos, para nunca pecar en contra tuya.
R/.
Favorece a tu siervo, para que viva y observe tus palabras. Ábreme los
ojos para ver las maravillas de tu voluntad. R/.
ACLAMACIÓN
(Lc 21, 28) R/. Aleluya, aleluya.
Estén atentos y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación,
dice el Señor. R/.
Lo mismo sucederá el día en que el Hijo del hombre se manifieste.
Del santo Evangelio según san Lucas: 17, 26-37
En aquellos días,
Jesús dijo a sus discípulos: "Lo que sucedió en el
tiempo de Noé también sucederá en el tiempo del Hijo del
hombre: comían y bebían, se casaban hombres y mujeres, hasta el
día en que Noé entró en el arca; entonces vino el diluvio
y los hizo perecer a todos.
Lo mismo sucedió en el tiempo de Lot: comían y bebían,
compraban y vendían, sembraban y construían, pero el día
en que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y
los hizo perecer a todos. Pues lo mismo sucederá el día en que
el Hijo del hombre se manifieste.
Aquel día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa,
que no baje a recogerlas; y el que esté en el campo, que no mire hacia
atrás. Acuérdense de la mujer de Lot. Quien intente conservar
su vida, la perderá; y quien la pierda, la conservará.
Yo les digo: aquella noche habrá dos en un mismo lecho: uno será
tomado y el otro abandonado; habrá dos mujeres moliendo juntas: una será
tomada y la otra abandonada".
Entonces, los discípulos le dijeron: "¿Dónde sucederá
eso, Señor?". Y Él les respondió: "Donde hay
un cadáver, se juntan los buitres". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al presentarte nuestras ofrendas, te suplicamos, Señor, que por medio de estos misterios, nos acerquemos a Jesús, y renovemos la acción salvadora de su Sangre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. 1 Co 10, 16)
El cáliz de nuestra acción de gracias, nos une a todos en la Sangre de Cristo; y el pan que partimos, nos une a todos en el Cuerpo del Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo sido reconfortados con el alimento y la bebida de salvación, te pedimos, Señor, que nos purifiques siempre con la Sangre de nuestro Salvador, y que la conviertas en fuente de agua que brote para darnos vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Isabel de Hungría, duquesa Hugo de Lincoln, obispo; Hilda de Whitby, abadesa.
Vísperas I del domingo: la semana del Salterio. Tomo IV: pp. 671 y 535. Para los fieles: pp. 472 y 42 Edición popular: pp. 13 y 487. Memoria (Blanco)
HAZME JUSTICIA
3 Jn 5.8; Lc 18,1-8
La parábola de la viuda y el juez aparece encuadrada por una clave de lectura que despeja cualquier malentendido. La parábola, dice el evangelista, tiene una finalidad precisa: es una invitación a la oración constante. El evangelista Lucas aprecia de forma notable el valor del diálogo personal del creyente con su Dios al Exhortarnos a orar, reconoce implícitamente que es existencia de los creyentes comienza y termina en Dios. Él nos regaló el don de la fe, y desde esa convicción necesitamos mantener abierta la comunicación con el dador de la vida cristiana. Quien se aísla de Dios pierde el rumbo y el sentido de su vida. La viuda no cesó de suplicar al duro juez. Y si bien, Dios no es un juez sordo, sino un Padre compasivo, necesitamos reiterar nuestros llamados para expresar la dimensión de nuestra confianza. Dios nos atiende gustosamente aunque no seamos insistentes. No son nuestros ruegos los que doblegan, es su generosidad que se desborda. Como se desbordó la generosidad del presbítero Gayo con los hermanos que lo visitaron.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Mt 25, 34. 36. 40)
Vengan benditos de mi Padre, dice el Señor, porque estuve enfermo y me visitaron. Yo les aseguro que cuanto hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo han hecho.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que concediste a santa Isabel de Hungría el don de reconocer y venerar a Cristo en los pobres, concédenos, por su intercesión, servir siempre con amor incansable a los más necesitados y afligidos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Debemos ayudar a los hermanos, para que seamos colaboradores en la difusión de la verdad.
De la tercera carta del apóstol san Juan: 5-8
Querido hermano:
En todo lo que has hecho por los hermanos, y eso que son forasteros, te has
portado como verdadero cristiano. Ellos han elogiado públicamente ante
esta comunidad el amor con que los has tratado.
Harás bien en ayudarlos de una manera agradable a Dios con lo que necesitan
para su viaje, pues ellos se han puesto en camino por Cristo, sin aceptar nada
de los paganos. Debemos, pues, ayudar a esos hermanos nuestros, para que seamos
colaboradores en la difusión de la verdad. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Del salmo
111 R/. Dichosos los que temen al Señor.
Dichosos los que temen al Señor y aman de corazón sus mandamientos;
poderosos serán sus descendientes. Dios bendice a los hijos de los buenos.
R/.
Fortuna y bienestar habrá en su casa; siempre obrarán conforme
a la justicia. Quien es justo, clemente y compasivo, como una luz en las tinieblas
brilla. R/.
Quienes, compadecidos, prestan y llevan su negocio honradamente jamás
se desviarán; vivirá su recuerdo para siempre. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. 2 Ts 2, 14) R/. Aleluya, aleluya.
Dios nos ha llamado, por medio del Evangelio, a participar de la gloria de nuestro
Señor Jesucristo. R/.
Dios hará justicia a sus elegidos que claman a Él.
Del santo Evangelio según san Lucas: 18, 1-8
En aquel tiempo,
para enseñar a sus discípulos la necesidad de orar siempre y sin
desfallecer, Jesús les propuso esta parábola:
"En cierta ciudad había un juez que no temía a Dios ni respetaba
a los hombres. Vivía en aquella misma ciudad una viuda que acudía
a él con frecuencia para decirle: Hazme justicia contra mi adversario'.
Por mucho tiempo el juez no le hizo caso, pero después se dijo: 'Aunque
no temo a Dios ni respeto a los hombres, sin embargo, por la insistencia de
esta viuda, voy a hacerle justicia para que no me siga molestando' ". Dicho
esto, Jesús comentó: "Si así pensaba el juez injusto,
¿creen acaso que Dios no hará justicia a sus elegidos, que claman
a Él día y noche, y que los hará esperar? Yo les digo que
les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre,
¿creen que encontrará fe sobre la tierra?". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos y haz que el memorial del amor infinito de tu Hijo, que estamos celebrando, aumente en nosotros, a ejemplo de tus santos, nuestra generosidad contigo y con el prójimo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 13, 35)
En esto reconocerán todos que ustedes son mis discípulos, dice el Señor: en que se aman los unos a los otros.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que este sacramento de tu amor que hemos recibido, nos dé fuerza para imitar el ejemplo de santa Isabel de Hungría, que se consagró a ti de todo corazón y se prodigó sin descanso por el bien de tu pueblo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XXXIII DOMINGO ORDINARIO
Dedicación de las Basílicas de San Pedro y San Pablo
Santos: Santa Filippina Rosa Duchesne, religiosa. Beata Carolina Kózka, mártir. (Verde)
LA CERTIDUMBRE DE SU VENIDA
Dn 12,1-3; Hb 10, 11-14. 18; Mc 13 24-32
La comunidad cristiana del último cuarto del siglo primera atravesó por situaciones de adversidad y persecuciones. Hoy, el clima de inseguridad social y fragmenta nuestra existencia, nos roba la confianza y nos deja en el desamparo, porque sabemos por experiencia propia y ajena que el violento puede destruirnos cuando decida hacerlo. Los cristianos perseguidos no disfrutaban de las persecuciones, las soportaban con esperanza y oración. En ese horizonte, el anuncio de la inminente venida del Hijo del Hombre para juagar a hombres y mujeres era una buena noticia. De esa expectativa habían vivido los israelitas desde dos siglos antes de Cristo. El libro de Daniel había propagado la confianza en el Dios justo quedaría su merecido a justos y malvados. Cuando se acrecienta la fuerza de los violentos, experimentamos desasosiego porque pareciera que Dios nos hubiera dejado desamparados e inermes ante el abuso de los poderosos. La carta de los Hebreos nos transmite su certidumbre; el Señor ha vencido y aguarda la humillación de sus enemigos.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Jr 29, 11. 12. 14)
Yo tengo designios de paz, no de aflicción, dice el Señor. Me invocarán y yo los escucharé y los libraré de su esclavitud dondequiera que se encuentren.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, tu ayuda para entregarnos fielmente a tu servicio porque sólo en el cumplimiento de tu voluntad podremos encontrar la felicidad verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Entonces se salvará tu pueblo.
Del libro del profeta Daniel: 12, 1-3
En aquel tiempo, se levantará Miguel, el gran príncipe que defiende a tu pueblo. Será aquél un tiempo de angustia, como no lo hubo desde el principio del mundo. Entonces se salvará tu pueblo; todos aquellos que están escritos en el libro. Muchos de los que duermen en el polvo, despertarán: unos para la vida eterna, otros para el eterno castigo. Los guías sabios brillarán como el esplendor del firmamento, y los que enseñan a muchos la justicia, resplandecerán como estrellas por toda la eternidad. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
15 R/. Enséñanos, Señor, el camino de la vida.
El Señor es la parte que me ha tocado en herencia: mi vida está
en sus manos. Tengo siempre presente al Señor y con Él a mi lado,
jamás tropezaré. R/.
Por eso se me alegran el corazón y el alma y mi cuerpo vivirá
tranquilo, porque tú no me abandonarás a la muerte ni dejarás
que sufra yo la corrupción. R/.
Enséñame el camino de la vida, sáciame de gozo en tu presencia
y de alegría perpetua junto a ti. R/.
Con una sola ofrenda Cristo hizo perfectos para siempre a los que ha santificado.
