ARQUIDIÓCESIS PRIMADA DE MÉXICO
NOVENA A SAN JUDAS TADEO
NIHIL OBSTAT 23 de agosto de 1998
Pbro. Lic. José Luis Guerrero R. Censor
"CON LICENCIA ECLESIASTICA"
7 de septiembre de 1998 Pbro. Lic. Guillermo Moreno Bravo
NOVENA A SAN JUDAS TADEO.
Poco sabemos de San Judas Tadeo, como de otros Apóstoles. Los Evangelios son relatos de la vida de Jesucristo y los demás personajes, incluida la Santísima Virgen María, son secundarios. Ciertamente el Apóstol más mencionado es San Pedro por su papel protagónico en muchos pasajes, pero el otro Simón, Tadeo o Bartolomé, apenas son mencionados.
San Judas Tadeo aparece varias veces en los relatos Evangélicos, por ejemplo, cuando se enumeran los nombres de los Doce Apóstoles y también en Mateo 13,55, cuando se nos dice que era pariente de Jesucristo: "¿No se llama su madre María y no son sus hermanos Santiago ,José, Simón y Judas?"
El sobrenombre de Tadeo, que en sirio quiere decir bondadoso, se aplica al Santo para diferenciarlo del otro Judas, el Iscariote, que traicionó al Señor.
San Judas Tadeo es reconocido como el autor de una pequeña carta (apenas 24 versículos) que ya desde el año 200 es aceptada como canónica (inspirada por Dios) y por lo tanto incluida en la Biblia.
Lo que a Tadeo le interesa en su carta es estigmatizar a los predicadores que ponen en peligro, la Fe cristiana. Les amenaza con un castigo divino. Lo que más censura, aparte de la impiedad y desenfreno moral, son las blasfemias contra Nuestro Señor Jesucristo y sus ángeles.
La devoción a San Judas Tadeo ha tenido mucho auge últimamente, y se le invoca con mucha fe, sobre todo en situaciones difíciles y desesperadas, pero como suele suceder, se han dado desviaciones y exageraciones rayanas en la superstición o idolatría, como son las famosas "cadenas" carentes de toda lógica y veracidad y por tanto absolutamente reprobabas.
Para orientar nuestra devoción a San Judas Tadeo, hemos de conocer su carta y por eso antes de empezar la Novena, debemos leerla y la incluimos a continuación.
CARTA DE SAN JUDAS TADEO*
Saludo y motivos de la carta.
Judas, siervo de Jesucristo y hermano de Santiago, a los que han sido llamados y se mantienen en el amor de Dios Padre y en la entrega a Jesucristo. Que la misericordia, la paz y el amor abunden en ustedes.
Hermanos queridos, yo tenía un gran interés en escribirles acerca de nuestra común salvación; pero ahora me he visto obligado a hacerlo para exhortarles a combatir en defensa de la fe, que de una vez por todas ha sido transmitida a los creyentes. Y es que se han infiltrado entre ustedes unos hombres cuya condenación está anunciada desde antiguo en la Escritura. Son unos impíos que han convertido en libertinaje la gracia de nuestro Dios y reniegan de Jesucristo nuestro único dueño y señor.
Recuerdo de ejemplos pasados.
Ya sé que lo conocen todo perfectamente. Sin embargo, quiero recordarles que el Señor, después de salvar al pueblo de la opresión egipcia, hizo perecer a los incrédulos. Y a los ángeles que no supieron conservar su dignidad y renunciaron a la que era su propia morada, los mantiene bajo el poder de la tiniebla perpetuamente encadenados en espera del gran día del juicio.
Igualmente Sodoma y Gomorra, junto con las ciudades de alrededor, que se entregaron lo mismo que ellas a la lujuria y a vicios antinaturales, sufrieron la pena de un fuego eterno, para ejemplo de los demás.
Contra los adversarios.
