ORACIONES DE SIEMPRE.

LA SANTA MISA.

Indudablemente que la cima del culto católico, es LA SANTA MISA y asistir a ella sin recibir la Sagrada Eucaristía, es como ir a un exquisito banquete y no sentarse a la mesa.

La Sagrada Comunión se distribuye dentro de la celebración de la Santa Misa, la que nos va preparando con sus lecturas y enseñanzas, a recibir conscientemente a Nuestro Señor Sacramentado.

Así pues, proponernos algunas meditaciones para hacer una Acción de Gracias para después de la Comunión.

ACTOS PARA DESPUES DE LA COMUNION.

Acto de Adoración

Yo te adoro, Dios de Majestad, en este profundo anonadamiento al que estás reducido en medio de mi corazón. Reconozco que tú eres el soberano Rey del Universo. Reina para siempre en mí.

Acto de Agradecimiento

¿Cómo te daré gracias, mi buen Jesús, por haber muerto por mí y porvenir a diario hoy a mí? yo no soy capaz de expresarse mi reconocimiento, pero uno mis acciones de gracias a las de las almas fervientes en la tierra y a las de los bienaventurados en el cielo.

Acto de Ofrecimiento

Salvador del mundo: puesto que tú te has dado enteramente a mí, justo es que yo me dé enteramente a tí y puesto que lo que ú deseas, es mi corazón, te lo doy entero; te lo consagro y para siempre.

Acto de Petición

Mi buen Jesús: Tú conoces las necesidades de mi alma y has venido a mí para socorrerlas. Ilumina mi espíritu, fortifica mi voluntad, ayúdame a dominar mis pasiones, a fin de que no viva más que para tí, escucha las oraciones que te hago por la Iglesia, por mis padres, mis parientes, mis amigos y mis enemigos y por las almas del Purgatorio.

Acto de Amor

Dios de mi corazón, tú me amas, por indigno que sea de tu amor y quieres que yo te ame y te sirva. Renuncio, pues, Señor, a todo lo que te desagrada. Quiero amarte y servirte para siempre. Haz que todo cuanto ame, lo ame en ti.

 

ACCION DE GRACIAS

Oh Señor y Dios mío . En estos momentos, siendo tú el creador de cielos y tierra, te tengo dentro de mí.

Yo te ADORO con todo mi corazón te reconozco como mi dueño y Señor. Eres el Dios único y poderoso que has venido a mí en la Hostia Consagrada.

¡GRACIAS, Señor, por tan gran favor! mi corazón se llena de agradecimiento por todas las cosas que me has dado.

Me diste la vida humana por mis padres y tu misma VIDA DIVINA por el Bautismo.

En cada Sacramento has aumentado tu vida en mí haciéndome santo, como tú eres Santo.

GRACIAS por haber perdonado mis pecados en el sacramento de la reconciliación.

Gracias por haber muerto por mí en la Cruz y por renovar tu sacrificio en cada misa.

Gracias por haber fundado la Iglesia Católica, en la cual he recibido tu Palabra por medio de la Biblia y los Sacerdotes.

Yo te ALABO, Señor mío Jesucristo, en unión con todos los santos de la Gloria y de los santos de la tierra por tu gran bondad para nosotros.

Te PIDO, querido Jesús mío, por todas mis necesidades temporales, pero sobre todo que me concedas aquellas virtudes que necesito para ser santo. Hazme paciente, puro, caritativo, piadoso; dame hambre de tu palabra, deseos de conocerte mejor.

Concédeme perdonar, como tú me has perdonado. Dame valor para ser testigo tuyo ante los demás. No me dejes caer en el pecado jamás y al final de mis días, dame una buena muerte y poder gozar en tu compañía en el cielo por los siglos de los siglos, Amén.