De la carta a los hebreos: 10, 11-14. 18
Hermanos: En la antigua alianza los sacerdotes ofrecían en el templo, diariamente y de pie, los mismos sacrificios, que no podían perdonar los pecados. Cristo, en cambio, ofreció un solo sacrificio por los pecados y se sentó para siempre a la derecha de Dios; no le queda sino aguardar a que sus enemigos sean puestos bajo sus pies. Así, con una sola ofrenda, hizo perfectos para siempre a los que ha santificado. Porque una vez que los pecados han sido perdonados, ya no hacen falta más ofrendas por ellos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Lc 21, 36) R/. Aleluya, aleluya.
Velen y oren, para que puedan presentarse sin temor ante el Hijo del hombre.
R/.
Congregará a sus elegidos desde los cuatro puntos cardinales.
Del santo Evangelio según san Marcos: 13, 24-32
En aquel tiempo,
Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando lleguen aquellos días,
después de la gran tribulación, la luz del sol se apagará,
no brillará la luna, caerán del cielo las estrellas y el universo
entero se conmoverá. Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre
las nubes con gran poder y majestad. Y Él enviará a sus ángeles
a congregar a sus elegidos desde los cuatro puntos cardinales y desde lo más
profundo de la tierra a lo más alto del cielo.
Entiendan esto con el ejemplo de la higuera. Cuando las ramas se ponen tiernas
y brotan las hojas, ustedes saben que el verano está cerca. Así
también, cuando vean ustedes que suceden estas cosas, sepan que el fin
ya está cerca, ya está a la puerta. En verdad que no pasará
esta generación sin que todo esto se cumpla. Podrán dejar de existir
el cielo y la tierra, pero mis palabras no dejarán de cumplirse. Nadie
conoce el día ni la hora. Ni los ángeles del cielo ni el Hijo;
solamente el Padre". Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Presentemos
nuestras plegarias a Dios, nuestro Padre. Después de cada petición
diremos:
Escúchanos, Padre.
Por los pastores de la Iglesia. Que con su ejemplo sean un estímulo
para que surjan nuevas vocaciones al ministerio sacerdotal. Oremos.
Por nuestra Iglesia diocesana. Para que disponga de los recursos materiales
necesarios para llevar a cabo su actividad y mantener sus obras apostólicas.
Oremos.
Por la paz en nuestra patria. Para que el recuerdo de la Revolución nos
mueva siempre a buscar la justicia en México. Oremos.
Por los que sufren a causa de la soledad, la enfermedad, el hambre o la pobreza.
Para que no les falte la ayuda de los que pueden hacer más llevadera
su situación. Oremos.
Por todos los que estamos aquí. Para que, cuando termine nuestro peregrinar
en este mundo, el Padre del amor y de la misericordia nos reciba con nuestros
hermanos difuntos en el banquete de su Reino. Oremos. Escucha, Señor,
las oraciones que te hemos dirigido, y conviértenos en administradores
diligentes de los talentos que nos has confiado. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que estos dones traídos a tu altar nos obtengan de ti, Señor y Dios nuestro, la gracia de servirte con amor y la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mc 11, 23-24)
Yo les aseguro, dice el Señor, que todo cuanto pidan en la oración, si tienen fe en obtenerlo, les será concedido.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que nuestra participación en esta Eucaristía que tu Hijo nos mandó celebrar como memorial suyo, nos una siempre con el vínculo de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- La esperanza en el retorno del Señor victorioso con el fin de hacer justicia sobre sus elegidos no es en manera alguna una ilusión consoladora que nos dispensa de nuestra responsabilidad histórica. Al esperar la venida de Cristo como juez de vivos y muertos, estamos expresando nuestra insatisfacción con todos los jueces y libertadores falaces, que prometieron restablecer el orden social y hacer vigente el derecho y la justicia sin conseguirlo. Acostumbrados como estamos a vivir y padecer un mundo donde los verdugos pisotean y pasan por encima de las víctimas, necesitamos apuntalar el principio esperanza. Ni podemos cruzarnos de brazos, ni podemos darnos por vencidos. La victoria de las víctimas no será una revancha. Será la reivindicación de su dignidad. El Señor Jesús no se saldrá por la puerta trasera de la historia, como si estuviera avergonzado del predominio de la maldad. El Señor regresará por la puerta grande para festejar la victoria del Dios justo y compasivo y de todos sus fieles.
Santos: Abdías, profeta; Ponciano I, Papa y mártir; Rafael Kalinowski, presbítero Feria (Verde)
LA IMPORTANCIA DÉ ESCUCHAR
Ap 1,1-4; 2, 1-5; Lc 18, 35-43
Como bien dice el refrán: “el sordo no oye, pero bien que compone”. La sordera se convierte en ocasiones en una estrategia de sobrevivencia. Quien no está dispuesto a confrontarse consigo mismo prefiere bloquear sus sentidos para no darse cuenta del entorno en que vive. El libro del Apocalipsis comienza con una bienaventuranza: "dichoso el que lee y los que escuchan esta profecía". Leer y escuchar el designio de Dios es Prometedor. Quien aprende a escuchar las voces proféticas las criticas fundadas y hasta los insultos nacidos de la emotividad y el resentimiento, tiene oportunidad de mirarse en el espejo. Una iglesia que silencia a sus profetas está encaminándose hacia la decadencia. El ciego de Jericó había perdido algunas habilidades visuales, pero había desarrollado otras. Su oído fino le Permitió Percatarse de las noticias: Jesús de Nazaret estaba en las cercanías, con su llegada, su suerte podría cambiar. Buena fama acompañaba a Jesús como sanador de la gente desvalida.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Ap 1, 5-6)
Gloria y poder por los siglos de los siglos a Jesucristo, que nos amó y nos purificó de nuestros pecados por su sangre y ha hecho de nosotros un reino de sacerdotes para su Dios y Padre. Amén.
ORACIÓN COLECTA
Señor y Dios nuestro, que en cada una de las Iglesias dispersas por el mundo pones de manifiesto que la Iglesia universal es una, santa, católica y apostólica; haz que tu familia, reunida en torno a su pastor, crezca por la predicación del Evangelio y por la Eucaristía, en la unidad del Espíritu Santo, para que manifieste dignamente la universalidad de tu pueblo y sea signo e instrumento de la presencia de Cristo en el mundo, que vive y reina contigo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Recuerda de dónde has caído y arrepiéntete.
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 1,14; 2,1-5
Ésta es
la revelación que Dios le confió a Jesucristo, para que Él
manifestara a sus servidores lo que tiene que suceder en breve, y que comunicó,
por medio de un ángel, a su siervo Juan. El cual narra lo que vio y afirma
que es palabra de Dios, atestiguada por Jesucristo. Dichosos los que lean y
escuchen la lectura de esta profecía y hagan caso de lo que en ella está
escrito, porque el tiempo señalado está cerca.
Yo, Juan, les deseo la gracia y la paz a las siete comunidades cristianas de
la provincia de Asia, de parte del que es, del que era, del que ha de venir,
y de parte de los siete espíritus que están ante su trono.
Oí al Señor, que me decía: "Al encargado de la comunidad
cristiana de Éfeso escríbele así: Esto dice el que tiene
las siete estrellas en su mano derecha y camina entre los siete candelabros
de oro:
`Conozco tus obras, tu esfuerzo y tu paciencia; sé que no puedes soportar
a los malvados, que pusiste a prueba a los que se llamaban apóstoles
sin serlo, y descubriste que eran unos mentirosos. Eres tenaz, has sufrido por
mí y no te has rendido a la fatiga. Pero tengo en contra tuya que ya
no tienes el mismo amor que al principio. Recuerda de dónde has caído,
arrepiéntete y vuelve a proceder como antes' ". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
1 R/. El Señor protege al justo.
Dichoso aquel que no se guía por mundanos criterios, que no anda en malos
pasos ni se burla del bueno, que ama la ley de Dios y se goza en cumplir sus
mandamientos. R/.
Es como un árbol plantado junto al río, que da fruto a su tiempo
y nunca se marchita. En todo tendrá éxito. R/.
En cambio los malvados serán como la paja barrida por el viento. Porque
el Señor protege el camino del justo y al malo sus caminos acaban por
perderlo. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 8, 12) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá
la luz de la vida. R/.
¿Qué quieres que haga por ti? - Señor, que vea.
Del santo Evangelio según san Lucas: 18, 35-43
En aquel tiempo,
cuando Jesús se acercaba a Jericó, un ciego estaba sentado a un
lado del camino, pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente, preguntó
qué era aquello, y le explicaron que era Jesús el nazareno, que
iba de camino. Entonces él comenzó a gritar: "¡Jesús,
hijo de David, ten compasión de mí!". Los que iban adelante
lo regañaban para que se callara, pero él se puso a gritar más
fuerte: "¡Hijo de David, ten compasión de mí!".
Entonces Jesús se detuvo y mandó que se lo trajeran. Cuando estuvo
cerca, le preguntó: "¿Qué quieres que haga por ti?".
Él le contestó: "Señor, que vea". Jesús
le dijo: "Recobra la vista; tu fe te ha curado".
En seguida el ciego recobró la vista y lo siguió, bendiciendo
a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por el memorial del amor infinito de tu Hijo que estamos celebrando, te pedimos, Señor, que tu Iglesia haga llegar a todos los hombres los frutos de la redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ap 3, 20)
Mira que estoy a la puerta tocando; si uno me oye y me abre, entraré en su casa y cenaremos juntos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que en la comunidad cristiana de este lugar, se mantenga siempre la integridad de la fe, la santidad de vida, el amor fraternal y la religión auténtica y, ya que continuamente la alimentas con tu palabra y con el Cuerpo de tu Hijo, no dejes de guiarla y de protegerla. Por Jesucristo, nuestro Señor.