A pesar de eso, estos visionarios se portan de modo semejante: profanan su cuerpo, desprecian la autoridad e insultan a los seres gloriosos. Ni siquiera el arcángel Miguel cuando discutía con el diablo disputándose el cuerpo de Moisés se atrevió a proferir algo injurioso; simplemente dijo: "Que el Señor te reprenda". Estos, en cambio, hablan mal de lo que ignoran; y lo poco que conocen por instinto, lo entienden como animales irracionales, de modo que los lleva a la ruina. ¡Ay de ellos! Han tomado el camino de Caín; por afán de lucro han caído en la aberración de Balaán y han perecido en la rebelión de Coré.
Esos son los que manchan los encuentros fraternos comiendo sin vergüenza alguna y preocupándose sólo de ellos mismos. Son nubes sin agua arrastradas por el viento, árboles sin hojas ni fruto, completamente muertos, arrancados de raíz. Son olas bravías del mar que arrojan la espuma de sus propias desvergüenzas, estrellas errantes a las que está reservada para siempre la más completa oscuridad. Ya profetizó de ellos Enoc, séptimo patriarca después de Adán, cuando dijo: "El Señor vendrá con sus innumerables ángeles a entablar juicio contra todos y a poner a todos en evidencia por todas las malvadas acciones que cometieron, y por todas las insolencias que los malvados pecadores profirieron contra él. Son unos murmuradores, descontentos, Injuriosos, presumidos y apegados a su propio interés".
Exhortación a la comunidad.
Pero ustedes, hermanos queridos, acuérdense de lo que les predijeron los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo, cuando les advertían: "En los últimos tiempos habrá impostores que vivirán impíamente y a capricho de sus pasiones". Son los que introducen discordias, viven sensualmente y no poseen el Espíritu.
Ustedes, en cambio, amados, edifiquen su vida sobre la santidad de su fe. Oren movidos por el Espíritu Santo y consérvense en el amor de Dios esperando que la misericordia de nuestro Señor Jesucristo los lleve a la vida eterna.
Ayuden a los que tienen dudas; a unos, sálvenlos arrancándolos del fuego; a otros, compadézcanlos, aunque con cautela, aborreciendo incluso el vestido contaminado por su cuerpo.
Doxología final.
Al que tiene poder para mantenerlos sin pecado y presentarlos alegres e intachables ante su gloria; al Dios único que es nuestro Salvador, la gloria, la majestad, la soberanía y el poder, por medio de nuestro Señor Jesucristo, desde antes de todos los tiempos, ahora y por todos los siglos. Amén.
*Tomado de la Biblia de América.
NOVENA.
Todos los días de la Novena, dar comienzo con un Padre Nuestro, Ave María y Gloria, seguidos de un Acto de Contrición. A continuación se rezará la siguiente Oración:
¡Oh glorioso Apóstol San Judas Tadeo, discípulo fiel y amigo del Señor Jesús! Te invocamos como Patrono en los casos difíciles y humanamente desesperados. Ruega por mí, pobre pecador, a Dios Todopoderoso, pues me hallo desesperado por (hacer aquí mención de la aflicción que nos agobia) y socórreme, si es para mi provecho, gloria de Dios y honor tuyo.
Te prometo, glorioso San Judas, acordarme siempre de tu protección y hacer lo que pueda para extender tu devoción. Amén.
A continuación se lee la meditación para cada día.
DIA PRIMERO: La vocación de San Judas Tadeo.
Leemos en los Evangelios la manera en cómo Jesús llamó a su seguimiento a varios de los Apóstoles. A San Pedro y su hermano San Andrés les dijo: "Venid conmigo y os haré pescadores de hombres, y ellos al instante, dejando las redes, le siguieron" (Mt.4,19). San Mateo, que era publicano (recaudador de impuestos) oyó la voz del Señor que le dijo "Sígueme" y dejando su despacho, se levantó y le siguió (Mt.9,9). No conocemos el momento en que San Judas Tadeo fue llamado al seguimiento de Cristo, pero sabemos que permaneció fiel hasta el final, dando su vida por el Evangelio.
Todos somos llamados al seguimiento de Cristo. También tú tienes una vocación aquí en la tierra, aunque no seas Sacerdote o Religioso. Desde tu Bautismo tienes una vocación: has sido llamado a dar testimonio de Jesús, a dar buen ejemplo practicando todas las virtudes cristianas: paciencia, caridad, pureza, honestidad, etc...
