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MISAL SEPTIEMBRE DEL 2013 / www.laverdadcatolica.org |
Intenciones del Santo Padre para el mes de Septiembre 2013 |
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GENERAL | |
Para que los hombres y mujeres de nuestro tiempo, con frecuencia inmersos en el ruido, redescubran el valor del silencio y sepan escuchar la voz de Dios y de los hermanos. |
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MISIONAL | |
Para que los cristianos que sufren la persecución en numerosas regiones del mundo puedan ser con su testimonio, profetas del amor de Cristo. |
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XXII DOMINGO ORDINARIO
Nuestra Señora de los Remedios
Santos: Gil de Casayo, abad; Lupo de Sens, obispo (Verde)
NO PRETENDAS LO QUE TE SOBREPASA
Si 3, 19-21. 30-31; Hb 12, 18-19. 22-24; Lc 14, 1. 7-14
El sabio que compuso esta obra se llamaba Jesús Ben Sirá. Convencido de los alcances modestos que consigue la razón humana a la hora de indagar las cuestiones más candentes de la existencia, nos recomienda vivir con moderación y humildad. La capacidad de responder y descifrar las preguntas fundamentales de la vida es bastante corta. No hay que angustiarse por indagar misterios que nos desbordan. Tampoco conviene, como nos recuerda san Lucas, angustiarse por el aplauso y el reconocimiento social. Los honores y reconocimientos humanos son tan fugaces que los vanidosos quisieran prolongarlos para siempre. El Señor Jesús nos exhorta a emprender acciones trascendentes para recibir el reconocimiento de parte del Padre celestial en la hora decisiva.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 85, 3. 5)
Dios mío, ten piedad de mí, pues sin cesar te invoco. Tú eres bueno y clemente y no niegas tu amor al que te invoca.
ORACIÓN COLECTA
Dios misericordioso, de quien procede todo lo bueno, inflámanos con tu amor y acércanos más a ti a fin de que podamos crecer en tu gracia y perseveremos en ella. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Hazte pequeño y hallarás gracia ante el Señor.
Del libro del Sirácide (Eclesiástico): 3, 19-21. 30-31
Hijo mío, en tus
asuntos procede con humildad y te amarán más que al hombre dadivoso.
Hazte tanto más pequeño cuanto más grande seas y hallarás
gracia ante el Señor, porque sólo Él es poderoso y sólo
los humildes le dan gloria.
No hay remedio para el hombre orgulloso, porque ya está arraigado en
la maldad. El hombre prudente medita en su corazón las sentencias de
los otros, y su gran anhelo es saber escuchar. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Del salmo 67 R/.
Dios da libertad y riqueza a los cautivos.
Ante el Señor, su Dios, gocen los justos, salten de alegría. Entonen
alabanzas a su nombre. En honor del Señor toquen la cítara. R/.
Porque el Señor, desde su templo santo, a huérfanos y viudas da
su auxilio; Él fue quien dio a los desvalidos casa, libertad y riqueza
a los cautivos. R/.
A tu pueblo extenuado diste fuerzas, nos colmaste, Señor, de tus favores
y habitó tu rebaño en esta tierra, que tu amor preparó
para los pobres. R/.
Se han acercado ustedes a Sión, el monte y la ciudad del Dios viviente.
De la carta a los hebreos: 12, 18-19. 22-24
Hermanos: Cuando ustedes
se acercaron a Dios, no encontraron nada material, como en el Sinaí:
ni fuego ardiente, ni obscuridad, ni tinieblas, ni huracán, ni estruendo
de trompetas, ni palabras pronunciadas por aquella voz que los israelitas no
querían volver a oír nunca.
Ustedes, en cambio, se han acercado a Sión, el monte y la ciudad del
Dios viviente, a la Jerusalén celestial, a la reunión festiva
de miles y miles de ángeles, a la asamblea de los primogénitos,
cuyos nombres están escritos en el cielo. Se han acercado a Dios, que
es el juez de todos los hombres, y a los espíritus de los justos que
alcanzaron la perfección. Se han acercado a Jesús, el mediador
de la nueva alianza. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Mt 11, 29) R/. Aleluya, aleluya.
Tomen mi yugo sobre ustedes, dice el Señor, y aprendan de mí,
que soy manso y humilde de corazón. R/.
El que se engrandece a sí mismo, será humillado y el que se humilla, será engrandecido.
Del santo Evangelio según san Lucas: 14, 1. 7-14
Un sábado, Jesús
fue a comer en casa de uno de los jefes de los fariseos, y éstos estaban
espiándolo. Mirando cómo los convidados escogían los primeros
lugares, les dijo esta parábola:
"Cuando te inviten a un banquete de bodas, no te sientes en el lugar principal,
no sea que haya algún otro invitado más importante que tú,
y el que los invitó a los dos venga a decirte: 'Déjale el lugar
a éste', y tengas que ir a ocupar, lleno de vergüenza, el último
asiento. Por el contrario, cuando te inviten, ocupa el último lugar,
para que, cuando venga el que te invitó, te diga: 'Amigo, acércate
a la cabecera'. Entonces te verás honrado en presencia de todos los convidados.
Porque el que se engrandece a sí mismo, será humillado; y el que
se humilla, será engrandecido".
Luego dijo al que lo había invitado: "Cuando des una comida o una
cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los
vecinos ricos; porque puede ser que ellos te inviten a su vez, y con eso quedarías
recompensado. Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los
lisiados, a los cojos y a los ciegos; y así serás dichoso, porque
ellos no tienen con qué pagarte; pero ya se te pagará, cuando
resuciten los justos". Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Dios nos ha invitado
a la mesa de su banquete, y nosotros hemos respondido con fe y agradecimiento.
Por eso ahora podemos presentarle confiadamente nuestras plegarias, por nosotros
y por el mundo entero.
Después de cada petición diremos:
Padre, escúchanos, y aumenta nuestra fe.
Por el Papa, los obispos y los sacerdotes, para que ejerzan fielmente su
ministerio. Oremos.
Por toda la familia humana, para que goce abundantemente de tus bendiciones.
Oremos.
Por nuestros gobernantes, especialmente el Presidente de la República,
para que busquen con sinceridad el bienestar de los mexicanos. Oremos.
Por los que estamos reunidos en la fe y en la caridad, para que demos con nuestra
vida un firme testimonio de adhesión a Cristo. Oremos.
Escucha, Padre, nuestra oración, y envía tu Espíritu
Santo sobre toda la humanidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos y realiza en nosotros con el poder de tu Espíritu, la obra redentora que se actualiza en esta Eucaristía. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 30, 20)
Qué grande es la delicadeza del amor que tienes reservada, Señor, para tus hijos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor, que este sacramento con que nos has alimentado, nos haga crecer en tu amor y nos impulse a servirte en nuestros prójimos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- No se puede vivir sin el afecto de los que amamos. Aunque la opinión de los desconocidos es menos decisiva, sin embargo no podemos desentendernos de los juicios que los demás realizan sobre nuestra persona. Somos interdependientes y a veces el aplauso y los honores terminan por hacernos perder piso. Cuando los aplausos vienen aparejados con el poder y el dinero es más demoledora su influencia. El relato evangélico y la existencia misma del Señor Jesús nos plantean una alternativa excepcional: valorar la propia persona en su auténtica valía y apreciar y acoger el reconocimiento decisivo que Dios otorga al final de la vida, a quienes se dispusieron a reconocerle en los rostros de los marginados, migrantes y excluidos. La gloria y la fama que otorgan los mortales es volátil, la aprobación decisiva e infalible es la que Dios otorga a los suyos.
LOS QUE NO TIENEN ESPERANZA
1 Ts 4,13-18; Lc 4,16-30
El apóstol san Pablo contrasta la perspectiva trascendente de los cristianos de Tesalónica que vivían convencidos de que la muerte no separaría definitivamente a los vivos de los difuntos, porque Cristo Jesús les había abierto una vía de acceso al Padre con su gloriosa resurrección. La expectativa de la resurrección les parece a algunos una ilusoria manifestación de la incapacidad de superar el miedo a la aniquilación definitiva; así lo juzgan quienes no reconocen la viabilidad del camino cristiano. El Evangelio de san Lucas expone la proclama inicial del Señor Jesús en Nazaret: su oferta de libertad y salvación está abierta para todos. Paradójicamente anuncia que los más próximos a Él serán los más reacios a su mensaje, mientras que los extraños se dispondrán a acogerlo. La palabra profética del Señor Jesús sigue desconcertando a los bien pensantes que veneran a la ciencia como única vía de acceso a la verdad.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Lc 4,18)
El Espíritu del Señor está sobre mí; Él me ha enviado a anunciar la Buena Nueva a los pobres, dice el Señor.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que santificas a tu Iglesia universal en medio de todas las naciones, derrama tu Espíritu por toda la redondez de la tierra, para que cuanto hiciste por medio de sus dones, en los comienzos de la predicación evangélica, lo renueves ahora por la acción de los fieles. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
A los que murieron en Jesús, Dios los llevará con Él.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 4, 13-18
Hermanos: No queremos que
ignoren lo que pasa con los difuntos, para que no vivan tristes, como los que
no tienen esperanza. Pues, si creemos que Jesús murió y resucitó,
de igual manera debemos creer que, a los que murieron en Jesús, Dios
los llevará con Él. Lo que les decimos, como palabra del Señor,
es esto: que nosotros, los que quedemos vivos para cuando venga el Señor,
no tendremos ninguna ventaja sobre los que ya murieron.
Cuando Dios mande que suenen las trompetas, se oirá la voz de un arcángel
y el Señor mismo bajará del cielo. Entonces, los que murieron
en Cristo resucitarán primero; después nosotros, los que quedemos
vivos, seremos arrebatados, juntamente con ellos entre nubes, por el aire, para
ir al encuentro del Señor, y así estaremos siempre con Él.
Consuélense, pues, unos a otros con estas palabras. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 95 R/. Cantemos al Señor con alegría.
Cantemos al Señor
un nuevo canto, que le cante al Señor toda la tierra. Su grandeza anunciemos
a los pueblos; de nación en nación sus maravillas. R/.
Cantemos al Señor, porque Él es grande, más digno de alabanza
y más tremendo que todos los dioses paganos, que ni existen. Porque los
falsos dioses son apariencia; ha sido el Señor quien hizo el cielo. R/.
Alégrense los cielos y la tierra, retumbe el mar y el mundo submarino.
Salten de gozo el campo y cuanto encierra, manifiesten los bosques regocijo.
R/.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe.
Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones.
R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Lc 4, 18) R/. Aleluya, aleluya.
El Espíritu del Señor está sobre mí; Él me
ha enviado para llevar a los pobres la buena nueva. R/.
Me ha enviado para llevar a los pobres la buena nueva. - Nadie es profeta en su tierra.
Del santo Evangelio según san Lucas: 4, 16-30
En aquel tiempo, Jesús
fue a Nazaret, donde se había criado. Entró en la sinagoga, como
era su costumbre hacerlo los sábados, y se levantó para hacer
la lectura. Se le dio el volumen del profeta Isaías, lo desenrolló
y encontró el pasaje en que estaba escrito: El Espíritu del Señor
está sobre mí, porque me ha ungido para llevar a los pobres la
buena nueva, para anunciar la liberación a los cautivos y la curación
a los ciegos, para dar libertad a los oprimidos y proclamar el año de
gracia del Señor.
Enrolló el volumen, lo devolvió al encargado y se sentó.
Los ojos de todos los asistentes a la sinagoga estaban fijos en Él. Entonces
comenzó a hablar, diciendo: "Hoy mismo se ha cumplido este pasaje
de la Escritura que acaban de oír".
Todos le daban su aprobación y admiraban la sabiduría de las palabras
que salían de sus labios, y se preguntaban: "¿No es éste
el hijo de José?"
Jesús les dijo: "Seguramente me dirán aquel refrán:
`Médico, cúrate a ti mismo, y haz aquí, en tu propia tierra,
todos esos prodigios que hemos oído que has hecho en Cafarnaúm'
".
Y añadió: "Yo les aseguro que nadie es profeta en su tierra.
Había ciertamente en Israel muchas viudas en los tiempos de Elías,
cuando faltó la lluvia durante tres años y medio, y hubo un hambre
terrible en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado
Elías, sino a una viuda que vivía en Sarepta, ciudad de Sidón.
Había muchos leprosos en Israel, en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo,
ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, que era de Siria".
Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se llenaron de ira,
y levantándose, lo sacaron de la ciudad y lo llevaron hasta un precipicio
de la montaña sobre la que estaba construida la ciudad, para despeñarlo.
Pero Él, pasando por en medio de ellos, se alejó de allí.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que el fuego del Espíritu que encendió los corazones de los discípulos de tu Hijo Jesucristo, santifique este sacrificio que vamos a ofrecerte. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 103, 30)
Señor, envías tu Espíritu y creas la vida, y así renuevas la faz de la tierra.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que los dones que hemos recibido enciendan en nosotros el fuego del Espíritu Santo, que de manera tan inefable infundiste en tus apóstoles. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN COLECTA
Te suplicamos, Señor Dios omnipotente que, por la intercesión de tu bienaventurado mártir Bartolomé, nos libres de todas las desgracias corporales y purifiques nuestras almas de todo mal pensamiento. Por nuestro Señor Jesucristo...
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor todopoderoso, el sacrificio que vamos a ofrecerte en honor del beato Bartolomé Gutiérrez, y a cuantos celebramos los misterios de la pasión de tu Hijo, concédenos imitarlo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por la gracia de este sacramento, confirma, Señor, a tus hijos en la verdad de la fe, para que den testimonio de ella con las palabras y las obras, a ejemplo del beato Bartolomé Gutiérrez, que consagró su vida a propagarla. Por Jesucristo, nuestro Señor.
EL DESUSADO LENGUAJE DEL COMBATE
1 Ts 5,1-6. 9-11; Lc 4,31-37
La exhortación final de la Primera Carta a los Tesalonicenses pinta una confrontación total entre los que se dejan atrapar por las tinieblas del pecado y los que se conducen conforme a la luz del Evangelio. Entre ambos bandos se da un combate frontal, puesto que cada uno defiende la propia postura con total seguridad. Desde esa perspectiva el apóstol san Pablo exhorta a los cristianos a armarse con "el chaleco de seguridad" del amor y la fe y con el casco protector de la esperanza. El cristiano que ha experimentado la hondura del amor de Dios no se deja amedrentar por el desaliento y el desamor. El relato evangélico relata la lucha entre Jesús y el Maligno. La fidelidad al Reino de Dios implica opciones y riesgos, es una lucha interior que conviene afrontar con decisión para afianzar la propia libertad. La palabra eficaz de Jesús nos sostiene en los momentos de debilidad y nos sirve de referente en los momentos de confusión.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Si 45, 30)
El Señor hizo con él una alianza de paz, lo puso al frente de su pueblo y lo constituyó sacerdote para siempre.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que cuidas de tu pueblo con ternura y lo gobiernas con amor, concede tu espíritu de sabiduría, por intercesión del Papa san Gregorio, a quienes has encomendado el gobierno de la Iglesia, a fin de que no se pierda ninguna oveja de las confiadas a su cuidado. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Jesucristo murió por nosotros para que vivamos con Él.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 5, 1-6. 9-11
Hermanos: Por lo que se
refiere al tiempo y a las circunstancias de la venida del Señor, no necesitan
que les escribamos nada, puesto que ustedes saben perfectamente que el día
del Señor llegará como un ladrón en la noche. Cuando la
gente esté diciendo: "¡Qué paz y qué seguridad
tenemos!", de repente vendrá sobre ellos la catástrofe, como
de repente le vienen a la mujer encinta los dolores del parto, y no podrán
escapar.
Pero a ustedes, hermanos, ese día no los tomará por sorpresa,
como un ladrón, porque ustedes no viven en tinieblas, sino que son hijos
de la luz y del día, no de la noche y las tinieblas.
Por lo tanto, no vivamos dormidos, como los malos; antes bien, mantengámonos
despiertos y vivamos sobriamente. Porque Dios no nos ha destinado al castigo
eterno, sino a obtener la salvación por medio de nuestro Señor
Jesucristo. Porque Él murió por nosotros para que, cuando Él
vuelva, ya sea que estemos vivos o hayamos muerto, vivamos siempre con Él.
Por eso anímense mutuamente y ayúdense unos a otros a seguir progresando,
como de hecho ya lo hacen. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 26 R/.
El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy
a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién
podrá hacerme temblar? R/.
Lo único que pido, lo único que busco es vivir en la casa del
Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar
continuamente en su presencia. R/.
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor
y fortaleza y en el Señor confía. R/.
ACLAMACIÓN
(Lc 7, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo. R/.
Sé que tú eres el Santo de Dios.
Del santo Evangelio según san Lucas: 4, 31-37
En aquel tiempo, Jesús
fue a Cafarnaúm, ciudad de Galilea, y los sábados enseñaba
a la gente. Todos estaban asombrados de sus enseñanzas, porque hablaba
con autoridad. Había en la sinagoga un hombre que tenía un demonio
inmundo y se puso a gritar muy fuerte: "¡Déjanos! ¿Por
qué te metes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido
a destruirnos? Sé que tú eres el Santo de Dios".
Pero Jesús le ordenó: "Cállate y sal de ese hombre".
Entonces el demonio tiró al hombre por tierra, en medio de la gente,
y salió de él sin hacerle daño. Todos se espantaron y se
decían unos a otros: "¿Qué tendrá su palabra?
Porque da órdenes con autoridad y fuerza a los espíritus inmundos
y éstos se salen". Y su fama se extendió por todos los lugares
de la región. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos al celebrar la fiesta de san Gregorio y haz que este sacrificio, por el que quisiste perdonar los pecados del mundo, nos sirva para nuestra salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 21, 17)
Señor, tú lo conoces todo; tú sabes que te amo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que nos has alimentado con el Cuerpo de Cristo, haz que aprendamos de Él, a ejemplo de san Gregorio, a conocer tu verdad y a vivirla por medio del amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UN MENSAJE QUE DA FRUTOS
Col 1, 1-8; Lc 4, 38-44
El saludo de la carta a los Colosenses transpira entusiasmo, puesto que el apóstol está convencido que el mensaje cristiano ha ido liberando a los creyentes de engaños e imposturas. Las comunidades eclesiales se van conformando como un cuerpo solidario y armonioso, con Cristo a la cabeza. Ese sentido de pertenencia integra a los cristianos en un nuevo tipo de relaciones fraternas y justas. Desde el periodo en que el Señor Jesús predicaba en Galilea eran manifiestos los efectos benéficos de su misión evangelizadora: la salud, la paz interior y la libertad cambiaban decisivamente la vida de quienes se convertían en discípulos suyos. Por esa razón Jesús no podía permanecer inactivo en algún poblado, disfrutando del cariño de sus discípulos. La urgencia misionera lo impulsaba a buscar la reunificación de Israel.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Lc 12, 42)
Éste es el siervo prudente y fiel, a quien el Señor puso al frente de su familia.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que en tu inefable providencia elegiste a san José por esposo de la santísima Madre de tu Hijo, concédenos tener como intercesor en el cielo a quien veneramos como protector en la tierra. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
La palabra de la verdad ha llegado a ustedes y a todo el mundo.
De la carta del apóstol san Pablo a los colosenses: 1, 1-8
Yo, Pablo, apóstol
de Jesucristo por voluntad de Dios, y Timoteo, nuestro hermano, les deseamos
la gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, a ustedes, los hermanos
santos y fieles en Cristo, que viven en Colosas.
En todo momento damos gracias a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo,
y oramos por ustedes, pues hemos tenido noticia de su fe en Jesucristo y del
amor que tienen a todos los hermanos. A esto los anima la esperanza de lo que
Dios les tiene reservado en el cielo. De esta esperanza oyeron hablar cuando
se les predicó el Evangelio de la verdad, que está dando fruto
creciente en todo el mundo, igual que entre ustedes, desde el día en
que lo escucharon y tuvieron conocimiento verdadero del don gratuito de Dios.
Así lo aprendieron de Epafras, que ha trabajado con ustedes y que es
un fiel servidor de Jesucristo; él fue quien nos informó acerca
del amor que el Espíritu Santo ha encendido en ustedes. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 51 R/.
Confió para siempre en el amor de Dios.
Como verde olivo en la casa del Señor, confío para siempre
en el amor de Dios. R/.
Siempre te daré gracias, Señor, por lo que has hecho conmigo.
Delante de tus fieles proclamaré todo lo bueno que eres. R/.
ACLAMACIÓN
(Lc 4, 18) R/. Aleluya, aleluya.
El Señor me ha enviado para llevar a los pobres la buena nueva y anunciar
la liberación a los cautivos. R/.