SALIENDO DE LA MEDIOCRIDAD
Ap 3,1-6.14-22; Lc 19, 1-10
Zaqueo estaba sumido en la comodidad del poder. Disponía del cargo como cobrador de Impuestos, con sagacidad y astucia Era un habilidoso funcionario enriquecido a costa de sus relaciones. No obstante sus excesos, no había domesticado del todo su conciencia, puesto que todavía era lo suficientemente sensato para descubrir el tamaño dé su prepotencia. Más que un funcionario mediocre, parecía un hombre pragmático. El encuentro con Jesús le permitió dar un salto decisivo desde el árbol de su vida. Había muchas ramas de su existencia ungidas de una poda severa. Jesús le ayudó a desvestirse de todo aquél incómodo ramaje su riqueza mal habida. El capítulo tercero del Apocalipsis bosqueja la situación de ambigüedad que vivía la iglesia de Sardes. Los cristianos nominales, aquellos que por razones de conveniencia o mera costumbre estaban dentro de la comunidad eclesial parecían sella mayoría. La semejanza con nuestras iglesias no es poca. La palabra profética es incómoda y dura, peto es la que nos podrá permitir salir de este marasmo y de esta ambigüedad.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 105, 47)
Sálvanos, Señor y Dios nuestro; reúnenos de entre la naciones, para que podamos agradecer tu poder santo y sea nuestra gloria el alabarte.
ORACIÓN COLECTA
Dios y Señor nuestro, de quien procede toda autoridad legítima, concede a nuestro primer mandatario un atinado ejercicio de su mandato, para que, respetando siempre tus derechos, busque promover, como es tu voluntad, la paz y el bienestar de su pueblo. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Si alguien me abre la puerta, entraré en su casa y cenaremos juntos.
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 3, 1-6. 14-22
Yo, Juan, oí
que el Señor me decía: "Escribe al encargado de la comunidad
cristiana de Sardes: Esto dice el que tiene los siete espíritus de Dios
y las siete estrellas:
`Conozco tus obras. En apariencia estás vivo, pero en realidad estás
muerto. Ponte alerta y reaviva lo que queda y está a punto de morir,
pues tu conducta delante de mi Dios no ha sido perfecta. Recuerda de qué
manera recibiste y escuchaste mi palabra; cúmplela y enmiéndate.
Porque si no estás alerta, vendré como un ladrón, sin que
sepas la hora en que voy a llegar. Tienes, sin embargo, en Sardes, algunas pocas
personas que no han manchado sus vestiduras; ellos me acompañarán
vestidos de blanco, pues lo merecen. El que venza también se vestirá
de blanco. No borraré jamás su nombre del libro de la vida y lo
reconoceré ante mi Padre y sus ángeles'.
El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las comunidades
cristianas.
Escribe al encargado de la comunidad cristiana de Laodicea: Esto dice el que
es el Amén, el testigo fiel y veraz, el origen de todo lo creado por
Dios:
`Conozco tus obras: no eres ni frío ni caliente. Ojalá fueras
frío o caliente. Pero porque eres tibio y no eres ni frío ni caliente,
estoy a punto de vomitarte de mi boca. Dices que eres rico, que has acumulado
riquezas y que ya no tienes necesidad de nada, pero no sabes que eres un desdichado,
miserable, pobre, ciego y desnudo. Por eso te aconsejo que vengas a comprarme
oro purificado por el fuego, para que te enriquezcas; vestiduras blancas, para
que te las pongas y cubras tu vergonzosa desnudez, y colirio, para que te lo
pongas en los ojos y puedas ver.
Yo reprendo y corrijo a todos los que amo. Reacciona, pues, y enmiéndate.
Mira que estoy aquí, tocando la puerta; si alguno escucha mi voz y me
abre, entraré a su casa y cenaremos juntos.
Al que venza lo sentaré conmigo en mi trono; lo mismo que yo, cuando
vencí, me senté con mi Padre en su trono'. El que tenga oídos,
que oiga lo que el Espíritu dice a las comunidades cristianas".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
14 R/. ¿Quién será grato a tus ojos, Señor?
El hombre que procede honradamente y obra con justicia; el que es sincero en
todas sus palabras y con su lengua a nadie desprestigia. R/.
Quien no hace mal al prójimo ni difama al vecino; quien no ve con aprecio
a los malvados, pero honra a quienes temen al Altísimo. R/.
Quien presta sin usura y quien no acepta soborno en perjuicio de inocentes,
ése será agradable a los ojos de Dios eternamente. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. 1 Jn 4, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Dios nos amó y nos envió a su Hijo, como víctima de expiación
por nuestros pecados. R/.
El Hijo del hambre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.
Del santo Evangelio según san Lucas: 19, 1-10
En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó, y al ir atravesando la ciudad, sucedió que un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de conocer a Jesús, pero la gente se lo impedía, porque Zaqueo era de baja estatura. Entonces corrió y se subió a un árbol para verlo cuando pasara por ahí. Al llegar a ese lugar, Jesús levantó los ojos y le dijo: "Zaqueo, bájate pronto, porque hoy tengo que hospedarme en tu casa". Él bajó enseguida y lo recibió muy contento. Al ver esto, comenzaron todos a murmurar diciendo: "Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador". Zaqueo, poniéndose de pie, dijo a Jesús: "Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes, y si he defraudado a alguien, le restituiré cuatro veces más". Jesús le dijo: "Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también él es hijo de Abraham, y el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estos dones que te presentamos en señal de sumisión a ti, y conviértelos en el sacramento de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 5, 3-4)
Bienaventurados los pobres de espíritu, porque suyo es el Reino de los cielos. Bienaventurados los apacibles, porque poseerán la tierra, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el sacramento del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo que acabamos de recibir, nos ayude, Señor, a vivir más profundamente nuestra fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
La Presentación de la Santísima Virgen Maria
Santos: Gelasio I Papa; Demetrio y Honorio de Ostia, mártires. Memoria (Blanco)
LA RENDICIÓN DE CUENTAS
Ap 4, 1-11; Lc 19, 11-28
Es uno de los temas que podemos distinguir entre ambos textos. En el relato evangélico el noble que sale de viaje encarga la administración temporal de ciertos bienes, Cubierto el tiempo de su viaje regresa y de inmediato solicita informes de los logros alcanzados. Dos historias de éxito y una de fracaso nos refiere el evangelista. En la mentalidad del personaje que arriesgó sus bienes no caben excusas ni justificaciones. La única respuesta permitida es la productividad y la eficiencia. Lo demás son invenciones. El texto del Apocalipsis nos presenta la visión del Señor victorioso que está sentado en el trono. El gesto de estar sentado sobre un trono ilustra la condición de juez y soberano. Efectivamente, el que se asienta sobre el trono dispone del poder y la gloria; por eso los vivientes y los ancianos celebran su perpetuo señorío.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Dichosa tú, Virgen María, que llevaste en tu seno al creador del universo; diste a luz al que te creó, y permaneces virgen para siempre.
ORACIÓN COLECTA
Al celebrar hoy la festividad de la Presentación de la santísima Virgen María, te suplicamos, Señor, que por intercesión suya, podamos participar de la plenitud de tu gracia. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Santo es el Señor, Dios todopoderoso, el que era, el que es y el que ha de venir.
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 4, 1-11
Yo, Juan, tuve
una visión: Vi una puerta abierta en el cielo, y la voz que había
oído antes, semejante al sonido de una trompeta, me habló y me
dijo: "Sube hacia acá y te enseñaré lo que va a suceder
después".
Entonces fui arrebatado en espíritu y vi un trono puesto en el cielo,
y alguien estaba sentado en el trono. El que estaba sentado en el trono brillaba
con destellos rojos, como una piedra preciosa transparente, y un resplandor
como de esmeralda rodeaba el trono.
Alrededor de este trono vi otros veinticuatro tronos, y en los tronos estaban
sentados veinticuatro ancianos, vestidos con túnicas blancas y con coronas
de oro sobre sus cabezas. Del trono salían relámpagos y truenos
poderosos. Siete lámparas de fuego, que son los siete espíritus
de Dios, ardían frente al trono, y delante de él había
una especie de mar transparente, como de cristal.
En el centro, alrededor del trono, había cuatro seres vivientes, llenos
de ojos por delante y por detrás. El primer ser viviente se parecía
a un león; el segundo, a un toro; el tercero tenía cara de hombre,
y el cuarto parecía un águila en vuelo.
Los cuatro seres vivientes tenían seis alas cada uno y estaban llenos
de ojos por donde quiera. Y no se cansaban de repetir día y noche: "Santo,
santo, santo es el Señor, Dios todopoderoso, el que era, el que es y
el que ha de venir". Y cada vez que los seres vivientes alababan, bendecían
y glorificaban al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos
de los siglos, los veinticuatro ancianos se postraban delante del que está
sentado en el trono, adoraban al que vive por los siglos de los siglos, y depositaban
sus coronas ante el trono, diciendo:
"Señor y Dios nuestro, tú mereces recibir la gloria, el honor
y el poder, porque tú has creado todas las cosas: tú has querido
que ellas existieran y fueron creadas". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Del salmo
150 R/. Alabemos al Señor con alegría.
Alabemos al Señor en su templo, alabemos al Señor en su augusto
firmamento. Alabémoslo por sus obras magníficas, alabémoslo
por su inmensa grandeza. R/.
Alabémoslo tocando trompetas, alabémoslo con arpas y citaras.
Alabémoslo con tambores y danzas, alabémoslo con cuerdas y flautas.
R/.
Alabémoslo con platillos sonoros, alabémoslo con platillos vibrantes.
Que todo ser viviente alabe al Señor. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Jn 15, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Yo los he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayan y den fruto
y su fruto permanezca. R/.