(Pedir a continuación la gracia especial que desea obtener por la intercesión de San Judas a Tadeo y con mucha fe, recitar las siguientes invocaciones):
San Judas Tadeo, Apóstol y testigo de Jesucristo: Ruega por nosotros.
San Judas Tadeo, que fuiste lleno del Espíritu Santo en Pentecostés Ruega por nosotros.
San Judas Tadeo, que te compadeces de los afligidos: Ruega por nosotros.
San Judas Tadeo, que obtienes de Dios grandes milagros: Ruega por nosotros.
San Judas Tadeo, Abogado fiel en los casos difíciles: Ruega por nosotros.
San Judas Tadeo, afortunado pariente del Señor: Ruega por nosotros.
San Judas Tadeo, poderoso intercesor de cuantos acuden a tí: Ruega por nosotros.
ORACION FINAL PARA TODOS LOS DIAS
Oh Dios, que nos concediste la gracia de llegar a conocer tu Santo Nombre por la predicación de los Apóstoles como San Judas Tadeo, concédenos por su intercesión llegar a practicar sus virtudes y a reflejarías con una vida santa. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
DIA SEGUNDO: El Amor de San Judas Tadeo.
En el discurso en la Ultima Cena, Jesús dijo: "El que tiene mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama y el que me ame será amado de mi Padre y yo le amaré y me manifestaré a él". Le dice Judas (no el iscariote) "Señor, ¿qué pasa para que te vayas a manifestar a nosotros y no al mundo?" Jesús le respondió: "Si alguno me ama, guardará mi palabra y mi Padre le amará y vendremos a él y haremos en él nuestra morada". (Jn. 14,21-23).
San Judas Tadeo bien entendió esto y vivió el amor a Dios y a los hermanos. Por eso en su carta, en el versículo 21 nos exhorta: "y consérvense en el amor de Dios esperando que la misericordia de nuestro Señor Jesucristo los lleve a la vida eterna".
Pidámosle a San Judas Tadeo que nuestro corazón esté siempre inflamado del amor de Jesús.
(invocaciones y Oración final como el primer día)
DIA TERCERO: El celo de San Judas Tadeo.
El verdadero celo apostólico es resultado natura del amor a Jesucristo que no desea nada más que la gloria de su Padre Eterno y la salvación de las almas. San Judas Tadeo manifestó su celo apostólico no sólo con la predicación del Evangelio hasta las más remotas regiones, sino que según la tradición, dio su vida por Jesús en Persia (hoy Irán). En los versículos 17 al 19 de su carta, nos dice: "Pero ustedes, hermanos queridos, acuérdense de lo que les predijeron los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo, cuando les advertía: "En los últimos tiempos habrá impostores que vivirán impíamente y a capricho de sus pasiones". Son los que introducen discordias, viven sensualmente y no poseen el Espíritu.
¿Imitamos a San Judas Tadeo en el celo por la gloria de Dios y la salvación de las almas?, ¿Hacemos algo o militamos en algún Grupo Apostólico?, ¿Nos preparamos estudiando nuestra Santa Religión para defenderla de los ataques de los impíos?
(Invocaciones y Oración final como el primer día)
DIA CUARTO: La Fe de San Judas Tadeo.
"Fe se te pide y vida recta" dice la Imitación de Cristo de Tomás de Kempis en el Libro IV, Cap. XVIII. Y continúa: "no elevado entendimiento ni profundizar los misterios de Dios. Si no entiendes ni alcanzas las cosas que están debajo de ti, ¿cómo comprenderás las que están sobre ti? Sujétate a Dios y humilla tu razón a la Fe".
San Judas Tadeo siguió con fidelidad y fe ardiente al llamado de Jesucristo a la penosa vida del apostolado y aunque era su pariente cercano, le reconoció como su Maestro, Señor e Hijo de Dios hecho Hombre. Predicar a Jesús y su Doctrina fue su ocupación constante desde que fue llamado y por esa misma fe dio su vida. En su carta nos dice en los versículos 20 y 21: "Ustedes, en cambio, amados, edifiquen su vida sobre la santidad de su fe. Oren movidos por el Espíritu Santo y consérvense en el amor de Dios esperando que la misericordia de nuestro Señor Jesucristo los lleve a la vida eterna."