También a los otros pueblos tengo que anunciarles el Reino de Dios, pues para eso he sido enviado.
Del santo Evangelio según san Lucas: 4, 38-44
En aquel tiempo, Jesús
salió de la sinagoga y entró en la casa de Simón. La suegra
de Simón estaba con fiebre muy alta y le pidieron a Jesús que
hiciera algo por ella. Jesús, de pie junto a ella, mandó con energía
a la fiebre, y la fiebre desapareció. Ella se levantó enseguida
y se puso a servirles.
Al meterse el sol, todos los que tenían enfermos se los llevaron a Jesús
y Él, imponiendo las manos sobre cada uno, los fue curando de sus enfermedades.
De muchos de ellos salían también demonios que gritaban: "¡Tú
eres el Hijo de Dios!" Pero Él les ordenaba enérgicamente
que se callaran, porque sabían que Él era el Mesías.
Al día siguiente se fue a un lugar solitario y la gente lo andaba buscando.
Cuando lo encontraron, quisieron retenerlo, para que no se alejara de ellos;
pero Él les dijo: "También tengo que anunciarles el Reino
de Dios a las otras ciudades, pues para eso he sido enviado". Y se fue
a predicar en las sinagogas de Judea. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por intercesión de san José, a quien confiaste la misión de cuidar de tu Unigénito como padre, te pedimos, Señor, que nos concedas poder ofrecerte dignamente este sacrificio de alabanza. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 25, 21)
Muy bien, siervo bueno y fiel, entra en el gozo de tu Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Renovados con este sacramento que da vida, te rogamos, Señor, que nos concedas vivir para ti en justicia y santidad, a ejemplo y por intercesión de san José, el varón justo y obediente que contribuyó con sus servicios a la realización de tus grandes misterios. Por Jesucristo, nuestro Señor.
EL PLENO CONOCIMIENTO
Col 1,9-14; Lc 5,1-11
El cristiano no es un simple apasionado del conocimiento académico. La experiencia de Dios es mucho más que un puñado de enunciados teóricos. La mirada contemplativa y la sabiduría creyente que permite ir haciendo un discernimiento de la voluntad de Dios es fruto del Espíritu. El creyente no puede vivir sin la amorosa ayuda de Dios. La vida cristiana no es una dependencia enfermiza, sino una amistad que promueve y dignifica a la persona. Cuando ésta reconoce su fragilidad, vive exactamente la misma experiencia que los primeros pescadores que siguieron a Jesús: noches de esterilidad y fracaso que los llevaron a lanzar las redes en la dirección que la palabra del Señor Jesús les indicaba. Recomenzar la propia vida desde un nuevo cimiento, enterrar viejos proyectos y fundar la existencia en el auxilio invaluable de la gracia de Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Hb 7, 24)
Cristo, mediador de la nueva alianza, por el hecho de permanecer para siempre, posee un sacerdocio perpetuo.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que para gloria tuya y salvación de todos los hombres constituiste Sumo y Eterno Sacerdote a tu Hijo, Jesucristo, concede a quienes Él ha elegido como ministros suyos y administradores de sus sacramentos y de su Evangelio, la gracia de ser fieles en el cumplimiento de su ministerio. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Nos ha liberado del poder de las tinieblas, y nos ha trasladado al Reino de su Hijo amado.
De la carta del apóstol san Pablo a los colosenses: 1, 9-14
Hermanos: Desde que recibimos
noticias de ustedes, no hemos dejado de pedir incesantemente a Dios que los
haga llegar a conocer con plenitud su voluntad, por medio de la perfecta sabiduría
y del conocimiento espiritual. Así ustedes vivirán según
el Señor se merece, le agradarán en todo, darán fruto con
toda clase de buenas obras y crecerán en el conocimiento de Dios. Fortalecidos
en todo aspecto por el poder que irradia de Él, podrán resistir
y perseverar en todo con alegría y constancia, y dar gracias a Dios Padre,
el cual nos ha hecho capaces de participar en la herencia de su pueblo santo,
en el reino de la luz. Él nos ha liberado del poder de las tinieblas
y nos ha trasladado al Reino de su Hijo amado, por cuya sangre recibimos la
redención, esto es, el perdón de los pecados. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 97 R/. El Señor nos ha mostrado su amor y su lealtad.
El Señor ha dado
a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su justicia. Una vez más
ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel. R/.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos
y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
Cantemos al Señor al son del arpa, suenen los instrumentos. Aclamemos
al son de los clarines, al Señor, nuestro rey. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 4, 19) R/. Aleluya, aleluya.
Síganme, dice el Señor, y yo los haré pescadores
de hombres. R/.
Dejándolo todo, lo siguieron.
Del santo Evangelio según san Lucas: 5, 1-11
En aquel tiempo, Jesús
estaba a orillas del lago de Genesaret y la gente se agolpaba en torno suyo
para oír la palabra de Dios. Jesús vio dos barcas que estaban
junto a la orilla. Los pescadores habían desembarcado y estaban lavando
las redes. Subió Jesús a una de las barcas, la de Simón,
le pidió que la alejara un poco de tierra, y sentado en la barca, enseñaba
a la multitud.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: "Lleva la barca mar
adentro y echen sus redes para pescar". Simón replicó: "Maestro,
hemos trabajado toda la noche y no hemos pescado nada; pero, confiado en tu
palabra, echaré las redes". Así lo hizo y cogieron tal cantidad
de pescados, que las redes se rompían. Entonces hicieron señas
a sus compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a ayudarlos.
Vinieron ellos y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían.
Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús
y le dijo: "¡Apártate de mí, Señor, porque soy
un pecador!" Porque tanto él como sus compañeros estaban
llenos de asombro, al ver la pesca que habían conseguido. Lo mismo les
pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de
Simón.
Entonces Jesús le dijo a Simón: "No temas; desde ahora serás
pescador de hombres". Luego llevaron las barcas a tierra, y dejándolo
todo, lo siguieron. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que Jesucristo, nuestro Mediador, haga que te sean aceptables, Señor, nuestras ofrendas y que su sacrificio redentor nos haga vivir cada día más unidos a Él, para que toda nuestra vida sea grata a tus ojos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 28, 20)
Sepan que yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos ofrecido en el sacrificio y recibido en la comunión, sean para nosotros, Señor, el principio de una vida nueva, a fin de que, unidos a ti por el amor, demos frutos que permanezcan para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
EL VINO NUEVO DEL REINO
Col 1,15-20; Lc 5,33-39
Uno de los versos claves del himno cristológico que conserva la carta a los Colosenses presenta al Señor Jesús como cabeza de la Iglesia y modelo y fin del universo. La realidad cósmica apunta a la plenitud, dicha consumación no alcanzará su cima sino en la medida que reproduzca la armoniosa existencia que Jesús vivió con sus hermanos y su Padre. La controversia que reproduce el Evangelio de san Lucas entre Jesús y los fariseos permite apreciar el nuevo enfoque verdaderamente humanista que Él establece en su relación con Dios y con las personas. Ni las prácticas religiosas tradicionales, ni la jurisprudencia añejada por opiniones de prestigiados maestros judíos puede anteponerse a la gustosa novedad del vino nuevo del Reino: el amor incondicional del Padre por todos sus hijos es el criterio decisivo que reorientará la convivencia entre los que se confiesen como sus hijos.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 32, 11. 19)
Los proyectos de su corazón subsisten de edad en edad, para librar de la muerte la vida de sus fieles, y reanimarlos en tiempo de hambre.
ORACIÓN COLECTA
Haz, Señor, que nos revistamos con las virtudes del corazón de tu Hijo, y nos encendamos con el amor que lo inflama, para que, asemejándonos a Él, merezcamos participar de la eterna redención. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Todo fue creado por medio de Él y para Él.
De la carta del apóstol san Pablo a los colosenses: 1, 15-20
Cristo es la imagen de Dios
invisible, el primogénito de toda la creación, porque en Él
tienen su fundamento todas las cosas creadas, del cielo y de la tierra, las
visibles y las invisibles, sin excluir a los tronos y dominaciones, a los principados
y potestades. Todo fue creado por medio de Él y para Él.
Él existe antes que todas las cosas, y todas tienen su consistencia en
El. Él es también la cabeza del cuerpo, que es la Iglesia. Él
es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que sea el
primero en todo.
Porque Dios quiso que en Cristo habitara toda plenitud y por Él quiso
reconciliar consigo todas las cosas, del cielo y de la tierra, y darles la paz
por medio de su sangre, derramada en la cruz. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Del salmo 99 R/.
Bendigamos al Señor, porque Él es bueno.
Alabemos a Dios todos los hombres, sirvamos al Señor con alegría
y con júbilo entremos en su templo. R/.
Reconozcamos que el Señor es Dios, que Él fue quien nos hizo y
somos suyos, que somos su pueblo y su rebaño. R/.
Entremos por sus puertas dando gracias, crucemos por sus atrios entre himnos,
alabando al Señor y bendiciéndolo. R/.
Porque el Señor es bueno, bendigámoslo, porque es eterna su misericordia
y su fidelidad nunca se acaba. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 8, 12) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá
la luz de la vida. R/.
Vendrá un día en que les quiten al esposo y entonces sí ayunarán.
Del santo Evangelio según san Lucas: 5, 33-39
En aquel tiempo, los fariseos
y los escribas le preguntaron a Jesús: "¿Por qué los
discípulos de Juan ayunan con frecuencia y hacen oración, igual
que los discípulos de los fariseos, y los tuyos, en cambio, comen y beben?"
Jesús les contestó: "¿Acaso pueden ustedes obligar
a los invitados a una boda a que ayunen, mientras el esposo está con
ellos? Vendrá un día en que les quiten al esposo, y entonces sí
ayunarán".
Les dijo también una parábola: "Nadie rompe un vestido nuevo
para remendar uno viejo, porque echa a perder el nuevo, y al vestido viejo no
le queda el remiendo del nuevo. Nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque
el vino nuevo revienta los odres y entonces el vino se tira y los odres se echan
a perder. El vino nuevo hay que echarlo en odres nuevos y así se conservan
el vino y los odres. Y nadie, acabando de beber un vino añejo, acepta
uno nuevo, pues dice: 'El añejo es mejor' ". Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, Padre misericordioso, que por el inmenso amor con que nos has amado, nos diste con inefable bondad a tu Hijo único, concédenos que, identificados con Él en una perfecta unidad, te ofrezcamos una digna oblación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 7, 37-38)
Dice el Señor: Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba. De aquel que cree en mí, brotarán ríos de agua viva.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo participado de tu sacramento de amor, te pedimos, Señor, la gracia de parecernos a Cristo aquí en la tierra, para merecer compartir su gloria allá en el cielo, con Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Santos: Regina de Francia, mártir; Juan de Lodi, obispo. Beata Eugenia Picco, religiosa.
Vísperas I del domingo: 3a semana del Salterio. Tomo IV: pp. 945 y 188. Para los fieles: pp. 642 y 414. Edición popular: pp. 202 y 478. Feria (Verde)
CIMENTADOS EN LA FE
Col 1, 21-23; Lc 6, 1-5
Detrás de estas imágenes clásicas permanece la figura de un edificio. La Iglesia ha sido comparada con un rebaño, con una viña, con un edificio o con un cuerpo humano. En este antiguo himno cristiano, san Pablo toma la imagen de la construcción y ubica a cada creyente como piedra viva, inserta en el cimiento apostólico. Desde la predicación de Isaías se asocia la experiencia de la fe con una roca. Una adhesión irrompible del cristiano con Jesús es la fe. De ahí que tenga sentido compararla con algo sólido y bien cimentado. Sobre ese cimiento fundamental, que es la vida, pasión y muerte de Jesús, vida entregada como muestra del amor compasivo de Dios por sus hijos, se va orientando cada cristiano en las diferentes situaciones históricas. Desde el filtro y los lentes evangélicos el discípulo de Jesús aprende a discernir, relativizando lo periférico (el reposo sabático vivido de forma intransigente) y valorando lo esencial (la compasión y la justicia)
MISA DE SANTA MARÍA EN SÁBADO
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Hch 1, 14)
Con un mismo espíritu, los discípulos perseveraban en la oración junto con María, la Madre de Jesús.
ORACIÓN COLECTA
Dios misericordioso, que quisiste que tu Hijo unigénito proclamara desde la cruz como Madre nuestra a su propia Madre, haz que tu Iglesia, por la mediación y cooperación maternal de la Virgen María, crezca cada día en santidad y atraiga a su seno a todas las naciones. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Los ha reconciliado Dios para hacerlos santos e irreprochables a sus ojos.
De la carta del apóstol san Pablo a los colosenses: 1, 21-23
Hermanos: En otro tiempo ustedes estaban alejados de Dios y en su corazón eran enemigos de Él a causa de las malas acciones de ustedes; pero Él los ha reconciliado ahora consigo por medio de la muerte que Cristo sufrió en su cuerpo mortal, para hacerlos santos, puros e irreprochables a sus ojos. Sin embargo, es necesario que permanezcan firmemente cimentados en la fe y no se dejen apartar de la esperanza que les dio el Evangelio que escucharon, el cual ha sido predicado en todas partes y a cuyo servicio yo, Pablo, he sido destinado. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 53 R/.
Por tu inmensa bondad, ayúdanos, Señor.
Sálvame, Dios mío, por tu nombre; con tu poder defiéndeme.
Escucha, Señor, mi oración y a mis palabras atiende. R/.
El Señor Dios es mi ayuda, Él, quien me mantiene vivo. Yo te agradeceré,
Señor, tu inmensa bondad conmigo. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 6) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre, si no es por mí,
dice el Señor. R/.
¿Por qué hacen lo que está prohibido hacer en sábado?
Del santo Evangelio según san Lucas: 6, 1-5
Un sábado, Jesús
iba atravesando unos sembrados y sus discípulos arrancaban espigas al
pasar, las restregaban entre las manos y se comían los granos. Entonces
unos fariseos les dijeron: "¿Por qué hacen lo que está
prohibido hacer en sábado?"
Jesús les respondió: "¿Acaso no han leído lo
que hizo David una vez que tenían hambre él y sus hombres? Entró
en el templo y tomando los panes sagrados, que sólo los sacerdotes podían
comer, comió de ellos y les dio también a sus hombres".
Y añadió: "El Hijo del hombre también es dueño
del sábado". Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE
LAS OFRENDAS
Convierte, Señor, en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, estos dones que
te presentamos, y haz que este memorial de nuestra redención, nos inflame
en el amor a la Virgen María, Madre de la Iglesia, y nos asocie íntimamente
a ella en la obra de la salvación de los hombres. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, y alabarte en esta festividad de la
Virgen María.
Porque al aceptar ella a tu Unigénito en su corazón inmaculado,
mereció concebirlo en su seno virginal y, al dar a luz a Cristo, preparó
el nacimiento de la Iglesia.
Porque al aceptar, junto a la cruz, el encargo de tu amor, recibió como
hijos a todos los hombres, redimidos por la Sangre de Cristo.
Porque al unirse a las oraciones de los Apóstoles y de los discípulos,
que esperaban la venida del Espíritu Con-solador, se convirtió
en el modelo de la Iglesia suplicante y, desde su asunción gloriosa a
los cielos, sigue mostrando su amor y protección a la Iglesia que peregrina
hacia la vida eterna, hasta que venga el Señor, lleno de gloria.
Por eso, con todos los ángeles y santos, te alabamos sin cesar, diciendo:
Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Jn 2, 1. 11)
Hubo unas bodas en Caná de Galilea a las que asistió María, la Madre de Jesús. En esa ocasión, Jesús dio prin-cipio a sus milagros, manifestó su poder y sus discípulos creyeron en Él.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú que nos has concedido en este sacramento la prenda de nuestra vida eterna, haz, Señor, que tu Iglesia, por la intercesión maternal de la Virgen María, ilumine a todas las naciones con la luz del Evangelio y las santifique con los dones de tu Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XXIII DOMINGO ORDINARIO
La Natividad de la Santísima Virgen María
Santos: San Pedro de Chavanon, canónigo. Beata Serafina Sforza, abadesa. (Verde)
APENAS ADIVINAMOS LO TERRESTRE
Sb 9,13-19; Flp 9-10. 12-17; Lc 14,25-33
El autor del libro de la Sabiduría confiesa humildemente que el ser humano es incapaz de descifrar con suficiencia el sentido último de la vida. Desde esa premisa, surge otro planteamiento derivado del primero: el hijo de Adán está necesitado de soporte y auxilio de parte de su hacedor. No consigue tener a mano la clave entera de su existencia. Su sed de infinito se atasca en una serie de pequeñeces mundanas: poder, dinero y reconocimiento público van ocupando en demasía el espacio más íntimo de la persona, su corazón. De ahí que el Señor Jesús plantee la serie de disyuntivas que recoge el Evangelio: la familia, el bienestar y la seguridad personal, la posesión de riquezas tienen que relativizarse para poder vivir como hombre nuevo y liberado de toda atadura que lo deshumanice. Quien lo haga vivirá como primero en el Reino de Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 118, 137. 124)
Eres justo, Señor, y rectos son tus mandamientos. Muéstrate bondadoso conmigo y ayúdame a cumplir tu voluntad.
ORACIÓN COLECTA
Señor, que te has dignado redimirnos y hacernos hijos tuyos, míranos siempre con amor de Padre y haz que cuantos creemos en Cristo, obtengamos la verdadera libertad y la herencia eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
¿Quién es el hombre que puede conocer los designios de Dios?
Del libro de la Sabiduría: 9, 13-19
¿Quién es
el hombre que puede conocer los designios de Dios? ¿Quién es el
que puede saber lo que el Señor tiene dispuesto? Los pensamientos de
los mortales son inseguros y sus razonamientos pueden equivocarse, porque un
cuerpo corruptible hace pesada el alma y el barro de que estamos hechos entorpece
el entendimiento.
Con dificultad conocemos lo que hay sobre la tierra y a duras penas encontramos
lo que está a nuestro alcance. ¿Quién podrá descubrir
lo que hay en el cielo? ¿Quién conocerá tus designios,
si tú no le das la sabiduría, enviando tu santo espíritu
desde lo alto?
Sólo con esa sabiduría lograron los hombres enderezar sus caminos
y conocer lo que te agrada. Sólo con esa sabiduría se salvaron,
Señor, los que te agradaron desde el principio. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 89 R/.
Tú eres, Señor, nuestro refugio.
Tú haces volver al polvo a los humanos, diciendo a los mortales
que retornen. Mil años para ti son como un día que ya pasó;
como una breve noche. R/.
Nuestra vida es tan breve como un sueño; semejante a la hierba, que despunta
y florece en la mañana y por la tarde se marchita y se seca. R/.
Enséñanos a ver lo que es la vida y seremos sensatos. ¿Hasta
cuándo, Señor, vas a tener compasión de tus siervos? ¿Hasta
cuándo? R/.
Llénanos de tu amor por la mañana y júbilo será
la vida toda. Haz, Señor, que tus siervos y sus hijos, puedan mirar tus
obras y tu gloria. R/.
Recíbelo, no como esclavo, sino como hermano amadísimo.
De la carta del apóstol san Pablo a Filemón: 9-10. 12-17
Querido hermano: Yo, Pablo,
ya anciano y ahora, además, prisionero por la causa de Cristo Jesús,
quiero pedirte algo en favor de Onésimo, mi hijo, a quien he engendrado
para Cristo aquí, en la cárcel.
Te lo envío. Recíbelo como a mí mismo. Yo hubiera querido
retenerlo conmigo, para que en tu lugar me atendiera, mientras estoy preso por
la causa del Evangelio. Pero no he querido hacer nada sin tu consentimiento,
para que el favor que me haces no sea como por obligación, sino por tu
propia voluntad.
Tal vez él fue apartado de ti por un breve tiempo, a fin de que lo recuperaras
para siempre, pero ya no como esclavo, sino como algo mejor que un esclavo,
como hermano amadísimo. Él ya lo es para mí. ¡Cuánto
más habrá de serlo para ti, no sólo por su calidad de hombre,
sino de hermano en Cristo! Por lo tanto, si me consideras como compañero
tuyo, recíbelo como a mí mismo.Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(Sal 118, 135) R/. Aleluya, aleluya.
Señor, mira benignamente a tus siervos y enséñanos a cumplir
tus mandamientos. R/.
El que no renuncie a todos sus bienes no puede ser mi discípulo.
Del santo Evangelio según san Lucas: 14, 25-33
En aquel tiempo, caminaba
con Jesús una gran muchedumbre y Él, volviéndose a sus
discípulos, les dijo:
"Si alguno quiere seguirme y no me prefiere a su padre y a su madre, a
su esposa y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, más aún,
a sí mismo, no puede ser mi discípulo. Y el que no carga su cruz
y me sigue, no puede ser mi discípulo.