¿Por qué no pusiste mi dinero en el banco?
Del santo Evangelio según san Lucas: 19, 11-28
En aquel tiempo,
como ya se acercaba Jesús a Jerusalén y la gente pensaba que el
Reino de Dios iba a manifestarse de un momento a otro, Él les dijo esta
parábola:
"Había un hombre de la nobleza que se fue a un país lejano
para ser nombrado rey y volver como tal. Antes de irse, mandó llamar
a diez empleados suyos, les entregó una moneda de mucho valor a cada
uno y les dijo: 'Inviertan este dinero mientras regreso'.
Pero sus compatriotas lo aborrecían y enviaron detrás de él
a unos delegados que dijeran: 'No queremos que éste sea nuestro rey'.
Pero fue nombrado rey, y cuando regresó a su país, mandó
llamar a los empleados a quienes había entregado el dinero, para saber
cuánto había ganado cada uno.
Se presentó el primero y le dijo: 'Señor, tu moneda ha producido
otras diez monedas'. Él le contestó: 'Muy bien. Eres un buen empleado.
Puesto que has sido fiel en una cosa pequeña, serás gobernador
de diez ciudades'.
Se presentó el segundo y le dijo: 'Señor, tu moneda ha producido
otras cinco monedas'. Y el señor le respondió: 'Tú serás
gobernador de cinco ciudades'.
Se presentó el tercero y le dijo: 'Señor, aquí está
tu moneda. La he tenido guardada en un pañuelo, pues te tuve miedo, porque
eres un hombre exigente, que reclama lo que no ha invertido y cosecha lo que
no ha sembrado'. El señor le contestó: 'Eres un mal empleado.
Por tu propia boca te condeno. Tú sabías que yo soy un hombre
exigente, que reclamo lo que no he invertido y que cosecho lo que no he sembrado,
¿por qué, pues, no pusiste mi dinero en el banco para que yo,
al volver, lo hubiera recobrado con intereses?'.
Después les dijo a los presentes: 'Quítenle a éste la moneda
y dénsela al que tiene diez'. Le respondieron: 'Señor, ya tiene
diez monedas'. Él les dijo: Les aseguro que a todo el que tenga se le
dará con abundancia, y al que no tenga, aun lo que tiene se le quitará.
En cuanto a mis enemigos, que no querían tenerme como rey, tráiganlos
aquí y mátenlos en mi presencia' ".
Dicho esto, Jesús prosiguió su camino hacia Jerusalén al
frente de sus discípulos. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al venerar la memoria de la Madre de tu Hijo, te rogamos, Señor, que la ofrenda que te presentamos nos transforme, por tu gracia, en oblación viva y continua. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Santa María Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 1, 49)
Ha hecho en mí maravillas el Todopoderoso, cuyo nombre es santo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Ya que participamos de la redención eterna, te pedimos, Señor, que al venerar la memoria de la Madre de tu Hijo, nos gloriemos de la plenitud de tu gracia y sintamos los efectos de tu obra redentora. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Cecilia de Roma; mártir; Filemón de Roma, mártir. Beato Tomás Reggio obispo. Memoria (Rojo)
LOS SECRETOS DE DIOS
Ap 5, 1-10; Lc 19, 41-44
Entre ambas lecturas encontramos una notable oposición. Jerusalén es objeto de lamentos por parte del Señor Jesús. Ciudad atiborrada de habitantes obtusos que no supieron deletrear las voces de alarma que Dios les lanzara. Alienados por los asuntos y preocupaciones cotidianas, se desentendieron de resolver lo importante. Vivieron embotados y no supieron advertir el peligro inminente que se avecinaba. En la visión que nos refiere el autor del Apocalipsis encontramos algo totalmente diferente. El Cordero reunía dos rasgos aparentemente excluyentes: estaba de pie como vencedor y a la vez parecía degollado. Cristo muerto y resucitado, vencedor y vencido, es la clave que llena de sentido los rollos del Antiguo Testamento. Ningún mortal es capaz de descifrar los misterios divinos. El Hijo, que ha intimado con el Padre, ha aprendido a deletrear su voluntad. Siete cuernos que lo revisten de autoridad; siete ojos que le habilitan de una mirada penetrante para desvelar las situaciones más recónditas de cada una de las iglesias.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Este santo luchó hasta la muerte por la ley de Dios y no se aterrorizó ante la amenaza de los impíos, pues estaba afianzada sobre roca firme.
ORACIÓN COLECTA
Que la intercesión de santa Cecilia, virgen y mártir, nos obtenga, Señor, de tu misericordia, la gracia de vivir con alegría nuestra fe para que merezcamos cantar tus alabanzas en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
El Cordero fue sacrificado y nos redimió con su sangre.
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 5, 1-10
Yo, Juan, vi en
la mano derecha del que estaba sentado en el trono, un libro escrito por dentro
y por fuera, y sellado con siete sellos. Y vi un ángel poderoso, que
gritaba con fuerte voz: "¿Quién es digno de abrir el libro
y de romper sus sellos?". Pero nadie, ni en el cielo ni en la tierra ni
debajo de la tierra, podía abrir el libro ni ver su contenido.
Lloré mucho porque no había nadie digno de abrir el libro y de
ver su contenido. Entonces, uno de los ancianos me dijo: "Ya no llores,
porque ha vencido el león de la tribu de Judá, el descendiente
de David, y Él va a abrir el libro y sus siete sellos".
Vi entonces junto al trono, en medio de los cuatro seres vivientes y de los
ancianos, un Cordero. Estaba de pie, y mostraba las señales de haber
sido sacrificado. Tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete
espíritus de Dios, enviados por toda la tierra. Se acercó y tomó
el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono. Y al tomarlo,
los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron ante el
Cordero, con sus cítaras y sus copas de oro llenas de incienso, que significan
las oraciones de los santos. Y se pusieron a cantar un cántico nuevo,
diciendo:
"Tú eres digno de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque fuiste
sacrificado y con tu sangre compraste para Dios hombres de todas las razas y
lenguas, de todos los pueblos y naciones, y con ellos has constituido un reino
de sacerdotes, que servirán a nuestro Dios y reinarán sobre la
tierra". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
149 R/. Bendito sea el Señor.
Entonen al Señor un canto nuevo, en la reunión litúrgica
proclámenlo. En su creador y rey, en el Señor, alégrese
Israel, su pueblo santo. R/.
En honor de su nombre, que haya danzas, alábenlo con arpa y tamboriles.
El Señor es amigo de su pueblo y otorga la victoria a los humildes. R/.
Que se alegren los fieles en el triunfo, que inunde el regocijo sus hogares,
que alaben al Señor con sus palabras, porque en esto su pueblo se complace.
R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Sal 94, 8) R/. Aleluya, aleluya.
No endurezcan su corazón, como el día de la rebelión en
el desierto, dice el Señor. R/.
Si comprendieras lo que puede conducirte a la paz.
Del santo Evangelio según san Lucas: 19, 41-44
En aquel tiempo,
cuando Jesús estuvo cerca de Jerusalén y contempló la ciudad,
lloró por ella y exclamó:
"¡Si en este día comprendieras tú lo que puede conducirte
a la paz! Pero eso está oculto a tus ojos. Ya vendrán días
en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán y te
atacarán por todas partes y te arrasarán. Matarán a todos
tus habitantes y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no aprovechaste
la oportunidad que Dios te daba". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que los dones que vamos a ofrecerte en honor de tu santa virgen Cecilia te sean, Señor, tan agradables, como agradable fue a tus ojos su martirio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 16, 24)
Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz y que me siga, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, que glorificaste a santa Cecilia con la doble corona de la virginidad y del martirio, concédenos que esta comunión nos ayude a superar todas las pruebas y podamos así alcanzar el Reino eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LA FUERZA DE LA PROFECÍA
Ap 10,8-11; Lc 19,45-48
El capítulo décimo del Apocalipsis nos habla de un segundo libro diferente al que habíamos encontrado en el capítulo quinto. Por sus rasgos, dulce y amargo a la vez, es identificado a partir de la profecía de Ezequiel, como un rollo que contiene la palabra profética. La intención del fragmento es mostrar y recordar que los cristianos tenemos la misión de testimoniar a Cristo, y realizar así, una función profética. Los abusos de poder operantes en la sociedad dominada por la política imperial no son poca cosa; al contrario, son una negación del Señorío de Dios y una afrenta a la dignidad de sus fieles. Los cristianos no pueden quedarse callados ante esa institución idolátrica. El Señor Jesús, tal como lo refiere el Evangelio de san Lucas, no permaneció indiferente ante el manoseo descarado de la religiosidad que se vivía en el templo de Jerusalén. Su gesto profético fue rotundo, no se quedó en una prédica encendida, sino que echó al suelo los símbolos ofensivos de la religiosidad degradada. Sus adversarios no se lo perdonaron y le amargaron los últimos días de su existencia profética, pero Dios lo rescató de manos de sus verdugos.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Este hombre es un verdadero mártir, ya que derramó su sangre por Cristo; no temió las amenazas de quienes lo juzgaron y mereció así el Reino de los cielos.
ORACIÓN COLECTA
Dios y Padre nuestro, que concediste a tu siervo Miguel Agustín, en su vida y en su martirio, buscar ardientemente tu mayor gloria y la salvación de los hombres, concédenos, a ejemplo suyo, servirte y glorificarte cumpliendo nuestras obligaciones diarias con fidelidad y alegría, y ayudando eficazmente a nuestros prójimos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Tomé el librito y me lo comí.
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 10, 8-1
Yo, Juan, oí
de nuevo la voz que ya me había hablado desde el cielo, y que me decía:
"Ve a tomar el librito abierto, que tiene en la mano el ángel que
está de pie sobre el mar y la tierra".
Me acerqué al ángel y le pedí que me diera el librito.