 

COMUNION ESPIRITUAL EVC

(Cuando no nos sea posible comulgar Sacramentalmente, postrados frente al Sagrario, digamos a Nuestro Señor Sacramentado profundamente arrepentidos de nuestros pecados)

¡Divino Redentor de mi alma, Señor mío y Dios mío! Yo creo firmemente por que tú lo dijiste, que estás realmente presente en la Hostia Consagrada. Mira a tus plantas a un pobre pecador que arrepentido de sus pecados te pide perdón por haberte ofendido.

Te amo y te adoro con toda el alma, y ardientemente deseo recibirte Sacramentado en mi corazón, pero ya que de esta manera no me es posible hacerlo en estos momentos, tú que eres el Pan Vivo que bajó del cielo para darnos vida eterna, ven al menos espiritualmente a mi alma que por ti suspira.

El Cuerpo de Nuestro Señor Jesucristo, guarde mi alma para la vida eterna.

¡Gracias, Jesús mío por haber venido a mí!

tú la luz del mundo;

Tú la fuente de agua viva que apaga el ardor de las pasiones;

Tú el Médico Divino que puede sanar todas mis llagas,

Tú mi única esperanza, mi consuelo

mi solo bien, ilumíname, atráeme, protégeme

para que nunca nada ni nadie pueda separarme de tí

que tanto me amas y que anhelas tanto hacerme eternamente feliz. Así sea.

 

ESTACION EUCARISTICA E.V.C.

A Jesús Crucificado

No me mueve, mi Dios para quererte

El Cielo que me tienes prometido

Ni me mueve el infierno tan temido

Para dejar por eso de ofenderte

Tú me mueves Señor

Muéveme el verte clavado en una Cruz y escarnecido

Muéveme el ver tu cuerpo tan herido

Muéveme tus afrentas y tu muerte

Muéveme en fin tu amor

De tal manera

¡Que aunque no hubiera Cielo, yo te amara

Y aunque no hubiera infierno, te temiera!

No me tienes que dar porque te quiera

Porque aunque lo que espero, no esperara

¡Lo mismo que te quiero, te quisiera!

 

Acto de Contrición

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Tú quien eres y porque te amo por sobre todas las cosas, me pesa en el alma haberle ofendido y propongo firmemente con tu Gracia enmendarme y alejarme de las ocasiones de pecar; confesarme y cumplir la penitencia que por mis culpas me fuera impuesta.

Te ofrezco Señor mi vida, obras y trabajos y cuanto bueno hiciere, en satisfacción de mis pecados y confío en tu bondad y misericordia infinitas me perdonarás y me darás gracia para perseverar en tu santo servicio hasta el último día de mi vida. Amén.

 

Yo Pecador

Yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante ustedes hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María, siempre Virgen, a los Angeles y a los Santos y a ustedes hermanos, que intercedan por mí ante Dios Nuestro Señor. Dios Todopoderoso, tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleva a la vida eterna, Amén.

 

Alma de Cristo

Alma de Cristo, santifícame.

Cuerpo de Cristo, sálvame.

Sangre de Cristo, embriágame.

Agua del costado de Cristo, purifícame.

Pasión de Cristo, confórtame.

Oh mi Buen Jesús, óyeme.

Dentro de tus llagas, escóndeme.

No permitas que me aparte de Ti.

Del maligno enemigo, defiéndeme.

En la hora de mi muerte, llámame

Y mándame ir a Tí, para que con tus Santos

te alabe, por los siglos de los siglos. Amén.

 

Oración de San Ignacio de Loyola

Toma, Señor y recibe toda mi libertad,

memoria, entendimiento y toda mi voluntad;

todo mi haber y mi poseer. Tú me lo diste;

a Tí Señor, lo todo, todo es tuyo.

Dispón a toda tu voluntad, dame tu amor y tu gracia,

que con esto soy bastante rico

y nada más te pido. Amén.

 

Jaculatoria

Te adoramos, ¡Oh Cristo! y te bendecimos,

Por que por tu Santa Cruz, redimiste al mundo y a mí pecador. Amén.