Porque, ¿quién de ustedes, si quiere construir una torre, no se
pone primero a calcular el costo, para ver si tiene con qué terminarla?
No sea que, después de haber echado los cimientos, no pueda acabarla
y todos los que se enteren comiencen a burlarse de él, diciendo: 'Este
hombre comenzó a construir y no pudo terminar'.
¿O qué rey que va a combatir a otro rey, no se pone primero a
considerar si será capaz de salir con diez mil soldados al encuentro
del que viene contra él con veinte mil? Porque si no, cuando el otro
esté aún lejos, le enviará una embajada para proponerle
las condiciones de paz.
Así pues, cualquiera de ustedes que no renuncie a todos sus bienes, no
puede ser mi discípulo".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Invoquemos, hermanos, a
Dios Padre y pidámosle que escuche nuestra oración. Después
de cada petición diremos:
Escúchanos, Padre y aumenta nuestra fe. Por la Iglesia. Por todos sus
pastores. Que el Señor les dé coraje en el servicio a las comunidades
que les ha confiado. Oremos.
Por las parroquias. Por los grupos y movimientos cristianos. Que seamos siempre
testigos del amor de Cristo. Oremos.
Por los políticos y gobernantes. Que sirvan con honestidad y eficacia
a nuestra sociedad. Oremos.
Por quienes no tienen trabajo. Por los que no reciben ninguna ayuda económica.
Que aumente la solidaridad de las comunidades cristianas con ellos. Oremos.
Por todos los difuntos. Que el Señor los reciba en la paz definitiva
de su Reino. Oremos.
Por todos nosotros. Que acojamos a Jesucristo que nos dirige su palabra y nos
alimenta con su Cuerpo y su Sangre. Oremos.
Dios todopoderoso y eterno, concédenos lo que con toda confianza te pedimos
y haz prósperas las obras de nuestras manos. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, fuente de la paz y del amor sincero, concédenos glorificarte por estas ofrendas, y unirnos fielmente a ti por la participación en esta Eucaristía. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 41, 2-3)
Como la cierva busca el agua de los ríos, así, sedienta, mi alma te busca a ti, Dios mío.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú que nos has instruido con tu palabra y alimentado con tu Eucaristía, concédenos, Señor, aprovechar estos dones para que vivamos aquí unidos a tu Hijo y podamos, después, participar de su vida inmortal. Por Jesucris-to, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Conviene echar números antes de ejecutar algún plan realmente ambicioso, recomienda el Señor Jesús a los suyos. En cualquier proyecto que implique poner en riesgo el tiempo, los recursos materiales y el futuro de las personas es necesario andar con pies de plomo. No se puede jugar con fuego, porque el ejercicio de la autoridad implica la rendición de cuentas. Si no debe procederse con ligereza en los proyectos de alcance social, tampoco conviene hacerlo con los proyectos personales. La vida no es un pasatiempo, sino una ocasión incomparable que vale la pena aprovechar con sensatez. De ahí que no es aconsejable dejarse atrapar por la fiebre posesiva del poder y las riquezas. Éstas como bien ha escrito algún teólogo, suelen ser "un buen siervo y a la vez, un mal amo". Efectivamente los bienes materiales nos sacan de muchos apuros, son empleados eficientes, pero en ocasiones se adueñan de nosotros y se convierten en el amo despótico que gobierna nuestra vida.
Santos: Pedro Claver, presbítero; María de la Cabeza, viuda. Beata María Eutimia religiosa. Feria (Verde)
LA INCOMODIDAD DEL SUFRIMIENTO
Col 1, 24-2, 3; Lc 6, 6-11
Las dos lecturas se ocupan de alguna manera del tema del sufrimiento. Ambas lo abordan desde distintas perspectivas. En la óptica de san Pablo el sufrimiento puede producir una serena alegría cuando se asume desde la esperanza cristiana. El sufrimiento podría aparecer como algo totalmente estéril a los ojos de los pragmáticos, para el apóstol no lo es en la medida que tiene un valor expiatorio y purificador. Una iglesia que sufre por causa de su fidelidad a Jesús es ciertamente una comunidad servidora. En el Evangelio apreciamos otra perspectiva cuando vemos que el Señor Jesús asume una actitud de resistencia activa ante el sufrimiento. Demasiado tiempo habían sufrido aquellos inocentes campesinos galileos para mantenerlos sumidos en la opresión y la enfermedad. Jesús se apiada de ellos y nos anima a oponernos con todas nuestras fuerzas al sufrimiento que deshumaniza.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Hch 4, 32. 33)
La multitud de los que habían creído tenía un solo corazón y una sola alma. Los apóstoles, con grandes muestras de poder, daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús y todos gozaban de gran estimación entre el pueblo.
ORACIÓN COLECTA
Dios, que eres la unidad perfecta y el verdadero amor, concede a tus hijos un solo corazón y un solo espíritu, para que reine entre ellos la concordia, y tu Iglesia, cimentada en la verdad, se consolide en la unidad y en la paz. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Yo he llegado a ser ministro
de la Iglesia, para anunciar el designio secreto que Dios ha mantenido oculto
desde siglos.
De la carta del apóstol san Pablo a los colosenses: 1, 24-2, 3
Hermanos: Ahora me alegro de sufrir por ustedes, porque así completo
lo que falta a la pasión de Cristo en mí, por el bien de su cuerpo,
que es la Iglesia.
Por disposición de Dios, yo he sido constituido ministro de esta Iglesia
para predicarles por entero su mensaje, o sea el designio secreto que Dios ha
mantenido oculto desde siglos y generaciones y que ahora ha revelado a su pueblo
santo.
Dios ha querido dar a conocer a los suyos la gloria y riqueza que este designio
encierra para los paganos, es de-cir, que Cristo vive en ustedes y es la esperanza
de la gloria; ese mismo Cristo, que nosotros predicamos, cuando corregimos a
los hombres y los instruimos con todos los recursos de la sabiduría,
a fin de que todos sean cristianos perfectos. Por eso precisamente me empeño
y lucho con la fuerza de Cristo, que actúa poderosamente en mí.
Quiero que sepan cuántos esfuerzos estoy haciendo por ustedes, por los
de Laodicea y por todos los que no me conocen personalmente. Se lo digo a ustedes
para que todos se animen, y unidos íntimamente en el amor, pue-dan alcanzar
en toda su riqueza el conocimiento pleno y perfecto del designio secreto de
Dios, que es Cristo, en el cual están ocultos todos los tesoros de la
sabiduría y de la ciencia. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 61 R/.
Dios es nuestra salvación y nuestra gloria.
Sólo Dios es mi esperanza, mi confianza es el Señor;
es mi baluarte y firmeza, es mi Dios y salvador. R/.
De Dios viene mi salvación y mi gloria; Él es mi roca firme y
mi refugio. Confía siempre en Él, pueblo mío, y desahoga
tu corazón en su presencia, porque sólo en Dios está nuestro
refugio. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 10, 27) R/. Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor, yo las conozco y ellas me
siguen. R/.
Estaban acechando a Jesús para ver si curaba en sábado.
Del santo Evangelio según san Lucas: 6, 6-11
Un sábado, Jesús entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha paralizada. Los escribas y fariseos estaban acechando a Jesús para ver si curaba en sábado y tener así de qué acusarlo. Pero Jesús, conociendo sus intenciones, le dijo al hombre de la mano paralizada: "Levántate y ponte ahí en medio". El hombre se levantó y se puso en medio. Entonces Jesús les dijo: "Les voy a hacer una pregunta: ¿Qué es lo que está permitido hacer en sábado: el bien o el mal, salvar una vida o acabar con ella?" Y después de recorrer con la vista a todos los presentes, le dijo al hombre: "Extiende la mano". Él la extendió y quedó curado. Los escribas y fariseos se pusieron furiosos y discutían entre sí lo que le iban a hacer a Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE
LAS OFRENDAS
Señor Dios nuestro, que por medio de tus sacramentos y enseñanzas
nos vas haciendo semejantes a ti, guíanos por tus caminos y concédenos,
por este sacrificio que vamos a ofrecerte, obtener el don de la caridad que
tú nos prometiste. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 17, 20. 21)
Padre, te pido por los que van a creer en mí, a fin de que sean uno en nosotros y el mundo crea que tú me has enviado, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por este sacramento de unidad, en el que acabamos de tomar parte, concede, Señor, a quienes hemos convivido hoy en tu casa, disfrutar siempre de la paz que hemos dado y recibido. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UN SISTEMA DE VIDA QUE ATRAPA
Col 2,6-15; Lc 6,12-19
El apóstol Pablo conocía la fuerza magnética que desplegaba la cultura grecorromana en los habitantes de las ciudades importantes del imperio. La búsqueda desmedida del propio bienestar y el disfrute del placer sin conciencia, agrietaban el espíritu de las personas y las hacían dependientes de sus bajos instintos. El encuentro con Jesús resucitado les había acicateado para buscar la vida en plenitud, recuperando su libertad y su entereza personal. Algo semejante vivieron los discípulos de Jesús, según nos refiere el Evangelio de san Lucas, cuando se dispusieron a acoger la invitación a seguirlo. Los Doce se constituirían como el nuevo Israel, inaugurando un nuevo tipo de relaciones marcadas por la compasión y la solidaridad. Las curaciones que Jesús realizó eran las señales tangibles del amor compasivo de Dios por los suyos.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 30, 3-4)
Sírveme de defensa, Dios mío, de roca y fortaleza salvadoras; y pues eres mi baluarte y mi refugio, acompáñame y guíame.
ORACIÓN COLECTA
Señor nuestro, que prometiste venir y hacer tu morada en los corazones rectos y sinceros, concédenos la rectitud y sinceridad de vida que nos hagan dignos de esa presencia tuya. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Dios nos dio una vida nueva con Cristo, perdonándonos nuestros pecados.
De la carta del apóstol san Pablo a los colosenses: 2, 6-15
Hermanos: Puesto que ustedes
han aceptado a Cristo Jesús, el Señor, vivan como verdaderos cristianos:
permanezcan arraigados y cimentados en Él, con fe firme, como se lo enseñaron
a ustedes, y en continua acción de gracias.
Que nadie los vaya a engañar con teorías y razonamientos falsos,
que se fundan en tradiciones meramente humanas y en valores de este mundo, pero
no en Cristo. Porque en el cuerpo de Cristo habita toda la plenitud de la divinidad;
e incorporados a Él, que es la cabeza de todos los ángeles, también
ustedes participan de su plenitud. Por su unión con Cristo, ustedes han
sido circuncidados, no con una circuncisión hecha por mano de hombres,
que consiste en el despojo de la carne, sino con la circuncisión que
procede de Él. Por el bautismo fueron sepultados con Cristo y también
resucitaron con Él, mediante la fe en el poder de Dios, que lo resucitó
de entre los muertos.
Ustedes estaban muertos por sus pecados y no pertenecían al pueblo de
la alianza. Pero Él les dio una vida nueva con Cristo, perdonándoles
todos los pecados. Él anuló el documento que nos era contrario,
cuyas cláusulas nos condenaban, y lo eliminó clavándolo
en la cruz de Cristo. Con esto, Dios les quitó su poder a los principados
y potestades y los humilló a la vista de todos, llevándolos cautivos
en el cortejo triunfal de Cristo. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 144 R/.
El Señor es bueno con todos.
Dios y rey mío, yo te alabaré; bendeciré tu nombre siempre
y para siempre. Un día tras otro bendeciré tu nombre y no cesará
mi boca de alabarte. R/.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso
para perdonar. Bueno es el Señor para con todos y su amor se extiende
a todas sus creaturas. R/.
Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan.
Que proclamen la gloria de tu reino y narren tus proezas a los hombres. R/.
ACLAMACIÓN (Cfr. Jn 15, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Yo los he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayan y den fruto y su fruto permanezca. R/.
Pasó la noche en oración y eligió a doce discípulos, a los que llamó apóstoles.
Del santo Evangelio
según san Lucas: 6, 12-19
Por aquellos días, Jesús se retiró al monte a orar y se
pasó la noche en oración con Dios.
Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, eligió
a doce de entre ellos y les dio el nombre de apóstoles. Eran Simón,
a quien llamó Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y Juan; Felipe
y Bartolomé; Mateo y Tomás; Santiago, el hijo de Alfeo, y Simón,
llamado el Fanático; Judas, el hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que
fue el traidor.
Al bajar del monte con sus discípulos y sus apóstoles, se detuvo
en un llano. Allí se encontraba mucha gente, que había venido
tanto de Judea y Jerusalén, como de la costa, de Tiro y de Sidón.
Habían venido a oírlo y a que los curara de sus enfermedades;
y los que eran atormentados por espíritus inmundos quedaban curados.
Toda la gente procuraba tocarlo, porque salía de Él una fuerza
que sanaba a todos. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que este sacrificio, Señor, que vamos a ofrecerte, nos purifique, nos renueve y nos ayude a obtener la recompensa eterna, prometida a quienes cumplen tu voluntad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 3, 16)
Tanto amó Dios al mundo, que le dio a su Hijo único para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga la vida eterna.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, aviva cada vez más en nosotros el deseo de recibir este pan eucarístico, por medio del cual nos comunicas tú la vida verdadera. Por Jesucristo, nuestro Señor.
SE VISTIERON DEL HOMBRE NUEVO
Col 3,1-11; Lc 6,20-26
Las comunidades cristianas fundadas por san Pablo integraban personas de diferentes estratos socioeconómicos y distintos orígenes culturales. Un nuevo tejido social se iba estructurando entre ellos, el amor fraterno y la solidaridad eran los signos distintivos de su nueva condición. La imagen del "hombre nuevo" no era una frase hueca, sino un proyecto que iban llenando de sentido con la fuerza de Jesús Mesías. En manera alguna habían reducido su fe cristiana a una pura práctica moral. La alegría de haberse redescubier-to como personas valiosas y respetadas por la comunidad a la que se habían integrado, los llenaba de un nuevo entusiasmo. El camino de la dicha que ofrecía el Reinado de Dios no era un discurso vacío. Lo que el Señor Jesús había proclamado como nuevo camino de salvación en el sermón de las bienaventuranzas, sería convertido en vivencia cotidiana por los cristianos de la primera hora en Colosas y en muchas otras ciudades del Mediterráneo.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Si 36, 18-19)
Señor, concede la paz a los que en ti esperan; escucha las oraciones de tus hijos y guíanos por el camino de la justicia.
ORACIÓN COLECTA
Dios no sólo de la paz, sino la paz misma, a quien no puede comprender quien siembra la discordia, ni aceptar quien ama la violencia, concede a quienes trabajan por la paz perseverar en su propósito y a quienes la obstaculizan, olvidarse del odio. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Ustedes han muerto con Cristo. Den muerte a todo lo malo que hay en ustedes.
De la carta del apóstol san Pablo a los colosenses: 3, 1-11
Hermanos: Puesto que han
resucitado con Cristo, busquen los bienes de arriba, donde está Cristo,
sentado a la derecha de Dios. Pongan todo el corazón en los bienes del
cielo, no en los de la tierra, porque han muerto y su vida está escondida
con Cristo en Dios. Cuando se manifieste Cristo, vida de ustedes, entonces también
ustedes se manifestarán gloriosos juntamente con Él.
Den muerte, pues, a todo lo malo que hay en ustedes: la fornicación,
la impureza, las pasiones desordenadas, los malos deseos y la avaricia, que
es una forma de idolatría. Esto es lo que atrae el castigo de Dios sobre
aquellos que no lo obedecen.
Todo esto lo hacían también ustedes en su vida anterior. Pero
ahora dejen a un lado todas estas cosas: la ira, el rencor, la maldad, las blasfemias
y las palabras obscenas. No sigan engañándose unos a otros; despójense
del modo de actuar del viejo yo y revístanse del nuevo yo, el que se
va renovando conforme va adquiriendo el conocimiento de Dios, que lo creó
a su propia imagen.
En este orden nuevo ya no hay distinción entre judíos y no judíos,
israelitas y paganos, bárbaros y extranjeros, esclavos y libres; sino
que Cristo es todo en todos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 144 R/.
El Señor es bueno con todos.
Un día tras otro bendeciré tu nombre y no cesará mi boca
de alabarlo. Muy digno de alabanza es el Señor, por ser su grandeza incalculable.
R/.
Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan.
Que proclamen la gloria de tu reino y narren tus proezas a los hombres. R/.
Que muestren a los hombres tus proezas, el esplendor y la gloria de tu reino.
Tu reino, Señor, es para siempre y tu imperio, por todas las generaciones.
R/.
ACLAMACIÓN (Lc 6, 23) R/. Aleluya, aleluya.
Alégrense ese día y salten de gozo, porque su recompensa será grande en el cielo. R/.
Dichosos los pobres. - ¡Ay de ustedes, los ricos!
Del santo Evangelio según san Lucas: 6, 20-26
En aquel tiempo, mirando Jesús a sus discípulos, les dijo: "Dichosos
ustedes los pobres, porque de ustedes es el Reino de Dios. Dichosos ustedes
los que ahora tienen hambre, porque serán saciados. Dichosos ustedes
los que lloran ahora, porque al fin reirán.
Dichosos serán ustedes cuando los hombres los aborrezcan y los expulsen
de entre ellos, y cuando los insulten y maldigan por causa del Hijo del hombre.
Alégrense ese día y salten de gozo, porque su recompensa será
grande en el cielo. Pues así trataron sus padres a los profetas.
Pero, ¡ay de ustedes, los ricos, porque ya tienen ahora su consuelo! ¡Ay
de ustedes, los que se hartan ahora, porque después tendrán hambre!
¡Ay de ustedes, los que ríen ahora, porque llorarán de pena!
¡Ay de ustedes, cuando todo el mundo los alabe, porque de ese modo trataron
sus padres a los falsos profetas!" Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te ofrecemos, Señor, bajo los signos sacramentales del pan y del vino, el sacrificio de tu Hijo, rey de la paz, para que este misterio de unidad y de amor, reafirme la fraternidad entre todos tus hijos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 5, 9)
Bienaventurados los que procuran la paz, porque serán llamados hijos de Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor, el espíritu de tu amor, a fin de que, alimentados con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, fomentemos entre todos los hombres la paz que Él mismo nos dejó. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santo Nombre de María
Santos: San Francisco Tchoi de Seúl, mártir. Beata María Luisa Angélica, religiosa. Memoria libre (Blanco)
BONDADOSO CON LOS MALOS Y DESAGRADECIDOS
Col 3, 12-17; Lc 5, 27-38
Entre el discurso exigente del Señor Jesús y la acción generosa de los cristianos de Colosas hay un nexo directo. Pablo fue para las comunidades el portavoz congruente del mensaje evangélico que había recibido por mediación del Espíritu del resucitado y por el testimonio de los apóstoles de la primera hora. Los cristianos de las comunidades paulinas acogieron con generosidad su mensaje y conformaron unas relaciones innovadoras caracterizadas por el amor mutuo, el "cíñanse el amor mutuo que es el cinturón perfecto", y la sencillez de vida. Lograron vivir su fe cristiana en comunidades pequeñas, sabedores de que encarnaban unos valores alternativos que no habían sido inventados por algún literato o filósofo renombrado, sino que habían sido documentados gustosamente por el Señor Jesús, epifanía transparente del Padre. De la bondad desbordante y la misericordia sin límites que el profeta de Nazaret había revelado, existían testimonios escritos y reconstrucciones vivientes en numerosas iglesias cristianas dispersas por las ciudades del mundo romano
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Jdt 13, 18-19)
Virgen María, el Altísimo te ha bendecido más que a todas las mujeres de la tierra, y de tal manera te ha glorificado que los hombres no cesan de alabarte.
ORACIÓN COLECTA
Concede, Dios todopoderoso, a quienes celebramos el glorioso nombre de la bienaventurada Virgen María, que ella nos obtenga los dones de tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Tengan amor, que es el vínculo de la perfecta unión.
De la carta del apóstol san Pablo a los colosenses: 3, 12-17
Hermanos: Puesto que Dios
los ha elegido a ustedes, los ha consagrado a Él y les ha dado su amor,
sean compasivos, magnánimos, humildes, afables y pacientes. Sopórtense
mutuamente y perdónense cuando tengan quejas contra otro, como el Señor
los ha perdonado a ustedes. Y sobre todas estas virtudes, tengan amor, que es
el vínculo de la perfecta unión.
Que en sus corazones reine la paz de Cristo, esa paz a la que han sido llamados
como miembros de un solo cuerpo. Finalmente, sean agradecidos.