Él me dijo: "Tómalo y cómetelo. En la boca te sabrá
tan dulce como la miel, pero te amargará las entrañas".
Tomé el librito de la mano del ángel y me lo comí. En la
boca me supo tan dulce como la miel; pero al tragarlo, sentí amargura
en las entrañas. Entonces la voz me dijo: "Tienes que volver a anunciar
lo que Dios dice acerca de muchos pueblos, naciones y reyes". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
118 R/. Mi alegría es cumplir tus mandamientos.
Más me gozo cumpliendo tus preceptos que teniendo riquezas. Tus mandamientos,
Señor, son mi alegría, ellos son también mis consejeros.
R/.
Para mí valen más tus enseñanzas que miles de monedas de
oro y plata. ¡Qué dulces al paladar son tus promesas! Más
que la miel en la boca. R/.
Tus preceptos son mi herencia perpetua, la alegría de mi corazón.
Hondamente suspiro, Señor, por guardar tus mandamientos. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 10, 27) R/. Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me
siguen. R/.
Ustedes han convertido la casa de Dios en cueva de ladrones
Del santo Evangelio según san Lucas: 19, 45-48
Aquel día,
Jesús entró en el templo y comenzó a echar fuera a los
que vendían y compraban allí, diciéndoles: "Está
escrito: Mi casa es casa de oración; pero ustedes la han convertido en
cueva de ladrones".
Jesús enseñaba todos los días en el templo. Por su parte,
los sumos sacerdotes, los escribas y los jefes del pueblo, intentaban matarlo,
pero no encontraban cómo hacerlo, porque todo el pueblo estaba pendiente
de sus palabras. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Padre nuestro, que al presentarte este pan y este vino para el sacrificio eucarístico, te presentemos también nuestra vida para que, por intercesión de tu mártir Miguel Agustín, merezcamos un día ser asociados plenamente como él a la oblación de tu Hijo Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 12, 24-25)
Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da fruto abundante.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre, que esta Eucaristía nos purifique de todo egoísmo, y nos dé fuerza para vivir cada día, a ejemplo de tu mártir Miguel Agustín, al servicio de nuestros hermanos, con los sentimientos del Corazón de tu Hijo Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Santos: Andrés Dung.Lac y compañeros, mártires; Flora y María, mártires. Beata María Ana Sala, religiosa.
Vísperas I de mañana: todo propio. Tomo IV: p. 572. Para los fieles: p. 425. Edición popular: p. 488. Memoria (Rojo)
EL TESTIMONIO PROFÉTICO
Ap 11,4-12; Lc 20,27-40
Los dos testigos enviados a profetizar, representados bajo la imagen del olivo y la lámpara, no hacen referencia a algún cristiano en particular, sino que simbolizan más bien a toda la comunidad cristiana que rinde su testimonio profético en condiciones particularmente adversas. Su testimonio profético es tan incómodo para la fiera, que no dudaría en quitarles la vida. Esa bestia había dado muerte con anticipación al Señor Jesús y lo había tomado a burla, al igual que hacía ahora con sus testigos. La duración limitada de esa persecución, anticipa la victoria, que finalmente llega en el versículo doce con el ascenso triunfal de los testigos fieles. Para los saduceos, adversarios sistemáticos de la creencia en la resurrección no había espacio para la esperanza. La existencia del ser humano estaba franqueada por la inevitabilidad de la muerte. De ahí que ellos optaran por acomodarse convenencieramente con los representantes del poder romano.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ga 6, 14; 1 Co 1, 18)
No permita Dios que yo me gloríe en algo que nos sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, pues la cruz es fuerza de Dios para los que vamos por el camino de la salvación.
ORACIÓN COLECTA
Dios y Padre nuestro, fuente y origen de toda paternidad, que a los bienaventurados mártires Andrés y sus compañeros les concediste ser fieles a la cruz de tu Hijo, por su intercesión te pedimos que también nosotros propaguemos tu amor entre nuestros hermanos y seamos dignos de contarnos entre tus hijos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Estos dos profetas habían sido el azote de los habitantes de la tierra.
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 11, 4-12
Yo, Juan, oí
que me decían: "Aquí están mis dos testigos. Son los
dos olivos y los dos candelabros, que están ante el Señor de la
tierra. Si alguno quiere hacerles daño, su boca echará fuego que
devorará a sus enemigos; así, el que intente hacerles daño,
morirá sin remedio.
Ellos tienen poder de cerrar el cielo para que no llueva mientras dure su misión
profética; tienen poder para convertir el agua en sangre y para castigar
la tierra con toda clase de plagas, cuantas veces quieran.
Pero, cuando hayan terminado su misión, la bestia que sube del mar les
hará la guerra, los vencerá y los matará. Sus cadáveres
quedarán tendidos en la plaza de la gran ciudad, donde fue crucificado
su Señor, y que simbólicamente se llama Sodoma o Egipto.
Durante tres días y medio, gentes de todos los pueblos y razas, de todas
las lenguas y naciones contemplarán sus cadáveres, pues no permitirán
que los sepulten. Los habitantes de la tierra se alegrarán y regocijarán
por su muerte y se enviarán regalos los unos a los otros, porque estos
dos profetas habían sido el azote de ellos.
Pero después de los tres días y medio, un espíritu de vida,
enviado por Dios, entrará en ellos: se pondrán de pie y todos
los que los estén viendo se llenarán de espanto. Oirán
entonces una potente voz, que les dirá desde el cielo: 'Suban acá'.
Y subirán al cielo en una nube, a la vista de sus enemigos".Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
143 R/. Bendito sea el Señor, mi fortaleza.
Bendito sea el Señor, mi roca firme; Él adiestró mis manos
y mis dedos para luchar en lides. R/.
Él es mi amigo fiel, mi fortaleza, mi seguro escondite, escudo en que
me amparo, el que los pueblos a mis plantas rinde. R/.
Al compás de mi citara, nuevos cantos, Señor, he de decirte, pues
tú das a los reyes la victoria y salvas a David, tu siervo humilde. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. 2 Tm 1, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, nuestro Salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer la
vida por medio del Evangelio. R/.
Dios no es Dios de muertos, sino de vivos.
Del santo Evangelio según san Lucas: 20, 27-40
En aquel tiempo,
se acercaron a Jesús algunos saduceos. Como los saduceos niegan la resurrección
de los muertos, le preguntaron: "Maestro, Moisés nos dejó
escrito que si alguno tiene un hermano casado que muere sin haber tenido hijos,
se case con la viuda para dar descendencia a su hermano. Hubo una vez siete
hermanos, el mayor de los cuales se casó y murió sin dejar hijos.
El segundo, el tercero y los demás, hasta el séptimo, tomaron
por esposa a la viuda y todos murieron sin dejar sucesión. Por fin murió
también la viuda. Ahora bien, cuando llegue la resurrección, ¿de
cuál de ellos será esposa la mujer, pues los siete estuvieron
casados con ella?".
Jesús les dijo: "En esta vida, hombres y mujeres se casan, pero
en la vida futura, los que sean juzgados dignos de ella y de la resurrección
de los muertos, no se casarán ni podrán ya morir, porque serán
como los ángeles e hijos de Dios, pues Él los habrá resucitado.
Y que los muertos resucitan, el mismo Moisés lo indica en el episodio
de la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios
de Jacob. Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para Él
todos viven".
Entonces, unos escribas le dijeron: "Maestro, has hablado bien". Y
a partir de ese momento ya no se atrevieron a preguntarle nada.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Padre santo, los dones que te presentamos al venerar la pasión de los santos mártires vietnamitas y concédenos que, en medio de las adversidades de esta vida, permanezcamos siempre fieles a ti y nos convirtamos en ofrendas agradables a tus ojos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 5, 10)
Dichosos los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Fortalecidos con esta Eucaristía, te suplicamos, Señor, al conmemorar a tus santos mártires, que permanezcamos unidos en tu amor y podamos conseguir el premio eterno de nuestros sufrimientos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO
Santos: Santa Catalina de Alejandría, mártir. Beata Isabel de Reute, laica. Solemnidad (Blanco)
MI REALEZA NO ES DE ESTE MUNDO
Dn 7,13-14; Ap 1,5-8; Jn 18,33-37
Durante varios siglos Israel se gobernó bajo un régimen monárquico al igual que sus vecinos. Buena parte de las expectativas, anhelos y sueños de la gente común y corriente estaban puestos en la persona del rey. Bajo esa imagen fueron moldeando su esperanza de un gobierno justo. No eran tan ingenuos como para pensar que el Ungido del Señor resolvería todos los problemas sociales y políticos sin contar con la colaboración del pueblo. Jesús se asume dentro de esta tradición mesiánica y opta por ejercer una misión de verdadero servicio. De ninguna manera ansiaba alcanzar el poder para imponer su voluntad. Su realeza no incluía ningún tipo de dominación o abuso hacia los débiles. Tal como lo anunciaba la profecía de Daniel, el Hijo del Hombre establecería un reino definitivo porque estaría basado en el derecho y la justicia y no en el predominio militar, como imaginaba el procurador romano, que tomaba a burla su pretendida realeza.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 5, 12; 1, 6)
Digno es el Cordero que fue inmolado, de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza y el honor. A Él la gloria y el imperio por los siglos de los siglos.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que quisiste fundar todas las cosas en tu Hijo muy amado, Rey del universo, haz que toda creatura, liberada de la esclavitud, sirva a tu majestad y te alabe eternamente. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Su poder es eterno.