Nos exhorta San Judas Tadeo a no olvidar los avisos y enseñanzas de los Apóstoles y mantenernos firmes en la Fe. Si queremos, por tanto merecer la protección de este Santo, deberemos guardar la Fe Católica aún a costa de nuestra sangre si fuere necesario.
(invocaciones y Oración final como el primer día)
DIA QUINTO: La Fortaleza de San Judas Tadeo.
La Fortaleza es una de las cuatro Virtudes Cardinales del cristiano que asegura en las dificultades la firmeza y la constancia en la búsqueda del bien. Reafirma la resolución de resistir las tentaciones y de superar los obstáculos en la vida moral. Nos hace capaces de vencer el temor, incluso a la muerte y de hacer frente a las pruebas y las persecuciones. Capacita para ir hasta la renuncia y el sacrificio de la propia vida por defender una causa justa. "Mi fuerza y mi cántico es el Señor (Sal. l18,14). "En el mundo tendréis tribulación, pero ánimo, Yo he vencido al mundo" (Jn.16,33). (Catecismo de la Iglesia Católica, 1808).
La Cada de San Judas Tadeo manifiesta su fortaleza al denunciar valientemente a los herejes, exhortando a los fieles a permanecer firmes en la Fe y la Doctrina Apostólica. Con extraordinaria fortaleza responde a los ataques de los cristianos degenerados a los que llama "nubes sin agua arrastradas por el viento, árboles sin hojas ni fruto, completamente muertos, arrancadlos de raíz".
Tiene San Judas Tadeo aquella fortaleza de San Pedro o de San Pablo, la de Santiago o San Juan, como vemos en sus respectivos escritos. Y como ellos, supo llevar su fidelidad al Señor Jesús hasta el martirio. Pidamos a este valeroso Santo aquella fortaleza tan necesaria en estos tiempos de impiedad y cobardía, para confesar claramente y sin ambages nuestra adhesión a la Doctrina del Evangelio y a las enseñanzas de la Iglesia Católica.
(invocaciones y Oración final como el primer día)
DIA SEXTO: La Humildad de San Judas Tadeo.
"Dios derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes" exclamó la Virgen María cuando visitó a su prima Santa Isabel(Lc.1,52) y se declara humildemente "esclava del Señor".
Dios protege y ama al humilde. El orgulloso no tiene en su corazón lugar para Dios y cree no necesitarlo, como le pasó a los fariseos que quedaron al margen de la Redención al matar a Jesús.
La profunda humildad de San Judas Tadeo queda de manifiesto desde el primer versículo de su carta, en el cual en vez de presentarse como pariente de Jesucristo, se titula su siervo y hermano de Santiago.
Por eso, cumpliéndose la sentencia de que quien se humille será exaltado, San Judas brilla en el cielo como estrella de primera magnitud junto a los demás Apóstoles y que en la tierra Dios le haya concedido el poder socorrer pronto y eficazmente a los devotos que con humildad le invocan.
A ejemplo de San Judas Tadeo, seamos humildes de corazón y no solamente obtendremos su protección, sino la mirada benévola de Dios.
(Invocaciones y Oración final como el primer día)
DIA SEPTIMO: La Mansedumbre de San Judas Tadeo.
El Señor Jesús nos dijo: "Aprended de Mí, que soy manso y humilde de corazón". Y en otra ocasión, en el Sermón de la Montaña, expresó: "Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán la tierra en herencia" (Mt.5,4). Humildad y Mansedumbre van de la mano. No podemos ser mansos como Jesucristo sin antes ser humildes verdaderamente.
Dice la tradición que San Judas Tadeo dio muestras de esa mansedumbre toda su vida, atrayendo a muchos al Evangelio por su buen talante y bondad. Cuando el rey persa Agábaro lo mandó encarcelar, aceptó gustoso el padecer por Jesús y cuando magos enemigos lo arrojaron a las fieras, les comunicó su mansedumbre con la señal de la Cruz.