Que la palabra de Cristo habite en ustedes con toda su riqueza. Enséñense
y aconséjense unos a otros lo mejor que sepan. Con el corazón
lleno de gratitud, alaben a Dios con salmos, himnos y cánticos espirituales,
y todo lo que digan y todo lo que hagan, háganlo en el nombre del Señor
Jesús, dándole gracias a Dios Padre, por medio de Cristo. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 150 R/.
Alabemos al Señor con alegría.
Alabemos al Señor en su templo, alabémoslo en su augusto firmamento.
Alabémoslo por sus obras magníficas, alabémoslo por su
inmensa grandeza. R/.
Alabémoslo tocando trompetas, alabémoslo con arpas y cítaras,
alabémoslo con tambores y danzas, alabémoslo con cuerdas y flautas.
R/.
Alabémoslo con platillos sonoros, alabémoslo con platillos vibrantes.
Que todo ser viviente alabe al Señor. R/.
ACLAMACIÓN
(1 Jn 4, 12) R/. Aleluya, aleluya.
Si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha
llegado en nosotros a su plenitud. R/.
Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso.
Del santo Evangelio según san Lucas: 6, 27-38
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Amen a sus enemigos, hagan el bien a los
que los aborrecen, bendigan a quienes los maldicen y oren por quienes los difaman.
Al que te golpee en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite
el manto, déjalo llevarse también la túnica. Al que te
pida, dale; y al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. Traten a los demás
como quieran que los traten a ustedes; porque si aman sólo a los que
los aman, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores
aman a quienes los aman. Si hacen el bien sólo a los que les hacen el
bien, ¿qué tiene de extraordinario? Lo mismo hacen los pecadores.
Si prestan solamente cuando esperan cobrar, ¿qué hacen de extraordinario?
También los pecadores prestan a otros pecadores, con la intención
de cobrárselo después.
Ustedes, en cambio, amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar
recompensa. Así tendrán un gran premio y serán hijos del
Altísimo, porque Él es bueno hasta con los malos y los ingratos.
Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso.
No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados;
perdonen y serán perdonados. Den y se les dará: recibirán
una medida buena, bien sacudida, apretada y rebosante en los pliegues de su
túnica. Porque con la misma medida con que midan, serán medidos".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Señor, que la intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María recomiende ante ti nuestras ofrendas y nos haga aceptables a tu majestad, al venerar su santo nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Lc 1, 48)
Dichosa me llamarán todas las generaciones, porque Dios puso sus ojos en la humildad de su esclava.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concede, Señor, que obtengamos la gracia de tu bendición por la intercesión de la Virgen María, Madre de Dios, para que, al celebrar su venerable nombre, experimentemos su ayuda en todas nuestras necesidades. Por Jesucristo, nuestro Señor.
DIOS TUVO MISERICORDIA DE MI
I Tm 1, 1-2. 12-14; Lc 6, 39-42
En carne propia experimentó el apóstol Pablo la compasión y la exuberante misericordia de Dios. El apóstol jamás escondió su pasado como adversario encarnizado del camino cristiano. Al perseguir a las iglesias cristianas, sin duda estaba confrontándose también con el Dios y Padre de quienes invocaban a Jesús de Nazaret como Mesías. No es asunto menor desafiar a Dios. Cuando el aprendiz de sabio nacido en Tarso fue alcanzado por el amor de Dios en el camino de Damasco quedo desalmado. Comprendió de forma viva la hondura del amor del Padre. En lo sucesivo viviría como misionero de esa experiencia singular. El Evangelio de san Lucas recoge de forma cuidadosa los temas relativos al perdón y la misericordia. En el capítulo sexto el Señor Jesús exhorta a los discípulos a vivir sus relaciones fraternas con amplitud de miras, sin convertirse en jueces intransigentes de sus hermanos. Quien haya experimentado la compasión divina no podrá constituirse en inquisidor de los errores ajenos.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ez 34, 11. 23-24)
Cuidaré de mis ovejas, dice el Señor, y les buscaré un pastor que las apaciente, y yo, el Señor, seré su Dios.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, fortaleza de los que en ti confían, tú que quisiste que el obispo san Juan Crisóstomo brillara por su admirable elocuencia y por su gran fortaleza en medio de los sufrimientos, haz que su sabiduría nos ilumine y que el ejemplo de su invencible constancia nos fortalezca. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Antes fui blasfemo, pero Dios tuvo misericordia de mí.
De la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 1, 1-2. 12-14
Yo, Pablo, apóstol
de Jesucristo por disposición de Dios, nuestro Salvador, y de Cristo
Jesús, nuestra espe-ranza, te deseo a ti, Timoteo, mi verdadero hijo
en la fe, la gracia, la misericordia y la paz, de parte de Dios Padre y de Cristo
Jesús, Señor nuestro.
Doy gracias a aquel que me ha fortalecido, a nuestro Señor Jesucristo,
por haberme considerado digno de confianza al ponerme a su servicio, a mí,
que antes fui blasfemo y perseguí a la Iglesia con violencia; pero Dios
tuvo misericordia de mí, porque en mi incredulidad obré por ignorancia,
y la gracia de nuestro Señor se desbordó sobre mí, al darme
la fe y el amor que provienen de Cristo Jesús. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 15 R/.
Nuestra vida está en manos del Señor.
Protégeme, Dios mío, pues eres mi refugio. Yo siempre he dicho
que tú eres mi Señor. El Señor es la parte que me ha tocado
en herencia: mi vida está en sus manos. R/.
Bendeciré al Señor, que me aconseja, hasta de noche me instruye
internamente. Tengo siempre presente al Señor y con Él a mi lado
jamás tropezaré. R/.
Enséñame el camino de la vida, sáciame de gozo en tu presencia
y de alegría perpetua junto a ti. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Jn 17, 17) R/. Aleluya, aleluya.
Tu palabra, Señor, es la verdad; santifícanos en la verdad.
R/.
¿Puede un ciego guiar a otro ciego?
Del santo Evangelio según san Lucas: 6, 39-42
En aquel tiempo, Jesús
propuso a sus discípulos este ejemplo: "¿Puede acaso un ciego
guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un hoyo? El discípulo
no es superior a su maestro; pero cuando termine su aprendizaje, será
como su maestro.
¿Por qué ves la paja en el ojo de tu hermano y no la viga que
llevas en el tuyo? ¿Cómo te atreves a decirle a tu hermano: 'Déjame
quitarte la paja que llevas en el ojo', si no adviertes la viga que llevas en
el tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga que llevas en tu ojo
y entonces podrás ver, para sacar la paja del ojo de tu hermano".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos en la conmemoración de san Juan Crisóstomo y haz que, a ejemplo suyo, sepamos ofrecerte toda nuestra vida, unida al sacrificio de Cristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 15, 16)
No son ustedes los que me han elegido, dice el Señor, soy yo quien los ha elegido, para que vayan y den fruto y ese fruto perdure.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios misericordioso, concédenos que el sacramento que hemos recibido en la festividad de san Juan Crisóstomo, nos confirme en tu amor y nos haga testigos fieles de tu verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Materno de Colonia obispo; Gabriel Taurino Dufresse, mártir; Pedro de Tarantasia, obispo.
Vísperas I del domingo: 4a semana del Salterio. Tomo IV: pp. 1076 y 220. Para los fieles: pp. 722 y 415. Edición popular: pp. 289 y 479. Feria (Verde)
NADIE MÁS PECADOR QUE YO
1 Tm 1,15-17; Lc 6,43-49
El testimonio del apóstol san Pablo es tajante: él se reconoce como un hombre que se había alejado del designio de Dios, como adversario del proyecto de compasión universal implementado por medio del Señor Jesús. La experiencia de su desatino había sido tan reiterada, que su vida podría entenderse como un estado de orgullo y rebelión permanente contra la voluntad de Dios. En manera alguna, cabe comprender a Dios como un autoritario, todo lo contrario es el garante de la autodeterminación y la dignidad de la persona. Esa fue la experiencia viva de Dios que finalmente descubrió san Pablo. En ese sentido, su historia personal se asemeja a la del hombre sensato de que nos habla el Evangelio: edificó su casa sobre roca y conformó su vida al mensaje de salvación que Dios Padre le ofrecía. San Pablo vivió la experiencia de su propia liberación y entendió que Jesús de Nazaret se había constituido en su hermano y aliado y en manera alguna en su adversario.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 47, 10-11)
Recordaremos, Señor, los dones de tu amor, en medio de tu templo. Que todos los hombres de la tierra te conozcan y alaben, porque es infinita tu justicia.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que guías al universo con sabiduría y amor, escucha las oraciones que te dirigimos por nuestra patria, a fin de que la prudencia de sus gobernantes y la honestidad de los ciudadanos mantengan la concordia y la justicia y se alcancen el verdadero progreso y la paz. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores.
De la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 1, 15-17
Hermano: Puedes fiarte de
lo que voy a decirte y aceptarlo sin reservas: que Cristo Jesús vino
a este mundo a salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. Pero
Cristo Jesús me perdonó, para que fuera yo el primero en quien
Él manifestara toda su generosidad y sirviera yo de ejemplo a los que
habrían de creer en Él, para obtener la vida eterna.
Al rey eterno, inmortal, invisible, único Dios, honor y gloria por los
siglos de los siglos. Amén. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 112 R/.
Bendito sea el Señor ahora y para siempre.
Bendito sea el Señor, alábenlo sus siervos. Bendito sea el Señor
desde ahora y para siempre. R/.
Desde que sale el sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor.
Dios está sobre todas las naciones, su gloria, por encima de los cielos.
R/.
¿Quién hay como el Señor? ¿Quién iguala al
Dios nuestro, que tiene en las alturas su morada, y sin embargo de esto, bajar
se digna su mirada para ver tierra y cielo? R/.
Él levanta del polvo al desvalido y saca al indigente del estiércol,
para hacerlo sentar entre los grandes, los jefes de su pueblo. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 23) R/. Aleluya, aleluya.
El que me ama, cumplirá mi palabra, dice el Señor; y mi Padre
lo amará y vendremos a él. R/.
¿Por qué me dicen 'Señor, Señor', y no hacen lo que yo les digo?
Del santo Evangelio según san Lucas: 6, 43-49
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "No hay árbol bueno que produzca frutos
malos, ni árbol malo que produzca frutos buenos. Cada árbol se
conoce por sus frutos. No se recogen higos de las zarzas, ni se cortan uvas
de los espinos.
El hombre bueno dice cosas buenas, porque el bien está en su corazón,
y el hombre malo dice cosas malas, porque el mal está en su corazón,
pues la boca habla de lo que está lleno el corazón.
¿Por qué me dicen 'Señor, Señor', y no hacen lo
que yo les digo? Les voy a decir a quién se parece el que viene a mí
y escucha mis palabras y las pone en práctica. Se parece a un hombre,
que al construir su casa, hizo una excavación profunda, para echar los
cimientos sobre la roca. Vino la creciente y chocó el río contra
aquella casa, pero no la pudo derribar, porque estaba sólidamente construida.
Pero el que no pone en práctica lo que escucha, se parece a un hombre
que construyó su casa a flor de tierra, sin cimientos. Chocó el
río contra ella e inmediatamente la derribó y quedó completamente
destruida".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Que el sacrificio que vamos a ofrecerte nos purifique, Señor, y nos ayude
a conformar cada día más nuestra vida con los ejemplos de tu Hijo
Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 11, 28)
Vengan a mí todos los que están agobiados y oprimidos y yo les daré alivio, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios omnipotente y eterno, que nos has alimentado con el sacramento de tu amor, concédenos vivir siempre en tu amistad y agradecer continuamente tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XXIV DOMINGO ORDINARIO
Nuestra Señora de los Dolores
Santos: Emilia y Jeremías de Córdoba, mártires. Beato Rolando u Orlando de Firenza, anacoreta.
SE ARREPINTIÓ Y PERDONÓ A SU PUEBLO
Ex 32, 7-11. 13-14; 1 Tm 1,12-17; Lc 15,1-32
La escena que nos refiere el libro del Éxodo parece totalmente invertida. Moisés llama a Dios al arrepentimiento y la compasión. Dios aparece enfurecido contra su pueblo y dispuesto a desencadenar su ira contra ellos. Moisés se confronta con Él y cuestiona la pertinencia del castigo, apelando también al recuerdo benévolo de sus amigos, los patriarcas de Israel, beneficiarios de las promesas. Dios, dice el narrador se arrepintió de las amenazas y perdonó a su pueblo. De esa gozosa experiencia del perdón, nos habla ampliamente el capítulo décimo quinto del Evangelio de san Lucas. Las narraciones de la oveja perdida, la moneda perdida y el hijo pródigo reiteran el mismo mensaje: Dios es entrañablemente amoroso y se alegra cada vez que uno de sus hijos se reencuentra y se reconcilia con El. La gratuidad y la acogida sin condiciones que Jesús dispensaba a los excluidos por el círculo de los "bien pensantes" de Israel es una señal de la compasiva misericordia de Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Si 36, 15-16)
A los que esperan en ti, Señor, concédeles tu paz, y cumple así las palabras de tus profetas; escúchame, Señor, y atiende a las plegarias de tu pueblo.
ORACIÓN COLECTA
Míranos, Señor, con ojos de misericordia y haz que experimentemos vivamente tu amor para que podamos servirte con todas nuestras fuerzas. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
El Señor renunció al castigo con que había amenazado a su pueblo.
Del libro del Éxodo: 32, 7-11. 13-14
En aquellos días,
dijo el Señor a Moisés: "Anda, baja del monte, porque tu
pueblo, el que sacaste de Egipto, se ha pervertido. No tardaron en desviarse
del camino que yo les había señalado. Se han hecho un becerro
de metal, se han postrado ante él y le han ofrecido sacrificios y le
han dicho: 'Éste es tu Dios, Israel; es el que te sacó de Egipto'
".
El Señor le dijo también a Moisés: "Veo que éste
es un pueblo de cabeza dura. Deja que mi ira se encienda contra ellos hasta
consumirlos. De ti, en cambio, haré un gran pueblo".
Moisés trató de aplacar al Señor, su Dios, diciéndole:
"¿Por qué ha de encenderse tu ira, Señor, contra este
pueblo que tú sacaste de Egipto con gran poder y vigorosa mano? Acuérdate
de Abraham, de Isaac y de Jacob, siervos tuyos, a quienes juraste por ti mismo,
diciendo: 'Multiplicaré su descendencia como las estrellas del cielo
y les daré en posesión perpetua toda la tierra que les he prometido'
".
Y el Señor renunció al castigo con que había amenazado
a su pueblo.Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 50 R/.
Me levantaré y volveré a mi padre.
Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate
de mí y olvida mis ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y
purifícame de mis pecados. R/.
Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu
nuevo para cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti,
ni retires de mí tu santo espíritu. R/.
Señor, abre mis labios y cantará mi boca tu alabanza. Un corazón
contrito te presento, y a un corazón contrito, tú nunca lo desprecias.
R/.
Cristo vino al mundo para salvar a los pecadores.
De la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 1, 12-17
Querido hermano: Doy gracias
a aquel que me ha fortalecido, a nuestro Señor Jesucristo, por haberme
considerado digno de confianza al ponerme a su servicio, a mí, que antes
fui blasfemo y perseguí a la Iglesia con violencia; pero Dios tuvo misericordia
de mí, porque en mi incredulidad obré por ignorancia, y la gracia
de nuestro Señor se desbordó sobre mí, al darme la fe y
el amor que provienen de Cristo Jesús.
Puedes fiarte de lo que voy a decirte y aceptarlo sin reservas: que Cristo Jesús
vino a este mundo a salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.
Pero Cristo Jesús me perdonó, para que fuera yo el primero en
quien Él manifestara toda su generosidad y sirviera yo de ejemplo a los
que habrían de creer en Él, para obtener la vida eterna. Al rey
eterno, inmortal, invisible, único Dios, honor y gloria por los siglos
de los siglos. Amén. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(2 Co 5, 19) R/. Aleluya, aleluya.
Dios reconcilió al mundo consigo, por medio de Cristo, y a nosotros nos
confió el mensaje de la reconciliación. R/.
Habrá alegría en el cielo por un solo pecador que se arrepiente.
Del santo Evangelio según san Lucas: 15, 1-32
En aquel tiempo, se acercaban
a Jesús los publicanos y los pecadores para escucharlo; por lo cual los
fariseos y los escribas murmuraban entre sí: "Éste recibe
a los pecadores y come con ellos".
Jesús les dijo entonces esta parábola: "¿Quién
de ustedes, si tiene cien ovejas y se le pierde una, no deja las noventa y nueve
en el campo y va en busca de la que se le perdió hasta encontrarla? Y
una vez que la encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría,
y al llegar a su casa, reúne a los amigos y vecinos y les dice: 'Alégrense
conmigo, porque ya encontré la oveja que se me había perdido'.
Yo les aseguro que también en el cielo habrá más alegría
por un pecador que se convierte, que por noventa y nueve justos, que no necesitan
convertirse.
¿Y qué mujer hay, que si tiene diez monedas de plata y pierde
una, no enciende luego una lámpara y barre la casa y la busca con cuidado
hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas
y les dice: 'Alégrense conmigo, porque ya encontré la moneda que
se me había perdido'. Yo les aseguro que así también se
alegran los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierte".
También les dijo esta parábola: "Un hombre tenía dos
hijos, y el menor de ellos le dijo a su padre: 'Padre, dame la parte de la herencia
que me toca'. Y él les repartió los bienes.
No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo,
se fue a un país lejano y allá derrochó su fortuna, viviendo
de una manera disoluta. Después de malgastarlo todo, sobrevino en aquella
región una gran hambre y él empezó a pasar necesidad. Entonces
fue a pedirle trabajo a un habitante de aquel país, el cual lo mandó
a sus campos a cuidar cerdos. Tenía ganas de hartarse con las bellotas
que comían los cerdos, pero no lo dejaban que se las comiera.
Se puso entonces a reflexionar y se dijo: ¡Cuántos trabajadores
en casa de mi padre tienen pan de sobra, y yo, aquí, me estoy muriendo
de hambre! Me levantaré, volveré a mi padre y le diré:
Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo.
Recíbeme como a uno de tus trabajadores'.
Enseguida se puso en camino hacia la casa de su padre. Estaba todavía
lejos, cuando su padre lo vio y se enterneció profundamente. Corrió
hacia él, y echándole los brazos al cuello, lo cubrió de
besos. El muchacho le dijo: `Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya
no merezco llamarme hijo tuyo'.
Pero el padre les dijo a sus criados: ' ¡Pronto!, traigan la túnica
más rica y vístansela; pónganle un anillo en el dedo y
sandalias en los pies; traigan el becerro gordo y mátenlo. Comamos y
hagamos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a
la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado'. Y empezó el banquete.
El hijo mayor estaba en el campo, y al volver, cuando se acercó a la
casa, oyó la música y los cantos. Entonces llamó a uno
de los criados y le preguntó qué pasaba. Éste le contestó:
'Tu hermano ha regresado, y tu padre mandó matar el becerro gordo, por
haberlo recobrado sano y salvo'. El hermano mayor se enojó y no quería
entrar.
Salió entonces el padre y le rogó que entrara; pero él
replicó: ¡Hace tanto tiempo que te sirvo, sin desobedecer jamás
una orden tuya, y tú no me has dado nunca ni un cabrito para comérmelo
con mis amigos! Pero eso sí, viene ese hijo tuyo, que despilfarró
tus bienes con malas mujeres, y tú mandas matar el becerro gordo'.
El padre repuso: 'Hijo, tú siempre estás conmigo y todo lo mío
es tuyo. Pero era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este hermano
tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado'
". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Presentémosle
al Padre nuestras plegarias, convencidos de que Él acompaña nuestra
vida con su amor. Después de cada petición diremos:
Escúchanos, Padre y aumenta nuestra fe.
Por la Iglesia. Para que dé siempre un buen testimonio de la misericordia
de Dios para con todos. Oremos.
Por cada uno de los cristianos. Para que, siguiendo el ejemplo de Dios nuestro
Padre, estemos siempre dispuestos a aceptar y perdonar. Oremos.
Por los gobernantes de nuestra Patria. Para que busquen siempre el bien y la
seguridad de todos los mexicanos, y se esfuercen para que nadie sea excluido
del bienestar que toda persona necesita y merece. Oremos.
Por nuestra Patria. Para que siempre transite por caminos de paz, de legalidad
y de justicia. Oremos.
Por todos nosotros. Para que mantengamos siempre vivo el deseo de amar cada
día más a Dios y a los hermanos. Oremos.