Del libro del profeta Daniel: 7, 13-14
Yo, Daniel, tuve
una visión nocturna: Vi a alguien semejante a un hijo de hombre, que
venía entre las nubes del cielo. Avanzó hacia el anciano de muchos
siglos y fue introducido a su presencia. Entonces recibió la soberanía,
la gloria y el reino. Y todos los pueblos y naciones de todas las lenguas lo
servían. Su poder nunca se acabará, porque es un poder eterno,
y su reino jamás será destruido.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
92 R/. Señor, tú eres nuestro rey.
Tú eres, Señor, el rey de todos los reyes. Estás revestido
de poder y majestad. R/.
Tú mantienes el orbe y no vacila. Eres eterno, y para siempre está
firme tu trono. R/.
Muy dignas de confianza son tus leyes y desde hoy y para siempre, Señor,
la santidad adorna tu templo. R/.
El soberano de los reyes de la tierra ha hecho de nosotros un reino de sacerdotes para su Dios y Padre.
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 1, 5-8
Hermanos míos:
Gracia y paz a ustedes, de parte de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito
de entre los muertos, el soberano de los reyes de la tierra; aquel que nos amó
y nos purificó de nuestros pecados con su sangre y ha hecho de nosotros
un reino de sacerdotes para su Dios y Padre. A Él la gloria y el poder
por los siglos de los siglos. Amén. Miren: Él viene entre las
nubes, y todos lo verán, aun aquellos que lo traspasaron. Todos los pueblos
de la tierra harán duelo por su causa.
"Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, el que es, el que
era y el que ha de venir, el Todopoderoso". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Mc 11, 9 10) R/. Aleluya, aleluya.
¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el
reino que llega, el reino de nuestro padre David! R/.
Tú lo has dicho. Soy rey.
Del santo Evangelio según san Juan: 18, 33-37
En aquel tiempo, preguntó Pilato a Jesús: "¿Eres tú el rey de los judíos?". Jesús le contestó: "¿Eso lo preguntas por tu cuenta o te lo han dicho otros?". Pilato le respondió: "¿Acaso soy yo judío? Tu pueblo y los sumos sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué es lo que has hecho?". Jesús le contestó: "Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuera de este mundo, mis servidores habrían luchado para que no cayera yo en manos de los judíos. Pero mi Reino no es de aquí". Pilato le dijo: "¿Conque tú eres rey?". Jesús le contestó: "Tú lo has dicho. Soy rey. Yo nací y vine al mundo para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Con la mirada
puesta en Jesús, unidos a Él, oremos a Dios nuestro Padre.
Después de cada petición diremos:
Padre, escúchanos.
Para que los cristianos llevemos el amor, la misericordia, la paz, la esperanza
a todo el mundo, como lo hacía Jesús. Oremos.
Para que los que no conocen a Jesucristo puedan descubrir el camino de vida
que Él nos ofrece. Oremos.
Para que el Señor suscite en su Iglesia las vocaciones sacerdotales y
religiosas que necesita. Oremos.
Para que los que trabajan al servicio de la paz y la justicia sientan la fuerza
de Dios que los acompaña. Oremos.
Para que los moribundos se acerquen al momento definitivo con la esperanza en
la vida nueva que Jesús les ofrece en su Reino. Oremos.
Para que los que hoy nos hemos reunido para celebrar la Eucaristía sigamos
a Jesús con todo el convencimiento y con mucha alegría. Oremos.
Padre, escucha nuestras oraciones, y conduce a todo el mundo hacia el Reino
de tu Hijo amado, Jesucristo. Él, que es el camino, la verdad y la vida,
y vive y reina contigo por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al ofrecerte el sacrificio de la reconciliación humana, te rogamos, Señor, que Jesucristo, tu Hijo, conceda a todos los pueblos los bienes de la unidad y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo
y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en
todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque consagraste Sacerdote eterno y Rey del universo a tu Hijo unigénito,
nuestro Señor Jesucristo, para que, ofreciéndose a sí mismo
como víctima perfecta y pacificadora en el altar de la cruz, consumara
el misterio de la redención humana; y sometiendo a su poder la creación
entera, entregara a tu majestad infinita un Reino eterno y universal: Reino
de la verdad y de la vida, Reino de la santidad y de la gracia, Reino de la
justicia, del amor y de la paz.
Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros
celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 28, 10-11)
En su trono reinará el Señor para siempre y le dará a su pueblo la bendición de la paz.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el pan que da la vida eterna, te pedimos, Señor, que quienes nos gloriamos en obedecer aquí los mandatos de Cristo, Rey del universo, podamos vivir con El eternamente en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA
REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.-
La imagen de Jesús como rey no deja de generar cierta ambigüedad.
En el imaginario colectivo no está suficientemente prestigiada la figura
de los monarcas. Historias de abusos, violencia y privilegio manchan la reputación
de esa forma de gobierno. La persona de Jesús supera con creces esa y
otras modalidades de mando. La razón es simple, El no quiso disponer
del poder
político porque sabía que éste se conseguía a base
de violencia y engaño. Como testigo de la Verdad que era, no iba a entrar
en ese juego sucio de las alianzas y las luchas por el poder. Jesús puede
ser considerado como rey, por el ejercicio auténtico de la autoridad.
Él disponía de la autoridad derivada de la íntima cercanía
con su Padre. Se acreditaba además por la congruencia de su vida y por
su disponibilidad para el servicio, por su defensa de los débiles y su
cercanía a todos los excluidos. Los cristianos que viven de esa manera
su fe, son testigos de que la realeza de Jesús no es de este mundo, porque
no recurre a los mecanismos mentirosos de la clase política que, manipula
y engaña con tal de conseguir el poder.
LA CONFIANZA PLENA
Ap 14,1-14-5; Lc 21,1-4
El texto del Apocalipsis festeja la fidelidad de miles de cristianos que vivieron su fe de forma auténtica. Cristianos que no pactaron ni se amoldaron a la ideología imperial que reducía a las personas a la condición de súbditos y que festinaban la prepotencia del emperador y su sistema violento. Los mártires cristianos creyeron en el Evangelio de Jesús y no hicieron componendas, ni declararon lo políticamente correcto para mantener sus privilegios o preservar su libertad. Lo arriesgaron todo para ser fieles a Jesús y a su conciencia. La historia del cristianismo cuenta con biografías memorables que nos desafían y alientan a vivir de forma congruente nuestra fe. Son nuestra gran reserva moral, son testigos y profetas que han asumido la defensa y solidaridad con la gente más desprotegida. En cierto sentido, y sin necesidad de realizar labores de activismo o lucha social, la viuda pobre del Evangelio de san Lucas, también es una mujer silenciosamente congruente. Ella también lo arriesgó todo, entregando sus bienes escasos para el servicio del culto, poniendo toda su confianza en el Dios compasivo que jamás la había abandonado.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Rm 14, 7-8)
Ninguno de nosotros vive para sí mismo ni muere para sí mismo. Si vivimos, vivimos para el Señor, y si morimos, morimos para el Señor. Así que, tanto en la vida como en la muerte, somos del Señor.
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y misericordioso, que con la muerte de Cristo abriste a los hombres las puertas de la vida eterna, ten compasión de nuestros hermanos que agonizan, a fin de que, asociados a la pasión de tu Hijo y sellados con su sangre, puedan llegar purificados a tu presencia. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Llevaban grabado en la frente el nombre del Cordero y el nombre de su Padre.
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 14, 1-3. 4-5
Yo, Juan, tuve otra visión: Vi al Cordero, en pie sobre el monte Sión y con Él, ciento cuarenta y cuatro mil personas, que llevaban grabado en la frente el nombre del Cordero y el nombre de su Padre. Y oí un ruido que venía del cielo, parecido al estruendo del mar y al estampido de un trueno poderoso; el ruido que oía era como el de un gran coro acompañado de arpas. Cantaban un cántico nuevo ante el trono, ante los cuatro seres vivientes y los ancianos. Y nadie podía cantar el cántico, fuera de los ciento cuarenta y cuatro mil, que habían sido rescatados de la tierra. Estos son los que acompañan al Cordero a donde quiera que va; estos son los que han sido rescatados de entre los hombres, las primicias para Dios y para el Cordero; en la boca de ellos no hubo mentira y son irreprochables ante Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
23 R/. Dichosos los limpios de corazón.
Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los que en
él habitan, pues Él lo edificó sobre los mares, Él
fue quien lo asentó sobre los ríos. R/.
¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién
podrá entrar en su recinto santo? El de corazón limpio y manos
puras y que no jura en falso. R/
Ese obtendrá la bendición de Dios, y Dios, su salvador, le hará
justicia. Ésta es la clase de hombres que te buscan y vienen ante ti,
Dios de Jacob. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 24, 42. 44) R/. Aleluya, aleluya.
Estén preparados, porque no saben a qué hora va a venir el Hijo
del hombre. R/.
Vio a una viuda pobre que echaba dos moneditas.