No es fácil ser manso y humilde en el mundo actual porque las agresiones llegan por todos lados, Por eso debemos pedir a San Judas Tadeo interceda por nosotros para poder adquirir tan importantes virtudes. Como él debemos imitar a Jesús y ser dulces, misericordiosos, benignos, amables y mansos de corazón. Así daremos gloria a Dios y atraeremos a muchas almas hacia Jesucristo.
(invocaciones y Oración final como el primer día)
DIA OCTAVO: La Sabiduría de San Judas Tadeo.
Tomás de Kempis en su libro "Imitación de Cristo", dice: "Bienaventurado aquél a quien la verdad por sí misma enseña, no por medio de figuras y palabras pasajeras". Consideremos pues la sabiduría de San Judas Tadeo que fue ilustrado nada menos que por Aquél que es el Camino, la Verdad y la Vida, Cristo el Señor, Como los demás Apóstoles, fue preparado por Jesús durante tres años para difundir después la Verdad del Evangelio por tierras lejanas.
La carta de San Judas Tadeo nos revela su sabiduría al llamar a los herejes "estrellas errantes a las que está reservada para siempre la más completa oscuridad" (Jud.13). En la historia de la Iglesia muchos herejes han sido en realidad como esas estrellas fugaces, meteoros que por un instante iluminan y se pierden después en las tinieblas de la noche para siempre.
San Judas nos enseña la grande obligación que tenemos de ir siempre creciendo en el amor de Dios y de conducir a nuestros hermanos por el verdadero camino de la sabiduría evangélica.
Pensemos que en nuestro mundo, en derredor nuestro, hay muchísimos hermanos que viven, como dice la Biblia, "sentados en tinieblas y sombras de muerte", debido a la ignorancia religiosa. Católicos de nombre, hermanos separados o pertenecientes a alguna secta no cristiana, ignoran las verdades salvadores del Verdadero Catolicismo, predicado por la Iglesia que fundó Cristo mismo y basada en las enseñanzas de los Santos Apóstoles como San Judas Tadeo y guiada por el Pontífice Romano, sucesor de San Pedro.
Pidamos a San Judas Tadeo no tan sólo la absoluta fidelidad a las enseñanzas del Papa y del Magisterio de la Iglesia Católica, sino también la sabiduría y el valor para difundir el Evangelio entre los que nos rodean.
(invocaciones y Oración final como el primer día)
DIA NOVENO: El Poder de San Judas Tadeo.
Leemos en el Evangelio de San Marcos que "Los Apóstoles salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban" (Mc. 16,20).
Según una tradición, San Judas Tadeo al predicar el Evangelio en Persia, convirtió a innumerables paganos, entre ellos al mismo Rey de Edesa, Agábaro, curándolo en su cuerpo y en su alma. Sus enemigos, los magos e impostores, nada pudieron contra San Judas pues quitó el veneno mortal a las serpientes que le arrojaron.
Podemos con toda confianza acudir al poder de San Judas Tadeo en aquellos casos en que toda esperanza, humanamente hablando, parece no existir, La devoción auténtica a San Judas Tadeo implica, por supuesto, el compromiso de vivir en Gracia de Dios, cumpliendo a la perfección los mandamientos tanto de Dios como de la Santa Madre Iglesia. Sería una incongruencia esperar un favor de un Santo, estando al mismo tiempo alejados de Dios por el pecado mortal.
Con la conciencia tranquila después de haber recibido la absolución en el Sacramento de la Reconciliación, después de habernos alimentado con el sacratísimo Cuerpo de Cristo en una santa comunión, podemos acudir a San Judas Tadeo invocando su intercesión ante Jesucristo, su pariente próximo y Dios Todopoderoso.
En caso de haber sido escuchadas nuestras súplicas, no olvidar dar gracias tanto a Dios como a San Judas Tadeo y propagar su devoción evitando supersticiones y exageraciones, que no agradan a nuestro Santo.
(Invocaciones y Oración final, como el Primer día)
La celebración de la fiesta de un Santo nos recuerda nuestra propia vocación a la santidad. San Pedro, hermano de Andrés, nos lo recuerda de forma estimulante en su carta escrita precisamente a los cristianos de Asía Menor: Sed santos en todo vuestro proceder, porque escrito está: "Sed santos, porque Santo soy Yo" (1 Pe.1,15)
Juan Pablo II