Escucha, Padre, nuestra oración, tú que eres bueno y misericordioso.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, con bondad los dones y plegarias de tu pueblo y haz que lo que cada uno ofrece en tu honor, ayude a la salvación de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 35, 8)
Señor Dios, qué valioso es tu amor. Por eso los hombres se acogen a la sombra de tus alas.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la gracia de esta comunión nos transforme, Señor, tan plenamente, que no sea ya nuestro egoísmo, sino tu amor, el que impulse, de ahora en adelante, nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA
REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- No resulta sencillo compaginar
la honestidad con la compasión. Unos vamos por la vida con el criterio
relativista de "que todo vale" regalando certificados de aprobación
y tolerancia hacia cualquier tipo de comportamiento. Los referentes mínimos
de comportamiento ético que aseguren una humanización y una vida
digna parecen desusados. "Cada cabeza es un mundo" y lo que para unos
es bueno, para otros no lo es;
así que la permisividad se convierte en la divisa del momento. No es
ésa la interpretación que se deriva del Evangelio de la compasión
que nos refiere san Lucas. La compasión divina es incondicional. Nada
exige el Padre al hijo que regresa a casa. No obstante, conviene advertir que
la experiencia de la misericordiosa acogida entraña responsabilidades:
para empezar, implica, otorgar esa misma compasión a cuantos nos agravien,
para ser consecuentes con la misericordia recibida. Quien haya vivido rodeado
del amor de Dios, tendrá que con-figurarse como señal de su amor
para los demás. Ese criterio no está sujeto a negociación
para quien se con-sidere cristiano.
MERECE QUE SE LO CONCEDAS
1 Tm 2,1-8; Lc 7,1-10
El argumento principal que los habitantes de Cafarnaúm exponen ante Jesús gira en torno de la idea del mérito. El capitán romano había actuado como benefactor de la sinagoga y en cierto sentido, los habitantes de Cafarnaúm vivían como clientes cautivos del oficial romano, dispuestos a devolver el favor en la primera oportunidad. El oficial actúa con tanta sensatez que sorprende favorablemente a Jesús, por la confianza tan notable que deposita en la palabra eficiente del maestro, a quien no duda en llamarle Señor. En la carta a Timoteo resplandece la voluntad universal de salvación de parte de Dios. Como padre bondadoso que ama a todas las personas, no quiere que ninguna se mantenga apartada de su amor. Dios no es un inquisidor, ni un juez implacable, sino un padre amoroso, que se desvive por acoger en su amistad a todos. El camino cristiano es una oferta de salvación que nos invita y promueve a liberarnos de las ataduras egoístas que nos esclavizan.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Aquellos que siguieron en la tierra las huellas de Cristo, se alegran ahora en el cielo; y porque lo amaron hasta morir por Él, con Él se gozan eternamente.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que en los santos Cornelio y Cipriano nos has dejado un ejemplo de colaboración pastoral y de adhesión a Cristo hasta el martirio, concédenos ese mismo amor a tu Hijo, para trabajar por la unidad de la Iglesia. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Pidan a Dios por todos los hombres, pues Él quiere que todos se salven.
De la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 2, 1-8
Te ruego, hermano, que ante
todo se hagan oraciones, plegarias, súplicas y acciones de gracias por
todos los hombres, y en particular, por los jefes de Estado y las demás
autoridades, para que podamos llevar una vida tranquila y en paz, entregada
a Dios y respetable en todo sentido.
Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador, pues Él quiere que
todos los hombres se salven y todos lleguen al conocimiento de la verdad, porque
no hay sino un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo
Jesús, hombre Él también, que se entregó como rescate
por todos.
Él dio testimonio de esto a su debido tiempo y de esto yo he sido constituido,
digo la verdad y no miento, pregonero y apóstol para enseñar la
fe y la verdad. Quiero, pues, que los hombres, libres de odios y divisiones,
hagan oración donde quiera que se encuentren, levantando al cielo sus
manos puras. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 27 R/.
Salva, Señor, a tu pueblo.
Escucha, Señor, mi súplica, cuando te pido ayuda y levanto las
manos hacia tu santuario. R/.
El Señor es mi fuerza y mi escudo, en Él confía mi corazón;
Él me socorrió y mi corazón se alegra y le canta agradecido.
R/.
El Señor es la fuerza de su pueblo, el apoyo y la salvación de
su Mesías. Salva, Señor, a tu pueblo y bendícelo, porque
es tuyo, apaciéntalo y condúcelo para siempre. R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 3, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único,
para que todo el que crea en Él tenga vida eterna. R/.
Ni en Israel he hallado una fe tan grande.
Del santo Evangelio según san Lucas: 7, 1-10
En aquel tiempo, cuando
Jesús terminó de hablar a la gente, entró en Cafarnaúm.
Había allí un oficial romano, que tenía enfermo y a punto
de morir a un criado muy querido. Cuando le dijeron que Jesús estaba
en la ciudad, le envió a algunos de los ancianos de los judíos
para rogarle que viniera a curar a su criado. Ellos, al acercarse a Jesús,
le rogaban encarecidamente, diciendo: "Merece que le concedas ese favor,
pues quiere a nuestro pueblo y hasta nos ha construido una sinagoga". Jesús
se puso en marcha con ellos.
Cuando ya estaba cerca de la casa, el oficial romano envió unos amigos
a decirle: "Señor, no te molestes, porque yo no soy digno de que
tú entres en mi casa; por eso ni siquiera me atreví a ir personalmente
a verte. Basta con que digas una sola palabra y mi criado quedará sano.
Porque yo, aunque soy un subalterno, tengo soldados bajo mis órdenes
y le digo a uno: ' ¡Ve! ', y va; a otro: ¡Ven!', y viene; y a mi
criado: ¡Haz esto!', y lo hace".
Al oír esto, Jesús quedó lleno de admiración, y
volviéndose hacia la gente que lo seguía, dijo: "Yo les aseguro
que ni en Israel he hallado una fe tan grande". Los enviados regresaron
a la casa y encontraron al criado perfectamente sano. Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que tu Iglesia te presenta al conmemorar el martirio de los santos Cornelio y Cipriano y haz que esta Eucaristía, que a ellos les dio valor para morir por Cristo, nos dé a nosotros fortaleza para vivir como cristianos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 22, 28-30)
Ustedes son los que han perseverado conmigo en mis pruebas, y yo les preparo un Reino, dice el Señor, para que en él coman y beban en mi mesa.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta comunión que hemos recibido nos confirme, Señor, en el amor a Cristo para que, a ejemplo de los mártires Cornelio y Cipriano, podamos dar testimonio con nuestra vida de la fuerza renovadora del Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
DIOS HA VISITADO A SU PUEBLO
1 Tm 3,1-3; Lc 7,11-17
En la memoria colectiva de Israel persiste la certidumbre que Dios es aliado de su pueblo. Cuando Israel afirma que el Señor visita a su pueblo asocia dicho evento con una intervención favorable. Dios está al pendiente del clamor y la suerte de los suyos. Nunca se desentiende de los que ama. Cuando el pueblo atraviesa por una situación de emergencia, se hace manifiesto a través de la mediación de un hombre o mujer que libera o rescata a las personas de la situación de riesgo. Piénsese en el caso de Débora, Judit, Moisés o Elías que auxilian a sus hermanos en momentos de graves crisis sociales. El episodio de la revivificación del hijo de la viuda de Naím es el reflejo cierto de esta certeza. Jesús, enviado de Dios a reunificar a Israel, no atiende solamente las graves demandas sociales que afligen a todo el pueblo, también dispensa un trato personal y cariñoso a una mujer viuda y vulnerable, devolviéndole a su único apoyo: su único hijo
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ez 34, 11. 23. 24)
Cuidaré de mis ovejas, dice el Señor, y les buscaré un pastor que las apaciente; y yo, el Señor, seré su Dios.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, pastor eterno de los fieles, que gobiernas a tu Iglesia con solicitud y amor, concede a tu siervo N., a quien pusiste al frente de esta porción de tu pueblo, presidirla en nombre de Cristo, como maestro, sacerdote y pastor. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Que el obispo y los diáconos sean irreprochables.
De la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 3, 1-13
Hermano: Es cierto que
aspirar al cargo de obispo es aspirar a una excelente función. Por lo
mismo, es preciso que el obispo sea irreprochable, que no se haya casado más
que una vez, que sea sensato, prudente, bien educado, digno, hospitalario, hábil
para enseñar, no dado al vino ni a la violencia, sino comprensivo, enemigo
de pleitos y no ávido de dinero; que sepa gobernar bien su propia casa
y educar dignamente a sus hijos. Porque, ¿cómo podrá cuidar
de la Iglesia de Dios quien no sabe gobernar su propia casa? No debe ser recién
convertido, no sea que se llene de soberbia y sea por eso condenado como el
demonio. Es necesario que los no creyentes tengan buena opinión de él,
para que no caiga en el descrédito ni en las redes del demonio.
Los diáconos deben, asimismo, ser respetables y sin doblez, no dados
al vino ni a negocios sucios; deben conservar la fe revelada, con una conciencia
limpia. Que se les ponga a prueba primero y luego, si no hay nada que reprocharles,
que ejerzan su oficio de diáconos. Las mujeres deben ser igualmente respetables,
no chismosas, juiciosas y fieles en todo. Los diáconos, que sean casados
una sola vez y sepan gobernar bien a sus hijos y su propia casa. Los que ejercen
bien el diaconado alcanzarán un puesto honroso y gran autoridad para
hablar de la fe que tenemos en Cristo Jesús. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 100 R/.
Danos, Señor, tu bondad y tu justicia.
Voy a cantar la bondad y la justicia; para ti, Señor, tocaré mi
música. Voy a explicar el camino perfecto. ¿Cuándo vendrás
a mí? R/.
Quiero proceder en mi casa con recta conciencia. No quiero ocuparme de asuntos
indignos, aborrezco las acciones criminales. R/.
Al que en secreto difama a su prójimo lo haré callar; al altanero
y al ambicioso no los soportaré. R/.
Escojo a gente de fiar para que vivan conmigo; el que sigue un camino perfecto
será mi servidor. R/.
ACLAMACIÓN
(Lc 7, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo. R/.
Joven, yo te lo mando: Levántate.
Del santo Evangelio según san Lucas: 7, 11-17
En aquel tiempo, se dirigía
Jesús a una población llamada Naím, acompañado de
sus discípulos y de mucha gente. Al llegar a la entrada de la población,
se encontró con que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único
de una viuda, a la que acompañaba una gran muchedumbre.
Cuando el Señor la vio, se compadeció de ella y le dijo: "No
llores". Acercándose al ataúd, lo tocó, y los que
lo llevaban se detuvieron. Entonces Jesús dijo: "Joven, yo te lo
mando: Levántate". Inmediatamente el que había muerto se
levantó y comenzó a hablar. Jesús se lo entregó
a su madre.
Al ver esto, todos se llenaron de temor y comenzaron a glorificar a Dios, diciendo:
"Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo".
La noticia de este hecho se divulgó por toda Judea y por las regiones
circunvecinas. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, con agrado, la ofrenda que te presentamos por tu siervo N., a quien has puesto como obispo de la comunidad cristiana de N., y otórgale la sabiduría y la caridad de los Apóstoles, para que la guíe por el camino de la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 20, 28)
El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida para redención de todos, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Multiplica, Señor, en nuestro obispo N., los dones de tu gracia, que brotan de este sacrificio eucarístico, para que cumpla santamente su ministerio pastoral y reciba el premio reservado a los operarios del Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ÉL SE MANIFESTÓ COMO HOMBRE
1 Tm 3, 14-16; Lc 7,31-35
El antiguo himno cristiano de la Carta a Timoteo estructura de manera armoniosa la condición verdaderamente humana y profundamente trascendente y espiritual del Señor Jesús. Jesús predicador y profeta del Reino de Dios fue reivindicado por el Espíritu y alcanzó por gracia del Padre la plenitud de la gloria. Esa certidumbre cambió radicalmente la vida de sus discípulos y seguidores, al punto que se convirtieron en testigos decididos del Evangelio, a costa de sufrimientos y adversidades. Timoteo era uno de esos testigos que servían con fidelidad al mensaje de Jesús. El Evangelio de san Lucas hace eco de la extrañeza de Jesús que exhibe ante sus contemporáneos su falta de decisión, pues mostraron la misma actitud escéptica ante Juan, el profeta ascético que vivía con radical sencillez, que ante el profeta de Nazaret, que convivía cordialmente con propios y extraños, manifestando de esa manera la acogida amorosa que Dios Padre dispensaba a justos y pecadores, a pobres y ricos, a hombres y mujeres. No supieron descifrar la originalidad de las señales que Dios les enviaba a través de sus mensajeros.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 105, 47)
Sálvanos, Señor y Dios nuestro; reúnenos de entre las naciones, para que podamos agradecer tu poder santo y sea nuestra gloria el alabarte.
ORACIÓN COLECTA
Dios y Señor nuestro, de quien procede toda autoridad legítima, concede a nuestro primer mandatario un atinado ejercicio de su mandato, para que, respetando siempre tus derechos, busque promover, como es tu voluntad, la paz y el bienestar de su pueblo. Por nuestro Señor Jesucristo....
LITURGIA DE LA PALABRA
Realmente es grande el misterio del amor de Dios.
De la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 3, 14-16
Querido hermano: Te escribo
estas cosas con la esperanza de ir a verte pronto. Pero si tardo en llegar,
quiero que sepas desde ahora cómo debes de actuar en la casa del Dios
vivo, que es la Iglesia, columna y fundamento de la verdad.
Realmente es grande el misterio del amor de Dios, que se nos ha manifestado
en Cristo, hecho hombre, santificado por el Espíritu, contemplado por
los ángeles, anunciado a todas las naciones, aceptado en el mundo mediante
la fe y elevado a la gloria. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 110 R/.
Alabemos a Dios de todo corazón.
Quiero alabar a Dios, de corazón, en las reuniones de los justos. Grandiosas
son las obras del Señor y para todo fiel, dignas de estudio. R/.
De majestad y gloria hablan sus obras y su justicia dura para siempre. Ha hecho
inolvidables sus prodigios. El Señor es piadoso y es clemente. R/.
Acordándose siempre de su alianza, Él le da de comer al que lo
teme. Al darle por herencia a las naciones, hizo ver a su pueblo sus poderes.
R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Jn 6, 63. 68) R/. Aleluya, aleluya.
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes palabras
de vida eterna. R/.
Tocamos la flauta y ustedes no bailaron, cantamos canciones tristes y no lloraron.
Del santo Evangelio según san Lucas: 7, 31-35
En aquel tiempo, Jesús
dijo: "¿Con quién compararé a los hombres de esta
generación? ¿A quién se parecen? Se parecen a esos niños
que se sientan a jugar en la plaza y se gritan los unos a los otros:
`Tocamos la flauta y no han bailado, cantamos canciones tristes y no han llorado'.
Porque vino Juan el Bautista, que ni comía pan ni bebía vino,
y ustedes dijeron: 'Ése está endemoniado'. Y viene el Hijo del
hombre, que come y bebe, y dicen: 'Este hombre es un glotón y un bebedor,
amigo de publicanos y pecadores'. Pero sólo aquellos que tienen la sabiduría
de Dios, son quienes lo reconocen".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, estos dones que te presentamos en señal de sumisión a ti, y conviértelos en el sacramento de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 5, 3-4)
Bienaventurados los pobres de espíritu, porque suyo es el Reino de los cielos. Bienaventurados los apacibles, porque poseerán la tierra, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que el sacramento del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo que acabamos de recibir, nos ayude, Señor, a vivir más
profundamente nuestra fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
*Beatos Juan Bautista y Jacinto de los Ángeles, mártires (ml), rojo
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que concediste la gracia de morir por Cristo a tus beatos mártires Juan Bautista y Jacinto de los Ángeles, ven en ayuda de nuestra debilidad, para que podamos dar, con nuestra vida, el mismo testimonio de ti que ellos no dudaron a dar con su muerte. Por nuestro Señor Jesucristo...
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que el sacrificio que vamos a ofrecerte, para celebrar el glorioso martirio de tus beatos Juan Bautista y Jacinto de los Ángeles, sea agradable a tus ojos para que nos purifiques de nuestros pecados y escuches nuestras súplicas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor, que nada pueda separar del amor de Cristo a quienes hemos sido alimentados con su Cuer-po y hechos miembros suyos y que, a ejemplo de tus mártires, los beatos Juan Bautista y Jacinto de los Ángeles, suframos valerosamente todas las adversidades por tu Hijo que nos ama y que vive y reina por los siglos de los siglos.
MUESTRA TANTO AGRADECIMIENTO
1 Tm 4,12-16; Lc 7,36-50
El contraste entre los dos personajes que interactúan con Jesús en este banquete es total. El anfitrión, llamado Simón, fariseo en cuanto a su propia espiritualidad había recibido a Jesús con cierta frialdad y acto seguido se había extrañado de la afectuosa familiaridad que una pecadora mostraba hacia el Maestro; por otra parte, una mujer anónima, tenida en la sociedad como una pecadora, vence las barreras de las convenciones sociales y se desvive por mostrar agradecimiento a Jesús. El profeta de Nazaret supo discernir ambas actitudes y dio una lección magistral sobre el perdón y la gratitud. Quien se sabe, como la mujer, perdonado por Dios, muestra una gratitud excepcional: la gratuidad del perdón se corresponde con la desmesura del agradecimiento efusivo. Quienes viven atrapados por la formalidad y los estereotipos del comportamiento correcto, como Simón, juzgan con extrañeza la fe de los sencillos, que es ingenua, transparente y espontánea
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 77, 23-25)
Abrió Dios las compuertas del cielo e hizo llover sobre ellos el maná para que comiesen; les dio un trigo celeste, y el hombre comió pan de ángeles.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que llevaste a cabo la obra de la redención humana por el misterio pascual de tu Hijo, concédenos que, al anunciar llenos de fe por medio de los signos sacramentales, su muerte y resurrección, recibamos cada vez con mayor abundancia los frutos de la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Preocúpate de ti mismo y de tu enseñanza, pues obrando así te salvarás a ti mismo y a los que te escuchan.
De la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 4, 12-16
Querido hermano: Que nadie
te desprecie por tu juventud. Procura ser un modelo para los fieles en tu modo
de hablar y en tu conducta, en el amor, en la fe y en la castidad. Mientras
llego, preocúpate de leer públicamente la palabra de Dios, de
exhortar a los hermanos y de enseñarlos.
No descuides el don que posees. Recuerda que se te confirió cuando, a
instancias del Espíritu, los presbíteros te impusieron las manos.
Pon interés en todas estas cosas y dedícate a ellas, de modo que
todos vean tu progreso. Cuida de tu conducta y de tu enseñanza y sé
perseverante, pues obrando así, te salvarás a ti mismo y a los
que te escuchen. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 110 R/.
Los mandamientos del Señor son dignos de confianza.
Justas y verdaderas son las obras del Señor; son dignos de confianza
sus mandatos, pues nunca pierden su valor y exigen ser fielmente ejecutados.
R/.
Él redimió a su pueblo y estableció su alianza para siempre.
Dios es santo y terrible. R/.
El temor del Señor es el principio de la sabiduría y los que viven
de acuerdo con él son sensatos. La gloria del Señor perdura eternamente.
R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 11, 28) R/. Aleluya, aleluya.
Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la
carga, y yo les daré alivio, dice el Señor. R/. Sus pecados le
han quedado perdonados, porque ha amado mucho.
Del santo Evangelio según san Lucas: 7, 36-50
En aquel tiempo, un fariseo
invitó a Jesús a comer con él. Jesús fue a la casa
del fariseo y se sentó a la mesa. Una mujer de mala vida en aquella ciudad,
cuando supo que Jesús iba a comer ese día en casa del fariseo,
tomó consigo un frasco de alabastro con perfume, fue y se puso detrás
de Jesús, y comenzó a llorar, y con sus lágrimas le bañaba
los pies, los enjugó con su cabellera, los besó y los ungió
con el perfume.
Viendo esto, el fariseo que lo había invitado comenzó a pensar:
"Si este hombre fuera profeta, sabría qué clase de mujer
es la que lo está tocando; sabría que es una pecadora".
Entonces Jesús le dijo: "Simón, tengo algo que decirte".
El fariseo contestó: "Dímelo, Maestro". Él le
dijo: "Dos hombres le debían dinero a un prestamista. Uno le debía
quinientos denarios, y el otro, cincuenta. Como no tenían con qué
pagarle, les perdonó la deuda a los dos. ¿Cuál de ellos
lo amará más?" Simón le respondió: "Supongo
que aquel a quien le perdonó más".