Del santo Evangelio según san Lucas: 21, 1-4
En aquel tiempo, levantando los ojos, Jesús vio a unos ricos que echaban sus donativos en las alcancías del templo. Vio también a una viuda pobre, que echaba allí dos moneditas, y dijo: "Yo les aseguro que esa pobre viuda ha dado más que todos. Porque éstos dan a Dios de lo que les sobra; pero ella, en su pobreza, ha dado todo lo que tenía para vivir". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que el sacrificio que vamos a ofrecerte por nuestros hermanos cuya vida terrena se está extinguiendo, los purifique, Señor, de toda culpa, a fin de que, después de haber soportado aquí los sufrimientos que tu voluntad dispuso, entren en el descanso eterno que tú les has preparado. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Col 1, 24)
Completo en mi carne lo que falta a la pasión de Cristo por el bien de su cuerpo, que es la Iglesia.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por esta Eucaristía, conforta, Señor, con tu gracia a nuestros hermanos que hoy van a morir, para que en la hora de su muerte no sean vencidos por el enemigo y merezcan llegar a la vida eterna en compañía de tus ángeles. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Virgilio de Salzburgo, obispo; Máximo de Rietz, obispo. Juan de Ravena, obispo. Feria (Verde)
LA HORA DE LA CONFUSIÓN
Ap 14,14-19; Lc 21, 5-11
El Evangelio de san Lucas nos presenta un fragmento del discurso escatológico. La ruina y la destrucción de Jerusalén profetizada por el Señor Jesús será el comienzo de un periodo de gran confusión y crisis. Las confrontaciones violentas cancelan proyectos personales, arruinan creaciones artísticas, esfuerzos y sudores de familias enteras. En esas circunstancias la gente se siente desorientada y aturdida. Hasta podría llegar a sentirse "dejada de la mano de Dios". En esas situaciones particularmente graves es más que urgente apoyarse en Dios. En ese mismo clima nos ubica el pasaje del Apocalipsis. Con las imágenes de la siega y la vendimia se presenta la inminencia del juicio final. El tiempo de la cosecha, el acopio de espigas repletas de grano o huecas y vacías marcará la diferencia. Las uvas dulces o las uvas agraces distinguirán a justos de malvados. En el momento decisivo no valdrán las excusas. Existen árboles buenos en apariencia, cubiertos de un verde follaje pero que están desprovistos de fruto. La existencia se llena de sentido por la calidad y cantidad de acciones que generaron paz, vida y justicia.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 118, 137. 124)
Eres justo, Señor, y rectos son tus mandamientos. Muéstrate bondadoso conmigo y ayúdame a cumplir tu voluntad.
ORACIÓN COLECTA
Señor, que te has dignado redimimos y hacernos hijos tuyos, míranos siempre con amor de Padre y haz que cuantos creemos en Cristo, obtengamos la verdadera libertad y la herencia eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
El tiempo de la cosecha ha llegado ya; la mies de la tierra está madura.
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 14, 14-19
Yo, Juan, tuve
otra visión: Vi una nube blanca y en ella a alguien que parecía
un ser humano, con una corona de oro en la cabeza y una hoz afilada en la mano.
Entonces un ángel salió del templo y le gritó con potente
voz al que estaba sentado en la nube: "Empuña la hoz y ponte a segar;
el tiempo de la cosecha ha llegado ya; la mies de la tierra está madura".
El que estaba sentado en la nube pasó su hoz sobre la tierra y recogió
la cosecha de la tierra.
Salió otro ángel del templo celestial, también él
con una afilada hoz en su mano. Y salió del templo otro más, el
ángel que tiene poder sobre el fuego, y le gritó con potente voz
al que tenía la hoz afilada: "Empuña tu hoz afilada y corta
los racimos de la viña de la tierra, porque sus uvas ya están
maduras". El ángel acercó su hoz a la tierra, cosechó
la viña de la tierra y echó los racimos en el gran lagar de la
cólera de Dios. Pisaron las uvas en el lagar fuera de la ciudad, y del
lagar corrió tanta sangre, que subió hasta los frenos de los caballos,
en una extensión de unos trescientos kilómetros. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
95 R/. Que todo se alegre ante el Señor.
"Reina el Señor", digamos a los pueblos. El afianzó
con su poder el orbe, gobierna a las naciones con justicia. R/.
Alégrense los cielos y la tierra, retumbe el mar y el mundo submarino;
salten de gozo el campo y cuanto encierra, manifiesten los bosques regocijo.
R/.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe.
Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones.
R/.
ACLAMACIÓN
(Ap 2, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Sé fiel hasta la muerte y te daré como premio la vida, dice el
Señor. R/.
No quedará piedra sobre piedra.
Del santo Evangelio según san Lucas: 21, 5-11
En aquel tiempo,
como algunos ponderaban la solidez de la construcción del templo y la
belleza de las ofrendas votivas que lo adornaban, Jesús dijo: "Días
vendrán en que no quedará piedra sobre piedra de todo esto que
están admirando; todo será destruido".
Entonces le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo va a ocurrir esto
y cuál será la señal de que ya está a punto de suceder?”
Él les respondió: "Cuídense de que nadie los engañe,
porque muchos vendrán usurpando mi nombre y dirán: 'Yo soy el
Mesías. El tiempo ha llegado'. Pero no les hagan caso. Cuando oigan hablar
de guerras y revoluciones, que no los domine el pánico, porque eso tiene
que acontecer, pero todavía no es el fin".
Luego les dijo: "Se levantará una nación contra otra y un
reino contra otro. En diferentes lugares habrá grandes terremotos, epidemias
y hambre, y aparecerán en el cielo señales prodigiosas y terribles".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, fuente de la paz y del amor sincero, concédenos glorificarte por estas ofrendas, y unirnos fielmente a ti por la participación en esta Eucaristía. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 41, 2-3)
Como la cierva busca el agua de los ríos, así, sedienta, mi alma te busca a ti, Dios mío.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú que nos has instruido con tu palabra y alimentado con tu Eucaristía, concédenos, Señor, aprovechar estos dones para que vivamos aquí unidos a tu Hijo y podamos, después, participar de su vida inmortal. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Esteban "el Joven" abad; Catalina Labouré, religiosa. Beato Luis Campos, mártir. Feria (Verde)
TODOS LOS ODIARÁN POR CAUSA MÍA
Ap 15,1-4; Lc 21,12-19
Una generación de cristianos entusiasmados por la experiencia de Jesús resucitado se dieron a la tarea de propagar su fe en el mundo. No eran fanáticos en manera alguna. Eran testigos pensantes que habían sido alcanzados por la experiencia humanizadora del amor de Dios. Apreciaban la enorme diferencia entre el ideal cristiano y el pragmatismo violento de la cultura y la política romana. Vivían congruentemente su fe en sus circunstancias cotidianas. Viviendo de manera alternativa generaban desconcierto en unos, rechazo y hostilidad en quienes disponían del poder y la fuerza de la opinión dominante. Recurriendo a imágenes tradicionales como el mar y el fuego, el libro del Apocalipsis presenta a los cristianos vencedores que han superado la prueba: justamente por saberse victoriosos, entonan cánticos de libertad. El canto de Moisés y María celebraban el Señorío de Dios. El cántico de los cristianos fieles celebra la victoria del Cordero y sus testigos
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 22, 4)
Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo, Señor y Dios mío, tu vara y tu cayado me dan seguridad.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que nos creaste a tu imagen y quisiste que tu Hijo muriera por nosotros, concédenos vivir siempre vigilantes en oración, a fin de que, libres de pecado cuando tú nos llames, podamos ir a reposar gozosos en brazos de tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Cantaban el cántico de Moisés y el cántico del Cordero.
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 15, 1-4
Yo, Juan, tuve
una visión: Vi en el cielo otra gran señal maravillosa: Eran siete
ángeles, portadores de las últimas siete plagas, con las cuales
Dios pondrá fin a su cólera.
Vi también una especie de mar de cristal, mezclado con fuego; y los vencedores
de la bestia, de su estatua y del número simbólico de su nombre,
estaban de pie junto al mar de cristal, con las citaras que Dios les había
dado, y cantaban el cántico de Moisés, el siervo de Dios, y el
cántico del Cordero, diciendo:
"Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios todopoderoso;
justo y verdadero tu proceder, rey de las naciones. ¿Quién no
te respetará, Señor? ¿Quién no te alabará?
Ya que sólo tú eres santo, y todas las naciones vendrán
a adorarte, porque tus justas sentencias han quedado patentes". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
97 R/. Señor, tus obras son maravillosas.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra
y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su
justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
R/.
Alégrese el mar y el mundo submarino, el orbe y todos los que en él
habitan. Que los ríos estallen en aplausos y las montañas salten
de alegría. R/.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe.
Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones.
R/.
ACLAMACIÓN
(Ap 2, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Sé fiel hasta la muerte y te daré como premio la vida, dice el
Señor. R/.
Todos los odiarán a ustedes por causa mía. Sin embargo, ni un cabello de su cabeza perecerá.
Del santo Evangelio según san Lucas: 21, 12-19
En aquel tiempo,
Jesús dijo a sus discípulos: "Los perseguirán y los
apresarán, los llevarán a los tribunales ya a cárcel, y
los harán comparecer ante reyes y gobernadores, por causa mía.
Con esto ustedes darán testimonio de mí.
Grábense bien que no tienen que preparar de antemano su defensa, porque
yo les daré palabras sabias, a las que no podrá resistir ni contradecir
ningún adversario de ustedes.
Los traicionarán hasta sus propios padres, hermanos, parientes y amigos.
Matarán a algunos de ustedes, y todos los odiarán por causa mía.
Sin embargo, ni un cabello de su cabeza perecerá. Si se mantienen firmes,
conseguirán la vida". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Tú que con la muerte de tu Hijo venciste nuestra muerte, concédenos, Señor, por los méritos de este sacramento, ser obedientes a tu voluntad hasta el fin, para que, llenos de confianza y de paz salgamos de este mundo y podamos participar de la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Rm 14. 7-8)
Nadie vive para sí mismo, como nadie muere para sí mismo; ya sea que vivamos o que hayamos muerto, somos siempre del Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú, Señor, que en este sacramento nos has dado la prenda de la vida inmortal, ayúdanos a vencer en la hora de la muerte las insidias del enemigo y recíbenos en la gloria eterna de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
SE ACERCA SU LIBERACIÓN
Ap 18, 1-2. 21-23; 19,1-3.9; Lc 21,20-28
Dos ciudades memorables aparecen en estas lecturas: Jerusalén y Babilonia, que representa simbólicamente a Roma. El Evangelio de san Lucas profetiza la próxima ruina de la ciudad de David. Los excesos de las autoridades judías y la obstinación de los líderes espirituales orillaron a la gente desesperada a levantarse en armas. Ese movimiento armado era un despropósito. El imperio romano los aplastaría sin compasión. Tal como lo había profetizado el Señor, la ciudad no descubrió el camino que la conducida a la paz. Sin embargo, al verdugo implacable y violento, al sistema depredador que azotaba pueblos y naciones también le llegaría su hora. El Apocalipsis lo celebra con entusiasmo desbordante: ¡Cayó, cayó la Gran Babilonia! Todos los imperios construidos a base de explotación y violencia parecen en cierto momento indestructibles. La historia demuestra que no lo son. El Apocalipsis sustenta nuestra esperanza, recordándonos que solamente el Señorío del Dios justo será eterno y duradero.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 77, 23-25)
Abrió Dios las compuertas del cielo e hizo llover sobre ellos el maná para que comiesen; les dio un trigo ce leste, y el hombre comió pan de ángeles.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que llevaste a cabo la obra de la redención humana por el misterio pascual de tu Hijo, concédenos que, al anunciar llenos de fe por medio de los signos sacramentales, su muerte y resurrección, recibamos cada vez con mayor abundancia los frutos de la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Cayó Babilonia, la grande.