 

Mírame Oh mi,amado y buen Jesús,

postrado ante tu Santísima presencia;

te ruego con el mayor fervor,

que imprimas en mi corazón

vivos sentimientos de fé, esperanza y caridad,

verdadero dolor de mis pecados, y

firmísirno propósito de enmienda.

Mientras que yo, con todo el amor

y la compasión de que soy capaz,

voy considerando tus cinco llagas,

comenzando por aquello que dijo de Ti,

Oh Dios mío, el Santo profeta David:

Han taladrado mis manos y mis pies,

y se pueden contar todos mis huesos.

 

Alabanzas al Santísimo Sacramento.

Bendito sea Dios.

Bendito sea su Santo Nombre.

Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.

Bendito sea el nombre de Jesús.

Bendito sea su Sacratísimo Corazón.

Bendito sea el Espíritu Santo, Paráclito.

Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima.

Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.

Bendita sea su gloriosa Asunción.

Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre.

Bendito sea San José, su castísimo esposo.

Bendito sea Dios en sus Angeles y en sus Santos.

 

Ven, Espíritu Santo.

Ven, Espíritu Santo,

llena los corazones de tus fieles

y enciende en ellos el fuego de tu amor.

Envía Señor tu Espíritu y renueva la faz de la tierra.

 

Oración Vocacional

¡Oh Jesús, Pastor Eterno de las almas! dígnate mirar con ojos de misericordia a esta porción de tu grey amada. Señor, gemimos en la orfandad. ¡Danos vocaciones!, ¡danos Sacerdotes y religiosos Santos! te lo pedimos por la lnmaculada Virgen María de Guadalupe, tu Dulce y Santa Madre. ¡Oh Jesús, danos sacerdotes y religiosos santos según tu Corazón!

 

El Angelus

El Angel del Señor anunció a María y concibió por obra del Espíritu Santo. Dios te salve María...

He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra. Díos te salva María...

El Verbo se hizo hombre Y habitó entre nosotros. Díos te salva María... Oremos:

Infunde, Señor, Tu Gracia en nuestras almas para que, habiendo conocido por el anuncio del Angel la encarnación de Tu Hijo, lleguemos, por su Pasión y su Cruz, a la gloria de la Resurrección por Jesucristo, Nuestro Señor.

 

La Salve

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia

Vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve.

A ti llamamos los desterrados hijos de Eva.

A ti suspiramos gimiendo y llorando,

en este valle de lágrimas.

Ea pues, Señora abogada nuestra,

vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos

y después de este destierro,

muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre,

¡oh Clemente, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María!..

 

Bajo Tu Protección

(la Oración Mariana más antigua de la Iglesia)

Bajo tu protección nos acogemos,Santa Madre de Dios;

no deseches las súplicas

que te dirigimos en nuestras necesidades,

antes bien, líbranos siempre de todo peligro

¡Oh Virgen Gloriosa y Bendita!

 

Reina del Cielo.

Reina del Cielo, alégrate, aleluya

pues El que mereciste engendrar, aleluya,

resucitó, como lo había dicho, aleluya.

Gózate y alégrate, Virgen María, aleluya

porque El Señor verdaderamente resucitó, aleluya.

 

Oremos.

Oh Dios, que por la Resurrección de Tu Hijo Jesucristo, Señor Nuestro, te dignaste alegrar al mundo; te rogamos que por la intercesión de su Madre, la Virgen María, participemos de los goces de la vida eterna, por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

 

Oración de San Bernardo.

Acordaos, oh piadosísima Virgen María que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestra asistencia y reclamando vuestro socorro, haya sido desamparado de vos.

Yo, animado con esta confianza, a vos también acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes. Y aunque gimiendo bajo el peso cae mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra soberana presencia no desprecies," oh Madre de Dios" mis humildes súplicas, antes bien acogedlas benigna y favorablemente. Amén.

Santa María de Guadalupe, Reina de México, ruega por nosotros y conserva nuestra fe.