Entonces Jesús le dijo: "Has juzgado bien". Luego, señalando
a la mujer, dijo a Simón: "¿Ves a esta mujer? Entré
en tu casa y tú no me ofreciste agua para los pies, mientras que ella
me los ha bañado con sus lágrimas y me los ha enjugado con sus
cabellos. Tú no me diste el beso de saludo; ella, en cambio, desde que
entró, no ha dejado de besar mis pies. Tú no ungiste con aceite
mi cabeza; ella, en cambio, me ha ungido los pies con perfume. Por lo cual,
yo te digo: sus pecados, que son muchos, le han quedado perdonados, porque ha
amado mucho. En cambio, al que poco se le perdona, poco ama". Luego le
dijo a la mujer: "Tus pecados te han quedado perdonados".
Los invitados empezaron a preguntarse a sí mismos: "¿Quién
es éste que hasta los pecados perdona?" Jesús le dijo a la
mujer: "Tu fe te ha salvado; vete en paz". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, al celebrar el memorial de nuestra salvación, te pedimos humildemente nos concedas que este sacramen-to de amor sea siempre para nosotros un signo de unidad y un vínculo de amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 51-52)
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor. El que coma de este pan, vivirá eternamente; pues el pan que voy a dar, es mi carne, y lo doy para vida del mundo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que la participación en este banquete celestial nos santifique, de modo que, por la recepción del Cuerpo y Sangre de Cristo, se estreche entre nosotros la unión fraterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
*San José María de Yermo y Parres, presbítero (ml), blanco.
ORACIÓN COLECTA
Señor todopoderoso, rico en misericordia, que encendiste en el corazón de san José María, presbítero, un amor ardiente en favor de los pobres y desamparados, concédenos que, a ejemplo suyo, descubramos en cada hermano el rostro de Cristo, tu Hijo, y, llenos de caridad evangélica, nos pongamos al servicio de nuestros hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo...
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos y haz que el memorial del amor infinito de tu Hijo, que estamos celebrando, aumente en nosotros, a ejemplo de tus santos, nuestra generosidad contigo y con el prójimo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que este sacramento de tu amor que hemos recibido, nos dé fuerza para imitar el ejemplo de san José María, que se consagró a ti de todo corazón y se prodigó sin descanso por el bien de tu pueblo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
JESÚS Y LOS NEGOCIOS
1 Tm 6,2-12; Lc 8,1-3
Las mujeres que nos presenta el Evangelio de san Lucas indudablemente sabían de negocios porque se ocupaban de administrar generosa y solidariamente sus bienes para auxiliar a Jesús y a sus discípulos. En otro momento de su vida, tanto Magdalena como Juana o Susana, habían enfocado sus empeños a negocios productivos, probablemente relacionados con la venta de pescado salado en la zona de Magdala. Tan fuerte resultó la impresión que Jesús causó en su vida que se atrevieron a traspasar la cómoda tranquilidad que disfrutaban en su hogar, y se convirtieron en discípulas itinerantes, probablemente estigmatizadas por la sociedad, y pusieron sus bienes y su persona al servicio de aquella comunidad de seguidores del Nazareno, que tantas esperanzas despertaba entre la gente inquieta por el advenimiento del Reinado de Dios. De otros ne-gocios turbios, como la búsqueda insaciable del dinero y la instrumentalización de los sentimientos religiosos es que nos advierte la Carta a Timoteo al recordarnos que: "la raíz de todos los males es el amor al dinero".
ANTÍFONA DE ENTRADA
Los santos mártires derramaron su sangre por Cristo aquí en la tierra; por eso han obtenido el premio eterno en el cielo.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, creador y salvador de todas las naciones, que en la región de Corea maravillosamente llamaste a la fe a un pueblo escogido por ti y lo hiciste crecer por medio del glorioso martirio de los santos Andrés, Pablo y sus compañeros, concédenos, por su intercesión, que también nosotros, a ejemplo suyo, perseveremos fieles a tus mandamientos hasta el día de nuestra muerte. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Tú, en cambio, como siervo de Dios, lleva una vida de rectitud.
De la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 6, 2-12
Querido hermano: Lo que
te he dicho anteriormente, es lo que debes enseñar e inculcar. Porque,
quien enseña doctrinas diferentes y no se atiene a las palabras de salvación
de Jesucristo, nuestro Señor, y a lo que enseña la religión
verdadera, es un orgulloso e ignorante, obsesionado por las discusiones y los
juegos de palabras. Y lo único que nace de todo ello, son envidias, pleitos
e insultos, sospechas perjudiciales y continuos altercados, propios de hombres
de mente depravada, privados de la verdad y que consideran que la religión
es un negocio.
Ciertamente la religión es el gran negocio, pero sólo para aquel
que se conforma con lo que tiene, pues nada hemos traído a este mundo
y nada podremos llevarnos de él. Por eso, teniendo con qué alimentarnos
y con qué vestirnos nos damos por satisfechos.
Los que a toda costa quieren hacerse ricos, sucumben a la tentación,
caen en las redes del demonio y en muchos afanes inútiles y funestos,
que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición. Porque la raíz
de todos los males es el afán de dinero, y algunos, por dejarse llevar
de él, se han desviado de la fe y se han visto agobiados por muchas tribulaciones.
Tú, en cambio, como hombre de Dios, evita todo eso y lleva una vida de
rectitud, piedad, fe, amor, paciencia y mansedumbre. Lucha en el noble combate
de la fe, conquista la vida eterna, a la que has sido llamado y de la que hiciste
tan admirable profesión ante numerosos testigos. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 48 R/.
Dichosos los pobres de espíritu.
¿Por qué temer en días de desgracia, cuando nos cerca la
malicia de aquellos que presumen de sus bienes y en sus riquezas confían?
R/.
Nadie puede comprar su propia vida, ni por ella pagarle a Dios rescate. No hay
dinero capaz de hacer que alguno de la muerte se escape.
No te inquietes, cuando alguien se enriquece y aumentan las riquezas su poder.
Nada podrá llevarse, cuando muera, ni podrá su poder bajar con
él. R/.
Aunque feliz se sienta mientras viva y por pasarla bien todos lo alaben, ahí
donde jamás verá la luz descenderá a reunirse con sus padres.
R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Mt 11, 25) R/. Aleluya, aleluya.
Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado
los misterios del Reino a la gente sencilla. R/.
Los acompañaban algunas mujeres, que los ayudaban con sus propios bienes.
Del santo Evangelio según san Lucas: 8, 1-3
En aquel tiempo, Jesús
comenzó a recorrer ciudades y poblados predicando la buena nueva del
Reino de Dios. Lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que habían
sido libradas de espíritus malignos y curadas de varias enfermedades.
Entre ellas iban María, llamada Magdalena, de la que habían salido
siete demonios; Juana, mujer de Cusa, el administrador de Herodes; Susana y
otras muchas, que los ayudaban con sus propios bienes.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios todopoderoso, recibe los dones que tu pueblo te presenta y, por la intercesión de tus santos mártires, concédenos que también nosotros seamos un sacrificio agradable a ti, que contribuya a la salvación de todo el mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 10, 32)
A quien me reconozca delante de los hombres, yo también lo reconoceré ante mi Padre, que está en los cielos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el pan de los fuertes en esta celebración de los santos mártires coreanos, te suplicamos, Señor, que mediante nuestra íntima y fiel unión a Cristo en la Iglesia, podamos contribuir con nuestros trabajos, a la salvación de todos los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Mateo, Apóstol y evangelista; Maura de Troya, virgen. Beatos Mártires de Granada.
Víperas I del domingo: 1 a semana del Salterio. Tomo IV: pp. 671 y 255. Para los fieles: pp. 472 y 416. Edición popular: pp. 13 y 480. Fiesta (Rojo)
EL ESPÍRITU CONSTRUCTOR DE LA UNIDAD
Ef 4,1-7.11-13; Mt 9,9-13
La unidad que crea el Espíritu, dice la carta a los Efesios, se manifiesta en una esperanza compartida que se traduce en gestos de solidaridad y ayuda mutua. Los primeros cristianos no se desvinculan de la situación en que viven sus hermanos, antes bien, se sienten impulsados a construir una comunidad creyente, donde prevalezca la fraternidad y el respeto. Si los discípulos de las comunidades cristianas primitivas mantenían relaciones de solidaridad e inclusión social era porque sabían que ésa había sido la práctica primitiva que había implementado el Señor Jesús con sus contemporáneos en Galilea. De esa apertura nos da testimonio el Evangelio de san Mateo cuando nos refiere la participación del Señor Jesús en banquetes con cobradores de impuestos y con otras personas, socialmente despreciadas en la sociedad judía. Desde la conciencia de superioridad moral de los fariseos, Jesús constituía una opción errada, puesto que estaría —según su parecer— abaratando la aprobación divina a gente que no cumplía escrupulosamente con la pureza legal.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Mt 28, 19-20)
Vayan y prediquen a todos los hombres, bautizándolos y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado, dice el Señor.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios misericordioso, que elegiste a san Mateo, un recaudador de impuestos, para hacerlo apóstol tuyo, ayúdanos, por su intercesión, a cumplir nuestras responsabilidades en esta vida como verdaderos apóstoles de Cristo, que vive y reina contigo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Él fue quien concedió a unos ser apóstoles y a otros, evangelizadores.
De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 4, 1-7. 11-13
Hermanos: Yo, Pablo, prisionero
por la causa del Señor, los exhorto a que lleven una vida digna del llamamiento
que han recibido. Sean siempre humildes y amables; sean comprensivos y sopórtense
mutuamente con amor; esfuércense en mantenerse unidos en el espíritu
con el vínculo de la paz.
Porque no hay más que un solo cuerpo y un solo Espíritu, como
es también sólo una la esperanza del llamamiento que ustedes han
recibido. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios
y Padre de todos, que reina sobre todos, actúa a través de todos
y vive en todos.
Cada uno de nosotros ha recibido la gracia en la medida en que Cristo se la
hadado. Él fue quien concedió a unos ser apóstoles; a otros,
ser profetas; a otros, ser evangelizadores; a otros, ser pastores y maestros.
Y esto, para capacitar a los fieles, a fin de que, desempeñando debidamente
su tarea, construyan el cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a estar
unidos en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios y lleguemos a ser hombres
perfectos, que alcancemos en todas sus dimensiones la plenitud de Cristo. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 18 R/.
El mensaje del Señor resuena en toda la tierra.
Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus
manos. Un día comunica su mensaje al otro día y una noche se lo
trasmite a la otra noche. R/.
Sin que pronuncien una palabra, sin que resuene su voz, a toda la tierra llega
su sonido, y su mensaje hasta el fin del mundo. R/.
ACLAMACIÓN
R/. Aleluya, aleluya.
Señor, Dios eterno, alegres te cantamos, a ti nuestra alabanza. A ti,
Señor, te alaba el coro celestial de los após-toles. R/.
Sígueme. Él se levantó y lo siguió.
Del santo Evangelio según san Mateo: 9, 9-13
En aquel tiempo, Jesús
vio a un hombre llamado Mateo, sentado a su mesa de recaudador de impuestos,
y le dijo: "Sígueme". Él se levantó y lo siguió.
Después, cuando estaba a la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos
y pecadores se sentaron también a comer con Jesús y sus discípulos.
Viendo esto, los fariseos preguntaron a los discípulos: "¿Por
qué su Maestro come con publicanos y pecadores?" Jesús los
oyó y les dijo: "No son los sanos los que necesitan de médico,
sino los enfermos. Vayan, pues, y aprendan lo que significa: Yo quiero misericordia
y no sacrificios. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos en la fiesta del apóstol y evangelista san Mateo y, como fruto de esta Eucaristía, concede a tu Iglesia mantenerse fiel al Evangelio predicado por los apóstoles. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I o II de los Apóstoles.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Mt 9, 10-13)
No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, dijo el Señor a quienes murmuraban de que estuviera comiendo en casa de Mateo con publicanos y pecadores.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú, que nos has hecho partícipes en esta Eucaristía del júbilo de san Mateo al recibir en su casa a Jesucristo, concédenos, Señor, la gracia de no separarnos nunca de tu Hijo y de esforzarnos por darlo a conocer. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XXV DOMINGO ORDINARIO
Santos: Beatos Cristóbal, Antonio y Juan de Tlaxcala, niños mártires. San Félix IV, Papa. (Verde)
LA OBSESIÓN POR LA RIQUEZA
Am 8,4-7; 1 Tm 2,1-8; Lc 16,1-13
Los comerciantes que retrata el profeta Amós están bien caracterizados, su ansia por acumular ganancias los hace desentenderse del tiempo dedicado al encuentro con Dios y al descanso. Celebrar el sábado, distanciándose de sus empeños económicos es una pérdida inexplicable. Quien vive pensando que el bienestar y la felicidad están asociados a la cuantía de los bienes, reduce todos los valores a la rentabilidad y la ganancia. Las personas se convierten en mercancías que pueden generar dinero en abundancia. De ahí el colofón del Evangelio de san Lucas: "no pueden servir a Dios y al dinero". Son dos realidades tan demandantes que resulta imposible entregarse por entero a ambos. Quien conoce la amorosa benevolencia de Dios no necesita entregar su corazón al dinero, porque confía en la cuidadosa atención con que el Señor de ocupa de sus hijos.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Yo soy la salvación de mi pueblo, dice el Señor. Los escucharé en cualquier tribulación en que me llamen y seré siempre su Dios.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que en el amor a ti y a nuestro prójimo has querido resumir toda tu ley, concédenos descubrirte y amarte en nuestros hermanos para que podamos alcanzar la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Contra los que obligan a los pobres a venderse.
Del libro del profeta Amós: 8, 4-7
Escuchen esto los que buscan
al pobre sólo para arruinarlo y andan diciendo: "¿Cuándo
pasará el descanso del primer día del mes para vender nuestro
trigo, y el descanso del sábado para reabrir nuestros graneros?"
Disminuyen las medidas, aumentan los precios, alteran las balanzas, obligan
a los pobres a venderse; por un par de sandalias los compran y hasta venden
el salvado como trigo.
El Señor, gloria de Israel, lo ha jurado: "No olvidaré jamás
ninguna de estas acciones". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 112 R/.
Que alaben al Señor todos sus siervos.
Bendito sea el Señor, alábenlo sus siervos. Bendito sea el Señor,
desde ahora y para siempre. R/.
Dios está sobre todas las naciones, su gloria por encima de los cielos.
¿Quién hay como el Señor? ¿Quién iguala al
Dios nuestro? R/.
Él tiene en las alturas su morada y sin embargo de esto, bajar se digna
su mirada para ver tierra y cielo. R/.
Él levanta del polvo al desvalido y saca al indigente del estiércol
para hacerlo sentar entre los grandes, los jefes de su pueblo. R/.
Pidan a Dios por todos los hombres, porque Él quiere que todos se salven.
De la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 2, 1-8
Te ruego, hermano, que ante
todo se hagan oraciones, plegarias, súplicas y acciones de gracias por
todos los hombres, y en particular, por los jefes de Estado y las demás
autoridades, para que podamos llevar una vida tranquila y en paz, entregada
a Dios y respetable en todo sentido.
Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador, pues Él quiere que
todos los hombres se salven y todos lleguen al conocimiento de la verdad, porque
no hay sino un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo
Jesús, hombre Él también, que se entregó como rescate
por todos.
El dio testimonio de esto a su debido tiempo y de esto yo he sido constituido,
digo la verdad y no miento, pregonero y apóstol para enseñar la
fe y la verdad.
Quiero, pues, que los hombres, libres de odios y divisiones, hagan oración
dondequiera que se encuentren, levantando al cielo sus manos puras.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(2 Co 8, 9) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre, para enriquecernos con su pobreza. R/.
No pueden ustedes servir a Dios y al dinero.
Del santo Evangelio según san Lucas: 16, 1-13
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos: "Había una vez un hombre rico que
tenía un administrador, el cual fue acusado ante él de haberle
malgastado sus bienes. Lo llamó y le dijo: `¿Es cierto lo que
me han dicho de ti? Dame cuenta de tu trabajo, porque en adelante ya no serás
administrador'. Entonces el administrador se puso a pensar: `¿Que voy
a hacer ahora que me quitan el trabajo? No tengo fuerzas para trabajar la tierra
y me da vergüenza pedir limosna. Ya sé lo que voy a hacer, para
tener a alguien que me reciba en su casa, cuando me despidan'.
Entonces fue llamando uno por uno a los deudores de su amo. Al primero le preguntó:
`¿Cuánto le debes a mi amo?' El hombre respondió: 'Cien
barriles de aceite'. El administrador le dijo: 'Toma tu recibo, date prisa y
haz otro por cincuenta'. Luego preguntó al siguiente: 'Y tú, ¿cuánto
debes?' Éste respondió: 'Cien sacos de trigo'. El administrador
le dijo: 'Toma tu recibo y haz otro por ochenta'.
El amo tuvo que reconocer que su mal administrador había procedido con
habilidad. Pues los que pertenecen a este mundo son más hábiles
en sus negocios, que los que pertenecen a la luz.
Y yo les digo: Con el dinero, tan lleno de injusticias, gánense amigos
que, cuando ustedes mueran, los reciban en el cielo. El que es fiel en las cosas
pequeñas, también es fiel en las grandes; y el que es infiel en
las cosas pequeñas, también es infiel en las grandes. Si ustedes
no son fieles administradores del dinero, tan lleno de injusticias, ¿quién
les confiará los bienes verdaderos? Y si no han sido fieles en lo que
no es de ustedes, ¿quién les confiará lo que sí
es de ustedes?
No hay criado que pueda servir a dos amos, pues odiará a uno y amará
al otro, o se apegará al primero y despreciará al segundo. En
resumen, no pueden ustedes servir a Dios y al dinero". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Nosotros no buscamos
nuestro propio interés por encima de todo sino que queremos estar atentos
al bien de toda persona. Por eso en nuestra oración nos abrimos a toda
la humanidad.
Después de cada petición diremos:
Escúchanos, Padre y aumenta nuestra fe.
Por la Iglesia, por todos los cristianos: que seamos en el mundo un testimonio
de servicio a los pobres; que nos alejemos siempre del ídolo de la riqueza.
Oremos.
Por la humanidad entera: que Dios infunda en los corazones de todos un firme
deseo de justicia y de fraternidad. Oremos.
Por los países que viven sometidos a la pobreza y al hambre: que su dolor
mueva a los países ricos a actuar con justicia y generosidad. Oremos.
Por los que están en la cárcel: que encuentren ayuda para iniciar
una vida más humana y más digna. Oremos.
Por los niños y los jóvenes de nuestra Patria: que puedan crecer
sanos de cuerpo y de espíritu. Oremos.
Por nosotros: que esta Eucaristía nos lleve a seguir más de cerca
el Evangelio de Jesús. Oremos.
Escucha, Padre, las oraciones que te presenta tu pueblo, y concédenos
los dones de tu amor. Por Jesucristo nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos a fin de que, por medio de esta Eucaristía, podamos obtener las gracias de la redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 118, 4-5)
Tú promulgas, Señor, tus preceptos para que se observen con exactitud. Que mi conducta se ajuste siempre, al cumplimiento de tu voluntad.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concede siempre tu ayuda, Señor, a quienes has alimentado con la Eucaristía, a fin de que la gracia recibida en este sacramento, transforme continuamente nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- El mensaje y la libertad interior con que vivió el Señor Jesús apuntan en la misma dirección. El llamó bienaventurados a los pobres de espíritu y se condujo con la libertad suficiente para dejar su oficio de carpintero y acogerse a la solidaria amistad de sus discípulos. Vivía sin angustia alguna su condición de pobre y desempleado voluntario. Lo suyo no era la holgazanería, sino la manifestación serena de su firme confianza en el amor de Dios, encarnado en la ayuda mutua y el apoyo de sus seguidores. Quien llamaba a vivir en libertad y confianza no podía atesorar bienes innecesarios. Alguien podría argumentar que esa espiritualidad de la sencillez y la pobreza espiritual que propone Jesús es viable solamente para quienes no hayan asumido los compromisos económicos propios de cualquier padre de familia. La opción radical de Jesús parecería ser viable solamente para célibes consagrados. Sin embargo, no lo es, puesto que los cristianos que han descubierto la benevolencia de Dios en su vida, aprenden a compartir y a vivir de manera modesta sin angustiarse.