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 18, 1-2. 21-23; 19, 1-3. 9
Yo, Juan, vi un
ángel que bajaba del cielo. Su poder era inmenso y con resplandor iluminó
la tierra. Gritó con voz potente y dijo: "Ha caído ya la
gran Babilonia y ha quedado convertida en morada de demonios, en guarida de
toda clase de espíritus impuros, en escondrijo de aves inmundas y repugnantes".
Otro ángel poderoso levantó una piedra del tamaño de una
rueda de molino y la arrojó al mar, diciendo:
"Con esta misma violencia será arrojada Babilonia, la gran ciudad,
y desaparecerá para siempre. Ya no se volverán a escuchar en ti
ni cantos, ni citaras, ni flautas, ni trompetas. Ya no habrá jamás
en ti artesanos de ningún oficio, ni se escuchará más el
ruido de la piedra de molino; ya no brillarán en ti las luces de las
lámparas, ni volverá a escucharse en ti el bullicio de las bodas.
Esto sucederá porque tus comerciantes llegaron a dominar la tierra y
tú, con tus brujerías, sedujiste a todas las naciones".
Después de esto oí algo así como una inmensa multitud que
cantaba en el cielo:
"¡Aleluya! La salvación, la gloria y el poder pertenecen a
nuestro Dios, porque sus sentencias son legítimas y justas. Él
ha condenado a la gran prostituta, que corrompía a la tierra con su fornicación
y le ha pedido cuentas de la sangre de sus siervos". Y por segunda vez
todos cantaron: "¡Aleluya! El humo del incendio de la gran ciudad
se eleva por los siglos de los siglos".
Entonces un ángel me dijo: "Escribe: 'Dichosos los invitados al
banquete de bodas del Cordero'".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo
99 R/. Dichosos los invitados al banquete del Señor.
Alabemos a Dios todos los hombres, sirvamos al Señor con alegría
y con júbilo entremos en su templo. R/.
Reconozcamos que el Señor es Dios, que Él fue quien nos hizo y
somos suyos, que somos su pueblo y su rebaño. R/.
Entremos por sus puertas dando gracias, crucemos por sus atrios entre himnos,
alabando al Señor y bendiciéndolo. R/.
Porque el Señor es bueno, bendigámoslo, porque es eterna su misericordia
y su fidelidad nunca se acaba. R/.
ACLAMACIÓN
(Lc 21, 28) R/. Aleluya, aleluya.
Estén atentos y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación,
dice el Señor. R/.
Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que se cumpla el plazo señalado por Dios.
Del santo Evangelio según san Lucas: 21, 20-28
En aquel tiempo,
Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando vean a Jerusalén
sitiada por un ejército, sepan que se aproxima su destrucción.
Entonces, los que estén en Judea, que huyan a los montes; los que estén
en la ciudad, que se alejen de ella; los que estén en el campo, que no
vuelvan a la ciudad; porque esos días serán de castigo para que
se cumpla todo lo que está escrito.
¡Pobres de las que estén embarazadas y de las que estén
criando en aquellos días! Porque vendrá una gran calamidad sobre
el país y el castigo de Dios se descargará contra este pueblo.
Caerán al filo de la espada, serán llevados cautivos a todas las
naciones y Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que
se cumpla el plazo que Dios les ha señalado. Habrá señales
prodigiosas en el sol, en la luna y en las estrellas. En la tierra las naciones
se llenarán de angustia y de miedo por el estruendo de las olas del mar;
la gente se morirá de terror y de angustiosa espera por las cosas que
vendrán sobre el mundo, pues hasta las estrellas se bambolearán.
Entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube, con gran poder y
majestad. Cuando estas cosas comiencen a suceder, pongan atención y levanten
la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, al celebrar el memorial de nuestra salvación, te pedimos humildemente nos concedas que este sacramento de amor sea siempre para nosotros un signo de unidad y un vínculo de amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 51-52)
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor. El que coma de este pan, vivirá eternamente; pues el pan que voy a dar, es mi carne, y lo doy para vida del mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que la participación en este banquete celestial nos santifique, de modo que, por la recepción del Cuerpo y Sangre de Cristo, se estreche entre nosotros la unión fraterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Andrés, apóstol José Merchand, mártir. Beato Federico de Ratisbona, religioso. Fiesta (Rojo)
JESÚS ES SEÑOR
Rm 10,9-18; Mt 4,1 122
Los primeros discípulos de Jesús, los de la primera hora no dividían su fidelidad entre dos amores. Habían experimentado la fidelidad de su amor, habían dejado relaciones, oficios y familia en las orillas de Betsaida para formar parte de la comunidad de sus discípulos. Todo lo habían empeñado porque se habían sentido sacudidos por la poderosa presencia del joven profeta venido de Nazaret No temían al escarnio ni al desprestigio público. Seguir a Jesús era lo único que daría sentido a sus vidas. A los cuatro vientos podían proclamar su fe confiada: Jesús era el Señor de su vida y a través de su seguimiento, encontrarían satisfechas sus esperanzas. Esperanzas que no se agotaban en llenarse la barriga de pan, o en conseguir alivio para sus enfermedades; también anhelaban traspasar la barrera de la muerte, para acceder por su medio, a la plenitud de la vida junto al Padre bondadoso.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Mt 4, 18-19)
En la orilla del mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos, Pedro y Andrés, y los llamó: Vengan conmigo y yo los haré pescadores de hombres.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, tú que llamaste al Apóstol san Andrés para que fuera, aquí en la tierra, predicador del Evangelio y pastor de tu Iglesia, haz que sea siempre ante ti nuestro poderoso intercesor en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
La fe viene de la predicación y la predicación consiste en anunciar la palabra de Cristo.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 10, 9-18
Hermanos: Basta
que cada uno declare con su boca que Jesús es el Señor y que crea
en su corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, para
que pueda salvarse. En efecto, hay que creer con el corazón para alcanzar
la santidad y declarar con la boca para alcanzar la salvación.
Por eso dice la Escritura: Ninguno que crea en Él quedará defraudado,
porque no existe diferencia entre judío y no judío, ya que uno
mismo es el Señor de todos, espléndido con todos los que lo invocan,
pues todo el que invoque al Señor como a su Dios, será salvado
por Él.
Ahora bien, ¿cómo van a invocar al Señor, si no creen en
Él? ¿Y cómo van a creer en Él, si no han oído
hablar de Él? ¿Y cómo van a oír hablar de Él,
si no hay nadie que se lo anuncie? ¿Y cómo va a haber quienes
lo anuncien, si no son enviados? Por eso dice la Escritura: ¡Qué
hermoso es ver correr sobre los montes al mensajero que trae buenas noticias!
Sin embargo, no todos han creído en el Evangelio. Ya lo dijo Isaías:
Señor; ¿quién ha creído en nuestra predicación?
Por lo tanto, la fe viene de la predicación y la predicación consiste
en anunciar la palabra de Cristo.
Entonces yo pregunto: ¿Acaso no habrán oído la predicación?
¡Claro que la han oído!, pues la Escritura dice: La voz de los
mensajeros ha resonado en todo el mundo y sus palabras han llegado hasta el
último rincón de la tierra. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo
18 R/ El mensaje del Señor resuena en toda la tierra.
Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus
manos. Un día comunica su mensaje al otro día y una noche se lo
transmite a la otra noche. R/.
Sin que pronuncien una palabra, sin que resuene su voz, a toda la tierra llega
su sonido y su mensaje hasta el fin del mundo. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 4, 19) R/. Aleluya, aleluya.
Síganme, dice el Señor, y yo los haré pescadores de hombres.
R/.
Ellos inmediatamente, dejando las redes, lo siguieron.
Del santo Evangelio según san Mateo: 4,18-22
Una vez que Jesús
caminaba por la ribera del mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón,
llamado después Pedro, y Andrés, los cuales estaban echando las
redes al mar, porque eran pescadores. Jesús les dijo: "Síganme
y los haré pescadores de hombres". Ellos inmediatamente dejaron
las redes y lo siguieron.
Pasando más adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan, hijos
de Zebedeo, que estaban con su padre en la barca, remendando las redes, y los
llamó también. Ellos, dejando enseguida la barca y a su padre,
lo siguieron. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, con bondad, los dones que te presentamos en la festividad de san Andrés, Apóstol, y haz que esta Eucaristía sea para nosotros fuente de vida y salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I o II de los Apóstoles.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 1, 41-42)
Andrés dijo a su hermano Simón: Hemos encontrado al Mesías, y lo llevó a donde estaba Jesús.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta sagrada Eucaristía nos fortalezca, Señor, para que, a ejemplo de san Andrés, participemos con nuestros sufrimientos en la pasión de Cristo y podamos participar también en su gloriosa resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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