RECONSTRUYENDO LA ESPERANZA
Esd 1, 1-6, Lc 8, 16-18
Los israelitas que no se acostumbraron a vivir en el destierro, echaron mano de su esperanza y emprendieron el retorno a Jerusalén. La distancia entre Babel y Jerusalén implicaba un largo viaje de muchas jornadas, con los contratiempos y riesgos propios de cualquier tierra extraña. Sesbasar y los israelitas entusiastas que decidieron volver del destierro sintieron un impulso poderoso de parte de Dios que los urgía a reconstruir el templo de Jerusalén. De ese símbolo poderoso se agarraron para recomenzar su vida, luego de tan duro descalabro. La exhortación evangélica plantea el reto de la responsabilidad misionera. Nadie que disponga de habilidades de palabra o de obra podrá resignarse a vivir ocupado en sus propios asuntos. El cristiano que ha recibido carismas y dones espirituales tiene que desplegarlos al servicio de sus hermanos. Dios nos ha fortalecido para cumplir con esperanza su misión. Quien experimenta el amor de Dios no puede callarse. Vive en calidad de testigo del Señor resucitado que anima a sus discípulos a vivir como testigos de tan enorme esperanza.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 23, 5-6)
San Pío ha recibido la bendición del Señor, ha encontrado gracia delante de Dios, su salvador, porque buscó sinceramente al Señor.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que diste a san Pío, presbítero, la gracia de participar singularmente de la cruz de tu Hijo y, por su ministerio, renovaste los prodigios de tu misericordia, concédenos, por su intercesión, que, asociados continuamente a los sufrimientos de Cristo, lleguemos felizmente a la gloria de la resurrección. Por Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Los que pertenezcan al pueblo del Señor, que vayan a Jerusalén, para reconstruir el templo del Señor.
Del libro de Esdras: 1, 1-6
El año primero del
reinado de Ciro, rey de Persia, el Señor, para cumplir lo que había
anunciado por boca del profeta Jeremías, movió a Ciro a proclamar
de palabra y por escrito en todo su reino este decreto:
"Esto dice Ciro, rey de Persia: 'El Señor, Dios del cielo, me ha
entregado todos los reinos de la tierra y me ha encargado edificarle un templo
en Jerusalén de Judá.
Los que pertenezcan al pueblo del Señor, que vayan a Jerusalén
de Judá, para reconstruir el templo del Señor, Dios de Israel,
que habita en Jerusalén. Y que Dios los acompañe. La gente del
lugar proporcionará a todos los judíos sobrevivientes, dondequiera
que residan, oro, plata, utensilios y ganado, además de las ofrendas
que quieran hacer voluntariamente para el templo de Dios, que está en
Jerusalén' ".
Entonces se pusieron en marcha los jefes de familia de las tribus de Judá
y Benjamín, los sacerdotes y los levitas, y todos los que se sintieron
movidos por Dios para ir a reconstruir el templo del Señor en Jerusalén.
Sus vecinos les proporcionaron toda clase de ayuda: oro, plata, utensilios,
ganado y objetos preciosos, además de las ofrendas voluntarias. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 125 R/.
Grandes cosas has hecho por nosotros, Señor.
Cuando el Señor nos hizo volver del cautiverio, creíamos soñar;
entonces no cesaba de reír nuestra boca, ni se cansaba entonces la lengua
de cantar. R/.
Aun los mismos paganos con asombro decían: "¡Grandes cosas
ha hecho por ellos el Señor!" Y estábamos alegres, pues ha
hecho grandes cosas por su pueblo el Señor. R/.
Como cambian los ríos la suerte del desierto, cambia también ahora
nuestra suerte, Señor, y entre gritos de júbilo cosecharán
aquellos que siembran con dolor. R/.
Al ir, iban llorando, cargando la semilla; al regresar, cantando vendrán
con sus gavillas. R/.
ACLAMACIÓN
(Mt 5, 16) R/. Aleluya, aleluya.
Que brille la luz de ustedes ante los hombres, dice el Señor, para que
viendo las obras buenas que ustedes hacen, den gloria a su Padre, que está
en los cielos. R/.
La vela se pone en el candelero, para que los que entren puedan ver.
Del santo Evangelio según san Lucas: 8, 16-18
En aquel tiempo, Jesús
dijo a la multitud: "Nadie enciende una vela y la tapa con alguna vasija
o la esconde debajo de la cama, sino que la pone en un candelero, para que los
que entren puedan ver la luz. Porque nada hay oculto que no llegue a descubrirse,
nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público.
Fíjense, pues, si están entendiendo bien, porque al que tiene
se le dará más; pero al que no tiene se le quitará aun
aquello que cree tener". Palabra del Señor. Gloria a
ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, con bondad, los dones que tu pueblo te presenta para celebrar la memoria de san Pío, y concédenos que, libres de las ambiciones y egoísmos de este mundo, te busquemos a ti, como nuestro único bien verdadero. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 33, 9)
Hagan la prueba y verán qué bueno es el Señor. Dichoso el hombre que se acoge a Él.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, con la luz y la fuerza de este sacramento que hemos recibido, condúcenos siempre por el camino de tu amor, a fin de que la obra de salvación que has iniciado en nosotros, se vea coronada el día de la venida gloriosa de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Nuestra Señora de la Merced
Santos: Anatolio de Milán, obispo, Vicente María Strambi, obispo. Feria (Verde)
LA NUEVA FAMILIA DE JESÚS
Esd 6,7-8. 12. 14-20; Lc 8, 19-21
Cuando Jesús de Nazaret rondaba los treinta y tantos años, asumió una decisión radical y dolorosa: despedirse de su familia, abandonar su oficio y dejar atrás la solidaridad de su parentela para constituirse en mensajero del Reino de Dios en los poblados de Galilea. La ruptura con sus padres debió generar más de algún malentendido, porque el mismo Evangelio de san Marcos registra el eco de la incomprensión que sus parientes mostraron hacia el joven profeta, al punto que querían encerrarle pensando que se había trastornado. Jesús anunciaba la urgencia de vivir en libertad para alistarse en el camino del Reino; para ser congruente con su prédica tenía que asegurarse su propia autonomía en relación a su familia. Los discípulos que le seguían se habían convertido en su nueva familia y habían tejido unas relaciones de cooperación y amor fraterno, entusiasmados con la reciente manifestación del perdón y la gracia divina en la persona de Jesús. El entusiasmo que experimentó la generación que dejó Babilonia para reconstruir Jerusalén, se asemejaba en cierta medida a la esperanza nueva que suscitaba Jesús entre sus contemporáneos.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 24, 16. 18)
Tengo los ojos puestos en el Señor, porque Él me libra de todo peligro. Mírame, Dios mío, y ten piedad de mí, que estoy solo y afligido.
ORACIÓN COLECTA
Nos acogemos, Señor, a tu providencia, que nunca se equivoca, y te pedimos humildemente que apartes de nosotros todo mal y nos concedas aquello que pueda contribuir a nuestro bien. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Terminaron la reconstrucción del templo y celebraron la Pascua.
Del libro de Esdras: 6, 7-8. 12. 14-20
En aquellos días,
el rey Darío escribió a los jefes de la región del otro
lado del río Éufrates: "Dejen que el gobernador y los dirigentes
de los judíos reconstruyan el templo de Dios en su antiguo sitio. Éstas
son mis órdenes acerca del proceder de ustedes con los dirigentes de
los judíos, en lo que se refiere a la reconstrucción del templo
de Dios: Con los impuestos de la región del otro lado del río,
destinados al rey, se les pagarán puntualmente los gastos a esos hombres,
para que no se interrumpa el trabajo. Yo, Darío, he promulgado este decreto
para que se cumpla a la letra".
Así los dirigentes de los judíos avanzaron con rapidez en la reconstrucción
del templo, alentados por las palabras de Ageo y de Zacarías, hijo de
Idó, y llevaron a cabo la reconstrucción, conforme a lo mandado
por el Dios de Israel y por Ciro, Darío y Artajerjes, reyes de Persia.
El templo se terminó el día tres del mes de marzo del año
sexto del reinado del rey Darío.
Los israelitas —sacerdotes, levitas y todos los demás que habían
vuelto de la cautividad— celebraron con júbilo la dedicación
del templo de Dios. Para la dedicación del templo ofrecieron cien toros,
doscientos carneros, cuatrocientos corderos, y como sacrificio por el pecado
de todo Israel, doce machos cabríos, conforme al número de las
tribus de Israel.
El servicio del templo de Jerusalén se encomendó a los sacerdotes,
y a los levitas, según el orden que les correspondía, conforme
a la ley de Moisés. Los israelitas que habían vuelto de la cautividad
celebraron la Pascua el día catorce de abril. Todos los sacerdotes y
los levitas se habían preparado para celebrarla y estaban puros; inmolaron,
pues, la víctima pascual para todos los que habían vuelto de la
cautividad, para sus hermanos los sacerdotes, y para sí mismos.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 121 R/.
Vayamos con alegría al encuentro del Señor.
¡Qué alegría sentí cuando me dijeron: "Vayamos
a la casa del Señor"! Y hoy estamos aquí, Jerusalén,
jubilosos, delante de tus puertas. R/.
A ti, Jerusalén, suben las tribus, las tribus del Señor, según
lo que a Israel se le ha ordenado, para alabar el nombre del Señor. R/.
ACLAMACIÓN
(Lc 11, 28) R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica,
dice el Señor. R/.
Mi madre y mis hermanos son aquellos que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica.
Del santo Evangelio según san Lucas: 8, 19-21
En aquel tiempo, fueron
a ver a Jesús su madre y sus parientes, pero no podían llegar
hasta donde Él estaba porque había mucha gente. Entonces alguien
le fue a decir: "Tu madre y tus hermanos están allá afuera
y quieren verte".
Pero Él respondió: "Mi madre y mis hermanos son aquellos
que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Confiados en tu misericordia,
Señor, venimos a tu altar con nuestros dones a fin de que te dignes purificarnos
por este memorial que estamos celebrando.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mc 11, 23-24)
Yo les aseguro, dice el Señor, que todo cuanto pidan en la oración, si tienen fe en obtenerlo, les será concedido.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre santo, tú que nos has alimentado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, guíanos por medio de tu Espíritu a fin de que, no sólo con palabras, sino con toda nuestra vida podamos demostrarte nuestro amor y así merezcamos entrar al Reino de los cielos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santos: Sergio de Radonech, abad; Cleofás, laico. Beato José Benito Dusmet, cardenal. Feria (Verde)
DIOS NOS HA CONCEDIDO UN MOMENTO DE GRACIA
Esd 9,5-9, Lc 9,1-6
Las dos lecturas comparten una situación vital parecida puesto que sus protagonistas sienten que son los pioneros de un cambio social significativo. Los israelitas que organizaron su vida en torno a las leyes estrictas recopiladas por Esdras, estaban tratando de consolidar su identidad colectiva de frente a las amenazas de todo tipo que ponían en riesgo su existencia como comunidad. La reparación de las murallas quemadas de Jerusalén los entusiasma para recomenzar de nuevo su proyecto: vivir en fidelidad a Dios, siguiendo los designios de la Ley. Los Doce y otros seguidores de Jesús parten en misión, con la certidumbre de que Dios estaba visitando a su pueblo, para devolverle la paz y la tranquilidad, a condición de que creyeran en el anuncio de la cercanía del Reino y adecuaran su vida a las dinámicas de fraternidad y solidaridad que Dios había impulsado desde los primeros códigos legales de Israel.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Ez 36, 26. 27. 28)
Arrancaré de ustedes el corazón de piedra y les daré un corazón de carne, dice el Señor. Les infundiré mi espíritu. Ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios.
ORACIÓN COLECTA
Inflama, Señor, nuestros corazones con el Espíritu de tu amor, para que pensemos y actuemos según tu voluntad y te amemos sinceramente en nuestro prójimo. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Dios no nos abandonó en nuestra esclavitud.
Del libro de Esdras: 9, 5-9
Yo, Esdras, al llegar la
hora de la ofrenda de la tarde, salí de mi abatimiento y con la túnica
y el manto rasgados, me postré de rodillas, levanté las manos
al Señor, mi Dios, y le dije:
"Dios mío, de pura vergüenza no me atrevo a levantar el rostro
hacia ti, porque nuestros pecados se han multiplicado hasta cubrirnos por completo
y nuestros delitos son tan grandes, que llegan hasta el cielo. Desde el tiempo
de nuestros padres hasta el día de hoy, hemos pecado gravemente y por
nuestros pecados nos has entregado a nosotros, a nuestros reyes y a nuestros
sacerdotes en manos de reyes extranjeros, para que nos maten, nos destierren,
nos saqueen y nos insulten, como sucede al presente.
Pero ahora, Señor, Dios nuestro, te has compadecido de nosotros un momento
y nos has dejado algunos sobrevivientes, que se han refugiado en tu lugar santo;
tú, Dios nuestro, has iluminado nuestros ojos y nos has reanimado un
poco en medio de nuestra esclavitud. Porque éramos esclavos, pero tú
no nos abandonaste en nuestra esclavitud, sino que nos granjeaste el favor de
los reyes de Persia, para que nos perdonaran la vida y pudiéramos levantar
tu templo y restaurar sus ruinas y tuviéramos, así, un refugio
en Judá y en Jerusalén". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Tobías 13
R/. Bendito sea el Señor para siempre.
Él castiga y tiene compasión, hunde hasta el abismo y saca de
él y no hay quien escape de su mano. R/.
Él los dispersó a ustedes entre los paganos, que no lo conocen,
para que les dieran a conocer sus maravillas y para que los hicieran comprender
que Él es el único Dios todopoderoso. R/.
Miren lo que ha hecho por nosotros, denle gracias de todo corazón y con
sus obras bendigan al rey eterno. R/.
Yo le doy gracias en el país de mi destierro, pues anunció su
grandeza a un pueblo pecador. Conviértanse, pecadores, obren rectamente
en su presencia y esperen que tenga compasión de ustedes. R/.
ACLAMACIÓN
(Mc 1, 15) R/. Aleluya, aleluya.
El Reino de Dios ya está cerca, dice el Señor. Conviértanse
y crean en el Evangelio. R/.
Los envió a predicar el Reino de Dios y a curar a los enfermos.
Del santo Evangelio según san Lucas: 9, 1-6
En aquel tiempo, Jesús
reunió a los Doce y les dio poder y autoridad para expulsar toda clase
de demonios y para curar enfermedades. Luego los envió a predicar el
Reino de Dios y a curar a los enfermos.
Y les dijo: "No lleven nada para el camino: ni bastón, ni morral,
ni comida, ni dinero, ni dos túnicas. Quédense en la casa donde
se alojen, hasta que se vayan de aquel sitio. Y si en algún pueblo no
los reciben, salgan de ahí y sacúdanse el polvo de los pies en
señal de acusación".
Ellos se pusieron en camino y fueron de pueblo en pueblo, predicando el Evangelio
y curando en todas partes. Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, nuestras ofrendas y, por este sacrificio eucarístico, concédenos hacer llegar tu amor a todos los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Co 13, 13)
Ahora tenemos estas tres virtudes: la fe, la esperanza y la caridad; pero la caridad es la mayor de las tres.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Infunde, Señor, tu Espíritu Santo, en quienes hemos participado del mismo pan celestial y reanímanos con la alegría del amor perfecto. Por Jesucristo, nuestro Señor.
MÁS ALLÁ DE LA CURIOSIDAD
Ag 1,1-8; Lc 9,7-9
Con cierta perplejidad y no poco azoro lee uno el fragmento del profeta Ageo. Sorprendente resulta la argumentación de los promotores de la reconstrucción del templo de Jerusalén, puesto que caracterizaban a Dios como un juez vengativo que escatimaba rocío y bendiciones para quienes no aportaban vigas y techumbre para el templo. Una imagen harto mezquina, que exhibe a los redactores de la misma y no tanto al Padre amoroso que nos revela Jesús. El fragmento lucano nos presenta a un virrey perplejo y confundido que no atina a encasillar en categoría alguna a Jesús. Este aliado de Roma que decapitó a Juan Bautista, no sabe responderse la pregunta decisiva sobre la identidad del profeta de Nazaret. Algo de curiosidad manifiesta por conocerle, pero nada más nos refieren los discípulos acerca del virrey herodiano. Lo que se vuelve evidente es que confrontará a hombres y mujeres y suscitará controversias en torno a su persona. Quien toma partido como lo hizo Jesús, es consecuente con el proceder de Dios, que también tiene sus preferencias y parcialidades.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 109, 4)
El Señor lo ha jurado y el Señor no se retracta. Tú eres sacerdote para siempre, como lo es Melquisedec.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que para gloria tuya y salvación nuestra constituiste a Cristo sumo y eterno sacerdote, concede al pueblo redimido con su sangre obtener, por la participación en este memorial, los frutos de la muerte y resurrección de tu Hijo, que vive y reina contigo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Construyan el templo para que pueda yo estar satisfecho.
Del libro del profeta Ageo: 1, 1-8
El día primero del mes sexto del año segundo del rey Darío, la palabra del Señor se dirigió, por medio del profeta Ageo, a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judea, y a Josué, hijo de Yosadac, sumo sacerdote, y les dijo: "Esto dice el Señor de los ejércitos: 'Este pueblo mío anda diciendo que todavía no ha llegado el momento de reconstruir el templo'". La palabra del Señor llegó por medio del profeta Ageo y dijo: "¿De modo que es tiempo de vivir en casas con paredes revestidas de cedro, mientras que mi casa está en ruinas? Pues ahora, dice el Señor de los ejércitos, reflexionen sobre su situación: han sembrado mucho, pero cosechado poco; han comido, pero siguen con hambre; han bebido, pero siguen con sed; se han vestido, pero siguen con frío, y los que trabajaron a sueldo echaron su salario en una bolsa rota". Esto dice el Señor de los ejércitos: "Reflexionen, pues, sobre su situación. Suban al monte, traigan madera y construyan el templo, para que pueda yo estar satisfecho y mostrar en él mi gloria, dice el Señor". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 149 R/. El Señor es amigo de su pueblo.
Entonen al Señor
un canto nuevo, en la reunión litúrgica proclámenlo. En
su creador y rey, en el Señor, alégrese Israel, su pueblo santo.
R/.
En honor de su nombre, que haya danzas, alábenlo con arpa y tamboriles.
El Señor es amigo de su pueblo y otorga la victoria a los humildes. R/.
Que se alegren los fieles en el triunfo, que inunde el regocijo sus hogares,
que alaben al Señor con sus palabras, pues en esto su pueblo se complace.
R/.
ACLAMACIÓN
(Jn 14, 6) R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre si no es por mí,
dice el Señor. R/.
A Juan yo lo mandé decapitar. ¿Quién es entonces éste de quien oigo semejantes cosas?
Del santo Evangelio según san Lucas: 9, 7-9
En aquel tiempo, el rey
Herodes se enteró de todos los prodigios que Jesús hacía
y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan
había resucitado; otros, que había regresado Elías, y otros,
que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.
Pero Herodes decía: "A Juan yo lo mandé decapitar. ¿Quién
será, pues, éste del que oigo semejantes cosas?" Y tenía
curiosidad de ver a Jesús. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, participar dignamente en esta Eucaristía, porque cada vez que celebramos el memorial del sacrificio de tu Hijo, se lleva a cabo la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Cor 11, 24-25)
Éste es mi Cuerpo, que se da por ustedes. Este cáliz es la nueva alianza establecida por mi Sangre; cuantas veces lo beban, háganlo en memoria mía, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que nos has concedido el gozo de participar en esta Eucaristía, memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, haz que, unidos siempre a Él, vivamos como verdaderos hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
EN ESTE SITIO DARÉ LA PAZ
Ag 1,15-2,9; Lc 9,18-22
Cuando los proyectos humanos se derrumban estrepitosamente y luego de cierto tiempo se reconstruyen con modestia y no pocas dificultades, aparece la nostalgia y el anhelo de los tiempos pasados. Los israelitas que habían contemplado la magnificencia del primer templo, no sentían entusiasmo alguno al contemplar el recién construido. Olvidaban un hecho fundamental, los espacios materiales destinados al culto no valen tanto por su calidad arquitectónica sino por algo más trascendente, por la posibilidad de suscitar encuentros profundos entre los creyentes y su Dios. El cierre del oráculo es certero: "en este sitio daré la paz". La paz verdadera, la que es fruto de la justicia es la que importa alcanzar. De esa buena nueva de la paz, Jesús era proclamador y testigo. En su condición mesiánica viviría como servidor y promotor de la paz que hermana y reconcilia. Para que ese mesianismo alternativo no fuese desfigurado por intereses facciosos, era prudente guardar silencio hasta que llegase la hora oportuna.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Lc 4, 18)
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar la Buena Nueva a los pobres y anunciar su liberación a los cautivos.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que otorgaste a san Vicente de Paúl una inmensa compasión por los pobres y una gran preocupación por formar sacerdotes que se dedicaran a los más necesitados, concédenos, por su intercesión, compartir en la medida de nuestras fuerzas su entrega evangélica al bien de los pobres de Cristo, que vive y reina contigo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Dentro de poco tiempo llenaré de gloria este templo.
Del libro del profeta Ageo: 1, 15-2, 9
El día veintiuno
del séptimo mes del año segundo del reinado de Darío, la
palabra del Señor vino, por medio del profeta Ageo, y dijo: "Diles
a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judea, y a Josué, hijo de
Yosadac, sumo sacerdote, y al resto del pueblo: `¿Queda alguien entre
ustedes que haya visto este templo en el esplendor que antes tenía? ¿Y
qué es lo que ven ahora? ¿Acaso no es muy poca cosa a sus ojos?
Pues bien, ¡ánimo!, Zorobabel; ¡ánimo!, Josué,
hijo de Yosadac, sumo sacerdote; ¡ánimo!, pueblo entero. ¡Manos
a la obra!, porque yo estoy con ustedes, dice el Señor de los ejércitos.
Conforme a la alianza que hice con ustedes, cuando salieron de Egipto, mi espíritu
estará con ustedes. No teman'. Esto dice el Señor de los ejércitos:
`Dentro de poco tiempo conmoveré el cielo y la tierra, el mar y los continentes.
Conmoveré a todos los pueblos para que vengan a traerme las riquezas
de todas las naciones y llenaré de gloria este templo. Mía es
la plata y mío es el oro. La gloria de este segundo templo será
mayor que la del primero, y en este sitio daré yo la paz', dice el Señor
de los ejércitos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 42 R/.
Envíame, Señor, tu luz y tu verdad.
Defiéndeme, Señor, hazme justicia contra un pueblo malvado; del
hombre tramposo y traicionero ponme a sal-vo. R/.
Si tú eres de verdad mi Dios-refugio, ¿por qué me has rechazado?
¿Por qué tengo que andar tan afligido, viendo cómo me oprime
el adversario? R/.
Envíame, Señor, tu luz y tu verdad; que ellas se conviertan en
mi guía y hasta tu monte santo me conduzcan, allí donde tú
habitas. R/.
Al altar del Señor me acercaré, al Dios que es mi alegría,
y a mi Dios, el Señor, le daré gracias al compás de la
cítara. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. Mc 10, 45) R/. Aleluya, aleluya.
El Hijo del hombre vino a servir y a dar su vida por la redención de
todos. R/.
Tú eres el Mesías de Dios. - Es necesario que el Hijo del hombre sufra mucho.
Del santo Evangelio según san Lucas: 9, 18-22
Un día en que Jesús,
acompañado de sus discípulos, había ido a un lugar solitario
para orar, les preguntó: "¿Quién dice la gente que
soy yo?" Ellos contestaron: "Unos dicen que eres Juan el Bautista;
otros, que Elías; y otros, que alguno de los antiguos profetas, que ha
resucitado".
Él les dijo: "Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?"
Respondió Pedro: "El Mesías de Dios". Él les
ordenó severamente que no lo dijeran a nadie.
Después les dijo: "Es necesario que el Hijo del hombre sufra mucho,
que sea rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, que
sea entregado a la muerte y que resucite al tercer día". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, que concediste a san Vicente de Paúl imitar con su vida el misterio de redención y de amor que celebraba en la Eucaristía, haz que este mismo sacrificio nos asemeje cada vez más a tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 106, 8-9)
Demos gracias al Señor por su misericordia y los prodigios hechos en favor de su pueblo, porque sació a los que tenían sed y dio de comer a los hambrientos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta sagrada comunión nos ayude, Señor, a imitar a tu Hijo Jesucristo y a llevar a los pobres, a ejemplo de san Vicente de Paúl, el anuncio y la prueba de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Vísperas I del domingo: 2a semana del Salterio. Tomo IV: pp. 806 y 295. Para los fieles: pp. 555 y 417. Edición popular: pp. 108 y 481. Feria (Verde)
ENTRE PROMESAS Y ADVERTENCIAS
Za 2,5-9. 14-15; Lc 9,43-45
Así discurren las dos lecturas. El tono del profeta Zacarías es abierto y esperanzador. Ya no harán falta murallas de piedra, vaticina el profeta, para custodiar a Jerusalén, porque el Señor mismo será su guardián. Además, de nada sirvieron las puertas de hierro y las murallas de piedra en tiempos pasados. Si la gloria de Dios acompaña a su pueblo, éste no tendrá nada que temer. Tocar a Israel, dice Zacarías, equivale a tocar la niña de los ojos de Dios. El tercer Evangelio nos recuerda cómo Jesús se fue dando cuenta de los planes homicidas que tramaban en su contra. Esas amenazas no doblegaban su fortaleza y resistía en su intento de desvelar con toda claridad el rostro genuino del Padre en aquella hora crítica del siglo primero. Confiado en la fidelidad del Padre salió al encuentro de su pascua, convencido que lo rescataría de las manos de los hombres. Su esperanza sería generosamente colmada.
MISA DE SANTA MARÍA EN SÁBADO
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sedulio)
Te aclamamos, santa Madre de Dios, porque has dado a luz al Rey que gobierna cielo y tierra por los siglos de los siglos.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, Padre santo, que has querido que la Madre de tu Hijo estuviese presente y participase en la oración de la primera comunidad cristiana, concédenos perseverar junto a ella con un solo corazón y una sola alma, aguardando la venida del Espíritu Santo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Vengo a vivir en medio de ti, Jerusalén.
Del libro del profeta Zacarías: 2, 5-9. 14-15
En aquellos días,
levanté los ojos y vi a un hombre con una cuerda de medir en la mano.
Le pregunté: "¿A dónde vas?" Él me respondió:
"Voy a medir la ciudad de Jerusalén, para ver cuánto tiene
de ancho y de largo".
Entonces el ángel que hablaba conmigo se alejó de mí y
otro ángel le salió al encuentro y le dijo: "Corre, háblale
a ese joven y dile: 'Jerusalén ya no tendrá murallas, debido a
la multitud de hombres y ganados que habrá en ella. Yo mismo la rodearé,
dice el Señor, como un muro de fuego y mi gloria estará en medio
de ella' ".
Canta de gozo y regocíjate, Jerusalén, pues vengo a vivir en medio
de ti, dice el Señor. Muchas naciones se unirán al Señor
en aquel día; ellas también serán mi pueblo y yo habitaré
en medio de ti. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Jeremías
31 R/. El Señor será nuestro pastor
Escuchen, pueblos, la palabra del Señor, anúncienla aun
en las islas más remotas: "El que dispersó a Israel lo reunirá
y lo cuidará como el pastor a su rebaño". R/.
Porque el Señor redimió a Jacob y lo rescató de las manos
del poderoso. Ellos vendrán para aclamarlo al monte Sión y vendrán
a gozar de los bienes del Señor. R/.
Entonces se alegrarán las jóvenes, danzando; se sentirán
felices jóvenes y viejos, porque yo convertiré su tristeza en
alegría, los llenaré de gozo y aliviaré sus penas. R/.
ACLAMACIÓN
(Cfr. 2 Tm 1, 10) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, nuestro Salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer la
vida por medio del Evangelio. R/.
El Hijo del hombre va a ser entregado. - Tenían miedo de preguntarle acerca de este asunto.
Del santo Evangelio según san Lucas: 9, 43-45
En aquel tiempo, como todos comentaban, admirados, los prodigios que Jesús hacía, éste dijo a sus discípulos: "Presten mucha atención a lo que les voy a decir: El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres". Pero ellos no entendieron estas palabras, pues un velo les ocultaba su sentido y se las volvía incomprensibles. Y tenían miedo de preguntarle acerca de este asunto. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Padre lleno de bondad, que nos socorra el inmenso amor de tu Hijo unigénito para que, quien al nacer de la Virgen María, no menoscabó la integridad de la Madre, sino que la consagró, nos libre de nuestras culpas y haga acepta a ti nuestra oblación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Santa María Virgen.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Lc 11, 27)
Dichosa la Virgen María, que llevó en su seno al Hijo del eterno Padre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, al recibir el sacramento celestial en esta conmemoración de la santísima Virgen María, te pedimos que nos concedas celebrar dignamente, a imitación suya, el misterio de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
XXVI DOMINGO ORDINARIO
NO SE DUELEN DEL DESASTRE
Am 6,1.4-7; 1 Tm 6,11-16; Lc 16,19-31
La semejanza entre las dos situaciones sociales que describen el profeta Amós y el evangelista san Lucas es patente. Los miembros de la clase social opulenta que gobernaba Samaria disponían de un nivel de vida lleno de lujos, disfrutaban de numerosos productos suntuarios y pasaban jornadas enteras en la diversión y los banquetes. Por otra parte y tal como refiere el Evangelio de san Lucas, estaban los empobrecidos que como Lázaro, subsistían en la miseria. Unos y otros confesaban al mismo Dios y se reconocían entre sí como miembros de la misma comunidad religiosa. Lo que pone en evidencia la parábola evangélica es que el corazón fácilmente se vuelve insensible cuando se dispone de cuantiosas riquezas. Ni los llamados de los profetas, ni las amonestaciones verbales de los predicadores son suficientes para ablandar el corazón: hace falta mirar, tocar y sentir la debilidad de los que sufren para hacerse sensible a su dolor.
ANTÍFONA
DE ENTRADA (Cfr. Dn 3, 31.29. 30. 43. 42)
Podrías hacer recaer sobre nosotros, Señor, todo el rigor de tu
justicia, porque hemos pecado contra ti y hemos desobedecido tus mandatos; pero
haz honor a tu nombre y trátanos conforme a tu inmensa misericordia.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que con tu perdón y tu misericordia nos das la prueba más delicada de tu omnipotencia, apiádate de nosotros, pecadores, para que no desfallezcamos en la lucha por obtener el cielo que nos has prometido. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Ustedes, los que lleven una vida disoluta, irán al destierro.
Del libro del profeta Amós: 6, 1. 4-7
Esto dice el Señor
todopoderoso: "¡Ay de ustedes, los que se sienten seguros en Sión
y los que ponen su confianza en el monte sagrado de Samaria! Se reclinan sobre
divanes adornados con marfil, se recuestan sobre almohadones para comer los
corderos del rebaño y las terneras en engorda. Canturrean al son del
arpa, creyendo cantar como David. Se atiborran de vino, se ponen los perfumes
más costosos, pero no se preocupan por las desgracias de sus hermanos.
Por eso irán al destierro a la cabeza de los cautivos y se acabará
la orgía de los disolutos". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
Del salmo 145 R/.
Alabemos al Señor, que viene a salvarnos.
El Señor es siempre fiel a su palabra, y es quien hace justicia al oprimido;
él proporciona pan a los hambrientos y libera al cautivo. R/.
Abre el Señor los ojos de los ciegos y alivia al agobiado. Ama el Señor
al hombre justo y toma al forastero a su cuidado. R/.
A la viuda y al huérfano sustenta y trastorna los planes del inicuo.
Reina el Señor eternamente, reina tu Dios, oh Sión, reina por
siglos. R/.
Cumple todo lo mandado, hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo.
De la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 6, 11-16
Hermano: Tú, como
hombre de Dios, lleva una vida de rectitud, piedad, fe, amor, paciencia y mansedumbre.
Lucha en el noble combate de la fe, conquista la vida eterna a la que has sido
llamado y de la que hiciste tan admirable profesión ante numerosos testigos.
Ahora, en presencia de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Cristo Jesús,
que dio tan admirable testimonio ante Poncio Pilato, te ordeno que cumplas fiel
e irreprochablemente todo lo mandado, hasta la venida de nuestro Señor
Jesucristo, la cual dará a conocer a su debido tiempo Dios, el bienaventurado
y único soberano, Rey de los reyes y Señor de los señores,
el único que posee la inmortalidad, el que habita en una luz inaccesible
y a quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A él todo honor
y poder para siempre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
(2 Co 8, 9) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre, para enriquecernos con su pobreza. R/.
Recibiste bienes en tu vida y Lázaro, males; ahora él goza de consuelo, mientras que tú sufres tormentos.
Del santo Evangelio según san Lucas: 16, 19-31
En aquel tiempo, Jesús
dijo a los fariseos: "Había un hombre rico, que se vestía
de púrpura y telas finas y banqueteaba espléndidamente cada día.
Y un mendigo, llamado Lázaro, yacía a la entrada de su casa, cubierto
de llagas y ansiando llenarse con las sobras que caían de la mesa del
rico. Y hasta los perros se acercaban a lamerle las llagas.
Sucedió, pues, que murió el mendigo y los ángeles lo llevaron
al seno de Abraham. Murió también el rico y lo enterraron. Estaba
éste en el lugar de castigo, en medio de tormentos, cuando levantó
los ojos y vio a lo lejos a Abraham y a Lázaro junto a él.
Entonces gritó: 'Padre Abraham, ten piedad de mí. Manda a Lázaro
que moje en agua la punta de su dedo y me refresque la lengua, porque me torturan
estas llamas'. Pero Abraham le contestó: 'Hijo, recuerda que en tu vida
recibiste bienes y Lázaro, en cambio, males. Por eso él goza ahora
de consuelo, mientras que tú sufres tormentos. Además, entre ustedes
y nosotros se abre un abismo inmenso, que nadie puede cruzar, ni hacia allá
ni hacia acá'.
El rico insistió: 'Te ruego, entonces, padre Abraham, que mandes a Lázaro
a mi casa, pues me quedan allá cinco hermanos, para que les advierta
y no acaben también ellos en este lugar de tormentos'. Abraham le dijo:
'Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen'. Pero el rico replicó:
`No, padre Abraham. Si un muerto va a decírselo, entonces sí se
arrepentirán'. Abraham repuso: 'Si no escuchan a Moisés y a los
profetas, no harán caso, ni aunque resucite un muerto' ".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos con fe a Dios nuestro
Padre, antes de participar de la mesa que Él nos prepara. Después
de cada petición diremos:
Padre, escúchanos, y aumenta nuestra fe.
Por la Iglesia entera, por el Papa y nuestro obispo, por los sacerdotes y diáconos,
y por todos los responsables de nuestras comunidades. Oremos.
Por los misioneros y misioneras, y por todos los que han dejado su tierra para
trabajar al servicio del Evangelio. Oremos.
Por nuestros gobernantes a nivel municipal, estatal y federal, y por todos los
trabajadores de la administración pública. Oremos.
Por los esposos, llamados a dar siempre un buen testimonio de cariño
y de confianza mutua. Oremos.
Por nosotros, por nuestras familias, por nuestros amigos y por toda la gente
que conocemos. Oremos. Escucha, Padre, la oración de tus hijos Haznos
generosos en el compartir nuestros bienes, para que así seamos dignos
del banquete del cielo. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Padre misericordioso, nuestros dones y conviértelos en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, fuente de toda bendición para tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 118, 49-50)
Recuerda, Señor, la promesa que le hiciste a tu siervo; en ella he puesto toda mi esperanza y ha sido ella mi consuelo en la aflicción.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta Eucaristía renueve, Señor, nuestro cuerpo y nuestro espíritu a fin de que podamos participar de la herencia gloriosa de tu Hijo, cuya muerte hemos anunciado y compartido. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Cuando se ha vivido media vida sabe uno que no es fácil construir una existencia con suficiente congruencia. No basta creer en la solidaridad ni en la compasión de forma teórica. De nada sirve proclamar a los cuatro vientos la fraternidad universal si no se concretan opciones y proyectos que acorten aunque sea un poco, la inequidad social y el desamparo de los marginados. Además, cuando uno es padre de familia y le interesa educar a sus hijos en la solidaridad y el amor al prójimo es imprescindible no apostar todo al discurso y los buenos consejos, es necesario aparejar el decir y el hacer y acompañarlos para que se sumen a iniciativas de trabajo social y de voluntariado en el momento oportuno, cuando aún están definiendo su identidad personal, para que se constituyan en personas solidarias y en ciudadanos responsables y participativos. Es una manera de hacer operativo el llamado de atención que subyace a la parábola del rico y Lázaro.
YO SERÉ SU DIOS AUTÉNTICO Y LEGÍTIMO
Za 8,1-8; Lc 9,46-50
La fórmula básica que recoge la relación de alianza entre Dios e Israel resuena en este oráculo del profeta Zacarías con una leve acotación: "Ellos serán mi pueblo, yo seré su Dios auténtico y legítimo". En la adición llama la atención el par de adjetivos que califican a Dios. Sobrentendido queda el enunciado implícito, el pueblo se había fabricado un dios espurio, un ídolo que creía manejar a su antojo. Un creyente auténtico no puede utilizar ventajosamente su relación con Dios para su propio beneficio. En las relaciones amorosas no caben las simulaciones ni la mezquindad. Dios renovará su alianza con Israel sobre bases sólidas. El Evangelio resalta la figura de los pequeños y los extraños. A los ojos de Jesús no se explican las exclusiones ni el envanecimiento. Quien siga a Jesús tendrá que acoger con apertura a los débiles, los pequeños y todos los que reclamen un gesto de solidaridad y justicia en nombre del Mesías.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Jos 1, 8)
Que las palabras de Dios estén siempre sobre tus labios; medítalas día y noche, cumple todo lo que manda el Señor para que tu vida tenga sentido y valor.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, tú que otorgaste a san Jerónimo el don de conocer y amar profundamente la Sagrada Escritura, concédenos descubrir en tu palabra la historia de tu amor por nosotros y el camino de nuestra salvación. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Yo salvaré a mi pueblo de los países de oriente y occidente.
Del libro del profeta Zacarías: 8, 1-8
En aquellos días,
me fue dirigida a mí, Zacarías, la palabra del Señor en
estos términos: "Esto dice el Señor de los ejércitos:
'Yo siento por Sión un amor ardiente y celoso, un amor celoso que me
arrebata'.
Esto dice el Señor de los ejércitos: 'Regresaré a Sión
y en medio de Jerusalén habitaré. Jerusalén se llamará
ciudad fiel, y el monte del Señor de los ejércitos, monte santo'.
Esto dice el Señor de los ejércitos: 'De nuevo se sentarán
los ancianos y las ancianas en las plazas de Jerusalén, cada cual con
su bastón en la mano, por su avanzada edad; las plazas de la ciudad se
llenarán de niños y niñas que jugarán en ellas'.
Esto dice el Señor de los ejércitos: 'Aunque esto les parezca
imposible a los sobrevivientes de este pueblo, ¿acaso va a ser imposible
para mí?'
Esto dice el Señor de los ejércitos: 'Yo salvaré a mi pueblo
de los países de oriente y occidente, y lo traeré aquí
para que habite en Jerusalén. El será mi pueblo y yo seré
su Dios, lleno de fidelidad y de justicia' ". Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 101 R/.
Tu pueblo nuevo te alabará, Señor.
Cuando el Señor reedifique a Sión y aparezca glorioso, cuando
oiga el clamor del oprimido y no se muestre a sus plegarias sordo, entonces
temerán al Señor todos los pueblos, y su gloria verán los
poderosos. R/.
Esto se escribirá para el futuro y alabará al Señor el
pueblo nuevo, porque el Señor, desde su altura santa, ha mirado a la
tierra desde el cielo, para oír los gemidos del cautivo y librar de la
muerte al prisionero. R/.
Bajo tu protección, Señor, habitarán los hijos de tus siervos
y se establecerán sus descendientes. Tu nombre en Sión alabarán
por eso, cuando en Jerusalén, a darte culto, se reúnan, Señor,
todos los pueblos. R/.
ACLAMACIÓN
(Mc 10, 45) R/. Aleluya, aleluya.
El Hijo del hombre vino a servir y a dar su vida por la redención de
todos. R/.
El más pequeño entre todos ustedes, ése es el más grande.
Del santo Evangelio según san Lucas: 9, 46-50
Un día, surgió entre los discípulos una discusión sobre quién era el más grande de ellos. Dándose cuenta Jesús de lo que estaban discutiendo, tomó a un niño, lo puso junto a sí y les dijo: "El que reciba a este niño en mi nombre, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe también al que me ha enviado. En realidad el más pequeño entre todos ustedes, ése es el más grande". Entonces, Juan le dijo: "Maestro, vimos a uno que estaba expulsando a los demonios en tu nombre; pero se lo prohibimos, porque no anda con nosotros". Pero Jesús respondió: "No se lo prohíban, pues el que no está contra ustedes, está en favor de ustedes". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, nuestros dones y haz que, iluminados interiormente por tu palabra, a ejemplo de san Jerónimo, nos acerquemos con fe viva a tu altar para ofrecerte el sacrificio de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jer 15, 16)
Tu palabra, Señor, es mi alimento. Tu palabra es el gozo y la alegría de mi corazón.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta Eucaristía que hemos celebrado en la festividad de san Jerónimo ilumine, Señor, nuestro espíritu, para que podamos encontrar en tu Evangelio el camino, la verdad y la vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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